Vij de Nikolaj Gogol\', una traducción al castellano

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Descripción

VIJ NIKOLAJ GOGOL’

Traducción y notas: Daniel Martínez Troya [email protected] IES. Zaframagón Avda. Manuel de Falla S/N, Olvera, Cádiz

RESUMEN En este trabajo presento una traducción al castellano de la conocida novela de Nikolaj Gogol’ Vij poniendo un especial énfasis en la descripción de las escenas, con toda una serie de notas aclaratorias y enlaces a páginas web que servirán para ejemplificar indumentarias, bailes, gastronomía y otras particularidades de la hermosa tierra que nos describe este autor genial.

РЕЗЮМЕ В этой работе я предлагаю Вам, познакомится с знаменитым произведением Николая Гоголя -"Вий" переведѐнного мною на испанский язык. В котором помещаю специальную эмфазу в описание сцен, с целой серией разъяснительных отметок, и переходами на Веб страницы, которые помогут больше раскрыть суть произведения, с подробными описаниями костюмов, танцев, гастрономией, живописными пейзажами, и другими особенностями того времени, которые описывает нам этот гениальный автор.

PRÓLOGO

Traducir a Gogol’ es un honor y una responsabilidad. Sobre todo para alguien, como es mi caso, que está lejos de ser un traductor de profesión. Para ser justos con todos, yo llegué a Gogol’ a través de la película de Kropačëv de 1967. La singularidad de la cinta, junto a la espectacular belleza de Natal’ja Varlej me hicieron acercarme a un clásico literario que desconocía y que acabó por fascinarme. A lo largo de todos estos años he llegado a la contundente conclusión de que el abuso cruel con el que la cultura anglosajona se va imponiendo en todo el mundo, lleva al anonimato de joyas de toda edad y nacimiento, en lugares tan maravillosos y culturalmente impresionantes como son los países del este de Europa, por ceñirme tan sólo a lo que parcialmente conozco. Que la mayor parte de la literatura del este se desconozca en occidente, es tan lamentable, que apenas podemos solventar el drama con la sistemática traducción de los manidos clásicos. Precisamente la riqueza está en todo aquello que se ha quedado en la penumbra, y no es el caso ciertamente de Gogol’, como puede comprenderse. Este precioso relato aparece por primera vez en Mirgorod (1835) y narra las peripecias del joven filósofo Xoma Brut en su enfrentamiento con una terrible bruja. Gogol’ nos describe la acción de una manera tan plástica que tenemos la sensación de encontrarnos ante una galería de cuadros estáticos, pintorescamente coloridos, en los que se describe no sólo un mundo imposible y grotesco, sino la apasionante vida de los cosacos de la Pequeña Rusia, con una pluma ácida al tiempo que inevitablemente enamorada de una tierra que el escritor consideraba propia, no en vano había nacido en ella. Si bien Vij es un relato corto, su influencia en la mentalidad rusa y ucraniana es enorme. La aparición de la película de Kropačëv tuvo tal repercusión que generaciones enteras de soviéticos la rememoran aún a pesar del paso de los años, como una maravillosa perturbación que les aterró y les embelesó desde las primeras escenas. Hay que reconocer que las escenas de terror de Vij eran naif pero es cierto que en esos años la Hammer estaba sembrando de monstruos los cines con una factura no muy superior.

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De todas formas el cuento de Gogol’ nos desborda en fantasías tanto en color como en blanco y negro. Las escenas oníricas y llenas de hermosura de la bruja como vieja, contrastan brutalmente con las escenas tétricas de la joven bruja, una vez ya en la iglesia. Sin embargo, como transición desafiante, las descripciones de la joven moribunda o muerta resultan tan sensuales que nos recuerdan hoy día a las habituales representaciones vampíricas que tanto han masticado algunos escritores en serie hasta convertir el hecho en una papilla insípida por monótona y reiterada. Afortunadamente nos queda Gogol’ y si bien su pannočka no es exactamente un modelo de vampiro occidental, supera con creces a cualquiera de éstos que aparecen hoy día por doquier, como si se hubiese desfondado el arcón de las miserias y se hubiesen desparramado los engendros por todo reducto de supuesto arte, aplaudidos de manera obediente por las masas de cientos de miles de adoctrinados. Por todo ello, disfrutemos de la imaginación impenitente de un genio, en una época en la que Europa se abría a las luces de la ciencia. En ese tiempo aún quedaban regiones en penumbra, territorios indómitos en los que cosacos de raza, que no temen ni a la muerte, habrán de vérselas cara a cara con algo aún más horrible, algo aún más fiero, con un ser diabólico aunque hermoso, retornado de la muerte, con el negro deseo de vengarse de alguien que, con nada más que un palo, le había tundido las costillas a toda una hija del demonio.

Daniel Martínez Troya Olvera, 2015

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Apenas sonaba en Kíev, bien temprano en la mañana, la animosa campana del seminario, que colgaba de la puerta del monasterio de Bratskij 2 , ya se desbandaban por toda la ciudad los estudiantes y los residentes3. Gramáticos, retóricos, filósofos y teólogos, con los cuadernos bajo el brazo, se precipitaban entrando en clase. Los gramáticos eran aún muy críos4; mientras andaban, se empujaban unos a otros y se peleaban entre sí por las cuestiones más nimias; vestían casi todos unas ropas andrajosas o llenas de manchas, y sus bolsillos estaban siempre llenos de 1

Vij es una colosal creación de la imaginación popular. De este modo se denomina en la Pequeña Rusia al jefe de los gnomos cuyos párpados sobre los ojos llegan hasta el mismísimo suelo. Todo este relato es de creación popular. No quise cambiarlo en nada y lo cuento casi con la misma sencillez con la que lo oí (Nota del Autor). Lo que Gogol’ denomina Pequeña Rusia (Malorossija) es una región poco definida del centro-este de Ucrania, tan desgraciadamente de actualidad como consecuencia de las difíciles relaciones de poder entre este y oeste. No es un objetivo de mi traducción, obviamente, delimitar exactamente esa referencia geográfica, pero resulta necesario a la hora de situar las supuestas fuentes esgrimidas por el genial autor. Mapas de los años anteriores a Gogol’ (c. 1750) marcan la mayor parte de la región entre el Dniéper y el Don como Rusia: http://mapy.mzk.cz/mzk03/001/053/427/2619316891/ otros, como Pequeña Rusia: http://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~2552~270004?id=1-12552-270004&name=Map+of+Europe y otros, como una región dividida entre Ucrania y Tartaria: http://www.oldmapsonline.org/map/cuni/798715. El resultado es evidente, una región limítrofe sin una raíz histórica definida por grandes asentamientos, aunque con una cultura popular más o menos definida. Esta burla de fronteras nos debería poner en guardia a más de uno en lo que a identidades se refiere en una zona tan compleja cultural y étnicamente. Otro aspecto a considerar en lo relativo a la nota de Gogol’ es su afirmación de que es “creación popular”. Los expertos en la cuestión consideran que Gogol’ tomó la idea de influencias occidentales como las de los cuentos de los hermanos Grimm, rechazando supuestos orígenes ucranianos. Cf. Rancour-Laferriere The Identity of Gogol’’s VIJ, Harvard Ukrainian Studies Vol. 2, No. 2 (Junio 1978), pp.211-234. http://www.jstor.org/discover/10.2307/41035781?sid=21105932604621&uid=4&uid=3737952&uid=2 Su supuesta fidelidad a la narración oída no sería otra cosa que un recurso narrativo famoso ya desde los tiempos más antiguos de la literatura. Basta recordar a Cide Hamete Benengeli. 2 Monasterio fundado en Kíev en 1588 que hacía las funciones de escuela y posteriormente academia. Como veremos en sus muros compartían aula tanto seminaristas, como gramáticos o retóricos. 3 En realidad bursaki son aquellos que viven en el Seminario, entendido como residencia común, son estudiantes de cualquier rama de estudio gracias a una bourse o beca (es algún estamento poderoso quien se encarga de su manutención como obra de caridad). 4 La comparación entre las diferentes clases puede profundizarse con los comentarios de Michal Oklot en Oklot, M. Phantasms of Matter in Gogol (and Gombrowicz), 2009, pp. 184-185.

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cosas inútiles como tabas 5 , silbatos, cosas hechas de plumas, pirogi 6 a medio comer, e incluso a veces, pequeños gorriones de los que alguno, piando de repente en el silencio absoluto de la clase, obtenía para su dueño el correspondiente castigo en las dos manos, y alguna vez, la vara de cerezo. Los retóricos caminaban de una forma más compacta, sus ropas a menudo, estaban íntegras por completo, pero en cambio en sus rostros había frecuentemente algún adorno conveniente para la senda de los retóricos7: bien un ojo se hundía por debajo de la mismísima frente, bien ambos labios se apretaban formando un nudo8, o cualquier otra señal; éstos hablaban y juraban entre sí con voz de tenor. Los filósofos bajaban una octava completa; en sus bolsillos, al margen de raicillas de tabaco fuerte, no había nada. No se reservaban nada y se comían todo lo que caía en sus manos sin demora; a veces se olían sus pipas y su vodka desde tan lejos que algún artesano que pasase cerca se quedaba un buen rato, de pie, olfateando el aire como un perro de caza. El mercado a esa hora apenas si empezaba a animarse y las vendedoras con sus bubliki9, bulki10, sus semillas de sandía11 y makovniki12, tiraban de las faldas de los ropajes a aquellos 13 cuya ropa era de tela fina o de cualquier material semejante al fieltro. —¡Jóvenes, jóvenes 14 ! ¡Aquí, aquí! —gritaban por todos lados— ¡Aquí tengo buenos bubliki, makovniki, vertyčki15, buxanci16! ¡Por Dios que son buenos! ¡Con miel! ¡Los he cocido yo misma! 5

Antiguo juego de mesa que usaba pequeños huesecillos (tabas) que se lanzaban sobre la superficie y daban la victoria al lanzador según la cara que mostrasen, funcionando en ese sentido como un dado. 6 Típica elaboración del este de Europa que consiste en un alimento como carne, col o patata envuelto en una masa y cocido al horno. Las variantes son miles. Un ejemplo lo podemos ver en este enlace: http://www.povarenok.ru/recipes/show/94032/ 7 Interpreto que será un ceño fruncido, ojeras o cualquier mal aspecto. En este sentido Gogol’ enfrenta el semblante de los retóricos a la indumentaria de los gramáticos. 8 Una burbuja, en ruso. 9 Son rosquillas de pan blando que pueden ir cubiertas de diferentes tipos de semilla: http://www.povarenok.ru/recipes/show/33806/ 10 Igual que el anterior, aunque macizo y con forma redondeada: http://www.povarenok.ru/recipes/show/71141/ 11 Que sean pipas de sandía se nos hace extraño pero basta recordar nuestras pipas de melón o de calabaza tostadas para aceptarlo. 12 Es decir, con dulces hechos con semillas de amapola, muy habituales en el este de Europa y en la Rusia central: http://www.povarenok.ru/recipes/show/3032/ 13 Posibles clientes. 14 En ucraniano. La forma de hablar de las vendedoras refleja la fusión de culturas de la zona. 15 Son pastelillos de masa retorcida de formas que pueden ser muy variadas. http://www.povarenok.ru/recipes/show/84945/

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Otra, levantando un trozo alargado, retorcido de masa, gritaba: —¡Aquí hay susul’ka17! ¡Señores, comprad una susul’ka! —No le compréis a ésta nada: Mirad lo horrorosa que es y qué mala nariz tiene y qué manos tan sucias… Pero ellas temían rozar a los filósofos y a los teólogos, porque los filósofos y los teólogos gustaban siempre de probar solamente y además un puñado entero. Al llegar al seminario todos los grupos se distribuían según las clases, encontrándose en espaciosas habitaciones con pequeñas ventanas y techos bajos, agradables no obstante, con puertas anchas y bancos 18 sucios. La clase se llenaba de repente con cuchicheos de muchas voces distintas: los auditores19 escuchaban a sus alumnos; el timbre agudo de soprano de un gramático retumbaba de golpe sobre el sonido de un vidrio, encajado en una pequeña ventana, que contestaba casi con el mismo sonido que le llegaba; en un rincón rezongaba un retórico, cuya boca y gruesos labios deberían haber pertenecido al menos a la filosofía. Farfullaba con tono de bajo, y desde lejos sólo se percibía bu, bu, bu, bu… Los examinadores, mientras escuchaban la lección, miraban con un ojo por debajo del pupitre, donde sujeto del bolsillo del seminarista sobresalía un panecillo 20 , o un varenik21 o pipas de calabaza. Cuando toda esta tropa de estudiosos lograba llegar un poco antes, o cuando sabían que los profesores se presentarían más tarde de lo habitual, entonces, bajo común acuerdo, planeaban una pelea, y en esta pelea debían tomar parte todos, incluso los censores, encargados de vigilar el orden y la moralidad de todo el alumnado. Dos teólogos, generalmente decidían cómo transcurriría la lucha: si cada clase debía permanecer por sí misma, o si todas debían dividirse en dos mitades: los seminaristas residentes y los que

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Buxanka en ruso representa un pastelillo con forma más o menos de ladrillo. http://www.povarenok.ru/recipes/show/97350/ 17 Forma ucraniana para carámbano. Es decir, un pastelillo de masa con forma de carámbano trenzado. 18 Pupitres. 19 Como examinadores o inspectores. 20 Bulka. 21 Pastas con mermelada o frutas confitadas de diferentes maneras. http://www.povarenok.ru/recipes/show/67199/

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no22. En cualquier caso los gramáticos empezaban antes que ninguno, y tan pronto como se entremezclaban los retóricos, se alejaban corriendo y permanecían de pie en algún sitio elevado para disfrutar de la pelea. Después tomaban parte los filósofos, con sus largos bigotes negros, y finalmente también los teólogos, con sus horribles šarovary23 y sus cuellos rollizos. Usualmente se terminaba con que la teología vencía a todos, y la filosofía, frotándose los costados, se veía forzada a entrar en clase y quedarse a descansar en la bancada. El profesor, entrando en clase, y habiendo él mismo participado alguna que otra vez en semejantes peleas, en apenas un minuto, por las caras sofocadas de sus alumnos, se percataba que la lucha no había sido una tontería, y mientras él castigaba con la vara los dedos de los retóricos, en otra clase discernía los golpes de la madera sobre las manos de los filósofos. Con los teólogos ocurría algo completamente diferente: a ellos, según una expresión del profesor de teología, se les aplicaba una medida de «garbanzos gordos», dispensada con un látigo de correítas cortas de cuero. En los días grandes y en las fiestas, a los seminaristas y a los residentes se les mandaba por las casas para que realizasen representaciones teatrales 24 . Algunas veces representaban una comedia, y en tales casos siempre se distinguía algún teólogo, cuya altura apenas si quedaba por debajo del campanario de Kíev, representando a Herodes25 o a la Putifar26, a la esposa del mayordomo mayor 27 de palacio egipcio. A modo de recompensa recibían un trozo de tela de lino, o un saquito de mijo, o la mitad de un ganso hervido o cosas por el estilo. Todos estos estudiantes, tanto seminaristas como residentes, que sentían algo así como una enemistad hereditaria entre sí, estaban en extremo faltos de medios para saciarse y además eran inusitadamente voraces; hasta el 22

La diferencia entre los bursaki y los seminaristy radica en que los primeros vivían en el centro de estudios (gracias a una bourse o beca o simplemente gracias a los poderes públicos), mientras que los otros iban y venían al seminario desde casa. 23 Ropaje semejante a los pantalones bombachos que caracterizaba la indumentaria de guerra de los cosacos: http://demotivators.org.ua/b/v/211496 24 La palabra vertep parece hacer alusión aquí a pequeñas representaciones de títeres sobre temas bíblicos, o mundanos como divertimentos satíricos. La idea de vertep o vertepa, que puede traducirse por “cueva” o “guarida”, implicaría la estructura cerrada en la que semejantes representaciones se llevarían a cabo. 25 Probablemente Herodes Antipas. Cf. Mt 14 1. 26 Pentefri a través del griego Petefris (transcribo versión en griego moderno) para Putifar. La frase elegida por Gogol’ parece referirse a la mujer de Putifar como, la Putifar. 27 Responsable organizativo y socioeconómico del palacio de Faraón.

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punto que, contar cuántos de los galuški28 de la tarde devoraba cada uno, era una cuestión completamente imposible; y esa era la razón de que las voluntariosas donaciones de los propietarios prósperos no pudieran ser suficientes. Entonces, un senado formado por filósofos y teólogos, enviaba a gramáticos y retóricos bajo el mando de algún filósofo, y a veces se les unía también, con sacos a los hombros para vaciar huertos ajenos. Así en la residencia aparecía puré de calabaza. Los senadores almorzaban tantas sandías y melones que, al siguiente día, los examinadores oían dos lecciones en vez de una: una salía por la boca, la otra protestaba en la senatorial panza. Residencia y seminario vestían algo que se parecía a una larga levita, que se extendía «hasta ese punto» 29 : palabra técnica que significaba, más allá del talón. El evento más solemne para el seminario eran las vacaciones, un tiempo que empezaba con el mes de junio, cuando por lo general los residentes se marchaban a casa. Entonces todo camino principal se llenaba de gramáticos, filósofos y teólogos. El que no tenía hogar, se iba a la casa de alguno de sus compañeros. Los filósofos y los teólogos podían irse con condiciones, es decir asumían la educación o la preparación de los hijos de la gente pudiente, y a cambio recibían en el año unas botas nuevas, y a veces incluso un sjurtuk 30 . Toda esta multitud cubría junta todo un asentamiento gitano; se hervía kaša31 y pernoctaba en el campo. Cada uno arrastraba consigo un saco, en el que había una camisa y un par de vendas para los pies. Los teólogos por encima del resto, eran comedidos y limpios: para no forzar las botas, se las quitaban, las colgaban en un palo y las llevaban sobre los hombros, sobre todo cuando había barro. Entonces, se recogían los šarovary por encima de las rodillas y salpicaban en el fango con los pies sin miedo alguno. Tan pronto les atraía una aldea32 al margen, en ese mismo instante se desviaban del camino principal y, acercándose a la casa cuya hechura fuese más agradable que la de las otras, se plantaban 28

Un tipo de plato caliente hecho con masa hervida de formas más o menos redondeadas y que puede acompañarse de las maneras muy variadas: http://www.povarenok.ru/recipes/show/13722/ 29 Hasta este momento o hasta este lugar. 30 Es un tipo de ropa amplia y larga semejante a una levita cuyo nombre en ruso sjurtuk procede del francés surtout o en castellano “sobretodo”. Se relaciona claramente con el tradicional kaftan: http://donbassrus.livejournal.com/532279.html 31 Típica comida rusa consistente en una especie de puré de avena, aunque como siempre con muchas posibles variantes. Normalmente se hace con leche o con agua: http://www.povarenok.ru/recipes/show/33366/ 32 Realmente varias casas de campo, granjas, más o menos agrupadas.

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frente a las ventanas en fila y a toda voz empezaban a cantar 33. El dueño de la casa, algún viejo aldeano cosaco, les escuchaba un buen rato, sosteniéndose sobre ambos brazos, suspiraba amargamente y gritaba, volviéndose a su esposa: «¡Mujercita! ¡Lo que cantan estos estudiantes debe ser muy profundo; tráeles tocino y algo por el estilo que tengamos!» Y una fuente entera de vareniki caía en la saca. Un considerable trozo de tocino, unas cuantas paljanic34, y a veces, una gallina atada, cabían allí juntos. Fortificados con semejantes provisiones, los gramáticos, retóricos, filósofos y teólogos se volvían a poner de nuevo en camino. Sin embargo, a más lejos fuesen, más disminuía su número. Casi todos se habían dispersado por sus casas, y quedaban aquellos cuyos hogares 35 estaban más lejos que los del resto. Una vez durante el tiempo de semejante viaje, tres residentes se apartaron del camino principal hacia un lado, para proveerse de vituallas en la primera aldea que encontrasen, pues su saco hacía tiempo ya que estaba vacío. Estos eran: el teólogo Xaljava36, el filósofo Xoma Brut37 y el retórico Tiberij Gorobec’38. El teólogo era un hombre alto, ancho de hombros y de un carácter extremadamente extraño: todo lo que yaciese o estuviese cerca de él, ciertamente lo robaba. En otros casos su carácter era enormemente sombrío, y cuando se emborrachaba, se escondía en la espesura, y el seminario tenía gran dificultad en encontrarle allí. El filósofo Xoma Brut era de carácter alegre. Le gustaba mucho tenderse y fumar en pipa. Si bebía, entonces ciertamente tomaba músicos y bailaba el tropak 39 . A menudo probaba los «garbanzos gordos» pero

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Algún himno de carácter solemne, generalmente religioso. Paljanica es un tipo de tortilla típica ucraniana de masa hervida que se rellena con alimentos variados: http://findfood.ru/recept/palyanica-s-yaicom-i-zelenyu 35 Nidos familiares, en ruso. 36 Xaljava significa “gratis” y así na xaljavu sería a expensas de otro, algo que se acomoda perfectamente al personaje. 37 Brut se traduciría por “Bruto” probablemente con un eco al asesino de César, pero sobre todo por su significado de “materia bruta” sin elaborar. De hecho nuestro protagonista es toda una naturaleza primitiva. 38 En ucraniano gorobec’ significa gorrión, pero no veo una vinculación clara con el personaje. 39 Característico baile ucraniano muy exigente con el tono físico: https://www.youtube.com/watch?v=vskhK5-poe8 34

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enteramente con filosófica indiferencia, diciendo que lo que tuviese que ser, fuese40. El retórico Tiberij Gorobec’ aún no tenía derecho de usar bigote, beber vodka o fumar en pipa. Llevaba solamente oseledec 41 , y por tanto su carácter en aquel tiempo apenas si se había desarrollado; aunque a juzgar por los grandes bultos que tenía en la frente, con los que a menudo aparecía en clase, se podía suponer que de él surgiría un buen guerrero. El teólogo Xaljava y el filósofo Xoma a menudo le tiraban del mechón de cabello como señal de patronazgo42 y lo empleaban en calidad de diputado. Era ya por la tarde cuando se desviaron del camino principal. El sol apenas se había puesto y la templanza del día permanecía aún en el aire. El teólogo y el filósofo estaban callados, fumando en pipa; el retórico Tiberij Gorobec’ descabezaba con un palo los cardos que crecían en los márgenes del sendero. El camino iba entre grupos dispersos de robles y avellanos, que cubrían el prado. Suaves pendientes y colinas, verdes y redondeadas, como cúpulas, a veces interrumpían la planicie. Al verse en ambos márgenes un campo de cereal con centeno madurando, se entendía que pronto debería aparecer alguna aldea. Pero ya llevaban más de una hora desde que se había pasado al lado de los campos de cereal, y sin embargo aún no se les había aparecido ninguna vivienda. El crepúsculo oscurecía ya completamente el cielo y sólo a occidente palidecía un resto de resplandor bermejo. —¡Qué diablos pasa! —dijo el filósofo Xoma Brut—. Se daba por hecho ya que iba a aparecer una aldeíta43. El teólogo permaneció en silencio, miró en las cuatro direcciones, se volvió a poner después la pipa en la boca, y todos continuaron el camino.

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Lo que tenga que ser, no se rodee. También llamado čub. Consiste en el clásico corte de cabello que caracteriza al guerrero cosaco, con la cabeza afeitada y un gran mechón central que cuelga a un lado. Al ser un símbolo marcial se entiende el comentario posterior de Gogol’ al respecto de la belicosidad del retórico. Pueden verse varios ejemplos en el famoso cuadro de Repin Cosacos escribiendo un manifiesto: http://en.wikipedia.org/wiki/Reply_of_the_Zaporozhian_Cossacks#/media/File:Ilja_Jefimowitsch_Repin _009.jpg 42 Es decir que en cierto modo le ofrecían protección al retórico, lo que visto su talante, en gran medida es una burla. 43 Como otras veces antes en el texto, un xutor estaba formado por unas pocas casas. 41

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—¡Por Dios! —dijo de nuevo deteniéndose, el filósofo—. No se ve ni siquiera el puño del diablo. —Puede ser, más adelante aparecerá alguna aldeíta —dijo el teólogo, sin soltar la pipa. Pero con todo esto era ya de noche, y una noche bastante oscura. Unas nubes pequeñas aumentaban la tenebrosidad y a juzgar por todas las señales, no se podía esperar ni estrellas ni luna. Los residentes se percataron de que se habían dejado atrás la senda y hacía rato que no iban por el camino. El filósofo a tientas con las piernas por todos los lados dijo, al final, de forma entrecortada: —¿Y dónde está el camino? El teólogo calló y reflexionando añadió: —Sí, la noche es oscura. El retórico marchó hacia un lado e intentó a gatas palpar el camino, pero sus manos se daban sólo con agujeros de zorro. Por todos sitios había una estepa por la que no parecía que anduviese nadie. Los viajeros se esforzaron aún por avanzar un poco, pero por todos sitios había la misma tierra inculta. El filósofo intentó gritar, pero su voz se apagó completamente por los lados y no encontró respuesta alguna. Sólo un poco más tarde débiles lamentos fueron oídos, parecidos a aullidos. —Mira, ¿qué vamos a hacer aquí? —dijo el filósofo. —¿Y qué podemos hacer? ¡Quedarnos y hacer noche en el campo! —dijo el teólogo y hurgó en el bolsillo para sacar yesca y fumarse de nuevo su pipa. Pero el filósofo no podía estar de acuerdo en esto. Él siempre tenía la intención de zamparse, por costumbre, medio pud 44 de pan 45 y cuatro libras 46 de tocino y esta vez sentía en su estómago algo así como una soledad insoportable. Además, a pesar de su carácter alegre, el filósofo temía mucho a los lobos.

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El pud es una unidad de masa tradicional rusa de aproximadamente unos 16,4 Kg. Curiosamente de un pico, no del centro del pan. 46 La libra rusa tiene un poco más de 450 gramos. 45

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—No, Xaljava, no se puede —dijo—. ¿Cómo entonces no sustentarse con algo, estirarse y tenderse así, como perros? Intentemos más aún, puede ser que lleguemos a alguna vivienda y al menos tendremos la posibilidad tomar un trago47 de vodka para pasar la noche. Ante la palabra «vodka» el teólogo escupió a un lado y añadió: —Eso por supuesto, nada de quedarse en el campo. Los residentes continuaron adelante y para su enorme alegría, a lo lejos creyeron oír un ladrido. Escuchando de qué parte, se dirigieron más animosamente y, tras caminar un poco, vieron una lucecita. —¡Una aldea48! ¡Por Dios, una aldea! —dijo el filósofo. Sus suposiciones no resultaron engañosas: poco tiempo después vieron exactamente una pequeña granja, que estaba formada por sólo dos casas, encontrándose ambas en un mismo patio49. En las ventanas iluminaba el fuego. Decenas de ciruelos se destacaban al pie de una empalizada 50 . Mirando a través del entablado de la verja, los estudiantes vieron el patio, con carros de tipo Čumaki51 que habían dejado allí. Las estrellas en ese momento se asomaban por todas partes en el cielo. —¡Mirad, hermanos, no os quedéis plantados! ¡Que sea de una manera u otra, pero hay que conseguir que nos dejen pasar la noche! Los tres hombretones estudiantes golpearon amistosamente la puerta de la verja y gritaron: —¡Abrid! La puerta de una de las casas rechinó y un minuto después los residentes vieron ante sí a una vieja que vestía una pelliza de piel de oveja. —¿Quién está ahí? —gritó ella, tosiendo de forma sofocada. 47

Una taza o un vaso. Xutor. 49 Una especie de corral común o patio de tierra. 50 Básicamente una valla alta que rodeaba al xutor para protegerlo. 51 Los čumaki eran un grupo propio de la zona central ucraniana que se encargaban normalmente del transporte de vino y otros productos. Para ello utilizaban un tipo de carro alargado y de tiro animal, que podían unirse uno detrás de otro a modo de caravana, tal y como se puede apreciar en las hermosas pinturas de Iván Ajvazovskij: https://ru.wikipedia.org/wiki/%D0%A7%D1%83%D0%BC%D0%B0%D0%BA%D0%B8 48

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—Déjanos pasar, abuela, para pasar la noche. Nos hemos extraviado del camino. En el campo se está mal así52, como con el estómago vacío. —¿Y qué tipo de gente sois? —Pues somos gente respetuosa: el teólogo Xaljava, el filósofo Brut y el retórico Gorobec’. —No se puede —protestó la vieja—, tengo el patio lleno de gente, y todos los rincones de la casa están ocupados. ¿Adónde os voy a meter? ¡Además de todo eso, siendo una gente tan alta y fornida! Y la casa se me va a venir abajo cuando meta a gente semejante. Yo conozco a estos filósofos y teólogos. Si comienzas a aceptar semejantes borrachos, pronto no quedará ni patio. ¡Largaos, largaos! Aquí no hay lugar para vosotros. —¡Ten piedad, abuela! ¿Cómo va a ser posible que almas cristianas se pierdan por nada y para nada? Métenos donde quieras. Y si algo hacemos, de la manera que sea, o cualquier otra cosa, que se nos sequen las manos, y así sea lo que sólo Dios sabe. ¡Queda dicho! La vieja pareció ablandarse un poco. —Bien —dijo, como meditando—, os dejo entrar; sólo que os colocaré a todos en sitios diferentes: si no, no tendría el corazón tranquilo cuando descansaseis juntos. —A tu voluntad; no vamos a contradecir —contestaron los residentes. El portal rechinó y entraron en el patio. —Y qué, abuela —dijo el filósofo, yendo hacia la vieja—, si fuese así, como dicen… por Dios, como si alguien estuviese moviéndose a ruedas53 en la barriga. Apenas si hemos tenido una loncha en la boca desde primera mañana. —¡Mira de lo que tiene gana! —dijo la vieja—. No tengo nada, nada semejante, y el horno54 ni lo encendí hoy.

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Sin pertrechos ni comida, se entiende, o por ser noche cerrada, con el relente y todo lo que ello conlleva. 53 En un vehículo a ruedas. 54 Debe entenderse probablemente como estufa donde al tiempo que se cuecen alimentos, se calientan los habitantes de la casa.

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—Y nosotros ya por todo eso 55 —continuó el filósofo— lo saldaríamos mañana como se debe —en moneda—. Sí —continuó en voz baja—, un diablo con dos cuernos56 vas a recibir tú algo. —¡Pasad, pasad! Y estad satisfechos con lo que os dan. ¡Mira lo que trajo el diablo, unos jóvenes remilgados! El filósofo Xoma se quedó completamente abatido por aquellas palabras. Sin embargo, de repente, su nariz sintió el olor de pescado seco57. Echó un vistazo a los šarovary del teólogo, que caminaba al lado, y vio que de su bolsillo sobresalía una enorme cola de pescado. El teólogo ya había tenido tiempo de robar del carro una carpa entera. Y así como esto lo había realizado sin interés alguno, sino únicamente por costumbre, y olvidándose por completo de su carpa, ya miraba de un lado a otro para sustraer otra cosa, no teniendo intención de dejar pasar siquiera una rueda rota, así el filósofo le lanzó la mano al bolsillo, como si fuese el suyo propio, y sacó la carpa. La vieja distribuyó a los residentes: al retórico lo colocó en la casa, al teólogo lo encerró en una habitación vacía, al filósofo lo llevó también a un establo de ovejas vacío. El filósofo, quedándose solo, en un minuto se comió la carpa, examinó las paredes entramadas del establo, empujó con la pierna el hocico de un cochino curioso, que se había colado de otro establo, y se volvió sobre el otro costado, para dormir como un muerto. De repente, la pequeña puerta se volvió, y la vieja, arrodillándose, entró en el establo. —¿Qué pasa, abuela, qué te hace falta? —dijo el filósofo. Pero la vieja fue directamente hacia él con los brazos abiertos.

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Por la comida y bebida. La expresión en sí es irrespetuosa y como frase hecha se podría traducir por “un carajo, vas a recibir algo”. He preferido dejar el original, sobre todo porque el elemento demoniaco como promesa de pago no deja de ser paradójico, habida cuenta de lo que después va a recibir el filósofo por su comportamiento. 57 El pescado seco es uno de los alimentos más tradicionales de la gastronomía rusa. Mucho menos seco que las sardinas arenques, suele tomarse con vodka y pepino. 56

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« ¡Oh, oh! —pensó el filósofo—. ¡Lo que sea menos eso, palomita58! Que ya estás vieja». Se echó un poco para atrás, pero la vieja, sin ceremonia, de nuevo se fue hacia él. —Escucha, abuela —dijo el filósofo—, ahora estoy de abstinencia; y yo soy del tipo de persona que, ni por mil monedas de oro 59 , quisiera incumplirla. Pero la vieja se abrió de brazos y lo atrapó, sin decir una palabra. El filósofo quedó aterrado, sobre todo cuando se percató de que sus ojos brillaban con algo así como un fulgor nada habitual. —¡Abuela! ¿Qué haces? ¡Vete, vete con Dios! —gritó. Pero la vieja no pronunciaba palabra y lo aferraba con los brazos. Él se irguió de un salto con la intención de correr, pero la vieja se puso de pie ante la puerta y clavaba en él sus ojos centelleantes y de nuevo empezó a acercársele. El filósofo quiso apartarla con las manos, pero para su sorpresa, se dio cuenta de que ni sus brazos podían levantarse, ni sus piernas se movían; y con horror vio que ni siquiera la voz le salía de su boca: las palabras sin sonido se agitaban en los labios. Oía sólo cómo le latía su corazón; veía cómo la vieja se le acercaba, le echaba sus brazos encima, le bajaba la cabeza, saltaba con la velocidad de un gato sobre su espalda, le golpeaba con una escoba en el costado, y él, saltando, como un caballo de montura, se la llevó sobre sus hombros. Todo esto ocurrió tan rápido, que el filósofo apenas pudo volver en sí y agarrarse con ambas manos las rodillas, queriendo retener las piernas; pero éstas, para su enorme sorpresa, se levantaban contra su voluntad y ejecutaban saltos más rápidos que los purasangres de Circasia60. Cuando habían dejado atrás ya la aldeíta y ante ellos se abrió una suave hondonada, y a un lado se extendía un oscuro 58

La comparación de Xoma no carece de humor, teniendo en cuenta que la expresión “palomita” era una de las más frecuentes a la hora de evocar o referirse a las jóvenes a quienes se cortejaba. 59 El rublo de oro era la moneda de mayor valor en el siglo XVIII que es cuando se produciría la acción del relato. 60 Región de gran tradición histórica situada en la costa este entre el mar de Azov y el mar Negro, por tanto en el crisol cultural caucásico. Podemos aprender más de esta región y sus caballos en el precioso blog que enlazo: http://circasvoices.blogspot.com.es/2014/10/traditional-circassian-horse-branding.html

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bosque, negro como el carbón, sólo entonces se dijo a sí mismo: «Vaya, sí que es una bruja». Una media luna menguante61 lucía en el cielo. Un tímido resplandor de medianoche, que envolvía como atravesándolo todo, se depositaba suavemente y se convertía en humo sobre la tierra. Bosques, prados, cielo, valles —todo parecía como si durmiese con los ojos abiertos—. Ni una sola vez el viento se levantó por ningún sitio. En la frescura de la noche había algo húmedo y templado. Las sombras de los árboles y de los arbustos, a modo de cometas, caían sobre la planicie en pendiente con afiladas puntas62. Así estaba la noche, cuando el filósofo Xoma Brut galopaba con un incomprensible jinete a la espalda. Sentía algo fatigoso, desagradable pero a la vez dulce, que estaba tomando parte en su corazón. Agachó la cabeza y vio que la hierba, antes casi bajo sus pies, parecía crecer en lo profundo y a lo lejos, y que sobre ella había agua transparente, como de un manantial de montaña, y la hierba se apreciaba en el fondo de un mar de alguna manera luminoso, transparente hasta lo más profundo; hasta ese punto veía claro, que se reflejaba en ella63 junto con la vieja sentada a su espalda. Observaba cómo en lugar de la luna, lucía allí lo que parecía un sol; oía como sonaban campanitas celestes, inclinando sus corolas. Veía cómo por entre las juncias emergía una sirena, relampagueaba su espalda y la cola, prominente, turgente, hecha toda de brillo y vibración. Ella se giró hacia él —y he aquí que su rostro, con ojos luminosos, llameantes, penetrantes, con un canto que invade el alma, tan pronto se acercaba a él, como permanecía en la superficie y, trepidando con una sonrisa llameante, desaparecía—, y entonces ella se dobló sobre su espalda, y sus nebulosos pechos, mates como porcelana no recubierta por esmalte, se transparentaron al sol con la silueta de su blanca, delicadamente elástica, redondez. El agua en forma de pequeñas burbujitas, como cuentas, los recubría. Ella palpitaba toda y se reía en el agua…64. 61

Una luna como hoz invertida tomada con la mano derecha para ser usada, que es lo que el texto indica, representa una luna en menguante. Recordemos la regla mnemotécnica de: Si vemos una C es decreciente y si vemos una D es creciente. 62 Con forma de cuñas. 63 En el agua de aquella extraña laguna. 64 La sensualidad de la escena que acaba de describir Gogol’ se contrapone de manera rotunda a los deseos de mantener relaciones de la horripilante bruja. La relación indisoluble entre lo bello y lo horrible a lo largo de todo el relato forma parte de la esencia de la narración. Los cambios de aspecto de la narración que le sirven a Gogol’ para ofrecernos un relato directo y más vivido los resuelvo en pasado e imperfecto.

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¿Acaso veía esto, o no lo veía? ¿Era realidad o lo estaba soñando? Pero ¿qué había allí? Viento o música: que sonaba, que sonaba, y se arremolinaba, y se aproximaba, y penetraba en el alma algo así como un tremor irresistible… «¿Qué es esto?» —pensaba el filósofo Xoma Brut, mirando hacia abajo, desplazándose a toda velocidad. El sudor se le resbalaba como si fuese granizo65. Percibía una sensación diabólica y dulce, sentía algo penetrante, un incierto deleite angustiosamente aterrador. A menudo le parecía como si su corazón no estuviese ya en él en absoluto, y de miedo se agarraba el pecho buscándolo con la mano. Exhausto, desconcertado, empezó a recordar todas las oraciones que sabía. Repasó todos los conjuros contra espíritus —y de repente sintió un avivamiento—; sintió que su paso comenzaba a hacerse más perezoso, como si la bruja se aferrase a su espalda más débilmente. Le tocaba una hierba densa, y ya no veía en ella nada fuera de lo habitual. La luminosa hoz de la luna66 lucía en el cielo. «¡Qué bien!» —pensó para sí mismo el filósofo Xoma y comenzó casi en voz alta a pronunciar los conjuros. Al fin, con la rapidez del rayo se salió de un salto de debajo de la vieja y brincó a su vez sobre ella, a la espalda. La vieja con pasos cortitos y repetidos salió corriendo tan rápido que el jinete apenas si podía tomar aliento. La tierra apenas si aparecía un instante bajo él. Todo estaba claro gracias a la luna, aunque no estuviese plena. Los valles eran suaves, pero por la velocidad todo aparecía impreciso y confuso a sus ojos. Él agarro un palo que estaba tirado en el camino y comenzó a golpear a la vieja con todas sus fuerzas. Ella emitió unos lamentos salvajes; al principio eran de enfado y amenazantes, después se hicieron más débiles, más agradables, más limpios, y después eran ya en voz baja, sonaban casi como campanillas finas de plata, y enraizaban en su alma; y de forma inapreciable surgió en su cabeza un pensamiento: ¿Es que de verdad es una vieja? «Oh, ¡no puedo más!» —profirió ella exhausta y cayó a tierra.

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Expresión rusa que equivale a decir que “sudaba la gota gorda”, pero que he preferido mantener tal cual por la contundencia de la comparación, y porque se entiende perfectamente sin que haya necesidad de comentario alguno. 66 Se trata evidentemente del creciente lunar, que he preferido dejar como “hoz”, traducción de la palabra usada en ruso, para evitar el concepto de “creciente”, habida cuenta que la luna estaba menguando, algo más apropiado para obra de brujas y demonios.

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Él se levantó sobre sus piernas y la miró a los ojos: el alba se encendía, y brillaban las cúpulas doradas de las iglesias kiovitas67 a lo lejos. Ante él yacía una belleza, con una exuberante cola revuelta, con pestañas largas como flechas. De forma imperceptible dejó caer a ambos lados unas manos blancas y desnudas y gemía, levantando los ojos, llenos de lágrimas. Xoma temblaba como la hoja de un árbol: la piedad junto con un extraño desasosiego y la timidez, desconocidos para él mismo, lo poseyeron; se puso a correr con toda el alma. Su corazón latía de forma inquieta a lo largo del camino, y de ninguna manera podía explicarse a sí mismo qué extraño y nuevo sentimiento lo dominaba. No quería más ir a la aldea68 y se apresuró hacia Kíev, pensando durante todo el camino en aquel suceso incompresible. En la ciudad no había casi ninguno de los estudiantes: todos se habían dispersado por las aldeas, o bajo condiciones, o simplemente sin condiciones en absoluto, porque en las aldeítas de la Pequeña Rusia se puede comer galuški, queso, smetana 69 y vareniki con el tamaño de un sombrero, sin pagar nada en absoluto70. La gran casa destartalada en la que estaba la residencia, estaba decididamente vacía, y cuantas veces el filósofo fisgoneó por todos los rincones e incluso tanteó todos los agujeros y escondrijos del techo, en ningún sitio sin embargo encontró ni un pedazo de tocino o ni siquiera de un viejo knyš71, que de costumbre, eran escondidos por los estudiantes. Sin embargo el filósofo encontró pronto cómo corregir su sufrimiento: se paseó tres veces silbando por el mercado, guiñó en cada punta a alguna

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De la ciudad de Kíev. Se supone a aquella en la que pensaba pasar las vacaciones, aunque la opción ofertada en las “condiciones”, es decir, cuidar de la educación de los hijos de los más pudientes de cualquier aldea, era una alternativa muy atractiva para una gente que estaba sempiternamente hambrienta. 69 Especie de nata agria muy utilizada en el este de Europa como acompañamiento para todo tipo de alimentos: añadida en sopas, untada en blinčiki (semejantes a las crepes), con carnes… 70 En ruso: “Sin pagar ni un groš”. Aquí groš representaría a una moneda de escaso valor que aparecería en el este Europeo a través de la influencia germana y que se extendió a partir del siglo XV. Su nombre con el tiempo se incorporó a las lenguas eslavas como sinónimo de “moneda de escaso valor” y se empleaba habitualmente para representar un mal sueldo “trabajar por unos cuantos groši”. En la zona de mayor influencia polaca, Bielorrusia y Ucrania, groš acabaría desplazando a deneg como palabra para designar “moneda”. Hoy día de hecho permanece así y es la subdivisión menor de la moneda polaca. 71 El knyš o kniš es un tipo de pirožki o pequeños pirogi que, como es habitual, consiste una masa rellena de alimentos de lo más variado. Como ejemplo copio el siguiente enlace: http://www.povarenok.ru/recipes/show/29234/ 68

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joven viuda con bonete72 amarillo73, vendiendo cintas, perdigones y ruedas, y fue ese día atiborrado con vareniki de trigo, pollo… y, en resumen, no se puede contar lo que tuvo sobre una mesa cubierta, en una pequeña casita de ladrillo entre jardincitos de cerezos. Aquella misma tarde veían al filósofo en una taberna: estaba echado sobre un banco, fumando su pipa, como de costumbre, y ante todos, arrojaba una moneda de oro74 al tabernero judío. Ante él se encontraba una jarra. Miraba a los que entraban y salían con la sangre fría de unos ojos satisfechos y de ninguna manera pensaba ya en su inusitado suceso. Mientras tanto se había extendido por todas partes el rumor de que la hija de uno de los ricos sotniki 75 cuya aldea se encontraba a cincuenta verstas76 de Kíev, había vuelto un día de un paseo toda golpeada, apenas teniendo fuerza para llegar hasta la casa paterna, que se encontraba moribunda, y antes de la hora de su muerte había expresado el deseo de que para su despedida leyese las oraciones durante tres días uno de los seminaristas de Kíev: Xoma Brut. El filósofo supo acerca de ello por el mismo rector, que lo llamó a su habitación expresamente y le anunció que sin ninguna demora se apresurase a ponerse en camino, que un distinguido sotnik a propósito había enviado a por él a gente y un carro.

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Llamado očepka o čepčik, representa un gorrito redondeado, semejante al tradicional bonete francés y que formaba parte en estos siglos del traje tradicional popular de esta región central de Ucrania: http://rus.ridna-ukraina.com.ua/nationalsuit/ 73 La elección del amarillo por parte de Gogol’ no parece ser aleatoria. Además de la intuición de Xoma Brut, de que una viuda joven que llevase bonete amarillo debía ser aún sensible a sus encantos, tenemos la tradición de que las mercaderes judías se tocasen con dicho color, por lo que detectarlas y seducirlas implicaba en cierto modo saciar el hambre, debido a la tradicional riqueza que se les asociaba. Las mujeres judías se caracterizaban por vestir velo amarillo, especialmente las que trabajaban en el mercado (en unos casos como medida impuesta por las autoridades, en otros por ser de un tejido caro y atractivo), aunque las pugnas entre tradición, normas de diferenciación y normas de homogeneización, acabasen convirtiendo Europa en un mosaico impredecible. No obstante, vestir el bonete amarillo servirá como medida de discriminación desde los tiempos de Pablo IV, cuando el pontífice obliga a todos los judíos a llevar gorro amarillo. Véase su bula Cum nimis absurdum. Cf. Shakespeare. W, “The merchant of Venice”, The complete Works of Shakspere, París, 1843, pp. 87s. Cf. Weider, B. “Napoleon and the Jews”, Napoleonic Scholarship: The Journal of the International Napoleonic Society, Vol. 1, No.2, Dec. 1998. Versión online: http://www.napoleonicsociety.com/english/scholarship98/c_jews98.html Cf. También en : http://www.yivoencyclopedia.org/article.aspx/Dress 74

La moneda es un polzolotoj, es decir, media de oro. Es probable que el zolotoj se refiera a alguna de las monedas denominadas Imperiales de oro, de 10 rublos, en la segunda mitad del XVIII, por lo que el polzolotoj necesariamente es la de 5 rublos. http://www.russian-money.ru/Coins.aspx?id=51#label 75 Un jefe cosaco. 76 Una versta se corresponde con aproximadamente 1066 metros.

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El filósofo se sobresaltó por algún estremecimiento instintivo que él mismo no podía explicarse. Un oscuro presentimiento le decía que le aguardaba algo nada bueno. No sabiendo por qué, anunció directamente que iría. —¡Escucha, dominus77 Xoma! —dijo el rector (en algunos casos se hacía entender de forma muy cortés por sus subordinados), a ti no te pregunta nadie 78 si querrías ir o no. Te diré sólo que si muestras tus tretas de sabihondo79, ordenaré que te den en la espalda y por donde sea una azotaina con una vara verde de abedul de modo que no hará falta que vayas ni a la sauna80. El filósofo se rascó tras la oreja suavemente, salió sin decir palabra, disponiéndose a confiar su esperanza a sus piernas a la primera oportunidad cómoda. Salió meditando a través de una empinada escalera que llevaba a un patio plantado con álamos, y se detuvo al minuto, oyendo bastante claramente la voz del rector, que daba órdenes a su mayordomo81 y también a algún otro, probablemente a uno de los enviados a por él por parte del sotnik. —Agradece a tu señor82 por el cereal y los huevos —decía el rector—, y dile que tan pronto como estén preparados esos libros acerca de los que escribe, los enviaré enseguida. Se los di ya para copiar al escriba. Y no olvides, querido mío, decir además al pan que en su aldea, sé, hay buen pescado, y sobre todo esturión, para que envíe llegado el caso: aquí en las tiendas no es bueno y es caro. Y tú, Javtux, dale a los jóvenes un vaso de vodka a cada uno. Y hay que atar al filósofo, si no nada más pueda se escapará.

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Forma latina para “señor” y que el rector aplica burlón al filósofo. En ruso “A ti no te pregunta un demonio si…” que se podría traducir como “¿Quién demonios te pregunta…?” no obstante he preferido la forma indirecta, que es como lo presenta Gogol’ aunque suene menos contundente en los labios del pacífico rector. 79 En ruso: “… si muestras tu trote (manera de conducirse), sí, filosofar (en un sentido claramente negativo)”, prefiero una traducción algo más simple. 80 Para lavarse se solía ir a la sauna y la broma parece consistir en eso, que tras los azotes va a quedar tan limpio que no requerirá sauna. Además se da la curiosa circunstancia en Rusia y en Ucrania (como en otros países) de que en la sauna es costumbre sacudirse con más o menos vigor con varas finas de abeto empapadas en agua caliente. 81 Al encargado del gobierno de la casa. 82 La palabra usada pan tiene un origen polaco, recuérdese la enorme influencia de Polonia en todo el oeste y centro ucraniano. 78

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«Mira, ¡hijo de los demonios! —pensó para sí el filósofo— Se lo ha olido, ¡metomentodo83 de patas largas!» Descendió y vio una kibitka 84 que al principio tomó por un granero sobre ruedas. En realidad, era tan profunda como un horno en el que se cuecen ladrillos. Aquello era en realidad un carruaje habitual de Cracovia85 en el que los judíos se desplazan a cincuentenas junto con sus mercancías por todas las ciudades donde su nariz siente una feria. Le esperaban seis cosacos bien plantados y recios, que ya estaban un tanto mayores. Las svitki86 de paño fino con flecos mostraban que pertenecían a un propietario bastante destacado y rico. Pequeñas cicatrices hablaban de que estuvieron tiempo atrás en una guerra, no sin gloria. «¿Qué hacer entonces? ¡Lo que tiene que ser no lo puedes cambiar87!» —pensó para sí mismo el filósofo y, dirigiéndose a los cosacos, pronunció en voz alta: —¡Hola, compañeros88! —¡Tengas salud89, señor filósofo! —contestaron algunos de los cosacos. —¿Así que tengo que sentarme junto con vosotros? ¡Y un carromato distinguido! —continuó, entrando—. Aquí sólo faltaría alquilar unos músicos, y sería posible hasta bailar. —¡Sí, un vehículo con las proporciones adecuadas! —dijo uno de los cosacos, sentándose sobre el pescante 90 junto al cochero, con la cabeza liada en un trapo en vez de una gorra, la cual tuvo tiempo de dejarse en una 83

Gogol’ usa la palabra b’jun como insulto para alguien que está fisgoneando de manera continuada, de ahí mi traducción. La acepción más habitual es la de un tipo de carpa, escurridizo y continuamente en los fondos, pero aquí parece relacionarse con el verbo b’ët’sja, “enredarse”, por lo que b’jun sería eso, un hombre que estuviese siempre enredando. 84 Es un tipo de carreta de tiro cerrada usada tradicionalmente por gitanos comerciantes. La tercera fotografía de la galería del enlace ofrece una imagen de muestra: http://gypsy-life.net/foto-14.htm 85 Cracovia entonces era un centro de comercio judío de importancia que tenía gran parte del centro ucraniano en sus itinerarios. 86 Parte superior de la indumentaria de un traje típico ucraniano y bielorruso, que solía tejerse de hilo de lana, normalmente de color blanco con decoración colorida y con motivos geométricos. http://dolpix.ru/read/778-istoriya-ukrainskogo-kostyma-svitka/ 87 Como frase hecha en ruso al estilo “Lo que tenga que ser será”. 88 En realidad “hermanos-compañeros”, fórmula de gran éxito en los siglos venideros que viene a acercar amistosamente a la persona que habla respecto a aquellos sobre los que se refiere. Se comprende que en el comunismo la idea de una hermandad por razón de trabajo será especialmente aplaudida. Aquí, son los deseos de Xoma por hacerse un hueco momentáneo en aquel rudo ambiente los que le hacen hablar de esa manera. 89 Saludo típico ruso. 90 Asiento exterior de un carromato donde se sienta el conductor y con espacio para alguno más.

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taberna. Los otros cinco junto con el filósofo se metieron en el interior y se colocaron sobre saquitos llenos con las diferentes compras hechas en la ciudad. —Sería algo curioso saber —dijo el filósofo—, si, por ejemplo, se cargase este carruaje con algunos artículos pongamos, con sal o con cuñas de hierro: ¿cuántos caballos serían necesarios entonces? —Pues —dijo, callándose, el cosaco que estaba sentado en el pescante—, se necesitaría un número suficiente de caballos. Después de aquella aceptable respuesta el cosaco se consideró con el derecho de callar durante todo el camino. El filósofo tenía en extremo ganas de saber algo más detallado: ¿quién era este sotnik, cuál era su carácter, qué se decía respecto a su hija, que de forma tan inusitada había vuelto a casa y se encontraba moribunda, y cuya historia se relacionaba entonces con la suya propia, cómo era su hogar y qué ocurría en la casa? Él se dirigía a ellos con preguntas; pero los cosacos, seguramente, eran a su vez filósofos, porque en respuesta a eso callaban y fumaban en pipa, tendidos sobre los sacos. Uno sólo de ellos se dirigía al carretero, sentado en el pescante con una orden breve: «Mira, Overko, viejo papanatas; nada más pases cerca de la taberna que está en el camino de Čyxraj91, no olvides parar y despertarme a mí y a los otros muchachos, si alguno se viene a dormir». Tras esto se quedó dormido de forma bastante ruidosa92. No obstante, estas instrucciones fueron completamente inútiles porque, apenas si se acercaba el gigantesco carromato a la taberna del camino de Čyxraj, todos gritaron a una voz: «¡Para!». Además los caballos de Overko estaban tan acostumbrados ya, que se detenían por sí mismos delante de cada taberna. A pesar del caluroso día de julio todos salieron del carromato, se dirigieron a una habitación sucia de techo bajo, donde un tabernero judío, con gestos de alegría, se lanzó a recibir a sus viejos conocidos. El judío trajo bajo el faldón algunos trozos de salchichón de cerdo y, colocándolos sobre la mesa, se dio media vuelta enseguida a causa

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No he podido localizar con certeza este camino. Podría ser el camino que comunicaría Kíev con la región de Brjansk en Rusia. Entre ambas ciudades aparece Čyxrai cerca de la frontera actual de Ucrania, al noreste de Kíev, no obstante, esta referencia geográfica resulta bastante vaga, aunque Gogol’ recurra a ella sistemáticamente en muchas de sus obras. Es posible que sirva para representar un camino perdido hacia ninguna parte. Las imágenes de lo que queda de esta aldea, otrora habitada, son inquietantes, y contienen la hermosura de una región perdida: http://fishki.net/anti/91757-brjanskaja-oblast-chuhrai-35-foto.html 92 Evidentemente roncaba a todo fuelle.

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de aquel fruto prohibido por el Talmud93. Todos se sentaron alrededor de la mesa. Jarras de cerámica se mostraron delante de cada huésped. El filósofo Xoma debía formar parte de la juerga. Y así como los habitantes de la Pequeña Rusia, cuando beben demasiado, empiezan necesariamente a besarse o a llorar, pronto toda la casa 94 se llenó con besuqueos: «“Y entonces, Spirid, ¡démonos un beso!” “¡Ven acá, Doroš, que te abrace!”». Un cosaco, siendo más viejo que todos los otros, con sus bigotes canos, poniéndose la mano bajo la mejilla, empezó a sollozar con toda el alma, por no tener padre ni madre, y por haberse quedado completamente solo en el mundo. Otro era un gran argumentador y lo consolaba continuamente, diciendo: «¡No llores, por Dios no llores! Lo que pasa aquí… Dios sabe cómo y qué es». Uno, de nombre Doroš, se hizo extremadamente curioso y, girándose hacia el filósofo Xoma, le preguntaba incesantemente: —Me gustaría saber qué os enseñan en la residencia; ¿eso mismo, que el diácono95 lee en la iglesia, o es otra cosa? —¡No preguntes! —dijo lentamente el argumentador—, deja que esté allí, como estaba. Dios ya sabe cómo debe ser; Dios lo sabe todo. —No, yo quiero saber —decía Doroš—, qué está allí escrito en los libros. Puede ser completamente diferente que en el del diácono. —¡Oh Dios mío, Dios mío! —decía este digno mentor—. ¿Y para qué decir eso? Sea como sea, la voluntad de Dios se hizo. Ya, lo que Dios dio, no se puede cambiar. —Quiero saber todo lo que está escrito. Iré a la residencia, ¡por Dios que iré! ¿Qué piensas, que no aprenderé? ¡De todo aprenderé, de todo! —¡Oh Dios mío, Dios mío!... —decía quien daba consuelo y reposó su cabeza sobre la mesa, porque no estaba en absoluto con fuerzas para sostenerla más tiempo sobre los hombros96. Los demás cosacos charlaban sobre los señores97 y sobre la razón por la que la luna luce en el cielo. 93

Colección tradicional de normas judías especialmente útiles para las cuestiones del día a día. La reacción hipócrita del judío de Gogol’ sigue la tradicional línea xenófoba europea, por la que el judío principalmente antepone el negocio a cualquier precepto de fondo. La broma del autor, a pesar de ser buena y llegar en buen punto, no tiene nada de novedosa. 94 En ruso izba, típica casa de campo construida con troncos que son visibles en la propia estructura de la vivienda. https://ru.wikipedia.org/wiki/%D0%98%D0%B7%D0%B1%D0%B0 95

En la iglesia ortodoxa el diácono es el encargado de leer el evangelio y de incensar los iconos, al margen de las labores de administración que también tiene en otras ramas cristianas. 96 El pasaje no puede ser más suculento, cuando el gran consejero, con sus argumentos implacables, ni siquiera puede sostener su cabeza de embriaguez.

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El filósofo Xoma, viendo semejante disposición de las cabezas, se decidió a aprovecharse y escaparse. Al principio se dirigió al cosaco canoso, que estaba triste a causa del padre y de la madre: —Qué te pasa, tito98, rompiste bien a llorar —dijo—, ¡yo mismo soy un huérfano! ¡Dejadme marchar, chicos, libre! ¿Para qué os hago falta? —¡Dejémosle libre! —respondieron algunos—. Pues él es huérfano. Que se vaya a donde quiera. —¡Oh Dios mío, Dios mío! —articuló el que consolaba levantando su cabeza—. ¡Dejadle! ¡Que se vaya a casa! Y los cosacos querían ya ellos mismos llevarlo a campo abierto. Pero aquel que se mostró curioso, los detuvo, diciendo: —No lo toquéis: quiero hablar con él sobre la residencia. Yo mismo iré a la residencia… Sin embargo, difícilmente esta huida podía ejecutarse, porque cuando el filósofo tuvo la idea de levantarse de la mesa, sus piernas se habían vuelto como de madera y en la habitación comenzó a presentársele tal multitud de puertas que, con dificultad, hubiese acertado con la verdadera. Sólo por la tarde toda esta compañía recordó que era necesario partir para avanzar en el camino. Encaramándose al carromato, se pusieron en marcha metiéndoles prisa a los caballos y cantando una canción cuyas palabras y sentido difícilmente alguien comprendiese. Viajando una gran parte de la noche, continuamente extraviándose en un camino, que se sabían de memoria, ellos, finalmente, descendieron desde una empinada loma hasta un valle, y el filósofo distinguió una empalizada o una valla99 que se extendía por los lados, con árboles bajitos y tejados que sobresalían tras ellos. Era una aldea grande, perteneciente al sotnik. Ya había quedado bien atrás la medianoche; el cielo estaba oscuro, y pequeñas estrellitas relumbraban aquí y allá. En ninguna de las viviendas se veía luz. Entraron con el vehículo al patio, acompañados del ladrido de un perro. A ambos lados se veían sarai 100 cubiertos por paja y casitas. Una de ellas, 97

Los jefes cosacos. Apelativo muy usado en ruso para mostrar cierta proximidad, no siempre respetuosa. En ese caso funciona como nuestro “tío”, donde la afectividad se muestra en el tono y en la circunstancia. Aquí, Xoma lo emplea en diminutivo, en un claro intento de ablandar al cosaco para que se ponga de su parte. 99 La empalizada, en ruso častokol, consiste en un cercado construido en madera cuyas tablas o troncos quedan verticalmente dispuestos de manera continua. En cambio, pleten’, que he traducido por valla, hace referencia a un cercado de ramas trenzadas, más débil por tanto, con una estructura completamente diferente. 100 Los sarai (saraj en singular) son estructuras de tipo cobertizo cuyo tejado puede ser de madera o recubierto de paja. Podemos admirar uno de ellos en este cuadro de N. Krymov: 98

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encontrándose justo en medio frente a la puerta de entrada, era mayor que las otras y servía, según parecía, como residencia del sotnik. La carreta se detuvo delante de un pequeño saraj similar, y nuestros viajeros se fueron a dormir. El filósofo quería, sin embargo, mirar un poco desde fuera la mansión del pan; pero a pesar de fijar la mirada de todas las maneras posibles, nada pudo discernir de manera clara: en vez de una casa le parecía un oso; el rector se modelaba a partir de la chimenea. El filósofo sacudió la mano101 y se fue a dormir. Cuando se despertó el filósofo, toda la casa estaba en movimiento: durante la noche había muerto la hija102 del pan. Los sirvientes corrían a toda prisa atrás y adelante. Algunas viejas lloraban. Un grupo de curiosos miraba el patio señorial a través de la cerca, como si pudiera ver algo. El filósofo empezó a mirar ociosamente el lugar que no había podido discernir por la noche. La casa señorial era una construcción de techo bajo y pequeña, como por costumbre se construían antaño en la Pequeña Rusia. Estaba cubierta con paja. Un frontón pequeño, afilado y alto con un ventanuco que se parecía a un ojo mirando hacia arriba, estaba todo pintado con flores celestes y amarillas y con medias lunas rojas. Estaba sostenido mediante postes de roble, hasta la mitad redondeados y por debajo hexagonales, con elaborados giros en la parte superior. Bajo este frontón se encontraba un pequeño porche con bancos en ambos lados. A los lados de la casa había voladizos sobre postes semejantes, ahora en espiral. Un peral alto con copa piramidal y hojas temblorosas mostraba su verdor ante la casa. Unos cuantos graneros se alzaban en dos filas en medio del patio, formando un tipo de calle amplia que llevaba hacia la casa. Tras los graneros, hacia la verja, se levantaban dos bodegas triangulares, una frente a la otra, cubiertas igualmente por paja. La pared triangular de cada una estaba provista de una puerta bajita y pintarrajeada con diferentes imágenes. Sobre una de ellas había dibujado un cosaco sentado sobre un barril, sosteniendo sobre la cabeza una jarra con la leyenda: «Me lo beberé

http://krimov.ru/files/krimov34.php Frase hecha que, al igual que en español, se refiere al movimiento de hartazgo con el que la mano se despide del objeto de nuestro afán, dando alguna acción por imposible. 102 La hija del jefe cosaco, aquí denominada aquí por primera vez pannočka, derivada del diminutivo cariñoso de la palabra polaca panna usada para representar a una muchacha de una familia noble, acabará por convertirse en un icono del cine soviético y en general del acervo cultural ruso. Este sustantivo llegará a convertirse poco más o menos que en un nombre propio, Pannočka, usándose como propaganda en restaurantes, tiendas, como icono estético (la belleza de Natal’ja Varlej es absoluta) y fuente de inspiración de muchas obras diferentes sea en teatro, pintura, literatura o música. 101

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todo». En otra una fljažka103, garrafas y a los lados, a modo de adorno, un caballo, que se tenía patas arriba, una pipa, panderetas y la inscripción: «El vino es la alegría cosaca». Desde la buhardilla de uno de los sarai se asomaban a través de su enorme ventana un tambor y trompetas de cobre. En la verja se alzaban dos cañones. Todo mostraba que al dueño de la casa le gustaba divertirse y que gritos festivos resonaban en el patio a menudo. Tras la verja se encontraban dos molinos de viento. Detrás de la casa iban los jardines; y a través de las copas de los árboles se veían sólo los oscuros sombreros de las chimeneas que quedaban ocultas bajo la verde espesura de las casas. Toda la aldea cabía en la falda amplia y plana de una montaña. En la parte norte todo lo ocultaba la escarpada montaña y su base se terminaba en el mismo patio. Al mirarla desde abajo parecía aún más abrupta, y sobre su alta cima en algunos sitios se destacaban tallos torcidos de matorrales enjutos que ennegrecían sobre el claro cielo. Su aspecto desnudo, arcilloso, proyectaba cierto abatimiento. Estaba toda erosionada por surcos y cárcavas pluviales. En su empinada ladera sobresalían dos casas en dos lugares; sobre una de ellas un gran manzano esparcía las ramas, sostenido por pequeños palos con tierra amontonada en su base. Las manzanas, arrancadas por el viento, rodaban hasta el mismo patio del pan. Desde la cima serpeaba por todo el monte un camino que, descendiendo, pasaba cerca del patio hacia la aldea. Cuando el filósofo evaluó su terrible inclinación y recordó el viaje del día anterior, llegó a la conclusión de que o bien el pan tenía unos caballos demasiado inteligentes, o los cosacos las cabezas demasiado resistentes, cuando a pesar del estado de embriaguez fueron capaces de no despeñarse patas arriba con el desmesurado carromato y el equipaje. El filósofo estaba de pie en el punto más alto del patio, y cuando se volvió y miró hacia la parte opuesta, se le presentó una vista completamente diferente. La aldea junto a la pendiente se deslizaba hasta la planicie. Prados sin límite se abrían en el lejano espacio; su intenso verdor se oscurecía a medida que se alejaban, y filas completas de aldeas azuleaban a lo lejos, aunque su separación fuese de más de veinte verstas104. A la derecha de estos prados se extendían las montañas, y a lo lejos, apenas discernible, se encendía y oscurecía una línea, el Dniéper105. 103

La palabra hace referencia a poco más o menos que una cantimplora para vodka o cualquier otra bebida alcohólica, más o menos con la función de una petaca, aunque con una forma mucho más voluminosa. 104 Más o menos de 21,4 Km. Interpreto que esta distancia existiría entre las aldeas, por lo que resultaba sorprendente que formasen series o filas de aldeas (con cierto grado de proximidad óptica). Si la

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—¡Ah, estupendo lugar! —dijo el filósofo—. ¡Mira lo que sería vivir aquí, pescar en el Dniéper y en los estanques, cazar con redes o con una escopeta sisones y zarapitos106! Además, creo, tampoco hay pocas avutardas107 en estos estanques. Se puede secar y vender en la ciudad multitud de frutas o, incluso mejor, destilar vodka a partir de ellas; porque el vodka de frutas no es igualado por ningún pennik108. Pero tampoco importuna pensar en cómo escapar de aquí. Observó tras la valla un pequeño sendero, completamente oculto por maleza crecida. Puso en él un pie de manera automática, pensando en principio tan sólo en pasearse, y después a hurtadillas, entre las casas, saltar al campo, cuando de repente sintió sobre su hombro una mano bastante fuerte. Tras él estaba ese mismo viejo cosaco que el día anterior se dolía de una forma tan amarga por la muerte de su padre, de su madre y por su soledad. —¡En vano piensas, señor filósofo, en largarte de la aldea! —dijo—. Aquí no hay costumbre de que uno se pueda escapar; y además los caminos son malos para uno a pie. Mejor que vayas a ver al pan: te espera hace rato en la svetlica109. —¡Vayamos! Qué diablos 110 … Con gusto —dijo el filósofo y se fue siguiendo al cosaco. El sotnik, ya de edad, con bigotes canos y con una expresión de tristeza sombría, estaba sentado a la mesa en la svetlica, su cabeza sostenida con ambas manos. Tenía en torno a cincuenta años; pero un gran abatimiento en el rostro y un cierto color pálido y demacrado, mostraban distancia se contase desde el punto del observador, que las aldeas formasen alineaciones no tendría nada de particular debido a la distancia. 105 El río Dniéper es el mayor río de Ucrania y tradicionalmente ha separado la antigua zona de influencia polaca y la rusa, partiendo en dos mitades a su capital Kíev. 106 Para estas dos especies de aves se puede visitar respectivamente: http://es.wikipedia.org/wiki/Tetrax_tetrax https://es.wikipedia.org/wiki/Numenius_arquata 107 Para la avutarda puede visitarse: https://es.wikipedia.org/wiki/Otis_tarda 108 Consiste en un licor fuerte que se hace a partir de pan. Enlazo una receta (en ruso): http://www.alcorecept.ru/drugie/xlebnoe-vino.html 109

Es la habitación más luminosa de la casa (de ahí su nombre). Podría traducirse como sala de estar o recibidor, pero la idea de la luminosidad como elemento esencial de la habitación merecía la pena mantenerse. Aquí una imagen de la svetlica de Pedro I en Kolomenskoe: http://www.museum.ru/N20566 110

La expresión usada por Xoma es tan habitual en ruso que puede ser traducida de muchas formas según el contexto. La queja abortada de Xoma representa aquí su impotencia, un ¡Qué se le va a hacer…! que he preferido abreviar de esta manera.

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que su alma había sido asesinada y destruida de repente, en un minuto, y que toda alegría anterior y toda vida ruidosa habían desaparecido para siempre. Cuando entró Xoma junto al viejo cosaco, apartó una mano y levemente asintió con la cabeza a la profunda reverencia de ellos. Xoma y el cosaco se detuvieron a la puerta respetuosamente. —¿Quién eres, de dónde, y de qué estatus, buen hombre? —dijo el sotnik de un modo que no era afectivo, ni tampoco severo. —El filósofo Xoma Brut, de los estudiantes residentes. —¿Y quién era tu padre? —No lo sé, noble pan. —¿Y tu madre? —Tampoco conozco a mi madre. En buen razonamiento, por supuesto, tuve una madre; pero quién es, y de dónde, y cuándo vivía, por Dios, noble señor111, no sé. El sotnik guardó silencio y, pareció quedarse un minuto meditando. —¿Cómo entonces conociste a mi hija? —No la conocía, noble pan, por Dios que no la conocía. Cuanto llevo vivo en el mundo, aún no tuve cosa alguna con hijas de señores112. Fuera con ellas113, por no decir una obscenidad.

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Empleado en ucraniano, dobrodij. Con las pannočki. 113 La palabra cur (variante ucraniana de la palabra rusa čur) posee toda una panoplia de significados, probablemente debido a sustituir eufemísticamente a alguna palabra tabú como sería čërt, “diablo” en castellano. La expresión cur im usada por Gogol’ presenta ciertas dificultades de traducción. Podría traducirse como “El diablo sea con eso (con lo que dice)” o de un modo más familiar para nosotros, “al diablo con eso” si fuese cur s nim. La opción que he preferido es la que dirige a dativo plural, poco habitual hoy pero que pudo ser usual, así cur im sería “el diablo para ellas (las pannočki)” que se traduciría como “al diablo con ellas” poco más o menos. Algo irrespetuoso con el pan, pero comprensible, habida cuenta de que Xoma estaba seguro de lo que decía y se sentía acusado. La aparición del čurat’sja en la lengua rusa, con el significado de “evitar, mantener aparte o fuera algo”, hereda ese mismo concepto. En ese sentido, y como eufemismo, elijo “fuera con ellas”, pero debe entenderse como “al diablo con ellas”. La palabra es ciertamente rica en significados, desde una posible deidad de la frontera (claramente un čërt), pasando por nuestro “a salvo” o “puesto” en aquellos juegos de niño como el corre-pilla (čur menja o “aléjate de mí” una vez que se toca el puesto de seguridad), lo que a su vez justifica su significado de “frontera”. Para profundizar (en ruso): http://www.sovslov.ru/tolk/qur.html Otra interesante interpretación deriva del significado de cur como “pene”, por lo que “una verga para ellas (para las pannočki)” sería admisible, aunque, teniendo en cuenta que Xoma tiene delante al pan cuya pannočka ha muerto, sería tal vez irreverente en exceso aun considerando el eufemismo, pero en modo alguno descartable. Para esta interpretación de cur, cf. Tolstoj, N.I. Slavjanskie drevnosti. Etnolingvističeskij slovar’, T.1, Moscú, 1995, pp. 494-495. http://ec-dejavu.ru/g/Genitals.html 112

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—¿Por qué entonces no designó a ningún otro para leer 114 , sino a ti precisamente? El filósofo se encogió de hombros. —Dios sabrá, cómo explicar esto. Es cuestión ya conocida que a los señores algunas veces apetece tal, que incluso la persona más versada no alcanza a descifrarlo; y el refrán dice: «Salta, enemigo, que el pan lo dice115». —¿Y acaso no mientes, señor filósofo? —Que en este mismo lugar caiga un rayo, si miento116. —Si hubieses vivido sólo un minutito más —dijo tristemente el sotnik—, entonces seguramente, lo sabría todo. «A nadie dejes leer ante mí, sino que envía a alguien, papá, en esta misma hora al seminario de Kíev para traer al residente Xoma Brut. Que rece tres noches por mi alma pecadora. Él sabe…» Pero qué era aquello que sabía, ya no lo oí. Ella, palomita 117 , apenas si pudo decirlo, y murió. Tú, buen hombre, seguramente, eres conocido por tu santa vida y por tus hechos piadosos, y ella, puede ser, hubiese oído mucho sobre ti. —¿Quién? ¿Yo? —dijo el residente, retrocediendo de sorpresa—. ¿Yo una vida santa? —pronunció, mirando directamente a los ojos del sotnik—. ¡Dios esté con usted118, pan! ¡Que eso dice! Pero yo, aunque sea indecente de decir, fui a ver a la panadera en contra del mismísimo jueves de Pasión119. —Pero… ciertamente, no fuiste así elegido sin una razón. Debes desde este día empezar tu tarea. 114

Leer las oraciones cristianas a modo de rezo. Refrán antiguo, reconocible gracias al búlgaro, y que muestra la irracionalidad de una orden que es incuestionable por proceder de donde procede. Lo curioso es que cuenta con otra variante “Skači vraže, jak čërt xoče” que de alguna manera invierte las tornas, “Salta, pan, que lo quiere el diablo”. No sabemos hasta qué punto Gogol’ podía querer jugar con ambas, considerando que a veces Xoma se muestra más locuaz de lo que a priori parecería. 116 En ruso, la oración es impersonal, como “Que en este mismo lugar golpee con un rayo si miento”, lo que pondría por testigo a al cielo o al mismo Dios. No obstante he optado por salvar la blasfemia. 117 Cada vez que se usa golubon’ka o golubka cuyas traducciones directas serían “palomita” o “paloma”, podría haberse usado un término afectivo como “mi ángel”. He preferido en cambio mantener la primera variante debido a que en castellano se entiende perfectamente la relación de comparación. 118 Frase hecha Bog s vami que puede significar varias cosas. En un principio, el deseo de que Dios esté con alguien es positivo, pero en ruso puede interpretarse como la exigencia de dejar pasar algo dicho por esa persona, tan desacertado, que requiriese la ayuda directa de Dios, que lo reconduzca, y así en castellano sería un “allá tú con eso”. Aquí implica sorpresa, a modo de “¿Cómo puede usted decir eso?”. No obstante también se puede entender como “Dios te bendiga” de agradecimiento, aunque la negación de Xoma nos dirige claramente hacia la primera interpretación. 119 Aquí Gogol’ resulta antológico. El Jueves de Pasión es el día en el que el pan se convierte en el cuerpo de Cristo, y que Xoma vaya precisamente a “ver” a la panadera, en ese mismo día, lo convierte en un auténtico sacrílego. Resulta evidente que el filósofo encierra dobles sentidos cada vez que abre la boca. 115

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—Yo respondería a vuestra merced sobre eso que… por supuesto, cualquier persona, instruida en la Santa Escritura, puede con propiedad… sólo que aquí de forma más decente se requeriría un diácono o al menos un d’jak120. Son una gente inteligente y saben cómo se hace ya todo esto; pero yo… Y de mí, ni la voz es la adecuada, y yo mismo soy —el diablo sabe qué—. No hay condición alguna en mí. —En verdad para ti sea como quieras, sólo que yo, todo lo que me encomendó mi paloma, cumpliré, no escatimando nada. Y cuando tú completes sobre ella los rezos durante tres noches desde este día, como corresponde, entonces te recompensaré; pero si no ni al mismo diablo le aconsejo hacerme enfadar. Las últimas palabras fueron pronunciadas por el sotnik de una manera tan dura, que el filósofo comprendió completamente su significado. —¡Sígueme! —dijo. Salieron al vestíbulo. El sotnik abrió una puerta que daba a otra svetlica, que estaba frente a la primera. El filósofo se detuvo un minuto en el vestíbulo para sonarse la nariz y con algo de miedo instintivo, atravesó el umbral. Todo el suelo estaba cubierto por tela mahón121 roja. En un rincón, bajo imágenes122, sobre una mesa alta yacía el cuerpo de la muerta, sobre una colcha de terciopelo azul, adornada con un fleco dorado y borlas. Unos cirios altos, rodeados con kaliny123, se alzaban a ambos lados de los pies y de la cabeza de la cama124, derramando difusa su luz, que se perdía en la radiación diurna. El rostro de la muerta estaba cubierto por su inconsolable padre, que estaba sentado delante de ella, dando su espalda hacia la puerta. El filósofo quedó fulminado por las palabras que oyó: —No me lamento, mi queridísima hija, de que tú en la flor de la vida, no viviendo la edad establecida, para mi pena y tristeza, hayas dejado la tierra. De lo que me lamento, mi palomita, es de que no conozco al que fue, enemigo cruel mío, la causa de tu muerte. Y si yo hubiese sabido, quién 120

De nuevo Xoma bromea conscientemente o no. Un d’jakon o diácono era el encargado religioso de leer en semejantes funerales o velatorios, pero un d’jak, hasta el siglo XVIII, era un funcionario enviado por el gobierno para aplicar las normas emitidas, entre otras muchas funciones. La confusión por tanto, es ridícula, al tiempo que remarca el desconcierto de Xoma, que quiere zafarse de aquello como sea. 121 Esta tela, procedente de Nankin en China (su nombre en ruso es precisamente kitajka o tela china) se importó en España a través del puerto de Mahón, de ahí su nombre en castellano. Es una tela de algodón, fuerte y resistente. 122 Iconos ortodoxos. 123 La kalina es cualquier representante del género viburnum. Consiste en un arbusto de hermosas drupas rojas, que aportan a la escena, nuevas tonalidades de un rojo que es fundamental para la misma. https://es.wikipedia.org/wiki/Viburnum 124 Un cirio en cada esquina por tanto.

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podía pensar apenas ofenderte o siquiera hubiese dicho algo desagradable sobre ti, entonces, juro por Dios, no vería él más a sus hijos, en el caso de que fuese así de edad, como yo; ni a su padre ni a su madre, en el caso de que aún le queden años, ¡y su cuerpo sería arrojado a modo de comida a los pájaros y a las fieras de la estepa! Pero mi tristeza es, mi pequeña caléndula campestre, mi codornicita, mi sol125, que viviré el resto de mi tiempo sin alegría, secándome con el faldón lágrimas como cuentas126, manando de mis viejos ojos, mientras que mi enemigo se divierte y se ríe en secreto de este viejo débil… Él se detuvo, y la razón de ello era una desgarradora pena, resolviéndose en un completo diluvio de lágrimas. El filósofo quedó afectado por semejante tristeza inconsolable. Tosió y carraspeó127, queriendo aclararse un poco la voz. El sotnik se volvió y le señaló un lugar a la cabecera de la muerta, delante de un pequeño facistol128, sobre el que yacían unos libros. «En tres noches concluiré el trabajo como sea —pensó el filósofo—, y a cambio el pan me llenará ambos bolsillos de buenos červoncy129». Se acercó y, tosiendo de nuevo, se puso a leer, sin prestar atención alguna al lado130 y sin decidirse a echar un vistazo el rostro de la muerta. Reinaba un profundo silencio. Se percató de que el sotnik había salido. Lentamente giró la cabeza para ver a la muerta y… Un escalofrío corrió por sus venas; delante de él yacía una preciosidad como rara vez se aparecía en la tierra. Parecía que nunca los rasgos de una cara habían sido moldeados en una belleza tan afilada131 y al mismo tiempo tan armoniosa. Yacía como si estuviese viva. La frente, preciosa, suave, como nieve, como plata, parecía que imaginaba; las cejas, como noche en medio de un día de sol, finas, rectas, se elevaban orgullosamente sobre los 125

Todas estas comparaciones cariñosas resultarían más o menos habituales. En particular jasočka resulta un tanto ambigua, me he decantado por “sol” o “solito” aunque variantes como “estrella”, o simplemente “querida”, hubieran sido aceptables. 126 Es decir, como las cuentas de un collar, redondeadas y sucesivas. 127 Emitió sonidos sordos con la garganta, repetidos sucesivamente. 128 Atril donde se coloca el libro de rezos o de cantos en las iglesias. 129 El červonec era una moneda de oro que aparece desde los primeros años del siglo XVIII con Pedro I tras su reforma monetaria. No obstante aquí probablemente se trate de las monedas emitidas durante el periodo de Ekaterina II en la segunda mitad del siglo XVIII: http://www.russian-money.ru/(X(1)S(at5er345bxh5f5uufibseguq))/Coins.aspx?id=51#label 130 Donde yacía pannočka. 131 La idea de traducir por “afilada” un adjetivo que podría haberse podido traducir por penetrante, me vino en cierta manera por la evidente sensación de peligro que encierra la descripción de Gogol’. En este sentido la belleza de pannočka sería un arma blanca en toda regla.

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ojos cerrados, pero las pestañas, se curvaban como flechas sobre las mejillas, encendidas por el ardor de unos deseos ocultos; los labios, como rubíes preparados para sonreír… Pero también en ellos, en esos mismos rasgos, él veía algo extrañamente penetrante. Sentía que su alma empezaba a quejarse dolorosamente, como si de repente en medio de un remolino de felicidad y de gente dando vueltas132, alguien cantase una canción sobre un pueblo oprimido. Sus labios de rubí, parecían hervir la sangre hasta el mismísimo corazón133. De repente algo horriblemente conocido se mostró en su rostro. —¡La bruja! —gritó aunque no con su voz134, puso los ojos a un lado135, palideció completamente y se puso a recitar sus oraciones. Era la misma bruja que él había matado. Cuando el sol empezó a ponerse, llevaron a la muerta a la iglesia. El filósofo sobre uno de sus hombros sostuvo el fúnebre ataúd negro y en su hombro sentía algo frío como el hielo. El mismo sotnik marchaba en cabeza, llevando con su mano el lado derecho de la estrecha casa136 de la muerta. La iglesia de madera, ennegrecida, decorada con musgo verde, con tres cúpulas con forma cónica, se alzaba deprimentemente casi en el límite de la aldea. Se veía que en ella hacía tiempo que ya no se celebraba ningún servicio. Las velas estaban gastadas casi delante de cada imagen. Pusieron el ataúd en el medio, en frente del mismo altar. El viejo sotnik besó una vez más a la muerta, se postró y salió fuera junto con los cargadores, dando la orden de dar bien de comer al filósofo y tras la cena acompañarle a la iglesia. Nada más llegar a la cocina, todos los que habían llevado el ataúd empezaron a colocar las manos en la estufa137, algo que tradicionalmente hacen los habitantes de la Pequeña Rusia, habiendo visto un cadáver.

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Bailando se entiende. La descripción de la muerta muestra la exquisita pluma de Gogol’ en un pasaje del terror más gótico, que nos hace gozar de lo que no es otra cosa que una belleza vampírica. 134 Por lo alterada que estaba sonó extraña. 135 Evidentemente, “miró hacia otro lado” pero el original es tan potente que he decidido dejarlo tal cual, porque nos plantea que era tal la belleza de la joven que sus ojos no podían por sí mismos separarse de su imagen, había que forzarlos. No obstante es una expresión habitual, que pudiera haberse traducido sin más como entrecomillo. 136 El ataúd, como última morada. 137 Una estufa en Rusia, igual que en otras partes de la Europa fría, es un horno ancho para cocinar, que también sirve para calentar la casa, e incluso puede llevar incorporado alguna plataforma para dormir, como puede apreciarse en la primera imagen del enlace: http://jkuhnya.ru/dizain/nacionalnye-stili/976-pechi-dlya-kuhni-iz-kirpicha 133

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El hambre que en aquel momento empezaba a sentir el filósofo, le forzó durante unos cuantos minutos a olvidarse completamente de la muerta. Pronto todo el servicio comenzó poco a poco a reunirse en la cocina. La cocina en la casa señorial era algo más parecido a un club, adonde acudía todo lo que habitaba en el patio, incluyendo en ese número también a los perros, que llegaban sacudiendo las colas hasta la misma puerta a por huesos y restos. No importa adónde alguien hubiese sido enviado ni cuál fuese el asunto, siempre, antes, entraba en la cocina, para descansar aunque fuese un minuto sobre el banco y fumarse una pipa. Todos los solteros, que vivían en la casa, vestidos pomposamente con svitki, se tumbaban aquí casi todo el día sobre el banco, bajo el banco, sobre la estufa, en una palabra, en cualquier sitio donde se pudiera encontrar un lugar cómodo para tenderse. Además cada uno se olvidaba sin cesar en la cocina o la gorra, o el látigo para los perros ajenos, o alguna cosa semejante. Pero la reunión más numerosa tenía lugar en el momento de la cena, cuando llegaba también el pastor 138 , a tiempo tras conducir sus caballos al redil, y el vaquero, habiendo traído las vacas para el ordeño, y todos aquellos a los que a lo largo del día no se podía ver. Durante la cena la locuacidad dominaba hasta a las lenguas menos habladoras. Aquí de costumbre se hablaba de todo: sobre quién se había cosido unos nuevos šarovary, qué hay en el interior de la tierra, o quién veía un lobo. Había aquí muchos charlatanes139, de los cuales no faltan entre los habitantes de la Pequeña Rusia. El filósofo se sentó junto con los otros en un amplio círculo al aire libre delante de la entrada de la cocina. Pronto una mujer con un bonete140 rojo apareció por la puerta, sosteniendo con ambas manos un cuenco caliente con galuški, y lo puso en medio de quienes estaban preparados para cenar. Cada uno se sacó del bolsillo su cuchara de madera, otros, a falta, un trozo de madera. Apenas las bocas comenzaron a moverse algo más lentamente y el hambre de lobo de toda esta reunión se consoló un poco, muchos empezaron a charlar. La conversación, naturalmente, tenía que referirse a la muerta. —¿Acaso es verdad, —dijo un joven pastor, que había puesto en su echarpe de cuero para la pipa tantos botones y chapas de bronce, que se 138

De caballos. La palabra empleada por Gogol’ es bonmotist, claramente derivada del francés bon mot es decir “buena palabra”. Servía para describir a los buenos narradores de historias y cuentos en semejantes situaciones. Evidentemente, añadirían una buena parte de cosecha propia, de ahí que yo emplee “charlatán” pero en realidad no parece tener un sentido negativo, más bien al contrario. 140 Una očepka o čepčik. 139

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parecía al puesto de una vendedora ambulante141—, acaso es verdad, que pannočka, no sea recordada por esto, se conocía con los impuros? —¿Quién? ¿Pannočka? —dijo Doroš, ya conocido de antes para nuestro filósofo—. ¡Si era una completa bruja! ¡Lo juro, que era una bruja! —¡Basta, basta, Doroš! —dijo otro, quien durante el viaje había mostrado una gran voluntad de apaciguar…— Eso no es cosa nuestra; Dios sea con ellos. No hay nada que hablar sobre eso. Pero Doroš de ninguna manera estaba dispuesto a callar. Apenas antes de aquello, había ido a la bodega con el mayordomo para alguna cuestión necesaria y, habiéndose inclinado dos veces sobre dos o tres barriles, había salido de allí extremadamente alegre y hablaba sin cesar. —¿Qué quieres? ¿Que me calle? —dijo—. Pero si ella cabalgó sobre mí. Por Dios que cabalgó. —Y qué, tito —dijo el joven pastor de los botones—, ¿se podría conocer por alguna señal a una bruja? —No se puede —respondió Doroš—. De ninguna manera lo reconocerás; aunque te leas dos veces todo el salterio, no lo reconocerás. —Se puede, se puede, Doroš. No digas eso —pronunció el conciliador de antes—. No sin razón ya dio Dios a cada cual una costumbre especial. La gente, entendida en ciencia, dice que las brujas tienen un pequeño rabito. —Cuando una mujer es vieja, entonces también es una bruja —dijo con sangre fría el cosaco canoso. —¡Oh, buenos sois vosotros también! —saltó la mujer, que en ese momento estaba echando de nuevo galuški en el cuenco vacío—. Unos auténticos jabalíes gordos. El viejo cosaco, cuyo nombre era Javtux, pero de apodo Kovtun 142 , mostró en sus labios una sonrisa de satisfacción, dándose cuenta que sus palabras habían molestado a la vieja en lo más profundo; pero el vaquero soltó semejante risotada, como si dos toros, permaneciendo uno frente al otro, hubiesen mugido a la vez. La incipiente conversación despertó un irresistible deseo y la curiosidad del filósofo por saber más detalles sobre la difunta hija del sotnik. Y por eso, queriendo llevar otra vez la conversación sobre el tema anterior, se dirigió a su vecino con las siguientes palabras:

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En realidad de una vendedora de pequeñas cosas, de bisutería o de artículos de mercería. Apodo derivado del verbo ucraniano kovtati cuyo significado es “tragar”, lo que indica que Javtux era conocido como “Tragón”. 142

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—Quería preguntar, ¿por qué toda esta gente que está sentada a la cena considera a la hijita143 del pan una bruja? ¿Es que acaso causó a alguien mal o atormentó144 a alguien? —Hubo de todo —contestó uno de los que estaban sentados, con cara plana, extremadamente parecida a una pala. —Quién no se acuerda del perrero145 Mikita, o de… —¿Y qué es eso del perrero Mikita? —dijo el filósofo. —¡Para! Yo contaré lo del perrero Mikita —dijo Doroš. —Yo contaré lo de Mikita —respondió el pastor de caballos—, porque él era mi compadre. —Yo contaré lo de Mikita —dijo Spirid. —¡Deja, deja, Spirid lo contará! —gritó la gente. Spirid comenzó: —Tú, señor filósofo Xoma, no conociste a Mikita. ¡Ah, qué persona tan rara era! A cada perro, solía conocer tanto como a su propio padre. El perrero actual Mikola, que se sienta el tercero hacia allá desde mí no le llega ni a la suela. Aunque también entiende su trabajo, pero frente a él es basura, agua sucia. —¡Bien dices, bien! —dijo Doroš sacudiendo la cabeza asertivamente. Spirid continuó: —Vería una liebre más rápido de lo que tú tardas en limpiarte el tabaco de la nariz146. Solía silbar: «¡Venga, Razboj! Venga, Bystraja147!», mientras que él iba a caballo a toda velocidad, y no se puede decir ya quién adelantaba a quién más rápido: si él al perro, o si el perro a él. Se tomaba de un trago una kvarta148 de sivuxa149 como si nada. ¡Qué glorioso era el perrero! Tan sólo que hace poco tiempo empezó a mirar embobado a pannočka continuamente. Si se prendó él verdaderamente de ella, o ya lo había hechizado así ella, se vino abajo en seguida, se amariconó 150 por 143

A pannočka. Maldiciendo. 145 Cuidador de perros. Como sirviente, se encargaba de cuidar los perros que participaban habitualmente en las cacerías, pudiendo él mismo tomar parte de las mismas. 146 Recordemos que el tabaco se podía tomar por la nariz en forma de polvo, el rapé. 147 Los nombres del perro y del caballo a los que azuzaba serían traducidos al castellano: “Bandido” y “Rápida” correspondientemente. 148 La unidad de volumen kvarta es un tanto ambigua pero prefiero tomarla aquí como una medida antigua polaca de finales del XVIII, que representaba aproximadamente 1 litro. Las otras variantes, incluida la variante rusa, me parecen excesivas incluso para un recio cosaco de la época. 149 Es un tipo de vodka sin purificar, con una destilación deficiente, y por tanto de ínfima calidad. 150 El verbo usado se podría traducir como “se amujeró” pero sabiendo la mala voluntad de la bruja, es posible que el afeminamiento del cazador, se deba a un castigo por lanzarle miradas de amor o deseo. 144

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completo; se convirtió en el demonio sabe qué. ¡Uf! Es indecente hasta el decirlo. —Bien —dijo Doroš. —Ocurría que tan pronto como pannočka lo miraba, hasta las riendas se le caían de las manos, a Razboj llamaba Brovko151, vacilaba y nadie sabe lo que hacía. Una vez pannočka fue al establo donde él estaba limpiando un caballo. «Déjame, dijo, Mikitka152, que ponga sobre ti mi piernecita». Y él, loco, y feliz, a eso dijo que «no sólo la piernecita sino tú misma siéntate sobre mí». Pannočka levantó su pierna, y apenas él vio su pierna, una piernecita redondeada y blanca, desnuda, dijo que un encantamiento le fulminó así. Él, enloquecido, agachó su espalda y, agarrando con ambas manos sus piernas desnudas, salió a galope, como un caballo, por todo el campo, y él no podía decir nada de adónde iban; simplemente volvía apenas vivo, y desde entonces se quedó completamente seco, como un palillo; y cuando una vez fueron al establo, entonces en su lugar encontraron un montón de cenizas y un cubo vacío: se había quemado por completo; había salido ardiendo por sí mismo 153. Y así era el perrero, de como no se puede encontrar en todo el mundo. Cuando Spirid terminó su relato, por todos lados surgieron rumores acerca de los méritos del anterior perrero. —¿Y de Šepčixa154 no has oído? —dijo Doroš, dirigiéndose a Xoma. —No. —¡Ay! Así os enseñan en la residencia, por lo visto, cuestiones no demasiado importantes. ¡Pero escucha! En la aldea tenemos al cosaco Šeptun 155 . ¡Un buen cosaco! Le gusta robar algunas veces y mentir sin ninguna necesidad, pero… es un buen cosaco. Su casa no está tan lejos de aquí. A esta misma hora cuando nos sentamos para cenar ahora, Šeptun con su esposa, habiendo terminado de cenar, se fueron a dormir, y como el tiempo era bueno, Šepčixa se tumbó en el patio, en cambio Šeptun en la casa en el banco; o no: Šepčixa en la casa en el banco, y Šeptun en el patio… 151

En ucraniano brovko puede tener varios significados. Al igual que en ruso brov’, su paralelo ucraniano brova significa ceja, por lo que el nombre podría ser “cejita”, con la terminación típica en –ko como diminutivo cariñoso. No obstante también aparece brovka con el significado de “perro” en ucraniano, apareciendo como nombre propio de perro Brovka como en el cuento de L. Glibov. 152 Diminutivo cariñoso de Mikita que en boca de la chica debía ser terrible para el perrero. 153 Un proceso de combustión espontánea muy empleado en la literatura fantástica y de terror, recordemos a Dickens en Bleak House. 154 La esposa de Šeptun (más abajo). 155 Palabra que significa “murmurador” o “que habla en voz muy baja”.

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—Y no en el banco, sino en el suelo se tendió Šepčixa —enganchó la mujer, de pie en el umbral y sosteniéndose la mejilla con la mano. Doroš la miró, después miró hacia abajo, después de nuevo a ella y, callándose un poco, dijo: —Cuando te quite la falda delante de todos, entonces eso156 estará mal. Esta amenaza tuvo su efecto. La vieja se calló y ya no interrumpió la charla157 ni una vez. Doroš continuó: —Y en una cuna, que estaba colgada en medio de la casa, reposaba un bebé de un año —no sé si de sexo masculino o femenino—. Šepčixa estaba acostada, oyó después sin embargo que un perro arañaba detrás de la puerta y aullaba de tal manera que bastaba para hacerte salir corriendo de la casa. Se asustó: porque las mujeres son una gente tan estúpida que les sacas la lengua por la puerta entreabierta, a la caída de la tarde, y el alma se les va a los talones158. No obstante pensó «deja que le dé un golpe en el hocico al maldito perro, puede ser que pare», y, cogiendo el atizador159, salió a abrir la puerta. Apenas tuvo tiempo de abrirla un poco, cuando el perro se precipitó entre sus piernas y se fue directamente hacia la cuna del niño. Šepčixa vio que aquello ya no era un perro, sino pannočka. Y además si hubiera dejado entrar ya a pannočka bajo la forma en la que ella la conocía, —eso no hubiese sido nada todavía—; pero he aquí la cosa y su circunstancia: que estaba toda azul, pero sus ojos ardían como el carbón. Agarró al bebé, lo mordió la garganta y empezó a beber sangre de él. Šepčixa apenas gritó: «¡Oh, lišečko 160 !» —pero ya fuera de la casa—. Solamente vio que en el porche 161 las puertas estaban cerradas con el 156

Entiendo que como la mujer lo corrige ante todos y da a entender que lo que ha dicho es erróneo, entonces Doroš la amenaza con cometer, ahora sí, un error real, una acción que para nada es buena, desnudándola delante del resto. No sé hasta qué punto es ácida la lengua de Doroš, ya que su “eso no será bueno” se puede entender de muchas maneras, recordando la pelea anterior debido a la edad de la mujer. 157 En la Rusia tradicional, así como en la actual, interrumpir a alguien cuando está hablando es considerado una falta de respeto importante. Esto explica la reacción tan desmedida de Doroš a nuestros ojos, si además es una mujer quien interrumpe, la pretendida ofensa sería aún mayor en esa época. 158 Se reconoce una expresión semejante a nuestro “se les sale el corazón por la boca”. 159 Utensilio de metal que se usa para remover las cenizas en el hogar. 160 Expresión de dolor ucraniana que procede del diminutivo de lixo cuyo significado sería algo así como “desgracia”. 161 En todo el este eslavo aparece, en algunas casas, una especie de zaguán o vestíbulo llamado seni que actúa de zona de conexión con el exterior, pudiéndose cerrar externamente (de ahí que a la mujer le sorprendiese que pannočka hubiese podido entrar). En el enlace aparece un dibujo donde se observa muy bien la naturaleza de este porche interior, que da acceso a la casa propiamente dicha: http://kizhi.karelia.ru/collection/hudozhestvennaya-galereya/1165

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cerrojo. Se fue a la buhardilla; se sentó y la estúpida mujer se puso a temblar, pero después vio que pannočka venía también a la buhardilla hacia ella; se lanzó sobre ella y empezó a morder a la majadera. Ya por la mañana Šeptun sacó de allí a su mujer, toda llena de mordiscos y azulada. Y al día siguiente también murió la estúpida. ¡Así he aquí qué disposiciones y engaños ocurren! Eso aunque también sea descendencia del pan, después de todo, cuando se es una bruja, se es una bruja162. Tras semejante relato Doroš echó un vistazo alrededor complacido consigo mismo y metió el dedo en su pipa, preparándola para el relleno de tabaco. La cuestión sobre la bruja se hizo inagotable. Por orden cada uno se apresuró a contar algo. A alguien la bruja le vino bajo la forma de montón de heno hasta la misma puerta de su casa; a otro le robó el gorro o la pipa; a muchas de las muchachas de la aldea les había cortado la trenza; a otros les había bebido unos cuantos cubos de sangre. Al final todo el grupo volvió en sí y vio que había charlado ya demasiado porque en el patio ya era completamente de noche. Todos empezaron a dispersarse torpemente en los lugares para pasar la noche, que se encontraban o en la cocina, o en los sarai, o en medio del patio. —¡Y entonces, señor Xoma! Ahora es tiempo ya también para nosotros de ir con la muerta —dijo el cosaco canoso, dirigiéndose al filósofo, y los cuatro juntos, en ese número Spirid y Doroš, marcharon a la iglesia, sacudiendo con los látigos a los perros de los cuales en la calle había un gran número y que con furia mordisqueaban sus palos163. El filósofo, a pesar de que tuvo tiempo de fortalecerse con una generosa jarra de vodka, padeció en secreto una cobardía que se acercaba a medida que ellos se aproximaban a la iglesia iluminada. Los relatos y las extrañas historias, escuchadas por él, ayudaban aún más a perturbar su imaginación. La oscuridad bajo la cerca y los árboles empezaba a disminuir; el lugar se hizo más descubierto. Entraron, al final, por la ruinosa valla de la iglesia a un pequeño patio, en el que no había ni arbolitos y donde se abría un campo vacío hasta quedar la pradera absorbida por las tinieblas nocturnas. Los tres cosacos subieron junto a Xoma por una empinada escalera hasta el 162

Es interesante apreciar la estrategia de Gogol’ para subir la intensidad del relato, posponiendo el increíble relato de Doroš al de Spirid, que si bien era extraño, podía entrar más o menos en los límites de la realidad. Además si Xoma se creía el primero, lo cual era fácil debido a que él mismo había experimentado todo aquello, ¿por qué no iba a aceptar el segundo, fuera ya de toda normalidad? Igualmente ocurriría con el lector, ante el que pannočka se presenta por vez primera como un monstruo bebedor de sangre humana. 163 Probablemente el mango en forma de palo de los látigos.

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soportal y entraron en la iglesia. Allí dejaron al filósofo, deseándole que cumpliese su función felizmente 164 , y cerraron la puerta con llave, por orden del pan. El filósofo se quedó solo. Al principio bostezó, después se desperezó, después se sopló en ambas manos y, ya por último, miró a su alrededor. En el medio estaba el ataúd negro. Unas velas estaban encendidas delante de unos iconos oscuros. La luz de éstas iluminaba sólo el iconostasio 165 y débilmente el interior de la iglesia. Los rincones alejados del vestíbulo166 estaban envueltos en tinieblas. El alto y viejo iconostasio mostraba ya una profunda ruina; la madera tallada de su estructura, recubierta de oro, aún brillaba con apenas unos relumbrones. El dorado se había caído en un sitio, en otro se había ennegrecido por completo; los rostros de los santos, completamente oscurecidos, tenían un aspecto algo así como tenebroso. El filósofo miró a su alrededor otra vez. —¿Y qué? —dijo—. ¿Qué hay que temer aquí? Un hombre no puede venir aquí, y contra muertos y salidos de este mundo tengo tales oraciones que nada más lea, no me tocarán ni con un dedo. ¡Nada! —repitió, sacudiendo su mano—. Leamos. Acercándose a un coro167 vio unos cuantos hatillos de cirios. «Qué bien —pensó el filósofo—, es necesario iluminar toda la iglesia así, para que se vea como si fuese de día. ¡Ah, lástima que en la iglesia de Dios no se pueda fumar en pipa!». Y se puso a fijar velas sobre todas las cornisas, los atriles e imágenes, sin escatimarlas ni un poco, y pronto toda la iglesia se llenó de luz. Sólo en lo alto la oscuridad se hizo como si fuese aún más fuerte, y las tenebrosas imágenes observaban hurañas desde unos marcos viejos y tallados que brillaban aquí y allí por el dorado. Se acercó al ataúd, con timidez miró la cara de la muerta y no pudo no cerrar, estremeciéndose un poco, sus ojos: ¡una belleza tan terrible, tan relumbrante! 164

Estrictamente, le desearon que no le pasase nada malo y llegase sano a la mañana siguiente. De hecho, que tras ellos, los cosacos cerrasen con llave para que Xoma no saliese huyendo, no presagiaba nada bueno. 165 En las iglesias ortodoxas consiste en una barrera de separación, generalmente con paneles de madera cubiertos con iconos, de ahí su nombre, que impide que un asistente vea la parte más sagrada del altar. 166 Es lo que generalmente se denomina nártex en arquitectura. 167 En las iglesias ortodoxas hay pequeños espacios a ambos lados de donde se encuentra el iconostasio, denominados kliros, y que son los lugares donde se colocan los coros en la liturgia ortodoxa. Es normal por tanto que Xoma haya encontrado allí los hatillos de velas, necesarias para la iluminación de los textos a cantar. Allí suele haber algún atril con libros de rezo o canto.

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Él se dio la vuelta y quiso alejarse; pero por una curiosidad extraña, por una extraña sensación contradictoria, que no deja a la persona, sobre todo durante el tiempo que dura el miedo, no se retuvo, yéndose, de mirarla, y después, sintiendo ese mismo estremecimiento, la miró otra vez más. Verdaderamente, la penetrante hermosura de la difunta parecía aterradora. Puede ser que incluso no ocasionara semejante pánico, si fuese algo más fea. Pero en sus rasgos no había nada pálido, deslucido o propio de un muerto. Eso168 estaba vivo, y al filósofo le parecía como si ella lo mirase con los ojos cerrados. Le pareció incluso como si bajo las pestañas del ojo derecho se deslizase una lágrima, y cuando se detuvo en la mejilla, distinguió claramente, que era una gota de sangre. Precipitadamente se apartó hacia el coro, le dio la vuelta a un libro y, para darse más coraje, empezó a leer con la voz más alta. Su voz resonó en las paredes de madera de la iglesia, desde hacía tiempo calladas y sordas. Solo, sin eco, dejaba escapar una gruesa voz de bajo en el silencio sepulcral más absoluto y hasta al mismo lector le parecía un tanto salvaje. «¿De qué tener miedo? —pensaba para sí entre tanto—. Pues no se va a levantar de su ataúd, porque temerá la palabra de Dios. ¡Que se quede tumbada! Y además qué cosaco sería yo, si tuviese miedo. Quizás, bebí de más, por eso parece aterrador. Y si tomase 169 un poco de tabaco: ¡Ah, agradable tabaco! ¡Glorioso tabaco! ¡Buen tabaco!». Sin embargo, pasando cada página, miraba de reojo al ataúd, y una sensación leve, pareció susurrarle: «¡Verás, verás que se va a poner en pie! ¡Verás que se va a levantar, verás que va a asomarse desde el ataúd!». Pero el silencio era sepulcral. El ataúd permanecía inmóvil. Las velas derramaban un diluvio completo de luz. ¡Una iglesia iluminada de noche es horrible, con un cuerpo muerto y sin un alma de la gente170! Elevando la voz, empezó a cantar con un tono diferente, queriendo sofocar los restos del miedo. Pero a cada minuto los ojos se dirigían al féretro, como preguntándose una involuntaria cuestión: «¿Qué ocurrirá si se levanta, si se pone en pie?».

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Gogol’ usa ono, el pronombre de tercera persona neutro, probablemente para referirse al rostro lico que es neutro. Sin embargo tampoco es descabellada la opción que yo he elegido, pues aquello que había allí ya no era “ella” sino “eso”. Recordemos las palabras de Doroš tras su relato: “Eso aunque también sea descendencia del pan, después de todo, cuando se es una bruja, se es una bruja” (la cursiva es mía). 169 A través de la nariz. Las exclamaciones que siguen son ya de Xoma tomando rapé. 170 Sin nadie vivo allí para acompañar a la muerta.

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Pero el ataúd no se movió. Si hubiese algún ruido, algún ser vivo, incluso un grillo que hiciese sonido171 en un rincón… Apenas si se oía el ligero crepitar de alguna velita lejana o el débil sonido de una gota de cera, golpeando livianamente, al caer al suelo. «Pero, ¿y si se levanta?...». Ella elevó ligeramente la cabeza… Él miró de forma salvaje172 y se frotó los ojos. Sin embargo ella ya no estaba tendida, sino que estaba sentada en su ataúd. Él apartó sus ojos y de nuevo miró con horror al ataúd… Se había puesto en pie… y andaba por la iglesia con los ojos cerrados, continuamente estirando las manos, como queriendo atrapar a alguien. Se fue directamente hacia él. Aterrorizado trazó un círculo alrededor de sí. Con esfuerzo empezó a leer oraciones y recitar conjuros que le había enseñado un monje, que había visto durante toda su vida brujas y espíritus impuros. Ella estaba de pie casi en la misma raya; pero se veía que no tenía fuerza para cruzarla, y se puso toda azul, como una persona muerta ya unos cuantos días. Xoma no tenía espíritu173 para mirarla. Estaba horripilante. Chasqueaba los dientes unos contra otros y abrió sus ojos muertos. Pero no viendo nada, con cólera —que expresaba su rostro estremecido— se dirigió al otro lado y, estirando los brazos, agarraba con ellos cada pilar y ángulo, tratando de coger a Xoma. Finalmente se detuvo, amenazando con un dedo, y se tendió en su ataúd. El filósofo aun así no podía volver en sí y con terror miraba aquel estrecho habitáculo de la bruja. Por último el ataúd de repente se liberó de su sitio y con un silbido comenzó a volar por toda la iglesia, cruzando el aire en todas direcciones. El filósofo lo veía casi sobre su cabeza, pero a la vez veía que no podía pasar el círculo por él trazado, e intensificó sus conjuros. El féretro se cayó en medio de la iglesia y permaneció inmóvil. El cadáver de nuevo se levantó de él, azulado, coloreándose de verde. Pero en ese instante se oyó el lejano canto de un gallo. El cadáver se dejó caer en el ataúd y la tapa del ataúd se cerró de golpe.

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Que cantase. El horror era tal que su mirada se tornó semejante a la de un animal salvaje, desconcertado por tanto. 173 No tenía valor para mirarla. 172

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El corazón del filósofo palpitaba, y el sudor le caía a chorros174; pero, envalentonado por el canto del gallo, terminó de recitar más rápido las hojas que debía haber recitado antes. Nada más llegar el alba vinieron a relevarle el diácono y el canoso Javtux, que esta vez ejerció el cargo de responsable de la iglesia. Tras llegar a un lugar de descanso alejado, el filósofo no pudo quedarse dormido durante un buen rato, sin embargo el cansancio acabó venciendo, y se durmió hasta el almuerzo. Cuando despertó, todo el suceso nocturno le pareció haber ocurrido en un sueño. Le dieron para el restablecimiento de la fuerza una kvarta de vodka. En el almuerzo se soltó175 pronto, añadió para cualquier cosa una observación y casi se comió entero un cochinillo bastante crecido; pero, sin embargo, sobre lo que le había sucedido en la iglesia no se decidía a hablar por algo involuntario para su propio sentido y a las preguntas curiosas contestaba: «Sí, ha habido toda clase de maravillas». El filósofo era de ese tipo de gente a las que, si les dan de comer, se despierta en ellas una filantropía inhabitual. Tendido con su pipa en los dientes, miraba a todos de un modo inusitado con buenos176 ojos y escupía a un lado ininterrumpidamente. Tras el almuerzo el filósofo estaba animoso por completo. Tuvo tiempo de dar una vuelta por toda la aldea, de trabar conocimiento casi con todos; de dos casas incluso le echaron; una linda jovencita lo golpeó decentemente en la espalda con una pala, cuando él tuvo la idea de tocar y curiosear de qué material tenía ella la camisa y la falda 177 . Pero a medida que se aproximaba la tarde más pensativo se volvía el filósofo. A una hora de la cena casi todo el patio se reunía para jugar a la kaša o a los kragli - un tipo de bolos178, donde en lugar de pelotas se usan palos largos, y los ganadores 174

Ver la nota 62 pues la expresión que usa Gogol’ es la misma. El terror que había pasado lo había dejado atenazado. 176 En ruso, “con ojos dulces”. 177 La camisa, blusa, o soročka, solía estar bordada con hilos de colores. En Ucrania estas camisas bordadas denominadas višivanka forman una parte fundamental y hermosa de la tradicional indumentaria ucraniana. La falda o plaxta estaba formada por una tela de variados colores que se arrollaba alrededor de la cintura. En el enlace podemos ver un magnífico ejemplo de una mujer vistiendo ambas prendas: https://fotki.yandex.ru/next/users/koziuck-vladimir/album/114620/view/243704?page=1 178 El más famoso de los juegos de este tipo en Rusia es sin dudas el gorodki o “pequeñas ciudades” que consiste en lanzar unos palos contra construcciones de palitos más cortos, de manera que se derribasen determinadas partes de la construcción. Si en vez de palos cilíndricos se usaban bolos, se denominaba kragli, aunque el fundamento del juego era el mismo. Si el lanzamiento era malo y no derribaba nada entonces se hacía kaša o “papilla”. Algunos ejemplos de gorodki servirán para visualizarlo: https://www.youtube.com/playlist?list=PL6ncFlRvsCoP9ISlSj9JHpIoNq285F4DN 175

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tenían derecho a cabalgar encima del otro. Este juego se hace muy interesante para los espectadores: a menudo el vaquero, ancho, como un blin179, se subía encima del pastor de cerdos, endeble, bajito, todo hecho de arrugas. Otra vez el vaquero ponía su espalda, y Doroš, saltando sobre ella, siempre decía: «¡Esto sí que es un buen toro!». En el umbral de la cocina se sentaban aquellos que eran más respetables. Ellos miraban extremadamente serios, fumando en pipa, incluso cuando la gente joven se reía con el alma por alguna palabra aguda del vaquero o de Spirid. Xoma en vano trataba de mezclarse en estos juegos: cierto pensamiento oscuro, como un clavo, se había asentado en su cabeza. Después de la cena trató de hacer de todo para alegrarse, pero el terror se encendía en él al mismo tiempo que la oscuridad se extendía por el cielo. —¡Bueno, ya es nuestra hora, señor estudiante! —le dijo el conocido cosaco canoso, levantándose del sitio junto a Doroš—. Vamos al trabajo. Condujeron a Xoma a la iglesia otra vez de la misma manera; otra vez lo dejaron solo y cerraron con llave la puerta tras él. Nada más se quedó solo, la cobardía empezó a arraigar de nuevo en su pecho. Otra vez los tétricos iconos, los marcos brillantes y el conocido féretro negro, plantado en el amenazador silencio y en la quietud en medio de la iglesia. —Y qué —pronunció—, pues ahora no me va a sorprender ya este prodigio. Esto sólo la primera vez da miedo. ¡Sí! Sólo la primera vez da un poco de miedo, pero eso de allí ya no da miedo; ya no da nada de miedo. Apresuradamente se puso en pie en un coro, trazó alrededor de sí un círculo, pronunció algunos conjuros y empezó a recitar en voz alta, decidiendo no levantar sus ojos del libro y no prestar atención a nada. Ya llevaba leyendo cerca de una hora y empezaba a cansarse un poco y a toser. Se sacó del bolsillo un rožok180 y antes de llevarse un pellizco de tabaco a la nariz, temeroso se dirigió con los ojos al ataúd. Su corazón se le congeló. El cadáver ya estaba de pie delante de él en la misma raya y había fijado en él unos ojos muertos, verdosos. El estudiante se estremeció, y un frío recorrió perceptiblemente por todas sus venas. Agachó los ojos sobre el libro, se puso a recitar más alto sus oraciones y conjuros y oía cómo el cadáver chasqueaba los dientes de nuevo y manoteaba, queriendo agarrarle. 179

Tipo de masa en forma de disco semejante a una crepe, que se unta con crema de leche agria smetana, con mantequilla o con mermeladas: http://www.povarenok.ru/recipes/show/34621/ 180

Simplemente un cuerno del que se ha hecho un recipiente para guardar polvo normalmente, en este caso rapé, pero podría usarse para pólvora o para otras sustancias.

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Pero mirando de reojo levemente, vio que el cadáver no lo intentaba coger allí, donde él estaba, y, como era evidente, no podía verlo. De manera sorda ella se puso a hablar entre dientes y empezó a articular con sus labios muertos extrañas palabras; rudamente salían bajo la forma de sollozos, como un borboteo de brea hirviendo. Lo que significaban, él no hubiera podido decirlo, pero algo terrible se encerraba en ellas. El filósofo comprendió, aterrorizado, que ella estaba haciendo encantamientos. Un viento entró en la iglesia por las palabras, y se oyó un ruido, como de una multitud de alas volando. Oía cómo golpeaban con las alas en el cristal de las ventanas de la iglesia y en los marcos metálicos, cómo arañaban el hierro con las uñas con un chirrido y cómo una fuerza inconmensurable cargaba contra la puerta y quería echarla abajo181. Durante todo ese tiempo el corazón le latía con fuerza; entornando los ojos, recitó todo el tiempo conjuros y oraciones. Al final de repente, algo silbó a lo lejos: era el lejano canto del gallo. El filósofo exhausto se detuvo y descansó con el alma. Los que entraron para relevar al filósofo lo encontraron apenas vivo. Estaba apoyado con la espalda en una pared y, abriendo mucho los ojos, miraba inmóvil a los cosacos que lo sacudían. Casi lo tuvieron que sacar y debieron sostenerlo todo el camino. Nada más llegar al patio del pan, se despabiló182 y pidió que le diesen una kvarta de vodka. Bebiéndosela, se atusó los cabellos de su cabeza y dijo: —Hay mucho en el mundo de todo tipo de porquería. Y ocurren horrores semejantes, pero…— Ante esto el filósofo sacudió la mano. El grupito de los que se habían reunido cerca de él agachó la cabeza, oyendo tales palabras. Incluso un niño pequeño que toda la servidumbre consideraba justo capacitar en su lugar, cuando la cosa iba de limpiar el establo o de traer agua, incluso este pobre niño también se quedó con la boca abierta183.

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Una fuerza diabólica quería entrar en la iglesia y para ello forzaba la puerta. Sacudiéndose. 183 La escena descrita por Gogol’ podría ser un tanto contradictoria. El grupo parece tener en cierto modo una actitud de pesar, dado que todos sabían que la joven era una bruja, por lo que dejarle entrar en la iglesia era poco más o menos que abrirle la puerta del matadero, de ahí que el grupo agache la cabeza con un claro sentimiento de culpa. No obstante, el niño, sorprendido por el cabello decolorado de Xoma queda con la boca abierta, niño que evidentemente no comparte esa culpabilidad. Lo que me llama la atención es el “también” en la subordinada del niño, que implica que el resto está no sólo apesadumbrado sino sorprendido por lo que ve. 182

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En ese tiempo pasó cerca una moza todavía no demasiado mayor con una bien ajustada zapaska184, que mostraba su redondeada y recia figura, era la ayudante de la vieja cocinera, una terrible coqueta, que siempre encontraba algo que poner en su bonete: o un trozo de cinta, o un clavel, o hasta un papelito, si no había alguna otra cosa. —¡Hola, Xoma! —dijo, viendo al filósofo—. ¡Ay, ay, ay! ¿Qué es lo que te pasa? —gritó, juntando las palmas de sus manos. —¿Cómo que qué, majadera? —¡Ah, Dios mío! ¡Pero si has encanecido por completo! —¡Oh, oh! ¡Si dice la verdad! —pronunció Spirid, mirándole fijamente—. Ciertamente encaneciste, como nuestro viejo Javtux. El filósofo, escuchando esto, salió corriendo a toda prisa hacia la cocina, donde percibió pegado a la pared, un trozo triangular de un espejo sucio por las moscas, delante del cual había puestas nomeolvides, vincas e incluso una guirnalda de caléndulas185, que mostraban su destino para el afeite de la vanidosa coqueta. Con horror vio la verdad de sus palabras: la mitad de su cabello, ciertamente, se había vuelto blanco. Xoma Brut agachó la cabeza y se entregó a la reflexión. —Iré al pan —dijo al final—, le contaré todo y le explicaré que no quiero leer más. Que me envíe ahora mismo a Kíev. Con esos pensamientos dirigió su camino hacia la entrada de la casa del pan. El sotnik estaba sentado casi inmóvil en su svetlica; aquella misma pena desesperanzada, que él había encontrado antes en su rostro, se conservaba en él incluso todavía. Sus mejillas se habían consumido mucho más que antes. Era evidente que tomaba muy poca comida o, puede ser, que ni siquiera la tocase en absoluto. Una palidez poco común le otorgaba una cierta inmovilidad pétrea.

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Consiste en un delantal que se coloca sobre la falda. En la magnífica página siguiente podemos ver algunos ejemplos de zapaska en amarillo y azul: http://www.lemko.org/art/jula/ 185 Tres flores muy habituales de los campos europeos. Las guirnaldas de flores en la cabeza son típicas de la forma tradicional en la que las mujeres ucranianas se engalanan. Para echar un vistazo a estas tres flores correspondientemente: https://es.wikipedia.org/wiki/Myosotis https://es.wikipedia.org/wiki/Vinca https://es.wikipedia.org/wiki/Calendula_officinalis

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—Hola, miserable186, —pronunció, viendo a Xoma, que estaba parado con su gorra en las manos en el umbral de la puerta—. Qué, ¿cómo te va? ¿Todo va bien? —Ir bien es ir bien187. Hay tal brujería, que coge la gorra del tirón, y sal corriendo a donde te lleven las piernas. —¿Cómo es así? —Sí su, señor, hijita… Pensando cabalmente, ella, por supuesto, es de descendencia señorial; en esto nadie va a ponerse a contradecir; sólo no sea dicho con ira, Dios de paz a su alma… —¿Qué pasa con mi hijita? —Dejó se le acercase un demonio 188 . Tales miedos da, que ninguna Escritura se tiene en cuenta189. —¡Lee, lee! No en vano te llamó a ti. Estaba preocupada, mi palomita, por su alma y quería expulsar mediante rezos cualquier pensamiento maligno. —El poder es suyo190, pan: ¡Por Dios, es insoportable! —¡Lee, lee! —continuaba el sotnik con esa misma voz imperativa—. Te queda ahora una noche. Harás una tarea cristiana, y yo te recompensaré. —Ya sean las recompensas las que sean… ¡Como tú quieras, pan, pero yo no voy a leer! —pronunció Xoma decididamente. —¡Escucha, filósofo! —dijo el sotnik, y su voz se hizo poderosa y temible—, no me gustan estas invenciones. Puedes hacer esto en vuestra residencia. Pero en mi casa191 no es así: Te azotaré tanto, como no lo hizo nunca el rector. ¿Acaso conoces lo que es un buen látigo de cuero192? —¡Cómo no saberlo! —dijo el filósofo, bajando la voz—. De todos es conocido lo que es un látigo de cuero: una cosa insoportable en grandes cantidades.

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En el sentido de pobre, de hombre sin hacienda y por tanto digno de conmiseración. Esta condición de miseria será la que justifique el ofrecimiento de dinero por parte del sotnik para convencerlo de que haga su trabajo. 187 Es decir, que para para poder decir que “todo va bien”, debería ir todo bien, y el caso dista mucho de ser ese. Es un paralelo ruso de “Ir bien, lo que se dice ir bien, no va”. 188 Gogol’ escribe satana en minúscula, de ahí que lo traduzca como demonio y no como Satán. 189 La idea de que la concentración de quien recita la Escritura es fundamental para que ésta adquiera su poder mágico subyace bajo este pensamiento de Xoma, algo que por otra parte hemos visto ya en el texto. Así el miedo que da pannočka es tal, que Xoma no puede concentrarse para recitar, y las oraciones pierden su poder por ello. Los demonios o la bruja simplemente no tienen en cuenta la Escritura así recitada. 190 Se traduciría como “Lo que usted diga”, ya que el poder es de quien ordena. 191 Debe entenderse “en mis dominios”. 192 Es el mismo tipo de látigo formado por correas cortas de cuero del principio del relato.

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—Sí. ¡Sólo que tú no sabes aún, cómo mis muchachos son capaces de hacer humear 193 ! —dijo el sotnik amenazadoramente, poniéndose en pie, y su cara adoptó una expresión imperativa y feroz, exhibiendo todo su carácter indomable, adormecido sólo durante el tiempo del sufrimiento—. En mi casa antes sacan humo, después rocían vodka, y después se vuelve a empezar. ¡Ve, ve! ¡Cumple tu trabajo! ¡Si no lo cumples no te levantarás; y si lo cumples mil červoncy! «¡Oh, oh! Pues esto ya es suficiente —pensó el filósofo, saliendo—. Con éste no se puede bromear. Espera, espera, amigo: yo pondré los pies en polvorosa tan rápido194 que tú con tus perros no me alcanzarás». Y Xoma ciertamente se propuso salir corriendo. Esperó sólo a la hora de la sobremesa, cuando toda la servidumbre tenía la costumbre de reunirse en el heno bajo los sarai y, abriendo la boca, soltar semejante ronquido y silbido, que el patio del pan se convertía en algo semejante a una fábrica. Este tiempo, finalmente, llegó. Hasta Javtux cerró también los ojos, tendiéndose al sol. El filósofo con miedo y con agitación se dirigió silenciosamente hacia el jardín del pan, desde donde, le parecía, era más cómodo e imperceptible salir corriendo al campo. Este jardín, por lo general, estaba horriblemente dejado y, consecuentemente, ayudaba en extremo a cualquier empresa secreta. Exceptuando sólo un sendero, pisoteado por una necesidad práctica 195 , todo el resto estaba oculto por cerezos crecidos en exceso, por saúco, por bardana, que situaba arriba del todo sus altos tallos con sus ganchudas flores rosas196. El lúpulo197 cubría, como si fuera una red, la parte superior de todo este conjunto diverso de árboles y de arbustos y creaba sobre él un techo, que se extendía sobre la valla y que dejaba caer desde él serpientes trepadoras junto a campanillas silvestres del campo 198 . Tras la valla, que servía de límite al jardín, se 193

Podría decirse también que son capaces de calentar o de cocer la carne a base de latigazos. La expresión rusa deja bastante abierto el significado, aunque el daño sea el mismo. 194 En ruso se utiliza la expresión “afilar los esquíes” para decir que alguien pone los pies en polvorosa. 195 Relacionada con la economía de la casa del pan, básicamente. 196 Estas especies vegetales son arbustivas, lo que justifica la idea de Xoma de ocultarse bajo su manto a lo largo de su huida. Merece la pena ver cómo son el saúco y la bardana respectivamente, aunque resulten suficientemente familiares para todos por su nombre: https://es.wikipedia.org/wiki/Sambucus https://es.wikipedia.org/wiki/Arctium_lappa 197 Planta trepadora conocida sobre todo por el uso que se hace de ella en la elaboración de la cerveza, usándose para estabilizar la bebida: https://es.wikipedia.org/wiki/Humulus_lupulus 198 Las campanillas son denominadas correctamente campánulas por su parecido con una pequeña campana: https://es.wikipedia.org/wiki/Campanula

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desarrollaba un bosque entero de maleza, al que, parecía, nadie tenía curiosidad de echar un ojo, y una guadaña se haría añicos, si se quisiera segar con su hoja sus tallos gruesos y leñosos. Cuando el filósofo quiso saltar la valla, sus dientes chasqueaban y el corazón le latía tan fuerte, que él mismo se asustó. El faldón de su largo ropaje199, parecía, se pegaba a la tierra, como si alguien lo fijase con un clavo. Cuando franqueó la valla, le pareció, que una cierta voz con un ensordecedor silbido chirriaba en sus oídos: «¿Adónde, adónde vas?». El filósofo se metió rápidamente en la maleza y se puso a correr, tropezando sin cesar con las viejas raíces y aplastando topos con sus pies. Veía que a él, saliendo de la maleza, le quedaba sólo atravesar corriendo el campo, por el que un denso endrinal200 se destacaba en negro, donde él se consideraba ya a salvo, y traspasándolo, él, por una suposición suya, pensaba encontrar el camino directo a Kíev. Atravesó corriendo el campo y se encontró en el denso endrinal. Se coló a través del endrinal, dejando, a modo de impuesto, jirones de su sjurtuk en cada aguda espina, y se encontró en un pequeño valle. Un sauce llorón con sus ramas separadas se curvaba hasta la misma tierra. Un pequeño manantial brillaba, limpio, como la plata. Lo primero que hizo el filósofo fue echarse y hartarse de beber, porque sentía una sed irresistible. —¡Buena agua! —dijo, secándose los labios—. Aquí se podría descansar. —No, mejor corramos adelante: ¡no sea que haya una persecución! Estas palabras le resonaron por encima de las orejas. Miró alrededor: delante de él estaba de pie Javtux. «¡Javtux de los demonios! —pensó para sí con ira el filósofo—. Te cogería, pero por las piernas… Y tu detestable jeta y todo lo que hay en ti, lo golpearía con un garrote de roble». —En vano has dado semejante rodeo —continuó Javtux—, es mucho mejor elegir aquel camino, por el que yo he venido: a la misma vera del 199

La palabra usada por Gogol’ es xlamida, es decir, la clámide griega, probablemente con la acepción de ropa innecesariamente larga. Es posible que bromee con su parecido con la palabra xlam, que en ruso es precisamente ropa vieja o trapajo y en este sentido imaginar a Xoma Brut huyendo con su clámide es ridículo doblemente. Primero por la naturaleza primitiva de nuestro protagonista, supuestamente en las antípodas de la imagen de un griego en la época de Gogol’, y segundo porque la criatura huía a toda velocidad, algo que unido a un ropaje que tradicionalmente era militar, resultaba poco menos que inapropiado. 200 El endrino es un arbusto espinoso que se reproduce a través de brotes de sus raíces, lo que hace que forme densas extensiones espinosas, por lo que decir endrino y endrinal es básicamente lo mismo. De su fruto se hace por ejemplo el pacharán: https://es.wikipedia.org/wiki/Prunus_spinosa

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establo. Sí además una pena de sjurtuk. Y el paño es bueno. ¿Cuánto pagaste por aršin 201 ? Sin embargo es verdad que hemos paseado agradablemente, ya es hora de volver a casa. El filósofo, rascándose, se arrastró tras Javtux. «¡Ahora la maldita bruja me va a calentar202! —pensó—. Sí, pero, ¿qué soy yo en realidad? ¿De qué temo? ¿Acaso no soy un cosaco? Pues ya he leído dos noches, Dios me ayudará también la tercera. Es evidente, la maldita bruja ha cometido un montón de pecados, para que la fuerza impura se plante203 así por ella». Estos pensamientos le ocupaban cuando entró en el patio del pan. Habiéndose dado valor con estas observaciones, pidió a Doroš, que por medio de la protección del mayordomo tenía algunas veces acceso a la bodega del pan, sacar la prometida sivuxa, y ambos amigos, sentados bajo un saraj, se tragaron algo menos de la mitad de un cubo, de tal manera que el filósofo, de repente levantándose sobre sus piernas, gritó: «¡Músicos! ¡Hacen falta músicos!» y, sin esperar a los músicos, se puso a bailar con frenesí un tropak en un lugar despejado en el medio del patio. Bailó hasta que no fue la hora de la comida, y la servidumbre, rodeándolo, como suele ocurrir en tales casos, en un círculo, al final escupía y se largaba, diciendo: «¡Mira cuánto baila el hombre!». Al final el filósofo se echó a dormir en ese mismo sitio, y sólo una generosa cuba de agua fría podía despertarlo para la cena. Tras la cena hablaba sobre lo que es un cosaco y que no debe temer nada en el mundo. —Ya es hora —dijo Javtux—, vámonos. «¡Una estaca en tu lengua 204 , maldito jabalí!» —pensó el filósofo y, poniéndose en pie, dijo: —Vámonos. 201

Antigua medida de longitud rusa equivalente a 0,71m. Gogol’ parece usar una expresión hecha para “dar una buena”. Así emplea un giro que se puede traducir por “Me va a dar pimienta”, usando para pimienta la palabra alemana Pfeffer, aunque escrita como Pfejfer en cirílico, que se traduciría por “pífano”, poco significativo a no ser que nos calentase la cabeza a su modo. Sin embargo la existencia en ruso de la expresión zadat’ komu percu, en castellano textualmente “darle a alguien pimienta”, para indicar que se le va a poner firme a base de palos, resuelve el problema creado por la ambigüedad de Gogol’ al escribir Pfejfer por Pfeffer. 203 Defendiéndola. 204 El filósofo acaba por perder la paciencia con el implacable Javtux, hasta el punto de haberlo querido apalear horas antes y ahora, desear atravesarle la lengua con una estaca. La palabra usada por Gogol’ es spička que en ruso actual no es otra cosa que una cerilla, sin embargo, la obra aparece publicada por primera vez en 1835 por lo que resulta difícil considerar que sea realmente una cerilla (se extienden a partir es fecha precisamente). Es por tanto evidente que Gogol’ se refiere a spica o sea “estaca”, pero con un diminutivo en –ka, algo por otra parte más propio de la tradición de la zona. Lo sorprendente es que en la traducción de Viardot tengamos Une allumette dans ta langue, indicando precisamente que es una expresión típica de la Pequeña Rusia. 202

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Yendo por el camino, el filósofo miraba continuamente alrededor y empezaba a hablar ligeramente con sus acompañantes. Pero Javtux se mantenía en silencio; el mismo Doroš no estaba nada hablador. La noche era infernal. Había lobos a lo lejos en una manada entera. Y el mismo ladrido de un perro era algo horrible. —Parece como si aullase otra cosa: Eso no es un lobo —dijo Doroš. Javtux callaba. El filósofo no encontró nada que decir. Se acercaron a la iglesia y accedieron bajo sus decrépitas bóvedas de madera, que mostraban, qué poco se ocupaba el propietario del lugar de Dios y de su alma. Javtux y Doroš, como antes, desaparecieron, y el filósofo se quedó solo. Todo estaba igual. Todo tenía aquel mismo aspecto amenazante y familiar. Él se detuvo un minuto. En el medio igualmente se levantaba el ataúd con la espantosa bruja. «¡No tendré miedo, por Dios, no tendré miedo!» —dijo y, trazando como antes alrededor de sí un círculo, empezó a recordar todos sus conjuros—. El silencio era horrible; las velas temblaban y derramaban luz por toda la iglesia. El filósofo pasó una hoja, después pasó otra y se dio cuenta que en absoluto recitaba lo que estaba escrito en el libro. Con horror se santiguó y empezó a cantar. Esto le dio coraje un poco: la lectura marchó adelante, y las hojas aparecían y desaparecían una tras otra. De repente… en el silencio… se hundió la tapa de hierro del ataúd con un crujido y se levantó la muerta. Era aún más terrible que la primera vez. Sus dientes golpeaban fila sobre fila de forma aterradora, en espasmos sus labios se retorcían, y, gritando salvajemente, lanzó unos conjuros. Un remolino se levantó en la iglesia, los iconos cayeron al suelo, los cristales rotos de las ventanitas volaron de arriba abajo. Las puertas se desencajaron del gozne, y una innumerable fuerza de monstruos entró volando en la iglesia de Dios. Un ruido horrible de alas y de roce de uñas llenó toda la iglesia. Todo volaba y se movía deprisa, buscando al filósofo por todos sitios. A Xoma se le había pasado205 el último resto de la borrachera. Sólo se santiguaba y leía las oraciones como fuese206. Y en ese mismo tiempo oía cómo la fuerza impura se agitaba alrededor de él, no enganchándolo por poco con las puntas de las alas y con las repugnantes colas. No teniendo espíritu para discernirlos, veía sólo cómo en toda la pared había de pie un

205

Me gusta la contundencia del texto original: “Se le había salido de la cabeza el último resto de la borrachera”. 206 Como le caían bajo la vista, sin orden ni concierto.

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monstruo enorme, con sus cabellos enmarañados, como en un bosque207; a través de la red de cabellos miraban terriblemente dos ojos, con las cejas levantándose un poco hacia arriba. Sobre él se mantenía en el aire algo que se parecía a una inmensa burbuja con miles de garrapatas208 extendidas y colas de escorpiones. Una tierra negra colgaba de ellas en forma de mechones. Todos miraban hacia él, lo buscaban y no lo podían ver, rodeado por el misterioso círculo. —¡Traed a Vij! ¡Id a por Vij! —se oyeron las palabras de la muerta. Y de repente se hizo el silencio en la iglesia; se oía a lo lejos el aullido del lobo, y pronto sonaron unos pasos pesados, que retumbaban en la iglesia; mirando de reojo, vio que traían a cierta persona achaparrada, robusta, patituerta. Estaba cubierto completamente por tierra negra 209 . Como nudosas, fuertes raíces, se extendían sus piernas y sus brazos cubiertos de tierra. Echaba los pasos de forma pesada, deteniéndose a cada momento. Los largos párpados hinchados le llegaban hasta el mismo suelo. Con horror se percató Xoma que la cara en él era de hierro. Lo llevaron de las manos y lo colocaron directamente en aquel lugar en el que Xoma estaba de pie. —¡Levantadme los párpados: no veo! —dijo Vij con una voz de ultratumba210 — y todos en conjunto se lanzaron a levantarle los párpados. «¡No mires!» —le susurró una voz interior al filósofo. No resistió y miró. —¡Ahí está! —gritó Vij y fijó en él un dedo de hierro211. Y todos cuantos había, se lanzaron sobre el filósofo. Él se vino al suelo sin respiración, y allí se le salió el alma de miedo. 207

La maraña del cabello era tal como la de la maleza en un bosque. La palabra usada por Gogol’ es kleščej (genitivo plural de klešč) y klešč es garrapata en castellano. No obstante como klešnej (genitivo plural de klešnja o “pinza”) tiene una evidente relación, habrá que preguntarse hasta qué punto una podría sustituir a la otra, lo que no sería extraño y así se hubiese podido traducir por “pinzas que salen” en vez de “garrapatas” que salen hacia afuera, lo que resulta un tanto raro. En cualquier caso, Gogol’ toma las formas de sus monstruos de la naturaleza. Es probable que esa “burbuja” no sea sino una garrapata llena de sangre, a la que se le han añadido miles de bocas y de colas de escorpión. Así, la idea de un monstruo con pinzas o garrapatas extendidas desde el medio hacia fuera es incluso plausible. Creo que este es el caso. 209 La tierra negra que parece cubrir a todos estos monstruos no es para nada algo exótico. Ucrania se caracteriza precisamente por amplias extensiones de chernozem, un tipo de suelo muy rico en humus y prácticamente negro, que ha sido en gran medida responsable del carácter agrario de la economía de gran parte del país a lo largo de su historia. Además por si fuera poco, todo el este ucraniano dispone de importantísimas minas de carbón que aún hoy se siguen explotando. Gogol’ no está diciendo con esta descripción que estos engendros son seres ctónicos, son monstruos que surgen de la tierra a la llamada de la bruja. 210 El adjetivo usado es “subterránea”. 208

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Se oyó el canto del gallo. Era ya el segundo canto; el primero que habían oído los gnomos. Los asustados espíritus se arrojaron, cada cual como pudo, por las ventanas y las puertas, para salir volando lo más rápido posible, pero para nada: allí se quedaron, sujetos a las puertas y a las ventanas. Entrando el sacerdote se detuvo ante la visión de aquel oprobio a Dios y no osó celebrar la misa funeraria en aquel lugar. Así permaneció para siempre la iglesia con los monstruos fijos en las puertas y en las ventanas, quedó cubierta por el bosque, con raíces, con arbusto, con endrino salvaje; y nadie encontrará ya caminos hacia ella. Cuando rumores de esto llegaron hasta Kíev y el teólogo Xaljava oyó, finalmente, acerca de semejante destino para el filósofo Xoma, se entregó a una hora completa de meditación. Durante todo este tiempo se habían producido en él grandes cambios. La suerte le había sonreído: al término del curso de estudios le hicieron campanero del campanario más alto, y casi siempre aparecía con la nariz rota, porque la escalera de madera al campanario estaba en extremo descuidadamente construida. —¿Has oído lo que ha ocurrido con Xoma? —dijo, yendo hacia él, Tiberij Gorobec’, que por aquel tiempo era ya filósofo y llevaba unos bigotes recientes. —Así Dios le proveyó 212 —dijo el campanero Xaljava—. ¡Vamos a la taberna y rememoremos su alma! El joven filósofo, que con un calor de entusiasta había empezado a usar sus derechos, de manera que en él el sjurtuk y los šarovary, incluso la gorra olían a alcohol y a raicillas de tabaco, en ese mismo instante expresó su disponibilidad. —¡Un gran hombre fue Xoma! —dijo el campanero, cuando el tabernero cojo puso ante él la tercera jarra—. ¡Fue un hombre insigne! Pero murió por nada213. 211

Se comprueba que la función de Vij es ver aquello que el resto de seres no puede ver. Es decir que puede ver a través del muro mágico formado por el círculo trazado por Xoma si éste a su vez lo mira. Lo verdaderamente curioso es el juego de visibilidad/invisibilidad que aparece. Si Xoma hubiera cerrado los ojos, Vij no lo hubiese visto, hubiera permanecido invisible. Es la curiosidad la que, como ocurriese con la mujer de Lot, acabará con nuestro filósofo. 212 La idea repetida por los teólogos de que todo ocurre porque Dios así dispone resulta especialmente aberrante aquí. Según Xaljava “así le dio Dios” al pobre Xoma, como designio ineluctable e incomprensible, a pesar de que como sabemos el resultado de tal hecho fue, en opinión del sacerdote, un oprobio para Dios, pues la iglesia había quedado totalmente profanada hasta el punto de quedar inservible para llevar a cabo cualquier rito cristiano.

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—Sin embargo yo sé por qué murió: porque tuvo miedo. Y si no hubiera tenido miedo, entonces la bruja no hubiera podido hacerle nada. Sólo hace falta, santiguándose, escupir sobre su misma cola, y entonces no pasará nada. Yo ya sé todo esto. Pues aquí en Kíev todas las mujeres que venden214 en el mercado, son todas unas brujas. A esto el campanero sacudió la cabeza en señal de acuerdo. Pero, percatándose de que su lengua no podía pronunciar ni una palabra, se levantó con cuidado de la mesa y, tambaleándose a ambos lados, fue a esconderse en el lugar más lejano en un matorral. Además no se olvidó, por su anterior costumbre, de llevarse una vieja suela de bota, que estaba tirada en un banco.

213

Sin ninguna finalidad. En ruso “que se sientan en el mercado”. Muy interesante el contraste con otras culturas en las que los vendedores están siempre en pie ofreciendo y regateando. 214

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GLOSARIO DE TÉRMINOS

aršin: Antigua medida de longitud rusa equivalente a 0,71m. blin (pl. bliny): Tipo de masa en forma de disco semejante a una crepe. bublik (pl. bubliki): Rosquillas de pan blando que pueden ir cubiertas de diferentes tipos de semilla. bulka (pl. bulki): Pan blando y macizo con forma más o menos redondeada. buxanka (pl. buxanci): Pastelillo de masa con forma de ladrillo. d’jak: Hasta el siglo XVIII, era un funcionario enviado por el gobierno para aplicar las normas emitidas. d’jakon: Diácono, era el encargado religioso de leer en semejantes funerales o velatorios. fljažka: Botella o cantimplora. galuški: Tipo de plato caliente hecho con masa hervida de formas más o menos redondeadas. kalina (pl. kaliny): Tipo de planta del género viburnum. kaša: Comida consistente en una especie de puré de avena, que se hace con leche o con agua. kibitka: Tipo de carreta de tiro cerrada usada tradicionalmente por gitanos comerciantes. knyš: Tipo de pirožki o de pequeños pirogi que, como es habitual, consiste una masa rellena de alimentos de lo más variado. kragli: Juego semejante al de los bolos. kvarta: Medida de volumen de aproximadamente un litro. makovnik (pl. makovniki): Pastel hecho con semillas de amapola. oseledec: Típico mechón cosaco que se destaca por estar el resto de la cabeza rapado. očepka: Gorrito redondeado, semejante al tradicional bonete francés paljanica: Tipo de tortilla típica ucraniana de masa hervida que se rellena con alimentos variados. pan: Señor cosaco. pannočka: Hija del pan. 51

pennik: Licor fuerte que se elabora a partir de pan. pirog (pl. pirogi): Típica elaboración del este de Europa que consiste en un alimento como carne, col o patata envuelto en una masa y cocido al horno. plaxta: Falda ucraniana que estaba formada por una tela de variados colores que arrollaba alrededor de la cintura. pud: Unidad de masa tradicional rusa de aproximadamente unos 16,4 Kg. rožok: Cuerno modificado para servir como recipiente. saraj (pl. sarai): Tipo de cobertizo cuyo tejado puede ser de madera o recubierto de paja. sivuxa: Vodka de mala calidad. sjurtuk: Tipo de ropa amplia y larga semejante a una levita cuyo nombre en ruso procede del francés surtout o en castellano “sobretodo”. smetana: Crema de leche agria. soročka: Camisa o blusa ucraniana que solía estar bordada con hilos de colores. sotnik (pl. sotniki): Jefe cosaco que idealmente mandaba sobre cien guerreros. susul’ka (pl. susul’ki): Un pastelillo de masa con forma de carámbano trenzado. svetlica: Es la habitación más luminosa de la casa. svitka (pl. svitki): Parte superior de la indumentaria de un traje típico ucraniano y bielorruso, que solía tejerse de hilo de lana, normalmente de color blanco con decoración colorida y con motivos geométricos šarovary: Pantalón bombacho típico cosaco. tropak: Baile típico ucraniano muy movido y exigente. červonec (pl. červoncy): Moneda de oro que aparece desde los primeros años del siglo XVIII con Pedro I tras su reforma monetaria. varenik (pl. vareniki): Pastas con mermelada o frutas confitadas de diferentes maneras. versta: Unidad de longitud rusa que se corresponde con aproximadamente 1066 metros. vertyčka (pl. vertyčki): Pastelillos de masa retorcida de formas que pueden ser muy variadas. También se denominan vertyški. zapaska: Tipo de delantal ucraniano que se coloca sobre la falda.

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TRANSLITERACIÓN EMPLEADA Considerando las variadas formas de representación del cirílico en las lenguas latinas, he optado por la transliteración denominada científica, sin que por ello sea mejor que cualquiera de las otras. А(a); Б(b); В(v); Г(g); Д(d); Е(e); Ё(ë); Ж(ž); З(z); И(i); Й(j); К(k); Л(l); М(m); Н(n); О(o); П(p); Р(r); С(s); Т(t); У(u); Ф(f); Х(x); Ц(c); Ч(č); Ш(š); Щ(šč); Ъ(’’); Ы(y); Ь(’); Э(è); Ю(ju); Я(ja)

PRONUNCIACIÓN Debido a la diferente fonética existente entre el ruso y el castellano, la pronunciación de los nombres de nuestros protagonistas o de algunos de los elementos autóctonos que he preferido dejar sin alterar, resulta especialmente compleja. En general se puede seguir una relación lógica para el castellanoparlante de manera que la mayoría de grafías se pronuncia como se espera. Así la “p” se pronuncia como tal. Las divergencias esenciales son, considerando los fonemas: La v es fricativa. La g es siempre como en gato. La e generalmente es ye. La ë generalmente es yo. La ž como en francés janvier. La z como en francés zero. La j como si fuese una i. La x como nuestra j. La c como ts. La č como nuestra ch. La š como en inglés she. La šč sería una combinación entre shch, difícil de imaginar en castellano. Tanto la ’ como la ’’ a efectos prácticos serían mudas. La è es la e castellana. Las ju y ja serían más o menos parecidas a las yu y ya.

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Según esto el protagonista Xoma Brut se pronunciaría como Joma Brut. De cualquier forma no es mi objetivo mostrar aquí cómo se pronuncian las transcripciones en alfabeto latino del ruso, como puede comprenderse. TEXTO BASE Como libro físico de traducción: Gogol’, N., Večera na xutore bliz Dikan’ki. Mirgorod: Povesti, Èksmo, Moscú, 2006, pp. 434-480.

RECURSOS ONLINE Para el texto ruso: http://www.klassika.ru/read.html?proza/gogol/vii.txt En inglés la traducción de Richard Pevear y Larissa Voloxonski: http://az.lib.ru/g/gogolx_n_w/text_0051.shtml En francés el texto clásico de Louis Viardot: https://fr.wikisource.org/wiki/Nouvelles_choisies_de_Nicolas_Gogol/Le_R oi_des_Gnomes#cite_note-2 Diccionarios y recursos lingüísticos: http://translate.esacademic.com/ http://www.morfologija.ru/ Para gastronomía: http://www.povarenok.ru/

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