Sociedades en Transición en el Río Patuca: Pasado y Futuro del Corredor Biológico Mesoamericano

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Descripción

Primer Congreso del Área Cultural GRAN ULÚA MATAGALPA C-GUM-I Matagalpa, 28, 29 y 30 de marzo 2014 Sociedades en Transición en el Río Patuca: Pasado y Futuro del Corredor Biológico Mesoamericano Gloria Lara Pinto 1 George Hasemann 2 y Carmen Julia Fajardo Cardona 3 Resumen Durante los últimos treinta años se han venido gestando proyectos de producción hidroeléctrica a lo largo del caudal del curso medio del río Patuca, en el centro-oriente de Honduras. Así, el Congreso Nacional de Honduras aprobó en enero 2011 la construcción de las represas hidroeléctricas Patuca II (Valencia), Patuca IIA (La Tarrosa) y Patuca III (Piedras Amarillas), en el Departamento de Olancho, en una región del país que comprende los territorios ancestrales de los pueblos tawahka y miskito. Las preocupaciones manifiestas de estos pueblos --en especial para el pueblo tawahka—así como también del sector ambientalista, se relacionan directamente con el Proyecto Reserva de Biosfera Transfronteriza Corazón del Corredor Biológico Mesoamericano. La ya avanzada construcción de la primera represa (Patuca III) y las siguientes planificadas, parecen entrar en contradicción con los objetivos del mencionado Proyecto de Biosfera Transfronteriza (en Nicaragua incluye la Reserva de Biosfera Bosawás) que son mejorar la gestión nacional y binacional de dichas áreas protegidas, por cierto respetando los derechos de los habitantes ancestrales y tradicionales. El impacto derivado sobre los recursos culturales pasados y presentes, así como sobre los recursos naturales, de la pronta puesta en funcionamiento de la primera represa (Patuca III) sobre el caudal del río Patuca, todavía la principal vía de comunicación para desplazamiento de personas y bienes hacia la Mosquitia, ha sido poco discutida más allá del pago de indemnizaciones y mejoras a los grandes dueños de tierras y los campesinos inmigrantes de otros sectores del país que constituyen el frente de colonización agrícola. Este panorama escuetamente esbozado y sus repercusiones es el tema de esta ponencia. Palabras claves: Pueblos indígenas, recursos culturales, impacto ambiental, reservas biológicas

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Gloria Lara-Pinto es antropóloga con orientación en arqueología y etnohistoria; realizó sus estudios y obtuvo su doctorado en la Universidad de Hamburgo, Alemania, en 1980. Desde 1985 es docente en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, en Tegucigalpa, Honduras. 2 George Hasemann (†) era antropólogo con orientación en arqueología y geografía humana, laboró para el Instituto Hondureño de Antropología e Historia durante 25 años y obtuvo su doctorado en la Universidad de Kentucky en 1998, año en el cual falleció en Tegucigalpa, Honduras. 3 Carmen Julia Fajardo es antropóloga con orientación en arqueología de la Escuela Nacional de Antropología de México graduada en 1985 y tiene estudios de maestría en Educación en Derechos Humanos. Desde 1987 es docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y actual coordinadora de la carrera de antropología.

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Antecedentes El Congreso Nacional de Honduras aprobó, en un solo debate, el 17 de enero 2011 el Decreto 279-2010 para la construcción de las represas hidroeléctricas Patuca II (Valencia) 4, Patuca IIA (La Tarrosa) 5 y Patuca III (Piedras Amarillas) 6, en el Departamento de Olancho, en una región del país que comprende los territorios ancestrales de los pueblos tawahka y miskito. Los estudios de impacto se han venido realizando durante las dos últimas décadas y en mayo de 2011 se colocó la primera piedra de la represa Patuca III, por cierto en el punto más suroccidental de los territorios mencionados. Las preocupaciones manifiestas de los pueblos indígenas miskito y tawahka --en especial para el pueblo tawahka—así como también del sector ambientalista, se relacionan directamente con el Proyecto Reserva de Biosfera Transfronteriza Corazón del Corredor Biológico Mesoamericano (Parque Nacional Patuca, Reserva de Biosfera Tawahka y Biosfera de Río Plátano), para el que se informó había sido previsto financiamiento, a través del Banco Mundial y la ONG Alianza Verde. Tanto el Parque Nacional Patuca como la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni iniciaron la actualización de sus planes de manejo, los cuales concluyeron a finales del 2012 7. La ya avanzada construcción de la primera represa (Patuca III) y las siguientes planificadas, aunque en este momento en estado latente 8, parecen entrar en contradicción con los objetivos del mencionado Proyecto de Biosfera Transfronteriza (en Nicaragua incluye la Reserva de Biosfera Bosawás) que son mejorar la gestión nacional y binacional de dichas áreas protegidas, por cierto respetando los derechos de los habitantes ancestrales y tradicionales. El impacto derivado de la pronta puesta en funcionamiento de la represa Patuca III sobre el caudal del río Patuca, todavía la principal vía de comunicación para desplazamiento de personas y bienes hacia la Mosquitia, ha sido poco discutida más allá del pago de indemnizaciones y mejoras a los grandes dueños de tierras y los campesinos inmigrantes de otros sectores del país que constituyen el frente de colonización agrícola. Los movimientos indígenas organizados, por su parte, se mantuvieron activos en los años previos a la aprobación de las tres represas y durante el 2011, pero a partir de mediados del 2012 se han llamado a silencio.

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Presa de alrededor de 60 m de altura y área del embalse de alrededor de 20 km². Presa de 105 m de altura y área del embalse de 45.4 km². 6 Presa de 57 metros de altura con cresta de 209 metros y área de embalse de 42 km². 7 Para la elaboración del segundo se firmó el 7 de diciembre de 2012 el contrato de “Actualización del Plan de Manejo de la Reserva de Biosfera TawahkaAsagni” entre la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA), a través del proyecto Reserva de Biosfera Transfronteriza Corazón del Corredor Biológico Mesoamericano (Proyecto Corazón Honduras) y la ONG Alianza Sustentabilidad Ecológica y Justicia Social (Alianza Verde). En este evento participaron Edy Macnab Ronas, entonces viceministro de la desaparecida Secretaría de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes (SEDINAFROH), Edgardo Benítez Maclin, presidente de la Federación Indígena Tawahka de Honduras (FITH) y director de la ONG Alianza Sustentabilidad Ecológica y Justicia Social–Alianza Verde. 8 La prospección arqueológica del área de influencia de Patuca II se realizó en 1998. A finales del 2011 se realizó una prospección preliminar del área de influencia de Patuca IIA. 5

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Mapa 1. Cuenca del Río Patuca: 23,900 km². Extensión: 320 km. Tomado de The Nature Conservancy 2007:3. El Contexto La iniciativa del Corredor Biológico Mesoamericano en la que participan los siete países centroamericanos y los estados del sureste de México, se ha venido gestando en las últimas tres décadas, pero no tomó fuerza hasta en el año 2000 con la instalación del Proyecto para la Consolidación del CBM (2002:6). En efecto, el Convenio para la Conservación de la Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en América Central firmado en 1992 por los presidentes fue el primer instrumento normativo que hacía referencia al Corredor Biológico Mesoamericano. Posteriormente, en 1994, surgió la Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible (ALIDES) y en ese año Paseo Pantera –un consorcio de organizaciones conservacionistas internacionales—propuso la creación del CBM, proposición que hizo suya la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD 2002:12). Las gestiones se prolongaron hasta 1997, año en que en una Cumbre de Presidentes Centroamericanos definió el carácter del CBM 9 Conceptualmente “…el mejor argumento para los corredores es que, en un principio, todos los paisajes contaban con interconexiones, afirmación que no niega la importancia de las barreras naturales como ríos, montañas u otras para la biogeografía y la evolución. Sin embargo, esta conectividad disminuye al aumentar la modificación del paisaje por el ser humano. Los corredores 9

“El Corredor Biológico Mesoamericano es un sistema de ordenamiento territorial compuesto de áreas naturales bajo regímenes de administración especial, zonas núcleo, de amortiguamiento, de usos múltiples y áreas de interconexión, organizado y consolidado que brinda un conjunto de bienes y servicios ambientales a la sociedad centroamericana y mundial, proporcionando los espacios de concertación social para promover la inversión en la conservación y uso sostenible de los recursos”. (CCAD 2002:13)

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son un intento de restaurar o mantener la conectividad natural del paisaje…” (Noss 1987 en CCAD 2002:14). En consecuencia la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo ha definido un corredor biológico como “un espacio geográfico delimitado que proporciona conectividad entre paisajes, ecosistemas y hábitats, naturales o modificados, y asegura el mantenimiento de la diversidad biológica y los procesos ecológicos y evolutivos” (CCAD 2002:17). Hasta este momento no se había involucrado en la discusión a las poblaciones humanas como parte integral del CBM y la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo apenas corrige este sesgo en los objetivos generales del proyecto, en los cuales además de favorecer el mantenimiento de la diversidad biológica, disminuyendo la fragmentación y mejorando la conectividad del paisaje y los ecosistemas y de promover alternativas productivas que sean amigables con el ambiente, se añade por último que se trata también de “apoyar al mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones locales involucradas” (CCAD 2002:18). De esta manera, los criterios socioeconómicos se vuelven tanto o más importantes que los biológicos (ver CCAD 2002:21). Surgimiento de Areas Protegidas A continuación se expondrán los antecedentes del surgimiento de las áreas protegidas que en tiempos más recientes han pasado a constituir en Honduras el núcleo del Corredor Biológico Mesoamericano. El Decreto-Ley 977del 14 de julio de 1980 hizo efectiva la creación de la Reserva del Hombre y la Biosfera en la Cuenca Tributaria del Río Plátano en apego Programa del Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO. Además de los rasgos naturales excepcionales y diversidad de flora y fauna, se reconoce la existencia de “recursos y valores etnológicos culturales y arqueológicos de relevancia nacional, centroamericana y mundial”, por cierto sin especificar el pueblo indígena en cuyo territorio ancestral se encuentra la reserva 10. La administración de las 350,000 has corresponde a la Secretaría de Recursos Naturales en coordinación con el Comité Nacional del Hombre y la Biosfera (MAB) y la participación de las poblaciones locales (Sánchez 2011:113-115). Casi dos décadas después, el Decreto 157-99 sobre la Creación de la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni y el Parque Nacional Patuca entró en vigencia el 21 de diciembre de 1999. Se anota en el decreto que la medida obedece a la necesidad de designarles categorías de manejo “a la región conocida como tawahka” y “a la región del Patuca medio”, en correspondencia con las iniciativas centroamericanas respecto al establecimiento del Corredor Biológico Mesoamericano. En dicho decreto se menciona que la Reserva de Biosfera fue propuesta, además, por el pueblo tawahka “quien históricamente ha habitado la zona” (Sánchez 2011:106). En los considerandos del decreto se reconoce que los ecosistemas de “las cuencas de los ríos Patuca, Blanco, Cuyamel, Cuyamelito, Copapan, Patastes, Ulak Wuas y Coco o Segovia” poseen gran biodiversidad, pero son frágiles y están sufriendo “a consecuencia del frente agrícola, ganadero, forestal que ha destruido riquezas similares en otras áreas del país”; asimismo, se afirma que “la región contiene sitios 10

Se trata de parte del territorio ancestral del pueblo pech (ver Lara Pinto 2002).

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culturales y arqueológicos de valor excepcional” y que es “una de las últimas grandes dimensiones de bosque latifoliado del país que está amenazada por el proceso de deforestación y acaparamiento de tierras” (Sánchez 2011:107). Dos propósitos van de la mano aquí, conservar la biodiversidad y “asegurar a la población autóctona… la sostenibilidad y convivencia armónica con su entorno, en el marco de su cultura ancestral, para garantizar la perpetuidad de este patrimonio de la nación, en beneficio de la humanidad y del pueblo hondureño, especialmente de los habitantes de la zona” (Sánchez 2011:107). Se asegura también en el decreto que se quiere “proteger el pueblo tawahka como parte de la herencia cultural de Honduras, promoviendo su desarrollo social, así como respetando sus tradiciones, conocimientos, prácticas y costumbres” y se concluye que lo anterior se realizará con la “participación protagónica del pueblo tawahka y de los demás habitantes de la zona”. La extensión de la Reserva Tawahka Asangni es de 233,142 has y fracción y la del Parque Nacional Patuca de 375.584 has (Sánchez 2011:108 y 109). Como interlocutores y participantes en la administración y manejo se definen las municipalidades involucradas y la población organizada en el caso del Parque Nacional Patuca y la Federación Indígena Tawahka de Honduras (FITH), en el caso de la Biosfera Tawahka (Sánchez 2011:111). Por último, en el decreto se ratifica que el patrimonio cultural y arqueológico en ambas reservas pertenece al Estado de Honduras y, por tanto, su custodia y preservación estarán bajo la responsabilidad del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, el que podrá “delegar esta responsabilidad en la Federación Indígena Tawahka de Honduras, las municipalidades, la población organizada y cualquier otra institución sin fines de lucro especializada en la materia” (Sánchez 2011:112). Balance de la Situación desde la Perspectiva Indígena Ya en el 2007, la organización ambientalista The Nature Conservancy realizó una evaluación preliminar del impacto sobre el caudal del río Patuca que tendría la represa Patuca III en construcción. En primer lugar se señaló entonces que dado que el río Patuca es un sistema extremadamente importante, tanto para las poblaciones humanas como las comunidades de peces, vida silvestre y biodiversidad, sería necesario llevar a cabo estudios más profundos que los hasta entonces disponibles y se partió del entendido que aunque la represa solamente en raras ocasiones operaría a su máximo, en cualquier caso esto afectaría significativamente la morfología del cauce del río, la biota acuática y el transporte fluvial. Este estudio recomendaba que se hicieran modificaciones mínimas al plan de construcción de la represa para procurar que el caudal del río mantuviera aproximadamente las condiciones históricas conocidas, a las que están adaptadas las poblaciones humanas y los ecosistemas. Es decir que, aún desde la perspectiva más optimista, se reconocía que el caudal del río sería impactado. El 9 de marzo de 2011, el entonces presidente de la Federación Indígena Tawahka de Honduras (FITH), Lorenzo Tinglas, acompañado de Norvin Goof por MASTA y Miriam Miranda por OFRANEH, se dirigió al Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, pronunciándose en contra de la construcción de las tres represas en el Patuca, manifestando la falta de consulta previa a los pueblos indígenas, así como de la aplicación de la Política Operativa sobre Pueblos Indígenas de ese organismo (Pueblos de la Mosquitia 2011). De 5

entonces a la fecha no ha habido una declaración pública sobre la posición del pueblo tawahka ante la construcción de los proyectos hidroeléctricos en el río Patuca, Por cierto, algunos grupos representativos del pueblo miskito se manifestaron durante varios días en octubre 2012 ante el edificio del Congreso Nacional, pero sin que se le diera mayor trascendencia al asunto. Igualmente hubo entre el 2011 y 2012 muestras de apoyo de organizaciones no gubernamentales (Rainforest-Alliance 11; Cultural Survival 12) y protestas de otras federaciones indígenas (OFRANEH 13; MASTA 14). De hecho, el río Patuca es la principal arteria de comunicación fluvial a través del departamento de Olancho, aguas abajo hasta Wampusirpi y más allá, la actividad comercial que se aprecia en el embarcadero Arenas Blancas, en inmediaciones de Nueva Palestina, la cabecera municipal más cercana, es de grandes proporciones. Las autoras en oportunidades han contado hasta doce pipantes de regular tamaño (unos 37 pies aunque pueden alcanzar hasta 65 pies de largo) anclados al mismo tiempo esperando pasajeros y carga. El embarque (de personas y todo tipo de bienes de consumo) y desembarque (personas y productos lácteos en su mayoría) se prolonga a lo largo del día. No es extraño el transporte de carga pesada (por ejemplo 900 libras de sal y arroz) con destino a Wampusirpi, un viaje que toma dos días y se programa para cada ocho días. Desde Nueva Palestina existe un tramo de carretera de verano hasta la comunidad de Las Milpas (a la altura del Portal del Infierno), pero el río continúa siendo el principal medio de comunicación sobre todo durante el invierno, puesto que en verano el caudal del río baja hasta el punto de hacer peligrar la navegación en ciertos tramos. En el Diagnóstico Biofísico y Socioeconómico elaborado previo al nuevo Plan de Manejo de la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni (2013-2024) si bien se reconoce la necesidad expresada por los mismos tawahkas de incluir el área histórico-cultural dentro de la zonificación para “…conservar el espacio que contiene rasgos históricos, sitios sagrados, arqueológicos o culturales que se desean preservar, restaurar e interpretar en beneficio público y que son de interés nacional e internacional” (2012:30). Es más, se reconoce que “…la región contiene sitios culturales y arqueológicos, de valor excepcional y la “…zona histórico-cultural se extiende contigua a la zona de uso extensivo y representa una de las zonas más extensas por conservar después de la zona núcleo” (2012:30). Por su parte, en cuanto al impacto sobre la vida tradicional, el diagnóstico recoge la preocupación de las comunidades tawahkas por la construcción de las represas en el alto río Patuca, sobre cuyos efectos admiten tener poco conocimiento porque no se ha dado una “socialización incluyente”; también manifiestan las comunidades que el caudal del río bajará hasta volverse intransitable con medios de transporte propios. Sin embargo, todo lo expresado se descarta de un plumazo con un sorpresivo juicio de valor sobre el modo de vida tradicional:

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Help Conserve the Home of the Tawahka People http://www.rainforest-alliance.org/ Honduras: No a Las Represas en el Río Patuca. Proyecto Chino Amenaza a Culturas Indígenas y Biodiversidad. http://www.culturalsurvival.org/take-action/honduras/2/español 13 Honduras: La Muerte Anunciada del Río Patuca y los Humedales Costeros. 2010 http://ofraneh.wordpress.com/2010/09/23/honduras-la-muerte-anunciada-del-rio-patuca-y-los-humedalescosteros/ 14 Plataforma de Lucha de los Pueblos Indígenas de la Muskitia Hondureña en Defensa de sus Derechos. 2011. 12

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“…las carreteras están entrando hasta muy cerca de las comunidades Tawahka, las que en [algún] momento se verán obligadas a olvidar sus métodos tradicionales de navegación…” y “…utilizar [las] carreteras como medio de transporte local” (DFS 2012:67). (El énfasis es de los autores.) En efecto, en la Actualización del Plan de Manejo de la Reserva de Biosfera Tawahka se caracteriza la Zona Cultural y se delimita territorialmente (96,447.14 has) y se establecen sus usos, los cuales se hacen operativos a través de tres programas, a saber un Programa de Desarrollo Comunitario (elaboración y promoción de artesanías locales con la calidad requerida en el mercado); un Programa de Monitoreo e Investigación (realizar el recuento de los recursos arqueológicos y culturales; recopilar las diferentes costumbres y tradiciones que son parte del acervo cultural de los pobladores indígenas y mestizos de la Reserva) y Programa de Protección (protección de sitios arqueológicos y espeleológicos) (Actualización 2012:67-69).

Corazón del Corredor Biológico Mesoamericano Reserva de Biosfera Río Plátano, Reserva de Biosfera Tawaka Asangni y Parque Nacional Patuca www.mopawi.org ( Represas

II IIA III

Mapa 2. Reserva de Biosfera Río Plátano, Reserva de Biosfera Tawaka Asangni y Parque Nacional Patuca: Corazón del Corredor Biológico Mesoamericano. Tomado de http://www.mopawi.org/nueva/index.php?option=com_content&view=article&id=50&Itemid=67

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Cuadro 1 Ficha Técnica del Corredor Biológico Mesoamericano, Porción de Honduras Nombre

Extensión

Zonas de Amortiguamiento Propuestas

Reserva del Hombre y la Biósfera del Río Plátano

829,820 ha*

Reserva de Biósfera Tawahka Asangni

252,058 ha*

-Reserva Biológica Rus-Rus -Reserva Forestal Mocorón -Reserva Biológica Laguna de Caratasca -Reserva Forestal Sierra del Río Tinto -Parque Nacional Warunta -Reserva Antropológica El Carbón 15

Parque Nacional Patuca

377,067 ha*

Total 1.458 millones de ha. Tomado de Nuila 2011a. *Se ha tomado como referencia la máxima extensión propuesta en los documentos, pero las extensiones fluctúan ligeramente de un documento a otro (comparar página 6). Estado de la Investigación Antropológica en el Noreste de Honduras Sin detrimento de los exploradores tempranos y de los trabajos pioneros (ver por ejemplo Strong 1935; Healy 1978) y sin tratar de ser exhaustivos, la investigación arqueológica en Honduras se concentró durante la mayor parte del siglo XX en la zona correspondiente a la llamada “frontera” sureste de Mesoamérica. Por tanto, el territorio perteneciente al Area Cultural Intermedia --marco histórico cultural en el cual se ubica el Corredor Biológico Mesoamericano-- hasta recientemente ha sido objeto de estudios sistemáticos (Beaudry-Corvette et al. 1997; Begley 1992, 1999, 2002 y 2007; Dixon et al. 1998; Winemiller, y Winemiller 2009). Algunos de los registros más llamativos hasta ahora son quizá los petroglifos (ver McKittrick 2003), los entierros en las Cuevas de Talgua (Badry, Hasemann y Fogarty 1997) y los sitios monumentales en el río Wampú (Lara Pinto y Hasemann 1992). Se dispone de algunos trabajos de síntesis (ver Reyes Masoni 1976; Hasemann y Lara Pinto 1993; Lara Pinto 2006), como de algunas prospecciones preliminares (Horton y Wilmot 1985; Robinson 1985; Begley 1991; Hasemann 1987; Hasemann 1988 y 1990; Begley 1991; Cruz Castillo 1999) 16. También se ha retomado el análisis de colecciones que habían quedado olvidadas como la de Río Claro en el río Aguán (Dennett 2007) o las de la costa noreste de Honduras en general incluyendo las Islas de la Bahía (Cuddy 2007). Del Siglo XIX se han conservado las relaciones de los viajeros y de la primera parte del siglo XX los datos recolectados por profesionales de campos afines (ver por ejemplo Helbig 1958; Johannessen 1963). Quizá este año y el próximo

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El pueblo pech con el apoyo de la GIZ realizó una consulta cuyas gestiones iniciaron en marzo del 2013 y culminaron en septiembre del mismo año con una propuesta de FETRIPH para declarar la Reserva Antropológica y Forestal El Carbón. En esta iniciativa participó la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afrohondureños y el Instituto de Conservación Forestal. 16 Los resultados de estos estudios están registrados en el Inventario Nacional de Sitios Arqueológicos e Históricos de Honduras del Instituto Hondureño de Antropología e Historia

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nos tienen deparados algunas sorpresas con las prospecciones que se están realizando en busca de la mítica “Ciudad Blanca” (Fernandez-Diaz el al. 2013) En general, los sitios arqueológicos en esta extensa región son de variado carácter y van de localidades dispersas de material cerámico y lítico en superficie a entierros rituales en cuevas o promontorios a restos visibles de estructuras permanentes (plataformas de tierra o de tierra con muros de contención de canto rodado, calzadas o rampas empedradas, algunas de las cuales bajan hasta las corrientes, monolitos aislados o alineamientos de estos mismos, entre otros). La cronología de ocupación de estos sitios basada en los pocos asentamientos que han sido estudiados con mayor profundidad, oscila entre el año 800 a.C. al año 1500 d.C. Las Represas y la Investigación Arqueológica Apenas en los últimos quince años, se han realizado prospecciones focalizadas en el área de influencia directa de las proyectadas represas Patuca II (Hasemann 1998) y Patuca IIA (Lara Pinto 2011) y de la represa en construcción Patuca III (Fajardo 2007 y 2012). Los resultados de cada una de ellas se discutirán brevemente a continuación. En las prospecciones realizadas en la zona de embalse para el estudio de impacto ambiental de la represa Patuca III en el 2007, se localizaron dos sitios nuevos ‒Los Encuentros y Pueblo Viejo‒ y se hizo el reconocimiento dos anteriormente registrados ‒Sabana del Pueblo y La Corriente‒ (Cruz y Rodríguez 2006). Pueblo Viejo es, sin duda, el de mayor importancia por el número y tamaño de sus estructuras y se ubica en la margen derecha del río Guayape cercano a su confluencia con el río Guayambre. El mapa parcial iniciado en el 2007 se concluyó en el 2012. Las elevaciones de los sitios oscilan entre 281msnm y 326 msnm. Para ninguno de los sitios fue posible hacer una estimación de la cronología relativa. Cuadro 2 Caracterización de Sitios Arqueológicos en la Zona de Embalse de la Represa Patuca III Sitios Ubicación No. Alturas Materiales Restos Estructuras constructivos Artefactos Tiestos en Pueblo Viejo Río Guayape 66 0.40-4 m Tierra (?) Sabana del Pueblo

Río Guayambre

8

1-2 m

Tierra

Los Encuentros

Río Guayape

18

0.50-2 m

Tierra y canto rodado

La Corriente

Río Guayape

17

0.501.50m

Tierra y canto rodado

superficie, tipo utilitario Tiestos y lítica en superficie, no diagnósticos Tiestos, lítica, metate en superficie, no diagnósticos Tiestos (pocos) en superficie, no diagnósticos

Elaborado siguiendo a Fajardo 2012:5-7-5.18 En el año 2012, a pesar de cierta destrucción por causas naturales o construcciones modernas, con excepción del sitio La Corriente, los demás eran susceptibles de medidas de 9

mitigación. Es necesario mencionar que el sitio de Pueblo Viejo será inundado en su totalidad; la mayor parte de Sabana del Pueblo; parte de Los Encuentros y La Corriente quedará en el área de influencia directa (Fajardo 2010:5-20).

Mapa elaborado por Carmen Julia Fajardo y Melvin Fuentes. 2007.

Mapa 3. Mapa de Ubicación de Sitios Arqueológicos y Recorrido de la Zona de Embalse de la Represa Patuca III. Tomado de Fajardo 2012.

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Mapa elaborado por Carmen Julia Cardona y Melvin Fuentes. 2007 (Levantamiento parcial, se concluyó en 2012).

Mapa 4. Levantamiento parcial del sitio arqueológico de Pueblo Viejo. Patuca III. Tomado de Fajardo 2012. Los pobladores modernos de la zona de influencia directa de la represa Patuca III son campesinos inmigrantes de otras regiones del país, por lo que desconocen el significado antropológico e histórico de los asentamientos antiguos (Fajardo 2012:5-20). Es decir no tienen ninguna relación afectiva o de memoria con estos lugares.

La prospección de la zona de embalse de la proyectada represa Patuca II y el trayecto de la línea trasmisión se realizó en 1998 (Hasemann, Escobar y Orellana 1998), en las secciones de los ríos Patuca y río Cuyamel que son navegables. El paisaje se caracteriza por escarpados y estrechos valles bordeados de pendientes y alturas moderadas. No obstante las Montañas del Patuca hacia el oeste alcanzan alturas máximas de 800 msnm y la Cordillera entre Ríos por el este se eleva hasta 1000 msnm. En general, el declive dentro del área de embalse es mayor de 12° y, por tanto, a priori, no es terreno propicio para el establecimiento de asentamientos agrícolas significativos (Hasemann et al. 1998:3). El recorrido se dividió en cuatro áreas: de la ciudad de Catacamas al lugar seleccionado para la construcción de la presa (42 km en línea recta), inmediatamente aguas abajo de la confluencia del Río Cuyamel con el río Patuca; de la confluencia de los ríos Cuyamel y Patuca por ambas riberas y sus principales afluentes hasta la confluencia con el río Blanco (ca. 25 km en línea recta); de la confluencia del río Cuyamel siguiendo el río Patuca hasta la altura de la Quebrada La Milpas en el extremo medio del mismo río (ca. 50 km. en línea recta). Todos los sitios se encuentran en el río Cuyamel y su afluente el río Capapán, así como sobre la carretera de tierra existente que parte de Catacamas y llega hasta el curso superior del río Cuyamel. Se trata de la región colindante por el sur (dentro del Parque Nacional Patuca). con la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni. La ubicación de los sitios oscila entre 180 y 440 msnm. 11

Biosfera Tawahka Asangni

Sitio de presa Sitios arqueológicos

Elaborado por G. Hasemann 1998.

Mapa 5. Levantamiento arqueológico preliminar de la zona de embalse y línea de trasmisión de la represa Patuca II. Tomado de Hasemann et al. 1998.

Montículo en Sitio Arqueológico Perlas Arriba(Carretera), Patuca II. Foto de Ildefonso Orellana. 1998.

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N Elaborado por Santiago Escobar, 1998. Escala 1:500

Sitio Arqueológico Perlas Arriba, Patuca II

Mapa 6. Sitio arqueológico Perlas Arriba. Patuca III. Tomado de Hasemann et al. 1998. La prospección del embalse de la proyectada represa Patuca II A fue realizada a finales del 2011 e inició en el lugar conocido como “Embarcadero” o Arenas Blancas y se extendió siguiendo el curso del río Patuca aguas abajo hasta la altura de la Quebrada Las Milpas, es decir que empata con el punto aproximado donde terminó la prospección de Hasemann para Patuca II en 1998. Los flancos del río son laderas que hacen un corte abrupto al llegar río Patuca, es decir que las playas son pequeñas y escasas. Las laderas están sembradas de pasto o en guamil y algunos cultivos de subsistencia (yuca y plátano); el asentamiento moderno es notoriamente disperso, las viviendas están colocadas en las terrazas superiores, sobre todo desde la experiencia devastadora del Huracán Mitch. A lo largo del trayecto se observan lavaderos de oro u “oreros”, también conocidos como “güirises”, acampados en las orillas y trabajando con draga. La inspección de los perfiles de los caños ‒corrientes de invierno‒ que desaguan en el río Patuca, los cortes en las laderas, los pozos de préstamo para construcción de vivienda y la indagación reiterada sobre restos arqueológicos demostró ser negativa; tampoco en las casas se observaron evidencias de presencia de tiestos, vasijas, materiales líticos (obsidiana, pedernal, “jade”, basalto). Este resultado no es sorprendente dada la topografía y la escasa existencia de “vegas”, es decir de tierra agrícola, con la que generalmente se asocia la ocupación sedentaria precolombina. Esto no descarta que existan otro tipo de sitios arqueológicos (fuentes de materia prima, talleres estacionales, campamentos a campo abierto, ofrendas motivas, entierros rituales, arte 13

rupestre, entre otros), pero que requieren otro tipo de búsqueda y que no pueden ser identificados en un recorrido oportunista. El único hallazgo reportado fueron una serie de petroglifos grabados en tres de las caras de una inmensa roca más larga que ancha que aflora casi en medio del caudal del río Patuca. Los grabados se conocen como Piedra de Cara y han dado nombre a la comunidad la piedra cercana. La prospección se realizó al final de la estación lluviosa inicio y buena parte de la roca estaba al descubierto, pero de acuerdo a los informantes en invierno queda bajo agua completamente. Al decir de la gente “la hicieron los indios”. Cuadro 3 Caracterización de Sitios Arqueológicos en la Zona de Embalse de la Represa Patuca III Sitio PAT II-01 Capapán PAT II-02 Las Bermudas PAT II-03 El Guayabo PAT II 04 Rancho Escondido 1 PAT II-05 Rancho Escondido 2 PAT II-06 Hacienda Masicales PAT II-07 Conce PAT II-08 Cementerio Perlas Arriba PAT II-09 Aguas Calientes PAT II-10 El Triunfo PAT II-11 Corrozales PAT II-12 PAT II-13 Perlas Arriba

Ubicación

No. Estructuras

Alturas

Quebrada Masicales (Río Capapán) Río Capapán (terraza) Quebrada El Guayabo (Río Cuyamel) Río Cuyamel

19

0.40-1.5 m

220

Canto rodado y relleno de tierra

Habitacional (aldea)

9

0.40-1.5

300

Idem

Habitacional

3

0.80, 1.0 y 1.5 m

180

Idem

Idem

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