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del sur de Jalisco
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Patricia Colunga García-Marín y Daniel Zizumbo Villarreal participaron en esta obra en su calidad de Profesores-Investigadores de la Unidad de Recursos Naturales del Centro de Investigación Científica de Yucatán. Dirección: Calle 43 #130 Col. Chuburná de Hidalgo, Mérida, Yucatán. México 97200. Tel: (999) 942-8330; Guadalupe Carrillo Galván, como estudiante del Posgrado de la misma institución, y Ofelia Vargas Ponce, como Profesora-Investigadora del CUCBA de la Universidad de Guadalajara.
© Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C. Calle 43 # 130, Col. Chuburná de Hidalgo C.P. 97200, Mérida, Yucatán, México. Tel. (999) 942-8358 Centro Público de Investigación del Sistema Conacyt. ISBN: 978-607-7823-09-4 Primera edición: Diciembre de 2011
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Cuidado editorial: Gabriela Herrera Martínez Diseño editorial: Paola Marfil Lara Fotografías: Patricia Colunga García-Marín, Daniel Zizumbo Villarreal y Guadalupe Carrillo Galván. Fotografía de portada: "Los Viejos". Fiestas de la Virgen de Guadalupe del 12 de enero. Zapotitlán de Vadillo, Jalisco. Impreso y hecho en México
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Para mayor información, escribir a:
[email protected]
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
Esta obra fue escrita, de manera especial, para las mujeres y los hombres del sur de Jalisco que cuidan lo que nos da la tierra, lo que nos heredaron nuestros ancestros y que, además, día a día, siguen creando nuevas posibilidades para nuestro desarrollo humano. Gracias. Esperamos que se sientan orgullosos al ver su trabajo reflejado aquí.
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Introducción11
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Los magueyes que nuestros ancestros encontraron, lo que hicieron con ellos y lo que nos heredaron31
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¿Qué tenemos ahora?
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¿Cuánta gente sabe cómo extraer y usar el ixtle de los mezcales? ¿Quiénes conocen esta tradición?41 ¿Se está abandonando la tradición del ixtle?45 ¿Cuáles son las variedades preferidas para extraer ixtle?46 Ixtlero amarillo (Agave rhodacantha Trel.) 46 Ixtlero verde (Agave angustifolia Haw.)48 ¿Cuáles son sus usos y características?48 Bebidas destiladas (vino-mezcal)48 Cerco vivo (lienzo). Protección contra ganado y retención de suelo y humedad52 Fibra (ixtle)52 ¿Cómo se trabaja actualmente el ixtle?54 Obtención de la fibra54 Elaboración de textiles en telar de cintura61 Elaboración de red para pesca72 Elaboración de costalillos de dos hebras77 Elaboración de la máscara tradicional81 Elaboración de sogas91 Elaboración de suaderos (base de la silla de montar)101 Posibilidades futuras de lo ancestral109
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Agradecimientos113 Literatura citada117
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El Volcán de Fuego desde Zapotitlán de Vadillo, Jalisco.
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Fig. 1. Distribución natural de los magueyes o mezcales (plantas del género Agave)
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P o' M Introducción
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El ixtle, el vino-mezcal (al que muchos sólo llaman
En este libro les contaremos lo que sabemos sobre
“vino” y otros únicamente mezcal), el aguamiel y el
estos temas. Esperamos que esta información les sea
pulque se obtienen de las plantas a las que los biólo-
útil para seguir trabajando, orgullosamente, con estas
gos le dieron el nombre científico de “agaves”.
plantas maravillosas.
Este nombre y todos los nombres científicos de los
Aunque los agaves ahora crecen y son famosos en
seres vivos se usan para poder entenderse en todo
muchas partes del mundo, antes de que los europeos
el mundo, sin importar el idioma que se hable. En el
llegaran al continente americano en 1492, sólo los cono-
sur de Jalisco, y en otras partes de México, se les llama
cíamos la gente que vivíamos aquí, pues esta es la tierra
comúnmente mezcales o magueyes.
donde crecen de forma natural (Gentry, 1982) (Fig. 1).
¿Cuáles son los agaves ixtleros del sur de Jalisco?
Para la mayoría de los mexicanos, los magueyes han
¿Cuál es la antigua tradición de su uso en esta región?
sido muy importantes en nuestra vida diaria, desde
¿Qué se ha conservado hasta hoy? ¿Cuáles son sus
mucho antes de la conquista española. Los científicos
posibilidades de desarrollo futuro?
que estudian cómo vivían los humanos en el pasa11
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
do (arqueólogos) han encontrado restos de comida
“mezcal” cuando ya están cocidas) y el “quiote” (pedún-
muy antiguos, conservados en cuevas muy secas,
culo de la inflorescencia) de los magueyes desde hace
que muestran que hemos comido el “mezonte” (tallo),
11 mil años (Callen, 1965), asándolos directamente al
las “cabezas” (tallo más base de las hojas, llamadas
fuego u horneándolos bajo tierra (Fig. 2 y 3).
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Fig. 2a. Cocimiento bajo tierra de cabezas de maguey, llamadas “mezcal” cuando están cocidas.
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Fig. 2b. Niño comiendo el mezonte. Oaxaca, México. 13
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Fig. 3a. Quiote de maguey (pedúnculo de la inflorescencia). Zapotitlán, Jalisco.
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Fig. 3b. Cosecha de “cabeza” de mezcal. Coalcomán, Michoacán.
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Fig. 3c. Asado de quiote sobre leña. Yucatán, México.
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Fig. 3d. Personas comiendo quiote asado en leña. Yucatán, México.
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Las palabras “mezcal”, “mezonte” y “quiote” pro-
Cuando la gente cortaba el quiote para comerlo, pudo
vienen del náhuatl, uno de los idiomas nativos de
haber descubierto que debajo de ese corte, raspando
México que más se habla hoy en día y que hasta
un poco más abajo, salía un líquido dulce y sabroso al
hace algunos años aún se usaba en el sur de Jalisco
que llamamos “aguamiel”, el cual, al fermentarse de
y Colima.
manera natural, también producía una bebida agradable, ligeramente alcohólica, a la que llamamos “pulque”.
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De su ancestral uso como comida, pudo originarse la tradición de utilizar los jugos dulces del agave coci-
De igual forma, la gente descubrió que podía extraer
do como miel, de extraer el aguamiel y de producir el
el dulce jugo de las “cabezas” cocidas del maguey,
pulque y el “vino-mezcal” (Zizumbo-Villarreal y Colun-
machacándolas, y con este jugo o miel de mezcal,
ga-GarcíaMarín, 2008; Zizumbo-Villarreal et al., 2009a).
podía endulzar comidas y bebidas (Fig. 4).
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Fig. 4a. Molienda de mezcal (cabezas horneadas de maguey) para extraer el jugo o miel. Zapotitlán, Jalisco.
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Fig. 4b. Mezcla de la “miel de mezcal” con masa de maíz para elaborar “tamales de mezcal”. Zapotitlán, Jalisco.
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
El descubrimiento de que esta miel, mezclada con
decir, de la separación del agua y del alcohol, llevó a
agua, se fermenta naturalmente, llevó al uso de la
la producción de una bebida fuerte y aromática, la
bebida conocida como “tepache”, “tuba” o “tepache
llamada “vino de mezcal” (Fig. 5 c y d). La destilación
de tuba” (Fig. 5 a y b). El invento de la destilación, es
también se descubrió que podía hacerse con el pulque.
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Fig. 5a. Miel de mezcal. Zapotitlán, Jalisco.
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Fig. 5b. Tuba de mezcal fermentado para producir “vino-mezcal”. Zapotitlán, Jalisco.
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Fig. 5c. Destilación de la tuba de mezcal. Zapotitlán, Jalisco.
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Fig.5d. Vino-mezcal. Zapotitlán, Jalisco.
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(Fig. 6) (King, 1986). Su uso para elaborar sogas, cos-
Pero en la época Prehispánica, las fibras de agave se
menticio ha sido el de su fibra o “ixtle”, como se le
tales y cordeles era importantísimo en todo México
usaban incluso para elaborar ropa, ya sea solas o com-
conoce en muchas partes de México. Se conocen
hasta los años 1950, cuando se empezaron a sustituir
binadas con algodón (Fig. 7).
restos de redes de ixtle de 9000 años de antigüedad
con plásticos.
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Fig. 6. Fragmento de red de 9000 años de antigüedad encontrado en la Cueva de Guilá Naquitz, Oaxaca, y expuesta en el Museo Regional de Oaxaca. Foto de Chris Moser, reproducida en King (1986). 24
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Otro uso tan antiguo e importante como el ali-
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Introducción
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Figs. 7a. Ofrenda funeraria de Jaina, Campeche, México de 500-700 d. C. expuesta en el Museo Nacional de Antropología, reproducida en Schele (1997); 7b. tela de algodón con fibra de Agave encontrada en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá, Yucatán, México de 1300-1539 a. C. Colección INAH. Mérida, Yucatán, México. Reproducida en Coggins y Shane III (1989).
25
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
Aunque en este libro sólo hablaremos del ixtle, es
al ser fuente de alimento y refugio para otros anima-
importante resaltar que los magueyes o mezcales nos
les que forman parte de la gran casa en la que todos
proporcionan muchos otros beneficios directos: reten-
vivimos.
ción de suelo y humedad en las laderas, protección de las parcelas contra el ganado, son fuente de alimen-
La información que presentamos en este libro se
to, de endulzante de bebidas y comidas, medicinas,
refiere fundamentalmente al Municipio de Zapotitlán
material de construcción, combustible, instrumentos y
de Vadillo, Jalisco (Fig. 8), pero la situación pasada,
utensilios de todo tipo. Pero también nos dan muchos
presente y futura del ixtle es semejante para toda la
beneficios indirectos, al interactuar con otras plantas y
región conocida como sur de Jalisco.
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Fig. 8. Ubicación geográfica del Municipio de Zapotitlán de Vadillo, Jalisco, rodeado de tres áreas naturales protegidas.
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El Volcán de Fuego desde Perempiz, Zapotitlán, Jalisco.
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El Volcán de Fuego al anochecer.
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E R Los magueyes que nuestros ancestros P encontraron, lo que hicieron con M Iellos y lo que nos heredaron O R
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Cuando nuestros ancestros llegaron a estas tierras,
de Asia al continente americano, y durante cientos
hace unos 10 600 años, se encontraron aquí a los
de años habían caminado hacia el Sur, atravesando el
ancestros de las plantas de maguey que hoy usamos,
norte de nuestro continente (Dixon, 2001).
y que los científicos llaman: Agave angustifolia Haw. (como el ixtlero verde, el lineño y otras variedades),
Cuando llegaron a este territorio, buscando un lugar
Agave rhodacantha Trel. (el ixtlero amarillo), Agave
para descansar, en donde hubiera agua, comida, leña,
maximiliana Baker (lechuguilla) y Agave colimana
materiales para hacer sus casas, seguramente vieron a
Gentry (maguey de peña) (Zizumbo-Villarreal D. y P.
lo lejos esos grandes quiotes verdes de plantas que ya
Colunga-GarcíaMarín, 2010).
conocían, que habían encontrado muchas veces en su camino, desde lo que ahora es el sur de Estados Uni-
Imaginémoslos: era gente que caminaba durante días,
dos, hasta aquí (Fig. 1), plantas que sabían que podían
hasta hallar un lugar en el que encontraban agua y
comer y utilizar con muchos propósitos, usando una
comida para quedarse por un tiempo. Cuando la comi-
técnica sencilla: asando los quiotes, cabezas y hojas al
da comenzaba a escasear, emprendían de nuevo la
fuego, o cocinándolos en hornos bajo tierra, tal y como
marcha, buscando nuevos lugares. Habían entrado
se sigue haciendo actualmente. 31
Agaves ixtleros del sur de Jalisco
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Los que decidieron quedarse en esta zona y sus alre-
cerse a las plantas silvestres que un día fueron y a ser
Nuestros ancestros dejaron restos que nos mues-
Muy cerca de aquí, en el estado de Colima, se encontraron
dedores, hace unos 10 000 años, comenzaron, poco
cada vez más como a la gente le gustaban.
tran la importancia que tuvieron los magueyes para
varias tumbas, tanto de hombres como de mujeres, en
ellos en esta región del occidente de México. En
las que había vasijas que pudieran tener hasta 2500 años
a poco, a cultivar las plantas que les eran útiles, entre
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ellas, los magueyes, fáciles de sembrar usando las
Además, poco a poco fue habiendo más y más varie-
las “tumbas de tiro” que construían para sus muer-
de antigüedad, con dibujos de plantas de maguey de
pequeñas plantas o hijuelos que nacen a su lado.
dades de todas ellas, según el gusto de la gente y
tos, acostumbraban dejarles objetos que habían
las especies Agave angustifolia y Agave maximiliana
Siembra tras siembra, igual que ahora, seleccionaban
el uso que le fueran a dar: magueyes muy espinosos
sido muy importantes en su vida. En una tumba en
(Zizumbo-Villarreal et al., 2009b). En una de esas vasijas,
las plantas que más les gustaban y convenían. Ese fue
o menos espinosos, con más fibra o con menos fibra,
Huitzilapa, al norte del estado de Jalisco, se encon-
las hojas están separadas de la planta. Eso, y la manera
el caso también del maíz, los frijoles, las calabazas,
cenizos, verdes o amarillos; maíces blancos o rojos,
traron pedazos de ixtle de más de 2000 años de
en la que están acomodadas las plantas, hace pensar,
los tomates, los jitomates y los chiles, entre otras.
suaves o duros; frijoles negros, cafés o pintos, grandes
antigüedad. Los científicos que han estudiado estos
a quienes las estudiaron, que las personas que fueron
De todas ellas aún crecen plantas silvestres en esta
o chicos… y así con todas las plantas que selecciona-
restos suponen que formaban parte de textiles finos
enterradas con estas vasijas probablemente las cultiva-
región, muy diferentes a las que ahora se siembran
ron y fueron sembrando juntas, en lo que le llamaron
y cordeles (Benz et al., 2006).
ban y cosechaban las hojas para sacar el ixtle (Fig. 10).
para comer, porque después de miles de años de
“la milpa”, como la calabaza, el tomate, el jitomate y
estarlas seleccionando, poco a poco dejaron de pare-
el chile (Fig. 9).
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Figs. 9a. Maíz silvestre (milpilla o teocintle) y cultivado; 9b. calabaza silvestre y cultivada; 9c. jitomate silvestre y cultivado; 9d. tomate silvestre y cultivado.
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Los magueyes que nuestros ancestros encontraron, lo que hicieron con ellos y lo que nos heredaron
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Fig. 10. Vasijas encontradas como ofrendas mortuorias en “tumbas de tiro” de la cultura de Occidente. En la base, dibujos de magueyes: 10a. Agave angustifolia; 10b. Agave maximiliana; 10c. Agave con las hojas separadas. Reproducción de las Figuras 5, 6 y 8 de Zizumbo et al., (2009b).
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Fig. 10b. Agave maximiliana.
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Fig. 10c. Agave con las hojas separadas. Reproducción de las Figuras 5, 6 y 8 de Zizumbo et al., (2009b).
34
En varios museos, regionales, nacionales y extranjeros,
sacadas de las famosas “tumbas de tiro”, que muestran su
existen vasijas de entre 1800 y 1600 años de antigüedad,
importancia como alimentos, bebidas y textiles (Fig. 11). Figs. 11. Vasijas encontradas como ofrendas mortuorias en “tumbas de tiro” de la cultura de Occidente: 11a. vasija del Museo del Condado de Los Angeles, EUA, mostrando bases de hoja de maguey horneado usadas como alimento.
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Para la época en que llegaron los españoles a estas tierras, no hay duda de la gran importancia que tenían los mezcales para los habitantes de esta región. Muy admirados, los españoles escribieron:
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hay en esta provincia un árbol llamado MEXCATL, que llaman los españoles “maguey”, que dél se hace vino, vinagre, miel, sogas, ropa, madera para casas, Fig. 11b. Vasija de colección privada, reproducida en Butterwick (2000, p. 106), mostrando una persona cosechando una cabeza de maguey que carga con un mecapal de ixtle.
agujas, clavos, hilo, bálsamo para heridas muy aprobado… (Francisco de Agüero, 1580, en: Acuña, 1988, p. 69).
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c ¿Y en la actualidad? ¿Cómo es ahora el uso de los mez-
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cales para ixtle?
Fig. 11c. Vasija de colección privada, reproducida en Towsend (2000, p. 133) mostrando a una pareja ingiriendo, probablemente, bebidas de agaves.
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Mezcalera de Zapotitlán de Vadillo, Jalisco.
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El Volcán de Nieve y el Volcán de Fuego desde la mezcalera. Zapotitlán de Vadillo, Jalisco.
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?Quee' tenemos ahora?
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¿Cuánta gente sabe cómo extraer y usar el ixtle de los mezcales? ¿Quiénes conocen esta tradición? Para contestarnos estas preguntas, entre 2009 y 2010
existen 143 personas (4% del total de los habitantes
realizamos una investigación en 18 de las 26 pobla
mayores de 15 años) que han empleado, en algún
ciones que conforman el municipio de Zapotitlán.
momento de su vida, las técnicas de aprovechamien-
Encontramos que en estas 18 poblaciones (en donde
to ixtlero. Sólo ocho de ellas siguen trabajando el ixtle
vive el 90% de todos los habitantes del municipio),
(Cuadro 1). 41
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
Cuadro 1. Localidades estudiadas del Municipio de Zapotitlán de Vadillo, Jal. Población total, población mayor de 15 años, número de personas que han trabajado el ixtle y su porcentaje con respecto al total de la población mayor de 15 años.
Localidad
Población total*
Población mayor de 15 años*
Personas que han trabajado el ixtle Número
Porcentaje
Cd. de Zapotitlán
3115
2056
19
0.9
Chancuellar
193
101
12
11.9
Huitzometl
128
70
11
15.7
La Parotilla
79
44
5
11.4
Loma de Guadalupe
150
77
4
5.2
Loma de la Cruz
49
21
1
4.8
Loma de las Flores
121
76
9
11.8
Loma de Perempitz
162
98
4
4.1
Mazatán
146
97
10
10.3
Nuevo Perempitz
84
50
9
18.0
Paso de Alseseca
37
24
5
20.8
Perempitz de Abajo
50
27
1
San Cristóbal
108
66
8
San Isidro
78
44
10
San José del Carmen
775
513
2
Telcruz
190
106
5
Tetapán
183
143
Zacalmecatl
78
45
TOTAL
5726
3658
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143
*Censo de Población y Vivienda 2005, INEGI (Total de personas en todo el municipio = 6,345. Total de localidades en todo el municipio = 26).
42
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12.1
De las 143 personas que han trabajado el ixtle, el 60%
económicos a partir del ixtle. La fibra la extraen de
(86) es mujer. La mayoría vive en Tetapán y en la ciudad
hojas que recolectan de plantas silvestres o de las
de Zapotitlán (Fig. 12). Actualmente, tres de los pobla-
hojas que se cortan para cosechar las cabezas para el
dores de San Isidro obtienen casi todos sus recursos
vino-mezcal.
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¿Qué tenemos ahora?
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22.7 0.4 4.7
15.4 13.3 4%
Fig. 12. Porcentaje de personas que han trabajado el ixtle en cada una de las 18 localidades estudiadas. Mpio. Zapotitlán de Vadillo, Jal. Total de personas = 143.
43
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
La edad de las personas que aún conocen la tradición
los más jóvenes, desaparecerá en Zapotitlán, pues en
del ixtle es de entre 48 y 93 años, pero la mayoría tie-
30 o 40 años ya no habrá personas que la continúen
ne entre 69 y 73. Si esta tradición no se transmite a
(Fig. 13).
¿Se está abandonando la tradición del ixtle?
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Sí. La mayoría de las 143 personas opinó que sí, y pien-
al tener ahora sus hijos otros ingresos con los que los
sa que la causa más importante de su abandono es
apoyan, ellos han ido abandonando esta actividad.
la poca demanda de los productos que ellos saben
Lo anterior ha llevado a la escasez del ixtlero verde, la
hacer con el ixtle (Fig. 14). Otra razón es que los pre-
variedad más apreciada de todas, la cual ya no se planta
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cios de los productos que elaboran son muy bajos y,
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Fig. 13. Edad de las 143 personas que han trabajado el ixtle en las 18 localidades estudiadas. Mpio. de Zapotitlán de Vadillo, Jal.
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¿Qué tenemos ahora?
tan frecuentemente.
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Fig. 14. Causas por las que se ha abandonado la tradición del ixtle, según las 143 personas entrevistadas en las 18 comunidades estudiadas, y porcentaje de personas que señalan cada causa como la principal. Mpio. de Zapotitlán de Vadillo, Jal.
45
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
¿Cuáles son las variedades preferidas para extraer ixtle? En 2003, cuando iniciamos nuestras investigaciones
flores y frutos no las toman en cuenta. Este es un resu-
en Zapotilán, encontramos que el ixtlero amarillo
men de sus principales características:
(Agave rhodacantha Trel.) y el ixtlero verde (Agave angustifolia Haw.), como bien lo dicen sus nombres,
Ixtlero amarillo (Agave rhodacantha)
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son las dos variedades más apreciadas por su fibra o ixtle. Ambas también se usan como alimento
También llamado “mezcal criollo”, es muy abundante
(mezonte) y para elaborar el “vino-mezcal”. El ixtlero
y considerado como originario de esta región.
amarillo, además, es utilizado como “lienzo” (cerco vivo) y puede observarse por todas partes: casas,
Lo identifican por ser un mezcal grande y robusto,
potreros, mezcaleras y milpas (Colunga-GarcíaMarín
de hojas (pencas) verde-amarillentas, espinas latera-
y Zizumbo-Villarreal, 2007; Vargas et al., 2007).
les muy sobresalientes, de color casi negro, espina terminal muy larga y ancha, cabeza muy redonda y
Para entender por qué se prefiere tanto el ixtle
ciclo de vida de entre ocho y doce años. Las carac-
de estas dos variedades, hicimos una serie de pre-
terísticas que mencionan para su fibra son: tono
guntas a las 143 personas que lo han trabajado, así
amarillento, textura áspera (por ser gruesa) y que
como a la gente que los cultiva. Lo que describimos
se rompe con mayor facilidad que la del ixtlero ver-
a continuación es un resumen de lo que nos ense-
de. En cuanto al vino-mezcal que producen con él,
ñaron de estas variedades y de la forma en que
lo consideran muy aromático y de sabor y olor suaves
se trabajan.
y agradables, de apariencia cristalina. Sobre el me
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zonte, mencionan que tiene mucha fibra. Quienes
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La gente distingue las dos variedades por las carac-
cultivan esta variedad la utilizan también como lienzo
terísticas de sus hojas (largo, ancho, rigidez, color),
(cerco vivo), ya que sus plantas impiden de manera
espinas (largo, ancho, color), cabeza (largo y forma),
muy efectiva la entrada del ganado hacia el cultivo,
ciclo de vida, cantidad de planta (hijuelos) que produ-
por tener hojas muy largas y rígidas, espinas en gran
cen, así como la calidad del ixtle y del “vino-mezcal”
cantidad y pronunciadas, además de una espina termi-
que se obtiene con ellas. Las características de sus
nal gruesa y larga (Fig. 15).
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Fig. 15. Variedad tradicional ixtlero amarillo (Agave rhodacantha).
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
Ixtlero verde (Agave angustifolia)
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Bebidas destiladas (vino-mezcal) Características deseables:
Llamado además “mezcal bravo”, es también reconocido como propio de esta región.
²² Sabor suave. La graduación a la que tradicionalmente se considera que el vino-mezcal
Lo identifican como un mezcal de hojas verdes, largas
tiene buena calidad es de 50% v/v. A esta
y delgadas, con espinas laterales (dientes) delgadas,
gradación, el destilado no debe raspar
de tamaño medio y color café-rojizo, con espina
la garganta y debe captar el sabor de la
terminal delgada y mediana, de cabeza alargada y
planta horneada.
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ciclo de vida muy largo, de entre 12 y 25 años. Se extrae de él una gran cantidad de fibra, de ahí su
²² Olor agradable. El olor deseable es el de
importancia. Su fibra es de color blanco, textura sua-
mezcal horneado.
ve, delgada y resistente, el jugo que sale de la penca, cuando se extrae la fibra, es muy irritante. El
²² Ciclo de vida corto. Si la planta tarda menos
vino-mezcal obtenido de él se considera de
tiempo en florecer, la cosecha de las cabe-
sabor y olor más suaves que el del ixtlero amarillo,
zas (tallos con las bases de las hojas) para
agradable y cristalino. Su mezonte también se consi-
vino-mezcal también tardará menos.
dera muy fibroso (Fig. 16).
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Variedad preferida: ixtlero amarillo
¿Cuáles son sus usos y características?
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(Fig. 17 y 18). Reúne casi todas las características deseables, a excepción del ciclo de vida, que es largo
sideradas deseables para cada uno de los usos que
(de 8-12 años). Es la variedad más abundante en la
reciben estas plantas y cuál de las dos variedades se
región.
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prefiere para cada uso. Las características se men-
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A continuación describimos las características con-
cionan conforme a la importancia que la gente
Esta y el ixtlero verde tardan más tiempo en florecer
le dio.
que otras variedades locales.
Fig. 16. Variedad tradicional ixtlero verde (Agave angustifolia).
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Fig. 17. Cabezas de la variedad ixtlero amarillo, listas para ser horneadas.
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Fig. 18. Campesinos colocando las cabezas de ixtlero amarillo en el horno para su posterior fermentación y destilación.
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Cerco vivo (lienzo). Protección contra ganado
hijuelos. Ambas características favorecen la
y retención de suelo y humedad
retención de suelo y humedad alrededor de
Características deseables:
la planta y sus hijuelos. Variedad preferida
Para protección contra ganado ²² Hojas largas. Mientras más largas sean las hojas,
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Para ambos usos, ixtlero amarrillo. Sus raíces son muy resistentes y produce un promedio de 15 hijuelos al
el ganado se acercará menos a la parcela.
año (Fig. 19). ²² Dientes laterales grandes y en gran cantidad. El ganado al querer introducirse a la parcela,
Fibra (ixtle) Características deseables:
resulta dañado. ²² Espina terminal larga y ancha. La espina
²² Mayor cantidad de fibra.
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grande no permite que el ganado se coma la planta, dado que la espina causa un
²² Hoja larga y ancha. Mientras más larga y
dolor similar a la picadura con la punta de
ancha sea la hoja, mayor será el contenido
un acero.
de fibra.
²² Hojas rígidas. Impiden el paso del ganado a
²² Ciclo de vida largo. Permite que el cerco vivo dure un largo periodo.
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²² Hoja rígida. Esta característica la asocian con mayor cantidad de fibra.
la parcela.
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²² Menor cantidad de dientes laterales y pe queños. Permite el mejor manejo de la hoja
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al momento de extraer la fibra.
Para retención de suelo y humedad
²² Ciclo de vida largo. Permite cosechar hojas
²² Resistencia de sus raíces y alta producción de 52
durante mayor tiempo. Fig. 19. Variedad de ixtlero amarillo utilizado como cerco vivo.
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
²² Fibra larga. Se puede hilar más fácilmente y
por su fibra es el ixtlero amarillo, ya que es la más abun-
rinde más.
dante en la región y es la preferida para vino-mezcal y ²² Fibra suave y fina. Las mujeres no se lasti-
cerco vivo.
man los dedos al tejer o hilar y los productos
¿Cómo se trabaja actualmente el ixtle?
quedan finos y bonitos.
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Obtención de la fibra ²² Fibra resistente. No se rompe con facilidad
Corte y secado de la hoja
durante la elaboración de los productos y tiene mayor durabilidad.
Cuando la planta tiene aproximadamente cinco años de plantada, ya se pueden cosechar sus hojas
²² Color blanco. Le da mejor presentación a los
para obtener el ixtle. A partir de esa edad, anualmen-
productos para la venta y pueden venderse a
te se escogen cuatro hojas de la parte basal de cada
mayor precio.
planta, las hojas se cortan a una distancia de 15 cm
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para no dañar el tallo (Fig. 20a). Ya cortadas, se dejan Variedad preferida
a la sombra 15 días, para que pierdan un poco de
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agua. A las hojas deshidratadas se les llama pilinques Ixtlero verde. Su ciclo de vida largo (hasta 25 años)
(Fig. 20b).
permite tener hojas disponibles por un periodo prolongado, antes de que las plantas sean cosechadas
Extracción de la fibra
para vino-mezcal. Las mujeres que elaboraban texti-
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A pesar de esto, la variedad más usada actualmente
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les preferían el ixtlero verde, pues mencionan que es
Después de los 15 días de reposo, la hoja se corta en
más fácil de hilar, debido a la longitud, la suavidad y la
muchas tiras de la parte media hacia la apical, usando
resistencia de la fibra. Los hombres que han elaborado
un machete. Una vez hechas estas tiras, colocan la hoja
algún producto de fibra, como sogas o redes de pesca,
en el piso (el envés hacia el suelo y el haz hacia arri-
también lo prefieren, por estas mismas características
ba), pisan la base (parte basal) y con la mano derecha
de su fibra.
jalan cada una de las tiras de la punta (parte apical)
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Fig. 20a. Campesino cosechando las hojas para la extracción de fibra.
Fig. 20b. Hojas pilinques.
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hacia la base, dejando entera la porción que pisan
unos otates llamados “tarabillas” (Fig. 21c). Finalmen-
(Fig. 21a). La hoja queda en forma de mechudo
te, desatan la hoja para extraer la fibra de la base con
(Fig. 21b). Posteriormente, amarran la base de la hoja
el mismo procedimiento, hasta extraer por completo
a un palo fijo o a un árbol, y cada tira la exprimen con
la fibra de la hoja (Fig. 21d).
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Fig. 21a. Obtención de tiras de hoja jalando de la punta a la base.
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Fig. 21b. Hoja en tiras.
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Fig. 21c. Extracción de la fibra.
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Secado y almacenamiento de la fibra
Después de la extracción, la fibra se expone al sol
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por un día (Fig. 22a). Se almacena en un lugar fresco, en rollos de diferentes pesos, de 1 a 5 kg (Fig. 22b).
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Fig. 21d. Fibra obtenida.
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b Fig. 22b. Almacenamiento de fibra.
Elaboración de textiles en telar de cintura Son confeccionados generalmente por las mujeres. A continuación se describe la producción de las bolsas de ixtle, llamadas en la región, “costalillos”. Elaboración de los hilos o hilado Para elaborar los hilos que se usarán, se ata a un poste un manojo de fibra seca de aproximadamente cuatro hojas (aproximadamente 200 g). De este manojo, toman diez hebras y con los dedos las van jalando al mismo tiempo que las van torciendo hacia la izquierda, enredándolas en un huso, llamado localmente popote (Fig. 23). Antes de llegar al final de las hebras, toman otras diez y las tuercen sobre de ellas, de modo que
a Fig. 22a. Secado.
el hilo va a seguir torciéndose de manera continua. Esto lo repiten cada vez que las hebras van a llegar a su fin, hasta obtener la cantidad de hilo deseado. 61
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¿Qué tenemos ahora?
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Elementos del telar de cintura
Para elaborar el telar de cintura, se utilizan plan-
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tas de la región. Sus elementos se muestran en la figura 24.
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Fig. 23. Hilado de fibra con un huso.
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Figs. 24. Componentes del telar de cintura: 24a. arumos (Otatea sp); 24b. zozopaxtles (Quercus sp); 24c. jioteros (Otatea sp); 24d. popotes (Otatea sp); 24e. paquiotero (Quercus sp); 24f. mecapal, y 24g. mecamaxal (Agave angustifolia).
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
Montaje del telar de cintura
Una vez elaborada la urdimbre, esta se coloca entre
amarra con un mecapal a las caderas de la tejedo-
dos arumos (Fig. 26). El arumo de la parte supe-
ra, la cual se coloca en posición sentada. Las hebras
Para montar el telar, antes que nada se debe elaborar
cruzada, es decir, en forma de ocho (Fig. 25b). Cuando
rior se amarra entonces a un poste con una soga
de la urdimbre deben quedar bien separadas unas
la urdimbre, que son los hilos verticales que serán la
ya se tienen las vueltas necesarias, se saca la urdimbre
(el mecamaxal) y el arumo de la parte inferior se
de otras.
base para elaborar la tela. Para elaborarla, se anclan al
de las estacas con cuidado, para no perder la forma
suelo dos palos de madera, llamados “estacas”, a una
cruzada. Las vueltas necesarias dependen de lo ancho
distancia de 50 cm entre ellos; el hilo se sujeta a una de
que se quiera hacer el textil (generalmente un costali-
las estacas (Fig. 25a) y se comienza a enredar de forma
llo tiene 70 vueltas).
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Figs. 25a. Comienzo de la urdimbre; 25b. elaboración de la urdimbre.
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Fig. 26. Telar de cintura con la urdimbre lista para iniciar el tejido.
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Tejido El tejido consiste en ir entrelazando hilos de mane-
modo es posible ir introduciendo el paquiotero,
ra horizontal a través de la urdimbre. A estos hilos
el cual funciona como una aguja que permite ir
se les llama trama. Con el zozopaxtle se mantie-
entretejiendo el hilo de la trama en la urdimbre
nen levantados los hilos de la urdimbre, y de ese
(Fig. 27).
En el paquiotero se enreda el hilo que se va a usar y se
urdimbre separados. Generalmente pintan un poco de
va desenredando conforme se va necesitando (Fig. 28).
ixtle con anilina rosa, azul o ambas y se pasan tres hilos
La función de los jioteros es mantener los hilos de la
entre la urdimbre al principio y al final.
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Fig. 27. Introducción del paquiotero en la urdimbre.
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Fig. 28. Tejido de un costalillo.
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Una vez que se teje la mitad de la urdimbre, la parte
encuentra el mecamaxal (Fig. 29), para seguir tejiendo
inferior del telar se pasa a la parte superior, donde se
hasta terminar por completo el textil (Fig. 30).
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Fig. 29. Tejido del otro extremo del textil.
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Fig. 30. Costalillo terminado.
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En la región también se hacen mecapales. El pro-
el costalillo, pero la urdimbre sólo lleva 15 vueltas
cedimiento de elaboración es el mismo que para
(Fig. 31 y 32).
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Fig. 31. Tejido de un mecapal.
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Fig. 32. Mecapal terminado.
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Elaboración de red para pesca El proceso de elaboración de una red es el mismo que
ran bien los hilos de la trama con ayuda de un raspador,
para elaborar costalillos, sólo que en este caso se reali-
posteriormente se saca de los arumos y se cosen las
za un hilado más grueso (20 hebras), la urdimbre lleva
orillas como si fuera un costalillo (Fig. 33c). A continua-
cien vueltas y al momento de pasar la trama entre la
ción, se cosen dos extremos del textil para que quede
urdimbre no se golpea muy fuerte con el zozopastle,
como una bolsa (Fig. 33d). En general, las redes son de
a fin de que los hilos de la trama queden espaciados
30 cm de largo por 40 cm de ancho (Fig.32) y se utilizan
(Fig. 33a). Una vez realizado el textil (Fig. 33b) se sepa-
para la pesca de chacales (Cambarellus sp).
Fig. 33a. Tejido de la red de pesca.
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Fig. 33b. Separación de los hilos con un raspador.
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Fig. 33c. Extremos de la bolsa siendo cosidos.
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Fig. 33d. Campesino cosiendo la vara a la red.
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Una vez elaborada la red, se le cose con ixtle una vara
una pequeña porción de la vara se deja sin coser,
de aproximadamente 1 m de longitud y de 1 a 1.5 cm
para que sirva de sostén al momento de pescar
de diámetro alrededor de la abertura. Finalmente,
(Fig. 34).
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Elaboración de costalillos de dos hebras
¿Qué tenemos ahora?
la hebra, se sujeta otra en la parte final de esta y se sigue enredando en forma de ochos. Este procedi-
Los costalillos de dos hebras son un producto actual
miento se repite hasta obtener aproximadamente
muy interesante. En 1944, la arqueóloga Isabel Kelly
cien vueltas.
P M
reportó que en la localidad de Mazatán se realizaban
I
costalillos con una sola hebra de ixtle, casi tan finos
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como si fueran de seda, lo que supuso podía representar la técnica prehispánica de elaboración de telas para vestir.
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Durante nuestra investigación, encontramos a una
Fig. 34. Red concluida.
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persona de 74 años, de la localidad de San Isidro, que hacía este tipo de costalillos, pero de dos hebras, usando la fibra del cogollo (hojas de la parte central de la planta) que es más suave y fina que la de las hojas ya desarrolladas. Usaba la variedad ixtlero verde.
a
Montaje del telar Al igual que en la elaboración del costalillo anterior, el montaje del telar se inicia con la elaboración de la urdimbre, para lo cual se ata a un palo un manojo de ixtle y se escogen las hebras más largas (Fig. 35a). Se anclan al suelo dos palos de madera, a 30 cm uno de otro, se toma una hebra, se le sujeta a una de las estacas y se comienza a enredar de forma cruzada (Fig. 35b); cuando se termina de enredar
b Figs. 35a. Elección de las hebras más largas; 35b. elaboración de la urdimbre.
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Agaves ixtleros del sur de Jalisco
Una vez lista la urdimbre, se le coloca entre dos aru-
caderas de la tejedora, la cual se coloca en el piso en
mos. El de la parte superior se amarra al mecamaxal y
posición sentada y comienza a separar las hebras de la
el de la parte inferior se amarra con un mecapal a las
urdimbre (Fig. 36).
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Tejido
El tejido es básicamente el mismo que el costali-
el textil, el cual queda muy fino (Fig. 38). Una vez
llo anterior, sólo que aquí se entrelazan dos hebras
terminado, primero se le colocan las asas y después
de ixtle de manera horizontal a través de la urdim-
se cosen los laterales con un hilo hecho de tres hebras
bre (Fig. 37). Cuando llegan al final de las hebras, se
(Fig. 39). El costalillo terminado se observa en la
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atan otras dos y así sucesivamente hasta terminar
Fig. 36. Preparación de la urdimbre.
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figura 40.
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Fig. 37. Tejido de un costalillo de dos hebras.
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¿Qué tenemos ahora?
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Elaboración de la máscara tradicional Labrado
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Las máscaras tradicionales, generalmente, son hechas de madera de parota o de copal (Enterolobium sp o
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Bursera sp) y de fibra de agave (Agave rhodacantha). Los
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árboles indicados deben tener por lo menos diez años de edad. Para encontrarlo, el artesano realiza recorridos en los alrededores del municipio que duran entre
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una y dos horas. Una vez que lo encuentra (Fig. 41), lo tala y utiliza la parte media-baja del tronco (Fig. 42a).
Fig. 38 Acercamiento del tejido del costalillo de dos hebras.
Fig. 39. Terminado lateral del costalillo.
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Fig. 40. Costalillo de dos hebras terminado.
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Obtenida la madera, procede a labrarla con una herra-
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mienta en forma de espátula y mango de madera llamada langarita (Fig. 42b). La forma más común de las máscaras es la del coyote.
b
Fig. 41. Selección del árbol.
Figs. 42a. Recolección de la madera; 42b. artesano labrando la máscara. En la parte superior derecha se muestra la langarita.
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Cuando ya se tiene la máscara, con un lápiz bicolor se
entre ellos. Los orificios se realizan con un “asador”
dibujan los ojos y se marcan diez o doce círculos en
(alambre de aprox. 60 cm de largo y 0.5 cm de diámetro),
el borde superior (Fig. 43a), los cuales servirán de guía
cuyo extremo se coloca en el fuego hasta que esté al
para hacer los orificios donde se colocarán las hebras
rojo vivo y se introduce en cada uno de los círculos mar-
de ixtle que simularán la cabellera. Cada orificio mide
cados para atravesar la madera (Fig. 43b). Este mismo
aproximadamente 0.5 cm de diámetro, dejando 2 cm
procedimiento se realiza para perforar los ojos (Fig. 43c).
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Fig. 43a. Dibujo de los círculos.
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Fig. 43b. Elaboración de perforaciones en los círculos.
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Elaboración de la cabellera de ixtle
Para elaborar la cabellera se necesita aproximadamen-
ximadamente (Fig. 44a). Este procedimiento se realiza
te 1 kg de ixtle. Primero se extiende 0.5 kg en el suelo y
dos veces más dejando un espacio de 10 cm entre
se realizan pequeños mechones de 1 cm de diámetro;
cada hilera de nudos (Fig. 44b), con el fin de matener
con una soga delgada del mismo material (de 1 m de
fijo el ixtle que conforma la cabellera. La cabellera se
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84 Fig. 43c. Elaboración de los orificios en los ojos.
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longitud) se realiza un nudo entre cada mechón, de
amarra con una soga delgada de ixtle en los orificios
modo que al terminar de amarrar todos los mechones,
previamente realizados en la máscara (Fig. 45a). Una
quede en forma de un tapete de 45 cm de ancho, apro-
vez sujeta, se elabora una trenza (Fig. 45b).
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Fig. 44a. Elaboración de nudos en la cabellera.
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Fig. 44b. Hileras de nudos de la cabellera.
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Una vez terminada la trenza, se elaboran las motitas (mechones de ixtle de aprox. 15 cm de longitud), las cuales sirven de adorno (Fig. 46). Se elaboran 50 de ellas y se pintan con anilina de diferentes colores, los tradicionales son: rojo, morado, rosa, verde, amarillo y azul. Ya pintadas, se cuelgan en un tendedero y se dejan secar un día (Fig. 47); ya secas, se amarran en la parte superior de la cabellera, a lo largo de la trenza (Fig. 48a). Una vez terminada la cabellera, se pinta el contorno de los ojos y el hocico con un marcador permanente negro (Fig. 48b).
a
b Figs. 45a. Artesano sujetando la cabellera a la máscara; 45b. elaboración de la trenza.
Fig. 46. Elaboraciones de las motitas.
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b Figs. 47a. Teñido y 47b. secado de las motitas.
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Fig. 48a. Adorno de la trenza.
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Elaboración de sogas Hilado (primera torsión)
¿Qué tenemos ahora?
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El instrumento para hilar el ixtle y elaborar una soga es
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conocido en la región como tarabilla y generalmente
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se utilizan dos (Fig. 49). Las tarabillas son de madera, de un lado terminan en forma de flecha y tienen un orificio donde se coloca un palo, el cual es más ancho
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de un lado, a fin de que no se salga del orificio. El hilado se inicia amarrando 0.5 kg de fibra en un poste (Fig. 50)
90 Fig. 48b. Máscara terminada.
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para apuchinarla (separar las hebras, tomándose entre 40 y 50).
Fig. 50. Apuchinado del ixtle.
Las fibras se sujetan a la tarabilla del lado de la flecha. Con una mano se sostiene la fibra al mismo tiempo que con la otra mano se le da vueltas a la tarabilla, de modo que la fibra se tuerza formando un hilo. El hilo se va enredando en la tarabilla hasta formar una madeja de aproximadamente 25 m de longitud (Fig. 51). Este procedimiento se repite para obtener una segunda madeja. Una vez obtenidas las dos madejas, se unen Fig. 49. Tarabillas.
de los extremos para obtener un solo hilo. 91
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¿Qué tenemos ahora?
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Segunda torsión
Una vez unidos los dos hilos que formaban las dos
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madejas, una persona sostiene la parte en donde fueron unidos y otra va deshaciendo las dos madejas, de
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modo que queden paralelos y extendidos los dos hilos
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(Fig. 52a). Una vez que se han extendido los dos hilos, se introduce en una tarabilla la parte en la que fueron unidos inicialmente, mientras otra persona los sos-
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tiene en el otro extremo. La tarabilla se hace girar de modo que los dos hilos se tuerzan (Fig. 52b).
92 Fig. 51 Hilando el ixtle con la tarabilla.
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a Figs. 52a. Extensión del hilo.
b 52b. torsión de los dos hilos.
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Tercera torsión
Para este procedimiento, se usan dos hilos que han pasa-
tiene en la parte media. El maneral se sujeta a la cin-
do ya por el proceso de la segunda torsión. Cada uno es
tura con un mecapal, y en ese extremo se coloca un
Para este procedimiento se utilizan cuatro tarabillas,
cortado en dos mitades para colocar cada uno de los
trompo entre los cuatro hilos. El trompo es una estruc-
distintas a las usadas en el paso previo. Son rectan-
cuatro extremos en una de las tarabillas (Fig. 56). El otro
tura de madera de forma cónica que tiene cuatro surcos
gulares en la parte media y tienen una prolongación
extremo se amarra a lo que localmente se llama mane-
longitudinales. Cada hilo se coloca dentro de un surco
cilíndrica de 10 cm de longitud y 2 cm de diámetro,
ral (Figs. 57 y 58), que consiste en una tarabilla insertada
(Fig. 59). La función del trompo es guiar el proceso de
tanto en la parte superior derecha como en la inferior
en el orificio que una tabla rectangular (70 cm x 10 cm)
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izquierda (Fig. 53).
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Fig. 54 Campesino colocando los postes.
Fig. 53. Tarabillas utilizadas en la tercera torsión.
En el suelo se colocan dos postes con 30 cm de separación entre ellos (Fig. 54), a los que se sujeta una tabla
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con cuatro perforaciones. En cada perforación se coloca una prolongación de la tarabilla. En la prolongación
opuesta se coloca una segunda tabla igual a la primera (Fig. 55). 94
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Fig. 55. Montaje de las dos tablas y las cuatro tarabillas.
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torsión de los cuatro hilos para formar una cuerda.
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Fig. 56. Los cuatro hilos amarrados a las tarabillas.
Fig. 57. Campesino sujetando las cuerdas en la tarabilla del maneral.
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Fig. 58. Trompo para guiar los hilos con los que se elabora la soga.
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Una vez colocados los hilos en las tarabillas y el mane-
tarabilla del maneral, para ir torciendo los cuatro hilos,
ral, y con el trompo en su lugar, una persona sujeta
mientras que otra va manipulando el trompo para
una de las tablas que tiene las cuatro tarabillas y la
guiar los hilos (Fig. 60). Cuando ya va a terminar de
hace girar para torcer individualmente los cuatro hilos
hacerse la soga, una cuarta persona ayuda en el proce-
(Fig. 59). Una vez que los hilos estén bien torcidos, dos
so de torcido que va guiado por el trompo (Fig. 61). La
personas hacen girar al mismo tiempo la tabla y la
soga terminada se muestra en la figura 62.
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Fig. 59. Campesino torciendo los hilos.
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Fig. 60. Torsión de los cuatro hilos.
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Fig. 61. Soga casi terminada.
(base de la silla de montar) Hilado
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Elaboración de suaderos
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¿Qué tenemos ahora?
Puchinado
Se toma aproximadamente 1 kg de ixtle, las hebras se separan con las yemas de los dedos y se colocan en el
Para hacer los hilos con los que se hará el suadero, se
suelo, de manera que vaya quedando como un tapete
ata un mechón de ixtle, de unos 250 g, a un poste que
(Fig. 64).
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está a 2 m de altura, aproximadamente. La persona se sienta y para hacer un hilo toma 20 hebras de ixtle y las coloca entre la palma de su mano derecha y la par-
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te lateral de su pantorrilla derecha, y comienza a bajar y subir la palma de su mano presionando el ixtle, de
Fig. 62. Soga terminada.
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esta manera lo va torciendo hasta llegar al final de las hebras (Fig. 63). Se necesitan 25 hilos.
Fig. 63. Hilado.
Fig. 64. Puchinado (separación) del ixtle.
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Forjado Sobre el tapete anterior se coloca, en uno de los bordes, una varilla de metal de 1 m de longitud, el ixtle que sobresale de la varilla es doblado hacia arriba sobre la varilla, presionando con un palo (de Otatea sp.), a fin de
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realizar un doblez. Este doblez se cose con una aguja metálica y uno de los hilos de ixtle elaborado anteriormente (Fig. 65). Se retira la varilla metálica y se procede de la misma manera en los otros tres bordes, formando un rectángulo de 90 x 50 cm. Una vez obtenido el rectángulo (Fig. 66), se le hacen ocho costuras paralelas con unos 5 cm entre ellas (Fig. 67). El suadero terminado se muestra en la figura 68.
Fig. 65. Inicio del forjado.
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¿Qué tenemos ahora?
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Fig. 66. Término del forjado.
Fig. 67. Elaboración de costuras paralelas. 103
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104 Fig. 68. Suadero terminado.
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Admiración por los Volcanes. Zapotitlán de Vadillo, Jalisco.
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Posibilidades futuras de lo ancestral
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El pequeño sector (143 habitantes) que en el munici-
recuperado a partir del diseño de nuevos productos
pio de Zapotitlán de Vadillo conoce actualmente las
artesanales que han encontrado un buen mercado para
técnicas de aprovechamiento ixtlero, se encuentra
estas artesanías.
entre los 48 y 93 años de edad, lo cual sugiere que en dos o tres décadas se perderá por completo esta
Esto es posible también para el Municipio de Zapotit-
tradición. La variedad ixtlero verde, preferida para
lán. Para ello, sería muy importante organizar talleres
elaborar los productos tradicionales, también ha
de nuevas técnicas de procesamiento de la fibra y de
estado desapareciendo.
diseño y elaboración de nuevos productos. A estos talleres habría que invitar tanto a las personas que
La baja demanda que tienen los productos tradiciona-
han trabajado el ixtle como a jóvenes interesados en
les elaborados de ixtle y su bajo precio son las causas
aprender. Juntos podrían reactivar esta tradición con
principales por las que esta tradición se ha abando-
un nuevo enfoque y participar en los eventos regiona-
nado. En otras regiones de México, como el estado
les de promoción a las artesanías. De manera paralela,
de Yucatán, en donde los productos de ixtle tuvie-
es necesario fomentar el cultivo del ixtlero verde, aho-
ron un auge y una caída histórica, la tradición se ha
ra ya muy escaso. 109
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Fumarola del Volcán de Fuego.
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Acarreando una cabeza de mezcal.
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Agradecimientos
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Agradecemos a todas las personas del Municipio de
A los Presidentes Municipales: Alfonso Arias Velazco
Zapotitlán de Vadillo que, sin excepción, han sido
y Mario Gálvez Barreto y al resto de las autoridades y
tan amables y hospitalarias con nosotros. En especial,
empleados del H. Ayuntamiento, por su apoyo y ama-
agradecemos a quienes con tanta calidez, desinterés
bilidad, especialmente, por facilitarnos el transporte a
y buen ánimo, compartieron con nosotros su tiem-
Tetapán y San Isidro.
po y conocimientos para que entendiéramos sus tradiciones en el trabajo del ixtle: de la ciudad de
A los señores Macario Partida y Margarita Nava, por
Zapotitlán, a los señores Moisés Contreras Baltazar,
habernos apoyado en todo momento, especialmente,
Jesús Flores Rodríguez, Guadalupe Ricardo Mejía,
sus hijos Miguel Ángel, José y Jesús Partida Nava. Al
Guadalupe Juárez Ricardo, Rosendo Flores y Leopol-
M. en C. Manuel Jesús Cach Pérez, por su compañía y
do Flores Anguiano; de Tetapán, al señor Rosario
apoyo en el trabajo de campo.
Pineda y a las señoras Guadalupe Cruz y Otilia Flores; de San Isidro, al señor Ignacio Cayetano y las
Al Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos para la
señoras María Asunción Aguilar Martínez y Cristina
Alimentación y la Agricultura (Sinarefi) por el financia-
Alcaraz. Sin ellos, este trabajo no hubiera sido posible.
miento al Proyecto BEI-AGA-10-1, con cuyos recursos
¡Muchas gracias!
se realizó parcialmente este trabajo. 113
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se terminó de imprimir en el mes de diciembre de 2011 en:
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Factor Imprime
Calle 21 No. 252 J por 30A y 32
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Col. La Florida, C.P. 97138 Mérida, Yucatán, México.
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Tel. 01 (999) 943-2557.
La edición constó de 500 ejemplares
impresos en Offset sobre papel Couché mate,
con forros de Cartulina Sulfatada de 14 puntos.
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