Acerca de la innovación y creatividad en el sector legal

May 25, 2017 | Autor: Alejandro Batista | Categoría: Law, Creativity, Innovation statistics, Lawyers, Innovación, Derecho, Creatividad, Abogados, Derecho, Creatividad, Abogados
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Acerca de la innovación y creatividad en el sector legal.

Alejandro BATISTA Abogado. Especialista en Derecho de Alta Tecnología

“Quien sobrevive no es el más fuerte de la especie, ni el más inteligente, sino quien reacciona mejor ante el cambio” Charles Darwin.

1.- El cambio y el cambio hoy. Creatividad e innovación están estrechamente ligadas al cambio y a la posibilidad de adaptación. Ser capaces de cambiar y adaptarnos, o de adaptarnos para cambiar es en definitiva una de las claves de nuestro éxito como especie. Esto que resulta claro visto en perspectiva, no siempre es tan sencillo de percibir en lo cotidiano, pues el cambio o no cambio se produce en el mismo momento en el que vivimos. Lo particular de los tiempos que corren no es tanto el cambio, que como dijimos nos acompaña desde nuestros orígenes sino, la velocidad y la profundidad de tales cambios.

“Quien sobrevive no es el más fuerte de la especie, ni el más inteligente, sino quien reacciona mejor ante el cambio” Charles Darwin.”

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También es una característica importante de estos cambios su transversalidad, su carácter difuso pues abarca muy diferentes ámbitos de la vida social, y no siempre se da a la misma velocidad, es asincrónico, aunque decididamente unidireccional, avanza, no hay retroceso, de alguna manera, es inevitable.

Esta introducción me sirve para ubicar en este contexto la tarea de los abogados. Cuando uno pregunta entre los propios estudiantes de la carrera o incluso en no pocos colegas, cuáles son las principales habilidades y aptitudes que debería tener un abogado es prácticamente seguro que entre ellas no figuran la de ser creativo o innovador. Pareciera que el ejercicio de la abogacía no requiere este tipo de enfoques, sino que basta con replicar esquemas aprendidos durante el paso por la Facultad, o remitirse a los cuerpos legales para encontrar la respuesta a una determinada situación. Y efectivamente así es el ejercicio profesional, o al menos así era... Si partimos de la base que el derecho es en definitiva una creación artificial, un producto de la cultura que surge en circunstancias en las que las reglas informales, o los mecanismos tradicionales de abordaje de los conflictos propios de la vida en común no resultan suficientes; y a su vez, que su objeto también es un fenómeno social, estaremos de acuerdo que el derecho y los abogados no pueden estar “desconectados” de la sociedad que los enmarca. Pareciera que el ejercicio de la abogacía no requiere creatividad e innovación, sino que basta con replicar esquemas aprendidos durante el paso por la Facultad, o remitirse a los cuerpos legales para encontrar la respuesta a una determinada situación. Y si esa sociedad está cambiando tan rápida y profundamente como consecuencia del desarrollo tecnológico, la pregunta que surge naturalmente es ¿puede el derecho y los abogados seguir siendo los mismos? En esta pregunta está la clave de la necesidad de mayor creatividad e innovación en el ámbito legal.

2.- Un caso. Cuando Uber decidió iniciar sus actividades en Argentina, despertó un debate importante no sólo entre los taxistas que se vieron naturalmente afectados, sino también entre muchos Jueces y Abogados, que tomaron nota hasta qué punto las categorías conceptuales y los institutos jurídicos tradicionales no alcanzan para encuadrar las nuevas realidades.

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¿Es Uber una empresa de transporte? ¿Es una empresa de tecnología? ¿Es una aplicación? Bueno según parece es todo eso y también algo distinto. Mencionamos el caso Uber porque es el que ha tenido más presencia en los medios, y también porque sirve para ilustrar las consecuencias del no cambio. Muchas de las características que hacen atractivo el servicio de Uber, como el pago electrónico, la geolocalización, el pedido del servicio mediante una app y hasta la calificación cruzada de conductores y pasajeros, son y eran perfectamente factibles de implementar para cualquier empresa de taxis, sin embargo, a pesar que el servicio ya venía recibiendo crítica de los usuarios, desde las empresas y propietarios de taxis nunca se plantearon su aplicación.

Más aún, otro ejemplo curioso de la falta de creatividad e innovación en el caso Uber, se presentó con la protesta de los taxistas. ¿Cómo protestaron? Obviamente, cortaron calles y organizaron piquetes… un día viernes, lluvioso… ¿quiénes fueron los principales perjudicados de la protesta? Si, los usuarios de transporte público, muchos de ellos pasajeros de taxis. Resultado: récord de descarga de la app de Uber (nos hemos ocupado antes del tema Uber, en varios artículos, ver por ejemplo aquí y aquí) . ¿Por qué sucede esto? En buena medida porque los taxistas no sintieron “la necesidad de cambiar, o adaptarse”, porque además funcionan en un marco de regulación tal que hace muy poco probable la competencia. Eso hasta que apareció Uber y todo ello se hizo de repente, “visible”.

3.- ¿Abogados taxistas? ¿Hay alguna lección en el caso Uber para los abogados? Varias. En primer lugar, como mencionamos el tipo de planteo judicial que se generó por parte de los afectados y las primeras resoluciones judiciales que se fueron dictando, desnudaron un desconocimiento de las nuevas realidades y también las limitaciones de los mecanismos legales tradicionales. ¿Hay alguna lección en el caso Uber para los abogados? Bloqueos de la aplicación que no podían concretarse (dicho sea de paso, hubiera bastado con que los jueces buscaran los antecedentes en otros países, para evitarse la situación de dictar medidas inefectivas), prohibición de uso de las tarjetas de créditos, que fueron rápidamente reemplazadas, controles o inspecciones muy complejas y caras de realizar, etc., evidenciarían el problema de abordar problemáticas complejas como éstas.

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Pero lo más importante que deberíamos rescatar los abogados sobre el caso es preguntarnos ¿si estamos dispuestos a cambiar, a innovar y adaptarnos o si será necesario que surja un “Uber Legal” para reaccionar? En este último plano las señales no son muy alentadoras... Por una parte, vemos la enorme resistencia y los problemas que tiene actualmente la Justicia, por ejemplo en la Provincia de Buenos Aires para instrumentar plenamente el Sistema de Presentaciones y Notificaciones Electrónicas, que desde el punto de vista formal se habilitó en el año 2010 con la Ley 14142, pero cuya entrada en vigencia como régimen general debió ser suspendida cuatro veces (2 de marzo de 2015, 1 de febrero de 2016, 1 de mayo de 2016, 1 de agosto de 2016, “hasta tanto…”) por la Suprema Corte de la provincia. Volveremos sobre esto hacia el final…

4.- Contextos tradicionales vs ecosistemas innovadores. Como los taxistas, los abogados nos movemos en un contexto que tiende a ser conservador. Lo es en la Universidad por los contenidos y las formas que presenta la enseñanza – aprendizaje del Derecho, lo sigue siendo en el marco del Colegio de Abogados, que más allá de que se incluyan algunas temáticas novedosas, no deja de funcionar y actuar en base a los intereses tradicionales (los pedidos de suspensión del Sistema de Presentaciones y Notificaciones Electrónicas fueron impulsados por la Colegiatura) y lo es, no obstante las iniciativas en curso, la Administración de Justicia con toda su estructura y proceder.

...los abogados nos movemos en un contexto que tiende a ser conservador. Lo es en la Universidad, la Colegiatura y también la Justicia...

Así la formación y la práctica del derecho se desenvuelven con cambios menores, lentos, de carácter netamente instrumental en ese circuito o contexto de poca o nula innovación.

5.- Dos realidades legales. En el mundo al menos hasta ahora (y es muy posible que esto cambie merced al desarrollo tecnológico) podemos identificar dos grandes sistemas legales, el anglosajón con Inglaterra y EEUU como máximos exponentes, y el sistema que deriva del derecho romano continental, del cual el nuestro sistema es heredero. 4

Esta tendencia a la no innovación que hemos mencionado se vincula fuertemente con el Sistema Romanista, en el Common Law tenemos numerosos casos de experiencias que están tomando la tecnología para innovar en el sector legal. Esto es posible entre otros aspectos porque el enfoque de la tarea legal tiene allí, a diferencia de aquí, muchos puntos de contacto con la actividad empresaria. De allí que en los últimos años hayan surgido una serie de Startup jurídicas como AxiomLaw[1], RocketLawyer[2], Lawgives[3], Casetext[4] , LegalZoom[5] y UpCounsel[6], son líderes mundiales en la innovación y de nuevos modelos de negocios en servicios jurídicos online Esta tendencia a la no innovación que hemos mencionado se vincula fuertemente con el Sistema Romanista, en el Common Law tenemos numerosos casos de experiencias que están tomando la tecnología para innovar en el sector legal. En España, en cambio el panorama no es muy diferente al nuestro. Buena prueba de ello ha sido la implantación obligatoria en enero de 2016 para los abogados de presentar todos los escritos a través de LexNet. Muchas han sido las críticas y resistencia a la implantación de esta herramienta a pesar de las indiscutibles ventajas que aporta.[7] No obstante, hay dos observaciones que valen para ambos sistemas, y que los especialistas suelen señalar: El primero es la falta de recepción de este tipo de iniciativas y experiencias en los claustros universitarios. ¿Que nos haría suponer a los abogados latinos que ese Muro de Berlín jurídico (derecho continental – common law) podrá mantenerse en el tiempo? El segundo es que, si bien vemos que cada vez son más las iniciativas empresariales innovadoras, no siempre están promovidas por juristas, sino que con frecuencia son tecnólogos quienes están detrás de ellas.

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Se dirá que sos modalidades muy diferentes de la práctica jurídica, y es verdad, pero precisamente uno de los efectos de la tecnología es la globalización y la irrelevancia de las fronteras físicas. ¿Que nos haría suponer a los abogados latinos que ese Muro de Berlín jurídico podrá mantenerse en el tiempo?

6.- Algunas razones de la falta de innovación. Si tuviéramos que listar rápidamente algunas de las posibles razones de esta falta de motivación, entre ellas podríamos mencionar[8]: 1. Desinformación y desconocimiento. La mayoría de las veces los abogados carecen de los conocimientos metodológicos, tecnológicos, de las habilidades digitales, de la red de contactos, etc. necesarios ser protagonistas del cambio. 2. Universidades anacrónicas. La formación de los abogados sigue siendo tradicional, basado fundamentalmente en la transmisión al alumno de conocimientos teóricos, exigiéndole sobre todo el ejercicio de la memoria, en lugar de en el desarrollo de la habilidad investigadora, el espíritu crítico y el emprendedor. 3. Temor a perder privilegios o protagonismo. En buena medida a través del uso por ejemplo de nuevas tecnologías, de la implantación de nuevos procesos y de otra forma de hacer las cosas, desestabiliza la actividad del abogado y le quita protagonismo. Richard Susskind lo ilustra muy bien al señalar que el abogado está rápidamente dejando de ser la “interface” entre la ley y el ciudadano.

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4. Ecosistema conservador autojustificante. El circuito Universidad, Colegio de Abogados y Justicia, lejos de promover la innovación la frena, y auto perpetúa el status quo de la cuestión, más allá de algunas iniciativas. Richard Susskind lo ilustra muy bien la desintermediación, al señalar que el abogado está rápidamente dejando de ser la “interface” entre la ley y el ciudadano.

7.- Posibilidades para para impulsar la innovación en el sector legal. Teniendo en cuenta estos elementos, el primer gran paso hacia la innovación (¡recordemos lo de la supervivencia!) en el ámbito legal, es tomar la decisión de abandonar lo que conocemos como zona de confort. Ese espacio físico, pero fundamentalmente mental, en el que cada uno de nosotros, abogados o no, nos ubicamos e interactuamos con una relativa tranquilidad, previsibilidad.

Dar este paso es muy difícil, pero es lo único que abre las posibilidades de aprender, y con ello crear e innovar. Otra posibilidad interesante es generar y participar de espacios de networking. De trabajo colaborativo con otras profesiones y ambientes, y uno de los mejores para ello es el ambiente tecnológico. Tenemos varias posibilidades para aprovechar esta oportunidad, veamos algunos ejemplos: #Firma Digital. Todo el esquema de firma digital implica una conjunción de al menos dos grandes campos, el tecnológico informático y el legal. La tecnología detrás de la firma digital está madura hace más de 15 o 20 años, nuestra legislación de FD la Ley 25.506 es del año 2001, sin embargo, no fue sino hasta 2010 que su utilización se hizo algo más amplia en el sector público, y recién en el 2015 que avanzó algo hacia el ámbito privado. En buena medida porque no estaban dadas las condiciones legales adecuadas, que con la DA N° 927/2014, permitieron el surgimiento de las actuales empresas que proveen certificados digitales en el ámbito privado. Falta mucho todavía para que tengamos una adopción interesante, se necesita aquí de equipos que puedan combinar conocimientos técnicos, legales, de gestión y administración para elaborar propuestas integrales que resulten atractivas para los organismos y las empresas. #Protección de datos personales. El avance de la conectividad móvil, de los sistemas, de la llamada cloud computing, hacen que debamos prestar atención a las obligaciones y las responsabilidades incluso penales, que pueden derivarse de la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales. También este es un campo que requiere colaboración. No es suficiente con tener sistemas o adoptar tecnología si no se cumplen los requisitos legales, y tampoco alcanza con cumplir con la inscripción de las bases o banco de datos, si además no se implementan las medidas técnicas para proteger esos datos. 7

O incluso, combinar ambos aspectos para definir por ejemplo si adoptar o no una solución de computación en la nube. #Desarrollos en materia de informática jurídica. Y finalmente, con relación directa a la tarea de los abogados, podemos impulsar una participación de éstos en los desarrollos de herramientas que tienen por finalidad aplicarse al campo legal, sean del lado de los estudios o abogados, como de la administración de justicia. Esto se conoce como informática jurídica, y esta participación en el propio diseño, es una intervención de “tercer nivel” (el primero implica a los abogados como un tipo de usuario más, el segundo implica ya un tipo de usuario especializado)

8.- Nuevas posibilidades: el conocimiento jurídico embebido. Pero la posibilidad que asoma como más interesante en cuanto a la necesidad de mezclar saberes y potenciar la creatividad y la innovación, es imaginar de qué manera es posible incrustar el conocimiento legal directamente en los propios desarrollos de software y hardware, de modo que sean esos desarrollos los que se ocupen de la aplicación de la ley. Hay varios ejemplos de cómo funciona esta idea, incluso antes de que se la conociera con ese nombre. Conocimiento legal embebido: incrustar el conocimiento legal directamente en los propios desarrollos de software y hardware...

Un caso concreto en el que tuvimos ocasión de participar fue en la implementación de voto electrónico en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP. Al utilizar urnas electrónicas, tuvimos que tomar una decisión sobre lo que el Código Electoral prevé como “voto anulado”. Situación que se produce por ejemplo al encontrar durante el escrutinio en el sobre, una boleta no oficializada, dos boletas de la misma categoría de partidos diferentes, un elemento extraño (recuerden a clemente, la feta de fiambre y otros elementos menos pintorescos en las elecciones de 2001, en pleno “que se vayan todos”). La legislación en un contexto de voto papel lo único que puede hacer es definir cómo tratar este tipo de situación cuando se abren los sobres, nunca antes. Pero resulta, que el voto electrónico sí puede abordarlo antes. Definiendo como hicimos, si se permitía elegir dos “boletas” distintas, si se agregaba una lista no oficial, etc. Es decir, si se permitía de antemano a un elector “anular” su voto, o mejor aún si existe “un derecho a anular el voto”. De lo que se defina depende la programación de los sistemas y por ende allí estamos “incluyendo en el código de la programación, algoritmos legales”. Otro ejemplo muy curioso hasta por el nombre, son los “lomos de burro inteligentes”, hechos de un material que reacciona al impacto endureciéndose. De tal forma que al regular el material se determina que los automovilistas que van a velocidad permitida puedan pasarlo sin problemas y

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quienes llegan al lomo de burro a mayor velocidad, choquen contra una superficie mucho más dura.

9.- Los riesgos de no innovar en el sector legal. ¿Un meteorito para los abogados? Los grandes dinosaurios durante muchísimo tiempo dominaron la tierra y como tal no tuvieron necesidad de evolucionar, hasta que sucedió un evento imprevisto que causó su extinción y de la cual solamente sobrevivieron algunas especies que si evolucionaron y que llegan a nuestros días. Estos problemas que mencionamos en el ámbito de la Justicia representan un cambio, pero si se quiere un cambio incremental. Estamos hablando de sustituir el papel y la firma de puño y letra por sus equivalentes electrónicos, como antes sucedió con la máquina de escribir por la PC, no mucho más. Pero el verdadero problema para los abogados tradicionales está con el cambio disruptivo que ya ha comenzado. No hablamos ya de solamente de cambiar “átomos por bits”[9] al decir de Nicholas Negroponte[10], sino de competir con sistemas de inteligencia artificial que han llegado para quedarse y ocupar buena parte de las funciones que hoy día tienen los abogados.

Estos sistemas de los cuáles la versión más elaborada es Watson de IBM[11], que puede incluso efectuar análisis y perfiles psicológicos, contestar consultas médicas (ver más), y demás, están ahora capacitados para entender y comunicarse en lenguaje natural (tal vez mejor que los propios abogados), de analizar y procesar grandes volúmenes de información como bibliotecas enteras de doctrina, legislación y jurisprudencia, revisar contratos, comparar cláusula, proyectar consecuencias legales, y mucho más[12].

...el verdadero problema para los abogados tradicionales está con el cambio disruptivo que ya ha comenzado y se llama Inteligencia Artificial...

No estamos hablando de lo que podrían hacer, sino de lo que hoy día hacen empresas como Legal Robot[13], que emplea inteligencia artificial para revisar, comparar, comentar y redactar contratos. Funciona utilizando técnicas de aprendizaje estadístico, learning machine y aprendizaje profundo para comprender el lenguaje jurídico, a continuación, comparar el texto con otros

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contratos para identificar la complejidad y la legibilidad del lenguaje, e identificar las responsabilidades, los derechos y las condiciones del contrato. Esta información se presenta de una manera que permita explorar el contrato de una forma mucho más interesante y comprensible que el lenguaje jurídico. Esto permite a las personas interpretar rápidamente los componentes del contrato, y cuantificar los riesgos específicos, así como identificar y resolver los defectos que pueda tener de modo que la gente pueda tener más confianza en lo que firman.

Otro caso es el desarrollo argentino de Crowdjury[14] que desde su propia presentación augura un panorama algo oscuro: “Una justicia sin jueces ni abogados!” Se define como una plataforma colaborativa, rápida y económica, para una justicia transparente, utilizando algoritmos optimizados para llegar a un veredicto verdadero para cada caso, con un coste mínimo. Los miembros del jurado y los investigadores de la multitud son recompensados en Bitcoin. Es decir que mientras se participa y se ayuda a resolver conflictos, se puede ganar dinero. Casi la contracara de cualquier litigio judicial tradicional.

10.- Calculando y recalculando… Entonces ¿podemos no innovar los abogados? La respuesta sería que por ahora todavía es relativamente posible mantenerse en la zona de confort, pero es un riesgo muy grande. Independientemente que los abogados según se dice, no nos gusta la matemática, habría que leer un poco sobre la función exponencial[15], que es la que mejor representa el crecimiento y desarrollo tecnológico. Un ejemplo para entenderlo mejor. (Federico Pistono[16]) 10

Supongamos que tenemos un vaso en el que hay agua y algunas bacterias. Cada minuto se reproducen y duplican su número. Al cabo de 60 minutos el vaso está lleno de bacterias. Y la pregunta es ¿cómo estaba el vaso eras 55 minutos? ¿Es decir 5 minutos antes de llenarse? Pues bien, contra lo que podríamos suponer, el vaso estaba casi vacío, las bacterias solo ocupaban el 3 % del vaso. Porque en esos últimos cinco minutos se ha duplicado seis veces... 3%, 6%, 12%, 24%, 48% y ... en 5 minutos pasamos del 3 % al 100 %.

Cambiemos el vaso por el mercado legal y las bacterias por los sistemas de inteligencia artificial y tendremos una imagen bastante clara de lo que puede suceder, y por qué deberíamos ser previsores. Porque aun cuando no sea evidente en este momento, la presencia de estos sistemas, en cinco minutos puede acapararlo todo. Por ello convendría comenzar a abrir nuestra mente, a entender que “el mundo de hoy requiere de mucha más imaginación que la que nuestra formación como abogados nos permite”, para parafrasear a Nicholas Taleb en el Cisne Negro[17]. Uno de los libros de Richard Susskind[18], quien más y mejor viene escribiendo sobre la temática de la TIC y la abogacía en el Reino Unido, se llama precisamente “¿El fin de los abogados?. Repensando la lógica de los servicios legales”[19] Título y subtítulo resumen muy bien la etapa en la que estamos. De nosotros dependerá si se trata de una expresión, un título sugestivo, una estrategia de marketing o una predicción.

Referencias: [1] Ver: http://www.axiomlaw.com/ [2] Ver: https://www.rocketlawyer.com/ [3] Ver: https://www.lawgives.com/ [4] Ver: https://casetext.com/ [5] Ver: https://www.legalzoom.com/country/es [6] Ver: https://www.upcounsel.com/ 11

[7] Se puede ampliar el tema aquí: https://www.administraciondejusticia.gob.es/paj/publico/ciudadano/informacion_institucio nal/modernizacion/modernizacion_tecnologica/infolexnet/que_es/!ut/p/c4/04_SB8K8xLLM9MSSz Py8xBz9CP0os3g_A1cjCydDRwMLY2cTA08ndwtnJw9XQwN3A_2CbEdFAHoJ5w0!/ [8] Ampliar en el siguiente artículo: http://www.expansion.com/juridico/opinion/2016/04/01/56feb03b46163fff138b4623.ht ml [9] Lo plantea al hablar del “mundo de los átomos” y el “mundo de los bits” en ese gran libro “Ser Digital” del año 1995 que anticipó muchas de las herramientas y tecnologías que hoy tenemos, como el video on demad, por ejemplo. [10] Se puede ver una interesante charla TED de Negroponte en el siguiente enlace: http://www.ted.com/talks/nicholas_negroponte_takes_olpc_to_colombia [11] Conocer mas sobre la computación cognitiva y las habilidades de Watson, en: http://www03.ibm.com/marketing/mx/watson/what-is-watson/ [12] A propósito del tema se puede ver la reciente y muy buena serie de HBO “Westworld”. [13] Ver https://www.legalrobot.com/ [14] Ver http://crowdjury.org/ En su web se puede leer “La justicia sin abogados o tribunales. Crowdjury es una plataforma en línea para procesos judiciales: presentación de quejas, valoración de la prueba, el juicio y el veredicto del jurado. [15] Aquí Adrián Paenza nos explica en un video explicando con ejemplos el crecimiento exponencial, el decrecimiento exponencial y sus usos: https://youtu.be/Qtt6l-RMwxk [16] Autor del libro “Los robots tomarán tu empleo, pero está bien”. Se puede ver un reportaje en el siguiente enlace: http://www.xataka.com/entrevistas/el-efecto-de-los-robots-en-el-empleosera-la-mayor-revolucion-de-la-historia-federico-pistono [17] Ver mas sobre la denominada “Teorías del Cisne Negro” en: https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_cisne_negro [18] Se puede ver su producción y sus ideas en la web: www.susskind.com [19] Se puede ver una breve reseña en español aquí: https://www.getabstract.com/es/resumen/industrias/el-fin-de-los-abogados/16493 Por su parte este y otros libros como “El futuro de las profesiones” se pueden adquirir en ingles en formato ebook en Amazon: https://www.amazon.com/s/ref=dp_byline_sr_book_1?ie=UTF8&text=Richard+Susskind &search-alias=books&field-author=Richard+Susskind&sort=relevancerank

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