2009. “La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino entre la Argentina pampeana y el Paraguay occidental (1880-1900)”. En: Pilar García Jordán, ed., Dinámicas del poder local en América Latina, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, pp. 13-54

September 24, 2017 | Autor: G. Dalla-Corte Ca... | Categoría: Historia de América, Historia Contemporánea
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Descripción

Dinámicas de poder local en América Latina,

siglos XIX-XXI

Pilar García Jordán, ed.

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Universitat de Barcelona. Dades catalográfiques

Dinámicas de poder local

en América I-atina, siglos

XIX-XXI

Referéncies bibliogrifi ques rsBN 978-84-47s-337 2-5 L García Jordiín, Pilar, ed. ll. Taller de Estudios e Investigaciones Andino-Amazónicos l. Administració local 2. Desenvolupament social 3. Poder (Ciéncies socials) 4. S. XIX-XXI 4. América Llatina

PUBLICACIONS I EDICIONS DE I-A, UNIVERSTIAT DE BARCELONA. Adolf Florensa, s/n; 08028 Barcelona; Tel. 934 035 442; Fax 934 O35 449¡@

2OO9

comercial.edicions@ ub.edu; www,publicacions.ub.es Taller de Estudios e Investigaciones Andino-Amazónicos (TEIAA) Montalegre, n' 6-8 ; 0800 I Barcelona; Tel. 934 037 7 67 ; F ax 934 037 [email protected]; www.ub.es/america/teiaa

77

4

Impresión: Gráficas Rey, S.L. Depósito legal : B- 15443-2009 ISBN: 978-84-475-3372- 5 Impreso en España / Printed in Spain

Queda rigurosamente prohibida la reproducción total o parcial de esta obra. Ninguna parte de esta publicación, incluído el diseño de la cubierta puede ser reproducida, almacenada, transmitida o utilizada por ningún tipo de medio o sistema, sin autorización previa por escrito del editor.

INDICE

I

Presentación Gabriela Dalla Corte. La consrstencia de la ¡ed social: el Fenocaníl Oeste Sanfafesino entre la Argentina pampeana y el Chaco paraguayo

(1880-1900)

13

Antonio Acosta Rodríguez. Sociedad y haciendas municipales en El Salvador a mediados delsiglo XIX

55

[.ea Geler. Un colegio pan los niños "de color". El dilema de la segregación entre los afroporteños a fines del siglo XIX

87

Tristan Plaü.Tributo y Ciudadanía en Potosí, Bolivia. Consentimiento y libeftad entre los ayllus de la Provincia de Porco, 1830-1840

109

Víctor Peralta Ruiz. Las Socledades Patrióticas y las lntendencias de Policía en la constitución del poder local limeño (Peru, 1845-1850) 165 María Fernanda Duque Castro. Apuntes sobre el poder político local y regionaly su relación con el gobierno central durante la segunda mitad del siglo KX en Colombia. El caso del Estado Soberano de Santander 181 Anna Guiteras Mombiola. El lténez entre el Beni y Santa Cruz ¿Una dualidad gubernativa? Conflictos de límites,iurísdicción y tierras en la Bolivia de inicios de siglo

XX

205

Yacotzin Bravo Espinosa y Marco Aparicio Wilhelmi. Pueblos indígenas y poder local: los municipios indígenas en México

231

Mónica Martínez Mauri. Poder local, representación y liderazgo en una sociedad indígena: comarca de Kuna Yala (Panamá)

251

Autores

271

LA CONSISTENCIA DE LA RED SOCIAL: EL FERROCARRIL OESTE SANTAFESINO ENTRE LA ARGENTINA PAMPEANA Y EL CHACO PARAGUAYO (1 880-1 9oo)1

Gabriela Dalla Corte Universitat de Barcelona / TEIAA

En este trabajo se estudia en perspectiva local la red social que propició la construcción del FerrocarrilOeste Santafesino (FCOS), cuyo propietario fue el español Carlos Casado delAlisal. El FCOS fue la empresa ferroviaria más significativa de las desarrolladas en el sur santafesino durante las últimas décadas del siglo XIX y coincidió en eltiempo con el control comercial ejercido por los principales grupos socio-económicos rosarinos y la integración del espacio local a los circuitos mercantiles internacionales mediante la implementación de obras de ínfraestructura que comunicaron la ciudad con la pampa cerealera. La red de sociabilidad que hizo posible aquella empresa férrea también se expandió hacia el Gran Chaco, región distribuida entre Paraguay, Bolivia y Argentina, con la finalidad de aprovechar recursos propios del área chaqueña, concretamente la madera del quebracho colorado, utilizada esta última para fabricar los durmientes. Siguiendo estas temáticas, en el primer apartado se describe el paso de la "civilización delcuero" (así llamada por Domingo Faustino Sarmiento la etapa económica argentina previa a la incorporación plena al sistema capitalista) a las actividades vinculadas a la explotación cerealera, con la finalidad de observar la naturaleza de los grupos burgueses consolidados en torno a las

1

. Este trabajo forma parte del proyecto de investigación l+D, HUM2006-12351 HIST, "Estado,

Región y Poder Local en América Latina, 1880-1950". He abordado parcialmente algunos de estos problemas en un libro en prensa, Dalla Corte, 2009.

14

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

obras de infraestructura y a los organismos corporativos locales. En el segundo apartado se observa la ocupación de Melincué y San José (Guardia) de la Esquina (dos zonas entonces calificadas de "fronterizas" y ocupadas por poblaciones indígenas) a las que se hizo llegar el FCOS entre 1887 y 1888, y en las que en la década anterior se había producido una concentración territorial en contra de los intereses de los soldados rosarinos a los que se premió con tierras a cambio de su participación en el Ejército Nacional durante la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870). En el tercer apartado se aborda la manera en que el FCOS unió una serie de colonias del sur de la provincia de Santa Fe con la ciudad de Rosario, localidad esta última que llevaría adelante todo

el peso de la gestión administrativa y comercial de la región. En el cuarto apartado se estudian las actuaciones de los miembros de la red de Carlos Casado delAlisalen otras empresas vinculadas al FCOS, particularmente en el Banco Provincial de Santa Fe y en el Chaco paraguayo, con la intención de descubrir los vínculos tejidos por una heterogénea red social que apoyó al español en su trayecto empresarial. Se utiliza en este trabajo documentación procedente de diversos archivos argentinos: Archivo General de la Nación de Buenos Aires (AGN); Archivo His-

tórico Provincialdel Chaco, Resistencia, provincia del Chaco (AHPCH); Centro de Documentación e lnformación César Torriglia del lnstituto de lnvestigaciones de la Facultad de Humanidades yArtes de la Universidad Nacionalde Rosario (CDICT);Archivo de los Tribunales Provinciales de Rosario (ATPR); Museo Archivo Histórico Municipal Don Santos Tosticarelli, Ciudad de Casilda

(MAHM); Museo Histórico Provincial de Rosario Julio Marc (MHPRJM);Archivo de Protocblos Notariales, Colegio de Escribanos de la Provincia de Santa Fe, Segunda Circunscripción (APN-R). De estos reservorios, se han consultado en particular las memorias y actas de asambleas de los accionistas del FCOS, los expedientes resultantes de los juicios de expropiación de tierras, documentación notarial, así como el testamento y los expedientes resultantes de los trámites sucesorios llevados a cabo por los descendientes de Casado, sin olvidar las mensuras efectuadas por ingenieros y agrimensores volcados a investigar en la década de 1880|a suerte que habían corrido en la década anterior las tierras donadas a los soldados rosarinos y que, en realidad, fueron apropiadas y ocupadas por diversos empresarios privados.

1. El origen de la "burguesía" rosarina El departamento Rosario, y en particular la ciudad portuaria del mismo nombre, se consolidó como espacio de atracción económica recién a mediados del siglo XlX. Hasta entonces, era una zona ligada a lo que oportunamente se denominó la "civilización del cuero", pasando a liderar a part¡r de aquella época el control mercantil de la explotación cerealera en el marco de la actividad primario-exportadora que signaría los destinos de la Argentina hasta el día de hoy. Casi un siglo después de estos hechos, es decir, en el año

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 15

1946, el historiador Eduardo Astesano procuró identificar la naturaleza de la incipiente burguesía rosarina de mediados del decimonono, diferenciándola de manera estratégica entre estancieros y propietarios de barracas; comerciantes en cueros; importadores de productos europeos; empresarios ligados a la expansión de ferrocarriles y telégrafos; e industriales, incluyendo propietarios de colonias agrícolas y comerciantes mayoristas. Todos ellos, según

Astesano, se habían movilizado tras la conocida como Batalla de Caseros2 para imponer un nuevo orden que permitiese entrar directamente en contacto

con Europa. Astesano colocó al Banco Mauá & Cía, inaugurado a finales de 1857 en un edificio ubicado en el número 82 de la calle Córdoba, como el elemento central de aquel cambio. La nueva entidad, sucursal de la matriz brasilera de propiedad del financista lreneo Evangelista de Souza, fue autorizada por el gobierno nacional, según Astesano, "para emitir billete, descontar letras, adelantar dinero con garantía, abrir cuentas corrientes, girar a tomar letras de cambio sobre el exterior", es decir, todas las actividades necesarias para fomentar la actividad mercantil. A inicios de 1859, el activo del banco llegaba a $ 878.808 revelando "la fe que el comercio rosarino había puesto en las nuevas actividades bancarias", así como la confianza de sus grupos burgueses en el potencial que podían aportar a la economía mercantil local dos grandes inventos de la época: el ferrocarril y el telégrafo. La ciudad de Rosario, hasta entonces un poblado mísero, una "aldea feudal", sufrió, según Astesano, una transformación que incorporaría "libremente por los cauces del capitalismo" dejando atrás "cientos de carretas y una que otra mensajería, por tierra, y algunas decenas de embarcaciones a vela que se arrimaban al puerto", además de un arcaico 'lráfico a caballo, de personas y noticias" cuya lentitud, consecuencia de los pantanos y de las crecidas del río Paraná, impedía "adaptarse a los pedidos del mercado consumido/'. Más allá de la veracidad de los calificativos utilizados porAstesano (1946:31-32), en particular elde "aldea feudal", es importante señalar la naturaleza atribuida a esta localidad que no podía hundir raíces en el pasado colonial -{omo sí podía hacer la Capital, Santa Fe-, pero que viviría a partir de mediados del siglo XIX "en función del intercambio que realiza con las regiones económicamente en contacto". En una línea semejante encontramos referencias en la obra que el historiador y político Juan Álvarez dedicara a la ciudad de Rosario poco tiempo antes, en 1943, y sobre la cual se han elaborado una serie de importantes estudios comparativos3.

2. Esta batalla es considerada uno de los hechos bélicos más trascendentes de la historia argentina del siglo XIX; en ella se enfrentaron, en febrero de 1852, el ejército de la Confederación Argentina liderado por Juan Manuel de Rosas, que fue derrotado, y el Ejército Grande, liderado por Justo José de Urquiza. Supuso un triunfo parcial de la Conlederación Argentina y el inicio del proceso de organización del Estado Nacional. 3. Entre otros, Barriera, 2006; De Marco, 1993; Falcón y Stanley,2001.

16

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

El ministro del lnterior, Guillermo Rawson, así como el empresario estadounidense Guillermo Wheelwright, llegaron a Rosario en 1863 con mot¡vo de la inauguración del ferrocarril que uniría la ciudad con Córdoba. Al mismo tiempo movilizaron al grupo burgués que durante el siglo XIX fue calificado por los propios contemporáneos como "el sector del comercio" o "el grupo del comercio". En efecto, este es el término utilizado hacia 1870 para hacer referencia al sector formado por comerciantes y prestamistas de cinco nacionalidades distintas entre los que destacaron los de origen español, británico y francésa, que fundaron casas comerciales algunas de las cuales aún hoy existens. Finalmente, la visita del presidente Baftolomé Mitre en ocasión de la inauguración de la vía férrea no hizo más que aumentar el interés por la localidad y por la potencialidad del puerto y de sus barrancas. El Ferrocarril CentralArgentino inició así un nuevo proceso de comunicación en el interior del país que se erigía tras la Batalla de Pavón6. Poco después, el telégrafo abrió nuevos cauces: "el comerciante de Rosario sintió que se abrían las puertas del cielo", señaló triunfalmente Astesano (1946: 33-35), para concluir que "en esta democracia incipiente de grandes comerciantes, todo había sido dispuesto de acuerdo al rango de la clase social a que se pertenecía". La agricultura había desalojado la ganadería y la "civilización del cuero", centrándose en la comercialización de cereales y permitiendo a la provincia de Santa Fe liderar el proceso de transformación nacional. El cereal producido por la cincuentena de colonias agrícolas fundadas por los extranjeros abastecía el consumo del país y satisfacía la demanda europea haciendo decir a Astesano (1946: 42-43) que "ellas fueron las que cambiaron por completo la faz de la provincia". Comienza así la expansión fundada en la actividad comercial, la gestión asociativa en manos de la Sociedad de Beneficencia y de las Damas de Caridad (Dalla Corte, 2OO4',2007',2008; Dalla Corte y Piacenza,2006), la instalación de fábricas, barracas y galpones, imprentas, vías

4. Véase el uso de este concepto, para d¡ferenciar a los comerciantes de Rosario de los propietarios vinculados al gobierno de la provincia de Santa Fe, designados como '¡grupo oficialista", en la "Memoria que el Directorio del Banco Provincial de Santa Fe presenta a los señores accionistas en la asamblea general del 15 de abril de 1875", incluida en el lolleto Banco Provincial de Santa Fe, Casa Rosario, 1874-1924, Memoria, Balance y datos estadíst¡cos con motivo de su cincuentenazb. Rosario, 1 de setiembre de 1924, pp. 61-70, que se conserva en el Museo Histórico Provincial de Rosario Julio Marc (en adelante MHPRJM). 5. Fueron liderados por Benjamín Ledesma, Carlos Casado, Ángel Muzzio, Luis C. Coutteret, Florent¡no Orgaz, Evaristo Machain, Manuel Regúnaga, Deolindo Muñoz, Jacinto Corvalán, Antonio Zubelzú, Zenón Pereyra, Lucio Doncel, las casa Duguit, Schilieper y Bemberg; Crosta, Borrelli y Maspoli; Chiesa; Otero Hermanos, las compañías de Rouillón y Marini, Ocampo, Sevigne, Ortiz, Correa y Gana, Amelong, Blyth, Senac, Sabathié, Godeken, Acebal, Diazy Azcorra Albaladejo..., entre otros. Véase Dalla Corte, 2009 en prensa. 6. Pavón es una localidad santafesina en la que se desarrolló una importante batalla en 1861 que definiría los destinos de la guena civil entre la Confederación Argentina y la provincia de Buenos Aires.

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santatesino 17

férreas (Fernández Priotti, 2006; Ferrer y Priotti, 2001), elevadores terminales, las reuniones sistemáticas de una cuarentena de comerciantes reunidos en derredor del Club Mercantil, el Casino Mercantil, la Sala Comercial de Residentes Extranjeros formada por más de un centenar de socios, la Aduana y el Puerto, los Muelles y Graneros, y posteriormente la Bolsa de Comercio (Videla, 1995 y 1996) y entidades formadas por la colectividad extranjera (Fernández y Oliver, 2OO4). La pregunta, a la que han intentado dar respuesta diversas investigaciones7, sigue siendo cómo se llegó a esta situación en una localidad que sólo tres décadas antes era algo así como el símbolo de la "civilización del cuero" y el ejemplo paradigmático del atraso. La información demográfica ofrecida por los censos levantados en esos años permite deducir el impacto que tuvo la inmigración europea en esta transformación. En efecto, en abril de 1858 se levantó en la provincia de Santa Fe un importante censo de carácter oficial que, según su responsable, Juan José Gormaz y Carrera, intentaba ofrecer "un análisis completo de una población [que] nos traerá sin duda el exacto conocimiento de sus necesidades ya de sus mejoras". Los 41.261 habitantes de la provincia, distribuidos por departamentos, mostraban una mayor concentración en Rosario (22.492 personas, el 54,35 %) frente a la Capital (11.209 residentes, e\27,2 %). Estos datos también permiten afirmar que poco menos de la mitad de los habitantes de la provincia (19.239, el 46,6 %) poblaban zonas urbanas (Cuadro 1). Las diferencias demográficas por departamentos fueron detectadas también por el responsable delcenso de 1858 quien señaló que la población se hallaba "aglomerada del modo más conveniente a su prosperidad". Aunque carecía de colonias agrícolas, el departamento de Rosario, como vemos, se perfilaba en 1858 como el más poblado y con mayor proporción de habitantes de origen migratorio: tenía un total de 2.424 exlraryeros de los 4.304 que había en la provincia, y 544 eran españoles, uno de los cuales era Carlos Casado del Alisal que se había instalado en la ciudad un año antes (Dalla Corte, 2009 en prensa). Debido a su mayor crecimiento, Rosario comenzó entonces a disputar sin éxito a la ciudad de Santa Fe la condición de capitalidad que esta última conserva hoy en día. La Capital contabilizaba sólo 1.774 extranjeros. También había 4.838 personas en San Jerónimo, 2.463 en San José, y724 en la región de "Fronteras" al norte y al sur del área poblada. Juan José Gormaz y Carrera no hizo referencia a las 724 personas contabilizadas en la zona de "Frontera", 465 pobladores en el norte, y 259 en el sur, donde no había colonias ni espacios urbanos y rurales. Del total de extranjeros, la provincia contaba con 3.801 europeos, y de ellos 2.722 varones (el 71,6 %)

Z Véase, entre otros: Fernández 1999; 2006 a; 2006 b;2OO7 ay 2007 b; Fernández y Videla, 2001; Videla, 1995; 1996;2004; Lanciotti,2004y 2006; Ainsuain,2006; P|a,2000; Bidut,2008; Bonaudo, 2006; Ensinck, 2000; Gschwend, 1953.

18

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

y 1.079 mujeres (e!28,4 %) (Cuadro 2), entre los que predominaban, por orden, italianos, suizos, franceses y españoles. El censo, finalmente, disbibuyó los habitantes provinciales por legua cuadrada y afirmó que -ni aun la Rusia, que es uno de los países más despoblados de Europa, pt¡es solo üene unos 240 habitantes por legua cuadrada, cuenta tan poca población". Los datos indican que había 20J64 mujeres frente a 21.O97 \rarones en el año 1858; la mitad de la población provincial santafesina era menor de quince años; dos tercios era menor de 25 años, y el sexo masculino excedía muy levemente al femenino en un total de 1.146 varones en edad de trabajar, es decir, no mayor de cuarenta años, abriéndose una brecha de 213 mujeres a partir de aquella edad. Observada esta situación a nivel local, es decir, en el departamento Rosario, en particular a nivel urbano, la situación difiere de manera significativa: los varones eran numéricamente superiores a las mujeres de 20 a 40 años, con una diferencia a favor de los primeros en esa franja de edad de 1.066 hombres. Hasta los 20 años, y entre los 40 y 6O años, la diferencia a favor de los varones era de 195 y 165 respect¡vamente. Entre los 60 y los 80 años, la diferencia a favor de los hombres era de 14. Las mujeres de más de 80 años superaban en23 a los varones. Es decir, había un total de 5.616 varones y 5.421 mujeres menores de 20 años; 4.627 varones y 3.561 mujeres de 20 a 40; 1.364 hombres y 1.199 mujeres de 40 a 60; 313 varones y 299 mujeres de 60 a 80 años; y 32 varones frente a 55 mujeres mayores de 80 años. La proporción mayor de varones extranjeros se debía a su plena y reciente radicación en la ciudad de mayor crecimiento económico en la época. Si contrastamos la situación entre dos ciudades, Rosario y la Capital, esta diferencia es aún más significativa mostrando no sólo los mayores índices de juventud en la primera, sino también su mayor grado de masculinidad como consecuencia de la importante presencia de europeos (Cuadro 3). Otra fuente de información para determinar los cambios sobrevenidos a la ciudad de Rosario como epicentro del sur santafesino la encontramos en el primer censo nacional que se levantó en el año 1869 y que contabilizó un total de 89.117 habitantes en la provincia de Santa Fe, repartidos entre 49.375 varones y 39.742 mujeres. Fueron identificados 4.223 ilalianos,2.272 suizos, 1 .728 franceses y 1.559 españoles, seguidos muy de lejos por otras nacionalidades europeas. El departamento Rosario, en concreto, concentraba en 1869 unas 49.492 personas frente a las 21.392 que habitaban la Capital, 4.322 que lo hacían en San José, y 6.610 en San Gerónimo, demostrando al mismo tiempo la pujanza del sur provincial (Primer Censo, 1888: XXXÍII-XXXVI).

La consistencia de la red social: el Fenocanil Oeste Santafesino 19

Cuadro f Población santafes¡na, entre nacionales y extranjeros, por departamentos, en 1858 Departarnentos La Gapitah 6 d¡stritos

Jlacionales

%

Extranjeros

9.435

84,2

1.774

15

11.209

20.327

89,3

2.424

10,7

22.751

4.771

98,6

67

1,4

4.838

2.424

99,5

39

0,5

2.436

36.957

89,6

4.304

10,4

41.261

%

Total

o

cuarteles urbanos (de laciudad),

Paso de Santo Tomé; Quintas Chacras; Ascoc'hingas; dos Colonias de naturales de San Pedro y Sauce; una Colonia

y

de exfanjeros en Esperanza; Frontera Norte; cinco Canlones Ubertad, Campos de Alvarez, 9 de Julio, Romero)

(General López,

Rosarlo: 23

d¡stritos

repartidos entre ocho espacios urbanos (6 cuartes

urbanos

de

o de la

ciudad

Rosario, Villa de San Lorenzo, Mlla Constituc¡ón) y qulnce dlstrltos rurales

o de

campaña

(Chacras

del Rosario; Bajo Hondo, Cerrillos; Monte de Flores;

Horqueta u Orqueta; Arroyo Parton -Abajo, Aniba, Cente, Arroyo del Medio -Abajo, Arriba, Centro-, Arroyo Seco, Arroyo Ludueña, Desmochado -Abajo yAniba-, San José, 9 de Julio) sin colonias agrícolas

-an qefonrmo: rueoto ¡an Jerónimo, Coronda. Distritos

Rurales: Lomas, Barrancas, Carcarañá (Abajo y Arriba), Desmochado, Monte de José

ñ,,¡^

San José: Pueblo San José.

Distritos rurales:

Arriba,

Abajo, Calcines.

Totales provincla

Fuente: Elaboración propia en base a Censo 1858 y Primer Censo, 1888: XXVI-XXIX

20

si/a

Dinámicas de poder local en América Latina,

XN-Xf,

Cuadro 2 Nacionalidad de los 4.304 extranferccrlbcr¡ le provincia de Santa Feen 1&l Nacionalidades

extranjeros

Daneses Españoles Franceses

Europa: 3.801

Hamburqueses Holandeses lnqleses Portuqueses Prusianos

(o/o)

Africanos Bolivianos Brasileños Chilenos Colombianos Norteamericanos

América:470

unentales

ll

ln rnr rarrnq'l

Paraquavos Peruanos (o/o)

446

653

3 1

1

62

14

76

2

1

3

203

41

41

967

2 6

1

3

3

1

1 1

1

2 44

25

69

409

307

716

102

5

2

2722 01,6 Chinos Turcos

Asia:6

1

69fl

96 207

3

5

(o/o)

17

19

527

Piamonteses

Genoveses

566

'l

2

Dan+iIiÁaa\

llld: ¿1.304 (t@i) 13

28

764

Rusos Suecos Lombardos Sardos Suizos

m

13

Italianos

/Eda¡{aa

Americanos

.Ll

266

Napolitanos

ñomanos

Asiáticos Africa:27

3.033 la^ ta oLl

Alemanes Austriacos Belqas

Europeos

r|G¡ 12n@77

varones:

Número

107

1.079 (28,4 3

1

2 3 (50

o/o)

"/o)

17 (63

0/o)

60 o/") 10 87 "/")

3

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3.801 (1000/"t 4 2

6 fi00

27 fl00

7

5

12

45 43

17

62

14

57

1 1

13

167

136

303

15

5

1

1

20 2 470

Fuente: Elaborac¡ón propia en base a Censo, 1 858

o/o)

1

12

291 rc2

o/")

"/o)

179

(38

o/o)

n(n

o/")

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 21

Cuadro 3 Edades de la población de la Capital(Santa Fe) y de Rosario en 1858, diferenciada por sexos Edades Años

0a5 5a

10

10a15

Varones Sta Fe

393

Rosario 663

Sta Fe

455

A favor varones

Total

Mu¡eres Rosario bt)t)

Sta Fe

848

Rosario

Sta Fe

Rosario

A favor

mu¡eres Sta Fe

Rosaric

1.329

62

3

44

91

427

496

471

587

898

1.053

314

492

344

478

658

970

15a20

185

441

405

575

s90

1.019

20 a25

226

715

380

648

606

1.365

25a30

221

734

332

518

553

30a35

169

565

257

347

426

35a40

138

370

181

214

40a45

117

249

214

202

45a50

62

'124

122

111

14

30

220 67

154

1.252

216

t11

912

218

88

319

588

152

43

331

451

47

97

184

235

t3

137

60

60

28

50a55

64

121

124

149

188

270

55a60

33

59

65

38

98

97

60a65

38

59

114

66

152

125

76

7

65a70

13

12

43

20

56

32

30

8

29

1

21

32

70 a75

t8

15

47

16

65

31

75a80

12

4

20

3

32

7

80a85

14

5

36

10

50

15

22

4

13

85a90

10

90a95

4

17

2

21

4

4

Más de

2

1

'|

3

2

Totales

2.460

5.127

3.ilz

6.102

9.785

95 a 100

8 5

20

10

2

1

4.658

Fuente: Elaboración propia en base a Censo 1 858

469

1.142

280

22

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-)(XI

Por ese entonces, el gobierno había avanzado su teritorb lncia eloeste y el norte, poblando parcialmente parte del Chaco que tpy corresponde a la jurisdicción de Santa Fe tras la reorganización de los Tenibrbs l.lrcinnales por parte de las leyes del 16 de octubre de 1884, delg de enero de 19@ y del24 de enero de 1902, y por dos decretos, uno del 25 de octr¡bre de 1gO1 y el otro

losTenibrbs Nacionales de Misiones, Formosa, Chaco, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, y finalmente el de los Andes. Las leyes aft¡didas, así como el tratado de límites interprovincial aprobado por el Congreso Nacional el 13 de noviembre de 1886, redujeron el espacio delTerritorio Nacional del Chaco cuando se decidió definir la frontera de la provincia de Santa Fe en el paralelo 28o (Carrasco, 1904). De este modo, desde finales de la década de 1880, la provincia de Santa Fe incorporó las colonias chaqueñas llamadas Las Toscas, fundada en 1880; Florencia, creada en 1884; Ocampo, erigida en 1885; Avellaneda, que poseía ingenios azucareros (Maeder, 1996: 155-156; Maeder, 1977) y Las Garzass. del 29 de enero de 1902, Esta normativa organizó

Gabriel Carrasco, una de las principales referencias de la época en estudio, afirmó en su valoración al primer censo de la provincia de Santa Fe que "establecidas ya poderosas corrientes inmigratorias, extendidos los ferrocarriles por todo elterritorio, y acortadas las distancias intelectuales por el telégrafo y el teléfono que se multiplican con rapidez, Santa Fe aumenta cada día su población, marchando en una progresión ascendente en que debe durar muchos años". Carrasco concluyó que: "En el extremo norte del departamento San Javier y en el distrito Calchaquí (La Capital) hay aun algunos restos de tr¡bus ¡ndígenas de Tobas, Ab¡pones, y otras todavía en lucha contra la civilización, pero que no tienen otro poder que el que les da el espacio ab¡erto ante ellas. Esas tribus van retirándose anle la población civilizada, al mismo tiempo que se extinguen por las malas condiciones en que se encuentran para la lucha por la vida, de manera que no pueden considerarse como un obstáculo para el desarrollo de la población. El número de indiv¡duos que las forman, no se puede calcular por falta de datos, ni tendría importanc¡a aunque se conociera, no solamente porgue es muy reducido, sino también porque no tiene valor estadíst¡co algurc el hombre que n¡ produce, ni consume, estando enlregado á la vida vegetativa del salvaje" (Primer Censo, 1888:

xxxvu,

LXV).

Sobre estas poblaciones y sobre sus tierras se produciría en la zona de la llamada "frontera sur" un proceso de apropiación que lideró el propio gobierno provincial en su afán por expandir la "civilización" aludida

8. Cabe señalar que Gabriel Canasco decidió observar personalmente los efectos de estos cambios lurisdiccionales y realizó un largo viaje por la proüncia santafesina después de conocer el contenido deltratado de límites (Carrasco, 1888 y 1889). También, en relación a las fuentes documentales

consuhadas, véase "Mensura y planos del agrimensor Justo F. del Barco clel campo Las Garzas, departamento de Reconquista en la provincia de Santa Fe, Rosario, 1887', en Centro de Documentación e lnformrción César Torriglia del lnstituto de lnvest¡gac¡ones de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (en adelante CDICT), Caja no 5, Legajo 1Zl.

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por Carrasco. En el apartado siguiente analizamos la entrega de tierras a los soldados rosarinos y santafesinos que regresaban de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870), o a quienes actuaban en las fronteras norte y sur -todavía pobladas por indígenas- como premio o donación por los servicios prestados. El objetivo es observar la concentración en pocas y significativas manos: las del "sector del comercio" o "grupo del comercio", radicado casi en su totalidad en la ciudad de Rosario. Esta estrategia fue una de las tantas que se implementaron en la provincia de Santa Fe en la segunda mitad del siglo XIX y explica, en parte, la lógica inversora y empresarial de la época.

2. "Hecha la ley, hecha la trampa": la concentrac¡ón de tierras santafesinas tras la Guerra de la Triple Alianza La práctica de la donación fue regulada en la provincia santafesina a partir de 1856: una ley del 31 de agosto de ese año reguló la entrega de tierra pública para donaciones de dominio perpetuo en la zona de las Guardias de la Frontera en una extensión de media legua de frente sobre la línea de frontera y de una legua de fondo. Lo más importante es que, con la finalidad de impedir los latifundios, el artículo 3 de dicha ley prohibió la donación de más de un terreno a un mismo individuo. Los soldados agraciados tenían entre tres y seis meses para poblar el terreno recibido, estaban obligados a plantar en el término de tres años más de cien durazneros, y no podían enajenar la propiedad antes de los cinco años desde la toma de la posesión. El gobierno provincial fue autorizado a distribuir, mensurar y deslindar los terrenos donados a cuenta deltesoro públicoe.

Después de la Guerra de la Triple Alianza, y teniendo en cuenta la importante contribución que hicieron los soldados rosarinos y santafesinos al Ejército Nacional, se aplicó aquella ley de 1856, referente a las Guardias de Fronteras, a los soldados enviados al Paraguay. Al mismo tiempo, se hizo extensiva la disposición a jefes, oficiales y tropa que hubiesen prestado servicios en la frontera norte, es decir, en el Chaco santafesino. En este caso, 9. 'Ley de Pobladores de frontera, Sala de ses¡ones de Santa Fe, 30 de agosto de 1856, delegado del Gobierno Nacional, Brigadier General Juan P López, Juan Seguí, Juan Carreras", en CDICT, Libro de Leyes, Decretos y resoluciones que se relacionan con el Departamento de lngenieros, Santa Fe, años 1855-1900 aproximadamente, pp. 47-48. Cabe señalar que esta disposición del 30 de agosto de 1856 (sancionada al día siguiente, el 3'l de agosto) fue modificada el 6 de octubre de 1 889 para beneficiar, según el dictamen del Fiscal de Estado, al teniente Manuel E. lcaza, enviado a la llamada Campaña al Paraguay, sinónimo de Guerra de la Triple Alianza, comprendiéndolo en los beneficios de la ley del 18 de setiembre de 1865. Estos datos constan en la "Ley de Pobladores de frontera, Santa Fe, 6 de octubre de 1889', d¡ctada duranle el gobierno de Manuel MaríaZavalla (que sería el gobernador de la provincia de Santa Fe de 1882 a 1886) y Juan María Cafierata. Dicha'Ley de Pobladores" se encuentra en la fuente documental señalada en esta nota, p. 68.

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se les prometió que recibirían tierras ubicadas en la frontera del sur provincial1o. Eran tierras que, poco después, entrarían a formar parte del proyecto colonizador cerealero y quedarían cruzadas por la vía férrea en estudio, el

FCOS. En el siguiente apartado, entonces, analizamos la concentración de tierras en la provincia de Santa Fe a partir de las donaciones que hizo el gobierno provincial a las tropas santafesínas que fueron envíadas al Paraguay y, parcialmente, a los miembros de las Guardias Nacionales, con la finalidad de identificar dos zonas afectadas por el proceso de concentración, Melincué y San José (Guardia) de la Esquina, a las que llegaría el FCOS entre 1886 y 1887. Se intentará demostrar cómo la ampliación de fronteras santafesinas desde finales de la década de 1860 se fundó indirectamente en los beneficios que reportó la llamada Campaña al Paraguay, a través de una sugestiva concentración en espacios definidos como "desérticos", con la consecuente apropiación de tierras en pocas manos. Al estallar la Guerra de la Triple Alianza, la ley provincial santafesina de servicios militares en la frontera, fechada el 18 de setiembre de 1865, habilitó al gobierno a distribuir aproximadamente diez leguas cuadradas de tierra fiscal entre jefes y oficiales que estuviesen sirviendo en ese momento o que hubiesen servido en la frontera norte de la provincia y a los soldados de Santa Fe enviados al Paraguay. El gobierno debía ubicar la mitad de estos terrenos entre Melincué y Guardia de la Esquina, que por esas fechas formaban

parte del departamento Rosario y que pasaron a formar parte primero del departamento Caseros y posteriormente del departamento General López. Las otras cinco leguas fueron ubicadas en la frontera norte. Cada soldado debía recibir un lote de diez cuerdas de frente por diez cuerdas de fondo, es decir, un cuadrado con 1.000 varas castellanas en cada lado, poco más de 93 ha. La normativa obligaba a los beneficiados a poblar las tierras recibidas en un plazo máximo que oscila, según los documentos, entre los seís y los doce meses (el artículo 3 de la leyde 1865 estableció un año), construyendo en ellas cuanto menos un pozo de balde y un cerco de madera fuerte. Además, la tropa beneficiada por esta donación no podía enajenar la tierra hasta tener -y demostrar- una residencia continuada de un año, garantizando de ese modo el "poblamiento" constante a través de la construcción de una habitaciónl1. lnteresa señalar que, en caso de muerte de algún beneficiario, podían heredar sus descendientes legítimos.

10. "Lista de las suertes (Relación) de los soldados de la Guerra del Paraguay, ley de 18 de Setiembre de 1865, y resolución del Gobierno del 7 de abril de 1870, decreto de adjudicación de Terrenos de campos a los Jefes y Oficiales", en CDICI Caja no 10, Legajo 370 A. 11. "Ley del 18 de setiembre de 1865, sobre servicios militares en la frontera norte, Ramón Alvarado, Sebastián Samper, ley del 18 de setiembre de 1865, durante la gestión de [Nicasio] Oroño", en CDICT, Libro de Leyes, Decretos y resoluciones que se relacionan con el Departamento de lngenieros, Santa Fe, años 1 855-1 900 aproximadamente, pp. 31 -32.

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ha

dar cumplimiento a la ley del 18 de setiembre de 1865, el gobierno FUirid de Santa Fe se puso en marcha: autorizó que las tierras fuesen üregadas tras anunciar el hecho en periódicos de la Capital y Rosario, y medio de una comisión formada por el contador de la provincia y dos de honradez y responsabilidad reconocida", no pudiendo adquirir És qt¡e tres lotes una misma persona. En principio, el límite máximo de las qusiones en tierras de pan llevar era de una chacra de veinte cuadras de l5O varas por lado; en las tierras de pastoreo, de fracciones de 2.000 varas

p E¡ps

rbfrente por 6.000 varas de fondo; y en el pueblo, de un solar de 50 varas de

;erle

por 50 de fondo. Los títulos definitivos de propiedad serían extendidos a los individuos o familias que hubiesen llenado las condiciones de población o hbranza establecidas por el gobierno. Posteriormente, por ley del 5 de setbnbre de 1866, el Ejecutivo fue autorizado a crear dos pueblos: uno de ües leguas cuadradas llamado 9 de Julio, ubicado entre el antiguo y el nuevo fr.erte Melincué; y otro de quince leguas cuadradas denominado 3 de Febrero y sih.rado en el extremo sudeste de la provincia. De estas quince leguas, tres debían ser divididas en 180 suertes de estancia de las cuales veinte de ellas tendrían seis millones de varas cuadradas y 160 tendrían tres millones de r¡aras cuadradas cada una. En nota fechada el 17 de enero de 1867, el Departamento Topográfico hizo público un decreto y dio instrucciones a un importante agrimensor de la época, Cayetano Livi, para que levantaralalraza de un pueblo en el cantón Sunchales. Se le exigió que midiese cien suertes de chacras de veinte cua-

dras cuadradas cada una separadas por calles de 30 varas de ancho. En mayo de aquel año, se delineó en Cayastacito un pueblo con cien chacras para ser entregadas entre los beneficiarios de la ley de 1865. Cinco años después, una resolución gubernamental fechada el 7 de abril de 1870 (que correspondió al decreto de adjudicación de terrenos de campos a los jefes y oficiales) garantizó que las tierras fuesen distribuidas del siguiente modo: los coroneles, en primer lugar, debían recibir una legua de frente por una de fondo; en segundo lugar, los tenientes coroneles serían beneficiados con la donación de 50 cuerdas de frente por 50 cuerdas de fondo; en tercer lugar, los sargentos mayores recibirían un porcentaje menor, es decir, 40 cuerdas por 40 cuerdas; en cuarto lugar, los capitanes recibirían 30 cuerdas por 30 cuerdas; en quinto lugar, los tenientes y alférez tendrían 20 cuerdas por 20 cuerdas; finalmente, los soldados serían beneficiados con 10 cuerdas por 10 cuerdasl2. Un documento manuscrito titulado "Lista de las suertes (Flelación) de los soldados de la Guerra del Paraguay" que se conserva en el CDICT, 12. La asignación es la siguiente: a los sargentos, 1.000 varas por 1.000 varas, equivalente a 1.000.000; a los sublenientes, 2.000 varas por 2.000 varas = 4.000.000; a los ten¡entes y capitanes, 3.000 varas por 3.000 varas = 9.000.000; a los sargentos mayores, 4.000 varas por 4.000 varas = 16.000.000; a los ten¡entes coroneles, 5.000 varas por 5.000 varas = 25.000.000; a los coroneles, 6.000 varas por 6.000 varas = 36.000.000.

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muestra que dichos soldados, blandengues algunos de ellos, procedían mayormente de las ciudades de Rosario y de la Capital, así como de las provincias de Córdoba, Rioja y Catamarca. En total, calculamos que fueron unas 296 las personas que debieron recibir lotes de tierra de acuerdo a aquella normatival3. Otro documento sin fecha, titulado "Remate de Tierras Fiscales por servicios militares (1865-1866), donaciones por servicios militares en la provincia de Santa Fe", informa que la tierra fiscal fue entregada también de la siguiente manera: 2.699 ha. fueron transferidas a los coroneles; 1.874 ha. a los tenientes coroneles; 1.199 ha. a los sargentos mayores; 674 ha. a los capitanes; 299 ha. a tenientes y altérez; y 74 ha. a los soldados. Podemos calcular que el gobierno entregó y/o remató aproximadamente 7.000 ha. en esas fechas que corresponden a los años del conflicto bélico sostenido contra

el Paraguayla. En setiembre de 1869 el gobierno dispuso que los terrenos acordados por la ley de 1865 se dividiesen entre todos los puestos de la frontera; sin embargo, según nuestros datos, lo único que se midió fue el territorio ubicado entre el cantón Belgrano y la Colonia lndígena de San Martín, abarcando una superficie de poco más de cuatro leguas cuadradas. Por ley del 6 de julio de 1871 se derogó el artículo 3 de la ley de setiembre de 1865 y, en consecuencia, los jefes, oficiales y soldados pudieron disponer en cualquier tiempo de las áreas de terreno que les hubiesen sido donadas, sin tener que demostrar el poblamiento. La ley del 5 de octubre de 1874, a su vez, autorizó al Ejecutivo a rematar terrenos fiscales sin superar el máximo fijado por la ley del 3 de octubre de 1865, además de obligar a mensurar los terrenos en función de la calidad de los pastos y montes. En una nota fechada el 30 de noviembre de 1875, el Departamento Topográfico puso en conocimiento del gobierno que entre Melincué y San José (Guardia) de la Esquina ya se habían distribuido por esas fechas unas 18 leguas cuadradas y que otras fracciones más se habían donado también en el departamento de la Capital a los jefes, oficiales y tropas que hicieron la campaña al Paraguay, sin que se hubiese destinado para el efecto ninguna superficie entre los cantones de la frontera norte. Las leyes de servicios militares del3 de octubre de 1878 y del 17 de setiembre de 1879 establecieron que las tierras que no hubiesen sido adjudicadas siguiendo la ley del24 de agosto de 1866, debían estar ubicadas en las zonas no pobladas con la finalidad de "formar centros de población en tierras fiscales". Para optar al beneficio de estas leyes era necesario encontrarse en las condiciones establecidas en la ley del 18 de setiembre de 1865, o también haber prestado servicios militares en la provincia durante cinco años con-

13. "Lista de las suertes (Relación) de los soldados de la Guerra del Paraguay, ley de 18 de setiembre de 1865, y resolución del Gobierno del 7 de abril de 1870, decreto de adludicación de Terrenos de campos a los Jefes y Oficiales", en CDICT, Caja no 10, Legajo 370 A. 14. "Remate de Tierras Fiscales por servicios militares (1 865-1866), donaciones por servicios militares en la provincia de Santa Fe", en CDICT, Caja no 20, Legaio 762.

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G.üivos, participado en alguna de las campañas que "durante ese tiempo

ll*xa sido preciso llevar a cabo para mantener lapaz en la República o el den de la provincia"1s. Esta nueva exigencia fue crucial: se exigía el servicio tar activo, es decir, sin interrupción alguna, en cuerpos movilizados de rarera

qF

permanente o en aquéllos que estaban al servicio de la provincia, eran los únicos que figuraban en las listas de la lnspección General de

Arrnas.

Oüo proceso se abrió en la década de 1880: la ley de venta de tierras fiscabs del28 de octubre de 1884 derogó las normas que autorizaban algobierrn provincial a donar tierras públicas en remuneración a servicios prestados. E gobierno fue autorizado a vender las tierras públicas provinciales hasta un máimo de tres leguas de superficie por lote con la "condición de población, la ctlal deberá cumplirse en el término de un año desde la fecha de la escrituracón". El artículo 5 de la ley de 1884 entendió por población "la introducción de un capital de 3.000 $ m/n por legua, consistente en cercos, casas haciendas o plantíos". De acuerdo al artículo 7, el comprador debía "dejar gratuitamente libre el terreno necesario para vías férreas y caminos públicos", y, en caso de evicción y saneamiento "la provincia sólo estaría obligada a devolver al comprador el precio recibido sin ningún otro tipo de emolumento". Además, el Departamento Topográfico quedó encargado de identificar la tierra fiscal a partir de la documentación existente en sus archivos y respetando las aguadas y límites naturales de las propiedades entregadas. También de designar los agrimensores encargados de las mensuras y de la elaboración de los planos respectivos, indicando las aptitudes para el pastoreo o la colonización, la calidad de montes y aguadas, su proximidad a ríos, arroyos, colonias, pueblos o ciudades, y de mencionar los accidentes topográficos útiles para determinar el valor16. De este modo, el artículo 61 frenó las posibilidades delgobierno de hacer donaciones gratuitas o remuneratorias sin autorización especial de la Legislatura, como demostración clara del aumento del valor de la tierra y del interés que despertaban las áreas del sur provincial para el proyecto colonizador. Los artículos 62 y 63 aseguraron, no obstante, que las personas beneficiadas por las leyes del 1 8 de setiembre de 1 865 y del 17 de setiembre de 1 879 que todavía no hubiesen hecho valer sus derechos, podían hacer efectivo su reclamo con la condición de que justificaran los servicios prestados a la provincia a través de los informes elaborados por sus jefes y certificados paralelamente por la lnspección General de Armas. Los aftículos 70,71,72y73 autorizaron al gobierno provincial a fundar colonias agrícolas en terrenos de propiedad pública, reservando concesiones en cada una de ellas para construir el pueblo respectivo y a crear un organismo

15. "Ley de Servicios Militares del 3 de octubre de 1878", en CDICT, Libro de Leyes, Decretos

y resoluciones que se relacionan con el Departamento de lngenieros, Santa Fe, años 1855-1 900 aproximadamente, pp. 37-38. 16. "Remate de Tierras Fiscales por servicios militares (1865-1866), donaciones por servicios militares, provincia de Santa Fe", en CDICT, Caja no 20, Legajo762.

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local, compuesto por tres miembros, que fue la base de las Comisiones de Progreso Local y de Fomento. Lo más importante para nuestros objetivos analíticos es que el artículo 68 remarcó que las tierras entregadas no se ubicaran "dentro de las líneas de fronteras existentes en 1865", reconociendo así el crecimiento de la superficie ocupada por los particulares y el propio Estado hasta el año 1884 y la ampliación de la jurisdicción santafesinalT. Como hemos visto más arriba al hacer alusión a la fijación en 1886 de la frontera con el Territorio Nacional del Chaco en el paralelo 28o, la provincia estaba asegurando entonces el control del máximo de tierras en su jurisdicción. No debemos olvidar que las leyes del 18 de setiembre de 1865 y del 17 de setiembre de 1879 legítimaron el premio a los servicios militares pero tuvieron también por principal objeto poblar los territorios entonces calificados de "desiertos". Por ello se exigió la población y residencia en los lotes otorgados, los cuales, según la ley del 28 de octubre de 1884, comenzaron a ser ubicados fuera de las líneas de fronteras existentes en 1865, es decir, concretamente en la frontera chaqueña, al norte, en el espacio "ganado" formalmente alTerritorio Nacional del Chaco. De acuerdo a esta disposición legal, se premiaron servicios realizados en la frontera norte por la Guardia Nacional que hasta entonces no había recibido ninguna compensación por parte del gobierno provincial pese a haber llevado adelante la "conquista de esos territorios por sus sacrificios". La normativa, en realidad, exigía el "poblamiento" de las fracciones de tierra entregada, lo cual no pudo ser cumplido realmente por el soldado de línea. El 10 de marzo de 1888 el gobierno expidió un decreto no haciendo lugar a ninguna de las solicitudes que se tramitaban por servicios militares, legitimando un proceso que venía dándose desde años antes: la concentración de tierras en pocas manos y la colonización agrícola en aras de imponer en el sur santafesino el modelo primario exportador que pondría a la provincia a la vanguardia del proyecto nacional.

3. Melincué, San José de la Esquina y Arteaga: el proyecto Casado-Sastre en el sur santafesino hacia 1887 En 1866, una ley provincial fechada el 4 de setiembre destinó diez leguas cuadradas de terrenos baldíos o fiscales situados al sur de San José (Guardia) de la Esquina para remunetat ajefes y oficiales que se hallaban en servicio en aquel momento o que acreditaran haber estado en las fronteras norte y sur durante cuatro años. Los terrenos debían distribuirse según la

17. "Ley del Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia sobre venta de tienas fiscales, 28 de octubre de 1884', Cándido Pujato, Héctor Facino, Eliseo M. Videla, Luis T. García, durante la gestión de Zavalla y José Gálvez, en CDICT, Libro de Leyes, Decretos y resoluciones que se relacionan con el Departamento de lngenieros, Santa Fe, años 1855-'1900 aproximadamente, pp. 5-20.

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18 de setiembre de 1865. Con posterioridad, un decreto del 17 de octr¡bre de 1866, refrendado por una orden fechadael2 de abril de 1867, comisionó al agrimensor español Julián de Bustinza -estrecho colaborador de Carlos Casado delAlisal por su desempeño como representante de h empresa colonizadora en Colonia Candelaria y en la ciudad de Rosario (Dalla Corte, 2009 en prensa)- a delimitar, mensurar y fraccionar el pueblo 3 de Febrero, al que hemos hecho alusión más arriba. En el área de San José (Guardia) de la Esquina, Bustinza amojonó tres lotes para los coroneles, tres para tenientes coroneles, cuatro para sargentos mayores, ocho para capitanes, doce para tenientes y doce para alferes. Eran épocas de la Guerra de la Triple Alianza y era necesario premiar a jefes y oficiales, pero también la frontera sur sirvió para remunerar a los jefes y oficiales y a los soldados que acreditaran cuatro años de servicios en la frontera norte, es decir, en el Chaco habitado todavía por poblaciones indígenas. La mensura de Bustinza demuestra cierta desprolijidad a la hora de utilizar criterios de medición uniformes, lo cual acarreraria a la larga graves problemas de medición. En efecto, en origen se utilizó la vara castellana de 836 mm. propuesta por el agrimensor José de Urquizu; el gobierno santafesino adoptó rápidamente la vara de 848 mm. de Julián de Bustinza y de Charles W. Blyth, pero al final la sustituyó por la vara nacional de 866 mm. (valor fijado por ley del 5 de julio de 1866)18. Los problemas de medición se presentaron en 1886 cuando Bustinza acudió ala zona con el objetivo de rematar su informe. En él proclamó la existencia de importantes desórdenes en las mensuras y puntualizó, además, que los Departamentos Topográfico y de lngenieros carecían de documentación que indicase la política de reparto de tierras llevada a cabo por el Jefe Político rosarino en San José de la Esquina y Melincué en representación del gobierno provincial. "Para poderse poner en práctica la expresada ley de 1865', señaló Bustinza, "parece que se hizo un plano demostrativo delfraccionamiento en 298 lotes de una estension [sic] de campo entre San José de la Esquina y Melincué del cual, aunque en los títulos expedidos por la Jefatura Política del Rosario se dice haber sido levantado por el Departamento Topográfico, ningún dato al respecto ha encontrado esta repartición en su archivo, poseyendo únicamente una copia tomada del que obraba en un expediente en tramitación sin estar firmado ni autorizado oficialmente". El agrimensor Bustinza fue más contundente al señalar que, seguramente, el Jefe Político de Rosario había expedido "títulos impresos á favor de aquellos que acreditaban ser acreedores á los beneficios" acordados por la ley de setiembre de 1865, indicando sólo la fecha de entrega del lote, sus dimensiones y la identidad del

18. "lnformación del Banco lnglés del Río de la Plata, Banco Nacional, Banco Británico de la América del Sur, José F. Fernández, Font-Goñi-Cánovas, Juan Gódeken, Rosario", en CDICT, Copiador de cartas (mes 4), 1887-1893, Í1. 124-126.

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agraciado. Bustinza informó algobierno que la exigencia de poblamiento de la leyde 1865 había superado las posibilidadesde los beneficiarios de los premios y donaciones: los agraciados con tierras en Melincué y San José de la Esquina entre abril y mayo de 1870 no habían cumplido "con la obligación que se les había impuesto de poblar en el plazo de un año el terreno que se les donaba". Por consiguiente, señaló, "mientras no haya prueba en contrario, resulta que sus derechos habían caducado y quedado sin efecto la concesión cuando fue promulgada el 6 de julio de 1871 la ley que derogó el artículo 3 de setiembre 18 de 1865 facultando á los agraciados á poder en lo sucesivo disponer en cualquier tiempo de la tierra recibida". Además, concluyó, "si no ocuparon flas tierras] fue porque no quisieron", rechazando la aplicación en la década de 1880 de la normativa que oportunamente había eximido a los "guerreros del Paraguay" de la obligación de poblar durante un año los terrenos recibidosle. La situación, de acuerdo al relato del representante del Departamento Topográfico, era la siguiente: no pesaba tanto la circunstancia de "no constar haber siquiera ocupado la tierra que se les había donado con sujeción [sic] á determinadas condiciones que no se había acreditado haber cumplido y de no ser poseedores de un título legal que justificase sus derechos de propietarios", sino que los lotes de tierra habían sido apropiados en esos pocos años por muy escasos individuos, la mayor parte de los cuales residía en la Capital y en Rosario. Los soldados no habían podido poblar las "suertes de tierras" que se les había entregado en Melincué y San José (Guardia) de la Esquina, y sus derechos habían caducado. Al mismo tiempo, José Bustamante, Antonio Dulbecco, el teniente José F. Fernández; Jorge Backer, y el socio de Bustinza, Carlos Casado del Alisal2o, habían conseguido quedarse con las tierras de los soldados. Los documentos citados por el Departamento Topográfico mostraban que Antonio Dulbecco, por ejemplo, había ido adquiriendo a los soldados diversas suertes de tierra de diez cuerdas de frente y diez cuerdas de fondo cada una, ratificando la compra a través del escribano Dalmiro Magan. En un caso, adquirió trece suertes de tierras al apoderado de los soldados, Lucio C. Rodríguez, el 3 de agosto de

19. "Mensura por Julián de Bustinza de las tierras de los jefes y oficiales en Arteaga, departamento Caseros, año 1886", en CDICT, Caja no 10, Legajo 370. 20. Cabe señalar que también se conservan diversas mensuras que incluyen referencias al

trabajo de Charles W. Blyth, uno de los máximos colaboradores de Carlos Casado, en tierras ubicadas en la frontera indígena de San José de la Esquina originariamente entregadas a los soldados en recompensa por sus labores. El idioma utilizado por Blyth era el inglés. Blyth fue uno de los encargados de adquirir tierras de manera ilegítima a favor de Casado, como he demostrado en un trabalo anterior en el que describí la adquisición de la Colonia Caridad, hoy San Jenaro, a su propio primo, el empresario de origen vasco José Chávarri del Alisal, afectando a toda la fam¡lia Chávarri radicada en Portugalete (Dalla Corte, 2009 en prensa). Véase la "Correspondencia relacionada a cuest¡ones de colonias", en CDICT, Copiador de Cartas, tomo no 3, mes 2, desde febrero de 1894 a setiembre de 1895, fi.53-74 y f. 168.

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 31

1872. El23 de setiembre de 1872, el mismo apoderado Rodríguez otorgó una escritura de venta a favor de Dulbecco, esta vez de diez suertes de üerra. El22 de enero de 1873, Dulbecco adquirió siete suertes de tierra y el9 de junio de 1873 otras cinco. En ese año de 1873 consta que Dulbecco compró 29 suertes de tierra más haciendo un total de 65 suertes de tierras que, posteriormente, siguieron el siguiente recorrido: el27 de julio de 1873 fueron transferidas a Orestes C. Mendoza y este último las vendió al Banco Argentino en la ciudad de Rosario. La entidad bancaria las transfirió a Jorge Backer el 28 de setiembre de 1878, otra vez en Rosario y ante el escribano Javier Munuce que era, como hemos demostrado oportunamente, el notario por excelencia de Carlos Casado delAlisal (Dalla Corte, 2009 en prensa). El 12 de julio de 1879, Backer compró otras suertes de tierra provenientes de un proceso similar de concentración territorial que había realizado Prudencia Barrios de Ugarte en 1879. En el Cuadro 4 se especifican los soldados receptores de la donación del gobierno provincial santafesino en cumplimiento de la ley de 1865, así como los sucesivos compradores y escribanos actuantes hasta llegar las tierras a manos de Jorge Backer. En total, Jorge Backer se quedó con 78 suertes de tierra de diez cuerdas y diez cuerdas de fondo cada una, que tampoco pobló, aunque a él frente de nunca se le exigió esta condición para asegurar la propiedad. En su informe, el agrimensor Bustinza escribió en 1886 -mientras el FCOS de Casado llegaba a Melincué y a Guardia de la Esquina, conectando estas'zonas al área cerealera de Colonia Candelaria y de Rosario- que no existía constancia de que Backer pretendiese en ningún momento "tomar posesión de los terrenos que había comprado", como tampoco había evidencia de que los agraciados de 1870 pretendiesen cumplir con la exigencia de poblamiento impuesta por la normativa provincial. No se ponía en discusión la legitimidad de la normativa, ni la concentración efectuada por Backer entre setiembre de 1878 y julio de 1879; sólo se reívindicó el hecho de que se trataba de un territorio necesario para el proyecto colonizador y la vía férrea. Bustinza era, por entonces, el director técnico del FCOS, y concluyó lisa y llanamente en su informe que "se encontraba completamente vacante toda la zona de tierra que en el mencionado parage [sic] para cumplimentar la ley de setiembre 18 de 1865 se había destinado para distribuir á los soldados que habían hecho la campaña al Paraguay, porque con posterioridad a 1870 nínguna donación se había hecho en ella"21.

21. "Mensura por Julián de Bustinza de las tieras de los jefes y oficiales en Arteaga, departamento Caseros, año 1886", en CDICT, Caja no 10, Legajo 370.

32

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

Cuadro 4 Soldados receptores de la donación del gob¡erno de la provincia de Santa Fe representada por 78 suertes de tierra en Arteaga, y compradores. Suertes

(€nt¡dad) 13

10

(Xic¡al o soldado receptor de la donac¡ón de lierras

fisce16 Martín Tejer¡na; Sanliago González To¡ibio Gonzáloz; Psdro Salgu€ro; Luis Guevara; José Sant¡llán; Mauric¡o Sos; Félix (o José) Montenegro; Blas Robledo; Gregor¡o Sant¡llán; José Casho; Silveste Almada: José Caranza. Através del apoderado Lucjo C. Juan Gonel; Lpilaoo Madlnez; Catal¡na Ram6; Ino@ncio Gonzales; V¡clonm Fene¡ra; Aleio Córdoba; Felipe Ni6va; Flamón Prado; Sanda¡io Mgrlo; Grogorio Nuñez. A travás del apoderado Lució C Rddouez Juan Gonzálezt Juan Manuel Cepoda; Cesario Basaldua; Patric¡o Vera; Remigio Bermud6; Andrés Basualdo: Candelario Buslos

2

Enrique Dlaz; Teól¡lo Maldonado

2

Gorman Mans¡lla;

2

Julo Madín€z

Antonio

Oreste€ C. Mendoza

Dulbecco

22 de enero de 1873:

es¡bano Dalmiro Magan 27 ds €ne¡o do 1873 24 de febrero

de 1873

25 ds f€brero dé 1873

foribio Pér€z

7

Antonio Sosa; Cleto Pereya

15 de marzo de 1873

Magdaléno Altam¡ra

1

de fra%o de 1873

4

d€ marzo de 1 873

José Toledo

16de marzo de 1873

Generos F€rre¡ra

20 de mano de 1873

Josí Andrada

22 de maqo de 1873

Marffi Suaes

30

Carren Vél¡z

3 de abril de 1873

de mayo de 1873

30

de mayo de 1873

3'l de mayo de 1873

José Zeballos; Jcó Benaüdez; Loreto Alvarez; Valentln Roias; Bamona Ponce

I

Evangelislo Geres

27 d€ junio de 1873

B6t6

d€ iunao de 1873

7 de iul¡o

de 1873

Santos Salas

20 d6 iulio de 1873

tulelquiades Suv¡Ía

27 de julio de 1873

s/d odf ragu u,d¿, Ma,'ucr Arvare¿! Nicolás Bomero, Sanl6 Godoy, C¡rilo Luaia, Rosario Muñoz, Manuel Pruneda, Forlunado

2

Miqugl Lu@ro, Juan Salqado

2

Anlon¡o

SGá JevierTores

Jav¡er Munuce

24 de mayo de 1873

Pedro Machado

P6dro

escribilo

Munuce

6 de mayo de 1873 I6

D¡az

Hernán Duc+Fsnois

esd¡bano Jaü6r

de abril dé 1873

19

5 de mayo de 1873

SS

esr¡bano

28 dé set¡embre de 1878;

s/d;

6 de abril d€ 1873

Juan Mansilla

Juan Sal¡nas

27 óe fulio dé 1873;

de marzo de 1 873

Pedro Miranda

Gusmán

Bac*e?

23 de set¡embre de 1872; e$ribano Dalmiro Magan

Cruz Maldonado

3

Jorge

Magan

10 de febrero de 1873

Le$ano

Prudencia Barr¡os de Uoarle

3 de agosto de 1872; ésdibano Dalmiro

Fel¡p€ Valdez

Manuel

Banco

Argenlino

julio de 1879;

4 de enero de 1879; declarac¡ón

3 de

privada

Andrés Gonza¡ez del Sold

s/d

scribano

12 dé

julio

Fuente: Elaboración prop¡a en base a "Mensura por Jul¡án de Bustinza de las tierras de los jefes y oficiales en Arteaga, departamento Caseros, año 1886", en CDICT, Caia n' 10, Legajo 370.

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesrno 33

Podemos citar otros casos similares que ejemplifican las estrategias llevadas adelante por los empresarios para extender los tentáculos de sus empresas colonizadoras y ferroviarias. Lo mismo ocurrió con las tierras de la colonia Los Cardos, proveniente de la compra de doce leguas (según las fuentes documentales, esta dimensión se calculó entonces "más o menos") de Marcelino Freyre2z. En agosto de 1881 , por ejemplo, el soldado José Joaquín vendió una suerte de tierra a José Bustamante. A finales de 1888, Clementina Ulloa, la hermana de un sofdado fallecido en elconflicto contra el Paraguay, de nombre Florentino, transfirió el lote número 100 entre San José de la Esquina y Melincué al teniente José F. Fernández, quien a su vez había consolidado el dominio sobre un terreno de 30 cuerdas de frente y 30 cuerdas de fondo que elgobierno le había entregado en reconocimiento a sus servicios militares en Paraguay23. Elcaso de Fernández es, quizás, uno de los más significativos de esta época: adquirió tierras de militares en Melincué que a su vez habían sido compradas por María Puig de Echagüe y Rufino Villarruel. A su vez, tomó posesión en 1881 de un terreno fiscalen Melincué de 500.000 varas cuadradas que lindaba con propiedades de Tomás Armstrong2a, apoderándose de las suertes de tierras de diez cuerdas por cien de fondo entregadas a los soldados por un total de 57 millones de varas cuadradas en el distrito de Los Leoneszs. Finalmente, el gobierno provincial escrituró a Fernández 4.OgB ha. en un solo lote entre Melincué y Guardia de la Esquina26. Esta propiedad pronto pasó a manos de Archibaldo Bell (a través de su apoderado Tomás Bell) y es aquí cuando entra a jugar su papel Carlos Casado delAlisal. En etecto, el22

22. "Correspondencia relac¡onada a cuestiones de colonias", en CDICT, Copiador de Cartas,

tomo no 3, mes 2, desde febrero de 1894 a set¡embre de 1895, t. 242. 23. "Militares. Duplicado de la diligencia de mensura de 58 lotes de los soldados de la campaña al Paraguay en el Departamento de General López entre Melincué y Guardia de la Esquina, provincia de Santa Fe, 188.1 . Propiedad del coronel José F Fernández", en CDICT, Ca¡a n'24, Legajo 843. 24. "Manuel Sugasti, lngen¡ero, Rosario, Terrenos Carlos Casado, Colonia Palencia y otras", en CDICT, Libro de Venta de terrenos (1861-1887), n' 3, pp. '146-147. "Militares. Duplicado de la diligencia de mensura de 58 lotes de fos sofdados de la campaña al Paraguay en el Departamento de General López entre Melincué y Guardia de la Esquina, provincia de Santa Fe, 1881 Propiedad del coronel José F. Fernández", en CDICT, Caja no 24, Legajo 843. 25. En este caso se originó un conflÍcto de mensuras por el uso de varas de diverso valor. En efecto, los primeros agrimensores fueron José de Urquizu y Pelegrín Baltasar qu¡enes utilizaron la vara de Bustinza y Blyth (848 mm.); cuando los peritos Rojas, Víctor Fenac y Johnston, encargados por el gobierno de realizar los trabajos geodés¡cos para esclarecer los sobrantes de tierras, presentaron sus mensuras, utilizaron la vara castellana, de 836 mm., aunque finalmente echaron mano de la vara nacional, de 866 mm.); véase "lnformación del Banco lnglés del Río de la Plata, Banco Nacional, Banco Británico de la América del Sur, José F. Fernández, Font-GoñiCánovas, Juan Gódeken", en CDICT, Copiador de Cartas (mes 4), desde 1887 hasta aproximadamente 1893, pp. 125-126. 26. "Mensura por Julián de Bustinza de las tierras de los jefes y oficiales en Arteaga, departamento Caseros, año 1886", en CDICT, Caja no 10, Legajo 370. .

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Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

de marzo de 1893, ante elescribano lnocencio Bustos, Archibaldo Bellvendió a Casado un terreno único de 10.789 ha. que lindaba con la sucesión del empresario colonizador Tomás Armstrong y con tierras del político Lisandro de la Torre, este último fundador del partido político santafesino Liga del Sur, y de los hermano Devoto27. Las nuevas tierras incorporadas al patrimonio de Casado estaban, además, en la zona fronteriza entre Santa Fe y Córdoba, por lo cual se produjo un juicio de reivindícación, esta vez sustentado por el propietario cordobés Domingo Funes, quien acudió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación afirmando que los títulos otorgados por el gobierno santafesino a Casado eran ilegales. Frente a este reclamo, los Departamentos Topográficos de Santa Fe y Córdoba estudiaron la evolución de las tierras -en las cuales, además, se había fundado la colonia Santa Catalina-, comprobando que una parte se encontraba, en función de los tratados de límites interprovinciales, en la jurisdicción santafesina, mientras que 339 ha. compradas por Casado debían quedar en manos de Funes28. Hugo Mallet, por su parte, adquirió 36 fracciones discontinuas, según escrituras del 14 de abril y 8 de junio de 1887,y en diciembre de ese año se presentó ante el gobierno provincial pidiendo que le fuese adjudicado un solo lote unificado. El 10 de marzo de 1888, Mallet escrituró un rectángulo de más de 2.432 ha. entre Guardia de la Esquina y Melincué, y el gobierno consideró que estas tierras debían ser consideradas como "fiscales" y, por ende, factibles de ser entregadas, por haber caducado los derechos de los soldados y oficiales involucrados en la guerra de la Triple Alianza2e. 27. "Manuel Sugasti, lngeniero, Rosario, Terrenos Carlos Casado, Colonia Palencia y otras", en CDICT, Libro de Venta de terrenos (1861-1887), no 3, pp. 146-147. "Títulos de propiedad de Don Archibaldo Bell", en CDICT, Libro de Venta de terrenos (1861-1887), no 3, pp. 148-149; "Títulos de propiedad de Don Archibaldo Bell, Diligencia de Mensura", en CDICI Libro de Venta de ierrenos (1861-1887), no 3, pp. 149-154. 28. Se trataba de la suerte de tierra no 42, de 1 legua cuadrada, y las suertes no 40 y no 44 por un total de 9 leguas cuadradas de 6.000 varas por costado equivalentes a 5.200 m2 la legua cuadrada. Más de 4 leguas habían quedado en la jurisdicción de la provincia de Córdoba. Entrada Casado Carlos, en CDICT, Copiador de Cartas, tomo no 6, mes B, desde agosto de 1895 a setiembre de 1903, pp. 32-49. 29. "Mensura por Julián de Bustinza de las lierras de los jeles y oficiales en Arteaga, departamento Caseros, año 1886", en CDICT, Caja n' 10, Legajo 370. Cabe señalar que esta práctica no siempre acabó de manera pos¡t¡va: años después, el 25 de setiembre de 1903, el Departamento de lngenieros fundamentó su posición en lnlorme del Juez de Paz identificado como "F.R.B.7" y se negó a aceptar la reclamación de Mallet recordando que la ley del 18 de setiembre 1 865 había autorizado al gobierno provincial a donar diez leguas de tierras "á los gueneros del Paraguay. .. por un deber moral de gratitud por servicios que no dan acción á cobrar judicialmente su valor en dinero". El Departamento de lngenieros señaló también que si bien la donaciones llevaban "el nombre de remuneratorias, deben considerarse como donaciones gratu¡tas y en tal caso el donatario no tiene recurso alguno contra el donante, ni aun por los gastos que hubiere hecho con ocasión de la donación". Concluyó el Departamento de lngenieros que, agotadas las tierras prometidas, el gobierno no podía considerarse obligado a ub¡car las propiedades "fuera de la línea de frontera de 1865", que era la pretensión de Mallet.

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 35

La situación en que se encontraba la provinc¡a de Santa Fe en esos años es visible en el primer censo realizado a inicios del mes de junio de 1887 y prlblicado en 1888. Fue Gabriel Carrasco quien, gracias a los datos que él mismo recolectó e interpretó como director comisarío general del censo, reconoció que la provincia había crecido territorialmente gracias a la ocupación llevada adelante por los empresarios y colonizadores y al aporte migratorio (Primer Censo, 1888: XXXVII). El censo ofreció sorprendentes datos: había 220.332 habitantes, de ellos 136.117 argentinos frente a84.215 extranjeros. En 1895, Carrasco escribió que el norteño departamento de Vera, ubicado en la zona chaqueña y que hasta poco antes era sólo una fracción del antiguo departamento de La Capital, no había sido contemplado al momento de levantar el censo de 1887, según sus palabras, "porque en sus 29.226 km2 no había población civilizada!" (Carrasco, 1895: 24). La ocupación blanca, en 1887, era sinónimo de civilización. En el mismo año en que se conocieron los resultados del censo de 1887, es decir, en 1888, el gobierno provincial mandó archivar las solicitudes de tierra fiscal de diversos militares que todavía luchaban por ser recompensados por los servicios que habían prestado en las fronteras norte y sur de la provincia santafesina (Lagos, 1962: 29). El 15 de setiembre del año siguiente, el Ejecutivo fue autorizado a pagar en títulos de la deuda consolidada los servicios militares legalmente reconocidos, y estableció el valor de una hectárea en sólo 5 $ m/n con la finalidad de reducir el impacto de las demandas en latierra fiscal en el erario público3o. La ley del 16 de octubre de 1889 sobre servicios militares, donación de terrenos, indemnizaciones y fondos públicos, derogó finalmente los premios o recompensas por servicios militares, así como las leyes que autorizaban al Ejecutivo a donar terrenos urbanos o concesiones en los pueblos y colonias fundadas en terrenos fiscales. En este caso, el gobierno quedó obligado a proceder "cuanto antes posible" a lrazar los pueblos fundados en terrenos fiscales y a suspender la entrega de tierras3l. El proyecto colonizador, entonces, se hizo en algunas zonas con gran premura para reducir al mínimo la existencia de tierra fiscal que pudiese ser reclamada por oficiales y soldados que hubiesen ofrecido sus "servicios a la provincia". El FCOS, mientras tanto, sufrió una particular evolución: como he demostrado (Dalla Corte, 2009 en prensa), a finales de la década de 1880 las loco-

30. "Servicios militares: Ley del 15 de set¡embre de 1899", en en CDICT, lndice de Escrituras

y otros, Libro Reminicencias, p. 35, no 30, "Remate de Tierras Fiscales por servicios militares (f 865-1866), donaciones por servicios militares, provincia de Santa Fe", en CDICI Caja no 20, Legajo 762. 31 . "Ley del 1 6 de octubre de 1889, sobre servicios militares, donación de terrenos, indemnizac¡ones y fondos públicos, Juan M. Zavalla, Bamón Lassaga secretario, Eliseo M. Videla, Luis T. García, José Gálvez y Néstor lriondo", en cDlcl Libro de Leyes, Decretos y resoluciones que se relacionan an el Departamento de lngenieros, Santa Fe, años 1855-1900 aproximadamente, pp 22-23.

36

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

motoras a vapor de la sociedad anónima hacían su recorrido diario de 210 km. desde los bajos del río Paraná y la Estación Central rosarina, los graneros y muelles de la Colonia Candelaria, la casilla para vigilantes, y la bifurcación hacia Melincué y San José de la Esquina (Soares, 1937:78\32. La empresa, originariamente establecida para unir Rosario con Colonia Candelaria, construyó un empalme en el núcleo urbano de dicha colonia, propiedad de Carlos Casado33, desde el cual se bifurcaron dos ramales previstos por la ley del 17 de octubre de 1881 hacia asentamientos que habían sido originariamente fundados para frenar el avance indígena: por un lado, la segunda sección al oeste, desde Villa Casilda a Guardia de la Esquina, que fue inaugurada el 6 de enero de 1889 y completó un recorrido de 125,5 km. pasando por las estaciones Palacios, Arequito, San José de la Esquina34, Arteaga y Cruz Alta (Colonia Juárez Celman), y por el otro, la tercera sección al sur, desde Casilda a Melincué, la cual se libró al servicio público el 19 de agosto de 1888 ocupando 74,9 km. entre las localidades de Sanford, Chabás, Villada, Firmat, Km. 78 (actual Durham) y Melincué (Colonia San Urbano)tu. En 1887 el FCOS

daba trabajo a un total de 370 personas y había construido la conexión al interior de la ciudad de Rosario con 4,3 km. en los Graneros, 1,8 km. de vías férreas en la Aduana y 3,8 km. de empalmes (Reati, 2006: 141). ¿Cómo acabó esta historia de tierras apropiadas o reclamadas, en la que se conjugan prácticas jurídicas y normativas provinciales cambiantes en el tiempo? Entre 1889 y 1896 la tramitación del expediente sustentado por Jorge Backer se paralizó. En apariencia, durante esos años no ejerció ningún

32. También véase'. Memorias presentadas por el d¡rectorio del FCOS en asamblea general de accionistas, correspond¡entes a los años 1885 (asamblea del 24 de mayo de 1886); 1887 (asamblea del 17 de julio de '1888); 1888 (asamblea del 3 de mayo de 1889), Rosario de Santa Fe, Tipo-Litografía de La Capital; Revista Caras y Caretas, Semanario Festivo, Literario, Arlístico y de actualidad, año ll, no 40, Buenos Aires, 8 de lulio de 1899; "Expediente de sucesión de Carlos Casado del Alisal e inventario y part¡ción de J. Daniel lnfante, Rosario, 1899, apoderado Diego del Castillo", Juzgado Civil y Comercial de la Cuarta Nominación, segunda circunscripción iudicial, segunda secretaría, Archivo de los Tribunales Provinciales de Bosario (ATPR), serie C, tomo 267. 33. "Escritura de venta por valor de $ 239,96 mn de Pedro Mioño a Carlos Casado, 27 de marzo de 1886, una manzana en Villa Casilda, Colonia Candelaria, departamento San Lorenzo, en virtud de la ley de concesión del FCOS, escribano Javier Munuce, testigos José N. Puccio y Arsenio Maseras", en Archivo de Protocolos Notariales, Colegio de Escribanos de la Provincia de Santa Fe, Segunda Circunscripción (en adelante APN-R), tomo 1, desde 2 enero a 28 de abril

de 1886. 34. Lagos (1962:27) escribió que eran propietarias en la zona de San José de la Esquina las más importantes y "conspicuas familias santafesinas"; los Casado-Sastre (familia orig¡nada por el matrimonio de Carlos Casado del Alisal con Ramona Sastre Aramburu) eran una de esas familias. 35. Los nombres elegidos son significativos: el nombre Sanford fue elegido en honor al representante financiero de la casa bancaria Samuel B. Hale, Chabás por el francés Pascual Chabás, Villada por el lugar de nac¡miento de Casado, y Firmat por el ingeniero lgnacio Firmat.

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 37

derecho ni reclamó las tierras que había adquirido a los soldados. El 24 de setiembre de 1896, Backer se presentó ante el gobierno provincial y manifestó ser dueño de varios derechos de los militares que habían hecho la Campaña del Paraguay entre 1865 y 1870, y pidió que le reubicaran un total de 48 millones de varas cuadradas castellanas en la zona establecida por la ley del 18 de setiembre de 1865, es decir, en San José (Guardia) de la Esquina, del departamento Caseros. Backer afirmó que, habiendo sido enajenada la tierra por el gobierno provincial, y basándose en el proceder observado por el gobierno en casos idénticos, y siempre al amparo de la ley del 28 de octubre de 1884, la propiedad que él reclamaba podía ser establecída finalmente en otro paraje con la condición de que fuese del mismo valor alque tenía la tierra en San José de la Esquina y Melincué en el momento en que fue entregada a los soldados, es decir, entre 1865 y 1870. Ante esta demanda, Julián de Bustinza, el colaborador de Casado, volvió a la carga en un informe que elevó al gobierno y en el cual señaló que Jorge Backer no tenía derecho a ser indemnizado con tierras fiscales ubicadas en otros puntos de la provincia. Se escudó en dos hechos: primero, en la ley del 16 de octubre de 1889, la cual había derogado todas las leyes provinciales previas sobre premios o recompensas por servicios militares; y, segundo, en que ya no existían "tierras fiscales en el paraje determinado en la citada ley de setiembre '18 de 1865". Pero a través de una escritura pública otorgada el 11 de abril de 1899 por el escribano rosarino Juan María Arias, Backer transfirió sus derechos a Cecilio Mallet, situación que nunca llegó al conocimiento del Departamento de lngenieros. Mallet, viendo que nunca le serían reconocidas las tierras de Backer, torzó la situación entablando una demanda contra la provincia ante la Suprema Corte de la Justicia de la Nación y pidiendo tierras por valor de 120.000 $ m/n, precio en que se calculaba a finales del siglo XIX el valor de una legua cuadrada entre San José de la Esquina y Melincué36. Es este crecido valor el que nos da la pauta de la importancia que había adquirido entonces el proyecto ferroviario de Casado en las áreas de Melíncué y San José de la Esquina. El Cuadro 5 permite comprobar los lugares en los que Casado adquirió propiedades, precisamente siguiendo la línea del FCOS.

36. "Mensura por Julián de Bustinza de las tierras de los jefes y oficiales en Arteaga, departamento Caseros, año 1886", en CDICT, Caja no 10, Legajo 370.

38

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

Guadro 5 Propiedades de la familia Casado-Sastre en las estaciones del FCOS en 1899 Localldad

Propletarlo origlnarlo

Zavalla

Eduardo M. Scallan y Stephen Abackey (o Mackev)

Pujato

Clodomira Larrechea de Bustinza

Arequ¡to

Pérez, Freyre y Compañía

San José de la Esqu¡na

Coloma Duarte

Arteaga

Chabás

Superficle 34 manzanas y 20

fracciones 50 manzanas y

I

fracciones 36 manzanas y'14

nln

27 demarzo de 1886

5.000

toe setiembre de

3,O00

I OOO

27 delebrero de 1888

3.000

concesión no 3 de Colonia lriondo

6 de julio de 1888

4.000

6 concesiones de

Amman

76, 96

la Colonia Arteaga: no

54,55,74,75,

32 manzanas y 15

fracciones

11 de abril y 28 de mayo de 1890;28 de abril, 14 de mayo y 16 de mayo de 1892 b oe reDrefo de 1888 y 21 de agosto de

3.000

5.000

t Qoo

Villada

Vfctor Van Zuylen

s/d

F¡rmat

Herederos de Tomás Armstrong

51 manzanas y 14 fracciones

Provincia de Santa Fe (tierra fiscal) y Zoraida Bett de Rueda

lonja de 35 m x 1.000 m expropiada por Ferrocanil de Villa Constitución a La Carlota

Melincué

Tasado $

adquislclón

fracciones

Carlos Reckembach; sucesor de Emilio Gerhard: Alfredo de Arteaga; Enrique

Pascual Chabás y herederos de Tomás Armstrong

Fecha

1'l de marzo de 189'l 10 de agosto

de 1891 27 de julio de 1891 y 1 de setiembre de 1888

101,12

s/d

2.000

Fuenie: Elaborac¡ón propia en base a "Expediente de sucesión de Carlos Casado del Alisal e inventario y partición de J. Daniel lnfante, Rosario, 1899, apoderado Diego del Castillo", Juzgado C¡vil y Comercial de la Cuarta Nominación, segunda circunscripción judicial, segunda secretaría, ATP), serie C, tomo 267; "Escrilura de dación en pago otorgada por el albacea de la sucesión de Carlos Casado del Alisal (Carlos Mateo Casado) a favor de Ramona Sastre Aramburu, escribano Pantaleón Egúrvide", Juzgado de la Segunda Nominac¡ón, secrelaría 22, Rosario, 1906, MAHM, incluye copia de los prenotados de la partic¡ón practicada en los autos sucesorios del año 1900.

4. La cons¡stencia de la red: part¡cipaciones múltiples La provincia de Santa Fe tenía unas dimensiones y unas características muy definidas que se harían visible en el primer censo provincíal de 1887. La po-

B

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesrno 39

blación se había quintuplicado en poco menos de tres décadas, y una tercera parte del total era de origen inmigratorio. El responsable del censo de 1887 concluyó que "todos los adelantos y sorprendentes progresos que de treinta años á esta parte ha hecho la República entera y especialmente la Provincia de Santa Fe pueden sintetizarse, resumiendo su causa en una sola palabra: la inmigración...recibe diariamente numerosa inmigración, que inmediatamente encuentra trabajo y bienestar en las grandes colonias agrícolas que por todas partes surgen en su suelo" (Primer Censo, 1888: XXIV). Carrasco calculó que el ingreso de población inmigrante por el puerto de Rosario y por el puerto de Santa Fe entre 1880 y 1887, es decir, en un total de

ocho años, había sido de 86.839 personas, siendo la inmigración italiana la preponderante ya que cubría el7O"/" deltotal, siguiendo en orden decreciente los franceses, españoles, suizos y alemanes. Sostuvo finalmente que "las tres cuartas partes de los inmigrantes pertenecen al sexo masculino". En un período mayor que va de 1870 y 1887, los extranjeros que habían ingresado en el Hotel de lnmigrantes de Rosario fueron 75.622 (Cuadro 6), cuando en el puerto de Santa Fe, por su parte, ingresaron 1.085 inmigrantes en 1871;890 en 1 87 2; 1 .7 40 en 1873; 1.21 6 en 1 87 4; 1 .7 23 en 1 875; 1 .223 en 1 876; 1 .998 en 1880; 3.246 en 1881; 4.586 en 1882; 3.868 en 1883; 2.026 en 1884; 6.500 en 1885; 6.875 en 1886; 7.014 en 1887 (Primer Censo, 1888: XXV). Cuadro 6 Extranjeros entrados al Hotel de lnmigrantes de la ciudad de Rosario, 1870-1887 Año

Hombres

Muieres

Niños

Nlñas

1870

249 898

211

265 132 131

159 109 97

154

131

2.1 36

17'l

135

194 160 147 363 380

104

2.965 3.996

1871

1872 1873 1874 1875

1876 1877 1878 1479 1880 't88'l 1A82 1883 1884 1885 1 886 1887

Totales

Totales aa4 1.390

641

746

6.911

359 590 640 1.050

305 409

4.905

7.759

251 296 399 409 555 339 309 650 603 800 613 471 1.426 74'l 1.084 883 1.555

885

'11.245

51.254

11.995

6.705

5.668

75.622

708 1.452

2.250 3.143 1.919 1.831

2.391 1.896 1.998 2.101 3.085 4.098 3.500 7.O79 4.897

481

322 525

Fuente: Elaboración prop¡a en base a Primer Censo, 1888: XXV.

111

1.232

2.529 2.415

128 333

3.737

342

3.221

397 336 463

3.372 4.944

478

3.676

9.162 6.898

40

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

En 1887, la zona de frontera norte y sur mantenía la condición de desocupación "blanca" que aprovecharían empresarios de Rosario entre los que destacaría Carlos Casado (Cuadro 7).

Cuadro 7 División Territorial de la provincia de Santa Fe según el Censo de 1887 D¡stritos

urbanos

Distritos rurales

Totales

Colon¡as de nac¡onales

Colonias de extran¡eros

Totales

2

1

3

La Capital

6

4

10

Rosar¡o San lorÁnimn

I

15

23

b

7

1

4

5

San José Frontera Norte Frontera

5 2

Sr rr

Totales

Cantones

16

29

45

2

1

3

2

Fuente: Elaboración prop¡a en base a Primer Censo, 1888: XXVI.

En 1858, año del primer censo, el territorio se hallaba dividido en cuatro departamentos y 29 distritos de campaña y fronteras, con un total de 41.261 habitantes, menos de la quinta parte de los que ocupaban Santa Fe en 1887. Según Carrasco, "estos resultados deben causar asombro en el mundo estadístico, porque revelan uno de los crecimientos más fuertes que se conocen en la historia demográfica, y no solamente hacen constar un crecimiento tan extraordinario, sino que demuestran que él es persistente, pues continua en proporciones casi iguales durante un tercio de siglo". El país había crecido por vía vegetativa y migratoria, mientras que la provincia de Santa Fe lo ha-

bía hecho, no por las leyes naturales del aumento vegetativo, "sino por la inmigración extranjera, compuesta de varones en sus dos terceras partes" (Primer Censo, 1888: XLlt; XLVI-XLVIll; Lll- Llll-Lvll). De acuerdo al Mapa 1, que representa gráficamente el crecimiento de la población absoluta en cada departamento según los censos de 1858, 1869 y 1887, reproducido en el primer censo provincial, se había dado un vuelco demográfico imponente en el período 1869-1887: la provincia de Santa Fe tenía un 38,3% de su población de origen extranjero. Carrasco sostuvo que no había, no obstante, grandes desequilibrios en el reparto de la población, aunque reconoció que había dos agrupaciones fuertes "en las ciudades de Santa Fe y Rosario, capital política la primera y comercial la segunda". Carrasco expresó que "la influencia de las vías de comunicación es, pues, decisiva en Santa Fe; cada ferrocarril lleva consigo un torrente de inmigración

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 41

Mapa

Fuente: Primer Censo, 1888.

1

42

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

y de vida que se desborda á sus lados, dando origen a importantes colonias agrícolas que no tardan en convertir su centro en pueblos florecientes. La segunda grande causa de las agrupaciones urbanas, es la industria agrícola". Estas actividades habían coadyuvado a que la provincia de Santa Fe estuviese a la altura de otras regiones del globo, como Nevada en los Estados

Unidos, en cuanto a la población extranjera que residía en su territorio. Del totalde 84.215 extranjeros, 57.665 eran italianos (26,2/o);5.477 eran españoles (2,5%); 4.081 eran franceses (1,9%); 5.729 eran suizos (2,6/o);2.846 (1 ,3%) y 2.199 eran ingleses (1%). Los italianos predominaban asíde manera absoluta en la población de Santa Fe: representaban un cuarto del total de inmigrantes. En 1887, vivían en la ciudad de Rosario unos 11.955 italianos y una cuarta parte (20.943) de la totalidad de extranjeros

eran alemanes

radicados en la provincia, resultando, según Gabriel Carrasco, que en la ciudad "hay más extranjeros que en todo Chile y más de la mitad de los que existen en ltalia entera". De este modo, Carrasco concluyó que los agricultores recién llegados podían "adquirir con facilidad tierras fértiles situadas cerca de los ríos o de los ferrocarriles, no tardan en convertirse en propietarios, hacen conocer en Europa sus progresos, e invitan a sus parientes y amigos a trasladarse a América". En relación a los españoles, consideró que era de "extrañar que no sean más numerosos en una región donde por la identidad de idiomas y de costumbres, pueden con justicia creerse en su propia patria". La masculinidad de la provincia santafesina es otro dato a considerar:así, San Lorenzo tenía 601 varones por cada mil personas; San Javier, 592; lriondo,589; Las Colonias, 581; Rosario, 569;San Jerónimo, 562;General López, 557;y La Capital, el departamento menos masculinizado, tenía 549 habitantes por cada mil. En relación a los extranjeros, se habían radicado 56.338 varones frente a 27.808 mujeres, lo que daba un importante exceso que, en los hechos, significaba que había 74 mujeres por cada '100 varones (Primer Censo, 1888: LVlll)37. En relación a la distribución poblacional, la provincia tenía sólo 1 ,71 habitantes por km2; sus 220.332 personas estaban repartidas en un total de 128.684 km2 en que se calculaba el territorio y se concentraban en el sur y en las áreas cercanas al río Paraná, siendo Rosario y Santa Fe los más habitados (Mapa 2). Si se contrasta con la población extranjera, se verifica nuevamente una presencia mayoritaria de extranjeros en ambos focos de radiación poblacional provincial (Mapa 3). La población, finalmente, se concentraba en los distritos agrícolas, siendo lo de origen italiano la más importante (Primer Censo, 1888: LXIX).

37. En el censo provincial de 1887 Carrasco señaló que había matrimonios de extranjeros varones con "hijas del país". Esta situación fue la de Carlos Casado, nacido en Palencia, que contrajo matrimonio con una de las hijas de Marcos Sastre, Flamona Sastre Aramburu, miembro a su vez de una familia de "abolengo" de la región.

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:

*{

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 43

Mapa 2

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Fuente: Primer Censo, 1888.

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44

Dinámicas de poder rocar en América Lailna, sigros xrx_xxr

Mapa 3

Fuente: primer Censo, t.ggg.

La consistenc¡a de la red social: el Ferrocarr¡l Oeste Santafesino 45

Uno de los datos más importantes ofrecidos por el censo de '1887 fue el número de propietarios de bienes raíces de la provincia clasificados por nacionalidades. "Hasta 1864 o 65, en que empezó la colonización agrícola, el número relativo de propietarios era pequeño, y estos poseían grandes extensiones territoriales, que se medían por leguas cuadradas, cada una de las cuales no valía más de mil ó dos mil pesos, según su situación, salvo las muy cercanas a las ciudades, que tenían mayor valor. Pero desde aquella época, los progresos de la agricultura hicieron necesaria la subdivisión de la propiedad", señalaría Carrasco (Primer Censo, 1888: CX), para quien se facilitaba a los extranjeros los medios para convertirse en propietarios. Los propietarios nacionales eran 8.653, mientras que los extranjeros sumaban 8.773. En 1887, el 8 % de la población de la provincia santafesina -al menos hasta donde estaban ubicadas entonces las fronteras norte y sur- era propietaria, y el 10,4 % de los extranjeros poseían bienes raíces.

La distribución, no obstante, no era igualitaria: el mayor número de propietarios se daba en San José, La Capitaly Las Colonias, siendo Rosario ("el departamento comercial y cosmopolita") y General López los departamentos con menor número de dueños de tierra. Los propietarios de origen inmigratorio eran más numerosos en las colonias agrícolas de los departamentos de San Javier, San Gerónimo, lriondo y Las Colonias, en este último caso los extranjeros sumaban 3.292 frente a723 argentinos (Primer Censo, 1888:

CXll). Si calculamos el porcentaje de propietarios de bienes raíces por departamentos, y sitenemos en cuenta elporcentaje de extranjeros que habían conseguido adquirir bienes, descubrimos que La Capital tenía un 10,7 o/o de propietarios sobre el total de habitantes y que el 12,7 % de los extranjeros eran propietarios. En el caso de San Javier, el9 "/" de los habitantes eran propietarios, siendo el '19,8 % de los extranjeros dueños de bienes raíces. Una situación similar se vivió en San José, donde del total de habitantes, 11,5% eran propietarios y de los extranjeros lo eran un 18,8%. En Las Colonias, el 10,2o/" de los habitantes poseía propiedades, siendo 14,3"/" el porcentaje de extranjeros propietarios. En San Gerónimo, lriondo y San Lorenzo, los porcentajes son relativamente similares:en el primer caso, el de San Gerónimo, había un total de 7,Bo/" de propietarios sobre el total de habitantes, con un 8,2 7o de extranjeros propietarios; en el segundo caso, el de lriondo , e\7,6 "/" de habitantes y un 7,8 7o de extranjeros eran propietarios; en el tercer y último caso, el de San Lorenzo, los porcentajes son de 7,1 "/o y 7,2 %. Las situaciones más desiguales se vivieron en los departamentos de General López y de Rosario: en el primer caso, el de General López, sólo el 5,2'/" de la población era propietaria, aunque el11 "/o de los extranjeros habían conseguido adquirir tierras; en el segundo caso, el de Rosario, sólo un 3,9 % del total de la población era propietaria, siendo sólo dueños de bienes raíces un 6,7 7" de los extranjeros.

46

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

Contrasta este hecho con los elevados índices de población extranjera radicada en Rosario, demostrativo de un proceso de concentración de tierras que condicionaría las relaciones sociales urbanas. En la ciudad, la población argentina había aumentado el 73 o/o mientras que la extranjera lo había hecho en un 256 7". Carrasco concluyó en 1887 que "casi la cuarta parte de los habitantes del Rosario son pues italianos". Para refrendar la imagen de progreso de Rosario, Carrasco incluyó en elcenso algunas imágenes urbanas para demostrar el crecimiento rosarino. Según é1, en '1863 la ciudad no tenía más que ocho cuadras de este a oeste, y doce de norte a sur, conteniendo menos de cien manzanas edificadas parcialmente. En 1887, la situación era muy otra: había ya 780 manzanas ocupadas de la siguiente manera: 317 manzanas con menos de 10 habitantes; y un total de 463 manzanas realmente pobladas, con 11 habitantes o más, que estaban ocupadas de la siguiente manera: 216 manzanas con 11 a 50 habitantes; 82 con hasta 100 habitantes;74 con 151 a 200 habitantes; 30 con 201 a 300 habitantes;y 14 manzanas con 301 hasta 350 habitantes, ubicadas estas últimas en la zona del centro de la ciudad. Fuera de este centro, la ciudad contaba con numerosas "quintas" extensas. La ciudad de Santa Fe, en cambio, sólo contaba con219 manzanas pobladas por no más de 194 habitantes cada una (Primer Censo, 1888: CXVI-CXVII). lmporta señalar no tanto lo que ocurrió a partir de finales de la década de 1880, sino las previsiones que personas como Carrasco hacían respecto al futuro que le esperaba a la ciudad de Rosario como núcleo urbano central de un entorno cerealero pujante. Según el intelectual rosarino, "dada su posición y la riqueza del territorio en que se encuentra, puede preveerse que esta ciudad será una de las grandes capitales comerciales é industriales de Sud América" (Primer Censo, 1888: CXVI). La manera en que se había producido la concentración de bienes y propiedades, así como la consolidación de un grupo burgués en ámbitos corporativos determinados tales como la Bolsa de Comercio, el Banco Provincial de Santa Fe, el control de muelles y graneros, las obras de infraestructura en la zona portuaria, etc., merece una atención particular para entender la escasa redistribución de dichos bienes y la existencia de un contado número de inversionistas. En lo que sigue contrastamos la identidad de los accionistas del Banco Provincial de Santa Fe en el año de su constitución, es decir, en '1874, cuando Carlos Casado se convirtió en director; los accionistas del FCOS, del que Casado se convirtió en concesionario en el año '1881 ; así como las personas que en el año '1886 se desplazaron al Chaco Boreal (también designado por entonces como boli-paraguayo debido a que la frontera entre Bolivia y Paraguay no había sido definida todavía) para actuar en nombre de Casado en la adquisición de lotes de tierras (Cuadro 8).

l

La cons¡stencia de Ia red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 47

Cuadro 8 Comparación de los accionistas del Banco Provincial de Santa Fe y del FCOS con los testaferros y compradores del Chaco Paraguayo a nombre de Carlos Casado delAlisal (1886) Empresarios, accion¡stas y miembros de la red de Casado y número de

acciones

Banco

Provincial de Santa Fe (1874)

FCOS: número

de acciones

60

700

Escayola, Canals y Compañía

50

900

Juan Canals

100

José Antonio Zorrilla

100 100

Manuel Gómez

U

50

100

50

100

Nicasio Vila

100

Carlos (Charles) W. Blyth

50

Alfredo de Arteaga

adquiridos por testaferros para lleca¡{o 1l RRGI

Carlos Casado del Alisal

Federico Somoza JOSe Urero y ula (y

Lotes oet unaco Paraguayo

100

50

Julián de Bustinza

20

Rodrigo M. Rop

20

José Fló

20

Juan María Bioordav

100

177, 178 161,168,

Carlos María Palacios Sastre

100

08.01

178, 191, el .1

886; 1 03,

104,105,106, 107,108 Eloy Palacios

100

169

Desiderio Marquardt y Federico Henrich

200

184

José Dam y Juan Dam

f00

I /O, et 19.03.1886; 81, 82, 83, 84, 85, 86, 07 ao ao on

Fernando Larrucea y Gaztañazatorre v Cía Fernando Larrucea y Gaztañazatorre

100 100

171,179

2't,32, 44, 124, 135,222,223, 225,226,227, 228.229.230

Daniel Larrucea

Gabriel Castet (o Castell)

50

189

48

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

Empresarios, accionistas y miembros de la red de Casado y número de acciones

Banco

Provincial de santa Fe (1874)

FCOS: número

de acciones

Lotes del Chaco Paraguayo

adquiridos por testaferros para Casado (1886)

151,170,183, el 08.01

.1

886; 251

,

252,253,254, Ladislao Monte

José Monte

Cecilio Rodríguez

255, 256, 257.

258,259,260, 261,262,263, 264,265,266, 267,268 70,

71

,72, 73,74,

75,76,77,78,79 152 50, 80, 91, 102,

Higinio M. Alegre

231,232.233, 234,237,238, 239,240,241, 242,243,244, 245,246,247, 248,249,250

Fuenle: Elaboración propia en base a: Carrasco y Carrasco, 1897: 619-623; Memoria que el directorio provisorio del Banco Prov¡nc¡al de Santa Fe, representado por el secretario Eudoro Carrasco, presenta a los señores acc¡onistas el 1 0 de setiembre de 1 874. Bosar¡o, lmprenta de Eudoro Carrasco. "Poder General de la Compañía Ferrocarril Oeste Santafeslno (directorio de la sociedad anónima representado por el presidente Eugenio Pérezy por el secretario JuanArrosagaray, según decreto del Poder Ejecutivo provincial del 19 de diciembre de 1881) a Carlos Casado del Alisal, 12 de julio de 1886", escribano Javier Munuce, testigos Pedro Mancera y Juan Arrosagaray, en APN-R, tomo 2 (28 abril a 11 agosto), año 1 886.

La adquisición de tierras en el Chaco paraguayo fueron real¡zadas en un corto tiempo. El 19 de marzo de 1886 compraron: Juan María Bigorday, el contador de Carlos Casado; Eloy Palacios, apoderado general de Casado además de director del Banco Provincial de Santa Fe; Carlos María Palacios Sastre, elsobrino de Casado; Desiderio Marquardt y Federico Henrich, testaferros habituales del español. El 29 de abril de 1886 compraron: Carlos María Palacios Sastre, Gabriel Castet (o Castell), Cecilio Rodríguez, José Monte, José Dam y Juan Dam, estos últimos gerentes del Banco Provincial de Santa Fe. El 8 de enero de 1886 y el22 de abril de 1886, Fernando Larrucea y Gaztañazatorre, accionista del FCOS y creador de una empresa de consignación para atender las necesidades de Casado. El 23 de octubre de 1886, Daniel Larrucea, Higinio M. Alegre y Ladislao Monte. Así, se unieron los destinos de la Pampa argentina y del Chaco paraguayo (Dalla Corte, 2009 en prensa).

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 49

En la descripción explicativa del censo provincial de Santa Fe del año 1887, Gabriel Carrasco concluyó que las vías férreas cubrían diversos reconilos y comunicaban la ciudad, particularmente su puerto, con buena parte del país. Así, encontramos el CentralArgentino; el Ferrocarril de Rosario a Górdoba; el de Buenos Aires a Rosario y Sunchales; y el FCOS, que conectaba en ese entonces la ciudad rosarina con la Colonia Candelaria, esta última poblada por 1.745 personas; con San José de la Esquina en el departamento San Lorenzo, hacia el oeste, localidad que tenía 925 habitantes; y con MelinctÉ (San Urbano) hacia el sur, en el que vivían en 1887 no más de 2.441 personas (Primer Censo, 1888:CXV|l). Los tres departamentos afectados por el FCOS, entonces, fueron Rosario, del que sólo consideramos la situación a nivel urbano, General López y San Lorenzo, que muestran diferencias entre población argentina y extranjera (Cuadro 9).

50

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

Cuadro 9 Contraste de poblaclón argentina y extranjera por departamentos en los que circulaba el FCOS: ciudad de Rosario, San Lorenzo, General Lónn-2,1887 flepartamento

Argent¡nos

%

Eü¡n¡rc.

San Lorenzo

2.818

80,5

Jesús María

1.255

63,7

543

Distritos

Desmochado Abajo

San Lorenzo

Alberdi

.t.'t85

Bernstadt (Roldán)

1.758

ffi4

19,5

3.502

715

36,3

1.970

88,3

72

11,7

615

69,1

529

30,9

1.714

63,4

1.013

36,6

2.771

40,6

1.649

980

59,4

669

Clodomira

338

64,8

184

35,2

522

Candelaria

't.726

45,6

2.O57

54,4

3.783

General Roca

769

52,7

688

47,3

1.457

Urqu¡za

909

74,6

310

25,4

1.219

San José de la Esouina

2.271

51,9

2.108

48,1

4.379

Totales departamento San Lorenzo

14.552

61,7

9.029

38,3

23.581

29.971

58,9

20.943

41 ,1

50.914

departamento Bosario

36.295

61,3

22.957

38,7

59.252

Melincué

2.1

69

88,9

272

11

.1

2.441

Villa Constitución Arroyo del Medto Ah¡in Arroyo del Med¡o Centro Arroyo oel Meolo

1.032

85,8

171

14,2

1.203

813

93,9

53

6,1

866

1.831

92,3

153

7,7

1.984

490

90,4

52

9,6

542

12,0

690

Totales

Arrih¡ General López

Totales

Carcarañá

Ciudad de Rosario

Rosario

%

Pavón Centro

607

88,0

83

Pavón Aniba

709

88,6

91

11,4

800

lndia Muerta

1.308

84,7

237

15,3

1.545

Venado Tuerto

1.338

82,8

278

17,2

1.616

Encadenadas y Flarilac

336

93,1

25

6,9

361

Teodolina

1.686

94,1

106

5,9

1.792

La Picaza

253

87,8

35

12,2

288

12.572

s,9

1.556

11,1

14.128

136.117

61,8

84.215

38,2

220.332

Total

departamento General López Total

Provincia de Santa Fe

Fuente: Elaborac¡ón propia en base a Primer Censo, 1888: Anexo de cuadros, pp. 2-5.

La consistencia de la red social: el Ferrocarril Oeste Santafesino 51

Además de Rosario, algunos distritos de la provincia de Santa Fe fueron ilentificados por la notable proporción de población extranjera que superaba la nacional (Cuadro 10)38. Nos interesa particularmente el de la Candelaria orya colonia, del mismo nombre y propiedad de Carlos Casado, se convertiría en un importante polo de desarrollo primario-exportador durante la época en estudio, comenzando por ser el centro de consolidación del FCOS junto con otras localidades en las que observamos una importante presencia de población inmigrante.

Cuadro 10 Población extranjera rad¡cada en las localidades de clrculación del FCOS,1887 Poblaclón

Candelarla

San José de

la Esoulna

Rosarlo 51.054

Mellncué

Población urbana

1.745

923

Población rural

2.035

3.454

Población absoluta

3.783

4.379

51.054

1.84'l

Argentinos

1.726

2.271

29.971

2.169

Brasileros

2

4

114

Chilenos

14

14

207

Bolivianos

22

Estadounidenses Uruguayos Paraguayos

463

't.378

I

79 18

I

909

11

2

4

344

6

Otros

14

Alemanes

19

32

308

Austriacos

31

9

203

Españoles

116

37

3.1 89

53

Franceses

60

147

1.227

14

17

lngleses

6

11

961

19

Italianos

1.735

1.634

11.955

't29

97

487

Portugueses Suizos

2

50

86 11

Fuente: Elaboración propia en base a Primer Censo, 1888: LVll, y Anexo de cuadros, pp. 7-8; 22-23.

38. Carrasco identificó las localidades de Emilia, Avellaneda, Providencia, Sunchales, Sarmiento, Lehmann, Egusquiza, Felicia, Rafaela, Castellanos, Nuevo Torino, Pilar, Susana, Aurelia, Saguier, Santa María, Quebrachales, San Agustín, Matilde, San Carlos, Sauce, Argentina, Oroño, Gessler, Colonia Candelaria, Belgrano, San Martín, Amistad, Armstrong y Bajo Hondo.

52

Dinámicas de poder local en América Latina, siglos XIX-XXI

El ferrocarril sería central en el proceso de ampliación de las fronteras santafesinas, y al mismo tiempo se apoyaría en este particular proceso de concentración de tierras sostenido por leyes, escribanos, gobiernos y rematadores. lnteresa señalar que quienes se quedaron con las tierras que debieron

ser transferidas a los soldados residían en su mayoría en la ciudad de Rosario. El FCOS fue finalmente adquirido por el Ferrocarril CentralArgentino (FCCA) a inicios del siglo XX, tras la muerte del concesionario producida en junio de 1899. No obstante, la vía férrea signó los destinos de buena parte de los territorios de la Argentina pampeana y del Chaco paraguayo hasta la actualidad, partiendo de una ciudad sin tradición colonial como Rosario, que fundó su crecimiento poblacional básicamente en la llegada de población inmigrante de origen italiano, a través de prácticas jurídicas y leyes provinciales que acabarían beneficiando a un selecto grupo de miembros de la burguesía local, en su mayor parte de origen británico, francés, español y suizo. En este trabajo hemos observado una de esas redes, formadas alrededor de Casado y con una presencia prácticamente mayoritaria de inmigrantes de origen español, entre los que destacan Julián de Bustinza o los miembros del grupo: Fernando Larrucea y Gazlañazatorre, Gabriel Castet (o Castell), José Monte o Juan María Bigorday. Para concluir, señalamos que el FCOS de Casado condicionó la estructura espacial de las localidades y pueblos configurados

a su vera, y creció protegido por normas legales y por unas estratégicas e interesadas interpretaciones de dichas normas en momentos puntuales, particularmente en los años 1886 a 1888 que es cuando Casado desembarcó en el Chaco paraguayo además de sellar los destinos de las tierras "fronter¡zas", esto es, "indrgenas", en el sur santafesino.

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