(2014) Branislava Susnik: Antropóloga del Paraguay

July 18, 2017 | Autor: Carlos Peris | Categoría: Latin American Studies, Paraguay, Antropología cultural, Antropología, Antrophology
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Descripción

Branislava Susnik La antropóloga del Paraguay

TOMO

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BRANISLAVA SUSNIK

Carlos Peris

© El Lector (de esta edición) Director Editorial: Pablo León Burián Coordinador Editorial: Bernardo Neri Farina Director de la Colección: Herib Caballero Campos Diseño y Diagramación: Denis Condoretty Corrección: Milciades Gamarra I.S.B.N.: 978-99953-1-467-5 Hecho el depósito que marca la Ley 1328/98 El Lector I: 25 de Mayo y Antequera. Tel. 491 966 El Lector II: San Martín c/ Austria. Tel. 610 639 - 614 258/9 www.ellector.com.py Esta edición consta de 15 mil ejemplares Setiembre, 2014

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Branislava Susnik La antropóloga del Paraguay

Tabla de contenido Prólogo.................................................................................................. 2 Introducción......................................................................................... 2 Capítulo I Primeros pasos.................................................................................... 4 La persona............................................................................................ 4 Formación............................................................................................. 6 Llegada al Paraguay........................................................................... 9 Capítulo II Principales estudios.......................................................................... 15 Su enfoque.......................................................................................... 15 Las sociedades aborígenes, entre lo colectivo y lo individual.... 16 La lengua en el pensar, hablar y actuar......................................... 17 Migración de los pueblos indígenas en el Paraguay.................... 19 El encuentro con el español............................................................. 21 La relación mestiza e indígena........................................................ 22 Inacabables descubrimientos........................................................... 23 Capítulo III: Últimos pasos.................................................................................... 25 Días finales......................................................................................... 25 Reconocimiento................................................................................. 28 Profesora de profesores.................................................................... 30 El Museo Etnográfico Andrés Barbero........................................... 32 Cronología.......................................................................................... 33

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Conclusión......................................................................................... 34 Anexo.................................................................................................. 37

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Branislava Susnik

Prólogo Personalidades Célebres es una colección que pretende rescatar a personas que han contribuido mucho al desarrollo del país en diferentes ámbitos. En el presente volumen

se analiza la vida de Branislana Susnik, una eslovena de nacimiento

pero que adoptó al Paraguay como su patria , y a la que contribuyó con el acrencentamiento del conocimiento científico en lo que respecta a la Antropología. Carlos Peris es un joven sociólogo que pese a su juventud ha iniciado con firmeza el camino de la investigación y que en este libro demuestra su rigurosidad en analizar los aspectos biográficos y científicos de Branislava Susnik, una personalidad tan relevante para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Paraguay. El libro inicia con la vida de la doctora Branislava Susnik y su formación en Europa y los díficiles años en los que el viejo Continente se encontraba sumido en la Segunda Guerra Mundial. La doctora Susnik huyó el régimen autoritario que se instauró en su Eslovenia natal y llegó primero a la Argentina, país en el que se encontraba hasta que el gran filántropo paraguayo Andrés Barbero le contactó para que se hiciese cargo del Museo Etnográfico en Asunción del Paraguay. Luego el autor nos va explicando el método utilizado por la doctora Susnik en sus expediciones científicas y la labor inmensa que desplegó por más de cuatro décadas para comprender el idioma de los pueblos originarios de nuestro país. Es indudable que la enorme capacidad de investigación en Lingüisitica de la dra Susnik tuvo sus resultados y fue reconocida la misma a nivel mundial. El reconocimiento a la doctora Susnik a nivel nacional tuvo que esperar el inicio de la transición a la Democracia, el Congreso paraguayo le otorgó el Premio Nacional de Ciencias, siendo ella la primera en recibir el entonces recientemente creado premio. La inmensa labor científica de Susnik es respetada por los científicos y la misma representa un aporte fundamental al desarrollo del conocimiento sobre la Arqueología y la Antropología Americana en general y la paraguaya en particular.

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Agradecemos al autor por este libro que presenta la vida y obra de una científica social tan relevante para el Paraguay como Branislava Susnik y le instamos a que continue por la senda de la investigación para seguir contribuyendo a la construcción del conocimiento y su expansión en el Paraguay.

Septiembre de 2014. Herib Caballero Campos

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Introducción en Paraguay, así como en otros lugares, hay personas que mediante un trabajo y su sacrificio diario, logran un importante avance dentro del ámbito en el que se desempeñan, pero pasan sus vidas sin el reconocimiento debido, hasta que desaparecidas, empiezan a ser valoradas como perlas preciosas que alguna vez pisaron esta tierra. En esa interminable lista de ilustres personalidades se encuentra el nombre de Branislava Susnik; “la profesora de maestros”, “la descubridora de los pueblos indígenas”, “la científica implacable”. Esencialmente antropóloga, nació el 28 de marzo de 1920 y falleció en 1996 en la ciudad de Asunción. Llegó al país en 1951, proveniente de la lejana Eslovenia (Yugoslavia), para investigar sobre la etnología local y luego desempeñarse en el ambiente académico. Con su labor desentrañó lo esencial del Paraguay originario y conoció más que nadie a su gente, conviviendo con ellos, en el campo de trabajo. Gracias a la cooperación de la Sociedad Científica del Paraguay y la Fundación La Piedad, de manera silenciosa, realizó múltiples viajes de estudios entre casi todas las etnias sobrevivientes, produciendo diferentes tipos de saberes en el ámbito histórico, antropológico, sociológico y cultural. En su profusa y fructífera obra, compuesta por 77 escritos, pueden citarse las series de El indio colonial Los aborígenes del Paraguay y Una visión socio-antropológica del Paraguay. Asimismo, tuvo bajo su responsabilidad la Dirección del Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero y, durante más de veinte años, ejerció la cátedra de Etnología y Arqueología Americana en la Carrera de Historia de la Facultad de Filosofía, Universidad Nacional 11

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de Asunción (UNA). Sus aportes para las ciencias sociales del Paraguay son inacabables, y justo aquí se encuentra el principal desafío del presente libro. Ya en palabras del antropólogo paraguayo Chase Sardi, explorarla significa “sumergirse en una persona tan rica, interpretando su literario de estilo complicado, opuesto a su hablar claro, didáctico y enfático”. En su primera conferencia en tierras paraguayas, la propia Branislava contó que la miraban a manera de “bicho raro”, por hablar con palabras difíciles y conceptos rebuscados. La idea de su complejidad fue una excusa en ciertos intelectuales para obviar sus escritos. Sin embargo, se debe resaltar que Susnik era una eslovena que se animaba a escribir en una lengua extranjera; español. Interpretando sus conceptos fundamentales y recolectando testimonios de las personas que la conocieron, se exhibe y propone este libro. El mismo que intenta desentrañar a aquella persona que ha elegido al Paraguay como su laboratorio social, dejando un sinfín de conocimientos que aún faltan por expresar sobre su verdadera importancia. Por último, vale mencionar que tal emprendimiento no podría haberse concretado sin el fundamental aporte de los profesores: Adelina Pusineri, Ignacio Telesca, Marilin Rehnfeldt, David Galeano, Blanca García de Sosa, Deysi Amarilla y Lorena Céspedes. A todos ellos, el agradecimiento correspondiente por la ayuda presentada. Que sean pues estas hojas, un agradecido homenaje a la erudita pensadora, de herencia magnífica, tanto a nivel académico como humano.

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Capítulo I Primeros pasos La persona Branislava Jozefina Susnik Prijatelj, acreditada mundialmente bajo el nombre de Branislava Susnik o de la forma como prefirió llamarse en el Paraguay “Branka”, fue una investigadora de las culturas indígenas de América del Sur, políglota, lingüista, etnógrafa, arqueóloga e historiadora. Sus contribuciones son inmensurables, abarcando los primeros saberes regionales del territorio chaqueño. A través de sus misiones de estudios, logró conocer a los pueblos oriundos que habitaban en dicha zona, estableciendo, entre otros tantos hallazgos, que gran parte de nuestra historia proviene directamente de ellos, y no únicamente, de una supuesta realidad originada en la época colonial.

La Dra. Branislava Susnik. Foto de P. Blanch. 13

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En 1996, el jesuita, lingüista y antropólogo español Bartomeu Meliàal hablar de los aportes de Branka reflexionaba: “leer sus trabajos, implica comprender tanto la historia pasada y lo que hoy son los paraguayos”. En la revista eslovena “Mladika”, de octubre de 1992, a Branislava se la definió “aquella mujer, científica implacable, que tuvo que emigrar de su tierra natal, siendo hoy en día un orgullo para todos los eslovenos por sus labores investigativos emprendidos, incansablemente, por más de 40 años”. De hecho, las formas anteriores en la que ha sido catalogada, serían las correctas desde la perspectiva de la propia Susnik. Ella se negaba a hablar de su persona, pues lo que importaba realmente eran sus aportes en el campo de la ciencia, la disciplina que desempeñaba devotamente. Son varios los biógrafos de su vida que afirmaron no conocer muchos datos precisos sobre sus primeros años. Se sabe que nació el 28 de marzo de 1920, en la ciudad de Medvode, hoy Eslovenia antes Yugoslavia, y que le tocó vivir los horrores de la II Guerra Mundial (1939 a 1945), exiliándose en occidente, terminando finalmente en el Paraguay. Con gran añoranza y dolor recordaba perpetuamente a su patria, su lugar en el mundo con hermosas montañas, cálido viento y relajantes aguas. Con respecto a su pueblo natal, aseguraba que el mismo, históricamente, se diferenció del resto por el arduo trabajo de sus habitantes, siendo ella un fiel reflejo de tal particularidad. Bautizada en la religión católica, se la conoció con un crucifijo en el cuello y admirando la figura de varios misioneros cristianos que, en sus labores de evangelización, estudiaron y respetaron las culturas nativas. Su vida consistía en investigar, analizar continuamente sus trabajos de campo, su amor por conocer aún más y producir materiales científicos con una periodicidad admirable. Incluso, de aquí puede desprenderse la característica más importante: su seriedad aplicada a la hora de ser una verdadera científica. 14

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Conocidos, que tuvieron la oportunidad de tratarla, afirmaban que la vida de Susnik no ha sido fácil, sufrió los avatares de la vida, motivo por el cual decidió cerrar su aspecto personal y que solo hablen sus aportes académicos. Incluso, su forma de escritura oscura y embarazosa, y la manera en la que se referían muchos allegados: “una persona con carácter fuerte, difícil de tratar”, la alejaban de los demás, teniendo pocos amigos, que por lo general eran elegidos por ella, dándole fama de mujer solitaria. Adelina Pusineri, a quien la propia Branka se refirió: “la persona a quien confío plenamente, tanto en lo estudioso y personal, y cuida de mí como si fuese su propia madre”, es una de sus referentes, por la amistad que las unía y los años de labor académica emprendidos en conjunto. Su secretaria y auxiliar de cátedra, la alemana Elke Unger, el antropólogo paraguayo Miguel Chase Sardi, su médica de cabecera Beatriz Herrero Usher, las hermanas Barbero, Julia de Aquino y los doctores Juan Boggino, Constantino Gramatchikoff, Ricardo Moreno Azorero y Dionisio González Torres, formaron parte del selecto grupo. Por lo general todos eran sus pares, en donde ella podía hallar no solo amistad, sino una charla constructiva entre colegas. Branislava, incluso, había afirmado que detestaba a los “oportunistas y ladrones de ideas” y habitaba orgullosa de poder mantener relaciones sociales escasas pero auténticas. No era un espíritu solitario, fue una mujer real, que se cuidaba con cautela de quien se acercaba, recordando siempre lo mucho que había sufrido, siendo honesta y distante, por una más que necesaria autoprotección. Chase Sardi, en el Ultimo Reportaje, recuerda una de las conversaciones mantenidas con la doctora, una de las cuales él le recomendó ampliar su círculo de amigos. Ante tal consejo, contestó: “equivocado, Sr. Chase. Yo solo rechazo a los plagiarios, haraganes y los que les encanta perder el tiempo… usted nunca podrá ser un buen antropólogo, no sabe leer el alma humana”.

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Luego de tales palabras, el antropólogo bajó la cabeza y sintió vergüenza, en tal momento se encontraba manejando y casi chocaron. Susnik se dio cuenta de la situación, y agregó enfáticamente: “disculpe, Sr. Chase, usted sabe que siempre digo lo que pienso”. De la anécdota puede desprenderse otra característica: constantemente hablaba con la verdad y expresaba lo que efectivamente estaba sintiendo o reflexionando, es decir, no le gustaban las mentiras, los engaños y las falsedades. Su discurso y accionar fueron un fiel reflejo de tal convicción. El Dr. Tine Debeljak, en 1958, ha referido: “una consecuencia de su adaptación a las mujeres indígenas primitivas o bien es un gesto de señora emancipada en medio de la civilización europea moderna”. Agregó después otras peculiaridades como “de mujer con empuje, valentía y seguridad en sí misma”.

Branka en sus múltiples trabajos de campo en el Chaco Paraguayo, con Chamacoco, 1956. Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.

Es una realidad que Branka ha sabido abrirse camino en un mundo de hombres, demostrando bravura e intrepidez a lo largo de su existencia. 16

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El coraje le dio la oportunidad de entrar en el universo de los Yshiro Chamococo, quienes condenaban a muerte a todo individuo que se entere de sus sagrados secretos masculinos, contando a Susnik, sin embargo, los más íntimos detalles sobre el significado y desarrollo de sus ceremonias. También le permitió escapar ilesa, en el año 1963, de la sublevación de más de 200 indios Moros en el Chaco Boreal. Contenida por el propio cacique Eroi y sus 50 indígenas fieles, que la protegieron en todo momento, sintiéndose una de los suyos, resaltando su gran suerte y coraje. Esta era Branislava, auténtica, valerosa, honesta, independiente, pero sobre todo, una científica perseverante.

Formación Terminada la I Guerra Mundial (1914 a 1918), tras un evento tan devastador como significó el primer gran conflicto bélico moderno, Europa no solo se enfrentó a una reconstrucción de sus principales ciudades y modelos económicos, sino que, aparecieron nuevas ideas políticas y sociales que agitaron el debate de las sociedades. Era común encontrar por las metrópolis, o pueblos aledaños, la formación de grupos con pensamientos tan diferentes y dispares, que la realidad de todos los días se presentaba incoherente. En ese contexto confuso y caótico Susnik debió formarse, y fue determinante en su elección por el desarrollo de las ciencias humanas y sociales. De hecho, la zona en la que creció fue partícipe directa de la disolución del Imperio Austrohúngaro, desmembrándose en otros Estados, dando origen a naciones nuevas: Austria, Hungría, Yugoslavia y Checoslovaquia, o acrecentando los territorios de Rumania, Polonia e Italia. Académicamente empezó a consolidarse en el año 1937, cuando terminó su Bachillerato clásico humanístico en el Colegio Nacional 17

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de Ljubljana, pasando antes por su instrucción primaria en la Escuela Básica de Triglav. En dicha etapa de su vida, ya teniendo una fuerte tendencia hacia esta clase de ciencias, reafirmaba su extraordinaria habilidad para aprender idiomas, motivo que le permitió, posteriormente, sumergirse en diferentes cursos universitarios que resaltaron su enorme capacidad e interés. La lengua, en Susnik, no fue solamente una expresión de la relación social, sino un valor cultural clave que le permitía, desde este punto de vista, entender las culturas en su más amplia expresión. Desde 1937 hasta 1941 efectuó diferentes estancias de investigación y formación en la Universidad de Ljubljana. Realizó cursos libres en Lenguas y Culturas Bíblicas, postgraduándose luego en Arqueología de Emona, Etnografía Bosniaco Turca y en Prehistoria de Europa y Asia, donde por último, consiguió su Doctorado en Prehistoria e Historia. En gran medida, desde lo aprendido llegó a la conclusión de que las ciencias humanas podrían ser egoístas, superficiales, fantasiosas y que se ocupaban tan sólo de atraer a las multitudes sin nombre y personalidad. Incluso, en su cosmovisión (comprensión del mundo), la formación no podía escapar de lo llamado “humanismo”, algo tan carente y difícil de encontrar en el recorrido temporal en que le tocó educarse. En su constante búsqueda propuesta, empieza la segunda fase de ilustración, en la Universidad de Viena, Austria. Ahí, desde 1941 hasta 1942, alcanzó a doctorarse en Etnohistoria y Lingüística Uralo Altaica. Además de conseguir su segundo doctorado, la experiencia fue fundamental, pues logró integrarse al prestigioso grupo científico e intelectual conocido como el Círculo de Viena. Justo aquí, Susnik recibió la inclinación rigurosa hacia la importancia de hacer ciencia y se influencia de la corriente antropológica denominada la escuela histórica-cultural. El auge de aquella importante tendencia fue fundamental en Susnik y, de ahí en más, marcó sus pasos a la hora de realizar las labores científicas. 18

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La teoría adquirida afirmaba que la formación de la conducta humana no se realiza específicamente a partir de la acción sobre el mundo exterior, sino que se forja desde el comienzo de la vida en un marco de relacionamiento con los otros. Mediante estos procesos, el humano va obteniendo progresivamente un control voluntario de las funciones psicológicas. Las interacciones serán construidas, inicialmente, en el plano social, para después interiorizarse a uno personal. Profundizando lo anterior, ya en Susnik, se debe pensar de forma compleja, pues también se tiene que tener en cuenta lo económico, lo demográfico y lo ecológico. Branislava así imprimió una variada riqueza a las infinitas causas profundas de los cambios y permanencias socioculturales e históricas. Evitó todo reduccionismo y asimiló dichos principios, abarcando múltiples variables. Por ejemplo: “en el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces: primero a nivel colectivo, y más tarde, a nivel personal; primero entre personas, y después, en el interior del propio niño”. La ciencia antropológica se volvió fundamental en ella, pues se topa con un campo vivo para conocer al hombre. Fuertemente influenciada por la escuela histórico-cultural, al ser humano lo delimita como aquel quien debe vivir su propia vida, miembro de la naturaleza y de la sociedad, sin jugar irresponsablemente con su entorno vital. Realmente, en esta disciplina ha conseguido encontrar el humanismo necesario y tan anhelado en su persona. Se volvió una verdadera discípula del sacerdote católico, 19

Federico Baraga. Sacerdote Esloveno. Ede Linguee.

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compatriota esloveno, mundialmente conocido con el nombre de Federico Baraga. Aquel que “misionando” por la zona del oeste de Canadá, logró investigar humanamente en el campo de la etnografía y los idiomas de las comunidades indígenas. Siguiendo sus huellas, en estas tierras latinoamericanas, Susnik se caracterizó por continuar la tradición de Baraga, escribiendo gramáticas y recopilando diccionarios de sus expediciones, con un trato justo y bondadoso hacia los estudiados. En Branka, encontrar un modelo que equilibre la ciencia con el humanismo fue fundamental, y Baraga con su labor realizado, resultó un genuino ejemplo a seguir. Junto con él, tomó otros nombres de referencia: el del “Dr. Knoblehar”, entre los negros africanos, y del cacique esloveno “Juan Benigar”, en la Patagonia, todos distinguidos por estudiar y conservar las características etnográficas de los pueblos examinados. Años más tarde, en 1975, vuelve a reafirmar la idea de ciencia humanista, confesando al literato Debeljak cuanto sigue: “mis investigaciones me han enriquecido intelectualmente y me han dado la fuerza espiritual para seguir la verdad severa de la ciencia y la humanística, en mis trabajos científicos deseo alcanzar justamente eso, el poder acercar estas cuestiones, con toda responsabilidad ética, a aquellos intelectuales que continúan respetando al hombre en su complejidad esencial y vital”. Cuando terminó su estadía en Viena se dedicó a los estudios orientales con el secreto deseo de ir a las misiones de Asia. En búsqueda de tal sueño, llegó hasta Italia comenzando la tercera etapa de su formación, principalmente, en la Universidad de Roma, entre los años 1942 y1943. Se laureó en Historia y Arqueología Sumerio Babilonesa, realizó posgrados en el Instituto Pontificio Bíblico en Culturas y Lenguas de Asia Menor y complementó su formación con cursos en Arqueología Romana y Cristiana Antigua y Lenguas Altaicas. En este tiempo, le tocó sobrevivir a la II Guerra Mundial. Se tienen registros (mediante los reportajes de Debeljak en 1975), de haber colaborado en el Comité Social que dirigía el Dr. Krek en 20

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Roma, hasta que cayó en la cárcel, interrumpiendo su formación y actividad intelectual. Mientras sufría en una prisión comunista, en Ajdovščina, ni siquiera se atrevió a soñar con una nueva vida. Recién a su llegada a América retomó su actividad intelectual, aplicando sus conocimientos, siempre dentro de su firme convicción de una ciencia comprometida con el humanismo.

Llegada al Paraguay Oficialmente el arribo de la Dra. Susnik al Paraguay se produjo el 1° de marzo de 1951. Posteriormente se naturalizó paraguaya el 13 de junio de 1956, con Cédula de Identidad N° 198.206. Para ella esta nación representó su patria de adopción, pues aquí encontró “su laboratorio, su observatorio socio-cultural”, motivo por el cual toda su vida estuvo agradecida. A pesar del poco conocimiento sobre la historia de Susnik en Europa, es cierto que su venida a América ocurrió por la situación política que ella y su familia enfrentaron en la antigua Yugoslavia, en consecuencia directa a la II Guerra Mundial. Su tierra no se encontró aislada de este conflicto, en especial por el régimen totalitario de izquierda instalado, comandado por Josip Broz Tito (1892-1980). En el año 1941, el croata Josip Broz Tito dirigió a un conjunto de guerrilleros comunistas, partidarios, quienes lucharon contra los ocupantes nazis y adeptos locales. En 1945, con la derrota nazifascista, Yugoslavia fue reorganizada en una federación de seis Repúblicas Socialistas, entre las cuales se encontraba Eslovenia, que fue gobernada por Tito hasta su muerte. En toda la historia relatada con anterioridad, se encuentra la vida de Branka. Su padre era jefe de la Gendarmería cuando los comunistas comenzaron con su rebelión. De hecho, él se convirtió en la primera víctima de la revolución eslovena, cuando “lo mataron por ser el jefe de los oficiales del lugar”. Incluso ella, años más tarde, tal cual se ha mencionado en la sección anterior, cae presa en la cárcel 21

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de Ajdovščina, por motivos desconocidos: “¿por qué me metieron presa? no lo sé” (Debeljak en 1975). Tras dos trágicas experiencias, y luego de huir de su cautiverio, comenzó su exilio. Exilio doloroso, de la nación, su tierra, que tanto amaba y recordaba constantemente en su imaginario. Su intención verdadera consistía en estudiar el Oriente; gran parte de su preparación lo hizo para la realización de este fin. Sin embargo, ante situaciones adversas el camino propuesto cerró sus puertas, pero, al mismo tiempo, fue Occidente el que la albergó. América se presentó como un enorme desafío, en especial por ser

Carta de Identidad con la cual arribó a América. Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero. 22

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un rico campo de estudio, pues aún se mantenía viva esa mística de pueblos originarios dentro de las sociedades modernas. Para el anuario esloveno de 1975, Branka afirmaba: “en verdad el destino gira 180°, pues mi interés científico estaba orientado hacia los estudios de lenguas asiáticas, pero fue la guerra la que me arrojó a las tierras americanas, donde se hablaban aún unos 240 idiomas indígenas”. A principios de 1947, de Italia, emigró hacia la Argentina y desembarcó en el puerto de Buenos Aires el 27 de abril de 1947. En una conferencia del año 1997 en el Museo Etnográfico de Ljubljana – Eslovenia, su secretaria Adelina Pusineri, relató: “llegó a Buenos Aires, con la dificultad de que el castellano era la única lengua europea que no hablaba, tuvo que aprenderla en el barco, durante el mes que duró el cruce, pues se embarcó en Génova el 26 de marzo de 1947, traía sólo sus conocimientos, estudios y muchas esperanzas de poder trabajar en América”. La ola migratoria en la que arribó Susnik se denominó Eslovenos Libres. Aquella etapa posterior a 1945, que se caracterizó por la llegada de inmigrantes a la Argentina, que escaparon de la persecución de los regímenes comunistas. Ya establecida, retomó lentamente sus actividades intelectuales interrumpidas por los horrores de la guerra. Luego de realizar unas tareas en el Museo de la Plata, por encargo de la Universidad, rechazó seguir trabajando para no ligarse al gobierno justicialista de Juan Domingo Perón (1895-1974). Siempre dentro del mismo aspecto de análisis, Adelina Pusineri explicó: “ya había sufrido y huido de los “ismos”; como en Argentina en ese momento estaba en el gobierno Juan Domingo Perón y respondía a un gobierno de corte “totalitario” que creó un partido “justicialista”, conocido también como “Peronismo”, este “ismo” hizo que rechazara la oferta y prefiriera trabajar en otras actividades para ahorrar y poder buscar algo más propio, de su agrado y especialidad”. Empezó a relacionarse con la comunidad eslovena de Buenos Aires y con la Iglesia Católica, a través de las Obras Misionales Pontificias. Ya en 1949 fue enviada a la Provincia de Formosa (Chaco Argentino) para trabajar con los Tobas en la Misión Laishi. 23

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Estudiando la lengua de los mismos, Branka se hospedó en la casa de las Hermanas Religiosas Educacionistas Franciscanas de Cristo Rey, quienes, al igual que ella, eran yugoslavas – eslovenas. Este hecho fue fundamental para su llegada al Paraguay, pues el Dr. Andrés Barbero (1877-1951) se enteró de sus trabajos a través de las hermanas de la congregación. Aquellas misionaban en la Cruz Roja Paraguaya, que conocieron a Susnik en la casa de hospedaje en Formosa. El museo Etnográfico fue fundado por el filántropo Andrés Barbero en 1929 y se hallaba bajo la dirección del cientista alemán Max Schmidt (1874-1950) desde el año 1931. Para finales de la década de 1940 su primer director, el Dr. Schmidt, se hallaba enfermo, ya conociendo de su desempeño en el hermano país, el Dr. Barbero hizo llamar a Branislava para continuar el trabajo museológico iniciado. Susnik aceptó la invitación, llegó al 1° de marzo de 1951 a Asunción. En ese entonces Schmidt y Barbero ya habían fallecido. Ante los sucesos presentados, las hermanas Josefa y María Barbero comprendieron que la obra debía seguir. Constituyeron la Fundación La Piedad y contrataron a la Dra. Susnik para reordenar las colecciones y los múltiples papeles que ambos hombres dejaron. Ahí comenzó su obra que duró 45 años de incansable trabajo y continuos aportes. Dedicándose mayoritariamente a su labor museológica, modestamente empezó a investigar temas de su interés. Gracias a instituciones privadas (especialmente por la Asociación Indigenista del Paraguay), entre los años 1951 y 1952, se hizo posible su inaugural exploración sobre la lengua y la vida de los indígenas en el Paraguay. Fue así como la Dra. Susnik concibió sus iniciales viajes al Chaco; más precisamente en la Colonia Fray Bartolomé de las Casas. Del desempeño con los Maká produjo en 1955 su primer material editado en el país: Principios morfológicos de la Lengua Maká. Refiriéndose a estos años, ella explicó: “comencé simplemente trabajando, relacionándome con los indígenas. El pueblo paraguayo proviene de los mestizos españoles e indígenas guaraníes”. En Paraguay hoy viven 13 diferentes tribus”. 24

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Dr. Andrés Barbero

Dr. Max Schmidt

Para luego agregar: “aprendí algunos sustantivos, los de la vida cotidiana y no tuve el tiempo necesario para asimilar los adjetivos sociales. Empecé con los verbos, es decir, con el trabajo de relacionarme con los indígenas”. 25

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Los trabajos de campo no eran fáciles, especialmente por no tener el apoyo suficiente para realizar dichas operaciones tan costosas y arriesgadas. Todo mejoró cuando la eligieron como miembro de la Comisión de la Sociedad Científica del Paraguay. En sus propias palabras; “solo de esta manera, con una estructura que te avale y te introduzca, se puede avanzar en los pequeños países americanos, es la plataforma de presentación”. La primera gran expedición fue al Alto Paraguay - Chaco, desde Puerto Guaraní hasta Bahía Negra, costas del río Paraguay, antiguos puertos tanineros que tanto habían contribuido a la aculturación de los indígenas de la zona. La Carta de presentación de la Sociedad Científica a los componentes de la excursión decía: “...siendo la expedición una empresa muy arriesgada, de mucha duración y que demandará grandes sacrificios en el cumplimiento de su itinerario y programa de trabajos a través de los desiertos inexplorados y poblados de tribus bárbaras del Extremo Norte del Chaco, fronterizo con Bolivia, y que, de tener pleno éxito, realizará investigaciones y recogerá material científico de inmenso interés para nuestro país y para la ciencia, se ruega a las autoridades y a las empresas y personas privadas quieran facilitarle en toda forma posible el cumplimiento del cometido...” Año 1956, firmado por el secretario Carlos Pusineri y el presidente Guillermo Tell Bertoni. Efectivamente el Ministerio de Defensa Nacional, proporcionó fusiles, salvoconductos y permisos para portar armas. Acompañó la misión el naturalista italiano Dr. Lucio Tarsia y soldados que conozcan el Chaco interior, ya que los “marinos de la costa no dominaban la selva chaqueña”.

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Consecuentemente, el suceso citado fue crucial. Desde entonces su labor científica se hizo más fácil y productiva y se convirtió en la primera y más calificada referente de los estudios sobreel Chaco. Después del apoyo ganado, Branka siempre obtuvo la ayuda necesaria para sus siguientes expediciones. Empero, siempre se sintió un poco aislada, pues no notaba un interés auténtico por crear una cuestión nacional de los temas que se ocupaba (Debeljak en 1975). Esta versión de los hechos, aquella historia que relata la venida y permanencia de la Dra. Susnik en el Paraguay, es la más conocida y aceptada dentro del mundo académico e intelectual. Conviene resaltar, sin embargo, otro aspecto de análisis, uno más personal. Para Adelina Pusineri, la clave para entender la principal causa del desembarco de la antropóloga europea se ha encontrado visible en sus interminables conversaciones con Branka, esas charlas pasadas donde ella reflexionaba: “Yo vine al Paraguay al terminar los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Encontré la quietud de la vida sencilla y también la oportunidad de trabajar científicamente, lo que para mí significaba “revivir” intelectualmente”. El país no fue solo su destino final ante el exilio autoimpuesto forzosamente. Resultó ser su salvación, su casa, su lugar para realizar las investigaciones ansiadas y encontrar el ideal humanista. “Nací eslovena y me siento eslovena, Eslovenia es mi tierra natal y la de mis sentimientos. A la vez, respeto y estoy agradecida al Paraguay que es mi patria de adopción. Este pueblo aún no ha perdido el humanismo y la fe…” (Susnik en el Anuario del periódico Eslovenia Libre: 1973-75)

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Capítulo II Principales estudios Su enfoque Para muchos científicos sociales, Susnik fue una investigadora pionera que ha intentado comprender los pueblos originarios, especialmente aquellos ubicados en la zona chaqueña. Sus trabajos se desarrollaron dentro del campo de la etnología general, la etnohistoria, la lingüística y la arqueología, siendo relevantes para un mejor juicio de aquella realidad nativa de la región latinoamericana.

Branka en Alto Paraguay, 1956. Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero. 28

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Fructíferas fueron las exploraciones en temas lingüísticos, especialmente de carácter etnológico y mitológico en los indígenas de la zona paraguaya, boliviana y del norte argentino. Su desempeño, por lo tanto, han sobrepasado las fronteras, abarcando gran parte del sur americano. Las publicaciones de Susnik eran enviadas a las grandes bibliotecas científicas del mundo. Solamente en Buenos Aires existían unas diez instituciones que intercambiaban con el Museo Andrés Barbero, dándole significado y valor internacional. Sus misiones, que duraban entre 5 y 8 meses de convivencia, fueron sus primordiales fuentes para obtener la realidad propuesta a estudiar. Sin embargo no fueron las únicas, vale la pena resaltar el enorme trabajo bibliográfico que realizó en varios países. Se destaca, primeramente, su desempeño archivístico ejecutado en Asunción, Buenos Aires, Sta. Cruz de la Sierra, Sucre y Tarija. Por otra parte, en segundo orden, se distinguen sus investigaciones en las bibliotecas de Río de Janeiro, en el Museo Mitre, en la Academia de la Historia Argentina, en el Consejo Deliberante de Buenos Aires, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción y en el Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero. Con respecto al Paraguay, precisamente, su labor es colosal y cubre prácticamente la totalidad de las etnias. Con Susnik, no solo se logró conocerlos mejor, sino que además, se consiguió entender y reescribir algunos pasajes de la historia nacional que se encontraban confusos u ocultos. Es así, como muchos de estos resultados se presentan a continuación.

Las sociedades aborígenes, entre lo colectivo y lo individual Anteriormente se ha mencionado que Susnik ha tenido una fuerte inclinación hacia la escuela histórico-cultural. Uno de sus doctorados los realizó en Viena, durante el auge de aquella corriente antropológica. 29

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Efectivamente, la evolución del ser humano, y de las culturas, no sigue una sola línea evolutiva. Para Branislava el cambio social se presentaba en hechos continuos (que nacieron de otros), pero también en los discontinuos (surgidos de causas nuevas que no están ligadas necesariamente al pasado). La realidad social es compleja, y tener acceso a la verdad es una tarea más que complicada. Uno puede acercarse a ella, pero nunca conseguirla plenamente, en especial porque la misma se encuentra compuesta por el pasado, el presente y el futuro. La verdad es construida y puede ser modificada. La propia Branislava se refería a su enfoque afirmando: “los sistemas culturales no son estáticos, por lo tanto para comprender el presente etnográfico, se debe investigar las continuidades y las discontinuidades ocurridas durante un periodo de tiempo que puede ser siglos o hasta miles de años”. En este punto, el profesor Ignacio Telesca reflexionaba que en Susnik predominó un minucioso análisis de las particularidades, poniendo énfasis en el cauteloso trabajo que la antropóloga realizaba. Otro de sus conceptos se encontraba dentro del llamado “dinamismo-adaptativo”. Aquel que definía a los procesos sociales, que en última instancia generan el cambio social, a través del movimiento y el ajuste a las diferentes situaciones que deben vivenciar los individuos dentro de una comunidad. Uniendo ambos enfoques (la escuela histórico-cultural y el dinamismo adaptativo), se entiende que la evolución social es multivariable, dependiendo de condicionamientos básicos que pueden ser ecológicos, demográficos y económicos. Sumando a todos los factores antes citados, se debe agregar los surgidos de la propia existencia de los sujetos, que no es otra cosa más que el aspecto psicomental o individual de cada persona. Es así que el hombre de culturas primitivas recogió sus experiencias de la naturaleza, del ambiente, de las cosas y de sus propias actividades; el postulado vivencial. Lo vivencial como muestra de una incertidumbre ya que en la vida diaria ocurre lo impre30

Branislava Susnik

visible, lo inexplicable, el fracaso y la muerte.De este modo se desprendió una importante reflexión de Branka, aquella que afirmaba que lejos de lo que se pensaba sobre el predominio de la vida en comunidad en los indígenas, también es relevante, y se forjaba con intensidad, el carácter particular. Los pueblos tribales carecen de una historia cronológica. Su concepto de la vida no es “temporal” (dentro de un tiempo determinado) sino comprendido en un ‘espacio vivencial’ (aquello que se experimenta todos los días), en el cual se manifiestan sucesos y eventos. Dentro de esta realidad, la vida se realiza entre todos, por medio de la caza o la pesca, pero el ser es individual y lucha ardientemente por conseguir su condición distintiva. Con respecto a lo anterior, Susnik recordaba: “me explicaron que me iban a unir al grupo totémico de los osos. Me sorprendí y me resultó extraño que hubiera sido mi antepasado totémico justamente el oso. Después me explicaron que el oso siempre respeta las escupidas y que habían observado que yo las respetaba igual”. Para el indígena la escupida es algo sagrado; con escupidas, que son la expresión y el contenido de los seres vivos, se creó la naturaleza, por eso piensan que es peligroso pisar la del otro, ya que matan su vigor.

Misiones de estudios. Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero. 31

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El hombre tiene su propia vida. La individualidad de la persona es, para los primitivos, ley y ni siquiera el chamán puede permitir pisar la escupida de otro, por más humilde que sea. Por lo tanto, Susnik ha impuesto complejidad a la forma de analizar a las sociedades. Se ha generado una variada riqueza de las infinitas causas en aquello que origina el cambio y, en consecuencia, las permanencias socio-culturales e históricas, abarcando múltiples caminos a ser considerados.

La lengua en el pensar, hablar y actuar Una de las habilidades mejor desarrolladas en Susnik fue su comprensión etnolingüística. Los que la conocieron, afirmaron que su oído tenía una precisión matemática a la hora de entender lenguajes como sonidos ajenos. En el año 1960, decía Herbert Baldus que no creía que hubiera, en el mundo entero, más de una docena de grandes sabios lingüistas que pudieran comprender plenamente a Susnik. Leonardo Manrique Castañeda (antropólogo y lingüista mexicano), en 1959, admiró la posibilidad que Susnik diferenciara 14 variedades en un solo fonema, exclamando luego: “¡esta mujer tiene un oído tan fino que puede captar, exactamente, las vibraciones de los fonemas cual el más moderno aparato electrónico!”. El médico psiquiatra Alfredo Vara y el antropólogo Philipp Edebb coincidieron en aseverar que sus frasearios Aché-Guayakí eran indispensables a cualquier estudio que se desee desarrollar. Tal capacidad no es de extrañarse, ya que durante su juventud, se especializó en hablas asiáticas y, además, arribó a Buenos Aires dominando todos los idiomas europeos y unas cuantas palabras aprendidas del español. Sus aportes en este campo son extensos, logrando distinguir el hablar, la composición verbal y la estructura gramatical de varias etnias. Sus estudios se encuentran en los Chulupí, Toba-Guaycuru, Maká, Chamacoco, Maskoy, Aché-Guayakí, Ayoweos – Moros y Eyiguayegi – Mbaya. 32

Branislava Susnik

En Susnik, el lenguaje en las sociedades primitivas implica una forma de vivir y pensar. Los mismos contienen una profusa y generalizada presencia de datos, que son la base indispensable para la comprensión de la cultura y de la psicología etnosocial de sus hablantes. Estudiar la lengua conduce a una comprensión totalizante, holística de la cultura y la sociedad. Susnik llama taxativamente: “el pensar, el hablar y el actuar” dentro del ámbito de una civilización y comunidad, propiciando inferencias universales que pueden extraerse para acercarse a la esencia del ser humano. Con sus propias palabras en El Último Reportaje de Chase Sardi, definía: “en los tratados, de 1962 y 1976, se puede apreciar la estrecha dependencia entre la lengua, la cultura y la sociedad. Para los pueblos tribales, la lengua no es simple medio de comunicación oral ni solo depende del acondicionamiento cultural. Las “palabras-términos” integran, y también imponen, determinadas conductas sociales, rigiendo el comportamiento convivencial de la comunidad”. Según ella, el individuo, consecuentemente, adapta a esta norma su “conducta y su palabra”. De ello derivan frecuentes desviaciones psico-emocionales e individuales. La misma estructura gramatical y sintáctica delimita y orienta sus conceptos de clasificación verbo-mental de las realidades vivenciales y anímicas. Los factores “lingüísticos-culturo-sociales” son siempre interdependientes y caracterizan a un grupo tribal socio-cultural expresivo. El valor de las tradiciones mitológicas, expresadas oralmente, es un ejemplo claro de la importancia de la lengua a la hora de pensar y actuar. En este punto ella se preguntaba, si los mitos no fueron un factor que propició la esclavitud en el hombre primitivo. De cierta manera, el nativo necesitaba la explicación mística y el orden de todo lo que hace y lo que hará. Por miedo o instinto que le dice que todo lo “humano” carece de fuerza vital, precisando imperiosamente de elementos mitológicos que resalten y lo guíen en su camino emprendido. Lo anterior quizás pueda demostrarse en el papel que juega el chamán dentro de una etnia. Para Susnik, el estudio de las cere33

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monias de los chamanes y sus alucinaciones quizás haya sido el mejor camino para conocer la verdadera personalidad de una comunidad primitiva. Estos magos, o “hechiceros”, son los intermediarios entre la comunidad y las fuerzas sobrenaturales, que conocen todos los contenidos religiosos y mitológicos de su gente. Ellos beben narcóticos y luego del éxtasis, crean imágenes psíquicas concretas, que transmiten a sus compañeros, asignando un sentido para cada uno de ellos. El hombre primitivo cree en la mentira o se convence de la verdad, siempre que una o la otra convenga a sus deseos o expectaciones. Efectivamente, se crea una constante búsqueda de la vida fuera de uno. En un principio, surgió como una costumbre, para luego transformarse en esclavitud. Esta profundización de la realidad primitiva es el núcleo de la humanidad misma, durante milenios, en sus historias sin fechas, nombres y lugares.

Migración de los pueblos indígenas en el Paraguay Otra área de los trabajos de Susnik se ha encontrado sobre las migraciones de los pueblos nativos. En similar línea, también se ocupó del afianzamiento del pueblo paraguayo, especialmente en el período comprendido entre los siglos XVI y XIX. Una de sus ideas desarrolladas, con respecto a la formación de la sociedad paraguaya, consiste en afirmar que ya existía un pensamiento de nación antes de la independencia. Estos resultados hoy son ampliamente discutidos, pues se considera que la constitución de una nación paraguaya se consolidó muchas décadas después de los sucesos del 14 y 15 de mayo de 1811. En su defensa, es destacable que la hipótesis propuesta nunca ha sido su área de especialización. Además, la idea de una nación paraguaya forjada hacia los años independentistas fue y es un pensamiento que muchos historiadores aún la amparan.

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Branislava Susnik

Para Branka el pueblo paraguayo proviene del encuentro entre el español y el indígena y luego, el criollo con el aborigen. Muchos de los aspectos culturales heredados, por lo tanto, descienden directamente de la colisión antes citada. Este, no obstante, ha sido una de las claves determinantes, pero no la única, pues se debe considerar las diferentes migraciones nativas que se produjeron tanto en la Región Oriental como Occidental del país. Sobre lo anterior, los estudios de Susnik exponían que los tipos de cultura que el Paraguay posee fueron del resultado entre la migración de grupos paleolíticos y neolíticos. La población, consecuentemente, en las dos áreas, corresponden a situaciones que históricamente puede manifestarse por varios factores. Los paleolíticos eran comunidades sin mucha organización social, donde su modo de vida se basaba, principalmente, en la recolección y la caza. Eran comunidades muy primarias, que migraban constantemente sin nunca poder establecerse en un solo lugar. Ya en el Paraguay, los grupos se movieron en la zona chaqueña, recorriendo permanentemente esta área geográfica.

Susnik en sus trabajos por el Chaco Paraguayo Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.

Por otro lado se encontraban los neolíticos. Estos llegaron a un grado de cohesión sociopolítica, teniendo una producción de recursos que les obligó a establecer una organización social, com35

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plejizando la distribución de la comunidad. La migración fue en la Región Oriental, siendo los guaraníes un claro ejemplo. Los guaraníes al ser un pueblo neolítico, pudieron dejar legados culturales que repercutieron directamente en la composición del Paraguay moderno. Las contribuciones heredadas fueron culturales de características inmateriales. Por ejemplo: el profundo conocimiento medicinal de la herborística (medicina de yuyos curativos) y la lengua Guaraní, tan extensamente difundida en gran parte de Sudamérica. Con respecto a los factores de migración, en especial dentro del área chaqueña y en las zonas adyacentes, especialmente el “pantanal brasilero”, los mismos no necesariamente se produjeron por el contacto impuesto durante la conquista española. Siempre existieron relaciones entre los diferentes pueblos indígenas, siendo, quizás, uno de los principales motivos de la migración nativa. Se expresaban en desplazamientos territoriales producidos por el mutuo contacto; por divisiones internas y guerras entre las tribus. De hecho, al iniciarse la conquista hispana, los pueblos del Gran Chaco manifestaban su estado de efervescencia migratoria por hallarse en plena belicosidad interétnica. Por falta de datos arqueológicos, Susnik trabajó principalmente con fuentes documentales, poniendo en tela de juicio algunas de sus afirmaciones. Sin embargo es una realidad que la migración se dio por diferentes causas específicas: la presión ejercida por algunos contra otros, la búsqueda de las principales rutas fluviales, territorios en disputa y los hábitos de caza y recolección de alimentos.

El encuentro con el español La labor de Branka no solamente fue comprehensiva y global, sino una de las más importantes que se ha escrito sobre la antropología social y la historia paraguaya.

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Desde1965 hasta 1971, publicó ens tres tomos del El Indio Colonial del Paraguay, el cual fue uno de los tratados que tuvo mayor trascendencia en la historiografía prehistórica, etnohistórica e histórica colonial del país. Las investigaciones trajeron consigo el rompimiento de muchos mitos de la historia nacional. Uno de ellos, por ejemplo, fue el idílico abrazo hispano-guaraní, que primaba en la historiografía paraguaya, desmentido por Susnik, poniendo en resalto la resistencia a la colonización. Falso es aquel mito que el Paraguay fue un territorio de fácil conquista. Realmente, los españoles al pisar estas tierras se encontraron con más de diez grupos que fueron presentando diferentes grados de resistencia. La realidad por lo tanto fue otra, en especial, porque los naturales produjeron una fuerte lucha a la dominación española. El primer alzamiento conocido de los guaraníes se manifestó entre los años 1542 y 1543. En su carta al Rey, Irala informaba que recibió la orden de apresar al cacique principal llamado Aracaré por la rebelión de los guarambarenses. En ese entonces, una práctica común consistía en capturar y utilizar a los guaraníes como tropas de avanzada ante un territorio hostil que aún no era conocido. Los conquistados se rebelaron a las órdenes y volvieron por instigación y amotinamiento fomentados por el mismo cacique rebelde. Este hecho, de suma importancia, representó la inaugural negación al servicio militar auxiliar de los españoles, y además, la primera resistencia registrada. Por otra parte, el caso más conocido de sublevación de los indígenas hacia sus conquistadores fue el que ocurrió en épocas del gobierno de Francisco Ortiz de Vergara. Él hizo regresar a la armada de Gonzalo Casco debido a los cruentos ataques que sufría su pueblo invasor. Los aborígenes acostumbraban a atacar a los españoles con dardos venenosos. Dos hermanos, hijos de un cacique principal llamado Curupiratí, eran quienes principalmente fomentaban la sublevación de su pueblo ante el insufrible yugo de los conquista37

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dores. Los españoles fueron muriendo, en especial aquellos que se encontraban en la campaña. Francisco Ortiz intentó negociar con ellos mediante la intervención de sus amigos caciques de otros pueblos, pero su táctica no dio resultado. Se llegó así a las armas, el ejército español, junto con pueblos enemigos, formaron en total más de 2.000 hombres en sus filas.

Grabado colonial que refleja el supuesto encuentro pacífico. AFC, Museo Nacional.

La guerra fue sangrienta y ambos bandos sufrieron grandes pérdidas. Los españoles cuando acorralaron al ejército rebelde intentaron, de nuevo, lograr la paz, pero los nativos no aceptaron e insultaron a cuanto español podían. Incluso, a mediados del siglo XVII, cuando los aborígenes ya se veían diezmados por la superioridad tecnológica que traían los españoles, produjeron algunos alzamientos bien localizados. 38

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Cuando el gobernador Blázquez de Valverde realizó su visita a Caazapá y Yuty en 1657, los guaraníes se alborotaron, y protestaron contra el empadronamiento tomando, consecuentemente, las armas. Los dominaba el temor de la “saca de indios” de los pueblos para diferentes obras públicas y beneficios de yerba; el cura doctrinero logró aplacar el alzamiento y el pueblo no sufrió castigo alguno, hecho que luego se mencionaba como negativo y de mal ejemplo en ocasión del levantamiento de los guaraníes de Arecayá. Los tres ejemplos anteriores nos muestran la tenacidad que presentaban algunos pueblos oriundos. El desprecio que tenía el indígena hacia el conquistador ibérico era terrible. Durante años, episodios similares ocurrieron por esta zona. Los indios no escarmentaban ante las armas, presentando un proceso de conquista más que complicado para el dominador.

La relación mestiza e indígena De las relaciones de violencia antes expuestas, entre el español y el indígena, puede explicarse el concepto de mestizaje en el Paraguay. En Branka, desarrollar esta rama de la historiografía nacional fue fundamental a la hora de comprender la identidad del paraguayo. Sus estudios en la materia rompen la visión predominante sobre las primeras relaciones interétnicas. Aquella que explicaba que el entrecruzamiento se produjo por una mezcla racial que se practicó libre, generosa y aun honradamente (posición tradicional que se veía reflejada en uno de los historiadores paraguayos más importantes del siglo XX, Efraím Cardozo) A Branislava siempre le llamaron la atención las dos raíces bien marcadas que existía entre los mestizos y los indígenas. Así en 1953, cuando realizaba uno de sus primeros viajes explicó: “los viejos “Lengua” ven en los paraguayos a sus enemigos… por supuesto que es verdad que todos los colonos explotaron a los indígenas, pero los paraguayos fueron los peores, ya que se trata de mestizos, que 39

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intentan renegar de su sangre indígena, ya en los “Lengua” jóvenes en lugar del odio hay una especie de competición y hasta denigración de los paraguayos”. La experiencia pasada, en Susnik le dio la clave para entender los procesos del mestizaje. Es un hecho indudable que de la mano de la conquista se lo produce, pero luego, no surge de la complementariedad sino de la intimidación ejercida por los mestizos, agravada, especialmente cuando en el Paraguay dejaron de arribar españoles, predominando la nueva estirpe. Esto solo se pudo producir mediante el concepto de lo psicosocial que desarrollaba Susnik. El mestizo no ha hecho una opción por su madre aborigen sino por su padre español. El historiador Ignacio Telesca aquí afirmaba: “consistió en optar por uno y no por otro, que va a afectar no sólo lo social sino también lo psicológico del nuevo vástago de la tierra”.

Inacabables descubrimientos Durante 45 años la antropóloga eslovena Branislava Susnik trabajó “en” y “al” Paraguay, señalando la riqueza etnohistórica de los indígenas guaraníes y chaqueños, principalmente. Se ha demostrado, en los conceptos antes desarrollados, que Susnik ha realizado un indudable abanico de aportes en todas las ramas de las ciencias sociales y humanas. Los mismos se encuentran en sus más de 70 publicaciones, e igualmente, en el Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero. Luis Szarán sobre los aportes de Branka en la música se explayó: “en sus exploraciones en las comunidades aparecen permanentemente menciones relacionadas a la música, creando un rico diccionario de invalorables apreciaciones”. Otras de sus áreas de productivo avance, solo por citar una última, han sido sus trabajos arqueológicos y el estudio realizado, consecuentemente, de la cultura material elaborada en los indígenas. En Susnik, esta forma de cultura material debe entenderse como 40

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los estímulos estéticos de los nativos. Es el simbolismo identificador con lo natural y lo sobrenatural circundante, y la inclinación natural del hombre hacia “lo bello”. Es también un aspecto de un “utilitarismo” atractivo, resultante de una uniformidad pautada de la artesanía y de la misma ornamentación decorativa. Incluso, hasta se podría observar una división de las funciones entre el hombre y la mujer, pues algunos elementos eran construidos por unos u otros.

Investigaciones arqueológicas de Susnik. Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.

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Por ejemplo en el caso guaraní de las cerámicas y la cestería: - Las cerámicas: eran hechas exclusivamente por las mujeres, fabricaban platos, ollas, vasos, pipas, escudillas, etc.; las vasijas, denominadas “yapepó” eran de gran tamaño o mediana y se empleaban para fermentación, como almacenamiento y urnas funerarias. - La cestería: eran hechas por los hombres, confeccionaban canastos y cestos de diferentes formas y para diversos usos. Los elementos empleados eran las tacuaras denominadas tacuapí, tacuarembó e isipó. En los conceptos presentados, se encuentra solo una pequeña parte de la verdadera riqueza de Susnik. Aportes incomparables para el crecimiento histórico, social, antropológico, arqueológico y etnográfico del Paraguay.

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Capítulo III Últimos pasos Días finales Los últimos días de Branislava corrieron en el año 1996, en la ciudad de Asunción, en el Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero viviendo austera y calladamente. El Museo era aquel lugar que eligió como su casa y en que gran parte de sus esfuerzos, 45 años aproximadamente, había empeñado. Cuentan sus allegados que dormía poco, al igual de la escasa comida que ingería. Constantemente se pasaba en su máquina de escribir, con su habitual costumbre de producir materiales científicos. Si bien ya se había alejado de la docencia universitaria, revisaba sus apuntes anteriores, y deseaba encontrar elementos nuevos, que antes no pudieron ser hallados o, simplemente, pasaron desapercibidamente. Hasta el último momento, como durante toda su vida, mostró una extraordinaria capacidad intelectual. Se la recuerda asimismo caminando por los pasillos del Museo, reflexionando y acordándose siempre de su patria que se encontraba tan lejana y distante. Después de su muerte se encontraron, en la agenda que la acompañaba, frases en esloveno que expresaron: “Zakaj, Gosod” (¿por qué, Señor?), “Samota je tezka” (estar sola es difícil) y “Hvala B.” (Gracias Baraga). Dichos pensamientos escritos casi a diario muestran su estado anímico y su incansable vínculo con la soledad, que se había establecido para su persona. Al respecto de esos últimos días, Adelina Pusineri expresaba: “pese a las recomendaciones médicas de reposo y constantes internaciones no dejó de realizar sus recorridos por los pasillos y la biblioteca, sentada 43

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en su escritorio, seguía escribiendo. El domingo 14 de abril me llamó porque no se sentía bien y la doctora Beatriz Herrero me pidió que sea llevada al hospital, sola preparó su bolsa de ropas, pues no me dejaba tocar nada, ya que no quería ser una molestia”. Murió el 28 de abril de 1996, tras una larga agonía de la enfermedad terminal que le aquejaba desde hace un buen tiempo. Falleció con el alma tranquila, sin emitir ninguna queja del sufrimiento físico que sentía. “Partió en paz, aquella que resulta de la mesura en todo placer y de la armonía constante en la vida”.

Homenaje de amigos durante su entierro. Diario Última Hora.

Se le enterró en el cementerio asunceno de la Recoleta, el 30 de abril de 1996. Tras un sentido adiós y enormes muestras de gratitud y reconocimiento, aún suenan las palabras que el Dr. Vicente González pronunció durante el sepelio: 44

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Estamos en una mañana gris, despidiendo al horizonte más alto de la ciencia paraguaya. Me toca a mí hablar en esta singularmente triste circunstancia invocando la representación de esas generaciones que han sido formadas por la Dra. Branka Susnik. De algunos presentes y de los muchos ausentes. Es bien cierto que numéricamente ese sector está en este caso mal representado. Pero asumo esa realidad, y al ocupar este podio, lo hago como un honor y un compromiso. Después de escuchar los conceptos vertidos por dilectos representantes de la vida cultural y científica, me pareció oportuno aportar un poco más, si cabe, sobre el aspecto de perfil científico de la Dra. Branka: su dimensión humana. Acá también invoco la representación de quienes han trabajado a su lado en carácter de colaboradores, compartiendo con ella las horas cotidianas de la labor diaria, en la que todos pudimos medir y aquilatar el fragor y la pasión que imprimía a su obra. Apegada siempre en la pulcritud, la puntualidad y la dignidad del trabajo bien hecho. Tuve el raro privilegio de haber sido uno de sus primeros colaboradores y muchas veces me he preguntado si los paraguayos nos merecemos tener entre nosotros a una persona del volumen científico de la Dra. Susnik. Porque todos sabemos que su inmenso caudal de sabiduría y probidad científica fue constantemente reclamado por grandes centros de irradiación científica, no solo en América, sino asimismo en Europa. Pero ella, por propia decisión y el designio de los hados, prefirió permanecer entre nosotros y tanto se consustanció con nosotros que desde hoy descansará en el cálido seno materno de la tierra paraguaya. ¡Qué honor y qué privilegio inmerecido! Ese solo gesto, esa decisión de compartir nuestras vicisitudes, lo cual tornó más árida su labor hasta enmarcarla con ribetes de sacrificio, ya le hace merecedora de nuestra gratitud eterna y la ubica justicieramente en el sitial de cifra máxima del parnaso científico nacional. Sin embargo, la Dra. Branka era, permítanme la comparación, como una perla, pues las perlas tienen la particularidad de que no abundan, 45

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por eso son valiosas y además permanecen ocultas, siempre a recaudo del elogio fácil a su belleza. Ella vivió y murió rindiendo culto al discreto refugio de ese silencio, que al fin resultó tan fecundo para su obra. De aquí en más quienes recibimos el testimonio de esa vida de absoluta entrega, también recibimos la herencia de ese inmenso amor y celo con que defendió la libertad individual, sin intransigencia contra toda forma de mediocridad, su indeclinable lucha por llegar a la verdad por medio del conocimiento y su defensa sin concesiones de esa verdad. A la demostración anterior de afecto, se agregó el propiciado por sus auténticos compañeros. Los incondicionales que la recordaron como ella hubiese querido, mediante el trabajo incansable que produjo un sinfín de conocimientos invalorables. Bartomeu Melià: “Yo desearía que su obra formara por muchos años más a nuevas generaciones de paraguayos”. Chase Sardi: “No era contraria a la seria divulgación de la ciencia. Mas la sacaba fuera de sí la ramplona vulgarización de las teorías y los conocimientos científicos. La enervaba el pedantesco sabelotodo, que escribía voluminosos tratados desde su escritorio, sentado en su poltrona giratoria”. Adelina Pusineri: “Tenía un carácter muy especial. Yo sabía cómo trabajar con ella, entonces no había problemas. Siempre estaba a su disposición. El Paraguay le debe tanto, que ni condecoraciones póstumas, como las que recibió a poco de fallecer, son suficientes para homenajearla”. Peña Gill: “Su obra, de rigurosa base investigadora bibliográfica y de campo, la perfila como una mujer de entrega y construcción en los niveles del fundamento de la sociedad y del individuo”. 46

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Estos fueron los últimos pasos de Branka; si bien su existencia física desaparecería, aún quedan sus estudios a través de décadas de trabajo. En sus pesquisas aún vive, esperando ser releídas o sirviendo de base, para conocer aún más lo que fuimos, somos y seremos.

Reconocimiento En sus años de fructífera labor científica, Susnik ha ganado el reconocimiento y prestigio dentro de sus pares. Ella no solo fue una estudiosa incansable, sino que, se consagró como una verdadera referente de los temas que le tocó investigar. Ha pertenecido a un número importante de sociedades científicas y centros académicos, tanto a nivel nacional como internacional: - Sociedad Científica del Paraguay. - Academia de la Lengua y Cultura Guaraní. - Asociación Indigenista del Paraguay. - Centro de Estudios Antropológicos del Ateneo Paraguayo. - Miembro de la Sociedad Suiza de Americanistas. - Miembro del Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica. - Miembro Académico de Número de la Academia Paraguaya de la Historia. - Miembro Académico de la Academia de la Historia Argentina. - Miembro Académico de la Real Academia de la Historia de España. Además, su labor docta y científica ha sido reconocida, alcanzando algunas de las más prestigiosas distinciones: - Condecoración “Medalla del Ministerio de Defensa Nacional”, otorgada por el mismo, 1981.

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- Premio “Los 12 del año”, otorgado por Radio 1º de Marzo. 1983. - Profesor Honorario de la Universidad Nacional de Asunción. 1986. “En mérito a ser figura de alto relieve intelectual y científico, haber prestado eminentes servicios a la Universidad Nacional de Asunción, Facultad de Filosofía”. - Premio “El Lector”: Ciencias Sociales, por el libro “Introducción a la Antropología Social”. 1988. - Premio Nacional de Ciencias, otorgado por el Presidente de la República: Gral. Andrés Rodríguez, en representación del pueblo paraguayo. 1992. - Reconocimiento de la Intendencia Municipal y la Dirección de Cultura de la Ciudad de Asunción, otorgado en ocasión del Primer Encuentro – Foro sobre Políticas Culturales del Municipio de Asunción. 1993. - Condecoración a Título Póstumo, concedida por el presidente de la República del Paraguay: Ing. Juan Carlos Wasmosy. “Orden Nacional del Mérito” en el grado de “Gran Oficial”, el día 15 de mayo de 1996.

Susnik inmortalizada por el Correo Paraguayo. República del Paraguay

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- Por los 200 años de la independencia del Paraguay, reconocida como una de las luces del bicentenario. Al recibir el “Premio Nacional de Ciencias” en 1992, pronunció las siguientes palabras: El hecho de que el Ilustre Congreso nacional paraguayo instauró el Premio Nacional de Ciencias, interpreta la nueva valoración de las ciencias exactas, naturales y humanísticas, como un factor importante de la expresión sociocultural de la nación. Mi más profundo agradecimiento al Señor Presidente de la República, a los Señores integrantes del jurado y al pueblo paraguayo, por el Premio y las Menciones honoríficas otorgados, que constituirán un promisor estímulo para el desarrollo de las actividades científicas en el país. Vivimos en la época de una civilización tecnológica, impositiva culturalmente, transformadora socialmente y uniformadora ideológicamente. Esta civilización se fundamenta en una eficiente y dinámica aplicación de las heterogéneas, espontáneas y planificadas investigaciones científicas, las que tácitamente circunscriben el proceso evolutivo de la humanidad. Nuestra civilización tecnológica no debe, empero, prescindir de los postulados de una sociedad humanista. La moderna antropología hállase empeñada en buscar una conjunción de la ciencia, de la tecnología y de los postulados humanísticos que son nuestros valores existenciales. Palabras y distinciones de una obra viva, que seguirá existiendo en los corazones y las mentes que aman a la humanidad y a las ciencias. A todo lo anterior, hay que sumar el Premio Dra. Branislava Susnik llevado a cabo por el Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica (CEADUC), el Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero de la Fundación La Piedad, y la Asociación Indigenista del Paraguay (AIP). El mismo, en el año 2014, cumplió 49

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su decimotercera edición convocando a estudiantes, investigadores, ensayistas y científicos relacionados con la antropología paraguaya. En el año 2009, la Editorial Perceval Press comenzó a preparar los trabajos para la producción de dos libros sobre los importantes trabajos etnográficos de Schmidt y Susnik. Los mismos intentarán retratar, mediante una buena selección de fotos únicas de los pueblos indígenas, la riqueza cultural de la región. Todo lo anterior son muestras claras, incluso hoy más que ayer, del interés en Susnik, aquel que tantos paraguayos y extranjeros intentan desentrañar. Esta quizás fue la máxima distinción que recibió Susnik.

Profesora de profesores Una de las labores que podrían ser consideradas como un indiscutible legado de Branka son sus años de docencia universitaria. Más exactamente, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción. Sobre sus primeros años de erudición recuerda que no fueron fáciles, pues su metodología de instrucción y su batalla contra la mediocridad hacían que tuviese más alumnos aplazados que aprobados. En el mismo punto, ella reflexionaba: “empecé con Etnografía Sudamericana, la cátedra alcanzó el siguiente resultado: el rector de la Universidad me pidió que me adaptara al nivel cultural de los estudiantes, pero a mí me interesan más las cumbres que las llanuras, no hubo ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo”. La rigurosidad disminuida nunca fue una posibilidad real. Sus alumnos comentan que efectivamente la exigencia era real y que, su materia era una de las más difíciles de aprobar en toda la carrera. Sin embargo, los afectados, agradecen haber pasado por sus clases, pues el conocimiento era inacabable, acompañado, además, de un trato siempre bondadoso y dispuesto a ayudar a aquel educando que realmente quisiese aprender. 50

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Una de las máximas impartidas era el respeto que tenía que tener todo cientista hacia su objeto de análisis, aquello que se encontraba estudiando. El hombre, para ella, no es una cosa que se manipula deshumanamente; todo lo contrario, debe ser tratado con respeto, recordando que lo que se tiene enfrente es una persona que nace, vive, sueña, disfruta, anhela, siente y muere. Hay veces, incluso, que se sentía inmerecida y responsable por haber sido aceptada dentro de una tribu, contándoles sus más íntimos secretos. Esto solo lo ha podido lograr con el trato justo y auténtico que siempre promulgó, valores necesarios a la hora de formar a futuras generaciones de historiadores y antropólogos. Además, detestaba a los cientistas que trabajaban solo desde sus escritorios; para ella el trabajo de campo es fundamental a la hora de conocer. Siempre recalcaba a sus alumnos, que el verdadero saber se encontraba ahí, y que dicha tarea, antes que ser fácil y divertida, correspondía ser tomada con respeto y seriedad, sabiendo que hasta en algunas ocasiones, la propia vida del investigador podía correr peligro. Subrayaba: “no hay nada sensacional desde el punto de vista práctico, claro está que me enfrento a dificultades, cosas desagradables y hasta cómicas, pero lo que me ha enriquecido son los indígenas, contándome sus leyendas y sus mitos”. Otras de sus premisas consistían en nunca caer en el reduccionismo científico. La realidad del ser humano es compleja y sería un error pensar que tal suceso ocurre solamente por uno o dos factores. Los componentes psicológicos y sociales deben ser tomados en conjunto, como parte de un enorme engranaje que los antropólogos debían de desentrañar. Muchos de sus mejores discípulos han colaborado con Branka, ayudándola en su labor científica. De hecho, para todo aprendiz serio y hambriento de conocimientos, Susnik representó una puerta abierta de oportunidades. En este aspecto, Chase Sardi afirmaba que la doctora hizo un genuino equipo multidisciplinario. Se tienen registros de haber desempeñado funciones de docencia en la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” 51

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en un Cursillo de Etnohistoria. También ha impartido clases en la Universidad del Nordeste, Argentina. Su indiscutible hogar académico, sin embargo, fue la Universidad Nacional de Asunción y, más exactamente, la Facultad de Filosofía. La Facultad de Filosofía, ante tan gloriosa persona que pasó por sus aulas, la colocó en la lista de personajes ilustres. Hoy, además, su foto se encuentra en la sala de profesores, junto con otros destacados docentes, en reconocimiento, agradecimiento y ejemplo digno a seguir. Hasta el año 1986 llevó la Cátedra de Arqueología y Etnología Americana, dentro de la Facultad de Filosofía, retirándose con la distinción de Profesora de Honor. Branka Susnik, una verdadera maestra, formadora de profesores.

El Museo Etnográfico Andrés Barbero El Museo Etnográfico Andrés Barbero representa hoy en día toda una referencia en materia de historia y etnografía del Paraguay. El mismo reúne importantes colecciones, iniciadas por su fundador el Dr. Andrés Barbero, a través de adquisiciones y donaciones, acrecentada con los viajes de campo del Dr. Max Schmidt y la Dra. Branislava Susnik, su segunda directora. En esos primeros años, Branka comentaba: “sobre todo me ocupé de la nueva clasificación de los objetos expuestos, escribí estudios que fueron publicados en nuestra revista, el Boletín de la Sociedad Científica y del Museo Etnográfico”. El valor actual en gran parte recae en la persona de Susnik. Branislava llevó a cabo unos diecinueve viajes de campo entre los años 1951 y 1992. Sus viajes etnográficos fueron entre los Maká, Chulupí (Nivaclé), Lengua (Enlhet), Chamacoco, Chiripá (Ava Guaraní), Aché, Sanapaná, Emok-Toba y Ayoreo. Además, sus expediciones arqueológicas desde 1956 hasta 1990, en el Puerto 14 de Mayo, Alto Paraguay-Chaco, en 1965 a 1968 en 52

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Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero. En 1956 se inauguró la actual sede del museo, España 217, iniciándose una nueva época con exposición permanente de colecciones, una organizada biblioteca especializada y documentación sistematizada. Diario ABC Color.

Paraguarí y Altos; en 1966 en Riacho Alegre, Alto Paraguay-Chaco, en 1992 en el río Jejuí, San Pedro de Ycuamandyyú. Se recolectaron así, miles de objetos etnográficos y arqueológicos, además de fotografías que pasaron a formar parte del acervo del museo. Fue ella quien definió su tarea específica: a) Las grabaciones fonográficas de las tradiciones mitológicas tal como las cuentan los indígenas mismos, en su propia lengua; b) Recolección de objetos, por más humildes que sean, incluyen la tradición mitológica de su propio origen desde tiempos legendarios;

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c) Una cartoteca lingüística de todos los idiomas tribales del Paraguay. Le encantaba demostrar lo importante que era el Museo, además de la sustancial riqueza que representa. Así expresaba las cualidades: “el museo cuenta con una biblioteca con libros etnográficos y revistas especializadas de toda Latinoamérica. En su estado actual este museo representa uno de los sucesos más altos en el país y, con ello es la base más importante para cualquier etnólogo extranjero que desee trabajar en el Paraguay”. Organizar el museo fue la tarea encomendada a la Dra. Susnik; lo hizo brillantemente, durante toda su vida, dejando al Paraguay un hermoso e invalorable legado cultural y científico. El museo también fue su casa, ahí en una pequeña pieza vivió. Gran parte de sus investigaciones se encuentran guardadas cuidadosamente, listas para ser redescubiertas. Hoy en día, en el Museo se encuentra su secretaria incondicional, Adelina Pusineri, actual directora, siguiendo el legado de Branka, que fue construido por más de 45 años de incansable labor.

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Cronología AÑO SUCESO 1920 Nace en Eslovenia el 28 de marzo. Sus padres fueron Joze Susnik y Karolina Prijatelj.

1947 Llega a la Argentina el 27 de abril, como parte de contingente de eslovenos que huyeron los horrores de la II Guerra Mundial. 1951 Arriba al Paraguay, iniciando ese mismo año sus primeros estudios con los indios Maká, en la región del Chaco. 1955 Lanza “Principios morfológicos de la lengua Maká”, su primer material editado en nuestro país, resultado de sus primeras investigaciones en territorio paraguayo. 1956 El 13 de junio se naturalizó paraguaya, adoptando el nombre de Branka para su documento paraguayo. En el mes de agosto inicia su primera gran expedición al Alto Paraguay. 1958 Concreta otra expedición de gran envergadura al Alto Paraná, en dos etapas. 1961 Publica Estudios Guayaki y la primera edición del Manual de Etnografía del Paraguay. 1992 Recibe en manos del presidente Andrés Rodríguez el Premio Nacional de Ciencias. 1996 El 28 de abril fallece en Asunción, un mes después de haber cumplido los 76 años.

Elaboración propia de tabla, (Fuente: Diario la Nación en su sección Figuras de la Cultura y la Sociedad)

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Conclusión Si este libro cayese en manos de Branislava, seguramente, lo reprobaría por humildad. Pero también reprocharía al autor por mencionar aspectos suyos, los personales, en un material que se presenta en forma de libro, recordando que lo trascendental en y para ella, únicamente, han sido sus trabajos científicos. En su defensa, quien ha escrito las páginas anteriores alegaría que gran parte de las experiencias vividas y sobrevividas de Susnik la hicieron lo que fue. ¿Qué pasaría si Branka nunca hubiese tomado ese barco, que un mes más tarde la trajo a la Argentina? Probablemente hoy, estudiosos asiáticos estarían escribiendo, investigando y reflexionando sobre sus estudios. ¿Qué sería de su búsqueda constante del humanismo, si su época de nacimiento era unas décadas más tarde o temprano? Tal vez, se consolidaría en la rama de las ciencias duras, examinando objetos de forma fría y calculadora. Los pensamientos expresados hasta parecen un juego mental, pero enuncian una idea que vale resaltar: cada experiencia de vida, en la desgracia sufrida y en la alegría pasada, se encuentra la existencia y obra de Branka. De esta subsistencia, irrumpe una mujer con todas las letras. Aquella que se abrió camino en un mundo de hombres, en un país desconocido, que estableció con fuerza sus modos e ideales y que, lo más importante, supo continuar en la adversidad, muriendo y resucitando en una y otra ocasión. Por otro lado, hoy en día, las máximas exigencias que se solicitan a un académico que desea incursionar en el mundo de las 56

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ciencias son: enseñar, formar un equipo de trabajo, instruirse continuamente, investigar, escribir y generar conocimientos hacia y por el desarrollo de la sociedad que habita. Todas las obligaciones anteriores, cincuenta años antes, Susnik lo aplicaba aquí mismo, en el Paraguay. Indudablemente la palabra que define a Branislava es: científica. Entonces ¿qué nos queda a las generaciones actuales y futuras? Primero: seguir su ejemplo de cientificidad, recordando que tal herramienta del saber ha nacido para mejorar la vida del hombre, por lo tanto necesita esa gota de humanismo en cualquier emprendimiento realizado. Segundo: releer sus trabajos, descubrirla. En una persona que ha elaborado aportes incalculables, generaciones se evocarán a desentrañar parte de la riqueza que se ha heredado. Tercero: discutirla o refutarla. No todo lo escrito por ella carecería de validez, ya está en nosotros tomar sus trabajos como punto de partida y comenzar a analizar la realidad actual. A lo mejor sean la base para saber más o, acaso, la reescritura de partes de nuestra sociedad que han sido mal interpretadas o confundidas. Por último, hago mías las palabras de Adelina Pusineri, y recalco el siguiente sentimiento: ¡Gracias, Branka, tanto te debemos como país, que ningún reconocimiento podrá pagarte tus años de dedicación y trabajo!

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Bibliografía Cadogan, León. Extranjero, campesino y científico, Memorias. Biblioteca Paraguaya de Antropología”. Volumen 9. Ed. Fundación “León Cadogan” y Centro de Estudios Antropológicos. Universidad Católica. Asunción. 1990. Chase - Sardi, Miguel. El Último Reportaje I, II, III. En: “Correo Semanal”. Diario Última Hora. 8/15/22 de junio de 1996. Chase - Sardi, Miguel. La obra de Branislava Susnik. Conferencia en Homenaje a la Dra. Susnik. 13/9/1996. Sociedad Científica del Paraguay. Chase-Sardi, Miguel. ”Branislava Susnik y Sus Obras”. Suplemento Antropológico. Universidad Católica. Revista del Centro de Estudios Antropológicos. Vol. XXXI, ns. 1-2, Asunción, 1996, pp. 45-83 Eremites, Jorge. “Os primeiros passos em direção a uma arqueologia pantaneira: de Max Schmidt e Branka Susnik a outras interpretações sobre os povos indígenas nas terras baixas do Pantanal”. Revista de Arqueologia, UFG, San Pablo, 2007 pp. 83-115. Melià. Bartomeu. “Un Homenaje a la Doctora Susnik. Autora esencial para entender al paraguayo”. En: Última Hora. 6/Mayo/1996. P. 55. Mislej, Irene. ”Dr. Branislava Sušnik. Slovenska Antropologinja v Paragvaju”. En: Slovenski Koledar. Ljubljana. 1993, p. 271. Museo Etnográfico Andrés Barbero: “Documentos Personales y Diplomas - Títulos de la Dra. Susnik”. Asunción, 2014. Peña Gill, Julio. “Branka Susnik. Paraguayos honorarios”. En: Revista de El Diario Noticias. Asunción, 1990, pp. 4 - 5.

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Pusineri, Adelina. “Dra. Branka Susnik, Vida y Obra”: conferencia pronunciada en el Museo Etnográfico de Ljubljana”. Eslovenia, 10/1997. _______________ Reseña biográfica de la Dra. Branislava Susnik. Museo Etnográfico Andrés Barbero. Asunción, “n: www.pla. net.py/home/museoetn/dra.htm - 23/01/2001. SUSNIK, BRANKA. “Dimensiones migratorias y pautas culturales de los pueblos del Gran Chaco y de su periferia (enfoque etnológico)”. Universidad del Nordeste, Resistencia, 1972. ______________ Guía del Museo: Etnografía Paraguaya. 9ª ed., Museo Etnográfico Andrés Barbero. Asunción, 1984. ______________ “Las características etno-socio-culturales de los aborígenes del Paraguay en el siglo XVI. Historia Paraguaya, Asunción, 1987, pp. 81-103. ______________ “Prof. Dr. Max Schmidt: su contribución etnológica y su personalidad”. Museo Etnográfico Andrés Barbero. Asunción, 1991. Telban, Blaz. “Bicho Raro” paragvajskih ravnic ali srecnje z Dr. Branislavo Sušnik. En: Etnolog. N°3. Ljubljana, 1993, p. 212. Telesca, Ignacio. “El mestizaje en Paraguay como categoría analítica en la obra de Branislava Susnik”. Revista Res Gesta, Pontificia Universidad Católica Argentina de Rosario, Rosario, 2008, pp. 219-247.

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Anexo Desempeño Profesional Por: Miguel Chase-Sardi (Suplemento Antropológico. Universidad Católica. Revista del Centro de Estudios Antropológicos. Vol. XXXI, N°s: 1-2. Diciembre 1996)

I. ACTIVIDADES: a) Directora del Museo Etnográfico Andrés Barbero (1951 1996): •

Reorganización museológica.



Acrecentamiento de las colecciones arqueológicas y etnográficas.



Difusión científica.



Misiones de estudios etnográficos y de exploraciones arqueológicas.

• Acrecentamiento de la biblioteca especializada en Americanística. • Edición de Boletines y libros conn base en las investigaciones realizadas • Asistencia a los investigadores que recurren a esta institución. b) Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional: •

Estudio de la cultura aborigen del Paraguay (1953)



Curso libre de Etnografía Paraguaya (1960).



Cátedra de Antropología Cultural (1961).



Cátedra de Arqueología y Etnología Americana (1961 a 1985). 

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II. MISIONES DE ESTUDIOS: • Investigación entre los Makas de la Colonia “B. de las Casas”, 1952. • Investigación etnolingüística de los Chulupíes Pilcomayenses, 1952. • Investigación etnolingüística entre los Eenthlit Lengua del Chaco Central, 1953. • Expedición científica al Chaco Boreal (Chamacoco Moro). 1956. • Exploración arqueológica del Alto Paraguay, Pto. 14 de Mayo, otros, 1956. • Misión de estudios entre Chiripa Guaraníes: 1958. • Misión de estudios: Aché Guayakíes. Arroyo Morotí. S. Juan Nepomuceno, 1960. • Estudio etnolingüístico entre los Sanapaná del Chaco. 1962. • Misión de estudios de los Emok Toba. 1962. • Misión de estudios a los Ayoreos Moros. Fortín Batista. 1963. • Exploraciones arqueológicas del área de Paraguarí y Altos (Guaraní), 1965 1968. • Exploración arqueológica en Riacho Alegre. Cerámica Guana Mbayá. Alto Paraguay Chaco, 1966. • Misión de estudios de la aculturación de los Chamacocos del Alto Paraguay. Bahía Negra, 1968/69. • Revisión de los hallazgos arqueológicos de la Zona de Hohenau, 1970. • Misión etnolingüística entre los Eenthlit Lengua Maskoy de la Misión Anglicana Maktlawaiya, 1976. • Misión de tomas fotográficas para la colección de diapositivas sobre las ex Misiones Jesuíticas guaraníes de San Ignacio, Santa María de Fe, Santa Rosa. Santiago, San Cosme y Damián, Trinidad y Jesús. 1977.

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• Exploración arqueológica en Pto. 14 de Mayo Alto Paraguay, 1990. • Misión de tomas fotográficas del material arqueológico del Museo Aníbal Cambas. Posadas Misiones Argentina. 1990. • Viaje de recolección de material arqueológico guaraní en la zona del río Jejuí San Pedro de Ycuamandyyú, 1992.

III. INVESTIGACIONES: • Cuatro investigaciones etnohistóricas y etnosociales de los indígenas del Paraguay Colonial (Guaraní Colonial, Guaraní de las Misiones, El Chaqueño Colonial, Chiriguanos). Años: 1964, 1965, 1967, 1970. Archivos de Asunción, Buenos Aires, Sta. Cruz de la Sierra, Sucre y Tarija. • Investigación sobre Dispersión prehistórica Tupí Guaraní en Bibliotecas y Archivos del Brasil (1974): • Archivo de Itamaraty: Biblioteca Nacional de Río de Janeiro. • Investigaciones en bibliotecas y archivos sobre la Antropología Social del Paraguay, siglos XVI, XVII, XVIII, XIX; y para la colección “Interpretación Etnocultural de la Complejidad Sudamericana antigua: Archivo Nacional de Asunción - Biblioteca del Museo Mitre (Bs. As.) - Biblioteca de la Academia de la Historia Argentina (Bs. As.) - Biblioteca del Consejo Deliberante de Bs. As. - Biblioteca Nacional de Bs. As., reservados: Colección “Gaspar Gracia Viñas” - Biblioteca del Museo Etnográfico. - Facultad de Filosofía, Bs. As. - Biblioteca del Museo Etnográfico Andrés Barbero.

 IV. CURSILLOS Y CONFERENCIAS • “Origen del hombre americano”. Ateneo Paraguayo. Día de la Raza. 1953 • “Los indígenas del Chaco Paraguayo”. 62

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• Academia Literaria del Colegio San José. Asunción. 1955. • “Las sociedades secretas entre los pueblos primitivos”. Rotary de Asunción. 1955. • “Migraciones Americanas, Etnología Sudamericana”. 1956. • “La Cultura de los Chamacocos”. Resultado de la Misión de estudios. 1956. • Cursillo de Etnolingüística. 1959. • Cursillo de Antropología Social y Etnografía Paraguaya. 1966 1967. • Cursillo de Etnohistoria del Paraguay. Para postgraduados. Facultad de Filosofía. Universidad Católica. 1969. • Cursillo de “E1 gran Chaco Etnográfico”. 1971. Facultad de Humanidades. Instituto de Historia, Resistencia. Universidad del Nordeste. Argentina. • Seminario “El rol del indígena en la formación y en la vivencia del Paraguay”. Bajo los auspicios del Instituto Paraguayo de Estudios Nacionales (IPEN), limitado a postgraduados en diferentes ramas profesionales. 1981. • Invitación de Fundación Japón a visitar y dictar conferencias en Universidades del Japón sobre Etnohistoria Paraguaya, estudios etnográficos americanos; entabló conversaciones referentes a las relaciones culturales paraguayo-japonesas. Visitó universidades, museos, lugares históricos en Tokio, Kioto y Osaka, además visitó a los Ainos, grupo étnico antiguo de la isla Hokkaido. Marzo. 1983. • Conferencia de incorporación, como Miembro de número, a la Academia Paraguaya de la Historia: “Una visión Antropológica del Paraguay Colonial”. 1984. • Conferencia: “El aporte alemán a la Etnografía Paraguaya”. Centro Cultural Paraguayo Alemán. 1984. • Conferencia: “De la Prehistoria a la Conquista”, pronunciada en el VIII Curso internacional de Etnología y Antropología, organizado por el Centro Cultural Español “Juan de Salazar”. 1991. 63

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 V. LISTA DE PUBLICACIONES DE SUSNIK, DRA. BRANISLAVA (BRANKA) • 1954. Chulupí. Esbozo gramatical analítico. Estudios Pampeanos I. As. • 1955. Principios morfológicos de la lengua Mak’a. Estudios Pampeanos II. As. • 1956/57. Actividades Antropológicas en Paraguay. En Revista Runa. Vol. VIII. • 1957. Estudios Chamacoco. Parte 1ª y 2ª. Organización social, mitológica y Chamanismo. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Andrés Barbero. Vol. I. Etng. l. As. • 1957. Estructura de la Lengua Chamacoco Ebitoso (con fraseario del dialecto Ebitoso). Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Andrés Barbero. Vol. I. El. 1. As. • 1958. Eenthlit Appaiwa Lengua-Maskoy. Estructura gramatical. Parte 1ª. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Andrés Barbero. As. • 1958. El Museo Etnográfico y Arqueológico de Asunción. En Boletín de Educación Paraguaya. Año II. Nºs. 19 y 20. As. • 1959. Notas Complementarias al “Sistema de la Etnología” de Max Schmidt. Manuales del Museo Andrés Barbero. Vol. I. As. 1959. • 1959. Informe sobre las Actividades del Museo (1956 - 1958). Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. III. Misc. 1. As. • 1959. Afinidades Estructurales del Verbo Chulupí y Mak’a. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. III. Misc. 1. As. • 1959. Material Arqueológico del Área Alto-Paraguayense. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. III. Misc. 1. As. • 1960. Bosquejo de la Charla sobre “Los Mak’a”. (A los alumnos de la Escuela Paraguaya de Guías Intérpretes y Guías de Turismo). As. 64

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• 1960. Estudios Guayakí. Parte 1ª. Fraseario. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. IV. El. 5. As. • 1960. Catálogo Explicativo de las Colecciones del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Parte 1ª. As. • 1961. Estudios Guayakí. Parte 1ª. Gramática y Vocabulario “AJ”. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. V. El. 6. As. • 1961. Apuntes de Etnografía Paraguaya. Manuales del Museo Andrés Barbero. Vol. II. As. • 1962. Algunas Palabras Culturales del Área Chaqueña. Comparaciones. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. VI. As.. • 1962. Catálogo de objetos recogidos entre los Guayakies y los Chiripás. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. VI. As. • 1962. Vocabulario Aché Guayakí. Continuación. Parte 3ª. (Letras K-T). Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. VI. As. • 1962. Estudios Emok - Toba (Chaco). Parte 1ª. Fraseario. • Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. VII. El. 7. As. • 21. 1962. Algo más sobre los Indígenas del Chaco Paraguayo. En: “El Gran Chaco Paraguayo, amparo de Civilización y Progreso”. 1935-1965, As. • 1963. La Lengua de los Ayoweos - Moros. Estructura Gramatical y Fraseario Etnográfico. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. VIII. El. 8. As. • 1963. Catálogo Explicativo de las Colecciones del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Parte 2ª. As. • 1964. Arqueología y Etnología Americana. Apuntes de Clases Dictadas. As. 65

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• 1964. El Guaraní en la vida Socio-Económica Colonial. En: Revista de Sociología. Año I. Nº 1. As. • 1965. El Guaraní Colonial. “El indio Colonial del Paraguay”. T. I. As. 1966. Los trece Pueblos Guaraníes de las Misiones 1767 - 1803. “El Indio Colonial del Paraguay”. T. II. As. 1968. Chiriguanos. Dimensiones Etnosociales. T. I. As. 1968. pp. 269. Ed. del Museo Etnográfico Andrés Barbero. • 1969. Chamacoco. Cambio Cultural. T. I. As. 1969. pp. 243. Ed. del Museo Etnográfico Andrés Barbero. (Reedición Facsímil. 1995). • 1970. Chamacoco. Diccionario Etnográfico. T. II. As. 1970. Ed. del Museo Etnográfico Andrés Barbero. • 1971. Los Patrones Estructurales de la Lengua Toba - Guaycurú. “Lenguas Chaqueñas’. Vol. I. As. Ed. del Museo Etnográfico Andrés Barbero. • 1971. El Chaqueño: Guaycurúes y Chanés Arawak. “El Indio Colonial del Paraguay”. T. III. As. • 1971. Los Principales Verbos del Vocabulario Eyiguayegi - Mbaya. Orden Estructural. “Lenguas Chaqueñas”. Vol. II. As. • 1971/72. Edición: Gramática y Vocabulario Eyiguayegi Mbaya, según el Manuscrito del P. José Sánchez Labrador, S. J., del Siglo XVIII. “Lenguas Chaqueñas”. Vol. I. As. 1971. pp. 170; Vol. II. As. 1971. pp. 257; Vol. III. As. • 1972. Familia Zamuco: Chamacoco Ayoweo. “Lenguas Chaqueñas”. Vol. IV. As. • 1972. Dimensiones Migratorias y Pautas Culturales de los Pueblos del Gran Chaco y su Periferia. Instituto de Historia. Facultad de Humanidades. Universidad del Nordeste. Resistencia. Argentina. • 1973. L’Homme et le Surnatural (Gran Chaco). En: Bulletin de la Societé Suisse des Americanistes. Nº 37. Genéve - Suisse. • 1973. Indians of the paraguayan Chaco. Indian tribes of the eastern Paraguay. En: Paraguay, Ecológical Essays. Ed. J. Richard Gorham. Academy of the arts and sciences of Americas. Miami. 66

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• 1974. El Hombre y la Comunidad. Las antiguas pautas indígenas del gran Chaco. En: Revista “Itapytapunta”. Facultad de Filosofía de la UNA. Año I. Vol. 1. As. • 1975. Dispersión Tupi - Guaraní Prehistórica. Ensayo analítico. As. • 1975. El Rol de la Iglesia en la Educación Indígena Colonial. En: Revista Estudios Paraguayos. Vol. III. Nº 2. As. • 1975. Aproximación a la realidad vivencial y al ethos existencial en el Paraguay Colonial. (Ambiente Rural). En: Revista Estudios Paraguayos. Vol. III. Nº 2. As. • 1977. Lengua - Maskoy. Su Hablar. Su Pensar. Su Vivencia. “Lenguas Chaqueñas”. Vol. VI. As. • 1977. What is really the main problem of the Lengua? En Paraguayan Chaco Indian Colony (The Anglican Church in Paraguay). As. • 1978. El Hombre y lo Sobrenatural (Gran Chaco). En Culturas Condenadas. Compilación de Augusto Roa Bastos. México. • 1978. Resistencia activa de los Guaraníes. En Las Culturas Condenadas. Compilación de Augusto Roa Bastos. México. • 1978. Etnohistoria de los guaraníes. Época Colonial. “Los Aborígenes del Paraguay”. T. II. As. • 1981. Etnohistoria de los Chaqueños (1650 1910). “Los Aborígenes del Paraguay”. T. III. As. • 1981. Religión y Religiosidad en los Antiguos Pueblos Guaraníes. En La Religiosidad Popular Paraguaya. Aproximación a los Valores del Pueblo. Ed. Loyola. As. • 1981. Las Relaciones Interétnicas en la Época Colonial (Paraguay). En Suplemento Antropológico. Vol. XVI. Nº 2. As. • 1982. Cultura Material (Guaraní y Chaco). “Los Aborígenes del Paraguay”. As. • 1982/83. El Rol de los Indígenas en la Formación y en la vivencia del Paraguay. Ed. Instituto Paraguayo de Estudios Nacionales IPEN. T. I. As. 67

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• 1982. Realidad Socio Cultural de las Comunidades Indígenas. En Suplemento Antropológico. Vol. XVII. Nº 2. As. • 1983. Ciclo Vital y Estructura Social. “Los Aborígenes del Paraguay”. T. V. As. • 1984. El Aporte Alemán a la Etnografía Paraguaya. En Suplemento Antropológico. Vol. XIX. Nº 1. As. • 1984. La Cultura Indígena y su Organización Social dentro de las Misiones Jesuíticas. En: Suplemento Antropológico. Vol. XIX. Nº 2. As. • 1984. Una Visión Antropológica del Paraguay Colonial. En Historia Paraguaya. Vol. XXI. As. • 1984/85. Aproximación a las Creencias de los Indígenas. “Los Aborígenes del Paraguay”. T. VI. As. • 1986. Artesanía Indígena. Ensayo Analítico. As. 1986. pp. 134. Ed. Asociación Indigenista del Paraguay. As. • 1986/87. Lenguas Chaqueñas. “Los Aborígenes del Paraguay”. T. VII/1. As. • 1987. Las Características Etno-Socio-Culturales de los Aborígenes del Paraguay en el Siglo XVI. En: Historia Paraguaya. Vol. XXIV. As. • 1987. Los Instrumentos Musicales entre los Aborígenes del Paraguay. En Arlequín. Año I. Nº 1. As. • 1988. Etnohistoria del Paraguay. Etnohistoria de los Chaqueños y de los Guaraníes. Bosquejo Sintético. Suplemento Antropológico. Vol. XXIII. Nº 2. As. • 1988. Introducción a la Antropología Social (Ámbito Americano). Manuales del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. III. As. • 1989. Cultura Religiosa. (Ámbito Americano). Manuales del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. IV. As. • 1990. Guerra. Tránsito. Subsistencia. (Ámbito Americano). Manuales del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. V. As.

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• 1991. Una Visión Socio-Antropológica del Paraguay del Siglo XVIII. As. • 1991. Prof. Dr. Max Schmidt. As. • 1992. Una Visión Socio-Antropológica del Paraguay del Siglo XIX. 1ª Parte. As. • 1992. Introducción a las Fuentes Documentales referentes al Indio Colonial del Paraguay. As. • 1993. Una Visión Socio-Antropológica del Paraguay. XVI-1/2 XVII. As. • 1994. Interpretación Etnocultural de la Complejidad Sudamericana Antigua (Parte I.). Formación y Dispersión Étnica. As. •

1995. Interpretación Etnocultural de la Complejidad Sudamericana Antigua (Parte II). El Hombre, Persona y Agente Ergológico. As.



1995. Los Indios del Paraguay (Coautoría: Miguel Chase Sardi). Ed. MAPFRE S.A. Madrid. 1995. pp. 452.



1996. Poblados - Viviendas. Manufacturas Utilitarias. (Ámbito Sudamericano). Manuales del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. VI. (Edición Póstuma). As. 1996. Ed. del Museo Etnográfico Andrés Barbero.



1997. Tendencias Psicosociales y verbomentales Guaycuru - Maskoy - Zamuco. Ensayo Analítico (Edición Póstuma). As.

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Sobre el autor: Carlos Peris: Licenciado en Sociología por la Universidad Católica “Ntra. Sra. de la Asunción”, Paraguay (2012). Posgraduado en Metodología de la Investigación, Universidad Europea Miguel de Cervantes, España (2013) y en Didáctica Universitaria, Universidad Nacional de Asunción, Paraguay (2014). Actualmente se encuentra cursando la Maestría en Cooperación Internacional e Inclusión Social, Universidad Carlos III de Madrid, España. Labores de docencia en nivel secundario, Colegio Lumen, y universitario: Facultad de Filosofía, Universidad Nacional de Asunción, y Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, Paraguay. Investigación en la Asociación SOCIODATA, el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica “Ntra. Sra. de la Asunción” y del Instituto Alemán de Estudios Globales (GIGA-HAMBURGO). Miembro del Grupo de Trabajo N°4: Sociología de la Educación, de la Asociación Internacional de Sociología.

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Próximos Volúmenes 4 José de la Cruz Ayala, Alón, pensador liberal Claudio Fuentes Armadans 5 José Segundo Decoud , el ideólogo republicano Bernardino Cano Radil 6 Adriano Irala, el gran presidente Herib Caballero Campos 7 Rafael Franco, el revolucionario Erasmo González 8 Genaro Romero, el defensor del Progreso Alcibíades González Delvalle 9 Luis Riart, el diplomático Ricardo Caballero Aquino 10 Escolástica Barrios de Gill las Joyas para la Defensa, Ana Barreto Valinotti 11 Luis de Gasperi, el Padre del Código Civil paraguayo Juan Bautista Rivarola Paoli 12 Rafael Masi Pallarés, investigador apasionado Bernardo Neri Farina

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Luis Rojas Villagra

Ricardo Caballero Aquino

Impreso en Mercurio S.A. Telefax: (595 21) 290 895 (R.A.) Avda. Venezuela 2080 c/ Vía Férrea www.mercurio.com.py

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