Un curioso documento de 1802 de Diego Pacheco y Cobos: ¿inventor de la ducha?

ÁNGEL CARRASCO TEZANOS

FUENTES INÉDITAS Archivo General de Si mancas (AGS), Cámara de Castilla, Pueblos, leg. 16. 9 de abril de 1505, Robledo de Chavela. El concejo y vecinos de Robledo de Chavela ·solicitan a los reyes, Fernando, Felipe y Juana, que se les permita recaudar fondos para reconstruir el acueducto de madera que llevaba agua hasta la fuente del .pueblo. El bachiller Valdivieso, alcalde de Segovia, hace, por orden de los reyes, un informe sobre el estado de la conducción de aguas y sobre los propios y gastos del concejo.

PÚBLICO ESTABLECIMIENTO DE BAÑOS. POR DON DIEGO PACHECO Y COBOS. AÑO DE 1802

Archivo de la Nobleza. Toledo (ANT), Osuna, Leg. 2998-1, Ordenanzas para la gobernación de Manzanares, 1498.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y FUENTES PUBLICADAS BALLESTEROS TORRES, Pedro (1994): Notas sobre la limpieza, empedrado y alcantarillado en Alcalá de Henares (siglos XVI-XIX), "IV Encuentro de historiadores del valle del Henares';, Alcalá de Henares, 81-92. CARRASCO TEZANOS, Angel ( 1996): Espacio, poder y sociedad en la Sierra de Guadarrama a finales de la Edad Media. Tesis Doctoral inédita, Universidad Autónoma de Madrid. DICCIONARIO de Autoridades ( 1737), edición facsímil, Madrid, 1984. GÓMEZ LÓPEZ, Consuelo (1996): Aportaciones a la configuración urbanística y arquitectónica del barrio de Santiago de Alcalá de Henares, siglos XVI-XVII, "V Encuentro de historiadores del valle del Henares", Alcalá de HenaresGuadalajara, 367-378. . · PUNDS, Norman J.G. (1992): La vida cotidiana: historia de la cultura material, Barcelona. RÍO HIJAS, María Elena (1998): Estudio de algunos aspectos sanitarios en el monasterio de Santa Clara de Alcalá de Henares, "VI Encuentro.de historiadores · del valle del Henares", Alcalá de Henares, 707-724. VIANA GIL, Francisco (1999): Enciclopedia temática de Alcalá de Henares. Calles, Alcalá de Henares. VIÑAS Y MEY, Carmelo y PAZ Y REMOLAR, Ramón (1949): Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España ordenadas por Felipe 11. Provincia de Madrid, Madrid.

A la salud, beneficio y ornamento público Al muy noble e ilustre Ayuntamiento de esta imperial ycoronada Villa de Madrid, dedica su autor el presente pensamiento original, sobre el establecimiento de una suntuosa, única y cómoda casa de baños con más decencia y equidad que quantas hasta hoy hay establecidas.

Habiéndose hecho tan común el uso de los baños generales en esta Corte, sin duda por el lugar que se han proporcionado en la Medicina por las. ventajas que en ellos ha experimentado la salud pública, de que son testigos nada equívocos los freqüentes prodigios que diariamente nos lo acreditan, miro indispensable, y como de precisa necesidad, un establecimiento de baños, en el que con la mayor comodidad, decenc;ia, equidad, aseo y poli/cía ·pueda disfru-

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Agua y sistemas hidráulicos en la Edad Media Hispana (2003), C. Segura coord. Madrid, 206 pp. ISBN 84-87090-30-3

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tar el público de este beneficio sin las molestias e incomodidades que hasta aquí ha sufrido en el río y casas establecidas al mismo efecto. Por esta causa, y echándose de menos en una Corte como Madrid, capaz de competir en grandeza, suntuosidad, gusto, y buen gobierno con las primeras de Europa, un establecimiento tan útil como necesario, y para acallar los continuos clamores y fundadas quejas del público, acerca de las incomodidades que constantemente ha sufrido en estas bañerías, me propuse formar el presente proyecto, que a mi ver absorve y abraza quantas ventajas y comodidades son susceptibles, y se pueden reunir y proporcionar en la misma Corte. Los establecimientos de baños creados hasta el día en ella, abundan de imperfecciones nocivas a la salud y pública comodidad, y que piden la mejor y más pronta reforma y perfección. Todos los que los hayan disfrutado habrán notado los mismos defectos: todos habrán sido atormentados del ruido insufrible de las norias (1), angustiados del humo de la leña, sufocados del calor de las calderas, comunicado a las piezas de los baños, no habiéndoles causado menor impresión la poca ventilación de estas oficinas; y ¿qué no les será sensible después de tantas molestias, y la de darles el agua con la mayor escasez, pagar por cada baño diariamente diez y doce reales (2)? No es de extrañar adolezcan de estas imperfecciones y defectos, pues aunque sus respectivos dueños empleen todo su conato y caudales en perfeccionarlos y evitarlos, no lo podrán conseguir, ni menos hacer en sus precios más equidad al público, bien por no permitirlo lo reducido de los terrenos en que están establecidas, bien porque sus facultades no son las más quantiosas y libres, y bien finalmente por carecer de todo arbitrio y proporción para proveerse a menos coste del interesante ramo de leñas, facilidad de aguas, y otros precisos y dispendiosos artículos. En unos establecimientos públicos como de que se trata, tan interesante y beneficioso, no pueden ni deben mirarse con indiferencia qualesquier defectos por leves y pequeños que parezcan, y mucho menos quando son de tanta consideración y gravedad, y tan perjudiciales a la humana salubridad como los referidos de las bañerías de Madrid. Y ¿qué por ventura son estas solas las que padecen de estos achaques, las que adolecen de estas imperfecciones y defectos? Aunque no de la misma naturaleza, no son de menor gravedad y consideración, ni merecen menor atención y reforma las de la rivera de · Manzanares, si cabe aun más perniciosas a la salud.

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El público hasta pocos años a esta parte ha estado en la ignorante credulidad de que en ella gozaba de un agua corriente y limpia, y por consiguiente más provechosa que la de los baños caseros. No resolveré esta questión tan sencilla, por no ser de mi intento, y corresponder precisa y privativamente a los Físicos; pero sí diré, que · nunca ha disfrutado el agua de dicha rivera, ni puede disfrutar jamás, como me concederá qualquiera que conozca este arroyo con nombre de río, su corriente y usos de sus aguas; de las qualidades apreciables y recomendables de limpia y corriente, principalmente en la temporada de baños. ¿Hay en esta estación más aguas en él que las que con la azada proporcionan los dueños de los lavaderos para este destino, y el de los baños? ¿Son estos por ventura más que unas pozas o charcas en arena, y tan someras y superficiales que apenas cubren un cuerpo echado u (sic) tendido? ¿N0 están los baños aislados y encadenados unos con otros con tal comunicación y enlace, que los colocados, pongo por exemplo, en la Fuente de la Texa corre y visita su agua a todos los que median hasta la Puerta de Segovia? Las inmundicias y asquerosidades que expelan de sí los cuerpos que se bañen en los primeros, ¿no se comunicarán indispensablemente a todos los que encuentren hasta los últimos? El movimiento y corriente de esta agua ¿serán otros que los que reciban con la agitación de los mismos que se hallen bañando? ¿Serán sin otro motivo sus aguas revueltas, cenagosas..e inmundas? Y ¿podrémoslas llamar corrientes, limpias y saludables? Creo que todo lo contrario: la misma experiencia ha desimpresionado al vulgo de su equivocada y errónea opinión, obligando a la mayor parte de sus apasionados a abandonarlos, y a acogerse a las bañerías de Madrid, como lo acredita la concurrencia que éstas tienen en el día (3), a pesar de las imperfecciones de que abundan, y de su precio desmedido. Si lo reducido de este quaderno no me lo impidiese, haría una menuda descripción de las perniciosas incomodidades que toleran los que toman los baños e nuestro inmediato río; pero para dar una idea, aunque sucinta, bastará decir tienen que tolerar todas las molestias del tiempo, los varios destemples de sus aguas, y otras incomodidades defendidas únicamente por unas viejas, podridas, y mal colocadas esteras. Baxar a bañase con toda la fuerza del sol y calor, a pie los que no pueden costear un coche o calesín, en cuyo caso es quadruplicado el coste, y los que quieran librarse de esta penuria, eligiendo las mañanas, verse precisados a perder el resto del día, con abandono de sus cuidados domésticos, y otros que les interesen. ¿Y qué diremos acerca de la dañosa y pecaminosa influencia, que lo mal

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dispuesto, y falto de gobierno político de estos baños tienen sobre nuestras más recomendables virtudes morales? El inocente e incauto niño, la ruborosa doncella, la casada honesta y prudente, Ja recatada viuda, y aun lo que es más (4), aquellas personas de uno y otro sexo más escandalosas y relaxadas, no pueden sin sonrojarse desnudarse, vestirse, y subsistir desnudas durante su estancia en el baño, delante d,e otras personas: éste es un abuso, un tolerantismo dañoso, detestable, y que debiera cortarse de raíz, por ser el principio y formas. de otras corruptelas y vicios. Deseando, pues obviar tantos males físicos, políticos y morales, y ocurrir a sus resultas, medité con.prolixidad sobre el presente proyecto, y para estamparle en el papel, le consulté con personas imparciales, sensatas e instruidas, y no solamente le han calificado de bueno, sino que le han considerado como necesario e indispensable. Lo costoso que a primera vista se presenta su planteo o creación (5), ylo urgente y calamitoso del tiempo, que de algunos años a esta parte hemos alcanzado con una guerra destructora, que ha llamado a sí toda la atención de nuestro justo, sabio y celoso Monarca, y que ha consumido los más quantiosos tesoros de su real Erario, estendiéndose hasta: los de los particulares y comunidades, fueron prudentes y justos motivos, que impidieron mi empresa; pero ya que (gracias al cielo) nos gozamos en el halagüeño semblante de una dichosa deseada paz, no he querido despreciar tan propicia ocasión, y la de presentarle a este muy Noble e Ilustre Ayuntamiento, a quien más privadamente compete, como luego diré, y porque ningún otro cuerpo o comunidl;ld puede erigirle con tantas ·ventajas suyas propias y del público (6). Digo pl,les, que privadamente le compete su admisión y expedÍción, en razón de que es peculiar suyo y de su indudado celo, no solamente los ramos de policía y exhortación de esta Imperial y Coronada Villa, sino también entre otras exenciones y prerrogativas la de la Junta de Sanidad pública, y como el presente proyecto mire a unas y otras, y tenga tanta conexión y analogía con todas, le miro compatible e inseparable de sus mismas preeminencias. Utilidad pública, facilidad en su consecu.ción y creación, y compensación con su producto a los anticipados desembolsos y fatigosos cuidados de sus fomentadores son los tres requisitos y circunstancias que deben calificar de bueno y útil un nuevo establecimiento. Pues brevemente demostraré; que el presente lleva por norte todas tres. Utilidad pública: nos consta que los baños están en la Medicina conocidos por unos auxiliantes, conservadores y restauradores de la salud; y la prueba es la freqüencia y generalidad con que en el día se

aplican a todo género de dolencias y enfermedades, y aun en el estado de la más robusta salud, como unos preservativos de ellas: para esta generalidad, sin duda habrán precedido observaciones de las más atentas y serias, y para decidirse tan absolutamente a favor de ellos, los más exactos y saludables efectos; esto supuesto, es consequencia inmediata, que quanto más bien dispuestos y ordenados sean éstos, tanto más ventajosos serán sus resultados: y como los de que se tratan en este plan sean, según están concebidos, y se manifestará, los mejores y más bien ordenados que hasta hoy tenemos, creo sean preferibles a los referidos, y no sólo lo son en quanto a su bella, cómoda y perfecta construcción, y demás requisitos esenciales, sino también por lo que mira a la notable diferencia de los precios, comparados los de nuestro intento con los ya establecidos, como se verá quando se trate de ellos, y he aquí provado el primer extremo.. Facifidad en su consecución y creación es el segundo. Para haber de demostrarle es necesario allanar antes tres ·grandes obstáculos, que pudieran entorpecer, o tal vez impedirlo, y son: terreno proporcionado, aguas y leñas pues en nuestro caso no solamente están éstos allanados, sino que su feliz proporción es la que grita por tan útil establecimiento. Terreno. Ninguno más a propósito, dispuesto y próximo a Madrid, que el espacioso de la fábrica de Salitres del Portillo de los Pozos, que hoy se encuentra inutilizado para dicho ministerio. Su bella y despejada situaci~n. pureza de aires que disfruta, cómoda capacidad, y proximidad a esta Villa, le hacen el más digno y recomendable, añadiendo a estas preferibles qualidades la que inesperadamente se le agrega de hacerle según tengo entendido puerta Real, y estarse abriendo desde él hasta el enlace con los otros caminos uno nuevo, por cuyos motivos no solamente será desde hoy más concurrido, sino que también merecerá este paseo en todo tiempo una preferencia a los otros de extramuros. Ahora bien: se me podrá objetar diciendo, que esta posesión es del Rey, y por consiguiente que Madrid no puede disponer de ella libremente, es constante; pero ¿quién mejor que la misma Villa podría impetrar y conseguir la licencia para un empleo tan loable y público, ya fuese graciosamente, ya a un enfiteusis? Aguas. El mismo terreno tiene propias suyas, o al menos se abastecía de ellas quando estaba corriente la referida fábrica de Salitres quatro o cinco norias en el camino de Chamberí, cuyos conductos entran y desaguan en el mismo terreno, en el que hay varias arcas o registros, cañerías y otras proporciones ventajosísimas; y dado caso

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que éstas ofreciesen alguna dificultad, ¿quién mejor que la mismA Villa, dueña de todos los aqueductos de ella, podría vencerla? Y ¿quién con más fácil proporción y menos coste? Leñas. Este es otro artículo no menos interesante, y que merece también la mayor atención, por poder presentar algún estorbo; pero en nuestro objeto no sucede: la Villa de Madrid es dueña de toas o la mayor parte de arboledas que hay en ella: su poda anual y/ reemplazo de árboles pudieran emplearse muy bien en el consumo de este establecimiento, de cuyo económico arbitrio resultarán otras no menores ventajas a la misma y común, y dado caso que no alcanzase, que no es fácil, nadie pudiera con menores dispendios que la misma Villa, proveerse de este ramo, quedando de este modo manifestados con la mayor sencillez los tres puntos que me propuse para probar el segundo extremo. Y pasando a executarlo del tercero, que es ver si el producto del establecimiento, compensará los anticipados desembolsos y fatigosos cuidados de sus fomentadores vasta sólo con parar (sic) la consideración.a las ventajas que este tendrá sobre los otros en quanto a su perfección y cómodas circunstancias, sin perder de vista la notable diferencia en los precios a que se arreglarán, siendo esto así, y siendo como efectivamente son exorbitantes los productos anuales (7) de las otras bañerías, ¿qué duda nos queda de que el público, prefiriendo lo más perfecto, cómodo y barato, a.bandone aquéllas y pueble ésta? sucediendo así ¿su producto no correspondería con su coste? Esto es ¿no rendiría más de un veinte por ciento anual (8)? con vista de lo expuesto, ¿quién no graduará de bueno y útil este proyecto y público establecimiento?Y ¿quién por último cqn estas apreciables recomendaciones, teniendo para ello facultades ilimitadas, no le protegerá y fomentará? Sentados pues estos principios, paso a manifestar lo material del proyecto. Se reduce a repartir el expresado terreno quanto sea necesario, y baxo la dirección del primer Arquitecto de la Villa, a cuyo cuidado deberá correr el ::tlzamiento del plan en quatro manzanas o quarteles uniformes para la distribución de los baños, sitio para las calderas a bastante distancia de aquéllos, otro para el depósito de leñas, desando en medio de los quarteles el suficiente para un grande estanque o recipiente de aguas, desde donde se comunicarán a los baños, cuyo repartimiento es concerniente al Fontanero mayor de Madrid; y por último, otro para la construcción de una casa con las separaciones y oficinas que se anotarán, y que sirva de fachada y entrada principal, y el resto del terreo se distribuirá en un delicioso, frondoso y vistoso paseo de calles de árboles, guardándose en el

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todo la mayor belleza, gusto, uniformidad, y siempre la posible sencillez y economía. Dos quarteles, que cada uno constará de quarenta y ocho pilas o baños: servirán expresamente, para mujeres y otro para hombres, y éstos se llamarán regulares. El tercer quartel, que se dirá de segunda distinción, constará de veinte y quatro pilas para ambos sexos, aunque con la correspondiente separación, y el quartel quarto con la denominación de distinción primera se compondrá de solas diez pilas, siendo en todas ciento treinta, de las quales, las ciento y veinte de los tres quarteles primeros serán de una piedra berroqueña, blanca y tersa, y las de los diez restantes de jaspes pulimentadas. A proporción de las pilas de cada quartel, habrá las correspondientes para tomar el. baño sentados, sin que por esa circunstancia se ~ altere el precio (9). Cada pila tendrá tres caños en vez de los dos que regularmente se acostufubran; uno para el agua fría, otro para la caliente, y el tercero, que se llamará de rocío, servirá únicamente para rociarse o refrescarse la cabeza el que se bañe, sin necesidad de moverse, ni meterla dentro del baño, en donde muchas veces no lo hacen, por no recoger las inmundicias desprendidas del cuerpo. Para que la salida del agua de este tercer caño no moleste, como sucedería siendo como los regulares, y para que completamente se logre el destino de su nombre, será ésta por una porción de agujeros casi imperceptibles, en forma de lluvia (10). Las piezas de los baño-S de los dos primeros quarteles serán muy espaciosas, despejadas, y con una libre ventilación, pintadas y adornadas en lo posible. Los de distinción segunda, más espaciosas que los de los regulares y los de primera distinción: tendrá cada una tres piezas, en conformidad de su destino y clase. Cada uno de los quarteles tendrá su patio, o pequeño jardín, para que facilite más la ventilación, tan necesaria en estas oficinas; todo baxo las reglas más cómodas que prescriba el Arquitecto a cuyo .· cuidado corra. Los quatro quarteles estarán cruzados por dos vistosas calles de árboles, interpoladas de canapés o asientos, faroles de reververo, que se deberán encender desde las oraciones, durante la temporada: de los baños, y .en el centro quedará situado el grande estanque. En cada uno de dichos quarteles habrá un espacioso y adornado estrado para descanso .de los concurrentes antes y después del baño. Para que éstos no .echen de menos cosa que contribuya a su comodidad en la casa de la entrada, podrá haber una pequeña fonda, en donde a qualquiera hora hallen que comer y beber, y sobre todo·

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caldo para una urgencia, disponiendo el resto de las habitaciones para colocación de algunos empleados y dependientes. La arboleda, además de contribuir para la purificación del ayre, y renovar de en quando en quando la atmósfera, servirá también para ensanche, recreo, y paseo de los concurrentes. El .sitio de las calderas distará suficientemente de los baños, para que el humo y calor de ellas no moleste y sufoque (sic). Las aguas, además de ser potables, y las mejores en este sitio, no se escasearán en modo alguno. La asistencia de los dependientes, a los que concurran, será la más atenta, fina y delicada. Los precios de los baños, según su clase, los más equitativos, a saber:

1º. Para el desparrame de tierra que hay amontonada en el solar, aberturas de zanjas para cimientos, cañerías, conducción de materiales, y otros trabajos que se les pudieran fiar, propios de los peones, se podrán emplear los destinados a trabajos públicos, quienes lo executarán por menores jornales que aquellos. 2º. Para afirmar los suelos, terraplenar y otros usos, se podían conducir los escombros de las obras de Madrid, lo que se conseguiría ccin sólo mandarlo. 3°. Todo el adobe que fuere necesario para tabiques y otros usos, se podía hacer en el mismo terreno, facilitando igualmente la compra de ladrillo, la proximidad de los texares a este sitio. Otros arbitrios pudieran proponerse; pero los omito en razón de que son unas conseqüencias emanadas de los referidos. La novedad de este establecimiento (11), el conjunto de utilidades cóIJlodas y deleytables, que reúne, la inmediación a Madrid, la ventajosa equidad en sus precios, comparados con los de las otras bañerías, y otros requisitos que se le agregarán, además de hacerle único, llamaría a sí la concurrencia del río, la de las otras bañerías, y aún a aquellas personas, que por más comodidad los toman en sus casas; y ¿quién con vista de lo expuesto dificultará que su producto sea exorbitante, y corresponda a un más de un veinte por ciento libremente en cada un año, en conformidad del cálculo propuesto? La única objeción que se podrá presentar para la adopción de él, es el carecer en el día de f~mdos para su planteo; mas ésta está remediada brevemente con el auxilio de una subscripción a un cinco o más por ciento, y nadie como la misma Villa podría de este modo facilitarlos. - Si este proyecto (como espero) merece la aprobación de este muy Noble e Ilustre Ayuntamiento, me comprometo a formar unas ordenanzas, de las que consten el número de dependientes, sus respectivas obligaciones, y demás disposiciones convenientes, tanto para su gobierno político, como económico. Madrid y Abril 20 de 1802. [Autografiado] Diego Pacheco y Cobos

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Regulares para hombres y mugeres, sentado o echados Segunda distinción, idem Por baños sueltos de primera distinción, idem Desde Oraciones. Los primeros · Los segundos Los terceros

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Nota P. Los baños de primera distinción se darán por suscripción a los caballeros y señoras que quieran suscribir a razón de diez y seis reales por cada uno de día, y veinte de noche, advirtiéndose, que dicha suscripción no ha de ser por menos tiempo que por nueve días; y en el que subscriban harán el correspondiente abono. 2ª. Si alguna persona tuviese gusto en que durante su suscripción no ocupe otra alguna su baño, abonará a razón de ciento y ochenta reales vellón diarios mientras dure su suscripción, baxo las reglas ya prevenidas; y tendrá facultad de enviar diariamente por su cuenta hasta seis personas, para cuyo fin se entregará de la llave de él el día que haga el abono, y también caso que quiera, podrá llevar para su descanso una cama, que retirará concluida su temporada. Manifestada la necesidad y utilidad de este establecimiento, método de su planteo, y precios de los baños, propondré otros arbitrios, que la misma Villa tiene para que su formación sea con el menor coste posible. Además de los ya demostrados, tiene otros también que no dexan de acarrear medios; que facilitan ahorros a la misma Villa, y por consiguiente equidad al público. 202

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ÍNDICE

NOTAS (1) En algunas casas de baños se proveen de agua e noria, como sucede en los de Bergaz, calle de Hortaleza; y con motivo de lo reducido del terreno, ésta está tan contigua a los baños, que el ruido atormenta .sobremanera a los que se bañan, y les causa fuertes· dolores de cabeza y aturdimiento. El humo de Ja leña y el calor de las calderas por la misma proximidad causan los mayores sufocos (sic), coadyuvando a lo mismo la poca ventilación de los mismos baños; todo en perjuicio de la salud y comodidad. (2) Éste es el precio ordinario de cada baño: en esta forma: diez reales por cada uno de los. regulares, y doce en los que están destinados para tomar Jos baños sentados, aunque es verdad también, que en la calle de los Jardines hay una casa en donde se dan a razón de ocho reales. (3) Sin embargo de haber en Madrid diez o doce casas de baños, la que menos con doce pilas, de la multitud de baños del río, y de los que por más comodidad los toman en sus casas, es tal la concurrencia a los primeros, que en los de la calle del Mediodía Grande, que vuelve a la Chica, con solas trece pilas, regulado por un quinquenio, su producto anual es de cincuenta y siete mil reales; y en los de Bergaz de quarenta y cinco a quarenta y ocho mil, libres de todo gasto. (4) En todos los baños del río de Manzanares hay la perversa antigua costumbre de meterse juntos en cada tanda tres, quatro, cinco y seis personas, tanto en los destinados para hombres, como para mujeres, de que resulta irse insensiblemente perdiendo el recato y la vergüenza en ambos sexos, y de aquí otros perjuicios, destructores de una sana moral. (5) Véase la nota 8. (6) Véase la nota 8. (?) Véase la nota 3. (8) No queda duda de que si la Villa tuviere que comprar el terreno, proveerle de aguas, formando de nuevo los encañados, arcas, y demás necesario al planteo de este establecimiento, incluyendo la fábrica, pilas de baños, &c., su coste pasaría de quatro a cinco millones de reales;· pero en la situación presente creo que con solos dos millones tendrá suficientes fondos para su creación. Igualmente serían mucho más costosos si tuviese que comprar las leñas, y por consiguiente no podrían darse los baños a precios tan baratos como los que se propondrán, cuya equidad no es fácil · · hacer en las otras bañerías ya establecidas. (9) Véa:se la nota 2. ( 1O) Este tercer caño es de mera invención, y único en este establecimiento, atendiendo solamente a la mayor comodidad del público. (11) E.ste establecimiento, verificádo cqn el decoro y majestád correspondiente, exornaría admirablemente a Madrid, sería un· desáhogo de sus habitantes, y facilitaría su extensión por esta parte.

Presentación Cristina SEGURA GRAIÑO ........................................................ 5 Sistemas y aprovisionamiento_s hidráulicos e Historia Social Cristina SEGURA GRAINO ........................................................ 9 El agua en la norma escrita. . . Una comparación de ordenanzas baJomed1evales castellanas. Emilio OLMOS HERGUEDAS .................................................. 27 Un aprovechamiento hidráulico medieval: La tintorería real de Estella (siglos XIII-XIV) David ALEGRIA SUESCUN ···············································•······ 57 Limpieza y contaminación en la Villa de Madrid durante la Edad Media: Casas de baño y tenerías Laura BURGUETE ORS y Josemi LORENZO ARRIBAS ......... 87 El agua como condicionante de la estructura urbana: Lyon y Zamora. Dos ejemplos del Bajo Medievo Francisco HIDALGO .......................................................... ······ 111 Regadíos y molinos en la vega del Tajuña