Una ciudad romana al pie de la vía \"Caesar Augusta\"-\"Pompelo\": Los Bañales de Uncastillo

October 12, 2017 | Autor: J. Andreu Pintado | Categoría: Roman roads, Roman Spain, Roman Cities, Vias Romanas, Roman Archaeology
Share Embed


Descripción

El Nuevo Miliario Boletín sobre Vías romanas, historia de los caminos y otros temas de geografía histórica Número 12. Junio de 2011 — 12 €

LA CIUDAD DE LOS BAÑALES, UNCASTILLO

NUEVA HIPÓTESIS SOBRE LA A-31 VENTAS Y MASADAS EN EL JILOCA ACUSATIVOS CON AD EN LAS FUENTES ITINERARIAS

PATROCINA

El Nuevo Miliario Número 12, JUNIO de 2011

SUMARIO — Editorial: In itínere... en clave de sol. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 — Una ciudad romana al pie de la vía Caesar Augusta-Pompaelo: Los Bañales de Uncastillo, por Javier Andreu . . . 3 — Vuelve la Vía de la Plata: de miliarios y de neomiliarios, por Giacomo Gillani . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 — El hábitat disperso y la red de caminos en el Valle del Jiloca, por Pilar Edo y Emilio Benedicto, . . . . . . . . . . . . . 19 — De El Bonillo a Murcia y «de norte a sur: llamado Camino de la Calzada». Una solución al itinerario Antonino 31 Fuentes, por Ángel Plaza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 — Los nombres de las mansiones con ad + acusativo en las fuentes itinerarias, por Jesús Rodríguez . . . . . . . . . . . 54 — Aportaciones al conocimiento de los orígenes, evolución y desarrollo de la ciudad romana de Ocuri (Ubrique, Cádiz), por Luis Javier Guerrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68 — Las cañadas vacceas y las vías romanas, por Pedro Alegre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 — Lo que se dice... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78 — Novedades bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 — Boletín de suscripción y pautas para la presentación de originales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 — Boletín de suscripción y normas para la publicación de originales

El Nuevo Miliario Consejo de redacción: Santiago Palomero, Guillermo Sven Reher, Giacomo Gillani, Carlos Caballero Colaboradores de este número: Pedro Alegre, Javier Andreu, Emilio Benedicto, Pilar Edo, Giacomo Gillani, Luis Javier Guerrero, Ángel Plaza, Jesús Rodríguez Fotos de portada: Fotos de portada: Portada: Monumento funerario romano de los Atilii (Sádaba, Zaragoza), foto: J.L. Armendáriz; Contraportada: Mojón en la carretera de Cebreros a la estación de La Cañada (Ávila), foto: J. Rodríguez Morales. Contacto: Guillermo-Sven Reher Díez; c/Jordán, 23 5º Dcha; 28010 MADRID; tel. 658159256; Carlos Caballero, c/María de Guzmán, 49 – 5C, 28003 Madrid Correo-e: [email protected] Web: www.elnuevomiliario.eu; Blog: elnuevomiliario.blogspot.com Diseño: Dimas García Moreno, Di+Diseño, Piamonte 16-3º 2 B, Madrid. [email protected] Imprime: Cyan, proyectos y producciones editoriales. c/. Fuencarral, 70. Madrid. tel. 915320504 Patrocina: Fundación Juanelo Turriano, www.juaneloturriano.com Depósito Legal: M-51.322-2005 ISSN: 1885-9534 El Nuevo Miliario no comparte necesariamente las opiniones vertidas por sus colaboradores, que son únicamente responsabilidad de los firmantes de los trabajos.

UNA CIUDAD ROMANA AL PIE DE LA VÍA CAESAR AUGUSTA-POMPELO: LOS BAÑALES DE UNCASTILLO1



Javier Andreu Pintado Plan de Investigación de la Fundación Uncastillo en Los Bañales

En torno al año 15 a. C., el emperador Augusto estableció una colonia en el centro del Valle del Ebro. Lo hizo con veteranos de las legiones IV Macedonica, X Gemina y VI Victrix y en el contexto de una intensa política de colonización y municipalización por él desarrollada en las Hispanias entre el 16 y el 13 a. C2. Otorgó, además, su nombre, a dicha fundación: Caesar Augusta —la actual Zaragoza— convirtiéndola en capital de un amplio distrito jurídico3 al que, según nos informa Plinio4 manejando, precisamente, fuentes poco anteriores al acontecimiento, quedarían adscritas más de cincuenta y cinco ciudades, entre ellas la que ocupó el solar de Los Bañales, al sur del término municipal de Uncastillo, en la zaragozana Comarca de las Cinco Villas de Aragón. La nueva colonia, además, como indica un miliario soriano procedente de Arancón (HEp7, 940), debió ser concebida por Augusto como caput uiae de varias rutas de comunicación que se dirigían hacia el Norte —a través de Pompelo (Pamplona)—, hacia el Este —buscando Tarraco (Tarragona) y la costa mediterránea—, y hacia el Oeste —dirigiéndose hacia Augusta Emerita (Mérida) y Asturica Augusta (Astorga)—. Con ser importante5, y como puede verse, el acontecimiento de la fundación colonial parece fue sólo —para todo el Valle del Ebro en general y para las tierras de la actual provincia de Zaragoza en particular— el haz de un amplio programa de organización territorial y de infraestructuras cuyo envés principal fue el amojonamiento y reorganización de una parte de la antigua vía Tarraco-Oiasso ya aludida por Estrabón6, en concreto el tramo que, desde Caesar Augusta, se dirigía hacia Pompelo y permitía, bien por Roncesvalles (Navarra) bien por Somport (Francia), acceder a la romana provincia de Aquitania7, al Sur de la Galia. Hoy sabemos, además, que ese ambicioso proyecto de ingeniería incluyó —por todo el Nordeste peninsular— un notable interés de Augusto —y de las uexillationes legionarias que éste empleó en él— por abordar grandes proyectos de ingeniería

Nº 12, Junio 2011

civil —como puentes o presas— complemento de los trabajos de urbanización tal como documentan los bien conocidos casos del Pont del Diable de Martorell (Barcelona), de la presa de Muel (Zaragoza) o del puerto fluvial de Zaragoza8, en los territoria de dos ciudades de fundación augústea, Barcino (Barcelona) y la propia Caesar Augusta. Instalado en el corazón de la zaragozana Comarca de las Cinco Villas, el solar que, desde la documentación medieval9, se conoce como «Los Bañales» (Fig. 1) debió haber tenido contacto con Roma varios decenios —y, probablemente, hasta varias centurias— antes de la fecha de apertura de la vía que nos ocupa: con seguridad lo tuvo con el reclutamiento por parte de Roma, en el 90 a. C., de la turma Salluitana10 en la que se integraron varios Segienses, vecinos de una de las comunidades antiguas que, indiscutiblemente, se ubicó en la citada Comarca11 pero también, muy verosímilmente, contactó con Roma en el contexto de las campañas de M. Porcio Catón por el Norte peninsular a las que se refieren algunos textos antiguos12. Hoy se puede afirmar con seguridad —poniendo fin a las dudas que, en este sentido, mantuvieron tanto J. Galiay como A. Beltrán Martínez, los dos insignes investigadores que se ocuparon del lugar durante el siglo XX13— que en el siglo II a. C. Los Bañales era una extensa ciudad indígena, seguramente de filiación étnica vascónica14 —si es que esto significó algo singular en la Antigüedad Peninsular15— y circunscrita territorialmente no sólo a la cumbre del cerro de El Pueyo —el montículo que, a 567 m de altitud, preside el área arqueológica actual— sino alcanzando en su extensión al menos hasta la terraza más baja de las que hoy circundan dicha elevación (Fig. 2) siendo, seguramente, menor que las 24 Has que se le suponen a la ciudad para la época romana16 pero, en cualquier caso, abierta también a parte del valle que se abre al Sur del citado cerro. Debió ser, precisamente, esa posición central y estratégica en las cuencas medias

El Nuevo Miliario



3

Fig. 1. Panorámica del área arqueológica de Los Bañales desde el Sur (Foto: J. Latorre).

Fig. 2. Estructuras prerromanas anteriores a la monumentalización inicial de la ciudad y una de las cerámicas indígenas asociadas a dicho momento (Fotos: I. Mañas).

Fig. 3. Fotografía del vuelo americano de 1956 con indicación del paso de la vía romana al Sur de la ciudad de Los Bañales (J. Armendáriz y J. Andreu).

4

 El Nuevo Miliario

Nº 12, Junio 2011

Fig. 4. Miliario procedente de Castiliscar (IRMN, 1) con alusión a la leg(io) IIII Mac(edonica) y miliario del Barranco de Valdecarro (ERZ, 19), de Ejea de los Caballeros, con referencia a la l(egio) X G(emina) (Fotos: J. Lostal y Á. A. Jordán).

de los ríos Riguel y Arba de Luesia la que llevó a Roma a —como hizo con tantos otros oppida indígenas del «Ebro» Medio17— convertir Los Bañales en paso obligado y estratégico de la vía Caesar Augusta-Pompelo, una vía cuyo discurrir al Sur del territorio urbano de Los Bañales —como se ha demostrado recientemente18— es perfectamente perceptible en fotografías aéreas antiguas (Fig. 3) y recientes y para la que los miliarios nos obsequian con suculenta información sobre la participación en los trabajos de construcción de la misma de las tres legiones con que Augusto había fundado Caesar Augusta y las tres que dicho emperador había venido utilizando en los extraordinarios proyectos de ingeniería civil que —como antes se dijo— acompañaron a la reorganización de todo el Nordeste peninsular en general y de las tierras del Ebro en particular19, con un protagonismo especial, si cabe, en la zona, de la legio IV Macedonica20 (Fig. 4). Como gran urbe al pie de una arteria de comunicación fundamental —orientada a enlazar el Mediterráneo, desde Tarraco (Tarragona), con el Cantábrico, por Oiasso (Irún)— Los Bañales pasó a convertirse —desde los años 9 y 5 a. C., que son las fechas aportadas por los miliarios para los trabajos viarios arriba aludidos— en una parada obligada para viajeros, seguramente en una mansio —lo que ha llevado a parte de la historiografía a identificarla con la Tarraca del cosmógrafo de Ravenna y de Plinio21, reducción que, con ser verosímil, no puede aun cerrarse— que, a buen seguro, precisaría de una serie de infraestructuras de las que había carecido en las centurias anteriores y que, además, reflejaban al pie de la letra la esencia del modo de vida romano en el centro de un territorio llamado a convertirse ahora en estratégico seguramente porque Roma había vislumbrado en él no sólo grandes posibilidades logísticas y de comunicación

Nº 12, Junio 2011

Fig. 5. Diversos detalles de la plaza pública de la ciudad romana de Los Bañales (Fotos: J. Andreu e I. Mañas) cuya arquitectura se mostraba orgullosa hacia el Sur, hacia el paso de la vía Caesar Augusta—Pompelo.

sino también notables recursos que explotar, recursos cuya naturaleza aun estamos lejos de delimitar. Dos de esas infraestructuras han podido conocerse en detalle gracias a los trabajos del Plan de Investigación en curso en el lugar desde 2008: la que fuera la plaza pública de la ciudad romana y el soberbio acueducto de abastecimiento de agua que ha sido tradicionalmente, uno de los iconos del yacimiento. Efectivamente, la campaña de excavaciones de 2010, ha permitido constatar que —a juzgar por el paramento y por la técnica constructiva y a espera de los datos estratigráficos de, al menos, la campaña de 2011— la ciudad romana de Los Bañales edificó hacia el cambio de Era una monumental estructura de pórticos dobles a dos niveles que, además, se mostraba orgullosa a la parte baja del núcleo urbano, surcada, precisamente, por la vía Caesar Augusta-Pompelo: todo un ejemplo, por tanto de la escenografía del poder que tanto gustaba a Roma. Aunque, hasta la fecha, sólo se ha contactado con el nivel de amortización del citado espacio en época posterior —tal vez a partir de la segunda centuria de nuestra Era, en la que la ciudad parece inició un proceso de transformación y amortización de antiguos espacios22— todo parece indicar que la estructura de

El Nuevo Miliario



5

Fig. 7. Mapa de procedencias de los mármoles y rocas ornamentales importadas a Los Bañales para el embellecimiento de su arquitectura (H. Royo y Mª P. Lapuente).

Fig. 6. Vista aérea del tramo elevado, de pilares, del acueducto romano de Los Bañales (Foto: I. Moreno Gallo) y propuesta de recreación estructural del conjunto (L. M. Viartola y J. Tutor— Pellicer).

dicha plaza se inspiró en la de otros grandes foros contemporáneos y próximos como los de Caesar Augusta (Zaragoza) o Bilbilis (Calatayud) (Fig. 5). Pero, más aun, recientes hallazgos epigráficos23, permiten alimentar la posibilidad de que, a la vez que la ciudad inició su proceso de monumentalización y de urbanización, se garantizó el abastecimiento de agua a la misma con la construcción de un notable acueducto (Fig. 6) que desde una presa de almacenamiento ubicada en tierras de Biota (Zaragoza) llevaba el agua a algún lugar aun impreciso del centro urbano salvando el único valle que encontraba a su paso por un singular tramo de pilares que sostenían la conducción, entubada, muy probablemente, en un specus de madera, solución ésta que, aunque debió ser habitual en Roma24, sólo se atestigua en el caso de Los Bañales. Muy probablemente —y a tenor, precisamente, de los datos epigráficos— la legio IV Macedonica intervino directamente bien en las labores de extracción de piedra para la construcción del acueducto bien en los complejos trabajos de erección del mismo25 una vez que sus marcas —tanto bajo la fórmula l(egio) IIII como l(egio) IIII M(acedonica)—aparecen en un generoso número de sillares del conjunto.

6

 El Nuevo Miliario

Es evidente que desde el último cuarto del siglo I a. C., la ciudad romana de Los Bañales, y, con ella, las otras ciuitates ubicadas en la actual Comarca de las Cinco Villas —sobre las que también ha aportado notables novedades parte del equipo del Plan de Investigación de Los Bañales—, se mantuvieron —seguramente hasta su paulatino abandono, al menos para el caso de Los Bañales, en la segunda mitad del siglo III d. C.26 — totalmente abiertas a los influjos, ideas y productos en boga en el Valle del Ebro durante el Principado y, todo ello, gracias a la vía Caesar Augusta-Pompelo. Es probable, incluso, que el potencial de alguna de ellas —como la de Campo Real, en Sos del Rey Católico, que pide ‘a gritos’ una investigación seria y universitaria— fuera directamente proporcional a su posición al pie de una encrucijada viaria, que, por la Canal de Berdún y desde Pompelo, se dirigía hacia Iacca y al Pirineo27. Así, y para el caso concreto de Los Bañales, programas escultóricos y honoríficos como el que Augusto mandó erigir en todo el Occidente romano28 en honor de los principes iuentutis Cayo y Lucio César —del que se conserva una evidencia epigráfica descontextualizada procedente de Rivas, no demasiado lejos de Los Bañales (HEp5, 916)—, prácticamente los mismos mármoles y rocas ornamentales que se empleaban en los principales espacios públicos de la próspera colonia Caesar Augusta —y que, a día de hoy, incluyen desde marmor Lucullaneum, Tenarium o Carystium de Turquía y Grecia pasando por mármol de Carrara, pireanico de Saint-Bêat o lumaquella y marmor Numidicum norteafricanos (Fig. 7)—, cerámicas de los talleres de Montans, en la Galia y, notablemente, de los principales alfares de Tricio, en La Rioja —los sigilla de algunos de cuyos alfareros se están documentando de modo creciente entre materiales hallados en excavación, revisados en los fondos antiguos del Museo de Zaragoza o amablemente entregados para su estudio por propietarios de colecciones particulares (Fig. 8)—, toda suerte de originales modas constructivas y funcionales —como una singular ventana curva

Nº 12, Junio 2011

Fig. 8. Diversos sigilla cerámicos de alfares galos e hispanos de terra sigillata documentados en Los Bañales (Fotos: Á. A. Jordán).

Fig. 9. Vidrio circular de ventana de las termas romanas de Los Bañales, hoy en el Museo de Zaragoza (Foto: E. Ortiz).

para el cierre de la cella caldaria de las termas que la ciudad debió construir a finales del siglo I d. C.29 (Fig. 9)—, o hábitos cultuales y funerarios —como el de las cupae, para el que todo el área cincovillesa ha proporcionado el catálogo más generoso y creciente del Norte peninsular30 (Fig. 10)—, llegarían a la ciudad romana de Los Bañales como testimonio de su estratégica ubicación, su ‘conexión internacional’ y sus envidiables comunicaciones. Mas aun, incluso algunos de los nomina atestiguados en el parco —pero creciente— catálogo epigráfico de la ciudad romana31 —y, de igual modo, en el de las otras dos ciudades de la zona: Cabezo Ladrero de Sofuentes y Campo Real de Sos del Rey Católico32— permiten pensar que el despegue de Los Bañales en los tiempos augústeos y julio—claudios —para época de Tiberio consta la intervención de la administración en el mantenimiento

de la vía Caesar Augusta-Pompelo, como evidencia un miliario conservado en Sádaba (AE, 1965, 67)— actuó como ‘efecto llamada’ para la población. Pero, lógicamente, la ciudad no pudo vivir exclusivamente de su condición de mansio viaria y la investigación tiene en la delimitación de la que sería su dedicación económica básica un sugerente reto de futuro. A día de hoy, en cualquier caso, diversos indicios permiten pensar en la explotación forestal, la agricultura cerealista y, de modo acusado, la producción aceitera y vitivinícola33 como posibles fuentes de riqueza para el territorio ciudadano que, por otra parte, cada vez se conoce mejor en su organización y en los que fueron sus patrones de asentamiento34 (Fig. 11), un trabajo de investigación que está subrayando el carácter de «paisaje cultural» del entorno de Los Bañales sumando, así, un atractivo más, si cabe, al lugar.

Fig. 10. Dos de los siete sepulcros de incineración (cupae) de la necrópolis y del territorio de la ciudad romana de Los Bañales: cupa de Spes y cupa de Chresime, ésta última encargada por un liberto de la familia de los Sempronii, de las mejor atestiguadas en la ciudad (Fotos: Á. A. Jordán y J. Andreu).

Nº 12, Junio 2011

El Nuevo Miliario



7

Fig. 11. Panorama de la organización territorial del área rural circundante a la ciudad romana de Los Bañales —con la ciudad en el centro e indicación del paso de la vía romana— conocida gracias a seis campañas de prospección arqueológica intensiva (J. Andreu y J. Armendáriz).

Fig. 13. Vista de las termas romanas de Los Bañales desde el Oeste, desde el cerro de El Pueyo (Foto: J. L. Armendáriz), y recreación estructural del conjunto (según R. Mª Olivares Díaz y V. García-Entero) en visión cenital.

Fig. 12. Detalle de una de las tres inscripciones del espectacular monumento funerario romano de los Atilii, en Sádaba, en el área rural de la ciudad romana (Foto: J. L. Armendáriz).

8

 El Nuevo Miliario

Nº 12, Junio 2011

Sin embargo —y si no es que la documentación arqueológica o epigráfica y sus habituales y gratos caprichos, nos deparan todavía alguna sorpresa futura— no sería hasta el último cuarto del siglo I d. C. cuando la ciudad romana de Los Bañales alcanzaría su madurez jurídica y estatutaria convirtiéndose —como, seguramente, el resto de ciudades de su entorno— en municipio de derecho latino. Dicha promoción fue posible gracias a la aplicación a las Hispanias —como recuerda Plinio35— de las potencialidades del ius Latii que convertía en municipia iuris Latini —municipios de derecho Latino— a aquellas comunidades que todavía no disfrutaban de un estatuto de privilegio y en las que los miembros de la elite indígena se acogían al desempeño voluntario de las magistraturas típicas del ordenamiento político romano36. La principal evidencia de este proceso se encuentra en la orgullosa adscripción a la Quirina tribus —la tribu a la que quedaban vinculados los ciudadanos romanos de los nuevos municipios de cuño flavio— que muestran C. Atilius L. f. Genialis y L. Atilius C. f. Festus, dos de los honrados en uno de los más espectaculares monumentos funerarios hispanorromanos: el acotado de los Atilii, en Sádaba (CIL, II, 2973, Fig. 12) en las inmediaciones del territorio urbano de Los Bañales. La dotación al enclave del estatuto jurídico municipal debió ir acompañada de alguna suerte de proceso de embellecimiento urbano en cuya financiación no es descabellado pensar que participaran algunos de los nuevos magistrados locales37. A juzgar por su planta38, el gran conjunto termal de Los Bañales —otro de los iconos del lugar (Fig. 13) y, desde luego, una de las termas higiénicas romanas mejor conservadas del Occidente Latino— pudo erigirse en época flavia empleando un modelo de moda en el Valle del Ebro en dicho momento y que, además, estaba especialmente habilitado para ser incluido en núcleos urbanos ya más o menos configurados sin alterar demasiado su retícula urbana. Las termas de Los Bañales parece fueron, pues, un monumento propio del orgullo cívico de una ciudad ahora gestionada —como era propio de los municipios y de las colonias— a imagen y semejanza de la propia Roma39 y que, como tal, quiso engalanarse desde el punto de vista monumental. Sin embargo, la voluntariedad de los cargos públicos municipales y el intenso coste del mantenimiento de las nuevas infraestructuras organizativas40 unido, seguramente, a crisis económicas de carácter coyuntural hicieron que el modelo de autogestión municipal planteado por Roma como vehículo de integración para tantas y tantas comunidades del Occidente Latino llevase en sus entrañas, ocasionalmente, la semilla de su propia crisis. Y así debió suceder en la ciudad romana de Los Bañales a juzgar por los datos arqueológicos revelados por las dos campañas de excavación cursadas hasta la fecha en el lugar. Así, los trabajos de 2009 pusieron al descubierto una muy intensa labor de reorganización urbana —con materiales de poca

Nº 12, Junio 2011

calidad cuando no acarreados desde monumentales construcciones vecinas— en las áreas urbanas contiguas a las termas públicas, reorganización urbanística que puede fecharse entre finales del reinado de Marco Aurelio y la época de Caracalla momento en que, como se dijo, parece situarse cuando menos el inicio del abandono paulatino del municipio. Construida reaprovechando estructuras y materiales constructivos seguramente pertenecientes al primer horizonte monumentalizador de la ciudad —del cambio de Era, como antes se dijo— una notable taberna excavada en 2009 y recientemente puesta en valor nos ha obsequiado con información sobre el modo como estaba articulada la retícula urbana de la ciudad (Fig. 14) y nos ha regalado un notable lote de material arqueológico mueble que nos permite ahora conocer mejor la cultura material doméstica de esta singular ciudad romana (Fig. 15). Pero, lo que es más importante para un historiador, ese espacio nos ha posicionado ante las dificultades que desde el siglo II d. C. vivieron muchas ciudades hispanas41, dificultades que, al menos en el Norte peninsular, se agudizarían con la crisis vivida por el sistema romano durante el siglo III d. C. y que en el entorno de Los Bañales se concretaron bajo la forma de fortificaciones apresuradas de ciudades —como en Pompelo (Pamplona)42—, incendio y destrucción de conjuntos urbanos o, al menos, de partes monumentales de los mismos —como en Iacca43 (Jaca) o en Cara44 (Santacara)—, ocultaciones de tesoros monetales —como los atestiguados en el entorno de Sos del Rey Católico (Zaragoza) y de Liédena (Navarra)45— y, sobre todo, traslado de la vida al campo46 —algo que se atestigua en sensacionales conjuntos próximos a Los Bañales como el de la llamada Sinagoga de Sádaba47—, síntomas todos del agotamiento de una vida urbana antes esplendorosa y ahora nada sostenible y que prefería ya el campo como centro de las actividades productivas y económicas que antes habían dado sentido —y sostenido económicamente— a la vida municipal. El resto de la historia resultará bien previsible para quien esté mínimamente versado en los ritmos históricos exhibidos por el fenómeno urbano romano en el Ebro Medio: a pesar de que la administración romana se siguió ocupando de la vía durante el siglo III d. C. —del 251-253 d. C. es el único miliario recogido en las inmediaciones de la ciudad romana de Los Bañales (HEp5, 920, Fig. 16)— y, por supuesto, durante el siglo IV48 —seguramente porque aquélla seguía revistiendo un carácter estratégico y discurría por zonas eminentemente productivas tal como revela la cronología de algunos de los enclaves rurales estudiados49— la vida en la ciudad romana de Los Bañales debió ser, durante los siglos III y IV d. C., algo semejante a la «vida entre ruinas» que describe Ausonio para otras antes ilustres ciudades del Valle del Ebro50: el proceso de amortización de antiguos espacios públicos debió ir haciéndose cada vez más general y la antigua plaza pública —eri-

El Nuevo Miliario



9

Fig. 14. Diversos detalles constructivos de la taberna excavada en 2009 junto a las termas públicas (Fotos: J. J. Bienes): nótese la reutilización de materiales y la construcción del espacio aprovechando un muro almohadillado con revestimiento pictórico de la primera fase monumental de la ciudad.

Fig. 15. Algunos de los materiales muebles recuperados en el espacio artesanal excavado en 2009 en Los Bañales (Fotos: J. J. Bienes): acus crinalis para peinado femenino, agujas de hueso para tocado y costura, ficha de sigillata con impronta de moneda de Marco Aurelio y bisagra de armario en hueso.

10

 El Nuevo Miliario

Nº 12, Junio 2011

te peninsular y el papel que las comunicaciones —y en especial esa vía Caesar Augusta-Pompelo— jugaron en su desarrollo.

BIBLIOGRAFÍA

Fig. 16. Miliario de Treboniano Gallo y Volusiano (HEp5, 920) procedente de La Portillala, en Layana, no demasiado lejos del área de necrópolis de la ciudad romana y del paso de la vía (Foto: J. Lostal).

gida en el cambio de Era, coincidiendo con la apertura de la vía Caesar Augusta-Pompelo a los pies de la ciudad— debió acoger desde talleres de fundición de bronce hasta áreas cementeriales agudizándose, por tanto, el proceso de reorganización urbana que se había iniciado en el lugar a finales del reinado de Marco Aurelio y que tendrá que ser mejor caracterizado por futuras campañas. Si no abandonada por completo, la ciudad inició, pues, una paulatina regresión que acabaría por borrar, incluso, el recuerdo de su nombre una vez que en la documentación medieval del siglo XI la zona aparece ya citada, sencillamente, como «Los Bañales» no tardando, además, en convertirse en cantera a cielo abierto como atestigua un documento de 1212 por el que Pedro III de Aragón invita a las monjas cistercienses de Cambrón (Sádaba) a emplear los restos de las termas de Los Bañales seguramente como lugar para el aprovisionamiento de piedra necesario para la construcción de un nuevo cenobio. Tras varios siglos de olvido —y también varios intentos de recuperación del lugar para la investigación en los años 40, 70 y 90 del pasado siglo— tendrá que ser el interdisciplinar equipo de historiadores, arqueólogos, epigrafistas, geólogos, topógrafos, restauradores, ingenieros, técnicos de patrimonio y educadores coordinado actualmente por la Fundación Uncastillo el que —como lo ha hecho durante estos últimos años— contribuya con su trabajo a recuperar el esplendor de una ciudad que, a medida que se va conociendo mejor, se revela fundamental para comprender la historia de la integración en la órbita de Roma de las tierras del Nor-

Nº 12, Junio 2011

ABASCAL, J. M. (2006): «Los tres viajes de Augusto a Hispania y su relación con la promoción jurídica de ciudades», Iberia, 9, pp. 63-78. AGUAROD, Mª C. (1977): «Avance al estudio de la cerámica de Los Bañales», en XIV Congreso Nacional de Arqueología (Vitoria, 1975), Zaragoza, pp. 987-994. AGUAROD, Mª C., y LOSTAL, J. (1982): «La vía romana de las Cinco Villas», Caesaraugusta, 55-56, pp. 167-218. AMELA, L. (2000-2001): «La vía Tarraco-Oiasso (Str. 3, 4, 10)», Pyrenae, 31-32, pp. 201-208. ANDREU, J. (ed.) (en prensa): La ciudad romana de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza): entre la historia, la arqueología y la historiografía [Caesaraugusta, 81], Zaragoza. — (2008): «En torno a un conjunto poco conocido de cupae hispanas: las cupae del territorio de los Vascones antiguos», Polis, 20, pp. 7-43. — (2006): «Ciudad y territorio en el solar de los Vascones en época romana», en ANDREU, J. (ed.): Navarra en la Antigüedad. Propuesta de actualización, Pamplona, pp. 179228. ANDREU, J., ARMENDÁRIZ, J., OZCÁRIZ, P., GARCÍA-BARBERENA, Mª., y JORDÁN, Á. A. (2008): «Una ciudad de los Vascones en el yacimiento de Campo Real/Fillera (Sos del Rey Católico-Sangüesa)», Archivo Español de Arqueología, 81, pp. 75-100. ANDREU, J., GONZÁLEZ SOUTELO, S., GARCÍA-ENTERO, V., JORDÁN, Á. A., y LASUÉN, Mª. (2008): «Cuestiones urbanísticas en torno a la ciuitas de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza)», SPAL. Prehistoria y Arqueología, 17, pp. 233-266. ANDREU, J., y JORDÁN, Á. A. (2003-2004): «Epigrafía, ordenación del territorio y poblamiento en territorio de Vascones: Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza)», Espacio, Tiempo y Forma. Serie 1. Prehistoria y Arqueología, 16-17, pp. 419-461. ANDREU, J., JORDÁN, Á. A., y ARMENDÁRIZ, J. (2010): «Nuevas aportaciones a la epigrafía de Campo Real/Fillera (Sos del Rey Católico-Sangüesa)», Zephyrus, 65, pp. 179-198. ANDREU, J., PERÉX, Mª J., y BIENES, J. J. (2011): «New Findings on Late Antiquity in a town of the Vascones area (Los Bañales de Uncastillo, Zaragoza, Spain)», en HERNÁNDEZ, D. (ed.): New Perspectives on Late Antiquity, Cambridge, pp. 119-123. ANDREU, J., URIBE, P., y JORDÁN, Á. A. (2010): «Poblamiento rural y organización territorial en torno a la ciuitas de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza)», Trabajos de Arqueología Navarra, 22, pp. 115-162. ARMENDÁRIZ, J. (2008): De aldeas a ciudades. El poblamiento durante el I milenio a. C. en Navarra, Pamplona. BELTRÁN LLORIS, F. (2007-2008): «Marcas legionarias de la VI Victrix y la X Gemina en el foro de Caesar Augusta», Veleia, 24-25, pp. 1069-1079. - (2001): «Hacia un replanteamiento del mapa cultural y étnico del Norte de Aragón», en VILLAR, F., y FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, Mª P. (eds.), Religión, lengua y cultura prerromana en

El Nuevo Miliario



11

Hispania, Salamanca, pp. 69-72. - (2000): «El tiempo de Augusto», en BELTRÁN LLORIS, F., MARTÍN-BUENO, M., y PINA, F.: Roma en la Cuenca Media del Ebro. La Romanización en Aragón, Zaragoza, pp. 78-82. - (1992): «Caesar Augusta, ciudad de Augusto», Caesaraugusta, 69, pp. 31-44. BELTRÁN LLORIS, F., y DUPRÉ, X. (eds.) (2007): Las capitales provinciales de Hispania. Tomo 4. Zaragoza. Colonia Caesar Augusta, Roma. BELTRÁN MARTÍNEZ, A. (1977a): «Excavaciones arqueológicas de Los Bañales, Uncastillo (Zaragoza), 1973», Noticiario Arqueológico Hispánico, 5, pp. 62-68. - (1977b): «Las obras hidráulicas de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza)», en Segovia. Symposium de Arqueología Romana, Barcelona, pp. 91-129. BERRENDONNER, C., CÉBEILLAC-GERVASONI, M., y LAMOINE, L. (eds.) (2011): La praxis municipale dans l’Occident romain, París. GALIAY, J. (1949): Segunda campaña del Plan Nacional en Los Bañales (Zaragoza), Madrid. - (1944): Las excavaciones del Plan Nacional de Los Bañales de Sádaba (Zaragoza), Madrid. GARCÍA FERNÁNDEZ, E. (2001): El municipio latino. Origen y desarrollo constitucional, Madrid. GÓMEZ-PANTOJA, J. (2000): «Legio IIII Macedonica», en LE BOHEC, Y. (ed.): Les Légions de Rome sous le Haut-Empire. I, París, pp. 105-117. GURT, J. M., y RODÀ, I. (2005): «El Pont del Diable. El monumento romano dentro de la política territorial augustea», Archivo Español de Arqueología, 78, pp. 147-165. HERNÁNDEZ GUERRA, L. (ed.) (2005): La Hispania de los Antoninos (98-180), Valladolid. HODGE, T. A. (1992): Roman aqueducts & Water supply, Londres. JACQUES, F. (1984): Le privilège de liberté: politique impériale et autonomie municipale dans les cités de l’Occident romain (161-244), Roma. JORDÁN, Á. A. (en prensa): «Inscripciones, monumentos anepígrafos, dudosos, sellos y grafitos procedentes del municipium ignotum de Los Bañales de Uncastillo», en ANDREU, J. (ed.): La ciudad romana de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza): entre la historia, la arqueología y la historiografía [Caesaraugusta, 81], Zaragoza, s. pp. - (2009): «Algunas reflexiones sobre la reducción de Segia a Ejea de los Caballeros: ¿una cuarta ciuitas en las Cinco Villas de Aragón?», Salduie 9, pp. ¿?-¿?. JORDÁN, Á. A., ANDREU, J., y BIENES, J. J. (2010): «Epigrafía romana de Sofuentes», Epigraphica, 72, pp. 191-246. LEATHER, G. B. (2002): Roman Aqueducts in Iberia, Garstam. LOSTAL, J. (2009): «Los miliarios de la vía romana de las Cinco Villas y del Pirineo aragonés», en MORENO, I.: Item a Caesar Augusta Beneharno. La carretera romana de Zaragoza al Bearn, Ejea de los Caballeros, pp. 191-237. MAGALLÓN, Mª Á. (1990): «Organización de la red viaria romana en el Valle Medio del Ebro», en Actas del Simposio Internacional ‘La red viaria en la Hispania romana’, Zaragoza, pp. 301-315. MARCO, F. (1988): «Soldados del Valle Medio del Ebro en la Roma Antigua», en Aragón en el mundo, Zaragoza, pp. 36-48.

12

 El Nuevo Miliario

MELCHOR, E. (1999): La munificencia cívica en el mundo romano, Madrid. MEZQUÍRIZ, Mª Á. (2006): «La antigua ciudad de los Carenses», Trabajos de Arqueología Navarra, 19, pp. 147-267. MORENO, I. (2009): Item a Caesar Augusta Beneharno. La carretera romana de Zaragoza al Bearn, Ejea de los Caballeros. ONA, J. L., PAZ, J. Á., PÉREZ CASAS, J. Á., y DE SUS, Mª L. (1987): Arqueología urbana en Jaca: el solar de las Escuelas Pías, Jaca. ORTIZ, E., y PAZ, J. Á. (2001): «Vidrio circular de ventana», en FUENTES, Á., ORTIZ, E., y PAZ, J. Á. (eds.): Vidrio romano en España. La revolución del vidrio soplado, Segovia, 2001, pp. 120-135. OZCÁRIZ, P. (2006): Los conventus de la Hispania Citerior, Madrid. PAZ, J. Á. (2006): «La Antigüedad tardía en las Cinco Villas», en CABELLO, J., y PAZ, J. Á. (eds.), ArquEJEAlogía. Ejea de los Caballeros y las Cinco Villas. De la Prehistoria a la Antigüedad Tardía, Ejea de los Caballeros, pp. 117-143. - (2002): «La Antigüedad Tardía», Caesaraugusta, 75-II, pp. 539—592. - (1997): «La Antigüedad Tardía», Caesaraugusta, 72-II, pp. 171-274. PEÑA, Y. (2010): Torcularia. La producción de vino y aceite en Hispania, Tarragona. PERÉX, Mª J., y UNZU, M. (1988): «Resumen de las campañas 1986-1987: emplazamiento de Iturissa, mansio en la vía de Astorga a Burdeos», Trabajos de Arqueología Navarra, 7, pp. 335-339. UNZU, M., y VELAZA, J. (2011): «Hallazgos de la calle La Merced y asociados», en La tierra te sea leve. Arqueología de la muerte en Navarra, Pamplona, pp. 169-175. URIBE, P., MAGALLÓN, Mª Á., FANLO, J., MARTÍNEZ, M., DOMINGO, R., REKLAITYTE, I., y PÉREZ, F. (2011): «La presa romana de Muel: novedades de hidráulica romana en el Valle del Ebro», en LAGÓSTENA, L.,CAÑIZAR, J. L., y PONS, L. (eds.): Aquam perducendam curauit. Captación, uso y administración del agua en las ciudades de la Bética y el Occidente Romano, Cádiz, pp. 333-346. VIARTOLA, L. M. (en prensa): «El acueducto romano de Los Bañales: propuesta de recreación estructural», en ANDREU, J. (ed.): La ciudad romana de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza): entre la historia, la arqueología y la historiografía [Caesaraugusta, 81], Zaragoza, s. pp. WULFF, F. (2009): «¿Por qué las identidades hoy? Historia Antigua y Arqueología ante un cambio de paradigma», en WULFF, F., y ÁLVAREZ MARTÍ-AGUILAR, M. (eds.): Identidades, culturas y territorios en la Andalucía prerromana, Málaga, pp. 11-50.

Nº 12, Junio 2011

NOTAS 1. El presente trabajo se inscribe en el marco del Plan de Investigación que, por encargo de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, la Fundación Uncastillo desarrolla desde 2008 en la ciudad romana de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza), proyecto que ha dado lugar a tres campañas de excavación arqueológica y seis de prospección así como a un sinnúmero de publicaciones sobre el lugar (todas disponibles en http://www.losbanales. es) de las que ésta sólo pretende ser una síntesis. Mientras se ultiman estas líneas se imprime, en los talleres de la Institución Fernando el Católico de Zaragoza, el volumen Andreu, J.: en prensa al que se remite para el seguimiento de detalles historiográficos e históricos sobre el lugar que serán aquí tratados de modo sólo somero. El Plan de Investigación de Los Bañales es posible, además, gracias al patrocinio de E.ON, Fundación ACS, General Eólica Aragonesa y Caja Navarra que destinan recursos a las labores científicas y pedagógicas consustanciales al proyecto estando éste abierto, siempre, al apoyo de cualquier empresa o particular que quiera invertir en investigación, recuperación y puesta en valor del patrimonio arqueológico con miras a la utilización de éste como recurso pedagógico y como instrumento para el desarrollo rural. 2. Dio Cass. 54, 23, 7. Sobre esta noticia, véase Abascal, J. M.: 2006. 3. Para el papel de Augusto en la organización conventual véase, con la discusión previa, Ozcáriz, P.: 2006, 46-48. 4. Plin. HN. 3, 3, 24. 5. El alcance del acontecimiento puede seguirse en Beltrán Lloris, F.: 1992 y 2000 y, especialmente, en Beltrán Lloris, F., y Dupré, X.: 2007. 6. Str. 3, 4, 10, sobre dicho pasaje véase Amela, L.: 20002001. 7. Para ambas alternativas puede verse Peréx, Mª J., y Unzu, M.: 1988 y Moreno, I.: 2009. 8. Gurt, J. M., y Rodà, I.: 2005; Uribe, P., Magallón, Mª Á., Fanlo, J., Martínez, M., Domingo, R., Reklaityte, I., y Pérez, F.: 2011; y Beltrán Lloris, F.: 2007-2008 respectivamente. 9. Sobre ésta véase, someramente, Andreu, J., Uribe, P., y Jordán, Á. A.: 2010, 122, nota 36 y, de modo exhaustivo, Andreu, J.: en prensa. 10. Con carácter de síntesis, veáse, Marco, F.: 1988. 11. Para la reducción de Segia, como novedad, puede citarse el trabajo de Jordán, Á. A.: 2009, con todas las posibilidades, además de Andreu, J.: 2006, 198-199. 12. Liv. 34, 27, 7, por ejemplo. 13. Galiay, J.: 1946 y 1949 y Beltrán Martínez, A.: 1977(a) y 1977(b) pese a que Aguarod, Mª C.: 1977 había recogido cerámica indígena en diversos puntos (siempre en superficie) del yacimiento. 14. Para este extremo puede verse el fundamental trabajo de Beltrán Lloris, F.: 2001. 15. Este tema —ciertamente controvertido— ha sido uno de los que más se han dinamizado en los últimos años en la investigación hispana con posturas enfrentadas respecto del valor que podemos dar a las etnias de las que nos hablan

Nº 12, Junio 2011

las fuentes antiguas al describir el mosaico de pueblos y lenguas que caracterizó la Península Ibérica en la Antigüedad. Como síntesis de uno de los modelos interpretativos propuestos —con toda la bibliografía y que, además, compartimos en lo esencial— puede verse Wulff, F.: 2009. 16. Andreu, J., González Soutelo, S., García-Entero, V., Jordán, Á. A., y Lasuén, Mª.: 2008, 237. 17. Sobre la política romana de potenciación de estos centros que hicieron de ‘cabeza comarcal’ desde la Edad del Hierro I puede verse, para zonas vecinas, el sensacional trabajo de Armendáriz, J.: 2008, 276-301, especialmente. 18. Moreno, I.: 2009, 66-70. 19. Para estos miliarios (ERZ, 19, de las cercanías de Ejea de los Caballeros, e IRMN, 1 y 2, de Castiliscar: Fig. 4), véase el reciente catálogo de Lostal, J.: 2009, 203-233 y sus reflexiones en 194-195. Para la acción de Roma en política viaria en la zona véase también un ya clásico trabajo de Magallón, Mª Á.: 1990. 20. Sobre ella puede verse Gómez-Pantoja, J.: 2000, con atención a su papel en Hispania en estos años anteriores al cambio de Era en 109-111. 21. Desde la propuesta de Aguarod, Mª C., y Lostal, J.: 1982, 169, de notable éxito después: véase, al respecto, con toda la bibliografía Andreu, J.: 2006, 199-202 y Andreu, J.: en prensa. Las referencias a Tarraca en las fuentes corresponden, como es sabido, a Plin. HN. 3, 3, 24, Ptol. Geog. 6, 6, 67 y Rav. Cosm. 4, 43. 22. Andreu, J., Peréx, Mª J., y Bienes, J. J.: 2011. 23. El estudio detenido de los mismos podrá verse en Jordán, Á. A.: en prensa. 24. Hodge, A. T.: 1992, 106 y, para el caso concreto de Los Bañales, la sugerente propuesta de Leather, G. B.: 2002, 3639 y la excelente —y seguramente definitiva— de Viartola, L. M.: en prensa, argumentando la propuesta de recreación estructural que se trae a este trabajo como imagen (Fig. 6). 25. Como se explicará en detalle en Andreu, J: en prensa, la constatación de una probable fecha augústea para la construcción del acueducto —y paralela, además, a los trabajos de la legio IV en la red viaria a su paso por la zona— y la evidencia de un horizonte monumentalizador anterior al momento de la promoción municipal del enclave en época flavia —sobre la que seguidamente nos detendremos— evita tener que pensar en de qué modo solucionó el abastecimiento de agua la ciudad entre el siglo I a. C. —en que parece que ya era una importante ciudad al pie de la nueva vía— y el siglo I d. C. si es que el citado acueducto era —como se pensó durante las últimas décadas— de dicho momento (Beltrán Martínez, A.: 1977(b), 96) y, por tanto, una obra típica de las nuevas infraestructuras con que se dotaban las comunidades promocionadas al estatuto municipal. Lo lógico es que la ciudad, al convertirse en importante mansio viaria con el trazado a sus pies de la vía Caesar Augusta-Pompelo, incorporase ya todas las comodidades de la vida urbana romana. Datar el acueducto, pues, en los primeros momentos de la vida de la ciudad parece solucionar definitivamente este desajuste cronológico además de que dicha fecha puede encontrar refrendo en los nuevos datos epigráficos arriba citados y en las bases

El Nuevo Miliario



13

estratigráficas ofrecidas por la plaza pública de la ciudad romana, aun, en cualquier caso, en proceso de estudio. 26. Andreu, J., Peréx, Mª J., y Bienes, J. J.: 2011, 121. 27. Véase, sobre este enclave y con estudio de esa posibilidad, el trabajo de Andreu, J., Jordán, Á. A., y Armendáriz, J.: 2010, así como los que se citan más adelante, en nota 31. 28. RG. 14. 29. Ortiz, E., y Paz, J. Á.: 2001. 30. Sobre éstas, véase Andreu, J.: 2008. En cualquier caso, a finales del presente año está previsto que vea la luz el volumen «Las cupae hispanas: origen, difusión, uso, tipología» que constituirá las actas del I Coloquio de Arqueología e Historia Antigua de Los Bañales celebrado en Uncastillo —bajo la organización de la Fundación Uncastillo y la UNED de Tudela— en Abril de 2010, volumen que reunirá estudios sobre todos los conjuntos hispanos de este singular monumento de incineración en forma de medio tonel que alcanzó tanta popularidad en nuestro solar a partir del siglo II d. C. 31. Como punto de partida, véase Andreu, J., y Jordán, Á. A.: 2003-2004 aunque la intensificación de los trabajos ha triplicado el número de evidencias, que serán presentadas en Jordán, Á. A: en prensa. 32. Para los catálogos epigráficos y los estudios arqueológicos de estos dos enclaves (inseparables del de Los Bañales aunque peor conocidos hasta la fecha) son inevitables los trabajos realizados en ellos por varios miembros del equipo del Plan de Investigación de Los Bañales, dinamizadores, también, de toda la arqueología romana en la Comarca de las Cinco Villas. Véase, así: Andreu, J., Armendáriz, J., Ozcáriz, P., García-Barberena, Mª., y Jordán, Á. A.: 2008 y Andreu, J., Jordán, Á. A., y Armendáriz, J.: 2010 —para Campo Real/Fillera (ambos con bibliografía y alusión a otros trabajos todavía en prensa sobre el lugar)— y Jordán, Á. A., Andreu, J., y Bienes, J. J.: 2010, para el Cabezo Ladrero de Sofuentes. 33. Para evidencias del trabajo del vino y del aceite en época romana en la zona pueden verse diversas contribuciones del trabajo de Andreu, J.: en prensa. Recientes estudios (Peña, Y.: 2010, 168-169) han llamado la atención del papel que el área cincovillesa —como todo el Nordeste peninsular— pudo tener en este tipo de producción. 34. Véase, al menos, Andreu, J., Uribe, P., y Jordán, Á. A.: 2010, central en una serie de tres trabajos sobre la cuestión del poblamiento rural en torno a la ciudad romana de Los Bañales. 35. Plin. HN. 3, 3, 30. 36. Para la esencia del proceso, véase García Fernández, E.: 2001, 125-180. 37. Como síntesis sobre este hábito, veáse Melchor, E.: 1999, autor que ha seguido publicando interesantísimas aportaciones sobre la cuestión. 38. Andreu, J., González Soutelo, S., García-Entero, V., Jordán, Á. A., y Lasuén, Mª.: 2008, 239-247. 39. Gell. NA. 16, 13, 9. 40. Véase, al respecto, el clásico trabajo de Jacques, F.: 1984 o algunas contribuciones del recentísimo de Berrendonner, C., Cébeillac-Gervasoni, M., y Lamoine, L.: 2011.

14

 El Nuevo Miliario

41. Un panorama general para esta época ha de seguirse en Hernández Guerra, L.: 2005. 42. Para la fortificación apresurada de Pompelo véanse los datos aportados por Unzu, M., y Velaza, J.: 2007, 171. 43. Ona, J. L., Paz, J. Á., Pérez Casas, J. Á., y De Sus, Mª L.: 1987. 44. Mezquíriz, Mª Á.: 2006, 152. 45. Con toda la bibliografía en Andreu, J., Peréx, Mª J., y Bienes, J. J.: 2011, 122. 46. El panorama ha sido muy bien descrito, para el caso del Aragón romano, por Paz, J. Á.: 1997 y 2002 y 2006, este último trabajo con atención especial al territorio de las actuales Cinco Villas de Aragón. 47. Andreu, J., Uribe, P., y Jordán, Á. A.: 2010, 138-140. 48. Véase, al respecto, Lostal, J.: 2009, 199-201. 49. Andreu, J., Uribe, P., y Jordán, Á. A.: 2010. 50. Auson. Epist. 26, 55.

Nº 12, Junio 2011

PAUTAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ORIGINALES EN LA REVISTA

El Nuevo Miliario El boletín bianual El Nuevo Miliario acoge trabajos, noticias y comentarios sobre vías romanas, historia de los caminos y otros temas de geografía histórica de cualquier época, pero para la publicación de los textos se aconseja seguir las pautas que se describen a continuación: 1) Los trabajos tendrán preferentemente una extensión máxima en torno a las 15 páginas tamaño DIN A-4, incluyendo ilustraciones y bibliografía. Cada página de texto tendrá unos 2.500 caracteres. 2) En El Nuevo Miliario pretendemos respetar el medio ambiente; por ello, como norma general, y para reducir el consumo de papel, los originales, siempre que sea posible, se enviarán exclusivamente en soporte informático, en CD – Rom en el que se incluirán el texto y, por separado, las imágenes (planos, mapas, fotografías, etc.), o por correo electrónico. Únicamente en aquellos casos en que los autores consideren que los trabajos deben de ir maquetados de una forma concreta se enviarán los originales impresos en papel. 3) Del mismo modo, se aceptarán preferentemente las fotografías (preferiblemente no más de tres o cuatro por trabajo) enviadas en soporte digital, en formatos .jpg, .pct o .tif, con una resolución mínima de 300 ppp. Para los planos y mapas, que se enviarán como imágenes, se aceptará además el formato .pdf. Circunstancialmente se aceptará el envío de fotografías, mapas o planos originales para su reproducción, que serán, en todo caso, devueltos al concluir la maquetación del trabajo. 4) Las imágenes se acompañarán, si los autores lo consideran necesario, de sus correspondientes pies, que se presentarán en una relación al final del texto. 5) Los trabajos podrán incluir notas bibliográficas y notas a pie de página (aunque, preferiblemente, se evitarán estas últimas y, en todo caso, se publicarán como notas finales), mientras que la bibliografía se citará preferentemente recurriendo al Sistema Harvard, (Autor, año, título, lugar de edición) de este modo: - FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, P.F. (1987): Sobre el neolítico y otras antigüedades de la región de Murcia, Revista de Estudios Peninsulares, 17. LA FECHA prevista DE CIERRE DEL NÚMERO 13 de El Nuevo Miliario estará en torno al 15 DE NOVIEMBRE DE 2011

BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN Y PETICIÓN DE NÚMEROS ATRASADOS Deseo suscribirme a la revista El Nuevo Miliario hasta diciembre de 2011 Datos personales: Nombre y apellidos: Institución: Dirección de envío (vía pública, localidad, ciudad, provincia, Estado): Teléfono (opcional): Correo – e: Tarifas (indíquese la elegida): - Ordinaria: 24 € - Institución: 36 € - Números atrasados: los números 2, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y 11 pueden obtenerse a través de Pórtico Librerías (www.porticolibrerias.com). Los números 0, 1, 3 y 4 están agotados y se pueden descargar gratuitamente de www.elnuevomiliario.eu Forma de pago: - Domiciliación bancaria (indicar entidad, oficina, digito control, nº de cuenta): - Transferencia a la cuenta 2042 / 0151 / 13 / 3300007855 - Cheque nominal (a nombre de Carlos Caballero o Guillermo Reher) Firma (imprescindible en caso de domiciliación): Este boletín puede enviarse por correo ordinario a: Carlos Caballero María de Guzmán, 49. 5º C 28003 MADRID

Guillermo—Sven Reher Díez Jordán 23 5º Dcha 28010 MADRID

o por correo electrónico [email protected]

El Nuevo Miliario

Con el patrocinio de

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.