[2014] Introducción

May 22, 2017 | Autor: C. Company Company | Categoría: Gramática Histórica Del Español; Sintaxis Histórica
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Descripción

SINTAXIS HISTÓRICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA Tercera parte: Adverbios, preposiciones y conjunciones. Relaciones interoracionales

volumen

1

Directora Concepción Company Company

universidad nacional autónoma de méxico fondo de cultura económica

Primera edición, 2014 Company Company, Concepción Sintaxis histórica de la lengua española. Tercera parte: Adverbios, prepisiciones y conjunciones. Relaciones interoracionales. Volumen 1 / dirección de Concepción Company Company.— México: FCE, UNAM, 2014. XXXII, 23 x 17 cm — (Colec. Lengua y Estudios Literarios) 1. Español — Historia 2. Lingüística histórica I. Ser. III t. LC PC4746

Dewey 465 C238s

Distribución mundial La publicación de esta obra ha sido posible gracias al financiamiento otorgado por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la unam, a través del proyecto IN-400612 “Medievalia: Sintaxis histórica de la lengua española”, y corresponde al número 40 de Publicaciones de Medievalia. D. R. © 2014, Universidad Nacional Autónoma de México Instituto de Investigaciones Filológicas Circuito Mario de la Cueva s.n., Ciudad Universitaria, 04510, México, D. F. www.filologicas.unam.mx [email protected] D. R. © 2014, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco 227; 14738 México, D. F. Empresa certificada ISO 9001: 2000 Comentarios: [email protected] tel. (55) 5227-4672 Fax (55) 5227-4694 Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio, sin la aunencia por escrito del titular de los derechos

Impreso en México • Printed in Mexico

Índice general Volumen 1 Advertencia editorial Introducción, por Concepción Company Company Parte I. Planteamiento teórico Capítulo 1.  Adverbios, preposiciones y conjunciones. Caracterización, relaciones y problemas de delimitación categorial, por Rosa María Espinosa Elorza Parte II. Adverbios Capítulo 2. Adverbios demostrativos de lugar, por Concepción Company Company y Rosa María Espinosa Elorza Capítulo 3. Adverbios de lugar. La construcción sustantivo + adverbio locativo, por Alejandro Velázquez Elizalde Capítulo 4. Adverbios de tiempo. Demostrativos, comparativos y modotemporales, por Elena Azofra Sierra Capítulo 5. Adverbios tempoaspecutales: aún, luego, todavía y ya, por Elsie Magaña Juárez Capítulo 6. Adverbios en -mente, por Concepción Company Company Capítulo 7. Adjetivos adverbiales, por Martin Hummel Capítulo 8. Adverbios y locuciones adverbiales de manera, por Javier Rodríguez Molina Capítulo 9. Adverbios de cantidad, foco, polaridad y modalidad, por Rosa María Espinosa Elorza Capítulo 10. Locuciones adverbiales con a y base léxica en -as, por Rosa María Ortiz Ciscomani

IX XI

3

127 245 313 411 457 613 733 939 1117

Índice de contenidos volumen 1 Volumen 2 Parte III. Preposiciones Capítulo 11. La preposición a, por Concepción Company Company y Rodrigo Flores Dávila Capítulo 12. Las preposiciones de, des y desde, por Concepción Company Company y Zazil Sobrevilla Moreno Capítulo 13. Las preposiciones por, pora y para, por Rena Torres Cacoullos Joseph Bauman Capítulo 14. Las preposiciones con y sin, por Angelita Martínez Capítulo 15. Las preposiciones en y entre, por Axel Hernández Díaz

1195 1341 1479 1565 1629

Capítulo 16. Las preposiciones contra, hacia y hasta, por Marcial Morera Pérez Capítulo 17. Otras preposiciones locativas y construcciones afines, por Álvaro S. Octavio de Toledo y Huerta Capítulo 18. Preposiciones, conjunciones y adverbios derivados de participios, por Cristina Sánchez López

1837 2055

Parte IV. Relaciones interoracionales: yuxtaposición, coordinación y subordinación Capítulo 19. Oraciones yuxtapuestas, por Dorien Nieuwenhuijsen Capítulo 20. Coordinación y subordinación. Panorama general, relaciones diacrónicas básicas y nexos, por Rosa María Espinosa Elorza Capítulo 21. Coordinación copulativa e(t) / y y disyuntiva o, por Mar Garachana Camarero Capítulo 22. Oraciones adversativas, por Silvia Iglesias Recuero Capítulo 23. Reestructuración general del sistema de subordinación latino. Las completivas de objeto directo, por Laura Espinoza Gutiérrez Capítulo 24. La conjunción que. La complejización del sistema de subordinación, por Francisco Javier Herrero Ruiz de Loizaga

2229 2335 2519 2671 2789

Índice de contenidos volumen 2 Volumen 3 Capítulo 25. Oraciones subordinadas sustantivas de objeto directo, por Georgina Barraza Carbajal Capítulo 26. Oraciones subordinadas sustantivas enunciativas. Sujeto, predicado nominal y régimen prepositivo, por Sergio Bogard Capítulo 27. Oraciones subordinadas sustantivas interrogativas, por José Luis Girón Alconchel Capítulo 28. Oraciones causales, por Manuel Pérez-Saldanya Capítulo 29. Oraciones finales, por Rosaura Silva Ceceña Capítulo 30. Oraciones concesivas, por Manuel Pérez-Saldanya y Vicent Salvador Capítulo 31. Oraciones comparativas, por Antonio Freire Llamas Capítulo 32.  Oraciones condicionales, por Rafael Cano Aguilar Capítulo 33. Oraciones consecutivas, por Claudia Parodi Lewin Capítulo 34. Oraciones temporales, por Rolf Eberenz Índices Corpus base en orden cronológico Corpus base en orden alfabético Índice de autores y obras citados Índice de conceptos, materias y términos Índice de contenidos de los tres volúmenes

2971 3107 3251 3449 3613 3699 3843 3907 4095 4171

LXIII LXXXVII CXI CLXXI CCIX

INTRODUCCIÓN 1. Presentación Tiene ahora el lector en sus manos la Tercera parte de la Sintaxis histórica de la lengua española (shle), que trata sobre Adverbios, preposiciones y conjunciones. Relaciones interoracionales. Como las dos partes anteriores, esta tercera es resultado del proyecto internacional, Sintaxis Histórica de la Lengua Española, radicado en la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), proyecto concebido en cuatro partes, tal como queda explicado en la introducción de la Primera parte de esta obra, y cofinanciado por la propia unam y la editorial Fondo de Cultura Económica (fce). Y, desde luego, cofinanciado, en otro sentido, por las muchas instituciones nacionales y extranjeras que a lo largo de los años han apoyado las investigaciones que sustentan y dan cuerpo a esta shle. La idea y el proyecto mismo iniciaron en el año 2000 y los frutos editoriales correspondientes vieron la luz en 2006 (Primera parte: La frase verbal), en 2009 (Segunda parte: La frase nominal) y esta tercera en 2014. Con esta Tercera parte, la obra shle suma 65 capítulos, siete volúmenes y poco más de 7900 páginas de análisis de datos, organizados, clasificados y jerarquizados, extraídos directamente de corpus, elaborados estos con base en varias centenas de obras, que abarcan desde el más temprano medioevo hasta el siglo xxi. Con la edición de esta tercera parte, es posible decir, en mi opinión, que aquella lejana afirmación tradicional de que la lengua española carecía de una sintaxis histórica de referencia está hoy ya, afortunadamente, disipada por completo. Es, para mí y para la institución que ha cobijado el proyecto, motivo de gran satisfacción que los interesados en la historia de nuestra lengua podamos decir que el español tiene una sintaxis histórica de referencia, por fin, de la oración simple y de la oración compuesta. En efecto, el conjunto de los 65 capítulos cubre tanto la oración simple (Primera y Segunda partes) como la oración compuesta (Tercera parte), y atiende tanto a las categorías léxicas y gramaticales que las forman, cuanto, sobre todo, a los constituyentes, a las construcciones y a las relaciones que las estructuran y organizan. La shle fue concebida, desde el planteamiento inicial del proyecto mismo arriba mencionado, como una sintaxis de referencia y por ello se ha privilegiado a lo largo de las —hasta ahora— tres etapas la descripción, caracterización y organización de la información y no los posibles marcos teóricos en que esa información puede ser explicada. La teoría está subyacente y, en ocasiones, aflora [XI]



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cuando la comprensión de la diacronía, a juicio del investigador, mejora mediante la inserción de los datos y de sus diacronías en un marco teórico específico. Esta Tercera parte, en tres volúmenes, trata sobre adverbios, preposiciones y conjunciones así como sobre las relaciones que estas tres clases de palabras, solas o en combinación, contraen, pero también trata sobre las relaciones interoracionales que no están vehiculadas por nexo alguno; es decir, en esta obra se analiza también la yuxtaposición, además de la coordinación y la subordinación. Se analizan y describen en esta tercera parte no sólo las diversas sincronías de algunas clases de adverbios, de las preposiciones todas, propias e impropias, de muchas conjunciones y de varias locuciones adverbiales y conjuntivas, identificadas en los diferentes estados de lengua analizados en el libro, sino también los cambios fundamentales experimentados por esas clases de palabras y constituyentes, así como las diversas diacronías que han experimentado esas formas y construcciones. Versiones maduras no definitivas de los capítulos que integran esta Tercera parte fueron expuestas y discutidas por sus respectivos autores en el III Seminario Internacional de Sintaxis Histórica de la Lengua Española, realizado en la ciudad de Morelia, México, en noviembre de 2009. Este seminario, al igual que sus antecedentes, I y II, que dieron lugar, respectivamente, a las partes primera y segunda, permitió delinear mejor el conjunto de esta tercera parte, permitió acotar los objetivos centrales de cada uno de los capítulos, hizo más evidente las relaciones de unos temas con otros, hizo también evidente la necesidad de abrir algún capítulo no considerado en el plan inicial y mostró la necesidad de reordenar internamente alguna de las partes. Como en las anteriores ocasiones, este seminario fue un espacio preliminar imprescindible para llevar a buen puerto el alumbramiento de estos tres nuevos volúmenes.

2. Estructura de la Tercera parte Esta tercera parte comprende cuatro grandes secciones: I. Planteamiento teórico; II. Adverbios; III. Preposiciones; IV. Relaciones interoracionales: yuxtaposición, coordinación y subordinación. El hecho de que los adverbios precedan a las preposiciones responde a la diacronía misma de la lengua, en la cual, como es sabido, aquellos son, en gran parte, las formas que gestaron muchas de las preposiciones ya en el propio latín, al punto de que en esta lengua un gran número de adverbios —por ejemplo, entre otros, los denominados preverbios—, y de preposiciones eran homófonos. A su vez, los adverbios, solos o construidos con preposiciones, y, a su vez, estas, solas o con aquellos, ambas clases juntas o por separado, dieron lugar a las relaciones de coordinación y subordinación del español, en muchas ocasioXII

estructura de la tercera parte

nes a través de su colocación sistemática con la forma que. El proceso diacrónico es, por supuesto, mucho más complejo que el aquí esbozado, pero basten estas líneas para que el lector o usuario de la shle entienda que la estructuración de las cuatro secciones integrantes de esta tercera parte obedece, en gran medida, a las propias dinámicas diacrónicas de la lengua española. Es claro que cualquier organización de contenidos gramaticales se presta a ser replanteada, sobre todo por la naturaleza relacional y multiforme de los hechos lingüísticos y aún más por la multicausalidad inherente a los cambios lingüísticos, que lleva a superposiciones de temas y niveles de lengua difíciles de evitar. Sin embargo, he creído que la organización propuesta es la que mejor da cuenta del peso que tiene el adverbio, en primer lugar, y las preposiciones, en segundo, como ejes estructuradores de distintas relaciones. La primera sección, con un solo capítulo (capítulo 1), está concebida como un marco general de apertura y mejor comprensión de las formas, estructuras y cambios que se analizan en los restantes capítulos. Este capítulo hace explícitas las relaciones dinámicas y los procesos sintáctico-semánticos que sufren los adverbios y las preposiciones para codificar las diversas relaciones dentro de la oración, entre oraciones y fuera de la oración. La sección dos contiene nueve capítulos (2-10); se abordan en ella las evoluciones de los adverbios demostrativos de lugar, algunos adverbios locativos, algunos adverbios temporales y cuatro tempoaspectuales, los adverbios en -mente, adjetivos adverbiales, por sí mismos y en su relación con los anteriores, los adverbios de modo y numerosas locuciones adverbiales de manera, muchas hoy perdidas, los adverbios de cantidad, foco, polaridad y modalidad, y por último, la construcción modal, del tipo a tontas y a locas, de muy baja frecuencia en todas la épocas pero con una recreación y ampliación léxica romance realmente interesante. La sección tres, con ocho capítulos (11-18), se aboca a la formación, comportamiento sintáctico-semántico y diacronía de las diecisiete preposiciones reconocidas tradicionalmente en las gramáticas, más algunas preposiciones hoy perdidas, como des, más las denominadas preposiciones impropias, más adverbios derivados de participios que no llegan a comportarse estrictamente como preposiciones, más muchas locuciones y voces de sentido originario locativo que tienen una naturaleza fronteriza entre adverbios y preposiciones. Estas, junto con las preposiciones impropias, son ejemplo paradigmático de que en la lengua, los procesos de cambio lingüístico son más recreación que creación, que prácticamente no se desecha casi nada —los hablantes, sin duda, somos seres ahorrativos—, que formas viejas coexisten con las nuevas por siglos, que estas contienden con aquellas por los mismos contextos y espacios comunicativos, y que, una vez más, los adverbios son los grandes protagonistas de la formación de nuevas preposiciones y de relaciones oracionales. La sección cuarta, y última, la más larga en el número XIII



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de capítulos, dieciséis (19-34), aborda la estructura de los tres tipos básicos de relaciones interoracionales reconocidos tradicionalmente en el español: yuxtaposición, coordinación y subordinación, esta última tanto en la subordinación estricta, enunciativas sustantivas, como en relaciones interoracionales de diverso grado de (inter)dependencia. Los capítulos 20, 23 y 24 pueden ser leídos por sus propios contenidos, cuanto a manera de marcos generales de las relaciones de coordinación y, sobre todo, de subordinación. El 20 examina el panorama general de nexos coordinantes y subordinantes y las relaciones semánticas diacrónicas básicas que esos nexos contrajeron en la conformación de la coordinación y de la subordinación hasta llegar a tener la forma y el funcionamiento actuales. El 23 aborda la reestructuración general de relaciones de subordinación que experimentó la lengua latina en su paso al hispanorromance, con especial énfasis en el origen y etimología del nexo comodín que y en la pérdida de las construcciones subordinadas completivas de accusativus cum infinitivo. El 23 analiza ese nexo comodín y todas las relaciones semánticas que vehicula en los contextos sintácticos apropiados. Al examinar el índice general, se percatará el lector de que no están tratados ni el adverbio de polaridad negativa fuerte, no(n), como tampoco las subordinadas adjetivas. El primero está analizado en la Primera parte: La frase verbal de esta shle, porque la negación se sirve de un adverbio que está mucho más integrado en el predicado, en la frase verbal o en el sintagma verbal que lo que suelen estarlo los adverbios analizados en esta tercera parte, y porque la negación no da lugar a relaciones interoracionales de dependencia de ningún tipo, salvo cuando no refleja usos del latino ne, marca de las oraciones finales negativas en latín tardío (en latín clásico ut ne). Las segundas fueron objeto de estudio de dos capítulos en la Segunda parte: La frase nominal, porque forman parte del margen derecho de la frase nominal o sintagma nominal. Se percatará también el lector de que falta al menos un capítulo sobre adverbios locativos que no sean los demostrativos (capítulo 2) y que no ocupen una posición fija posnominal (capítulo 3). Tratados en la parte primera están los complementos circunstanciales locativos, pero no los ítems léxicos adverbiales locativos, proyectados en esta tercera parte. Falta asimismo el análisis de otros adverbios tempoaspectuales; falta, una vez más el tratamiento del régimen prepositivo —una vez más digo, porque estaba planeado este tema en la parte primera y volvió a ser planeado en esta tercera parte—, y falta, sin duda, el análisis de predicaciones secundarias, tales como los poco conocidos, diacrónicamente, participios o ablativos absolutos además de otros tipos de predicaciones secundarias. Todos estos temas estaban incluidos en la concepción original de la obra, pero diversos motivos, ajenos a la institución que alberga el proyecto y a mí misma, impidieron que contáramos con ellos en sendos capítulos. Posiblemente, XIV

estructura de la tercera parte

ojalá, el hecho de ver esta shle ya casi concluida —la cuarta parte, y última, versará sobre orden de constituyentes y fenómenos diversos de estructuración del discurso— sea motivo de aliento para que otros equipos de investigación subsanen los vacíos que no pudimos cubrir nosotros, o aborden los temas ya tratados con una nueva mirada, que propicie el diálogo y la discusión para enriquecer el conocimiento de la historia de nuestra lengua. Como podrá observar quien se acerque a los diferentes capítulos de esta tercera parte, así como de las anteriores, la shle es una obra que pone énfasis en la sintaxis de las construcciones y no tanto en las clases de palabra que integran esas construcciones, aunque esta tercera parte tiene mucho más que ver con el léxico que las anteriores, porque así se manifiesta la lengua, así es el español en estas categorías y relaciones: una sintaxis con un pie en el léxico y otro en el discurso. Al mismo tiempo, verá el lector que el foco es la diacronía de las estructuras que manifiestan esta clases de palabras, rastreadas en corpus longitudinales amplios, y no su caracterización en textos específicos ni en una sucesión de sincronías; sin embargo, esta Sintaxis integra aspectos filológicos puntuales sobre algunos de los textos en varios de sus capítulos. Los diversos capítulos permiten analizar las formas de la lengua en sus relaciones con formas afines y observar su comportamiento dinámico a través de los varios siglos de historia de la lengua española. Como las partes anteriores, esta Tercera contiene índices varios relativos al corpus (índices 1 y 2), a los autores y obras citados (índice 3), así como un índice analítico sobre los temas, términos, construcciones y conceptos analizados (índice 4), más un índice general final de todos los capítulos con todos los apartados. Todos ellos facilitarán la consulta de esta obra desde todos los ángulos posibles y espero hagan de ella una útil herramienta de consulta e investigación. Para que el lector pueda formarse una visión global de un determinado tema desde varias ópticas de análisis, he realizado las referencias cruzadas pertinentes; están indicadas mediante una flecha larga entre paréntesis en el texto que remite al número de capítulo donde también se aborda el tema en cuestión; cuando las referencias cruzadas remiten a varios capítulos, se realizan en el orden de los temas abordados y no en el orden de la numeración de capítulos en el libro. En cuanto a la estructuración de los capítulos, los autores de esta obra gozamos en todo momento de total libertad y flexibilidad para exponer los problemas de tal manera que aflorara la idiosincrasia de cada fenómeno. No obstante, todos los capítulos, en líneas generales, tienen un orden expositivo bastante similar: identificación y caracterización del objeto de estudio, objetivo y estructuración del capítulo; presentación del corpus base y los criterios para su conformación; breve revisión bibliográfica del estado de la cuestión, realizada por problemas y no por autores; análisis de los diversos aspectos, factores o variables pertinentes para XV



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dar cuenta del tema en su relación sincrónica-diacrónica —en estos apartados muchos capítulos suelen analizar primero los aspectos formales del fenómeno, su sintaxis, y luego su semántica—; diacronía general del fenómeno, que, por lo regular, constituye un concentrado de aspectos diacrónicos previamente tratados o esbozados, y, a manera de conclusiones, un balance general de la información expuesta en el capítulo; cierra cada capítulo el corpus base seleccionado por el autor, el corpus adicional, en caso de haberlo, y las referencias bibliográficas. Dado que todo cambio sintáctico lleva aparejado un cambio de significado, todos los capítulos abordan tanto la forma y distribución del fenómeno analizado como su semántica, ambas en perspectiva sincrónica-diacrónica.

3. Algunos datos de interés de esta Tercera parte Se observan en el conjunto de los treinta y cuatro capítulos de esta parte algunos hechos no presentes, o que no resultaban visibles, ni en el análisis de la frase verbal (Primera parte) ni en el de la frase nominal (Segunda parte). Ello quiere decir que la diacronía de adverbios, de preposiciones y de conjunciones así como de las relaciones oracionales que ellos construyen es bastante diferente de la del verbo, del sustantivo y del adjetivo, así como de los constituyentes oracionales que estas categorías forman, y diferente, en general, de la diacronía de la oración simple. Mencionemos brevemente algunos aspectos. El aspecto más notable, como ya señalé, es que el comportamiento diacrónico de adverbios, de conjunciones, de locuciones adverbiales y conjuntivas, así como de las preposiciones —de estas, inclusive—, a diferencia de los constituyentes integrantes de la frase verbal y de la frase nominal —con excepción de sus núcleos, verbo y sustantivo— tiene mucho que ver con el léxico, en el sentido de que aquellas formas se mueven diacrónicamente más como ítems léxicos individuales que como grandes clases de comportamiento sintáctico. Tienen un pie tan bien puesto en el léxico —valga la expresión— que los autores de bastantes capítulos nos hemos preguntado si esta Tercera parte era una sintaxis histórica, una semántica histórica o un diccionario histórico, o todo a la vez. La práctica identidad entre sintaxis y semántica / léxico tiene que ver, en parte, con el desarrollo mismo de la lingüística histórica en los últimos quince o veinte años, que ha unido indisolublemente forma y significado. En parte, esta cuasi identidad se debe a la idiosincrasia misma de los procesos de cambio, donde una y otra vez se observa que no existen niveles de lengua autónomos sino que el cambio sintáctico está condicionado semánticamente, discursivamente y, también, léxicamente, desde luego, más en unas categorías que en otras. Y finalmente, esta virtual identidad entre sintaxis y léxico tiene mucho que ver XVI

algunos datos de interés de esta tercera parte

con las clases de palabras, construcciones y relaciones que esta Tercera parte de la shle aborda. Un segundo hecho, digno de ser notado, es que muchos adverbios, locuciones adverbiales conjunciones e, incluso, frases preposicionales se vuelven marcadores y operadores de discurso. Nada semejante ocurría en las dos partes anteriores de la shle, o, pudiera haber sido que los datos manejados para esos capítulos no sacaron a la luz este tipo de camino diacrónico, o que los autores no nos percatamos. No parece que sea así, sino que son los adverbios, las preposiciones en determinadas construcciones y algunas conjunciones los que “se van” fácilmente al discurso. Este segundo aspecto es totalmente lógico porque esta tercera parte trata de relaciones interoracionales, relaciones que no terminan en la parataxis y en la hipotaxis. Tanto ha sido el discurso un telón de fondo de esta Tercera parte, que algunos capítulos vieron modificados sus títulos iniciales ante los resultados del análisis, tal fue el caso del capítulo 21, intitulado originalmente “Oraciones coordinadas copulativas y disyuntivas” y ahora “Coordinación copulativa y disyuntiva”, porque, en los textos, los nexos e(t)/y y o engarzan más veces tramos de discurso que oraciones o constituyentes intraoracionales. Otro tanto pasa con las relaciones adversativas, las causales, las concesivas, las condicionales e, incluso, con las subordinadas completivas. En otras palabras, las fronteras entre discurso y sintaxis se hacen muy borrosas en esta Tercera parte, o en otras palabras, el límite superior de la gramática no es la oración compuesta. Por lo tanto, esta tercera parte mucho tiene que ver con la estructuración del discurso, aunque los autores hemos intentado centrarnos, hasta donde ello ha sido posible, en los comportamientos no discursivos de las formas objeto de estudio. Su tratamiento discursivo será motivo de estudio de la siguiente parte de esta shle. Un tercer hecho notorio es la alta dependencia que las estructuras ahora analizadas tienen respecto de los géneros textuales y de los temas tratados en las obras. Esto es, los diversos soportes discursivos y los géneros textuales condicionan la manifestación de las formas y construcciones y condicionan también su acontecer histórico e incluso su creación o recreación en español, más en el caso de los adverbios y de las relaciones interoracionales que en el de las preposiciones. El condicionamiento del género discursivo en el cambio gramatical, una de las puntas de lanza de la corriente conocida como Nueva Filología, no se había hecho patente en las anteriores partes de esta shle. Finalmente, aunque las tres partes de la shle analizan diacronías muy amplias y aunque el cambio es la suma de continuidades y de discontinuidades, sólo en esta Tercera parte se ha hecho patente que hay un periodo especialmente rico, conflictivo y retador para la periodización de la lengua española, a saber, el siglo xvii, particularmente en su segunda mitad. Una y otra vez, en muchos XVII



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temas, en casi todos los abordados en estos tres volúmenes, el siglo xvii surge como un momento de bruscos quiebres estructurales y de fuertes estandarizaciones, sea porque pasado este siglo se regresa a un sistema similar al del siglo precedente en algunos temas, sea, en otros, porque las formas o construcciones en cuestión adquieren la configuración casi del español actual. Los numerosos datos analizados en esta tercera parte sugieren que el siglo xvii constituye por sí mismo, sin duda, un periodo propio en la historia de la lengua española. Este siglo ya había sido puesto de relieve en estudios varios de gramática histórica del español como un periodo clave en la conformación y estandarización de nuestra lengua, ahora tenemos muchos más datos para confirmarlo y matizar los trabajos precedentes.

4. Características de la obra Al igual que la shle toda y el proyecto que la respalda, esta Tercera parte conjunta las siguientes características: 1. ser una obra descriptiva, 2. ser una obra de autoría colectiva, y 3. ser una obra de corpus. Estas características están ya expuestas en la introducción de la Primera parte, pero las repetimos aquí, con algunas modificaciones, de manera que sirvan de orientación para el usuario. 1. Obra descriptiva. Este libro fue proyectado y realizado como una obra que expone y analiza, que describe, los fenómenos relativos a la diacronía de los adverbios, las preposiciones y las conjunciones en el español, y a las relaciones que estas formas construyen, concebido, como ya dije, como una sintaxis de referencia. Ello significa que las argumentaciones de carácter exclusivamente teórico no están incorporadas, sea cual fuere el marco, e igualmente se excluye aquella información derivada directamente de un determinado modelo teórico. Ello no quiere decir, sin embargo, que los análisis carezcan de pruebas o peso argumentativo, sólo significa que se le ha dado prioridad a la caracterización de los problemas empíricos reflejados en el corpus y que no se hace explícita la teoría que subyace a esa caracterización. El carácter descriptivo queda reflejado en cuatro hechos: uno, en que se le da prioridad a las regularidades de la lengua y a lo que es habitual a lo largo de la historia del español, ya que ello refleja la esencial continuidad de la evolución lingüística y nos permite comprender los testimonios de épocas pasadas; dos, en que se pone énfasis en el análisis minucioso de los datos diacrónicos resultantes de un corpus y su presentación jerarquizada; tres, en que se ha tenido siempre en cuenta que es necesaria una abundante ejemplificación de los fenómenos; cuatro, dado que el cambio lingüístico se inicia en la actuación, en la realización

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características de la obra

del uso individual de la lengua, la diacronía requiere incorporar las frecuencias relativas de uso de las formas o construcciones, ya que ellas son, la mayoría de las veces, la única prueba de las transformaciones o deslizamientos experimentados por las formas o las construcciones en el transcurso del tiempo. Con mucha frecuencia, los capítulos incorporan información fonológica, morfológica o pragmática, ello se debe a que muchos cambios tienen su origen en causas de naturaleza más formal o en causas pragmáticas y a que esos factores formales y pragmáticos terminan repercutiendo en la distribución y selección de los contextos sintácticos que realizan las formas, o bien las motivaciones pragmáticas terminan incorporándose a la sintaxis, carentes ya de los condicionamientos pragmáticos y contextuales originarios. El carácter descriptivo de esta obra requiere dar cuenta de todos los niveles de lengua, y muy particularmente de la interacción forma-significado —entendido este de una manera amplia de modo que integre significados léxicos y pragmáticos—, si ello lleva a una mejor comprensión de los fenómenos sintácticos tratados. Dado que el cambio sintáctico se caracteriza por ser multicausal y por involucrar casi siempre varios niveles de lengua, hemos incorporado datos fonológicos, morfológicos y pragmáticos cuando ellos ayudan a una mejor y más cabal descripción de los cambios sintácticos. Aunque este libro es sin duda una sintaxis descriptiva, para muchos cambios no sólo hemos analizado y expuesto el qué pasó, sino también el cómo y el porqué; es decir, la obra, como suele ocurrir en lingüística histórica, alcanza un nivel explicativo-descriptivo para los aspectos diacrónicos, esto es, explicamos por qué sucedió el cambio en cuestión, y no es simplemente una descripción de los hechos sin dar cuenta de su causalidad. Un principio básico que guía esta Sintaxis histórica de la lengua española es que sincronía y diacronía son mutuamente interdependientes y que un entendimiento satisfactorio de nuestra lengua —como posiblemente de todas las lenguas— no puede ser alcanzado sobre la base de sólo una de ellas, sino que se requieren ambos acercamientos de manera simultánea. Por ello, todos los capítulos se acercan a su objeto de estudio integrando lo sincrónico en lo diacrónico y viceversa, poniendo énfasis en la descripción empírica de la(s) gramática(s) o estados de lengua reflejados en el corpus y en el análisis de los cambios que se observan al comparar esas gramáticas. Se pone de manifiesto en esta Sintaxis histórica que los límites entre sincronía y diacronía son borrosos, tanto desde un punto de vista teórico como metodológico. 2. Obra de autoría colectiva. Esta obra fue pensada con una estructura temática cohesionada y no como un simple conjunto de artículos diacrónicos extensos reunidos o superpuestos en un libro. El enorme desarrollo que actualmente han alcanzado las disciplinas lingüísticas genera año tras año grandes cantidades de bibliografía especializada, lo XIX



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cual lleva, afortunadamente, a un conocimiento más fino de nuestros objetos de estudio, pero provoca, desafortunadamente, que sea necesario controlar más aspectos o ángulos gramaticales para un cabal conocimiento de un tema y que, en consecuencia, sea mayor la cantidad de bibliografía necesaria para profundizar en el tema en cuestión. Los tres índices de autores y obras citados en esta shle reúnen más de 4000 títulos. Por ello, hoy resulta casi impensable que un solo investigador pueda abarcar con profundidad todos los temas y subtemas que se requieren para elaborar una obra especializada como la que ahora tiene el lector en las manos. A esta dificultad general se aúna otro factor que hace que en sintaxis histórica —y posiblemente en todas las disciplinas de lingüística histórica— sea todavía más difícil estar al día, ya que, dado que la sincronía ha sido metodológicamente, y en parte teóricamente, previa a la diacronía, se requiere un doble control y conocimiento de bibliografía especializada: la sincrónica o general, la tipológica en numerosas ocasiones, y la propia de la diacronía del fenómeno en cuestión, y esta doble o triple especialización debe incrementarse cuando se quiere incorporar información de naturaleza dialectal, como ocurre en esta obra, ya que todos los capítulos, si toman textos del siglo xvi o posteriores analizan español peninsular castellano y español americano mexicano, en una comparación estricta de las dos variantes dialectales. Este proyecto colectivo tiene el objetivo común de profundizar en la evolución sintáctica del español, y para lograrlo cada investigador ha aportado sus años de experiencia en el tema asignado. Como directora del proyecto he cuidado de que todos los capítulos tengan un tono expositivo similar, he homogeneizado criterios y organización expositiva, sin sacrificar, desde luego, la claridad y coherencia del texto, y también he procurado unificar terminologías, evitando hasta donde ha sido posible aquellos términos que son fruto directo de un determinado marco teórico. Lo anterior, sin violentar la libertad que tuvimos todos los autores para analizar nuestros temas y exponerlos como creímos conveniente con el fin de lograr una mejor explicación de ellos. Así, por ejemplo, esta shle emplea frase nominal, frase verbal, frase adjetiva, frase preposicional / prepositiva y no sintagma nominal ni sintagma verbal, etc. aunque ambas terminologías aparecen ocasionalmente en la obra como sinónimos. En un capítulo se emplea frase como un cierto tipo de unidad predicativa por así haberlo considerado conveniente el autor. Emplea esta obra oración y no cláusula, porque es parte de la tradición de lingüística hispánica usar aquel término como una forma de cobertura para todo tipo de predicación, simple o compleja, principal o dependiente. Empleamos frase escueta como una frase nominal carente de márgenes izquierdo y derecho, y no sólo aquella que carece de determinación, como es usual en ciertos modelos de gramática formal. Empleamos los términos voz, ítem léxico, forma, etc., pero no pieza léxica, etc. Se trata, simplemente, de otorgar homogenidad terminológica XX

características de la obra

y estructural a la obra shle como un todo conjuntado, homegeneidad imprescindible en una obra de esta envergadura. 3. Obra de corpus. La gramática histórica es necesariamente una disciplina de corpus. Esta shle tiene, por supuesto, esa característica, pero la elección y estructuración del corpus (véanse los índices de Corpus bibliográfico al final de este libro) suponen en esta obra ciertas innovaciones respecto de otros estudios históricos de sintaxis existentes para el español. Cuatro innovaciones son las centrales: a) corpus obligatorio, b) corpus temáticamente diverso, c) corpus cronológicamente amplio, y c) corpus diatópicamente diversificado. a) Corpus obligatorio. Todos los autores tuvimos libertad para focalizar el análisis sobre determinados siglos y establecer los puntos de atención y cortes cronológicos que considerábamos pertinentes para mejor dar cuenta del tema objeto de estudio, sin embargo todos los autores tuvimos en cuenta ciertos requisitos para estructurar el corpus. Siempre se seleccionó un punto de partida que fuera un estado temprano del español, siglos xii y/o xiii, casi siempre este último, por ser el siglo xiii el primer periodo de nuestra lengua para el que existe amplia documentación textual y diversa en cuanto a géneros discursivos y temáticas. Para cada siglo se establecieron dos textos base, de manera que si el autor seleccionaba un determinado siglo, debía incorporar esos textos indicados como corpus base; se seleccionaron dos textos por cada siglo con el fin de que el análisis garantizara ciertas generalizaciones para la lengua del periodo en cuestión y no para un texto específico. Al mismo tiempo, la incorporación de un mínimo de textos iguales en todos los capítulos otorga una indudable homogeneidad a los resultados; por ejemplo, los textos en prosa alfonsíes —General estoria y Calila e Dimna—, de manera conjunta o alguno de ellos, constituyen corpus base de todos los capítulos, de manera que el lector podrá formarse una buena idea del comportamiento global de adverbios, preposiciones y conjunciones en el periodo alfonsí. Con la misma finalidad de caracterizar estados de lengua y no textos, se tuvo en cuenta que siempre era mejor analizar muestras cuantitativas de dos o más textos para el periodo seleccionado que un fichado exhaustivo de un solo texto; en este sentido, por ejemplo, los textos del siglo xiii salidos de los scriptoria de Alfonso x son valiosísimos porque eran múltiples los escribanos-amanuenses, y los resultados obtenidos de esa diversidad garantizan el acercamiento al sistema y no a cuestiones estilísticas dependientes de un autor determinado. Finalmente, si el tema requería ser analizado en el siglo xvi —la mayoría de capítulos establece un corte cronológico en este periodo— o en siglos posteriores ha sido obligatorio, como ya dije, incorporar corpus del español americano, en este caso de la variante mexicana, ya que para esta modalidad tenemos acceso a ediciones críticas tanto de textos literarios como de no literarios. XXI



introducción

Podrá observar el lector que varios de los capítulos, además de indicar el corpus base, contienen un subapartado de corpus adicional (véase el inciso Corpus Bibliográfico en cada capítulo). Ello significa que el núcleo del análisis y las frecuencias relativas de uso están obtenidas sobre el corpus base pero que se hicieron calas o se incorporaron otros textos con el fin de buscar evidencias adicionales y enriquecer el análisis. En la selección de ediciones críticas para constituir el corpus, se estableció como ediciones de referencia del corpus base aquellas que están normalmente reconocidas por la crítica textual, y en caso de existir varias ediciones para un mismo texto, se eligió la edición crítica realizada con criterios ecdóticos más conservadores. Los autores, sin embargo, hemos tenido libertad de usar ediciones críticas diferentes de una misma obra cuando hemos considerado que esa edición asentaba más adecuadamente el fenómeno analizado. Los autores de esta Sintaxis somos conscientes, sin embargo, de que toda elección de corpus y de ediciones críticas puede ser conflictiva y cuestionable, y que siempre será parcial lo que podamos reconstruir de la lengua de un determinado periodo, tal como ha sido señalado en más de una ocasión en los estudios de lingüística histórica. Por un lado, cualquier corte cronológico que se realice sobre la diacronía de una lengua es un acto arbitrario que selecciona sólo una delgada franja de todas las posibilidades de una lengua y que va en contra de la esencia de cualquier lengua, que es su constante y casi imperceptible dinamismo, pero razones prácticas obvias imponen realizar ciertos cortes cronológicos con el fin de cerrar el corpus y operar con un universo de datos manejable. Por otro lado, los autores somos también conscientes de que no siempre los textos medievales tienen fechación cierta, de que con frecuencia la ecdótica nos proporciona reconstrucciones textuales bastante idealizadas y de que diferentes copias de periodos distintos pueden, y suelen, incorporar rasgos dialectales del amanuense que realizó la copia en cuestión y que esos rasgos dialectales diversos conviven en la reconstrucción del texto original, con lo cual la deturpación del hipotético original puede ser grande. No obstante estos problemas, y en espera de que la dialectología histórica y la crítica textual ayuden a matizar o precisar las fechas y dialectos de un corpus útil para la sintaxis histórica, el hecho de que el análisis arroje diferencias cuantitativas y cualitativas importantes entre textos considerados de periodos distintos nos indica que los resultados obtenidos sí reflejan la gramática —posiblemente un diasistema— del español seleccionado como corpus de un determinado corte cronológico, y que las diferencias observadas sí pueden ponerse en relación con cambios diacrónicos experimentados por la lengua. b) Corpus temáticamente diverso. La investigación de cada tema está basada en textos diversos, pertenecientes a géneros discursivos distintos: exempla, crónica, novela, teatro, documentación notarial, etc., ya que si en la diversidad se XXII

características de la obra

encuentran pautas recurrentes de comportamiento lingüístico, ello es garantía de que los datos y generalizaciones obtenidas definen la lengua de una época y no son conclusiones dependientes de la estilística de un texto. Además, como señalé, y como podrá comprobar quien lea o consulte esta obra, un número no desdeñable de aspectos está condicionado en buena medida, en su origen o en su evolución, o en ambos, por el género discursivo, de manera que se imponía diversificar textualmente el corpus. La mayoría son textos en prosa, ya que pueden aproximarse algo más a la lengua hablada de un periodo, y ocasionalmente textos en verso largo. No se tomaron en cuenta textos líricos como corpus base ya que la lírica puede alterar excesivamente los fenómenos lingüísticos; por ejemplo, un adverbio monosílabo, el anafórico ý sea el caso, o una preposición monosilábica, podrían “fácilmente” ser quitados o insertados por necesidades métricas, alejando aún más el análisis de su posible reflejo en la lengua hablada de la época. c) Corpus cronológicamente amplio. Esta obra establece un corpus longitudinal amplio que va más allá de los siglos xvi o xvii, específicamente muchos capítulos analizan su tema en textos de los siglos xviii, xix y xx-xxi. El hecho de incorporar los siglos recientes de nuestra historia para su análisis diacrónico supone una innovación importante respecto a estudios previos de gramática histórica del español y de historia de la lengua, ya que estos por lo regular cierran el análisis evolutivo gramatical en el siglo xvi, y para caracterizar la lengua del siglo xvii suelen adoptar una perspectiva más literaria y estilística que lingüística, además de que los siglos xviii y xix constituían, hasta hace relativamente poco, un verdadero vacío de información diacrónica sintáctica en los estudios históricos. Los diversos capítulos que integran esta Tercera parte de la shle establecen el último corte cronológico en aquel siglo donde el investigador consideró que existía ya un estado de lengua muy próximo o similar al del español actual, de manera que algunos capítulos cierran el corpus a fines del siglo xv, otros en los siglos xvi-xvii, y muchos otros, la mayoría, llegan hasta los siglos xx-xxi, cuando así lo requería el análisis de los fenómenos diacrónicos. Subyacente a todos los capítulos está la idea de que dentro de la estabilidad inherente a los sistemas, la lengua cambia de manera constante, de ahí que en la mayoría de los temas se ofrezca la panorámica general del cambio integrando también datos del español contemporáneo. El hecho de que esta Sintaxis esté basada en un corpus longitudinal amplio posibilitará obtener información de interés respecto a la cronología, absoluta y relativa, de los cambios involucrados en la diacronía general de la lengua española.

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d) Corpus diatópicamente diversificado. Esta Sintaxis, como ya dije, incorpora textos del español americano, en su modalidad mexicana, correspondientes a los siglos xvi al xxi, con una estructuración cronológica paralela del corpus, peninsular y americano, para estos cuatro siglos. Se intentó mostrar con ello la gran escisión dialectal del español ocurrida en el siglo xvi y paulatinamente incrementada en los siguientes siglos. Soy plenamente consciente de que una sola variante dialectal americana es insuficiente para reflejar la diversidad sintáctica del español en este continente, y que, por lo tanto, hubiera sido más que deseable integrar textos de otros dialectos americanos, pero la tarea de controlar además de la diacronía general de los fenómenos, un espectro diatópico-diacrónico americano amplio hubiera puesto en riesgo la terminación exitosa de esta tercera parte en unos tiempos razonables. Con todo, aportar información diacrónica de al menos una variante americana supone ya un avance en el objetivo de integrar la dialectología diacrónica en la diacronía general de la lengua. Hablar y escribir español es un hecho integral. Estamos lejos, creo yo, de poder hacer una dialectología histórica global del español, pero hemos intentado sumar dos o más variantes dialectales al análisis, para enriquecer la visión diacrónica del español.

4. Agradecimientos Como he reiterado tantas veces desde que inició el proyecto internacional de sintaxis histórica del español, una obra de esta envergadura no sería posible sin las instituciones y las personas que vienen respaldando el trabajo de investigación y han apoyado de diferentes maneras a lo largo de ya varios años nuestra sintaxis histórica. A unas y otras mi profundo agradecimiento. La unam ha sido siempre una institución generosa que alienta, impulsa e institucionaliza las iniciativas personales. Sin ese continuado apoyo y confianza, no tendríamos ahora tres volúmenes más de esta obra, que suman ya siete de esta Sintaxis histórica de la lengua española. Vaya un especial agradecimiento al Gobierno del estado de Michoacán de Ocampo, que nos brindó su generosa hospitalidad por una semana en la ciudad de Morelia para llevar a cabo el III Seminario Internacional de Sintaxis Histórica de la Lengua Española, y nos abrió las puertas del antiguo colegio de jesuitas para que, en el refectorio de ese marco arquitectónico cargado de historia, discutiéramos de otro tipo de historia. Mi agradecimiento también al Gobierno del municipio de Morelia, capital del estado de Michoacán, por sus apoyos. Y, desde luego, un particular agradecimiento al Centro Cultural Comunitario de Tzintzuntzan y al Consejo Estatal Adopte una Obra de Arte, Michoacán, por invitarnos XXIV

agradecimientos

a clausurar nuestro seminario en el incomparable exconvento franciscano de Tzintzuntzan, donde fray Maturino Gilberti escribió la primera gramática de una lengua amerindia, allá a mediados del siglo xvi. Debo, sin duda, agradecer a las universidades de donde proceden los autores no mexicanos el haber apoyado el viaje de sus investigadores a Morelia, dentro del programa de intercambio académico que mantienen las rectorías —rectorados en otros dialectos— de esas instituciones con la unam. El Fondo de Cultura Económica ha acogido una vez más la propuesta de coedición y sigue otorgando un indudable respaldo a la adecuada difusión de esta shle. El proyecto Medievalia. Sintaxis Histórica de la Lengua Española del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación y de Innovación Tecnológica (papiit) de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (dgapa, IN400612), radicado en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la unam, ha sido por muchos años ya un espacio académico que ha permitido seguir trabajando en sintaxis histórica, y seguir dialogando con los otros colegas medievalistas. El apoyo de la dgapa ha sido y sigue siendo invaluable para cohesionar, madurar y alumbrar la obra shle. Soy muy afortunada porque siempre me buscan —o yo los pesco— alumnos muy brillantes, entusiastas e incansables, que cuidaron y mimaron estos tres volúmenes por dos largos años, más allá de las horas comprometidas por sus becas o ayudantías; sin ellos el tiempo de entrega y la calidad de la forma de la obra hubieran sido muy otros: Daniela Aguilar Santana, Ileana Arias Leal, María Luisa Castro Rodríguez, Jorge Gutiérrez Reyna, Georgina Heredia Trejo, Natalia Jerez, Cinthya López, y Ana Elvira Vilchis Barrera. Mi sincero agradecimiento a todos y cada uno por el cuidado y el apoyo prestado. Soy muy afortunada, nuevamente, porque esta obra ha sido formada, leída en varias pruebas y cuidada por dos excelentes profesionales del mundo editorial, cuidado editorial que vienen prestando desde la primera parte de la shle y que es esencial para mantener la calidad de la obra en su conjunto; y, además, me han prestado en todo momento la asesoría técnica necesaria para muchas y diversas cuestiones tipográficas, mucho antes, incluso, de que entrara la obra al proceso de formación y lectura: Gustavo Peñalosa, el formador, y María del Refugio Campos Guardado, la técnica académica lectora de pruebas. Gracias, queridos amigos, por acompañarme en esta ya larga andadura de diez años. Gracias, Gustavo, por formar bien y gracias, Cuca, por ver lo que otros no vemos. Varios colegas dialogaron con nosotros, leyeron, hicieron sugerencias y realizaron comentarios que ayudaron sin duda a mejorar las versiones definitivas de los capítulos; otros colegas prestaron generosamente corpus informatizados capturados por ellos; algunas instituciones otorgaron becas para realizar la XXV



introducción

correspondiente investigación; vayan a todas las personas y a las instituciones nuestros agradecimientos: Esther Artigas (Universitat de Barcelona); Miguel Baños Baños (Universidad Complutense de Madrid); Virginia Bertolotti (Universidad de la República, Montevideo); Javier Cuétara Priede (Universidad Nacional Autónoma de México); V. J. J. P. van Heuven (Universiteit Utrech); Delia Ionela Prodan (Universidad de Alicante); Bob de Jonge (Universiteit Gröningen); José María Requejo Prieto (Universidad Complutense de Madrid); Jacobo Rodríguez Hernández (Universidad Nacional Autónoma de México); Leopoldo Valiñas Coalla (Universidad Nacional Autónoma de México); programa de becas de postgrado de la Dirección de Formación de Científicos y Tecnólogos del conacyt (México), y programa de becas de posgrado para estudiantes mexicanos del conacyt (México). No puedo dejar de recordar a José G. Moreno de Alba, coautor de sendos capítulos en la Primera y Segunda partes de esta shle, y que hubiera escrito el capítulo 1 de esta Tercera si no se lo hubiera impedido la terrible enfermedad que acabó con su vida. Dos personas apoyaron de manera muy especial la realización de esta obra: Héctor Alonso Hernández Silva, quien con su solidaridad a prueba de bombas hizo posible el buen término de estos tres volúmenes, y Fausto Zerón-Medina, quien con su amistad generosa fue el artífice del encuentro y diálogo en Michoacán e hizo posible el magnífico inicio de esta tercera parte. A ambos, muchas, muchas gracias.

Concepción Company Company Instituto de Investigaciones Filológicas, unam Ciudad Universitaria, marzo de 2014

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