Sobre el marcaje de la plata en Bilbao durante los siglos XV y XVI, Letras de Deusto, nº 121 (vol. 38), 2008, pp. 131-166.

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Descripción

Letras de Deusto Núm. 121 (Vol. 38) Octubre-Diciembre 2008

Bilbao Universidad de Deusto

2008

Sumario Estudios Violencia cristiana durante los tres primeros siglos de la Reconquista en las crónicas hispano/atinas

ARMANDO BESGA MARROQUIN:

JUAN Luis DE LEóN AzcARATE: AURELIO

A.

BARRÓN GARCIA:

La muerte y su imaginario en la historia de las religiones Sobre el marcaje de la plata en Bilbao durante los siglos xv

y XVI Luis BILBAO:

9 71 131

Gran Bilbao 1979: el ocaso de una quimera

ERNESTO MARTINEZ y DIAZ DE GUEREÑU:

167

Marcus Tullius Cicero. Historia de una frustración

y frustración de una Historia

199

Notas ISIDRO Mª SANS, S. l.: La "contadina" de Va/entano, Bernardina Benzi, según "El diario de la expulsión de los jesuitas de los dominios del Rey de España", del P. Luengo

211

Antecedentes genealógicos del beato Francisco de Gárate. Su origen y descendencia de la casa de Gárate de yuso, en Elgóibar

225

Félix Unamuno, padre de Miguel de Unamuno, concejal del Ayuntamiento de Bilbao (1869-1870)

239

Los estudios clásicos de Ignacio Errandonea Goicoechea S. l. (1886-1970) en "Razón y Fe"

255

PABLO DE GARATE Y CASTRO:

MIRIAM Ru1z LóPEZ y CRISTINA CAMARERO ARRIBAS:

ALBERTO DEL CAMPO ECHEVARRIA:

Núm. 121 (Vol. 38) Octubre-Diciembre 2008

SOBRE EL MARCAJE DE LA PLATA EN BILBAO DURANTE LOS SIGLOS XV Y XVI Aurelio A. Barrón García

I

EL MARCAJE QUE CERTIFICA LA CALIDAD DE LA PLATA empleada por los plateros en las piezas que realizaban para ricos y poderosos clientes eclesiásticos y civiles comenzó a usarse en Europa en torno a 1300. Se perseguía garantizar a los compradores que adquirían plata de la cali4ad que pagaban y que, a veces, adelantaban para hacer las obras que encargaban, pues fue frecuente entregar a los plateros monedas de plata en peso equivalente al de las piezas que les solicitaban. Los plateros de Londres comenzaron a marcar la plata en el comienzo del siglo XIV y, con una ligera anterioridad, también fiscalizaban la plata los de Brujas que, al parecer, fueron los primeros en idear, hacia 1400, un sistema de marcaje triple: marca de autor, sello de la ciudad y letra alfabética correlativa que corresponde a la actividad de control confiada durante un periodo cronológico - un añopara la supervisión de la plata y que, por ello, se transforma en marca cronológica que ayuda inestimablemente a datar las obras con precisión. Esta práctica administrativa de garantizar las obras de plata es una circunstancia peculiar en las investigaciones sobre platería que, sin apenas otra documentación complementaria, permite conocer datos muy precisos sobre las obras de arte: procedencia, autor o taller en la que se elaboró y año exacto o aproximado en el que el marcador supervisó la calidad de la plata.

1. DISPOSICIONES LEGISLATIVAS SOBRE EL MARCAJE CASTELLANO Algunas ciudades castellanas, singularmente Burgos y Sevilla, fueron muy sensibles a las medidas europeas de control del peso y calidad de la plata y comenzaron muy pronto a desarrollar marcas que permitieran a la clientela saber que adquirían plata conforme a la ley o que los plateros de131

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volvían las piezas labradas con la misma ley y peso que les habían entregado en las monedas con las que usualmente se les pagaba a peso. 1 Alfonso XI otorgó la primera ordenanza municipal a Burgos en 1345 y, en la misma fecha u otra muy próxima, ordenó guardar en Burgos el marco referencial para pesar la plata: el marco de Colonia que en Castilla será conocido como marco de Burgos. A esta ciudad debían acudir las demás para concertar sus marcos. Es posible que por entonces se comenzara a marcar la plata burgalesa con un único sello que lleva las armas de la ciudad. En cualquier caso el hallazgo fortuito de un tesorillo en Briviesca con diversas monedas de plata y algunas piezas de vajilla de plata de la sinagoga local - una de ellas con el primer punzón conocido de la ciudad de Burgos- permite asegurar que en la capital del Arlanzón se marcaba la plata con anterioridad a 1369. Fueron las Cortes de Madrid de 1435 presididas por el rey Juan 11 las que ordenaron que los plateros pusieran su sello personal en la plata de marcar debajo del sello de la ciudad para que los compradores supieran que se había empleado plata de buena ley -plata de marcar- , que debía ser de una ley superior incluso a la de la moneda de plata -el real-: plata de once dineros y seis granos. 2 1 Estudiamos el marcaje de la plata en Burgos y en Castilla en, Barrón García, A.A.: La época dorada de la platería burgalesa, 1400-1600. Burgos, 1998, t. I, pp. 23-62. Barrón García, A.A.: "Plata de ley", en Casaseca Casaseca, A. (comp.): La platería en la época de los Austrias Mayores en Castilla y León. Valladolid, 1999, pp. 73-89. Véase también, Brasas Egido, J.C.: La platería vallisoletana y su difusión. Valladolid, 1980. Esteras Martín, C.: Orfebrería de Teruel y su provincia. Siglos Xlll al XX. Terne!, 1980. Esteban Lorente, J.F.: La platería de Zaragoza en los siglos XVII y xvm. Madrid, 1981. Cruz Baldovinos, J.M.: Los plateros madrileños. Estudio histórico jurídico de su organización corporativa. Madrid, 1983. Cruz Valdovinos, J.M.: "Platería", en Bartolomé Arraiza, A. (coord.): Las artes decorativas en España (Tomo JI). Summa Artis, vol. XLV, Madrid, 1999. Fernández, A., Munoa, R. y Rabasco, J.: Enciclopedia de la plata española y virreinal americana. Madrid, 1985. Pérez Hernández, M.: "Marcadores y contrastes salmantinos (siglos XVI al XIX)'', en Salamanca. Revista Provincial de Estudios, nº 24-25, 1987, pp. 163-199. Pérez Hernández, M.: Orfebrería religiosa en la diócesis de Salamanca (siglos XV al XIX). Salamanca, 1990. Pérez Hernández, M.: La platería de la ciudad de Zamora. Zamora, 1999. Sanz Serrano, Mª J.: El gremio de plateros sevillano. 1344-1867. Sevilla, 1991. Sanz Serrano, Mª J.: Una Hermandad gremial: San Eloy de los plateros 1341-1914. Sevilla, 1996. Herráez Ortega, Mª V: Arte del Renacimiento en León. Orfebrería. León, 1997. López-Yarto Elizalde, A.: La orfebrería del siglo XVI en la provincia de Cuenca. Cuenca, 1998. Heredis Moreno, Mª C. y López-Yarto Elizalde, A.: La Edad de Oro de la platería complutense (1500-1650). Madrid, 2001. 2 Esta es la equivalencia entre la antigua ley de la plata y la moderna:

Ley antigua

Sistema métrico decimal

12 dineros 11 dineros y 6 granos 11 dineros y 4 granos 11 dineros

1.000 milésimas 937 milésimas 930 milésimas 916 milésimas

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Con anterioridad sólo se marcaba la plata con sello de ciudad pero Burgos había comenzado a utilizar sellos personales ya que si se descubría fraude en la aleación de alguna pieza de plata debía saberse contra qué platero intervenir. Las Cortes de Madrid refrendaron esta novedad y ordenaron que los plateros debían dar a conocer sus marcas personales al escribano del concejo donde eran residentes y las marcas registradas debían emplearlas sin poderlas mudar. Hacia 1435, posiblemente un poco antes - hacia 1420- , el Regimiento y los plateros de Burgos habían dado un paso más allá en el control de la plata y, junto a las marcas de la ciudad y del autor, comenzó a emplearse el punzón del marcador o marcadores que supervisaban, en el momento previo al marcaje de la pieza, que se había realizado con plata de ley; es decir, implantan un sistema de triple marcaje, semejante al de la ciudad de Brujas, que hará fortuna en Castilla. Supuso un paso trascendental ya que no se trataba únicamente de asegurar una posible supervisión y poder castigar a quien incumpliera la normativa sino que se confiaba en inspectores cualificados el control previo de la plata. La complejidad de la averiguación obligó a recurrir a los propios plateros como inspectores-marcadores aunque los fieles de la ciudad supervisaban el marcaje y guardaban el sello de marcar en un arca de dos llaves confiadas a dos munícipes -fieles- distintos. Como, en principio, las Cortes de Madrid sólo obligaban a sellar la "plata de marcar" -la que cumplía la ley oficial- , se dieron situaciones equívocas e interpelado el rey Enrique IV cursó carta a los plateros de Burgos en 1472 en la que les ordenaba que labrasen plata de 11 dineros y 4 granos y sólo ésa pudieran marcar; es decir, plata con la ley que, en teoría, tenían los reales de plata. El marcaje de la plata encarecía las piezas y como, además, en otros lugares de Castilla que contaban con un número pequeño de plateros -o un único artífice- no existía la posibilidad de controlar la plata del modo que se había organizado en Burgos, los plateros burgaleses protestaron y los representantes de la ciudad en las Cortes de Madrigal de las Altas Torres del año 1476 elevaron una petición de sus argentarios en la que pedían que se extendiera la orden de 1472 a todas las ciudades del reino y así lo acordaron los Reyes Católicos. Las frecuentes manipulaciones de la moneda y la compleja situación económica vivida durante el reinado de Enrique IV indujeron a los Reyes Católicos a regular el valor y la ley de las monedas así como la ley y el marcaje de la plata con la que los plateros trabajaban. Ambos asuntos estaban relacionados pues era práctica general utilizar monedas como materia prima para labrar las obras y, además, obras desechadas de plata vieja acababan en las cecas para ser acuñadas. El 12 de abril de 1488 los Reyes Católicos publicaron en Valencia una pragmática sanción sobre las monedas, los pesos y pesas y el marcaje de la plata que reguló el sistema monetario

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español para toda la Edad Moderna. Ordenaron que en las ciudades y villas que fueran cabezas de partido los concejos nombraran un marcador "con acuerdo y consentimiento" del Marcador Mayor por ellos nombrado. Los munícipes debían confiar el cargo en una persona de buena conciencia y, lo que es más importante, en una persona que fuera hábil y suficiente, que supiera afinar la plata; es decir, obligadamente en un platero. Para evitar corruptelas y la patrimonialización del oficio, el cargo se debía nombrar cada dos :::iños. La pragmática confirmaba la norma de 1435 y ordenaba a los plateros disponer de señal propia, que debía ser conocida por el concejo, y les imponía la obligación de labrar y marcar exclusivamente plata de la ley de los reales: plata de 11 dineros y 4 granos. Al marcador confiaban el afinado y marcaje de la plata y, además, el control de los pesos y pesas que en muchas ciudades de Castilla supervisaban los fieles de la ciudad - para quienes era una fuente de ingresos- mediante afinadores o almotacenes. En Burgos y otras ciudades de Castilla, los fieles almotacenes retuvieron sus funciones en la distribución, supervisión y afinado de los pesos, pesas y medidas por lo que surgió - o se mantuvo- otro cargo municipal - el afinador- que requería la presencia o asesoramiento de personas expertas como son los plateros. La regulación de la moneda y de la plata concluyó con otra pragmática publicada en Granada el 8 de agosto de 1499. La ley y valor de las monedas quedó regulada apropiadamente como demuestra el larguísimo periodo de vigencia de la pragmática de Valencia, pero como no todas las monedas pesaban lo mismo, por la deficiente acuñación de ellas y el recurso al fraude de recortarlas, se necesitaba una comprobación más que confiaron a los contrastes. Con la pragmática dada en Granada los reyes crearon el oficio municipal del contraste que se debía nombrar en todas las cabeceras de partido. Los Regimientos les debían procurar una oficina de control en lugar conveniente a su función y los contrastes se encargarían del pesaje público de monedas de plata y oro y de su certificación. Los reyes ordenaban pesar en balanzas de precisión con guindaleta y la confianza en el justo equilibrio de su balanza hizo que desde muy pronto se pasara por el contraste a pesar la plata empleada en las obras de plateros o destinada a acuñar en las cecas. Como muchas ciudades no disponían de plateros suficientemente preparados para ocupar con garantía ambos cargos, y mucho menos para renovarlos anual o bianualmente como ordenaban las pragmáticas, los oficios de contraste y marcador se fundieron en algunas ciudades y, si bien otras mantuvieron separados los nombramientos de ambos cargos, con algunos altibajos, las leyes se adecuaron a una práctica muy general y acabaron por resumir en un solo oficio ambos cargos de marcador y contraste, aunque esto sucedió en tiempos de Fernando VI.

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2.

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EL MARCAJE DE LA PLATA EN BILBAO

La publicación Platería antigua en Vizcaya que acompañó a la primera exposición de piezas de platería vizcaína en 1986 sigue siendo fundamental para el conocimiento de la plata de Bilbao. 3 Los autores - José Ángel Barrio y José Ramón Valverde- conocían perfectamente los bienes artísticos conservados en el territorio y dieron a conocer la mayor parte de las marcas bilbaínas de los siglos xv al xvm y numerosas noticias y documentación de artistas. Poco se ha avanzado desde entonces. A diferencia de otras ciudades castellanas, no se conserva una serie continuada de actas municipales ni otra documentación complementaria que permita conocer con exactitud lo sucedido en la implantación y desarrollo del marcaje, aunque contamos con la buena fortuna de que los plateros bilbaínos tuvieran la costumbre de grabar largas inscripciones en las piezas con el nombre de los donantes, la fecha e, incluso, la mención del artífice que la había realizado. Estas obras son verdaderos documentos parlantes y nos permiten aproximarnos, hipotéticamente al menos, al desarrollo del marcaje en Bilbao. La aparición y desarrollo en Bilbao de un potente foco artístico platero estuvo vinculado a la intensa actividad portuaria.4 La villa de Bilbao, situada en un meandro a diez kilómetros del mar, ofrecía mayor seguridad que Bermeo y otras villas levantadas junto al mar Cantábrico y desde comienzos del siglo xv los bilbaínos consiguieron centralizar buena parte del tráfico comercial -el lanero en particular- de Castilla con los puertos del Norte europeo. En este siglo, la ruta de Burgos a Bilbao, a través de Vitoria, se convirtió en el eje primordial de las relaciones entre Países Bajos y Castilla. En el intercambio mercantil con los puertos del Norte llegaban a Bilbao objetos artísticos de todo género: alabastros ingleses, pinturas, imágenes, retablos completos ... junto a objetos trabajados en metales preciosos o en latón -obras de orfebrería civil y religiosa, dinanderies y laudas de latón- .

3 Barrio Loza, J. A. y Valverde Peña, J. R.: Platería antigua en Vizcaya. Bilbao, 1986. Más recientemente, con motivo de una exposición de la obra del platero Eloy García, Raquel Cilla López y Juan Manuel González Cembellín han dirigido una publicación que contiene un CD-Rom con escritos de los coordinadores, de Barrio Loza, de Barrón, de Mikel Bilbao Salsidua y de Jesús Muñiz Petralanda: Orfebres y plateros. El taller de Eloy García. Bilbao, 2006. Buena parte de las obras que se relacionan se muestran en el Museo Diocesano de Arte Sacro de Bilbao (MDASB). 4 Barrón García, A.A.: "Platería hispanoflamenca bilbaína. Martín Follou y Pedro Martínez de Otaza'', en Rivas Carmona, J. (coord.), Estudios de platería. San Eloy 2004. Murcia, 2004, pp. 99-118. También, Idem, "La platería gótica en Bizkaia" en Orfebres y plateros. El taller de Eloy García. Bilbao, 2006, ed. en CD-Rom.

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Para atender las necesidades de una clientela crecientemente próspera y numerosa llegaron a instalarse algunos plateros extranjeros, pues de origen norte-europeo nos parece que es Martín Follou, platero afincado en Bilbao que labró la excelente custodia de Castro Urdiales. 5 Desde 14306 aparecen noticias sobre plateros instalados en Bilbao y, no mucho después, se conoce la presencia de orfebres en Lequeitio, Ondárroa, Bermeo, Durango, Valmaseda y Orduña. Hasta 1520 se han registrado unos cuarenta plateros y sorprende que en 1464 se contabilicen trece plateros en Bilbao: Diego Gónzález de Piélagos, Juan del Castillo, Pedro de Meaurio, Juan García del Puerto, Pedro Martínez de Malla, Pedro Ochoa de Unda, Íñigo Martínez de Larrea, Martín Pérez de Ahedo, Pedro Sáez de Valladolid, Juan de Rigoitia, Luis de León, Martín de Golordo y Juan de Arango. 7 Por mucha diferencia formaban el colectivo de artistas más significativo de la villa y la cifrá es, por sí misma, elocuente del alto grado de actividad platera que disfrutaba Bilbao en un momento tan precoz. Es muy probable que casi ninguna otra ciudad castellana de la mitad norte de España alcanzara el número de plateros establecidos aquí. Únicamente en Burgos se tiene noticia de que, a mediados del siglo xv, hubiera un número de plateros ligeramente mayor. Los plateros bilbaínos se relacionan en un documento de repartimiento de impuestos y, si no estaban empadronados, se entiende que no se mencione a ningún extranjero, aunque en esos años debía de trabajar en Bilbao el platero Martín Follou del que se dice, en 1487 después de su fallecimiento, que era vecino de Bilbao y había poseído unas casas en Valmaseda.8 5 En 1466 vivía en Vitoria el platero Juan Francés que pudo llegar a través de Bilbao. Ninguno de Jos plateros relacionados en Bilbao en 1464 es de apellido extranjero pero sospechamos que los artistas foráneos tuvieron dificultades para establecerse como vecinos y, posiblemente por ello, no aparece Martín Follou en ninguna de las fogueras conocidas. La noticia sobre Juan Francés en, Martín Vaquero, R. : La platería en la diócesis de Vitoria (13501650) . Vitoria, 1997, pp. 327 y 622. Muchos años más tarde, en 1547, un platero francés, Juan de Loyra, aderezó y doró un cáliz de la iglesia de San Antón de Bilbao. Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia (AHEB), Bilbao, San Antón, Cuentas y visitas, 1532-1567. 6 El 7 de febrero de 1430 testifica el platero Juan Beltrán, Enríquez Fernández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C., Lorente Ruigómez, A. y Martínez Lahidalga, A. : Libro de Autos Judiciales de la Alcaldía (1419-1499) y Libro de Acuerdos y Decretos Municipales (1463) de la villa de Bilbao. Donostia, 1995, p. 77. 7 Enríquez Fernández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C., Lorente Ruigómez, A. y Martínez Lahidalga, A.: Repartimientos y foguera-vecindario de Bilbao (1464-1492). Donostia, 1996. 8 Identificamos con Martín Follou, autor de la custodia de Castro Urdiales, al platero bilbaíno Martín Peres Follon que aparece documentado en Valmaseda en 1487; Rodríguez Guerrero, A.: Valmaseda en el siglo xv y la aljama de los judíos. San Sebastián, 1990, pp. 95 Y 161.

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Como hemos apuntado, en las cortes de Madrid de 1435, Juan 11 ordenó que los plateros del reino marcaran con un sello propio, debajo del de la ciudad, las obras que realizaban con plata de ley. Pero los plateros bilbaínos eran pocos y parece que ni los plateros usaban marcas personales ni la ciudad tenía sello para la plata. Además, Castilla vivía años de inestabilidad política y de fuertes alteraciones en la liga de las monedas. Tal vez por ello, la ciudad de Burgos, más allá de lo ordenado por la ley, puso en marcha el sistema de triple marcaje: sellos de ciudad, autor y punzón del marcador. Al principio, en Bilbao no existía un número suficiente de plateros como para que fuera urgente regular su actividad. En consecuencia, no existía sello de la ciudad para estampar en las obras de plata y los plateros, al parecer, usaban o no usaban, a su arbitrio, marcas propias. Sin embargo, en los años sesenta del siglo xv la villa ya contaba con un nutrido número de plateros. A petición de los plateros de Burgos, que se sentían perjudicados porque sólo podían trabajar con plata de ley mientras en otras ciudades circulaban y se marcaban obras de plata con ligas mucho más bajas y, por ello, en las ferias sufrían una competencia desigual, los Reyes Católicos extendieron a todo el reino, en las Cortes de Madrigal de 1476, la obligación de marcar únicamente la plata que tuviera la misma ley que la moneda - el real de plata-. Advertidas las ciudades de lo que sucedía, comenzaron las averiguaciones. Vitoria fue la primera ciudad vasca en movilizarse. El Ordenamiento de Alcalá de 1348 confirmado por las Cortes de 1435 y 1476 obligaba a que las ciudades acudieran a Burgos para adquirir el marco y ley de la plata que debían guardar como unidades referenciales para pesar piezas de plata y calibrarlas a la ley obligatoria. En octubre de 1480 el Regimiento de Vitoria trajo de Burgos un marco con todas sus pesas para pesar la plata, una moneda calibrada y marcada con los sellos de Burgos y Vitoria "de la ley que han de llevar los plateros para marcar" y una piedra de toque para averiguar la calidad de la plata. 9 Además, nombraron por primera vez dos marcadores -como en Burgos- para que se encargaran de examinar la plata que se labraba y comprobar los marcos de pesar plata - para "marcar e tentar el peso e marco de la ciudad e para examinar la plata falsa"- . Con anterioridad, en 1476, Vitoria había recibido nuevas ordenanzas que supusieron la renovación del gobierno de la ciudad. En 1483 el concejo de Bilbao puso fin a la pugna de bandos que dividía y ensangrentaba a la villa y, con aprobación real, acordó recibir las ordenanzas de Vitoria 10 que, como hemos visto, con9 Martín Vaquero, R.: La platería en la diócesis de Vitoria (1350-1650). Vitoria, 1997, pp. 62 y 623. 10 Archivo Foral de Bizkaia (AFB), Municipal, Bilbao, Sección Antigua 0004/1/1. Privilegio Real que confirma el acuerdo del concejo de Bilbao de recibir las ordenanzas de Vitoria

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tenían disposiciones sobre el marcaje de la plata. Bilbao apoyó a los príncipes Isabel y Fernando durante la guerra civil castellana y supo sacar provecho en beneficio de sus mercaderes. El 10 de abril de 1475, primero, y el 16 de abril de 1478, más tarde, el regimiento bilbaíno consiguió sendos permisos para que sus mercaderes pudieran comerciar libremente en todos los puertos y mercados de Castilla, en 1475, y en Aragón, en 1478. Fueron años de crec}miento de la villa que necesitó traspasar los límites de sus murallas, para fo que obtuvo el consentimiento regio en 1483. Sin embargo, la ciudad vivió enfrentamientos banderizos durante estos años y la renovación de las capitulaciones antibanderizas que había promulgado Juan II no fue suficiente para apaciguar los ánimos y poner fin a un sistema de gobierno incapaz de tranquilizar y contentar a todos, especialmente a los poderosos mercaderes. Finalmente la mayoría de los representantes del regimiento solicitaron a la reina "para bien comun e pas e sosiego" que les concediera las ordenanzas que habían renovado el gobierno de Vitoria para que, en adelante, no haya "apellido, nin vando alguno, nin pariente mayor nin parcialidades, salvo que todos estenjuntos e libres". 11 1483 fue, por tanto, un año decisivo en el ordenamiento jurídico de la villa y por vez primera se intenta atajar la irregular situación en la que se encontraba la elaboración de objetos de plata. Tras las averiguaciones pertinentes, los regidores se dirigen a los Reyes Católicos y reconocen que "por espiriern;:ia han conos9ido aver herror" y que en Bilbao "no ha havido ni tuvo veedor marcador de plata labrada" por lo que "cada platero ha acostumbrado e acostumbra en qualquier obra que fuese, asy ta9as, copas, jarros servillos [o servilleros] e otras qualesquier obra, marcar cada uno de su marca". 12 En realidad, no se marcaba con regularidad, ni siquiera con sello de autor, pues muy pocas piezas han llegado con marcas de artífice. Si, además, no se fiscalizaba la plata labrada, es comprensible que los plateros no tuvieran interés en punzonar lo labrado para no cargar con la responsabilidad de obras realizadas con leyes de plata sin calibrar. Para remediar la situación, el 6 de noviembre de 1483 los Reyes enviaron carta, desde Vitoria, ordenando que se estudiara la petipara que no haya riñas y banderías de apellidos. La reina Isabel otorgó el privilegio en Vitoria el 4 de noviembre de 1483; Enríquez Femández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C. y Martínez Lahidalga, A.: Colección documental del Archivo Histórico de Bilbao (1473-1500). Donostia, 1999, pp. 513-515. 11 Idem, p. 513. Finalmente la reina confirmó la extinción de los bandos el 28 de febrero de 1484; Idem, p. 518. 12 Archivo General de Simancas (AGS), Registro General del Sello, 6-XI-1483 (fol. 147). Recientemente se ha publicado en Enríquez Fernández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C. y Martínez Lahidalga, A.: Archivo General de Simancas. Registro General del Sello, Vizcaya (1483). Donostia, 2003, p. 109.

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ción de los regidores bilbaínos para que el platero Martín Pérez de Ahedo -documentado en Bilbao desde 1464- "res9iba su cargo de ser marcador de toda la plata que se tomase de labrar e marcar en la dicha villa porque es onbre ydonio e sufi9iente para ello e de onesta vida e fama". 13 Para esta labor fue comisionado el licenciado Garci López de Chinchilla, el mismo personaje que, poco antes, había sido encargado para que negociara la puesta en marcha de las ordenanzas de Vitoria en Bilbao. En la custodiacopón de Zamudio se estampó un punzón de platero que representa un escudo cortado con ondas rectilíneas en la mitad inferior y dos letras en la superior. Ha de ser el emblema de un platero bilbaíno sin identificar que estaba activo hacia 1480, fecha que conviene a la custodia. Las letras pueden leerse como AO y, en este supuesto, tal vez sea la marca de Martín Pérez de Ahedo. Aunque no se han conservado obras que lo permitan certificar, es casi seguro que el marcaje de la plata en Bilbao comenzara en 1483 y que se empleara únicamente marcas de marcador y autor, al modo de Vitoria. Unos años después, los mismos Reyes Católicos publicaron, el 12 de abril de 1488,,una pragmática sanción sobre las monedas, los pesos y pesas y el marcaje de la plata que reguló el sistema monetario español de la Edad Moderna.14 Como hemos visto, la pragmática ratificaba la práctica burgalesa de triple marcaje y la hacía extensiva a todo el reino. Los emprendedores comerciantes y gobernantes de la villa bilbaína vivían con una consciente voluntad de desarrollo y debieron de comprender inmediatamente que el ejercicio de la actividad platera - que disfrutaba entonces de un desarrollo fabuloso y perceptible en toda Castilla- requería de los controles de calidad necesarios para satisfacer las demandas de la clientela y disipar cualquier duda sobre si se había practicado o no el fácil engaño realizable en Ja aleación de metales preciosos. Por otra parte, tanto Brujas, ciudad que centralizaba el comercio bilbaíno en Países Bajos, como Burgos, ciudad con la que mantuvo una fuerte colaboración y competencia, marcaban la plata, desde hacía muchos años, con los tres sellos de garantía y esta circunstancia no ha de ser ajena a la decisión de los bilbaínos de exigir a sus plateros las mismas seguridades, aplicando finalmente un sistema mucho más completo que el de Vitoria, ciudad a la que, en un principio, pretendieron seguir. En el intervalo que va de 1483 a 1488 Bilbao pudo adoptar un sistema de marcaje simple semejante al de la ciudad de Vitoria 13

Idem. Esta pragmática se envió a todas las ciudades del reino, aunque no se conserva mención a ella en los libros del regimiento de Bilbao. Citamos por la copia de la pragmática que se conserva en las actas municipales de Burgos del año 1488. 14

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que tomaron de referencia y en el que las obras se punzonan con la señal del marcador, pero a partir de 1488 adoptó decididamente el sistema de marcaje burgalés sancionado en la pragmática real y con ello superan las limitadas garantías de la ciudad de Vitoria que no adoptó el sistema triple, y todavía en 1498 se ve obligada a recordar a sus plateros que tengan marca y la lleven a registrar al municipio. El triple marcaje de la plata bilbaína se mantuvo en adelante hasta el siglo XIX, pero cuando la actividad productiva y el número de plateros descienden - por ejemplo en algunos momentos de la segun.da mitad del siglo XVI y durante todo el siglo xvu- el control resulta impracticable o casi innecesario y la normativa se relaja o se incumple. En el siglo xvm se recupera, pero no siempre con el rigor que impera en las primeras décadas de su funcionamiento. Hemos señalado cómo en Burgos los fieles de la ciudad mantuvieron para sí el control y afinado de los pesos y pesas como venían haciendo desde antiguo. Contra lo que indicaba la pragmática de 1488 limitaron las funciones del marcador a la supervisión de la plata labrada. Es probable que los regidores de Bilbao estuvieran muy atentos a lo que sucedía en Burgos, pero desconocemos qué funciones desempeñó el marcador bilbaíno. 15 Puesto que uno de los punzones de marcador del final del siglo xv es un escudo que ostenta las armas de la poderosa familia Leguizamón no se puede descartar que, como en algunas ciudades castellanas, los fieles afinadores o almotacenes mantuvieran sus derechos sobre el afinado de los pesos y pesas y que, además, sumaran en el cargo las funciones del marcador. Fueron años de cierta vacilación en el cumplimiento de los extremos ordenados en la pragmática de 1488, pues quedaban sin definir algunos extremos; por ejemplo, qué autoridad debía actuar en algunas de las operaciones mercantiles usuales con monedas. Por ello los Reyes Católicos completaron la regulación del marcaje de la plata y el control del sistema de pesos y medidas de las monedas y objetos de metales preciosos con la creación de oficinas de contrastes en todas las ciudades que eran cabeceras de partido. Los Reyes Católicos dictaron -en Granada el 1O de agosto de 1499- una nueva pragmática para la creación de los cargos de contraste y la dotación municipal de estancos para pesar las monedas en los mercados más transitados 1s Se sabe que los plateros de Bilbao pesaban las monedas de plata y oro con anterioridad a la creación del cargo de contraste, pero es posible que el control de los pesos se confiara a los fieles de la villa. Las ordenanzas municipales de Bilbao recogieron el 14 de junio de 1497 que los plateros, "por su derecho de pesar oro o riales", no cobraran más de un cornado por cada pieza de oro y medio cornado por un real; el 14 de marzo de 1498 precisaron que no llevaran más de dos maravedíes por pesar un marco de reales de plata; Enríquez Fernández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C., Lorente Ruigómez, A. y Martínez Lahidalga, A.: Ordenanzas municipales de Bilbao (1477-1520) . Donostia, 1996, pp. 20, 130 y 134.

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por cambiadores y mercaderes. 16 La pragmática volvía a insistir en que el oficio lo desempeñara una persona experta y, se sumara o no este cargo al de marcador, contribuyó a que en toda Castilla se recurriera a plateros para desempeñar los oficios de marcador y de contraste. La pragmática sobre la creación del oficio de contraste y la dotación municipal de una oficina para poderlo desempeñar se registró en los libros del regimiento bilbaíno 17 y es seguro que se dotó: el platero Martín de Lezama era contraste de Bilbao en 1515. 18 Como mandaba la pragmática se le había nombrado por un año y se le entregaron 3 balanzas, 394 pesas y una caseta que debía disponer en la pequeña oficina del contraste -"en la casylla del dicho contraste" dice la documentación- . Con el tiempo los oficios de contraste y marcador los desempeñó un mismo platero. Así, en abril de 1550, a Pedro de Pilla se le menciona como contraste y marcador público de Bilbao al contratar una obra para la iglesia de Santa María de Castillo en la zona de Guernica. 19 Todo lo que se conoce sobre los marcadores son referencias indirectas pues no hemos encontrado, ni sabemos que se haya publicado, ningún nombramiento de marcador. Aparte de sumarse los oficios de contraste y marcador, en Bilbao las labores propias del afinador también las desempeñaban plateros. Cuando el 5 de noviembre de 1577 el alcalde ordinario de Bilbao giró visita a las tiendas de la villa, para comprobar los pesos, marcos, balanzas y varas de medir que se utilizaban, se hizo acompañar por el platero Martín de Arrieta "afinador de pesas nonbrado por el

16 La pragmática ordenaba "que en cada una de las 9ibdades e villas de nuestros reynos en que oviese disposi9ion et facultad para ello se haga Jugar convenible donde este el contraste en el lugar mas publico de la dicha 9ibdad e que se posiese una buena persona la qua! aya de tener e tenga cargo e ofi9io de contraste et fiel e tenga cargo de pesar las monedas de oro e plata que unas personas ovieren de dar e pagar a otras". Archivo Municipal de Burgos, SH nº 2882 y nº 3088. 17 Enríquez Fernández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C . y Martínez Lahidalga, A. : Colección documental de/Archivo Histórico de Bilbao (1473-1500) . Donostia, 1999, p. 818. La carta real con la pragmática se insertó en su día en el libro municipal pero ha desaparecido . Una carta exactamente igual se copió en el libro de actas del regimiento burgalés y se ha conservado. 18 AFB, Municipal, Bilbao, Actas 1515, Sig. 0003, fol. 19r-23v., acta del 30 de mayo de 1515. Enríquez Fernández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C., Lorente Ruigómez, A. y Martínez Lahidalga, A.: Libro de acuerdos y decretos municipales de la villa de Bilbao (1509 y 1515). Donostia, 1995, p. 240. Martín de Lezama vivía en Ja calle Artecalle en 1511. Con anterioridad y posterioridad están documentados Íñigo de Lezama y Domingo de Lezama que pueden ser parientes suyos. 19 AFB, Notarial, Guernica, 483/145. Barrio ha publicado que Pilla desempeñaba el contraste desde 1548 al menos; Barrio Loza, J.A. y Valverde Peña, J.R.: Platería antigua en Vizcaya. Bilbao, 1986, p. 53.

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concejo". 2º El documento sugiere que el cargo de afinador se mantenía separado en la lejana fecha de 1577, pero es posible que Arrieta lo simultaneara con los oficios de marcador y contraste.

3.

LAS MARCAS DE BILBAO

Las mateas particulares de los plateros bilbaínos suelen aludir al nombre propio y al apellido por lo que es posible proponer adjudicaciones a determinados artistas con relativa verosimilitud. Por el contrario; en una ciudad impregnada de espíritu mercantil, los marcadores --como los comerciantes para individualizar las sacas propias e, incluso, sus laudas sepulcrales como se puede ver en las de Ochoa de Vildósola y Pedro López de Vitoria- eligieron un emblema o divisa personal que no es fácil desentrañar: una flor del tulipán, una Y griega que puede aludir a Íñigo Martínez de Larrea, un pajarito -un otatxori- que adoptó Pedro Martínez de Otaza en los primeros años del siglo xvr, 21 una flor de lis que debió de usar Pedro Sáez.de Larrea, una concha de Santiago que permanece sin descifrar, una palmeta o una rosa esquemática que usó Pedro de Pilla ... Nos hemos referido más arriba a cómo el punzón del primer marcador de Bilbao, Martín Pérez de Ahedo, puede ser el que se estampó en una custodia-copón de Zamudio. Las inscripciones grabadas en las custodias de Montenegro de Cameros (Soria) y de Sopelana nos han permitido conocer los dos primeros punzones de la ciudad de Bilbao y el orden de sucesión de uno y otro. La inscripción de la custodia de Montenegro identifica, además, al autor: Pedro Martínez de Otaza, platero hispanoflamenco -documentado de 1470 a 1514que marcó sus obras sucesivamente con dos punzones alusivos a su nombre y la figura de un pajarito situada sobre las letras empleadas. La primera versión de su punzón es un pájaro sobre PED, abreviatura de Pedro, y la segunda dibuja un pájaro de figura más erguida sobre PEDRº. Conforme a la práctica bilbaína de dejar constancia del nombre del donante o encargante y la fecha de la donación, en el remate de la custodia de Montenegro, en el friso central del orbe que sujeta la cruz del remate, se lee: "Esta [custodia] dio Pero Gomez culra". Yen el reverso del pie se grabó en letra gótica menuda: "Esta obra se acabo en el año de mil e

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CCCCXC años e la labro Pero Martines de Otac;a platero". 22 En el anverso del pie se estampó el triple marcaje castellano: un pájaro sobre PED, el punzón de Bilbao y un pequeño escudete con tres filas de ondas. Partimos, por tanto, de varias noticias seguras: en 1490 se empleaba el sello de Bilbao que vamos a denominar Bilbao-], detentaba el marcaje un desconocido platero que empleaba un escudete con ondas y sabemos qué marca empleaba Martínez de Otaza en ese año. Como el sello de Burgos, el punzón de Bilbao es de un tamaño notable, lo que permite apreciar a simple vista la procedencia de la pieza no solo ahora sino entonces, que es más significativo. En el punzón se reproduce la torre e iglesia de San Antón -cuya fábrica se había concluido en 1482- , el puente sobre la ría de dos ojos irregulares - tal como eran primitivamentey una B grande al otro lado del puénte que es la inicial de la villa y puede aludir, por su posición, a Bilbao la Vieja, la antigua puebla en la que nació Bilbao y que concentraba la población antes de que, a partir de 1300, se repoblaran los arenales y pedregales del meandro de Ibaizábal en la otra margen del Nervión. El pequeño escudete de tres filas de ondas ha de ser el punzón del marcador. El escudo coincide con las armas de la poderosa familia bilbaína de los Arana que tenían vinculado el mayorazgo de los Leguizamón. Nada sabemos sobre quién ejercía el cargo pero, a la espera de que la documentación lo aclare, cabe sospechar que el oficio lo ejercía algún fiel de la ciudad, tal vez vinculado a la familia señalada, o que, si lo desempeñaba un platero, tal vez lo hiciera por delegación de esa familia. El tercer punzón, un pájaro sobre PED, es seguro que corresponde al platero Pedro Martínez de Otaza. Son las iniciales de su nombre de pila y el mismo sello se repite en la custodia de Santurce que es muy semejante. El recurso a símbolos alusivos al platero se usa en las platerías nórdicas y sospechamos que existe una relación significante entre el pajarito del punzón y el platero. Otaza es una palabra vasca que se emplea para denominar a las aliagas, aulagas o argomal. Existe una población cercana a Vitoria con esa denominación y el Diccionario de uso del español de María Moliner recoge la palabra otaca como sinónimo de aulaga usado en la provincia de Álava. Sucede que la árgoma -ota en euskera- es una planta de abundantes flores amarillas y brotes tiernos que gustan al ganado vacuno y atraen a una 22 Cortés, J.A. , Hergueta, D., Huidobro, L. y Martínez Burgos, M.: Catálogo General de la Exposición de Arte Retrospectivo. VII Centenario de la Catedral de Burgos. 1921 . Burgos, 1926, p. 69. Un breve comentario de la obra, ubicada en la platería bilbaína, en Barrón García, A.A.: "La platería en Castilla y León", en El arte de la plata y de las joyas en la España de Carlos V. La Coruña, 2000, p. 50.

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AFB, Municipal, Bilbao, Antigua 0510/ 116. 21 Barrón García, A.A.: "Platería hispanoflamenca bilbaína. Martín Follou y Pedro Martínez de Otaza", en Rivas Carmona, J. (coord.), Estudios de platería. San Eloy 2004. Murcia, 2004, pp. 99-118.

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colonia copiosa de pájaros hasta el punto de que en euskera se denomina otatxori a un pájaro de cola blanquinegra -la collalba, que los alaveses llaman coliblanco y los navarros culiblanco- que picotea las árgomas; en sentido literal el otatxori es el pájaro de la otaza. Suponemos, por ello, que Pedro Martínez de Otaza recurrió al otatxori como símbolo personal. La custodia _,de Santurce se marcó con el mismo punzón de localidad y de autor. La impronta de ambos sellos es extremadamente clara, por lo que proponemo;; que se hiciera un poco antes y que estemos ante el primer marcaje triple ' bilbaíno, después de que se adoptaran las instrucciones de la pragmática de 1488. El punzón del marcador es una Y griega en un punzón que sigue las formas curvas de la letra. Es posible que corresponda a Íñigo Martínez de Larrea-documentado de 1464 a 1510- cuyo nombre se escribe Ynnigo e Ynnego en la documentación. 23 A este mismo artífice, que fue un rico y activo platero ya que contribuía en los repartimientos del regimiento con cantidades que triplican y quintuplican las de otros compañeros de oficio, es probable que le pertenezca el punzón Y griega inscrito en un escudo que se encuentra en un cáliz gótico de la iglesia de Arrazola. 24 Sin seguridad, datamos en los años finales del siglo xv unas crismeras de tipología flamenca que pertenecen a la iglesia de Busturia. Están marcadas dos veces con un punzón incompleto de autor -IVAN en letras góticasy una flor de tulipán que ha de corresponder a un marcador desconocido. Las marcas de la custodia de Sopelana ofrecen una segunda variante del punzón de Bilbao en el que la B -que en el primer punzón no rebasa la altura del puente- se coloca ligeramente elevada buscando correspondencia con la torre de San Antón ubicada al otro lado del puente. Esta segunda variante -Bilbao-2- se encuentra en piezas bilbaínas que se pueden datar hasta los años treinta del siglo XVI y pudo comenzarse a usar este punzón alrededor de 1500. También el autor, Pedro Martínez de Otaza, utiliza una 23 Sobre Íñigo Martínez de Larrea y Pedro Sáez de Larrea, Barrón García, A.A.: "La platería hispanoflamenca de Bilbao y la obra de Pedro Sáez de Larrea" en Rivas Carmona, J. (coord.): Estudios de platería 2008. Murcia, 2008. 24 Íñigo Martínez de Larrea fue registrado en la foguera de 1464 como habitante de la calle Carnicería y contribuye con la mayor cantidad de dinero entre las que aportan los plateros: 1.206 maravedíes, cifra que duplica a la que paga el siguiente platero y es diez veces mayor que la del último de los plateros cotizantes; Enríquez Fernández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C., Lorente Ruigómez, A. y Martínez Lahidalga, A.: Repartimientos y fogu era-vecindario de Bilbao (1464-1492). Donostia, 1996, p. 73. En 1470 Íñigo pagaba 730 maravedíes, ca~tidad semejante a la que cotizan los plateros Luis de León y Juan de Rigoitia; Idem, p. 174. Iñigo Martínez de Larrea fue elegido el 27 de enero de 1510, junto con Juan de Oquendo, como oficial por la calle Carnecería en el regimiento de Bilbao; Enríquez Fernández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C. y Martínez Lahidalga, A. : Colección documental del Archivo Histórico de Bilbao (1501-1514) . Donostia, 2000, p. 1032.

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segunda variante de su marca personal en la que recurre a todas las letras de su nombre, con la O de menor tamaño que las demás y situada encima de la R en la línea superior del punzón donde se encuentra el pajarito que ahora se talla en posición más erguida. El punzón del marcador es un escudete con otro pájaro, el otatxori, dibujado exactamente igual que el otatxori del punzón nominal, por lo que suponemos que Pedro Martínez de Otaza era en ese momento marcador. Conocemos el nombre de los donantes de la custodia por la inscripción grabada en el anverso del pie, encima del marcaje que, si estamos en lo cierto, el propio artífice de la obra estampó: "Esta costodia mandaron fazer luan Saes de Barron e Mari Lopes su moger". Entre la inscripción de donación y los sellos que señalan la autoría de la obra existe un garabato antiguo realizado con buril que indica la fecha de realización de la obra escrita en numeración romana - es sabido que la numeración castellana, denominada ya en la época de este modo, no usaba cifras o guarismos arábigos sino números romanos evolucionados-: "año de IVDV". En el rasguño vemos que se suceden con claridad la 1 romana, el signo del calderón o mil, una D gótica y una V o cinco romano: 1505. Las inscripciones de las custodias bilbaínas de Castro Urdiales y Montenegro de Cameros demuestran que era habitual intercalar la fecha de realización de la obra entre el nombre de los donantes y el del platero que aquí se ofrece mediante el marcaje. Podríamos pensar que el platero se dio cuenta del olvido y quiso dejar constancia de la fecha, aunque la haya grabado con urgencia. La presencia de la segunda variante del punzón de Bilbao, que se usó desde 1500 aproximadamente hasta 1540, concuerda con la hipótesis planteada. En la magnífica cruz de Ispáster no hemos visto marca de autor pero las marcas de Bilbao-2 y del marcador se repiten varias veces. El punzón del marcador es el mismo otatxori comentado en la custodia de Sopelana. Como se ha marcado dentro de los pétalos de las rosas que adornan el árbol de la cruz, se aprecia con dificultad el perfil del escudo en el que se inscribe el otatxori. El claro perfil y el detalle de ambas marcas -la de localidad y la del marcador- sugieren que los punzones se habían usado poco o se habían fabricado recientemente. En Bilbao pudo suceder algo semejante a lo que hemos comprobado en Burgos: la publicación de la pragmática de 1499 sobre la creación del contraste volvió a poner de actualidad el problema del marcaje y es posible que entonces, o poco después, las autoridades encargaran un nuevo sello de localidad. Cuando el platero Pedro Sáez de Larrea labró la custodia-copón de San Agustín de Echeverría en Elorrio, hacia 1510, el punzón de la localidad bilbaína se encontraba ligeramente desgastado y dejó una huella menos precisa. Mucho más borrosa es aún la impronta del punzón del marcador que

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tiene, aproximadamente, el mismo tamaño y perfil de escudete del otatxori que adjudicamos a Pedro Martínez de Otaza y que hemos visto en la custodia de Sopelana y en la cruz de Ispáster. El perfil del bulto de la marca se asemeja al del pajarito que emplea Otaza, aunque el desgaste no permite asegurar la identificación. 25 El punzón del autor, P/LAREA, se organiza en dos líneas con la letra P adornada con sendas flores de lis. Larrea podría traducirse como prado y estas florecillas que embellecen su punzón las usó también Juan de Larrea, su descendiente, de modo que podemos considerarlas la divisa de la familia. Pedro de Larrea o Pedro Sáez de Larrea está documentado entre 1509 y 1529 y seguramente sea descendiente de Íñigo Martínez de Larrea. Pedro Sáez de Larrea también es autor de la cruz del santuario de Santa María del Yermo (Llodio) que datamos entre 1515 y 1520. Aparte del sello del artífice, repartido por varias piezas de la cruz, se observa la marca Bilbao-2, de nuevo con impronta ligeramente borrosa por el uso intenso del punzón, y otra marca más de figura imprecisa porque se ha estampado parcialmente. Ha de corresponder a un nuevo marcador desconocido y, por lo que se ve, la marca termina en varios remates a modo de delgadas almenas de un castillo. De las manos de Sáez de Larrea salió uno de los cálices más originales y hermosos del gótico español. Lo hizo para la cofradía de pescadores y marineros de Plentzia y lo datamos hacia 1520. En la copa se grabó con letra moderna, que indica una cronología más reciente, una inscripción que recuerda la propiedad de forma incompleta: +ESTE CALIS DE LA COFRADIA DEL SEÑOR SANT PEDRO DE. Además de las marcas de Bilbao y del autor, se estampó el punzón de un marcador que empleaba una flor de lis. Puesto que el sello de Pedro Sáez de Larrea -como también el de su descendiente Juan de Larrea- lleva dos flores de lis a los lados de la inicial del nombre propio, se puede sospechar que en los años que se hizo este cáliz era marcador de la plata de Bilbao el propio Pedro Sáez de Larrea. La marca Bilbao-2 sigue mostrando una impresión borrosa y la marca del autor se rebotó hacia la derecha de modo que parece que junto a la P existe una O; 25 Pedro Martínez de Otaza o Pedro Sáez de Otaza, como otras veces se escribe su nombre en la documentación, era desde 1508, al menos, diputado en el concejo de Bilbao y fue uno de los miembros del regimiento que el 11 de marzo de 1512 acordaron qué pesas de arroba y libra debían tener los comerciantes bilbaínos. En la misma fecha ordenaron además, que marcasen las pesas cuatro veces al año para asegurar su exactitud; Enríquez F;rnández, J., Hidalgo de Cisneros Amestoy, C. y Martínez Lahidalga, A.: Colección documental del Archivo Histórico de Bilbao (1501-1514). Donostia, 2000, pp. 983, 1034 y 1133. Suponemos que Otaza era, además, marcador de la plata en 1505 y es probable que todavía lo fuera en ese año de 1512.

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por esta circunstancia el punzón se ha leído a veces como Pº/GARCIA, P/GARCIA y P/GARAY. Hacia 1530 se labró el conocido incensario de la iglesia de Santiago de Bilbao. Fue marcado con el punzón Bilbao-2 y el sello de un marcador desconocido que utiliza una concha de Santiago. El artífice marca con un emblema de dos llaves cruzadas, probablemente porque se llama Pedro. Entre 1520 y 1540 se ha documentado a Pedro de Escalante y, dado que los dientes de las llaves dibujan la inicial del apellido, podría corresponderle. 26 Un platero del mismo nombre vivió en Vitoria entre 1543 y 1554. Con anterioridad vivió otro platero que marcaba sus obras con un punzón semejante: dos llaves cruzadas flanqueadas en este caso por las letras P y O en clara alusión a Pedro. Como el sello del incensario de Bilbao, el punzón se enmarca en un escudete aunque es distinto. Tampoco coinciden en los orificios de las tijeras que son romboidales en el punzón bilbaíno y perfectamente circulares en el otro punzón. Rosa Martín, que no observó las letras PO, relaciona este punzón con la villa de Vergara, 27 pero nos parece una marca nominal. El autor de esta marca hizo uh cáliz de procedencia desconocida, depositado recientemente en la iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados de Vitoria, así como la magnífica cruz procesional de la iglesia de Zumárraga. La cruz presenta otra marca más -OP en un pequeño rectángulo- y, seguramente después de realizada, fue examinada y ensayada en 1526 por los plateros vitorianos Juan de Lejarazu y Cristóbal de Rejarte28 porque los propietarios querrían comprobar la calidad de la plata empleada. Curiosamente Arrazola documentó cómo el platero alavés Pedro de Escalante había trabajado para la iglesia de Vergara y para las poblaciones próximas29 y puede ser que uno y otro punzón le pertenezcan y que los empleara antes y después de establecerse en Bilbao. El marcador que emplea una concha de Santiago seguía a cargo del marcaje de la plata bilbaína cuando Juan de Larrea hizo un cáliz para la iglesia de Lezama. No se marcó el sello de localidad y podemos suponer que, para entonces, el punzón Bilbao-2 se había roto por el uso continuado. El cáliz de Juan de Larrea se puede datar entre 1535 y los años cuarenta del siglo XVI. Este platero usaba como marca el punzón I/LAREA con la inicial

26 Barrio Loza, J.A. y Valverde, J.R.: Platería antigua en Vizcaya. Bilbao, 1986, p. 100. Martín Vaquero, R.: La platería en la diócesis de Vitoria (1350-1650). Vitoria, 1997, p. 800. 27 Martín Vaquero, R.: La platería en la diócesis de Vitoria (1350-1650). Vitoria, 1997, pp. 449 y 453-454. 28 Idem, p. 338. La cruz se muestra en el Museo Diocesano de San Sebastián (MDSS). 29 Arrazola Echeverria, Mª A.: Renacimiento en Guipúzcoa. T. JI. La escultura. San Sebastián, 19882, p. 361.

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de su nombre flanqueada por flores de lis como hiciera Pedro Sáez de Larrea, ahora en disposición vertical. En La enciclopedia de la plata se reproducen las marcas de una cruz de propiedad particular con un punzón que leen I/GARCI pero que ha de ser I/LAREA. 30 La inicial del nombre se a~oi:npaña de dos flores de lis inclinadas, por lo que parece una variante distmta. En este caso el punzón se acompaña de un nuevo sello de Bilbao -Bilbao:3-y con una rosa esquemática, que es la marca que se asocia a las obras de Pedro de Pilla. Barrio Loza documentó entre 1553 y 1580 a Juan de .~arrea y cómo la iglesia de Lezama le adquirió, en 1562, una cruz proces10nal, valorada en 440 ducados, y un incensario por 60 ducados más.3 1 Desde 1~47 aparece Ju~n de Larrea en la documentación judicial y notarial del Archivo Foral de Vizcaya y es posible que hubiera dos plateros sucesivos del mismo nombre porque en 1554 se habla de la viuda de Larrea. A uno,~ otro corresponderían las dos variantes señaladas del punzón. Este hipotet~co segundo Juan de Larrea era parroquiano de la iglesia de Santiago d~ Bilbao y estuvo casado con María Pérez Mendieta con la que tuvo seis h.iJOS de 1555 a 1570. 32 En 1553, Juan de Larrea hizo un cáliz para la iglesi~ de San Antó~ de Bilbao33 y entr~ 1568 y 1570, Juan de Larrea y Martín Lopez de M.endiguren, platero de Vitoria, mantuvieron un pleito por deudas contra los bienes de Rodrigo de Uribe, vecino de Vitoria, y María de Mendoza, su mujer. 34 Durante las primeras décadas del siglo xvr se hicieron algunas obras que presentan marcas únicas de autor. Pueden ser obras de artífices establecidos ~n lo~alidades ~enores de Vizcaya. La pieza más antigua es un copón d.e la iglesia de Ondarroa hecho cerca del año 1500 -posiblemente en el siglo xv- y marcado por un platero no identificado que usaba el punzón I/OBE. Durante los años treinta se debió de labrar un copón de la iglesia de ~rrazola. Tampoc~ se ha identificado al autor -PIER/.T.0-, que pudo residtr en la cercana villa de Durango. Rosa Martín ha propuesto identificar al

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Fernández, A., Munoa, R. y Rabasco, J.: Enciclopedia de la plata española y virreinal americana. Madrid, 1985, p. 112. '.' Barrio Loza, J.A. Y Valverde, J.R.: Platería antigua en Vizcaya. Bilbao, 1986, pp. 59 y 100 32 . AHEB, Bilbao, Santiago, Libro de bautismos 1554-1572. Juan de Larrea es citado vanas veces como Juan Sáez de Larrea. El 29 de enero de 1555 Jos esposos bautizaron a Juan· el 18 de nov.iembre de 1558, a Diego; el 21 de junio de 1662 a Juana; el 12 de diciembre d~ 1.663, a Manana; el 10 de octubre de 1666, a Lucas; y el 13 de noviembre de 1570, a Margarita. · 33 AHEB, Bilbao, San Antón, Libro de Cuentas y visitas, 1532-1567. 34 • Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Pleitos civiles, Fernando Alonso (F) Caja 0934.0002. '

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platero Pedro -o/P- que estampó su sello en un hostiario de tipología burgalesa y alavesa de la iglesia de Zalla con el vitoriano Pedro de Isunza. 35 Al menos desde 1548 Pedro de Pilla era marcador y contraste. Sus obras, marcadas con el punzón P/PILA, están asociadas a un nuevo sello de localidad -Bilbao-3- que pudo tallar él mismo y a un punzón de marcador -una roseta esquemática- que le ha de pertenecer pues parece corresponder con los años del ejercicio de este cargo. El nuevo sello Bilbao-3 se inscribe en un cuadrado más estrecho que los anteriores. Presenta los mismos motivos pero el puente es de un solo ojo y se levanta casi a la misma altura que los elementos que se disponen a sus lados: la torre de San Antón y la letra B. La impronta de estos tres sellos es muy clara en la custodia-copón que Pilla hizo para Andrés de Bermeo y Catalina de Arratia que la donaron a la iglesia de San Antón de Bilbao. Suponemos que Pilla labró esta obra poco después de fabricar los punzones. Las mismas tres marcas, impresas también con claridad, se ven en la magnífica cruz de la iglesia de Santa María de Busturia, población vecina de Guernica. Esta cruz se puede corresponder con la cruz que Pilla entregó en Guernica el 5 de abril de 155036 y, de no ser la misma, se haría en emulación de la que disponía la vecina población. Para la misma iglesia de Busturia labró una patena y, seguramente, un cáliz que se ha perdido. La custodia-copón de la iglesia de Santiago de Bilbao muestra, sin embargo, únicamente la marca del autor37 y es probable que la hiciera en los primeros años cuarenta, antes de ser nombrado contraste-marcador, cuando todavía no se había labrado el punzón Bilbao-3. Pedro de Pilla está documentado desde 1536 hasta 1578. Hemos documentado varios trabajos de Pedro de Pilla para la iglesia de San Antón de 35 Martín Vaquero, R.: La platería en la diócesis de Vitoria (1350-1650). Vitoria, 1997, p. 348. Recientemente, Begoña Arrúe ha propuesto relacionar el hostiario de Carbonera (La Rioja)-marcado con un sello o/P- con este mismo platero alavés; Arrúe Ugarte, Mª B.: "Artes decorativas en La Rioja durante el siglo xv1", en Moya Valgañón, J.G. (dir.): Historia del Arte en La Rioja. El siglo xvr. Logroño, 2007, p. 389. 36 En esta fecha, Pedro de Pilla, platero, contraste y marcador público de Bilbao, otorga carta de pago y finiquito a la iglesia de Nuestra Señora Santa María de Castillo de 28.392 maravedís por una cruz que pesó 7 marcos, 6 onzas y 1 real y medio de plata sin contar la figura de Jesúscristo, la manzana del pie, ni la madera y el hierro utilizados para armar la cruz. Se especifica que las piezas de plata fueron: 8 florones; 8 brazos; 8 costaneras de florones; 8 costaneras de los lados; 3 pomas de plata; 2 cuadrados de plata; una diadema; y los clavos de plata para ensablar la cruz. La plata empleada en la cruz, a 2.210 maravedís el marco, supone 17.187 maravedíes. La hechura se valora en 6.000 maravedíes a lo que hay que añadir otros 5.000 maravedíes por la manzana de la cruz, que es de metal dorado, y otros 6 reales por el palo y hierro de dentro de la cruz. La suma total alcanza 28.392 maravedíes. AFB, Notarial, Guernica, 483/145. 37 Barrio Loza, J.A.: "El brillo de la plata", en Barrio Loza, J.A. y Valverde Peña, J.R. (coord.): La catedral de Santiago, Bilbao. Bilbao, 2000, p. 159.

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Bilbao: un cáliz en 1536, un incensario en 1544 y unas crismeras en 1546.38 El copón-custodia conservado no se documenta en las cuentas parroquiales pues fue regalo particular. Las últimas noticias sobre el platero se refieren a labores de reparación para la iglesia de Castro Urdiales: en 1569 Pedro de Pilla. reparó los cetros que llevó y trajo de Bilbao y en 1578 aderezó la custodia.39 Mientras se encargaba del marcaje de la plata el marcador que punzo1 naba con una roseta - supuestamente Pedro de Pilla- se hizo una cruz de colección particular que se marcó con el punzón Bilbao-3, la roseta del marcador y el sello I/GARCI, según leyeron los autores de la Enciclopedia de la plata. ~o hemos visto la obra pero es probable que el dibujo que presentan esté ligeramente retocado para facilitar la lectura que habían hecho Y suponemos que el sello puede leerse I/LAREA. Como hemos señalado más arriba, si estamos en lo cierto, la obra y la marca han de corresponder al segundo platero de nombre Juan de Larrea que está documentado entre 1553 y 1580. . Con el pu~zó~ Bilbao-3 muy desgastado y desfigurado por el uso - a Juzgar por el d1bu30 estampado parece que se había perdido una parte en la zona que representa la torre de San Antón- se marcaron dos obras de Martín ~~ Arri,eta: u~ copón de c?lecc_ión_ particular y un jarro de pico de la colecc10n Varez F1sa de Madnd. S1gmendo con la costumbre de no repetir nunca la consonante doble en los punzones bilbaínos, el sello de Arrieta se lee M/DARIETA. Martín de Arrieta está documentado desde 1542 hasta 40 1593. En varias ocasiones trabajó para la iglesia de Sah Antón de Bilbao: en 1553 aderezó un cáliz y una custodia; en 1556 reformó en profundidad la cruz de San Antón pues le pagaron 8.168 maravedíes; en 1563 aderezó dos báculos e hizo de nuevo dos cálices por cuya hechura le pagaron 9.374 38

AHEB, Bilbao, San Antón, Cuentas y visitas, 1532-1567. Además, el 14 de abril de 1543, esta iglesi~ recibió 34_ maravedíes que Pedro de Pilla entregó en cumplimiento de una manda de su mujer; Idem. Pilla se casó en segundas nupcias con Antona Mustricauri. Ambos tuv~eron tres hijos - Pedro, María y Agustín- que bautizaron en la iglesia de Santiago el 29 de Jumo de 15~7, el 29 de abril de 1560 y el 27 de agosto de 1561; AHEB, Bilbao, Santiago, Libro de bautizados, 1554-1572. 39 Archivo Diocesano de Santander (ADS), Castro Urdiales, Libro de Fábrica 1566-1609 40 Existe una primera mención a un síndico llamado Martín de Arrieta en 1533, pero n~ se expresa que fuera platero y ha de ser otro individuo. AFB, Municipal, Bilbao, Sec. Antigua 0039/1/4. La _pri~era n~ticia sobre el platero es de 1542. En esta fecha, Gregorio Núñez de Ga.marr~, bo_hcano de Bilbao y natural de Aranda de Duero, se somete a una prueba de hidalgm~ Y limpieza de sangre ante el corregidor para presentar en el pleito contra Martín de Arneta, plate~o,_ que le ha calificado de judío villano. AFB, Municipal, Bilbao, Antigua 0362/1/L La ultima fecha, 1593, la ha documentado Barrio Loza y hemos encontrado mención a su viuda en 1598.

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maravedíes; en 1566 volvió a trabajar para la misma iglesia. 41 El intervalo temporal de actividad del platero es muy extenso y es probable que existieran dos plateros - padre e hijo- con el mismo nombre pues el 4 de diciembre de 1544 fue bautizado en la iglesia de Santiago un hijo de Martín de Arrieta y Mari García de Nájera al que pusieron el nombre de su padre. 42 En las dos obras citadas se estampó también un nuevo sello de marcador en el que se dibuja una cruz de Malta. Tampoco está identificado este marcador pero, dado que el propio Martín de Arrieta era afinador en 1577,43 suponemos que también ejercía los cargos de contraste y marcador, aunque las obras conservadas son de fecha muy anterior. Como se ha dicho, 44 el jarro de la colección Várez Pisa es muy semejante al dibujo que el barcelonés Antoni Maltés realizó durante su examen de maestría en 1564 y la obra de Arrieta se puede datar hacia 1560. Un cáliz de colección particular labrado por Pedro de Carranza -CA/ RANCA- está acompañado del punzón Bilbao-3 que debió de usarse muchos años. Carranza está documentado entre 1583 y 1594. No hemos visto el cáliz y aventuramos que se realizaría en fecha algo anterior a la que ha establecido, hasta ahora, la documentación para la actividad del platero. Diego de Isla era marcador de la plata bilbaína cuando el procurador mayor de Bilbao, el día 26 de abril de 1583, giró visita a las tiendas de platerías de la villa. Consta que visitó las platerías de Juan de Ugarte, Martín de Arratia [Martín de Arrieta], Sebastián de Castañeda, Pedro de Carranza y Pedro Ochoa de Aguirrebengoa. 45 Diego de Isla está documentado desde 155646 y, como marcador, le ha de corresponder un punzón con forma de AHEB, Bilbao, San Antón, Cuentas y visitas, 1532-1567. AHEB, Bilbao, Santiago, Libro de Bautizados, 1532-1572. 43 AFB, Municipal, Bilbao, Antigua 051011 /6. 44 Cruz Valdovinos, lM.: "Jarros de pico de la platería hispánica (I)", Antiquaria, nº 136, 1996, p . 28. Cruz Valdovinos, lM.: "Platería'', en Bartolomé Arraiza, A.: "Artes decorativas II" Summa Artis, voL XLV. Madrid, 1999, p . 546. Esteras Martín, C. : La platería de la Colección Várez Fisa. Obras escogidas, siglos XV-XVIII. Madrid, 2000, pp. 80-83. 45 AFB, Municipal, Bilbao, Antigua 05101218. 46 En 1556, Diego de Isla, natural de Castrojeriz, probó su hidalguía y limpieza de sangre para conservar el avecindamiento en Bilbao. AFB, Municipal, Bilbao, Antigua 0377/118. El 21 de febrero de 1563 Diego de Isla y Marina de Basaburu bautizaron en la iglesia de los Santos Juanes a su hijo Mateo; el 3 de noviembre de 1566 bautizaron en la misma iglesia a María y a la madre se la registra como Marina Basaguren; el 19 de julio de 1573 Diego de Isla y Petronila Goiri bautizaron en los Santos Juanes a su hijo Pedro; por último, el 3 de noviembre de 1581, Diego de Isla y Petronila Goiri bautizaron a un nuevo hijo de nombre Pedro aunque esta vez lo hicieron en la iglesia de Santiago. AHEB, Bilbao, Santos Juanes, Libro de bautizados, 1560-1609 y AHEB, Bilbao, Santiago, Libro de bautizados, 1572-1589. Además, en 1565 aderezó un incensario de la iglesia de San Antón de Bilbao y le puso un pie nuevo; AHEB, Bilbao, San Antón, Cuentas y visitas, 1532-1567. 41

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escudo fajado . Se encuentra en un cáliz de la iglesia de Plentzia que lleva inscripción de donación en la que se precisa, además, la fecha que es 1583, año en el que Isla consta como marcador. El cáliz de Plentzia es obra de Pedro Ochoa de Aguirrebengoa -P/OHOA- y en la inscripción se lee: ESTE CALI~ MANDO AZER M[ART]IN DIAS DE ANDRACA PARA N[UEST]RA SEÑORA DE PIAZENCIA A[ÑO] DE 1583. Los mismos punzones de Isla, como marca-

dor, y de Ochoa de Aguirrebengoa, como autor, se encuentran en un cáliz

!de la iglesia de Lezama. Tiene pie circular y nudo oavado como los cálices de otras platerías que se datan en las últimas décadas del siglo xv1. Este platero hizo, en 1584, unos báculos y una cruz procesional para la iglesia de San Antón de Bilbao. 47 Un hostiario de Areatza/Villaro que responde a una tipología tradicional pero que hubo de labrarse a finales del siglo XVI, como se aprecia por la factura de la obra, se selló con un punzón de autor que tal vez corresponda a Sebastián de Castañeda. En 1579 este platero, natural de Quejano, en la jurisdicción de Santillana del Mar, probó su hidalguía y limpieza de sangre pues pretendía avecindarse en Bilbao. 48 Hemos visto que en 1583 tenía tienda de platería abierta en Bilbao y Barrio Loza lo ha documentado hasta 1613. En 1585 realizó una corona para la imagen de María de la colegiata de Castro Urdiales. 49 El platero Martín Olarte ha sido documentado por Barrio Loza desde 1586 a 163050 pero las obras punzonadas con su marca - M/OLARTE- se datan en el siglo xvn. De 1620 es un copón de la iglesia de Santiago y en 1630 labró la maza del Ayuntamiento de Bilbao. De una fecha semejante es un cáliz de la iglesia de Portugalete que hizo Juan Gardoqui -J/GARDOQUI- que es otro de los plateros más activos de Bilbao en las primeras décadas del nuevo siglo. Aunque las ordenanzas municipales de Bilbao de 1593 recordaban la obligación de punzonar las obras labradas en plata, 51 se conservan bastantes 47

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Barrio Loza, J.A. y Valverde, J.R.: Platería antigua en Vizcaya . Bilbao, 1986, p. 59. En 1588 tenía su taller en el portal de Zamudio; Barrio Loza, J.A.: "Platería renacentista", en Orfebres y plateros. El taller de Eloy García. Bilbao, 2006, edición en CD-Rom. 48 AFB, Municipal, Bilbao, Antigua 0377/1/8. Castañeda se casó con Úrsula de Isla, posiblemente hija del marcador Diego de Isla, y juntos bautizaron, el 25 de julio de 1580, a un hijo propio al que nombraron precisamente Diego. AHEB, Bilbao, Santiago, Libro de bautizados, 1572-1589. 49 ADS, Castro Urdiales, Libro de Fábrica 1566-1609. 50 Barrio Loza, J.A. y Valverde, J.R.: Platería antigua en Vizcaya . Bilbao, 1986, pp. 64 y 101. 51 Idem, pp. 13-14. Estos autores reproducen el capítulo sesenta y ocho de las ordenanzas que recoge la obligación de marcar: "Otrosí dixeron que ordenavan y ordenaron, que todos los oficiales espaderos, puñaleros, cuchilleros, cereros, puchereros que labran estaño, y otros

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piezas de la segunda mitad del siglo XVI que no muestran punzón alguno, aunque varias de estas obras llevan inscripciones con la fecha de realización que permiten asegurar que se hicieron durante este siglo. Esta es la circunstancia de algunas crismeras: las de la iglesia bilbaína de Santiago, de 1546; la crismera de la iglesia de los Santos Juanes, de 1551; las crismeras de la iglesia de Santurce, de 1569; y las crismeras de la iglesia de Portugalete, de 1571. Tampoco presentan marcas algunas obras excelentes como la cruz de Yurre - que ha de ser obra de Pedro de Pilla-, la cruz de Sopelana, una arqueta de Portugalete, un cáliz de Gordejuela que mandó hacer el abad de Ibarguen, otro cáliz y patena de Portugalete que pertenece a la capilla de Juan de Ugarte, y un cáliz de Lequeitio que lleva inscripción de 1588 y que menciona a María de Salbide como donadora.

APÉNDICE

1488,julio 10. Burgos Diego de Briones, en nombre del platero real Pedro Vigil, presenta ante el Ayuntamiento la Pragmática Real sobre las pesas -sus medidas y acuñación- y sobre el marcaje y la ley de la plata, dada en Videncia el 12 de abril de 1488. AMB, Actas 1488, fols. 150v-153v. Pares9io presente Diego de Briones en nombre, por virtud de los poderes que tiene, de Pedro Begil, platero de sus altezas, y mostro e presento, ante los dichos señores, una carta de sus altezas por la cual declara las formas de como, de aqui adelante, han de pesar el oro e la plata e las pesas que han de tener, su thenor de la cual es esto que se sigue: Don Fernando e Doña Isabel por la gracia de dios Rey e Reyna de Castilla .. . al príncipe don Johan nuestro muy caro e muy amado fijo e a los perlados, duques, condes, marqueses e ricos e ornes buenos e a los de nuestro consejo y oidores de la nuestra audiencia, alcaldes y alguaciles y otros justicias de la nuestra casa e corte e chan9illeria e a los comendadores y sus comendadores, alcaides y tenedores de las casas e castillos fuertes e llanas y a los con9ejos asistentes, corregidores, alcaldes, alguasiles, merinos e regidores, jurados, cavalleros, escuderos, ofi9iales e ornes buenos de todas y cualesquier 9ibdades e villas e logares de los nuestros reynos e señoríos de Castilla y de los que agora son, o seran de aqui adelante, e a los nuestros thesoreros y alcaldes, ofi9iales, obreros e monederos de las nuestras casas de moneda de las 9ibdades de Burgos e Toledo y Sevilla e Cuenca e Segovia e La Coqualesquier oficios que tienen por costumbre de poner sus marcas en las obras que hazen, sean obligados a usar de marca que tienen mostrada a la Justicia y Regimiento, y no la puedan mudar ni usar de otra marca ni señal alguna''.

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ruña e todas las otras y qualesquier personas de qualquier ley, estado o condic;ion que sean a quien lo de yuso contenido atañe o atañer puede en qualquier manera e a cada uno e qualquiera de vos a quien esta nuestra carta fuere mostrada o su tresla~o signado de escribano publico: salud y grac;ia. Bien savedes e a todos es notono como en la nuestra Corte y en estas dichas c;ibdades e villas e logares ay grand deshorderí e confusyon por la diferenc;ia y diversidad que ay en las pesas con que se pag~ el oro e en el marco con que se pesa la plata, syendo las pesas en una parte iilayores y en otras partes menores, de que muchos rec;iben engaño e agravio. E otrosy somos ynformados que muchos de los plateros que labran plata e_n nuestras dichas c;ibdades y villas e lugares la labran de menos ley de los honze dineros e quatro granos que esta mandado y hordenado que se labre por la ley por nos fecha en las Cortes de Madrigal el año que paso de setenta e seys, con lo qua! las personas que compran la dicha plata rec;iben manifiesto agravio e daño ..E. nos, queriendo remediar e probeer sobre todo lo suso dicho, como cumple a servic;10 de Dios e nuestro y al bien de la republica de nuestros reynos, mandamos a los de nuestro Consejo que entendiesen e platicasen sobre ello con algunas personas, espertos y servidores dello e avido sobre la provision dello muchas platicas e acordamos de probeer e remediar con acuerdo de los prelados e caballeros e los otros de nuestro Consejo en la manera de yuso contenida e sobre ello mandamos dar esta nuestra carta e prematica sanc;ion la qua! queremos e mandamos que de aqui adelante aya fuerc;a e vigor de ley vien asy como si fuese fecha e promulgada en Cortes e por ella hordenamos e probeemos en la forma syguiente: [Nuevas pesas de monedas y marcas de identificación:]

Primeramente hordenamos e mandamos que sean fechas pesas de fierro o de laton con que se pesen, en la nuestra Corte e en todas las c;ibdades e villas e lugares de los dichos nuestros reinos de Castilla e de Leon, las monedas de exc;elentes e medios exc;elentes e castellanos e quartos de exc;elentes e de medio castellano e doblas e florines e aguilas e ducados e cruzados e coronas, cada una dellas vien concertadas e justas e que sean acuñadas con sus trocheles en la folma siguiente: que las pesas de exc;elentes tengan cada una en la parte de enc;ima las divisas de yugos e flechas con una .e. debaxo, e cada pesa de medio exc;elente e de castellano e de dobla de la vanda, que es todo de un peso, tenga un castillo enc;ima e una .e. al pie, e cada pesa de quarto de exc;elente e medio castellano tenga un leon encima, e cada pesa de florin una .f. con una corona enc;ima, e cada pesa de aguila un ~guila, e cada pesa de todos los ducados y cruzados, que es todo un peso, una .y. gnega con una corona enc;ima e una .d. al pie, y cada pesa de corona una corona. [Pesas de granos:]

Otrosy porque, pesandose las faltas de estas monedas con granos de trigo, podía aver engaño, porque unos son mayores e otros menores, mandamos e hordenamos que sean fechas de laton de un grano e de dos e de tres e de seys granos señaladas enc;ima cada una de la suma de los granos que pesa e que sean vien conc;ertados con las de la persona que por nos sera diputada para los fazer.

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[Nuevo marco:]

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Otrosy hordenamos e mandamos que sea fecho un marco justo de ocho onc;as conforme con las leys e hordenanc;as de nuestros reinos e otras caxas de marcos de mas quantia al respeto de este para quien los quisyere, cada uno dellos señalado enc;ima de nuestras armas reales e cada una de las otras pesas de marco que estoviere dentro de la caxa, señalada de la marca de la persona fiable que por nos para ello fuere nombrada e deputada, el qua! dicho marco se contraste con todos los otros marcos de contraste con que se han de pesar en la dicha nuestra corte e en los dichos nuestros reinos todo el oro e plata y las otras cosas que se ovieren de pesar por marco por qualesquier honc;as e piec;as del. [Marcaje de pesas y marco por un Marcador real:]

Otrosy hordenamos e mandamos que todas las dichas pesas e granos e marcos sean señalados e acuñados en la forma susodicha por la dicha persona fiable que por nos sera nombrada e deputada por nuestra carta, la qua! tenga, en la nuestra Corte en buena guarda, los trocheles con que las dichas pesas e marco se acuñaren porque no se puedan faltar e puedan fazer otras tales cada e quanto fuere menester e que otro alguno non sea osado de acuñar ni señalar ni acuñen ni señalen las dichas pesas granos e marco, so pena que caya e yncurra por ello en crimen y pena de falso. [Prohibición de usar pesas antiguas:]

Otrosy hordenamos e mandamos que los dichos nuestros thesoreros e otros qualesquier ofic;iales de las dichas nuestras casas de moneda e los mercaderes e cambiadores e otros qualesquier ofic;iales e personas de qualquier ley estado o condic;ion que sean non pesar las dichas monedas de oro ni alguna dellas con otras pesas algunas, salbo por las dichas pesas que asy fueren acuñadas e señaladas por la dicha persona en la manera que dicha es, ni pesar con otro marco la plata ni oro ni otras cosas que se oviere de pesar por marco, salbo con el dicho marco o marcos de mas contia de ocho honc;as asy acuñadas como dicho es o con otro marco que con el fuere conc;ertado e señalado por la persona que para ello fuere deputada en las c;ibdades e villas e logares de los dichos nuestros reinos segund de yuso esta contenido. So pena que qualquiera que fuere fallado que dyere o tomare con otras pesas o marco sy fuere ofic;ial de casa de moneda o mercader o cambiador o otro ofic;ial de oro o de plata o otros qualesquier personas que tengan por ofic;io de resc;ibir y dar moneda o plata, que por la primera vez pague en pena dos tanto de lo que asy oviere dado o resc;ibido y por la segunda vez caya e yncurra en pena de falso, e sy fuere otra persona de otra condic;ion que por la primera vez pague en pena otro tanto como lo que asy oviere dado o resc;ibido y por la segunda vez pague al doble de lo que asy oviere dado o resc;ibido y por la terc;era vez que pierda !ª meytad de todos los sus vienes. [Reparto de nuevas pesas por el Marcador real:]

Otrosy hordenamos e mandamos que la dicha persona que ansi por nosotros fuere deputada vaya o enbie personas fiables con esta nuestra carta a la noteficac;ion en las dichas nuestras casas de moneda a los dichos thesoreros e ofic;iales

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dellas e a los dichos corn;ejos e asistentes corregidores, alcaldes, alguaziles, merinos, regidores, jurados, ofic;;iales e ornes buenos de las dichas c;;ibdades e villas que son cabec;;as de los arc;;obispados e obispados e merindades e partidos de los dichos nuestros reinos e a las otras personas donde el o quien su poder oviere entendiere que cunple. El qua! lleve pesas acuñadas de piec;;as de oro e el marco en la manera suso dicha pára dar a los dichos ofic;;iales de las dichas casas de moneda e a todos Jos cambiadores e mercaderes e ofic;;iales e otras personas que lo quisieren. E non rec;;iban_p or cada una de las dichas pesas que asy diere para pesar oro mas de c;;inco maravedis y por el dicho marco de ocho honc;;as, conc;;ertado e señalado en la manera susodicha, seys reales de plata e si el marco fuere de más contia de las dichas honc;;as que lleve por cada marco que oviere de mas de las syete piec;;as que ay en el marco de ocho honc;;as cincuenta maravedís e no mas, so pena que sy mas llevare por qualquier de las dichas pesas e marco que por Ja primera vez mil maravedis e por la segunda vez tres mil maravedis y por la terc;;era pierda el ofic;;io e la meytad de todos sus vienes. Y es nuestra merc;;ed que seyendo las dichas pesas e granos e marcos acuñados con la dicha persona cada uno que quisiere pueda conprar dellos quantos quisyere para sy o para dar o para vender a otros con tanto que no pueda llevar ny lyebe por ellas mas contias de las susodichas so la dicha pena. [Reparto de un nuevo marco en las Casas de Mondeda:]

Otrosy hordenamos e mandamos que la dicha persona que por nos esta deputada, o quien su poder oviere, de y entregue por ante escribano en cada una de las dichas casas de moneda a lo menos un marco de ocho honc;;as, acuñado e señalado en la manera que dicha es, e marco de mas contia sy lo quisyere, conc;;ertado a este respeto e marcado e señalado como dicho es, con que dende oy adelante pesen en las dichas casas el oro e plata que se oviere de pesar. [Nombramiento de marcadores en las cabezas de partido:]

E otrosy que cada una de las dichas cibdades e villas que fueren cabec;;as de partidos nombre e ponga el concejo della, con acuerdo e consentimiento de la dicha persona que por nos fuere mostrada e nombrada o de quien su poder oviere, un marcador que sea persona abite e sufic;;iente e de buena conc;;iencia e que sepa conosc;;er y ensayar Ja dicha plata al qua! la dicha persona que por nos sera deputada o quien su poder oviere de y entregue por ante escribano un marco de ocho honc;;as o de mas marcos sy lo quisiere acuñados y señalados en la manera susodicha e que todos los que tovieren qualquier marcos e pesas dellos los traigan a conc;;ertar con el dicho marco que asy toviere el dicho marcador dentro de veynte dias despues questa nuestra carta fuere pregonada en la cavec;;a del dicho partido. E este marcador afine estos marcos e conc;;ierte cada uno dellos con el que el asy toviere y cada marco que fallare ser justo lo acuñe e señale de las dichas nuestras divisas en los lados o en el covertor o donde mejor veniere a la una parte el yugo e a la otra las frechas e debaxo de las devisas ponga el marcador su nonbre o señal e devaxo de la otra devisa ponga la señal de la tal cibdad o villa donde se marcare e en todas las otras pesas menudas del marco ponga su señal el dicho marcador e los marcos que fallare menguados que los quiebre luego e de otros marcados sy los quisyeren. Y que

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este tal marcador, por conc;;ertar y marcar y señalar un marco de ocho honc;;as en que ay syete piec;;as en la manera susodicha, no lleve mas de un real de plata y sy el marco fuere de dos marcos que lleve un quarto real de plata mas por razon de la una piec;;a que tiene mas y asy dende oy adelante a este respecto un quarto de real por cada piec;;a de las que se acrec;;entaren sobre el un marco de ocho honc;;as y no mas, so las dichas penas. E es nuestra merced que el marcador que asy fuere puesto non pueda ser probeydo de tal ofic;;io por mas tiempo de dos años por un nonbramiento e conplidos los dichos dos años sy durante aquellos fallec;;iere que se entregue el dicho marco princ;;ipal al conc;;ejo de la c;;ibdad o villa que lo puso para que sea entregado a la persona que despues susc;;ediere en el dicho cargo e que esta sea puesta por el dicho conc;;ejo, syendo esaminado por la persona o personas que por nos fuere para ello deputados. E porque los que venden los marcos non los encarescan a causa de lo susodicho mandamos que no lleve al que vendiere el marco mas de dos reales por mas de ocho honc;;as so pena que pague lo que mas elevare con el quatro tanto. [Pregón y quiebra de las p esas viejas:]

Otrosy hordenamos e mandamos que Ja dicha persona que asy por nos fuere nonbrada o quien su poder para ello oviere faga luego pregonar en la cabec;;a de cada un partido de los dichos nuestros reynos e en todos los logares de tal partido, que fueren de dozientos vezinos o dende arriba, publicamente y por pregonero y por ante escribano estas nuestras hordenanc;;as. E mande por el dicho pregon, e nos por la presente mandamos, que en los tales logares el dia que nuestra carta fuere pregonada dende en diez días que el pregon fuere fecho en la cabec;;a del dicho partido ninguno sea osado de pesar ni pese con otras pesas ni otro marco, so las penas susodichas, e que todos Jos que tienen pesas de las dichas monedas de exc;;elentes e castellanos e doblas e quartos de exc;;elentes e medios castellanos e de florines e de aguilas e cruzados e ducados en las c;;ibdades e villas e logares de qualquier partido donde se diere el tal pregon e dentro de los dichos veynte dias despues que fuere fecho el pregon en la cabec;;a de tal partido los traygan ante las justic;;ias de la dicha c;;ibdad o villa o, logares que fuere cabec;;a del dicho partido e las entregue en las dichas justic;;ias por ante escribano para que las quiebre porque no quede ninguna dellas e tome otras si las quisyere de las que el llevare asy de las piec;;as e oro como de granos, acuñados e señaladas segund e como dicho es, so pena que qualquier que fuere fallado que las tiene que se lamente por las tener porque por cada una de las que se fallare mil maravedís e de mas que luego las justic;;ias las quiebren publicamente. [Marcaje y ley de la plata:]

Otrosy por quanto por las leyes de nuestros reynos esta probeydo e mandado que no se labre plata de menos ley de honze dineros e quatro granos e que el platero que labrase plata fuese obligado de tener una señal conosc;;ida para poner debaxo de la señal que fiziere el marcador que toviese el marco de la c;;ibdad o villa o logar donde se labrase la dicha plata e que el dicho platero noteficase esta señal ante el escribano de conc;;ejo porque se supiese qual platero labro la dicha plata e qualquie-

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Aurelio A. Barrón García

Sobre el marcaje de la plata en Bilbao durante los siglos XV y

ra que lo contrario fic;iese yncurriese en las penas en que cahen los que usan de pesas falsas e en las otras penas contenydas en la dicha ley por nos fecha en las Cortes de Madrigal. Por ende nos, veyendo que el uso e guarda de las dichas leys es muy probechoso e conplidero a nuestros subditos e naturales, mandamos e defendemos por la presente que no se labre ni marque plata alguna de vaxilla ni de mac;oneria ni brochas ni sartales e cuentas e texillos e lavor de filigrana de jaezes e manillas ni otras piec;as muyvles ni menudas de menos ley de los dichos honze dineros e quatro granos e los que tovieren ofic;io de marcar la dicha plata no la mar1 quen de menos ley de los dichos honze dineros e quatro granos so las dichas penas e ningund platero sea osado de aquí adelante de labrar ni labre plata de menos ley de la susodicha, ni de la vender ni trocar ni marcar, syendo piec;a que se pueda marcar, so las penas contenidas en las dichas leys e ')' r

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f . ' - ' .-_. ' ' Otatxori/PED: Pedro Martinez de Otaza

162

Aurelio A. Barrón García

Lámina 11: Marcas de Bilbao 1500-1525 Año

Sopelana. Custodia. MDASB

H.1505

lspáster. Cruz

163

XVI

Lámina 111: Marcas de Bilbao 1520-1540

Procedencia

1505

Sobre el marcaje de la plata en Bilbao durante los siglos XV y

H.1530

Bilbao. lgl. Santiago. Incensario. MDASB

H.1520

Vitoria. lgl. de Nuestra Señora de los desamparados

1526

Zumárraga (Guipúzcoa). Cruz. MDSS

H.15351540

Lezama. Cáliz. MDASB

I

H.1510

H.1515

Elorrio. Custodiacopón. MDASB

Llodio (Álava) Sant. Sta. Mª del Yermo. Cruz

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H.1520

Plentzia. Cáliz. MDASB

Concha de Santiago. Desconocido

P/LAREA: Pedro Sáez de Larrea

164

Aurelio A. Barrón García

Lámina IV: Otras marcas de Vizca a Año H.1500

Procedencia

Localidad

Sobre el marcaje de la plata en Bilbao durante los siglos xv y Lámina V: Marcas de Bilbao 1540-1560

Marcador

Autor

Ondárroa. Copón

Año H. 1545

I

H.1510

H.15301540

165

XVI

Zalla. Hostiario MDASB

Procedencia

Localidad

Autor

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Bilbao. lgl. San Antón. Custodiacopón. MDASB

H. 1550

Busturia. Cruz. MDASB

H. 1550

Busturia. Patena. MDASB

H. 1550

Col. Part. Cruz.



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Arrazola. Copón. MDASB PIER/.T.O

Bilbao-3

Roseta: · Pedro Pilla?

l/GARCI o l/LAREA?

Aurelio A. Barrón García

166 Lámina VI: Marcas de Bilbao 1560-1600 Año H. 1560

Procedencia

Localidad

GRAN BILBAO 1979: EL OCASO DE UNA QUIMERA

Madrid. Col. Várez Fisa Jarro

Luis Bilbao*

I

H.1560

Col. Part. Copón



Bilbao-3 H. 1580

Col. Part. Cáliz

9

Cruz de Malta: ¿Martín de Arrieta?

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Lezama. Cáliz. MDASB

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P/OHOA: Pedro Ochoa de Aguirrebengoa •

1583

Plentzia. Cáliz. MDASB



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Areatza/ Víllaro. Hostiario.

1.

INTRODUCCIÓN

Los PERIODOS HISTÓRICOS QUE LE SUSCITAN A UN INVESTIGADOR mayor interés son aquellos en los cuales se produce un quiebro, una ruptura respecto del pasado más inmediato. Y esto fue lo que sucedió en Bilbao en 1979: al sostenerse una innovadora actitud de hacer ciudad, por encima de cualquier otra consideración. Se trató de hacer llegar el planeamiento a la ciudadanía, a través de los planteamientos (tanto de los profesionales como de los políticos), sobre el modelo de ciudad al que se aspiraba, ante aquel nuevo panorama político, social y económico. Todo lo cual me generaba diversos interrogantes, ante aquella realidad, a la que me trataba de acercar, desde una inequívoca voluntad, como diría el profesor Sambricio, de tratar de comprender y analizar.1 Resulta sumamente interesante y destacable, ante todo, un hecho ciertamente significativo: la extinción de la Corporación Administrativa Gran Bilbao, entidad encargada, durante la mayor parte del periodo franquista y

P/OHOA: Pedro Ochoa de

r----t-----f--------1-~D~ie!J!O,J_id:l_(:e~ls~la~_J_Aguirrebengoa H. 1580

La metrópolis se esfuerza por alcanzar un punto mltico allí donde el mundo está completamente inventado por el hombre, de modo que coincida absolutamente con sus deseos Rem Koolhaas, Delirios de Nueva York

M/DARIETA: Martín de Arrieta

CA/RANyA: Pedro de Carranza

Bilbao-3 H. 1580

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CA ........ A: ¿Sebastián de Castañeda?

* El autor de este artículo está becado por el Gobierno Vasco a través del Programa de Formación de Investigadores del Departamento de Educación, Universidades e Investigación. Este artículo surgió de un trabajo dentro del Seminario "Arquitectura y Ciudad Contemporáneas" de la Diplomatura de Arte Contemporáneo Vasco de la Universidad de Deusto, titulado "Bilbao: perspectivas de una transformación urbana" dirigido por el Doctor Arquitecto Antonio Román. 1 "Tratar de definir problemas, ver cómo fueron entendidos y valorados determinados temas, cuáles fueron en cada momento sus contradicciones: es decir, cuál fue la realidad y cómo se buscó construir esta" en Introducción. En: Sambricio, C. : Madrid, Vivienda y Urbanismo: 1900-1960, Madrid, Akal Arquitectura, 2004. p. 19. 167

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