2008: El silenci, lloc delitós de la tòpica poètica. el silencio, lugar deleitoso de la tópica poética

September 26, 2017 | Autor: Xavier Laborda | Categoría: Literature, Poetry, Literary Criticism, Silence
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Descripción

caravansari

Poesía contemporánea en lenguas peninsulares

Segunda edición, 2008



El silenci~ El silencio
lloc delitós lugar placentero
de la tòpica de la tópica
poètica poética








versió en català, p. 3 versión en castellano, p. 6


















El silencio,


lugar placentero en la tópica poética


Xavier Laborda Gil (Universitat de Barcelona)



¿De qué hablan los poetas? Hay preguntas que parecen no tener importancia y
quizá ésta sea una muestra de ello: ¿de qué hablan los poetas? Tal vez
fuera más iluminador indagar de qué no hablan, sobre qué callan y por qué.
No obstante, el asunto de los tópicos ha merecido la atención de los
teóricos. En las preceptivas aparecen relaciones de tópicos, con la
explicación de su alcance y con ejemplos de su cultivo. Uno de estos
tópicos es el silencio, concebido como una vivencia muy intensa en el
sentir y madura en el pensar del poeta. El poeta habla a menudo del
silencio y refiere sus matices y circunstancias con una honda emoción.

Los tópicos son los temas o motivos usuales en la tradición literaria. Y
buena parte de estos lugares comunes tienen su origen en la literatura
grecolatina clásica. La vecindad entre la poética y la retórica propaló a
partir del Renacimiento la afición por las taxonomías, las clasificaciones
de figuras retóricas y de temas usuales. Se trata de unas actividades
denostadas hoy, pero sus esquemas son útiles para responder a la pregunta
sobre aquello de lo que hablan los poetas.

Los tres grandes tópicos son el locus amoeunus o lugar placentero, el carpe
diem o invitación a la vida y el ubi sunt o meditación sobre la fugacidad
de los bienes y la vida. La poesía ha hablado de los lugares placenteros o
locus amoenus, que son todas aquellas situaciones amables y gozosas para el
sujeto. Éste se siente, por una parte, alejado de los contrastes y avatares
del tiempo y de la historia; y , por la otra, experimenta una
reconciliación con la naturaleza, con aquello que se considera esencial y
atemporal. Sirven realidades mayores y menores, pues cuenta el modo en que
se vive. Son lugares placenteros la Arcadia o el jardín privado, la isla
del descubridor o las tardes al sol, el velero del aventurero o el paisaje
doméstico. Son jardines de la felicidad, huertos de la libertad, espacios
cercanos al círculo vacío del zen. Su experiencia linda con la quietud
plena, el silencio de los pensamientos y el misterio del éxtasis.

Más aún, uno de los lugares placenteros del poeta es el silencio. Los
títulos de poemarios acogen con una frecuencia sorprendente palabras
relacionadas con el silencio. Con más motivo sucede en los poemas. Citemos
un pasaje de Federico García Lorca, donde se lee que "el paisaje es un
silencio / con forma. La tarde muere. / La llanura está amarilla...". Sobre
el paisaje, el amor y los sentimientos fructifican con el silencio. Así,
Cloé Rolland confiesa que "dans le silence / notre parole se refait / une
petite beauté." Pablo Neruda proclama en versos populares: "me gustas
cuando callas porque estás como ausente, / y me oyes desde lejos, y mi voz
te toca. / Parece que los ojos se te hubieran volado / y parece que un beso
te cerrara la boca." Y Àlex Susana, en "Silencis", relata sobre las
impacientes preguntas de su amada cuando él calla:



Digue'm què penses,

em preguntes ara i adés,

nua, estesa, prop meu,

quan callo i semblo perdut.



En estos versos refiere el poeta el estado que vive antes de hablar y el
apremio de la pareja porque rompa el silencio después de amarse. También se
expresa al respecto Luis Cernuda, "Después de hablar", lo que
correspondería hacer:



No sabes guardar silencio

Con tu amor. ¿Es que le importa

A los otros? Pues gozaste

Callado, callado ahora.




Sufre, pero nada digas.

Es el amor de una esencia

Que se corrompe al hablarlo:

En el silencio se engendra,






Ilustración de la performance de Alicia Framis, en la ponencia "Oratoria y
silencio"



Estas citas recuerdan sólo unos pasajes de la gran producción poética sobre
el silencio. El poeta vive en un estado de silencio clamoroso, el de una
conciencia que vuelca su sentir en palabras quedas. Más allá de la delicada
belleza del tópico, nuestro interés se debe a la paradoja del silencio como
fuente de la expresión. En la teoría de la comunicación y en los modelos
lingüísticos (Marco 2000, Mateu 2001), el silencio se concibe como un
ámbito que requiere una intensa socialización y una gran pericia como
hablante. El hablante capaz, el interlocutor atento y el orador hábil
dominan los matices con los silencios (Castilla del Pino 1992). Hay una
especialidad de la oratoria del silencio (Laborda 2006). Cuenta con el
conocimiento popular del refranero y con la expresión poética de los
escritores. La retórica conceptista de Baltasar Gracián es una muestra de
esta modalidad literaria, con sus refranes, adagios, elipsis y juegos de
ingenio. No sólo en la literatura, sino también en las artes plásticas y
teatrales de vanguardia se experimenta con los límites del silencio y se
obtiene unos resultados sorprendentes (Picazo 2005). Y en la educación y la
formación de docentes se indaga sobre el cuerpo, el discurso y el silencio
(Llobet 2005).

Del mismo modo que la poesía sobre el silencio es muy comunicativa, la
oratoria del silencio es habladora, pero lo que la diferencia de la
oratoria tradicional es el afán de persuadir de un modo cooperativo. Para
ello es conveniente saber escuchar y acertar a dejar que la comunicación
respire con silencios y miradas. La oratoria del silencio no es callada ni
competitiva, sino cooperativa, y se desarrolla en entornos de mediación y
de negociación. Como en la poesía, el tópico del silencio es un motivo para
ponernos a salvo del ruido del parloteo, del incordio de los recuerdos y de
la vanidad del pensamiento. El silencio representa un estado de ánimo que
nos aleja de los claroscuros de la experiencia cotidiana y nos reconcilia
con sensaciones placenteras. El silencio invoca mundos placenteros y es un
entorno que tiene las condiciones para una comunicación serena consigo
mismo, los demás y con la escritura.





Ilustración de actividades teatrales para la ponencia "Oratoria y silencio"




Referencias

Carlos Castilla del Pino, ed. (1992): El silencio, Madrid, Alianza.

Xavier Laborda (1992, 2004): De Retórica. La comunicación persuasiva. URL:
www.sant-cugat.net/laborda/deretorica.htm.

( (2006): "Oratoria y silencio como experiencia
comunicativa", en 7è Congrés de Lingüística General (CLG7). URL: www.sant-
cugat.net/laborda/2006Oratoria_y_silencio.htm

Francesc Llobet, dir. (2005): La cultura del cuerpo: el futuro de Prometeo
y Durga, Barcelona, Televisió de Cataunya y Observatori Europeu de la
Televisió Infantil.

Ángeles Marco (2000): Una aproximación a la semiótica del silencio, tesis
doctoral, Universidad de Barcelona.

Rosa Mateu (2001): El lugar del silencio en el proceso de la comunicació,
tesis doctoral, Universidad de Lleida.

Rosa Mateu, Glòria Picazo, eds. (2005): Transversal, "El silenci i el
buit", núm. 25.

Glòria Picazo (2005): "Marina Abramovic. Taller Cleaning the house",
Transversal, núm. 25, p. 7-22.





Ilustración alegórica de Silvia Alcoba.
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