Agaves ixtleros del sur de Jalisco

June 7, 2017 | Autor: P. Colunga-Garcia... | Categoría: Biocultural Diversity
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Descripción

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del sur de Jalisco

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Patricia Colunga García-Marín y Daniel Zizumbo Villarreal participaron en esta obra en su calidad de Profesores-Investigadores de la Unidad de Recursos Naturales del Centro de Investigación Científica de Yucatán. Dirección: Calle 43 #130 Col. Chuburná de Hidalgo, Mérida, Yucatán. México 97200. Tel: (999) 942-8330; Guadalupe Carrillo Galván, como estudiante del Posgrado de la misma institución, y Ofelia Vargas Ponce, como Profesora-Investigadora del CUCBA de la Universidad de Guadalajara.

© Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C. Calle 43 # 130, Col. Chuburná de Hidalgo C.P. 97200, Mérida, Yucatán, México. Tel. (999) 942-8358 Centro Público de Investigación del Sistema Conacyt. ISBN: 978-607-7823-09-4 Primera edición: Diciembre de 2011

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Cuidado editorial: Gabriela Herrera Martínez Diseño editorial: Paola Marfil Lara Fotografías: Patricia Colunga García-Marín, Daniel Zizumbo Villarreal y Guadalupe Carrillo Galván. Fotografía de portada: "Los Viejos". Fiestas de la Virgen de Guadalupe del 12 de enero. Zapotitlán de Vadillo, Jalisco. Impreso y hecho en México

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Para mayor información, escribir a: [email protected]

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Esta obra fue escrita, de manera especial, para las mujeres y los hombres del sur de Jalisco que cuidan lo que nos da la tierra, lo que nos heredaron nuestros ancestros y que, además, día a día, siguen creando nuevas posibilidades para nuestro desarrollo humano. Gracias. Esperamos que se sientan orgullosos al ver su trabajo reflejado aquí.

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Introducción11

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Los magueyes que nuestros ancestros encontraron, lo que hicieron con ellos y lo que nos heredaron31

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¿Qué tenemos ahora?

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¿Cuánta gente sabe cómo extraer y usar el ixtle de los mezcales? ¿Quiénes conocen esta tradición?41 ¿Se está abandonando la tradición del ixtle?45 ¿Cuáles son las variedades preferidas para extraer ixtle?46 Ixtlero amarillo (Agave rhodacantha Trel.) 46 Ixtlero verde (Agave angustifolia Haw.)48 ¿Cuáles son sus usos y características?48 Bebidas destiladas (vino-mezcal)48 Cerco vivo (lienzo). Protección contra ganado y retención de suelo y humedad52 Fibra (ixtle)52 ¿Cómo se trabaja actualmente el ixtle?54 Obtención de la fibra54 Elaboración de textiles en telar de cintura61 Elaboración de red para pesca72 Elaboración de costalillos de dos hebras77 Elaboración de la máscara tradicional81 Elaboración de sogas91 Elaboración de suaderos (base de la silla de montar)101 Posibilidades futuras de lo ancestral109

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Agradecimientos113 Literatura citada117

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El Volcán de Fuego desde Zapotitlán de Vadillo, Jalisco.

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Fig. 1. Distribución natural de los magueyes o mezcales (plantas del género Agave)

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P o' M Introducción

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El ixtle, el vino-mezcal (al que muchos sólo llaman

En este libro les contaremos lo que sabemos sobre

“vino” y otros únicamente mezcal), el aguamiel y el

estos temas. Esperamos que esta información les sea

pulque se obtienen de las plantas a las que los biólo-

útil para seguir trabajando, orgullosamente, con estas

gos le dieron el nombre científico de “agaves”.

plantas maravillosas.

Este nombre y todos los nombres científicos de los

Aunque los agaves ahora crecen y son famosos en

seres vivos se usan para poder entenderse en todo

muchas partes del mundo, antes de que los europeos

el mundo, sin importar el idioma que se hable. En el

llegaran al continente americano en 1492, sólo los cono-

sur de Jalisco, y en otras partes de México, se les llama

cíamos la gente que vivíamos aquí, pues esta es la tierra

comúnmente mezcales o magueyes.

donde crecen de forma natural (Gentry, 1982) (Fig. 1).

¿Cuáles son los agaves ixtleros del sur de Jalisco?

Para la mayoría de los mexicanos, los magueyes han

¿Cuál es la antigua tradición de su uso en esta región?

sido muy importantes en nuestra vida diaria, desde

¿Qué se ha conservado hasta hoy? ¿Cuáles son sus

mucho antes de la conquista española. Los científicos

posibilidades de desarrollo futuro?

que estudian cómo vivían los humanos en el pasa11

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

do (arqueólogos) han encontrado restos de comida

“mezcal” cuando ya están cocidas) y el “quiote” (pedún-

muy antiguos, conservados en cuevas muy secas,

culo de la inflorescencia) de los magueyes desde hace

que muestran que hemos comido el “mezonte” (tallo),

11 mil años (Callen, 1965), asándolos directamente al

las “cabezas” (tallo más base de las hojas, llamadas

fuego u horneándolos bajo tierra (Fig. 2 y 3).

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Introducción

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Fig. 2a. Cocimiento bajo tierra de cabezas de maguey, llamadas “mezcal” cuando están cocidas.

12

Fig. 2b. Niño comiendo el mezonte. Oaxaca, México. 13

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Fig. 3a. Quiote de maguey (pedúnculo de la inflorescencia). Zapotitlán, Jalisco.

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Fig. 3b. Cosecha de “cabeza” de mezcal. Coalcomán, Michoacán.

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Fig. 3c. Asado de quiote sobre leña. Yucatán, México.

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Fig. 3d. Personas comiendo quiote asado en leña. Yucatán, México.

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Las palabras “mezcal”, “mezonte” y “quiote” pro-

Cuando la gente cortaba el quiote para comerlo, pudo

vienen del náhuatl, uno de los idiomas nativos de

haber descubierto que debajo de ese corte, raspando

México que más se habla hoy en día y que hasta

un poco más abajo, salía un líquido dulce y sabroso al

hace algunos años aún se usaba en el sur de Jalisco

que llamamos “aguamiel”, el cual, al fermentarse de

y Colima.

manera natural, también producía una bebida agradable, ligeramente alcohólica, a la que llamamos “pulque”.

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De su ancestral uso como comida, pudo originarse la tradición de utilizar los jugos dulces del agave coci-

De igual forma, la gente descubrió que podía extraer

do como miel, de extraer el aguamiel y de producir el

el dulce jugo de las “cabezas” cocidas del maguey,

pulque y el “vino-mezcal” (Zizumbo-Villarreal y Colun-

machacándolas, y con este jugo o miel de mezcal,

ga-GarcíaMarín, 2008; Zizumbo-Villarreal et al., 2009a).

podía endulzar comidas y bebidas (Fig. 4).

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Fig. 4a. Molienda de mezcal (cabezas horneadas de maguey) para extraer el jugo o miel. Zapotitlán, Jalisco.

18

Fig. 4b. Mezcla de la “miel de mezcal” con masa de maíz para elaborar “tamales de mezcal”. Zapotitlán, Jalisco.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

El descubrimiento de que esta miel, mezclada con

decir, de la separación del agua y del alcohol, llevó a

agua, se fermenta naturalmente, llevó al uso de la

la producción de una bebida fuerte y aromática, la

bebida conocida como “tepache”, “tuba” o “tepache

llamada “vino de mezcal” (Fig. 5 c y d). La destilación

de tuba” (Fig. 5 a y b). El invento de la destilación, es

también se descubrió que podía hacerse con el pulque.

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Fig. 5a. Miel de mezcal. Zapotitlán, Jalisco.

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Fig. 5b. Tuba de mezcal fermentado para producir “vino-mezcal”. Zapotitlán, Jalisco.

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Fig. 5c. Destilación de la tuba de mezcal. Zapotitlán, Jalisco.

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Fig.5d. Vino-mezcal. Zapotitlán, Jalisco.

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(Fig.  6) (King, 1986). Su uso para elaborar sogas, cos-

Pero en la época Prehispánica, las fibras de agave se

menticio ha sido el de su fibra o “ixtle”, como se le

tales y cordeles era importantísimo en todo México

usaban incluso para elaborar ropa, ya sea solas o com-

conoce en muchas partes de México. Se conocen

hasta los años 1950, cuando se empezaron a sustituir

binadas con algodón (Fig. 7).

restos de redes de ixtle de 9000 años de antigüedad

con plásticos.

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Fig. 6. Fragmento de red de 9000 años de antigüedad encontrado en la Cueva de Guilá Naquitz, Oaxaca, y expuesta en el Museo Regional de Oaxaca. Foto de Chris Moser, reproducida en King (1986). 24

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Otro uso tan antiguo e importante como el ali-

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Introducción

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Figs. 7a. Ofrenda funeraria de Jaina, Campeche, México de 500-700 d. C. expuesta en el Museo Nacional de Antropología, reproducida en Schele (1997); 7b. tela de algodón con fibra de Agave encontrada en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá, Yucatán, México de 1300-1539 a. C. Colección INAH. Mérida, Yucatán, México. Reproducida en Coggins y Shane III (1989).

25

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Aunque en este libro sólo hablaremos del ixtle, es

al ser fuente de alimento y refugio para otros anima-

importante resaltar que los magueyes o mezcales nos

les que forman parte de la gran casa en la que todos

proporcionan muchos otros beneficios directos: reten-

vivimos.

ción de suelo y humedad en las laderas, protección de las parcelas contra el ganado, son fuente de alimen-

La información que presentamos en este libro se

to, de endulzante de bebidas y comidas, medicinas,

refiere fundamentalmente al Municipio de Zapotitlán

material de construcción, combustible, instrumentos y

de Vadillo, Jalisco (Fig.  8), pero la situación pasada,

utensilios de todo tipo. Pero también nos dan muchos

presente y futura del ixtle es semejante para toda la

beneficios indirectos, al interactuar con otras plantas y

región conocida como sur de Jalisco.

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Fig. 8. Ubicación geográfica del Municipio de Zapotitlán de Vadillo, Jalisco, rodeado de tres áreas naturales protegidas.

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El Volcán de Fuego desde Perempiz, Zapotitlán, Jalisco.

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El Volcán de Fuego al anochecer.

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E R Los magueyes que nuestros ancestros P encontraron, lo que hicieron con M Iellos y lo que nos heredaron O R

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Cuando nuestros ancestros llegaron a estas tierras,

de Asia al continente americano, y durante cientos

hace unos 10  600  años, se encontraron aquí a los

de años habían caminado hacia el Sur, atravesando el

ancestros de las plantas de maguey que hoy usamos,

norte de nuestro continente (Dixon, 2001).

y que los científicos llaman: Agave angustifolia Haw. (como el ixtlero verde, el lineño y otras variedades),

Cuando llegaron a este territorio, buscando un lugar

Agave rhodacantha Trel. (el ixtlero amarillo), Agave

para descansar, en donde hubiera agua, comida, leña,

maximiliana Baker (lechuguilla)  y Agave colimana

materiales para hacer sus casas, seguramente vieron a

Gentry (maguey de peña)  (Zizumbo-Villarreal D. y P.

lo lejos esos grandes quiotes verdes de plantas que ya

Colunga-GarcíaMarín, 2010).

conocían, que habían encontrado muchas veces en su camino, desde lo que ahora es el sur de Estados Uni-

Imaginémoslos: era gente que caminaba durante días,

dos, hasta aquí (Fig. 1), plantas que sabían que podían

hasta hallar un lugar en el que encontraban agua y

comer y utilizar con muchos propósitos, usando una

comida para quedarse por un tiempo. Cuando la comi-

técnica sencilla: asando los quiotes, cabezas y hojas al

da comenzaba a escasear, emprendían de nuevo la

fuego, o cocinándolos en hornos bajo tierra, tal y como

marcha, buscando nuevos lugares. Habían entrado

se sigue haciendo actualmente. 31

Agaves ixtleros del sur de Jalisco

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Los que decidieron quedarse en esta zona y sus alre-

cerse a las plantas silvestres que un día fueron y a ser

Nuestros ancestros dejaron restos que nos mues-

Muy cerca de aquí, en el estado de Colima, se encontraron

dedores, hace unos 10  000  años, comenzaron, poco

cada vez más como a la gente le gustaban.

tran la importancia que tuvieron los magueyes para

varias tumbas, tanto de hombres como de mujeres, en

ellos en esta región del occidente de México. En

las que había vasijas que pudieran tener hasta 2500 años

a poco, a cultivar las plantas que les eran útiles, entre

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ellas, los magueyes, fáciles de sembrar usando las

Además, poco a poco fue habiendo más y más varie-

las “tumbas de tiro” que construían para sus muer-

de antigüedad, con dibujos de plantas de maguey de

pequeñas plantas o hijuelos que nacen a su lado.

dades de todas ellas, según el gusto de la gente y

tos, acostumbraban dejarles objetos que habían

las especies Agave angustifolia y Agave maximiliana

Siembra tras siembra, igual que ahora, seleccionaban

el uso que le fueran a dar: magueyes muy espinosos

sido muy importantes en su vida. En una tumba en

(Zizumbo-Villarreal et al., 2009b). En una de esas vasijas,

las plantas que más les gustaban y convenían. Ese fue

o menos espinosos, con más fibra o con menos fibra,

Huitzilapa, al norte del estado de Jalisco, se encon-

las hojas están separadas de la planta. Eso, y la manera

el caso también del maíz, los frijoles, las calabazas,

cenizos, verdes o amarillos; maíces blancos o rojos,

traron pedazos de ixtle de más de  2000  años de

en la que están acomodadas las plantas, hace pensar,

los tomates, los jitomates y los chiles, entre otras.

suaves o duros; frijoles negros, cafés o pintos, grandes

antigüedad. Los científicos que han estudiado estos

a quienes las estudiaron, que las personas que fueron

De todas ellas aún crecen plantas silvestres en esta

o chicos… y así con todas las plantas que selecciona-

restos suponen que formaban parte de textiles finos

enterradas con estas vasijas probablemente las cultiva-

región, muy diferentes a las que ahora se siembran

ron y fueron sembrando juntas, en lo que le llamaron

y cordeles (Benz et al., 2006).

ban y cosechaban las hojas para sacar el ixtle (Fig. 10).

para comer, porque después de miles de años de

“la milpa”, como la calabaza, el tomate, el jitomate y

estarlas seleccionando, poco a poco dejaron de pare-

el chile (Fig. 9).

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c

b

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Figs. 9a. Maíz silvestre (milpilla o teocintle) y cultivado; 9b. calabaza silvestre y cultivada; 9c. jitomate silvestre y cultivado; 9d. tomate silvestre y cultivado.

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Los magueyes que nuestros ancestros encontraron, lo que hicieron con ellos y lo que nos heredaron

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Fig. 10. Vasijas encontradas como ofrendas mortuorias en “tumbas de tiro” de la cultura de Occidente. En la base, dibujos de magueyes: 10a. Agave angustifolia; 10b. Agave maximiliana; 10c. Agave con las hojas separadas. Reproducción de las Figuras 5, 6 y 8 de Zizumbo et al., (2009b).

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Fig. 10b. Agave maximiliana.

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Fig. 10c. Agave con las hojas separadas. Reproducción de las Figuras 5, 6 y 8 de Zizumbo et al., (2009b).

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En varios museos, regionales, nacionales y extranjeros,

sacadas de las famosas “tumbas de tiro”, que muestran su

existen vasijas de entre 1800 y 1600 años de antigüedad,

importancia como alimentos, bebidas y textiles (Fig. 11). Figs. 11. Vasijas encontradas como ofrendas mortuorias en “tumbas de tiro” de la cultura de Occidente: 11a. vasija del Museo del Condado de Los Angeles, EUA, mostrando bases de hoja de maguey horneado usadas como alimento.

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Para la época en que llegaron los españoles a estas tierras, no hay duda de la gran importancia que tenían los mezcales para los habitantes de esta región. Muy admirados, los españoles escribieron:

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hay en esta provincia un árbol llamado MEXCATL, que llaman los españoles “maguey”, que dél se hace vino, vinagre, miel, sogas, ropa, madera para casas, Fig. 11b. Vasija de colección privada, reproducida en Butterwick (2000, p. 106), mostrando una persona cosechando una cabeza de maguey que carga con un mecapal de ixtle.

agujas, clavos, hilo, bálsamo para heridas muy aprobado… (Francisco de Agüero, 1580, en: Acuña, 1988, p. 69).

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c ¿Y en la actualidad? ¿Cómo es ahora el uso de los mez-

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cales para ixtle?

Fig. 11c. Vasija de colección privada, reproducida en Towsend (2000, p. 133) mostrando a una pareja ingiriendo, probablemente, bebidas de agaves.

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Mezcalera de Zapotitlán de Vadillo, Jalisco.

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El Volcán de Nieve y el Volcán de Fuego desde la mezcalera. Zapotitlán de Vadillo, Jalisco.

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?Quee' tenemos ahora?

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¿Cuánta gente sabe cómo extraer y usar el ixtle de los mezcales? ¿Quiénes conocen esta tradición? Para contestarnos estas preguntas, entre 2009 y 2010

existen 143  personas (4% del total de los habitantes

realizamos una investigación en 18 de las 26  pobla­

mayores de 15  años) que han empleado, en algún

ciones que conforman el municipio de Zapotitlán.

momento de su vida, las técnicas de aprovechamien-

Encontramos que en estas 18 poblaciones (en donde

to ixtlero. Sólo ocho de ellas siguen trabajando el ixtle

vive el 90% de todos los habitantes del municipio),

(Cuadro 1). 41

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Cuadro 1. Localidades estudiadas del Municipio de Zapotitlán de Vadillo, Jal. Población total, población mayor de 15 años, número de personas que han trabajado el ixtle y su porcentaje con respecto al total de la población mayor de 15 años.

Localidad

Población total*

Población mayor de 15 años*

Personas que han trabajado el ixtle Número

Porcentaje

Cd. de Zapotitlán

3115

2056

19

0.9

Chancuellar

193

101

12

11.9

Huitzometl

128

70

11

15.7

La Parotilla

79

44

5

11.4

Loma de Guadalupe

150

77

4

5.2

Loma de la Cruz

49

21

1

4.8

Loma de las Flores

121

76

9

11.8

Loma de Perempitz

162

98

4

4.1

Mazatán

146

97

10

10.3

Nuevo Perempitz

84

50

9

18.0

Paso de Alseseca

37

24

5

20.8

Perempitz de Abajo

50

27

1

San Cristóbal

108

66

8

San Isidro

78

44

10

San José del Carmen

775

513

2

Telcruz

190

106

5

Tetapán

183

143

Zacalmecatl

78

45

TOTAL

5726

3658

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143

*Censo de Población y Vivienda 2005, INEGI (Total de personas en todo el municipio = 6,345. Total de localidades en todo el municipio = 26).

42

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12.1

De las 143 personas que han trabajado el ixtle, el 60%

económicos a partir del ixtle. La fibra la extraen de

(86) es mujer. La mayoría vive en Tetapán y en la ciudad

hojas que recolectan de plantas silvestres o de las

de Zapotitlán (Fig. 12). Actualmente, tres de los pobla-

hojas que se cortan para cosechar las cabezas para el

dores de San Isidro obtienen casi todos sus recursos

vino-mezcal.

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¿Qué tenemos ahora?

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22.7 0.4 4.7

15.4 13.3 4%

Fig. 12. Porcentaje de personas que han trabajado el ixtle en cada una de las 18 localidades estudiadas. Mpio. Zapotitlán de Vadillo, Jal. Total de personas = 143.

43

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

La edad de las personas que aún conocen la tradición

los más jóvenes, desaparecerá en Zapotitlán, pues en

del ixtle es de entre 48 y 93 años, pero la mayoría tie-

30 o 40 años ya no habrá personas que la continúen

ne entre 69 y 73. Si esta tradición no se transmite a

(Fig. 13).

¿Se está abandonando la tradición del ixtle?

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Sí. La mayoría de las 143 personas opinó que sí, y pien-

al tener ahora sus hijos otros ingresos con los que los

sa que la causa más importante de su abandono es

apoyan, ellos han ido abandonando esta actividad.

la poca demanda de los productos que ellos saben

Lo anterior ha llevado a la escasez del ixtlero verde, la

hacer con el ixtle (Fig. 14). Otra razón es que los pre-

variedad más apreciada de todas, la cual ya no se planta

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cios de los productos que elaboran son muy bajos y,

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Fig. 13. Edad de las 143 personas que han trabajado el ixtle en las 18 localidades estudiadas. Mpio. de Zapotitlán de Vadillo, Jal.

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¿Qué tenemos ahora?

tan frecuentemente.

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Fig. 14. Causas por las que se ha abandonado la tradición del ixtle, según las 143 personas entrevistadas en las 18 comunidades estudiadas, y porcentaje de personas que señalan cada causa como la principal. Mpio. de Zapotitlán de Vadillo, Jal.

45

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

¿Cuáles son las variedades preferidas para extraer ixtle? En 2003, cuando iniciamos nuestras investigaciones

flores y frutos no las toman en cuenta. Este es un resu-

en Zapotilán, encontramos que el ixtlero amarillo

men de sus principales características:

(Agave rhodacantha Trel.) y el ixtlero verde (Agave angustifolia Haw.), como bien lo dicen sus nombres,

Ixtlero amarillo (Agave rhodacantha)

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son las dos variedades más apreciadas por su fibra o ixtle. Ambas también se usan como alimento

También llamado “mezcal criollo”, es muy abundante

(mezonte) y para elaborar el “vino-mezcal”. El ixtlero

y considerado como originario de esta región.

amarillo, además, es utilizado como “lienzo” (cerco vivo) y puede observarse por todas partes: casas,

Lo identifican por ser un mezcal grande y robusto,

potreros, mezcaleras y milpas (Colunga-GarcíaMarín

de hojas (pencas) verde-amarillentas, espinas latera-

y Zizumbo-Villarreal, 2007; Vargas et al., 2007).

les muy sobresalientes, de color casi negro, espina terminal muy larga y ancha, cabeza muy redonda y

Para entender por qué se prefiere tanto el ixtle

ciclo de vida de entre ocho y doce años. Las carac-

de estas dos variedades, hicimos una serie de pre-

terísticas que mencionan para su fibra son: tono

guntas a las 143 personas que lo han trabajado, así

amarillento, textura áspera (por ser gruesa) y que

como a la gente que los cultiva. Lo que describimos

se rompe con mayor facilidad que la del ixtlero ver-

a continuación es un resumen de lo que nos ense-

de. En cuanto al vino-mezcal que producen con él,

ñaron de estas variedades y de la forma en que

lo consideran muy aromático y de sabor y olor suaves

se trabajan.

y agradables, de apariencia cristalina. Sobre el me­

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zonte, mencionan que tiene mucha fibra. Quienes

46

La gente distingue las dos variedades por las carac-

cultivan esta variedad la utilizan también como lienzo

terísticas de sus hojas (largo, ancho, rigidez, color),

(cerco vivo), ya que sus plantas impiden de manera

espinas (largo, ancho, color), cabeza (largo y forma),

muy efectiva la entrada del ganado hacia el cultivo,

ciclo de vida, cantidad de planta (hijuelos) que produ-

por tener hojas muy largas y rígidas, espinas en gran

cen, así como la calidad del ixtle y del “vino-mezcal”

cantidad y pronunciadas, además de una espina termi-

que se obtiene con ellas. Las características de sus

nal gruesa y larga (Fig. 15).

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Fig. 15. Variedad tradicional ixtlero amarillo (Agave rhodacantha).

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Ixtlero verde (Agave angustifolia)

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Bebidas destiladas (vino-mezcal) Características deseables:

Llamado además “mezcal bravo”, es también reconocido como propio de esta región.

²² Sabor suave. La graduación a la que tradicionalmente se considera que el vino-mezcal

Lo identifican como un mezcal de hojas verdes, largas

tiene buena calidad es de 50%  v/v. A esta

y delgadas, con espinas laterales (dientes) delgadas,

gradación, el destilado no debe raspar

de tamaño medio y color café-rojizo, con espina

la garganta y debe captar el sabor de la

terminal delgada y mediana, de cabeza alargada y

planta horneada.

O R

ciclo de vida muy largo, de entre 12  y  25  años. Se extrae de él una gran cantidad de fibra, de ahí su

²² Olor agradable. El olor deseable es el de

importancia. Su fibra es de color blanco, textura sua-

mezcal horneado.

ve, delgada y resistente, el jugo que sale de la penca, cuando se extrae la fibra, es muy irritante. El

²² Ciclo de vida corto. Si la planta tarda menos

vino-mezcal obtenido de él se considera de

tiempo en florecer, la cosecha de las cabe-

sabor y olor más suaves que el del ixtlero amarillo,

zas (tallos con las bases de las hojas) para

agradable y cristalino. Su mezonte también se consi-

vino-mezcal también tardará menos.

dera muy fibroso (Fig. 16).

T I G

Variedad preferida: ixtlero amarillo

¿Cuáles son sus usos y características?

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(Fig.  17 y 18). Reúne casi todas las características deseables, a excepción del ciclo de vida, que es largo

sideradas deseables para cada uno de los usos que

(de 8-12  años). Es la variedad más abundante en la

reciben estas plantas y cuál de las dos variedades se

región.

T S E T

prefiere para cada uso. Las características se men-

48

O IG

A continuación describimos las características con-

cionan conforme a la importancia que la gente

Esta y el ixtlero verde tardan más tiempo en florecer

le dio.

que otras variedades locales.

Fig. 16. Variedad tradicional ixtlero verde (Agave angustifolia).

O R

T S E T

Fig. 17. Cabezas de la variedad ixtlero amarillo, listas para ser horneadas.

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Fig. 18. Campesinos colocando las cabezas de ixtlero amarillo en el horno para su posterior fermentación y destilación.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Cerco vivo (lienzo). Protección contra ganado

hijuelos. Ambas características favorecen la

y retención de suelo y humedad

retención de suelo y humedad alrededor de

Características deseables:

la planta y sus hijuelos. Variedad preferida

Para protección contra ganado ²² Hojas largas. Mientras más largas sean las hojas,

O R

Para ambos usos, ixtlero amarrillo. Sus raíces son muy resistentes y produce un promedio de 15  hijuelos al

el ganado se acercará menos a la parcela.

año (Fig. 19). ²² Dientes laterales grandes y en gran cantidad. El ganado al querer introducirse a la parcela,

Fibra (ixtle) Características deseables:

resulta dañado. ²² Espina terminal larga y ancha. La espina

²² Mayor cantidad de fibra.

L A

grande no permite que el ganado se coma la planta, dado que la espina causa un

²² Hoja larga y ancha. Mientras más larga y

dolor similar a la picadura con la punta de

ancha sea la hoja, mayor será el contenido

un acero.

de fibra.

²² Hojas rígidas. Impiden el paso del ganado a

²² Ciclo de vida largo. Permite que el cerco vivo dure un largo periodo.

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²² Hoja rígida. Esta característica la asocian con mayor cantidad de fibra.

la parcela.

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²² Menor cantidad de dientes laterales y pe­ queños. Permite el mejor manejo de la hoja

T S E T

al momento de extraer la fibra.

Para retención de suelo y humedad

²² Ciclo de vida largo. Permite cosechar hojas

²² Resistencia de sus raíces y alta producción de 52

durante mayor tiempo. Fig. 19. Variedad de ixtlero amarillo utilizado como cerco vivo.

O S

Agaves ixtleros del sur de Jalisco

²² Fibra larga. Se puede hilar más fácilmente y

por su fibra es el ixtlero amarillo, ya que es la más abun-

rinde más.

dante en la región y es la preferida para vino-mezcal y ²² Fibra suave y fina. Las mujeres no se lasti-

cerco vivo.

man los dedos al tejer o hilar y los productos

¿Cómo se trabaja actualmente el ixtle?

quedan finos y bonitos.

O R

Obtención de la fibra ²² Fibra resistente. No se rompe con facilidad

Corte y secado de la hoja

durante la elaboración de los productos y tiene mayor durabilidad.

Cuando la planta tiene aproximadamente cinco años de plantada, ya se pueden cosechar sus hojas

²² Color blanco. Le da mejor presentación a los

para obtener el ixtle. A partir de esa edad, anualmen-

productos para la venta y pueden venderse a

te se escogen cuatro hojas de la parte basal de cada

mayor precio.

planta, las hojas se cortan a una distancia de 15  cm

L A

para no dañar el tallo (Fig.  20a). Ya cortadas, se dejan Variedad preferida

a la sombra 15  días, para que pierdan un poco de

T I G

agua. A las hojas deshidratadas se les llama pilinques Ixtlero verde. Su ciclo de vida largo (hasta 25  años)

(Fig. 20b).

permite tener hojas disponibles por un periodo prolongado, antes de que las plantas sean cosechadas

Extracción de la fibra

para vino-mezcal. Las mujeres que elaboraban texti-

54

E R

A pesar de esto, la variedad más usada actualmente

O IG

I D

les preferían el ixtlero verde, pues mencionan que es

Después de los 15 días de reposo, la hoja se corta en

más fácil de hilar, debido a la longitud, la suavidad y la

muchas tiras de la parte media hacia la apical, usando

resistencia de la fibra. Los hombres que han elaborado

un machete. Una vez hechas estas tiras, colocan la hoja

algún producto de fibra, como sogas o redes de pesca,

en el piso (el envés hacia el suelo y el haz hacia arri-

también lo prefieren, por estas mismas características

ba), pisan la base (parte basal) y con la mano derecha

de su fibra.

jalan cada una de las tiras de la punta (parte apical)

T S E T

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Fig. 20a. Campesino cosechando las hojas para la extracción de fibra.

Fig. 20b. Hojas pilinques.

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hacia la base, dejando entera la porción que pisan

unos otates llamados “tarabillas” (Fig. 21c). Finalmen-

(Fig.  21a). La hoja queda en forma de mechudo

te, desatan la hoja para extraer la fibra de la base con

(Fig. 21b). Posteriormente, amarran la base de la hoja

el mismo procedimiento, hasta extraer por completo

a un palo fijo o a un árbol, y cada tira la exprimen con

la fibra de la hoja (Fig. 21d).

O R

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¿Qué tenemos ahora?

I

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Fig. 21a. Obtención de tiras de hoja jalando de la punta a la base.

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Fig. 21b. Hoja en tiras.

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Fig. 21c. Extracción de la fibra.

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¿Qué tenemos ahora?

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Secado y almacenamiento de la fibra

Después de la extracción, la fibra se expone al sol

P M

por un día (Fig.  22a). Se almacena en un lugar fresco, en rollos de diferentes pesos, de  1  a  5  kg (Fig. 22b).

O R

Fig. 21d. Fibra obtenida.

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b Fig. 22b. Almacenamiento de fibra.

Elaboración de textiles en telar de cintura Son confeccionados generalmente por las mujeres. A continuación se describe la producción de las bolsas de ixtle, llamadas en la región, “costalillos”. Elaboración de los hilos o hilado Para elaborar los hilos que se usarán, se ata a un poste un manojo de fibra seca de aproximadamente cuatro hojas (aproximadamente 200  g). De este manojo, toman diez hebras y con los dedos las van jalando al mismo tiempo que las van torciendo hacia la izquierda, enredándolas en un huso, llamado localmente popote (Fig. 23). Antes de llegar al final de las hebras, toman otras diez y las tuercen sobre de ellas, de modo que

a Fig. 22a. Secado.

el hilo va a seguir torciéndose de manera continua. Esto lo repiten cada vez que las hebras van a llegar a su fin, hasta obtener la cantidad de hilo deseado. 61

O S

¿Qué tenemos ahora?

E R

Elementos del telar de cintura

Para elaborar el telar de cintura, se utilizan plan-

P M

tas de la región. Sus elementos se muestran en la figura 24.

O R

Fig. 23. Hilado de fibra con un huso.

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Figs. 24. Componentes del telar de cintura: 24a. arumos (Otatea sp); 24b. zozopaxtles (Quercus sp); 24c. jioteros (Otatea sp); 24d. popotes (Otatea sp); 24e. paquiotero (Quercus sp); 24f. mecapal, y 24g. mecamaxal (Agave angustifolia).

63

O S

Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Montaje del telar de cintura

Una vez elaborada la urdimbre, esta se coloca entre

amarra con un mecapal a las caderas de la tejedo-

dos arumos (Fig.  26). El arumo de la parte supe-

ra, la cual se coloca en posición sentada. Las hebras

Para montar el telar, antes que nada se debe elaborar

cruzada, es decir, en forma de ocho (Fig. 25b). Cuando

rior se amarra entonces a un poste con una soga

de la urdimbre deben quedar bien separadas unas

la urdimbre, que son los hilos verticales que serán la

ya se tienen las vueltas necesarias, se saca la urdimbre

(el mecamaxal) y el arumo de la parte inferior se

de otras.

base para elaborar la tela. Para elaborarla, se anclan al

de las estacas con cuidado, para no perder la forma

suelo dos palos de madera, llamados “estacas”, a una

cruzada. Las vueltas necesarias dependen de lo ancho

distancia de 50 cm entre ellos; el hilo se sujeta a una de

que se quiera hacer el textil (generalmente un costali-

las estacas (Fig. 25a) y se comienza a enredar de forma

llo tiene 70 vueltas).

I

a

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Figs. 25a. Comienzo de la urdimbre; 25b. elaboración de la urdimbre.

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¿Qué tenemos ahora?

b

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Fig. 26. Telar de cintura con la urdimbre lista para iniciar el tejido.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Tejido El tejido consiste en ir entrelazando hilos de mane-

modo es posible ir introduciendo el paquiotero,

ra horizontal a través de la urdimbre. A estos hilos

el cual funciona como una aguja que permite ir

se les llama trama. Con el zozopaxtle se mantie-

entretejiendo el hilo de la trama en la urdimbre

nen levantados los hilos de la urdimbre, y de ese

(Fig. 27).

En el paquiotero se enreda el hilo que se va a usar y se

urdimbre separados. Generalmente pintan un poco de

va desenredando conforme se va necesitando (Fig. 28).

ixtle con anilina rosa, azul o ambas y se pasan tres hilos

La función de los jioteros es mantener los hilos de la

entre la urdimbre al principio y al final.

O R

Fig. 27. Introducción del paquiotero en la urdimbre.

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¿Qué tenemos ahora?

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Fig. 28. Tejido de un costalillo.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Una vez que se teje la mitad de la urdimbre, la parte

encuentra el mecamaxal (Fig. 29), para seguir tejiendo

inferior del telar se pasa a la parte superior, donde se

hasta terminar por completo el textil (Fig. 30).

O R

Fig. 29. Tejido del otro extremo del textil.

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Fig. 30. Costalillo terminado.

O S

Agaves ixtleros del sur de Jalisco

En la región también se hacen mecapales. El pro-

el costalillo, pero la urdimbre sólo lleva 15  vueltas

cedimiento de elaboración es el mismo que para

(Fig. 31 y 32).

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Fig. 31. Tejido de un mecapal.

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Fig. 32. Mecapal terminado.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

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Elaboración de red para pesca El proceso de elaboración de una red es el mismo que

ran bien los hilos de la trama con ayuda de un raspador,

para elaborar costalillos, sólo que en este caso se reali-

posteriormente se saca de los arumos y se cosen las

za un hilado más grueso (20 hebras), la urdimbre lleva

orillas como si fuera un costalillo (Fig. 33c). A continua-

cien vueltas y al momento de pasar la trama entre la

ción, se cosen dos extremos del textil para que quede

urdimbre no se golpea muy fuerte con el zozopastle,

como una bolsa (Fig. 33d). En general, las redes son de

a fin de que los hilos de la trama queden espaciados

30 cm de largo por 40 cm de ancho (Fig.32) y se utilizan

(Fig. 33a). Una vez realizado el textil (Fig. 33b) se sepa-

para la pesca de chacales (Cambarellus sp).

Fig. 33a. Tejido de la red de pesca.

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Fig. 33b. Separación de los hilos con un raspador.

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Fig. 33c. Extremos de la bolsa siendo cosidos.

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Fig. 33d. Campesino cosiendo la vara a la red.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Una vez elaborada la red, se le cose con ixtle una vara

una pequeña porción de la vara se deja sin coser,

de aproximadamente 1 m de longitud y de 1 a 1.5 cm

para que sirva de sostén al momento de pescar

de diámetro alrededor de la abertura. Finalmente,

(Fig. 34).

E R

Elaboración de costalillos de dos hebras

¿Qué tenemos ahora?

la hebra, se sujeta otra en la parte final de esta y se sigue enredando en forma de ochos. Este procedi-

Los costalillos de dos hebras son un producto actual

miento se repite hasta obtener aproximadamente

muy interesante. En 1944, la arqueóloga Isabel Kelly

cien vueltas.

P M

reportó que en la localidad de Mazatán se realizaban

I

costalillos con una sola hebra de ixtle, casi tan finos

O R

como si fueran de seda, lo que supuso podía representar la técnica prehispánica de elaboración de telas para vestir.

B I L

Durante nuestra investigación, encontramos a una

Fig. 34. Red concluida.

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persona de 74  años, de la localidad de San Isidro, que hacía este tipo de costalillos, pero de dos hebras, usando la fibra del cogollo (hojas de la parte central de la planta)  que es más suave y fina que la de las hojas ya desarrolladas. Usaba la variedad ixtlero verde.

a

Montaje del telar Al igual que en la elaboración del costalillo anterior, el montaje del telar se inicia con la elaboración de la urdimbre, para lo cual se ata a un palo un manojo de ixtle y se escogen las hebras más largas (Fig.  35a). Se anclan al suelo dos palos de madera, a 30 cm uno de otro, se toma una hebra, se le sujeta a una de las estacas y se comienza a enredar de forma cruzada (Fig.  35b); cuando se termina de enredar

b Figs. 35a. Elección de las hebras más largas; 35b. elaboración de la urdimbre.

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O S

Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Una vez lista la urdimbre, se le coloca entre dos aru-

caderas de la tejedora, la cual se coloca en el piso en

mos. El de la parte superior se amarra al mecamaxal y

posición sentada y comienza a separar las hebras de la

el de la parte inferior se amarra con un mecapal a las

urdimbre (Fig. 36).

E R

Tejido

El tejido es básicamente el mismo que el costali-

el textil, el cual queda muy fino (Fig.  38). Una vez

llo anterior, sólo que aquí se entrelazan dos hebras

terminado, primero se le colocan las asas y después

de ixtle de manera horizontal a través de la urdim-

se cosen los laterales con un hilo hecho de tres hebras

bre (Fig.  37). Cuando llegan al final de las hebras, se

(Fig.  39). El costalillo terminado se observa en la

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I

P M

atan otras dos y así sucesivamente hasta terminar

Fig. 36. Preparación de la urdimbre.

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¿Qué tenemos ahora?

figura 40.

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Fig. 37. Tejido de un costalillo de dos hebras.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

¿Qué tenemos ahora?

E R

Elaboración de la máscara tradicional Labrado

P M

Las máscaras tradicionales, generalmente, son hechas de madera de parota o de copal (Enterolobium sp o

I

Bursera sp) y de fibra de agave (Agave rhodacantha). Los

O R

árboles indicados deben tener por lo menos diez años de edad. Para encontrarlo, el artesano realiza recorridos en los alrededores del municipio que duran entre

B I L

una y dos horas. Una vez que lo encuentra (Fig. 41), lo tala y utiliza la parte media-baja del tronco (Fig. 42a).

Fig. 38 Acercamiento del tejido del costalillo de dos hebras.

Fig. 39. Terminado lateral del costalillo.

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Fig. 40. Costalillo de dos hebras terminado.

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Obtenida la madera, procede a labrarla con una herra-

a

mienta en forma de espátula y mango de madera llamada langarita (Fig.  42b). La forma más común de las máscaras es la del coyote.

b

Fig. 41. Selección del árbol.

Figs. 42a. Recolección de la madera; 42b. artesano labrando la máscara. En la parte superior derecha se muestra la langarita.

81

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Cuando ya se tiene la máscara, con un lápiz bicolor se

entre ellos. Los orificios se realizan con un “asador”

dibujan los ojos y se marcan diez o doce círculos en

(alambre de aprox. 60 cm de largo y 0.5 cm de diámetro),

el borde superior (Fig. 43a), los cuales servirán de guía

cuyo extremo se coloca en el fuego hasta que esté al

para hacer los orificios donde se colocarán las hebras

rojo vivo y se introduce en cada uno de los círculos mar-

de ixtle que simularán la cabellera. Cada orificio mide

cados para atravesar la madera (Fig.  43b). Este mismo

aproximadamente 0.5 cm de diámetro, dejando 2 cm

procedimiento se realiza para perforar los ojos (Fig. 43c).

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Fig. 43a. Dibujo de los círculos.

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Fig. 43b. Elaboración de perforaciones en los círculos.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

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Elaboración de la cabellera de ixtle

Para elaborar la cabellera se necesita aproximadamen-

ximadamente (Fig. 44a). Este procedimiento se realiza

te 1 kg de ixtle. Primero se extiende 0.5 kg en el suelo y

dos veces más dejando un espacio de 10  cm entre

se realizan pequeños mechones de 1 cm de diámetro;

cada hilera de nudos (Fig. 44b), con el fin de matener

con una soga delgada del mismo material (de 1 m de

fijo el ixtle que conforma la cabellera. La cabellera se

O R

84 Fig. 43c. Elaboración de los orificios en los ojos.

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¿Qué tenemos ahora?

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longitud) se realiza un nudo entre cada mechón, de

amarra con una soga delgada de ixtle en los orificios

modo que al terminar de amarrar todos los mechones,

previamente realizados en la máscara (Fig.  45a). Una

quede en forma de un tapete de 45 cm de ancho, apro-

vez sujeta, se elabora una trenza (Fig. 45b).

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Fig. 44a. Elaboración de nudos en la cabellera.

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Fig. 44b. Hileras de nudos de la cabellera.

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¿Qué tenemos ahora?

Una vez terminada la trenza, se elaboran las motitas (mechones de ixtle de aprox. 15  cm de longitud), las cuales sirven de adorno (Fig.  46). Se elaboran 50 de ellas y se pintan con anilina de diferentes colores, los tradicionales son: rojo, morado, rosa, verde, amarillo y azul. Ya pintadas, se cuelgan en un tendedero y se dejan secar un día (Fig. 47); ya secas, se amarran en la parte superior de la cabellera, a lo largo de la trenza (Fig.  48a). Una vez terminada la cabellera, se pinta el contorno de los ojos y el hocico con un marcador permanente negro (Fig. 48b).

a

b Figs. 45a. Artesano sujetando la cabellera a la máscara; 45b. elaboración de la trenza.

Fig. 46. Elaboraciones de las motitas.

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b Figs. 47a. Teñido y 47b. secado de las motitas.

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Fig. 48a. Adorno de la trenza.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

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Elaboración de sogas Hilado (primera torsión)

¿Qué tenemos ahora?

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El instrumento para hilar el ixtle y elaborar una soga es

I

conocido en la región como tarabilla y generalmente

O R

se utilizan dos (Fig. 49). Las tarabillas son de madera, de un lado terminan en forma de flecha y tienen un orificio donde se coloca un palo, el cual es más ancho

B I L

de un lado, a fin de que no se salga del orificio. El hilado se inicia amarrando 0.5 kg de fibra en un poste (Fig. 50)

90 Fig. 48b. Máscara terminada.

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para apuchinarla (separar las hebras, tomándose entre 40 y 50).

Fig. 50. Apuchinado del ixtle.

Las fibras se sujetan a la tarabilla del lado de la flecha. Con una mano se sostiene la fibra al mismo tiempo que con la otra mano se le da vueltas a la tarabilla, de modo que la fibra se tuerza formando un hilo. El hilo se va enredando en la tarabilla hasta formar una madeja de aproximadamente 25 m de longitud (Fig. 51). Este procedimiento se repite para obtener una segunda madeja. Una vez obtenidas las dos madejas, se unen Fig. 49. Tarabillas.

de los extremos para obtener un solo hilo. 91

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

¿Qué tenemos ahora?

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Segunda torsión

Una vez unidos los dos hilos que formaban las dos

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madejas, una persona sostiene la parte en donde fueron unidos y otra va deshaciendo las dos madejas, de

I

modo que queden paralelos y extendidos los dos hilos

O R

(Fig. 52a). Una vez que se han extendido los dos hilos, se introduce en una tarabilla la parte en la que fueron unidos inicialmente, mientras otra persona los sos-

B I L

tiene en el otro extremo. La tarabilla se hace girar de modo que los dos hilos se tuerzan (Fig. 52b).

92 Fig. 51 Hilando el ixtle con la tarabilla.

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a Figs. 52a. Extensión del hilo.

b 52b. torsión de los dos hilos.

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Agaves ixtleros del sur de Jalisco

Tercera torsión

Para este procedimiento, se usan dos hilos que han pasa-

tiene en la parte media. El maneral se sujeta a la cin-

do ya por el proceso de la segunda torsión. Cada uno es

tura con un mecapal, y en ese extremo se coloca un

Para este procedimiento se utilizan cuatro tarabillas,

cortado en dos mitades para colocar cada uno de los

trompo entre los cuatro hilos. El trompo es una estruc-

distintas a las usadas en el paso previo. Son rectan-

cuatro extremos en una de las tarabillas (Fig. 56). El otro

tura de madera de forma cónica que tiene cuatro surcos

gulares en la parte media y tienen una prolongación

extremo se amarra a lo que localmente se llama mane-

longitudinales. Cada hilo se coloca dentro de un surco

cilíndrica de 10  cm de longitud y 2  cm de diámetro,

ral (Figs. 57 y 58), que consiste en una tarabilla insertada

(Fig. 59). La función del trompo es guiar el proceso de

tanto en la parte superior derecha como en la inferior

en el orificio que una tabla rectangular (70 cm x 10 cm)

O R

izquierda (Fig. 53).

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Fig. 54 Campesino colocando los postes.

Fig. 53. Tarabillas utilizadas en la tercera torsión.

En el suelo se colocan dos postes con 30 cm de separación entre ellos (Fig. 54), a los que se sujeta una tabla

T S E T

con cuatro perforaciones. En cada perforación se coloca una prolongación de la tarabilla. En la prolongación

opuesta se coloca una segunda tabla igual a la primera (Fig. 55). 94

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¿Qué tenemos ahora?

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Fig. 55. Montaje de las dos tablas y las cuatro tarabillas.

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torsión de los cuatro hilos para formar una cuerda.

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Fig. 56. Los cuatro hilos amarrados a las tarabillas.

Fig. 57. Campesino sujetando las cuerdas en la tarabilla del maneral.

95

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Fig. 58. Trompo para guiar los hilos con los que se elabora la soga.

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Una vez colocados los hilos en las tarabillas y el mane-

tarabilla del maneral, para ir torciendo los cuatro hilos,

ral, y con el trompo en su lugar, una persona sujeta

mientras que otra va manipulando el trompo para

una de las tablas que tiene las cuatro tarabillas y la

guiar los hilos (Fig.  60). Cuando ya va a terminar de

hace girar para torcer individualmente los cuatro hilos

hacerse la soga, una cuarta persona ayuda en el proce-

(Fig. 59). Una vez que los hilos estén bien torcidos, dos

so de torcido que va guiado por el trompo (Fig. 61). La

personas hacen girar al mismo tiempo la tabla y la

soga terminada se muestra en la figura 62.

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¿Qué tenemos ahora?

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Fig. 59. Campesino torciendo los hilos.

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Fig. 60. Torsión de los cuatro hilos.

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Fig. 61. Soga casi terminada.

(base de la silla de montar) Hilado

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Elaboración de suaderos

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¿Qué tenemos ahora?

Puchinado

Se toma aproximadamente 1 kg de ixtle, las hebras se separan con las yemas de los dedos y se colocan en el

Para hacer los hilos con los que se hará el suadero, se

suelo, de manera que vaya quedando como un tapete

ata un mechón de ixtle, de unos 250 g, a un poste que

(Fig. 64).

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está a 2 m de altura, aproximadamente. La persona se sienta y para hacer un hilo toma 20 hebras de ixtle y las coloca entre la palma de su mano derecha y la par-

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te lateral de su pantorrilla derecha, y comienza a bajar y subir la palma de su mano presionando el ixtle, de

Fig. 62. Soga terminada.

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esta manera lo va torciendo hasta llegar al final de las hebras (Fig. 63). Se necesitan 25 hilos.

Fig. 63. Hilado.

Fig. 64. Puchinado (separación) del ixtle.

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Forjado Sobre el tapete anterior se coloca, en uno de los bordes, una varilla de metal de 1 m de longitud, el ixtle que sobresale de la varilla es doblado hacia arriba sobre la varilla, presionando con un palo (de Otatea sp.), a fin de

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realizar un doblez. Este doblez se cose con una aguja metálica y uno de los hilos de ixtle elaborado anteriormente (Fig. 65). Se retira la varilla metálica y se procede de la misma manera en los otros tres bordes, formando un rectángulo de 90 x 50 cm. Una vez obtenido el rectángulo (Fig.  66), se le hacen ocho costuras paralelas con unos 5 cm entre ellas (Fig. 67). El suadero terminado se muestra en la figura 68.

Fig. 65. Inicio del forjado.

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¿Qué tenemos ahora?

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Fig. 66. Término del forjado.

Fig. 67. Elaboración de costuras paralelas. 103

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104 Fig. 68. Suadero terminado.

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Admiración por los Volcanes. Zapotitlán de Vadillo, Jalisco.

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Posibilidades futuras de lo ancestral

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El pequeño sector (143 habitantes) que en el munici-

recuperado a partir del diseño de nuevos productos

pio de Zapotitlán de Vadillo conoce actualmente las

artesanales que han encontrado un buen mercado para

técnicas de aprovechamiento ixtlero, se encuentra

estas artesanías.

entre los 48 y 93 años de edad, lo cual sugiere que en dos o tres décadas se perderá por completo esta

Esto es posible también para el Municipio de Zapotit-

tradición. La variedad ixtlero verde, preferida para

lán. Para ello, sería muy importante organizar talleres

elaborar los productos tradicionales, también ha

de nuevas técnicas de procesamiento de la fibra y de

estado desapareciendo.

diseño y elaboración de nuevos productos. A estos talleres habría que invitar tanto a las personas que

La baja demanda que tienen los productos tradiciona-

han trabajado el ixtle como a jóvenes interesados en

les elaborados de ixtle y su bajo precio son las causas

aprender. Juntos podrían reactivar esta tradición con

principales por las que esta tradición se ha abando-

un nuevo enfoque y participar en los eventos regiona-

nado. En otras regiones de México, como el estado

les de promoción a las artesanías. De manera paralela,

de Yucatán, en donde los productos de ixtle tuvie-

es necesario fomentar el cultivo del ixtlero verde, aho-

ron un auge y una caída histórica, la tradición se ha

ra ya muy escaso. 109

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Fumarola del Volcán de Fuego.

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Acarreando una cabeza de mezcal.

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Agradecimientos

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Agradecemos a todas las personas del Municipio de

A los Presidentes Municipales: Alfonso Arias Velazco

Zapotitlán de Vadillo que, sin excepción, han sido

y Mario Gálvez Barreto y al resto de las autoridades y

tan amables y hospitalarias con nosotros. En especial,

empleados del H. Ayuntamiento, por su apoyo y ama-

agradecemos a quienes con tanta calidez, desinterés

bilidad, especialmente, por facilitarnos el transporte a

y buen ánimo, compartieron con nosotros su tiem-

Tetapán y San Isidro.

po y conocimientos para que entendiéramos sus tradiciones en el trabajo del ixtle: de la ciudad de

A los señores Macario Partida y Margarita Nava, por

Zapotitlán, a los señores Moisés Contreras Baltazar,

habernos apoyado en todo momento, especialmente,

Jesús Flores Rodríguez, Guadalupe Ricardo Mejía,

sus hijos Miguel Ángel, José y Jesús Partida Nava. Al

Guadalupe Juárez Ricardo, Rosendo Flores y Leopol-

M. en C. Manuel Jesús Cach Pérez, por su compañía y

do Flores Anguiano; de Tetapán, al señor Rosario

apoyo en el trabajo de campo.

Pineda y a las señoras Guadalupe Cruz y Otilia Flores; de San Isidro, al señor Ignacio Cayetano y las

Al Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos para la

señoras María Asunción Aguilar Martínez y Cristina

Alimentación y la Agricultura (Sinarefi) por el financia-

Alcaraz. Sin ellos, este trabajo no hubiera sido posible.

miento al Proyecto BEI-AGA-10-1, con cuyos recursos

¡Muchas gracias!

se realizó parcialmente este trabajo. 113

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“Los Viejos”. Fiestas de la Virgen de Guadalupe del 12 de enero. Zapotitlán de Vadillo, Jalisco.

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se terminó de imprimir en el mes de diciembre de 2011 en:

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Factor Imprime

Calle 21 No. 252 J por 30A y 32

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Col. La Florida, C.P. 97138 Mérida, Yucatán, México.

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Tel. 01 (999) 943-2557.

La edición constó de 500 ejemplares

impresos en Offset sobre papel Couché mate,

con forros de Cartulina Sulfatada de 14 puntos.

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