Una aproximación a la distribución y la pobreza en Tierra del Fuego

October 15, 2017 | Autor: Mariano Hermida | Categoría: Social Indicators, Pobreza, Desarrollo, Indicadores Sociales, Distribución del ingreso, Tierra del Fuego
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Descripción

Una aproximación a la distribución y la pobreza en Tierra del Fuego Mariano Hermida Instituto de Cultura, Sociedad y Estado – Universidad Nacional de Tierra del Fuego [email protected] Mesa: 10. Pobreza y desigualdad social en América Latina.

Resumen El imaginario sobre Tierra del Fuego conjuga la inhospitalidad del clima y la lejanía con la alta prosperidad económica como compensación. Es en base a esta búsqueda de progreso que inmigrantes internos y extranjeros llegan a esas tierras. Sin embargo es necesario que pongamos en cuestión esta prosperidad planteando algunas preguntas: ¿Qué tan equitativa es la provincia en relación a la distribución de la riqueza social? ¿Tierra del Fuego es actualmente una sociedad más igualitaria que en el pasado reciente? ¿Cómo se encuentra en relación con el país? Por otro lado y relacionando la igualdad-desigualdad con la riqueza-pobreza deberíamos preguntarnos ¿basta la igualdad en el ingreso para cubrir las necesidades básicas?

En términos metodológicos hemos calculado la serie histórica (2003 a 2012) del Índice de Gini para la región en estudio. A su vez dicho índice fue contratado con indicadores de accesibilidad a los servicios y derechos sociales. Finalmente observaremos la evolución en el último decenio de la pobreza analizada desde diferentes métodos.

Es probable que el presente documento no llegue a responder los interrogantes planteados, sin embargo podremos aproximar algunos comentarios finales y hasta esbozar nuevas preguntas que guíen investigaciones futuras.

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Introducción Existe un imaginario argentino, y hasta latinoamericano, que tiene a Tierra del Fuego como región inhóspita, en donde se conjugan la crudeza climática con la lejanía de grandes centros urbanos. Esto induce a que se brinde una contraparte, que “debe” proporcionar una compensación económica para convocar a los habitantes que quieran poblar sus tierras.

Es en base a esta búsqueda de progreso que inmigrantes internos y extranjeros llegan a la Isla Grande año tras año a fin de concretar una mejora en su calidad de vida (Hermida, Malizia y van Aert 2013). En este sentido todo hace suponer que la prosperidad es un hecho. Sin embargo es necesario que pongamos en cuestión este último postulado y nos planteemos una serie de interrogantes: ¿Qué tan equitativa es la provincia en relación a la distribución de la riqueza social? ¿Tierra del Fuego es actualmente una sociedad más igualitaria que en el pasado reciente? ¿Cómo se encuentra en relación con el país?

Solemos observar que aquellas sociedades que presentan una buena distribución en sus ingresos tienden a evitar la pobreza, o mejor dicho manifiestan fuertes mejoras en la calidad de vida de sus habitantes. En este sentido observamos la necesidad de preguntarnos, ¿basta la igualdad en el ingreso para cubrir las necesidades básicas?

En este sentido observaremos cuales fueron los cambios desarrollados en el período 2001-2010, durante el cual compararemos la provincia más austral de la Argentina con el resto del país. Para ello se han calculado una serie de indicadores que sirvan de testigo de dichas dinámicas: en la distribución del ingreso se seleccionó el Índice de Gini, para medir la accesibilidad a los servicios y bienes básicos el porcentaje de población con acceso a la salud, la educación y la vivienda. Finalmente en lo que refiere a la pobreza es necesario que observemos a la misma en sus dos dimensiones, por lo que realizaremos un análisis del porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza y los hogares con al menos una Necesidad Básica Insatisfecha.

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Antes de adentrarnos en el análisis, es necesario que realicemos un comentario respecto al origen de la presente ponencia. La misma emergió como una digresión obligada a la que nos enfrentamos en la joven Universidad Nacional de Tierra del Fuego. La necesidad de contar con información sistematizada y consistida, nos llevó a desarrollar los cálculos de los indicadores que aquí se presentan. Desde esta óptica el análisis que se realiza a continuación es de características descriptivas y forma parte del estado del arte de los proyectos de investigación que se desarrollan en el marco del Instituto de Cultura, Sociedad y Estado. Por lo que la misma no tiene la finalidad de dar respuestas acabadas, sino ser parte del proceso construcción de información que permita la elaboración de las preguntas que serán respondidas desde las investigaciones que se encuentran en desarrollo en nuestra universidad.

Ingresos Se suele dar por sentado

que existe una intrínseca relación entre la distribución

equitativa del ingreso y el desarrollo económico y social de las regiones. Es decir aquellos países, provincias, o localidades que mejores niveles de desarrollo evidencian son las que mejor relación presentan en la distribución del ingreso per cápita.

Una tradicional medida para dicha distribución es el coeficiente de Gini. El mismo toma valores entre 0 para una distribución igualitaria y 1 para la desigualdad absoluta; puede ser leída como la probabilidad estadística de una persona de no recibir el ingreso medio. En ocasiones el índice se presenta en valores que se distribuyen entre 0 y 100 (como los porcentajes), dado que puede facilitar su lectura. Sin embargo en el presente documento se continuó con la exposición que hace el INDEC (2013) del coeficiente, por lo que se optó por exhibirlo entre 0 y 1.

Se calcularon los valores del coeficiente de Gini para todos los trimestres desde 2003 hasta 2012, para el total de los 31 aglomerados urbanos que releva la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) en la República Argentina, denominado en nuestro cuadro como Total País, y para el aglomerado Ushuaia-Río Grande, al que hemos

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renombrado Tierra del Fuego1. A continuación se presentan los promedios anuales de dichos cálculos a modo de resumen, y de manera complementaria, en el Anexo Cuadro 1, se puede apreciar la información correspondiente a la serie completa.

Cuadro 1. Evolución del Coeficiente de Gini según escala del ingreso per cápita familiar de la población. Total País* y Tierra del Fuego**. Años 2003 a 2012. 2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

Total País*

0,53

0,51

0,49

0,48

0,47

0,46

0,45

0,44

0,43

0,42

Tierra del Fuego**

0,44

0,45

0,44

0,43

0,41

0,41

0,43

0,40

0,37

0,37

Notas: * Refiere al promedio anual de los 31 Aglomerados Urbanos de la República Argentina. ** Se denominó Tierra del Fuego al promedio anual del aglomerado urbano Ushuaia-Río Grande. Fuente: Elaboración propia en base a INDEC, EPH Continua 3° Trimestre de 2003 a 4° Trimestre de 2012.

Tierra del Fuego presenta en todo el período analizado valores inferiores al total del país. Si bien ambas regiones muestran una importante tendencia a mejorar la distribución del ingreso, el total país exhibía un valor hacia 2003 de 0,53 y hacia 2012 de 0,42, lo que significa una diferencia de 0,11. En la provincia austral dicha diferencia es levemente inferior. Cabe agregar que los valores representativos de Tierra del Fuego posicionan a la Provincia con una de las mejores distribuciones del ingreso a nivel nacional. (Lazarte, Naidicz y Ruiz: 2012).

Aun cuando el coeficiente de Gini registra valores que dan cuenta de una buena distribución del ingreso, es oportuno destacar que la concepción económica de la igualdad debe redefinirse a partir de una mirada más amplia que permita contener su complejidad y densidad, para ello realizaremos una descripción sobre la accesibilidad a los bienes y servicios básicos, principalmente la salud, educación y vivienda.

Cabe destacar que la aproximación que se haga a estos bienes y servicios no es de indicadores únicos ni indiscutidos, sin embargo son aproximaciones sencillas de 1

En el caso de Tierra del Fuego la población representada por el Aglomerado Ushuaia-Río Grande de la

EPH es el 97% de la población total de la provincia, en términos del Total País dicho valor se reduce al 62%. Esto se debe a que los restantes hogares urbanos que no están en los aglomerados seleccionados y los hogares rurales no están incluidos en el diseño de la Encuesta Permanente de Hogares.

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calcular y brindan una descripción básica de la accesibilidad. Por otra parte en las siguientes páginas no se pone en tensión la calidad de los bienes y servicios, creemos que dichos análisis, ampliamente necesarios, son posteriores a una aproximación descriptiva como la que se está realizando a continuación

Salud Para aproximarnos a la accesibilidad a la salud se seleccionó el porcentaje de la población sin cobertura, se entiende por el mismo a aquella porción de la población que no cuenta con obra social o plan médico, sea este público o privado. Dicho indicador es medido con el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas.

Tierra del Fuego manifiesta los niveles más bajos de población sin cobertura, evidenciando una alta proporción de población con acceso a dicho servicio. Hacia 2001 la provincia exhibía 30,1, 18 puntos porcentuales que la diferencian al Total País. Nueve años más tarde, aunque la brecha se haya disminuido, se sigue manteniendo una importante distancia, 14,6 puntos. Cabe destacar que el grupo de edad que nuclea a los adultos mayores es donde se observan los niveles de población sin cobertura más bajos, al igual que el resto del país. Sin embargo es en este grupo etario donde se aprecia una diferencia negativa. Cuando en 2001 el total país exhibía el 18,7%, Tierra del Fuego presentaba el 21,3%. Nueve años después si bien dicho grupo presenta una mejor cobertura, la diferencia entre ambas jurisdicciones se sostiene.

Cuadro 2. Porcentaje de la población sin cobertura por grandes grupos de edad y lugar de residencia habitual. Total País y Tierra del Fuego. Años 2001 y 2010.

Lugar de residencia habitual Total País Tierra del Fuego

Total 2001 2010

0-14 2001 2010

15-64 2001 2010

65 y más 2001 2010

48,1 30,1

55,6 28,0

49,3 31,6

18,7 21,3

36,1 21,5

43,9 18,8

37,8 23,3

Nota: se incluye a las personas viviendo en situación de calle. Fuente: Elaboración propia en base a INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 y 2010.

5

5,0 8,2

Es destacable el crecimiento de la cobertura entre los dos censos, tendencia que se sostiene en todos los grupos de edad y que se aprecia en el total donde casi el 80 por ciento del la población de Tierra del Fuego contaba con algún tipo de cobertura hacia el 2010.

Educación La tasa de asistencia escolar relaciona la población escolarizada en cada grupo de edad independientemente del nivel que cursa y la población total del mismo grupo etario. Se expresa en términos porcentuales:

Cuadro 3. Tasa de asistencia escolar por jurisdicción de residencia según grupo de edad. Total País y Tierra del Fuego. Años 2001 y 2010. Lugar de residencia habitual Total País Tierra del Fuego

2001

Grupos de edad y año de relevamiento 12-14 15-17 18-24 2010 2001 2010 2001 2010 2001 2010

98,2 99,8

99,0 99,6

6-11

95,1 99,1

96,5 99,1

74,2 93,3

81,6 94,8

36,9 37,1

37,3 35,3

Nota: se incluye a las personas viviendo en situación de calle. Fuente: Elaboración propia en base a INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 y 2010.

El nivel de asistencia escolar hacia 2010 es del 99,6 por ciento en Tierra del Fuego y del 99 por ciento en el Total País para el grupo de 6 a 11 años. Esa cobertura va decreciendo y se reduce considerablemente hacia las edades de 18 a 24 años. Tierra del Fuego sostiene una tasa de asistencia escolar superior al noventa por ciento hasta los 17 años, siendo visiblemente superior a la del Total País. Sin embargo, el grupo de edad de 18 a 24 años evidencia una baja porcentual en el periodo intercensal, mientras a nivel nacional la tendencia es inversa. Además, donde hace nueve años la tasa de asistencia de este grupo superaba la media nacional, hacia 2010 se encuentra debajo del total país. La reciente constitución de la UNTDF, y la consecuente ampliación de la oferta formativa en educación superior, podría ayudar a revertir esta tendencia, aunque es probable que dichos cambios no sean observables en el corto plazo.

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Vivienda

Para esta temática realizaremos una primera aproximación a través de la tenencia de la vivienda, para ello utilizaremos una la variable medida por los Censos Nacionales de Población, Hogares y Viviendas 2001 y 2010; la cual expresaremos en porcentajes. Así observaremos la dinámica de aquellos hogares que son propietarios de la vivienda y el terreno, los propietarios de la vivienda solamente, y finalmente, otros no propietarios. Entre estos últimos se encuentran concentradas las restantes situaciones: inquilinos, ocupantes por préstamo, ocupantes por relación de dependencia y ocupantes por otra situación. Tal como se realizó en las anteriores temáticas compararemos Tierra del Fuego con el resto del país, y ambas jurisdicciones en dos períodos de análisis, 2001 y 2010. A fin de afinar el análisis incluimos otro indicador que relaciona la variable anterior con el tipo de vivienda. Este se denomina porcentaje de hogares residentes en viviendas deficitarias en condición de tenencia irregular. Es un cálculo sencillo que expresa la importancia relativa de la cantidad de viviendas precarias, es decir las casas tipo B, los ranchos, casillas, piezas de inquilinato, piezas de hotel o pensión; locales no construidos para habitación, y viviendas móviles, y que se encuentren en condiciones de tenencia irregular, entendida como la propiedad de la vivienda solamente. Es decir, este indicador exhibe una doble precariedad, por un lado la de la tenencia, y por el otro la que se expresa en la deficiencia constructiva de la vivienda. Cuadro 4. Porcentaje de hogares según régimen de tenencia de la vivienda y Porcentaje de hogares residentes en viviendas deficitarias en condición de tenencia irregular. Total País y Tierra del Fuego. Años 2001 y 2010. 2001

2010

Porcentaje de hogares según régimen de tenencia de la vivienda

Porcentaje de hogares según régimen de tenencia de la Porcentaje Porcentaje vivienda de hogares de hogares en en Prop. de viviendas Prop. de viviendas Prop. de Prop. de la la deficitarias deficitarias la Otros no la Otros no vivienda y tenencia vivienda y tenencia vivienda prop. vivienda prop. y el y el irregular irregular solamente solamente terreno terreno Total País

70,6

4,3

25,1

3,1

7

67,7

4,4

34,4

2,1

Tierra del Fuego

64,8

7,3

27,9

4,2

55,7

9,9

26,8

5,7

Nota*: Se asignaron como viviendas deficitarias a las que son consideradas como casa tipo B (es decir todas las casas que cumplen por lo menos con una de las siguientes condiciones: tienen piso de tierra o ladrillo suelto u otro material, no tienen piso de cerámica, baldosa, mosaico, mármol, madera o alfombrado, cemento o ladrillo fijo, o no tienen provisión de agua por cañería dentro de la vivienda, o no disponen de inodoro con descarga de agua), ranchos, casillas, piezas de Inquilinato, piezas de hotel o pensión; locales no construidos para habitación, y viviendas móviles. Fuente: Elaboración propia en base a INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010.

Gráfico 1. Porcentaje de hogares según régimen de tenencia de la vivienda y Porcentaje de hogares residentes en viviendas deficitarias en condición de tenencia irregular. Total País y Tierra del Fuego. Años 2001 y 2010. 5,7

100%

6,0

90%

5,0

80% 4,2 70% 60%

4,0 3,1

50%

3,0 2,1

40%

2,0

30%

20%

1,0

10% 0%

0,0

2001

2010

2001

Total País

2010 Tierra del Fuego

Propietario de la vivienda y el terreno Propietario de la vivienda solamente Otros no propietarios Porcentaje de hogares residentes en viviendas deficitarias en condición de tenencia irregular

Fuente: Elaboración propia en base INDEC, Censos Nacionales de Población Hogares y Viviendas 2001 y 2010

Podemos apreciar, en el cuadro 4 como en el gráfico 1, que hacia el 2001 el 70,6 por ciento de los hogares del país residían en viviendas y terrenos propios. En 2010 ese porcentaje se había reducido al 67,7 por ciento. Esto significa que algunos de los nuevos hogares que se conformaron entre 2001 y 2010 no pudieron constituirse en viviendas propias. En Tierra del Fuego esa diferencia se hace más marcada, pasando del 64,8 por ciento de propietarios en 2001 al 55,7 por ciento en 2010, lo que sería casi nueve puntos porcentuales entre los períodos analizados.

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Por otro lado, cuando en el resto del país el porcentaje de hogares propietarios solamente de la vivienda se mantenía (0,1 puntos de aumento), la provincia austral evidencia una diferencia de 2,6 puntos. Esta situación de pérdida en la propiedad de la vivienda se hace explícita en la doble vulnerabilidad de los hogares, aquellos que habitaban en viviendas deficitarias y tenían una tenencia irregular en el Total País, hacia 2001 eran 3,1%, y en 2010 dicho índice se reducía al 2,1%. En Tierra del Fuego la tendencia fue a la inversa del resto del país, del 4,2% asciende al 5,7%. Por lo que las mejoras en términos de distribución del ingreso parecen ser insuficientes para acompañar la accesibilidad a la vivienda. Tanto el acceso a la educación como a la salud parecen estar asegurados, sin embargo la vivienda tiende a presentar algunos inconvenientes, especialmente en lo que respecta al terreno. Este obstáculo nos invita a indagar acerca de cuál podría ser el impacto de este acceso desigual en términos de la pobreza. Retomando una de nuestras preguntas iniciales ¿basta la igualdad en el ingreso para cubrir las necesidades básicas?. Nos induce a indagar en términos de la pobreza, este desigual acceso a la vivienda ¿puede estar incidiendo en el desarrollo de la carencia en términos estructurales?

Pobreza

Antes de adentrarnos en el análisis acerca de la pobreza debemos definir brevemente que entendemos por el término. El mismo es un concepto complejo que reviste un amplio abanico terminológico entre los que se incluye: necesidad, estándar de vida, insuficiencia de recursos, carencia de seguridad básica, falta de titularidades, privación múltiple, exclusión, desigualdad, clase, dependencia y padecimiento inaceptable.

Si bien el término pobreza puede estar sujeto a cualquiera de las anteriores representaciones, la extensa bibliografía de estudios económicos suele centrarse en tres puntos principales: necesidad, estándar de vida e insuficiencia de recursos. Para ello los indicadores de bienestar más aceptados son los que apuntan a la satisfacción de ciertas necesidades, el consumo de bienes o el ingreso disponible (Feres y Mancero 1999: 47).

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Somos consientes que las características de la pobreza son más profundas que la rudeza y frialdad de cualquiera de los métodos cuantitativos de la medición. Sin embargo creemos que una aproximación “rígida” es necesaria para establecer el contexto sobre el que se profundice con las características, vivencias, y trayectorias de la pobreza. Por ese motivo continuaremos con una aproximación metodológicamente cuantitativa que nos permita cumplimentar nuestro objetivo, brindar un análisis descriptivo de la distribución, la desigualdad y la pobreza en Tierra del Fuego.

Para acercarnos a la medición de estas conceptualizaciones existen una serie de aproximaciones metodológicas. Es posible adoptar un enfoque “directo” o uno “indirecto”. En el enfoque “directo”, una persona pobre es aquella que no satisface una o varias necesidades básicas, como por ejemplo una nutrición adecuada, un lugar decente para vivir, educación básica, entre otros. El enfoque “indirecto”, en cambio, clasificará como pobres a aquellas personas que no cuenten con los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.

Línea de pobreza (LP) El método “indirecto” se caracteriza por utilizar “líneas de pobreza”, las cuales establecen el ingreso mínimo que permite mantener un nivel de vida adecuado, según ciertos estándares elegidos. Es decir, se considera pobres a aquellas personas con un ingreso menor a la línea de pobreza. Si bien la pobreza es multidimensional, la medición por línea es unidimensional, es decir el ingreso (INDEC 2012 :2).

El umbral o línea se establece a través del cálculo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA, que mide la línea de indigencia) y la Canasta Básica Total (CBT, que mide la línea de pobreza). Esta metodología seguida por INDEC establece para la CBA un consumo calórico “promedio” de un varón adulto equivalente, el cual está estimado en las 2700 kilocalorías. En la canasta total se consideran algunos bienes y servicios no alimentarios, establecidos por la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGHo).

Estos valores de referencia INDEC los actualiza por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) calculado para el área de Gran Buenos Aires (GBA). Aquí corresponde que realicemos algunos comentarios metodológicos. El IPC-GBA se encuentra ampliamente 10

discutido desde inicios del 2007 a esta parte. Gran parte de dicha discusión metodológica ha sido llevada adelante por técnicos del instituto rector del Sistema Estadístico Nacional2. Las objeciones se basan en la falta de credibilidad por escasa difusión de las metodologías utilizadas para el relevamiento IPC. Más allá de estas objeciones otro punto a señalar es que se utiliza para actualizar una canasta básica valores de un solo aglomerado, GBA, es decir se infiere que la estructura de precios del IPC-GBA es homologable al resto del país. Finalmente esta metodología presenta inconvenientes en la actualización de los componentes de la canasta basada en la baja actualización que tienen las encuestas de gastos, ya que las mismas se realizan cada diez años3.

Los ingresos, medidos por la Encuesta Permanente de Hogares, presentan una marcada tendencia a la subdeclaración, esto se debe a diferentes cuestiones, olvidos, omisiones voluntarias e involuntarias. Dicha problemática ha sido ampliamente observada en la bibliografía, y generalmente es salvada con diferentes adecuaciones metodológicas (INDEC 2012: 3).

Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) En América Latina el método “directo” más utilizado es el que se conoce como “Necesidades Básicas Insatisfechas” o NBI. Este método consiste en verificar si los hogares han satisfecho una serie de necesidades previamente establecidas y considera pobres a aquellos que no lo hayan logrado. En su versión más simple, el método NBI utiliza únicamente información “ex-post”, puesto que no considera la capacidad del hogar para satisfacer las necesidades a futuro.

2

Para ampliar las discusiones al respecto se puede indagar en los documentos de la Comisión Técnica de

la

Junta

Interna

de

ATE-INDEC

http://www.ateindec.org.ar/documentos/2013-05-

01_pobreza_e_indigencia.pdf 3

Debemos mencionar que la realización de una encuesta de gastos presenta una metodología compleja y

extremadamente costosa, motivo por el cual se suele justificar su realización en forma espaciada. Sin embargo es evidente que la misma distancia en el tiempo y los cambios en las costumbres en los consumos obligan a realizar un comentario al respecto.

11

Entonces, se podría decir que el método NBI permite medir lo que se denomina como pobreza estructural, ya que no se basa en los ingresos percibidos sino que define las necesidades básicas y qué hogares no cumplen con ellas. Tal como se puede observar en el Esquema 1, las dimensiones o indicadores que utiliza el método NBI son cinco: Esquema 1. Indicadores de NBI. Definiciones operacionales y hogares en los que pueden ser identificados.

Indicador

Definición operacional

Hogares en los que puede ser identificado

Tipo de vivienda inconveniente

Casillas, piezas de inquilinato, hotel-pensión y otras (excluye ranchos, casas y departamentos)

Universo de hogares particulares

Condiciones sanitarias deficientes

No tiene retrete

Universo de hogares particulares

Hacinamiento

Más de 3 personas por cuarto

Hogares particulares con cuatro o más personas

Escolaridad

Niños de 6 a 12 años que no asisten a la escuela

Capacidad de subsistencia

4 o más personas por miembro ocupado y cuyo jefe alcanzó hasta 2º grado del primario

Hogares particulares con al menos un niño de 6 a 12 años de edad Hogares particulares con cuatro o más personas y con al menos un miembro económicamente ocupado

Fuente: INDEC. 1998. Las Necesidades Básicas Insatisfechas, sus deficiencias técnicas y su impacto en políticas sociales, INDEC, Buenos Aires.

Por lo tanto un hogar, o las personas que habitan dicho hogar, es pobre siempre que cuente con “al menos un NBI”. Es decir que si se trata de un hogar en una vivienda conveniente (casa), con retrete, sin hacinamiento (con menos de 3 personas por cuarto grado) y cuenta con las capacidades de subsistencia, pero tiene niños de 6 a 12 que no asisten a un establecimiento escolar, se imputa como hogar con “al menos un NBI”.

La fuente utilizada para su cálculo es, desde mediados de los años 80, el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas. Esta particularidad le brinda la posibilidad de aproximar una medición de la pobreza que permite ser desagregada a nivel local, diferencia sustancial con la línea de pobreza.

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Al igual que la LP, el método directo presenta algunas críticas desde su desarrollo a mediados de la década del ochenta, estas se resumen en las siguientes líneas: 

La cantidad de pobres identificados depende de la cantidad de indicadores utilizados, lo que determina fallas en la comparabilidad internacional.



No da cuenta de procesos de movilidad descendente.



La identificación de carencias no es equivalente en todos los hogares, presenta diferencias de mensurabilidad según la estructura demográfica.



Sobrerrepresentación de los indicadores de la dimensión habitacional en el índice compuesto.



Los indicadores reciben idéntica ponderación a pesar de expresar privaciones de distinta naturaleza.



Los indicadores no presentan una jerarquía interna. El nivel de vida de los hogares con cierta privación frente a los que detentan otra puede ser superior en un sentido e inferior en otro.



No es posible distinguir entre grados de satisfacción, ni desigualdades entre los pobres.

Queda claras las diferencias metodológicas en las dos formas de medición de la pobreza llevadas adelante por el organismo oficial en términos estadísticos. A continuación nos adentraremos en el análisis de los resultados a fin de observar su dinámica.

Las dos dinámicas de la pobreza

A fin de calificar la comparación hemos introducido las dos mediciones en el cuadro 5. Cabe mencionar que el método de la Línea de Pobreza al realizarse con la Encuesta Permanente de Hogares, brinda dos mediciones al año. En nuestro caso hemos realizado un promedio de dichas mediciones anualizando la misma, esta adecuación se basa en un suavizado de la curva y una simplificación interpretativa. Dado que el método directo, NBI, se realiza en base a los Censos Nacionales de Población Hogares y Viviendas, las mediciones son en períodos puntuales, y en el espacio intercensal se carece de dato. Dada esta restricción se ha graficado (Gráfico 2) una línea de tendencia entre cada período. Al igual que en el Índice de Gini se simplificaron las denominaciones de los

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aglomerados en la línea de pobreza, dado que es la misma fuente, la representatividad de la muestra se encuentra explicada anteriormente.

Cuadro 5. Porcentaje de hogares por debajo de la Línea de Pobreza o con al menos una Necesidad Básica Insatisfecha según jurisdicciones seleccionadas. Total País y Tierra del Fuego. Años 2001 a 2012. Año Línea de Total Pobreza País NBI Línea de Tierra Pobreza del Fuego NBI

2001 2002 2003

2004

2006

2007

2008

2009

2010

27,1 43,6

39,6

31,7

21,2

15,2

11,0

9,2

7,4

5,2

4,4

-

-

-

-

-

-

9,1

-

-

24,1

17,0

5,5

4,2

4,6

4,6

2,2

2,2

1,4

-

-

-

-

-

-

14,2

-

-

14,3

-

11,3 28,2 15,5

-

2011 2012

Nota: Las mediciones realizadas para la línea de pobreza de 2001 a 2003 la información está basada en un promedio de las ondas Mayo y Octubre de la Encuesta Permanente de Hogares Puntual. Para los restantes períodos se realizaron promedios anuales de la EPH Continua. En el caso de las Necesidades Básicas Insatisfechas las mediciones son puntuales para la fecha de cada censo.

Fuente: Elaboración propia en base INDEC, Encuesta Permanente de Hogares Puntual de 2001 a 2003 y Contínua de 2003 a 2012, Censos Nacionales de Población Hogares y Viviendas 2001 y 2010

Gráfico 2. Porcentaje de hogares por debajo de la Línea de Pobreza o con al menos una Necesidad según jurisdicciones seleccionadas. Cuadro 1.Básica Porcentaje Insatisfecha de hogares por debajo de la Línea de Pobreza o con al menos una NecesidadTotal Básica País y Insatisfecha según jurisdicciones seleccionadas. Total País y Tierra del Fuego. Años 2001 a 2012. 1. Porcentaje de hogares por debajo de la Línea de Pobreza o con al menos una Necesidad Básica Tierra Fuego. Años 2001 a 2012. 50,0 delCuadro

Insatisfecha según jurisdicciones seleccionadas. Total País y Tierra del Fuego. Años 2001 a 2012.

50,0 45,0 45,0 40,0

de hogares de hogares Porcentaje Porcentaje

40,0 35,0 35,0 30,0 30,0 25,0 25,0 20,0

20,0 15,0 15,0 10,0 10,0 5,0 5,0 0,0

2001 0,0 2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

Fuente: Elaboración propia en base INDEC, Encuesta Permanente de Hogares Puntual de 2001 a 2003 y Contínua de 2003 a 2012, Censos Nacionales de Población Hogares 2002 2003 2004 2005 2006 y Viviendas 20072001 y 2010 2008 2009 2010 2011

2012 2012

Elaboración Encuesta de Hogares Puntual 2001 a 2003 y Contínua de 2003 a 2012, Censos deFuego Linea Fuente: de Pobreza Totalpropia País en base INDEC,NBI TotalPermanente País Línea dede Pobreza Tierra del Fuego NBINacionales Tierra del Población Hogares y Viviendas 2001 y 2010

Linea de Pobreza Total País

NBI Total País

de Pobreza Tierra del Fuego Tierra del Fuego Fuente: Elaboración propia en base INDEC, Encuesta Permanente deLínea Hogares Puntual de 2001 a 2003 y NBI Continua de 2003 a

2012, Censos Nacionales de Población Hogares y Viviendas 2001 y 2010

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Hacia 2001 el Total País presenta el 27,1% de los hogares por debajo de la línea de pobreza. En el caso de Tierra del Fuego, el 11,3% de los hogares eran pobres en términos del ingreso. La crisis estructural que atravesó la Argentina entre finales de 2001 y principios de 2002 se expresa en el pico de pobreza por LP del 2002, donde el 43,6% de los hogares del país eran pobres. Dicho salto se da en el marco de la salida de la convertibilidad que se expresa en una amplia devaluación y posterior transferencia de recursos en el marco de un fuerte aumento de los precios y estancamiento de los ingresos de los hogares. (Becaria 2007: 562-563).

Una vez estabilizada la crisis se observa una tendencia decreciente de la pobreza medida por los ingresos. Hacia 2010 el 7,4% de los hogares del país se encontraban por debajo de la línea de pobreza, si tenemos en cuenta que dicha medición se reduce del 43,6% al 7,4%, la diferencia es de 36,1 puntos porcentuales, sin embargo si ampliamos el período de análisis y observamos los valores de 2001 a 2010, tenemos una diferencia de 19,7 puntos porcentuales. Si bien observamos que la reducción en la pobreza es menor, dicha diferencia sigue siendo igualmente significativa.

Tierra del Fuego observó la misma dinámica pero con valores siempre inferiores al del resto del país. En 2001 el 11,3% de sus hogares eran pobres, ese valor asciende al 28,2% hacia 2002 y luego desciende paulatinamente entre 2003 a 2007, donde se observa un amesetamiento, que recupera la tendencia decreciente hacia 2009. La reducción de la pobreza no tiene el impacto que tuvo en el Total País, esto puede debese a que los valores de inicio eran bastante más bajos, si tomamos el período 2002 a 2010, observamos una reducción de 26 puntos porcentuales, si lo hacemos entre 2001 a 2010, la reducción puntual es de 9,1.

Ahora bien, ¿que ocurrió con la pobreza medida desde las necesidades básicas?. En 2001 la República Argentina contaba con un 14,3% de hogares con alguna necesidad insatisfecha, dicho valor era superado por Tierra del Fuego, con el 15,5%. Casi diez años después el Total País evidencia una reducción en la pobreza estructural de 5,2 puntos porcentuales. Es decir, en 2010 el 9,1% de los hogares no cubrían sus necesidades básicas. Tierra del fuego manifiesta una reducción de apenas el 1,3%, es

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decir pasa del 15,5% al 14,2%. Si bien presenta la misma tendencia que el resto del país, su reducción es bastante menor.

Otro hecho a destacar es que en los períodos que se pueden comparar las dos mediciones de la pobreza, 2001 y 2010, Tierra del Fuego presenta un mayor porcentaje de hogares con al menos un NBI que los que se encuentran por debajo de la Línea de Pobreza. Cuestión que no ocurre en el Total País, donde en 2001 había más hogares pobres por ingresos que por cuestiones estructurales.

Comentarios finales

Al inicio del presente documento realizamos una serie de preguntas que se presentan como guías en nuestro análisis. ¿Estamos ante una sociedad igualitaria? ¿Todos los habitantes cuentan con accesibilidad a los servicios básicos?

Probablemente las preguntas que guiaron este trabajo no pueden responderse en tan pocas páginas, tampoco nos encontramos en condiciones de brindar conclusiones acerca de la profundidad y calidad, tanto de los ingresos como del acceso a los bienes y servicios. Sin embargo podemos aproximar algunos comentarios finales y hasta plantearnos nuevos interrogantes que guíen investigaciones futuras.

Claramente si la pregunta se respondiera con el coeficiente de Gini; la respuesta tendería a ser afirmativa. Tierra del Fuego cuenta con una de las mejores distribuciones del ingreso del país, y es cercana a los mejores niveles internacionales. Ahora bien, este indicador: ¿Es el único que permite medir la equidad? Parecería ser necesario contar con una mirada más amplia. Las diferentes temáticas analizadas, o al menos los indicadores seleccionados presentan buenos resultados. Se aprecia una de las mejores tasas de asistencia escolar del país, más de un noventa por ciento en el grupo medio de edad y casi la totalidad en la infancia. Amplios niveles de cobertura de salud durante todo el período analizado se encuentran en el mismo sentido, aunque se debe tener en cuenta cierta debilidad en la protección de los adultos mayores.

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Al enfrentarnos a la accesibilidad de la vivienda, observamos que Tierra del Fuego presenta un nivel de propietarios de vivienda y terreno bastante inferior al Total País. A su vez presenta casi un 6% de sus hogares habitando en viviendas deficitarias y en condiciones irregulares de tenencia del terreno. Es este indicador el que nos invita a pensar si las condiciones de igualdad en los ingresos, la salud y la educación no deberían ser revisadas, y con ello preguntarnos: ¿basta la igualdad en el ingreso para cubrir las necesidades básicas?

Cabe destacar que es significativo el traspaso de hogares pobres a no pobres en la salida de las políticas neoliberales aplicadas por más de una década. Sin embargo se observa mayor impacto en la pobreza por las mejoras en lo que respecta al ingreso. Dichos esfuerzos no parecen traducirse en una amplia reducción de la pobreza estructural. De hecho en Tierra del Fuego presenta en casi todo el período analizado más hogares pobres por necesidades que por ingresos monetarios. Es evidente que la falta de políticas públicas, o la política de la ausencia relacionada a la vivienda, está afectando en la dinámica de la pobreza. Los altos ingresos y mejor distribución de los mismos, la accesibilidad a la salud y la educación no reducen las condiciones estructurales de la pobreza, la complejidad de la misma invita a los tomadores de decisión a repensar las políticas de accesibilidad a la vivienda, o mejor dicho a la tierra.

En las páginas que nos precedieron hemos podido llegar a la conclusión que para observar conceptos tan complejos como la igualdad o la pobreza es necesario contar con información diversa, en esta oportunidad nos abocamos a una mirada cuantitativa, pero no hemos hecho foco exclusivamente en un único sentido de los conceptos. Es decir, salimos de la lógica monetarista que se restringe a los ingresos. Más allá, consideramos necesario observar las características de la profundidad que brindan los conceptos trabajados desde una mirada cualitativa. Así nos planteamos los siguientes interrogantes: ¿Cuáles deberían ser las políticas públicas que permitan mejorar la accesibilidad a la vivienda? ¿Es la accesibilidad a la tierra la variable de transferencia de recursos?

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Anexo Cuadro 1. Evolución del Coeficiente de Gini según escala del ingreso per cápita familiar de la población. Total de 31 aglomerados urbanos y aglomerado Ushuaia-Río Grande. Años 2003 a 2012.

Trimestre

Total 31 aglomerados urbanos (Total País)

Ushuaia-Rio Grande



2003

0,534

0,469



2003

0,525

0,416



2004

0,512

0,453



2004

0,513

0,444



2004

0,502

0,447



2004

0,494

0,454



2005

0,496

0,441



2005

0,487

0,447



2005

0,500

0,404



2005

0,475

0,449



2006

0,489

0,423



2006

0,473

0,424



2006

0,476

0,425



2006

0,485

0,435



2007

0,476

0,441



2007

0,460

0,400



2007

-

-



2007

0,472

0,391



2008

0,463

0,437



2008

0,450

0,405



2008

0,469

0,428



2008

0,450

0,387



2009

0,454

0,433



2009

0,460

0,452



2009

0,457

0,415



2009

0,446

0,410



2010

0,447

0,408



2010

0,442

0,406



2010

0,448

0,405



2010

0,439

0,374



2011

0,434

0,369



2011

0,432

0,380



2011

0,437

0,387



2011

0,429

0,359



2012

0,433

0,385



2012

0,418

0,366



2012

0,434

0,396



2012

0,411

0,342

Promedio anual del Total 31 aglomerados urbanos

Promedio anual del aglomerado Ushuaia-Río Grande

0,530

0,442

0,505

0,450

0,490

0,435

0,481

0,427

0,469

0,411

0,458

0,414

0,454

0,427

0,444

0,398

0,433

0,374

0,424

0,372

Fuente: Elaboración Propia en base a la Encuesta Permanente de Hogares Continua 3° Trimestre de 2003 a 4° Trimestre de 2012.

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