Acción Colectiva de Femen en la Ciudad del Vaticano 2014

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS Pregrado en Ciencia Política Curso de Acción Colectiva I | Análisis de Acción Colectiva Jose A. Collazos Molina 02 de mayo de 2015 “GOD IS WOMAN”: ACCIÓN COLECTIVA DE FEMEN EN LA CIUDAD DEL VATICANO, 2014. Femen es un movimiento feminista reconocido por sus protestas contra el régimen patriarcal y contra las instituciones religiosas. Femen ha hecho de la protesta política un acto de performance, en tanto usan su cuerpo como discurso; estético, por su nueva publicidad de la belleza; cultural, por los fenómenos que denuncian; y transgresor, pues al centro de los mecanismos de acción están las ideas y no los individuos. Lejos de hacer una apología del feminismo, como nuevo modelo para comprender los fenómenos políticos, se pretende considerar las estructuras que explican la forma adquirida por la acción colectiva de Femen en la ciudad del Vaticano en diciembre de 2014. A partir de los registros noticiosos, discursos y artículos académicos referentes a los hechos, se presentarán los elementos a la luz de las teorías de la acción colectiva en un ejercicio expositivo y analítico. Femen surge en 2008 en Kiev, Ucrania, como una micro movilización de una red (McCarthy, 1999) de universitarias lideradas por Ana Hustol para protestar contra la trata de blancas en ese país (Alcalá & Rodrigues, 2012). Tras el asunto de la explotación a mujeres y la migración de las mismas a otros países de la unión Europea con falsas promesas de profesionalización en plena crisis económica, puso de manifiesto el resto de aprietos derivados de una Europa patriarcal, dirigida por la industria sexual alimentada de la pobreza y de la ignorancia (Valdivieso, 2012). La propagación de su discurso por los países europeos se traduce en la expansión de los motivos por los cuales se manifiestan. Ya no solo buscan la protección de las mujeres prostituidas en Ucrania, sino que “son un grupo de corte feminista que se ha dado a la tarea de revisar el papel de la mujer en la sociedad contemporánea evaluando tanto sus problemas como sus retos” (Valdivieso, 2012, pág. 36). Las integrantes del movimiento han optado por protestar con los pechos descubiertos, van vestidas con jeans ajustados o pantalones cortos y usualmente usan botas o tacones altos “para reforzar el fetichismo de la retórica del cuerpo” (Valente, 2015, pág. 2). Según Andrea Valente (2015), por su crítica al patriarcado y a la moral de la religión, las protestas son en áreas públicas cercanas a los edificios de las instituciones del Gobierno, y de la Iglesia, como la Catedral de Notre Dame (Paris) y la Plaza de San Pedro (Ciudad del Vaticano). Precisamente el 25 de diciembre de 2014 una Femen fue noticia. La Plaza de San Pedro es adornada cada año con la representación del Belén que recuerda el nacimiento de Cristo. La “GOD IS A WOMAN”: ACCIÓN COLECTIVA DE FEMEN EN LA CIUDAD DEL VATICANO - 2014 | 1

activista, con un letrero pintado en su torso que decía “God is Woman”, irrumpió en el pesebre del Vaticano y tomó una figura mientras gritaba lo que en su torso llevaba escrito. En medio de la plaza, disimulada entre la multitud, la joven se quitó repentinamente la camiseta, saltó las barreras de seguridad y corrió hasta el pesebre donde agarró la estatua del niño Jesús (...). Un gendarme, que vestía un uniforme con una gran capa, la persiguió y consiguió recuperar la figurita del belén (…). El agente la obligó luego a vestirse lejos del pesebre (Agence France-Presse, 2014).

La manifestación se produjo luego del mediodía, hora en la que se realiza la tradicional bendición Urbi et Orbi con motivo de la solemnidad de la Natividad del Señor. Aunque el rito ya había concluido, aún había personas en la Plaza. El motivo de esta acción, aunque fue realizada por una sola activista, representa la ideología del colectivo feminista, que critica a la Iglesia católica por ser retrógrada en lo referente a los derechos de las mujeres, y en este caso, protestó frente a la oposición de la Iglesia al aborto y la unión libre. En este sentido resulta importante reconocer que “el movimiento está presente antes de que la movilización se haga visible” (Melucci, 1998, pág. 379). Iana Azhdanova, ucraniana, fue recluida en una celda de la gendarmería vaticana, y acusada de ultraje, actos obscenos en un lugar público y robo, pues, según la Santa Sede el hecho “debe ser considerado como particularmente grave por el lugar y las circunstancias, ya que ofende de forma intencionada los sentimientos religiosos de numerosas personas”, afirmó Federico Lombardi, portavoz del Vaticano (AFP, 2014). El 27 de diciembre, fue liberada bajo la sentencia de prohibición del acceso a la Ciudad del Vaticano. Se trata de la primera detención de una manifestante del grupo feminista Femen en la Santa Sede. Para comprender la actuación de esta acción colectiva y cómo a partir del entorno se modela, debe reconocerse la manera la actuación de Femen contra las instituciones patriarcales y las motivaciones que los conducen para manifestarse. En primera instancia hay de volverse la mirada a algunos presupuestos del feminismo como expresión política. Los feminismos guardan ya larga historia como movimiento. Característico de sus repertorios de acción son las prácticas fluidas, cambiantes y que producen efectos tanto en el ámbito de lo público como en el de lo privado (Iglesias Turrión, 2007). Estos movimientos renovados cuestionan el “espacio de lo político en un periodo marcado por un neoliberalismo que ha provocado mutaciones a nivel mundial y uno de cuyos efectos fundamentales, pero no único, es el del incremento de las desigualdades socioeconómicas” (Méndez Pérez, 2014, pág. 13). El discurso ideológico del neoliberalismo no debe salirse de este plano analítico toda vez que hace parte de “la historia de las retóricas reaccionarias” y defiende un conservadurismo moral opositor de los derechos sexuales de las mujeres (Méndez Pérez, 2014, pág. 13). A partir de idearios políticos comunes es posible la interpretación de la necesidad de una reivindicación que se convierte en autoafirmación del papel que la individualidad tiene en el espacio público. Afirmaciones de los feminismos como “mi cuerpo es mío” o “lo personal es político” (Méndez Pérez, 2014, pág. 16) evidencian el papel destacado del cuerpo en la esfera de “GOD IS A WOMAN”: ACCIÓN COLECTIVA DE FEMEN EN LA CIUDAD DEL VATICANO - 2014 | 2

lo público, y por tanto se infiere que si la individualidad es objeto de la política, se adquiere la facultad inversa de que la individualidad también permee lo público. Por ello, los movimientos feministas transitan entre las nuevas realidades contextuales y las viejas problemáticas que han buscado manifestar y resolver, o como lo denominan McAdam et al., se involucran en procesos enmarcadores (1999). Se ha generado fragmentación entre feminismos “de la igualdad” (Alcalá & Rodrigues, 2012) y aquellos “de la diferencia” (Méndez Pérez, 2014). Los primeros evocan las luchas históricas de inclusión sociopolítica de la mujer en las esferas de lo público; la segunda representa los movimientos que reconocen la diversidad y la necesidad de un trato diferenciado de modo tal que se denuncie los efectos de la heteronormalidad que poca importancia tuvo para las feministas clásicas (Méndez Pérez, 2014). En general, los asuntos tratados por los feminismos son múltiples, pero se encuentra que el tema principal que se convierte en el objetivo de las acciones es aquel del género y el cuerpo (Cuadrada, 2014). Como ya se señaló Femen realiza una revisión del papel de la mujer en la sociedad, reconociendo los problemas y retos que guardan. Sus acciones denuncian asuntos como “el racismo, hambre, la desigualdad, democracia, el medio ambiente y el tráfico sexual entre otros” (Valdivieso, 2012, pág. 36). Su popularidad mediática ha sido adquirida por las manifestaciones que responden al contexto en el que “la función clásica del arte ha subsumido al colectivo en el ambiente de los nuevos medios y ha puesto en crisis todos los parámetros de lo que entendíamos como identidad” (Valdivieso, 2012, pág. 37). Las acciones de Femen han ido adquiriendo un estilo provocador por el modo en que abordan la construcción de mensajes. Alejadas de los paradigmas sociales, morales y del arte, defendidos desde la segunda mitad del siglo XX, las acciones de Femen no encajan con ninguna racionalidad afín a algún funcionalismo (Valdivieso, 2012). El colectivismo estético es una manifestación desde la cual podría interpretarse la acción de Femen en San Pedro. Evidentemente la Santa Sede representa el corazón administrativo y religioso de una de las instituciones más influyentes en el mundo, que representa no solo un referente para quienes son adeptos a ella, sino que su doctrina aspira a ser lo que su nombre en griego significa: universal. Las posiciones morales rígidas y dogmáticas de la Iglesia frente a asuntos como el aborto, el papel de la mujer, la vida marital y conyugal, la diversidad sexual y el juicio moral aplicado a quienes no responden conforme la tradición establece, son asuntos inaceptables para el movimiento que lucha contra aquella ideología obsoleta que no explica los asuntos se transforman en la modernidad. Femen reta con sus acciones a la institución considerando que los estilos políticos y moralistas de derecha, centro o izquierda no conducen a un diálogo liberador, ni a construir las estrategias propicias para reunir al ser humano alrededor de valores comunes, “o empujar a las mujeres hacia una movilización social que reivindique sus derechos” (Valdivieso, 2012, pág. 37). “GOD IS A WOMAN”: ACCIÓN COLECTIVA DE FEMEN EN LA CIUDAD DEL VATICANO - 2014 | 3

Femen ha hecho de la protesta social y política un acto performativo, estético, y cultural. Las mujeres, “más que los hombres, pasan por este individualismo, por el cuidado del cuerpo, la elección de la indumentaria para construir su personalidad singular” (Touraine , 2007) Como ya se señaló, las ideas son el centro de las expresiones y no las personas. Solo el contexto determina la dinámica para pronunciarse frente a aquello que denuncian. La natividad del Señor es la solemnidad en la que la Iglesia reafirma la naturaleza de una divinidad que se hace hombre entre la humanidad. Aquello que era tradicional para los movimientos: manifestarse por medio de actos basados en el discurso público, el panfleto, la explicación epistemológica y teórica y, se resalta en este análisis, la glorificación de un líder, vienen a ser “sustituidos por la sorpresa, la teatralidad, el maquillaje y el cuerpo como sistemas simbólicos, el grafiti y pintura corporal, las redes y colaboración colectiva. De ahí la idea de colectivismo estético” (Valdivieso, 2012, pág. 37). La lucha por los derechos de la mujer no cesa, más cuando Femen ha hecho públicos los asuntos de la sexualidad, la estética, el género, el cuerpo, contribuyendo a que en el siglo XXI, lo que parecía un asunto del pasado, cohabite en la mente de las personas del primer mundo (Barba Jiménez, 2014). Desnudarse el pecho que ha sido censurado por la cultura occidental es una manifestación al mundo de que la feminidad es el arma de Femen. Con ello se enfatiza en el ánimo que las mueve a incitar una estética de la rebelión. Y ha sido eficiente su coartada. Son pocos los movimientos que, relativamente jóvenes y con tan infrecuentes manifestaciones públicas lleguen a lograr reconocimiento mundial en pocas horas. Quizá es eficaz el hecho de quedar semidesnudas para atraer hacia sí las miradas y replicar el mensaje. “Dios es Mujer” es una de las consignas que retan la ortodoxia de la Iglesia. Aunque los antropomorfismos asignados a la deidad de los cristianos se justifican por el nacimiento del hijo del hombre, resulta incompatible con las convicciones de Femen. Se considera que el silogismo discursivo de Femen resulta en más que una provocación que cuestiona el orden instituido por la Iglesia: cuestiona a aquel que observa la manera de actuar para repensarse la distribución históricamente sexista de las cosas, incluso de la misma fe. Como lo señala Humberto Eco (1986), el valor estético de la imagen retadora convierte la comunicación en persuasiva, porque la hace memorable. Naturalmente el lenguaje figurado media con el único fin de convencer e incitar emotivamente, para cautivar la atención y hacer más público una postura ideológica que de otra manera sería parte de la rutina.

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