2007. Una aproximación al concepto de institución en Amayrta Sen

July 6, 2017 | Autor: Raimundo Frei | Categoría: Institutional Theory, Amartya Sen
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Descripción

Una aproximación al concepto de institución en Amartya Sen1 Raimundo Frei2 Introducción El siguiente ensayo intenta formular hipótesis conceptuales sobre la obra de Amartya Sen a partir del concepto de institución. Se mostrará que dentro del trabajo del economista indio existe un viraje conceptual desde la clara ausencia de los marcos institucionales que operan en la sociedad, hasta una elaboración tardía en la cual introduce el concepto de institución dentro de su marco de observación. Se explica también el modo en que se introduce esta noción y cuáles son las posibles vías de trabajo, a partir de este viraje, para las teorías del desarrollo. La preocupación por buscar este concepto de institución en la obra del economista no es algo nimio ni azaroso. La teoría social de los últimos 20 años ha puesto especial atención en el concepto de institución como una herramienta de observación para los cambios sociales. Desde distintas corrientes, las instituciones son consideradas como un aspecto clave para comprender el desarrollo económico y cultural de una sociedad. Dentro de una variada gama de interpretaciones, las instituciones pueden ser el centro de una teoría de la modernidad (Wagner; 1993) o pueden ser consideradas como el anclaje de sistemas de significados y prácticas (Olsen y March; 1997); también como prácticas rutinizadas que permiten la articulación entre estructura y agencia (Giddens; 1984) o como marcos de reglas que definen el conjunto de oportunidades de los actores (North; 1990). Además, el contexto global de cambio cultural podría debilitar las instituciones (Wagner “procesos de desintitucionalización” y Dubet “el debilitamiento del programa institucional de la modernidad”) por la primacía del individuo frente a las reglas y organizaciones formales e informales. A grandes rasgos, las diversas perspectivas de la institución (y su propio cambio) aparecen como un punto a considerar para los estudios de desarrollo. Desde esta situación, la búsqueda teórica por la relación entre desarrollo humano, instituciones y cambio institucional aparece como un campo interesante de investigar. No sólo para mejorar los modos de observación que el paradigma ofrece, sino también para sostener una mirada atenta a los cambios que están ocurriendo en cada sociedad. Hasta ahora existen pocos estudios que revelen la importancia de las instituciones en el aumento del desarrollo humano. El trabajo del economista Amartya Sen puede ayudar a situar esta búsqueda, considerando el peso que tuvo en la formulación inicial del concepto de Desarrollo Humano y cómo su perspectiva marcó la trayectoria de este paradigma. En esta ocasión se desea presentar ciertas hipótesis teóricas sobre la trayectoria de la obra de Sen. Se procederá a analizar dos momentos de su trabajo, que si bien son arbitrarios, pueden mostrar una tendencia al cambio en el marco de observación que utiliza para analizar la sociedad. Se hablará de un momento antes del Nobel, en el cual prima una imagen centrada en la perspectiva individual, y un segundo momento post – Nobel, en el cual se empieza a considerar la construcción de instituciones como un espacio clave para el desarrollo de las libertades y capacidades. La revisión de bibliografía no ha sido exhaustiva, obviamente, si se considera la cantidad de obras del autor, pero lo suficientemente extensa para levantar ciertas hipótesis, que puedan ser verificadas o rechazadas, evaluando la calidad de los argumentos presentados. Amartya Sen antes del Nobel Economista y filósofo indio, nacido en 1933. Sen es un autor reconocido por sus trabajos sobre las causas de la desigualdad, de la pobreza y el hambre y por sus proposiciones sobre teoría del desarrollo y bienestar. Sus principales obras son Poverty and Famines: An Essay on Entitlements 1

El autor agradece los valiosos comentarios de Pablo González y Pedro Güell. La responsabilidad final del texto es del autor. 2 Licenciado en Sociología de la Universidad de Chile e integrante del equipo de Desarrollo Humano PNUDChile. [email protected] www.revistadesarrollohumano.org - Boletín Nº 33 - Mayo 2007

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and Deprivation (Oxford, 1982), Inequality Reexamined (Oxford, 1992) y Development as Freedom (Oxford, 1999). A modo de presentación, y en vez de elaborar un análisis general del trabajo del autor, se ha escogido un ensayo elemental, en el cual profundiza y sintetiza de manera ejemplar su propuesta teórica. En el excelente trabajo “Markets and freedoms: achievements and limitations of the markets mechanism in promoting individual freedoms” del año 1993, Sen intenta buscar y responder por lo que efectivamente cumple y realiza el mercado. Como él mismo enuncia en la introducción, al usar la “perspectiva de la libertad individual”, se trata de examinar en qué medida el mercado aumenta la libertad de las personas, no sólo como posibilidad de elegir bienes, sino también desde una perspectiva normativa, por la posibilidad del mercado como mecanismo de promover libertad individual. Para revisar esto, Sen intenta discutir la clásica evaluación del mercado a partir de lo que se ha llamado teorema fundamental del bienestar económico (fundamental theorem of welfare economics) que se basa en la premisa básica de mercados competitivos. Este teorema tiene dos partes, el teorema directo y el converso. El primero dice que bajo ciertas condiciones o set de oportunidades, todo equilibrio de un mercado competitivo es un “Óptimo de Pareto”, y éste último se define sintéticamente de la siguiente manera: en la medida que suban las utilidades de un agente, se reducirán las utilidades de otro individuo, asegurando, en su punto de equilibrio, una situación de bienestar. El segundo teorema dice que, de cada “Óptimo de Pareto” puede obtenerse un equilibrio en los precios competitivos para el mercado, en la medida que se realizan mecanismos distributivos o cuando precede una distribución inicial de los recursos dados. Si el primero tiende a ser un teorema de la eficiencia, el segundo presupone una historia de las condiciones iniciales, una historia de los derechos y de la propiedad. “The “converse theorem”, thus, belongs to a revolutionary handbook” (Sen (1993, 521). Sin embargo, esto último no es tan importante para Sen como comprobar si efectivamente el teorema directo o de la eficiencia logra cumplir lo que dice, es decir, un equilibrio de competitividad y libertad. Pare ello, manifiesta que es necesario elaborar un concepto de libertad que evalúe este teorema directo. Con este fin, el economista esboza una distinción entre dos aspectos de la libertad que deberían ser evaluables. Por un lado, las oportunidades substantivas (substantive opportunities) y por otro, las consideraciones de proceso (process considerations). La oportunidad substantiva es la valoración de libertad, en tanto ella es la base para lograr los objetivos deseados o propuestos y se relaciona con las oportunidades reales que se tiene para lograr las cosas que se valoran y pueden realizarse. Libertad, en este sentido, es tener la posibilidad de poder escoger lo que se quiere lograr. “Soy libre, puedo y quiero lograr, crear una organización (y que funcione), empezar un negocio (y que sea rentable), llegar a tener una vivienda (que sea digna) u optar por una educación para mis hijos (y que egresen)”. Las consideraciones de proceso dicen relación con el ámbito de la libertad que se observa en la esfera del control, cuando ser libre significa ser capaz de proceder por libre elección (sin ataduras) y autónomamente. En este sentido existen dos dimensiones. Por un lado la libertad es escoger por sí mismo la manera de hacer las cosas sin interferencias de otros actores: “nadie controla mi acción”. Para Sen esto sería lo que clásicamente se ha denominado “libertad negativa”, inmunidad de interferencia en la propia decisión o dicho de otro modo, independencia de coerción externa. Por otro lado, se es autónomo en la forma de decidir como se desea llevar a cabo la libertad, es decir: “yo decido cómo”. “Soy libre de optar y tener una creencia religiosa sin que nadie me presione a ello y soy autónomo para admitir sus reglas y creencias” Después de estas distinciones, Sen desea examinar la relación del mercado con: a) La oportunidad para lograr lo que se desea (oportunidad substancial). b) La capacidad de autonomía en la decisión (control en la acción). c) La inmunidad frente a otros actores (independencia de coerción externa). De este modo, Sen evalúa que el mercado se ha de considerar, en primera medida, como un espacio de autonomía (b) y de derechos de inmunidad (c). Y he aquí su tesis: El mercado es

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importante no porque logre mayor efectividad sino porque logra dar derecho a la libertad. En el mercado, el sujeto puede tener la oportunidad de alcanzar y lograr sus objetivos. Sen dice: “Los mercados son defendibles sobre el fundamento de los derechos que la gente tiene, más que por su efecto generador de bienestar” (Sen 1993, 526). Y en este sentido, la evaluación del mercado ya no puede fundamentarse por el bienestar, como sucede en el “óptimo de Pareto”, sino por la capacidad de crear derecho y autonomía. Ahora bien, tanto en la autonomía de la decisión y en el derecho a la inmunidad frente a las usurpaciones (encroachments) o amenazas de los otros, se sigue dependiendo de un mercado competitivo sumado a la ausencia de externalidades, que no manipulen el control de las decisiones. Pero en este escenario ¿Cómo valorar la libertad en tanto oportunidad substantiva? (punto a). Según Sen, esto implica levantar dos nuevas preguntas. 1) ¿En términos de cuál criterio se evalúan las diferentes alternativas de logros? y 2) ¿En qué espacio los logros son considerados, o dicho de otra manera, logros de qué? El primer punto es claro para Sen. No se evalúa solamente por eficiencia de oportunidades sino también por las valoraciones sociales. La teoría de la elección social (the social choice) ha mostrado, en consideración de Sen, probar que se eligen las oportunidades de logro no sólo por preferencias individuales sino que también se consideran las valoraciones de los otros (The possibility of Social Choice, Ceremonia Premio Nobel, 1998). En el segundo punto, Sen manifiesta que no ha de pensarse en términos de posesión de materias primas (commodities), sino que se debe tomar en cuenta la oportunidad de hacer las cosas y los resultados logrados que uno ha tenido por relevante. El economista explicita: “la libertad en cuestión debe incluir la libertad para vivir del modo que se quiera, más que juzgar la libertad simplemente por los bienes obtenidos” (Sen 1983; 532). En síntesis, el mercado debe ser evaluado tanto desde la óptica de la autonomía de la decisión (el poder de escoger), la posibilidad de los sujetos de no estar sujetos a coerciones (el derecho a optar) y desde las oportunidades substantivas para lograr lo que se desea, considerando a estas últimas como valoraciones sociales y enmarcadas en un proceso que incluye no sólo bienes, sino la condición misma de vivir del modo como uno desea. Teniendo en consideración este marco evaluativo, Sen propone pasar de una visión del “bienestar eficiente” a otra de la eficiencia de “oportunidades y libertades” (opportunity – freedoms), como modo de juzgar el equilibrio de mercado. Y con ello constituir el centro de su teoría, cual es su visión de la sociedad como espacio de funcionamientos y capacidades. Solo desde aquí se podrá entender por qué la teoría de Sen se construye centrada exclusivamente en el individuo. Se debe destacar que con este desarrollo ya no estaremos sólo ante una visión del mercado, sino ante un tipo de visión del hombre. Cuando Sen analiza tanto la idea de funcionamientos como la de capacidades, está elaborando una específica visión de la libertad del hombre. Para pasar del bienestar eficiente a la eficiencia de las “oportunidades y libertades” que conforman el centro de la teoría de la capacidad se necesitan tres pasos: 1. Pasar del bienestar a la preferencia. En la visión de la eficiencia se considera que el bienestar pasa por la maximización de oportunidades. En la visión de la preferencia, el individuo opta no sólo desde una lógica racional sino que influenciado por los gustos y valoraciones de los demás, lo cual afecta la decisión individual. 2. Pasar de un espacio de bienes a otro de libertades – oportunidades. Tanto en una teoría del bienestar como en una de las preferencias, el individuo se observa desde un espacio de bienes, es decir, la libertad del hombre se visualiza sólo desde una óptica por conseguir recursos para lograr los proyectos. En este segundo paso, se intenta mostrar que los criterios de rendimiento del mercado no son evaluables en términos de preferencias de bienes, sino por la capacidad de dar oportunidades y libertades para todos (El mercado, desde la libertad, funciona sólo si aumenta el derecho a poder escoger lo que se desea lograr, autónomamente y sin coerción). 3. Conformar un espacio de funcionamientos y capacidades. Por último, Sen muestra que los seres humanos se desarrollan en un complejo de espacios conformado por dos ejes. Por un lado, los funcionamientos3 (“functionings”), que significan las cosas que el sujeto podría hacer o 3

La definición conceptual de los “funcionamientos” sigue siendo aún el centro más difícil de aprehender y www.revistadesarrollohumano.org - Boletín Nº 33 - Mayo 2007

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ser y por otro lado, las “capabilities”, cual se entiende como la posibilidad de combinar diversos funcionamientos y realizarlos. Este espacio cruzado de funcionamientos y capacidades, es el espacio donde realmente se pueden visualizar los distintos sentidos de libertad. En ese sentido, el desarrollo no se entiende tanto desde un marco de evaluación por bienes como creen los teóricos del bienestar (ni tampoco los bienes primarios como cree Rawls), sino como el aumento y desarrollo del espacio de posibilidad de ser y hacer (funcionamientos) y su posibilidad real de llevar a cabo estas cosas (capacidades). Con esta complejización Sen logra diferenciar su modelo de evaluación del rendimiento del mercado, visualizando un espacio de “realización de funciones” donde el hombre desarrolla sus capacidades. Sin embargo, surgen ciertas dudas en los tres pasos. Si en el primer momento se pasa a una teoría de la preferencia considerando las valoraciones sociales, en los pasos dos y tres los condicionamientos propios de la sociedad no aparecen, desviando cualquier indicación a factores estructurales o condicionamientos de la sociedad. Al parecer el ejercicio que se desarrolló en el punto 1, considerar la influencia de las valoraciones sociales, es decir, que la sociedad, el colectivo, el grupo pesa (o condiciona) la decisión del individuo, se omite en el paso 2 y el 3. Quizás, en el punto 2 y 3, cuando se desarrolla la idea de este espacio de funcionamiento y capacidades, ya no se necesita considerar estas valoraciones que sólo afectan a las preferencias. Pero (quizás también) habría que acompañar este difícil modelo de observación con una teoría social igualmente compleja. Es decir, si el paso 1 fue acompañado de una teoría de la sociedad básica (el individuo no se guía sólo por un interés aislado), para el paso 2 y 3 faltó una teorización de cómo se estructuran y transforman estos espacios de funcionamientos y capacidades. Se levantarán dos hipótesis sobre el modelo de teoría que Sen propone hasta el momento. Primero, al desplazarse de una teoría de los bienes a otra de funcionamientos y capacidades, Sen mantiene un principio intacto para ambas. Las libertades se estructuran en espacios neutros, en el cual cada individuo por sí solo puede o no puede, aumentar sus capacidades de combinar diversos funcionamientos. El núcleo básico de su teoría implica que el hombre tiene una libertad dada naturalmente que no depende de sociedad alguna. Al igual que la teoría de John Rawls, la sociedad no existe más que como una suma de individuos que tienden a relacionarse, si no es por preferencias comunes, por diferencias de capacidades y logros. Segundo, en el centro de este planteamiento, Amartya Sen elabora un código de evaluación en que los sujetos desarrollan capacidades sólo individuales. Si existiera un planteamiento institucional, se visualizarían los principios de reglamentación y estructuración que desarrollan las instituciones. Pero no sólo eso, también se podría referir a la influencia recíproca entre agente y cultura, o las dinámicas de poder colectivo y la capacidad de los individuos. Como se propuso al inicio de este ensayo, existía una intención inicial de buscar en Sen alguna proposición en su modelo sobre teoría de instituciones. En sus primeras investigaciones, que hemos tratado de sintetizar en este trabajo “paradigmático” sobre el mecanismo del mercado, las instituciones no aparecen. Lo interesante ahora es mostrar, por qué surgen posteriormente en la teoría de Sen y cómo surgen. Amartya Sen post – Nobel Como se ha dicho anteriormente la fecha del Nobel es sólo figurativa ya que no existe un punto exacto a considerar, y en general, los desplazamientos intelectuales son bastante lentos y es difícil elucidar un comienzo de transformación. Pero hay que reconocer que en el trabajo de 1999, “Devolpment as Freedom”, Sen introduce ciertos elementos a sus consideraciones que podrían sintetizarse en la expresión: “Los individuos viven y operan en un mundo de instituciones” (Sen 1999, 142). Quizás habría que insistir en el punto anterior, esto no tiene relación clara y distinta con sus trabajos anteriores, ni subyacentemente ni como marco referencial. entender en la teoría de Sen. Su definición clásica, “los funcionamientos representan partes del estado de una persona: en particular, las cosas que logra hacer o ser al vivir” va ligada fuertemente a la idea de capacidad, cual sería la actualidad de combinar diversos espacios de funcionamientos, para lograr realizar la libertad del hombre. Uno de los principios que se visualiza en Sen, es que estos funcionamientos son y se realizan en cada individuo particular. www.revistadesarrollohumano.org - Boletín Nº 33 - Mayo 2007

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Algunos, quizás, puedan citar su obra de 1975 “Employment, Institutions and technology: Some policy issues”. Pero una profundización de esa obra detallará que Sen está pensando solamente en la empresa (como organización) cuando se refiere a la estructura institucional de producción y distribución. Es decir, no en el sentido que expresa en la reciente cita de “Development as Freedom”. Y por ello se puede indicar que Sen empieza a ampliar el marco (frame) de observación. En “Development as freedom”, Sen realiza una serie de ensayos que si bien apuntan a temas esenciales de sus trabajos anteriores, éstos son vistos desde una óptica diferente. En la introducción del libro aclara su propósito de investigación desde esta perspectiva nueva (la reflexividad de este cambio es ambivalente, Sen no se arriesga a presentarlo totalmente, pero hay claros indicios de cambio): “Lo que la gente puede lograr positivamente está influenciado por las oportunidades económicas, las libertades políticas, los poderes sociales, y las condiciones habilitadoras de buena salud, educación básica y el estímulo y cultivo de iniciativas. Los arreglos institucionales para estas oportunidades son también influenciados por el ejercicio de las libertades de la gente, a través de la libertad de participar en las elecciones sociales y en la toma de decisiones que impulsan el progreso de esas oportunidades. Estas interconexiones son las que se investigan aquí” (Sen 1999, 4-5). Teóricamente, para hacer estas interconexiones, Sen tiene que hacer una nueva distinción (es decir, diferente a la expuesta en el texto de 1993 sobre la eficiencia del mercado). Ahora se trata de distinguir entre a) la libertad como fin primario del desarrollo y b) la libertad como principal medio para el desarrollo. Claramente, se podría asociar las oportunidades substantivas al fin del desarrollo y las consideraciones de proceso a la libertad como medio para el desarrollo, aunque el propio Sen no sostiene explícitamente esa asociación. Si se especifica la nueva distinción, se observa que como fin primario la libertad se la considera desde su “rol constitutivo”, y se relaciona con su importancia substantiva para el hombre, es decir, con las capacidades sustanciales para alcanzar los logros requeridos de cada agente. El hombre busca libertad porque es ella la que permite el desarrollo. El segundo punto, también llamado el rol instrumental de la libertad, concierne a los diferentes tipos de derechos (rights), oportunidades y derechos exigibles (entitlements) que contribuyen a la expansión de la libertad humana en general. A través de ellos el hombre puede ejercer su libertad sustancial. Sen nombra cinco de estas libertades instrumentales: a) Libertades políticas: Oportunidades que la gente tiene para determinar quien debe gobernar y bajo que principios, y esto incluye escoger y criticar a las autoridades, la libertad de expresión y de prensa, y las expresiones partidarias y de asociación. b) Facilidades económicas: Que refiere a las oportunidades que los individuos respectivamente tienen de utilizar recursos económicos con el propósito de consumir o producir o intercambiar. c) Oportunidades sociales: Relativo a las disposiciones que la sociedad constituye para la educación y el cuidado de la salud, cuales influyen en las libertades substantivas de los individuos para vivir mejor. d) Garantías de transparencia: La sociedad opera con una básica presunción de confianza, y las garantías son las necesidades de transparencias con cuales la gente puede operar, es decir, libertades de tratar con otros bajo garantías de claridad y apertura. e) Seguridad protectora: Es la necesidad de proveer una red de seguridad social para prevenir a la población afectada por la miseria, el hambre y la muerte. Una interpretación de estos cinco puntos, puede revelar dos consecuencias importantes en la teoría de Sen: •

La tesis que aquí elabora Sen, es que las capacidades individuales dependen, entre otras cosas, de las disposiciones sociales, políticas y económicas. Y esto opera en una lógica reflexiva: para hacer diseños institucionales apropiados deben tomarse en consideración los roles instrumentales de los diversos tipos de libertad.



Si bien Sen no tiene una definición exacta de institución, en general, en varios textos de estos años, asocia la dimensión de seguridad a las instituciones. Como indica para la dimensión de seguridad protectora: “El ámbito de seguridad protectora incluye fijar arreglos institucionales tales como los beneficios para el desempleo y suplementos de ingresos establecidos por ley

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para los indigentes, así también como arreglos ad hoc tales como socorros a los hambrientos o empleos públicos de emergencia para generar ingresos para los necesitados” (Sen 1999, 40). Sin embargo, prontamente empieza a surgir una paradoja en el análisis de Sen. Si bien a lo largo del texto dará luces de una visión más desarrollada sobre los diversos derechos, el concepto institucional no lográ traspasar su núcleo teórico. Para el economista, correspondiendo a las múltiples interconexiones de las libertades, surge una necesidad de desarrollar y sostener una pluralidad de instituciones, incluyendo (hay que fijarse bien en las instituciones que nombra) sistemas democráticos, mecanismos legales, estructuras de mercado, previsiones de salud y economía, y por último, los medios y otros facilitadores comunicacionales. Con ello “las instituciones pueden incorporar iniciativas privadas así como arreglos públicos y además estructuras mixtas, tales como organizaciones no – gubernamentales y entidades corporativas” (Sen 1999, 53). Ahora bien, en su capítulo sobre la fundamentación de las capacidades y los funcionamientos (Capítulo 3), en especial su discusión con Rawls y los utilitaristas, el autor no logra fungir su visión de las instituciones con su estructura básica. Su núcleo más denso no logra verse influido por esta visión más compleja. La perspectiva de los funcionamientos y capacidades nuevamente ha sido fundamentada desde una lógica individual, aunque Sen reconoce que existe un entorno más complejo. Pero, cuanto aporta las instituciones a la libertad y principalmente, cuál es el modo en que se condicionan mutuamente es algo que no aparece. Habría que agregar dos indicaciones hasta este último punto. En el capítulo quinto de “Development as Freedom”, Sen actualiza su discusión sobre el mercado tomando en cuenta las disposiciones institucionales. De hecho, dice que el tema central de este libro es ver la complementariedad entre las distintas instituciones – en particular entre las organizaciones fuera del mercado y éste. “Mientras se enfatiza la relevancia de la transacción y el derecho de participación económica (incluyendo el derecho de buscar libremente empleo), y la importancia directa del Mercado –libertades asociadas, nosotros no debemos perder de vista la complementariedad entre estas libertades con la libertad que viene de las operaciones de otras instituciones (no mercantiles)” (Sen 1999, 156). La tesis de este capítulo es que la eficiencia del mercado necesita de instituciones suplementarias que logren complementar al mercado, tales como los sistemas de educación y salud. Tanto en su discusión sobre los bienes públicos y sobre las políticas de financiamiento fiscal, especialmente sobre las teorías de control fiscal para que no aumente la inflación, Sen determina la evaluación de estos procesos a las libertades (oportunidades – capacidades), cuales se necesita para operar instituciones que respalden las opciones de las personas. Como dice el autor inquisitivamente, el conservadurismo financiero debería ser la pesadilla (nightmare) de los militares, no de los profesores de escuela o de las enfermeras de los hospitales. Además, es interesante apreciar que en esta sección Sen realiza una indicación sobre esta problemática, léase la necesidad de ver el funcionamiento de los mecanismos de mercado en combinación con los roles de otras instituciones económicas y políticas, considerando el trabajo de Douglas North (cita específicamente “Structure and change in Economic History” (1981)) y también, señala con un diferente énfasis, la obra de Judith Blau (su trabajo “Social Contracts and Economic Markets” (1993)) y la de David Landes (“The wealth and Poverty of Nations”, (1998)). Una de las hipótesis más básicas, y quizás más simple, es que Sen sólo esta actualizando su postura con los aportes del neo – institucionalismo. Sin embargo, él no trabaja el significado del “path dependence” institucional ni las reglas institucionales para el espacio de las capacidades y funcionamientos. Cuando se refiere a lo lógica del mercado, no se logra apreciar cuales son las constricciones propias de las instituciones, y cómo es posible la fundamentación de la libertad dentro de estos marcos y reglas. Un segundo punto se observa en el capítulo sobre la democracia (capítulo 6). Si se recuerda bien, una de las primeras libertades instrumentales que Sen nombró fueron los sistemas políticos democráticos. Y más interés existe al recordar que Sen tiene que discutir sobre los rendimientos de países altamente autoritarios (por ejemplo, Singapur) y la coerción sobre las libertades que ocurren en esos lugares. En este debate, la respuesta de Sen es altamente significativa. Los derechos políticos, incluyendo la libertad de expresión y discusión, no son solamente los pivotes que inducen las responsabilidades sociales para las necesidades económicas, son también centrales para la conceptualización de las necesidades económicas en si mismas. Es decir, sólo en los regímenes políticos democráticos se puede discutir sobre las necesidades que se tienen. De esta forma, para Sen, la democracia tiene que ser vista como la creadora de un set de oportunidades, que va unida a una práctica democrática y de derechos políticos.

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En este punto se debe destacar la apertura a la discusión sobre las prácticas y cómo ellas se insertan en las oportunidades. Como dice más adelante, los logros democráticos no dependen solamente de las reglas y procedimientos que son adoptados y salvaguardados, sino también del modo en que estas oportunidades son usadas por los ciudadanos. Sen lo explicita con bastante fuerza: “El logro de justicia social depende no solamente de las formas institucionales (incluyendo las reglas y regulaciones democráticas), sino también de la práctica efectiva. Yo he presentado razones para tomar el tema de práctica como de central importancia en las contribuciones que pueden ser esperadas desde los derechos civiles y las libertades políticas” (Sen 1999, 159). Esto dice relación con el hecho básico de que la libertad en general, depende mucho de cómo las libertades son actualmente ejercidas. Pero el modo en que se integra la libertad del agente, las reglas institucionales y las prácticas efectivas que se ejercen en estos espacios de funcionamiento, es algo que no queda resuelto. Síntesis y extensión Para sintetizar lo expuesto hasta ahora, se quisiera proponer reconocer tres hechos importantes que marcan esta interpretación del economista. Estos puntos se quieren remarcar bajo el supuesto que existe un giro en Sen, el cual ha estado ejerciendo en el último tiempo, considerando el concepto de Institución. • En primer lugar, el giro que ha realizado Sen es un aporte sustancial para la teoría del desarrollo, ya que reconoce, dentro del marco de las libertades instrumentales, los diversos mecanismos que permiten aumentar el espacio de capacidades y funcionamientos. Si bien, cuando Amartya Sen discute sobre la teoría de las elecciones sociales ya había dado un primer paso, su teoría tiene en consideración mayor complejidad con estos elementos institucionales. En efecto, al mostrar cómo las elecciones que los individuos toman a la hora de participar en el mercado estaban condicionadas por las preferencias y los gustos de los otros; o dicho de otra forma, cómo la cultura influye sobre las decisiones individuales, había tornado el debate del bienestar a la preferencia. Y en este segundo viraje, considera además que, la libertad depende de ciertas libertades instrumentales que afectan tanto a las estructuras de oportunidades de mercado como a los propios derechos de las personas. La relevancia que le atribuye a los mecanismos políticos, de seguridad interpersonal, los factores comunicacionales, los arreglos que sostienen la ayuda a los sectores de mayor necesidad y los espacios fundamentales de calidad de vida de las personas (salud y educación) da pie para sostener que son la base para aumentar las capacidades de las personas, y por ende, la libertad sustancial. Sin embargo, aún queda la duda de ¿por qué Sen logra reconocer que el espacio de derechos tiene relación con una serie de interconexiones institucionales, pero no logra compatibilizar esto con su núcleo más duro? • Para contestar esta pregunta, se quiere plantear la tesis de que Sen utiliza un concepto de institución débil, en el cual se establece una prioridad ontológica y natural de la libertad del agente sobre las instituciones. Ya sea cuando trabaja la conexión de instituciones y mercado, o decisiones políticas y derechos autonomía, siempre se prioriza la construcción de la capacidad desde el énfasis individual. Una conceptualización fuerte de institución supondría pensar que las instituciones condicionan las posibilidades de acción del hombre, y en un sentido más radical, sólo las instituciones posibilitan la libertad del hombre. La teoría institucional moderna ha enfatizado que se debe entender a las instituciones como espacios de coordinación de reglas y recursos, que movilizan diversos juegos de actores. Al incorporar esta visión, lo que está incrustado en el espacio del aumento de capacidades, son reglas y recursos (históricamente formados) que movilizan y actualizan diversos agentes. Sen tiende a soslayar una teoría de la sociedad que muestre cómo las capacidades no sólo tienen un espacio de independencia (o de agencia finalmente), sino también dependen de mecanismos institucionales que estructuran el espacio de libertad.

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Para insistir en el mismo punto, cuando Sen reactualiza su debate sobre el mercado desde su conceptualización de la libertad, se enfatiza el hecho de que el hombre complementa su libertad de mercado con otras libertades (de otros espacios institucionales), sin replantearse la conexión misma entre agente e institución. Al no replantearse el núcleo duro de su teoría, Sen sólo puede utilizar la teoría neo – institucional como un marco amplio que diversifica los espacios de funcionamientos y capacidades, pero no logra visualizar cuál es la interconexión entre libertad e institución. O dicho de otra manera, el supuesto radical es que la libertad es independiente de cualquier mecanismo institucional. Como se dijo en la introducción al texto, hoy en día el debate sobre instituciones y cambio institucional ha tomado mayor fuerza. Al revisar la teoría de Sen a los ojos de las reflexiones contemporáneas, sobre la relación entre agente y estructura o institución, uno puede someter a examen hasta donde se podría avanzar con la postura de Sen. Por ejemplo, si se observa en la teoría social de los últimos años, especialmente en el debate sobre la teoría de la estructuración (Giddens, y especialmente la crítica de Margaret Archer), se ha planteado la observación que tanto el agente como las instituciones (en el caso de la discusión inglesa, se trata de las “estructuras”) tienen un movimiento doble, ya que son independientes y dependientes entre ambas. Ni la libertad por si sola, ni el condicionamiento estructural por si solo. Sin complejizar el asunto, desde esta aproximación, estas teorías han podido saber explicar, entre otras cosas, el factor del tiempo, explicando tanto los path dependence como la posibilidad de innovación y cambio, tanto de las instituciones como de las expectativas de los agentes y sus propias capacidades. En este sentido, al considerar el cambio y el viraje que ha mostrado Sen en los últimos años, uno puede a) sorprenderse o b) realmente entrar en consideración del sentido que apunta las interconexiones institucionales como él las llama. Pero en el segundo caso, si se quiere profundizar y radicalizar el planteamiento del autor habría que mostrar como la libertad (la capacidad del agente) y las instituciones (aquel set de recursos y reglas, que movilizan coordinación entre los actores) están estrechamente imbricadas, y cualquier teoría que intente dar cuenta de la complejidad de la sociedad debe considerar su relación y estructuración. • Por último, hay que elaborar una mirada atenta cuando Sen empieza a enfatizar el sentido de las prácticas. Este concepto ha tenido una importancia central en la conceptualización de agente e instituciones, por ejemplo, en el trabajo de Giddens (1984) para poder explicar las relaciones entre los individuos y las estructuras. Además, se ha utilizado ampliamente en el marco de la teoría sociológica francesa de los últimos años (se puede referir a Bordieu o a Certau). Y quizás sea una huella útil a seguir, para las teorías del desarrollo, en conjunción con una teoría de la acción. Quizás más relevante, se podría establecer toda una línea sobre la perspectiva de Desarrollo Humano y su relación con las prácticas efectivas. Una de las posibles vías de la renovación de las teorías del desarrollo, es comenzar una puesta en marcha de revisión teórica que coloque en el centro de la discusión entre agente e institución (o agente y estructura) un concepto de prácticas que permita vislumbrar como pasar de un enfoque normativo a otro que estructure modelos de cambio social. Pero incluso en esta apertura se debe tomar en cuenta que las prácticas dependen tanto de la agencia como de la institución. Cuando Sen dice que “el tema de práctica como de central importancia en las contribuciones que pueden ser esperadas desde los derechos civiles y las libertades políticas” falta aún precisar, y enfatizar, cual es la relación entre las instituciones y las prácticas. El modo de hacer las cosas, la práctica efectiva como la llama Sen, no depende sólo de nuestra subjetividad o expectativa o capacidad, sino también de los marcos de acción, las reglas que seguimos (o que no seguimos) los recursos (económicos o simbólicos) y los diversos actores (los otros como yo o como tú) que están en el mismo juego, en el mismo espacio de acción. Y todo esto, situado en sociedades con historias y costumbres que establecen con singularidad su propio modo de hacer las cosas. Bibliografía 1.

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