(2014) “El impacto de la expansión Uruk en el sureste de Anatolia y norte de al Yazira: interacción e intercambio” en Del Cerro, C. et al. (eds.) Economías, comercio y relaciones internacionales en el Mundo Antiguo, Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, pp. 295-317.

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Descripción

Pedido 29957 Laminado Brillo

Economías, comercio y relaciones internacionales en el Mundo Antiguo

Portada: Reconstrucción de la Puerta de Tabira en Aššur en W. Andrae (1977) Contraportada: Bastión Norte del Palacio de Cnoso Fotografía de Anna Mysłowska

TÍTULO: ECONOMÍAS, COMERCIO Y RELACIONES INTERNACIONALES EN EL MUNDO ANTIGUO EDITA: FULLCOLOR PRINTCOLOR, S.L. Depósito Legal: B 22668-2014 ISBN: 978-84-16184-35-4 Imprime FULLCOLOR PRINTCOLOR, S.L. C/ Numancia 187, planta 1 08034 Barcelona [email protected]

ÍNDICE

Prólogo...…………………...……………………………………………………. 1

RUTAS Y SISTEMAS DE COMUNICACIÓN Viajeros, exploradores y expediciones reales en el antiguo Egipto Nerea Tarancón Huarte…………………………………………….………. 5 «Lo colocaron todo en la cóncava nave». Pequeñas embarcaciones mercantes en el occidente mediterráneo durante el I milenio a.C. Jorge García Cardiel………………………………….…………………… 21 Un sistema económico heredado: ¿El Guadiana como espejo de Tartesos? Esther Rodríguez González……………………………………………….. 47

ASPECTOS ECONÓMICOS DEL MUNDO MILITAR Aspectos económicos de la guerra: el mercenariado en Grecia en el periodo helenístico Anna Mysłowska…………………………………………………….……. 71 Economía y mercenariado. Su impacto en el declive del Mundo Púnico Antonio Pedro Marín Martínez…………………………………………… 89

ESTRUCTURAS ECONÓMICAS Y SOCIALES Redistribución y economía palacial en el Egeo Mª Soledad Milán Quiñones de León…………...…………….…….…… 107 Centros comerciales en la Protohistoria peninsular Irene M. Muñoz Fernández……………………………………………… 129 Tráfico de hombres, tráfico de dioses: Intercambios comerciales entre el Mediterráneo oriental y el puerto de Carthago Noua Pedro David Conesa Navarro…………………………………….……… 147 El método prosopográfico como indicador del cambio: la promoción del culto de Khonsu durante el Tercer Período Intermedio Alba Mª Villar Gómez……………………………………………..….…. 167 Los contactos entre las Cícladas y Anatolia durante el Bronce Antiguo y la construcción historiográfica del ‘Grupo Kastri’ Oihane González Herrero…………………………………...…………… 181 El santuario de Dodona en el Epiro: economía, comercio y peregrinos en un espacio cultual Diego Chapinal Heras…………………………………………..……….. 201

Textiles sasánidas: la manufactura y exportación de la seda irania Zahara Gharehkhani………………………………………………...…… 219 Historia de un desequilibrio: fraude y exención fiscal en el Reino de Pilo Claudia V. Alonso Moreno………………………………………...……. 231 Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias y su aparición en la Península Ibérica Mª Engracia Muñoz Santos…………………………………………….... 257

DIPLOMACIA Y RELACIONES INTERNACIONALES “Diplomacia y relaciones internacionales” en la épica mesopotámica: ¿cuestión de hombres o de dioses? Inanna, Enmerkar y la tierra de Aratta Carmen del Cerro Linares……………………………………………….. 269 El impacto de la expansión Uruk en el sureste de Anatolia y norte de al Yazira: interacción e intercambio Fernando Espejel Arroyo……………………………...…….…………… 295 Diplomacia y relaciones internacionales en la Edad de Oro Medioasiria Mª Dolores Casero Chamorro…………………………………………… 319 El protocolo de la recepción del extranjero en época Neoasiria (911-609 a.C.) Román Moret…………………………………………….………………. 337 Intercambios y relaciones comerciales en el Asia Menor aqueménida Helena Domínguez del Triunfo………………………..………………… 351 Atando lazos: mujer y políticas dinásticas en Hispania (ss. III-II a.C.) Rosalía Hernández García……………………………………..………… 375

Las embajadas celtibéricas de 152 a.C.: un estudio de caso Laura Per Gimeno……………………………………….………………. 395

HISTORIOGRAFÍA DE LA ECONOMÍA DE LA ANTIGÜEDAD Homéricos revolucionarios. La Iberia prerromana desde el prisma socialista Tomás Aguilera Durán………………………………………...………… 417 Hispania e Indias. Dos visiones comparadas de la actividad minera: Plinio y el jesuita José de Acosta Carolina Andrea Valenzuela Matus………………………...…………… 443 La importancia de las relaciones internacionales para la formación de las colecciones de antigüedades de los monarcas españoles Víctor Úbeda Martínez…………………………………..………………. 461 Listado de autores y correos electrónicos………………………...…….……… 473

EL IMPACTO DE LA EXPANSIÓN URUK EN EL SURESTE DE ANATOLIA Y NORTE DE AL YAZIRA: INTERACCIÓN E INTERCAMBIO Fernando Espejel Arroyo

RESUMEN: Desde finales del período Ubaid y hasta el Calcolítico Tardío IV, apreciamos la aparición progresiva, en el este de Anatolia y al Yazira, de sociedades caracterizadas por un grado de complejidad socio-económica y política que irá aumentando hasta alcanzar su cénit en el Calcolítico Tardío V, justo cuando se produce la llegada a esta área de gentes de Mesopotamia, supuestamente caracterizadas por un grado mayor de complejidad, produciéndose un intercambio comercial y una interacción entre ambas culturas. PALABRAS CLAVE: Calcolítico Tardío, complejidad social, marcas de alfarero, glíptica, expansión Uruk

ABSTRACT: From late Ubaid to Late Chalcolithic IV it is significant the progressive emergence of complex societies in East Anatolia and Jezireh. This socio-economic and political complexity will increase up to its zenith in Late Chalcolithic V when people from Mesopotamia – which are assumed to be more developed- arrives at this region, producing a trade and interaction between both cultures. KEYWORDS: Late Chalcolithic, Social Complexity, Potter’s Marks, Glyptic, Uruk Expansion.

Introducción En el IV milenio a.C., coincidiendo con el desarrollo de las primeras entidades protoestatales y hasta el colapso de la cultura Uruk, nos encontramos en el Próximo Oriente con un fenómeno conocido como “Expansión Uruk”, esto es, la presencia de una cultura material mesopotámica en zonas como el Juzistán, noroeste de Siria, al Yazira y Anatolia, unas áreas -estas tres últimas- donde se encontraban presentes culturas locales tardocalcolíticas caracterizadas por cerámicas con desgrasante vegetal con paralelos con las documentadas por Braidwood en la Fase F de la zona del Amuq 1, llegándose a hablar en ocasiones de la existencia de auténticas “colonias” Uruk y de una red comercial perfectamente trazada2. Se han argumentado motivos comerciales3, demográficos4 y políticos 5 1

Braidwood/Braidwood, 1980: passim. Algaze, 1989: passim. 3 Algaze, 1989: passim, 2004: passim. 4 Schwartz, 1988: passim 5 Johnson, 1988-1989: passim. 2

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para explicar esta expansión. Se ha sugerido que las comunidades del sur tendrían una organización socio-política y económica más avanzada que las de su periferia, por lo que se produjo un simple intercambio comercial asimétrico que reforzaría las bases políticas y socioeconómicas de la llanura aluvial. Por el contrario, en la periferia tras un periodo inicial de crecimiento se habría producido un debilitamiento significativo de los sistemas locales 6. Durante mucho tiempo, nuestro conocimiento sobre la emergencia de sociedades complejas en el Próximo Oriente, se basaba en los datos de dos excavaciones antiguas, Uruk y Tepe Gawra, siendo interpretado el proceso del nacimiento de sociedades complejas en la periferia norte de Mesopotamia, como secundario e iniciado por el contacto con una cultura más avanzada como era la mesopotámica. Pero las investigaciones que se están llevando a cabo en los últimos años en Arslantepe, Tell Hamoukar o Tell Zeidan, intensificadas en buena parte como consecuencia de proyectos de salvamento debido a la construcción de varias presas en la zona, sugieren que las comunidades de al Yazira y Anatolia estaban inmersas en un proceso de evolución propio desde finales del V milenio a.C (fig. 1). Cada vez hay más investigadores que piensan que hay que estudiar el fenómeno del desarrollo de la urbanización y de sociedades complejas desde un prisma septentrional7. Es cierto que a finales del IV milenio, durante el Uruk Final, nos encontramos elementos cerámicos, y otros objetos y aspectos meridionales en el norte, lo que nos revela una presencia Uruk en la periferia, hecho que además parece coincidir con un aumento de población en la zona. Pero hay varios elementos que nos hacen pensar en un desarrollo local. Norte de al Yazira y sureste de Turquía en el Calcolítico Tardío Las excavaciones de Tepe Gawra 8, Tell Brak9, Tell Hamoukar10 o Arslantepe11 entre otros lugares, revelan la existencia de grandes complejos monumentales de carácter público en el noreste de Siria, norte de Iraq y sureste de Turquía durante fechas muy antiguas del Calcolítico Tardío, a veces con evidencias de actividades administrativas y acumulación de bienes, sugiriéndonos que algunas familias se estarían organizando de manera jerárquica, erigiéndose como élites o líderes de esas comunidades y permitiéndonos identificar un tipo de organización centralizada gestionada por un grupo dirigente. En Tepe Gawra, salieron a la luz varios edificios monumentales del Calcolítico Tardío II en los que se concentraban actividades de sellado. En Hammam et-Turkman se han 6

Algaze, 2001: 200, 2004: 21-22. Por ejemplo: M. Frangipane, G. J. Stein, J. Ur o M. S. Rothman. 8 Rothman, 2002: passim. 9 McMahon/Oates, 2007: passim. 10 Gibson, McG. et al., 2002: passim. 11 Frangipane, 2010: passim. 7

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encontrado restos de una estructura con nichos y reforzada con muros de casi dos metros de grosor, pero la estructura de este edificio que ha sido datado en el Calcolítico Tardío II se ha perdido en su mayor parte 12. En este mismo período está atestiguada en Tell Brak la presencia de un edificio monumental (fig. 2b) y de otro con signos de haberse realizado manufacturas en su interior 13. En el nivel VII de Arslantepe también se constata un edificio monumental (fig. 2a) con evidencias de prácticas redistributivas y administrativas 14. Los estudios del territorio circundante en los yacimientos de Tepe Gawra, Arslantepe, Tell Brak o Tell Hamoukar, parecen mostrarnos que estos grandes asentamientos controlarían su territorio más próximo durante el Calcolítico Tardío, explotando la mano de obra y recursos disponibles. Los estudios realizados en la llanura de Malatya evidencian varias tipologías de asentamientos. Un solo sitio, Arslantepe domina la llanura de Malatya en el IV milenio a.C. 15, con poblaciones que se sentirían atraídas por él y gravitarían en torno suyo, pero sin una concentración fija de la población, pues una de las características de la sociedad de Arslantepe es la carencia de un urbanismo desarrollado, evidenciando una forma de antiguo estado sin urbanización que lo distingue del modelo clásico de Mesopotamia16. Una situación similar a la de Arslantepe parece que es la que se produjo en Tepe Gawra en la primera mitad del IV milenio 17. Por su parte, la misión sirio-americana que trabajó en Tell Hamoukar, realizó un estudio de su hinterland en un radio de 5 km, estudiándose un área total de 125 km2. Este estudio se llevó a cabo con la ayuda de las fotografías proporcionadas por el satélite CORONA, un programa de la inteligencia americana cuyas imágenes fueron desclasificadas en 1995. Durante el Calcolítico Tardío I-II, segunda mitad del V milenio y comienzos del IV a.C., se documentó una gran ocupación al sur del tell principal que parece que estuvo ocupada durante este período, se trata del área THS 7, localmente conocida como Khirbat al-Fakhar, de 280 ha 18. Además de esta zona THS 7, a finales del V milenio a.C. nos encontramos con otros doce sitios ocupados, pequeñas aldeas de menos de 3 ha, todos ellos con una importante presencia de obsidiana en su superficie 19. Tell Brak en la primera mitad del IV milenio alcanzaría las 43 ha de extensión, pero a su alrededor se documentan toda una serie de tells, pequeñas aldeas, que nos revelan que la aglomeración urbana

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Ur, 2010: 393-394. McMahon/Oates, 2007: passim. 14 Frangipane, 2000: 57-61. 15 Di Nocera, 2008: passim; Frangipane/Di Nocera, 2012: 293-295. 16 Frangipane, 1996: passim, 1997: 70-71, 2009a: 137-140, 2009b: 34-37; Frangipane/Palmieri, 1988-1989: passim. 17 Frangipane, 2009a: 136-138. 18 Ur, 2002: 64. 19 Ibidem. 13

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quizá fuese superior a las 100 ha 20. Estos sitios que se encuentran en torno a Brak son pequeños, el más grande de unas 5 ha, lo que tal vez nos indique un primitivo sistema en el que Brak ejercería una dominación política y económica sobre unas comunidades satélite. Dentro de nuestra búsqueda de rasgos comunes entre las comunidades de al Yazira y Anatolia suroriental antes del contacto con el mundo Uruk, debemos mencionar la ausencia de cuencos de borde biselado tan característicos de la cultura Uruk. En su lugar nos encontramos desde finales del V milenio a.C. con los llamados çoba bowls, cuencos producidos en masa de manera estandarizada con la base raspada. Los cuencos de borde biselado se consideran el primer marcador de los contactos con el mundo Uruk. El problema es que en excavaciones recientes se han encontrado pequeñas cantidades de estos recipientes que han sido datadas en fechas muy tempranas. Este es el caso de Grai Resh, un yacimiento situado al sur del Sinjar, en donde la misión francesa que allí trabaja ha situado los primeros ejemplos de cuencos de borde biselado encontrados en torno al 4050-3850 a.C21. En todo caso, parece que la función tanto de los cuencos de borde biselado como la de los çoba bowls sería la redistribución de raciones 22, lo que nos indicaría que en los sitios en donde aparecen existiría una centralización. Una de las novedades más importantes de Calcolítico Tardío en al Yazira y sureste de Turquía son las enormes cantidades de cerámica producidas en masa que han aparecido, el uso del torno de alfarero y el alto nivel de estandarización, proceso de estandarización que comenzaría en el Ubaid Tardío a finales del V milenio a.C., aunque la producción masificada no sería característica hasta mediados del IV milenio a.C. Todos los aspectos relacionados con los métodos de producción están pensados para reducir los tiempos de producción y aumentar la productividad 23. Llama la atención que muchos de estos recipientes exhiben marcas de alfareros (fig. 3), consistentes en simples signos que comprenden líneas incisas e impresiones de las yemas de los dedos o de las uñas, o bien una combinación de líneas incisas o yemas de los dedos24. Esta costumbre de marcar las cerámicas aparece limitada en el área del norte de Iraq, norte de Siria y sureste de Anatolia a un momento concreto del Calcolítico Tardío (3700-3500 a.C.), aunque en algunos sitios, como Tell esSweyhat, también tenemos documentada esta práctica en la Edad del Bronce y posteriormente también tenemos un ejemplo de época helenística y dos de época romana25. Esta práctica es bien conocida en jarras de almacenamiento de Tell Brak26 (fig 4b), aunque en este yacimiento también se documentan en otro tipo de 20

Oates/Oates, 1997: 289-290. Kepinski, 2009: 125-126, 2011: 58. 22 Frangipane, 1989: passim. 23 Trufelli, 1994: 247. 24 Ibidem: 256. 25 Holland, 2006: 289-346. 26 Oates/Oates, 1997: 291. 21

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recipientes cerámicos, pero eso sí, siempre producidos en serie. En Arslantepe se ha podido reconocer un buen corpus de 335 signos, compuestos por 23 signos diferentes que han podido ser reagrupados en cinco grupos 27 (fig. 4a). En otros lugares de al Yazira y Anatolia como, Hammam et-Turkman, Norsuntepe o Grai Resh también está atestiguada la práctica de marcar las cerámicas, una práctica igualmente documentada en la Susiana ya en el V milenio en Susa y Choga Mish 28, habiendo sido estas marcas relacionadas con el origen de Protoelamita. En el corazón de Irán se han documentado marcas en cerámicas de lugares como Tepe Yahya29, y en el sur de este mismo país, durante el IV milenio a.C, y también posteriormente; en cerámicas de Mehrgarh30, en Baluchistán, desde mediados del IV milenio a la primera mitad del III milenio a.C.; en Damb Sadaat, en Pakistán y en Sahdad/Xabis, al norte de Tepe Yahya 31. También hay constancia del uso de marcas en Bampur (Baluchistán), Shahr-i Sokhta (Irán), Amri, Bala Kot, Mundigak y varios sitios del piedemonte del Kopet Dag y Bactria. Basta una simple mirada para darse cuenta que las marcas que encontramos en yacimientos del norte de Iraq, Siria y Anatolia son distintas a las que aparecen en la Susiana o Asia Central, aunque tal vez su sentido no sea tan diferente. Las marcas de sitios de al Yazira y sureste de Anatolia parecen estar relacionadas con la emergencia de instituciones, de hecho podrían estar en conexión con el desarrollo de prácticas redistributivas. Varios autores se han aventurado a dar una explicación para estos signos, para algunos servirían para diferenciar los objetos de distintas unidades de producción que trabajaban simultáneamente en el mismo sitio 32, mientras que otros piensan que se realizarían para diferenciar productos de una misma cocción, que pudiesen hacer referencia al cliente de estos objetos o que se tratasen de signos con un valor pictográfico que indicasen cantidades, productos o instituciones 33. Independientemente de la función concreta de estas marcas, creo que lo que dejan claro es la existencia de una práctica administrativa, relacionada con el proceso de desarrollo de sociedades complejas que estaría teniendo lugar en este momento. Otro aspecto en el que debemos centrar nuestra mirada es en la glíptica. Es posible que durante el Neolítico se practicase algún tipo de control administrativo. En esta zona septentrional de Iraq, Siria y sureste de Anatolia apreciamos el uso relativamente abundante de cretulae para el sellado de recipientes y puertas. Las cretulae nos ofrecen una ocasión única para comprender los mecanismos burocráticos y administrativos. Su aparición vendría marcada por la necesidad de 27

Trufelli, 1994: 256-257. Encrevé/Dollfus, 1982: passim. 29 Potts, 1981: passim. 30 Encrevé/Dollfus, 1982: passim. 31 Potts, 1981: passim. 32 Palmieri, 1985: 194. 33 Trufelli, 1994: passim. 28

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controlar distintos bienes. La primera vez que tenemos atestiguado un sistema de sellado, mediante el empleo de improntas de sello, es en Tell Sabi Abyad durante el Neolítico Tardío en un contexto de gestión de productos almacenados 34. Durante la cultura Ubaid se produjo un aumento de los elementos administrativos. Las prácticas administrativas en uso durante el Calcolítico Tardío no muestran ningún tipo de ruptura con la implantación de la cultura Uruk, produciéndose además un aumento de esta capacidad administrativa a medida que se implantaba la cultura meridional. Los sellos encontrados en yacimientos del Calcolítico Tardío en al Yazira, sureste de Turquía y en el piedemonte de los Zagros muestran una iconografía similar, que responde a modelos plenamente locales que nos informan de la existencia de una importante contabilidad administrativa. Mientras que el cilindro-sello o la bullae son instrumentos administrativos de claro origen mesopotámico, el sello-estampa es una invención del norte, siendo ya relativamente abundante en la cultura Halaf35. La glíptica típica de los sellos del Calcolítico Tardío local la tenemos atestiguada desde el Ubaid Tardío en lugares como Tell Zeidan, Değirmentepe o en el nivel XIII de Tepe Gawra 36 (fig 5a), pero será durante el Calcolítico Tardío cuando estas prácticas muestren una clara homogeneidad en la zona. En los sitios locales del Calcolítico Tardío nos encontramos con sellos circulares, cuadrados, rectangulares, semiesféricos, elipsoides, etc. Los motivos representados varían entre los diferentes yacimientos, aunque en el norte de Iraq y Siria y sureste de Anatolia puede apreciarse una glíptica en la que cápridos, leones y serpientes están bien representados 37. En Hacinebi destacan los cápidros, a menudo caminando o yacentes, normalmente de perfil, con un solo cuerno y suelen aparecer acompañados de otros cápridos, felinos y en menor medida tortugas y serpientes. Los felinos también suelen estar bien representados en Hacinebi (fig. 5b), igualmente acompañados de otros animales38. En el nivel 19 de Tell Brak (Calcolítico Tardío II) los motivos más representados son las serpientes entrelazadas y leones (fig. 5c). Si comparamos los leones de sellos de Tell Brak con los conocidos en los sitios contemporáneos de Tepe Gawra y Değirmentepe, los leones de Tell Brak parecen muy sofisticados 39. Entre los sellos del Calcolítico Tardío de Tell Hamoukar predominan los que tienen forma de animal, sobre todo animales recostados y con la cabeza vuelta hacia atrás. Uno de los sellos más llamativos es uno encontrado en un edificio tripartito y que muestra a dos osos enfrentados (fig. 5d). Pero los sellos de Tell Hamoukar no sólo muestran paralelos iconográficos con el norte de Siria y sureste

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Akkermans/Duistermaat, 1996: passim. Fiandra, 2009: 81-83. 36 Frangipane, 1996: 136-137. 37 Pittman, 1999: passim; Reichel, 2002: 35-41. 38 Pittman, 1996: 231-233. 39 McMahon, 2006: 6. 35

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de Anatolia, sino también con la Susiana40. Otros motivos documentados en la glíptica local son los geométricos y antropomorfos. Las cretuale impresas con estampas de sello fueron utilizadas en esta región como cierre de contenedores de almacenamiento y, en sitios como Tell Hamoukar, Tell Brak y Arslantepe para el sellado de puertas, y nos aportan una información fundamental sobre los sistemas administrativos. Otro aspecto que nos habla de la uniformidad cultural de esta región septentrional es la presencia de ídolos de los ojos. En la década de los treinta Mallowan excavó en Tell Brak el conocido como “Templo del Ojo” 41, llamado así por la gran cantidad de plaquetas de caliza con ojos prominentes que se encontraron en su interior (fig 6b). La presencia de ídolos de los ojos también ha sido documenta en Hacinebi, Tell Hamoukar (fig. 6a), Grai Resh, Tepe Gawra, Hassek Höyük y Arslantepe. Las prácticas de enterramiento durante el IV milenio en el sureste de Anatolia y noreste de Siria, siguen una tradición relativamente común en esta zona de enterramientos en tinaja de infantes (fig. 8d). Una tradición que puede derivar de antiguas prácticas del V milenio y que tenemos atestiguada en sitios como Hacinebi42, Gawra43, Abada44, Tell Brak45 o Samsat46. En los enterramientos de la Fase A de Hacinebi (Calcolítico Tardío local), encontramos algunos con objetos metálicos en su ajuar (fig. 8b) que nos hablan de contactos interregionales 47, los fallecidos se colocaron en grandes tinajas de almacenamiento, en ocasiones con platos o cuencos volteados como tapas48. Esta misma costumbre se sigue practicando en Hacinebi durante los contactos con el mundo Uruk. En el marco religioso, desde el punto de vista de los templos de Tepe Gawra, Rothman ha propuesto una serie de características comunes para los templos de al Yazira y sureste de Anatolia, como son: la planta tripartita, la existencia de una plataforma para realizar sacrificios en el centro de la sala principal, nichos en las paredes, una gran pila y, en ocasiones, paredes cuidadosamente enlucidas y decoradas con pinturas en rojo y negro49. Creo que hay que tener mucho cuidado a la hora de definir unas características específicas para los templos del sureste de Anatolia y norte de Siria 40

Reichel, 2002: 41. Mallowan, 1947: passim. 42 Stein/Misir, 1996: 210-211. 43 Tobler, 1950: 107. 44 Jasim, 1985: 33-49. 45 Oates/Oates, 1997: 290. 46 Özgüç, 1992: 152. 47 Stein, 2012b: 135-136. 48 Stein/Misir, 1996: 210-211. 49 Rothman, 2009: 18. 41

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e Iraq, pues a mi parecer muchos edificios son interpretados como de un carácter religioso, cuando en realidad se trataría de meros edificios públicos. Ya hace unos años E. Heinrich realizó una reinterpretación del Eanna de Uruk 50. En su opinión no se trata de un complejo de templos, sino de un lugar de reunión de la población, posiblemente las élites emergentes. Para Heinrich en vez de templos habría que llamarlos espacios de culto y encuadrarlos en un ámbito político. H. J. Nissen 51 también ha expresado dudas similares sobre los templos del Uruk IV. Al menos dos de estas estructuras, la llamada “Sala de los Pilares” y el “Palacio E”, serían el lugar de reunión de un gran número de personas y en los que deliberaba la comunidad que dirigía la ciudad. Por su parte, J. D. Forest ha sugerido que muchos de estos “templos” serían la sede en la que se reunirían consejos o asambleas y lo que se ha interpretado como altares, no sería más que el lugar desde el que se ejercía la presidencia oficial de la reunión52. En su análisis del nivel VIIIC de Tepe Gawra, E. Speiser identificaba hasta cuatro templos53, el Sureste, el Noreste, el Central y el Oeste. Pero en una posterior reinterpretación de estos datos 54, M. S. Rothman llega a la conclusión que sólo el “Templo Sureste” sería un edificio con funciones religiosas. El conocido como “Templo Noreste” fue la residencia de un importante oficial, tal vez el jefe de una comunidad. El “Templo Oeste” (fig. 7a), por los materiales encontrados en su interior, es interpretado como un edificio público, en concreto sería un edificio donde se entregaban raciones de grano y algunos bienes fueron sellados 55. Para Rothman los edificios de los niveles XIII, XII y XIA/B de Gawra tampoco son templos. Por tanto, cabe preguntarse si el conocido como Templo C de Arslantepe tendría en realidad funciones religiosas. Recordemos que se trata de una estructura monumental, aproximadamente del 3500-3400 a.C.56, finales del nivel VII de Arslantepe. Es el único edificio de planta tripartita documentado en este yacimiento, aislado del resto de construcciones, en una posición central y construido sobre una plataforma de grandes losas de piedra y ladrillos de adobe 57 (fig 7b). En el centro de la sala central se encontró una plataforma con un hogar y con huellas de postes de madera. En esta misma sala se documentaron nichos y una zona decorada con las típicas pinturas en rojo y negro de la región. Estos motivos por sí solos no son suficientes para poder interpretar este espacio como un templo, máxime cuando ninguno de los objetos encontrados en él, tienen carácter religioso. En su interior se encontraban cientos de recipientes del tipo çoba bowls y gran 50

Heinrich, 1984: passim. Nissen, 2002: 3. 52 Forest, 1999a: passim. 53 Speiser, 1935: passim. 54 Rothman, 2002: passim. 55 Rothman, 2009: 19. 56 Frangipane, 2000: 58. 57 Alvaro, 2010: 98-99. 51

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cantidad de cretulae, por tanto materiales que más bien nos hablan de una actividad redistributiva y administrativa. Frangipane ha interpretado este lugar como un espacio dedicado a la redistribución alimentaria58, acto que se llevaría a cabo de forma ceremonial. Pero si interpretamos el altar de la sala central como un pódium desde el que presidir reuniones, tenemos en cuenta que las pinturas en rojo y negro no parecen tener un carácter ceremonial, pues también aparecen en las viviendas domésticas de este mismo período y en el área de almacenes del gran “Complejo Palacial” del posterior período VIA, a lo que hay que añadir que ninguno de los materiales encontrados en su interior están relacionados con la religión o el culto, puede que nos encontremos ante un edificio público relacionado con las actividades de la sociedad o la toma de decisiones. En conexión con el punto anterior de los templos, durante el Calcolítico Tardío del sureste de Anatolia y comienzos del III milenio en el norte de Siria, tenemos atestiguada la presencia de pinturas murales en rojo y negro, que han sido interpretadas como de tipo ritual, utilizadas por las élites para remarcar su poder, lo que ha hecho que muchos de los lugares en donde aparecen hayan sido interpretados como religiosos, o bien que la actividad que se llevaba a cabo en ellos tendría algún carácter ritual. Se nos olvida que en realidad sólo se trataría de los dos colores más fáciles de obtener. En Halawa Tell B 59, en un contexto de finales del IV o comienzos del III milenio a.C., se han encontrados pinturas parietales de estilo geométrico que en cierto modo se dan un aire a las documentadas en Arslantepe. Uno de los lugares en donde han aparecido se ha interpretado como un templo, pero también se han encontrado en un complejo de edificios que a juzgar por los materiales aparecidos en su interior se trataba de una zona doméstica 60. La función de estas pinturas iba mucho más allá de la puramente decorativa. Servirían para mandar un mensaje a la gente que entrase a las áreas en donde fueron colocadas y debieron tener un carácter ideológico o tal vez mitológico importante. Bien podrían haber servido para legitimar el poder de las élites y, por tanto, se realizarían en edificios de su propiedad o utilizados por ellos61. El impacto de la expansión Uruk en al Yazira y sureste de Anatolia A la luz de estas evidencias podemos pensar que durante el Calcolítico Tardío de al Yazira y Anatolia suroriental ya existían unas comunidades con un cierto grado de complejidad que venían desarrollándose desde época Ubaid. Ya desde este período existirían tanto en el norte como en el sur, poderosas entidades 58

Frangipane, 2009a: 138. Lüth, 1989: passim. 60 Cooper, 2006: 89-94. 61 Frangipane, 2010: 27. 59

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políticas regionales controlando diversas áreas. Durante el Ubaid Final, a finales del V milenio, parece que se produjo una primera llegada de gentes de Mesopotamia a la periferia septentrional, dejando sentir su influjo en la planta tripartita que adoptarán algunas sociedades del norte. A pesar que el norte y el sur siempre estuvieron en contacto y hay claras evidencias de un comercio a larga distancia a comienzos del IV milenio, la referencia más clara de las comunidades del norte durante el Calcolítico Tardío es el mundo anatólico y transcaucásico. Los principales centros del sureste de Turquía y al Yazira muestran signos de una complejidad social, y con una concentración de la población en una serie de cuencas y llanuras aluviales que presentan un gran potencial agrícola que en muchos casos hacen innecesaria la irrigación, incluso las zonas que aparentemente no parecen aptas para la agricultura, caso de Arslantepe, en la llanura de Malatya, las imágenes tomadas por satélite muestran la existencia de un suelo muy húmedo con la presencia de acuíferos 62. A comienzos y mediados del V milenio a.C. las sociedades de este área septentrional que estamos analizando estaban caracterizadas por una gran igualdad, pequeñas comunidades sin muchas evidencias de jerarquización ni complejidad, aunque en la última fase del período Ubaid probablemente haya que buscar las primeras etapas del desarrollo de una diferenciación económica y social en la región63. En estos momentos algunos aspectos de la cultura material, tales como la planta tripartita y las cerámicas pintadas, son compartidos por una amplia zona del Próximo Oriente. Pero desde el Calcolítico Tardío I-II (4400-3800 a.C.), comienzan a aparecer restos de una arquitectura monumental, un comercio organizado a larga distancia, producción artesanal especializada y aglomeraciones de población. Estos signos que empiezan a hablarnos de complejidad se aprecian con más claridad durante el Calcolítico Tardío III-IV (3800-3300 a.C.), cuando nos encontramos evidencias de grandes festejos o banquetes, existencia de instituciones religiosas, producción cerámica en serie, episodios de violencia y asentamientos densamente poblados64. La creciente complejidad de la sociedad mesopotámica aumentó las necesidades de las élites por unas materias primas ausentes en la llanura aluvial. Las materias primas fueron buscadas en tierras lejanas y será en esta búsqueda cuando entren en contacto con las sociedades de al Yazira y sureste de Anatolia. Es poco lo que sabemos de las dinámicas de interacción entre mesopotámicos y población local, la organización de las comunidades locales, o el impacto de la expansión Uruk en las sociedades indígenas de al Yazira y sureste de

62

Marcolongo/Palmieri, 1993: passim. Stein, 2012b: 128-132. 64 Ur, 2010: 398-404. 63

304

Anatolia, pero a raíz de los datos obtenidos en sitios como Hacinebi, podemos hacernos una idea. Hacinebi es un tell de 3,3 ha. que se encuentra en el sureste de Turquía, 5 km al norte de la moderna Birecik, en la provincia de Șanliurfa, en la orilla este del Éufrates, en una zona fácil de defender a los pies del Tauro 65. La media de lluvias en la zona es de entre 400 y 600 mm anuales, lo que permite una agricultura de secano. Se encuentra situado en una zona con una alta importancia estratégica, pues en sus inmediaciones se cruzan dos rutas importantes de comunicación. La primera de ellas a través del Éufrates unía el este del Tauro, una zona rica en minas de cobre, con la estepa Siria y más al sur con Mesopotamia. La segunda de las rutas unía el este y el oeste. Incluso el “camino real aquemenida” perfectamente organizado que unía Sardis con Susa, tal y como nos cuenta Heródoto, atravesaba el Éufrates en este punto 66. La excavación de Hacinebi se llevó a cabo entre los años 1992 y 1997 por la Northwestern University de Evanston (Chicago). Las tres primeras campañas estuvieron codirigidas por, G. J. Stein, actual director del Instituto Oriental de Chicago, y por Adnan Misir del Museo de Șanliurfa, pasando a partir de 1995 a estar dirigidas únicamente por Stein. Las excavaciones han sacado a la luz una ocupación del Calcolítico Tardío (finales del V milenio a.C.), una fase de contacto con el mundo Uruk, una necrópolis del Bronce Antiguo I, una ocupación de época henenística-aqueménida, y de época romana se ha encontrado una alquería. Después el yacimiento sería abandonado y no volvería a ser ocupado. La principal ocupación del sitio data del IV milenio a.C., Calcolítico Tardío, un período que en Hacinebi ha sido dividido en tres fases 67: Fase A: (4100-3800 a.C.) Se trata de la fase más antigua. Nos encontramos con cerámicas locales del Calcolítico Tardío II. Fase B1: (3800-3700? a.C.) Se documentan formas tardías de cerámica local. Fase B2: (3700-3200? a.C.) Aparece una cerámica local junto a otra de estilo propiamente meridional. Las fases A y B1 son de pre-contacto, mientras que en la fase B2 tenemos evidencias de una interacción intensiva con el sur. En la Fase A los depósitos más antiguos muestran una arquitectura doméstica de pequeña escala, enterramientos y depósitos de desechos, asociados a ellos aparecen cerámicas con desgrasante vegetal (fig. 8a) similares a las del Amuq F y que también son conocidas en la cuenca del Karababa, en la Fase VIB de Kurban Höyük, en Karatut Mevkii, en Arslantepe y en general en toda la zona 65

Stein/Misir, 1994: 122. Hdt. 5.52-53. 67 Stein, 1999: 16. 66

305

entre el este del Tauro y la estepa siria 68. Junto a ellas, se documentan durante el período de pre-contacto, cerámicas con desgrasante mineral, fabricadas a torno, de factura más cuidada y que también aparecen durante el Calcolítico Tardío en Tell Brak, Kurban Höyük y Tell Leilan69. Como veíamos en el apartado anterior las prácticas de enterramiento siguen una tradición local de enterramientos de niños en jarras. En otra parte del yacimiento, podemos apreciar una arquitectura pública a gran escala que también debemos situar en este momento anterior a los contactos con el sur. Se documentó parte de un edificio masivo, con orientación noreste sureste, con al menos uno de sus muros de 1,70 m de grosor. En el suelo solo se encontró cerámica local. En una habitación excavada en la esquina noreste de esta estructura se documentó un nicho en el muro norte y en el suelo un colgante tallado en piedra gris, aparentemente clorita (fig. 8f), lo que evidencia un comercio a larga distancia anterior a la expansión Uruk en el sureste de Anatolia, pues las fuentes de clorita se encuentran en la región de Diyarbakir, a 300 km de distancia de Hacinebi70. Especialmente interesante de esta época es la presencia de objetos que nos sugieren la existencia de una práctica administrativa, y por tanto, de una cierta madurez y complejidad de la sociedad de Hacinebi. En la Fase A está atestiguado el empleo de sellos. En la iconografía nos encontramos serpientes retorcidas, buitres, cápridos y humanos demoníacos71 (fig. 8e). Todos los sellos de la Fase A presentan paralelos con Değirmentepe, Tepe Gawra y la llanura del Juzistán. Las funciones del sello y la iconografía sugieren que tanto la praxis administrativa, como el simbolismo de las imágenes fueron compartidas en una amplia zona geográfica que se corresponde con el horizonte del Ubaid Tardío en el V milenio a.C.72. Posteriormente, durante la Fase B1, seguimos encontrándonos con una gran variedad de materiales administrativos de carácter local que consisten en sellos e impresiones de los mismos, comparables a los encontrados en Tell Brak y Tepe Gawra. A partir del 3700 a.C., Fase B2, los estilos cerámicos y las prácticas de enterramiento muestran una gran continuidad con la Fase A73, pero empiezan a aparecer las primeras cerámicas de estilo Uruk 74, hasta que a mediados del IV milenio a.C. nos encontramos con una cultura material idéntica a la de la llanura meridional y a la de colonias como Habuba Kabira y Jebel Aruda. La aparición de las cerámicas Uruk coincide con una reorganización arquitectónica de la zona noreste del yacimiento, levantándose una especie de plataforma, sobre la que se 68

Stein/Misir, 1993: 133-134. Ibidem: 132-133. 70 Stein/Misir, 1996: 211-212. 71 Pittman, 1999: 45. 72 Ibidem. 73 Stein/Misir, 1996: 213-214. 74 Stein/Misir, 1993: 134. 69

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construyó en su parte más elevada unas habitaciones no monumentales, posiblemente residenciales 75. A esta serie de habitaciones aparecen asociadas cerámicas locales y Uruk, al igual que material administrativo indígena y foráneo. Durante la Fase B2 un pequeño enclave mesopotámico se establecería en la esquina noreste de Hacinebi. En las áreas sur y oeste de la Fase B2 predomina una cultura material local, mientras que el material Uruk aparece localizado en la zona norte. Todo el rango de cerámicas Uruk están presentes en Hacinebi, cerámicas que gracias a los análisis de activación de neutrones sabemos que no fueron importadas, sino realizadas en Hacinebi y, además, serían contemporáneas de las cerámicas locales76. En Hacinebi también tenemos atestiguado el empleo de conos de arcilla en las paredes. Una decoración típica en Mesopotamia y en las colonias Uruk de Habuba Kabira, Jebel Aruda y Hassek Höyük77. El betún, sustancia muy usada en Mesopotamia aparece de manera abundante en Hacinebi asociado a contextos Uruk. El betún habría sido importado, pues las principales fuentes se encuentran en el sur78, probablemente desde Hit. Durante la segunda mitad del IV milenio a.C. encontramos dos sistemas administrativos diferentes: un sistema local del sureste de Anatolia del que ya teníamos constancia en la Fase A y B1, y que es bien conocido durante el Ubaid Tardío en Değirmentepe o en el Calcolítico Tardío V de Arslantepe entre otros. El segundo sistema administrativo es propio del sur, de Uruk y de Susa, caracterizado por el empleo de cilindro-sellos. Podemos destacar que en la zona norte se encontró una bulla llena de tokens y cubierta con dos impresiones de cilindro sellos de estilo Uruk Tardío (fig. 8c). Las bullae son comunes en Mesopotamia y en las colonias, pero la de Hacinebi es la única bulla encontrada en Turquía. Su descubrimiento es importante, pues es una evidencia directa de contactos entre mesopotámicos y anatólicos en Hacinebi79. En Hacinebi se aprecian evidencias de una “colonización” mesopotámica y del establecimiento de intercambios. Este intercambio tendría lugar entre dos comunidades diferentes que vivían encapsuladas en dos zonas bien diferenciadas del asentamiento. Ambas comunidades muestran unas identidades sociales distintas, con poca o ninguna evidencia de imitación y transculturación, pues no hay nada que nos indique una emulación o el reemplazo de los estilos locales por otros meridionales. Estilos culturales anatólicos y mesopotámicos convivieron en Hacinebi durante al menos 400 años 80.

75

Ibidem. Stein, 1999: 16. 77 Ibidem. 78 Schwartz, G. M. et al., 1999: 70. 79 Pittman, 1996: 230-231; Stein/Misir, 1994: 124-125. 80 Stein, 2012b: 142-143. 76

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Nos encontramos con un asentamiento Uruk que no ejerció ninguna influencia sobre la política local. El número de gentes llegadas del sur debió ser muy pequeño, a lo que hay que añadir, o quizás debido a ello, que se encontraban a más de 1.000 km del que fue su territorio original. Este grupo foráneo entablaría contactos con el gobierno local de una sociedad ya caracterizada por un cierto grado de complejidad. La combinación de ambos factores, distancia a su lugar de origen y complejidad de la sociedad preexistente, haría imposible que los mesopotámicos ejerciesen algún tipo de dominio político, militar, económico o ideológico sobre la comunidad local81. A juicio de Stein esta comunidad mesopotámica tan pequeña solo pudo sobrevivir en Hacinebi con el permiso de los gobernantes locales, posiblemente creando alianzas estratégicas con la élite local a través de relaciones matrimoniales 82 o de intercambios. Su llegada se produciría aproximadamente en el 3700 a.C. con la intención de participar en el comercio de metales existente en la zona. Conclusiones Durante mucho tiempo se consideró esta zona septentrional un área marginal comparada con la llanura aluvial. Todo atisbo de desarrollo y complejidad era explicado desde un punto de vista difusionista, pero el desarrollo de las investigaciones de los últimos años hace replantearnos esto. Es evidente que durante el período Uruk las gentes de la llanura mesopotámica llevaron a cabo una expansión hacia la Susiana, Zagros, al Yazira y sureste de Anatolia. En estas dos últimas áreas los enclaves Uruk tenían la clara intención de asegurar las rutas de comunicación y agilizar y mejorar el comercio hacia Mesopotamia, de los productos en que esta era deficitaria. Se habló de una red colonial perfectamente trazada y organizada, también hay quien ha propuesto que no se trataría de una empresa unificada, sino de múltiples empresas con diferentes estrategias y en competición unas con otras83. En cualquier caso, al llegar allí se encontrarían con unas poblaciones caracterizadas por un cierto grado de complejidad, y que a juzgar por su cultura material se encontraban inmersas en un proceso de centralización. Los principales centros del sur de Turquía y al Yazira que muestran signos de una complejidad social y una concentración de la población, se encuentran cerca de cuencas fluviales y llanuras aluviales con un gran potencial agrícola que hacen innecesaria la irrigación. Cuando los grupos meridionales deciden visitar al Yazira y Anatolia durante el Uruk Medio y Tardío, ya existían entidades complejas, políticamente centralizadas con las que pudieron comerciar y obtener las materias primas de las 81

Stein, 1999: 20. Stein, 2012a: passim. 83 Forest, 1999b: 141-142. 82

308

que carecía Mesopotamia. La expansión Uruk a Siria y Anatolia comenzó en el Uruk Medio, sobre el 3700 a.C. y se prolongó durante el Uruk Tardío 84. En las zonas más cercanas a Mesopotamia pudo producirse una conquista por parte de las gentes Uruk, pues durante el Calcolítico Tardío IV tenemos evidencias de conflictos en Tell Majnuna 85, Grai Resh86 y Tell Hamoukar87 que quizás nos indiquen una conquista por la fuerza, otra estrategia fue el establecimiento de auténticas colonias como Habuba Kabira, Jebel Aruda o Tell Sheikh Hassan, pero a medida que aumentaba la distancia, disminuiría el poder de intervención Uruk 88, por lo que debieron entablarse otro tipo de contactos que dieron lugar a relaciones distintas, caso de Hacinebi o Arslantepe 89.

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313

Figura 1. Principales lugares citados en el texto. Según Stein, 2012b: 127, fig. 1a.

Figura 2. a) Edificio monumental en el nivel VII de Arslantepe. Según Frangipane, 2010: 32; b) Edificio monumental de Tell Brak de finales del V comienzos del IV milenio a.C. Según McMahon/Oates, 2007: 6, fig. 2.

314

Figura 3. Çoba Bowls con marcas de alfarero de Arslantepe. Según Frangipane, 2000: 73, fig. 15 y Trufelli, 1994: 261, fig. 8.

Figura 4. a) Grupos de marcas catalogadas en Arslantepe. Según Trufelli, 1994: 257, fig. 5; b) Grupos de marcas de Tell Brak. Según Oates/Oates, 1997: 291, fig. 8.

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Figura 5. Ejemplos de la glíptica local. a) Değirmentepe y Tepe Gawra (Ubaid Tardío). Según Frangipane 1996: 137, fig. 28; b) Hacinebi (Calcolítico Tardío). Según Pittman, 1999: fig. 3; c) Tell Brak (Calcolítico Tardío). Según McMahon, 2006: 7. Fig. 3; d) Tell Hamoukar (Calcolítico Tardío). Según Reichel, 2002: 43, fig. 10.

Figura 6. Ídolos Ojo. a) Tell Hamoukar. Según Gibson, McG. et al., 2002: 22, fig. 14; b) Tell Brak. Foto del autor.

316

Figura 7. a) Templo Oeste (Tepe Gawra VIIIC). Según Rothman, 2009: 33, fig. 2; b) Templo C de Arslantepe. Según Alvaro, 2010: 99, fig. IV.3.2.

Figura 8. Restos materiales procedentes de Hacinebi. a) cerámica con desgrasante vegetal realizada a mano; b) anillos de plata y cobre procedentes de un enterramiento infantil; c) bulla impresa y tokens típicos de la cultura Uruk; d) enterramiento infantil en jarra; e) sello rectangular e impresión; f) colgante de clorita. Página web de Hacinebi http://faculty-web.at.northwestern.edu/anthropology/stein/HNartifacts.htm

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Pedido 29957 Laminado Brillo

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