El Tiempo en su Materia: un estudio de caso sobre el Horario en la Hostelería.

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Descripción

El Tiempo en su Materia: un estudio de caso sobre el Horario en la Hostelería.

Raül Barrera Luna Assignatura: Antropologia Contemporània U.B.

El tiempo en su materia: un estudio de caso sobre el Horario en la Hostelería. Presentación En el ensayo siguiente se pretende mostrar, con brevedad intencional, la realidad material e influyente que adquiere un horario especial y propio en un ámbito laboral específico: siendo este el caso el mundo de la Hostelería. Una serie de propiedades que se mostraran a lo largo de este escrito con la clara vocación de mostrar tanto la subjetividad presente que nace al vivir acorde a unos patrones temporales algo “distintos” frente – y a la par – que mostrar los esquemas nacientes en lo susodicho. Con otras palabras, hacer denotar la complicación inherente de vivir con unos horarios diferentes a la “normalidad” asumida en la cultura que nos envuelve, a favor de unas características propias que nacen y se reproducen en función de esa misma “normalidad” que atenaza la “alteridad” del horario de hostelería en su cómputo general. Con ello, quiero enseñar las peculiaridades – grosso modo – de una realidad bien presente en nuestros días, puesto que recordemos que el sector de la restauración es una parte muy importante del tercer sector en España, país que basa buena parte de su economía en dicha área. Una realidad cotidiana a la que creo se le muestre cierta ignorancia hacia lo que implica y sus consecuencias personales a aquellos que se ven inmersos. Método Me he valido de la presentación teórica de la conceptualización del tiempo, tanto a lo largo de la Historia como en nuestros días, junto con ciertas analogías ajenas; para poder escribir sobre los datos bajo un marco teórico genérico como punto de partida para el estudio de caso que nos atañe. Caso de estudio que, por otro lado, ha sido realizado a partir de observaciones personales a lo largo de mi adquisición de experiencia en ese ámbito laboral – aprovechando que he trabajado de camarero a lo largo de mi vida personal – sumando entrevistas realizadas a diferentes personas con las que he contactado para que me pasaran sus experiencias para poder pronunciarme en pro de unas conclusiones. Evitando en un primer lugar que fueran simples inferencias mías, con probabilidad de error dada la subjetividad, para ligarme a respuestas dadas de forma espontánea y sin mi participación directa – para no manipular la respuesta lejos de la pregunta dada – en lo concerniente a las experiencias vividas. De las tres entrevistas – añadidas en la parte final como Anexos – remarcar la diferenciación de cada una 1: La primera corresponde a un “sujeto2” que trabaja de camarero para pagarse los estudios universitarios, siendo la segunda persona pareja de alguien que trabaja en el mundo de la hostelería a la par 1 Por motivos que creo evidentes, prefiero guardar el anonimato de los entrevistados, sin que ello quiera decir que no pueda explicar particularidades de cada uno. 2 Utilizaré el masculino en sentido neutro, así como el femenino en el mismo uso cuando sea de menester de forma indiscriminada. Ej. Persona = femenino neutro.

que tiene ocupado el fin de semana en una tienda y, para finalizar, la tercera persona trabaja únicamente los fines de semana como camarera para compartir sus horas de entre semana en otras cuestiones y actividades, como estudiar. No obstante, aparte de mostrar un marco teórico en el que apoyarme en mis explicaciones, también definiré un poco “la escuela” o línea de pensamiento que más me ha influido en mi formación para hacer denotar de “que pié cojeo” en lo que se refiere a las explicaciones ulteriores. Objeto El objeto de estudio en este breve ensayo es, pues, el camarero dentro del marco social y cultural de una sociedad bien marcada por la temporalidad y definida por y para el trabajo. Siendo el mismo patrón horario parte de lo estudiado al querer ver en él un condicionante o inclusive determinante en los aspectos sociales de lo estudiado. Objetivo Todo el mundo tiene en mente o intuye lo que implican las barreras temporales en la vida cotidiana, ya sean estas diferentes fusas horarias – como hablar con alguien del Japón a tiempo real, hoy posible – o bien tener lazos afectivos con alguien “incompatible” en cuanto a tu horario. Y es en este punto donde quiero detenerme para el ya citado y cuasi presentado breve estudio de caso. La presentación de una problemática intuida que no estudiada, alrededor de lo que he podido percibir como una “realidad” crónica en este ámbito laboral. Siendo esta las dificultades que nacen de la combinación de horarios, ya sea a nivel personal como social, en la concentración de uno de estos horarios frente al otro, o en la subliminación de uno bajo el otro. Y como afecta a sus diferentes actores en el día a día. Lo que viene siendo, en detalle, la fuerte influencia de la organización de tu mundo laboral en los demás aspectos de la vida, como no solo en lo social, sino también en lo académico, laboral y familiar. Es mostrar la fuerte tendencia que supone un horario distintivo en un mundo cultural basado en horarios “estrictos” y bien estructurados en tiempo laboral y en tiempo de ocio.

El eco de un pensamiento Mi formación académica y mi propia tendencia personal me condujeron a modelos de pensamiento basados en un materialismo condicionante de la vida social. En otras palabras, antes de empezar antropología ya me había leído a Marvin Harris. Y aunque de algo cojea, encuentro oportuno hacerme eco de algunas de sus premisas para referirme a los Horarios como parte formal de la Infraestructura que imbuye de carácter propio a las otras esferas interralacionadas. Pero antes, toca explicarse: El materialismo cultural es (Harris, 1982) “o aspira a ser, una estrategia de investigación científica” Con lo que Harris muestra su clara intención de presentar la antropología como una ciencia social que, como tal, pretenda crear corpus teóricos generales sino universales bajo el método científico. Él mismo muestra el positivismo, en su libro ya citado – concretamente página 26-28 – como base histórica de la pretensión científica de adquirir conocimiento y de su viabilidad – por así resumirlo –. Para Harris (1982) la razón de utilizar el método científico no es porque la ciencia garantice verdades absolutas libres de errores y prejuicios subjetivos, sino porque – creo yo – es el mejor método para evitar errores y subjetividades. Tenemos la falsación – falsabilidad – para contrastar hipótesis y teorías aplicándolo constantemente para comprobar y “corroborar” la veracidad de una afirmación, reduciendo errores con esta praxis de autocrítica científica. El materialismo cultural bebe, pues, de la ciencia empírica – de la observación y la experiencia – como fundamento del modo de conocimiento. El problema de la antropología (Harris, 1982) , y de las ciencias sociales en términos genéricos, es la complicación que obliga a añadir unos principios específicos para el estudio de las culturas debido a que los humanos se estudian a sí mismos: “únicamente el objeto humano es asimismo sujeto, los “objetos” tienen ideas muy desarrolladas de sus propios modos de pensar” (Harris, 1982). Así se proponen dos conjuntos de distinciones: entre sucesos mentales y conductuales; y entre los puntos de vista emic y etic. Los sucesos mentales serían el pensamiento y los conductuales serían las acciones y movimientos corporales y los efectos que producen en el medio ambiente. La razón para distinguir entre emic y etic es que los pensamientos y la conducta de los participantes pueden enfocarse desde dos perspectivas: la de los propios participantes y la de los observadores científicos (Harris, 1982). En la perspectiva emic los observadores emplean conceptos y distinciones significativos y apropiados para los participantes; y en la etic conceptos y distinciones significativos y apropiados para los observadores. Ambas aproximaciones son necesarias para obtener una explicación de los aspectos mentales y del comportamiento humano. Y aquí quiero hacer recordar el ejemplo que Harris (1982) nos cita acerca de su experiencia en la India meridional al entrevistar a agricultores sobre la muerte de su ganado doméstico. Siendo la perspectiva emic que nadie osaría acortar la vida de los terneros, que todos tienen el mismo derecho a vivir que las hembras de la misma especie. Pero lo que Harris detectó fue una realidad un tanto diferente, dado que el porcentaje de muertes entre terneros era superior,

ajustándose a la perspectiva etic en la que la tendencia se ajustaba a las necesidades sistemáticas de la ecología y economía local. Sin alejarme demasiado de la explicación genérica, detenerme en otro aspecto fundamental – en lo que creo yo – de la teoría del materialismo cultural: sus definiciones acerca de Infraestructura, Estructura y Supraestructa: Conceptos de larga duración en la Antropología del Siglo XX pero con connotaciones bien diferentes 3. Los componentes de las culturas se dividen en tres categorías que tienen relaciones causales entre ellas (Harris, 1982): La «infraestructura» consta de los modos de producción y reproducción. El modo de producción comprende la tecnología y las prácticas empleadas en la producción de alimentos y energía, dadas las restricciones que impone el medio natural. Así, algunos componentes del modo de producción serían la tecnología de subsistencia, los ecosistemas y las pautas de trabajo – incluyendo aquí el horario como pauta de trabajo, y el trabajo en si mismo como modo de producción –. El modo de reproducción incluye las prácticas empleadas para expandir, limitar y mantener la población, fertilidad, natalidad, contracepción. La «estructura» incluiría la economía doméstica y la economía política. Siendo la economía doméstica la que comprende la organización de la producción, el intercambio y consumo en las unidades domésticas. Siendo entonces la economía política la organización de la producción, intercambio y consumo entre bandas, aldeas, jefaturas, estados u otras unidades políticas. Incluyendole categorías como la organización política, la división del trabajo, castas, jerarquía… La «superestructura» está integrada por la conducta y pensamiento dedicados a actividades artísticas, lúdicas, rituales e intelectuales junto con todos los aspectos mentales y emic de la estructura e infraestructura de una cultura. Básicamente religión, arte… Y una vez vista las distinciones de los conceptos “clave” de la teoría en el materialismo cultural, podemos apuntar que para Harris (1982) y el materialismo cultural en general, la Infraestructura obtiene el puesto de relieve o privilegio en cuanto a puesto fundamental para entender la perspectiva y organización sociocultural. Es, en otras palabras, la visión de que lo que se gesta en la infraestructura ejerce su influencia y sus consecuencias en las otras esferas – estructura y supraestructura – entendiendo que esta primera, la infraestructura, es más relevante dado su grado de cubrir las subsistencias básicas y las “pulsiones” del ser humano. Lo material frente a lo ideológico, sin eliminar la importancia de lo abstracto o “supraestructural” del desarrollo de la dinámica de X sociedad o cultura – entiendo yo –. Las innovaciones de tipo adaptativo (Harris, 1982) tienen grandes posibilidades de ser seleccionadas, incluso aunque se dé una contradicción entre ellas y aspectos preexistentes de los sectores estructural y supraestructural. Contradicciones que serán resueltas, apunto, a favor de la infraestructura dada su importancia vital como “motor” dinámico. Por ende, es mucho más difícil, podemos deducir, un cambio que venga de “arriba” hacia “abajo”, de la supraestructa o de la estructura hacia la infraestructura, dado que si entra en conflicto directo 3 No es lo mismo la estructura de Evans-Pritchard a la de Harris.

con la productividad o adaptabilidad inherente a este nivel más sucinto y básico, será “desechada” en pro de una opción más viable aunque no deseable. Podemos entonces deducir, sin riesgo a equivocarnos demasiado, que dentro de este panorama lógico de la primacía de la infraestructura (Harris, 1982) es que cabe esperar una convergencia hacia relaciones estructurales y rasgos simbólicos o conceptuales análogos en las sociedades que tengan una infraestructura similar o idéntica – dentro de lo que cabe –. La infraestructura (Harris, 1982 pág. 73) “en otras palabras, representa la principal zona interfacial entre naturaleza y cultura, la región fronteriza en la que se produce la interacción de las restricciones ecológicas, química y físicas a que está sujeta la acción humana con las principales prácticas socioculturales destinadas a intentar superar o modificar dichas restricciones”. Aunque cabe mencionar que no es el único autor que nos iría bien a la hora de teorizar en este marco teórico en lo referente al estudio de caso. Mismamente estoy pensando en una línea relativamente afín – remarcando lo relativo – como puede ser el marxismo estructural de Godelier (Lo ideal y lo Material, 1989) en cuanto a este comenta sobre la influencia de la infraestructura en cuanto: “De ahí que la producción y la asunción compartida de estas representaciones deformadas-deformantes sobre los hombres, su sociedad y la naturaleza que los rodea, se consideraran los agentes que instituían inmediata y necesariamente, entre cada individuo y sus condiciones reales, infraestructurales, de vida, toda una serie de relaciones imaginarias que limitaban y secuestraban el progreso del pensamiento y de su acción.” Centrándonos, aún así, en el materialismo cultural como base para este trabajo.

Marco Teórico: El Tiempo como concepto y su desarrollo. Son diferentes los libros o artículos que he leído que tenían como comentario de fondo o a pie de página las distinciones en la contemplación del tiempo o su conceptualización/percepción. A la cabeza me viene desde un Levy-Bruhl (El alma primitiva, 2003) con sus, por así llamarlos, curiosos comentarios acerca de los “primitivos” y salvajes en su conceptualización del tiempo – o más bien la falta de ello – y el choque que suponía para un “occidental” quedar con un “indígena”. O pasar rápidamente visita por las declaraciones de Ruth Benedict en el “Crisantemo y la Espada” (2011) entre las diferencias en el descansar, dormir y el tiempo en términos muy genéricos durante la guerra o ya los múltiples artículos o textos sobre la conceptualización del tiempo como lineal o cíclico que ahora veremos en más detalle. Javier Barraycoa (El tiempo muerto, 2005) 4 presenta la problemática desde el punto de vista sociológico empezando por la pregunta de San Agustín acerca de “¿Qué es pues el tiempo? Sé bien lo que es si no se me pregunta. Pero cuando quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé” . Y es que el tiempo es un concepto que (Cladellas, 2009) “se asume de forma intuitiva 4 Obviaré en citar demasiado esta obra que, aparentemente iba muy bien para mi trabajo pero que al ser leída uno se da cuenta que las fuentes y la línea de pensamiento seguida no son compatibles con mis premisas. Por ejemplo cita mucho como fuente fidedigna al mismo LévyBruhl obviando muchos años de antropología mucho más sistemática y basada en un método etnográfico.

en las sociedades occidentales y su transcurso imparable es recordado por el característico ruido de los regulares y precisos relojes: tic-tac.” No se siente, sino que se percibe, se enseña a percibir de una manera o de otra. Siguiendo este artículo (Cladellas, 2009), veremos brevemente la evolución en Europa de la concepción del tiempo para acercarnos a nuestros tiempos y más concretamente al origen de la problemática que presentamos. La Antigüedad clásica (Cladellas, 2009) presentaba una concepción que ahora nos es más común asignar a sociedades orientales o precolombinas: el tiempo cíclico. Platón y Aristóteles pensaron sobre ello, sobre la eternidad del presente entre lo que fue y lo que será de Platón y la visión del tiempo como algo relacionado con los números sin ser número y con el movimiento sin ser movimiento de Aristóteles. Un movimiento cíclico que podemos asumir que provino, el concepto y percepción, de la observación de la naturaleza: día-noche, estaciones del año, movimientos astronómicos, etc. En la Edad Media (Cladellas, 2009) estamos ya bajo la directriz cristiana o hebraica del tiempo como algo lineal, con un principio y un final – algo de la que ya estamos más acostumbrados –. Siguiendo con San Agustín, Cladellas (2009) nos informa de la formulación del tiempo – según San Agustín – como “la duración vivida o experimentada por la conciencia” donde ya apreciamos la formulación lineal frente a la cíclica, ahora el referente es el “yo” testimonial, el que vive la experiencia, sin volver atrás, solo adelante. Debemos destacar la importancia del calendario Gregoriano para mitades de la Edad Media, en cuanto a importancia teológica de este. Dado que el poder laico, terrenal si se prefiere, tuvo una cierta indiferencia acerca del transcurso del tiempo tal y como lo percibimos hoy día. En la Modernidad, vemos el incipiente cambio que daría origen a nuestra conceptualización del tiempo, si aceptamos – en parte – la premisa de que la percepción del tiempo es una “construcción cultural” (Barraycoa, 2005) 5 en base – sobretodo en este caso como ahora veremos – a una infraestructura determinada de modus de producción y formas de trabajo. Sin saltarnos cosas, volvamos a la Modernidad. Para ello, quiero hacer uso de un artículo sobre la “Concepción Moderna del Tiempo en el viaje de unos frailes de San Benito el Real de Valladolid a mediados del siglo XV” (Pérez, 2007) donde se nos muestra un momento de cambio – en el ámbito religioso – donde la importancia de la contabilización de las horas va en aumento, utilizando para ello los viejos mecanismos más los nuevos. Usualmente se utilizaban los momentos puntuales y bien determinados del día para asignar su “tiempo” a lo que quería anotar el fraile en sus diarios de viaje (Pérez, 2007) así como en general en la época, pero aquí debemos destacar la utilización, también, de las horas litúrgicas o canónicas y, por último, la novedad: las horas iguales. Estas postreras son las que indican los relojes mecánicos y los instrumentos de medición siendo las mismas a lo largo del día y del año, 12 y 12 – algo que ya nos suena mucho más –. Es interesante ver como utiliza las tres formas de medir el tiempo en su relato. Lo curioso del caso, si salvamos quizá las horas 5 Aunque él lo cita contrario completamente a la idea, citándola de radicales de la antropología social.

canónicas, es que la práctica aún puede verse en nuestros días como veremos después con las entrevistas. Volviendo con Cladellas (2009) nos dice que el pensamiento occidental aborda el problema del concepto del tiempo, durante la Modernidad recordemos, desde dos posturas tradicionales: La Teoría objetivista en la que se intuye o asume el tiempo como algo objetivo, físico, medible e independiente del ser humano (Newton siendo un exponente) y la Teoría Subjetivista en la que se presenta el tiempo como algo puramente intelectual, que nace de la mente humana en su formulación más interna – tanto funcional como abstracta – siendo Kant uno de los exponentes a tener en mente. En cuanto a la “Actualidad”, Cladellas (2009) presenta la opción de la física como la que se impuso al fin y al cabo en las sociedades occidentales ampliándose su estudio en las ciencias naturales y sociales, enfatizándose la perspectiva biológica del tiempo – ritmos biológicos – y los aspectos psicológicos sobre el tiempo: percepción, desarrollo de los conceptos de tiempo a nivel personal. Ej. básico que cita Cladellas (2009) “la noción de que un minuto de cronómetro haya sido como de 10 minutos para X persona”. Mostrando como la misma conciencia humana intercede ante el mundo construyéndolo a su manera, así como recordar que toda la información que procesa el cerebro no es transmitida a la “conciencia” despierta, obviando – quizá – el paso del tiempo en términos físicos. La conciencia, por ende, se vuelve dinámica en la temporalidad intrínseca a si misma. Y habiendo visto, de forma sucinta, la conceptualización y desarrollo del “Tiempo” vayamos a ver, groso modo, lo que implica el tiempo ya que el “tiempo, es oro”. Y es que en nuestra vida cotidiana, de nuestras sociedades “desarrolladas” y “civilizadas” – nótese el sarcasmo por favor – se vive para trabajar (Cladellas, 2009), el tiempo perdido es el tiempo que no se utiliza en algo productivo, un día perdido, un rato inútil… son muchas las expresiones que me vienen a la cabeza que van ligadas ante esta idea de la actividad – laboral a ser posible – como algo productivo, necesario e imperativo para “ser alguien”. Cladellas (2009) define el ocio como el momento de descanso entre trabajo, para volver con renovadas fuerzas, parecido al concepto romano de Otium, quienes lo asumían de forma parecida al nuestro. En cambio, en el mundo griego parece ser que el momento de ocio (Cladellas, 2009) era un fin en si mismo, y no un medio para conseguir mayor productividad. Con la llegada del cristianismo el ocio pasó a ser ocupado para la contemplación – de Dios – (Cladellas, 2009) relegando el trabajo como algo marginal, apartado y subordinado (estoy pensando en campesinos y labriegos); para dejar paso después del Renacimiento y de la Reforma Protestante a una nueva filosofía sobre el trabajo: la exaltación de este. Ahora era al revés, los que no trabajan eran “despreciados” o menospreciados, mientras que el trabajaba era considerado en alto grado – siempre en términos ideales asumo, dado que el campesino seguía siendo campesino apunto –. Con la Revolución Industrial y el “advenimiento” del capitalismo (Cladellas, 2009), llegó el paraíso de la exaltación del trabajo: ahora si que el aforismo del “tiempo es oro” cobraba un sentido mayor y más fuerte. “Vivir bajo las manecillas del reloj”, el capitalismo moderno exigía la disciplina de los “horarios” – palabra que quiero hacer destacar, dado que aquí subyace su

origen tal y como lo entendemos y que sus repercusiones tiene respecto al trabajo que planteo – siendo ahora la puntualidad un deber cívico y moral, una muestra de educación y virtud. Este pasado reciente nos ha impulsado (Cladellas, 2009) a concebir el tiempo como algo lineal – pasado, presente, futuro – predecible y relativamente mecánico – la religión cristiana ayudó en la siembra de la linealidad –, ahora todo tiene un tic-tac, un tempo a seguir, unos horarios marcados. Con el tiempo, ya no se comía cuando se tenía hambre, uno se esperaba a la “hora de comer” para hacerlo. No se duerme hasta la “hora de dormir”, etc. El cambio del modo de producción – y esto es mío – de la sociedad en tal estado, un cambio de tal magnitud, originó cambios en las esferas de la estructura y de la supraestructura. Los ideales y las costumbres se ajustan a las nuevas necesidades de subsistencia: en las familias de obreros también trabajan las mujeres y los hijos, los ideales se mueven en base a ello: llegar tarde no esta bien visto en un horario marcado… Inclusive el cambio en la concepción del pasado, recordemos el surgimiento de la Disciplina de la Historia, lineal, evolutiva, progreso, desarrollo… conceptos que en un inicio se ligaron de forma muy intrínseca. Le Goff (Pensar la Historia, 1997) se plantea a que se refiere la historia, si Historia ligada al tiempo – natural y cíclico – o del tiempo vivido y naturalmente registrado por los individuos y sus sociedades?. Ahora habían turnos de trabajo, tiempos de producción en las fábricas… (Cladellas, 2009) siendo todo medible: “el tiempo es finito, se puede vender o comprar”, esa dependencia del reloj en las sociedades generó una percepción del tiempo como algo mecánico – de ahí en parte se puede derivar que se prefiriese la visión de Newton frente a la de Kant –. “ Se ahorra tiempo”, se “gasta tiempo”, se invierte, se desperdicia… Grebe (1987) observa en su comparación con la cultura mapuche de la conceptualización del tiempo como en las “culturas de Occidente predomina una concepción regular y continúa del tiempo. Este se presenta en un modelo cronológico compartido, homogéneo y uniforme”. Únicamente viable – como ya hemos visto – con la mediación de instrumentos capaces de informarnos del tiempo “objetivo” frente al subjetivo al que estábamos acostumbrados – si se me permite la expresión –. Grebe (1987) apunta que una internalizada esta conceptualización del tiempo y su medición, de la percepción, que implica un filtro cultural especifico del paso del tiempo abstracto al medido y contabilizado, en unidades idénticas y fragmentadas; invadiendo nuestras vidas, organizándolas y coordinando nuestras actividades más simples y naturales y las más complejas. Grebe (1987), sin lugar a dudas, afirma que es una construcción cultural occidental al entender que – citando a Leach (1979)– “ la regularidad del tiempo no es parte intrínseca de la naturaleza, sino una noción creada por el hombre que hemos proyectado en nuestro ambiente para nuestros propósitos particulares 6”. Por ello se nos presenta el tiempo “primitivo” que antes habíamos entrevisto en lo concerniente al tiempo “cíclico” (Grebe, 1987) siendo que para ella, la conceptualización “primitiva” se basa en “un dominio perceptivo en el cual predomina un reconocimiento intuitivo de la duración y sucesión de fenómenos mediante operaciones predominantemente cualitativas”. En otras palabras más planas, podemos interpelar como que “la concepción 6 Cita que podemos camuflar en la lectura materialista cultural pero que no quiero cambiar o manipular dado que se ajuste, según creo yo, al propósito último del trabajo.

primitiva del tiempo aparece íntimamente ligada a una concepción espacial y kinesética asociada a factores tales como la distancia recorrida, el trabajo realizado y la velocidad” situándola en un contexto procesual, donde la interacción del hombre con su entorno y con sus contextos, generando la “medición” necesaria. Y quiero detenerme en este punto, al citar este ejemplo, para quedarnos con esta idea en la mente una vez avancemos a las entrevistas, junto con otras alusiones anteriores, dado que haré un cierto hincapié en ellas y en su formulación. No quisiera, pues, extenderme en ejemplos de conceptualizaciones del tiempo como cíclico, tengo aquí al lado el libro de “La concepción del tiempo y espacio en el mundo andino” (Steger, 1991) que me permitiría alargar las páginas junto con otros ejemplos que cita Cladellas (2009) como el budismo, concepción del tiempo china, etc… pero sería alejarme del punto que realmente me importa. El estudio Horario… Solo hace falte poner horario en el google, como ejemplo tonto, y se verá realmente la importancia no solo del término sino de su concepto y utilización. Al menos en mi ordenador en las 6-7 primeras páginas de opciones ninguna hace referencia la definición de este término, pero eso si: horario mundial, horario metropolitano, horario tal museo, horario tal cual, los que quieras – sinceramente me cansé de buscar más allá de las 10 páginas iníciales –. Definamos la búsqueda: acechando entre opciones encuentro la definición de horario de una página relativamente conocida (www.wordreference.com) donde aparece lo siguiente: Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe: horario, ria 7 1. adj. De las horas o relativo a ellas: cambio horario. 2. m. Tiempo concertado para determinadas actividades: horario laboral. 3. Manecilla del reloj que señala las horas. 4. Cuadro indicador de horas de salida y llegada: horario de vuelos. Ciertamente curioso. Curioso por que vemos como nos podemos llegar a regir por este “horario” que, a escondidas, manda sobre nosotros: ligados a un reloj mecánico que marca las horas que nos quedan para esta o aquella cuestión. Quiero detenerme, pues, en ver las respuestas de las entrevistas donde creo yo que podemos apreciar ese carácter intrínseco del horario, junto con su origen que hemos vislumbrado donde el aspecto económico tuvo tanta importancia en la elaboración de tener vidas pautadas “el monopolio del Tic-tac”.

7 http://www.wordreference.com/definicion/horario

Una de las respuestas a lo que viene siendo el horario la define como: “horari implica que comences a treballar a una hora determinada i que acabes quan acabes, quan et deixen” – recordemos que es el caso del que trabaja en la hostelería – o bien en el segundo caso: “ Horari es aquella paraula amb la que definim i situem els nostres espais diaris” y dejo para el final lo que considero una respuesta que habla por si sola: “Implica responsabilitat i organització” Única y exclusivamente con la primera pregunta ya se ha podido apreciar las connotaciones del Horario en su nacimiento, durante la extensión del Capitalismo, donde se hizo necesario seguir unas pautas bien medidas, donde llegar puntual – ser responsable – era un alto valor moral. A su vez, con Gebre (1987) vemos como los mapuche dividen el día mediante los movimientos solares y celestes, dividió entre doce momentos del estilo de: amanecer, salida del sol, después de la salida del sol, mañana, etc, una distinción que se rige más por los fenómenos naturales predictibles y esperados. En cambio, al preguntar sobre lo que es un día para los encuestados me encuentro con lo siguiente: “Un dia normal comença a l’hora de dinar i s’acaba a la matinada” – aquí quiero hacer un especial hincapié al concepto de “la hora de dinar” – o quedarme con la respuesta del Caso 3 que no reproduciré aquí – esta en el anexo – que en si misma ya es un horario prefijado y marcado, con límites horarios y franjas establecidas para las diferentes actividades en lo que creo yo es ya de antemano. O en la definición de mañana, tarde, mediodía y noche de las diferentes entrevistas, donde podemos acotar mejor lo que viene siendo el “día” para hacer frente en parte sus segmentos reconocidos: siendo la definición de Mañana – para el caso 2 y 3 – como el momento para hacer faenas y diferentes tareas, de ocupación y actividad – para el caso 1, trabajador de Hostelería – es momento de descanso, dado que el momento de ocupación es la noche: franja horaria con mayor actividad de ocio tras el mediodía, ergo más trabajo para este sector. Así bien como el mediodía pasa a ser el momento de tranquilidad para unos y el momento de trabajo para otros, la tarde ocupa un lugar dicotómico inverso. Me quedo con la definición de noche: “la nit seria el momento en el que ja no surto de casa 8 o si ho faig és per quedar per algún sopar” o la de “des de que sopo fins que hem despertó” y en el caso 1: “treballar, corre d’un lloc a un altre, aguantar tonteries i impertinències i fer bona cara”. Altamente significativo. Viendo como siempre que hablo de definir X cuestión las respuestas son horas, tanto a nivel orientativas para “hacernos entender” como a nivel personal para marcarse esas fronteras de la conciencia para delimitar el tiempo en el espacio, en lo que viene siendo nuestro día a día, con ayuda de la percepción del tiempo entre segundos, minutos, horas… Cuando les hablo de cómo ven el horario social, ese horario de ocio de descanso para recuperarte nuevamente con más fuerzas, obtengo respuestas como en el caso 1 – trabajador de Hostelería –: “l’Horari social no existeix depén […] amics i coneguts puguin adaptar 8 Me detengo un momento aquí para hacer denotar, como ya habíamos entredicho en un primer momento, que aun el monopolio de las horas sobre nuestras vidas, muchas veces definimos los momentos de la misma manera que las “sociedades primitivas” que nos informaba Grebe (1987) al decir que habitualmente se marcaba el tiempo en función de actividades, relaciones kineséticas, tareas… reproducido en las respuestas dadas: cuando me voy a dormir, cuando ceno…

puntualment el seu horari al teu” ya revelador en si mismo, donde podemos vislumbrar la problemática que representa tener un horario que se rige por los momentos de ocio de los demás, entendiéndose este como relativamente incompatible para los demás – cuando yo salgo a cenar tu trabajas para que yo cene en tranquilidad, el salir a fuera, el que me sirvan – fines de semana festivos son fines de semana con más faena, por ende, imposibilidad de no trabajar y quedar con los “amigos” para poder salir, dado que es tu momento álgido de mayor volumen de faena – el entresemana de los camareros –. Pero apunto que la problemática de la hostelería nace de la propensión a la deificación del horario en nuestra sociedad, pues su cumplimiento – por encima de lo demás – puede llegar a impedir realizar tareas que vengan más en gusto, no hablo ya solo del ocio, que queda supeditado a cualquier horario, sino mismamente la vida familiar por ejemplo. Por que digo esto, por qué en las respuestas de los casos que no trabajan en la Hostelería a tiempo completo también vemos como perciben el momento de ocio, “horario social” como aquel momento libre que te queda entre turno y turno, entre actividad y actividad: “Ho combino entre feina i estudi” – caso 3 – o bien “acostuma a ser estones entre clases”. Y evitando ideas subjetivas entorno a los datos, valoraciones personales, me ataño a las respuestas para mostrar como el horario rige nuestros días, y como unas horas especiales pueden causar ciertos estragos en las personas y en los grupos interesados. Cuando les pregunto que puede tener en relación la Hostelería y el Horario, así, a voz de pronto, me llegan respuestas del estilo de: “els horaris personals queden totalment supeditats als de la feina” – Caso 1 – y al preguntar sobre las complicaciones en un horario “especial” – recordemos que el Caso 2 aún que no trabaja en la Hostelería tiene un trabajo de fin de semana que aunque diferente en las repercusiones puede servir a nuestros fines – veo una cierta insistencia en la problemática que nace el fin de semana, como ya hemos aventurado, en cuanto al no poder quedar – por falta de tiempo o cansancio – en el cumplimiento de ese horario social que está prefijado para el fin de semana, el momento de descanso y de ocio por excelencia: “problemàtiques per pdoer realitzar certes activitats d’oci […] compartir o no els teus horaris de d’oci amb altres persones” – Caso 2 – y ya en el Caso 1 nos vamos a complicaciones más severas en cuanto a su dedicación mayor a la hostelería y estudios académicos, dado que entramos ante la problemática de combinar la vida académica con el trabajo – habla de la elaboración del trabajo de fin de carrera – y mantener una relación sentimental con alguien que tiene, en parte, incompatible los horarios contigo, que “no segueix els teus horaris”. Problema importante si hacemos caso en que en una sociedad donde el ocio va ligado al consumo y este primero esta bien delimitado en unos entornos temporales prefijados, como puede ser fin de semana o “las horas de comer”, topándonos de nuevo con el horario especial del camarero – incluyendo al cocinero y otras profesiones dentro de la Restauración y hostelería –. Pero si ya vemos problemas tan graves como a nivel personal o de estudios, ¿por qué trabajar en ello? Y los beneficios enumerados: el dinero – contante y sonante –. El hecho de recibir una paga parecer ser suficiente recompensa para paliar con las problemáticas que van surgiendo de una vida que se rija por un horario diferente.

El simple hecho común y general de regirse por un horario, causa que incompatibilidades nacidas en el seno del ámbito laboral, del modo de producción involucrado – para generar ingresos en este caso – marqué tu entorno social y estigmatice tu ocio, tus relaciones estructurales para con los demás. Incompatibilidades que se desprenden en la mayoría de respuestas de las entrevistas y de las observaciones que he podido llegar a tener a lo largo de mis experiencias en el sector. Situaciones de horario variable y no definible, por ejemplo – y esto es dato personal – mi horario de trabajo lo conozco con una semana de antelación, a lo sumo dos, imposibilitando el hacer planes a largo plazo y siendo los de corto plazo susceptibles de verse cambiados a una velocidad que no te esperas. Rige tu vida por un horario cambiante, unas condiciones materiales que ejercen su influencia en el entorno social, definiendo el cuando y el como en función de tus “horas libres entre trabajo y actividad”. Sigamos con las respuestas, cuando hago cierto hincapié en las connotaciones de tener diferentes horarios con gente afín, el caso 3 me responde sobre la complicación de la combinación: nuevamente con la pareja o con los amigos “si volen fer alguna activitat nocturna i treballes per la nit, o si volen fer alguna activitat pel matí i només has dormit 2 hores”. Y aquí, ante esto, me gustaría explicar una anécdota que me viene a la cabeza en cuanto a considerar que el que duerme toda la mañana es una vago, inactivo, no esta trabajando cuando toda “persona decente” se despierta para empezar su dia laboral a las 7 u 8, pero el simplemente no tener en cuenta que hay gente que no tiene los mismos horarios. He aquí mi experiencia para ilustrar el tema: volvía a casa tras estar en el restaurante desde las 11 de la mañana, a eso de las 4 de la madrugada. Obviamente, sin cenar ni haberme duchado. Entre una cosa y la otra me acosté cerca de las 6 de la mañana (aproveché para leer un momento, no había ningún ruido ni distracción) para que a las 8 de la mañana entrase en el piso el de mantenimiento con llave maestra despertándome a la par que insultaba a la juventud por ser vagos, etc, etc. No le espeté la respuesta que se me antojaba pero sirve, creo yo, para mostrar en parte la dificultad que nace no solo de tener un horario especial sino de que se le tenga en cuenta. Otro ejemplo en esta línea: Vaga General de no me acuerdo que año, se esperaban piquetes y cierta presión para cerrar las tiendas y puestos de trabajo que hubiesen abierto. Yo trabajaba en un bar en ese momento, estaba en el servicio y efectivamente llegaron los piquetes… a tomar la cerveza y pasar el rato. En ese instante, cuando mi clientela era la gente que no trabajaba por motivo de la Vaga y los diferentes piquetes de la zona, me di cuenta por primera vez que el camarero, la restauración en general, no entraba dentro de los parámetros de trabajador o, al menos, según la percepción del que toma la cerveza. Un dato curioso, si cabe, para ilustrar un poco más que es “eso” de la hostelería. En un momento dado quise definirlo como dos subculturas diferenciadas – aún no conocía las implicaciones de cultura, subcultura, etc – para luego definirlo mejor como actores sociales que, dadas unas condiciones materiales distintivas, coexisten en un mismo plano – ciudad, pueblo – pero no conviven en él al mismo tiempo. Unos de noche, otros de día, unos comen cuando los otros trabajan, etc y la relación que se desprende es una construcción de alteridad: “el cliente, el otro, el que viene y me molesta, que no me tiene en cuenta” frente al “chico, el

camarero, el que me sirve…” siendo una relación con unas normas encauzadas dentro del restaurante, bar o cafetería, con unas implicaciones propias que ahora no me detendré a explicar pero si que quisiere mencionar, al tener unas normas de conducta inculcadas para con el trato y la jerarquización: “el cliente siempre tiene la razón”, la percepción del uno frente al otro por que ya avanzo que el “anonimato” del cliente no sirve para salvarle de un camarero molesto9. Llegados a este punto, añado a colación una explicación de Cladellas (2009) acerca de la jornada laboral japonesa, viéndola él como algo distante y algo diferente pero que yo, a leerlo, no pude evitar evocar mi día a día. Cladellas (2009) nos dice que en los países asiáticos, siendo Japón el ejemplo, es difícil definir la duración de una jornada laboral dado que esta es variable, en función de la faena diaria y aquí cito textualmente: “Más aún, es común que el día laboral rebase los horarios establecidos y los espacios del centro de trabajo. Los empleados japoneses a menudo cenan, hablan de negocios y sociabilizan con sus colegas bien entrada la noche […] la jornada laboral japonesa suele ocupar más de ocho horas […] es común salir, cenar y cantar karaoke con los compañeros de trabajo.” Quitando quizá el karaoke, quizá no, tengo lo que veo cada día en mi entorno a lo largo de los años que llevo en la profesión. Esa limitación material que implica un trabajo particular, con unas horas especiales y muy determinantes en mi opinión ejercen un condicionante a tener en cuenta a la hora de buscar las relaciones sociales a las que se atañen los actores que se ven implicados. En otras palabras, lo normal y usual es que se configuren grupos sociales dentro del marco laboral, gente afín que una vez acabada su jornada laboral – sea la hora que sea, recordemos la definición de horario del Caso 1 “ quan et deixen” – que muy fácilmente excede las 8 horas; salen con sus compañeros de trabajo a tomar algo, cenar – a las 2 de la mañana – o simplemente relajarse. Son de las pocas personas conocidas que tienen horarios compatibles, por ende, son de las pocas personas que se relacionan de forma habitual y usual, dado que si te dedicas de pleno dejas de tener viabilidad para alcanzar otras esferas sociales a lo largo de tus días. En mi caso vivo con otros estudiantes, pero igualmente los veo de forma escasa dada la complicación que ya hemos mencionado. Ya no hablemos de “los amigos del pueblo” que no veo desde hace tiempo. Una frase bastante repetida en el trabajo es que es como si estuviéramos en casa, dado que pasamos más horas en el trabajo o en su entorno más inmediato – comiendo algo durante el rato de descanso (la tarde por ejemplo) en los alrededores para volver después – que en nuestros propios hogares. Es obvio que habrá mil y un ejemplos que se puedan discutir, pero hablamos de aquel que se dedica a la Hostelería, no medias jornadas ni horas sueltas como extra el fin de semana que – aún con complicaciones – pueden combinarse bastante bien con los “otros”; sino que hablo del que dedica sus 40 horas semanales que acaban siendo más. Obviamente remuneradas, y es que el motivo económico es parte muy importante en este sector, dado que se cobra bien – más propinas si hay suerte – que en otras profesiones. Volviendo con las preguntas, otras de las connotaciones sino complicaciones que me son dadas son, en el caso 1: “transtorns del son, aïllament social, estrés, falta de descans” pues hemos de recordar que uno comparte un mismo espacio con diferentes elementos temporales – por 9 Son temas que quiero tratar con mayor detalle y mucho más trabajados en el trabajo de fin de máster pero que me han surgido en este momento.

ejemplo mi compañero de piso tiene lo que podemos denominar un horario normal, se levanta a las 8 y vuelve a la tarde-noche. Ha llegado a pasar una semana sin verlo, sabiendo que duerme en la habitación de al lado, y esto de forma muy habitual –. Y es que la combinación se reproduce como complicada, como vemos en el Caso 2: “ hi ha molta dificultat per trobar estones d’oci ja que els horaris acostumen a ser molt diferents” entendiendo, en ello, que la norma no es lo mejor sino lo más habitual en cuanto a los diferentes puestos de trabajo y faenas usuales en nuestra sociedad, siendo las que se salen de la norma – aunque necesarias – elementos marginales de esa “normalidad”. Y esto lo digo por que no es solo la Hostelería la que sufre, en parte, esa marginación de la conciencia colectiva, de ese imaginario popular de normalidad, sino otros oficios desde el basurero de turno de noche, al operario de carreteras que arregla la autopista por la madrugada, cuando hay menos coches, el guardia de seguridad nocturno… y un largo etc, de profesiones ajenas a la “normalidad”, deteniéndome, si cabe, en el “camarero” al ser el más conocido por mi, sin por ello desdeñar las dificultades que afrontan las demás actividades, ni mucho menos. Y al Caso 2, le pregunté acerca de cuales eran las consecuencias de una vida dedicada a la hostelería y me respondió: “Canvis en les relacions socials, ja que et relaciones amb molta gent però potser no es la gent amb la que t’agrada compartir estones. Molta relació superficial”. Lo que viene siendo que llegas, en buena parte, misántropo de tanta relación inocua. ¿Y por qué se trabaja de esto? Con las complicaciones que surgen y las problemáticas. En las tres entrevistas, en diferentes momentos, se me dio la respuesta: economía. Se cobra y se cobra bien, te ayuda a pagarte los estudios y a mantenerte, va bien para gente joven que no es muy exigente en un primer lugar con el trabajo asignado y que puede aguantar su combinación, por dura que sea. En palabras del Caso 1 “l’hosteleria és una professió que realment t’ha d’apassionar per poder-t’hi dedicar i que no et resulti una càrrega” añadiendo que es “una professió que, en el fons, està mol poc valorada.” A lo largo de mis años he podido ver como mucha gente no aguantaba el horario variable y las largas horas de jornada, he visto gente que se negaba en redondo en no tener fines de semana libres, no lo concebían, querían un “horario” normal en una profesión en que la normalidad es lo inversamente esperable. Y ya hemos visto en palabras del mismo sujeto del Caso 1, donde según él – y comparto en mi opinión – es una profesión infravalorada, sin tener en cuenta lo que implica trabajar en la hostelería a tiempo completo, su día a día, sino conoces a alguien o has trabajo un tiempo. El caso 2 responde a si trabajaría en ello como: “Actualment no estaría en els meus plans dedicar-mi ni m’agradaria fer-ho”. Revelador.

Conclusiones En este pequeño ensayo de un estudio de caso he pretendido ser genérico y esquematizador para presentar una problemática que atañe al mundo de las profesiones “marginales” y a la restauración en particular – no es solo el camarero que es lo visible, sino también el cocinero que se queda a limpiar la cocina horas más tarde que el último cliente se haya ido –. Con el marco teórico de fondo, siguiendo un poco sui generis el materialismo cultural, para hacer frente a esta cuestión con las palabras propias de los sujetos entrevistados y de las observaciones experimentadas – evitando esto último en la medida de lo posible para impedir demasiadas opiniones del autor – para presentar , más que explicar, solucionar; un fenómeno como puede ser el de una sociedad rígida estrictamente por horarios que, a su vez, se giran en contra de sus mismos actores en cuanto inviabilizan en parte esa sociabilización propia del ser humano, necesaria e inmutable, que ejerce en nosotros una presión destacable y destacada. Las condiciones imperantes que nacen de un horario distintivo ejercen sus consecuencias en las otras esferas de nuestras vidas, no solo en la “imposibilidad” de tener horas de ocio, sino que estas responden a momentos únicos y transferidos a uno mismo: momentos para aislarse leyendo o viendo la televisión o, por el contrario, quedando con los compañeros de faena como “placebo” a esa sociabilización en parte estancada a las posibilidades que surgen, que beben de la realidad cotidiana, que influyen en su tic-tac. El tener una profesión, un ámbito laboral particular dentro de “esos modos de producción” tan altaneros y bonitos de ver, imbuye de un carácter diferenciado al que lo vive. No ya solo en el horario, en el que se concibe la mañana, el mediodía y la tarde-noche de diferentes maneras; por ejemplo para mi es mucho más importante la madrugada que la mañana, bien diferenciada de la noche que es cuando trabajo, mientras que la madrugada es cuando llego a casa y descanso después de “un día” de trabajo. Un día que no empieza bien entrada la mañana sino que “mi mañana” no deja de ser prácticamente el mediodía usual y común de los demás, generalmente levantarme muy temprano implica las 10 o las 11: horas que son asumidas como levantarse tarde. Dado que hemos de recordar que me acuesto a las 4 o a las 5 en el común de mis días, dado que llego a casa a las 3. Lo equivalente de llegar a casa las 20, cenar y acostarse a las 23 o 24. Cuestión que la gente, aún explicarlo, no asume ni entiende. Esos valores de levantarse temprano – “a quien madruga Dios ayuda” – y la visión del que duerme por la mañana como “vago y maleante”, si se me permite la expresión divertida;

ejercen su poderío en el transcurso cotidiano, sumado a ese lenguaje aplicable en sus ámbitos laborales. Hemos podido ver, groso modo, las diferencias en la concepción del tiempo por mano básicamente de Cladellas (2009) y de otros autores, en cuanto a ver y entender el día, en movimientos, acciones, transcurso del sol… y no solo por ese objetivado tic-tac que marca, sin pausa, sin demora, impasible, el devenir de nuestro ahora. Pero aún así, apuntar lo importante que sigue siendo esa perspectiva emic del día: cuando me levanto, cuando me acuesto, cuando trabajo… junto con la perspectiva occidental de las horas: “a la hora de comer”, en estas sociedades occidentales marcadas y gobernadas por el imperio del tiempo medible y objetivable. Aún conociendo los estudios acerca de la subjetividad del tiempo, o de asumir y ver que la construcción cultural del tiempo es, salvando las distancias, una proposición emic de cómo se percibe el tiempo a nivel personal – pero aquí entramos en lo que es más importante si lo colectivo o lo personal en la construcción cultural, que ahora no quiero entrar – existiendo, al menos, una relación entre ambos casos. El cambio de economía de occidente ocasionó un cambio en la forma de percibir el tiempo y en la vida que conllevaba su ejercicio natural. Hemos visto como la religión cristiana trajo consigo misma la visión del tiempo como lieneal – supraestructura – pero no fue hasta los cambios en la economía y en la formas de subsistencia en que se sufrió un verdadero cambio en la percepción del tiempo. En una sociedad mecanizada, o en vías de mecanizarse, el tiempo es mecánico. Y esa misma rigidez en la concepción es lo que nos lleva hasta la hostelería y su horario particular, como hemos repetido a lo largo del ensayo y en repetidas ocasiones en esta conclusión; un horario que marca tu día a día no se ignora, tu tiempo libre es el tiempo libre que el horario te permite, no el que tu quieres, es el que consigues haciendo bien tu trabajo – si lo hago rápido y bien, salgo antes, ergo “más tiempo” para mi –. Un horario que, al ser diferente, dentro de un ámbito laboral concreto y “especializado”, afecta directamente a la sociabilización presente en nuestras relaciones diarias. Desde la superficialidad que presentaba el Caso 3 en las relaciones, a la escasa existencias de estas que nos decía el Caso 1 en su aislamiento social que mencionaba – y que he citado –. Lo curioso, lo extraño, es que se deba buscar en Japón una realidad laboral “normal” que podemos encontrar a lo largo y ancho del país, donde la jornada laboral se amplia en función de la necesidad, donde la materialización de esas necesidades imbuyen al actor social de unas condiciones propias influyendo, en su medida, en alterar sus relaciones sociales – karaoke con compañeros de trabajo – alargando su día laboral a sus momentos de ocio. Y lo destaco por qué es increíble como solo se habla de trabajo en los entornos sociales donde sus componentes son compañeros del mismo ámbito sino del mismo lugar. Usualmente se busca alejarse de ello, pero la voluntad de sociabilizarse junto con la necesidad de no tener a quien más acudir, implica el hablar de ello a un nivel semi obsesivo – y no estoy exagerando, lo he vivido –. Podemos concluir, sin ir muy lejos, que las limitaciones materiales que nacen de una profesión concretizada con sus peculiaridades y necesidades propias ejercen su influencia y limitaciones a los patrones sociales y culturales – en como se percibe el mundo y en este caso el tiempo – en los actores y sujetos que componen su marco. En como un horario diferenciado, diferencia a

su vez – y permítanme la redundancia – la cotidianidad de los agentes que se mueven por esos nuevos patrones infraestructurales en el entorno social propicio, con su lenguaje propio – que no hemos entrado dado que no ocupa este estudio –, su “jerga”, la compartición de unas concepciones comunes que abarcan otros aspectos de sus vidas, suspendidos en las “redes de significado de Geertz” si se me deja utilizar a un simbolista en un ensayo materialista 10.

Bibliografía Barraycoa, J.; “Tiempo Muerto. Tribalismo, civilización y neotribalismo en la construcción cultural del tiempo” Scire. Barcelona, 2005. Benedict, R.; “El crisantemo y la espada”. Alianza Editorial. Madrid, 2011. Cladellas, R.; “El tiempo como factor cultural y su importancia socioeconómica: Estado del arte y líneas futuras”. Intangible Capital, ISSN: 1697-9818, 2009- 5(2): 210-226. Godelier, M.; “Lo ideal y lo material: pensamiento, economías y sociedades” Taurus. Madrid, 1990. Grebe, M.E.; “La concepción del tiempo en la cultura mapuche” Revista Chilena de Antropología ISSN 1667- 4308, 1987 – 6: 59-74. Harris, M.; “El materialismo cultural” Alianza Editorial. Madrid, 1982. Le Goff, J.; “Pensar la historia. Modernidad, presente, progreso”. Paidós. Barcelona, 1997. Lévy-Bruhl, L.; “El Alma Primitiva” Ediciones Península. Barcelona, 2003. Pérez, V.; “Concepción moderna del tiempo en el viaje de unos frailes de San Benito el Real de Valladolid a mediados del siglo XV” Miscelánea Medieval Murciana, ISSN 0210-4903, 2007 – XXXI: 139-148. Steger, H.A.; “La concepción de tiempo y espacio en el mundo andino”. Vervuert Verlag. Bamberg, 1991.

10 Como toque divertido.

Anexo Caso 1: Sujeto que trabaja en la Hostelería combinado con ámbito académico: Que implica la paraula horari? La paraula horari implica normalment un període de temps determinat durant el qual realitzes una activitat determinada. En el món de l'hosteleria, horari implica que comences a treballar a una hora determinada i que acabes quan acabes, quan et deixen, t'ho diuen, o s'acaba l'afluència de gent al final de la nit, en algun moment. Que és per tu un dia normal? Un dia normal comença a l'hora de dinar i s'acaba a la matinada. Defineix el teu horari laboral: Incert, fluctuant... Horari “social”: Horari social? L'horari social no existeix, depèn sobretot de la possibilitat de que els amics i coneguts puguin adaptar puntualment el seu horari al teu; potser de nit, en acabar de treballar, o poc després de llevar-te just abans de començar la jornada laboral. Quan temps fa que els tens: Tots els estius des de fa cinc anys. Com veus que poden estar relacionats els dos temes: horari i hosteleria? Dit de forma simple, els horaris personals queden totalment supeditats als de la feina Quines implicacions sorgeixen per combinar la feina amb l’oci o altres activitats? La principal problemàtica intrínseca al món de l'hosteleria és que és una feina que funciona generalment a temporades, i durant dies concrets, moments que van associats als dies en que la resta de gent té festa. Per tant, és difícil coincidir amb el grup social per tal de fer qualsevol tipus de sortida.

Enumera dificultats que hagis tingut La primera dificultat que em ve al cap és poder redactar el treball de fi de carrera per poder-lo entregar a temps; és, més que difícil, dur, combinar la vida acadèmica amb l'hosteleria. També dificulta bastant mantenir una relació amb una persona que no segueix els teus mateixos horaris Enumera beneficis que hagis tingut Cobrar un sou tots els estius per poder pagar la carrera, tot i que no sé si això es pot considerar un benefici. Defineix amb paraules i hores: Matí: dormir 5 del matí a 2 de la tarda Tarda: descansar i fer el que necessiti fer del es 2 de la tarda fins a les 7 de la tarda Nit: treballar, córrer d'un lloc a un altre, aguantar tonteries i impertinències i fer bona cara.

Segons la teva opinió, quin és el millor mecanisme per adquirir un entorn social amb la conjugació d’hores. Més que adquirir és més aviat intentar mantenir l'entorn social que ja tinguis quedant quan es pugui. Connotacions que poden sorgir d’una vida dedicada a la Hosteleria Transtorns del son, aïllament social, estrés, falta de descans... Connotacions que poden sorgir d’una vida dedicada a una feina “normal” o tipificada: despatx, botiga, fàbrica... Les repercussions físiques derivades del tipus d'activitat que es realitzi o estrés; depenent de l'intensitat de l'activitat Comentari sobre de que poden anar aquestes preguntes (objectiu final Els efectes de treballar en l'hosteleria sobre la forma de vida de la gent que s'hi dedica. Impressió final L'hosteleria és una professió que realment t'ha d'apassionar per poder-t'hi dedicar i que no et resulti una càrrega; i és a mñes, una professió que, en el fons, està molt poc valorada.

Caso 2: No trabaja en hostelería pero pareja si, esta persona trabaja en una tienda los fines de semana Que Implica per a tu la paraula “horari”? La paraula horari implica bastants aspectes desde el meu punt de vista. Horari és aquella paraula amb la que definim i situem els nostres espais diaris (horari laboral, horari per l’àpat, l’hora de sopar, horari d’esbarjo...). Per mi la paraula horari abarca massa i sembla que impliqui poc, tot i que ens regim per ella. Actualment no sóm ningú sinó mirem un rellotge i és per tant horari el mot que es refereix a la regularització de les nostres activitats diàries. Tan si són activitats laborals com si són d’oci, sempre mantenim certs horaris, uns externs i altres interns, respectivament, i sovint tots dos, depenen l’un de l’altre. Com seria per a tu un dia normal (escull un dia concret de la setmana)? Per mi un dia “normal” pot ésser de varies maneres. Actualment sóc una persona que treballa i estudia, i per tant mantinc uns horaris força variables, tot i que entrarien dintre de la norma. Fa uns anys hagués dit que per a mi l’horari “normal” era aixecarme a les 8 del matí, anar a la universitat fins les 14h aproximadament, i per la tarda poder fer feina, sortir, etc. I els caps de setmana totalment lliures. Actualment però els dies entre setmana es diferencien els uns dels altres, però per posar un exemple un dia normal seria llevar-me a les 8h per anar a classe fins les 11h i posteriorment de 16 a 19h estar en altres classes o bé treballant. Defineix el teu horari laboral setmanal: El meu horari laboral es divideix en varis àmbits: dilluns i dimecres de les 16 a les 19h i divendres i dissabtes de les 15h a les 22h (en tots dos casos hi compto l’estona de viatge). Defineix el teu horari “social”: El meu horari social acostuma a ser estones entre classes, els dijous i alguna nit de divendres o dissabte.

Altres horaris: Els meus horaris d’estudi. Per mi l’estudi és un altre tipus de feina, no remunerada econòmicament però si en tema de coneixements. Els meus horaris actuals de classes són dimarts i dijous de 9 a 11h i dimarts de 16 a 20h. Quan temps fa que tens aquests horaris comentats anteriorment? L’horari de classes i oci comentat farà un any. L’horari laboral farà dos anys i mig.

Quines implicacions sorgeixen per combinar la teva feina amb l’oci o altres activitats? Enumera dificultats que hagis tingut i enumera beneficis que hagis tingut. A cops en relació sobretot a la meva feina de caps de setmana em trobo amb problemàtiques per poder realitzar certes activitats d’oci, mentre que entresetmana no acostumo a tenir-ne. S’ha de tenir en compte el cansament, les hores que hi puguis dedicar, la feina que et resti per fer fora del teu entorn laboral, la possibilitat de compartir o no els teus horaris d’oci amb altres persones, etc. Dificultats: -

Cansament Incompatibilitat d’horaris amb altres persones que treballen entre setmana. Impossibilitat d’assistir a esdeveniments per franges horàries estadaritzades.

Beneficis: -

Disponibilitat econòmica.

Quines son les teves impressions al voltant de les relacions socials a les que estàs acostumat/da respecte les diferencies horàries? Les meva impressió és que finalment, tot i les diferències horaries, pots acabar tenint moments d’oci amb altres persones que tinguin horaris semblants o divergents al teu. Hi ha casos però, en els que mai arribes a posar-te d’acord, però penso que van més enllà de les dificultats horaries. Amb tot però, el meu cas no seria excesivament complicat ja que disposo de més llibertat entre setmana actualment, i em permet intentar-ho des d’aquí primerament. Quines complicacions es pot despendre o tan causat? En el meu cas les problemàtiques que em sorgeixen per combinar la feina amb l’oci són bàsicament relacionades amb el cansament físic i mental. Una part de les persones amb les que em relaciono no treballen els caps de setmana, i per tant quan arriben són

l’alliberació. La problemàtica és que jo el divendres si m’he de desplaçar cap a un sopar, ja sóc de les que arriben tard, i si després he d’anar de festa, ja estic pensant en que el dia següent hauré d’estar una mica desperta per poder realitza bé la meva feina, quan tothom està ple d’energia i poden allargar la nit fins la matinada, sense preocupació. Apart d’això en el meu cas també he notat la problemàtica en relació a les activitats d’oci relacionades amb esdeveniments o concerts. S’ha donat el cas moltes vegades des de que treballo en cap de setmana que és totalment impossible per mi assistir a concerts i certs esdeveniments ja que en el 90% els casos, les actuacions puntuals es fan en cap e setmana. Defineix amb paraules i hores: Matí: el matí per mi acostuma situar-se entre les 9h i les 13, quan estic classe o fent feina a casa. Migdia: migdia seria la franja horaria dedicada al dinar i a la migdiada, de 13 a 16. Tarda: la tarda começa en el moment en que la majoria de dies a la setmana començo a treballar o a anar a classe, les 16h, fins a les 20h. Nit: la nit seria el moment en el que ja no surto de casa o si ho faig és per quedar per algun sopar, és a dir, de les 20h a 24h. Segons la teva opinió, quin és el l’horari òptim per adquirir un bon entorn social. L’horari òptim per adquirir un bon entorn social és variable, depenent de les amistats que tingui i dels horaris d’aquestes. Tot i això en el cas que hagués e seleccionar un horari òptim votaria pels caps de setmana lliures. Entre setmana mentre les hores de dinar i les de sopar també estiguin lliures de feina, no hi veig problema. En relació a la temàtica d’aquesta entrevista, com creus que poden estar relacionats els dos temes esmentats: horari i hosteleria? Suposo que la relació clau entre aquests dos temes és el fet que l’hosteleria té u horari “perenne” que surt de la norma. Per fer relacions socials, per mi és bàsic com a mínim tenir les estones de dinar i sopar disponibles, sinó totes, una bona part, i una mica d’espai els caps de setmana i els festius varis. L’hosteleria implicaria tot el contrari, amb horaris variables, opertura en festius (fins i tot el dia de cap d’any), i un mínim poc significatiu d’estones d’àpat lliures. Quines creus que poden ser les connotacions que poden sorgir d’una vida dedicada a la Hosteleria (tant si hi treballes com sinó)? No treballo en hosteleria però si que conec gent que si dedica. Les connotacions són que tot i tenir feina, hi ha molta dificultat per trobar estones d’oci ja que els horaris

acostumen a ser molt diferents (a menys que la persona hi dediqui mitja jornada o menys a aquesta feina). Aquestes estones es poden referir a àpats actualment molt importants ja que quan et relaciones socialment acostuma a ser amb menjar de per mig, esdeveniments especials com festivitats, impossibilitat d’assistir en moments posteriors als àpats per cansament o per plegar massa tard, etc. Amb tot una connotació positiva podria èsser algun plus econòmic per festius, nocturnitat, propines, etc.

Quines creus que poden ser les connotacions que poden sorgir d’una vida dedicada a una feina “normal” o tipificada: despatx, botiga, fàbrica... A vegades en aquests casos depèn de l’horari també, ja que a fàbriques o botigues les jornades tampo són tan “normals” com a despatx, per exemple. Potser en alguns d’aquests casos penso que alguna problemàtica pot estar relacionada amb que posteriorment hagis de seguir treballant a casa, quan a l’hosteleria és treballa més al moment. D’altra banda però aquestes feines amb horaris més “estàndards” acostumen a tenir més temps combinable d’oci. T’agradaria, en el cas que no hi treballis actualment, dedicar-te al sector de l’hosteleria? I en cas de que ja hi treballis, tens expectatives de seguir-ho fent? Actualment no estaria en els meus plans dedicar-mi ni m’agradaria fer-ho. Perquè creus que amb els horaris tan propis de l’hosteleria, les persones i segueixen treballant? Suposo que les persones que s’hi dediquen i s’hi esforcen, és perquè els hi deu agradar la seva feina. Possiblement apart al ser un dels sectors més normalitzats en rebre propines, penso que pot ser un ran incentiu.

Caso 3: Combinación de otras actividades con horas el fin de semana en restauración. Que Implica per a tu la paraula “horari”? Implica responsabilitat i organització. Com seria per a tu un dia normal (escull un dia concret de la setmana)? Un dia normal de dissabte és: em llevo a les 8:00 i preparo les classes particulars de 10 a 11 tinc a dues i de 11 a 12 a una altra. Seguidament, estudio o preparo el dinar, dino i puc descansar fins les 16 més o menys que és quan preparo la classe d’aeròbic, de 18 a 19 faig la classe, em dutxo i m’arreglo per la nit, sopo i vaig al bar estic una estona amb amics o amb la parella si poden i a les 24 entro a la barra. Tant puc acabar a les 3 com a les 5, normalment més no s’allarga. Defineix el teu horari laboral setmanal: El meu horari laboral actualment és dijous de 16:00 a 21:00, divendres de 18:00 a 21:00, dissabte de 10:00 a 12:00, de 18:00 a 19:00 i de 24:00 a 3:00/5:00. Defineix el teu horari “social”: El meu horari social entre setmana varia, ho combino entre feina i estudi, al cap de setmana puc el divendres per la nit i els diumenges. Altres horaris: Horaris d’estudi dimarts de 9:00 a 12:00 i de 16:00 a 20:00, dimecres de 16:00 a 17:30, dijous de 16:00 a 21:00, divendres de 18:00 a 21:00. Horaris de dansa dilluns de 19:30 a 21:00. Quan temps fa que tens aquests horaris comentats anteriorment? Des de setembre de 2012. Quines implicacions sorgeixen per combinar la teva feina amb l’oci o altres activitats? Enumera dificultats que hagis tingut i enumera beneficis que hagis tingut.

Les dificultats són al cap de setmana, ja que quan la gent surt més és dissabte i per sortir a sopar tranquil·lament o quedar amb amics és impossible. A més degut a que tinc la majoria de dissabte ocupat és complicat trobar un moment per l’oci i els diumenges també és difícil fer alguna excursió, per exemple. I sobretot, és difícil combinar amb la dansa perquè molts intensius i competicions es fan en cap de setmana. Beneficis no gaires, intento buscar moments entre setmana per poder fer altres activitats i al cap de setmana intento fer alguna cosa divendres o diumenge si no he plegat molt tard. Quines son les teves impressions al voltant de les relacions socials a les que estàs acostumat/da respecte les diferencies horàries És complicat intentar organitzar un cap de setmana amb amics si volen fer alguna activitat nocturna i treballes per la nit, o si volen fer alguna activitat pel matí i només has dormit 2 hores. I també amb la parella, ell fa festa el cap de setmana i jo treballo, i és complicat buscar per fer una activitat els dos junts. Quines complicacions es pot despendre o tan causat? Poder mantenir les relacions amb amics i no tenir temps amb la meva parella. Defineix amb paraules i hores: Matí: Des de que em desperto fins que dino, de 7:00 a 13:00 Migdia: Des de que dino fins que començo a estudiar o treballar, de 13:00 a 15:00 Tarda: Des del migdia fins que plego de estudiar o treballar per anar a sopar, de 15:00 a 21:00. Nit: Des de que sopo fins que em desperto, de 21:00 a 07:00. Segons la teva opinió, quin és el l’horari òptim per adquirir un bo entorn social. Un horari de mati i tarda durant la setmana que sigui estable, sense torn variable. En relació a la temàtica d’aquesta entrevista, com creus que poden estar relacionats els dos temes esmentats: horari i hosteleria? L’horari de l’hosteleria és poc combinable amb l’horari “normal” de la gent, ja que treballes quan ells dinen, sopen o estan de festa. A més normalment és un horari variable.

Quines creus que poden ser les connotacions que poden sorgir d’una vida dedicada a la Hosteleria (tant si hi treballes com sinó) Canvis en les relacions socials, ja que et relaciones amb molta gent però potser no és la gent amb la que t’agrada compartir estones. Molta relació superficial. Estrés degut a la variabilitat horària i a la pressió del públic i d’estar de cara a la gent. Dificultats amb la parella si no pots combinar bé l’horari. Quines creus que poden ser les connotacions que poden sorgir d’una vida dedicada a una feina “normal” o tipificada: despatx, botiga, fàbrica... Pot sorgir la rutina i el cansament de fer sempre el mateix i ser massa mecànic. Depèn del treball també hi ha pressió per vendre o fer una determinada feina amb un temps concret. I si estàs de cara al públic també hi ha els problemes relacionats amb el tracte de diferents persones. T’agradaria, en el cas que no hi treballis actualment, dedicar-te al sector de l’hosteleria? I en cas de que ja hi treballis, tens expectatives de seguir-ho fent? La meva feina en l’hosteleria és mínima, treballo els dissabtes a la nit a partir de les 24:00. No m’agradaria dedicar-me exclusivament a l’hosteleria, i també espero no seguir molt temps en la feina actual, ja que he anat veient que no m’aporta res aquest sector, prefereixo dedicar el meu temps a altres feines i activitats. Perquè creus que amb els horaris tan propis de l’hosteleria, les persones i segueixen treballant? Molts és per necessitat, és un sector on la joventut troba força oferta de treball i sobretot en cap de setmana. Si només ets cambrer és relativament fàcil, deixant de banda els conflictes socials que poden sorgir. A més hi ha les persones que s’hi volen dedicar i treballen per vocació o descobreixen que els hi agrada.

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