1983: El ordenador en el aula

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Redacción Director: Fabricio Caivano Redactor Jefe: Jaume Carbonell Secretaria de Redacción: Montse Flgueres Editorial LAIA Constitución, 18-20. Barcelona-14 Tels. 332 84 08/65 54

SUMARIO

Colaboradores Josep Alcobé, Josep M.O Bas, Luis Batanaz, Antón Costa, Luis Gómez Llorente, Montserrat Moreno, Pamela O'Malley, Luis Otano, Jesús Palacios, Genoveva Sastre, Semlnarl d'Hlstorla de I'Ensenyament (Barcelona), Marina Subirats, Francesco Tonucci (Italia), Juan Manuel de la Torre (corresponsal en Madrid). Equipo coordinador -Cuadernos de Ciencia»: Eduardo Averbuj, Aureli Caamaño; Isabel Giménez. Equipo coordinador «Cuadernos de Literatura Infantil»: Federico Martín, Felicidad Orquín, Ana Pelegrín (Acción Educativa). Equipo coordinador .Cuadernos de Preescolar»: Elena Lobo, Toñi Silgo (Acción Educativa).

Director de Promoción Frederic Pages Te!. (93) 33265 54

EDITORIAL .................................................

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TEMA DEL MES: EL ORDENADOR EN EL AULA 3 Presentación .............................. Pastmadernidad y Educación. . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Visión y versión infantil del ardenadar . . . . . . . . . . . 7 Educación infarmática yardenadaresenlaEGB 11 Una experiencia de introducción de la infarmática enlaenseñanza 15 Una experiencia pilata en FP2 . . . . . . . . . . . . : . . . . 22 La infarmática en la enseñanza secundaria. . . . . . . . 27 Libros) cursas y grupas de trabaja. . . . . . . . . . . . . . . 32 ENTREVISTA

Fcó.FernandezCartés

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Suscripciones Rogamos dirijan todas sus comunicaciones relacionadas con sus suscripciones o números atrasados a: .Cuadernos de Pedagogía» Edisa. López de Hoyos, 141,5.0 MADRID-2 Teléfono (91) 41597 12

PRACTICA

Escuelasactivasdepadres 39 El problema del inicia, el inicia del problema. . . . . . . 41 Aprenderaabservar 45 Las basuras que producimas en casa. . . . . . . . . . . . 49 Matemáticasycálculaviva 53

LA VIDA EN...

EIPelauro{Galicia}

Distribución

ED. ESPECIAL

El problema de las disminuídas en Europa.

Itaca S.A. Distribuciones Editoriales. López de Hoyos, 141. Teléfono (91) 4166600

ESC./SOCIEDAD

Educación para la paz

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H.a PENSAMIENTO EDUCATIVO CienañasdeMarx

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MURAL

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ZONAJURIDICA

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BARCELONA: Emilio Becker Avda. Príncipe de Asturias, 8 Barcelona-12 Tels. (93) 2184255 - 218 41 71 MADRID: Marisa Ygarza Reina Mercedes, 5, 4. o E Te!. (91) 2330565 - Madrid-20 Diseño gráfico: Joaquín Monclús Coordinación: Coordinadora GrMica.SA Avda. Meridiana, 350, "1iJ-A Impresión: EMOGRAPH, S.A. Depósito legal: B. 54.081/1974 ISBN: 0210-0630

.c. de P.» no hace necesariamentesuyas las opiniones y criterios expresados por sus colaboradores. .Cuadernos de Pedagogía» no devolverá los originales que no solicite previamente ni mantendrá correspondencia sobre los mismos.

Las ardenadares y la infarmática en general san una realidad que está cambiando. las relacianes producidas y las mentalidades. La escuela no. puede permanecer al margen -cama en tantas atras casas- de esas innavacianes. De la cantraria puede ser invadida par una tec,nalagía que las enseñantes descanacen casi tanta cama las infarmáticas la escuela. Este número afrece allectar reflexianes, ideas y experiencias cancretas acerca del usa, activa y creativa, del microadenadar en el aula.

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TEMA OEL MES

EL. ORDENADOR EN EL AULA

Son muchos los enseñantes que temen al progreso en general y a la informática en particular. Es un temor difuso, vagamente asido a las débiles agarraderas de una mentalidad decimonónica, de los cIichés arcaicos del humanismo preindustrial. Recelosos ante la sospecha de un horizonte de maestros en paro, rondando las esquinas de.silenciosas escuelas computerizadas que transmiten contenidos mejor, más rápidamente y sin problemas laborales. Ahí está la clave: ¿se trata de transmitir o de descubrir? En el primer supuesto la informática es el sustituto perfecto del maestro meramente transmisor, de ese depósito del saber que hay que reconvertir como industria obsoleta. Pero si de lo que se trata es de inventar, de descubrir e investigar, la realidad, dentro y fuera de la escuela para apropiarse dichosamente los conceptos y asumir los conocimientos y aprendizajes subyacentes, la cosa cambia radicalmente y el ordenador -o toda la quincallería electrónica por venir- pasan a ser unos buenos instrumentos auxiliares, con un rol importante pero supeditado al del equipo pedagógico, no ya al maestro individualmente considerado. Los fantasmas se disuelven, pero surgen multitud de interrogantes prácticos, actuales y que afectan directamente, sin espejismos defensivos, tanto al rol del maestro como la función misma de la escuela. Este extenso Tema del Mes trata de abor-

dar sólo alguna de las cuestiones desde una doble perspectiva. Inicialmente con la exposición de unas certeras reflexiones acerca de los valores y los fines de la informática, junto a la ingenua y aguda visión que los niños, fruto de su tiempo, tienen del ordenador. A continuación se entra ya en la exposición de cuatro experiencias de uso de ordenadores en EGB, BUP y COU y FP. S~)J1.tentativas diversas pero que aportan una gran cD,nti~ad de sugerencias, de propuestas y -como node nuevos interrogantes a la tarea de cambiar la escuela para hacerla, P9r lo menos, marchar al paso de su tiempo yde la mano de sus usuarios: los niños y jóvenes. Se cierra este material, que 'esperamos aumentar más adelante con otras nuevas experiepcias, con un amplio y riguroso informe, sin pretensiones de exhaustividad, de los libros, cursos, colectivos y grupos que pueden ayudar al lector a profundizar el inicial interés que estas páginas pueden desve-

larle.

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Esperamos que el conjunto del número consiga ahuyentar aquellos inútiles fantasmas y empuje la reflexión y la acción de los enseñantes hacia esa educación del futuro que será -por suerte- bien diversa de la actual, gracias, sobre todo, al esfuerzo de los hombres, no sólo de los educadores profesionales, que saben crear y utilizar las máquinas para hacerse más libres y creativos: en definitiva, más humanos.

TEMA DEL MES

POSTMODERNIDAD y EDUCACION: EL MICROORDENADOR COMO HERRAMIENTA METODOLOGICA

J. Javier Labarda

Cuando la informática tiene ya cerca de cuatro décadas sobre sus espaldas, y uno de sus desarrollos más recientes, la microinformática, ha alcanzado en escuelas norteaIi1ericanas la experiencia de una década, tal vez resulte exagerado hablar de novedad. En España, ciertamente, existen centros piloto donde se siguen programas análogos. Sin embargo, la vigorosa irrupción de la tecnología del ordenador personal, no ya como banco de pruebas, sino como bien de consumo, resulta tan repentina como sorprendente.

Características prejuicios

Niños y adolescentes teclean en el sIMa, esas máquinas, con mayor seguridad y entusiasmo que la de sus padres al marcar un número telefónico o manipular con su tarjeta un cajero automático. Al igual que la niñita que jugó con Frankenstein al borde del agua, en un instante de simpatía y seguridad, estos jovencitos "dialogan" con todo desparpajo con ese compañero electrónico, tan natural a sus ojos, como monstruoso a los de muchos adultos, por su apariencia -teclado con comandos de cabaIístico poder y epifanía verde y amarillo fosforescentey por su significado -el quebrantamiento del ya de por sí agitado orden de la investigación-; Prometeo y Frankens. tein, el mito de la cirugía-biología y la informática atentatorias, en sus intentos de crear vida e inteligencia artificiales, constituyen una literatura hermosa y sabia, pero nunca literal, pues habla inseparablemente de la grandeza y miseria de las empresas humanas. Sin duda, nadie interpreta a la computadora a la luz de la falaz disyuntiva entre el' hombre y la máquina, aunque

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de la novedad y

sí es frecuente una actitud que media entre la displicente ignorancia y la desasosegada desconfianza. ¿Debe especificarse algo tan obvio como que se trata de un reflejo cultural? Por habituación no se ofrece resistencia a la automoción, la telecomunicación, el transporte aéreo o la conquista espacial, fenómenos que antiguamente se concebían poéticamente mediante corceles con la rapidez del viento, alfombras voladoras y otros recursos mágicos. La implantación del microordenador en la pequeña industria, el comercio, la educación y el hogar es una realidad general e inmediata (ninguna innovación ha tardado tan poco en imponerse). Tal vez se crea que tiene futuro como instrumento de sofisticados cálculos o, simplemente, de videojuegos, pero en lo que atañe a la enseñanza se trata de una tecnología compleja e inútil, cara y excéntrica; a lo sumo, podría razonarse, la microinformática tiene interés para los matemáticos y como EATP o asignatura, si se quiere. Estos pensamientos "resumen los . prejuicios que oscurecen la cuestión. Lo más acertado sería colocarse ante uno de estos aparatos (similares a una máquina de escribir, .con un monitor y varios accesorios más) y seguir un programa, servimos de él. Podríamos, por ejemplo, "simular" en la pantalla un experimento del temario de física, realizar un ejercicio de lengua mediante la creación de léxico o el reconocimiento de las formas verbales, implicamos en una exploración geográfica, crear cuentos de manera motivada, iniciarse en la escritura musical de manera amena, realizar diseños técnicos o dibujo artístico, -para los pequeños- inducir el concepto de ángulo recto o inventar las figuras geométricas según las reglas matemáticas, etc., etc. Con el conocimiento directo se accede más fácilmente al convencimiento de las posibilidades didácticas que ofrece el microordenador: una revolución metodológica. Ello significa que serán diferentes las formas de presentación de los temas y, especialmente, los procesos de adquisición de estos contenidos y las habilidades derivadas.

i Ciencia gable

ficción

y realidad

Inne-

Una computadora realiza una labor de psicoterapeuta; dialoga con los pacientes a la perfección y aligera las obli-

gaciones del psicoanalista. En edad preescolar, los niños pueden manipular una computadora programada para el caso: pulsando sus comandos produce luces, sonidos y voces especiales que proveen a los sujetos, mediante el juego, de los rudimentos ortográficos y calculatorios. Estos niños pueden aprender geometría mediante un programa conocido familiarmente como el de la "Tortuga", pues son capaces de programar una computadora de poCos mandos para la realización de figuras. A la edad de catorce años, los alumnos programan regularmente en clases de asistencia libre: una prueba de declinaciones de una lengua clásica, la simulación de la actividad de un reactor nuclear o de la fisiología del corazón... Con esta inquietud y conocimientos muchos jóvenes consiguen unos estimuHmtes ingresos trabajando para casas comerciales de informática, enseñando a menores el manejo de los modelos, ayudando a los adultos neófitos, vendiendo las patentes de sus programas de juegos o didácticos. La afición coleccionista de estos muchachos se centra en formar una buena biblioteca de "software" o programas; y, en el verano, tienen la posibilidad de acudir a un campo de computadoras, si han aprobado el curso, para 10cual cuentan con microordenadores que les ayudan a repasar y recuperar los temas pendientes todas las veces que sea necesario, con la calificación correspondiente. En fin, todo esto parece la descripción de un mundo de ciencia ficción. A veces no se sabe si se sueña una realidad o si se vive un sueño. En el caso de

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bios tecnológicos no puede interpretarse como una carga más que arrastrar, sino como una pretensión razonable y afortunada por la potente herramienta que es el ordenador personal y por las perspectivas que trae -desde luego, ni graciosa ni milagreramente- para superar algunos de los problemas actuales.

lo apuntado anteriormente, se trata en La "alfabetización" de la edad gran medida de una ficción en nuestra realidad inmediata, pero hace tiempo postmoderna que es práctica cotidiana en otros países Cuando se vislumbran profundas y desarrollados. Lo que sí vivimossufrimos ya en nuestro país es el bom- multiseculares rupturas económicas y bardeo preparatorio de este cambio tec- culturales, cuando las innovaciones tecnológicas afectan a todo el tejido social, nológico, a saber: profusión de anunen la ESriuela no caben los distingos cios diarios en cualquier periódico, abundantes artículos, un buen número entre unas y otras innovaciones para su de publicaciones especializadas, observación o postergación. La Escuela congresos y jornadas educativas de ám- debe ser permeable a las transformaciones sociales, si no decidida avanzada bito internacional y nacional, seminarios y cursos de iniciación práctica, pro- y guía de confianza. Esta se ha caracterizado por un hacer tradicional, y bien liferación por doquier de establecimientos de venta especializados, también su está que atesore los valores seguros, presencia en el Museo de la Ciencia pero no que asegure los modelos y resultados educativos de siempre -de (cuando "museo" más bien connota "lugar de reposo de viejas glorias" que siglos- en una realidad que nunca se habitáculo de las musas y fuente de ins- había dado. ¿La escuela ha de ser para piración) y, por no excedemos, la elec- la vida o para sí?, ¿ha de ser proyección ción del microordenador como o reducto? Este tópico sonrojante no "máquina-hombre del año" por la revis- deja de inquirirse porque apunta a una ta Time. .tensión patológica, aquella que se esEsta realidad es más amplia, consis- tablece entre la necesaria revitalización, tente y vertiginosa de lo que podría su- constante, y la tendencia a la esclerosis del organismo educativo. ponerse si no se está directamente La Escuela podría permitirse el lujo implicado, hasta el punto de abrumar las admoniciones acerca de su carácter de ser anticuada, si consiguiera transformativo de la educación. llevasobrellevar su decrepitud de una manera agradable y hermosa a los ojos de los dos, también, por el desconocimiento educandos. Lo. más fácil es que no angustiado y los prejuic'ios, podríamos sentir el vértigo del que está al borde del ocurra tal. Pero una escuela desagraMaelstrom de Allan Poe, torbellino tec- dablemente anticuada e inútil, por no tener, no tendría ni presente. Una Esnológico al que el enseñante no puede cuela aislada resulta formalmente imsustraerse por su insoslayable navegación profesional. En este caso, se pensable. La informática y la telemática se trataría de una alucinación, es decir, de una viva sensación puramente subjetiva hallan al orden del día. La progresiva mecanización de todas las actividades y nociva que no tiene razón de ser. No cabe duda de que el enseñante es lo que nos rodea, aunque tal vez no está acuciado por problemas, pues su espectacularmente. Se producen cambios radicales que se manifiestan mepapel no es ni estático ni precisamente diante diversas crisis: económica, de cómodo. Está acosado y estimulado por las penosas formas de acceso a la valores, educacional, de empleo. A esfunción docente, reformas balbucientes te precio no se puede entender triunfade la enseñanza, programas y métodos I listamente el tránsito de edad histórihíbridos, resultados no siempre satisfac- ca en el que, con cierta pedantería, torios, la exigencia del alumnado y la creemos estar implicados. Esta electróvoluntad propia de una más eficaz y nica a ultranza y la cultura del ordenaagradable actividad, el síndrome del dedor y de la robotización no son ajenos al nominado fracaso escolar..., que, aungrave problema social del paro. Faltan que no sea todo, no parece poco. Pese equis millones de puestos de trabajo; a ello, plantear la adecuación a los campero la raíz de la cuestión no es

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estríctamente cuantitativa, sino de.preparación, de reciclaje profesional. No sólo desaparecen muchos puestos de trabajo, sino que también ciertos tipos de ellos lo hacen definitivamente. Desempleo y educación tienen una innegable relación. Si hoy se critica el sistema educativo es, entre otras cosas, porque no está en consonancia con el mercado de trabajo, porqu~ no forma adecuadamente para la vida y el trabajo. Es cierto que la escuela no puede crear empleo, pero sí realizar seriamente una de sus principales labores que es la "orientación ocupacional de tipo tecnológico", según se pretende en la reforma de las enseñanzas medias, en palabras de José María Maravall. La reivindicación del microordenador ha de serio para el conjunto de la enseñanza. Su conocimiento y uso no tiene por qué ser una asignatura (o reducirse a estos límites tan estrechos), ni ser dominio exclusivo de matemáticos y otros profesores de ciencias afines, por ausencia de otras candidaturas. Si el BUP ha de poseer una virtualidad polivalente, el profesorado debe manejar unos elementos superiores a su materia, de tal suerte que la abarque y permita su imbricación en las demás; estos elementos son los metodológicos que, en este caso, se amplian con la singular herramienta del ordenador. ¿Podría estar privado de este acontecer trascendente una parte del colectivo de enseñantes?, ¿exonerado, acaso?

Si se consideran las dificultades, no puede objetarse ninguna de consideración. No se requieren ni se presuponen conocimientos especiales, ni tan siquiera previos. Un buen número de personas se valen en la actualidad del microordenador sin necesidad de saber nada de informática. La máquina, sus lenguajes y sus programas suplen todo o casi todo. Simplemente, basta con hacer uso del "hardware" y "software"; y, si se desea, puede abarcarse también el nivel superior de la creación de programas. Pero, de la misma manera que el usuario del automóvil no necesita conocer su mecánica hasta el punto de atreverse con las reparaciones, aunque si es muy recomendable hacerse cargo del mantenimiento, el pedagogo tiene la responsabilidad de no ser ajeno a la herramienta metodológica que utiliza. No puede escatimar su aportación ni inhibirse ante la realidad de la nueva naturaleza del aprendizaje que está en ciernes. Estas máquinas no son sólo una amalgama de teclas, "chips" y demás, sino también de nueva terminología -y su consiguiente rección conceptual y de sintaxis del conocimiento-, con inmediatas repercusiones lingüísticas para educador y educando. Como práctica, en absoluto trivial, de las capacidades formales del y de un lenguaje, su desarrollo ha de ser para el alumno una ayuda inestimable en las disciplinas más formales. Hay más. El microordenador, esta

ces, estaremos todos en la luna", la habremos hollado de veras. Se trata de cambiar miedo por dominio... y de disolver la oposición entre hombre y máquina. No existen los contrarios perfectos, ni las disyuntivas excluyenteso Detrás de cada máquina está la creación de un hombre en forma de imaginación, saber y tesón. Por eso la máquina, la máquina "inteligente" -iY . pensar que sólo entiende "0-1", "si-no", "conectado-desconectado"!-, no es esencialmente depositaria de una magia maléfica, ni constituye una amenaza a la preeminencia humana. En realidad, y aquí radica lo -nuclear, nos enfrentamos a una cuestión de mentalidad. Frente a la actitud prejuiciosa y desinformada, proponemos conocimiento de causa y preparación -comenzando esta alfabetizacióA por los educadores-. Resulta evidente que la introducción de la informática en la enseñanza depende más de la adecuación de la mentalidad que de la batalla por los recursos económicos. No es una cuestión de medios (de eso se encargará el interés de la industria), sino de los valores y los fines que han de regir esos medios.

máquina barata, sencilla, autónoma y generosa de comportamientos activos, rompe con el hombre-pasivoconsumista y da paso al hombrecreador. La expansión electrónicainformática posiblemente suscite, además de realidades, algunos mitos. Aún así, el micro es interactivo, amplificador de la mente y creativo. Con ello, la posición del enseñante se altera sensiblemente. La secular y digna función del oráculo literario y libresco, de centro vital de la audiencia, ha de transformarse de acuerdo a los tiempos.

El manejo de la información es el rasgo fundamental de los sectores de actividad más dinámicos. El dominio de las técnicas y lenguajes informáticos constituye una nueva "alfabetización". Desde la invención de la escritura (propiamente alfabética) se hizo posible el acceso a la información de manera mediata. Desde entonces, la enseñanza de los códigos literarios es un objetivo válido de la escuela, pero debe dar cabida a este nuevo y metafórico alfabeto, fruto de un fenómeno revolucionario: la interpretación de la información es una capacidad que ha trascendido el ámbito humano y alcanza ya a las máquinas. Lo que es un progreso, pues, puede potenciar las diferencias culturales y profesionales entre los niños y jóvenes de hoy si no se generaliza su divulgación. Por lo pronto, la tarea primera de un sistema educativo ha de ser "comunicar" la razón de ser de las máquinas. Tal podría constituir un principio ordenador de la enseñanza de la iniciación a los nuevos medios (pues su aplicación y uso tendrá lugar con la anuencia y participación de la Escuela, o sin ella). Se trata de cambiar el miedo a la máquina por un fundado sentimiento de dominio sobre ella. Nuestro siglo es el XX o casi el XXI pero, aun reconociendo la crueldad de los contrastes materiales entre naciones e individuos, sus revoluciones culturales no están asumidas como pudiera parecer. El ser humano ha hollado la luna y comprendido mejor el psiquismo, explorado las fosas marinas y el espacio cercano. Mas sólo "cuando la sociedad comprenda que el átomo es como el sueño y que el mundo se mueve fuera de las leyes del racionalismo cartesiano... -proclama Luis Racionero- entonces, realmente enton-

k.

J.J.L. (Catedrático

de Lengua

RECOMENDACION

y Literatura

castellanas)

BIBLlOGRAFICA

Ensayo

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- COHEN, J. Los robots en el mito y la ciencia. Ed. Grijalbo. Méjico, 1969. - MARTIN, J. La Sociedad Interconectada. Ed. Tecnos. Madrid, 1980. - Mc HALE, J. El entorno cambiante de la Informacl6n. Ed. Tecnos. Madrid, 1981. - RISPA, R. La revolucl6n de la Informacl6n. Ed. Salvat. Barcelona, 1982. - PAPERT, S. Desafío de la mente. Computadoras y educacl6n. Ed. Galápago. Buenos Aires, 1981. - COBURN, P. y otros. Practlcal Gulde to Computers In Educatlon. Ed. AddisonWesley. Massachusetts, 1982.

Narrativa - ASIMOV, 1.Bóvedas de acero. Ed. Martfnez Roca. Barcelona, 1979. - DlCK, Ph. ¿Sueñan los androldes con ovejas eléctricas? Edhasa. Barcelona, 1981. - LEM, Stanislaw. Fábulas de Robots. Ed. Bruguera. Barcelona, 1982.

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