148.“Algunas influencias de la mitología clásica en Cervantes”, en Peregrinamente Peregrinos (Actas del V Congreso internacional de la Asociación de Cervantistas. Lisboa. 1-05/09/2003), ed. A. Villar Lecumberri, Alcalá de Henares, Asociación de Cervantistas, 2004, II, pp. 1501-1541.

June 6, 2017 | Autor: J. López Férez | Categoría: Spanish Literature, The Classical Tradition, Classical Mythology
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Descripción

PEREGRINAMENTE PEREGRINOS

ACTAS DEL V CONGRESO INTERNACIONAL DELA ASOCIACIÓN DE CERVANTISTAS

Lisboa Fundac;áo Calouste Gulbenkian

1-5 septiembre 2003 Alicia Villar Lecumberri (Ed.)

Asociación de Cervantistas

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ALGUNAS INFLUENCIAS DE LA MITOLOGÍA CLÁSICA EN CERVANTES 1 Juan Antonio López Férez. UNED. Madrid En el Congreso anterior me ocupé de la presencia en nuestro autor de los dioses más relevantes de la mitología clásica 2• Partimos, también ahora, de la lista de personajes recogida en la edición de A. Valbuena3 y nos basamos siempre en la lectura directa de los textos, ofreciendo una primera versión de lo que desea ser un trabajo más amplio cuando revisemos todo el texto cervantino. Podemos adelantar que el gran escritor muestra buen conocimiento de los personajes míticos clásicos, los recoge y utiliza en diversa medida y con intención variada, sin que falte , en no pocas ocasiones, la sutil ironía. l. Un primer apartado puede comprender las menciones de dioses, mayores y menores, y seres divinos o asimilados no recogidos en nuestro trabajo anterior. l. Según Hesíodo4, en primer lugar existió Caos, del que surgieron Érebo y Noche ; precisamente, los conocidos por otros mitógrafos como Hecatonquires, o Ciembrazos, estaban sumergidos en el Érebo, bajo tierra5 ; es uno de los textos de donde arranca la imagen del Érebo como espacio infemal 6• En nuestro escritor hemos encontrado una mención de Érebo: Fátima: .. .¡Rápida, Ronca, Run, Raspe, Riforme, Gandulandín, Clifet, Pantasilonte, ladrante tragador, falso trifonne, herbárico pestífero del monte, Herebo, engendrador del rostro inonne de todo fiero dios, a punto ponte y ven sin detenerte a mi presencia

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José Antonio López Férez si no desprecias la zoroastra ciencia! 7 •

2. De Forcis y Ceto, hijos de Tierra y Ponto, nacieron las Górgonas, tres desde Hesíodo. De entre ellas sólo Medusa es mortal: violada por Posidón quedó encinta de Crisaor y Pégaso. Llegado el momento, Perseo co11ó la cabeza de Medusa, de cuyo cuello brotaron esos dos hijos que llevaba en su seno. Tanto las tres Górgonas, como la cabeza de Medusa una vez muerta, petrificaban a quien las mirara de frente; desde pronto se las representó con una cabellera formada por serpientes y dotadas de espantosos colmillos. Cervantes menciona tres veces a Medusa. Así, Pancracio cuenta que "de las gotas de la sangre de la cabeza de Medusa se había llenado de serpientes toda la Libia" 8. Por su parte, Don Quijote le dice así a quien cree hija de la sefiora del castillo: "Perdonadme, buena señora, y recogeos en vuestro aposento, y no queráis, con significanne más vuestros deseos, que yo me muestre más desagradecido; y si del amor que me tenéis halláis en mí otra cosa con que satisfaceros, que el mismo amor no sea, pedídmela; que yo os juro por aquella ausente enemiga dulce mía de dárosla incontinente, si bien me pidiésedes una guedeja de los cabellos de Medusa, que eran todos culebras, o ya los mismos rayos del sol, encerrados en una redoma" 9 . Además, de la condesa Ruperta, cuando se disponía a matar a Croriano, el hijo de su enemigo, se nos cuenta lo siguiente: "Llegó, en fin, y temblándole la mano, descubrió el rostro de Croriano, que profundamente dom1ía, y halló en él la propiedad del escudo de Medusa, que la convirtió en mám10l; halló tanta hennosura, que fue bastante a hacerle caer el cuchillo de la mano y a que diese lugar la consideración del infom1e caso que cometer quería; vio que la belleza de Croriano, como hace el sol a la niebla, ahuyentaba las sombras de la muerte que darle quería, y en un instante no le escogió para víctima del cruel sacrificio, sino para holocausto santo de su gusto" JO. 3. Castrado Cielo por Saturno, de las gotas de sangre surgidas tras la feroz emasculación surgieron, entre otros seres, las Furias 11 , divinidades espantosas encargadas de castigar los asesi-

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natos de cualquier familiar, pero, ante todo, los parricidios: la tradición les da los nombres de Alecto, Tisífone y Megera 12. Sólo una mención de cada una de ellas nos ofrece nuestro escritor, dentro de un pasaje de gran riqueza mitológica. A propósito de Amor leemos: "No hay cnida Megera, ni rabiosa Tesifón, ni vengadora Alecto que así maltraten el ánima do se encierran como maltrata esta furia, este deseo a los sin ventura que le reconocen por sefior y se le humillan como vasallos, los cuales, por dar alguna disculpa de las locuras que hacen, dicen, o, a lo menos, dijeron los antiguos gentiles que aquel instinto que incita y mueve al enamorado para amar más que a su propia vida la ajena era un dios a quien pusieron por nombre Cupido, y que así, forzados por su deidad, no podían dejar de seguir y caminar tras lo que él quería ... " 13. 4. La Noche, por sí misma, engendró varias hijas, entre las que sobresalen las Parcas romanas, correspondientes a las Moiras14 de los griegos: tienen por oficio indicar y hacer cumplir el destino de cada persona. Son tres desde Hesíodo 15• En tres ocasiones16se refiere nuestro autor a la Parca, siempre en singular y en verso . En un ejemplo, Dofia Margarita manifiesta lo siguiente: ... No me encerraron mis padres sino para la crianza, y fue su intención que fuese, no moaja, sino casada. Faltáro1u11e antes de tiempo; que la inexorable Parca coitó el hilo de sus vidas para añadirle a mis ansias 17 .

5. Corresponde al mito de sucesión la famosa Titanomaquia, terrible guerra en que Júpiter y sus hermanos se enfrentaron a su padre Saturno y a varios Titanes, partidarios del mismo. Las fuentes clásicas vacilan al precisar quiénes estuvieron del lado de Júpiter y quiénes apoyaron a Saturno, pero hay acuerdo en que Atlas, hijo del Titán Jápeto, se puso al frente de los Titanes, por lo cual, una vez derrotados, sufriría terrible castigo 18•

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En ocho ocasiones encontramos a Atlas 19 en nuestro escritor, que nos ofrece una descripción sabrosa sobre lo que le ocmTió a los pocos días de haber vuelto del Parnaso: "Sucedió, pues, que saliendo una mañana del monasterio de Atocha, se llegó a mí un mancebo, al parecer de veinticuatro años, poco más o menos, todo limpio, todo aseado y todo crujiendo gorgorones; pero con un cuello tan grande y tan almidonado, que creí que para llevarle fueran menester los hombros de un Atlante" 2º. Por su lado, el pastor Damon recita de memoria una canción compuesta por su amigo Lauso, y, entre otras cosas, afirma:

riqueza mítica. Efectivamente, Lenio está hablando de los tormentos del amar:

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Mas ¿quién hay que presuma echar sobre sus hombros tanta carga, si no es un nuevo Atlante, en fuerzas tan bastante que en poco el cielo le fatiga y carga? Y aun le será forzoso que se ayude y el grave peso mude sobre los brazos de otro Alcide nuevo; y, aunque se encorve y sude, 21 yo tal fatiga por descanso apruebo .

6. Dentro de la mitología griega, entre los descendientes de la Noche, figura Hipno22 , de escasa función mítica, padre, a su vez, de Morfeo, artífice creador de figuras humanas 23 • Cervantes cita este personaje mítico en tres pasajes: Del lóbrego lugar de los espantos sacó su hisopo el lánguido Morfeo, con que ha rendido y embocado a tantos 24 •

7. Una vez que Júpiter impuso su poder supremo sobre todos los dioses, vino el repmto de la enorme herencia: cielo y tierra (Júpiter), mar (Neptuno), infierno (Plutón). Plutón (el Hades de los griegos) es el dios de los infiernos, y, asimismo, por metonimia, indica los lugares donde gobierna con mano inflexible. Allí viven condenados para siempre personajes míticos de gran relevancia25 : Tántalo, las Danaides, Ticio, Sísifo e Ixión 26 • Todos ellos aparecen citados dentro de una secuencia de extraordinaria

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"¿Hay, por ventura, Tántalo que más fatiga tenga entre las aguas y el manzano puesto que la que tiene el miserable amante entre el temor y la esperanza colocado? Son los servicios del amante no favorecido los cántaros de las hijas de Dánao, tan si provecho derramados, que jamás llegan a conseguir una mínima parte de su intento.¿Hay águila que así destruya las entrañas del Ticio como destruyen y roen los celos las del amante celoso? ¿Hay piedra que tanto cargue las espaldas de Sísifo como carga el temor continuo los pensamientos de los enamorados? ¿Hay rueda de lx.ión que más presto se vuelva y atormente que las prestas y varias imaginaciones de los temerosos amantes? ¿Hay Minos ni Radamanto que así castiguen y apremien las desdichadas condenadas al.mas como castiga y apremia el amor al enamorado pecho que al insufrible mando suyo está sujeto? No hay cruda Megera, ni rabiosa Tesifón, ni vengadora Alecto que así maltraten el ánima do se encierran como maltrata esta furia, este deseo a los sin ventura que le reconocen por señor y se le humillan como vasallos, los cuales, por dar alguna disculpa de las locuras que hacen, dicen, o, a lo menos, dijeron los antiguos gentiles que aquel instinto que incita y mueve al enamorado para amar más que a su propia vida la ajena era un dios a quien pusieron por nombre Cupido, y que así , forzados por su deidad, no podían dejar de seguir y caminar tras lo que él quería ..." 27 •

Los cinco condenados los vemos también en la canción de Grisóstomo: Venga, que es tiempo ya, del hondo abismo Tántalo con su sed; Sísifo venga con el peso terrible de su canto; Ticio traya su buitre, y ansimismo con su rueda Egión no se detenga, ni las hennanas que trabajan tanto, y todos juntos su mortal quebranto trasladen en mi pecho, y en voz baja - si ya a un desesperado son debidas-, canten obsequias tristes, doloridas, al cuerpo, a quien se niegue aún la mortaja. Y el portero infemal de los tres rostros, con otras mil quimeras y mil monstruos,

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José Antonio López Férez lleven el doloroso contrapunto; que otra pompa mejor no me parece 28 que la merece un amador difunto .

A Tántalo29 lo hemos encontrado en tres lugares cervantinos. En el tercero, por boca del can Berganza, de este modo se expresa el matemático: "Lo mismo me acaece con la cuadratura del círculo: que he llegado tan al remate de hallarla, que no sé si puedo pensar cómo no la tengo ya en la faltriquera; y así, es mi pena semejante a las de Tántalo, que está cerca del fruto y muere de hambre, y propincuo al agua, y perece de sed. Por momentos pienso dar en la coyuntura de la verdad, y por minutos me hallo tan lejos de ella, que vuelvo a subir al monte que acabé de bajar, con el canto de mis trabajos a cuestas, como otro nuevo Sísifo ... "30. Las Danaides las tenemos en los dos pasajes ya mencio33 32 nados31 e igual sucede con Ticio e Ixión . 8. Siguiendo a ciertos manuales de mitología clásica conviene dedicar un apartado a las divinidades menores y cie1ios personajes humanos relacionados con ellas. a. En el apartado de las Ninfas, suele recogerse la leyenda de Orfeo34, casado con la Dríade Eurídice. Hemos localizado cinco menciones del ilustre y legendario músico. Reinaldos habla así: La voz es ésta de mi amada diosa. ¿Adónde estás tesoro de mi alma, única al mundo en hem1osura y gracia? La triste barca del barquero horrendo pasaré por hallarte, y al abismo, cual nuevo Orfeo, bajaré llorando 35 y romperé las puertas de diamante . El enamorado Elicio canta lo que sigue: La blanca nieve y colorada rosa, que el verano no gasta, ni el invierno; el sol de dos luceros, do reposa el blando Amor, y a do estará in eterno la voz, cual la de Orfeo poderosa de suspender las fmias del infierno,

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y otras cosas que vi quedando ciego, yesca me han hecho al invisible fuego 36 . Comentario del propio escritor es el que sigue: "Con más justa causa se pudieran parar los brutos, mover los árboles y juntar las piedras a escuchar el suave canto y dulce armonía de Galatea, que cuando a la cítara de Orfeo, lira de Apolo y música de Anfión los muros de Troya y Tebas por sí mismo se fundaron, sin que artífice alguno pusiese en ellos las manos, y las hermanas, negras moradoras del hondo caos, a la extremada voz del incauto amante se ablandaron" 37 . b. Según la tradición literaria y atiística, Sileno, anciano sátiro38, hijo de Mercurio, o de Pan, y una ninfa, es representado ebrio y montado a lomos de un asno, sobre el que, dado su estado, a duras penas puede mantenerse. Es acompañante habitual de Baco, a quien se lo había regalado el rey Midas. Una vez está registrado en nuestro autor. Oímos de labios de Don Quijote la siguiente opinión sobre el rucio de Sancho: "Y más, que no tendré a deshonra la tal caballería, porque me acuerdo haber leído que aquel buen viejo Sileno, ayo y pedagogo del alegre dios de la risa, cuando entró en la ciudad de las cien puertas, iba, muy a su placer, caballero sobre un muy hem10so asno" 39 . 40 c. Proteo , el multiforme dios del mar, lo tenemos en tres pasajes cervantinos; los tres, en verso41 . En una secuencia, Pedro de Urdemalas apunta a su facilidad para metamorfosearse, de modo semejante a tal divinidad: Dicen que la variación hace a la naturaleza colma de gusto y belleza, y está muy puesto en razón. Un manjar a la cantina enfada, y un solo objeto a los ojos del discreto da disgusto y amohina. Un solo vestido cansa. En fin, con la variedad se muda la voluntad

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y el espíritu descansa. Bien logrado iré del mundo cuando Dios me lleve de él, pues podré decir que en él un Proteo fui segundo. iVálgame Dios qué de trajes he mudado y qué de oficios, qué de varios ejercicios, qué de exquisitos lenguajes! Y ahora, como estudiante, de la reina voy huyendo, cien mil azares temiendo de esta mi suerte inconstante ... 42 •

haz aunque sean de tu gusto adversos, cwnplidos mis deseos en la dura ocasión que te invoco; no te tardes, ni a ser más oprimido de mi aguardes. Quiero que al cuerpo que aquí está encerrado vuelva el alma que le daba vida, aunque el fiero Carón del otro lado la tenga en la ribera denegrida, y aunque en las tres gargantas del airado Cancerbero esté penada y escondida. Salga, y tome a la luz del mundo nuestro, que luego tomará al oscuro vuestro; ... 45 .

d. Caronte es para algunos estudiosos un viejo dios de los muertos; por lo demás, carece de genealogía comúnmente aceptada. En la literatura griega 43 resulta ser el barquero que, atravesando la laguna, o algún río, infernal, transpo11a las almas hasta el reino de las sombras. Lo representan cual anciano de apariencia horrenda y repulsiva que exigía previamente el pago por el viaje. De Caronte hemos localizado cuatro citas en nuestro autor, tres en poesÍJ y una en prosa. En la elegía dirigida al cardenal don Diego de Espinosa, recordando la mue11e de la reina doña Isabel de Valois, nos dice el escritor: No pisará ya más nuestro horizonte que a los Campos Elíseos es llevada 44 sin ver la oscura barca de Caronte .

Marquino, hechicero numantino, invoca a las divinidades infernales pidiéndoles que devuelvan la vida a un joven recién muerto: Está muy bien, y es buena coyuntura la que me ofrecen los propicios signos para invocar de la región oscura los feroces espíritus malignos. Presta atentos oídos a mis versos. Fiero Plutón, que en la región oscura, entre ministros de ánimos perversos, te cupo de reinar suerte y ventura:

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e. Himeneo, según varios autores clásicos, es hijo de Venus y Baco; para otros, en cambio, nació de la unión de Apolo con una musa. Es la divinidad protectora del matrimonio. Una mención hemos hallado en Cervantes. Zelinda se dirige a la gran sultana (Doña Catalina de Oviedo): Hermosísima española, corona de tu nación, única en la discreción y en buenos intentos sola: traiga a colmo tu deseo el Cielo, que le conoce, y en estas bodas se goce el dulce y santo Himeneo; por tu parecer se rija el imperio que posees; ninguna cosa desees que el no alcanzarla te aflija ; de ensalzarte es cosa llana que Mahoma el cargo toma46 .

i. Los manuales de mitología no suelen citar a Fama entre las divinidades47 • Tenemos un precedente en la Voz48 homérica y en la Feme de Hesíodo49 . De la lectura de diversas fuentes puede deducirse que es de extrema rapidez, difunde tanto lo verdadero como lo falso , de noche se sitúa entre el cielo y la tie1rn, y de día, sobre las altas torres .

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Contamos al menos con nueve referencias en las obras cervantinas; ocho de ellas, en poesía. En la oda al conde de Saldaña leemos: Florida y tierna rama del más antiguo y generoso tronco que celebró la Fama con acento sutil en metal ronco, pues yo a tu sombra vivo, laurel serás de lo que en ella escribo ... Cual con voz victoriosa de despojos torcidos alza el trofeo, ¡oh sangre venturosa! , que para las banderas que en ti veo, con singular ejemplo hubo la Fama de ensanchar su templo ... 50.

j . Las tres divinidades que mencionaremos a partir de ahora son típicamente romanas. En primer lugar, Jano, representado generalmente con doble rostro. Un solo ejemplo hemos localizado: A la gavia un grumete se encarama, y dijo a voces: "La ciudad se muestra, que Génova, del dios Jano, se llama"51 k. Flora, o Cloris, corresponde a las divinidades más antiguas de la religión romana; ligada al culto agrario desde los primeros momentos, tuvo un templo en Roma a partir del siglo llI a.c. y sus fiestas (las F!ora/ia) se celebraban desde el 28 de abril hasta el 3 de mayo en época impe1ial. Flora se llamó al principio Cloris, la amada por el Céfiro. dos de las cuatro secuencias de Flora que hemos encontrado He aquí en nuestro escritor.

Mas Febo, que no quiere que ninguno quede quejoso de él, mandó a la Aurora que vaya y coja in tempore oportuno de las faldas florí foras de Flora cuatro tabaques de purpúreas rosas, y seis de perlas de las que ella llora ...

Algunas irifluencias de la mitología clásica 1511 De rosas, de jazmines y amarantos Flora le presentó cinco cestones, y la Aurora de perlas otros tantos ...52 .

l. Belona es la diosa de la guerra entre los romanos (Be/lona). Carece de mito propio; se la asocia algunas veces con Marte, dios de la guerra, y con Enio, hijo de ta/ divinidad. mismaLeonardo, condición:un cautivo, dialoga con Saavedra, que está en su ...Dicen que una fragata de Bizerta llegó esta noche allí con un cautivo que ha dado vida a mi esperanza muerta. Quitóle libertad el hado esquivo, de Málaga pasando a Barcelona; cautivóle Mamí, corsario esquivo. En su manera muestra ser persona de calidad, y que es ejercitado en el duro ejercicio de Belona ...53

H. Recogemos este apartado los personajes míticos relacionados con Argos en o Espaita. a. En primer lugar, Argos Panoptes, es decir, e/ "que todo lo ve". De genealogía discutida, estaba dotado de múltiples ojos; por orden de Juno se convirtió en vigilante pennanente de Ío, amada por Júpiter y transfonnada en vaca tras haberse quedado encinta; por su actitud inflexible, suscitó la ira de/ padre de los dioses, hasta e/ pu11to de recibir la muerte de manos de Mercurio, llamado por eso Argifonte, "matador de Argos". citas hemos localizado en nuestro escritor. De Apolo se nos Siete dice que: Todo lo mira, todo lo dispone con ojos de Argos, manda, quita y veda, y del contrario a todo ardid se opone54•

A su vez, la señora Hortigosa le da consejos a doña Lorenza, que sufre grandemente por los celos de su viejo esposo: " AJ1ora

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bien, señora doña Lorenza: vuesa merced haya lo que le tengo aconsejado, y verá cómo se halla muy bien con mi consejo. El mozo es como un jinjo verde: quiere bien, sabe callar y agradecer lo que por él se hace, y pues los celos y el recato del viejo no nos dan lugar a demandas ni a respuestas, resolución y buen ánimo, que, por la orden que hemos dado, yo le pondré al galán en su aposento de vuesa merced y le sacaré si bien tuviese el viejo más ojos que Argos y viese más que un zahorí, que dicen que ve siete estados debajo de la tierra" 55 • Respecto de Preciosa, la Gitanilla, que había vuelto a Madrid, afirma el autor lo que sigue: "Nunca se apartaba de ella la gitana vieja, hecha su Argos, temerosa no se la despabilasen y traspusiesen; llamábala nieta, y ella la tenía por abuela" 56 . Por su lado, Lorenzo Bentibolli, prohombre de Bolonia, que había tratado de guardar la honra de su hem1ana Cornelia, le habla de este modo al español Juan de Gamboa: "Finalmente, por acortar, por no cansaros este que pudiera ser cuento largo, digo que el duque de Ferrara, Alfonso de Este, con ojos de lince venció a los de Argos, derribó y tiiunfó de mi industria, venciendo a mi hermana, y anoche me la llevó y sacó de casa de una parienta nuestra, y aún dicen que recién parida; anoche Jo supe, y anoche le salí a buscar y acuchillé; pero fue socorrido de algún ángel, que no consintió que con su sangre sacase la mancha de mi agravio ... " 57 • En otro lugar, Ricote el morisco, refiriéndose a don Bernardino de Velasco, encargado de la expulsión de los moriscos, afirma: "Y así, con prudencia, con sagacidad, con diligencia y con medios que pone, ha llevado sobre sus fuertes hombros a debida ejecución el peso de esta gran máquina, sin que nuestras industrias, estratagemas, solicitudes y fraudes hayan podido deslumbrar sus ojos de Argos, que continuo tiene alerta, porque no se le quede ni encubra ninguno de los nuestros, que como raíz escondida, que con el tiempo venga después a brotar y a echar frutos venenosos en España, ya limpia, ya desembarazada de los temores en que nuestra muchedumbre la tenía ... " 58 . En el Persiles, cuenta el autor cómo sus personajes han salido de la isla nevada en el navío de los corsarios: " Servíales de Argos el mozo Antonio, de lo que sirvió el pastor de Anfriso;

eran los ojos de los dos centinelas no dormidas, pues por sus cuartos la hacían a las mansas y hennosas ovejuelas que debajo de su solicitud y vigilancia se amparaban ..." 59 • En la misma obra, Clodio, respecto a Auristela y su hennano que la seguía como si fuese su sombra, sostiene ante Rutilio: "¿Quién puede ser este luchador, este esgrimidor, este corredor y saltador, este Ganimedes, este lindo, este aquí vendido, acullá comprado; este Argos de esta ternera de Auristela, que apenas nos la deja mirar por brújula, que ni sabemos, ni hemos podido saber de este par, tan sin par en hermosura, de dónde vienen ni a dó van? ..." 60 • b. Nieto de Dánao fue Acrisio, rey de Argos y padre de Dánae; enterado de que ésta tendría un hijo que daría muerte a su abuelo, la encerró en una prisión de bronce; mas Júpiter, transfommdo en lluvia de oro, se llegó hasta la muchacha y la dejó embarazada de Perseo, el que sería gran héroe helénico. Contamos con dos apariciones de Dánae en las obras de nuesti·o escritor. En una de ellas, Lenio está describiendo los efectos de Amor, del que afirma que está dotado de dos saetas, una de plomo que engendra odio, otra de oro, productora de amor en los heridos por ella: " ... Y por esta ocasión no en balde cantan los poetas a Atalanta vencida de tres hennosas manzanas de oro, y a la bella Dánae preñada de la dorada lluvia, y al piadoso Eneas descender al infierno con el ramo de oro en la mano" 61 • c. Recogemos ahora dos personajes ligados a Esparta, donde era rey Tindáreo, casado con Leda, y padre putativo, al menos, de Helena y Clitemnestra, así como de los Dioscuros (propiamente, los "hijos de Zeus") 62 • A éstos últimos la tradición literaria los ofrece juntos con frecuencia: participaron en gestas muy famosas, como el viaje de los Argonautas y la caza del Jabalí de Calidón; en cambio, no tomaron parte en la guerra de Troya. Defendieron el honor de su hem1ana Helena, cuando siendo casi una niña, fue raptada por Teseo: invadieron Atenas, rescataron a Helena e incluso se llevaron consigo a la madre del rey ateniense. Una vez tan sólo los hemos encontrado en las obras cervantinas. El protagonista increpa a Sancho: " ...Y no me repliques más; que en sólo pensar que me aparto y retiro de algún peligro, especialmente de éste, que parece que lleva algún es no es de

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sombra de miedo, estoy ya para quedarme, y para aguardar aquí no solamente la Santa Hermandad que dices y temes, sino a los hermanos de las doce tribus de Israel, y a los siete Macabeos, y a Cástor y Pólux, y aun a todos los hermanos y hermandades que hay en el mundo" 63 . III. Siguen ahora los personajes míticos relacionados con Tebas 64 u otras partes de Beocia. a. De Ío nació Épafo, y éste engendró a Libia, la cual, unida a Posidón, dio a luz a Agenor y Belo; el primero marchó a Fenicia y tuvo una hija, Europa, y tres hijos, uno de los cuales fue Cadmo. Famoso fue el rapto de Europa llevado a cabo por Júpiter, que transfom1ado en toro logró que la muchacha montara sobre él, tras lo cual, huyó nadando hasta Creta donde la hizo madre de Minos, Radamantis y Sarpedón. Una sola vez encontramos a la mítica Europa 65 en nuestro escritor. Efectivamente, así leemos en el Persiles: "Ordenó, pues, la suerte, que no fuese buena la de Feliz Flora, porque la corriente del agua le desvaneció la cabeza, de modo que, sin poder tenerse, dio consigo en mitad de la corriente, tras quien se abalanzó con no creída presteza el cortés Antonio, y sobre sus hombros, como a otra nueva Europa, la puso en la seca arena de la contraria ribera ..." 66 . c. Cadmo fue el mítico fundador de Tebas, donde tuvo que eliminar a la famosa serpiente, hija de Marte; posteriom1ente, esparció los dientes del feroz reptil , de los que surgieron, adultos y con annadura completa, los llamados "sembrados", que lucharon encarnizadamente entre sí, de tal modo que pocos se libraron de la muerte. Los supervivientes serían los cabezas de las familias tebanas más ilustres. En una ocasión se alude a los dientes del mencionado dragón, junto con otras menciones míticas, dentro de un contexto de indudable sentido irónico. Efectivamente, en El viaje del Parnaso se nos ofrece este pasaje en boca de Pancracio, que contesta al propio autor sobre si fueron bien recibidos por Apolo: "Sí fuimos, aunque le hallamos muy ocupado a él y a las señoras Piérides arando y sembrando de sal todo aquel tém1ino del campo donde se dio la batalla. Pregúntele para qué se hacía aquello, y respon-

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dióme que así como de los dientes de la serpiente de Cadmo habían nacido hombres armados, y de cada cabeza cortada de la hidra que mató Hércules habían renacido otras siete, y de las gotas de sangre de la cabeza de Medusa se había llenado de serpientes toda la Libia, de la misma manera de la sangre podrida de los malos poetas que en aquel sitio habían sido muertos comenzaban a nacer, del tamaño de ratones, otros poetillas rateros, que llevaban camino de henchir toda la Tierra de aquella mala simiente, y que por esto se araba aquel lugar y se sembraba de sal, como si fuera casa de traidores"67• d. Autónoe, hija de Cadmo, se casó con Aristeo y de la unión nació Acteón, magnífico cazador, el cual, tras ser transformado en ciervo, fue devorado por sus propios perros 68 . Hemos localizado una aparición en nuestro autor. Don Quijote le responde a una jovencita vestida de pastora: "-Por cierto, hermosísima señora, que no debió de quedar más suspenso ni admirado Acteón cuando vio al improviso bai'íarse en las aguas a Diana, como yo he quedado atónito en ver vuestra belleza ... " 69 • e. Edipo es una de la figuras míticas de más influencia en la literatura europea. Hijo de Layo y Y ocasta, expuesto por sus padres, sin saberlo mató a su padre y se casó con su madre; tras unirse con ella, fue rey de Tebas. En la única mención de Edipo que hemos encontrado el pastor Tirsi, mediante hábil figura retórica, afirma: "Ninguno procure tener hijos, porque Edipo, instigado de crudelísima furia, mató a su padre, y Oreste hirió el pecho de la madre propia" 7º. f. Hércules, el héroe más importante de los helenos 71 , ocupa en Cervantes72 un lugar de honor. Hemos hallado quince menciones directas , y, además, otras veinte referentes a personajes y hechos íntimamente relacionados con él. 1) Algunas menciones hemos visto ya 73• -Por lo demás, hallamos alusiones a su am1a favorita, la clava. Habla Alimuzel: Aquí hay quien con ufanos bríos quitará la clava a Hércules de las manos; ...74 •

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Y en la dedicatoria de las Novelas ejemplares: "Tampoco suplico a vuestra excelencia reciba en su tutela este libro, porque sé que si él no es bueno, aunque le ponga debajo de las alas del hipogrifo de Astolfo, y a la sombra de la clava de Hércules, no dejarán los Zoilos, los Cínicos, los Aretinos y los Bemias 75 de darse un filo en su vituperio, sin guardar respeto a nadie" . -Asimismo, referencias a su enom1e fuerza. Por ejemplo, Chirinos dice lo siguiente: "Allá van hasta dos docenas de leones rampantes y de osos colmeneros. Todo viviente se guarde, que aun aunque fantásticos, no dejarán de dar alguna pesadumbre, y 76 de hacer las fuerzas de Hércules con espadas desenvainadas" . Y, en otro lugar, Lenio, dentro de su larga exposición, puntualiza respecto al amor: "Éste redujo los fuertes brazos del famoso Hércules, acostumbrados a regir la pesada maza, a torcer un pequeñuelo huso y a ejercitarse en mujeriles ejercicios'm. - Se nos dice, por otro lado, que la malicia ha calumniado a los varones más ilustres. Así lo expresa Don Quijote: "De Hércules, el de los muchos trabajos, se cuenta que fue lascivo y muelle"1s. - No faltan ciertas comparaciones hiperbólicas. Tal ocurre en El gallardo español, tras el elogio que Oropesa hace de don Fernando de Saavedra, leemos: Ar laxa. ¡Oh, qué famoso español! Oropesa. Hércules, Héctor, Roldán 79 se hicieron en su crisol •

2) Con respecto a todos los trabajos del ilustre héroe, los érga, es significativo lo que el Caballero del Bosque le dice a Don Quijote: "Finalmente, señor caballero, quiero que sepáis que mi destino, o, por mejor decir, mi elección, me trajo a enamorar de la sin par Casildea de Vandalia. Llámola sin par porque no le tiene, así en la grandeza del cuerpo como en el extremo del estado y de la hem1osura. Esta tal Casildea, pues, que voy contando pagó mis buenos pensamientos y comedidos deseos con hacerme ocupar, como su madrina a Hércules, en muchos y diversos peligros, prometiéndome al fin de cada uno que en el fin del otro

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llegaría el de mi esperanza; pero así se han ido eslabonando mis trabajos, que no tienen cuento, ni yo sé cuál ha de ser el último que dé principio al cumplimiento de mis buenos deseos. Una vez me mandó que fuese a desafiar a aquella famosa giganta de Sevilla, llamada la Giralda;... a tomar en peso las antiguas piedras de los valientes Toros de Guisando; ... que me precipitase ... en la sima de Cabra ... " 80 • 3) Según los estudiosos, el segundo gran trabajo de Hércules fue matar a la Hidra de Lema81. En nuestro autor, según hemos visto82 , salen siete cabezas por cada una de las cortadas. En La casa de los celos, Mala Fama afimm entre otras cosas: Aquí está el grande Alcides, no cortando de la hidra Lernea las cabezas, sino a los pies de Deyanira hilando, con mujeriles paños y temezas ...83 .

4) El décimo trabajo ordenado por Euristeo fue apoderarse de las vacas del gigante Gerión que vivía en la isla de Eritía,junto a Cádiz, y llevarlas hasta Micenas. - En algún momento de su largo viaje, Hércules, en la costa meridional de luego sería España, erigió unas columnas para memoria de su paso. De ésas hemos encontrado una mención, al menos. El libre cautivo comienza su arenga de este modo: - "Esta, señores, que aquí veis pintada es la ciudad de Argel, gomia y tarasca de todas las riberas del mar Mediterráneo, puerto universal de corsarios, y amparo y refugio de ladrones, que de este pequeñuelo puerto que aquí veis pintado salen con sus bajeles a inquietar el mundo, pues se atreven a pasar el plus ultra de las columnas de Hércules, y a acometer y robar las apartadas islas, que, por estar rodeadas del inmenso mar Océano, pensaban estar seguras, a lo menos, de los bajeles turquescos" 84 • - Cuando Hércules, de regreso hacia Grecia con las vacas de Gerión, cruzaba Italia, Caco, un personaje de la mitología latina85, hijo de Vulcano, le robó algunos animales y los introdujo en una cueva haciéndoles marchar hacia atrás, de tal modo que las huellas de las pisadas inducían a gran confusión. El héroe, finalmente, se enfrentó a Caco y lo mató.

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Cervantes recoge a tal personaje en ocho ocasiones, por lo menos. Veamos, primero, las más destacadas en prosa: "Item, se advierte que no ha de ser tenido por ladrón el poeta que hurtare algún verso ajeno, y lo encajare entre los suyos, como no sea todo el concepto~ toda la copla entera, que en tal caso tan ladrón es como Caco" 6 . "Una, pues, de esta nación, gitana vieja, que podía ser jubilada en la ciencia del Caco, crió una muchacha en nombre de nieta suya, a quien puso nombre Preciosa ... " 87 • "Si tratareis de ladrones, yo os daré la historia de Caco, que la sé de coro" 88 • "- Ya conozco a su merced- dijo el Cura-. Ahí anda el señor Reinaldos de Montalbán con sus amigos y compañeros, más ladrones que Caco, y los doce pares ... " 89• Y, ahora, las que aparecen en verso:

ahogarlo, teniéndolo en volandas sin permitirle que rozara el suelo. Cuatro secuencias de Anteo hemos encontrado en Cervantes, de las que veremos lo esencial. Don Quijote le replica a la duquesa de este modo: " ... otro, de ser de tan impenetrables carnes, que no pueda ser herido, como lo fue el famoso Roldán, uno de los doce Pares de Francia, de quien se cuenta que no podía ser herido sino por la planta del pie izquierdo, y que esto había de ser con la punta de un alfiler gordo, y no con otra suerte de anna alguna; y así, cuando Bernardo del Carpio le mató en Roncesvalles, viendo que no le podía llegar con el hierro, le levantó del suelo entre los brazos, y le ahogó, acordándose entonces de la muerte que dio Hércules a Anteón, aquel feroz gigante que decían ser hijo de la Tierra ... " 93 • -El héroe pasó también por Egipto, donde reinaba Busiris, hijo de Neptuno, crudelísimo monarca que sacrificaba a cuantos extranjeros llegaban a sus dominios; Hércules, asimismo, fue apresado y conducido hasta el altar del sacrificio, pero, tras escaparse, logró dar muerte al sanguinario rey. Una sola vez lo hemos encontrado en las obras cervantinas. El libre cautivo expone sus razones: " ...Escuchad, señores, y estad atentos: quizá la aprensión de este lastimero cuento os llevará a los oídos las amenazas y vituperosas voces que ha dado este perro de Dragut, que así se llamaba el arráez de la galeota, corsario tan famoso como cruel, y tan cruel como Falaris o Busiris, tiranos de Sicilia ... "94 • -Una mención al extraordinario jardín tenemos en nuestro autor. Precisamente, de su boca leemos, a propósito de Apolo:

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Uno. Éntrome, ladroncitos en cuadrilla; zambúllome, cenúcalos rateros; escóndome, corchetes a lo Caco90 .

En otro lugar, habla Pedro. ... "No te azores, que ese saco que te di a guardar primero, si es que bien la cuenta saco, me lo dio un bodegonero, gran imitador de Caco, no más de porque a su hija, que entre rescoldo de hornija yace en las hondas cavernas, en sus delicadas pierna el fuego menos la aflija ... " 91 . 5) El undécimo trabajo consistió en apoderarse de las manzanas de oro de las Hespérides, hijas de la Noche 92 • -En su viaje desde Micenas hasta los lugares en que se encontraban las Hespérides, Hércules recorrió el norte de Africa, donde entabló feroz combate con Anteo, hijo de Neptuno y de Tierra, que cobraba una fuerza sobrehumana cada vez que entraba en contacto con su madre. El héroe consiguió dominarlo, vencerlo y

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Primero a un jardín rico nos reduce, donde el poder de la Naturaleza y el de la industria más campea y luce. Tuvieron los Hespérides belleza menor; no le igualaron los Pensiles en sitio, en hennosura y en grandeza ... 95 6) El duodécimo y último gran trabajo fue traer hasta el mundo de los vivos el temible Can Cérbero, espantoso perro de tres

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cabezas que vigilaba las puertas del infierno. Dos referencias tenemos en nuestro escritor, como hemos visto anteriormente 96 • 7) Concluidos con éxito sus grandes trabajos, Hércules tuvo que llevar a cabo todavía otras hazañas menores de las que nos hablan diversas fuentes . Por un lado, hemos adelantado ya la única alusión al travestismo de Hércules cuando, durante tres años, sirvió a la reina Ónfala de Lidia como esclavo 97 • También hemos visto otro texto en que se alude a las funciones mujeriles desempeñadas por el héroe, pero, precisamente, al lado de Deyamra. 8) La última esposa del héroe fue Deyanira. Cervantes alude, de modo irónico, al famoso episodio en que ésta trató de ganarse el amor de su marido enviándole una camisa empapada con lo que, a su juicio, era un filtro amoroso, pero, en realidad, veneno horrible que hizo arder vivo a Hércules 98 . Cuenta Claricia la locura de Domicio, su esposo, quien, antes de casarse con ella, había estado enamorado de una pariente suya: "Porque, disimulando Lorena -que así se llamaba la parienta de Domicio- el enojo que había recibido del casamiento de mi esposo, dio en regalarle con muchos y diversos presentes, puesto que más bizarros y de buen parecer que costosos, entre los cuales le envió una vez, bien así como envió la falsa Deyanira la camisa a Hércules, digo que le envió unas camisas, ricas por el lienzo y por la labor vistosas. Apenas se puso una, cuando perdió los sentidos y estuvo dos días como muerto, puesto que luego se la quitaron, imaginando que una esclava de Lorena, que estaba en opinión de maga, la habría hechizado. Volvió la vida a mi esposo; pero con los sentidos tan turbados y tan trocados, que ninguna acción hacía que no fuese de loco; y no de loco manso, sino de cruel, furioso y desatinado; tanto, que era necesario tenerle en cadenas" 99 . g. La Atalanta 100 beocia, hija de Esqueneo, extraordinaria corredora y orgullosa de su virginidad, retaba a quienes la pretendían a competir con ella en una carrera pedestre, con la condición de que quien ganara se casaría con ella, y quien fuera derrotado, perdería al mismo tiempo la vida; así eliminó sucesivamente a muchos competidores. Finalmente, Hipómenes consiguió vencerla, recurriendo a la hábil artimaña de lanzar sucesivamente tres manzanas de oro, y haciéndolo de tal manera que, deteniéndose

la joven a recogerlas, ganó él la carrera y con ella la mano de la doncella. En nuestro escritor hemos rastreado dos apariciones de tal figura mi ti ca; ya hemos visto una de ellas 101 . En la otra, Roldán se marcha tras Angélica mientras afirma lo siguiente:

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¿No es aquél mi cielo, cielos? El es; pero ya se encubre; pues cuando él se me descubre es porque me cubran duelos. Tras ti voy, nueva Atalanta; que, si quiere socorrenne amor, puede aquí ponerme mil alas en cada planta. Mi sol,¿dó te trasmontaste, y qué sombra te sucede? Más bien es que en noche quede el que de tu luz privaste 102 •

IV. Vienen ahora los personajes míticos relacionados con Tesalia 103 • l. Argo se llamaba el famoso navío 104 que transportó a los Argonautas hasta la Cólquide en busca del vellocino de oro; preparado para llevar cincuenta remeros, llevaba en la proa un madero dotado de voz; era la embarcación más rápida y ligera de su tiempo, y una de las primeras en surcar los mares, según varios autores. En nuestro escritor aparece citada en una ocasión, precisamente a propósito del barco que, con Mercurio a bordo, llega a Cartagena: Cual éste, nunca vio bajel alguno el mar, ni pudo verse en el armada que destruyó la vengativa Juno. No fue del vellocino lajomada Argos tan bien compuesta y tan fiomposa , ni de tantas riquezas adomada ... 05 •

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2.Jasón fue el jefe de la expedición de los Argonautas. Una vez aparece en nuestro autor. En el epitafio que el Monicongo, académico de la Argamasilla, puso a la sepultura de Don Quijote, tenemos:

A una empresa le enviaste que parece que mostraste 109 que te era en odio su vida •

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El calvatrueno que adornó a la Mancha de más despojos que Jasón de Creta, el jüicio que tuvo la veleta aguda donde fuera mejor ancha, ... 106 •

3. La citada expedición partió del puerto de Págasas, en Tesalia, y, tras muchas peripecias, llegó a la Cólquide. Durante el camino ocurrieron muchas incidencias dignas de señalar. Efectivamente, cuando los expedicionarios arribaron a Salmideso, en Tracia, se encontraron con Fineo, ciego como castigo por haber quitado la vista a sus propios hijos, y perseguido por las Harpías107, que le arrebataban la comida de la mesa ensuciándola con horribles porquerías. Por otro lado, Antonio se dirige a Rosamunda con estas palabras: "-Detente,¡oh arpía! ¡No turbes ni afees las limpias mesas de Fineo! ¡No fuerces, oh bárbara egipcia, ni incites, la castidad y limpieza de este que no es tu esclavo! ¡Tarázate la lengua, sierpe maldita; no pronuncies con deshonestas palabras lo que tienes escondido en tus deshonestos deseos !. .. 108 . 4. Medea, hija de Eetes, rey de la Cólquide, fue pieza clave para que Jasón pudiera apoderarse del vellocino; perdidamente enamorada del griego, traicionó a su padre y dio muerte horrible a su he1mano (Apsirto), y, ya en la Hélade, como fuera abandonada por Jasón, que prefirió a la joven hija del rey de Corinto, llena de despecho y rabia, envió con sus hijos unos presentes que causaron la perdición de la joven esposa y de su padre; a continuación, dio muerte a sus hijos como venganza suprema contra quien le había prometido amor eterno. Cuatro veces la hemos encontrado en las obras cervantinas. En la primera, el cautivo Oropesa le habla a Arlaxa, a propósito de Don Femando: Fuiste, señora, con él otra segunda Medea, famosa por ser cruel.

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El desamorado pastor Lenio, hablando del pérfido Amor, afirma lo siguiente: " ... Éste hizo que la furiosa y enamorada Medea esparciese por el aire los tiernos miembros de su pequeño hermano ..." 110 . El can Berganza, en su diálogo con su congénere Cipión, recuerda lo que le dijera una vieja: " .. .Has de saber, hijo, que en esta villa vivió la más famosa hechicera que hubo en el mundo, a quien llamaron la Camacha de Montilla; fue tan única en su oficio, que las Eritos, las Circes, las Medeas, de quien ha oído que 111 están las historias llenas, no la igualaron" . En el prólogo de Don Quijote, un amigo le da consejos al autor en punto a mostrarse hombre erudito en letras humanas : " si (se . tratareis) de (se. mujeres) crueles, Ovidio os entregará a Medea .. ." 112 . 5. Hijo de Éolo, rey de Tesalia, fue Sísifo, rey de Corinto, famoso por una astucia tan grande que logró engañar a la muerte; fue condenado por los dioses a llevar sobre sí una enorme piedra hasta lo alto de una montaña: una vez allí, el canto rueda hasta abajo, y todo comienza otra vez113 • Para algunos era el padre verdadero de Ulises. Tres veces lo encontramos en pasajes cervantinos, ya vistos todos 114 . 6. Sísifo fue padre de Glauco, y éste, de Belerofonte, aunque según algunos había sido Posidón el verdadero progenitor del úl115 timo; famoso por haber montado sobre Pégaso y eliminado a la Quimera, dio muerte sin querer a un hermano, por lo que tuvo que exiliarse de Corinto, y, tras ello, se refugió en Tirinto; allí le acogió Preto, casado con Estenebea, la cual se enamoró del joven y, tras haber fracasado en sus intenciones amatorias, le denunció 116 ante su esposo de intento de seducción . Dos veces lo hemos localizado en el escritor. En El viaje del Parnaso se no da esta secuencia: Y luego, al parecer por el Oriente, rayando el rubio sol nuestro horizonte

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José Antonio López Férez con rayas rojas, hebras de su frente, gritó un grumete y dijo: "El monte, el monte; el monte se descubre donde tiene su buen rocín Belerofonte. Por el monte se arroja, y a pie viene Apolo a recibimos." "Y o lo creo - dijo Lofraso--; ya llega a Hipocrene". Yo desde aquí columbro, miro y veo que se andan solazando entre unas matas las musas con dulcísimo recreo ... 117 •

Por otra parte, a la pregunta que Sancho dirige a la Dolorida, deseoso de saber el nombre del caballo de madera sobre el que montaba la linda Malagona, aquélla le replica: "El nombre -respondió la Dolorida- no es como el caballo de Belerofonte, que se llamaba Pegaso; ni como el del Magno Alejandro, llamado Bucéfalo ..."11s. Contamos con otras dos apariciones de Pégaso. En una de ellas, Cervantes juega con los calificativos de Pégaso, acudiendo incluso a detalles escatológicos parecidos a los del escarabajo del Trigeo aristofánico 119 :

Algunas influencias de la mitología clásica Con no sé cuántas alas adornaba manos y pies, indicio manifiesto que en ligereza al viento aventajaba. Y por mostrar cuán ágil y cuán presto era, se alzó del suelo cuatro picas, con un denuedo y ademán compuesto. Tú, que me escuchas, si el oído aplicas al dulce cuento de este gran Viaje, cosas nuevas oirás de gusto ricas. Era del bel trotón todo el herraje de durísima plata diamantina, que no recibe del pisar ultraje. De la color que llaman colombina de raso en una funda trae la cola, que, suelta, con el suelo se avecina. Del color de carmín o de amapola eran sus crines, y su cola gruesa, ellas solas al mundo, y ella sola.

Quedando alegre cada cual y ufano con un puño de perlas y una rosa, estimando este premio sobrehumano;

Tal vez anda despacio, y tal apriesa, vuela tal vez, y tal hace corvetas, tal quiere relinchar, y luego cesa.

y porque fuese más maravillosa la fiesta y regocijo que se hacía por la victoria insigne y prodigiosa,

¡Nueva felicidad de los poetas! Unos sus excrementos recogían en dos de cuero grandes barjuletas.

la buena, la importante Poesía mandó traer la bestia cuya pata abrió la fuente de Castalia fría .

Pregunté para qué lo tal hacían; Respondióme Cilenio a lo bellaco, con no sé qué vislumbre de ironía:

Cubierta de finísima escarlata, un lacayo la trajo en un instante, tascando un freno de bruñida plata.

"Esto que se recoge es el tabaco que a los vaguidos sirve de cabeza de algún poeta de cerebro flaco .

Envidiarle pudiera Rocinante al gran Pegaso de presencia brava, y aun Brilladoro, el del señor de Anglante.

Urania de tal modo lo adereza, que, puesto a las narices del doliente, cobra salud y vuelve a su entereza".

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José Antonio López Férez Un poco entonces arrugué Ja frente, ascos haciendo del remedio extraño, tan de los ordinarios diferente. "Recibes - dijo Apolo-, amigo, engaño (leyóme el pensamiento). Este remedio de los vaguidos cura y sana el daño. No come este rocín lo que en asedio duro y penoso comen los soldados, que están entre la muerte y hambre en medio. Son de este tal los piensos regalados ámbar y almizcle entre algodones puesto, y bebe del rocío de los prados. Tal vez le damos de almidón un cesto, tal de algarrobas con que el vientre llena, y no se estriñe ni se va por esto". "Sea - le respondí- muy norabuena, tieso estoy de cerebro por ahora, vaguido alguno no me causa pena" 120

Ante la insistencia de Don Quijote de cederle su caballo al Cura, así se expresa éste : "-Eso no consentiré yo en ningún modo -
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