2015 ARQUEOLOGÍA DISTRIBUCIONAL APLICADA AL CURSO BAJO DEL VALLE DE CAMARONES (Actas XIX Congreso Nacional de Arqueología Chilena)

June 23, 2017 | Autor: A. Oyaneder Rodri... | Categoría: Archaeology, Landscape Archaeology, Arqueología, Distributional Archaeology
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Descripción

ACTAS DEL XIX CONGRESO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA CHILENA Octubre 2012, Arica - Chile

Actas del XIX Congreso Nacional de Arqueología Chilena

Octubre 2012, Arica-Chile

Actas del XIX Congreso Nacional de Arqueología Chilena

ACTAS DEL XIX CONGRESO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA CHILENA ISBN Nº 978-956-7021-50-5 Julio 2015 Diseño interior, portada e impresión Andros Impresores Santa Elena 1955 Santiago, Chile

Comité Organizador Dante Angelo Zelada Bernardo Arriaza Torres Juan Chacama Rodríguez Héctor González Cortez Iván Muñoz Ovalle Calogero Santoro Vargas Marcela Sepúlveda Retamal Vivien Standen Ramírez Liliana Ulloa Torres

Directorio Sociedad Chilena de Arqueología 2010-2012 Mauricio Uribe Rodríguez Marcela Sepúlveda Retamal Andrés Troncoso Meléndez Diego Salazar Sutil Bernardo Arriaza Torres

Comité Editorial Actas Marcela Sepúlveda Retamal Camila Alday Mamani Camila Castillo Fuentes Adrián Oyaneder Rodríguez

Editores Actas Rolando Ajata y Doina Munita Ricardo Moyano e Ivan Leibowicz Iván Muñoz y Mauricio Uribe Paola González y Javier Tamblay Iván Cáceres y Lautaro Núñez Gabriela Carmona y Flora Vilches Jacob Sauer y Rodrigo Mera Vivien Standen y Simón Urbina Gloria Cabello y Donald Jackson Itaci Correa y Andrea Martínez Fransisco Mena y Roberto Campbell Adrian Oyaneder, Daniella Jofre y Matías Corvalán

XIX Congreso de Arqueología 13. COMUNICACIONES

ARQUEOLOGÍA DISTRIBUCIONAL APLICADA AL CURSO BAJO DEL VALLE DE CAMARONES DISTRIBUTIONAL ARCHAEOLOGY APPLIED TO THE LOWER REACHES OF CAMARONES VALLEY Adrián Oyaneder1 Desde 1950 el valle de Camarones ha sido objeto de un amplio y diverso conjunto de investigaciones que han nutrido la prehistoria local. Sin embargo, pese a la larga trayectoria investigativa, son escasos los estudios que abordan extensivamente la distribución de evidencias arqueológicas presentes en el valle. A partir de la aplicación de una prospección sistemática sustentada en los conceptos de la arqueología distribucional, se cubrieron dos sectores del valle Camarones: el curso bajo y desembocadura. La metodología utilizada incluye coberturas pedestres intensivas, georreferenciación y descripción de las evidencias arqueológicas superficiales. La información recopilada permite desarrollar un análisis distribucional basado en la aplicación de buffers utilizando SIG (sistemas de información geográfica). Como resultado se identifican importantes evidencias que superan con creces el número inicial que se tenía de hallazgos aislados y “sitios”. Adicionalmente, se presentan nuevas interpretaciones acerca de la obtención de materias primas líticas locales y movilidad de corto alcance en grupos precerámicos y la organización espacial de distintos yacimientos con estructuras arquitectónicas en grupos alfareros. Palabras claves: valle de camarones, arqueología distribucional, hallazgos aislados. Since the 1950’s Camarones valley in northernmost Chile, has been the locus of wide and diverse researches that supported the construction of the knowledge on local prehistory. In despite of the long term researches, it doesn’t exists investigations covering broadly the distribution of archaeological evidences in the region. Through a systematic survey based on the concepts of Distributional Archaeology two places of the valley has been studied: the lower reaches and the mouth. The method for the survey includes intensive pedestrian coverage, georeferencing and description of the surface archaeological evidences. With the new information we developed a distributional study using GIS (geographical information system). As a result we identified important evidences that surpasses the initial number of nonsites and “sites”. In addition, we present new interpretations related to the procurement of lithic resources and short term mobility by Preceramic groups, and the spatial organization of architectonical assemblages of Ceramic human groups. Key words: camarones valley, distributional archaeology, nonsite.

Introducción Los valles transversales exorreicos del extremo norte de Chile están conformados por cinco quebradas que nacen sobre los 3.000 msm y terminan desembocando en el océano Pacífico. En su recorrido cortan pampas, pampitas y la cordillera de la costa, formando estrechos y profundos cauces (Niemeyer 1982). El valle transversal exorreico de Camarones nace en la precordillera donde confluye el río Ajatama con el Caritaya, y termina en Caleta Camarones vertiendo sus aguas en el océano. La cuenca abarca 4.760 km2, y cuenta con escaso espacio transitable a pie, acotado a las terrazas fluviales y aluvionales de los flancos y el talweg.

1

Esta investigación se centra en el curso bajo del valle de Camarones, que va desde la exhacienda de Cuya hasta la desembocadura. En este trecho de 13 km de largo se han identificado sitios en las terrazas marinas y fluviomarinas de la desembocadura, y en las terrazas fluviales circundantes al poblado de Cuya, lo que deja un espacio de 11 km virtualmente sin registros de asentamientos, ocupaciones o actividad prehispánica. En la costa de Camarones se ha determinado la existencia de campamentos base arcaicos, áreas funerarias del periodo Arcaico, cementerios de poblaciones alfareras, áreas de producción alfarera y un conjunto arquitectónico definido como poblado CA/12 del periodo Intermedio Tardío (ver Schiappacasse y Niemeyer 1989). En cambio,

Proyecto FONDECYT 1100354. [email protected]

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Cuya solo cuenta con evidencias muy difusas como pequeños conjuntos de material lítico (Niemeyer y Schiappacasse 1963). Al considerar la situación espacial de los sitios arqueológicos del curso bajo, que cuenta con dos ubicaciones específicas de investigación, se propone el estudio de los 11 km que separan Cuya de la costa. Para estos efectos se aplica una metodología de prospección sistemática e intensiva, sustentada en los conceptos de la arqueología distribucional (Thomas 1975; Plogg et al. 1978; Foley 1981; Dunnell y Dancey 1983; Dunnell 1992; Ebert 1992), con el objetivo de reconocer los espacios de ocupación y actividad de las poblaciones prehispánicas a lo largo y ancho del paisaje. Sitios Arqueológicos del Curso Bajo de Camarones Las investigaciones en el curso bajo de Camarones comienzan con la prospección de carácter dirigido de Dauelsberg (1959), que cubre tramos de Cuya y la desembocadura. En total se identifican ocho sitios de los cuales dos se encuentran en Cuya y seis en la desembocadura. Los sitios de Cuya son el cementerio con cerámica Cabuza y Loreto Viejo CA/13 y el “emplazamiento/población” asociado a cerámica Cabuza CA/14 (Dauelsberg 1959, 1972). En la desembocadura Dauelsberg identifica en la terraza sur el conchal CA/7, el cementerio con cuerpos enfardados dispuestos en cistas CA/8 y el conchal con un sector funerario CA/9. Luego, en el

sector de Acantilados Sur menciona la existencia del conchal CA/10 con “tumbas dispersas” asociado a cerámica Cabuza y Chiza; y el conchal de 7.500 m2 con un sector funerario y un depósito cultural de 4 m de espesor denominado CA/11. Finalmente en el sector de Punta Norte menciona la existencia del pucara CA/12 situado en un cono de deyección elevado y muy inclinado. Posteriormente, Dauelsberg en la década de 1970 identifica y excava los sitios arcaicos CA/16 y Camarones Punta Norte (Schiappacasse y Niemeyer 1984). En paralelo al estudio de Dauelsberg, Schiappacasse y Niemeyer se adentran en el curso bajo desde fines de 1960. En Cuya se da a conocer la existencia del sitio “Terrazas de Cuya” asociado por tipología lítica a la cultura Preagrícola de Conanoxa del Arcaico tardío (Niemeyer y Schiappacasse 1963:144). Mientras que en la desembocadura aplican una metodología sistemática que les permite definir la extensión, cronología y ubicación de los sitios arqueológicos (Niemeyer y Schiappacasse 1984). En síntesis se registran 12 sitios que se detallan en la Tabla 1. Posteriormente, desde mediados de la década de 1970 en adelante Rivera y Muñoz en paralelo (Rivera et al. 1974; Rivera y Aufderheide 1995; Rivera et al. 2008; Aufderheide et al. 1993; Muñoz et al. 1991; Muñoz y Arriaza 2006) se centran en el sector acantilados sur y retoman algunos sectores de la terraza sur. En los acantilados costeros excavan el sitio CA/15 que es subdividido en 5 partes (A,

Tabla 1. Sitios de la terraza sur registrados por Schiappacasse y Niemeyer (Schiappacasse y Niemeyer 1984; Niemeyer y Schiappacasse 1989). Sites of the south terrace informed by Schiappacasse and Niemeyer (Schiappacasse and Niemeyer 1984; Niemeyer and Schiappacasse 1989). Sitio

Adscripción cronológica

Extensión m2

CAM-1 y CAM-2 CAM-3 CAM-4 CAM-5 CAM-6, CAM-7, CAM-10, CAM-15 A y CAM-15 B (es un solo sitio) CAM-8 CAM-9 CAM-11 CAM-12 (CA/9) CAM-13 (CA/8) CAM-14 CAM-15 C

Arcaico Tardío, Cultura preagrícola de Conanoxa No informado No informado Agroalfarero Tardío Agroalfarero Tardío

34.943 No informado No informado 15.183 138.539

Arcaico No informado No informado Agroalfarero Tardío Agroalfarero Tardío Arcaico Temprano y ocupación Inka Arcaico

7.572 No informado No informado 1.956 1.075 17.805 7.237

Arqueología distribucional aplicada al curso bajo del valle de Camarones

B, C, D y E) que son cronológica y funcionalmente distintas1 (Muñoz et al. 1991; Muñoz 1993). Más al sur de CA/15, por los acantilados Muñoz (1989) registra el sitio CA/18 que cuenta con 3 sectores: funerario, conchal y el último de pinturas rupestres sobre un abrigo rocoso pequeño asociado a un denso conchal. En la terraza sur Muñoz revisita los sitios CA/8 (Dauelsberg 1959) y CAM-14 (Niemeyer y Schiappacasse 1984). A un sector de CAM-14 se le otorga el nombre de CA/17 o CAM-17, aun cuando se reconoce que corresponde al mismo agrupamiento estratigráfico de CAM-14 (Muñoz y Arriaza 2006). Finalmente, en el contexto de estudios recientes de arqueología profesional se han registrado nuevas evidencias en Cuya. Estas corresponden a un sector

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funerario definido como Cuya-1 (Moragas 2001) y el registro de dos paravientos y un evento de talla lítica (Jofré y Valenzuela 2009). Mientras que en la desembocadura de Camarones nuevas investigaciones han dado a conocer cinco sitios arqueológicos, dos de ellos corresponden a aleros con pinturas rupestres CA/19 y CA/20 (Oyaneder et al. 2014) y tres corresponden a áreas densas de ocupación con evidencias funerarias sin una adscripción cronológica definida CTB-1, CTN-1 y CTN-2 (González et al. 2013). Enfoque Conceptual y Metodológico de la Arqueología Distribucional La perspectiva de la arqueología distribucional nonsite, siteless y off-site se gesta a comienzos de la década de 1970 en coherencia con la adopción de

Figura 1. Ubicación de los sitios de la desembocadura. Imagen de fondo ©Esri Topographic Map. Location of the outfall archaeological sites. Basemap based on ©Esri Topographic Map.

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metodologías rigurosas, con base científica en los países anglosajones (Clarke 1977; Thomas 1975; Plogg et al. 1978; Foley 1981; Dunnell y Dancey 1983; Dunnell 1992; Ebert 1992). Este enfoque se caracteriza por ser una respuesta a la necesidad disciplinaria planteada por Clarke (1977) de desarrollar una teoría espacial desde la arqueología capaz de lidiar con los distintos tipos de registro arqueológico non-settlement. La respuesta se trató desde distintas perspectivas, que tienen en común la necesidad de remover de los cimientos de la disciplina el concepto de sitio arqueológico como la unidad mínima de muestreo. En contraposición, se plantea que el comportamiento humano se despliega de manera amplia a lo largo y ancho de los paisajes y regiones, dejando tras de sí múltiples huellas de actividad. Estas huellas deben ser analizadas desde una óptica que vaya en concordancia con la amplitud espacial que cubre el comportamiento humano. El cambio de paradigma se sustenta en etnografías de grupos cazadores recolectores de África y Oceanía, que demuestran la extensión y tipo de movimientos hechos en función de las actividades cotidianas, la estación del año, los recursos base disponibles para la vida y factores culturales ligados directamente con la imposibilidad de reutilizar espacios y la selección de lugares para desarrollar actividades de orden ritual. De este modo, la perspectiva busca conocer el comportamiento de los grupos humanos mediante la correlación espacial entre los ítems culturales que se encuentran en la superficie, con los tipos de materias primas y recursos básicos para la vida que fueron utilizados en el pasado. Esta correlación, asimismo, debe ser aplicada considerando las alteraciones postdepositacionales que podrían afectar la ubicación y conservación del material arqueológico. Prospección Sistemática en el Contexto de la Arqueología Distribucional Para lograr los objetivos de este enfoque se desplegó una prospección sistemática de carácter intensivo con un distanciamiento máximo de 30 m entre prospectores, en espacios de la caja del valle que son transitables y accesibles a pie. El área escogida para este estudio abarca 2.000 ha de ellas solo 553 fueron factibles de prospectar, y correspondieron a espacios de terrazas fluviales y aluviales principalmente.

Los criterios definidos para el registro de las evidencias arqueológicas (conjuntos de material y hallazgos aislados) incluyen georreferencia, fotografía en planos general y detalle, tipo de hallazgo, tipo de evidencia cultural, dimensiones tentativas del hallazgo, descripción del emplazamiento, condiciones de visibilidad y a las alteraciones identificables. Se destaca que la toma de información se hizo en función de un reconocimiento básico de las evidencias, por lo mismo no se aplicó ningún análisis detallado o descriptivo en cuanto a la densidad, tecnología, tipología u otras características. Luego, con la información procesada se realizó una caracterización de la distribución espacial mediante el uso del software SIG ArcMap 9.3. Esta consistió en un agrupamiento básico de los sectores con evidencias que presentan una composición material similar y una cronología coherente con un distanciamiento no superior a 10 m. Las dimensiones de estos polígonos de agrupamiento fueron determinadas por el tamaño definido en terreno de cada hallazgo. Una vez precisados los agrupamientos cronológicamente coherentes, se aplicó un cruce de variables relacionadas con la ubicación de los recursos alimenticios, hídricos y materias primas. Evidencias del Curso Bajo de Camarones Una vez recorridas las 553 ha del curso bajo del valle de Camarones se logró identificar 102 agrupamientos y 80 hallazgos aislados. Dichas entidades posteriormente fueron categorizadas según sus características compositivas. La amplia diversidad de tipos de agrupamientos y hallazgos aislados puede ser abordada desde distintas perspectivas2, debido a su complejidad. Sin embargo, en función de conocer las actividades desarrolladas a lo largo del paisaje por grupos Precerámicos y Alfareros, es necesario caracterizar los elementos más “interpretables” y confiables de conocer con el tipo de metodología aplicada. Es por esto que se aplicó el análisis sobre conjuntos líticos (talleres y eventos de talla) sin cerámica y los conjuntos arquitectónicos con cerámica. A partir de la Tabla  2 es posible identificar que tanto para los conjuntos como para los hallazgos aislados las evidencias líticas mantienen una preponderancia numérica. Para el caso de los conjuntos, destaca la existencia de 32 eventos de talla, 14 talleres y una cantera de basalto. Todos distribuidos entre el tributario de Chiza en su margen

Arqueología distribucional aplicada al curso bajo del valle de Camarones

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Tabla 2. Tipos de entidades arqueológicas definidas para el curso bajo de Camarones. Types of archaeological entities defined for the lower reaches of Camarones Valley. Tipos de agrupamientos de material cultural

N

Tipos de hallazgos aislados

N

Alineamiento de clastos asociado a restos culturales Cantera Conjunto de estructuras subterráneas Conjunto de clastos alineados sin apilar Conchal Túmulo Taller lítico

2 1 3 10 3 3 14

7 8 2 1 6 12 2

Horadación con clastos delimitando su perímetro Conjunto de estructuras superficiales Conjunto de fragmentos de cerámica Conjunto de restos bioantropológicos Conjunto de restos culturales Evento de talla Perfil expuesto

2 7 8 14 1 32 2

Alineamiento de clastos alineados sin apilar Artefacto Estructura subterránea con argamasa Estructura superficial con argamasa Estructura superficial sin argamasa Fragmento de cerámica Fragmento fibra vegetal con intervención cultural Fragmento textil Pigmento Restos humanos Restos óseos animal Restos vegetales Talla lítica

1 2 4 10 6 21

Figura 2. Ubicación de los conjuntos y hallazgos aislados identificados. Location of the artifacts assembly and nonsites identified on the survey.

oriente, y el curso bajo de Camarones en el margen sur (ver Figura 2). Respecto de los hallazgos aislados líticos se distribuyen de manera homogénea en el área recorrida, con una leve preponderancia hacia las terrazas del margen sur del valle.

Al asociar las evidencias líticas registradas como conjunto, vemos que existe una clara relación entre la ubicación de estos sectores de actividad con formaciones geológicas que contienen materias primas que se presentan en el registro arqueológico.

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En el caso de los yacimientos y hallazgos aislados asociados a cerámica es posible visualizar que existe una preferencia por ocupar el espacio de la banda norte. Allí existen múltiples yacimientos y hallazgos aislados arquitectónicos, que se ubican sobre estrechas terrazas asociadas a antiguos escurrimientos de agua provenientes de la pampa de Camarones. Los agrupamientos arquitectónicos no sobrepasan los 10 recintos, y en general están compuestos por estructuras de morfología rectangular formadas por rocas apiladas, estructuras circulares subterráneas con paredes de roca y muros hechos con apilamientos de rocas que dividen el espacio de las terrazas en dirección Norte-Sur a modo de “corrales”. La elección de esta banda para establecer conjuntos arquitectónicos y hallazgos aislados del mismo tipo se asocia directamente con la existencia de importantes vías de circulación prehispánica acompañadas por geoglifos (Muñoz 1989; Muñoz y Briones 1998) que conectan la costa, el curso medio y los sectores más altos del valle, donde existen numerosas evidencias de pucaras y poblados tardíos (Niemeyer y Schiappacasse 1998).

Discusión Desde un punto de vista interpretativo, a partir de las evidencias líticas es posible definir que en las terrazas de Chiza existen puntos de prueba u obtención de materias primas que reflejan puestos de actividad acotados en el tiempo, si se considera el tipo, tamaño y densidad de los conjuntos (principalmente desechos de lasqueado primario). En cambio, hacia las terrazas del margen sur del valle de Camarones se distingue un tipo de actividad constante en el tiempo, o bien repetitiva, reflejada en extensos sectores emplantillados de material lítico similares a los que registran Niemeyer y Schiappacasse (1963) en Conanoxa. Estos están constituidos principalmente por esquirlas, desechos de lasqueado secundario (sensu. Winchkler 2006) y en menor preponderancia por elementos formatizados. En paralelo, la obtención de materias primas líticas no debe ser reducida al modelo planteado por Muñoz y Arriaza (2006), pues existen múltiples fuentes que, hasta ahora, no habían sido descritas y que presentan un potencial interpretativo considerable.

Figura 3. Emplazamiento de los sectores de actividad lítica en relación con la cubierta litológica del curso bajo. Fuente de cubierta litológica SERNAGEOMIN. Location of lithic activity places related with the lithological layer of the lower reaches. Source of the lithological layer SERNAGEOMIN.

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Ante esto, se debe revisar el modelo planteado y considerar nuevas dinámicas de movilidad y uso efectivo del espacio interno del valle. Por su parte, la ocupación asociada a grupos cerámicos en la banda norte –principalmente tardíos– responde a un uso extenso del curso bajo, y obedece a un tipo de ocupación ligada a la actividad de pastoreo y caravaneo. Así, los conjuntos arquitectónicos a nuestro parecer se definen como puntos de “parada” en la caminata y espacios de almacenaje de alimentos, que son ocupados esporádicamente y no de manera permanente como otros puntos del valle (Muñoz 1989; Niemeyer y Schiappacasse 1998). Finalmente, pensamos que este trabajo constituye una primera etapa de registro básico, que luego en una segunda parte nos permitirá llegar a interpretaciones con mayor profundidad. Conclusión Los resultados aquí presentados corresponden a una etapa de identificación general de las evidencias arqueológicas del curso bajo de Camarones. Actualmente están en desarrollo nuevos trabajos

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de prospección en el curso medio del valle, con el propósito de tener una visión más amplia de su ocupación y del tipo de actividades desplegadas en el paisaje de la hoya. Luego de aplicar por primera vez esta perspectiva en la región, notamos que se deben desarrollar cuanto antes investigaciones que permitan profundizar el conocimiento acerca de la tipología y cronología de los artefactos asociados a la larga ocupación prehispánica del valle. En específico, hay escasa información referente a las cerámicas no decoradas y su identificación, la cronología y tipología de artefactos líticos y las fuentes de materias primas en general. Agradecimientos: Los trabajos de terreno fueron financiados por el proyecto FONDECYT Nº 1100354. Agradecemos a los habitantes de la Caleta de Camarones por aceptarnos en su espacio de vida. Finalmente reconozco a todos quienes apoyaron las distintas instancias de la investigación, especialmente a Marcela Sepúlveda, Wilfredo Faúndes, Matías Corvalán, Camila Alday, Camila Castillo y Daniela Osorio.

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Notas 1

Es destacable que el sitio CA/15 por ubicación corresponde al sitio CA/11 registrado por Dauelsberg 1959.

2

Para conocer las características de las evidencias aquí resumidas ver Oyaneder 2011.

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