[Trabajo del Grado] El ejército romano en Hispania

October 8, 2017 | Autor: Marián Garrido | Categoría: Roman Army, Archaeology of Roman Hispania, Hispania, Ejército romano, Armamento, Campamentos Militares
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Descripción

Historia Antigua de la Península Ibérica

MARÍA DE LOS ÁNGELES COELLO FERNÁNDEZ MARIÁN FERRO GARRIDO

EL EJÉRCITO ROMANO EN HISPANIA

El ejército romano en Hispania Índice: 1. Introducción 2. Fuentes clásicas para el estudio del ejército 3. El ejército romano 3.1. Introducción 3.1.1 Evolución del ejército romano - La monarquía - La República - El Imperio 3.2. El ejército romano en Hispania 3.2.1. Evolución del ejército romano en Hispania 3.2.2. Presencia de indígenas en el ejército 3.2.3. Las legiones en Hispania 4. La Religión en el ejército romano en Hispania 4.1. Dioses y cultos militares 4.1.1 Los signa militaría 4.1.2. Divinidades grecorromanas 4.1.3. El culto imperial 4.1.4 Divinidades y cultos no romanos 4.2. Elementos rituales 5. Arqueología militar en la Península Ibérica 5.1. El papel constructor del ejército 5.2. Campamentos y asentamientos 5.2.1. Establecimientos militares temporales 5.2.2. Fortificaciones permanentes 5.2.3. Arquitectura del campamento

5.3. Armamento/ Equipamiento 5.3.1. Armamento 5.3.2. Armadura 6. Las tácticas del ejército romano 7. Conclusiones 8. Bibliografía 9. Apartado gráfico

1. Introducción del trabajo En este trabajo pretendemos explorar y conocer el ejército con bastante profundidad. Se trata de un tema muy amplio y complicado debido a las numerosas

divisiones y subdivisiones que existían en el ejército. También trataremos cuestiones como la religión, el armamento, el equipamiento o su papel constructor. Tratamos de centrarnos sobre todo en el caso de Hispania poniendo algunos de los numerosos ejemplos que existen.

2. Fuentes clásicas para el estudio del ejército Para conocer el ejército, podemos recurrir a diferentes fuentes clásicas, como los autores, Polibio, Salustio, César, etc… Las fuentes para el conocimiento de los campamentos nos la suministra Polibio para la época republicana, con algunas observaciones útiles por parte de César y Tito Livio; además de los proporcionados por el español Higinio para tiempos del principado. Polibio dedica quince capítulos de su libro sexto a la descripción del campamento de los romanos tal y como los construían en su época gloriosa y en los tiempos anteriores. Otros escritores importantes fueron Polibio e Higinio, los cuales compilaron información acerca de los campamentos militares; a pesar de que sus obras se hayan separadas por tres siglos. Polibio muestra un campamento de planta cuadrada mientras que Higinio lo muestra rectangular. Para Vegecio sin embargo el campamento era una ciudad armada. Lo mismo pensaba Flavio Josefo que añadía la existencia de oficinas y mercados. En cuanto a la ubicación de los campamentos romanos en periodo republicano Polibio muestra algunos en sus Historias III y X; Tito Livio en Arb Urbe Condita XXI, XXII y XXXIV. Apiano en Iberia 45-92; y Salustio en Historiae II. -

César en Hispania:

Para conocer el número de efectivos que había en la Peninsula durante la época de César, tenemos una relación que el propio César nos hace. César1 nos relata que tres eran las legiones de Afranio, dos la de Petreyo: además cerca de cuarenta cohortes de la provincia citerior, con escudos y de la Hispania ulterior con rodelas, y alrededor de 5000 a caballo de una y otra provincia. Cesar había destacado en Hispania seis legiones, unos 6000 auxiliares a pie, 3000 de a caballo. (Lérida). “Bruto era inferior, con mucho, en numero de naves; pero César había asignados a aquella escuadra hombres escogidos, los mas esforzados de entre todas las legiones, soldados de choque y centuriones: todos ellos habían sido voluntarios para aquel cometido. Habían estos preparado garfios de hierro y garrochas, y se habían pertrechado con gran cantidad de dardos, jabalinas y demás proyectiles.”2 -

Apiano nos relata la situación en el Cerco de Numancia3:

Dos campamentos próximos a Numancia y al frente de uno de ellos a Máximo y él del otro. Siete fuertes en torno a la ciudad, zanja y empalizada. (24 estadios) . La señal en caso d ataque de día debían indicarla con un trapo rojo en la punta de una alta 1

Imágenes 1 y 2 apartado gráfico 57,2 Libro I César 3 90-99 Sobre Iberia, Historia Romana. Apiano. 2

pica, y de noche con fuego. Otro foso más con empalizada, y un muro de ocho pies de ancho y diez de alto sin contar las almenas. Como intentaban escapar buceando colocó dos torreones a cada lado de la orilla con una cuerda con tablones que dejaba flotando para descubrir a los que buceaban o navegaban. Catapultas y maquinas de lanzar piedras, jabalinas, piedras, dardos, honderos y arqueros. Ejercito de 60.000 hombres incluyendo fuerzas indígenas. 20000 debían combatir desde los mundos, otros 10000 construirían un cuerpo de reserva de estos. Para las tácticas, tenemos diversos autores, como Salustio en su libro sobre la Guerra de Jugurta, César en de Bello Gallico, Tácito en los Annales y Vegecio en su libro Epitoma rei militaris.

3. El ejército romano 3.1 Introducción 3.1.1 Evolución del ejército romano -

La monarquía

El origen de la formación del ejército se debió a la proximidad de Roma de pueblos extranjeros que pudieran codiciar los bienes que iban reuniendo poco a poco Roma. Para ello, se necesitaba a un cuerpo de hombres equipados, organizados y ejercitados (exercitus) para la defensa, y éstos, debían ser escogidos (legio) de entre los demás, aunque todos debían de estar preparados para servir en momento de necesidad. A medida que los ciudadanos aumentaban, también lo hacían el número de soldados pero no todos tenían que participar en todas las acciones militares, cuando el rey llamaba a las armas, cada gente se reunía con las del pequeño cantón en que habitaban. Las gentes que formaban la curia se agrupaban entre si, luego se reunían las curias de una misma tribu y la reunión de éstas formaban la legión. La caballería se conformaba de manera similar, cada gente presentaba un caballero, los diez caballeros de la curia formaban la escuadra o decuria y las diez decurias formaban una centuria. Quien determinaba el número de infantes y de caballeros para cumplir el número exigido por el rey era el jefe de la gens. La experiencia, la habilidad y la pericia lograda en combates precedentes eran las únicas razones por las que algunos ciudadanos se veían puestos al frente de las tropas de a pie (tribunus militum4) o de caballería (tribunus celerum). Como jefe del ejército iba el rey, que era conducido al lugar de la batalla y luego combatía a pie. Lo más que tenían los caballeros romanos era un caballo, en el que rápidamente se trasladaban de un lugar a otro (celeres) pero luego desmontaban y combatían a pie como hoplitas. Su armadura era pesada y completa. Los infantes debían

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equiparse por su cuenta y la condición y la calidad de sus armas dependían de su fortuna. Estos soldados celeres serían instituidos ya por Rómulo, según Tito Livio, aunque seguramente, este cuerpo es de origen etrusco que vinieron a Roma por Lucumón para ayudar a Anco Marcio o a Tulo Hostilo en la guerra contra los Sabinos. Éste último los conservo a sueldo como guardia personal suya y fuerza principal de su ejército. El comandante o jefe superior de los celeres desempeñó a partir del reinado de Tulio Hostilio un papel preponderante en Roma. También el jefe de la cohorte pretoria no tardo en ser prácticamente el jefe de todas las tropas, tanto de a pie como a caballo. Convertido en lugarteniente del rey, tuvo derecho de hacer levas de soldados, de reunir los comicios y se sentaba en las asambleas junto a las altas dignidades del sacerdocio. No se sabe nada de la organización del cuerpo de céleres en centurias, solo que era un cuerpo destinado a luchar tanto a pie como a caballo al igual que los legionarios, es por ello por lo que pudo constituirse como se organizó después la cohorte. De 300 a 500 hombres formaban parte de los céleres. Los céleres desaparecerán con el último de los Tarquinios y reaparecerán en el Imperio con Augusto, siendo éstos la guardia personal del emperador. - La organización de Servio Tulio El reclutamiento Éste organizó todo el pueblo como si fuera un cuartel, tomando como base los bienes que cada uno tenía. La fortuna determinaba las clases en las que el pueblo queda dividido y cada clase según el número de habitantes ofrecerá más o menos centurias. Los individuos que se sacaban se podían equipar de dos caballos y mantenerlos a su costa mientras estuviesen en activo. Las cinco clases siguientes servirían a pie, pero sus condiciones variaban según su categoría, marcada por el censo. La primera clase presentaba 20 centurias de iuniores y otras tantas de seniores. La segunda, la tercera y la cuarta 30 centurias en conjunto de cada clase. La quinta 15 centurias de cada especie, además de todas estas había 5 centurias de armeros, carpinteros, artesanos y músicos. Servio Tulio tendió a crear un ejército mixto de patricios y plebeyos y un cuerpo de reserva para la guardia de la ciudad, para cuando hubiese que luchar en las fronteras del Estado. También diferencias entre los jóvenes y mayores: los hombres entre 17 y 40 años formaran las centurias de iuniores y los que pasaban de los 40 las de los seniores. A parte de luchar en primera línea, había que proteger la retaguardia y no paralizar la vida civil y económica. Los iuniores preferentemente serán empleados en el servicio exterior, mientras que los seniores montarían guardia en el interior del Estado pero también se encargaran de cultivar los campos propios y la de los iuniores que lo necesitaran. Organización de la falange

La unidad militar siguió siendo la legión, pero organizada en falange a la manera dórica. Cada legión se dividía en 42 centurias de 4.200 hombres, 3.000 eran hoplitas, de éstos, 2.000 eran de la primera clase, 500 de la segunda y otros 500 de la tercera. Y los últimos 1.200 eran vélites (infantería ligera), 500 eran de la cuarta clase y 700 de la quinta. Se organizaban en 6 filas, con un frente de 500 hombres con armas pesadas. Las cuatro primeras filas las ocupaban los hoplitas, con armadura completa. En la quinta y sexta fila iban los de la segunda y tercera clase. Como tropa auxiliar iban 1.200 vélites, formando la última fila y si era necesario se desplegaban con los 300 caballeros para envolver al enemigo. Eran los encargados de abrir el combate y de escaramucear. Organización de los jinetes Permanecieron las seis centurias primitivas pero fueron compuestas esta vez por seniores que se llamarán los sex suffragia. A ellos se añadían 12 nuevas centurias integrafas por iuniores, que formaban la caballería activa, porque las primeras formaban la reserva. A partir de aquí hasta el Imperio habrá 18 centurias de quites y no se cambiará ni la forma de elegirlos, ni su numero, ni la organización. Organización de los caballeros Para formar parte de la caballería había que reunir ciertos requisitos (que los revisaba un censor) como la edad (no podían ser menores de 17 años), físicamente debían ser fuertes (por lo que no se servía en este cuerpo más de 10 años), la honorabilidad (que eran un cuerpo de selectos), la fortuna (durante la monarquía y principios de la República, estos debían alcanzar una cantidad determinada de bienes. Las centurias de caballeros se forman con los ciudadanos con mayor fortuna (censu máximo), pero pronto se elegirán jinetes entre los ciudadanos voluntariamente presentados), nacimiento (ser hijo de padres libres, aunque había predilección por las familias más antiguas). Los sex suffragia eran patricios al principio. Una vez ya elegido caballero, el jinete debía de comprarse el caballo y el equipo, pues el Estado solamente les indemnizaba al empezar el servicio con un donativo (aes equestre) y un tanto anual para alimentar el caballo (aes hordearium). Este dinero procedía de los impuestos a las viudas, huérfanos y célibes. Los caballeros se distribuían en turmas de treinta hombres y cada una se componía de tres decurias de diez hombres. A la cabeza de cada decuria iba un decurión que mandaba sobre sus 9 compañeros. Éstos eran elegidos por los censores. A su vez, cada decurión tenía un optio elegido por él. Parece ser que en los primeros tiempos los caballeros combatían en luchas singulares seguidas de desafíos como en la Edad Media. - La República

> (Desde Camilo a Mario) Se caracteriza por la mejora de técnicas militares y armamentos que tomarán los romanos de los demás pueblos con los que combatían. Estas mejoras acontecieron sobretodo a partir de las guerras con los galos. Al implantarse la República y haber dos jefes con toda la autoridad cada uno, se desdobló el ejercito en dos divisiones consulares, capitaneada cada una por un cónsul, que de ordinario estaría bajo el nombre de Praetor. Los dos cónsules mandaban el ejército entero, pero como había veces en alas que había que luchar en dos frentes, se organizo todo el ejército en dos cuerpos, que podrían separarse para luchar en los lugares que les correspondiesen. Durante la monarquía, la guerra duraba una campaña por lo que las centurias luchaban durante parte del año pero luego volvían para atender los trabajos de sus haciendas, pero a partir de la lucha de Roma contra los Etruscos, las legiones romanas pasan inviernos y veranos enteros en campañas y es el Estado el que sostiene económicamente las campañas y dan muchas veces una paga fija a los soldados. Además, se reformará el armamento y el ejército se organizará en unidades más pequeñas, los manípulos. La legión La falange en la que estaba organizada el ejercito les era poco útil contra los galos, pues aunque era buena para recibir un empuje de frente, tenia muy poca amplitud, además de que solo las primeras filas estaban bien armadas y los de atrás sin escudos ni casco y solo armados con lanzas y venablos. Ante esto, Furio Camilo decide introducir una unidad táctica, el manípulo, que está formado por dos centurias. A su vez dividirá la legión en 30 manípulos, que dispuso en tres líneas: los hastati5 (los jóvenes), los príncipes (varones robustos) y triarii (los veteranos), en función de la capacidad combativa dé cada orden, la edad y el armamento que llevaban. Los hastati, 10 veces 120 hombres forman la primera línea, los príncipes 10x 120 la segunda y los triarii 10x60 la tercera. Cada manípulo formaba un orden cerrado, pero entre uno y otro quedaba un espacio libre para moverse con agilidad. Los hastati, los príncipes y los triarii estaban dispuestos en forma de quicunce. A todos ellos se les unían 1.200 vélites y los antiguos rorarii que se reparten en números iguales entre todos los manípulos. También era importante la defensa de las insignias, que se le confiaba a los soldados mas experimentados, eran los llamados antesignani. A veces el jefe se servía de ellos para emprender alguna operación difícil. El águila era confiada al primer manípulo de los triarios y después a la primera cohorte. Pero cada cohorte tenía una insigna particular, que se situaba durante el combate en el centro de las tropas. El 5

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antesignani que lo defendía se colocaba cuando los soldados estaban en formación, en frente de las tres líneas. Los postsignani, eran en cambio los soldados que ocupaban los últimos puestos en cada manípulo o cohorte. Otro cambio fue que cada soldado llevaba tanto armas defensivas como ofensivas. El número de los soldados variaba según las circunstancias, al principio tenían 4.200 hombres que a las veces subía a 5.000 o a 6.000. Pero muchas veces los cuadros reales no coincidían con los nominales, debido a las dificultades de reclutamiento, bajas producidas o al operar lejos de las bases. Este número permitía manejar a la legión con más facilidad lo que daba la posibilidad de superponerla a otras unidades básicas. La legión estaba formada por 3.000 hombres de infantería de línea que eran la esencial masa de batalla, 1.200 vélites6 o infantería ligera y 300 jinetes. Iban en tres líneas para tener mayor movilidad. Cada línea estaba articulada en 10 manípulos y 20 centurias. Las antiguas centurias de los fabri y los musici quedaron encuadradas en la plana mayor de la legión y los accensi uelati siguen en la retaguardia como administradores e intendentes. Al ejército les seguía además, una multitud de ayudantes de los soldados (que eran en realidad sus siervos). En conjunto se llamaban seruitia pero según el servicio que prestaran tenían diferente nombre (calones, agasones, muliones…). Luego están los lixae que eran personas libres que seguían al ejercito como cantineros, cocineros, panaderos, cómicos o llevando a cabo actividades comerciales relacionadas con el ejercito. Después de las derrotas infligidas por Aníbal, el ejército tuvo que reclutar soldados de entre los esclavos y rebajar el censo para la admisión de ciudadanos. La caballería sigue formándose con los más ricos pero el Estado es quien paga los gastos con la aes equestre y el aes hordearium. Más tarde incluso le darán los caballos. Esta caballería iba perdiendo importancia hasta que Aníbal consiguió muchas de sus victorias por la caballería, así que Roma comienza a reforzar este cuerpo con contingentes de aliados (los que estaban más habituados a tratar con caballos) como los númidas, moros, etolios, tesalios, tracios… La legión se irá perfeccionando con el paso de las guerras (sobretodo la anibálica). A pesar de todo conservarán la táctica de las pequeñas unidades. Reclutamiento y efectivos Según la ley, cada ciudadano a partir de los 17 años podía ser llamado a servir en 15 campañas en la infantería o 10 en la caballería. Los cónsules elegían a su gusto cada año los hombres que debían formar su ejército. También podían pedir a sus aliados y amigos un contingente de hombres y éstos combatían junto a las legiones. 6

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El soldado debía proveerse de armas, que se les descontaban del salario. El peso de la guerra caía sobre la clase media de los campesinos y pequeños propietarios. De ordinario se reclutaban 4 legiones cada año. Con la 2º guerra Púnica las necesidades eran mayores y se reclutan a 25 legiones cada año hasta el 167. Después de Cannas se organizan dos legiones de esclavos voluntarios, cedidos por sus dueños al Estado y podían ser manumitidos si mostraban buena conducta, pero finalmente se prefirió recurrir a los aliados y a mercenarios. Los auxiliares Formado por provincianos que se inscribían al ejército como voluntarios o mercenarios. Llegados al campamento formaban con ellos cuerpos especiales, los auxilia. Esto tiene ligar cuando Roma saca sus ejércitos de fuera de la Península itálica (durante las guerras púnicas). Por ejemplo, P. Cornelio Escipión enroló en el ejército de España a jóvenes de la Celtiberia para luchar contra Asdrúbal. En la reorganización del ejército, Mario introdujo a todos los ciudadanos romanos en la infantería y suprimió los vélites, dejándole los servicios que estos hacían a los reclutados de pueblos sometidos (cretenses, númidas, honderos baleares). La infantería ligera de César y Pompeyo la formaban la mayor parte extranjeros. Los auxiliares de a pie formaban cohortes auxiliares o socias, que sustituían a la infantería ligera, como llevaban un escudo ligero (cetra) se les conocía como cohortes cetratae. Cada cohorte de las auxiliares solía formarse con individuos del mismo pueblo por la lengua, carácter y para que usaran armas especiales. Eran mandadas por un prefecto. Como el número de auxiliares de cada legión aumentaba, se hizo preciso ampliar los campamentos. Con ellos, la clase rica pudo escapar del servicio militar para ser sustituidos por los pobres que se alistaban como forma de ganarse la vida. Así el ejército deja de ser un cuerpo de ciudadanos para convertirse en un ejército pagado. Los auxilia pasaran de ser un cuerpo ocasional a permanentes hasta que el en el Bajo Imperio se fusionan con las legiones romanas. > Desde Mario a Augusto I. Época de Mario - Reformas en el ejército Por él, el ejército romano se renovó casi completamente. Los cambios que introdujo fueron los siguientes: El sistema de reclutamiento La alta tasa de mortandad por las batallas contra Aníbal, hicieron que se despoblase casi Italia de hombres hábiles para la infantería por eso hubo que rebajar la cantidad exigida en el censo y se alistaron esclavos como legionarios. Además, los recursos humanos tras la conquista de oriente quedaron casi agotados por lo hubo que rebaja también mucho el censo para mantener la infantería de las legiones y aun así no

se llenaban los efectivos. Mario trajo al ejercito a los pobres y proletarios. Se prescinde de la posición crematística y cada cual según sus condiciones personales será vélite, legionario o caballero. Desde ahora los soldados quedan al servicio directo del general que les paga. Ya no hay distinción entre las cuatro clases de soldados, hastati, príncipes, triarii, uelites, todos son iguales y las legiones se forman de cuerpos homogéneos y las antiguas clasificaciones quedan relegadas a los centuriones. A partir de ahora tampoco se exigirá censo ninguno para servir en las legiones. Sustitución de los manípulos, como unidad táctica, por la cohorte Ahora ya no es el censo ni la edad la que dice a que sección debían pertenecer sino que ahora todos podían entrar en cualquier sección según la dispusiese su jefe, todos debían tener la misma formación y llevar las mismas armas, ahora muy mejoradas. Estos soldados además, tendrían una nueva organización en vez de tener 30 manípulos de infantería pesada, ahora se formarían 10 cohortes, compuestas por 6 o 5 centurias. Así se elevó el número de soldados de la legión, de 4.200 a 6.000 soldados. Cada cohorte consta de 3 manípulos de 2 centurias cada uno y estos aparecen uno al lado del otro, llevando a la derecha a los triarios. Se conservarán las 3 líneas pero formadas a base de cohortes. Asimilación de los socii a las legiones Los socii,7 que son itálicos que no tenían la ciudadanía, se habían adscrito a cada legión aunque en un principio se organizaron en alae (que tenían la misma disposición que la legión). Los aliados con su guerra social, consiguieron al fin que a estos socii se les concediese la ciudadanía y así se dejaron de formar las alae y toda Italia podía entrar como reclutas en las legiones. Desaparición de los vélites y los equites Tantos los vélites como la caballería quedaran sustituidos por los auxilia, que provenían de provincias fuera de Italia. Éstos constituían la infantería ligera, arqueros, honderos y caballería de Numidia, Tracia, Germania… Introducción del águila como insignia de la legión. Se suprimen las 4 insignias de las antiguas divisiones de la legión (el lobo, el jabalí, el minotauro y el caballo). La legión pasa a tener solo una insignia, el águila, de plata al principio y después de oro. Reforma del armamento y del equipo militar

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> Época de Pompeyo y de César Básicamente se dedicaron a perfeccionar algunos detalles de la organización de Mario, sin cambiar esta sustancialmente. - La caballería, fuerza de apoyo Aunque la caballería ciudadana no se restaura, el contingente de jinetes de cada legión aumenta. Estos se dividen el alae o turmae y cada uno se designan por el nombre del pueblo del que procede (ej. Ala Hispana). Son comandadas por los praefecti equitum, que suelen de la misma nación. - Los auxiliares Los fabri que servían en el ejercito, aunque no eran soldados, desde el s. I a. C, en el que es accesible para todas las clases servir en las legiones, estos pasan a integrarse en el ejercito ya no como obreros, sino como soldados. Los fabri son legionarios pero de ordinario sirven como herreros, albañiles, carpinteros, etc… ▪ El Imperio > Reforma de Augusto - Bases y principios del servicio militar Debido a la extensión y variedad del Imperio, la longitud de sus fronteras y proximidad de vecinos, se hizo necesario un cambio en el reclutamiento, las estructuras, conservación y empleo. Como el ejército resultaba muy costoso para el Imperio, se pasa a reclutar a hombres de las provincias, de entre los socios e incluso entre los extranjeros. El ejército ya no dependía del Senado ni del pueblo, sino del emperador. Augusto consigue darle una seguridad al soldado que no consiguieron ni Mario ni Cesar, el soldado se enganchaba en el ejército durante un número determinado de años y el Estado lo mantiene en él todo ese tiempo ya sea época de paz o de guerra. - El reclutamiento Durante el Imperio, solo el emperador poseía el summum imperium y solo él tenía la facultad de reclutar soldados. El ejército ya es permanente, constituyendo una profesión. Las legiones seguían formándose de ciudadanos romanos, aunque venían de todos los rincones del Imperio, pero los esclavos no se admitían dentro de ella. También se exigía una edad mínima aunque no se conoce exactamente cuál era aunque se estipula que oscilaba entre los 14 y los 16 años. Dentro del reclutamiento provincial, se distinguen 3 periodos: - De Augusto a Vespasiano: Es Italia quien suministra los soldados para la parte de

habla latina del Imperio. Se utilizaba Egipto, Asia y países danubianos para los soldados de la parte oriental. - De Vespasiano a Adriano: Se prefieren a los hombres de las provincias más occidentales relegando a los italianos de las legiones. África es quien se encargaba de Oriente. - Después de Adriano: Se conseguía de cada provincia un contingente de legionarios (ej. Las legiones de Hispania provenían casi todas de la tarraconense. A los italianos se les empleaba para proveer de centuriones a la mayor parte de las legiones del Imperio. Los voluntarios eran inscritos todos, pero antes debían ser examinados no fueran a resultar malhechores. - Los efectivos militares Augusto se preocupó por regular los efectivos según dos principios; las necesidades militares y las posibilidades financieras. Éste además, siguió manteniendo los dos elementos principales en el ejército republicano, la legión y las tropas auxiliares, pero añadió uno más, la guarnición de Roma, formada por auxiliares especiales. La legión con Cesar y Pompeyo comprendía solo la infantería pero Augusto añade a la caballería e infantería auxiliar mezclada con la caballería. La infantería estaba formada por 5.500 hombres, divididos en 10 cohortes, la primera de 1.000 hombres (miliaria) y las 9 siguientes de 500 (quingenaria). Cada cohorte era de 3 manípulos y cada manipulo de 2 centurias a su vez. La caballería, destinada sobre todo a la exploración, estaba formada por 120 hombres divididos en 4 turmae. En la legión no entraban los servicios auxiliares como músicos, euocatio, príncipes aliados, artillería, ingeniería… que formaban parte de la plana mayor del general en jefe del ejército. Los auxilia eran de dos clases, la infantería (cohortes) y caballería (alae) y grupos mixtos de ambos. Los alae según el efectivo se dividían en alae miliariae (960 hombres divididos en 40 turmae), los quingenariae (480 hombres divididos en 30 turmae). La infantería auxiliar se dividía en cohortes miliariae (10 centurias), cohortes quingenariae (6 centurias) y las cohorte mixtae que mezclaba a ambos tipos. Las unidades auxiliares constituían una brigada con las legiones que estaba bajo el mando de un jefe común, el legado de la legión. A la muerte de Augusto había 25 legiones, en época de Trajano 30, con Adriano 28 y Marco Aurelio crea 2 nuevas y Septimio Severo 3. Las legiones quedaban situadas donde hiciesen faltan.

> El ejército después de Augusto - Las reformas de la dinastía Julio-Claudia Tiberio8 El sistema de reclutamiento seguirá siendo el mismo que a finales de la República, pero seguía habiendo insuficiencia de efectivos, por lo que muchas veces hubo que recurrir a extranjeros, barbaros, y a esclavos o gladiadores. Vespasiano9 Este introducirá en las legiones elementos provinciales, constituyendo así las legiones con los mismos elementos que los auxilia haciendo que todos fuesen iguales aunque los nombres y la organización distintiva continúan. -

Las reformas de la dinastía Severa

Septimio Severo10 - Con él las legiones aumentan a 33. - Se eleva el sueldo - Liberación de tributos y cargas municipales a los veteranos. - Derecho de los soldados a contraer matrimonio legitimo (que tuvo repercusiones disciplinares en los campamentos) - Reorganización de la guardia pretoria. - Formará el ejército a base de bárbaros. Antonio Caracalla11 Con la constitución del 312 concederá la ciudadanía romana a todos los hombres libres del Imperio, por lo que ya no hay clases de legionarios y auxiliares, aunque pervive la nomenclatura y la organización. Entre sus reformas destacan, la eliminación de los senadores en los altos mandos, siendo sustituidos por oficiales profesionales y se crean fuertes columnas móviles que acuden a las ordenes del emperador o de legados adictos donde el enemigo los está atacando. Galieno12 Organizará grandes contingentes de caballería para dotar de mayor movilidad a estas columnas. La legión sigue formada por cohortes, manípulos y centurias pero se le añade unas turmae de caballería legionaria.

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Cada legión lleva también artillería, un carrobalista por centuria y un onager por cohorte. Surgen también cohortes equitatae formadas por infantes y jinetes. La caballería pasa a ser considerada como muy importante en el ejército, debido a las grandes distancias que a veces hay que atravesar. El ejército permanece obligatorio aunque a veces se levantaba una leva de ciudadanos que a cambio de un precio podía redimirse de entrar en él. -

Reformas del Bajo Imperio

Diocleciano13 - Aumentará enormemente los efectivos militares y reforzará la disciplina. - Separará el mando militar del gobierno político. - Crecerá el número de barbaros en el ejército. - Disminuirá los enganches voluntarios. - Subirán las contrataciones de mercenarios. Constantino14 Completará el sistema defensivo de épocas anteriores. El ejercito se dividirá en dos partes, la 1º el ejercito de fronteras con la organización y nomenclatura que ya tenía y la 2º el ejercito de campaña, formado por las legiones acampadas en lugares estratégicos, pero muy reforzadas. Este 2º ejército está formado por los Palatini, guardia de la corte del emperador, y los comitatenses que acompañan al emperador y a sus altos jefes en sus expediciones.

Los rangos - Mandos superiores General en jefe

- Durante la monarquía, el rey. - En la Republica los dos cónsules (praetores) - Dictador, en momentos críticos, sucede a los cónsules - Procónsul, manda en el ejercito de su provincia. - Durante el Principado, es el emperador quien lo lidera a través de legados. - Época Domiciano, el ejercito provincial lo dominan los duces. Oficiales - Cuestores, administradores y superintendentes de las legiones. - En época de Constantino, el magister peditum praesentalis15 y el magister equitum16 praesentalis, mandan en todo el ejercito menos en la guardia imperial. 13

Imagen 17 Imagen 18 15 Imagen 19 16 Imágenes 20, 21 y 22. 14

Duces, comités, etc. - En campaña el ejercito es mandado por duces y comités. - Tribuni militum, jefes intermedios, llevan la administración de las legiones. - Legati, jefe único y permanente, que trata de hacer de la legión una extensión de su personalidad al servicio del emperador. - Dux, jefes de las tropas de una provincia fronteriza, si es una región mas dilatada se les denomina comes (condes). - Praefectus, cargo administrativo de la legión. - Magistri equitum, encargados para la infantería y la caballería. Suboficiales - Beneficiarii, llevaban las misiones de mayor compromiso. - Stratores, ayudantes o escuderos. - Commentariensis, cronista oficial de la legión que archivaba y anotaba los sucesos del día. - Cornicularius, jefe de los contables. - Quaestionarii, informaban al jefe de los sucesos disciplinarios de la legión. - Capsarius, guardaba en un cofre los documentos y papeles sobre la legión que le entregaran. - Praefectus castrorum: mando especial surgido cuando el Imperio se establece sobre campo fijo. Es el encargado del campamento. - Mandos subalternos Centurión/Decurión El 1º para la infantería y el 2º para la caballería. Es el eje de la legión, con contactos con los soldados y con los jefes. Tiene el mando administrativo y táctico de su centuria. También nombra a los oficiales inferiores, a los soldados de guardia, vigila los campamentos, las maquinas de guerra e instruye a las tropas en los ejercicios militares y en la disciplina. - Campidoctor: encargado de repartir el trabajo y preparar a los soldados para el campo de batalla. - Signifer: Llevaba el estandarte del manipulo. - Aquilifer: Portaba el águila legionaria. - Optio: ayudante del centurión, puede mandar pequeños grupos de tropa y descarga al centurión de sus funciones administrativas. - Tesserarius, recibe diariamente el santo y seña de los jefes y la comunica a través de una tésera escrita. Había uno por centurión - Strator, un ordenanza. - Librarius y Notarius, llevan la contabilidad. - Immunes y principales, forman la compañía de destinos. - Praefectus alae, mandaban sobre la caballería auxiliar. - Praefectus cohortis, lo hacían sobre la infantería auxiliar. - Tribunos, mandaban a las cohortes miliariae.

3.2 El ejército romano en Hispania. 3.2.1 Etapas - Los ejércitos republicanos Los contingentes militares romanos llegaron por primera vez a la Península por el enfrentamiento de Roma con Cartago. Cuando estos llegaron no venían con pretensión de conquista, pero una vez Escipión abandonó la Península, vieron en ella una fuente de recursos muy valiosa, lo que explica que se quedaran y que permaneciese el ejército en la Península desde finales del s. III a. C. Este permaneció debido a la necesidad de hacer frente a la multitud de frentes de batallas, la falta de fronteras estabilizadas y su excesiva extensión. Aunque la Republica nunca conto con ejércitos permanentes de ocupación, en Hispania se podrían considerar así a las fuerzas que acompañaban a los magistrados de las dos provincias hispanas. Efectivos Estos cuerpos de ejército estaban bajo las órdenes del gobernador o propraetor y constaban de una legión, formada por 4.000/5.000 ciudadanos romanos la infantería pesada, apoyada por 300 jinetes e infantería ligera, los socii ordenados en cohortes y jinetes de cobertura de 500 a 1.000 hombres que formaban la alae. En total, el ejército situado en Hispania oscilaba entre los 20.000 y 25.000 hombres. Llegando en momentos de campaña, a aumentar el número con indígenas en la caballería e infantería ligera, los auxilia, alistados en orden a los pactos con Roma de las tribus aliadas o conseguidos mediante reclutamiento voluntario mercenario. Pero estos eran disueltos cuando finalizaba la campaña. Los veteranos y la colonización de la Hispania republicana El ejército romano en Hispania, tuvo un importante papel en la transformación de estructuras socioeconómicas indígenas en su romanización. Los legionarios y aliados itálicos, cuando acabaron su servicio, muchos no volvieron a Italia, sino que se establecieron en la Península como colonos agrícolas. El gobierno apoyo y regularizo este fenómeno mediante la creación de núcleos urbanos donde pudiesen asentarse, el primero de estos, fue Itálica fundada en el 206 a.C. Siguieron en el siglo II a. C, Carteia, Corduba, Palma y Pollentia. En la primera mitad del s. I, Caecilia Metellinum, Ilerda, Pompaelo y Munda. - El ejército Imperial Guerras cántabras y el ejército de ocupación Una vez finalizada la conquista de la Península tras las guerras Cántabras., no se retiraron las fuerzas que habían intervenido en la conquista. Así se le confío al ejército

tareas de vigilancia, supervisión de los territorios recién conquistados y la implantación de una infraestructura básica para la administración de la explotación de recursos. Para ello, se crearon allí los primeros establecimientos urbanos, con marcado carácter militar, aprovechando los campamentos de campaña de conquista. En Cantabria surgieron las ciudades de Iuliobriga y Segisama Iulia. Y en Asturias, Asturica. El papel del ejército hispánico Tras la conquista del noroeste por Augusto, una de sus principales preocupaciones era la mina de oro que se encontraba en el Bierzo, que fue la principal fuente de recursos en el noroeste peninsular. La relación del ejército con la explotación de estas minas fue muy importante, existen documentos epigráficos que testiguan que la legión VII Germina y varios cuerpos auxiliares como el ala II Flavia, la cohorte I Gallica y la I Celiberorum, estaban presentes en los cotos mineros. Estos contribuían a la supervisión y a la producción. El papel del ejército durante el s. II no se limito solamente a esto, también se utilizaron sus recursos para el servicio del gobierno de Tarraco, donde se enviaban y se empleaban regularmente soldados de la legión VII. Documentos epigráficos dicen que aunque su cuartel general estaba en León, se les utilizo por toda Hispania mediante destacamentos o vexillationes, enviadas a los puntos necesarios, no solo para la explotación minera sino para la represión del bandolerismo y ayudar a las provincias vecinas cuando la situación fuese critica. Otras milicias El cuerpo militar de la Península se completaba con una serie de milicias provinciales o municipales. Entre ella destacan las cohortes orae maritimae, al mando de un prefecto, que se encargaban de la protección de la zona costera mediterránea peninsular. Hay algunas evidencias de que hubo milicias en la Bética, que podrían haber sido la cohors Baetica17 y la cohors Servia Iuvenali18 . Las reformas de Septimio Severo En una época en la que estaba surgiendo una crisis económica y social y con proliferación de bandidos y bandoleros, el ejército se encargó de la defensa loca, la movilización de hombres, armas y dinero y de concentrar la autoridad civil, convirtiéndose así en el apoyo de las clases dominantes que necesitaban de su ayuda. Las canabae legionis El ejército también tenía un papel en la economía del Imperio. En el noroeste de Hispania, los conventus 19tenían un creciente florecimiento económico. Esto se refleja en las canabae, conjunto de edificaciones de civiles que el ejército tenía a su lado. Aquí había también ciudadanos romanos, agrupados jurídicamente en una corporación (consistentes ad canabas) en los que se encontraban veteranos. Entre ellos se escogían a 17

Según un epígrafe Atestiguada en Cástulo 19 Imagen 23: conventus mapa 18

los magistrados que administraban las canabae, que funcionaban como una especie de ciudad con características especiales. Con el tiempo, estas canabae fueron aumentando, añadiendo cementerios, talleres, templos y albergues con lo que durante el s. III y las reformas de Severo, a muchos de ellos se les llegaron a otorgar el estatus municipal o colonial. Este es el caso de la legión VII Gemina, que sus canabae en el s. III se convirtieron en una civitas que ya en el s. IV se había convertido en una sede episcopal propia.

3.2.2 Presencia de indígenas en el ejército - Los auxiliares indígenas en los ejércitos de conquista La primera constancia de la presencia indígena en el mundo clásico viene del s. V a. C, con su introducción en el ejercito púnico con los cartagineses. Estos seguían el modelo del Mediterráneo oriental. Estos pertenecían a un contingente de tropas mercenarias que en el caso de Hispania, los escogían baleares e iberos. Esto se debe a la influencia púnica sobre el territorio y el espíritu bélico de los indígenas. Durante la Segunda Guerra Púnica, fue muy importante la participación hispana en el ejército tanto cartaginés como romano. En un principio fue más abundante el contingente de mercenarios hispanos en el ejército cartaginés que en el romano, pues estos dominaban prácticamente toda la Península, pero los romanos tenían a su favor la diplomacia, que hizo que consiguiesen poco a poco la confianza de los indígenas. Tras conseguir que estos los apoyasen, la manera que tenían los romanos para atraer a más era prometiéndoles un trato igualitario en el reparto del botín, premiar a los aliados, utilizar propaganda anticartaginesa entre los aliados hispanos, aumentando el descontento por el trato púnico de los jefes indígenas… aunque también se sirvieron de la utilización de rehenes y reclutamientos por la fuerza. Pero la presencia de tropas indígenas no cesaría con la expulsión cartaginesa. En los años de conquista, Roma recurrirá a ellos aprovechándose de la enemistad de las tribus peninsulares. El primer caso de indígenas aliados de Roma que recurren a su ayuda en contra de otros indígenas, fue con los ilergetes haciendo que Catón en el 195 se enfrentase a la rebelión de la Citerior. Y éste utilizara a un grupo de suessetanos para la conquista de Iacca, ciudad de los iacetanos. Los ejércitos de conquista que provenían de Roma hacia la Península, estaban formados por romanos y socii itálicos, que se reforzaban regularmente con auxiliares, que se alistaban temporalmente para las campañas. Estos auxiliares eran tratados de diferente manera según las relaciones que tuviesen las tribus con Roma, podían ser exigidos, comprados o convencidos por estos. Su utilización fue cada vez ampliándose más llegando a casi institucionalizarse. Algunas, veces, el aumento de las exigencias de hombres por parte de Roma, provocó revueltas. Así, durante la primera etapa de dominio romano hasta la conquista de Numancia, la presencia de indígenas en el ejército siguió aumentando, formada por

grupos étnicos y armamento autóctono y como consecuencia de su sumisión a Roma y los pactos (foedera) regulados con los diferentes grupos étnicos-sociales. - Las primeras promociones de soldados hispanos: la turma Sallvitana La Guerra Social que enfrento a Roma y a sus aliados itálicos en el año 91 a. C tuvo importantes consecuencias en el modo y volumen de utilización de auxiliares hispanos en el ejercito. Tras el reconocimiento como ciudadanos romanos a los antiguos aliados itálicos y su derecho a servir como legionarios, hizo necesario buscar más contingentes de soldados para cubrir sus huecos, especialmente en la caballería que hasta el momento había sido cubierta casi en su totalidad por ellos. Por eso, los auxiliares regulares eran proporcionados por las provincias. Pruebas documentales de esto, tenemos el Bronce de Ascoli, que muestra lo temprano que se recurrió a los provinciales hispanos no solo para cubrir las necesidades del ejército en Hispania, sino también fuera de ella. Este bronce también habla sobre la existencia de un escuadrón de caballería, la turma Sallvitana, formada por jinetes hispanos que venían del Alto Ebro y que formo parte de las tropas que combatieron en el lado romano en el sitio de Ascol, durante la Guerra Social. A estos integrantes se les concedió la ciudadanía romana. - Soldados hispanos en los conflictos civiles de la República Hay más ejemplos durante la Republica de indígenas, como los 2.500 hombres que recluto Licinio Craso en el 87, o los jinetes celtibéricos enviados a Mario por los pretores de las provincias hispanas en el 82. Con el traslado de estos enfrentamientos a Hispania, se hizo aun mas imprescindible recurrir a los hispanos y que se uniesen a uno u otro bando de los optimates y populares. Sertorio contó con muchos apoyos de lusitanos y celtiberos pero también el ejercito senatorial conto con ayuda de los provinciales. La guerra civil entre Cesar y Pompeyo, tendría aquí uno de los más importantes escenarios. En alguno de los casos, como las áreas meridionales y orientales con la cuña del valle del Ebro, se puede hacer una distinción entre los soldados de origen hispano y las comunidades envueltas en la guerra, pero en el resto de la Península es imposible hacer esta identificación. Por primera vez aparecen legionarios hispanos e incluso legiones completas formadas por indígenas como la legio Vernacula. Estos solo podían proceder de regiones donde el proceso de romanización estaba muy avanzado. El resto se incluyeron en unidades tumultuarias con armamento propio o como guardias personales de los jefes de ejercito pero su pertenencia a estas no se debía por apoyar una u otra causa, sino por los pactos con los generales romanos y la institución de la devotio o simplemente para obtener beneficios económicos. - La reorganización de Augusto: legionarios y auxiliares hispanos Augusto, estableció ahora de forma permanente como ejército de ocupación a unos contingentes militares en la Península, haciendo distinción entre los hispanos con

ciudadanía, que pasaron a formar parte de las legiones y los recién sometidos, que pasaron a formar parte de cuerpos auxiliares. Con Augusto, las tropas auxiliares toman su forma definitiva, formando una caballería imprescindible desde que Cesar empezó a utilizarla y una infantería ligera uniforme, que según las circunstancias debían transformarse en infantería pesada. Durante el Alto Imperio, estos cuerpos auxiliares tomaran una especial relevancia, debido primero, por lo temprano de la intervención armada en Hispania en la política y segundo por el carácter aun precario que tenían las fuerzas auxiliares en el ejército imperial. Esto explica la gran cantidad de auxilia procedentes de Hispana durante época julio-claudia en comparación con otras regiones. - Los cuerpos auxiliares regulares de procedencia hispana Augusto además introdujo otro cambio, mientras que hasta el reclutamiento había tenido un carácter transitorio, con armamento y tácticas propias de los indígenas, ahora estas tropas auxiliares pasan a ser profesionales y recibirán una organización homogénea. Sobre su procedencia, seguramente provendrían de la Lusitania y la Tarraconense. A estas unidades de origen hispánico, se le añadieron tras la conquista levas llevadas a cabo en los territorios sometidos que darán la mayor contribución a las tropas auxiliares reclutadas en Hispania. Las unidades auxiliares de nombre étnico hispano de época imperial son las siguientes:

- Arevaci, alas durante época julio-claudia - Astures, alas y cohortes hasta época trajano-adrianea. - Astures et Gallaeci, unidos en época julio-claudia. - Ausetani, cohortes. - Baleares insulares, cohorte de época julio-claudia mezclada con lusitani. - Bracari y Bracaraugustani, cohortes de época julio-claudia, también de época trajano-adrianeos. - Campagones, ala de la segunda mitad del s. II. - Cantabri, cohortes de época flavia. - Carietes, cohorte. - Celtiberi, cohortes de época trajano-adrianea. - Gigurri, ala en Hispania. - Hispani, alas y cohortes de los tres primeros siglos del Imperio. - Lemavi, ala y cohortes de época flavia. - Lucenses o Gallaici lucenses, cohorte de época julio-claudia y flavia. - Lusitani, cohortes de época julio-claudia y flavia. - Varduli, cohorte en Britania de época flavia o trajano-adrianea. - Vascones, cohortes de época flavia. - Vennenses, cohorte. - Vettones, ala de época julio-claudia.

Pero Hispania perderá pronto el papel importante en las fuerzas de guarnición y las levas que se llevan a cabo desde entonces, son destinadas a unos ejércitos provinciales, en bloque o por unidades y que llevan el nombre del distrito donde se hizo la leva. Y los ejércitos de guarnición (que son menos de 5.000 hombres en total) se nutren de reclutamientos individuales, que seguramente se realizaba en las ciudades o comunidades cercanas. Esta necesidad de tropas auxiliares continuó bajando hasta que no se hizo necesaria la creación de nuevas unidades solo en momentos especiales (ej. Cohortes de vascones reclutadas por Galba en su marcha a Roma). El lugar al que fueron enviadas estas tropas en un principio fue el frente del Rin y el Danubio. Mas tarde, la mayoría pasó a formar parte del ejército africano. Esto se debía a que África era una prolongación del ejército hispano. A partir de la 2ª mitad del s. II a. C, apenas hay nuevas tropas formadas por hispanos. Las unidades existentes se renuevan con sus filas y las necesidades urgentes se resuelven con levas de extranjeros, los numeri, que cada vez se hacían mas frecuentes y a los Hispania apenas los nutría. - El exercitus hispanicus: la conscripción local Aunque la presencia de soldados hispanos en las unidades auxiliares disminuyera, en la Península seguía habiendo el ejército de ocupación, que tomará sus efectivos de indígenas integrados en sus unidades, tanto legionarias como auxiliares. Los soldados legionarios de Hispania sufrieron una evolución similar que la de otras provincias. Durante el s. I se exigió a los legionarios la doble calificación de origen ciudadano y nacimiento libre. Tras un primer momento de preponderancia de soldados itálicos, empezaron a llenarse los huecos de las filas de legionarios establecidos en Hispania, con contingentes de soldados indígenas que cumplieran con los requisitos. Las comunidades ciudadanas de Hispania, destacando la Baetica, que había experimentado un gran aumento con la obra de Cesar y Augusto, los proporcionaron. Este hecho tuvo como consecuencia el proceso de provincialización que sufren las legiones y que hacen que el número de efectivos itálicos se reduzcan enormemente en ellas. La mayoría de los legionarios de legio VII Gemina eran ya de origen hispánico. Es la conscripción local de Adriano, que se convertirá en regla desde el s. II. Y este será el ejército que se mantendrá hasta su disolución con la llegada de las invasiones germánicas a comienzos del s. V.

3.2.3 Las legiones en Hispania De las 7 legiones que participaron en la guerra cántabro-astur, solo permanecieron 3 como fuerzas de guarnición en la Península. En la zona del cantábrico, fue asentada la IIII Macedónica, aunque no se sabe con certeza donde se situaba el campamento, pero se cree que estaba el Iuliobriga (Santander). Sus fines era proteger el valle del Pisuerga, que era la llave de acceso de la Meseta a Cantabria.

Las dos que protegían la zona astur, era la VI Victrix y la X Gemina, que seguramente compartía campamento común o estaban muy próximas por evidencias arqueológicas halladas que pueden probarlo. Seguramente se situaban en el sur de Astorga. Su misión era supervisar el área recién conquistada y proteger las minas de oro. Estas legiones además tenían cuerpos auxiliares como la ala Tautorum Victrix civium Romanorum, la cohors IIII Thracum (en Cantabria) y en Asturica-Gallaecia, las alas II Gallorum y Gigurrorum y la cohorte IIII Gallorum, situada en Rosinos, en el valle de Vidriales. - La reducción de efectivos de época julio-claudia La primera reducción fue durante el reinado de Claudio, el peso estratégico del Imperio estaba en reforzar las tropas de Germania. Las consecuencias que tuvo esto en Hispania fue la marcha de la legio IIII Macedonica y sus auxilia en el 39. Luego, en el año 63 fue la legio X Gemina la que se marcho hacia el limes danubiano. Hasta la guerra civil del 68, el ejercito hispánico conto únicamente con una legión, la VI Victrix y su cuerpo auxiliar de dos alas y tres cohortes.

- El exercitus hispanicus en la guerra civil del 69 Tras la muerte de Nerón, Galba, gobernador de la citerior, recluto en su provincia una nueva legión, la VII, junto con algunos cuerpos auxiliares y acudió con ella al norte de Italia. Y tras ocupar el trono, devolvió a la Península a la legio X Gemina, que había sido trasladada y ahora sustituida por la VII peninsular. Tras morir este y su sucesor Otón, Vitelio que lo sustituyó, añadió a las legiones VI y X, la I Adiutrix. - La reorganización de Vespasiano Con su subida al trono, realizo una organización del Imperio, para el ejercito peninsular supuso el traslado de sus legionarios a las fronteras septentrionales del Imperio, donde había estallado la rebelión de Iulius Civilis. En el 74, Hispania recibió como única tropa legionaria a la legion VII Gemina, que se acuarteló en la región astur. A partir de aquí, será la única legión con la que contará Hispania hasta la caída del Imperio junto con sus cuerpos auxiliares. Durante el Alto Imperio se conocen el ala Flavia Hispanorum civium Romanorum, las cohortes I Celtiberorum, I Gallica y III Lucensium (procede de Lugo).

4. La Religión del ejército romano en Hispania 4. 1. Dioses y cultos militares

4.1.1. Los signa militaría - Los signa: su valor religioso Los signa son ante todo unas señales que se transmiten a distancia. Vegecio20 distingue tres partes al hablar de su descripción: vocalía: dados por la voz humana o escritos, semivocalia: son los que se dan por medio de instrumentos sonoros (bocina, cornu, tuba) y muta: entre los que podemos distinguir los emblemas figurados sobre los escudos, las enseñas y los estandartes. Tertuliano21 manifiesta la visión que constituían los estandartes en el siglo III dentro del marco religioso militar. Señala con reverente temor cristiano la importancia que los soldados concedían a los estandartes de sus respectivas unidades militares. Hay que tener claro que los signa no son dioses, aunque Dionisio de Alicarnaso los considere de naturaleza sagrada y los equipare con el mismo rango que las estatuas de los dioses. Los estandartes son los numina de las diferentes unidades militares.22Son por lo tanto un objeto de culto religioso protector de las unidades militares. Los signa poseen su propio Genius según atestiguan varias inscripciones localizadas en Britannia. En el siglo III se observa un considerable aumento en las manifestaciones de su culto a través de las dedicaciones el Genius Signorum. Se tiene constatación de que los signa recibían sacrificios, aunque no se puede determinar si eran (junto con los altares) simplemente honoríficos o no. Los signa reflejaban la continuidad y la historia de las diferentes unidades militares que representaban; eran únicos e irremplazables, los hombres que servían en las diferentes unidades hacían posible su existencia; en contrapartida, los estandartes, como pago a su lealtad, les hacen pasar a engrosar la historia de sus hazañas, comparten su fama y la entrada a la inmortalidad. -

Los signa y sus clases

Se duda de la existencia de las enseñas de las cohortes. Los historiadores se dividen por lo tanto entre los que si admiten su existencia (Veith, Lo-Looz, Rüstow, Marquardt, Stoffel) y los que no la admiten (Domaszweski, Fröhlich; Parker, Passerini Y Marín y Peña). Sólo hay un texto en el que aparecen mencionadas, un pasaje de César.23 Pero se suda también de la existencia de signum en las centurias. Descripción de los signa militaría24 -

20

El signum del manípulo tendría un origen real. Los textos clásicos señalan que Rómulo dividió a sus compañeros en grupos de 100 hombres, dotándoles de una enseña, la cual estaba constituida por una vara que en la parte superior

Vegecio, Epit.3.5 Tertuliano, Ad. Nationes. 1,12 22 Tácito, Ann.2.17 23 César B.G. 2.25,1 24 Imágenes 25, 26 , 27 y 28 21

empuñaba un haz de hierba, generalmente de heno. Más tarde, en tiempos del ejercito censitario, se añadirá en la punta del asta una mano metálica abierta, mano que vendría a representar a la del centurión.25 En la época de las cohortes seria sustituida la mano por la punta de una lanza26, con una pequeña traversa donde se situaban antas estrechas de púrpura, terminadas en hojas de hiedra realizadas en plata. No es la única decoración que puede aparecer en el signum. Se pueden distinguir diversas condecoraciones: phalerae- emblemas con representaciones de animales protectores; y otros adornos. El portador de esta enseña es el signifer. - El draco aparece en el Bajo Imperio como insignia de cohorte. Fue usada por los auxilia palatina y, probablemente, por la pequeña legión de 1.000 hombres, constituida en tiempos del emperador Constantino. Sus portadores son los draconarii. - El Aquila, ya durante la República, se convirtió en la enseña por excelencia de la legión y subsistirá en el bajo Imperio. Ella representaba a esta unidad militar y recibía la veneración propia de tal honor. Las aquilae eran de plata o de bronce plateado o dorado; generalmente, no llevaban ningún tipo de decoración, las coronas eran el único adorno que solía acompañar a las figura del águila. Al igual que los anteriores, poseía su propio portador: el aquilifer. - Una enseña exclusiva del Imperio fue la imago, portada por el imaginifer y con constatación en todas las unidades militares. Los pretorianos incorporaron la imagen del emperador a sus propios signa, tanto los divinizados como los reinantes. A veces incorporaban otros motivos decorativos como condecoraciones u otro tipo de adornos. Este tipo de enseñas desaparecerán con la llegada del cristianismo como religión oficial del Estado. - Los vexilla eran las enseñas propias de las alas y las turmas, siendo uno de los más antiguos estandartes del ejército romano. Estaban compuestos por un trozo cuadrado de tela, que pendían de una traversa. A veces el asta tenía forma de lanza. Su portador era el vexillarius. - El labarum era más bien un distintivo de las nuevas corrientes que se extendían por todo el Imperio y por el ejército con la llegada del cristianismo defendido por Constantino. A partir del siglo V será sustituido por una cruz o cruz crismada, significando la cruz la lanza y el estandarte un único objeto que asegurará la victoria. La Victoria será sustituida por un ángel. El número de enseñas que podemos encontrar en una legión es muy numeroso. Esta unidad estaba compuesta por 10 cohortes, cada cohorte contaba de 3 manípulos, y cada manípulo se dividía en dos centurias. La legión contaba con 10 turmas de caballería. La legión estaba provista de Aquila e imago, cuyos portadores 27 pertenecían a la primera cohorte. Habría que añadir los signa de los manípulos28, y cada turma contaba 25

Harmand señala que a principios del siglo I a.C, este símbolo era ya bastante extraño. Arma del dios Marte 27 El aquilifer y el imaginifer. 28 Estos eran llevados por un signifer. 26

con un vexallium y un vexillarius. En cuanto a los cuerpos auxiliares podemos distinguir: - las alas, las cuales podían ser miliaria o quingenaria, de 24 y 16 turmas respectivamente. Había un signifer por turma y cada ala poseía un imaginifer y un vexillarius. - Las cohortes mixtas, miliaria o quingenaria, de 10 y 6 turmas respectivamente. Un vexillarius por turma, y de 8 ó 4 centurias con un signifer por cada una, al igual que contaban con dos imaginifer, uno para lo equites y otro para los pedites. Los equites tenían una vexilla y vexillarius por turma. - Los numeri, además de contar con un imaginifer, contaban para cada turma con un vexillarius, mientras que la infantería disponía de la figura del signifer. - Vexillationes: creadas a partir de un cuerpo de la legión, en cuyo caso contaban con un signifer o un imaginifer, bien de un grupo formado por hombres pertenecientes a una unidad auxiliar, que tendrían un imaginifer. - Los veteranos también cuentan con su propio vexillum, portado por un vexillarius veteranus legionis. -

La decoración de los signa y su historia

La decoración de los Signa Militaria se puede sistematizar en dos grandes grupos: a) Las que pertenecen a la categoría de dona militaría. a.1) La mano de bronce, de la que lo romanos pensaban que antiguamente había llevado un haz de heno. 29 a.2) El vexillum es una bandera de tela de forma cuadrada. Se sujeta a una traversa, que se unían al asta en cruz, de tamaño no muy largo en relación con su anchura. Solían llevar inscripciones. Debían de medir aproximadamente de 50 cm a 1 m. Preferentemente eran de color rojo, aunque no todos eran del mismo color. En época imperial se podían adornar con el empleo de pesadas franjas de oro, en cuales, a veces se bordaba el nombre de la unidad en el vexillum. En algunos de ellos el asta terminaba en una punta de lanza, y otras en corona, imágenes de dioses, un águila etc. En la zona media del asta puede aparecer un creciente invertido. En ocasiones se observa como la bandera está decorada con flecos o por hojas de hiedra. Puede representarse aislado o acompañado por una divinidad. a.3) Tábula. Generalmente de madera y con forma rectangular, donde se inscribía el nombre de la unidad a la que pertenecía. Alguna vez pudo ser remplazada por un medallón. a.4) Coronae. Vexillum terminado en corona o coronas de tamaño decrecientes. Dependiendo de su función estas podían ser de laurel, de roble, murales, rostrales, 29

Imagen 24

classicae o vallares. Cuando se trataba de torques es que eran ornamentos distintivos de la guardia durante el Bajo Imperio. Otras veces la corona se relaciona con animales, siendo el más común el águila portando la corona en su pico. Cuando se trata de otros animales simbolizaban la unidad que se describe en la inscripción. a.5) Phalerae. Distinguiendo entre las que son solo discos de plata, sin otra decoración que un botón y las que llevan retratos u otro tipo de decoración. El número de phalerae que ostenta un signum puede variar de dos a seis. b) Las que consisten en representaciones de animales, apotropaea.

4.1.2. Divinidades grecorromanas - Divinidades capitolinas El culto oficial romano está encabezado por la Tríada Capitolina, cuyo templo se ubicaba en el capitolio, centro urbano de Roma y de las ciudades provinciales. A partir de la segunda mitad del siglo II, también los municipios y no sólo las colonias podrían tener Capitolio.30 Las divinidades de la Tríada Capitolina son Júpiter, Juno y Minerva, pudiendo ir acompañadas de diferentes epítetos e incluso de otros dioses y diosas. El culto capitolino revela también una mayor aproximación a Roma y al emperador, desarrollándose en ambientes romanos o con fuerte acción romanizadora. Júpiter Óptimo Máximo31 Las inscripciones dedicadas a Júpiter son muy numerosas y entra en fuerte competencia con las dedicaciones dirigidas a Marte. El carácter de Júpiter es como protector supremo del ejército romano, con un importante componente socio-político. Es el dios principal del panteón romano oficial venerado por el propio ejército. Muchas veces esta acompañado de la Tríada Capitolina u otras divinidades. En principio los dedicantes proceden de todos los estratos que forman el ejército romano. Normalmente se encuentran cerca de los destacamentos militares o bien en sus proximidades. Juno32 El culto a Juno esta caracterizado principalmente por la individualidad de las dedicaciones. Hay pocas fuentes epigráficas encontradas en la Península Ibérica. Prevalece sobretodo en el campo político, sobretodo en el que preside toda la Tríada Capitolina. Juno mantiene en Hispania un doble carácter, siendo considerada por un lado como reina político-religiosa a la que se le añade su posición como madre, y por otro lado mantiene un fuerte carácter guerrero como madre de Marte, según la leyenda clásica. 30

Ejemplos: Hispalis, Iliberris, Asturica Augusta, Clunia, Tarraco, Emerita Augusta y Baelo. Imágenes 29, 30 y 31 32 Imágenes 32, 33 y 34 31

Minerva33 Con ella también hay escasez de testimonios epigráficos. Se exaltaba sobretodo su carácter más bien político. Minerva reúne en si misma diferentes funciones. Como integrante de la Tríada Capitolina adquiere un fuerte contenido político. Es protectora de las artes y del arte de la guerra, sobretodo de los oficios concretos del ejército romano. -

Dioses guerreros

Tradicionalmente Marte, Hércules, Minerva y los Dióscuros han sido relacionados con la guerra. El Hércules romano se relaciona con una divinidad fenicia de Gades, el Hércules gaditano, aunque la mayoría de las inscripciones se refieren al Hércules romano. Marte también aporta sus propios problemas de identificación, con doble carácter agrario y guerrero. Los caracteres votivos no son muy frecuentes.

4.1.3. El culto imperial En el entramado de relaciones establecidas entre el ejército romano y el emperador, interviene de forma especial la divinización del mismo tanto después de muerto como durante su vida. El culto imperial no sólo tenía fuerte contenido propagandístico y político, sino que contaba además con una predisposición especial por parte de los individuos que lo van a practicar para que fuese realmente efectivo. En Hispania al principio se realizan manifestaciones espontáneas, pero más tarde hay una perfecta organización a nivel provincial. Hay que hacer referencia no solo a factores ideológicos, psicológicos y culturales, sino también de tipo socio-económico. Incluso se producían ascensos sociales a partir de la ocupación de un cargo religioso al servicio del culto del emperador. Los primeros testimonios referentes al culto en Hispania se remontan a los comienzos del principado, coincidiendo con la política de pacificación llevada a cabo por augusto en todo el Imperio.34 El ejército es un importante difusor del culto imperial. A pesar de la devoción personal manifestada por los soldados romanos y por los pueblos hispanos al emperador, las expresiones culturales proceden de un medio oficial, de las altas esferas político-militares, cuya intervención resulto decisiva. Las aras son un importante testimonio sobre los inicios del culto imperial, sobre todo en la Tarraconense. Casi todas la inscripciones iniciales corresponden al principado de Augusto. Diferentes autores creen que la actitud de los dedicantes al levantar estos primeros monumentos a Augusto se enmarca dentro del programa personal del emperador, admitiendo que serían los primeros vestigios del culto imperial en Hispania, concretamente en la zona noroccidental. 33 34

Imágenes 35,36, 37 y 38. Altares honoríficos a Augusto, dentro de la Tarraconense: Arae Sextianae.

El culto imperial está sometido a cambios relativos a sus difusores, a diferentes expresiones y a momentos de crisis, tal y como sucede con la religión oficial y con el Imperio. En el año 74 la reorganización del ejército formaba parte de las medidas para Hispania adoptadas por Vespasiano, entre las que se incluyen la división conventual y el controvertido otorgamiento del ius Latii a sus ciudades. Vespasiano había dado un nuevo impulso al culto imperial, confiándolo en el noroeste a los sacerdotes Roma et Augusti, y en el Bética introduciendo el culto provincial; por otro lado, con los Flavios se pasa de lo singular a lo colectivo. En el año 79 se observa el resultado de las medidas tomadas por el emperador: la integración entre el ejército y las ciudades se demuestra en forma de dedicación colectiva. La dinastía Flavia introdujo además un cambio en el objeto del culto imperial: los divi. La época de la dinastía de los Antoninos supone un auge en las manifestaciones públicas de lealtad y devoción al emperador. En el siglo III se habla de crisis a todos los niveles; respecto a la situación religiosa, está no hace más que reflejar los cambios que se producían a nivel político. Sin embargo, no parece que se pueda hablar de decadencia en lo que a religión romana se refiere. Las inscripciones de carácter honorifico en las que encontramos al emperador o a algún miembro de su familia no son el único medio utilizado para expresar fidelidad y lealtad hacia ellos; hay otras formas que de una manera indirecta transmiten un mismo mensaje, y una de las más efectivas es a través de divinidades asociadas a las que se realizan votos pro salute Imperiatoris, o por algún familiar del mismo. La asociación entre emperador e imperio se atenúa en tiempos de paz pero se intensifica en tiempos de crisis. Esta ideología se desarrolla en los diferentes centros de poder, que a veces queda expresa en las propias inscripciones cuando se ruega pro aeternitate Imperii. Desde instancias oficiales se promueve un tipo de fórmula votiva en la que se mencionan una serie de divinidades, siempre muy relacionadas con la casa imperial, pero cuya intención real está puesta en un propaganda imperial concreta. Hay un grupo de divinidades pertenecientes al panteón romano que prácticamente durante todo el alto imperio son considerados dioses oficiales, como los capitolinos. Hay otros dioses específicos vinculados con un emperador concreto y por una causa determinada. Las formas de expresar ese vínculo son dos principalmente, por un lado se ruega a una divinidad pro salute Imperiatoris y, por otro lado se puede añadir el epíteto Augusto/a a la divinidad en cuestión. El dios que se erigió como representativo del Imperio y del emperador fue Júpiter Optimo Máximo. Primeramente se aseguraba la legitimidad del emperador a través de una teología que asociaba a Júpiter al poder, que fue asumida por Antonino Pío y Marco Aurelio. Se ofrecen vota pública a Júpiter con una intención muy concreta y expresada de forma directa: pro salute Imperioatoris. A principios del siglo III se mencionan a Juno y a Minerva, durante los primeros años de la dinastía severiana.

Uno de los mayores reflejos de lo que significó el culto imperial lo encontramos en la proliferación de dedicaciones y templos dirigidos a las llamadas “virtudes imperiales”. Alguna de ellas como Pax, Victoria, Fortuna, están especialmente relacionadas con el lado militar del emperador, en Hispania, sólo se encuentra un testimonio que alude directamente a la aeternitas Imperii. Marte sustituyó a las divinidades que tradicionalmente han sido elegidas para hacer los vota por miembros de la familia imperial, vinculando especialmente esta divinidad a la dinastía Severa, y por otro a esta misma dinastía la relaciona estrechamente con el ejército, a través de los títulos imperiales y de Marte. Se establece un triángulo cuyos vértices son: casa imperial-ejército-religión.

4.1.4 Divinidades y cultos no romanos -

Las divinidades indígenas

Blázquez y González-Conde Puente asimilan Ataecina35 a la diosa romana Proserpina36 mediante el fenómeno de interpretatio. Hay representaciones que acompañan a esta divinidad tales como cipreses o exvotos de bronce representando cabras, lo que parece apoyar el carácter infernal de la diosa que el agrícola.37 A veces aparece mencionada como Dea Turibrigensis, o como Ataecina Turobrigensis38. Se puede llegar a considerar a Ataecina como una Magna Mater importante, con atributos de una divinidad tutelar, suministradora de bienes terrenales, de agua y de minerales, y tutelar de los muertos39. En el templo de Santa Lucía del Trampal, en Alcuéscar (Cáceres) se ha encontrado un rico conjunto epigráfico en el que prevalecen las ofrendas a esta diosa, y que vincula el área de culto a esta zona y plantea la posibilidad de que en las proximidades se encuentre el antiguo núcleo de Turobriga/Turibriga. Se ha encontrado una vinculación especial entre Bandua y Marte40, considerando como cierta la inscripción hallada en Rairiz de Veiga41. También se relaciona Bandua a Cosus y al Marte Indígena. Los tres nombres serían una única divinidad, puesto que aparecen asociados en algunas inscripciones. Se relacionan simbólicamente con el toro y su localización geográfica coincide con lugares en los que en la edad moderna se registran los “ritos del Toro de San Marcos”. Cohventene, Coventina o Conventina es el nombre de una ninfa acuática que recibió culto en Procolitia, una statio del Vallum Hadriani, en Britannia. Algunos consideran

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Imagen 39 Imagen 40 37 No existen imágenes seguras de la diosa pero varios autores han querido identificar una estatua hallada en el Cerro de San Albín con esta divinidad. Una diosa entronizada en cuyo escabel hay flores de cuatro pétalos y por los laterales trepan dos serpientes. De han perdido cabeza y manos. 38 Este nombre podría indicar que la diosa recibió culto originalmente en la ciudad de Turobriga. 39 Identificada con Proserpina invicta y victoriosa. 40 Imagen 41 41 Vinculación expresada: Martis socio Banduae. 36

que también es una diosa autóctona de la Península Ibérica. Se discute su vinculación con el medio acuático, con la vegetación y con el aspecto profético de la ninfa. La diosa Nabia o Navia recibió un culto importante en el noroeste peninsular. Nabia podía ser la palabra que indica corriente de agua, o podría tener un papel cósmico, siendo una divinidad asimilable a Diana42. Podía ser también una divinidad de primera función sacerdotal, o una de segunda función con caracteres guerreros y encargada de la protección de la tribu. El dios Larouco esta relacionado con el culto a los dioses de las montañas43. Se manifiesta asimilación con Júpiter44 como divinidad a la que se le rinde culto en lugares elevados, incluso cuando la figura del Emperador es relacionada con Júpiter. Sin embargo otros creen que Larouco no existiría y no sería más que el topónimo del conocido dios Reve. -

Los cultos orientales

Existe un grupo de divinidades de procedencia oriental que fueron formando parte de forma paulatina de la religión romana. Al principio, las principales diferencias culturales que separaban los ritos orientales de los romanos relegaron a la práctica de los mismos al ámbito privado e incluso secreto. El ejército, los mercaderes y los esclavos fueron los encargados de difundir los nuevos cultos conocidos. Mitra45 seria el genio protector de los ejércitos que luchaban al lado de Mitrídates Eupator contra Roma. Seguiría en el mundo latino como el dios “invencible”, el dios tutelar de los ejércitos, honrado sobre todo por los soldados. La inscripción hallada en San Juan de la Isla (Asturias), adjudicada a Mitra, no es seguro que la realizaran militares. Cibeles es también llamada Magna Mater deum Idaea. Su difusión destaca en la provincia de Lusitania frente al resto de la Península Ibérica. Se asemeja a Ataecina. Su culto es de carácter público, reconocido por Roma.

4.2. Elementos rituales -

El calendario religioso-militar romano

Las manifestaciones religiosas de carácter público y oficial del ejército romano siguen un programa político fijado por Roma, que en el Imperio aúna la tradición republicana con la propaganda imperial y tienen su reflejo en determinadas fiestas del calendario militar. El calendario festivo respetado por el ejército romano durante el Imperio mantiene, respecto al republicano, unas festividades concretas e incorpora otras nuevas 42

Ara aparecida en El Gaitán (Cáceres) Inscripción conocida como Pena Escrita hallada en Vilar de Perdizes, muy próximo a la Serra do Larouco, Chaves y Xinzo de Limia. 44 Dos inscripciones dedicadas a Júpiter Máximo Anderon y a Júpiter Ládico. 45 Imagen 42 43

relacionadas con el emperador. La movilidad de las fiestas es más acusada ya que el cambio continuo de poder en la casa imperial obliga a ello y por otra parte, es muy probable que se pueda hablar de cierta uniformidad en la adjudicación de las fiestas para todas las tropas estacionadas a lo largo del territorio imperial.

El Feriale Duranum46 Es el principal documento para conocer el calendario, encontrado en las excavaciones llevadas a cabo en el Éufrates, concretamente en Dura-Europos. El documento corresponde al officium de la cohors XX Palmyrenorum. La fecha en que fue usado puede situarse durante el reinado de Severo Alejandro y concretamente entre el 225 y 227, tras el cual fue desechado.47 Constituye una lista de celebraciones seleccionadas que contiene únicamente diez festi, sin mención de otros días. Su carácter oficial lo sugiere el tipo de letra, capital y cuadrada, y la lengua empleada, el latín. Al igual que queda confirmado por el contenido de la lista, donde se hallan incluidos todos los elementos de la religión oficial a que corresponde. Respecto a su carácter estándar, conviene indicar que no se trata de una lista de fiestas destinadas a un cuerpo concreto del ejército, al contrario, no hay referencias locales ni particulares, por lo que puede bien ser considerado valido para el resto de las divisiones del ejército, salvo escasas variables locales. En cuanto a su carácter tradicional se fueron añadiendo o sustituyendo fiestas. Se considera que aunque el texto estuviese prescrito desde Roma, no sería redactado allí, donde únicamente se realizarían las copias completas de las listas revisadas al comienzo de cada reinado y enviadas a los gobernadores de las provincias militares. Las alteraciones o adiciones a lo largo del gobierno de cada emperador serían comunicadas por carta. Las nuevas listas con los cambios serían redactadas en los despachos de los gobernadores y enviadas a los comandantes de las guarniciones. En referencia a la religión oficial, sorprendió la aparición en el Feriale de distintas fiestas, consideradas feriae publicae: Quinquatria48, Vestalia49, Neptunalia50 y Saturnalia51. Se creía que su celebración estaba restringida a la población civil y no formaba parte de la vida religiosa de los militares.

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Imágenes 43 y 44 Bien porque se encontraba muy estropeado por el uso, o bien por los acontecimientos que se sucedían en la casa imperial y que obligaban a continuas revisiones. 48 Xiii kal(endas) apriles ob diem quinq[u]a[trio]r[um] suppl[ic]atio. 49 [v] id[us i]unias ob vestalia Veste supplicat[io]. 50 [x kal(endas) augus]tas ob diem neptunaliorum supplicatio [i]mm[o]latio. 51 [xvi k]a[l(endas) ianuar]ia[s---]…[---sup]pli[c]ati-[o]/[i]n x [kal(endas)eas]dem[.. En este caso la festividad no se encuentra reflejada explícitamente. 47

Existe en el Feriale un espacio importante destinado a celebraciones relacionadas con el culto imperial. El culto de cada divus encontró un lugar en el ámbito militar, de igual modo que lo tuvo en el calendario civil; fue Augusto quién inauguró el culto de los divi en el ejército. La vida militar requiere celebraciones religiosas propias, como auspicia, lustratio, evocatio, devotio. Hay que tener en cuenta que el Feriale no era totalmente religioso, ni tampoco constituía toda la religión de los soldados. Aparecen una serie de fiestas vinculadas con la purificación del ejército como los Quinquatria y el Armilustrium, fijadas en el 19 de marzo y octubre respectivamente. Otras fiestas, las Rosaliae Signorum, se hallan vinculadas al culto dirigido a los estandartes. Son mencionadas dos veces: una primera celebración corresponde un día entre el 9 y el 11 de Mayo52 y la segunda al 31 del mismo mes. Las fechas dedicadas a divinidades pertenecientes al panteón oficial romano son las siguientes: Marte se encuentra dedicado el 1 de Marzo, a Vesta el 9 de Junio, a Neptuno el 23 de Julio y a Salus el 5 de Agosto. En ellas se ofrecen votos y animales a dioses aun más relacionados con el poder central de Roma: Júpiter Óptimo Máximo, Juno Regina; y Minerva53. Dura Europos54 Entre los días señalados como festivos, figuran los nombres de personajes ajenos a la familia imperial reinante en ese momento, pero con lo que se pretendía entroncar ideológicamente por su gran prestigio como gobernantes y como militares, así como por su contribución a la expansión y consolidación del Imperio. La celebración se una supplicatio por la memoria de Germánico de fija el día 24 de Mayo. Septimio Severo aparece mencionado como conquistador de Partia, emulando a Trajano; los días 24 y 28 de Enero. Se mencionan además Trajano, Antonino Pío y Caracalla. Una fiesta militar: la celebración del dies natalis aquilae. Las enseñas militares. En el calendario oficial que las tropas romanas seguían en cada uno de los lugares que ocupaban se encontraban unos días dedicados a conmemorar la fundación del cuerpo de que se trate, legión o unidad auxiliar. En el día de la creación del cuerpo se entregaban los estandartes o insignias que identificaban a dicho cuerpo y todos los años se festejaba ese día en concreto. El culto se sustituye a partir del siglo III por el Genius signorum55. La importancia religiosa de los signa que estaban adquiriendo por sí mismos, y la necesidad de animar y personificar cultos abstractos según los gustos que se imponían en ese momento.

5. Arqueología militar en la Península Ibérica 5.1 El papel constructor del ejército 52

La fecha exacta no se puede leer claramente, cualquiera de los tres días, el 9, el 10 y el 11, pueden ser. Los dioses capitolinos. 54 Imagen 45 55 Imagen 46 53

El Estado se preocupaba por mantener todo lo que se podría necesitar; por lo que siempre había fabri en el ejército, para toda clase de obras de ingeniería. Servio Tulio los organiza en dos centurias. No son considerados soldados, por lo que no van armados, no son artilleros y no luchan. Los frabri tignarii56 se reducen a una centuria, y los fabri aerari57 a otra. Su cometido era construir los campamentos de invierno, reparar las máquinas de guerra y fabricar armas. Además transportaban las máquinas, según Tito Livio; formando convoyes con los materiales y herramientas. No pertenecían a legiones concretas u compañías militares. Dependían del general a través del praefectus fabrum. Los accensi uelatise adscribían a las legiones como suplementarios, yendo a la guerra sin armas. Los uestiti inermes remplazaban a los muertos o enfermos en el campo de batalla. En Roma formaban una centuria especial con voz y voto en los comicios. Desde el siglo I a.C los fabri se convierten en obreros y soldados. Son legionarios que sirven en compañías de destinos debido a que prestan un servicio especializado. En las campañas de César realizaron servicios extraordinarios como fabricar torres de madera, puentes y naves.58 En estos grupos se hallaban los herreros, carpinteros, albañiles, caldereros, canteros, pizarreros y tejeros, enterradores, leñadores, carboneros, caleros, fabricantes de máquinas, carros, cascos, etc. Los mineros preparaban las galerías en el asedio de las ciudades. En la marina los fabrii se hallaban entre los duplicarii al recibir doble jornal. Los fabrii acaban por desaparecer, pero el praefectum fabru, sigue figurando en su estado mayor como título de honor, formando parte de la cohorte pretoria y dirigiendo las obras de ingeniería y de mecánica. En tiempos de paz el ejército se dedicaba a diversos trabajos como la construcción de campamentos, puentes, muros de piedra, fosas, castillos, torres, vías militares. En cuanto a construcciones civiles se dedicaban a edificar templos, arcos de triunfo, acueductos, edificios públicos, puentes, canales, explotación de canteras y minas, etc. También desecaban marismas, y plantaban viñas. -La legión y las zonas mineras La inclusión de las minas y las canteras en el fiscus a partir del período imperial llevó aparejada su administración por los servicios financieros del Estado. Se dispusieron a los agentes imperiales todos los medios disponibles para una explotación más racional de unos recursos esenciales para el funcionamiento del sistema imperial. El noroeste

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Carpinteros. Herreros 58 César; B.G. 5,11. 57

Hay una importante presencia de testimonios de la VII Gemina en los alrededores de Astorga y en torno a la región portuguesa de Trêsminas, zonas donde se encontraban las principales explotaciones auríferas del área noroccidental peninsular. Trêsminas se sitúa muy cerca de la actual localidad portuguesa de Vila Pouca de Aguiar. En estas zonas los campamentos eran permanentes debido al método de extracción minera. El sureste En el sector oriental de Sierra Morena, zona tradicional de explotación de plata, se encontraba la antigua localidad de Castulo. A estos territorios se vinculan tres epígrafes de la legión, dos de los cuales presentan a soldados en activo, y el otro a un veterano cuya identidad se desconoce. La datación de los documentos a lo largo de los siglos II y III indica la presencia continuada en la región de efectivos militares.

5.2 Campamentos y asentamientos Cuando el ejercito de desplaza construye y fortifica todas las tardes sus campamentos; aunque no sospeche de la proximidad de su enemigo. Era algo tan regular que incluso marcaba las distancias por campamentos, por jornadas de marcha. Era también una forma de mantener la disciplina entre las tropas. El trabajo de montar el campamento ordinario empleaba a todo el ejército dos o tres horas en terreno fáciles de trabajar. Schulten excava una serie de campamentos a principios del siglo XX (Numancia, Aguilar de Anguita, Caceres el Viejo, Renieblas).Posibles campamentos tardorrepublicanos : Vila Joiosa (Alicante), Puebla de Don Fadrique (Granada), Campamento del Gandul (Alcalá de Guadaira, Sevilla), etc.

5.2.1. Establecimientos militares temporales Los romanos contaban con campamentos temporales como los castra aestiua, castra hiberna o hiemalia. Los campamentos diarios disponían de un foso de menos profundidad que en los campamentos definitivos (fossa); con la tierra extraída se realizaba un parapeto pequeño (agger), coronado por empalizadas (uallum); y si se temía un ataque brusco, el parapeto se formaba de césped o un material fácil de quitar, para salir rápidamente. El terraplén podía formarse con piedras, troncos, ramajes, etc. Sobre el agger solían plantarse empalizadas para elevar la fortificación y poder observar el terreno. El foso solía ser en forma de triángulo o con una pared vertical y otra inclinada. La anchura mínima es de cinco pies, y la profundidad de tres. Los ángulos del uallum se hacen en redondo para evitar que quede espacio alguno sin cubrir por la línea defensiva. -

En época republicana

En las excavaciones de Schulten nunca se tuvo en cuenta las estratigrafías, perdiendo muchos datos cronológicos. Sus dataciones se basan principalmente en las indicaciones proporcionadas por los textos clásicos sobre el periodo de las conquista de la antigua Hispania.

Los campamentos republicanos suelen estar construidos con materiales perecederos, por lo que resultan más difíciles de identificar que los recintos imperiales, cuyas estructuras constructivas fueron habitualmente más duraderas. Los campamentos romanos republicanos suelen encontrarse en actuales despoblados. Ni en Cáceres el Viejo ni en el resto de los campamentos republicanos documentados por Schulten se han realizado excavaciones arqueológicas durante estos años. Hay que tener en cuenta las fuentes clásicas de historiadores como Polibio, tito Livio, Apiano o Salustio. las citas literarias suelen ser breves y concisas. La excavación del asentamiento tenía una importancia secundaria, destinada a confirmar la atribución erudita del historiador. La construcción de un recinto militar de carácter temporal era un hecho tan habitual que solo en ocasiones especiales es mencionado de forma especifica en los textos clásicos. -

Los primeros asentamientos militares romanos (219-195 a.C)

Aguilar de Anguita (Guadalajara59) El asentamiento de “La Cerca”, situado a unos 20 km al este de Sigüenza, se ubica en un cerro con meseta, a cuyos pies discurre el camino natural que asciende por el valle del Jalón, hacia la Meseta. Desde su descubrimiento y excavación por el Marqués de Cerralbo en 1912, ha sido considerado un campamento de época republicana, asociado a la campaña de Catón en tierras de la Celtiberia. Se trata de un campamento de planta irregular, extendiéndose el perímetro por una superficie de 12,4 hectáreas. Las excavaciones entre 1913 y 1915 dejaron al descubierto toda la muralla en sus dos caras. El lienzo, de unos dos metros de espesor, se hallaba jalonado por torres cuadradas dispuestas en su cara interna, con acceso mediante escaleras de piedra. Se excavaron cuatro puertas, dos de ellas de forma desencajada, con un estrecho pasillo de acceso entre ellas.60 Schulten opina que el campamento sería de la época de Catón, establecido con ocasión del intento de tomar Segontia (Sigüenza) al regreso del cónsul de su expedición al Mediodía en el 195 a.C Sin embargo Sánchez- La Fuente considera que las dimensiones y la técnica constructiva empleada no se corresponden a un campamento temporal. Lo interpreta más bien como un campamento-base desde donde se habrían iniciado las hostilidades contra los segontinos.61

Emporion (Girona) 59

Imagen 47 Sánchez- La Fuente identifica la técnica de construcción de las puertas como de origen indígena, consistente en realizar desmontes al lienzo perpendicular. 61 Los materiales procedentes de las excavaciones desarrolladas por el Marqués de Cerralbo no se han hallado, por lo que no resulta posible establecer su datación arqueológica. 60

A pesar de que el primer desembarco romano en suelo hispano se produce en la colonia griega de Emporion en el 218 a.C62, momento en el que se debieron instalar recintos militares junto a esta polis. La primera mención a la existencia de campamentos en este lugar se retrasa hasta la campaña de Catón, en el 195 a.C, momento de intensa actividades militar dentro del proceso de conquista de la Península. Las fuentes clásicas informan de un campamento de invierno a tres millas de la ciudad, pero se duda de si era un campamento o dos.63 Sanmartí considera que el campamento debió instalarse en la parte alta de la colina, dominando la ciudad griega y la bahía. Las diferentes localizaciones carecen de apoyo arqueológico. Las excavaciones desarrolladas en el área del foro proporcionaron la clave para la localización del campamento republicano. Tarraco (Tarragona) Según las fuentes clásicas el lugar donde más tarde se asienta la ciudad de Tarraco parece constituir el primer asentamiento militar romano en la península ibérica. Se trataba de una base naval de interés estratégico, a la vez que era un campamento de invierno. Tarraco desempeña un papel fundamental en la estructura militar, civil y económica del Estado Romano en Hispania. Plataforma estratégica frente a Carthago en principio, y mas tarde punto de partida para le penetración peninsular. Se instala un praesidium64, primera base militar permanente en Hispania.65 -

Campamentos de la Guerra contra Numancia (154-133 a.C)

Almazán (Soria) Ocupa una terraza fluvial situada junto a la antigua ribera meridional del río Duero, sobre un antiguo meandro del río, actualmente a unos 350 metros y a unos 3kms río arriba de la localidad soriana de Almazán. Debido a una gravera y una repoblación forestal de pinos han hecho desaparecer todo resto, haciendo que resulte difícil identificar el lugar que ocupó en la topografía del terreno. Las excavaciones sucesivas han revelado una muralla con un doble paramento exterior con un núcleo relleno con guijarros. En 1912 la muralla conservaba casi un metro de alzado, aunque fue prácticamente destruida a partir de esa fecha. Presenta una planta aparentemente rectangular, con esquinas en ángulo recto. Sus lados miden 810,7 m el mayor y 497,8 m el menor, con una superficie de unas 38 ha. Se han perdido casi por completo los lados sur y este del perímetro. En el lado oeste hay restos de foso y puerta. Ambos accesos se hallaban protegidos mediante tituli o muros transversales avanzados. Del lienzo situado en el norte parte un muro que se prolonga unos 252 m, a

62

Polibio, Historias III, 76,1. Livio (Ab Urbe Condita XXXIV, 11 y 13); Frontino (Stragemata I, 2,5) 64 Asentado en la parte más alta de la colina que preside la posterior ciudad de Tarraco. 65 Véase apartado de fortificaciones permanentes 63

la manera de un branquion. No se conserva resto alguno de las construcciones interiores. Schulten databa el recinto del 153 a.C y lo consideraba un campamento temporal de Nobilior, algo que apoyan los restos materiales recuperados en las excavaciones de Gamer y Ortego. -

Campamentos de circunvalación de Numancia (Garray, Soria)

Las guerras y asedios contra Numancia transcurrieron entre el 154 y el 133 a.C. Concentran la mayor cantidad de referencias a recintos militares en todo el proceso de conquista romana de la Península. Se cuenta además como fuente básica con la experiencia directa de Polibio, que participó en el sitio desde el propio campamento de Escipión y contempló el asedio de la ciudad, aunque los pasajes de su obra dedicados a este episodio se han perdido.66 Los campamentos fueron excavados en el 1906 y 1908 por Schulten, y sus materiales depositados en su mayor parte en el Römisch-Germanisches Zentralmuseum zu Mainz. Se descubrieron siete recintos militares de diferente tamaño: Castillejo67, Travesadas, Valdevorrón, Peñarredonda, Raza, Dehesilla y Alto Real, además de dos castillos ribereños: Vega y Molino. Schulten llega a la conclusión de que son tres campamentos superpuestos, que corresponden a diferentes momentos. El primero es atribuido al cónsul Marcelo, quien inverna junto a Numancia en el 152-151; mientras el segundo correspondería a Pompeyo (141-140 a.C). En cuanto al tercer y último campamento, aquel del que se conservan más restos, correspondería al cuartel general del propio Escipión y a la campaña de los años 134-133 a.C. Este último recinto es de forma poligonal, comprendiendo una superficie de unas 6 ha., resultando muy fácil de defender debido a que cuenta con un solo acceso practicable, en la cara norte; que se abre en dirección opuesta a la que se encuentra la ciudad de Numancia. En el lado norte la muralla se encuentra edificada mediante dos muros paralelo de un metro que constituyen el paramento exterior y un relleno interno de guijarros. Alcanza el 5,50 m de anchura, protegido mediante una doble fosa de 10,5 m de ancho. En los lados este y sur, la muralla fluctúa entre los 1,5 y los 2 metros de anchura y está realizada con piedra calcárea. En el lado oeste no se conserva muralla ni foso. La porta decumana tenía 8 metros de anchura flanqueada por dos torres de flanqueo cuadradas construidas con sillares muy bien escuadrados. El espacio anterior a la puerta estaba dividido en dos sectores mediante un muro longitudinal llamado titulum. En su interior se documentaron las construcciones correspondientes al praetorium, fórum, y quaestorium, así como horreum y numerosos contubernia de tropa de forma rectangular. Renieblas (Soria) 66

Otros autores clásicos: Apiano (Iberia 90-92) Floro: Epitome res gestae romanae I, 34, 11. 67 El campamento principal, en el cual se asentó Escipión. Al norte de la ciudad arévaca.

Identificados por Schulten en 1908, y ubicado 6 km al este de la ciudad de Numancia, las excavaciones arqueológicas se desarrollaron entre 1909 y 1912, reconociéndose la mayor parte de los muro a flor de tierra, lo que permitió levantar planos directamente. El campamento V se extendía en su mayor parte por la zona llana, tuvo que se excavado completamente. Se exhumaron los restos de al menos cinco campamentos superpuestos que se extendían por toda la ladera de la colina. El campamento I es el más reducido, extendiéndose por una superficie de unas 12 ha. al norte de la colina y presenta planta irregular de tendencia poligonal. El perímetro se halla delimitado por un muro de piedra de 2 a 2,5 m de espesor, jalonado por torres cuadrangulares. El campamento III es el mejor conservado, cuya planta es de tendencia poligonal, con ejes mayores de 970 x 730 y abarca 45,3 hectáreas, con murallas de 4 m de anchura y 5 m de espesor en algunos tramos. Los lienzos están construidos mediante dos paramentos paralelos de aparejo irregular con grandes bloques de piedra calcárea de hasta 2 m de largo por 1 m de alto, con un relleno interno compuesto de guijarros con la técnica de emplecton. Se conservan 27 torres de planta cuadrangular interiores a lo largo del perímetro, con espesor y anchura variables, así como dos torres semicirculares. Se conservan 6 puertas del recinto con vanos de 3 m, aunque la decumana, principales dextra y quintana sinistra no se conservan bien.68 -

Las guerras Lusitanas

Alpiarça (Santarem)69 En el “Alto do Castelo” de Alpiarça se identificó una fortificación de contorno poligonal consistente en una doble fosa, la exterior de perfil en U y la interna con perfil en V, además de un terraplén realizado con la tierra extraída de los fosos y restos de una empalizada sobre aquel. Se encierra un área de unas 20 ha. por dos de sus lados mientras los otros dos se encuentran protegidos por la propia elevación del terreno. Los materiales extraídos durante la excavación no permiten datar al campamento pero se han encontrado ánforas de la segunda mitad del siglo II a.C que han llevado a datar la construcción de este recinto en la época en que D. Junio Bruto llevó a cabo sus campañas contra los lusitanos (138-136 a.C).

5.2.2. Fortificaciones permanentes Los romanos contaban con campamentos fijos o permanentes: castra statiua o stationes, o mansiones. El agger cuenta con mayores proporciones y se añaden otros reparos y defensas como los cippi (estacas ramosas entrelazadas), los cerui (ramas de 68

Salustio, Historiae I, 94. Apiano, Iberia, 46-47. 69 Imagen 48

árboles a semejanza de cuernos de los ciervos), los lilia (agujeros con obstáculos), los stimuli (trampas erizadas de puntas), los stili (pequeñas aberturas para que se hundan los pies); etc. -

Posterior planificación de época augustea.

Muralla de Tarraco: 70 Primera muralla con numerosas poternas y reducida altura correspondiente a la fase “escipiónica” del final del siglo III a.C. Fase inmediata con adición de torres con capacidad para artillería pensada para una guarnición más reducida. Los trabajos aparecidos en las últimas décadas confirman la existencia de dos fases constructivas en la obra defensiva. Una primera fase encerraría un pequeño recinto de unas 5-6 ha. Que se suele identificar con el campamento de los Escipiones, y que parece corresponder más a un fuerte que a un gran campamento legionario. Durante la segunda fase, el circuito se amplió, mientras la muralla anterior sufría un proceso de esfuerzo y recrecimiento. El primer recinto correspondería a la petrificación del campamento escipiónico, fechada al 200 a.C, mientras a la segunda fase se le atribuye una cronología variable, que abarca un arco cronológico entre el 180 y el 125 a.C. Segunda muralla: de lienzos rectilíneos sin torres pero mucho mas alta y con partes de relleno en adobe hacia mediados del siglo II a.C, quizá en relación con las guerras numantinas.

5.2.3 Arquitectura del campamento -

Distribución y función71

Las puertas y los ángulos se fortalecían más, incluso a veces con torres. La tienda del jefe se situaba en el punto de cruce de dos calles principales y se veía desde todo el campo. Alrededor estaban los altares, las imágenes de los dioses, y todo lo necesario para los sacrificios. Junto al pretorio se alzaba también el tribunal militar, el lugar en donde se dirigían las alocuciones, se daban órdenes generales, y se ordenaba el servicio de cada día. El praetorio ocupa el lugar más alto del campamento. Higino dice que el lugar más apropiado es un suave pendiente, un lugar llano, una colina o un monte.72 A falta de esos lugares adecuados se establecen donde se puede y se llaman castra necessaria. Después se hallaban las tiendas de los jefes inmediatos al general (legados, cuestor, tribunos, y los primeros centuriones), siendo los intermediarios entre el jefe y las tropas que debían acampar en medio. Cerca se colocaban las tropas elegidas, los primeros manípulos de las legiones y de los aliados., y las primeras turmas de la caballería. Cuando el emperador estaba allí 70

Imagen 49 Imágenes 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, y 60 72 Higinio. De Munitione castorum, o De Metatione castrorum. 71

se colocaba su corte cerca del pretorio. La caballería ocupaba el centro del campamento, protegida por la infantería. Los caballeros no se empleaban ni en el atrincheramiento, ni en las guardias; siempre estaban dispuestos para salir cuando las circunstancias lo permitían. César describe que los campamentos deberían estar un poco elevados, de frente al enemigo; dejando una leve pendiente donde formar el ejército. La elección del lugar solían hacerla los centuriones y los exploradores. Tras esto se media la extensión necesaria (castra metiri) y se señalaban los puntos para el praetorio, etc. Las tiendas de los doce tribunos se abren al lado opuesto de la calle principal, hacia el frente del campo. Las tiendas se colocan separadas unas de otras en disposición de que llenen toda la longitud de ese lado del campo. Tras esto se miden 100 pies hacia delante de todas las tiendas de los tribunos; a partir de la línea que sirve de límite a este espacio sobre toda su longitud y se traza paralela a estas tiendas; a partir de ella empieza el lugar de las legiones. Dicha línea se divide en dos mitades, se forman dos lados con una perpendicular que viene a dar exactamente al praetorio, con una anchura de 50 pies, e inmediatamente a los lados de esta vía (Decumana) se sitúan las tiendas de los caballeros. La forma de las tiendas es cuadrangular y se abren hacia el lado de las calles que las separan y la longitud que ocupan es de 100 pies. Ordinariamente se procura que el fondo también tenga la misma profundidad. Los príncipes so colocan frente a los triarios a 50 pies. A su espalda y tocando sus tiendas por la espalda se colocan los astados. Se compone de diez manípulos. Todas la calles tienen la misma longitud. Tras los astados se deja un intervalo de 50 pies donde se colocan los caballeros aliados cuya izquierda y derecha se encuentra sobre las líneas mismas que las de las legiones romanas. El terreno que se encuentra detrás de los tribunos y toca al pretorio a la izquierda y a la derecha se destina el uno al Foro y el otro al cuestorio con toda la intendencia. Sobre el lado superior de la vía principia sociorum acampan los caballeros extraordinarios, mirando al foro, del pretorio y del cuestorio. Detrás se coloca la infantería extraordinaria, mirando hacia el atrincheramiento y hacia la parte posterior del campo. El espacio libre de cada lado y próximo a los flancos del campamento se destina a los extranjeros y a los auxiliares. El campamento tiene planta de cuadrángulo equilátero y por la distribución de sus calles y de sus tiendas da el aspecto de una ciudad simétrica. En todo el atrincheramiento está separado de las tiendas por un espacio de doscientos pies, que resulta muy útil para las entradas y salidas de las tropas. De noche se ponen en él las acémilas73 y el botín cogido al enemigo. El campamento contaba con cuatro puertas. La principal era la Porta Praetoria, la cual estaba situada frente al enemigo.

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Según la RAE: Mula o macho de carga, asno o cierto tributo que se pagaba antiguamente.

La distancia evita que el enemigo, en un ataque nocturno pueda llegar a las tiendas, ni el fuego ni los dardos arrojados desde fuera. -

Tiendas

Las tiendas de los campamentos fijos (castra statina) como los del invierno y los que se establecían a lo largo de las fronteras, estaban prefabricadas sobre planchas (tabulae) formando barracas. Tiene normalmente la configuración de casas con techos a dos vertientes y formando un frontón. La cubierta se sostiene por unos listones por unos listones trabajados deprisa y entrecruzados, y la entrada se cierra con una cortina. Todas la tiendas eran de la misma configuración, pero la que formaba el pretorio era mucho mayor y más lujosa, las de los jefes, mejor trabajadas. En los campamentos eventuales las tiendas eran más ligeras y normalmente de piel de cabra, de donde permanecer en el campamento se decía sub pellibus esse o habere milites. Se les daba el nombre de papilio por cierta semejanza de sus cortinas recogidas en la puerta de entrada con las alas de las mariposas. La tienda del general o ducis tabernaculum o praertorium; en los campamentos fijos reproduce el antiguo atrio de la casa romana. En cada tienda se alojaban diez soldados, que formaban un contubernium. En ella dormían, comían y eran atendidos si se encontraban enfermos; a menos que fuera algo grave en cuyo caso se trasladaban al ualetudinarium o enfermería. -

Espacios y construcciones de componente sagrado

El autor de “Roman Army Religion” J. Helgeland afirma que el campamento y las fortalezas militares son un microcosmos religioso.74 Al parecer se producían sacrificios de purificación en los campamentos tras la construcción del mismo. Lo mismo sucedía en otras construcciones como puentes, etc. El sacrificio se denomina como Consecratio. A veces existía un depósito de fundación ritual, guardado en el centro del campamento, en la entrada del patio de los Principia. Se ha encontrado material carbonizado cubierto con sedimentos limpios. Principia75 Se trata de un foco religioso y jurídico-administrativo. En campaña se trata de un espacio abierto frente a los estandartes y a la tienda del comandante. No hay dos principia iguales, pero todos tienen elementos o características en común. Se trata entonces de una disposición tripartita: un patio rodeado de columnas o ambulatorio con un pozo76 o fuente en una de sus esquinas77. Una serie de oficinas y una nave elevada o basílica.

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ANDRÉS HURTADO, Gloria. “Los lugares sagrados: Los Campamentos militares.” Imágenes 62 y 63 76 Imagen 61 77 En A Cidadela (A Coruña) se encontró una arqueta con agua de reserva que servía a la hora de realizar sacrificios. 75

En esta zona se han encontrado bases de estatuas, altares y capillas. Hay una estructura abierta en la mayoría de los principia. Se trata de una nave con sólidas puertas. Tras la basílica hay una serie de habitaciones, normalmente cinco. Capilla se llama aedes o sacellum. Entre las habitaciones de la oficina hay una cámara acorazada, armamentaria y tabulorium. Delante del aedes de piedra se realizan ceremonias religiosas en un altar78. En él se conservaban los signa militaria. La profanación o violación de un lugar sagrado implicaba la aplicación de un castigo. La aedes tenía un estatus de inviolabilidad y derecho de asilo, no se podía entrar ni con armas ni a la fuerza. En el sacellum se hallaba la caja de regimiento con parte de la paga de los soldados. En el período de los severos se fue sustituyendo el pozo por una cámara 79 acorazada con escaleras. El sacellum también tenía un papel vigilante. Las murallas80 Se comparaba el campamento como una ciudad por lo que todo dentro de los muros era considerado como un espacio religioso. -

Templos

En Hispania poseemos pocos ejemplos y éstos han sido constatados gracias a la epigrafía, ya que la arqueología aun no ha aportado suficientes datos. Ejemplos: León: Tres inscripciones dedicadas a las ninfas. Ourense: Santuario dedicado a las ninfas en Aquae Quarquenae81. Inscripción a las ninfas y a Marte. -

Castellum

Castellum es el diminutivo de castrum, lo que indica un reducto o fortificación pequeña, ya sea pasajera o permanente. Estos reductos se construían cuando un jefe quería conseguir el dominio de una altura que dominaba sus campamentos, o que tenía mucha importancia estratégica, para garantizar la defensa de cabezas de puente, pasos vitales o lugares a donde tenía que ir a procurarse el agua o el forraje, etc; los mismo que para fortificar trincheras demasiado largas, o unas líneas de comunicación. Si el uso o la utilidad de estos fuertes era pasajero se contraían de tierra muy deprisa, llamándose castellum tumultuarium o tumultuarium opus. 78

En Priaranzade Valduerma (León) se conserva un altar elevado en honor a Júpiter Óptimo Máximo, con un águila representada sosteniendo los rayos sagrados de Júpiter en sus garras, y con las alas desplegadas. Se encontraba en un nicho sagrado. En el lado derecho hay un vexillum. 79 Imagen 66 80 Imagen 64 81 Imagen 65

Los castella destinados a defender un camino o fortaleza, o una ciudad se contraían fuertes, de piedra en alturas y se llamaban castela murata. Dotados de una guarnición no muy numerosa y frecuentemente solo de caballeros llamados castellani. Según Vegelio los más pequeños se llamaban burgi. -

Otros campamentos:

Los lunata para los asedios. Los náutica que alojaban marineros en tierra. Los peregrina en el monte para alojar a los soldados y viandantes extranjeros. Los rauennaticum donde se hospedaban los marineros de la escuadra de Rávena. Los castra peaetoria urbana para alojar a los soldados de Roma.

5.3 Armamento/Equipamiento 5.3.1. Armamento - Armas Ofensivas El hasta82 Es el arma tradicional. En sabino es llamada curis. Sus portadores son hastati o portadores del asta. En un principio estaba desprovista de metal, y se trataba de un venablo endurecido al fuego. La lanza estaría dotada de un asta o palo largo con un hierro puntiagudo y cortante en forma de cuchilla, el venablo es corto y arrojadizo. Más tarde se les añade el ammentum o amentum una correa que se les ataba para lanzarlos con mayor fuerza y a mayor distancia. Las puntas encontradas son de bronce o hierro, cuyo tamaño medio es de 25 o 30 cm. El pilum83 Pertenece sobre todo a la infantería romana. Unos le dan procedencia sabina, etrusca o samnita; pero muchos la hacen romana. Se trata de una vara puntiaguda en la cual se fija una punta con forma de hoja. El mango se une en la longitud del hierro, que puede ser redondo, hexagonal o rectangular. Cada soldado llevaba dos pila, uno pesado y otro ligero. Las armas halladas en Schulten fueron fundamentales en la discusión sobre el origen y desarrollo del pilum y otras armas romanas. Algunos de los pila pesados más antiguos conocidos, como los de Castellruf en Gerona, datables a fines del siglo III a. C, muy anteriores a los numantinos. Los pila ligeros y pesados de La Caridad (Teruel), de 82 83

Imagen 67 Imágenes 68 y 69

la primera mitad del siglo I a.C, se asocian a todo tipo de armas (cascos de tipo Montefortino, umbos de scutum, espadas e incluso una catapulta). Interacción de las armas peninsulares de los siglos III y II a.C, con las armas republicanas en relación con el abastecimiento de armas del ejército romano republicano en Hispania, insistiendo en la esencial compatibilidad de muchos tipos de armas indígenas como las pila y soliferrea, espadas y puñales, con las formas de combate romanas. En torno a la segunda mitad del siglo III a.C y principios del siglo II, la mayoría de los cascos se localizan en contextos funerarios indígenas ibéricos del sureste; a partir de principios del siglo II a.C se aprecia el avance del ejército romano por el valle del Ebro y la Meseta Oriental, existiendo algún casco con epígrafe latino. La falárica84 Es un arma arrojadiza que se lanza desde los falis, desde los lugares edificados. La fala es una torre de madera usada en el asedio a las ciudades. Tito Livio 85 la describe como un arma arrojadiza usada por los saguntinos, de abeto y redonda menos donde se le aplicaba el hierro. Esa zona era cuadrada, rodeada de estopa y untada de pez. Se lanzaba con la mano o con la ayuda de máquinas. Servía para el ataque de una ciudad que para su defensa. Se usaba también para la caza. El uerutum 86 Es un dardo arrojadizo de la falange serviana. El gaesum87 Aparece en el año 340, en el 225 se nombra por primera vez hasta uelitaris. El gladius88 En los tiempos más remotos solo los guerreros de alto rango disponían al mismo tiempo de lanza y espada. Se usan dos tipos de espadas: las largas y de tajo al principio de bronce, luego de hierro. Las cortas con frontón de origen micénico vienen de Italia por mar. Las tres primeras filas de la falange serviana llevaban una espada corta para la lucha cuerpo a cuerpo. La espada corta con el nombre de hispana y el sable que desaparece tras los tiempos de Servio, siendo reservado a los altos jefes. La gladius hispaniensis es la versión local de la antigua espada de gala de La Tène I, con hoja larga de entre 60 y 65 cm de longitud, y fuerte punta aguzada, que se usó en Iberia cuando en la Galia hacía tiempo que había sido sustituida por espadas más largas y de punta roma, de uso exclusivamente tajante.

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Imagen 70 Tito Livio. 21, 8, 10-12. 86 Imágenes 71 y 72 87 Imágenes 73 y 74 88 Imágenes 75, 76 y 77 85

La vaina metálica de lámina de hierro con suspensión vertical de la cintura mediante un “pontet” de las espadas galas, fue sustituida en Iberia por una vaina de armazón metálico con placas de madera y cuero, y suspensión mediante anillas móviles para un tahalí cruzado sobre el pecho, modelo que sería adoptado por ejército romano. Resulta indudable que el pugio romano alto imperial deriva del puñal de empuñadura biglobular celtibérico, quizá adoptado originalmente como pieza atractiva de botín en época de la guerra de Numancia o sertoriana. Clava y hacha Era seguramente el arma de los asccensi uelati que no podían comprarse armas metálicas. En la columna de Trajano figuran los cluatoreso soldados equipados con mazas. Era un arma primitiva y barata. Honda (funda)89 Plinio atribuye a los fenicios su invención. Las hondas más simples consistían en una cinta de cuero, de lino o de crin. En su parte central contaba con un dispositivo más ancho para recibir la piedra. Uno de sus extremos se sujetaba a la mano o a un dedo, quedando el otro simplemente apresado entre los dedos. Según la honda variaba la forma o el peso del proyectil. Además de los cantos, se inventaron proyectiles de arcilla del tamaño de un huevo de gallina, que enrojecido a fuego podría prender llama en lugares secos. Incluso se realizaron balas metálicas, en bronce o plomo. Los proyectiles de honda (glandes de plomo y quizá esferas de arcilla e incluso cantos rodados) y puntas de flecha son demasiado numerosos como para hacer un recuento. Los glandes de La Caridad presentan la particularidad de estar todavía con rebabas, recién salidos del molde de fundición. En los campos de batalla de Baecula(Jaén) quizá de la segunda guerra púnica y de Andagoste (Navarra)(datable quizá hacia el 40-30 a.C) se han hallado numerosos glandes de plomo.

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Armas defensivas

Galea90 Los cascos protectores debían ser de piel fresca o cuero antes de que en metal. El casco de cuero era la galea. Las primeras galeae se formaron con la piel de la cabeza de un animal que se adaptaba a la cabeza del guerrero. Lo usaban guerreros débiles económicamente. A veces se reforzaban con cascos de metal. Cascos bivalvos 89 90

Imágenes 78 y 79 Imagen 80

Dos piezas que se unen en el vértice superior con molduras convenientes para que se adapten a la cabeza como una cofia. Su forma más simple es un cono sin cresta, o incrustando en las junturas de sus bordes una cresta cónica o piramidal. Otra forma más complicada es la hemisférica u ojival, cuya cresta, bastante alta presenta una doble curvatura elegante. Cascos de una sola pieza Presentan una técnica más avanzada y una forma hemisférica u ojival, en la parte superior llevan un tubo terminado en botón.es un caparazón completo en el que solamente los ojos y la boca quedaban sin protección. Era usado por los reyes y guerreros pudientes. Se decoraban con cresta y un par de cuernos o plumas. Los cascos de tipo Bugennum, ya de época cesariana, se concentran en zonas del Suroeste, mientras que en la etapa augustea se fechan imitaciones locales del área galaica. Flechas, arco, ballesta, fustíbalo91 Hasta le época de Maximiano siempre fueron usadas por los grupos especiales. Son armas para combatir a distancia. Junto a los arqueros estaban los honderos y los de tregularii o ballesteros. Las flechas más grandes se lanzan con ballestas, arcuballista, manuballista. El fustíbalus era un palo de unos cuatro pies de largo, que tenía en el centro una honda de cueto y se manejaba con dos manos. Scutum92, clipeus93 El escudo era un pieza rectangular, oblonga u ovalada, de madera o mimbre entretejido, recubierto con piel y con un saliente de hierro en el centro: umbo; que puede ir unido a un soporte en forma de cruz o de triangulo para darle fortaleza en el centro. Los umbos metálicos de scutum no son frecuentes, pero han aparecido asociados a armas romanas en los yacimientos de La Azucarera, La Caridad y La Almoina, todos de finales del siglo II o principios del I a.C. Son placas férreas con aletas trapezoidales, distintas de las aletas rectangulares típicas en yacimientos de influencia celta en el nordeste peninsular. El clipeus era redondeo de bronce. Es de procedencia griega. Podía ser de madera o mimbre, cubierto en el exterior de una plancha de bronce. Su tamaño era de unos 90 cm de diámetro. Los caballeros llevan su escudo redondo de bronce, llamado parma, que será de cuero; menos ovalado que el escudo de la infantería y protegido también con su umbo. Los infantes de la segunda, tercera y probablemente también los de cuarta clase llevan el escudo ovalado.

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Imágenes 81, 82, 83, 84 y 85 Imágenes 86 y 87 93 Imágenes 88 y 89 92

El escudo ovalado, scuta pro clipeis, era convexo, hecho de madera cubierta de una tela fuerte, y sobre ella cuero de buey. Lleva también un umbo metálico, quizás rodeado por una arandela de bronce. Según Polibio era de 120 x 75 cm.94 Ejemplos: Numacia: elementos de artillería, proyectiles de piedra, pila, equipo equino, y personal. Cáceres el Viejo: guerras sertorianas (87-72 a.C). dos yacimientos diferentes: uno referente a las panoplias propias de las tropas de caballería e infantería romanas, y otro a las piezas indígenas. La Azucarera: Alfaro, La Rioja. Espadas, dagas, umbos de escudo y los restos de un casco del tipo “Montefortino”. Seguramente una ofrenda votiva esta datado en la segunda mitad del siglo II a.C.

5.3.2. Armadura La armadura esta definida para tres aspectos fundamentales: garantizar la protección ante las armas de los enemigos, poseer flexibilidad suficiente como para permitir la necesaria libertad de movimiento, y ser lo suficientemente ligera. Estos aspectos influyen en la evolución de la armadura romana resultando un equilibrio entre movilidad y protección. Gracias a dichos avances la armadura romana comenzó a realizarse en materiales más ligeros y resistentes. - Armadura segmentada95 La lorica segmentata es el prototipo mejor conocido de todos los empleados por el ejército romano. Se trata de una coraza formada por láminas de hierro articuladas. En su interior cuenta con tiras de cuero que unen las diferentes placas. En la zona externa cuenta con una serie de accesorios de bronce/cobre que sirven para articular o abrochar las diferentes secciones. Se ha llegado a creer que este tipo de defensas eran características de ciertas legiones., como las que tenían que batallar con enemigos como los celtas. En esas ocasiones requería mayor protección en la zona de la cabeza y los hombros de los soldados de infantería.96 Otra particularidad de esta armadura es que era más ligera que otros protectores. Armadura del tipo 97 Es el protector segmentado más antiguo que se conoce. Entre los vestigios más antiguos se encuentran los de Dangstetten (Alemania) datados alrededor del 9 a.C. Son muy escasos en la península ibérica, y su presencia se reduce a la presencia de una serie de bisagras. Los perfiles de las bisagras «Kalkriese» son bastante simples, pudiendo presentar un par de lóbulos dentro de la estructura rectangular de la pieza, o contar con un remate apuntado. El ejemplar más antiguo está asociado al campamento de la legio X gemina en Astorga (León)98 y fechado en época augusteo-tiberiana. Otra bisagra fue encontrada en Veleia (Iruña de Oca, Álava) datada en la segunda mitad del siglo I. 94

Liu. 44, 33, 9; 9, 19; 21, 19. Imagen 90 96 El casco romana desviaba el golpe hacia los hombros, por lo que se sobreprotegía dicha zona. 97 Imagen 91 95

Armaduras de tipo 99 Son muy conocidas debido a la abundancia de hallazgos y a su amplia dispersión geográfica. Son una evolución de las Kalkriese en un momento indeterminado de la etapa tiberio-claudia. Son representativas de los contingentes que invadieron Britania. Los primeros usos conocidos de esta armadura en Hispania son los correspondientes a las legio VI en León, cuya evidencia más antigua es un gancho encontrado en un vertedero tiberio-neroniano de La Palomera. Se localizaron más de 20 grupos diferentes de flejes de hierro, entre los que podemos identificar varias láminas de hombreras y una plancha correspondiente a la faja. En el valle del Ebro también se tiene constancia temprana de estas corazas, como podemos comprobar gracias a una hebilla documentada en Celsa (Zaragoza), datada en la primera mitad del siglo I. Armaduras del tipo «Newstead»100 Son el modelo culminante de las corazas segmentadas. Datan de la primera mitad del siglo II hasta casi la tercera centuria. Una de las características principales que define a las lorigas «Newstead» es el modo de abrochar los flejes de la faja, mediante anillas de cobre/bronce que se hacen pasar por sendos orificios rectangulares enmarcados por placas también de bronce La presión ejercida sobre tales anillas durante los movimientos del soldado prodigaba la rotura de las mismas, causa que justifque su abundancia en el registro arqueológico. Otro elemento específico son las bisagras lobuladas de gran tamaño, cuyos extremos son apuntados. Respecto a los discos que las decoran, éstos son lisos y no repujados. Finalmente, otro rasgo propio es el enfundado de la parte baja del faldón con tiras de cobre/bronce dobladas en forma de «v». Se hallan asociadas al fuerte de la legio VII de León, y al campamento de Herrera de Pisuerga.

- Armadura de escamas La lorica squamata101 puede que sea una de las más usadas. Con una serie de estructuras de láminas de hierro o cobre/bronce unidas mediante ligaduras de alambre, cosidas posteriormente a una tela fuerte. Hay dos tipos de corazas. La flexible fue la más usada del Imperio Romano, tratándose de pequeñas láminas que sólo se unían horizontalmente. La variante semirrígida se popularizó a partir de la época antonina, consistiendo en escamas alargadas unidas entre sí por sus cuatro lados; pero limitaba los movimientos en el plano vertical. El tamaño de las láminas y su morfología abarcan un amplio rango de perfiles y secciones, desde las más comunes con puntas redondeadas hasta las de remate puntiagudo. Normalmente se recubrían de estaño, lo cual retrasaba la corrosión del metal y evitaba que se pudrieran las costuras. Muchos autores la consideran inferior a la cota de malla en cuanto a su calidad defensiva. Eran muy populares debido a que su fabricación y reparación era muy sencilla. 98

Descubierto en las excavaciones de la Plaza de Calvo Sotelo, 10 Imagen 92 100 Imagen 93 101 Imágenes 94 y 95 99

Los restos encontrados en Hispania conforman escamas sueltas siendo el testimonio más antiguo un fragmento de lámina de cobre/bronce aparecida en León, concretamente en Santa Marina correspondiente a la segunda fase del campamento de la Legio VI de época tiberio-neroniana. También de León, pero asociadas al taller de la legio VII datado a finales de la tercera centuria, son dos escamas sueltas fabricadas en cobre/bronce y un bloque unido aún por sus eslabones, hallados en la Plaza del Conde Luna. Pertenecientes al campamento de la cohors I Celtiberorum en Cidadela (A Coruña) son también una serie de vestigios, hallados en el nivel de relleno originado tras abandonar el establecimiento militar, para el que se utilizaron tierras sacadas del propio campamento y de la cannaba, cuyos materiales arqueológicos han de fecharse a finales del siglo II y en especial en el siglo III. Se trata de siete fragmentos de láminas, algunas de las cuales aún se encuentran unidas por alambres. -

Cotas de malla

El origen de la lorica hamata102 esta ligado al mundo celta, de donde se habría transmitido a la metalistería romana. La armadura consiste en una serie de anillas encadenadas, de modo que cada una de ellas está unida a otras cuatro, dos correspondientes a la fila superior y dos a la inferior. Dichas anillas se confeccionaban en aleación cobre/bronce o en hierro, siendo su tamaño sorprendentemente pequeño, pues algunas apenas alcanzan los 3 mm de diámetro. El tipo más habitual poseía mangas cortas o carecía de ellas, siendo mucho más rara la manga larga. Los hombros eran objeto de una especial protección, reforzando su defensa mediante unas hombreras abrochadas al frente de la camisa gracias a un doble gancho articulado que descansa sobre el pecho. Durante la tercera centuria, dichos ganchos fueron sustituidos por uno o dos pectorales repujados con idéntica función. La lorica hamata presenta una serie de ventajas y desventajas ante el combate. Las anillas proporcionan una excelente defensa contra los cortes y también son eficaces contra los golpes de espada, pues son armaduras muy flexibles capaces de absorber las estocadas. Sin embargo se muestran vulnerables ante las flechas, cuyas puntas podían penetrar a una profundidad letal para el soldado. Existen pocos restos en Hispania, y sus inicios datan de la época Republicana. -

Pectorales repujados103

Este tipo de piezas se usaban sobre distintos tipos de armaduras, pero sobretodo en las armaduras de escamas, facilitando la entrada de la cabeza por la abertura que flanqueaban. Dicha abertura se cerraba mediante el solapamiento de placa sobre placa. Su rasgo más especifico es la magnifica decoración repujada con la que contaban. En Hispania únicamente conocemos un par de ejemplares, ambos localizados en el entorno del campamento de la legio VII gemina en León. Uno de ellos se localizó en las excavaciones de Legio, concretamente en el vertedero de Santa Marina, en un contexto datado en los inicios del siglo IV d.C. De Puente Castro (León) procede otro fragmento de pectoral. 102 103

Imágenes 96, 97 y 98. Imágenes 99 y 100

- Protectores parciales para brazos y piernas104 Son los guardabrazos, guardamuslos y espinilleras; fabricados tanto en metal como en cuero. El brazo se hallaba protegido mediante láminas de hierro o cobre/ bronce imbricadas entre sí. A esta protección se la denominaba manica. Sólo cubrían el brazo de la espada, ya que el otro quedaba resguardado por el escudo. Los restos relacionados con Hispania se encontraron en León. Respecto a los protectores para las piernas, Polibio105 sugiere que sólo se usaba una espinillera ubicada en la pierna izquierda, dado que la otra se defendía con el escudo. Las espinilleras encontradas no podrían estar relacionadas precisamente con el uso militar sino que podían pertenecer a gladiadores. - Equipo equino106 Estas armaduras tenían dos funciones distintas: la protección facial en los enfrentamientos deportivos y la protección integral durante la batalla. El equipo para la hippika gimnasia de los siglos I-II cubría solamente la cabeza del caballo, mediante una máscara de cuero. Después se evoluciono cubriendo al caballo totalmente para protegerlo de las flechas de los arqueros.

6. Tácticas del ejército en marcha - Partida del campamento en época manipular107 Para levantar el campamento se daban 3 señales: la 1º se recogían las tiendas, a la 2º se cargan las acémilas (uasa colligere) y la 3º se emprende la marcha. Mientras se realiza todo esto se emiten ruidos intensos pero si se quería hacer sin que el enemigo se enterase, se hacia en absoluto silencio. Entre la 2º y 3º señal, los soldados se alineaban en torno a su respectivo signum y así quedaba constituido el agmen (ejército en marcha). - El agmen pilatum y el agmen quadratum Polibio describe a dos tipos de agmina, el agmen pilatum, cuando no se teme el asalto de ningún enemigo durante la marcha y el agmen quadratum, cuando se temía el ataque de un enemigo. - Triplex acies108 Pero César cambiará esta disposición y la dividirá en tres columnas: la 1º a la derecha se componía de las cohortes 1, 5, 8, la 2º las cohortes 2, 6 ,9 y la 3º las cohortes 4, 3, 7, 10. Entre las columnas se dejaba el espacio necesario para realizar sus movimientos Desplazándose estas cuando llegaba el enemigo.

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Imágenes 101, 102, 103, 104 y 105 (6.23)

Imagen 106 Imagen109 108 Imagen 107 107

Estas disposiciones dependen mucho de los lugares por donde se van pues el caminos difíciles el ejercito puede tener la necesidad de separarse en unidades lo que aumentaría el peligro si acechase el enemigo. Pero en cambio en los terrenos anchos pueden marchar manteniendo estas disposiciones sin separarse. Dentro de las columnas, se distinguen tres partes: el agmen primun (vanguardia), agmen médium y agmen nouissimum (retaguardia), cuyas ultimas filas se llaman agmen extremum. Esta formación también la hubo durante el imperio. - Formación en Orbis Se reservaba para las retiradas, cuando el enemigo acechaba por todos los flancos. Los jefes y los impedimenta se sitúan en el centro y se trata de impedir que el enemigo penetre en el círculo. - Duplex acies109 Cuando el número de soldados era inferior al de la triplex acies, los soldados colocados en dos aces y en el medio se situaban las tropas auxiliares. - Formación en cuña Útil para evadirse de un cerco o romper las líneas enemigas por el medio - Las 7 tácticas de Vegecio Orden paralelo: Formar un rectángulo alargado presentando al enemigo uno de los lados alargados. Orden oblícuo: Formación oblicua, reservando el ala izquierda y atacando con la derecha, donde se colocaban las mejores tropas. Formación oblicua, pero atacando con el ala izquierda, muy peligrosa pues le presentaba al enemigo el lado derecho que no estaba protegido por el escudo. Atacar por las dos alas: Atacar al enemigo por las dos alas, dejando el centro del ejército al descubierto. (Escipión en Ilinga y Anibal en Cannas). Reforzar el centro en el momento en que las dos alas atacan. Atacar por su derecha dejando el centro de la columna y la izquierda desplegada detrás de él, pero colocada paralelamente al enemigo para caer sobre el si este se mueve. Apoya a una de las alas en un obstáculo natural (monte, rio…) Disposición en cuneus 109

Imagen 108

Ataque en cuña, los soldados se lanzaban formando un triangulo que trataba de perforar y dividir al enemigo. Disposición en globus Pequeños pelotonoes de soldados que se encargaban de hostigar al enemigo y hacerlo volver. Disposición en serra Serie de ataques y golpes de mano sobre la línea enemiga, atacando y retirándose según conviniese. Disposiciones de los emperadores León y Mauricio - Escítico: línea continuada y las alas se inclinan hacia delante para envolver al enemigo. - Alánico: Toda la primera línea avanza para atacar, dejando intervalos para poder retirarse. - Africano: El centro queda inmóvil y el avance lo hacen las alas. - Italiano: El ejercito forma dos líneas, formando dos cuerpos separados para cubrir los flancos y tener un cuerpo de reserva para acudir a donde haga falta. - Monarquía Los caballeros ordinariamente combatían en masa e iniciaban el combate, cargando contra el enemigo desde los flancos, para que la infantería pudiese atacar desde el centro. Era normal también que se bajasen del caballo y lucharan a pie como los demás. A partir de la Segunda Guerra Púnica, se cambia la táctica y los caballeros permanecerán siempre sentados. Para la carga la caballería se ordenaba en filas cerradas. Esta táctica si bien muchas veces resultó efectiva, otras como en la batalla de Tesino y Cannas fue desastrosa para el ejército. - La República Los hastati que eran los que comenzaban el combate, cuando estaban cansados, se retiraban por los espacios vacíos de la segunda línea y entonces los príncipes avanzaban. Si éstos se cansaban, los triarios se adelantaban por los huecos que dejaban los príncipes y entonces las tres líneas combatían en filas cerradas. Esta evolución de la lucha está descrita por Tito Livio. En la legión, cada línea entra en combate en orden y están colocados en damero y cada manipulo se mueve según las circunstancias y se desplaza para apoyas a sus vecinos o aprovechar los accidentes del terreno y las debilidades de la fisura de las filas enemigas. Con César la unidad táctica de la caballería es la turma de 32 hombres, mandada por un prefecto y dividida en decurias con sus decuriones. Las turmas a veces formaban alas.

7. Conclusiones - Conocemos muchos yacimientos, y el funcionamiento del ejército gracias a las fuentes clásicas y a las posteriores excavaciones. - Gracias a su estancia en Hispania se excavaron y explotaron numerosos yacimientos mineros con lo que la península ganó importancia y prosperó. Además destaca su papel constructor al ser el principal desarrollador de vías, constructor de puentes, acueductos, etc. - Destaca su papel como difusor de la religión y el culto, puesto que no sólo difundían el suyo sino que también exportaban e importaban el de otras culturas al tener soldados pertenecientes a ellas. Eso quiere decir que también provocaban la fusión de algunos elementos como dioses, cultos, rituales, etc. - En cuanto al armamento y al equipamiento cabe decir que no sólo desarrollaban sus propias armas sino que adoptaban y adaptaban las armas de os pueblos que invadían y con los que tenían luchas continuas. Las armaduras se adaptaban al terreno y al tipo de lucha, al igual que las armas y la maquinaria.

8. Bibliografía MORILLO, ANGEL: “El ejército romano en Hispania: guía arqueológica”, León, Universidad de León, 2007. GUILLÉN CABAÑERO, JOSÉ: “Urbs Roma: vida y costumbres de los romanos”, Salamanca, Sígueme, 1980. RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, JULIO: “Historia de las legiones romanas: Tomo I”, Madrid, Signifer Libros, 2001. RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, JULIO: “Historia de las legiones romanas: Tomo II,” Madrid, Signifer Libros, 2001. ROLDÁN HERVÁS, JOSÉ MANUEL: “Historia antigua de España”, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia, D.L, 2001. SANTOS YANGUAS, NARCISO: “El Ejército romano y la romanización de los astures”, Oviedo, Asturlibros, D.L, 1981. ROLDÁN HERVÁS, JOSÉ MANUEL: “Los Hispanos en el ejército romano de época republicana”, Salamanca, Universidad, 1993 AURRECOECHEAL, Joaquín. “Las armaduras romanas en Hispania: protectores corporales para la infantería y la caballería”. GLADIUS110 XXX (2010). LÓPEZ GARCÍA, Isabel. “El armamento romano-republicano en la iconografía de la Hispania Ulterior: el relieve de los soldados de estepa (Sevilla)”. Baética. Estudios de Arte, Geografía e Historia. 2009, Málaga.111

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Estudios sobre armas antiguas, arte militar y vida cultural en oriente y occidente. Pp. 79-98 Universidad de Málaga. Campus de Teatinos.

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9. Apartado gráfico Imagen 1: César

Imagen 3: Tribunus militum

112 113

Imagen 2: Busto de César

Imagen 4: hastati

Universidad de León, Casa Velázquez.

http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&sqi=2&ved=0CDAQFjAA&url=h ttp%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F838064.pdf&ei=Kfa7UJrjEcuV0QXdpoDID g&usg=AFQjCNEbd9a26OjTbkY5Oz80L1e-pyyLhQ&sig2=d-7mJpR--JeLuckAK-eK1A

Imagen 5: hastati

Imagen 6: Vélites

Imagen 7: Vélites

Imagen 8: Vélites

Imagen 9: Velites

Imagen 10: Socii

Imagen 11: Socii

Imagen 12: Tiberio

Imagen 13: Vespasiano

Imagen 15: Antonio Caracalla

Imagen 14: Septimio Severo

Imagen 16: Galieno

Imagen 17: Diocleciano

Imagen 18: Constantino

Imagen 19: Pedites

Imagen 20: equites

Imagen 21: equites

Imagen 22: equites

Imagen 23. conventus

Imagen 24: signum del manípulo

Imagen 25: signa militaria

Imagen 26: signa militaria

Imagen 27 signa militaria

Imagen 28: signa militaría

Imagen 29: Júpiter

Imagen 30: Júpiter

Imagen 32: Juno

Imagen 33: Juno

Imagen 31: Júpiter

Imagen 34: Juno

Imagen 35: Minerva

Imagen 36: Minerva

Imagen 37: Minerva

Imagen 38: Minerva

Imagen 39 Ataecina

Imagen 40:Proserpina

Imagen 41: Marte

Imagen 44: Feriale Dunarum

Imagen 42: Mitra

Imagen 43: Feriale Dunarum

Imagen 45: Dura Europos

Imagen 46: Genius signorum

Imagen 47: Aguilar de Anguita

Imagen 48: Alpiarça

Imagen 49: muralla de Tarraco

Imagen 50: campamento

Imagen 51: Campamento

Imagen 52: Campamento

Imagen 53: Campamento

Imagen 54: Campamento

Imagen 55: Campamento

Imagen 56: Campamento

Imagen 57: campamento

Imagen 58: Campamento

Imagen 59: Campamento

Imagen 60: Campamento

Imagen 61: pozo principia

Imagen 62: principia

Imagen 63: Principia

Imagen 64: muralla y foso

Imagen 65: Aquae Quarquenae

Imagen 67: Hasta

Imagen 66: Cámara

Imagen 68:Pilum

Imagen 69: Pilum

Imagen 70: falárica

Imagen 72: Uerutum

Imagen 71. Uerutum

Imagen 73: gaesum

Imagen 74. Gaesum

Imagen 75: gladius

Imagen 76: gladius

Imagen 77. Gladius hispaniensis

Imagen 78: honda

Imagen 79: proyectil de honda

Imagen 80: Galea

Imagen 81: flechas

Imagen 81: arco

Imagen 82. Ballesta

Imagen 83: Ballesta

Imagen 84: ballesta

Imagen 85: ballesta

Imagen 86: Scutum

Imagen 87: Scutum

Imagen 88. Clipeus

Imagen 89: clipeus

Imagen 90. Lorica segmentata

Imagen 91: Kalkriese

Imagen 92: Corbridge

Imagen 93: Newstead

Imagen 94: lorica squamata

Imagen 95: lorica squamata

Imagen 96: lorica hamata

Imagen 97: lorica hamata

Imagen 98: lorica hamata

Imagen 99: pectorales

Imagen 100: pectorales

Imagen 101: guardabrazos

Imagen 102: manica de cuero

Imagen 104: protectores

Imagen 103: espinilleras

Imagen 105. protectores

Imagen 106: equipo equino

Imagen 108. Duplex acies

Imagen 109: Táctica del manipulo

Imagen 107: Triplex acies

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