« Entre Montecasino y Ginebra : Estudio sobre las vicisitudes del Beato », In : Beato de Liébana. Codice de Ginebra, Burgos, 2015, p. 27-34.

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ENTRE MONTECASINO Y GINEBRA: ESTUDIO SOBRE LAS VICISITUDES DEL BEATO Arnaud Delerce Doctor en historia de la EHESS UMR 5648. Université Lyon II

El último folio de las Instituciones gramaticales de Prisciano, obra unida al Comentario al Apocalipsis, lleva una interesante nota, descifrada gracias a la ayuda de una lámpara de Wood: Ex libris Joannis Delerce Maurici / Jean Delerce Mauris de St d’Au / de St Jean d’Aulph y al verso: J’ay trouvez ce livre / à l’abay d’Aulph / à l’abay d’Aulph / à l’abay d’Aulph / Jean Delerce Mauris / ce 2 février 1794 / 1792 1793. Como el examen codicológico permite afirmar que las dos partes del manuscrito han sido unidas antes del siglo XVII, este ex libris se refiere a todo el volumen, tal y como lo vemos hoy. Esta breve nota ofrece, sin embargo, importantísima información acerca de las vicisitudes del libro, pues asegura la presencia de la obra en la biblioteca de la abadía cisterciense de Santa María de Aulps, revela el nombre del desalmado ladrón, Jean Delerce-Mauris, y la fecha de su latrocinio, sin duda el 2 de febrero de 17931. Estos datos suscitan diversas cuestiones sobre el itinerario seguido por este manuscrito de escritura beneventana, y aunque muchas quedarán sin respuesta, al menos será posible dar algunas opiniones sobre otras, apoyados en recientes investigaciones sobre la abadía de Aulps, e intentar explicar cómo pudo viajar este libro desde el sur de Italia a Saboya, antes de tratar de esclarecer las circunstancias de su robo en la biblioteca abacial.

LA ABADÍA DE AULPS Y SU BIBLIOTECA ESBOZO HISTÓRICO

Comencemos la investigación por la abadía de Aulps, donde, según el ex libris, se conservó el Beato hasta 1793. No será inútil recordar brevemente la historia de esta importante casa, fundada hacia 1095 por monjes observantes venidos de la abadía borgoñona de Molesme2. El monasterio está situado en la antigua diócesis de Ginebra, a 25 kilómetros

1 La nota indica también los años 1792 y 1794, pero el primero debe rechazarse sin reservas, ya que por aquel entonces los monjes aún seguían en Aulps. El año 1794 podría ser posible, pero es preferible el de 1793, inmediatamente después de la marcha de los últimos religiosos. 2 Hoy municipio del departamento de la Côte-d’Or, en el cantón de Laignes.

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de Thonon, en el actual pueblo de Saint-Jean-d’Aulps. El edificio monasterial, a 800 metros de altitud, está rodeado de abruptas montañas, a las que debe el nombre de Aulps, del latín alpibus, pastos. Esta situación, en la Edad Media, lo alejaba de las grandes vías de comunicación de Saboya. Las inquietudes espirituales de los religiosos, particularmente originales, se inspiraban en una concepción de la vida monástica teñida de eremitismo, cuyos ejes principales eran la estricta aplicación de la Regla de San Benito y la exaltación del trabajo manual3. Estas pinceladas muestran que Aulps ofrecía entonces un modo de vida monástico nuevo, que conciliaba algunas tendencias ascéticas de su tiempo. Una prueba de su éxito es que a principios del año 1097 fue erigido en abadía y estaba preparado para fundar rápidamente las abadías de Hautecombe, Balerne y Bonmont4. Esta pequeña congregación monástica se deshizo y pasó íntegramente a la Orden cisterciense entre 1131 y 1136. Desde mediados del siglo XII hasta mediados del XIII los monjes de Aulps se hicieron con un amplio dominio temporal de más de varias decenas de miles de hectáreas y lo transformaron enseguida en un poderoso señorío eclesiástico donde ejercían la Justicia, cobraban las rentas y controlaban los medios de producción. Desde mediados del siglo XIII, la comunidad se vio afectada por un descenso de vocaciones y un progresivo endeudamiento económico. A pesar de los intentos de adaptación, la economía se hundió por culpa de largos y fastidiosos pleitos con los vecinos, aristócratas o religiosos, y la población local. A finales de la Edad Media los monjes lo habían perdido casi todo. Los burgueses de Evian, Thonon, Cluses o Bonneville controlaban sus granjas, los campesinos ocupaban sus tierras y los oficiales de los duques de Saboya dictaban Justicia. Sin embargo, en el siglo XVI, el culto popular a las reliquias de San Guérin, segundo abad de Aulps y obispo de Sion en Valais, se incrementó en los Alpes occidentales. La inhumación en la iglesia abacial del cuerpo de este santo protector de los animales permitió a Aulps mantener una cierta irradiación espiritual durante la época moderna. La llegada de los franceses a finales de 1792 provocó el éxodo de los monjes y el saqueo del monasterio. En marzo de 1823 los habitantes de SaintJean-d’Aulps dinamitaron la iglesia abacial para reconstruir su incendiada iglesia parroquial. En este rápido recorrido por la historia de Aulps no descubrimos ningún lazo con el sur de Italia. La investigación puede proseguir buceando en la documentación relativa a la biblioteca del monasterio. LA BIBLIOTECA DE AULPS

El rico archivo de Aulps es bien conocido porque conserva abundante documentación moderna y preciosos restos que atenúan los efectos de un devastador saqueo5, pero, desgra3

Estas particularidades se detallan en una bula de 1119 otorgada a Aulps. Vide DELERCE (A.), «Élection abbatiale et exemption épiscopale. Un nouveau texte de Calixte II pour Aulps (28 avril 1119)», en Studien und Dokumente zur Gallia Pontificia. Études et documents pour servir à une Gallia Pontificia, éd. par l’Institut historique allemand de Paris et l’École nationale des chartes 6, 2009, pp. 117-140. 4 Hautecombe: municipio de Saint-Pierre-de-Curtille, cantón de Ruffieux, departamento de Saboya, Francia; Balerne: municipio de Mont-sur-Monnet, cantón de Champagnole, departamento de Jura, Francia; Bonmont: municipio de Chéserex, distrito de Nyon, cantón de Vaud, Suiza. 5 DELERCE (A.), Une abbaye de montagne, Sainte-Marie d’Aulps. Son histoire et son domaine par ses archives, 2011 (Documents d’Histoire savoyarde publiés par l’Académie chablaisienne 4).

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ciadamente, no conservamos nada de la biblioteca monástica medieval. En el estado actual de la investigación no puede atribuírsele ninguna obra y ningún inventario nos da noticia de sus fondos. Sabemos de su existencia por cortas menciones accidentales que figuran en los procesos verbales redactados con ocasión de las visitas regulares o de las sucesiones abaciales en los siglos XVII y XVIII. En 1638 solo se citan los libros litúrgicos: Dans ladite chantrerie et formes sont trente troys livres de chantrerie tous vieulx et viellie lettre, les couvertures rompues n’y en ayant que deux de nouvelle lettre aussy rompus.6

Y lo mismo en 1666: Le coeur des religieux est de sapin et asses mal en ordre quand au dessus. Il y a des livres de chamt manuscris en asses bonne quantité. L’on tient encor le vieil breviaire, fautte de nouveaux. Il n’y a qu’un missel ancien de l’Ordre et quattre romains à costé du grand authel (...).7

En 1688 un proceso verbal más puntilloso, llevado a cabo por los emisarios del Senado de Saboya, es más revelador: Nous trouvames encor dans la ditte archive 30 livres escripts à la main de la sainte Escripture et des Peres que nous laissames au dessus d’une garde-robbe à main gauche en entrant et que nous n’inventariames pas autrement qu’en prenant notte du nombre, le surplus ayant este intitulé.8

El último documento está fechado el 14 de noviembre de 1792; se trata del inventario de bienes de la abadía, redactado en aplicación del decreto de confiscación de bienes del clero, emitido por la Asamblea Nacional de los alóbroges el 26 de octubre de 17929. Los dos comisarios reseñaron con precisión los «livres pour l’église»10 y una de treintena de «livres de la maison trouvés dans la chambre de Dom prieur», todos ellos impresos11. Cuando llegaron a la «bibliotèque», lugar donde probablemente se hallara depositado el Beato, los encargados del inventario renunciaron por desgracia, como en 1688, a describir con detalle un contenido que seguramente juzgaron imposible de vender: «Quarante volumes in folio. Trois cent autres volumes, presque tous très vieux et mal rangés, de manière que je n’ai pu les inventorier en détail»12. A estos paupérrimos datos se reduce cuanto sabemos de la biblioteca de Aulps. Las fuentes modernas dejan adivinar su esplendor, al descubrirnos decenas de manuscritos medievales, pero no conocemos el título de ninguno de ellos. La historia y

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MÉHU (D.), DELERCE (A.), L’impossible réforme. Les visites de l’abbaye cistercienne Sainte-Marie d’Aulps du XVIe au XVIIIe siècle, 2011 (Documents hors-série publiés par l’Académie salésienne 2), p. 77. 7 Ibidem, p. 99. 8 Ibidem, p. 149. 9 Archivo de la parroquia de Saint-Guérin en el valle de Aulps, depositado en Morzine: «Inventaire de tous les meuble, bestiaux et denrées de l’abaye d’Aulph, prit par le citoien Jean-Baptiste Deleschaux, ensuite de la commission qui lui en a été donné par la commune de Thonon, le 1er novembre 1792, la première année de la République françoise et liberté savoisienne», sin clasificar. Este inventario ha sido editado, pero muy parcialmente, por COUTIN (F.), «L’inventaire de l’abbaye Notre-Dame d’Aulps», Mémoires et documents publiés par l’Académie salésienne, t. 74, 1961, pp. 71-83. 10 Ibidem, [fol. 5v]: «Cinq missels, deux autres [missels] pour les morts, deux rittuels, six grands psautiers, quatre graduels, trois antiphonaires, un lectionnaire sur le pulpitre, sept procéssionaux». 11 Ibidem, [fol. 10v-11r]. 12 Ibidem, [fol. 13r].

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los archivos del monasterio no sirven para iluminar el camino que siguió el Beato hasta Aulps. Nuestra búsqueda debía de terminar aquí, si no fuera porque existe un débil pero directo nexo entre esta abadía y el sur de Italia.

DE MONTECASINO A AULPS LA HIPÓTESIS FOSSANOVA

Del estudio paleográfico del Beato de Ginebra se concluye que fue elaborado en Italia meridional en el último tercio del siglo XI. En esa época y región, la abadía de Montecasino, situada entre Roma y Nápo- Ruinas de la iglesia abacial de Aulps (cliché Y. Tisseyre/OTVA) les, ocupaba un puesto sin par en la producción de manuscritos. Bajo el abadiato de Desiderio (10581087), el futuro papa Víctor III, y de su sucesor Oderisio (1087-1105), el scriptorium casinense llevó a cabo una intensa actividad y alcanzó su apogeo13. Ahora bien, dos siglos antes los monjes de Montecasino fueron solicitados por los condes de Aquino para fundar un monasterio cerca de Piperno, en la provincia de Roma y diócesis de Terracina. El nuevo cenobio estaba situado a unos cuarenta kilómetros de la abadía madre, en un meandro del Amazeno14. Tomó más tarde el nombre de Fossanova. Es lógico suponer que entre las dos casas existieran intensos intercambios intelectuales15. Este lazo de filiación entre los dos monasterios se mantuvo hasta 1135; este año la abadía benedictina de Fossanova fue afiliada a la Orden del Císter, probablemente como resultado de los viajes de Bernardo de Clairvaux a Italia16. Una colonia de monjes blancos fue enviada allí para enseñar el propositum cisterciense a la comunidad; precisamente estos formadores, que a su vez estaban llamados a descubrir la cultura casinense, venían de Saboya y específicamente de la abadía de Hautecombe, cerca de Chambéry, a orillas del lago Bourget. Pero no era suficiente con conocer los usos cistercienses; Fossanova debía también amoldarse a la legislación de la Orden, cuyos estatutos preveían la visita anual de la abadía filial por parte del abad de la casa madre y la participación de todos los abades cistercienses en el capítulo general anual, que se celebraba a mediados de septiembre en Cîteaux. Todo esto supuso redefinir el árbol genealógico de Fossanova, que desde 1135 se convirtió en hija adoptiva de Hautecombe17. 13

NEWTON (F.), The scriptorium and library at Monte Cassino, 1058-1105, Cambridge, 1999. DIMIER (A.), L’art cistercien hors de France, La Pierre qui Vire, 1971, p. 191. 15 Sobre la importancia en la región de Montecasino y del studium de Nápoles en la difusión de textos, vide GRANIER (T.), «Les échanges culturels dans l’Italie méridionale du Haut Moyen Âge. Naples, Bénévent et le Mont-Cassin aux VIIIe – XIIe siècles», Les échanges culturels au Moyen Âge. Actes du XXXIIe congrès de la Société des historiens médiévistes de l’enseignement supérieur public, (Dunkerque, 2001), Paris, 2002, pp. 89-105. 16 Sobre las fundaciones cistercienses en Italia, vide CABY (C.), «Les cisterciens dans l’espace italien médiéval», en Unanimité et diversité cisterciennes. Actes du quatrième colloque international du C.E.R.C.O.R. (Dijon, 23 au 25 septembre 1998), Saint-Etienne, 2000, pp. 567-594. 17 JANAUSCHEK (L.), Originum cisterciensium, t. I, Vienne, 1877, pp. 37-38, n.° XC. 14

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Esta íntima unión fue causa de innumerables contactos entre las dos casas; además del viaje anual del abad de Hautecombe a Fossanova, fueron muchas las ocasiones que pudieron aprovecharse para enviar a Saboya manuscritos como el Beato. Sin embargo, teóricamente nos falta un eslabón para hacer llegar el Comentario al Apocalipsis a Aulps. A pesar de las dudas que plantean los documentos relativos a la fundación de Hautecombe, los modernos historiadores de esta abadía no cuestionan su fundación por los monjes de Aulps. Pierre Duparc apuesta por el año 1121 para la primera versión de una falsificación que contiene a la vez elementos a priori auténticos y numerosas anomalías, pero rechaza los argumentos de Dom Romain Clair, que suponía una fundación anterior a 1119: «La hipótesis de una llegada de los monjes antes de 1121 puede defenderse, pero todavía sin pruebas»18. Sea lo que sea, existía un camino tortuoso, pero muy frecuentado, que llevaba de Montecasino a Aulps pasando por Fossanova y Hautecombe. Queda aun por analizar una dato importante en apoyo de la hipótesis de este viaje del manuscrito por vía de las filiaciones monásticas. DE AULPS A MONTECASINO

Molesme (1075)

Montecasino (hacia 530)

Aulps (1094, 1136)

Hautecombe ([antes de 1121], 1135)

Fossanova ([siglo IX], 1135) (En negrita el año de fundación; en cursiva, el año de afiliación a la Orden cisterciense).

GODOFREDO DE AUXERRE

«Bernardo de Clairvaux colocó el amor en el centro de su teología mística, enseñando que el amor de Dios es el único camino que lleva a la meta de la perfección cristiana: la unión del alma humana con su Creador.»19 Siguiendo sus pasos, los cistercienses hicieron del Cantar de los Cantares uno de sus libros bíblicos preferidos; en cambio, comen18 CLAIR (R.), «Les origines de l’abbaye d’Hautecombe», Mélanges à la mémoire du Père Anselme Dimier, t. II, histoire cistercienne, vol. 4, abbayes, Pupillin, 1984, pp. 616-617; DUPARC (P.), «Le premier siècle de l’abbaye d’Hautecombe», en Actes du XXXIe congrès des sociétés savantes de Savoie (Annecy, 13 et 14 septembre 1986), Annecy, 1988, pp. 197-214 (Mémoires et documents publiés par l’Académie salésienne, t. XCV), p. 198. Por otra parte es posible que, teniendo en cuenta que tan solo catorce años separan la fundación de Hautecombe por Aulps del envío de la colonia a Fossanova, monjes de Aulps hayan podido desplazarse a Italia meridional vía Hautecombe y reforzar así los lazos entre las dos casas. 19 LEKAI (L. J.), Les moines blancs. Histoire de l’Ordre cistercien, Paris 1957, p. 193.

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De Montecasino a Aulps - Mapa de las abadías citadas

tar el Apocalipsis quedaba más bien al margen de una espiritualidad orientada hacia la cristología y la mariología. A pesar de todo, algunos pensadores de la Orden no renunciaron a la exégesis de los escritos atribuidos a San Juan, siendo los más conocidos Joaquín de Fiore20 y Godofredo de Auxerre21; los dos mantuvieron relaciones con Fossanova. Las del primero no fueron muy intensas; Joaquín de Fiore fue abad de Santa María de Corazzo en Calabria desde 1177 a 1188 y fue el artífice de su incorporación a la Orden cisterciense como filial de Fossanova22. Por su parte, Godofredo de Auxerre fue secretario de Bernardo de Clairvaux y más tarde su biógrafo. En 1165 dimitió del cargo de abad de Clairvaux. A partir de aquí su carrera despierta nuestro interés; fue elegido abad de Fossanova en 1171 y en 1176 abad de Hautecombe, dos monasterios en cuyas bibliotecas pudo haber estado el Beato. Avanzar por este camino supondría analizar la dependencia de Godofredo respecto del comentario de Beato y las similitudes de sus respectivas hermenéuticas23, lo que sobrepasa con mucho los objetivos del presente artículo, aunque justo es reconocer la singular coincidencia entre el itinerario del Beato de Ginebra propuesto más arriba y la trayectoria personal de uno de los más notables comentaristas cistercienses del Apocalipsis.

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Vide, Joachim de FIORE, Enchiridion super Apocalypsim, ed. BURGER (E. K.), Toronto, 1986 (Pontifical institute of Mediaeval studies), y sobre todo los numerosos trabajos de ADORISIO (A. M.), entre los cuales Dinamiche librarie cistercensi: da Casamari alla Calabria: origine e dispersione della biblioteca manoscritta dell’abbazia di Casamari, Casamari, 1996 (Bibliotheca Casaemariensis 1). 21 Geoffroy d’AUXERRE, Sur les trois premiers chapitres de l’Apocalypse, vingt sermons, ed. Emery (P.-Y.), Saint-Jean-de-Matha, 2009 (Pain de Cîteaux, 3/30). 22 PACAUT (M.), «Fidélité aux principes, adaptations, accommodements: quelques témoignages (v. 11901240)», en Unanimité et diversité cisterciennes. Actes du quatrième colloque international du C.E.R.C.O.R. (Dijon, 23 au 25 septembre 1998), Saint-Etienne, 2000, pp. 176-177. 23 Aunque es notorio que Godofredo se inspira sobre todo en san Agustín, san Jerónimo, Gregorio Magno y Beda el Venerable.

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Formuladas estas hipótesis, hay que reconocer que únicamente el ex libris del ladrón, escrito en 1793, permite asociar el Beato con Aulps. Dado que se trata del único dato seguro de su itinerario, convendrá esclarecer las circunstancias del robo.

LAS CIRCUNSTANCIAS DEL ROBO LA SALIDA DE LOS MONJES Y EL SAQUEO DE AULPS

Expulsados por los revolucionarios franceses, los últimos seis monjes abandonaron Aulps a principios del año 1793. Su salida fue precipitada, si hemos de creer lo dicho por un manuscrito inédito digno de fe: Les religieux de l’abbaye de Saint-Jean-d’Aulps restèrent encore quelque temps dans leurs cellules, on n’exigea pas tout de suite le serment de ces pères. (...) Mais la Révolution ne tarda pas à les mettre en fuite. Une troupe de soldats montés de Thonon arriva au Biot et faillit y prendre le révérend père Collet, prieur de l’abbaye, qui desservait la paroisse. Il leur échappa heureusement. Toutes les familles se mirent sur pied et eurent le bonheur de l’escorter assez loin de leurs poursuites. Accompagné de cinq autres pères, il se dirigea à travers les sentiers tortueux et couverts de neiges des montagnes d’Abondance.24

En tales condiciones era imposible que los monjes pusieran a buen recaudo el contenido de su archivo y de su biblioteca. La abadía permaneció sin vigilancia hasta la llegada de treinta y seis cazadores corsos el 29 de marzo de 1793, que hicieron del monasterio abandonado su cuartel25. Aulps fue saqueado a fondo por los habitantes del valle durante los tres primeros meses del año 1793. Fueron ellos quienes se apropiaron de la mayor parte de los documentos del archivo y de los libros. En su inmensa mayoría, las hojas de pergamino fueron recortadas y reutilizadas como tapas de libros de notas, quemadas o tiradas por sus nuevos poseedores, y solo excepcionalmente vendidas o donadas a coleccionistas. Algunas fueron desgarradas y clavadas como amuletos apotropaicos en los establos. Para los campesinos, estas pieles cubiertas de trazos ininteligibles tenían que contener forzosamente algo del poder protector de San Guérin26. Pero también, teniendo en cuenta la sustracción de actas relativas a la propiedad de los pastos, el saqueo debió de ser metódico y sin duda organizado por los notarios locales27. Desgraciadamente, como lo prueba la ausencia casi total de fragmentos, los inútiles manuscritos de la biblioteca no tuvieron esa suerte. En tales condiciones, la buena conservación del Beato desde febrero de 1793 hasta nuestros días se debe a la concurrencia de una serie de afortunadas circunstancias. DE AULPS A GINEBRA

Si Jean Delerce-Mauris robó el manuscrito en la biblioteca de Aulps, al menos lo libró de la destrucción. En 1793 había en Saint-Jean-d’Aulps tres personas homónimas en edad de 24

Joseph ROLLIER, Mémoires de mon grand-père ou relation de ce qui s’est passé en Chablais, surtout à Thonon, depuis 1789 jusqu’en 1800, manuscrit aux Archives de l’Académie chablaisienne, Thonon, pp. 222-223. 25 CHAPERON (A.), Paroisse de Saint-Jean-d’Aulph et ses filiales, Thonon, 1929, pp. 52-54. 26 Así se nos ha dicho repetidas veces, en encuesta oral. 27 DELERCE (A.), Une abbaye de montagne..., pp. 214-218.

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haber podido cometer el robo. El más sospechoso resulta ser Jean-François Delerce-Mauris, conocido como Jean, nacido el 25 de mayo de 1767 y muerto antes de 1854. Este hombre era habitual en la abadía, porque su familia explotaba un despacho de bebidas conocido como «la taberna de la abadía», con el distintivo de la Cruz Blanca. El establecimiento era propiedad de los monjes y estaba situado a pocos metros del muro de la abadía28. Nada sabemos del Beato hasta que llegó a manos de los Misioneros de San Francisco de Sales. Esta congregación fue creada en 1838 en la diócesis de Annecy. Encargados de misionar en India, los padres también dirigieron desde 1856 a 1905 un colegio en Evian, a pocos kilómetros de Saint-Jean-d’Aulps29, pero no parece que ninguno de los seis hijos y veinticinco nietos de Jean-François Delerce-Mauris haya frecuentado la escuela o enseñado en ella. Los padres llevaron también a cabo varias misiones en el pueblo, por ejemplo en 1898 y 192430. En una de esas ocasiones pudieron hacerse con el manuscrito, por donación o venta. Cuando el Beato fue depositado en la biblioteca universitaria de Ginebra en 2007, los responsables del Instituto Florimont declararon ignorar las condiciones de su adquisición, pero sin duda llegó a ellos por uno de estos dos caminos. Esta investigación preliminar toca a su fin, pero lamentablemente lo que más ha puesto de relieve es la ausencia de fuentes relativas a la biblioteca de Aulps y la imposibilidad de descubrir en ella la menor mención del Beato. Este fracaso se atenúa por haber hallado un lazo de unión, aunque frágil, entre Montecasino y Aulps a través de sus fundaciones respectivas, Fossanova y Hautecombe. Esta hipótesis del itinerario por vía de sus monasterios filiales deberá ser corroborada por un atento estudio de sus respectivas bibliotecas y, más aún, por los posibles préstamos que los comentaristas cistercienses del Apocalipsis, y en especial Godofredo de Auxerre, hayan podido tomar de Beato. Saint-Jean-d’Aulps Junio de 2012

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Todavía se le conoce como taberna en 1805 (Arch. municipales de Saint-Jean-d’Aulps, registre des naissances de 1805, acte n.° 29). 29 ALBERT (N.), Les trois abbés Picollet de Saint-Julien. Leur vie et leurs institutions, Annecy, 1898 (Mémoires et documents publiés par l’Académie salésienne, t. 21), p. 191. 30 Le nouvelliste de Saint-Jean-d’Aulps, Bulletin paroissial, février 1924, p. 2.

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