11 DE SETIEMBRE DE 1887: FUNDACIÓN DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL REPUBLICANA (PARTIDO COLORADO) DEL PARAGUAY

June 30, 2017 | Autor: F. Narváez Arza | Categoría: Paraguay, Partido Colorado, Fundación, Anr, Partido Colorado Paraguay, 11de Setiembre, 1877, 1887, 11de Setiembre, 1877, 1887
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Descripción

11 DE SEPTIEMBRE DE 1887: FUNDACIÓN DEL PARTIDO NACIONAL REPUBLICANO DEL
PARAGUAY


La Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) nace oficial
y formalmente el 11 de Septiembre de 1887, si bien latía desde hacía
muchos años en el corazón de todos los paraguayos y era una realidad
tangible con el nombre de "Partido Paraguayista" como lo llama Carlos R.
Centurión, o "Partido Nacionalista" como lo llama Juan Crisóstomo
Centurión. Es la corriente que acompañó al Dr. Francia en sus años de
grandeza nacional y es la que llegó hasta las termópilas de Cerro Corá con
el Mcal. Francisco Solano López, y va a ser después la que reivindicará la
memoria del Mariscal. En 1869 surgieron los embriones de los Partidos
Políticos paraguayos en la forma de "Clubes". El primero de estos clubes
fue el Club Unión Republicana, fundado el 31 de marzo de 1869, luego de la
caída de Asunción en manos de Brasil el 5 de enero del mismo año; su
Presidente fue Cándido Bareiro, quien desempeñaba funciones diplomáticas
durante el Gobierno de Francisco Solano López; otros miembros destacados
fueron Cayo y José Miltos y Juan Bautista Gill, ex-combatientes de la
"Guerra Grande". El 4 de julio de 1870 se deshace el Club Unión
Republicana, convirtiéndose en el Club del Pueblo llamado despectivamente
por los Legionarios (paraguayos que integraron la "Legión Paraguaya" en el
ejército Argentino, luchando contra su propia patria) "Petit Club López",
que 17 años después se convertiría definitivamente en la Asociación
Nacional Republicana; y también se formó el Gran Club del Pueblo, que será
llamado Partido Liberal, aglutinando, como lo dice Ezequiel González
Alsina, a "lo más influyente del Liberalismo importado, y donde esta
doctrina se enuncia como un ariete de demolición contra todo lo que
representará el pasado del país". Éste, llamado también Centro Democrático
no habla ni exalta los derechos, sino fundamentalmente los deberes de los
ciudadanos y del Estado para con la Nación.


"El General de División Bernardino Caballero se convirtió en el
símbolo del Sector Conservador de la población paraguaya que buscó
glorificar el papel bélico de López y su ejército… Caballero y su amigo y
admirador, el Coronel (entonces) Patricio Escobar, eran los cabecillas
militares de la rebelión de Cándido Bareiro contra el "Hombre fuerte
Liberal" Benigno Ferreira. En política, Caballero seguía el liderazgo de
Bareiro en el Sector Conservador o Lopista que eventualmente se convirtió
en el Partido Colorado" (Ricardo Caballero Aquino: "La Segunda República
Paraguaya"; pág. 115; EDIPAR S.R.L.; Asunción, 1985).


El Partido Colorado fue fundado en Asunción el 11 de Septiembre de
1887 durante la Presidencia del Gral. Patricio Escobar, sucesor de
Caballero; previamente el 25 de agosto de ese mismo año se había realizado
en la casa del General Bernardino Caballero una reunión con destacados
compañeros que fueron héroes de la Guerra contra la Triple Alianza y
caudillos de aquel entonces, para sentar las bases de la fundación de una
agrupación política Nacionalista.


El fundador del Partido fue el General Bernardino Caballero,
acompañado por José Segundo Decoud, quien interpretando el pensamiento de
Caballero redactó el Acta Fundacional del Partido Nacional Republicano,
supervisado por Juan Crisóstomo Centurión, que encierra en su contenido el
ideal de una Patria Republicana, digna del pueblo paraguayo.


Fueron también fundadores Higinio Uriarte, José G. Granada,
Santiago Cardozo, Juan G. González, Ángel Benítez, Juan Crisóstomo
Centurión, Remigio Mazó, Esteban Rojas, Miguel Alfaro, Guillermo de los
Ríos, Héctor Carballo, Zacarías Samaniego, Jaime Peña, Gregorio Narváez y
muchos otros caudillos.


El significado de la sigla A.N.R se fundamenta en el Nacionalismo y
el Republicanismo. El primero de ellos consiste en la Doctrina o Filosofía
que atribuye entidad propia y diferenciada a un territorio y a sus
ciudadanos y que propugna como valores el respeto a las tradiciones, el
amor al terruño, la preservación de los rasgos identitarios, la
independencia, la gloria y lealtad a la considerada como Nación propia; en
tanto que el segundo propone y defiende la República como el modelo
correcto para un Estado fuerte, que se basa en el imperio de la Ley, la
igualdad y la Democracia Social, con el fin de proteger los derechos, el
bienestar y las libertades civiles de los ciudadanos.

En primer término la ANR se reconoce políticamente Republicana
desde su misma fundación, y hay quienes sostienen que su nombre original es
derivado del Partido Republicano fundado en los Estados Unidos en 1854
cuando el "Partido Whig" se desintegró. Abraham Lincoln fue uno de los
miembros fundadores en su Estado de Illinois. Pero cuando eso el Partido
Republicano de Lincoln no era todavía Neoliberal reaccionario como lo es
ahora. Lo que tenían en común todos los grupos que se unieron para formar
al nuevo Partido en 1854 era su pertenencia ideológica al poderoso
movimiento antiesclavista o abolicionista; que aglutinaba a todas las
personas de piel blanca en los Estados del Norte de Estados Unidos que
luchaban para abolir la esclavitud de las personas negras en los Estados
del Sur del país Norteamericano. También estaban de acuerdo en impulsar una
Política Económica basada en dos aspectos fundamentales: una Política
Comercial proteccionista que disminuyera o impidiera las importaciones por
medio de aranceles altos para proteger la industria nacional de la
competencia extranjera; y una Política de "mejoras Federales", por la cual
el Gobierno Federal (Nacional) debía invertir mucho más dinero en obras
públicas o de infraestructura (puentes, caminos, etc.) para estimular la
economía. Es decir: intervención del Estado.

Con la fundación de la ANR Partido Colorado, resurgió el Paraguay
de la mano de su fundador Bernardino Caballero, quien como Presidente de
la República inició un período de reconstrucción dando por anticipado un
cumplimiento correcto al contenido de su Manifiesto Fundacional que en uno
de sus párrafos dice: "El Partido Nacional Republicano es una agrupación
de hombres libres, que animados de un sentimiento común, el de la
prosperidad y engrandecimiento de la Patria, dirigirá todos sus anhelos a
hacer efectivos los grandes propósitos consignados en el bello preámbulo
de la Constitución Nacional".


"Sin bombos –dice "La Nación" en su edición Nº 147, del 27 de
Agosto– sin las demostraciones inherentes a los Partidos que buscan
prosélitos por vía de exigencias y engaños, con esa adhesión del espíritu
puramente patriótico y democrático, el Partido Nacional ha demostrado en
su primera reunión que su Poder es de fuerza, manifestada en la voluntad
de los ciudadanos que han concurrido a prestar su apoyo para que, fuertes
en las luchas que puedan ofrecerse, unidos y compactos obren en los
términos que marcan las reglas del deber y los derechos cívicos".


Y el 8 de Septiembre "La Nación" publicó un aviso, informando que
la instalación definitiva del Partido Nacional Republicano se realizaría
el Domingo 11, en el Teatro "Olimpo". Firmaban la convocatoria Bernardino
Caballero, como Presidente y Juan G. González, como Secretario, por la
Comisión Provisoria. Llegado el día señalado, el Teatro "Olimpo", repleto
de gente, acogió con júbilo la llegada de los Caudillos Nacionalistas.
Allí, luego de algunas deliberaciones, fue suscripta el Acta de Fundación,
y enseguida, a moción del socio señor don Carlos Rojas, fueron propuestos
y electos para componer la Junta Directiva los ciudadanos siguientes:
Presidente: Bernardino Caballero; Vicepresidente1º: José Segundo Decoud;
Vicepresidente 2º: Higinio Uriarte; Secretario: Juan G. González; Pro-
secretario: Remigio Mazó; Tesorero: Santiago Cardozo; Vocales: Juan
Crisóstomo Centurión, Miguel Alfaro, Angel Benítez, José González Granado,
Zacarías Samaniego, José R. Mazó, Federico Muñoz, Juan de la Cruz Giménez,
Germán Miranda, Cantalicio Guerreros, Esteban Rojas, Miguel Viera, Félix
de los Ríos y Jaime Peña.


Respecto al Acta Fundacional, debemos relatar lo que recoge la
"tradición oral" –que según el gran historiador Hilaire Belloc, es
admitida como fuente histórica cuando es repetida a lo largo de mucho
tiempo y por muchos actores sin ser refutada ni cuestionada– y dice que
cuando le fue entregada por su redactor Decoud al Gral. Caballero, éste se
la pasó, luego, al ideólogo Conservador Nacionalista Juan Crisóstomo
Centurión, diciéndole en guaraní: "E leé pôrâ mí co oescribí vaecué pe
liberal, aní ñande jodétei" ("Lee bien lo que ha escrito este Liberal,
para que no nos engañe"). Además de ser Vicepresidente primero, José
Segundo Decoud era Canciller a la vez. Pero al año siguiente pierde la
Vicepresidencia y su calidad de Canciller. Lo sustituye el Coronel Juan
Crisóstomo Centurión egresado de Universidades Inglesas. Estudió en el
King's College de la Universidad de Londres entre 1858 a 1863, donde
conoció perfectamente la diferencia entre el Liberalismo clásico Whig y el
Conservadurismo ideológico Tory. Y fue contrario a los "postulados
liberales" que propugnaba José Segundo Decoud, siendo probablemente el
mentor del "Conservadurismo Ideológico" que adoptó el Gral. Bernardino
Caballero tal como lo proclama en su célebre Manifiesto de 1904 publicado
el 11 de ese aciago año en el Diario "El País". Fue también un héroe de
la "Guerra Grande", llegando hasta Cerro Corá, batalla en la que sufrió
múltiples y graves heridas que dejaron secuelas perennes en su cuerpo.
Esto lo traemos a cuento porque queremos referirnos a la discutida
personalidad de José Segundo Decoud, que ha pasado a la historia del
Partido, para algunos como un prócer e ideólogo, y para la mayoría como un
Liberal-Legionario enquistado en sus filas, que intentó desviar
ideológicamente al Coloradismo de su postura férreamente Nacionalista y
anti-Liberal. Al respecto, el célebre historiador Liberal Gómez Freire
Estévez en su Libro "Historia Contemporánea del Paraguay" dice que Decoud
"pretendía incubar un Partido del Poder, sin conexiones confesadas con el
pasado… pensamiento que explicaba su posición adventicia en las filas del
régimen (Nacionalista Republicano), pero profundamente artificial, para
alterar el curso de la historia". (G. Freire Esteves: "Historia
Contemporánea del Paraguay. El Paraguay Constitucional"; p. 3; Empresa
Gráfica del Paraguay. G. Peña & Cía. Baires, 1921). Y es lo que entendía
el General Bernardino Caballero, cuando en su célebre Manifiesto del 11 de
Agosto de 1904 afirmaba: "El Partido Nacional Republicano, que es la
Escuela Conservadora de la política paraguaya…" y "Nuestro Partido con el
concurso de todos los intereses conservadores del país…" cuyos "heroicos
miembros netamente paraguayos..." han sido "en primer término los obreros
en la noble tarea de la reconstrucción nacional…" y lo llevó a oponerse
resueltamente a la Candidatura Presidencial de José Segundo Decoud,
cuando, ya en 1891 prohijado por su cuñado, el Presidente Juan Gualberto
González, intenta lanzarla y que estalla con fuerza en 1893, al suscitarse
el problema de consagrar candidatos del Coloradismo a las elecciones que
debían realizarse por el 7º período constitucional. El Presidente González
tenía un Candidato público y otro reservado. Convenció a Juan Bautista
Egusquiza de que contaba con su poderoso respaldo, pero en realidad, su
favorito era su pariente y ex-compañero de la Legión Paraguaya: José
Segundo Decoud. Por cualquiera de sus dos vertientes el "Gonzalismo" era
una ruptura frontal con la "Vieja Guardia", heredera y mantenedora de los
principios que informan históricamente, la línea del Nacionalismo
Republicano. Con el enfrentamiento consiguiente, los valores ideológicos
se imponen a los políticos. Como obedeciendo a una ley física, los
Legionarios se cohesionaron y estrecharon filas en una lucha contra los
antiguos y gloriosos soldados del Mariscal-Presidente. Así, el 27 de
Noviembre de 1891, el Diario Liberal "La Democracia" afirmaba
editorialmente: "…y el Candidato del Señor González no puede ser otro que
José Segundo Decoud a quien le ligan relaciones de íntima y antigua
amistad personal, y además de las de parentesco por estrecha afinidad". Y
a un año todavía de distancia de la fecha del cambio de Gobierno las
fuerzas actuantes dentro del Coloradismo se definen: por un lado el
"Gonzalismo" con todo el peso que otorga el control absoluto del Gobierno;
enfrente, el "Caballerismo" que despliega sus huestes en la llanura,
sobrellevando las dificultades que toda Oposición experimenta. El propio
Presidente González prohíbe la difusión de un Boletín de propaganda
favorable a la candidatura del Gral. Caballero; al mismo tiempo,
acompañado de todos sus Ministros, asiste a un banquete ofrecido por
Ildefonso Benegas, connotado caudillo Liberal, posteriormente Capitán del
buque "Sajonia", que entregó en 1904 a las legiones comandadas por Benigno
Ferreira. El "Gonzalismo-Decoudismo" aglutinaba a notorios Legionarios,
alentado por el propósito de instaurar en el país el sistema Liberal, con
una economía abierta a la voracidad del poder financiero Rioplatense. Con
Bernardino Caballero a la cabeza la "Vieja Guardia" de Cerro Corá ponía
todo su empeño en compatibilizar la realidad impuesta por la derrota, con
el legendario modelo que de 1811 a 1870 forjó la grandeza de la Patria.


Los amigos del Gral. Caballero fundaron el 1º de Marzo de 1893 el
Diario "La Libertad" que, según decía en su Editorial, "Aparece en los
momentos en que un peligro público amenaza a las instituciones políticas
de la República y a su existencia misma como Nación independiente". En
tanto, el Periódico "La República" era el vocero del "Gonzalismo-
Decoudismo". Ya no se hablaba con timideces: en su edición del 3 de Marzo,
puede leerse en "La Libertad" un artículo inflamado de indignación
refiriéndose a la candidatura de don José Segundo Decoud: "…será ilustre
Diplomático pero no posee las cualidades requeridas para gobernar un país
republicano, cuyas instituciones exigen que su Gobierno sea de un hombre
de ideas sanas y de un reconocido patriotismo. El Paraguay no permitirá
que dirija sus destinos el que ayer nomás contra él empuñara las armas
desde las filas del Ejército Aliado; sino que debe llevar a ese puesto a
ese soldado que ayer, como hoy, lucha contra los enemigos comunes de la
Nación. No nos olvidemos de nuestras tradiciones". Meses después, en su
edición del 14 de Noviembre de 1893, se reiteró la advertencia admonitoria
bajo el expresivo título: "¡Fuera Don Segundo!".


Todo esto, y muchas cosas que omitimos en honor a la brevedad, lo
llevó a Decoud a una profunda amargura e inquina contra el Gral.
Caballero, la que se reflejó en su carta de suicidio, dirigida a su esposa
Benigna en 1909, donde lo denostaba infame y cruelmente, y fue leída con
fruición por el Senador Juan Carlos Galaverna en un panel de "Radio
Ñandutí", el Sábado 10 de Septiembre de 1994, época en que se intentaba
una corriente Neoliberal dentro del Partido, que buscaba oponer la figura
del "liberal internacionalista y civil" Decoud a la del "conservador
nacionalista y militar" Caballero.


Como vemos, la fundación de la A.N.R. y su posterior secuela que
relatamos revela la diferencia ideológica "Conservadurismo-Liberalismo"
que, ya desde sus inicios era evidente en el origen ideológico de ambos
Partidos; y que también albergaba en su seno el mismo Partido Republicano
por la influencia de José Segundo Decoud y sus amigos y compañeros; y que
junto a otros antecedentes históricos diera origen a la fundación de ambos
Partidos. El historiador liberal Ricardo Caballero Aquino, relata muy bien
y extensamente las diferencias entre Liberales y Conservadores desde el
comienzo de la posguerra, en su libro "La Segunda República Paraguaya,
1869-1906", ya mencionado, y agrega algo con respecto a Decoud: "He aquí
en extracto de su biografía escrita por la pluma imparcial de un ilustrado
argentino: 'José S. Decoud como hombre, es pérfido; como amigo, desleal;
como partidario, un tránsfuga; y como hombre público es venal y voluble y
su ambición es insondable. Es capaz de todas las villanías, cierto día
decía a un amigo, yo estrecho la mano de mi peor enemigo hasta que pueda
clavarle un puñal. Defendió, inciensó y deificó a todos los Gobiernos para
insultarlos, difamarlos y calumniarlos enseguida y del modo más indigno y
cobarde'. El que así hablaba era José Manuel Estrada" (gran escritor y
educador, político, intelectual y eminente orador patriota argentino). Y
un Diplomático Brasileño en la década última del siglo XIX no tenía mejor
opinión de Decoud: "Sobre Decoud nao preciso adiantar palabra; é, como ja
tive occasiâo de informar, Argentino de coraçâo, e nosso adversario certo,
si fôr eleito, só nâo fará ao Brazil o mal que nào puder" (Cavalcanti a
Nascimento, Reservado Nº 3, Assuncçao, 16 de Abril de 1894. Arquivo
Histórico e Diplomático de Itamaraty). Recordemos al respecto que durante
la Presidencia del General –ex-Legionario– Juan Bautista Egusquiza (1894-
1898), José Segundo Decoud, desempeñó la Cartera de Relaciones Exteriores.
Durante ese período fue acusado formalmente por la Bancada Liberal de la
Cámara de Diputados por su complicidad con planes de anexión del Paraguay
a la Argentina con muy fundados argumentos, enjuiciándosele por "Traición
a la Patria" y salvándose por poco de ser condenado gracias a la
brillantez de la defensa que hizo el Dr. Manuel Domínguez, su abogado (ver
"La Traición a la Patria y otros Ensayos"). En fin, para terminar con
Decoud citemos lo que el Norteamericano Harris Gaylor Warren –diplomático
y escritor anti-Paraguayo, anti-Colorado y anti-Caballero, cuyo libro fue
traducido (¡cuándo no!) por el acérrimo anti-Lopizta y anti-Colorado Guido
Rodríguez Alcalá– dice de él: "Este Liberal transformado en Conservador es
un caso interesante para el estudio de los contrastes. Después de haberse
afiliado a la Legión para luchar contra el tirano; de haber elevado la voz
para proclamar principios Liberales valientemente; de haber participado en
la lucha por una Constitución genuinamente democrática; se pasó al campo
de los reaccionarios, alentó a Caballero a violar la Constitución de 1870
y se convirtió en el más decidido defensor de los principios que aborrecía
de joven. Decoud era un desertor, un oportunista que cambió de bando tan
frecuentemente en la década de 1870, que uno se maravilla de que alguno de
los principales políticos del momento pudiera haber confiado en
él"("Paraguay y la Triple Alianza: La década de posguerra: 1869-1878"; pp.
269, 270; Intercontinental Editora; Asunción, 2009).

Queremos abundar en el esclarecimiento de la cuestión ideológica,
pues hasta hoy todavía existen muchas dudas y confusiones. Así, citamos
que el "Último Caudillo Colorado del siglo XX": Dr. Luis María Argaña, el
10 de Septiembre de 1993, en el local central del "Movimiento de
Reconciliación Colorada", donde se realizó un acto recordatorio de la
fundación del Partido Colorado, expresó con palabras que no podrán
borrarse de la historia: "Para quienes sostienen que el Partido Colorado
es una rama del Liberalismo impuesto al Paraguay por la horrenda 'cruzada
libertadora' de la Triple Alianza, el Manifiesto del 11 de Septiembre de
1887 constituye una valla insalvable. No hay manera de concertar los
espejismos de la Doctrina Liberal con los postulados que, desde aquella
fecha lejana, orientan la vida y el desenvolvimiento de nuestra poderosa
Asociación Política… El Manifiesto de 1887 es una realidad objetivada por
las circunstancias y si bien nacido en el apogeo de las ideologías
liberales tiene el valor y el mérito de serle rotundamente antagónico".
Los fundamentos ideológicos del Coloradismo estriban en el
Nacionalismo, el Republicanismo y el Agrarismo, enmarcados dentro de la
Democracia Social, que pasaremos a exponer someramente, así como lo
haremos con los de su antagonista histórico: el Liberalismo.
El Nacionalismo ideológico tiene su origen filosófico en Fichte,
quien formula sus postulados Nacionalistas en sus "Discursos a la Nación
Alemana", como reacción a la ocupación Napoleónica que enarbolaba la
Ideología Liberal. Se forma sobre las ruinas del Estado Feudal donde la
soberanía pertenecía al Monarca, luchando por dar a los pueblos conciencia
de su unidad a través de la atribución de los mismos derechos a todos los
individuos haciendo que la soberanía pertenezca a la Nación, reconociendo
el derecho que tiene cada pueblo a ser dueño de su propio destino sin
interferencias por parte de otros Estados. Existe, pues, una contradicción
insuperable entre la fidelidad a la Nación, la ideología que justifica el
principio de que en todo grupo humano se pueden detectar características
esenciales que lo distinguen del resto de la humanidad, y el pretendido
Universalismo, con su consecuencia internacionalista, de las ideologías
Liberales, Socialistas o Comunistas. Pero huelga decir que el Nacionalismo
Republicano no tiene ninguna relación con el Fascismo o el Nazismo, ni
tampoco está limitado a los confines nacionales del Chauvinismo
(patrioterismo egoísta), pues para nosotros la Nación y Humanidad no son
términos contradictorios, sino complementarios. El Nacionalismo de
Natalicio González estuvo ciertamente influido por la Action Française de
Barrès y Maurras que de ningún modo era Fascista como se tiende a creer.
Solo de un acendrado Nacionalismo.
En cuanto al Republicanismo, ello no es "sinónimo de Liberalismo",
como se ha dado en decir por algunos supuestos "ideólogos", sino del "bien
común", que arranca de Cicerón, quien puntualizó conceptualmente el
significado de "res pública" (cosa del pueblo) cuando dice que por pueblo
debe entenderse "non omnis hominu coetus quoquo modo congregatus, sed
coetus multitudinis iuris consensu et utilitatis comunione sociatus"; es
decir que no es la unión de todos los hombres congregados de cualquier
modo, sino la unión por el interés común y el consenso a una Ley, y añadía
que "el interés que vincula a la comunidad tiene primacía sobre el
individuo" ("De República": T.I. p. 25); algo diferente al individualismo
libertario Liberal. Al destacar como elementos distintivos de la República
"el interés común" y el consenso a una "Ley común", Cicerón concluía
oponiendo la República no sólo a la Monarquía sino "a los Gobiernos
injustos", a los que San Agustín llamará después magna latrocinia.


La vinculación del Republicanismo y la "cuestión social" estaba,
pues, presente en el concepto romano y adquiere más unidad de criterio en
el pensamiento político moderno donde, con Maquiavelo primero y
Montesquieu después, entre otras cosas se expresa claramente que en la
República debe haber una relativa igualdad, y también virtud que lleva a
los ciudadanos a anteponer el bien del Estado a su interés particular
concluyendo que el orden político en el Régimen Republicano nace desde
abajo, aun en medio de los disentimientos, con tal que tengan canales
institucionales para expresarse. Y siguiendo estos lineamientos
ideológicos, el Partido Nacional Republicano llevó siempre a la práctica
la conexión del Republicanismo con la preocupación por la "cuestión
social", como lo demuestran los ejemplos históricos que daremos más
adelante.
El Agrarismo tiene su origen ideológico en la Revolución Mexicana
con el precepto que: "La propiedad de las tierras y las aguas comprendidas
dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente
a la Nación, la cual tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a
los particulares, reservándose las limitaciones que considerase necesarias
a la propiedad privada en aras de la distribución de la riqueza"; también
distinto al derecho de "uso y abuso" de la propiedad que reconocía el
Código Liberal de Napoleón. El Agrarismo fue elevado al máximo nivel
ideológico por Juan León Mallorquín desde los comienzos del siglo XX y
luego por Natalicio.
En fin, en el origen Democrático-Social del Partido Nacional
Republicano –que movió a Ignacio A. Pane a declarar que no hacía falta
fundar un Partido Socialista en el Paraguay pues ya existía el Partido
Nacional Republicano, reorganizado en 1908, que se ocupaba de la Cuestión
Social– se observa el Conservadurismo ideológico, que nada tiene que ver
con el Conservadurismo Neoliberal reaccionario de los Partidos
Conservadores Europeos y Norteamericanos actuales, y surgió como
respuesta al Iluminismo liberal que hacía del ser humano una criatura
exclusivamente histórica, negando sus valores trascendentes y hacía de la
razón el metro de lo real, siendo el Poder Político un límite a superar,
un momento represivo que no tiene realidades propias. Es por eso que el
Liberalismo es internacionalista, laicista, anti-tradicionalista y
considera al Estado un mal necesario por lo cual pretende reducirlo a su
expresión mínima, pues se caracteriza (el Liberalismo) por una concepción
para la cual el individuo y no los grupos constituyen la verdadera
esencia, porque los valores individuales son superiores a los colectivos.
El Conservadurismo ideológico, en cambio, es nacionalista como se vio en
la "Guerra de la Liga de Augsburgo"(1688-1697), enfrentando a Francia , la
cual sería conocida en 1689, con el ingreso de Inglaterra, con el nombre
de "Gran Alianza", que continuó luego contra la Francia de Luis XIV, por
la "Gran Alianza Antiborbónica", desde 1701 hasta la paz de Utrecht en
1713, cuando cobró fuerza "la política insular de los Tories con la idea
de que el país nunca vería el fin de los gastos provocados por la
intervención en las luchas de otros pueblos pues sentían un creciente
disgusto ante la complicación de los compromisos Europeos, y como querían
evitar el papel de primeras figuras en la escena internacional, se
convirtieron en auxiliares en la escena nacional"(1), es decir:
Nacionalistas. Partía de un límite intrínseco al hombre y veía por eso en
el Poder del Estado un momento necesario de la sociedad, ligado a la
perfección humana, que sin él caería en la anarquía. El Estado es el
cemento de la sociedad, el gran conservador del equilibrio, y se trata de
controlarlo por la Ley antes que destruirlo, como condición imprescindible
de la convivencia social, "conservando las tradiciones y las conquistas
sociales" –como lo expresara Ricardo Brugada (h) en la Asamblea
de la A.N.R. del 9 de Febrero de 1902– buscando mejorar constantemente
pero en forma paulatina, dentro del marco de una reforma cuidadosamente
estudiada, sin revoluciones ni políticas de "shock". Esto es lo que decían
en épocas históricas muy distantes el Príncipe Metternich y el Dr.
Federico Chaves. "Ser Conservador –escribió Metternich en 1821– no
requiere volver a un período anterior, ni la reacción, sino reformas
cuidadosamente consideradas. El verdadero Conservadurismo implica una
política activa. Pero la reforma debe ser producto del orden y no de la
voluntad; debe afirmar la universalidad de la Ley contra la contingencia
del Poder"(2). Y Chaves, junto con Epifanio Méndez, hablaba del "orden
para la libertad". Y es también lo que entendía el General Bernardino
Caballero cuando lo afirmaba en ese su "testamento político" que fue su
Manifiesto del 11 de Agosto de 1904 que ya hemos citado(3). He aquí la
prueba indiscutible del origen ideológico Conservador y Nacionalista del
Partido Colorado.--


NOTAS.
(1) Jonathan Swift: "La Conducta de los Aliados"; Cap. VIII; Londres, 1711.-

(2) Príncipe Metternich: Citado por Henry Kissinger en "Un Mundo
Restaurado"; p. 253; Fondo de Cultura Económica; México D.F., 1973.-
(3) Manifiesto publicado en el Diario "El País"; pág. 1, año III, Nº 835;
11 de Agosto de 1904.-
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