3 De la cuesta

June 22, 2017 | Autor: Karina Ramos | Categoría: Sexuality, Gender and Sexuality, Gender
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Descripción

Journal of Transcultural Nursing http://tcn.sagepub.com

Taking Love Seriously: The Context of Adolescent Pregnancy in Colombia Carmen de la Cuesta J Transcult Nurs 2001; 12; 180 DOI: 10.1177/104365960101200302 The online version of this article can be found at: http://tcn.sagepub.com/cgi/content/abstract/12/3/180

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JOURNAL de la CuestaOF / ADOLESCENT TRANSCULTURAL PREGNANCY NURSING / July 2001

Taking Love Seriously: The Context of Adolescent Pregnancy in Colombia Tomarse el Amor en Serio: El Contexto del Embarazo en la Adolescencia en Colombia CARMEN DE LA CUESTA, RN, MSc, PhD University of Antioquia JOURNAL de ADOLESCENCIA la CuestaOF / ADOLESCENT TRANSCULTURAL PREGNANCY, NURSING EL / July EMBARAZO 2001 EN LA

Findings from a qualitative research study of the context of adolescent pregnancy are presented. Participants were 21 pregnant adolescents from Medellín, Colombia, and nearby villages in the region. Data were collected by means of 21 qualitative interviews, and analysis followed grounded theory procedures. The study reveals that adolescent pregnancy occurs in the context of a “genuine love affair” in which ideas of romantic love and gender rules guide young women’s behaviour. Regarding an adolescent as immature or in a process of becoming might hinder adolescents’ distinctive culture and circumstances. Ideas of romantic love and gender rules were powerful influences on those who unintentionally got pregnant.

A

dolescent pregnancy attracts the attention of the media and the general public. Newspapers tend to present it as something that might happen in any ordinary family, but for the layperson, it is a puzzling and frightening event. The literature portrays pregnancy mostly in terms of frequency and its consequences. Some believe that it is a general crisis (Silber, Giurgiovich, & Munist, 1995); others, in a more medical vein, conceive it to be an epidemic (Silber, 1984) and a public health problem (Maddaleno & Suárez Ojeda, 1995). Author’s Note: I am indebted to the participants who generously shared their private worlds with me during the study. This research was financed by the University of Antioquia Committee for Research. The National Faculty of Public Health provided the academic time to conduct the research, and I appreciate this indispensable support. Journal of Transcultural Nursing, Vol. 12 No. 3, July 2001 180-192 © 2001 Sage Publications

Se presentan los hallazgos de un estudio de investigación cualitativa sobre el embarazo en la adolescencia. Participaron 21 adolescentes embarazadas de la ciudad de Medellín (Colombia) y de pueblos cercanos. Los datos se recolectaron por medio de entrevistas cualitativas y su análisis se guió por los procedimientos de la Teoría Fundamentada. El estudio revela que el embarazo en la adolescencia ocurre en el contexto de un noviazgo genuino en el que las ideas de amor romántico y las reglas de género guían el comportamiento de la joven. Considerar a la joven como inmadura o en el proceso de ser alguien, puede ocultar su verdadera cultura y circunstancias. Las ideas de amor romántico y las reglas de género son poderosas influencias entre las jóvenes que se embarazan sin haberlo deseado.

El embarazo en la adolescencia atrae la atención de los

medios masivos de comunicación y del público en general. La prensa tiende a presentarlo como algo que puede ocurrir en cualquier familia, pero para el común de la gente, éste es un acontecimiento inexplicable y produce temor. La bibliografía presenta estos embarazos principalmente en términos de su frecuencia y de sus consecuencias. Algunos autores piensan que son una crisis (Silber, Giurgiovich, & Munist, 1995); otros, en un tono más médico, los conciben Nota del Autor: Estoy agradecida a las participantes del estudio que generosamente compartieron sus mundos privados durante el estudio. Esta investigación fue financiada por el Comité para el Desarrollo de la Investigación de la Universidad de Antioquia, la Facultad Nacional de Salud Publica facilitó el tiempo academico para realizarla. Doy las gracias por estos apoyos indispensables.

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de la Cuesta / ADOLESCENT PREGNANCY,

The International Federation of Family Planning regards it as a burden for society with “tragic consequences” (Federación Internacional de Planificación de la Familia, n.d.). However, some understand that the issue is increased visibility: It is now more conspicuous than before (Jusid, 1991; Stern, 1997). In spite of the efforts to prevent them, teen pregnancies are increasing worldwide with serious consequences for mothers’ and babies’ health. The World Health Report for 1998 states that adolescents age 15 to 19 gave birth to 17 million babies in 1997, and 16 million of the births occurred in developing countries (World Health Organization, 1998). In Colombia, fecundity among adolescents rose from 10.4% of all births in 1950 through 1955 to 15.3% in 1985 through 1990 (Maddaleno & Suárez Ojeda, 1995). According to the National Survey, in 1995 this figure increased to 16.1% of all births (Ordóñez Gómez, n.d.). This article presents findings from a larger qualitative research study about adolescent pregnancy from young girls’ points of view (de la Cuesta, 1999a). The study took place in Colombia and was conducted with the purpose of developing an understanding of adolescent pregnancy. It is hoped that this understanding will give some guidance to practitioners and policy makers for effective prevention of unwanted pregnancies among adolescents. The research objectives of describing and analyzing the context of adolescent pregnancy guided the findings presented in this article. LITERATURE REVIEW Adolescence is regarded as a period of intensified health risks; hence, health promotion programmes target prevention of what is being called “risk behaviour” (World Health Organization, 1995). Teen pregnancies fall into this category (Heaven, 1996), and prevention aims at reducing early sexual relations and promoting the use of condoms. Health education is the main strategy for changing adolescents’ health behaviour (de la Cuesta, 1999a). However, health education and preventive programmes in general are under scrutiny. They have been criticised for their assumptions about the role of information in changing behaviour, for overlooking contextual constraints, and for their naiveté (Bajos, Ducot, Spencer, Spira, & ACSF group, 1997; Graham, 1976; Pill, 1991). In spite of abundant evidence showing the need to acknowledge the cultural and contextual issues in health behaviour (Pill, 1991), in adolescent pregnancy little has been studied in this area. This is a serious omission for a health care issue that relies so much on preventive and health education activities, and the practical absence of young people’s points of view has been highlighted (Atkin, Ehrenfeld, & Pick, 1996; Maddaleno & Suárez Ojeda, 1995; Michell, 1997; Moore & Rosenthal, 1993). It has been concluded that research on adolescent risk behaviour reflects an “adultistic” view that places preventive

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como epidemia (Silber, 1984) y como problema de salud pública (Maddaleno y Suárez Ojeda, 1995). La Federación Internacional de Planificación Familiar (sin fecha) los considera una carga para la sociedad con “consecuencias trágicas”. No obstante, hay quienes creen que se les está prestando más atención por su creciente visibilidad: ahora son más evidentes que antes (Jusid, 1991; Stern, 1997). A pesar de los esfuerzos por prevenirlos, los embarazos en la adolescencia están aumentando en todo el mundo, con consecuencias serias para la salud de la madre y su hijo. En el informe de la Organización Mundial de la Salud del año 1998 se presenta el dato de que en 1997 nacieron 17 millones de niños hijos de madres adolescentes -entre 15 y 19 años-, de los cuales, 16 millones fueron de países en vías de desarrollo (World Health Organization, 1998). En Colombia, la paridad de las adolescentes aumentó del 10.4% del total de los nacimientos en 1950-1955 al 15.3% en 1985-1990 (Maddaleno y Suárez Ojeda, 1995). De acuerdo con la Encuesta Nacional, en 1995 esta cifra umentó al 16.1% de todos los nacimientos (Ordóñez Gómez, sin fecha). El presente artículo muestra los hallazgos de un estudio cualitativo más amplio sobre el embarazo en la adolescencia (de la Cuesta, 1999). El estudio, que se desarrolló en Colombia, se hizo con el propósito de comprenderlo y describirlo, teniendo en cuenta el punto de vista de las jóvenes. Se espera que este enfoque proporcione a las personas en contacto con los jóvenes una serie de guías para prevenir los embarazos no deseados por ellos. Los objectivos de investigacíon de describir y analizar el contexto del embarazo en la adolescencia, guiaron los hallazgos que aquí se exponen. REVISIÓN DE LA BIBLIOGRAFÍA La adolescencia se considera un periodo de grandes riesgos para la salud, de aquí que los programas de promoción se orienten a prevenir lo que se ha denominado conducta de riesgo (World Health Organization, 1995). Los embarazos en la adolescencia encajan en esteconcepto (Heaven, 1996) y su prevención se ha orientado a disminuir las relaciones sexuales tempranas y a promover el uso de los preservativos. Para cambiar los comportamientos en salud de los adolescentes, la principal estrategia es la educación para la salud (de la Cuesta, 1999a). No obstante, estos programas están siendo cuestionados. Se les ha criticado que presuponen que la información desempeña un papel importante a la hora de cambiar el comportamiento, que hacen caso omiso de las limitaciones que impone el contexto y que pecan de ingenuos (Bajos, Ducot, Spencer, Spira, & ACSF group, 1997; Graham, 1976; Pill, 1991). A pesar de la abundante evidencia que muestra la necesidad de conocer los aspectos culturales y contextuales en el comportamiento en salud (Pill, 1991), éstos se han estudiado muy poco en relación con el embarazo en la adolescencia. En un tema de salud que se basa tanto en las actividades de prevención y educación, ésta parece ser una omisión seria;

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activities out of young people’s context (Michell, 1997) and limits health educators’ capacity to provide realistic guidance in health matters (Atkin et al., 1996). This is a reflection of the general situation of research into health behaviour, which has practically ignored lay perspectives (Pill, 1991). The literature includes a wealth of information about the magnitude and objective characteristics of the problem, and the success of preventive strategies are repeatedly questioned. Research has mostly been undertaken to provide information of an epidemiological nature; when reviewing this literature (de la Cuesta, 1999a), one gets the impression that pregnancy during adolescence is some kind of disease for which the causes ought to be eradicated. Qualitative research is slowly gaining ground in this area, and most of these studies have inquired into sexuality and reproduction (de la Cuesta, 1999a; Stern, 1996). Recently, the process of adjusting one’s identity during pregnancy has been uncovered (Kano, 1998). Nevertheless, the bulk of the research falls into the quantitative arena. Studies identified risk factors in terms of social, demographic, biological, and psychological variables; as a result, pregnancy is associated with poverty, lack of education, broken families, and many other social ills. These studies tend to be undertaken in deprived areas where participants are of low-socioeconomic status, and they contribute to constructing adolescent pregnancy as an event that takes place among the poor and the uneducated. The difficulties of drawing samples from the middle and upper classes in reproductive health have already been highlighted (Rodríguez & de Miguel, 1990). In a similar epidemiological and quantitative vein, other studies have described a profile of the pregnant adolescent (Pick de Weiss, Atkin, & Karchmer, 1988; Tolbert, 1988) and her lack of knowledge about sexuality and contraception (Pick de Weiss, Andrade, & Chávez, 1988; Schor & Lopez Alegría, 1990). Research tends to reinforce the idea that adolescent pregnancy is some kind of illness or psychosocial trait; it is constructed in medical and deviant terms. Other studies have extensively documented the ill effects of adolescent pregnancy on the mother’s and her baby’s health. The mother’s age is presented as the crucial risk factor (de la Cuesta, 1999a); however, it has been claimed that the poor social and material conditions under which these young girls live are of greater influence than their biological age (Jusid, 1991; Stern 1997). The health effect of adolescent pregnancy seems to be more a social than a biological issue. In general, the information accumulated about adolescent pregnancy is mostly quantitative and refers to the medical dimension of the problem. Little is being said in qualitative terms, for instance, the context and circumstances under which adolescent pregnancy occurs. Recently, attention has been drawn to the need to have better diagnoses of young people’s situations on which to build “a solid base for the implementation of policies, plans and health programmes” (Maddaleno & Suárez Ojeda, 1995, p. 83). Qualitative studies have a major role to play here as they consider the participants’ points of

además, se ha destacado el virtual desconocimiento del punto de vista de los jóvenes (Atkin, Ehrenfeld, & Pick, 1996; Maddaleno & Suárez Ojeda, 1995; Michell, 1997; Moore & Rosenthal, 1993). Se ha concluido que la investigación sobre el comportamiento de riesgo entre los adolescentes refleja una mirada “adultista”, que no tiene en cuenta el contexto de los jóvenes para desarrollar las actividades preventivas (Michell,1997) y que limita la capacidad de los educadores de proporcionar guías realistas en asuntos de la salud (Atkin y col., 1996). Éste es un reflejo de la situación general de la investigación sobre comportamiento en salud, en el que prácticamente se ha ignorado la perspectiva de los individuos (Pill, 1991). La bibliografía incluye gran cantidad de información sobre la magnitud del problema y sus características objetivas, pero cuestiona repetidamente el éxito de las estrategias preventivas. La investigación realizada principalmente proporciona información de naturaleza epidemiológica; cuando se revisa esta bibliografía (de la Cuesta, 1999a) se tiene la impresión de que el embarazo en la adolescencia es una enfermedad cuyas “causas” hay que erradicar. Pero poco a poco la investigación cualitativa está ganando terreno en esta área; antes,la mayoría de los estudios sólo indagaban por temas de sexualidad y reproducción (de la Cuesta, 1999a; Stern, 1996.). Recientemente se ha develado el proceso de cómo se ajusta la identidad durante el embarazo (Kano, 1998). No obstante, la mayor parte de la investigación sigue siendo cuantitativa. Los estudios identifican factores de riesgo en términos de variable sociales, demográficas, biológicas y psicológicas. Han concluido que el embarazo se asocia con la pobreza, la falta de educación, las familias rotas, y muchos otros males sociales. Estos estudios tienden a realizarse en áreas deprimidas en las que los participantes tienen ingresos bajos, y contribuyen a que se piense que el embarazo en la adolescencia es un acontecimiento que sólo tiene lugar entre los pobres y los poco educados. Se ha señalado las dificultades de tomar muestras de las clases medias y altas en estudios sobre salud reproductiva (Rodríguez y de Miguel, 1990). En una tónica similar -la epidemiológica y cuantitativa-, otros estudios han descrito el perfil de la adolescente embarazada (Pick de Weiss, Atkin, & Karchmer, 1988; Tolbert, 1988) y su falta de conocimientos sobre sexualidad y anticoncepción (Pick de Weiss, Andrade, & Chávez, 1988; Schor & Lopez Alegría, 1990). En este tipo de investigaciones, que tienden a reforzar la idea de que el embarazo en la adolescencia es una enfermedad o un problema psico-social, éste se plantea en términos médicos y se lo concibe como desviación. Otros estudios han documentado de manera extensa los efectos nocivos para la salud de la madre y de su hijo. La edad de la madre se presenta como el principal factor de riesgo (de la Cuesta, 1999a). No obstante, se ha señalado que las condiciones sociales y materiales adversas en las que estas jóvenes viven son de mayor peso que su edad biológica (Jusid,

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de la Cuesta / ADOLESCENT PREGNANCY,

view and yield useful information to contextualize prevention and to orient relevant health education. METHOD The study was based on symbolic interactionism, which emphasizes the importance of meaning in understanding social behaviour. According to this perspective, the analysis of social behaviour is “falsified unless meaning is taken into account” (Layder, 1994, p. 61). Because meaning arises out of social interaction, it is hoped that by uncovering a context in adolescent pregnancy the study would shed some light onto this phenomenon. The study was conducted in the Antioquia region of Colombia from March 1997 to August 1999. Participants were pregnant adolescents from Medellín (Antioquia, Colombia) and nearby villages of the region; they were contacted in antenatal clinics and in schools. Their ages ranged from 13 to 19 years old; most of them were single, and during the time of the interview, they were in school; their parents came from different social and economic backgrounds. For 18 participants, this was their first pregnancy, and six of the pregnancies were planned (see Table 1). Data were collected by means of 21 qualitative interviews with a purposive sample of 21 pregnant adolescents. Interviews took place in two waves, one from June to September 1997 (13 interviews) and the other from April to May 1998 (8 interviews). Participation was sought on a voluntary basis, and plain language was used to seek their consent; confidentiality and anonymity during the whole research process were ensured. Interviews took place in private at the school, antenatal clinics, or at home; they lasted 30 to 60 minutes and were conducted in Spanish, tape-recorded, and fully transcribed. A guide was developed to conduct these interviews. The opening question was, “Could you tell me how things were when you got pregnant?” From here, additional questions were asked to obtain rich descriptive data as well as to clarify language meanings because the researcher and participants, although sharing a common tongue, came from different cultural backgrounds. Analysis was conducted concurrently with data collection; the interview guide changed to focus on relevant issues. Data analysis followed grounded theory procedures (Strauss, 1987; Strauss & Corbin, 1990). Emergence of categories was sought, and theoretical sampling guided data collection and was the strategy used to saturate categories (Glaser, 1978; Strauss, 1987). Data analysis developed in three stages: The first was descriptive, to name and develop categories; the second was analytical, to link these categories; and the third was to refine and validate categories and their links. FINDINGS This section describes the context of adolescent pregnancy, and context here is understood in interactionism terms.

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1991; Stern, 1997). El impacto del embarazo en la adolescencia en la salud parece ser más un asunto social que uno biológico. Poco se ha dicho en términos cualitativos, por ejemplo, sobre el contexto y las circunstancias específicas en las cuales se da el embarazo de las adolescentes. Reciente- mente se ha llamado la atención sobre la necesidad de tener un mejor diagnóstico de las diversas situaciones de los jóvenes a partir del cual construir “una base sólida para la implementación de políticas, planes y programas” (Maddaleno y Suárez Ojeda, 1995, p. 83). Los estudios cualitativos tienen un papel preponderante ya que toman en cuenta el punto de vista de los participantes y arrojan información útil para hacer la prevención basándose en el contexto social y orientar mejor la educación para la salud. METODOLOGÍA El estudio se basó en el Interaccionismo Simbólico, que enfatiza la importancia del significado para comprender la conducta social. De acuerdo con esta perspectiva, el análisis de la conducta social “se falsea a no ser que se tenga en cuenta el significado” (Layder, 1994, p. 61). Dado que el significado surge de la interacción social, se espera que al develar el contexto del embarazo en la adolescencia, el estudio arroje una luz nueva sobre este fenómeno. El estudio se llevó a cabo en el departamento de Antioquia, Colombia, entre marzo de 1997 y agosto de 1999. Los participantes fueron adolescentes embarazadas de su capital, la ciudad de Medellín, y de los pueblos aledaños, que se contactaron en las consultas prenatales y en colegios. Sus edades oscilaban entre los 13 y los 19 años, la mayoría eran solteras y en el momento de la entrevista estaban en el colegio. Sus padres pertenecían a diferentes estratos socio-económicos. Para 18 de las participantes, éste era su primer embarazo y 6 de ellos fueron planificados (ver Tabla 1). Los datos se recolectaron por medio de entrevistas cualitativas, de una muestra con propósito, compuesta por 21 adolescentes embarazadas. Tuvo lugar en dos tandas, una de junio a septiembre de 1997 (13 de ellas) y otra, de abril a mayo de 1998 (8 entrevistas). La participación fue voluntaria y se obtuvo el consentimiento explícito de cada joven para participar en el estudio, al utilizar un lenguaje sencillo, y garantizar el anonimato y la confidencialidad durante todo el proceso de investigación. Las entrevistas se desarrollaron en un ambiente de intimidad, en el colegio, en las consultas prenatales o en la casa y duraban de 30 a 60 minutos; se realizaron en español, se grabaron y transcribieron en su totalidad. Antes de realizarlas, se elaboró una guía. La pregunta de apertura fue: “¿Puedes decirme cómo eran las cosas cuando quedaste en embarazo?”. A partir de ahí se hacían preguntas adicionales para obtener datos descriptivos así como para clarificar los significados del lenguaje ya que la investigadora y las participantes, aunque con una lengua común, provenían de lugares con una cultura diferente.

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JOURNAL OF TRANSCULTURAL NURSING / July 2001 TABLE 1 Characteristics of Participants

Characteristic Age (years) 13-15 16-18 19 Schooling at the moment of interviews At school Left school Finished secondary school Parents’ socioeconomic level High class Middle class Low class Marital status Single Married Weeks of pregnancy at the moment of interview 33-36 29-32 25-28 21-24 17-20 13-16 12 Reproduction or parity First pregnancy Second pregnancy

TABLA 1 Características de las Participantes n

5 13 3 12 4 5 1 11 9 19 2 6 4 6 0 2 1 2 18 3

Symbolic interactionism conceptualizes the person as having a capacity to build her or his social world in a meaningful way; it is in the context of interaction where the person derives this meaning (Blumer, 1969). The study reveals that adolescent pregnancy occurs in the context of a “genuine love affair” in which ideas of romantic love and gender rules guide the young girl’s behaviour. This love relationship can be considered to be the field for testing romantic love and the place where the young woman constructs her feminine identity. Although the presence of love in adolescent pregnancy has been extensively pointed out (Bajos et al., 1997; Gold, Karmiloff-Smith, Skinner, & Morton, 1992; Moore & Rosenthal, 1993), this study approaches it in interactionism terms; the emphasis is therefore on the meaning that it has for the young woman. The themes of this context are a serious love relationship, romantic love, a gendered experience of love, and sexual relations in context. A Serious Love Relationship

Adolescent pregnancy is a result of a love relationship: “Things started before” or “when we met,” as participants said. During the interviews, youngsters described this relationship as formal, and the boyfriend was perceived as “serious.” That is, in these young women’s lives, there were other

CaracterÍstica

n

Edad (años) 13-15 16-18 19 Escolarización en el momento de la entrevista En el colegio Abandonaron el colegio Acabaron la secundaria Nivel socio-económico de los padres Alto Medio Bajo Estado civil Solteras Casadas Semanas de embarazo en el momento de la entrevista 33-36 29-32 25-28 21-24 17-20 13-16 12 Reproducción o paridad Primer embarazo Segundo embarazo

5 13 3 12 4 5 1 11 9 19 2 6 4 6 0 2 1 2 18 3

El análisis se realizó en forma concurrente con la recolección de datos. La guía de la entrevista fue modificada para centrarse en los temas relevantes. El análisis de los datos siguió los procedimientos de la Teoría Fundamentada (Strauss, 1987; Strauss y Corbin, 1990). Se buscó la emergencia de las categorías. El muestreo teórico guió la recolección de datos y se lo utilizó para saturarlas (Glaser, 1978; Strauss, 1987). El análisis se desarrolló en tres etapas: la primera fue descriptiva, para nombrar y desarrollar las categorías; la segunda fue analítica, para relacionarlas; y la tercera se hizo para refinar y validar las categorías y sus relaciones. HALLAZGOS Esta sección describe el contexto del embarazo en la adolescencia, entiendiendo contexto en términos interaccionistas. El interaccionismo simbólico plantea que la persona tiene la capacidad de construir su mundo social de manera significativa y que el significado se deriva del contexto de la interacción (Blumer, 1969). El estudio reveló que el embarazo en la adolescencia ocurre en el contexto de un noviazgo en serio, en el que las ideas de amor romántico y las reglas de género guían la conducta de la joven. El noviazgo es como un campo de pruebas para el amor romántico en el que la joven va construyendo su identidad femenina. A pesar de que la

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de la Cuesta / ADOLESCENT PREGNANCY,

boys previous to this one, but they were not “real boyfriends.” Showing their lesser status, they were addressed as “a special friend,” “a fancy,” or “a little boyfriend.” The serious boyfriend was constructed as the “right one,” and finding him was a decisive event (Giddens, 1995) in these girls lives as it ended their romantic search. The young woman felt that she was with the right person, the one she had been actively looking for; for instance, she made inquiries to know “how he really is” and to evaluate whether he was sincere and kind to her. A serious boyfriend is not anyone; he ought to be perceived as a “good lad.” Participants drew on ideas of romantic love to perceive their boyfriend as serious and to guide their behaviour during the love relationship; it can be said that romantic love was the culture in these relationships. It has been pointed out that young people are immersed in a romantic atmosphere that is sustained by reading, films, and many everyday-life suggestions (Rougemont, 1986). For girls, this has been described as the “bedroom culture,” where the ideas of romance are built and nourished by fiction and journals (Banks et al., 1992). Girls are therefore socialized into a romantic construction of love, which is gendered. Romantic Love

The contemporary version of love is romantic. Ideas of romantic love began to be socially significant at the end of the 18th century, which established the difference between romantic and passionate love (Giddens, 1998). According to Giddens (1998), passionate love is more a universal phenomenon and implies a connection between love and sexual attraction, whereas romantic love is more specific of a given culture; here, feelings and attachment tend to predominate over sexual urges. Nevertheless, romantic love includes sexuality, not to satisfy a passion but to build intimacy (Edgar & Glezer, 1994). Participants gave accounts filled with elements of romantic love with some ingredients of passionate love. During the interviews, they commented that they “fall” into true love, that it was at first sight, and that the attraction was almost immediate. For example, a young girl during the interview said, “Well, it was like love at the first sight, because both of us got hit (by love arrows).” In Western culture, it is understood that love remains above the common, everyday life and that lovers are captivated “beyond good and evil in a kind of transcendence that is incompatible with worldly laws” (Rougemont, 1986, p. 40). For this reason, a young woman might leave everything for love, as illustrated in this interview segment.

Question: To be in love, what is it like? Response: I do not know, many things. Question: Such as? Response: Like leaving out everything, well, one abandons everything for the person one loves, and I have never regretted

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presencia de amor en el embarazo en la adolescencia se ha señalado de manera amplia (Bajos y col., 1997; Gold, Karmiloff-Smith, Skinner, & Morton, 1992; Moore & Rosenthal, 1993), este estudio se aproxima a él en términos interaccionistas; el énfasis, por tanto, se pone en el significado que tiene para la joven. Los temas de este contexto son “El noviazgo en serio”, “El amor romántico”, “Una experiencia de género en el amor” y “Las relaciones sexuales”. El Noviazgo en Serio

El embarazo en la adolescencia es el resultado de una relación amorosa: “las cosas comenzaron antes” o “cuando nos conocimos”, como dijeron las participantes. Durante las entrevistas las jóvenes describieron esta relación como una formal en la que percibían al novio como “serio”. Es decir, en la vida de estas jóvenes antes hubo otros muchachos, pero no fueron realmente novios; para mostrar su posición baja en la relación, se referían a aquéllos como “un amigo especial”, “un capricho” o un “noviecito”. El novio en serio se concibe, por el contrario, como el “indicado”; el haberlo encontrado es un evento decisivo en la vida de estas jóvenes, que pone fin a la búsqueda romántica (Giddens, 1995). La joven siente que está con la persona indicada, con la que había buscado en forma activa, haciendo, por ejemplo, averiguaciones para saber “quién es realmente” y evaluando si es sincero y amable con ella. El novio en serio no es cualquiera, tiene que percibirse como “un buen muchacho”. Las jóvenes adoptan las ideas del amor romántico para percibir a su novio como “serio” y para guiar su comportamiento en el noviazgo. Se puede decir que el amor romántico es la cultura típica de esta relación. Se ha señalado que las jóvenes están inmersas en una atmósfera romántica que proviene de las lecturas, las películas y muchas otras situaciones cotidianas donde se alude a él (Rougemont, 1986). En el caso de las jóvenes, esto se ha descrito como una “cultura de alcoba”, donde las ideas de romance se forman y nutren a través de la ficción y de las revistas (Banks y col., 1992). Las jóvenes, por tanto, se socializan en una construcción romántica de género del amor. El Amor Romántico

La concepción contemporánea del amor es la romántica. Las ideas de amor romántico comenzaron a ser socialmente significativas al final del Siglo XVIII, cuando se estableció la diferencia entre el amor apasionado y el romántico (Giddens, 1998). De acuerdo con Giddens (1998), el amor apasionado es universal e implica conexión entre el amor y la atracción sexual mientras que el amor romántico es particular de algunas culturas; en él, los sentimientos de apego tienden a predominar sobre los impulsos sexuales. No obstante, el amor romántico incluye la sexualidad, no para satisfacer una pasión sino para construir intimidad (Edgar y Glezer, 1994). Las participantes narraron una serie de experiencias llenas de elementos de amor romántico, con algunos ingredientes de

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JOURNAL OF TRANSCULTURAL NURSING / July 2001 it. I might regret it later, but I do not think so, knowing that I love him, and I still love him. I love him a lot.

Passionate love states the primacy of love over the established order (Rougemont, 1986), so to abandon “everything,” as the quote says, is proof of love. Data provide other examples of passionate love, such as to have a secret boyfriend and to run away with him at night. Passionate love is valued in Western culture; it is regarded as the supreme test, something that every person ought to know some day. Furthermore, passion is considered a way to feel love (Rougemont, 1986). During the interviews, participants related incidents of jealousy, breaking up, passionate reconciliation, and love demonstrations; for them, the love experience was intensively lived. Indeed, obstacles fed the passion: If love has not drawbacks, there is no romance, said Rougemont (1986). The Romeo and Juliet story and the recent film Titanic ably portray the characteristics of romantic love. It is not a coincidence that in both cases the lovers were adolescents; romantic love in its best expression happens to the young. The love relationship becomes for the young woman the experience of romantic love where the boyfriend’s character and intentions are tested. The relationship permits young women to learn if they are really loved and if it is true love; if it is so, the love experience builds for them a personal and specific romantic love story. Love, which was known in a generalized way, now during the relationship, takes a real shape; secondhand accounts are not relevant. One has to analyze everything. A mother says how things are, but in her way, according to how it was for her in life, and one has to analyze them. But on the other hand, one has to know what kind of partner one is with because although they say “all men are the same” and all men say “all women are the same,” but we are not all the same.

For women, romantic love gives an orientation to time; it projects a life trajectory (Giddens, 1998). In this way, the romantic relationship has a career with different phases and turning points. To know each other and to trust each other give the relationship a stability that has nothing to do with temporality (Holland, Ramazanoglu, Scott, Sharpe, & Thomson, 1992b). A young girl concluded, “The more we trust each other the better the relationship goes.” She is right; trust is the foundation of romantic love (Giddens, 1998). A Gendered Experience of Love

A serious relationship begins when the young girl “organizes” herself with her boyfriend (cuadrarse in Colombian terms). But in fact, what is organized is a new set of rules for the relationship. A young woman explains the differences between relating to a friend and to a boyfriend: “One with the

amor apasionado. Durante las entrevistas comentaron que “sucumbieron” al amor verdadero, que fue a primera vista y que la atracción fue casi inmediata. Por ejemplo, una joven dijo en la entrevista: “pues fue como amor a primera vista porque todos dos quedamos flechados”. En la cultura de Occidente se considera que el amor está por encima de todo y que los amantes están presos “más allá del bien y del mal, en una especie de trascendencia incompatible con las leyes del mundo” (Rougemont, 1986, p. 40). Por tal razón, una joven puede dejarlo todo, como se ilustra en el siguiente segmento de entrevista: P- Y eso de estar enamorada ¿qué es? R- Yo no sé, son muchas cosas P- ¿Como cuáles? R- Como dejar todo tirado, pues uno deja todo tirado por la persona que quiere, y yo nunca me he arrepentido de eso; tal vez me llegue más adelante el arrepentimiento -que no creo-, pues lo hice sabiendo que lo quería, y lo quiero todavía, lo quiero mucho . . .

El amor apasionado implica la primacía del amor sobre el orden establecido (Rougemont, 1986); así, abandonarlo “todo”, como se dice en la cita, es prueba de amor. Las entrevistas proporcionan otros ejemplos de amor apasionado tales como tener novio en secreto y huir con él en el medio de la noche. Al amor apasionado se lo considera como la prueba suprema, algo que cada persona debe conocer algún día. Más aun, la pasión se entiende como una manera de sentir amor (Rougemont, 1986). En las entrevistas, las participantes relataron incidentes de celos, rupturas, reconciliaciones apasionadas y demostraciones de amor; para ellas, la experiencia de amor se ha de vivir con intensidad. Efectivamente, los obstáculos alimentan la pasión; si el amor no tiene barreras no hay romance, dice Rougemont (1986). El relato antiguo de Romeo y Julieta y la reciente película Titanic, reflejan con maestría las características del amor romántico. No es coincidencia que en ambos casos los amantes fueran jóvenes: el amor romántico, en su más plena expresión, les sucede a ellos. El noviazgo se convierte entonces para la joven en una experiencia de amor romántico donde se ponen a prueba el carácter y las intenciones del novio. La relación permite a la adolescente saber si es amada y si el amor es verdadero. Si es así, la experiencia amorosa constituye una historia romántica propia. El amor, que se conocía de manera general, ahora, en la relación, toma forma real; las experiencias ajenas pierden importancia: . . . por eso uno debe de analizar las cosas. La mamá le dice a uno las cosas como son, pero a su modo, según le fue a ella en la vida, y uno tiene que analizarlas, pero por otra parte también debe saber qué pareja tiene porque aunque dicen que “todos lo hombres son iguales” y todos los hombres dicen

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de la Cuesta / ADOLESCENT PREGNANCY,

boyfriend is a bit more shy; one tries to do everything better. But not with friends, with friends one shows oneself as one really is, and with a boyfriend one tries to show the best.” What does it means “to show the best”? The data indicate that participants in their relationship with a serious boyfriend follow earnestly established rules for feminine behaviour, and the young woman’s opinions reflect these rules as applied to the romantic context. For instance, for them it is a natural wish to have a home, to get married, and to devote themselves to their children; it is also understandable that a boyfriend wishes one day, as a man, to have a child. To an outsider, these views could be regarded as conservative. In fact, previous studies included this label in their results. For instance, a study in the United Kingdom found “sexual conservatism” among youngsters (Banks et al., 1992), and studies from Mexico and Colombia described feminine behaviour as traditional (de Alonso Rico, 1986; Ehrenfeld, 1998). However, participants view these as proper relations between men and women; young women labelled it normal behaviour. And they are right, because gender “is so familiar that it seems natural and is often taken for granted” (Davies, 1995, p. 45). Participants use gender rules as a resource for their everyday interactions with their boyfriends. Thus, this young woman let herself be loved and guided by her serious boyfriend both in her everyday life and in her sexual relations: “Well, he took the initiative [in sexual relations], and he asked me if I felt all right. We were silent. Because of this thing of being in love, I let myself go. I let myself be lead by him.” For a successful love relationship, sticking to a feminine role is essential. It permits the boy to be the girl’s “maestro”; he coaches her in sexual relations and also introduces her in the public arena by taking her out to social activities. Analyzing photographs in magazines and publicity, Goffman (1991) discovered that femininity does not exist in a vacuum but in relation to masculinity. Feminine postures are the way they are because they interact with masculine ones. His analysis detected typical feminine traits such as submission, subordination to the male, docility, and being like a student taught by an instructor who physically guides the student. Those traits were found in the data, highlighting the interactive nature of gendered relations. In this way, the love relationship becomes the social arena where girls bring in and construct their gender identities. A participant, when summarizing her relationship with her boyfriend, emphasized this, “The relationship between him and me makes me more, well, it has formed me more as woman.” In a social arena, order is negotiated, and people influence the movement and change that goes on within the arena (Wiener, 1991). In this point of view, the love relationship is dynamic, and identity is negotiated during interaction. Part of young people’s socialization is to develop a gender identity (Banks et al., 1992); the love relationship can be con-

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“todas las mujeres son iguales”, pero todas las mujeres no somos iguales . . .

El amor romántico les proporciona a las mujeres una propósito en el tiempo, les proyecta una trayectoria de vida (Giddens, 1998). De esta manera, la relación romántica es una carrera con diferentes etapas y puntos de transición. Conocerse y confiar son aspectos fundamentales pues dan estabilidad a la relación; estas son características que tienen poco que ver con el tiempo que lleve el noviazgo (Holland, Ramazanoglu, Scott, Sharpe, & Thomson, 1992b). Una joven concluyó: “entre más confianza tengamos, mejor funciona la relación” . Está en lo cierto, la confianza es la base del amor romántico (Giddens, 1998). Una Experiencia de Género en el Amor

El noviazgo en serio se inicia cuando los jóvenes acuerdan “cuadrarse”, o sea, formalizar la relación. El análisis de datos sugiere que lo que se “cuadra” son unas reglas de juego nuevas y diferentes a las de otras relaciones. Así explica una joven la diferencia entre un amigo y un novio: . . . al primer novio yo no lo quería; sólo sentía gran aprecio porque uno de novio, pues . . . a uno le da más pena, uno trata de hacer todo mejor. En cambio, con los amigos no, porque uno con los amigos se muestra tal como es y con el novio trata de mostrar lo mejor . . .

¿En que consiste mostrar “lo mejor”?. El análisis de los datos señala que en el noviazgo las jóvenes se comportan siguiendo fielmente los cánones establecidos para la conducta femenina, y que sus opiniones reflejan las reglas de género aplicadas al contexto romántico. Para ellas, es natural desear tener un hogar, casarse y dedicarse a sus hijos; también es comprensible que el novio desee, algún día, “como hombre”, tenerlos. Para un observador externo, estas opiniones pueden ser tildadas de “conservadoras” y, de hecho, varios estudios de investigación señalan esta categoría en sus resultados. Por ejemplo, un estudio realizado en Inglaterra (Banks y col., 1992) encuentra “conservatismo sexual” entre las jóvenes, y algunos estudios de México y Colombia también describen conductas femeninas tradicionales (de Alonso Rico, 1986; Ehrenfeld, 1998) . No obstante, las participantes consideran que éstas son la base de las relaciones apropiadas entre hombres y mujeres, se entienden como conducta “normal” y, están en lo cierto, ya que el género “es tan familiar que se ve como natural y con frecuencia se da por sentado” (Davies, 1995, p. 45). Las participantes utilizan las reglas de género como recurso para su interacción cotidiana con sus novios; así, la joven se deja querer y “llevar” por el novio en serio tanto en la vida cotidiana del noviazgo como en las relaciones sexuales:

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sidered as a socialization into womanhood. Here, the girl displays an idealized version of herself; she manages the impression she wants to give to her boyfriend. Thus, she acts according to the established feminine canons in a romantic love situation. According to Goffman (1987), if a person wants to express idealized standards, he or she will have to restrain or shield those actions that are not compatible with the impression he or she wants to give. This explains the examples found in the data that show participants having a conservative behaviour. If it is considered that following gender rules stabilizes gender identity and helps to preserve mental health (Oakley, 1985), being conservative in a love situation seems to be a key resource for these young girls. Sexual Relations in Context

In the above context, to engage in sexual relations is an important part of the task of being a girlfriend. To initiate sex constitutes a turning point in the relationship, opening a new phase in the young people’s love trajectory. The beginning of sexual relations is a decisive moment for the young girl as she is called to make a decision that will have crucial consequences for her life and identity. Getting pregnant is one of these consequences that change the girl’s life, forcing her to adjust her identity (Kano, 1998). Indeed, transcendental decisions reshape people’s identities (Giddens, 1995). Decisive moments are linked to risk. Several events present themselves at the same time, and the person is at a crossroads where decisions are difficult to make due to the combined problems and subsequent consequences. The person is aware that the decision will be final or very difficult to reverse. In this situation, he or she seeks expert advice. There is no evidence in the data of this study that participants went to someone to ask for advice in decisive moments concerning sexual relations. It seems that they made these decisions in a solitary manner and isolated from the social world. For these young women, the “expert” is the serious boyfriend who, as described, takes on the role of maestro. Data suggest that sexual relations are part of special moments such as class celebrations, anniversaries, or reunions after a painful separation. Encounters do not arise abruptly but emerge. For participants, sexual relations arise when “the moment comes.” However, the data suggest that the moment does not just arrive but emerges out of a situation crafted during the relationship: Here, the boyfriend has proven his worth and love. In its turn, the sexual encounter builds intimacy and trust. During the interviews, the girls commented that sex brought the couple closer, permitted them to know each other better, and in sum, contributed to ensuring a romantic future or at least to perceiving some stability and permanence in the relationship (Sciarra & Ponterotto, 1998). In this context, sexual relations clearly do not accomplish a reproductive aim but a romantic one: that of building intimacy.

Pues . . . él tomó la incitativa y me preguntaba que si yo me sentía bien, así muy callados, y yo me dejé llevar de esa cosita de enamorada, me dejé llevar por él.

Ceñirse a este papel pasivo es fundamental para que la relación amorosa se desarrolle con éxito. Éste permite que el varón se convierta en “maestro” de la mujer joven, la guíe en las relaciones sexuales y la introduzca en la vida pública, sacándola al exterior, para realizar actividades sociales. Por medio de un análisis de imágenes fotográficas de revistas y de la publicidad, Goffman (1991) planteó que la femineidad no existe en el vacío sino en relación con la masculinidad. Las posturas femeninas eran tales pues estaban en relación a unas masculinas. Su análisis detecta actitudes que son propiamente femeninas tales como la sumisión, la subordinación al varón, la docilidad y la posición de alumna a la que le enseña un instructor que la guía físicamente. Estos rasgos se hallaron en los datos, y destacan la naturaleza interactiva de las relaciones de género. El noviazgo se convierte entonces en la arena social donde las jóvenes actúan y construyen sus identidades. Una participante, al resumir la relación con su novio, lo enfatizó: “ . . .la relación entre él y yo me hizo más bien, pues me ha ido volviendo mas mujer”

En la arena, el orden es negociado y las personas influyen en el movimiento y cambio que ocurre dentro de ella (Wiener, 1991). Desde esta perspectiva se entiende que la interacción en el noviazgo es dinámica y que la identidad se negocia en la relación con el otro. Desarrollar una identidad de género es parte de la socialización de los jóvenes (Banks y col., 1992); el noviazgo se puede considerar una forma de socialización para convertirse en mujer. La joven, en la interacción con su novio, muestra una versión idealizada de sí misma; es decir, maneja la impresión que quiere producir en su novio. Así, actúa de acuerdo con los cánones femeninos socialmente establecidos en una situación de amor romántico. De acuerdo con Goffman (1987), si una persona quiere expresar que cumple con las normas del estándar ideal, tendrá que abstenerse de realizar acciones incompatibles con ellos o encubrirlas. Esto explica los ejemplos encontrados en los datos que muestran el comportamiento conservador de las participantes. Si se considera que seguir las reglas tradicionales estabiliza la identidad de género y ayuda a preservar la salud mental (Oakley, 1985), ser conservadora en una situación amorosa parece ser recurso clave para estas jóvenes. Las Relaciones Sexuales

En este contexto del noviazgo, tener relaciones sexuales es un aspecto importante de la tarea de ser novia. Para las jóvenes entrevistadas su iniciación es un momento decisivo pues son llamadas a tomar una decisión determinante que va a

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de la Cuesta / ADOLESCENT PREGNANCY,

Participants explained relations in terms of gender identity. For instance, a girl commented that it was inevitable because “he is a man and I am a woman.” Because sex is linked to love, encounters are also constructed as natural events within the relationship. Participants explained, for example, that one has to “stay with the person they love” and that sexual relations are not “for fun but for love.” It has been pointed out (Giddens, 1998) that nowadays sexuality and love are linked via the relationship and not via marriage as they were before. For women in particular, sex is understood within a romantic story (Giddens, 1998). The girls interviewed perceived it in this way. For them, when one is in love, to have sexual relations is legitimate. Girls, therefore, do not engage in sex randomly with anyone but with the one they love and when the moment is built. For participants, the love relationship is a socially appropriate place to have sex. Some authors explain this in terms of reputation: That is, to have a good reputation, girls can only express sexual desire in the context of romantic love and commitment (Moore & Rosenthal, 1993). Once more, it demonstrates young girls’ socialization into a gender identity via the love relationship. It has been shown that gender rules and romantic love situate sexual relations. They are resources for giving meaning, establishing criteria, and guiding behaviour. Young women who get pregnant understand them in traditional terms. This points to these girls not fitting with the promiscuous and deviant stereotype (Moore & Rosenthal, 1993); on the contrary, findings here suggest that they conform, perhaps excessively, to an ideal gender role. The love relationship is a socialization into womanhood where gender rules and romantic love provide the scripts young women have to act upon. Nevertheless, these girls are like pioneers in a new territory: They have to build their own maps. CONCLUSION To explain the reasons for adolescent pregnancy, two stereotypes are used (Moore & Rosenthal, 1993): First, it is seen as a manoeuvre to obtain something in exchange, and second, it is assumed that young people are unable to plan. These affirmations are neither proven nor accurate (Moore & Rosenthal, 1993). This study highlights the complexity of adolescent pregnancy and provides information to better understand this phenomenon. Nevertheless, limitations ought to be pointed out. First, the study did not consider boyfriends’ points of view about the context of the pregnancy. Their view could well differ from those expressed by participants and would have enriched the analysis presented here. Second, the findings presented here might well be relevant for a specific cultural group: young Latin girls who are Catholic and live in developing countries. And finally, although developing a qualitative study over a long period of time has advantages for

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tener consecuencias de gran trascendencia para sus vidas y para sus identidades. Quedar en embarazo durante la adolescencia es una de las consecuencias que cambian la vida de la joven obligándola a hacer un ajuste en su identidad (Kano, 1998). En verdad, las decisiones trascendentales cambian la identidad de las personas (Giddens, 1995). Los momentos decisivos se asocian con riesgos. Diversos acontecimientos se presentan juntos y la persona se encuentra en una especie de encrucijada donde las resoluciones son difíciles de tomar debido a la combinación de asuntos y las consecuencias que se derivan de ellos. La persona es consciente de que la decisión será irreversible o que luego será difícil volverla atrás; en situaciones semjantes, la gente suele acudir a los expertos. Pero en los datos de este estudio no se encontró evidencia de que las jóvenes que quedaron en embarazo acudieran a alguien para pedir consejo en los momentos decisivos sobre las relaciones sexuales. La decisión parece que se toma de manera privada y aislada del mundo social; se puede decir que, en este caso, para la joven el experto es el novio en serio, que, como se describió antes, asume el papel de maestro en la relación. Los datos sugieren que las relaciones sexuales suceden en momentos especiales como las celebraciones de grados, aniversarios en el noviazgo, reencuentros después de una separación dolorosa. Los encuentros sexuales no surgen de manera abrupta sino progresiva. Para las participantes, las relaciones sexuales se dan cuando “llega el momento”; no obstante, los datos sugieren que el momento no llega simplemente, sino que emerge de una situación labrada durante las relación; en ella, el novio ha probado su valía y amor. A su vez, el encuentro sexual construye intimidad y confianza. En las entrevistas, las jóvenes comentaron que el sexo los unió mas, les permitió conocerse mejor y, en resumen, contribuyó a garantizar un futuro romántico, o por lo menos, a percibir alguna estabilidad y permanencia en la relación (Sciarra y Ponterotto, 1998). En este contexto, las relaciones sexuales, claramente, no cumplen un objetivo de reproducción sino uno romántico; esto es, el de construir intimidad. Las participantes explicaron las relaciones sexuales en términos de identidad de género; por ejemplo, durante una entrevista una joven comentó que era algo que tarde o temprano ocurriría pues “él es hombre y yo soy mujer”. Y lo que es más importante, los datos muestran que las relaciones sexuales son inherentes al noviazgo pues se relacionan con el amor. Las participantes, por ejemplo, explicaron que “una ha de estar con la persona que ama” y que las relaciones sexuales no se deben tener “por diversión sino por amor”. En este sentido, se ha señalado que hoy en día el amor se liga a la sexualidad a través de la relación y no del matrimonio; específicamente, para las mujeres el sexo se presenta dentro de una historia romántica (Giddens, 1998). Las jóvenes entrevistadas así lo percibían, y, para ellas, cuando se está enamorada es lícito tener relaciones sexuales.

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the maturation of analysis and ideas, external factors such as the social climate regarding adolescent pregnancy and policies about reproductive health might have had an impact on the analysis. These are indeed issues to be considered. Regarding adolescents as immature or in a process of becoming, as professional literature tends to do, might well hinder adolescents’ distinctive culture and circumstances. Ideas of romantic love and gender rules were powerful influences on those who unintentionally got pregnant. This study points to an excessive learning of the traditional woman’s role. Because adolescence is a learning period, this issue, as well as the emotional nature of girls’ sexual relations, should not be neglected in preventive and education programmes. It is hoped that uncovering some of the features of the context in which adolescent pregnancy occurs has shed some light onto the difficulties of using contraceptive methods. Analysis suggests that these methods ought to be perceived to be compatible with girls’ identities as women and that contraception could not be a threat to their love relationship nor to its magic. It has been pointed out that sexual relations build intimacy into a relationship and contribute to ensuring a romantic future with a serious boyfriend. The moment of initiating relations is not age related but linked to the maturity of the love relationship; considering this, delaying the age of initiating sex and promoting abstinence (Khouzam, 1995) seem to be infective preventive strategies. A turning point in the love relationship is when sexual relations begin. This is not a rushed and superficial decision; young people carefully evaluate their boyfriends and consent when the conditions in the relationship are right, when as they said, the moment comes. However, they do not have the expert support and advice that this decisive moment requires. For effective prevention of unwanted pregnancies, it seems necessary to be aware of the fragility and isolated situation of these girls and for school educators and health care personnel to give them support and offer counselling. If a pregnancy occurs, the girl would already have some professional support. Although these findings endorse counselling as a useful intervention for preventing unwanted pregnancies, they increase the concern for the little echo that this measure has in health care (World Health Organization, 1998). Furthermore, the findings sustain the recommendation that policy in this area must be facilitative and not prescriptive: It ought to consider the constraints that influence human behaviour (Holland, Ramazanoglu, Scott, Sharpe, & Thomson, 1992a). Qualitative studies contribute to practice by making visible processes, perspectives, and contexts (de la Cuesta, 1999b). By doing this, they uncover strategies, points for intervention (Mohr, 1997), and alternative possibilities of action that were not previously considered (Hammersley, 1995). It is hoped that the description presented in this article will help health care professionals and schoolteachers to effectively approach the prevention of adolescent pregnancy

Las relaciones sexuales no se tienen con cualquier joven sino con aquél por el cual la joven se siente amada, cuando ha llegado el momento. Para las participantes, el noviazgo es el momento socialmente apropiado para tener sexo. Hay autores que explican esto por medio de la idea de la reputación; es decir, para no perder su reputación, las jóvenes sólo pueden expresar el deseo sexual en un contexto de amor romántico y de compromiso (Moore y Rosenthal 1993). Una vez más se pone de manifiesto la socialización de las jóvenes en una identidad de género. Se ha mostrado, pues, como las reglas de género y el amor romántico enmarcan las relaciones sexuales. Son recursos que proporcionan significados, establecen criterios y guían el comportamiento. Las jóvenes que se embarazan los entienden a la manera tradicional. Esto demuestra que ellas no encajan en el estereotipo de jóvenes promiscuas y desviadas (Moore y Rosenthal, 1993); por el contrario, los hallazgos de este estudio sugieren que se ajustan, quizás excesivamente, a un ideal conservador de comportamiento de género. El noviazgo es una socialización que tiene por objeto ayudarle a la niña a convertirse en mujer y donde las reglas de género y el amor romántico proporcionan los papeles que se han de desempeñar. No obstante, estas jóvenes son como pioneras en un territorio nuevo: han de trazar sus propios mapas. CONCLUSIÓN Para explicar las razones de los embarazos en la adolescencia se han usado dos estereotipos (Moore y Rosenthal, 1993): uno, que los concibe como una maniobra para obtener algo a cambio y otro, que considera a las jóvenes como incapaces de planificar. Estas afirmaciones no están probadas ni son precisas (Moore y Rosenthal, 1993). El presente estudio resalta la complejidad del embarazo en la adolescencia y proporciona información para comprenderlo mejor. No obstante, se han de señalar sus limitaciones. Primero, el estudio no consideró el punto de vista del novio sobre el contexto en el que se dio el embarazo; éste bien pudiera ser distinto al expresado por las participantes y habría enriquecido el análisis. Segundo, los hallazgos que se presentan pueden ser relevantes para un grupo cultural específico, a saber, jóvenes latinaseducadas como católicas en un país en vías de desarrollo. Y, finalmente, mientras que el desarrollo de un estudio cualitativo en un periodo largo de tiempo tiene ventajas porque permite madurar las ideas, algunos factores externos, como el ambiente social con respecto al embarazo en la adolescencia y las políticas sobre salud reproductiva, bien pudieron tener un impacto en el análisis. Estos son asuntos que deben considerarse. Entender a los adolescentes como personas inmaduras o en proceso de ser alguien, como la bibliografía tiende a hacerlo, puede ocultar su cultura específica y sus circunstancias. Las ideas de amor romántico y las reglas de género son

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de la Cuesta / ADOLESCENT PREGNANCY,

and contribute to the delivery of sensitive care to young women. REFERENCES Atkin, L. C., Ehrenfeld, N., & Pick, S. (1996). Sexualidad y fecundidad adolescente [Sexuality and adolescent fecundity]. In K. Langer & A. Tolbert (Eds.), Mujer, sexualidad y salud reproductiva (pp. 39-84). Mexico: EDAMEX–The Population Council. Bajos, N., Ducot, B., Spencer, B., Spira, A., & ACSF group. (1997). Sexualrisk taking, socio-sexual biographies and sexual interaction: Elements of the French National Survey on sexual behaviour [Arriesgarse en la relación sexual, biografías socio-sexuales e interacción sexual: Elementos de la encuesta nacional francesa en comportamiento sexual. Social Science and Medicine, 44, 25-40. Banks, M., Bates, I., Breakwell, G., Bynner, J., Emler, N., Jamieson, L., & Roberts, K. (1992). Careers and identities [Carreras e identidades]. Buckingham, UK: Open University. Blumer, H. (1969). Symbolic interactionism: Perspective and method [Interacción simbólico: Perspectiva y método]. Englewood Cliffs, NJ: Prentice Hall. Davies, C. (1995). Gender and professional predicament in nursing [Género y apuro profesional en la práctica de enfermería]. Buckingham, UK: Open University. de Alonso Rico, A. (1986). Madres solteras adolescentes [Adolescent single mothers]. Bogotá, Colombia: Plaza y Janes. de la Cuesta, C. (1999a). Contexto del embarazo en la adolescencia [The context of adolescent pregnancy]. Unpublished research report, Universidad de Antioquia, Medellin, Colombia. de la Cuesta, C. (1999b). Investigación cualitativa y práctica de enfermería [Qualitative research and nursing practice]. Investigación y Educación en Enfermería, 16, 125-133. Edgar, D., & Glezer, H. (1994). La familia y la intimidad, las carreras familiares y la reconstrucción de la vida privada [The family and intimacy, family careers and the reconstruction of private life]. Revista Internacional de ciencias social, 139, 138-162. Ehrenfeld, L. N. (1998). Adolescentes embarazadas ante la toma de decisiones [Pregnant adolescents before facing decision making]. Jóvenes, 2, 89-97. Federación Internacional de Planificación de la Familia. (n.d.). Embarazo de la adolescente en América Latina y el Caribe [Adolescent pregnancy in Latin America and the Caribbean]. New York: Author. Giddens, A. (1995). Modernidad e identidad del yo [Modernity and the self]. Barcelona, Spain: Península. Giddens, A. (1998). La transformación de la intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en las sociedades modernas [The transformation of intimacy. Sexuality, love, and eroticism in modern societies] (2nd ed.). Madrid, Spain: Cátedra. Glaser, B. (1978). Theoretical sensitivity [Sensibilidad teórica]. Mill Valley, CA: The Sociology Press. Goffman, E. (1987). La presentación de la persona en la vida cotidiana [The presentation of the person in everyday life]. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu-Murguia. Goffman, E. (1991). La ritualización de la feminidad [The ritualization of femininity]. In Y. Winkin (Ed.), Los momentos y sus hombres (pp. 135168). Barcelona, Spain: Paidós. Gold, R. S., Karmiloff-Smith, A., Skinner, M. J., & Morton, J. (1992). Situational factors and thought processes associated with unprotected intercourse in heterosexual students [Los factores circunstanciales y los procesos del pensamiento se asociaron a las relaciones sexuales sin protección en estudiantes heterosexuales]. AIDS CARE, 4, 305-323. Graham, H. (1976). Smoking in pregnancy: The attitudes of expectant mothers [Fumar en embarazo: Los actitudes de mujeres embarazadas]. Social Science and Medicine, 10, 399-405.

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influencias poderosas en las jóvenes que se embarazan sin quererlo; este estudio sugiere que existeuna influencia excesiva del papel de la mujer tradicional. Ya que la adolescencia es un periodo de aprendizaje, en los programas de prevención y educación no debe descuidarse este tema, así como el componente emocional que tienen las relaciones sexuales de las jóvenes. Se espera que haber develado algunos de los rasgos del contexto en el que ocurre el embarazo en la adolescencia, arroje luz sobre la dificultad de lograr que las jóvenes utilicen métodos anticonceptivos. El análisis sugiere que ellas deben percibirlos como compatibles con la identidad de mujer y que no pueden ser una amenaza para el noviazgo ni para su magia. Se ha señalado que las relaciones sexuales contribuyen a la intimidad y a garantizar un futuro romántico con el novio en serio. El momento de iniciarlas no depende de la edad, sino de la madurez del noviazgo; considerando esto, parece una estrategia preventiva ineficaz pretender que se retrase la edad de su inicio o que se promueva la abstinencia (Khouzam, 1995). Un punto crítico en el noviazgo se presenta cuando se inician las relaciones sexuales. Ésta no es una decisión alocada ni superficial; las jóvenes evalúan cuidadosamente a sus novios y consienten cuando las condiciones de la relación son las adecuadas, cuando llega el momento, como dijeron, aunque sin contar con el apoyo ni con el consejo experto que este momento decisivo requeriría. Para que haya prevención eficaz de embarazos no deseados, parece necesario ser consciente de la fragilidad y aislamiento de muchas jóvenes, y procurar que los educadores y el personal de salud les proporcionen apoyo y consejería. Así, aunque se dé un embarazo, la joven al menos contará con ayuda profesional. Para finalizar, estos hallazgos muestran que la consejería es útil para prevenir los embarazos no deseados, y aumentan la preocupación por la poca relevancia que este servicio tiene en la atención en salud (World Health Organization, 1998). Más aún, apoyan la recomendación de que las políticas en esta área sean facilitadoras y no prescriptivas y que se hagan teniendo en cuenta las limitaciones que se imponen al comportamiento humano (Holland, Ramazanoglu, Scott, Sharpe, & Thomson, 1992a). Los estudios cualitativos contribuyen a la práctica haciendo visibles los procesos, las perspectivas y los contextos (de al Cuesta, 1999b) al hacerlo, develan puntos estra tégicos para intervenir (Mohr, 1997) y posibles alternativas de acción que no se habían considerado previamente (Hammersley, 1995). Se espera que la descripción presentada en este articulo ayucle a los profesionales de la salud y de la educación a orientar la prevención de los embarazos en la adolescencia y que contribuya a la prestación de una aterción adecuada para la joven.

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JOURNAL OF TRANSCULTURAL NURSING / July 2001

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Carmen de la Cuesta, MSc, RN, PhD, is a professor in the Department of Basic Professional Education in the Faculty of Nursing at the University of Antioquia. She received her PhD from the University of Liverpool in the United Kingdom. Her research interests include public health and family care.

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