Semblantes en el Arte. De lo humano y lo divino

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Obra Social y Cultural

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Semblantes en elArte. De lo humano y lo dirñno Gloria Martínez Leiva Ánge1 Rodriguez Rebollo

"Digo, que tengo para mi que solamente los claros Príncipes y Reyes o Emperadores merecen ser pintados'l l,-rancisco de Holanda

Rostros, miradas, semblantes de personas que han sido protagonistas de la historia pasada o que forman parte de nuestro acervo cultural y religioso. Rostros singulares, reales, que pretenden captar la esencia misma de la persona, o rostros idealizados que quieren concretizar la fáz de la diünidad. El rostro como espejo del alma o como icono sagrado, ya sea en pir.rtura, escultura o dibujo. La representación de la fisonomía del hombre fbrma parte de nuestra cultura desde tiempos inmemoriales. La plasmación concreta de los rasgos del ser l-rurnano, para que perdurara su memoria en el tiempo, podemos datarla por primera vez en el antiguo Egipto. Durante el denominado periodo de Amarna, entre

el l3s3 y el rss6 a.C., el faraírn Amenophis IV y su esposa Nefertiti impusieron un nuevo canon en el arte egipcio a través del cual se quiso abandonar el hieratismo e idealización de la figura humana por una plasmación naturalista, incluso descarnada, de la fisonomía. Fruto de este periodo breve pero innovador son el bello busto de Nef'ertiti (Berlín, Museo Neues) o el fresco que representa a las Princesas jugando del Ashmolean Museum en Oxfbrd. Este realismo e interés por plasmar el rostr