03a María Isabel Brito Stelling: La Música en la Creciente Fértil durante los Milenios III, II y I a.C.

June 13, 2017 | Autor: S. de Musicología | Categoría: Arqueología, Arqueologia Musical
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Descripción

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LA MÚSICA EN LA CRECIENTE FÉRTIL DURANTE LOS MILENIOS III, II Y I A.C. por María Isabel Brito Stelling

Resumen

Abstract

La autora presenta aquí la segunda parte de su trabajo más amplio titulado Materiales para el estudio de la Arqueología Musical referido a la Música Occidental. Este trabajo está estructurado en cuatro partes: la primera trata sobre la Prehistoria (Brito Stelling, María Isabel y Daniele, Sergio (1989). “Arqueología de la Música”. Revista Musical de Venezuela. Caracas, Fundación Vicente Emilio Sojo, Nº 27, pp. 165-184); la segunda parte que aquí se presenta versa sobre Egipto y Mesopotamia; la tercera parte corresponde a Grecia y Roma; mientras que la última parte está dedicada a la música del mundo árabe y la música del mundo medieval europeo.

The author presents the second part of her wider work titled Materiales para el estudio de la Arqueología Musical referido a la Música Occidental. This work is structured in four parts: the first one reviews Prehistory (Brito Stelling, María Isabel and Daniele, Sergio (1989). “Archaeology of Music”. Revista Musical de Venezuela. Caracas, Fundación Vicente Emilio Sojo, Nº 27, pp. 165-184); the second part examines Egypt and Mesopotamia; the third part studies Greece and Rome; while the last part is dedicated to the music of the Arab world and the European medieval world.

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1. Nota sobre la cronología La sucesión de civilizaciones en el Cercano Este durante los tres milenios anteriores a la era común ha sido estudiada a fondo por muchos arqueólogos. De acuerdo a la cronología adoptada, los sucesos más importantes que determinaron un cambio sustancial en la historia de la región se sitúan en un año específico, que varía de acuerdo a las cronologías propuestas, que difieren en el mejor de los casos en cincuenta años o doscientos en el peor. La cronología más usada hoy es la de Sydney Smith quien basa sus cálculos en la fecha 1700 para la promulgación del Código de Hammurabí, 1244 para la Batalla de Kadesh y el siglo X para el reinado de Salomón en Israel. Sus deducciones se basan en el cálculo del azimuth, o elevación helíaca en el solsticio de Sothis para el reinado de Ramsés II en el Templo de Abu Simbel, el día 27 del sexto mes del año 52 de su reinado. (La estrella llamada por los egipcios Sothis es la que se conoce como Sirius de la constelación del Can Mayor y el ciclo de su elevación helíaca o ciclo Sothiaco se calcula actualmente en un período de 1461 años, para que coincida de nuevo con el primer día de la inundación del Nilo en su exacto azimuth. Estas ocurrencias tuvieron lugar en Egipto en los años 1321, 2.781 y 4.421, contando hacia atrás, a partir de la relación del escritor romano Censorinus en el año 129 A.D. Es por esto que se fija tentativamente el inicio de las observaciones del ciclo Sothíaco y por ende el calendario egipcio en el año 2.781, bajo el reinado de Snefru, faraón de la III Dinastía memphita ). Esta cronología haría contemporáneos a AssurUballit de Asiria, Kadashman-karbe II de Babilonia y los Amenofis III y IV de Egipto, cosa que cartas halladas en el sitio real de Tell-el-Amarna confirman exactamente. 2. Bosquejo Histórico 2.1. Las Culturas Principales de la Creciente Fértil El ámbito geográfico que se ha llamado históricamente Creciente Fértil se inscribe en un arco cuyas puntas tocan Egipto y Mesopotamia, (Figura Nº 1) en este reducido espacio se dieron, hace poco menos de 4 milenios, las condiciones ideales para que se pasara de una vida nómada a una vida sedentaria y para que se asentaran las bases de la vida urbana, la cultura material y la cultura espiritual que tipificó el pase de la prehistoria a la historia, es decir que ocurrió un cambio de mentalidad de los habitantes de la región que determinó ese fenómeno cultural. Hacia el final del III milenio a.C. las comunidades ya habían fijado sus respectivas características que las diferenciaban unas de las otras, en su modo de vida y sobre todo en su pensamiento y manera de encarar el mundo.

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Figura Nº 1 El Oriente Cercano II Milenio a.C. Migraciones indoeuropeas Los polos de mayor influencia cultural de esta región fueron Egipto y Mesopotamia, cuyas civilizaciones y logros culturales influenciaron de tal forma las culturas que se sucedieron, que los conceptos musicales que formaron el mundo greco-romano y luego a nuestra propia cultura occidental europea, fueron los mismos que habían sido dilucidados por estos remotos antepasados hace por lo menos cinco mil años. 2.2. Mesopotamia El famoso arqueólogo Samuel Noah Kranmer asegura que la “…historia comenzó en Sumer”. En efecto, las primeras comunidades urbanas que dejaron rastros culturales fueron las ciudades sumerias, en el territorio delimitado por los ríos Eufrates y Tigris a inicios del Tercer Milenio a.C.; aunque se hayan encontrado restos de habitaciones urbanas en el área de Jericó que datan del Octavo milenio a.C., sin que se hallaran restos de escritura. Las antiguas ciudades mesopotámicas iniciaron su vida urbana y cultural unos 500 años antes que las ciudades predinásticas del oasis egipcio de El-Fayyum surgieran como comunidades culturales urbanas, pero las características muy especiales de la cultura egipcia y su cohesión nacional, muy pronto emparejaron el desarrollo entre ambos polos de la Creciente Fértil. Al contrario que en la historia de Mesopotamia, la Historia de Egipto siguió un derrotero progresivo y lógico. Las dinastías se sucedieron unas a otras con el mínimo de interferencias revolucionarias y hasta muy tardía su historia, sin invasiones exitosas de pueblos distintos a su propia etnia que los conquistaran. En Mesopotamia la sucesión 5

de civilizaciones fue un proceso mucho más traumático, siendo la invasión y la conquista de reinos y ciudades, una ocurrencia común y el sojuzgamiento de imperios por fuerzas armadas extranjeras la medida común del fin de los períodos históricos. Los nombres de poderosas ciudades cuyas esferas de influencia llegaban hasta los confines mismos del mar occidental y que tenían un comercio muy activo con las poco conocidas culturas del Indo, hoy en día son desconocidos por la mayoría, pero en sus épocas fueron las potencias que dominaban el ámbito cultural, social y sobre todo comercial del ecúmene conocido. Sumer fue una colección de ciudades-estados de una historia legendaria, hasta que las excavaciones de eminentes arqueólogos demostraron su materialidad y la historicidad de sus reinados y cultura. Uruk, Lagash, Kish, Eridú, Larsa, Isin y sobre todo Ur fueron grandes centros de cultura y de poder, de religioso misticismo y de conocimientos avanzados, como lo atestiguan las numerosas “tablillas” de arcilla cocida que se han encontrado inscritas con la grafía cuneiforme, de las cuales se han descifrado menos de la tercera parte. Artefactos de usos cotidianos y ceremoniales, encontrados en los niveles más bajos de los “tells” indican la antigüedad de las culturas que los produjeron, como es el caso de las arpas de siete, trece y veintidós cuerdas con cajas de resonancia de maderas preciosas incrustadas de madreperlas, oro y malaquita, o marquetería, con cabezas de toros sagrados en oro y betún, halladas en el ajuar funerario del Príncipe Mesh-kalam-es-dug de la Primera Dinastía de Ur, cercano el final del III milenio a..C. (Figura N º 2).

Figura Nº 2 Arpa de 7 cuerdas encontrada en el ajuar funerario del Príncipe Meshkalam-es-Dug de la I Dinastía de Ur, ca. 3.000 a.C. La caja de resonancia tiene ca. 900 cm. de largo y el alto general es de ca. 1500 cm. La presencia del arpa en una cultura tan remota en el tiempo como la de la I Dinastía de Ur habla de un conocimiento musical más completo que el de 6

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las culturas neolíticas coetáneas y de un bagaje intelectual de conocimientos musicales ya elaborado. Epocas más tardía informan sobre los rituales sumerios de los templos, es posible inferir que los rituales más antiguos serían parecidos, porque esos rituales estudiados hacen gran énfasis en seguir al pié de la letra gestos y situaciones, plegarias y expresiones que para la época no tendrían significado, porque el idioma en el que se siguen esos rituales era ya desconocido por antiguo. El ritual sumerio que debió ser muy parecido en la mayoría de los templos de las ciudades de los Dos Ríos, pauta una liturgia basada en el canto, usualmente lamentaciones, imprecaciones o himnos en honor a una o más deidades. El canto tenía la forma de responsos, canto alternado entre el oficiante y el coro, o de antífona, canto alternado entre dos coros. Cada poema religioso tenía un canto especial sir que debía acompañarlo de acuerdo a su rima y su ritmo interno. Para el servicio del Templo se usaban instrumentos diferentes de los que se usaban en la vida social o militar. En el templo se usaban las flautas verticales, los tambores comunes, los timbales y los panderos, como acompañamiento del canto, que estaba reservado a los cantores religiosos o percentores de alto status social y tenían a su cargo las cantilenas solistas. Los coristas y los instrumentistas eran religiosos y vivían en edificios allegados al Templo, bajo la denominación de zammeru o músicos religiosos. Los instrumentos militares sumerios se pueden observar en el famoso “Estandarte de Ur” una placa de madera de sicomoro con incrustaciones de madreperla sobre betún, de gran antigüedad, son flautas traversas de caña, trompetas de cuerno y atabales, que eran tocados por oficiales. En el mismo objeto se pueden ver los instrumentos de uso civil o religioso, las liras y arpas, panderos y tambores pequeños. (Figura Nº 3) Las arpas tenían una caja de resonancia baja, la clase llamada zagsal o una caja alta la clase llamada zaggal y sus instrumentistas tenían un alto status social dentro de la corte urbana. esta consideración especial de los músicos y su usual carácter sacerdotal, lleva a inferir que la música tenía todavía una connotación mágica, pero que ya se conocían conceptos sobre sonoridades, estilos o modos de hacer música que tenían aplicaciones diferentes a las meramente rituales.

Figura Nº 3 El Estandarte de Ur, ca. 3.000 a.C. fragmento de la tablilla en la cara que representa la paz, arpista sumerio. 7

Han llegado hasta nosotros tratados escritos que filosofan sobre la influencia que determinados sonidos tienen sobre el modo de comportarse los hombres y es de inferir que se haya pensado y hablado sobre el particular en las reuniones sociales en las que se hacía música como forma de entretenimiento, comparándola con la música del templo destinada a alabar a las divinidades o a propiciarlas, así como la música militar destinada a ejercicios de armas. (Figuras Nº 4 y 5)

Figura Nº 4 Tablilla de marfil, un banquete babilonio ca. 2.000 a.C.

Figura Nº 5 Tablillas de arcilla cocida, músicos cortesanos babilonios ca. 2.000 a.C. Como se ha dicho antes, las diversas etapas de la cultura mesopotámica se suceden por conquistas de los pueblos montañeros vecinos o por incursiones de los beduinos nómadas y más de una vez calamitosas inundaciones pusieron fin a culturas antiguas. La cultura sumeria, caracterizada por la contemplación filosófica de la vida, la piedad ritualista 8

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hacia los dioses y a los estudios matemático-astronómicos, ente los que se incluía la música, sucumbió ante la invasión y conquista de su territorio por una nueva fuerza menos civilizada, la del conquistador Sargón de Agadé, una pequeña ciudad al norte de Sumeria. El imperio sargónida tuvo corta vida y acabó conquistado a su vez por una de las figuras más interesantes de la temprana historia del cercano oriente Hammurabí, el rey de Babilonia. El primer impero babilónico del siglo XVIII a.C. tuvo, también, una corta vida su esfera de influencia política fue muy coartada por las invasiones de los pueblos hittitas y hurritas para renacer luego de 300 años en el conquistador Nabucodonosor I. Hacia el año 1000 el rey de Asiria, una región norteña de muy poca importancia embarca a su pueblo en un camino de guerra que duró 400 años durante los cuales, con intervalos de sucesiones dinásticas que comportaban luchas internas, Asiria conquistó a sangre y fuego todo el ecúmene conocido, cayendo ante una fuerza combinada de babilonios y aliados de todas partes conquistadas, liderizados por Nabucodonosor II de Babilonia. Nabucodonosor II probó ser tan inflexible y tiránico como los asirios y su imperio cayó ante los medos y persas en el año 540 a.C. Pocos párrafos para una historia de dos mil años. Sobresalen los nombres de unos pocos guerreros o constructores de imperios, en tanto que los otros han sido olvidados. El gran rival de Hammurabí, Zimri-Lim de Marí, descansa en el polvo del olvido que cubrió su ciudad por tres mil años, cuando los beduinos la asolaron y destruyeron. El Emperador Nabónido, rey y erudito babilonio, sucesor de Nabucodonosor II, se dedicó a los estudios anticuarios y amasó una vasta biblioteca de tablillas de arcilla con las historias de los héroes sumerios es tan poco conocido como el hecho de que el Rey Asurbanipal de Asiria, un tirano sangriento, ordenara recopilar en su palacio toda la historia conocida en tablillas de arcilla. Es gracias a estas bibliotecas y a otras menos conocidas aún, que se ha podido recuperar la memoria y cultura de los pueblos mesopotámicos.

Figura Nº 6 A la izquierda instrumentos babilonios A la derecha instrumentos egipcios 9

Encontrados en las ruinas de las ciudades destruidas, muchas veces cocidos por el fuego, los ladrillos de arcilla, llamados tablillas, sobre los cuales se escribió, ofrecen al estudioso una vasta gama de pensamientos y conceptos que tipifican la cultura de los pueblos mesopotámicos. Durante los periodos babilonios el estudio de la filosofía y la astronomía, heredados de los sumerios, tuvo gran impulso, igualmente la teoría musical creció. Al complicarse las creencias religiosas por incorporar al panteón primitivo dioses de otras culturas, los servicios rituales del templo también se complicaron. Aún se seguían induciendo en sumerio, lengua ritual religiosa del cercano oriente (así como los servicios religiosos en occidente se continuaron conduciendo en latín por espacio de unos mil años luego de que el latín cesara de ser una lengua viva) con la característica de que sus cantos se hicieron cada vez más incomprensibles y los sacerdotes incorporaron cantos comunales en la lengua babilonia, el acadio. Igualmente se aceptaron coros femeninos en el ritual de templo babilonio, de las demás divinidades, ya que antes sólo se ofrecían cantos femeninos en los templos de Ishtar, la Innanna sumeria. Los cantos variaron de la simple cantilación sumeria a complicadas versiones para coros y solistas de los himnos de súplica, alabanza o deprecación que junto a las procesiones constituían la liturgia Así como las preparaciones para vestir y ungir a las estatuas de los dioses, diarias ofrendas de alimentos y baño ritual, culminando estas formas con la sacra hierogamia en el festival del Año Nuevo babilonio. La música pública parece haber sido la forma más importante de música en esos tiempos, porque sólo los templos y las cortes dejaron constancia escrita de su uso. Probablemente la gente común también hacía música para distraerse al igual que los cortesanos, los ejemplos de flauta de cañas de Iraq moderno y las melodías pastoriles ancestrales denotan que la música tenía un gran arraigo en esa gente antigua (Figura Nº 6). La música beduina tuvo también gran auge, luego de que las tribus merodeadoras destruyeran la gran ciudad estado de Marí, en el Eufrates medio, cercano el inicio del siglo XVII a.C. Es posible que los beduinos hubieran descubierto la música con los ciudadanos de Marí en sus tratos comerciales o que llevaran cautivos a los músicos de la ciudad y que estos les hubieran enseñado sus conocimientos técnicos, lo cierto es que se han descubierto muchos puntos de contacto entre la música beduina más antigua y las formas musicales mesopotámicas Igualmente hay puntos de contacto muy especiales que denotan la influencia sobre la música hebrea del ritual babilonio, producto sin duda de la cautividad en babilonia. De la época de Nabucodonosor II es el Libro de Daniel en el que se describe la fanfarria y la orquesta que acompaña al Rey en las funciones públicas (Figura N º 7). En esta época ya se habían incorporado a la citada orquesta instrumentos de metal y viento como trompetas rectas o bocinas, de sonido marcial y brillante. Daniel describe las trompetas, las arpas de caja baja, las de caja alta, las cornamusas y los timbales y la forma cómo tocaban, primero cada uno de los solistas y luego al unísono o sumphonyah de donde deriva la palabra griega symphonis (σψµπηονισ) de la cual a sinfonía hay un sólo paso. Y esta forma de tocar, primero cada solistas y luego al unísono es muy parecida al taksim ó 10

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Figura Nº 7 Músicos militares asirios, relieve del Palacio de Asurbanipal preludio de la música árabe clásica. Los estudios matemáticos y astronómicos que iniciaron los sumerios fueron continuados por los babilonios (llamados caldeos) de estos se desprenden muchas relaciones matemático-musicales que estudiara y definiera Pitágoras más adelante. Las divisiones armónicas de la cuerda tensada eran conocidas y estudiadas en épocas de Nabónido, quien dejó escritos relativos a este fenómeno. La primera forma de dividir la cuerdas en cuatro intervalos que se expresan en relación matemática así : 1:1 (unísono) 1:2 (octava) 1:3 (quinta) y 1:4 (cuarta) las cuales corresponden con las estaciones del año y con los números básicos de la numerología caldea, el 4 y el 7. Es de notar también que la medida del tiempo, base de las relaciones y estudios musicales, también es debida a los estudios y usos caldeos. Ya que se basa en el sistema sexagesimal que usaban en Babilonia y éste a su vez en consideraciones tanto matemáticas como astronómicas. Hay que recordar que el sistema usado hoy en día, de horas de sesenta minutos y minutos de sesenta segundos sigue a los babilonios. 2.3. Egipto La historia de Egipto e ha dividido tradicionalmente en 8 períodos, que abarcan las 30 Dinastías y el pre-dinástico, sin contar la Dinastía Lágida o macedonia, que gobernó Egipto hasta el año 30 a.C. o el período de colonización que terminó cuando los británicos hicieron Rey independiente al último Khedive de Egipto dependiente de la Sublime Puerta en 1915. Los períodos dinásticos se inician en el período arcaico, que transcurre del año 3.100 al 2.686 a.C. y que abarca las dos primeras dinastías, pertenecientes a ellas, los reyes legendarios como Menes, el Rey Escorpión y el Rey Serpiente (Uadjet). El período llamado antiguo comienza con el reinado de Sanakht de la III Dinastía memphita y marca la época de esplendor máximo 11

del poder de los Reyes-Dioses con los reyes de la Dinastía IV : Khufu, Khafra y Menkaura (conocidos por las traducciones griegas como Queops, Quefrén y Micerinos). La Dinastía V tiene representantes de tanta importancia como Unas y Userkaf y la VI y última dinastía del período termina con el largo reinado de Pepi II, culminando éste con la primera gran revolución popular de la historia, el Primer Interregno que duró del año 2.181, fecha de la desaparición del sucesor de Pepi II, probablemente la Reina Nitocris o Merenré, a 2.133, fecha en la que los faraones de la Dinastía XI lograron una semblanza de orden y de cohesión política en el país. Los motivos de esta rebelión son desconocidos, así como sus líderes y sus ideas, sólo se conocen los resultados, la anarquía, la invasión de tribus beduinas o libias, que aprovechando la falta de un poder en Egipto hacían frecuentes incursiones de pillaje y las guerras intestinas entre los reyezuelos que intentaban expandir su base de poder militar. Desde Tebas, al sur, los faraones de la Dinastía XI logran el poder sobre todo Egipto y se coronan faraones. Ejercen el poder sobre Egipto reformando y reorganizando la administración central y reformando el poder religioso. Se inicia el período llamado Imperio Medio, que duró desde el año 2.133 hasta el 1768, fecha en la que ocurre la invasión organizada y la primera conquista de Egipto por parte de pueblos pastores del Asia, llamados en la historia los “hicksos”. El Imperio Medio se caracteriza por ser un período recopilador y organizador, de reformas administrativas, sobre todo en cuanto a la administración agrícola se refiere, está representado por dos dinastías, la XI y la XII. La Dinastía XI es la de los Mentuhoteps y Antefs y la XII es la de los Amenemhats y Sesostris. Su fin, en 1768 marca el primer sacudón, que sintió Egipto y su primer acercamiento a los demás pueblos de la tierra en situación de igualdad. Antes de esta fecha los egipcios habían conocido los extranjeros sólo en calidad de cautivos o comerciantes de paso en condición humilde. Los Hicksos obligan a los egipcios a reconocer la existencia de otros pueblos con el mismo nivel de cultura que ellos. Los Hicksos establecen su gobierno en el norte de Egipto, en las tierras cenagosas del Delta, contentándose con exigir tributos, sin interferir en los gobiernos locales de los nomos (provincias) del Nilo Medio y Sur. La reacción egipcia se siente en 1650 cuando un príncipe de la casa nomarcal tebana (es decir los gobernadores del Nomo tebano) comienza una guerra de liberación expulsando a los “hicksos” del territorio egipcio y para prevenir futuras invasiones, asola Palestina y llega con sus carros de guerra hasta el Eufrates mismo. La Dinastía XVII inaugura la nueva era de esplendor, con la guerra de liberación y auge del poder egipcio en el mundo, que se llamó Imperio Nuevo y que duró desde el 1650 al 1085. En el Imperio Nuevo Egipto se asoma al mundo y lo conquista con su superior maquinaria guerrera disciplinada, su cultura y diplomacia. La Dinastía XVII es guerrera y lucha todavía con invasores en el suelo egipcio. La Dinastía XVIII es igualmente guerrera pero conquistadora y triunfante, numera los faraones guerreros más brillantes como los Tutmosis y Amenofis, los faraones constructores más espléndidos como Amenofis III y los faraones más controversiales por sus ideales y acciones, en el comercio la administración 12

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Figura Nº 8 Palmoteadores de marfil Usualmente en juegos de 2 palmoteadores instrumentos nobles del ajuar funerario de una tumba desconocida, encontrados en Abydos, probablemente Imperio Nuevo Museo de El Cairo y en la religión como Hatshepsut y Akhneton. Igualmente como dato curioso el faraón mejor conocido de toda la historia egipcia fue un joven de esta Dinastía XVIII, quien precisamente por su poca importancia y oscuro período de gobierno fue olvidado hasta 1922: Tuthankhamon. La gloria de Egipto necesita luchas y confrontaciones con los poderes dominantes de la época, los mittanis y los hititas, para conservar y explotar su esfera de influencia en Asia continental. La Dinastía XIX guerrea en Palestina y los Setis y Ramses dejan su marca en la historia. La Dinastía XX última del Imperio Nuevo tiene una misión diferente, mostrando signos de debilidad y decadencia es capaz, sin embargo, de detener la invasión de los pueblos del mar que habían destruido completamente las grandes culturas coetáneas, la aquea, la hitita, la mittani y hurrita. La Dinastía XX salva la cultura egipcia pero mostrando ya signos de decadencia y degeneración, de perdida del poder y prestigio que una vez hizo de Egipto el primer poder del mundo. Ramses XI es el último vástago de esta planta ya agostada. Se inicia la Epoca Baja que dura del 1085 hasta el 332, fecha en la que los monarcas dividen el país y en la que un Rey nubio desciende el Nilo para restaurar el poder real y ocupa el trono de los faraones. De estas dinastías sin brillo que van de la XXI a la XXVI se destacan los faraones Bakenrenef (conocido por la traducción griega como Bocchoris) de la Dinastia XXIV, Psammeticho I y Nechao de la Dinastía XXVI. Los persas invaden Egipto en el 525 y constituyen la Dinastía XXVII, que acaba cuando los egipcios se rebelan contra el poder persa en el 404 e instauran Dinastías nativas XXVIII, XXIX y XXX, de corta duración y poder limitado. Termina el gobierno nativo 13

egipcio en el 332 cuando Alejandro III de Macedonia, recién nombrado faraón egipcio por los sacerdotes del Templo de Siwa, ordena la deposición y muerte de Nectanebo II el último faraón nativo de Egipto. A la muerte de Alejandro Egipto secesiona del Imperio con el diádoco Ptolomeo Lagos a la cabeza, quien adopta el modo y títulos de faraón de Egipto. La Dinastía Lágida dura del 333 al 30 a.C., fecha en la que la última faraona egipcia Cleopatra VII se suicida. Esta época se llamó período helenístico y estuvo encabezada por soberanos de estirpe macedonia, que gobernaban Egipto desde el enclave de Alejandría, sin conocer jamas sus súbditos, su cultura, ni su país. Destacan los primeros Ptolomeos y por supuesto la última faraona de Egipto, Cleopatra VII. La peculiaridad más sobresaliente de la civilización egipcia es su veneración funeraria y religiosa y por tanto es lógico que la música más importante sea la destinada a los rituales de los templos. Durante los Imperios Antiguo y Medio, los sacerdotes cantaban diariamente las preces a los dioses, incorporándose luego las cantilenas de los hierofantes. Una de las canciones más populares fue la llamada Canción de Isis y Nephtys parte del ritual de ambas diosas protectoras en la complicada leyenda oasiriaca. La ceremonia tenía la forma de un duetto entre ambas diosas, representadas por sacerdotisas con ocasionales pausas para que un himno cantado por el sacerdote que representaba a Osiris se escuchara. El canto estaba acompañado por instrumentos considerados sacros o religiosos, entre los que sobresalen los palmoteadores (Figura Nº 8), el sistro, sacro a Isis (Figura Nº 9), y los panderos. Más tarde, en el desarrollo de la liturgia, durante el Imperio Nuevo se hicieron populares las procesiones de los dioses, aumentándose el número de coristas y el número de instrumentistas, para poder competir con la enormidad de los nuevos templos construídos por los riquisimos faraones de las nuevas dinastías. La veneración a los dioses varió desde el período antiguo, cuando Ra era el dios supremo a los nuevos en los que se acordaba la supremacía a Amón, el dios de Tebas. La veneración a Isis y Osiris tuvo una larga tradición, variada de acuerdo a las nuevas filosofías, de hecho el último templo pagano en funciones fue el de Isis en la Isla de Philoé en el Alto Nilo, que cerró sólo cuando los cristianos coptos de Aswan obligaron a los paganos a cesar en sus ritos bien entrado el siglo IV A.D. La música en la corte egipcia fue importante y apreciada. El instrumento más utilizado fue el arpa grande de 22 cuerdas y la más pequeña de 15, de cajas de resonancia de diversa factura y tamaño, de las que se han encontrado muchos ejemplos en los ajuares funerarios y pinturas y relieves murales de las tumbas. La trompeta recta, fabricada en plata y en bronce era un instrumento militar y se empezó a usar a partir del Imperio Nuevo, se encontraron varios ejemplares en asombroso estado de conservación en el ajuar de la tumba de Tuthankhamon. Una vez tocadas se encontró que sonaban en si bemol. Sus tamaños oscilan entre medio metro y ochenta centímetros de largo. Los instrumentos de viento abundan en la antigua orquesta egipcia, las flauta de cañas simples y los clarinetes de cañas dobles, iguales a los que hoy tocan los beduinos, junto a los cuernos de gacela. Se han encontrado pinturas de un antiguo laúd de una sola cuerda, junto a varias arpas de tamaños distintos, 14

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Figura Nº 9 Sistro, instrumento sagrado a Isis. Hubo dos fomas principales, uno muy simple con el mango en la forma de un papiro y la parte sonora en la forma de un naos con bastoncillos y anillos de metal, llamado Sesheshat. Otro del Imperio Nuevo, con el mango decorado y la parte sonora elongada, con dos o tres bastoncillos con la punta doblada, llamado sekhem. Sistro sekhem, decorado con el Dios Bes en el mango y la cara de Hathor al final. Imperio Nuevo Museo de El Cairo. panderos, palmoteadores y chasquidos de los dedos para amenizar los banquetes y para acompañar el canto y baile civiles. Los cantores poéticos se encuentran en la casa del rey y de los nobles, usando una gran arpa, con la letra de su canto inscrita sobre su figura en las pinturas murales (Figura Nº 10). Probablemente la música en las épocas antigua y media se ejecutara al unísono con la voz, las arpas podían hacer intervalos de octavas, quintas y cuartas, tal vez como elementos decorativos, similares a los de la música árabe clásica. En los bailes folklóricos nubios se encuentran muchos ejemplos de este tipo. Los nubios fueron egipcianizados muy pronto en su larga historia y Nubia pasó a ser una provincia egipcia tradicional desde el Imperio Medio. Conservaron y custodiaron celosamente su herencia egipcia mucho después que Egipto mismo hubo introducido en su cultura elementos extranjerizantes 15

Figura Nº 10 Arpista egipcio, pintura mural de la Tumba de Inherkau Dinastía XX de las culturas de los pueblos vecinos y sobre todo después de la conquista helenística y romana. A Nubia esos cambios no llegaron o no la tocaron. La lira se introdujo en Egipto como resultado de los intercambios comerciales con los pueblos levantinos y babilónicos, así como la costumbre de tener muchachas bailarinas para que amenizaran los banquetes, que era una moda siria. Las orquestas femeninas fueron una innovación del Imperio Nuevo, así como el uso de crótalos en los dedos para dar ritmo al baile (Figura Nº 11). Otra innovación fue la del oboe de doble caña, una de las cuales estaba situada en ángulo y daba una nota pedal. La existencia de este pedal simple permite inferir que había un sistema de notación, similar, tal vez, al que se puede admirar, sin comprenderlo, en los cilindros babilónicos de arcilla cocida. Las pinturas murales de las tumbas egipcias, el mejor modo de conocer su cultura, permiten saber que las canciones tenían textos poéticos y que se cantaban de una forma especial, desgraciadamente no es posible saber cómo sonaban esas canciones, porque las notaciones y las tablaturas que han perdurado no son un sistema universal de escritura musical y no se pueden descifrar sin conocer la clave de su sistematización. Desde la época del Imperio Nuevo la cultura musical egipcia sufrió una sincretización, incorporando elementos de las culturas semíticas que la rodeaban agregándolos a los elementos culturales 16

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tradicionales, creando un nuevo corpus de conocimientos tanto teóricos como prácticos en material musical. Esta tendencia se aceleró durante el período helenístico, durante el cual sus adeptos en Alejandría, como Ctesibio, a quien se atribuye la invención del hidraulis un órgano de agua, hacia el siglo II a.C., eran músicos teóricos y prácticos. Todo el conocimiento musical egipcio fue concentrado en la Biblioteca de Alejandría, a partir del siglo II a.C. De él se sirvieron los teóricos musicales de la Escuela Alejandrina, casi todos egipcios, a pesar de sus nombres helenizados y es muy posible que ese conocimiento musical que agrupaba la tradición aprendida de los sumerios, por intermedio babilonio, haya llegado a Pitágoras, quien pasó mucho tiempo aprendiendo teoría en los templos egipcios de Memphis y Heiracómpolis, depositarios naturales del conocimiento en general, en el siglo IV a.C., antes de que Alejandro Magno hubiese fundado la ciudad y Ptolomeo, la biblioteca.

Figura Nº 11 Palmoteadores de marfil Usualmente en juegos de 2 palmoteadores instrumentos nobles del ajuar funerario de una tumba desconocida, encontrados en Abydos, probablemente Imperio Nuevo Museo de El Cairo 2.4. Otras Culturas del Levante Antiguo En el Levante Antiguo hubo muchos pueblos que coexistieron con las grandes culturas de Sumeria, Babilonia y Egipto. Como en la mayoría de los casos modernos, es posible que esos pueblos hubiesen copiado de las culturas más prestigiosas e incorporado a su propia forma cultural elementos en imitación de ellas. Muchos de esos pueblos son hoy en día completamente 17

desconocidos y han desaparecido del mapa físico moderno, como es el caso de los elamitas, los hurritas, los mittani, los hititas, los filisteos, minoanos, etc,etc. Otros en cambio, han perdurado en el tiempo, y sus costumbres son objeto de estudio, como los beduinos, los judíos, los nubios etc. Las culturas que tienen un interés muy especial en el campo musical son la minoana y la judía. La minoana o minóica porque fue la antecesora directa de la cultura doria o helena, a pesar de que hasta hoy su lenguaje no ha sido descifrado en su totalidad, sin embargo, muchas de sus formas musicales y de sus ritos religiosos, asociados directamente con la música en el mundo antiguo, perduraron en las leyendas y música griega antigua. La escuela de Atenas se ha interesado en estudios sobre este tipo de rasgo cultural y se espera en breve los resultados de estos estudios, que probablemente descubran lazos de unión con el arte musical del ámbito egipcio-babilonio en la cultura minoica y ultimadamente del griego clásico. La cultura judía en cambio, fue vertida íntegramente en la Biblia y de este Gran Libro se pueden inferir numerosos rasgos enteramente semíticos y muy antiguos en su música. La Biblia habla de los tiempos nómadas, cuando los seguidores de Abraham salieron de Ur y se establecieron en Harrán, en el norte mesopotámico. Como el Pentateuco fue escrito en Babilonia durante la cautividad es natural que muchas de las formas babilonias se hubieran incorporado en esta recopilación. Cuando los otros libros hablan de los reinados de David y de Salomón describen las ceremonias musicales y los instrumentos, están ofreciendo una recopilación de todo el folklore musical de su tiempo, en todo el ámbito de la Creciente Fértil en sus salterios, sus poemas líricos, canciones de alabanzas, o de imprecaciones, de trabajo, de cosecha, de vendimia y alegría ejecutadas con todo tipo de instrumentos musicales. Entre ellos se mencionan específicamente los címbalos, trompetas, cornos, arpas, liras, tambores simples, atabales, flautas simples y dobles, oboes de cañas, cornamusas, crótalos y panderos. El shofar es una tropeta natural hecha del cuerno de un carnero salvaje que los sacerdotes quoanim soplaban para informar el inicio de un nuevo día litúrgico, parece haber sido tomado de las épocas nómadas o posiblemente un sobreviviente de la época neolítica pre-sumeria. 3. Conclusiones parciales El uso de la música como parte de la liturgia es un rasgo común a todos los pueblos antiguos, incluso los pueblos históricos como los griegos usaban de la música como parte integrante de la liturgia de sus religiones, señaladamente las veneraciones a los dioses y las forma de alabanzas, las imprecaciones y cantos de execración usan igualmente formas musicales para sus expresiones litúrgicas. En el mundo antiguo la música tuvo tres formas principales de uso y expresión, la religiosa, la militar y la civil. La música litúrgica estaba considerada como la más importante y la principal forma musical de esos pueblos. La música militar estaba destinada a cohesionar el espíritu de los luchadores. Los griegos descubrieron que el modo Dorio daba fuerza y carácter a quienes al escucharan, de la misma forma los pueblos antiguos usaban golpes rítmicos al 18

Brito S, La Música en la Creciente Fértil ...

chocar las lanzas con sus escudos, para darle movimiento al ataque, llamadas de cuernos o luego de trompetas, sonidos brillantes y distinguibles formaban parte de esta llamada música militar. Los Asirios, grandes guerreros, desarrollaron una forma de música militar con xilófonos, panderos, y flautas que debía ser acompasada para la marcha o terrible para los ataques. Los asirios, maestros en guerra psicológica conocían muy bien el efecto de la música sobre los soldados propios o sobre los enemigos. La música civil es la menos conocida de las formas musicales antiguas, ya que se usaba en fanfarrias reales, en el caso babilonio, o como acompañamiento de banquetes y funciones de entretenimiento en el egipcio. Las pinturas murales egipcias sin embargo arrojan mucha luz sobre el asunto. La conclusión obligada es que hace falta mucho más estudio y profundización para poder ofrecer una pintura coherente sobre el arte musical en la remota antigüedad, pero de lo que no hay duda es de su influencia y de los aportes conceptuales de los teóricos antiguos que fueron incorporados por los teóricos griegos a su acervo musical y así pasó también a occidente más moderno este antiguo corpus de conocimientos musicales prácticos y conceptuales. REFERENCIAS Nota: Se han utilizado libros generales y especializados sobre arqueología de la región de la Creciente Fértil, que tienen acotaciones o notas sobre materias musicales, los libros más recientes no tienen menciones sobre materias musicales y por tanto no han sido incluidos en la Bibliografía. Para detalles se han revisado las revistas especializadas listadas. Para cubrir todas las posibilidades también se han incluido los libros generales de Historia de la Música que tienen informaciones sobre la música en la Creciente Fértil. Historia de la Música Abbiati, Franco Mexico, UTEHA, 1978 (5 Tomos) Alberti, Luciano (1974). Music of the western World. Nueva York, Crown Publishers. Baines, Anthony, editor (1969). Musical Instruments through the Ages. Londres, Penguin books. Henry James (1937). A History of Egypt Breasted. Nueva York, Bantam. Chailley, Jacques y Caralt, Luis de (1970). 40.000 años de Historia. Barcelona. Desroches-Noblecourt, Jacqueline (1965). Tutankhamon Madrid, Destino. Droiton, E. y Vandrier, J (1986) Histoira de Egipto. Buenos Aires, EUDEBA. Hamel, Fred y Hurliman, Martin (1981) Enciclopedia de la Música. Barcelona, Grijalbo ( 3 Tomos). Kramer, Samuel Noah (1964). It Began in Sumer. Nueva York, Doubleday. Landau, Jerry M. (1963) The House of David. New York, Doubleday. Matthiae, Paolo (1977). Ebla. Nueva York, Doubleday. Menuhin, Yehudi y Davies, Curtis W. (1979). The Music of Man. Nueva York, Methuen. Oppenheim, Leo A. (1974). Ancient Mesopotamia Chicago, University of Chicago Press. Parrot, Andrè (1969). Assur. Paris, Gallimard. Robertson, Alec y Stevens Dennis, editores (1968). The Pelican History of Music Londres, Penguin Books, (3 Tomos). Roux, Georges (1964). Ancient Iraq. Londres, Penguin Books. El libro de la música. Madrid, Parramón Editores. 1982. Craddle of civilization. Amsterdam, Time-Life Books, 1969. Musical instruments through the ages. Londres, Paddington, 1976. Revista “Antiquity” Volúmenes XLVII a XLXX Revistas “Biblical Review” , “Archaeological Bible Review” y “Archaeology” de los años 1999 a 2001.

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