“Unos falsos documentos de la Comintern: la colaboración anticomunista entre América del Sur y Alemania bajo la República de Weimar”

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VI CONGRESO INTERNACIONAL DE LA RED PARA EL ESTUDIO DE LAS IZQUIERDAS EN AMÉRICA LATINA (REIAL) UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Sala Fernando Benítez, Edif. F. 26, 27, 28 de octubre de 2015

“Unos falsos documentos de la Comintern: la colaboración anticomunista entre América del Sur y Alemania bajo la República de Weimar” Mtro. Brice Calsapeu Losfeld IIH-UMSNH

Introducción La reciente puesta en línea de los “archivos trofeo” rusos, archivos que los soviéticos sustrajeron a las fuerzas del III° Reich, contienen algunos documentos que pueden ser de interés para la historia del movimiento comunista en América Latina.1 Los “archivos trofeo” del RGASPI no son forzosamente el lugar en el cual pensaríamos al momento de investigar el movimiento comunista latinoamericano. Sin embargo, dada la propia naturaleza policíaca de un archivo consagrado a la vigilancia de los enemigos políticos, en primer término la del movimiento comunista, y dado que Alemania tenía en su territorio organismos que funcionaban como placa giratoria de la expansión internacional de la

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http://www.germandocsinrussia.org. La consulta de los documentos en el servidor es accesible en los idiomas alemán y ruso. Tres archivos fueron puestos en línea por las autoridades de Rusia. Los documentos aludidos se encuentran en la colección del Archivo Estatal Ruso de Historia Social y Política (RGASPI por sus siglas en ruso).

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Internacional Comunista (IC), parece casi lógico que podamos encontrar algunos documentos relevantes para la historia del comunismo latinoamericano. Tal es el caso de los documentos que pretendemos presentar aquí y que tienen que ver específicamente con la historia del anticomunismo y la colaboración entre ciertas instancias diplomáticas suramericanas y la República de Weimar. Me propongo, en un primer momento, contextualizar brevemente el anticomunismo en los años veinte, para después presentar los documentos de la IC y el destino que tuvieron estos documentos, anticipo que son apócrifos, que funcionan como indicios de redes anticomunistas trasnacionales.

1. El anticomunismo durante la República de Weimar: Como bien lo recuerda Sophie Coeuré, la palabra anticomunista tiene un destino curioso. Si el adjetivo y el nombre anticomunista parecen ser contemporáneos del primer comunismo, alrededor de 1840, el termino anticomunismo empezó a utilizarse de manera corriente solo hasta finales de los años 20 dentro del contexto político agitado del periodo de Entre-Guerras.2 Alemania, según los pronósticos de la Internacional Comunista, iba a ser el eslabón débil del capitalismo avanzado hacia la revolución mundial empezada en 1917 en Rusia. 3 A pesar de un movimiento obrero fuerte y la presencia de ciertos sectores radicales como el núcleo espartaquista, le fue imposible al movimiento comunista alemán aprovecharse de la situación revolucionaria nacida de la derrota en la Primera Guerra Mundial. En el tercer congreso de la IC en julio de 1921, ésta reconocía que se había acabado la fase revolucionaria abierta en 1917.4 A la primera oleada de Repúblicas soviéticas efímeras en Baviera, Hungría y Eslovaquia entre los años 1919 y 1920, se sumaron sin éxito, si 2

COEURÉ, Sophie, “Communisme et anticommunisme”, Becker, Jean Jacques y Gilles Candar (dir.), Histoire des gauches en France, volume 2, XX°siècle : à l’épreuve de l’histoire, Paris, La découverte, 2005, p.488. 3 VATLIN, Aleksandr, “The testing-ground of world revolution: Germany in the 1920s”, REES, Tim, THORPE, Andrew, International Communism and the Communist International 1919-43, Manchester university Press, manchester New York, 1998, p.126. 4 WOLIKOW, Serge, “Aux origines de la galaxie communiste: l’Internationale”, DREYFUS, Michel et al. (dir.), Le siècle des communismes, Paris, Editions de l’Atelier/Editions ouvrières, Points, 2004, p.302.

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entendemos por éxito la toma del poder, el bienio rojo en Italia (1919-1920), el estado insurreccional en Cataluña entre 1917 y 1923, o las sublevaciones comunistas de Alemania y Bulgaria en 1923. En lo internacional, la Rusia de Lenin tampoco pudo sumar victorias para la revolución mundial. En efecto, después de vencer a la coalición internacional que intentó derrocarla, la Rusia bolchevique perdió frente a la naciente Polonia (1919-1921) y en Finlandia, país limítrofe, una cruel guerra civil desencadenó la sangrienta represión del movimiento comunista (1917-1918). Para 1923 las perspectivas de una revolución mundial, desencadenadas a raíz de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, habían totalmente desaparecidas5. A la par se habían desarrollado formas de guerra civil que tenían como fondo el anticomunismo: España (1923), Polonia (1925), Portugal y Yugoslavia (1926), China (1927) y los Países Bálticos (1929). Así que el anticomunismo como objetivo político impregna la atmosfera mundial de los años veinte. La violencia política omnipresente quiere ser una respuesta al comunismo y se traduce por un retroceso de las formas democráticas liberales que van a afectar también a los países suramericanos, con por ejemplo, golpes de estado derechistas en la Argentina y Uruguay en 1930. Si nos enfocamos en la República de Weimar, el famoso peligro comunista ya estaba decayendo. La teoría del socialismo en un solo país, emitida por Stalin desde 1924, de cierta manera obliteró los desarrollos posteriores de la revolución comunista en Alemania. A partir de esta fecha, la política exterior soviética de acercamiento y colaboración con Weimar se apoya en la continuación de los principios consagrados en el tratado de Rapallo (1922), reafirmados con el tratado de Berlín en 1926. De allí que los dirigentes del Partido Comunista Alemán (KPD por sus siglas en alemán) demasiado cercanos a un acercamiento con occidente en detrimento de Alemania, fueran simplemente apartados.6 Como lo señala Pierre Broué en su historia de la revolución alemana:

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MORGAN, Philip, Fascism in Europe 1919-1945, New York Londres, Routledge, 2003, p.9. FISCHER, Conan, The German communists and the rise of nazism, Hong Kong, Palgrave Macmillan, 1991, p.70-71. 6

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“Así que el KPD no pasó a ser otra cosa que un aparato que intentaba realizar las tareas que le habían sido encargadas para las necesidades de la política exterior de la burocracia soviética que ya no se veía concernida por la organización de la revolución alemana, pero al contrario, temía que un acontecimiento pudiera amenazar con trastornar el precario statu quo cuya sobrevivencia estaba predicando.”7 Si, en los hechos, el burgués alemán no tenía mucho que temer, su imaginario está ya colonizado por un miedo viral a una revolución rusa de octubre que había significado una sacudida enorme para la burguesía europea entera comparable con “al impacto que recibió la aristocracia después de 1789”.8 Podemos hablar del terror y del miedo que se apoderó de Alemania frente a la movilización revolucionaria propia del periodo. Parafraseando a Remo Bodei podemos decir que, frente a la esperanza revolucionaria del proletariado, dialécticamente el miedo se presenta como el tropismo particular de la república burguesa de Weimar, la orientación magnética de sus pasiones.9 Frente al internacionalismo cominternista no son nada más que tres matices diferentes de nacionalismo, de una versión liberal a una francamente racista, que se despliegan para contrarrestar el proyecto de revolución mundial:10 La asimilación entre judío e izquierdista, que había sido elaborada durante años por la política tsarista y había conducido a los pogromos de 1881–1884 y 1903–1906, aportó al anticomunismo otro elemento constitutivo: el antisemitismo y la triste figura del judeobolchevique que tendrá un papel estelar en la retorica fascista.11 Entre 1918 y 1920 se vuelve aparente la asimilación hecha por la opinión pública entre comunismo y judío, denunciando el gobierno soviético como 7

“The KPD was nothing but an apparatus intended to accomplish the tasks assigned to it to meet the needs of the foreign policy of the Soviet bureaucracy, which no longer concerned itself with organising the German Revolution, but, on the contrary, feared an event which would threaten to overturn the precarious status quo upon which its survival was predicated.” BROUÉ, Pierre, The german revolution 1919-1923, Historical Materialism Book series 5, London Leiden, Brill, 2005, p.911. 8 TRAVERSO, Enzo, La violencia nazi, una genealogía europea, Buenos Aires, FCE, 2003, p.17. 9 BODEI, Remo, Geometría de las pasiones, miedo esperanza, felicidad: filosofía y uso político, México, FCE, 1997, p.360. 10 CRIM, Brian E., “‘Was it All Just a Dream?’ German-Jewish Veterans and the Confrontation with völkisch Nationalism in the Interwar Period”EGHIGIAN, Gerg, BERG, Matthew Paul (eds.), Sacrifice and national belonging in Twentieth-Century Germany, Walter Prescott Webb memorial lectures, n°34, Arlington, University of Texas Pres, 2002, pp.64-65. 11 TRAVERSO, Enzo, La violencia nazi, una genealogía europea, Buenos Aires, FCE, 2003, p.118.

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dominados por los judíos, los más conocidos Trotsky, Kamenev y Zinoviev, pero también la idea de dominación mundial,

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fundamento del apócrifo Protocolo de los sabios de

Sión.13 Si la república de Weimar nace de las sacudidas provocadas por el movimiento obrero, su corta vida se puede resumir a una gestión de la violencia política de movimientos cuyo objetivo aparente era su derrocamiento. Si tomar el poder no era a partir de 1924 el objetivo del KPD, es cierto que violencia proletaria, a través por ejemplo del Rote Frontkämpferbund jugó un papel determinante hasta 1933 pero solamente como contención de las organizaciones paramilitares de derecha.14 La brutal represión desencadenada por los nazis a su llegada al poder pudo aniquilar el movimiento obrero alemán. Pero aún así, la combatividad mostrada por el movimiento obrero socialista alemán no dejó de preocupar a los nazis e influyó de sobremanera en sus decisiones políticas. Desde 1933, fue una constante de la política interior nazi reducir al mínimo el peligro de la réplica de la revolución de noviembre en caso de una política de agresión exterior que pudiera dar lugar a nuevos intentos revolucionarios por parte del proletariado. 15

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“Nonetheless, it was during the years 1918–1920 that the full implications of the association of Jews with the revolution, and specifically with the Communist revolution, first became apparent. With a striking number of Jewish-born individuals in the Bolshevik leadership—Trotsky, Kamenev, Zinoviev, Sverdlov, and Uritsky to name just the most conspicuous—it was inevitable that the new regime shouldfind itself branded as being dominated by Jews. From that premise, it was not far to the assertion that the Bolshevik revolution was part of a conspiracy designed to win domination for the Jewish people in Russia and eventually throughout the world.” FRANKEL, Jonathan (ed.), Dark times, Dire decisions Jews and communism, Studies in contemporary Jewry, vol.XX, Oxford University Press, New York, 2004, p.5. “La fusión de estos diferentes estereotipos en la imagen sincrética del “judeobolchevismo” será el producto de la revolución rusa de 1917 y de las revoluciones alemana y húngara de 1918 y 1919. El papel dirigente adoptado por ciertas personalidades judías en estos levantamientos – podemos nombrar las figuras carismáticas de Trotsky, Sverdlov, Zinoviev y Radek en Rusia, Rosa Luxemburgo, Paul Levi, Ernst Toller, Gustav Landauer y Kart Eisner en Alemania, Bela Kun en Hungría, permitió la conjunción de estos dos estereotipos, raciales y culturales, hasta ese entonces separados.” TRAVERSO, Enzo, La violencia nazi, una genealogía europea, Buenos Aires, FCE, 2003 [2002], p.137. 13 Sobre el Protocolo y su construcción propagandistica se puede leer, ROLLIN, Heni, L’apocalypse de notre temps Les dessous de la propagande allemande d’après des documents inédits, Paris, Editions Allia, 2005. 14 FISCHER, Conan, The German communists and the rise of nazism, Hong-Kong, Palgrave Mac Millan, 1991, p.82. 15 MASON, Timothy W., Arbeiterklasse und Volksgemeinschaft Dokumente und Materialien zur deutschen Arbeiterpolitik 1936-1939, Schriften des Zentralinstituts für sozialwissenschaftliche Forschung der Freien Universität Berlinehemals Schriften des Instituts für politische Wissenschaft, Band 22, Opladen, Westdeutscher Verlag, 1975, p.2.

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La República de Weimar se va a caracterizar entonces por la vigilancia del movimiento comunista visto como enemigo del estado, pero que también, paradójicamente, era la fuerza que posibilitó su nacimiento.16 Weimar se define por lo tanto como una república preocupada de la perennidad de sus instituciones cuya legitimidad, sellada en la sangre, está contestada por un grupo no desdeñable de la población. El anticomunismo va entonces a formar parte tanto de su discurso como de las prácticas de los órganos policiacos encargados de la vigilancia y represión de lo político.

2. Los documentos y su traducción Desde la apertura en 1919 en Berlín de la sede del secretariado de la III internacional para Europa, hasta el KPD como paradigma de la línea de clase contra clase para los partidos hermanos, Alemania, jugó un papel importante en los esquemas tácticos rusos. Lo fue con el idioma alemán como idioma mayoritario de la IC hasta 1924.17 Lo fue cuando la IC le dio a la ciudad prusiana de Berlín un lugar predominante en sus esquemas de proyección internacional. En efecto el despliegue de las políticas cominternistas se hacía desde la oficina de Berlín. El movimiento comunista internacional se beneficiaba así también de la importante red de comunicación con el mundo entero que los puertos hanseáticos ofrecían para comunicarse.18 Por lo tanto, no es tan descabellado que la policía política de Weimar pusiera la mano en documentos de la IC como supuestamente lo van a hacer en 1928 con los documentos que queremos presentar aquí. Los tres documentos, respectivamente con fechas del 24 de marzo, 7 y 24 de abril 1928, son originalmente escritos en ruso y son relativos a

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GUILLEN, Pierre, Historia de Alemania (2.), El imperio Alemán 1871/1918, colección dirigida por Jacques Droz, Barcelona, Editorial Vicens Vives, 1973, pp.322-323. 17 WOLIKOW, Serge, L’internationale communiste, 1919-1943: le Komintern ou le rêve déchu du p.43. 18 Sobre las redes de marineros alemanes sobre la cual se apoyaba la IC véase: KNÜFKEN, Hermann, Von Kiel bis Leningrad Erinnerungen eines revolutionären Matrosen 1917-1930, Berlin, Basis Druck Verlag, 2008.

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los métodos y medios a utilizar en Brasil, Argentina y Bolivia por el movimiento comunista.19 El traductor al alemán de los tres documentos, lastimosamente anónimo, se va a dar a la tarea de redactar un informe de tres cuartillas donde, apoyándose sobre argumentos filológicos, lingüísticos y sociolingüísticos va a poner en duda la autenticidad de uno de los documentos, llegando a la conclusión de que el documento principal,20 titulado “Instrucciones a los miembros a quienes fueron encomendados trabajos técnicos y operativos secretos en el extranjero y a los miembros de la Unión de la Juventud Comunista”, y a los fue escrito por un alemán y que por lo tanto se trata de un falso.21 ¿Cuáles son los argumentos presentados a favor del carácter apócrifo?

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Se pueden

básicamente dividir en tres grupos: Primero los argumentos relativos al documento mismo: 1- El documento cuenta con 115 errores tipográficos en 5 cuartillas, lo que demuestra el poco dominio de la máquina de escribir del que lo redactó. 2- En la fotografía del documento, a partir de la cual se hizo la traducción, aparecen marcas de caracteres alemanes de la cinta de la máquina de escribir. 3- El documento no está firmado ni tampoco lleva una cifra como tendría que ser en tales documentos. De hecho, el traductor propone comparar la veracidad del sello con otros documentos cuya autenticidad está comprobada. A esos argumentos les siguen varios argumentos de orden lingüístico y sociolingüístico:

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RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)//21-22-23. Documentos respectivamente del 7/4/1928, 24/4/1928 y 24/3/1928. 20 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)//24,25,26,27,28,29,30. 21 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/31-32-33. “Werturteil des Uebersetzers” 22 Por otra parte, hay varios elementos sospechosos que figuran en otros documentos que no fueron anotados por el traductor como por ejemplo el destinario, la “sección América Latina de la IC”, nombre que efectivamente existió pero entre 1921 y 1923. Por lo años que nos interesan el organismo se llamaba “Secretariado latino” (1926-1928) y agrupaba a los países latinos de Europa y de América Latina. RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/6, 29/07/1927. JEIFETS, Lazar, JEIFETS, Víctor, América Latina en La internacional comunista y América Latina, 1919-1943, Diccionario biográfico, Santiago de Chile, Ariadna Ediciones, 2015, p.716.

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4- Haciendo abstracción de los errores de escritura, hay 29 errores gramaticales que muestran que el autor no está familiarizado con la nueva ortografía rusa, en vigor en Moscú desde hace diez años (1918)23. Los errores mismos niegan que la autoría fuese de un ruso blanco. En todo caso el documento no fue escrito en Moscú. Tampoco podría tratarse de un bolchevique recién alfabetizado dado que el documento muestra un cierto registro de lenguaje visible en expresiones raras y palabras extranjeras que son escritas correctamente. 5- Hay 19 errores de expresiones y giros idiomáticos que permiten sospechar que fue un alemán y no un ruso que escribió el documento. Por fin el traductor termina con argumentos de índole más filológico: 6- El titulo del documento da las instrucciones para el trabajo en el extranjero, no para un país en específico o un grupo de países. Por lo tanto, tal instrucción debería ser hecha en varios ejemplares y el documento debería haber sido escrito por medio de papel carbón u otros medios de reproducción. Pero varios elementos hablan en contra de esta hipótesis: los numerosos errores que no fueron corregidos, la dirección escrita en el documento mismo. 7- El traductor subraya que uno de los términos utilizados, Unión de la Juventud Comunista, resulta extraño dado que oficialmente lo que es el komsomol, la organización juvenil del PCUS fue fundado en 1918 como Unión Comunista de la Juventud y después, en 1922, pasó a llamarse Unión Comunista Leninista de la Juventud de la Unión. Por lo tanto oficialmente no existe tal “Unión de la Juventud Comunista”. 8- Por fin, el traductor nota lacónicamente que “los métodos de sabotaje descritos en el documento no son nuevos y fueron utilizados tanto por los anarquistas antes de la Guerra, durante la guerra por las tropas que regresaban, durante la guerra civil por los “blancos” y seguramente también por todos los enemigos del estado en el mundo entero”. Lastimosamente, no tenemos la identidad del traductor. Lo único que podemos hacer, en la ausencia de una historiografía sobre esos personajes escondidos en unas 23

La reforma ortográfica de 1918 acompañó las campañas masivas de alfabetización del proletariado consistió básicamente en una simplificación de la ortografía.

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oficinas generalmente discretas, es conjeturar algunos elementos biográficos. Su conocimiento del idioma tanto alemán como ruso, su formación así como su conocimiento de la historia política reciente de Rusia, hacen pensar que fue un alemán del Volga o alemán ruso, seguramente de la nobleza o de alguna clase alta y con toda probabilidad antiguo militar.

3. La segunda vida de los apócrifos: la colaboración internacional anticomunista de Weimar El documento acompañado del informe del traductor van a dar lugar a un intercambio de correos entre las más altas instancias del sistema policiaco de Weimar: los servicios secretos del Ministerio de la Guerra, la Abwehr y el Comisario de la Vigilancia del Orden Público. La Abwehr había sido creada en 1920 como parte del ministerio de la defensa cuando se autorizó la República de Weimar a formar su fuerza militar, aunque su formación era una violación del tratado de Versailles (1919). El propio termino Abwehr tiene una connotación defensiva que fue elegida para poner énfasis en el carácter no ofensivo de la reorganización del ministerio de la guerra. De hecho, las actividades de la Abwehr se organizaban en tres secciones: Reconocimiento, Monitoreo Radio y Cifra y el contraespionaje. Su primer jefe fue el mayor Friedrich Gempp al cual sucedió el mayor Günther Schwantes, el cual está directamente involucrado en el intercambio de correos que nos interesa. 24 Todos, Abwehr y Comisario de Vigilencia son convencidos por la muy buena argumentación del traductor y consideran las conclusiones de éste como acertadas. Sin embargo, y a pesar del decidido carácter apócrifo de los documentos, en un correo del 6 de julio de 1928,25 los servicios policiacos toman contacto con el Dr. Ernesto Fricke Lemoine,26 segundo de la legación boliviana en Berlín, para entregarle los documentos. De

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ZENTNER, Christian, BEDÜRFTIG, Friedemann (eds.), The Encyclopedia of the Third Reich vol. 1, New York, Mac Millan, 1991, p. 2. RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928) /34-35. 25 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928) /37. 26 Político y diplomático boliviano (1890-1962). A pesar de la aparente preocupación antibolchevique de su embajada, Bolivia acogió a muchos judíos alemanes. Se estiman que fueron unos 7000 entre 1933 y 1938 y de

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igual manera, serán trasmitidos al primer secretario de la legación brasileña Silvio Rangel de Castro. Las autoridades alemanas que, recordémoslo, consideran los documentos como falsos, los van a transmitir a las autoridades de los países sudamericanos. En ambos casos, la autoridad alemana hace referencia a conversaciones privadas sobre el intercambio de “inteligencia e informaciones” sobre el movimiento de la IC (caso boliviano) y la “propaganda bolchevique” (caso brasileño). Para entender la manipulación, es importante reparar en sutilezas lingüísticas. A pesar de que el documento interno alemán considera de manera tajente el documento como un falso,27 el correo al diplomático boliviano avisa que el documento mandado viene de: una fuente confiable pero todavía no comprobada. Por lo tanto se la puede comunicar con toda reserva sin dar garantía de su autenticidad. De todos modos no hay que descartar que se trate de un verdadero documento de la Internacional Comunista, porque el contenido en general corresponde en este momento a la línea de los métodos de propaganda preferidos de la Comintern.28 El funcionario anota que sin embargo “suscita la impresión que posiblemente se trata de un falso.”29 Por otra parte, el aviso al diplómate brasileño es algo menos enredado y más directo. Algunos elementos “dejan aparecer hasta un cierto grado la autenticidad cuestionable, pero por otra parte la instrucción recorre la línea de los métodos más queridos de la Comintern. ¿Es posible tomar este argumento como válido o no es que el reflejo de un miedo fantasmagórico? ¿Buena fe o manipulación? El hecho que la IC no está para esa época en dinámica ofensiva y menos en el caso de América Latina. La IC tuvo que reconocer que a partir de 1924 el mundo se encontraba en un periodo de estabilización de tal manera que esta era democrática pacifista veía el desarrollo de instituciones transnacionales como el

10 a 15 000 entre 1938 y 1941. Fricke Lemoine formó parte de la cúpula directiva de un proyecto del año 1940, la “Sociedad Colonizadora de Bolivia (SOCOBO)” como vice-presidente del comité de ayuda a los refugiados que intentaron colonizar territorios bolivianos con judíos provenientes de Europa. Sobre Fricke Lemoine véase, Brockmann, Tan lejos. Sobre la huida de judíos alemanes a Bolivia véase, Kizsan, Fluchtziel. 27 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/35-36. 28 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928) /37. 29 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/38, 6/7/1928.

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Bureau International du Travail (BIT) o la Société des Nations (SDN) o proyectos diplomáticos como la Conferencia sobre el desarme percibidas por la IC como tácticas para rodear a la URSS.30 Los años que nos interesan para contextualizar los documentos encontrados se sitúan entre el 7°Plenum del Ejecutivo de la IC y el VI congreso de la IC (1926-1928), congreso que se suele considerar como el congreso del descubrimiento de América por el aumento considerable de representantes latinoamericanos. En este periodo Bukharine, que todavía no había caído en desgracia, ofrece un concepto mucho más amplio de revolución. La revolución mundial se visualiza como un proceso articulado alrededor de tres ejes: la U.R.S.S. como patria del socialismo, los movimientos obreros revolucionarios en los grandes países capitalistas occidentales, y los movimientos nacionales de los países colonizados o dominados. Este ciclo se cerrará en 1929 con la tesis estalinistas centradas en la defensa de la U.R.S.S. con el pronóstico de una ola revolucionaria inminente. La política de clase contra clase que se volvió la nueva línea de la IC se vio de cierta manera confirmada por la crisis económica mundial de 1929. Si aceptamos stricto sensu los documentos como verdaderos, están en neta contradicción con la línea de bolchevisación del V° congreso de la IC (1924)31 dado que la del VI° congreso, que llegará a la línea más ofensiva de clase contra clase, está todavía por darse. 32 Para concluir, podemos considerar, como lo hicieron las autoridades de Weimar que los documentos son apócrifos pero, además, están en total contradicción con la línea política de la IC del momento. Resulta sin embargo interesante que las fuentes desconocidas que construyeron los documentos visualizaron con razón a América Latina como un punto de desarrollo de la actividad cominternista. En todo caso, los documentos sirven como prueba de la colaboración de los servicios de inteligencia anticomunista entre Alemania y los países sudamericanos en la época de Weimar. Una actividad que generalmente se ubica en la historiografía con el periodo posterior a la toma del poder por Hitler en 1933. Queda por determinar, en futuras investigaciones, el tamaño de tal

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WOLIKOW, Serge, “Une Internationale, des partis et des hommes ”, DREYFUS, Michel et al. (dir.), Le siècle des communismes, Paris, Editions de l’Atelier/Editions ouvrières, Points, 2004, p.517. 31 La función básica de esta línea era defender y fortalecer a la URSS y no promover el comunismo a escala internacional. 32 El sexto congreso de la IC tuvo lugar entre julio y septiembre de 1928 y los documentos apócrifos, anteriores, son de marzo y abril de 1928.

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colaboración y la legalidad de ésta, si respondía a la iniciativa privada de los representantes sudamericanos o si en cambio respondía a unas directivas concretas de sus gobiernos respectivos.

Seguramente allí tenemos los embriones de redes trasnacionales

anticomunistas que conocieron su apogeo durante la Guerra Fría.

Bibliografía RGASPI Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)

BODEI, Remo, Geometría de las pasiones, miedo esperanza, felicidad: filosofía y uso político, México, FCE, 1997. BROCKMANN, Robert S., Tan lejos del mar Bolivia entre Chile, Perú y Paraguay en la década extraviada 1919-1929, La Paz, Plural editores, 2012. BROUÉ, Pierre, The german revolution 1919-1923, Historical Materialism Book series 5, London Leiden, Brill, 2005. COEURÉ, Sophie, “Communisme et anticommunisme”, Becker, Jean Jacques y Gilles Candar (dir.), Histoire des gauches en France, volume 2, XX°siècle : à l’épreuve de l’histoire, Paris, La découverte, 2005, pp.488507. CRIM, Brian E., “‘Was it All Just a Dream?’ German-Jewish Veterans and the Confrontation with völkisch Nationalism in the Interwar Period”EGHIGIAN, Gerg, BERG, Matthew Paul (eds.), Sacrifice and national belonging in Twentieth-Century Germany, Walter Prescott Webb memorial lectures, n°34, Arlington, University of Texas Pres, 2002, pp.64-89. FISCHER, Conan, The German communists and the rise of nazism, Hong Kong, Palgrave Macmillan, 1991. GUILLEN, Pierre, Historia de Alemania (2.), El imperio Alemán 1871/1918, colección dirigida por Jacques Droz, Barcelona, Editorial Vicens Vives, 1973. JEIFETS, Lazar, JEIFETS, Víctor, América Latina en La internacional comunista y América Latina, 19191943, Diccionario biográfico, Santiago de Chile, Ariadna Ediciones, 2015. KIZSAN, Julius H., Fluchtziel Bolivien, 1933-1945: eine Materialsammlung, München, Grin Verlag, 2009. KNÜFKEN, Hermann, Von Kiel bis Leningrad Erinnerungen eines revolutionären Matrosen 1917-1930, Berlin, Basis Druck Verlag, 2008. MASON, Timothy W., Arbeiterklasse und Volksgemeinschaft Dokumente und Materialien zur deutschen Arbeiterpolitik 1936-1939, Schriften des Zentralinstituts für sozialwissenschaftliche Forschung der Freien Universität Berlinehemals Schriften des Instituts für politische Wissenschaft, Band 22, Opladen, Westdeutscher Verlag, 1975. MORGAN, Philip, Fascism in Europe 1919-1945, New York Londres, Routledge, 2003.

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ROLLIN, Heni, L’apocalypse de notre temps Les dessous de la propagande allemande d’après des documents inédits, Paris, Editions Allia, 2005. TRAVERSO, Enzo, La violencia nazi, una genealogía europea, Buenos Aires, FCE, 2003, VATLIN, Aleksandr, “The testing-ground of world revolution: Germany in the 1920s”, REES, Tim, THORPE, Andrew, International Communism and the Communist International 1919-43, Manchester university Press, manchester New York, 1998, pp.117-126. WOLIKOW, Serge, “Aux origines de la galaxie communiste: l’Internationale”, DREYFUS, Michel et al. (dir.), Le siècle des communismes, Paris, Editions de l’Atelier/Editions ouvrières, Points, 2004, pp.293-319. WOLIKOW, Serge, “Une Internationale, des partis et des hommes ”, DREYFUS, Michel et al. (dir.), Le siècle des communismes, Paris, Editions de l’Atelier/Editions ouvrières, Points, 2004, pp.511-537. ZENTNER, Christian, BEDÜRFTIG, Friedemann (eds.), The Encyclopedia of the Third Reich vol. 1, New York, Mac Millan, 1991.

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