2004. Pensar y vivir la ciudad. Estrategias y dinámicas sociales en los espacios urbanos, Jornadas del Institut Català de Cooperació Iberoamericana (ICCI), Casa Amèrica Catalunya, Barcelona. Editado por Ariadna Lluís i Vidal-Folch y Gabriela Dalla-Corte Caballero.

September 1, 2017 | Autor: G. Dalla-Corte Ca... | Categoría: Casa Amèrica Catalunya
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Descripción

Pensar i viure la ciutat

Ariadna Lluís i Vidal-Folch y Gabriela Dalla-Corte Caballero

PENSAR I VIURE LA CIUTAT. ESTRATÈGIES I DINÀMIQUES SOCIALS EN ELS ESPAIS URBANS El present llibre recull les ponències i comunicacions presentades en les Jornades que, amb el mateix títol, es van celebrar els dies 13 i 14 de maig de 2004 a la seu de l’ICCI. PRESENTACIÓ En la línia d’activitats i publicacions en paper i virtuals que l’ICCI ve realitzant de manera permanent, el nostre institut ha obert un àmbit de cooperació, recerca i divulgació en el camp de l’arquitectura, l’urbanisme i la forma de fer ús dels espais urbans. És en aquesta òrbita que ens plau presentar-vos aquest llibre virtual, en el qual han participat estudiants, investigadors i docents de diverses universitats catalanes, que han presentat els texts de les comunicacions llegides a les Jornades “Pensar i viure la ciutat”, de tal manera que les seves conclusions puguin ser consultables arreu del món des del nostre web. Iago de Balanzó Director Institut Català de Cooperació Iberoamericana (ICCI)

NOTA DE LES EDITORES Des de fa un lustre, l’ICCI ve impulsant la participació dels becaris de l’Institut a través de l’organització de jornades i seminaris especialitzats: d’una banda, les Jornades Llatinoamericanes d’Arquitectura i Urbanisme (de les quals es van celebrar quatre edicions i se’n varen publicar tres actes); d’altra, el Seminari de Ciències Socials i Humanes (de les quals se’n van celebrar tres edicions amb les seves respectives actes). En uns i altres casos, podeu consultar el contingut de les actes a la mateixa pàgina web de l’ICCI (www.americat.net - biblioteca virtual). Enguany s’ha volgut reunir els possibles participants de cadascuna d’aquestes convocatòries, tot proposant-los de reflexionar sobre un mateix tema –“Pensar i viure la ciutat”- des dels diferents punts de vista observats des de diferents disciplines. El resultat ha estat positiu. Les propostes, tot i que molt diverses, aborden temes que, d’una o altra manera, afecten a la nostra vida i convivència col·lectiva. Especial reconeixement suposa la participació en aquestes jornades dels professors de la Universitat de Barcelona (UB) Dra. Mª Jesús Buxó (la ponència de la qual, que inaugurava la trobada, i tractava sobre El cotxe en la forma de pensar les ciutats) i del Dr. Jordi Gussinyer (la ponència del qual podreu consultar aquí on-line, sota el títol Los pueblos de indios de Nueva España y la plaza mayor española del siglo XVI). Ariadna Lluís i Vidal-Folch / Gabriela Dalla-Corte Caballero (eds.)

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PENSAR Y VIVIR LA CIUDAD. ESTRATEGIAS Y DINÁMICAS SOCIALES EN LOS ESPACIOS URBANOS El presente libro compila las ponencias y comunicaciones presentadas en las Jornadas que, con el mismo título, se celebraron los días 13 y 14 de mayo de 2004 en la sede del ICCI. PRESENTACIÓN En la línea de actividades y publicaciones en papel y virtuales que el ICCI viene realizando de manera permanente, nuestro instituto ha abierto un ámbito de cooperación, investigación y divulgación en el campo de la arquitectura, el urbanismo y la forma de hacer uso de los espacios urbanos. Es en esta órbita que nos complace presentarles este libro virtual, en el que han participado estudiantes, investigadores y docentes de diversas universidades catalanas, que han presentado los textos de las comunicaciones leídas en las Jornadas “Pensar y vivir la ciudad”, de tal forma que sus conclusiones puedan ser consultables en todo el mundo desde nuestra página web. Iago de Balanzó Director Institut Català de Cooperació Iberoamericana (ICCI) NOTA DE LAS EDITORAS La presente publicación virtual compila las ponencias y comunicaciones presentadas en las Jornadas que, con el título “Pensar y vivir la ciudad: estrategias y dinámicas sociales en los espacios urbanos” se celebraron los días 13 y 14 de mayo de 2004 en la sede del ICCI. Desde hace cinco años el ICCI viene impulsando la participación de los becarios del Instituto a través de la organización de jornadas y seminarios especializados: por un lado, las Jornadas Latinoamericanas de Arquitectura y Urbanismo (de las que se han celebrados cuatro ediciones y se han publicado tres actas); por otro, el Seminario de Ciencias Sociales y Humanas (de las que se han celebrado tres ediciones con sus respectivas actas). En unos y otros casos, podéis consultar el contenido de las actas en la misma página web del ICCI (www.america.net - biblioteca virtual). En esta ocasión se ha querido unificar las participaciones de cada una de estas convocatorias, proponiendo reflexionar sobre un mismo tema –“Pensar y vivir la ciudad” desde distintos puntos de vista, observados desde diferentes disciplinas. El resultado ha sido positivo. Las propuestas, a pesar de ser muy diversas, abordan temas que, de uno u otro modo, afectan a nuestra vida y a la convivencia colectiva. Especial reconocimiento supone la participación en estas Jornadas de los profesores de la Universitat de Barcelona (UB) Dra. Mª Jesús Buxó (cuya ponencia, que inauguraba el encuentro, trataba sobre “El coche en la forma de pensar las ciudades”) y del Dr. Jordi Gussinyer (con el texto “Los pueblos de indios de Nueva España y la plaza mayor española del siglo XVI”). Más allà de las diferentes aportaciones y de la puesta en común de las diferentes líneas de investigación que cada uno tiene en marcha, las presentes Jornadas han sido una ocasión más para activar la relación con y entre los becarios del ICCI y con otros estudiantes e investigadores catalanes o establecidos en Cataluña. Ariadna Lluís i Vidal-Folch / Gabriela Dalla-Corte Caballero (eds.)

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María Jesús Buxó i Rey Catedrática de Antropologia Cultural Universidad de Barcelona, España Baldiri i Reixach, s/n 93 3333466 [email protected] Abstact Esta presentación se interesa por la ciudad de los coches. El automóvil urbano y el impacto de la motorización en la construcción de representaciones sobre los ideales del individualismo y la identidad así como el urbanismo y la modernización. Y como esta idealización o presuposiciones culturales se enmarca en el diseño de espacios públicos y en la producción de los tres aspectos más conflictivos de la interacción viaria: la accidentalidad, el atasco y la escasez de espacio para aparcar.

El coche en la forma de pensar las ciudades

M. J. Buxó Rey Universidad de Barcelona En amplias zonas del suroeste de Norteamérica, en Nuevo México y Arizona, donde el asentamiento disperso de la vida en los ranchos ha convivido con el lento crecimiento de ciudades pequeñas, todavía en los años 70 y 80 se podía contemplar la substitución del caballo por el coche. Al atardecer, en ciudades como Las Vegas, NM, el paseo de antaño alrededor de la plaza a caballo y en carricoche, fue substituido por el automóvil, descapotable si era posible, como vehículo para reconocerse e intercambiar saludos en forma de lento paseo dando varias veces vuelta alrededor de la plaza y las calles adyacentes. De ahí parte mi interés por el automóvil urbano y el impacto de la motorización en la construcción de representaciones sobre los ideales del individualismo y la identidad así como el urbanismo y la modernización.

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La ciudad de los coches abarca tanto los objetos motores, los espacios privados, los actos y los acontecimientos como la percepción, la aceptabilidad y los intereses de los agentes sociales implicados en la conducción. Y, a su vez, esto se enmarca en las presuposiciones culturales explícitas e implícitas sobre el diseño de espacios públicos y las causas, fuerzas y factores que hacen que se produzca los tres aspectos más conflictivos de la interacción viaria: la accidentalidad, el atasco y la escasez de espacio para aparcar. El coche no es sólo un producto ingeniero y un medio de transporte preciso y refinado, sino que constituye un diseño social donde se combina la estética, la economía y la eficacia social. En tanto que objeto tecnológico, el coche adquiere significación cultural y crece simbólicamente en forma de propiedad, prosperidad, privacidad, e incluso fuerza sexual entre otras muchas cosas. El coche es un interactuador tecnosocial, coche-espacio urbano y regional, que constituye paisajes a través de los cuales los conductores y los transeúntes generan formas múltiples de representación tanto en la forma de conducir, hacer planes, disfrutar e idealizar el entorno, e incluso establecer relaciones causales sobre los problemas y la conflictividad. En su libro Good city form (1981), el urbanista Lynch sugiere que todas las ciudades podrían ser descritas como construidas siguiendo uno de estos tres modelos conceptuales. Denomina al primero modelo cósmico para denotar ciudades cuya expansión espacial representa simbólicamente rituales y creencias específicas. El segundo modelo es la ciudad práctica, esto es, una ciudad imaginada como una máquina orientada a las relaciones comerciales. A partir de aquí se impone el modelo reticular o en parrilla vinculado en origen a la imposición militarista y a las codificaciones estrictas relativas a la colonización de las culturas tradicionales por las burocracias de los estados modernos. Y, por último, cabe añadir un cuarto modelo, que afecta a las ciudades a partir especialmente de principios del siglo XX: la ciudad de los coches. Se trata de una ciudad que combina el modelo práctico en retículas o cuadrantes hecho de calles regulares en intersección, con el modelo orgánico aunque a otra escala en extensión horizontal y basado en el pragmatismo del tráfico rodado. A diferencia de la ciudad medieval en la que sus habitantes caminaban de un lugar a otro, como todavía hoy se puede pasear en los cascos antiguos, la ciudad del coche está orientada a conseguir que 2

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la gente se mueva en sus vehículos, de forma individual, a distancias, que, aún bajo conducción lenta permiten recorrer en quince minutos de dos a tres kilómetros. El movimiento del automóvil tiene, además, requerimientos propios y por lo tanto impone una geometría peculiar de arterias y cinturones de ronda, que envuelven varias veces a la ciudad y anexionan pueblos formando áreas suburbanas, que finalmente van construyendo la gran área metropolitana, la metrópolis. A finales del siglo XIX en los Estados Unidos del Norte empiezan a darse visiones pragmáticas y la vez utópicas de la ciudad de los coches con especial preocupación por las condiciones de vida asociadas a la industria, el tráfico y la polución. Es interesante recordar que con anterioridad, ya en 1858, Olmsted piensa en un parque, Central Park, como un antídoto para conseguir el bienestar, en salud y recreación, de los ciudadanos. Sin embargo, en el propio diseño del parque, en el poner naturaleza dosificada en la ciudad, más que la intencionalidad social de la salud pública, pesa la utopía que guía desde mediados del siglo XIX el interés por la naturaleza salvaje como parte de la identidad nacional. Esta idealización del farwest

activa un ecologismo de lo primigenio y los valores de la

naturaleza nativa que, a su vez, promueve al desarrollo de los parques naturales y el turismo. Tampoco el automóvil fue inicialmente una invención utilitaria. Era un producto tecnológico, que se hacía por unidades, y a veces por encargo como un juguete para el confort privado, el refinamiento y la distinción social de la burguesía rica. En el ámbito del refinamiento, el coche burgués coincide con el enaltecimiento y la significación espiritual del paisajismo nacional. Entre la nostalgia del wildwest, el paisajismo pictórico y la puesta en marcha de los parques nacionales en 1872, el automóvil entra de pleno en el peregrinaje a lugares con vistas panorámicas iniciándose el turismo, spring o summer touring, en coche privado así como la promoción de rutas transcontinentales con disponibilidad de coche. Además, debido al mal estado de las carreteras, el coche adquiere un “sense of adventure” personal, que se une también al mundo de las conveniencias y las conexiones sociales, de ahí la creación de los Automobile clubs. En este ámbito de la distinción social, la mujer burguesa no es solo el segundo sexo, sino también parte del segundo coche. Y en este escenario del recreo outdoors, el automóvil se convierte en el estuche perfecto donde situar y expresar la elegancia en 3

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movimiento, la seguridad en la calle y progresivamente la independencia de las urbanitas. Desde el primer momento, el coche eléctrico, por su limpieza, se consideró apto para el entretenimiento, servicio y protección de las señoras. Como es notorio, el coche eléctrico pierde terreno, y desaparece en 1912, lo cual hace que el criterio de automóvil limpio y confortable para señoras, que no quieren ensuciarse de grasa las manos ni salir del coche para exponerse a la inseguridad de la calle, quede solventado y explique el éxito del Cadillac al incorporar el estárter eléctrico. La Europa del siglo XIX produce la ruptura física de los límites tradicionales de la ciudad, que crece hasta absorber los pueblos circundantes y generar las nuevas áreas metropolitanas, que pueden multiplicar por cuatro la población, como en el caso de París. Sin embargo, los problemas de espacio público no se solucionan y obligan al desarrollo de los “ensanches” esponjamientos arquitectónicos y viarios para que puedan circular peatones y vehículos en dirección doble y simultáneamente. En Estados Unidos, dos tecnologías del transporte en vertical y en horizontal van a soportar el peso adaptativo de las nuevas condiciones. Por una parte, en los centros urbanos, el ascensor, que hasta aquel momento se había usado en las minas y para la carga, primero de vapor y luego eléctrico, en 1889 se incorpora definitivamente a los nuevos edificios a través de la reconocida marca Otis. Y, una vez comprobada su resistencia,

anima el diseño y la construcción de

rascacielos. Y otra forma de pensar la ciudad se orienta a desembarazar el downtown del peso circulatorio y hacer ampliaciones viarias que enlacen diferentes zonas. En 1914 la introducción del modelo T de Ford, y la bajada de precios –850 dólares-, produce la llegada masiva de coches que, más allá del prestigio social adscrito, cumple funciones asociadas al desplazamiento y a la protección personal frente a la inseguridad ciudadana y la climatología estacional, lo cual hace del coche una extensión confortable de la casa a nivel personal y familiar. Todo ello incide en incrementar la presión circulatoria, y el empequeñecimiento de los núcleos urbanos y estimula a su vez el desarrollo de las áreas suburbanas. Esto abre un debate arquitectónico de gran interés sobre el crecimiento vertical y horizontal, y de ahí el conocido grito de Le Corbusier en contra de las formas de vida suburbanas, suburban living, puesto que, a su entender, la ciudad del mañana sería concentrada y vertical con jardines y pasos interiores. Sin embargo, entre los ideales del countrylife y la accesibilidad motora, las aldeas urbanas llegan a crecer más que las propias 4

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ciudades e incluso, a partir de 1920, empiezan a perder población. Hay autores que afirman que 1950 marca el fin de la concentración en las grandes urbes, lo cual es discutible según se considere que la ciudad y el suburbio constituyen una polaridad y si a esta polaridad se le añaden, además la consideración de valores positivos y negativos. Desde el principio, el coche rompe la dicotomía y produce conceptos de anexión y continuidad de zonas y de commuting asociado a los enlaces de ida y venida laborales y familiares como parte del proceso de urbanización. En gran medida, siguiendo a Stern (1981), la suburbanización constituye un estado mental lleno de imágenes y símbolos. La espacialidad de las nuevas áreas residenciales permite proyectar ideales y estilos de vida vinculados a la naturaleza en su versión de tradición pionera, el aire libre y el paisajismo. De ahí que, en este garden city, los modelos de casas remitan a estilos rústicos, coloniales y el típico cottage inglés, el ajardinamiento sea paisajístico con césped, grandes árboles y sin vallas, y las calles se dibujen curvas, constituyendo en su conjunto el escenario idóneo para resaltar los valores de la vida rural y pionera, la tradición familiar, la propiedad y la privacidad. Y en el trasfondo de este desarrollo residencial, la conexión por tren y automóvil. La primera área suburbana o suburbio que incorpora en su diseño el coche es Village of Mariemont en Cincinnati, sobre el río Ohio. Realizado en 1914 por Nolen, un activista del movimiento city beautiful, incorpora espacios para el on-street parking y pasajes de acceso lateral y posterior al garaje y a partir de aquí el coche se integra en el diseño de la casa y la calle de forma habitual y diversa situando los service lanes y los garajes en la parte lateral y posterior. En la vieja Europa, y en las ciudades industriales de Cataluña, el problema ha sido dar espacio público y doméstico al automóvil. El diseño urbanístico siempre ha ido por detrás con los consiguientes atascos y problemas de aparcamiento. Y ya no digamos de los “ensanches” cuyo diseño jamás pudo prever la magnitud y la popularización del coche. Así, si el plan Cerdà diseñó las manzanas con jardín en el interior de los cuadrantes, éstos terminaron convirtiéndose en garajes y talleres, y apenas se tuvieron en cuenta los espacios públicos. Y, en la remodelación de las viejas casas inglesas en barrios y en áreas suburbanas, cobijar y aparcar el coche ha obligado a estrechar la puerta de entrada y a convertir la sala de estar o habitación principal que da a la calle en garaje produciendo el 5

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antiéstético efecto de puertas en fila sin ventanas. Y si se dispone de jardín anterior o posterior con acceso, el coche ocupa gran parte del patio en substitución de algún árbol, gallinero o leñera. Las ciudades se han convertido en un gigantesco parking donde, a pesar de los intentos, no hay cabida para todos, sobre todo en determinadas zonas y a determinadas horas. Se siguen haciendo adaptaciones constantes, se parquifica el subsuelo y se peatonalizan áreas del centro, pero sólo la construcción obligatoria de aparcamientos en las edificios de viviendas y oficinas, ha conseguido aquietar temporalmente el tránsito e invisibilizar una parte del coche urbano. Desplazarse y aparcar, sin tregua, siguen siendo el problema de la ciudad inexpugnable de los coches de manera que el funcionalismo urbano ha buscado nuevas fórmulas, entre ellas, la dispersión y la concentración pero siempre sin poder olvidar que el concepto clave alrededor del cual gira todo es la movilidad. Se puede diseñar una ciudad difusa, un conglomerado territorial mediante la separación de áreas, cada una de las cuales tiene una función prioritaria: vivienda, escuela, trabajo, consumo u ocio. Esto implica ir separando a los que caminan de los que conducen, no sólo con espacios peatonales, sino también generando pasos subterráneos y pasos elevados y edificios de aparcamientos. El coche pasa de las calles, de lugares físicos bien definidos, a las autovías que cada día están más cerca de las casas pero que son zonas de influencia vagas, basadas en la accesibilidad, y la no permanencia, donde es más importante llegar a un sitio que estar en un sitio. A medida que este conglomerado urbano se extiende se hace más difícil la dotación de transportes públicos eficaces y rentables, ya no hay forma de desplazarse sin vehículo, y el coche privado acaba convirtiéndose en un elemento clave para el desplazamiento de miles de personas de un cinturón a otro cinturón. Cuando aumentan las distancias a recorrer y, sobre todo, el número de vehículos que circulan, el colapso en los accesos y salidas se convierte en el paisaje más frecuente de nuestras ciudades y alrededores. En este sentido, no hay que olvidar el impacto de la masificación del ocio y sus implicaciones en el acceso a segundas residencias en urbanizaciones en el campo y en pueblos, el turismo, la diversificación de la oferta de actividades en discotecas y áreas recreativas, en actividades deportivas como el motocross y el crosscountry invadiendo pistas forestales, caminos y bosques. Y, en definitiva, el deseo generalizado de huir 6

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periódicamente del entorno urbano y volver a esa naturaleza que la ciudad niega y dosifica en sus parques y jardines, y que se expresa en la fantasía de huir los fines de semana y los periodos vacacionales. Como expresa Mumford (1958) en su estudio sobre The highway and the city, en alusión al far west, la fantasía de escapar de la metrópolis para empezar la vida en otro lugar. Siendo el automóvil una parte fundamental del imaginario de la ciudad, sin embargo es una parte inexistente de las utopías urbanas. No entra en la utopía porque ésta casi siempre nos propone islas culturales en pos del bien común y sociedades perfectas donde los seres humanos pueden ser dichosos. Si se introduce el factor coche en la ciudad, el abismo entre lo real y lo ideal es tan grande que toda utopía urbana por fascinante que sea como idea y excitante para las naturalezas sensibles, desaparece. Y si esto es así, cabe preguntarse hacia dónde se inclina el imaginario en esa vinculación imposible entre la ciudad y el coche. Y, hasta qué punto la incapacidad para imaginar adecuadamente la ciudad de los coches resitúa la utopía en el automóvil y en los intrépidos héroes urbanos que luchan por trasladarse y aparcar. Hay un urbanismo prospectivo que incorpora el coche y vuelve con la idea de concentrar, pero en un sentido distinto orientado a la flexibilidad y la minimalización. Así, por ejemplo hay propuestas sobre la reactivación de los centros urbanos con formas de vida a pequeña escala en las que el inductor de la transición sea el coche eléctrico. Así, el urbanista Kunstler (1996), propone el diseño y construcción de vecindarios zonales para comprar, trabajar y vivir asociado al coche eléctrico, y el arquitecto Safdie (idem), aunque con una visión distintas, propone el coche eléctrico como un objeto de uso intercambiable y recargable in situ que funcione tanto en las calles como en las autopista. Una vez usado se deja para que otro lo recargue y use a su conveniencia. Cabría pensar que la ciudad global, hecha de servicios y transacciones informáticas desbloquearía las ciudades, sin embargo, lo cierto es que ni las autopistas de la información ni los viajes virtuales simulan suficientemente ni neutralizan el ansia por desplazarse y el placer de la velocidad. Más bien ambos esfuerzos se unen para multiplicar y generar nuevas experiencias: el coche se hace inteligente y la informática busca conseguir energía cinemática y rapidez ópticoelectrónica.

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Al parecer, nada puede competir con la gran utopía que es la ingeniería imaginativa del coche. En busca de conspiraciones, lo más fácil sería recurrir a la industria. Urry (1999) calcula que en el siglo XX se han fabricado un billón de coches y que la previsión es que esta cifra se doble en el 2015. Pero no es sólo la industria, sino los enlaces industriales a través de los sistemas de fabricación y distribución de complementos, accesorios y reparación, la explotación y las refinerías de petróleo, la construcción y el mantenimiento de carreteras y puentes, salones del automóvil y un sistema deportivo de carreras y competiciones nacionales e internacionales, publicidad, moteles, tiendas, turismo, y con ello una lista infinita de servicios que hoy se amplifica por ser el coche un objeto de alta ingeniera de la computación. Toda conspiración queda esclarecida: es un negocio y vivimos en un sistema capitalista. Sin embargo, esto no es todo. Sin duda el coche está involucrado en una industria cuya tecnología es el símbolo más representativo del progreso de Occidente, pero, además, se trata de una ingeniería imaginativa que construye constantemente su realidad social. Poseer un coche otorga nivel de vida y revela capacidad adquisitiva, y, además, permite pensar y realizar metas y propósitos que de otro modo serían inconcebibles o no se podrían realizar. De ahí que el automóvil sea un productor de símbolos que representa las actividades para las que capacita, ayuda a crear el autoconcepto de saberse mover, ser libre e independiente y la imagen de haberse situado en el sistema de rol-estatus y prestigio. No hay peor castigo que la retirada de la licencia de conducir, incluso Baudrillard (idem) llega a decir que es una cedula de ciudadanía, una carta de crédito de manera que negar o quitar la licencia es una suerte de excomunión y de castración social. Todo ello incita a pensar que el automóvil constituye un sistema de alfabetización, una pista de entrenamiento, de la persona en movimiento lo cual afecta cognitivamente la construcción de la identidad, la representación de la experiencia, y, consecuentemente, la redefinición de la vida en la ciudad. Y si buscamos una socialización previa en esa capacitación para virtualizar esas experiencias, sin duda hay que buscar en la pantalla del cine que constituye la expresión tecnológica y narrativa más compleja en crear la ilusión permanente del movimiento y la velocidad como metáforas de la huida, el encuentro, la felicidad y la libertad. Grandes títulos como Un hombre y una mujer Thelma y Louise, Rebelde sin causa, Taxi driver, Paris, Texas y los coches voladores en Blade Runner son ejemplos que se refuerzan entre sí 8

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con el sistema publicitario.Pero, además, ha dado pautas para personalizar modas y estilos de vida. Esto ha servido para costumizar a través del coche la búsqueda de elementos y acontecimientos identitarios, sean de grupo de edad o étnicos. Hacia 1940 empezó la moda entre los jóvenes del sur de California del hot rodding, había muchos coches viejos, baratos y resistentes, los nuevos eran muy caros, de manera que los manipulaban mecánicamente para darles la potencia máxima y luego customizaban, cortando y añadiendo elementos a la carrocería con estilos extravagantes. Esta remodelación de un producto industrial, que representa el sistema de poder anglo, también se extendió a Nuevo México como una forma de rediseñar y revitalizar la identidad hispana local. Sus miembros se autodenominan lowriders, jinetes de coches rebajados en términos de precio y altura, lo cual se consigue a base de remodelar coches antiguos, en especial de los años 50, como, por ejemplo, el Chevrolet de 1952, el Crevolet Belair, 1957, y los Chevrolet Impala, 1957 y 1960. No sólo son baratos y asequibles, sino que estos modelos se remontan de forma nostálgica a la música y a la estética del movimiento chicano de los años 60. Estos modelos se retocan de altura, se vuelven a tapizar de piel o terciopelo, y se decoran vistosamente con candelabros de cristal y metal en el interior, y también se pintan y embellecen con una estética local y barroca de vírgenes, cristos y paisajes, y también uno que otro desnudo y cactus. Se pasean los días festivos y se conducen lentamente constituyendo un espectáculo vecinal y de identidad de barrio. Y también forman clubs que se reúnen para competir entre sí en habilidad mecánica y capacidad decorativa.

Estos modelos se retocan de altura, se

vuelven a tapizar de piel o terciopelo, y se decoran vistosamente con candelabros de cristal y metal en el interior, y también se pintan y embellecen con una estética local y barroca de vírgenes, cristos y paisajes, y también uno que otro desnudo y cactus. Se pasean los días festivos y se conducen lentamente constituyendo un espectáculo vecinal y de identidad de barrio. Y también forman clubs que se reúnen para competir entre sí en habilidad mecánica y capacidad decorativa. Actualmente, ya no son sólo una divisa del barrio, sino que, según Bright (1998) lowriding constituye un símbolo de la identidad etnopolítica del movimiento chicano. Siguen activos y en California se publica una revista titulada Low Rider, con una circulación de más de 100.000 ejemplares, aunque quizás lo más importante es que estos coches han entrado ya en la categoría museística de arte popular hispano del Sudoeste. 9

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En definitiva, la ciudad de los coches ya no es sólo un espacio urbano privado y público, sino una cosmovisión, una legislación, una declaración de derechos humanos, una manifiesto y un servicio cuyo objetivo es garantizar la movilidad. El Manifiesto de Tokio de 1984 declara como derecho básico de todo ser humano tanto la libertad de movimiento como la elección de transporte; y hace hincapié en que para defender mejor ese derecho hay que proteger, básicamente, aquellos sistemas de desplazamiento que generaran menos costes sociales comenzando, evidentemente, por el peatón. Las calles y las autovías se han ido quedando pequeñas para absorber tanto tráfico, pero también nuestro espacio mental parece no encontrar en la ciudad de los coches un marco para el orden público. Por eso es preocupante que los arquitectos y los urbanistas, que no dejan de ser ingenieros implícitos de las relaciones sociales, al diseñar espacios urbanos sólo piensen en casas, calles y plazas públicas y olviden con frecuencia los lugares de movilidad, esto es, la ciudad de los coches. Bibliografía Baudrillard, J. El sistema de objetos. México, Siglo XXI, 1978. Bright, B. “Heart like a car”: Hispano/Chicano Culture in northern New Mexico. American Ethnologist, 25, 4,1998. Lynch, K. Good city form. MIT, Cambridge University Press, 1981. Versión en castellano: La imagen de la ciudad, Buenos Aires, Edición Infinito, 1966. Mumford, L. The highway and the city. New York, Harcourt and Brace,1958. Olmsted, F.L. Civilizing American Cities. New York, Da Capo Press, 1997. Safdie, M. The city after the Automobile, New York, Basic Books, 1997. Stern, R. La Ville Bourgeoise. En R. Stern y J.Montague Massengale (eds.) London, Architectural Design, 1981. Urry, J. Automobility, Car Culture, and Weightless Travel. Lancanster University at www.lancaster.ac.uk. 1999.

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Usos y apropiaciones de los espacios ciudadanos Amparo Bazterrica Vidal Universidad de la República Montevideo-Uruguay

1.- Introducción Somos testigos y, en menor medida, actores de una progresiva transformación de las ciudades en tanto espacios donde se despliega y late nuestra vida cotidiana. Las sociedades en la era de la globalización llevan la marca de las desigualdades, que se expresan de múltiples maneras más al norte o más al sur, generando fracturas del tejido social y, conjuntamente, de los espacios urbanos. Desigualdades producto de un modelo económico e ideológico único de supuesto progreso y prosperidad, en que la riqueza de unos se fabrica sobre la pobreza de los otros. Los pobres del mundo, económica, familiar, social, cultural y colectivamente hablando, locales o migrantes, revelan la otra cara del discurso oficial de la prosperidad globalizada. Rechazos, xenofobias, prejuicios, fronteras múltiples resquebrajan lo colectivo , y también toman cuerpo en los espacios urbanos. Refugios privatizados aparecen como solución a la inseguridad producto de la desigualdad; barrios privados, áreas comerciales de acceso restringido, espacios donde lo homogéneo resulta tranquilizador. La ciudad de las calles, de las plazas, de los paseantes ve muchas veces limitados sus usos a la circulación, al desplazamiento, quedando restringido como lugar de encuentro para aquellos que no pueden acceder a los espacios privatizados; la circulación y el acceso a muchos sitos se halla restringido según la capacidad de consumo de la gente. Estas formas de organización del espacio responden a concepciones individualistas de pensar y vivir, que de la mano de las nuevas tecnologías de la comunicación y del consumo, etc, refuerzan un progresivo repliegue a la vida privada. El individualismo como modelo de éxito a seguir atraviesa relaciones laborales, institutos de enseñanza, medios de comunicación, debilitando valores como la solidaridad, obstáculo para los intereses del mercado. Como telón de fondo que refuerza estas maneras de ser y hacer, asistimos a la pérdida de vitalidad del poder político nacional frente a la hegemonía del mercado internacionalizado. Las decisiones fundamentales en torno al empleo, a la salud, a la educación, por ejemplo, se han ido trasladando a manos tecnocráticas y transnacionales, quedando fuera del control ciudadano, divorcio entre poder y gobiernos especialmente notorio en las economías sumergidas. Estos y otros aspectos convergen en un debilitamiento de la participación ciudadana, de la acción colectiva y solidaria. El desafío es apostar a la implicación ciudadana en la construcción de propuestas de amplio respaldo desde la sociedad civil, así como la construcción de mecanismos eficaces de representación. En la promoción de transformaciones en los modos de interacción social, de racionalidades competitivas a otras más solidarias, adquiere singular relevancia entre otras cosas, la educación en el autoanálisis y la autogestión. La solidaridad colectiva en los microespacios grupales, comunitarios, locales, contribuye a hacer camino a la necesaria construcción de respuestas globales para los problemas globales. 2.-La ciudad, las ciudades Vázquez Montalbán titula “Barcelonas”, a su libro acerca de su ciudad, y algo de eso es de lo que quería compartir hoy con ustedes. Dos escenarios, muy distantes geográficamente, uno en una ciudad de Uruguay, otro aquí, en Barcelona. Ambos, por razones diversas que ya explicaremos, comparten la necesidad de instrumentar proyectos que impliquen a jóvenes en sus dinámicas ciudadanas y cotidianas. Tanto uno como otro, tienen efectos sinérgicos diversos, sus derivaciones van mucho mas allá de la idea sobre la cual se gestaron. En contextos de exclusión social, el barrio, la calle, la plaza, pueden oficiar de escenarios pedagógicos que permitan reconducir situaciones de deterioro social favoreciendo procesos de inclusión, mediante intervenciones que permitan ir generando pertenencias sucesivas, a lo grupal, a lo barrial, a lo social, así como construyendo autoestima y dignidad. Más allá de estos contextos de exclusión social, la apropiación de estos espacios públicos promueve la responsabilidad social y colectiva en sociedades cada vez más individualizadas. El primer escenario es la Plaza Folch i Torras del Barrio del Raval. Este es un barrio con elevada densidad de población, al que arriban constantemente personas de todas partes del mundo que vienen a Barcelona en busca de una oportunidad. Históricamente ha sido lugar de acogida de inmigración, y actualmente aloja a una población variopinta. Desocupación y marginación, gente sin techo, antigüedad de las viviendas, hacen muchas veces de este barrio un lugar estigmatizado, un lugar en el que mucha gente desearía estar de paso. Se han ido construyendo imágenes negativas del barrio, imágenes que se transmiten, y que a su vez perpetúan esta misma visión; En el imaginario colectivo se asocia el barrio a conflicto y marginalidad quedando exentos otros lugares de estas intranquilidades. Ha sido y es objeto de renovaciones urbanísticas (equipamientos culturales y universitarios por ejemplo) que intentan entre otras cosas evitar la conformación de guetos. Múltiples entidades públicas y privadas aúnan sus esfuerzos para la mejora del barrio y de la calidad de vida de sus pobladores. Volviendo concretamente a la plaza, digamos que allí se concreta hace algún tiempo una remodelación producto de un proyecto de jóvenes de varios Institutos del barrio. El proyecto “Audiencia Pública” del Instituto de Educación del Ayuntamiento de Barcelona está dirigido a jóvenes de entre 11 y 17 años. Alberga la necesidad de mejorar la convivencia en una ciudad étnica y culturalmente muy diversa. Por ello propone anualmente un tema a debatir entre los jóvenes a partir del cual presentar propuestas a la ciudad. El espíritu del proyecto es la educación para la convivencia y la participación ciudadana, constituyendo él mismo simultáneamente un procedimiento de participación ciudadana. Implica a los jóvenes en la reflexión acerca de las condiciones que tiene que tener la ciudad para mejorar la convivencia en el respeto a la diversidad. Analizar los entornos próximos, por ejemplo la escuela, el barrio, proyectando cambios, ideas, propuestas que tengan por fin la mejora del clima de convivencia; en 13

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otras palabras, hacer algo con estas otras caras de la globalización de las que hablábamos al inicio. Si recorremos la plaza tras la remodelación nos encontramos dos espacios claramente diferenciados. En la parte superior hay pistas de petanca que son visitadas asiduamente por adultos mayores autóctonos. En la parte inferior de la plaza hay diferentes espacios de juego; mesas de ping-pong, una pista de basket frecuentada mayoritarimente por jóvenes dominicanos, así como algunos marroquíes, y un espacio de juego infantil. Este espacio se halla rodeado por bancos frecuentados por jóvenes y sobre todo por madres con niños pequeños. Estos bancos es como si representaran nacionalidades, dado que a pesar de su disposición que habilitaría el relacionamiento, existe escasa interrelación entre los distintos colectivos, marroquí, autóctono, paquistaní, y dominicano, que frecuenta la plaza. Transformar la plaza en un lugar de encuentro y recreación, y por tanto promotor de convivencia, era el espíritu del proyecto de los jóvenes. Pero la complejidad de necesidades respecto a un espacio público como una plaza, seguro que es tan diversa como diversos son los colectivos que la frecuentan, la comparten, la habitan. Y una remodelación que puede contemplar en líneas generales intereses colectivos y compartibles de convivencia, empieza a encontrar diferencias, discordancias y conflictos que no habían sido negociados previamente. La pista de basquet que corona la plaza que puede ser definida por los jóvenes como necesaria para diversión, ocio y encuentro con otros jóvenes, no es interpretada de la misma forma por los vecinos de la plaza por ejemplo. Esta falta de definición y negociación colectiva en la antesala de la remodelación, resulta en primera instancia un tanto iatrogénica, ya que genera desencuentro y conflicto allí donde intentaba promover convivencia en lo diverso. La nueva dinámica del espacio promueve las quejas de los vecinos acerca, fundamentalmente, de los ruidos que hacen los jóvenes que utilizan el espacio, a lo que el Ayuntamiento responde solicitando la intervención del Proyecto Barrio Educador, del Casal dels Infants del Raval. La intervención comienza por la definición del problema por parte de los propios actores y usuarios de la plaza, de sus fricciones y sus acuerdos. Se pone en marcha un proceso de mediación que implica y responsabiliza a los diferentes actores en la dinámica de este espacio. Se desarticulan estereotipos y prejuicios interculturales e intergeneracionales en el acercamiento, el conocimiento de los otros, el diálogo y la generación de propuestas conjuntas. Es así que el proceso de mediación retoma el espíritu del proyecto involucrando además a los diferentes actores del espacio, en diversas actividades colectivas. A través de estas actividades se hacen positivamente visibles los diferentes colectivos, sobre los que muchas veces se construían prejuicios; danzas, comidas típicas, así como diversos saberes, se intercambian. Estas actividades, muchas de ellas realizadas en el propio espacio, se hacen extensivas a otros espacios del barrio, nuclean a la red de organizaciones sociales, interrelacionando gente de diferentes edades y culturas, que promueven ideas, se movilizan, negocian, participan. Esta experiencia comporta tanto en el proceso de los jóvenes de debate y planteo de su proyecto, como en sus derivaciones posteriores, la definición de las necesidades y satisfactores colectivamente, como ejercicio de autoanálisis, así como la participación en la negociación y en la gestión de los bienes colectivos. El segundo escenario referido, en un intento de interconectar tanto geografías como experiencias, transcurre en la ciudad de Suárez, cercana a Montevideo, la capital de Uruguay. Los actores son un grupo de adolescentes que si bien por el momento concurrían a su Instituto de Educación Secundaria, registraban un alto grado de absentismo, que era contemplado por profesores del Instituto con auténtica impotencia. Desmotivación, apatía, desesperanza, producto de realidades familiares paupérrimas, de desocupación muy prolongada que provocaba en muchos hogares la dificultad de cubrir necesidades básicas. El instituto constituye, además de un lugar de estudios, un centro social para los jóvenes. Allí ocurre una primera reunión, a la que no sólo concurren jóvenes sino también profesores y padres. El motivo de la reunión, que empezó siendo un espacio para pensar y plantear alternativas frente al absentismo y la desmotivación de los jóvenes, deriva en relatos personales y familiares de impotencia y desesperanza. Se empieza también a pensar qué soluciones colectivas pueden contrarrestar esta situación de empobrecimiento que padecen, y en una reunión posterior se propone la creación de una huerta orgánica en el Instituto; la idea es que a partir de este modelo se multiplique la experiencia en la comunidad. Lo que comienza siendo una propuesta reactiva a la crisis se transforma en una propuesta educativa. La intervención apuntó a sostener y transformar una respuesta que en principio fue reactiva, en la construcción de una propuesta alternativa y colectiva de autosustentación, a punto de partida de la definición de las necesidades del grupo en cuestión. Pensar juntos, colectivizar saberes, estrategias y alternativas, redistribuir roles entre alumnos, padres y vecinos. Constituyó una experiencia educativa de gestación de lazos solidarios de impacto psicosocial, así como un modelo de economía solidaria y cooperativa. Ambas experiencias, en mayor o menor medida, implican la construcción del otro, negociar con diferentes modalidades subjetivas, hacer acuerdos colectivos, dividir tareas, organizarse, conformarse grupalmente. Ambas experiencias involucran también apropiación de espacios públicos urbanos y en este proceso la construcción de subjetividad y lazos sociales más solidarios en sociedades cada vez mas individualizadas. 3.- Bibliografía consultada BAUMAN, Zygmunt, La sociedad individualizada”, Ediciones Cátedra, Madrid, 2001. BORJA, Jordi, La ciudad conquistada, Editorial Alianza, Madrid, 2003. MAX-NEEF, Manfred A. y otros, Desarrollo a Escala Humana, Editorial Nordan-Comunidad, Montevideo, 1993. VILLASANTE, Tomas R., Sujetos en movimiento. Redes y procesos creativos en la complejidad social, Editorial NordanComunidad, Montevideo, 2002.

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Trabajar y habitar: dos variables del control en la sociedad postindustrial. Gabriela Renée Rodríguez 1.- Introducción Entre fines del siglo XIX y principios del XX en todo el mundo que se sentía parte de la cultura occidental (entendiendo por él no solamente las metrópolis europeas, sino también las ciudades latinoamericanas que seguían bajo su influencia), los marcos de pensamiento y por consiguiente de acción, estaban definidos por el paradigma del industrialismo. La economía podía estar más o menos inmersa en el fenómeno del desarrollo de la máquina y su capacidad multiplicadora, pero indudablemente las elites de poder, los “formadores de opinión” y los diseñadores de políticas públicas homologaban progreso y sociedad industrial. Y esas elites habitaban en la ciudad, que poco a poco fue creciendo y poblándose de otros sujetos: futuros obreros, ex campesinos. La vida en la ciudad implicaba convertirse al sedentarismo, a la vida en un espacio concreto con la pretensión de insertarse en un esquema productivo más o menos consolidado de empleo por cuenta ajena en una fábrica o, a medida que la economía terciaria crecía, en un comercio o en una oficina. En cualquiera de los casos, las clases obreras y medias que vieron su nacimiento durante los primeros 50 años del siglo XX tenían como expectativa de vida el encontrar un empleo y una casa, y en ambos hacer su vida, posiblemente toda su vida. Todo un modelo que, rodeado de prestaciones sociales que se consiguieron en los distintos países merced a la lucha sindical, consolidaron una forma de sociedad conocida como “fordismo”: la empresa proveía de trabajo y de posibilidades de ascenso laboral, pero a la vez daba las pautas de comportamiento social que resultaban aptas para que ese ascenso fuera también un vehículo de promoción social. El trabajo como medida de las cosas, la casa-hogar como el espacio nutriente y como el destino del esfuerzo. Sobre fines de la II Guerra Mundial a este modelo se le suma el Estado de Bienestar, que se encargaría de promover a aquellos a los que el fordismo no había beneficiado, para integrarlos al sistema. En su versión más “educacionista”, se trataba de transformar a los grupos marginales en componentes útiles para una sociedad que se desarrollaba al vapor de las máquinas1; en su versión más “habilitadora”, de construir ciudadanía (política, jurídica y social)2. Un siglo más tarde las ciudades siguen creciendo, pero el Estado de Bienestar ya está casi ausente, el trabajo no es “para toda la vida” y las viviendas en propiedad son un mito para la mayor parte de la población. La sociedad industrial se ha desarmado, y la producción de objetos ya no es la actividad principal de nuestros núcleos urbanos. En este marco, tanto en el llamado mundo desarrollado como en el “en vías de desarrollo”, cada uno con sus particularidades, el tejido social se degrada a pasos agigantados y surgen la marginalidad y la violencia. Aún cuando las poblaciones siguen pensando en términos industriales (mi trabajo, mi casa, mi barrio, mi comunidad), la respuesta a esta situación se da desde las políticas de seguridad postindustriales: la segregación social que se 1

Sobre la relación entre estas políticas públicas, en particular en el ámbito de la vivienda, y las formas de control en Inglaterra puede consultarse a Taylor, Walton y Young (1988:26); describen las medidas del socialismo fabiano que ganó el poder en 1945 como estrategia de integración a la sociedad burguesa. Estas estrategias, sin embargo, reconocen antecedentes anteriores: se trata de las ideas de los Tratadistas, que habían iniciado su tarea en los siglos XVI y XVII (Rodriguez Fernandez 2003:20 y 118) europeos y cuyas enseñanzas campearon por sus respetos en América: la cuadrícula como forma de urbanización en ciudades como Buenos Aires y La Plata (Argentina) o Brasilia tienen mucho que ver con su influencia higienista e higienizadora. 2 La existencia del Estado de Bienestar no puede divorciarse de las luchas sociales. Los obreros, concientes por primera vez de su fuerza una vez que se ven juntos en las ciudades y que comparan la vida miserable en la que están sumergidos con la que viven otros habitantes de ese mismo medio, reclaman por lo que ahora ven como un derecho. El surgimiento de movimientos socialistas, anarquistas y en general, de reivindicación del derecho a una vida digna es paralelo al proceso de urbanización y de industrialización; es en las ciudades donde además esos obreros comienzan a tener acceso a algún nivel de educación y a la letra impresa en periódicos y pequeños opúsculos que los informan de que otra organización social es posible: las doctrinas sociales se difunden de la mano de una literatura (de ficción y no tanto) que se dirige a ellos. Y todo en la ciudad (Rodriguez Fernandez 2003:4 y sgtes.). Sobre la construcción de ciudadanía, además del texto clásico de T.H.Marshall, ver “Niñez y Democracia”, de Alessandro Baratta.

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practica con la “tolerancia cero” contra los marginales y el control “situacional” que, utilizando los recursos que da la informática, vigila la localización de los ciudadanos de pleno derecho (propietarios, blancos, legales, en fin, conectados).

2. Las ciudades hoy Si algo no ha cambiado sustancialmente desde el siglo XIX es la tendencia hacia la urbanización: el abandono del campo como lugar para vivir, y su reemplazo por el medio urbano se ha mantenido constante a lo largo de los últimos 200 años, y ello ha ocurrido, aunque a ritmos desiguales, tanto en los países desarrollados como en aquellos otros que no se han subido al tren del indefinido y lineal progreso. Y no solamente es una tendencia constante a la urbanización, sino que una proporción muy importante de personas tiende a concentrarse en ciudades de más de 750.000 habitantes, en megaciudades que, como tales, se convierten en espacios de conflicto (Castells 2003:498)

Cuadro I: Población urbana comparativa y en megaciudades en países escogidos. País Año pob. urbana pob. en ciudades + 750.000 h3 en miles % México 1990 72.5 15.130 18.2 2000 74.4 18.131 18.3 Brasil 1990 74.4 15.082 10.2 2000 81.3 17.755 10.4 Argentina 1990 86.5 11.182 34.4 2000 89.9 12.560 33.9 Chile 1990 83.3 4.568 34.9 2000 85.7 5.538 36.4 Francia 1990 74.0 9.334 16.5 2000 75.6 9.624 16.3 España 1990 75.4 4.172 10.6 2000 77.6 4.072 10.3 Reino Unido 1990 89.1 7.653 13.3 89.5 7.640 13.0 (estimaciones) Fuente: Anuario estadístico de Naciones Unidas, 44º edición, Nueva York (2000) Como se advierte en el cuadro I, Brasil, Argentina y Chile (en ese orden) son los países cuya tasa de urbanización habría crecido con mayor aceleración en los últimos 10 años; México tiene un ritmo de crecimiento que aparentemente es más parecido al de los países europeos, pero sin embargo su tasa de aglomeración en megaciudades es similar a la de los restantes países Latinoamericanos (excepto Brasil). El balance general podría ser más ciudad y en Latinoamérica, ciudades con más peso poblacional respecto del total de población (mayor tasa de aglomeración): cada vez vivimos más en la ciudad y en ciudades más grandes, que abarcan no solamente el centro histórico sino también sus periferias. Tanto en Latinoamérica como en varios países de Europa la política de construcción de ciudades satélite con la que a mediados de los novecientos se enfrentó la densificación de las ciudades ha dado por resultado, hoy día, la existencia de estas megaciudades que se han engullido los cuerpos celestes que giraban a su alrededor.

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Para Mexico, Argentina, Chile, Francia y el Reino Unido, el dato corresponde a las ciudades capitales, lo que implica la concentración en una sola ciudad de estos valores poblacionales. Para Brasil y España, corresponde a la suma de la población de sus dos más grandes ciudades, Rio de Janeiro (5, 5 millones de hab.) y Sao Paolo (10 millones de hab.) en el caso del primero y Madrid (2,8 millones de hab.) y Barcelona (1,4 millones de habitantes) en el segundo.

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3. Vivir y trabajar en el siglo XXI Como dijimos, el siglo XX empezó en las ciudades esa inercia no parece haber cesado. No obstante pueden introducirse algunos matices. Durante los últimos 50 años en los países desarrollados ha existido un movimiento que llevó a los urbanitas a abandonar el centro de las ciudades para desplazar su vivienda a espacios suburbanos, en busca de una mejor calidad de vida. La relación entre centro y periferia, que en el siglo XIX se resolvía a favor del primero, en el siglo XX de los países centrales comienza a resolverse a favor de la segunda4 (Hall 1996 /Castells 2003 I, pág. 168 y III, pág. 495/ Sennet 2001) y en el siglo XXI se agudiza. Actualmente los cascos históricos de las grandes ciudades pueden ser conceptualizados mediante dos modos de estar en ellos: usar y habitar la ciudad. Si en el siglo XIX las ciudades abigarradas eran el lugar donde se hacía la vida, se comía, se dormía, se trabajaba y se moría, la congestión de hoy se limita en muchos casos a las horas del día: los cascos urbanos se vacían por las noches, dejando el espacio para una habitación marginada, tanto desde el punto de vista material (espacio construido) como social (espacio compartido). Los lugares públicos y privados se han convertido en espacios de uso fundamentalmente diurno, y preferentemente de tránsito: en una sociedad que ha hecho de la movilidad su divisa, las calles céntricas, las oficinas y los lugares institucionales son el escenario del devenir. Este cambio puede ser relacionado con las mutaciones en el mundo del trabajo: al desplazamiento del empleo rural hacia el empleo industrial de fines del siglo XIX y principios del XX le ha seguido un paulatino movimiento hacia el sector de los servicios, que para 1994 concentraba un 63% de las tareas de la población económicamente activa en la Comunidad Europea, contra un 5% de la actividad agrícolo/ganadera y un 32% de la actividad industrial (Tapinos y Livi Bacci 2001, pág. 104). En América Latina la realidad no es sustancialmente diferente: mientras Chile y Brasil tenían a finales del siglo XX entre el 50 y el 60% de su actividad en el sector de los servicios (en comparación con tasas de entre el 20 y el 30% en la industria), Argentina llegaba al 73% (con un 25% de actividad industrial y apenas un 2% de actividad agrícolo-ganadera) -Cidob 2001, pág. 427-. Dentro del ahora sector mayoritario -servicios- se encuentra la llamada economía informacional (Castells 2003), aquella que se relaciona a la vez con la creación y la gestión del conocimiento fundamentalmente tecnológico, la ciencia aplicada. Este sector tiene como una de sus características la movilidad: crea empleo con rapidez, pero también a ese mismo ritmo lo destruye, traslada su sede de un lugar a otro con costos mínimos, genera valor sin generar producto, se desarrolla utilizando las posibilidades de interconexión entre mercados físicamente distantes, a menudo vinculados por medio de redes telemáticas, etc. Desde el punto de vista del empleo, el sector servicios se caracteriza por una precariedad laboral alta y unas exigencias de capacitación crecientes. El fordismo reinante en los primeros 50 años del siglo pasado generó una cultura del trabajo ligada al empleo industrial: permanencia en el puesto de trabajo, agremiación sindical, estabilidad relativa de los ingresos y las coberturas sociales, regularidad de los hábitos de vida y percepción del futuro como un contínuo ligado a un espacio físico y social particular. Pero esa forma de vida hace años que está terminándose. La gente piensa y vive en términos industriales, pero la economía es cada vez más postindustrial. El cuadro 2 nos muestra la evolución de la desocupación industrial en lo que Castells llama “los principales países y regiones” (2003 I:385). Lugar Año 1970 1980 1990 1997

UE (15 miembros) miles personas 38.400 35.200 30.200 29.919

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Brasil miles personas 2.499 7.425 9.410 8.407

Mexico miles personas s/d 2.581 4.493 6.125

También en esta tendencia pueden establecerse disparidades según los países, las que pueden ser explicadas de conformidad con sus respectivas tradiciones urbanísticas (Rodriguez Fernandez 2003). En Inglaterra, por ejemplo, la suburbanización comenzó bastante antes, durante los años 30 y 40 del siglo XX (Hall 1996). El desarrollo de las redes de transporte fue a la vez causa y efecto de estas políticas, en un fenómeno que puede constatarse alrededor del mundo.

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La desocupación industrial parece tener un decrecimiento constante en la Unión Europea; en Brasil la tendencia no es constante y en Mexico aumenta año a año. Sin embargo, la disminución de las cifras en Europa no deben engañarnos: en paralelo ha disminuído el porcentaje de empleo industrial durante estos últimos años5, aumentando el del tercer sector. Desde los años 70/80, el desarme del Estado como agente de promoción social y la conversión de la economía hacia el tercer sector6 impuso una lógica más ligada a los flujos que a las permanencias: en la búsqueda del puesto de trabajo en algunos casos y de la supervivencia en otros, se ha asumido la migración como una forma de vida, siguiendo las lógicas de un mercado de trabajo también móvil, no sólo en su desplazamiento geográfico, sino también en el social7. En medio de ello, el habitar, el vivir donde, y el construir para qué. Hoy se construye tanto en Barcelona como en Buenos Aires, pero qué?. Viviendas pensadas desde la función, no desde las particularidades del usuario; espacios creados como dormitorios, o como salas de estar, o como cuarto de baño. Es la idea básica de la escuela de Bauhaus: solo lo útil es bonito (Benévolo 1982:126). Más allá de las pequeñas diferencias, lo que une a las viviendas que hoy se construyen en las ciudades europeas y latinoamericanas, las que soñó Wells en su “Una utopía moderna” y que integraban las pesadillas del 1984 de Orwell o el Mundo Feliz de Aldous Huxley, es el significado: no se trata de hogares, sino de simples espacios habitados. Una vez más, Lecorbusier explícita el concepto: “Una casa es una máquina de habitar. ... Es preciso estudiar la célula perfectamente humana, la que responde a unas circunstancias fisiológicas y sentimentales. Hay que llegar a la casa-herramienta (práctica y que emocione lo suficiente), que se revende o se realquila. La idea de “mi techo” desaparece (regionalismo, etc.) porque el trabajo se desplaza (la contratación), y sería lógico que cada cual pudiera seguirlo con sus armas y bagajes. ... Casas tipo, muebles tipo”. (Le Corbusier, cit. en Choay 1983:288/289) El planteo es claro: la dependencia del mercado laboral vuelve efímera la experiencia subjetiva del habitar, alejándose del modelo de hogar, y con él del de comunidad, que presidió las ideas de quien puede ser puesto como el contramodelo de Lecorbusier: Ebenezer Howard8. En ellas el hogar y el trabajo eran componentes básicos de las nuevas urbes por fundarse: “aquí, en los terrenos de Ciudad-Jardín ...no hay dificultad para crear trabajo provechoso, verdaderamente urgente, imperioso: el de construir una ciudad-hogar. (Howard 1972:175) La referencia a la ciudad-hogar se repite en el planteo de Howard varias veces, casi tantas como se hace hincapié en la libertad del individuo para regir su propio destino y en la de la comunidad para diseñar su futuro. El tipo de viviendas de la ciudad jardín responde a una “variadísima arquitectura y diseño de las casas y grupos de casas algunas de ellas provistas de jardines comunes y cocinas cooperativas-; ... las autoridades municipales mantienen un control sobre estos puntos, promoviéndose paralelamente la expresión más completa del gusto y preferencias individuales, exigiéndose además un cumplimiento estricto de las adecuadas disposiciones sanitarias. (Howard 1972:140).

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Como se explicó antes, año a año la población dedicada a la industria ha disminuido permanentemente: la media europea de ocupación industrial era para 1910 del 31%; para 1950 del 38% y para 1994 del 32%; en paralelo, el sector terciario pasó del 27% en 1910 al 63% en 1994 (Tapinos y Livi Bacci, 2001:104). 6 Sobre las particularidades de la conversión al sector servicios en el caso español a partir de mediados de los 80’ puede consultarse el “Informe Petras; Padres - hijos: Dos generaciones de Trabajadores Españoles”, elaborado por James Petras en 1995, por encargo del CSIC y publicado en la revista “Ajoblanco” y en internet (www.rebelion.org/petras/informe-petras.pdf.). 7 Hablamos aquí de desplazamientos físicos, pero también de desplazamientos funcionales: el trabajador de hoy, casi con independencia de su calificación profesional, tiene que estar dispuesto a desempeñar tareas no necesariamente ligadas a su campo de formación ni a sus hábitos de trabajo. En comparación con la generación de nuestros padres, que podían definirse a través de sus profesiones (metalúrgico, empleado público, abogado, obrero, carpintero), nosotros estamos obligados a una polivalencia que repercute no solamente en la regularidad de los ingresos y la permanencia en un hábitat físico, sino también en nuestros hábitos vitales. 8 Ebenezer Howard fue el inspirador de las reformas que se hicieron en Londres durante los primeros 45 años del siglo XX. Influenciado por planteos anarquistas y socialistas, fundó varias ciudad-jardín cooperativas.

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El concepto de vivienda es distinto porque el concepto de ciudad, es también diferente: una ciudad donde se construye para habitar (en el sentido de Heidegger), donde dormir y trabajar sean parte del ciclo de la vida, tanto como compartir con los vecinos un poder descentralizado y horizontal9. La vivienda de Lecorbusier importa un ser humano adaptado a su función, la de trabajador, y como corolarios, la de una ciudad dormitorio y la de una humanidad adaptada a la economía y sus necesidades de cambio; la de Howard, un espacio ciudadano adaptado a las posibilidades y las necesidades del individuo: vivir, trabajar, compartir. 4. Inestabilidad del habitar y del trabajar: destrucción de la comunidad y reaparición de marginalidades crónicas. La inestabilidad endémica en el puesto de trabajo se trasluce en una inestabilidad tanto de las capacidades sociales de compartir el mundo del ocio y la cultura, como del acceso a la educación y la vivienda: los actores sociales, rotando de lugares y de ambientes no logran consolidar una identidad social, ni como vecinos de un barrio ni como miembros de un conjunto cultural. En un contexto en el que las posibilidades de consumo contribuyen a definir el perfil social, quien no puede asegurarse una cuota constante de participación en la compra ve que su perfil se desdibuja, que su identidad se pierde. De la misma forma que la ciudad (ciudad-hogar / ciudad-uso), el mercado de trabajo puede ser caracterizado según su duplicidad: el de los que participan de la posmodernización y el de los que han quedado anclados en la modernidad industrial. El primer grupo está compuesto de empleados con gran capacidad para adaptarse a la lógica de flujos, normalmente con empleos bien remunerados y relacionados con la dirección de los procesos que se desarrollan en el seno de la economía informacional (Castells 2003). Viven en los suburbios o en barrios privados, en viviendas de cierta calidad y alejadas del lugar donde trabajan, en ocasiones son propietarios de su propio espacio-dormitorio, y han incorporado dentro de sus rutinas el desplazamiento físico y funcional como estrategia para perseguir sus fuentes de ingresos. Pero existe un segundo grupo, el de aquellos que quedan fuera de la lógica de los flujos, ligados en algunos casos a una economía industrial o de servicios con muy baja cualificación técnica -limpieza, reparaciones, construcción, etc.- (De Marinis 1998; Castells 2003, III pág. 16310). Para ellos, dadas las condiciones económicas, sociales y culturales en las que han resultado emplazados al momento de nacer y de las que no han podido desprenderse o a causa de la desocialización que han padecido, la adaptación a la lógica de los flujos es poco menos que imposible. Son los que habitan los centros de las ciudades, los inmigrantes sin papeles, los jóvenes desempleados, los viejos jubilados que sobreviven gracias a una pensión: dada su escasa participación en el mundo laboral y por causa de 9

La continuidad entre hogar y ciudad es, conforme la descripción de Arendt (2002:39 y sgtes.), de una relativa novedad en occidente. Cabría hacer una historiografía de estas ideas -que aquí no podemos llevar adelante- pero baste señalar que el paso de la cuestión de la vivienda al ámbito de lo público (como problema del que el ser político debe ocuparse), y la atención paulatina que en la sociología y la psicología comienza a prestarse a los problemas de la vida cotidiana desde las primeras décadas del siglo XX, van a cuestionar la división tajante entre un espacio (el del hogar) y otro (el de la ciudad); esta nueva deriva tiene a su vez dos vertientes expresivas: la aparición de las ideas cooperativistas, en las que se propone el ensanchamiento de lo próximo, de lo cotidiano para mejorar las condiciones de vida en la ciudad-hogar -son los planteos autogestivos como el de Howard-, y la que, en cambio, propugna una mayor intervención de la ciudad-estado en los asuntos del hogar, aumentando el espacio de lo público a expensas de lo hogareño -trátase en este caso, a nuestro juicio, de la raiz de los planteos autoritarios. 10 “Como que una porción más grande de la mano de obra está atrapada en la vieja economía, la capacidad de generar valor de la nueva economía informacional se concentra en un sector de la ocupación relativamente pequeño que, de esta manera se apropia desproporcionalmente de los frutos de la productividad. ... Es posible que, con el tiempo ... un segmento mucho más grande de la población se beneficie de los procesos actuales de generación de riqueza. Con todo, la desigualdad inducida por la disparidad entre los dos sectores en su fase inicial tiende a reproducirse, ya que una renta más baja y una educación inferior tienden a reducir las oportunidades de prosperar en una economía basada en el conocimiento. En última instancia, se forman bolsas estructurales de pobreza entre los sectores de la población que no se ajusten al perfil del trabajador de la información.” (Castells 2003:163)

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ella, son los que no se mueven, los que están fijos espacial y socialmente, los que no se suben ni se subirán a la autopista de la información ni tampoco a las construídas hacia los suburbios. Y así vuelve a aparecer el “décimo sumergido” al que hacían referencia los novelistas tempranos del siglo XX (London, Orwell, Wells), los que hoy la sociología llama “infraclase”, aquellos que forman los guetos citadinos de los países de la opulencia. Pero una vez más hay diferencias entre ellos: una primera radica en que, mientras que a los primeros en el centro de la ciudad los atraía como lugar -físico- donde encontrar trabajo (Hall 1996, pág. 32) a éstos segundos los ancla en su espacio degradado, en viviendas y rutinas que se convierten en índice de la imposibilidad de hallarlo; una segunda es que mientras los primeros encontraron durante los años centrales del siglo XX a un Estado decidido a intervenir, los segundos no parece que puedan esperar esa providencia; la tercera, y para nosotros fundamental, es que mientras el décimo sumergido convivía en el mismo espacio con la burguesía (Hall 1996, pág. 24/28; Engels 1977, pág. 95/101; Rodriguez Fernandez 2003, pág. 50), lo que generó que sus condiciones de vida fueran objeto de la preocupación de las clases medias, los portadores de la “conciencia social” de hoy viven en sus barrios privados (en ciudades como Bogotá y Buenos Aires) o en los suburbios (tanto en Nueva York como en Londres o Madrid). Nuestras ciudades se convierten así, una vez más, en dispositivos de segregación para el control, pero que funcionan con una lógica distinta de la de principios del XIX: si antes se trataba de fijar espacialmente a todos los habitantes, la lógica postindustrial mueve a los integrados y fija a los desocializados. A los primeros los controla gracias a su inclusión en la sociedad de consumo y de trabajo informatizado e informalizado (Whitaker 1999): son adictos al trabajo disociados de cualquier sentimiento comunitario; a los segundos les aplica el control puro y duro y los recluye en guetos que, con suerte, están fuera de las paredes de la carcel.

5.- Bibliografía. ALGUACIL, Julio Elementos para construir una metodología de la mediacion social. http://habitat.aq.upm.es/boletin/n12/ajalg.html Madrid: Universidad Carlos III, 1999. BENEVOLO, Leonardo [1977] “Diseño de la ciudad”, volumen 5: “El arte y la ciudad contemporánea”, Editorial Gustavo Gili, SA, Barcelona, 1982. CASTELLS, Manuel L'Era de la Informació: economia, societat y cultura Trad. M. García Madera, Editorial UOC, Barcelona, 2003. CHOAY, Francoise, El urbanismo: Utopías y Realidades, Editoral Lumen, Barcelona, 1983. DE MARINIS, Pablo, La espacialidad del Ojo Miope (del Poder). Dos ejercicios de cartografía postsocial, Archipiélago nro. 34-35, Madrid, 1998, pp. 32/39. FARON, Olivier y GEORGE, Pierre, “Las migraciones europeas desde la Gran Guerra hasta ahora”, en J. P. Bardet y J. Dupaquier, Historia de las poblaciones de Europa. Los tiempos inciertos, Editorial Síntesis SA, Madrid, 2001, Vol. III, pp. 293-322. HALL, Peter, Ciudades del mañana. Historia del urbanismo en el siglo XX. Colección La estrella polar, Ediciones del Serbal, Barcelona, 1996. HOWARD, Ebenezer [1902] “Las ciudades-jardín del mañana”, en Carlo Aymonino Orígenes y desarrollo de la ciudad moderna (trad. del Laboratorio de Urbanismo de la Universidad de Barcelona). Editorial Gustavo Gilli SA, Barcelona, 1972. RIVERA BEIRAS, Iñaki, Forma-Estado, Mercado de Trabajo y Sistema Penal ("nuevas" racionalidades punitivas y posible escenarios penales), en I. Ribera Beiras, Mitologias y discursos sobre el castigo, en prensa para Antrophos, Barcelona, 2004. RODRIGUEZ FERNANDEZ, Gabriela, El espacio del control en las utopías y distopías literarias. Tesina de obtención del DEA del Doctorado en Derecho, Universidad de Barcelona, Inédita, 2003. SENNETT, Richard Vida urbana e identidad personal. Los usos del orden., Trad. J. Rovira. Barcelona; Ediciones Península, 2001. TAPINOS, George y LIVI BACCI, Massimo, “Economía y población”, en J. P. Bardet y J. Dupaquier, Historia de las poblaciones de Europa. Los tiempos inciertos, Editorial Síntesis SA, Madrid, 2001, Vol. III, pp. 93120. TRILLA, Carme La política de vivienda en una perspectiva europea comparada. Colección de Estudios Sociales nº 9, Fundación La Caixa, Barcelona, 2001. WHITAKER, Reg, “El fin de la privacidad: cómo la vigilancia total se está convirtiendo en realidad”. Trad. L. Prat Clarós. Paidós Comunicación, Barcelona, 1999.

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Ciudad con éxito: Regeneración urbana, proyectos emblemáticos, espacios públicos y eventos Mila Nikolić, arquitecta Serbia y Montenegro 1. Introducción El punto de partida para este texto es una reflexión sobre la posición actual de Belgrado, la capital de Serbia y Montenegro. Junto con procesos de deterioro físico, social y económico y malfuncionamiento del sistema urbano, hecho que tiene en común con muchas otras ciudades, Belgrado esta enfrentando un problema adicional: Durante los años de bloqueo económico y crisis política, la ciudad ha sido literalmente DISLOCADA y excluida de los procesos de integración europea. A pesar de los problemas tremendos que resultaron en aislamiento, empobrecimiento, inmigración de refugiados, fuga de cerebros, crisis de identidad e imagen de la ciudad y urbanización no planeada y banal, Belgrado mostró una gran vitalidad que hace a la autora creer en posibilidad de su regeneración, recreación y reposición en la jerarquía de las ciudades mundiales. Dentro de este contexto, la intención de este trabajo es: - Entender por qué algunas ciudades tienen éxito1; - Reconocer diferentes estrategias e instrumentos de política y promoción urbana en dichas ciudades y - Encontrar una aplicación de estas experiencias para Belgrado y su posición entre las Estrellas Urbanas Ascendentes.2

2. Contexto Global Las ciudades siempre han sido el reflejo de la sociedad: motores del desarrollo e intercambio y al mismo tiempo puntos de la saturación funcional y de problemas sociales, en todos los aspectos de la vida, cultura, negocio y comercio. Entender los factores de su éxito o fracaso es una parte vital del proceso de la regeneración urbana. Un extenso debate sobre este asunto demuestra una creencia renovada en la ciudad y su futuro, ya que está previsto que nueve de cada diez personas en la tierra vivirán en ellas. Este texto dedica su atención a las cuestiones de la jerarquía urbana y competición, intentando descubrir las cuestiones claves para el éxito de una ciudad en el principio del siglo XXI. Durante la historia, la gravitación del poder económico y administrativo hacia las capitales dominantes ha creado ciudades con éxito. Roma, Alejandría, Córdoba, París, Londres o Nueva York, cada una en su tiempo, demostraban una perspectiva internacional, diversidad cultural y étnica, conocimiento y educación, siendo “ciudades de elección". Pero la competición - para capital global, tecnología, profesionales y corporaciones multinacionales - nunca ha sido más intensa y las ciudades mundiales están amenazadas por las nuevas estrategias en ciudades menores, centradas a - marketing y branding agresivos, - gobierno innovador y - infraestructura tecnológica. 3.Ciudad con Éxito (Revisión en la literatura) En estos cambios profundos de las ciudades, el éxito se convierte en un imperativo, pero en la era del conocimiento y economías culturales su forma y definiciones son cada vez más abstractas. Las investigaciones3 identifican tres amplios objetivos comunes para la prosperidad de las ciudades y su éxito en el mercado global: Ya no se aspira sólo a la eficacia y crecimiento económico, sino cada vez más a la sostenibilidad ambiental e integración social. La riqueza ya no se mide simplemente en cuanto a posesiones materiales. Las ciudades cambian, pero los consumidores también, cada vez más dispuestos a pagar un plus por vivir nuevas experiencias. 1 2 3

"The creative City. A Toolkit for urban innovators"; Charles Landry; Earthscan Publications Ltd, London 2000

"Rising Urban Stars – Uncovering Future Winners"; Jones Lang LaSalle IP, Inc. 2003 “Property Futures 5th Edition (Vol. I-2002)”; Jones Lang LaSalle IP, Inc. 2002 “Property Futures - World Winning Cities (Volume II-2002)”; Jones Lang LaSalle IP, Inc. 2002

"Rising Urban Stars – Uncovering Future Winners"; Jones Lang LaSalle IP, Inc. 2003 21

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La naturaleza de la competitividad urbana también cambia. Las definiciones del éxito tradicionales, basadas en tamaño, jerarquías y abundancia económica, se substituyen por una nueva dinámica urbana hecha de conectividad, redes, gestión urbana, marketing, ambiente, calidad de vida y cultura. La dimensión cultural de la ciudad y calidad de su ambiente físico y arquitectónico aparecen como condiciones imprescindibles para su capacidad de atracción. Eso implica un enfoque hacia la interacción de marketing y regeneración urbana a través de cultura urbana, vía espacios públicos, proyectos emblemáticos y eventos, que parecen ser las respuestas para nuestro futuro, en el cual el ocio toma un papel cada vez más importante. En ninguna parte este futuro de experiencias y atracción no se refleja y ejemplifica mejor que en los frentes litorales de las ciudades. Dentro de un recorrido por los ejemplos internacionales de regeneraciones de los frentes fundadas en dichos medios se indican los temas más importantes que se deban considerar en la regeneración urbana sostenible de Belgrado.

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4.Estrategias y Aproximaciones En un sentido, llegamos a ser una sociedad “post-económica”, progresando por encima de la "jerarquía de necesidades". La preocupación principal de ciudades y sus gobiernos se mueve hacia la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos - en aspecto físico, económico, social y cultural. "El paradigma de la nueva política urbana implica un crecimiento intra-urbano y densificación de las áreas centrales” (...), mientras que “la atracción, identidad, eficacia y marketing urbano se convierten en un componente esencial de la reestructuración urbana." 4 Marketing Urbano En las competencias crecientes, la imagen, brand y perfil tienen la significación enorme para las ciudades de hoy y su éxito de mañana. El marketing urbano llega a ser más importante emergiendo como nueva y precisa disciplina científica. “Branding campañas, misiones comerciales, proyectos de la infraestructura y los eventos culturales y deportivos prestigiosos se convierten en componentes claves de las estrategias urbanas"5. Si desean unirse a la carrera para el éxito, las ciudades como Belgrado tienen que poner al día su conocimiento, habilidad y entender del marketing en escala urbana o nacional. Regeneración Urbana … El urbanismo nuevo integra objetivos de la reactivación económica y calidad de vida. La cultura urbana revaloriza el uso de la ciudad, con una nueva apropiación pública de espacios y recursos urbanos. Este trabajo se concentra en la regeneración a través de cultura urbana, vía - Espacios públicos; - Proyectos emblemáticos/edificios icónicos: Frentes litorales; - Eventos importantes de la ciudad; como herramientas de gran importancia para la regeneración urbana y reposición de la ciudad, conducidas por deseo de levantar su perfil, cambiar opiniones domésticas e internacionales y mejorar sus propiedades inmobiliarias en una tentativa de atraer capital global y humano y convertirse en una ciudad ganadora con éxito, y como estrategias más apropiadas para la ciudad de Belgrado al principio del siglo XXI, cuando se integran con un marketing urbano fuerte en una visión del éxito. … vía Eventos Importantes Los eventos importantes representan para las ciudades una oportunidad extraordinaria de mostrarse a la audiencia internacional como ciudad con éxito y de alcanzar esa combinación impresionante del suceso económico, ambiental y social definida en previas secciones. … vía Proyectos Emblemáticos En las últimas décadas ha crecido el reconocimiento del valor de los proyectos emblemáticos y ambientes de alta calidad en promoción de la ciudad, igual que expectativas publicas sobre los temas de diseño, experiencia espacial e identidad. Es difícil que edificios icónicos por sí solos sostengan objetivos de la regeneración, pero como parte de un acercamiento holístico al desarrollo multifuncional y con un business modelo creíble y sostenible, pueden actuar como catalizadores de gran alcance para la creación de destinación y respirar nueva vida en las ciudades, conduciendo a la creación de valor y así a la regeneración urbana a largo plazo, entregando una conexión poderosa entre las autoridades urbanas, negocios y comunidades6. … vía Espacios Públicos En los espacios públicos se encuentran los temas de calidad de vida y ambiente urbano, integración y contrato social, propiedad y orgullo de la comunidad, vibraciones urbanas, alma e identidad. Éstas son las cuestiones claves para un objetivo global común de las ciudades que compiten para el éxito: Atraer mano de obra experta y hacer ciudades más habitables. Así los espacios públicos aparecen como una herramienta importante de marketing urbano y regeneración de la ciudad al mismo tiempo, haciendo la parte de un sistema de actividades estratégicas de la política urbana de reequilibrio y foco de la regeneración de sus alrededores. Conclusión: Sinergia Sinergia de diversos usos es la solución para que la organización de eventos, desarrollo de proyectos emblemáticos y recuperación del espacio público se encuentren con objetivos de la regeneración urbana, en un acercamiento flexible al business modelo sostenible de un ayuntamiento progresivo, creando nuevos valores: 4

“Institutional and Urban Management Instruments for Inner City Revitalization: a brief review with special focus on Brazilian experiences” Claudio C. Acioly Jr.; Institute for Housing and Urban Development Studies – IHS, Rotterdam 1999

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JLLS What’s the Story – More than Sporting Glory?; Roger Hobkinson; Jones Lang LaSalle IP, Inc. July 2002, pg.14 23

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Creación de Destinación. De tierra abandonada de valor baja, a una vecindad vibrante, con el funcionamiento potencial 24/7 y acoplamientos en alrededores. Calidad de Vida. Orgullo de la comunidad y disposición de las instalaciones de ocio para la gente local. Exposición. Valor no cuantificable ganado a través de la creación y proyección de un "lugar". Valor Económico. Aumento de los valores de propiedades inmobiliarias proporcionará la oportunidad de atraer usos del valor más alto (oficinas, residencias, comercio, ocio) generando nuevas posibilidades de empleo. Masa Crítica. La oportunidad de capturar la fusión del ocio, entretenimiento y comercio para responder a las expectativas aumentadas del consumidor - "se trata de experiencia". (JLLS)7

Pero la sinergia no es sólo entre la regeneración urbana y sus medios. Esto son al mismo tiempo las herramientas del marketing urbano y creación de la imagen de la ciudad y elementos de las políticas urbanas y culturales. La intención de este trabajo es abogar al acercamiento complejo e integral de la regeneración y marketing urbanos a través de la cultura urbana, es decir eventos, arquitectura y espacios públicos 5.Casos internacionales Aquí se dará el breve análisis de las ciudades que consiguieron obtener éxito y reconocimiento internacional con sus grandes proyectos emblemáticos, espacios públicos y eventos urbanos importantes que los condujeron dentro de una transformación urbana significativa. Baltimore, Barcelona, Bilbao, Dubai y Rotterdam indican los temas más importantes que se deban considerar en la regeneración urbana sostenible de Belgrado, teniendo otra característica en común: todas tienen Frentes litorales Esto no sorprende, porque Belgrado es una ciudad con dos ríos. El agua ha sido siempre el factor de atracción, alrededor del cual las ciudades crecieron y se desarrollaron. Los ríos y mares eran fuente de vida, manera de la comunicación, posible amenaza o protección. Era en sus orillas donde París, Venecia, Nueva York o Sydney construyeron su arquitectura y símbolos más hermosos de su prestigio. Los cambios en tecnología en el final del siglo XX trajeron nuevos asuntos urbanísticos del espacio abandonado, donde estaban una vez los puertos, railes ferrovíarios y zonas industriales. Éstas son algunas de las ultimas localizaciones "intra muros" de las ciudades mundiales a desarrollarse, dando la oportunidad extraordinaria para la regeneración y nuevos símbolos. Esta característica será de gran importancia en la regeneración de Belgrado, con su potencial enorme del anfiteatro del Sava, 200 Km de orillas y marinas del Danubio y la Gran Isla de Guerra, que se deberían convertir en lugares de gran atracción, pero con la sensibilidad especial para la preservación del ambiente natural. BARCELONA: Barcelona Olímpica 1992

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Ibid. 24

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El caso paradigmático para nuestro tema es la regeneración urbana del frente litoral de Barcelona asociada a los Juegos Olímpicos 1992, especialmente importante para este trabajo debido a ciertas semejanzas en el momento sociopolítico en el desarrollo de Barcelona entonces y Belgrado ahora. Una motivación primordial para que Barcelona licite de recibir las Olimpiadas, en línea con la admisión de España en la Unión Europea en 1986, era la necesidad de un catalizador para alzar la economía local de Cataluña y emprender la regeneración importante para la ciudad cuya infraestructura urbana había sufrido como resultado de la declinación gradual. Barcelona se transformó brevemente de una ciudad industrial "gris", en medio de una crisis económica profunda en los 80, a una historia internacional del éxito de la década más adelante. El ingenio creador de políticos y urbanistas expertos consiguió con las Olimpiadas dinero, energía y espíritu de la cooperación para hacer en diez años preparando su oferta desde 1981 – lo qué habría tomado normalmente un tiempo mucho más largo. Las fundaciones sobre las cuales las Olimpiadas crecieron fueron colocadas durante un siglo de la historia del desarrollo urbano conducido por eventos y apropiación de espacios públicos. Espacios públicos Siguiendo las herencias de dos exposiciones incorporadas en los parques de la Ciudadela y Monjuïc, el momento de la crisis se aprovechó para adquirir los abandonados terrenos industriales y mejorar los espacios e instalaciones públicas importantes para la ciudad. La idea del itinerario cívico se materializó en las paseos y ejes urbanos que reflejan una visión en "estilo barcelonés" y nuevo planeamiento dinámico de Oriol Bohigas abierto a las futuras ampliaciones y conectividad8. Con la armonización de la ciudad y sus vecinos, Barcelona podía concentrar su energía en solucionar sus necesidades a nivel de ciudad - abrirse hacia el mar, terminar sus rondas internas y externas y ampliar sus sistemas de infraestructura - para crecer en la Barcelona Olímpica9. Eventos Barcelona ya tenía una gran experiencia de saber aprovechar los eventos importantes urbanos: -

1888 Exposición Universal: Zona Este, Ciutadella 1929 Exposición Internacional: Zone Oeste, Plaza España, metro 1982 Copa del Mundo: Desarrollo de las instalaciones deportivas 1992 Juegos Olímpicos: Abertura de la ciudad al mar, acoplamientos de transporte, desarrollo de la imagen (`la ciudad más importante del Mediterráneo') 2004 Forum universal de las culturas: La extensión del frente de mar.

A través de esta historia se puede seguir la evolución del formato del evento, que corresponde con los cambios en la sociedad: - Exhibiciones industriales y revolución tecnológica; - Competición deportiva y representación simbólica; - Debate cultural.10 Proyectos emblemáticos La parte integral del "modelo barcelonés" de la regeneración urbana han sido los proyectos icónicos que inseparadamente fueron ligados a eventos importantes, de la extravagancia deportiva de Calatrava en Monjuïc al MACBA de Meyer y pez de Gehry en la Vila Olímpica. Estas obras maestras arquitectónicas se convirtieron en símbolos de Barcelona, la cual continúa la tradición usando el Forum de Culturas 2004 como un marco y herramienta de la promoción/especulación para la extensión del frente marítimo y activación de la parte del este de la ciudad con el proyecto Diagonal Mar, nuevo Centro de Congresos de Herzog y DeMeuron, vecindad nueva y parque diseñados por Enric Miralles y Benedeta Tagliabue, torre Agbar de Jean Nouvel y Cineplex de Zacha Hadid. El estrella-sistema arquitectónico, otro asunto importante actual, forma parte de la estrategia y muestra importancia y niveles de la integración de estos procesos. BCN Hoy Barcelona ha desarrollado un alto perfil internacional e imagen fuerte de vibrancia y vitalidad. Su ambiente sociocultural está resultando en la inmigración de los profesionales jóvenes, que será un excedente dominante de la 8

“Barcelona espai public”; Ajuntament de Barcelona, Barcelona 1993 “Behind Barcelona’s Success Story: Citizen Movements and Planners’ Power”; Nico Calavita, Amador Ferrer Journal of Urban History, Vol. 26 No. 6, September 2000 793-807 © 2000 Sage Publications, Inc. 10 “Urban Regeneration, Arts Programming and Major Events: Glasgow 1990, Sydney 2000 and Barcelona 2004”; Beatriz García; IFEA 03 presentation, 2003 9

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década que viene. La ciudad tiene un gobierno eficaz y dinámico y alta inversión en la infraestructura. El parque inmobiliario se está desarrollando, todavía de bajo estándar a pesar de alta actividad en construcción. Los inversionistas internacionales han sido activos por varios años, y Barcelona continuará siendo un lugar favorecido para ellos. La característica más dominante de Barcelona es una estrategia muy influyente en marketing urbano: Desde el período antes de la designación olímpica de la ciudad, Barcelona sabía proyectarse como la ciudad del mundo, lo que le permitió ser un punto obligatorio de referencia de cualquier estudio, seminario o congreso sobre ciudades en Europa y mundo. Lo más importante es que alcanzó incrementar su atracción comercial, turística y cultural. Mientras otras ciudades aumentarán sus esfuerzos para mejorar la oferta cultural y de ocio, Barcelona ya tiene una ventaja – su ambiente sociocultural apoyado por gobierno y branding fuertes serán activos claves. BILBAO: Guggenheim Museum, 1997

El "Lugar" como un Catalizador del Crecimiento Enfrentada con el derrumbamiento de su tradicional base industrial y declive urbano, Bilbao dio vuelta al sector de servicio para la salvación, pero reconoció la necesidad de una imagen o emblema identificable en el exterior. El Museo Guggenheim de Frank Gehry sirvió de símbolo. La ciudad ha experimentado un renacimiento cultural notable, ayudada por la infraestructura mejorada, sistema futurista del metro diseñado por Norman Foster, puente de Calatrava y otros proyectos prestigiosos. Este gran éxito en la transformación de la imagen de la ciudad está desafiado hoy por logros a largo plazo, sostenibilidad del impacto económico, ventajas para los locales y temas sociales.

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DUBAI: Burj Al Arab

Creación de Destinación – Poder de edificios Dubai también demostró el poder de combinar ocio con proyectos emblemáticos. El hotel Burj Al Arab de Sir Norman Foster ha sido de un alcance inmenso para la fabricación de una declaración atrevida y branding de la ciudad. Lo siguieron numerosos hoteles y un plan cuidadoso del gobierno para ampliar y diversificar la economía, dándonos la lección sobre peligros de monofuncionalidad, sensibilidad a los cambios del mercado y sobre necesidad del ambiente de negocio competitivo y inversión en desarrollo de la construcción y infraestructura. BALTIMORE: Inner Harbour, 1980, 2002

El primero El primero y más reconocido, el caso de Baltimore nos da una buena lección: el efecto de la regeneración no es eterno. Enorme éxito de la regeneración urbana del Puerto Interno de los 80 se tenia que reconstruir veinte años después para respirar la vida verdadera en el área. La economía de la ciudad ha avanzado desde la confianza completa en su puerto hasta abarcar las industrias más generales financieras, banqueras, de seguro y turismo.

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ROTTERDAM: Kop van Zuid, 1988

Lo qué sobresale uno de los proyectos más comprensivos del frente acuático de los Países Bajos, en el cual se destacan la construcción del Puente Erasmus, Nuevo Teatro Luxor, World Port Building, etc. es la decisión de evitar el desarrollo puramente comercial y respirar la vida verdadera integrando viviendas sociales y residencias de estudiantes en el área crecientemente prestigioso. Conclusión Esta breve descripción de casos y experiencias notables confirmó mi análisis anterior sobre la importancia y poder de espacios públicos, proyectos emblemáticos y eventos como medios de la regeneración urbana, en sinergia con el marketing urbano y creación de imagen de la ciudad, demostrando tanto puntos fuertes como débiles, acentuando que cada caso tiene sus propias características y rasgos locales, que las recetas y modelos no se pueden multiplicar y dando así direcciones para el éxito futuro de Belgrado.

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BELGRADO

¿Belgrado llegará a ser una de las estrellas urbanas ascendentes? El SWOT análisis mostró que esto depende en parte de las fuerzas fuera del control de Belgrado y en parte de cómo se ella coloca para aprovecharse de las oportunidades del futuro. Explotar su potencial requiere la acción seria, continua y holística por muchos agentes y una VISIÓN grande y clara a largo plazo. Para hacerla realmente competitiva es necesario establecer el clima económico adecuado para el negocio y comercio, proporcionar la eficacia y calidad de servicios, animar la inversión pública y privada en infraestructura, transporte público, ambiente, instalaciones y atracciones emblemáticas y promover propia cultura y identidad. Esto no puede ser sólo un proceso de la reinvención económica, sino también del esfuerzo cultural-artístico y vigor social11, para hacer la ciudad agradable para los visitantes, inversionistas extranjeros y sobre todo para sus ciudadanos. Requerirá mucho trabajo, conocimiento, innovaciones, ideas y creatividad, pero permitiría que Belgrado se convierta en una nueva estrella urbana. Recomendaciones Este trabajo quería mostrar el poder de la visión, ideas y creatividad unidas con conocimiento y trabajo duro. Su sinergia y un acercamiento holístico a la regeneración urbana que integra el desarrollo de los proyectos emblemáticos, eventos importantes y espacios públicos con la promoción fuerte y activa de la ciudad, como catalizadores importantes y de gran alcance para la transformación y éxito de Belgrado, deben hacer de la ciudad el espectáculo vivo. Pero con esto no se agotan los temas, sólo se abren para un debate extenso sobre las tensiones tradicionales que balancean en la regeneración urbana - centro/periferia, público/privado, permanente/temporal, local/internacional.

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“Waterfronts. A New Frontier for Cities on water”; Rinio Brutonesso (ed); Int. Centre Cities on Water, Venice 1993 “Water and Industrial heritage”, Rinio Brutonesso (ed); Marsilio, Venezia 1993 29

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La Ciudad del Espectador Carolina Ferrer 1.- Introducción Motiva este trabajo el hecho de haber realizado un proyecto de intervención en un paraje semidesértico para la tesis de grado. Para los que venimos de la ciudad, la unidad del desierto nos supera en espacialidad y tiempo. Un entorno que permanece constante pese a sus variaciones, donde todo se traduce a una extensión horizontal entre el cielo y la tierra. La falta de referencias nos obliga, al momento de proyectar, a replantearnos acerca de formas de asentamiento y de lectura de la arquitectura, no solo como hecho físico, sino cultural en la conformación del ambiente. De la arquitectura como límite y como contexto de nuestras vivencias cotidianas. “En el desierto no existe la superficie que tamiza la información que llega al espectador, simplemente porque no hay información que describir.” Es en el master de arquitectura, arte y espacio efímero al tener contacto con diferentes disciplinas afines y no tanto, mas sensibles si se puede decir, en donde el arte, el teatro o el cine a través de sus representaciones, me permiten acercarme a las “evidencias” de que percibimos la realidad desde nuestra irrealidad. Entender la arquitectura desde el espectador es entenderla desde lo efímero, desde los componentes que hacen que nuestra percepción de la ciudad sea a cada instante diferente. 2.- Condiciones previas En este trabajo se entiende a la atmósfera como el espacio al que se extienden las influencias de una persona, o ambiente que rodea a esta (y nunca a la capa de aire que rodea a la tierra, o como el término utilizado por la ecología sugiere, medio ambiente). Es muy importante tener esto en cuenta, ya que el discurso será siempre en relación al espectador. Por lo mismo el Ambiente (al que haremos referencia constantemente) o Entorno serán condiciones o circunstancias ya sean físicas, culturales, sociales, humanas, etc., que rodean al espectador. El hecho arquitectónico será entendido como parte del ambiente del cual el hombre es participe. Entendiendo la complejidad y la amplitud que los términos atmósfera o ambiente pueden sugerir, hay que aclarar que el presente estudio hace referencia al espectador de la ciudad: La ciudad contemporánea; sin olvidar que el objeto de estudio es el espectador y su relación con la ciudad y no la ciudad, por lo tanto entenderemos también los límites en cuanto análisis que esto determina. De las múltiples relaciones que se pueden establecer entre espectador y ciudad, nos referiremos básicamente a las que tienen acción en el espacio público, y como nos referimos al análisis de la mirada en el andar cotidiano, pierden importancia algunas categorías de un análisis metodológico de la ciudad, para dar lugar a otros de menor escala, por así decirlo. Los lugares elegidos para el estudio por lo tanto, no tendrán relevancia en sí como lugares de la ciudad, intentando describir alguna problemática de ésta, sino como ámbitos de lo cotidiano.

3.- Estamos Rodeados. Atmósfera Estamos rodeados, como expresa Kevin Lynch, en cada instante hay más de lo que la vista puede ver, más de lo que el oído puede oír, un escenario o un panorama que aguarda ser explorado. El concepto de Atmósfera ha sido utilizado en ámbitos como la arquitectura, pero principalmente en el teatro, el cine y demás disciplinas afines. Por un lado, para establecer unas condiciones ya sean materiales o inmateriales que definen un espacio dado, y por otro intentado brindar las sensaciones o emociones que describen un lugar: trasmitir, es decir, representar un espacio o lugar. En el caso de las Escenografías, los ambientes pretenden provocar una sensación concreta en el espectador, dar un mensaje. En una ciudad, no siempre es ésta una situación prediseñada o intencionada. Hay lugares que tienen una atmósfera, en donde uno se siente rodeado de algo especial, ese “algo especial” que lo diferencia de

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La ciudad del espectador. Carolina Ferrer.

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otros lugares, y que muchas veces el cine o el teatro han sabido plasmar con muy pocos elementos. ¿Son las luces? ¿Es el olor, los sonidos? El concepto de atmósfera es por ello dinámico. De alguna manera, establece una síntesis de la complejidad de la interacción de los elementos que la componen. Elimina cualquier clasificación para dar lugar a lo que acontece, como si se tratara de una textura. Siempre establece un espacio cualificado, y plantea, desde un punto de vista que interesa a nuestra investigación, una temporalidad, en lo que luego avanzaremos. Queda implícito el movimiento o por el contrario la falta de movimiento, la calma. En este trabajo nos referimos en concreto a la atmósfera del espectador. Y como tratamos de un espectador urbano, siempre es en relación a la ciudad. Entonces, la atmósfera será el espacio al que se extienden las influencias del espectador, o el ambiente que rodea a éste. El ambiente o entorno, visto así, es un conjunto de condiciones o circunstancias ya sean físicas, culturales, sociales, humanas, etc., que rodean al espectador. Se plantea como el lugar de lo efímero. El entorno y sus circunstancias, como un concepto homogéneo del lugar del presente o de los acontecimientos, en donde la arquitectura es puesta en marcha. El hecho arquitectónico es entendido entonces como parte del ambiente del cual el hombre es partícipe, es interpretado como campo de acción del hombre. La actuación del arquitecto implica siempre cambiar una situación. En la actualidad, se pide cambiar la situación, pero a menudo no se pide apreciar la situación o entenderla. Los impedimentos no son sólo de orden económico, sino que los instrumentos de esas investigaciones son, por definición , instrumentos de otros, y que los elementos de análisis e investigación no están por su naturaleza, dentro de su repertorio. Se hace cada vez más importante operar a dos niveles, uno en el que se produce la arquitectura y otro independientemente de la arquitectura, que intenta comprender al nivel más básico que está ocurriendo con el mundo y como afectan estos fenómenos a la arquitectura1. La arquitectura no se define sólo por su materialidad, estabilidad y permanencia, construida con materiales sólidos, como el hierro, la madera, el vidrio, el plástico y otros. Existen otros componentes más ligados a la transformación continua del espacio, más inmateriales, pero de alguna manera perceptibles. Componentes efímeros como luz, sombra, color, sonido, agua, aire, fuego o vegetación, entre otros2. Componentes que definen como cualidades la movilidad, mutabilidad, inestabilidad, o ligereza. La percepción de la arquitectura también se ve afectada, en gran medida, con los avances en las comunicaciones y medios informativos. Arquitecturas que no son percibidas en vivo y en directo, sino que nos son transmitidas, una construcción hecha de imágenes, imaginada, de sonidos, de información, arquitecturas que existen sólo en la ficción, espacios virtuales. De igual manera, las ciudades están hechas de diferentes materiales. Es una superposición de muy diversos estratos lo que estructura una ciudad. Entre ellos, la representación, los símbolos, la memoria, los deseos, los sueños3. Salirnos de la arquitectura no implica eliminar todo lo que ya se dice normalmente haciendo y hablando de arquitectura. La intención es mirarla desde y como parte del ambiente del hombre. 4.- Conceptos y herramientas prestadas Llevar al escenario un espacio implica reconocer ciertos valores y luego representarlos, es decir, se trata de una mirada crítica, que además pone de manifiesto esa sensibilidad que se reclama al arquitecto. Se han introducido de manera muy sintética algunas herramientas y conceptos extraídos del teatro y del cine, como cuadro, espectador, enfoque, escenario. Desde el teatro mejor lo expresa Peter Brook cuando dice que el escenario es

1

/ Rem koolhaas y Havard Design school Project on the City, Stefano Boeri y Multiplicity, Sanford Kwinter, Nadia Tazi, Hans Ulrich Obrits , Mutaciones, Bordeaux y Barcelona, arc en revé centre d’architecture y Actar, 2001 2

/ Santiago Roqueta, Joseph M. Fort, eds., Arquitectura, Arte y Espacio Efímero, Barcelona, Ediciones UPC, 1999. Ignasi Sanfeliu Arboix, La Construcción del espacio: los delimitadores materiales y los componentes efímeros 3

/

Josep María Montaner, La modernidad superada, 2da edición, Barcelona, Gustavo Gili, 1998

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La ciudad del espectador. Carolina Ferrer.

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un reflejo de la vida, pero esa vida no puede revivirse por un momento sin un sistema de trabajo basado en la observación de ciertos valores y en formación de juicios sobre esos valores4. La representación cinematográfica nos interesa, porque al incorporar el movimiento o el tiempo reproduce parcialmente la visión humana. Según Brook existe una sola diferencia importante entre el cine y el teatro. El primero proyecta sobre la pantalla imágenes del pasado. Como eso es lo que hace la mente durante toda la vida, el cine parece íntimamente real. Y dice, claro está que no es nada de eso, sino una satisfactoria y agradable extensión de la irrealidad de la percepción cotidiana. El cine es responsable de gran parte de la construcción del imaginario colectivo. Se ha encargado de representar tanto espacios reales, en los que podemos haber estado físicamente o no, como espacios ficticios, pero creíbles. Algunas películas han pasado ya a formar parte del imaginario colectivo. En Metrópolis, de Fritz Lang (1927), vemos una ciudad inventada expresamente para el cine. Otra película ampliamente estudiada, ha sido Blade Runner, de Riddley Scott (1982). La mayoría de los problemas que plantea en esta última forman parte de asuntos cotidianos con los que se enfrentan los ciudadanos de las metrópolis de todo el mundo5. Basada en una historia de Philip K. Dick - el mismo creador de Blade Runner-, en Minority Report, Steven Spielberg (2002), se establece el tópico de ver, y pre-ver. Desde esta perspectiva se representa una ciudad del futuro.

En relación directa con este trabajo en el cine podemos constatar: primero, cómo todas las escalas del entorno se perciben simultáneamente ignorándose las divisiones convencionales entre las disciplinas. Esto se puede comparar con la idea de cuadro homogéneo, o textura; segundo, los espacios de influencia de una persona, por ejemplo, la relación de los personajes con su entorno, y con la arquitectura. En otros casos, como la arquitectura puede ser el mismo personaje. Nos habla de las relaciones “sentimentales” entre los usuarios y su ambiente, a través de la influencia que los afectos, recuerdos, ilusiones tienen sobre los objetos, la arquitectura o el espacio, estableciendo una jerarquía privada. El teatro por otra parte, siempre se afirma en el presente. Esto es lo que puede hacerlo más real y más inquietante. Es capaz de extraer significados, valores y símbolos y representarlos, (re-representarlos) a través de la obra o la escenografía. A efecto temporal, nos interesa ese afirmarse en el presente, en como, en una pieza teatral, un misma escena, es siempre nueva e irrepetible.

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Peter Brook, El Espacio Vacío, Barcelona, Ediciones de Bolsillo, Península, 1969

Jorge Gorostiza y Ana Pérez. Ridley Scott Blade Runner, Estudio Crítico, Barcelona, Ediciones Paido Ibérica, 2002

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5.- Dimensiones Cuando hablamos del espectador de la ciudad como sujeto y objeto de estudio, surge esta necesidad de explicar el contexto en el cual se mueve, la ciudad entendida desde quien la mira. Las dimensiones quedan definidas por dos parámetros, uno es el espacio de recorrido y el otro el tiempo de recorrido. La relación entre ambos se dará a través de los movimiento del espectador, de su andar. La imagen que tendrá de su ambiente es el resultado de un proceso bilateral con el mismo. Mas allá de un tiempo necesario de recorrido, para hablar de lo efímero y de la imagen del ambiente, cuenta el momento del recorrido, entendido como el aquí y ahora. En relación al espacio, para Cerrasi la cultura arquitectónica ha dado, y continúa dando, distintas interpretaciones del concepto de espacio, no necesariamente contradictorias, pero cada una de ellas aplicable sólo a un distinto nivel del fenómeno. En sus acepciones más comunes, en la práctica y en la cultura arquitectónica, este término significa ya sea el vacío que está entre los objetos – entre el edificio y el horizonte, entre pared y pared – o la sensación despertada en nosotros por la percepción de objetos y localizaciones, en algún modo referibles a nuestra relación yo-ambiente. Sólo con un vocablo se cubre una tal riqueza de fenómenos de la memoria, culturales, receptivos, que su aplicación a situaciones concretas en la arquitectura define a veces demasiado o demasiado poco. Dentro de su análisis define dos tipos de espacios, aplicables para establecer como categorías en este estudio; Espacio topológico: es matemáticamente definible y mensurable, es decir, al menos en la teoría puede captarse objetivamente. Espacio percibido: es el resultado de una operación selectiva e interpretativa, cumplida por nuestra percepción sobre el espacio topológico. Se propone una 3ra categoría en correspondencia con el estudio, Espacio virtual o imaginado: este es un espacio impalpable. No proviene de una experiencia concreta del espacio topológico, sino de informaciones, relaciones y elaboraciones. A través de estos procesos podemos crear un espacio virtual paralelo al topológico o real. Puede tratarse de un espacio completamente irreal. Será un proceso individual y único. Y aunque puede repetirse nunca será el mismo. El espacio virtual se afirma en el presente. En relación al tiempo, a la ciudad se la ve con diferentes luces y en todo tipo de tiempo6. Lo cotidiano es una forma de hablar del tiempo como dimensión, algo que sucede o se hace día a día. Claro que el concepto tiende a entenderse como algo mas amplio. Algo cotidiano también querrá decir algo que conocemos, que reconocemos, de nuestra cultura. Un mismo espacio, puede variar en cuestión de segundos, o en un mismo día: no es lo mismo verlo con luz natural o artificial. Si es otoño o primavera. En lo cotidiano hay una serie de cambios que se repiten (como si fueran un guión) día tras día, de una semana a otra, de un mes a otro, o con las estaciones. En el año, puede también transformarse un espacio cotidiano en un espacio de fiesta. Un ejemplo en la Fiesta Mayor de Gracia, en donde se adornan algunas calles del barrio con techos de distintos materiales.

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/ Kevin Lynch, La Imagen de la Ciudad, Barcelona,1º edición, Punto y Línea, 1960, 4ª edición, GG reprints, 2000 4

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La Rambla – BCN2003

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Dime cómo miras y te diré quien eres. El espectador 1. El espectador 1.a La percepción del espacio La percepción del espacio no será casi nunca en la vida corriente únicamente visual. Nos interesa aquí remarcar la idea del espacio fundamentalmente ligada al cuerpo y a su desplazamiento; la verticalidad, en particular, es un dato inmediato de nuestra experiencia: a través de la gravitación vemos los objetos caer verticalmente pero también sentimos la gravedad en nuestro cuerpo. El concepto mismo de espacio es, pues, de origen táctil y kinésico tanto como visual. La horizontalidad, es otro dato de nuestra experiencia. Tiene más que ver con las extensiones, es la línea de horizonte, puede ser la del suelo, el mar. También puede ser el cielo, el techo. Con sus movimientos, el hombre, modifica la imagen de lo que lo rodea, pero también modifica su ambiente. No es sólo un observador del espectáculo, sino que es parte de él. Los movimientos del espectador se desarrollan en el espacio que lo rodea, en la atmósfera que lo envuelve. 1.b Estructuras Las propiedades físicas del mundo no dependen de nuestra mirada sobre él. El mundo tiene cierto número de invariantes, no todo cambia cada día, o con la rapidez suficiente como para ser percibido. La percepción de estos aspectos invariantes del mundo (tamaño de los objetos, formas, emplazamientos, orientaciones, propiedades de las superficies) es lo que se denomina constancia perceptiva . 1.c Tiempo y espectador El espectador de la ciudad tiene una experiencia particular del tiempo: la de un vacío hundido en el presente de la condición urbana y que lo hace comunicar no solo con el pasado de la ciudad, sino también con un futuro imaginario7. Lynch explica que todo ciudadano tiene largos vínculos con una u otra parte de la ciudad, y su imagen está embebida de recuerdos y significados. El tiempo del espectador no es un tiempo objetivo, sino una experiencia temporal. El espectador elabora una imagen de lo que lo rodea que se apoya en el presente. El tiempo es el espectador, que tiene la capacidad de mirar. Mirar hacia atrás, retroceder, mirar hacia el futuro, proyectar, ir y volver en el tiempo, y finalmente “elaborar la imagen”. El espectador mantiene así una relación infinitamente variable con el tiempo.

2. Parámetros individuales. Dime cómo miras y te diré quién eres. Cada espectador condiciona la mirada, completa la información con referencias personales, según criterios de moda, sensibilidad particular u otros parámetros individuales. Las imágenes ambientales son el resultado de un proceso bilateral entre el observador y el ambiente. El ambiente sugiere distinciones y relaciones, y el observador – con gran adaptabilidad a la luz de sus propios objetivos – escoge, organiza y dota de significado a lo que ve. 2.a Dime con quién andas y te diré cómo miras: La cultura. El espacio ha tenido distintas concepciones según cada cultura. Desde las costumbres y actividades cotidianas intrínsecas de una cultura, hay “cosas” que estamos acostumbrados a ver y que forman parte y 7

/ Kevin Lynch, La Imagen de la Ciudad, Barcelona,1º edición, Punto y Línea, 1960, 4ª edición, GG reprints, 2000

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definen nuestra atmósfera. En Barcelona por ejemplo, la calle sigue siendo un lugar social para una señora Catalana que sale a hacer la compras con su carrito. En mi ciudad de Argentina, el carrito está casi erradicado, lo usa mi abuela. Los geranios en los balcones del Ensanche, nos hablan de España. En cosas simples podemos hablar de la cultura “cotidiana”. En Amsterdam no sólo será el agua, los canales, también veremos con toda seguridad una bicicleta. Los elementos móviles de una ciudad son tan importantes como las partes fijas para describir la cultura cotidiana y para describir al hombre que habita la ciudad. En otra escala, el Grupo social, cómo nos relacionamos (ideología, religión, nivel cultural, posición social) condicionan nuestras lecturas del entorno. La posibilidad de disfrutar de un lugar, de acceder a ese lugar o a los códigos de disfrute del mismo. Cada individuo crea y lleva su propia imagen, pero parece existir una coincidencia fundamental entre los miembros de un mismo grupo. 2.b Dime cómo andas.... El cuerpo, que nos permite desplazarnos. Nuestra manera de andar también dice mucho de nosotros e influye en cómo miramos lo que nos rodea. Mirar y andar son una actitud. Es importante, en este caso, no encontrar pendientes excesivas, por ejemplo. Poder acceder a diferentes lugares, sin necesidad de grandes esfuerzos es otro. También tiene que ver con nuestras propias capacidades naturales. No podemos encontrarnos en dos sitios al mismo tiempo, ni al principio y al final de una calle. Podemos acelerar, y esto nos dará unas imágenes en materia, diferentes.

3.c Dime cómo andas y te diré a quién miras. Los afectos (sentimientos) y estados de ánimo. El afecto es un componente emocional de una experiencia que afecta nuestra forma de mirar. Establecemos, por ejemplo, relaciones “sentimentales” con ciertos lugares por los recuerdos que evocan. Una calle puede estar sellada por un afecto, una buena experiencia con alguien. Estaremos más atentos si estamos animados, y esto se refleja en nuestra relación con el entorno. Igualmente, podemos cruzar una calle sin mirar si estamos desanimados.

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4.Conclusiones Estamos rodeados. Explorar, mirar lo que nos rodea, pero también mirar como miramos. El concepto de atmósfera como encuadre de la relación del espectador con su espacios de influencias, puede transformarse en un “censor”, que nos indique algunas variables y estados de esa relación. Dar prioridad a otras categorías, más sensibles, en un análisis, tomándolas como medios de valoración, pueden darnos claves, desde quien vive el espacio y la arquitectura puesta en marcha. En la época que nos toca la ciudad es entendida como un lugar dinámico. Para algunos una maldición fatal, para otros más optimistas, un desafío. Conocemos las reglas, hemos desarrollado capacidades para movernos, trasladarnos, comunicarnos y relacionarnos. A pesar de ello no tenemos una conciencia clara de haber aprendido a ser ciudadanos como la de haber aprendido a leer o escribir, por ejemplo. La ciudad que nos rodea es otra ciudad. La ciudad que vemos y en la que vivimos, está cargada de significados, y recuerdos. Es la cuidad a nuestra medida. Estamos en ella y nos desplazamos casi todos los días (A veces paseamos y miramos, otras simplemente no la vemos, la cruzamos sin mirar). El espectador tiene la capacidad de sintetizar, y organizar finalmente los esquemas por los cuales entiende la realidad. Actualmente (y cada vez más), hay más de lo que realmente somos capaces de asimilar. El entorno nos dispara información, que en la ciudades es hasta podría decirse vital leerlas. La ciudad y sus espacios públicos deben ser lugares de integración y comunicación. Puede observarse como sus elementos móviles y componentes inmateriales le dan vida, establecen puntos de contactos. El verdadero problema no es todo lo que hay para ver, sino qué y cómo vamos a mirar. El desafío es como producir un espacio de interacción entre ciudad, vida cotidiana e imaginario. Por una parte, La arquitectura no debe perder su calidad de medio, a través del cual comunicar. Para un espectador La ciudad puede parecerse a un desierto donde no existe la superficie que tamiza la información. Por la otra, El espectador debe ejercer su papel en esta relación. Descubrir desde su cotidianeidad, para poder exigir el “escenario” donde quiere vivir, qué quiere ver todos los días. Bibliografía Jorge Gorostiza y Ana Pérez. Ridley Scott Blade Runner, Estudio Crítico, Barcelona, Ediciones Paido Ibérica, 2002. Joseph María Montaner, La modernidad superada, 2da edición, Barcelona, Gustavo Gili, 1998. Kevin Lynch, La Imagen de la Ciudad, Barcelona,1º edición, Punto y Línea, 1960, 4ª edición, GG reprints, 2000. Kevin Lynch, La Imagen de la Ciudad, Barcelona,1º edición, Punto y Línea, 1960, 4ª edición, GG reprints, 2000. Peter Brook, El Espacio Vacío, Barcelona, Ediciones de Bolsillo, Península, 1969. Rem koolhaas y Havard Design school Project on the City, Stefano Boeri y Multiplicity, Sanford Kwinter, Nadia Tazi, Hans Ulrich Obrits , Mutaciones, Bordeaux y Barcelona, arc en revé centre d’architecture y Actar, 2001. Santiago Roqueta, Joseph M. Fort, eds., Arquitectura, Arte y Espacio Efímero, Barcelona, Ediciones UPC, 1999. Ignasi Sanfeliu Arboix, La Construcción del espacio: los delimitadores materiales y los componentes efímeros

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Hacia un sistema de espacios libres Raquel Tardin Resumen Delante de transformación de los territorios urbanos con intensa fragmentación urbana y deterioro de los espacios libres, se presenta una propuesta de proyecto de tesis doctoral basada en la intención de reconocimiento del espacio libre, pensado como un sistema, como oportunidad de actuación estratégica en el proyecto del territorio. En este contexto, el sistema de espacios libres actuaría como directriz de la urbanización vuelta hacia la reestructuración de sectores urbanos en vías de consolidación. Introducción Este artículo muestra el planteamiento de la hipótesis y los objetivos de nuestro proyecto de tesis doctoral, que tiene como estudio de caso el sector urbano contenido entre los macizos Tijuca y Pedra Branca en la ciudad de Río de Janeiro. El objetivo del artículo es trazar líneas generales respecto al razonamiento propuesto para el desarrollo de la tesis en cuatro ámbitos: ƒ ƒ ƒ ƒ

La transformación de los territorios urbanos y los posibles nuevos papeles asignados al espacio no edificado en la conducción del proceso de urbanización; La posibilidad de conformación de un sistema de espacios libres como directriz de la urbanización y las principales relaciones involucradas en este sistema; La posibilidad del proyecto del territorio mediante la identificación de las piezas de espacios libres y principales objetivos pretendidos; El estudio de caso como un ámbito espacial significativo, principalmente por su ubicación, su acelerado proceso de urbanización y su riqueza medioambiental y paisajística.

Territorios urbanos: posibles papeles para los espacios libres El crecimiento vertiginoso de las ciudades, a través de la urbanización creciente de suelos cada vez más lejanos de los núcleos urbanos centrales y presentando un estrato edificado discontinuo y disperso, pone de relieve cuestiones urbanas de suma importancia, donde el espacio libre, o sea, el espacio no edificado, asume un gran protagonismo como lugar de posibles cambios urbanos. En este contexto, el espacio libre puede jugar papeles cruciales en la conducción del proceso de construcción de las ciudades hacia la búsqueda de nuevas maneras de urbanizar, de cara a humanizar los sistemas urbanos, yendo en contra de la fragmentación espacial a que tienden las nuevas formas de crecimiento. Son espacios que permiten la preservación de la naturaleza, la conservación de los paisajes, el enriquecimiento de la vida social, y en suma, poseen recursos para que se pueda proponer el uso futuro del suelo de forma equilibrada. En las últimas décadas varios autores (p.e.: Ascher, 1995; Boeri, 1992; Corboz, 1995, Dematteis, 1995) se dedicaron a estudiar el fenómeno de la transformación o mutación de las ciudades a partir de la perspectiva de las nuevas formas de crecimiento urbano, que desarrollaron un nuevo modelo de ciudad frente a los cambios ocurridos en las tecnologías del transporte, de la información y en el orden económico. En ese proceso, la amplitud del hecho urbano modificó la habitual relación centro-periferia, conformando manchas urbanas que ocuparon el territorio de forma desigual y discontinua, formando una intrincada red de relaciones con realidades físicas y funcionales cada vez más complejas y novedosas (Dematteis, 1995). En este contexto, la ciudad invadió el territorio mezclando ambas instancias, permitiendo la lectura de la ciudad como territorio y del territorio como ciudad. En una realidad de afectación mutua dónde medio urbano, natural y rural pasan a constituir una sola realidad, la realidad de los territorios urbanos. Territorios amenazados por la ocupación urbana desmedida y fragmentada, presentando por un lado, unos “huecos” o intersticios en la urbanización ya existente, y por

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otro, frentes urbanos que avanzan hacia la conquista de nuevos espacios no edificados. Dentro de esta realidad, la atención a los territorios urbanos, y principalmente a los intersticios en la urbanización discontinua, puede indicar posibles oportunidades de actuar en estos sitios hacia la consolidación urbana de forma concentrada, en contra de la ocupación extensiva y en pro de una ciudad sostenible, agregada y continua, evitando la expansión desordenada y entre otras cosas, la demasiada impermeabilización del suelo y el gran consumo de energía que tiende a promover la dispersión urbana. En este sentido, los intersticios ante los territorios urbanos ponen de relieve los espacios todavía no ocupados como oportunidad de compactación de los núcleos urbanos existentes. En estos contextos, los espacios libres pueden representar simplemente áreas de próxima ocupación, si se considera el proceso de urbanización como un proceso continuo, o al revés, pueden representar la oportunidad de reconducción del proceso de ocupación urbana actuando en favor de la integración entre los tejidos urbanos y de la delimitación de las condiciones de su expansión (Bertran, 1999; Pesci, 2003, entre otros). De esta manera, los espacios libres pueden ser vistos como espacios de “concertación”, como oportunidad de reestructuración y consolidación urbana basada en la coherencia y respeto mutuo entre espacio libre y estrato edificado, direccionada al reconocimiento de valores colectivos irremplazables como el medioambiente y el paisaje y la posibilidad de construcción de una ciudad humana que responda a las necesidades del hombre y de su medio. Esta propuesta representa la posibilidad de reivindicar el papel protagonista del espacio libre como activo en la intervención urbanística, en contra de la postura más proteccionista y/o victimista. Se trata de buscar alternativas de proyecto del territorio urbano que considere los espacios libres como las oportunidades “sobrantes” de un territorio ampliamente urbanizado, cuyo proyecto pretende reconocer sus atributos más significativos y proponer su mantenimiento como un beneficio a la urbanización y al medioambiente. Además, busca aglutinar estas piezas fragmentadas hacia alcanzar un todo amalgamado y coherente con fuerza para actuar frente al descontrol de la urbanización como un sistema de espacios libres conductor del sistema urbano. ¿ Qué se plantea? En esta dirección, se intenta comprender los papeles que juega el espacio libre pensado de forma sistémica como posible estructurador de los territorios urbanos actuales. De esta forma, se plantea la posibilidad de conformación y consolidación de un sistema de espacios libres como estrategia de proyecto y oportunidad de reestructuración urbana. Se objetiva la actuación en sectores urbanos en vías de consolidación, en el ámbito de proyectos de ordenación territorial cuyas directrices, más que líneas abstractas, sean propuestas concretas y ejecutables a medida que la ciudad se transforma. El sistema de espacios libres, como un sistema espacial, es interpretado como un conjunto de piezas susceptibles a interrelaciones abiertas e intrincadas, dónde es importante tener claro cuáles son las piezas componentes y las relaciones que establecen entre ellas y con su entorno inmediato, bajo una influencia mutua y con relativa autonomía. En este contexto, el conjunto de las piezas representa más que la suma de las partes y compone un todo más significativo que lo que se podría suponer una simple yuxtaposición (Santos, 2002). Como enfoque se prioriza la valoración del espacio libre como vertiente estratégica de la intervención urbana, más que tierra expectante a la edificación. Se intenta, a través de la posibilidad de configuración del sistema de espacios libres, reconocer el carácter estructural de estos espacios de acuerdo con la función urbana que pueden desempeñar en el contexto del territorio, de manera que permita lanzar estrategias y propuestas proyectuales para la conducción de la urbanización. Las estrategias se direccionan hacia el desarrollo del territorio de manera equilibrada, en base a la relación entre las siguientes características de los espacios libres: ƒ ƒ ƒ ƒ

Aspectos ambientales y paisajísticos que sean referencia de una posible vocación de uso de suelo y actividades; Relaciones espaciales establecidas con el estrato edificado y los espacios libres del entorno; Condiciones de acceso existentes; Vínculos establecidos por el planeamiento.

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En esta dirección, lo que se pretende es demostrar el argumento de un enfoque interdisciplinar como posible aproximación hacia la propuesta de proyecto del territorio, más que desarrollar un estudio de detalle sobre el sistema y sus relaciones. Lo que se intenta es enfatizar la necesidad de abordajes plurales, frente a la complejidad de los hechos urbanos actuales, privilegiando el enfoque proyectual desde conceptos y procesos estratégicos, más que desde formalizaciones finalizadas. ¿Un posible proyecto del sistema de espacios libres? Bajo la intención de conducción del proceso de urbanización, los análisis sobre los espacios libres recaen sobre las superficies todavía no edificadas iguales o mayores de media hectárea (≥ ½ ha), protegidas por ley o no, de propiedad pública o privada, cubiertas por vegetación o no, aunque no pavimentadas1. La importancia del análisis sobre estas superficies es constatada debido al hecho de que, por un lado, generalmente son áreas que tienden a no tener su valor medioambiental o paisajístico reconocido por el planeamiento, al margen de aquellas ya protegidas y de valor ambiental incontestable; y por otro lado, constituyen espacios amenazados por la expansión urbana, a la vez que se supone que sean posibles elementos de ordenación. La escala de análisis pretendida es la de una unidad geográfica, que permite acotar un ámbito espacial concreto, a la vez que está delimitada por elementos geográficos decisivos en la conformación del territorio urbano en su totalidad. Este marco de relaciones representa, dentro de la propuesta que se plantea, la posibilidad de relacionar distintas escalas de espacios libres como oportunidades proyectuales para la conformación del sistema y para la construcción del territorio urbano. En este contexto, el proyecto del territorio pretende trazar posibles estrategias de intervención urbanística desde la configuración del sistema de espacios libres, de cara a alcanzar los siguientes objetivos: ƒ ƒ ƒ

Designar los usos del suelo y las actividades para el espacio libre, dentro de una combinación favorable al adecuado aprovechamiento de los recursos ambientales y paisajísticos existentes; Valorizar la continuidad espacial entre los espacios libres, de manera que favorezca los intereses colectivos y la cohesión entre estrato edificado y espacios libres; Reestructurar la urbanización, designando el sistema de espacios libres como directriz de la ordenación urbanística.

El estudio de caso: El sector urbano contenido entre los macizos Tijuca y Pedra Branca en la ciudad de Río de Janeiro La elección de un estudio de caso en América Latina, y en especial en Río de Janeiro, responde, por una parte, a un interés personal sobre esta realidad, y por otra, a la constatación de la presencia de algunas de las mayores metrópolis mundiales en este ámbito espacial, las cuáles poseen muchos aspectos en común respecto a la conformación de sus territorios (Santos, 1982). En esta realidad, además de los problemas referentes a la urbanización y a las reservas de espacio libre, la ciudad de Río de Janeiro constituye por sí misma un icono mundial en lo que se refiere a la relevancia de su paisaje y naturaleza inconfundibles y marco de su estructura urbana, mucho más que su arquitectura. Río de Janeiro no solamente constituye una metrópoli con un tipo de crecimiento y ordenación urbana extremadamente complejos y aún carentes de instrumentos de análisis como lo que se propone en este trabajo, como posee una fuerte presencia de espacios libres, que influenciaron y todavía influencian en la configuración morfológica de la ciudad, lo que demuestra el potencial estructurador de estos espacios dentro de las dinámicas de crecimiento de la metrópoli. Respecto al estudio de caso, por un lado, los macizos Pedra Branca y Tijuca constituyen las dos más importantes áreas protegidas ambientalmente en la ciudad de Río, además de serien reconocidas por la UNESCO como Reservas da Biosfera, y juegan un papel fundamental en la ordenación espacial de la ciudad. Por otro lado, este ámbito espacial es uno de los que más rápidamente se urbaniza en Río y cuenta actualmente con la presencia de grandes superficies de espacios libres con significativos valores ambientales y paisajísticos, todavía amenazados por el rápido crecimiento 1

Sin embargo, se considera algunas plazas que, aunque pavimentadas, por su ubicación, tamaño, y papel que juegan en los tejidos urbanos, deberían ser analizadas como superficies libres para la conformación del sistema.

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urbano. Los espacios libres en Río de Janeiro presentan, sin duda, un valor urbanístico y paisajístico muy fuerte y están constituidos por ecosistemas variados de gran valor ambiental. En este contexto, las montañas ejercen un importante papel como definidores del paisaje y como conductores de la urbanización, además de constituir verdaderos pulmones urbanos. Aunque, históricamente, éstas actuaran en negativo en la construcción de la ciudad, como barreras a la urbanización, en una realidad urbana que utilizó la ocupación del litoral y los bordes de las principales infraestructuras viarias como las principales directrices para la ocupación de la metrópoli. Sin embargo, las montañas, las planicies y el mar, constituyen los patrones morfológicos constantes de su geografía. Por una parte, la RMRJ (Región Metropolitana de Río de Janeiro) está ubicada en el Estado de Río de Janeiro, cuenta hoy con 10.872.7682 habitantes, posee una superficie de 5.693Km2, está compuesta por 19 municipios y tiene como principal ciudad Río de Janeiro. En este contexto, los espacios libres tienen un importante papel en la definición de su paisaje, ya que más de dos tercios del territorio se presenta libre de edificación. Por otra parte, la ciudad de Río de Janeiro, con 5.851.914 habitantes, presenta unas áreas ampliamente consolidadas, las zonas: Centro, Zona Sul, y Zona Norte, donde a partir de esta última se originó un continuum edificado hacia las ciudades vecinas. Del total de sus 1.255 Km2, 63,06%3 de su territorio se encuentra no edificado, así que otras áreas presentan un cuadro muy rarificado respecto a la ocupación urbana, con puntos muy densificados, otros puntuados por edificaciones aisladas o pequeños grupos de edificaciones, e inmensas áreas de espacio libre dentro del límite de lo edificable. Esta parte de Río es representada por el territorio ubicado a oeste de su centro tradicional, la Zona Oeste de la ciudad. En este contexto, el sector de estudio, ubicado en el oeste geográfico de la ciudad, cuenta con una población de 705.624 habitantes, y administrativamente prácticamente corresponde al área de planeamiento 4 (AP4), que está compuesta por las regiones administrativas de Jacarepaguá (VI RA) y Barra da Tijuca (XXIV RA). Respecto a su ubicación en el territorio metropolitano, el sector posee una posición estratégica, pues configura el centro geográfico de la metrópoli. En este ámbito, aproximadamente 24% del territorio municipal, de estos cerca de 65%4 son áreas naturales que juegan un importante papel en la definición espacial del área y en su calificación ambiental. Sin embargo, el contexto del acelerado proceso de urbanización que viene sufriendo presenta una serie de factores que colaboran en la fragmentación de los tejidos urbanos y el deterioro de los espacios libres. Por un lado, sobre el sector recae una serie de intereses públicos y privados en su ocupación, pues constituye un área que ofrece algunas buenas condiciones de urbanización, como por ejemplo: atractivos naturales aliados a potentes infraestructura de transporte, la presencia de equipamientos metropolitanos (aeropuerto, centro de convenciones, autódromo), o la relativa proximidad del centro tradicional de la ciudad. En este contexto, el sector viene, desde de mediados de los años 80, asumiendo importancia como nueva centralidad, atrayendo sedes de grandes empresas y actividades terciarias y presentando una gran producción inmobiliaria, tanto residencial como de grandes aparatos comerciales, aunque esto no excluya la presencia de “favelas” y otros asentamientos irregulares que paralelemente forman un cuadro de precariedad y pobreza urbana. En efecto, las facilidades del acceso colaboran en este proceso, y se dan por la existencia de infraestructuras viarias conectadas directamente a diversas partes de la ciudad, incluso a la Zona Sul y al Centro, áreas tradicionalmente consolidadas como centro de servicios y vivienda de los grupos más ricos de la población (Villaça, 1998). Por otro lado, delante de su proceso histórico de urbanización, de espacio rural que fue suburbanizado y posteriormente se transformó en un dinámico sector de expansión urbana, el área presenta actualmente complejas relaciones espaciales en el estrato edificado existente, sea por la existencia de formas tradicionales de infraestructura y edificaciones, sea por el desarrollo de nuevas formas infraestructurales y del estrato construido, frecuentemente cerradas e introvertidas (como shopping centers, viviendas de baja densidad en ámbito cerrado, entre otras), o sea por 2

Fuente: IBGE- Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística – http:/www.ibge.gov.br. Fuente: SMAC, 2000. 4 Fuente: SMAC, 2000. 3

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la rápida aparición de áreas urbanizadas ilegalmente. Además, los contrastes sociales son muy fuertes en una realidad que conjuga, entre otros factores: “favelas” junto a barrios cerrados con viviendas de lujo, una distribución de renta muy desigual, y un sistema público precario, sea de salud, de educación, de transporte o de saneamiento. Sin embargo, gran parte del sector de estudio presenta densidades muy bajas inferiores a 5 habitantes/ha, dónde las densidades más altas son encontradas en las “favelas”, más o menos 50 habitantes /ha, y en los barrios más populosos de la RA de Jacarepaguá dónde la densidad varía de 5 a 50 habitantes/ha (SMAC, 1998). Lo que, en principio, no justificaría apostar por la ocupación de más espacios libres como primera alternativa del desarrollo urbano, considerando solamente la cuestión cuantitativa. En esta realidad, el espacio libre, en líneas generales, asume algunas de las siguientes formas: aquellos ya reconocidas, como las extensiones boscosas o las marismas; aquellos de gran extensión todavía no protegidos y presentando cierta “amorfía” si consideramos su forma espacial poco definida y la tendencia a la degradación de su valor ambiental; y aquellos de pequeña dimensión que se presentan como fragmentos de la urbanización. Son espacios que poseen una gran calidad paisajística y ambiental, y se presentan muy frágiles dentro del proceso de urbanización. En cierta medida, estos espacios fueron conformados desde la lógica de la protección y aislamiento, de la reserva especulativa de tierra, de la explotación agrícola, o simplemente como remanentes de la edificación. No obstante, actualmente, incluso aquellos que se encuentran protegidos por ley no están libres de la ocupación edificada, en una realidad dónde los espacios libres sufren fuertes presiones por parte de la edificación. Además, pesan sobre ellos serios problemas ambientales que van desde la polución de las aguas, hasta la erosión de las pendientes y la perdida de la cubierta vegetal. En este contexto, la posibilidad del proyecto de esta unidad geográfica de manera que se puedan conciliar las dimensiones urbana, ambiental y paisajística, a partir del sistema de espacios libres como un todo integrado, capaz de actuar favorablemente en la reestructuración del sistema urbano, representa el reconocimiento de los valores más significativos presentes en éstos y la posibilidad de la propuesta de una alternativa de ciudad sostenible. Conclusión Se supone que la mirada intencionada sobre este sector posibilitará un análisis enriquecedor que permitirá acceder a patrones de ordenación y intervención urbanística extrapolables a otras realidades urbanas, principalmente Latinoamericanas, buscando alcanzar específicamente: ƒ ƒ ƒ

Reconocer los espacios libres disponibles en los cuales se podría actuar; Analizar los atributos ambientales, paisajísticos, de acceso y de planeamiento existentes en los espacios libres y proponer criterios de valoración de los mismos hacia la identificación de aquellos con más conveniencias para preservar como espacio no edificable; Definir las estrategias proyectuales para cada superficie, y proponer posibles instrumentos de actuación en el ámbito del proyecto territorial.

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La Ciudad tiene nombre de Mujer Sandra Carolina Rivera Flores1

El artículo es un doble recorrido, por un lado la mujer como ciudadana en el espacio urbano, tanto privado como público; es decir, la mujer como sujeta de derechos humanos. El segundo recorrido es una aproximación a las dinámicas sociales que se generan en la ciudad afectando a la mujer. Este doble recorrido se realiza con perspectiva de género. Desde esta visión integradora se plantean puntos de referencia que permitan a la mujer vivir plenamente como ciudadana. El título que he elegido para esta conferencia no pretende ser un simple juego de palabras, busca establecer y comunicar el enfoque de género, el desde donde contemplaremos y recorreremos la ciudad. En efecto, ciudad tiene nombre de mujer, será por su vocación comunitaria, de espacio aglutinador y de conjura de sueños. En verdad, la ciudad nos da nueva identidad, nos remite a un crecimiento, a veces desordenado, pero nos muestra nuestra evolución. Además, la ciudad nos mantiene o como mínimo nos ofrece sus oportunidades; cuantos y cuantas abandonaron el campo buscando esa posibilidad pensando en un futuro mejor. Pero en la ciudad se da también lo urbano, nombre de varón, impersonal, utilitario, fogoso y caótico. Una tiene que adaptarse, defenderse y seguir luchando por ser ciudadana, ser de aquella ciudad de todos y todas. 1.

La Mujer como ciudadana en el espacio urbano

Pero, ¿la mujer es una ciudadana?, en este siglo XXI responderíamos sin duda que sí, las mujeres somos ciudadanas sujetas de derechos tales como la salud, la educación, el trabajo, la movilidad, los derechos políticos, los derechos culturales y el derecho a vivir una vida libre de violencia. Estos derechos en América Latina se nos reconoce a las mujeres mediante normas nacionales e internacionales, normas que se aplican, que se convierten en políticas y acciones en los espacios públicos y privados: -

La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia en Contra de la Mujer de OEA (1995), ratificada por 30 países de América y por tanto, ley en cada uno de estos países. - La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (1979) de las Naciones Unidas actualmente ratificada por 84 países de todo el mundo. - En América Latina en los últimos años se han aprobado leyes que protegen a la mujer de la violencia domestica y de la violencia en el trabajo. - En Europa se cuentan con Directivas y Tratados que igualan los derechos de la mujer a los del hombre, para que la mujer disfrute plenamente de sus derechos como ciudadana. Estas son algunas de las respuestas que podríamos dar al hacernos la pregunta si la mujer es una ciudadana. Pero esta es una ciudadanía formal, una ciudadanía que está escrita en las normas y en las leyes, garantizada plenamente en las Constituciones que organizan y protegen jurídicamente y políticamente a los Estados. Cuando vivimos en la ciudad, en lo urbano, en unos países más que otros, vemos día a día que a las mujeres nos falta mucho para ser ciudadanas. Tenemos que demostrarlo y hacer ver a los demás que lo somos, que el espacio público es nuestro y lo necesitamos para desarrollarnos y para que toda la población se desarrolle. Algunos hablan de ciudadanos de segunda. Según el PNUD, si en el 2001 mi país El Salvador fuera sólo de hombres estaría en el puesto 87 del ranking mundial de desarrollo. Si sólo fuéramos ciudadanas mujeres, mi país descendería al puesto 108. Este dato nos habla de nuestra precaria ciudadanía, aunque por demasiado tiempo un dato como este se utilizaba perversamente para establecer nuestras capacidades para ser ciudadana. Hoy mi país de hombres y mujeres se encuentra en el puesto 105 lo que nos dice que debido a la discriminación y pobreza que sufrimos las mujeres se afecta el desarrollo de todo el país. Digo esto, no para que nos tengan lástima, sino sencillamente para establecer que el verdadero desarrollo de un país, una región, un municipio, el desarrollo de nuestra ciudad solo es posible incorporando a las mujeres con plenos derechos. Demos un paso más en nuestro recorrido urbano, vivir en la ciudad en América Latina para una mujer implicó lo siguiente: 1

/ Sandra Carolina Rivera Flores, salvadoreña, licenciada en Ciencias Jurídicas y catedrática de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) de El Salvador. Actualmente estudiante del Programa de Doctorado de Derecho Público de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona (UPF). Becaria MAE-AECI.

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En ciudad Juárez, México, en el período comprendido entre 1993 y 2003 se han asesinado mas de 370 mujeres, de edades entre 15 y 25 años, de las cuales más de 137 presentaban signos de violencia sexual2. En El Salvador, el trabajo de la mujer es invisible, no somos productivas al no estar en el mercado formal de trabajo, no estamos en las cuentas nacionales (como ocurre en los indicadores económicos de muchos países), pero nuestro trabajo “invisible” representa, según estimaciones, el 55% del presupuesto general del país3. En Guatemala, de enero a julio de 1998, la Fiscalía de la Mujer conoció 152 casos de violaciones sexuales, de acuerdo a declaraciones de la jefatura del Ministerio Público “de una a dos mujeres, generalmente menores de edad, son violada en la ciudad capital cada día”4 En Costa Rica, uno de los países con mayor tradición democrática y de respeto a los derechos humanos de la región, en su capital, San José, entre 1998 y 1999 10 mujeres fueron asesinadas por sus maridos, compañeros o novios5. En Ecuador, según información de UNICEF (1998), en Quito “el 21.5% de las adolescentes sufre diversos tipos de violencia sexual, de las cuales más del 8% fueron violadas por sus profesores” 6. En aras a una visión global de nuestra experiencia urbana, es importante dar un vistazo a lo que sucede en Europa. Actualmente nosotros y nosotras somos ciudadanos de esta ciudad Barcelona, que también tiene nombre de mujer, pero debemos mencionar con tristeza que entre 1999 y 2003 en todo el Estado Español han sido asesinadas por sus parejas 315 mujeres. De este lamentable total, 45 mujeres fueron víctimas de violencia de género en Cataluña7. De esta manera podríamos ir enumerando ciudades de todo el mundo y estadística de violencia y/o discriminación que atenta los derechos humanos de la mujer, principalmente el derecho a la vida, sin el cual no podemos ser ciudadanas. Estos datos reflejan que la violencia y la discriminación es una dinámica y un modo de vivir en el ámbito público y en el ámbito privado para las mujeres. Permítame una reflexión histórica. Desde 1773 las mujeres han luchado8, y lo seguimos haciendo, por el espacio público, por hacernos ver y actuar como ciudadanas. Salir de la reclusión, visibilizarnos y desarrollarnos en igualdad de derechos y oportunidades. No deja de ser paradójico, que a la luz de estas últimas cifras de España, las mujeres sufrimos agresión física y psicológica en la casa, lo que se ha llegado a mencionar como la “violencia doméstica”. Que no es más que la privatización de la violencia de género, destapándose en su más cruda realidad en la aparente “privacidad” de la casa. Si en la región de Hadramaut del Yemen, en el desierto de Arabia, el aislamiento de las mujeres se enuncia drásticamente afirmando que “la mujer ha de estar en su casa o en la tumba”9, resulta que en nuestras democracias demasiadas mujeres tristemente encuentran su tumba en la propia casa. En la casa en el hogar, en la familia es donde la mujer busca la tranquilidad y el descanso de la ciudad, ese es también el lugar en el que se ve amenazada, agobiada y desesperada, en una palabra torturada. En el ámbito público, ubicamos a la ciudad como un espacio de relación, de convivencia, de desarrollo, de esparcimiento y de disfrute de derechos como el trabajo, la educación, la cultura, la salud y el medio ambiente. Les pido que me acompañen, en este nuestro recorrido por la ciudad que compartimos, pero que vivimos de maneras bien diferentes. 2.

La mujer en la ciudad

La mujer se ve rodeada de inseguridad, las autoridades de seguridad pública y los operadores de justicia (policías, fiscales, jueces y procuradores), en la mayoría de los casos concretos, entre una denuncia de robo y una de violencia doméstica, se priorizará la investigación del robo y no la prevención de un asesinato en el caso de violencia intrafamiliar. 2

/Informe Amnistía Internacional, 11 de agosto 2003. Informe Alternativo Beijin+5, Infome PNUD 2001. El Salvador. 4 / Katia Orantes, Publicación en La Cuerda, Julio 1998. Guatemala. 5 / San José, 13 de julio de 1999 (Iris Mencía/SEM/Tertulia). Costa Rica. 6 / Mirta Rodríguez, corresponsal /CIMAC. Quito Ecuador, Octubre 28, 1999. 7 / Fundación Mujeres, Informe sobre violencia contra las mujeres en España. Tasas y tendencias de Homicidio/Asesinato 1999/2003. (sobre noticias aparecidas en prensa). 8 / Centro de Información y Documentación “Isis Internacional”. 9 / Pilar Urbano. “Jefe Atta, el secreto de la Casa Blanca” Círculo de Lectores. Barcelona 2003. Pág. 57 3

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Para salir al espacio público es fundamental el acceso a la educación. En el caso de la mujer, por distribución de roles, todavía se piensa que las mujeres son más productivas en el ámbito privado, siendo pocas las que son escolarizadas. Esto es más evidente en el campo, que en la ciudad. En la ciudad es más común que la mujer realice sus estudios básicos para después obtener un empleo precario, por su condición de mujer y por su limitada formación, ahí encontramos a secretarias poco cualificadas, maestras y enfermeras, empleadas del hogar, trabajadoras de la confección y el sector informal. Felizmente el porcentaje que accede a formación profesional o universitaria se va incrementando poco a poco. En la actualidad las aulas universitarias en carreras tradicionalmente masculinas como derecho, arquitectura, comunicaciones, biología, medicina, etc. se pueden observar una presencia mayoritaria de mujeres estudiantes. Pero estas mujeres universitarias, privilegiadas sin duda, se encuentran con el acoso sexual de los profesores, la urgente compatibilización de sus estudios con el trabajo por la falta de recursos económicos o por la renuncia de sus estudios al optar prematuramente a la vida en pareja o a la maternidad. Las pocas que finalizan su formación se encuentran inmersas en un ámbito laboral muy masculinizado, discriminatorio. Es decir, se abandona aquella imagen de la ciudad del saber, para entrar en lo urbano funcional y establecido. Por ejemplo, cuando la mujer profesional quiere acceder a un puesto de trabajo y se encuentra en edad fértil o esta embarazada, difícilmente es aceptada, independientemente de su preparación. El derecho al trabajo no es para la mujer que es o quiere ser madre. Pero permítanme salir de la ciudad e ir a la periferia. En El Salvador (C.A.) la mayoría de las mujeres trabajan en condiciones infrahumanas en las maquilas (fábricas de confección de ropa de marcas internacionales, deslocalizadas con producción al mínimo costo). Este es un “recurso” para los países denominados en desarrollo. La globalización exige máxima productividad con mano de obra barata y derechos laborales paupérrimos, mejor dicho, condiciones paupérrimas ya que definitivamente no podemos hablar de derechos. La pobreza en el campo provoca la emigración a las periferias de los núcleos urbanos, lo que genera que la ciudad crezca económicamente (industria, comercio y servicios) y en habitantes. Son las llamadas metrópolis o grandes ciudades. Este modelo también lo tenemos en El Salvador y en la mayoría de los países de América latina. Las mujeres jóvenes entre 15 y 25 años, con un alto porcentaje de madres solteras, son parte de esta migración que las obliga a trabajar en las maquilas. Existen testimonios sobre la situación que se vive en esta periferia, estos recintos de trabajo: no se les permite realizar sus necesidades fisiológicas, quedando prohibidos los derechos de permiso por maternidad, por salud, para cuidar a sus hijos o familiares por enfermedad, sin mencionar espacios para estudiar o formarse profesionalmente o cultivarse en otros oficios. Este ambiente de trabajo también lo sufren los hombres, pero más del 75% de esta mano de obra son mujeres. Para los empleadores “las mujeres son frágiles, dóciles y manejables al momento de trabajar” y si a esto le súmanos la realidad de estas mujeres: ser el único sostén de la familia, lo que las lleva a renuncias a sus derechos laborales y a aceptar un salario y horarios por debajo del mínimo legal. Salimos del trabajo y regresamos a la ciudad. Para poder realizar nuestras actividades: trasladarnos al trabajo, a la universidad o al centro de estudio, hacer vida social, realizar compras, llevar y traer a nuestros hijos(as) de la escuela o de actividades lúdicas, participar en las decisiones de la ciudad, etc., en definitiva, para ejercer nuestro derecho a la movilidad requerimos de buenos medios de transporte y de carreteras y calles bien comunicadas y seguras. En ciudades como San Salvador, las carreteras están pensadas para el comercio, traslado de mercaderías; el medio de trasporte público, combinado con la inseguridad, obliga a la mujer trabajadora y estudiante a hacer la rutina de la casa al trabajo o centro de estudio y viceversa, a trasladarse una o dos horas antes “porque el bus va muy lleno y los hombres te tocan”, “los ladrones te quitan la cartera”, “el colegio de los niños esta retirado de casa y debo dejarlos antes de ir a trabajar”, “el tráfico se pone espantoso en horas pico y llego tarde al trabajo y me pueden despedir”. Estas son muchas de las expresiones que se le puede escuchar a una mujer trabajadora, recordemos muchas de ellas madres solteras y las que viven en pareja, demasiadas veces únicas responsables de la vida familiar en un entorno hostil. Las actividades en la ciudad afectan la salud de la mujer. Según los especialistas en salud y nutrición para tener bienestar como ciudadanas necesitamos una buena alimentación, hacer ejercicio y un equilibrio emocional. En la ciudad, la contaminación ambiental (industrias y empresas abusivas, el tráfico sin regulación y desarrollo urbano no sostenible), el estrés laboral y familiar hacen que la mujer no tengamos una buena salud. La falta de alimentación adecuada, porque no se ha tenido tiempo o por falta de dinero, se come lo que sea y a destiempo. La falta de ejercicio físico debido a que no existen instalaciones en la ciudad (no hay parques para pasear, la falta de gimnasios gestionados por la municipalidad o de fundaciones para que la mujer se aficione a una actividad lúdica concreta con el consiguiente beneficio a la salud). Además, el deporte en la ciudad está pensado únicamente en el fútbol y las canchas de fútbol son espacios para los hombres que son, en su mayoría, los aficionados públicos a este deporte.

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Definitivamente, no comemos bien y no ejercitamos nuestro cuerpo, pero para acceder al espacio público se nos exige buena presencia. No hace falta que me extienda en cual es el “modelo” o estereotipo urbano de mujer. Cuantos recursos, cuanta presión y cuanta obligación nos imponen (nos imponemos) para ser aceptadas en la ciudad. En verdad, en San Salvador, una ciudad desordenada, caótica y contaminada, nos exige mostrarnos sonrientes y felices, no por lo que somos y vivimos, sino por lo que se espera que seamos y hagamos. A estas alturas del recorrido estoy casi segura que muchos de los que iniciaron conmigo este recorrido se han quedado por el camino y otros que todavía me acompañan están cansados buscando aquella sombra donde recapitular todo el camino andado. Les propongo que nos sentemos en esta plaza y reflexionemos sobre como pasar del sobrevivir a lo urbano, al vivir la ciudad. 3.

Puntos de referencia para vivir como mujer y no solo sobrevivir en la ciudad

Vivir en la ciudad, que ofrece múltiples posibilidades, es ser ciudadana real y no formal. Para ello es necesario que las Constituciones de los Estados, que las leyes, normas nacionales e internacionales sean aplicadas, que sean eficaces y nos garanticen todos los derechos. Para ello es indispensable que quienes hagan las políticas, los aplicadores de la ley y las normas, las autoridades del Estado, de la ciudad, de la alcaldía sean personas hombres y mujeres que comprendan y tengan una visión de lo mucho que falta para deconstruir la ciudad para que las mujeres seamos integradas y contribuyamos como sujetas de derechos y libertades al desarrollo de nuestro entorno. La participación de la mujer en las decisiones que se toman en una ciudad, sean estas de infraestructura, de ordenamiento o de convivencia es indispensable. La decisión de construir un parque o de hacer un campo de fútbol en un terreno comunitario ha de ser de participación ciudadana, tomando en cuenta a las mujeres y no únicamente a los jefes del hogar. El priorizar el alumbrado de una calle que tiene acceso a un centro de estudio por la iluminación de otra calle que tiene acceso a una sala de juegos. La políticas públicas de Educación deben enfocarse para que las mujeres se formen profesionalmente por estudios de ingeniería, arquitectura, ciencias políticas, sociología, etc. para que puedan trabajar en puestos de decisión y hacer que el espacio público sea agradable para todos y todas. Las políticas medioambientales no deben ser globalizantes para la libre explotación, deben ser globalizantes para el desarrollo sostenible, esto sería beneficioso a corto y a largo plazo para la salud y el trabajo de todos y todas. Por tanto, la coordinación y la colaboración entre los sujetos, seamos personas o instituciones, todos y todas somos parte de la ciudad y debe estar enfocado y centrado en el desarrollo humano en el cual la mujer es parte fundamental. La tecnología y la dinámica económica por su trayectoria y velocidad nos impiden hacer este enfoque. Pero debemos hacer uso de esta tecnología rápida y de esa voraz economía para favorecer el disfrute de derechos que han sido y continúan siendo la lucha diaria de las personas. Me estoy refiriendo a un punto tan elemental como es el colocar a las personas en el centro de toda acción, estrategia y política. Pero desearía dar un paso más, la persona que debe ir en el centro es la mujer, porque como ya hemos visto su discriminación y su pobreza imposibilitan un desarrollo integral, sostenido y justo. A modo de ejemplo, y para cerrar, desearía leer un parte del punto 5 de la Declaración de la Carta Europea de la Mujer en la Ciudad que recogería el espíritu de este recorrido urbano que nos ha permitido conocer un poco más nuestras ciudades. “Un enfoque feminista de la ciudad puede contribuir a dar otro tratamiento a las injusticias que sufren las minorías y los “invisibles”, porque las mujeres forman parte de esta categoría. Podremos incluir nuevas variables si consideramos el ordenamiento de la ciudad, las relaciones entre las funciones urbanas y la calidad del medio ambiente a partir de las condiciones de la vida cotidiana“. Gracias a todos y a todas, espero no haberles cansado en este caminar y gracias por acompañarme y poder compartir con ustedes esta ciudad tan linda que es Barcelona.

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Proyecto de sostenibilidad social -patrimonio y seguridad- en la zona de Mesa Redonda, centro histórico de Lima, Perú. Proyecto de emergencia 2202. 755, Centro del Patrimonio Mundial Iván Alonso Icochea 1.- Introducción El 29 de Diciembre del 2001 El 29 de diciembre de 2001 se produjo un trágico incendio en Mesa Redonda originado frente a la galería Mina de Oro, sector del Centro Histórico de Lima, considerado el corazón comercial del distrito de Barrios Altos y una de las zonas más densamente pobladas por el comercio ambulatorio y de galerías, el desastre afectó a 1.600 residentes, ocasionó 274 muertos y 173 desaparecidos, 253 heridos, inhabilitó un área de 7 manzanas, incluyendo 5 edificios siniestrados y 25 galerías y campos fériales, 700 locales devastados y tres inmuebles históricos destruidos. Es en este marco del siniestro la Municipalidad Metropolitana de Lima y del COEP (Comité de Operaciones Especiales Provinciales) envían el 11 de febrero del 2002 un pedido a la Dirección de del instituto Nacional de Cultura con el fin de gestionar a través de UNESCO y del Ministerio de Relaciones Exteriores una solicitud de apoyo al Fondo del Patrimonio Mundial. Dada la emergencia que vivía el sector siniestrado del centro histórico de Lima, en el mes de Mayo del 2002 se aprobó la disposición de un fondo de apoyo del US$.48,000.00 para 5 componentes, los cuales fueron: a.- Acciones de salvamento de emergencia de bienes patrimoniales en riesgo. b.-Desarrollo de un Taller con técnicos nacionales y la presencia de expertos internacionales para discutir y validar las propuestas de recuperación integral. c.-Dotación de equipos mínimos de prevención de incendios (alarmas, extintores, letreros, lámparas de emergencia, etc.) en espacios de valor monumental. d.-Consolidación y Sistematización de la experiencia de regularización de comerciantes y propietarios. e.-Una campaña de información sobre riesgos y medidas de prevención a ser adelantada en todo el sector inscrito en la Lista de patrimonio Mundial y que posteriormente pueda ser ampliado al resto del centro histórico.

2.- Inicio de las acciones de emergencia La primera acción fue la realización del taller que se realizo en la ciudad de Lima, del 8 al 12 de julio del 2002 denominado Taller Internacional SIRCHAL con la cooperación del Ministerio de Cultura y Relaciones Exteriores de Francia y la coordinación del arquitecto Leo Orellana por la parte francesa, el Taller tuvo la participación de gran parte de los actores sociales involucrados en la rehabilitación de dicha área (instituciones públicas, y privadas) y 4 consultores internacionales que actuaron como asesores y propiciaron el debate para la canalización de las propuestas. El objetivo del Taller SIRCHAL fue la definición de las líneas de acción que permitan poner en marcha un programa de intervención en el área, y donde todas las instituciones participantes se comprometan a realizar parte de la propuesta. El Plan - Programa de Intervención estuvo acorde con la vocación y potencialidades del lugar, el rol desempeñado a nivel metropolitano y el asignado por el Plan Maestro de Barrios Altos del 2001. Para su realización se contó con la participación de más de 40 representantes de la Municipalidad Metropolitana de Lima, Gobierno Central, Instituciones y empresas públicas, sociedad civil (comerciantes y ongs), empresas privadas de servicios públicos (telecomunicaciones, agua y energía). Todos los participantes coincidieron en señalar los enormes recursos y

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potencialidades de la zona de Mesa Redonda, así como que el desastre tuvo una relación directa con caos comercial y urbano existente antes del siniestro. El Plan - Programa finalizo el 12 de Julio del 2002, el cual atendió a los requerimientos técnicos normativos y los prioritarios con viabilidad financiera. Se consideró imprescindible que para dar continuidad a la dinámica iniciada, se constituya un “Grupo de seguimiento del Taller SIRCHAL - Lima”, que convoque a representantes políticos y delegados de los participantes. Su fin es el de proponer los ajustes que requiera el Plan - Programa, y de implementar sus propuestas de manera conjunta. Esta metodología debería además asegurar, que las acciones recomendadas se transformen, a corto plazo, en un verdadero ejercicio de política local y en una práctica asimilada por los usuarios del sector de Mesa Redonda.

SECTOR DE REDONDA

MESA

Plano de Ubicación del área catalogada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. También se encuentra el sector denominado Mesa Redonda.

3.- Validación de las ac ciones de UNESCO post-taller SIRCHAL El taller SIRCHAL se convirtió así, en el documento validatorio que permitió la conformación de un grupo de seguimiento, involucrando con ello a distintos actores. Es así también que estas acciones formaron parte de la ayuda de emergencia aprobada por el Consejo del Patrimonio Mundial, como apoyo de las acciones que adelantaba la Municipalidad de Lima en el sitio de Mesa Redonda.

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Se planteó el siguiente esquema metodológico.

Propuesta de un Piloto 1. Taller SIRCHAL: Acciones de Consenso

2. Sistematización de la Experiencia de Mesa Redonda por el COEP

3. Taller Integral de Seguridad

Proyecto Piloto Complejo Jesús Reparador

Proyecto Piloto Galería Mina de Oro 2

4.1. Acciones de Seguridad al complejo en su conjunto y salvamento del Patrimonio edilicio 4.2. Taller de Capacitación a maestros y simulacro a niños 5. Programa Educativo Integral de Seguridad y Patrimonio: • 5.1.Programa de 3 ciclos • 5.2Guión • 5.3.Kid Educativo

3.1. Sistematización del la Experiencia del COEP El COEP – Comité de Operaciones de Emergencia Provincial, fue el organismo de la Municipalidad Metropolitana de Lima, que inició los trabajos de emergencia y coordinó con los órganos nacionales para el rescate de víctimas, inició también el proceso de recuperación después de a Emergencia de Mesa redonda1il, organizando un modelo de gestión de la emergencia e iniciando el proceso de rehabilitación. Este comité fue liderado por el alcalde de Lima Dr. Alberto Andrade. Por Decreto Supremo se creó el 08 de febrero del 2002, la Comisión Multisectorial de Rehabilitación y Reconstrucción - CMRR, organismo rótula que permitiría involucrar por ley a todos los organismos competenciales del área, otorgando facultades inéditas en la gestión publica, que propiciaban el trabajo común de rehabilitación y reconstrucción del área, contó además con la participación de los 5.000 comerciantes afectados por el siniestro, estuvo liderado por la Municipalidad Metropolitana de Lima y se delegó la Gestión al Arq. Jorge Ruiz de Somocurcio. 1

Todas las acciones realizadas por UNESCO fueron responsabilidad de los arquitectos René Obando e Ivan Icochea, y coordinadas directamente por el arquitecto Ciro Caraballo. El documento de la Sistematización de la experiencia del COEP y la CMRR par Mesa Redonda, fue encargada al arquitecto Jorge Ruiz de Somocurcio, director de la misma 3

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La gestión desarrollada por el COEP y la CMRR fue la punta de lanza que permitió revertir las condiciones negativas generadas por el siniestro, y sentar las bases de un nuevo desarrollo, constatado por un documento que seria la hoja de ruta de las futuras intervenciones en Mesa Redonda que fue la realización de su “Plan Urbano”. Toda esta sinergia generada no debería perderse en la experiencia de las personas participantes, así se realizó el documento que tiene un alcance desde la etapa anterior a la Emergencia y analiza los procesos de la fase de Rehabilitación hasta la propuesta de Reconstrucción, el encargado de ello recayó en el director de la CMRR. Esto permitiría que sirviera como metodología replicable de acciones posterior a un siniestro; así, esta fue la segunda acción

Imagen de edificio quedado en ruinas, colindante al colegio Jesús Reparador 3.2 Taller Integral de Seguridad La tercera acción fue la realización de un Taller de Seguridad Integral 1, que fue la expresión de una necesidad de las instituciones que participaron en la Emergencia de Mesa Redonda, el objetivo fue discutir la problemática de cada grupo con respecto a los fines y desempeño en un siniestro, los alcances institucionales en cada etapa (Emergencia, Rehabilitación y Reconstrucción), como la búsqueda de propuestas de trabajo en conjunto, que permitiera un aprovechamiento mas eficaz de los recursos logísticos, humanos y económicos, y así no generaran yuxtaposiciones e ineficacia en algunas actuaciones. Este Taller tuvo lugar en la Casona de San Marcos los días 26 y 27 de Noviembre, produciendo un documento resumen del Taller y una ruta de acciones de cada institución con una propuesta de trabajo en conjunto. 3.3 Proyecto Piloto Complejo Jesús Reparador de Mesa Redonda Como estrategia de integrar los resultados de esto tres temas, sé realiza un Proyecto Piloto en el Complejo Jesús Reparador, esta fue la cuarta acción, la cual involucraba una Iglesia que es patrimonio edilicio y fue construida en 1628 2, además del convento se incluía el claustro, así como el Colegio con 280 niños en su mayoría (80%) hijos de 2

Es sumamente importante la gestión y resultado del taller SIRCHAL, ya que nos permitió tener un grupo de contactos y socios estratégicos para todas las acciones, así nos fue posible catalogar con el Instituto Nacional de Cultura, órgano que estudia y registra los inmuebles de protección, a 8 monumentos edilicios en Mesa Redonda, el cual ya están registrados por decreto de la institución y salvados de la voraz edificación comercial

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los comerciantes de Mesa Redonda. En el se hace énfasis en intervenciones mínimas de carácter Preventivo y de Seguridad (intervenciones físicas), así como acciones destinadas a la Sostenibilidad Social y de Valoración del Patrimonio en la parte Educativa. En el proceso inicial se obtuvo la colaboración de las siguientes instancias, Prompyme (Programa de Promoción a la Pequeña y Micro empresa), EDELNOR (Empresa de Distribución de Energía del Norte de Lima), SEDAPAL (Servicios de Agua y Alcantarillado de Lima Metropolitana), Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú, Instituto Nacional de Cultura y la Municipalidad Metropolitana de Lima a través del COEP y posteriormente recayendo en la CMRR - Comisión Multisectorial de Rehabilitación y Reconstrucción de Mesa Redonda. Así, a continuación detallamos las acciones ejecutadas en el Complejo Jesús Reparador3 ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ

Diagnóstico del complejo Jesús Reparador a nivel de estructuras y seguridad Plan de Contingencia en caso de Siniestros Prevención ante incendios de la edificación patrimonial mediante el re - cableado de las instalaciones eléctricas de la Templo y la sacristía; Estabilización del campanario, mediante ajustes en la ubicación y sujeción de las campanas. Reforzamiento y anclaje estructural de la galería del segundo piso del patio principal del convento. Nuevo muro-cortina en segundo piso, que permite cerrar estructuralmente el patio. Eliminación de algunas filtraciones concernientes al edificio. Dotación de equipos de seguridad y carteles de indicación de sitios seguros y vías de escape. Capacitación al personal docente en temas de seguridad ante catástrofes y siniestros. Simulacro de siniestros con los niños y profesores, realizado hasta 3 veces.

3.4. Programa Educativo en el Colegio Jesús Reparador El Programa Educativo Integral, que fue quinta acción, tuvo como objetivo la Apropiación Cultural y Valoración del patrimonio por parte de los niños del Complejo Jesús Reparador, así como la elaboración de una propuesta educativa a los maestros para su implementación en el año escolar 2003 - 2004. Esta se llevó a cabo en el inicio de clases que sería la quincena de Marzo hasta la quincena de diciembre, esta fue la única acción que UNESCO hará seguimiento como parte final del proceso realizado, pensando que los generadores del cambio sean los niños de Mesa Redonda

4.0. GESTIÓN INTER INSTITUCIONAL: Logros Este aspecto es uno de los pilares que pudo hacer posible el trabajo conjunto de la UNESCO con los actores públicos y privados, pienso que si en ellos no pudiera haber sido posible las acciones y su impacto en los diferentes sectores sociales. MUNICIPALIDAD METROPOLITANA DE LIMA: A través del pedido de la MML la UNESCO tramitó al Fondo del Patrimonio Mundial, los recursos para implementar y consolidar las acciones realizas por el Municipio en Mesa Redonda, fue socio de contrapartida con UNESCO para el desarrollo del taller SIRCHAL, así como del apoyo en sus diferentes órganos y direcciones municipales. Además participaron: Comité de Operaciones Especiales Provinciales - COEP y Comisión Multisectorial de Rehabilitación y Reconstrucción – CMRR: Fue el encargado de tomar el mando de la Emergencia y Rehabilitación por parte de la Municipalidad de Lima, esta institución actúo como rotula de coordinación entre las instituciones del gobierno central, direcciones y empresas de la corporación municipal, sociedad civil y población comercial.

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Quisiera destacar la colaboración en el tema de Gestión de la Seguridad en el colegio Jesús Reparador, al Vice Comandante General del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú, el Señor Juan Piperis, el cual participo tambien en el desarrollo del Taller de Seguridad Integral.

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PROLIMA: Órgano Municipal que se encarga de promover el Centro Histórico. Participó desde la Emergencia y en taller SIRCHAL, elaboró el diagnóstico para la calificación de los 8 monumentos de Mesa Redonda, así como la evaluación estructuctural del Complejo Jesús Reparador, en el sector catalogado como monumento SEDAPAL: Empresa pública de servicio de agua de Lima. Participó activamente en el Taller SIRCHAL y posteriormente avaló sin costo alguno las posibles fugas del sistema de agua potable del Complejo Jesús Reparador, al igual que el alcantarillado. Con ellos se pudo identificar que la humedad del Complejo se debe al deterioro del albañal (antiguas tuberías de ladrillo que pasan por Lima antigua desde los siglos XIX e inicios del XX), y la humedad que ocasionaba por la infiltración del mismo en la pared de la Iglesia, colindante al jirón Miro Quesada. Queda pendiente por parte de SEDAPAL la recuperación, o el cambio total de dicho albañal, que fue un compromiso de inversión para el año 2004. EDELNOR: Empresa privada distribuidora de energía. Participó en el taller SIRCHAL y así mismo en la evaluación de eléctrica del conjunto de Mesa Redonda y del Complejo Jesús Reparador, como un aporte institucional a la zona, revisó las centrales de energía que abastecen a todo el sector de Mesa Redonda y que se encuentran en el vía pública, colindante a la entrada de la Iglesia Jesús Reparador. Instituto Nacional de Cultura – INC: Órgano que depende del Ministerio de Educación. Participó activamente en el Taller SIRCHAL y fue socio de las recomendaciones para las acciones de intervención del Complejo Jesús Reparador y promulgó el Acuerdo N° 10/01-07.2002 de la Comisión Calificadora de Proyectos que considera 8 inmuebles de mesa Redonda como Monumentos integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación, salvaguardando así su futura destrucción CUERPO GENERAL DE BOMBEROS VOLUNTARIOS DEL PERU: Comando la Intervención de la Emergencia de Mesa Redonda los primeros 8 días del siniestro, posteriormente se sumo a las acciones de capacitación con los profesores y alumnos del Complejo Jesús Reparador, así como en el Taller de Seguridad Integral y la evaluación física del Complejo. PROMPYME: Órgano del Gobierno Central que promueve la pequeña y mediana empresa. Participó en el Taller SIRCHAL y se convirtió en socio estratégico del Taller de Seguridad, como de mejorar las condiciones y relaciones con los comerciantes de Mesa Redonda, participo en el Taller de Seguridad Integral como coordinador adjunto. Otros Actores: Galería Mina de Oro 1 y 2, es importante mencionar a los comerciantes, en este caso la dirección de las dos galerías que se encuentran en el centro del negocio comercial de Mesa Redonda, que apoyo la puesta en marcha del Plan de Contingencia de la Galería Mina de Oro 2, implementando las recomendaciones elaboradas; cabe destacar que si hubiera existido la continuidad de fondos por parte de UNESCO para continuar con las consultarías que desarrollamos, esta Galería financiaría el programa “Piloto de Educación en el Colegio Jesús Reparador”, el cual sumaba US$.5.000.00 dólares americanos 4, así como el inicio de un programa de marketing, que haría posible la creación de un fondo económico que promocionara a las galería comerciales que tengan las condiciones de seguridad, a través de un concurso de la “Galería mas Segura”. 5.0. PRODUCTOS REGISTRADOS Todo el trabajo desarrollado para la UNESCO quedo registrado en los siguientes productos: 5.1. Taller SIRCHAL • Documento Propuesta para Mesa Redonda elaborado por todos los participantes • CD de la Propuesta incluyendo la Etapa preparatoria al taller y la sistematización del mismo mediante una Ayuda Memoria 4

Se tuvo todo el apoyo del propietario de la Galería Mina de Oro 1 y 2, el señor Otto Carrasco, que como muchos comerciantes informales que crecieron económicamente, formaron su empresa en el lugar. Se inicio como vendedor de juguetes en la calle de Mesa Redonda, y actualmente es uno de los grandes importadores y distribuidores de juguetes de la zona. 6

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5.2. Sistematización de la Experiencia del COEP • Documento que describe el proceso con cuadro conceptual del proceso para poder ser replicado y Anexos con documentos de trabajo, decretos y cuadros de censos como actas con comerciantes 5.3. Taller Integral de Seguridad • Documento con los alcances y actuaciones de cada institución • Conclusiones y aportes al taller 5.4. Acciones de Seguridad al Complejo Jesús Reparador • Inversiones físicas de salvamento por US$.10,000.00 aprox. • implementación con equipos de Seguridad y señalización por US$.5,000.00 aprox. • Inversión de socios por gestión y estudios por US$.10,000.00 aprox. • Plan de Contingencia contra siniestros del Colegio Jesús Reparador 5.5. Taller de capacitación a los maestros y Simulacro con niños y profesores • Documento de capacitación y conclusiones del mismo 5.6. Programa Educativo Integral • Implementación del Programa Educativo para los tres ciclos dentro del programa ser social. • Guión Teatral de educación de Valores • Kid educativo que contempla: o Ludo del patrimonio, o juego de con dados y avanzar por el recorrido del Centro Histórico de Lima o Imágenes de las 4 etapas de la historia peruana (pre-incas e incas, colonia, republica y modernidad) con 10 imágenes de cada etapa donde se insertan monumentos y Plano del Centro Histórico de Lima. o Juego de busca el par del Patrimonio, con imágenes de monumentos. o Mapa didáctico del crecimiento de Lima. o Música peruana y el cajón peruano. o La comida peruana y el original dulce de la mazamorra morada o Tres tradiciones de Lima en sus distintas etapas del escritor y poeta Ricardo Palma 5.7. Seguridad Galería Mina e Oro 2 • Plan de Contingencia contra siniestros en la Galería Mina de Oro 2 6.0. Conclusiones El siniestro en el sector comercial de Mesa Redonda del Centro Histórico de Lima dejó heridas que pocas veces se pueden borrar, ocasionó 400 muertos y pérdidas de 200 millones de dólares aproximadamente, como todo trauma colectivo, tuvo secuelas de duelo, que se manifestaron durante los meses siguientes del proceso de rehabilitación y reconstrucción, entre ellas el temor de generarse otro siniestro, e incredulidad de su población por la recuperación. Tengo el convencimiento que las acciones iniciadas por la Municipalidad de Lima y UNESCO, han servido, guardando las distancias y ámbitos de gestión, ha fomentar la cultura de la solidaridad, participación y seguridad, que en estos momentos para ciudades que se construyen día a día, se convierte en un patrimonio inmaterial, tanto o mas importante que el legado histórico dejado por nuestros antecesores. Una de las estrategias también es que las sociedades venideras son las que deberán ejecutar también los cambios, y para ello hicimos la apuesta, aunque se convierta en una semilla, a transformar a los niños del Colegio Jesús Reparador, es aquí donde los hijos de los comerciantes serán la herramienta de cambio de los padres y de su futuro, para mejorar las condiciones de habitabilidad, seguridad y convivencia comercial, social y de valorar su patrimonio edilicio y cultural.

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Quiero finalmente agradecer a todos los ausentes que sin nombrarse, han hecho posible el llevar acabo este programa, y finalmente a las familias de los no presentes, que esperamos que estas muertes hayan generado un cambio en las actitudes de seguridad, pasando así a ser concientes que debemos hacer todos, un futuro diferente.

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Variables sociales y personales implicadas en las dinámicas sociales urbanas Neuza Cristina dos Santos Perez

1. Introducción Los avances tecnológicos y científicos logrados por el hombre son indiscutibles. No obstante, a pesar del desarrollo obtenido no podemos decir que gocemos calidad de vida. Los acelerados cambios sociales afectan las dinámicas sociales de manera directa. El estrés psicosocial, las diferencias socioeconómicas, el número de matrimonios deshechos son cada vez mayores. El siglo XX fue considerado el siglo de la ‘depresión’, y en el siglo XXI, la depresión ya pasó a asomarse también al universo de los más pequeños, hasta entonces considerado un ‘mundo encantado’. Actualmente, vivimos en una sociedad competitiva y violenta, que parece haberse olvidado de su objetivo principal: crear condiciones dignas de vida para sus ciudadanos. Hemos experimentado un cambio muy grande y fuerte de valores y principios. El precio que estamos pagando por dicho desarrollo es muy alto. Basta poner la tele, y nuestro hogar es invadido por innumerables noticias de malos tratos, asesinatos, guerras, terrorismo, etc. Lo que más impresiona es que algunos de estos actos violentos son cometidos por niños, por los ‘inocentes’ de nuestra sociedad. ¿Qué pasa en nuestra sociedad? ¿Qué estrategias podemos utilizar para disminuir el estrés psicosocial y la violencia, intentando aumentar así la calidad de vida en los espacios urbanos? Investigadores de distintas disciplinas como la psicología, la psiquiatría, la sociología, la justicia juvenil, etc., han llevado a cabo varios estudios acerca de las conductas violentas y agresivas, principal síntoma de los problemas de comportamiento. Es decir, un gran número de investigaciones, se ha centrado en revelar los factores asociados de manera significativa a los desórdenes de la conducta, que tienen como síntoma principal la agresividad. No obstante, las correlaciones encontradas no aclaran los factores directos de riesgo en el desarrollo de los problemas de comportamiento, sino los factores indirectos como consecuencia de otros mecanismos (Connor, D. F., 2002). Por ejemplo, se ha demostrado que los hijos de padres con desórdenes de personalidad antisocial y / o uso de sustancias (trastornos que también tienen como uno de los principales síntomas la agresividad), cuando han sido adoptados por familias que presentaban un entorno adverso (problemas de pareja, psicopatología de los padres adoptivos, o problemas legales), exhibieron en la adolescencia y vida adulta índices significativamente altos de agresividad y desórdenes de la conducta (Cadoret, R.J., Yates, W.R., Troughton, E., Woodworth, G., & Stewart, M. A., 1995). Es decir, el entorno familiar adverso interactuó aumentando los índices de agresividad y problemas de comportamiento, solamente en los casos que presentaban antecedentes familiares con desórdenes de personalidad antisocial. Este hallazgo destaca no sólo la importancia de la interacción genética y del entorno en la génesis de la agresión y de los comportamientos antisociales, sino también la necesidad de la integración de los agentes del desarrollo psicobiológico, personal, familiar, comunitario, cultural y socioeconómico, en un modelo más ecológico (Cicchetti & Lynch, 1993). Un modelo de desarrollo más ecológico nos aportaría herramientas más eficaces en la realización de trabajos preventivos, teniendo en cuenta que cuanto más largo sea el periodo de tiempo que permitimos que un modelo de reacción deficiente persista, más difícil será modificarlo y las consecuencias serán mayores aún. En resumen, lo que podemos percibir a partir de los hallazgos de los estudios realizados, es el efecto acumulativo de los diversos factores de riesgo como la psicopatología de los padres, el bajo nivel socioeconómico familiar, los eventos estresantes, las prácticas de educación ineficaces, el factor genético, etc., implicados al mismo tiempo y de manera indirecta en el desarrollo de las conductas agresivas.

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Los comportamientos violentos, a su vez, están relacionados de manera indirecta con el estrés psicosocial cada vez más eminente en nuestra sociedad. Vamos tan acelerados, que nos falta tiempo incluso para estar con la familia, o para dedicarnos a nosotros mismos, estamos volviéndonos esclavos del desarrollo social. Cada día nos alejamos más de nuestras raíces, en nombre del codiciado éxito y reconocimiento social. Estamos abdicando poco a poco de nuestra identidad, nuestros valores, y nos encontramos cada vez menos adaptados a nuestro entorno. Nos corresponde a nosotros, investigadores y a toda la sociedad cambiar esta realidad que estamos viviendo. Es necesario crear estrategias que favorezcan nuestras dinámicas sociales, generando calidad de vida. Quizá así lograríamos rescatar el eje central de nuestra sociedad, es decir, restablecer lo social para el hombre y por el hombre. 2.Referencia bibliográfica Cadoret, R.J., Yates, W.R., Troughton, E., Woodworth, G., & Stewart, M. A. (1995) Genetic-environmental interaction in the genesis of aggressivity and conduct disorders. Archives of General Psychiatry, 52, 916-924. Cicchetti, D., & Lynch, M. (1993). Toward an ecological/transactional model of community violence and child maltreatment: Consequences for children’s development. In D.Reiss, J.E.Richters, M.RadkeYarrow, & D.Scharff (Eds.), Children and violence (pp. 96-118). New York: Guilford Press. Connor, D.F. (2002) Aggression and antisocial behavior in children and adolescents New York: The Guilford Press. Jonathan Hill & Barbara Maughan (Eds.). (2001) Conduct disorders in childhood and adolescence. Cambridge: University Press.

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Desarrollo urbano-rural: el proceso de colonización de las ciudades coloniales, desde y hacia la de los pueblos indígenas. Caso específico, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Laura Hernández Pinto Juan Carlos Fernández Alcántara

Introducción El territorio antropizado se configura según una peculiar dialéctica urbano-rural que, en función de la geografía física y de las pautas culturales, da lugar a diversos modelos de relación entre las ciudades y su entorno no urbanizado. Es bastante claro que, en cualquiera de estos modelos, el espacio rural es un componente fundamental de la estructura territorial. Por otro lado, y en tanto que en las área urbanas vive la gran mayoría de la población, la valoración del espacio rural que se hace desde el medio urbano es determinante para su porvenir. Diversos son los papeles que el espacio rural ha tenido en relación con las necesidades de la población urbana. Dos de ellos en cierta medida siempre los ha tenido: el de proveedor de espacio para el crecimiento de las áreas urbanas y el de proveedor de productos primarios: agrícolas, forestales, ganaderos, mineros, etc. El primero de estos papeles comporta lógicamente su desaparición como espacio rural, mientras que el segundo ha sido a lo largo de los siglos su papel básico. Cabe señalar, no obstante, que en un contexto de mercado mundial como el actual, el papel de proveedor de productos primarios para una población relativamente próxima ha perdido importancia en muchos lugares. Lamentablemente, este hecho no es positivo para su mantenimiento como territorio culturizado. Hay que señalar que con el tiempo han ido adquiriendo importancia otros papeles que el espacio rural puede desarrollar desde sus propias características; éstos son proporcionar paisaje, esparcimiento y equilibrio ambiental.1 El suelo rural es un espacio complejo donde se dan diversos tipos de conflictos y problemas, los cuales reclaman que sea objeto de una ordenación rigurosa hasta hoy insuficiente. (idem) La preocupación por establecer un “Plan de Ordenación Territorial-Urbano-Rural, hacia y como conexión entre los poblados de San Juan Chamula, Zinacantán y la Cd. De San Cristóbal de las Casas (SCLC) surge por la necesidad de una activación política-económica- social dentro de ellos mismos y en relación entre ellos con el exterior; actualmente en México se estructuran cambios muy importantes en el ámbito económico-político-social y justo esta zona está contemplada como punto de interés para su desarrollo, esto no sería una preocupación si estos planes respondieran a la necesidad antropológica-social de está zona, pero únicamente se contempla como un plan general rector, en el que se hará una intervención de comunicación, incluso ya se han iniciado algunas acciones, como la construcción de la carretera que conecta Tuxtla Gutiérrez-San Cristóbal de las Casas-Mal Paso, con un enlace más directo a la Cd. De México. Bien, pues resulta que los poblados de San Juan Chamula, y Zinacantán son pueblos que como se menciona en el recorrido de su historia, no han logrado ser colonizados del todo; sin embargo guardan estrecha relación con la Cd. De SCLC y de aquí hacia otras zonas. Un punto a favor, pero también de riesgo, es que viven del manejo y producción de sus tierras pero, son suelos ya desgastados; esto es porque, antes de la colonización y actualmente ellos trabajaban la tierra, con el método de rozatumba y quema, de acuerdo a la zona, parcelaban en zonas de laderas, haciendo terrazas, trabajaban por algún tiempo la tierra y después la abandonaban, buscaban otro punto donde establecerse, es decir, siempre era un proceso de movilidad de la población, siempre han sido una población “dispersa” no tenían un punto de concentración, pero no hacían ningún daño, ya que dejaban reposar la tierra, buscando una nueva, en la época colonial, ellos resistieron a convertirse en un poblado “urbans” nombre que se da a los pueblos indígenas que concentraron dentro del territorio, y que siguieron las ordenanzas de Carlos V. Así pues podemos definir que Tanto Zinacantán, como San Juan Chamula lograron escapar aunque no del todo a este proceso de “Concentración”, pero actualmente su suelo se encuentra desgastado ya que si bien su modus vivendi es como poblado disperso, tiene cierto límite de propiedad además de un alto grado de habitantes por hectárea.

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Noguera Esteban Juli/ “Espacio Público – La Ordenación Urbanística: Conceptos Herramientas Y Prácticas”/Diputació Barcenona Xarca de Municipis/ Electa 2001-2003

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Su concepto sigue siendo el de dispersión, con un punto de concentración, hacia la Ciudad de San Cristóbal de las Casas; es aquí es donde hago un paréntesis desde el punto de vista antropológico, y de nuevo me refiero a la época que marca la historia de estos pueblos y que a la vez los ha hecho trascender en tiempo - espacio, como el concepto de la religión, aunque no logran comprender del todo la religión católica, la asimilan gracias a la visión conceptual que tienen ellos con sus actos religiosos, es decir, la iglesia y/o convento se convierte en su templo, punto de concentración para orar-alabar y convocar a sus dioses; acto que es de suma importancia en sus vidas, aquí convocan al dios de la lluvia, al dios del sol, en fin, convocan a la persistencia de sus tierras, año tras año. La importancia que tienen con la Ciudad de San Cristóbal, es que es el punto centrípeto de la actividad políticacomercial, es el enlace hacia el mundo civilizado, de aquí se maneja el concepto dado por los españoles para los habitantes de la ciudad de “civitas”, bueno este recorrido y enlace ejerce una fuerza de una nueva colonización, podemos observar ya en los bordes de la ciudad, y con la apertura de caminos de enlace un crecimiento disperso de la propia ciudad de San Cristóbal de las Casas hacia estos dos poblados. Por este motivo es de suma importancia entender el proceso de colonización detalladamente desde sus inicios, ya que es el principio y a la vez continua siendo el punto directos en este nuevo proceso que se ha ido generando a través de la historia. También es de importancia señalar que estos poblados reciben el nombre de pueblos indígenas fosilizados que quiere decir que no han cambiado su imagen a través del tiempo, se han quedado estáticos. Veremos también como a través de la historia el proceso de colonización de pueblos indígenas tanto en Guatemala como en Chiapas, marcan un punto fundamental para el establecimiento de las “LEYES DE INDIAS” de 1573, proceso, al cual fueron sometidos nuestros pueblos a exponer y que no lograron una consolidación. Establecimiento de las Ciudades Coloniales “La acción colonizadora de España en América estuvo apoyada en un proceso previo o simultáneo de exploración y ocupación del territorio en el que las ciudades jugaron un papel estratégico fundamental”.Dicho proceso se inicia en las Antillas. Desde esta plataforma se accede al continente por tres puntos: 1. Panamá, se proyecta hacia el norte, América Central y hacia el sur, Perú. 2. México, se expande por tierras actuales de dicho país y por Estados Unidos; también por América central donde converge con el núcleo panameño y ya fuera del ámbito continental, se extiende hasta las islas Molucas y las Filipinas. 3. Costas actuales de Venezuela y Colombia, la corriente expansiva se dirige hacia el interior, hacia la sabana bogotana donde confluye con otra corriente precedente de Quito. A la rapidez del impulso expansivo de ocupación del territorio, casi completado hacia la mitad del siglo XVI, correspondió un proceso colonizador y fundacional paralelo que tuvo como resultado la formación de una amplia red urbana de asentamientos permanentes.2 Fundación y papel de la ciudad. Al tratar del proceso de expansión y ocupación del territorio americano la historiografía clásica haba de las etapas de “Descubrimiento, conquista, pacificación y población. Sin embargo, a lo largo del siglo XVI y a medida que se constata que éstas tienen un desarrollo coetáneo, el término “conquista” se hace aberrante incluso a sus protagonistas, por lo que es substituido por “pacificación y población”; este cambio refleja otro paralelo en el concepto que la Corona va adquiriendo de los territorios ultramarinos que considera a su cargo y que a su vez se ve plasmando en las sucesivas leyes y ordenanzas sobre administración del Nuevo Mundo (Leyes de Burgos, 152; Instrucción a los monjes jerónimos, 1516; Ordenanzas sobre el buen tratamiento de los indios de 1526, y Ordenanzas de Descubrimiento, Nueva Población y Pacificación de las Indias, 1573). Las nuevas poblaciones fundadas por los españoles cumplen diversas funciones: • Bases de aprovisionamiento. • Factorías comerciales de intercambio. • Cabezas de puente para penetraciones más profundas en el territorio. • Eslabones de una amplia cadena de fundaciones que conectan nuevos territorios con la metrópoli. 2

El Urbanismo del Nuevo Mundo/ Ministerio de Educación y Cultura y Deporte/ Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas./Subdirección General de los Archivos Estatales./ Edita Secretaría General Técnica/ Reedición Octubre 2002

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Centros administrativos locales y regionales. Elementos de sometimiento y fijación de la población indígena. Polos de concentración de actividades de toda índole. Focos de control de la propiedad del suelo. Núcleos difusores de una nueva forma de vivir traída del otro lado del Atlántico.3

CARACTERÍSTICAS GENERALES La ciudad hispanoamericana: ¿símbolo de racionalidad? LEYES DE POBLACIÓN: Y cuando hagan la planta del lugar, repártanlo por sus plazas, calles y solares a cordel y regla, comenzando desde la plaza mayor, y sacando desde ella calles a las puertas y caminos principales, y desando tanto compás abierto que aunque la población vaya en gran crecimiento, se pueda siempre proseguir y dilatar en la misma forma. (Ordenanzas de Carlos V, 1523). El urbanismo hispanoamericano destaca por la reiteración de una estructura clara y geométrica de trazado urbano. Hay que advertir que no existió un patrón explícito anterior a las fundaciones; se trata más bien de la convergencia de ciertas características modélicas precedentes, asumidas implícitamente, aunque existió una normativa urbanizadora que se materializó concretamente en la instrucción de Fernando el Católico a Pedrarias Dávila (1513), las Ordenanzas de Carlos V de 1523 y las Ordenanzas de Población de Felipe II de 1573. Posteriormente la Recopilación de las Leyes de Indias, editada en 1681, recoge en su Libro IV, títulos 5 a8 y 12 la posición oficial de la Corona en asuntos urbanos. En estas leyes de van detallando los diferentes temas que interesan a la fundación y estructura de las ciudades: elección del lugar adecuado, criterios de división de tierras, traza de la ciudad, emplazamiento de los edificios más importantes, y localización y forma de las plazas, con sus medidas y las de las calles4. Características del modelo clásico “El modelo de la ciudad implantado en Hispanoamérica se caracterizó por su aspecto regular y rectilíneo derivado del esquema de damero configurado por calles que se cruzan en ángulo recto y delimitan cuadrados o rectángulos que constituyen las manzanas de viviendas”. El resultado es una malla urbana geométrica que en su manifestación más perfecta se conoce como “Modela clásico de la ciudad hisponoamericana”. Según Jorge E. Hardoy esta regularidad se cumple en las ciudades y poblaciones principales, sin embargo las de menor importancia, que eran las más numerosas, se formaron de modo aleatorio y se estructuraron de forma irregular. En el “Modelo clásico” coinciden las siguientes características: • El trazado es geométrico, a cordel y regla. • En la evolución hacia dicho modelo podemos encontrar: a) Estructuras urbanas semirregulares con calles rectas y manzanas trapezoidales (Retícula) b) Modelos en damero predominante con manzanas rectangulares (Retícula ortogonal) o Cuadradas (Cuadrícula). A este último se le denomina (Retícula Española) • Este último modelo de ciudad incluye una forma típica de parcelación. Consiste en dividir las manzanas en cuatro partes cuadradas iguales. • La prolongación de la cuadrícula sirve de soporte a la extensión de la ciudad en todas las direcciones, prescindiendo de las características del terreno. • Una de las manzanas, generalmente de las centrales, queda libre de edificación y convertida en plaza mayor. (idem) ANTECEDENTES La tarea de congregar en centros urbanos a los indios dispersos fue el primer paso antes de convertirlos al cristianismo. Los términos usados para este proceso en las fuentes documentales y literarias de la colonia son – juntar-reducir- al poblado, es decir establecer un pueblo, urbanizar-

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La Ciudad Hispanoamericana, El Sueño de un Orden/ Cehopu-Edex-Instito del Fomento/ Madrid 1997 El Urbanismo del Nuevo Mundo/ Ministerio de Educación y Cultura y Deporte/ Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas./Subdirección General de los Archivos Estatales./ Edita Secretaría General Técnica/ Reedición Octubre 2002

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Cada individuo vivía en aislamiento, cada uno en su milpa y sus pueblos, no eran compactos como los pueblos europeos, si no que estaban dispersos y extendidos. Los términos de juntar y reducir a poblados son descripciones aptas para el proceso por medio del cual las pautas precolombinas de asentamientos se rompieron. Pero las pautas para el establecimiento de núcleos de población prehispánicos tampoco fueron desarraigados totalmente y en áreas remotas sobrevivieron configuraciones de asentamientos dispersos, ejemplos que todavía son comunes en la actualidad. En 1540 cinco años antes de que arribaran los dominicos a Chiapas, se emitió una cédula que ordenaba que los indios que vivían dispersos en los montes fueran reunidos y ubicados en pueblos. Esta cédula aparentemente aprobó y legalizó un proceso que sin duda ya había empezado inmediatamente después de la conquista de indios chiapanecos en 1520. Si había alguna posibilidad de tener éxito en congregar a los indios en sitios urbanos, éste podría lograrse si los grupos que se reunían habían vivido relativamente cerca unos de los otros, si compartían un idioma y costumbres comunes y también si se les atraía a una comunidad religiosa centrípeta precolombina. Es así como uniendo a los habitantes de tres aldeas diferentes se funda San Juan Chamula, entre otras. Por lo tanto, para cualquier intento de comprender los trazos urbanos coloniales y sus monumentos arquitectónicos debe tomar en cuenta el contenido simbólico representado por estos monumentos que tenían un significado y valor específico que no siempre fueron comprendidos ni compartidos totalmente por los indios para quienes fueron creados. Las conclusiones elaboradas a partir de documentos actualmente disponibles, representan sólo lo que es posible, pero no necesariamente lo probable. Y es, sin embargo a base de la experiencia de su pasado antes de la conquista, un pasado que los europeos trataron de destruir, que este proceso de aculturación se inició y que continuó durante el curso del período colonial. Este proceso de aculturación continúa hasta el presente y en años recientes se ha acelerado dramáticamente por lo que es probable que los patrones de vida prehispánica puedan llegar a extinguirse totalmente algún día. La conclusión es que la gran diversidad de idiomas en Chiapas y la falta de centros ceremoniales de importancia, fortificados o no, significa la ausencia de una fuerte estructura de poder político centralizado, cosa que se explica por las constantes hostilidades entre varios grupos, mismas que solamente agravan la condición de aislamiento entre ellos mismos y, a la vez probablemente fortalecía la tendencia de modelos de asentamientos tan extremadamente dispersos que de nueva cuenta, impedían la interacción social. Dos fuerzas, la dispersión y la concentración estaban constantemente en tensión: La dispersión de la población era el modo de vida preferida por los indígenas, en contraste con la concentración de la población considerada por los españoles como la única forma racional de vivir de los hombres civilizados. Los indígenas urbanizados constantemente regresaban a sus milpas en el monte y los españoles constantemente los forzaban a volver al pueblo. Estos movimientos centrífugos y centrípetos perduraron hasta el final de la época colonial y aún posteriormente. Por ejemplo en 1819, en Zinacantán un importante núcleo de población nativa desde épocas prehispánicas, algunos indios que habían abandonado el lugar para vivir en aislamiento también fueron obligados a regresar para ser “reducidos a pueblo”. La razón más importante era económica y otra aún más apremiante, la obstrucción y subsecuente suplantación de su tradicional método de agricultura milpera, es decir sistema de roza-tumba-quema con barbechos (descansos) largos o cortos. Durante los cuales cambiabas los campos agotados de sus milpas por sitios fértiles. La introducción del método europeo de campos fijos en terrenos planos, circundando un pueblo, con programas anuales que intercalaban cultivo, cosecha y barbecho con base en un esquema alterno, pero aún fijo en el espacio y vinculado directamente al pueblo como centro centrípeto permanente, demostró ser mucho menos productivo en el sentido de satisfacer los objetivos de subsistencia. El hecho de que los indígenas sigan utilizando sus herramientas primitivas, explica su preferencia tradicional por las laderas del accidentado terreno de las tierras altas. Esta preferencia, a su vez, dio como resultado un modelos de asentamiento disperso. La introducción de nuevas herramientas de labranza por los españoles, facilitó la producción de nuevos cultivos y la cría de animales en las zonas del valle, facilitando la conversión al cristianismo en algunas zonas del valle. La tecnología facilitó el cultivo de las llanuras en los valles y de las cuencas intermontanas, así como el de la planicie del Soconusco.

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Aparentemente, la única norma de vida en muchas partes de Chiapas era la de mantener una población reducida y dispersa. Los frailes trataron de convertir a los indios no sólo a la cristiandad, sino también a la cultura europea, lo que resultó de hecho, en un intento por convertir al labrador de milpa de subsistencia en un campesino europeo, forzándolo a vivir en un pueblo, junto a otros campesinos cerca de la iglesia y de las autoridades civiles y donde pudiera ser contado, tasado y utilizado como fuerza de trabajo. Los pueblos que no se extinguieron y que aún existen, posiblemente sobrevivieron porque los indígenas finalmente volvieron a los métodos de agricultura “tradicional”. Aunque oficialmente todavía eran residentes abandonaron el pueblo para vivir en sus sementeras regresando al pueblo sólo para actos sociales y religiosos o económicos; como es el caso de Zinacantán y San Juan Chamula. El aislamiento y la distancia que había entre un pueblo y otro del curato, no era el resultado de un plan estratégico de los dominicos para extender su jurisdicción sobre el territorio en sí, si no más bien sobre los habitantes que vivían ahí. Así entonces, los términos juntar y reducir a poblado, según lo usaban los dominicos, son propios del programa de urbanización que realizaron, pero no apropiados como descripción de lo que eran las condiciones prehispánicas que, según esto, crearon el concepto de lo que era una pauta de asentamiento disperso estaba basado en su experiencia con la vida de los pueblos y la agricultura estática de Europa. El no podía comprender que los indios aunque dispersos, estaban unidos por vínculos sociales y religiosos intangibles. Los indios vivían en aldeas de unas cuantas chozas en medio de sus milpas que cambiaban de lugar año con año, o después de algún tiempo, dependiendo de la fertilidad del suelo. Pero este movimiento de casas y de parcelas rotaba de un centro ceremonial centrípeto. Precisamente por esta razón era conveniente ubicar a los nuevos poblados coloniales, con su plano ortogonal de calles, no demasiado lejos, cambiando simplemente “el centro de gravedad” de la población en el espacio y estableciendo el nuevo pueblo con residentes provenientes de los alrededores, los cuales habían sido juntados o reducidos a poblado, para que vivieran cerca uno de los otros de una forma europea civilizada. Ciudad Real (San Cristóbal de las Casas) era la única ciudad en todo Chiapas, el centro político, eclesiástico y administrativo de la América Central Colonial. Ciudad Real permaneció como una capital provincial aislada del resto de Guatemala, a aún más del Resto de México cuando Chiapas se anexó a este país después de su independencia de España. Ciudad Real fue concebida como punto centrípeto desde el cual todos los pueblos de Chiapas y las aldeas eran controladas, este control nunca se ejerció con vigor y fue siempre tenue y reducido, con excepción de los pequeños barrios indígenas circundantes y de los pueblos aledaños.

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PROCESO DE EVOLUCIÓN ÉPOCA COLONI AL

S. XIX

S. XX

SAN CRISTÓBAL LAS CASAS. 1. POBLACIÓN ESPAÑOLA - INDIOS DE MEX.TLAX. 2. TRAZA URBANA, SEGÚN ORDENANZAS CARLOS V. 3. PROCESO DE CONCENTRACIÓN 4. PUNTO CENTRÍPETO. 5. NACIMIENTO DE NUEVA RAZA “LADINOS” 6. INICIALMENTE, TIPO DE VIVIENDA RÚSTICA, POSTERIOR INTRODUCCIÓN DE ADOBE-MADRA-PIEDRA. 7. ARQ. MONUMENTAL INICIAL RÚSTICA, S. XVIII AUGE EN EDIFICIOS SOBRETODO RELIGIOSOS. 8. SISTEMA AGRÍCOLA EN VALLES CON HERRAMIENTAS DE ARADO 9. POCO ACCESO CON VÍAS DE COMUNICACIÓN, CAMINOS VEREDAS. 10. INUNDACIÓN DEL VALLE 11. RESTRICCIÓN DE COMERCIO INTERIOREXTERIOR. 1. INTERCAMBIO COMERCIAL, POCO PRODUCTIVO HACIA OTROS PUNTOS DE CHIAPAS. 2. PUNTO CENTRÍPETO SOLO DE POBLADOS INDÍGENAS DE ALTOS DE CHIAPAS. 3. DEJA DE SER LA CAPITAL DEL ESTADO. 4. SISTEMAS DE COMUNICACIÓN AÚN PRECARIO. 5. TRAZA URBANA SIN CRECIMIENTO. 6. POCO AUJE EN ESTILO ARQ. 7. VIVIENDAS TIPO HACENDADO.COMBINACIÓN VIVIENTA VERNÁCULA. 8. INUNDACIÓN DE VALLE 9. CONVERSIÓN DEL PUEBLO, HABITANTES SOLO LADINOS. 1. APERTURA DE ACCESO CARRETERO. 2. VÍAS DE ENLACE A LOS ALTOS DE CHIAPAS. 3. INICIA PROCESO DE CRECIMIENTO EN ZONA CENTRO. 4. APERTURA COMERCIAL HACIA INTERIOR-EXTERIOR DEL EDO. 5. CANALIZACIÓN DE RÍOS. 6. CRECIMIENTO HACIA LOS BORDES. 7. TRANSFORMACIÓN CULTURAL. 8. LLEGADA DE EUROPEOS A LA CIUDAD. 9. CRECIMIENTO COMERCIAL DE NUEVOS HABITANTES. 10. CONSERVACIÓN EN ZONA CENTRO DE ARQ. VERNÁCULA 11. CAMBIO DE USO HABITACIONAL A COMERCIAL Y/O SERVICIOS. 12. ZONA DE CRECIMIENTO, DISTORSIÓN DE IMAGEN.

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13. ACUERDO EN SEÑALIZACIÓN EN ZONA CENTRO.

SAN JUAN CHAMULA-ZINACANTÁN-SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS San Juan Chamula se sitúa a unos kilómetros de San Cristóbal de Las casas en dirección noroeste; entre veinte minutos y media hora en automóvil por una carretera en buen estado que termina en la parte alta del pueblo; desde allí baja una calle recta, hacia el pequeño valle donde se asienta la plaza cívica y el templo cuya advocación es la de San Juan Bautista. Frente a la iglesia y la plaza se sitúa una fila de tiendas; por lo demás, el caserío no forma calles, más bien caminos, y está disperso en forma irregular combinando sistemas tradicionales de construcción: madera, adobe y palma, con otros modernos, estos últimos modifican el entorno. En la ciudad cabecera del grupo chamula viven los representantes de los parajes, con su familia, uno por cada una de las localidades, que se encuentran esparcidas por todo el territorio. Allí habitan también las autoridades. Cuando cesa el cargo, el hombre con su familia regresan a su paraje, situado en los mismos terrenos de labor. De manera que San Juan Chamula es el lugar desde donde se gobierna el grupo, se imparte justicia y se efectúan las ceremonias comunes, tanto de festividades como de cambio de autoridades. Tal vez, en esta organización sobrevivan tradiciones prehispánicas que bien pudieran haber existido en algunos de los llamados centros ceremoniales anteriores a la llegada de los españoles. Los centros de reunión y de convivencia del grupo chamula son la plaza pública, el atrio del templo y la iglesia misma. Cualquier suceso de importancia en la comunidad tiene repercusión en la plaza, en la cual conviven la organización tradicional y la moderna del municipio. La Presidencia Municipal, el Mercado y la Escuela se sitúan aun lado de la plaza, aunque el centro de todo es la Iglesia que cobija la imagen del santo patrón de los chamulas que es San Juan Bautista. La arquitectura del centro ceremonial corresponde perfectamente con estas jerarquías. La plaza pública se relaciona con el exterior por medio de las dos calles paralelas, que enmarcan el núcleo central del pueblo, más allá está el campo (las tierras), o sea, el territorio chamula. En la plaza se imparte justicia y se hace la reunión dominguera, hasta llega el mercado. Tiene situados en su entorno diversos grupos de cruces pintadas en color verde, cada una de ellas representa uno de los barrios. El atrio del templo está bardado y tiene tres puertas, una al frente y una hacia cada uno de los lados; también un kiosko que no interrumpe el eje central longitudinal de toda la composición. A la llegada a San Juan Chamula, y bajando la cuesta hacia el centro del pueblo aparece al lado derecho la ruina de un templo abandonado; delante de él se localiza el cementerio.5 Zinacantán se ubica al poniente de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, a 12 kilómetros de distancia y a 2135 msnm, en una zona sumamente agreste de los Altos de Chiapas. Forma parte de una región más amplia compuesta por diferentes localidades como son Chiapa de Corzo, San Juan Chamula, Amatenango, Huistán, etc. Zinacantán es el centro ceremonial del núcleo zinacanteco que abarcaba en 1980 unos diez mil individuos esparcidos por los bosque y colinas de su territorio. Debido a la organización social del grupo y lo accidentado del terreno el poblado de Zinacantán no se ordena con los sistemas acostumbrados en otras localidades o en las ciudades de mayor tamaño. Zinacantán existe como pueblo organizado desde antes de la llegada de los españoles. No es un pueblo que tenga calles para el tránsito de automóviles, aunque si tiene acceso en la entrada a ellos, pero si tiene varias veredas y/o caminos peatonales. El centro de Zinacantán con su templo y su edificio municipal, su escuela y su Plaza Mercado, parece localizadas en medio de la naturaleza, y sin embargo ahí están también las viviendas. El edificio más importante dada su forma y magnitud, es, desde luego, el templo, centro de la organización social del grupo. (idem) San Cristóbal de las Casas el asentamiento definitivo de Villa Real (SCLC) se llevó a cabo el 31 de marzo de 1528. El 24 de abril de 1528 se distribuyeron los solares para los primeros vecinos, lo cual quiere decir que ya se había trazado la 5

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población y por lo tanto definido el terreno de la Plaza Cívica en la que se situarían los cajones del mercado y la fuente; junto a ellas el terreno para la iglesia. Ningún documento menciona la existencia de población indígena originaria de los Altos de Chiapas en el valle de Hueyzacatlán, a la llegada de los españoles, el Arqueólogo Franz Blom localizó restos de construcciones prehispánicas en una de las montañas del norte del valle, las cuales habían dejado de estar habitadas con mucha anterioridad a la fundación de la Villa Real de Chiapa. A Villa Real le cambiaron el nombre por el de Villaviciosa y por el de San Cristóbal de los Llanos; con este último, recibió escudo de armas el primero de marzo de 1536 concedido por el emperador Carlos V, quien el 7 de julio de 1536 le otorgó el título de Ciudad con el nombre de Ciudad Real. Los indios del valle que habían llegado con los españoles para fundar la ciudad, eran mexicanos y tlaxcaltecas , ya que los indios de los altos de Chiapas, como grupo, no habitaron en la antigua capital hasta 1975 con la fundación del barrio de la Nueva Esperanza por los tzoltziles de religión evangelista, desplazados de San Juan Chamula. La Catedral de San Cristóbal de Las Casas se ubica en el terreno colindante con la plaza principal de la localidad, a todo lo largo de su costado norte. Es el edificio más significativo por su volumen entre todos los de la plaza, aunque comparte importancia con el del Ayuntamiento Municipal. El volumen de la catedral es el dominante en el centro de la localidad aún si lo consideramos con relación a la traza original de la población que se formaba de doce calles. La traza original de la villa fue situada en la parte plana del valle de Hueyzacatán abrazada por los ríos Fogótico y Amarillo y limitada hacia el oriente por el cerro de Guadalupe, a partir del cual comienza la sierra. Más allá de los cauces de los ríos sigue una parte de valle hasta llegar a las montañas que forman un anillo alrededor del llano. Dos son sus montes más altos, hacia el poniente el Huitepec y hacia el sur el Tzontehuitz. La parte baja del valle, es decir, entre los ríos y la montaña se inundaba con cierta facilidad porque el valle no tiene salida franca de agua sino es por unos orificios del terreno que son conocidos como los sumideros. Cuando las lluvias eran torrenciales los árboles y animales que arrastraba la creciente tapaban los sumideros y la ciudad se inundaba con relativa frecuencia produciendo verdaderas catástrofes. Esta situación se resolvió hacia 1975 con la construcción de un túnel de desagüe que atraviesa la montaña. Con esta obra de ingeniería se ha propiciado un crecimiento anárquico de la ciudad hacia zonas que antes estaban libres de edificios. Claro está que la catedral no se veía afectada los las inundaciones porque el centro de la ciudad fue edificado en el lugar más favorable de todo el terreno. El frente de Catedral se abre en 1995 hacia una plaza nueva, denominada Plaza Catedral, la cual se liga por una esquina con la plaza principal de la ciudad. Pusieron en dicha Plaza Catedral, en 1994 una inmensa cruz en el eje de la Catedaral. Debemos destacar el papel de San Cristóbal de las Casas como centro de los altos de Chiapas y como punto de relación de ideas y de comercio con los pablados del interior y con el resto del país. Asimismo, lo difícil de las comunicaciones con el exterior obligó a desarrollar una economía regional cerrada, entre la ciudad y otras localidades como Chiapa de Corzo, Zinacantán, San Juan Chamula y Huistán, entre otras conformando una región con características propias que han perdurado, en buena medida, a través del tiempo.6 RELACIÓN SAN JUAN CHAMULA-ZINACANTÁN-SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS La región de los Altos de Chiapas, mantiene poblaciones indígenas bastante numerosas. Son indios que hablan tzoltzil o tzeltal, dialectos mayas. Sus tribus están organizadas como municipios generalmente ordenados como centros ceremoniales rodeados de caseríos o parajes diseminados, y están orientadas hacia formas de vida tradicionales, social y culturalmente propias o distintivas. Los municipios indios de Chiapas rodean la sede administrativa colonial, es decir, San Cristóbal de las Casas, ciudad habitada por ladinos (mestiza) que social y culturalmente tiene una orientación nacional. Considerada como un todo, la región montañosa central es una isla de tradición en un área de la nación mexicana con la que siempre ha mantenido una pobre vinculación. Los grupos los Altos de Chiapas se autoabastecen parcialmente, utilizando recursos locales en una región donde el volumen del comercio es bajo y las comunicaciones con el distante mundo exterior resultan difíciles. Pero, concentrándose en características concretas y locales, podría dejar de percibir intangibles hechos sociales, económicos y

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políticos que también atañen directamente a la producción. Es decir, podría analizar las adaptaciones que los grupos hacen a su localidad. El rasgo más sobresaliente de estos pueblos indígenas de los Altos de Chiapas, es su carácter urbano y arquitectónico aparentemente fosilizado (estático). El trazo consiste de apenas algo más que un espacio abierto , la Plaza con su Iglesia y unas cuantas calles de corta extensión que emergen de las cuatro esquinas. Si bien se hace el famoso trazo reticular, implantado en todos los pueblos, como ya se menciono con anterioridad la población se dispersa; dejando solo el área central como punto concentración El tradicionalismo de estilos arquitectónicos es sólo un reflejo del carácter conservador de los indios que en general, también preservaron los conceptos rudimentarios de la cristiandad, según los entendieron cuando inicialmente fueron convertidos y los entremezclaron con sus creencias y prácticas religiosas. Las adaptaciones locales de estas comunidades de los Altos incluiría muchos elementos en apoyo de la idea de la autonomía –y por ende de aislamiento- de dichas comunidades. Los zinacantecos, es una tribu que cultiva maíz, valoran sus tierras de cultivo desde el punto de vista de la agricultura, desde el concepto de herencia, que afecta a la organización familiar. A este respecto, los zinacantecos guardan similitud con otros grupos mayas; aquellos que poseen suficientes bienes raíces tienen grupos de parentesco patrilineal más coherentes, mientras que aquellos para quienes la tierra no es una posesión relevante propenden de una manera débil hacia la continuidad de la línea paterna o carecen totalmente de ella. La interacción entre parentesco y recursos locales pareciera una buena justificación del tratamiento de esta unidad hombre-tierra como autónomo y aislable. Sin embargo, en este ejemplo de interacción hombre-tierra, los terrenos agrícolas de los Altos proporcionan sólo el 20% del ingreso del zinacanteco. El resto proviene del arriendo para cultivo de las tierras bajas adyacentes que ha aumentado su importancia a medida que el crecimiento demográfico del municipio ha ido superando su base de subsistencia en la región montañosa. El cultivo de las tierras bajas conserva el valor de los terrenos agrícolas montañosos impidiendo su agotamiento por exceso de uso. De esta manera equilibrada la primitiva relación parentesco-propiedad, prestando al sistema local hombre-tierra una apariencia de autonomía que en realidad depende de una influencia externa. Los factores exteriores condicionan el empleo de la tierra en Chamula de una manera totalmente diferente. Los chamulas han abusado implacablemente de sus tierra, y la fuerte erosión ha obligado a la aplicación de técnicas especiales de cultivo y a la búsqueda de fuentes de ingresos no agrícolas. Las tierras de Chamula son menos productivas debido a su gran altitud, pero aparte de ser poco aptas de por sí, el rápido crecimiento demográfico de la región ha incidido como factor negativo. Así pues, los distantes mercados de trabajo asalariado al parecer fomentan la elevada fertilidad de Chamula y de este modo, nuevamente el sistema local hombre-tierra debe explicarse en términos de factores condicionantes externos. Como sucede con muchas regiones de carácter étnico del mundo, los Altos de Chiapas, es una isla de tradición al borde de un sistema más amplio. Fonzalo Aguirre Beltrán (1967) ha definido esas áreas como “regiones de refugio” y ha dicho que la etnicidad de las mismas es una adaptación a la marginalidad. El carácter de casta de la organización social regional –en la que una élite ladina domina a tribus social regional- en que una élite ladina domina a comunidades indígenas diferenciadas- se analiza como una adaptación hecha por la región montañosa central en respuesta a su relación marginal con la economía colonial y, más trade, nacional. Una vez más, una vinculación externa condiciona el estado interno de un sistema hombre-tierra. Así pues podemos concretar que el poblado tzotzil (San Juan Chamula-Zinacantán) se establece primordialmente en parajes dentro de un sistema de “pueblo y/o comunidad vacío”. En contraste con los ladinos (San Cristóbal de las Casas) que viven en pueblos compactos, cada comunidad indígena habita parajes, es decir caseríos dispersos holgada y libremente, agregados dentro de un municipio cuyo centro es un foco administrativo y ceremonial. La organización local dentro de un paraje exhibe una mezcla de grupos sociales de diversos tamaños. El grupo más simple y reducido es el de la familia de padres e hijos. Puesto que los hijos casados generalmente viven cerca de su casa paterna, varias familias pueden formar un grupo mayor, que está localizado y basado en la descendencia. Otros parientes e incluso individuos sin vinculación de parentesco, pueden ser parte de la vecindad que rodea a un grupo de descendencia local, y ese tipo de vecindad es a menudo identificado como el sna u hogar del miembro principal. Las vecindades se apiñan alrededor de manantiales o pozos y estos grupos de ojo de agua toman parte en los rituales del agua y la lluvia. Finalmente, el paraje mismo es una unidad territorial y política con funciones religiosas.

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Aunque los municipios son una unidad es conveniente no dejar de lado la relación que los indígenas tienen con los ladinos, esta relación abarca toda la región.7 RESULTADOS Bien, el desarrollo de esta investigación arroja resultados claros en cuanto aún proceso histórico en el que la época colonial marca la pauta del mismo, ya que nos aclara el porque aún ahora año 2003 todavía son zonas delicadas a tratar, podemos ver que no es simplemente el seguir y/o continuar con una relación indígena-ladino para el estudio del uso de suelo ya sea urbano y/o rural, que la integración e interacción en ambos mundos son un todo, y sin embargo ambas zonas tanto la urbana como la rural corren el riesgo de perder su identidad. Actualmente, en San Cristóbal de las Casas, no sólo existen grupos de ladinos, no, desde 1985 se ha notado un fuerte crecimiento de habitantes de origen europeo, los cuales han encontrado cierta armonía en la ciudad, y han establecido una nueva época comercial introduciendo así mismo nuevas costumbres a la ciudad, aquí también hay que poner atención porque los mismos ladinos, la casta ahora influyente de SCLC se está viendo afectada, inclusive, la zona central ya no está siendo manejada en su totalidad por ellos. No se habla de si es bueno, o malo, simplemente empieza una nueva época de colonización en ambas partes en SCLC y en las comunidades de Zinacantán y San Juan Chamula. La imagen de San Cristóbal de las Casas-San Juan Chamula y Zinacantán han tomado un nuevo rumbo de introducción y rechazo de elementos, pero quien va a controlar y dirigir este proceso Antropológico-Social-Cultural-Político-Económico reflejado en el manejo de un tiempo-espacio/hombre-tierra. Los municipios de San Juan Chamula y Zinacantán, si bien no tienen un “Plan Municipal de Uso del Suelo”, si tienen desde tiempos remotos establecido los “Límites de Propiedad” y “Repartición de Tierras” con todo y esto no han logrado librar la constante amenaza de convertirse de un “Territorio Disperso” a una “Ciudad Dispersa”, la lucha eterna que han mantenido a través de los siglos aún no cesa, sin embargo es importante ver cual es la relación que se tiene actualmente con el entorno, el cual nos lleva a entender una relación directa entre un centro- un límite- un borde- Estos puntos de concentración, y de ahí me refiero al punto inicial de Pueblos de Indios, establecidos según las Ordenanzas de Carlos V, pueden ser el enlace directo hacia una nueva proyección, respetando siempre el carácter indígena de estos pueblos, las actividades ya existen ahora el punto será que rumbo tomarán para hacer más eficiente la relación con el mundo exterior; Estamos en la era de la comunicación, ellos la tienen de antaño, dispersos y/o concentrados porqué entonces cambiar esta forma de vida, si se puede aprender a concentrar la actividad y seguir teniendo una estrecha relación aún en forma dispersa. Entendemos ahora que no es necesario la cercanía, si no la comunicación, no es concepto nuevo, el hecho es que estos poblados han funcionado así desde antaño, no es de sorprenderse entonces que si es algo con lo que ya están familiarizados lo puedan adaptar como nueva forma de vida, y de está forma seguir subsistiendo con nuevas alternativas que no les siga generando el desgaste de sus tierras y que una vez más se encuentra el “equilibrio”, lo tienen, pero está desgastado.

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Collier A. George/ “Planos de Interacción del Mundo Tzotzil”/ Instituto Nacional Indigenísta/Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

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ANTROPOLOGÍA SOCIAL DEL ESPACIO PÚBLICO - PRIVADO.

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INTERACCIÓN DE USO DEL SUELO URBANO - RURAL ACTIVID CALL PLAZ MANZANA- NOD HITO AD E A PARCELA O USO DEL ESPACIO PUNT DIS CON CRUC LADI IND SCLC O PER CEN ES NO Í DE SA TRAD PRIN COLO GE CONC A CIPAL NIAL NA EN ES COL TRA O CIÓN NIA L COMERCI X X X X X O VIVIEND X X A RECREAC X X X X X IÓN TRABAJO TRANSPO X X X X X RTE

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CONCLUSIÓN Como vemos existen puntos de conexión a través del uso del espacio, la relación entre ambos nos da un campo de visualización y percepción hacia donde fortalecer los puntos débiles que se han generado con el tiempo y además nos marca una vez más el fortalecimiento de aquellos existentes y que genera estas fuerzas centrípetas y a la vez centrífugas dentro del espacio. Los procesos de transculturización, sin embargo, definen un nuevo campo espacial por explorar ya que generarán nuevos usos y tipos de vivencia que se tendrán que adaptar a las condiciones ya establecidas, y además generan las suyas propias, es entonces cuando vemos pasado-presente-futuro todo a la vez, y de la misma forma en esta clara y/o difusa confusión es la que hace necesario establecer un “ORDEN ESPACIAL-TERRITORIAL, es muy difícil lograr un consenso con las comunidades indígenas, sin olvidar el consenso que se generará con los ladinos, pero es de alto riesgo no iniciarlo, el proceso de una nueva “colonización” por llamarlo de una manera, ya se ha iniciado, estos pueblos y la misma ciudad de San Cristóbal ya están dentro de ella, y cada vez será mayor el empuje, hasta perder el control establecido que podemos mencionar funciona de forma “equilibrada” con el entorno; sin embargo este equilibrio el cual ha estado durante muchos años tendiendo a desnivelarse, es actualmente cuando esta en el punto a favor y/o en contra de lograrlo totalmente. Ahora bien, cual fue la importancia de llevar a cabo en detalle el proceso de la Urbanización Colonial, ya hemos dejado en claro que el punto de concentración tanto en Chamula como en Zinacantán es el edificio religioso y la plaza, también es el punto que ellos permiten mostrar abiertamente al público, entrar, a su real forma de vida es poco probable; vemos que estos pueblos se adaptan la época de la Colonización fueron tratados con las mismas características de cualquier otro; es decir, el trazo de este a través de una gran plaza, que es enmarcada por los edificios religiosos, de gobierno, educación, etc, y de está sale las calles que definirán la manzanas; esto lo tenemos claro -Ordenanzas de Carlos V- muy bien porque no hacer las conexiones dentro de lo ya establecido, claro con las modificaciones pertinentes, pero este sería una forma de poder enlazar este proceso de crecimiento tanto urbano – rural como rural – urbano. Pero regresemos ahora al planteamiento de nuestra hipótesis ¿Son estas culturas una combinación bien articulada y persistente de la vida mesoamericana que ha resistido a prueba del tiempo?, Si así fuera ¿Aún es posible proteger la región cada vez menos aislada de las fuerzas de cambio provenientes del exterior y/o se adaptarán al proceso de conexión para convertirse en ciudades con características urbano-rurales? Es cierto que estas culturas han resistido y siguen resistiendo al cada más insostenible proceso de colonización; en cuanto a manejo y concepto en términos de relación tierra-hombre efectivamente se encuentran bien articuladas, pero el

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proceso de interacción hacia el mundo exterior ya no es, ni será de tan difícil acceso, esto genera una nueva relación, el querer una nueva integración a la sociedad, no se han dejado llevar a través del tiempo por la comercialización, sin embargo, tampoco les era de gran accesibilidad, ahora, tienen este mismo arraigo y querencia de sus tierras, pero aparece está nueva visión comercial y de mercadoctenia que les abre nuevas puertas, nuevos caminos y nuevas visiones, efectivamente pueden ser positivas o no, pero, ya es latente este proceso, quizá no tiendan a desaparecer, pero SI!!! Tienden a conceptualizarlo y adaptarlo como lo han hecho a través de los años, y esto se verá reflejado en el manejo de la tierra. No quiero dar una visión desalentadora o alentadora simplemente pretendo ubicar la realidad a la que se enfrentan esta cultura. Con lo que respecta al segundo cuestionamiento, la palabra proteger, pues de hecho causa cierto temor, y se maneja intencionalmente, el que no entienda bien este concepto, tendería a marginar, a dejar tal cual, a convertir en museo, lo que ha trascendido en tiempo-espacio, y este no es el proceso adecuado a mi parecer, ya que se tiene que aprender en este proceso de “urbanizar” algo que es de alabanza, no vivir para y del automóvil, estos poblados lo manejan muy bien y este sería una aportación en este proceso, no se trata de aislar lo ya de por si aislado, sino de integrar, de ordenar, de relacionar lo ya existente y mejorarlo. Como se menciona en párrafos anteriores, no es capricho hacer tanta referencia al proceso de urbanización colonial; tal vez sería revisarlo, y adaptarlo, hacía el nuevo siglo, partir de él para establecer nuevas relaciones entre las zonas de transición rurales-urbanas y urbanas-rurales, de esta forma los indígenas podrían seguir dispersos en su territorio, y la nueva tendencia de crecimiento tendería a concentrarse en puntos, haciendo un vínculo a los puntos centrípetos –plaza-iglesia-mercado-gobierno- pero manteniendo límites entre los nuevos habitantes y los ya existentes, sin generar una nueva lucha y confrontación lo que no se garantiza es el proceso de una nueva raza, en la zona, que ya de por sí se han ido generando a través de la historia. No se cierra entonces la posibilidad al desarrollo a través de establecer un “plan de ordenamiento, ciertas estrategias para la conservación y desarrollo de la zona, lo mismo que la ya establecida interconexión con la ciudad de SCLC y de aquí una conexión hacia el exterior más directa. Finalizo con la siguiente parodia: NATURALEZA Y TIPOS DEL COMPORTAMIENTO CHAMULA: Algunos hacia el sol poniente;

¿No sabes que hace mucho tiempo el castellano fue el primer idioma que Nuestro Señor le dio a la gente? Había un solo lenguaje;

Aquellos que anduvieron juntos Tuvieron el mismo lenguaje; Uno a uno partieron , aquellos que Hablaban la misma lengua.

Ese era el idioma que todos tuvieron que aprender, Pues Nuestro Señor les dio almas a los Ladinos antes que dárnoslas a nosotros. Cuando cambió los idiomas la gente empezó a dividirse;

De lo contrario no se habrían Entendido mutuamente; Es por ello que nos separamos, Aquellos de nosotros que hablan El lenguaje auténtico, el TZOTZIL.

Se dispersaron por todas partes, Algunos hacia el sol naciente,

-SHUN MÉNDEZ TZOTZEK

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BIBLIOGRAFÍA •

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"La investigación antropológica como instrumento de comprensión de la vida en las ciudades. Un ejemplo práctico: el análisis de los Jardines del Doctor Roig i Raventós." Miguel Doñate

Introducción Propongo mediante la exposición de la investigación que he desarrollado en un parque de la ciudad de Barcelona mostrar como la antropología puede ser una herramienta excepcional para la comprensión cualitativa de la vida en las ciudades. El análisis de este espacio me ha permitido además de observar las interacciones que producen las personas que acuden a este y las posibles identificaciones que se construyen entre estas a partir de la concreta disposición espacial, de la asiduidad en la asistencia y/o de la actividad que desarrollan en el espacio y consecuente uso de este, observar la creación por parte de estas de un conjunto de normas cuya finalidad es evitar y/o solucionar los conflictos que pueden surgir de la convivencia diaria como consecuencia entre otras de la ineficacia de la normativa oficial. Para esta comunicación me he planteado un doble objetivo, que si bien ahora enunciaré de manera diferenciada, en las próximas páginas me resultará imposible tratarlos separadamente pues guardan entre ellos una estrecha relación. Por un lado, tal y como apunta el título de esta, trataré de exponer de la forma más concisa posible los resultados de la investigación antropológica que vengo desarrollando desde el año 2000 en los “Jardins del Dr. Roig i Raventós” del distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi, para a través de éstos demostrar la idoneidad de la antropología social y cultural como instrumento para la comprensión cualitativa de la vida en las ciudades. Pero al mismo tiempo espero, respondiendo en cierta forma a la iniciativa de diálogo promovida por estas jornadas convocadas por el ICCI entre las diferentes disciplinas que tienen en la comprensión de la vida en las ciudades su objeto de estudio, aportar una serie de reflexiones que se derivan de mi investigación y que apuntan a la utilidad que puede tener la antropología para el análisis de la vida en las ciudades realizado desde otras disciplinas. Unas reflexiones que más que incidir en la creación de grupos pluridisciplinares, lo harán en el sentido de los beneficios que pueden reportar a arquitectos, urbanistas, políticos, ... en definitiva a todo aquel que participa en la planificación, diseño y construcción del espacio urbano, y particularmente de los espacios públicos, tanto el conocimiento de las numerosas investigaciones antropológicas en este campo como incluso la utilización por estos de algunos métodos y técnicas antropológicas. Ya que como he podido observar parece ser la ausencia de un conocimiento cualitativo de la vida en las ciudades la responsable de la “distorsión” que existe entre la realidad proyectada por estos especialistas y la realidad vivida por las personas. Aproximación a la investigación antropológica Como ya se ha apuntado, esta investigación se desarrolla en los jardines del Dc. Roig i Raventós, ahora bien, no es este espacio concreto el objeto de estudio de esta investigación, pues como en toda investigación antropológica sólo puede serlo el ser humano en su dimensión social y/o cultural, siendo en este caso las personas que interaccionan en este parque concreto. Sin embargo esto no significa reducir el papel del espacio exclusivamente a la de ámbito físico en el que se desarrolla la investigación, pues el espacio es susceptible tanto del análisis antropológico como del conjunto de las ciencias sociales en cuanto es usado, ocupado, pensado, imaginado, ... por el ser humano, es decir, siempre que corresponda a lo que a inicios del siglo XX el sociólogo G. Simmel (1988) denominó como la dimensión social o sociológica del espacio1. Pero es que incluso como veremos más adelante la presencia del espacio en la investigación trascenderá su condición de receptor de la acción humana, ya que al tratarse en cierta forma de una relación recíproca la establecida entre las personas y el espacio, también este influirá en las personas.

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Una dimensión que como he podido comprobar estos días empieza a ser tenida en cuenta por arquitectos y urbanistas aunque mayormente desde una perspectiva generalista.

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Los objetivos de esta investigación podrían dividirse en dos bloques de acuerdo a la propia dinámica del proceso de investigación; un proceso que se debe a la combinación tanto de los nuevos interrogantes que se iban produciendo a medida que avanzaba el análisis como de nuevos intereses personales. Mientras que en una primera fase ya finalizada, y que es en la que se centrará esta comunicación, el objetivo principal sería el conocimiento pormenorizado de la realidad social del parque; en la segunda, actualmente en proceso de elaboración2, la hipótesis principal de trabajo será el análisis del conjunto de normas informales de las que se han dotado las personas que interaccionan en este parque mediante las cuales garantizar un relativo equilibrio convivencial a través de la evitación y/o resolución de los conflictos que genera la interacción cotidiana y como consecuencia principalmente de la ineficacia del derecho oficial para este menester. Una ineficacia que no dejará de ser un reflejo de la distorsión entre la realidad vivida y la realidad proyectada. Si bien esta división a nivel general no genera diferencias entre los métodos y técnicas empleadas para la consecución de los respectivos objetivos, pues para ambas es el trabajo de campo la principal herramienta para un conocimiento cualitativo de estos fenómenos, sí que en el plano teórico existirían ciertas diferencias, ya que mientras que la primera fase respondería a los intereses de la especialidad de la antropología urbana, la segunda lo haría a los de la antropología jurídica. El trabajo de campo antropológico. El trabajo de campo consiste principalmente en la inmersión del investigador en el seno del grupo investigado. En este caso concreto, la estancia sobre el terreno, estancia que se ha prolongado durante dos años (2000-2002), resultará inicialmente menos compleja de lo que supondría tradicionalmente, puesto que problemas como la diferencia lingüística o la cultural no se dan. Incluso la dificultad que supone integrarse para el investigador en un grupo no existirá puesto que también soy parte del grupo analizado. Aunque no todo lo que se derive de esta proximidad serán ventajas, pues entre otras dificultades aumentará el riesgo de subjetividad. Ahora bien, la estancia entre la comunidad estudiada no es ni puede ser por si misma garantía de un conocimiento científico de esta realidad. Por ello la antropología se haya dotada de una serie de técnicas a través de las cuales recoger de manera científica la información etnográfica que posteriormente será sometida a la elaboración antropológica. De entre todas estas técnicas de obtención de información destaca la observación, que en mi caso he optado por un modelo similar a la observación participante propuesta por B. Malinowski (1986), que como su nombre indica, consiste básicamente en combinar la continua observación de lo que sucede junto con la participación, en la medida de los posible, de la cotidianidad del grupo, o lo que es lo mismo consistirá en intentar ser uno más del grupo humano. En mi caso, como ya he señalado, este esfuerzo por integrarme será inexistente puesto que formo parte de este grupo, lo que a su vez me permitirá pasar desapercibido facilitándome tanto mi participación en la realidad cotidiana del parque como mi labor de observación, al mismo tiempo que se reduce la posibilidad de alterar el comportamiento de las personas. Gracias a esta observación podré conocer que personas son las van al parque y cuando van, que actividades desarrollan, como se relacionan entre ellas o con el espacio, si estas relaciones se traducen o no en procesos de identificación, que conflictos se generan y como estos se evitan o resuelven, ..., en definitiva me permitirá obtener una elevada comprensión de la realidad de este parque. Aún siendo consciente de que prolongadas estancia sobre el terreno son inviables en el marco de los proyectos de arquitectos o urbanistas e innecesarios pues en general no requerirían para su implementación de un conocimiento pormenorizado de la realidad social sobre la que se aplicarían, si que considero que un relativo conocimiento de dicha realidad obtenido mediante una breve pero suficiente observación aumentaría el grado de eficiencia de muchos de estos proyectos. Otra de las técnicas empleadas en el trabajo de campo antropológico son las entrevistas, si bien debido a las condiciones particulares de este caso como la existencia de una relación previa por mi parte con las personas o la propia naturaleza dinámica, relativamente espontánea de los espacios públicos, serán más bien conversaciones pues ni estarán preparadas ni registradas). Las entrevistas, además de permitir comparar-contrastar lo observado y aportar nueva información que o bien desconocía por ser anterior a la observación o por no estar presente en el momento del suceso o simplemente por haberme pasado desapercibida, me permitirán también aproximarme a la perspectiva individual. 2

Este mes de junio la presenté como trabajo de segundo año del doctorado de antropología en la Universitat de Barcelona mediante el cual se obtiene el título de DEA.

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Otras técnicas susceptibles de ser utilizadas en el trabajo de campo antropológico serán los diferentes medios audiovisuales como la fotografía o la filmación cuyas aportaciones más notables serán la ejemplificación de lo observado El análisis de documentos: Otra fuente de información. Con demasiada frecuencia el análisis de documentos ve eclipsada por el trabajo de campo su condición de fuente de información antropológica debido principalmente al hecho de que tradicionalmente la antropología trabajaba con sociedades ágrafas y de la división que ha venido reproduciéndose en el panorama antropológico desde prácticamente sus inicios entre perspectivas diacrónicas y sincrónicas. No consideró necesario argumentar la adopción de una perspectiva diacrónica ni del análisis de documentos pues es la voluntad de alcanzar una comprensión total de esta realidad lo explica por si misma. Por poner algún ejemplo de los múltiples documentos analizados y de la utilidad para esta investigación citar por ejemplo el análisis histórico de tratados y proyectos de urbanistas para comprender el protagonismo que en cada época se ha otorgado a los parques y jardines, o el de la prensa que permite observar la dimensión que se otorga a las cuestiones relacionadas con los parques, la reacción política o social frente a determinados comportamientos en estos, etc., o el análisis de documentos de naturaleza jurídica como las distintas legislaciones para ver como se regulan las relaciones sociales en los parques o las actas de juicios que muestra como se resuelven los conflictos generados en parques, para posteriormente compararlas-contrastarlas con el funcionamiento de este cuerpo normativo creado por estas personas. Hacia la construcción de un modelo analítico Una vez recopilado el grueso de la información etnográfica en esta primera fase, y en pleno proceso analítico, establecí un modelo analítico basado en tres variables o categorías a través del cual explicar la realidad social de este parque. Estas tres variables son el espacio, el tiempo y la actividad que desarrollan las personas en el parque y el consecuente uso del espacio que se deriva estas. La novedad de este modelo radica en que, a diferencia de la gran mayoría de investigaciones desarrolladas en los espacios públicos desde la antropología urbana pero también de los proyectos de planificación de nuevos espacios públicos o de remodelación de los ya existentes basados principalmente en la tercera de las variables propuestas de la que se derivará el caracterizar y clasificar a las personas en cuanto usuarios y a las actividades que desarrollan en cuanto usos, éste se basará en que es la combinación de estos tres elementos lo que ofrece una mayor precisión a la hora de caracterizar y clasificar a las personas que participan de esta realidad así como una clara comprensión de lo sucedido en este espacio. De aquí que opte por tipificar como asiduos usuarios a todas aquellas personas que participan de la realidad social del parque en cuanto que se interrelacionan entre ellos, construyen identidades, etc.; una tipificación que al estilo del tipo ideal weberiano englobará la diversidad individual producto de la diferente combinación de estas tres variables. Frente a estos podremos situar a los usuarios eventuales que serán aquellos que aún haciendo un uso del espacio no participarán de estas redes sociales. Puede que esta distinción ayude también a explicar la distancia existente entre la realidad proyectada por las instituciones y la realidad vivida por los asiduos usuarios, ya que la realidad concebida desde las instituciones parece contemplar exclusivamente a los usuarios eventuales que son los que menos participan de este tipo de espacios tanto en intensidad como en frecuencia como numéricamente. Pero para poder comprender mejor las implicaciones de este modelo analítico pasemos a ver brevemente estas tres variables. El espacio Como ya dije al inicio, la importancia del espacio se manifiesta en múltiples niveles, por lo que nuestra atención deberá tratar de dirigirse a todas ellas. Por un lado, deberá tenerse en cuenta la ubicación del parque en el conjunto de la ciudad, pues bien seguro que en este caso la realidad observada no sería la misma si en vez de estar situado en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi lo estuviera en cualquier otro distrito de Barcelona ya que este es un distrito de clase media-alta en el que abundan los parques y jardines de tamaño medio como consecuencia de la tradicional disponibilidad de espacio derivada de su tardía urbanización. Pero es que incluso su ubicación concreta en el conjunto del distrito también influirá sobre esta, pues el contexto más inmediato al parque es el que le aporta la práctica totalidad de asiduos usuarios. Situado en la zona de Tres Torres, zona residencial en la que abundan los bloques de viviendas con jardín privado lo que sin duda resta potenciales usuarios, esta posee numerosas infraestructuras sanitarias y escolares que aportaran asiduos

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usuarios no necesariamente residentes en la zona principalmente a la hora de comer. También en este contexto podemos ubicar otros dos parques, el de la “Plaça de Ferran Casablanca” y los “Jardins de Ca n’Altimira” que sin duda ayudan a entender por que este parque es de determinada manera. También deberemos atender a la morfología del parque, puesto que su escasa especialización así como un particular morfología que facilita una zonificación invisible del espacio permitirán la convivencia de una pluralidad de usos.

Otra cuestión a contemplar en relación al espacio será el papel que este desempeña a la hora de crear relaciones e identidades, pues por ejemplo éste en su totalidad es uno de los ejes sobre el que se construye una relativa identidad de pertenencia al grupo de los asiduos usuarios, al igual que también que lo son divisiones que se forman del espacio pues a través de estas también se construyen identidades de subgrupos dentro de las de grupos que se crean a partir de la actividad desarrollada. Esta parcelación del espacio plantea otra de las cuestiones a tener en cuenta como es la apropiación de espacios concretos, una apropiación que podrá verse condicionada por la propia definición del espacio (el caso de la zona de juegos para niños, ArN); por las condiciones atmosféricas; por criterios propios de seguridad y control como por ejemplo el rechazo de las personas con niños o perros hacia los bancos que están de espaldas y junto a la calle Dalmases (A10-A13, y en menor medida pues no están al mismo nivel los B7-B10) o por los jóvenes que consumen hachís que prefieren estar los más alejados de la calle para controlar el paso de la policía y garantizarse un tiempo de reacción; o por motivos de elección personal. El tiempo La primera cuestión que debe tenerse en cuenta en relación al tiempo es la doble significación que posee en nuestro idioma, la que se refiere a la temporalidad y la que lo hace a las condiciones atmosféricas. En relación a esta primera significación, además de prestar atención a cuestiones como la dimensión subjetiva del tiempo (no se percibe igual cuando uno habla animadamente que cuando uno espera) o valoraciones que se establecen en relación a este (por ejemplo entre los paseadores de perros el tiempo dedicado denota el compromiso con el animal), deberemos prestar atención a una serie de diferenciaciones que podrán influir en las actividades que se desarrollan en el espacio, en la hora en que se desarrollan, en la intensidad en que se desarrollan, en el número de personas que hay desarrollándola, en el espacio concreto que se ocupa, etc..

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Una de las divisiones que más influye en la realidad del parque es la que se establece entre periodo laboral (y/o escolar) y festivo, que afecta tanto a la semana como al conjunto del año; influencia que tiene su ejemplo más visible en la presencia de niños en el parque. Pero otra de las consecuencias de esta división es la relajación en los horarios durante los días festivos ya que en general las personas inician su actividad más tarde. Otra importante división es la que se hace del propio día (mañana, mediodía, tarde, noche, madrugada) a través de la cual se organiza la actividad diaria y que se refleja de manera directa en el parque (por ejemplo a las horas de las comidas apenas habrán personas). También nos permitirá esta división determinar periodos de intensidad para cada una de las actividades y la presencia de los diferentes grupos y subgrupos de asiduos usuarios. A estas deberá sumarse la propia división que se hace del día mediante las unidades temporales (segundos, minutos y horas) pues dada la monotonía que implica la cotidianidad podremos llegar a cuadrar de manera bastante precisa (especialmente en periodos laborales) la actividad que se desarrolla en el parque. En cuanto a la influencia que ejercen las condiciones atmosféricas sobre la actividad en el parque dudo que sean novedad para nadie, ahora bien, de qué forma lo hace es probable que sea una cuestión que se pase por alto. La más evidente de todas ellas es sin duda la lluvia, ahora bien incluso bajo estas condiciones adversas puede observarse algunos jóvenes (cubriéndose bajo los árboles más frondosos o en la caseta de la zona infantil) o algún paseador de perro (que al igual que pasaba con el tiempo, será valorado positivamente por el resto de paseadores de perro). Descartada ésta, es la insolación la que influye de manera clara no tanto en las actividades que se desarrollan (aunque lo hace pues no es lo mismo estar tomando el sol que leyendo un libro) como en el momento del día o en el lugar que se ocupa en el espacio. Para comprender esta deberemos atender entre otros factores a la orientación del parque y a los edificios colindantes; a los árboles pues son los producen sombra; o a la época del año, tanto por si, como en este caso, son árboles caducifolios, como por la temperatura general o la duración de la jornada diurna. Actividades en el espacio y usos del espacio No resulta necesario volver a señalar la importancia que tiene la actividades que se desarrollan en el espacio en cuanto conllevan un uso determinado de este e incluso la ocupación de una zona concreta o en cuanto condicionan el momento del día en que los asiduos usuarios hacen acto de presencia o la duración de su estancia. En cambio, sí que lo resulta tratar de manera más precisa la constitución de una identidades más o menos explicitas a partir de la actividad que desarrollan las personas, fortalecidas por cuestiones relacionadas con el espacio concreto y el momento del día y por supuesto otras como la afinidad personal y en menor medida cuestiones de género, edad, clase social, etc.. Unas identidades que se materializan en la constitución de grupos y subgrupos, y que demuestran su existencia no tanto en la reunión de sus miembros (pues no es suficiente motivo como para considerarlo reflejo de una identidad) como en la existencia de normas que regulan las relaciones dentro del grupo o en la manifestación explícita de formar parte de estos. Simplemente señalar que los principales grupos (y subgrupos) son los niños (diferenciado dependiendo de la edad, si van acompañados y por quién, del momento del día o de la actividad que desarrollan) y los paseadores de perros (diferenciándose principalmente por el momento del día y el espacio concreto que ocupan). Otros serían los ancianos (con o sin acompañantes), los jóvenes que consumen hachís (pudiendo llegar a distinguirse según el momento del día y si bien o no de la escuela), parejas, toxicómanos (si bien en estos momentos no, si que en el momento de la observación habían bastantes, pues colinda con el parque un centro de desintoxicación), sin hogar (diferenciando entre los autosuficientes y los que mendigan), servicios como jardineros o agua, los que comen, los que leen o reflexionan, o los policías. Puntualmente se podría sumar como actores a algunas instituciones como cuando hacen pases de cine u organizan un encuentro de entidades del distrito. A modo de conclusión Para finalizar, deseo recapitular cuales pueden ser las aportaciones tanto de esta concreta investigación como de la antropología en general al trabajo de arquitectos, urbanistas... de cara a reducir esa distorsión observada entre la realidad proyectada y la realidad vivida que se produce en numerosos espacios públicos y que en los casos más extremos deriva hacia la “muerte” de estos espacios.

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El mecanismo más efectivo para la consecución de esta reducción será una mayor atención a las personas que en definitiva es para quien se crean estos espacio, pudiendo servir para dicha finalidad un tipo de observación cualitativa tanto de las personas como del contexto en se ubicará; una comprensión cualitativa que puede verse facilitada a través de la aplicación del modelo analítico propuesto. Otras aportaciones serían la de apostar por promover la creación de parques y jardines de tamaño medio escasamente especializados y con morfologías que faciliten la zonificación pues así se reducen las barreras para un espacio multifuncional. Por último, destacar que son los asiduos usuarios quienes mejor conocen sus parques y quienes más interés tienen en mantenerlo en buen estado y garantizar una convivencia, por lo que cualquier intervención deberá contar con su participación tanto para la elaboración como para su aplicación.

Bibliografía MALINOWSKI, B. K. (1986) Els Argonautes del Pacífic Occidental, Barcelona: Edicions 62. SIMMEL, G. (1988) “L’Espai i les ordenacions espacials de la societat” en Simmel G. Sociologia II, Clàssics del pensament modern 39, Barcelona: Edicions 62, pp. 255-339.

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La génesis del pensamiento de Nuno Portas: Portugal años 1960 Patrícia Santos Pedrosa 1. Notas sobre el marco histórico y cultural Portugal, después de un siglo XIX lleno de agitación y cambios, de invasiones napoleónicas y huidas reales, entra en el siglo XX sustituyendo a la monarquía por una república (1910). No siendo la República capaz de traer al país y a sus ciudadanos la estabilidad y el desarrollo deseados, es atacada por una primera y corta dictadura militar (1917). El país vuelve, un año después, a la frágil república parlamentaria. Pero pocos años más aguantaría este sistema político. En 1926, Portugal sufre otro golpe militar, dando origen, entonces, a la larga dictadura de Oliveira Salazar y a los más de cuarenta años del “Estado Novo”. No es hasta la primavera de 1974, en la inolvidable madrugada del 25 de abril con la Revolución de los Claveles, que Portugal vuelve a tener el derecho de vivir en democracia. Enfoquemos en los años 60, marco cronológico escogido para esta presentación. La opción por esta década no es fortuita. Mirando la historia de la realidad portuguesa en general, y de la arquitectónica y urbana en especial, es posible identificar en estos años que alguna modernidad, o deseo de ella, va llegando efectivamente a este periférico pedazo de Europa. Muchos son los cambios a que se asiste en la sociedad portuguesa de estos años. Las migraciones cambian el rostro del país: el Portugal rural se vacía, las ciudades crecen violentamente, París pasa a ser la segunda ciudad con más portugueses en el mundo después de Lisboa. Las guerras coloniales (en Mozambique, Angola y Guinea Bissau) empiezan y absorberán una significativa inversión de gente y dinero por más de una década, fragilizando aún más el poco desarrollado tejido social del país. La familia, la célula social que la dictadura obsesivamente alimentará, denota alteraciones profundas. Las mujeres van representando un papel, cada vez más fuerte, fuera del rol que tradicionalmente se les destinara y en el que el régimen insistiera. El impacto de estos cambios produce tensiones diversas que exigen de cualquier sociedad respuestas y adecuaciones; de Portugal no se esperaría menos. Su profundo ensimismamiento, y también la indiferencia internacional, no ayudaron a que surgiesen las soluciones políticas y sociales ansiadas. Durante más de diez años los varones siguen yendo para África a combatir y morir, millares siguen abandonando el país buscando mejores condiciones de vida en el extranjero, el dinero sigue no existiendo para las inversiones en el desarrollo del país. Las mujeres, así como las familias, siguen representando su ambiguo papel, viviendo su esquizofrenia entre el pasado tradicional y el nuevo presente, en una realidad donde los números de la mortalidad infantil denotan el real retraso socioeconómico y, por otro lado, aumenta el número de mujeres que empiezan a independizarse profesionalmente apuntando al futuro. Todo esto en una realidad urbana inapropiada; donde se asiste a una avalancha de gente que llega a las ciudades sin que estas los sepan acoger, teniendo así, estos inmigrante internos, que improvisar, espabilándose como saben y pueden1. 2. La realidad y la urgencia Los arquitectos habían realizado en 1948 su 1º Congreso. Fue, al igual que el momento nacional, el equilibrismo de lo imposible de equilibrar: reuniendo “antiguos y nuevos, sumisos y resistentes”. Aunque construido bajo unos cuantos equívocos, el congreso fija dos ideas importantes que marcarán el futuro de la arquitectura nacional. Por un lado, el rechazo del estilo “portugués suave”, búsqueda de la recuperación y reinvención de una mítica portugalidad arquitectónica que alejaba y dificultaba – a través de las presiones tanto externas como internas – la posibilidad de encontrar un camino de modernidad. Por otro lado, el Congreso fue una llamada de atención para el “gravísimo problema de la vivienda” en Portugal y la consecuente necesidad de acciones arquitectónicas y urbanas capaces de resolver tal problema2. Directamente de la primera idea salida del Congreso, el rechazo de un estilo nacional, va a surgir, durante los años 1950, un proyecto que permitirá a los arquitectos, en algunos casos de modo superficial, tomar conocimiento de la realidad popular construida. De la investigación/encuesta hecha en todo el territorio continental resultará Arquitectura Popular em Portugal, libro publicado por primera vez en 1961. Este trabajo servirá, entre otras cosas, para mostrar claramente

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Para información más detallada ver: Fernando Martins. "As «mudanças invisíveis» do pós-guerra" in José Mattoso; Fernando Rosas. História de Portugal: O Estado Novo (1926-1974), vol. 7. Lisboa: Estampa, 1998.

2

Nuno Portas. "A Evolução da Arquitectura Moderna em Portugal: uma interpretação" in Bruno Zevi. História da Arquitectura Moderna, vol. 2. Lisboa: Arcádia, 1978, p.733. 1|4

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que no existía una “casa portuguesa”, como el poder y algunos arquitectos deseaban y publicitaban. Antes bien, señalaba que existían soluciones múltiples que venían de las también múltiples situaciones socio-culturales encontradas, producto de distintas realidades y vivencias. Del segundo punto, lo del problema grave de la vivienda, se abrirán, durante las décadas siguientes, distintas propuestas y búsquedas, tanto teóricas como prácticas. Muchas de ellas llegarán por las manos de los jovencísimos arquitectos y estudiantes presentes en el Congreso. Formado entre la escuela de Lisboa y la de Oporto, Nuno Portas (Lisboa, 1934) termina su formación de arquitecto en 1960, pero ya había empezado, en 1957, a publicar artículos críticos en la renovada revista Arquitectura. Era demasiado joven para haber estado en el Congreso, pero fue, seguramente, unos de sus herederos más productivos. Su actividad múltiple atravesará casi todas las áreas que a la ciudad y a la arquitectura respectan. Su acción de pensador abarcará la crítica, la teoría y la historia3. Paralelamente a éstas, desarrolló su actividad de proyectista – tanto en la escala del edificio como de la ciudad – y la de profesor4. En los años sesenta fue, además, investigador del Laboratorio Nacional de Ingeniería Civil de Lisboa (LNEC), estudiando los temas de la vivienda de presupuesto controlado, así como de la optimización de su producción. Como resultado de su vertiente de investigador del LNEC se pueden encontrar casi una veintena de publicaciones de las cuales es autor o coautor (entre 1963 y 1983). Creemos que toda esta variada actividad, principalmente la de investigador en sentido más amplio, se encuentra enraizada en dos puntos. Primero, el profundo realismo de que siempre se alimentó el pensamiento de Portas, nacido originalmente contra las dos dictaduras arquitectónicas del gesto formal que había heredado: la del estancamiento portugués con su recalentado eclecticismo y la de la modernidad internacional con sus respuestas exageradamente perfectas, frías e inespecíficas. Segundo, el estado de degradación en que se encontraba la producción arquitectónica y urbana portuguesa. O sea, la realidad portuguesa exigía, dada la gravedad de su estado, demasiadas medidas, mucha acción, pero primero que nada, mucha reflexión. Frente a este “ambiente de urgencia”5 no teme utilizar todas las armas que el arquitecto puede tener en sus manos, y estas armas van siendo motivo de reflexión alrededor de todas las escalas de la acción del arquitecto; ya que la responsabilidad urbana de un proyecto arquitectónico no es menor que la que encontramos en una propuesta urbana estricta. 3. Trazos de una Ética de la Acción del Arquitecto: el Realismo Analizando lo que Nuno Portas va escribiendo a lo largo de la década en estudio, es posible identificar algunas características que conforman un comportamiento transtemático. El intento de traer para la arquitectura portuguesa una elevada dosis de realismo puede ser la línea que permite zurcir el trabajo de Portas. Esta no es solamente una preocupación suya. Es más bien una necesidad, un aire de los tiempos, que Nuno Portas como figura clave ayuda a detonar, sintetizar y que mucho alimenta, participando activamente en la producción arquitectónica y urbana, tanto teórica como práctica. ¿Pero, al final, de qué hablamos cuando hablamos de realismo arquitectónico y urbano en los textos de Portas? Para intentar identificar la amplitud de la propuesta de Portas haremos un análisis que ayude a una posible sistematización, considerando tres tiempos de relación del arquitecto con su entorno. Antes de cualquier tipo de acción arquitectónico-urbana en el territorio está presente la noción de lugar como acontecimiento físico-cultural complejo y especifico. Lo existente, a través de su historia, popular y erudita, y de su realidad territorial, enmarca cualquier posibilidad de acción futura; sea en una configuración de ubicación, en un programa o en una opción material o volumétrica. 3

Publicó, desde 1957 hasta finales de los años 1960, más de 30 artículos de crítica en la revista Arquitectura. En plan teórico hay que acentuar sus dos libros: Nuno Portas. A Arquitectura para Hoje. Finalidades. Métodos. Didácticas. Lisboa: Liv. Sá da Costa, 1964. y Nuno Portas. A Cidade como Arquitectura. Apontamentos de Método e Crítica. Lisboa: Livros Horizonte, 1969. Su texto histórico más significativo, de finales de 1970, es el capítulo ya citado: Portas. "A Evolução da Arquitectura Moderna em Portugal..."

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No desarrollaremos, en este texto, esta vertiente, aún que sea de vital importancia para todo el ejercicio y aplicación de un modo de pensar. Es un tema que sobrepasa, por su dimensión, las posibilidades de un trabajo cómo el que presentamos.

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Titulo del primer capítulo del libro A Arquitectura para Hoje. 2|4

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De aquí pasamos a un segundo momento, el proyecto y la acción que de la observación resultan. Las respuestas se buscan en el análisis anteriormente enunciado. Este es el ciclo de concretización del realismo: sale de las respuestas e ideas propuestas – realidad absorbida – la intervención, la obra – realidad intervenida o nueva realidad –. Las propuestas de los arquitectos y urbanistas son miradas como digestión de un conjunto de especificidades y características reconocidas. El atravesamiento del tiempo actual (que resulta de la intervención del técnico o de su especificidad) permite la producción de una nueva realidad calificada y embebida de significado socio-cultural. En un último momento, la realidad creada y rehabitada es objeto de un nuevo análisis. Una cierta mirada, deseada científica, es lanzada sobre lo que es el resultado de la intervención. El estudio de las relaciones sociales que envuelven la novedad busca identificar adecuaciones y fallos en lo que es propuesto. De algún modo, el ciclo se cierra, reiniciándose. El hecho de que, sobre esta emergente realidad, sea realizada una investigación que busque comprender la acción y las reacciones, es también aceptar, de un modo no conformista, que las soluciones no son ni únicas ni universales. En todo este proceso de relación de los técnicos urbanos con el mundo es posible reconocer dos tipos de mecanismos complementarios. Podemos identificar, por un lado, el proyecto como investigación y, por otro, la investigación como proyecto. Si el primero trae para la acción de proyectar una responsabilidad de permanente apertura y re-cuestionamiento, el segundo carga la investigación con la responsabilidad de proponer respuestas, o meta-respuestas, que sean aplicadas a las necesidades de la población más desfavorecida. En este sentido, Nuno Portas desarrollará investigaciones que buscan la optimización de las áreas y de la producción de la vivienda. Es éste el modo en que la responsabilidad social del arquitecto es llamada a intervenir de modo más directo. Frente a una realidad urbana empobrecida, sin un derecho generalizado a una vivienda digna, se buscan respuestas de sistematización que permitan bajar el valor de la inversión necesaria: así, teóricamente, se producen más viviendas y se beneficia a un número más elevado de familias. Lo que puede parecer una contradicción – respecto a la especificidad del lugar versus búsqueda de patrones generales del habitar – puede ser leído de otro modo. Frente a un problema social grave – la falta de vivienda para las poblaciones sin recursos y el crecimiento descalificado de la ciudad – el arquitecto, junto con otros investigadores sociales, proponen estudiar la realidad de las familias con las que trabajan, procurando, encontrar respuestas matriciables en esa misma realidad. Su idea es que, a partir de estas pautas, es posible viabilizar respuestas de bajo presupuesto y de larga amplitud. Garantizando, entonces, ciudad y vivienda dignas para los que no pueden obtenerlas a través de sus propios recursos económicos. Pero no deja de ser interesante realzar que la idea de beber de la realidad, investigándola con sistematicidad y buscando sus reglas, para devolverle actuando con su misma materia, tiene algo de realismo idealista donde podemos, hoy, reconocer alguna ingenuidad y sacar algunas conclusiones estimulantes. Aunque el pensamiento de Nuno Portas actualmente camine principalmente por el tema de la ciudad, sigue transportando muchas de las preocupaciones, de ámbito realista, aplicadas inicialmente a la vivienda. Cuando, hablando del trayecto de trabajo a seguir en la gestión de los paisajes urbanos, refiere que todo el proceso tiene que ser hecho en cooperación entre las partes, de consenso logrado a través del diálogo y de un efectivo acto de coautoría entre los que intervienen, no hace más que seguir su vena realista. La importancia del tiempo, un factor que la urgencia sentida en los años 1960 ha hecho olvidar, es, tal vez, la más significativa adquisición posterior al pensamiento de Portas. Cuando, más recientemente, Portas habla de la ciudad refiere que todas las acciones en el territorio exigen tiempo, tiempo para adecuar y tiempo para actuar. Para él ese es uno de los factores de calidad del crecimiento, de maduración, que más va faltando al desarrollo del paisaje urbano6. El tiempo como elemento que contribuye para que sea conferido un carácter específico a una situación urbana. 4. Notas Finales Contra lo que pueda parecer, mirar y reflexionar históricamente no es virar la espalda al presente y aún menos al futuro. Desde hace ya muchas décadas algunos autores – léase por ejemplo a Walter Benjamin7– empezaron a deshacer, tanto la

6

Nuno Portas, "Paisagens Urbanas - Entrevista" in In Si(s)tu, nº 0.3/0.4, Nov. -Jun 2002, pp.17, 18.

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Walter Benjamin. "Teses sobre a filosofia da história" in Walter Benjamin. Sobre Arte, Técnica, Linguagem e Política. Lisboa: Relógio d'Água, 1992. 3|4

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idea simplista de causalidad en los recorridos temporales, como la de estanquidad, que nos aísla y que nos hace suponer que si somos de hoy, sólo el ahora interesa y nada más se relaciona con este instante vivido. Este es el interés que se encuentra por detrás de nuestra investigación. Hoy, en muchas situaciones, el salvajismo del crecimiento de las ciudades no estará lejos – estará, quizá, peor – de la situación de urgencia de acción ponderada que encontró Nuno Portas a finales de los años 50 y a lo largo de los 60. De algún modo, y tal como él lo veía, hay que considerar seriamente la necesidad de fomentar un aprendizaje permanente que sea también tubo de ensayo e investigación, que se desarrolle mientras los individuos se van apercibiendo de la complejidad del mundo y de la ciudad donde actúan, y en consecuencia, de la responsabilidad de sus acciones. Este camino puede ser entendido, al final, como un modo de transformar la acción de proyectar y decidir ciudad (y/o arquitectura) en una tarea permanentemente en abierto, porque antes que todo es investigación y autoaprendizaje continuos. O sea, tener, necesariamente, la humildad, la razonabilidad y la creatividad presentes en la acción urbana, inevitablemente en coautoría. Bibliografía Benjamin, Walter "Teses sobre a filosofia da história" in Walter Benjamin. Sobre Arte, Técnica, Linguagem e Política Lisboa: Relógio d'Água, 1992, pp. 157-170 [1947/50 (Texto de 1940)] Martins, Fernando "As «mudanças invisíveis» do pós-guerra" in José Mattoso; Fernando Rosas. História de Portugal: O Estado Novo (1926-1974), vol. 7 Lisboa: Estampa, 1998, pp. 419-430 Portas, Nuno A Arquitectura para Hoje. Finalidades. Métodos. Didácticas Lisboa: Liv. Sá da Costa, 1964 Portas, Nuno A Cidade como Arquitectura. Apontamentos de Método e Crítica Lisboa: Livros Horizonte, 1969 Portas, Nuno "A Evolução da Arquitectura Moderna em Portugal: uma interpretação" in Bruno Zevi. História da Arquitectura Moderna, vol. 2 Lisboa: Arcádia, 1978 Portas, Nuno "Paisagens Urbanas - Entrevista" in In Si(s)tu, nº 0.3/0.4, Nov. -Jun 2002, pp. 10-18

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Patrón de asentamiento indígena y urbanismo colonial en el área maya Un punto de partida1 Juan García Targa La disposición sobre el territorio es un rasgo cultural importante que define la relación entre el hombre y el medio natural que lo envuelve. La conceptualización simbólica, las características geográficas, orográficas e hidrográficas, la disponibilidad de recursos materiales y su explotación, la tecnología y la organización del trabajo son algunos de los aspectos que inciden en los diferentes modelos de distribución del espacio. La intención de esta ponencia es establecer los ejemplos de adaptación al territorio en la cultura maya previa y posterior a la invasión española de inicios del siglo XVI. Se procede al análisis del espacio urbano y su reflejo micro en la distribución de los espacios domésticos. Los conceptos urbanismo y arquitectura son sin duda complementarios cuando se analiza la disposición en el espacio por parte de las diferentes culturas. De hecho, son una misma idea que se manifiesta en dos ámbitos complementarios, inicialmente en un contexto más amplio y, posteriormente, en la distribución de los espacios más reducidos, es decir, aquellos en los que las unidades sociales se desenvuelven cotidianamente y establecen los vínculos familiares y las actividades sociales más íntimas, etc. El concepto urbanismo o urbano nos remite etimológicamente a “Conjunto de conocimientos relativos a la planificación, desarrollo, reforma y ampliación de los edificios y espacios de las ciudades” (Diccionario de la Lengua Española, Vol. II, 2001: 2256). Asímismo, el concepto arquitectura se define “como arte de proyectar y construir edificios y monumentos” (Ibidem, Vol. I, 2001: 246). Se pone de manifiesto que en ambos casos, las definiciones no incluyen aspectos relacionados con la adaptación del hombre al territorio o el reflejo de los particularismos culturales en esa conceptualización del espacio y del entorno más reducido. Tan sólo se hace referencia a los aspectos materiales y técnicos que conlleva la actividad constructiva, bien sea de una retícula urbana con sus servicios o un edificio más o menos relevante. Destaca, no obstante, que al término urbano o urbanidad se le asocian históricamente calificativos positivos vinculados a las personas o colectivos que disfrutan de esa materialidad (amabilidad, civilidad, corrección, educación, finura, etc.), estableciéndose un claro antagonismo entre urbano y rural o rusticidad (incultura, ordinariez, rudeza, tosquedad), como polos opuestos. Por lo tanto, en las definiciones que se ofrecen se incide en el aspecto material de ambos conceptos sin ir más allá, pero, no obstante se establecen diferencias o categorías sociales que difícilmente parecen extraerse de la definición inicial. La premisa básica del estudio que se propone es considerar al urbanismo y la arquitectura como manifestaciones humanas que van más allá, que transcienden de su vertiente estrictamente material y que son un claro reflejo de las formas sociales, culturales, religiosas y de poder que cada cultura manifiesta a lo largo del tiempo. En este sentido, la concentración o dispersión de los espacios urbanos, la mayor o menor distancia respecto de las zonas de producción, la planificación extensa o concentrada, la mayor o menor relevancia de los espacios abiertos o cerrados, la disponibilidad de mayores o menores recursos materiales y humanos transforma a estas actividades en una fuente muy relevante para el estudio de la cultura. Por lo tanto, a través de unas breves pinceladas pueden observarse como los cambios o matices ideológicos, culturales, religiosos, económicos y sociales tienen su reflejo en la materialidad del quehacer arquitectónico. Concretamente, se insiste en los cambios de conceptualización del espacio y el sincretismo entre el bagaje indígena maya y los valores propios de la cultura bajo-medieval y renacentista europea representada por los conquistadores, frailes y funcionarios de la corona española.

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Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española, 2001. Vigésima segunda edición. Madrid. En otros diccionarios revisados las definiciones son prácticamente iguales, sin muchos matices.

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Los conceptos patrón de asentamiento y unidad de habitación: terminología del espacio mesoamericano Patrón de asentamiento versus modelo urbano Parece evidente que los términos urbano y arquitectónico en el sentido de la tradición clásica europea no encajan con la forma de concebir el espacio de las sociedades indígenas del continente americano en general, y el área maya en particular. Es más, muchos antropólogos y arqueólogos de la tradición de Childe, fueron generando una terminología específica que permite dar una mejor respuesta a las manifestaciones culturales americanas ajenas en la mayoría de los casos a los valores que define la cultura occidental. En este sentido, para definir la adaptación del hombre al entorno y la generación de los espacios micro de interacción familiar extensa o nuclear se generaron los conceptos patrón de asentamiento (settlement pattern) y unidad habitacional. En ambos casos se trata de términos que definen una realidad flexible, cambiante y, sin duda son ajenos a la visión excluyente y eurocentrista que llevan implícitos términos de tradición clásica como urbanismo y arquitectura que parecen ir asociados a valores humanos universales, marcadores de esos “estadios evolutivos” de las sociedades. La referencia a seguir es siempre lo europeo como ejemplo y modelo de referencia a la hora de clarificar o “encasillar” todas y cada unos de los desarrollos culturales humanos. Ambos términos pretenden analizar los diferentes modelos de interacción del hombre con el medio teniendo en cuenta la realidad específica de cada caso y los cambios que se documentan a lo largo del período de estudio que se lleva a cabo. La terminología que se le asocia es básicamente de carácter descriptivo datando al registro arqueológico de ciertas herramientas interpretativas. Se pretende no verter juicios de valor, variables que sin duda son poco rigurosas a la hora de analizar las diferentes realidades de las sociedades pasadas. El primer estudio en el que se define y pone en práctica el concepto de patrón de asentamiento es el de Gordon Willey en el Valle de Viru en Perú2: “ .. como el modo en el cual el hombre se desarrolla en el medio ambiente en el que vive. Se refiere a las viviendas, su arreglo o distribución y a la naturaleza y disposición de otros edificios en relación a la vida comunal. Estos asentamientos reflejan el medio ambiente natural, el nivel tecnológico de sus habitantes y varias instituciones de interacción social y control que esa cultura mantenía. Además ofrece un punto de partida estratégico para la interpretación funcional de las culturas arqueológicas ya que en gran parte, los patrones de asentamiento están condicionados por las necesidades culturales…“ (Willey, 1953) Posteriormente, otros investigadores añaden aspectos relevantes a la definición de Willey. William Sanders refiere los aspectos ecológicos y demográficos de la cultura (1956: 115)3. Chang diversifica el estudio del patrón de asentamiento en dos vertientes: por un lado el análisis de la distribución humana en el paisaje y de forma complementaria, las diferentes estructuras dentro de una comunidad (1958: 229). Trigger analiza las relaciones sociales en base al registro arqueológico (1967:151). Dentro del área maya, también se han propuesto diversas variables de estudio respecto de los patrones de asentamiento. Haviland identifica estos análisis en tanto que asociados al potencial agrícola y la relación de las estructuras ceremoniales con las residenciales o habitacionales (1966: 28), aplicado a para ciertos estudios del norte de Yucatán. Para el caso de Tikal, William Coe define la relación entre los diferentes elementos de cultura material y su significación como rasgos para definir los grupos sociales (1962: 503)4. 2

Willey, Gordon.1953 Prehistoric settlement patterns in the Virú Valley, Peru. Bureau of American Ethnology, Bull 155. Smithsonian Institution. Washington, D.C.

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. Sanders, William. T. 1956 The central Mexican symbiotic region: a study in prehistoric settlement patterns. Prehistoric Settlement patterns in the New World: 115-127. Viking Fund Publications in Antrhropology, 23. New York.

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Chang, Kwang Chih 1958 Study of Neolithic social grouping: examples from the New World. American Anthropology, N.S 60 (2): 298-334. Menasha.; Trigger, Bruce G, 1967 Settlement archaeology- Its goals and promise. American Antiquity, 32 (2): 149-160. Salt Lake City.; Haviland, William A 1966 Maya settlement patterns: a critical review. Middle American Research Institute: 26: 21-47. New Orleans; Coe, William 1962 A summary excavations and research at Tikal, Guatemala: 1956-1961. American Antiquity 27: 479-507. Salt Lake City

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Parece evidente que el término “patrón de asentamiento” es la conceptualización de toda una gama de formas de adaptación al territorio que puede incluir desde las estrategias de explotación racional de un espacio, pasando por un pequeño conjunto de estructuras alrededor de un patio, hasta los grandes centros mayas de las tierras bajas durante el clásico tardío. Es obvio que el intento de encasillar esos densos núcleos de población dentro de los parámetros materiales que definen a una comunidad como urbana desde el punto de vista occidental, o las teorías relacionadas con los “centros religiosos” (Gann y Thompson,1931) o las “ciudades vacías” de Thompson ha sido superado desde hace años. La generalización de los estudios de patrón de asentamiento ha permitido el análisis riguroso de las múltiples variables que inciden a la hora de estudiar la disposición humana sobre el territorio poniéndose de manifiesto que cada sitio estudiado revela unas formas propias que responden a esas estrategias de adaptación. También se ha pretendido establecer o justificar ciertas formas urbanas en relación a su función más relevante: administrativa, real-ritual, mercantil, colonial e industrial. (Fox, 1977). Una mayor incidencia en los aspectos de tamaño, densidad de población, multiplicidad de funciones analizados desde diversas perspectivas es la tendencia que se ha venido desarrollando dentro del estudio de la mayística aplicado a los espacios urbanos (Sanders y Webster,1988). En una revisión y actualización de su trabajo clásico, inciden nuevamente en la diferenciación entre ciudades administrativas y ciudades reales-rituales para en conjunto mesoamericano. El progresivo avance en las investigaciones arqueológicas y epigráficas pone de manifiesto que la función palacio-corte generada del modelo real-ritual de las ciudades mayas referida por Sanders y Webster, es la que parece responder a la realidad de muchos de los centros (2001: 43-64)5. No obstante, dentro de la diversidad de modelos de urbanismo maya puede establecerse un factor común que parece unificar a la mayor parte los sitios y que en general ofrece un perfil de cómo eran esas ciudades mayas: “Que antes que los españoles ganasen aquella tierra vivían los naturales juntos en pueblos, con mucha policía, y tenían la tierra muy limpia y desmontada de malas plantas y puestos muy buenos árboles; y que su habitación era de esta manera: en medio del pueblo estaban los templos con hermosas plazas y en torno de los templos estaban las casas de los señores y de lo sacerdotes, y luego la gente más principal, y así iban los ricos y estimados más cercanos a éstas y a los fines del pueblo estaban las casas de la gente más baja.”(Landa, 1985: 67). La descripción del obispo Diego de Landa, de mediados del siglo XVI, respondería a los modelos de asentamiento del norte peninsular que en buena medida podrían aplicarse a la distribución de los centros urbanos mayas de períodos anteriores. El diseño se define por la existencia de diversos conjuntos arquitectónicos formados por plazas con construcciones alrededor de estas. Los diferentes grupos se conectan mediante caminos o calzadas que permiten la interrelación social, económica, religiosa entre los pobladores de ese asentamiento extenso. Este modelo se conoce como Ideal Concéntrico de ciudad preindustrial (Burguess, 1923, Parker et al., 1925; Sjoberg, 1960; Wheatley, 1971, Marcus, 1983) en el que la zona central controla el resto del espacio urbano generándose una derrama progresiva de la población a medida que la distancia respecto del centro se acrecienta. Estos rasgos se pueden observar con claridad al analizar una buena parte de las planimetrías del los centros mayas estudiados durante los últimos años. En el centro, núcleo, core area, acrópolis, se dan cita las estructuras más relevantes, edificios administrativos y religiosos, palacios, unidades de habitación de los linajes más significativos, espacios públicos, etc., es decir, todo el engranaje arquitectónico y urbano que define a esa ciudad y la dota de los elementos que la diferencian de otros centros de poder. Resulta obvio que el modelo concéntrico explicitado por Landa a la hora de definir los centros postclásicos del norte de Yucatán, vuelve a retomarse posteriormente con el modelo concéntrico industrial referido. No obstante, lo extenso de los asentamientos mayas y la imposibilidad de llevar a cabo una documentación exhaustiva de los mismos, impide ser categóricos sobre las formas de asentamiento de sitios como Tikal, sobre el que diversos

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. Sanders, William y David Webster, The Mesoamerican urban tradition. American Anthropologist 90 (3): 521-546. 1988. Webster, David y William Sanders. La Antigua ciudad mesoamericana: teoría y concepto. En: Andrés Ciudad Ruiz; Mª Josefa Iglesias y Mª del Carmen Martínez Martínez Reconstruyendo la ciudad maya: el urbanismo en las sociedades antiguas. 43-64. Madrid. 2001.

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investigadores ofrecen interpretaciones diferentes sobre la posibilidad de aplicar este modelo interpretativo a su registro arquitectónico y arqueológico (Figura 2). En estos grandes centros urbanos se combinan los espacios abiertos (plazas) y los volúmenes compactos ocupados por los edificios. El resultado es una representación escenográfica en la que la ritualización de la vida social y religiosa es habitual, y se materializa en diversas construcciones caracterizadas por la sucesión de plataformas masivas decoradas con mascarones y diseños estucados de coloraciones muy llamativas. A diferencia de la arquitectura occidental en la que “el ambiente interno, el espacio dentro del cual se vive, es el hecho fundamental en el edificio, ambiente que se expresa con un espacio cerrado” (Wright, 1939), en la arquitectura maya, el volumen, la altura, la relación de las masas de las diferentes construcciones son la base de la disposición de las plazas, como ejes rectores de la distribución del espacio urbano y como reflejo de un culto y una manera de entender la sociedad, de forma extrovertida. “A cardinal objective of the American Indian architecture in all periods and regions was to achive differentiation by height. The ceremonial centers and the sites display a multiplicity of level that probably distinguished the hierarchic rank…” (Kubler 1958: 528) El entorno o diseño escenográfico producto de la combinación de las diferentes alturas, volúmenes y acabados de las construcciones de los importantes conjuntos arquitectónicos de los centros urbanos, se pone de manifiesto en la ritualización del poder. La materialización arquitectónica del poder es evidente cuando se analizan las líneas de visión entre los diferentes edificios, y la generación de toda una comunicación visual dentro de las plazas en las que las alturas, y el contraste entre lo introspectivo de los espacios palaciegos y lo extrovertido de las ceremonias externas se pone de manifiesto (Figuras 3 y 4). Esta interacción es un rasgo fundamental de la dinámica de los grandes centros mayas y sobre todo, de la relación entre los miembros de la realeza y la nobleza local con los súbditos (Figura 4). Este rasgo de la función palacio-corte de muchos centros urbanos ha sido y es estudiado desde hace unos años por investigadores del Proyecto Aguateca6. El estudio abarca dos vertientes: por un lado, el análisis de la orientación de las estructuras en una de las plazas y las consiguientes líneas visuales y, por otro, reseguir algunos de los repertorios decorativos de ciertos vasos cerámicos en los que algunas escenas de la vida cortesana parecen ser ligeramente tapadas por cortinajes con el objetivo de mantener la privacidad de la vida en el interior de las habitaciones de los espacios palaciegos. Otro caso evidente de la escenografía arquitectónica se manifiesta en Hochob, Campeche, en el que se constata como las pequeñas construcciones piramidales de la plaza-acrópolis principal no disponen de un templo en la parte superior de las plataformas. Tan sólo el palacio de Chaac tiene acceso a su interior, siendo las tres pirámides restantes, puro diseño, destinado a un ceremonialismo. Esta clara externalización de la vida social, económica y religiosa se refleja tanto en la arquitectura monumental, como en la doméstica, en la que los modestos patios de actividades toman el testigo de las grandes plazas, y en el que los grandes edificios administrativos dan paso a las diferentes estructuras de las unidades domésticas (espacios de descanso, cocina, almacén, estabulación de ganado). Así mismo, los espacios interiores del templo y de la unidad de habitación son sin duda mucho más modestos que su simbolismo dentro del conjunto constructivo. En el caso de los templos, el contraste entre la significación del volumen, la altura y la situación escenográfica destaca todavía más lo simple de la estructura situada sobre esas plataformas, sin duda angosta, poco ventilada y, en muchos casos caracterizada por el uso de materiales perecederos. Estos rasgos que pudieran ser tan sólo unos perfiles generados por un registro arqueológico más o menos habitual, encajan perfectamente en las formas y distribución de las unidades domésticas actuales de las diferentes áreas geográficas de la cultura maya. Es más, los estudios etnográficos realizados en poblaciones actuales muy aisladas de las formas y la cultura material moderna y los análisis de la distribución de las actividades cotidianas en función de los residuos químicos que éstas dejan, ponen también de manifiesto esta continuidad en las formas de uso y funcionalidad de los espacios a lo largo del tiempo7.

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. Takeshi Inomata The classic maya palace as a political theather. 341-361 . Los trabajos del equipo dirigido por el Dr. Luis Barba de la UNAM, ponen de manifiesto el resultado relevante de esos estudios químicos como vía de análisis de las funciones de los espacios tanto en época prehispánica, como colonial y actual (Barba Pingarrón, 1986: 21-39; Barba Pingarrón y Manzanilla, 1987: 69-115).

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El nuevo concepto de espacio en época colonial: urbanismo y arquitectura La forma de estructurar el espacio es una herramienta fundamental que define a una cultura, no tanto en la materialidad misma, sino en la ideología y el conocimiento del entorno que transciende a ésta. En este sentido, a la rápida conquista de los territorios mesoamericanos le sucedió el lento y costoso proceso de consolidación del nuevo poder, siendo la aplicación del modelo urbano de tradición clásica y renacentista uno de los ejes fundamentales de este proceso. La trascendencia de este aspecto generó toda una legislación emitida por la Corona y de debido cumplimiento en todos y cada uno de los territorios, siendo imprescindible para ello la colaboración de las autoridades civiles, religiosas y militares. Desde el primer momento se dispone de la Instrucción para el gobierno de la indias de 1503 aplicado a los territorios caribeños, explicitándose posteriormente en la Real Cédula de junio de 1540, emitida por el Obispo de Guatemala, el Real Mandato de S.M, de 1549 y la culminación legislativa del tema urbano mediante las Ordenanzas hechas para los nuevos descubrimientos, conquistas y pacificaciones de julio de 1573, formando parte de las Leyes Nuevas. El modelo urbano que subyace de la extensa y variada documentación legislativa aplicaba las formas de disposición urbana de finales de la reconquista, que a su vez retomaba los referentes helenísticos. Es decir, se trata de espacios dispuestos en rejilla, con plazas centrales y calles perpendiculares y paralelas en las que las familias se disponen a mayor o menor distancia del centro, según sea la relevancia económico-social de las mismas. Este paradigma que se materializa en campamentos militares como el de Santa Fe (Granada), constituye la referencia del nuevo patrón urbano exportable y aplicable de forma taxativa a las fundaciones americanas. “Para esto hicieron primero una planta, porque todos fuesen uniformes en edificar: los primeros dieron lugar a la iglesia mayor o menor, según el número de vecinos. Junto a ella pusieron la casa del padre, delante de la iglesia una plaza muy grande, diferente del cementerio, enfrente la casa del regimiento o concejo, junto a ella la cárcel, y allí cerca el mesón o la casa de la comunidad, donde fuesen los forasteros. Todo lo demás del pueblo se dividía por cordel, las calles derechas, norte a sur, izquierdas, este a oeste, en forma de cuadras” (Remesal, 1932:177-178) y “En esta segunda traza se repartieron lo solares conforme a la calidad de los vecinos” (Ibidem: 49) La cita del fraile dominico de mediados del siglo XVII ejemplifica claramente ese patrón que se debía aplicar de igual forma a los ámbitos urbano y rural. Los objetivos de ese nuevo modelo era diverso y complejos: 1) Tener controlada a la población indígena y de esa forma someterla a las nuevas directrices: censo, gravámenes tributarios, control político, social y económico.2) Disponer de una mano de obra importante para el desarrollo de todo el amplio abanico de actividades: construcción, servicios, explotación del territorio, etc.3) Romper con sus vínculos con el entorno natural, base de sus formas de vida e ideología e 4) Introducir progresivamente los valores de la nueva cultura: idioma, fe y costumbres erradicando las formas de vida tradicionales No obstante, para llevar a cabo estas directrices metropolitanas en una parte considerable de los nuevos territorios no se disponía ni del personal, ni de los medios materiales necesarios, además de ser muy considerable el grado de resistencia de las comunidades indígenas. Este grado de resistencia se iniciaba con la negativa a cambiar sus formas de asentamiento dispersas, sin duda uno de los mayores problemas que debieron afrontar las autoridades coloniales dentro de ese proceso de uniformización: “Yo he sido informada que para que los indios de esa provincia puedan ser instruidos en las cosas de nuestra fe convenía juntarse, porque dizque esa provincia de Guatemala, la mayor parte de ella es todo sierras, tierra muy áspera y fragosa, y una casa de otra a mucha distancia: es imposible si no se juntan, ser adoctrinados. Y que para el remedio de ello convendría que se llamasen todos los principales indios y se les diese a entender cuan conveniente cosa les era juntarse” (AGI, Guatemala 393). La política de concentración de la población fue un aspecto íntimamente ligado a la fundación de las ciudades y de los pueblos, sobre todo en aquellas zonas rurales en las que cada nuevo foco de población debía atraer de forma forzosa a la población de los asentamientos adyacentes, suponiendo la erradicación de las gentes con los lazos establecidos con un espacio propio, y parte de su bagaje cultural. “Se inicia así un largo proceso de reacomodo de los grupos indígenas en el que la economía occidental, encubierta a veces por el celo piadoso de los evangelizadores, convulsiona y altera las formas indígenas de asentamiento ocasionando perturbaciones cuya gravedad alcanzó en múltiples ocasiones el grado de un genocidio que no por falta de intención consciente, fue menos real” (Reyes García, 1965: 25)

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Aunque la consulta de las fuentes escritas gubernamentales (crónicas, compilaciones y relaciones geográficas) ofrece una visión idílica de la situación de los diferentes territorios americanos sobre el proceso de adopción de las nuevas formas hispanas, la realidad material era sin duda era muy diversa. Mientras que en los territorios potencialmente rentables eran sometidos a un alto grado de poder coercitivo que llevaba asociado toda la gama de nuevas formas, entre ellas la aplicación del modelo urbano, en otros ámbitos, los rurales y los fronterizos, la impronta material hispana podía reducirse a la mínima expresión, materializada en una construcción tradicional que tenía nuevas funciones religiosas o civiles. Estos extremos que podían ser representados por asentamientos urbanos relevantes como Mérida, Campeche o Chiapa de Corzo (Figura 8) en un extremo y Tipú y Lamanai, ambos en Belice, en el otro, fuera del dominio colonial. En el área maya, dada su escasa riqueza desde el punto de vista de las autoridades hispanas, se documenta toda una amplia gama de formas o modelos de adaptación de las directrices urbanas que se manifiestan de forma contemporánea. En este sentido se pueden diferenciar los siguientes casos: 1. Las fundaciones ex novo ya fuese junto a asentamientos indígenas relevantes o bien en áreas carentes de una significación para las comunidades locales. En estos casos parece claro que se pudo aplicar el modelo urbano hispano sin problemas, generando los espacios y las construcciones necesarias para definir las formas de vida de los nuevos núcleos de población. Copanaguastla en la depresión central chiapaneca constituye un ejemplo claro de aplicación del modelo de rejilla a un espacio situado junto a un importante asentamiento indígena, reaprovechando los materiales de construcción pero sin llevar a cabo una superposición física (Figura 5). Este asentamiento, aunque lejos de los centros de poder de la zona chiapaneca, al encontrarse en una zona de alta potencialidad económica reflejar y formar parte del Camino Real que comunicaba Chiapas y Guatemala es un ejemplo paradigmático del nuevo modelo urbano. 2. Superposición del nuevo asentamiento sobre un importante enclave indígena En este caso, la intención es muy clara, reaprovechar el valor simbólico de un espacio para unos objetivos nuevos. No únicamente reaprovecharlo simbólicamente, sino destruir parte o la totalidad de las construcciones, reaprovechando los materiales para una nueva forma de estructurar el entorno. Izamal en el centro del estado de Yucatán, es un ejemplo claro de la superposición de un importante asentamiento hispano sobre un enclave de primer orden dentro de la historia maya, además de ser un centro de peregrinación. En este caso, uno de los edificios principales del sitio, el Ppappholchac, se desmonta parcialmente y se construye el monasterio de San Antonio de Padua que desde el último cuarto del siglo XVI transforma a Izamal en una de los enclaves fundamentales en el ámbito religioso, económico y social de Yucatán. 3. Existen asentamientos cercanos a importantes centros económicos y religiosos que no reflejan ese modelo de retícula. Uno de los casos sería Tecoh, cercano a Izamal, dentro de una de las vías de comunicación entre Mérida y Valladolid, pero en el que los trabajos de levantamiento topográfico no han permitido definir ese modelo de rejilla, aunque, por otro lado, sí que refleja con claridad la política de concentración o congregación de la población indígena. La presencia de cinco construcciones hispanas en el centro del sitio y otras dos dentro de los espacios cercanos, pone de manifiesto la distribución de esas construcciones entre las familias relevantes de cada una de las poblaciones reubicadas forzosamente en Tecoh (Figura 6)8. 4. También existen ejemplos de asentamientos situados a cierta distancia de los núcleos políticos y religiosos en los que no se constata ese patrón de asentamiento ordenado en calles perpendiculares y paralelas dispuestas alrededor de una plaza en la que se concentran los edificios más relevantes de la comunidad.

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2000 Análisis histórico y arqueológico del asentamiento colonial de Tecoh (Estado de Yucatán, México) siglo XVI. Ancient Mesoamerica, Vol. 11(2): 231-243.

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“Está situado este pueblo en un lugar llano: es pueblo formado aunque mal trazado”(RY, 1983, Vol. II: 137) o “..y el pueblo no es formado, ni tiene concierto de calles, ni traza, sino a manera de aldea” (RY, 1983, Vol. II: 147). Los sitios referidos son Ek Balam (estado de Yucatán) y Zama-Tancah (estado de Quintana Roo). 5. Otro de los modelos urbanos y arquitectónicos es el que se sitúa en las áreas o territorios de frontera, es decir, aquellos espacios muy distantes de los centros de poder, y por lo tanto muy ajenos a las directrices gubernamentales. Una de las zonas más significativas de frontera sería la ocupada por los actuales territorios del sur de Quintana Roo, este de Campeche, la parte norte y centro de Belize y los departamentos norteños de Guatemala. Durante varios viajes de conquistadores y frailes se describen algunas poblaciones de la zona en los siguientes términos: “ahora es despoblado sin señal de casa, ni iglesia, todo hecho monte cerrado de arboleda, que es lástima verlo “(López de Cogolludo, 1957, Cap. V, Lib. 7: 481). Los diferentes ritmos de consolidación de las nuevas formas de vida europeas también se constatan a través del estudio de las construcciones civiles y religiosas de los asentamientos urbanos y rurales. Si bien dentro de los ámbitos urbanos del área maya colonial se disponía de arquitectos en algunos casos reconocidos, mano de obra en cantidad y personal cualificado, además de recursos materiales y económicos suficientes (Figura 8), en los contextos rurales las condiciones eran muy diferentes. El estudio arqueológico de las construcciones religiosas tempranas ha permitido definir algunos de los modelos arquitectónicos que se dieron de forma prácticamente contemporánea dentro de un mismo contexto cultural, el del área maya. Aunque ciertas fuentes escritas ofrecen una imagen de homogeneidad cultural y material, el registro arqueológico permite matizar estos aspectos. “todos ellos tienen sus iglesias de cantería y albañilería, y sus ornatos de seda para el culto divino, cáliz y patena de plata y campana.” (RY, 1983. Vol. II: 219). En estos modelos que se situarían entre la segunda mitad del siglo XVI y el primer cuarto del siglo XVII se pone de manifiesto dos aspectos básicos de ese proceso: -

La planificación de construcciones que responden perfectamente a las condiciones generales de cada una de las zonas: falta de personal cualificado, falta de personal de mantenimiento posterior y ausencia de recursos económicos.

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El grado de adaptación de las nuevas construcciones a la idiosincrasia indígena, conservando no obstante las formas habituales de la arquitectura occidental, aunque de forma muy modesta en lo material.

En la práctica se constatan los restos de toda una serie de variantes sobre tres modelos fundamentales (Andrews, 1991)9: a) Capillas simples sin muros envolventes y cubierta de paja construidas sobre pequeñas plataformas (Figura 9) . b) Iglesias sencillas en las que tan solo los espacios sacros (altar, sacristía y baptisterio) se construyen con mampostería siendo la nave un espacio abierto cubierto con palma (Figura 10). c) Construcciones más complejas con muros atriales y una mayor solidez, manifiesta por la introducción de bóvedas u otros recursos constructivos, que son previos a los grandes programas constructivos que se inician a finales del siglo XVI. Estas sencillas construcciones religiosas que se encuentran dispersas por los estados mexicanos de Yucatán, Quintana Roo o Tabasco, Belice y algunos ejemplos en Guatemala y el Salvador, no son exclusivas del área maya, sino que son la respuesta dada en los ámbitos rurales a la hora de resolver el problema de la evangelización en espacios complejos, sin medios económicos y humanos. Pero además de esto, constituyen un ejemplo perfecto del

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. The rural chapels and churches of early colonial Yucatan and Belize: an archaeological perspective. David Hurst Thomas (Ed) Columbian Consequences, 3.: 355-374.The Spanish borderlands in PanAmerican Perspectives. Smithsonian Institution Press.

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sincretismo entre lo hispano (la forma, las partes o la orientación del edificio) y lo indígena, fundamentalmente en la preservación, aunque fuese solo durante este primer período colonial, de las formas de culto extrovertido. Estas iglesias aglutinan las necesidades evangelizadoras de los frailes de las órdenes mendicantes con la adaptación al culto indígena al exterior, como estrategia básica para hacer efectivo el nuevo mensaje religioso. Esas construcciones sin paredes herméticas, con amplios atrios y en un entorno de plazas, daban respuesta muy similar al de los grandes espacios abiertos de la arquitectura indígena analizada anteriormente. La escenografía de los volúmenes, alturas o decoraciones dentro de un espacio externo amplio, se sustituye ahora por un programa inicialmente más modesto en el que desde el exterior se produce una gradación visual, topográfica y de cobertura desde ese espacio abierto externo a los espacios más oclusivos pero no herméticos todavía, de estas construcciones tempranas (Figura 7). Bibliografía Andrews, A-P. 1991 The rural chapels and churches of early colonial Yucatan and Belize: an archaeological perspective. David Hurst Thomas (Ed) Columbian Consequences, 3. : 355-374. The Spanish borderlands in PanAmerican Perspectives. Smithsonian Institution Press. Archivo General de Indias, Real Cédula al Gobernador y al obispo de Guatemala ordenando la concentración en pueblos de la población indígena dispersa. Valladolid, 26 de febrero de 1538. Barba Pingarrón, Luis, La química en el estudio de áreas de actividad. En: Manzanilla, Linda (Ed): Unidades habitacionales mesoamericanas y sus área de actividad: 21-39. Universidad Nacional Autónoma de México. 1986. Benavides Castillo, Antonio, Arquitectura doméstica en Cobá. En: Manzanilla, Linda (Ed) Cobá, Quintana Roo. Análisis de dos unidades habitacionales mayas del horizonte clásico: 26-67. UNAM, México. 1987. García Targa, Juan, Análisis histórico y arqueológico del asentamiento colonial de Tecoh (Estado de Yucatán, México) siglo XVI. Ancient Mesoamerica, Vol. 11(2): 231-243. 2000 Gussinyer Alfonso, Jordi y Juan García Targa El concepto de espacio en la arquitectura precolombina mesoamericana. Maria J. Iglesias y Francesc Ligorred (Eds). Perspectivas antropológicas en el Mundo Maya: 113-127. Sociedad Española de Estudios Mayas. Girona-Madrid. 1993 Inomata, Takeshi, The classic maya palace as a political theather. En: Andrés Ciudad Ruiz; Mª Josefa Iglsias y Mª del Carmen Martinez Martinez Reconstruyendo la ciudad maya: el urbanismo en las sociedades antiguas. 341361. Madrid. 2001. Kubler, George The desing of space in maya architecture. Miscelánea Paul Rivet, Vol. I.: 515-531, Universidad Nacional Autónoma de México. 1958. Landa, Diego, Relación de las cosas de Yucatán. Historia 16.Colección Crónicas de América, 7. Madrid. 1985. López de Cogolludo, Diego, Historia de Yucatán. Colección de Grandes Crónicas Mexicanas, 3. Editorial Academia Literaria. México. 1957 Relaciones Histórico-Geográficas de Yucatán. Mercedes de la Garza, Ana Luisa Izquierdo, María del Carmen León y Tolita Figueroa (Compiladoras). Centro de Estudios Mayas. Universidad Nacional Autónoma de México. 1983 Remesal, Antonio, Historia general de las Indias occidentales y en particular de la gobernación de Chiapa y Guatemala. Biblioteca de Guatemala, 2. Ed. Tipografía Nacional. Guatemala. 1932. Reyes García, Luis 1962 Movimientos demográficos en la población indígena de Chiapas durante época colonial. La palabra y el Hombre: 25-48. Universidad de Veracruz. México.

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Los pueblos de indios de Nueva España y la plaza mayor española del siglo XVI. Jordi Gussinyer i Alfonso (professor emèrit Universitat de Barcelona)

1.- Introducción La plaza es un elemento común en todas las ciudades españolas, pero en el siglo XVI ésta seguía siendo pequeña e irregular1. Por diversas circunstancias históricas la civilización Occidental se conforma y consolida con bastante rapidez. Lo hace en el interior de una intensa actividad bélica y de retraimiento cultural que conocemos con el nombre de Edad Media2. Por un cúmulo de circunstancias, la sociedad medieval se ve obligada a desprenderse de las estructuras lúdicomonumentales de la antigüedad grecorromana: espacios públicos y urbanizados relacionados con el aire libre (foros, teatros, circos, anfiteatros, plazas, templos, etc.)3. Con ellos desaparecen la mayor parte de las populares y múltiples actividades a cielo abierto características de aquel singular mundo. Algunos de estos espacios e intenciones lúdicas no se pierden del todo4. Con diferentes destinos languidecen durante la Edad Media , y comienzan a recuperarse a partir de la Moderna. De entre ellas, sobresale la cruenta y bestial actividad taurina herencia de las barbaridades del Mundo Romano5. Además, la Inquisición introdujo un nuevo género de espectáculo público, genuinamente español, cuando el 6 de febrero de 1481 seis herejes fueron quemados en la hoguera, primer auto de fe, que tuvo lugar en la plaza mayor de Sevilla6. La naciente sociedad medieval se ve obligada a adaptarse a una norma de vida nueva. En arquitectura se suplen diversas superficies abiertas por otras cubiertas en el interior de un forzado enclaustramiento urbano7. Esta supuesta “reclusión” formaba parte de una estructuración cultural, a partir de ahora, diferente de la que estaba acostumbrada la recién desaparecida humanidad clásica. Por supuesto que, todo este trascendental cambio transcurre en el interior del decadente mundo romano, y no tiene lugar de un día para otro, pero tampoco es lento. Es fácil olvidar que la idea de unidad de la civilización occidental, que nos es tan familiar, proceda de una radical simplificación del pasado8. La nueva sociedad postclásica europea se muestra conformada, por motivos de supervivencia, por la pérdida de amplias superficies abiertas y urbanizadas. Renuncia que lleva consigo la supresión de muchas de las actividades que en ellas se celebraban durante la cercana pero desaparecida Antigüedad. Este nuevo comportamiento urbano, a partir de ahora medieval, gira entorno de unas no muy numerosas pero densas concentraciones humanas9. La mayor parte de las primeras comunidades medievales son compactas con escasas habitantes por tener que vivir de la tierra que cultivan. Asentamientos bastante comprimidos por razones de defensa y supervivencia. Por esta razón se ven obligados a formar parte de un proceso de dura “endogamia” espacial, demográfica e incluso cultural10.

2.- El urbanismo indoeuropeo Las ciudades mesoamericanas que no fueron destruidas, ni sufrieron en forma alguna durante la invasión, tienen el mismo tipo de características que las creadas después, ex novo o sobre un esquema ya existente. El área mesoamericana del siglo XVI ,todavía precolombina, con su milenaria costumbre por las superficies abiertas primero tienen que destruirla de la manera más perversa que pueda imaginarse, para que acepte los espacios cubiertos del cristianismo y con ellos la compactividad del urbanismo occidental. 1

KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955. SOUTHERN, R. W. La formación de la Edad Media, Revista de Occidente, Madrid. 3 MUMFORD, L., La ciudad en la Historia, Infinito, Buenos Aires, 1979, p. 289; GALANTAY, E. Y., Nuevas ciudades de la antigüedad a nuestros días, Gustavo Gili Barcelona, 1977, p. 46. 4 ALOMAR, G., Urbanismo regional en la Edad Media. Las de Jaime II (1300) en el Reino de Mallorca, Gustavo Gili, Barcelona, 1978, p. 62 5 MUMFORD, L., La ciudad en la Historia, Infinito, Buenos Aires, 1979, pp. 285-286; FOSTER, G. M., Cultura y Conquista: la herencia española de América, Univ. Veracruzana, Xalapa, 1986, p. 93. 6 MORRIS, A.E.J., Historia de la forma urbana, Gustavo Gili, Barcelona, 1984, p. 336. 7 PIRENNE, Henri, Historia de Europa., F.C.E., México, 1956, p. 160, MUMFORD, L., La ciudad en la Historia, Infinito, Buenos Aires, 1979, p. 352. 8 SOUTHERN, R. W. La formación de la Edad Media, Revista de Occidente, Madrid, p. 13. 9 PIRENNE, Henri, Historia de Europa., F.C.E., México, 1956, p. 157. 10 MUMFORD, L., La ciudad en la Historia, Infinito, Buenos Aires, 1979, p. 371. 2

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En Europa, el belicismo medieval y la primacía del cristianismo incentivan la compactividad y acentúan la presencia del espacio cubierto. En Mesoamérica, un sentimiento bélico-religioso del siglo VIII d.C. en adelante, estimula el espacio cubierto con una fuerza ausente con anterioridad11. Al mismo tiempo, en la mayor parte de las comunidades se insinúa una cierta compactación demográfica12. Acoplamiento humano que no se lo debe considerar una conducta. urbana generalizada, puesto que todavía desconocemos su verdadera repercusión en el urbanismo mesoamericano13. Sin embargo, los primeros cronistas nos confirman esta forma de proceder urbana, cuando con cierta asiduidad nos hablan de poblaciones con bastante capacidad demográfica durante el periodo histórico del horizonte Postclásico. La provincia de esta Nueva España está muy bien poblada en su mayor parte, hay grandes ciudades y poblaciones tanto en la llanura como en las montañas14. Los habitantes de cualquier asentamiento precolombino dependen de un centro ceremonial. Espacio que, como en los primeros burgos medievales, junto con la elite sólo había algunos artesanos y el pueblo que cultivaba la tierra de los alrededores; asentándose junto al centro de convivencia de forma dispersa o agrupada sin un orden urbano reconocible. Pero en ciertas ocasiones la compactación era incuestionable15 y una euritmia urbana imprescindible16. A partir de la invasión europea, el orden urbano precolombino no desaparece. Lo primero que hacen las órdenes mendicantes es agrupar alrededor de un nuevo centro ceremonial –amplia plaza cuadrangular con los edificios más emblemáticos del virreinato– a la población amerindia dispersa. Y para no crear un desorden urbano compactado la alinean en calles, como es su costumbre. Al disponer de espacio ilimitado, sin necesidad de proteger con murallas al nuevo asentamiento, las calles podían ser amplias y rectas, cuando la topografía lo permitía. Al analizar el ideal urbano medieval compacto de los primeros “conquistadores” y el mesoamericano abierto nos damos cuenta que en Mesoamérica, desde el siglo XVI cristiano en adelante, las nuevas trazas urbanas idean una nueva forma de proceder. Esquema que recuerda la cuadrícula mediterránea y la horizontalidad mesoamericana. Mientras que la mayor parte del urbanismo occidental de la Edad Media se organiza por medio de un trazado orgánico y la verticalidad. Nos damos cuenta de que desde los inicios del siglo XVI occidental al amerindio lo obligan, para facilitar su evangelización y otras razones mucho menos cristianas, a congregarse en nuevos asentamientos. Iniciativa que se lleva a cabo desde el principio de la presencia europea en el Nuevo Mundo17. Por desgracia, la idea se lleva a cabo por medio de una “dura reclusión colectiva”, utilizando una traza de raíz occidental con diverso contenido mesoamericano. Congregación materializada en la desgraciada presencia de los Pueblos de Indios. Esta obligada compactación lleva consigo la presencia de enormes inconvenientes para el pueblo sometido. Entre ellas, la fácil propagación de mortíferas de epidemias. “Fue una cosa de lástima, vèr en algunas partes arrancar de quaxo à los Indios , y llevarlos à otras, donde apenas tenían una Ramada donde meterse, y ser el tiempo de aguas, y bañarlos por todas partes, y no averlos bien sacado de sus primeros Puestos, quando les tenían quemadas las Casas, y los llevaban como Perros por delante, llorando, y por fuerça, los ponian en los Lugares dichos, sin Casa, y si callaban, tratabanlos como à Bestiales”18. Al mismo tiempo, a la desconcertada población nativa se le incita a integrarse en un espacio cubierto para las ceremonias religiosas, situación que al principio suaviza con una amplia superficie al aire libre (atrio) junto al templo, hasta conseguirse la integración de los dos espacios a pesar de estar sólo yuxtapuestos. De forma semejante el pueblo mesoamericano por medio de su capacidad asimiladora alcanza diluir, de acuerdo con su tradicional forma de vida, una excesiva compactación en los pueblos de indios por una atenuada agrupación a través de anchas y rectilíneas calles. Calles con viviendas sólo de planta baja e integrar el tradicional calmil a la nueva estructura doméstica urbana. Es así como se consigue convertir una compactación urbana de características occidentales en un moderado acoplamiento con rasgos amerindios. 11

PROSKOURIAKOFF, T., An Album of Maya Architecture, University of Oklahoma Press Norman, 1963, pp. 99-100. WILLEY, Gordon R., Prehistoric Settlement Patterns in the New World, Johnson Reprint, New York, 1964, p. 113. 13 Sac Balam consisred of 103 houses, three central ones of community use, and 100 residences. The thach-roofed houses were sufficiently close toghether so that if one caught fire virtually the entire town burn. This fact implies fairly dense occupation, with only kitchen gardens surrounding each house… Hellmuth 1977:439 14 Conquistador Anónimo, Relación de la Nueva España, Polifemo, Madrid, 1986, p. 85. 15 El C. Florentino nos habla de casas contiguas unas de otras en Tenochtitlan y J. de Grijalva 1518 cuenta “esta aldea o´ pueblo tenía las calles empedradas en forma cóncava, que de ambos lados van alzadas y en medio hacen una concavidad, y en aquella parte de en medio la calle va toda empedrada de grandes piedras A todo lo largo tenían los vecinos de aquel lugar muchas casas”. 16 LANDA, fr. D. de, Relación de las Cosas de Yucatán, Porrúa, México, 1966, p. 28. 17 Leyes de Burgos, año 1512, art.1. 18 TORQUEMADA, fr. J. de, Monarquía Indiana, Porrúa, México, 1969, I, p. 687 12

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Para conseguirlo, se induce a las autoridades virreinales a entrelazar el urbanismo precolombino con el medieval al que estaba acostumbrada aquella gente, conjunción que favorece la presencia de una muy amplia y regular plaza de tradición precolombina, envuelta por un conjunto de rectilíneas calles de herencia clásica a través de las bastides occitanas. Los indios de esta misión están reducidos a vivir en su pueblo cada uno en su casa a parte y todos inmediatos unos de otros, que las fábricas de sus casas son xacales y que todos tienen sus huertas de duraznos junto a su casa19. La espaciosidad de la plaza y la amplitud de las calles de las nuevas congregaciones eran imposibles en las trazas medievales. La obligada presencia de viviendas de sólo planta baja junto con la ausencia de cualquier forma de delimitación de arquitectura militar colaboran a dar la sensación de espacio abierto a pesar de estar agrupado, al contrario con lo que ocurre en el urbanismo medieval. En las trazas del siglo de la “conquista” las dos propuestas básicas y opuestas (amerindia abierta europea compacta) se mezclan, hasta conformar una unidad abierta ,no dispersa, y agrupada, no compactada. Esta característica se convierte en la razón más significativa de la traza urbana que llamamos indoeuropea. Se consigue con el acoplamiento de viviendas de tradición precolombina con la lejana costumbre urbano-mediterránea, y tal vez mesoamericana20, de calles cruzándose en ángulo recto. Al juntarse estas dos formas de proceder surge un nuevo ideal urbano abierto y acoplado, pero no apiñado. Además, la cuadrícula sin límites naturales o artificiales permite la expansión de la comunidad en todas direcciones: “For settlements of Spanish civilians there are more texts than towns, but the monastery settlements for Indians, far more towns than texts”21.

3.- La plaza “Il n’est pas possible d’interprétér la place sans se référer à toute la ville”, Moucuse El punto de partida del urbanismo occidental en Mesomérica es el atrio-monastario de la misma manera que la plazateocalli lo es para el amerindio. Como ocurre con la plaza precolombina, la plaza central amplia y regular de un pueblo de indios aligera la compactación y, agrupa en ella las estructuras públicas. Observamos, que la plaza virreinal se convierte en el centro y punto de partida del urbanismo para un nuevo orbe que de nuevo tan sólo tiene el apodo. Pero, para el nativo, como en los viejos tiempos, a pesar de contar con la holgada superficie abierta, pública y urbanizada de la plaza de los pueblos de indios, en la que se asientan las autoridades coloniales, harto de tantas provocadas desgracias en tan poco tiempo, prefiere el atrio monacal junto a la plaza para su relación social, religiosa e incluso de mercado. Este original urbanismo destinado a la población aborigen comienza en Mesoamérica con la primeras congregaciones 22. Cuando a finales del siglo XVI se codifican las ordenanzas bastantes pueblos de indios ya existen, y éstas van dirigidas a la población intrusa no a la mesoamericana23. “After the middle of the century, when the plan-type had already been well established, building ordinances were often sent over from Spain. These were directed more to settlements for Spaniards or to Crown towns than to Monastery towns. Supererogatory, like so many other ordinances, they painstakingly instructed people to do what they were already doing”24. Nos damos cuenta de que desde el inicio de la nueva orientación urbana y americana se encuentra un tema fundamental, presente en cualquier intención de asentamiento colectivo. Se trata de la plaza. En las comunidades sedentarias amerindias se convierte en un espacio irreemplazable25; fundamental en el urbanismo precolombino e indispensable por su amplitud y significado cultural en la propuesta urbana de Nueva España a partir del siglo XVI cristiano. La primera norma de diseño del urbanismo indoeuropeo consiste en el trazo de una plaza central amplia y regular, como era costumbre en Mesoamérica. Un principio urbano de esta índole lo desconoce la Edad Media. En la Europa medieval no existe nada semejante a la regularidad y amplitud de las plazas americanas y la rígida cuadrícula de sus calles novohispanas. La Península Ibérica no constata su presencia hasta finales del siglo XVI. Antes sólo aparece en 19

BUGARÍN, J., Visita de las misiones de Nayarid.. I. N. I. México, 1993, p. 132. KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955, p.100. 21 Mc ANDREW, J., Historia de la forma urbana. Desde sus orígenes a la Revolución Industrial, Gustavo Gili, Barcelona, 1984; ANDREW, George, El urbanismo en España e Hispanoamérica, Cátedra, Madrid, 1991. 22 La urbanización fue emprendida en un principio, no por el Estado, sino por la iglesia, como corolario de la conversión; KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955. 23 KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955. 24 Mc ANDREW, J., The Open-air Churches of Sixteenth Century Mexico, Harvard University Press, 1977. 25 CARVAJAL, fr. G. de, Relación del nuevo descubrimiento del famoso río Grande del Amazonas, F.C.E., México, 1955, p. 86. 20

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las bastides de procedencia occitana, en la teoría de Eiximeniç ,en las Ordinacions de Jaume II de Mallorca y en otras escasas referencias26. La característica de las plazas españolas del siglo XVI es la irregularidad27. La conversión de Madrid en la capital hacia 1561, no significa una remodelación con una plaza mayor y una traza regularizada28. Los viajeros italianos, entre ellos Guicciardini, el embajador florentino en 1512-1513, comentan el aspecto escuálido e irregular de las ciudades españolas29. La conjunción geométrica de la plaza y cuadrícula de la traza indoeuropea armoniza con el despliegue urbano rígido y geométrico de los centros ceremoniales mesoamericanos30. Conjuntos urbano-arquitectónicos compuestos de plazas delimitadas por austeros e inflexibles volúmenes piramidales, sin olvidarnos de las rectilíneas calzadas. El primer urbanismo virreinal comienza con sensibilidad europea, pero con aportes precolombinos que se materializan en amplios espacios abiertos. Superficies que al occidentalizarse se convierten en la futura plaza mayor europea. Kubler al referirse al nuevo urbanismo cree que “la solución que presenta el México colonial incluye elementos ya existentes en las ciudades prehispánicas”31. La comunidad amerindia cristianizada se congrega en el interior de una holgada superficie abierta ,el atrio-monasterio, como pocos años antes lo hacía en la plaza-teocalli. A partir del atrio se desarrolla el nuevo urbanismo, con una plaza de raíz precolombina, que los invasores la impregnan de aliento europeo. Nos damos cuenta que la plaza de los pueblos de indios a pesar de su contenido europeo utiliza la tradición de las plazas mesoamericanas amplias y regulares, pero a partir de ahora revestidas de occidentalidad. Con este principio en mente, al comprobarse su eficacia se integra al urbanismo del siglo XVI cristiano. A su vez, la nueva plaza, embebida de resabios precolombinos, se occidentaliza a través de las teorías del Renacimiento. Con estas características la consideramos predecesora de la plaza mayor europea de finales del siglo XVI. En Mesoamérica las primeras plazas de las aldeas sedentarias serían irregulares32, pero con el predominio de la religión entran a formar parte del teocalli. A partir de este nuevo destino se regularizan y se diviniza el espacio. En la Cuenca del Mediterráneo ocurre algo semejante con el agóra-foro33. Al principio se trata de un espacio abierto en el que se realizan diversas actividades. Una vez se define su función, se regulariza. A su alrededor se levantan los edificios públicos más emblemáticos de la comunidad y como en Mesoamérica se convierte en el punto de partida de toda la actividad urbana. Cuando las bastides o vilanoves occitanas alcanzan la Península Ibérica la plaza trata de localizarse en el centro de la nueva comunidad Morris 1984:130. Como en la precolombina y después virreinal concentra toda la eficacia urbana de la población. Algo similar tiene lugar con la plaza mayor europea del siglo XV-XVI. En ella se intenta concentrar la mayor parte de la actividad urbana. Al principio, de forma irregular la plaza mayor se incrusta en la traza existente o de forma regular se orilla a un extremo de la comunidad. Cuando se inserta en el complejo urbano ocupa el espacio que se cree más apropiado y perjudique lo menos la traza existente. Su destino es el de aglutinar al pueblo en este nuevo espacio, pero no siempre es así. Por ejemplo, en Extremadura, una de las plazas más interesantes es la de Garrovillas (Cáceres). Se trata, dice Foster34, de un espacio polvoso, de forma irregular, que más bien parece separar que unir el pueblo. En Mesoamérica, la plaza-teocalli más importante ocupa un lugar preferente en el centro ceremonial, por ser la unidad más significativa de la propuesta urbana35. A pesar de su significación religiosa, no es necesario que se localice en el centro del área de convivencia, pero en teoría se refiere que sea así.36 A la gente de allende el Mar Océano le sorprende y mucho la presencia de amplias y regulares plazas y el ajetreo humano que se registra, al no estar acostumbrados a ese trajín.37 Los primeros e improvisados alarifes, con frecuencia los mismos frailes, viéndolas todavía in situ sienten la necesidad de incorporarlas a los nuevos asentamientos. Más

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ALOMAR, G., Urbanismo regional en la Edad Media. Las de Jaime II (1300) en el Reino de Mallorca, Gustavo Gili, Barcelona, 1978; MORRIS, A.E.J., Historia de la forma urbana, Gustavo Gili, Barcelona, 1984, p. 130; GALANTAY, E. Y., Nuevas ciudades de la antigüedad a nuestros días, Gustavo Gili Barcelona, 1977, p. 56. 27 FOSTER, G. M., Cultura y Conquista: la herencia española de América, Univ. Veracruzana, Xalapa, 1986, p. 93. 28 KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955, p.105. 29 KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955, p. 105. 30 GALANTAY, E. Y., Nuevas ciudades de la antigüedad a nuestros días, Gustavo Gili Barcelona, 1977; WILLEY, Gordon R., Prehistoric Settlement Patterns in the New World, Johnson Reprint, New York, 1964, p. 109. 31 KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955. 32 ANDREW, George, Maya Cities. Placemaking and Urbanization, Univ. of Oklahoma Press, Norman, 1975, p. 10. 33 MUMFORD, L., La ciudad en la Historia, Infinito, Buenos Aires, 1979, p. 272. 34 1962:92 35 Rodriguez Alpuche 1986:90 36 Landa 1968:28 37 KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955, p.105.

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todavía, si en algo se identifican con los primeros soplos del urbanismo italiano del siglo XV-XVI38. El Renacimiento desde un principio elogia la plaza amplia y regular como lugar de encuentro y convivencia cívica. Remesal nos recuerda que lo primero que dieron lugar a la iglesia mayor o menor, conforme al número de los vecinos. Junto a ella pusieron la casa del padre, delante de la iglesia una plaza muy grande39. Los frailes ordenadores de los espacios urbanos destinados a la población amerindia desde un principio se sienten respetuosos con el mundo indígena. Tratan de conjugar la plaza precolombina ,cristianizándola, con la nueva visión del urbanismo europeo en los albores de la Edad Moderna40. Así es como se integran la plaza central amerindia y la rigurosa y fría cuadrícula de calles a los nuevos asentamientos: “I faut bien dire que le plan classique de la cité coloniale est tout à fait partuculier à celle-ci, et qu’il répresentait alors une nouveauté profonde à l’égard de l’irrégularieté urbaine des anciennes villes espagnoles”41. La sorpresa e inmediata experiencia vivida por aquellos recién llegados al ver, pisar y convivir con amplias, regulares y concurridas plazas precolombinas debe de haber sido extraordinaria. Sus vivencias influyen en el proyecto y materialización de una forma urbana nueva. Posibilidad que favorece de forma muy importante la idea de buscar una solución diferente al urbanismo heredado de la Edad Media, pero que aún carga consigo el inicio de la Moderna. Mesoamérica sirve de excelente laboratorio para nuevas experiencias difundidas pero no realizadas por el primer urbanismo renacentista42, en cierta manera presentes en el mundo precolombino. Los asentamientos sin murallas de los pueblos de indios con la iglesia-atrio fortificada nos recuerda el sistema defensivo precolombino sin murallas y el teocalli como elemento fundamental de defensa. Estas primeras intenciones urbanas del Nuevo Orbe, por su ascendencia precolombina con mezcla de aportaciones renacentistas no las debemos considerar occidentales, es necesario clasificarlas como indoeuropeas, sobre todo cuando van dirigidas a las comunidades amerindias. Algo parecido ocurre con el resto de los comportamientos culturales del siglo XVI cristiano con nombres como el de arte indocristiano o el de tequitqui43. 4.- Bibliografía. ALOMAR, G., Urbanismo regional en la Edad Media. Las de Jaime II (1300) en el Reino de Mallorca, Gustavo Gili, Barcelona, 1978. ANDREW, George El urbanismo en España e Hispanoamérica, Cátedra, Madrid, 1991. ANDREW, George, Maya Cities. Placemaking and Urbanization, Univ. of Oklahoma Press, Norman, 1975. ANDREWS, George F; BELTRÁN DE HEREDIA, S., “Un modelo teórico de ciudad en el siglo XIV: la ciudad de Eiximeniç”, en Urbanismo e historia urbana en el mundo hispano. Univ. Complutense, Madrid, 1978. BUGARÍN, J., Visita de las misiones de Nayarid.. I. N. I. México, 1993. CARVAJAL, fr. G. de, Relación del nuevo descubrimiento del famoso río Grande del Amazonas, F.C.E., México, 1955. Conquistador Anónimo, Relación de la Nueva España, Polifemo, Madrid, 1986. Forum et plaza mayor dans le monde hispamique, Boccard, Paris, 1978. FOSTER, G. M., Cultura y Conquista: la herencia española de América, Univ. Veracruzana, Xalapa, 1986. GALANTAY, E. Y., Nuevas ciudades de la antigüedad a nuestros días, Gustavo Gili Barcelona, 1977. KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955. LANDA, fr. D. de, Relación de las Cosas de Yucatán, Porrúa, México, 1966. Mc ANDREW, J., Historia de la forma urbana. Desde sus orígenes a la Revolución Industrial, Gustavo Gili, Barcelona, 1984. Mc ANDREW, J., The Open-air Churches of Sixteenth Century Mexico, Harvard University Press, 1977. MORRIS, A.E.J., Historia de la forma urbana, Gustavo Gili, Barcelona, 1984. MUMFORD, L., La ciudad en la Historia, Infinito, Buenos Aires, 1979. PIRENNE, Henri, Historia de Europa., F.C.E., México, 1956. PROSKOURIAKOFF, T., An Album of Maya Architecture, University of Oklahoma Press Norman, 1963. REMESAL, fr. A. de, Historia General de las Indias Occidentales, y Particular de la Gobernación de Chiapa y Guatemala. S.G.H., Guatemala, 1932. REYES VALERIO, C., Arte Indocristiano. I.N.A.H, México, 2000. SOUTHERN, R. W. La formación de la Edad Media, Revista de Occidente, Madrid. 38

KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955, p. 102-104. 1932 II:244 40 GALANTAY, E. Y., Nuevas ciudades de la antigüedad a nuestros días, Gustavo Gili Barcelona, 1977, p. 54. 41 KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955, n. 129. 42 KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955, p. 105. 43 REYES VALERIO, C., Arte Indocristiano. I.N.A.H, México, 2000; KUBLER, G., Arquitectura Mexicana del siglo XVI. F.C.E., México, 1955, p. 67. 39

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Construcción de una ciudad latinoamericana, suelo social y estrategia del capital. Cuernavaca, México, de 1940 a 1990. José Pacheco

Este trabajo se plantea indagar sobre el problema de la construcción de la ciudad media latinoamericana, desde una ciudad paradigmática en suelo social como es el caso de Cuernavaca, con una formas urbanas sui generis, que crean ciudad al mismo tiempo que absorbe población, y con la respuesta de las clases pauperizadas en la forma de invasiones y formación de colonias proletarias. Se observarán los apartados: 1. Consideraciones acerca del método 2. La estructura general de la tenencia del suelo en el municipio de Cuernavaca 3. Sobre como los modos de producción del espacio determinan la forma urbana en el proceso de crecimiento de la ciudad. 1. Consideraciones metodológicas: Desde una postura ‘clásica’ para el análisis del crecimiento de una ciudad capitalista, el punto de partida estaría dado por establecer la estructura del medio físico previo al crecimiento urbano, de ahí al análisis de la estructura de la propiedad rural y establecer el momento de la transformación de suelo agrícola rural en urbano. Tratándose de crecimiento marginal y no planificado, el Laboratorio de Urbanismo de Barcelona lo hace desde «las tipologías estructurales del crecimiento urbano» (LU ETSAB 1976), enfocado en el estudio de las operaciones materiales de construcción de la ciudad, resumidas en tres operaciones: La parcelación, la urbanización y la edificación. Donde la Parcelación adquiere mayor relevancia, asumiéndola como iniciadora del proceso y considerando a ésta como determinante del proceso de urbanización posterior1. Este procedimiento empírico requiere observar los mecanismos de gestión en la producción de este medio urbano estableciendo sus diferentes particularidades a la hora de establecer cómo las grandes y pequeñas explotaciones agropecuarias privadas se han incorporado al crecimiento urbano partiendo desde distintas perspectivas.2 (SOBRAL 1991). Pero en México existe una problemática singular, añadida a la compleja elaboración del principal artefacto humano llamado ciudad, y que requiere enfocar el problema en una cuestión previa a la PARCELACIÓN. Y ésta es la derivada de la existencia de formas no privadas de tenencia social del suelo, en torno a los centros urbanos. 2. La estructura general de la tenencia del suelo en el municipio de Cuernavaca El suelo está reconocido en la Constitución Política3 de los Estados Unidos Mexicanos como de Propiedad Nacional, Privada, Federal, Ejidal y Comunal. Las dos últimas son consideradas propiedad social. Suelo accesible a todas las capas sociales mediante diversos mecanismos ilegales casi todos ellos. Haciendo un poco de historia nos encontramos que el suelo Comunal formalmente introducido en las Leyes mexicanas después de la Revolución, deriva del reconocimiento que en los siglos XVI y XVII la corona 1

«La importancia de la parcelación (...) pasa tanto por el valor de elemento iniciador del proceso, cuanto porque su disposición concreta impondrá una determinada marcha a la construcción y desarrollo del barrio. Esta primera distribución del suelo que supone la parcelación definiendo qué fragmentos van a edificarse y cuáles van a destinarse a la distribución de acceso entre las parcelas, va acompañada de la paulatina cesión de derechos de utilización de aquel suelo (venta)». Busquets Grau. La Urbanización Marginal. LU Monografía 14 ETSAB Pp. 135 y también en 27, 121. 2 Estos son algunos de los factores que han intervenido en el proceso de reconversión de la estructura de la propiedad de rural-urbana señalados en su estudio sobre el municipio de Las Palmas. Si bien previamente ha aclarado que la estructura de la propiedad en sus casos de estudio (el archipiélago canario) es muy compleja y diferente (a otros lugares en España), debido a la fragmentación que la orografía impone y al reducido tamaño de los espacios insulares. Sobral G. 1991. ‘La formación suburbana de baja densidad del municipio de Las Palmas de Gran Canaria’. Tesis Doctoral, Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales, Universidad de La Laguna. Pp 107-109. 3 Art. 27 Constitucional

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española realizó al formular las Leyes de Indias para sus colonias de América, rehabilitando la propiedad en comunidad que los antiguos pueblos mantenían sobre los suelos a sus alrededores, tales como bosques, montañas, lagos, barrancos, etc. Posteriormente a la Independencia (1810) y a las leyes de Reforma (1860), la propiedad comunal de los pueblos se fue disolviendo con la consecuente inconformidad de sus habitantes. Hasta que en la constitución de 1917 se establecieron las restituciones a los pueblos de sus originales propiedades comunales, no importando el hecho de que no conservaran sus títulos primordiales. Cada pueblo mantiene suelo comunal en sus alrededores. Más de tres siglos después de las restituciones originarias, mucho de este suelo comunal se encuentra repartido, sobre todo si es suelo llano o apto para el cultivo de secano. Se salvan lagos, barrancos y montañas, por su misma inaccesibilidad. La legislación agraria vigente regula la naturaleza jurídica de los bienes comunales de los pueblos y los equipara a los bienes ejidales, ambos son de naturaleza inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles4. En la actualidad muchas de estas parcelas tienen más de una persona que se dice el comunero-tenedor o dueño de la misma. El Ejido fue establecido por la Reforma Agraria, a partir del código de 19155 y reconocido en la constitución de 1917. El reparto no se concretó sino hasta 1937 con el presidente Lázaro Cárdenas. La tenencia ejidal permite a los campesinos únicamente el usufructo obtenido de la producción de la tierra, quedando prohibida su enajenación. A pesar de que la ley establece que ambos suelos, el ejidal y el comunal no se pueden transferir ni vender o comprar, si se pueden ‘ceder’ los derechos siempre que la mayoría de la asamblea y el presidente de la misma lo reconozcan. Era y es el mecanismo por el cual los padres heredan y reparten entre los hijos sus bienes, o parte de ellos. Estas condiciones singulares no encajan con la lógica capitalista de conformación de ciudades y ha inducido sobremanera al debate a centrarse en el conocimiento de los modos de apropiación (por agentes inmobiliarios privados, profesionales y no profesionales) de ese tipo de terrenos o suelos, para ser incorporados al uso urbano. En 1974, y ante la magnitud del problema, (ese año se estimaban 2’141.000 asentamientos irregulares todo en el país. Para 1981 la cifra ascendió a 2‘641.000)6 se creó la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra, (CORETT)7. En suma la legislación mexicana considera que es superior el interés social de los ejidos y comunidades al de los particulares propietarios de terrenos afectables (Álvarez 1984). Pero, a pesar de las buenas intenciones y estar plenamente reglamentados, los mecanismos para las expropiaciones siguen sin funcionar adecuadamente, en promedio se calcula que para regularizar un asentamiento con el procedimiento actual se requieren 9 años, la participación de 11 instituciones o dependencias de gobierno y agotar 15 instancias o procedimientos públicos.8 Como puede apreciarse en el Mapa 1. el crecimiento del área urbana en los últimos veinte años ha sido sobre ambos tipos de tenencia del suelo. Mapa 1. Elaboración propia, base 1977 de ‘Conurbation of Southeastern Metropolitan Cuernavaca, México. Vargas I. Actualización mediante la Carta urbana 1:50.000 INEGI, vuelo de 1995 y sobre fotos aéreas 1997, cortesía Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).

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Art. 52 de la misma LFRA Naturaleza jurídica del Ejido Art. 51 de la RFRA regula la propiedad que tienen los núcleos de población sobre las tierras que constituyen sus ejidos. 6 Álvarez A. 1984 ‘Los asentamientos irregulares en Ejidos y Comunidades y su regularización’. Tesis en Derecho. UIA. México D. F. Pp. 106 7 Por acuerdo presidencial del 7 de Agosto de 1973. En Nov. 8 de 1974 se publica en el Diario Oficial de la Federación, reestructurando el antiguo comité como organismo público descentralizado de carácter técnico y social, con personalidad jurídica y patrimonio propios. En Marzo 26 de 1979 se reformaron varios artículos y se adicionó uno redefiniendo los objetivos y atribuciones de la CORETT. 8 Álvarez A. 1984 ‘Los asentamientos irregulares en Ejidos y Comunidades y su regularización’. Tesis en Derecho. UIA. México D. F. Pp. 105 5

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Por lo tanto, es necesario partir desde la complicada estructura de la tenencia del suelo para explicar el crecimiento de Cuernavaca. En el plano se observa esta estructura del sistema de tenencia del suelo que envuelve la ciudad y cómo este suelo social se van transformando e incorporando al continuo urbano. La zona blanca que corresponde a la mancha urbana en 1977. El total de suelo municipal es de 207.22 Km2. Y el suelo social asciende a 179.84 Km2., repartido en seis ejidos y siete comunidades. O sea el suelo social representa el 84.7%. de todo el suelo municipal. Y se compone de 29% ejidal y 71% comunal9. 3. Sobre cómo los modos de producción del espacio determinan la forma urbana en el proceso de crecimiento de la ciudad. En 1940 Cuernavaca tenía un poco más de 25 mil habitantes y 3.24 Km2 de extensión. Para 1995 había alcanzado 54 Km2., con una población de más de 316 mil habitantes. Es decir, que la ciudad extendió veinticuatro veces su tamaño en 55 años, a un ritmo de más de 1.3 km2 al año, en promedio. Pero creemos que los iniciales fenómenos de expansión del hecho urbano sobre suelos agrícolas no fue consecuencia directa del incremento total de población10, ya que la gestión de una gran cantidad de suelo se llevó a cabo sin que de momento existiera dicha demanda por incremento de población, sino de procesos relacionados mayormente con el mercado de suelo urbano y con las actividades de agentes inmobiliarios especializados, que respondieron a la demanda de vivienda en segunda residencia y a una muy temprana idea de especulación inmobiliaria a futuro.

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Datos del Registro Agrario nacional e INEGI, cuaderno Estadístico Municipal 1998. Incremento natural: total de población más los nacimientos en el año, menos las defunciones.

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Evolución del proceso de crecimiento del suelo urbano de Cuernavaca 1930-1995

Indice de crecimiento del suelo urbano

1970

1940=100

has.

1950

1930

300

% ---

1940

1940

324

100%

1950

746

230%

1960

1321

407%

1970

2626

810%

1980

4169

1286%

1990

5625

1735%

1995

7782

2400%

1960

1980

1930

1990 1995

Estas dos formas de crecimiento urbano han sido: por una parte las urbanizaciones privadas llamadas comúnmente en México ‘Fraccionamientos Residenciales’ caracterizados por ser conjuntos organizados de lotes, agrupados en manzanas, para la construcción de vivienda unifamiliar aislada, casi siempre con jardín, dirigidos a satisfacer la demanda de estratos medios y altos, con un tejido urbano estructurado hacia un solo acceso, de lógica cerrada, y con dotación de algunos servicios. En Cuernavaca estos fraccionamientos residenciales iniciaron la carrera hacia la urbanización de la ciudad, incluso antes de que se iniciaran los fuertes procesos de inmigración campo-ciudad característicos del crecimiento de la ciudades en A. L. La otra forma de crecimiento que ha tenido relevancia y que ha sido característico en la construcción de la ciudad consiste en la formación de las llamadas ‘Colonias Proletarias’ o ‘Populares’, para vivienda de bajos ingresos. El origen de éstas puede ser muy diverso, pero su carácter es casi siempre marginal ya sea formalmente o no. Estos procesos de urbanización acelerada han rebasado al Estado en todos los órdenes y las consecuencias son palpables en el día a día de la población. El tejido urbano, en su mayoría responde a la idea de cada fraccionamiento, al trazado que el desarrollador tenía en mente, o de lo que convenía a sus intereses. Se trata de una ciudad construida vertiginosamente y por agregación de formaciones de baja densidad en zonas periféricas de la ciudad11, en el caso de América latina han surgido sin un Plan urbano, sin infraestructura y sólo algunos contaron con servicio y red de agua potable en los primeros momentos de su formación. De este modo, el crecimiento urbano correspondió a los desarrolladores inmobiliarios privados que fueron incorporando suelo urbano a partir de 1940. Primero fue el proceso de extensión de la ciudad, posteriormente el de su consolidación. No ha existido fraccionamiento o colonia proletaria que se haya abandonado o abortado su consolidación. Casi todos los intentos de asentamiento han sido exitosos y han acabado consolidándose, inclusive cuando las autoridades han estado contrarias al mismo. Horacio Caminos12, en sus estudios se esfuerza por prever cuáles características abonarán el camino para que el asentamiento se consolide de forma óptima. En Cuernavaca, las ocasiones en que un asentamiento no ha prosperado ha sido únicamente cuando los propios campesinos se han opuesto al asentamiento, por un reclamo reivindicativo sobre la propiedad del suelo. En la propiedad del suelo, en el sentido de seguridad sobre la posesión de los ocupantes, radica uno de los principales problemas de la cuestión urbana. Esta noción de propiedad del suelo más la configuración del tipo de lote, configura la forma en que el asentamiento se consolidará, la tipología de la vivienda y las posibilidades de desarrollo a futuro. 11

Estos desarrollos privados han recibido nombres distintos: en E.E.U.U. Suburbs. En España Urbanizaciones. En Francia Lotissement y en México Fraccionamientos, según varios autores, como se ha mencionado anteriormente. 12 Caminos H. ‘Urbanization Primer’ GG México 1984

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Por tanto, la aparición y el fortalecimiento de aquél modo específico de construcción de la ciudad señalado (los fraccionamientos) tiene que ver por una parte con la ausencia de un plan de ordenación oportuno13 y su correlativa normativa específica y reglamentación, como ya se apuntó, que repartiera cargas y beneficios sobre los particulares, pero sobre todo que estableciera la orientación del crecimiento urbano para hacer más equitativa la repartición de plusvalías, generadas entre el suelo agrícola u ocioso y suelo urbano. Y por la otra, con el tipo de interrelación que existe entre la Ciudad de México y su interland. Las urbanizaciones residenciales actuaron como piezas estructuradoras del espacio urbano. Son resultado del hacer de los agentes inmobiliarios privados que configuraron el espacio urbano, la forma del viario, el ancho y la forma de las calles, manzanas y plazas y por último, el lote para habitación, como resultado de estos modos de producción de suelo, y en tercero la concreción en las formas físicas-construidas, resultantes. Que marcan contrastes y establecen una distancia muchas veces brutal entre sí, reflejo de la diferencia de ingreso en los estratos sociales de la población. El registro histórico de este modelo en la forma de urbanizaciones residenciales, señala Mc Michael Reese (2002), que se iniciaron en la ciudad de México alrededor de 1860, y se llamaban originalmente ‘Colonias14’ en la ciudad de México. Señala que las primeras fueron: ‘Santa Ma. la Ribera’, un suburbio para clase media, La ‘Colonia Guerrero’, como colonia proletaria, y la colonia ‘Arquitectos’ para altos ingresos. Posteriormente a 1900 aparecieron otros de mayor envergadura como señala Peña Torres (1993). Fueron: la Colonia Juárez, Chapultepec-Morales, Hipódromo, Tacuba y Condesa. El primer fraccionamiento, como fenómeno de primera aparición en Cuernavaca, data de principios de 190015, pero el advenimiento de la revolución en 1910- 1917 destruyó cualquier dato que hubiera podido existir de éste. Los fraccionamientos se producen y autorizan profusamente a partir de la década 1940-1950. Algunas de estas primeras urbanizaciones, tales como ‘Fraccionamiento Vista Hermosa’ ‘Lomas de Cortés’ o la urbanización ‘Club de Golf’, se gestaron en la década anterior, pero vieron la luz pública en los cuarentas. Este fraccionamiento llamado ‘Vista Hermosa’ tiene una historia singular: es el primer fraccionamiento registrado en la ciudad (o al menos del que se conservan documentos), inició la masiva ocupación de la porción Este de la ciudad y explica por sí mismo gran parte del hecho urbano de Cuernavaca. Consta de cuatro secciones siendo que la primera sección fue registrada en la ciudad de México en 1931, con 47 has. Para 1951 tenía registradas 207 has. en total, cuando la ciudad entera contaba un poco más de 324 has.16 O sea estaba abriendo al mercado urbano un 64% de la que era la ciudad construida hasta entonces. Con el tiempo (hasta 1983) registraría en las oficinas públicas ¡más de 330 has. en el primer anillo de la ciudad! Pero este fraccionamiento que acaparó una gran cantidad de suelo no fue el único: existieron 4 grandes fraccionamientos y otros menores que entre todos tenían registrado un total de 88417 has. para 1959, cuando la ciudad tenía apenas 746 has. de hecho construido. En el plano núm. 2 pueden apreciarse algunas tramas urbanas de trazados de calles de algunos fraccionamientos de Cuernavaca. La variedad de formas responde a los intereses y la lógica de cada promotordesarrollador inmobiliario. Plano 2. Sistemas viarios diversos. Cada fraccionamiento agrega una parte de la traza urbana que posteriormente se consolida en ciudad.

13

El primer Plan de ordenación para Cuernavaca se publicó el 10 de Febrero de 1982. No existió plan municipal o comarcal o de ninguna especie antes de la publicación de éste. 14 Mc Michael Reese Carol, (2002) The Urban development of Mexico City 1850-1930 in Planning Latin America’s Capital Cities 1850-1950, Edit. Arturo Almandoz, Routledge UK Pp. 146 15 López G. V. Cronista de la ciudad ‘Cuernavaca una Visión Retrospectiva de la Ciudad’ 1966 16 Ver figura 5 de la Explicación del Problema. 17 Datos elaboración propia con datos de la DGFC (Dirección General de Fraccionamientos y Condominios del Estado de Morelos).

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Las limitaciones de una política pública para las ciudades brasileñas Jorge Cavalcante Silva

Introducción “(...) En primer lugar alojar a los hombres, protegerlos de la intemperie y de los ladrones, pero fundamentalmente organizar a su alrededor la paz de un hogar. Hacer lo que sea preciso para que su existencia transcurra en armonía, sin una trasgresión peligrosa de las leyes de la naturaleza. Y, no esa vivienda tolerada en su forma actual, que es el compromiso grosero entre las potencias gananciosas: por el dinero, el lucro, la competencia y las prisas. Cosas que, habiendo despedazado al hombre de su realeza y le haciendo resignado sobre el peso de sus limitaciones, le llevaron a olvidar su derecho fundamental, una vida decente” (LE CORBUSIER, 2003:33).

La ciudad no es un espacio social aislado de las relaciones sociales capitalistas; es un lugar donde se dan las relaciones sociales de producción, de consumo, de circulación y de distribución. Espacio en que la mayoría de la población, por no tener salarios satisfactorios para cubrir sus necesidades básicas, tendrá dificultades al acceso de bienes y servicios públicos, tales como: Transporte, habitación, escuela, espacios de ocio, servicios de agua, saneamiento e iluminación pública. La política pública para la ciudad en Brasil, que establece la ley nº 10.257 de 10 de julio de 2001, hay una preocupación social que posibilita inversiones y resoluciones en algunos problemas, en determinados espacios localizados de las ciudades. No obstante, las limitaciones de la ley 10.257 se deben a que lo Gobierno tiene cuestiones cruciales para dar respuestas, en el proceso del desarrollo del capitalismo Brasileño, como por ejemplo: déficit público, crecimiento económico, política del cambio, deuda interna y externa. De esta manera, la ejecución de los planes para las ciudades permanece en segundo plano, salvo cuando las tensiones sociales imponen políticas de emergencia y localizadas. En este artículo presentaremos, en un primer momento, la crisis del capitalismo, para después verificar sus repercusiones en el ámbito de la ciudad y, por último, demostraremos las limitaciones de una política pública en los espacios urbanos de Brasil. 1. La crisis Para MARX, las crisis no son más que soluciones momentáneas y violentas de las contradicciones existentes, erupciones violentas que restablecen, por un momento, el equilibrio desaparecido (MARX, 1967). El proceso de acumulación del capitalismo es contradictorio. No sólo porque tiende a la crisis, como también porque, simultáneamente, tiende a evitarla, provocando nuevas contradicciones que generan nuevas formas de crisis en un proceso sin barreras económicas, socialmente perturbador y políticamente limitado dentro de una perspectiva histórica. Para poder continuar su proceso de acumulación, el capitalismo desarrolla las fuerzas productivas que son: las fuerzas naturales, inclusive el propio hombre; los instrumentos de trabajo (herramientas, máquinas) y los objetos de trabajo (la tierra, las materias-primas, etc.). No obstante, las condiciones sociales necesarias para el desarrollo de estas fuerzas entran cada vez más en contradicción con las relaciones sociales capitalistas. Pues por un lado, existen los que tienen la propiedad de las fuerzas productivas, que son los capitalistas y, por otro lado, aquellos que tienen solamente su fuerza física de trabajo, los trabajadores.

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En la medida en que el capital estructura la sociedad, el Estado (MARX, 1982) aparece como un mecanismo para absorber, amortecer y regular las contradicciones que surgen en el proceso de acumulación. Es innegable que el Estado, como responsable político del proceso de acumulación, dentro de un espacio determinado, tiene que tomar alguna actitud siempre que los impasses económicos introduzcan situaciones excesivamente críticas tanto internacionalmente como entre los diferentes segmentos y grupos sociales del país. Por otro lado, el Estado no es apenas una institución reguladora del capitalismo, sino que refleja las contradicciones de la sociedad y desempeña, al mismo tiempo, la legitimación de los intereses de los grupos dominantes y la integración de los grupos dominados en el sistema. El problema de la ciudad como un todo (CASTELS, 1988; LOJKINE, 1979, 1981) resulta de las contradicciones generadas por el desarrollo del capitalismo ante las nuevas y siempre crecientes necesidades de la fuerza de trabajo (número de personas con capacidad para participar del proceso de división social del trabajo) y la política pública de la ciudad con inversiones privadas y públicas, que se dirigen a los sectores más rentables de la producción y del consumo. La política gubernamental para la ciudad acaba por determinar la prioridad a los servicios destinados a expandir la producción, en detrimento de los servicios destinados a atender a las necesidades de subsistencia de la población. 2. La crisis de la ciudad en Brasil “La ciudad es lo concreto, el conjunto de redes, en fin, la materialidad visible de lo urbano, mientras que esto es lo abstracto, aunque es lo que da comprensión y naturaleza a la ciudad” ( SANTOS, 1992 : 241). Cotidianamente, la población más pobre de las ciudades brasileñas vive problemas relacionados con la inadecuación de las condiciones de vivienda, carencia de servicios de agua, saneamiento e iluminación pública; inexistencia o precario funcionamiento de las escuelas, los servicios de salud, lugares para el ocio, además de varias horas dispendidas en medios de transportes urbanos costosos. La verticalidad exagerada de ciertos barrios de clase media-alta, aliada a la retención especulativa del terreno urbano y a la expulsión de los pobres para la periferia, redunda en la utilización irracional del espacio, originando grandes extensiones de terrenos desocupados. Como consecuencia, se observa una exagerada concentración de la población en las áreas mejor dotadas de servicios urbanos, cosa que provoca la incapacidad de atender la demanda y la necesidad de inversiones adicionales por parte del poder público. Esa sobrecarga de recursos constituye un alto coste para el sector público, que lo asume el conjunto de la sociedad, pero cuyos beneficios se los apropia una parte reducida, especialmente el sector inmobiliario. Con la creciente especulación inmobiliaria y el aumento del precio del terreno, el acceso a la vivienda propia se vuelve prohibitivo para gran parte de los asalariados, que no pueden alquilar habitaciones o pisos, ni siquiera en las peores condiciones, y se ven obligados a desplazarse a la periferia de la ciudad. Con ello, las familias pobres son segregadas, distanciadas de su lugar de trabajo y de los servicios públicos de saneamiento, educación, transportes, ocio y salud. La herencia que dejan las divisiones de terreno clandestinas, que suele tener lugar en colinas, áreas insalubres, sujetas a inundaciones, con ausencia de planeamiento viario y de infraestructura, resulta caro para el Estado. Se trata de un alto coste para interrelacionar las áreas habitadas y regularizarlas dado que exige desapropiaciones, transferencias de las poblaciones y aplicaciones de recursos públicos que terminan valorizando los espacios desocupados con fines de especulación inmobiliaria. El déficit de infraestructura social se agrava en la periferia, en contraste con el modelo de infraestructuras y servicios en las áreas más ricas, que se van haciendo cada vez más sofisticadas debido a las exigencias y

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la presión de las grandes constructoras, empresas inmobiliarias y productoras de bienes y servicios colectivos. Como consecuencia, se gasta mucho en estas áreas privilegiadas y se agrava la carencia de recursos para la población de la periferia. Presionado por las crecientes demandas de la población más desfavorecida en el acceso a los bienes y servicios urbanos, el Gobierno brasileño presenta sus limitaciones en una propuesta de política para la ciudad, que atienda las necesidades de la mayoría de su población. Los problemas de la ciudad son sistemáticamente agravados por la ausencia de cualquier política de desarrollo social, por el aumento de la emigración a las grandes ciudades, que aceleran la tasa de urbanización en condiciones precarias y, finalmente, por la ausencia de una política de empleo que sea la síntesis de una verdadera estrategia social. Aliados a estos mecanismos anteriormente descritos, otros mecanismos específicos tienden a agravar acumulativamente las condiciones de vida en las ciudades, especialmente en las grandes ciudades y metrópolis. La especulación inmobiliaria sin control se conjuga con la concentración de las inversiones públicas en las áreas en que las personas tienen un alto poder adquisitivo.

3. Las limitaciones de una política pública para las ciudades brasileñas La crisis de las ciudades en Brasil y las limitaciones de una política pública reflejan los problemas del desarrollo del capitalismo brasileño. Francisco de Oliveira argumenta que en la ciudad empieza la síntesis, en cualquier dirección, de los problemas de la expansión del capitalismo en Brasil, y adopta la forma de estructuración fuertemente articulada con el Estado brasileño (OLIVEIRA, 1978). El Estado está involucrado con el capital nacional e internacional y funciona como gran articulador del proceso de expansión de la acumulación del capital en el ámbito mundial, completamente disociado de la sociedad civil. La ciudad es un reflejo de las relaciones sociales de la producción que se establecen en la “división social del trabajo”. Por un lado, los que tienen los medios de producción (conjunto formado por los medios de trabajo y por el objeto de trabajo), disfrutan de ciertos privilegios en el espacio de la ciudad y lo utilizan como acumulación o especulación. Por otro lado, la gran mayoría de la población, que sólo representa mano de obra, tendrá muchas dificultades para adquirir bienes y servicios públicos (transporte, habitación, escuela, espacios de ocio, servicios de agua, saneamiento e iluminación pública). El diseño de la ciudad ya está, en gran medida, trazado por parte de los grupos privados –especulación del terreno– y la acción del Gobierno es seguir los núcleos de ocupación creados por el sector privado. De esta manera, las inversiones públicas se colocan al servicio de la dinámica de la valorización del sistema inmobiliario constructor. “La periferia de la ciudad, (...) es una consecuencia directa del tipo de desarrollo económico que se ha procesado en la sociedad brasileña en las últimas décadas. Ello ha posibilitado, por un lado, altas tasas de explotación del trabajador y, por otro, un difícil acceso a los bienes y servicios públicos fundamentales ” (KOWARIK, 1979:78). Como la sociedad civil, a través de sus diversos segmentos, empieza a se organizar en el ámbito social y político para tener mejores condiciones de bines y servicios públicos, la sociedad política (GRAMSCI, 1985), a través del Gobierno, intenta responder a las presiones populares. Nace así la política pública de la ciudad, la cual aparece en el proceso histórico de producción capitalista, cuando los antagonismos de los diversos segmentos sociales y políticos no beneficiados por el desarrollo de las ciudades entran en conflicto, cosa que pone en choque la legitimidad del Gobierno.

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En un país como Brasil, que forma parte del proceso de desarrollo del capitalismo en el ámbito mundial, ¿Qué mecanismos concretos existirán para una política pública para la ciudad? Creemos que dicha política será de aplicación muy limitada. Además, será contradictoria dentro del proceso de la división internacional del trabajo, dado que los grandes grupos económicos y financieros brasileños necesitan que el Gobierno haga inversiones para que aumente su acumulación y no están interesados en las inversiones por el bienestar social de la población trabajadora. El Gobierno tiene que intervenir a través de muchas formas y cada una de ellas será decisiva para la supervivencia del sistema: 1) 2)

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Desvalorizar una parte del capital social que permite a los monopolios y las grandes empresas aumentar su tasa de lucro. Para ello, el Gobierno tendrá que asumir actividades económicas no rentables. Subvencionar capital a través de medidas fiscales, como financiaciones y créditos, en condiciones favorables. Asimismo, destinar recursos públicos a actividades económicas y proporcionar los servicios y bienes indispensables a las grandes empresas particulares (infraestructura industrial, energía, trasportes, etc.). Asumir cada vez más los costes sociales del capital, esto es, la mayor parte de los costes de los bienes y servicios públicos (transporte, habitación, espacios de ocio, servicios de agua, saneamiento e iluminación pública). Contribuir a la constante apertura de nuevos mercados para equilibrar la superacumulación e impedir las crisis de superproducción. Desempeñar un papel más activo en las relaciones sociales y en la organización de la división social del trabajo mediante la regulación de las funciones de educación y salud, por ejemplo.

La intervención del Gobierno en la economía es una tentativa de evitar la crisis del capitalismo. Esta intervención exige un continuo crecimiento del gasto público para responder a sus necesidades. El Gobierno necesita recursos para realizar inversiones en las diversas áreas sociales y siempre tendrá serias dificultades. Por un lado, sólo puede tasar el capital hasta determinado nivel y, por otro lado, los salarios –directos e indirectos– no se pueden reducir a través de los impuestos, ya que eso produciría una importante disminución del consumo, además de tensiones políticas y sociales. Entonces, en países como Brasil, los tributos tienen sus límites. El Gobierno, frente al considerable crecimiento del gasto público necesita nuevas fuentes de recursos, que sólo pueden ser la moneda y el crédito en sus diversas modalidades. La opción del Gobierno brasileño, en casi todas sus legislaturas, de emitir moneda o captar recursos internos y externos han convertido a este gigante adormecido en un gran deudor nacional e internacional. El Gobierno, de hecho, siempre ha estado preocupado con la política económica, la política monetaria, la política del cambio, la política de precios, el control del salario de los trabajadores, la inflación, las exigencias del Fondo Monetario Internacional, la deuda interna, la deuda externa y, el crecimiento económico. Pero, no se ha dedicado a una verdadera política pública efectiva para las ciudades Brasileñas. Conclusiones “¿Ciudad hoy, sinónimo de miedo, de desesperanza? Las ciudades gritan de dolor. La democracia urbana está casi muerta” (SOUZA, 1997). Los diversos modelos económicos, políticos, sociales y de política pública para la ciudad, en cada momento histórico del Brasil, dependerán de la necesidad de acumulación de capital. Las articulaciones y conflictos entre los diversos grupos económicos internos y externos se darán en la sociedad política, donde los capitales más fuertes se organizarán con el Gobierno, una vez definido el bloque histórico del poder.

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Los movimientos sociales urbanos establecidos en la sociedad civil, organizados o “espontáneos”, también se articulan en cada momento histórico con el objetivo de presionar a la sociedad política para atender los bienes y servicios necesarios para la mayoría de la populación desfavorecida. Esa incapacidad del Gobierno brasileño –a lo largo de su historia económica, política y social– en dar respuestas a la gestión de los servicios de consumo colectivo, privilegiar las inversiones para la creación de infraestructuras necesarias para el desarrollo industrial olvidando los grupos sociales más desafortunados de bienes y servicios públicos, han hecho nacer entre las clases populares de Brasil los movimientos de reivindicación de servicios sociales urbanos. La respuesta del Estado en cada momento histórico, político y social brasileño ha dependido de la fuerza y del grado de presión de la sociedad civil para que se atendieran sus reivindicaciones. Se desprende, pues que el Estado capitalista, como “representante” legítimo de los grupos económicos y financieros dominantes, en algunos momentos puede hacer ciertas concesiones con el fin de preservar la acumulación capitalista. En el proceso de producción capitalista los problemas de la ciudad se tratan de forma separada, como funciones: función de vivienda, de transporte, de trabajo, etc. Así son también las políticas del Gobierno que responden al transporte o la salud; políticas que son coherentes con el planteamiento general y con el proceso de acumulación capitalista, pero que aparecen por separado. El Gobierno brasileño es un Gobierno socialista cuya base del partido procede de la clase trabajadora de Brasil. Nuestro Presidente tiene una larga historia de lucha y de compromiso con una gran mayoría de la población brasileña desfavorecida económica, política y socialmente y sin el mínimo acceso a los bienes y servicios del espacio urbano de nuestras ciudades. En este nuevo contexto, es un gran desafío elaborar una política para las ciudades que favorezca a la mayor parte de la población brasileña en sus aspectos fundamentales: vivienda, servicios de agua, saneamiento, transporte, ocio, iluminación pública, etc. Tenemos un Presidente que “representa” a las clases populares y que está en el Gobierno, pero que tiene que ser un buen articulador y negociador con los partidos de la oposición y con los grupos económicos nacionales e internacionales. Consideramos que en el ámbito de la máquina estatal es posible que haya alguna moralización, eficiencia, eficacia y seriedad en la administración de la cosa pública. No obstante, lo que no podemos olvidar es que Brasil continúa dentro del movimiento del capital nacional asociado al internacional de la forma más dependiente y perversa posible, en el cual grupos económicos muy fuertes –internos y externos– se benefician y presionan para no perder sus privilegios. En este escenario, insistimos en que una política pública para la ciudad tiene sus límites de ejecución, aunque no por ello debemos dejar de creer que el hombre puede construir su propia historia, puede cambiar el status quo de las ciudades para que todos puedan beneficiarse de los bienes colectivos urbanos construidos por la humanidad en su proceso histórico, cultural, económico, político y social. Referencias Bibliográficas CASTELLS, Manuel (1988). La cuestión urbana. Madrid: Siglo XXI. CORBUSIER LE (2003). Conversa com os estudantes das escolas de arquitectura. Tradução de António Gonçalves. Lisboa: Edições Cotovia. GRAMSCI, Antonio (1985). La política y el estado moderno. Traducción de Jordi Solé-Tura. Barcelona: Planeta-Agostini. LOJKINE. Jean (1979). El marxismo, el Estado y la cuestión urbana. Madrid: Siglo XXI. LOJKINE. Jean (1981). O Estado capitalista e a questão urbana. São Paulo (Brasil): Martins Fontes editora.

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KOWARIK, Lúcio (1979). Espoliação Urbana. São Paulo: Paz e Terra. MARX, Karl (1967). Capital: a Critique of Political Economy. Ed. by Frederick Engels. New York: International Publs. MARX, Karl (1982). Miséria da Filosofia. São Paulo (Brasil): Editora Ciências Humanas. OLIVEIRA, Francisco (1978). Acumulação Monopolista, Estado e Urbanização: O novo conflito de classes. Rio de Janeiro: Paz e Terra. SANTOS, Milton (1992). A Cidade e o Urbano como Espaço-Tempo. CIDADE & HISTÓRIA Modernização das Cidades Brasileiras nos Séculos XIX e XX. UFBA - FAU/MAU. Salvador-Brasil, p. 241-244. SOUZA, Maria Adélia (1997). Cidade: Lugar e Geografia da Existência. Conferência elaborada para o 5o Simpósio Nacional de Geografia Urbana, em Salvador - Bahia, de 21 a 24 de outubro de 1997. ESTATUTO DE LA CIUDAD – Ley nº 10.257, de 10 de julio de 2001 (Brasil)

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En busca de la ciudad democrática: “Actuales procesos de participación ciudadana en la planificación urbana de la ciudad de México” Martha Cecilia Pelayo Villegas.

Introducción En el Proyecto de Ciudad entendido como un repensar de la ciudad hay una apuesta por escuchar a aquellos que serán afectados de manera directa por la transformación y uso del espacio tanto a nivel urbano como territorial, con el objetivo de garantizar de esta manera modos de vida democráticos. Resulta paradójico abogar y debatir ampliamente a favor de una participación ciudadana al hablar de ayuntamientos y países democráticos cuando por definición se trata de una forma de gobierno que implica la participación de todos sus habitantes. Pedir una participación que se haga efectiva, es tanto como aceptar que estos gobiernos son democráticos solo de nombre y que la población ejerce sus facultades como ciudadanos de manera pasiva. Este artículo pretende hacer una reflexión acerca del papel actual de la participación ciudadana en los procesos de planificación urbana en la Ciudad de México. ƒ ¿Por qué se participa? La particular evolución urbana en el caso de la Ciudad de México y las condiciones de una realidad metropolitana compleja y fragmentada que continua siendo un tema evitado por las administraciones, hacen evidente un conjunto de graves desequilibrios en especial hacia ciertos grupos de población que han sido privados de manera sistemática del acceso a bienes colectivos y que en consecuencia se ven empujados a organizarse y resolver de manera autónoma ciertas necesidades básicas y demandar por otro lado un reconocimiento y solución institucional a las mismas. ƒ ¿Como se participa? Aquí resulta importante reconocer las estrategias de acción colectiva que han desarrollado estos grupos al organizarse buscando dar solución a una problemática y necesidades determinadas y cuyas características responderán a un entorno político y social específico. Por otro lado existe una respuesta institucional, principalmente en las ultimas administraciones que están claramente interesadas en dar legitimidad a sus acciones, y que a pesar de las evidentes limitaciones, se encuentran en un proceso de ensayo-error, en busca de un marco institucional de la planificación que permita abrir canales de comunicación e integrar a sus programas las experiencias y estrategias que resulten más eficaces. Una revisión de recientes procesos de planificación en la ciudad en las que se han aplicado diversas metodologías y herramientas de participación ciudadana permiten resaltar por parte de los implicados tanto limites como potenciales. ƒ ¿Como podría participarse? Aquí dejamos algunos planteamientos finales: ¿Existen puntos de convergencia entre los intereses y prioridades gubernamentales con el de las organizaciones y comunidades? ¿Cuáles son las posibilidades en la práctica hacia procesos de participación que puedan garantizar modos de vida más democráticos?

La emergencia de una participación ciudadana estratégica. Es evidente que la organización comunitaria ha surgido de manera emergente ante los desequilibrios y como respuesta a las condiciones desiguales de acceso a necesidades puntuales o de bienes colectivos a lo largo de la historia. La generación de estrategias de acción colectiva son elementos que deberían ser considerados como formas de participación que han demostrado un alto grado de eficiencia, flexibilidad y adaptación a las condiciones limitantes existentes. La autoayuda y el trabajo comunitario han sido la estrategia de participación social más importante y con más repercusión que se ha aplicado en la mayoría de países en América latina. Es en el caso del desarrollo urbano, donde el trabajo colectivo de los pobladores ha posibilitado la construcción de obras y servicios en muchos asentamientos populares, conformando de manera importante las cualidades de estas ciudades, con sus logros y problemas1. Existen argumentos que lo colocan dentro de una posición utilitaria dentro del sistema capitalista, 1

PLIEGO Fernando, Participación Comunitaria y Cambio Social, 1ra. Edición, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Sociales, Plaza y Valdés, México D.F. 2000

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y de una política demagógica dispuesta a trasladar sobre los pobladores aquellas responsabilidades que se desatienden a lo largo de sus gobiernos. No obstante, resulta de mayor trascendencia reconocer la importancia del aporte cultural en sus procesos de transformación social basada en la utilización de estrategias colectivas sobre las individuales. Más allá de la autoayuda existe un conjunto de estrategias de participación que la sociedad ha generado y desarrollado a lo largo de la historia adecuándose a circunstancias determinadas y a las posibilidades de cada momento. Sin embargo, el reconocimiento de la validez y diversidad de dichas estrategias ha sido mínimo y aún no existe un marco legal y político adecuado, enfocado a la integración de este conjunto de conocimientos colectivos hacia procesos democráticos de planificación urbana. Los movimientos sociales que reivindican vivienda, tierra y servicios urbanos, nacen a partir de los procesos de transformación social de 1968, se desarrollan en la década del setenta y se diversifican a la entrada de los años ochenta. El parteaguas en el desarrollo de una conciencia democrática que empieza a ser nacional y a extenderse de manera colectiva, ha sido marcado por dos eventos importantes: 1. Los efectos sociales del sismo de 1985. La gran conmoción que produjeron en el pueblo de México los sismos de 1985, permitió evidenciar causas y efectos de muchos problemas fundamentales en materia urbana, cuya explicación no era únicamente técnica sino sobre todo, política y de repercusiones sociales. La primera conclusión de esta amalgama de situaciones fue la necesidad de democracia. En este momento determinante, se habló de democracia y se ejerció la democracia en organizaciones y barrios, presionados por la necesidad y la premura de respuestas. 2. Una importante transformación política y cultural dentro de los procesos electorales que vienen gestándose a partir de 1988. En 1997, por primera vez en la historia del Distrito Federal los habitantes de la ciudad eligieron a su gobernante2. El panorama al que se enfrentaría este nuevo gobierno no era nada sencillo. Una de las ciudades más pobladas del mundo y un ambiente de grave deterioro urbano y social donde era necesario romper con una inercia política antidemocrática que se desarrollaba desde hacía setenta años. El nuevo gobierno se planteó impulsar un proyecto basado en la gobernabilidad democrática a partir de una transformación integral: avanzar en mecanismos de participación ciudadana; descentralizar la toma de decisiones y promover el diálogo permanente con los diferentes sectores de la sociedad. Esto representaba una apuesta a la sociedad civil y una novedad dentro del Gobierno del Distrito Federal. Estos eventos de profunda transformación política nos revelan por sí mismos un verdadero proceso de renovación de la cultura política y de ciudadanía, en el cual no hubiera sido posible desmontar las viejas estructuras autoritarias sin vencer al mismo tiempo la cultura de la desconfianza que acompañaba a los procesos políticos y en especial a los electorales.

2

A finales del siglo XIX el gobernador de la Ciudad de México era electo por el presidente de la República. En 1928 desapareció el régimen municipal en el Distrito Federal, en su lugar se constituyó el Departamento del Distrito Federal al frente del cual se encontraba el Jefe del Departamento nombrado y removido por el Presidente de la República.

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Limitaciones de la estructura institucional de participación ciudadana Es cierto que existe un marco jurídico enfocado a “regular y garantizar” la participación social en las decisiones gubernamentales. Un marco que reconoce la necesidad de la participación de los ciudadanos en todo el proceso y en todas las acciones de la administración pública como es el caso de las decisiones de la planificación urbana. Sin embargo, persisten diversas condiciones que limitan de manera considerable las posibilidades de este marco institucional: •

• •





Una reforma política inconclusa. Pervive una entidad sin plena autonomía. Los ayuntamientos tienen estructuras de participación legalmente reconocidas y la participación ciudadana es más fluida. En el caso de las delegaciones, la estructura es vertical y no está acoplada a estos procesos. Al igual que las instancias que forman parte del Gobierno del Distrito Federal. Prácticas administrativas atrasadas. Prácticas atrasadas con poca coordinación y centradas en el poder y la capacidad de decisión de la autoridad. Manteniendo la posibilidad de ejercer prácticas populistas y de tipo corporativo. Obstáculos políticos y jurisdiccionales. Impiden la comunicación entre gobernantes y gobernados. Ya sea por intereses políticos como por el tamaño y densidad de ciertas delegaciones. La estructura territorial, la población de cada unidad territorial. existen grandes diferencias que afectan a la capacidad de comunicación. Una legislación limitada en los canales de participación que ofrece, así como en la concepción sobre la diversidad de las formas de participación existentes. No hay un reconocimiento real de las posibilidades que ofrecen las estrategias tradicionales de los grupos. La falta de una política y de un marco normativo integral y coherente. Existe un gran número de leyes que regulan y establecen instrumentos distintos de participación. Educación y Cultura. Aun no existe una cultura política ni social que elimine la desconfianza y la apatía entre gobernantes y gobernados.

Actuales procesos de participación ciudadana en la elaboración los programas de desarrollo urbano En este apartado me interesa hacer una breve y por ello limitada descripción de cómo se desarrollan los procesos de participación ciudadana en algunos ejercicios recientes de planificación urbana de la Ciudad de México, entendiéndolo como son en este momento, una búsqueda hacia procesos democráticos de planificación del espacio urbano. A pocos años de la aprobación de la Ley de Participación Ciudadana y de que exista una elección ciudadana de los representantes de sus demarcaciones administrativas, resulta interesante evaluar algunos efectos de las transformaciones de las administraciones en búsqueda de una Ciudad democrática. Me limito a describir la metodología de los procesos, y aquellos aspectos que han sido destacados por los actores involucrados como limitantes y por otra parte puntualizar los aspectos potenciales de dichas metodologías a fin de destacar áreas de trabajo en un futuro. En este análisis se presentan tres niveles de planificación de características específicas. 1. La Revisión de Programas de Desarrollo urbano Delegacional- Coyoacán y Cuauhtémoc. De acuerdo al Progama General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, los programas delegacionales cumplen la función de precisar y complementar los supuestos del programa general al interior de cada Delegación. La revisión está prevista por Ley y debe realizarse al menos cada tres años a fin de determinar la persistencia y modificación de sus postulados. En los últimos años un gran numero de Delegaciones han iniciado este proceso de revisión. Las metodologías de Participación Ciudadana son elaborados desde las oficinas –generalmente particulares- encargadas para esta tarea. Cada una define sus lineamientos y a pesar de que existe una clara intención de integrar al ciudadano en los procesos de información y consulta es evidente que a nivel Delegacional existe todavía un gran numero de limitantes hacia a la implicación colectiva. 2. La Elaboración de Programas Parciales de Desarrollo urbano- Santa Catarina y Cerro de la Estrella. Los programas parciales constituyen la denominación genérica para cualquier tipo de programa localizado territorialmente, en las áreas de actuación que consignen los programas general y Delgacionales, por medio de los cuales habrán de establecerse regulaciones específicas a los usos del suelo al interior de sus circunscripciones, sea en forma coordinada o concertada con otros gobiernos o con los sectores social y

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privado, para la conservación, mejoramiento y crecimiento urbano. El actual desarrollo de los Programas Parciales de Desarrollo Urbano se destacan ya que en su elaboración se compromete la participación de autoridades (en este caso, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda) grupos de consultores (académicos y profesionales), organizaciones sociales y/o civiles y organizaciones vecinales; la aprobación de estos programas mediante un proceso de consulta pública, supone también la intervención de la población involucrada. A partir de 1998 se promovieron los procesos de participación ciudadana, como ejes conductores para la elaboración de treinta y un Programas Parciales de Desarrollo Urbano. La implicación de profesionales y académicos universitarios, así como la búsqueda de instrumentos financieros que den soporte a los proyectos, instrumentos de seguimiento, coordinación y evaluación y la evidencia de un cambio en la correlación de fuerzas entre los actores políticos presentan algunas de las pautas más positivas en la transformación hacia modelos de participación donde la implicación ciudadana es más plural y activa. La participación en programas específicos de Cogestión y Coinversión- Proyecto de Participación social en el Mejoramiento Integral del Centro Histórico de la Ciudad de México. Con objeto de potenciar proyectos de desarrollo social, a finales de 1997, el director de NOVIB (fundación holandesa de cooperación internacional) y el jefe de gobierno del Distrito Federal, establecieron un convenio de coinversión para el financiamiento de proyectos impulsados por organizaciones civiles y sociales de la ciudad en diferentes campos de intervención. Nueve proyectos elegidos a partir de 47 propuestas, generados desde las comunidades donde el común denominador es la promoción de metodologías en las que es prioritaria la intervención activa de los beneficiarios y promotores comunitarios desde la base hasta su desarrollo y continua evaluación.

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REVISIÓN DE LOS PROCESOS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN PROGRAMAS DE DESARROLLO URBANO PROGRAMA Revisión de Programas de Desarrollo Urbano Delegacional

ESCALA Escala Delegacional. variable Coyoacán: 53,6 km2 640 400 habitantes. Cuauhtemoc: 32,3 km2 516 255 habitantes.

METODOLOGÍA / HERRAMIENTAS ƒ ƒ ƒ ƒ

NIVEL DE IMPLICACIÓN DE LA COMUNIDAD

Talleres de Planeación Participativa Mesas de Trabajo Consulta vecinal Encuestas y Entrevistas

Financiamiento: Delegacional

Bajo/Medio ƒ No hay una implicación desde la base. Las metodologías y los objetivos de los procesos participativos son creados desde fuera de la comunidad. ƒ La unidad más común de dialogo es a través de los comités vecinales, o de otras delimitaciones territoriales. ƒ El proceso de participación se limita a la información y la consulta.

LIMITES/ POSIBLIDADES ƒ Una Metodología poco articulada con el proceso de planificación, aún se ve como un requisito a cumplir. ƒ

ƒ ƒ ƒ

ƒ Elaboración de Programas Parciales de Desarrollo Urbano

Participación en Proyectos Específicos

Escala media /local Puede implicar a una o más áreas dentro de una delegación o integrar zonas de varias delegaciones. Sierra Sta. Catarina 13 km2. 213,000 habitantes. Cerro de la Estrella 6.35 km2 76,000 habitantes

ƒ ƒ ƒ

Talleres de Planificación Consulta Pública Mesas de Trabajo

Herramientas de Financiamiento: ƒ Cooperativas ƒ Fideicomisos ƒ Proyectos de Conversión con Organizaciones de Cooperación y Crédito a nivel Internacional.

Proyecto del Centro Histórico 9.1 km2

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Medio/Alto ƒ El grado de implicación varía pero se busca que sean procesos inclusivos, consensuados y legítimos. Con etapas de evaluación y seguimiento. ƒ Es posible que sea la propia comunidad quien pida la realización del programa o proyecto, involucrándose directamente en todas las etapas del proceso.

ƒ ƒ

ƒ

ƒ ƒ ƒ

Una escala que limita la comunicación. La existencia de unidades territoriales demasiado grandes hacen una difícil coordinación. La falta de recursos limita la ejecución de obras prioritarias. Existencia de intereses económicos y políticos. Falta de una real autonomía por parte de las administraciones delegacionales. Baja participación e interés por parte de los ciudadanos. La metodología es más clara y estructurada. Tienen como objetivo instrumentar proyectos integrales. Hay un mayor equilibrio en las escalas y las relaciones de poder a nivel político. Transformación de los liderazgos tradicionales hacia los colonos. Transformación de estrategias de presión por objetivos claros. La consideración de estrategias de financiamiento dan viabilidad a los proyectos y confianza a los ciudadanos.

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Posibilidades en la práctica hacia procesos institucionales de participación ciudadana 1.

2.

3. 4.

5.

A nivel local/vecinal. Es en este nivel donde es posible encontrar una mayor integración de los habitantes, identidad colectiva y arraigo, identificación de la problemática real y de las posibles soluciones, además de un interés directo en la mejora del espacio urbano. Sin embargo es necesario reconocer la existencia de relaciones entre actores a otros niveles que pueden ser o no de implicación territorial. Estrategias de cogestión. En este aspecto nuevamente el abogar por la cogestión en la implicación concertada de todos los actores involucrados, parece ser una de las oportunidades donde se puede tener una mejor oportunidad de concertar estrategias participativas con las herramientas del sistema para integrar la participación de los grupos. Obteniendo objetivos claros, posibilidades reales y mayores recursos. Una implicación de la comunidad desde la base. Se ha demostrado que el éxito de un proyecto será más factible cuando la comunidad participa en todos el proceso de un programa desde sus objetivos hasta su puesta en marcha y su durante constante evaluación. Organización de la comunidad. Es importante que la comunidad este organizada o tenga experiencia previa en la organización de sus miembros. Queda claro que existe una mayor posibilidad de diálogo entre las comunidades y organismos civiles y sociales cuando éstos tienen una estructura y una organización clara, ya que la mayor parte de los logros tanto en legislación como en espacios se han dado en este sentido. Programas de Financiamiento. Los proyectos de coinversión que implican a las organizaciones civiles, gobierno y empresas privadas o internacionales. En el caso de economías como la de México, la implicación de un organismo de cooperación internacional o de una empresa privada en el caso de los fideicomisos, permiten un mayor manejo de recursos posibilitando la ejecución de los proyectos; en contraste con los programas gubernamentales que muchas veces se quedan en propuestas, lo que genera desconfianza y apatía por parte de la comunidad. A partir de un programa de coinversión, existe un compromiso conjunto de llevar a cabo el proyecto, es interés de todas las partes y por lo general al ser un proceso de selección de los proyectos se anima a la población a identificar las necesidades prioritarias y a plantear propuestas factibles a fin de ser elegidos. Hay un proceso continuo de evaluación de los resultados.

Podemos concluir que actualmente los procesos de participación ciudadana en la planificación urbana, se encuentran determinados por dos condiciones características, por un lado, una apertura paulatina del marco institucional hacia nuevas herramientas de participación, el cual puede resultar todavía desarticulado o débil en sus concepciones, pero existente y en constante adaptación; y por otra parte, una nueva conciencia ciudadana cada vez más familiarizada con las practicas del ejercicio democrático y en exigir una evaluación más clara de las acciones de sus representantes. Es tal vez en este punto donde aún queda más por trabajar: una cultura y una educación hacia la participación ciudadana que logre borrar el papel pasivo que se ha mantenido de manera tradicional por parte de las comunidades a un papel activo donde la población tome en sus manos el derecho y capacidad en la toma de decisiones sobre las transformaciones de su entorno de manera responsable y eficaz. Finalmente, dejamos como reflexión final de este análisis la necesidad de encontrar los puntos de convergencia entre las estrategias tradicionales de la acción colectiva que han demostrado en su práctica ser flexibles, evolutivas e integradoras, a fin de integrarlas a un marco institucional que de viabilidad y legitimidad a estos procesos en búsqueda de un desarrollo urbano democrático. Bibliografía CASTELLS Manuel, La Cuestión Urbana, México, ed. Siglo XXI, 1ra ed. en español 1974. Movimientos Sociales Urbanos, siglo XXI, 1ra ed. en español 1974, Madrid. CENVI Centro de la Vivienda y Estudios Urbanos, La Participación Social en el Mejoramiento Integral del Centro Histórico de la Ciudad de México. (Programa de Coinversión GDF-NOVIB) COULOMB René y DUHAU Emilio (coordinadores), Coloquio Nacional de Investigadores. La Ciudad y sus Actores. Conflictos y estrategias socioespaciales frente a las transformaciones de los centros urbanos 1ra edición, Universidad Autónoma Metropolitana, México D.F., 1988. COULOMB René y DUHAU Emilio (Coordinadores), Coloquio Nacional de Investigadores. Políticas Urbanas y Urbanización de la Política, 1ra. Edición, Universidad Autónoma Metropolitana, México D.F. 1989.

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COULOMB René y DUHAU Emilio (compiladores), (1993). Dinámica urbana y procesos sociopolíticos: Lecturas de actualización sobre la Ciudad de México. México: Centro de la vivienda y estudios urbanosUniversidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco. CHÁVEZ DE ORTEGA Estefanía, Urbanismo en ciudades medias y pequeñas. Un método de planeación operativa para la elaboración y revisión de planes y programas, 2da. Edición, Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, UNAM, México D.F. 1998 GARZA Gustavo, Normatividad Urbanística virtual en la Ciudad de México, Revista Economía, Sociedad y Territorio, Colegio Mexiquense, vol.1 núm 1, ene-jun 1997 IRACHETA Alfonso, Villar Calvo Alberto (coordinadores), Política y Movimientos Sociales en la Ciudad de México. Memoria del Seminario “La Dinámica de la Ciudad de México en la Perspectiva de la Investigación Actual, Vol. 2, 1ra. Edición, Departamento del Distrito Federal/ Plaza & Janés, México D.F. 1988. PLIEGO Fernando, Participación Comunitaria y Cambio Social, 1ra. Edición, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Sociales,Plaza y Valdés, México D.F. 2000. SÁNCHEZ Mejorada Cristina, Pobreza Urbana, Autogestión y Política, 1ra. Edición, Centro de la Vivienda y Estudios Urbanos, México D.F. 1992. SEDUVI, Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, versión 1996. Gobierno de la Ciudad de México. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, Cuaderno de Trabajo del Taller: El Papel de la Participación Ciudadana en la Elaboración de Programas Parciales de Desarrollo Urbano, México 2002. WOLDENBERG, José, Consolidación democrática y cultura política, semanario etcétera, septiembre 2002 ZICCARDI Alicia, (Coord) Planeación Participativa en el Espacio Local. Cinco Programas parciales de Desarrollo Urbano en el Distrito Federal. Universidad Nacional Autónoma de México, 2003.

Fig. 1 Delegación Coyoacan, división por colonias y fraccionamientos 640 400 hab. 53,6 km2

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Fig. 2 Programa Parcial Cerro de la Estrella, Iztapalapa

Sta . Ce c ilia |

Sta . Ca ta rina Estudia nte

Monte ro

Aquile s Se rdá n

Sto. Doming o

Lore to Be lla s Artes

Mixc a lc o Ca te dra l Sa ntísima Pla za de la Constituc ión

Pa la c io Na c iona l Alhóndiga

Me rde c Pla za Me a ve

Primo Ve rd ad

Sa n Miguel

Me rc ed

Fig. 3 Centro Histórico de la Ciudad de México

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La calle comercial: un proyecto de humanización en la ciudad de San Salvador Ninoska Ramos

Introducción Las calles y los espacios comerciales son dos de los principales sistemas urbanos que conforman una ciudad y contribuyen a su desarrollo. Por tal motivo, a lo largo de la historia y en los diferentes ámbitos culturales, el comercio ha sido uno de los usos y funciones de la calle, reforzando su importancia y significado como componente urbano en cuanto se convierte en espacio público. La tesis de este artículo se basa en que la calle comercial, como espacio generador de contactos, intercambios y comunicaciones, debe “humanizarse”. Ir más allá y preguntarnos qué aspectos físicos de la calle influyen en el comportamiento de los seres humanos, dada su posición en la intersección de lo público y de lo privado, del individuo y de la sociedad, del movimiento y del lugar, de lo edificado y de lo no edificado, de la arquitectura y de la planificación1. Por otro lado, uno de los objetivos principales es transmitir la urgente necesidad de un proyecto de humanización para las calles comerciales de San Salvador; ya que con el abandono progresivo del Distrito Comercial Central la ciudad ha perdido la zona que, por su acumulación arquitectónica y urbanística de varias décadas de historia nacional, estaba llamada a convertirse en el lugar privilegiado de encuentro entre sus distintos sectores sociales, en captar la variada riqueza que constituye toda vida urbana2. Conceptualización Cultural e Histórica Una calle, desde su concepción física, es el resultado del crecimiento de una localidad formando parte de la estructura que distribuye y comunica las diferentes parcelas3. No obstante, se le considera un archivo de acontecimientos y actividades humanas, pudiendo leer a través de ella las grandes líneas de la historia en las diferentes culturas y entornos. Es decir que posee un gran valor histórico ya que ha evolucionado y adquirido mayor complejidad a través de la forma y funciones que el tiempo ha ido dándole según la sociedad ha ido cambiando. En la actualidad el papel de la calle, su entorno y la consecuente interacción social varían con la clase, el grupo étnico, edades y tipo de especialización de cada barrio. De esta manera, las calles comerciales surgen de la especialización de otras áreas de la vida de los ciudadanos (residencias, oficinas, instituciones), y forman parte del espacio comercial de la ciudad, uniéndose a la red de mercados y centros comerciales en sus diferentes escalas. Jerarquía y Tipologías Uno de los aspectos más determinantes de una calle es su carácter tridimensional; que hace pasar del nivel del pavimento y aceras a los edificios que la delimitan, a la relación física entre sólidos y vacíos. Es necesario cuestionarnos cómo afecta a las relaciones humanas un determinado trazado de calle y los efectos de la geometría del entorno edificado, con el fin de adecuar sus dimensiones y características a las necesidades concretas de los ciudadanos.

1 2 3

Stanford Anderson, “Calles. Problemas de estructura y diseño”. Gustavo Gill. Barcelona, 1981. “La ciudad y la cultura” Revista Proceso No. 791, Año 18, UCA Editores, San Salvador , enero 1998 Rob Krier, “El espacio urbano” pág. 19, 23 Gustavo Gill. Barcelona, 1981

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De esta manera, al intentar definir tipologías de calles comerciales es importante considerar las formas de ordenación de la edificación circundante, distribución de actividades y significados urbanos. En forma general, se pueden clasificar en4: a) Calles mixtas comercial-residenciales: son casas en hilera con tiendas o bloques de apartamentos con comercio en planta baja. Estas consideran que es importante incluir usos variados en un entorno puramente residencial para desarrollar la actividad callejera peatonal; y que los servicios y comercios tienden a aparecer en densidades medias o elevadas. b) Calles comerciales: pueden ser edificios comerciales de baja y mediana altura o un centro comercial regional, edificios comerciales metropolitanos de mediana y gran altura, o un entorno a base de calles interiores (como los núcleos comerciales centrales de diversas ciudades) Algunas de las principales calles comerciales de todos los tiempos, emplazadas en ciudades importantes alrededor del mundo, son: la Bahnhofstrasse de Zurich, la Vittorio Emanuele de Milán, la Regent Street de Londres, la Lijaban de Rótterdam, la Kurfurstendamm de Berlín, sin olvidar la Quinta Avenida de Nueva York y la Rambla de Barcelona. Función Social Toda calle se convierte en un hecho social, político y psicológico al soportar una forma de vida particular, una estructura y relaciones determinadas; ofreciendo barreras y conexiones que regulan la interacción social de los grupos. La calle comercial, como espacio cívico social, debe ser capaz de ofrecer un entorno público para una gama de comportamientos humanos ricos y diferenciados. Debe permitir variadas actividades en función de la hora, día de la semana o época del año, albergando tiendas y restaurantes, salas de conferencia, zonas de exhibiciones y de juegos, caminos de recreo y descanso, etc. Los ciudadanos de diferentes edades, profesiones y preferencias deben poder identificarse temporalmente con la calle al recorrerla, intercambiar con extraños y conocidos, realizar actividades de recreo, compra o de esparcimiento. Sin embargo, esta función social queda muy limitada en las ciudades en que las calles actúan sólo como “enlaces” más que como “lugar”, como “conexiones” más que como “nodos”. Este desinterés en el estudio profundo del funcionamiento de las calles es más grave aún en ciudades en vías de desarrollo -como el caso de San Salvador- que sufren de una carencia crítica de espacios públicos urbanos, y en los cuales la cultura de los espacios cívicos sociales está incipiente aún. Son sociedades motorizadas en las que se han desarrollado grandes inversiones en infraestructura vial, sobreponiendo las necesidades de los automóviles sobre las inversiones que se podrían realizar para dotar de calidad de vida urbana a los ciudadanos. En muchas calles comerciales las aceras han quedado limitadas a una estrecha senda peatonal. Aunque con excepciones, la mayoría no se han diseñado pensando en el peatón y en protegerlo del ruido, gases y otras molestias del tráfico rodado, ni en los comerciantes para dotarles de un espacio apropiado y confortable para realizar las actividades de compra/venta. Lastimosamente en esto difieren con algunas calles comerciales de las grandes ciudades en las que la separación de los tráficos peatonal y automovilístico ha sido la norma general de la planificación del siglo XX. Otra problemática que se genera en la mayoría de estas ciudades con un sistema de clases estratificadas es que dicho sistema especializa aun más las calles; diferenciándolas por el tipo de servicios, comercios, horarios, que sirven a las diferentes clases sociales. Por otro lado, además de los aspectos físicos, contribuyen a esta reducción de la vida social cotidiana desarrollada en las calles fenómenos como el crimen y la violencia en los espacios públicos, la falta de cohesión social, inaccesibilidad, etc. 4

Idem 1

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El ayer y hoy de las calles comerciales de San Salvador La zona conocida como Distrito Comercial Central (DCC) abarca el Centro Histórico y posee 2.26 Km2, superficie que equivale únicamente al 1.4% del total del área urbanizada en toda el área metropolitana. Sin embargo, por su carácter predominantemente comercial representa el 7.43% del total del suelo destinado a actividades económicas5. En la actualidad, esta zona central de la ciudad presenta un cuadro crítico de degradación social y física. Dicha transformación se inició principalmente a partir de la década de los 40’s. El problema aumentó a partir de los años 70’s, cuando junto a la vivienda se desplazaron las actividades financieras, los servicios especializados para las empresas y el comercio orientado a esos sectores de ingresos medios y altos. Los años siguientes, la guerra civil y el terremoto de 1986 llegaron a acentuar el abandono del centro capitalino. Esta dinámica derivó en la década de los 90’s en la consolidación total de una nueva centralidad económica al occidente de la capital, con el consecuente desarrollo de nuevas calles comerciales y de servicio como el Boulevard de Los Héroes, la Alameda Roosevelt, la Avenida Manuel Enrique Araujo, el Paseo General Escalón, etc.

Fuente: “La Tierra vacante en el Distrito Comercial Central de San Salvador”

Todo esto provocó, junto a otros factores muy determinantes, un panorama urbano de la zona central en que la actividad económica pertenece al sector informal o a la pequeña y mediana empresa formal, y su población a los estratos de menores ingresos.

5 Carlos Umaña, “Indicadores urbanos y de vivienda de las tres principales ciudades de El Salvador”, VMVDU/GTZ, San Salvador, 1996

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Según estudios realizados sobre la tendencia actual de construcción en el DCC se ha podido constatar que persiste la falta de inversión privada y estatal; tendiendo al mayor desarrollo de proyectos comerciales sobre los residenciales, aunque en las últimas décadas la mayoría de construcciones consisten en simples sustituciones o reconstrucciones de edificaciones dañadas por el terremoto6. Esto se debe a que prevalecen algunas problemáticas económicas y sociales: a) la proliferación del comercio informal b) el fenómeno de estancamiento del mercado de suelos por la dificultad de compra-venta de terrenos vacantes y edificaciones debido al alza de los precios c) lo poco rentable y atractivo que resulta invertir en viviendas por lo degradado del entorno urbano: contaminación por concentración de rutas de buses y automotores, altos índices de delincuencia, etc. La informalización económica del Centro Histórico "El Centro es el Gran Bazar" es la expresión que se ha oído a más de algún ciudadano. Y efectivamente, llegar al Centro Histórico de San Salvador es como acceder a un gran centro comercial al aire libre. Sin embargo, su función como espacio público urbano se ve muy debilitado por la falta de una lógica estructural que rija los diferentes sistemas de espacios libres, equipamientos e infraestructuras que lo conforman, creando un ambiente caracterizado por el caos, el abandono y la deshumanización. Uno de los "viejos" problemas que imperan en la zona es la invasión de ventas ambulantes en sus plazas y estrechas calles. Desde hace aproximadamente 15 años, el reordenamiento por parte de la Municipalidad ha venido generando situaciones de gran tensión. Durante los disturbios provocados por el desalojo y reubicación de dichas ventas, las calles se han convertido en escenario de altercados entre sindicatos, vendedores y policías municipales, cuando los llamados a negociación no han recibido respuestas positivas y algunos comerciantes insisten en permanecer en el lugar "al precio que sea" para conservar su clientela de la calle. Por tal motivo, un verdadero “proyecto de humanización” para las calles comerciales del Centro de San Salvador debería intentar responder a interrogantes que van más allá de imponer acciones y políticas para el desalojo: ¿Porque estos ciudadanos se convierten en comerciantes ambulantes y no tienen una ocupación más estable? ¿En que momento surge para ellos la necesidad de invadir calles y aceras en lugar de ubicarse en un lugar mas confortable y adecuado? ¿Por qué no quieren negociar y han perdido confianza en las ofertas de las autoridades municipales? Y finalmente, ¿qué nos indica todo lo anterior sobre la realidad social, económica y urbana de San Salvador? Se plantean estos interrogantes para no olvidar que la proliferación de las actividades económicas informales (limpiabotas, vendedoras del mercado, vendedores ambulantes) que acompañan al crecimiento económico formal de una ciudad, ofrecen una “oportunidad” a todos aquellos salvadoreños que por su educación, su edad o por la escasez de puestos de trabajo les es casi imposible establecerse en otro tipo de actividad productiva. Ante esta problemática, en años recientes con el “Plan de Rescate del Centro Histórico” las autoridades municipales plantean varias alternativas para trasladar a los comerciantes de sus puestos de venta iniciales hacia lugares con los requisitos mínimos para que continúen realizando su labor con seguridad e idoneidad comercial. Por ejemplo: el reordenamiento de mercados capitalinos para rehabilitar puestos ya existentes, la 6

Joseph MacCormack, “Base de datos de registros de los financiamientos bancarios al sector de la construcción”, 1996

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construcción de módulos comerciales financiados por las partes interesadas, la creación de "mercados rodantes o móviles"7, etc. Lastimosamente, existen fuertes limitaciones presupuestarias que obstaculizan el trabajo de la Municipalidad, y muchas veces esquemas administrativos inadecuados e intereses políticos particulares no permiten usar eficientemente esos escasos recursos y desarrollar los buenos proyectos propuestos. La situación es compleja porque siempre habrá algunos más afectados que otros, en este caso los vendedores desalojados; pero tampoco se puede obviar la necesidad de un gran número de salvadoreños de circular por las aceras y calles del centro capitalino en espacios públicos dignos y de calidad urbana. Propuestas de futuro Para lograr una verdadera revitalización del DCC se debe considerar la importancia de rehabilitar el Centro Histórico y su arquitectura, potenciando el gran dinamismo económico que posee a pesar de la situación social y física degradada y el peso del comercio informal. Esto implica, principalmente, reactivar el sector de la construcción recuperando la rentabilidad y el atractivo para los inversionistas. Además, es necesario equilibrar e integrar la actividad comercial y la función habitacional, a través de políticas e instrumentos de recuperación de espacios públicos, reubicación de comercio informal, incremento de seguridad ciudadana, ordenación del transporte, etc. A la vez, realizar programas de concientización al peatón/consumidor de hacer buen uso de la ciudad. En la actualidad únicamente se están realizando acciones con poca participación de la empresa privada, como la ejecución del Plan de Recuperación del Centro Histórico -como parte del PLAMADUR8- y la creación de la Oficina de Rescate del Centro Histórico, además de un intento por impulsar un programa de densificación habitacional y promover una nueva Ley de Inquilinato por parte del Viceministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano9. Por lo tanto, es necesario coordinar la gestión entre los actores involucrados, principalmente entre el Gobierno Central, la Municipalidad, el Concejo Nacional de la Cultura, el Viceministerio de Transporte y empresa privada. En cuanto al desalojo de las ventas ambulantes, es muy importantes el diálogo con las gremiales para realizar procesos de concienciación y recuperación de la confianza en las acciones municipales para que acepten reubicarse voluntariamente dentro de los “periodos de gracia” otorgados. Además, poner recursos y alternativas viables a la disposición de esta minoría de vendedores que se verá afectada como medidas de compensación de los daños causados; como elaborar un censo de vendedores de la calle para buscarles mejores oportunidades, otorgarles líneas de créditos, nivelar las tasas municipales, etc. En definitiva, el proceso de ordenamiento del centro —por ser el corazón simbólico e histórico de la ciudad, y que en él se manifiestan con particular intensidad la mayoría de tareas de la sociedad salvadoreña— se convierte en un buen indicador de lo que cabrá esperar a futuro de un proceso de racionalización de los espacios públicos nacionales10. Consideraciones finales 1. La restauración del espacio urbano perdido será dura; por eso es necesaria la participación de diversas disciplinas (antropólogos, sociólogos, etc.) en la planificación y diseño urbano de las calles que nos ayuden a comprender las relaciones hombre/entorno. No se trata sólo de realizar estudios de cómo aumentar la velocidad y flujo de tráfico, sino observar el comportamiento del peatón en los diversos distritos comerciales. 7 Modalidad en la que se reúnen a algunos vendedores ambulantes y se trasladan un día determinado a un barrio o sector de la ciudad para ofrecer sus productos. 8 Viceministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano, “Plan de Desarrollo del Área Metropolitana ampliada de San Salvador” 1997 9 Mario Lungo, “La Tierra vacante en el Distrito Comercial Central de San Salvador”, elaborado para la investigación “Tierra vacante en ciudades latinoamericanas” realizada con apoyo del Lincoln Institute of Land Policy 10 “El problema de ordenar San Salvador” Revista Proceso No. 828, Año 19, UCA Editores, San Salvador, octubre 1998

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2. Si se erradicara la visión reducida de la calle como “lugar de paso”, se valoraría su importancia como espacio “vivible” y de encuentros, con su potencialidad para enriquecer nuestras actividades individuales y nuestra concepción colectiva del medio urbano que compartimos.

3. Si existiesen espacios de relación de mayor calidad pensando en satisfacer las emociones del ser humano, se podrían disminuir los fenómenos negativos de inseguridad pública, crímenes y violencia.

4. En San Salvador, la ubicación y desarrollo de la actividad comercial tanto formal como informal necesita urgentemente de una intervención urbana que libere más espacio de circulación en calles y aceras, y rescate las plazas cívicas del Distrito Comercial. Todo esto con el propósito de que, junto a otro tipo de políticas urbanas de rehabilitación de la arquitectura histórica, se logre recuperar la potencialidad del centro capitalino como recurso económico tanto en el aspecto comercial como turístico.

5. En síntesis, el proyecto de humanización de las calles comerciales en San Salvador debe apostar por la coexistencia peatón-vehículo, por la creación de un espacio donde se desarrolle una agradable actividad urbana y comercial, tomando en consideración muchos factores de las dinámicas sociales y económicas que se están generando día a día. Finalizo este ensayo citando las palabras de Gloria Levitas en su artículo Antropología y Sociología de la calle: “Mediante una juiciosa planificación urbana y un cuidadoso estudio del mensaje simbólico del espacio, del tiempo y de los objetos del entorno construido, el arquitecto y el planificador conseguirán la introducción de entornos con una mayor atracción social”.

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Supermanzanas, multifamiliares y demás: Mario Pani – urbanismo y arquitectura para una vida colectiva sostenible. Rosana Castañón Gutiérrez

Cuando Mario Pani llegó a México después de cursar su carrera de arquitectura en París, debió tomarse muy en serio la necesidad de modernizar el país. Su madre siempre lo mantuvo cercano a México, pero seguro que era un México en cierto modo idílico, ya que los problemas se obvian cuando uno habla de su patria en tierra extraña. Posiblemente el enfrentarse con esta realidad, vista desde la distancia de haber estudiado su carrera en la Escuela de Bellas Artes en el París de las vanguardias, en la segunda mitad de la década de los años veinte, lo llevó a mirar siempre los problemas arquitectónicos a una escala urbana. En México también se encontró con una generación de arquitectos jóvenes muy interesados en el funcionalismo y en las teorías de Le Corbusier1. Al analizar su trayectoria profesional, se ve la importancia de Le Corbusier para Pani, ya que es el arquitecto mexicano que tiene una biografía más parecida. Su educación y sus planteamientos son europeos. Mario Pani busca el desarrollo sostenible, o lo que es lo mismo, utilizar los recursos existentes de modo racional, y los mecanismos para vivir en comunidad de una manera más armónica. Es este marco el que podría englobar todas sus propuestas de una u otra manera. Buscaba un mundo más justo, más bello y mejor relacionado con el medio ambiente. Mario Pani es uno de los mejores arquitectos modernos mexicanos, y ayudó a difundir toda la producción arquitectónica de la época en la revista Arquitectura México, de la que era director. Muchos de sus proyectos son urbanísticos, hechos en su Taller de Urbanismo, con José Luis Cuevas y Domingo García Ramos. En este taller, se hicieron propuestas concretas para ciudades en todo México. Pero, sobre todo, se sentaron las bases teóricas para el urbanismo moderno mexicano. Entre las ideas desarrolladas por este grupo están las supermanzanas, unidades habitacionales, conjuntos escolares, universidades, hospitales, sistemas viales, condominios, etc. En la obra de Mario Pani la planificación regional es indispensable para restablecer el equilibrio entre la ciudad y el campo, la capital y la provincia. El problema de la sobrepoblación en el Distrito Federal ocasiona que ni siquiera los habitantes de la ciudad capital del país puedan estar dotados de los servicios necesarios. La población sigue aumentando constantemente, y se crea un círculo vicioso del que actualmente parece imposible salir. Pero en tiempos de Pani, el problema no era tan grave todavía, ni el país vivía en una constante crisis, como ha ocurrido desde el principio de la década de los ochenta. Pani propone los planos reguladores para varias ciudades mexicanas y para regiones enteras, como en el caso de la frontera norte del país. Planifica la ciudad del mismo modo que el campo. Las pautas para resolver sus proyectos son completamente racionalistas, buscando, como muchos arquitectos modernos, hacer lo más con lo menos. Usa la ciudad y las condiciones físicas, económicas y sociales existentes, y la naturaleza para mejorar la vida de las personas. No es un proteccionista de la naturaleza, sin embargo, hace uso racional de sus recursos para beneficiar a los habitantes de la ciudad.

1

Ver el artículo Villagrán : padre del funcionalismo mexicano de la misma autora en el libro "Del pasado al futuro. Integración y dearrollo", ed.ICCI, Barcelona, 2003, pp. 33-46, recopilación de las ponencias de las IV Jornadas de Arquitectura y Urbanismo.

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Mario Pani – Región Henequenera, collage de la autora PLANIFICACIÓN DE LA REGIÓN HENEQUENERA (1948-50) Para entender las supermanzanas y multifamiliares de Mario Pani, merece la pena revisar el proyecto para la región henequenera en Yucatán. Las características de este proyecto, en una zona plana, y deshabitada, lo hacen el más adecuado para analizar los mecanismos de proyecto de Mario Pani. Las características del lugar hacen de él el más propicio para la ejecución de un proyecto ideal, en el sentido más literal, con pocas restricciones topográficas o contextuales. Más que hablar de zonificación urbana, podríamos decir que Mario Pani hace un urbanismo racionalista. Esto es, analiza extensiva e intensivamente las condiciones y las necesidades existentes y luego responde a todas las variables de manera integral. Trata de tener la mayor cantidad posible de ventajas con la mínima cantidad posible de acciones. En este caso logra una integración de urbanismo, sociología y ecología, en una época cuando muy pocos estaban interesados en ese tema. Una de las prioridades en la planificación de las ciudades debería ser la mejora de las condiciones de vida de las personas en el campo. En los años cuarenta ya se veía la problemática que la migración campesina podía crear en la ciudad, en el campo y en los migrantes. Este proyecto ataca este problema. Propone trasladar los campesinos de una parte a otra en la misma región, tomando en cuenta la mayor productividad de la tierra en un sitio que en otro. De esta manera, promueve el desarrollo sostenible del campo. Así echa por tierra las críticas que acusan al urbanismo de mediados del siglo XX de desarrollista. Los campesinos trasladados no tienen que transformar por completo su forma vida. No cambiarán de cultivo, de paisaje, de clima, de costumbres, ni de entorno social. En este caso, las características del terreno sólo hacían posible el monocultivo del henequén como producción agrícola. Dentro de la península de Yucatán, busca una zona donde el terreno tenía más rendimiento. Esta península está formada de roca caliza, y el agua pasa a un nivel, entre los siete y los diez metros, por ríos

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subterráneos. En los lugares donde cae la capa superficial del terreno se crean cenotes. Es una zona donde hay pueblos que integra en la planificación. El plan incluye traer campesinos de otras zonas henequeneras de menor producción a esta zona y hace una tabla que explica la duración prevista de la producción del terreno. El terreno de cada familia se divide en tres partes, dos para las cosechas anuales, y la otra de descanso para la recuperación de terreno. Como explica Domingo García Ramos, "El asentamiento se procura determinando el área por familia que, de acuerdo con la productividad anual, asegurará por el sólo concepto de explotación agrícola el sostenimiento de una familia hasta de seis miembros, tomando en cuenta que el área de cada parcela se divide en tres secciones correspondientes a los tres períodos del ciclo agrícola: uno de descanso para la tierra, entre seis y siete años; otra de cultivo preproductivo, también entre seis y siete años, y otra tercera, para el periodo de explotación costeable entre siete y veinte años"2. Este proyecto es paradigmátido por el uso de los recursos naturales que hace. La energía está dada por los molinos de viento (veletas), en una zona que soplan, según el estudio, ocho horas al día. Otro de los estudios que hace Pani para este proyecto es el del 'ciclo hídrico', la propuesta para hacer un uso racional, eficiente y consciente del agua. Esto, integrado con el elemento humano, le hace descubrir que con un molino puede elevar agua para 24 familias, una 'unidad agua', que se agrupa en torno a la 'unidad sanitaria central'. Se divide entre las familias el costo del molino y de la fosa séptica, y aprovechando que este agua tiene fertilizantes naturales, se usa para regar una huerta comunal. Por la permeabilidad del terreno, el agua vuelve al subsuelo con un 95% de pureza. Este gesto sólo lo hace un adelantado a su tiempo, por el cuidado ecológico que presenta. Lo primero que hace es definir la 'unidad agua', porque lo más necesario para el éxito de un establecimiento humano es la provisión de agua que el emplazamiento ofrece. En este proyecto están las características de las supermanzanas, o sea, de los multifamiliares, con los que empezaba a trabajar. Establece una distancia máxima entre la casa y el trabajo de 1.8 km. En grupos de siete, por la distancia que cada familia puede recorrer, las 'unidades agua' forman un 'subcentro' o 'unidad desfibradora' donde ésta está, con la escuela rural para 77 niños, la iglesia, el mercado y el médico, coincidiendo, cuando es posible, con las poblaciones existentes. El proyecto se completa con la dotación de otros servicios como los estudios superiores, las diversiones y los servicios administrativos a una distancia de 10 min. en autobús, en un 'centro' en uno de los pueblos existentes. Es relevante la sensibilidad que muestra la propuesta al dar todos los servicios de una ciudad a esta zona rural. Es evidente, también, la maestría y sentido común de este grupo de trabajo en la preocupación por el gasto público. Lejos de hacer una propuesta utópica, con exceso de gasto en equipamiento, proporciona los servicios para una cantidad de ciudadanos razonable para ser costeable para el erario público. Sin embargo, toma en cuenta la distancia que la gente tendrá que recorrer para llegar a ellos. Es importante que propone como esencial para el buen funcionamiento de la zona, un buen sistema de transporte público, una asignatura aún pendiente en el México actual. Se anticipa con esto a las últimas teorías urbanísticas preocupadas por la equidad territorial, donde todos los habitantes del país, aún en aldeas aisladas, puedan acceder a los servicios públicos fácilmente. Propone una solución realista al problema del abandono del campo que tanto hacía, y sigue haciendo crecer a la Ciudad de México. Para garantizar la viabilidad de este proyecto, y contrastando claramente con la modernidad de su urbanismo racionalista, propone que las casas del conjunto sean las tradicionales en la zona. En este caso, no pretende crear un nuevo sistema constructivo para la región. El que ya tenían había sido perfeccionado a través de muchos siglos. Lo que quería era hacer más eficiente la agrupación y organización de estas casas y de los terrenos de producción. Estas casas tienen muchas ventajas sobre las casas de bloque de hormigón con techo de asbesto que han sido construidas en la región, como una ayuda que se ha vuelto contra sus moradores y el entorno. Las casas tradicionales responden mucho mejor al clima extremadamente cálido y húmedo de la región yucateca. Los materiales están en el campo, por lo que es posible que los campesinos las construyan y las arreglen. Además, cuando se abandonan, son biodegradables.

2

Domingo García Ramos, Tesis sustentadas en los trabajos del taller de urbanismo del Arq. Pani, Arquitectura México No. 67, septiembre 1959, p. 161.

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Una de las críticas que este proyecto sufrió, fue el proponer servicios sanitarios comunes. Claro que estas objeciones venían de personas estudiadas y de ciudad. Esto lo ha planteado Pani desde el racionalismo económico. También desde un punto de vista sociológico, estas comunidades campesinas lo comparten casi todo. Se nota en ello una preocupación real por la función y el clima. Con tanto calor, las casas deben tener la mayor ventilación posible, por lo que introducir el baño en la vivienda hubiera interrumpido el paso del aire. Este proyecto, pasados los años, se ha convertido en poco menos que en una utopía. Con el desarrollo de los materiales plásticos, la producción del henequén se ha vuelto innecesaria e incosteable. ÚLTIMAS CONSIDERACIONES El concepto lecorbusiano de supermanzana, Pani no sólo lo incluye en algunas de sus propuestas urbanísticas, sino que tiene la capacidad de hacerlo realidad. Básicamente lo que propone con este concepto es subdividir la ciudad, tanto a nivel físico como de relaciones, para lograr una mayor eficiencia en el transporte y en el suministro de bienes y servicios. Al mismo tiempo, genera espacios libres de tráfico para darle espacio a la circulación peatonal. Concentración y descongestión, densidad y laxitud, desde que nada se puede entender sin su contrario, es en el momento en que se pueden construir rascacielos que se puede dejar espacio libre entre ellos para que la ciudad sea eficiente, en todos los sentidos. Cuando la ciudad se desequilibra, los problemas nacen. Las supermanzanas, así entendidas, hacen posible ordenar desde la región henequenera, hasta la Ciudad de México. Este proyecto desgraciadamente nunca fue implementado, aunque por su vocación de urbanismo ecológico ya adquiere importancia internacional. En el nivel personal, es en estos años cuando se nota una metamorfosis en la arquitectura realizada por Pani. Antes, sus proyectos más importantes fueron grandes conjuntos institucionales, como la Escuela Nacional de Maestros (1945-47), o el Conservatorio Nacional de Música (1946). En estos proyectos usa la piedra y el ladrillo como materiales principales. Mientras hacía el proyecto para la región henequenera (1948-50), estaba haciendo la Unidad Habitacional Presidente Alemán (1949-50), el primer multifamiliar, con el que los grandes proyectos de vivienda en comunidad aparecen, y los materiales y las fachadas empiezan a cambiar. Después de 1950, el cambio es visible. En la Unidad Habitacional Presidente Juárez (con Salvador Ortega, 1951-52) la envolvente del edificio ya es un plano de cristal al que se le han superpuesto los elementos de protección. El Plan Maestro de Ciudad Universitaria, la primera supermanzana, que hizo con Enrique del Moral (1951-52), y la Torre de Rectoría (1952), en la que se unió Salvador Ortega al equipo, puso a México en los primeros puestos de la arquitectura y el urbanismo mundial. Pani siguió profundizando en los proyectos de vivienda colectiva al crear el primer condominio en México en Paseo de la Reforma (1955-56). Su último gran proyecto fue la Ciudad Habitacional NonoalcoTlatelolco (1964-66), con Luis Ramos. Para terminar unas palabras de Mario Pani, de 1970, que resumen el espíritu de su obra: "Amigos:...Poco o mucho en suma aritmética, lo importante es que hayamos aprovechado ese periodo que nos ha tocado vivir. Por eso, se me hacen pocos años y quisiera que todavía nos quedaran más, muchos más para hacer también mucho más, a fin de que las horas vividas se llenen de obras que sean el testimonio de nuestro paso por la existencia y muestren a las nuevas generaciones un camino que podrán aceptar o rechazar, pero que representa un esfuerzo personal impactado en el mundo contemporáneo, en ansiosa búsqueda de los valores más altos. Quiero confesar a ustedes que he tenido en la vida la pasión de hacer, como una especie de locura, como una tarea que me divierte. . . Según dicen... me gusta correr riesgos con tal de lograr algo, mejor si ese algo beneficia a nuestros contemporáneos, a nuestro país y contribuye a su engrandecimiento. Pienso que sin riesgos no se logra nada verdaderamente valioso y declaro mi ansiedad de seguir realizando obras y de que ellas sirvan para un mundo mejor que pueda disfrutar con ustedes, mis grandes amigos."3

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Mario Pani en 35 años de vida profesional del arquitecto Mario Pani, Arquitectura México No. 102, abril 1970, p. 204.

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Ciutat Vella en la era de la globalización. Identidad multicultural. Maricarmen Tapia Gómez 1.- Introducción Las transformaciones realizadas en los últimos 20 años en el casco antiguo de Barcelona, han transformado fuertemente su tejido urbano y social. Durante este proceso han surgido nuevas coyunturas locales y globales que han enriquecido la vida urbana, vuelto más complejas y originado nuevas necesidades respecto al contexto inicial en que fueron proyectadas las reformas. Desde el rescate de los valores de lo intercultural y lo patrimonial de Ciutat Vella, se pretende reflexionar sobre el rol del urbanista así como de los instrumentos de planificación en la construcción de una sociedad multicultural. Pensar y vivir la ciudad El título “Pensar y vivir la ciudad” es sugerente. Para comenzar, es un título en el cual el orden de los factores no implica énfasis. A diferencia del proverbio “pienso, luego existo”, no se establece una relación unidireccional o correlativa entre ambos verbos, es decir, el razonamiento no se adelanta a la acción y a la experiencia inmediata sino que ambos persisten. Pensar la ciudad es una tarea del urbanista, la ciudad como cuestión de planeamiento. En cambio vivir la ciudad no se nos ha otorgado como requisito ineludible para entender y proponer en la ciudad aún cuando todos habitamos la ciudad, nos desplazamos, intercambiamos y satisfacemos nuestras necesidades. El arquitecto, el urbanista, recoge en un análisis de la ciudad tanto su contenedor como su contenido. Ahora, este análisis puede ser desde el pensar la ciudad o desde vivir la ciudad. Si pensamos la ciudad, una serie de factores técnicos, económicos y políticos nos acotarán y representarán condicionantes que reflejan una realidad. Este trabajo podría ser realizado desde una oficina en cualquier parte de la ciudad o incluso desde otra ciudad, colmándonos de estadísticas y confiándonos en estudios específicos ya realizados. En cambio vivir, implica involucrarse, envolverse. Es un salto desde la observación analítica a una serie de conocimientos sutiles, pero no menos fundamentales, el genius loci y también genius populi. De esta manera, si pensamos y vivimos la ciudad podremos acercarnos a una construcción de la realidad compleja y dinámica. Está claro que la construcción de la realidad siempre estará sujeta a sus autores. Por ello, por muy profundo que indaguemos en esta construcción, estará siempre empañada por nuestra singular percepción de la ciudad así como de nuestros ideales de ciudad. La carga de nuestras propias experiencias, percepciones y pensamientos en los estudios y proyectos no le quitan validez sino que, a diferencia de creer erráticamente que hablamos de una realidad objetiva y neutra, estaremos verdaderamente proponiendo a la ciudad. Sin separar nuestra calidad de peatón y planificador. ¿A dónde voy? A que existe una realidad compleja fuera de nosotros, una serie de filtros a través de los cuales intentamos definir esta realidad, y estamos nosotros observando y analizando, para luego proponer un orden de esta realidad basado en nuestros conocimientos de lo correcto, lo mejor, el bien común etc. Si nos acercamos a vivir la ciudad la respuesta que daremos será distinta a si sólo nos quedamos en pensar la ciudad. Por un lado porque nos hallaremos frente a la necesidad de reflejar esta sensibilidad y virtualidad de la ciudad y por otro, porque los instrumentos de planificación no se han involucrado con esta dimensión de la realidad y deberemos utilizar otras metodologías. Si se separan y experimentan el pensar y vivir la ciudad sabremos que corresponden a esferas complementarias que nos acercan una realidad, primacía indispensable para proponer en la ciudad; (pero hay algo más, es que esta invitación está dirigida a ser contextualizada en una jornada latinoamericana.

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Si continuamos la invitación de la presente jornada deberemos centrarnos en su esencia específica: Jornadas latinoamericanas de arquitectura y urbanismo. Como el título dice “jornada latinoamericana” y no “arquitectura y urbanismo latinoamericano” me he dado la licencia de abrir al máximo esta definición y no hablar precisamente de un estudio o proyecto en Latinoamérica sino de Ciutat Vella en Barcelona. ¿Que tiene que ver Ciutat Vella con Latinoamérica?, ¿a que vienen las divagaciones iniciales? Se dirigen a explorar una realidad que nos pertenece, que es este vivir la ciudad. Somos latinoamericanos viviendo una ciudad y pensando en otras ciudades. Nos trasladamos desde la universidad a casa, amigos, bares, siempre con nuestro pensamiento en allá, Latinoamérica. Nuestras nostalgias y deseos se concentran en los esfuerzos de responder a las preguntas iniciales de allá que nos han traído aquí. Sin embargo el acá, el ahora, nos roba, y mientras pensamos en la ciudad de Latinoamérica, vivimos en la ciudad de Barcelona. ¿Qué es lo que vivo?, ¿mis recuerdos, mis memorias?, ¿Donde termina Latinoamérica? si nos pasamos estirando lo más posible el terruño para oler la tierra madre. ¿Hasta dónde soy latinoamericana?; ¿Dónde comienzo a ser arquitecta, urbanista del mundo?. Ciertamente esta doble vida prolongada gracias a las telecomunicaciones nos enfrenta a un modo distinto de vivir la ciudad. Desde un conflicto a un encantamiento con lo desconocido. Vivimos entre una lengua y códigos que nos son nuevos, extraños, inclusos molestos a unas caminatas por aquellos lugares que sólo recorrimos antes en fotografías de libros. Estamos viviendo en esta ciudad y somos latinoamericanos. Involucrados en mayor o menor intensidad, empequeñecidos o sublimados por el nuevo contexto que nos arrastra en el día a día a las afueras de nuestros motivos iniciales: comprender, pensar la ciudad latinoamericana. La nueva ciudad no es un escenario en el que podemos decidir o no representar a un personaje, sino que voluntaria o inconscientemente somos parte de este paisaje urbano. Nuestro vivir en la ciudad ha sido cuantificado y cualificado, somos la “comunidad latinoamericana”, estamos siendo estudiados desde distintas escalas. Ahora somos parte de lo que nos definen los estudios. Sin embargo ¿Somos como se denomina una comunidad latinoamericana? Algo sí está claro, el sueño de Bolívar se ha proyectado al menos para distinguirnos estadísticamente como inmigrantes en Europa. Ahora que sabemos que también vivimos en esta ciudad, podemos pensarla. Casco antiguo de Barcelona Desde cualquier aproximación a Ciutat Vella, saliendo de la boca del metro o cruzando desde Plaza Cataluña, desde cualquiera de sus bordes, la certeza de entrar a Ciutat Vella no estará sólo determinada por la morfología del lugar, sino por la concentración de personas. Al acercarse a las Ramblas o Puerta del Ángel parece haber una manifestación, pero no, la masa que de lejos se vislumbra es gente, mucha gente que se encuentra disgregada: turistas, habitantes, trabajadores, personas de compras o en algún trámite. La frase “voy al centro”, o mejor dicho, “bajo al centro”, en Barcelona no puede ser más figurativo de la polaridad que representa Ciutat Vella. Si entramos en esta masa en ebullición encontraremos una heterogeneidad que no se encuentra en otras partes de Barcelona. Si se observa hacia arriba, se puede ver que sobre la multitud se asoman edificios que contrastan desde el siglo X- XVIII y en menor número nuevas edificaciones del XIX y XX. Asimismo, los recorridos por sus callejuelas pasan desde espacios intrincados de formación espontánea tipo medieval a aperturas de regeneración urbana de los últimos años. Enfocando ahora la vista a nuestro horizonte, encontraremos también diversidad entre las personas, los colores y rasgos se abren en un gran abanico que enriquece su imagen urbana. Esta vivencia de Ciutat Vella, genera una excitación y conmoción al recibir el bombardeo de imágenes múltiples, desde las cuales los profesionales hacedores de ciudad piensan Ciutat Vella, intentando descifrar los estratos que allí se mezclan, cómo se ha configurado este escenario diverso cultural y morfológicamente.

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Si unimos el pensar y vivir la ciudad, entonces el estudio urbano del casco antiguo de Barcelona no se restringe a las formas sino que recoge todos los elementos del paisaje urbano. La ciudad como un complejo socio-urbano reúne tanto la estructura física que soporta las actividades, como las actividades mismas y sus actores. Al vivir la ciudad brotan cuestiones y problemáticas contingentes que a una primera mirada no la sentimos como propias del urbanismo, sin embargo la comprensión de la diversidad y la complejidad permite dilucidar los principales procesos socioculturales y su materialización en el espacio urbano. Desprender las nuevas necesidades de los habitantes tiene como objetivo trazar tendencias y directrices para la futura actuación urbana en el lugar. Desde la experiencia y el análisis se puede afirmar que Ciutat Vella hoy se encuentra en un proceso de reconfiguración por dos fuerzas fundamentales, una de escala local y otra de escala global que le convierten en una buena fuente de reflexión y propuesta respecto a la ciudad futura. La primera fuerza de escala local, responde a las consecuencias de las acciones urbanas locales realizadas en Ciutat Vella, las cuales han modificado fuertemente su tejido urbano y social. Este proceso ha motivado entre otros, la reactivación de la zona, arribo de nuevos vecinos y el desarrollo turístico. La segunda, en cambio se entiende en un contexto global que responde al proceso migratorio. La inmigración, afecta a todos los continentes, debido a que el movimiento migratorio tiende a mantenerse dentro de los radios del país de origen. Es decir, la gente cambia de territorio al más cercano, al más accesible, por ello la mayor inmigración se produce dentro del mismo hemisferio sur. La inmigración en Europa ha sido permanente a lo largo de la historia. Sin embargo hacia finales de los 90 comenzó a ascender rápidamente. En España actualmente el porcentaje es de 3,8%1. Cataluña para el Censo del 2001 tenía un 4,9% de Inmigrantes. Mientras que el municipio de Barcelona, su ciudad capital cuenta con un 12,8% y dentro de esta, el barrio con mayor presencia de inmigrantes es justamente su casco antiguo con 36,1%2 de población extranjera. Como se puede observar, hablar hoy de Ciutat Vella no debe ser sólo desde los objetivos de reformas en que se inició el proceso de transformación, sino desde la diferencia de 20 años que han significado un importante cambio socio cultural que se concentra en el área y no así en otras partes de la ciudad en que se produce de manera dispersa. El contexto se ha modificado, desde la actuación en un casco antiguo deteriorado urbano y socialmente a una actuación en un casco antiguo regenerado y multicultural. Aun cuando esta afirmación parezca evidente en luces de lo recién descrito, hasta ahora el estudio del contexto de Ciutat Vella se ha visto fragmentado desde distintas disciplinas recogiendo ambos procesos por separado. La bibliografía urbana del casco antiguo es extensa y es posible encontrar rigurosos y detallados trabajos recientes como “La Ciutat Vella de Barcelona. “Un Passat amb futur” 2003 de Joan Buquets. Sin embargo, este trabajo, como otros, analiza las intervenciones dentro de los objetivos y contexto de los años 80, y no así desde el contexto actual. Los estudios acerca del proceso inmigratorio en Ciutat Vella se encuentran en el campo de la geografía, antropología, sociología entre otros. Planificación Multicultural Las fuerzas que han actuado sobre Ciutat Vella han enriquecido la vida urbana, vuelto más complejas las relaciones y han transformado las necesidades hacia una planificación que debiera integrar la diversidad cultural con que cuenta entre sus habitantes. Ciutat Vella no está congelada, ni acabada, sino que es un contexto en transformación. Sabemos que en los últimos años se han generado una serie de políticas de reformas físicos del casco antiguo comprobable, palpable. Sin embargo, existen también transformaciones sutiles pero no menos “visibles”, que señalan la presencia de la heterogeneidad étnica. Si sabemos que un tercio de la población de Ciutat Vella es extranjera y que procede de culturas distintas a la local, podríamos preguntarnos, cómo habita este entorno el inmigrante, si se generan nuevas centralidades y

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Avance del Censo de Población. 2001. Departamento de estadística ayuntamiento de Barcelona. Enero 2004

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significaciones urbanas al interior de Ciutat Vella; qué tipo de mutaciones espontáneas; si se concentran espacialmente las diferentes comunidades étnicas, entre otros. Antes de lanzarse al análisis de la forma de habitar, debemos preguntarnos quienes son los habitantes. ¿Que es ser latinoamericano, africano?; ¿Que sabemos del mundo musulmán? ¿Pertenecemos a una comunidad por sólo nacer en un determinado continente? ¿Podríamos afirmar que tenemos una identidad precisa y acotada mientras que la globalización con expresión en la mediatización y la facilidad de comunicación nos filtra? ¿Somos una identidad única o tenemos múltiples identidades? Ciutat Vella es hoy una realidad multicultural. No obstante, ello no implica que exista ni política ni planificación multicultural. El urbanismo tradicional no se ha planteado hasta ahora la cuestión multicultural, más bien han sido experiencias alternativas las que se lo han propuesto. Quizá porque eran sólo alguno países que contaban con un porcentaje importante de inmigrantes y porque la visión hacia el inmigrado era marginado al “otro” como cualidad negativa. Sabemos de casos en que la planificación incluso ha ayudado a la segregación urbana de ciertos grupos de la ciudad, como por ejemplo de los Afro americanos en Estados Unidos y de los segmentos mas empobrecidos de la población, “clases bajas” en Latinoamérica. Si se adopta una planificación multicultural, ésta deberá comprender y recoger la multiplicidad, abrir el “habitante medio” para responder con un diseño que satisfaga a todos sus habitantes. Autores como Sandercock propone frente a este contexto global Cosmópolis: “Cosmópolis es mi utopía imaginada, una construcción en un lugar de mi mente, una ciudad/región en la cual hay una genuina conexión respecto al espacio de la cultura del “otro” y la posibilidad de trabajar juntos en materias de destino común, un reconocimiento de los destinos que se tratan de alcanzar, un nuevo estilo de planeamiento que pueda ayudar a crear la modelación de y para cosmópolis” Ciutat Vella de esta manera representa esta ciudad futura en términos de diversidad cultural de su población pero a la vez un espacio de posibles conflictos sino se atienden e integran las diferencias bajo una nueva identidad multiétnica. Como actores extranjeros miramos con otro ojo, uno agudo, que reconoce desde la extrañeza, una nueva conciencia que se permite definir la realidad del lugar a partir de múltiples lecturas, así como únicos traductores de nuestras realidades, tan distintas para el urbanista local. Es entonces, para nosotros, el vivir y pensar esta ciudad en que somos “otro” una tarea de reflexión y construcción. Cuando inicié mi estudio sobre Ciutat Vella hablé de la “identidad difusa”, por esta numerosa cantidad de variables que entraban en juego para hablar de ella. Sin embargo reviso hoy que era una observación sesgada, basada en la dimensión monocultural donde todo lo que no fuera a priori legible, reconocible, era difuso. Seguía analizando y observando desde el contexto monocultural en que fueron realizadas las reformas así como desde mi propia cultura fuertemente influenciada por la europea y norteamericana. La problemática está ahora en desactivar estereotipos respecto a los inmigrantes a partir del estudio de sus características socio culturales, como de los comportamientos en los espacios públicos. Según los datos del Ayuntamiento en Ciutat Vella existe una gran variedad de comunidades, algunas de las cuales sorprenden, porque la mirada hacia el inmigrante es desde la “diferencia” por tanto, los colectivos más “símiles” pasan desapercibidos en el espacio que cohabitamos.

Barrio Porcentajes extranjeros

El Raval

Gótic

Casc Antic

48.8%

23,9%

31,1 %

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Ranking nacionalidades

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1º 2º 3º 4º

Pakistaní Filipina Marroquí Ecuatoriana

1º Pakistaní 2º Argentina 3º Marroquí 4º Italiana

1º Marroquí 2º Dominicanos 3º Pakistaní 4º Ecuatorianos Fuente Ayuntamiento de Barcelona. Enero 2004

Nótese en rojo las comunidades latinoamericanas, se puede observar su presencia en los tres barrios y se encuentran junto a otras comunidades de procedencias muy distintas. Los diferentes colectivos (desde los cuales también es posible hallar subgrupos al interior) podrán arrojar fuertes diferencias de uso y significación según sus propias características. Si se toma el Casc Antic, por ejemplo, las dos principales comunidades son las marroquíes y la dominicana. Ambas comunidades tienen por sus características físicas y conductuales una fuerte presencia en el barrio, es decir, son claramente “visibles”. A priori se podría definir que el “lugar de encuentro” para estos colectivos es la calle. Sin embargo nos podemos encontrar frente a un gran error de apreciación con esta generalización por la falta de conocimientos específicos sobre los colectivos. Para una mujer dominicana católica y una marroquí musulmana3 “la calle” tendrá un sentido completamente distinto. Este espacio urbano, es para la latinoamericana un espacio público de encuentro y de sociabilización, en cambio para la mujer musulmana éste es un espacio de tránsito, mientras que su espacio de sociabilización se dará en el hogar, lo que denominaríamos espacio privado, pero que entendido desde su cultura es un espacio colectivo, también de encuentro, pero restringido a una comunidad. De la misma manera se pueden hallar diferencias si la mujer latina o marroquí proviene de distintas clases sociales, si emigró desde el área rural o urbana, etc. Esta diferenciación es necesaria al momento de proponer, considerando el comportamiento y la comprensión de la cultura de cada colectivo para aproximarse a una respuesta urbana apropiada. Sumándose a lo anterior, ha de tenerse en cuenta dos aspectos a considerar: La cultura de la inmigración es sesgada, ya que representa a un propio grupo bajo determinadas circunstancias en un lugar que no es originalmente el suyo. Las pautas que pueden tener los colectivos inmigrantes no representan necesariamente la realidad global del lugar de procedencia. Segundo es que la cultura es dinámica y se transmite. Por lo tanto la capacidad de transformación de las pautas culturales con que arriban cada una de los grupos étnicos dependerá del intercambio con la cultura local que recibe hacia la creación de nuevos parámetro sin la contrariedad del brote de conflictos o desentendidos. Hasta ahora se ha descrito cómo acercarse a la realidad desde el profesional, pero existe otra realidad, perteneciente a la percepción y experiencias propias de los habitantes, la cual es otro instrumento de análisis y diseño. Cada habitante ha significado y hecho uso de una determinada manera los espacios de la ciudad. Esta realidad particular suele basarse en una estructura mental compartida por uno o varios colectivos. Nuestra tarea será la de generar mecanismos en que estos mapas mentales sean revelados, con el fin de dilucidar la imagen que los mismos inmigrantes y locales tienen los unos de los otros. Este conocimiento no sólo arrojará factores que inciden en el área de estudio que se no sean abarcado desde otro tipo de información, sino que es fundamental si estamos hablando de espacio público. La codificación y relaciones que tienen los habitantes respectos a sus vecinos, las antipatías y las referencias son claves, porque el “espacio de encuentro” no es neutro y deberá cumplir con determinados requisitos para ser habitados y permitir el encuentro. Finalmente, el cruce de categorías desde nuestra experiencia con el lugar de estudio a los conocimientos y diferencia cultural, así como la propia distinción de sus locales respecto a su entorno permitirá comprender y matizar las definiciones y usos del espacio urbano, donde el espacio público, colectivo y público tendrá distintos énfasis y valores según el arraigo cultural de quien lo habite. 3 Para no caer en estándares se distingue que no todos los musulmanes mantienen este tipo comportamiento de tipo tradicionalista, más bien los grupos Chiítas que son una parte de los musulmanes pero los más evidentes por sus vestimentas.

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Volviendo al contexto global, estamos ahora en un proceso nuevo, de encuentro inicial. Estamos en una ciudad multicultural, pero como se ha señalado anteriormente, aún no se han iniciado políticas multiculturales. El rol del urbanista es la generación de este tipo de estudios y propuestas para constituirse en la base técnica que permita crear políticas urbanas y sociales. Las políticas que se adopten respecto a la cuestión multicultural estarán basadas en una ideología determinada, en una predisposición hacia lo multicultural. Estas ideologías serán fundamentales para la creación futura de la percepción y arraigo del inmigrante a la comunidad local. Nuestra identidad latinoamericana tiene la experiencia de este “encuentro de culturas”, (genocidio para algunos). Donde las políticas de hace 500 años fueron de deslegitimación del indígena y los posteriores africanos, ideologías que se arraigaron en nuestras culturas, se cerraron en círculos insalvables de marginación y segregación que aún permanecen. De esta manera, se quiere rescatar la inmigración desde una visión local de llegada de “otros” hacia la comprensión de un proceso histórico y global, en el cual la movilidad representa no sólo la renovación de una población sino que es un gran potencial de desarrollo cultural. Desde urbanismo deberemos justamente centrarnos en posibilitar esta transferencia cultural, así como la protección de la diversidad. Para ello deberemos redefinir los espacios de encuentro, hitos, las memorias y significaciones en busca de una ciudad en la cual todos se identifican con ella, una ciudad que se reconfigura por sus habitantes. Bibliografía Aramburu Mikel. “Los otros y nosotros. Imágenes del inmigrante en Ciutat Vella” Edita Ministerio de educación, cultura y deporte. 2002 Busquet.Joan “La Ciutat Vella de Barcelona. Un pasta amb futur” Ayuntamiento de Barcelona. Foment de Ciutat Vella. UPC. Barcelona 2003 Ferrer Rodríguez Amparo - Urdiales Viedma María Eugenia “Características de la población extranjera en España”. Geo Critica. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciensas sociales. Universidad de Barcelona. Vol.VIII, num160, 1 Marzo 2004 Monnet Nadja “La formación del espacio publico una mirada etnográfica” Edita Ministerio de educación, cultura y deporte. 2002 Mummford Lewis. “La ciudad en la historia: sus origenes, transformaciones y perpectivas”. Ediciones Infinito. Buenos Aires. Argentina Pimentel Alcides Paulino “Dominicanos en España. Los Dominicanos en Barcelona.” Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona. Núm. 94, 1 de Agosto de 2001. Sandercock Leonie “Towards Cosmopolis. Planning for Multicultural Cities” Publicado por John Wiley & Son Ltd. Chichester. England re edición 2003. Sennet Richard “la conciencia en el ojo” Ediciones Versal SA. Barcelona 1991 Tapia Gomez Maricarmen “La Transformación del espacio público del Raval” Investigación Doctorado de Urbanismo. UPC. Sin publicar. Barcelona 2003. Tapia Gomez Maricarmen “Itinerario por Ciutat Vella. Modelos e imagen urbana: La identidad difusa”. Investigación Doctorado de Urbanismo. Universidad UPC. Sin publicar. Barcelona 2003. Von Heeren Stefanie “La Remodelación de Ciutat Vella. Un Análisis crítico del modelo Barcelona.” Edita:Veïns en Defensa de la Barcelona Vella. Barcelona 2002.

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La reestructuración urbana actual en América: la familia de ciudad y su implicación en el desarrollo de la inteligencia emocional del infante Sandra Carina Fulquez Castro Introducción Las ciudades del continente americano están sufriendo una serie de transformaciones que no únicamente afectan a la dimensión espacial, sino también a la esfera personal de los individuos. Los cambios urbanos generan nuevos comportamientos, actitudes, necesidades y hábitos que se manifiestan claramente en el núcleo de la sociedad: la unidad familiar. La familia es una institución flexible que se adapta y modela de acuerdo a características de la realidad social (Rossi, 1978; Kain, 1990; Flaquer, 1998). Los cambios sociales irrumpen en el sistema familiar y generan la necesidad de plantear situaciones para las que no existen modelos previos y se requiere de una remodelación y actualización del modelo de familia. De esta forma, la familia cumple unas funciones determinadas en consonancia con lo que dictamina la sociedad de la que es partícipe. En la actualidad, las tendencias educativas señalan la mayor fuerza y poder que tienen los aspectos actitudinales frente a los conocimientos más academicistas. Estos factores actitudinales -y de habilidades- surgen del seno familiar y son los correspondientes a las habilidades vinculadas a la inteligencia emocional. Con el propósito de aproximarnos al tema, posicionarnos en una perspectiva amplia y con la finalidad de comprenderlo mejor, el actual capítulo se dividirá principalmente en cuatro apartados. En primer lugar, se expondrán rasgos destacados de la estructuración espacial de las metrópolis latinoamericanas, en segundo lugar, la importancia de la familia en la crianza, en tercer lugar, los puntos claves de la inteligencia emocional, y para finalizar se presentará una conclusión. Estructuras contemporáneas de las ciudades latinoamericanas A partir de la década de los años 90 las ciudades latinoamericanas adquirieron las formas urbanas típicas de la ciudad norteamericana. En consecuencia, el paisaje urbano se caracteriza por distribuirse en círculos cerrados, por generar progresivamente la desaparición de espacios públicos y por transformar los hábitos de los habitantes (Janoschka, 2002). Antes de proseguir a describir la estructura arquitectónica actual es necesario recordar que en la historia de la urbanización de las ciudades destacan dos momentos claves que produjeron transformaciones: años 70 y 90. Principalmente, estos cambios se deben a que en la década de los 70 hubo un descenso de los movimientos migratorios internos (del campo hacia la ciudad) que ocasionó una disminución del crecimiento de las urbes. Por otro lado, los años 90 se caracterizó por el acontecimiento de reformas económicas surgidas de las privatizaciones de empresas públicas. Estas privatizaciones generaron la pérdida de poder por parte del Estado, hecho que generó un continuo descenso de su capacidad redistributiva y en consecuencia, aumenta la distancia entre los diversos estatus sociales. Este distanciamiento social implica una redistribución espacial que conduce a la organización en forma de urbanizaciones privadas. Los complejos privados son un factor de expansión social en el que no sólo participa la clase pudiente, sino la ciudadanía en general. Por ejemplo, la clase baja cerca sus espacios propios y comunes, y la clase media y alta participa en proyectos inmobiliarios privados. De esta forma, la nueva redistribución del espacio viene definida por la búsqueda, por parte de los ciudadanos, de una organización privada y eficiente que disponga de recursos que antes eran públicos. Estas urbanizaciones privadas generan nuevos desarrollos urbanos insulares y cerrados (Borsdorf 2002; Rodríguez y Mollá, 2002). Las formas urbanas tienen un carácter insular y algunas de sus características son: - construcción de complejos habitacionales vigilados para ciertas clases medias y altas. - modificación de la infraestructura del transporte, observándose que los trenes poseen una influencia marginal en el desarrollo urbano - aislamiento de los barrios de clase baja - instalación de escuelas y universidades privadas cerca de las zonas residenciales. Estas características generan una ciudad segregada y dividida, por tanto, la metrópolis latinoamericana actual se desarrolla hacia una ciudad de islas. Como se mencionó en párrafos anteriores, la división espacial se convirtió en un signo de segregación y desintegración social, y se observa reflejada en las barreras físicas y en las limitaciones de accesos. Cabe destacar que la creación de barreras físicas de acceso no es una innovación actual, sino que años atrás los countries o gated communities eran un estilo de vida de una minoría de la población.

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Dentro de las islas, la unidad dotada de vida propia que genera todos los movimientos es la persona, y ésta pertenece a una familia determinada. Por tanto, podemos afirmar que la ciudad es un conjunto de islas, y cada isla está constituida por diversos islotes, que son la familia. Consideraciones acerca de la institución familiar La familia es la unidad básica de la sociedad (Glassner, 1988; Sir, 2000) y el primer núcleo social de convivencia para el ser humano. También es considerada como el eje vertebrador personal y social del individuo y de la sociedad en general. De la sociedad porque el vínculo existente entre familia y sociedad explica el lugar que ocupa esta entidad dentro de la organización social. En este sentido, la institución familiar no tendría cabida, según Lévi-Strauss, sin la existencia de la sociedad. La existencia de nuevos organismos destinados a la formación y cuidado de los menores no rompe con las funciones de las familias, sino que ofrecen una ayuda o son marcos de referencia para ellas. A lo largo de años se han escuchado voces que anunciaban la desaparición de la familia a consecuencia de la pérdida de funciones y de la creación de entidades destinadas al ejercicio de prácticas que hasta ese momento eran únicas de la familia o era en donde se aprendían. Función de la familia La familia cumple una serie de funciones, de las cuales no realizaremos un listado, sino que hablaremos de las que nos ocupan para el tema de nuestro estudio. Se puede observar que existen diversos autores que señalan diferentes funciones que cumple la familia. En este sentido, Flaquer señala que “la familia es un grupo humano cuya razón de ser es la procreación, la crianza y la socialización de los hijos” (Flaquer, 1998, pp. 24 citado por Gracia y Musito en Psicología social de la familia). También Gimeno (1999) afirma que la familia es un sistema cuya organización obedece al cumplimiento de dos funciones: el desarrollo personal de los hijos y la socialización. Por otra parte, Pérez (2001) matiza que la institución familiar es un grupo complejo en continua evolución y que es un escenario en donde hay un sistema internalizado de relaciones, un marco para el aprendizaje y una matriz para el pensamiento. Nosotros consideramos que, a partir de las conceptualizaciones comentadas en las líneas precedentes, se puede estipular que la institución natural cumple tres funciones: función de protección, función emocional y función educadora. La función de protección comprende acciones que asumen los miembros y van desde la gestión y organización del hogar hasta el cuidado de los individuos que la componen, y más de los infantes (Rosich, 2000). Esta función es la básica que ha de cubrir cualquier familia, aunque algunas presentan dificultades e incapacidad para alcanzar estas necesidades primarias a las que el niño tiene derecho. (Gimeno, 1999). Valoramos la función emocional de la familia como fuente esencial de desarrollo de todo sujeto con el fin de funcionar de la forma más óptima dentro del marco social. Thomas (1987) afirma que la familia constituye una estructura exclusiva, viva –evoluciona- y es partícipe en la formación del aparato psíquico de todos sus componentes, pero con una mayor acentuación en los niños. La función emocional de una familia sana se define por experiencias favorecedoras de mecanismos introyectivos, según los cuales, el sujeto goza de circunstancias que le enseñan progresivamente a afrontar y contener ansiedades, identificar sentimientos y problemas, con la finalidad de gestionar la reparación y simbolización (Thomas, 1987; Meltzer, 1989; Gomis, 1994; Pérez Testor, 2002). Además, los vínculos afectivos de los primeros años de vida configuran los pilares del desarrollo afectivo, social y cognitivo de la persona (Bowly, 1991; Mahoney, 1995). Goleman (1996) apunta que la vida familiar es el primer colegio de aprendizaje emocional, es decir, es la cuna en la que el individuo comienza a sentirse él mismo y en donde se aprende la forma en la que los otros reaccionan ante los sentimientos manifestados. Es el espacio donde se aprende a pensar en los propios sentimientos, en las respuestas posibles que se pueden dar en una determinada situación y en la forma de interpretar y expresar las esperanzas y temores. Las figuras paternas, en la familia tradicional, son el primer agente socializador para las emociones del menor. En este sentido, los niños aprenden competencias emocionales observando las interacciones emocionales de sus padres. Es necesario señalar que los padres van configurando la identidad individual y social de los individuos (Kerr, 1981; Alberdi, 1999; Gimeno, 1999). Así mismo, investigaciones de Wenk y cols. (1994) afirman que la implicación de los padres es uno de los factores con más poder de influencia en la formación de la autoestima, de la satisfacción personal y de la salud

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mental. Incluso Dolto reivindica la importancia de los padres debido a que “la originalidad del sujeto humano proviene del lugar que ocupa en el deseo de los demás, deseos que interpreta a través de las fantasías de satisfacción que conoce” (Dolto, 1992, pp. 20). Breves consideraciones sobre la inteligencia emocional Desde el siglo XVIII, afirman Salovey y Mayer (1997), la psicología está seccionada en tres apartados: a) el estudio de la mente como pensamiento (cognición), b) el estudio de los afectos (emociones) y c) el estudio de la motivación. La inteligencia emocional concerniría la vinculación de estas tres esferas de estudio de la psicología (Salovey y Mayer, 1997). La importancia del desarrollo de situaciones favorecedoras para poner en marcha los mecanismos correspondientes a la inteligencia emocional está en que Seligman, Mischel y Salovey afirman que el coeficiente intelectual interviene sólo en un 20 % de los factores que determinan el éxito. El 80% restante corresponde a los factores que se relacionan con lo que se denomina inteligencia emocional. El término inteligencia emocional es definido por Salovey y Mayer (1990) como “un conjunto de habilidades que se hipotetizan para contribuir a una cuidada expresión de la emoción en uno y en los otros, la regulación efectiva de la emoción en uno y en los otros y el uso de los sentimientos para motivar, planificar y conseguir en la vida (Salovey y Mayer, 1990, pp. 189; citado por Gallifa en La inteligencia emocional y la escuela emocionalmente inteligente). Goleman (1996) presenta cinco dimensiones de la inteligencia emocional: - conocer las propias emociones: autoconciencia emocional - controlar las emociones: control emocional - motivarse a uno mismo: automotivación - reconocer las emociones de los otros: empatía - controlar y dirigir las relaciones. Actualmente, se considera que el éxito en la vida depende más del nivel del coeficiente emocional que el del coeficiente intelectual (Goleman, 1999; Rovira, 2002). La inteligencia emocional es una forma de relacionarse con el mundo, en donde dominan los sentimientos y las habilidades comentadas en las líneas precedentes. Conclusión La sociedad de la información demuestra que lo más importante no es poseer un elevado coeficiente intelectual, sino que para alcanzar niveles más altos de vida y una mejor salud mental, es necesario disponer de recursos y habilidades. Estas habilidades serían las siguientes: resolución de conflictos, automotivación, reconocimiento de las propias emociones y de sentimientos ajenos, control de las emociones (impulsos), entre otras. Estas habilidades corresponden a los aspectos que concierne la denominada inteligencia emocional. La importancia del tema que aquí nos ocupa se puede ver en la idea desarrollada por Rivière, según el cuál, la persona es un objeto con mente (Rivière y Nuñez, 1996) y esta mente incluye a los demás sujetos y objetos afectivos con los que está en relación. Este “objeto” vive durante sus primeros años de vida una profunda relación con sus figuras paternas y en consecuencia estas relaciones van construyendo a la persona. A pesar de que hay autores que afirman la muerte de la familia (Poponoe), nosotros consideramos que la familia sigue existiendo, y continúa constituyendo un escenario insustituible para el desarrollo individual y social del ser humano. En definitiva, la familia no desaparece sino que se adapta a las nuevas exigencias determinadas por la sociedad y a su estructura social, económica, urbanística… etc. Es en estas relaciones, en el seno familiar, en donde el individuo aprende y pone en juego unas determinadas habilidades, como por ejemplo, el entusiasmo, el autocontrol, el reconocimiento de los propios sentimientos y el de los demás, entre otros Esta educación es permanente y cíclica, en donde todos los componentes del grupo aprenden y evolucionan conjuntamente. La familia es un sistema internalizado de relaciones que representa la primera comunidad de aprendizaje en la que participa el individuo. La familia será un sistema internalizado de relaciones, un marco para el aprendizaje y una matriz para el pensamiento (Pérez, 2002), en donde sus miembros evolucionan y es el espacio de desarrollo del infante. Este escenario determinará su personalidad, sus habilidades y su éxito en la vida adulta. Así, vistas las nociones que han ido surgiendo es fácil imaginar la familia como una comunidad de prácticas cotidianas o como un escenario sociocultural.

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La familia es el lugar de aprendizaje social y psicológico del individuo. Como escenario de aprendizaje de habilidades, destacan las habilidades que comprende el concepto de inteligencia emocional, entre ellas se sitúan las siguientes por ejemplo: ser positivo, reconocer los propios sentimientos y los de los demás, controlar los impulsos y las emociones, superar las frustraciones, automotivarse y tener un suficiente grado de autoestima. Autores como Winnicot (1958), Erikson (1980), Bowly (1993), Pérez (1994, 1996) sitúan que el desarrollo de estas habilidades emocionales del infante está en función de la calidad de los vínculos afectivos, de la confianza básica generada y del estilo educativo de los padres. La inteligencia emocional no intenta poner la emoción donde está la razón, sino buscar un equilibrio para que la persona funcione de forma más integral y obtenga más éxito y felicidad en su vida. La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo, forma que tiene muy en cuenta los sentimientos y que enmarca habilidades Para finalizar, es necesario destacar que la estructuración arquitectónica crea una forma de relación entre los propios individuos y, de forma progresiva, estas vinculaciones personales desarrollan nuevos comportamientos, necesidades, actitudes, valores, entre otros factores, que caracterizan al sujeto, y en consecuencia elaboran un modelo de familia determinado. Por lo mencionado, se detecta la necesidad de estudiar las tendencias arquitectónicas para conocer cómo las familias educarán psicológicamente a sus miembros, una formación integral del individuo en donde se establecen los conceptos propios de la inteligencia emocional.

Nota * Sandra Carina Fulquez Castro. Universidad Ramon Llull (URL, Barcelona). Doctoranda en Investigación psicológica. Licenciada en Psicología (2000). Master en Psicopatología Clínica (2003). Actualmente está finalizando la licenciatura en Ciencias de la Educación (URL). Miembro del Grupo de Investigación de Pedagogía Social (URL). Referencias bibliográficas - Borsdorf, A ( 2003). Hacia la ciudad fragmentada. Tempranas estructuras segregadas en la ciudad latinoamericana. Scripta Nova (Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona).[online] agosto de 2003, vol VII, nº 146 (citado 3 de marzo 2004). Disponible en red: http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(122).htm - Dolto, F (1992). La dificultad de vivir (2ª ed.). Barcelona: Gedisa. - Gallifa, J; Pérez, C & Rovira, F (2002). La intel-ligència emocional i l´escola emocionalment intel-ligent. Barcelona: Edebé. - Generalitat de Catalunya. Departament de Benestar Social (2000). Dia Internacional de la Familia. Barcelona: Generalitat de Catalunya - Gimeno, A (1999). La familia: el desafío de la diversidad. Barcelona: Ariel. - Goleman, D (1996). Inteligencia emocional (4ª ed). Barcelona: Cairos. - Gracia, E & Musitu, G (2000). Psicología social de la familia. Barcelona: Paidós. - Janoschka, M (2002). El nuevo modelo de la ciudad latinoamericana: fragmentación y privatización. EURE (Santiago). [online] dic.2002, vol 28, nº 85 (citado 15 marzo 2004), p. 11-20. Disponible en red: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S025071612002008500002&lng=es&nrm=iso&tlng=es - Márquez, M; Rodrigo, M; Capote, C & Vermaes, I (2000). Aprender en la vida cotidiana. Madrid: Visor. - Parsreiter C, Fischer K, Jäger J y Kohler P (2004). Globalización y desigualdades socioterritoriales. Hacia una nueva forma de segregación urbana en México y Santiago. Red Iberoamericana de investigadores sobre globalización y territorio (México).[online]. Marzo 2004. Disponible en red: http://www.cmq.edu.mx/rii/cuba%202002/gt_2/t_extenso/gt_24.htm - Pérez, C (2002). El modelo psicoanalítico. Dentro de Pérez, C (comp). La Familia: nuevas aportaciones, (p. 3346). Barcelona: Edebé. - Piaget, J (2001). Inteligencia y afectividad. Buenos Aires: Aiqué - Rosich, C. (2002). ¿Qué es la familia?. Dentro de Pérez, C (comp.), La familia: nuevas aportaciones, (p. 19-29). Barcelona: Edebé - Shapiro, L (2000). La inteligencia emocional de los niños. Buenos Aires: Ediciones B. - Sternberg, R (1990). Más allá del cociente intelectual. Bilbao: Desclee de Brouwer. - Sternberg, R (1996). Investigar en psicología (1ª ed). Barcelona: Paidós. - Walter, M (2000). Cómo escribir trabajos de investigación. Barcelona: Gedisa.

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Improntas en la ciudad: una visión de la grafía infantil en San Luis Tlaxial Temalco, México D.F. María del Socorro Pérez Rincón Fernández Jorge Eduardo Cañas López

Introducción El espacio público es el lugar que permite al ciudadano intervenir y participar en la construcción colectiva de la identidad y de la convivencia, desarrollando espacios multifacéticos de expresiones individuales y colectivas como medio crítico de su realidad en la posibilidad de acción-transformación cotidiana. Los espacios públicos actualmente ha incluido a el graffiti como un elemento constituyente en la nueva dimensión expresiva donde la transformación, la apropiación y la crítica de valores establecidos se hace presente. El graffiti como un tipo de comunicación responde a un azaroso cuyo imprevisión de sus resultados constituye ocasiones, existe un contraste entre la inmediatez de atemporalidad y desterritorialidad formal; la imagen y el espacio de la marginalidad cultural.

ritual de auto-representación, como un acto su carga conceptual fundamental; pero en la imagen, dotando en algunos casos de imaginario se enfrentan en lo diverso en el

La lectura y reimaginación del graffiti como simbolismo urbano, hacen que la ciudad tenga otro lenguaje en su piel a partir del acontecer cotidiano, que acudiendo a la lúdica social se pueda llegar también a abrir posibilidades la reinvención de hechos y personajes del imaginario colectivo y la vida real. En esta investigación se plantea abordar una nueva iconografía: “la grafía infantil” que cohabitará con el graffiti para integrar su entorno a una nueva apropiación del espacio público. A partir del juego cotidiano entre espacios tangibles e intangibles se plantea este trabajo tratando la representación de dos realidades: una ancestral, rica en imágenes y mitos prehispánicos contra una realidad de acelerado cambio a la modernidad y a lo urbano. Se buscará a través de la grafía infantil realizar un mural como expresión libre sobre espacios urbanos deteriorados, materializando la geografía de lo cotidiano y la representación simbólica para personificar la riqueza identitaria de sus habitantes a través de los ojos de sus niños como el mejor medio de enlazar generaciones, representar historia oral y proyectar la percepción actual de su entorno. En el espacio público lo humano y lo urbano forman un caleidoscopio de matices culturales y sociales, hacen parte de una sociedad múltiple que se representa como: contradictoria y fragmentaria, que en ocasiones se manifiesta con sus principios de identidad ancestral, con su memoria y con su subjetividad cultural y que nos permita el redescubrimiento de nuevas formas de participar en la construcción de ciudad. CONTEXTO DE LA INTERVENCIÓN Y PROBLEMÁTICA Para mitigar el problema graffiti en edificios públicos, se buscó un proceso que generase soluciones desde la propia comunidad, proceso que logra reforzar la apropiación espacial a través de la pintura mural sobre las bardas perimetrales de los edificios. Entonces, se compone como pintura infantil la expresión de grafía con fragmentos de la vida cotidiana, de la historia del sitio, de las situaciones geográficas y de las leyendas de la comunidad; interpretaciones realizada por los propios niños. Figura-1

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Se tomó como caso de estudio un grupo piloto en el pueblo de San Luis Tlaxialtemalco1 (lugar de comales) localizado en la delegación Xochimilco y su escuela primaria Aureliano Castillo, para trabajar con un grupo compuesto por 160 niños entre los nueve y once años de quinto y sexto grado de educación básica. En Xochimilco, el espacio público es esencial; aplicar una lectura micro-espacial en el proceso de intervención es la mejor manera de entender los territorios destacando su análisis intercultural y temporal. La ciudad crea lo objetivo pero al mismo tiempo da la capacidad para la evaluación de lo subjetivo (imaginario), o sea, cada hombre es un elemento; conformando urdimbres de huellas, fantasmas y nodos que construyen la identidad de la sociedad. Desde este punto de vista, no carece de interés comprobar que la sociología de lo cotidiano es la relación de individuo con las imposiciones sociales duraderas, repetidas y con los usos o costumbres de los espacios establecidos. Método de trabajo: El proceso se inició con la motivación de los profesores y posteriormente de los alumnos de 5º y 6º grado. El tema seleccionado “El contexto, cultura e historia del pueblo de San Luis Tlaxialtemalco”, con el cual, se inicia la realización de los talleres (primero de dibujo que posteriormente se convertirán en pintura mural). Bajo este tema, se realizó investigación documental, visitas guiadas, mesas de trabajo con el cronista del pueblo, acercamiento a la tradición oral y sesiones de dibujo supervisado. El resultado fueron aproximadamente 500 representaciones infantiles figurativas de su pueblo, dibujos que se convertirán en 50 murales en diferentes fragmentos de la barda perimetral de la escuela. Las representaciones relacionan como principales los elementos territoriales simbólicos como son el “Teutli” (o la montaña sagrada) y la chinampa como sistema agrícola-productivo, además, la torre de la iglesia, la traza urbana y sus equipamientos; conjuntamente, aparecen representaciones de diferentes actividades agrícolas, uso del suelo y técnicas de siembra; y en algunos casos la representación son alusivas a las leyendas locales como: sirenas (mujer-serpiente) en las fuentes de agua y la mitología referida con su antepasado indígena. En síntesis, la concepción de lugar como forma cerrada, un mundo de certidumbres y espacios conocidos y ritualizados, con la mezcla de lo rural y lo urbano. En el siguiente cuadro se resumen las diferentes etapas de realización de la práctica: improntas infantiles en la ciudad: la forma como significación cultural y representación social:

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El pueblo de San Luis Tlaxialtemalco, como su toponimia indica “el lugar donde se fabrican los braceros”, que se usaban en los adoratorios, lugar donde estaban los braceros de los jugadores de pelota del Tláloc (dios de la lluvia), otra acepción es “En los altares de los atetas”. Algunos historiadores señalan que San Luis Tlaxaltemalco tiene su origen desde los tiempos prehispánicos, cuando se principiaron a fundar los Asentamientos Humanos Indígenas alrededor del siglo XI de la era cristiana, cuando las tribus Xochimilca bajaba en busca de su asentamiento definitivo. Inicialmente, al norte de esta población, solo había pantanos entre los que corrían sosegadamente las cristalinas aguas emanadas de los manantiales de Acuezcomatl.

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OBJETO DE CONFLICT OBJETIVOS DE ESTUDIO O LA PLANEACION PARTICIPATIV A Barda Graffiti Apropiación de perimetral del Perdida de la espacios equipamiento memoria subutilizados y educativo: colectiva de deteriorados. San Luis las nuevas Tlaxialtemalc generaciones Reforzar la o identidad infantil a partir de la representación.

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PROCESO

1.Talleres infantiles 2.Recorridos interpretativos 3. Mural

ACTIVIDADE SY HERRAMIEN TAS Lectura de cuentos y leyendas. Elementos de identificación del pueblo. Talleres de dibujo

LOGROS

500 representacione s infantiles de San Luis Tlaxialtemalco. 395 m2 de mural en barda perimetral. 160 niños participando

Figura-2 CATEGORÍAS CONCEPTUALES UTILIZADAS EN LA PRÁCTICA El proceso creativo infantil recurre siempre al manejo de distintos tiempo de la expresión de los símbolos comunitarios, puesto que, siempre está en un tiempo presente pero recurre al imaginario colectivo para dar sentido a la acción cotidiana. El “tiempo presente” que se relaciona con las necesidades de accióntransformación de su entorno inmediato, integrando su vivencia individual a la vivencia del grupo. En segunda instancia opera un “tiempo pasado” que permite reafirmarse, ser parte de un colectivo, este por el contacto con los códigos culturales integrados y la identificación simbólica. El juego temporal hace que el niño resuma en su realidad la memoria transmitida, que en su expresión esta matizada por valores internos y externos, que su acción artística sea síntesis de su experiencia individual y colectiva; por ello, elemento integrador entre los procesos culturales y las intervenciones urbanas, así mismo, como ese espacio de relación entre la imagen urbana y el mejoramiento del espacio público, la identidad social urbana, la participación ciudadana, y la representación social. En esta sección se resumen los principales elementos conceptuales que nos permiten relacionar la teoría con la experiencia practica de intervenir la ciudad detonando diferentes formas de participación. De las categorías conceptuales: • • • •

el concepto de la imagen urbana como una proyección de sus habitantes, de la realidad existente y de la deseada, estos como la recuperación simbólica del sitio, la identidad social urbana como relación subjetiva del individuo con su espacio próximo, la canalización de inquietudes diversas colectivas en un mismo proyecto, y finalmente, la representación como la proyección y materialización de diversos imaginarios sobre el espacio.

Mejoramiento de la imagen y espacio público: El mejoramiento de la imagen urbana tiene un efecto directo en la identidad, considerada como: calidad de vida, el orgullo de pertenecer a un determinado lugar, la apropiación del espacio, tradición y cultura, por ello la importancia de implementar programas de mejoramiento local, en los cuales existan la decisión y colaboración de la población, el apoyo de la comunidad para de esta manera, revalorizar los espacios públicos. La imagen urbana estará en encontrar el equilibrio y la correspondencia entre la vida social y la estructura física, adecuarlo a las necesidades preceptúales de la sociedad. Esta será entonces, el resultado físico de la evolución de un pueblo y de las diversas y complejas interrelaciones sociales, económicas, políticas y geográficas; de tal suerte que es un “reflejo de lo que son sus habitantes”.

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En el caso de Xochimilco la configuración y utilización del espacio público gira entorno a los edificios y equipamientos; se constituye como un “hito” a partir del cual se generan las actividades de convivencia y prestación de servicios, a demás de formar parte de la memoria colectiva de la comunidad. Por lo tanto, la imagen urbana existe en la ciudad y es un elemento de representación y expresión, no sólo de los espacios sociales sino del imaginario de sus pobladores; y por lo tanto, incluye en sí misma la identidad social. Figura-3 La experiencia se desarrolló bajo los conceptos básicos de lugar antropológico (Auge,1993) y de identidad social urbana (Valera y Pol, 1994) estructurados por la idea básica de dinamizar y potenciar la participación (fuerzas de auto-regenaración) comunitaria a través de la percepción y figuración de “lugar” como una forma regeneración sistemática espacial. En cada caso se expondrá de manera sintética el proceso, las existencias simbólicas, instrumentos de representación utilizados con la comunidad y resultados alcanzados. La propuesta se fundamentó en una reflexión sobre la producción del espacio público y la identidad del pueblo. La pintura mural infantil se realizó con un equipo interdisciplinario, además de utilizar elementos como el color, textura, el entorno, la historia oral y el imaginario colectivo. Identidad Urbana: La Identidad vista como una configuración de rasgos culturales y de modos de vida asociados a un grupo social, definible de manera más o menos objetiva y que funciona como identificación simbólica, estos rasgos identifican muy claramente quien esta adentro y quien afuera y que al mismo tiempo permite el movimiento transformador hacia adentro o hacia afuera. Al hablar de rasgos es necesario entender que poseen una doble carga: por una parte, funcionan como índice de la estructura social (representación), y por otra, indirectamente como parte de la realización de los significados mediante los cuales representa su identidad (una mentalidad y el espacio que la formó). La proyección en el espacio de un significado inducido por la cotidianeidad, complementado por elementos e hitos que permitan estructurar a través de puntos de tensión la memoria de lugar. La aventura lúdica del niño y su suceso individual se entreteje para configurar una imagen de la vida colectiva, la expresión territorial de un grupo de individuos anónimos que participan en la construcción cotidiana del barrio y así la identidad social urbana, inventando imaginarios de la imaginabilidad geográfica, sueños y leyendas de la memoria del sitio para buscar los elementos trascendentes y que identifican el colectivo. Relacionar el grupo y su trascendencia cultural que en la construcción colectiva del proyecto social determina las dimensiones categoriales2, la mentalidad reflejada por los pobladores demuestra que los valores históricos del sitio son sustituidos por valores simbólicos del sitio, conformando así, tribus locales (Silva, 1992) que integran cada voz, cada interpretación, cada imaginario, cada imaginabilidad del habitante. Participación colectiva: Iniciamos definiendo participación en la población de San Luis Tlaxialtemalco, la comunidad no se expresa únicamente a través del asociacionismo y se manifiesta cada vez más de forma múltiple y heterogénea, inconstante y especialmente con alcances locales. Se configura en términos informales y se organiza en estructuras efímeras o en rápida transformación. Se relaciona directamente con los problemas concretos que reivindica y, cada vez más, se excluye de forma voluntaria de las formas tradicionales de consulta. Dentro de la realización de la práctica se ha encontrado situación que nos ayudan a definir los términos de Participación orgánica y participación inducida: 1. Participación inducida, como una fórmula metodológica que incluye de los agentes públicos y privados en el proceso de toma de decisiones para mitigar el conflicto que pueda provocar una intervención pública, generalmente se estructura sobre temas no vinculados con la percepción practica 2

Las dimensiones categoriales están conformadas por: lo territorial, lo temporal, lo conductual, lo psicocial, lo social y lo ideológico; estas categorías como referentes: geográfico, histórico, prácticas sociales, estilo de vida, composición-estructura social y cultura. VALERA, Sergi y POL, Enric “El concepto de la identidad social urbana: una aproximación entre la psicología social y la psicología ambiental”.

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del ciudadano o reformar poniendo en tensión al estado y ubicándolo realmente al servicio del pueblo a través de: una construcción de una opinión crítica independiente (consejeros populares), consolidación de la democracia (fruto de un proceso dialéctico de consenso), y la crítica práctica de la libertad (formas de co-gestión) (Tarso, 2001). 2. Participación orgánica, que surge de manera espontánea en el proceso de gestión colectiva cotidiana para solucionar necesidades básicas (individual y social) especialmente las relacionadas con el hábitat, donde los motivos comunes de acción cohesionan al grupo y su territorio auto-organizado. La discusión acerca de la participación cívica adquiere así, un perspectiva radicalmente diferente. En este trabajo se hace hincapié en la participación orgánica como un proceso constructivo que permite hacer nuevas lecturas del territorio y reestructurar programas de regeneración del espacio, aprovechando siempre, los mecanismos de retroalimentación de la propia comunidad para canalizarlos en diversas expresiones plásticas y espaciales que en este caso; es aquí, donde los profesionales del urbanismo asumen un posición “facilitadora” entre el imaginario del grupo y sus múltiples formas de expresión. En síntesis, es una participación activa donde se recupera los conceptos de “hacer y obrar” como eje dialéctico de la cohesión social. Representación: En las representaciones sociales los criterios se transcriben con el uso de los discursos (o meta-discursos) contenido en las producciones cotidianas basadas en la interacción o intercomunicación del hombre-hombre, hombre-entorno. Estas producciones son desarrolladas socialmente, pues la representación es hueca, o vacía y se va atiborrando por las interpretaciones o las significaciones sociales en lo cotidiano. En la interpretación de la realidad Xochimilca, se desarrolla la pintura infantil con base en cuatro criterios de las premisas sociales ligadas al lugar (Milgram, 1984.) para establecer la relación entre los mapas cognitivos, la representación social, la identidad social y la noción urbana en el análisis del significado espacial aplicado al entorno: 1.

La representación espacial: basados en los recorridos exploratorios de mayor relevancia simbólica para la comunidad, como son el parque Acoexcomatl, la zona de chinampas, la iglesia del pueblo y la observación de la arquitectura existente, los niños interpretaron la estructura física, la organización social, territorial y el comportamiento social en la ubicación de acciones de comercio y agricultura.

2.

La interacción social con el mundo físico: como medios de pertenencia a un pueblo de montaña en la delegación Xochimilco, como portadores de un mestizaje entre la situación urbana actual con elementos pehispánicos; resultando, una sociedad integrada a una cultura agraria y a una interacción permanente con lo natural.

3.

La presencia del significado social como aspecto integral de la construcción: ser un pueblo que posee zonas consideradas de conservación ecológicas; cohabita con grandes potenciales acuíferos y por ello, con un sinnúmero de mitos y leyendas referentes a la fertilidad y a la fuerza natural.

La percepción individual y colectiva se correlaciona con el territorio en sus dimensiones productiva, ideológica e imaginaria para condensarse en “forma-representación” que se construye bajo los niveles de conocimiento sensible del lugar (Auge, 1993). La práctica del mural infantil nos ayuda a comprender las relaciones culturales como registro visual de hechos cotidianos, donde se traduce en imágenes la interpretación subjetiva del entorno natural-cultural y donde se integra la necesidad colectiva de manifestar sus valores identitarios, esto hará entender los gráficos infantiles como texto o lenguaje que enuncia una representación social. La grafía genera dinámicas comunicativas entre sus creadores y los observadores, dinámicas que permite arraigar los

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elementos propios de su comunidad y el territorio como puntos de contacto entre ambiente, interpretación e imagen. Ahora, con respecto al diálogo entre grafía infantil y graffiti, se constituyen como narraciones con diferentes proyecciones de espacio-tiempo (especialmente leyendas y características del ambiente) integradas por un lugar (la barda perimetral de la escuela), donde cada generación de habitantes al mismo tiempo interpreta y expresa su memoria con la necesidad de participar activamente en su contexto barrial y cultural. El sitio se rescata del abandono del que era objeto, generalmente ocupado por propaganda política, anuncios comerciales y rayones esporádicos. Después de la practica aparecen otras iniciativas de adolescentes para generar graffiti en otras bardas del pueblo. RESULTADOS SOCIALES Y ESPACIALES DE LA INTERVENCIÓN Con el uso de formas y métodos activos de participación permite sistematizar y consensuar los diferentes actores y acciones que intervienen en una problemática y la posible intervención de un espacio, expresión o solución; conducir el proceso a desarrollar ciclos que define la retroalimentación en un proceso de mejoramiento, es decir ciclos generadores de sinergias y múltiples procesos positivo. Estos grados de articulación, están determinados por un sistema de atributos, de interrelación y de variables como: espacio simbólico, mestizaje y vertebración social, que se exponen de forma individual para determinar el fenómeno de los movimientos colectivos. El análisis causa-efecto permite la manifestación de la identidad cultural y de su carácter ideológico para exponerse como comunidad simbólica, pues intervenir es un “acto de simbolizar”, construir una actitud positiva o negativa frente a nuestro entorno, convirtiéndolo en sujeto de acción social y en interpretación de una imagen visual memorizada; relacionando la percepción, la expresión y la emoción con los resultantes formales de lo virtual con lo real. La intervención implica en el actor un reconocimiento de su “espacio personal” que dentro de la construcción colectiva es significado como “espacio comunitario-público”, la intervención debe integrar las formas individuales en la generación de un todo comunitario expresivo. La intervención: • Las intervenciones urbanas deben apoyar la resacralización del espacio, la construcción de “lugares” con altos grados de representación simbólica, cualidades imaginarias, flexibilidad y especialmente el análisis vivencial, la interacción con sus relatos, leyendas y problemas del sitio. •

El redescubrimiento del lugar como expresión simbólica de mentalidades permite rescatar las dinámicas propias de auto-regeneración del sistema social en conflicto, asumido como el orden aleatorio y las fuerzas emergentes producto de la inestabilidad, un proceso dinámico que a través de intercambios de representación de lo primitivo, lo inconsciente y lo caótico permite la reconstrucción espacial y social, el umbral entre olvido y la memoria.

Las formas de representación: • El equilibrio entre la representación, la forma y la cultura donde cada mirada infantil es el reflejo de su proceso de construcción, cada relato interviene en el modelado de la representación y cada expresión individual que registra la necesidad participativa de la creación de la “forma” que como representación social trae en su ideario la reafirmación (en algunos) y la apropiación (en otros) de las estructuras de identidad cultural; donde cada niños entran en una dinámica donde representan la génesis histórica asociadas a las prácticas de la comunidad fragmentada por las perspectivas urbanas y la memoria prehispánica. •

El uso de las lecturas de la forma ayudan a superar las miradas superficiales y llegar a significaciones profundas en la representación, pasar de lo descriptivo a lo ideológico, y luego integrar los valores culturales ocultos, para llegar a lo interpretativo en lo social, y a la imageneabilidad en lo espacial y sus interrelaciones con su pasado, su presente y la construcción de su futuro.

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La acción plástica desarrollada en San Luis Tlaxialtemalco tiene como función el “re-conocimiento” de sus estructuras internas, reconciliando el fenómeno mítico originario con la realidad, por medio de la apariencia sensible crear un puente entre las ideas envueltas en las acciones cotidianas y el sentido de pertenencia que confirma el territorio.

La participación: • Identificar las fuerzas de cohesión colectiva y la lógica del conflicto permite la introducción o dinamización de elementos que permitan reordenar el espacio. •

Dentro de un proceso de regeneración local la participación ciudadana es considerada como un proceso activo de reflexión, auto-reconocimiento y retroalimentación que busca el reequilibrio social y espacial.



El relato y diversas técnicas perceptivas de alteridad que permiten revelar concepciones espaciotemporales y acercarnos a dimensiones vivenciales complejas, estructuras sensibles generalmente ignoradas, memoria y reconstrucciones imaginarias colectivas que buscan medios de expresión.

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Vivir en Cataluña – Pensar en el retorno: La emigración académica hacia Cataluña: Expectativas de los becari@s latinoamericanos (Diseño de investigación doctoral) Didier Alberto Delgado Amaya1 I.

INTRODUCCIÓN

El artículo recoge el diseño de investigación2 para optar al grado de doctor en Pedagogía otorgado por la Universidad de Barcelona bajo el auspicio del Departamento de Teoría e Historia de la Educación dentro del programa de tercer ciclo Educación y Democracia. Se presentan tres apartados. Una breve mirada a la fundamentación teórica y metodológica; la planificación y desarrollo del proyecto; y una bibliografía básica. II. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA 2.1. La emigración cultural. Emigrar procede del latín emigrāre. En este estudio se utilizará temporalmente del propio país para hacer en otro determinadas faenas”3.

en su acepción de “Ausentarse

Esta es una buena definición que nos lleva a considerar al becari@ MAE – AECI como un emigrante que deja su país por un tiempo limitado para realizar su postformación académica. Tal emigración, entonces, no tiene características laborales ni económicas; sino, culturales y científicas. Vale decir que el estatus de becari@ dota a la emigración académica de carácter legal, prestigio social y sustento económico en el país de acogida. En otros tipos de emigración estos aspectos generan inseguridad o marginalidad. 2.2 Las becas MAE – AECI. El Ministerio de Asuntos Exteriores (MAE), a través de la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica (SECIPI), tiene en la Agencia Española para la Cooperación Internacional (AECI) al órgano ejecutor de la política española de cooperación para el desarrollo. Se dice de ella que es técnicamente “responsable del diseño, la ejecución y la gestión de los proyectos y programas de cooperación, ya sea directamente, con sus propios recursos, o bien mediante la colaboración (convenios, acuerdos) con otras entidades nacionales e internacionales y organizaciones no gubernamentales”.4 Existen varios programas de becas y ayudas. Este estudio se ocupará de los que hayan accedido a su posformación a través del programa II. B) Becas Mutis para ciudadanos extranjeros de la Comunidad Iberoamericana de Naciones para estudios de postgrado en Universidades y Centros superiores públicos y privados españoles. El Instituto Catalán de Cooperación Internacional (ICCI), como filial de la AECI en Cataluña, nos comunica en su página web que su “servicio de becas está plenamente abierto a todo tipo de información y consultas 1

Becario MAE – AECI 2002 – 2004. Licenciado en Ciencias de la Educación por la Universidad de El Salvador; Master en Didáctica y Formación del Profesorado por la Universidad de Barcelona, Doctorando en Pedagogía de la Universidad de Barcelona, Profesor de la Universidad de El Salvador desde 1990. 2 Asesorado por el Dr. Antoni Petrus Rotgers, catedrático de Pedagogía Social de UB recientemente jubilado. 3 Real Academia Española (2001). Diccionario de la Lengua Española. 22ª Edición, España: Edición digital. http://www.rae.es/ pestaña DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA → Escriba la palabra que desea consultar:. (diciembre 10, 2003) 4 www.aeci.es pestaña ORGANIZACIÓN DE LA AECI → Estructura de la AECI. (abril 13, 2004)

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para los becarios que llegan a Cataluña, la gestión del ICCI se destaca por la acogida a los extranjeros que no conocen el país ni nuestra lengua, y que han de integrarse rápidamente a nuestra sociedad”5. 2.3 Motivación y teoría de las expectativas. Estos extranjeros sin duda alguna tienen sus expectativas en diversos órdenes: desde lo que compete a su posformación académica hasta lo que consideran podrán realizar en sus países de origen a raíz de haber tenido una calidad becaria para su desarrollo académico en las diversas universidades de Cataluña. Por ello, esta investigación está pensada para realizarse a lo largo de dos fases:

ƒ

Realización de un inventario de situación anterior a su posformación y de expectativas de los becari@s mientras viven en Cataluña.

ƒ

Contraste entre expectativas y el logro de las mismas una vez retornan a sus países de origen o residencia previa a la beca6.

Según la teoría de expectativa por valor “la motivación para acercarse o evitar un objeto o situación es producto de dos factores: expectativa y valor”7. El resultado de estos factores se conoce como fuerza y refleja el deseo de una persona por acercarse o evitar el objeto o acontecimiento. La teoría de expectativa por valor fue propuesta por Víctor Vroom en la década de los 60´s. Este estudio adecua sus principales componentes y los define en función de los objetivos de la investigación: Expectativa: Es lo que una persona espera que le ocurra después de un tiempo determinado. Se trata de aquello que se ha planteado como una especie de meta posible a alcanzar en el futuro gracias a un fenómeno determinado. Importancia de la expectativa: Para destacar el VALOR o importancia que una persona asigna a cada una de sus expectativas positivas, éstas se puntúan con números naturales entre el 1 y el 10 (ambos inclusive). A mayor número asignado, mayor importancia. Posibilidad de logro: El PORCENTAJE es la posibilidad de logro que se supone pueden tener las expectativas. Es decir, qué tan factible es poder cumplir las metas, de acuerdo a las variables del entorno de una persona determinada. El PORCENTAJE de logro es independiente del VALOR que se asigna a cada una de las expectativas. Fuerza: Es el resultado de multiplicar el valor o importancia de una expectativa por el porcentaje de posibilidad que un individuo le asigna según el entorno en que se desenvuelve. El producto de esa multiplicación (grande o pequeño) reflejará la motivación para lograr la meta (En un rango de uno a mil). Veamos un ejemplo: TABLA 1: EJEMPLO DE MATRIZ DE EXPECTATIVAS POR VALOR = FUERZA EXPECTATIVAS EN Ámbito Académico - Publicar libros sobre mi especialidad - Convertirme en un excelente investigador

VALOR

%

FUERZA

3 6

20 95

160 570

5

www.americat.net pestaña BECAS. O bien directamente (noviembre 17, 2003) 6 Para evitar ser repetitivos a lo largo de este documento se deberá entender que país de origen significa aquél donde el becari@ residía antes de la beca, sin necesariamente ser oriundo del mismo. 7 Reeve, J. (2003). Motivación y emoción. 3ª. Ed. México: McGraw-Hill Interamericana. Pág. 291. 2

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Ámbito Laboral - Obtener un cargo de mayor responsabilidad Ámbito Económico - Mejorar notablemente mi situación económica Ámbito Social - Adquirir prestigio

7

40

280

9

80

720

5

75

375

2.2 METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN 2.2.1 Tipo de estudio El tipo de investigación se clasifica, en general, como parte de la metodología no experimental, dentro de los métodos descriptivos, específicamente en el ámbito de estudios de desarrollo de tipo longitudinal. En tanto que nuestra investigación no sólo describe “una situación que ya viene dada al investigador, aunque éste pueda seleccionar valores para estimar relaciones entre las variables”; sino también, que el fenómeno “no se modifica” limitándose el investigador sólo a “seleccionar y observar grupos naturales ya formados”8 entendemos que se trata de un trabajo o estudio no experimental. Dado que, “explora relaciones y trata de comparar grupos de datos (…) recoge y analiza información con fines exploratorios”9, podemos afirmar que es una investigación descriptiva de tipo encuesta. Es importante añadir que el alcance de este tipo de estudios puede “abarcar varios países (...), una nación, región o Estado” y que la información recogida puede “referirse a un gran número de factores relacionados con el fenómeno o sólo a unos aspectos escogidos”10. Se ubica dentro de los estudios de desarrollo puesto que, “describe la evolución de las variables dentro de un período de tiempo determinado”11, específicamente en lo que a estudios longitudinales se refiere ya que, “se analizan características de los individuos en distintos momentos”12 Como se podrá deducir de la lectura de 3.3 El problema de investigación y sus diversos acápites, el estudio longitudinal o follow-up es el que corresponde a nuestros intereses; ya que “indaga sobre individuos que dejaron una institución después de haber seguido en ella un programa, un tratamiento o un curso determinado. La investigación se refiere a lo que les ha sucedido y a cuál ha sido el impacto de la institución y su programa sobre ellos”13.

III. PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

8

Latorre, A.; del Rincón, D. y Arnal, J. (1997). Bases metodológicas de la investigación educativa. (Primera Reimpresión) Barcelona: Hurtado. Pág. 173. 9 Ibidem, pág. 174. 10 Van Dalen, D.B. y Meyer, W.J. (1996). Manual de técnica de investigación educacional. México: Paidós. Pág. 230. 11 Latorre, A.; del Rincón, D. y Arnal, J. Op. Cit. Pág. 180. 12 Ibidem. 13 Best, J. W. (1974) Cómo investigar en educación. 4ª Edición. Madrid: Morata. Pág. 108. 3

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3.1 Ventajas para trabajar El investigador es becario de la AECI en Cataluña, durante la convocatoria 2002 – 2004, período en el cual ha sido delegado de becarios. Además, posee los conocimientos y herramientas informáticas, tanto en Cataluña como en El Salvador, para llevar a cabo la investigación. Por su parte, los becarios pueden sentirse llamados a participar, dado que este proceso es una oportunidad de mantener las relaciones sociales, académicas y culturales con el ICCI. Además, de ser una opción para mejorar el provecho que la posformación les haya proporcionado. No se olvide que los becarios son personas con alta formación académica en sus países, quienes al haber completado su solicitud de beca de manera “on line” no son extraños a los procesos de envío y recepción de documentos vía Internet que implican una investigación como esta. En adición, la próxima creación de una Asociación de (ex) Becarios de Cataluña potenciará esta y otras iniciativas de investigación académica. Por otra parte, el proyecto de investigación será presentado a la Secretaría de Investigaciones Científicas de la Universidad de El Salvador para que reciba el apoyo administrativo –y de ser posible el financiero. Así mismo, el informe final será presentado al ICCI.

3.2 Desventajas para trabajar Por ser un estudio longitudinal puede haber cierta desconexión del investigador con la muestra, una vez los becarios retornen a sus países de origen14. Además, la muestra puede irse disgregando, para lo cual es necesario mantener una permanente comunicación de interés para los implicados; ya que estarán sumamente dispersos geográficamente y no será posible un real contacto cara a cara. En ese mismo sentido, el investigador se encontrará en un continente diferente al de su director de tesis y de la institución que lo formó, contactando de manera virtual, lo cual puede acarrear alguna descoordinación. Además, la obtención de bibliografía actualizada y de aceptación en España puede ser complicada, para lo cual habrá que dejar contactos en Cataluña a fin de recibir periódicamente las mejores o últimas ediciones.

3.3 El problema de investigación 3.3.1 Enunciado del problema ¿En qué medida se cumplen las expectativas de los becari@s posformados en Cataluña después de retornar al país de origen? 3.3.2 Justificación Entre las razones para llevar a cabo esta investigación destacamos las siguientes:

14

“In all these studies, wich have collected data at many points in time, significant problems have inevitably been encountered in maintaining contact or tracing the members of the chosen samples” Keeves, J. (Edited by) (1997). Educational Research. Methodology, and Measurement: An International Handbook. Second Edition. Great Britain: Pergamon. Pág. 138. 4

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El tema es novedoso, en tanto que si bien existen investigaciones relativas a los becarios latinoamericanos en Cataluña, no se ha investigado qué sucede con éstos cuando regresan a sus países de origen.

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Implica un esfuerzo de indagación en dos continentes: Europa y América.

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Permitirá dar insumos para mejorar institucionalmente los programas de becas existentes, tanto en Latinoamérica como en España.

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Propondrá alternativas de solución a las dificultades encontradas, tanto institucionales, como personales de los participantes.

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El investigador está implicado al ser becario del ICCI durante el período que abarca la primera etapa de este proceso de indagación científica.

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El ICCI –a través del actual director - está interesado en hacer un esfuerzo sostenido y motivador para quienes participen en esta investigación.15

3.3.3 Objetivos de investigación A. GENERAL Determinar el alcance del cumplimiento de las expectativas de los becari@s elaboradas en Cataluña, en el año académico 2003 – 2004, luego de retornar al país de origen. B. ESPECÍFICOS

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Describir la situación académica, laboral y económica que tenían los becari@s en sus países de origen antes de iniciar su posformación en Cataluña.

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Diagnosticar cuáles son las expectativas de vida futura en el país de origen, elaboradas en Cataluña por los becari@s, en los ámbitos académico, laboral, económico y social.

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Describir la situación académica, laboral y económica que a nivel personal tendrán los becari@s después de 12 a 18 meses de haber retornado a sus países de origen.

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Comprobar el grado de cumplimiento de las expectativas de vida futura de los becari@s expresadas en su estancia en Cataluña, en los ámbitos académico, laboral económico y social, después de doce a dieciocho meses de haber retornado a sus países de origen.

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Proponer algunas estrategias a fin de solucionar las dificultades en el cumplimiento de las expectativas de vida de los becari@s una vez retornados a sus países de origen.

15

Entre otras cosas el ICCI consideraría otorgar certificados de participación en la investigación; recomendación para acceder a financiamiento de estancias breves en Cataluña (para lectura de tesis, por ejemplo), proponer ex becarios para participar en eventos internacionales y a buscar los medios para la publicación de resultados de este estudio. 5

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3.4 Planificación y desarrollo del proceso 3.4.1 Planteamiento de hipótesis Las expectativas generadas por la posformación de los becari@s en Cataluña en las áreas académica, laboral, económica y social, se ven poco satisfechas después de reincorporarse a sus países de origen.

3.4.2 Selección de la muestra El universo poblacional está constituido por todos los becari@s MAE – AECI, latinoamericanos que realizan su posformación de al menos un año académico en cualquier universidad de Cataluña durante 2003 – 2004 y que regresarán a sus países de origen una vez finalizada su calidad becaria. La muestra es no probabilística accidental o casual16, pues depende del deseo voluntario de acceder a participar en la investigación de los becari@s. Sin embargo, para ser parte de la muestra, se deben cumplir los siguiente requisitos:

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Ser becario MAE – AECI en Cataluña durante el año académico 2003-2004, del programa II. B) Becas Mutis para ciudadanos extranjeros de la Comunidad Iberoamericana de Naciones para estudios de postgrado en Universidades y Centros superiores públicos y privados españoles17, sin importar si corresponde a su primero, segundo o tercer año de formación.

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Regresar a su país de origen al terminar su calidad becaria, en un plazo que no supere el año 2006.

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Participar de la primera fase de la investigación a realizarse en Cataluña y estar en disposición de continuar aportando datos para la segunda fase, una vez retornado a su país de origen, para lo cual es importante disponer de un medio telemático para comunicarse con el investigador.

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Es indiferente: la especialidad de posformación adquirida en Cataluña, su estatus laboral al regresar a su país, edad, sexo o estado civil.

3.4.3 Pasos / tiempo de desarrollo Debe recordarse que esta investigación tiene dos fases muy delimitadas; a saber: FASE 1 CATALUÑA: En ella los becari@s todavía se encuentran en España (Etapa semi presencial) Corresponde al año académico 2003 – 2004. El enfoque metodológico de esta fase es más cualitativo y de carácter un tanto etnográfico.18

16

Bisquerra, R. (1989). Métodos de investigación educativa. Guía práctica. Barcelona: CEAC. Pág. 83. Cfr. Latorre, A.; del Rincón, D. y Arnal, J. Op. Cit. Pág. 82. 17 www.becasmae.es pestaña INFORMACIÓN → Clases de Becas MAE – AECI. (abril 19, 2004) 18 “Etnografía equivale a la ciencia que tiene por objeto el estudio y descripción de razas o pueblos (...) el análisis puede versar sobre una región, una comunidad o cualquier grupo humano que constituya una entidad, cuyas relaciones están reguladas por la costumbre o por ciertos derechos y obligaciones recíprocas”. Pérez Serrano, G. (1994). Investigación cualitativa. Retos e interrogantes. II Técnicas y análisis de datos. Madrid: La Muralla. Págs. 18 – 19. 6

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FASE 2 AMÉRICA: Los becari@s han regresado a sus países de origen (Etapa a distancia). Corresponde a los años 2005 – 2006. Su enfoque es más cuantitativo, pues las técnicas a emplear varían en esta fase al ser imposible el cara a cara con los sujetos de la muestra. De esta manera, la tabulación y análisis de los datos estará circunscrita al año 2007; así como la elaboración del primer borrador completo de la tesis para correcciones finales por parte del director de la misma. Será en el año 2008 en que se presentará el informe final, procediéndose luego a la lectura y defensa de la tesis en la Universidad de Barcelona. 3.4.4 Técnicas e instrumentos a emplear Para cada fase antes señalada corresponden dos objetivos específicos de investigación. Los primeros dos para la fase CATALUÑA y los otros dos para la fase AMÉRICA.19 Así mismo, en cada fase se emplearán dos técnicas y dos instrumentos: A. La encuesta (surveys). Nos permite recabar datos con el fin de “a) describir la naturaleza de las condiciones existentes, o b) identificar normas o patrones contra los que se puede comparar las condiciones existentes, o c) determinar las relaciones que existen entre acontecimientos específicos”20 El instrumento a emplear será el cuestionario postal (vía electrónica), porque “frecuentemente, es la mejor forma de encuesta para desarrollar una investigación educativa”21. B. La entrevista. Esta técnica tiene varias modalidades. Acá se utilizará la entrevista informal y en grupo22; en tanto que tiene por finalidad “mantener a los participantes hablando de cosas de su interés y cubrir aspectos de importancia para la investigación en la manera que permita a los participantes usar sus propios conceptos y sus términos”23. El instrumento a emplear será el grupo de discusión (focus group), que es una entrevista con carácter grupal “a partir de una conversación planificada, en un ambiente permisivo, con la finalidad de obtener información sobre un tema”24. Básicamente, ambas técnicas y sus instrumentos se prestan para realizar una investigación a distancia a través de los medios telemáticos, dada la dispersión geográfica de la muestra. TABLA 2: FASE 1 CATALUÑA INSTRUMENTOS

ESTRATEGIA METODOLÓGICA

TEMPORIZACIÓN

19

Vid. Supra 3.3.3 Objetivos de investigación. Cohen, L. y Manion, L. (1990). Métodos de investigación educativa. 1ª. Ed. Española. Madrid: La Muralla. Pág. 131. 21 Ibidem. Pág. 146. 22 Brunet, I.; Pastor, I. y Belzunegui, A. (2002). Tècniques d´investigació social. Barcelona: Pòrtic. Pág. 269. 23 Whyte, W. F. (1984). Learning From the Field: A Guide From Experience. Beverly Hills, CA: SAGE. Citado por Latorre, A.; del Rincón, D. y Arnal, J. Op. Cit. Pág. 202. 24 Forner, A. y Latorre, A. (1996). Diccionario terminológico de investigación educativa y psicopedagógica. 2ª Edición. Barcelona: EUB, S.L. Pág. 78. 20

7

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Cuestionario postal.

Se enviará a través de un correo electrónico25 a los respectivos buzones de los becari@s y lo devolverán cumplimentado a través de la misma vía.

Mayo de 2004.

Grupo de discusión presencial.

Jornada de reflexión “Expectativas sobre la reincorporación a nuestros países de origen”

Junio de 2004.

TABLA 3: FASE 2 AMÉRICA INSTRUMENTOS

ESTRATEGIA METODOLÓGICA

TEMPORIZACIÓN

Cuestionario postal.

- A través de correo electrónico en Internet.

Entre doce y dieciocho meses después del retorno a América. La temporización dependerá de cada individuo de la muestra. (2005-2007)

Grupo de discusión virtual. - A través de foro en página web dedicada a los becarios.

IV.

De manera permanente, después del retorno hasta la conclusión del estudio. (2004-2007)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Best, J. W. (1974) Cómo investigar en educación. 4ª Edición. Madrid: Morata. Bisquerra, R. (1989). Métodos de investigación educativa. Guía práctica. Barcelona: CEAC. Borg, W. y Gall, M. (1983). Educational Research. An Introduction. USA: Longman Ney York & London. Brunet, I.; Pastor, I. y Belzunegui, A. (2002). Tècniques d´investigació social. Barcelona: Pòrtic. Cohen, L. y Manion, L. (1990). Métodos de investigación educativa. 1ª. Ed. Española. Madrid: La Muralla. Forner, A. y Latorre, A. (1996). Diccionario terminológico de investigación educativa y psicopedagógica. 2ª Edición. Barcelona: EUB, S.L. Keeves, J (1997). Educational Research. Methodology, and Measurement: An International Handbook. Second Edition. Great Britain: Pergamon. Latorre, A., del Rincón, D. y Arnal, J. (1997). Bases metodológicas de la investigación educativa. (Primera Reimpresión) Barcelona: Hurtado. Pérez Serrano, G. (1994). Investigación cualitativa. Retos e interrogantes. II Técnicas y análisis de datos. Madrid: La Muralla. Reeve, J. (2003). Motivación y emoción. 3ª. Ed. México: McGraw-Hill Interamericana.

25

Se han creado dos direcciones de correo electrónico en los motores de búsqueda más populares: [email protected] y [email protected] El primero es el buzón principal y el segundo como dirección alternativa. 8

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