(2004) Aspectos de la organización económica de grupos domésticos de elite: Las industrias de talla de sílex de Sihó, Yucatán

October 6, 2017 | Autor: Nancy Peniche May | Categoría: Classic Maya (Archaeology), Lithics, Classic Maya Households
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Descripción

FACULTAD DE CIENCIAS ANTROPOLOGICAS

Aspectos de la organización económica de grupos domésticos de élite: Las industrias de talla de sílex de Sihó, Yucatán.

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!"

#

PRESENTA

MERIDA, YUCATÁN, MEXICO. FEBRERO DE 2004

AGRADECIMIENTOS Mencionar a todas aquellas personas que estuvieron involucradas en la conclusión de una tesis siempre es tarea difícil. En especial, quiero agradecer a la Mtra. Lilia Fernández Souza por su paciencia, por el tiempo invertido en las revisiones de esta tesis y, especialmente, por su amistad. Mi gratitud al Dr. Rafael Cobos, quien me permitió colaborar en su proyecto de investigación y trabajar con los materiales de sílex de Sihó. A ellos les agradezco sus valiosos comentarios, su apoyo y su confianza. Al Dr. Geoffrey Braswell quiero agradecerle el permitirme conocer un poco más acerca de la lítica. Al Lic. Alberto Pérez por su apoyo durante todo el proceso de realización de la tesis. Una mención especial merece la Lic. Socorro Jiménez por los ánimos que me dio durante las etapas finales de realización de este documento, así como Yonny Mex por sus consejos para la realización de los dibujos de los artefactos de sílex y por su ayuda en algunos dibujos. Al Lic. Armando Inurreta le agradezco su colaboración en la toma de las fotografías presentadas en la tesis. Mi gratitud a las autoridades de la Facultad de Ciencias Antropológicas: Dr. Francisco Fernández, Mtra. Guadalupe Cámara, Lic. Arehmi Mendiburu por el apoyo que me han brindado para la conclusión de este trabajo. La realización de esta tesis fue posible gracias al apoyo económico otorgado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT- Beca número 6570) como parte del Proyecto Arqueológico “El Surgimiento de la Civilización en el Occidente de Yucatán: Los Orígenes de la Complejidad Social en Sihó” (CONACYTProyecto número 38092-H), dirigido por el Dr. Rafael Cobos. A mis padres, a mi hermano y a José Manuel les agradezco su apoyo incondicional y la confianza que siempre han tenido en mí. A ellos, en especial, les dedico esta tesis. A quienes de una u otra manera ayudaron en la conclusión de este trabajo, gracias.

ii

INDICE

INTRODUCCIÓN I.

1

APROXIMACIONES ANALÍTICAS EN LOS ESTUDIOS LÍTICOS DEL ÁREA MAYA

6

1.1 INVESTIGACIONES SOBRE LA LÍTICA TALLADA EN EL ÁREA MAYA

II.

1.1.1

Antecedentes históricos

1.1.2

Obsidiana versus pedernal

6

1.2 LA MATERIA PRIMA: EL SÍLEX O PEDERNAL

16

1.3 CICLO DE VIDA DE LOS ARTEFACTOS LÍTICOS

23

ARQUEOLOGÍA DE LA PRODUCCIÓN EN LAS TIERRAS BAJAS MAYAS 26 2.1 PRODUCCIÓN EN LAS TIERRAS BAJAS MAYAS

26

2.2 MODELOS DE PRODUCCIÓN

30

2.2.1

Modelo de Joya de Cerén

2.2.2

Modelo heterárquico

2.2.3

Modelo de los modos de producción

2.2.4

Modelo de la intensidad de producción

2.2.5

Modelo multivariable

2.2.6

Modelo de dos variables

2.3 APLICACIÓN DE MODELOS DE PRODUCCIÓN EN LOS ESTUDIOS SOBRE EL SÍLEX DE LAS TIERRAS BAJAS MAYAS III.

45

PRODUCCIÓN, MANTENIMIENTO Y RECICLAJE: EVIDENCIAS EN EL REGISTRO ARQUEOLÓGICO

50

3.1 SISTEMAS DE ORDENAMIENTO DE LOS ARTEFACTOS LÍTICOS TALLADOS: AGRUPACIÓN, CLASIFICACIÓN Y TIPOLOGÍA 3.1.1

Bases teóricas de los sistemas de ordenamiento

3.1.2

Tipologías de los artefactos de lítica tallada

3.2 METODOLOGÍA PARA EL ANÁLISIS DEL MATERIAL LÍTICO

51

68 iii

IV.

DOS UNIDADES HABITACIONALES DE ÉLITE DE SIHÓ, YUCATÁN: EL CONTEXTO ARQUEOLÓGICO

75

4.1 ESTRUCTURAS 5D1, 5D2 5D7 Y 5D17 4.1.1

Método de excavación

4.1.2

Estructura 5D2

4.1.3

Estructura 5D7

4.1.4

La unidad habitacional

77

4.2 CONJUNTO ARQUITECTÓNICO FORMADO POR 5D16, 5D19 Y 5D20

V.

4.2.1

Método de excavación

4.2.2

Estructura 5D16

4.2.3

Estructura 5D19

4.2.4

Estructura 5D20

4.2.5

La unidad habitacional

INDUSTRIAS

DE

SÍLEX

DE

SIHÓ,

YUCATÁN:

EVIDENCIA

ACTIVIDADES LÍTICAS EN GRUPOS DOMÉSTICOS DE ÉLITE

87

DE 98

5.1 INDUSTRIAS DE SÍLEX DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5D1, 5D2, 5D7 Y 5D17 5.1.1

Estructura 5D2

5.1.2

Estructura 5D7

99

5.2 INDUSTRIAS DE SÍLEX DE LA UNIDAD HABITACIONAL FORMADA POR 5D16, 5D19 Y 5D20 5.2.1

Estructura 5D16

5.2.2

Estructura 5D19

5.2.3

Estructura 5D20

5.2.4

Plataforma

5.3 INDUSTRIAS DE SÍLEX

VI.

5.3.1

Industria de percusión casual

5.3.2

Industria de navaja prismática

5.3.3

Industria de retoque bifacial

CONSIDERACIONES FINALES

103

113

132 iv

REFERENCIAS

158

TABLAS DEL CAPÍTULO 5

178

APÉNDICE A

197

APÉNDICE B

199

APÉNDICE C

201

v

INTRODUCCIÓN

La arqueología es la disciplina científica que tiene como objetivo principal estudiar el pasado de los seres humanos y para lograr tal objetivo se basa en los vestigios materiales que éstos han dejado. Entre tales vestigios se encuentran los artefactos de piedra y, particularmente, los artefactos de lítica de talla. Éstos se encuentran entre los materiales más importantes que el arqueólogo recupera durante las exploraciones debido a su perdurabilidad y a la información que proporcionan aún cuando no siempre se ha reconocido tal potencial. Desde los inicios de las investigaciones arqueológicas en el área Maya, arqueólogos y no arqueólogos se han sentido fascinados con las piezas líticas elaboradas por los antiguos Mayas: los grandes bifaciales o los excéntricos, entre otros objetos. Precisamente en estos artefactos se centraron los primeros estudios enfocados en la lítica, los cuales se basaron para su clasificación principalmente en el aspecto morfológico. Por otra parte, los pequeños fragmentos de piedra removidos de los núcleos durante el proceso de manufactura de esos artefactos - comúnmente llamado desecho de talla – y las herramientas informales motivaron poco interés. Sólo recientemente – en las últimas tres décadas -, se empezó a considerar al desecho de talla de gran utilidad para obtener información sobre la organización económica de los Mayas prehispánicos. El análisis tipológico tecnológico ha contribuido enormemente al avance de estos estudios. Sin embargo, a pesar de esto, el valor analítico del desecho de talla – sobre todo de sílex - es reconocido más que explotado. 1

Esta última frase queda justa para las investigaciones de las tierras bajas Mayas del Norte. En esta zona se conoce muy poco acerca de las industrias de pedernal ya que se ha evitado un análisis de los artefactos de sílex y el desecho de talla que se encuentran en el desarrollo de las investigaciones. Los análisis realizados y publicados sobre tales artefactos son escasos. Los existentes se centran en su mayoría en los denominados “artefactos completos” o herramientas formales. El desecho de talla y las herramientas informales han sido relegados y esto ha traído como consecuencia que no se haya estudiado los sistemas líticos de los artefactos de pedernal desde el punto de vista tecnológico, sobre todo los aspectos de producción y reciclaje. Durante 2001 y 2003 se realizaron dos temporadas de campo en Sihó (Yucatán) como parte del proyecto arqueológico “El Surgimiento de la Civilización en el Occidente de Yucatán: Los Orígenes de la Complejidad Social en Sihó”, dirigido por el Dr. Rafael Cobos. Como parte del proyecto se exploraron dos unidades habitacionales, las cuales se encuentran integradas por las estructuras 5D16, 5D19 y 5D20 y por los edificios 5D1, 5D2, 5D7 y 5D17. También se exploraron veinticinco pozos de prueba con el objetivo de obtener material cultural que permita datar cronológicamente al sitio. Además, se llevaron a cabo recorridos de superficie, levantamientos topográficos y registros planimétricos de la comunidad prehispánica. Las diversas exploraciones dieron como resultado una colección de 2,873 piezas de sílex. De esos artefactos, 2,822 pertenecen a la industria de talla de pedernal. En su mayoría, los artefactos están compuestos por desecho de talla, aunque también hay herramientas tanto formales como informales. Este trabajo se

2

centra en la clasificación y análisis de tales artefactos haciendo énfasis en los recobrados en las dos unidades habitacionales exploradas horizontalmente. En ese sentido, el objetivo principal del presente trabajo es interpretar, en términos de la organización económica, la(s) industria(s) de sílex de esos dos grupos domésticos de élite. A partir de la información proporcionada por los artefactos de sílex me interesa determinar las actividades que realizaron los grupos domésticos de élite.

Por

ejemplo,

¿produjeron

sus

propias

herramientas

o

sólo

fueron

consumidores? ¿qué tipo de herramientas elaboraron? ¿cuál fue el nivel de producción de tales artefactos? ¿acaso los dos grupos domésticos realizaron las mismas actividades líticas? ¿emplearon los mismos tipos de herramientas? De esa manera, el trabajo tiene como objetivos particulares los siguientes: 1)

Identificar las principales industrias presentes en las unidades habitacionales

2)

Detectar a qué etapas del ciclo de vida de las herramientas corresponden los artefactos de talla recuperados

3)

Si hubo producción determinar qué herramientas se produjeron, a qué nivel corresponde y qué etapas del proceso se encuentran representadas en las unidades habitacionales

4)

Reconstruir el patrón de deposición de los artefactos de pedernal en cada una de las unidades habitacionales

5)

Identificar, si es posible, áreas de actividad asociadas con la producción, mantenimiento y reciclaje de las herramientas de sílex

6)

Determinar las diferencias y similitudes existentes entre los dos grupos domésticos bajo estudio

3

La tesis se divide en seis capítulos y consta de cuatro apéndices. El capítulo uno tiene tres propósitos. Primero, presentar la evolución de los estudios sobre los artefactos líticos desde los inicios de las investigaciones arqueológicas hasta la actualidad. Segundo, se describen las características principales de la materia prima: el pedernal o sílex. Tercero, se presentan aspectos de los artefactos líticos que son susceptibles de análisis desde el punto de vista económico centrándose sobre todo en los aspectos de producción, mantenimiento y reciclaje. Uno de los intereses de este trabajo es determinar si los miembros de los grupos

domésticos

que

habitaron

las

unidades

habitacionales

produjeron

herramientas de sílex. Si éste fue el caso, me interesa determinar el nivel de producción de tales artefactos. De esa manera, el capítulo dos se centra en lo que se ha denominado la “arqueología de la producción”. Primero hago referencia sobre las distintas concepciones que los investigadores tienen actualmente sobre la economía Maya, particularmente de la producción. Los distintos modelos de producción artesanal se presentan y se señala cuál es el que se adopta en este trabajo. Posteriormente, se indica de qué manera se han aplicado tales modelos en los estudios enfocados en los artefactos de pedernal de las tierras bajas Mayas. En el capítulo tres se trata sobre los sistemas de ordenamiento de los artefactos líticos y el objetivo es establecer algunas de sus bases teóricas y señalar cuáles son las clasificaciones tipológicas que se han empleado para analizar a los artefactos líticos. Posteriormente, se describe la metodología que se va a emplear para estudiar los desechos de talla de pedernal procedentes de las unidades habitacionales bajo estudio.

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La descripción de la metodología de excavación y de los contextos arqueológicos – en este caso, las unidades habitacionales - de donde se recuperaron los artefactos de talla de pedernal se presenta en el capítulo cuatro. En el capítulo cinco, por otra parte, se describen los resultados de la clasificación y el análisis de las piezas de sílex. Finalmente, se encuentra el capítulo seis que corresponde a las consideraciones finales. Los Apéndices A y B describen los materiales recuperados en los pozos de prueba excavados durante 2001 y el material recuperado durante el recorrido de superficie, respectivamente. El Apéndice C contiene un breve vocabulario terminológico relativo a los tipos y subtipos tecnológicos empleados en la tesis. El Apéndice D – incluido en el disco compacto - presenta la base de datos de los artefactos de sílex de Sihó, Yucatán.

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CAPÍTULO 1

APROXIMACIONES ANALÍTICAS EN LOS ESTUDIOS LÍTICOS DEL ÁREA MAYA

1.1 INVESTIGACIONES SOBRE LA LÍTICA TALLADA EN EL ÁREA MAYA Los restos líticos, ya sea como herramientas o como desecho, son uno de los componentes más importantes de la evidencia material de las sociedades prehispánicas. A pesar de esto, tradicionalmente, la mayoría de los arqueólogos le ha dado poca importancia a su estudio. En las tierras bajas Mayas, además del gran interés que ponen en la recolección del material cerámico, la mayoría de los proyectos arqueológicos se centran en la recuperación de datos sobre el patrón de asentamiento y sobre las diversas manifestaciones de la élite, como son la arquitectura pública, la epigrafía, los complejos mortuorios, los bienes de lujo y los estilos artísticos (Gibson 1986:116; González y Cuevas 1998:13; Konieczna 1976:3; McAnany 1987:3; Rovner y Lewenstein 1997:1; Thompson 1991a:235-236). Sin embargo, los investigadores actualmente reconocen que el estudio de las industrias líticas es esencial para un entendimiento profundo de la sociedad maya del periodo Clásico (McAnany 1987:1; Moholy-Nagy 2000:213; Rovner 1981:167; Rovner y Lewenstein 1997:1). En especial, la lítica tiene un potencial significativo para entender el sistema económico de la población maya del periodo Clásico. En parte, lo anterior se debe a que la lítica constituyó uno de los principales materiales, sino el principal, en la interacción de los mayas con los ambientes físico, ritual y social debido a que durante la mayor parte del periodo Clásico carecieron de metales (Aoyama 1989:185; McAnany 1987:2; Potter 1993:274; Rovner 1981:167). De esa 6

manera, lo expresa el Fraile Diego de Landa (1986:118) en su célebre obra Relación de las Cosas de Yucatán: En esta tierra no se ha hallado hasta ahora ningún género de metal que ella de suyo tenga […] pero ya que les faltaron metales, proveyólos Dios de una sierra de (puro) pedernal contigua a la sierra que […] atraviesa la tierra, y de la cual sacaron piedras de que hacían los hierros de las lanzas para la guerra y los navajones para los sacrificios (de los cuales tenían buen recaudo los sacerdotes); hacían los hierros para las saetas y aun los hacen, y así les servía el metal de pedernal. Los estudios sobre los artefactos líticos en las tierras bajas Mayas han cambiado a través del tiempo desde los inicios de las exploraciones hasta el presente. El presente capítulo tiene como objetivo reseñar tal evolución. 1.1.1 Antecedentes históricos En los informes de los primeros proyectos arqueológicos de las tierras bajas Mayas, los cuales se enfocaban en las áreas centrales de los sitios más importantes, los implementos líticos fueron tratados como meros descubrimientos incidentales. Solamente se recolectaban los más raros y complicados - como los excéntricos o los grandes bifaciales - o tan sólo los que más gustaran al autor de la obra. En cuanto al desecho de talla, únicamente se recuperaba el que provenía de escondites dedicatorios o de entierros (Brockman 2000:23, 24; McAnany 1987:123). Al igual que en muchos lugares donde se realizaba la investigación arqueológica, en las tierras bajas Mayas, los primeros métodos de descripción y análisis de datos relegaban al material lítico al último lugar. Los análisis de la piedra tallada, en particular, fueron mínimos. Los pocos artefactos líticos que se recuperaban durante las exploraciones arqueológicas no ameritaban más que una 7

página de placas algunas veces con pequeñas descripciones. Frecuentemente, las placas y las descripciones se añadían como apéndices a los informes de los sitios bajo estudio y, generalmente, se les denominaban “artefactos no cerámicos” (Brockman 2000:23; Gibson 1986:16; McAnany 1987:2; Rovner y Lewenstein 1997:5). Durante este periodo, al cual los investigadores suelen denominarlo “antes de Kidder”, la información métrica y las tabulaciones sobre los artefactos no se proporcionaban. No se establecieron tipologías formales y se ignoró completamente el material comparativo. Usualmente ningún investigador intentó interpretar o entender la tecnología, importancia económica, significado histórico, contexto arqueológico o implicaciones culturales de los conjuntos líticos (Rovner y Lewenstein 1997:5-6; ver como ejemplos Gann y Gann 1939; Joyce 1932; Lothrop 1936; Ricketson 1931; Ricketson y Ricketson 1937; Edward Thompson 1897; Erick Thompson 1931,1939, 1940). Con la publicación en 1947 de la monografía de Alfred Kidder, The Artifacts of Uaxactún, se sientan las bases para organizar los primeros estudios sobre los artefactos líticos (Rovner y Lewenstein 1997:7). Estas investigaciones estuvieron inscritas en la denominada Arqueología Histórica Cultural (Fowler 1991:2). Según Braswell (en prensa), los historiadores culturales se interesaron en las herramientas de piedra Mayas por tres razones. Primero, los artefactos líticos están bien representados en la mayoría de los registros arqueológicos. Segundo, la lítica se preserva bien en casi todos los contextos deposicionales. Tercero, las investigaciones en Norteamérica y Europa han demostrado que los artefactos líticos están sujetos a cambio gradual en tecnología y morfología. De esa manera, los 8

estudiosos esperaron usar a las herramientas líticas como marcadores temporales y culturales permitiendo realizar comparaciones diacrónicas dentro y entre sitios y regiones. A partir de la publicación de la obra de Kidder (1947), por primera vez en la historia de la arqueología de las tierras bajas Mayas, las colecciones líticas fueron tratadas sistemáticamente como objetos viables y explotables para la interpretación cultural e histórica (Gibson 1986: 17; Rovner y Lewenstein 1997:7). Aunado a esto, el mérito de Kidder también radica en proveer la primera tipología lítica para el área Maya. Esta tipología llegó a ser la estándar en los estudios subsecuentes durante 30 años, aunque en ocasiones modificada1. Los trabajos de Proskouriakoff (1962), de Willey (1965) y de Coe (1959) son ejemplos de esta tradición. Los estudios líticos que se realizaron durante el periodo denominado Histórico Cultural se caracterizaron por ser esencialmente descriptivos. Estas investigaciones tenían como objetivo fundamental delinear la distribución espacial y temporal de las principales formas de herramientas: los instrumentos bifaciales, particularmente las puntas de proyectil (Konieczna 1976:3; Potter 1993:281; Rovner 1981:167). Los artefactos de piedra tallada más comunes - como la navaja prismática, la ubicua lasca casual y el desecho de talla - fueron totalmente ignorados (Braswell 2001:217; McAnany 1987:124; Rovner 1981:167). Los investigadores asumieron que ciertos atributos, como forma y dimensión, de los instrumentos bifaciales eran significativos para el propósito perseguido (Fowler 1991:2; López y Nieto 1981:9; Potter 1993:281). Sin embargo, los atributos pertinentes de cada clase

1

Esta tipología aún es empleada por algunos investigadores. Moholy-Nagy (1991, 2003), por ejemplo, la emplea para clasificar los artefactos recuperados en Tikal, Guatemala.

9

de herramientas fueron sumarizados para el lector. Esto trajo como consecuencia que fuera prácticamente imposible un análisis independiente de los instrumentos (McAnany 1987:124). Adicionalmente, en muchos de estos estudios, el énfasis estuvo claramente en el contenido más que en el contexto. Excepto por ejemplos aislados de contextos especializados de herramientas de piedra, las descripciones sólo mencionaban el sitio de donde provenían los artefactos y no su ubicación exacta al interior del asentamiento (McAnany 1987:124). Esto provocó que la información potencial de los materiales recuperados fuera minimizada. Por otra parte, los pocos análisis que se realizaron fueron presentados en un vacío teórico sin ninguna conclusión utilitaria para la integridad del estudio (Konieczna 1976:3). A pesar de que hubo cierto interés en los artefactos de piedra, durante esta etapa, los análisis líticos jugaron sólo un papel menor en la arqueología Maya debido a que los métodos de excavación fueron – y en ocasiones todavía son - insuficientes para recuperar herramientas líticas pequeñas y desecho de talla lo que produjo – y produce aún - muestras incompletas y, por consiguiente, no representativas. Además, la variación temporal y espacial en las características morfológicas y tecnológicas de las herramientas de piedra son muy limitadas, lo que llevó a creer que los artefactos líticos son de poco valor para entender las dinámicas de espaciotiempo en comparación a otras clases de materiales sujetos a un mayor grado de variación formal, como la cerámica (Braswell en prensa). Por otra parte, los historiadores culturales no estaban muy interesados en realizar estudios sobre la naturaleza de los sistemas económicos – producción, distribución y consumo – de la sociedad Maya. Para estos estudiosos, la economía 10

estaba determinada por la organización política de las sociedades Mayas. Esto también produjo que las herramientas líticas y el desecho de talla fueran menospreciados ya que los tipos de preguntas para los que son más apropiados son fundamentalmente económicos en carácter (Braswell 2001:217; en prensa). A partir de 1970 la situación cambió gracias al nuevo interés en cuestiones económicas y al concepto de tipología conductual empleado por Payson Sheets (1975) en su estudio pivote sobre la industria de navajas prismáticas de obsidiana del occidente de El Salvador. Este estudio dio a los mesoamericanistas la primera herramienta analítica para aproximarse a aspectos procesuales desde la perspectiva de la tecnología lítica y el contexto de manufactura. Transformó materiales antes sin sentido – el desecho de talla - en datos que se pueden utilizar para hacer numerosas inferencias sobre la producción de artefactos líticos recuperados en cualquier sitio (Braswell 2001:217, en prensa; Gibson 1986:20; Moholy-Nagy 2000:214). Un estudio de igual importancia al trabajo de Sheets (1975) es la tesis doctoral realizada por Rovner (1975; ver también Rovner y Lewenstein 1997), la cual es un estudio diacrónico de las herramientas líticas procedentes de tres sitios de las tierras bajas: Dzibilchaltún (Yucatán) y Becan y Chicanná (Campeche). Este trabajo es un análisis pionero ya que, aun cuando se enmarca en el periodo Histórico Cultural, realiza análisis tecnológicos. Desde este momento, el análisis de los artefactos de piedra tallada del Sur de Mesoamérica ha tomado un impulso en sofisticación y desarrollo. Quizá uno de los avances más significativos en los estudios líticos de años recientes ha sido el empleo de las tipologías tecnológicas del desecho de talla y las fallas de manufactura. Estas tipologías tienen como objetivo revelar la secuencia de 11

producción o las trayectorias tecnológicas empleadas por los talladores (Fowler 1991:2; Potter 1993:281). Gracias a estos análisis, ahora se puede determinar dónde se obtuvo la materia prima y en que lugares se efectuaron las diferentes etapas de la producción, el uso y el reciclaje de los artefactos líticos. También es posible identificar las industrias y los diversos modos de manufactura de las herramientas y el nivel de producción de las mismas (ver Aldenderfer 1991a; Braswell 2000; Clark 1990; Hester y Shafer 1994; Hruby 2000; King y Potter 1994; Moholy-Nagy 2000; Shafer y Hester 1983). Asimismo, se pueden discernir las diferencias que existieron en las maneras en que los sitios adquirieron y usaron las herramientas líticas (modelos de productores-consumidores) y las conductas de mantenimiento y reciclaje de las herramientas en los sitios consumidores (Potter 1993:281; Rovner y Lewenstein 1997:7-8; ver Dockall y Shafer 1993; McAnany 1987; McSwain 1991). Por otra parte, los avances en las técnicas de rastreo geoquímico han permitido estudiar el sistema de distribución del material lítico (ver Braswell 2000; Tobey 1986). Además, los estudios de las microhuellas de uso han proporcionado una manera de determinar la función de las herramientas de piedra (ver Aldenderfer 1991b, Aoyama 1995, 2000, 2001, 2003a; Lewenstein 1991a, 1991b). Como otra consecuencia del nuevo énfasis en los sistemas económicos, los arqueólogos se han centrado cada vez más en la excavación de las unidades habitacionales, el correlato arqueológico del grupo doméstico. Las unidades habitacionales son de gran utilidad para estudiar sistemas económicos ya que proporcionan datos más relevantes a este problema que los centros monumentales de los sitios. Lo anterior se debe a que los análisis de economías pasadas demandan 12

datos más precisos u objetos que son ubicuos, más que únicos, en el registro arqueológico (McAnany 1987:8, 126). El resultado de este desarrollo en las investigaciones líticas y en los estudios del grupo doméstico ha sido la obtención de información y la resolución de problemas más allá del alcance de otras clases de interpretación de información. 1.1.2 Obsidiana versus pedernal Cuando el interés específico de los arqueólogos es el estudio de los artefactos líticos, la mayoría centra su atención en el análisis, clasificación e interpretación de las herramientas elaboradas con obsidiana (Gibson 1986:20; Gonzáles y Cuevas 1998:13; Rovner 1981:167; Valle y Suyuc 2002:495). En parte, esta preferencia se debe a que los artefactos elaborados con este material están presentes en casi todos los asentamientos prehispánicos de las tierras bajas pese a que ninguno de ellos cuenta con afloramientos naturales de esta materia prima (Braswell 2000:208; Brockman 2000:14). A esta condición de materia de importación, se le aúna la presencia de piezas “excéntricas” altamente llamativas y la disposición

de este

material a la identificación exacta mediante el análisis de elementos traza y aproximada en caso de hacerse ocularmente (Brockman 2001:90; Thompson 1991:237). Estos estudios centrados en la obsidiana han contribuido al conocimiento de las sociedades prehispánicas y a la solución de algunos problemas relacionados con la tecnología lítica. A pesar de esto y a la congruencia del interés por este material con la importancia económica, política y social que adquirió desde épocas tempranas en Mesoamérica, la información que proporcionan estos estudios no es suficiente, 13

pues se han ignorado las herramientas hechas con otros materiales (Gonzáles y Cuevas 1998:13, 15). En las tierras bajas Mayas, estas herramientas incluyen las elaboradas con sílex o pedernal. Este material fue el principal recurso empleado para la elaboración de los implementos funcionales debido a que es uno de los materiales más abundantemente representado en las tierras bajas (Espinosa et al. 2001:268; Rovner 1981:167, 168). En comparación con estas herramientas, las elaboradas con obsidiana ocuparon el segundo lugar proporcional (Brockman 2000:21). Existen trabajos que son la excepción a la norma de enfocarse exclusivamente a los artefactos elaborados con obsidiana. Entre ellos se encuentran los análisis de la lítica del Norte de Belice efectuados por Dockall y Shafer (1993), Gibson (1986), McAnany (1987), McSwain (1991), Mitchum (1989, 1991) Shafer y Hester (1983), entre otros2; las investigaciones realizadas en Becán por Stoltman (1978) y Thompson (1991a, 1991b); en Becán, Xpuhil y Dzibilchaltún por Rovner (1975; ver también Rovner y Lewenstein 1997); en Chichén Itzá por Potter (1987) y Sheets (1991), en Isla Cerritos por Cervera (1996), en Sayil por Wurtzburg (1991), en La Libertad por Clark (1988a) y en Yerba Buena por Clark (1981, 1988b) y Clark y Bryant (1991). También se han realizado análisis sobre los artefactos de pedernal en La Florida (Valle y Suyuc 2003), Piedras Negras (Hruby 2000, 2001), en Tikal (Moholy-Nagy 1991, 2000, 2003) y en Copán (Valdez y Potter 1991).

2

El Norte de Belice es el área de las tierras bajas Mayas – especialmente Colhá - que cuenta con más estudios sobre los sistemas de producción, consumo e intercambio de las herramientas de pedernal. Debido a eso, es casi imposible enlistar todos los trabajos efectuados sobre los materiales de pedernal de esa zona.

14

Los trabajos de investigación realizados en el Norte de Belice, en especial, han resaltado y confirmado la importancia de este recurso lítico para los antiguos mayas. Entre los sitios de esa área de las tierras bajas Mayas destaca el asentamiento conocido como Colhá. En este sitio se realizó el primer proyecto arqueológico a gran escala en el área Maya cuyo objetivo principal fue recuperar evidencia de la organización de la producción lítica. Tal proyecto estuvo dirigido por Thomas Hester, Harry Shafer y Jack Eaton (Gibson 1986:60). Como resultado de las investigaciones en Colhá, se documentó la explotación intensiva de los afloramientos naturales de sílex. También se demostró que en ese sitio hubo producción lítica a gran escala y especialización artesanal intensiva ya que durante las exploraciones se registraron altas concentraciones de herramientas y desechos de talleres de producción de instrumentos (Gibson 1986:60; Shafer y Hester 1983:519). Por otra parte, investigaciones tecnológicas de la lítica recuperada en sitios aledaños a Colhá – y fuera de la zona de obtención de pedernal de Colhá -, como Cerros (Mitchum 1981), Pulltrouser Swamp (McAnany 1987), Santa Rita (Dockall y Shafer 1993), entre otros, indicaron que sus habitantes estuvieron recibiendo las herramientas manufacturadas en Colhá. La tecnología lítica practicada en esos sitios consumidores consistió en mantenimiento y reciclaje de las herramientas importadas. Estas investigaciones han llevado a la elaboración de los modelos de ProductoresConsumidores (ver McAnany 1987). Aunque en las tierras bajas Mayas del Norte no se han encontrado talleres de sílex de la magnitud de Colhá (aunque ver Potter 1993), el pedernal debió de ser de gran utilidad para los habitantes de esta zona, sobre todo en el territorio que 15

pertenece a la esfera cerámica Cehpech Occidental.

Los estudios de Braswell

(1997:548) han determinado que en el área de la esfera cerámica Cehpech Occidental se tenía un acceso más limitado a la obsidiana en comparación al resto del territorio de las tierras bajas del Norte. De ahí la importancia que tiene el estudio del pedernal para la comprensión de la economía de las sociedades mayas del periodo Clásico de esta región. Sin embargo, actualmente, se carecen de estudios publicados sobre los artefactos de pedernal procedentes de sitios de las tierras bajas del Norte. El siguiente apartado tiene como objetivo señalar las características principales de la materia prima que atañe a este trabajo: el sílex o pedernal. Así como su distribución en las tierras bajas Mayas.

1.2

LA MATERIA PRIMA: EL SÍLEX O PEDERNAL

Desde el punto de vista del lenguaje usado en arqueología, existen varias definiciones para los términos pedernal y sílex. En algunas ocasiones, las dos palabras definen a la misma roca y en otras tienen un significado distinto (Reyes y Lorenzo 1980:38). En este trabajo, ambos términos se emplean como sinónimos debido a la dificultad de poder diferenciar a esas piedras de manera inequívoca. Aunque cabe señalar que en las tierras bajas del Sur se utiliza preferentemente el término pedernal, mientras que el vocablo sílex predomina en la literatura de las tierras bajas del Norte.

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Desde el punto de vista geológico, el pedernal o sílex se define como una roca sedimentaria, compuesta primariamente de cuarzo criptocristalino3 hidratado, mínimas cantidades de cristales de cuarzo, ópalo e impurezas tales como óxidos de hierro, calcita, dolomita y minerales arcillosos (Espinosa et al. 2001:269; Reyes y Lorenzo 1980:38). Generalmente, el sílex se presenta en bandas, lentes y nódulos que forman depósitos secundarios en rocas que están compuestas de carbonato de calcio o caliza. El espesor de estos nódulos puede variar desde milímetros hasta uno o dos metros (Reyes y Lorenzo 1980:38; Whittaker 1994:70). El proceso exacto mediante el cual el sílex se interestratifica con la caliza es desconocido (Whittaker 1994:70). Por ahora se puede afirmar que el proceso involucra la concentración de sílice y, frecuentemente, un reemplazo químico de partes de caliza por sílice. Las partes reemplazadas generalmente comienzan con o incluyen fósiles, tales como caparazones de radiolarios, diatomeas, organismos planctónicos e irregularidades (Cervera 1996:43; Whittaker 1994:70). En realidad, el sílex o pedernal se forma bajo diversas circunstancias y está sujeto a variadas influencias postdeposicionales que alteran su composición química. Debido a eso, se puede hablar de la presencia de “tipos de pedernal”, aunque en general el término pedernal hace referencia a todos los silicatos microcristalinos sedimentarios. Esta categoría incluye materiales como el flint, el ágata, el jaspe, el hornfels o silicified shale y la calcedonia (Espinosa et al. 2001:269). 3

Existen tres diferentes estructuras moleculares: la cristalina, la criptocristalina y la amorfa. La cristalina es aquélla cuyas moléculas presentan un ordenamiento. La estructura molecular criptocristalina se caracteriza por el hecho de que sólo al microscopio se puede entrever el

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Geomorfológicamente la península de Yucatán y gran parte de las tierras bajas del Sur están constituidas por una plataforma de piedra caliza (Brockman 2000:19). Estas rocas de sílice criptocristalinas están distribuidas ampliamente, pero de manera intermitente a través del territorio de las tierras bajas (Potter 1993.278). La relativa accesibilidad y sus cualidades de fractura concoidal hicieron que este material fuera uno de los recursos naturales explotados intensivamente por los mayas prehispánicos para la elaboración de sus herramientas (Espinosa et al. 2001:268; Rovner y Lewenstein 1997:1). Sin embargo, este aprovechamiento se vio limitado por la distribución en concentraciones y el alto grado de variabilidad espacial en la calidad del material. La calidad del pedernal o sílex se refiere a tres atributos críticos: tamaño del nódulo, tamaño del grano o textura y consistencia del material en todo el nódulo o núcleo (Potter 1993:278; Rovner 1981:170). Un problema frecuente con el que se enfrentan los liticistas de las tierras bajas ha sido la dificultad para establecer de manera precisa la fuente de los sílex arqueológicos. La capacidad para identificar las fuentes de manera precisa es de particular importancia cuando se realizan estudios sobre la naturaleza del intercambio Maya (Potter 1993:279; Wurtzburgh 1991). Debido a eso, desde la década de 1980s, arqueólogos y geólogos han analizado la química del pedernal con el fin de caracterizar la materia prima en áreas de canteras conocidas y para identificar las áreas de suministro representadas por los artefactos de piedra tallada en contextos arqueológicos (Rovner y Lewenstein

ordenamiento molecular que acusa su cristalización. La amorfa, por otra parte, consiste en el nulo ordenamiento de las moléculas del cuerpo (Del Río 1961:16).

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1997:8). Sin embargo, estos intentos generalmente no han sido exitosos debido a la heterogeneidad de los materiales. En este aspecto, es importante el estudio de caracterización química de Mark Tobey (1986) de los sílex del Norte de Belice basado en el Análisis de Activación de Neutrones (AAN). Tobey demostró que es posible discernir entre los sílex de diferentes yacimientos ya que logró aislar exitosamente cuatro fuentes de tipos de pedernal dentro de la zona contenedora de sílex de Belice. El trabajo de Tobey también manifestó que no es posible correlacionar las características visuales de los sílex del Norte de Belice con sus grupos definidos con AAN. A pesar de esto, las diferencias visibles macroscópicamente entre los sílex de distintos lugares de las tierras bajas son usadas con algún éxito para poder determinar la procedencia de los materiales arqueológicos (Potter 1993: 279, 280). En gran parte, estos análisis se apoyan en la regionalización de las fuentes de pedernal elaborada por Irwin Rovner (1981). Este investigador propuso tres zonas de recursos de sílex en las tierras bajas Mayas (Figura 1) basándose en la variedad del color, la calidad y la disponibilidad del material (Espinosa et al. 2001:269). La geológicamente reciente Zona A, que comprende la costa Norte, se encuentra totalmente desprovista de recursos líticos. La Zona B, por el contrario, posee afloramientos de este material y se encuentra comprendida por la Región Puuc, la Región Bec y el Petén (Rovner 1981:168-169).

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FIGURA 1. ZONA DE RECURSOS DE SÍLEX, SEGÚN ROVNER (1981). A: COSTA NORTE. B: SUR Y CENTRO DE LAS TIERRAS BAJAS. C: BELICE.

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Una de las fuentes que los antiguos mayas pudieron aprovechar se encuentra al Sur de la sierra Puuc. En esta área, el pedernal se asocia a los suelos tipo vertisol o ak’alches que se localizan en las zonas bajas en las que se deposita el agua en la época de lluvias (Velásquez y López 1989:382). En esta zona se han reportado sílex café, beige, rosa, morado y blanco (Cervera 1996:44; Potter 1993). En Río Bec, por otra parte, se puede hallar sílex de calidad variable. Los colores van desde amarillo y blanco a azul pastel y gris azuloso, frecuentemente veteado con rosa, a variedades rojas y café rojizas (Rovner y Lewenstein 1997:111). En el área del Petén, el sílex blanco y el blanco-gris son los más abundantes, seguidos por el rojo y el rosa y finalmente las tonalidades de amarillo. La calidad del sílex es variable, pero la mayoría son de textura de media a tosca. Relativamente pocos de los sílex rojo o rosa son de texturas media o fina, mientras al menos 20% de los blancos son de textura fina. Los amarillos son predominantemente de textura media a tosca, pero los amarillos cafetosos son de textura media a fina (Aldenderfer 1991a:123). En la Zona C, que corresponde a la Región de Belice, predomina el pedernal que va de color miel a café oscuro. Este material es de una calidad más fina que el de la otra zona (Rovner 1981:169). Estos depósitos de sílex se encuentran, en realidad, restringidos a lugares específicos en el Norte de Belice; el sílex de alta calidad se encuentra generalmente en las tierras contenedoras de sílex mapeadas por Wright et al. (1959 en Mitchum 1981:140). Según Rovner y Lewenstein (1997:17), este material fue altamente apreciado por los antiguos Mayas y fue preferido sobre los materiales líticos locales para la producción de algunos implementos. 21

Los nódulos de pedernal de la Zona B poseen, en su mayoría, fallas de cuarzo las cuales siempre representaron un problema para los antiguos talladores ya que los nódulos pueden ser quebrados en una manera sistemática, pero si existen defectos en la piedra es probable que se altere la regularidad del producto. La textura de la materia prima también afectó a los artesanos ya que dependiendo de la finura del grano es más fácil o más difícil de controlar el proceso de tallado. Estos aspectos del recurso, así como el tamaño del nódulo, determinaron la forma del desecho y el tipo y el tamaño de los artefactos finales. En resumen, la calidad de la materia prima es la que restringió la variedad de las tecnologías líticas elaboradas (Hruby 2001:871; Potter 1993:283; Valdez y Potter 1991:205). Algunos investigadores han planteado la posibilidad de que los Mayas usaron el tratamiento por calor para mejorar la calidad de los silicatos criptocristalinos. Los defensores de esta postura (Hruby 2000:872, Nelson y Hruby 2000:989) se basan en el hecho de que al exponerse al calor esas piedras llegan a ser menos granulosas y suaves en textura y más quebradizas. Como consecuencia, es más fácil tallarlas y al hacerlo se obtienen bordes más filosos (Whittaker 1994:72). Existe otra postura, sin embargo, que señala que no hay evidencia de que los Mayas hayan realizado de manera intencional tal práctica (Aldenderfer 1991a:123; Clark y Bryant 1991:95). Tales investigadores afirman que la alteración termal de la lítica es probablemente el resultado de la quema accidental y no de preparación intencional. En realidad es difícil afirmar que la exposición al fuego del pedernal fue una actividad realizada por los Mayas para mejorar la calidad del sílex, antes de poder hacer tal aseveración debe analizarse de manera muy minuciosa el material. 22

1.3

CICLO DE VIDA DE LOS ARTEFACTOS LÍTICOS

La vida de cualquier artefacto lítico puede ser dividida en cinco estadios básicos4: obtención de materia prima, producción – inicial o secundaria -, uso5, mantenimiento y descarte. A estos estadios hay que añadir el transporte - el cual puede presentarse en cualquier punto de esta secuencia e involucra los diversos tipos de distribución - y el almacenaje (Braswell en prensa; Jover 1999; Potter 1993; Schiffer 1990:83, 84). Los artefactos, sin embargo, pueden también ser reutilizados, en otras palabras, redirigidos en puntos estratégicos a procesos o etapas por las que ya han pasado. En la reutilización, los artefactos se ven modificados después del uso inicial en la forma (reciclaje) o en su uso (ciclaje lateral) (Schiffer 1987:29; 1990:84) (Figura 2). El reciclaje y el mantenimiento pueden llegar a confundirse ya que ambos involucran cambios de forma después de cierto periodo de uso; sin embargo, son diferentes. El mantenimiento involucra un cambio relativamente menor de forma en el artefacto el cual reasume su función primaria (Schiffer 1987:29). El objetivo principal de esta actividad es mantener y extender la vida útil de una herramienta lítica (Jover 1999; McAnany 1987:117). El reciclaje, por otra parte, se refiere al regreso de un artefacto al proceso de manufactura durante el cual es modificado de tal manera que su forma y su función originales se pierden parcial o totalmente (Jover 1999:60; Schiffer 1987:29). 4

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Cabe señalar que a estos estadios en conjunto se les ha denominado de diferentes maneras. Así, mientras Schiffer (1990) los denomina “ciclo de vida”, Potter (1993) lo llama “economía lítica”, Flenniken (1989) lo nombra “sistema lítico” y Banning (2000; ver también Darras 1999) retomando a Sellet (1993) “cadena operacional”. Los términos uso y consumo en economía tienen la misma connotación. Sin embargo, el vocablo consumo se usa preferentemente en materiales perecederos, mientras que el término uso se emplea en materiales no perecederos.

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Reciclaje

Ciclaje lateral Obtención

---…

Manufactura

---...

Uso

---…

Desecho

---...

Basura

Mantenimiento ---…

Oportunidad de almacenamiento o transporte

FIGURA 2. EL CICLO DE VIDA DE LOS ARTEFACTOS LÍTICOS Fuente:Schiffer 1990:85 El reciclado de los artefactos líticos se puede llevar a cabo por diversas razones. La más frecuente, sin embargo, se debe a la pérdida de funcionalidad de las herramientas después de un periodo prolongado de uso y mantenimiento. La fractura o agotamiento del implemento durante su uso conlleva también al reciclado (Jover 1999:60). Según Potter (1987:10; ver también McAnany 1987:117-118), el reciclaje es usado como un indicador que refleja la disponibilidad del recurso. En áreas donde la materia prima es abundante se espera que el reciclaje sea raro; por el contrario, cuando la materia prima es escasa existe un alto grado de reciclaje. Lo mismo se puede decir del mantenimiento.

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De las etapas mencionadas líneas arriba, los liticistas se han interesado más en la producción y en la distribución. Este trabajo se centra en el estudio de la producción, el mantenimiento y la reutilización, específicamente en su variante denominada reciclaje, de las herramientas elaboradas con pedernal. Las razones del énfasis en la producción derivan del hecho de que este sistema económico es el primer eslabón de la economía, por lo que se puede considerar como la base para estudiar los otros dos sistemas principales que componen a la economía, el uso y la distribución. Además, existen razones de orden práctico, las cuales también se aplican al mantenimiento y al reciclaje. Primero, la producción de artefactos líticos, así como el mantenimiento y el reciclaje, son relativamente más fáciles de estudiar que la distribución y el uso debido a que las actividades de producción son más aptas para ser identificadas. Segundo, los eventos de producción, mantenimiento y reciclaje frecuentemente dejan registros más claros en la forma de desecho y rasgos y, en ocasiones, los productos mismos (Costin 1991:1). A pesar de esto, sostenemos la afirmación de que la producción nunca debe ser estudiada aislada de los otros dos sistemas económicos, la distribución y el consumo, ya que éstos nos informan de los contextos social, político y económico de la producción (Costin 1991:3). El entendimiento detallado de estos contextos es de suma importancia para dar una explicación adecuada de la forma de la producción. Debido a eso, a pesar de que en el siguiente capítulo nos centramos en los modelos de producción, éstos siempre traen implícitos aspectos de distribución (logística) y uso (naturaleza y escala de la demanda).

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CAPITULO 2

ARQUEOLOGÍA DE LA PRODUCCIÓN EN LAS TIERRAS BAJAS MAYAS

2.1

PRODUCCIÓN EN LAS TIERRAS BAJAS MAYAS

La sociedad Maya corresponde a lo que Hirth (1993:27) ha denominado sociedad agraria prehistórica6. Este tipo de sociedad se caracteriza por el hecho de que las unidades primarias de producción son los grupos domésticos. El grupo doméstico se ha definido como el conjunto de personas frecuentemente relacionadas por el parentesco, ya sea real o ficticio, que se caracterizan por la propincuidad y que comparten un conjunto de actividades como la producción, la distribución, el consumo, la reproducción, la socialización, la transmisión de bienes y el culto (Fernández 2001: 4; Santley y Hirth 1993:3). Los grupos domésticos Mayas antiguos tenían que satisfacer las demandas de sus miembros, por lo que se organizaron para producir recursos principalmente para su subsistencia. Al mismo tiempo, tenían que satisfacer las necesidades de la sociedad en la que existieron. Debido a eso, las actividades económicas en las que estuvieron inmersos consistieron de una mezcla de subsistencia, tributo y responsabilidades de servicio (Hirth 1993:27, 29).

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Una sociedad agraria prehistórica es toda aquella que tiene como modo de subsistencia la agricultura. El adjetivo “prehistórica” no se omite para respetar el término del autor, pero en este trabajo no se debe entender como sinónimo de carentes de historia escrita.

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Otro rasgo fundamental de las sociedades agrarias radica en que la mayoría de los grupos domésticos estuvieron relacionados con la agricultura (Hirth 1993:28), aunque también se dedicaron a otras actividades como la producción artesanal (Ford 1991:36). Esta última actividad pudo o no ser especializada. En la literatura arqueológica existe una amplia discusión acerca del grado de especialización artesanal presente en el sistema económico maya del período Clásico. En este trabajo se entiende como especialización artesanal a: The relatively regular and standardized mass production of a nonfood item in quantities clearly higher than those necessary for household consumption, by persons having restrictive access to specific technology, knowledge, skills, or raw materials, and characterized by a vertical division of labor (Michaels 1989 en Pope 1994:150). Otro tema de debate es el grado de control de la élite sobre los sistemas económicos. Estos problemas, en su conjunto, inciden en la complejidad del sistema económico de la sociedad maya del período Clásico. Por una parte, algunos investigadores han concebido a las economías mayas como complejos sistemas regionales o interregionales, los cuales involucran a un número significativo de especialistas artesanales. Mientras, otros arqueólogos sostienen concepciones completamente diferentes, señalando que se carece de evidencia para afirmar la existencia de especialización económica altamente organizada al interior de la sociedad maya (Potter 1993:282). Al igual que Potter (1993:282), consideramos que ambos sistemas económicos estuvieron vigentes en el área Maya durante el período Clásico. Lo anterior significa que, mientras en unos contextos la especialización artesanal fue un factor económico significativo, en otros no lo fue. En otras palabras, el sistema 27

económico Maya del período Clásico no fue una entidad monolítica en tiempo ni espacio sino más bien fue heterogénea. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el área Maya, la producción artesanal especializada fue de baja escala. Por ejemplo, los estudios de ocho talleres líticos del Clásico Tardío en Colhá, en el Norte de Belice, y de la lítica del Clásico Tardío de la región de los lagos del Petén Central evidenciaron producción a baja escala pero intensiva, siguiendo una tecnología estandarizada (Foias 2000:301). Por otra parte, Potter y King (1995:20; ver también McAnany 1987) afirman que el sitio beliceño de Colhá es el mejor ejemplo de que la producción artesanal especializada de bienes utilitarios ocurrió, no en grandes centros, sino en aldeas o centros pequeños localizados en o cerca de recursos críticos – en este caso afloramientos de pedernal -. El acceso a recursos fue el factor crítico para definir la localización espacial de asentamientos económicos especializados más que la cercanía a grandes centros. Esta afirmación se basa en el hecho de que los recursos naturales de las tierras bajas Mayas se presentan en zonas espacialmente discretas y fueron de calidad variable dentro de sus distribuciones (Foias 2000:303; Potter y King 1995:19). Este sistema de producción - producción en contextos domésticos y especialización en áreas rurales -, aunado con el patrón de asentamiento disperso característico de los asentamientos Mayas del período Clásico, puede aparentar ser una forma simple de organización económica como lo han afirmado Sanders y Price (1968). Sin embargo, este no es el caso, ya que la producción en grupos domésticos no excluye participación en sistemas económicos complejos (Smith 1976 en Chase 1998:32) ni la dispersión residencial es igual a autonomía de la sociedad (Freidel 28

1981:377). Para Freidel (1981:377), la integración económica vertical y horizontal confrontada con el patrón de asentamiento disperso de las comunidades Mayas del período Clásico debió requerir de sistemas de distribución para materias primas y productos terminados de gran complejidad (ver Chase 1998). En cuanto al grado de control de la élite sobre los sistemas económicos, algunos arqueólogos proponen un control directo de la élite sobre la producción y el intercambio, pero otros afirman que los sistemas políticos y económicos eran casi independientes (Foias 2000:299). En este punto es necesario hacer una distinción entre los bienes utilitarios y los suntuarios. La producción artesanal de la mayoría de los bienes utilitarios, al igual que la producción agrícola, generalmente no estuvo centralizada. Aún dentro de las comunidades industriales como el centro de producción lítica de Colhá, la manufactura de herramientas y preformas se efectuó al interior del grupo doméstico (Freidel 1981:377; McAnany 1993:81). Por otra parte, la mayoría de la evidencia arqueológica que se tiene por el momento apoya un control parcial de la élite sobre parte de la economía de producción y distribución. La élite controlaba los bienes que les aseguraban su estatus – utilitarios o suntuarios - (Foias 2000:304) ya sea durante la producción, la distribución o el consumo. Las materias primas de tales bienes eran de valor intrínseco ya que se trataba de materiales exóticos o de difícil adquisición. Eran estos bienes los que circulaban, en bajas cantidades, por las redes de intercambio interregional y de larga de distancia. La razón de ello son los costos de transportación que limitaron el tipo y la cantidad de objetos que se movieron a través de estas redes de intercambio (Hirth 1992:19-20). 29

2.2

MODELOS DE PRODUCCIÓN

En la literatura arqueológica existen varios modelos que hacen referencia a los tipos de producción artesanal. Estos modelos toman en cuenta diferentes factores como variables primordiales. Entre estos se encuentran el tipo de administración de la producción, la escala de las unidades de producción, la concentración regional de las instalaciones de producción y la intensidad de producción. El tipo de administración se refiere a la afiliación de los productores – dependientes o independientes de la élite - y el componente sociopolítico de la demanda. La concentración caracteriza a la organización geográfica de la producción, es decir, la manera en que los especialistas están distribuidos a través del territorio y su relación espacial con los otros productores y los consumidores (Costin 1991:11, 13). La escala de la producción describe la composición de la unidad de producción y comprende dos variables relacionadas, el tamaño (número de individuos trabajando en una unidad de producción) y los principios de requerimiento de labor. La intensidad de producción, por otra parte, refleja la cantidad de tiempo que los productores invierten en la actividad productiva (Costin 1991:15, 16). Como se mencionó al principio de este capítulo, estos modelos presentan de manera implícita o explícita a uno de los dos o a los otros dos aspectos claves de la economía, la distribución y el consumo.

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2.2.1 Modelo de Joya de Cerén Este modelo fue propuesto por Sheets (2000) con la evidencia obtenida en el sitio de Joya de Cerén, El Salvador. Según este autor, las actividades económicas dentro de la comunidad pueden ser divididas en tres categorías, cada una examinada desde la perspectiva del grupo doméstico. La primera categoría involucra algún grado de control por parte de la élite, mientras que las otras dos comprenden actividades económicas igualitarias cuyo control residió en los grupos domésticos mismos. El primer sistema económico se denomina economía vertical, regional, jerárquica o formal. Esta economía incluye artículos que los grupos domésticos obtienen de la élite o de especialistas asociados con ella; son artículos que pudieron ser controlados por la élite ya sea durante la producción, la distribución o el consumo. La intervención en la producción, distribución e intercambio de estos bienes permitió a la élite establecer relaciones de desigualdad que resultaron en una mezcla de lealtad, deuda y dependencia de la gente común a la élite (Sheets 2000:218, 219). La segunda categoría de actividades en las que participa el grupo doméstico es la economía comunitaria. Ésta involucra especialización de medio tiempo del grupo doméstico e intercambio horizontal entre grupos domésticos dentro o fuera del sitio. También puede ser denominada economía igualitaria u horizontal (Sheets 2000: 218). La tercera categoría, la economía doméstica, se enfoca en los productos que los miembros del grupo manufacturaron o produjeron para su uso o consumo sin asistencia significativa desde fuera del grupo doméstico. Esta categoría corresponde

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a lo que se conoce también como economía igualitaria o de subsistencia (Sheets 2000: 218). Este modelo propone dos categorías de producción según el tipo de administración que posea. La primera es aquélla efectuada bajo la administración de la élite - economía vertical -; la otra es la realizada por los grupos domésticos sin control por parte de la élite - economía igualitaria de subsistencia y horizontal -. 2.2.2 Modelo heterárquico7 El modelo heterárquico es planteado por Potter y King (1995) para las tierras bajas Mayas. En este modelo se distinguen dos sistemas de producción e intercambio. El primer sistema – que se puede comparar con la economía horizontal del modelo de Sheets (2000) - se caracteriza por el hecho de que no estuvo centralmente administrado por la élite y por la producción de bienes utilitarios en un volumen relativamente alto y su intercambio en áreas limitadas (Potter y King 1995:28-29). La organización de este tipo de intercambio fue esencialmente no jerarquizada con los bienes viajando lateralmente a través de redes horizontales. La función de este sistema fue actuar como “un protector” contra la distribución en mosaico de los recursos importantes y las fluctuaciones temporales en su disponibilidad. Por lo tanto, su función primaria fue económica: la gente necesitaba de estos artículos para su vida diaria (Potter y King 1995:29).

7

Una estructura es heterárquica cuando cada uno de sus elementos está ya sea sin jerarquizar respecto a los otros elementos o posee el potencial para ser jerarquizado en diferentes maneras (Crumley 1987 citado por Potter y King 1995:29).

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El segundo sistema, que se equipara con el sistema de producción vertical del modelo de Sheets (2000), estuvo centralmente administrado y jerarquizado. Este sistema se caracterizó por la producción de un pequeño número de bienes importantes política o ritualmente que fueron usados por la élite y sirvieron para fortalecer su posición y estatus ya sea como semejantes políticos con relación a otros o como superiores dentro de sus entidades políticas. Estos bienes fueron distribuidos en bajas cantidades a través de rutas de intercambio de larga distancia vía centros importantes (Potter y King 1995:28-29). Los dos modelos anteriores se asemejan en que ambos distinguen entre los bienes utilitarios y de prestigio, los cuales tienen diferentes funciones y forman parte de distintas esferas económicas. Ambos modelos se basan en el principio que afirma que para entender la naturaleza de la infraestructura económica Maya se necesita distinguir entre la producción y la distribución de estos dos tipos de artefactos (Foias 2000:299-300). Lo importante de los dos modelos es quién controla la producción o la distribución de los bienes. El siguiente modelo, por lo contrario, toma como variable principal a la intensidad de la producción. 2.2.3 Modelo de la intensidad de producción Este modelo es propuesto por Boeke (1953 en Gibson 1986:31) y en él se distinguen cuatro formas de producción artesanal, las cuales se diferencian por la intensidad de la manufactura de los bienes artesanales. De estas cuatro categorías, sólo los tres últimos corresponden a lo que se denomina producción artesanal especializada.

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El primer nivel de este modelo se denomina industria doméstica. Este nivel de producción tiene como único objetivo satisfacer las necesidades del trabajador, por lo que se produce únicamente para consumo doméstico. Debido a esto, la producción lítica se encuentra desconectada con el comercio y la división social de labor. En el siguiente nivel, el artesanal8, los objetos que se producen están destinados para el intercambio local. Sin embargo, se produce según las necesidades y no con el fin de acumular. Durante el intercambio hay un contacto inmediato entre productor y consumidor. La tercera categoría de este modelo se denomina industria casera9. En este nivel, los objetos que se producen están destinados para el mercado. A pesar de esto, la producción es de medio tiempo. Frecuentemente, un comerciante profesional actúa como intermediario entre el productor y el consumidor, por lo que el artesano desconoce el destino de su producto. Aunque no es una regla, puede existir la acumulación de los bienes. Por último, se encuentra la especialización artesanal intensiva. La producción en este nivel de producción es de tiempo completo o casi de tiempo completo. La actividad de manufactura se realiza en un taller común bajo la supervisión de un administrador y con una división técnica de labor. Como una regla, existe la acumulación de los bienes.

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Handicrafts en inglés. La categoría industria casera se denomina en inglés cottage.

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El siguiente modelo, al igual que el que se acaba de presentar, tiene como variable la intensidad de producción. La diferencia principal entre los dos modelos radica en el hecho de que el modelo de los modos de producción que se plantea a continuación se enfoca también en los procesos de deposición del desecho de la manufactura, en el contexto de la producción y en ciertas características del bien producido lo que ayuda a su identificación en el registro arqueológico. 2.2.4 Modelo de los modos de producción Este modelo fue elaborado por Santley y Kneebone (1993) siguiendo a Van der Leeuw (1977) y Peacock (1982). El modelo establece cuatro modos de producción que comprenden todo el patrón existente en las maneras de producir bienes (Santley y Kneebone 1993:38). El primer modo, que corresponde a la producción artesanal simple, se denomina producción doméstica. Este modo ocurre cuando los grupos domésticos producen sólo lo necesario para su consumo con el único objetivo de remplazar su tecnología doméstica. En otras palabras, en este nivel no hay especialización; por consiguiente, el tamaño de la producción es pequeño manufacturándose pocos tipos de bienes de calidad variable (Santley y Kneebone 1993:39). Debido a que la demanda en la producción doméstica es baja, los episodios de producción pueden ocurrir tan infrecuentemente como una vez al año. Como resultado, las actividades de producción se incorporan dentro del régimen de las actividades domésticas. Debido a esto, se invierte poco o nada en instalaciones especializadas para la manufactura y existe poca o ninguna segregación de áreas de actividad al interior de la unidad habitacional con una base permanente. El desecho 35

generado durante la producción, el cual es siempre poco, y la basura resultante de las actividades domésticas son generalmente colocados en los mismos basureros (Santley y Kneebone 1993:39). Las siguientes tres categorías, la industria doméstica, el taller y la manufactura, pertenecen a los diferentes niveles de lo que se ha definido como especialización artesanal. La industria doméstica se refiere a la producción de bienes en niveles más altos que en el modo anterior ya que los productores, además de producir para satisfacer sus necesidades, suministran bienes a otros grupos domésticos locales. El contexto de la producción siempre es la unidad habitacional, pero ya se puede hablar de la existencia de cierta especialización en los tipos de bienes que se producen. Estos objetos son de calidad variable, pero más o menos estandarizados. Las actividades de producción son de medio tiempo (Santley y Kneebone 1993:41). Los episodios de producción, aún cuando siguen siendo intermitentes, ocurren de manera más frecuente que en la producción doméstica. Este aumento en la proporción de producción resulta en un número más alto de implementos y desechos de manufactura que son más susceptibles de identificación arqueológica ya que los depósitos de desecho son diferentes a los de los no productores. La mayoría de los desechos producidos son limpiados para no interferir en las actividades domésticas y es probable que se depositen en el basurero doméstico. Sin embargo, si hay una cantidad excesiva como para ser depositada en el basurero doméstico, el desecho podría ir a basureros especiales que contendrán casi en su totalidad desechos de producción. Tales basureros especiales serán relativamente

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pequeños en tamaño dado el pequeño nivel de producción y pueden estar asociados con las diversas áreas de actividad de producción (Santley y Kneebone 1993:41). Cuando la producción llega a ser una actividad especializada de tiempo completo, se está frente al modo de producción denominado industria de taller. Este modo se caracteriza por el hecho de que los niveles de producción son considerablemente más altos que aquellos asociados con los otros dos tipos anteriores. Las intensidades de producción están condicionadas por los niveles de demanda de los bienes y por el carácter del sistema de distribución del producto. Este modo se distingue también porque existe una tendencia hacia el aumento en eficiencia en el proceso de producción siendo la calidad de los bienes estandarizada (Santley y Kneebone 1993:41). La proporción más alta en la producción y la tendencia hacia la eficiencia impactan de manera significativa en la localización y en la organización de los talleres. Las actividades de producción son frecuentemente segregadas de las actividades domésticas, ubicándose los talleres en lugares especiales de la unidad habitacional o muy cerca de ella. En este modo se realizan diferentes actividades en diferentes áreas dentro del cuarto de trabajo. Estas áreas están permanentemente reservadas para propósitos específicos, aunque algunos espacios pueden ser usados de manera serial (Santley y Kneebone 1993:41). La composición y la distribución espacial del residuo de la

producción

también se afectan. La producción más alta genera más desecho y llega a ser común la segregación del desecho doméstico y el desecho de la producción. Si la producción especializada ocurre por largos períodos de tiempo, estos basureros

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especiales localizados fuera de la unidad habitacional pueden llegar a tener un gran tamaño (Santley y Kneebone 1993:41). La manufactura es el modo de producción que posee el nivel más alto y se caracteriza por la especialización en todos los aspectos del proceso de producción. La especialización no sólo se refiere a grupos de especialistas realizando diferentes estadios de la producción sino también a la extrema formalización de áreas de trabajo segregadas. Estas áreas están situadas en las diferentes instalaciones que componen el taller, el cual se ubica aparte de la unidad habitacional ya que debido al alto nivel de producción, la actividad interfiere con las otras actividades domésticas. La localización del lugar de producción está determinada por el acceso a la labor, el transporte, los depósitos de recursos o el lugar de deposición de la basura (Santley y Kneebone 1993:42). Las fábricas, gracias a la realización simultánea de la mayoría de las tareas que componen el proceso de producción, producen un gran número de tipos diferentes de bienes de calidad altamente estandarizada. Debido al alto nivel de producción, los basureros generalmente son grandes en tamaño y se localizan en contextos no residenciales. En este tipo de producción pueden existir diferentes tipos de basureros que corresponden a los diferentes estadios del proceso de la producción o a los diferentes bienes que se producen (Santley y Kneebone 1993:42).

38

2.2.5 Modelo multivariable Este modelo fue propuesto por Costin (1991:11) quien define a la especialización como: […] a differentiated, regularized, permanent, and perhaps institutionalized production system in which producers depend on extra-household exchange relationships at least in part for their livelihood, and consumers depend on them for acquisition of goods they do not produce themselves. Para Costin (1991:4), la especialización presenta varios grados con lo que se refiere a la proporción de productores a consumidores. Un producto que tiene un número alto de productores con relación a consumidores tendrá un bajo grado de especialización, mientras que un producto que tiene pocos especialistas con relación a los consumidores tendrá un alto grado de especialización. La especialización posee también el potencial de organizarse de varias maneras, es decir, existen varios tipos de especialización. Entre los parámetros en los que Costin (1991:8) se centra para describir la organización de la producción se encuentran la naturaleza del control sobre la producción y la distribución, la concentración regional relativa de las instalaciones de producción, la escala de las unidades de producción – enfocándose en su tamaño y su constitución - y la intensidad de la producción. Con base en los dos factores mencionados anteriormente - grados y tipos de especialización - Costin (1991:8-9) elabora una tipología de la especialización. Esta tipología consta de ocho categorías, las cuales se presentan a continuación.

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En las primeras dos categorías del modelo se producen bienes para consumo local sin restricciones. La diferencia entre estos dos tipos de producción radica en la escala de las unidades de producción. Cuando las actividades de manufactura son realizadas por individuos o grupos domésticos autónomos, el tipo de producción se denomina especialización individual; mientras que la categoría denominada talleres dispersos designa a la producción realizada por grandes talleres. La especialización comunitaria, por otra parte, se refiere a la producción de bienes sin restricciones para consumo regional. La labor de manufactura es realizada por unidades de producción conformadas por individuos o grupos domésticos autónomos. Estas unidades de producción se encuentran agregadas dentro de una sola comunidad. En el tipo de especialización denominado talleres nucleares también se manufacturan objetos para consumo regional por parte de unidades de producción agregadas al interior de una comunidad. Pero a diferencia de la categoría anterior, las unidades de producción corresponden a grandes talleres agregados. El tipo de especialización que Costin (1991) designa corvée disperso corresponde a la producción de medio tiempo realizada por un grupo doméstico o una comunidad con el objeto de producir bienes para la élite o las instituciones de gobierno. En la categoría sirvientes individuales también se producen bienes para patrones de la élite o instituciones de gobierno; sin embargo, las unidades de producción están conformadas por artesanos individuales usualmente trabajando tiempo completo.

40

En el corvée nucleado las actividades de producción son también de tiempo completo y son administradas por una institución gubernamental. Las unidades de producción trabajan con un propósito especializado dentro de un marco controlado por la élite. El último tipo de especialización se denomina talleres de sirvientes. La producción en esta categoría, la cual es de gran escala, es realizada por artesanos de tiempo completo para un patrón de élite o institución de gobierno. Las actividades de manufactura se realizan al interior de una instalación altamente especializada y segregada. De los cuatro modelos propuestos, éste es el más complejo ya que presenta cuatro variables como las primordiales. Sin

embargo, para poder emplear esta

tipología es necesario realizar estudios a escala regional y este no es el objetivo del presente trabajo. Tampoco se pretende identificar la escala de la unidad de producción. Lo importante del modelo de Costin es que nos brinda la concepción de que las variables de tipo de administración y de intensidad de producción son complementarias y pueden ser unidas en un único modelo. 2.2.6 Modelo de dos variables En este trabajo se propone un modelo que destaca como variables primordiales la intensidad de producción y el tipo de administración. En la primera categoría del modelo no existe la especialización. Las siguientes categorías, por lo contrario, pertenecen a lo que anteriormente se ha denominado especialización artesanal y se diferencian por la falta o presencia de control por parte de la élite durante los procesos de elaboración, distribución o consumo del bien y por la intensidad de la 41

producción. En este modelo no se toma en cuenta la última categoría del modelo de Santley y Kneebone (1993) ya que se considera que no estuvo presente en Mesoamérica. Como los anteriores (Sheets 2000; Potter y King 1995), este modelo considera que la economía Maya del período Clásico combina dos niveles o esferas. Por una parte, se encuentra la economía política que incluye la producción, adquisición y disposición de artículos usados por la élite con el propósito de afirmar su estatus o en sus transacciones para formar y mantener alianzas. La segunda esfera, por otra parte, es la economía general o informal que incluye todas aquellas actividades económicas que pertenecen a la producción, intercambio y consumo de bienes utilitarios (Foias 2000:299-300). En este punto, hay que tener en cuenta que al interior de una sociedad pueden encontrarse diferentes tipos de producción artesanal (Diamanti 1991:409). La primera categoría se denomina producción doméstica de subsistencia; comparte las características de las denominadas economía igualitaria de subsistencia (Sheets 2000) y producción doméstica (Santley y Kneebone 1993). Esta categoría se define principalmente por el hecho de que los miembros del grupo doméstico producen bienes utilitarios únicamente para su consumo y porque la producción es administrada por los miembros del grupo doméstico sin control por parte de la élite. Las actividades de producción en esta categoría se realizan al interior de la unidad habitacional. La industria doméstica o segunda categoría participa de los rasgos de las categorías denominadas economía igualitaria horizontal (Sheets 2000), sistema horizontal (Potter y King 1995) e industria doméstica (Santley y Kneebone 1993). En 42

este nivel, la producción sigue estando bajo el control de los grupos domésticos, pero su tamaño es más alto que en la categoría anterior ya que los grupos domésticos producen no sólo para su consumo sino también para intercambiar con otros grupos que dependen de ellos para obtener tales bienes. El número de productores con relación a los consumidores es alto debido a que la especialización es de medio tiempo; también se puede denominar semiespecialización. Al igual que en la categoría anterior, el contexto de producción es la unidad habitacional. La industria de taller horizontal comparte las características de la economía igualitaria horizontal (Sheets 2000), el sistema horizontal (Potter y King 1995) y la industria de taller (Santley y Kneebone 1993). La industria de taller horizontal se caracteriza porque la intensidad de producción es más alta que en los niveles anteriores produciéndose más de lo necesario para la satisfacción del grupo doméstico que produce y de otros grupos de la localidad. Debido a esto, las actividades de producción se realizan en un lugar especial denominado taller, el cual se ubica en o cerca de la unidad habitacional segregado del resto de las actividades domésticas. La alta intensidad de producción se debe a que el objetivo de la misma es el intercambio. En la industria de taller horizontal, el número de productores con relación a los consumidores es bajo, el tiempo dedicado a esta actividad puede ser tanto de tiempo completo como de medio tiempo. Este nivel de producción comparte con las otras categorías el hecho de que la producción tampoco está controlada por la élite y que los bienes que se producen también son utilitarios.

43

Estos tipos de producción tienen en común la característica de que la producción no es administrada centralmente por la élite. Esto de ninguna manera significa que los grupos domésticos de élite no participaron en ellos. A diferencia del siguiente tipo de producción, en los tres anteriores cualquier grupo doméstico puede participar. La cuarta categoría de producción, la industria de taller vertical se caracteriza porque la producción está centralmente administrada por la élite; comparte con la categoría anterior el bajo número de productores con relación a los consumidores. Es decir, participa de las características de la economía vertical (Sheets 2000), el sistema vertical (Potter y King 1995) y de la industria de taller (Santley y Kneebone 1993). En la industria de taller vertical, el tipo de producción se puede dividir en dos subcategorías según el tipo de bienes que se produzcan. Cuando se producen bienes utilitarios, la intensidad de producción es alta, equiparable con la industria de taller horizontal. El contexto de producción, como en la industria de taller horizontal, es un taller. Los bienes de esta categoría se distinguen por ser artículos utilitarios necesarios para los grupos domésticos, pero que sólo pueden obtenerse a través de la élite o con especialistas asociados con ella. Estos productos se caracterizan por poseer una gran homogeneidad. La variación entre los conjuntos de grupos domésticos, en este caso, debe verse como el resultado de su poder adquisitivo (Hirth 1998 en Sheets 2000:223). Los bienes de la segunda subcategoría, por lo contrario, son artículos producidos para el consumo exclusivo de la élite. La materia prima de estos objetos puede, en ocasiones, ser rara o de difícil adquisición (Woods y Titmus 1996:479). Su 44

manufactura puede ser realizada por artesanos asociados con la élite o que pertenecen a la élite misma. Estos objetos son de vital importancia dentro de la economía política y la estructura de estatus, poder y control de la sociedad. Sin embargo, no se producen sólo para consumo de la élite local, sino de manera más importante, para usar como regalos con el fin de consolidar alianzas con élites de otros lugares (Martin 2001:177). La intensidad de la producción de estos bienes es variable, según la escala de la demanda, pero nunca se equipara con la intensidad de la subcategoría anterior, en realidad se puede decir que la escala de intensidad es muy baja. Las actividades de producción se realizan al interior de la unidad habitacional del grupo doméstico de élite, en lugares especiales segregados del resto de las actividades domésticas.

2.3

APLICACIÓN DE MODELOS DE PRODUCCIÓN EN LOS ESTUDIOS SOBRE EL SÍLEX DE LAS TIERRAS BAJAS MAYAS

La mayoría de los modelos de producción que se han elaborado para las tierras bajas Mayas se han aplicado a los materiales cerámicos, más que a los líticos o a cualquier otro material. Cuando los modelos se aplican para estudiar los artefactos líticos, en su mayoría, tales artefactos se encuentran elaborados con obsidiana (ver Braswell 2002). Sin embargo, existen trabajos cuyo interés se centra en los artefactos elaborados con la materia prima que nos atañe: el pedernal o sílex y utilizan los modelos de producción para explicar la naturaleza de la manufactura de los implementos de pedernal en determinado sitio. Este apartado tiene como objetivo reseñar tales estudios.

45

Cabe señalar que existen investigaciones que aun cuando estudian los diversos aspectos de la producción de los implementos de sílex no aplican ningún modelo en particular (Clark 1981). En este apartado únicamente se tomarán en cuenta los trabajos que emplean los modelos de producción anteriormente citados. Potter y King (1995) emplean el denominado modelo heterárquico. Estos investigadores consideran que la producción de herramientas formales en Colhá corresponde al primer sistema de producción e intercambio de su modelo. Para ellos, tales herramientas fueron producidas en grandes cantidades por los grupos domésticos, quienes administraban la producción y eran distribuidas a través de redes horizontales hacia sitios pequeños del Norte de Belice (Potter y King 1995:28). Por otra parte, los excéntricos de pedernal manufacturados en Colhá corresponden al segundo sistema de producción e intercambio. Según los autores, estos artefactos se produjeron en cantidades pequeñas y eran distribuidos a través de redes verticales de larga distancia vía grandes centros. Tanto la producción como la distribución de estos bienes eran controladas por la élite. A este sistema también pertenecieron aquellos objetos elaborados con materia prima exótica como el jade y la obsidiana (Potter y King 1995:29). Cuando hacen referencia al nivel de especialización artesanal imperante en el sitio de Colhá durante el periodo Clásico Tardío, Potter y King (1995:29) emplean el modelo propuesto por Costin (1991). Para ellos, la manufactura de herramientas en ese sitio beliceño corresponde al nivel denominado especialización comunitaria.

46

En su tesis doctoral sobre los patrones diacrónicos de los sistemas de producción, uso e intercambio de las herramientas talladas de pedernal en las tierras bajas del Sur, Gibson (1986) aplica el modelo establecido por Boeke (1953 en Gibson 1986:31) al material recuperado en sitios del Norte de Belice, especialmente Colhá. El objetivo es determinar cuál fue el nivel de especialización de la manufactura de herramientas de pedernal en los sitios beliceños. El investigador encuentra que en el asentamiento de Colhá existieron tres niveles de producción de herramientas de pedernal. Durante el periodo Preclásico Medio, en Colhá10 predominó la industria casera, mientras que la especialización artesanal intensiva apareció en ese sitio en algún momento del periodo Preclásico Tardío. La producción estuvo restringida a cuatro formas de productos: el tranchet, el bifacial oval, la macronavaja pedunculada y los excéntricos (Gibson 1986:191). La especialización artesanal intensiva continuó en Colhá durante el periodo Clásico Tardío sin cambios en las técnicas y modos de manufactura. Gibson (1986:199, 201, 234) encuentra también que en otros asentamientos del Norte de Belice - como

Chicawate, Kichpanha, Kunahmul, Maskall, y Rockstone Pond –

también hubo un aumento en el nivel de especialización quizá equiparable al de Colhá. Este nivel de especialización se dio como respuesta al crecimiento de la población y al cambio en la tecnología agrícola de un sistema extensivo a uno intensivo.

10

Shafer y Hester (1983) presentan la descripción de la estructura de la producción de herramientas de pedernal presente en Colhá durante toda su secuencia de ocupación.

47

Durante el periodo Posclásico, la especialización artesanal intensiva sólo estuvo presente en Colhá. El sistema de producción lítica en Colhá sufrió un gran rompimiento con las tradiciones de manufactura del periodo Clásico Tardío. La forma predominante de las herramientas fue la punta de flecha pedunculada con muescas basales y laterales (Gibson 1986:202, 210). El tercer nivel de producción que encuentra Gibson (1986:213) en el Norte de Belice corresponde a la industria doméstica. A diferencia de los otros niveles que estuvieron enfocados en la manufactura de herramientas formales11, este modo de producción se centró en la producción de herramientas informales o expedientes12. La industria doméstica estuvo presente en todo el Norte de Belice durante toda la secuencia de ocupación. Valdez y Potter (1991) emplean también el modelo propuesto por Boeke (1953 en Gibson 1986) para determinar el nivel de la producción de herramientas de pedernal presente en Copán durante el periodo Clásico. Su análisis se centra exclusivamente en el desecho de talla. Valdez y Potter (1991) señalan que aun cuando no pudieron cuantificar las densidades de pedernal al interior del sitio pueden sostener que la intensidad de producción de los implementos fue muy baja. Esta actividad en Copán no ocurrió en agregados, sino más bien estuvo dispersa a través del sitio. Debido a esto,

11

12

Las herramientas formales son aquéllas que muestran regularidad en su forma. En esta clase de artefacto se incluye a puntas de dardo, puntas de flecha, bifaciales, navajas, entre otros (Potter 1987:1). Las herramientas expedientes o informales se refieren a aquellos implementos retocados o no que carecen de regularidad en su forma. En este caso estamos hablando de lascas unifaciales o bifaciales amorfas, lascas con muescas, lascas utilizadas, raspadores de formas no estandarizadas, punzones, y fragmentos usados.

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consideran que la manufactura de herramientas de pedernal corresponde a la industria casera. En el sitio arqueológico de Tikal, Moholy-Nagy (2000) empleó el modelo propuesto por Santley y Kneebone (1993) ya que lo consideró como “una de las tipologías más útiles” para el estudio de la organización de la producción. Además, señala que a través de él es posible utilizar el desecho de la manufactura que se recupera en el registro arqueológico para formular hipótesis sobre los modos de producción (Moholy-Nagy 2000:215). Moholy-Nagy (2000) encuentra que la producción de herramientas expedientes o informales equivale al nivel de producción doméstica. Mientras considera que la producción en el nivel de industria doméstica pudo haber creado la mayor parte de los bifaciales y navajas de pedernal usados en Tikal durante toda su existencia. Sin embargo, plantea la posibilidad de que parte de la producción de herramientas formales fuera realizada en el nivel de la industria de taller ya que así lo parecen estar sugiriendo las enormes cantidades de desecho de producción de bifaciales de pedernal recuperadas en el Grupo 5D-2 (Plaza Mayor y Acrópolis Norte)13.

13

Hay que tener cuidado con este tipo de interpretaciones, ya no es posible afirmar de manera inequívoca que todo el desecho recuperado en esos contextos provenga de un mismo contexto de producción.

49

CAPÍTULO 3

PRODUCCIÓN, MANTENIMIENTO Y RECICLAJE: EVIDENCIAS EN EL REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Las investigaciones etnográficas y etnoarqueológicas han sugerido que los datos apropiados para identificar los lugares de producción de bienes artesanales incluyen materia prima, desecho, herramientas e instalaciones asociadas con la producción (Costin 1991:18-19; Moholy-Nagy 2000:214). En general, los desechos producidos, no sólo durante la manufactura, sino también durante el mantenimiento y el reciclaje de las herramientas líticas son los principales materiales recuperados en las excavaciones arqueológicas de las tierras bajas Mayas y, por lo tanto, son indicadores probables de estas actividades. Mediante la revisión de la literatura arqueológica se ha establecido que existen dos formas de analizar el desecho de talla. Una de ellas es a través de una aproximación no tipológica. El objetivo de estos estudios es proveer una jerarquización ordinal del desecho de talla mediante el análisis de atributos tecnológicos seleccionados (Aldenderfer 1991a; Fedick 1991). La otra aproximación es la tipológica tecnológica que es la que se va a emplear en esta investigación. La ventaja inmediata de esta tipología es que permite al analista hablar fácilmente de técnicas de manufactura y de los implementos de la producción. Como ya se ha mencionado líneas arriba, a través del análisis tipológico tecnológico del desecho de talla es posible estudiar el sistema de producción de las

50

herramientas líticas - en este caso, elaboradas con sílex o pedernal -, así como las conductas de mantenimiento y reciclaje. En los siguientes apartados, se tratará sobre los sistemas de ordenamiento de los artefactos líticos con el fin de establecer algunas de sus bases teóricas y de señalar cuáles son las clasificaciones tipológicas que se han empleado para analizar a los artefactos líticos. Posteriormente, se señalará cuál es la metodología que se va a emplear para estudiar los desechos de talla de pedernal procedentes de las unidades habitacionales bajo estudio.

3.1

SISTEMAS

DE

ORDENAMIENTO

DE

LOS

ARTEFACTOS

LÍTICOS

TALLADOS: AGRUPACIÓN, CLASIFICACIÓN Y TIPOLOGÍA Desde la introducción de los estudios líticos en la arqueología de las tierras bajas Mayas, los sistemas de ordenamiento u arreglos han jugado un papel sumamente importante. Esto se debe a que facilitan la investigación de artefactos mediante la unión de piezas únicas que comparten algunos atributos o que son similares en alguna manera (Adams y Adams 1991:159 en Götz 2001:55; Banning 2000:35). La clasificación, principalmente, se ha considerado como una parte esencial en el proceso de producción de información arqueológica (Jover 1999:66). Sin embargo, a pesar de su importancia para el estudio de los artefactos líticos - así como de cualquier tipo de artefacto – existe mucha inconsistencia en cuanto a la terminología de los términos clasificatorios (Götz 2001:55). En ocasiones, por ejemplo, el término “clasificación” se emplea para designar ya sea a la clasificación como tal o a la tipología. En ocasiones, se observan muchas discrepancias entre las clasificaciones y tipologías que emplean los investigadores según los factores 51

indicativos empleados. De esa manera, en tales clasificaciones es usual encontrar variables morfológicas, tecnológicas y funcionales (Banning 2000:53; Bate 1998:173; Konieczna 1976:6). Este apartado tiene como objetivo clarificar qué se entiende por cada uno de los términos clasificatorios, es decir, se presentan las bases teóricas de los sistemas de ordenamiento. De igual manera, se da un esbozo de las diversas tipologías que se han aplicado a los artefactos líticos de las tierras bajas Mayas, especialmente los elaborados con sílex o pedernal. 3.1.1 Bases teóricas de los sistemas de ordenamiento El agrupamiento y la clasificación pertenecen a los que Dunnell (1971:43, 44) ha denominado arreglo. El arreglo es un procedimiento mediante el cual se ordenan los fenómenos – que en el caso de la arqueología se trata de artefactos – en unidades. Los arreglos se caracterizan por ser completamente arbitrarios ya que el número de maneras en que se pueden construir es infinito. El agrupamiento denota al arreglo en el mundo fenomenológico y se define como la creación de unidades de cosas o grupos (Dunnell 1971:49) a través de su grado de similitud o rasgos comunes subjetivamente descubiertos (Vallo 2000:48 en Götz 2001:55). La característica principal de este sistema de ordenamiento, desde el punto de vista filosófico, es que el punto de comienzo no es un modelo abstracto de cómo conceptuar los artefactos sino más bien una colección actual de piezas (Banning 2000:36).

52

Los grupos pueden ser descritos, poseen existencia objetiva y, por lo tanto, son históricos. Los grupos, sin embargo, carecen de pasos analíticos formales por lo que no pueden proveer unidades definidas intencionalmente que sean capaces de evaluación

(Dunnell

1971:43,

88,

91).

Además,

no

pueden

existir

independientemente de sus miembros y están restringidos en su capacidad organizativa a la información en la que se basan ya que un objeto no puede ser incluido o excluido en un grupo sin alterar la descripción del agrupamiento (Dunnell 1971:88, 91). Esto lleva a que los grupos construidos a través de esta forma de arreglo no sean comparables entre sí; en realidad, los grupos únicamente son aptos para la representación de los objetos originalmente incluidos (Dunnell 1971:169; Götz 2001:55). La clasificación, por otra parte, se destaca por ser un procedimiento que produce información arqueológica (Jover 1999:66), organizando y unificando el mundo fenomenológico para que pueda ser explicado (Dunnell 1971:59). La clasificación se define como la creación de unidades de significado o clases mediante la estipulación de redundancias (Dunnell 1971:44). En otras palabras, las clases se crean mediante definiciones intencionales que establecen las condiciones necesarias y suficientes para que un fenómeno pueda ser asignado a dicha categoría (Dunnell 1971:139). Las clases, contrario a los grupos, son definidas y no poseen existencia objetiva ya que son parte de sistemas ideales (Dunnell 1971:45; Jover 1999:65). Debido a lo anterior, las clasificaciones son independientes de los fenómenos que clasifican por lo que si se añaden o se extraen o si hay o no artefactos que

53

pertenezcan a una categoría en particular, las reglas que definen a las clases permanecen siendo las mismas (Banning 2000:38). Este proceso de ordenamiento asume que el mundo fenomenológico es capaz de un orden, pero no de un orden particular que sea inherente14 (Dunnell 1971:47; Jover 1999:66). Desde esta perspectiva, la selección de la escala, del campo, de los atributos y de los atributos diagnósticos necesarios para la creación de la clasificación es completamente arbitraria (Dunnell 1971:59). Tales selecciones deben tener una relación perfectamente definida y estrecha con las hipótesis que se están evaluando (Jover 1999:66). Si las clases se mantienen consistentes al examen arqueológico según las hipótesis antes definidas, entonces se pueden denominar tipos afirmativos15 (Götz 2001:59), es decir, se obtiene una tipología. La tipología se ha definido como “[…] a classification or grouping that has explanatory (or meaningful) relationships with attributes that are nor intrinsic to the classification or grouping itself” (Banning 2000:53). Una tipología es una explicación y no meramente la estructura de una compilación. Para crear una tipología, los arqueólogos emplean atributos extrínsecos relevantes, ya sea espaciales, cronológicos, económicos, sociales, funcionales, entre otros (Banning 2000:53). Debido a eso, existen diversas tipologías en la literatura.

14

Esta postura es contraria a la de Chang (1976:88, 109), quien sostiene que los datos poseen un orden inherente. La consecuencia de esto es que las clasificaciones que se obtienen pretenden ser universales o naturales y autónoma respecto al investigador, quien las descubre. Las categorías correctas son las que reflejan la propia mentalidad del nativo respecto a cómo clasifica. El problema con esta postura es que es imposible de evaluar ya que carece de propósitos explícitos (Dunnell 1971:60). 15 Linda Manzanilla (1987) realiza una revisión de las definiciones de tipo elaborados por otros investigadores, así como sus métodos tipológicos.

54

Entre los criterios básicos que permiten definir las opciones más adecuadas a la investigación hay que considerar qué se clasifica y para qué se clasifica. Una tipología exitosa debe tener en cuenta la naturaleza y las características del fenómeno a ser clasificado ya que una tipología universal para todas las categorías de artefactos no es posible (Rovner y Lewenstein 1997:10). Las tipologías deben ser evaluadas también según su adecuación a los propósitos para los cuales se utiliza (Bate 1998:169, 170; Read y Russell 1996:663), se debe considerar si la tipología que se ha elegido es la herramienta más efectiva para lograr la meta planteada. La evaluación de opciones debe considerar como más adecuados a los procedimientos que optimicen la relación entre los siguientes requisitos (Banning 2000:56; Bate 1998:172-173): 1)

Debido a que las tipologías son usadas para propósitos particulares, las categorías en las que se ordenan los fenómenos deben tener relevancia y significado respecto a estos propósitos.

2)

Los atributos que definen o describen a las categorías deben ser fácilmente reconocibles, esto con el fin de que sea factible una fácil identificación de los fenómenos que correspondan a determinadas categorías.

3)

Debe ser posible crear categorías de distintos grados de generalidadsingularidad.

4)

En la medida en que se obtienen nuevos materiales, la tipología debe permitir la creación de nuevas categorías o subcategorías.

5)

Se debe poseer la capacidad de elaborar sistemas suficientemente comprensivos como para ordenar conjuntos de características muy diversas con el mismo procedimiento de manera que sean comparables. 55

6)

Se deben desarrollar los procedimientos operativamente más practicables y de mayor rendimiento.

7)

Por último, la tipología debe facilitar una comunicación suficientemente clara de la información producida a partir de los materiales conocidos. Las siguientes clasificaciones que se van presentar a continuación se deben

considerar como tipologías ya que poseen una asociación no azarosa entre las clases y un atributo extrínseco (funcional, morfológico o tecnológico). 3.1.2 Tipologías de los artefactos de lítica tallada La sistematización en el análisis lítico se refiere a los procedimientos de clasificación de los artefactos y los principios de teoría en los cuales se basan (Sheets 1975:371). En cuanto a la lítica tallada, se pueden establecer tres corrientes específicas de clasificaciones tipológicas según la variable que se establezca como principal: morfológica, funcional o tecnológica. La clasificación morfológica se sustenta con el argumento de que los únicos atributos que permiten agrupar consistentemente a las herramientas son la forma y la frecuencia significativa de las mismas (Brockman 2000:63; Gaxiola 1988:279). A partir de la forma se derivan otras características como la función y los tipos diagnósticos culturales. La importancia de las clasificaciones morfológicas estriba en que permiten establecer diferencias culturales y cambios temporales (Gaxiola 1988:281), esto hace que hayan sido las empleadas por los seguidores de la Historia Cultural. La desventaja es que imposibilitan la definición de atributos relevantes para

56

la reconstrucción tecnológica ya que su propósito es caracterizar a los conjuntos líticos (Gaxiola 1988:280) haciendo caso omiso del desecho de talla16. La tipología elaborada por Kidder (1947) (Figura 3) es un ejemplo de este modo de clasificación tipológica. Como ya se mencionó, esta tipología tiene el mérito de haber sido la primera que se elaboró con el fin de ordenar los artefactos del área Maya. Kidder estableció una jerarquización de niveles analíticos de tal manera que se pudieran realizar interpretaciones propias de la corriente denominada Historia Cultural. CLASIFICACIÓN

RASGO DISTINTIVO

(Primer Nivel)

Material genérico

(Segundo Nivel)

Técnica de trabajo

(Tercer Nivel)

Función cultural

(Cuarto Nivel)

Materia específica

ARTEFACTO

Función específica

VARIEDAD

Forma FIGURA 3. MÉTODO TIPOLÓGICO DE KIDDER

Fuente: Brockman 2000:65. Sin embargo, a pesar de que los niveles analíticos están jerarquizados en esta tipología, carecen de nomenclatura por lo que los grados de separación interna de la clasificación no quedan determinados con precisión. Tampoco se menciona la 16

Actualmente, sin embargo, los litólogos franceses tienen como criterio principal para creación de tipo al morfológico (Manzanilla 1987:95), aun cuando su interés sea el conocimiento de los procesos de manufactura (ver Darras 1999).

57

razón de la separación de materia prima general y específica ni del carácter intermedio del nivel función cultural. El planteamiento de este nivel, por otra parte, se hizo a la ligera basándose exclusivamente en el contexto en el que se localizaron los objetos17 (Brockman 2000:66). Moholy-Nagy (1991:194) señala que uno de los principales problemas de la tipología es la inconsistencia entre el criterio de tipo que es exclusivamente morfológico y los nombres de los tipos los cuales son exclusivamente funcionales. El método tipológico que plantea Ángel García Cook (Figura 4) en su obra Análisis Tipológico de Artefactos (1967) es también un ejemplo de esta forma de tipología. Esta clasificación tipológica es la que más peso ha tenido en la arqueología mesoamericana en general18 (ver por ejemplo Brockman 2000; García Moll 1977; Ruiz 1986, 1989). García Cook (1967:36) propone un orden para la descripción de las herramientas líticas mediante la jerarquización de cuatro niveles significantes: materia prima, tecnología, función y morfología. Esto con el fin de alcanzar una caracterización socioeconómica de la sociedad que produjo el conjunto lítico (Brockman 2000:68). Este Método Tipológico, en términos de su creador, es “una clasificación tecno-económica basada principalmente en el material, la forma en que fue trabajado y las funciones a las que fueron destinados los artefactos”.

17

Según el contexto en el que se encontraron los artefactos durante las exploraciones de los sitios, se les asignaba una función: utilitaria o ceremonial. Muchos autores han criticado esta asignación como ambigua y simplista. 18 La tipología elaborada por García Cook se basa, en parte, en la propuesta por Gorodzov (1965).

58

García Cook (1967:153) además señala que esta clasificación permite conocer todos los aspectos del material, impide caer en confusiones terminológicas, resulta abierta a todas las posibilidades necesarias al efectuar el análisis, facilita las comparaciones con otras series de artefactos y permite establecer los prototipos característicos de los artefactos en las diferentes culturas y para las distintas épocas. Asimismo, está abierta a cambio y es justa para todo tipo de material (García Cook 1967:37). CLASIFICACIÓN

RASGO DISTINTIVO

INDUSTRIA

Material

CLASE

Técnica de Trabajo

USO

Técnica de Empleo (función genérica)

CATEGORÍA

Técnica de empleo específica (función específica)

FAMILIA

Forma genérica

TIPO

Forma específica

VARIANTE

Formas particulares

FIGURA 4. METODO TIPOLÓGICO DE GARCIA COOK Fuente: García Cook 1967:38 59

Sin embargo, Gaxiola (1988:279) considera que el método no cumple con los objetivos que se plantea ya que no existe un rigor entre los objetivos perseguidos (análisis de los aspectos tecno-económicos y de los cambios observables en el tiempo y en el espacio) y los criterios y atributos seleccionados. Los atributos que intervienen en la definición de las dos primeras categorías –industria y clase - son demasiado generales y sólo permiten distinguir entre artefactos hechos de piedra, hueso, concha, entre otros y no posibilitan la reconstrucción de la tecnología como un conjunto de operaciones. En cuanto a los niveles uso y categoría, es importante señalar que los análisis microscópicos de las marcas funcionales y huellas de uso han demostrado que es imposible identificar el empleo de un artefacto morfológicamente, por lo cual la separación en esos niveles es arbitraria y peligrosa; la clasificación utilitaria debe deducirse del análisis y no predeterminarse (Brockman 2000:68). La aplicación del método presenta también varias inconsistencias analíticas. Por ejemplo, el esquema jerárquico condiciona la forma de los artefactos a la técnica de empleo, aunque el planteamiento del método lo establece a la inversa. Para la definición de las tres últimas categorías, se emplean criterios pseudo-tecnológicos que no afectan la forma como excluyentes de criterios formales (Gaxiola 1988:279, 280). Para Brockman (2000:68), sin embargo, el problema principal de la tipología estriba en que integra en un mismo marco ejes explicativos de artefactos, los cuales son disimbólicos por lo que no es posible suponer que éstos están jerarquizados. En otras palabras, cada criterio tiene un número de variables en sí, las cuales poco o nada tienen que ver con los demás órdenes de explicación.

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El tipo funcional, por otra parte, se refiere al uso o empleo culturalmente determinado del objeto de estudio, el cual se toma como base para la formación de grupos morfológicos (Brockman 2000:63; Konieczna 1976:6; López y Nieto 1981:9). El problema con estas tipologías es que la determinación de la función es apriorística (López y Nieto 1981:10). Recientemente, sin embargo, se ha empezado a investigar la función de las herramientas a través del análisis de las microhuellas de uso. Los estudios, en su mayoría, se basan en la metodología elaborada por Lawrence Keeley (1978). Los análisis de las microhuellas han permitido una aproximación más exacta al uso que los antiguos mayas dieron a sus herramientas (Aldenderfer 1991b; Aoyama 1989, 1995, 1996, 2000, 2001; Lewenstein 1990, 1991a, 1991b; Woods y Titmus 1996) y también han demostrado que no es posible correlacionar un tipo determinado de artefacto con una función específica. En palabras de Konieczna (1976:6), el estudio de la función debe ser tratado por separado de la clasificación tipológica. En general, estas tipologías líticas – morfológica y funcional – se vinculan con el estudio de los llamados “artefactos terminados” o “herramientas” (Brockman 2000:109) y no son las propicias para estudiar aspectos económicos como la producción. Por lo contrario, la siguiente tipología se centra en el material resultante de la manufactura de artefactos empleando la tecnología de reducción. La ventaja inmediata de esta tipología es que permite al analista hablar fácilmente de técnicas de manufactura y de los implementos de la producción (Clark 1988b:13), por lo que son las que se adecuan a los objetivos de esta investigación.

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Las tipologías que se enfocan en el aspecto tecnológico se desarrollaron a partir de la década de los 1970s con el estudio de los artefactos líticos de Chalchuapa realizado por Payson Sheets. Esta tipología recibió el nombre de tipología conductual. El objetivo de esta tipología es determinar los procedimientos usados para manufacturar las herramientas a través del examen de los implementos mismos y del desecho de manufactura, esto con la meta de establecer la estructura de la industria lítica a través de un modelo general (Sheets 1975:369, 372). Sheets (1975:372) define el término industria lítica como “[…] a manufacturing or productive enterprise focusing on a raw material and involving certain common means of processing that material”. Este método tipológico se desarrolló por dos razones. Por una parte, se reconoció que sólo estudiando el desecho de talla de acuerdo con su técnica y con el lugar que ocupa en la secuencia de reducción es posible reconstruir el proceso de trabajo. Por otra parte, se estableció que la reproducción permite definir las etapas y los pasos de manufactura, así como sus peculiaridades regionales y temporales (Gaxiola 1988:283). Esta tipología, según Sheets (1975:369, 372), es natural e inherente ya que el límite entre dos categorías analíticas o tipos reflejaba un cambio cualitativo en el comportamiento del artesano durante la manufactura. En otras palabras, las distinciones de tipo se basaban en “discontinuidades conductuales” o cambios en la técnica de talla. Sheets consideraba a la secuencia de reducción como lineal, secuencial e irreversible; por lo tanto, los varios tipos podían ser arreglados jerárquicamente a lo largo de una línea de reducción (Clark y Bryant 1997:113).

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A esta tipología se le puede criticar el carácter individual que le atribuye a la tecnología lo que impide el análisis de relaciones en la producción de herramientas líticas (Gaxiola 1988:284). El problema principal, sin embargo, es el de considerar a la tipología como inherente; en ese sentido, el investigador “descubre” a las diversas categorías que conforman a la tipología. Como ya se señaló, no existe ningún sistema de ordenamiento que sea natural e inherente, todos son arbitrarios y creados por el investigador. Además, esta concepción imposibilita la evaluación de la tipología. El problema, en realidad, es la conceptualización del trabajo y no el método analítico ya que se ha demostrado que estas tipologías son herramientas analíticas muy eficaces para el estudio de la producción de instrumentos líticos tallados. Se coincide con Gaxiola (1988:284) cuando señala que la importancia de este enfoque radica en que conceptualiza a la manufactura como un proceso en el que intervienen técnicas específicas y etapas que se pueden definir mediante métodos analíticos. A pesar de que el modelo propuesto por Sheets dio inicio a los estudios sobre los aspectos relacionados con la producción de herramientas líticas, existen varias corrientes que han propuesto métodos de análisis tecnológicos muy diversos. Estos métodos, aunque coinciden en cuanto a la separación de categorías básicas, difieren en complejidad y niveles. En buena medida, el desarrollo de la aproximación tecnológica se ha debido a la escuela de Donald Crabtree. Tal escuela se caracteriza por las réplicas experimentales de herramientas líticas (Clark 1988b:11). Uno de los seguidores de esta corriente – además de Payson Sheets - es John Clark quien cambia la conceptualización de Sheets denominando a su esquema tipología tecnológica. 63

La tipología tecnológica es un esquema de clasificación que permite agrupar a los artefactos de acuerdo a su técnica de manufactura - subjetivamente determinada por el analista - y a su tamaño y forma los cuales están determinados por su posición relativa en la secuencia de reducción (Clark 1988b:12, 1990:87). En ese sentido, un tipo tecnológico se define como “un grupo de artefactos que se caracterizan por una técnica específica de manufactura y por una morfología distintiva, determinada por su posición relativa en la secuencia de reducción” (Clark 1990:87; Clark y Bryant 1997:113). Todos los tipos de una tipología tecnológica se deben considerar como mutuamente dependientes (Clark 1990:87-88). La tipología tecnológica incluye toda la información sobre técnicas de manufactura que formó la base del análisis conductual y, al mismo tiempo, permite más precisión analítica en la definición de tipos específicos (Clark y Bryant 1997:113). Se diferencia de la tipología conductual en que concibe a las secuencias de reducción como algo flexible y parcialmente reversibles en lugar de verlas como lineales, secuenciales e irreversibles. La diferencia más significativa, sin embargo, es que la primera se centra exclusivamente en las técnicas de manufactura, mientras que la tipología tecnológica se enfoca tanto en esas técnicas como en la morfología del artefacto (Clark y Bryant 1997:113). Clark (1988b:11-12) señala que el desarrollo de las tipologías tecnológicas es posible gracias a las cualidades inherentes de las piedras amorfas y criptocristalinas - fractura concoidal en una manera predecible e isotropía – y a las características de la técnica básica involucrada en la manufactura de herramientas de piedra. Entre las características del proceso de tallado de piedra se pueden mencionar su naturaleza substractiva, más que aditiva (Clark 1988b:11; Fowler 64

1991:2); así como el hecho de que la extracción de una pieza de un núcleo deje dos tipos de registros: uno positivo – en la cara ventral de la pieza extraída -y otro negativo - en la cara del núcleo -. Por último, cabe señalar que las características de los productos extraídos de un núcleo dependen de la técnica usada, el tamaño y el peso del tallador, la fuerza ejercida, la dirección de la fuerza aplicada y el periodo de tiempo involucrado en la fractura (Clark 1988b:12). NÓDULO (percusión)

NÚCLEO PEDAZOS LASCAS NAVAJAS FORTUITAS FRAGMENTOS DE

NAVAJAS Y LASCAS (Percusión bipolar)

NÚCLEO

LASCA

BIPOLAR

BIPOLAR

FIGURA 5. MODELO TECNOLÓGICO DE LA INDUSTRIA DE LASCA BIPOLAR DE SÍLEX PROPUESTO POR CLARK Fuente: Clark 1988b:52 Con base en esas suposiciones fundamentales de la tipología tecnológica, Clark establece dos modelos analíticos tecnológicos que esquematizan a dos industrias líticas de pedernal, la de lasca bipolar (Figura 5) y la de bifacial (Figura 6). 65

La primera fue establecida para el análisis de los materiales de pedernal obtenidos en La Libertad, Chiapas. La industria bifacial de pedernal, por otra parte, fue elaborada para los artefactos recuperados en La Libertad y en Yerba Buena, también en el estado de Chiapas. La importancia de la tipología tecnológica radica en que es concebida como un sistema de ordenamiento no inherente. Sin embargo, aunque presenta ciertas diferencias con la tipología conductual, ambas se basan en la misma información sobre técnicas de manufactura y poseen el mismo objetivo: analizar el desecho de talla con el fin de determinar los procedimientos que se siguieron para manufacturar las herramientas. La desventaja de la tipología tecnológica es que presenta categorías arbitrarias (por ejemplo, tipos de preforma, tipos de lascas de adelgazar, distinción de lascas primarias y lascas de descortezar) difíciles de encontrar en la realidad. Esto imposibilita una fácil identificación de los artefactos que corresponden a determinadas categorías. Con el objetivo de facilitar la clasificación, es mejor crear tipos fáciles de distinguir por cualquier investigador que denoten conductas y no tan arbitrarios. El siguiente apartado tiene como objetivo describir la metodología que se empleó para analizar los artefactos de pedernal recuperados durante las temporadas de campo 2001 y 2003 en Sihó, Yucatán.

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FUENTE DE SÍLEX (selección y transporte) BLOQUES GRANDES (percusión directa) LASCA GRUESA LASCAS PRIMARIAS GRANDES

NÚCLEOS

FRAGMENTOS DE NÚCLEOS RASPADORES (usadas) (percusión directa)

PREFORMA 1, 2, 3

SIERRAS PERFORADORES

LASCAS PRIMARIAS

PEDAZOS

LASCAS BIFACIALES 1-5

FRAGMENTOS DE

LASCAS Y PREFORMAS RASPADORES (presión)

(usadas)

SIERRAS PERFORADORES

PUNTAS DE PROYECTIL

LASQUITAS DE PRESIÓN

PIEZAS DE PRÁCTICA

FRAGMENTOS DE LASQUITAS

PUNTAS DE PROYECTIL GRUESAS

FRAGMENTOS DE PUNTAS DE PROYECTIL

FIGURA 6. MODELO TECNOLÓGICO DE LA INDUSTRIA BIFACIAL DE SÍLEX PROPUESTO POR CLARK Fuente: Clark 1988a:90, 1981 67

3.2

METODOLOGÍA PARA EL ANÁLISIS DEL MATERIAL LÍTICO

El hecho de que en los conjuntos habitacionales bajo estudio se haya recuperado desecho de talla puede ser un indicador de que ése fuera un lugar de producción de herramientas de pedernal. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado y no caer en lo que Clark (1990: 502) denomina falacia de producción. En otras palabras, no por el hecho de que se haya recuperado desecho de talla de pedernal en la unidad habitacional se tiene evidencia ipso facto de manufactura. El desecho también puede ser resultado del mantenimiento o reafilamiento de las herramientas o producto de las actividades de reciclaje. Para poder afirmar que tal material es resultado de una actividad de producción, mantenimiento o reciclaje hay que examinar los artefactos en cuestión mediante un análisis tecnológico. Estos análisis hay que hacerlos considerando siempre los procesos de formación del contexto (Schiffer 1987) ya que tienen un efecto profundo en nuestras inferencias debido a que estamos tratando con objetos portátiles. En las tierras bajas Mayas, el tipo de unidad habitacional que predominó fue el denominado lote o solar. Debido a eso, se espera que la estructura de deposición del desecho corresponda a este modelo. Sin embargo, la probabilidad de que los materiales entren a la cadena de desecho es afectada por su potencial de reuso o valor. El valor en este sentido es la utilidad futura percibida de un tipo particular de material. Esta basura puede ser reciclada o depositada para un uso secundario, es decir, se descarta de manera provisional (Santley y Kneebone 1993:48).

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Entre las áreas de descarte provisional se puede mencionar al interior de la casa, a lo largo de paredes o en esquinas. Fuera de la casa, el descarte provisional frecuentemente ocurre a lo largo de paredes, fosos, esquinas o simplemente en las áreas intermedias de la unidad habitacional. En algunas unidades habitacionales, estos lugares también sirven como lugares de deposición última para la mayoría del desecho (Hayden y Cannon 1983:131-132). Cuando la cantidad total de desecho producido es grande o el desecho es peligroso o potencialmente peligroso para el humano, su deposición puede llegar a ser importante. En estos casos el desecho es removido inmediatamente (Hayden y Cannon 1983:131) y es colocado en áreas que raramente son usadas o donde hay poco tráfico pedestre. Este potencial de peligro puede afectar directamente el lugar de realización de la actividad artesanal (Santley y Kneebone 1993:47-48). Lo importante es determinar si un material puede ser catalogado como potencialmente peligroso o no. El desecho de talla de pedernal ha sido comúnmente catalogado (Hayden y Cannon 1983) como peligroso para el humano, de esa manera este material debió ser inmediatamente removido de la unidad habitacional. Sin embargo, Webb y Hirth (2000:100), en un estudio de talleres líticos en Xochicalco, encontraron evidencia que señala que el desecho de talla no fue considerado como potencialmente peligroso. Debido a esto, se espera que la estructura de deposición sea como cualquier material considerado no-dañino para el ser humano, depositándose en el área intermedia de la unidad habitacional siempre y cuando la intensidad de producción no sea alta. En otras palabras, se está considerando al desecho de talla de pedernal de naturaleza secundaria. 69

Para obtener la información necesaria respecto al tipo de actividad lítica que los miembros del grupo doméstico llevaron a cabo en las unidades habitacionales (producción, mantenimiento o reciclaje), se emplearon las tipologías elaboradas para analizar las muestras de material lítico recuperadas en Yerba Buena (Clark y Bryant 1991), La Libertad, Chiapas (Clark 1988b) y Topoxté, Guatemala (Braswell 2000) aunque modificadas para ser empleadas en Sihó, Yucatán. La clasificación permitirá asignar a los artefactos en una de las cuatro industrias definidas por atributos tecnológicos las cuales son la industria de navajas prismáticas, la industria de retoque bifacial, la industria de percusión casual y la industria de percusión bipolar. Los artefactos se clasificaron en diez tipos tecnológicos: bifacial, lasca de adelgazar, lasca de descortezar, lasca de percusión bipolar, lasca de percusión casual, navaja prismática, navaja pequeña de percusión bipolar, núcleo de navaja prismática, núcleo de percusión casual y pedazo (ver Apéndice C). Cada tipo a su vez fue subdividido en categorías subtipológicas. Los artefactos se codificaron como fragmento proximal, fragmento medial, fragmento distal, fragmento lateral, casi completo o completo. Los atributos métricos de largo, ancho y grosor, así como el porcentaje estimado de corteza en la superficie dorsal, fueron registrados. Las medidas fueron representadas en milímetros, mientras que el porcentaje de corteza se codificó en rangos arbitrarios: 0-25%, 26-50%, 51-75%, 76-99% y 100%. Cabe destacar, que se tomó en cuenta también la presencia o ausencia de retoque y el color del sílex. Asimismo, se realizaron comentarios sobre atributos adicionales. El análisis tecnológico del desecho de talla permitirá determinar si existió producción de herramientas en las unidades habitacionales bajo estudio o si el desecho de talla es evidencia de las actividades de mantenimiento o reciclaje. En 70

caso de que haya evidencia de producción, el análisis tecnológico también ayudará a identificar el tipo de artefactos producidos y la intensidad de la manufactura. Estos datos, junto con el contexto de producción, ayudarán a establecer el tipo de producción que corresponde a cada unidad habitacional. Cabe señalar que es posible discernir los desechos de producción de los diversos tipos de herramientas. Los desechos de producción de herramientas bifaciales están constituidos principalmente por lascas de adelgazar las cuales, a medida que el trabajo avanza, llegan a ser más pequeñas y tienen más huellas negativas de lascas en su superficie dorsal. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las lascas de adelgazar pueden ser producto también de las actividades de mantenimiento y de reciclaje de herramientas bifaciales. Según McAnany (1987:236), para poder determinar si las lascas de adelgazar proceden de las actividades de producción, mantenimiento o reciclaje hay que analizar la morfología de la plataforma. Las actividades de mantenimiento producen lascas de adelgazar con plataformas multifacéticas (Dockall y Hester 1993:171; McAnany 1987:236; McSwain 1991:343). El reciclaje de bifaciales, por otra parte, tiende a producir plataformas con una sola faceta (Dockall y Hester (1993:171); para McAnany (1987) y McSwain (1991) estas plataformas unifacéticas pertenecen a las lascas de adelgazar de los primeros estadios de reducción bifacial. Braswell (2003 comunicación personal), sin embargo, opina que las facetas de la plataforma no son un indicador claro de la etapa en la secuencia de reducción a la que pertenecen ya que un martillo que provoque un golpe fuerte puede producir varias facetas. Asimismo, las facetas se pueden producir cuando las lascas

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pertenecen a etapas posteriores en la secuencia de reducción. En otras palabras, las distinciones hechas por McAnany (1987) y Dockall y Hester (1993) son arbitrarias. En este trabajo se sostiene que para poder corroborar la existencia de producción de herramientas bifaciales debe haber evidencia, no sólo de lascas de adelgazar, sino también de preformas y bifaciales rotos, fallas de manufactura y núcleos. La presencia de lascas de adelgazar y bifaciales terminados es indicio, más que de producción, de mantenimiento y reciclaje de herramientas bifaciales. Según McAnany (1987:185), las herramientas bifaciales durante su vida de uso pueden pasar por los siguientes estadios identificables: 1)

Herramienta completa sin reafilamiento en el borde

2)

Herramienta completa con reafilamiento en el borde

3)

Fragmento de herramienta rota o quemada

4)

Fragmento de herramienta rota con daño posterior a la fractura

5)

Fragmento de herramienta rota con modificación subsecuente a través del desbaste de lascas

6)

Fragmento de herramienta modificada con daño en el borde modificado. McAnany (1987) empleó análisis macroscópico y microscópico para

identificar los estadios en el que se encontraba un artefacto bifacial. En este trabajo no se pretende realizar análisis microscópico, por lo que no se van a identificar los daños que las herramientas pudieron sufrir debido al uso. En el caso de la percusión casual son frecuentes las lascas de descortezar. Un buen indicio de la producción de lascas casuales es la presencia de núcleos de percusión casual, así como las lascas casuales mismas. Por otra parte, la evidencia de producción de navajas prismáticas es la presencia de preformas de punta de 72

navaja prismática, puntas de navajas prismáticas, núcleos de navajas prismáticas, así como fallas de manufactura. En cuanto a los pedazos, se ha planteado que son un indicio de producción de lascas casuales; sin embargo, también pueden ser resultado de la manufactura de otras herramientas. Debido a eso, en este trabajo se trataran como artefactos no pertenecientes a industria alguna. La intensidad de producción determina, de cierto modo, el tipo de lugar donde se realiza la actividad productiva, por lo que éste es un indicador de la intensidad de producción. La producción de pequeña escala frecuentemente está asociada con arquitectura doméstica. A medida que la escala de producción incrementa, la manufactura se traslada a instalaciones separadas (Costin 1991:25) denominadas talleres (ver Clark 1989 para la definición del término taller). La intensidad de la producción se puede identificar, además, evaluando el rango de actividades económicas en las que participó el grupo doméstico. Si el grupo doméstico proporciona evidencia para otras actividades productivas, entonces el nivel de la producción de herramientas líticas es de medio tiempo. En caso contrario, si en la unidad habitacional se recupera evidencia de un rango limitado de actividades productivas, entonces los miembros del grupo doméstico que ahí habitaron probablemente fueron productores de tiempo completo (Costin 1991:32). Por último, la ubicación del lugar de producción - si se encuentra o no asociado a una estructura de élite - es importante para inferir el tipo de administración de la producción. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esto se aplica únicamente a las industrias de taller. Esto se debe a que los grupos domésticos de élite también pueden producir herramientas para su propio consumo, 73

sin que necesariamente sean la producción, la distribución y el consumo de ese artefacto controlados por la élite. Para poder argumentar que el taller estuvo asociado a una estructura de élite hay que demostrar que las dos estructuras fueron contemporáneas y que hubo una conexión entre las dos (Clark 1990:504).

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CAPÍTULO 4

DOS UNIDADES HABITACIONALES DE ÉLITE DE SIHÓ, YUCATÁN: EL CONTEXTO ARQUEOLÓGICO

El sitio arqueológico Sihó se localiza en la porción occidental de la Península de Yucatán, al Oeste de la Región Puuc y aproximadamente a 30 kilómetros tierra adentro de la costa del Norte del estado de Campeche (Zabala y Cobos 2001:1; Figura 7). Sihó se encuentra registrado en el Atlas Arqueológico del Estado de Yucatán como sitio de tercer rango y sus coordenadas geográficas son 15Q YN950681 (Garza y Kurjack 1980:88).

FIGURA 7. LOCALIZACIÓN DEL SITIO ARQUEOLÓGICO SIHÓ 75

El análisis de la cerámica recuperada en las exploraciones ha permitido fechar de manera preliminar la temporalidad de Sihó (Cobos et al. 2002:92-93; Jiménez 2004). De esa manera, se sabe que la ocupación más temprana de esta comunidad prehispánica se remonta al periodo Preclásico Medio. Esta ocupación se inició entre 600 y 500 a. C. y duró hasta alrededor de 200 o 100 a. C. En algún momento en el primer siglo de nuestra era, Sihó fue abandonado y no hubo ocupación por un lapso de por lo menos cinco o seis siglos. La reocupación de Sihó ocurrió en algún momento del siglo VI (550/600 d. C.) de nuestra era, cuando resurgió la actividad constructiva en el sitio a fines del Clásico Temprano. En este momento, la traza interna de Sihó parece haber adquirido gran parte de su forma actual. A partir del siglo VII, Sihó continuó ocupado, aunque se agregaron algunos conjuntos arquitectónicos con características estilísticas Puuc, lo cual debió haber ocurrido durante el periodo Clásico Terminal (800 d. C.-900/950 d. C.). Después de este periodo, la ocupación prehispánica de Sihó se caracterizó por una visita temporal de individuos, quienes reutilizaron algunas de las construcciones. En el asentamiento se han realizado dos temporadas de campo. Durante los meses de Abril a Julio de 2001 se llevó a cabo la excavación horizontal de la Estructura 5D16 (Fernández y Vázquez de Agredos 2002), así como las excavaciones de dieciséis pozos de prueba (Pozuelo 2002). El pozo de prueba 16 se realizó en la esquina Noroeste del Cuarto 1 de la 5D16. Durante la segunda temporada de campo, que comprendió de Marzo a Julio de 2003, se realizaron las exploraciones horizontales de las Estructuras 5D2, 5D7, 5D19 y 5D20, así como la excavación vertical de nueve pozos de prueba. De esos pozos, dos fueron realizados en la Estructura 5D19, cuatro en la 5D20, dos en la 5D2 76

y uno en la 5D7 (Fernández y Peniche 2004a; Tun 2004). En esta misma temporada de campo se exploró el centro de la plataforma del conjunto arquitectónico formado por 5D16, 5D19, 5D20 y el chultún 1 (Cobos y Peniche 2004; Fernández y Peniche 2004b). A continuación, se describen el método de excavación empleado para la liberación de las unidades habitacionales arriba mencionadas.

4.1

ESTRUCTURAS 5D1, 5D2, 5D7 Y 5D17

El conjunto arquitectónico integrado por 5D1, 5D2, 5D7 y 5D17 se localiza en la parte central del sitio arqueológico de Sihó. Tal conjunto se ubica en una plaza que desplanta sobre una nivelación artificial que aprovecha los desniveles de la roca madre y alcanza los 2.10 metros sobre el terreno natural (Fernández y Peniche 2004a). La plaza se encuentra delimitada por las estructuras 5D17 al Norte, 5D7 al Sur, 5D1 al Este y 5D2 al Oeste. Las estructuras 5D1, un posible templo, y 5D17 aún no han sido exploradas. 4.1.1 Método de excavación En la temporada de campo 2003, previo a la excavación de las estructuras integrantes de esta unidad habitacional, se trazó una cuadrícula de control cuyo punto cero se localizó en la esquina Suroeste. La cuadrícula se localizó a 24 metros de la Estructura 5D2, con el fin de que incluyera a 5D7 y, al ampliarse, la plaza entera. La nomenclatura de los cuadros, los cuales midieron 2 por 2 metros, fue dada con base en números sobre el eje Norte-Sur y letras sobre el eje Este-Oeste. La nomenclatura de cada cuadro correspondió a la coordenada de su esquina Suroeste.

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Con base en las cuadrículas, se abrieron calas alternas de aproximación en los sectores de cada estructura en donde se permitía la apreciación más clara de los rasgos. Adicionalmente a la liberación de la 5D2 se excavaron dos banquetas, una en cada uno de los cuartos, y se practicó un pozo de prueba en la banqueta del Cuarto 2 (Norte) y otro en el lado Oeste (Fernández y Peniche 2004a). En el caso de 5D7, se exploró un pozo de prueba al Sur de la plataforma (Tun 2004). Con el objetivo de recuperar la mayor cantidad de material cultural posible, toda la tierra procedente de las diversas excavaciones fue cribada en una malla de metal de 1 por 1 centímetro. Los materiales recobrados se controlaron de acuerdo a la cala, el cuadro y la capa y esta información fue contenida en un registro de lotes. Los materiales procedentes de contextos especiales y de los pozos fueron asignados a lotes distintos. En el caso de la Estructura 5D7, se diferenció si el material procedía del interior, exterior frontal, exterior lateral o posterior de la construcción. En el campo, se trató de separar los diversos tipos de materiales – cerámica, concha/caracol, obsidiana, sílex - con el fin de permitir un mejor registro y control. 4.1.2 Estructura 5D2 Las partes componentes de la Estructura 5D2 son un basamento, una escalinata frontal, dos cuartos y una escalinata trasera (Figura 8). El basamento en el que se emplaza la estructura es de planta rectangular. Sus dimensiones son de 17.5 metros de Norte a Sur por 13.5 metros de Este a Oeste, alcanzando una altura de 1.10 metros sobre el nivel de la plaza. Las piedras que lo constituyen alcanzan dimensiones de hasta 1.50 metros de largo y 60 centímetros de ancho. Las esquinas del basamento se encuentran ligeramente redondeadas y, en su lado Este o frontal, 78

tiene un leve talud. En este mismo lado tiene un remetimiento que sobresale 50 centímetros de la plataforma formando un ángulo con la escalinata que a su vez sobresale 1.30 metros del remetimiento. El lado Oeste o posterior del basamento se levanta sobre la plataforma de nivelación en su punto más alto dando una impresión más marcada de escalonamiento (Fernández y Peniche 2004a). En la parte Este de la estructura se localiza la escalinata frontal la cual mide 11.5 metros de largo. La escalinata se caracteriza por carecer de alfardas y estar compuesta por cinco escalones, los cuales miden en promedio 42 centímetros de huella y 27 centímetros de peralte. En la parte Oeste también fue localizada una escalinata adosada a la plataforma de nivelación, la cual forma una especie de terraza pequeña de hasta 2.4 metros de ancho. Esta escalinata, que permite descender de la plataforma de nivelación hasta el terreno natural, es de hechura algo más burda y de menores dimensiones que la frontal ya que ocupa únicamente 5.5 metros de su extremo Sur (Fernández y Peniche 2004a). En esta misma área se identificó un rasgo que, aparentemente, es parte del cimiento de una construcción absidal; se halló un escalón con dirección Norte-Sur, el cual accede a lo que queda de una hilada de piedras más o menos irregulares que forman una curva, aunque incompleta. Esta fue el área menos clara ya que, aunque en el extremo Norte y en todo el lado Este las piedras de nivelación de la plataforma son notoriamente identificables, hacia este sector sólo se halló una línea de piedras y relleno constructivo de piedras burdas sugiriendo un posible desmantelamiento (Fernández y Peniche 2004a).

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Un rasgo interesante lo constituye un cerramiento de piedras cortadas que limita el acceso entre la esquina Suroeste de 5D17 y la esquina Noreste de 5D2. Es una especie de muro al que puede subirse por un escalón desde el lado Sur, aunque no desde el lado Norte. Posiblemente esto tiene que ver con los niveles de deposición de materiales. La construcción superior del basamento - cuya dimensión es 18 metros de largo por 4.70 metros de ancho - consta de una sola crujía dividida en dos cuartos: el Cuarto 1 ubicado al Norte y el Cuarto 2, al Sur. En el Cuarto 1 se halló evidencia de fragmentos de estucado en el piso. Cada cuarto cuenta con un acceso hacia la terraza, es decir, hacia el Este y a la plaza. En cada uno de los cuartos se encontró una banqueta que dado el tipo de piedras con que se elaboraron hace inferir que fueron agregadas en un momento posterior a su construcción. La banqueta del Cuarto 1, cuyas medidas son 2 metros de Norte a Sur por 2.10 metros de Este a Oeste de ancho, está construida con piedras de recubrimiento incluyendo una orejera de mascarón. Su superficie estaba recubierta de piedras planas de corte irregular, midiendo la mayor 65 centímetros por 50 centímetros. La banqueta del Cuarto 2 se localiza en el extremo Sur del mismo y mide 3.5 metros de largo de Este a Oeste por 1.20 metros de ancho de Norte a Sur. El rasgo se encuentra delimitado por los muros del cuarto en los lados Sur, Este y Oeste y por una fila de tamborcillos de piedra en el Norte. Otra modificación posterior se encontró a la salida del Cuarto 1. El nivel original de la terraza fue alterado mediante la colocación de piedras de recubrimiento evidentemente reutilizadas, entre ellas un ‘chimez’ (Fernández y Peniche 2004a).

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Las características arquitectónicas de 5D2 sugieren un inicio de actividad constructiva a principios del período Clásico Tardío, probablemente en el siglo VII d. C. Las modificaciones realizadas a la estructura – banquetas, nivelación de la terraza y muro entre 5D2 y 5D17 – indican una ocupación continua hasta el periodo Clásico Terminal (Fernández y Peniche 2004a). Esta afirmación coincide con los materiales cerámicos recuperados durante la liberación de la estructura, los cuales corresponden al Horizonte Cerámico Cehpech (Jiménez 2004). Con base en su localización, en la arquitectura y en los materiales se puede inferir que los miembros del grupo doméstico que habitaron la Estructura 5D2 gozaban de un alto estatus (Fernández y Peniche 2004a). 4.1.3 Estructura 5D7 La Estructura 5D7 es una plataforma de planta rectangular que mira hacia el Norte, al espacio tipo plazuela que comparte con 5D1, 5D2 y 5D17. Las dimensiones actuales de esta construcción son una longitud de 21.34 metros al Norte y 21.94 metros al Sur y una anchura de 11.15 metros al Este y 9.16 metros al Oeste. Cabe indicar que en algún momento de la historia del edificio, el ancho de la plataforma fue ampliado 1.10 metros. Esto se logró mediante el adosamiento de una hilera de piedras en la parte Norte o frente de la estructura (Figura 9). La altura del edificio va aumentando de Norte a Sur debido a que fue construido sobre un terreno ligeramente inclinado. La altura original es desconocida debido a que todas las hiladas superiores de piedra se colapsaron (Tun 2004).

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La plataforma está formada por una hilera sencilla de piedras en sus cuatro costados. 5D7 se caracteriza por el hecho de que en su construcción se empleó piedras de distintas formas: desde piedras perfectamente trabajadas y regulares hasta piedras de forma más tosca e irregular. Asimismo, hay evidencia de reutilización de piedras: metates que habían finalizado su vida útil como instrumentos de molienda y piedras procedentes de otros edificios como cornisas, piedras de recubrimiento, tamborcillos y piedras esculpidas. La reutilización de piedras se presenta principalmente en la ampliación del Norte y en las hileras superiores del muro Sur. Tun (2004) considera que las modificaciones hechas en la plataforma debieron ocurrir durante el periodo Clásico Terminal. Durante la excavación del edificio se encontró evidencia de que los muros de la plataforma - y muy probablemente también su superficie - estuvieron cubiertos con un aplanado de estuco. Según Tun (2004), dos factores influyeron en el alto grado de deterioro que presentaba la estructura al momento de excavarse. Primero, la naturaleza diversa del material de construcción de los muros hizo que las piedras de las hiladas superiores, pequeñas e irregulares, no resistieran el paso del tiempo y provocara que toda la parte superior de la plataforma en sus cuatro costados se colapsara. La segunda causa de la caída del muro fue la naturaleza del relleno, el cual consiste en una base de piedras grandes y una capa superior de piedras pequeñas (entre 10 y 15 cm). La calidad de la parte superior de los muros de la plataforma no fue suficiente para contener el empuje de este material. El muro se derrumbó y fue cubierto con las piedras del relleno. El crecimiento de árboles entre el relleno de la plataforma y el muro de contención – fenómeno especialmente visible en la parte Sur o posterior de 84

la estructura - empeoró este proceso. Por todo esto, toda el área Sur de la plataforma se encuentra alterada. 4.1.4 La unidad habitacional Uno de los objetivos de la excavación horizontal de las estructuras 5D2 y 5D7 fue determinar la función de estas construcciones. La hipótesis inicial de la que se partió fue que la Estructura 5D2 se trataba de una construcción con función habitacional siendo 5D7 una estructura accesoria. De ese modo, los objetivos de la excavación consistieron en recuperar elementos materiales para contrastar la hipótesis, así como identificar posibles áreas de actividad que permitieran una aproximación a las tareas realizadas por el grupo doméstico que presumiblemente ocupó la estructura tipo palacio (Fernández y Peniche 2004a). Los materiales recuperados han confirmado que 5D2 fue de carácter habitacional. En la Estructura 5D2, la arquitectura, los espacios y las concentraciones artifactuales de diversos materiales como cerámica, lítica y de arqueofauna permiten sugerir actividades de habitación, elaboración y consumo de alimentos (Fernández y Peniche 2004a; Manzanilla 1986). En cuanto a 5D7, es difícil establecer sus funciones debido a que no se encontraron concentraciones de materiales que pudieran ser identificadas como basureros o zonas de desecho. Sin embargo, Tun (2004) considera que pudo haber funcionado como una estructura para actividades accesorias del conjunto arquitectónico. A diferencia de 5D7, en la Estructura 5D2 se identificaron dos concentraciones de materiales. La concentración de mayor volumen, que se ha definido como un basurero, se encontró a lo largo del muro Norte del basamento con 85

un aumento de acumulación hacia la esquina Noreste. Este aumento del nivel del terreno como consecuencia de la acumulación, especialmente hacia la esquina Noreste, parece haber motivado la construcción de los peldaños que cierran el paso o permiten acceder a un nivel más elevado, según se vea - entre esta esquina y la esquina Suroeste de 5D17. La tierra de este basurero fue diferente a la humítica ya que se trató de una tierra grisácea por lo cual se designaron Capa I y Capa II, respectivamente. En la tierra grisácea de la Capa II se obtuvieron grandes cantidades de material cerámico, así como huesos animales (Götz 2004) e incluso huesos humanos (Tiesler 2004). La otra concentración, mucho menos extensa y voluminosa, se localizó a lo largo del muro Sur del basamento. En su mayoría, el material recuperado fue cerámica pero también fue notoria la presencia de caracoles de mar comestibles que parecen haber sido desecho alimenticio (Cobos 2004). Durante la liberación de la escalinata, no se reportaron concentraciones importantes de materiales o cambios de tierra que sugirieran otro basurero. La terraza y los cuartos, por otro lado, se hallaban relativamente limpios, lo que puede indicar un abandono programado. Una excepción fue la esquina Noroeste del Cuarto 2 donde se encontró una pequeña acumulación de tierra, cerámica y huesos humanos. La parte trasera de la estructura, el lado Oeste, no presentó una cantidad notoria de materiales. El análisis realizado en los contextos de basurero de 5D2 señalan una fuerte presencia de materiales del Horizonte Cerámico Cehpech, fechado entre 600 y 900 d.C. (Jiménez 2004). Esto corrobora la información proporcionada por el análisis arquitectónico el cual indica que la estructura fue habitada durante los periodos 86

Clásico Tardío y Clásico Terminal. Durante las exploraciones, no se encontró evidencia de reocupación o utilización posterior a la ocupación del espacio techado original

4.2

CONJUNTO ARQUITECTÓNICO FORMADO POR 5D16, 5D19 Y 5D20

Este conjunto arquitectónico integrado por las estructuras 5D16, 5D19 y 5D20 se encuentra en una plataforma artificial elevada sobre el terreno de planta ligeramente irregular. Esta plataforma se localiza a unos 200 metros al Noroeste del núcleo central del asentamiento de Sihó (Fernández y Vázquez de Ágredos 2002:50). La construcción principal del conjunto arquitectónico es la denominada Estructura 5D16, la cual se ubica en el extremo Norte de la plataforma y mira hacia el Sur, a un espacio de patio tipo plazuela. La Estructura 5D19 cierra el espacio de patio por el lado Oeste, mientras que la Estructura 5D20 lo hace por el lado Este. Al igual que la 5D16, la 5D19 y la 5D20 miran hacia la plaza. Dos rasgos asociados al conjunto fueron un chultún localizado al Oeste de la Estructura 5D19 y una cantera de caliza ubicada al Este de la Estructura 5D20 (Fernández et al. 2003:1031). 4.2.1 Método de excavación En la temporada de campo 2001, previo a la excavación de la Estructura 5D16, se trazó una cuadrícula de control con características semejantes a las descritas para el conjunto arquitectónico anterior. Esta misma cuadrícula fue ampliada hacia el Sur durante la temporada de campo 2003. El objetivo de esta ampliación fue cubrir las superficies de las estructuras 5D19 y 5D20, así como el área de la plataforma en el que se asientan las tres estructuras arriba mencionadas. Para evitar el uso de 87

número negativos en el eje Norte-Sur, el punto cero se denominó 0-40 para contar en orden descendente desde el cuarenta. Las calas de aproximación se abrieron siguiendo la misma metodología que se describen para las estructuras del conjunto arquitectónico anterior. En el caso de la plataforma, ésta fue excavada siguiendo el método cuadrícula “tipo tablero de ajedrez”. El chultún 1 fue excavado mediante capas arbitrarias de 20 centímetros (Fernández y Peniche 2004b). La tierra procedente de las diversas excavaciones fue cribada en una malla de metal de 1 por 1 centímetro con el objetivo de recuperar la mayor cantidad posible de elementos culturales. Con el fin de tener un mejor registro y control de los elementos recuperados, se trató de separar en el campo los diversos tipos de materiales. Como en la unidad habitacional anterior, los diversos elementos culturales obtenidos durante las exploraciones fueron controlados mediante lotes. En el caso de las estructuras, estos lotes estuvieron determinados a partir de la construcción, la cala, el cuadro y la capa de procedencia. Si procedieron de contextos especiales, les fue asignado lotes independientes. En el caso de las estructuras 5D19 y 5D20, se diferenció si el material procedía del interior, exterior frontal, exterior lateral o posterior de las construcciones. En la plataforma únicamente se tomó en cuenta el cuadro y la capa. 4.2.2 Estructura 5D16 La Estructura 5D16 se compone de un basamento, una escalinata frontal y cinco cuartos (Figura 10). El basamento en el que se encuentra emplazado la Estructura 5D16 mide 21 metros de largo por 16.50 metros de ancho y está construido con 88

piedras megalíticas (Fernández et al. 2003:1031). El basamento alcanzó una altura de 2.10 metros aproximadamente. En la parte frontal del basamento, o lado Sur, se localiza la escalinata, la cual corre de Este a Oeste con una longitud de 12 metros. La escalinata se caracteriza por carecer de alfardas y poseer cinco peldaños, los cuales miden 50 centímetros de huella y 40 centímetros de peralte. Esta parte de la estructura entra hacia el Norte en sus dos extremos haciendo esquina con unas salientes en talud. La saliente Oeste mide 2.70 metros de Este a Oeste por 1.30 metros de Norte a Sur; la saliente Este mide 2.50 metros de Este a Oeste por 1.90 metros de Norte a Sur. A su vez, estas salientes hacen ángulo con la línea del muro que alcanzan las esquinas Sureste y Suroeste del basamento (Fernández y Vázquez de Ágredos 2002:50-51). La construcción superior de esta estructura, elaborada con bloques rectangulares y bóveda escalonada, consta de dos crujías de 16 metros de longitud. Las crujías fueron divididas en cinco cuartos de dimensiones variables mediante la adición de muros. La crujía Sur se divide en los Cuartos 1 y 2, mientras que la crujía Norte se divide en los Cuartos 3, 4 y 5 (Fernández y Vázquez de Ágredos 2002:52). Las entradas observables de la construcción se localizan en el lado Sur del edificio, accediendo respectivamente a los Cuartos 1 y 2. Durante la exploración de la estructura se hallaron huellas de estuco que sugieren que ésta estuvo recubierta e incluso pintada, como lo evidencia el hallazgo de vestigios de pintura azul en el muro Norte del Cuarto 2.

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La Estructura 5D16, al parecer, albergaba a un grupo doméstico de alto estatus. Según Fernández et al. (2003:1032) las crujías alargadas clasifican a 5D16 como una estructura tipo palacio las cuales han sido propuestas como edificios de habitación de alto rango. Además, el edificio consta de un espacio abovedado de 80 metros cuadrados. Otra evidencia para señalar a 5D16 como una construcción de alto estatus es que la construcción exhibe una considerable inversión de trabajo. Los muros están compuestos por bloques relativamente bien cortados y fue recuperado un panel con la fecha 12 Ajaw el cual data para el 652 d. C. Este panel aparentemente se hallaba empotrado en el talud Oeste de la escalinata (Lacadena 2004). 4.2.3 Estructura 5D19 La Estructura 5D19 (Figura 11) es una construcción de planta rectangular que mira hacia el Este, al espacio tipo plazuela. Los lados Este, Norte y Sur de esta construcción presentan sólo una línea de piedras toscamente rectangulares como base, mientras que el lado Oeste muestra un muro doble de bloques de 60 centímetros de anchura con una elevación máxima de 62 centímetros con respecto al piso de la estructura (Tun 2004). La estructura contaba en la esquina Noroeste con un acceso limitado por dos jambas de piedra. Este acceso conduce a una zona abierta y sin construcciones que es parte de la plataforma y al chultún 1. En la esquina Suroeste se localizó lo que pudo ser otro acceso constituido por dos piedras del alineamiento Sur que están ligeramente más abajo que las demás, aunque esta identificación no es segura ya que la diferencia en los niveles podrías ser accidental (Tun 2004). 91

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El interior del edificio tiene una longitud que varía entre los 9 y los 9.70 metros, por una anchura que oscila entre los 1.90 y 2.10 metros. La estructura fue construida principalmente de material perecedero y, en promedio, debió tener un área techada de 19.16 metros cuadrados. Durante las excavaciones se encontró evidencia de piso de estuco en todo el espacio interno, aunque muy fragmentado (Tun 2004). 4.2.4 Estructura 5D20 La Estructura 5D20 es un edificio de planta elipsoidal que mira hacia el Oeste. Hoy en día, es imposible determinar la dimensión original de la construcción ya que el extremo Sur se derrumbó junto con la plataforma. La longitud actual de la construcción es de 15 metros de largo, mientras que su ancho oscila entre los 3.8 metros en el Norte y 4 metros en el Sur (Figura 12; Tun 2004). El edificio consiste en una alineación de piedras de una sola hilada de altura. Los muros Oeste y Este están constituidos por una fila doble de piedras, mientras que el extremo Norte es de una sola hilera. La mayoría de las piedras que constituyen la alineación son bastante irregulares en forma (Tun 2004). El área cubierta de la estructura debió tener, al menos, 35.4 metros cuadrados. Al parecer, la estructura fue totalmente construida de material perecedero y, a diferencia de la 5D19, no se encontró evidencia clara de piso de estuco (Tun 2004).

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4.2.5 La unidad habitacional Uno de los objetivos de la excavación horizontal del conjunto fue el de determinar la función de cada una de las estructuras componentes, así como localizar áreas de actividad que corroboraran o refutaran el carácter doméstico del conjunto (Fernández y Vázquez de Ágredos 2002:48). Los materiales recuperados en las dos temporadas de campo corroboraron que el conjunto arquitectónico tenía funciones de vivienda. En la Estructura 5D16, los espacios y las concentraciones artifactuales de materiales cerámicos, líticos y de arqueofauna permiten sugerir actividades de habitación, elaboración y consumo de alimentos (Fernández et al. 2003:1034; Manzanilla 1986). Las Estructuras 5D19 y 5D20 completan el conjunto doméstico a manera de estructuras auxiliares; en el caso de la primera, su función específica no fue del todo aclarada ya que su interior fue encontrado prácticamente limpio, aunque los materiales asociados a sus exteriores – cerámicos y líticos - son de carácter doméstico. La 5D20 presentó una alta concentración de fragmentos de ollas, incluso en su parte interna. Aunque no se localizó fogón alguno, el análisis preliminar sugiere que haya tenido funciones de cocina o de almacén (Peniche y Fernández 2003, Tun 2004). La excavación del conjunto (Figura 13) permitió identificar concentraciones de materiales bien definidas. En el caso de 5D16, la mayor cantidad de artefactos fue localizada en la liberación de la parte Sur del basamento, el frente de la estructura. Dos áreas de basurero fueron identificadas en los dos extremos de la escalinata, en los ángulos formados entre ésta y el talud del basamento, especialmente en el extremo Este. La tierra de estos contextos fue diferente a la humítica (Capa I) ya que se trató de una tierra grisácea (Capa II) mezclada con gran cantidad de fragmentos 95

de cerámica. La concentración Oeste proporcionó, además, una vértebra de pescado y huesos quemados de animales, así como piedras redondeadas. Estos depósitos de basura parecen ser el resultado de desecho orgánico e inorgánico relativamente pequeño descartado al limpiar la parte superior del basamento (Fernández et al. 2003:1032). Es notorio el hecho de que, tanto el interior de 5D16 como de 5D19, se mantuvieron libres de materiales lo que puede indicar un abandono programado. La distribución de materiales en el exterior de 5D19 muestra mayor presencia en la parte trasera y en los laterales (Peniche y Fernández 2003). También destaca el hecho de que la plataforma se haya encontrado relativamente escasa de materiales culturales. Mediante el análisis preliminar de la cerámica recuperada en 5D16 se puede afirmar que esta estructura – y muy probablemente toda la unidad habitacional - fue ocupada durante el apogeo de Sihó, entre 550/600 y 800/850 d. C. Cabe señalar que no hay evidencia de reocupación o utilización posterior a la ocupación del espacio techado original (Fernández et al. 2003:1032, 1034).

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FIGURA 13. UNIDAD HABITACIONAL FORMADA POR 5D16, 5D19 Y 5D20

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CAPÍTULO 5

INDUSTRIAS DE SÍLEX DE SIHÓ, YUCATÁN: EVIDENCIA DE ACTIVIDADES LÍTICAS EN GRUPOS DOMÉSTICOS DE ÉLITE

Entre los artefactos líticos que se recuperaron en las temporadas de campo 2001 y 2003 llevadas a cabo en la antigua comunidad prehispánica de Sihó (Yucatán), los elaborados con pedernal fueron los más abundantes. La colección de sílex de Sihó consta de 2,873 piezas. El material procede del conjunto arquitectónico conformado por 5D2 y 5D7 (N= 296), del conjunto arquitectónico integrado por 5D16, 5D19 y 5D20 (N= 2,466), de los pozos de prueba efectuados en la temporada 2001 (N= 95) y del recorrido de superficie (N= 16). El presente capítulo tiene como objetivo principal presentar los resultados de la clasificación de los artefactos recuperados en los conjuntos arquitectónicos. El material hallado en los pozos de prueba se tratará en el Apéndice A; mientras que el Apéndice B hace referencia a los artefactos recuperados en el recorrido de superficie. Cabe señalar que el desecho de talla asociado con los conjuntos arquitectónicos se interpreta como si datase de la época de ocupación de las unidades habitacionales y no de un uso secundario, posterior al abandono de las estructuras.

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5.1

INDUSTRIAS DE SÍLEX DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5D1, 5D2, 5D7 Y 5D17

En el conjunto arquitectónico que se encuentra en el centro del sitio prehispánico de Sihó (Yucatán) se recuperaron 296 artefactos de sílex. De esos artefactos, 230 se hallaron en la Estructura 5D2, mientras que los 66 artefactos restantes se recuperaron en la Estructura 5D7 (Tabla 1). A continuación se presentan los resultados de la clasificación de tales piezas. 5.1.1 Estructura 5D2 La muestra de artefactos de pedernal recuperados en la Estructura 5D2 se compone de bifaciales (N= 30), lascas de adelgazar (N= 26), punta de proyectil sobre lasca (N= 1), navajas prismáticas (N= 17), lascas casuales (N= 16), lascas de descortezar (N= 6), lascas que no se pueden asignar a ninguna industria en particular (N= 55) y pedazos (N= 64). Asimismo, se recuperaron artefactos que no pertenecen a la industria de talla como son pedazos de mosaico, de raspador, pieza pulida, percutor y lascas producto de exposición al fuego. Como se señaló en el capítulo anterior, durante la liberación del edificio se encontró evidencia de posibles basureros, los cuales se ubican en la esquina Noreste y en ambos costados de la estructura. Debido a que la tierra era diferente a la humítica se le denominó como Capa II. Los materiales hallados en esos contextos son tratados aparte de los recuperados en la Capa I. De esa manera, en la Capa I de la excavación horizontal se recuperaron 207 artefactos (Tabla 2). Como en las estructuras del otro conjunto arquitectónico se encontró evidencia de tres industrias de sílex: la industria de talla bifacial, la industria 99

de percusión casual y la industria de navajas prismáticas. Cabe señalar que el 52.7% (N= 109) de los artefactos no pudieron ser asignados a ninguna industria. Entre estos artefactos se encuentran lascas y pedazos. La industria de talla bifacial es la que predomina en esta estructura tipo palacio (23.7%; N= 49). La muestra de esta industria se compone de una celta, dos puntas con muescas laterales, tres puntas pedunculadas, veintiún bifaciales no identificados, una punta de proyectil sobre lasca, así como lascas de adelgazar (N= 21). La presencia de lascas de adelgazar indica que en la estructura posiblemente se efectuó el reafilamiento de herramientas bifaciales. La mayor cantidad de artefactos de esta industria se ubica en la parte Sur del frente de la estructura (N= 11) aunque la parte Norte del frente y el costado Sur contaron con cantidades semejantes (N= 9). Cabe señalar, sin embargo, que la diferencia con otros contextos de la estructura no es muy grande. La segunda industria en importancia es la de percusión casual (10.6%). La presencia del núcleo y pedazos de núcleo de lasca casual (N= 4), así como las lascas de descortezar (N= 6) evidencia actividad de manufactura de lascas de percusión casual. Resulta interesante que el núcleo de lasca casual, así como los pedazos, muestren evidencia de reutilización ya que el núcleo y dos de los pedazos de núcleos fueron empleados como percutores, mientras que otro pedazo de núcleo fue utilizado como raspador distal. Posiblemente, después de que los núcleos estuvieran exhaustos, los miembros del grupo doméstico le asignaran otra función. En la parte Norte del frente de la estructura y en el costado Sur se recuperaron la mayor cantidad de piezas pertenecientes a esta industria (N= 7).

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La industria de navajas prismáticas se encuentra representada por un perforador / taladro, trece navajas prismáticas y una punta de navaja prismática. Esos artefactos representan el 7.3% de la muestra de la Capa I de la Estructura 5D2. La parte Sur del frente de la estructura posee el mayor número de artefactos (N= 6). Tomando en cuenta todos los tipos de artefactos recuperados en Capa I, la mayor concentración de piezas en 5D2 se localizó en el frente de la estructura, sobre todo en la parte Sur (N= 54), aunque no existe gran diferencia con la sección Norte del frente (N= 46) y el costado Sur (N= 43). El interior de los cuartos, por otra parte, contó con 11 artefactos (5.3%) aunque hay que enfatizar que ocho piezas fueron recuperadas dentro del relleno de la banqueta del Cuarto 2, en otras palabras, los cuartos estuvieron limpios. Durante la excavación de la Capa II de la estructura fueron hallados veintitrés artefactos (Tabla 3). La lasca casual que se recuperó en la parte Oeste de la liberación, la cual corresponde al área posterior de la estructura, es de un contexto posiblemente más temprano que los recuperados en los costados Norte y Sur y la esquina Nordeste debido a que el análisis preliminar de la cerámica asociada data para inicios del periodo Clásico Tardío (Jiménez comunicación personal 2003). Los veintidós artefactos que presumiblemente tienen la misma temporalidad – Clásico Tardío - representan a las tres industrias antes mencionadas aunque cinco piezas no se pudieron asignar a ninguna industria en particular. Cinco lascas de adelgazar y tres bifaciales componen la muestra de la industria de talla bifacial; las lascas de adelgazar indican que en el periodo en el que se formó el basurero, los miembros del grupo doméstico practicaban el reafilamiento de herramientas bifaciales. Cinco artefactos (cuatro lascas casuales y un pedazo de núcleo de 101

percusión casual) representan a la industria de percusión casual, mientras que sólo dos artefactos conforman la muestra de la industria de navajas prismáticas. 5.1.2 Estructura 5D7 En la Estructura 5D7 se recuperaron 66 artefactos de pedernal. La colección se compone de bifaciales (N= 3), lascas de adelgazar (N= 3), lascas casuales (N= 9), lascas de descortezar (N= 3), núcleo de lasca casual (N= 1), navajas prismáticas (N= 8), lascas que no se pueden asignar a ninguna industria en particular (N= 15) y pedazos (N= 20). Además se hallaron un percutor, una mano, un pulidor / percutor y una lasca producto de la exposición al fuego. De esos artefactos, 51 fueron recuperados en la Capa I de la excavación horizontal de la estructura. En la Capa II y en la Capa III, por otra parte, se hallaron siete y ocho artefactos, respectivamente. Como se puede apreciar en la Tabla 4, en la Capa I se halló evidencia de las industrias de percusión casual (N= 11), de navajas prismáticas (N= 8) y de retoque bifacial (N= 3). El hallazgo del núcleo, del pedazo de núcleo de percusión casual y de las lascas de descortezar en esa capa sugiere la posibilidad de que en el área inmediata de la estructura se pudo haber efectuado la manufactura de lascas de percusión casual. En la Capa II, por otra parte, también se encuentran representadas las tres industrias arriba mencionadas (Tabla 5). Las lascas de adelgazar localizadas en esta capa sugieren que en el área inmediata de la estructura se practicó el reafilamiento de herramientas bifaciales. Por último, en la Capa III, sólo se halló evidencia de la industria de percusión casual, la cual se encuentra representada con dos lascas casuales (Tabla 6). 102

En esta estructura no es posible hacer inferencias en cuanto a la distribución por dos razones. La primera consiste en la cantidad de los artefactos, la segunda en el estado de alteración en el que fue encontrada.

5.2

INDUSTRIAS DE SÍLEX DE LA UNIDAD HABITACIONAL FORMADA POR 5D16, 5D19 y 5D20

En la unidad habitacional integrada por las estructuras 5D16, 5D19 y 5D20 se hallaron 2,466 piezas de sílex las cuales consisten en desecho de talla, herramientas formales y herramientas informales. De todos esos artefactos, 2,192 se recuperaron durante la excavación horizontal de la Estructura 5D16, mientras que 136 se hallaron en la Estructura 5D19 y 119 en la Estructura 5D20. Los 19 artefactos restantes fueron hallados durante la excavación horizontal del centro de la plataforma en la que se ubican esos edificios (Tabla 7). 5.2.1 Estructura 5D16 En la Estructura 5D16 se recuperó un total de 2,192 artefactos de sílex. Esos artefactos incluyen bifaciales (N= 53), lascas de adelgazar (N= 724), lascas con retoque bifacial (N= 7), lascas casuales (N= 19), lascas de descortezar (N= 35), núcleos de lasca casual (N= 6), navajas prismáticas (N= 289), núcleo de navaja prismática (N= 1), pedazos (N= 450) y lascas que no pudieron asignarse a ninguna industria en particular (N= 579). Una de estas lascas se recuperó en la Capa III del Pozo de Prueba 16 excavado en la esquina Noreste del Cuarto 1. Además, se recuperaron artefactos que no pertenecen a la industria de talla: un percutor, un pulidor / percutor, dos manos, un nódulo, cuatro piezas no identificadas y veinte 103

lascas producto de la exposición al fuego (Tabla 8). Como se puede apreciar en la Tabla 8, la mayor concentración de artefactos de pedernal se recuperó en el frente de la estructura que corresponde a la parte Sur de la liberación, principalmente en el área Este donde se hallaron 1,064 artefactos. Resulta interesante que en el cuadro 3M, el cual se ubica en el ángulo que se forma entre la escalinata y el talud Este, se hallaron 311 artefactos los cuales comprenden el 29.23% de las piezas recolectadas en esa sección. En ese cuadro se halló uno de los dos posibles basureros de la estructura (ver Fernández et al. 2003). En comparación, en el lado Oeste de la liberación Sur se hallaron sólo 523 piezas. Otro dato de interés es el hecho que el interior de la estructura se encontró prácticamente limpio ya que en los cinco cuartos únicamente se recuperaron 17 piezas. La clasificación de los artefactos recuperados durante la liberación de la estructura ha permitido identificar la presencia de tres industrias de talla de pedernal: la industria de retoque bifacial, la industria de navajas prismáticas y la industria de percusión casual. La clasificación del material también ha proporcionado evidencia de que en el área de la Estructura 5D16 se realizaron actividades de producción de puntas de navajas prismáticas y de lascas casuales, así como actividades de mantenimiento y reciclaje de artefactos bifaciales. La principal industria representada en la muestra de sílex recuperada en 5D16 es la industria de retoque bifacial con el 35.8% que corresponde a 724 lascas de adelgazar, 53 bifaciales, seis puntas de proyectil sobre lasca y un perforador / taladro sobre lasca. La muestra de artefactos bifaciales se compone de una punta lanceolada, una punta lanceolada denticulada, una punta oval, una punta pedunculada, seis bifaciales pequeños producto de reciclaje, 38 fragmentos de 104

bifaciales y seis lascas obtenidas de bifaciales. Cabe señalar que la mayor concentración de artefactos pertenecientes a la industria bifacial se encuentra concentrada en la parte frontal de la estructura que corresponde a la liberación Sur, particularmente en el lado Este donde se recuperaron 405 lascas de adelgazar, 14 bifaciales y una punta de proyectil sobre lasca. De las 405 lascas, 160 fueron halladas en el cuadro 3M mencionado arriba. La presencia de lascas de adelgazar podría indicar la existencia de producción de artefactos bifaciales; sin embargo, hay que analizar el resto de la evidencia disponible. El promedio de las dimensiones de las lascas de adelgazar recuperadas son 12.5 mm de largo por 12.3 mm de ancho por 1.6 mm de espesor19, lo que nos indica que se trata de lascas de adelgazar pequeñas procedentes de las últimas etapas de reducción lítica o de las actividades de mantenimiento y reciclaje. Lo anterior aunado a la presencia de fragmentos de bifaciales y bifaciales pequeños producto del reciclaje (Estadio 3 y Estadio 5 de McAnany 1987:185) y a la ausencia de macrolascas, macronavajas u otro artefacto que pueda servir de núcleo, preformas y lascas de adelgazar grandes en la colección confirman que en la estructura se estaban reduciendo preformas casi listas o bien realizando actividades de mantenimiento, así como reciclando bifaciales para obtener bifaciales pequeños. Los miembros del grupo doméstico que habitó la Estructura 5D16 debieron obtener las herramientas bifaciales ya terminadas o casi terminadas. A medida que la funcionalidad de la herramienta se iba perdiendo se procedía a su reafilamiento. Cuando se fragmentaba, la forma de la herramienta se modificaba para producir un

19

El promedio de las dimensiones de las lascas de adelgazar fue obtenido tomando en cuenta únicamente las 405 piezas que fueron obtenidas en la parte Sureste de la liberación de la Estructura.

105

bifacial pequeño, una herramienta con forma y funciones diferentes a la original. La segunda industria más importante en la estructura es la de navajas prismáticas con el 13.8%. La industria de navajas prismáticas de pedernal tenía como objetivo principal elaborar preformas - las navajas prismáticas mismas - para la elaboración de puntas de navajas prismáticas, aunque las partes distales de las navajas también se usaron como perforadores / taladros. En la muestra de la Estructura 5D16, los artefactos que componen a esta industria son 289 navajas prismáticas (208 preformas de navajas prismáticas, 33 puntas de navajas prismáticas, cinco perforadores / taladros, ocho navajas que son errores de manufactura y 35 navajas prismáticas que no pudieron ser identificadas como preformas), un núcleo de navaja prismática y 13 pedazos de núcleos de navaja prismática. La presencia del núcleo, pedazos de núcleos, preformas de navajas prismáticas con y sin modificaciones, así como de puntas de navajas prismáticas permite inferir que los habitantes de la Estructura 5D16 produjeron puntas de navajas prismáticas para su consumo. Lo anterior se confirma por la presencia de navajas prismáticas que son errores de manufactura. En cuanto a la distribución, de nuevo, el área Este del frente de la estructura cuenta con el mayor porcentaje de artefactos donde se recuperaron 127 navajas prismáticas, el núcleo de navajas prismáticas y seis pedazos de núcleos de navajas prismáticas. La industria de percusión casual cuenta con el 3.2%. La presencia de núcleos de percusión casual y pedazos de núcleos de percusión casual señalan actividades de producción de lascas casuales, las cuales eran manufacturadas 106

únicamente para uso doméstico. Las lascas de descortezar indican que los habitantes de la estructura obtuvieron nódulos de pedernal en lugar de núcleos. En cuanto a la distribución, la parte Oeste de la liberación Sur es el sector que cuenta con la mayor cantidad de artefactos pertenecientes a esta industria. En ese sector se recuperaron trece lascas de descortezar, nueve lascas casuales, tres núcleos de lasca casual y cinco pedazos de núcleo lasca casual. Un dato de interés es el hecho de que en esa sección se recuperó la mayor cantidad de piedras redondeadas (N= 10) las cuales, entre otras funciones, pudieron servir como percutores o martillos (Clark 1988a:180-183; ver Fernández y Peniche 2002; Peniche y Fernández 2003). Con los datos podemos inferir que en el área inmediata de la estructura 5D16, los miembros del grupo doméstico realizaron las actividades de producción de puntas de navajas prismáticas y mantenimiento y reciclaje de bifaciales de pedernal principalmente en el área Sudeste del basamento - considerando el barrido y la erosión - y la escalinata o bien en la plataforma de esta misma zona. La producción de lascas de percusión casual, por otra parte, posiblemente se llevó a cabo en el sector Oeste de la parte frontal de la estructura. El desecho resultado de las actividades de producción, mantenimiento y reciclaje pudo ser barrido por los miembros del grupo doméstico y depositado en el lugar de hallazgo. El frente de la estructura posiblemente fue un área intermedia (Hayden y Cannon 1983; Santley y Kneebone 1993), es decir, la zona donde se descartaban de manera provisional los artefactos que tenían el potencial de ser reciclados o que iban a ser descartados de manera definitiva posteriormente. En esa área se recuperó la mayor cantidad de fragmentos de bifaciales (N= 30). 107

5.2.2 Estructura 5D19 En la Estructura 5D19, localizada al Suroeste de la Estructura 5D16, se hallaron 136 artefactos de sílex. Estas piezas comprenden bifaciales (N= 4), lascas de adelgazar (N= 10), artefactos bifaciales sobre lasca (N= 2), lascas de descortezar (N= 8), núcleos de lasca casual (N= 2), lascas casuales (N= 2), navajas prismáticas (N= 61), macrolasca (N= 1), pedazos (N= 24) y lascas que no se pueden asignar a ninguna industria en particular (N= 21), así como un alisador. Cabe señalar que siete piezas fueron recuperadas durante la excavación de los pozos de prueba 17 y 18. Estas piezas son un fragmento de bifacial, una lasca de descortezar, un núcleo de percusión casual, una preforma y una punta de navaja prismática, una lasca que no se puede asignar a ninguna industria en particular y un pedazo (Tabla 9). Los artefactos recuperados durante la excavación horizontal de la Estructura 5D19 (N= 129) proporcionan evidencia de tres industrias de pedernal: la industria de retoque bifacial, la industria de percusión casual y la industria de navajas prismáticas. Como se puede apreciar en la Tabla 9, la industria de navajas prismáticas es la mejor representada en la Estructura 5D19 ya que cuenta con el 46.5% de los artefactos. Al parecer, en el área inmediata de la construcción se estaba realizando la modificación de preformas de navajas prismáticas para convertirlas en puntas de navajas prismáticas ya que se cuenta con preformas retocadas unifacial o bifacialmente y con una o dos muescas. Sin embargo, no hay evidencia suficiente para afirmar que en esa área se producían las preformas debido a que sólo se recuperó un pedazo de núcleo de navaja prismática. Un dato de interés es el hecho de que se hayan recuperado cuatro perforadores / taladros, una cantidad semejante a la recuperada en el Estructura 5D16 (N= 5). En cuanto a la distribución, la mayor 108

concentración de artefactos pertenecientes a esta industria (N= 34) se localiza al poniente, es decir, en la parte trasera. La industria de talla bifacial, la segunda en importancia en la estructura (11.6%), se compone de tres bifaciales, diez lascas de adelgazar, una preforma de punta de proyectil y una punta de proyectil sobre lasca. Entre los bifaciales se encuentran dos bifaciales pequeños y un fragmento de bifacial. Las lascas de adelgazar, al igual que en la estructura tipo palacio, pueden ser resultado de las actividades de mantenimiento de artefactos bifaciales o de su reciclaje. Siete de las lascas de adelgazar y el fragmento de bifacial se recuperaron en la parte posterior de la estructura. En cuanto a la industria de percusión casual (7.8%), la presencia de un núcleo de percusión casual recuperado en la parte posterior de la estructura y de siete lascas de descortezar indica que en el área inmediata de la estructura posiblemente se estuvieron realizando actividades de manufactura de lascas casuales, aunque en una escala mucho menor a las realizadas en 5D16. El núcleo de percusión casual y cuatro de las lascas de descortezar fueron recuperados en la parte posterior de la estructura. La mayor concentración de los materiales (N= 82) se encontró en la parte posterior donde se encuentra un acceso que comunica con el interior. La parte de atrás del edificio, según el modelo de solar (Santley y Kneebone 1993), se espera que se use para depositar desecho de manera temporal. El interior de la estructura se encontró prácticamente limpio, con sólo 11 piezas.

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Recapitulando, se tiene evidencia de producción de lascas casuales, elaboración de puntas de navajas prismáticas y mantenimiento y reciclaje de artefactos bifaciales. En cuanto a la distribución de los artefactos, se puede concluir que las mayores concentraciones de las tres industrias fueron recuperadas en la parte posterior, la cual posiblemente fue un área intermedia donde se descartaban los desechos de manera provisional. La afirmación anterior se ve reforzada por los otros materiales ya que en esa área de la estructura se encontraron las mayores concentraciones de material cerámico, así como de obsidiana. 5.2.3 Estructura 5D20 En la Estructura 5D20 se recuperaron 119 artefactos; 112 fueron hallados durante la excavación horizontal de la estructura y siete en los pozos de prueba 19, 20, 21 y 22. Estos artefactos comprenden bifaciales (N= 7), lascas de adelgazar (N= 11), lascas de descortezar (N= 5), lascas casuales (N= 3), navajas prismáticas (N= 44), núcleos (N= 2), celta (N= 1), lascas que no se pueden asignar a ninguna industria en particular (N= 14) y pedazos (N= 31), así como una lasca producto de la exposición al fuego (Tabla 10). En cuanto a las distribuciones, no hay ninguna concentración marcada entre exterior frontal (N= 37) ni exterior trasero (N= 40). En el interior de la estructura, por otra parte, se recuperaron 26 artefactos, una cantidad ligeramente menor a los exteriores y mayor a la recuperada en los interiores de las otras dos estructuras del conjunto.

110

Al igual que en la Estructura 5D19, la industria mejor representada en la construcción es la industria de navajas prismáticas con el 43.8% (N= 49) de los artefactos. A diferencia de la 5D19, existe la posibilidad de que en el área de la 5D20 se pueda hablar de elaboración de preformas ya que se recuperaron un núcleo de navajas prismáticas y cuatro pedazos de núcleos de navajas prismáticas. La presencia de dos navajas prismáticas que son errores de manufactura sustenta la afirmación anterior. La mayor concentración de esta industria se encuentra en la parte trasera (N= 20), aunque la diferencia con la sección frontal no es muy grande (N= 15). La industria de talla bifacial es la segunda en importancia (14.3%) y se encuentra representada por dos puntas con muescas laterales, cuatro fragmentos de bifaciales y diez lascas de adelgazar. La presencia de lascas de adelgazar indica las actividades de mantenimiento de bifaciales. Exterior frontal (N= 5) y exterior trasero (N= 7) presentan casi la misma cantidad de artefactos siendo el número de lascas de adelgazar iguales (N= 4). Por último, al igual que en las dos estructuras anteriores, la industria de lasca casual es la menos representada con 8.9% de los artefactos (N= 10). Los dos núcleos de lasca casual y las cinco lascas de descortezar permiten señalar la posibilidad de que en el área inmediata de la Estructura 5D20 se llevó a cabo la manufactura de lascas de percusión casual. Tanto la parte frontal como la posterior presentan prácticamente la misma concentración (N= 5 y N= 4, respectivamente). De esa manera, se puede decir que en la Estructura 5D20 se realizaban las siguientes actividades líticas: producción de lascas casuales y puntas de navajas prismáticas y mantenimiento de artefactos bifaciales. Prácticamente, las mismas 111

actividades que se efectuaron en las dos estructuras del conjunto, aunque con mucha variación en intensidad. En esta estructura no se puede distinguir una concentración especial en parte alguna del edificio ya que aun cuando la cantidad recuperada en el interior es menor a la recuperada en los exteriores, la diferencia no es tan marcada como en las otras estructuras del conjunto. 5.2.4 Plataforma Un total de 19 artefactos de sílex se recuperaron en la plataforma en la que se ubican las estructuras arriba mencionadas. Entre esas piezas se tienen un bifacial, lascas de adelgazar (N= 3), navajas prismáticas (N= 6), núcleos de lasca casual (N= 2), una lasca casual, lascas que no se pueden asignar a ninguna industria en particular (N= 4) y pedazos (N= 2) (Tabla 7). La exploración del centro de la plataforma abarcó un espacio de veintidós metros de Este a Oeste por ocho metros de Norte a Sur (Cobos y Peniche 2004). Resulta interesante que en esta superficie únicamente se hayan recuperado 19 artefactos de sílex. La concentración de artefactos de pedernal recuperados en la plataforma coincide con la de otros materiales como la obsidiana, la caliza y la cerámica (Cobos y Peniche 2004; Peniche 2004; Peniche y Fernández 2004). En otras palabras, la plataforma fue un área prácticamente libre de materiales. Posiblemente, el espacio haya sido usado para transitar y para realizar actividades diversas por lo que los antiguos habitantes de la unidad habitacional cuidaron de no dejar materiales que estorbaran a la circulación de las personas. Según el modelo del solar (Santley y Kneebone 1993), la plataforma correspondería al área denominada patio. 112

También es de interés el hecho de que en el Cuadro 040M se haya recuperado una navaja prismática que es un error de manufactura. Este hallazgo refuerza que en la parte oriental del frente de la Estructura 5D16 se depositaron los desechos de producción de navajas prismáticas. Los núcleos de lascas de percusión casual se recuperaron en el área inmediata de la Estructura 5D20, esto también sirve para reforzar que el área inmediata de ese edificio se produjeron lascas de percusión casual.

5.3

INDUSTRIAS DE SÍLEX

La clasificación de los artefactos recuperados en las dos temporadas de campo efectuadas en Sihó (Yucatán) ha dado como resultado la identificación de tres industrias de talla de pedernal: la industria de percusión casual, la industria de navajas prismáticas y la industria de retoque bifacial. Cabe señalar que hay una ausencia de artefactos que pertenezcan a la industria de percusión bipolar. Este método se considera como el más eficaz para producir lascas aprovechables y su práctica frecuentemente indica que los habitantes de un sitio tenían poco acceso a la materia prima (Braswell 2000:209). Este apartado tiene como objetivo principal describir las características principales de las industrias de sílex. 5.3.1 Industria de percusión casual A partir de la presencia de las lascas de descortezar (Figuras 14 y 15), las cuales fueron talladas mediante la técnica de percusión directa dura, se infiere que el punto de comienzo de esta industria fue el nódulo. La técnica de percusión casual fue usada también para obtener las lascas de percusión casual (Figuras 16 y 17). 113

FIGURA 14. LASCAS DE DESCORTEZAR

114

FIGURA 15. LASCAS DE DESCORTEZAR

FIGURA 16. LASCAS DE PERCUSIÓN CASUAL 115

FIGURA 17. LASCAS DE PERCUSIÓN CASUAL

116

Las lascas de percusión casual, las cuales se consideran herramientas expedientes, pudieron ser manufacturadas por cualquier persona sin necesidad de experiencia. La intensidad de producción fue baja; al parecer, se producía principalmente para consumo doméstico. En otras palabras, el nivel de manufactura de las lascas de percusión casual fue el de producción doméstica de subsistencia. De acuerdo con Michelet et al. (2000:439), se seleccionaban las piezas que ofrecían un filo y dimensiones adecuados para la tarea requerida. Los filos generalmente se usaban sin modificación, aunque en ocasiones fueron objeto de retoque. En cuanto a los núcleos de percusión casual (Figuras 18 y 19), se puede decir que fueron de forma irregular debido a que las lascas casuales fueron desbastadas sin preparar el núcleo y sin seguir una secuencia definida. Al parecer, las macrolascas y los bifaciales fragmentados también pudieron fungir como núcleos de lascas casuales. Luego de quedar exhaustos, los núcleos de percusión casual fueron utilizados como percutores principalmente, aunque también hay evidencia de que pudieron servir como raspadores (Figura 20).

FIGURA 18. NÚCLEO DE LASCAS DE PERCUSIÓN CASUAL 117

FIGURA 19. NÚCLEOS DE PERCUSIÓN CASUAL

NÓDULO Otras industrias

(percusión directa)

LASCA DE DESCORTEZAR NÚCLEO DE PERCUSIÓN CASUAL

MACROLASCA

(Percusión directa dura)

NÚCLEO EXHAUSTO

LASCA CASUAL

(usado)

Percutor

Raspador

FIGURA 20. INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL 118

Las lascas que no se pudieron asignar a ninguna industria en particular posiblemente fueron lascas casuales, aunque se carece de evidencia para afirmarlo. Lo mismo se puede decir de las puntas de proyectil sobre lasca y del perforador / taladro (Figura 21 y 28e).

FIGURA 21. LASCA: PERFORADOR/TALADRO 5.3.2 Industria de navajas prismáticas El objetivo principal de la industria de navajas prismáticas fue manufacturar preformas - las navajas mismas - para la elaboración de puntas de navajas prismáticas. Estas herramientas han sido descritas por otros autores como puntas de proyectil elaboradas sobre lascas pequeñas o navajas que han recibido retoque para modificar su forma natural (Michelet et al. 2000; Hanks 2000; McAnany 1987; Potter 1987). Las navajas prismáticas, sin embargo, también fueron modificadas para fungir como perforadores o taladros. En la muestra también hay evidencia de que las navajas se pudieron usar sin modificaciones aprovechando el filo natural de las piezas, como las navajas prismáticas de obsidiana.

119

Al parecer, únicamente en la unidad habitacional integrada por 5D16, 5D19 y 5D20 se manufacturaron este tipo de herramientas. El hallazgo de navajas prismáticas que son errores de manufactura en tal unidad habitacional lo corrobora (Figuras 22 y 23).

FIGURA 22. NAVAJA PRISMÁTICA: ERRORES DE MANUFACTURA

FIGURA 23. NAVAJA PRISMÁTICA: ERRORES DE MANUFACTURA 120

Dadas las características de las navajas prismáticas, éstas pudieron haber sido obtenidas de núcleos pequeños e irregulares mediante la técnica de percusión directa suave aprovechando cualquier superficie plana como plataforma (Figuras 24 y 25). El desbaste de las navajas prismáticas dejó en el núcleo cicatrices paralelas.

FIGURA 24. NÚCLEO DE NAVAJA PRISMÁTICA

FIGURA 25. NÚCLEO DE NAVAJA PRISMÁTICA

121

Algunas navajas de la colección son muy regulares en forma, semejantes a sus homólogas de obsidiana, aunque la mayoría no posee esta característica (Figuras 26 y 27). Posiblemente, estas navajas prismáticas hayan sido obtenidas de núcleos poliédricos de pedernal semejantes a los reportados en Tikal (Moholy-Nagy 1991:194), pero no existe evidencia de este tipo de núcleos en la colección. Desgraciadamente, sólo se recuperaron dos fragmentos de núcleos, los cuales son irregulares en forma; de los pedazos de núcleos de navajas prismáticas que se recuperaron en Sihó no es posible determinar su forma. Estos núcleos quizás se obtuvieron de nódulos aunque no hay evidencia de que esa etapa de reducción se haya realizado en los conjuntos arquitectónicos excavados.

FIGURA 26. NAVAJAS PRISMÁTICAS

122

FIGURA 27. NAVAJAS PRISMÁTICAS 123

Posterior al tallado de las navajas prismáticas, se procedía a su modificación. Si el objetivo era obtener perforadores / taladros, las navajas prismáticas eran retocadas unifacial o bifacialmente en los bordes del extremo distal (Figuras 28 y 29a-d). El objetivo del retoque en la navaja prismática era formar una punta en el extremo, la cual sería la parte funcional. Estas herramientas recuperadas en Sihó son de tamaño semejante a los perforadores hallados en el Grupo Mosquito en Caracol, Belice. Los artefactos hallados en Caracol miden entre 13 y 26 mm de largo y entre 8 y 14 mm de ancho, mientras que el promedio de las dimensiones de los perforadores / taladro de Sihó es de 32 mm de largo y 14 mm de ancho. La diferencia entre las herramientas de los dos sitios radica en que las recuperadas en Caracol fueron principalmente elaboradas sobre lascas modificadas bifacialmente (Pope 1994). En Sihó, únicamente se recuperó un ejemplar de perforador / taladro elaborado sobre lasca (Figuras 21 y 29e), la mayoría fueron elaborados sobre navajas prismáticas.

FIGURA 28. NAVAJA PRISMÀTICA: PERFORADOR/TALADRO 124

FIGURA 29. A-D NAVAJA PRISMÁTICA: PERFORADOR / TALADRO. E LASCA: PERFORADOR / TALADRO

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Las navajas prismáticas también eran retocadas unifacial o bifacialmente cuando se pretendía manufacturar puntas de navajas prismáticas, aunque el retoque bifacial era más común. El hallazgo de navajas prismáticas con únicamente muescas laterales y sin retoque y de navajas prismáticas fragmentadas durante el proceso de retoque confirma que se estaban modificando este tipo de artefactos – al menos en la unidad habitacional formada por 5D16, 5D19 y 5D20 - para obtener puntas de proyectil (Figura 30).

FIGURA 30. NAVAJAS PRISMÁTICAS: PREFORMAS DE PUNTAS DE NAVAJAS PRISMÁTICAS El retoque se efectuaba principalmente en los márgenes de los extremos distal y proximal de la navaja con el fin de darle la forma deseada. En ocasiones, las puntas de proyectil eran retocadas totalmente de manera bifacial. Las muescas eran elaboradas en los laterales de la navaja, cerca del extremo proximal (Figura 31).

126

Las puntas de navajas prismáticas recuperadas durante las excavaciones en Sihó poseen variabilidad en forma, aunque las características básicas están presentes (retoque unifacial o bifacial y muescas laterales), en otras palabras, existe cierta estandarización (Figuras 32, 33 y 34). Esto significa que no fueron elaboradas por especialistas de tiempo completo, aunque los talladores requirieron cierta destreza para elaborarlas. La evidencia disponible indica que el nivel de producción de las puntas de navajas prismáticas corresponde a la industria doméstica.

NÓDULO* Otras industrias

(percusión directa dura) LASCA DE DESCORTEZAR*

NÚCLEO DE NAVAJA PRISMÁTICA (percusión directa suave) NAVAJA PRISMÁTICA

(usada) (PERFORADOR / TALADRO)

(percusión directa suave/presión)

(PUNTA DE NAVAJA PRISMÁTICA)

Nota: Los asteriscos señalan los tipos que no están presentes en la muestra. FIGURA 31. INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS Estas puntas de proyectil son de aparición tardía en el área Maya. Al parecer, llegaron a las tierras bajas del Norte durante el periodo Clásico Terminal, procedentes del Centro de México. Posiblemente fungieron como puntas de flecha o 127

de lanzadardos, tipos de armas desconocidos durante los periodos Clásico Temprano y Tardío (Braswell 2000:214). De esa temporalidad datan las piezas recuperadas en sitios como Chichén Itzá (Potter 1987), Xcochkax (Michelet et al. 2000) y Yo’okop (Hanks 2000). Posteriormente, durante el periodo Posclásico, aparecen en las tierras bajas del Sur. En sitios como Toniná (en Michelet et al. 2000:440), Pultrouser Swamp (McAnany 1987:180) y Santa Rita Corozal (Shafer y Hester 1988), por ejemplo, las puntas de navajas prismáticas aparecen en contextos posclásicos.

FIGURA 32. NAVAJAS PRISMÁTICAS: PUNTAS DE NAVAJAS PRISMÁTICAS

128

FIGURA 33. NAVAJAS PRISMÁTICAS: PUNTAS DE NAVAJAS PRISMÁTICAS

129

FIGURA 34. NAVAJAS PRISMÁTICAS: PUNTAS DE NAVAJAS PRISMÁTICAS

130

5.3.3 Industria de retoque bifacial La industria de retoque bifacial se compone de lascas de adelgazar, bifaciales, artefactos bifaciales elaborados sobre lascas y bifaciales pequeños producto del reciclaje. Los datos procedentes de los conjuntos arquitectónicos excavados indican una ausencia de los estadios iniciales de reducción bifacial (preformas, núcleos y errores de manufactura). Los artefactos bifaciales debieron ser manufacturados en otro sitio, aunque cabe la posibilidad de que otros grupos domésticos de Sihó hayan elaborado las herramientas bifaciales. Cualquiera que sea el lugar de procedencia de tales herramientas, los habitantes de los conjuntos arquitectónicos integrados por 5D2 y 5D7 y 5D16, 5D19 y 5D20 las obtuvieron terminadas o casi terminadas. Debido a que se carece de evidencia de los primeros estadios de manufactura de las herramientas bifaciales, se desconoce el tipo de artefacto que sirvió de núcleo para elaborarlos. Sin embargo, a partir de la evidencia obtenida en otros sitios, se puede inferir que la forma precursora de estas herramientas fue la macronavaja (Braswell 2000:209) o la macrolasca. Mediante las técnicas de percusión directa o presión, los talladores manufacturaron distintas herramientas. En la muestra de Sihó, se distinguieron seis subtipos de bifaciales: puntas lanceoladas, puntas ovales, punta lanceolada denticulada, puntas pedunculadas, puntas con muescas laterales y fragmentos no diagnósticos. Las puntas lanceoladas (Figuras 35a y 36) han sido reportadas en Becán (Rovner y Lewenstein 1997) y en Chichén Itzá (Sheets et al. 1992). Estos autores datan a las puntas lanceoladas para los periodos Clásico Tardío y Clásico Terminal. Una punta semejante a las puntas ovales recuperadas en Chicanná y en Dzibilchaltún (Rovner y Lewenstein 1997) fue hallada en Sihó (Figuras 35c y 36). 131

FIGURA 35. BIFACIALES: A- PUNTA LANCEOLADA. B- PUNTA LANCEOLADA DENTICULADA. C- PUNTA OVAL. D- CELTA.

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FIGURA 36. BIFACIALES: PUNTA LANCEOLADA DENTICULADA, PUNTA LANCEOLADA, PUNTA OVAL, CELTA. En cuanto a las puntas pedunculadas, se reportan piezas semejantes en Dzibilchaltún (Rovner y Lewenstein 1997) y Acanceh (Quintal y Barrales 2002). Rovner y Lewenstein (1997:77) describen a esta pieza como una punta con un cuerpo lanceolado, hombros bilaterales, un pedúnculo afilado y una base ligeramente cóncava. La pieza aparece en un contexto que data para el periodo Posclásico (Figuras 37 y 38).

133

FIGURA 37. BIFACIAL: PUNTAS PEDUNCULADAS

FIGURA 38. BIFACIAL: PUNTAS PEDUNCULADAS

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Por otra parte, puntas con muescas laterales semejantes a las recuperadas en Sihó han sido reportadas en Acanceh (Quintal y Barrales 2002), Chichén Itzá (Potter 1987; Sheets et al. 1992), Río Bec (Rovner y Lewenstein 1997), Uaymil (Inurreta 2002), entre otros sitios. Estas puntas de proyectil datan para el periodo Clásico Terminal (Figuras 39 y 40).

FIGURA 39. BIFACIALES: PUNTAS CON MUESCAS LATERALES

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FIGURA 40. BIFACIALES: PUNTAS CON MUESCAS LATERALES

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FIGURA 41. BIFACIALES PEQUEÑOS PRODUCTO DEL RECICLAJE. A-F FRAGMENTOS DE BIFACIALES MODIFICADOS. G- LASCA CASUAL RETOCADA PROCEDENTE DE BIFACIAL 137

A medida que se usaban las herramientas, éstas eran reafiladas. Cuando se fragmentaban o era imposible reafilarlas se reciclaban, modificando su forma para producir bifaciales pequeños (Figuras 41a-f y 42) o usándolas como núcleos de lascas casuales las cuales, a su vez, pudieron ser retocadas unifacial o bifacialmente (Figuras 41g y 42). Al menos, de esa manera lo llevaron a cabo los miembros del grupo doméstico que habitaron el conjunto arquitectónico integrado por las estructuras 5D16, 5D19 y 5D20.

FIGURA 42. BIFACIALES PEQUEÑOS PRODUCTO DEL RECICLAJE. FRAGMENTOS DE BIFACIALES MODIFICADOS Y LASCA CASUAL RETOCADA PROCEDENTE DE BIFACIAL El reciclaje de bifaciales se confirma por la presencia de fragmentos de bifaciales rotos (Estadio 4; Figura 43), fragmentos de herramientas modificados en nuevos tipos de herramientas a través del desbaste de lascas de adelgazar (Estadio 138

5; Figuras 41 y 42) (ver McAnany 1987:185) y las características de las lascas de adelgazar (Figuras 44 y 45) que indican que son resultado de las actividades de mantenimiento y reciclaje de bifaciales (Figura 46).

FIGURA 43. FRAGMENTOS DE BIFACIALES

139

FIGURA 44. LASCAS DE ADELGAZAR

FIGURA 45. LASCAS DE ADELGAZAR

140

NÓDULO* Otras industrias

LASCA

MACROLASCA*

MACRONAVAJA*

(percusión directa suave) (PERFORADOR /TALADRO)

LASCA DE ADELGAZAR*

BIFACIAL (usado)

(percusión directa suave)

LASCA DE ADELGAZAR

Bifacial reafilado

(percusión directa suave) (percusión directa dura)

Bifacial pequeño

LASCA CASUAL

(percusión directa suave)

LASCA DE ADELGAZAR

Bifacial

Nota: Los asteriscos indican los tipos que no están presentes en la muestra. FIGURA 46. INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL

141

La circulación de herramientas terminadas, junto con la presencia de las actividades de mantenimiento y reciclaje, puede ser indicio de que la materia prima era relativamente escasa en el sitio. Aunque no se puede afirmar con certeza, es plausible que en Sihó exista una ausencia de afloramientos de sílex. El reciclaje y el mantenimiento han sido señalados como indicadores de la disponibilidad de las fuentes y de la accesibilidad de las herramientas: se recicla cuando no hay abundancia (ver McAnany 1987; Potter 1987; Valdez y Potter 1991). Potter (1987:15) señala que está situación posiblemente fue endémica en el Norte de Yucatán. Cabe señalar que las puntas de proyectil y el perforador / taladro elaborados sobre lasca pertenecen a la industria de retoque bifacial. En esta categoría se tiene a puntas de proyectil con muescas laterales - semejantes a las puntas de navajas prismáticas – y puntas de proyectil pedunculadas pequeñas (Figuras 47 y 48). Las puntas de proyectil posiblemente se elaboraron sobre lascas casuales, las cuales se produjeron en los conjuntos arquitectónicos, aunque no es posible afirmarlo pues no existen preformas de puntas de proyectil sobre lasca fragmentadas durante la manufactura. Puntas de proyectil pedunculadas sobre lasca (Figuras 49 y 50) también fueron recuperadas en el área de Río Bec y en Dzibilchaltún, aunque éstas fueron unifaciales (Rovner y Lewenstein 1997:23), así como en Chichén Itzá (Potter 1987).

142

FIGURA 47. LASCAS: PUNTAS DE PROYECTIL

143

FIGURA 48. LASCAS: PUNTAS DE PROYECTIL

FIGURA 49. LASCAS: PUNTAS PEDUNCULADAS

144

FIGURA 50. LASCAS: PUNTAS PEDUNCULADAS

145

CAPIÍTULO 6

CONSIDERACIONES FINALES

El objetivo principal de este trabajo fue interpretar, en términos de la organización económica, las industrias de talla de sílex de dos grupos domésticos de élite del sitio arqueológico de Sihó (Yucatán). Estos grupos domésticos habitaron en las unidades habitacionales conformadas por las estructuras 5D2 y 5D7 y 5D16, 5D19 y 5D20 de Sihó. Al parecer, ambos conjuntos fueron ocupados durante el apogeo de Sihó, en el lapso comprendido entre 550/600 y 800/850 d. C. De acuerdo con el análisis preliminar de los artefactos cerámicos hallados durante la excavación horizontal de las unidades habitacionales, la mayoría de los contextos en donde se recobraron los artefactos de sílex datan del final de la ocupación de los conjuntos arquitectónicos, aproximadamente para 750-850 d. C. Esta ocupación es marcada por la introducción de la cerámica Naranja Fina Silhó, grupo cerámico que ha sido datado en contextos de Isla Cerritos mediante Carbono 14 para algún momento del siglo VIII d. C (Cobos 1997:22). En otras palabras, los artefactos de sílex corresponden a las dos o tres últimas generaciones que ocuparon las unidades habitacionales, entre fines del Clásico Tardío y principios del Clásico Terminal. Sin embargo, los artefactos recuperados en la Capa II del basurero de la Estructura 5D2 son más tempranos; el análisis de la cerámica indica que tal contexto data para inicios del periodo Clásico Tardío (Jiménez 2004; ver también Fernández y Peniche 2003). La temporalidad de las piezas halladas en los 25 pozos de prueba

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excavados es difícil de determinarla ya que la cerámica de esos contextos aún está en proceso de análisis. Las exploraciones de los dos conjuntos arquitectónicos efectuadas en las temporadas de campo 2001 y 2003 han proporcionado artefactos cuyo análisis por medio de la tipología tecnológica ha permitido identificar la presencia de tres industrias de talla de pedernal: la industria de percusión casual, la industria de navajas prismáticas y la industria de retoque bifacial. Estas tres industrias están presentes en las dos unidades habitacionales exploradas, aunque ostentan diferencias en cuanto a sus características. Por una parte, se identificó que en el espacio que ocupa el conjunto arquitectónico formado por 5D16, 5D19 y 5D20 se realizaron las siguientes actividades líticas: 1) producción de lascas de percusión casual en el nivel de producción doméstica de subsistencia; 2) manufactura de navajas prismáticas en el nivel de industria doméstica, las cuales fueron modificadas con el fin de obtener puntas de navajas prismáticas o perforadores / taladros y 3) mantenimiento y reciclaje de herramientas bifaciales. Por otra parte, en la unidad habitacional conformada por 5D2 y 5D7 sólo se documentó producción de lascas de percusión casual en el nivel de producción doméstica de subsistencia y mantenimiento de bifaciales. Estas actividades se realizaron en una escala mucho menor en comparación al otro conjunto arquitectónico, incluso a las registradas en las estructuras 5D19 y 5D20. La diferencia en producción pudo deberse a dos razones. Primero, las actividades realizadas con las lascas casuales y las navajas prismáticas pudieron ser llevadas a cabo por los propios miembros del grupo doméstico que habitó 5D16, 147

5D19 y 5D20, por lo que tenían que realizar sus propias herramientas. En este caso, los habitantes de 5D2 posiblemente controlaron a cierta población para que realizara esas mismas actividades, de ahí que no les haya sido tan necesario manufacturar tales herramientas. Sin embargo, también existe la posibilidad de que 5D16, 5D19 y 5D20 hayan controlado la materia prima, por lo que tenían la capacidad de manufacturar lascas de percusión casual en mayor intensidad que los habitantes de 5D2 y navajas prismáticas. 5D2 dependía de este grupo doméstico – o posiblemente de otros – para obtener sus herramientas. Entonces, en el espacio de las unidades habitacionales únicamente se manufacturaron artefactos utilitarios, principalmente para consumo doméstico. En otras palabras, las actividades líticas realizadas en ambos conjuntos arquitectónicos pertenecen, al parecer, a lo que se ha denominado economía general o informal (Foias 2000). Lo anterior significa que existe la posibilidad de que las industrias identificadas pueden estar representadas en grupos domésticos no elitistas, aunque esto necesita explorarse. Resulta interesante que en la unidad habitacional integrada por 5D2 y 5D7, la industria de navajas prismáticas se encuentre poco representada. Al principio, se consideró la posibilidad de que esta diferencia se haya debido a la temporalidad. Como las puntas de navajas prismáticas se han considerado como propias del periodo Clásico Terminal (Braswell 2000), se pensó que las estructuras 5D2 y 5D7 pudieron no estar habitadas durante tal periodo. El análisis preliminar de la cerámica (Jiménez 2003 comunicación personal) y el análisis arquitectónico de tales estructuras (Fernández y Peniche 2003; Fernández y Vázquez de Ágredos 2002), sin

148

embargo, ha demostrado que ése no es el caso.

Los conjuntos arquitectónicos

fueron contemporáneos y estuvieron habitados entre 550 y 850 d. C. Las diferencias en las actividades líticas representadas en los conjuntos arquitectónicos indican que en tales residencias se realizaron actividades diferentes. Los habitantes del conjunto arquitectónico formado por 5D16, 5D19 y 5D20 posiblemente estaban más relacionados con la caza o la pesca que el grupo doméstico que habitaba en el centro del sitio ya que se considera que las puntas de navaja prismática fueron usadas como puntas de flecha y de átlatl20. Posiblemente, en 5D2 no se encontró este tipo de artefactos debido a que tales actividades eran realizadas por personas no élite que habitaban en otras unidades habitacionales. En el espacio del conjunto arquitectónico integrado por 5D16, 5D19 y 5D20, al parecer, también se realizaron otras actividades artesanales, como lo indica la presencia de los doce perforadores / taladro recuperados en tal unidad habitacional. En comparación, en la Estructura 5D2 únicamente se recuperó un artefacto de este tipo. En 5D7 no se halló representante alguno de este tipo de herramienta. Mediante los análisis de las huellas de uso realizados en artefactos recuperados en otros sitios, a estas herramientas se les ha asociado con la manufactura de ornamentos de concha y caracol o hueso (ver Aoyama 1995; Pope 1994). Sin embargo, no es posible afirmar de manera concluyente nada de las actividades realizadas con los artefactos líticos hasta que no se efectúen análisis de microhuellas de uso (aunque ver Peniche y Fernández 2003).

20

Los investigadores actualmente consideran que estas armas, desconocidas en el área Maya antes del periodo Clásico Terminal, se usaron en la caza, en la pesca y en la guerra.

149

Esta distribución de perforadores / taladros en los grupos domésticos es semejante a la encontrada en el sitio guatemalteco de Aguateca. En el Palacio Real de este asentamiento, no se halló evidencia de artefactos que se hayan empleado para trabajar concha / caracol, mientras que en otro grupo doméstico de élite sí. Esto hizo inferir a Aoyama (2003) que el grupo doméstico que habitó el Palacio Real no manufacturó este tipo de artefactos sino más bien los recibió de otros grupos domésticos. Algo semejante pudo suceder en Sihó. Asimismo, al interior de esta misma unidad habitacional se efectuó con mayor frecuencia el mantenimiento y reciclaje de herramientas bifaciales, aunque por el momento no poseemos explicación de este fenómeno. Quizá este hecho se haya debido a que el reafilamiento y el reciclaje de las herramientas bifaciales requirieron cierto conocimiento y habilidad para llevarse a cabo. Los residentes de la unidad habitacional 5D16, 5D19 y 5D20 pudieron haber tenido tal pericia, mientras que los del 5D2 y 5D7 carecieron de ella. También existe la posibilidad de que los habitantes de 5D2 hayan tenido más acceso a herramientas, por lo que no tenían necesidad de reafilarlas ni reciclarlas o dichas actividades se realizaban en las unidades habitacionales aledañas. Recapitulando, la diferencia de producción y consumo de herramientas de sílex entre estos dos grupos domésticos se puede explicar de dos maneras. En primer lugar, existe la posibilidad de que los habitantes de la Estructura 5D2 hayan controlado parte de la población, quienes manufacturaban objetos para ellos. Asimismo, esta misma población pudo haber realizado ciertas actividades de subsistencia como la caza. En este caso, los habitantes de 5D16, 5D19 y 5D20 pudieron no haber tenido el poder suficiente para controlar a gente no élite por lo que 150

tuvieron que llevar a cabo sus propias actividades. Para poder confirmar esta posibilidad es necesario investigar unidades habitacionales no elitistas del sitio, sobre todo las aledañas a 5D2. La segunda posibilidad radica en que los habitantes del conjunto arquitectónico integrado por 5D16, 5D19 y 5D20 pudieron haber controlado la materia prima, de ahí que tuvieran la cantidad suficiente para producir lascas casuales en mayor intensidad que 5D2 y navajas prismáticas, así como un mayor acceso a herramientas bifaciales. En ambas opciones, estamos viendo control por parte de la élite ya sea de recursos o de gente. En cuanto a la distribución de los materiales en el conjunto arquitectónico formado por 5D2 y 5D7, la mayor concentración de materiales se ubicó al frente de la estructura tipo palacio que corresponde a la zona Este de la liberación. En 5D7, como se mencionó anteriormente, no es posible hacer inferencias en cuanto a la distribución debido al grado de alteración en el que fue encontrada la estructura al momento de excavarse y debido a que no se excavó en su totalidad. En la segunda unidad habitacional, la concentración mayor de materiales fue encontrada en la parte frontal de 5D16. En el caso de las industrias de navajas prismáticas y la de retoque bifacial la mayor cantidad de artefactos se halló en la parte Este, mientras que la concentración principal de piezas pertenecientes a la industria de percusión casual fue encontrada en la parte Oeste del frente de la estructura. En esta última área es donde se recobró el número más alto de piedras redondeadas (Fernández y Peniche 2002). Entre otras funciones, estos artefactos pudieron fungir como percutores (Cervera 1996; Clark 1988a).

151

Estas distribuciones de piezas sugieren que varias de las actividades fueron realizadas o bien sobre el basamento – considerando el barrido y la erosión - o bien en la plataforma misma. La producción de lascas casuales y de navajas prismáticas también se documenta, aunque en mucha menor escala, en 5D19 y 5D20. En 5D19 también se encontró evidencia de mantenimiento de artefactos bifaciales. Así, el espacio doméstico se presenta como un lugar donde se desarrollaban diversas actividades líticas. En esta unidad habitacional, debido a que ya ha sido explorada en su totalidad, es posible hacer mayores inferencias – desde el punto de vista de los artefactos de pedernal - en cuanto al uso del espacio. Las zonas que estaban destinadas a la circulación o a la realización de las actividades cotidianas – centro de la plataforma e interior de estructuras – se encontraron relativamente libres de materiales. Asimismo, se puede hablar de zonas intermedias donde se depositaron desechos de manera temporal - como sería la parte posterior de la Estructura 5D19 y el frente de la Estructura 5D16 – sin que perjudicaran la vida cotidiana. En 5D20, las concentraciones en exterior frontal, interior y posterior fueron semejantes. Esta distribución coincide con el material cerámico. Gracias a los artefactos de pedernal recuperados en el registro arqueológico se pudo identificar diversas actividades realizadas por los grupos domésticos que habitaron las unidades habitacionales exploradas. No obstante, quedan preguntas respecto a quiénes produjeron esas herramientas ¿Hombres o mujeres? ¿Miembros del grupo doméstico o personas ajenas a él, como sirvientes? En realidad, ambas preguntas son difíciles de responder.

152

En años recientes, los estudios de género han despertado interés de antropólogos en general y de arqueólogos, en particular (Ardren 2002; Hernández 2002; Peniche y Fernández 2003). En arqueología, la asociación de artefactos con género puede obtenerse por comparación con imágenes monumentales o plasmadas en cerámica pintada, a través de contextos funerarios y de datos etnohistóricos o etnográficos (Peniche y Fernández 2003; ver también Clark y Houston 1998; Hernández 2002, Joyce 1993; Landa 1986). En cuanto a la lítica, Clark y Houston (1998) han señalado, a partir de información hallada en diccionarios, que quienes tallaban las herramientas de piedra eran varones. De esa manera, podemos considerar que la producción y mantenimiento de artefactos de sílex se consideran actividades predominantemente masculinas (ver también Aoyama 2003b). Actualmente, sin embargo, existe una polémica respecto al papel que pudieron jugar las mujeres en la producción de las llamadas herramientas expedientes o informales (Gero 1991; Robin 2002). En ese sentido, hay que considerar la posibilidad de que las mujeres hayan podido intervenir en la manufactura de lascas de percusión casual. De esa manera, los artefactos de talla de pedernal nos proporcionan evidencia para poder hablar de la presencia de hombres y, muy probablemente, de mujeres en los espacios domésticos (Peniche y Fernández 2003). Por

desgracia,

debido

a

que

las

unidades

habitacionales

fueron

abandonadas de manera gradual, no es posible detectar divisiones en el uso de espacios entre hombres y mujeres a través del análisis de los artefactos de pedernal, tal como se ha hecho en Aguateca (Aoyama 2003b; Inomata et al. 2002).

153

Respecto a la segunda pregunta, existe una discusión que se centra en el hecho de que si las personas de élite realizaron o no actividades artesanales con el fin de manufacturar herramientas u ornamentos (Aoyama 2003b; McAnany y Plank 2001; Pope 1994). Siguiendo la línea propuesta por Aoyama (2003b; ver también Hruby 2001) es plausible que la respuesta sea afirmativa. En ese sentido, los miembros de los grupos domésticos de élite estuvieron manufacturando ciertas herramientas para su consumo. En el caso de los dos grupos domésticos de élite de Sihó, también estuvieron reciclando bifaciales. Posiblemente, también algunos habitantes – hombres y mujeres - de la unidad habitacional integrada por 5D16, 5D19 y 5D20 estuvieron usando los perforadores / taladros para manufacturar objetos de concha / caracol o hueso. Tales objetos, según Inomata (2001; ver también Aoyama 2003b), fueron probablemente de gran valor y su proceso de manufactura pudo estar cargado de significado simbólico. Sin embargo, la evidencia epigráfica e iconográfica para la declaración de que la élite estuviera manufacturando objetos de sílex es escasa, ya que tales fuentes de información no incluyen a los talladores de pedernal ni de obsidiana (Hruby 2001:872). Asimismo, las referencias etnohistóricas y lingüísticas no mencionan el estatus de los que manufacturaron este tipo de herramientas. Hruby (2001) opina que la razón por la que los talladores no están representados en la iconografía y la escritura es por el hecho de que tal actividad - sobre todo la talla de pedernal - estuvo asociada con individuos de distinto estatus y, por lo tanto, “no eran exclusivos de la institución gobernante”. En ese sentido, cabe la posibilidad de que algunas actividades líticas que dejaron huella en los espacios domésticos bajo

154

estudio fueran realizadas por personas que no residían en las unidades habitacionales, tales como sirvientes. Debido al tamaño de la muestra y a los contextos de donde se recuperaron los artefactos, es imposible hacer inferencias respecto a las características de las industrias de talla de pedernal en la totalidad del sitio arqueológico de Sihó. Las inferencias realizadas son únicamente para las dos unidades domésticas aquí tratadas. La clasificación por tipos tecnológicos y el análisis de los materiales recuperados nos han proporcionado información de los grupos domésticos explorados. En primer lugar, en el espacio doméstico de élite se llevaron a cabo diversas actividades líticas de producción de herramientas, así como mantenimiento y reciclaje de bifaciales. Las distribuciones de los artefactos permitieron determinar la manera en que los antiguos habitantes de las dos residencias aquí tratadas – en especial la formada por 5D16, 5D19 y 5D20 - usaron los espacios, sobre todo en lo que se refiere a patrones de desecho. Por otra parte, los miembros de los grupos domésticos posiblemente eran los productores de ciertas herramientas de sílex recuperadas en el registro arqueológico – lascas casuales, navajas prismáticas y puntas de navajas prismáticas - y no únicamente consumidores. El análisis de los artefactos de piedra también nos permitió identificar diferencias en las actividades que realizaban estos dos grupos domésticos de élite. Esta diferencia en actividades nos puede llevar a inferir que Sihó fue una sociedad compleja, en donde hubo diferencias socioeconómicas en relación a la producción artesanal y a la realización de actividades de subsistencia.

155

No obstante, nos quedan preguntas que por el momento no es posible responder. En próximas temporadas de campo, sería útil explorar otros grupos domésticos de distintos estatus pertenecientes a diferentes periodos de ocupación del sitio con el fin de determinar las diferencias y similitudes del ciclo de vida, cadena operacional o economía lítica de sus artefactos de piedra. Ahora bien, ¿existen fuentes geológicas de pedernal en el sitio arqueológico que los antiguos habitantes pudieran explotar? ¿las herramientas bifaciales eran manufacturadas en otras unidades habitacionales del sitio arqueológico? Para responder a estas preguntas también es necesario realizar una exploración en el sitio y en sus cercanías con el fin de buscar afloramientos de esta materia prima y lugares de producción de herramientas bifaciales.

Si la respuesta a la última pregunta

resulta afirmativa, entonces ¿por qué el conjunto arquitectónico integrado por 5D16, 5D19 y 5D20 reafilaron y reciclaron las herramientas bifaciales ya que dado su estatus debieron haber tenido un relativo fácil acceso a los implementos? Por otra parte, si las respuestas resultan negativas saltan a la vista otras preguntas ¿de dónde obtenían su materia prima para producir las lascas casuales y las navajas prismáticas? ¿en qué sitio se producían las herramientas bifaciales que se usaron en las unidades habitacionales bajo estudio? La búsqueda de las respuestas a estas preguntas ayudaría a esclarecer de qué manera funcionaba el intercambio regional en las tierras bajas del Norte. Pero para ello, sería necesario analizar desde el punto de vista tecnológico los artefactos de pedernal recuperados en otros sitios que se hayan propuesto como centros de producción, tales como Xkichmok en el Sur de la región Puuc (Potter 1987, 1993). Posteriormente, habría que analizar si las herramientas producidas en Sihó son similares en materia prima, 156

morfología y tecnología a las herramientas manufacturadas en los sitios productores (McSwain 1991:338). Por otra parte, también sería útil realizar análisis petrográficos de los pedernales arqueológicos y compararlos con muestras de pedernales de fuentes conocidas. Futuros estudios de esta naturaleza pueden lograr un modelo Productor-Consumidor semejante al elaborado por McAnany (1987) para Pultrowser Swamp. En realidad, es improbable que haya afloramientos de pedernal en el sitio ni lugares de producción de bifaciales ya que durante los recorridos efectuados durante el mapeo del asentamiento no se detectaron desechos de talla en cantidades que llamaran la atención (como sucedió en Xkichmok) ni nódulos de pedernal que indiquen afloramientos de pedernal locales (como sucede en sitios como Piedras Negras o Tikal). Mediante los colores registrados en las unidades habitacionales de Sihó – café, gris, blanco, rosa, rojo, amarillo, morado – y dada su localización geográfica, se puede decir que probablemente los habitantes de Sihó obtenían materia prima procedente de la Región Puuc o de la Zona de Río Bec. Sin embargo, aún falta explorar bien estas posibilidades. Todavía es necesario investigar mucho respecto a los artefactos de pedernal en las tierras bajas mayas del Norte, sobre todo en la parte Noroccidental donde se encuentra Sihó. Esta zona se encuentra rezagada respecto a las tierras bajas del Sur donde numerosos sitios poseen estudios sobre los artefactos de pedernal recuperados durante sus exploraciones. Esperamos que este trabajo sea un comienzo de los estudios sobre los artefactos de sílex de las tierras bajas del Norte para que en un futuro las investigaciones sobre los tipos de artefactos que nos ocupan puedan igualar a las realizadas en las tierras bajas mayas del Sur. 157

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Valle, Judith y Edgar Suyuc 2003 Análisis de los Materiales de Pedernal de La Florida, Cuenca Mirador, Petén. En XVI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, editado por Juan Pedro Laporte, Bárbara Arroyo, Héctor Escobedo y Héctor Mejía, pp. 495-507. Ministerio de Cultura y Deportes, Instituto de Antropología e Historia, Asociación Tikal, Guatemala. Valdez, Fred and Daniel Potter 1991 Chert Debitage from the Harvard Copan Excavations: Description and Comments. In Maya Stone Tools. Selected Papers from the Second Maya Lithic Conference, edited by Thomas Hester and Harry Shafer, pp. 203-206. Monographs in World Archaeology No. 1, Prehistory Press, Madison. Velázquez, Adriana y Edmundo López 1989 Comentarios sobre el Patrón de Asentamiento y el Medio Ambiente en el Sur del Estado de Yucatán. En Memorias del Segundo Coloquio Internacional de Mayistas Vol I. Universidad Nacional Autónoma de México, México, D. F. Webb, Ronald and Kenneth Hirth 2000 Rapidly Abandoned Households at Xochicalco, Morelos, México. Mayab: 13: 88-102. Whittaker, John 1994 Flintknapping: Making and Understanding Stone Tools. University of Texas Press, Austin. Willey, Gordon 1965 Distribución Cronológica de Algunos Tipos de Artefactos en Altar de Sacrificios, Guatemala. Estudios de Cultura Maya 5:33-40. Woods, James and Gene Titmus 1996 Stone to Stone: Perspectives on Maya Civilization from Lithic Studies. In Palenque Round Table-1993 vol. 3, edited by Merle Grenne, Martha Macri and Jan McHargue, pp. 479-489. The Pre-Columbian Art Research Institute, San Francisco. Wurtzburg, Susan 1991 Applied X-Ray Fluorescente: Sourcing Chert Artifacts from Sayil, Yucatán. Mexicon XIII:92-95.

176

Zabala, Pilar y Rafael Cobos 2002 Sihó: Antecedentes Históricos y de Investigación. En Proyecto Arqueológico: El Surgimiento de la Civilización en el Occidente de Yucatán: Los Orígenes de la Complejidad Social. Rafael Cobos, Lilia Fernández, Vera Tiesler, Armando Inurreta, Nancy Peniche, María Luisa Vázquez y Diana Pozuelo, pp.1-5. Informe de Actividades de la Temporada de Campo 2001 Presentado al Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F.

177

TABLAS DEL CAPÍTULO 5

178

Tabla 1. Estructuras 5D2 y 5D7 INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D2

5D7

TOTAL

Bifacial Celta

1

Punta con muescas laterales

2

Punta pedunculada

1 1

3

2

25

3

3

No identificado

23 Lasca

1

1

Lasca de adelgazar

TOTAL

26

3

29

56

6

62

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D2

5D7

TOTAL

Navaja prismática Perforador/taladro

1

Preforma de punta de navaja prism

7

Punta de navaja prismática

2

No identificado

7

1 6

13 2

2

9

Pedazo Núcleo de navaja prismática TOTAL

17

1

1

9

26

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D2

5D7

TOTAL

Lasca casual Raspador distal

1

1 15

9

24

6

3

9

1

1

Lasca de descortezar

Núcleo de lasca casual

Percutor

1

1

Pedazo Núcleo de lasca casual

TOTAL

2

2

4

Percutor

2

2

Raspador

1

1

28

15

43

179

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D2

5D7

TOTAL

Lasca Punta de proyectil

1

1

Raspador lateral

1

1

Raspador lateral, distal

1

1 53

15

68

3

3

6

56

14

70

115

32

147

Pedazo Shatter

TOTAL

OTROS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D2

5D7

TOTAL

Mano 1

1

Pedazo Mosaico

1

1

Percutor

1

1

Pulidor

2

2

Raspador

1

1

Percutor 1

1

1

1

9

1

10

14

4

18

Pulidor/Percutor

Lasca prod de exp al fuego

TOTAL

180

Tabla 2. Estructura 5D2 (Capa I) INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basamento Ext SE

Ext NE

Ext lat S

Ext lat N

Oeste

TOTAL

Bifacial Celta

1

Punta con muescas laterales

1

Punta pedunculada

1

No identificado

1 Lasca

1 1

3

2 1

1

3

4

3 5

1

3

20

1

1

Lasca de adelgazar

TOTAL

1

1

7

4

4

3

1

21

6

5

11

9

9

4

4

48

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basamento Ext SE

Ext NE

Ext lat S

Ext lat N

Oeste

TOTAL

Navaja prismática Perforador/taladro

1

Preforma de punta de navaja prism

3

Punta de navaja prismática No identificado TOTAL

1 1

1

1

1

6 1

1

1

2

1

2

6

3 1

3

7 1

1

15

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basamento Ext SE

Ext NE

Ext lat S

Ext lat N

Oeste

TOTAL

Lasca casual 2

2

3

3

1

11

Lasca de descortezar 1

4

1

6

Núcleo de lasca casual Percutor

1

1

Pedazo Núcleo de lasca casual

1

1

Percutor

2

2

Raspador distal

1

1

TOTAL

2

1

3

7

7

1

1

22

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basamento Ext SE

Ext NE

Ext lat S

Ext lat N

Oeste

TOTAL

Lasca Punta de proyectil

1

1

Raspador lateral

1

Raspador lateral, distal

1 1

2

1 1

17

11

1

1

15

2

4

52

Pedazo Shatter

TOTAL

2

1

10

13

13

6

7

3

53

2

13

33

25

21

9

7

110

OTROS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basamento Ext SE

Ext NE

Ext lat S

Ext lat N

Oeste

TOTAL

Pedazo Mosaico Pulidor

1

1

1

1

2

Raspador

1

1

Lasca prod de exp al fuego 1 TOTAL

1

1

2

3

1

1

8

4

3

2

1

12

Tabla 3. Estructura 5D2 (Capa II) INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

Ext late S

Ext lat N

Ext NE

Ext O

Bifacial No identificado

1

2

Lasca de adelgazar

TOTAL

2

2

3

3

3

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

Ext late S

Ext lat N

Ext NE

Ext O

Navaja prismática Preforma de punta de navaja prism

1

Punta de navaja prismática

1

TOTAL

1

1

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

Ext late S

Ext lat N

Ext NE

Ext O

Lasca casual Raspador distal

1 2

1

1

Pedazo Núcleo de lasca casual

1

TOTAL

4

1

1

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

Ext late S

Ext lat N

Ext NE

Ext O

Lasca 1 Pedazo Shatter

1

TOTAL

1

1

1

2

2

1

OTROS TIPO

SUBTIPO

Ext late S

Ext lat N

Ext NE

Ext O

Pedazo Percutor

1

Lasca prod de exp al fuego 1 TOTAL

1

1

184

Tabla 4. Estructura 5D7 (Capa I) INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

Metate

Ext Frontal Ext lateral

Ext trasero Interior

Total

Bifacial Punta con muescas laterales No identificado TOTAL

1

1

1

1

1

1

1

3

2

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

Ext. Frontal Ext lateral I Ext trasero I Interior

Metate

Total

Navaja prismática Preforma de punta de navaja prism

3

No identificado

1

1

1

5

1

2

1

1

3

8

Pedazo Núcleo de navaja prismática TOTAL

4

1

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

Ext. Frontal Ext lateral I Ext trasero I Interior

Metate

Total

Lasca casual 1

3

2

1

2

6

Lasca de descortezar 3

Núcleo de lasca casual 1

1

Pedazo Núcleo de lasca casual

1

1

TOTAL

5

4

2

11

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

Ext. Frontal Ext lateral

Metate

Ext trasero Interior

Total

Lasca 1

4

2

5

12

4

2

12

4

7

26

Pedazo Shatter

2

2

6 TOTAL

1

12

2

185

OTROS TIPO

SUBTIPO

Ext. Frontal Ext lateral I Ext trasero I Interior

Metate

Total

Mano 1

1

1

1

Pulidor/Percutor

Lasca prod de exp al fuego

1 TOTAL

1 2

1

3

Tabla 5. Estructura 5D7 (Capa II) INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

Ext Lateral II

Ext trasero II Total

Lasca de adelgazar 3 TOTAL

3

3

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

Ext Lateral II

Ext trasero II Total

Navaja prismática Preforma de punta de navaja prism TOTAL

1

1

1

1

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

Ext Lateral II

Ext trasero II Total

Lasca casual 1

1

Pedazo Núcleo de lasca casual

1

1

TOTAL

1

1

2

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

Ext Lateral II

Ext trasero II Total

Pedazo 1 TOTAL

1

1

186

Tabla 6. Estructura 5D7 (Capa III) INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

Ext trasero III

Lasca casual 2 Pedazo Núcleo de lasca casual TOTAL

2

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

Ext trasero III

Lasca 3 Pedazo Shatter

1 1

TOTAL

5

OTROS TIPO

SUBTIPO

Ext trasero III

Percutor 1 TOTAL

1

187

Tabla 7. Unidad Habitacional INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D16

5D19

5D20

Plataforma TOTAL

Bifacial Punta con muescas laterales

3

3

Punta lanceolada 1

2

Bifacial pequeño

1

Lasca

2

2

1

1

Punta lanceolada denticulada Punta oval Bifacial pequeño

Punta pedunculada

1

1

1

1

1

1

No identificado Bifacial pequeño

4

Lasca

4

1

5 4

2

38

4

1

45

Lasca Perforador / taladro

1

1

Preforma de proyectil

1

1

6

1

7

724

10

11

3

748

784

16

18

4

822

Punta de proyectil Lasca de adelgazar

TOTAL

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D16

5D19

Plataforma TOTAL

5D20

Lasca Núcleo de navaja prismática

1

1

Navaja prismática Error de manufactura

8

Perforador / taladro

5

4

3

208

34

25

Punta de navaja prismática

33

12

4

49

No identificado

35

11

10

56

1

2

Preforma de punta de navaja prism

2

1

11

5

272

12

Núcleo de navaja prismática 1 Pedazo Núcleo de navaja prismática TOTAL

13

1

4

303

62

50

18 6

421

188

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D16

5D19

Plataforma TOTAL

5D20

Lasca casual Raspador lateral

1

Raspador distal

1

1

2 1

17

2

2

35

8

5

1

22

Lasca de descortezar 48

Macrolasca Núcleo de lasca casual

1

1

Núcleo de lasca casual 2

5 Martillo

2

2

11

1

1

9

9

Pedazo Núcleo de lasca casual Martillo

1

1

TOTAL

12

71

10

3

96

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D16

5D19

Plataforma TOTAL

5D20

Lasca Raspador distal

3

3 575

21

13

4

613

218

3

5

209

20

22

2

253

1005

44

40

6

1095

Pedazo Shatter

TOTAL

226

189

OTROS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

5D16

5D19

Plataforma TOTAL

5D20

Alisador 1

1 Celta 1

1

Pedazo Percutor

1

1

Pulidor / percutor

1

1

Macrolasca 1

1 Mano

Martillo

1

1

1

1

1

1

4

4

Nódulo

No identificadas

Lasca prod de exp al fuego 20 TOTAL

29

2

1

21

2

33

190

Tabla 8. Estructura 5D16 INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basam

Escalin

Este

Oeste

SE

SO

Norte

S Cont.

Bifacial Punta lanceolada Bifacial pequeño Lasca

1 1

1

Punta lanceolada denticulada

1

Punta oval Bifacial pequeño

1 1

Punta pedunculada

1

No identificado Bifacial pequeño Lasca

1

1

1 1

1

1

1

1

1

2

1

14

16

3

1

1

1

1

1

Lasca Perforador/taladro

1

Punta de proyectil

1

1

22

80

14

17

405

136

43

7

26

85

14

21

423

155

49

9

Lasca de adelgazar

TOTAL

2

1911

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basam

Escalin

Este

Oeste

SE

SO

Norte

S Cont

Navaja prismática Error de manufactura

1

Perforador/taladro

1

1

1

3

1

1

4

Preforma de punta de navaja prism

2

11

9

Punta de navaja prismática

3

8

1

3

2

No identificado

2

23

94

48

13

6

3

10

4

1

2

15

14

15

9

1

Núcleo de navaja prismática 1 Pedazo Núcleo de navaja prismática TOTAL

7

1

1

23

14

4

2

6

2

28

132

70

1

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basam

Escalin

Este

Oeste

SE

SO

Norte

S Cont

Lasca casual Raspador lateral

1

Raspador distal

1 1

2

3

9

2

13

13

5

Lasca de descortezar 3

1

Macrolasca Núcleo de lasca casual

1

Núcleo de lasca casual 1

1

1

Martillo

2 1

Pedazo Núcleo de lasca casual

1

1

Martillo TOTAL

5

2

31

10

1 5

2

1

2

20

1922

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basam

Escalin

Este

Oeste

SE

SO

Norte

S Cont

Lasca Raspador distal

2

1

25

47

2

8

286

164

34

10

20

5

8

100

45

30

6

7

16

5

10

87

51

24

3

8

42

83

12

26

475

261

88

10

2

7

Pedazo Shatter

TOTAL

OTROS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Cuartos

Basam

Escalin

Este

Oeste

SE

SO

Norte

S Cont

Pedazo Percutor

1

Pulidor/percutor

1

Mano 1 Martillo

1

Nódulo 1 No identificadas 2

2

11

3

1

14

7

1

Lasca prod de exp al fuego

TOTAL

3

2

3

3

1

1933

Tabla 9. Estructura 5D19 INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Ext frontal Interior

Ext trasero Muro

Pozos

Bifacial Punta lanceolada Bifacial pequeño

1

No identificado 1

Bifacial pequeño

1

1 Lasca Preforma de punta de proyectil

1

Punta de proyectil

1

Lasca de adelgazar

TOTAL

1

1

7

1

4

1

8

2

1

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Ext frontal Interior

Ext trasero Muro

Pozos

Navaja prismática Perforador/taladro

3

1

Preforma de punta de nav prism

8

3

21

1

1

Punta de navaja prismática

2

1

6

2

1

No identificado

5

3

3

4

2

Pedazo Núcleo de navaja prismática

1

TOTAL

15

7

34

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Ext frontal Interior

Ext trasero Muro

Pozos

Lasca casual 1

1

3

4

1

1

1

6

2

Lasca de descortezar

Núcleo de lasca casual

TOTAL

4

194

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

Ext frontal Interior

FORMA FINAL

Ext trasero Muro

Pozos

Lasca 2

18

1

4

1

14

1

6

19

15

2

Pedazo Shatter

1

2

TOTAL

2

OTROS TIPO

SUBTIPO

Ext frontal Interior

FORMA FINAL

Ext trasero Muro

Pozos

Alisador 1 Macrolasca 1 TOTAL

2

Tabla 10. Estructura 5D20 INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

Ext frontal

Interior

Ext trasero

Muro

Pozo

Bifacial Punta con muescas laterales

1

1

No identificado

1

2

2

4

1

4

1

1

5

3

7

1

2

Lasca de adelgazar

TOTAL

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

Ext frontal

Interior

Ext trasero

Muro

Pozo

Lasca Núcleo de navaja prismática

1

Navaja prismática Error de manufactura Perforador/taladro Preforma de punta de nav prism Punta de navaja prismática

1

1 1

2 10

5

6

1

2

1

1

9

No identificado

3

1

4

1

Núcleo de navaja prismática 1 Pedazo Núcleo de navaja prismática TOTAL

2

1

1

15

10

20

195

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

Ext frontal

Interior

Ext trasero

Muro

Pozo

Muro

Pozo

Lasca casual Raspador lateral

1 1

1 Lasca de descortezar 1

3

1

Núcleo de lasca casual 1

1 TOTAL

1

5

4

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

Ext frontal

Interior

Ext trasero

Lasca 7

2

1

2

1

2

1

2

3

8

7

2

2

12

11

10

4

3

Pedazo Shatter

TOTAL

OTROS TIPO

SUBTIPO

Ext frontal

Interior

Ext trasero

Muro

Pozo

Celta 1 Lasca prod de exp al fuego 1 TOTAL

1

1

196

APÉNDICE A

ARTEFACTOS DE SÍLEX RECOBRADOS EN LOS POZOS DE PRUEBA EXCAVADOS DURANTE LA TEMPORADA DE CAMPO 2001

Como se mencionó anteriormente, durante la temporada de campo 2001 se efectuó la excavación de quince pozos de prueba. Estos pozos de prueba se localizaron al Norte, Sur y Este del centro del asentamiento de Sihó y se excavaron exclusivamente en plazas y fuera de estructuras. El objetivo principal de la excavación de los pozos de prueba fue obtener materiales cerámicos y culturales cuyo análisis brindarían datos para elaborar una secuencia cronológica de Sihó y con ello precisar los diferentes periodos de ocupación del sitio (Pozuelo 2002:69-91 para descripción de pozos de prueba). En cuanto a los artefactos de sílex, se recuperó un total de 95 piezas. Debido a que el material cerámico procedente de los pozos de prueba aun está en proceso de análisis, este apartado únicamente señalará cuáles son los tipos de artefactos de sílex recuperados sin hacer referencia a la temporalidad de los mismos. Los tipos de artefactos recobrados incluyen bifaciales (N= 5), lascas de adelgazar (N= 37), navajas prismáticas (N= 4), pedazo de núcleo de navaja prismática (N= 1), lasca casual (N= 1), pedazo de núcleo de lasca casual (N= 1), macrolasca (N= 1), lascas (N= 28), pedazos (N= 17) (Tabla 11).

197

TABLA 11. POZOS DE PRUEBA INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

P- 1

P- 2

P- 3

P- 5

P- 6

P- 7

P- 8

P- 10 P- 13 P- 15 N I

P- 9

Bifacial Punta lanceolada 1

Bifacial pequeño No identificado

1

1

1

1

Lasca de adelgazar 2

6 TOTAL

1

6

29

4

1

29

1

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

P- 1

P- 2

P- 3

P- 5

P- 6

P- 7

P- 8

P- 10 P- 13 P- 15 N I

P- 9

Navaja prismática Preforma de punta de nav prism

1

1

Punta de navaja prismática

1

1

Pedazo Núcleo de navaja prismática

1

TOTAL

3

1

1

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

P- 1

P- 2

P- 3

P- 5

P- 6

P- 7

P- 8

P- 10 P- 13 P- 15 N I

P- 9

Lasca casual 1 Macrolasca 1 Pedazo Núcleo de lasca casual

1

TOTAL

1

1

1

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

P- 1

P- 2

P- 3

P- 5

P- 6

P- 7

P- 8

P- 10 P- 13 P- 15 N I

P- 9

Lasca 3

1

2

2

1

1

16

1

1

Pedazo Shatter

TOTAL

2

9

3

2

8

1

2

2

1

1

27

1 1

1

198

1

APÉNDICE B

RECORRIDO DE SUPERFICIE DURANTE LAS TEMPORADAS DE CAMPO 2001 Y 2003

Durante 2001 y 2003 se efectuaron recorridos de superficie en Sihó como parte del proyecto de mapeo de esta comunidad prehispánica (Cobos e Inurreta 2002; Cobos y Pat 2003). Tal actividad dio como resultado un total de dieciséis artefactos de sílex, los cuales incluyen bifaciales (N= 3), navajas prismáticas (N= 2), lasca casual (N= 1), macrolasca (N= 1), lascas (N= 6) y pedazos (N= 3) (Tabla 12).

199

TABLA 12. RECORRIDO DE SUPERFICIE INDUSTRIA DE RETOQUE BIFACIAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Bifacial No identificado

2 Bifacial pequeño 1

TOTAL

3

INDUSTRIA DE NAVAJAS PRISMÁTICAS TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Navaja prismática Preforma de punta de nav prism

2

TOTAL

2

INDUSTRIA DE PERCUSIÓN CASUAL TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Lasca casual 1 Macrolasca 1 TOTAL

2

NO IDENTIFICADO TIPO

SUBTIPO

FORMA FINAL

Lasca 6 Pedazo 3 TOTAL

9

200

APÉNDICE C

GLOSARIO DE TIPOS Y SUBTIPOS TECNOLÓGICOS

El objetivo de este brevísimo apartado es señalar algunas cuestiones terminológicas respecto a los tipos y subtipos empleados en este trabajo. Las definiciones presentadas contienen los criterios que se emplearon para clasificar a los artefactos en cada categoría tipológica. Para aquellas personas interesadas en conocer mejor los términos líticos se recomienda consultar la obra intitulada Tipología y Análisis de la Obsidiana de Yaxchilán, Chiapas de Carlos Brockman (2000) y el Multilingual Dictionary of Lithic Technology Terms (Marois et al. 1997).

Bifacial. (subtipo). Artefacto que posee cicatrices de lascas en ambas caras. Error de manufactura. (subtipo). Piezas que se obtienen con el fin de corregir los errores del proceso de talla o que se lograron por una mala técnica de tallado. Estas piezas son un buen indicio de producción. Lascas. (tipo). Artefacto removido de un núcleo en el que se puede distinguir parte ventral y distal. En este trabajo se le designa de esa manera a las piezas que carecen de plataforma por lo que no es posible asignarlas a una industria en particular. Lascas de adelgazar. (tipo). Lascas removidas por percusión suave o presión para obtener herramientas unifaciales o bifaciales. Estos artefactos se caracterizan por tener en la superficie ventral una plataforma en ángulo agudo entre los 45° y 60º, poseer un labio y un bulbo poco desarrollado; mientras que en la 201

superficie dorsal hay cicatrices de otras lascas de adelgazar. El perfil, por otra parte, es frecuentemente curvado. Lascas de descortezar. (tipo). Lascas que tienen como objetivo remover la corteza del nódulo. Lascas de percusión casual. (tipo). Aquella lasca que se obtiene a través de la percusión directa dura, se caracteriza por tener un bulbo prominente, plataforma bien marcada y por poseer cicatriz bulbar. Navajas prismáticas. (tipo). Artefactos que tienen bordes laterales paralelos o casi paralelos y una o varias aristas paralelas o semiparalelas. Por definición, su largo debe ser dos veces mayor que su ancho. Núcleo de lasca de percusión casual. (tipo). Piezas de piedra de las cuales se han removido lascas mediante la técnica de percusión directa dura. Núcleo de navaja prismática. (tipo). Piezas de piedra de las cuales se han removido navajas prismáticas. Se distinguen por poseer cicatrices paralelas. Pedazos. (tipo). Cualquier artefacto en el que no se puede distinguir superficie ventral y superficie dorsal. Perforador/Taladro. (subtipo). Artefactos sobre navaja prismática o lasca que cuya función pudo ser la de perforar o taladrar. Los dos tipos de herramientas son morfológicamente similares, únicamente se pueden distinguir mediante análisis de huellas de uso. Preforma: Artefacto que no está en su estado final de uso. Punta de navaja prismática. (subtipo). Punta de proyectil cuyo soporte es una navaja prismática. Se caracteriza por el hecho de que generalmente posee retoque unifacial o bifacial y por tener muescas laterales. 202

Shatter. (subtipo). Piezas no diagnósticas que no exhiben atributos asociados con las lascas, ya que, aun cuando son delgadas y planas, carecen de plataforma y de lados dorsal y ventral.

203

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