Abandono y exposición infantil en la Nueva Galicia: Practicas y discursos asistenciales entre la Colonia y la Independencia

June 19, 2017 | Autor: M. Gutiérrez Lorenzo | Categoría: Infancy, Independencia de México, Nueva Galicia, Historia Colonial De La Nueva Galicia
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Descripción

POBREZ/.E ASSISTEI\TCIA I\9 ESPAQO IBERICO

(sÉculos )t/t-xx) ORGS.

MARIA MARTA LOBO DE ARAUIO rÁuu,t MOUM FERREIM ALEXANDRA ESTEVES

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CITCEM

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TiTULo I poBREzA E AsslsrÉNCtA No EspACo rBÉRrco (sÉcuLos xvl-xx) oRcs- | MARrA MARTA LOBO DE ARAUIO, FATrn,tA MOURA FERRETRA. ALEXANDRA

ESTEVES

EDIqÁO I CITCEM _ CENTRO DE INVESTIGACÁO TRANSDISCIPLINAR «CULTURA. ESPACO E MEMÓRIA. Dt§lcN cRAFICO wWWHLDESTGN.pT CuMtostqAO ¡MtRt§SAO t ACABAMTNTO I CANDETAS ARTIS CF-\i TIRAGEM | 500 EXEMpLARTS DETOSITO LECAL | 305r72./10 tSBN I 978-989-8351-01-2 IANEIRO 2010

INDTCE

APRESENTAQAO MARIA MARTA LOBO DE ARAÚJO

INFANCIA Y AS ISTENCIA CULTURAL EN LA CIUDAD DE LEÓN (SIGIOS XVI-XVIII) ALFREDO MARTiN GARC[A

11

AASSISTÉNCI-AAOS MENORES NO PORIO NAVIRAGEM DO SÉCULO XIX PARA O SÉCULO )C(: O ASILO-ESCOIA,/INTERNAIO MUNICIPAL 37

MARIA JOSÉ MOUTTNHO SANTOS

REPRESENTAQÓES SOBRE A DELTNQTENCTA DOS MENORES E O UNTVERSO DA CRIAN9AA PROTEGER NA 1." REPÚBLICA ENTRr OS CAMPOS DA IUSTT9A E DAASSTSTÉNCIA FÁTIMA

MoUM

49

FERREIRA

DISCURSoS v pnÁcrrcns ASISTENCI.ALES ACERCA DEL ABANDoNo y LA ExpostctóN TNFANTTL EN LA NUEVA GALICIA ENTRE tA COLONTAY LA INDEPENDENCIA MARÍA DEL PILAR GUTIÉRREZ LoRENZO: REBECA VANESA GARC[A CORZO

69

TAASISTENCIAA LOS PRESOS POBRES DE ms cÁRcrrES EN LA EDAD MoDERNA 83

,JosÉ LUIS DE LAS HERAS SANToS

CADETAS DE COTMBRA: ESPAQOS

CnrCtnÁnrOS, POPULA9ÁO

pRrsroNAL r nssrsrÉNCrAAos pRESos poBRES (17s0-18s0) MARIA ANTONIA

LOPES

101

A CADETA DE PONTE DE LIMA NA SEGUNDA METADE DO SÉCULO XIX:

o

ESPAQO FÍSrCO E OS SEUS PROTAGONISTAS

ALEXANDRA

ESTEVES

127

MECANISMOS DE SOLIDARIDAD YASISTENCTA SOCIAL EN LA CIUDAD DE LEÓN DURANTE LA EDAD MODERNA MARÍA JOSÉ PÉREZ ÁLVAREZ

147

AS PRÁTICAS ASSISTENCI-AIS ENTRE OS IRMÁOS SECUTARES FRANCISCANOS NAS DUAS MARGENS DO ATLÁNTICO (SÉCULO ]ULIANA DE MELO MORAES

XVIII) 185

CASAR RAPARIGAS POBRES NA CONFRARIA

DE

S.

VICENTE DE BMGA (SÉCUIOS XVIII-XIX)

MARIA MARTA LOBO DE AMÚIO

197

SOLIDARIEDADE E PODER EM PORTUGAL NA

Épocn MoDERN^tu As AssoclAgórs Mrc.RÍrHAs 217

MARIA DE FÁTIMA REIS

BENTo CARQUEJA

E

o MoVIMENTO DE BENEFICÉNCT¡. oo sÉcuro xx

E FILANTRopTA DE FINAIS MAzuA Do RosÁruo MACHADO

223

DISCURSOS Y PRÁCTICAS ASTSTENCIALES ACERCA DEt ABANDONO Y LA EXPOSICIÓN INFANTTL EN tA NUEVA GALTCTA ENTRE LA COLONTA Y LA TNDEPENDENCTA MARÍA DEL PILAR curtÉRREZ toRrNZo Universidade de Guadalajara

-

México

REBECA VANESA GARCÍA CORZO - México

Universidade de Guadalajara

El objetivo del presente artículo es realizar un acercamiento a los discursos y a las prácticas asistenciales sobre la exposición infantil en el extenso periodo de transición de la Colonia a la Independencia de un espacio geográfico americano: Ia Nueva Galicia, demarcación geográfico-administrativa civil y eclesiástica del occidente de la Nueva España (hoy México). Al combinar la información proporcionada por fuentes bibliográficas y documentales se pretende ampliar la comprensión de un problema que, en la bibliografía revisada hasta el momento, ha sido abordado a partir de registros parroquiales o de reglamentos institucionales. Los resultados obtenidos por la mayoría de esas investigaciones han reducido su percepción a aspectos cuantitativos o cualitativos (institucionales) y han eludido la necesaria reflexión, que estas líneas pretenden proponer, acerca de la incidencia del abandono y exposición infantil en una sociedad pluriétnica - que se hallaba sumida en un proceso de transformación del Antiguo al Nuevo Régimen - a través del proceso de la secularización de la asistencia infantil. No obstante, y aunque nuestros datos son todavía fragmentarios, se puede afirmar que las escasas investigaciones realizadas sobre ilegitimidad, abandono y exposición infantil en la Nueva España proporcionan información muy elocuente acerca de la presencia de una solidaridad indígena hacia estos infantes que iba más allá de la República de Indios y que se redefinía de acuerdo con las nuevas realidades surgidas del proceso de mestizaje. Cuando Vasco de Quiroga establece el proyecto de pueblos-hospitales a orillas del

POBRTZA

E ASSTSTENCTA

NO ESpAqO rBÉRICO

(SÉCULOS XVI-XX)

DISCURSOS Y PRÁCTICAS ASISTENCTALES ACERCA DEt ABANDoNo Y LA ExPosICIÓN INFANTIL EN tA NUEVA GALICIA ENTRE LA COLONIAY LA INDEPENDENCTA I MARÍA DEL PILAR CUTIÉRREZ LoRENZo I REBECA VANE§A cARCiA CoRZo

Lago de Pátzcuarot

- ideado bajo el modelo de vida comunitaria y

organización social

tomado dela Utopía de Tomás Moro con el propósito de servir de refugio a todo tipo de gente infortunada2 - la erección de una casa para niños expósitos no fue necesaria, siendo más bien una idea que quedó plasmada en una carta al Consejo de Indias en 15313. Posteriormente el discurso contra el abandono de niños se intensificó y hubo que dar resPuestas institucionales al elevado número de expósitos. Testimonios sobre la Nueva Galicia a fines del siglo XVIII señalaban que el grupo indígena no abandonaba a sus hijos y los criaba en el seno familiar, aún en el caso de ser hijos naturales de madre solteraa. En este contexto, hubo voces que afirmaban no ser necesaria la fundación de una Casa de Niños Expósitos dado que "varias mujeres sueltas los dan a luz, ellas mismas los crían al amparo de sus padres y mayores, lo que se verifica entre las gentes plebeyas e indios". El principio fundamental, como observó oportunamente un párroco rural, era que la orfandad y el abandono no suponían un problema para esta etnia porque "los indios los crían a su pecho y no permiten la exposición's. Como se puede advertir, esta solidaridad indígena hacia las nuevas generaciones estaba basada en lazos comunitarios y de vecindad, y no tanto en una vocación de servicio al prójimo, como dicta la caridad cristiana, lo que contribuía a crear vínculos de dependencia y relaciones clientelares. Durante la Colonia, el abandono de niños en las puertas de las iglesias, en los atrios de los conventos o en casas de particulares era algo habitual en la Nueva España. Fue una práctica fundamentalmente urbana a la que se recurría en condiciones de extrema pobreza; una alternativa "piadosa" al infanticidio o a la muerte segura por hambre o inanición. También era un recurso utilizado por las mujeres españolas, criollas y mestizas que t En el pueblo de Santa Fe de la Laguna, Michoacán. WARREN, Vasco de y sus Pueblos Hospitales de Santa Fe. Morelia: Universidad Michoal.B. Quiroga 'z cana de San Nicolás de Hidalgo, 1997. pp.63-64. 3 AIZPURU, Pilar Gonzalbo - La Casa de Niños Expósitos de la ciudad de México: una fundación del siglo XVIII. Historia Mexicana. vol. 31, núm. 3. enero-marzo, 1982. p. 412. a Según el sacerdote de Real de Catorce, esta práctica entre indígenas y castas encubría razones económicas de lo más interesadas por calcular que de 316 nacidos ilegítimos o naturales anuales, sólo una sexta parte entraría en la casa de expósitos porque la mayoría eran hijos de castas como indias, mulatas, mestizas y lobas. Ello era debido a que, por regla general, el proceder de estas mujeres en el caso de tener hijos varones, era que en cada hljo vinculan su subsistencia. Véase "Circular sobre establecimiento de Casas de Expósitos en esta Diócesis y las diligencias practicadas en su obedecimiento, Año de 1799,legajo núm. 4, Gobierno del Ilustrísimo Señor Cabañas". Archivo Histórico del Arzobispado de Guadalajara (AHAG), Gobierno, Serie Obispos, |uan Cruz Ruiz de Cabañas, caja l, carpeta 1799. 5 GUTIERREZ LORENZO, María del Pilar; GARCIA CORZO, Rebeca Vanesa - Ilegitimidad, abandono y exposición injantil en la Nueva Galicia en vísperas de la Independencia, ponencia presentada en el XV Congreso Internacional de AHILA, "1808-2008: Crisis y Problemas en el Mundo Atlántico". Universidad de Leiden - Países Bajol, 26-29 de agosto de 2008.

70

POBREZA E ASSISTENCIA NO ESPAqO IBÉRICO (SÉCULOS XVI-XX) DISCURSOS Y PRÁCTICAS ASI§TENCTALES ACERCA DEL ABANDONO Y LA EXPOSICIÓN TNFANTIL EN LA NUEVA GALICTA

ENTRE LA

coloNrAy rA rNDEprNorNcu. I MARÍA DtL ptLARcurtERREz

LORENZo I RtBtcA vANESA GARCÍA coRzo

procreaban fuera del matritnonio para evitar la vergüenza pública que rePresentaba esta trasgresión en una sociedad marcada por un alto grado de moral cristiana. La percepción habitual de la mujer que exponía al infante era Ia representación de Eva, la pecadora6, por Io que el anonimato que ofrecía la exposición evitaba esa humillación y al mismo tiempo se producía la preservación de la honra, elemento de gran valor en la sociedad de la época.

A ello se debería agregar Ia incidencia de factores tales como epidemiasT, hambrunas, insalubridad, ausencia de adecuada atención médica y un largo etcétera - características del Antiguo Régimen - que generaba una elevada mortalidad de adultos jóvenes y situaciones de pobre za extrema que obligaban al abandono de los niños en aras de garantizar Ia mutua subsistencia, con la consiguiente orfandad y la gran desprotección del infante. Sin embargo, había una diferencia sustancial entre ser categorizado como huérfano o como expósito8. Es así que la condena moral al abandono de niños es acallada desde fechas tempranas y desde fines del siglo XVI comienzan a surgir instituciones de caridad encaminadas a la protección de los niños expósitos en la Nueva España, tales como el Hospital de San Cristóbal (1604) de Puebla, ciudad criolla por excelencia, fundado por el obispo Diego Romano para acoger a los huérfanos y expósitos. En Europa, estos espacios tuvieron un origen medieval, floreciendo en el siglo XI. Fueron creados para canalizar el ejercicio de la caridad y la asistencia a los pobres, enfermos, 6 Así se muestra en los juicios de valor emitidos por los sacerdotes que veían en la instalación de una casa de expósitos en la Nueva Galicia a fines del siglo XVIII la posibilidad de que las mujeres llevaran una vida de perdición, de prostitución. "Circular...", op. cit.,1799. 7 En este sentido los niños expósitos tuvieron una particular participación en el combate de una de

las más mortales enfermedades de todo el periodo colonial, al formar Parte activa en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, de Balmis, de 1803 a 1806. La expedición Partió de La Coruña en 1803 con 22 niños expósitos que portaban el fluido. En la capital neoallega, Guadalajara, la expedición, que de la mano del Dr. Antonio Gutiérrez llegó en 1804, contó con el apoyo tanto de autoridades civiles como eclesiásticas, en particular del obispo fuan Ruiz Cabañas que estuvo a cargo del obispado de 1796 a 1824, mismo que se encargó de dotar a los niños que fueron llevados desde Guadalajara en sustitución de otros portadores. SANTOSCOI Alberto - "Historia del Hospital Real de San Miguel en la Epoca Colonial", Obras Completas. Guadalajara: Unidad Editorial del Gobierno del Estado. t.l, p.323 y OLIVER SANCHEZ, Lilia V. - "La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna y la |unta Central de Vacunación de Guadalajari', en Contergencias y diiergencias: México y Perú, siglos ){VI-X^IX. México: Universidad de Guadalajara. El Colegio de Michoacán, 2007. pp.205-234.

,

Diccionario de la Real Academia de la Lengua de L734, pp. 210-211, define al ilegítimo como: "El o nacido procreado fuera del matrimonio y de padres que no podían contraherle". El expósito era, según la edición de 1732, pp. 690-692: "El niño o niña que han sido echados de sus padres o de otra persona a las puertas de las lglesias, de las casas o parajes públicos o por no tener con qué criarlos, o Porque no se sePa cuyos hijos son'. Aunque no todos los expósitos eran hijos ilegítimos, ni todos los ilegítimos eran expósitos, su situación legal y su percepción social era, en muchas ocasiones, similar, si bien los ilegítimos solían tener mayor reconocimiento que los expósitos dado que se conocían sus progenitore§' como sucedía con

il

los huérfanos. 7L

POBRTZA E ASSTSTENCTA NO ESpAqO IBÉRICO (SÉCULOS XVI-XX) DIsCURsos Y PRÁCTlcAs ASI§TENCTALES AcERcA DEL ABANDoNo y rA ExpostctóN

ENTRE LA COLONI.AY LA INDEPENDENCI,A I MARÍA DEL PILAR GUTIERREZ LoRENZo

tN FANTTL EN LA NUEVA GALICTA REBICA VANESA GARCÍA CoRZo

I

doncellas sin dote, peregrinos, huérfanos, cautivos (etcétera) en sintonía con la creencia de que es en las obras de misericordia donde reside, en gran medida, el perdón de los pecados y, Por tanto, [a salvación eterna del alma. En América esta tradición cristiana florecería con la llegada de las órdenes mendicantes: franciscanos, agustinos, dominicos y carmelitas, quienes predicaron el amor a Dios y al prójimo. Ellos propiciaron la erección de muchas instituciones para dar servicio a pobres, enfermos, viudas, huérfanos y desamparados. Fundaciones siempre condicionadas a la existencia de capital aportado por algún caritativo patrono pudiente. En otras ocasiones, la iniciativa partió de particulares de fortuna regular a amplia, caso del médico Pedro López quien fundó en 1582 un hospital para atender a los niños mestizos recién nacidos abandonados y a los expósitos la ciudad de México. En el mismo hospital estableció la Cofradía de Nuestra Señora de los Desamparados, cuyos cofrades amparaban a los niños mestizos (de españoles y mujeres indígenas). La dificultad del mantenimiento de la casa provocó la precariedad del lugar a principios del siglo XVII, y como la orden de San |uan de Dios, recién llegada a la Nueva España por mediación del virrey de Montesclaros, no tenía lugar para establecerse en 1604, se le hizo entrega del gobierno del Real Hospital de la Epifanía, de la administración de Ia casa de niños expósitos y de la dirección espiritual de la cofradíae. De esta manera, el patronazgo y propiedad quedó en manos de su fundador y sus familiares, y el uso en manos de los frailes hasta que en Real Cédula del 3 de enero de 1606 se les otorgó posesión perpetua de la institución. En los documentos que se refieren a la institución en 1601 y 1604 se demuestra el cambio, no sólo de la integración de los juaninos, sino también de su originaria utilidad: "Hospital de los Niños Desamparados" o "Hospital de los Desamparados y Niños Expósitos". De tal forma que se secciona a los desamparados de los expósitos, constituyendo dos grupos diferentesro. La Cofradía de los Desamparados de la ciudad de México, destinada a socorrer a los niños mestizos recién nacidos que, abandonados, amanecían "muchos de ellos muertos en las calles y comidos de perros"rr, es un claro ejemplo de la injerencia social de estas asociaciones de fieles en que se organizaba la sociedad civil, las cuales alcanzaron gran popularidad a lo largo del siglo XVII debido, en parte, a la propagación de la torturante idea del purgatorio. La incertidumbre creada a partir del Concilio de Trento por el destino ' MURIEL, fosefina - Hospitales de la Nueva España. T. 1. México: Universidad Nacional Autónoma de México. 1990. pp. 259-261. r0 RODRÍGUEZ SALA, María Luisa - Los cirujanos de hospitales de la Nueva España. (Siglos )NI y WII). México: UNAM. 2005. p. 72, nota 5L. " PALOMERO PARAMO, fesús - Las últimas voluntades y el inventario de bines del pintor Alonso Yázguez. Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas. vol. XXVII, núm. 86. México: UNAM, 2005. p. 176, nota 29. 72

POBRTZA E ASSISTÉNCIA NO ESPAqO lBÉRICO (SÉCULOS XVI-XX) DIScURsos Y PRÁCTICA§ ASISTENCI-AIES ACERCA DELABANDONO Y LA EXPOSICIÓN INFANTIL EN LA NUEVA GALICTA ENTRE LA COLONIAy LA INDEPENDENCIA I MAúA DEL PTLAR GUTIÉRREZ LoRENZO I RIBECA VANESA GARCÍA CoRZo

del alma después de Ia muerte del cuerpo, y Ia esperanza puesta en practicar la caridad y la limosna por ser, coino prometía la Iglesia, vía privilegiada de salvación eterna, dio como resultado la intensificación de estas prácticas caritativas. Este discurso construido desde una amplia y sólida estructura institucional y bajo el control de la Iglesia posibilitó la cimentación, merced a la compasión cristiana, de una relación paternalista entre el desheredado y el pudiente - los dos polos de una sociedad barroca -, eu€ por amor de Dios y del prójimo quedaban unidos y atrapados en una relación de dependencia recíproca que, lejos de cuestionar mecanismos y factores estructurales, legitimó la pobreza al tiempo que otorgó a la Iglesia gran influencia social.

Reformas borbónicas y regalismo: los hospicios La Ilustración promovida por la nueva dinastía borbónica en el siglo XVIII trae un nuevo planteamiento que pasa por poner en marcha un nuevo modelo asistencial, ya no fincado en el amor a Dios y al prójimo, sino en atajar la marginación social Por un sentimiento de orden y justicia. Continuaban, ciertamente, las acciones de los siglos previos, tal como la piadosa fundación española en Zacatecas (Nueva Galicia) desde la época colonial hasta entrado el periodo independiente (1840 aproximadamente) destinada a dotar a españolas huérfanas, es decir, pagar dotes a huérfanas para casarlas con sus iguales en sociedad. Esta caridad selectiva permitía defender los intereses del estrato socio-étnico, proteger y asegurar su continuidad, "preservar Ia distinción racial"12 al mismo tiempo que responder a Ia salvación del alma del purgatorio. Estas huérfanas podrían tener o no padres, ser huérfanas (con conocimiento de su origen y apellidos de sus padres) o expósitas que hubieran

recibido el apellido de sus padres adoptivos. Estas acciones caritativas no permanecían anónimas ni en el ámbito de lo privado. A cambio de la dote, las niñas debían "salir de huérfanas" en procesiones, con vestidos nuevos, acompañadas de un padrino y portando un manto y una vela. Así, vestidas 'ton los ropajes de la virtud'r3, eran exhibidas para llamar la atención de posibles pretendientes al igual que para dar testimonio de la obra de misericordia ante la población y Para

inducir a las personas adineradas a colaborar en las obras. Sin embargo, su condición de expósitas permanecería con ellas el resto de su vida, con lo que el estigma social, no obstante su calidad socio-étnica, no desaparecía. Así lo demuestra, por ejemplo, la escritura notarial de L775 en la que el mercader viandante u TRUJILLO MOLINA, Gloria del Carmen

- 'La

obra de dotar huérfanas en Zacatecas: 1700-1840'i en EmiliaRecéndez Guerrero y Norma Gutiérrez Hernández (Coords.), Tres siglos de diálogos sobre la muier: arte, historia y literatura. México: universidad Autónoma de Zacatecas, 2008. p.70.

t' Ibíd., p. 63.

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POBREZA E ASSISTENCIA NO ESPAQO tBÉRrCO (SECULOS XVI-XX) Dl§cuRsos Y PRÁcrICAs ASISTENCIALES ACERCA DEt ABANDoNo y tA ExpostctóN TNFANTIL EN r.A NUEVA GALtctA ENTRE LACOLONIAYT,{INDEPENDENCIA I MARÍA DEL PILARGUTIÉRREZ LoRINZo RTBECAVANESAGARCÍAcoRzo I

residente en Guadalajara, Don Francisco Covarrubias, casado con Doña María Iosefa de la Sierra - niña expósita en la casa del escribano de los fuzgados de Provincia y General

de Difuntos de la Audiencia de Guadalajara, Don Miguel de la Sierra, y de su esposa Doña fuana Antonia Gómez - expedía recibo y carta de la dote dada 'para ayuda de la carga del matrimonio", y caudal propio de su mujer, por un total de 853 pesosra. Frente a estas afortunadas, asimiladas a su grupo, la gran mayoría de los niños expósitos, fruto de las relaciones mestizas y de la trasgresión de la moral, quedaba abandonada en las calles en busca de la compasión cristiana y la limosna y, por ende, entraban en la categoría de vagos y, por asimilación, en la de delincuentes. Era un modelo asistencial

orientado a imponer el cumplimiento de las normas dictadas por la moral pública, que velaba por el honor de los estamentos considerados superiores. De tal modo que uno de los problemas sociales que más preocupó a la nueva dinastía monárquica fue el elevado número de niños abandonados que durante ese siglo se disparó a causa de múltiples factores como fueron, entre otros, el espectacular crecimiento demográfico urbano registrado y el consiguiente aumento de los grupos sociales más desprotegidos.

En respuesta, a lo largo del siglo XVIII estos monarcas fueron despachando diversas órdenes y cédulas asumiendo, dentro del marco del regalismo, funciones anteriormente en manos de la Iglesia. Una medida de control fue la Real Orden del 30 de abril de 1745, decretando que los niños naturales que pedían limosna fueran declarados vagosrs. Otras Reales Cédulas articularon e institucionalizaron la protección a la infancia, al solicitar en la Península e Indias,la construcción de Casas de expósitos y de beneficencia. Ejemplos en América de este tipo de instituciones fueron la Casa de Niños Expósitos de la Habana creada en 1710, la Casa de Expósitos y Asilo de Santiago de Chile de l759,la de Buenos

Aires de 1779 y la proyectada en 1809 en Montevideo para los huérfanos y víctimas de las invasiones inglesasr6. En México, la Real Cédula del 14 de octubre de 1764 ordenó que se fundara la Casa

ra

Archivo Histórico de Instrumentos Públicos de falisco (AHIPI); Protocolos del Escribano Antonio de vol. 19, fs. 446-448. Guadalajara, 27 de noviembre de 1775.

Benca, r5

Respecto a la vagancia, a fines del siglo

XVIII

en áreas de la Nueva España con gran densidad de pobla-

ción indígena, como la ciudad de Mérida en el sureste del virreinato, la fundación de un hospicio de pobres, concebido como un espacio civilizador para la población maya yucateca, era una necesidad social debido a que: "La educación y el trabajo aparecen como los elementos correctores de sus malas costumbres, dispersión residencial, irreligiosidad, inutilidad, insensibilidad y conformidad, entre otros". Esta idea se vio incrementada con la migración y hacinación urbana producto de la crisis agrícola de 1769-1774. Véase CASTILLO CCANCHE, |orge I. - Ocioso, pobre e incivilizado: algunos conceptos e imágenes acerca del maya yucateco a fines del siglo XVIII. Mesoamérica,2005. Edición digital: http://www.mayas.uady.mx/articulos/ocioso.html.

Consultado el 9 de septiembre de 2009. '6 GUTIERREZ, Ramón - Arquitectura -292.

74

y

(Irbanismo en lberoamérica. Madrid: Cátedra, 1992.

pp.29l-

POBREZA E ASSISTÉNCIA NO ESPAqO IBÉRICO (SÉCULOS XVI-XX) DIsCUR§os Y PRÁCTICAS ASISTENCTALES ACERCA DEL ABANDONO Y LA EXPOSICIÓN INFANTIL EN LA NUEVA GAIICIA ENrRE LA coloNr.A y tA tNDEpiñóiñcr¡, I MARÍA DEL prLAR GUTIÉRREZ LoRENZo I REBECA vANESA GARCÍA coRzo

Real de Expósitos para que se protegiera a los seres "más tiernos e indefensos de la vida" lo que se realizó diez años después, a instancias del arzobispo de México Francisco Antonio Lorenzana y Butrón (1722-1804) el más grande impulso¡ en la Nueva España, de la ilustración metropolitana desde las f,las de la jerarquía eclesiástica, tuvo lugar la erección de la Casa de Niños Expósitos en la capital novohispana, en pleno reformismo borbónico. Pilar Gonzalbori, quien estudia esta fundación, señala que, más que un hecho achacable a la Ilustración, se debió a lo que llama "modernidad cristiana" y justifica la carencia de tal institución en esta ciudad hasta ese momento por Ia relajación de costumbres durante los dos siglos anteriores: el siglo de Conquista y el XVII. Lo ejemplifica citando partes de un memorial que Lorenzana dirigió a sus feligreses a flnes de 1770 con el objetivo de recaudar fondos para su sostenimiento: 'que en los dos siglos primeros de nuestra conquista fue mucha la libertad de pecar y no se avergonzaban de criar y ensalzar los hijos naturales en la casa de sus mismos padres" y'que la libertad de pecar en todos estados no estaba tan refrenada y andaban como en triunfo los ilegítimos, los bastardos

y los espurios [...]"''. Otra acción ilustrada de Carlos IV para los niños expósitos fue legitimar su condición social movido: deseos de sacar del abatimiento y desprecio en que la indiscreta preocupación del vulgo tenía a una clase tan numerosa como digna por su inocencia, y desamparo de mis paternales desvelos y cuya conservación y acertada educación puede producir tan grandes bienes al estado movieron mi compadecido corazón a expedir [. . . ] el Decreto en que declaré y mandé que los expósitos de todos mis reinos fueren tenidos y considerados en la clase de hombres buenos del estado

"[...] por mis vivos

llano general sin diferencia alguna de los demás vasallos de esta clase"'e.

Hay que señalar que, pese a la redención de su condición jurídica, como se ha observado en renglones previos con Doña María Iosefa de la Sierra, los expósitos siguieron cargando con la presunta mancha de haber sido concebidos en secreto y ser "fruto del pecado". Una subjetividad generada por una moral católica que marginó y condenó socialmente al individuo toda su vida. Los mecanismos implementados por el reformismo borbónico para la inserción social de los expósitos se definieron institucionalmente en los hospicios. Anexos a hospitales y dependientes para su funcionamiento de los gobiernos municipales o fundados ex Profeso por miembros de la jerarquía eclesiástica, se vincularon con Ia tradición caritativa

r?

GONZALBO AIZPURU, Pilar

tB

lbíd., pp. 428-429.

-

"La Casa de Niños Expósitos...", op. cit., p.412.

re Real Cédula dada en Aranjuez el 19 de Febrero de 1794 'que manda que los niños expósitos sean Iegítimos civilmente, y se tenga cuidado con ellos".

POBREZA E ASSISTENCIA NO ESPAQO rBÉzuCO (SÉCULOS XVI-XX) DISCURSOS Y PRÁCTICAS ASISTENCTATES ACERCA DEL ABANDONO Y LA EXPOSICIÓN INFANTIL EN LA NUEVA GALICTA ENTRE IÁCOLONIAY LA INDEPENDENCTA I MARIA DEL PILARGUTIÉRREZ LORENZO I REBECA VANESA GARCIA CORZO

ejercida por las elites y se denominaron Casas de Caridad y Misericordla. Como era la práctica en las instituciones asistenciales de la Iglesia, quedaron bajo la advocación de santos patronos o fundadores cuyo apellido se impuso como marca de origen a los niños expósitos identificándolos a ellos y sus descendientes como deudores de este sistema caritativo. La diferencia frente a los establecimientos previos, radicaba en que, si bien fueron instituciones creadas para atajar la mendicidad, la vagancia y la ociosidad, se estructuraron bajo el espíritu filantrópico de Ia llustración. El temor a que estas desviaciones pudieran derivar en conflictos sociales, como vino sucediendo a lo largo del siglo XVIII, hizo que fueran concebidos, a pesar de su halo ilustrado, como centros de confinamiento donde junto a los expósitos pudieran recogerse, pero separados, a los numerosos hombres y mujeres de todas la edades que sin recursos vagaban por la ciudad y vivían de la limosna. A todos estos necesitados se les daría auxilio y caritativa asistencia, pero además se les dotaría de la instrucción y formación necesaria para "su aplicación al trabajo, y fomento de la industria popular"2o. Ciertamente, al espíritu filantrópico deberían sumarse el espíritu mercantilista propio de fines del siglo XVIII y la necesidad de promover la "limpieza" (física y moral) de las urbes novohispanas al recluir en centros específicamente creados con tales fines a aquellos miembros de la sociedad que podrían resultar incómodos, caso de mendigos y niños de la calle. Así lo demuestra la fundación de espacios tales como el Asilo de Pobres de la ciudad de México y la orden de 12 de julio de 1782 para ocuparse de lo.s hijos de los mendigos que crecían sin ocupación. Los niños y niñas deberían ser aprendices de un reputado maestro o colocados en un asilo para aprender un oficio. La nueva forma de tratar a la mendicidad permitió al estado intervenir directamente en las vidas de los pobres de todas las edades y sexos, llegando a confinar a los niños que estaban en peligro de volverse futuros vagos, aunque no hubieran mendigado aún2t.

Establecimiento de casas de expósitos en la Nueva Galicia En la Nueva Galicia, y dentro del periodo en cuestión, la primera referencia documental a la fundación de casas de niños expósitos procede del testamento de |osé Comelles, comerciante catalán avecindado en Guadalajara, quien en 1767 legó toda su fortuna para construir un Hospital y casa de niños expósitos bajo la advocación de San )osé y

Ordenanzas para el Gobierno y Dirección de la Casa de Caridad y Misericordia de la ciudad de Guadalajara, Capital de la Nueva Galicia, en RIVERA, Luis M. - El Hospicio Cabañas. Monografía Histórica. Guadalajara: Tip. Dosal, 1924. pp.20-21. " ARROM, Silvia M. - Containing the Poor: The Mexico City Poor House, 1774-1871. Durham: Duke University Press, 2000. p. 24. 20

76

poBRtzA

E ASSTSTENCIA

NO ESPA9O rBÉRICO (SÉCUTOS XVr-XX)

DISCURSOS Y PRÁCTICAS ASISTENCI,ATES ACERCA DEt ABANDONO Y LA EXPOSICIÓN INFANTIL EN tA NUEVA GAIICIA ENTRE tA COLONTAY LA INDEPENDENCIA I MARÍA DEL PILAR GUTIÉRREZ LORENZO I REBECA VANESA CARCÍA CORZO

la dirección del gobierno eclesiástico22. Sin embargo, esta fundación no se concretó por desavenencias entre el gobierno de la Audiencia y la jerarquía eclesiástica. Ciertamente, uno de los graves problemas de esa ciudad a mediados del siglo XVIII fue el espectacular aumento demográfico registrado, "hasta el punto de superar el índice medio de crecimiento de todo el virreinato"23, pudiendo ser uno de los factores que influyeron en la decisión final del caritativo comerciante. Este incremento poblacional conllevó una ampliación considerable de los grupos sociales más desprotegidos, de mayor intensidad en las áreas rurales donde la presión demográfica y la expansión del sistema hacendístico determinaron la migración masiva del campo a la ciudad y la consiguiente presencia de vagabundoi y mendigos. Situación nada grata que vino a agudizar aún más las diferencias económicas y sociales de la población citadina. Medidas emergentes fueron tomadas por las autoridades. En julio de 1790, por iniciativa del intendente de Guadalajara, Antonio de Villaurrutia2a, se creaba una |unta de Caridad para "que se encargase de recoger y ocupar últimamente a toda la gente ociosa y aliviar a los necesitados"2s. Tal era la necesidad y el apremio que, en el reglamento de policía de 1797, año de una devastadora epidemia de viruela, su sucesor ya contaba, sin haber sido establecido físicamente, con los beneficios sociales de un hospicio para pobres.

multirracial población del obispado de la Nueva Galicia entre 1797 y 1802, de acuerdo con |uan Ruiz de Cabañas, era de 654,185 habitantes, gracias en parte, a la recuperación demográfica de la población indígena durante la segunda mitad del siglo XVIII. De hecho, era una población muy joven dividida en los siguientes rangos de edad: un 21.59o/o lo componían los niños de 0 a 7 años, grupo en el que inEs de destacar que la

cluían los infantes que debían ser criados por nodrizas en las casas de cuna; y un23,I9o/o correspondía a los habitantes de entre 7 y 16 años, edad en que losjóvenes aprendían un oficio o las doncellas resultaban casaderas. La suma de estos dos porcentajes alcanzaba casi un 45o/o de Ia población total del obispado sin una plena inmersión en la actividad productiva. Con base en estas proporciones numéricas se puede entender el problema que pudo haber supuesto la exposición infantil. Entre las medidas adoptadas para la fundación de casas de niños expósitos en el occidente novohispano está el documento generado a raíz de la remisión que el marqués

22

Testamento de José Comelles. AHIPJ; Protocolos de Antonio de Berroa, vol. 10, airo 1767, pp. 58v-61. Entre 1700 y 1800 la población se había multiplicado por tres, llegando a24,249 habitantes según el padrón d,e 1791, y situándose en torno a 70,000 habitantes para los años de l8l5 a 1818. SERRERA, Ramón María Guadalajara Ganadera. Estudio regional novohispano (1760-1808). Guadalajara: Ayuntamiento de 23

-

Guadalajara, 1991. p. 10. 2n El fue el primer intendente de la Nueva Galicia y ejerció el cargo de 1787 a 1792. GALVEZ, María Angeles - La conciencia regional en Guadalajara y el gobierno de los intendentes (1786'1s -1800). Gtadalajara: Unidad Editorial del Gobierno del Estado de |alisco, 1996. p.25. 77

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de Branciforte, Virrey de la Nueva España, hizo al obispo de la Nueva Galicia, |uan Ruiz Cabañas (1752-1824)26, de la Real Cédula de 3 de mayo de 179727, en la que el monarca

reglamenta la policía general de expósitos, encaminada al "pronto y total remedio de tan grave perjuicio en obsequio de Ia Religión y beneficio del Estado", a partir de su conservación y adecuada educación. De esa forma se pretendía sacar a los expósitos del "abatimiento y desprecio en que la indiscreta preocupación del vulgo" los tenía. Esta comunicación fue turnada por el obispo ]uan Ruiz de Cabañas y Crespo (a cargo del obispado de 1796 a 1824) a los diferentes curatos de su jurisdicción, dando como resultado un documento en el que, entre otros muchos elementos, se conjugaron el proyecto del ilustrado prelado de fundación de Casas de Misericordia, y los designios del monarca para niños expósitos28. En él se presentó el germen del proceso de institucionalización de los establecimien tos para cría de niños expósitos además de elementos de la vida socio-económica imprescindibles para analizar la articulación del primer proyecto de institucionalización de atención a la infancia en el obispado de la Nueva Galicia en vísperas de la Independencia. Todo ello desde una perspectiva en la que se mezclaban intereses religiosos y seculares así como elementos ilustrados (por Io tanto modernos) con prácticas tradicionales2e.

El proceso halló su cristalización en las Constituciones aprobadas por Real Cédula el 5 de septiembre en 1803, para el establecimiento de la red asistencial de casas de misericordia y caridad. Las causas que impidieron el ambicioso proyecto de Cabañas pudieron ser las carencias económicas, los múltiples problemas producto de la excesiva centralización borbónica y la secularizaciónforzada de las instituciones católicas, además del estallido de la guerra de Independencia de España. De todo ello, sólo se fundó una Casa de Caridad y Misericordia en la capital neogallega3o. En esta institución, construida básicamente entre 1804 y 1809, deberían admitirse 26 Un acercamiento a la labor de este personaje fue realizado por María del Pilar Gutiérrez Lorenzo, "Educación, ilustración e independencia en Guadalajara de Indias: la impronta del obispo Navarro Juan Cruz de Cabañas (1790-1824)", en CAGIAO VILA, Pilar; REY TRISTÁN, Eduardo (Eds.) - De ida y vuelta. América y España: los caminos de la cultura. España: Universidad de Santiago de Compostela,2007. pp. 59-71. 27 Compuesta de 30 artículos, la ejecución de la misma correspondería a los prelados españoles en función de su "ardiente caridad y celo"; ciertamente, era su obligación cristiana cuidar a pobres y menesterosos, labor que históricamente habían ejercido con notable éxito. 28 "Circular sobre establecimiento de Casas de Expósitos en esta Diócesis y las diligencias practicadas en su obedecimiento, Año de 1799, Legajo n.o 4, Gobierno del Ilustrísimo Señor Cabañas". Archivo Histórico del Arzobispado de Guadalajara (AHAG), Gobierno, Serie Obispos, Juan Cruz Ruiz de Cabañas, caja 1,

carpeta,1799. 2e Algunos de los dichos elementos fueron analizados en la ponencia presentada en Leiden en agosto de 2008. 30

La Casa Cuna sólo pudo abrirse en 1859 con la llegada de las Hermanas de la Caridad, tal y como se ha documentado para otros ámbitos territoriales.

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niños expósitos, huérfanos, ancianos, ciegos, lisiados, los hijos y mujeres de éstos, así como niños menores de 10 años con necesidad de ser corregidos. De acuerdo con las Constituciones, al rey correspondió el único patrortazgo, si bien el gobierno y la dirección estarían a cargo de la Mitra por haber promovido y solicitado su fundación. La instauración efectiva de la casa fue impedida por el estallido de la guerra de independencia de España en 1810. Diecinueve años después se reabrió el establecimiento y se enunció un "Reglamento Provisional" vigente durante 54 años, a pesar de los cierres del lugar producto de los cambios políticos del país, y basado en las constituciones coloniales aunque con una función más educativa que caritativa, enfocado a niños entre 5

y

14 años.

Habría que esperar hasta 1859, secularizada la institución, aunque a cargo de las Hermanas de la Caridad, para la generación de una casa-cuna para niños expósitos. De 1859 a 1875 se recibieron 354 niños3r procedentes de Guadalajara y de otras poblaciones de la región, de los cuales 128 sobrevivieron y 227 muríeron con lo que pareciera que su instalación como espacio de asistencia para expósitos no resultó efectiva dado que prácticamente dos tercios de los niños murieron en el lapso considerado.

Conclusión: Entre la Colonia y la Independencia, un proceso de larga duración El proceso de transición de la caridad a la beneficencia iniciado en el siglo XVIII - en el cual se produjeron una secularización paulatina de las instituciones y un proceso de institucionalización secular - permitió el desarrollo del proceso de secularización de la asistencia a lo largo del siglo XIX. Se trató de un proceso de larga duración en el que la caridad debió ceder paulatinamente su lugar a la beneficencia pública. El culmen fue alcanzado con la creación, por Benito luárez en 1861, de la Beneficencia Pública y secularizó efectivamente una labor que durante siglos venía siendo ejercida por instancias religiosas. Cabe mencionar que la concepción de un estado liberal, y de la separación de funciones Iglesia-Estado - que permitió la asimilación y puesta en práctica de los 'derechos del hombre" y la ciudadanización del mexicano - implicó la búsqueda de soluciones racionales, prácticas, a problemas que previamente habían sido atacados

sentimentalmente, por obligación moral y religiosa. Moisés González Navarro en La pobreza en México32 ha demostrado que la asistencia pública, la estatal, siempre fue inferior a la filantropía eclesiástica por su desorganización 3'"Niños expósitos que ha habido en este establecimiento de beneficencia pública desde 1859 a 1875'i Archivo Histórico de Ialisco; B-3-GUA/859. 32 S. A. - La pobreza en México. México: El Colegio de México / Centro de Estudios Históricos, 1985. 494 pp.

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DISCURSOS Y PRÁCTICAS ASISTENCTALES ACERCA DEL ABANDONO Y TA EXPOSICIÓN INFANTIT EN LA NUEVA GALTCTA ENTRE LA COLONI,AY I.A INDEPENDENCTA I MARÍA DEL PILAR GUTIERREZ LORENZO I REBECA VANESA GARCÍA CORZO

y porque trataba los síntomas evidentes más que las causas reales de la pobreza. De más está decir que los tiempos políticos se mueven a ritmos muy diferentes a los sociales, máxime si, como consecuencia de los cambios producto de la política, se agudizan los problemas sociales. Es así que en algunas partes de México, caso de la ciudad de Mérida en 1823, después de la Independencia de España, se continuó recurriendo a soluciones emergentes que habían probado ser'tfectivas" durante la Colonia: los infantes que vagaban por las calles serían recogidos por los regidores para entregarlos a familias reputadas con la finalidad de ser educados33. Se recurre claramente a una práctica caritativa con fines no morales, sino de civilidad y de educación útil para la sociedad. Otra medida tomada a lo largo del XIX en distintas partes del país fue la creación de Escuelas de Artes Mecánicas. Esa fue la solución que eligió en 1841 el Gobierno de falisco (territorio perteneciente a la Nueva Galicia durante la Colonia), cuando decidió atajar el mal desde su origen, Ia ignorancia, a través de la educación de las clases menesterosas creando una Escuela de Artes Mecánicas dividida en tres secciones (carpintería, herrería y latonería; tejeduría y tintorería; una escuela de primeras letras y una academia de dibujo lineal). Con altibajos, la institución continuó funcionando hasta principios del siglo XX, integrando a su labor educativa, ocasionalmente, el de institución correccional, como sucedió durante la década de 1880. A nivel nacional, el 20 de agosto de 1853 el presidente de México, Antonio López de Santa Anna, decretó la "Ley para corregir la vagancia" en la que se presentó una calificación de doce tipos de vagos:

[...] los que no tienen oficio, profesión, hacienda, renta, sueldo, ocupación o medio lícito con que vivir; los que teniendo oficio o ejercicio, profesión o industria no trabajan habitualmente en ellos, y no se les conocen otros medios lícitos de adquirir su subsistencia; los que aun cuando tengan alguna renta o patrimonio, no tienen otra ocupación que la de asistir a casas de fuego o de prostitución, cafés o tabernas, o parajes sospechosos; los que pudiendo, no se dedican a ningún oficio ni industria, y se ocupan habitualmente en mendigar; los jornaleros que en causa justa trabajan solamente la mitad o menos de los días útiles de la semana, pasando ordinariamente los restantes sin ocupación honesta; los que andan por las calles, o vagando de un pueblo a otro con algunos instrumentos de música o de otra clase, o con animales adiestrados, chuzas, dados u otros juegos de suerte Y azar Por ganar su subsistencia; Ios que no tienen más ocupación que dar música con arPas, vihuelas u otros instrumentos en las vinaterías, bodegones o pulquerías; Ios demandantes que con imágenes o alcancías andan por las calles o de pueblo en pueblo pidiendo limosna sin la correspondiente licencia de las autoridades eclesiástica y secular; 33 OJEDA, Pedro Miranda - 'La importancia social del trabajo en el México del siglo XlX". História. vol25, núm. l. Sáo Paulo,2006. p. 132.

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los jóvenes forasteros que andan en los lugares, prófugos, sin destino; los tahúres de profesióu los que exclusivamente subsisten de servir d,e hombres buenos enlos juicios, de procuradores sin poder, de agentes sin título, y todos los que vulgarmente son llamados tinterillos finalmente, el objeto de esta reflexión: los huérfanos o abandonados de sus padres, que no tienen otro ejercicio que el de pedir limosna.

¡

Así, y de nuevo asimilados a vagos y delincuentes, los niños huérfanos y expósitos fueron ob¡eto de dos tipos de medidas: por un lado aquéllas que debían ser tomadas como resultado de la propia existencia de un niño en tal situación y que podría ser educado y protegido en orfanatos como el Hospicio Cabañas y casas de asistencia; por otro lado, medidas que debían ser tomadas para proteger a la sociedad del infante, una vez que se había convertido en un incipiente peligro social al ser un hombre pequeño y haber perdido su inocencia infantil. De ahí que, frente a las medidas coercitivas planteadas en la "Ley de la vagancia'] que se sumaban a las benéficas y caritativas de periodos previos, al presidente Benito luárez le tocó consumar el proceso de secularización de Ia caridad al decretar, en 1861, la Secularización de Establecimientos de Beneficencia, lo que permitió asumir al Estado el control de hospitales, hospicios, casa de dementes, orfanatos y casa de maternidad que previamente habían estado en manos religiosas. Y en medio de todo ello,lidiar con la situación de huérfanos y expósitos a partir de las dos percepciones que se tenía de ellos desde el siglo XVIII y que aún en el XIX pervivieron en la legislación y la cotidianeidad.

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