\" Mover el sector \" : Formas de organización social de jóvenes aficionados al fútbol en Toluca, Estado de México

June 7, 2017 | Autor: R. Duarte Bajaña | Categoría: Youth Studies, Mexican Studies, Urban Anthropology, Anthropology of Sport, Sports Fans, Barras Bravas
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Descripción

“Mover el sector”: Formas de organización social de jóvenes aficionados al fútbol en Toluca, Estado de México1. Autor: Ricardo Duarte Bajaña2 Introducción: Diversos contextos contemporáneos son inequitativos y violentos, al mismo tiempo se generan discursos de convivencia, desarrollo y pluralidad. En este marco de referencia emergen colectividades vulnerables que a la vez generan acciones creativas como parte de su lucha por espacios de interacción, adaptación y transformación social. Dentro de estas colectividades se encuentran algunas agrupaciones juveniles cuyas prácticas son catalogadas como destructoras del orden por parte de diversos sectores de la sociedad, obligando a clases dominantes a enfrentar sus propuestas alternativas. Se exponen aquí algunos datos de la investigación doctoral en Antropología Social que el autor se encuentra desarrollando. Se plantea como una agrupación de jóvenes aficionados al fútbol propone formas creativas para organizarse y transformar su realidad al mismo tiempo que hace parte activa de un contexto atravesado por la mundialización de las industrias culturales, en donde se privilegia, entre otros procesos, el consumo, el individualismo y en donde el Estado demuestra dificultad o desinterés por vincularse e interactuar con colectividades que plantean rutas diferentes. Se argumenta que gran parte de la actividad colectiva de la agrupación de aficionados al fútbol La Banda del Rojo (LBR), quienes apoyan al equipo de fútbol del Club Deportivo Toluca, se desarrolla a partir del concepto “mover el sector”. Este concepto implica la organización social de LBR en grupos o “sectores” articulados

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Este texto es una versión preliminar del capítulo séptimo de mi tesis. Además, corresponde a la ponencia propuesta para el IV seminario internacional sobre estudios de juventud en América Latina, a realizarse el 10 y 11 de septiembre de 2015 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). 2 Candidato a Doctor en Antropología Social. Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Correo electrónico: [email protected]. Página web: www.wix.com/ridubaco/index

entre sí. “Mover” tiene que ver, entre otros procesos, con liderar, organizar y promover actividades para generar contactos y reconocimiento, cooperaciones económicas, viajes para acompañar al equipo, una actitud definida como “aguante”, diseño y elaboración de materiales distintivos. Pero fundamentalmente, “mover el sector” tiene que ver con

gestionar ayuda y protección mutua para que la

agrupación sea una “familia”. Esta agrupación de aficionados al fútbol nos permite realizar nuevas miradas a espacios juveniles para comprender procesos de organización alternativos en una problemática sociedad contemporánea. Es conveniente precisar que los datos que sostienen los argumentos planteados en este reporte de investigación fueron obtenidos en el trabajo de campo realizado en la ciudad de Toluca desde el segundo semestre del año 2013 hasta finales del año 2014. Además de realizar observación participante dentro de algunas agrupaciones de aficionados se realizaron entrevistas no estructuradas y a profundidad a varias personas vinculadas con estas agrupaciones, así como a habitantes de la ciudad de Toluca y poblaciones vecinas. La información fue registrada en diarios de campo. Se tuvo especial cuidado con la triangulación de los datos, aspecto que condujo a corroborar los datos obtenidos a partir de nuevas observaciones y entrevistas con diversos actores de este contexto. Hasta ahora, este texto es descriptivo y se organiza en dos partes. En la primera, se muestran ciertas características del contexto social y económico toluqueño, en donde operan las agrupaciones de aficionados al fútbol. En una segunda parte se explica, desde casos etnográficos concretos, a que se refieren los aficionados con “mover el sector”. Indudablemente, en futuras entregas será necesario ampliar la discusión bibliográfica y el análisis de los datos. • Palabras clave: Antropología de la juventud, organización juvenil, barras de fútbol, antropología del deporte. 1. EL CONTEXTO

Las agrupaciones de aficionados al fútbol en Toluca Diferentes agrupaciones de aficionados alientan al Club Deportivo Toluca. Existe una barra oficial llamada “La Perra Brava”, es la única reconocida abiertamente por los directivos del club y cuenta con una oficina desde donde se organizan sus actividades. Este grupo de aficionados fue el primero que se conformó en Toluca. Informantes vinculados a otras agrupaciones de aficionados afirman que todas las agrupaciones tuvieron su origen en la Perra Brava. Esta barra fue muy fuerte a finales del siglo XX y durante la primera década del siglo XXI. Los medios de comunicación mexicanos hacían referencia a ella de manera frecuente. Aún hoy, algunos de sus primeros integrantes continúan haciendo parte de este grupo. Durante la primera década del siglo XXI, algunos aficionados jóvenes decidieron separarse de la Perra Brava para conformar otra agrupación denominada “La Banda del Rojo” (LBR). Este grupo se organiza por sectores o subgrupos pertenecientes a diferentes barrios de Toluca y a municipios cercanos a esta ciudad. Hace aproximadamente dos años los aficionados que promovieron la creación de LBR decidieron separarse para crear un nuevo y pequeño grupo llamado “Toluca y su gente”. En la actualidad, uno de los objetivos de esta agrupación es constituirse como una Asociación Civil sin ánimo de lucro para realizar actividades de desarrollo social y promocionar internacionalmente al equipo de fútbol de Toluca y a su propia agrupación. Otro grupo de aficionados son “Los hijos del Averno”, se trata de una organización conformada mayoritariamente por jóvenes quienes se identifican por su orquesta (reunión de instrumentos de percusión y de viento con los que alientan al equipo). Además de las anteriores, se encuentran otras agrupaciones que se reconocen como “Porras familiares”, la mayoría de los participantes son gente adulta quienes también fueron parte de La Perra Brava. Uno de los intereses de estas porras familiares consiste en pasear en familia y apoyar al equipo cuando juega en otra ciudad. En meses recientes, bajo el liderazgo de los directivos de la Perra Brava, se ha configurado una agrupación de mujeres denominado Radikales. Evidentemente, las agrupaciones de aficionados del Club Deportivo Toluca son

diversas en cuanto a características de género, generacionales, filosofías e intereses. Este trabajo se basa en datos etnográficos fundamentalmente relacionados con tres agrupaciones: La Perra Brava, Toluca y su gente y LBR, haciendo énfasis en La Banda del Rojo Villa o los de Villa (LBR Villa). Este es un pequeño “sector” de LBR que desde hace aproximadamente dos años se está conformando en un municipio aledaño a Toluca llamado Otzolotepec. La palabra Villa hace alusión a Villa Cuauhtémoc una población de este municipio. El negocio del fútbol: Una industria cultural Informantes pertenecientes a diferentes agrupaciones de aficionados en Toluca coinciden en que el fútbol profesional que hoy en día se practica en México es un negocio multimillonario caracterizado por su organización jerárquica y piramidal. Las empresas ocupan el lugar más alto dentro de esa estructura. Su interés consiste en obtener la mayor cantidad de beneficios económicos, disminuyendo al máximo sus gastos, esto implica deducir todos los impuestos posibles. Tienen estrechas relaciones con grupos políticos. Un poco más abajo se encuentran los clubes de fútbol, cuyos dueños son las empresas mencionadas. Estos clubes deportivos están cobijados bajo un sistema legislativo especial que les permite operar con algunas exenciones tributarias. En el peldaño inmediatamente inferior de la jerarquía se encuentra el presidente de los clubes, específicamente del Club Deportivo Toluca. Las personas que ocupan este cargo son designados por los dueños de las empresas propietarias del Club. Siguiendo los planteamientos de los informantes, este funcionario tiene la posibilidad de negociar la compra-venta de boletos y el transporte de aficionados. En el último lugar de la pirámide se encuentran los grupos de aficionados, hasta donde se extiende el negocio relacionado con los boletos y el transporte. Alrededor de estos negocios se desarrollan otros tantos. Para mis informantes, uno de los más grandes es el consumo de cerveza dentro de los estadios mexicanos. Esta actividad económica no está prohibida por la legislación mexicana. No se han

tomado medidas jurídicas contundentes aun cuando algunos actores sociales señalan que ciertos actos violentos, generados por los aficionados durante los partidos de fútbol, son potencializados por el consumo legal de licor. Al parecer, las empresas cerveceras lo han impedido por la monumental pérdida económica que ello implicaría. Los miembros de las agrupaciones con quienes tuve la oportunidad de conversar al respecto, sostienen que cuando ocurren actos violentos dentro de las tribunas de los estadios, los medios de comunicación no plantean un debate serio frente al consumo de cerveza en escenarios deportivos. Según ellos, esto ocurre porque los medios de comunicación pertenecen a grupos económicos y políticos que obtienen dividendos por medio de este tipo de consumo. El fútbol en México es un negocio de enormes dimensiones económicas. Puede entenderse como una Industria Cultural, concepto complejo atravesado por varias problemáticas. Uno de los debates en torno a las Industrias culturales tiene que ver con que sus procesos están basados en una lógica productiva mediada y controlada por ideologías corporativas que generan comportamientos y hábitos profesionales, jerarquías, rutinas productivas y técnicas de trabajo (Barbero:12). En este orden de ideas, el fútbol profesional, entendido como industria cultural es una práctica que demás de ser global (sistemáticamente organizada y replicada a lo largo de todo el mundo), depende para su producción de lógicas empresariales que regulan comportamientos humanos; incluyendo aquí, el comportamiento de algunos aficionados al fútbol. De estos comportamientos hablaremos en los párrafos subsiguientes. Ahora bien, diferentes medios de comunicación han promovido la idea de que el ambiente se ha ido violentando3 dentro de los estadios a causa de las actitudes y golpizas entre grupos de aficionados. En el marco mercantil que se ha mencionado aquí, este ambiente ha generado el alejamiento de las familias de los estadios.

3

las palabras y frases en cursiva corresponde a planteamientos textuales de los informantes.

Hecho que implica una disminución en el consumo de, entre otras cosas, boletos y cerveza.

Control estatal dentro del estadio La visión oficial frente a este tema se puede comprender, y se explica a continuación, a partir de los planteamientos realizados por una persona especialista en comunicación estratégica. Esta persona está vinculada al desarrollo de programas de seguridad pública para los gobiernos del Estado de México y de Ciudad de México. Un componente de estos programas es la seguridad dentro de los estadios de fútbol. Además, esa visión oficial se defiende al interior de La Perra Brava y es claramente conocida y severamente criticada por los líderes de la agrupación Toluca y su gente. Desde esta perspectiva, la legislación mexicana señala que los estadios son espacios que deben cumplir una función de esparcimiento y cohesión comunitaria y familiar. Sin embargo, la asistencia de familias a estos escenarios deportivos se ha reemplazado por la presencia de hombres jóvenes, mientras que la presencia de mujeres, madres y niños se ha reducido significativamente. Uno de los grandes problemas surge porque la mayoría de chavos no tienen respeto por ninguna autoridad, incluyendo la autoridad policial y la autoridad de los adultos. Desde la dirección de programas de seguridad, se sostiene que es muy común que los jóvenes pierdan la dimensión de razonamiento: cuando se encuentran en grupo, pasan a ser "una masa, se alienan".

Esta forma de entender lo juvenil desde lo irracional y muy cercano a lo silvestre se acerca a las interpretaciones que en la década de 1990 realizaran algunos autores ingleses. Para ellos, los hooligans eran grupos de personas que aún no llegaban al estado de civilización, por lo tanto era necesario realizar ciertas acciones represivas para civilizarlos. Dunning, Murphy y Williams (1995) y Dunning (1995), basan este tipo de argumentos en la teoría de los lazos segmentarios y funcionales de Dunning. Esta teoría se ubica en el evolucionismo con la categoría de clase como eje central. Sostiene que la civilización se va alcanzando a medida que las sociedades avanzan

en el tiempo y se asciende en la escala social. El planteamiento concreto consiste en que la sociedad se organiza en dos grupos, uno regido por lazos segmentarios, caracterizado por el bajo control emocional, violencia, masculinidad agresiva. El otro, operando desde lazos funcionales, quienes, desde una presión civilizadora, actúan desde el autocontrol sobre la violencia. En este orden de ideas, estos autores sostienen que el fútbol es un escenario en el que los grupos de aficionados, articulados por lazos segmentarios, ponen en evidencia sus figuraciones sociales pre-industriales, de lucha, de masculinidad agresiva y de violencia. Estos autores afirman que "los valores subyacentes en la conducta de los hinchas violentos durante los partidos de fútbol y en contextos relacionados con este juego son rasgos relativamente

constantes,

arraigados

y

duraderos

de

las

comunidades

pertenecientes a determinados sectores de la clase obrera" (Dunning et. al. 1995: 322).

Específicamente en el caso de los aficionados de los Diablos Rojos de Toluca, esta categoría de clase no se menciona cuando se aborda el tema de los aficionados al fútbol. Sin embargo, la aparente cercanía que para la versión oficial existe entre estos jóvenes y la teoría de los lazos segmentarios ha conducido a defender la idea de que la policía es la autoridad que le permite al Estado salvaguardar personas y bienes. Desde este argumento, la policía (institución pública) debe entrar al estadio (espacio y negocio privado) cuando sus dueños solicitan protección. Evidentemente esta solicitud ya se ha realizado.

La especialista en seguridad que me suministró información durante mi trabajo de campo, explica que uno de los grandes problemas con el estadio Nemesio Diez de Toluca es que es un escenario muy pequeño, con las tribunas ubicadas muy cerca de la zona de juego. Señala además, que la afición ha crecido tanto que rebasa la seguridad privada controlada por el mismo club. Siguiendo su argumento, estas razones han propiciado que el gobierno del Estado de México motive a los directivos del Club Deportivo Toluca para solicitar que la fuerza pública resguarde este espacio con la intención de prevenir la violencia. Los

líderes de La Perra Brava también consideran válida esta medida por considerar que algunos aficionados no quieren entender y acatar las medidas disciplinarias que plantean los organismos oficiales y los mismos directivos de esta agrupación. Siendo así, desde hace aproximadamente dos años la policía ingresó al estadio Nemesio Díez. Sus procedimientos, se han organizado a partir de una metodología internacional denominada Crime Prevention Through Environmental Design (CPTED). Esta metodología asume que el control de la violencia en los estadios es un componente más dentro de un complejo de programas de seguridad pública. En México, el tema de la seguridad en los estadios empezó a vincularse a la agenda de prevención del delito desde el año 2011, a partir de una serie de tiroteos que ocurrieron en las inmediaciones de algunos estadios al norte de la república mexicana. Los jóvenes de LBR y la policía Por su parte, los integrantes de LBR sostienen que uno de sus mayores problemas es la represión policial. Señalan que la policía siempre va a tratar de reprimirlos, por ejemplo, no dejando subir a los jóvenes que animan a su equipo a la parte superior de la reja que divide las graderías de la cancha. Es muy común observar que cuando los aficionados entonan ciertas canciones, algunos muchachos brincan y se empujan desde la parte de atrás hasta la parte de adelante de las graderías, algunos se caen. Frecuentemente, en estos casos ingresan algunos policías vestidos de negro, con casco, chalecos antibalas y con gruesos protectores en sus brazos y piernas; agarran a aquellos jóvenes que empujaron con más énfasis a sus compañeros y se los llevan aferrados por el cuello. La forma más común que utilizan los policías para trasladar a estos jóvenes consiste en rodear con el brazo el cuello del infractor, de tal manera que la nuca del joven queda debajo de la axila del policía. Le he preguntado a algunos jóvenes de LBR y de LBR Villa acerca de lo que ocurre con estos jóvenes retenidos por la policía, me responden que se los llevan a la cárcel y que muy seguramente tendrán que aflojar una lana para evitar ser procesados, es decir para que no les levanten cargos en su contra.

Algunos informantes pertenecientes a esa agrupación plantean que desde hace aproximadamente un año y medio o dos años las cosas empezaron a cambiar. La represión se incrementó desde un serio enfrentamiento entre policías y aficionados del equipo Chivas de Guadalajara en el año 2014. Los jóvenes explican que la legislación mexicana se transformó desde aquel momento. Ahora, si algún policía acusa a uno de los aficionados de algún tipo de desorden dentro del estadio, el sospechoso estará recluido en prisión de seis meses a un año. Ante este panorama, los miembros de LBR me han dicho que continuarán con sus acciones de animación pero de una forma no tan evidente, es decir, cuando no haya policías presentes. Para estos muchachos, la represión también tiene que ver con el hecho de que han querido credencializarlos. Ellos manifiestan que la credencialización implicaría más jóvenes de LBR en prisión, porque serían fácilmente identificables. El problema consiste en cualquier acto realizado por los jóvenes puede ser interpretado por la policía como una agresión o violación de la ley – aunque no lo sea-. Esta interpretación conduciría a la identificación, detención y reclusión inmediata del supuesto infractor. Para los jóvenes, la credencialización es un estrategia de la policía para reprimirlos con más facilidad. El hecho de suponer, como ya se ha mencionado, que los integrantes de las agrupaciones de aficionados al fútbol son jóvenes que han perdido la dimensión de razonamiento y que son una masa alienada no ha permitido preguntar por las razones que han conducido a que la afición haya crecido tanto, tampoco ha permitido buscar explicaciones relacionadas con su organización interna. Se evidencia una desconexión entre las esferas oficiales, representadas en este caso en un programa de seguridad estatal y los jóvenes. Cómo veremos en el siguiente apartado, la intención de los jóvenes, por lo menos la mayoría de aquellos a quienes pude acompañar durante mi trabajo de campo, no es generar violencia per se. Según Rossana Reguillo (2003), este tipo de fracturas se fortalecieron durante la década de 1990, época marcada por la mundialización de la cultura fomentada por las industrias culturales. En este sentido, se consolidaron procesos culturales masivos y globales que empezaron a tener una organización empresarial, global y

hegemónica. El fútbol fue uno de estos procesos. Así como la comercialización de deportistas y de derechos de transmisión televisiva – por solo citar algunos ejemplos – incrementó sus costos y empezó a delimitar sus estándares administrativos, la asistencia de aficionados a los estadios también intentó regularse. Para finales de aquella década y comienzos de los años 2000, los grupos organizados de aficionados que cuestionaban –incluso de forma violenta- este tipo de prácticas (Magazine, 2008) empezaron a ser vistos como opositores radicales que debían ser controlados o separados de esta industria cultural. La polarización del discurso En el caso de Toluca, este tipo de procesos ha conducido a polarizar los argumentos: desde la perspectiva oficial, la función de la institución policial es contener y no agredir a los aficionados. En este sentido, la policía agrede solo cuando es agredida. En el polo contrario están los jóvenes. La persona especialista en seguridad, quien nos ha acompañado en los párrafos anteriores, sostiene que tiene pruebas que demuestran que a la policía la agreden primero. Recuerda por ejemplo, casos de muchachos aficionados que patean a los policías con clavos incrustados en las puntas de sus zapatos. Como parte de esta polarización, el discurso que se genera desde la seguridad pública es paradigmático: de un lado se señala que los policías previenen situaciones de violencia porque son capaces de identificar posibles agresiones, antes de que ocurran. Nuestra informante asevera que los policías pueden leer el lenguaje no verbal. Sin embargo, de otro lado, llama la atención su afirmación de que esta habilidad la aprenden de oficio, por maña. Además, enfatiza que aproximadamente el 25% de todos los policías a nivel nacional son malandros pero señala que, aunque es muy difícil, se está trabajando para solucionar esta situación problemática que incluye, entre otras acciones, controlar actos ilegales realizados por la policía.

Estas afirmaciones se relacionan con la idea que algunos aficionados al fútbol en Toluca tienen respecto a la policía. Según ellos, es agresiva, abusa, golpea a los aficionados a quienes permanentemente cataloga como "rijosos” 4.

En realidad esta aparente polarización tiene matices, en el discurso oficial prevalece la idea de que los miembros de la policía son completamente diferentes en sus actos y en su filosofía institucional a los integrantes de las agrupaciones de aficionados al fútbol. Su única función es resguardar la seguridad. Mientras tanto, algunos jóvenes de LBR ven a la policía como los generadores de represión. Sin embargo, el trabajo de campo permite vislumbrar que esa radical separación tiene cercanías. Por ejemplo, durante un partido disputado en el estadio Nemesio Díez, me ubiqué con algunos integrantes de LBR Villa justo al lado de la columna policial. Los policías se forman en hileras desde la parte superior a la inferior de las graderías haciendo que los aficionados se dividan en secciones dentro de la tribuna. Pude observar que los uniformados que se encontraban a mi lado, en varias ocasiones sacaban sus teléfonos celulares para grabar con la cámara de video a los aficionados cantando y saltando, algunos de los chavos que estaban conmigo se daban cuenta de este hecho pero nadie se cubría el rostro ni decía nada al respecto. Pregunte a dos de aquellos jóvenes, en el intermedio del partido, acerca de su percepción por este hecho. Se miraron sorprendidos por mi pregunta y me dijeron orgullosos que incluso los policías se divierten por la fiesta de LBR. Indagué acerca de lo que creían que hacía la policía con esos videos y me respondieron que seguramente los utilizarían para mostrarlos a su familia y amigos. Fui más directo y les pregunté si no temían que usaran esas imágenes para perseguirlos, mis dos acompañantes se rieron y me explicaron que eso era muy poco probable porque en ese momento no había ningún enfrentamiento con los policías. Aclararon que sí podría ser problemático que la policía realizara este tipo de acciones durante una pelea o algo por el estilo. Empecé a creer que los chavos tenían razón cuando los policías que tenía a mi lado empezaron a consumir helados que le compraron a uno de los vendedores

4

Alguien dispuesto a reñir, inquieto, alborotador, lujurioso.

ambulantes que trabajan dentro del estadio. Curiosamente, el policía que se encontraba inmediatamente adelante de los uniformados consumidores de helado, hizo el intento de saltar al ritmo de uno de los cánticos que LBR estaba empezando a corear. Su compañero, quien estaba a su lado, lo miró, sonrió y asintió disimuladamente con su cabeza, siguiendo el ritmo de la canción que los aficionados coreaban. Sin embargo, estos mismos elementos de la fuerza pública se miraron, frunciendo el ceño, cuando la Banda empezó a interpretar un cántico en el que se hablaba mal de los policías. 2. MOVER EL SECTOR – LBR – LOS DE VILLA Comprender a los jóvenes vinculados a LBR dentro este ambiente polarizado y enmarcado por la industria cultural futbolera, requiere superar la visión oficial que los clasifica como masa irracional y alienada. Esto implica visibilizar algunas de sus dinámicas sociales, algunas de las cuales requieren de una muy seria organización. Para los jóvenes, esta administración está configurada por prácticas significativas alrededor del fútbol. Algunas de estas prácticas serán descritas a continuación Los jóvenes con quien he interactuado de manera más cercana coinciden en que algunos muchachos y muchachas de Toluca y de los municipios aledaños están buscando permanentemente grupos juveniles para vincularse, incluyendo aquí las agrupaciones de fútbol. Al mismo tiempo, las personas que ya pertenecen a estas agrupaciones motivan a otros jóvenes para que empiecen a participar en los grupos que ya están conformados. Esta convocatoria informal se realiza en los colegios, en las fiestas y en los espacios a donde los jóvenes se reúnen. Uno de los motores que mueve esta interacción es la búsqueda juvenil de espacios adonde puedan sacar lo que traen de toda la semana. En sus propias palabras, algunos jóvenes de estos municipios se quieren desahogar, buscan grupos adonde nadie los juzgue. Una vez inician su participación dentro de grupos de aficionados al fútbol, empiezan a sentir gusto por hacer cosas y tener sensaciones que en su vida escolar y familiar no experimentan. Por ejemplo, gritar desaforadamente hasta llegar a sentirse libres, tomar licor, desafiar y huir de la policía, enfrentarse con

grupos de aficionados en Toluca que le van a otros equipos de fútbol, por ejemplo, la agrupación americanista Ritual del Kaos. Estas dinámicas incentivan a los jóvenes a ahorrar dinero durante la semana para poder pagar los boletos y el transporte, levantarse temprano los domingos, no asistir a reuniones familiares de fin de semana porque prefieren estar en el estadio o con los amigos de la barra, escaparse de la casa para estar con su grupo de aficionados, etc. Los jóvenes de Toluca que no pertenecen a LBR se sorprenden y ven con cierta extrañeza este tipo de prácticas de sus pares aficionados al fútbol. Para poder empezar a comprender este tipo de dinámicas sociales significativas, vale la pena mencionar el descubrimiento que hizo una de mis jóvenes informantes: una de sus amigas, perteneciente a LBR Villa llegó cierto domingo al lugar desde donde la agrupación saldría rumbo a Toluca. Esta joven venía emocionalmente descompuesta, lloraba, no lograba articular las frases que decía, y temblaba mucho. Mi informante le preguntó por la razón de su situación, ella le contestó que acababa de tener una gran discusión con sus padres quienes se oponían a que fuera ese domingo al estadio, por lo tanto había decidido escaparse de la casa. Mi informante recordaba conmovida aquel incidente. Afirmó: hasta ese momento, pensaba que nadie sentía lo que yo sentía. Aclaró que ella, en muchas ocasiones, tembló y se enfermó por no poder reunirse con su grupo para ir al estadio. Me dijo además, que después de aquella experiencia se encontró a otras personas que tenían este mismo tipo de experiencias. Empezar a hacer parte de una de estas agrupaciones requiere seguir un proceso. Si un grupo de jóvenes que resida en algún barrio de Toluca o en alguno de los municipios aledaños, como por ejemplo Xonacatlan, Zinacantepec, Lerma, Ocoyoacac, entre otros, quiere vincularse a LBR, es necesario que alguno de los participantes de la nueva agrupación tenga un padrino que funge como intermediario entre ellos y uno de los tres grandes líderes que dirigen a LBR. Éste padrino estará pendiente de que los miembros del nuevo grupo realicen ciertas actividades y aprendizajes, como por ejemplo, diseñar trapos, banderas, playeras y, fundamentalmente, aprenderse los cánticos de LBR. Sólo entonces empezará a

ser parte de LBR como un sector de esta agrupación. Estas tareas se conocen como mover el sector. Se puede decir, que en LBR y en LBR Villa, la idea de mover el sector es equiparable a gobernar un subgrupo de LBR. Entonces, LBR está conformada por la reunión de diferentes sectores, cada uno de ellos perteneciente a un barrio de Toluca o a un pueblo cercano a esta ciudad. Para los líderes de los sectores que conforman LBR, es muy importante estar en contacto y ser reconocido por los dirigentes de este grupo de aficionados. En este sentido, para los integrantes de LBR Villa resulta relevante que su líder principal sea integrante de Los Ridíkulos 26, nombre que recibe la orquesta de LBR. Desde esta participación, LBR Villa puede ser visibilizada por los líderes principales de LBR. Los tres grandes líderes de LBR, interactúan de forma personal con los líderes de cada uno de estos sectores, al menos cada 15 días. Esta relación está mediada por la realización de diferentes tareas, por ejemplo, ensayando dentro de la orquesta de LBR o comercializando boletos para que los líderes de cada sector los vendan a los participantes de su grupo. Además de esta interacción personal, existe una comunicación constante entre los líderes de LBR y de los sectores por medio de la red social WhatsApp Esta comunicación presencial y virtual es muy importantes para que los líderes de cada sector informen a los líderes de LBR acerca de cómo se están moviendo los sectores, así como para que los encargados de LBR informen a los sectores, por intermedio de cada líder, acerca de las actividades que se realizarán en el futuro. El líder de LBR Villa envía mensajes por WhatsApp o comparte en reuniones personales con los integrantes de su sector aspectos relevantes de sus interacciones con los líderes de LBR. Además de socializar decisiones logísticas, como precios de boletos y transporte, enfatiza la percepción que los líderes de LBR tienen de ellos. Por ejemplo, después de un partido disputado en el estadio Nemesio Díez, el líder de LBR Villa puso un mensaje en el grupo de WhatsApp que decía: fuimos re poquito al partido del domingo...tanto que el sefo me pregunto que si todos eramos LOS DE VILLA (sic). En este caso Sefo, uno de los líderes de la LBR compartió su preocupación acerca de cómo se estaba moviendo el sector. Mover el

sector también tiene que ver con la capacidad de convocar un gran número de personas para que compren boletos y asistan al estadio con aguante. Una de las actividades importantes para mover el sector consiste en gestionar el transporte para poder asistir a estadio. Esto implica convocar gente del sector para reunir el dinero suficiente para pagar el autobús. Una mañana de domingo, durante los preparativos para dirigirnos al estadio, el líder de LBR Villa recogió $50 por persona para pagarle al conductor por el transporte de ida y de regreso desde Villa hasta el estadio Nemesio Diez. Le pregunté por el costo del viaje, me respondió que el conductor le cobra $750 por llevarlos hasta el estadio y volverlos a traer después del partido. Me explicó que esa era una de las razones por las que tenía que presionar tanto durante la semana para que la gente confirme quien va a ir. Si no se completan 15 personas, no alcanzarán a cubrir el valor del viaje. Efectivamente, este joven invita durante toda la semana, a través del grupo de WhatsApp, a los integrantes del sector para que paguen la cuota correspondiente y asistan al estadio. En muchas ocasiones, menos de quince personas del sector asisten al estadio. En estos casos se pone en marcha otro proceso logístico que tiene que ver con llegar al estadio trasbordando, esto es, tomando dos o tres autobuses del servicio público. Para lograrlo esperan cada automotor en lugares específicos, piden rebaja a los conductores argumentando que son varios los jóvenes que viajarán, solicitan permiso a los conductores para poder subir con los tambores y otros instrumentos musicales. Es muy común que los conductores no accedan a estas peticiones, por lo tanto la espera por el siguiente autobús es tediosa. La comercialización –incluyendo la reventa- de boletos de ingreso al estadio es otro mecanismo que permite mover el sector. Una parte de este complejo proceso ocurre justo en la parte exterior del estadio, antes de iniciar los partidos. En estos lugares muy a menudo ocurren situaciones como la siguiente: un joven se nos acercó y nos preguntó si necesitábamos boletos, algunos contestaron que no. A unos metros de nosotros otro joven con una maleta colgada sobre su pecho, atendía a otros jóvenes recibiendo dinero y entregándole boletos para entrar al juego de fútbol de aquel día.

Pregunté a unos de los integrantes de LBR Villa que si ya tenían boleto para entrar al estadio, me respondieron que ya los habían pagado y que en un momento el líder de la agrupación se los entregaría. Indagué por aquel joven que vendía boletos, me explicaron que era de otro sector y que muy seguramente le había comprado los boletos a algún líder de LBR y los estaba vendiendo por su cuenta, indagué si esos boletos eran más caros, noté una resistencia ante mi pregunta, hubo un largo silencio, después me respondieron tajantemente que era posible que fueran más costosos. Antes de empezar cada cotejo, el líder de LBR Villa reparte boletos a quienes los hayan pagado durante la semana. Es frecuente recibir mensajes de este líder avisando que le debe depositar en una cuenta bancaria, y en fechas determinadas, el dinero de los boletos a uno de los líderes de LBR. Previo al inicio de los partidos, el líder de LBR Villa se reúne con los líderes de LBR para confirmar el depósito bancario y recibir a cambio los boletos correspondientes. Sin embargo, hay personas que no alcanzan a pagar durante la semana, en cambio llevan el dinero del boleto al estadio. El líder, como parte de su función relacionada con mover el sector, pregunta permanentemente acerca de quién falta por boletos para conseguirlos con los líderes de LBR o con las personas que ellos designen. Esta actividad de compra-venta ocurre junto a una de las puertas de ingreso al estadio y en un estacionamiento ubicado a media cuadra del Nemesio Díez. Dentro del estadio, durante los partidos del equipo Toluca, los sectores pertenecientes a LBR se ubican en lugares determinados, en la parte inferior de la tribuna de sol. Según el líder de LBR Villa, cada sector intenta demostrar el sentimiento, la pasión, el aguante que se tiene por el equipo de fútbol Toluca y, fundamentalmente, se intenta que los líderes de LBR se den cuenta de que el sector se está moviendo. De la misma manera como lo muestra Varela (2012 pág. 103) en su investigación con una barra del Club América, las actividades que realizan los participantes de LBR son oportunidades para demostrar sus capacidades jerárquicas y organizativas.

Otra actividad organizativa fundamental para LBR es la composición de nuevos cánticos. Sin embargo, estas canciones carecerían de sentido si los integrantes de la agrupación no las saben y no la cantan en el estadio. Para lograrlo, se despliega una serie de procesos pedagógicos. Pude presenciar uno de ellos justo antes de iniciar una caravana de LBR al inicio de uno de los campeonatos de fútbol mexicano. Acompañado de algunos integrantes de LBR Villa me acerqué a un grupo que empezaba a ensayar los cánticos de LBR al compás de sus tambores. Se trataba de la orquesta los Ridículos 26. Mientras tanto, cuatro jóvenes caminaban rápidamente por el área del parque adonde se encontraban los aficionados, uno de ellos era uno de los líderes de LBR. Repartían pequeños papeles con letras verdes impresas en donde se leían cuatro estrofas: Dale Dale Dale Diablos Rojos Suden la camiseta Queremos otra vuelta dar Esta banda ya aguanto 10 años Los malos resultados Y aca estamos de fiesta Siempre alentamos Vayas donde vayas ahí estamos Oooooh deportivo Eres lo mas grande rojo querido (sic)

Una de mis acompañantes me explicó que era el cántico que la agrupación iba a ensayar a continuación. La orquesta empezó a tocar la nueva canción para que todos los presentes la cantáramos. Varios jóvenes miraban el pequeño papel que nos acababan de entregar y repetían las estrofas. Posteriormente,

ya

ubicados

dentro

del

estadio,

la

orquesta

repetía

permanentemente esta canción para que todos la aprendiéramos con ayuda de la letra escrita en aquel papel. Los líderes de LBR están muy pendientes de los sectores que cantan con más fuerza y energía. Casi en todos los partidos, uno o dos hombres transitan dentro de los sectores cantando las canciones mientras

miran la cara de los asistentes. Se acercan especialmente a aquellos grupos que no están cantando y entonan los temas muy fuertemente y pronunciando claramente la letra. Saber la letra de las canciones y cantarlas con fuerza es un indicador de que se está moviendo el sector. Que el sector sea reconocido es prioritario para mover el sector. Inicialmente, se pueden identificar tres tipos de reconocimiento. Uno de ellos ya se mencionó anteriormente: tener una percepción favorable dentro de los líderes de LBR. Un segundo tipo de reconocimiento tiene que ver con las referencias que los medios de comunicación hagan del sector. Para los jóvenes de LBR Villa es muy significativo que los medios mencionen a LBR o que LBR Villa aparezca en televisión, periódicos y fotos. Algunos integrantes de este sector, hacen notar su orgullo cuando mencionan que el autobús en el que se transportan para ir al estadio ha aparecido en ESPN, Televisa o Fox Sports, aunque sea durante unos pocos segundos. Incluso, cuando esto ocurre, el líder les muestra a algunos miembros de esta agrupación cortos videos grabados en su celular para confirmar que los medios de comunicación se están refiriendo a ellos. La tercera forma de reconocimiento, en el caso de LBR Villa, está asociado al impacto que su imagen como grupo de aficionados tiene dentro de la gente de su propio pueblo. Por ejemplo, durante uno de los viajes de regreso del estadio a Villa, el líder advirtió a los muchachos que era el momento de sacar las banderas. Él se colocó el bombo frente a su pecho y empezó a tocar, lo mismo hicieron en la parte de atrás del automotor con el otro tambor y empezaron a cantar con mucha fuerza. Este hecho fue muy curioso, fue como una especie de despertar del sueño. Hasta ese momento todos iban muy calmados, conversando entre sí, pero cuando estábamos en los límites de la Villa Cuauhtémoc la mayoría de jóvenes se movilizó generando un ambiente muy similar al que había visto dentro del estadio. Le pregunté a mi vecino que si se había visto esta transformación con anterioridad, me respondió que sí, que lo hacían porque estaban entrando al pueblo y que lo hacían para hacerse notar.

Mientras tanto, La gente en la calle de Villa Cuauhtémoc miraba con curiosidad aquel espectáculo. El bus se estacionó y el líder gritó todos afuera. Todos bajamos y una de las mujeres que nos acompañaba empezó a animar al grupo para que cantara con más fuerza. Uno de los jóvenes me dio una bandera para que la llevara durante el recorrido. Empezamos a caminar hacia la parte central del pueblo. Era una pequeña procesión de 15 personas. Todos cantábamos los mismos temas que se cantan en el estadio, la gente continuaba observando. Una vez llegamos a la plaza central, el grupo interpretó dos canciones más, luego dejaron de tocar y de cantar y empezaron a conversar en pequeños grupos. Algunas mujeres del pueblo se aproximaron mostrando a sus pequeños hijos aquel curioso grupo de aficionados. Unos jóvenes de LBR Villa se acercaron y saludaron a los niños. Dos hombres preguntaron cómo había quedado el marcador del encuentro deportivo, los jóvenes de LBR Villa respondían y conversaban rápidamente con las personas que se habían reunido alrededor de ellos. El líder de LBR Villa asume que la organización del sector facilitará que su agrupación sea visible y por lo tanto reconocida por la gente, por los líderes de LBR y por los medios de comunicación. Siguiendo esta idea, señala que Villa no más que una barra, es una familia. Desde esta perspectiva, así como una familia se cuida, se organiza y se apoya mutuamente, él intenta que los miembros de este grupo se protejan y se ayuden mutua y permanentemente. Esta es su idealización de mover el sector. Los líderes de LBR se encargan de promover que los integrantes del sector comprendan y cumplan una serie de comportamientos asociados a valores propios de los grupos de aficionados, por ejemplo, cuidar sus “trapos”, esto es, grandes trozos de tela en donde se leen los nombres y colores de la agrupación. Esto lo pude evidenciar claramente al finalizar un partido. La mayoría de integrantes de LBR Villa se sentaron, recostando su espalda contra la pared de una tienda OXXO, compraron refrescos y cerveza. Allí estuvimos aproximadamente quince minutos. Uno de los muchachos decidió salir a la calle solo y ufanarse mostrando a los transeúntes el trapo de la agrupación. Ante este hecho, el líder se apresuró a

reprenderlo muy fuertemente: “¡qué onda!, ¿quieres que nos roben el trapo?, ¡no seas pendejo!, ¡guárdalo!”. Todos los demás miraban aquella acción en silencio. El joven que había sacado el trapo lo guardó inmediatamente y se sentó junto a sus compañeros. Me acerqué al líder y le pregunté por lo que había ocurrido, me respondió que sería una gran pérdida que les robaran un trapo. Afirmó que si eso llegara a pasar, muy seguramente toda LBR, incluyendo sus líderes, se enterarían de lo ocurrido. Eso generaría una pésima imagen de LBR Villa, significaría que Los de Villa no saben defenderse, ni cuidarse. Sería una gran causa de burla y posiblemente ocasionaría perder gran parte del apoyo que les dan los líderes de LBR, apoyo que, según él, se han ganado con mucho trabajo. Según lo expuesto anteriormente, para los integrantes del LBR y específicamente para LBR Villa, mover tiene que ver, entre otros procesos, con liderar, organizar y promover actividades para generar contactos y reconocimiento, cooperaciones económicas, viajes para acompañar al equipo, una actitud definida como aguante, diseño y elaboración de materiales distintivos. Pero fundamentalmente, mover el sector tiene que ver con gestionar ayuda y protección mutua para que la agrupación sea una familia.

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