Situación #1

September 6, 2017 | Autor: Kiki Zown | Categoría: Fantasia, Cuento, Erotismo
Share Embed


Descripción

SITUACIÓN #1 Kiki Zown. Recuerdos de ayer…

Todo comenzó apenas todos voltearon y nos dieron la espalda. Ahora lo se. Nosotros nos quedamos afuera. El jardín estaba recién cortado, la piscina no tenía agua. Éramos tres entes jugueteando en la rampa. Uno fue por dos vasos y otro por una simpática composición de colores y fusiones en forma de gelatina. Yo, me recosté a mirar las estrellas sobre los desgastados azulejos del fondo. Nadie se percató. Debieron pensar que nos habíamos ido, después de todo siempre estábamos juntos. Y ahí, bajo las estrellas dejamos que los demás festejaran el triunfo mientras nosotros comenzábamos a descubrirnos en el cobijo del verano. Recuerdo que comenzó con un par de manos rudas, gruesas, justo como las de un basquetbolista. Yo no medía más de 1.50m, jugaba voleibol así q' realmente, sus manos podían abarcarme casi por completo. Su hermano se dedicaba como yo, a ser capitán del varonil de voleibol. Ambos eran muy altos para mi. Yo estaba sueñosa por los pequeños cubitos de colores. Aquellas manos comenzaron a entrar en mi blusa mientras que unos labios me besaban con furia y deseo. Abrí los ojos de golpe al sentir que aquellas manos se deslizaban dudosas a mi sur. Vi un cuello y no un par de ojos, su dueño se percató, sus manos se unieron a las otras en mi cintura pero yendo hacia mi cuello, deteniéndose antes. Podía sentir cómo mi corazón latía con fuerza, desbocado temía que fuera a explotar. El aire me faltaba y a cada tanto, a cada pellizco, a cada beso, mi cabeza perdía el sentido. El calor era demasiado y a cada gemido involuntario venía a callarme un beso. "No sabía que fueras tan sensible" Dijo uno. Reconocí la voz entre los jadeos que al igual que yo, comenzaba a perder control. Sonreí. Ni siquiera yo sabía que fuera "tan" sensible. La risita del otro se unió al intento de burla, le vi sin su camisa. Hice memoria en ese segundo, ¿cuántas veces lo había visto sin camisa? Al terminar un partido era obligatorio, era como su sello quitarse la playera y regalarla. Era un idiota. Sin embargo, ese idiota se veía diferente. Sus labios estaban rojos, un hilo del mismo color salía por un costado. Me mordí el labio, lo deseaba. Deseaba besarlo, sentirlo caliente sobre mi de nuevo. Sonrió, se limpió con su lengua, me miró, miró a su hermano, giré a verle también, sonreía mientras me mostraba el short, mi shorth! ¿A qué hora me lo había quitado? Me senté y noté el sudor en mis brazos y piernas. Él se acercó, yo me hice hacia atrás y choqué con un torso que también sudaba. Me besó, me acarició, me descubrió, me sintió y me dejó sentirlo. Me guiaba con sus manos en su cuerpo, su pecho, sus nalgas, todo lo que alcanzaba a tocar sin dejar de besarme, todo lo recorrí. Me percaté de una cicatriz en su espalda y recordé de aquél accidente en un viaje del colegio donde tropezó y cayó sobre el juego de cubiertos de un restaurante. Detalle que olvidé de inmediato cuando sentí lo que intentaba hacer.

Puse mis manos en su pecho. Lo miré asustada y unas manos comenzaron a recorrer mi espalda, levantó mi rostro y me besó. Comenzó a recostarme en su pecho sin dejarme respirar... Y ahí lo sentí. Caliente, duro, grueso abriéndome sin hacer caso de la triste cortina de golpes que hacía. De nuevo, mis manos fueron aquietadas. Más adentro, más me abría, más caliente se sentía. Me levantó, me acercó a él sonriendo, como si se burlara de mis lágrimas. "Berrinchuda" Dijo, le voltee el rostro mientras le di un buen golpe a su pecho. "Tonto" Le dije. En mi espalda, su hermano se deshacía en besos y caricias, mis manos no eran nada para los brazos que me cargaban, ni mi resistencia para quien se abalanzaba a mi; así que me percaté que en realidad no tenía escapatoria, nunca la tuve. Aceptando la situación ahora fui yo quien buscó aquellos labios, su lengua, su cuello. Sus pequeños suspiros sólo me provocaban más y sin pensarlo, me alzó un poco para jalarme de nuevo. Gemí, todo aquello era nuevo para mi, una mano me tapó la boca. Volvió alzarme, volví a caer en él, una y otra y otra vez. Se detuvo, yo estaba agotada, me sentía mareada, quería sentarme, pero se vino un dolor más. Me abrazó por detrás la cintura, me besó el cuello, sentí cómo me arqueaba y alzaba mis brazos a él y ahí, él también entró en mi. Era más grande, más caliente, más duro y más doloroso. La cabeza me iba a estallar y el corazón igual. Sentía a los dos por igual y el calor no ayudaba a tranquilizarnos. Ahora los dos me devoraban, se deshacían en mi, me estrujaban, acariciaban, besaban a un mismo ritmo. Sentía el sudor de ambos, los gemidos de uno en mi cuello y los besos del otro me volvían más loca, a cada momento, más y más me perdía, hasta que sucedió. Más rápido, más violento, más fuerte.... Más y más sin parar hasta que los tres ya no pudimos más. Nos separamos por unos minutos. Los veía cómo se vestían y cómo se besaban. Sentía que me quemaba en ese momento. Se acercaron a mi, me besaron de nuevo pero ahora de una forma muy tierna. Me vestí en silencio. Adentro, la fiesta seguía. "Aquí están" Dijo la consejera. Los tres volteamos creyendo que diría algo, que nos había descubierto o peor, visto. "Los han estado buscando para la foto con los trofeos" Nos levantamos, cogí una gelatina más. Uno me pasó de largo y se fue detrás de la consejera, el otro me miraba perdido. "Vamos" Dije, "Nos van a tomar la foto del recuerdo".

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.