Seguridad internacional, crisis económica global y aumento de la inequidad Norte-Sur: retos de la cooperación internacional

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Descripción

Introducción Héctor B. Fletes Ocón1 Álvaro Martínez Quezada2 Apolinar Oliva Velas3

Además de una serie de transformaciones económicas, políticas y culturales, los procesos de la globalización han establecido condiciones para la revisión de las grandes narrativas que permitían a los académicos explicar lo social y el desarrollo. Partiendo de estos procesos de cambio social, estudiosos de distintas disciplinas -antropología, sociología y economía, por ejemplo- han criticado la idea de desarrollo como un proceso unívoco, lineal y determinado. De igual manera, la centralidad que desde la economía del desarrollo se asoció, desde mediados del siglo XX, a la industrialización, la modernización agrícola, la sustitución de importaciones, y el vuelco al exterior en los años noventas, para conseguir el “progreso”, ha perdido sustento. De esta manera, se ha enfatizado la debilidad de basar el desarrollo en los niveles de producción económica e ingreso nacional. Las discusiones que distintos actores, tanto académicos como de organizaciones internacionales, han establecido sobre desarrollo sustentable, desarrollo local y endógeno, la descolonización del desarrollo, desarrollo humano, derechos, y la consideración del papel de la política en los procesos de cambio social, dan cuenta de esta reformulación. Este debate conceptual se ha enfocado en la revisión de la construcción y deconstrucción del desarrollo: sus teorías, discursos, lógicas, actores, procesos de conocimiento, política y poder (Martínez, 2003; Arocena, 2001; Escobar, 1995; Long, 2007; Ferguson, 2003). Se revisan, además, las conexiones entre distintos ámbitos que afectan y contribuyen al desenvolvimiento económico y social, como son las dinámicas de la globalización, la democracia, el Estado, la cultura y el ambiente (Kalb, et. al., 2004). Debido al dinamismo económico y financiero que la globalización ha conllevado en algunas regiones del mundo, se le ha entendido como sendero exclusivo de bienestar para todos. Sin embargo, esta concepción debe revisarse ya que persisten profundas desigualdades sociales, pobreza y exclusión (Cordera, 2008). Con la globalización, y su base ideológica del neoliberalismo, se muestran nuevas formas de participación del Estado, que se han visto

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Doctor en Ciencias Sociales. Profesor de Tiempo Completo de la LGAI-IEI, Universidad Autónoma de Chiapas, correo electrónico: [email protected] 2 Doctor en Ciencias Sociales. Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Chiapas, correo electrónico: [email protected] 3 Doctor en Economía. Profesor Profesor de Tiempo Completo del CUITT, Universidad Autónoma de Chiapas, correo electrónico: [email protected]

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acompañadas de una precarización laboral y una mercantilización de la vida social (Morán, 2007). En medio de esta revisión conceptual que atañe al desarrollo y la globalización, y a la vez, como una manera de encontrar alternativas a las crecientes desigualdades sociales, resulta de suma importancia la creación de espacios de discusión sobre las transformaciones que en múltiples dimensiones afectan, y son definidas, por una diversidad de actores. Este libro ofrece una serie de trabajos presentados en el “Primer Congreso Internacional sobre Pobreza, Migración y Desarrollo”, celebrado en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, en abril del 2009, organizado por la Universidad Autónoma de Chiapas, la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y la Fundación Juan de la Cosa. El Congreso reunió a un numeroso grupo de investigadores sociales, con el objetivo de discutir de manera interdisciplinaria la situación actual de la pobreza, la migración y el desarrollo en Chiapas y el mundo. Como resultado del Congreso, junto con otro par de libros enfocados a la Pobreza, uno, y Migración, otro, esta colección ofrece discusiones teóricas y experiencias actualizadas sobre los procesos de cambio mencionados, relativos a la globalización, sus contradicciones, y las alternativas sociales que se presentan en ese contexto. El libro se ha dividido en tres partes. En la primera sección, denominada “Dimensiones del desarrollo y retos frente a la desigualdad social y económica global”, se presenta un grupo de trabajos que revisan nuevos retos tanto en la comprensión como en la acción orientada al desarrollo, al tiempo que analizan las estrategias efectuadas por distintos organismos internacionales en este campo. En primera instancia, el trabajo de José Said Sánchez Martínez, examina los elementos que generan y permiten el desarrollo en una democracia. En el contexto de lo que denomina la última ola democrática y de los problemas de pobreza, desigualdad y violencia del crimen organizado que enfrentan los países América Latina, explora cómo es que sus Estados, a pesar de contar con regímenes democráticos, se caracterizan por ser aun débiles, incapaces de proveer a la población de los medios para acceder a un mejor desarrollo humano. Según el autor, esto trae como consecuencia la inexistencia de una ciudadanía plena, al no tener la población garantizados sus derechos sociales, económicos y culturales. Por su parte, Juan Pablo Prado Lallande en el trabajo “Seguridad internacional, crisis económica global y aumento de la inequidad Norte-Sur: retos actuales de la cooperación internacional para el desarrollo”, realiza una exploración del papel que puede jugar la cooperación internacional en los procesos de desarrollo, así como las limitantes que ésta enfrenta debido a la inestabilidad económica global, y las prioridades de los países desarrollados dirigidas a favorecer sus intereses geoestratégicos, económicos y de seguridad.

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En el trabajo “La cooperación internacional para el desarrollo: características, problemas, retos y el papel jugado por México”, Abraham Bello Cortez discute diversas particularidades de la cooperación internacional para el desarrollo. En específico, hace referencia a las concepciones bajo las que se desarrolla la estrategia de cooperación para el desarrollo por parte de los países donantes y los problemas que se presentan con los países receptores. Afirma que tal estrategia generalmente tiene como trasfondo la consecución de objetivos económicos o políticos. El trabajo analiza los efectos positivos y negativos de esta cooperación y las “ventajas” de cooperar, para finalmente establecer algunas paradojas de la cooperación mexicana como es la inexistencia de una metodología dentro del sistema financiero que precise los fondos de ayuda, así como la rendición de cuentas en este rubro. A continuación, Olga Lidia Lópes, Néstor García, René Estrada y Benito Salvatierra realizan una evaluación del nivel de cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio, en particular el dirigido a reducir en dos terceras partes la mortalidad en los menores de cinco años entre 1990 y 2015. Analizan cuatro estados de la Frontera Sur de México (Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo) y siete países de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Belice, Costa Rica y Panamá), que componen la región de Mesoamérica. Encuentran que las Tasas de Mortalidad en la Niñez (TMN) en el periodo de 1990 a 2006 han descendido. Sin embargo, cuando se analizan a nivel regional, los resultados no son alentadores. En los países pobres prevalecen tasas de mortalidad infantil elevadas. Existen disparidades entre y al interior de los países y estados, que sin embargo son atendidas con políticas homogéneas. Así pues, proponen un replanteamiento de las políticas internacionales de salud. Óscar Rodil Marzábal y Jorge Alberto López Arévalo analizan los patrones de crecimiento económico seguidos por las diferentes entidades federativas de México a lo largo de las últimas décadas, principalmente en el marco del TLCAN. El análisis se bifurca en dos líneas. La primera se centra en el estudio de la evolución comparada del PIB per cápita de los estados tomando como referencia el promedio nacional. Aquí se trata de establecer una tipología con base en las diferentes

situaciones

y

tendencias

observadas.

La

segunda

pretende

explicar

la

heterogeneidad de comportamientos de los estados, identificando diversos factores que se hallan detrás de las tendencias observadas, como son inversión directa extranjera, formación de capital humano o cambios en la estructura productiva. Mediante el trabajo titulado “Análisis de los índices de desarrollo humano y marginación en los municipios de Chiapas desde una perspectiva demográfica”, Oscar Peláez nos presenta el análisis de las relaciones existentes entre el cambio demográfico, el crecimiento económico y el

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desarrollo. Plantea sus reflexiones retomando autores clásicos del desarrollo como Myrdal, Chenery y Syrquin. Considera algunas hipótesis para explicar el comportamiento demográfico diferencial y los indicadores de desarrollo humano en los municipios de Chiapas a partir de racionalidades económicas diferentes impulsadas por condiciones económicas estructurales disímiles dentro de un estado pobre con una fuerte desigualdad social, que muestra un panorama de concentración de pobreza en algunos municipios. En el trabajo “Modos de vida: base del desarrollo en la micro región Yocnajab, Comitán, Chiapas”, Manuel Morales analiza los modos de vida de los grupos domésticos de la región rural Yocnojab, situada a 10 kms de una de las principales ciudades del estado de Chiapas, Comitán. Yocnojab se caracteriza por el desarrollo de una agricultura de temporal y por una diferenciación económica de los campesinos. El autor se propone estudiar la complejidad de la dinámica de estos pobladores con el fin de incidir en una mejor planeación para el desarrollo. Argumenta que para entender los problemas de las áreas rurales es necesario analizar las necesidades, fortalezas y limitaciones de los grupos domésticos campesinos. Señala que para lograr un “modo de vida sustentable”, se requiere la aplicación de políticas públicas acordes a las estrategias de sobrevivencia local, así como el desarrollo de redes que alienten el capital social. El segundo apartado del libro, “Mercados globales, producción de alimentos y ambiente”, reúne importantes aportaciones sobre las contradicciones entre lo que podríamos entender como un capitalismo agroalimentario y la persistencia de formas de exclusión social y económica de numerosos grupos de agricultores, deterioro ambiental y acentuación de la polarización sociocultural. En este apartado, el trabajo “Biocombustíveis, Livre Mercado e Agronegócio: A Impossibilidade de solucionar a Crise Energética ou de Reduzir o Consumo?”, de Lázaro Camilo Recompensa Joseph y colaboradores, analiza la tendencia global hacia el uso de diversos productos agrícolas para la producción de biocombustibles como sustitutos de los derivados del petróleo. El trabajo destaca la incompatibilidad existente entre los principios del desarrollo sustentable y la producción de biocombustibles basada en el modelo de agronegocio. Los autores concluyen que si bien desde la óptica del libre mercado es posible innovar para vender, ejemplo de lo cual son los biocombustibles, ello no garantiza la conservación, ni mucho menos la preservación ambiental, e invitan a desconfiar de las bondades del libre mercado como el camino que permitirá solucionar el problema energético en el mundo. A continuación, estos mismos autores revisan los principales impactos de la producción de biocombustibles en Brasil, y los posibles efectos sociales, económicos y ambientales de replicar

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o transferir este modelo a países de América Latina, África o Asia. Argumentan que los biocombustibles, lejos de ser “limpios y ambientalmente” correctos, se desarrollan bajo un proceso de producción, con simientes sociales y ecológicos, que acrecienta la concentración de la tierra, la desnutrición, el desplazamiento poblacional, la deforestación, erosión de suelos y el uso irracional del agua. Así pues, señalan que biocombustibles es una mala denominación de los combustibles vegetales, puesto que se derivan de plantas cultivadas con todo un paquete de insumos agrícolas, pesticidas, herbicidas, petróleo y sus derivados. Moisés Hidalgo y Juan Soriano muestran la relación existente entre las políticas de libre comercio internacional y la permanencia de la pobreza extrema y el hambre en los países menos desarrollados. Señalan que el alza de precios que ha tenido lugar recientemente no ha hecho más que acrecentar las dificultades de estos países para alimentar a su población ante el encarecimiento de las importaciones de alimentos necesarios para cubrir sus deficiencias. Presentan la soberanía alimentaria como un concepto que incluye no sólo la seguridad alimentaria y el derecho a la alimentación, sino también otros aspectos como el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos, el valor de la pequeña propiedad agrícola frente a los latifundios y las multinacionales agrícolas, el respeto a la biodiversidad, a las técnicas y cultivos tradicionales, y a la gestión ecológica de los recursos. León Enrique Ávila Romero, en su trabajo “La crisis alimentaria global y el sector agropecuario en Chiapas”, analiza las manifestaciones de la crisis mundial alimentaria. Argumenta que han existido acciones concretas por parte de Estados, comunidades políticas y corporaciones transnacionales hacia la búsqueda de hegemonía en el mercado global alimentario, pero que existen espacios en los cuales los sujetos sociales resisten y se contraponen de múltiples formas al proceso global, dando como resultado una incipiente “desglobalización” y resurgimiento de lo rural y del campesinado. Después de revisar los cambios sociales, económicos y culturales implicados por la globalización agroalimentaria, discute acerca de la inserción y el sometimiento del sector agropecuario mexicano a manos de grandes compañías transnacionales, y finalmente analiza el caso chiapaneco. Por otro lado, en torno a la discusión sobre sistemas agroecológicos sustentables, Jorge Ruíz y colaboradores analizan la situación actual de la producción de alimentos orgánicos, y proponen el modelo de producción orgánica como alternativa sustentable para combatir la pobreza de los campesinos marginados de Chiapas. Afirman que el término “orgánico” debe entenderse no sólo como el tipo de insumos empleados, sino la interacción integrada de una serie de componentes naturales y humanos. Revisan el desarrollo de la agricultura orgánica, y

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su potencial económico a favor de los pequeños productores de Chiapas, sin olvidar la problemática que aqueja a estos sistemas. En el último apartado del libro, denominado “Experiencias de participación local y alternativas sociales”, se ofrece una colección sobre diversas formas de resistencia y construcción de modelos de desarrollo orientados a la consecución de nuevos equilibrios sociales, económicos y culturales en la globalización. Aquí, el trabajo “Alternativas sociales frente a la crisis global”, de Carlos Cortez, analiza las diferentes formas de respuesta que se han desarrollado frente al modelo neoliberal en México a lo largo de los últimos años. Al poner énfasis en experiencias gestadas desde los actores rurales, el autor argumenta que los espacios de resistencia frente a la globalización neoliberal cuentan con sus propias especificidades de articulación de actores y conflictos. Cortez señala que a pesar de las múltiples dimensiones que abarcan estas alternativas, y la toma de conciencia de sus actores como sujetos capaces de buscar cambios, estas estrategias no son suficientes para avanzar en el logro de prioridades sociales, pues se requiere también de la disponibilidad de recursos humanos y materiales. El trabajo de Mario Ortega Olivares, relata la experiencia de participación de la población de un barrio pobre de la Ciudad de México en la autoconstrucción de vivienda, en el contexto de los sismos ocurridos en 1985. El artículo analiza las estrategias que desplegaron las familias para atemperar las condiciones de pobreza; se discute además, la pertinencia y posibilidades del capital social al interior de las unidades domésticas, bajo la forma de ayuda mutua, para reorganizar y potenciar las tareas de reproducción social de esta población. Sócrates López Pérez, Lydia Raesfeld y Luis Gil Borja aplican un modelo de mapas de pobreza en el estado de Hidalgo, herramienta que les permite considerar una amplia variedad de categorías de pobreza en una sola matriz, que a su vez son relacionadas con su ubicación geográfica. La particularidad de su análisis es que la revisión del comportamiento espacial de la pobreza se realiza junto con la dinámica de la migración y de la inversión pública aplicada en programas sociales. Con esta herramienta, se facilita la definición de prioridades para la asignación de recursos, señalan. Presentan una reflexión sobre una nueva regionalización del estado de Hidalgo, a partir de las características económicas, sociales y del medio ambiente de los municipios. Sus resultados muestran grandes contrastes con la regionalización oficial. Posteriormente, Ghishaline Duque, María del Socorro Lima Oliveira y Paulo Cesar O. Diniz, dan cuenta de una experiencia de lucha contra la pobreza en el nordeste brasileño, en particular los retos que implica para la población garantizar el acceso al agua en un contexto de un clima adverso. Los autores señalan que la dinámica de pobreza no solamente se debe a

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factores naturales, sino que también juegan un papel clave las dimensiones sociales y políticas. Plantean como alternativa para superar la situación de pobreza y asistencialismo en que vive la población, el desarrollo de diversas prácticas sociales que la lleven a reformular los programas gubernamentales de combate a la sequía y sus efectos. Álvaro Martínez, Octavio Ixtacuy y Diego Girón analizan la operación de una microempresa campesina familiar ubicada en la región indígena de los Altos de Chiapas. Examinan en ella los problemas técnicos y organizacionales que enfrenta este tipo de empresarios para mantenerse en el mercado. Intentan responder a la pregunta de cómo transitar de una producción orientada hacia el autoconsumo a una orientada hacia el mercado, planteando para ello una polémica diferenciación entre microempresa y unidad tradicional de economía campesina. Finalmente, analizan las potencialidades de las unidades campesinas para constituir empresas agroindustriales y generar alternativas de desarrollo rural. Sérgio Botton, Sheila Brandao, Everton Lazareti y Alexandre Menguel analizan el conflicto entre grupos indígenas y productores empresariales de arroz en una región de Brasil. Debido a que la nueva demanda de alimentos del mercado mundial la están cubriendo agroempresas de países subdesarrollados como Brasil y Argentina en el cono sur, en este proceso se están generando enfrentamientos con población asentada en la frontera agrícola, en este caso población indígena. Los autores plantean que los indígenas generan procesos de sociobiodiversidad como una forma de resistencia y una nueva manera de construcción de movimientos ecologistas fuera del paradigma de relaciones capitalistas y que por lo consiguiente definen nuevas formas de reconstruir el paradigma del desarrollo. Finalmente, el artículo de María Inês Rauter Mancuso y Ana Paula Glinfskoi analiza la experiencia desarrollada por familias ribereñas que realizan una pesca de tipo artesanal en el Alto y Medio Río San Francisco en el Estado de Minas Gerais en Brasil. El trabajo examina los problemas que enfrentan los pescadores artesanales para realizar un manejo sustentable de los recursos pesqueros, como es la existencia de pescadores clandestinos generalmente foráneos, que no están sujetos a una pesca controlada, dando lugar a lo que se conoce como la “tragedia de los comunes”. Frente a ello, se propone el impulso de prácticas de co-gestión, así como de sistemas de manejo comunitarios, como formas de minimizar los conflictos existentes entre los pescadores y la sustentabilidad del recurso. El trabajo también considera las diferencias entre los roles asumidos por hombres y mujeres tanto al interior de las familias de pescadores como en el espacio comunitario, así como las modalidades de la inserción de las mujeres en los mercados de trabajo.

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El lector observará que las perspectivas analíticas y propuestas que surgen en los artículos del libro se ubican en distintas disciplinas y tradiciones de las Ciencias Sociales. Sin embargo, los une el hecho de que resaltan la complejidad y diversidad de las trayectorias de desarrollo en el contexto de la globalización, así como señalan una serie de contradicciones en los resultados que se esperaban, y que aún se siguen pregonando, de tal proceso. Igualmente, se abre una gama de opciones de desarrollo de acuerdo con las situaciones contextuales e historias de los grupos sociales y Estados involucrados. Así pues, esperamos que esta rica colección sobre diversas dimensiones del desarrollo y experiencias de participación de actores sociales, atraigan al lector, sea éste miembro de la academia, de la sociedad civil o de diversas instituciones públicas interesadas en el análisis y búsqueda de estrategias activas que atenúen las contradicciones sociales del actual modelo de desarrollo global, así como aprovechen sus posibles ventajas.

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Literatura citada Arocena, José (2001), El desarrollo local: un desafío contemporáneo, Uruguay: Universidad Católica, Taurus, Ediciones Santillana. Cordera, Rolando (2008), “Prólogo”, en Cordera Rolando, Ramírez Patricia y Ziccardi Alicia Pobreza, Desigualdad y Exclusión Social en la Ciudad del Siglo XXI, México: Siglo XXI. Escobar Arturo (1995), Encountering development, the making and unmaking of the third world. Princeton: Princeton University Press. Ferguson, James (2003) The Anti-Politics Machine: ´Development´, Depoliticisation and Bureaucratic Power in Lesotho. Cambridge: Cambridge University Press. Kalb Don; Panters Wil; Siebers Hans (2004), Globalization and Development. Themes and Concepts in Current Research. Dordrecht, The Netherlands: Kluwer Academic Publishers. Long, Norman (2007[2001]), Sociología del desarrollo: una perspectiva centrada en el actor, México: COLSAN, CIESAS. Martínez-Pellégrini, Sárah E. (2003), “Convergencia regional e integración: los casos de México y España”, en Fuentes F., Noé; Alejandro Díaz B.; Sárah E. Martínez-Pellégrini Crecimiento con Convergencia o Divergencia en las Regiones de México. Asimetría Centro-Periferia, México: El Colegio de la Frontera Norte, Plaza y Valdés Editores. Morán, Agustín (2007) “Prólogo”, en Bilbao Andrés, Individuo y orden social. La emergencia del individuo y la transición a la sociología. España: Sequitur.

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Estado y desarrollo José Said Sánchez Martínez1

Introducción Tras el reconocimiento formal de la recesión económica a mediados del año 2008 se cuestionó la poca regulación ejercida sobre el mercado y volvió a la mesa de debate el papel que debe desempeñar el Estado sobre la economía. Pero es en América Latina donde, a pesar de contar con regímenes democráticos, se ha identificado la existencia de Estados deficientes que no han desarrollado la capacidad para proveer los bienes y funciones para los cuales fueron creados, lo cual ha traído como consecuencia el desarrollo de una ciudadanía de baja intensidad que no tiene garantizados sus derechos sociales, económicos y culturales. De forma que la existencia de instituciones y procedimientos democráticos no ha sido suficiente para mejorar las condiciones de vida de buena parte de la población. En el presente trabajo se describen algunos estudios sobre los elementos que generan y permiten el desarrollo de una democracia. Aspectos como el desarrollo económico, la cultura política, la influencia de agentes externos, etc., resultan importantes para la formación de una democracia, mas no suficientes, ya que algunos países de la última ola democrática, al contar con Estados deficientes, no parecen seguir el rumbo hacia una consolidación democrática. Asimismo, se identifican los principales problemas que enfrenta Latinoamérica, como la pobreza, la desigualdad y el fenómeno del crimen organizado, que han generado una ciudadanía de baja intensidad. Posteriormente, se señalan las funciones que están a cargo del Estado y cómo se conectan con la capacidad de un régimen democrático para poder generar una ciudadanía plena. Por último, se identifica la debilidad estatal que padecen los países de la región producto, en cierta medida, de las reformas estructurales implementadas a partir de la década de los ochenta, disminuyendo con ello su capacidad para proveer a la población de los medios necesarios para poder acceder a un mejor desarrollo humano. De forma que, mientras no se establezca un Estado eficiente y democrático, las posibilidades de mejorar la calidad de vida de los sectores seguirá siendo un tema pendiente.

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Egresado de la Licenciatura en Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo. Correo electrónico: [email protected]

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La formación del Estado moderno Durante la primera mitad de la Edad Media no existió señal alguna del Estado en el sentido de ser una entidad de dominación de manera continua con medios de poder propios, con un cuerpo jurídico secularizado, con territorio y población delimitados. Las principales funciones que actualmente el Estado reclama para sí se encontraban dispersas entre varios depositarios: la Iglesia, el noble propietario de tierras, los caballeros y otros privilegiados: “su poder estaba limitado, en lo interno, por los numerosos depositarios de poderes feudales, corporativos y municipales y, en lo exterior, por la Iglesia y el Emperador” (Heller, 1963, p. 142). Una de las primeras manifestaciones del Estado moderno se puede encontrar en la primera mitad del siglo XIII en Silicia, lugar donde el general Federico III sustrajo al sistema feudal el ejército, la justicia, la policía y la administración financiera, de tal manera que centralizó estos elementos bajo una estructura burocrática. La estructura del Estado fue ordenada

según

competencias

delimitadas

y

con

funcionarios

especializados

y

económicamente dependientes. “El surgimiento de ese Estado centralizado o , que transformó a los nobles de guerreros en cortesanos, se explica, a su turno, como la consecuencia imprevista de la competencia por el poder entre pequeños Estados durante la Edad Media” (Burke, 2007, p. 215). Dentro de este proceso centralizador y monopolizador se encuentra el origen del Estado moderno.

La construcción del Estado incluyó la expansión y la formalización del derecho emanado del centro. Esto fue percibido como crucial para homogeneizar a la población en al menos dos sentidos: uno, el de arrasar con lealtades y sistemas legales locales…dos, el de promover una identidad colectiva directamente vinculada con el Estado emergente (O´Donell, 2004, p. 164).

La permanencia del Estado moderno requiere de un sistema impositivo reglamentado con el objetivo de disponer de ingresos suficientes para el mantenimiento del ejército y la burocracia. “La administración feudal no conoció los presupuestos. El estado estamental tampoco conoció la distinción entre los gastos e ingresos públicos y los privados del señor, ni un patrimonio independiente que perteneciera al territorio y al Estado” (Heller, 1963, p. 148). Al interior del Estado moderno, tanto los gobernantes como el cuerpo administrativo no poseen

la

propiedad

de

los

medios

administrativos.

Están

excluidos

de

todo

aprovechamiento de carácter privado de las fuentes de ingreso. Las condiciones previas bajo las cuales se fundó el Estado moderno fueron (Bendix, 1979):

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Poseer el monopolio de los medios de dominación y administración los cuales se basan en la creación de un sistema permanente de tributación centralmente dirigido y la creación de un sistema militar estable centralmente dirigido.



Monopolio de la autoridad central en la impartición de la ley y en el uso legitimo de la fuerza.



Organización de una burocracia orientada racionalmente que dependa de la autoridad central en el ejercicio de las funciones administrativas.

El pensamiento jurídico medieval no tuvo la capacidad para desarrollar la distinción entre el derecho público y el privado. En este punto, para Tonnies: El estado se despoja cada vez más de las tradiciones y costumbres del pasado, y de la creencia en su importancia. Así, las formas del derecho cambian y este deja de ser el producto de los folkways [cultura popular], mores y costumbres para transformarse en un derecho puramente legalista: un producto de la organización política. El estado y sus dependencias, y los individuos, son los únicos agentes que quedan, en lugar de las múltiples fraternidades, comunidades y mancomunidades que se desarrollan en forma orgánica” (Cita extraída de Nisbet, 1977, p. 193). De forma que la dominación legal2 es propia del Estado moderno, en donde el imperio del derecho no está subordinado a la existencia histórica de un héroe o de la tradición sagrada. Sólo existe un sistema de dominación legal cuando las disposiciones de un orden legal se instrumentan y acatan bajo la creencia de que son legítimas. Gracias a la separación entre la Iglesia y su derecho sagrado, por una parte, y la jurisdicción secular por la otra, las autoridades seculares encontraron camino para la imposición de las leyes y el posterior crecimiento del formalismo jurídico, el cual también contribuyó a la formación del Estado (Nisbet, 1977). Durante la Edad Moderna la sociedad estuvo compuesta, al menos en Occidente, por un grado elevado de organización monopolista, el cual no sólo abarcó aspectos de carácter político, sino también militar y fiscal. De tal forma que estas atribuciones llegaron a ser exclusivas de un poder central. Para Norbert Elias (1997) los medios financieros y de violencia se sostienen recíprocamente, es decir, el medio financiero sostiene el monopolio de la violencia y esta sostiene el monopolio fiscal. Lo primero que se constituye cuando aumenta la división funcional (especialización profesional de cada individuo) en una sociedad es el aparato administrativo permanente y especializado en la gestión de los monopolios. Este aparato profesional hace posible la permanencia del monopolio militar y

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fiscal. Una vez establecido el carácter permanente de tal monopolio, las luchas sociales ya no buscan la destrucción del mismo sino las formas para establecer quienes dispondrán del aparato monopólico. “Sólo con la constitución de este monopolio permanente del poder central y de este aparato especializado de dominación, alcanzan las unidades políticas de dominación el carácter de ” (Elias, 1997, p. 345). Para este autor, la ausencia del monopolio fiscal y militar tendría como efecto la desaparición del Estado, cabria señalar también la importancia del orden jurídico como componente esencial del Estado, ya que para Heller (1963), el Estado desaparece cuando este no se aplica. El proceso de monopolización se desarrolla en un contexto de competencia y lucha entre un número relativamente amplio de personas: Podemos distinguir dos grandes fases en el proceso de un mecanismo monopolista…en primer lugar la fase de la competencia libre o de las luchas de exclusión, con su tendencia a la acumulación de oportunidades…en un número cada vez menor de demandas, hasta quedar concentradas en una sola mano; esto es la fase de constitución del monopolio. En segundo lugar, la fase en la que la facultad de gestión de las oportunidades centralizadas y monopolizadas, tienden a escaparse de las manos del individuo para pasar a las manos de un número cada vez mayor para convertirse finalmente en una función del entramado de seres

humanos

interdependientes…esto es, la fase en que el monopolio pasa de ser relativamente a ser monopolio (Elias, 1997, p. 354).

La primera fase se caracteriza por la lucha y la violencia abierta, mientras que en la segunda se establecen los medios e instituciones para beneficiarse del monopolio. Otra perspectiva de estudio de la formación del Estado moderno es la desarrollada por Michael Mann y Charles Tilly. Burke (2007, p. 223) señala que estos autores coinciden en que la centralización política de los siglos XVI y XVII fue poco más que un subproducto de las exigencias de la guerra, es decir, la formación del estado tiene como motor las relaciones internacionales. Los siglos XVI y XVII fueron una era de en la que hubo un desarrollo creciente de los ejércitos. A fin de solventarlos, los gobernantes tenían que exprimir todavía más a sus súbditos por medio de los impuestos. Los ejércitos, a su turno, contribuían a facilitar esa exacción; de tal modo, se instaló lo que se ha denominado un . El surgimiento del Estado centralizado no fue tanto el resultado de un plan o teoría (como el ) cuanto una consecuencia imprevista de la competencia por el poder en la arena internacional.

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Por su parte Weber reconoce la existencia del Estado moderno donde existen los siguientes elementos: 1) Un orden administrativo y jurídico, sujeto a cambios mediante legislación; 2) un aparato administrativo que maneja los asuntos oficiales según regulación legislativa; 3) autoridad legal sobre todas las personas –que habitualmente obtienen sus ciudadanos por nacimiento– y sobre la mayor parte de los actos que tiene lugar en el territorio de su jurisdicción; 4) legitimación para el uso de la fuerza (extraído de Bendix, 1979, p. 391) No obstante, la anterior descripción de la formación del Estado tiene mayor validez para Europa occidental que para otras regiones del mundo. En lo que respecta a la formación del Estado en América Latina, pareciera ser que el proceso de formación fue distinto debido a múltiples factores que obstaculizaron el desarrollo típico del Estado. Al respecto, O´Donell (2008, pp. 35, 36) señala: Aunque es aventurado generalizar, parece claro que en buena parte de nuestro continente ha faltado la relativa coetaneidad de los procesos del Noroeste; desde la independencia ha habido no pocos casos de gobierno que intentaban mandar, casi sin aparato estatal, a poblaciones que no reconocían como miembros de una misma nación; de constituciones formalmente democráticas –o liberales– que en sus propuestas individualistas se contraponían a concepciones de tipo comunitario ampliamente compartidas; de relaciones sociales capitalistas implantadas en alguna parte del territorio pero escasamente difundidas en otras; y de centros que, en lugar de lograr la homogeneización legal y política lograda en el Noroeste, acabaron pactando la coexistencia de sus patrones más o menos constitucionales con tipos patrimoniales de autoridad en buena parte de su territorio.

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Estudios sobre los elementos que generan y desarrollan una democracia La mayor parte de las democracias de la tercera ola (Huntington, 1994), en particular las que pertenecen a Latinoamérica, se han caracterizado por el constante conflicto y desestabilización. Países como Argentina, Colombia, México, Venezuela, Bolivia y aquellos que pertenecen a la región centroamericana son ejemplo de este fenómeno, cada uno con matices diferentes. En los países que pertenecían a la ex Unión Soviética, con la caída del muro de Berlín y del socialismo como alternativa a la democracia, se creyó que los nuevos procesos democratizadores podrían seguir el rumbo de otras democracias consolidadas. Sin embargo, el conflicto que ha caracterizado a estos países ha supuesto un desarrollo diferente para los mismos. Relacionado con lo anterior se encuentran los intentos para la elaboración de una tipología de las distintas democracias que existen. Tal es el caso de las tipologías múltiples (Morlino, 2002) que obtiene los diferentes

tipos de democracia de acuerdo a la

combinación de elementos como el sistema de gobierno (presidencial, semipresidencial, parlamentario, semiparlamentario), el sistema electoral (sistema mayoritario o proporcional), el sistema de partidos (bipartidismo, multipartidismo, gobierno monopartidista o de coalición) y la relación entre las instituciones políticas y la sociedad civil (autonomía, semiautonomía, semicontrol, control). También se encuentran las tipologías polares (Lijphart, 2002), en la cual los elementos a combinar son la relación entre el poder ejecutivo y partidos políticos, y la ordenación unitaria o federal del régimen. Desde otra perspectiva, tal vez no tan sistemática, pero no por ello menos importante, se encuentra la propuesta conceptual

elaborada por O´Donell (1994). Tal

propuesta consiste en caracterizar a las democracias de la tercera ola que parecen no avanzar en la misma dirección que han seguido las democracias europeas y norteamericana. Se trata de democracias delegativas en las cuales el poder ejecutivo toma decisiones por medio de decretos, la accountability horizontal es débil o prácticamente inexistente, el componente liberal es ausente y los derechos de la ciudadanía no son respetados plenamente. Pero el elemento más importante es la deficiente situación en la cual se encuentra el Estado. Sobre este punto se hablará más adelante. Para O´Donell (1994, 2004), este tipo de circunstancias hacen dudoso creer que estas poliarquías lleguen a ser democracias representativas. Incluso pareciera que en estas se aplicaría la llamada ilusión de la representación (Kelsen, 1988, pp. 344, 345), es decir, una democracia será representativa sólo en la medida en que los gobernantes reflejen la voluntad del cuerpo de electores, de lo contrario, la representación es una mera ilusión. La garantía típica es el poder del representado de remover al representante, en el caso de que la actividad de este último no se ajuste a los deseos del primero […]Pero si no hay ninguna garantía jurídica de que la voluntad de los electores sea 16

ejecutada por los funcionarios electos, y éstos son jurídicamente independientes de los electores, no existe ninguna relación de representación o mandato. Para Diamon “muchos países son considerados como democracias inciertas y como sistemas políticos „muy vulnerables al colapso o al golpe de Estado‟ ” (Cita extraída de Sartori, 2003, p. 108). En América Latina esto fue un fenómeno que ocurrió con frecuencia. Por otra parte, las particularidades de las democracias han tratado de ser explicadas por los problemas económicos de la región; deuda externa, incremento de la inflación, altos índices de desigualdad y, algo fundamental, la ineficacia del Estado. Para Linz (1998), el sistema presidencial sobre el cual funcionan las democracias latinoamericanas es un elemento perjudicial. Por su parte, para

Sartori (2003), a pesar de que el presidencialismo está

relacionado con las dificultades para conseguir un gobierno eficaz, y que el problema es intensificado

por el estancamiento económico, desigualdades y herencias culturales, el

problema fundamental reside en el principio de la separación de poderes. Lo anterior trae como resultado una oscilación entre el abuso del poder y la falta del mismo. También se padece de un débil sistema institucional operativo característico de las democracias representativas. Es decir, estamos ante democracias no institucionalizadas, las cuales “se caracterizan por el poco alcance, la debilidad y la baja intensidad de las instituciones políticas existentes. El lugar de esas instituciones queda ocupado por prácticas no formalizadas pero firmemente afirmadas –el clientelismo, el patrimonialismo y la corrupción-” (O´ Donell, 1994, p. 293). Por ejemplo, durante la crisis económica de finales de los setenta, Brasil, Argentina y Perú, recurrieron al llamado decretismo, en el que el poder Ejecutivo toma decisiones por encima de los líderes del Congreso, elaborando y aplicando paquetes económicos sin una discusión previa o acuerdo consensuado. No existió revisión institucional. Hecho que si sucedió en Chile y Uruguay. Los elementos anteriores permiten señalar que las democracias latinoamericanas no dan señales para sostener que estas se dirigen hacia una democracia representativa e institucionalizada.3 Uno de los factores que explican este fenómeno es la debilidad de los Estados latinoamericanos. Su vulnerabilidad e ineficacia se ha manifestado al momento de presentar dificultades para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, la protección y el respeto de los derechos políticos, económicos y sociales, y la reducción de la pobreza. Pero antes de analizar algunas de las funciones del Estado, señalaré algunos de los elementos que han sido consideramos trascendentales para la existencia de una democracia.

3

Me refiero a lo señalado por O´Donell respecto a las instituciones, es decir, pautas regularizadas de interacción que son reconocidas, practicadas y regularmente aceptadas por los agentes sociales que mantienen la expectativa de seguir interactuando conforme a las reglas y normas que rigen esas pautas.

17

Desarrollo económico y legitimidad En un conocido estudio, Seymour M. Lipset (2001) analiza las posibilidades que tiene un país para mantener la democracia en función de su desarrollo económico. En este estudio se analizan indicadores como el nivel de educación (alfabetización), urbanización y grado de industrialización, de tal manera que se hace evidente una correlación entre estos y la democracia. Es decir, se encontró que en los países democráticos estos índices eran los más altos. La importancia de, por ejemplo, el nivel de renta general de un país radica en que mientras más rico e instruido es, será más probable que su población cree organizaciones que actúen como elemento opositor al gobierno, lo cual estará en función del ingreso y las oportunidades de ocio de la población. Por otra parte, mientras más instruida esté la población, esta podrá creer en los valores democráticos, comprenderá la importancia de la tolerancia y será menos probable que se adhiera a doctrinas extremistas o antidemocráticas (Lipset, 2001, p. 123). “Aunque no podemos decir que un nivel alto de instrucción sea suficiente para la democracia, las pruebas de que disponemos indican que constituye casi una condición necesaria en el mundo moderno” (Lipset, 2001, p. 24). Otros elementos que más bien pertenecen al sistema político pero que también están relacionados con la estabilidad de la democracia son la eficiencia y la legitimidad. Es decir, en qué medida el sistema político cumple con las funciones básicas de gobierno y qué capacidad existe para generar y mantener en la población la convicción de que las instituciones públicas existentes son las que benefician a la sociedad: “conocer el grado relativo de legitimidad en las instituciones políticas de una nación es de importancia básica si se pretende analizar la estabilidad de esas instituciones cuando surge una crisis de eficacia” (Lipset, 2001, p. 134). Aspectos culturales y religiosos Almond y Verba (2001) ven en la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX la génesis de lo que llaman cultura cívica, la cual no es tradicional ni moderna, pero permite la pluralidad, la persuasión, el consenso y la diversidad. Esta cultura de diversidad y consenso fue lo que trajo posteriormente el surgimiento de la democracia inglesa. Las principales cuestiones de este tema es si, así como se ha extendido la tecnología y la ciencia occidental a otras partes del mundo, ¿será posible que la cultura cívica y democrática sea extendida de igual forma?, ¿acaso este tipo de cultura no puede ser asimilaba por otros tipo de cultura? Para su estudio, Almond y Verba (2001, p. 179) utilizan el concepto de cultura política, el cual “se refiere a orientaciones específicamente políticas, posturas relativas al sistema político y sus diferentes elementos, así como actitudes relacionadas con la función de uno mismo dentro de dicho sistema.” También distinguen 3 clases de cultura política. La primera de ellas es la cultura política parroquial, la cual se desarrolló en los sistemas tradicionales simples. Con 18

una especialización política mínima. En estas sociedades no existe algún tipo de rol político especializado. El individuo no espera cosa alguna del sistema político ya que en algunas ocasiones lo desconoce. En la cultura política de súbdito, este tiene plena conciencia de la existencia de una autoridad gubernamental, pero su orientación

respecto de objetos

políticos y hacia sí mismo como participante son mínimas. No existe una estructura política diferenciada. En la cultura política de participación, los miembros de la sociedad se orientan hacia el sistema, tanto político como administrativo. Pueden tener juicios positivos o negativos hacia los objetos políticos, es decir, se trata de personas activas en el ámbito político. La anterior división no supone una exclusión mutua, sino más bien su mezcla, o bien, su supremacía en función de determinadas situaciones. “El ciudadano es una particular mezcla de orientaciones de participación, súbdito o parroquialismo, y la cultura cívica es una mezcla particular de participación, súbdito y elementos parroquiales” (Almond & Verba, 2001, p. 185). De la anterior clasificación se desprende otra de subtipos. Aquí no explicaremos en qué consisten cada uno de ellos, sino más bien nos enfocaremos al concepto de cultura cívica. Esta prescribe el modo como deberán actuar los ciudadanos en una democracia. Es una cultura de participación que desempeña un papel importante. En la cultura cívica pueden combinarse o se combinan las orientaciones políticas de participación, de súbdito y parroquiales. “Cada tipo de cuerpo político –tradicional, autoritario y democrático- tiene una forma de cultura que es congruente con su propia estructura” (Almond & Verba, p. 196). Por su parte Huntington (1994) menciona la relación entre democracia

y el

cristianismo, sobre todo del protestantismo y del catolicismo. Para él, el cristianismo occidental enfatiza la dignidad del individuo, así como la separación entre Iglesia y Estado. La igualdad entre individuos de la cual parte el cristianismo es uno de los elementos que constituyen a la democracia, por lo tanto, sirve como elemento positivo para su desarrollo. “En 1988, el catolicismo y/o el protestantismo eran religiones dominantes en 39 de 46 países democráticos […] La democracia era particularmente escaza entre los países que eran predominantemente musulmanes, budistas o confucionistas” (Huntington, 1994, p. 196). En la primera ola de democratización, en el siglo XIX, los países eran protestantes, para la tercera ola la mayoría de los países practicaban la religión católica. Por otra parte, en los años setenta, la Iglesia cambia de actitud al dejar de apoyar a los regímenes autoritarios y pasa a apoyar los procesos de transición a regímenes democráticos.

Agentes externos La influencia de elementos externos puede tanto facilitar como obstaculizar el desarrollo de la democracia. Esto fue evidente de manera clara durante el periodo de la Guerra Fría. Por un lado tenemos la influencia que ejerció Estados Unidos sobre los países latinoamericanos 19

con el objetivo de promover la democracia en la región, por ejemplo, con la llamada Alianza por el Progreso de 1961. Sin embargo, la influencia o intervención sobre los países latinoamericanos obedecía más a aspectos de carácter estratégico que a aspectos que tuvieran que ver con el desarrollo de una democracia, es decir, no creó las bases para la democracia en América Latina (Smith, 2004). Por otro lado, está la influencia que ejerció la Unión Europea en su región. Tal es el caso del Informe Birkelbach de 1962, en el cual se condicionó la integración de nuevos países a la CEE; “sólo pueden pasar a integrar nuestra comunidad como miembros aquellos estados que garanticen en su territorio las autenticas prácticas democráticas y el respeto por los derechos y libertades fundamentales” (Whitehead, 1986, p. 19). Fue así como se rechazó la integración de España, Portugal y Grecia, debido a la naturaleza autoritaria de sus regímenes. Obviamente que el peso de los factores externos no es determinante ni absoluto, los factores internos dentro de cada país en particular juegan un papel fundamental en el proceso democratizador. Para Smith (2004) por ejemplo, han sido los factores internos los que han promovido en mayor medida hacia un régimen democrático que los externos. Sistemas políticos Una vez que se ha transitado de un régimen no democrático (autoritario, totalitario o sultanista) a uno democrático, se identifican los elementos que hacen más funcional al gobierno democrático. Para autores como Juan Linz (1998), los sistemas presidenciales característicos de Latinoamérica han sido el factor que ha estancado a tales democracias. Siendo el sistema parlamentario la opción que resolvería tal problema. Sobre esto, Sartori (2003) señala que tanto los sistemas presidenciales como parlamentarios cuentan con elementos que pueden afectar la funcionalidad de los regímenes democráticos. Para el caso de un sistema presidencial que pretenda ser parlamentario, se enfrentará a la deficiencia que tienen sus partidos políticos para poder funcionar en tal sistema, es decir, su indisciplina. Sartori (2003) propone como solución el sistema presidencial intermitente, el cual funciona con dos motores: el presidencialismo y el parlamentarismo. Sólo se activará uno de ellos cuando el otro muestre señales de ineficacia o estancamiento. Es decir, funcionarán alternativamente: “la fase presidencial corrige los aspectos negativos del gobierno parlamentario, en tanto la fase parlamentaria se hace cargo de los efectos colaterales indeseables del presidencialismo” (Sartori, 2003, p. 175). Con la tercera ola de democratizaciones se creyó que estas poliarquías seguirían el mismo recorrido histórico de las democracias consolidadas. La realidad nos ha dado luz al respecto y ha sido necesario elaborar herramientas conceptuales para distinguir los matices o diferencias entre las poliarquías existentes, es decir, qué poliarquías se acercan más al ideal de la democracia. Morlino (2005) ha propuesto el concepto de calidad de la 20

democracia para solucionar tal problema. Para ello utiliza tres dimensiones: la dimensión procedimental, la dimensión que concierne al resultado y la dimensión sustantiva. La primera dimensión incluye dos elementos: el respeto a la ley (rule of law) y la rendición de cuentas

(accountability).

La

segunda

dimensión

se

refiere

a

la

reciprocidad

(responsiveness), es decir, la capacidad de respuesta de los gobernantes respecto a las demandas de los ciudadanos. En la tercera dimensión se encuentran el respeto por los derechos que ayudan a ampliar las diversas libertades, y la ampliación de una mayor igualdad política, social y económica. “El tema de la calidad de la democracia surge de la necesidad de introducir criterios más pertinentes y realistas para examinar a las democracia contemporáneas, la mayoría de ellas muy por debajo de los estándares mínimos de calidad deseables” (Cansino, 2005, p. 100). Pero, en el caso de las democracias latinoamericanas, ¿no es necesario primero identificar el tipo de Estado con el cual se cuenta, antes de comenzar a distinguir el grado de calidad democrática que existe en la región? El debate sobre el tipo y calidad de las democracias de Latinoamérica debe tomar en cuenta no sólo todos los anteriores elementos mencionados, sino también la eficacia del Estado respecto de las funciones que desempeña en la mejora de la calidad democrática. Me parece que si no consideramos la influencia recíproca que existe entre el grado de eficacia del Estado y la calidad de democracia que pudiera existir, el debate sería incompleto. Es decir, pueden existir buenos propósitos para llegar a una democracia de mayor calidad, pero si el Estado es débil, será difícil alcanzar tal objetivo. Por otro lado, un Estado fuerte y eficaz puede facilitar el desarrollo o ser la condición, entre otras que existen, para la existencia de una mejor democracia. Democracia y Estado en América Latina ¿Qué ocurre en las democracias latinoamericanas?, ¿en verdad estas se desarrollan de manera positiva?, ¿Qué tipos de desafíos enfrentan? Es sabido que las transiciones a la democracia en esta región se caracterizaron por su violencia y encono. Durante todo el siglo XX se registraron 115 cambios de régimen (Smith, 2004). Por otro lado, a pesar de haber alcanzado la institucionalización de las elecciones, existen aspectos económicos, sociales y culturales que aun poseen serios rezagos. “En muchas de las nuevas poliarquías, los individuos son ciudadanos en relación con la única que funciona de manera prescrita por sus reglas formales, las elecciones. En el resto, sólo los miembros de una minoría privilegiada son ciudadanos plenos” (O´ Donell, 1994, p. 242). Lo anterior está relacionado con la explicación basada en la correlación que existe entre desarrollo económico y democracia, ya que, a pesar de que en la mayoría de los casos esta correlación es cierta, es en América Latina donde ha sido mucho más tenue. De tal forma que la democracia en la 21

región no ha sido menos vulnerable al colapso ni al desgaste con niveles altos de desarrollo. (Mainwaring, 1999). De ahí que en el Informe elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2004 identifique a la desigualdad y a la pobreza, como algunos de los principales problemas que enfrentan las democracias latinoamericanas. Pero también dentro de la estructura del Estado existen serias deficiencias. No sólo se puede señalar el descontento de la población hacia los partidos políticos debido a su falta de representatividad y de cumplimiento de las propuestas que realizan durante las campañas, sino también la ineficacia de la burocracia, la falta de capacidad del Estado para aplicar la ley en todo el territorio y en todas las clases sociales. Es decir, dos de los principales componentes de la democracia están mínimamente fortalecidos: la ciudadanía y el Estado. Por una parte, la pobreza y la desigualdad “no permiten que los individuos se expresen como ciudadanos de plenos derechos y de manera igualitaria en el ámbito público” (PNUD 2004). Por la otra, la deficiencia burocrática, la pérdida de control sobre ciertas áreas del territorio para aplicar la legalidad y la existencia de poderes, tanto legales como ilegales, limitan y condicionan la acción del Estado. Hacen que este pierda la capacidad para proveer a la población de los bienes políticos esenciales. Por lo tanto, dos elementos que interactúan para funcionar en conjunto, el Estado y la democracia, pueden dañarse recíprocamente cuando ambos se encuentran dañados o limitados. Los derechos políticos alcanzados, pero sobre todo la institucionalización de los procedimientos electorales no repercutió en el alcance y desarrollo de los derechos civiles, sociales, económicos y culturales. La teoría democrática ha girado solamente sobre la democratización del régimen, pero ha soslayado la tarea del Estado para sentar las bases que podrían potencializar los beneficios que una democracia trae para los ciudadanos, y sobre todo para los que aún están relegados de buena parte de sus derechos, producto de una brutal desigualdad de sus respectivas sociedades. De continuar así la actual situación, “no existirá una democracia sostenible sin un Estado capaz de promover y garantizar el ejercicio ciudadano. Con Estados débiles y mínimos sólo se puede aspirarse a conservar democracias electorales” (PNUD, 2004). De esta manera, para el Informe del PNUD 2004, existen cuatro esferas centrales que representan serios desafíos para las democracias latinoamericanas: la política, el Estado, la economía y la globalización. A grandes rasgos, el problema de la política se materializa en el decepcionante papel que han desempeñado los partidos políticos al momento de representar y cumplir las demandas que la población exige. “Una política que no nutre a la sociedad de opciones y poder carece de representatividad” (PNUD, 2004). Como se ha señalado anteriormente, el deterioro del Estado se manifiesta en la ineficacia de sus burocracias y en la poca permeabilidad legal para ser territorial y socialmente aplicada. En el aspecto social el problema se expresa en la pobreza y desigualdad de buena parte de 22

la población, dado que es más profunda que el promedio mundial. Lo anterior daña de manera grave los derechos de los ciudadanos que están en estas condiciones, careciendo no sólo de seguridad material sino incluso de seguridad jurídica. Por último están los factores producto de la globalización. El mercado internacional y los grupos empresariales globales son los que limitan la acción del Estado al momento de condicionar la inversión y el financiamiento destinado al desarrollo de los países de la región. Aplicando políticas fiscales y de otra índole que desconocen el contexto en el cual van a ser implementadas. Si bien es cierto que en un mundo globalizado ningún país posee una soberanía absoluta, es en los países latinoamericanos donde esta se ve en más reducida. Países como Guatemala, Colombia y recientemente México, se han considerado como Estado débiles o en vías de fracaso.4 Este juicio parte de la incapacidad que ha tenido el Estado para garantizar la seguridad de sus ciudadanos frente a poderes como el crimen organizado. Pero no sólo eso, sino que en estos países se ha perdido el control de ciertas regiones en donde imperan sistemas de poder paralelos al Estado. Se trata de grupos criminales que poseen sus propios códigos legales, cobran sus propios impuestos y pueden logara obtener el monopolio de la fuerza dentro del territorio donde están asentados, generando una de las mayores violaciones a los derechos humanos de la población. La delincuencia organizada, coinciden los líderes de Latinoamérica, es “un desafío directo porque intentan controlar parte del aparato estatal y partes significativas del territorio. Al tiempo que crea fuertes incentivos para el pasaje de la economía formal a la informal” (PNUD, 2004). A pesar del daño causado a un bien político de alta jerarquía como lo es la seguridad y la economía (desigualdad y pobreza), los Estados de la región están lejos de ser Estados fallidos. Sin embargo, su lejanía está débilmente soportada por el grado de desarrollo de la infraestructura y de su sistema económico y fiscal que poseen. Aspectos como la seguridad, la desigualdad, la falta de representatividad de los partidos políticos y la debilidad de la accountability horizontal dan señales de posibles lapsos de estancamiento del desarrollo democrático, de una mayor debilidad del Estado y de la existencia de buena parte de la población que no verá respetar derechos ya no sólo políticos, sino económicos, sociales y culturales.

4

Ver por ejemplo el reporte del Comando Conjunto de Fuerzas Armadas de principios del mes de enero, el cual señala a México como candidato al colapso, comparándolo con Afganistán. Por otro lado, el ex zar antidrogas de Washington, Barry McCaffrey, señaló el riesgo en el cual se encuentra México a causa del crimen impulsado por las drogas.

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Democracia y desarrollo ¿Qué relación existe entre democracia, Estado y desarrollo? La evidencia empírica muestra que por sí sola, la democracia no puede promover el desarrollo. Existen influencias tanto externas como internas que también lo afectan. Entiéndase por desarrollo humano: la libertad que gozan los individuos para elegir entre distintas opciones y formas de vida. Los factores fundamentales que permiten a las personas ser libres en ese sentido, son la posibilidad de alcanzar una vida larga y saludable, poder adquirir conocimientos individual y socialmente valiosos, y tener la oportunidad de obtener los recursos necesarios para disfrutar un nivel de vida decoroso (PNUD, 2008). La instauración de regímenes democráticos en América Latina tuvo como contexto principal la existencia de altos niveles de desigualdad y de pobreza. Por otro lado, la implementación de reformas estructurales repercutió en la capacidad del Estado para cumplir con sus funciones primordiales. Se trataba de Estados en los cuales, debido a su carácter autoritario, ya venían mostrando con anterioridad fallas evidentes en aspectos económicos y, por supuesto, políticos y sociales. Actualmente, los procesos electorales de carácter democrático son reconocidos como el único medio para poder acceder a puestos de gobierno. Sin embargo, lo anterior aún no garantiza que las elecciones sean competitivas, libres y con altos grados de legitimidad5. De tal manera que, a pesar de la existencia de regímenes democráticos, no ha existido un avance considerable en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Los análisis más recientes señalan que la posibilidad para reducir la pobreza en la región está en función de la capacidad para disminuir los índices de desigualdad (Kliksberg, 2005). En todos los países de América Latina, los coeficientes de Gini superan los promedios internacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la Unión Europea. Incluso instituciones como el Banco Mundial han señalado la transcendencia que representa el fenómeno de la desigualdad para la región: América Latina sufre una enorme desigualdad…Se trata de un fenómeno invasor que caracteriza cada aspecto de la vida, como el acceso a la educación, la salud y lo servicios públicos; el acceso a la tierra y otros activos; el financiamiento de los mercados de crédito y laborales formales y la participación e influencia política (Cita extraída de Kliksberg, 2008, p. 359)

Se trata de una desigualdad que abarca no sólo aspectos como la distribución de la renta y la riqueza, sino también aspectos de género, étnicos, políticos y educativos, afectando: 5

Por ejemplo, las elecciones presidenciales en México del año 2006 y, recientemente, las elecciones en Nicaragua del año 2008, mostraron señales de deficiencia y poca legitimidad.

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profundamente la expansión y prestación de servicios públicos (como la salud y la educación), e impide, por lo tanto, que el pueblo desempeñe un papel efectivo en la política. Parece que la desigualdad de ingresos también reduce el acceso que la población tiene a la prensa y a los medios de comunicación masivos, lo que facilita que las acciones de gobierno se desarrollen libres de toda rendición de cuentas. (Macias-Aymar, 2006, p. 163)

A pesar de que la salud de la población mejoró, así como el grado de alfabetización, la región muestra índices de desigualdad mayores que el promedio mundial: “En el año 1990, el diez por ciento de la población latinoamericana de ingresos más elevados tenía 25,4 veces el ingreso del 10 por ciento de la población de menores ingresos. En 2002, esa relación era de 40 veces” (PNUD, 2004, p. 44). En relación a la desigualdad en la distribución de los recursos, Przeworsky (2004, p. 10) señala: Any conclusions about the impact of income distribution on the survival democracy are hampered by the paucity and the poor quality of the data. Nevertheless, among the few cases for which comparable data are available, democracies are more likely to survive when the Gini coefficient or the ratio of incomes of top-to-bottom-quintile are lower.

En América Latina el 40% de la población de los hogares pobres capta un 15% del ingreso total, mientras que el 10% más rico de los hogares concentran en promedio el 35% de los ingresos (CEPAL, 2008). En consecuencia, las expectativas generadas con la llegada de gobiernos democráticos a la región se han desvanecido, ya que las instituciones democráticas per se, no cuentan con la capacidad suficiente para generar una ciudadanía plena cuando se apoyan en un Estado débil, tanto legal como estructuralmente.

Estado y democracia Giovanni Sartori (2003) había señalado en alguna ocasión de manera somera la debilidad del Estado dentro de las democracias recién instauradas. Por otra parte, “en América Latina existe una crisis de estatalidad, a la que entendemos como la capacidad del Estado para cumplir con sus funciones y objetivos independientemente del tamaño y la forma de organización de sus burocracias” (PNUD, 2004, p. 182). ¿Qué tareas y responsabilidades tienen el Estado al respecto? El Informe sobre Desarrollo Mundial de 1997 elaborado por el Banco Mundial, establece 3 posibles funciones del Estado.

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Mínimas. Suministro de bienes públicos, defensa, ley y orden. Derechos de propiedad, gestión macroeconómica, salud pública, aumento de la equidad y protección de los pobres.



Intermedias. Educación, protección ambiental, regulación de monopolios, seguros y reglamentación financiera y seguridad social.



Dinámicas. Provisión de una política industrial y generación de riqueza.

Fukuyama (2004) utiliza el concepto de Estatalidad para medir la eficacia del Estado. Para ello se basa en los indicadores: Alcance y Fuerza. El primer concepto se refiere a las funciones y objetivos de los gobiernos, mientras que el segundo es: la capacidad de elaboración y ejecución de políticas y de promulgación de leyes; administración eficaz con la mínima burocracia; control del soborno, la corrupción y el cohecho; mantenimiento de un alto nivel de transparencia y rendición de cuentas en las instituciones publicas y… el cumplimiento de las leyes (Fukuyama, 2004, p. 25).

Por su parte, Robert Rotberg (2007, p. 95) señala que el Estado: existe para proveer una serie de bienes públicos a sus ciudadanos: seguridad, un sistema jurídico y de decisión judicial, libertad política, derechos económicos, sociales y culturales (DESC), infraestructura de comunicaciones, un sistema financiero y una fiscal y el contexto para que la sociedad civil se desarrolle.

Pero las anteriores funciones del Estado en la región latinoamericana se vieron socavadas a partir de la década de los ochenta por la apertura de mercados, la desregulación y la privatización, la eliminación de subsidios y el achicamiento del sector público [que] tendieron a aplicarse de manera similar en múltiples países sin tomar en cuenta las diferencias de su desarrollo institucional, de su estructura productiva, del patrón de inserción en los mercados mundiales, además de la diversidad en sus condicionantes históricas, geográficas y políticas” (Moreno, 2008, p. 311).

Tomado en cuenta las 4 dimensiones del Estado propuesta por O´Donell (2008), se hace evidente que éstas se encuentran severamente rezagadas: 

Conjunto de burocracias. Esta dimensión se mide por el grado de eficacia que presenta el cuerpo burocrático.



Sistema legal. Se basa en su efectividad tanto territorial como en su aplicación a todos los estratos sociales.

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Foco de identidad colectiva. Grado de credibilidad y legitimidad por parte de la población en la toma de decisiones de la clase gobernante.



Filtro. Establece filtros distintos para el bienestar de la población y de los agentes económicos que operan en su territorio. Se trata de colocar barreras en ciertas áreas consideradas estratégicas para el funcionamiento del Estado.

Cuando el Estado funciona razonablemente bien en estas 4 dimensiones, “facilita la organización de los sectores sociales, orienta los conflictos hacia su pacifica resolución, provee valiosos bienes públicos, y resuelve o ayuda a resolver numerosos problemas de acción colectiva” (O´Donell, 2008, p.23). Empero, las políticas adoptadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) para aplicar en América Latina dio prioridad a las políticas de carácter procíclico: rigidez fiscal, control de inflación, privatización, liberalización de los mercados y del capital financiero. La reducción del gasto público trajo como consecuencia, por una parte, la privatización de ciertos sectores públicos y, por el otro, el descuido de los sectores de la población más vulnerables a los efectos del libre mercado. Para Stiglitz (2004, p. 425) “los resultados de las recomendaciones y los programas del Fondo no sólo han sido desastrosas en materia de crecimiento, sino también en lo que se refiere a mayor estabilidad social y política y a la igualdad en el ingreso.” Los recortes indiscriminados al gasto público indudablemente reducen la capacidad del Estado para cumplir con las funciones arriba señaladas. Al respecto: en Bolivia, la inversión pública declinó 8,4 por ciento en 1983 al 3,0 a partir de 1985; en Chile, declinó del 12,5 por ciento en 1974 al 4,8 por ciento en 1983…en México cayó un 13,4 por ciento en 1987 y siguió deteriorándose

a partir de entonces

(Przeworski et al, 1998, p. 181).

A partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, la inversión en infraestructura con respecto al PIB comienza a disminuir y muestra, posteriormente, una tendencia estática, siendo mínimos los porcentajes de crecimiento y encontrándose demasiado lejos de los porcentajes de aquella década.

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Gráfico 1. Inversión en infraestructura en seis países de América Latina, 1980-2006 (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú).

Fuente: CEPAL (2008, p. 6).

Las infraestructuras viales y ferroviarias existentes en la región son antiguas y poco mantenidas, con un alto costo económico. Los corredores viales principales tienen insuficiente capacidad, mientras que hay una escasez de provisión de servicios ferroviarios competitivos para el transporte de cargas. En las redes de transporte internacional existen restricciones operativas, interconexiones truncas y asimetrías técnicas entre modos y/o entre países; así como una falta de control efectivo por parte del Estado del cumplimiento de las normas establecidas y diferencias normativas entre países y entre jurisdicciones de un mismo país (CEPAL, 2008, p. 29). Un Estado sin infraestructura sólida tiene pocas oportunidades para garantizar el desarrollo económico de todos los sectores. Estamos hablando no sólo de sistemas de comunicación terrestre, sino también de escuelas, hospitales, sistemas penitenciarios, presas, etc. Se trata de poseer y desarrollar una estructura sobre la cual se sostendrá el régimen democrático. De esta manera, “lo que más urge con respecto a los países en desarrollo es incrementar la fuerza básica de sus instituciones estatales para que proporcionen las funciones esenciales que sólo los gobierno pueden desempeñar” (Fukuyama, 2004, p. 69).

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La pasividad frente a la globalización: ha ayudado a promover el desmantelamiento del aparato estatal, incluso la omisión de crear al interior del mismo las capacidades necesarias. Este no es un argumento para un Estado cerrado y hostil al mundo externo, sino para un Estado que es un inteligente filtro de la globalización (O´Donell, 2008, p. 40).

Con respecto a la pobreza, encontramos una estrecha relación entre ésta, las zonas rurales, los grupos indígenas y la poca presencia del Estado materializada en servicios públicos. Esto último reduce las oportunidades para una mejor calidad de vida a las personas que radican en esas zonas. Para el año 2008, se registraron 182 millones de personas pobres, lo que representa el 33.2 por ciento de la población total de la región. La ausencia del Estado explica, en cierta medida, que “la población que vive en las áreas rurales tiene mayores carencias en comparación con la que reside en áreas urbanas en los países latinoamericanos. El ingreso promedio de los hogares urbanos es mayor que el correspondiente a los rurales” (CEPAL, 2008, p. 32).

Gráfico 2. Disparidades en el ingreso medio de los hogares entre áreas urbanas y rurales, alrededor de 1990 y 2007.

Fuente: Panorama Social de América Latina (2008, p. 33)

Se ha encontrado una conexión entre la concentración de la riqueza y el tipo de política fiscal utilizada por cada país. Así, mientras que en los países desarrollados los índices de desigualdad o concentración de la riqueza disminuyen una vez aplicados los impuestos y transferencias, en América Latina se observa que el efecto del sistema tributario es regresivo, es decir, los índices de desigualdad aumentan después de aplicar impuestos y transferencias (Gomez & Martner, 2008).

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Gráfico 3. Efectos distributivos de la política tributaria (Coeficientes de Gini antes y después de impuestos).

Fuente: Gómez & Martner (2008, p. 83)

¿Qué tipo de políticas pueden implementarse para reducir la pobreza? Existen dos vías para incrementar el ingreso de los pobres. La primera consiste en transferencias directas, las cuales no eliminan la dependencia de la población ni altera su capacidad de producción y de generación de ingreso. En segundo término, están las políticas estructurales, las cuales tiene que ver con la dotación de factores de producción a los sectores más vulnerables, así como una mayor inversión en educación, lo cual modifica su ingreso y reduce su pobreza. Sobre la influencia de la educación: diversos estudios han demostrado que los individuos con mayor educación generalmente

obtienen

salarios

mayores, experimentan menores

tasas de

desempleo, y trabajan en ocupaciones de mayor estatus que aquéllos menos educados. A esto se le agrega la idea conocida de que las personas con menores niveles de educación generalmente son más pobres (Ordaz, 2009, p. 9). El combate a la pobreza significa “el aumento en el ingreso de los pobres, este aumento puede ocurrir solamente cuando todos los ingresos crecen o cuando, como resultado de un proceso de

redistribución, el ingreso de los pobres crece mientras en

ingreso de los ricos declina” (PNUD, 2005, p. 12). En los países en donde se registró disminución en los índices de pobreza, se identificó que esta tuvo que ver en un 77 por ciento con el incremento del ingreso. Lo cual señala que las transferencias no son el factor principal que reduce los índices de pobreza, y muestra los efectos multiplicadores que podría traer la implementación de la políticas estructurales para combatir este problema. Cabe señalar que cualquier tipo de empleo no garantiza permanecer fuera de la pobreza. El 30

número de trabajadores que no está amparado por el sistema de seguridad social por medio de su empleo ha aumentado en los últimos 15 años. “En promedio, la cuarta parte de los trabajadores de la región no gana lo suficiente para salir de la pobreza junto son su familia…” (BID, p. 153). Incluso aquellos trabajadores con un nivel de estudios alto no están totalmente exentos de evitar caer en la pobreza. La tarea del Estado en este tema no debe reducirse a la entrega de transferencias sino también: orientarse a la promoción de la inclusión social, lo cual significa entender las aspiraciones de inserción en el mercado de trabajo, de auto-suficiencia económica (tener una profesión, casa, contar con ingresos propios) y de tenencia de activos (propiedad, casa, tierras) que garanticen medios sostenibles de vida (CEPAL, 2008, p. 71).

Estado, democracia y Desarrollo Los debates sobre la democracia no habían tenido en cuenta la influencia

y

repercusión que tiene en Estado sobre ésta y sobre el desarrollo. Un régimen democrático con un Estado incapaz de proveer servicios básicos a la población, sin efectividad legal y débil fiscalmente, difícilmente puede producir por sí solo el respeto real de los derechos políticos, sociales y civiles de la población. Los individuos con derechos políticos, pero con problemas de desempleo y sin oportunidades para desarrollarse como ciudadanos de plenos derechos, no sólo políticos, sólo pueden participar de manera pasiva dentro de un régimen democrático. Se trata, siguiendo a O´Donell (2004), de una ciudadanía de baja intensidad, la cual a pesar de contar con derechos políticos no puede ejercer sus derechos civiles debido a la debilidad del Estado democrático de derecho y al efecto de las desigualdades sociales. El debate ahora debe pasar del ámbito del régimen democrático al ámbito del Estado, pero un Estado democrático, el cual busque fortalecer los derechos sociales y civiles, consolidando los derechos políticos. No es de extrañar que las instituciones políticas en la región estén severamente desprestigiadas y que el 56% de la población pongan el desarrollo económico por encima de la democracia. La representatividad de los partidos políticos de encuentra socavada; los pueblos americanos enfrentan serias dificultades en la participación política activa dentro de las instituciones de gobierno: El número de indígenas en las cámaras bajas o únicas del Poder Legislativo durante en período 2001-2002 ha sido de 0.8 por ciento (1 sobre un total de 120) en Perú; 3.3 por ciento (4 sobre 121) en Ecuador; 12.4 por ciento (14 sobre 113) en Guatemala; y 31

26.2 por ciento (34 sobre 130) en Bolivia. Estas cifras contrastan con el 43, 34, 60 y 61 por ciento que representan aproximadamente las poblaciones indígenas en esos países, respectivamente (BID, 2008, p. 153).

Por un lado, es indudable que los padecimientos económicos repercuten en el grado de oportunidades que pueden desarrollar los individuos para mejorar su calidad de vida. Es el Estado quien puede proteger y proporcionar los medios para que los sectores más rezagados puedan

convivir en igualdad de condiciones con aquellos sectores que ya

cuentan con tales medios. Las reformas estructurales y, actualmente, la crisis económica mundial, hacen visible la falta de aspectos sociales dentro del paradigma de libre mercado, importantes para la formación de una ciudadanía sólida, que no sólo goce de derechos políticos, sino también de los derechos sociales y civiles. Por el otro lado, la poca efectividad de la ley, no sólo sobre todo el territorio sino sobre todos los sectores sociales, afecta, en particular, a aquellos con menores recursos para poder defenderse contra cualquier tipo de injusticia, “muchos ciudadanos en estas nuevas democracias no ven en los sistemas de justicia y seguridad oficiales líneas de defensa de confianza que los protejan de inseguridades básicas” (Whitehead, 2008, p. 70).

Conclusiones En América Latina existen aspectos económicos, sociales y culturales que aún poseen serios rezagos. En muchas de las nuevas poliarquías, los individuos son ciudadanos en relación con la única que funciona de manera prescrita por sus reglas formales, las elecciones. En el resto, sólo los miembros de una minoría privilegiada son ciudadanos plenos. Lo anterior se relaciona con la explicación basada en la correlación que existe entre desarrollo económico y democracia, ya que, a pesar de que en la mayoría de los casos esta correlación es cierta, es en América Latina donde ha sido mucho más tenue. De tal forma que la democracia en la región no ha sido menos vulnerable al colapso ni al desgaste con niveles aceptables de crecimiento económico. La desigualdad y a la pobreza persisten como los principales problemas que enfrenta la región, generando una ciudadanía de baja intensidad a la que no se le garantiza sus derechos sociales, civiles y culturales. Es el Estado quien tiene que cumplir con su papel primordial de proveedor de bienes y mejorar tanto territorial como funcional mente. De lo contrario, los sectores más vulnerables difícilmente llegarán a ejercer una ciudadanía plena en la cual todos sus derechos sean respetados, esta ciudadanía plena es un elemento fundamental para el desarrollo de una mejor democracia en nuestro país y en la región latinoamericana. No es posible hablar de

32

desarrollo cuando una parte importante de la población no tiene garantizada su seguridad material.

33

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Seguridad internacional, crisis económica global y aumento de la inequidad Norte-Sur: retos actuales de la cooperación internacional para el desarrollo Juan Pablo Prado Lallande1

Introducción A prácticamente cinco años de que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) deban ser evaluados, y en principio cumplidos,2 surge la necesidad de analizar el contexto internacional, así como las condiciones actuales en que el sistema de cooperación internacional para el desarrollo está siendo instrumentado y direccionado. Ello, considerando en particular que el actual impulso a la seguritización de la agenda internacional, así como las repercusiones de la presente crisis económica mundial, están influenciando negativamente la capacidad de este instrumento de colaboración colectiva para fungir como un mecanismo a favor de mejores condiciones de bienestar y seguridad humana. Este escrito tiene el propósito principal de analizar el contexto presente en que el sistema de cooperación internacional para el desarrollo se encuentra inserto, a la luz de la seguritización de la agenda global y de la crisis económica planetaria, con objeto de resaltar los retos que este recurso de acción solidaria enfrenta y enfrentará en los años venideros. Para conseguir tal pretensión, el artículo se divide en cinco secciones. Tras esta introducción, se hace un breve recuento sobre la génesis, objetivos y puesta en marcha del sistema de cooperación internacional para el desarrollo, con el propósito de contrastar sus principios respecto a su modus operandi. El siguiente apartado muestra la manera en que la cooperación internacional para el desarrollo de nuestros tiempos está siendo afectada por la seguritización y la crisis económica global, lo cual le impide cumplir con sus principios fundacionales y objetivos presentes en materia de reducción de la inequidad entre el Norte y el Sur y dentro de los propios países en desarrollo. Para constatar lo anterior, a continuación se hace una revisión cuantitativa y cualitativa de las características más representativas del sistema de cooperación internacional para el desarrollo, a la luz de estos dos fenómenos. En las consideraciones finales, se señala que el contexto internacional presente no es afín respecto a la conformación del fomento de una asociación mundial para el desarrollo (octavo ODM), 1

Profesor-Investigador en Relaciones Internacionales, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) México, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM, Magister en Cooperación Internacional y Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT. [email protected]. Esta investigación se inscribe en el proyecto “La cooperación internacional de inicios del siglo XXI. Objetivos, estrategias y tendencias en México y el mundo”, apoyado por la Vicerrectoría de Investigación de la BUAP y por el Programa de Mejoramiento del Profesorado de la Secretaría de Educación Pública de México 2 Este texto ha sido elaborado en febrero del año 2009, por lo cual la información, cuadros y gráficas de este capítulo corresponden a la información disponible para ese periodo.

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del cual depende en buena medida un entorno internacional favorable respecto al desarrollo global.

El sistema de cooperación internacional para el desarrollo. Germen, evolución, objetivos y fundamentos básicos El final de la segunda Guerra Mundial trajo consigo un inédito consenso global respecto a la conformación de renovadas estructuras de alcance global capaces de activar la cooperación internacional con objetivos pacíficos y estrategias orientadas a favor del bienestar económico y social. Fue entonces cuando mediante la Carta de San Francisco de 1945 se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual se erige hasta hoy en día como el organismo multilateral más relevante responsable de promover la cooperación internacional para la resolución de los diversos problemas políticos, económicos, sociales, humanitarios, ambientales y financieros que aquejan a la sociedad internacional, independientemente de su nivel de desarrollo o hemisferio de procedencia. Para conseguir tal objetivo, la

ONU, mediante sus diversos organismos

especializados y dependencias, ha puesto en marcha una amplia gama de actividades sustentadas en la cooperación internacional para el desarrollo (CID), mismas que abarcan sectores tan diversos como la salud, el cuidado ambiental, el combate a la pobreza, la educación, la prevención y resolución de controversias dentro de los Estados y entre éstos, el desarme, aspectos humanitarios, entre muchos otros. En este contexto, la Asamblea General de la ONU designó a la década de los sesenta como “El Primer Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo”, a fin de incentivar el impulso y sobre todo la coordinación de actividades integrales e integradoras de CID. Es precisamente ante esta nueva visión del desarrollo como una meta multidimensional, cuando el concepto de CID (por motivos prácticos, también entendida como ayuda internacional) gana fuerza y se convierte en la actividad dedicada a trabajar a favor de la promoción de esquemas de colaboración conjunta llevados a cabo por un creciente número de actores y participantes. En 1970, en el marco de la “Estrategia Internacional del Desarrollo para el Segundo Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo”, la ONU propuso que los países desarrollados destinasen al Sur el 0.7% de su Producto Interno Bruto (PIB) en calidad de Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD),3 a fin de financiar actividades de CID; cuantía que en la actualidad solamente cubren cinco gobiernos nacionales. 4 3

La AOD, o comúnmente llamada, “ayuda al desarrollo”, puede ser entendida, de manera general, como las aportaciones económicas de carácter concesional y con un elemento de donación, otorgadas por los países desarrollados a determinados

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Es importante resaltar que la CID no consiste únicamente en otorgamiento de apoyo económico vía AOD, sino que se conforma por un cúmulo de acciones, estrategias y modalidades de colaboración, tales como la técnica, científica, tecnológica, económica, política, educativa, deportiva, etc., que abarca tanto al sector público (incluyendo gobiernos nacionales, estatales y locales), como al privado (organizaciones civiles, fundaciones, empresas, universidades, etc.), practicadas entre dos o más partes; sean éstas ya de naturaleza multilateral o bilateral, que convergen en el interés por la realización de acciones concretas a favor de sí o, en su caso, de terceros beneficiarios. 5 La CID fundamenta sus estrategias y acciones en que las relaciones económicas y políticas internacionales por sí mismas, dejadas a su propia dinámica no garantizan el desarrollo de los países pobres, fomentándose en lugar de ello desequilibrio e inequidad entre el Norte y el Sur, lo cual induce al aumento de la pobreza, deterioro ambiental y a la postre, inseguridad humana a escala local, regional e internacional. Ante ello, la CID se erige como un mecanismo practicado por diversos actores internacionales que pretende corregir estos desajustes mediante actividades, intervenciones o flujos externos mediante la coparticipación, la corresponsabilidad y el cofinanciamiento entre las entidades involucradas. Lo anterior significa que al amparo de los principios de la CID los actores insertos en esta actividad, en el marco del respeto mutuo, la soberanía nacional y del interés por beneficiar a los sectores más desprotegidos de cierta localidad, practican acciones colectivas basadas en la solidaridad internacional, evitando que durante su ejercicio, intereses políticos o económicos a favor del actor con mayores capacidades sean impuestos y tras ello, se vulneren o lastimen los intereses de la contraparte o actor más débil. De ello emana que la CID constituye un recurso complementario a los esfuerzos nacionales en determinados rubros y ámbitos de acción de interés público, la cual, en principio, en lugar de generar dependencia o sumisión del receptor respecto al donante, incentiva la colaboración conjunta mediante esquemas democráticos, horizontales, puntuales y coyunturales de acción común, teniendo como fin atender necesidades específicas y prioritarias de la población beneficiaria.

países del Sur, con el propósito de complementar sus respectivos desarrollos nacionales. La definición oficial del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) data de 1973; la cual establece que estos recursos consisten en “...flujos para países en desarrollo e instituciones multilaterales provenientes de agencias oficiales, incluyéndose gobiernos estatales y locales, o por medio de sus agencias ejecutoras, a cada transmisión que cumpla con las siguientes particularidades: Sea administrada bajo la búsqueda de la promoción del desarrollo económico y el bienestar de los países en desarrollo como su objetivo principal, y sea concesionaria conteniendo un elemento de donación de al menos 25 por ciento. (Fürer, 1996:27). Los países que reciben ayuda internacional pero que no son países “en desarrollo” (Rusia, Israel, etc.) reciben el apoyo bajo la denominación Asistencia Oficial (AO). 4 Suecia (1.02%), Noruega (0.89%), Luxemburgo (0.89%), Holanda (0.81%) y Dinamarca (0.80%) (OECD-DAC, 2008, p. 137). Véase gráfica 2. 5 Tal es el caso de la denominada cooperación triangular.

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Conforme han pasado los años, a este impulso de la CID promovido inicialmente desde Naciones Unidas, se fueron adhiriendo un número cada vez mayor de actores cooperantes procedentes de diversas latitudes, tales como agencias de ayuda de los países desarrollados, organismos y mecanismos de colaboración globales, regionales y subregionales, así como iniciativas de cooperación promovidas por países en desarrollo, organizaciones no gubernamentales, fundaciones, empresas, etc. Este amplio y creciente conglomerado de actores de la CID, al relacionarse y coordinarse entre sí, dados los cada vez más amplios y diversos temas en la agenda del desarrollo, han conformado un nuevo ente en el seno de las Relaciones Internacionales, denominado sistema de CID o sistema internacional de cooperación para el desarrollo. 6 Considerando lo anterior, se entenderá en este trabajo por sistema internacional de CID al conjunto de actividades de colaboración llevadas a cabo por diversos actores de la sociedad internacional, ya sean públicos o privados, caracterizadas por cierto grado de coordinación, coherencia y complementariedad entre sí, en el marco de determinados objetivos, normas, procedimientos, reglas y procesos de decisión y acción no vinculantes, mismos que dependen de la voluntad política y financiera de sus promotores, tendientes a incentivar el bienestar de determinado grupo poblacional. Ahora bien, ya que una característica del sistema de CID es su evolución, así como adecuación al contexto histórico presente, cuando terminó la guerra fría (misma que condicionó durante décadas las relaciones internacionales, y por ende a la propia CID, haciendo de este mecanismo en varios casos un instrumento de poder a favor de los intereses del donante), la dinámica, objetivos y prioridades de la CID se transformarían. Así, a partir del inicio de los años noventa del siglo XX; es decir, en el marco de un nuevo contexto internacional más propicio respecto a la agenda del desarrollo, la ONU organizó a lo largo de este decenio y durante los primeros años del siglo XXI una serie de cumbres internacionales, cuya finalidad fue lograr consensos y compromisos en diversas materias relacionadas con el desarrollo y el combate a la pobreza, con miras a otorgarle al sistema de CID nuevas directrices y orientaciones consensuadas entre sus actores. 7

6

Esta visión funcionalista de la CID parte de la consideración de que aunque los actores y dinámica del sistema de CID sean de carácter plural, jerarquizada y descentralizada, dada la existencia de procedimientos, mecanismos de coordinación, acción y ciertos objetivos comunes en la escena internacional en el seno de esta actividad, sea adecuado hablar de un “sistema” estructurado de CID. Una referencia fundamental a este respecto se encuentra en Manuel Gómez Galán y José Antonio Sanahuja, El sistema internacional de cooperación al desarrollo. Una aproximación a sus actores e instrumentos, CIDEAL, Madrid, 1999. 7 Antes de los noventa la ONU también organizó una serie de conferencias internacionales, entre las que se encuentran las siguientes: Medio Ambiente (Estocolmo 1972); Asentamientos Humanos (Vancouver, 1976); Población (Bucarest, 1974); Desarrollo Industrial (Lima, 1975); Mujeres (México, 1975), entre muchas otras. Tras el final de la guerra fría la ONU lanzó un nuevo llamado para celebrar una nueva generación de conferencias multilaterales a favor del desarrollo. Por citar algunas de éstas: Cumbre Mundial sobre la Infancia (Nueva York, 1990), Cumbre Mundial sobre la Educación (Jomtién, 1990), Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, 1992), Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos (Viena, 1993), Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo, 1994), Conferencia Mundial sobre Desarrollo Social (Copenhague, 1995), Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995), Cumbre Mundial sobre la Alimentación (Roma, 1996). Las más recientes Cumbres para revisar el estado de avance de los compromisos

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Así, ante la transformación del entorno internacional imperante tras el término de la época de la contención, y con base en la aceptación expresa de que la cooperación internacional, en buena medida, dada su connotación política e ideológica durante la guerra fría no había logrado alcanzar sus objetivos en materia de desarrollo y combate a la pobreza,8 fue generándose un consenso ampliamente compartido respecto a que resultaba imperante reformular las condiciones y dinámica en que este instrumento se llevaría a acabo en el futuro.9 El ejemplo más representativo de este renovado impulso al desarrollo y de estrategias en materia de cooperación internacional fue la aprobación en el año 2000 de la Declaración del Milenio por parte de la Asamblea General de la ONU, a través de la cual fueron establecidos los “Objetivos de Desarrollo del Milenio” (ODM), consistentes en ocho objetivos y 18 metas mesurables en diversos rubros a escala global, mismos que deben ser cumplidos, a más tardar, en el año 2015. De ello emana que desde el año 2000 y al menos hasta el 2015, los ODM se erigen como los elementos clave, prioridad y referencia obligada del sistema de CID, para lo cual ha sido menester que los miembros de dicho sistema renueven sus compromisos y esfuerzos a favor de cumplir los ODM; en particular, el objetivo 8 (Fomentar una asociación mundial para el desarrollo), mediante el cual, se estima, el resto de objetivos y metas podrán ser atendidos. Por ende, para acompañar y honrar a través de resultados tangibles este nuevo impulso a estos y otros objetivos de desarrollo internacional, se aceptó que el sistema de CID requeriría de un apoyo adicional o suplementario por parte de sus actores, lo cual a su vez ameritaría la conformación de nuevas y más eficaces estrategias y consensos globales, con miras a hacer de este recurso externo de colaboración una instancia más eficaz a favor de sus renovados propósitos.10

asumidos durante los novena son: Financiación Internacional para el Desarrollo (Monterrey, 2002), Alimentación (Roma, 2002 y 2008), Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002), Mujer (Nueva York, 2005), entre otras. 8 Lo cual ha ocasionado que José Antonio Alonso, experto en el tema, haya hecho referencia a una crisis en el sistema internacional de ayuda al desarrollo (Alonso y Fitzgerald, 2003, p. 153). 9 Por ejemplo, a partir de la caída del Muro de Berlín, el sistema de CID se sustentaría en nuevos criterios para su otorgamiento y regulación, tales como la condicionalidad en materia democrática y de derechos humanos. Un reciente estudio en donde se analiza este suceso y se evalúa la manera en que estas nuevas estipulaciones de la ayuda se han puesto en marcha se encuentra en: Juan Pablo Prado Lallande, El lado oscuro de la cooperación internacional. La discrecionalidad de la ayuda externa para el fomento de la democracia los derechos humanos, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 2009, México. 10 Una muestra de ello fue que en marzo de 2002 fue celebrada la Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo (Monterrey, México), cuya finalidad fue incentivar la generación y difusión de recursos a favor del desarrollo, en aras de cumplir con los ODM. Para un análisis sobre los alcances y límites de este encuentro véase Juan Pablo Prado Lallande, “Consenso de Monterrey: avance o retroceso”, Papeles de Cuestiones Internacionales, CIP, No. 79, 2002, Madrid, pp. 37-44.

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Cuadro 1. Objetivos de Desarrollo del Milenio. Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre Meta 1: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas con ingresos menores a un dólar diario Meta 2: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que padecen hambre Objetivo 2: Lograr la educación primaria universal Meta 3: Asegurar que en 2015, en todas partes, tanto los niños como las niñas puedan terminar un ciclo completo de educación primaria Objetivo 3: Promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de la mujer Meta 4: Eliminar las disparidades entre los sexos en educación primaria y secundaria preferiblemente en 2005 y en todos los niveles educativos a más tardar en el 2015 Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil Meta 5: Reducir en dos tercios, entre 1990 y 2015, la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años Objetivo 5: Mejorar la salud materna Meta 6: Reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes entre 1990 y 2015 Objetivo 6: Combatir el VIH, el SIDA, la malaria y otras enfermedades Meta 7: Haber detenido y comenzado a reducir en 2015 la propagación del VIH/sida Meta 8: Haber detenido y comenzado a reducir en 2015 la incidencia de la malaria y otras enfermedades graves Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente Meta 9: Integrar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y programas nacionales y revertir la pérdida de recursos del medio ambiente Meta 10:

Reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible a agua potable

Meta 11:

Para el 2020, haber logrado mejoras apreciables en las vidas de al menos 100 millones de

residentes en barrios marginales Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo Meta 12:

Dar un nuevo impulso al desarrollo de un sistema comercial y financiero abierto, basado en

normas, predecible y no discriminatorio. Meta 13: Atender las necesidades especiales de los países menos adelantados (PMA) Meta 14: Atender las necesidades especiales de los países sin litoral y de los pequeños Estados insulares en desarrollo Meta 15: Abordar de forma global el problema de la deuda de los países en desarrollo mediante medidas nacionales e internacionales orientadas a que la deuda sea sostenible a largo plazo Meta 16: En cooperación con los países en desarrollo, elaborar e implementar estrategias que proporciones empleo digno y productivo a los jóvenes Meta 17: En colaboración con las compañías farmacéuticas, proporcionar acceso a medicamentos esenciales asequibles en los países en desarrollo Meta 18: En colaboración con el sector privado, facilitar el aprovechamiento de los beneficios de las nuevas tecnologías, especialmente las de información y comunicaciones. Fuente: Naciones Unidas, 2002 “Objetivos de Desarrollo del Milenio.” http://www.developmentgoals.org/.11

11

Una lista completa de los objetivos, metas e indicadores, con información desagregada por regiones y países se encuentra en http://www.developmentgoals.org/.

42

Empero, ya que la dinámica del sistema de CID depende de la coyuntura nacional e internacional presente en un momento histórico determinado, dada la presente primacía de la seguridad y posteriormente de la crisis financiera global en la agenda internacional, este mecanismo de colaboración ha tenido que afrontar complejos retos que, como se verá a continuación, han afectado severamente el devenir y fortaleza de dicho instrumento y por ende, su capacidad para promover la consecución de los ODM y otros propósitos en materia de desarrollo global. La cooperación internacional para el desarrollo de nuestros tiempos: a expensas de seguritización y la crisis económica global Tal y como se ha señalado, en el marco de esta nueva etapa histórica de reordenamiento de prioridades, objetivos y escenarios en las relaciones internacionales tras el final de la guerra fría, el sistema de CID establecería nuevas orientaciones y fundamentos, en donde se destacan inéditos esfuerzos a favor de los ODM y la calidad de la ayuda.12 Lamentablemente, como uno de los efectos tras atentados terroristas en Estados Unidos en el año 2001, el terreno ganado respecto al impulso y renovación del sistema de CID sufrió un importante retroceso. Desde entonces, se ha desplazado al desarrollo en lo general y a los ODM en lo particular como objetivos prioritarios de la agenda internacional, al establecer en su lugar a la seguridad internacional, como eje central de buena parte de las acciones de cooperación internacional. Lo más preocupante en este sentido es que estos esfuerzos de colaboración a favor de la seguridad son de carácter limitado en dos sentidos fundamentales: primero, en lo temático; al pretender combatir a este flagelo mediante medidas y percepciones restrictivas respecto a la seguridad, atacando este deleznable mal exclusivamente mediante estrategias militares, mismas que atentan a todas lucen en contra de la seguridad y desarrollo humanos. El caso iraquí y el de Afganistán son representativos de esta condición. El segundo rasgo de los esfuerzos a favor de la seguridad es su restringida orientación geográfica, en el sentido de procurar satisfacer de manera desproporcionada los intereses de los países del Norte, quienes de manera súbita, al percibir que “su” seguridad de Estado se encuentra amenazada, despliegan ágilmente avanzadas intervencionistas ya sea en Iraq, Afganistán o Georgia. Mientras tanto, en otras latitudes, en donde la seguridad humana está en peligro (recordemos el caso de Darfour, por señalar tan sólo un ejemplo),

12

Esto último bajo la premisa de que aunque la cuantía de AOD es importante, resulta necesario reforzar la apropiación, alineación (coherencia), gestión por resultados y otros parámetros a favor de incrementar la capacidad de que la CID cumpla con sus objetivos. Con este propósito en 2003 fue aprobada la “Declaración de Roma sobre la Armonización de la Ayuda”, en 2005 fue firmada “La Declaración de París sobre la eficacia de la ayuda”, mientras que en 2008 fue aprobado el “Programa de Acción de Accra”; todos ellos tendientes a incrementar la calidad de la ayuda. Para un análisis y evaluación de de estos compromisos internacionales véase Juan Pablo Prado Lallande, “Roma-París-Accra: el camino hacia la calidad de la ayuda”, Solidaridad Internacional, no, 53, diciembre 2008, Madrid, pp. 8-9.

43

los esfuerzos multilaterales a favor de los más vulnerables del planeta se caracterizan por su lentitud e incapacidad de promover condiciones elementales a favor de la dignidad humana. Sumado a lo anterior, ante la crisis financiera y económica generada también en Estados Unidos, la cual afecta sensiblemente al resto de países del planeta (y, en especial a los sectores tradicionalmente más vulnerables), estamos asistiendo al hecho de que en buena medida los esfuerzos de cooperación internacional se encuentran orientados, casi exclusivamente, a enfrentar los efectos de la presente crisis económica. Lo preocupante en este sentido es que en el marco de este ejercicio, monopolizado por los países desarrollados (por ejemplo, en el seno del G-7), son éstos quienes han puesto en marcha acciones colectivas para, entre sí (esto es, mediante el esquema Norte-Norte), salir lo mejor librados posible de esta crisis, dejando en un segundo plano y prioridad, esquemas de cooperación Norte-Sur, de los cuales depende en buena medida, por ejemplo, el cumplimiento de los ODM. Posiblemente el ejemplo más emblemático en este sentido es la expedita, veloz y generosa ayuda que a inicios del 2009 Islandia, país europeo miembro de la OCDE, con 320,000 habitantes y con un PIB per cápita de 42,300 dólares, recibió por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de diversos países europeos. Baste decir que este apoyo ha superado los 10,000 millones de dólares, cuantía equiparable al 10% de la

AOD total

destinada por los 22 miembros del CAD a los 153 países receptores de este tipo de ayuda. En el ánimo de continuar analizando y argumentado lo anteriormente expuesto, en párrafos posteriores se hace un breve diagnóstico cuantitativo respecto al estatus actual de la AOD a escala global, para posteriormente pasar a un estudio más analítico, cualitativo y comparativo respecto a los avances y retrocesos más significativos en los que se encuentra inserto el sistema de CID en nuestros días, a la luz del fomento a la seguritización de la agenda internacional y de los efectos de la crisis financiera global.

Una evaluación general al sistema de cooperación internacional para el desarrollo En cuanto a los montos de AOD y su respectiva ubicación geográfica, conforme a los registros elaborados de forma anual por el Comité de Asistencia al Desarrollo (CAD) contenidos en el documento “Development Cooperation Report”, este monto sumó 103,491 millones de dólares en el año 2007, cifra que ha caído por segundo año consecutivo respecto al 2005, cuando alcanzó los 107,000 millones de dólares.

44

Cuadro 2. AOD total del CAD, 2006-2007. Miles de millones de dólares de EEUU). Variación AOD TOTAL

2006

2007

2006/07 -0.8%

Cuantía (mill dls EEUA)

104.3

103.4

AOD/PIB

0.31%

0.28%

FUENTE: OECD-DAC, Development Cooperation Report 2009, OECD, DAC, Paris, 2009, en http://fiordiliji.sourceoecd.org/vl=17453567/cl=17/nw=1/rpsv/dac09/06/02/index.htm

Desde la perspectiva financiera neta, como se muestra el la siguiente gráfica, Estados Unidos fue el principal donante global de AOD en 2006, seguido por el Reino Unido y Japón. Así, considerando este parámetro de medición, la Unión Americana se muestra como el país más “generoso”, mientras que Luxemburgo o Nueva Zelanda serían los países menos proclives al otorgamiento de AOD.

Gráfica 1. Cantidad de AOD del CAD total por donante, 2006.

FUENTE: OECD-DAC, Development Co-operation Report 2007, OECD, DAC, Paris, 2008, p. 137.

Empero, si el marco de análisis se sustenta en la relación entre la AOD y el PIB de cada país (esto es, la proporción de ayuda respecto a su riqueza nacional), vemos que Estados Unidos ocupa el penúltimo último lugar de los países del CAD, mientras que a Suecia, Noruega y Luxemburgo se le confieren los primeros lugares.

45

Gráfica 2. Proporción de AOD del CAD respecto al PIB por donante, 2006.

FUENTE: OECD-DAC, Development Co-operation Report 2007, OECD, DAC, Paris, 2008, p. 137.

Ahora bien, como se puede apreciar en el siguiente cuadro, debido a la discrecionalidad por parte de los donantes arriba señalada en el otorgamiento de AOD, la orientación geográfica de estos recursos históricamente no ha sido dirigida del todo a los países más pobres o con mayores necesidades. En lugar de ello, han sido países del Sur con mayor relevancia política, geoestratégica, económica o en materia de seguridad respecto a los donantes (es decir, no siempre los más pobres) en etapas históricas determinadas, quienes se han beneficiado mediante AOD en mayor cuantía y proporción respecto al resto de países en desarrollo (y más pobres) del planeta.

46

Cuadro 3. Principales receptores de AOD global. 1985-1986, 1996-1996 y 2005-2006 (Miles de millones de dólares de EEUU). 1985-86

1995-96

2005-06

Israel

5.8

China

3.7

Iraq

13.0

Egipto

5.0

Indonesia

3.2

Nigeria

7.5

India

3.1

Egipto

3.0

China

2.2

Indonesia

2.4

India

2.6

Indonesia

2.0

Filipinas

2.1

Israel

2.3

Afganistán

2.0

Bangladesh

2.1

Filipinas

1.8

India

1.4

Pakistán

1.9

Tailandia

1.6

Sudán

1.3

China

1.9

Bangladesh

1.3

Vietnam

1.2

Sudán

1.6

C. de Marfil

1.2

Zambia

1.2

Rep. Dem. Tanzania

1.4

Pakistán

1.2

Congo.

1.1

Tailandia

1.3

Mozambique

1.1

Camerún

1.0

BosniaEtiopía

1.2

Herzegovina

1.0

Etiopía

1.0

Sri Lanka

1.1

Nicaragua

1.0

Filipinas

0.9

Kenia

1.1

Tanzania

0.9

Pakistán

0.9

Marruecos

1.0

Bolivia

0.9

Egipto

0.9

FUENTE: OECD-DAC, Development Co-operation Report 2007, OECD, DAC, Paris, 2008, p. 218-219.

Si el análisis anterior lo orientamos respecto al destino en las últimas décadas de la AOD de Estados Unidos, primer donante global en términos netos de este indicador de ayuda, podemos constatar el hecho de que en este caso, y como se observa en el siguiente cuadro, los fundamentos políticos, geoestratégicos, económicos y de seguridad han primado en buena medida respecto a consideraciones sustentadas en los ODM, el alivio de la pobreza y los Índices de Desarrollo Humanos (IDH) elaborados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

47

Cuadro 4. Principales receptores de AOD de Estados Unidos, 1985, 1995,1996, 2005-2006. (Porcentaje del total). 1985-86

1995-96

2005-06

Israel

19.1

Israel

14.3

Iraq

30.0

Egipto

12.8

Egipto

7.6

Afganistán

5.1

El Salvador

2.8

Haití

2.4

Sudán

2.8

Filipinas

2.6

India

1.5

Colombia

2.2

Sudán

2.4

Iraq

1.3

Egipto

1.9

Pakistán

2.3

Filipinas

1.2

Etiopia

1.9

Bosnia-

Rep. Dem.

Marianas

1.8

Herzegovina

1.1

Congo

1.8

Honduras

1.7

Jordania

1.1

Nigeria

1.7

Bangladesh 1.6

El Salvador

1.0

Pakistán

1.5

Costa Rica

1.6

Palau

1.0

Jordania

1.3

India

1.5

Bolivia

1.0

Zambia

1.0

Perú

1.4

Sudáfrica

1.0

Uganda

0.9

Etiopía

1.2

Perú

1.0

Indonesia

0.8

Jamaica

1.1

Turquía

0.9

Kenia

0.8

Indonesia

1.0

Micronesia

0.8

Perú

0.7

Fuente: OECD-DAC, OECD Journal on Development. Development Co-operation Report 2007, OECD, DAC, 2008, p. 99.

Mediante este parámetro de análisis se puede comprender el por qué Israel 13 y Egipto, países aliados de Estados Unidos, en especial a partir de los Acuerdos de Camp David de 1979 por medio del cual pactaron la paz entre sí, han recibido importante cantidad de ayuda y asistencia militar, principalmente desde Estados Unidos. China, en la actualidad tercera potencia económica global, solamente después de Estados Unidos y Japón, que es el principal receptor de inversiones extranjeras directas y poseedor de un ejército de más de 1.3 millones de efectivos militares, resguardado con un importante arsenal de armas atómicas, se ha beneficiado de la AOD de manera desproporcional respecto a su estatus económico, político y militar actual, por no mencionar sus deficitarias condiciones internas en materia de derechos humanos y democracia. Pakistán, país centroasiático gobernado durante casi 10 años por Pervais Musharraf, quien llegó al poder en 1999 mediante un Golpe de estado, el cual cuenta también con un importante arsenal atómico, no ha dejado de recibir importantes flujos de AOD en las últimas

13

Israel no aparece en la lista de receptores de AOD a partir de 1987, en virtud de que desde ese año ese país, con un PIB de 3,600 dólares anuales, ya no fue considerado “en desarrollo”. Sin embargo, ello no ha impedido que este país continúe recibiendo importantes sumas de asistencia oficial del orden de los 5,000 millones de dólares anuales.

48

décadas; y en particular desde el 2002, cuando el gobierno de este país se alió a Washington D.C. en su avanzada en contra del “terrorismo internacional”. 14 Y por último, Iraq y Afganistán, que en su estatus de países invadidos por fuerzas extranjeras, gobernados por mandatarios cuya plantilla ha tenido el visto bueno de Washington D.C., ahora reciben cuantiosos recursos de AOD por parte de diversos donantes, en particular de la Unión Americana y Reino Unido, quienes de forma premeditada, se han encargado de destruir a dichos países mediante sendas invasiones realizadas al margen de Consejo de Seguridad de la ONU. 15 En cuanto a otros rubros emanados en el seno del sistema de CID, debe señalarse que frente la crisis económica global, y el subsiguiente proteccionismo que ante ese suceso los países suelen ponen en marcha, las negociaciones de finales de 2008 de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de la que depende la activación de la Ronda de Doha, fracasó. Así, la “Ronda del Desarrollo”, dadas las desavenencias entre los países del Norte y el Sur, en particular en lo que corresponde a la agricultura, han vuelto a empantanarse. Ello da al traste con los esfuerzos en el ámbito del comercio para conformar, como lo dicta el objetivo 8 de los ODM, un clima afín al desarrollo. Esto porque, de permitir a los países del Sur vender al Norte sus productos agropecuarios en un mercado global sin subvenciones ventajosas para con los segundos, se calcula que los países pobres recibirían más de 150,000 millones de dólares anuales por este concepto.16 En cuanto al estado actual de los ODM, mismos que terminando el 2009 deberán ser cumplidos en tan solo cinco años, la ONU, mediante el Informe correspondiente del 2008, indica que “…el entorno favorable de desarrollo que ha prevalecido desde comienzos de la década, el cual ha contribuido a alcanzar logros a la fecha, ahora se encuentra amenazado” (ONU, 2008, p.3). Para enfrentar esta situación, Naciones Unidas ha señalado que resulta importante aumentar la AOD. Sin embargo, según el propio Informe, la AOD continúa cayendo de su punto más álgido, pasando en 2005 de 107,100 millones de dólares a 104,400 en 2006; mientras que como se ha indicado para el 2007, la cifra se ubicó en 103,400 (véase gráfica 3). Por su parte, como se muestra en la gráfica 4, los subsidios agrícolas de los países mejor situados de la OCDE continúan superando en alrededor del 300% los montos que 14

O, en términos menos tendenciosos, en contra de los talibán en Afganistán. Es decir, mediante la AOD, intentan reconstruir lo premeditadamente destruido mediante acciones bélicas invasoras, lo cual a todas luces, es imposible conseguir mediante ayuda internacional. 16 No olvidar que se estima que África Subsahariana requiere entre 25,000 y 35,000 millones de dólares al año para alcanzar las metas del 2015; una cantidad menor a los subsidios -de un mes- que los países más ricos de la OCDE destinan para apoyar a sus agricultores. Circunstancia que, de paso, dificulta a los productores del Sur competir en calidad y precio respecto a los productos subvencionados del Norte. Esto no ha hecho más que reducir las posibilidades de los países pobres de obtener financiación internacional a favor de su desarrollo, en especial detrimento de su población rural (dedicada a ese oficio), caracterizada por concentrar la mayor cuantía de pobreza. 15

49

éstos mismos proporcionan en calidad de AOD (esto es, un claro ejemplo de ayuda NorteNorte)17. Situación que evidencia la incoherencia entre las acciones de incidencia exterior de los países desarrollados, que de ningún modo pueden paliarse a través de la ayuda proporcionada por éstos.

Gráfica 3. AOD del CAD, 1990-2007 (Miles de millones de dólares).

Fuente: ONU: Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe 2008, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, Nueva York, 2008, p. 44.

Gráfica 4. AOD del CAD y apoyo de y para los países de la OCDE, 2000, 2004 y 2006 (Miles de millones de dólares).

Fuente: ONU: Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe 2008, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, Nueva York, 2008, p. 46.

Respecto al renovado afán a escala planetaria por utilizar recursos públicos para impulsar la seguridad de Estado de algunos, es menester señalar que se estima que desde 17

Por ejemplo, mediante la Política Agraria Común (que acapara buena parte del presupuesto comunitario de la Unión Europea), uno de los principales impedimentos para que la Ronda de Doha sea puesta en marcha y tras ello se libere mayor cantidad de financiación para el desarrollo.

50

hace 10 años, los gastos militares a escala global han aumentado un 37%. Por ejemplo, cálculos hechos por el International Peace Research Institute (SIPRI), estiman que el gasto militar mundial durante el año 2007 fue de 1,339 mil millones de dólares, lo que representa un incremento real del 6% respecto a 2006 y del 45% desde 1998 (SIPRI, 2008, p. 12).

Cuadro 5. Gasto militar por región y por grupo de ingresos, 2007. Gasto militar, 2007 ($ miles

Cambio, 1998-2007 (%)

de millones) Total mundial

1,339

+45

África

18.5

+51

América

640

+63

Asia y Oceanía

219

+52

Europa

370

+16

Medio Oriente

91.5

+62

Países de bajos ingresos

41.9

Países d ingresos medio-

107

altos Países de altos ingresos

1,039

Fuente: Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), SIPRI Yearbook 2008. Armaments, disarment and international securuty, SIPRI, Stockholm, 2008, p. 10.

Sobre este tema, baste decir que una reducción del 1% del gasto militar total serviría para acabar con el problema del hambre (Meta 2 de los ODM) a escala global, lo que da cuenta de la enorme desproporción entre el gasto que se le otorga a la seguritización respecto a la AOD a favor del desarrollo internacional. Ahora bien, si bien el sistema de CID y la carrera armamentista, por obvias razones, han ido en sentidos opuestos y contrarios, lo preocupante es que, al amparo de la seguritización de la agenda internacional, a partir del 11 de septiembre de 2001 la propia CID se ha “armonizado” respecto a los intereses y mecanismos de operación de la seguridad (del Norte). Así, aunque es un hecho que la ayuda en ciertos casos no ha sido en todo momento el objetivo central de este instrumento, sorprende que desde el 2002 la AOD vuelva a orientarse preferencialmente hacia países donde los intereses vitales de varios donantes en materia de seguridad son más evidentes. De hecho, en el seno del propio CAD se han lanzado iniciativas para reorientar el concepto y orientación de la AOD, en aras de, mediante este instrumento de ayuda al desarrollo, promover la seguridad de los donantes, intentando inclusive incluir en la contabilidad de este indicador actividades de inteligencia y entrenamiento militar (Illán, 2006: 89).

51

A este respecto, José Antonio Sanahuja indica que: Con prácticas que recuerdan la guerra fría, los países relevantes en la “guerra contra el terrorismo” reciben los mayores aumentos de la ayuda económica y alivio de la deuda. Pakistán, un “Estado paria” que dejó de recibir fondos debido a las pruebas nucleares y el régimen militar, se convirtió en 2002 en el cuarto receptor mundial de ayuda de Estados Unidos, con 600 millones de dólares. La UE y sus Estados miembros otorgaron otros 700 millones, junto con amplias preferencias comerciales. La “política de chequera” se sumó a las presiones diplomáticas para lograr votos favorables en el Consejo de Seguridad en vísperas del ataque a Iraq, y Turquía fue tentada con fuertes sumas a cambio de convertirse en la base de ese ataque (...) El argumento antiterrorista también justifica un aumento de la cooperación militar y policial. En el presupuesto 2004, la mitad de la ayuda externa total de Estados Unidos tiene objetivos de seguridad expresos, mientras que a finales

de

los

noventa

sólo

era

una

cuarta

parte

(Sanahuja,

2004).

http://www.mundubat.org/MT/Publicaciones/Prensa/Sanahuja.htm

En menos palabras, tal parece ser que el sistema de CID desde la guerra fría hasta nuestros días, en especial ante esta escalada a favor de la seguridad, se ha caracterizado por regularse por la máxima: “la ayuda a los aliados está por encima de la ayuda al desarrollo” (Illán, 2004, p. 154). En cuanto a la influencia de la crisis financiera actual respecto al sistema de CID, es menester mencionar que los incipientes avances en materia de impulso a los ODM se verán fuertemente afectados tras este fenómeno de repercusión planetaria, mismo que a todas luces afectará de manera particular a los países con menores capacidades nacionales para enfrentarlo. Lo irónico es que precisamente estos países, con base en los argumentos arriba señalados, son los que menos CID suelen recibir, tanto en condiciones “normales” como en casos de extrema urgencia como el presente. A ese respecto, no olvidar que el Banco Mundial (BM) ha señalado que esta crisis ha devuelto a las filas de la pobreza en 2008 a más de 100 millones de personas (afectando el objetivo uno de los ODM y, obviamente, en detrimento del resto de Objetivos y Metas del Milenio). A su vez, de 48 países de ingresos bajos, 43 carecen de capacidad fiscal para responder a esta problemática, encontrándose en situación similar 97 de medianos ingresos. Mientras tanto, los países del Norte, con Estados Unidos a la cabeza, han puesto en marcha importantes (aunque insuficientes) medidas para intentar frenar los efectos de esta crisis, cuya cifra, desde una perspectiva conservadora, ronda los 8,000 mil millones de dólares.

52

En este sentido no sobra señalar que ante la actual crisis financiera internacional es muy probable que la AOD continúe el descenso que registra desde 2006, dado que las prioridades de la agenda internacional, como se ha visto, están siendo perfiladas hacia objetivos alejados al espíritu de fomento al desarrollo que tanto se difundió y promocionó en la Cumbre del Milenio del año 2000.

Consideraciones finales Conforme se ha visto, dada la primacía de la seguritización y de los esfuerzos para resarcir los efectos de la crisis financiera global, el contexto internacional actual respecto a la promoción de los ODM y otros objetivos en materia de desarrollo y de reducción de la creciente distancia entre el Norte y el Sur es adverso. Esto es preocupante, ya que los argumentos aquí planteados indican que el sistema de CID, dada su dinámica actual, no corresponde con los objetivos, principios y espíritu que en principio este instrumento de solidaridad debe llevarse a cabo. Esto último claro está, en detrimento del objetivo ocho de los ODM: “Fomentar una asociación mundial para el desarrollo”, del cual como se ha dicho, depende el resto de objetivos y metas del Milenio a ser cumplidos en el año 2015. En este sentido, el hecho de que la AOD continúe siendo desviada en buena medida hacia objetivos del orden estratégico, político y de seguridad de Estado para con el Norte, ha limitado las expectativas para que este recurso de CID contribuya a edificar un entorno más favorable de seguridad humana en el Sur. De igual forma, la crisis económica actual ha ocasionado que hoy en día, a prácticamente cinco años de que se rindan cuentas respecto al cumplimiento de los ODM, se esté más lejos de cumplir dichas metas respecto al año 2000 en que fueron concebidas, en principio, como prioridad de la agenda internacional. Confiemos entonces en que el incremento del gasto en armas (tanto de países ricos como pobres) disminuya paulatinamente y los ingentes recursos financieros suministrados a bancos centrales, privados y empresas toquen fondo; a fin de que en el corto plazo, el contexto internacional comience a vislumbrar mejores tiempos a favor de mayor interés y voluntad política y financiera con miras a que objetivos colectivos, a manera de hacer de la CID una estrategia más eficaz de inclusión social global.

53

Referencias Alonso, J. A. y Fitzgerald. V (eds.) (2003). Financiación del desarrollo y coherencia en las políticas de los donantes. Madrid: Ed. Libros de la Catarata. Fürer, H. (1996). A history of the Development Assistance Comittee and the development cooperation directorate in dates, names and figures. Paris: OECD-DAC. Illán, C. (2004), “Bush y el Millenium Challenge Account: ¿A favor o contra los pobres?”. Madrid: Revista Española de Desarrollo y Cooperación, IUDC, No. 13. Illán, C. (2006), “Ayuda al desarrollo y seguridad: ¿dos agendas incompatibles?”. Madrid: Revista Española de Desarrollo y Cooperación, IUDC, No. 17. ONU (2002), “Objetivos de Desarrollo del Milenio.”, http://www.developmentgoals.org/. ONU (2008). Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe 2008. Nueva York: Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas. OECD-DAC (2009). Development Cooperation Report 2009. Paris: , OECD, DAC, en http://fiordiliji.sourceoecd.org/vl=17453567/cl=17/nw=1/rpsv/dac09/06/02/index.htm Sanahuja, J.A. (2004). “La “securitización” de la ayuda tras el 11-S: ni seguridad, ni desarrollo” en http://www.mundubat.org/MT/Publicaciones/Prensa/Sanahuja.htm Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) (2008), SIPRI Yearbook 2008. Armaments, disarment and international securuty. Stockholm: SIPRI.

54

La cooperación internacional para el desarrollo: características, problemas, retos y el papel jugado por México Abraham Bello Cortez1

Introducción En la actualidad y desde la décadas de los años ochenta y noventa, han tenido lugar en el mundo procesos importantes en la historia del mundo, el desarrollo de las telecomunicaciones, el fin de la guerra fría con la simbólica caída del muro de Berlín en 1989, el desarrollo de la genética,

entre muchos otros, sin embargo lejos de cuestionarse estas situaciones, se ha

llegado al consenso de cuál es un posible rumbo de la humanidad. Cuando hablamos del término desarrollo al parecer estamos hablando de lenguajes completamente diferentes - no solo en lo que pensamos y actuamos - del como percibimos la realidad de las personas a las que el “desarrollo” afecta. Para que se pueda hablar del término desarrollo, tenemos necesariamente que hablar de su opuesto, pues como en otros fenómenos de la naturaleza - ejemplo claro de ello es la tercera ley de Newton - cuando se menciona desarrollo también se habla de subdesarrollo. El concepto de subdesarrollo de los pueblos es una invención creada por el presidente estadounidense Harry S. Truman en su toma de poder como presidente de los Estados Unidos; es en ese momento que muchos países del mundo entran de manera inmediata y conjunta evadiendo por completo sus contextos históricos-sociales - al mundo del subdesarrollo: El subdesarrollo comenzó, por tanto, el 20 de enero de 1949. Ese día, dos mil millones de personas se volvieron subdesarrolladas. En realidad, desde entonces dejaron de ser los que eran, en toda su diversidad, y se convirtieron en un espejo invertido de la realidad de otros: un espejo que reduce que los desprecia y los envía al final de la cola, un espejo que reduce la definición de su identidad, la de una mayoría heterogénea y diversa, a los términos de una minoría pequeña y homogeneneizante. (Esteva, 2001: 66)

1

Estudiante de Maestría en Desarrollo Eocnómico y Cooperación Internacional en el Centro de Estudios de Desarrollo Económico y Social de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. E-mail: [email protected]

55

Todo lo anterior, estaba respaldado por los organismos internacionales en años anteriormente creados como el Fondo Monetario Internacional (FMI) (reunión de Bretton Woods) en julio de 1944 y la Organización de las naciones Unidas (ONU) creada el 24 de octubre de 1945 mediante la firma de la carta de San Francisco. Es decir al establecer el concepto del subdesarrollo estos organismos fungirían como los “promotores del desarrollo” de los pueblos del mundo: Para que alguien pueda concebir la posibilidad de escapar de una condición determinada, es primero necesario que sienta que ha caído en esa condición. Para quienes forman actualmente las dos terceras partes de la población del mundo, pensar en el desarrollo - en cualquier clase de desarrollo - requiere primero percibirse como subdesarrollados, con toda la carga de connotaciones que esto conlleva (Esteva, 2001: 67)

Así pues, estas percepciones no solo han versado a través del discurso político en las que se ha planteado la necesidad de desarrollar, sino también conllevan al discurso teórico de la ciencia social, en donde lo imperante es la implementación de modelos de crecimiento, modelos de desarrollo, instrumentos de política de desarrollo, entre muchos otros por mencionar: Desde entonces, el desarrollo connota por lo menos una cosa: escapar de una condición indigna llamada subdesarrollo. Cuando Nyerere propuso que el desarrollo fuera la movilización política de un pueblo para alcanzar sus propios objetivos,

[…]

cuando

Rodolfo

Stavenhagen

propone

actualmente

el

etnodesarrollo o el desarrollo con autoconfianza, consiente de que debe “mirarse hacia adentro” y “buscar en la propia cultura”, en vez de seguir adoptando puntos de vista prestados y ajenos; cuando Jimoh Omo-Fadaka plantea el desarrollo de abajo hacia arriba, consiente de que ninguna de las estrategias basadas en el diseño de arriba hacia abajo ha logrado alcanzar sus objetivos específicos; cuando Orlando Fals Borda y Anisur Rahman insisten en el desarrollo participativo, […] cuando ellos y muchos otros califican el desarrollo y emplean la palabra con advertencias y restricciones como si se estuvieran refiriendo a un campo minado, no parecen estar al tanto de la contraproductividad de sus empeños. El campo minado explotó ya (Esteva, 2001: 67).

56

Lo anterior, nos muestra solo una pequeña parte de lo que ha sido la concepción del desarrollo a un nivel internacional. Aunque no se ha visto el punto de vista de las instituciones internacionales antes mencionadas, esto viene a propósito, debido a que en los siguientes párrafos de este trabajo, señalaremos el funcionamiento del sistema de cooperación internacional para el desarrollo el primer objetivo es analizar a la ONU que es de corte supranacional, así como sus limitaciones, en un segundo término se estudia el funcionamiento del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) acerca de que países, que maneras de financiación, sus políticas y de los instrumentos utilizados para la cooperación internacional por parte de este organismo, así como los problemas presentados al momento de ofrecer la ayuda, y si esta ayuda esconde o tiene como trasfondo la consecución de objetivos económicos o intereses de corte político, además, si esta cooperación tiene efectos positivos o negativos, también, se estudian algunas posibilidades de reestructurar la arquitectura financiera de la cooperación internacional para el desarrollo y por último se presenta el papel que tiene México en el contexto internacional de la cooperación para el desarrollo.

1. El sistema de Naciones Unidas Para poder estudiar la estructura organizacional de la ONU, habría primero que señalar que es una organización con más de sesenta años, comprometida con las labores de ayuda a la humanidad en sus distintos niveles, no solo de asistencia humanitaria, sino también en la resolución de conflictos bélicos, crisis humanas y también la promoción del desarrollo en los países subdesarrollados. En sus inicios, la ONU contaba con 51 países miembros, para el año 2005, los integrantes de esta organización internacional se conciben en 192 países, dichos estados, tienen que aceptar la carta de Naciones Unidas que es un pacto internacional que establece las obligaciones y los derechos que tienen dentro de las Naciones Unidas: Cuando los Estados pasan a ser Miembros de las Naciones Unidas convienen en aceptar las obligaciones de la Carta de las Naciones Unidas, que es un tratado internacional en el que se establecen los principios fundamentales de las relaciones internacionales. De conformidad con la Carta, las Naciones Unidas tienen cuatro propósitos: mantener la paz y la seguridad internacionales, fomentar entre las naciones relaciones de amistad, realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales y la promoción del respeto de los derechos humanos y servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones (Naciones Unidas, 2005: 5)

57

En cuanto a su estructura organizacional la ONU se divide en seis principales órganos, el primero de ellos es la asamblea general, seguida por el consejo de seguridad, el consejo económico y social, el consejo de administración fiduciaria y la secretaría, se encuentran en la ciudad de Nueva York en los Estados Unidos, y por último se tiene la corte internacional de justicia que se encuentra en la Haya en los países bajos. A pesar de que la organización este basada en estos seis órganos, esta mantiene acuerdos de cooperación con otras organizaciones de corte civil - háblese de organizaciones de la sociedad civil - o de orden internacional, como lo es el FMI, el banco mundial (BM), la organización mundial de la salud (OMS), la organización mundial de comercio (OMC), la organización internacional del trabajo (OIT), entre otras tantas: El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras 13 organizaciones independientes conocidas como “organismos especializados” están vinculados a las Naciones Unidas mediante acuerdos de cooperación. […] Dichos organismos, entre los que figuran la Organización Mundial de la Salud y la Organización de Aviación Civil Internacional, son órganos autónomos creados mediante acuerdos intergubernamentales y tienen responsabilidades de amplio alcance a nivel internacional en las esferas económica, social, cultural, educativa, de salud y esferas conexas. […] Todas estas organizaciones cuentan con sus propios órganos rectores, presupuestos y secretarías. Junto con las Naciones Unidas, se conocen como el sistema de las Naciones Unidas, y en conjunto prestan asistencia técnica y otras formas de ayuda en prácticamente todas las esferas económicas y sociales. (Naciones Unidas, 2005: 910) A lo anterior se le conoce como el sistema de Naciones Unidas, en el cuál cada órgano especializado se coordina con Naciones Unidas para establecer parámetros de política internacional y acciones para los países, respetando la regla de no afectar de manera directa la soberanía de los países miembros u de otros estados. Es así como funciona el sistema de Naciones Unidas, en el siguiente apartado señalaremos al órgano que coordina los estudios sobre el desarrollo de los países.

El sistema de cooperación internacional para el desarrollo de Naciones Unidas El artículo primero de la carta constitutiva de Naciones Unidas establece, que se debe velar por las buenas relaciones internacionales basadas en el respeto a los derechos humanos, así como establecer una cooperación internacional para la resolución de conflictos de toda índole (sociales, económicos, culturales o humanitarios) para el desarrollo de las libertades del hombre: 58

Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz; Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal; Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión; y Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes (Naciones Unidas, 1945: articulo 1)

De acuerdo a Naciones Unidas (2005) dedica cerca del setenta por ciento en promover el mejoramiento de la calidad de vida, el mejoramiento del empleo y de promover el desarrollo de las personas como el eje principal de los programas de Naciones Unidas enfocados hacia este propósito: En la década de los años sesenta es cuando se plantea el desarrollo como un objetivo a conseguir por parte de la ONU, para que cuarenta años después, en el mes de septiembre en el año 2000 se establecieran los objetivos de desarrollo del milenio (ODM) con el fin de promover el desarrollo en el mundo entero, mediante ocho objetivos planteados: En la Cumbre del Milenio, que tuvo lugar en septiembre de 2000, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de metas para el desarrollo tendientes a erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad en materia de género y potenciar el papel de la mujer; reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, luchar contra el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades y lograr la sostenibilidad del medio ambiente, para lo cual se marcaron unos objetivos cuantificables que han de lograrse a más tardar en 2015. Entre tales objetivos cabe citar la reducción a la mitad de la proporción de personas que tienen ingresos inferiores a un dólar por día, la universalización de la enseñanza primaria, la eliminación de la disparidad en materia de género en todos los niveles de la educación y la 59

reducción drástica de la mortalidad infantil con el consiguiente mejoramiento de la salud materna (Naciones Unidas, 2005: 32) Asimismo los ODM, tienen tres potencialidades que reconoce de manera muy clara Alonso (2006) y que señala que son las bases fundamentales por las cuales se pueden mover – aunque de manera no tan rápida- el desarrollo a nivel mundial: En primer lugar, a través de los ODM, todos los países suscriben unos mínimos de dignidad humana que la comunidad internacional se compromete a hacer realidad a través de un esfuerzo cooperativo. […]En segundo lugar, los ODM definen metas para la política de desarrollo en términos de output o outcomes: es decir, en términos de resultados transformadores, de logros obtenidos en destino. […] Por último, al tratarse de metas compartidas, se propicia la coordinación entre los diversos actores del sistema de ayuda, al tiempo que se permite la transmisión de experiencias y los ejercicios de mutua emulación, creando más fácilmente el espíritu de misión y de compromiso compartido (Alonso, 2006: 18)

Estos objetivos, son financiados por los organismos que pertenecen al sistema de la ONU, algunos de ellos administrados por el Consejo Económico y Social (ECOSOC) y la Asamblea General de Naciones Unidas y se aplican mediante el grupo Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el primero de ellos apoya al desarrollo humano sostenible mientras que el segundo se encarga de las problemáticas relacionadas con la infancia (problemas de salud, alimento, educación). Asimismo las asociaciones de la ONU con los organismos antes mencionados generan otro tipo de programas de ayuda, como lo es el Programa Mundial de Alimentos (PMA) entre otros: Muchos otros programas de las Naciones Unidas promueven el desarrollo en colaboración con gobiernos y organizaciones no gubernamentales. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) es la mayor organización internacional que presta ayuda alimentaria tanto en lo que respecta al socorro en casos de emergencia como a programas para el desarrollo. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) es la principal organización internacional que presta asistencia respecto de cuestiones de población. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) promueve prácticas ecológicas racionales en todo el mundo, y el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU Hábitat) presta asistencia a las personas que viven en condiciones nocivas para la salud (Naciones Unidas, 2005: 33-34) 60

Es así como la ONU promueve el desarrollo en todo el mundo, sin embargo en el siguiente apartado, veremos que problemas principales se pueden encontrar en lo que parece ser, una perfecta máquina del desarrollo.

Problemas del sistema de Naciones Unidas En los párrafos anteriores, se ha mencionado la forma en la que se estructura el sistema de Naciones Unidas para promover el desarrollo a nivel mundial, sin embargo los organismos que pertenecen a la ONU – en especial el FMI, el BM y la OMC – establecen sus propias políticas para la ayuda de manera paralela a la de Naciones Unidas, esta quizás por que en sus estatutos de la carta constitutiva de Naciones Unidas el ECOSOC tiene la posibilidad de coordinar las políticas de los distintos organismos que establecen acuerdos con la ONU, así como lo señala Prado (2006) las IFI – instituciones financieras internacionales – se les otorga de facto a estos la facultad de actuar discrecionalmente y de forma independiente y paralela respecto al ECOSOC. Esto es una agravante para el desarrollo, puesto que va acompañado con una condicionalidad de la ayuda – que va en contra por supuesto de los términos de solidaridad que pretende la ONU, estos organismos internacionales establecían acuerdos con los países receptores de la ayuda, estos tratados o cartas de intención proponían establecer políticas dictadas por dichos organismos a cambio del respaldo financiero que requerían y – en América Latina se conoció como las políticas del consenso de Washington – que proponían una apertura creciente de la economía, que incluía una reducción del déficit presupuestario de los gobiernos, privatización de los negocios del estado, libertad de flotación del tipo de cambio, política de control de la inflación, reducción en el gasto social, entre otras cosas. Sin embargo y a pesar del paralelismo con el que actúan los organismos antes mencionados, el esfuerzo por tratar de mejorar la ayuda al desarrollo ha ido transformándose a los largo de los sesenta años que tiene la ONU de existencia, esto a través de la formulación de informes y recomendaciones que se les hace a estas instituciones y a los países miembros: El hecho más claro en este sentido fue la designación en 1961 por parte de la ONU del Primer Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo (United Nations-General Assembly, 1961). Desde entonces, al inicio de cada decenio se insta a los estados miembros y a los organismos especializados a intensificar e innovar estrategias de cooperación, en aras del crecimiento económico y desarrollo mundiales (Prado, 2006; 268) La ONU al organizar este tipo de eventos, se le presenta otra dificultad, ya que se ha venido agotando el espíritu de la ayuda con este tipo de congresos, debido al incremento 61

sustancial de estos, presentándose así un cansancio generalizado entre los países donantes y los

países

receptores:

Lamentablemente,

estas

reuniones,

que

parecen

aumentar

exponencialmente conforme pasa el tiempo, también han generado una “fatiga ante las conferencias internacionales” (Prado, 2002), lo cual hace que los gobiernos participantes vayan perdiendo interés por aprovecharlas para adoptar nuevos mecanismos de colaboración (Prado, 2006; 270) Esto no es solo por el hecho de trasladarse, sino de los múltiples informes que se realizan para presentar los resultados obtenidos con esa aplicación de los recursos, y que presionan al país receptor de la ayuda a hacer un esfuerzo sobrehumano para la elaboración y presentación de dichos informes: […] Rasgo negativo de la ONU es el excesivo número de reuniones celebradas bajo el auspicio de sus instituciones, así como de los documentos que emanan de las mismas. Según el secretario general, durante el bienio 2000-2001, se llevaron a cabo el abrumador número de 15484 reuniones, mientras que fueron publicados 5879 informes, lo que impide a los países miembros prestarle una atención activa a los temas tratados en ellas (Naciones- Unidas Asamblea General, 2002: 9, en Prado, 2006: 281)

También otra de las debilidades del sistema de la ONU es su poca capacidad de coordinación y reacción inmediata frente a problemas de toda índole - humanitarios sobre todoque no responden a las expectativas y los compromisos asumidos en el año 2000 con los ODM. Así pues, como hemos visto a manera de sopesar los esfuerzos de la ONU con sus deficiencias podemos señalar que no es solo el sistema de Naciones Unidas el que debe replantearse estos elementos presentados, sino que los estados que conforman esta organización de corte mundial, deben de establecer sus políticas exteriores a los parámetros de la ONU, ya que no serviría de nada ser unilateral con los países para ofrecer ayuda – condicionada por el donante- y apoyar los ODM sabiendo que estos últimos se basan en un esquema sin restricciones de cualquier orden que no sean los que Naciones Unidas promueven.

2. La cooperación internacional para el desarrollo Aunado a lo anterior, y siguiendo la línea de la cooperación internacional para el desarrollo, se ha manifestado – durante mucho tiempo y hoy en día - como una preocupación por parte de los países donadores de proteger ciertos intereses que tienen en los países que reciben las 62

donaciones, sin embargo a partir de la caída del muro de Berlín, la ayuda y/o la cooperación internacional al desarrollo cayo considerablemente, ya que los intereses creados por la guerra fría se evaporaron. Al menos por parte de los que eran los dos grandes representantes de los bloques el capitalista (Estados Unidos) por un lado y el socialista (URSS) que después sería Rusia con la Reconstrucción (Perestroika).

Los mecanismos de Ayuda Oficial al Desarrollo El concepto de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) proviene de un organismo internacional de cooperación que es la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a través del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD o en inglés DAC), que es un comité de ayuda multilateral a nivel de los Estados-nación; estos fondos son destinados mediante distintos mecanismos de acción y son recolectados por los países miembros de esta organización, para promover el desarrollo en el mundo:

Tabla 1: Países miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo. 1. Alemania 8. Estados Unidos 15. Japón

2. Australia

3. Austria

4. Bélgica

5. Canadá

6.Dinamarca

7. España

9. Finlandia

10. Francia

11. Grecia

12.Holanda

13. Irlanda

14. Italia

16.Luxemburgo

17.Noruega

19.Portugal

20. Suecia

21. Suiza

22.Reino Unido

18.Nueva Zelanda

23.Comisión Europea

Fuente: Elaboración propia con base en Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo de Hegoa, 2009.

En este apartado analizaremos algunos datos sobre AOD, montos de ayuda y a que se destina principalmente, así como un análisis de su evolución en el tiempo. Para los países de la OCDE, la AOD, juega un papel fundamental en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas de los países en vías de desarrollo. Por principio de cuentas hay que saber de cuanto son los fondos que destina el CAD para el desarrollo de los países, a partir del año 2000 el total de ayuda que se ha destinado es la siguiente:

63

Años Total de receptores

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

53749.63

52421.8

58311.8

69064.2

79431.6

107078

104370

103491

100

-2.4703

8.4877

28.4924

47.7807

99.2156

94.1783

92.5435

Tasa de crecimiento de la AOD

Gráfica 1: AOD donada en a través del tiempo. 120000

Millones de dólares

100000 80000 60000 40000 20000 0 2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

Años

Montos de AOD en el tiempo Fuente: Elaboración propia con base en datos de la OCDE, del CAD años 2000-2007

Como podemos observar, a partir del año 2001 que la AOD se incrementó– explicado por el efecto de las guerras con Afganistán e Irak - y manteniendo siempre una tendencia positiva y hacia la alza, esto es claramente expuesto en el año 2005, en la que casi el incremento de la Ayuda se duplico al 100%, para los años 2006 a 2007 se ha venido decayendo pero en menos de 10 puntos por año. Asimismo, los países que han recibido más ayuda a partir del año 2000, muestran una tendencia creciente:

64

Tabla 2: Países más beneficiados de la AOD a partir del año 2000 (millones de dólares a precios corrientes): Países

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

Afganistán

87,51

322,86

985,92

1199,67

1701,06

2168,21

2404,57

2992,72

Burkina Faso

227,79

220,94

229,88

265,67

331,43

338,64

385,79

411,84

Camboya

247,96

264,83

272,75

319,2

297,41

347,29

347,51

417,25

Camerún

213,48

351,18

435,99

751,56

572,07

336,16

1505,25

1696,83

China

1256,18

1079,76

1211,51

1139,47

1584,87

1692,92

1165,36

1331,23

Colombia

178,47

372,32

426,11

767,06

481,66

572,63

917,05

628,92

Egipto

1138,91

1090,27

1123,88

775,06

1175,59

663,16

536,75

787,04

Etiopía

379,49

367,08

489,22

1033,33

1024,74

1185,09

1024,09

1242,02

Guatemala

230,27

201,18

199,61

216,04

203,67

219,09

445,14

412,43

Malí

299,75

208,54

256,75

271,87

327,54

377,07

398,43

558,08

Mozambique

623,53

720,21

1660,99

697,06

731,25

760,21

938,31

1073,21

Nepal

231,24

270,24

279,39

320,36

318,47

345,96

317,5

377,27

Pakistán

475,06

1110,09

702,45

536,26

382,22

792,84

1144,88

976,41

Palestina

306,44

280,19

410,18

490,81

605,33

569,74

754,42

836,43

Filipinas

502,08

501,78

509,14

675,42

413,14

524,74

519,44

547,39

Serbia

592,91

631,11

1921,28

852,99

583,73

812,44

1169,24

476,13

Sudáfrica

353,59

313,26

375,3

477,25

459,19

465,96

560,63

597,18

Sudan

90,26

107,64

232,26

332,02

847,92

1459,56

1518,13

1666,14

Tanzania

778,7

939,09

908,87

965,64

1028,7

860,31

991,71

1830,67

Uganda

578,16

386,3

466,07

587,28

683,85

690,74

938,19

1002,46

Viet Nam

1246,2

819,52

746,04

967,7

1184,8

1253,17

1306,32

1488,37

Zambia

486,24

274,11

359,52

591,88

745,81

822,5

1115,18

712,92

Fuente: Tabla de elaboración propia con base en datos de la OCDE, del CAD 2000-2007

65

Por lo anterior, podemos señalar que las áreas geográficas que más se han beneficiado son las del sur de África, Sub-sahariana, las regiones región del suroeste asiático y China, y algunos países de América Latina como Guatemala, o Colombia, siendo Serbia el país que se encuentra en el continente Europeo que recibe AOD. También habría que señalar muy puntualmente que la AOD promedio se mide a través del porcentaje del PIB de cada país miembro que destina precisamente AOD y tiene fluctuaciones variables que se dan año con año:

1990

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998

Promedio del total de países

0.34

0.34

miembros del CAD

1999

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

0.23

0.22

0.34

0.22

0.3

0.22

0.29

0.23

0.26

0.25

0.25

0.26

0.22

0.33

0.28

0.31

Gráfica 2: Porcentaje promedio del PIB para la AOD de los países miembros del CAD. 0,4

% del PIB

0,35 0,3 0,25 0,2 0,15 0,1

19 90 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 04 20 05 20 06 20 07

0,05 0

Años Promedio del PIB de todos los países del CAD Fuente: Elaboración propia con base en datos de la OCDE, del CAD 2007.

Ahora bien, si la AOD no se distribuye de manera equitativa – debido a la multiplicidad de problemas de cada país y a su nivel de desarrollo – también es importante señalar que entre los donantes de AOD hay quienes hacen más contribuciones que otros esto se mide a través del porcentaje de Producto Interno Bruto (PIB) que destinan hacia la Ayuda Oficial al Desarrollo: 66

Tabla 3: Porcentaje del PIB de los países miembros de la OCDE destinada a AOD.

Países de la OCDE

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

Canadá

0,25

0,22

0,28

0,24

0,27

0,34

0,29

0,29

Dinamarca

1,06

1,03

0,96

0,84

0,85

0,81

0,80

0,81

Finlandia

0,31

0,32

0,35

0,35

0,37

0,46

0,40

0,39

Francia

0,30

0,31

0,37

0,40

0,41

0,47

0,47

0,38

Alemania

0,27

0,27

0,27

0,28

0,28

0,36

0,36

0,37

Japón

0,28

0,23

0,23

0,20

0,19

0,28

0,25

0,17

Holanda

0,84

0,82

0,81

0,80

0,73

0,82

0,81

0,81

España

0,22

0,30

0,26

0,23

0,24

0,27

0,32

0,37

Suecia

0,80

0,77

0,84

0,79

0,78

0,94

1,02

0,93

Estados Unidos

0,10

0,11

0,13

0,15

0,17

0,23

0,18

0,16

Fuente: Elaboración propia con base en datos de la OCDE, del CAD 2007

Como podemos observar, el porcentaje que dan de AOD los países europeos del Norte (Dinamarca y Holanda) es mucho muy alto que el que da los Estados Unidos, y España, Alemania y Francia, estos últimos han ido desplazándose en un rango que va del .22 al .38 por ciento de su PIB. Lo que nos queda por señalar en este apartado, pero no por ello menos importante es la siguiente interrogante ¿Son montos de ayuda en dinero constante y sonante? La respuesta que da la lógica es no, no debido a que la AOD abarca un sinnúmero de áreas que van desde lo humanitario hasta el apoyo y reforzamiento de las instituciones.

Tabla 4: Montos totales de AOD divididos en 11 grandes rubros. 1.- Infraestructura social y servicios.

6.- Costos administrativos de los donantes.

2.- Infraestructura económica y servicios.

7.- Alivio de la deuda.

3.- Apoyo a sectores productivos.

8.- Ayuda Humanitaria. 9.- Apoyo a las Organizaciones No

4.- Programas multisectoriales.

Gubernamentales.

5.- Ayuda comunitaria y asistencia en general.

10.- Atención a refugiados en países donantes.

11.- Ayuda que no se localiza en los rubros anteriores. Fuente: Elaboración propia con base en información de la OCDE, del CAD 2007.

67

Así pues estos han sido los montos de AOD para los rubros antes mencionados y que detallaremos detenidamente:

Tabla 5: Montos de AOD y destino de los recursos por rubro contemplado por el CAD. AOD Total

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

Infraestructura social

13706,8

16999,4

21560,2

27765,0

29493,8

32664,4

37570,6

3

4

4

6

5

2

6292,5

6170,65

12450,2

10458,4

11087,5

11777,1

9

2

6

1

Infraestructura

6428,01

económica y servicios Apoyo a sectores

3700,7

3363,96

3713,51

4638,81

5140,35

4625,3

5626,17

2999,57

3542,04

5837,11

4751,4

5974,47

5736,94

6545,53

2907,16

2494,5

3630,79

2333,55

2575,46

3574,34

4211,21

4155,8

6449,1

15968,8

8071,2

25996,9

21847,7

9761,15

7

1

productivos Programas de apoyo multisectorial Programa general de asistencia en especie Condonación de la deuda Ayuda humanitaria

1932,48

2940,66

4424,94

5338,67

7972,95

6688,45

6995,94

Costos administrativos

2753,83

2826,87

3620,27

3799,17

3872,07

3969,09

4884,3

Ayuda a ONG´s

1447,72

2790,74

1750,06

1709,2

1251,87

4427,68

2139,69

Ayuda a Refugiados

1072,04

930,47

1410,61

2037,03

2004,26

1823,32

1969,68

Ayuda no especificada

1366,15

1376,9

1539,09

1506,27

1742,47

2036,78

1264,89

de los donantes

Fuente: Elaboración propia con base en información de la OCDE, del CAD 2007

Podemos también observar que hay rubros que descienden de manera muy dramática, tal es el caso de la ayuda a la condonación de la deuda, la ayuda a refugiados y la ayuda a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Asimismo en otros rubros la AOD, se incrementa tal es el caso de la construcción de infraestructura social, la infraestructura económica principalmente y se mantienen en un nivel relativamente estable como lo es

el apoyo a

sectores productivos, los programas multisectoriales, costos administrativos de los donantes, ayuda humanitaria, ayuda comunitaria y asistencia en general y ayuda que no se localiza en los rubros anteriores. Como hemos visto en este apartado, la AOD tiene distintos mecanismos en los que puede intervenir la comunidad internacional a favor del desarrollo de los países que lo 68

necesitan, sin embargo que tipo de problemas son los que se suscitan al momento de ser donador-receptor.

Problemas de la Cooperación Internacional ¿Qué problemas genera el que esta “cooperación” llegue a los países receptores? y sobre las consecuencias de esta distorsión debido a las causas y los objetivos que se persiguen los países donadores, si es que realmente se promueve el desarrollo o en realidad promueve la protección a sus intereses económicos reflejados en sus empresas con representación internacional y las que quieren posicionarse el dicho mercado: […] En esencia, todo el sistema de cooperación se asienta sobre la libre voluntad de los donantes, que apenas se encuentran condicionados en su proceder por un marco de tenues recomendaciones acordado (por ellos mismos) en el seno del CAD, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). […] Al mismo tiempo que se otorga ayuda, los donantes mantienen elevadas barreras protectoras frente a las producciones del Sur, imponen abusivas condiciones para el cobro de la deuda externa, erigen restricciones al acceso a sus innovaciones o, finalmente, respaldan regímenes corruptos e ilegítimos en función de conveniencias ocasionales (Alonso, 2006: 23)

Otro de los problemas es el de estar inyectando a la economía del país receptor recursos sin tener un límite claramente definido, esto puede generar problemas de absorción de una economía, e incluso llegar a incrementar los niveles de inflación del país receptor de la ayuda, nulificando por completo los efectos positivos que se buscaba conseguir: Ahora bien, incrementar los recursos de una manera acelerada puede también generar riesgos sobre la capacidad transformadora de la ayuda; un problema que afecta tanto a los donantes como a los receptores, aunque son estos últimos los que mayores problemas padecen. El incremento de la ayuda, en las magnitudes en que se reclama y con la focalización que se sugiere en torno a un grupo reducido de países, puede generar problemas serios de absorción en los países receptores (Alonso, 2006: 22) Asimismo, conseguir alinear al país a las exigencias del donante y ser “leal” por la aportación que se hace y se aplica en el país receptor, haciéndolos clientes comerciales, es otra estrategia a seguir por parte de los países que destinan una parte de su Producto Interno Bruto (PIB) a esta causa:

69

Hasta donde se conoce, el equilibrio social se fundamenta en relaciones dotadas de un cierto sentido de reciprocidad, de correspondencia entre dar y recibir. El problema es que frente a la ayuda recibida, lo único que puede ofrecer el país en desarrollo es su gratitud y lealtad: no es extraño, por tanto, que la ayuda alimente situaciones de dependencia y de clientelismo frente al donante (Alonso, 2006: 24)

Igual de importante es el problema de la información que tienen los países que establecen cooperación y que se clasifican en tres tipos específicos, el primero de ellos es el problema Principal-agente, el segundo referido a cuestiones de azar moral y el tercero es el de la selección adversa, el primero de ellos tiene que ver con la información que posee el agente es mayor que la del principal, por ende toma decisiones que más le parecen correctas, el segundo de ellos se denomina el azar moral, el cuál tiene que ver con el fenómeno del paternalismo cuyo efecto nocivo fue que no se incluyera en al país receptor dentro de los costos de un proyecto, lo cuál generaba una suerte de no apego al proyecto y de abandonarlo cuando mas conviniera y el problema de la selección adversa que en país receptor, no tiene incentivos para transmitir información que al donante si le interesa: El problema de Principal-Agente se produce cuando en una relación jerárquica, el Agente dispone de más información que el Principal, a cuenta del cual opera; dicho de otro modo, el subordinado está en condiciones de tomar decisiones que el superior es incapaz de controlar. […] El problema de azar moral ocurre cuando las condiciones de la transacción son tales que salvaguardan a una de las partes de las consecuencias de sus decisiones. En ese caso, el protegido perderá los estímulos para comportarse de modo responsable, ya que puede eludir los costos de sus errores. […]Por último, y debido a las mismas deficiencias de información, el sistema de ayuda puede padecer problemas de selección adversa, derivado de que el beneficiario (agente) no tiene estímulos para transmitir aquella información (sobre sí mismo o sobre la relación) que serían de interés para el donante (principal) (Alonso, 2006: 24-25) Por último, tenemos las metodologías para formular y evaluar proyectos a nivel internacional, esta se basa principalmente en la elaboración y construcción de la matriz del Marco lógico, ya que las bases en las que se plantea esta herramienta, no permiten una visión más extensa de las cosas y plantea las interrelaciones humanas como lineales: [...] Es limitada la capacidad predictiva que se tiene sobre el cambio social: existe un inextinguible grado de incertidumbre en los procesos de cambio social, que hace difícil que puedan ser sometidos a ejercicios estrictos y cerrados de programación. – En segundo lugar, que es difícil representar la dinámica social a través de 70

sistemas compuestos por relaciones unívocas y lineales (de causa a efecto): más bien, lo que dominan son relaciones circulares, con variables que mutuamente se relacionan a través de un sistema complejo de interacciones (Alonso, 2006: 29-30)

Dos elementos más de críticas son el alto grado de racionalidad y la especificidad de la identificación y alternativas para superar el problema que se estudia, afectando así un elemento importante que usa el hombre, que es su capacidad de aprendizaje: En tercer lugar, que los agentes sociales carecen de un conocimiento cierto sobre la realidad social y sobre los efectos de sus intervenciones, por lo que construyen sus respuestas de acuerdo a un principio de racionalidad limitada, que se basa en un proceso de prueba y error, de aprendizaje a través de la experiencia y la reflexión crítica. – En cuarto lugar, que el proceso de desarrollo presenta una dinámica altamente condicionada por las especificidades de cada caso (hay una cierta path dependence), lo que explica la dificultad que tienen las generalizaciones universales y la importancia de los elementos consuetudinarios –específicos de un tiempo y un lugar – en la definición de las estrategias de desarrollo. – Por último, en relación con el rasgo anterior, que el desarrollo se configura muy centralmente como un proceso de aprendizaje: como éste disfruta de una cierta dinámica acumulativa, resultado de las posibilidades que brindan las capacidades previas para el desarrollo posterior (Alonso, 2006: 29-30) Es pues que la cooperación internacional incluye no solo desarrollo, sino también puede generar efectos que no persiguen esta idea, sin embargo cabe destacar, que los esfuerzos por mejorar y superar estos problemas se van dando año con año y con objetivos más específicos que permiten una mayor focalización a estos problemas. Soluciones a los problemas que se generan con la AOD En párrafos anteriores, se han señalado las deficiencias del sistema internacional de cooperación al desarrollo, sin embargo en el año 2000 con los ODM puestos en marcha, existe, la necesidad imperiosa de ir evaluándolos de manera real y corregir los errores que se presenten en su desenvolvimiento. Para ello se han establecido una serie de reuniones para evaluar estos objetivos y mejorar los mecanismos para su consecución. Estas cumbres juntan a países donadores y receptores de la ayuda internacional, para juntos establecer acuerdos sobre como debe, en que puede y en que circunstancias se emite y recibe la ayuda, así como de los instrumentos de los que puede ser empleada la ayuda. Es pues que en el año 2002 se realizo en la ciudad de Monterrey, Nuevo León el primer consenso 71

que buscaba dar solución a los problemas de la ayuda y los avances que se tienen con los ODM: Dicho consenso partía del presupuesto de que los retos que enfrentaba la financiación para el desarrollo requerían un compromiso y una respuesta global. Esta respuesta implicaba una nueva “asociación” entre los países desarrollados y en desarrollo. Los compromisos adoptados por la comunidad internacional como parte del Consenso de Monterrey se agruparon en seis temas o pilares: i) movilización de recursos internos; ii) atracción de flujos de recursos internacionales; iii) promoción del comercio internacional como motor para el desarrollo; iv) la cooperación internacional; v) el manejo sostenible de la deuda, así como esfuerzos en materia de alivio de deuda; y vi) el aumento en la coherencia y consistencia del sistema monetario, financiero y del comercio internacional (SELA, 2008; 3)

Como podemos observar

estas seis temáticas son los principales problemas de los

países en vías de desarrollo, para cada tópico mencionado se emitieron recomendaciones tanto a donantes como a receptores, el primero de ellos tenía que ver con la canalización de sus propios recursos, para las actividades productivas: Uno de los retos fundamentales que tienen ante sí los países en desarrollo (PED) es el de canalizar sus recursos internos para actividades productivas. Por ello se señaló que resultaba necesario movilizar, tanto el ahorro público como el privado, hacia aquellas actividades que condujeran a un aumento de la productividad y en particular las que incrementaran las capacidades de producción. Una de las tareas cruciales, según el Consenso de Monterrey, era mejorar la eficiencia, coherencia y consistencia de la política macroeconómica. […]Se reconoció además, la necesidad de fortalecer y desarrollar los mercados financieros domésticos, de manera que se generara un desarrollo ordenado del mercado de capitales, promoviendo prácticas bancarias adecuadas y fortaleciendo los sistemas de regulación (SELA, 2008; 4) Asimismo, una política de atracción de Inversión extranjera directa ayudaría al primer elemento antes señalado para impulsar el desarrollo interno: Los flujos de IED contribuyen al financiamiento del desarrollo a largo plazo y se constituyen en mecanismos de transferencia tecnológica y de conocimientos, así como fuente generadora de empleos y de renta imponible. […] Para atraer estos flujos, los países necesitan garantizar un entorno macroeconómico adecuado así como un clima de negocios transparente y predecible donde los contratos sean respetados (SELA, 2008; 4) 72

Otro motor que señala el consenso es el de impulsar el comercio, basado en la no discriminación e igualdad de condiciones entre los países comerciantes, esto es rescatado de las políticas implementadas en América Latina en lo que se le conoce como neoliberalismo. El cuarto elemento de la agenda del consenso era la de la ayuda internacional, esta debía de ser un factor crucial para el desarrollo de los países, en su apoyo a la educación, la alimentación, la infraestructura, entre otros: Según el Consenso de Monterrey la AOD puede ser fundamental en mejorar el entorno económico para la actividad del sector privado y es un instrumento crucial para apoyar la educación, la salud, la infraestructura pública, la agricultura, el desarrollo rural y la seguridad alimentaria. Se reconocía además que para muchos países pobres, la AOD constituía la principal fuente de financiamiento externo y era por tanto crítica en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (SELA, 2008; 5)

Asimismo y ligado al tema de la ayuda, esta la condonación del pago de la deuda externa que promueve dicha reunión, mientras que al mismo tiempo también se exhortaba a los países donadores de la ayuda, que hicieran esfuerzos por mejorar la capacidad de instrumentar políticas macroeconómicas, a fin de establecer un sistema más cohesionado de ayuda al desarrollo, al mismo tiempo que de las instancias financieras internacionales: El alivio de la deuda juega un rol importante al liberar recursos que pueden emplearse en actividades productivas. En base a esto, el Consenso de Monterrey señaló que el alivio de deuda - donde sea apropiado - debía ser perseguido de forma expedita y vigorosa, incluyendo los Clubes de Londres y Paris u otros foros relacionados. […] Con vistas a complementar los esfuerzos nacionales de desarrollo, se reconoció […] la necesidad de aumentar la coherencia, gobernanza y consistencia de los sistemas internacionales monetario, financiero y comercial. En esta dirección, destacó que se venían adelantando esfuerzos para reformar la arquitectura financiera internacional (SELA, 2008; 6) Así pues los países – donadores y receptores – involucrados en esta reunión, pudieron hacer una resolución y una recomendación acerca de del funcionamiento del sistema internacional de cooperación, mediante las siguientes acciones: Para fortalecer la efectividad del sistema económico global se alentaban las siguientes acciones: i) mejorar las relaciones de las Naciones Unidas con la 73

Organización Mundial del Comercio; ii) apoyar a la Organización Internacional del Trabajo; iii) extender la colaboración de las Naciones Unidas con otros organismos multilaterales; iv) centrar las consideraciones de género en las políticas de desarrollo; v) aumentar la cooperación internacional en materia impositiva; y vi) promover el rol de las comisiones regionales y de los bancos de desarrollo regionales (SELA, 2008; 8)

En el año 2005, La declaración de París es otro intento por corregir las deficiencias del sistema internacional de ayuda para el desarrollo en el cuál se refrendan en los cuáles sus objetivos están los de eficientar, armonizar y transparentar los recursos de los países socios: Corrupción y falta de transparencia que socavan el apoyo público, imposibilitan la movilización y asignación eficaz de recursos, y desvían los recursos destinados a actividades vitales para erradicar la pobreza y para un desarrollo económico sostenible. Donde existe, la corrupción impide que los donantes confíen en los sistemas de los países socios. […] También es necesario aumentar la eficacia de la ayuda para situaciones desafiantes y complejas, como el maremoto que arrasó a los países costeros del Océano Índico el 26 de diciembre de 2004. En tales situaciones, es crucial armonizar la asistencia humanitaria y la ayuda al desarrollo en el marco de las agendas de crecimiento y reducción de la pobreza de los países socios. […] De manera general, estamos decididos a prestar especial atención a estas situaciones complejas en nuestra labor para aumentar la eficacia de la ayuda (París, 2005: 2)

Otra reunión que trató estos temas fue la realizada en Accra, Ghana y que tuvo el firme propósito de reafirmar la declaración de Paris y ser punto de referencia para la reunión de financiamiento para el desarrollo en Doha, que se realizo a finales de 2008. De esta agenda en Accra, los puntos más sobresalientes en este foro fueron: El primero es la voluntad de donadores y receptores para trabajar de manera más estrecha y participativa, los segundos impulsando políticas de desarrollo y los donantes respaldando estas políticas, siempre y cuando estén adaptados conforme a los acuerdos internacionales. […] El segundo – es - la autonomía de los países receptores para construir su propia senda de desarrollo, mediante la identificación de los problemas, colaborando de manera más directa en la resolución de los problemas técnicos e incluso – de ser posible – en la cooperación sur-sur. […] El 74

tercero, es mediante el fortalecimiento de sus sistemas de rendición de cuentas por parte de los gobiernos de los países receptores, así como la implementación de programas de evaluación continúa en conjunto con los países donadores (Tercer Foro de alto nivel, 2008: 2)

Es decir, que mediante estos mecanismos, se puede construir una mejor relación entre los distintos países – donadores o donantes – más estrecha y lejos de ciertos intereses que son ajenos a la idea del desarrollo de las personas, y definir si es bueno o no cooperar. 3. La eficacia de la ayuda ¿es bueno cooperar? ¿Cooperar es bueno o no? en los párrafos anteriores ha salido solamente nivel macroeconómico sin embargo a nivel micro, la ayuda parece funcionar, generando la paradoja macro-micro: La paradoja micro-macro se planteó a mediados de los años ochenta como una línea de investigación para conocer por qué la suma de los supuestos éxitos de los numerosos proyectos de cooperación para los pobres que ejecutaban las agencias de desarrollo, los bancos multilaterales y las ONGD, no se traducían en la mejora de los indicadores macroeconómicos y sociales de los países destinatarios de la ayuda (Larru, 2003: 100)

Esto, debido a que las inversiones que se hacen no son hacia sectores productivos, sino que esta ayuda va enfocada hacia el desarrollo de infraestructura social (escuelas, hospitales, casas, etc.): Por una parte, no toda la ayuda al desarrollo se destina a inversiones productivas. Morrissey (2002) estima que es sólo una tercera parte del total, luego sólo la eficacia de este tipo de ayuda puede estimarse a través de regresiones (siempre imperfectas) de la renta o producto per capita sobre los volúmenes de ayuda (más otras variables de control) para determinar su impacto sobre el crecimiento del país (Larru, 2003: 101)

Otra es el elevar los ingresos de las personas en las que depende del contexto en el que la personas puedan o no mejorar su calidad de vida: […] Enfoque es el de Ranis y Stewart (2000), que presentan numerosos casos de países con éxito en su gestión de la ayuda, seleccionando una muestra de cuatro 75

casos para tres zonas geográficas: África, Asia y Latinoamérica. Estos autores detectan que no existe un modo único de elevar el desarrollo humano y que, incluso sin un crecimiento económico fuerte se puede avanzar, si hay una buena distribución de la renta y se da prioridad al gasto público social en los servicios que más usan los pobres (educación –especialmente de la mujer-, salud primaria y acceso al agua potable). Gomance et. al. (2003) […] La paradoja micro-macro no es tal y el debate debe centrarse ahora en los instrumentos más idóneos para cada situación y en las condiciones de una gestión de calidad de los numerosos proyectos y programas que se ejecutan sobre los países en desarrollo (Larru, 2003: 101)

Al mismo tiempo, se presenta otra paradoja, que parece llamar la atención cada vez más, esta es entre lo que se dice y lo que se hace en la realidad, se le conoce como paradoja realidad-discurso, en la cuál señala Larru (2003) que la distancia entre el discurso retórico y la realidad es mucha. Esto aplicado a países predicadores de la ayuda (donadores) que no ofrecen garantías democráticas o justas que respalden la eficacia de la ayuda: Pero quizá habría que exigir también coherencia en esta materia pues países que alegan que no van a donar ayuda a los países que no ofrecen garantías democráticas, de respeto a los derechos humanos o transparencia en su gestión (España entre ellos), luego no cumplen estos avisos y países de dudosa “calidad institucional” son los que terminan recibiendo más cantidad de ayuda si eso implica obtener buenos rendimientos comerciales para el donante (Larru, 2003: 102)

Sin embargo y a pesar de las paradojas existentes paraa Larru (2003) la ayuda si funciona y cumple con los objetivos de cada proyecto planteado específicamente para una determinada comunidad o población objetivo: A la vista de lo señalado hasta aquí, podemos concluir que los recientes avances en los estudios de eficacia de la ayuda están arrojando luz para cuestionar la existencia de la paradoja micro-macro. Tanto en los niveles macro o de impactos de la ayuda sobre los indicadores de crecimiento de los países, como en los niveles micro de examen de los proyectos y programas de desarrollo ejecutados por diversos agentes, la ayuda funciona (Larru, 2003: 111-112)

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Lo último que queda es saber como funciona la cooperación mexicana a nivel internacional, esto lo señalaremos en el siguiente apartado.

4. México en el contexto de la cooperación internacional En México, la cooperación internacional para el desarrollo se viene gestando desde los años setenta, década en la que se crea la Dirección General de Cooperación Técnica Internacional (DGCTI), y que formaba parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), era una unidad de carácter administrativo y era la que se encargaba de los tipos de cooperación no reembolsable, mediante el mecanismo de cooperación técnica: En 1971, fue creada la Dirección General de Cooperación Técnica Internacional (DGCTI) como la unidad administrativa encargada de la planeación y el diseño de la cooperación no reembolsable, ejecutada en el ámbito de la demanda de cooperación técnica en México durante su despegue económico (SRE, 2009)

Para la década siguiente, la DGCTI sufre modificaciones importantes en cuanto a la forma de cooperar, pues sistematiza la información, para entrar en una siguiente fase de consolidación para la cooperación. En los años noventa, se toma el nombre de Dirección General de Cooperación Técnica y Científica (DGCTC) que se encargaba de apoyar los procesos de planeación y ejecución de la cooperación bilateral y multilateral para que en el año 1998, se creara el Instituto Mexicano de Cooperación Internacional (IMEXCI), que reunió en el mismo seno a los cuatro departamentos que conformaban el DGCTI (la cooperación científica, la cooperación educativa y cultural, el organismo de cooperación económica y de desarrollo y para la cooperación con Centroamérica y el Caribe): En 1988, la DGCTI realizó cambios importantes en la conceptualización mexicana de la cooperación técnica internacional, avanzó en la sistematización informática de sus acciones y preparó el escenario para consolidar a México como oferente de cooperación. […] En 1990, la DGCTI se transforma en la Dirección General de Cooperación Técnica y Científica (DGCTC), […] Uno de los eventos de mayor envergadura en la institucionalidad de la cooperación mexicana sucedió en 1998 con la creación del Instituto Mexicano de Cooperación Internacional (IMEXCI), donde fueron concentradas las cuatro unidades administrativas encargadas de los diferentes temas de la cooperación en la SRE, a saber: la Dirección General de Cooperación Técnica y Científica; la de Cooperación Educativa y Cultural; de Organismos de Cooperación Económica y de Desarrollo; y para la Cooperación con 77

Centroamérica y El Caribe. Con esto, el IMEXCI buscó consolidar un sistema articulado de cooperación internacional cuyas facultades se encauzaron a la planeación, gestión y coordinación de los programas y proyectos de las vertientes de recepción y oferta de cooperación; así como en la implementación de las primeras iniciativas de cooperación horizontal. (SRE, 2009)

Asimismo, se han hecho modificaciones a su estructura orgánica que le han permitido consolidarse con un marco jurídico estable y con la creación de nuevas agencias que fortalecen el DGCTI que volvió a ser DGCTC: […] En 2001, de acuerdo al Reglamento Interior de la SRE, se derogaron las facultades del IMEXCI y las Direcciones Generales que lo integraban fueron reubicadas en la estructura concentrada de la Cancillería con las siguientes adaptaciones: la Dirección de Cooperación con Centroamérica y El Caribe se incorporó a la DGCTC; la competencia de la Dirección General de Cooperación Educativa y Cultural se trasladó a la Dirección General de Asuntos Culturales; y la Dirección General de Cooperación Económica y de Desarrollo se asoció a la Dirección General de Promoción Económica Internacional. […] Asimismo, en 2004, con el objeto de convertir a la política exterior en un instrumento central para lograr las metas de desarrollo económico y social en México, la SRE crea la Unidad de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional (URECI), e incorporó a la DGCTC en su estructura (SRE, 2009)

En esta nueva época se propone como misión y visión promover la cooperación internacional para el desarrollo y fortalecer la

DGCTC en el ámbito internacional y que

consolida la política exterior mexicana: Promover la cooperación internacional para el desarrollo como principio rector de la política exterior de México y aprovecharla como herramienta de apoyo al desarrollo integral del país. […] Consolidar y fortalecer a la Dirección General de Cooperación Técnica y Científica como punto focal de la cooperación internacional para el desarrollo del Gobierno de México (SRE, 2009)

La paradoja de la cooperación mexicana El punto anterior, refleja la postura oficial del gobierno mexicano acerca de la cooperación internacional al desarrollo, empero el gobierno mexicano no ha señalado en ningún momento 78

que las prácticas que hacen con los proyectos de cooperación, no son los adecuados, y que no tienen un marco jurídico sólido que garantice una buena actuación en el contexto internacional: México forma parte de la cooperación internacional para el desarrollo desde hace varias décadas pero aún no se han identificado las pautas que delimiten su actividad en este campo de las relaciones internacionales. No existe una política que regule tal ejercicio; un documento que defina el plan de acción a futuro; una ley que obligue la rendición de cuentas sobre el tema y que determine los derechos y las obligaciones de los diversos actores involucrados; ni una institución responsable y ejecutora de la participación de México en y para la cooperación internacional (Cruz, 2008: 101) Esto debido a que no supervisa los papeles que desempeña como país en vías de desarrollo y el juego que tiene en el concierto internacional: Específicamente, llama la atención que el país desempeña tres papeles: donante, receptor y socio en la cooperación triangular, pero no monitorea ni contabiliza ninguna de estas prácticas. Esto no permite valorar a profundidad la participación mexicana en la cooperación internacional para el desarrollo (Cruz, 2008: 101)

Tan es así que siendo miembro de la OCDE, sus informes sobre la situación de la cooperación internacional en México, no se muestran con cifras financieras, sino con el número de proyectos realizados, esto viene a contrastar de manera tajante sobre el como se formula y se da la cooperación en México: Otra crítica importante que se puede hacer a la cooperación que México otorga es que, por lo menos en los informes de la DGCTYC, la ayuda no se reporta en montos financieros sino en número de proyectos, lo que no nos permite hacer una valoración en términos de su comparación con el PIB, que a su vez daría reflejo del cumplimiento de México con la cumbre de Monterrey (Cruz, 2008: 115)

Esto viene a lugar porque también México es un país que recibe montos de AOD, sin embargo, nuestros diplomáticos mexicanos no han sabido manejar muy bien este tema, puesto que cada vez más el CAD reduce los montos de AOD hacia nuestro país:

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Serie Histórica de AOD recibida por México. País

2000

México

68.39

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

40.65 92.62 73.61 78.92 160.38 208.91 78.95

Gráfica 3: Serie Histórica de AOD recibida por México. 250

208,91

Millones de dólares

200

160,38

150 92,62

100

73,61

78,92

2003

2004

78,95

40,65

50 0 -50

2000

-100

-68,39

2001

2002

2005

2006

2007

Años Serie Histórica de AOD para México Fuente: elaboración propia con base en información de la OCDE, del CAD 2007

México a pesar de pertenecer a la OCDE, no obtiene los beneficios – ni mucho menos las metodologías – para poder contabilizar y llevar de manera pertinente los fondos de AOD: […] Establecer una metodología dentro del sistema financiero mexicano que contabilice la recepción y oferta de ayuda para el desarrollo; idealmente la oficial y la no oficial. […] Como miembro de la OCDE, México debería alcanzar los niveles de organización y transparencia con que cuentan el resto de los países de la organización, y estar “al nivel” de sus contrapartes (Cruz, 2008: 116)

Entonces, ¿qué queda de la cooperación internacional para el desarrollo en México?, lo que quedaría al final, sería la reflexión de las cosas que se están haciendo bien y mucho más de las cosas que no se están haciendo o de las oportunidades que se están dejando pasar, si es que nuestro país quiere considerarse en el contexto de un desarrollo más completo.

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Conclusiones Del trabajo antes presentado, podemos establecer las siguientes conclusiones que valdría la pena pensarse una y otra vez, la primera de ellas tiene que ver con el manejo del sistema de la ONU, si bien es cierto que es en la mayoría de sus decisiones autónoma, también es igual de cierto que los acuerdos y resoluciones a las que llega son violadas en el momento que afecta los intereses de los países más ricos en los países en desarrollo y que tiene un mayor poder de voto dentro de Naciones Unidas. Un segundo elemento es que el sistema del CAD y en general de la ayuda al desarrollo, esta muy mezclada con la protección geoestratégica de los países donantes y la ayuda ligada (o condicionada) que no es otra cosa que el criterio de condicionalidad o supeditación a determinadas cosas que tienen que hacer los países pobres hacia los países ricos. En tercer lugar habría que destacar los esfuerzos que tienen las cumbres y foros mundiales para la erradicación – o disminución considerable- de estos elementos que trastornan el clima de ayuda. Para ello se necesita de una reforma a fondo en la arquitectura financiera de la ayuda para el desarrollo, pero sobre todo de la voluntad política de los países de tener un mundo mejor. Con respecto a México y el papel desempeñado en el contexto internacional de la cooperación al desarrollo, habría que mencionar que si hay aspectos positivos sobre los cuales se trabaja, sin embargo no es cuestión solo de voluntad, sino de astucia y perspicacia de los diplomáticos mexicanos para poder acceder a recursos. Al mismo tiempo es muy necesario establecer políticas de contabilidad que midan el impacto de la ayuda que se recibe y se da para que haya una transparencia en el manejo de estos fondos. Por último hay que rescatar que el camino es arduo, pero hay avances significativos en pro del desarrollo en nuestro país, ya que hay que exigir con métodos diplomáticos certeros los fondos suficientes para poder impulsar el desarrollo de las personas.

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Avances de los Objetivos del Desarrollo del Milenio en el componente de salud en la niñez en Mesoamérica1 Olga Lidia Lópes-Gonzales2 Néstor García-Chong3 René Estrada-Arévalo4 Benito Salvatierra Izaba5 Introducción Los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) se inician como una respuesta a los problemas económicos y sociales que estaban enfrentando los países de tercer mundo (Prado, 2006). Por tanto, esta propuesta surgió con el Banco Mundial a principios de los años noventa para combatir la pobreza en sus diversas dimensiones (salud, empleo, ingreso, educación entre otros. Sin embargo, dada las características con la que se implementó, está política fracasó, desde entonces la retomó la Organización de las Naciones Unidas en el año 2000 en la Cumbre del Milenio durante la cual 189 países suscribieron dichos objetivos. De esta manera, el objetivo número cuatro está relacionado con los indicadores de la niñez, que es reducir en dos terceras partes la mortalidad en los menores de cinco años entre 1990 y 2015. Estos objetivos vienen operando desde su creación en todos los países del mundo. Sin embargo, a pesar de que dichas políticas están diseñadas y han sido implementadas por diversas organizaciones mundiales, nacionales y locales, éstas no han sido suficientes para influir en una mejor salud de la niñez, dado los problemas estructurales y las desigualdades sociales de cada país en vías de desarrollo incluyendo a México y Centroamérica. En estos países, diversos informes sobre los indicadores de los ODM como las Tasas de Mortalidad en la Niñez que se relacionan con su salud, indican que éstas han descendido. Sin embargo, cuando se analizan a nivel regional aunque estas tasas han descendido, siguen siendo altas respecto a los países desarrollados. Por ejemplo para los países desarrollados las TMN para los años 1997 fue de 10 y 7 por mil para 2005, en los países subdesarrollados fue de 103 y 74 por mil respectivamente (UNICEF, 2006). Estas fuertes asimetrías que se dan entre

1

Este trabajo es parte de la tesis de Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural del Colegio de la Frontera Sur. Socióloga y M en C © por el Colegio de la Frontera Sur en la Línea Estudios Sociales y Sustentabilidad. Correos [email protected], San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. 3 Doctor en Ciencias © por el ECOSUR y es profesor de tiempo completo en la Facultad de Medicina Humana, UNACH. Correo [email protected], Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México 4 Profesor-investigador de la UNACH. Correo [email protected], Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. 5 Investigador del Colegio de la Frontera Sur, en el área Sociedad, Cultura y Salud. Correo [email protected], San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. 2

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estos países indican que de seguir así los ODM relacionado con los niños/as hacia 2015 no podrán cumplirse. De igual forma, existen estudios que explican que las tasas de mortalidad en la niñez han tenido descensos en países de América Latina (Lozano et al, 2005; WHO, 2008). Sin embargo, aún prevalecen diferencias entre y al interior de los países y regiones. Existen 152 países en el mundo que han reportado descensos, de los cuales, 31 son de América Latina (OMS, 2005; BM, 2007). Estos se caracterizan por elevados índices de pobreza, marginación y desigualdad social. De los 4,000 millones de casos de diarrea, el 94% se asocia a factores ambientales. En los países en vías de desarrollo la población más vulnerable se encuentra entre los niños menores de cinco años (OMS, 2007). En estos países la mayoría de los 1,500 millones de muertes en la niñez que ocurren cada año, se dan principalmente por enfermedades evitables

tales como: enfermedades diarreicas agudas, enfermedades

respiratorias agudas y por desnutrición (Fricas y Martz, 2007). La mortalidad en la niñez es considerada como uno de los indicadores más sensibles de las condiciones de salud en la población, de calidad en salud y el bienestar. Por ser éste un grupo de población vulnerable y por lo que implica la supervivencia en este periodo, debería traducirse más que en la calidad de atención a este grupo de población, en un indicador de la calidad de atención del sistema de salud (Ávila 2007). Ante este escenario, el estudio se divide en cinco apartados, tras esta introducción se abordará primeramente el contexto de estudio. Después la desigualdad social y los ODM en Mesoamérica. Posteriormente se presenta el apartado de la mortalidad en la niñez. En seguida, los cambios económicos y salud, después los materiales y métodos; y finalmente las conclusiones. Contexto de estudio El contexto de este estudio fueron los estados de la Frontera Sur de México (Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo) y los países de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Belice, Costa Rica y Panamá), lo que denominamos Mesoamérica (véase figura 1). Este contexto se encuentra ubicado en la región de América Latina. Respecto a su población, Centroamérica excepto Belice suman el equivalente de la tercera parte de la población en México (Pomareda, 2008).

Asimismo, los estados de la

Frontera Sur de México y países de Centroamérica, históricamente han compartido características similares con la mayoría de los países centroamericanos. Cada uno de los

84

países y estados que conforman esta región padece altos niveles pobreza extrema, que afectan especialmente a la población más vulnerable.

Figura 1. Ubicación geográfica de la región Mesoamericana.

Fuente: Laboratorio de Información Geográfica y Estadística (LAIGE) 2009.

Distribución poblacional La población total de Centroamérica para el año 2005, fue de 40,221 habitantes (OCDE, 2006), mientras que para la Frontera Sur de México fue de 1, 495, 620 habitantes (INEGI, 2005). Esta región en los últimos 15 años ha tenido un crecimiento poblacional importante. Sin embargo, sus características difieren con respecto a su población y densidad. Por ejemplo para el año 2000 en El Salvador y Guatemala se concentran el mayor número de habitantes/km² y su densidad poblacional son las más altas de la región. Mientras que para Campeche y Belice tienen la densidad más baja (13.0 y 11.6 respectivamente); aunque entre este Estado y país tengan grandes diferencias en cuanto a su crecimiento poblacional. La densidad poblacional similar se concentró en Costa Rica y Tabasco (véase cuadro 1). Cuadro 1. Distribución poblacional de Mesoamérica (1990-2005). Países/estados

Población 1990 (miles)

Población 2000 (miles)

Población 2005 (miles)

Área en km2 (2005)

Densidad poblacional km² (2005)

Belice Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Panamá Campeche Chiapas Quintana Roo Tabasco Total

187 3 049 5 110 8 749 4 879 3 827 2 398 557 505 332 614 517 554 156 397 159 2269

226 4 023 6 276 11 390 6 485 5 070 2 948 709 222 402 486 904 787 193 584 224 6497

266 4 322 6 875 12 700 7 347 5 483 3 228 754 730 431 206 113 065 196 619 153 5841

22 970 51 100 21 041 108 889 112 088 130 000 75 517 57 995 73 289 42 360 24 737 719 986

11.6 84.6 326.7 116.6 65.6 42.2 42.8 13.0 56.0 27.0 85.0 871.1

Fuente: CEPAL 2005, CONAPO 2006 (b) e INEGI 2000 y 2005.

85

Desigualdad social y los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Mesoamérica Mesoamérica es considerada como una de las regiones en el mundo más desiguales al interior y entre países de la misma región en términos económicos y de distribución de ingresos (Kliksberg, 2002; Tortosa, 2007; Pérez y Mora, 2006; Salama, 2008). En términos del crecimiento económico y PIB per cápita, Belice, Panamá y Costa Rica, se encuentran por encima del promedio. Mientras que en El Salvador, Guatemala y el Sureste de México se encuentran dentro del promedio; y finalmente Honduras y Nicaragua se sitúan por debajo del promedio (OCDE, 2006). Las desigualdades entre los países de Centroamérica son considerados como parte del cuartil más pobre de naciones en el mundo (Banco Mundial, 2007). Lo que se manifiesta en sus indicadores macroeconómicos entre ellos el PIB per cápita de Honduras, Nicaragua, están por debajo de los países de América del Norte (EUA y Canadá); y también con relación al de los otros países como Guatemala, el Salvador, Costa Rica y Panamá (OCDE, 2006). En este contexto, es frecuente creer que la desigualdad de los ingresos produce inevitablemente desigualdades en salud, educación y con ello la exclusión en dichas regiones (Sepúlveda, 2007). En Mesoamérica estas desigualdades se inician con los problemas estructurales que se hicieron visibles posterior a la Segunda Guerra Mundial en la región Latinoamericana. Es decir, las transformaciones económicas y estructurales trajeron como consecuencia fuertes asimetrías entre los países desarrollados y subdesarrollados. En este sentido, se experimentaron transformaciones sociales, económicas, y políticos, que sin duda, remarcan los cambios sociales presentes en dicha región y que pueden explicar las desigualdades existentes en Mesoamérica. Sin embargo, en esta región se han diseñado programas y políticas internacionales de salud como los que tiene a su alcance la ONU6 con el objetivo de reducir la desigualdad económica y en los indicadores de calidad de vida descritos en los ODM (ver cuadro 2). De igual forma se han implementación estrategias para el bienestar de la población que vive en extrema pobreza, aún se perciben deficiencias en cuanto a estas políticas, lo que ha incidido negativamente en la superación de las metas. A tal grado que los resultados de los ODM indican que van progresando desigualmente entre y al interior de las regiones, donde se ha propuesto cumplir dichas metas para el 2015 (Mújica et al 2004; Prado, 2006). 6

Como son los objetivos de desarrollo del Milenio: 1. Erradicar la pobreza extrema, 2. Lograr la enseñanza primaria universal, 3. Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, 4. Reducir la mortalidad en los menores de cinco años 5. Mejorar la salud materna, 6. Combatir el VIH/SIDA el paludismo y otras enfermedades, 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, y 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo (ONU, 2008).

86

A pesar de que existen instituciones por parte de la ONU que se desglosan para atender la salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de Panamericana de la Salud (OPS) en las Américas y el Fondo de la Salud para la Infancia (UNICEF), que participan en el seguimiento de los ODM relacionados específicamente en salud, éstas no han sido suficientes para influir en una mejor salud de la población, sobre todo, en aquellas regiones vulnerables y exclusión social donde las personas más afectados en cuestiones de salud son las más pobres y que tienen un menor ingreso, ya que los indicadores en salud están mucho más abajo que la de los países con un ingreso más alto y que por tanto existe una diferenciación entre las personas que viven en estos países (Safaei, 2007). De esta manera, estudios como los de Torres y Mújica (2004) y Tortosa (2007) concluyen que, de seguir con los mismos lineamientos en políticas públicas, los objetivos del Desarrollo del Milenio difícilmente se cumplirán para el 2015, principalmente donde existen desigualdades sociales, económicas y de salud, como es el caso de la región mesoamericana. Sobre todo, porque la instrumentación de programas a nivel internacional van enfocadas a la salud directamente, y no percatan que existen per se las desigualdades sociales y económicas, lo cual muestran impactos pocos visibles en la salud de la niñez. Para ello, se focalizan programas sociales por parte de instituciones internacionales e identifican a la pobreza y exclusión social como problemas a combatir y diseñan medidas para ello, sin embargo; no consideran que el problema es la injusta distribución de la riqueza social (Feo, 2008). Bajo esta perspectiva, estas políticas internacionales de salud tengan escasos impactos para la salud en particular para los niños/as.

87

Cuadro 2. Los objetivos del Desarrollo del Milenio con indicadores relacionados con la salud. Objetivos del Desarrollo del Milenio

Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre

Los indicadores relacionados con la salud para medir los progresos 1.8 Proporción de niños menores de 5 años con insuficiencia ponderal 

4.1 Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años

Objetivo 4: Reducir la mortalidad de los niños



4.2 Tasa de mortalidad infantil

menores de 5 años



4.3 Proporción de niños de 1 año vacunados contra el sarampión

Objetivo 5: Mejorar la salud materna



5.1 Tasa de mortalidad materna



5.2 Proporción de partos con asistencia de personal sanitario especializado



6.1 Prevalencia del VIH entre las personas de 15 a 24 años



6.2 Uso de preservativos en la última relación sexual de alto riesgo



6.4 Relación entre la asistencia escolar de niños huérfanos y la de niños no huérfanos de 10-14 años



6.6 Tasas de incidencia y mortalidad asociadas al



6.8 Proporción de niños menores de 5 años con

Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades

paludismo

fiebre que reciben tratamiento con los medicamentos adecuados contra el paludismo 

6.9 Tasas de incidencia, prevalencia y mortalidad asociadas a la tuberculosis



6.10 Proporción de casos de tuberculosis detectados y curados con el tratamiento breve bajo observación directa

Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente



7.1 Proporción de la superficie cubierta por bosques



7.8 Proporción de la población con acceso a fuentes mejoradas de abastecimiento de agua potable



7.9 Proporción de la población con acceso a servicios de saneamiento mejorados

Objetivo 8: Fomentar una alianza mundial para el

8.13 Proporción de la población con acceso sostenible a

desarrollo

medicamentos esenciales a precios asequibles

Kekki, Pertti (2003).

Tendencias de la mortalidad en la niñez La mortalidad en la niñez constituye un tema complejo en donde la enfermedad y la muerte se presentan como fenómenos biológicos en un contexto social, es decir, sus condiciones de vida 88

dependen de factores sociales, culturales, epidemiológicos, ambientales y económicos. Para entender estas relaciones se hace necesario conocer el contexto histórico social de la salud, ya que no es suficiente comprenderlo a partir de lo biológico. Es decir, en las diferentes clases sociales de una misma región que determinan los distintos segmentos de la población las personas se enferman y mueran de una manera distinta (Laurell, 1982; Iriart, 2002). De manera que, conocer el estado de salud de la niñez y paralelamente las relaciones con los diferentes aspectos (sociales y económicos), puede explicar las tendencias de mortalidad de los niños/as (Vergara, 2007). Mismo que puede ser utilizado para medir y evaluar la situación de la infancia relacionados a su bienestar en un país (OPS, s/f). En este sentido, el Banco Mundial (2007) y la UNICEF (2008), señalan que a nivel mundial, el número de muertes de las y los niños menores de cinco años ha descendido, mostrándose que la cifra en 2006 fue de 9,7 millones tras haber llegado hasta casi 13 millones en 1990. Sin embargo, en el mundo más de 200 millones de niños no reciben atención sanitaria, lo que contribuye a que casi 10 millones de niños mueran cada año por causas prevenibles en países en vías de desarrollo (Banco Mundial, 2007). Sin embargo, cuando se compara la región de América Latina y el Caribe con los países desarrollados se puede percibir la disparidad existente entre las tasas de mortalidad de la infancia. Es decir que, desde los años sesenta la mortalidad en niños/as ha descendido, no obstante; continúan presentes las desigualdades entre los países de América Latina y países de la OCDE (figura 2).

102

100

AL y el Caribe 93

72

12

9

8

20

29

25

6

5

5

2005

15

35

2000

22

42

1990

24

49

1985

34

1980

40

59

1995

80

60

Paises de la OCDE

85

1975

120

1970

1965

0 1960

Tasa de mortalidad infantil por cada mil nacidos vivos

Figura 2. Tendencias de la mortalidad infancia en América Latina y el Caribe en comparación con 15 países de la OCDE 1960-2005.

Fuente: Elaboración propia. Base del Banco Mundial, World Development Indicators (WDI) y Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2008.

89

Por otro lado, más de una cuarta parte de la niñez sufre de desnutrición, causa fundamental de más de la mitad del total de muertes, pues mueren casi 6 millones de niños cada año, la gran mayoría debido a trastornos neonatales o enfermedades infecciosas que son curables, por ejemplo diarrea, neumonía, malaria sarampión (FAO, 2005; UNICEF, 2008). Por estas mismas causas se registran en América Latina y el Caribe, ya que mueren 77,600 niños cada año en este grupo de edad, lo que significa más de 200 muertes diarias (Fricas y Martz, 2007). Aunado a ello, la ONU (2008) señala que en la actualidad, aproximadamente 2,500 millones de personas, casi la mitad de la población del mundo en desarrollo, vive sin servicios de saneamiento, lo que determina en gran medida las altas tasas de muertes en este conglomerado de población. Para el caso de México en el año 2000 las altas tasas se registraron en los estados de Chiapas, Puebla, Estado de México, Oaxaca, Tlaxcala, Guanajuato y Querétaro. En contraste, con los estados de Nuevo León, Sinaloa, Durango, Tamaulipas e Hidalgo que son los que tienen las menores tasas de mortalidad en la niñez (SSA, 2008). Sin embargo, cuando se compara al interior de los estados de México en el 2004 se registran las grandes diferencias, es decir a nivel nacional fue de 24.0, en el Distrito Federal 14.4 y en Chiapas de 26.3 por cada mil. Para el mismo periodo los países de Guatemala sus tasas reportadas fueron de 45, Belice 38, Costa Rica 13, Honduras 41, Nicaragua 38, Panamá 24 y el Salvador 28, todo esto por mil, en cambio en los países desarrollados, la tasa de mortalidad es de apenas 6 muertes por cada 1,000 (UNICEF 2006). Estas desigualdades que se dan en éstos países está relacionado en gran medida por las condiciones histórico estructurales y porque en países en vías de desarrollo son las que no reciben en absoluto el porcentaje de la financiación en salud que les debería corresponder por lo que con ello, no se logra atender las necesidades no satisfechas de la población (MacCormack, 2008).

Cambios económicos y salud En los países donde persisten grandes diferencias en desigualdad económica y social, existen impactos de mayor gravedad que afectan a los grupos más vulnerables, particularmente niños, mujeres, ancianos, personas con capacidades diferentes y poblaciones indígenas. Asimismo, en los niveles nacionales y locales, se identifican desigualdades, grandes brechas socio sanitarias que se expresan en diferencias socioeconómicas, en los indicadores de enfermedad y muerte, en la disponibilidad, acceso y calidad de la atención a la Salud (López, s/f)).

90

En este sentido, la política económica considera a la salud como uno de los elementos importantes para la productividad como eje del desarrollo (Lechusa y Mayen 2009). Además, invertir en salud aumenta la capacidad de las personas, de las familias y sociedades para competir en el mercado internacional (Labónte y Schrecker, 2007). Así también, contribuye al crecimiento económico a largo plazo, es decir, tiene un impacto positivo en términos de productividad cuando se llega a la vida adulta (Lusting, 2008). Sin embargo, la desigualdad social puede incidir de manera negativa en el crecimiento y en el desarrollo económico y sostenible (PNUD, 1994). A tal magnitud de que para que exista un adecuado crecimiento y desarrollo, se requiere de una población con buena salud, educación formal y además competitiva para insertarse en el mercado laboral que cada vez más demanda mano de obra calificada (González y Luna, s/f). Por ejemplo, Keynes (1936) sostuvo que los grandes inconvenientes de la sociedad económica giraban en torno a su incapacidad para proporcionar el pleno empleo y su arbitraria; y desigual distribución de la riqueza e ingresos (García y Pérez, s/f). Por tanto, era necesario la intervención complementaria del Estado al mercado en el área del bienestar social (por ejemplo en la mejora de sistema de pensiones, servicios sanitarios, educación, vivienda), como regulador económico en la elección individual a través del gasto público, para que funcionara adecuadamente porque existían desequilibrios producto de los desajustes y contradicciones en la sociedad, por lo que, esto impedía la libre oferta y demanda, ya que limitaban el ahorro y la inversión (Espina, 2008). Por consiguiente, es conocida la relación existente entre la salud y la economía de de la población de determinado país. Ello debido a que, se esperaría que a medida que incrementara el PIB per cápita en un país, la salud se tornara favorable en términos de bienestar para la población. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones ocurre lo contrario porque la relación de estos indicadores está mediada por otros aspectos particulares del contexto social, como la desigualdad en términos del incremento de la distribución de los ingresos pero principalmente en los gastos sanitarios, mismo que se reflejan en los indicadores de salud de cada región y país. En este contexto los países desarrollados se caracterizan por tener una cobertura sanitaria amplia que cuenta con fuertes sistemas de protección social y pocas desigualdades, lo que conduce a que las tasas de mortalidad en niños/as sean bajas (Rubert, 2008). Mientras que en la mayoría de los países subdesarrollados, las desigualdades sociales son altas, por la heterogeneidad en la distribución del ingreso y porque su crecimiento o estancamiento económico son elevados, lo que produce sociedades excluyentes e inestables que debilitan la 91

cohesión social y por consiguiente tiene efectos negativos sobre la salud de la población (Salama, 2008). Por otro lado, porque existen asimetrías en los contextos sociales. Según Zavala de Cosío (1999), argumenta que los modelos de transición demográfica tanto en América Latina, como en Europa fueron diferentes. Por un lado, en América Latina dichas diferencias se suscitaron por la introducción de políticas públicas en cuestiones de salud, mientras que en Europa, estos cambios se presentaron vía cuestiones culturales, como la edad a la primera unión, uso de métodos anticonceptivos, costumbres, tradiciones, y las características particulares de organización social en estos países. En este sentido, las condiciones precarias en que viven las poblaciones con niveles bajos de ingreso están acompañadas de los bajos niveles en los gastos en salud. Lo que se refleja en poblaciones específicas como Mesoamérica. En esta región, si bien, el gasto per cápita en salud ha aumentado estos no han sido significativos porque aún se perciben fuertes asimetrías en los gastos en salud entre países. En Guatemala y Panamá por ejemplo existen brechas en cuanto a este rubro, a pesar de que Guatemala incrementó su gasto en salud en el periodo 1995-2006, aun se presentan diferenciación cuando se compara con Panamá (véase, figura 3).

Figura 3. Gasto total en salud (GTS), como porcentaje del PIB, 1995-2006. 9

8.1

Gasto total en salud,% PIB

8 7

7.9

7.6

8.0

7.9 7.4

8.2

7.1

6.9

6.9

7.0

6.4

6

5.4

5

5.2

5.2

5.2

5.1 5.8

5.5 4.7

4 4.2

3

3.7

2 2.1

2.3

1996

1997

1 0 1995

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

Belice

Guatemala

El Salvador

Honduras

Nicaragua

Panamá

Costa Rica

México

2005

2006

Fuente: Elaboración propia. Con base a datos de los cuadros de cuentas nacionales en salud (OMS), 2008.

92

Materiales y métodos Diseño de estudio El diseño de estudio es de tipo ecológico 7 (Rothman, 1987 y Schneider, 2002). Para ello, se utilizaron las bases de datos de Mortalidad en la Niñez8, tomando como indicador la Tasa de Mortalidad de Niños menores de cinco años (variable dependiente) en el periodo de 1990 a 2007; indicador que está inscrito en los ODM, y se relacionó con algunos indicadores económicos como el PIB por habitante, el gasto en salud como porcentaje del PIB y socio demográficas como la esperanza de vida y la Tasa Global de Fecundidad, las cuales fueron obtenidas por diversas bases de datos de instituciones9. Este análisis se hizo para siete países de Centroamérica y cuatro estados de la Frontera Sur de México.

Variables explicativas o independientes Existen diferencias en cuanto a los indicadores de cada unos de los países y estados, en particular importancia los que se refieren a la mortalidad en la niñez. Estas pueden ser explicadas a partir de las políticas de desarrollo, diseñadas e implementadas en cada uno de éstos países. Además, tiene mucho que ver el nivel de desarrollo socioeconómico de estos países para que se obtenga cambios significativos en este conglomerado de población. En este sentido, se utilizó el indicador PIB por habitante, como medida de bienestar en un país, la cual en primera instancia permite dar cuenta la desigualdad entre ellos y porque es considerado un indicador determinante en la mortalidad en la niñez (Houweling, 2005). Así mismo, se analizó el indicador gasto en salud como porcentaje del PIB, ya que permite evidenciar en qué medida un país o Estado está contribuyendo a este gasto para disminuir las TMN. Por otro lado, se analizaron los indicadores socio demográficos como esperanza de vida y las tasas globales de fecundidad para determinar la asociación o no entre las TMN.

7

En los estudios ecológicos la unidad de análisis es un conglomerado de individuos que se agrupan según criterios geodemográficos, socioeconómicos o de otro tipo. Estos estudios se basan generalmente en datos secundarios agregados por unidades geopolíticas. 8 El número de niños menores de 5 años que mueren en un año por cada 1,000 niños en esas edades. Esta se calcula por el cociente del numerador las defunciones menores de cinco años en un año dado entre el cociente del denominador el número total de niños menores de cinco años a la mitad de ese año por mil (OMS, 2000). 9

El Centro Centroamericano de Población, Fondo de las Naciones Unidas de la Infancia, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, el Sistema Nacional de Información en Salud, el Consejo Estatal de Población de México, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática.

93

Análisis estadístico Para el análisis primeramente se hizo un análisis de tendencia de las Tasas de Mortalidad en la Niñez para conocer los cambios ocurridos en el periodo de 1990-2007. Posteriormente se utilizó el análisis de regresión lineal para conocer la asociación o no entre las variables dependientes versus las variables independientes. Los efectos de las variables independientes fueron explicados en términos relativos. Es decir, se cruzaron las variables independientes con las TMN, lo que permitió conocer la relación significativa o no en cada una de las variables utilizadas. Resultados Tendencias de la mortalidad en la niñez Las tasas de mortalidad en la niñez en la mayoría de los países de Centroamérica y la Frontera Sur de México para el periodo 1990 y 2006 han descendido. Sin embargo, las grandes diferencias se concentran entre los países de Guatemala y Costa Rica (25 y 16 respectivamente). Por otro lado, para Guatemala en 2006 muestran que las tasas han disminuido, sin embargo; no son significativos cuando se comparan con la tasa más baja reportada en Costa Rica. En los estados de la Frontera Sur de México, la diferencia registrada para 1990 y 2006 se encontró en Chiapas, reportando la tasa más alta respecto a los demás estados, en contraste con la tasa más baja registrada en los estados de Tabasco y Campeche (23 y 24 respectivamente) (figura 4).

94

Figura 4. Tendencias de la mortalidad en la niñez en Mesoamérica 1990-2006. Belice Guatemala Nicaragua Chiapas

Costa Rica Honduras Panamá Quintana Roo

El salvador México Campeche Tabasco

90.0

82.0

80.0

TMN *1000

70.0 64.0

60.0

53.0

50.0

43.0

40.0 30.0

25.0

20.0 10.0

18.0

16.0

14.0

12.2

1995

2000

2005

0.0 1990

16.0 2006

Fuente: Progress for Children a world Fit for Children 2007. Base de datos, Child info 2007. Base de datos OMS. 2008. Millenium Development Goals 2007. Estado Mundial de la Infancia, 2009. UNICEF Base de datos. Centroamérica en cifras 2005.

Producto Interno Bruto por habitante en Mesoamérica La desigualdad entre el PIB por habitante entre países de Centroamérica para 2007 se dio principalmente entre Costa Rica y Honduras (5085.1 y 1420.4 dólares respectivamente); mientras que para la Frontera Sur de México se concentran entre Campeche y Chiapas. Sin embargo, entre estados de la Frontera Sur, Chiapas ocupa el menor PIB por habitante en comparación con los demás estados de la misma región (700.9) (véase cuadro 3).

Cuadro 3. Producto Interno Bruto por habitante en dólares para Mesoamérica 1990-2007. Años 1990 1995 2000 2005 2007

Bel 2818.2 2905.7 3433.2 4024.9 3982.1

Cos 3123.2 3607.6 4062.8 4504.9 5085.1

Sal 1638.5 1993.1 2092.8 2128.6 2252.1

PIB por habitante Guat Hon 1446.6 893.7 1588.5 917.8 1718.4 929 1720.4 977.3 1665.5 1420.4

(dólares) en Mesoamérica Méx Nic Pan 4960 712.6 2941.5 4886 688.5 3470.6 5873.6 794.4 3912.4 5993.2 835.1 4433.8 7093.7 884.9 5205.6

Cam 2049.5 2364.7 2407.0 1951.6 2407.0

Chi 588.2 2334.2 2328.2 665.4 700.9

Quin 2146.7 972.9 956.4 2137.8 2182.2

Tab 882.1 664.0 672.1 896.2 837.6

Fuente: Elaboración propia con base al Sistema de Cuentas Nacionales de América Latina y el Caribe, en dólares 2005 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Base de datos del Sistema de Integración Económica Centroamericana 2007. Información financiera y económica del Banco de México en diferentes años.

95

Tasas de Mortalidad en la Niñez y Producto Interno Bruto por habitante Respecto a la relación entre la TMN y el PIB por habitante se percibe que existe una relación no significativa (IC=95% y R2=0.03). Es decir, que el PIB por habitante no está determinando las Tasas de Mortalidad en la Niñez, posiblemente puede deberse a que en la mayoría de estos países y estados tengan un PIB por habitante muy bajo excepto Costa Rica, y que por tanto no esté influyendo directamente en el descenso de la mortalidad (véase figura. 5).

Figura 5. Relación entre la Tasa de Mortalidad en la Niñez y Producto Interno Bruto por habitante (PIB) en dólares 1990-2007.



1TMN = 43.08 + -0.00 * PIBx_hab R-cuadrado = 0.03

12 5.00   

10 0.00



TMN



75 .0 0



50 .0 0

25 .0 0

 

 

                                                                                           

0.00



   

  



10 000 .0 0

    





 

20 000 .0 0

PIB por habitante

Fuente: Elaboración propia con base a datos de Situación demográfica de Centroamérica 1995 expresado en dólares. Centroamérica en cifras 1980-2005. Cuentas Nacionales de América Latina y el Caribe, en dólares 2005.

Tasa de Mortalidad en la niñez y gasto en salud como porcentaje del PIB Existe una relación marginalmente significativa en Mesoamérica con respecto al gasto de salud como porcentaje del PIB versus con la TMN (IC=95% y R2=0.01). Es decir, que posiblemente la inversión en el gasto público en salud no influya en mayor medida en el descenso de la TMN, dado que los países y estados no estén invirtiendo un mayor porcentaje en la salud y atención médica de la población en los niños/as, lo que se manifiesta en sus resultados (véase figura 6).

96

Figura 6. Relación entre el gasto en salud como porcentaje del PIB y la TMN en Mesoamérica 1990-2007. 

1TMN = 47.04 + -1.21 * Gast_pubSal R-cuadrado = 0.01

12 5.00



  

10 0.00

 

TMN

 

75 .0 0



                                                                                               





50 .0 0

25 .0 0

              

2.00

 

4.00

6.00

8.00

10 .0 0

Gas to públic o en salud % PIB

Fuente: Elaboración propia. Con base a datos de los cuadros de cuentas nacionales en salud (OMS) (2008)

Tasa de Mortalidad en la Niñez y Esperanza de vida Respecto a la Tasa de Mortalidad en la Niñez y la esperanza de vida se percibe una relación moderadamente significativa, es decir que los cambios ocurridos en la esperanza de vida está determinando en un 53 por ciento las TMN (IC=95% y R2=0.53) (véase figura 7).

97

Figura 7. Tasa de mortalidad en la niñez y esperanza de vida en Mesoamérica 1990-2007.



12 5.00  

1TMN = 244.18 + -2.93 * Esp_v id R-cuadrado = 0.53

 

10 0.00



TMN



75 .0 0

 

 



50 .0 0

25 .0 0



                   

                                                                     

   



60 .0





 

65 .0





70 .0

 

75 .0

Es peranza de v ida

Fuente. Elaboración propia con Bases de datos del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá 2005. Centroamérica en cifras 1980-2005 y el Consejo Nacional de Población 2005.

Tasa de Mortalidad en la Niñez y Tasa Global de Fecundidad Existe una relación marginalmente significativa entre la TMN y la Tasa Global de Fecundidad 10 (TGF) (IC=95% y R2=0.46). Es decir, que un aumento en la Tasa de Mortalidad en la Niñez se da un incremento en la fecundidad de las mujeres, dado que la fecundidad está explicando en un 46 por ciento las TMN. Ello indica que posiblemente las mujeres en edad reproductiva reemplacen su hijo con otro cuando existe mortalidad en la niñez en su historia de embarazos (véase figura 8).

10

Es el número de hijos nacidos vivos que tiene una mujer al final de su vida reproductiva.

98

Figura 8. Tasa de Mortalidad en la Niñez y Tasa Global de Fecundidad en Centroamérica 1990-2007. 

1TMN = -5.79 + 12.54 * TGF R-cuadrado = 0.46

12 5.00

 

 

10 0.00

TMN









75 .0 0 

                                                                               

25 .0 0

 

2.00

3.00







50 .0 0



                   

4.00

5.00



   

6.00

TGF

Fuente: Elaboración propia. Con base de datos INCAP 1990-2005, Centroamérica en cifras 1980-2005 y CONAPO 2000 y 2005.

Conclusiones Al interior de los países y estados que conforman Mesoamérica existen importantes asimetrías en cuanto a las Tendencias en la Mortalidad en la Niñez. Es decir, que en el periodo de 1990 a 2006 las tasas han descendido. Sin embargo, es posible observar que existen diferencias cuando se comparan Costa Rica y Guatemala. Así mismo, cabe mencionar que para algunos estados y países de esta región sus TMN son equivalentes (altas) tal es el caso de Chiapas y Guatemala. Ello indica que la relación existente entre este Estado y país conllevan a muchas hipótesis entre las que se encuentran la acentuada similitud en las condiciones geográficas, sociales, históricos, aunado a las desigualdades en el ingreso, sociales, de salud, que se manifiestan en este indicador, dichas matices que se presentan en esta región, dan cabida a que los programas de salud no se cumplan con los objetivos de desarrollo propuestos desde el ámbito internacional. En este escenario los organismos internacionales han diseñado e implementado políticas de salud en regiones con pobreza extrema, aún siguen presentes las altas Tasas de Mortalidad en la Niñez a nivel regional. Debido a que éstas políticas no se diseñan de acuerdo a las necesidades particulares de cada contexto o en su mayoría se enfocan a una enfermedad

99

específica. Pudiéndose implementar políticas integrales en donde se incluyan los factores multidimensionales que están influyendo en las TMN para esta región en particular. Por otro lado, en esta región existen desigualdades en el Producto Interno Bruto (PIB) por habitante cuando se especifica por Estado y región. Este indicador puede influir de manera directa en la salud de los y las niñas, dado que los países y Estados que cuentan con un PIB per cápita alto, tengan menores Tasas de Mortalidad en la Niñez; y por el contrario un país con menor PIB per cápita las TMN se incrementen. Ante este contexto, estas correlaciones negativas que se observaron en los resultados de este estudio permiten señalar que si se incrementará el PIB por habitante en estas regiones, especialmente en la salud, se manifestarían en cambios importantes. Ya que el nivel de salud de la población, particularmente durante periodos largos tienden a asociarse con el nivel del crecimiento económico y la disponibilidad general de los recursos, si esta se destinaría en gastos sanitarios (Casas, 2002). Bajo dicha perspectiva, se destaca la importancia de este estudio, dado que se confirma los resultados cuando se analiza la TMN y el gasto en salud como porcentaje del PIB (relación marginalmente significativa), lo que indica que es necesario incrementar los gastos sanitarios en esta región para que los cambios sean significativos. Así también, se encontró una asociación moderadamente significativa, entre la esperanza de vida; lo que subraya que a mayor incremento en la esperanza de vida de un país o Estado las TMN disminuirían. Además, de que este indicador refleja las condiciones médico sanitarias y el desarrollo económico y social de un país en su conjunto. De igual forma, se asoció con la Tasa Global de Fecundidad, dando como resultado una relación marginalmente significativa. Estos cambios que existen en las TMN podrían estar determinados en mayor medida por la TGF (entre mayores hijos muertos en la niñez mayor fecundidad) que están explicadas a partir de la Teoría de la Transición Demográfica11 y mediada por variables socioculturales. En definitiva, este trabajo enfatiza la importancia particular, de que los indicadores económicos no cumplen como efecto de predicción en el descenso de las Tasas de Mortalidad de la Niñez en éstas regiones; sino que están mediados por otra variables como la educación de la madre, el índice de desarrollo humano de cada país y Estado; y la migración entre otras variables. Por lo tanto, si no hay un replanteamiento de las políticas internacionales de salud, será muy difícil que se cumplan las metas establecidas en los ODM para los países de la región. 11

En primer lugar, explica por qué el crecimiento de la población mundial se ha disparado en los últimos 200 años. En segundo lugar, describe el periodo de transformación de una sociedad preindustrial, caracterizada por tener unas tasas de natalidad y de mortalidad altas, a una sociedad industrial o incluso una sociedad postindustrial, caracterizadas por tener ambas tasas bajas.

100

Éstas sólo serán posible si los presupuestos nacionales se incrementan los rubros de salud, combate a la pobreza y becas para la educación básica y media en los contextos vulnerables (rurales, indígenas y urbano marginales).

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105

El crecimiento de las entidades federativas de México desde una perspectiva tipológica y factorial Óscar Rodil Marzábal1 Jorge Alberto López Arévalo2

Introducción Desde principios de los años noventa se viene produciendo una intensa discusión entre los economistas que investigan acerca del crecimiento económico, discusión que viene girando en torno a si los diferenciales de renta y producto per cápita entre países o regiones del mundo están aumentando o disminuyendo. El interés creciente en la investigación macroeconómica procede de la teoría del crecimiento económico, que ha desplazado la anterior preocupación por los ciclos económicos (Fuentes, Díaz y Martínez 2003). Con la publicación en 1986 de la tesis doctoral de Paul Romer y la subsiguiente aportación de Robert Lucas (1988) renació la teoría del crecimiento económico como campo de investigación activo. Según esta línea de argumentación, una de las principales diferencias entre la nueva generación de economistas y la de los años sesenta es el gran interés que los investigadores actuales dedican a los temas de carácter empírico (Sala -i- Martin 2000). En este sentido, la globalización y sus efectos sobre países y regiones seguramente ha actuado como dinamizador de esta discusión. No puede dejarse de lado la importancia del crecimiento económico de México, pues la brecha entre México y otras naciones se ha ampliado notablemente en los últimos 47 años3. Tales disparidades son también manifiestas en el interior de los países: entre las áreas urbanas y las rurales; entre las regiones prósperas y las rezagadas; y entre las áreas metropolitanas y las ciudades medianas y pequeñas. El fenómeno es todavía más acusado en los países en desarrollo, en donde la diferencia en los niveles de ingreso entre los estados más ricos y los más pobres pueden llegar a ser de 6:1 como en México (Distrito Federal y Chiapas), mientras en 1970 era de 3,9:1, (Moncayo 2004)4. En el ámbito académico existe una lectura optimista del desarrollo, apoyada en la teoría neoclásica, que considera que los niveles de renta entre territorios está disminuyendo, mientras que la teoría del crecimiento endógeno postula la hipótesis de divergencia, en el sentido de que la dinámica de las fuerzas del mercado impulsaría una acumulación creciente de riqueza e 1

Universidad de Santiago de Compostela (España), correo electrónico: [email protected]. Universidad Autónoma de Chiapas (México), correo electrónico: [email protected]. En 1960, por ejemplo, el producto per cápita de México era prácticamente el mismo de España y más del doble que el de la República de Corea (Fuentes, Díaz y Martínez, 2003). En 2007 el PIB per cápita de México es apenas el 26,8 por ciento del producto per cápita de España y el 43 por ciento de la República de Corea (cálculos en base al Banco Mundial, 2009). 4 El estado más pobre (Chiapas) tiene ingresos equivalentes al 41 por ciento en relación al ingreso promedio del país y de 16,9 por ciento con relación al Distrito Federal (D.F.). 2 3

106

ingreso en las economías más desarrolladas, aumentando la divergencia entre países y regiones. Este debate tiene una alta relevancia, en la medida en que sus implicaciones tocan algunas de las cuestiones cruciales de la agenda del desarrollo contemporáneo. Entre éstas están, por ejemplo, la de los impactos territoriales de la globalización y los procesos de integración económica (Unión Europea, TLCAN, Mercosur, APEC...); las condiciones de viabilidad del Estado-nación; la pertinencia de las políticas orientadas a lograr una mayor equidad interterritorial (descentralización fiscal); la influencia de las dinámicas territoriales en las estrategias de localización de las empresas; y las relaciones entre patrones de concentración de la actividad productiva y los niveles y estabilidad del crecimiento (Moncayo 2004)5. Bajo este contexto, el presente trabajo tiene como objeto analizar los diversos patrones de crecimiento económico seguidos por las diferentes entidades federativas de México a lo largo de las últimas décadas. El análisis se bifurca en dos líneas que se entrelazan. La primera se centra en el estudio de la evolución comparada del PIB per cápita de los estados tomando como referencia el promedio nacional, tratando en última instancia de establecer una tipología con base en las diferentes situaciones y tendencias observadas. La segunda trata de aproximar una explicación de la heterogeneidad de comportamientos, identificando diversos factores que se hallan detrás de las tendencias observadas (inversión directa extranjera, formación de capital humano o cambios en la estructura productiva).

Los estudios de disparidades regionales en México En los últimos tiempos se han realizado múltiples estudios que han querido dar cuenta de los factores explicativos de las disparidades regionales en México, entre los que destacan los de Esquivel (1999) que presenta un análisis de convergencia beta (β) y sigma (σ) entre estados mexicanos. Los resultados son muy similares a los de Messmacher (2000). La diferencia estriba en que Esquivel (1999) se concentra en períodos de 10 años entre 1940 y 1995 (el último periodo de 1990-1995), mientras que en Messmacher (2000) el análisis abarca períodos de cinco años e incluye observaciones de 1970 a 1999, tratando de capturar los efectos de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). El estudio de Esquivel (1999) concluye que "se identificaron dos fases claramente diferenciadas del proceso de convergencia regional: la primera de ellas, de 1940 a 1960, se caracterizó por un proceso relativamente rápido de convergencia regional; durante la segunda

5

También, podemos visualizar que los test de convergencia buscan dar respaldo técnico a posiciones políticas que se oponen a una mayor redistribución de recursos fiscales a favor de las regiones más atrasadas (Moncayo, 2004).

107

fase, de 1960 a 1995, este proceso se detuvo de manera súbita e incluso mostró cierta tendencia a revertirse". En otro estudio posterior, Esquivel (2000) encuentra que variables geográficas (clima, vegetación, orografía...) son capaces de explicar alrededor de dos terceras partes de la variación interestatal del ingreso per capita en México, ya que sus resultados sugieren que entre un 45 y un 63 por ciento de la desigualdad regional en 1995 es atribuible a estas características puramente geográficas de las entidades mexicanas. Messmacher (2000), encuentra que la convergencia estatal en el producto per cápita ha sido muy limitada durante los últimos treinta años. En particular, la brecha porcentual no se ha cerrado durante la década de los noventa. Además, se ha observado un incremento en términos absolutos de la dispersión del producto per cápita entre estados. Además considera que los estados del norte del país han crecido más que los estados del centro y sur. Esta es la evidencia más definitiva en términos de un efecto regional diferenciado del TLCAN. Los resultados obtenidos por Chiquiar (2005) apoyan la hipótesis de que, después de 1985, la convergencia β entre los productos per cápita de los estados mexicanos ha desaparecido y que esta divergencia no se invierte después del TLCAN. También presenta resultados que sugieren que los ganadores de los cambios estructurales son los estados inicialmente dotados, o capaces de atraer, mayores niveles de capital humano e industrial y una mejor infraestructura. Esto fue especialmente cierto para los estados del norte del país, que adicionalmente se han beneficiado de su proximidad a los Estados Unidos. En cambio, los estados del sur, cuya fuerza laboral está más concentrada en las actividades agrícolas y que tienen más retrasos en capital humano y en infraestructura, son los perdedores del cambio de políticas llevadas a cabo hacia mediados de los años ochenta. Otro análisis de actividades, como las remesas en el crecimiento económico de México, ha sido estudiado por Mendoza y Calderón (2006), sugiriendo que en la etapa de apertura e integración económica de México se han generado diferentes fuentes de flujos financieros, en el que las remesas no muestran impactos positivos en el crecimiento económico, lo cual apunta a que, si bien su monto es elevado, no está claro el vínculo directo entre estos recursos financieros y la forma en que se han utilizado para estimular al crecimiento económico regional. Pérez (2004), considerando variables espaciales y dividiendo el país en Norte y Sur, encuentra que a pesar de la existencia de casos “especiales”, las regiones del país poseen marcadas diferencias y que la relación norte-sur predominó a lo largo del periodo estudiado. Esto confirma las diferencias en el crecimiento y los desequilibrios, medidos a través de los indicadores considerados. Sin embargo, no se puede decir que no haya existido un mínimo avance a nivel sectorial derivado del cambio estructural y que este no haya mejorado la 108

situación de algunos estados del sur incrementando su nivel de renta, ya que algunos estados de tipo dependiente en 1970 hoy pueden ser considerados estados de tipo intermedio. El análisis realizado por Pérez (2004), como él mismo señala, puede interpretarse como diferenciado de los otros pero también complementario, aunque en una versión débil. Adicionalmente puede verse como una herramienta útil, intuitiva y descriptiva, para conducir análisis de esta naturaleza que arroja información mas completa y variada gracias a la interacción de variables que consideran el espacio y variables tradicionales, ya que no solo nos da información de donde están ubicados los sectores y estados mas oligopólicos sino que además puede indicar el tipo de empresa característica de la región de manera indirecta a través de la variable “Tamaño Medio de la Empresa” (TME) y aquellas relacionadas. Restaría, en consecuencia, reforzar el estudio realizado por este autor (Pérez, 2004) con la finalidad de poder obtener resultados más sólidos, que confirmen sus conclusiones preliminares. Silva (2003), ante la falta de evidencia de convergencia en los países de América Latina (Perú, Brasil, Chile, México, Colombia y Bolivia), decide realizar un análisis regional complementario, a través del cual se clasifican los territorios, denominándolos ricos y pobres, o ganadores y perdedores, con el propósito de obtener una explicación económica más precisa sobre su condición. Se busca detectar cuáles son los atributos de un territorio ganador y las carencias que determinan que otros sean perdedores, a fin de avanzar en la identificación de políticas públicas más adecuadas. Respecto a lo que ha pasado después de la apertura comercial, ha sido materia de debate pero prevalece la hipótesis de que el país ha experimentado un proceso de divergencia regional (Esquivel-Mesmacher 2002, Rodríguez-Orregia 2005, entre otros). Todo ello ha llevado a enfocar el análisis de crecimiento regional en México desde una perspectiva de convergencia condicional en donde se reconoce que las regiones convergen a su propio estado estacionario (reconociendo con ello las diferencias regionales). Diversos factores han sido aludidos para explicar este proceso de convergencia condicional: capital humano (Esquivel 2000, Mesmacher 2002, Barceinas y Raymond 2005 y Díaz Bautista-Díaz Domínguez 2003), apertura comercial (Díaz-Bautista 2003), inversión pública en infraestructura (Rodríguez-Orregia 2005), distancia con la frontera de Estados Unidos (Díaz-Bautista 2005), infraestructura pública (Fuentes Flores 2007, Cabrera y Lozano 2008). Aunque no todos los analistas coinciden en cuanto a la duración del ciclo de convergencia, la mayoría de ellos sí están de acuerdo en que la fase de polarización comenzó en los años 80. Estos son los casos de Juan-Ramón y Rivera (1996), Messmacher (2000), Arroyo (2001) y Chiquiar (2005). 109

Fuentes, Díaz y Martínez (2003), en un libro integrado por once trabajos independientes analizan las tendencias de la desigualdad en México ante la apertura comercial, la convergencia económica en México, la dinámica industrial de la frontera norte de México, la convergencia en productividad de manufacturas urbanas, la divergencia económica, el capital humano y la infraestructura pública, la convergencia regional y el comercio internacional; y la convergencia y divergencia regional en los casos de México y España. Los trabajos presentados en esa obra (Fuentes, Díaz-Bautista, y Rodríguez 2003; Díaz-Bautista y DíazDomínguez 2003, Rodríguez 2003 y de León 2003) muestran tres regularidades empíricas: i) la hipótesis de convergencia beta (β) se cumple en prácticamente todos los periodos y muestras nacionales y regionales utilizadas; ii) el proceso de convergencia parece ser demasiado lento; y iii) la velocidad estimada de convergencia en los estudios es muy parecida. La estabilidad de este parámetro sugiere que los mecanismos subyacentes al proceso de convergencia operan con una cierta regularidad tanto a nivel nacional como regional. Otros trabajos en este libro (Fuentes A. y Mario Fuentes 2003; Fuentes; y Mendoza 2003 y Martínez 2003) llegan a sostener como conclusiones generales que los procesos de divergencia económica entre regiones de México resultan, fundamentalmente, de las diferencias de productividad que aún subsisten entre ellas, las diferencias en la estructura productiva y las diferencias en las características estructurales (dotaciones de capital humano y físico) definitorias de sus estados estacionarios (Fuentes, Díaz y Martínez 2003). Como se puede observar, existe una abundante literatura sobre el análisis de estas características en México, pero el presente estudio tiene la particularidad de combinar una aproximación a algunos de los principales factores explicativos de las disparidades regionales (capital humano, atracción de inversión directa extranjera, estructura productiva y nivel de desagrarización) con las implicaciones del nuevo contexto de inserción externa marcado por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En este sentido, este trabajo incorpora una tipología de estados con base en su dinámica económica y al mismo tiempo trata de identificar la presencia de rasgos estructurales y pautas de comportamiento parcialmente coincidentes dentro de cada grupo de clasificación. En última instancia, el estudio supone una aproximación a algunos de los principales factores explicativos de las disparidades económicas observadas entre las entidades federativas de México, con especial atención al período correspondiente a la etapa de integración en el TLCAN.

110

Una breve panorámica de las disparidades regionales en México antes del TLCAN (19701993) Las disparidades regionales en el período 1970-1993 La evolución de las disparidades regionales en México durante el período comprendido entre 1970 y 1993, en términos de PIB per cápita, se caracteriza en líneas generales por una tendencia a aumentar, tal como revela el análisis de convergencia sigma, entendido como la evolución en el tiempo de la dispersión regional del Producto Interno Bruto per capita (gráfico 1). Dentro de este período se pueden diferenciar tres etapas que responden a tendencias ciertamente contrapuestas. La primera etapa abarca el período 1970-1975, observándose una reducción de las disparidades (convergencia), que coinciden con el alza del precio internacional del petróleo; lo que favoreció especialmente a estados relativamente atrasados y que en esos momentos empezaban a ser petroleros (Chiapas, por ejemplo). La segunda etapa comprende el período 1975-1985, produciéndose un aumento significativo de las disparidades (divergencia), que coincide con el auge y posterior declinación de los precios internacionales del petróleo, así como con la crisis de la deuda y las reformas estructurales. La tercera etapa abarca el período 1985-1993, volviéndose a producir una reducción de las disparidades en el ingreso per cápita (convergencia-estancamiento), que coincide con el avance de las reformas estructurales y el preludio a la entrada de México en el TLCAN (Gráfico 1).

111

Gráfico 1.

Análisis de convergencia sigma (1970-1993) Desviación típica del PIB per cápita (en logaritmos)

0,50 0,48 0,46 0,44 0,42 0,40 0,38 0,36 0,34 0,32 0,30 1970

1975

1980

1985

1988

1993

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

El nuevo contexto del TLCAN y sus implicaciones territoriales Sin lugar a dudas, la entrada de México en el TLCAN, materializada a partir de 1994, abrió las puertas a importantes retos y desafíos para la economía mexicana, con efectos potencialmente diversos tanto sobre la inserción externa global de la economía mexicana (apertura al exterior, tanto comercial como productiva) como sobre su dinámica económica interna (desigual incidencia territorial). Factores tales como la mayor o menor proximidad a la frontera con Estados Unidos así como la acumulación de capital humano, físico y tecnológico constituyen elementos diferenciadores que permiten el mayor o menor aprovechamiento de los efectos positivos de la integración económica con los “gigantes del Norte”. En este sentido, si bien es cierto que los efectos globales que se derivan de la integración económica han constituido el objeto de estudio de múltiples trabajos, no ha sido tanta la atención prestada a su desigual incidencia espacial. Concretamente, desde el punto de vista comercial, una gran parte del comercio exterior de México, y en particular con su principal

112

socio Estados Unidos, procede de los intercambios entre los estados situados a cada lado de la frontera entre ambos países (Tabla 1). Es cierto que una parte de estos intercambios puede ser simplemente comercio en tránsito procedente de otros estados del interior de México, pero en su mayor parte es comercio ligado a la industria maquiladora que se ubica en los estados limítrofes con Estados Unidos. Este hecho se pone también de manifiesto al analizar el sentido y perfil de los flujos de Inversión directa extranjera (IDE). A modo de síntesis, se ilustra en la siguiente tabla (tabla 1) esta fuerte concentración que presentan las exportaciones de Estados Unidos a México y que reflejan un intenso comercio transfronterizo, lo que ayuda a entender por otra parte el elevado grado de comercio intra-industrial observado en otros trabajos (López y Rodil 2008). Dicha tabla presenta, en concreto, la distribución (peso relativo) de las exportaciones de los estados fronterizos de Estados Unidos, así como del conjunto de este país (última columna de la tabla), dirigidas a los estados de la frontera norte de México (siete primeras filas de la tabla) y a los restantes estados del país.

Tabla 1. Exportaciones de los estados fronterizos de Estados Unidos a México, 19952006, porcentaje de datos en base a valores. Arizona

California

Nuevo

Texas

México

Estados Unidos

Baja California

0,99

57,29

1,00

0,12

9,35

Chihuahua

0,47

1,03

54,31

34,80

16,39

Coahuila

0,42

0,20

6,33

8,72

6,94

Nuevo León

1,62

1,92

2,51

5,52

6,70

Sonora

79,75

1,70

2,47

0,36

4,95

Tamaulipas

0,09

0,76

0,19

18,17

9,07

Total estados fronterizos

83,34

62,90

66,80

67,69

53,40

Resto de México

16,66

33,10

33,20

32,31

46,60

Total de México

100,00

100,00

100,00

100,00

100,00

Fuente: Buró de Estadísticas de Transportes de los Estados Unidos de América

Como queda patente en la tabla 1, las exportaciones6 de los estados fronterizos de Estados Unidos a México se concentran fundamentalmente en los estados mexicanos de la

6

Lamentablemente no disponemos de información sobre las exportaciones de estos estados fronterizos de México a Estados Unidos, pero se puede deducir que es importante, máxime teniendo en cuenta la intensa actividad de la industria maquiladora.

113

frontera norte (el 53,4% del total de exportaciones)7. Además, las exportaciones interfronterizas tienen un peso superior al 62,9% en cada uno de los estados fronterizos de Estados Unidos. En este sentido, los más significativos son Texas y California, que ocupan el primer y segundo puesto dentro de los Estados Unidos por sus exportaciones con el mundo (México ocupa el primer lugar en el comercio de esos estados). Lo mismo sucede con Arizona, aunque en este caso el comercio es de menos significación. En el caso de Nuevo México, México ocupa el tercer lugar, aunque también es cierto que este estado no pesa en Estados Unidos desde el punto de vista exportador. Otro elemento, sin duda, relevante al analizar las implicaciones de la integración de México en el TLCAN es su impacto sobre los flujos de entrada de IDE, que determinan la interpenetración industrial de las economías. En el caso de México, estos flujos son fundamentalmente con su socio comercial y país vecino del norte, Estados Unidos. Gran parte de estos flujos corresponde a procesos de relocalización de fases del proceso productivo ligado a las actividades de maquila. El monto total de IDE registrado en México en el periodo 1999-2006 ascendió a casi 76.000 millones de dólares (USA), y de éstos algo más del 58 por ciento corresponde a flujos procedentes de Estados Unidos (44.314 millones de dólares). De estos últimos, la mitad tiene como destino las entidades federativas de la frontera norte de México (22.160 millones de dólares). De los datos anteriores, lo relevante no es sólo, a nuestro entender, la gran magnitud del impacto económico del TLCAN para México en términos globales, sino sobre todo el hecho de que este impacto se distribuye de modo desigual a nivel territorial, lo cual a su vez debe tener implicaciones sobre la evolución de las disparidades regionales en el crecimiento económico de los estados mexicanos.

Evolución de las disparidades regionales en el contexto del TLCAN (1993-2006) Análisis de convergencia sigma y beta Una primera forma de aproximarnos a la evolución de las disparidades regionales en crecimiento económico es a través del análisis de convergencia sigma, que como hemos señalado se basa en la evolución en el tiempo de la dispersión del PIB per capita. En este sentido, se puede observar como se confirma la continuidad de la evolución divergente observada en el período anterior (1970-1993), con un leve giro hacia la convergencia 7

California tiene 233 kilómetros de frontera con Baja California; Arizona 32 kilómetros de frontera con Baja California y 568 con Sonora; Nuevo México tiene 20 kilómetros de frontera con Sonora y 269 con Chihuahua; Texas tiene 540 kilómetros de frontera con Tamaulipas y 531kms. con Chihuahua.

114

desde el año 2000, aunque sin lograr reducir el grado de dispersión hasta el nivel alcanzado en 1993 (gráfico 2).

Gráfico 2.

Análisis de convergencia sigma (1993-2006)

Desviación típica del PIB per cápita (en logaritmos)

0,46

0,45

0,44

0,43

0,42

0,41

0,40 1993

2000

2003

2006

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

Detrás de este comportamiento general, que resulta divergente en el conjunto del período, se hallan no obstante dispares dinámicas territoriales, tal como revela el análisis de convergencia beta referido a ese mismo período (gráfico 3). Concretamente, este test de convergencia beta, que muestra la relación existente entre el nivel de partida (Producto Interno Bruto per capita en 1993) y su evolución en el tiempo (tasa de variación anual acumulativa del Producto Interno Bruto per capita entre 1993 y 2006), describe un comportamiento ciertamente heterogéneo desde el punto de vista de las diferentes entidades federativas. Así podemos observar que, tras un trazado global que parecería apuntar hacia una mínima o nula convergencia (pendiente negativa de la línea de ajuste de la regresión pero con una casi nula bondad del ajuste), se observan dos grandes grupos de estados con situaciones de partida y dinámicas claramente diferenciadas.

115

Gráfico 3.

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

El primer grupo (gráfico 4) estaría formado por los estados de mayor proximidad a Estados Unidos (estados fronterizos: Baja California, Coahuila de Zaragoza, Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas), junto a Distrito Federal. Bien sea debido a su mayor proximidad a Estados Unidos (estados fronterizos) o bien a su papel centrípeto como núcleo económico, demográfico y administrativo (D.F.), estos estados son potenciales beneficiarios de los efectos económicos derivados de la integración en el TLCAN, mediante la intensificación de los flujos comerciales con sus socios del norte y/o la atracción de inversión directa extranjera (industria maquiladora en su mayor parte). Su comportamiento, en términos de convergencia/divergencia es de clara convergencia (pendiente negativa de la línea de regresión y R2 del 50%), lo que revela un mayor aprovechamiento de los potenciales efectos derivados de la integración económica por parte de los estados de menor desarrollo económico de este grupo.

116

Gráfico 4.

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

El segundo grupo (gráfico 5) estaría integrado por las 25 restantes entidades federativas, que conforman un conjunto heterogéneo en el que podemos encontrar estados periféricos o semi-periféricos y de escaso nivel de desarrollo (Chiapas, Oaxaca, Tlaxcala,…) así como otros de mayor nivel de desarrollo (Quintana Roo o Campeche, por ejemplo). El comportamiento de este amplio conjunto de estados es también convergente, aunque con menor calidad del ajuste (R2 del 16%). En cualquier caso, debemos destacar que dicha convergencia depende fundamentalmente de la inclusión en este grupo de Campeche y Quintana Roo, los dos estados con mayor PIB per cápita de este grupo, ya que al prescindir de ellos los resultados cambian radicalmente (pendiente positiva de la línea de regresión y R2 prácticamente nulo).

117

Gráfico 5.

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

Lo que queda de manifiesto con este análisis, fragmentado en dos grupos, es que detrás del comportamiento global, en el que se observa una tendencia poco definida, se hallan ocultos procesos de convergencia condicional, relativos a factores tales como el potencial aprovechamiento de las ventajas de la integración económica, asociada a la mayor proximidad geográfica con Estados Unidos o al papel centrípeto que desempeña Distrito Federal. Tipología territorial en base a la dinámica económica de los estados En este apartado partimos del método de clasificación en base a la tipología de territorios propuesta por Silva (2003), según la cual se pueden denominar ricos y pobres, o ganadores y perdedores, de forma tal de buscar una explicación económica más precisa al por qué de su condición. De acuerdo con este procedimiento se podrían tratar de detectar cuáles son los atributos que convierten a un estado en ganador, o por oposición, cuáles son las carencias que determinan que otros sean perdedores. En última instancia se pretende avanzar en la identificación de políticas que permitan a estos últimos converger hacia niveles de mayor crecimiento y desarrollo.

118

A partir de la información disponible, se ha construido el gráfico 6, en el cual se produce el cruce de los dos ejes cartesianos que determinan la configuración de cuatro cuadrantes, que reflejan diferentes dinámicas de crecimiento. En dicho gráfico (gráfico 6), el eje de las abscisas (x) sirve para representar el nivel actual del ingreso por habitante (PIB per cápita), mientras que el eje de las ordenadas (y) sirve para representar la tasa de variación del ingreso por habitante en el período analizado. A continuación se definen cuatro cuadrantes a partir del comportamiento del promedio nacional (México, en el caso que nos ocupa), que aparecen delimitados por la intersección de dos líneas (las dos rectas perpendiculares señaladas con trazo discontinuo en el gráfico 6). La línea de trazo discontinuo vertical señala el nivel del ingreso per cápita del promedio nacional (México), de forma tal que los estados que se ubiquen a la derecha de esta recta tienen un ingreso per cápita superior a la media nacional, correspondiendo a los cuadrantes 1 y 4 (ambos cuadrantes referidos a las áreas con “alto ingreso per cápita”), frente a los otros dos cuadrantes de la izquierda (cuadrantes 2 y 3), que corresponden a áreas de “bajo ingreso per cápita”. Por su parte, la línea de trazo discontinuo horizontal señala la tasa de variación del ingreso per cápita relativo al conjunto del país (México) para el período considerado (19932006). De esta forma, los estados que se ubiquen por encima de esta recta serán aquellos que hayan crecido a una tasa superior a la media nacional, pudiendo considerarse áreas “dinámicas” (cuadrantes 1 y 2), mientras que los que hayan crecido a una tasa inferior al promedio nacional se ubicarán por debajo de dicha recta, siendo considerados áreas “poco dinámicas” (cuadrantes 3 y 4). Como se puede deducir, el cuadrante 3 es el de peor desempeño económico ya que en él se ubican los estados que han crecido por debajo de la media nacional y que tienen un nivel de ingreso per cápita también por debajo del promedio nacional. En el lado opuesto se halla el cuadrante 1, que incluye los estados de mayor ingreso per cápita y que al mismo tiempo han experimentado un mayor crecimiento económico.

119

Gráfico 6. Tipología económica regional.

Fuente: Silva (2003)

Esta clasificación tiene como finalidad avanzar en la interpretación de lo que puede estar ocurriendo en el comportamiento económico de los diferentes estados mexicanos. De acuerdo con lo señalado, los territorios del caso que nos ocupa (entidades federativas de México) correspondientes a cada cuadrante se presentan en el Gráfico 7.

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Gráfico 7.

Tipología territorial en base a dinámica económica (1993-2006)

Tasa de variación del Producto Interior Bruto per cápita 1993-20 06

Chih

4

Agua Coah Dura Tama Zaca San Mich Guan Pueb Yuca

Quer Baja Sono Baja

2

Nuev

Sina

Dist Jali

Chia Vera Oaxa Tlax Hida Nay a Guer

Méxi Coli More

0

Taba

Quin Camp

10 .0 00

20 .0 00

30 .0 00

40 .0 00

Producto Interior Bruto per cápita 2006 (miles de pesos de 1993)

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

En una interpretación apurada de los resultados obtenidos en este intento de clasificación, se podría afirmar que una parte importante de los estados de México (un total de 18 estados de nivel de desarrollo medio-bajo) se hallan incluidos en el Cuadrante 3 (“estados potencialmente perdedores y estancados”), que además de presentar en la actualidad un nivel de PIB per cápita inferior al promedio nacional, han experimentado un crecimiento económico 121

también inferior al promedio nacional. Es este el caso de Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Michoacán, Puebla, San Luís Potosí, Guanajuato, Veracruz, Guerrero, Tlaxcala, Hidalgo, Nayarit, Sinaloa, Yucatán, México, Jalisco, Morelos y Colima. Otro grupo de estados con comportamiento regresivo son los que ocupan el cuadrante 4 (“estados potencialmente perdedores y en retroceso”), que si bien presentan un nivel de PIB per cápita superior al promedio nacional, han experimentado un crecimiento económico inferior a la media nacional, lo cual en algunos casos, de continuar con esa tendencia en los próximos años, les puede hacer peligrar su posición actualmente aventajada. Se trata de un total de 8 estados: Querétaro, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Quintana Roo, Campeche, Nuevo León y Distrito Federal. El cuadrante 1 está integrado por los estados más ricos y dinámicos (“estados potencialmente ganadores”), que se caracterizan por presentar un nivel de PIB per cápita superior al promedio nacional y un crecimiento también superior a la media nacional. Son cuatro estados los que conforman este “club selecto”: Chihuahua, Aguascalientes, Coahuila y, en menor medida, Tamaulipas. Por último, tan sólo dos estados, Durango y, en menor medida, Zacatecas, se incluyen en el cuadrante 2 (“estados potencialmente ganadores en marcha”), caracterizándose por un nivel de PIB per cápita inferior al promedio nacional pero con un crecimiento algo superior a la media nacional, lo que les sitúa en condiciones de avance.

Factores explicativos de la evolución de las disparidades La clasificación anterior debería contribuir a la identificación de los factores que explican las disparidades observadas en el crecimiento económico. Para ello partimos de la idea de que dicha tipología de territorios conlleva la existencia de patrones homogéneos relativos a determinadas características estructurales que inciden en la dispar dinámica económica observada. Entendemos, además, que estos factores explicativos adquieren su máxima expresión al considerarlos en un contexto amplio, marcado por la inserción externa de México en el TLCAN, con efectos amplificados por la vía del incremento de los flujos comerciales y de inversión directa extranjera.

122

Análisis del comportamiento a nivel global Pasamos a continuación a analizar algunos de los factores explicativos que parecen hallarse detrás de las tendencias observadas y que tienen una relación directa o indirecta, tanto con el aprovechamiento de las ventajas derivadas de la inserción en el TLCAN (atracción de flujos de IDE, intensificación del comercio) como con el crecimiento del Producto interno bruto.

Capital Humano Uno de los elementos explicativos que ha resultado más señalado por la teoría moderna del crecimiento es el capital humano, el cual constituye no sólo un importante factor con efectos directos sobre la mejora de la productividad y la competitividad sino también con efectos inducidos sobre la estructura productiva y tecnológica. A ello hay que añadir, por otro lado, el papel que el capital humano ejerce como factor de atracción de capital extranjero (IDE), constituyendo un importante factor de localización al que pueden contribuir activamente las políticas implementadas por los diferentes gobiernos. Resulta claramente observable, en el caso que nos ocupa, el impacto positivo del capital humano sobre el crecimiento. En este sentido, una simple aproximación a través de las disparidades regionales en la tasa de alfabetización de adultos pone de manifiesto el impacto positivo que un nivel básico (mínimo) de capital humano tiene sobre el crecimiento económico (gráfico 8). Así se observa que los estados con menor porcentaje de población adulta alfabetizada (Campeche, Colima, Nayarit) han tendido a crecer menos, en líneas generales, que los de mayor nivel de alfabetización (Coahuila, Chihuahua, Tamaulipas). Este impacto positivo del capital humano sobre el crecimiento también se observa desde una perspectiva dinámica, al considerar como variable explicativa el aumento experimentado en el porcentaje de población de 15 o más años con estudios de primaria completados (gráfico 9). En este caso, con la marcada excepción de algunos casos particulares (Campeche, Quintana Roo y Tabasco), se puede observar cómo aquellos estados que más han visto aumentar el porcentaje de población con estudios primarios completos (Chihuahua, Aguascalientes, Coahuila, Durango, Tamaulipas, Baja California, Nuevo León,…) también han sido los que mayores tasas de crecimiento del PIB per cápita han experimentado.

123

Gráfico 8.

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

Gráfico 9.

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

124

En línea con lo señalado anteriormente, acerca de la condición del capital humano como factor de atracción de inversión directa extranjera, la evidencia empírica del caso mexicano parece confirmarla. En realidad, este elemento adopta, junto al factor proximidad (estados fronterizos), un importante valor explicativo a la hora de entender las pautas de localización geográfica de la IDE en México en el marco de la integración en el TLCAN. En este punto se observa con bastante claridad una correlación de signo positivo entre el esfuerzo en actividades de formación de capital humano, aproximado a través del número de becarios de CONACYT por millón de habitantes, y el volumen medio de inversión directa extranjera (IDE) por habitante (expresado en dólares per cápita) (gráfico 10). No obstante, merece ser destacada la elevada concentración territorial de este esfuerzo en formación, siendo apenas cinco los estados que superaban en 1995 la franja de 100 becarios por millón de habitantes (D.F., Colima, Baja California, Nuevo León y Morelos); situándose la amplia mayoría por debajo de la cota de 50 becarios/millón de habitantes y muchos de ellos en niveles próximos o iguales a cero (Guerrero, Hidalgo, Campeche, Nayarit, Chiapas). En todo caso, cualquier interpretación de este resultado debe ser realizada con suma cautela, al existir otras posibles conexiones entre la atracción de IDE y las variables que explican la existencia de centros de investigación CONACYT.

Gráfico 10.

Volumen medio de IED pc 1995-2000-2005 (dólares)

Esfuerzo en formación de capital humano y atracción de IED

Dist 1iedpc_media95_00_05 = 9,31 + 2,26 * becarpc_95 R-cuadrado = 0,44 75 0

Nuev

50 0

Baja

Chih Baja 25 0

0

Tama Jali Sono San Quin Agua Quer Méxi Naya Tlax Guan Dura Sina Taba Camp Guer Vera Mich Hida Zaca Chia Oaxa 0

Coah Pueb

More Yuca 10 0

Coli 20 0

Becarios CONACYT por millón de habitantes (1995)

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

125

Algo parecido sucede cuando se toma como variable explicativa de la entrada de IDE, el número de estudiantes matriculados en el ciclo superior durante el curso 2004/05 por cada mil habitantes (gráfico 11). En este caso, también se observa un efecto positivo de atracción de IDE, que se dirige en mayor medida a los estados con mayor presencia relativa de alumnos inscritos en estudios superiores (D.F., Nuevo León, Tamaulipas o Baja California).

Gráfico 11.

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

Así mismo, al considerar el indicador de educación que compone el índice de desarrollo humano (IDH), también se aprecia un resultado similar (gráfico 12). Merece ser destacado, no obstante, que en este último caso el papel de atracción que ejerce el factor educativo sobre la entrada de IDE comienza a apreciarse una vez se ha alcanzado una cierta cota de nivel educativo, lo cual resulta coherente con la idea de que es necesario alcanzar, al margen de la mayor o menor proximidad a la frontera con EE.UU., una mínima capacidad social para convertirse en polo de atracción de IDE.

126

Gráfico 12.

Volumen medio de IED pc 1995-2000-2005 (dólares)

Nivel educativo y atracción de IED

Dist 1iedpc_media95_00_05 = -2817,03 + 3517,89 * educación_2004 R-cuadrado = 0,36

75 0

Nuev

50 0

Chih 25 0

0

Chia

Guer

Oaxa

Baja Baja

Tama Jali Sono SanQuin Coah Agua Pueb Quer Naya Méxi MoreTlax Yuca Sina Coli Dura Mich Vera Guan Camp Taba Zaca Hida

0,75

0,80

0,85

0,90

Índice de educación (IDH 2004)

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

Inversión Directa Extranjera (IDE) A la evidencia observada a partir de la influencia positiva y directa del capital humano sobre el crecimiento económico (a través de la mejora de la productividad y la competitividad) se añade la influencia del capital humano como potencial factor de atracción de la IDE; a lo que habría que sumar también el factor “proximidad” (efecto frontera) con Estados Unidos, así como el papel centrípeto que ha venido ejerciendo Distrito Federal. En este caso, al considerar directamente la IDE se observa, como era de esperar, un efecto positivo sobre el crecimiento económico, aunque sin la suficiente claridad como para poder concluir que estamos ante una relación de tipo lineal y directa (gráfico 13). Lo que sí parece cierto es que en una gran parte de los estados mexicanos, ajenos en gran medida a los flujos de entrada de IDE, el carácter residual de estos flujos apenas permite intuir una relación de tipo positivo. Sería el caso de estados tales como Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Guerrero o Campeche, entre otros. Estos estados no alcanzan a revelar una influencia clara ni directa de la IDE sobre el crecimiento económico. Algo distinto parece suceder a partir de un cierto umbral de IDE, donde encontramos estados (Jalisco, México, Puebla, Tamaulipas, Chihuahua, Baja California, Baja California Sur, Nuevo León y, en menor medida, Distrito Federal) con un comportamiento algo más uniforme

127

en línea con la supuesta existencia de una relación clara y de signo positivo entre IDE y crecimiento del PIB per cápita.

Gráfico 13.

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

Estructura Productiva (desagrarización, industrialización y terciarización) Otro elemento de cierta relevancia a la hora de entender la dispar dinámica económica son los cambios experimentados en la estructura productiva, y en particular los relacionados con el proceso de desagrarización y paulatina industrialización y terciarización de la economía. Estas transformaciones pueden reflejar, en algunos casos virtuosos, los efectos del desarrollo socioeconómico alcanzado por los diferentes territorios (formación de capital humano, físico y tecnológico, mejora de la productividad). No obstante, en muchos casos, y más en el contexto de países en vías de desarrollo, lo que se puede estar ocultando detrás del crecimiento del sector servicios es una verdadera hipertrofia, al crearse servicios de baja calidad, que tienen que ver más con servicios domésticos o la economía informal que con la gama de servicios propia de los círculos virtuosos del crecimiento presentes en el mundo desarrollado. Como primera observación, desde esta perspectiva, debemos señalar la existencia de una relación inversa entre el peso relativo del sector agrario en el conjunto del PIB estatal y el

128

crecimiento del PIB per cápita, que podría estar poniendo de manifiesto el efecto negativo que se deriva de la menor presencia de actividades de mayor productividad e intensidad tecnológica en la estructura productiva de cada estado (gráfico 14). Sin embargo, como se puede observar, los resultados apuntan a que esta relación no es lo suficientemente clara e intensa como para sostener categóricamente dicha aseveración. Este hecho seguramente esté relacionado con lo que se acaba de señalar acerca de la baja calidad de los servicios y actividades industriales que están presentes en una gran parte de los estados, sobre todo en los de nivel de desarrollo medio-bajo. Se trata en gran medida de actividades poco intensivas en conocimiento y de baja productividad, lo que explica su escaso impacto en términos de crecimiento económico.

Gráfico 14.

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

Por otro lado, desde una perspectiva dinámica (gráfico 15), se observa una relación positiva entre el cambio en la estructura productiva (pérdida de peso relativo del sector agrario en el total de la actividad económica de cada estado) y el crecimiento económico, si bien ésta no alcanza a ser tampoco suficientemente intensa ni determinante, lo que puede entenderse también a partir del razonamiento anterior (actividades de baja calidad, poco intensivas en conocimiento y de baja productividad).

129

Gráfico 15.

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

En cualquier caso, debemos entender que la falta de un patrón lineal claro a la hora de analizar estas tendencias obedece también, en parte, a la gran heterogeneidad de situaciones existentes, lo que hace recomendable un análisis segmentado a partir de la tipología señalada anteriormente.

Diferencias estructurales interregionales Con base en lo señalado, consideramos oportuno destacar algunas diferencias significativas entre los diferentes grupos de estados que resultan de la tipología establecida en el presente trabajo. En este sentido, se muestra a continuación (tabla 2 y gráficos 16 I-VI) cómo, detrás de la aparente heterogeneidad de estados, parecen existir patrones de comportamiento específicos que pueden contribuir a una mejor comprensión de la dispar dinámica económica observada.

130

Tabla 2: Diferencias estructurales por grupos de estados.

GRUPOS

Becarios

Educación

Estudios

Peso AGR

 Peso

IDEpc

CONACYT

(IDH)

Superiores

(%)

AGR

95-00-05

1995

2004

2004/05

1993

93-06

Media

Media

Media

Media

Media

Media

Cuadrante

1

159,24

37,97

0,865

25,36

9,90

4,84

Cuadrante

2

14,68

14,57

0,844

18,01

21,01

8,02

Cuadrante

3

30,26

38,58

0,815

19,78

10,52

4,49

Cuadrante

4

311,54

78,57

0,858

24,88

4,86

2,35

Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI.

Como se puede observar, exceptuando el segundo cuadrante (que apenas incluye dos entidades), los estados potencialmente perdedores y estancados (tercer cuadrante) presentan, en general, niveles de IDE sensiblemente inferiores a los exhibidos por los otros grupos regionales. Igualmente, presentan niveles de educación notablemente inferiores, lo que revela un menor poder de atracción de IDE (unido al hecho de que no son estados fronterizos con EE.UU.). Además, desde el punto de vista de la estructura productiva presentaban un peso considerable del sector agrario en el año previo a la entrada de México en el TLCAN (1993) y apenas han experimentado, de media, una disminución del peso de este sector a lo largo del período 1993-2006; lo cual revela el escaso avance de otras actividades más productivas e intensivas en conocimiento. Por el contrario, los estados incluidos en el primer cuadrante (dinámicos y potencialmente ganadores), junto a los del cuarto cuadrante (potencialmente perdedores y en retroceso) presentan niveles marcadamente más elevados tanto en materia de IDE como de nivel educativo. Este resultado pone de manifiesto la importancia que el capital humano tiene a la hora de entender el desempeño económico, en la medida en que todos estos estados presentan un nivel de PIB per cápita que se encuentra actualmente por encima del promedio nacional. Así mismo, se pueden vincular a la importancia que este factor (capital humano) tiene a la hora de atraer flujos de inversión extranjera (IDE), que a su vez tienen un impacto directo sobre los niveles de producción y empleo. A lo anterior hay que añadir, en el caso de los estados fronterizos, un plus de atracción que explica sus mejores condiciones para un mayor desempeño económico, tal como sucede en el caso de Chihuahua, Aguascalientes o Coahuila, entre otros. En el caso del cuarto cuadrante se advierte, además, la existencia de una estructura productiva menos orientada al sector agrario. En este caso hallamos estados que se han beneficiado del proceso como Baja California y que concentra parte de la maquila y, por lo mismo, se ha convertido en uno de los estados que más emigrantes internos recibe. Algo 131

parecido sucede con Quintana Roo que por lo dinámico de la actividad turística recibe oleadas migratorias. En síntesis puede afirmarse que los estados potencialmente ganadores son los que se han beneficiado en mayor medida de la desconcentración productiva de la industria de Estados Unidos. Es el caso de estados como Aguascalientes o Coahuila, en los que se desconcentró la industria automotriz. Por otro lado, una hipótesis que puede explicar que Distrito Federal esté retrocediendo en términos de crecimiento económico sea que el modelo se ha ido desplazando desde el centro a la frontera con Estados Unidos, con base en la expansión de la industria maquiladora. Estas diferencias estructurales permiten entender algunos de los elementos que se ocultan detrás del comportamiento aparentemente heterogéneo que se produce a nivel global.

Gráficos 16 (I-VI). IED media anual 1995/2000/2005

Becarios CONACYT 1995

(dólares por habitante). Media de los estados

(becarios por millón de habitantes)

Cuadrante 1

Cuadrante 1

312

79

212 112 12

Cuadrante 4

-88

Cuadrante 2

Cuadrante 4

Cuadrante 3

-21

Cuadrante 2

Cuadrante 3

Índice de educación (IDH2004)

Alumnos en estudios superiores (04/05) (alumnos por cada mil habitantes)

Cuadrante 1

Cuadrante 1

1

25 20 15 10 5

Cuadrante 4

0

Cuadrante 3

Cuadrante 2

Cuadrante 4

0

Cuadrante 2

Cuadrante 3

5

132

Peso (%) sector agrario sobre PIB (1993)

Pérdida de peso (%) del sector agrario sobre el PIB (1993-2006)

Cuadrante 1

Cuadrante 1

21

Cuadrante 4

0

8

Cuadrante 2

Cuadrante 4

Cuadrante 3

0

Cuadrante 2

Cuadrante 3

Nota: gráficos construidos a partir de los datos de la tabla 2 Fuente: Elaboración propia a partir de información procedente del INEGI

Conclusiones El objetivo del presente trabajo se centra en analizar los diversos patrones de crecimiento económico seguidos por las diferentes entidades federativas de México a lo largo de las últimas décadas, principalmente en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Entre las particularidades de este trabajo merecen ser señaladas la incorporación de una tipología de estados con base en su dinámica económica y la aproximación a algunos de los principales factores explicativos de las disparidades económicas observadas entre las entidades federativas de México, al hilo de su integración en el TLCAN. El análisis persigue capturar los efectos territoriales del TLCAN, pues la liberalización de los flujos de comercio e inversión que trajo aparejado implicó que algunas regiones, y más concretamente las entidades federativas de la frontera Norte del país, se vieran especialmente favorecidas, mientras que otras permanecieron ajenas al proceso. Como se ha podido comprobar, lo anterior se justifica no sólo en el plano comercial (una gran parte del comercio exterior de México, y en particular con su principal socio Estados Unidos, procede de los intercambios entre los estados situados a cada lado de la frontera entre ambos países) sino también en el productivo, por medio de la intensificación de los flujos de inversión directa extranjera (IDE). A partir de la entrada en el TLCAN, se confirma la continuidad, en términos globales, de la evolución divergente observada en el período anterior (1970-1993), con un tenue giro hacia la convergencia en el período 2000-2006, aunque sin lograr reducir el grado de dispersión alcanzado en 1993. En lo que se refiere a la tipología desarrollada en el presente trabajo, un total de dieciocho estados de nivel de desarrollo medio-bajo se hallan incluidos en el grupo de “estados

133

potencialmente perdedores y estancados”. El segundo grupo más numeroso (ocho estados) es el correspondiente a los “estados potencialmente perdedores y en retroceso”. Por su parte, en el grupo de “estados potencialmente ganadores” se encuentran cuatro estados que se caracterizan por un comportamiento “virtuoso” e términos de crecimiento económico. Por último, el grupo menos numeroso (dos estados) corresponde a los “estados potencialmente ganadores en marcha”. Con el objeto de aproximarnos al papel desempeñado por algunos de los principales factores explicativos más señalados en la literatura sobre las disparidades regionales (capital humano, estructura productiva, IDE), tratamos de analizar su relación con el crecimiento económico tanto a nivel global (32 entidades federativas) como por grupos (4 agrupaciones en base a la tipología descrita anteriormente). Los resultados del impacto positivo del capital humano sobre el crecimiento son consistentes con los de Esquivel (2000) y Díaz-Bautista y Díaz Domínguez (2003). En concreto, las disparidades regionales en la tasa de alfabetización de adultos pone de manifiesto el impacto positivo que un nivel básico (mínimo) de capital humano tiene sobre el crecimiento económico. Así se observa que los estados con menor porcentaje de población adulta alfabetizada (Campeche, Colima, Nayarit) han tendido a crecer menos, en líneas generales, que los de mayor nivel de alfabetización (Coahuila, Chihuahua, Tamaulipas). Este impacto positivo del capital humano sobre el crecimiento también se manifiesta desde una perspectiva dinámica, al considerar como variable explicativa el aumento experimentado en el porcentaje de población de 15 o más años con estudios de primaria completados. En segundo lugar, hallamos evidencia acerca del papel de atracción del capital humano sobre la inversión directa extranjera. En realidad, este elemento parece adoptar, junto al factor proximidad (estados fronterizos), un importante valor explicativo a la hora de entender las pautas de localización geográfica de la IDE en México en el marco de la integración en el TLCAN. Además, como era esperable, se observa un efecto positivo de la entrada de inversión directa extranjera sobre el crecimiento económico, aunque sin la suficiente nitidez como para poder concluir que estamos ante una relación de tipo lineal y directa. En cualquier caso, encontramos que a partir de un cierto umbral de IDE existe un comportamiento algo más uniforme en línea con la supuesta existencia de una relación clara y de signo positivo entre IDE y crecimiento del PIB per cápita. De forma adicional, encontramos una relación inversa entre la contribución relativa del sector agrario al conjunto del PIB estatal y el crecimiento de este último en términos per cápita, que pone de relieve el efecto negativo que se deriva de la menor presencia de actividades de 134

mayor productividad e intensidad tecnológica en la estructura productiva de cada estado. Sin embargo, los resultados apuntan a que esta relación no es lo suficientemente clara e intensa como para sostener categóricamente dicha aseveración. Seguramente la baja calidad de los servicios y actividades industriales que están presentes en una gran parte de los estados, sobre todo en los de nivel de desarrollo medio-bajo. Por último, pudimos constatar la existencia de pautas diferenciadas por agrupaciones regionales (en base a la tipología aquí desarrollada) en lo que se refiere a cada una de estos factores explicativos (capital humano, inversión directa extranjera y estructura productiva), que contribuyen a entender mejor la dinámica económica seguida por estos diferentes territorios, así como la falta de un patrón homogéneo en las relaciones observadas a nivel global.

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el capital humano:

la

experiencia

de

México

y

comparaciones 135

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136

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académica

de

economía,



84

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137

Análisis de los índices de desarrollo humano y marginación en los municipios de Chiapas desde una perspectiva demográfica Óscar Peláez Herreros1

Introducción Chenery y Syrquin (1975) plantean que el desarrollo no sólo implica crecimiento económico, sino también cambios en las estructuras productivas y sociales así como en los procesos de acumulación y de asignación de recursos. Dentro de esos cambios estructurales que acompañan y refuerzan el crecimiento acumulativo de la renta per cápita (Myrdal, 1979) se encuentran la urbanización y la transición demográfica. Como se expondrá a continuación, la reducción de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida que tienen lugar durante el proceso de cambio demográfico alteran de manera irreversible la composición por edades de la población, dando lugar a una estructura etaria más favorable al crecimiento económico y a la adopción de ciertas prácticas que refuerzan el desarrollo. Descrito este marco teórico se analizará la situación particular de los distintos municipios de Chiapas, tratando de ver la relación que existe entre sus características demográficas y los niveles de desarrollo y marginación de sus poblaciones. Con ello, se pretenden descubrir algunas de las claves del escaso grado de desarrollo que se observa en ciertas zonas del estado y, a partir de ese conocimiento, proponer diversas medidas de política pública que contribuyan a acelerar las transformaciones necesarias para resolver los problemas existentes en la actualidad. Todo ello se estructura en cuatro apartados: en el primero se presenta el marco teórico; en el segundo, la metodología de análisis; en el tercero, la evidencia empírica para los municipios de Chiapas; y, en el cuarto, las conclusiones y las recomendaciones de política pública que podrían ayudar al desarrollo de los municipios más desfavorecidos.

La transición demográfica y sus implicaciones sobre la capacidad de crecimiento económico En el régimen demográfico antiguo, la muerte era un fenómeno habitual que impedía que un tercio de los nacidos alcanzara la edad adulta. La falta de higiene, la escasez de alimentos en los años de mala cosecha o el desconocimiento de las causas y del tratamiento de las distintas enfermedades hacía que cada año falleciese entre un tres y un cuatro por ciento de la

1

Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas participando en el Programa de Incorporación de Doctores Españoles a Universidades Mexicanas 2008, en el que colaboran la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Correo electrónico: [email protected].

138

población. Para compensar esa elevada mortalidad, la fecundidad también presentaba un valor muy alto, en torno a los seis hijos por mujer. Las condiciones de vida comenzaron a cambiar a partir de las revoluciones agrícola e industrial que tuvieron lugar en Inglaterra durante los siglos XVII y XVIII (Notestein, 1945, p. 39). Las mejoras en la higiene y en la nutrición evitaron un buen número de fallecimientos, sobre todo, entre la población más joven. El posterior desarrollo de la medicina y la difusión por toda la sociedad de los distintos avances y de los nuevos hábitos más saludables reforzó esa tendencia. En un principio, el comportamiento reproductivo de la población tardó en adaptarse a las nuevas condiciones de menor mortalidad, pero, tras unas décadas de retraso, la tasa de natalidad también comenzó a reducirse (Vallin, 1995, p. 69). Estos cambios, que se iniciaron en Inglaterra, se fueron extendiendo al resto de poblaciones, aunque con diferencias notables en los calendarios e intensidades. Así, cuando Notestein (1945) describe la teoría de la transición demográfica, ya esbozada por Thompson (1929), divide a los distintos países en tres estadios sucesivos que conducen desde el régimen demográfico antiguo, en el que las tasas de mortalidad y de natalidad se sitúan en torno al 40‰, al régimen demográfico moderno, en el que ambas tasas tienden a igualarse alrededor del 10‰. En el último de esos tres estadios, cuando la mayor parte de la población sobrevive hasta edades avanzadas y la fecundidad se iguala o incluso cae bajo el nivel de reemplazo generacional, la estructura de edades de la población comienza a transformarse. Las nuevas cohortes presentan un tamaño semejante al de sus progenitoras y apenas pierden miembros con el transcurso del tiempo debido a que la mortalidad es muy reducida. La baja natalidad hace que la “pirámide” se estreche por la base y la escasa incidencia de la mortalidad, que apenas actúa hasta la vejez (Fries, 1980), provoca su ensanchamiento por la cima, ya que cada vez sobrevive más gente durante más tiempo. De este modo, primero se reduce el porcentaje de jóvenes aumentando el tamaño relativo de la población en edad de trabajar, y luego, también, se incrementa el porcentaje de ancianos dada la mayor capacidad de supervivencia. Esta transformación afecta a la capacidad de crecimiento económico medido a través del PIB per cápita (el producto interior bruto dividido por la población), ya que no todos los estratos de edad aportan lo mismo al PIB mientras que sí cuentan igual para el cómputo de la población. El estrato en edad de trabajar es el que contribuye en mayor medida a la producción, que luego el PIB per cápita se encarga de repartir por igual, de forma artificial, entre todos los habitantes del territorio que se esté considerando. En una población en la que predominen los jóvenes existen muchas “bocas por alimentar” respecto a las “manos que trabajan” (Coale y Hoover, 1958), de modo que la producción total a repartir tenderá a ser menor que en otra población 139

donde abunden las personas en edad laboral. Evidentemente, un elevado porcentaje de población en edad de trabajar no garantiza que el PIB per cápita sea alto. Además de existir, esa población tiene que participar en el proceso productivo. Debido a ello, no se puede olvidar la relevancia de la tasa de empleo, que indica cuántos de los que están en edad de trabajar se encuentran realmente desarrollando alguna actividad. Asimismo, hay que tener en cuenta que no todos los trabajadores generan un volumen de producción tan siquiera semejante, por lo que la productividad del trabajo también debe ser considerada. Estas relaciones quedan recogidas en la descomposición factorial planteada por Bloom, Canning y Malaney (2000) que permite expresar el PIB per cápita como el producto del tamaño relativo de la población en edad de trabajar, la tasa de empleo y la productividad:

PIB per cápita 

PIB  población

pob(15  64) población    

·

n.º ocupados PIB · pob(15  64) n.º ocupados        

PESO DE LA POBLACION TASA DE EMPLEO PRODUCTIVIDAD EN EDAD DE TRABAJAR

Dado este planteamiento, cabría esperar que aquellas poblaciones que se encuentran en un estadio menos avanzado de la transición demográfica, que todavía presentan una estructura de edades con forma piramidal debido a su elevada natalidad y que, por tanto, disponen de un menor porcentaje de población en edad de trabajar, muestren también un PIB per cápita más bajo. Pero no sólo por este motivo, que puede considerarse que actúa de forma directa sobre la producción. Indirectamente, una elevada tasa de natalidad dificulta la incorporación de las mujeres al mercado formal de trabajo, lastrando la tasa de empleo, pero también obstaculiza el aumento de la productividad al ser pocos los recursos que se invierten en la formación de cada uno de los numerosos hijos (Becker, 1981). El progreso demográfico está unido al crecimiento económico. Al mismo tiempo es causa, como se muestra en la descomposición anterior, y efecto, ya que la expansión del PIB per cápita introduce los incentivos para la reducción de la natalidad (Coale, 1988) y sostiene el avance de las condiciones de vida y de las mejoras sanitarias que impulsan el descenso de la mortalidad. En el siguiente apartado, se describe la metodología que permitirá estudiar la relación existente entre el proceso de modernización demográfica, el crecimiento económico y el desarrollo de las distintas poblaciones.

140

Metodología de análisis Como plantean Chenery y Syrquin (1975), el proceso de desarrollo ha de contemplarse desde una perspectiva multidimensional, ya que implica la modificación simultánea de un buen número de variables estructurales que acompañan y refuerzan el crecimiento acumulativo de la renta per cápita (Myrdal, 1979). La transición demográfica, la progresiva alteración de los patrones reproductivos y de mortalidad, es uno de estos cambios que retroalimentan la expansión económica y con ella la mejora de las condiciones de vida. Para estudiar el sentido y la intensidad de estas relaciones, se realizará un análisis de corte transversal a partir de los datos del II Conteo de Población y Vivienda 2005 desagregado hasta el nivel municipal y de las variables que componen los índices de desarrollo humano (IDH) y marginación observadas también a nivel municipal en el año 2005.2 Ello permitirá, además, descubrir las relaciones existentes entre algunas variables geodemográficas y las distintas componentes de estos índices. En el presente estudio no se utilizará la técnica de regresión, ya que la misma exige identificar al menos una variable como causa y otra como efecto, lo cual es incompatible con el marco teórico de causación acumulativa entre variables que se está proponiendo. Al descartar el análisis de regresión, tampoco se emplearán ni el coeficiente de correlación lineal, r, ni el coeficiente de determinación lineal, r2, como medidas de la relación existente entre las variables. Téngase en cuenta que, al margen del problema de la causalidad, estos coeficientes únicamente indicarían el grado de relación “lineal” existente entre las distintas variables, cuando se están considerando algunas, como el PIB per cápita o el propio IDH, acotado superior e inferiormente, que describen trayectorias no lineales. Para estudiar la relación entre las variables que se van a analizar, se utilizará el coeficiente de correlación por rangos de Spearman, ρ, que se calcula mediante la expresión:

6 ρ  1



N

D i 1

2 i



N N2 1

Donde D es la diferencia entre los órdenes de las dos variables consideradas, y N es el número de observaciones disponibles para cada variable que, en este caso, será igual a 118, una por cada municipio de Chiapas. El coeficiente de Spearman se interpreta del mismo modo que el coeficiente

2

Los datos del II Conteo de Población y Vivienda 2005, del IDH y del índice de marginación proceden, respectivamente, de los sitios web del Instituto Nacional de Estadística y Geografía , del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (México) y del Consejo Nacional de Población .

141

de correlación de Pearson: oscila entre –1 y +1 indicando asociaciones negativas o positivas, respectivamente, o ausencia de relación entre las ordenaciones cuando se iguala a cero.

Evidencia empírica: el caso de los municipios de Chiapas El estado de Chiapas, al sur de México, se presenta como uno de los territorios más propicios para estudiar la relación existente entre el cambio demográfico, el crecimiento económico y el desarrollo, ya que en él conviven poblaciones avanzadas en su transición demográfica con otras muy atrasadas, poblaciones urbanas y rurales,3 conteniendo, además, municipios con valores extremos para los índices de desarrollo humano y de marginación.

Gráfico 1. Estructuras de edades en el año 2005 para los municipios de mayor y menor IDH.

Fuente: Elaboración propia a partir de INEGI: II Conteo de Población y Vivienda 2005.

Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, presenta una estructura de edades que está perdiendo su forma piramidal característica (Gráfico 1). La cohorte más numerosa en 2005 es la que tiene entre 20 y 24 años. Las generaciones de menor edad son más reducidas. Eso hace

3

Aproximadamente el 58% de la población residente en Chiapas vive en localidades de menos de 5,000 habitantes. Asimismo, existen grandes núcleos urbanos como Tuxtla Gutiérrez (490,455 habitantes), Tapachula (189,991) o San Cristóbal de las Casas (142,364).

142

que tan sólo el 29% de la población aún no haya cumplido los 15 años (Cuadro 1). Tapachula, el segundo municipio más poblado y también el segundo en el IDH, se encuentra en una situación similar, con un 32% de sus habitantes por debajo de los 15 años. Frente a estos casos, los municipios de Santiago el Pinar y Mitontic, los dos con IDH más bajo en Chiapas, aún conservan estructuras etarias con bases muy amplias (Gráfico 1). Para comprobar si esta relación entre atraso demográfico y menor desarrollo humano se mantiene para el resto de municipios, y ver qué variables pueden potenciar el proceso de desarrollo y modernización, a continuación se analiza la correlación existente entre las componentes de los índices de desarrollo humano y marginación y diversas variables geodemográficas, como el porcentaje de población en edad de trabajar, el índice de masculinidad, el porcentaje de población que habla lengua indígena, el tamaño y la densidad de la población.

Cuadro 1. Porcentajes de población por estratos de edad para Chiapas y distintos municipios en el año 2005. Población % 0-14 % 15-64 % 65 y más Tuxtla Gutiérrez

28.94%

67.02%

4.04%

Tapachula

32.20%

62.71%

5.09%

...

...

...

...

Mitontic

47.93%

49.87%

2.20%

Santiago el Pinar

49.77%

46.76%

3.47%

Chiapas

36.95%

58.74%

4.31%

Fuente: Elaboración propia a partir de INEGI: II Conteo de Población y Vivienda 2005.

El porcentaje de población entre 15 y 64 años permite medir el grado de modernización de la estructura de edades ya que, como se ha comentado, los cambios que ocurren durante la transición demográfica hacen que, primero, se reduzca el porcentaje de jóvenes y aumente el tamaño relativo de la población de edad intermedia, para luego, también, incrementarse el porcentaje de ancianos a costa de los que se encuentran en edad de trabajar. Por el momento, en ninguno de los municipios de Chiapas se ha alcanzado esta última etapa de envejecimiento de la población propia de las naciones más desarrolladas (Peláez, 2009). Debido a ello, valores más elevados del porcentaje de población en edad de trabajar aún indican un estado más avanzado en el proceso de transición demográfica.

143

Cuadro 2. Valores del coeficiente de correlación por rangos de Spearman para distintas combinaciones de variables

A A

1

B

C

B

-0.122

1

C

-0.673

0.065

1

D

-0.574

0.017

0.915

E F

0.292 -0.313 -0.115 -0.146 -0.404

0.122

D

E

F

G

H

I

J

K

L

M

N

O

P

Q

R

S

U

V

1 0.070

1

0.091

0.025

1

G

0.789 -0.160 -0.765 -0.709

0.312 -0.089

1

H

0.742 -0.037 -0.551 -0.493

0.247 -0.170

0.876

1

I

0.572 -0.129 -0.724 -0.746

0.192 -0.068

0.883

0.646

1

J

0.615 -0.107 -0.744 -0.770

0.208 -0.065

0.878

0.656

0.968

1

K

0.252 -0.140 -0.376 -0.361

0.123 -0.073

0.571

0.381

0.685

0.503

1

L

0.832 -0.214 -0.776 -0.667

0.394 -0.019

0.925

0.761

0.731

0.738

0.447

1

M

-0.824

0.198

0.695

0.665 -0.308

0.020 -0.936 -0.846 -0.791 -0.826 -0.419 -0.890

1

N

-0.615

0.107

0.744

0.784 -0.207

0.064 -0.878 -0.658 -0.968 -1.000 -0.502 -0.738

0.826

1

O

-0.637

0.186

0.590

P

0.014

Q

-0.447

R

-0.250 -0.021 -0.124 -0.052

S

-0.772

0.315

0.577

0.496 -0.271

0.106 -0.783 -0.688 -0.643 -0.629 -0.429 -0.773

0.591 -0.360 -0.099 -0.855 -0.703 -0.835 -0.833 -0.558 -0.739

0.839

0.834

1

0.115 -0.013

0.063

0.206

0.173

0.178

1

0.265

0.317 -0.039 -0.271 -0.386 -0.450 -0.239 -0.331

0.113 -0.426

0.522

0.333

0.314

0.336

1

0.201 -0.113

0.280 -0.035 -0.027

0.264

0.384

1

0.816

0.629

0.619

0.109

0.404

0.105

1

0.309

T

0.075 -0.325 -0.064 -0.102 -0.162 -0.173 -0.053 -0.002

0.029 -0.058 -0.085 -0.296

0.097

0.035

T

-0.832

0.134

0.726

0.696 -0.211

0.187 -0.846 -0.752 -0.701 -0.735 -0.347 -0.831

0.883

0.735

0.672

0.046

0.450

0.188

0.764

1

U

-0.349

0.217

0.343

0.201 -0.531

0.035 -0.438 -0.416 -0.239 -0.247 -0.170 -0.521

0.588

0.359

0.494

0.061

0.231

0.130

0.474

0.425

1

V

-0.609

0.116

0.546

0.458 -0.427 -0.033 -0.785 -0.721 -0.613 -0.611 -0.437 -0.743

0.782

0.612

0.739 -0.009

0.252

0.058

0.643

0.619

0.668

Fuente: Elaboración propia. Nota: Las variables para las que se ha calculado el coeficiente de correlación por rangos de Spearman son: A: “Porcentaje de población entre 15 y 64 años de edad”; B: “Índice de masculinidad”; C: “Porcentaje de población que habla lengua indígena”; D: “Porcentaje de población que sólo habla lengua indígena”; E: “Tamaño de la población”; F: “Habitantes por kilómetro cuadrado”; G: “Índice de desarrollo humano”; H: “Índice de salud”; I: “Índice de educación”; J: “Tasa de alfabetización”; K: “Tasa de asistencia escolar”; L: “Índice de ingreso”; M: “Índice de marginación”; N: “Porcentaje de población de 15 años o más analfabeta”; O: “Porcentaje de población de 15 años o más sin primaria completa”; P: “Porcentaje de ocupantes en viviendas particulares sin drenaje ni servicio sanitario”; Q: “Porcentaje de ocupantes en viviendas particulares sin energía eléctrica”; R: “Porcentaje de ocupantes en viviendas particulares sin agua entubada”; S: “Porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento”; T: “Porcentaje de ocupantes en viviendas particulares con piso de tierra”; U: “Porcentaje de población que reside en localidades de menos de 5,000 habitantes”; y V: “Porcentaje de población ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos”.

144

1

Como se observa en el Cuadro 2, el porcentaje de población entre 15 y 64 años guarda una relación directa con el IDH e inversa con el índice de marginación, resultando los coeficientes de correlación 0.789 y –0.824, respectivamente, muy elevados en ambos casos. Esto indica que los municipios con mayor proporción de población en edad de trabajar disfrutan de índices de desarrollo más altos y de marginación más bajos. Desagregando el IDH por componentes, se obtiene una correlación muy elevada entre la estructura etaria y el índice de ingreso: 0.832. Para el índice de salud, el coeficiente se reduce hasta 0.742. Para el de educación hasta 0.572, debido, principalmente, a la escasa relación que guarda la tasa de asistencia escolar con la estructura de edades de la población residente en los municipios. 4 Procediendo de modo análogo con el índice de marginación, se observa que las correlaciones más fuertes se producen, por este orden, con el “porcentaje de ocupantes en viviendas particulares con piso de tierra”, el “porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento”, los dos indicadores de educación: “porcentaje de población de 15 o más años sin primaria completa” y “porcentaje de población de 15 o más años analfabeta”; y con el “porcentaje de población ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos”. En el resto de componentes, el coeficiente de correlación ni siquiera alcanza un valor de 0.5 resultando incluso positivo (en vez de negativo), aunque próximo a cero, en el caso del “porcentaje de ocupantes en viviendas particulares sin drenaje ni servicio sanitario”.5 Como se ha visto, la composición por edades de la población guarda una estrecha relación con los valores de los índices de desarrollo humano y marginación. Cuanto mayor es el porcentaje de población en edad de trabajar, mayor es el valor del IDH y menor el del índice de marginación. Otras características demográficas, como, por ejemplo, la composición sexual de la población, no guardan una relación tan clara con los índices de desarrollo y marginación. El índice de masculinidad, que expresa el tamaño de la población masculina respecto a la femenina, genera unos coeficientes de correlación muy bajos de –0.160 para el IDH y de 0.198 para el índice de marginación. Los signos de los coeficientes indican que los municipios con mayor porcentaje de población masculina tienden a presentar un IDH ligeramente más bajo y un índice de marginación ligeramente más alto. Aunque esta relación es muy débil, se mantiene para las distintas componentes de ambos índices. Si, en vez del índice de masculinidad para el 4

Cabe comentar que la tasa de asistencia escolar que se utiliza para construir el índice de desarrollo humano corresponde a la población comprendida entre los 6 y los 24 años, un rango de edades que puede ser útil para las poblaciones más desarrolladas pero que es cuestionable cuando se aplica sobre aquellas otras en las que el abandono escolar se produce incluso durante la etapa de escolarización obligatoria, como en Chiapas, donde el 15.7% de la población entre 12 y 14 años ya no asiste a la escuela. 5 Esta última variable no sólo se comporta de forma inesperada respecto al porcentaje de población en edad de trabajar. También presenta valores muy bajos en relación al IDH y a cada una de sus componentes e, incluso, respecto al propio índice de marginación, indicando que la expansión del porcentaje de viviendas con drenaje y servicio sanitario apenas contribuye al desarrollo. Esto puede ser debido a la aplicación de políticas específicas que actúan directamente sobre los indicadores pero que no contribuyen a modificar las condiciones que limitan el desarrollo.

145

total de la población, se mide la relación con el índice de masculinidad para aquellos que tienen entre 15 y 39 años,6 los coeficientes aumentan (en el caso del IDH y sus componentes, se duplican) pero siguen siendo bajos: –0.315 para el IDH y 0.288 para el índice de marginación. Apenas existe relación entre la composición sexual de las poblaciones y sus niveles de marginación o desarrollo. Para analizar si la composición étnica tiene algún efecto destacado sobre los índices de desarrollo humano y marginación, se ha recurrido a dos variables que permiten aproximar esta característica: el porcentaje de población que habla lengua indígena y el porcentaje de población que únicamente habla lengua indígena.7 En cualquiera de los casos, se han obtenido coeficientes de correlación elevados: –0.765 y –0.709 para el IDH, y 0.695 y 0.665 para el índice de marginación. Esto indica que en aquellos municipios donde reside un mayor porcentaje de población que habla lengua indígena, o que sólo habla lengua indígena, el nivel de desarrollo es claramente menor y la marginación mayor. Asimismo, estas variables también guardan una fuerte relación con aquellas que resumen la composición por edades de la población. Unos coeficientes de –0.673 y –0.574 indican que los municipios con mayor porcentaje de indígenas tienden a presentar poblaciones más jóvenes, lo que se explica por su elevada fecundidad y su retraso en la transición demográfica. En un principio, podría pensarse que el tamaño de la población residente en los municipios es relevante debido a la existencia de economías de escala que permiten el crecimiento económico y la puesta en marcha de infraestructuras educativas y sanitarias. No obstante, más allá de las grandes ciudades, no existe una relación clara entre el número de habitantes de cada municipio y los índices de desarrollo y marginación; ni siquiera expresando el número de habitantes en relación a la superficie de los municipios. La densidad poblacional presenta unos coeficientes aún más próximos a anularse.8 Existen municipios con altas densidades de población tanto entre los que tienen un IDH alto (Tuxtla Gutiérrez, Tapachula o San Cristóbal de las Casas), como bajo (Mitontic, Chamula o Aldama), como medio (El Provenir o Yajalón).9 El Cuadro 2 también muestra la existencia de correlaciones relativamente elevadas entre los tres índices componentes del IDH y entre éstos y prácticamente todas las variables que forman el índice de marginación a excepción del “porcentaje de ocupantes en viviendas 6

Se ha elegido este rango de edades por ser el de mayor intensidad reproductiva, en el que se forman las familias y en el que se definen gran parte de las posibilidades futuras al englobar los últimos estadios de la formación académica y los primeros de inserción al mercado de laboral. 7 Los datos acerca de estas variables proceden de la sección “7. Cultura y deporte” de INEGI (2007). 8 La densidad de población de los municipios se ha expresado en número de habitantes por kilómetro cuadrado. Para su cálculo se ha utilizado información procedente del II Conteo de Población y Vivienda 2005, para los datos de población, y de la sección “2. Medio ambiente” de INEGI (2007), para los datos acerca de la superficie de los municipios. 9 Todos estos municipios se encuentran entre los veinte con densidades de población más altas dentro del estado de Chiapas.

146

particulares sin drenaje ni servicio sanitario” y del “porcentaje de ocupantes en viviendas particulares sin agua entubada”. La dinámica semejante de estas variables, junto con los cambios en la estructura de edades debidos a la transición demográfica, se corresponde con el planteamiento de Chenery y Syrquin (1975) que explica el desarrollo como un proceso integral que afecta a diversas variables. Como se ha visto, los municipios más rezagados en su transición demográfica presentan un IDH más bajo y un índice de marginación más alto y tienden a coincidir con aquellos en los que hay un mayor porcentaje de población indígena. En este apartado queda por ver cuáles son esos municipios para, en el siguiente, proponer algunas medidas que conduzcan hacia una dinámica de cambios virtuosa que contribuya a acelerar su modernización. Utilizando el método de estratificación univariante “cumulative square root frequency method” propuesto por Dalenius y Hodges (1957 y 1959) se ha segregado a los distintos municipios en cinco grupos de manera independiente para cada una de las variables analizadas.10 El Cuadro 3 indica cuáles son las poblaciones situadas en el peor estrato para el IDH y el índice de marginación, así como aquellas que presentan un menor porcentaje de población entre los 15 y los 64 años o un alto porcentaje que habla lengua indígena. Como se puede observar, hay nueve municipios que aparecen en las cuatro clasificaciones: Aldama, Chalchihuitán, Chenalhó, Larráinzar, Mitontic, Pantelhó y Santiago el Pinar, de la región Altos, y Chilón y San Juan Cancuc, de la región Selva.11 Todos ellos comparten niveles muy bajos en el índice de desarrollo humano, muy altos en el de marginación y poblaciones jóvenes, constituidas, fundamentalmente, por indígenas. El Gráfico 2 permite localizar geográficamente los municipios rezagados y avanzados en los procesos de: desarrollo humano, reducción de la marginación y modernización demográfica; así como según la composición étnica de su población. Como se puede observar, y se ha comentado, apenas existen diferencias entre el IDH, el índice de marginación y el porcentaje de población comprendida entre los 15 y los 64 años. Los municipios peor situados en el índice de desarrollo humano son los que presentan un grado de marginación más severo, un menor porcentaje de población en edad de trabajar y una proporción mayor de población que habla lengua indígena; concentrándose casi todos ellos en las regiones Altos y Selva. 10

CONAPO (2006) emplea esta misma técnica de estratificación óptima para los municipios de Chiapas, pero en relación con todos los demás municipios del territorio mexicano. De esta forma, obtiene que 47 de los 118 municipios de Chiapas presentan un nivel de marginación “muy alto”; 64 un nivel “alto”; 5 nivel “medio” (Arriaga, Comitán de Domínguez, Huixtla, San Cristóbal de las Casas y Tapachula); uno nivel “bajo” (Reforma); y uno nivel “muy bajo” (Tuxtla Gutiérrez). En este caso, la metodología de estratificación se aplica únicamente en relación a los municipios de Chiapas, extendiéndose al resto de variables (IDH, porcentaje de población entre 15 y 64 años y porcentaje de población que habla lengua indígena) además del índice de marginación. 11 Sitalá, en la región Selva, aparece en tres de las clasificaciones, mientras que en la restante, de porcentaje de población entre 15 y 64 años, figura por muy escasa diferencia en el segundo estrato, siendo el decimonoveno municipio de Chiapas con menor tamaño relativo de población en edad de trabajar.

147

Cuadro 3. Municipios de los estratos más bajos del índice de desarrollo humano y del porcentaje de población entre 15 y 64 años, y más altos del índice de marginación y del porcentaje de población que habla lengua indígena. Índice de desarrollo

Índice de

Porcentaje de población

Porcentaje de población

humano

marginación

entre 15 y 64 años

que habla lengua indígena

1 Santiago el Pinar

118 Sitalá

1 Santiago el Pinar

118 Chalchihuitán

2 Mitontic

117 Chalchihuitán

2 Chanal

117 Santiago el Pinar

3 Sitalá

116 Aldama

3 San Juan Cancuc

116 Aldama

4 Chamula

115 Pantelhó

4 La Grandeza

115 Mitontic

5 Aldama

114 Santiago el Pinar

5 Aldama

114 San Juan Cancuc

6 San Juan Cancuc

113 Chilón

6 Chenalhó

113 Chamula

7 Chalchihuitán

112 Mitontic

7 Ocotepec

112 Larráinzar

8 Chenalhó

111 Amatenango V.

8 Chalchihuitán

111 Tenejapa

9 Zinacantán

110 San Juan Cancuc

9 Mitontic

110 Zinacantán

10 Pantelhó

109 Chamula

10 Larráinzar

109 Chenalhó

11 S. Andrés Duraznal 108 Tumbalá

11 Oxchuc

108 Oxchuc

12 Larráinzar

107 Zinacantán

12 Marqués de Comillas

107 Tumbalá

13 Ocotepec

106 Chenalhó

13 Pantelhó

106 Ocotepec

14 Amatenango V.

105 Oxchuc

14 Chilón

105 Chilón

15 Chilón

104 Amatán

15 Benemérito de las A.

104 Tapalapa

103 Chanal

16 Maravilla Tenejapa

103 Tila

102 Salto de Agua

17 Tenejapa

102 S. Andrés Duraznal

101 Larráinzar

101 El Bosque

100 Huitiupán

100 Sitalá 99 Chanal 98 Huixtán 97 Pantelhó 96 Salto de Agua

Fuente: Elaboración propia.

148

Gráfico 2. Distribución espacial de los municipios según los valores de: IDH, índice de marginación, porcentaje de población entre 15 y 64 años de edad y porcentaje de población que habla lengua indígena.

Fuente: Elaboración propia.

Conclusiones y algunas soluciones tentativas Como se ha argumentado, el desarrollo es un proceso integral que implica la modificación de un buen número de variables que afectan no sólo a la acumulación y asignación de recursos dentro de la vida económica sino también a las relaciones sociales y a las características demográficas de las poblaciones. No se puede distinguir entre variables causa y variables efecto, ya que el desarrollo se presenta como un proceso de causación acumulativa en el que la dinámica de unos indicadores retroalimenta a otros y éstos, a su vez, favorecen el cambio de

149

los primeros. La explicación del desarrollo, de la reducción del índice de marginación y, en definitiva, de las diferencias observadas entre los distintos municipios de Chiapas ha de tener en cuenta esta circunstancia; ha de ser, por tanto, una explicación integral, que considere, no sólo los indicadores intermedios del desarrollo o de la marginación de manera aislada, sino todos los factores económicos, sociales y demográficos que intervienen y se interrelacionan en el proceso. De todo lo anterior, cabe concluir que en Chiapas existen municipios avanzados en su transición demográfica y que se encuentran entre los más destacados en desarrollo a nivel nacional, como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula o Reforma, pero también otros cuyas condiciones son las opuestas. En estos últimos, los hijos siguen viéndose como una fuente de ingreso a corto plazo. Por ello, se tienen muchos, que se incorporan pronto a la actividad productiva, dejando la educación en un segundo plano si es que no se abandona. En esas circunstancias, la productividad del trabajo y la capacidad para introducir innovaciones tienden a ser bajas. No hay condiciones para el cambio y, si las hay, éstas resultan ser mínimas y la transformación se produce de forma muy lenta. Se da un fenómeno de “círculo vicioso” (Myrdal, 1979), con bajo desarrollo, pocas oportunidades y escasa inversión en capital humano, en el que los hijos difícilmente pueden hacer otra cosa que continuar con la actividad productiva familiar y reproducir las mismas estrategias de sus progenitores. En principio, la situación respecto a la fecundidad cambia con la obligatoriedad de la educación y la supresión del trabajo infantil. Cuando eso ocurre, los hijos dejan de ser una fuente de ingreso a corto plazo, induciendo a los padres a adoptar la estrategia de limitar su descendencia y educarla mejor. Surgen incentivos para sustituir cantidad por calidad en los hijos (Becker y Lewis, 1973; Becker, 1981; Becker, Glaeser y Murphy, 1999; Galor y Weil, 1999 y 2000), lo que a largo plazo eleva la productividad y favorece el crecimiento económico y el desarrollo. Se inicia un proceso de “círculo virtuoso” (Myrdal, 1979). En México, la educación es obligatoria hasta los 14 años, lo que no impide que la tasa de asistencia escolar en Chiapas sea tan sólo del 93.2% para la población comprendida entre los 6 y los 11 años de edad y del 84.3% para el grupo de 12 a 14 años, siendo éstas las tasas más bajas de toda la República Mexicana (INEE, 2006, p. 331). Algo similar ocurre con el trabajo infantil, prohibido por ley, pero practicado con impunidad (INEGI, 2004). En el caso de que no se realice ninguna intervención, el número de familias que percibe las ventajas de la educación y modifica su estrategia respecto a los hijos, será cada vez mayor,

150

como indica lo acontecido en otras sociedades.12 El trabajo infantil tenderá a desaparecer y la tasa de asistencia escolar se aproximará a su máximo. No obstante, éste será un proceso lento, que puede acelerarse forzando el cumplimiento del artículo 123 (fracción III) de la Constitución Política de las Estados Unidos Mexicanos, según el cual “Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de catorce años”. Ello debería convertir a los hijos en un costo a corto plazo, desincentivando la fecundidad, lo que permitiría a las mujeres reducir su trabajo reproductivo e incrementar el productivo y guiaría a las familias hacia una estrategia de inversión en la educación de los hijos elevando la productividad. Teniendo en cuenta la descomposición factorial del PIB per cápita expuesta en las páginas anteriores, todos estos cambios deberían traducirse en crecimiento económico a largo plazo, ya sea a través del aumento relativo de la población en edad de trabajar (por el descenso de la natalidad), del incremento de la tasa de empleo (por la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo) o por el aumento de la productividad (debido a la mayor educación de las nuevas generaciones). Teniendo en cuenta la interrelación que existe entre las variables consideradas, y a la luz de lo comentado, la recomendación fundamental que cabe realizar es que se trate de cumplir la legislación existente respecto a educación obligatoria y prohibición del trabajo infantil, ya que estas medidas se muestran adecuadas para acelerar la espiral de transformaciones que guían el desarrollo de cualquier área geográfica al implicar la mejora de las capacidades de sus habitantes, algo que es imprescindible para lograr otros objetivos, como la reducción de la pobreza, de la marginación o del rezago social.

12

Tras la presentación de esta ponencia en la mesa de desarrollo del Primer Congreso Internacional sobre Pobreza, Migración y Desarrollo, el Dr. Apolinar Oliva mostró su inquietud acerca de si la percepción de la fecundidad indígena, distinta de la occidental, podía responder a factores diferentes a la racionalidad económica y, entonces, no reaccionar en el modo aquí indicado. Barroso (2004, p. 10) escribe: “La reproducción humana para los indígenas tiene una significación diferente de aquella mestiza. Significación profunda en su base cosmológica y por consecuencia filosófica y ontológica. De ahí sus prácticas, ritos y mitos sobre la fecundidad”. Si bien el futuro es incierto, lo que cabe comentar al respecto es que las experiencias de otras poblaciones no occidentales, como las de Corea del Sur, Tailandia, Indonesia o Singapur, además de China y Japón, han mostrado una clara tendencia a la reducción de la natalidad al tiempo que el crecimiento económico y el desarrollo se aceleraban. Este mismo fenómeno también ha podido observarse en las sociedades europeas mediterráneas, bien distintas de las anglosajonas, que hasta hace pocas décadas presentaban cifras de natalidad muy elevadas debido al fuerte arraigo de los valores familiares, lo que no ha impedido que en la actualidad se sitúen muy por debajo del nivel de reemplazo generacional. En este caso, incluso se habría producido una sobrereacción que en los setenta y los ochenta nadie fue capaz de pronosticar. Además de las experiencias comentadas, Wolf (1984) afirma que “ni las sociedades ni las culturas deberían darse por supuestas, [...] las series culturales [...] están continuamente en construcción, deconstrucción y reconstrucción, bajo el impacto de múltiples procesos que afectan a varios campos de conexiones sociales y culturales”; a lo que añade: “Sólo renegando del más mínimo interés por la historia, se puede mantener la noción del primitivo como estático y aislado”. En los últimos años, la mortalidad se ha reducido de forma muy importante en las poblaciones indígenas. Asimismo, el contacto con otras culturas ya no se produce sólo por la llegada de “visitantes” a las comunidades indígenas, sino, también, por la emigración de éstos hacia los mercados de trabajo del norte y de la Ribera Maya, donde se adaptan a condiciones diferentes. La experiencia demuestra que los cambios en los patrones migratorios y de mortalidad alteran la fecundidad. La tercera ley de Newton, el principio de acción y reacción, también actúa en las ciencias sociales como ya explicó Popper ([1957] 1984, p. 27). Eso es seguro. Lo que no se puede saber con exactitud es en qué momento y en qué medida se producirá la reacción.

151

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153

Modos de vida: base del desarrollo en la microrregión Yocnajab, Comitán, Chiapas Manuel de Jesús Morales González1

Introducción La consideración básica de este trabajo es que para entender y atender los problemas de las áreas rurales es necesario analizar las necesidades, las fortalezas y las limitaciones de una de sus instituciones y organizaciones, los grupos domésticos campesinos, sin soslayar el contexto ambiental, político y social en el cual se desarrollan (Dufumier, 1993, 211). Diversas experiencias demuestran que cuando no se priorizan las necesidades de los agricultores y no se les toma en cuenta en la planeación de los proyectos de desarrollo, desde antes de su ejecución estarán prácticamente condenados al fracaso; por el contrario, hay evidencias que cuando se les

consulta y se les permite participar, su desempeño mejora

notablemente y el desarrollo resulta más sostenible (Chambers, 1995, 587). En adición, la perspectiva desde lo local es complementaria al análisis de los procesos globales; es decir, poner más atención a los procesos locales de transformación, como las condiciones ambientales (contaminación y agotamiento de los recursos), las productivas (tenencia de la tierra, patrones de cultivos y patrones técnicos) y las socioeconómicas (pobreza, equidad y calidad de vida) de los productores rurales, como un requisito imprescindible para entender los procesos globales (Llambi, 1996, 93). En el caso de la agricultura mexicana, que se ha caracterizado en los años recientes por sufrir una fuerte disminución de la inversión publica y la asistencia técnica, del encarecimiento y la escasez del crédito y la desregulación del mercado (Cruz, 1995, 1; Gómez, 1996, 68-70; Calva, 1999, 66-70), consideramos que su análisis puede verse ampliamente beneficiado al colocar como foco de atención a los grupos domésticos que habitan en una de las entidades con los contrastes económicos, sociales y culturales más pronunciados del país: Chiapas. En particular, nos enfocamos a la microrregión denominada “Yocnajab”, que se distingue por ser un área rural cercana a una zona urbana, donde se desarrolla un tipo de agricultura bajo condiciones de temporal, que ha sido seriamente afectada por la apertura comercial. De ahí que el sector productivo en Yocnajab presenta serias dificultades. El rendimiento de maíz es relativamente bajo, 1.5 ton/ha, comparado con el que se obtiene en otra subregión 1

Catedrático del Instituto Tecnológico de Comitán. E-mail: [email protected]

154

de este municipio denominada depresión, donde el rendimiento es de 3.5 ton/ha; a esto hay que agregarle

que la relación beneficio-costo es negativa (- 0.74); es decir que los ingresos

derivados de la venta del producto obtenido, es más bajo que el costo de producción (Dirección Agropecuaria Municipal, 1998; S. D. R. /Delegación III Fronteriza, 2001:21). Por otra parte, la falta de asesoría técnica ha provocado que el productor utilice técnicas de producción inadecuadas, tales como un mal manejo del suelo y un uso indiscriminado e inadecuado de productos químicos, lo que ha ocasionado una fuerte erosión del suelo y la contaminación del ambiente (S. D. R./Delegación III Fronteriza, 2001, 21). Otro de los aspectos desfavorables de la política neoliberal es que ha acelerado la descapitalización del sector rural y solo ha beneficiado a los grupos con mayor acumulación de capital, acentuando aún mas la polarización económica (Cruz, 1995, 112; Parra, 1996, 138). No obstante esta obvia diferenciación, las instituciones regionales de investigación y desarrollo, han generado tecnología e implantado proyectos sin considerar si existen o no las condiciones sociales y económicas necesarias para su adopción (Alemán, 1996, 63; Hernández, 1996, 159); y además, asumen que estas condiciones son homogéneas. En síntesis, podemos mencionar que la problemática actual de de “Yocnajab” se concretizaen los siguientes puntos: a) la apertura comercial ha afectado seriamente a la actividad agropecuaria, lo que ha repercutido en el deterioro de algunos recursos naturales; b) es notoria la diferenciación económica

de los campesinos, pero la intervención de las

instituciones para el desarrollo se ha realizado considerando que las condiciones son homogéneas; c) a consecuencia de lo anterior, los programas de desarrollo no han sido exitosos, porque además, no se han considerado las capacidades, las

limitaciones y las

necesidades de los habitantes. Ante tales circunstancias, surge las siguientes preguntas, ¿Existe alguna propuesta teórico-metodológica que permita abordar esta problemática y que conlleve al logro de una mejor planeación para el desarrollo?, ¿Cuáles son los puntos de entrada de las instituciones regionales que puedan favorecer las condiciones actuales de desarrollo? En el presente trabajo partimos de un supuesto que se sustenta con lo expresado por García y García (1992, 267) y Cortés, (1993, 71) quienes mencionan que ante la problemática que se ha presentado en el sector agrícola del país,

la dinámica de los campesinos

es compleja y solo es posible

entenderla partiendo de un análisis integral de los factores que intervienen en dicho cambio. Para el caso, utilizaremos el concepto de modos de vida, como un concepto holístico que permite el análisis de las diferentes estrategias sobre el uso de los recursos materiales y sociales bajo un contexto determinado. Los modos de vida es parte del concepto “modos de 155

vida sostenible” (en inglés, sustainable livelihoods), que a su vez se deriva del desarrollo sustentable2. Aunque

la literatura presenta una gran cantidad de ideas y conceptos con

respecto a los modos de vida sustentable, la mayoría se refiere a los temas de la pobreza y el medio ambiente (Perezgrovas, 2001, 19). De acuerdo con la Swedish International Development Coperation Agency [SIDA] (1996, 40), los modos de vida se refiere a un término que abarca las diferentes actividades a través de las cuales se asegura la sobrevivencia y el mejoramiento de las condiciones de vida; por su parte el Instituto de Estudios para el Desarrollo (IDS por sus siglas en inglés), lo define como, “las capacidades, activos (reservas, recursos, derechos y acceso) y las actividades requeridas para el sostenimiento de la vida…” (Chambers y Conway, 1992, citado por Perezgrovas, 2001:20-21). Retomando estas ideas y las propuestas por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, según Singh y Gilman (1999, En: www.undp.org/sl/Documents/documents.htm), hemos elaborado la siguiente definición de la cual partimos en este trabajo: “Los modos de vida son un conjunto complejo y variado de estrategias económicas, sociales y físicas que se realizan a través de las actividades y los

recursos, mediante los cuales se asegura la reproducción social y biológica del grupo

doméstico”. Para el estudio de los modos de vida, el IDS propone un marco de análisis, el cual ofrece un panorama general de los aspectos involucrados, que pueden ser sintetizados en tres fases: línea base, intervenciones institucionales y evaluación del impacto, y que tiene, en el centro del marco, un pentágono de recursos (natural, social, físico, humano y económico) a partir de los cuales los individuos o los grupos domésticos construyen sus modos de vida (Perezgrovas, 2001:24), a los que denominaremos como activos, en virtud de ser un concepto amplio en muchos contextos (Fundación Ford, 2002). La línea base, que es de la cual partimos, consiste en conocer el estado actual o inicial del desarrollo y sus tendencias, a través del análisis del contexto y de las condiciones de los recursos de los grupos domésticos. Este punto de partida es holístico y diferente a los puntos de partida sectoriales como pueden ser el agua, la salud o la agricultura (Singh, y Wanmali, 1998, en: http://www.undp.org/undp/seped/index.htm). Dicho análisis parte de dos conceptos complementarios, los grupos domésticos y la diferenciación económica. Hemos privilegiado al grupo doméstico como unidad de análisis, a 1En 1987 el concepto de modos de vida sustentable fue propuesto por la Comisión Mundial de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo en el informe Brundtland, donde incluyeron las siguientes definiciones: “Modos de vida es definida como los adecuados niveles de existencia y flujos de alimentos y dinero para satisfacer las necesidades básicas. Asegurar la propiedad de o el acceso a los activos, los recursos y las actividades generadoras de ingresos, incluyendo reservas y recursos para contrarrestar los riesgos, facilitar tensiones y satisfacer contingencias. La sustentabilidad se refiere al mantenimiento o mejoramiento de la productividad de los recursos a largo plazo”. (World Commission on Environment and Development, -WCED-, 1987, citado por Perezgrovas, 2001:20))

156

razón de constituir uno de los principales arreglos sociales donde se deciden y llevan acabo acciones en torno al uso de los recursos naturales, en general, y específicamente a los sistemas agrícolas. Además porque la diversificación de actividades, agrícolas y no agrícolas, exigen de la participación de todos los miembros del grupo. Por otra parte, reconocemos que las poblaciones están lejos de ser homogéneas; por el contrario, se han registrado diferencias económicas y sociales que derivan en distintas respuestas

locales

ante

procesos

externos,

como

pueden

ser

las

intervenciones

gubernamentales o el papel del mercado. En este sentido la diferenciación es considerada como un instrumento que permite agrupar a los grupos domésticos en conjuntos homogéneos, con base a un cierto número de características económicas y sociales (Duch, 1998, 30). Por lo tanto, el análisis desglosado de los modos de vida tiene que realizarse a través de los diferentes estratos socioeconómicos, ya que cada uno de ellos tiene necesidades, limitaciones y oportunidades diferentes; además, responden de diferente manera ante los cambios económicos y sociales (García y García 1992, 270; Dufumier, 1993, 211; Duch, 1998, 30) Es preciso reconocer que la principal contribución de esta investigación, consideramos, radica en generar información básica que podrá ser utilizada en la planeación para el desarrollo regional; específicamente para facilitar la identificación de posibles puntos de entrada de las instituciones regionales de enseñanza, investigación y desarrollo. Asimismo, tomando en cuenta la complejidad y dinamismo de los grupos domésticos en sus procesos de desarrollo, el análisis propuesto de los modos de vida es limitado, ya que resulta pertinente conocer en mayor detalle el papel de las instituciones (políticas de desarrollo) sobre los procesos y estrategias de los grupos domésticos. En las siguientes secciones damos cuenta de las condiciones regionales que afectan a los grupos domésticos del área de estudio, luego se tratarán los criterios de diferenciación y la descripción de los recursos de cada uno de los estratos socioeconómicos. Por último analizaremos los modos de vida y sus respectivas tendencias.

157

La microrregión “Yocnajab". Entorno físico-geográfico y agroecológico La microrregión “Yocnajab”

esta formada por cuatro comunidades3: El Rosario Yocnajab,

Guadalupe Yocnajab, Concepción Yocnajab y San José Yocnajab, y en su conjunto suman una población de 2 333 habitantes (INEGI, 2000); en la presente investigación se trabajó con tres de ellas, San José, El Rosario y Guadalupe Yocnajab, únicamente Concepción Yocnajab decidió no participar por algunos conflictos internos que serán explicados más adelante. Esta área geográfica se ubica en la subregión

de la “meseta”4 perteneciente al municipio de

Comitán, la cual se ubica al sureste del Altiplano Central a una altitud de 1500 a 1600 m.s.n.m. (Cardoso, 1979, 38). Se localiza aproximadamente a 10 kilómetros al Oriente de la Ciudad de Comitán y colinda en la parte Sureste con el Instituto Tecnológico de Comitán y hacia el Sur con el barrio de “El Cerrito Concepción” de la Ciudad de Comitán (Figura 1).

3

Cabe mencionar que existen dos pequeñas propiedades, San Antonio Yocnajab y Santa Rita Yocnajab, que no se consideraron por separado debido a que los dueños radican en El Rosario Yocnajab. Por otra parte, en la revisión bibliográfica se reporta la existencia de dos propiedades más que también llevan Yocnajab en su segundo nombre: San Pedro y la Esperanza (INEGI, 2000 y Dirección Agropecuaria Municipal, 1998); sin embargo, estas dos propiedades (actualmente rancherías), que se ubican aproximadamente a 15 Kilómetros de El Rosario Yocnajab y colindan con el Aeropuerto de Copalar; desde hace 15años eliminaron el nombre de Yocnajab y se registraron como:, La Esperanza Copalar y San Pedro Copalar ( Rafael López Cruz, entrevista personal, La esperanza Copalar, 2003). 4

Por sus características geográficas el municipio de Comitán ha sido dividido en cuatro zonas: Altos, Altiplano, Meseta y Depresión Central (Dirección Agropecuaria Municipal, 1999).

158

La proximidad de “Yocnajab” con la ciudad de Comitán, el núcleo comercial más importante de la región, es un factor que ha influido directamente en los modos de vida de los habitantes de estas comunidades, principalmente porque es un aspecto que facilita migración pendular5; un 65 % de los grupos domésticos practican este tipo de migración como una actividad adicional a la producción agropecuaria. Las vías de acceso y los servicios, son aspectos que también han sido favorecidos por su localización. En la microrregión se cuenta con suficientes caminos que facilitan la comunicación entre las comunidades y ciudades más cercanas, así como los servicios elementales de agua y electricidad en el 100 % de las viviendas, constituyendo una fortaleza importante para impulsar el desarrollo económico, principalmente porque facilitan la comercialización de los productos, tanto artesanales como agropecuarios. Sin embargo, el éxito de las actividades agropecuarias no solo depende de sus facilidades de comercialización, sino también de las condiciones agroecológicas. La ubicación geográfica de “Yocnajab” y

la heterogeneidad del relieve del Estado, provocan que en esta zona se

presente una precipitación de 1500 mm anuales; además, por las características del subsuelo, que en su mayor parte se encuentra constituido por material calcáreo, no existen corrientes freáticas que pudieran ser utilizadas para el riego (C. N. A., 1999, s/p; Villafuerte et al, 1999, 60), por lo que los productores se ven obligados a sembrar bajo condiciones de temporal. Sin embargo, el promedio del rendimiento de maíz reportado para esta región de 1500 kg/ha, se encuentra cerca del promedio estatal para zonas temporaleras, que según el INEGI (2002), es de 1 970 kg/hectárea, lo que nos conduce a valorar que “Yocnajab” ofrece un potencial productivo aceptable. Esta valoración se vería aún mas justificada por la presencia del Río Grande

que atraviesa la microrregión, de no ser por la transformación que ha sufrido al

desembocar allí todo el drenaje de la Ciudad de Comitán, convirtiéndolo en una corriente de aguas negras, que a pesar del tratamiento que se le dio en el año 2002, a través de una laguna de oxidación, sigue siendo una fuente de contaminación, principalmente por el consumo de productos y subproductos agropecuarios (Ricardo Cancino, entrevista personal, Guadalupe Yocnajab, 2003). Además del recurso agua, las características del suelo juegan un papel importante en el potencial productivo de la región, por lo que resulta interesante abordar algunos aspectos históricos de Yocnajab por la relación que tienen con la cantidad y la calidad de la tierra que

5

Ocurre la migración pendular cuando las personas trabajan durante el día en la Ciudad y regresan a dormir a su casa (Peña, 2002).

159

actualmente poseen los grupos domésticos, que a la vez constituye uno de los factores responsables de su diferenciación económica. El origen de “Yocnajab”6, mismo que se utilizó como un criterio de tipo cultural para definir a esta microrregión, se remonta hacia la década de los 1920. En esa época, los dueños de los latifundios, antes de verse afectados por el gobierno prefirieron vender sus tierras; la oferta fue aprovechada por grupos de personas que, de acuerdo con sus posibilidades económicas, adquirieron terrenos de diferente calidad y extensión, constituyéndose así las diversas rancherías que conforman este espacio geográfico.(Manuel Morales, entrevista personal, El Rosario Yocnajab, 2002). Este proceso de conformación ha dado como resultado que en Guadalupe Yocnajab se tengan los terrenos con mayor pendiente (observación directa), menos fértiles y poca cantidad de tierra por productor. En El Rosario los terrenos son más planos (observación directa), de mejor fertilidad y mayor superficie por productor; en San José éstos presentan características muy variadas, los hay de regadío, pedregosos, inundables y fértiles (observación directa) y la cantidad de tierra por productor es la más baja de las tres localidades Cuadro 1).

Cuadro 1. Cantidad promedio y fertilidad de la tierra por grupo doméstico en tres comunidades de “Yocnajab”. Localidad Superficie promedio por Porcentaje de la Porcentaje de la

Guadalupe

grupo doméstico

superficie

(Has)

fertilidad

de baja

superficie de regular a alta fertilidad

3.88

39.9 %

60.1 %

Rosario

9.87

7.8 %

92.2 %

José

2.50

10.0 %

90.0 %

Yocnajab El Yocnajab San Yocnajab FUENTE: Elaboración propia

Entorno político y económico El entorno regional se ve seriamente afectado por la incertidumbre en los precios y el mercado de los productos, el alto costo de los insumos y la transformación del escaso apoyo técnico y crediticio para la producción (Villafuerte y García, 2002, 1) en programas de asistencia social.

Una versión del significado de Yocnajab es “Cimiento o pie del palacio”, que procede del Tojolabal Yok, pie o cimiento, na casa y ajau señor (Becerra, 1985); sin embargo, coincidimos más con la traducción realizada en la misma lengua: Yoc pie ó río, Yoc-já pase de un río y na mi casa, “casa o lugar a orilla del río”. ( Luis Jiménez Aguilar, entrevista personal, Comitán, Chiapas, 2003) 6

160

En adición a esta vulnerabilidad, se presenta, a nivel de comunidad, un tipo de participación política que en algunos casos ha generado conflictos que son dignos de mencionar, como el que sucede en Concepción Yocnajab, donde existe un grupo de personas que pertenecen a una organización no gubernamental, que han provocado un fuerte divisionismo entre los habitantes; la causa del conflicto es por la forma en que se ha utilizado un banco de arena de uso comunal, en la que se culpa a este grupo de explotar el recurso sólo para el beneficio de sus integrantes. A raíz de esta inconformidad, la comunidad no puede organizarse para la gestión de proyectos y recursos que puedan favorecer a sus familias, (Caralampio Aguilar Ruiz, entrevista personal, Concepción Yocnajab, 2003). Otro conflicto, es el que se genera entre los militantes de los dos partidos más importantes, el PRD y el PRI, en virtud de que en la gestión de proyectos

se excluyen

mutuamente; por fortuna, este tipo de conflictos no han afectado seriamente el desarrollo de las comunidades (Eleazar Guillen Meza, entrevista personal, El Rosario Yocnajab, 2003). Las consecuencias de estos conflictos, principalmente los que se suscitan en Concepción Yocnajab, se manifiestan sobre la reducción de su activo social, ya que sus habitantes poco a poco están perdiendo cohesión y hasta identidad para con su comunidad, lo que a su vez ha disminuido notablemente las posibilidades de desarrollo. Después de conocer algunas de las características del entorno y su influencia en los modos de vida de los grupos domésticos de “Yocnajab”, a continuación se aportarán los criterios que se emplearon para su diferenciación, así como la descripción de los recursos con que cuentan para fortalecer el proceso de estratificación.

Diferenciación de los grupos domésticos Acorde con las características de Yocnajab, encontramos que el grupo doméstico, en su mayoría, se conforma de familias nucleares y de familias compuestas; en ésta última la residencia se comparte con algún pariente de los padres. Es pertinente agregar que, tanto el grupo de consumidores como el grupo de residentes, variarán a lo largo del ciclo de desarrollo del grupo doméstico (Robichaux, 1989, 746) Tomando en consideración el arreglo social encontrado, para definir al grupo doméstico recurrimos al criterio de residencia, propuesto por Martine Segalen, mencionado por Robichaux (En prensa). En este caso, las unidades de producción y consumo son distintas entres sí, pero la suma de las dos son iguales a la unidad de residencia. Esto significa que todos los que

161

comparten la misma residencia participan en la reproducción social del grupo, a través de las diversas actividades productivas (agrícolas y no agrícolas), domésticas y culturales.

Criterios de diferenciación La estratificación de los grupos domésticos se llevó a cabo mediante el método Wealth ranking, que consiste

en la categorización de los grupos domésticos de acuerdo a los niveles de

riqueza. por lo que se construyó a partir de los criterios locales (principalmente económicos), proporcionados por los informantes clave. Tomando en consideración que en una región como ésta, donde existe una alta diversidad de actividades económicas (agropecuarias y asalariadas), no es apropiado realizar una denominación con base es su actividad económica principal, (Ardingnton y Lund, 1996 mencionados por Perezgrovas, 2001, 30),

por lo que se optó por ratificar los nombres

propuestos por los informantes, definiéndose de la siguiente manera: Al primer estrato lo hemos denominado “estrato alto”, en virtud de que fue el grupo que los informantes señalaron como los que tienen mejores condiciones económicas, de acuerdo con las siguientes características: poseen casa de material, de tamaño regular y patio de concreto, algunos tienen carro, otros cuentan con más de 5 hectáreas y algunos tienen ganado; también hay profesionistas y buenos mecánicos y los agricultores se dedican a la siembran de tomate. Para nombrar a los siguientes estratos se utilizó el mismo procedimiento. Al estrato 2 que denominamos como “estrato medio”, fue identificado por los informantes con base en el nivel intermedio de los recursos que poseen los grupos domésticos, tal y como se mencionan a continuación: cuentan con una superficie de terreno que va de 0.5 a 3.0 hectáreas, las casas de la mayoría es repellada y con techo de lámina y algunas con patio de concreto, la mayor parte de los grupos domésticos se dedica a la agricultura y combinan esta actividad con otro trabajo para complementar sus ingresos. A los del tercer estrato se les denominó “estrato bajo”, ya que de acuerdo con la opinión de nuestros informantes, los que pertenecen a este grupo tienen menores posibilidades y cuentan con las siguientes características: la cantidad de tierra que poseen es mínima (menos de media hectárea), algunos solo cuentan con solar, donde han construido una casa pequeña con techo de lámina y pared de tabla o adobe, algunos viven de manera regular porque trabajan como choferes, los demás son peones o jornaleros, siempre y cuando haya donde conseguir trabajo. Para elegir a los grupos domésticos que pertenecen a cada estrato, se les proporcionó, a los mismos informantes, una relación de los jefes de familia de las tres comunidades, quedando 162

de la siguiente manera: el estrato alto, está formado por 51 grupos domésticos, equivalente al 11 % del total7, el estrato medio, que constituye la mayor proporción de los habitantes de Yocnajab (75 % del total), lo integran 335 grupos domésticos, mientras que el estrato bajo, cuenta con 63 grupos domésticos y tan solo representan el 14 % del total. Al ser comparados los criterios de diferenciación obtenidos de manera cualitativa con la información derivada de la encuesta, se encontró que hubo coincidencia al mostrar diferencias significativas dentro de cada tipo (Cuadro 2).

Cuadro 2. Criterios de diferenciación de los grupos domésticos campesinos de la microrregión de Yocnajab. ESTRATO ESTRATO ESTRATO ANOVA GRUPO

ALTO

MEDIO

BAJO

Sig. F

PARAMETRO Promedio tierra propia Promedio

de

6.49 has

ganado 3.53 reses

2.52 has

0.64 has

7.360

0.001

1.08 reses

0.06 res

5.060

0.009

0.40

0.34

6.7

0.002

10 %

0%

valor chi 0.000

bovino Porcentaje de viviendas 0.54 con piso de tierra Porcentajes de grupos 73 % domésticos que poseen

pearson

vehículo

= 32.387

FUENTE: Elaboración propia

Descripción de los activos que poseen los estratos socioeconómicos Para complementar la diferenciación económica de los estratos, se recurrió a la descripción del nivel de los activos, que fueron categorizados como: naturales, financieros, físicos, sociales y humanos.

Los activos en recursos naturales y la producción agropecuaria Los activos naturales están representados básicamente por la cantidad de tierra de cultivo y las especies de animales y plantas domésticas. Por tratarse de una zona carente de áreas montañosas no existe abundante diversidad biológica silvestre, por lo que únicamente se

7

El universo esta compuesto por 449 grupos domésticos, de los cuales 316 pertenecen a San José, 97 a El Rosario y 36 a Guadalupe.

163

consideraron las plantas y animales presentes en el solar, así como las estrategias de manejo de éstos recursos para el sustento del grupo doméstico. Aunque el 27 % de los grupos domésticos que pertenecen al estrato alto no tienen tierra., el resto de los grupos domésticos (73%) cuentan, en promedio, con una superficie de cultivo de 9.3 hectáreas, donde se practica una mayor diversificación de cultivos, en comparación a los otros estratos, ya que además del maíz y frijol se cultivan otras especies, tales como: tomate, pepino, chile y aguacate, pero todas en forma de monocultivo. Contrario a lo esperado, se encontró que los rendimientos de los granos básicos no son muy altos (1,112 kg/ha de maíz y 558 kg/ha de frijol, en promedio), pero la diferencia con lo obtenido por los grupos domésticos de los otros estratos es mínima. Para los del estrato medio, la tierra constituye el recurso natural más importante, ya que el 92.5 % de sus integrantes cuentan con parcelas de cultivo en un promedio de 2.5 hectáreas. De los tres sistemas de producción que practican (maíz y frijol en monocultivo y la asociación maíz-frijol), la forma asociada es la que más predomina en la mayoría de los campesinos (el 50%), a pesar de que los rendimientos son más bajos en este sistema, ya que les produce 805 kg/ha de maíz y 198 kg/ha de frijol por 1356 y 492 kg/ha de maíz y frijol, respectivamente, sembrados en forma de monocultivo. Por su parte, de los grupos domésticos que pertenecen al estrato bajo, el 76% poseen terreno de cultivo en un promedio aproximado de media hectárea, el resto únicamente cuenta con un solar, que abarca una superficie aproximada de 500 metros cuadrados. Para el cultivo de las especies tradicionales de maíz y frijol, la mayor parte de los campesinos de este estrato (el 71%), prefieren el sistema asociado maíz-frijol, del que obtienen tan bajos rendimientos (850 kg/ha de maíz y 380 kg/ha de frijol), que no les alcanza para cubrir sus necesidades de alimentación durante todo el año. Para solventar parcialmente esta necesidad, por una parte, intercalan otras especies como, calabaza, tomate de cáscara y chile, y por otra, desarrollan actividades asalariadas (Octavio Moreno Hernández, entrevista personal, Guadalupe Yocnajab, 2003). La persistencia de los cultivos de maíz y frijol y de la poco beneficiosa diversificación de cosechas en los grupos que poseen menos activos (estratos 2 y 3), sólo se explica aludiendo a la racionalidad de la economía campesina. De acuerdo con la CEPAL, (1982, 64-65) y Shanin, (1976, 21), la decisión que toman los campesinos de evitar los riesgos de perdida total o parcial de sus medios de vida, esta plenamente justificada por su alto nivel de vulnerabilidad ante los aspectos ambientales, a las políticas del mercado y a la escasa participación del Estado, de ahí

164

que la prioridad ante tal incertidumbre, cualquiera que sea la ganancia potencial, es la reproducción social y biológica del grupo doméstico El siguiente recurso natural de importancia en la microrregión son las especies de animales que se dedican a la producción. Los del estrato alto explotan de manera comercial dos especies de ganado mayor: bovinos de raza criolla y borregos criollos de raza peliguey que poseen en un promedio de 3.5 y 2.3 animales por grupo domestico, respectivamente. La forma de explotación es mediante el sistema mixto; es decir, que durante el verano pastan en los potreros y en épocas de escasez de forraje se mantienen en corrales rústicos. Del resto de especies menores formado por aves y cerdos, las gallinas tienen mayor importancia por la cantidad que representan (18 por grupo doméstico en promedio). La actividad pecuaria que desarrollan los grupos domésticos del estrato medio, se trata de una ganadería de traspatio, en las que crían especies de ganado vacuno, borregos, cerdos, gallinas, patos, guajolotes, burros y conejos. Incluyendo las especies de compañía como son perros y gatos, suman un promedio de 14 animales por grupo doméstico. Aunque esta actividad no genera ingresos de manera sistemática, tiene importancia económica debido a que funciona como una inversión que utilizan eventualmente y además es un recurso muy útil en la alimentación del grupo doméstico (producción para el autoconsumo). Por su parte los grupos domésticos que corresponden al estrato bajo cuentan con las mismas especies de animales que los del estrato medio, pero en menor cantidad, 8.8 animales por grupo doméstico en promedio, en el que destacan las gallinas y los perros, éstos últimos, inclusive, en un promedio mayor que los otros estratos. Otro recurso genético importante en la microregión son las plantas del solar, de las que se encontraron un total de 149 especies diferentes en la muestra estudiada, las cuales fueron clasificadas de acuerdo con su uso principal en: frutales, flores, hortalizas (legumbres), medicinales y maderables. No obstante que ninguno de los 5 tipos mostró diferencia significativa en los tres estratos con respecto a cantidad (abundancia) y número de especies (riqueza), los tres tipos de plantas que presentaron mayor cantidad de especies fueron las flores, los frutales y las plantas medicinales con 51, 35 y 21 especies respectivamente. Este recurso natural no representa una fuente de ingresos para los grupos domésticos de “Yocnajab”, pero la presencia de diversas especies nativas de frutales

propias de clima

templado como manzano (Pyrus malus), durazno (Prunus persica), mora (Rubus fruticosus), fresa (Fragaria vesca) y nancerol, y algunas introducidas como, tuna (Opuntia ficus-índica), pitaya (Stenocereus thurberi), y maracuyá (Pasiflora edulis) (Calderón, 1998); así como diversas

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especies de flores y plantas medicinales 8, significa que existe suficientes recursos genéticos que pueden ser utilizados como material de investigación o directamente para la producción comercial. Por otra parte, al no existir áreas boscosas en toda la microrregión, no se practica la actividad forestal, únicamente el 20 % de los grupos domésticos que corresponden al estrato 1, cuentan con terreno privado de montaña en una extensión de cinco hectáreas en promedio, que básicamente utilizan para la obtención de leña.

Activos financieros Se definieron a los activos financieros a través de los ingresos derivados de las actividades agrícolas y no agrícolas, además de la estimación de los egresos y del valor de uso de la producción agropecuaria. La ubicación geográfica de Yocnajab, es uno de los factores del entorno que han influido en la diversificación de las actividades económicas, no como la causa sino como una condición que ha sido aprovechada por los grupos domésticos de los tres estratos, básicamente como estrategia de sobrevivencia en respuesta a dos causas fundamentales: la baja rentabilidad de las actividades agropecuarias y la cantidad de tierra que poseen. Con respecto a la primera causa, algunos agricultores del estrato alto han optado por dejar de sembrar ó rentar aproximadamente el 40% de su superficie, ya sea para dedicarse a una actividad distinta a la agrícola ó emplear una menor superficie para el cultivo de hortalizas, convirtiéndose así en una importante actividad económica que contribuye con un alto porcentaje a sus ingresos totales (39%), lo cual sugiere que la práctica hortícola, específicamente el cultivo de tomate, les deja suficientes dividendos. El 51% de sus ingresos se deriva de las actividades no agrícolas9, a las que se dedican un alto porcentaje de sus miembros (60%) (ver gráfica 1), dentro de las que destacan, el empleo de gobierno y el servicio urbano especializado. El apoyo del gobierno para este estrato, solo constituye el 10% de sus ingresos totales. En lo que respecta a este rubro, para los grupos domésticos del estrato medio como para los del estrato bajo, la aportación económica de la actividad agrícola es mínima, lo cual es consecuencia de la convergencia de diversos factores que condicionan a la producción agrícola 8

Las principales especies de flores fueron: rosales (Rosa spp), crisantemo (Chrisantemum hibridum), lirio (Iris pseudacorus), bugambilia (Buganvillea spp), dalia (Dalia spp), pascua (Euphorbia pulcherrima), geranio (Pelargonium zonale), gladiolo (Gladiolus communis), girasol (Helianthus annus); las medicinales fueron: hierbabuena (Mentha spicata), epazote (Chenopodium ambrosoides), hinojo (Anethum foeniculum), romero (Rosmarinus officinalis), verbena (Verbena officinalis), sábila (Aloe vera), ruda (Ruta graveolens), ajo (Allium sativum), albahaca (Ocimum basilicum), ajenjo (Artemisia absinthium), malva (Malva sylvestris), y alcanfor (Eucalyptus globulus) (Sarret,1997; Sosa, 1998) 9

Las actividades no agrícolas fueron clasificadas de la siguiente manera: alfarería, empleo urbano especializado (balconero, carpintero, electricista, plomero, chofer), empleo urbano no especializado (albañil, ayudante o peón, obrero, empleado de mostrador, afanadora), servicio doméstico, comerciante, jornalero y empleado de gobierno (profesionistas)

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hacia una producción de autoconsumo, principalmente para los del estrato bajo, para quienes solo representa el 0.7% de sus ingresos totales, por tal razón ambos estratos han optado por una mayor diversificación de sus actividades, de ahí que las actividades no agrícolas se han convertido en su principal fuente de ingresos (ver gráfica 1), la cual complementan con el ingreso que obtienen por concepto de los programas de gobierno. Por otra parte, para la estimación de los egresos consideramos los gastos en servicios, vestido, fiestas y comida. El comportamiento de los gastos en los tres estratos, en términos generales, fue ascendente; es decir, éste era mayor conforme el estrato tenía una mejor posición económica; la excepción fue el gasto en comida, en virtud de que el monto fue más bajo en el estrato 2 y mayor en el estrato3; la explicación de este fenómeno, de acuerdo con (Shanin, 1976, 23), se encuentra en el papel que desempeña el valor de uso de la actividad agropecuaria, que en este caso es mayor en el estrato medio, tan solo en la

producción

pecuaria supera por 7 veces al estrato bajo, por tal razón se deduce que la producción para el autoconsumo es mayor y les permite ahorrar en comida.

Grafica 1. Participación de los miembros del grupo doméstico en las actividades remuneradas según estrato socioeconómico 100%

Otros ingresos Estudia y trabaja

80%

Emigrante

Porcentajes

Comerciante Empleado urbano no especializado Empleado urbano especializado Empleado de gobierno

60%

40% Servicio doméstico urbano Jornalero 20%

AlfarerÍa Agricultura

0% ESTRATO ALTO

ESTRATO MEDIO

ESTRATO BAJO

Estratos socioeconómicos

FUENTE: Elaboración propia

Es importante mencionar que, aunado a sus escasos recursos económicos, un alto porcentaje (30 %) de los jefes de familia del estrato bajo son viudas o divorciadas, lo que significa una importante limitante en la generación de ingresos para el sostenimiento del grupo doméstico, al respecto Buvinic (1990), citado por Hernández, (2001, 1) señala que los hogares 167

encabezados por mujeres

tienen mayor probabilidad de ser pobres, las causas, según el

mismo autor, tienen relación con la baja escolaridad de la mayoría de las mujeres y su menor acceso a los recursos productivos, mismas que coinciden con los datos obtenidos en este estudio.

Activos físicos Para la definición de estos activos se tomó en cuenta la presencia de infraestructura y equipo que facilitan las actividades económicas y contribuyen en el logro de un mejor modo de vida para la población. En este sentido “Yocnajab” resulta favorecido con carreteras pavimentadas y de terracería que favorece la comunicación entre comunidades y la transportación de los productos agrícolas y no agrícolas. Sin embargo, a nivel de cada uno de los estratos, tanto los locales: bodegas ó trojes, chiqueros, gallineros, invernaderos ó sombreaderos y corrales, como el equipo para la producción: bombas de agua, bombas para fumigar y molinos eléctricos, se presentaron en diferente proporción, pero siempre a favor de los estratos con mayor nivel económico. Por otra parte, las condiciones de las viviendas no son tan malas, porque además de que todas cuentan con los servicios de agua y luz, solo el 5% de las casas de los grupos domésticos del estrato medio y el 17% del estrato bajo, cuentan con piso de tierra.

Activo social Uno de los aspectos más importantes que constituye el activo ó

capital social, es el nivel de

asociativismo; es decir la capacidad de una sociedad para actuar cooperativamente, formando redes, concertaciones y todo tipo de sinergias en su interior (Putman, 1994, citado por Klisberg, 200, 28-34), además de las redes de relaciones interpersonales e intergeneracionales necesarias para los individuos como una base de seguridad y apoyo (Fundación Ford, 2002), lo cual coincide con Woolcock ( 2001, 13), quien define al capital social como las normas y redes que facilitan la acción colectiva, al respecto, Flores y Rello (2001, 3) agregan que esta acción colectiva ó asociativismo , como le llama Putman, sólo es posible si se cuenta con las fuentes y la infraestructura necesaria, tales como la confianza, la cultura, las normas, las redes sociales, las organizaciones y las instituciones. A partir de esta consideración definen al capital social como: “la capacidad de acción colectiva que hacen posible ciertos componentes sociales, con el fin de obtener beneficios comunes”, que es la que retomamos en este estudio. A partir de esta definición, se deduce que la presencia de organizaciones formales o informales en “Yocnajab”solo son el factor, la fuente o la infraestructura que influyen sobre el 168

activo social. En este sentido, la falta de una red local que se articule con instituciones de mayor cobertura, la escasa presencia de asociaciones productivas locales10 en Yocnajab y la poca cantidad de miembros que participan (7 % del total de individuos mayores de 18 años), sugiere, en primer lugar, la poca presencia del Estado en el desarrollo rural, y en segundo, que los campesinos de esta microrregión no han generado una infraestructura local basada en una participación eficiente. Lo anterior concuerda con lo identificado en el taller participativo, en el que los participantes reconocieron su poca participación colectiva y aludieron la causa a la desconfianza generada por los malos manejos y los escasos beneficios a favor de los socios; no obstante manifestaron preocupación e interés por una mayor participación social: “Como primer punto, para tener una mejor vida se debe tener participación con la comunidad y ser unidos en todo lo que sea... para lograr la felicidad necesito una relación más estrecha con mi familia, con mis vecinos y con la comunidad...” (Taller participativo, San José Yocnajab, 2003) Lo cual señala el rumbo por donde se deben fortalecer las propuestas de desarrollo. Sin embargo a pesar de ser éste un comportamiento generalizado, la participación social presenta diferencias en cada uno de los estratos. La mejor actitud participativa en organizaciones civiles se presentó en los estratos 1 y 2, al registrarse una participación de los jefes de familia en un 27 y 35%, respectivamente, por un 6% del estrato 3, destacando el estrato medio, quienes además reportan una mayor participación en cargos de representación (27.5.6%). La baja participación del estrato bajo en este tipo de organizaciones, permite hacer referencia de dos factores interrelacionados que inciden sobre el capital social, el

nivel

económico y la cultura. En un estudio realizado por Narayan y Pritchett (1997) mencionado por Kliksberg (2000, 30), detectaron que aún en contextos de alta pobreza, las familias con mayores niveles de ingresos eran las que tenían más alto grado de participación en organizaciones colectivas. Por su parte, la acción colectiva de los grupos pobres utiliza las redes de solidaridad y confianza locales, mientras que los más ricos utilizan instrumentos más formales que su misma capacidad económica les permite (Flores y Rello, 2001, 7). Este comportamiento se deriva a su vez, del efecto que el aspecto cultural tiene sobre el capital social, ya que la cultura subyace tras los componentes básicos considerados como capital social, como la confianza, el

En la muestra estudiada se identificaron 4 tipos de organizaciones: Asociación Civil “Meseta Comiteca”, Sociedad de Producción Rural “Santo Domingo Lopog”, Central Independiente de Obreros y Campesinos (CIOAC) y una Sociedad para la adquisición de un tractor y sus implementos. 10

169

grado de asociativismo y el comportamiento cívico. De ahí que la riqueza del capital social de los más pobres no reside en su participación en figuras asociativas formales, sino en las relaciones de confianza y solidaridad que se manifiestan, en este caso, en la organización de las fiestas, ya sean religiosas o de tipo familiar, donde la tradición cultural, constituye el elemento más importante. (Klisberg, 2000, 33) El caso del estrato bajo de Yocnajab, es que al no manifestar presencia en organizaciones productivas formales, se les ha considerado como carentes de capacidad de participación social colectiva, por lo que resulta necesario reconocer su actitud frente a otro tipo de organizaciones que no poseen capacidad jurídica, pero que representan ejemplos de cooperación simple en procesos de trabajo familiar o religiosos, como son las organizaciones informales.

Activo humano El activo humano es representado en este trabajo por el conocimiento local11, en el que además se consideraron otros indicadores que tienen que ver con la capacidad física e intelectual de los grupos domésticos, como son

el nivel de gravedad de las enfermedades

y los años de

escolaridad. Los principales factores que han influido en la especialización del trabajo y en la intensificación de la agricultura, como estrategias de sobrevivencia del estrato 1 son, su acceso a los recursos materiales y el nivel del capital social a lo que habría que agregar la capacidad que le otorga el capital humano, que bien podría ser una fortaleza o una debilidad. Este grupo cuenta con el promedio más alto de años de escolaridad por individuo (6), en comparación con el estrato 3 (2.4); sin embargo el porcentaje de enfermedades crónicas de primero y segundo tipo (26.7 %), deja en entredicho las ventajas de la intensificación de la actividad agrícola, debido, principalmente, al uso excesivo de pesticidas 12, de fertilizantes y de manera particular, de las aguas negras que utilizan para riego. Ante tal situación coincidimos con las ideas de Toledo (1995, 12), quien menciona que la transformación

del conocimiento local, en un conocimiento mas especializado (menos

diversificado) puede atentar, a mediano o largo plazo, la estabilidad de los modos de vida de los grupos domésticos, demostrando así el efecto negativo del modelo actual de desarrollo, que

Berkes, (1999) define al conocimiento “local” ó “ecológico tradicional” como “un cuerpo de conocimiento acumulativo de practicas y creencias, envueltos por procesos adaptativos y manejado a través de generaciones por trasmisión cultural acerca de la relación entre organismos vivientes (incluido el hombre) y con su ambiente”. 12 Se registró la aplicación de un total de 33 productos químicos en el cultivo de tomate durante un ciclo de producción que dura 3 meses, utilizados para el control de malezas, plagas y enfermedades, sin incluir los diferentes tipos de fertilizantes, granulados y solubles. 11

170

con el afán de transformar “modernizar” al sector rural, esta provocando la continua destrucción del modo campesino y su sustitución por el modo agro-industrial, con todas sus consecuencias ecológicas , sociales, culturales, etc En concordancia con este análisis, resalta la importancia que reviste el conocimiento campesino de los estratos 2 y 3, ya que como lo demuestran los datos de este estudio, han desarrollado una mayor diversificación de sus actividades, dentro de las que destaca la alfarería, preferentemente desarrollado por las mujeres y que representa una actividad que caracteriza a esta microrregión. Modos de vida de los estratos y sus tendencias

Después del análisis del entorno y del contexto interno de los grupos domésticos, a continuación se presentarán, de manera sintética, la tendencia de los modos de vida de cada uno de los estratos localizados en “Yocnajab”.

Estrato Alto Este estrato, que esta compuesto por dos terceras partes de grupos domésticos que poseen tierra de cultivo y una tercera parte que no cuentan con este recurso, lo caracteriza un modo de vida basado en un esquema de acumulación de capital; sin embargo, las expectativas de incrementar sus recursos económicos a través de las actividades agropecuarias se han visto seriamente afectadas por las políticas económicas y las restricciones ecológicas de agua y suelo, ante las cuales, algunos agricultores han optado por abandonar el cultivo de grandes extensiones (no mayores de 20 hectáreas) y dedicarse a la agricultura intensiva, básicamente al cultivo de tomate, por lo que son reconocidos como los “tomateros”, mientras que los que cuentan con maquinaria agrícola y ganado vacuno, continúan con la agricultura extensiva basada en la producción de maíz y frijol, pero paulatinamente han ido introduciendo cultivos más redituables, como sorgo, aguacate, gladiolo y tomate, así como especies de ganado menor: cerdos, borregos y gallinas; es decir, la tendencia es procurar por una mayor diversificación productiva. No obstante que sus recursos materiales tienden a comportarse de una manera favorable como resultado de sus estrategias de enfrentamiento,

los datos señalan que su capital

humano, cada vez puede resultar con mayor afectación, si no se realizan acciones que reduzcan el uso de agroquímicos y de aguas negras en la producción de hortalizas, que no solo afecta a los productores, sino también al resto de la población que consume éstos productos. 171

Por otra parte, la proporción de grupos domésticos que se dedican a actividades no agrícolas, principalmente los que no tienen tierra y los que poseen menos de 3 hectáreas, han sabido aprovechar las facilidades de comunicación con la Ciudad de Comitán y su alto grado de escolaridad para realizar actividades que les ha generado altos ingresos, tales como, empleado de gobierno y empleado urbano especializado. Con respecto a la segunda fuente de ingresos, la inestabilidad de los precios de los insumos, productos y servicios, no representan una desventaja, en comparación con las actividades agrícolas; pero su dependencia de la circulación de efectivo, los coloca en una situación de vulnerabilidad, ya que dependen de la demanda de productos y servicios de la población local y regional; por su parte los empleados de gobierno, también son inestables debido a que algunos de ellos cuentan con un empleo temporal, y considerando que a nivel nacional los empleos tienden a disminuir, también los ubica en una situación de inestabilidad. Aunado a lo anterior, se presenta en este estrato una baja cantidad de actividades remuneradas (ver grafica1), lo que les resta posibilidades de enfrentar con éxito cambios y presiones que ejercen los factores económicos, políticos y ecológicos de sus entorno. Estrato medio Las estrategias que han elegido los grupos domésticos de este estrato son más homogéneas, lo que ha permitido identificarlos con mayor claridad, inclusive, existe una amplia posibilidad de denominarlos como “agricultores de subsistencia asalariados”, porque es el modo de vida que los caracteriza; en primer lugar porque la mayoría cuenta con tierras de cultivo y practican una agricultura de subsistencia a través de la siembra de cultivos tradicionales como maíz y frijol; y en segundo lugar, porque la mayoría de los miembros del grupo domestico, incluyendo a los jefes de familia que definen a la agricultura como su actividad principal, se dedican a una actividad asalariada, de la cual obtienen ingresos que son indispensables para el sostenimiento del grupo. De lo anterior se deduce que la estrategia común de este grupo ante la presión que ha ejercido el entorno, se trata de una mayor participación de los miembros del grupo en actividades asalariadas, aprovechando la oportunidad que les otorga la cercanía con la Ciudad de Comitán. Ha sido también de capital importancia la función que han desempeñado, la producción agrícola, la ganadería de traspatio y las plantas del solar, tanto en la alimentación como en la generación de ingresos eventuales. La herencia cultural, derivada de la civilización maya, que tiene que ver con su mayor apego a la naturaleza, y su tipo de economía que no pretende la acumulación de riquezas, han sido la base fundamental de la creciente reconversión tecnológica recientemente adoptada,

172

mediante la introducción de nuevas técnicas y alternativas de producción, tales como el uso de estiércol para abono de sus cultivos, la lombricultura, el uso de bioinsecticidas y la producción de hongos comestibles (Pleurotus ostreatus). Aunque se trata de una reorientación incipiente de la actividad agropecuaria, ésta puede verse ampliamente fortalecida mediante la participación de las instituciones regionales, específicamente del Instituto Tecnológico de Comitán, que puede incidir directamente a través del área de agronomía, con actividades de investigación, capacitación y asesoría. También es importante señalar que las mujeres de este estrato, que son parte esencial de la unidad de producción, han mostrado interés y entusiasmo por participar, no solo en la actividad artesanal, sino en cualesquiera de los proyectos agropecuarios señalados.

Estrato bajo Ante la poca superficie de terreno cultivable y la falta de recursos económicos, las tres cuartas partes de los grupos domésticos de este estrato han tenido que poner en práctica el multicultivo para poder sobrevivir, en este sistema, además de la asociación maíz-frijol, siembran, en el mismo terreno, otras especies como, tomate de cáscara y calabaza y chile, principalmente, que les provee diversidad de alimentos, pero no en la cantidad suficiente para solventar las necesidades del grupo durante todo el año, por lo que tienen que desarrollar alguna actividad asalariada, normalmente del tipo “empleo urbano no especializado”, que les permite obtener, de manera temporal, lo equivalente a un salario mínimo al día. El complemento de sus ingresos se deriva del apoyo de gobierno, concretamente del programa “oportunidades”; sin embargo, para algunos grupos domésticos, este apoyo significa la única fuente de ingresos directos. Este dato puede influir para inferir que las políticas de gobierno no han sido del todo negativas; sin embargo, aunque ha provocado un efecto positivo en los modos de vida, éste es de corto plazo, ya que estos programas “de asistencia social” no están sustentados en una base productiva; además la distribución del ingreso no es equitativo, ya que contrario a lo esperado, el monto que reciben por concepto del apoyo de éste programa es similar en los tres estratos (no hay diferencia significativa). No obstante la restricción de los recursos económicos, naturales y físicos, a estos grupos domésticos les favorece el capital social y humano, que se relaciona con la actitud de solidaridad y confianza que se manifiesta en la organización de fiestas religiosas y familiares, que debe ser aprovechada en futuras intervenciones institucionales y darles una orientación productiva con beneficio social y económico, mediante la combinación del conocimiento local, como es el trabajo artesanal, y algunos recursos locales derivados del solar. 173

En síntesis, después de describir el escenario real de los estratos, el marco de análisis de los Modos de vida sustentable (MVS), nos permite apreciar la falta de conexión que tiene esta microrregión con otras estructuras que son indispensables para el logro de MVS, como son las Políticas públicas, ya que a pesar de que los estratos alto y medio cuentan con mayores activos, éstos no pueden contribuir a un sustento a largo plazo si no existe el soporte institucional organizado que le proporcione un mayor dinamismo y que fortalezca los procesos y las estructuras locales. Por su parte el estrato bajo resulta todavía con una mayor necesidad de integrase a dichas estructuras para fortalecer sus potencialidades, básicamente las relacionadas con el activo sociocultural. No obstante esta deficiencia, es pertinente recalcar que “Yocnajab” cuenta con fortalezas importantes que pueden facilitar el proceso de integración, tales como: suficientes y adecuadas vías de acceso, servicios de salud, electricidad, telefonía, agua y educación y las ventajas que implica que se trate de una población mestiza cuya legua es el español.

Conclusiones Ha quedado de manifiesto que ante la dinámica de los grupos domésticos provocada por los cambios políticos, económicos y ecológicos, el enfoque de los modos de vida constituye una excelente alternativa para el análisis de la situación actual del desarrollo, el cual, precisamente, nos lleva a las siguientes conclusiones: Además del efecto de la apertura comercial en el proceso de diferenciación de los grupos domésticos de Yocnajab, el factor de mayor peso específico ha sido la extensión y la calidad de la tierra heredada a las actuales generaciones, que junto con la ubicación geográfica de dichas comunidades, son los factores del contexto que han dado la pauta para la generación de las diversas estrategias de sobrevivencia adoptadas por los grupos domésticos. En análisis del entorno permitió identificar la presencia de factores favorables para los tres estratos como son, las vías de acceso, los servicios públicos e inclusive el sector agropecuario, que puede representar un potencial, siempre y cuando se mejore el manejo agronómico de los sistemas de producción, entre otras acciones. En los estratos medio y bajo se requiere de una mayor capacitación y asesoría

para impulsar la agricultura alternativa aprovechando el

conocimiento tradicional y el interés mostrado por los campesinos, mientras que en el estrato alto, el trabajo en este sentido se hace más complicado por los intereses económicos de sus miembros; por esta razón, se debe planear una estrategia que los vaya involucrando paulatinamente en una agricultura rentable pero saludable; es decir que no afecte los recursos naturales ni la salud de las generaciones actuales y venideras. Una propuesta es la de 174

promover la integración de los tres estratos mediante el establecimiento de cadenas productivas para favorecer el desarrollo de las actividades agrícolas y asalariadas (que reciben ingresos), definidas como el común denominador del sustento de la mayoría de los grupos domésticos de esta microrregión. Por otra parte, también deja de manifiesto la necesidad de atención que reclaman algunos recursos, especialmente el Río Grande, que debe ser atendido urgentemente antes de que cause daños irreversibles que se tengan que lamentar. En el contexto interno, reconocemos que el nivel de los activos que posee cada estrato, influye en la comodidad de sus modos de vida, pero a corto plazo, donde el activo financiero es determinante para satisfacer algunas de las necesidades de los miembros del grupo doméstico, sin embargo aunque algunos autores como Carabias (1993) y Riechmann (1995) consideran a la deficiencia de este recurso como una de las limitantes para lograr la sustentabilidad, el caso del estrato con mayores recursos de Yocnajab, evidencía que un grupo social con un esquema de acumulación de capital, también representa una dificultad para tal propósito. Finalmente, la pretensión de mejorar los modos de vida de los grupos domésticos de Yocnajab, con base en las potencialidades de cada estrato socioeconomico, no sería posible si no existe una articulación adecuada con las políticas públicas de los diferente niveles nacionales, incluyendo el internacional, y por supuesto si no se mejora la estructura organizacional para la producción, como son las Redes Locales, que constituyen, de acuerdo con nuestro enfoque, la infraestructura local básica del activo social que puede fungir como el “detonante” o impulsor del resto de los activos; por cierto, dicha infraestructura, se encuentra en un grado incipiente de conformación en la Región III Fronteriza. Por tal razón consideramos indispensable profundizar en el estudio de las políticas institucionales para conocer su grado de participación en el estado actual y las perspectivas de desarrollo de la microoregión “Yocnajab”.

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179

Biocombustíveis, Livre Mercado E Agronegócio: A Impossibilidade de solucionar a Crise Energética ou de Reduzir o Consumo? Prof. Dr. Lazaro Camilo Recompensa Joseph1 Prof. Dr. Arturo Zabala Zabala2 Prof. Dr. Benedito Dias Pereira 3 Prof. Dr. Alexandre Magno De Mello Farias4

Introdução O mundo se encontra diante da uma enorme campanha global cujo objetivo é incorporar, de forma imediata, diferentes matérias primas como: a cana de açúcar, soja, milho, colza, beterraba, etc. à produção de biocombustíveis como substitutos dos derivados do petróleo. As

principais

justificativas encontradas

para

este

fenômeno

fundamentam-se no

aquecimento global e na contaminação do meio ambiente. Pretende-se substituir todo o consumo de energia fóssil (petróleo) a partir do uso dos biocombustíveis via o agronegócio ou agribusiness, modelo de produção agropecuária que tão ―magníficas‖ colheitas tem oferecido e que possui um conjunto de peculiaridades tais como: a) altíssimo consumo de energia fóssil, b) a necessidade de grandes estabelecimentos agropecuários e concentração fundiária; c) utilização intensiva de tecnologias e máquinas em detrimento ao trabalho humano; d) danos ambientais em grande escala; e) utilização de grandes quantidades de água no cultivo irrigado; f) presença de modificações genéticas para melhoria de sementes ou rebanhos; g) concentração de capitais -mesmo sabendo-se que a maioria dessas matérias primas a serem utilizadas para este fim apresentam balance energético baixo (entendido como a relação entre o gasto de energia fóssil utilizado para obter uma unidade de biodiesel e a energia obtida em forma de biodiesel). Nesse sentido, devemos destacar as diferenças entre a energia que se pretende extrair hoje da agricultura e a contida na energia fóssil (petróleo, gás, natural e carvão) que representam 80% da energia consumida no mundo. A primeira é obtida como resultado da fotossíntese: sol, água e nutrientes que a cada ano se obtém com as colheitas; já a energia fóssil apresenta a mesma origem com a diferença de que é resultado da poupança da fotossíntese produzida ao longo de milhões de ano. Ou seja, espera-se que a natureza nos dê, cada ano, o equivalente poupado durante esses milhões de ano. Portanto nem o biodiesel nem o biomas poderão ser substitutos energéticos, pois a fotossíntese que os origina é limitada e terá de ser utilizada prioritariamente como

1

Universidad Federal de Mato Grosso [email protected] Universidad Federal de Mato Grosso [email protected] 3 Universidad Federal de Mato Grosso [email protected] 4 Universidad Federal Mato Grosso [email protected] 2

181

substitutos na produção atual dos fertilizantes e da atual mecanização agrícola pilar do modelo do agronegócio. Ainda assim, as principais economias do mundo, aliás as maiores contaminadoras do planeta, estão realizando uma aliança na qual participam as multinacionais petroleiras, biotecnológicas, montadoras de autos, os grandes produtores de grãos, bancos etc.agentes que decidirão o destino e uso das terras e as paisagens rurais de algumas regiões da América Latina. O trabalho tem como objetivo analisar a incompatibilidade teórica existente entre o conceito (e/ou princípios) do desenvolvimento sustentável e a produção de biocombustíveis baseado no modelo do agronegócio ou agribusiness. Para isto, no primeiro ponto descrevem-se os principais alertas emitidos pelos Relatórios do IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change, ou Painel Intergovernamental sobre Mudança Climática) sobre: a)a influência e o papel das atividades humanas no processo do aquecimento global e a contaminação ambiental, e b) o custo de oportunidade de reduzir as emissões de CO2. No segundo item analisam-se os principais investidores estrangeiros interessados na produção dos biocombustíveis no Brasil e colocam-se algumas reflexões acerca de este negócio ―lucrativamente sustentável‖. A seguir levanta-se uma reflexão entre o balanço energético dos biocombustíveis, a problemática da sua contabilização e registro, e por ultimo colocamse algumas considerações finais.

Desenvolvimento sustentável: o bom do etanol e dos biocombustíveis à luz dos câmbios climáticos - A solução “O remédio pode ser pior que a doença” A primeira parte do quarto relatório de avaliação da saúde da atmosfera, produzido pelo IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change, ou Painel Intergovernamental sobre Mudança Climática), é precisa e contundente ao não deixar dúvida de que a maior parte do aquecimento dos últimos 50 anos se deve exatamente às emissões de gases-estufa provocadas e geradas pelas atividades humanas. Segundo o IPCC a concentração inédita de gases do efeito estufa na atmosfera, (dióxido de carbono (CO2) e metano) são produzidos pela queima de petróleo e derivados, carvão, agricultura e destruição de florestas tropicais. No entanto, as emissões humanas desses gases só fazem aumentar. Elas cresceram de 6,4 bilhões de toneladas anuais em 1990 para 7,2 bilhões nesta década. O relatório supracitado originou e gerou a reação dos diferentes governos do planeta, com destaque para as palavras do presidente francês Jacques Chirac que comentou: é hora de uma "revolução" nos padrões de produção e consumo de energia. Justo no momento em que o mundo mais consome petróleo. O consumo global está prestes a equiparar-se à oferta, no patamar de 86 milhões de barris por dia. Uma frase, de um recente anúncio 182

publicitário do grupo norte-americano Chevron Texaco, ilustra o dramático aumento do consumo de petróleo no planeta nos últimos anos: ―foram necessários 125 anos para que o mundo consumisse o primeiro trilhão de barris de petróleo, mas bastarão 30 anos para consumir o segundo‖. Sendo que a multinacional Exxon, a maior petrolífera do mundo, teve no ano 2006 o maior lucro da história do capitalismo: US$ 39,5 bilhões. Enquanto o planeta depender de cifras e objetivos como esse, não terá sossego e por conseguinte as altas temperaturas e aumento do nível do mar continuarão a espiral em ascensão. Assim o desafio é saber "Como o mundo vai lidar com isso num espaço de tempo curto, até 2020 ou 2030?". Evidentemente é de consenso geral que para todos aqueles agentes e atores do desenvolvimento, sejam empresários, políticos etc. que assumem uma postura cética e que argumentam que o aquecimento global é "bobagem" e que o(s) relatório(s) são excessivamente alarmantes, devem ter presente que na percepção da sociedade, o conceito das mudanças climáticas é um fato real e são coisas do presente, constituindo-se o aumento do aquecimento global um processo irreversível. Assim a questão aponta para a análise do ―custo de oportunidade‖ de atuar ou não atuar, na minimização dessa problemática. Segundo Rajendra Pachauri, presidente do IPCC, há dois novos conceitos ou termos que passam a dominar o debate internacional sobre o clima: mitigação (como diminuir emissões de CO2 ou retirá-lo da atmosfera) e adaptação (proteger as populações dos efeitos inevitáveis). É no primeiro, o da mitigação que se dão os embates políticos. Países ricos, os que mais contribuem para o aquecimento global, a poluição e contaminação ambiental querem que nações em desenvolvimento também aceitem compromissos de redução. O próprio relatório do IPCC argumenta que uma possível solução seria diminuir pela metade a emissão de CO2 (que representa um enorme desafio), que como veremos a seguir, torna mais complicadas e sensivelmente mais difíceis as negociações entre países ricos e pobres para se tentar desacelerar o aquecimento global. (Ver gráficos 1 e 2).

183

Gráfico no. 1. Onde estão concentradas as oportunidades de redução de emissões até 2030.

Fonte: IPCC Working Group III Fourth Assessment Report. Climate Change 2007: Mitigation of Climate Change. Bangkok – Thailand, May 2007.

Gráfico 2. Emissões de CO2 per capita em toneladas.

Fonte: IPCC Working Group III Fourth Assessment Report. Climate Change 2007: Mitigation of Climate Change. Bangkok – Thailand, May 2007.

Dos gráficos podemos inferir que: 

O maior volume de oportunidades mais fáceis para tentar frear a mudança climática encontra-se nas nações pobres, que por sua vez são as que menos CONSOMEM, emitem CO2, contaminam e poluem o meio ambiente. Ou seja, deter o aquecimento global vai ser difícil, os resultados vão demorar a aparecer e vai ser preciso negociar muito para que o potencial de redução na emissão de gases-estufa nos países em 184

desenvolvimento possa ser aproveitado; segundo Meinrat Andreae, climatologista do Instituto Max Planck de Química, da Alemanha, para tentar diminuir o aquecimento a 2 0C devem ser expulsas à atmosfera aproximadamente 750 bilhões de toneladas de CO2 neste século. (Vale lembrar que um acréscimo de +20C na temperatura do planeta significará menos água e mais seca, 20% a 30% das espécies estarão em risco de extinção, 20% da Amazônia sofrerá savanização, a produtividade agrícola começará a declinar em baixas latitudes e aumentar em altas latitudes, etc). Caso não se faça nada para evitar que se cumpra esta ameaça natural, serão emitidos, no fim do século, até 1,4 trilhão de toneladas de CO2. Para ter uma idéia do tamanho do problema que é evitar a emissão de 750 bilhões de toneladas de CO2, basta saber que o Protocolo de Kyoto tratado assinado em 1997 para conter cortes de emissão, previa só 5 bilhões em emissões até 2012. 

Para piorar o cenário, a segunda parte do relatório do IPCC é enfático

quanto à combinação das mudanças climáticas e a ação destrutiva do homem deve superar a capacidade dos ecossistemas de absorverem esses impactos e as regiões que mais sofrerão serão justamente as mais pobres por serem onde as pessoas são menos capazes de ―adaptação à mudança climática‖, ou seja, o aquecimento tornará um mundo desigual ainda mais desigual! (Ver IPCC Working Group II Fourth Assessment Report. Climate Change 2007: Impacts, Adaptation and Vulnerability. Brussels, April 2007.)

O relatório aponta três pontos chaves: a) A primeiro deles é que não vai adiantar tentar concentrar mudanças apenas na política de geração de energia, a indústria e a agricultura têm uma grande contribuição a dar; b) O segundo se refere aos custos para cortar emissões. Uma boa parte do trabalho pode ser feita por meio de investimentos que retornam, resultando em custo zero ao final. Em geral são melhorias em eficiência energética (Ver Tabela no. 1); c) O terceiro e mais complicado aspecto apontado é que as melhores oportunidades para cortar emissões estão nos países em desenvolvimento, argumentando que "a razão desse potencial, de maneira geral, é que a infra-estrutura desses países ainda não foi totalmente construída", ou seja, quem ainda está por fazer usinas e indústrias ainda têm a opção de ―escolher‖ tecnologias mais limpas. Para quem já tem tudo instalado, como os países desenvolvidos, fica mais difícil.

185

TABELA NO. 1 CUSTO DE OPORTUNIDADE "APROXIMADO" DE REDUZIR DA ATMOSFERA 40 BILHÕES DE TONELADAS DE CO2 (O QUE REPRESENTA OITO VEZES A META DO PROTOCOLO DE KYOTO) EM 2030. DE GRAÇA

BAIXO CUSTO

ALTO CUSTO

4,2 bilhões

10,7 bilhões

25 bilhões

Medidas a serem tomadas 

Troca de lâmpadas por 

fluorescentes; 

Leis

que

de 

Substituição

maquinário industrial; proíbam

a 

Uso

de

produção de carros que agrícolas consumam muito

agressivas.

Incluem máquinas para

capturar

CO2

de

tecnologias termelétricas e injetá-lo no menos sub-solo; 

Desenvolvimento

de

tecnologias como a de carro a hidrogênio. Fonte: IPCC Working Group III Fourth Assessment Report. Climate Change 2007: Mitigation of Climate Change. Bangkok – Thailand, May 2007.

Perante esse cenário, nada mais lógico que os países industrializados tentem eximirse da sua responsabilidade histórica no problema, uma vez que eles são os principais EMISSORES do CO2 e apostam em reverter esta situação obrigando e impondo metas aos países menos industrializados. Na realidade, a problemática da mitigação somente será resolvida uma vez que os principais emissores assumam as suas próprias metas, que significa em última instância a redução do seu padrão de consumo e portanto uma mudança radical nos seus privilégios, formas e estilo de vida (viciados no uso do veículo automóvel, especificamente no transporte individual). No entanto, no caso do Brasil, como atenuante a esta problemática (entenda-se a redução das emissões) resta o radical decréscimo dos desmatamentos amazônicos, pois é assinalado como um dos países que mais emitem gás carbônico por essa via. A preocupação com o meio ambiente entra na agenda de escala mundial a partir dos anos 70, com o reconhecimento de que o modelo de desenvolvimento produtivista do período de pós-guerra havia originado problemas de ―outra‖ natureza como: níveis de contaminação altamente comprometedores da qualidade de vida em geral, e alto risco de esgotamento dos recursos naturais. Entre outros trabalhos, o estudo que mais se destacou no ambiente internacional, na década de 80, foi ―Nosso Futuro Comum5‖, de 1987, o qual acolhe a idéia de desenvolvimento sustentável e assim o define: ―aquele que atende às necessidades do presente sem comprometer a capacidade das gerações futuras em atender suas próprias necessidades‖. 5

Este estudo também é conhecido como “Informe Brundtland”, denominação derivada do nome Gro Harlem Brundtland, primeira ministra de Noruega, que presidiu a comissão encarregada por este tema.

186

Em síntese, o debate mundial sobre meio ambiente encaminha-se à adesão de um novo estilo de desenvolvimento, que combina eficiência econômica com justiça social e prudência ecológica, cujo alcance somente pode ser viável por um esforço conjunto de países ricos e pobres, ou seja, a “chave mágica” para chegarmos a um futuro melhor denominou-se ―desenvolvimento sustentável‖. Esta definição, segundo Moreira (2007), derivada do paradigma da globalização que é de onde provêm essas noções ambientalistas de se resgatar a natureza, é vaga o suficiente para não ferir os interesses hegemônicos de nações, corporações nacionais e transnacionais, de classes sociais, de domínios territoriais e tecnológicos. O que ganha status é um conceito de desenvolvimento sustentável hegemônico, adequado à lógica dos mercados globalizados. Nesse contexto, é questionável a forma de como obter consenso político para construir o futuro que consideramos mais adequado para o planeta se o que impera é a lógica e a dinâmica do capitalismo, que são sempre da maior lucratividade no menor tempo possível. Na realidade, essas questões sobre o que fazer empurram, cada vez mais, para decisões de curto prazo, de um maior imediatismo. Não se trata unicamente de uma questão de discurso, mas de domínio numa relação de poder. (Ver Moreira, 2007). No caso de Brasil, pensar que o desenvolvimento sustentável (via monoculturas como a cana e a soja) vai resolver os problemas do meio ambiente, da desigualdade e exclusão social é como acreditar no Maná, porque o capitalismo é capaz de transformar o meio ambiente e o ecossistema em mercadoria, para manter o dito “status quo”. Ou seja, sob a existência da propriedade privada e da lucratividade, essa ecologia capitalista apóiase numa utopia de mercado, que pressupõe a igualdade de todos como se fosse possível um mercado livre e perfeito. Mas na realidade da globalização e da ordem transnacional contemporânea, no domínio dos oligopólios e das multinacionais, isso não existe. Esse discurso mascara os fundamentos sociais e políticos da desigualdade, e esconde assimetrias de poder. (Idem). Uma questão é inevitável: por que isto é importante para uma discussão do Etanol e os Biocombustíveis? Diferentes considerações devem ter-se presente: a) Com as alertas emitidas nos recentes Relatórios do IPCC em relação ao aquecimento global, as mudanças climáticas e a sobrevivência do globo terráqueo, as maiores economias ―contaminadoras do planeta‖, com o pretexto de salvar o meio ambiente (entenda-se via mitigação), tem se lançado num novo negócio altamente lucrativo que ameaça seriamente a produção dos alimentos. Perceba-se que estamos perante uma grande campanha global dirigida (pela União Européia, EUA e alguns países da América do Sul e Ásia) à produção de biocombustíveis a partir de diferentes matérias primas como: soja, milho, cana de açúcar, girassol, palma, colza, 187

etc. como substitutos dos derivados do petróleo ou, pelo menos, como complemento para utilização nos veículos automóveis. Em tese, isto permitiria um certo amortecimento do choque petrolífero no nível dos preços, e, simultaneamente, seria uma contribuição para o combate ao onipresente "aquecimento global". Estes tipos de combustíveis são apresentados como ―limpos‖, ―biodegradáveis‖, ―renováveis‖, ―não poluentes‖, "verdes", e "sustentáveis", e visam ―sobretudo‖ o mercado automóvel; b) Na realidade, está se produzindo uma aliança inédita na qual participam as multinacionais petroleiras, biotecnológicas, de autos e os grandes produtores de grãos, os quais decidirão quais os destinos das terras e as paisagens rurais da algumas regiões da América Latina. Vale lembrar que EUA (o maior produtor de etanol de ―milho‖ do mundo) apresentam os cálculos baseados no melhor dos cenários de produções irrealistas de grandes colheitas e de alto aproveitamento de biocombustíveis, desde o seu processamento até à utilização final, o que acabam por exigir 121 por cento de toda a terra arável do país, para produzir biomassa suficiente para substituir o consumo anual dos combustíveis fósseis. Ou seja, para poder substituir e suprir suas necessidades de petróleo e derivados deveria cultivar seis vezes sua superfície. c) Já a União Européia, em maio de 2003, adotou uma diretiva para promover o uso de biocombustíveis nos transportes, com uma previsão de 5,75 por cento de quota de mercado em 2010, a atingir a sua oitava percentagem (8%) em 2015. Na realidade, é muito pouco provável que estas metas sejam alcançadas segundo essas projeções, já que exigirá pelo menos 14 a 19 por cento da terra arável total para serem dedicadas à produção de culturas energéticas, o que significa que não restaria nenhuma terra reservada para proteger a biodiversidade natural, que na União Européia é de apenas 12 por cento do total da terra agrícola. Portanto, fica claro que isto será realizado nos países menos desenvolvidos, especialmente na América Latina onde, dizem agora, há muito solo "livre" para o cultivo da ―bioenergia‖, o sol brilha mais durante todo o ano, portanto as colheitas crescem mais depressa, rendem mais e a mão-de-obra é mais barata. d) Em outras palavras, se procurarmos soluções dentro do paradigma atual de ―consumo‖ crescente de combustível (seja fóssil, seja verde), só poderemos esperar mais crises ambientais e sociais, cada vez piores no futuro. Entende-se que neste sentido o Pico do Petróleo tem alguma vantagem, enquanto fenômeno que irá fazer a humanidade passar por tempos duros e difíceis, essa vantagem é que compreendamos que o paradigma do crescimento está errado. É errado continuar a fazer planos econômicos para níveis de consumo energético crescentes ignorando 188

que se esgotarão os principais combustíveis fósseis (petróleo e gás) durante a primeira metade deste século. Segundo Rocha (2007) vários especialistas e estudiosos do Pico de Hubbetr6 comprovaram exaustivamente que não há nenhum substituto do petróleo, ou combinação de substitutos, que nos permita continuar a consumir mais e mais energia a cada ano que passa, seja combustível para transportes, seja eletricidade, seja até insumos agrícolas.

Segundo Alves, (2007) perante esta realidade incontornável, e mergulhados num sistema econômico caracterizado pela intrínseca necessidade de crescer para viver, explorando sempre mais intensamente a natureza e a humanidade, é compreensível que sintamos diversos sinais de perturbação e desorientação nos centros de decisão políticos. Tornou-se vulgar nos depararmos com decisões políticas que encerram claras contradições entre os objetivos anunciados e os conteúdos deliberados. Ora, isto não acontece por incompetência dos governos, mas sim devido à pressão dos todo-poderosos chefes econômicos e financeiros que, com grande capacidade de influenciar os governantes, e mestres que são na arte de sobreviver, vão ditando as suas receitas para a crise, com as quais conseguem o ouro sobre azul, ou seja, continuarão com o aumento dos seus lucros. (ALVES, D. Bioconfusão, 10 março de 2007)

Principais investidores estrangeiros na produção de etanol de cana de açúcar no Brasil O Brasil é o maior produtor mundial no complexo sucroalcooleiro, exercendo a liderança em todos os segmentos: cana de açúcar (39%), açúcar (18,4%) e álcool (35,5%). A produção brasileira de álcool expandiu-se muito a partir do Proalcool e da mistura obrigatória do produto com a gasolina. Este fato somado à evolução da pesquisa proporcionou uma elevada vantagem competitiva ao Brasil em açúcar e álcool. No Brasil, mesmo apresentando uma conjuntura favorável, o setor sucroalcoleiro ainda é tradicionalmente dominado por empresários com hábitos coloniais, sendo a maioria das usinas empresas familiares, com controle exercido pelo patriarca e sucessão também dentro da família, de médio porte e 100% nacionais, tendo como fonte de investimento os lucros extraídos da própria atividade (Salomão, 2006). Segundo uma pesquisa realizada com os usineiros dos 70 maiores grupos no Brasil, pela Business Cunsulting Services/IBM 90% deles não querem executivos envolvidos na gestão e não têm estruturada a forma de relações com acionistas, cerca de 60% não têm planejamento estratégico de longo prazo e 6

Hubbert, um geofísico, criou um modelo matemático da extração do petróleo que previu que a quantidade total de petróleo extraída ao longo do tempo seguiria uma curva logística (inicialmente a função logística tem um rápido crescimento, depois abranda até que acaba por parar). Isto implica que, a determinada altura, a taxa prevista de extração do petróleo seria dada pela taxa de mudança da curva logística, que segue uma curva com a forma de um sino conhecida agora como a curva de Hubbert.

189

os donos centralizam as decisões, 53% não se acham preparados para enfrentar o futuro e 13% não consideram o álcool uma grande oportunidade. No comando das 80 maiores entre as mais de 300 usinas do país, estão sobrenomes de elite. O grupo Tércio Wanderley — que controla, em Alagoas, a Coruripe, maior usina do Nordeste — tem hoje três unidades em Minas Gerais. Entre os grupos que mais cresceram está o J. Pessoa, de José Pessoa de Queiroz Bisneto, descendente de usineiros de Pernambuco. Os Ometto, clã mais tradicional do interior paulista, comandam as duas maiores usinas: a Da Barra, cujo dono é Rubens Ometto, o grupo Cosan, a maior companhia de açúcar e álcool do Brasil, com 17 usinas do grupo, e a São Martinho, administrada por Homero Corrêa de Arruda Filho. Os Junqueira estão por trás da comercializadora Crystalsev, parceira da norteamericana Cargill em portos, usinas no Brasil e fábricas no exterior. Trata-se de uma das maiores famílias rurais do mundo, com quase 100 mil descendentes do casamento de Elena Maria e João Francisco Junqueira, que, no século XVIII, eram donatários de sesmarias em Minas Gerais. Os Balbo criaram a Native, marca de açúcar orgânico de Sertãozinho, interior de São Paulo, exportada para mais de 30 países. Os Zillo, do grupo Zillo Lorenzetti, detêm três usinas e cultivam cana em 15 municípios no centro-oeste do Estado de São Paulo. Do interior da França, onde mora, o líder familiar José Luiz — um empresário que nos anos 80 presidiu a Copersucar — palpita nos negócios do grupo. Os investidores estrangeiros que estão de olho nas vantagens e no potencial de crescimento do mercado dos biocombustíveis do Brasil (mercado por enquanto projetado sem barreiras à entrada de concorrentes e sem intervenção do governo, entenda-se ―sem interferências diretas ou indiretas nos seus lucros‖) dividem-se em dois tipos: de um lado estão consórcios de empresários e fundos de investimento internacionais, interessados em aplicar recursos num negócio promissor, mas sem envolvimento direto na operação; e de outro estão empresas que já atuam no setor sucroalcooleiro lá fora e tradings que participam ou querem participar mais ativamente do comércio internacional de álcool. Segundo especialistas o retorno sobre o capital investido neste mercado não será menor do que 20%. (Ver Quadro 1.)

190

Quadro 1. Principais investidores estrangeiros 7. Grupo Adeco

Cargill

Louis Dreyfus

Noble Group

Infinity bioenergy

Perfil

Negocio do Etanol

Originaria da Argentina proprietária de Comprou uma área de 150 mil hectares em MS para fazendas de soja, algodão e cafés implantar uma gigantesca empresa de etanol projeto especiais no Brasil que tem como um que deve gerar uma receita anual de R$ 500 milhões dos seus principais sócios o mega megainvestidor George Soros. Empresa originaria dos EUA maior Assumiu o controle direto da usina Cevasa no Brasil comercializadora de alimentos do produz apenas álcool combustível e comprou a mundo e quarta maior quarta maior Açucareira Corona dona de duas usinas paulista. produtora de etanol dos EUA.

Empresa brasileira do grupo francês Comprou as atividades de açúcar e álcool do Grupo Louis Dreyfus produz e comercializa Tavares de Melo o negocio envolve transferência das açúcar e álcool unidades produtoras Usina Estivas (RN), Agroindustrial Passa Tempo (MS) a Usina Maracaju (MS) e a destilaria de álcool Giasa (PB) além da Usina Esmeralda (MS), em fase de construção com essa aquisição o grupo passa a ocupar a segunda posição no ranking brasileiro de produção de açúcar e álcool. Multinacional com sede em Hong Kong e ações negociadas em Cingapura o grupo é um dos maiores fornecedores de soja e derivados, café, cacau, mineiro de ferro, alumínio carvão, credito de carbono e biocombustíveis. Responsável pelo 10% das exportações de etanol no ano de 2006.

Adquiriu por o valor de US$ 70 mi a usina Petribu Paulista instalada em Sebastianopolis do Sul (SP) pretende investir cerca de U$ 200 mi para ampliar a capacidade de moagem da Petribu Paulista dos atuais 2 milhões para 10 milhões de toneladas de cana de açúcar anuais destinadas à produção de açúcar e etanol tem previsto a compra de empresa Meridiano que possui terras e varias licenças.

Originaria do Reino Unido e Europa com ações negociadas em Londres é uma das empresas de produção de etanol, financiadas por fundos europeus

Em 2006 comprou as usinas: Alcana, em Nanuque (MG) a Usinavi (ex- Coopernavi), em Naviraí (MS) da qual detêm 91% de participação e a Cridasa, em Pedro Canário (ES) com controle de 51%. O grupo possui US$ 800 milhões disponíveis para investimentos e pretende construir seis novas usinas em MT (já comprou 4 mil hectares em ES e BA). A empresa terá capacidade para processar 16 milhões matéria prima de toneladas de cana. Aproximadamente 70% dessa produção será destinada à exportação de álcool.

7

Fontes: Elaboração própria a partir das informações seguintes: a) Soros mergulha no etanol. In: Revista Isto é dinheiro. Edição 506. 31/5/2007. b) Alexa Salomão & Marcelo Onaga. Etanol o mundo quer. O Brasil tem. In: Revista Exame. 15.06.2006; c) Louis Dreyfus Compra usinas do Grupo Tavares de Melo. In: Ethanol Brasil. Quarta-feira, Fevereiro 21, 2007, d) SISTEMA ECONOMICO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE (SELA). Noble Group centra o foco no Mercosul e estuda aquisições. Tomado de la Selección de Noticias del MRE de Brasil. 12/2/2007. Disponível In: http://www.sela.org/sela/ImpNoticia.asp?id=9414, e) JORNAL FOLHA DE SÃO PAULO. Grupo compra usina no Brasil por US$ 70 milhões. In: Caderno Dinheiro. 09 de fevereiro de 2007, f) MÔNICA MAGALHÃES. Noble Group reforça internacionalização do açúcar e álcool e promete ampliar espaço no país. In: JORNALCANA. 26 Mercados & Cotações. São Paulo Fevereiro/2007. Disponível In: http://www.jornalcana.com.br/pdf/158/%5Cmerccot.pdf. Acesso; 1606-2007; g) GESTOR DIGITAL DE INFORMAÇÕES (GDI). Infinity Bio-Energy acerta investimentos no Panamá. 28/05/2007. Disponível In: http://www.eletrosul.gov.br/gdi/gdi/cl_pesquisa.php?pg=cl_abre&cd=gekdge9;AXfig. Acesso 16-06-2007; h) JORNAL CANA . Infinity Bio Energy incorpora o fundo Evergreen. In: Mercados & Cotações. Agosto 2006. Disponível in: http://www.jornalcana.com.br/pdf/152/%5Cmerccot.pdf; Acesso 16-06-2007; i) Informações gerais do grupo Tereos e a usina Guarani, Disponíveis In: http://www.acucarguarani.com.br/br/institucional/Unidades.aspx. J) Brenco instalará quatro usinas no centrooeste. In: Global Research. 21/5/2007. Disponível In: http://www.globalresearch.com.br/novo/conteudo.asp?conteudo=8435 k) Europeus começam vencendo a guerra. In: Açúcar Ético Disponível In: http://www.sucre-ethique.org/Europeus-comecam-vencendoa-guerra; l) JORNALCANA. Fundo internacional planeja investir US$ 1 bi no Brasil. Agosto/2006. Disponível In: http://www.jornalcana.com.br/pdf/152/%5Cmerccot.pdf.

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Quadro 1. Principais investidores estrangeiros. Grupo

Perfil

Negocio do Etanol

O Grupo Tereos está estruturado em forma de cooperativa e reúne 14.000 agricultores franceses é o principal produtor de açúcar na França e na República Tcheca, o segundo maior produtor na Europa e no Brasil e o quinto na produção mundial de etanol e o terceiro produtor de glicose na União Européia.

No Brasil atua por meio de três empresas: a) Açúcar Guarani S.A (empresa produtora de açúcar e etanol e detêm integralmente o controle da empresa Olímpia, a qual tem por objeto a exploração de atividades agrícolas como plantio e cultivo da cana de açúcar), b) a Franco Brasileira S.A que produz açúcar e álcool e a Tereos Brasil sociedade holding que é a atual denominação da União DAS Brasil. Fatura aproximadamente mais de R$ 400 milhões por ano. A Usina Guarani ampliou neste ano (2007) sua participação no mercado de açúcar e álcool do Brasil adquirindo sua sexta usina, a Usina Andrade município de Pitangueiras junto com outras usinas do grupo Cruz Alta (Olímpia); Severínia (Severínia); Usina São José (Colina); Usina Cardoso (Pedranópolis); Usina Tanabi (Tanabi), as duas últimas em fase de construção.

Empresa originaria do Japão

Tem grande projeto, em parceria com a Petrobrás, que entraria 15% dos investimentos. As duas empresas projetam aplicar com US$ 8 bilhões na construção de 40 usinas com o objetivo de exportar para o Japão 3,5 bilhões de litros do combustível em 2011

Fundo de investimento com capitais nacionais e estrangeiros. É comandado pelo ex-presidente da Petrobrás Henri Phillipe Reichstul e tem como investidores o indiano radicado nos EUA Vinod Khosla, sócio da firma de capital de risco Kleiner Perkins Caufield & Byers. Também participam James Wolfenson, ex-presidente do Banco Mundial, e o ex-diretor geral da Agência Nacional do Petróleo (ANP) David Zylbersztajn

Com US $ 2 bilhões para investimentos, a empresa tem como meta instalar dez destilarias de álcool, que juntas terão capacidade total para processar 44 milhões de toneladas de cana-de-açúcar por ano e produzir 3,7 bilhões de litros de álcool por ano. Para se ter uma idéia, a Copersucar, maior cooperativa de açúcar e álcool do mundo, produziu, na safra 2006/07, 2,78 bilhões de litros de álcool e processou 58,6 milhões de toneladas de cana. Brenco vai se dedicar exclusivamente à produção de álcool e não terá negócios com açúcar

Tereos

Mitsui

BRENCO

Global Foods

Bioenergy

O Global Foods Holding uniu-se ao grupo Com investimentos no valor de R$ 2 bilhões, nos Santa Elisa para a constituição da CNAA próximos 2,5 anos, A CNAA nasce como uma das Companhia Nacional de Açúcar e Álcool maiores companhias no setor sucroalcooleiro do Brasil, Os projetos englobam o plantio de uma área de cultivo, estimada em 120 mil hectares. Três projetos já foram incorporados à CNAA envolvendo a produção de cana-de-açúcar e etanol. Dos investimentos necessários, R$ 504 milhões serão aportados, por fundos de EUA, sendo que destes R$ 392 virão do Carlyle Riverstone Fund. Criado pelo banco francês Société Générale em janeiro de 2005, com 7,5% de participação do banco. A primeira etapa deste aporte deverá ser concluído até o final deste ano, com recursos de US$ 500 Development Fund (BDF)

Planeja investir até US$ 1 bilhão em usinas de açúcar e álcool no Brasil. Esse investimento deverá ser feito em duas etapas e deverá ser concluído até o final de 2007. Numa primeira fase o fundo destinara US$ 500 milhões na aquisição e participação em usinas de açúcar e álcool entre 20% e 25%. Na segunda fase, outros US$ 500 milhões serão investidos em novos grupos de açúcar e álcool com localização estratégica no país.

192

Na realidade, pesados investimentos na construção de usinas já estão sendo projetados. O Brasil vai ganhar em média uma usina de álcool e açúcar por mês nos próximos seis anos. Hoje com 336 unidades, deve chegar a 409 até o final da safra 2012/2013. Ou seja, o Brasil vai construir uma usina por mês até 2013. Fora as 73 usinas confirmadas, há hoje no Brasil 189 consultas em andamento, tanto para construção como para ampliação de unidades. Para colocar o Brasil nos trilhos de maior produtor de etanol do mundo, o dinheiro está vindo de todos os lados. O BNDES está decidido a financiar até R$ 10 bilhões do montante necessário para a instalação das novas unidades de produção. O restante dos recursos deverá vir da iniciativa privada nacional e internacional, além de bancos regionais de fomento, como o Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID) e o Japan Bank for International Cooperation (JBIC). Entre outros investidores estrangeiros no negócio do etanol temos o consórcio encabeçado pela norte-americana Sempra Energy, uma das maiores empresas de gás natural dos EUA, e pela alemã Manferrostal, do grande grupo Man, que atua em mais de 60 países. O projeto prevê investimentos de US$ 8,4 bilhões na construção de 24 usinas de álcool, que exportarão toda sua produção por um período de 20 anos, para isto utilizarão 700 mil hectares de terra no Tocantins e outros 800 mil hectares já foram arrendados no Maranhão, Mato Grosso e Mato Grosso do Sul, se aproximando das áreas protegidas da Amazônia e do Pantanal mato-grossense. Caso o grupo atinja a produção pretendida (de 5,7 bilhões de litros anuais) no ano de 2010 produziria 20% do total de álcool produzido no Brasil. Os empresários brasileiros do grupo Etalnac vão administrar as destilarias e entregar toda a produção de álcool para a Sempra, que exportará para os EUA e o Japão. (Ver, Etanol Brasil, 21-02/2007 Disponível In: http://ethanolbrasil.blogspot.com/2007/02/grupoalcooleiro-quer-investir-us84.html).

Principais investidores estrangeiros na produção de biodiesel no Brasil O avanço do capital estrangeiro nos setores de biodiesel é cada vez maior e mais diversificado. Por exemplo, a empresa brasileira Brasil Ecodiesel, a maior produtora de biodiesel no país, nos leilões de biodiesel realizados até agosto de 2006, assegurou fornecimento de 58,1% do volume total comercializado e tem como principal acionista o fundo BT Global, administrado pelo Deutsche Bank. Este, na emissão de ações no ano de 2006, reservou 3,5 milhões de seus papéis (recibos conhecidos pela sigla ADS) para investidores do exterior. Os principais investidores estrangeiros destacam-se a seguir no Quadro 2.

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Quadro 2. Principais investidores estrangeiros. Grupo

Perfil Empresa originaria da Espanha

Iniciou a instalação de uma usina em Catalão, que irá produzir 20 milhões de litros do biocombustível por ano. A empresa vai investir R$ 50 milhões no projeto, que inclui reforma da unidade esmagadora de grãos e a usina de biodiesel. Para isso, a Global Energy arrendou a unidade fabril da Caramuru a unidade terá capacidade para produzir 100 mil toneladas de óleo bruto por ano. A produção será feita à base de soja, girassol, pinhão-manso e mamona.

Asociação do grupo alemão Lurgi AG e o francês Menaa Finance com a Cooperativa dos Produtores de Algodão do Estado de Goiás (All Cotton)

Pretendem instalar uma usina de biodiesel que terá capacidade para produzir 100 milhões de litros de bicombustível por ano. Recebeu em investimento 56 milhões de euros e deve iniciar as operações em 2008.Trabalhara com caroço de algodão e com soja como matéria prima.

Sediada em Decatur Illinois é um dos maiores processadores mundiais de soja, milho, trigo e cacau. A ADM também é líder na produção de óleo e farelo de soja adoçante e farinha de milho. Produz ingredientes para alimentos e para a nutrição animal, e é a maior produtora de etanol dos EUA.

No Brasil, a empresa já possui 4 unidades de processamento de soja, e inaugura em agosto uma unidade de produção de biodiesel, ao custo de 20 milhões de dólares em Rondonópolis (MT) e está negociando a aquisição de usinas brasileiras;

Multinacional com matriz em Nova York é uma das maiores empresas de Agronegócios do mundo graças principalmente aos negócios com soja, a Bunge é a principal exportadora do agronegócio brasileiro

Anuncio investimentos de US$ 20 milhões em uma planta de biodiesel no Brasil. Adiou o projeto por conta dos incentivos fiscais que o governo brasileiro está concedendo aos agricultores familiares e que não são estendidos para eventuais grandes produtores.

Global Energy

Allbio

Archer Daniels Midland (ADM) Bunge

Negocio no Biodiesel

Fonte: Elaboração própria a partir das seguintes informações: a) DIARIO COMERCIO INDUSTRIA & SERVIÇOS. Capital estrangeiro avança nos setores de etanol e biodiesel. 21/11/2006. Disponível In: http://www.webtranspo.com.br/cargas_noticias2.asp?offset=343&Registro=11727., b) Informações da Brasil Ecodiesel Disponível In: http://www.brasilecodiesel.com.br/.

Os números são claros e o interesse das organizações financeiras por investir no mercado dos biocombustíveis no Brasil pode ser visto como uma analogia a(s) bolha(s) da(s) empresas Ponto.Com que estorou ao final do século passado, ou seja, a semelhança radica no ―capital, tudo é movido pelo capital‖ e como em todo novo mercado aparecem os especuladores, pois é assim que funciona o livre mercado e, como muito bem diz e defende o empresário Roberto Rodrigues8: ―(...) é um mercado sem interferência do governo (...) pois estes grupos financeiros e especuladores sabem e muito bem o que fazem e como fazem‖.

8

Além de grande produtor agrícola, além de ex-ministro da agricultura de Lula, é membro de um grupo internacional intitulado “Comissão Hemisférica de Bioenergia”, cujo objetivo é usar a iniciativa privada, junto com recursos públicos, num projeto de produção e comércio mundial de energia renovável. Curiosamente, um dos criadores de tal comissão Hemisférica, por uma incrível coincidência, é justamente o ex-governador da Flórida, Jeb Bush, que também, por incrível coincidência, é irmão do presidente americano George Bush. Como se vê, os bons negócios em bioenergia são realizados mesclando-se, sem grandes escrúpulos, os interesses estatais e familiares

194

Algumas observações em relação ao mercado dos biocombustíveis (etanol e biodiesel) e as grandes empresas interessadas em investir no negócio ―lucrativamente sustentável‖ no Brasil, são colocadas a seguir: a) As empresas multinacionais e os grupos financeiros internacionais não participam (nem respondem) em discussões que envolvam políticas públicas sociais de desenvolvimento sustentável, elas simplesmente tomam decisões; b) Seus investimentos são realizados após estudos, análises e reflexões de caráter sigiloso, análises que envolvem abordagens visadas à obtenção de lucros no menor tempo. Esses estudos não incluem as questões ambientais e sociais, e se o fazem é de forma incorreta; c) Qualquer análise cuidadosa do sistema capitalista (e suas multinacionais) revela que a possibilidade de maximizar a taxa de lucro sempre depende da capacidade política de não assumir os passivos sociais e ecológicos, sendo essa a base do sistema e por isso o mundo está na situação de crise global extrema, ou seja, os sentimentos que primam nessas empresas são: o individualismo e o imediatismo; d) A grande verdade é que o Brasil não tem como atender à demanda do mercado dos EUA e de outros países, sem desmatar a Amazônia. O Japão quer passar a ser um comprador do produto brasileiro, mas quer garantias de que o fornecimento do produto não será interrompido; e) A expansão da produção dos biocombustíveis é de grande interesse para empresas que produzem ―Organismos Geneticamente Modificados‖ como: Syngenta , Monsanto , Dupont, Dow, Bayer e BASF. Neste quesito devemos lembrar duas questões básicas de princípios: a primeira diz respeito a ―umas‖ das justificativas dadas para a existência da produção (dos OGM) consistia na escassez de existências de terras suficientes para combater a fome no mundo, daí a necessidade de produzir alimentos e cereais (GM) que são rejeitados esmagadoramente em todo o mundo, fundamentalmente nos países africanos para onde os alimentos e as rações GM estão a ser escoados como "ajuda alimentar" e a segunda que constitui uma nova estratégia e oportunidade de dominação destas empresas ao difundirem os produtos transgênicos como fontes de energia "limpa" esperando assim menos regulamentações e uma maior aceitação pública, visto que não virão a ser usadas como alimentos ou rações. Isto, segundo Mae Wan Ho (2007) faz com que o nosso ecossistema e as culturas alimentares fiquem amplamente expostas à contaminação das culturas GM que estão longe de ser seguras; f) Segundo Eric Holt-Gimenez, coordenador da organização Food First, o que se percebe, dadas as facilidades oferecidas pelo mercado brasileiro de biocombustíveis é: a) as três grandes empresas multinacionais (ADM, Cargill e Monsanto) estão 195

forjando seu império: engenharia genética, processamento e transporte -uma aliança que vai amarrar a produção e a venda de etanol e do biodiesel, e b) que outras empresas do agronegócio como Bunge, Sygenta, Bayer e Dupont, aliadas às transnacionais de petróleo como Shell, Total e British Petroleum, e também às automotoras como Volkswagen, Peugeot, Citroen, Renault e SAAB, formando uma parceria

inédita

visando

grandes

lucros

com

biocombustíveis

e

não

ao

desenvolvimento sustentável do Brasil; g) As ações e propostas de coordenação de políticas que hoje tem haver com as mudanças climáticas a nível mundial incluídas as formas de combate-las estão praticamente todas em mãos do ―famoso grupo dos oito‖, suas empresas multinacionais e de grupos de especuladores financeiros. Ações que pelo bem da humanidade deveriam ser coordenadas e supervisadas pelas Nações Unidas como uma estratégia mundial de um problema que concerne a todo o planeta.

Balanço energético dos biocombustíveis: a problemática da sua contabilidade ou registro e sua influencia no desenvolvimento sustentável? Segundo Alves (2007) é necessário esclarecer que o resultado (output) energético na análise dos biocombustíveis deve ser a partir da energia contida no ―produto final‖ e nos ―subprodutos ou resíduos‖ do processo produtivo, sendo calculado de formas diferentes em relação ao uso final, seja este para: Alimentação, Adubo, ou Combustível. Como alimento, o cálculo é baseado na Energia Metabólica disponibilizável ao animal ou homem que a desfruta; como adubo, tem em conta o consumo de energia não renovável (petróleo, gás ou carvão) utilizada na cadeia de produção; como combustível, tem-se em consideração a energia calorífica disponível no combustível final (o PCI). Enquanto

à medição

ou

avaliação

do

resultado

(output)

energético

dos

biocombustíveis existem fortes discrepâncias entre os diferentes métodos utilizados destacando-se dois tipos diferentes de avaliações: a primeira contabiliza o resultado energético mantendo as hipóteses da conversão em termos energéticos na obtenção dos fatores de produção da agricultura (como fertilizantes, maquinaria, adubos, pesticidas, etc) e a segunda que contabiliza (ou não) toda a energia que diretamente ou indiretamente é utilizada na produção de etanol ou biodiesel, ou seja, inclui na avaliação o ciclo de vida completo incorporando: a energia necessária para produzir e reparar a maquinaria agrícola (e não só o combustível que utiliza para funcionar); os investimentos em infra-estruturas, tais como os custos em energia e em carbono das instalações de refinaria, as estradas, armazéns necessários para transporte e distribuição, os custos de exportação para outro país e, evidentemente os estudos dos impactos ambientais das culturas ―bioenergéticas intensivas‖ como a perda de solos e a poluição ambiental pelo uso de fertilizantes ou 196

praguicidas (elemento este ausente em quase todos os trabalhos de avaliação energética dos biocombustíveis) não incluem os custos do tratamento de desperdícios e dejetos, entre outros.

Quadro 3. Balanço Energético das matérias primas utilizadas na produção de bicombustíveis. Balanço energético (Energia contida no combustível/Energia fóssil usada para produzi-lo) ETANOL

BIODIESEL

10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 Cana-deaçúcar

Trigo

Beterraba

M ilho

Óleo de palma

Sobras óleos vegetais

Soja

Colza

Fonte: JANK, M. Dinâmica e perspectiva dos Biocombustíveis no Brasil e no mundo. São Paulo, 8 de março de 2007. Disponível in: http://www.iconebrasil.com.br/pt/. Acesso 31-05-2007.

No Quadro 3 apresenta-se uma compilação das estimativas de equilíbrio de energia de algumas das matérias primas destinadas à produção de biocombustíveis. Calcula-se que o etanol da cana-de-açúcar no Brasil tenha um equilíbrio de energia superior a 8,0 em média (isto é, por cada quilocaloria gastada de ―energia fóssil‖ na produção do biodiesel obtém-se 8 quilocalorias na forma de etanol). Quantidade muito à frente do etanol produzido com beterraba, trigo ou milho, que são produzidos em regiões temperadas, cujas estimativas oscilam entre 2,0 e 1,0, equilibro de energia considerado negativo. Isto significa que na atualidade, dado os elevados graus de consumo energéticos da agricultura procedentes de combustíveis fósseis (entenda-se petróleo), ainda que esta eficiência energética seja superior a uma unidade, trata-se tão só de ―trocar‖, por exemplo, 1 tonelada de petróleo (energia não renovável) pelo equivalente a 8 toneladas de petróleo em etanol obtidas a partir da biomassa. Portanto, segundo Carpintero (2006), o ponto mais débil no desenvolvimento da agroenergia à base dos biocombustíveis nomeados ―limpos‖ é a sua dependência dos combustíveis fósseis, o que significa que em definitiva o processo apresenta como resultado final um pequeno aumento do rendimento do petróleo. Segundo Mae-Wan Ho (2007) salvo duas exceções, todas as estimativas de contabilização incluem a energia nos subprodutos e excluem os custos de infra-estruturas. 197

Nenhuma delas inclui prejuízos ambientais ou esgotamento e de reposição do solo, ou custos de exportação para outro país. Como se pode ver, com a possível exceção do etanol da cana-de-açúcar brasileira, nenhuma das fontes bioenergéticas tem um retorno suficientemente bom para os investimentos em energia e emissões de carbono mesmo com os melhores disfarces. Quando forem feitas contas realistas, podem todas elas vir a dar um equilíbrio de energia e uma poupança de carbono negativo. Há características que contribuem para o relativo êxito do etanol da cana-de-açúcar. Para além da produtiva taxa de crescimento das culturas no Brasil tropical, a produção envolve um ciclo fechado, em que a energia para a refinaria e processo de destilação provém da queima dos resíduos da cana-de-açúcar; portanto não são necessários combustíveis fósseis. A refinação e a destilação são grandes consumidoras de energia, em especial para o etanol. O grande saldo positivo de energia ficaria substancialmente reduzido se fossem incluídos os custos de infra-estruturas e de exportação, embora pudesse continuar a ser positivo. Mas mesmo com um resultado positivo em energia e carbono, há sérias dúvidas de que o etanol da cana-de-açúcar seja sustentável. Entre as principais preocupações estão os impactos ecológicos e sociais, incluindo a segurança alimentar, que são especialmente importantes num país em que os direitos humanos e o direito à terra são muito problemáticos. Há muitas contas falsas que inflacionam as poupanças de carbono. Por exemplo, não foi tida em consideração a enorme libertação de carbono do solo orgânico provocada pela cultura intensiva da cana-de-açúcar que substitui florestas e terras de pastagem nem o fato de que as florestas naturais, se fossem regeneradas, poupariam mais 7 toneladas de dióxido de carbono por hectare por ano do que o etanol poupa num hectare de cana-deaçúcar. E esta não é a única forma de falsear a contabilização. (Idem) Dentro do grupo das matérias primas destinadas à produção de biodiesel, o óleo de palma apresenta um equilíbrio de energia de aproximadamente 9,0 em média, muito à frente das restantes matérias primas, como as sobras de óleos vegetais, soja e colza. No caso específico desta matéria prima, os maiores produtores são a Malásia e a Indonésia, cuja produção conjunta representa 80% do total mundial deste óleo, que é o mais barato e mais competitivo para a produção de biodiesel. Derivado do boom dos biocombustíveis, o óleo de palma que se utiliza amplamente na indústria alimentar e cosmética substituiu a soja como primeiro óleo comestível mundial. Assim, caso a tendência de aumentos dos preços do petróleo e do gás seja mantida, o óleo de palma deverá ocupar o lugar de principal cultura energética. Isto é, com produções de 5 toneladas (ou 6000 litros) de óleo bruto por hectare por ano, o óleo de palma produz muito

198

mais do que qualquer outra cultura oleaginosa como, por exemplo, a soja e o milho, que geram apenas 446 e 172 litros por hectare por ano. O óleo de palma é agora chamado o "diesel da desflorestação". A ONU acaba de publicar um relatório que estima que 98% da floresta tropical natural da Indonésia estará degradada ou destruída em 2022 (Ver UNEP e UNESCO, Nellemann, C., Miles, L., Kaltenborn, B. P., Virtue, M., and Ahlenius, H. (Eds). The Last Stand of the Orangutan. State of Emergency: Illegal Logging, Fire and Palm Oil in Indonesia's National Parks (pdf). Fevereiro de 2007.10). Apenas cinco anos atrás, as mesmas agências previam que tal não iria acontecer antes de 2032. Mas não tinham contado com a produção de óleo de palma destinado ao mercado europeu de biocombustíveis. Esta é agora a principal causa de desflorestação naquele país e provavelmente será responsável, em breve, pela extinção do orangotango selvagem. Ou seja, na medida em que as florestas são queimadas, quer as árvores, quer a turfa em que assentam, são transformadas em dióxido de carbono. O relatório da consultora holandesa Delft Hydraulics mostra que cada tonelada de óleo de palma resulta na emissão de 33 toneladas de dióxido de carbono, ou seja, dez vezes mais do que o petróleo produz. Portanto biodiesel produzido a base de óleo de palma causa DEZ VEZES mais alteração climática que o diesel convencional (MONBIOT GEORGE, 2007).

Considerações finais Na realidade, o desafio lançado à humanidade através dos Relatórios do IPCC de substituir (e rapidamente) a dependência de fontes de energia não renováveis por alternativas verdadeiramente sustentáveis coloca em xeque ―a sabedoria tradicional‖, fundamentalmente aquela promovida pelas transnacionais e multinacionais dominantes, no que diz respeito à crença no livre mercado como a melhor fonte de inovação e aprendizado para desenvolver alternativas energéticas viáveis e sustentáveis ambientalmente. O trabalho chama atenção nessa questão, já que o livre mercado ignora soluções que não possam resultar num lucro. Qualquer firma que deixe de seguir este princípio simples não permanecerá no negócio por muito tempo, o que vale também para as firmas produtoras de biocombustíveis. Ou seja, o livre mercado ignora qualquer solução que não possa ser controlada, tanto através dos interesses da propriedade (propriedade intelectual forçosa, licenças de monopólio, etc) como através da operação centralizada exigida pelas economias de escala. Isto significa que o livre mercado é estruturalmente incompatível com uma enorme porção do universo de possíveis soluções energéticas. O livre mercado gosta das fontes de energia não renováveis porque elas são facilmente controladas. Em países onde os direitos mineiros são de propriedade privada 199

(como nos EUA e o Canadá), estes recursos podem ser controlados via direitos de propriedade. No resto do mundo, eles podem igualmente ser controlados facilmente através de contratos exclusivos com governos. No caso da produção de biocombustíveis isto não é diferente para as grandes multinacionais que tentam ―adaptar e utilizar‖ a sua ferramenta habitual, a propriedade, à solução do problema. Tome-se como exemplo o etanol e outros biocombustíveis brasileiros. Esta tentativa de solução para os nossos problemas energéticos estão sendo controlados tanto através da propriedade ou arrendamento real (da terra que produz as matérias-primas) como via propriedade intelectual (processos proprietários de destilação, micróbios patenteados que convertem substâncias em açúcares, etc). Não importa que os biocombustíveis proporcionem um fraco retorno energético sobre o investimento, ou que eles criem mais problemas fundamentais como o crescimento em curso da procura de energia, esgotamento dos solos férteis, contaminação ou competição entre alimentos e energia. Eles podem fazer muito dinheiro, e é isto o que importa. Em relação à preservação ambiental, qualquer caminho efetivo que leve à redução do consumo de energia não renovável se esbarra com a mesma dificuldade: a diminuição do lucro, o que negaria a essência do livre mercado. Deve-se deixar claro que o livre mercado pode ajudar e inovar alguma coisa para vender (como por exemplo os biocombustíveis) que o ajudará a ―conservar‖, mas o ato real da preservação ambiental mata lucros. Isto, como muito bem diz Jeff Vail, não deve se confundir com a eficiência acrescida ao uso de energia (a qual, como explica a ciência econômica clássica, reduz custos e liberta o consumidor para gastar o dinheiro poupado em consumos alhures, elevando portanto o padrão de vida total - pelo menos quando medido em função do consumo). No trabalho estamos nos referindo à preservação ambiental real, aquela que simplesmente significa: utilizar menos. Isto de fato é um pensamento amaldiçoado para a ciência econômica do livre mercado. A idéia de que poderíamos utilizar menos energia no total, e então investir as poupanças em bens não econômicos tais como tempo de lazer, segurança, saúde, educação etc.; através-da-auto-suficiência é altamente problemática porque ela causa um decréscimo acumulativo no PIB e nos padrões de consumo (tempo de lazer não conta como um ―produto‖). É como um gerente de uma firma dizer: ―Aqui está o meu plano de negócios. Não pretendo vender nada e, quando tudo for dito e feito, as pessoas nos utilizarão menos. Vamos ficar ricos!‖. (Jeff Vail, 2007) É certo que o livre mercado pode proporcionar o serviço de ajudar as pessoas a preservar, mas isto é um bocado como um vírus que mata o seu hospedeiro antes que ele se possa reproduzir.

200

Ao confiar-se no livre mercado como a solução do problema energético num mundo em que a produção fóssil está a ponto de atingir o pico, existirá apenas um resultado garantido: suas soluções jamais nos libertarão da dependência energética ou da escassez de energia. Isto significa ou equivale a dizer que, o livre mercado nunca produzirá uma solução para este problema porque os consumidores dependem de firmas para os produtos que compram e é assim que se ―produz‖ o lucro. Analogamente, o livre mercado nunca terá a motivação econômica para tornar a energia mais barata (no longo prazo) - seria, por definição, comportamento econômico irracional produzir energia de forma tão barata que o valor total do mercado mundial de energia viesse abaixo. Percebe-se que o sucesso dos biocombustíveis dependerá do seu uso obrigatório, das isenções e subsídios do Estado, da taxação aos consumidores, do desconhecimento dos direitos dos trabalhadores e das mil e uma formas de tirar das comunidades rurais o uso real e efetivo de suas terras.

201

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O modelo brasileiro de produção de biocombustiveis: uma alternativa verdadeiramente sustentável para América Latina e África? Prof. Dr. Lazaro Camilo Recompensa Joseph Prof. Dr. Arturo Zabala Zabala Prof. Dr. Benedito Dias Pereira Prof. Dr. Alexandre Magno De Mello Farias. Introdução Os combustíveis vegetais mal chamados “bio” derivam-se de plantas cultivadas com todo um arcabouço pesado de: insumos agrícolas, pesticidas, herbicidas, petróleo e derivados. Os termos “biodiesel”, “bioetanol” e “biocombustível” têm se disseminado no mundo globalizado graças ao marketing publicitário da mídia. Os combustíveis vegetais se obtêm como resultado de processos industriais muito complexos. Aliás, o termo “bio” significa “vida” e merece destaque o comentário de Dominique Guillet (2007)- de que resulta extremamente difícil saber e entender o que faz com que esses combustíveis vegetais levem ou mereçam o prefixo “bio”. Os biocombustíveis, longe de serem “limpos e ambientalmente” corretos, levam no seu processo de produção, as sementes sociais e ecológicas, que acrescentam a concentração fundiária, a tragédia da desnutrição, o deslocamento populacional, o desmatamento, a erosão dos solos, o uso irracional das águas, entre outros. Mesmo assim, as grandes transnacionais petroleiras, aliadas aos grandes grupos alimentares, agroquímicos e produtores de sementes, tentam convencer o mundo globalizado de que a produção dos biocombustíveis poder-se-ia converter em substitutos “quase perfeitos” dos combustíveis fósseis, e que sua produção não constituem nenhuma ameaça à produção dos alimentos. No caso do Brasil (grande defensor do modelo do agronegócio de produzir biocombustíveis), isto pode ser confirmado através das palavras da senhora Dilma Rousef 1 (Chefa da Casa Civil) quando afirmou que “o novo diesel expressará o casamento entre o agronegócio e a indústria do petróleo. É um processo revolucionário”. Sendo assim, o presente trabalho visa analisar os principais impactos da produção de biocombustíveis no Brasil (baseado no modelo do agronegócio) e os possíveis efeitos sociais, econômicos e ambientais, da réplica ou transferência deste modelo para os países da América Latina, África e Ásia.

1

JORNAL FOLHA SÕ PAULO. Novo diesel estimulará agronegócio, http://www1.folha.uol.com.br/folha/dinheiro/ult91u107854.shtml Acesso 12/09/2007.

diz

Dilma.

20/05/2006.

Disponível

In:

206

Para alcançar o objetivo traçado neste trabalho, o mesmo é dividido em três partes: a primeira aborda os principais impactos econômicos, sociais e ambientais da produção de etanol utilizando como matéria prima a cana de açúcar; na segunda parte se descrevem e ponderam os principais impactos da produção de biodiesel destacando-se que o avanço do agronegócio capitalizado e mecanizado sobre a floresta está agravando o efeito estufa no Estado de Mato Grosso, desmistificando-se o famoso ditado dos defensores da produção de biocombustíveis no Brasil, segundo o qual “para satisfazer as necessidades mundiais de etanol e biodiesel. o Brasil não necessita desmatar sua floresta”. Por último, expõem-se, nas considerações finais do trabalho, as principais dificuldades que enfrentaram os diferentes países de América Latina, África e Ásia em relação à “escolha” de que tipo de desenvolvimento eles precisarão: aquele integrado aos grandes interesses do capital e associados a um padrão de desenvolvimento agressivo e destrutivo do meio ambiente ou aquele que realmente gere equidade e preserve o meio ambiente das futuras gerações.

1. O Modelo brasileiro para produzir biocombustíveis (etanol e biodiesel): reflexões acerca da sustentabilidade (econômica, social e ambiental) de reproduzi-lo nos países da América Central e África Iniciaremos este item caracterizando o modelo brasileiro do agronegócio, destacando a seguir suas

peculiaridades:

a)

necessidade

de

grandes

estabelecimentos

agropecuários

e

concentração fundiária; b) utilização intensiva de tecnologias e máquinas em detrimento ao trabalho humano; c) danos ambientais em grande escala; d) utilização de grandes quantidades de água no cultivo irrigado; e) presença de modificações genéticas para melhoria de sementes ou rebanhos; f) concentração de capitais; g) gozo de facilidades de empréstimos de bancos devido à terra, possível de ser dada como garantia de pagamento; h) predominância de relações de trabalho de assalariamento; g) dependência de insumos e equipamentos importados e; h) direcionamento da produção majoritariamente para mercado internacional. A cana-de-açúcar e a soja são as “duas estrelas” para a produção dos biocombustíveis, e juntos como o algodão, o milho, a laranja e a carne bovina constituem os principais produtos do agronegócio brasileiro.

207

1.1. Analisemos os principais impactos da produção de etanol em função do crescimento do agronegócio no Brasil a) Impactos na ocupação territorial e na produção de alimentos O mercado de terras representa um importante componente na expansão de monoculturas com conseqüente pressão sobre a pequena e média propriedade rural. Segundo Guedes (2006), a dinâmica desse mercado é um indicador do vigor das atividades agropecuárias e das transformações na estrutura produtiva e auxilia no entendimento da relação mudança/permanência dos modos de produção de diferentes grupos sociais. Nesse sentido, a expansão da cana-de-açúcar é facilitada por um mercado de terras pouco ordenado jurídica e socialmente, o que acarreta reflexos positivos nos custos de produção, ao mesmo tempo em que concentra a propriedade fundiária e inviabiliza os usos praticados pela agricultura familiar. Assim sendo, como o aumento de produção na agroindústria canavieira está relacionado à expansão do cultivo em novas áreas, isso ocasiona uma reconfiguração do espaço geográfico e uma pressão sobre modos de vida e atividades rurais. (Assis & Zucarelli, 2007). No Brasil, a prática de arrendamento de terras constitui-se como a principal estratégia utilizada pelo setor sucroalcooleiro para a expansão dos plantios e desencadeia uma complexa alteração nos tipos de produção, na disponibilidade de empregos, no fluxo migratório para cidades, na oferta de alimentos e na possibilidade de demarcação de terras para reforma agrária. Na Região Centro Sul do país, os canaviais avançam a passos largos sobre as áreas de grãos, laranja e pastagem, o produtor, analisa essa oportunidade sob dois aspectos: como produtor e fornecedor da usina ou como fornecedor de terra para arrendamentos. As pesquisas de campo, realizadas por Assis & Zucarelli, (2007) constataram a opção pelo arrendamento como a seguir se destacam: Os usineiros não têm interesse na terra. O que querem é a cana plantada e produzida, por isso partem pra o arrendamento e pra produção independente (Entrevista com representante do Sindicato dos Trabalhadores Rurais – Rio Brilhante/MS, 03/12/2006). A gente aqui vai ficando exprimido. Tem gente que pensa diferente, tem sentimento pela terra, aí num arrenda pra cana, mas outros num agüenta e acaba cedendo. Eu tô ficando cercado pela cana (Entrevista com P. pequeno produtor rural – Uberaba/MG, 26/11/2006).

208

Quando aluga pra cana a pessoa vai ficando agredida, cê fica aqui cercado no meio do canavial ou vai pra cidade onde é tudo diferente. O meu pai, por exemplo, ele não tira os 48.000 que a usina não cansa de oferecer, mas a pessoa que toda a vida viveu na terra e na lida com a lavoura sofre de ver sua terra cheia de cana (Entrevista com pequeno produtor rural – Cássia/MG, 24/11/2006). Eu por exemplo tenho 51 anos de idade. Se eu arrendar pra cana por 12 anos quando acabar vou ter 63. Aí eu não consigo mais retomar minha atividade e acabo tendo que renovar (Entrevista com médio produtor rural –Uberaba/MG, 26/11/2006). A destilaria chega, arrenda as terras e já pensa que é dona. Mas ocê acha que alguém vai voltar pra terra depois de 8 a 10 anos? No final acaba tendo que vender ou renovar o arrendamento (Entrevista com comerciante –Iturama/MG, 29/11/2006).

Em São Paulo por exemplo um proprietário de terra recebe, livres entre R$500,00 a R$1.200,00 por hectare para arrendar terra às usinas de cana. (PALMA. M & TORRES. A, 2006). Segundo (Assis & Zucarelli, 2007) nas regiões do Triângulo Mineiro e Oeste Paulista, aprecia-se uma nova configuração espacial onde as pastagens cederam lugar ao plantio de cana. Essa alteração fica evidente quando se analisa que: na primeira o efetivo bovino teve queda de mais de 448 mil cabeças no intervalo entre os anos de 2003-2005 e na segunda 326 mil cabeças para o mesmo período. Argumentam que na região do Triângulo Mineiro, embora as estatísticas oficiais ainda não apontem uma redução na produção de leite, entrevistas realizadas (por esses pesquisadores) em cooperativas da região indicaram uma queda na entrega desse produto. E na região do Oeste Paulista o número de vacas em ordenho foi reduzido em 12,3% provocando uma queda de mais de 34 milhões de litros de leite no período de 2003-2005. É necessário destacar que nessa mesma direção, as estatísticas oficiais entre os anos de 2002 e 2005 refletem um incremento de mais de 11 milhões de cabeças no rebanho bovino da região Norte, fundamentalmente nos estados do Pará, Rondônia, Amazonas e Tocantins, que respectivamente apresentaram aumentos de 48,1%; 41,2%; 33,7% e 14,3%, enquanto no nível nacional o acréscimo foi de 5,9% (IBGE PPM, 2006). Dessa maneira, vislumbra-se uma eminente pressão da produção pecuária sobre os ecossistemas amazônico e de cerrado.(Idem)

209

As informações coletadas no trabalho de campo pelos pesquisadores (Assis & Zucarelli, 2007) apontam aos estados da região Norte como as novas fronteiras de acomodação do gado, como se pode perceber na seguinte descrição: Os tradicionais criadores aqui da região do triângulo estão arrendando ou vendendo as terras pra cana e indo criar gado em Tocantins, Rondônia e Mato Grosso (Entrevista com veterinário da Prefeitura de Iturama/MG, 28/11/2006).

Outro elemento que destacam é o efeito que a expansão dos canaviais tem provocado nas áreas (do Triângulo Mineiro e Oeste Paulista) circunvizinhas a assentamentos da reforma agrária dedicadas à agricultura familiar. Os pequenos produtores relataram que a implantação dos canaviais na região tem encarecido e inviabilizado seus cultivos de hortaliças e frutíferas, uma vez que após a introdução da cana nas propriedades vizinhas foram forçados a utilizar uma série de agrotóxicos para combater as pragas que migram das plantações canavieiras. Esse tipo de ocorrência pode ser ilustrado nas seguintes narrativas (Idem): Quando o pessoal da usina aplica o veneno para acabar com o mato que dá no meio da cana, isso se espalha e acaba com o nosso pasto todo, que já é bem pouco. Aí na hora de tirar o leite é só prejuízo. Tem também os besourinhos que vem de lá das plantações e atacam nossas hortas e árvores de fruta, antes a gente num usava nem um tipo de veneno, agora se num atacar forte no combate num vira uma planta sequer (Entrevista com pequeno produtor rural – Iturama/MG, 28/11/2006). Antigamente num precisava nem dá combate nas nossas lavouras, agora num tem combate que dá jeito nessas pragas da cana. É bisourinho verde, bisouro vaquinha, largata. Come nossa horta toda (Entrevista com assentada rural Iturama/MG, 26/11/2006). No Mato Grosso do Sul a expansão da cana tem se processado sobre áreas dedicadas à produção de soja, milho e gado. Existindo grandes indícios de que fazendas outrora consideradas improdutivas têm sido transformadas em produtivas através de “arrendamentos para o plantio de cana”. A utilização desse tipo de mecanismo pôde ser evidenciada nos seguintes relatos (Idem): Aqui mesmo tem fazenda que era destinada pra reforma agrária e seria um novo assentamento, mas aí veio o arrendamento. Essa é uma estratégia dos usineiros, arrendam as terras de fazendas improdutivas que é uma maneira de jogar um balde de água fria na reforma agrária. É assustador tão ocupando 210

todas as terras da região (Entrevista com liderança do Assentamento Pana – Nova Alvorada do Sul/MS, 04/12/2006). O conflito cana e reforma agrária aqui no município de Rio Brilhante está complicadíssimo. A gente não consegue mais avançar com o processo de reforma agrária. Depois da chegada da cana só tem aumentado o número de acampamentos de beira de estrada (Entrevista com representante do Sindicato dos Trabalhadores Rurais – Rio Brilhante/MS, 03/12/2006). Em Nova Alvorada do Sul tinha 17 áreas que seriam para a reforma agrária. Com o arrendamento pra cana foram consideradas produtivas (Entrevista com representante da Comissão Pastoral da Terra – Dourados/MS, 01/12/2006). Baseando-se nos dados e levantamentos estatísticos publicados pela Comissão Pastoral da Terra – CPT, destacam que no estado do Mato Grosso do Sul os conflitos de terra que são ações de resistência pela posse, uso e propriedade do território cresceram 87,5% entre o período 2003-2005 saltando de 16 para 30 enfrentamentos. Nessa mesma direção, o número de ocupações em imóveis rurais teve um crescimento de 100% passando de 8 ocupações em 2003 para 16 em 2005 (CPT, 2006). Vale ressaltar, que durante o ano de 2004 foram realizadas 24 ocupações, sendo que 15 dessas foram empreendidas em municípios onde são projetados novos plantios canavieiros. Sendo assim, argumentam que: é possível sinalizar que a expansão da cana-de-açúcar em algumas regiões do Mato Grosso do Sul pode acarretar um aumento da tensão e do conflito sobre a propriedade da terra.

b) Impactos no emprego Como vem sendo propagado pelos defensores do modelo brasileiro de produção de etanol a partir da cana, cujo argumento de expansão é a utilização de terras já degradadas, colocam-se várias questões relacionadas com o emprego: a) que tipo de emprego serão criados? b) quantos deles serão destruídos? c) qual o papel da mecanização nesse processo de expansão?, ou seja, é sabido que o emprego de mão de obra no setor sucroalcooleiro abrange as atividades seguintes: produção de mudas, plantio, combate de formigas, conservação de carreadores, operação de máquinas, colheita manual e retirada de sobras, de todas essas atividades a de maior demanda por mão de obra é a colheita manual sendo responsável por mais do 70% do emprego gerado pelo setor. Em um estudo sobre a força de trabalho na agricultura brasileira no período 1990-2000, Balsadi et al. (2002) realizaram o cálculo 2 da quantidade de força de trabalho necessária para 2

Esse cálculo foi feito com base nos dados divulgados pelo Sensor Rural Seade (1996 e 2001).

211

algumas culturas selecionadas. A força de trabalho é medida em Equivalentes-Homens-Ano (EHA), “que correspondem à jornada de trabalho de um homem adulto, por 8 horas, por 200 dias por ano” (BALSADI et al., 2002, p.26). Segundo os resultados, as culturas possuem as seguintes demandas de EHA para cada 100 hectares: algodão: 24,8; amendoim: 10,6; arroz: 14,8; feijão: 14,6; mamona: 28,6; milho: 8,6; soja: 2,6; trigo: 0,9; café: 30,6; cana: 11,8; laranja: 16,5. “No período considerado, apenas seis culturas responderam por cerca de 70% do total da demanda: arroz, café, cana-de-açúcar, feijão, mandioca e milho”. (BALSADI et al., 2002, p.23) Segundo Balsadi (2002), no período 1990-2002 houve um decréscimo de 21,5% na demanda global de mão-de-obra na agricultura brasileira, em decorrência da mecanização das culturas. Os autores ainda ressaltam que pode haver um decréscimo de até 60% na demanda total de mão-de-obra na agricultura se houver uma mecanização de todas as áreas produtoras das principais culturas. Nesse sentido. a mecanização asseveraria os níveis de exploração e desemprego na agroindústria canavieira e se transformaria num grande problema social. Na realidade, o que vem predominando nessa importante atividade econômica brasileira é a lógica do paradigma da adequação tecnológica que se traduz em: progresso técnico agrícola/industrial, redução de emprego, precarização do trabalho e desrespeito à legislação brasileira.

c) Impactos sobre a infra-estrutura urbana Em franco desenvolvimento no segmento e escassez de mão-de-obra especializada, Mato Grosso do Sul assiste à explosão de projetos de construção de novas usinas de açúcar e álcool no país. Serão pelo menos 15 até 2010, prevê o governo, o que tende a elevar a área de cana no Estado de 150 mil para 600 mil hectares. O boom é impulsionado por forasteiros e produtores locais decepcionados com os mercados de grãos e carne bovina. Segundo Assis & Zucarelli, (2007) a chegada da agroindústria canavieira em pequenos e médios municípios tem alterado toda a dinâmica urbana e criado novas demandas por serviços públicos, tais como saúde, segurança, educação, abastecimento de água, tratamento de esgoto, saneamento básico, habitação, dentre outros. O fluxo de trabalhadores atraídos por esses empreendimentos pressiona a infra-estrutura existente, ao mesmo tempo em que exige maiores investimentos por parte dos governos municipais. A pesquisa de campo realizada por esses autores pôde constatar, nos municípios canavieiros percorridos, que os moradores associam a instalação das usinas à piora na qualidade dos serviços públicos, bem como ao aumento da criminalidade e da prostituição:

212

A usina traz os trabalhadores durante a safra, aí aumenta roubo, assassinato, prostituição. Depois os que vêm pra cá e gostam trazem família e a coisa piora ainda mais (Entrevista com comerciante – Iturama/MG, 28/11/2006). Em Ipezal cê vê mais homem que qualquer outra coisa. Lá antes era uma vidinha pacata, agora parece um formigueiro. Do dia 1º ao dia 10 você precisa ver a quantidade de mulher que desce pra lá. É uma prostituição só. Essa cana é uma coisa que não traz desenvolvimento pro local, isso na verdade é um fracasso pra gente (Entrevista com assentado rural – Nova Alvorada do Sul/MS, 04/12/2006). Outra questão que sempre se escuta é que coma vinda dos nordestinos aumenta a prostituição. Aí quando começa a safra você já vê a mulherada chegando e se espalhando pela rua afora (Entrevista com Irmã T. liderança religiosa – Rio Brilhante/MS, 03/12/2006). Eu venho sempre pra cá no final do mês quando sai o dinheiro do pessoal [trabalhadores do corte de cana]. Lá onde eu moro não tem nenhuma opção, aí me restou a vida nos programas (Entrevista com garota de programa – Iturama/MG, 28/11/2006).

Ao mesmo tempo verificaram uma pressão sobre a infra-estrutura de habitação com conseqüente inchaço das áreas de periferia. No município de Uberaba/MG algumas localidades periféricas tiveram um aumento considerável da população residente, em virtude da acomodação de migrantes cortadores de cana que optam por não retornarem às suas cidades de origem, exemplo disso, são os bairros de Jardim Uberaba, Valim de Melo e Jardim Alvorada. A permanência dos trabalhadores nas cidades canavieiras e a posterior vinda de seus familiares, como visto no bairro Jardim Alvorada, onde a maioria dos barracos é ocupada por maranhenses, que ocasionam uma forte demanda por serviços básicos como saúde, educação, coleta de lixo e segurança. Ademais, como na entressafra o contingente de mão-de-obra empregada é bem menor, muitos trabalhadores que não retornam para suas localidades permanecem desempregados até o início da próxima safra3. O período da safra foi identificado como sendo o momento de maior pressão sobre os equipamentos de infra-estrutura municipal. Durante esses meses aumentam o número de habitantes, os atendimentos em hospitais, o volume de lixo produzido, a quantidade de água 3

Essa mesma situação foi encontrada pelos citados pesquisadores nos municípios de Nova Alvorada do Sul e Rio Brilhante no Sudeste de Mato Grosso do Sul.

213

utilizada, dentre outras demandas. Essas modificações têm interferência em toda dinâmica urbana e exigem um rearranjo na rotina dos moradores outrora acostumados com ambientes pacatos e tranqüilos. Do mesmo modo, requerem uma resposta dos executivos municipais que são forçados a aumentarem a capacidade de investimento em decorrência dos problemas ocasionados pela agroindústria canavieira. Os reflexos disso podem ser ilustrados pela declaração de um secretário municipal: Na época da safra temos uma grande pressão sobre os equipamentos de infraestrutura. Para se ter uma idéia, nossa média de lixo aqui no município é de 700 gramas/dia/habitante, quando chega o período de safra isso dá um salto para mais de 1200. Já tivemos inclusive que ampliar nosso aterro sanitário (Entrevista com representante da Secretaria de Agricultura Pecuária e Meio Ambiente – Iturama/ MG, 28/11/2006).

A deterioração das rodovias e estradas rurais é outro problema associado à atuação da agroindústria canavieira. O peso excessivo transportado pelos caminhões que realizam o percurso campo-usina reduz os custos de produção, ao mesmo tempo em que arruínam a malha asfáltica e as vias que fazem a ligação entre comunidades rurais.

d) Impactos ambientais da produção de etanol a partir da cana de açúcar Os principais problemas ambientais ocasionados pela produção canavieira estão associados à: destruição de áreas com vegetação nativa, contaminação de solos, nascentes e rios, poluição da atmosfera pela queima de canaviais, destruição da biodiversidade, dentre outros mais. Os problemas ambientais mais visíveis são as queimadas em canaviais, que acontecem em aproximadamente 80% das áreas plantadas. A utilização dessa técnica reduz cerca de 80 a 90% o volume de palha da cana, ao mesmo tempo em que facilita o corte manual, diminui os custos de transporte e compensa perdas de até 20% na safra. A queima da cana-de-açúcar lança na atmosfera 64,8 milhões de toneladas de gás carbônico por ano. Parte desses gases é reabsorvida pelos canaviais nos processos de fotossíntese e o restante polui a atmosfera, contribuindo para o chamado “efeito estufa”. Já o ozônio não se dispersa com facilidade, prejudicando o sistema respiratório dos seres vivos e o crescimento das plantas. Pesquisa realizada desde 1988 pelo Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais, INPE, na região de Ribeirão Preto, mostra que a concentração atinge níveis inadequados (acima de 80 partes por bilhão por volume de ar) nas épocas de queimadas. Os especialistas afirmam que as 214

conclusões dessa pesquisa podem ser extrapoladas para outras áreas canavieiras (Szmrecsányi, 1994; Urquiaga et al., 1998). As conseqüências para o agroecossistemas são também nefastas; além de destruir a microbiota, as queimadas diminuem a umidade e a porosidade dos solos, aumentando a compactação e, conseqüentemente, a erosão. A lixiviação carrega grandes quantidades de nutrientes, mas a combustão também contribui para esta perda; um canavial em chamas “exporta” 30-60 kg de nitrogênio e 15-25 kg de enxofre por hectare. Esses nutrientes retornam ao solo, mas na forma de chuva ácida nociva aos vegetais. Considerando-se os cerca de 3,5 milhões de hectares plantados com cana-de-açúcar, estima-se que, anualmente, 150 mil toneladas de nitrogênio são perdidos pela combustão (Szmrecsányi, 1994; Urquiaga et al., 1998). Desconhece-se a quantidade de fuligem que é lançada todos os anos na atmosfera, todavia se sabe que, além de sujar as cidades, estas partículas contém substâncias cancerígenas. Os estudos são ainda incipientes, mas já foi constatada a presença de 40 hidrocarbonetos policíclicos aromáticos, compostos orgânicos com efeitos mutagênicas e carcinogênicas. Dentre esses, 16 compostos são considerados contaminastes ambientais prioritários pela agência de proteção ambiental norte-americana, US-EPA (Bohm, 1998; Silva e Froes, 1998). As internações por problemas respiratórios aumentam consideravelmente durante a “safra” da fuligem. Os quadros mais típicos variam entre uma simples inflamação das vias respiratórias até uma infecção crônica. Alguns casos evoluem até a neoplasia, ou câncer. Já o monóxido de carbono emitido pelas queimadas é bem menos prejudicial.

Ao se ligar a

hemoglobina do sangue este gás impede a troca de oxigênio por dióxido de carbono provocando uma “asfixia celular sistêmica”. Intoxicações graves podem ocorrer com indivíduos que permanecem em locais muito próximos aos canaviais em chamas. Esta intoxicação não é cumulativa, isto é, ao cessar a exposição o organismo livra-se do gás e a oxigenação celular normaliza-se (Bohm, 1998). Entretanto, áreas de reserva legal ilhadas em canaviais, animais da fauna nacional e populações circunvizinhas aos plantios em geral arcam com todo o ônus socioambiental resultante dessa prática4.

4

MATTOS & FERETTI FILHO, (2000) destacam os efeitos negativos das queimadas sobre os microorganismos presentes no solo, bem como as ameaças às zonas remanescentes de vegetação nativa. Além disso, as queimadas em regiões de canaviais ocasionam maior consumo de água, como confirmam dados do Departamento de Água e Esgoto de Ribeirão Preto, onde ocorre um

215

Evidências desse tipo de ocorrência foram captadas durante a pesquisa realizada por Assis & Zucarelli, (2007) e podem ser percebidas nos seguintes fragmentos: A usina queima a cana ou no começo da noite ou quase amanhecendo, lá pelas cinco horas. Vem muita sujeira com a queima da cana. Eles queimam em círculo, aí os bichos ficam lá no meio. Morre tudo os coitadinho. Antes tinha capivara, daí deu de aparecer muitas mortas, queimada. Agora ocê não vê mais nenhuma. Arara vermelha ocê não vê mais. Ocê vê, de vez em quando, umas azuis, mas tá tudo sumindo (Entrevista com assentada rural/ Assentamento Água Vermelha - Iturama/MG, 26/112006). Os animais silvestres estão fugindo para as cidades, todos com marcas de queimaduras. É arara, maritaca, curicaca, siriema, lobo guará, cutia, capivara e até cervo do pantanal tem aparecido aí com marcas de queimadura (Entrevista com representante de ONG local -Castilho/SP, 29/11/2006). Aqui cê tem reserva legal que tá mergulhada no meio do canavial. Aí cada queimada que acontece vai um pedaço da área que devia ser protegida. Cê num vê um passarim nessas áreas de cana é um espaço intocável que envenena (Entrevista com representante do Sindicato dos Trabalhadores Rurais – Rio Brilhante/MS, 01/12/2006)

Em Nova Alvorada do Sul/MS os canaviais estão a menos de 20 metros das casas localizadas na periferia da cidade. Na visão dos moradores desses bairros o período das queimadas representa graves problemas que se traduzem em fuligem, fumaça, perigo de incêndio, aumento de doenças respiratórias, aumento do calor e maior consumo de água. Do mesmo modo, essas dificuldades foram narradas por habitantes de cidades canavieiras que estão a mais de 30 quilômetros de distância das áreas de plantio. Assim sendo, percebe-se que as queimadas, além de representarem graves impactos ambientais, têm sido a causa de vários problemas ocasionados à população dos municípios circunvizinhos às regiões canavieiras. Segundo Assis & Zucarelli (2007) a ocorrência de desmates ilegais em áreas de novos plantios foi outro problema relatado durante o trabalho de campo. Para a maioria dos entrevistados, o arrendamento de terras tem provocado o aumento dos desmatamentos, uma vez que fragmentos de matas presentes nas propriedades são derrubados para dar lugar à

aumento de 50% dos níveis de utilização durante a época da safra, tendo em vista que os habitantes são forçados a limparem várias vezes os quintais, calçadas e roupas que se sujam em virtude da fuligem dispersa na atmosfera.

216

homogeneização dos canaviais. Em vários municípios foram coletadas informações que indicam a prática de desmate ilegal e a supressão de matas ciliares: A usina chega e acaba com tudo. De dia tá lá a Aroeira, o Buritizeiro e aqueles pedaços de mata. Aí vem o preparo da terra. De noite tá tudo derrubado e enterrado (Entrevista com P. pequeno produtor rural – Uberaba/MG, 26/11/2006). As árvores que ficavam aí no meio das pastagens derrubaram tudo. Esses capãozinhos que tinham aí, esses amontoado de árvore, já acabaram todos. De dia preparam a terra e de noite enterram as árvores (Entrevista com assentado rural – Nova Alvorada do Sul/MS, 0412/2006). Aqui mudou muita coisa, mudou as estradas, tirou as matas, não tem mais cerca. Anoitece eles [trabalhadores da usina] ainda tão preparando a terra, amanhece já não tem mais árvore, tá tudo enterrado. Aqueles troncos cumpridos de aroeira, eles abrem um buraco grande, um valão de 3 a 5 metros de fundura e enterram tudo. Dá dó. Os troncos grandes demais eles põe no caminhão e some com aquilo. Se for um pequeno a polícia multa na hora, mas, os grandes ninguém vê (Entrevista com comerciante local - Rio Brilhante/MS, 03/12/2006).

Percebe-se que a expansão da produção canavieira às novas zonas plantios traz consigo que o preparo da terra seja seguido de derrubada das árvores, que são enterradas para obscurecer e dificultar a fiscalização dos órgãos ambientais. A esse rol de impactos ambientais se junta a intensa utilização de agrotóxicos, que associados aos desmates ilegais de matas ciliares têm contribuído para a contaminação de rios e córregos. A partir dos trechos transcritos das entrevistas de campo realizadas por Assis & Zucarelli (2007), pode-se notar que os moradores rurais relacionam a ocorrência desses problemas à introdução dos plantios de cana, bem como focalizam uma diminuição no volume e na disponibilidade de água: Avião que passa jogando veneno contamina tudo, a água, o milho e outros cultivos aí. Hoje em dia tem muita gente morrendo de câncer. Antigamente, o povo todo da roça vivia mais de 90 anos. [...] Nossas nascentes tão sumindo e os peixes morrendo por causa desses venenos que jogam na cana e escorre pros córregos (Entrevista com B. pequeno produtor rural - Uberaba/MG, 26/11/2006).

217

Quando dá deles [usinas] molhar as cana, o córrego aí chega quase a secar. Num dá nem pra gente dá o de beber pras criação (Entrevista com assentada rural – Assentamento Água Vermelha - Iturama/MG, 26/11/2006). Tem 30 anos que eu moro aqui. Nóis andava a pé. Fomos criado dentro daqueles córregos. Agora que a cana chegou tá acabando tudo, os córregos tão secando tudo. Nem peixe tem mais (Entrevista com morador da zona rural Itapura/SP, 29/11/2006).

Segundo Jose Maria Ferradaz, pesquisador da Embrapa, não é de se espantar que em torno dos agrotóxicos se desenvolvam as mais acesas polêmicas, quando se trata da relação entre agricultura e meio ambiente. Em primeiro lugar, a magnitude dos interesses em jogo é gigantesca. Os gastos mundiais neste segmento passaram de US$ 20 bilhões em 1983 para US$ 34,1 bilhões em 1998. Só no Brasil, entre 1970/71 e 2002/03, o consumo de agrotóxicos aumentou 439%, enquanto a produção agrovegetal cresceu em 326%. Mas foi na última década do século que o consumo disparou. (Ver Figura 1). Figura 1. Produção agrícola e consumo de fertilizantes no Brasil no período de 1970/71 a 2002/03.

Segundo Lopes, Guilherme e Silva (2003) a não correspondência entre o aumento do consumo do fertilizante e o aumento da produção agrovegetal no Brasil se devem em primeiro lugar ao processo intensificado de abertura dos solos de cerrado no Brasil, os quais, normalmente, levam 4 a 5 anos para serem corrigidos, antes de passarem a responder em níveis adequados de produtividade e em segundo lugar à necessidade de uma aplicação maior 218

de adubos para a recuperação de áreas marginais do cerrado as quais apresentam baixa fertilidade natural mas bom potencial produtivo. Sendo que no ano de 2002 as culturas que mais se destacam no consumo de agrotóxicos foram: a cana-de-açúcar e a soja com 0,195 e 0,138 toneladas por hectare respectivamente. Nessas lavouras, o volume aplicado por hectare é relativamente baixo, mas o consumo global é extremamente elevado. O que chama a atenção nestas informações é que, embora haja certa unanimidade na constatação de que já é possível reduzir drasticamente ou mesmo eliminar o uso de agrotóxicos sem prejudicar a produtividade das lavouras, o consumo não cessa de aumentar. Ajuda a explicar o aumento do consumo, o fato de que a intensificação dos agrotóxicos não reduz significativamente a incidência de pragas e de doenças. Ao contrário, entre 1958 e 1976 as principais culturas brasileiras passaram a conviver com 400 novas espécies de pragas5. Dentre as principais causas para essa multiplicação destaca-se a nocividade dos agrotóxicos

aos

inimigos

naturais

das

pragas,

o

que

provoca

desequilíbrios

nos

agroecossistemas, e a resistência que as pragas desenvolvem em relação a esses produtos (Paschoal, 1979). Não se pode desprezar também o fato de as empresas produtoras de agrotóxicos disporem de eficientes estratégias de marketing, veiculadas pelos meios de comunicação ou por vendedores bem treinados. Estas estratégias atingem um contingente de agricultores muito superior ao alcançado pelos órgãos públicos responsáveis pela extensão rural e pelas organizações não governamentais que atuam nessa área. Além dos desequilíbrios ecológicos, desde os anos 70, tornaram-se muito mais freqüentes os casos de contaminação dos recursos hídricos, dos solos, dos trabalhadores rurais e das cadeias alimentares, incluindo o próprio homem (Shiki, 1984; Rüegg et al., 1986). Há estudos como o Relatório das Águas no Brasil de 2003-2004 que revelou que nos últimos dez anos a contaminação das águas de rios, lagos e lagoas tem se quintuplicado. Sendo a principal fonte de contaminação, o despejo de material tóxico proveniente das atividades agroindustriais e industriais, responsáveis por 90% do consumo das águas, devolvem-na à natureza completamente contaminada. No caso das indústrias, o agravante está na falta de controle ambiental quanto a geração, tratamento e destinação final de resíduos gerados no processo produtivo, normalmente acumulados nas margens de cursos de água.

5

Fenômeno similar ao ocorrido nos E.U.A. onde, em 1946, havia apenas 10 espécies de insetos e carrapatos resistentes aos produtos organo-minerais. Em 1969, a resistência foi confirmada em 224 espécies de insetos e ácaros (Paschoal, 1979). Hoje, cerca de 440 insetos e 70 fungos são resistentes aos agrotóxicos (NRC, 1989).

219

Segundo o pesquisador da Embrapa Meio Ambiente, José Maria Ferraz 6 , a cana de açúcar é grande consumidora de água, os gastos de água embutidos tanto na produção de cana quanto na do próprio etanol - na produção de um litro de álcool gastam-se 13 litros de água, e ainda sobram 12 litros de vinhoto, Parte desse subproduto é, acertadamente, aproveitada como fertilizante nas lavouras da cana-de-açúcar. Todavia, se aplicado em excesso, pode provocar a salinização dos solos, devido aos elevados teores de sódio e potássio, e a contaminação dos recursos hídricos, provocando a morte de peixes e de outros animais silvestres, e o desequilíbrio da microbiota do solo (Shirota e Rocha, 1998). Sendo assim, quando se analisa o preço de venda do etanol não se contabiliza esse gasto do consumo de água, o que, do ponto de vista econômico, é uma grande desvantagem para o produtor, uma vez que a água está se tornando um bem altamente valorizado e ao exportar o produto, o Brasil indiretamente estará incrementando sua política de exportação de água. Obviamente, perante essas constatações deve-se convir com Assis & Zucarelli (2007) que o atual modelo de produção empregado pela agroindústria canavieira não coroa princípios mínimos de sustentabilidade ambiental e/ou social. Nesse sentido, é inaceitável que a produção de uma energia tida como limpa acarrete os inúmeros danos e impactos socioambientais como os anteriormente mencionados. A esse respeito, há que se ter em mente a complexidade dos processos envolvidos na geração dessa energia e não somente seu menor teor de poluição do ambiente, sobretudo, quando avaliamos os graves problemas envolvidos na produção deste insumo, tais como: emprego de monoculturas, deslocamento de populações rurais, pressão sobre a produção de alimentos, reconfiguração do espaço rural, destruição da vegetação nativa, contaminação de solos, rios e nascentes, poluição atmosférica, enfermidades respiratórias, mortes por excesso de trabalho e outros mais.

2. Analisemos os principais impactos da produção de biodiesel em função do crescimento do agronegócio no Brasil Ao ser lançado, O Programa Nacional do Biodiesel previa-se a participação de 100 mil famílias até o final de 2006, para isto foi assinado o Decreto n° 5.457/05 que criou o certificado de “Combustível Social” e definiu níveis diferenciados de incentivos fiscais até a completa desoneração, de forma a estimular a inclusão social e a participação da agricultura familiar na cadeia produtiva. Para as regiões Norte e Nordeste, a redução de algumas alíquotas pode 6

Ver. Verena Glass. Diante da fome e da escassez de água potável, o que significa plantar energia In: Carta Maior. Disponível In: http://www.cartamaior.com.br/templates/materiaMostrar.cfm?materia_id=13631&editoria_id=3 Acessado 03/08/2007.

220

chegar a 100% se a oleaginosa utilizada for a palma ou a mamona plantadas por agricultores familiares e de 31% caso sejam provenientes de agricultura intensiva. Já para as demais regiões, o desconto é de 68% para qualquer oleaginosa adquirida da agricultura familiar. Esse Decreto estabelece ainda que para o produtor de biodiesel obter o “Selo Combustível Social” será necessário comprovar a aquisição de percentuais mínimos de matéria-prima da agricultura familiar, instituir regras de compra da produção com preços préfixados e assumir algumas prestações de serviços tal como a assistência técnica aos agricultores. É somente de posse do “Selo Combustível Social” ou de um projeto para sua obtenção que os empreendedores podem concorrer aos leilões públicos de compra do biodiesel organizados pela Agência Nacional do Petróleo. Segundo a Brasil Ecodiessel, sem esses incentivos nenhum empresário “em sã consciência” compraria o produto de agricultores familiares do Norte ou Nordeste. “Essas vantagens são absolutamente essenciais porque, na ausência delas, nenhum empresário em sã consciência hesitaria um segundo entre usar dez tratores no Sul ou no Centro Oeste para produzir óleo de soja ou fazer contratos de meação com mil famílias de assentados no Nordeste para produzir igual volume

de

óleo

de

mamona”.

Brasil

Ecodiesel,

extraído

de

www.brailecodiesel.com.br

Segundo Schlesinger (2006), a frase deixa bem claro que se as vantagens passarem a valer também para a soja, a agricultura familiar será deixada de lado ameaçando o aspecto social do Programa Nacional do Biodiesel. Na realidade, o que se percebe é uma concentração dos empreendimentos na região Centro-Sul do país, concentração que impede a existência de uma diversificação de cultivos, haja vistas as especificidades naturais encontradas em cada região do país. Nota-se que os incentivos fiscais diferenciados para as regiões Norte e Nordeste não estão atraindo os investidores, uma vez que somente 6 das 23 usinas de biodiesel autorizadas pela ANP foram instaladas nestas regiões (Ver Figura. 2 e Tabela 1 ). Nesse sentido, a possibilidade de utilização da produção de soja, com preços em queda no mercado internacional, tem se mostrado mais vantajosa e isso contribui para a formação de um mercado de grande escala alicerçado na sojicultura. (Asis & Zucarelli, 2007).

221

Figura 2. Mapa das Unidades de Biodiesel no Brasil.

Tabela 1. Unidades de Biodiesel no Brasil. REGIÃO

EM AUTORIZADAS CONSTRUÇÃO PELA ANP OU PROJETADAS 01 02 22 04 16 07

Norte Nordeste CentroOeste Sudeste Sul TOTAL Fonte: ANP, Nacionais

22 14 75 MDA, SIAM e

07 03 23 Jornais

Das 23 usinas que se credenciaram nos leilões da ANP para produzir biodiesel até o final de 2007, 12 têm a soja como única matéria-prima e outras 8 utilizam este grão mesclado à outras oleaginosas. Assim temos um total de 20 empreendimentos dedicados à fabricação desse biocombustível através da soja, o que representa quase 87% das unidades autorizadas pela ANP713. Mesmo as usinas projetadas para a região Nordeste que tinham previsão de utilizar outras oleaginosas, já passaram a fazer uso da soja, a exemplo da Brasil Ecodiesel que hoje apresenta os seguintes índices de matéria prima empregada na produção: 97,2% de óleo de soja; 2,1% de mamona e 0,7% de algodão (FOLHA DE SÃO PAULO, 2006). A consolidação da soja como matéria-prima principal para a elaboração do biodiesel traz consigo um conjunto de impactos que a seguir se descrevem:

a) Impactos na ocupação territorial e na produção de alimentos Significa a aplicação de um modelo de produção que favorece a uma elite rural que já acumula inúmeras vantagens, recebidas dos governos federais, estaduais e municipais, sendo uma delas a facilidade de aquisição de terras públicas responsável pela criação de imensos latifúndios na Região Centro Oeste, que explica em grande parte a origem da concentração de terras e da riqueza.

7

Os cálculos foram elaborados por Assis & Zucarelli (2007) baseados em dados sobre as fontes oleaginosas utilizadas nas unidades produtoras de biodiesel, que estão disponíveis nos sites da ANP, MDA e das próprias empresas.

222

O estado de Mato Grosso (grande produtor de soja ) é um reflexo do anteriormente dito. No período de 1985-1995/06 foram incorporadas aproximadamente 50% de novas áreas dedicadas à produção agropecuária. Sendo que no ano de 1985 o número de estabelecimentos com menos de 50 hectares “dedicados à atividade agropecuária” representavam 61% do total dos estabelecimentos do Estado já no ano de 1995/96 equivaliam a 41% refletindo uma diminuição do 20% (Ver Tabela 2). Enquanto que nesse mesmo período o número de estabelecimentos com mais de 5000 e 10000 mil hectares e que representavam o 2% do total dos estabelecimentos do Estado cresceram em 66% e 17% respectivamente (Idem ). Por outro lado, em relação à área ocupada entre 1985 e 1995/96, os estabelecimentos menores de 50 hectares apenas ocupavam 1% do total das terras do estado, enquanto os estabelecimentos maiores de 10.000 hectares ocupavam 52% e 41% respectivamente. (Idem) O exposto anteriormente revela o processo de concentração da terra, com grandes latifúndios que retêm a maior parcela da terra e representam ao mesmo tempo um número bem reduzido de grandes proprietários que por sua vez são os que detêm a maior parte da riqueza produzida no Estado.

Tabela 2. Número e área de estabelecimentos rurais segundo estratos em Mato Grosso, período de 1985 e1995-96.

Fonte: Almeida Paula Luciana. Distribuição e Concentração da Posse de Terras no Estado de Mato Grosso - uma análise dos censos de 1985 e de 1995-1996, segundo as mesorregiões geográficas. 2007. Trabalho não publicado.

223

Deve-se destacar que no Estado de Mato Grosso, na atualidade, duas das principais microrregiões produtoras de soja Alto Teles Pies e Pareceis no período analisado apresentaram um elevadíssimo nível de concentração de terras medido pelo Índice de Gini8. (Ver Tabela 3) Tabela 3. Índice de Gini nas microrregiões Alto Teles Pires e Parecis em Mato Grosso. Microrregião

Municípios

Área Media

Área Media

Índice de

Índice de

1985

1995/96

Gini 1985

Gini 1995/96

Alto Teles Pires

5

1931,44

923,13

0,907

0,938

Parecis

3

3024,71

1945,62

0,855

0,893

Fonte: (Idem)

O cultivo de soja no Brasil e no mundo aumentou vertiginosamente a partir dos anos 1990, estimulado pelo aumento do consumo de seu farelo por animais criados em confinamento, sobretudo frangos e porcos. Este foi o motivo que impulsionou o cultivo da soja e fez do Brasil o segundo maior produtor e exportador mundial 9 do produto, atrás apenas dos Estados Unidos. O processo de esmagamento do grão transforma cerca de 80% do volume da soja em farelo e o restante em óleo de soja bruto. Este último, uma vez refinado, é muito utilizado pela maioria da população brasileira para cozinhar, faz-se gordura hidrogenada, margarina, lecitina de soja, tintas, cosméticos, produtos farmacêuticos e medicinais, entre outros. A produção de biodiesel é o mais recente destino comercial; o interesse que hoje recai sobre o farelo de soja pode se inverter, a partir da entrada desta oleaginosa no mercado do biodiesel: o óleo bruto da soja, atualmente um subproduto, passará a valer mais, podendo até mesmo ser mais lucrativo do que o farelo. Por atrás deste programa de biodiesel do Brasil está embutida a idéia de fazer com a soja o que já é feito com a cana-de-açúcar, ou seja, através de uma mesma matéria-prima cultivada em latifúndios produzir uma gama diversificada de mercadorias podendo obter maiores lucros dependendo da demanda de mercado. Isso pode ser evidenciado no pronunciamento do presidente Luís Inácio Lula da Silva durante a inauguração de obras no Mato Grosso:

8

Mede o nível de concentração, o valor do índice varia de 0 a 1 sendo que quanto mais perto de 1 maior o grau de concentração. Um em cada três quilos de soja comercializada no mercado internacional é brasileira. A produção nacional aumentou quatro vezes, saltando de 12,1 milhões de toneladas em 1976/1977 para mais de 50 milhões de toneladas a partir da safra 2004/2005, segundo a Companhia Nacional de Abastecimento (Conab). 9

224

[...] para os produtores de soja vai ser uma colher de chá extraordinária, porque a soja tem o preço controlado pelo mercado internacional, às vezes aumenta, às vezes cai. Na hora em que a gente introduzir a soja no óleo diesel, o que vai acontecer? Na hora em que o preço lá fora estiver pequeno, a gente produz mais biodiesel, na hora em que o preço lá fora estiver bom, a gente vende por um preço melhor e a gente vai garantir, numa regulagem de mercado, como a gente regula hoje o álcool e o açúcar (PRESIDÊNCIA DA REPÚBLICA, 2006).

Portanto a preocupação é que o incentivo à produção de biocombustíveis estimule a ampliação do cultivo de soja nas mesmas condições verificadas nos últimos anos, ou seja, a partir da expulsão de pequenos agricultores, trabalhadores do campo e povos indígenas; da violação dos direitos humanos e trabalhistas; da destruição ambiental; da concentração da terra e da renda.

b) Impactos no emprego Segundo o trabalho de Balsadi (2002) a soja é a segunda cultura que menos necessita de braços para que seja produzida. Por outro lado, é a cultura com maior área plantada, correspondendo a 28,4% da área total e responsável pela absorção de somente 5,8% da mão de obra na produção agrícola no ano da pesquisa. A região centro-oeste, apesar de ser uma das maiores produtoras de grãos do Brasil é a que menos demandava trabalho humano em 2000, isso porque as principais culturas desta região “apresentam sistemas de produção baseados em grandes propriedades, com elevadíssimos níveis de mecanização das operações de cultivo” (BALSADI et al., 2002, p.26). O(s) autor(es) ressaltam que a mecanização se deve principalmente ao caráter competitivo da agricultura, visando maior produtividade e que o processo de mecanização exige um novo perfil do trabalhador rural, pois a operação das máquinas agrícolas exige cada vez mais preparação dos operadores.

c) Impactos ambientais da produção de biodiesel a partir da soja As áreas de expansão do cultivo, como já foi dito anteriormente, se concentram na Amazônia e no Cerrado, dois dos biomas mais ricos em biodiversidade do planeta. Suas florestas, suas águas, seus animais, seus povos tradicionais e sua cultura estão sendo impactados pela soja.

225

Douglas Morton (2006), especialista em sensoriamento remoto da Universidade de Maryland, publicou um estudo na revista da Academia Nacional de Ciências dos EUA (www.pnas.org), na qual derruba dois argumentos comuns dos defensores do programa do biodiesel à base de soja com o intuito de dissociar a atividade da fama de vilã da floresta. O primeiro é que a soja só faz ocupar áreas previamente desmatadas para pastagem e abandonadas pelos pecuaristas -os dados mostram que isso acontece, sim, mas não é suficiente para explicar toda a dinâmica do desflorestamento. O segundo é o de que as variações do preço do grão só se refletirão nas taxas de desmatamento dois ou três anos adiante, porque a conversão de floresta para lavoura leva tempo. O trabalho demonstrou que mais do 90% das aberturas para agricultura foram plantadas no primeiro ano após o desmatamento. (Folha de São Paulo, 05/09/ 2006) Cruzando imagens de satélite com levantamentos em campo, Morton estimou em 5.400 quilômetros quadrados o total de floresta convertida diretamente para grãos em Mato Grosso de 2001 a 2004. No ano de 2003, quando o preço da soja no mercado internacional atingiu seu pico, a conversão direta para lavoura representou quase um quarto de tudo o que se desmatou no Estado campeão da devastação da Amazônia. (Ver Figura 3 e 4). Para quem gosta de números, é quase um Distrito Federal onde a soja substituiu a floresta diretamente -sem contar o efeito conhecido do grão de "empurrar" a fronteira agrícola indiretamente, estimulando a pecuária a ocupar novas áreas. Nesse período, Mato Grosso desmatou 38 mil quilômetros quadrados, ou 3,5 Jamaicas, 40% de tudo o que se perdeu de floresta na Amazônia.(Idem)

226

Figura 3. O efeito da soja no desmatamento em Mato Grosso, de 2001-2004.

Figura 4. Mapa das áreas criticas do desmatamento na Amazônia Mato-grossense.

Fonte: PNAS

Fonte: IMAZON

Fonte:

Ou seja, através do trabalho de Morton (2006) consegue-se diferençar desmatamentos para pasto e para lavoura, verificando-se que as áreas dedicadas ao plantio da soja eram duas vezes {

maior

que

as

abertas

para

pecuária

38097 23463  339 hectares contra  143 hectares em media} o que demonstra que existe 5770  5463 16370

uma forte correlação do preço da soja com a taxa anual de desmatamento (Idem). O estudo destaca uma queda de 12% na conversão de floresta para pasto, enquanto a de floresta para lavoura cresceu 10% no período. Durante o período de 2001-2004 Morton acompanhou as emissões de carbono após o desmate, chegando à seguinte conclusão: o avanço do agronegócio capitalizado e mecanizado sobre a floresta está agravando o efeito estufa. Mostrando que no caso da conversão da floresta para produzir grãos, as emissões acontecem todas de uma vez -já que a lavoura mecanizada não admite "sujeira" e o seqüestro de carbono por rebrota é zero. Trata-se segundo o autor de uma redução completa da biomassa em no máximo quatro anos. (Idem) Isto de fato desmistifica aquela idéia que até então os cientistas compartilhavam em relação às emissões de carbono, acreditava-se que as mesmas eram emitidas mais lentamente, 227

pela decomposição de tocos e raízes numa área desmatada e que parte dele voltasse ao solo por rebrota de parte da floresta em áreas transformadas para pasto. Segundo Schlesinger (2006), um dos fatores de estímulo ao agronegócio no Brasil – que agora ganha novo impulso com a finalidade de produzir biodiesel – é “a disponibilidade” de água doce no país, um produto caro e em extinção nas nações desenvolvidas incluída a China 10 onde os rios e lençóis freáticos estão tão contaminados que não permitem mais o crescimento da agricultura local. Mas o mau uso dos recursos hídricos nas plantações de soja, etc. põe em risco o abastecimento futuro de água também no Brasil, especialmente por causa da expansão da monocultura. A Organização das Nações Unidas (ONU), destacou que para o ano de 2025, um em cada três países do mundo terá seu desenvolvimento freado pela falta de água. Sendo assim o Brasil precisa se cuidar, pois tem um dos maiores índices de desperdício 11 do mundo. Para se ter uma idéia do volume de água exportado indiretamente analisemos as exportações brasileiras de soja à China. O gigante asiático comprou 18 milhões de toneladas de soja em 2004, não apenas do Brasil. Para que toda essa quantidade fosse colhida, os países produtores gastaram em suas plantações cerca de 45 km3 de água doce12. Assim, indiretamente, a China “comprou” essa quantidade de água embutida na soja. (Ver figura 5)

Figura 5. Exportação Virtual de água através da cultura da soja.

Fonte: Vânia Rodrigues. Água virtual: a água que consumimos sem ver. In: www.aesabesp.com.br/artigos_agua_virtual.htm. Acesso 4/09/2007.

10

Principal país importador mundial de soja, seguido da União Européia e do Japão. Entre 1994 e 2005, sua demanda de farelo cresceu mais de 15% ao ano. 11 Em Israel são empregados 600 m³ de água para irrigar um hectare por ano. No Nordeste Brasileiro são utilizados 18.000 m³, ou seja, 30 vezes mais. 12 Esta quantidade é igual a quase dois terços de toda a água usada para consumo humano no mundo inteiro.

228

Devemos ressaltar que precisamente a soja13 é uma das culturas oleaginosas que apresenta menor balanço energético14, aproximadamente 3, (isto é, por cada quilocaloria gastada de “energia fóssil” na produção do biodiesel obtém-se 3 quilocaloria na forma de soja). Isto significa que na atualidade, dados os elevados graus de consumo energéticos da agricultura procedentes de combustíveis fósseis, ainda que esta eficiência energética seja superior à unidade, trata-se simplesmente de “trocar”, por exemplo, 1 tonelada de petróleo (energia não renovável) pelo equivalente de 3 toneladas de petróleo em soja obtido a partir da biomassa. Portanto, segundo Carpintero (2006), o ponto mais débil no desenvolvimento da agroenergia à base dos biocombustíveis nomeados “limpos” é a sua dependência dos combustíveis fósseis, o que significa que em definitiva o processo apresenta como resultado final um pequeno aumento do rendimento do petróleo. Mesmo assim, os grandes empresários da soja esperam que essa cultura seja a responsável por 90% da matéria prima utilizada na produção de biodiesel. Para o presidente da Associação Brasileira da Indústria de Óleos Vegetais (Abiove), Carlo Lovatelli, a rainha do biodiesel será a soja e para que isso aconteça, ele vê a necessidade de aumentar em 5 milhões de hectares15 a área de plantio da soja no Brasil. Estes fatos contrariam os objetivos do Plano Nacional de Biodiesel que visavam garantir ao agricultor familiar a possibilidade de geração de renda e de permanência no campo, pois através do cultivo de múltiplas oleaginosas seria possível não apenas inserir o agricultor familiar no PNPB, mas também diminuir a dependência de uma única matéria-prima sujeita às leis de mercado e às intempéries naturais. Assis & Zucarrelli (2007) corroboram o anteriormente dito, ao perceber e coletar indícios de que os mecanismos de controle e fiscalização do “Selo Combustível Social” não estão sendo capazes de impedir que a produção da agricultura familiar seja utilizada apenas como fachada para a obtenção dos incentivos fiscais. Os agricultores entrevistados na região de Cássia/MG afirmaram que a usina realiza a “compra de papéis” que comprovam a entrega do produto de origem familiar, mas de fato abastece sua produção com matéria-prima advinda de monocultivos realizados na região Centro-Oeste do país. Como revelam os relatos (colocados por eles) e que a seguir se colocam: Eu ia fazer um contrato com a usina pra entregar minha produção de nabo, mas quando fui ver o contrato era datado de 2003 e ia até 2007, aí eu não topei 13

A soja é uma oleaginosa cujo óleo representa somente 18% do grão, bem abaixo do amendoim (50%), da mamona (47%), da palma (45%), do girassol (45%), do pinhão manso (37%) e do nabo forrageiro (36%) 14 Entendido como a relação entre (Energia contida no combustível / Energia fóssil usada para produzi-a). 15 Este acréscimo é igual à área hoje ocupada pelas lavouras de cana-de-açúcar no Brasil. De soja, já são 22 milhões de hectares, o equivalente a cinco vezes e meia o tamanho da Holanda.

229

assinar. Como é que eu vou assinar uma coisa de tempo passado? A gente já tava em 2006 e o contrato era lá de 2003. Quando perguntei na prefeitura me falaram que era um erro de data (Entrevista com A. pequeno produtor rural – Cássia/MG, 24/ 11/2006). Eu não vendo pra usina só no papel não, mas é isso que tá acontecendo aqui na região (Entrevista com Z. pequeno produtor rural – Cássia/MG, 24/11/2006). [...] O que tem acontecido aqui na região é que a pequena produção tá sendo utilizada pra justificar o selo social, mas a usina não se interessa em saber como está a condição de produção da oleaginosa (Entrevista com técnico da EMATER - Cássia/MG, 23/11/2006).

Por outro lado, as entrevistas realizadas por Assis & Zucarelli (2007) evidenciaram uma grande frustração por parte daqueles pequenos produtores que investiram na lavoura do nabo forrageiro: Eu até plantei o nabo no primeiro ano, mas acho que fica difícil dessa cultura ir pra frente porque acaba competindo com outros produtos que rendem mais (Entrevista com Z. pequeno produtor rural – Cássia/MG, 23/11/ 2006). Os custos de plantio e colheita não foram compensados pelo rendimento do nabo forrageiro. Isso afastou o pequeno produtor que aqui na região está inserido em outras atividades. [...] Em alguns casos o pequeno produtor sequer colheu o nabo porque os custos do processo não compensavam. A produção foi oferecida à usina que mesmo dispensada de outros custos não realizou a colheita (Entrevista com técnico da EMATER - Cássia/MG, 23/11/2006). No início [2005] as pessoas estavam empolgadas com a usina. Eram sessenta produtores no município que plantaram cerca de 500 hectares. Hoje [2006], na segunda safra, seis plantaram, mas só dois entregaram a produção (Entrevista com Diretor da EMATER em Cássia/MG, 23/11/2006). Os problemas ocorreram justamente por falta de subsídios aos agricultores familiares, inicialmente, a usina em parceria com a prefeitura ofereceu o maquinário para o preparo da terra e plantio, ficando a colheita a cargo dos produtores. Todavia, na segunda safra foram retirados todos os incentivos concedidos (Entrevista com o presidente do Sindicato dos Trabalhadores Rurais de Cássia-MG, 23/11/2006).

230

Da maneira como foi instituído o biodiesel aqui na região vai favorecer somente o médio e o grande produtor, pois, a cultura tá mais voltada pro agronegócio. A atividade em si é antieconômica para o pequeno produtor, mas pode funcionar em termos de benefícios para a terra (Entrevista com técnico da EMATER – Cássia/MG, 24/11/2006).

Por enquanto, o que se percebe é uma plena frustração dos agricultores familiares quanto a sua real participação no PNPB. A esse respeito, merece destaque a afirmação de um pequeno agricultor de Cássia/MG que na esperança de aumentar sua renda cultivou na sua propriedade 4 hectares de nabo forrageiro: “Tudo começa no pequeno e termina na mão do grande” (Entrevista realizada em 24/11/2005).

Essa frase sintetiza o que vem ocorrendo no processo de implantação do biodiesel. A agricultura familiar não está sendo inserida nem mesmo na etapa elementar do Programa, ou seja, no fornecimento de matéria prima. Assim sendo, os grandes produtores de soja estão assumindo um mercado que é propalado como sendo o locus da inclusão social dos pequenos agricultores. Devemos ressaltar e desmistificar o argumento dos defensores dos biocombustíveis de que o Brasil, para satisfazer as necessidades mundiais de etanol e biocombustíveis, não precisa desmatar absolutamente nenhum hectare do seu território.Citem-se as palavras da senhora Thelma Krug Secretária de Mudanças Climáticas e Qualidade Ambiental do Ministério do Meio Ambiente: (...) Uma coisa adicional que eu digo é que não se pode imaginar desmatamento zero. Todos nós temos o direito de buscar o desenvolvimento e reduzir impactos no meio ambiente. Esse é o papel do Estado. Antes de assumir, eu perguntei à ministra: até quanto [de desmatamento por ano] a gente vai poder chegar para assegurar os nossos planos de desenvolvimento: 5 mil, 10 mil quilômetros quadrados? Há três anos, eram desmatados 28 mil quilômetros quadrados, agora estamos a 14 mil. (...) A resposta foi: (...) Não sabemos. Precisamos realmente sentar e projetar obras de infra-estrutura. (FOLHA DE SÃO PAULO, 04/06/2007).

231

Por último, chama grandissimamente atenção que os defensores do modelo brasileiro de produção de biocombustíveis não explicitem nem tenham elaborado o mapa de como vai ser distribuída a renda e/ou a riqueza gerada pelos biocombustíveis em termos de recursos dedicados à saúde, educação, segurança pública e infra –estrutura social: pilares do verdadeiro desenvolvimento sustentável. Lembremo-nos de que a renda pessoal está distribuída de maneira tão desigual no mundo que, segundo o estudo publicado pelo Instituto de Desenvolvimento Econômico da Universidade das Nações Unidas (World Institute for Development Economics of the United Nations University, UNU-WIDER), o 1% e o 10% da população adulta mais rica do mundo detinha o 40% e 85% dos ativos mundiais respectivamente no ano 2000. Em contraste, o 50% da população adulta mais pobre do planeta detinha apenas 1% da riqueza de mundo. Para integrar o 1% de adultos mais ricos do planeta, uma pessoa precisaria deter patrimônio superior a US$ 500 mil, algo que 37 milhões de adultos conseguiram. Percebe-se, nos gráficos 1 e 2, que a riqueza mundial está tão concentrada nas mãos de tão poucas pessoas que, se a renda mundial fosse distribuída de maneira eqüitativa, cada pessoa disporia de ativos da ordem de US$ 20,5 mil. Quase 90% da riqueza do mundo está sob o controle de moradores da América do Norte, Europa e dos países de renda elevada na região Ásia-Pacífico, como o Japão e a Austrália. A concentração de renda nos países varia de maneira considerável sendo que nos EUA moram 6% da população adulta mundial e possuem 34% da riqueza mundial. Europa e os países de altos ingressos na área da Ásia-Pacifico também apresentam uma riqueza desproporcional. Por outro lado, a participação da população adulta (da África, China, Índia e os outros países pobres) da riqueza é consideravelmente menor em relação à população. (Ver gráfico 1 e 2)

232

Gráfico 1. Participação da riqueza regional (%).

Fonte: World Institute for Development Economics of the United Nations University, UNU-WIDER, 2006

Gráfico. 2. Participação da riqueza e população por região.

Fonte: World Institute for Development Economics of the United Nations University, UNU-WIDER, 2006

Assim, quando o governo diz que pretende exportar a tecnologia de produção de etanol e o biocombustíveis para os países da África e América Central, certamente também está incluindo no modelo de produção: a) o desmatamento para dar lugar a novas plantações de cana ou soja, b) a expulsão de pequenos agricultores de suas terras, às vezes com o uso da violência gerando conflitos rurais, c) concentração de terras e da renda nas mãos de latifundiários, d) utilização elevada de agrotóxicos e outros agroquímicos, e) contaminação dos solos, rios, lençóis freáticos e nascentes, devido aos desmates e à elevada quantidade de produtos químicos utilizada em áreas de monoculturas; e f) pobreza rural e urbana, porque além de expulsar os pequenos agricultores de suas terras, a monocultura quase não gera emprego, assim, sem opção, muitos camponeses se deslocam para as periferias das cidades.

Considerações finais O trabalho coincide plenamente com as observações feitas por Victor Bronstein, em relação ao que representaria para o resto dos países a reprodução do modelo brasileiro de produzir biocombustíveis (seja etanol ou biodiesel) como tentativa de substituir o consumo de energia fosseis para “salvar” o meio ambiente e o planeta. 233

Percebe-se que não é verdade que os biocombustíveis constituem uma fonte de energia renovável e perene visto que o fator crucial para o crescimento das plantas não é a luz solar e sim a disponibilidade de água e das condições apropriadas de solo, caso contrário poder-se-ia produzir cana de açúcar, milho, soja, colza, etc, no deserto de Saara. Isto nos leva a considerar que o efeito da aplicação do modelo brasileiro de produzir biocombustíveis em escala planetária terá efeitos devastadores no meio ambiente. Como analisado no trabalho, a produção de biocombustíveis no Brasil também: a) contamina a superfície e provoca erosão do solo, b) contamina a água com produtos químicos, herbicidas, pesticidas etc; c) polui o ar com substâncias que apresentam efeitos cancerígenos, ou seja, o suposto de que os biocombustíveis são “verdes e limpos” é uma falácia. Longe do que argumentam os defensores do modelo brasileiro, ditos biocombustíveis não nos liberam do uso dos combustíveis fósseis, pois a produção dos mesmos exige o uso intensivo de maquinaria pesada, transportes, herbicidas e pesticidas, o que se reflete num aumento do consumo do petróleo e seus derivados. Apesar da tão comentada eficiência ou rentabilidade energética do etanol (positiva ou negativa dependendo das formas e dos itens que são incluídos na sua contabilização ou registro) devemos coincidir com Bronstein em que uma das razões pelas quais o mundo consume cada vez mais petróleo é porque o “ouro negro” contém uma alta de retorno energético quando comparada com os outros carburantes. Ou seja, não há no mundo outra fonte de energia que possua tanta energia por unidade de volume e de peso como o petróleo. Assim, a transferência do modelo brasileiro de produzir biocombustíveis a outros países provocará aumento nos preços dos alimentos, diminuirá a fertilidade do solo e não solucionará o problema energético mundial provocado pelo alto consumo energético dos países desenvolvidos e a entrada da China e a Índia à “civilização mundial”. Não resta dúvida de que a imposição de cultivos orientados a produzir biocombustíveis no Sul Global fará que grandes áreas de cana de açúcar, soja, palma africana, coloquem em xeque as florestas e pastagens em países como Brasil, Colômbia, Equador, Paraguai, Honduras, Guatemala, El Salvador etc; até porque existe um fator limitante, mesmo no Brasil, que é a terra. A cana expulsa a pecuária e outras culturas, como a soja, que são empurradas para regiões de fronteira, portanto, se a produção de biocombustíveis for levada à escala global, será necessário desmatar a floresta. Isto nos remete à análise da questão ética dentro do modelo de produção de biocombustíveis no Brasil, quer dizer, "a questão de fundo é saber se as terras do planeta se

234

destinarão preferencialmente a atender aos cerca de 800 milhões de proprietários de automóveis, ou à garantia da segurança alimentar mundial". Devemos destacar que os defensores do modelo brasileiro de produção de biocombustíveis têm em mira a reprodução do mesmo em países de África e da Ásia, em que, segundo estatísticas da ONU, 1 bilhão de pessoas sofre de fome crônica e má nutrição, e 24 mil morrem diariamente de causas relacionadas a esses problemas - entre estes, 18 mil são crianças -. Portanto, além de se decidir a que se destinarão as terras, é preciso se saber se o Sul (incluído o próprio Brasil) continuará a desempenhar o papel de fornecedor da matéria prima necessária para possibilitar aos países desenvolvidos manter seu padrão de consumo. Perante tais desafios, os governos deverão ter consciência clara de saber “escolher” que tipo de desenvolvimento se quer para um futuro verdadeiramente sustentável: aquele como o modelo brasileiro de produzir biocombustíveis com fundo e mentalidade nitidamente lucrativa associados a interesses imperiais com forte viés de destruição ou um modelo alternativo que permita cuidar e utilizar racionalmente os recursos limitados visando, também, o usufruto das gerações futuras, preservação do meio ambiente e da biodiversidade.

235

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238

La soberanía alimentaria, una estrategia de defensa frente al comercio desigual1 Moisés Hidalgo Moratal2 Juan Pedro Soriano Hernández

Introducción El crecimiento de los precios de los alimentos ha puesto de nuevo en primer plano los problemas alimentarios en los países en desarrollo, destacando su vulnerabilidad a los shocks externos en el mercado de alimentos. Muchos de estos países afectados son exportadores netos de alimentos y siguen las directrices de la OMC abriendo al exterior sus mercados y especializándose en la producción de monocultivos de exportación. Manifestándose, de este modo, inconsistencias en el supuesto vínculo entre las políticas de liberalización comercial y la lucha contra la pobreza en un entorno de comercio desigual. Como estrategia de supervivencia, la soberanía alimentaria pretende devolver a los campesinos su capacidad de decisión; y a los Estados, la suficiente independencia para decidir qué políticas comerciales son las más adecuadas para asegurar la alimentación de sus ciudadanos. El sistema capitalista, que rige los destinos económicos del mundo, ha mostrado de sobra su capacidad para dejar al margen a millones de personas y propiciar, por encima de otros objetivos, la desigualdad como motor del crecimiento económico. El mercado ha dado muestras de su ineficiencia en momentos clave de la reciente historia y en la actualidad. Investigadores de renombrado prestigio como Stiglitz y Akerlof, demostraron la incapacidad del mercado para asignar eficientemente los recursos puesto que no existen mercados perfectos (Stiglitz y Weiss, 1981). En cambio, las organizaciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio insisten en sus políticas de libre comercio y desregulación, aconsejando a los países más pobres la ley del libre mercado y el desmantelamiento del Estado para salir de la pobreza y encontrar la senda del desarrollo. La crisis financiera actual y su repercusión sobre la economía real han vuelto a poner en tela de juicio la política neoliberal. Las ingentes cantidades de recursos públicos puestos a disposición del sistema financiero por parte de los países desarrollados hacen pensar en una vuelta de la política keynesiana y del Estado como agente regulador necesario, aunque tal vez sólo en momentos donde peligran los cimientos económicos de las potencias mundiales y las malas gestiones privadas se tratan 1

Una versión del presente texto se presentó también en la XI Reunión de Economía Mundial, organizada por la Sociedad de Economía Mundial y celebrada en Huelva, España, en mayo de 2009. 2 Moisés Hidalgo Moratal, Universidad de Alicante, España. [email protected]. Juan Pedro Soriano Hernández, Universidad de Alicante, España. [email protected]

239

de solucionar con recursos públicos. Pareciera que la voluntad política, a la hora de intervenir en la solución de problemas económicos, es discrecional y pone todo su empeño cuando se trata de apuntalar a grandes compañías empresariales, en cambio no es tan diligente y comprometida cuando se trata de otros asuntos, por ejemplo el hambre. En la Asamblea de Naciones Unidas celebrada en el año 2000, 189 países asumieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el primero de los cuales pretende erradicar el hambre y la extrema pobreza, concretándose en reducir a la mitad el porcentaje de personas que pasan hambre en el periodo 1990-2015. A pocos años de que se cumpla el plazo los datos muestran que está lejos de cumplirse tal objetivo y que sigue habiendo en el mundo 1.400 millones de personas que viven con menos de 1,25 dólares estadounidense al día (Chen y Ravallion, 2008) y más de 923 millones que están en condiciones alimentarias inseguras, de las cuales el 90% viven en los países en desarrollo (FAO, 2008: 6). Nunca en la historia se ha contado con tanta tecnología, condiciones económicas y posibilidades para afrontar este problema. En el periodo en que la población mundial ha pasado de 1600 millones a 6000 millones, la riqueza se ha multiplicado por 16. El empeño por erradicar el hambre es por tanto una cuestión de voluntad política, en palabras reivindicativas de los campesinos del movimiento Vía Campesina, refiriéndose a las causas del hambre: “(los planes de lucha contra el hambre) no han fallado por falta de voluntad política y recursos, sino porque apoya políticas que nos llevan al hambre” (Foro de las ONGs, 2002)

Gráfico 1. Número de personas subnutridas en el mundo en desarrollo, 1990-2007. 1000

900

800

700

600 1990

1995

2003

2007

Fuente: FAO, 2008

240

El artículo pretende, en primer lugar, mostrar la relación existente entre las políticas de libre comercio internacional y la cronificación de la pobreza extrema y el hambre en los países menos desarrollados. Característica que han ido adquiriendo tras años de Planes de Ajuste Estructural y políticas encaminadas a la apertura externa y la especialización productiva de bienes primarios, exportando hacia el mercado mundial un producto incapaz de generar suficientes divisas por la inelasticidad del mercado de alimentos, la caída de los precios, el proteccionismo agrícola de los países desarrollados y el poder de las multinacionales del agrobusiness que actúan como monopsonio. El alza de precios que ha tenido lugar recientemente no ha hecho más que acrecentar las dificultades de estos países para alimentar a su población ante el encarecimiento de las importaciones de alimentos necesarios para cubrir sus deficiencias. En la última parte del artículo se presenta la soberanía alimentaria como un concepto que va más allá de la seguridad alimentaria y el derecho a la alimentación a los que incluye, pero que complementa con otros tales como el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos, el valor de la pequeña propiedad agrícola frente a los latifundios y las multinacionales agrícolas, el respeto a la biodiversidad, a las técnicas y cultivos tradicionales en relación a la cultura, y a la gestión ecológica de los recursos. El movimiento campesino apuesta por la soberanía alimentaria como una estrategia de defensa frente a las políticas neoliberales y el comercio desigual que propician el mantenimiento de la pobreza y el hambre en los países más pobres.

Apertura externa y crisis alimentaria La teoría sobre las ventajas comparativas ha planteado desde sus orígenes un modelo de intercambio internacional donde todos los países saldrían ganando si abrieran sus fronteras al libre comercio. Los principales organismos multilaterales internacionales han mantenido estos principios, de tal modo, que las negociaciones en el marco de la OMC, o anteriormente el GATT, siempre consideraron la necesidad de una mayor apertura externa de los países para mejorar los niveles de renta y desarrollo en todo el mundo especialmente para sacar de la pobreza a millones de campesinos pobres de los países en desarrollo. En cambio, los han constatado que tras décadas de negociaciones en la Ronda Uruguay del GATT y diez años de existencia de la OMC, los acuerdos sobre agricultura han fracasado estrepitosamente (IFPRI, 2006). El GATT mantuvo durante años un trato preferencial para la agricultura y manufacturas intensivas en mano de obra de los países desarrollados permitiéndoles el uso de subvenciones a la producción agrícola y una apertura progresiva a los productos manufacturados más baratos provenientes de países en desarrollo.

241

La apertura exterior ha sido una farsa, en realidad sólo se ha propiciado el libre comercio de los países desarrollados hacia los países en desarrollo, pero no en sentido inverso. Los productos agrícolas son producidos con menores costes en los países donde es más abundante, y por tanto más barata, la mano de obra agrícola, esto es en los países en desarrollo. Si realmente se pretendiera un libre comercio y una apertura externa total, los países desarrollados tendrían que aceptar su desventaja comparativa en estos bienes y abrir sus fronteras a las exportaciones de los países en desarrollo, de esta manera se produciría un trasvase de renta desde las economías industrializadas hacia los países en desarrollo, que hubiera permitido el desarrollo del sector agrícola en esas regiones. En cambio, lo que se ha producido es una acumulación de excedentes agrícolas en los países desarrollados propiciados por las ingentes cantidades de subvenciones destinadas al sector por parte de los gobiernos de la Unión Europea y los Estados Unidos principalmente. Se estima que la ayuda de los países desarrollados a sus agricultores es de 250.000 millones de dólares anuales (Sánchez Fernández-Bernal, 2008: 67), unas seis veces el importe destinado a la ayuda al desarrollo. No obstante, no benefician a las pequeñas explotaciones campesinas de los países desarrollados, están fuertemente sesgadas hacia las grandes explotaciones del agrobussines. La desigualdad en la distribución de subvenciones en Europa y Estados Unidos es más elevada que la distribución del ingreso en Brasil, uno de los países con la distribución del ingreso más desigual del mundo. El 25% de los beneficiarios de la Unión Europea recibe más del 60% de todos los subsidios. En Estados Unidos, el 87% del dinero va destinado al 20% de los agricultores más ricos (Stiglitz, 2006: 123). Se ha calculado que la eliminación del respaldo a la agricultura en los países desarrollados generaría ganancias anuales de 40.000 millones de dólares para los países en desarrollo, donde África Subsahariana, la región más pobre del mundo, ganaría 3.300 millones de dólares anuales (Watkins, 2003: 2). Cifras que resultan del aumento de las exportaciones de los países en desarrollo hacia los mercados de los países ricos y de un proceso de progresiva sustitución de importaciones (especialmente de productos agrícolas subvencionados). Las normas que aplican los países desarrollados en materia de restricción de las importaciones y subsidios a la producción explican dos de las características del sistema mundial del comercio agrícola que se mantienen intactas dentro del marco de la globalización: lento ritmo de crecimiento y predominio continuado de los países industrializados. El crecimiento agrícola en los países en desarrollo se redujo a un 2,2% anual durante los últimos diez años, en comparación con el 3,4% registrado en la década anterior (Banco Mundial, 2008: 270).

242

Los países en desarrollo han sido obligados a desmantelar su protección arancelaria mediante acuerdos comerciales suscritos bajo el dictamen del GATT y luego mantenidos por la OMC. La desprotección ha hecho vulnerables a los países menos desarrollados en su seguridad alimentaria y en el desarrollo de su sector agrícola. Los campesinos del sur comprueban

cada

día

como

sus

productos

deben

competir

con

importaciones

subvencionadas de Europa y EE.UU. Los mercados de África, América Latina y Asia ofertan productos agrícolas hasta tres veces más baratos que los de producción local. Se impide de esa manera la posibilidad de estimular la producción local agrícola y el fortalecimiento de la agricultura como “sector clave para el desarrollo y la reducción de la pobreza” (Banco Mundial, 2008). Las dificultades para competir con los productos subvencionados han supuesto la desaparición de numerosas empresas locales y explotaciones agrícolas familiares; ha sumido a millones de personas en el hambre y el inevitable éxodo hacia las ciudades en busca de otro tipo de actividad que pueda permitirles la supervivencia. Las macrociudades del mundo en desarrollo son el reflejo de un desarrollo desequilibrado, que expulsa de su entorno a la mano de obra campesina que acaba refugiándose en suburbios sin ningún tipo de servicios básicos, sin seguridad y manteniendo sus problemas alimenticios, a muchos de ellos sólo les queda la opción de emigrar a los países desarrollados. Los países en desarrollo han abierto sus fronteras a las importaciones de productos agrícolas de países desarrollados, en cambio estos últimos han mantenido sus fronteras protegidas de la competencia de los productos agrícolas sensibles como es el azúcar o el arroz. En Estados Unidos y la Unión Europea, los aranceles sobre los productos agrícolas son cuatro o cinco veces mayores que los que se aplican a los bienes manufacturados, y es habitual que se usen aranceles superiores a un 100%, por ejemplo en el caso de los maníes en los Estados Unidos y los productos lácteos en la Unión Europea (Watkins,2003). Es probable que los países más pobres de África no puedan producir un excedente exportable de productos lácteos, pero sí podrían hacerlo en términos de carne vacuna, azúcar y algodón. Pero la carne vacuna y el azúcar son los productos más protegidos en la Unión Europea, tal y como ocurre con la política algodonera de los Estados Unidos. Se han puesto en marcha iniciativas como la desarrollada por la Unión Europea denominada Todo menos Armas (EBA en sus siglas en inglés), que pretende dar un trato preferente en el comercio con los países de África, Caribe y el Pacífico (ACP), pero lo cierto es que para algunos productos sensibles no se reconocen tales preferencias. El caso del azúcar es ejemplo del doble rasero de los acuerdos comerciales europeos con los países pobres, fue tratado como producto sensible para Europa ante la fuerte presión de las empresas procesadoras de azúcar aliadas con los grandes establecimientos agrícolas. La Unión Europea es el mayor exportador de azúcar blanca del mundo, con un 40% del 243

mercado mundial. Los costes de producción, en cambio, son excesivamente elevados lo que hace de la industria azucarera europea un sector poco competitivo. La respuesta a esta paradoja es la ingente ayuda destinada a este cultivo a cargo del presupuesto de la Unión Europea y unos aranceles superiores al 140% para restringir la importación competitiva. Países en desarrollo como Malawi, Zambia o Tailandia, son expulsados del mercado azucarero y los precios mundiales del azúcar caen, empujando a la pobreza a miles de campesinos productores de azúcar en los países en desarrollo. Desde otro punto de vista, la desigual tarificación de los aranceles en función del grado de procesamiento de los bienes ha impedido que el valor añadido quedase en los países en desarrollo. El café y el cacao procesado son gravados muy por encima de lo que lo son los bienes sin procesar. El campesino africano que cultiva cacao debe enfrentarse a una competencia desleal en el interior que le impide diversificar su cultivo porque los productos subvencionados importados son mucho más baratos. Y si consigue incorporar mayor valor añadido a su producción entonces es penalizado en la frontera Europea con elevados aranceles para limitar su capacidad competitiva. Dentro del sector agrícola, los productos con alto nivel de valor añadido representan el segmento de crecimiento más dinámico. Estos productos incluyen bienes tales como carne, fruta, vegetales y nueces. Las exportaciones de esta categoría de bienes crecen a una tasa de más del 8% anual. Pero los países en desarrollo que pretenden acceder al mercado de estos productos de mayor valor añadido se enfrentan a barreras comerciales desalentadoras. Los aranceles progresivos antes mencionados que aplican tanto la Unión Europea como los Estados Unidos impiden la competencia libre en el mercado mundial de alimentos. A esto hay que sumar todo un arsenal de barreras no arancelarias, incluyendo las reglamentaciones fitosanitarias. Es obvio que la salud de los consumidores debe ser protegida, sin embargo en ocasiones ha servido para proteger la producción interna de los países desarrollados, sobre todo cuando se ha utilizado de manera discrecional. Las negociaciones comerciales en la OMC han fracasado en sus intentos por poner en marcha la llamada Ronda del desarrollo (Ronda de Doha). Las divisiones entre países desarrollados y en desarrollo sobre los acuerdos agrícolas han sido patentes, se ha puesto de manifiesto la negativa explícita de los países desarrollados a modificar políticas que se ha constatado que impiden el fortalecimiento del sector agrícola de los países en desarrollo y el acceso de los mismos al mercado internacional. Enfrentamiento que se origina principalmente en cuestiones como las subvenciones a la agricultura de los países ricos y las normas en origen de las exportaciones agrícolas de los países en desarrollo. Los Estados Unidos han estado renuentes a disminuir el apoyo a la agricultura interna en su nueva ley agrícola, mientras que la Unión Europea se ha mostrado reacia a negociar sus restricciones comerciales para productos agrícolas sensibles. 244

Como reacción ante la ausencia de progreso en la Ronda de Doha, muchos países están participando cada vez más en tratados comerciales regionales y bilaterales. La cantidad de acuerdos regionales que se comunicaron a la OMC aumentó de 86 en 2000 a 159 en 2007 (UNCTAD, 2007). Así mismo ha surgido una mayor cantidad de iniciativas sursur y sur-norte, por ejemplo el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica (CAFTA en sus siglas en inglés) entre Estados Unidos y los países centroamericanos, o bien los acuerdos comerciales entre los países ACP y la Unión Europea. El resultado de los tratados de libre comercio (TLC) entre países desarrollados y en desarrollo no han significado un paso adelante en el impulso del desarrollo de los más pobres. Muy al contrario, los acuerdos han sido utilizados por los países desarrollados como fórmula para expandir sus mercados. La vulnerabilidad en las negociaciones es manifiesta en todos los sectores, también en el sector agrícola. Pongamos como ejemplo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre Estados Unidos, Canadá y México. De los tres países, el más vulnerable en términos de agricultura es México, cuyo gobierno abandonó hace años el desarrollo rural y las inversiones en el sector dejando a la población campesina sin posibilidad de afrontar la competencia con un país como Estados Unidos donde la productividad es superior y, sobre todo, el estado destina grandes cantidades del presupuesto a subsidios agrícolas. En estas condiciones es muy desigual la integración comercial. Los resultados han sido los siguientes: en torno a quince millones de campesinos han sufrido pérdida de ingresos por la imposibilidad de competir con las importaciones estadounidenses subvencionadas, México se ha convertido en un gran importador de grano de Estados Unidos (53% de arroz, mientras que era el 17% antes del acuerdo comercial), las importaciones de maíz han aumentado de 2,5 millones de toneladas antes del TLCAN a 6 millones de toneladas, dos millones y medio de pequeños productores de maíz han sido expulsados del mercado ante la imposibilidad de competir, disminuyendo los ingresos por cosecha entre un 30 y un 60 por ciento (Vigna, 2008). Podría parecer que, a pesar de estos sacrificios soportados por los productores, los TLC pueden beneficiar a la población más pobre gracias a los precios más bajos de los alimentos. Si volvemos al ejemplo de México se observa que esto tampoco es cierto. El precio de las tortillas de maíz, alimento básico de la población, se multiplicó por diez en pocos años, lo que ha ocasionado revueltas sociales en 2006 (Intermón-Oxfam, 2007). Los campesinos pobres tratan de mejorar sus ingresos aumentando el tamaño de sus explotaciones como única forma de supervivencia, ocasionando la deforestación de grandes zonas y el cultivo de tierras frágiles, acentuándose de este modo la destrucción del medioambiente.

245

En resumen, la apertura externa ha sido sólo un modo de mantener el comercio desigual entre los países desarrollados y en desarrollo. Ha impedido el fortalecimiento del sector agrícola empobreciendo a los campesinos que no pueden enfrentarse con sus explotaciones familiares y sus técnicas rudimentarias al dumping de los productos agrícolas provenientes de los países desarrollados. Muchos países importadores netos de alimentos pueden verse beneficiados coyunturalmente por las ventajas de obtener bienes de alimentación baratos en el mercado internacional, pero en su conjunto el mercado agrícola mundial, tal y como se diseña desde la OMC y los gobiernos desarrollados, ocasiona más perjuicios que beneficios para las poblaciones hambrientas del sur. Muchos gobiernos de los países importadores netos de alimentos han reducido los presupuestos destinados a la agricultura, entre otros factores, por la fácil disponibilidad de alimentos baratos que provienen del norte, revestidos en ocasiones de ayuda alimentaria. El resultado son numerosos países que pasan a engrosar la lista de la inseguridad alimentaria. Sirva como ejemplo el caso de Indonesia que en la primera mitad de los ochenta presentaba un excedente de arroz suficiente como para asegurar la alimentación de su población. Excedente que se consiguió mediante la utilización de políticas intervencionistas en el sector agrícola para sostener los precios de los agricultores y defenderlos de las importaciones exteriores subsidiadas, así como la provisión de insumos subvencionados. Las presiones de las organizaciones internacionales tanto la OMC como el FMI convencieron a Indonesia de que su producción era ineficiente y debía liberalizar su mercado de alimentos. El resultado fue unos costes de producción mayores, el desmantelamiento de la red de pequeñas explotaciones campesinas y la pobreza en la mayor parte de los hogares campesinos que veían como sus productos no podían competir con los del exterior y sus ingresos descendían año tras año. Indonesia pasó de ser un país alimentariamente autosuficiente a convertirse en 1998 en el mayor importador de arroz del mundo y receptor, por primera vez, de ayuda internacional de alimentos (Intermon-Oxfam, 2008: 24-25).

Volatilidad de precios y vulnerabilidad alimentaria Los precios de los alimentos han subido una media del 83% en los últimos tres años. Los Se han registrado aumentos de un 100% entre enero de 2007 y abril de 2008 para algunos países y productos concretos, este es el caso por ejemplo del arroz en Camboya o Costa de Marfil; el trigo en Somalia subió un 300%; y la tortilla en México un 66% entre noviembre y diciembre de 2007 (Intermon-Oxfam, 2008: 10).

246

Gráfico 2. Índice de precios de los alimentos de la FAO. (1998-2000=100).

Fuente: FAO, 2008.

Las explicaciones dadas por los organismos internacionales se centraron en el incremento de demanda de los países emergentes, China en particular. El crecimiento del precio del petróleo, las adversas condiciones climatológicas en algunos países en desarrollo que han sufrido sequías severas o el aumento de la población, han sido otros de los argumentos esgrimidos por el Banco Mundial y la OMC para explicar la escalada de los precios de los alimentos. Por su parte la FAO ha añadido otros factores determinantes como la especulación financiera en el mercado de commodites o el desarrollo de los biocombustibles. Probablemente no exista una causa única que explique esta situación. Tal vez como si de un fenómeno atmosférico se tratara podríamos hablar de una “tormenta perfecta” sobre el mercado de alimentos donde todos los factores presionaron, unos más otros menos, a elevar coyunturalmente los precios de los alimentos. Cabría admitir que en estas circunstancias los campesinos de

los países en

desarrollo verían incrementar sus ingresos, mientras que las poblaciones urbanas sufrirían más las consecuencias. Pero lo cierto es que la mayor parte de la población de los países en desarrollo es importadora neta de alimentos y las familias gastan entre un 60 y un 80 por ciento de sus exiguas rentas en la adquisición de alimentos. Los datos muestran que sólo algunos pequeños productores han sido beneficiados, este es el caso de Indonesia donde las exportaciones de aceite de palma subieron un 55% en 2007 convirtiéndose en el producto que mayor renta aporta al país, o Camboya donde los productores de arroz

247

consiguieron aumentar en 2008 los beneficios netos entre un 30 y un 40 por ciento por encima de los de 2007 (Intermón-Oxfam, 2008: 11). Los datos de la FAO muestran que la mayor parte de los hogares rurales

son

compradores netos de alimentos, lo que impide que los mejores precios beneficien sus ingresos. Por otro lado, los precios de los alimentos han aumentado a la par que los insumos necesarios para su producción, fosfatos, fertilizantes, insecticidas, pesticidas, suponen un costo mayor para los agricultores de los países en desarrollo. Con todo, el principal obstáculo al que se enfrentan los campesinos pobres es a la falta de recursos para afrontar crisis de este tipo: pequeñas parcelas poco productivas, con poca inversión en bienes de capital, con dificultades de acceso al crédito y a la tierra, y sin ningún seguro que asuma los riesgos derivados del sector. Este conjunto de factores supone una elevada vulnerabilidad a los shocks de precios.

Tabla 1. Compradores netos de alimentos básicos.

Todos los hogares

Hogares pobres

Urbanos

Rurales

Todos

Urbanos

Rurales

Todos

Albania, 2005

99,1

67,6

82,9

*

*

*

Bangladesh, 2000

95,9

72,0

76,8

95,5

83,4

84,2

Ghana, 1998

92,0

72,0

79,3

*

69,1

*

Guatemala, 2000

97,5

86,4

91,2

98,3

82,2

83,1

Malawi, 2004

96,6

92,8

93,3

99,0

94,8

95,0

Nicaragua, 2001

97,9

78,5

90,4

93,8

73,0

79,0

Pakistán, 2001

97,9

78,5

84,1

96,4

83,1

85,4

Tayikistán, 2003

99,4

87,0

91,2

97,1

76,6

81,4

Viet Nam, 1998

91,1

32,1

46,3

100,0

40,6

41,2

Promedio no ponderado

96,4

74,1

81,7

97,2

87,9

78,5

(*) Datos insuficientes Fuente: FAO, 2008

La soberanía alimentaria una estrategia frente al comercio agrícola desigual El concepto de Soberanía Alimentaria, como el de globalización, está sujeto a continuos debates e interpretaciones. El movimiento campesino internacional Vía Campesina acuñó en 1996 una definición como resultado de su Conferencia Internacional de Tlaxcala. En ella, las diferentes organizaciones campesinas, llegaron a la conclusión de que se precisaba un concepto que fuera más allá de la seguridad alimentaria, que permitiera englobar el sentir de 248

las reivindicaciones campesinas a favor de una política internacional que tuviera en cuenta a los pequeños productores agrícolas como agentes clave en el desarrollo de los pueblos empobrecidos del sur, y que fuera condición indispensable para que pueda conseguirse la seguridad alimentaria. “Nosotros, la Vía Campesina, un movimiento creciente de trabajadores agrícolas, organizaciones de campesinos, pequeños y medianos productores y pueblos indígenas de todas las regiones del mundo, sabemos que la seguridad alimentaria no puede lograrse sin tomar totalmente en cuenta a quienes producen los alimentos. Cualquier discusión que ignore nuestra contribución, fracasará en la erradicación de la pobreza y el hambre. La alimentación es un derecho humano básico. Este derecho se puede asegurar únicamente en un sistema donde la Soberanía Alimentaria esté garantizada” (Vía Campesina, 1996)

Con esta declaración el movimiento campesino internacional hace patente su disconformidad con las políticas contra el hambre hasta ese momento planteadas y aplicadas por los países desarrollados y las instituciones internacionales. Las políticas y declaraciones internacionales más bien han sido retórica que no ha conseguido los fines que propugnan, las declaraciones de la FAO no son más que buenas intenciones que chocan frontalmente con las políticas llevadas a cabo en el ámbito del comercio internacional, la ayuda al desarrollo y el control del mercado agrícola por parte de las empresas multinacionales. En la declaración “Soberanía Alimentaria: un futuro sin hambre” (1996), el movimiento internacional campesino afirmó que “la Soberanía Alimentaria es una condición previa para una seguridad alimentaria genuina”, por tanto la Soberanía Alimentaria es “el derecho de cada nación de mantener y desarrollar su propia capacidad de producir alimentos que son decisivos para la seguridad alimentaria nacional y comunitaria, respetando la diversidad cultural y la diversidad de los métodos de producción”. La alternativa propuesta por la Vía Campesina para una nueva política de lucha contra el hambre está fundamentada en siete principios: 1. Alimentación como derecho humano básico. 2. Reforma agraria. 3. Protección de los recursos naturales. 4. Reorganización del comercio de alimentos. 5. Eliminar la globalización del hambre. 6. Paz. 7. Democracia. 249

El derecho humano a la alimentación como un derecho universal más, reconocido en la Carta de los Derechos Humanos de 1948 en su artículo 25, es fundamento de la Soberanía Alimentaria. Todos los hombres y mujeres del planeta deben tener asegurada su alimentación. La primera definición de Soberanía Alimentaria de 1996 no contemplaba de manera categórica este derecho, unos años después en 2004, el Comité Internacional de Planificación de ONG para la Soberanía Alimentaria (CIP) hace público una nueva definición que es hasta la fecha la que aglutina a todos los colectivos implicados en el movimiento campesino por una Soberanía Alimentaria en el mundo. La definición elaborada por el CIP fue la siguiente: La Soberanía Alimentaria es el derecho de los individuos, comunidades, pueblos y países a definir sus propias políticas agrícolas, laborales, pesqueras, alimentarias y de la tierra de forma que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias únicas. Esto incluye el verdadero derecho a la alimentación y a la producción de alimentos, lo que significa que todos los pueblos tienen el derecho a una alimentación inocua, nutritiva y culturalmente apropiada, y a los recursos para la producción de alimentos y a la capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus sociedades.

Son muchos los campos de reivindicación política del movimiento campesino encaminados a conseguir la soberanía alimentaria: la reforma agraria, la democratización de las decisiones políticas en materia de seguridad alimentaria, modificar el modelo agroindustrial, mantener la biodiversidad, mejorar la financiación y el acceso a los insumos de los campesinos, aumentar la ayuda al desarrollo agrícola, eliminar el dumping que los países desarrollados realizan mediante los subsidios agrícolas, posibilitar el manejo de la política comercial en función de garantizar los alimentos básicos de la población, reducir el poder de las empresas transnacionales en el sector alimentario, respetar el medio ambiente mediante fórmulas de producción agrícola ecológicas que aseguren la sostenibilidad mediante un adecuado uso de los recursos naturales, adecuar los alimentos a las culturas de los pueblos, fomentar las redes locales, nacionales e internacionales en defensa de los derechos de los pequeños agricultores. Como ha quedado de manifiesto anteriormente, las políticas desarrolladas por los países industrializados en materia de comercio no han conseguido reducir las crisis alimentarias, muy al contrario, muchos países que han seguido el dictado de la OMC han pasado de ser autosuficientes alimentariamente a dependientes de la ayuda alimentaria exterior. Vía Campesina propone una serie de modificaciones en las políticas comerciales internacionales con un objetivo principal: iniciar el camino de la autosuficiencia alimentaria 250

desde dentro, es decir, propiciar un marco de relaciones que devuelva la soberanía a los países en desarrollo para que puedan fortalecer su sector agrícola como eje del desarrollo y de la seguridad alimentaria, así como eliminar las prácticas de comercio desigual que mantienen en la pobreza a millones de campesinos del mundo (Vía Campesina, 2008) Dentro del marco político de soberanía alimentaria planteado por el movimiento agrícola internacional, las propuestas dirigidas a modificar las políticas del comercio mundial de alimentos están bien definidas y encaminadas a conseguir el objetivo antes mencionado: 1) Sacar a la agricultura de la OMC. Los Acuerdos sobre Agricultura de la OMC no han supuesto ninguna mejora para los pequeños productores agrícolas de los países en desarrollo. La receta sigue siendo mayor liberalización y apertura al exterior. Los resultados de estas medidas han sido ampliamente comentados en el apartado anterior. Por estas razones, la Vía Campesina solicita la inmediata salida de los acuerdos agrícolas de la OMC. Consideran necesario un tratamiento especial de este sector que es la base de la supervivencia de millones de personas en el mundo en desarrollo. Los países del sur tienen un fuerte sesgo en infraestructuras, inversión agrícola y tecnología. No pueden ser tratados de la misma forma que los países desarrollados. La propuesta es otorgarles una serie de beneficios y preferencias comerciales para tratar de equilibrar los efectos de una competencia basada en las ventajas competitivas adquiridas por los países desarrollados tras siglos de explotación colonial y de ingentes cantidades de dinero público destinado al sector. 2) Eliminar los subsidios agrícolas de los países desarrollados. Los subsidios agrícolas de los países desarrollados son otra importante distorsión del mercado. Afectan al mercado agrícola mundial reduciendo el precio de los bienes en el mercado internacional e incapacitando a los pequeños productores agrícolas de los países desarrollados para poder obtener unos mínimos ingresos que aseguren su subsistencia. A pesar de ello, por sí sola esta medida no mejoraría necesariamente a los campesinos con pequeñas explotaciones, más bien sería una ventaja añadida para las grandes explotaciones de los países en desarrollo que se verían beneficiadas por una menor competencia y un mayor acceso al mercado internacional de sus productos. Por tanto, es preciso entenderla como una propuesta para equilibrar la competencia internacional pero que debe venir acompañada de apoyo a los pequeños productores. 3) Proteger e intervenir los mercados

agrícolas nacionales. El acceso a los

mercados del sur de productos subvencionados ha impedido la competencia en igualdad de condiciones para los productores de los países en desarrollo. Se precisa, por tanto, la posibilidad de que fuera del control de la OMC, los países en 251

desarrollo puedan modificar sus tarifas en frontera poniendo aranceles más elevados que protejan el mercado interior de las importaciones subsidiadas. En cuanto a la intervención del mercado nacional, los países con dificultades para mantener su seguridad alimentaria, deberían poder intervenir en el sector con medidas de apoyo directo a los agricultores, agencias de planificación de la producción y la comercialización, subvención de los insumos, control de las reservas de alimentos, etc. 4) Impedir la especulación en el mercado de commodities. Debido a la profunda crisis del sistema financiero, una gran cantidad de capital especulativo se ha dirigido a la compra-venta de bienes agrícolas. El proceso especulativo en sí mismo es generador de volatilidad. La Vía Campesina considera que los alimentos deben quedar al margen de la especulación del capital. Los objetivos de seguridad alimentaria son totalmente contrarios a los objetivos del capital que busca el máximo rendimiento en el menor tiempo posible. Por tanto, lo que se ha venido denominando mercado de commodites, debería ser regulado de tal forma que se impidiese la inversión especulativa y sus efectos sobre los precios de los productos alimenticios. 5) Reducir

el

poder

transnacionales

del

de

mercado

agrobussines,

de

las

son

transnacionales parte

del

agrícolas.

problema

pues

Las han

monopolizado el sector agrícola desde la producción hasta la comercialización. En manos de unas pocas empresas están tanto el control de las exportaciones de los países en desarrollo como la adquisición de los insumos necesarios para la producción. No en vano los beneficios de las mayores compañías del sector agro industrial han aumentado de manera considerable en estos años de crisis alimentaria (Vargas, 2008). Buscar una fórmula que permita modificar los canales de comercialización potenciando las asociaciones de campesinos, el uso de técnicas tradicionales de cultivo, el fortalecimiento del acceso de los pequeños productores agrícolas a los mercados locales y nacionales, podrían ser medidas que redujesen el poder de las transnacionales. 6) Incrementar la ayuda al desarrollo y la inversión pública en la agricultura para que los pequeños campesinos tengan un mayor acceso a los mercados y puedan competir en igualdad de condiciones con los productos de las grandes explotaciones agrícolas. La AOD destinada al desarrollo agrícola ha pasado de un 18% del total en 1979 a un 3,5% en 2004. El gasto público en agricultura medido sobre el total de gasto público descendió del 11,3% en 1980 al 6,7% en 2002. Para los países del África Subsahariana descendió de un 6,9% en 1980 a un 4% en 2004. En América Latina el descenso fue todavía mayor: del 8% en 252

1980 al 2,5% en 2002 (De Loma, 2008: 81). En 2008 el Banco Mundial ha publicado en su Informe de desarrollo mundial que el gasto público medio en agricultura no alcanza el 4% del total. Estas cifras indican el abandono de la agricultura tanto por parte de los países desarrollados, garantes de la AOD, como por parte de los gobiernos de los países en desarrollo, constreñidos por el pago de la deuda externa y por mantener el equilibrio presupuestario, receta liberal en los Planes de Ajuste Estructural y condición para poder acceder al crédito internacional. 7) Control democrático de las políticas agrícolas internacionales y nacionales. Una de las claves, según el movimiento Vía Campesina, para que los países con graves deficiencias alimentarias puedan conseguir la seguridad alimentaria y reducir el hambre es el acceso de los pequeños agricultores a las decisiones. En este sentido el modelo de acuerdos comerciales de la OMC no es el adecuado. En las reuniones ministeriales es muy difícil que la voz de los campesinos del sur se tenga en cuenta. Más aún, si exceptuamos algunos países que en estos últimos años han introducido en su legislación y en sus parlamentos a los movimientos campesinos y sus propuestas de soberanía alimentaria (por ejemplo Bolivia), la mayor parte de naciones mantiene en el olvido las propuestas de las organizaciones sociales y las ONGs que aglutinan a los campesinos pobres del sur. La propuesta es democratizar todo lo posible las decisiones utilizando para ello una democracia más participativa y local, pues es a nivel local donde los campesinos pueden ser escuchados. Las decisiones de qué producir, cómo producir y para quién producir, en el caso de los alimentos, deben ser tomadas considerando la alimentación como un derecho a garantizar por los estados y no como un sector de negocios a merced de las leyes de la oferta y la demanda.

Conclusiones En conclusión, la soberanía alimentaria muestra su fortaleza como marco de políticas que puedan definir una nueva relación comercial entre los países desarrollados y en desarrollo más igualitaria. Sin embargo, tal vez sus debilidades se hacen patentes cuando estas políticas, que son tan claras en el plano internacional, deben concretarse en políticas nacionales y locales. En particular, se ciñe mucho a tratar de dotar al estado nación de un espacio de decisión más amplio en los organismos internacionales de comercio, pero en la actualidad el papel del estado nación es cada vez menos importante en cuanto a la posibilidad de tomar medidas propias obviando los acuerdos internacionales. Se abordan de manera muy sucinta las políticas concretas en las naciones para que se pueda desarrollar la soberanía alimentaria en su plena concepción. No se ha discutido todavía en profundidad 253

cómo y de qué manera el estado nación debe orientar sus políticas agrícolas a favor de los más pobres, echándose en falta una mayor discusión de si los estados aprovecharían las oportunidades que pudieran conseguirse a nivel internacional para el desarrollo de la agricultura orientado hacia la promoción de las explotaciones más pobres y bajo qué condiciones debería llevarse a cabo. Haría falta, por último, una mayor discusión y concreción del modo en que se articularía la necesaria democratización de las políticas agrícolas con la participación de los movimientos y organizaciones campesinas locales, condición que los seguidores de la soberanía alimentaria han defendido como fundamental para asegurar la alimentación de la población de los países con deficiencias en seguridad alimentaria.

254

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Campesina,

en

http://www.viacampesina.org/main_sp/index.php?option=com_content&task=view&id= 404&Itemid=48. Vía Campesina (2008): Carta de Maputo: V Conferencia Internacional de Vía Campesina, en http://www.viacampesina.org/main_sp/index.php?option=com_content&task=view&id= 620&Itemid=70

255

Vía Campesina (2009), Abogados a la catástrofe: cuando los bancos gestionan la crisis alimentaria, en http://www.viacampesina.org/main_sp/index.php?option=com_content& task=view&id=677&Itemid=38 Vigna, A. (2008): “Los campesinos mexicanos contra el librecambio”, Le Monde Diplomatique edición en castellano, número 149. Von Braun, J. (2008): El aumento de los precios de los alimentos. ¿Qué hacer?, IFPRI, Washington. Von Braun, J. (2007): La situación alimentaria mundial. Nuevos factores y acciones necesarias, IFPRI, Washington. Watkins, K. y Von Braun, J. (2003): Basta de dumping contra los pobres del mundo, IFPRI, Washington. Windfuhr, M. y Jonsén, J. (2005): Soberanía Alimentaria. Hacia la democracia en sistemas alimentarios locales, ITDG, Warwickshire.

256

La crisis alimentaria global y el sector agropecuario en Chiapas León Enrique Ávila Romero1

Introducción Actualmente se vive a nivel mundial una inquietante crisis que pone en riesgo el derecho humano universal a la alimentación. Se han producido manifestaciones públicas, pronunciamientos y reuniones en diferentes escalas de la administración pública, local nacional e internacional en las que se ha tratado el problema, planteando una diversidad de respuestas, propuestas y contra réplicas sobre el asunto. A nivel de organizaciones sociales, de productores y de campesinos se ha generado un debate sobre las causas de la actual crisis, sus razones y alternativas para resolver el asunto. En México existe a nivel federal una propuesta elaborada por la administración pública que busca atender la problemática mediante la exención del cobro de aranceles a los alimentos provenientes del exterior y subsidios a la gasolina, mediante la generación de un fondo verde ambiental gestionado conjuntamente con el Banco Mundial. En el presente ensayo pasaremos de una visión global, entendiendo el proceso de globalización agroalimentaria y los diversos cambios sociales, económicos y culturales que ha acarreado su avance; posteriormente debatiremos sobre la inserción y el sometimiento del sector agropecuario mexicano a manos de las grandes compañías trasnacionales, para finalmente analizar el caso chiapaneco, su inserción al modelo dominante y realizar un ejercicio de prospectiva sobre lo que sucederá en Chiapas con la crisis mundial alimentaria. Actualmente existen en el mundo alrededor de 800 millones de personas que pasan hambre2, alrededor de 500 millones tienen malnutrición crónica, en México aunque los datos son contrastantes según la visión y el método por el que se calcule, podemos estar seguros que en amplias regiones del país se manifiestan problemas de desnutrición severa 3. Según datos del Banco Mundial en el año 2008, nuestro país es la economía número 15 a nivel global4, pero tiene el lugar 52 en lo concerniente al índice de desarrollo humano, elaborado por el programa de las Naciones Unidas para el desarrollo, comparable con

1

[email protected]. Director del programa académico de desarrollo sustentable. Profesor de tiempo completo de la Universidad Intercultural de Chiapas. 2 Por ejemplo la FAO En el texto de “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo” Roma, Italia. 20 pp. Toma en cuenta la subnutrición como aquellas personas que consumen menos de 400 kilocalorías al día. El hambre crónica prevalece sobre todo en Asia y Africa. 3 En el caso de México el déficit medio de energía dietética de las personas subnutridas, no del total de la población, anda alrededor de los 210 kilocalorías. Informe de la FAO 200. 4 En el año 2001 la economia mexicana se ubicaba en el decimo lugar a nivel mundial, actualmente en el 2008 se ubica en el lugar numero 15. En mas de 15 años el porcentaje de crecimiento del Producto Interno Bruto ha oscilado alrededor de 1.6 % anual. Calva, Jose Luis. 2008. Estrategia para el éxito. 10 de Julio del 2008. http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/40945.html

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países como Tonga, Libia y Omán, esto explica el porque la desigualdad en México es mayor que en países más pobres como Nigeria, Kenia o Bangladesh. Esto se manifiesta en una creciente desigualdad no solo de carácter internacional, sino que va configurando diferencias regionales a nivel nacional donde siguen prevaleciendo en algunas regiones condiciones de extrema marginación que impiden el acceso a los satisfactores básicos. La región predominante es el sur de México, donde los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, ocupan los últimos lugares en el índice de desarrollo humano. El estado que ocupa el lugar 32 en el Índice de Desarrollo Humano del país es Chiapas. Si lo comparamos con el Distrito Federal, este último es mas alto 27 %, la diferencia respecto al índice de esperanza de vida, es de 10.1 por ciento, mientras que para el índice de escolaridad es de 23.5 por ciento y para el PIB per cápita es del 52 por ciento, según un estudio realizado por la SEDESOL en el 2003. La situación en Chiapas es comparable a la situación de repúblicas como El Salvador, la República Dominicana o el Kirguistan. Es el estado de Chiapas donde más del 70 y 80% de su población no cubre los mínimos requerimientos alimentarios. Actualmente, se observa como las

regiones con

mayor índice de carencia alimentaría son los Altos, la Selva Lacandona y la Depresión Central por su bajo consumo de calorías, el cual, es menor de 1800 diariamente. Sin embargo, es evidente que esta problemática no sólo está afectando a México y sus Estados, sino es un problema de ámbito internacional que exige ser analizado para implementar las estrategias que garanticen la sobrevivencia de la población5.

La alimentación. Un punto de interés internacional Actualmente, a nivel mundial se considera que existe la posibilidad de dar diariamente por persona la cantidad de 1.2 Kg. de granos y nueces, 0.5 Kg. de carne, leche y huevos, un 0.5 Kg. de frutas y verduras. Por lo que las verdaderas causas del hambre son la distribución de la producción (dentro de este sobresalen mecanismos de control y acaparamiento de granos, en espera de un mejor precio), la desigualdad social (donde sobresale el modelo de “la copa de champan” el 20 % de la población concentra el 82 % del

5

El Comité Técnico para la Medición de la Pobreza de la SEDESOL determinó la construcción de tres líneas de pobreza, con las siguientes características: - Pobreza de patrimonio: hogares cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir el patrón de consumo básico de alimentación, vestido, calzado, vivienda, salud, transporte público y educación. Ingreso por persona urbano menor a $1,366.85 y rural menor a $946.93 mensuales de agosto de 2002. - Pobreza de capacidades: hogares cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir el patrón de consumo básico de alimentación, salud y educación. Ingreso por persona urbano menor a $792.29 y rural menor a $587.56 mensuales. - Pobreza alimentaria: hogares cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir las necesidades de alimentación, correspondientes a los requerimientos establecidos en la canasta alimentaria INEGI-CEPAL. Ingreso por persona urbano menor a $672.25 y rural menor a $492.77 mensuales. Fuente www.sedesol.gob.mx/

258

ingreso mundial6), y la pobreza. Han aumentado el número de pobres en el mundo y dentro de estos los que no pueden acceder a los mínimos nutrimentales. La alimentación es un producto cultural de la sociedad. A través de ella giran procesos que articulan el desarrollo del ser humano. Muestra de ello, es que en un inicio, el hombre era frugívoro; conforme domesticó el fuego, transformó sus hábitos alimenticios, y pudo alimentarse de carnes y semillas cocidas. El surgimiento de la actividad agrícola fue un parteaguas en la vida del ser humano, lo que permitió volverse sedentario, y el cultivo de diferentes especies que garantizaran su sobrevivencia. A la larga, ese proceso permitió el surgimiento de la acumulación originaria de capital, que llevó al desarrollo del sistema capitalista. Es fundamental resaltar que la alimentación no es solo es aspecto de nutrición, sino que implica aspectos culturales, gastronómicos, hedónicos y tradiciones de los pueblos. Sin embargo, con el capitalismo, la alimentación se ha visto afectada, al ir dejando de lado una visión integral del proceso, simplificándola a un acto que permite la reproducción social de la fuerza de trabajo, donde paulatinamente se han ido deteriorando tanto la calidad, como la cantidad que es consumida por las masas trabajadoras. Este fenómeno se da mediante una tendencia a homogenizar un cierto estilo de alimentación, no es que todos coman hamburguesas y beban coca-cola, sino en que se ha cambiado un patrón fundamental de vegetales y frutas, a otro, constituido por harinas, proteínas de origen animal, grasas, y donde también se consumen drogas y estimulantes (café, alcohol, y farmacéuticos). Obviamente, dicha evolución se da de manera paralela al aumento del poder de compra de los consumidores. En esta nueva fase de los mercados agroalimentarios, el gran actor han sido las grandes corporaciones trasnacionales, las cuales con la finalidad de ampliar sus ventas, han propiciado que la alimentación haya pasado de ser un derecho universal consagrado en la declaración de los derechos del hombre, a un desafío en la pugna por la hegemonía en el mundo, bajo las premisas del libre mercado. Es decir, su fetichización como mercancía ha ocasionado el surgimiento de grandes hambrunas y la imposibilidad de ser resueltas bajo los paradigmas económicos que actualmente prevalecen. También, se ha fomentado un proceso de concentración del sector alimentario en grandes corporaciones trasnacionales, lo que ha generado en algunas partes del planeta movimientos sociales que contestan dicha irracionalidad y proponen diversas alternativas, en la búsqueda de garantizar la sobrevivencia y su reproducción social de amplios sectores de la población que se encuentran fuera del proceso de globalización económica, y sobre 6

“ la fortuna de los 358 individuos millonarios en dólares que hay en el planeta es superior a las entradas anuales sumadas del 45 % de los habitantes más pobres del planeta”. En Houtart F y Polet, F. El otro Davos. Globalización de resistencias y de luchas. Editorial Plaza y Valdés. México, D.F. 2001. pag 12.

259

todo el resurgimiento de propuestas de soberanía alimentaria, que se manifiestan como procesos de resistencia a la globalización al interior de regiones y países. A partir de los planteamientos anteriores, el presente trabajo pretende

abordar

diferentes aspectos de la problemática del sector agroalimentario, comenzando por una perspectiva global, así como caracterizar sus principales tendencias para posteriormente, abordar el panorama nacional y finalmente, analizar la situación local y los procesos de resistencia al proceso global. ¿Cosecha robada? o el fenómeno de la globalización agroalimentaria En la década de 1970 existió a nivel mundial una fuerte crisis económica, ocasionada por varios motivos. Desde nuestra perspectiva, a nivel global podemos considerar tres principales factores: a) el aumento en los precios internacionales de los granos básicos b) el incremento de los precios de exportación de petróleo y c) la ruptura unilateral por parte de los Estados Unidos de los acuerdos de Brettón Woods. Estas causas afectaron fuertemente a los Estados Unidos que

mantuvo una

preocupación creciente en cuanto a la producción de alimentos básicos en el mundo y el acceso asegurado de manera permanente y continua a ellos. Por lo que el petróleo y los alimentos se convirtieron en dos ejes centrales de la doctrina de seguridad nacional del gobierno de los EUA. Efectuando una revisión histórica, después de la gran depresión de 1929, los EUA proclamaron en 1935 un edicto de ajuste agropecuario, donde prohibieron las importaciones agropecuarias con la finalidad de proteger a su sector. A la larga estas medidas generarían fuertes consorcios comerciales que controlarían el proceso de compra-venta de alimentos. Esta disposición trajo en los países del tercer mundo la ruptura de la perspectiva británica del agrocolonialismo7, donde se les veía como fuente de materias primas para los países europeos, y se sustituye por un modelo de dependencia agroexportadora y donde la agroindustria asume un papel fundamental. De acuerdo a Luis Llambi, los EUA “lograron una indisputada hegemonía agroalimentaria mundial gracias a una combinación de políticas nacionales y de comercio exterior que le otorgaron superioridad técnico-económica en tres importantes complejos agroalimentarios: 1) el de alimentos concentrados- productos cárnicos, 2) el de cereales y 3) el de alimentos durables (aceites, edulcolorantes, etcétera)”. En estos tres complejos agroindustriales, el gobierno de los Estados Unidos se planteó lograr la hegemonía a nivel mundial, pero se encontró que en otras regiones existían fuertes 7

Donde básicamente durante el modelo agrocolonial, se consideraba que esté era dirigido desde fuera. Mc Michael, P. 1999. La política alimentaria global. En Cuadernos agrarios Numero 17-18. México, D:F. pags 9-28.

260

competidores en la producción de alimentos, sobresaliendo por su magnitud y volúmenes la Unión Europea8 y su Política Agrícola Común (PAC),

por lo que la estrategia de

competencia, se basó en seis procesos: 1) el incremento de la extensión de la tierra cultivada, 2) elevados subsidios y fuertes excedentes de producción, 3) El establecimiento de precios “dumping”, competitivos a nivel internacional, 4) La presión a países rivales para la eliminación de subsidios, 5) el fomento de áreas de libre comercio, propuestas como el TLCAN y el ALCA, sin aranceles en sus complejos competitivos. A la larga este proceso de competencia y de concentración, convirtió a los EUA en el principal productor de cereales, concentrando el 74.5 % de las exportaciones mundiales, sobresaliendo en el maíz con el 58.62 %. Esta etapa donde los países desarrollados se convierten en el granero del mundo, trae una división del trabajo, donde pareciera que a nivel de la actividad agropecuaria en general ellos son los responsables de dotar al orbe de los alimentos básicos, mientras que a los países no desarrollados, les dejan la disyuntiva de elaborar productos agrícolas no esenciales para la alimentación del ser humano. ¿Qué significado tiene la apropiación de las grandes empresas del sector alimentario de países enteros? En primer término hay una ruptura entre alimentos y territorios determinados, que favorece la especialización de una región dada, y la diversificación de fuentes de abastecimiento; en segundo lugar se da un robo ecológico, ya que en la búsqueda de las ganancias por parte de las grandes empresas se están dejando de lado relaciones culturales, históricas, sentimentales que forman parte de la cosmovisión del agricultor, que llevan en palabras de Vandana Shiva a cometer un robo, ya que se consume más de lo que se necesita, “se sustituye la abundancia por la escasez, la fertilidad por la esterilidad. Convierte el robo a la naturaleza en un imperativo de mercado y lo oculta tras un cálculo de eficiencia y de productividad”.

¿Cuáles

son

las

empresas

que

dominan

este

totalitarismo

alimentario,

esta

deshumanización de la actividad agropecuaria? Si revisamos el ranking de las empresas de alimentos y bebidas a nivel mundial, en el año 2000 la empresa que más vendió fue la Nestle, originaria de Suiza, con una cantidad en millones de dólares de $ 48 855, el segundo lugar le corresponde a Philip Morris ( Kraft + Nabisco) de EUA, que vendió $ 30, 907, en tercer lugar siguió ConAgra Inc (EUA), con $ 25 8

Al interior de la PAC, tenían 5 metas en materia agrícola, “ incrementar la productividad, asegurar un buen nivel de vida para los agricultures, estabilizar los mercados, garantizar la seguridad de los aprovisionamientos y ofrecer precios razonables al consumidor”. Asimismo se dejaron de lado aranceles intercomunitarios, se privilegio la compra de alimentos al interior de la comunidad y se homogenizaron normas y reglamentos. Tomado de Rosell, Mauricio y Aguirre , Pedro. La Unión Europea Evolución y perspectivas. Editorial Diana. México, D.F. 1994. pag 31-32

261

386, en cuarto lugar Unilever (Reino Unido/ Holanda con $21 127, y finalmente en quinto lugar Coca-Cola Company con $ 20 438 mdd. El poder de las grandes trasnacionales hace que ellas estipulen los precios y montos de compra de los productos agropecuarios, generando, desde el punto de vista de los economistas neoclásicos, una “imperfección de mercado” que deja a los campesinos con un reducido margen de maniobra en el proceso de negociación con los entes mundiales. Esta distorsión del mercado propiciada por las grandes compañías alimentarias ha impulsado, en un primer término, la “apropiación” del proceso agrícola donde sectores enteros de la agricultura se convierten en divisiones de la actividad industrial. Lo anterior favoreció a la agroindustria de los suministros cuando se sustituyeron los abonos orgánicos por fertilizantes, las semillas criollas por híbridas y, el trabajo humano por la maquinaria agrícola. Este modo de producción y de vinculación entre la agricultura y la industria, ha permitido el surgimiento del “sustitucionismo”, la cual consiste en partir de componentes naturales y su recomposición de dichos elementos para ser utilizados por la industria, tal es el ejemplo del grupo económico FEMSA, que elabora la conocida marca de refrescos de cola, que ha ido sustituyendo el azúcar por los edulcorantes, dejando a millones de mexicanos sin comprador para su producto. Estos cambios en los procesos productivos y comerciales forman parte de las tendencias globales dominantes, que se han visto reforzados por la aplicación de políticas económicas neoliberales en nuestro país.

El proceso de globalización agroalimentaria en México A mediados del siglo XX, en los círculos del sistema político mexicano se pensaba que para un Estado- Nación era fundamental tener garantizado el suministro de alimentos básicos para su población, a partir de ahí se manifestaba la independencia y soberanía nacional, ya que no se dependía de alguna potencia extranjera para garantizar la reproducción social de su fuerza de trabajo. Por lo anterior, en América Latina se impulsó fuertemente el desarrollo del sector agropecuario, como un mecanismo de apoyo para las burguesías nacionales, garantizando una mayor ganancia al existir una relación desigual con los habitantes del medio rural. Durante la existencia del modelo de sustitución de importaciones en los países en vías de desarrollo, y gracias a la política formulada por la escuela denominada cepalina, en México se impuso un modelo de desarrollo endógeno, donde la agricultura jugaba un papel fundamental en la producción de alimentos baratos para los trabajadores de la industria. Este proceso de industrialización se ubicaba en el paradigma de la modernización, donde se veía indispensable romper la estructura agraria precapitalista, y así se aplicaron medidas de protección externa y se desarrollaron mecanismos de crédito para el desarrollo de la industria nacional. 262

Con la consolidación del modelo de sustitución de importaciones, el campo mexicano tenía una importancia fundamental en el desarrollo nacional- Por ejemplo en el período de 1940 a 1958, la inversión federal destinada al campo promediaba el 17 % anual, en el 2004 ni siquiera rebasa el 5% del presupuesto federal, siendo que actualmente más de 25 millones de mexicanos viven en el campo, que históricamente se acerca a la

mayor

cantidad de habitantes que viven y tejen relaciones sociales en el agro. Si uno revisa datos sobre el crecimiento de la actividad agropecuaria y de la industria alimentaria en el período de 1940 a 1982, encontramos que el sector agropecuario creció en promedio 4. 2 %, la industria alimentaria 6.1 % (de 1950-1982) y la población 3.1 % . En resumen, en el periodo considerado hubo un desplazamiento paulatino de la producción nacional, que afectó a la mayoría de las ramas productivas y por lo tanto hubo un retroceso en el proceso de sustitución de importaciones. Se muestra que hubo dependencia e incapacidad del aparato productivo para competir con el exterior. Lo que puso en evidencia graves deficiencias de la estructura productiva y su incapacidad para cubrir la creciente demanda interna. Aunado a lo anterior, en la década de los 70´s. la deuda externa en el gobierno de Echeverría pasa de 19‟600 millones de dólares, a 65 419 millones de dólares al finalizar 19829. Ello impidió el pago de intereses y conllevó la consecuente pérdida de soberanía en las decisiones económicas en nuestro país10. En el sector agropecuario mexicano en esa época, después del incremento al precio internacional de los cereales en los años de 1974-1976, parte de las divisas captadas por la renta petrolera se transferían al mercado mundial para importar alimentos. Su encarecimiento

en el mercado mundial influyó en los niveles salariales, por lo que el

gobierno decidió subsidiar con petrodólares el consumo interno, pero esto también ayudó a incrementar el déficit estatal. Las unidades campesinas pauperizadas no pudieron ayudar a ampliar el mercado interno, por lo que se vieron excluidos de la bonanza petrolera. El proceso de industrialización se concentró principalmente en los bienes-salarios, que eran accesibles a capas asalariadas de altos ingresos, y en general empleados de altas remuneraciones, de las industrias electrodomesticas, industria alimentaria y particularmente la industria automotriz. Los desequilibrios entre agricultura e industria definieron la puesta en marcha del SAM (el Sistema Alimentario Mexicano), a principios de 1980´s. Se partía de la premisa que al campo mexicano le hacia falta de capital, para incrementar la producción y la productividad.

9

Tomado de León, Julio. El populismo y la herencia del neoliberalismo económico en México. UNACH, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 2002. 239 pp. 10 Por ejemplo, en 1987 el servicio total del endeudamiento con el exterior fue equivalente al 65.4 % del total de ingresos por exportaciones. Tan solo los intereses de la deuda externa del sector publico absorbieron 88.2 % de los ingresos petroleros en ese año.

263

La crisis financiera de 1982 fue una manifestación del agotamiento del modelo de sustitución de importaciones, que llevaba varias décadas de ejecución en México, generando el denominado milagro mexicano. Con esta se rompió el predominio de la industria sobre la agricultura, es decir, durante la época del Estado de Bienestar, la agricultura subsidió a la fuerza de trabajo urbano con alimentos baratos que permitieron la industrialización de nuestro país. Y la crisis financiera de 1982, no sólo fue consecuencia de la caída de los precios internacionales del petróleo, sino de las enormes contradicciones que han existido en el capitalismo mexicano, particularmente de la incapacidad que han mostrado los capitales estatales y privados para incorporar la fuerza de trabajo de las unidades campesinas al proceso de valorización de capital. Esto abrió las puertas a que en 1982, con la llegada del presidente Miguel de la Madrid, se instauró en nuestro país el modelo económico neoliberal, en el cual en el período de 1982 -2000, el sector agropecuario ha crecido solamente 1.4 %, la industria alimentaria 2.8 % y la población 2.0%, por lo que podemos observar que la población creció mas que el sector agropecuario, profundizando la dependencia alimentaria del exterior. Uno de los grandes problemas estructurales que tenia nuestro país era la falta de competitividad internacional de su

economía. Mientras que en 1983 el total de las

importaciones estaba sujeta a permisos previos, para finales de 1989 solo lo era el 18.4 %. El primer paso en esta dirección, y quizá el más importante, fue el cambio realizado en 1984, de las cuotas de importación a los aranceles para la mayoría de los productos. Y en 1986 se da la adhesión al GATT, lo que facilitaría la liberalización del comercio. Esta apertura comercial indiscriminada a la larga, impulsó una desvinculación de la industria alimentaria con el campo donde, debido a diversos factores, la industria fue sustituyendo en un primer término los productos del campo por insumos industriales (jarabes, concentrados, etcétera) y después se le hizo fácil comprar insumos más baratos del exterior, lo cual aunado al deficiente crecimiento del sector agropecuario, nos muestra que no solo se ha logrado la autosuficiencia, sino que conforme se profundiza el modelo neoliberal, está más lejana, generando la ruptura de amplias cadenas de comercialización interregionales y nacionales, esto lo podemos ver en el cuadro 1.

264

Cuadro 1. Desvinculación entre sector agropecuario e industria alimentaria en el modelo económico neoliberal. Periodo

Pib

Importaciones

Exportaciones

Importaciones

agropecuario

agropecuarias

industria

industria

alimentaria

alimentaria

1983-1988

- 2.1

12.3

10.5

19.5

1989-1994

-0.7

9.8

4.5

20.8

1995-2000

0.5

8.4

12.5

4.5

Los datos son el promedio simple de los crecimientos porcentuales anuales en el período. Tomado de Nuñez, 2002.

En el proceso de acumulación capitalista que se vive en nuestro país, se ha dado por parte del gobierno federal un fuerte apoyo para la agricultura de exportación, ha dejado a grandes sectores de la población excluidos y marginados del “pacto social”, que había surgido en la era posrevolucionaria. Por ejemplo si comparamos en cuestión de porcentaje por rubro, tenemos que más del 70 % del sector de granos y de oleaginosas ha resultado dañado por la apertura comercial, en cambio se ha visto beneficiado el sector horto-frutícola que sólo cubre el 8 % de la superficie cosechada, dejando de lado al sector social del campo mexicano que se encuentra en grave crisis, inclusive algunos ideólogos neoliberales lo han declarado muerto o en vías de extinción. En México, existe un proceso de reestructuración económica que se esta realizando en el campo mexicano debido a la globalización del capital. Es decir, la producción campesina se encuentra en crisis debido a que no existe una fuerte producción de alimentos por un lado (minifundio, escasez de tierras, agotamiento productivo), y por otro existe una política de descampesinización impulsada por el Estado mediante políticas públicas que favorecen la concentración de inversiones, recursos en pocas manos y esto ha transformado el patrón de acumulación capitalista. Por ejemplo, el abasto de alimentos en las grandes ciudades de México es controlado por el grupo Wal Mart, el cual ha visto incrementar impresionantemente sus ganancias junto con la apertura de más de 1000 tiendas en nuestro país. Otra empresa de carácter trasnacional que empieza a dominar el mercado mexicano, es CARGILL la cual controla mas de la mitad de las cadenas de

comercialización de

cultivos básicos, como la caña de azúcar y maíz básicamente.

265

Si analizamos la dependencia alimentaria mexicana, y tomamos el caso especifico de la importación de maíz de EUA, en 1993 ascendía 152 mil toneladas y en para el año 2001 ascendió

a 5.6 millones de toneladas, todo esto gracias al TLCAN. La

comercialización del maíz mexicano es dominado por dos grandes empresas CargillContinental- Monsanto y Archer Daniels Midland- Novartis- Maseca. La empresa Maseca es la principal productora de harina de maíz en el mundo y en México absorbe cerca del 70 % del mercado nacional, y controla los insumos de la industria de la tortilla, controla el 75 % del de EUA, y el 80 % del mercado centroamericano. Existe otra empresa que produce tortillas que se llama Minsa, y controla el 28 % de la producción nacional11. Tenemos entonces que con la apropiación del proceso de comercialización del maíz por las grandes empresas, se ha disminuido el acceso de la población mexicana a la compra de bienes básicos como la tortilla. Esta explicación no sólo se debe a las empresas trasnacionales, sino también a la implantación en México del modelo neoliberal, donde el salario mínimo ha perdido de 16 de diciembre de 1987 al 1° de septiembre del 2003 alrededor del 80.5 por ciento de su valor. En un análisis que pública en 2008 el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, nos ilustra dicha realidad de la siguiente forma: “En 1982, con un salario minímo podían comprarse 56 kilos de tortilla y ahora, también con un salario minimo, sólo se pueden comprar seis kilos ¡50 kilos menos!” Estos datos ilustran fuertemente y ponen en duda la seguridad alimentaria de la población mexicana. A partir de este análisis global y nacional, es importante conocer a nivel regional como esta la situación alimentaria, retomando el caso del estado de Chiapas, ya que es considerado como el estado con mayor problemática alimentaria, hasta por el mismo gobierno federal, a través de sus instancias como la SEDESOL.

Chiapas y la crisis alimentaria global Hablar del estado de Chiapas, es describir un mundo lleno de contradicciones, ya que posee recursos estratégicos, que servirían para sentar las bases de un desarrollo sustentable, pero debido a una relación histórica desigual entre los habitantes del campo y la ciudad, entre los indígenas y los mestizos, sólo ciertos sectores de la población se han visto beneficiados del acceso a dichos recursos. 11

Analicemos más detalladamente la problemática de la tortilla, en su relación con la alimentación. En un estudio realizado por el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, encontramos que para el 1° de septiembre de 2003, con un salario diario de 43.65 y un precio de 237.62 diarios de la canasta básica, sólo se puede comprar el 18.37 por ciento de ésta, y si analizamos el precio de la tortilla podemos mencionar que en diciembre de 1982, con el salario mínimo diario de $0.31 se podía comprar 26.59 Kg de tortillas, mientras que para el 1°. de septiembre del 2003, con un salario mínimo se pueden comprar únicamente 7.90 Kg., esto es la tercera parte de lo que se adquiría en 1982.

266

Ancestralmente, existen sistemas de producción agropecuaria que han permitido la consolidación de centenares de comunidades rurales que se extienden por la geografía del estado y, en el sector agrícola el principal cultivo es el maíz: el cual es “dador de la vida y generador de hombres verdaderos” (como lo versa la literatura y la conciencia indígena de los últimos tiempos). En las últimas décadas del siglo XX, los chiapanecos disputaban ser la sede del granero de México, se sentían orgullosos de la producción alimentaria; el maíz acompañaba al fríjol y a los frutales tropicales como el mango, el plátano, el café y a una boyante actividad ganadera que eran la promesa de un futuro revelador. Sobre esto, cabe preguntar: ¿qué impidió la concreción de este sueño en realidad? Es así, que en pos del afán de las ventajas comparativas y a la espera de que, tanto compradores como vendedores salieran ganando, nuestro país se especializó en aquellos productos que le permitieran sobrevivir en el mercado mundial. En el mundo global existen diversos actores que lo distorsionan: en su disputa por la hegemonía mundial, sobresalen por su producción alimentaria los Estados Unidos y la Unión Europea, inundan el mercado de cereales a bajos precios y con altos subsidios, (cabe resaltar que existen un fuerte incremento anual en la producción alimentaria de los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que traerá la transformación del sector agroalimentario mundial. He aquí un dato revelador: mientras que un agricultor de los Estados Unidos recibe de subsidios alrededor de U$700 al año, un europeo recibe U$1 000; en cambio, un agricultor mexicano recibe, en promedio, solamente U$60 al año: valga la pena decir que con esos apoyos, a partir del 1 de enero de 2008 (como se ha venido anunciando en la televisión) “competimos fuertemente y al „tú por tú‟ con los farmers extranjeros”. A quince años de dumping contra nuestros productores, el fenómeno del rentismo de tierras y de la migración internacional se ha hecho presente en las familias mexicanas. Las aspiraciones han cambiado y la famosa reconversión de cultivos no ha funcionado del todo. Pero como esta el campo chiapaneco?

El sector agropecuario chiapaneco entre la crisis campesina y la globalización El sector agropecuario es fundamental para los chiapanecos, dado que emplea un fuerte porcentaje de la población. En 1991 el VII Censo Agrícola Ganadero, hablaba de 766 220 personas trabajaban en unidades de producción rurales.

267

En México, desde 1982 se ha implantado el modelo económico neoliberal, el cual ha impactado fuertemente en el agro chiapaneco transformando la realidad agraria y generando una fuerte crisis agropecuaria. Esto lo plantea el investigador de la UNICACH, Daniel Villafuerte: “En efecto, el sector agropecuario y forestal que hasta la década de 1970 constituía el soporte de miles de familias campesinas está en un proceso de crisis profunda: la contribución de este sector en el PIB en el año 2002 fue sólo del 15 %, mientras que en 1970 era de 30.8%...”12 Pasaremos al análisis de la situación de los cultivos básicos del estado de Chiapas, y el impacto del fenómeno de la globalización en ellos.

Del fomento al olvido: el maíz y el fríjol en la encrucijada chiapaneca Históricamente el maíz y el fríjol han sido la base alimenticia de los pobladores, por lo que se han desarrollado múltiples formas de producción, algunas de ellas ancestrales, que actualmente se encuentran en riesgo de desaparecer debido a la presencia de paquetes tecnológicos que son fomentados por las empresas de agroquímicos, que se caracterizan por la sustitución del germoplasma nativo, por semillas mejoradas, y por la masiva introducción de herbicidas e insecticidas, y últimamente el riesgo mayor es la introducción de cultivos transgénicos. Uno de los fenómenos que ha acarreado la firma del TLCAN, ha sido la importación masiva de este grano desde los Estados Unidos, el promedio ha sido de alrededor de 3507 millones de toneladas por año, representan el 18.46 % del consumo nacional.13 En lo que concierne al promedio anual de consumo por habitante de maíz, fue de 201.93 kg en los ochenta, con un incremento significativo a 225.1 kg en los noventa. El maíz, al ser uno de los principales cultivos a nivel nacional, estuvo enmarcado en una política más amplia de fomento a su producción en el Estado de Bienestar, múltiples instituciones se crearon en el México posrevolucionario como el BANRURAL, PRONASE, CONASUPO, FERTIMEX, entre otras, las cuales con el arribo de los gobiernos neoliberales son reestructuradas y desaparecidas. Esta desregulación, y el dejar el manejo de las existencias del grano, y del precio por las fuerzas del mercado, trajeron un fuerte impacto en los productores maiceros tradicionales, ya que al desaparecer el precio de garantía, se gestó un precio de indiferencia, en el cual la base del precio son los precios internacionales

12

Villafuerte, Daniel. 2006. Chiapas económico. Gobierno del Estado de Chiapas, Secretaría de Educación. 61 pp. Peña, Jaime. 2004. Reestructuración productiva agrícola en México durante los años noventa.el caso del maíz. En Rubio, Blanca (coord). El sector agropecuario mexicano frente al nuevo milenio. UNAM, Plaza Y Valdés.Pag 58. 13

268

del grano, y ASERCA aparece como el gran actor al tener que calcular el ingreso objetivo por entidad federativa, basado en el precio a futuro de la bolsa de Chicago

14

.

Cuadro 2. Precio medio rural de maíz grano en México 1996-2006 Año base (2002) pesos/ tonelada. AÑO PRECIOS CORRIENTES PRECIOS CONSTANTES 1996

1434.6

1866.1

1997

1353.7

1915.8

1998

1446.1

1773.1

1999

1454.1

1627.4

2000

1507.7

1656

2001

1451.

1527.1

2002

1500.0

1484.1

2003

1618.1

1446.0

2004

1678.5

1425.5

2005

1577.9

1408.3

2006

1490.0

1163.6

FUENTE: SIACON/ SIAP/SAGARPA 2006.

Si analizamos el período entre 1996 y 2006, el precio medio rural del maíz en grano, al incorporar la inflación se puede observar un autentico derrumbe del precio del grano en nuestro país (ver cuadro 2).En el periodo de 1996-2006, el precio medio rural en términos reales observó una Tasa Media Anual de Crecimiento (TMAC) negativa, siendo ésta de -4.6 por ciento y si se considera el periodo de 2000-2006 período presidencial de Vicente Fox, la TMAC también tuvo un comportamiento negativo, siendo éste de -5.7 por ciento. Lo que nos demuestra que la política hacia el grano más importante de nuestro país, no fue beneficiosa para los productores mexicanos. El derrumbe del precio del maíz se puede observar de manera mas detallada en la gráfica 1.

14

Con base en esta política, ASERCA es la institución encargada de establecer los precios nacionales con base en el precio de la bolsa de futuros del mes más cercano a la entrega, más la base estandarizada de la zona consumidora, menos la base regional. El precio queda determinado en dólares para ser liquidado al tipo de cambio dólar fix a cada una de las entregas. Lo anterior se lleva a cabo con la finalidad de garantizar un ingreso mínimo al productor por la comercialización de su cosecha, denominado ingreso objetivo. En caso que el precio de mercado a obtener por el productor sea menor al ingreso objetivo, la SAGARPA, a través de ASERCA, otorga la diferencia mediante el apoyo complementario al ingreso. El ingreso mínimo asegurado sólo se otorga a los productores que establecen agricultura por contrato; no obstante, dicho precio se toma como base para los demás productores. En consecuencia, ASERCA es la institución que establece el precio de mercado que se utilizará para la definición del apoyo complementario al ingreso. Esto, conforme con los precios que se registren a partir de las ofertas presentadas por los compradores al momento de la cosecha, considerando los precios pactados bajo las diversas modalidades en la agricultura por contrato, así como los precios imperantes en el mercado internacional y las condiciones del mercado regional que se registren, entre otras.

269

Gráfica 1. Precio medio rural maíz grano 1996-2006. PRECIO MEDIO RURAL MAIZ GRANO 1996-2006 2500

PESOS/TONELADA

2000

1500 PRECIOS CORRIENTES PRECIOS CONSTANTES 1000

500

0 1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

AÑOS

Ante este escenario de abandono del campo mexicano, se generan políticas paliativas para el desarrollo rural, las

cuales se manifestaron en dos programas: a) El

PROCAMPO, el cual consistió en subsidios directos al campo y b) El Programa de empleo temporal (PET). En el caso del PROCAMPO, fomentó el aumento de la superficie sembrada del grano, lo que acarreo un aumento en los volúmenes de producción, el cual se dio fundamentalmente en regiones campesinas y pobres. En lo que concierne a la superficie sembrada en 1980, Chiapas tenía el 7.45 % de la superficie nacional, en 1990 el 9.51 % y para 1999 el 13.40 %. Ha sido la entidad federativa del sexenio de Vicente Fox (2000-2006), donde se ha sembrado más maíz. En el año de 1980 se sembraron 523 705 hectáreas y en el año 2005, 841 562.95 has. En lo que respecta al volumen de producción en Chiapas, tenemos que en 1980 se produjeron 1 185 080 toneladas, y en el año 2005 fueron 1 402 833.28 toneladas, lo que nos habla de un aumento relativo. En lo que respecta al rendimiento del cultivo de maíz en Chiapas, tenemos que en el año 1980, el rendimiento promedio era de 2.50 toneladas por hectárea, y en el año del 2005 es de 1.751 ton/ha! Para aclarar esta información es fundamental mencionar que existió un aumento sustancial en el estado de la superficie sembrada con el grano, pero debido al paulatino retiro de los subsidios al campesino (vía precio e insumos) esto ocasionó el desplome del rendimiento por hectárea del grano. Es decir, se ve un aumento en volumen, pero se 270

requirieron mayor cantidad de hectáreas para su producción. La producción de maíz subsiste en tierras temporaleras y pervive porque existe una profunda visión campesina e indígena que resiste al proceso global en su necedad de querer seguir siendo productores de básicos y no depender de las trasnacionales. La resistencia al proceso global tiene su máxima expresión en Chiapas, con la generación de las Juntas de Buen Gobierno por los pueblos zapatistas, los cuales a partir de lo local generan alternativas sociales, productivas y culturales que les permiten garantizar su sobrevivencia. Es así que el proceso de globalización generó un reforzamiento de lo local, y de las identidades que se manifiestan en un pequeño barco de papel a la deriva en el que los trasatlánticos neoliberales mueven olas que inundan la endeble embarcación y en algunas ocasiones la hacen zozobrar y en otras tomar más fuerza y continuar con un proceso de resistencia, creatividad y construcción de sueños que llevan a pensar que otro mundo es posible, ante el decreto del final de la historia y de los movimientos sociales. El proceso de resistencia ha generado, en esta sociedad –que algunos teóricos denominan post-industrial– una gran cantidad de movimientos sociales, que tienden a la defensa de la tierra y el territorio, bajo una perspectiva ecologista. En este contexto, a nivel de política pública se impulsan propuestas que desde su particular perspectiva atacan las tres grandes crisis del siglo XXI: a) la ambiental, b) la alimentaria y c) la financiera. En lo concerniente a la crisis ambiental su máxima expresión es el cambio climático, el cual ha pasado de ser un tema que era abordado fundamentalmente por científicos, a ser un tópico de preocupación de la sociedad en general, que aparece en las primeras planas y reuniones a nivel mundial. Una de las propuestas que sobresale sobre la posibilidad de revertir el cambio climático es la concerniente a la elaboración de agrocombustibles, de los cuales nos referiremos brevemente en el siguiente apartado.

Posibles impactos de la producción de biocombustibles en Chiapas Desde el año 2006, en el Estado de Chiapas, existe el Proyecto de Bioenergéticos, presentado públicamente por el Ingeniero Rafael Arellanes Caballero, director general de la Comisión de Bioenergeticos del estado de Chiapas. En dicho proyecto se plantea la producción de biocombustibles a partir de la siembra masiva de tres cultivos: palma de aceite, caña de azúcar y piñón. Asimismo se plantea la creación de 69 módulos de producción, y la conversión de 119 000 hectáreas en la regiones del Soconusco, Centro, Fronteriza, Frailesca, SelvaPalenque y Sierra. al cultivo de biocombustibles

271

En voz del director de la Comisión de Bioenergéticos, la propuesta generaría lo siguiente: Con este proyecto hemos calculado que con el uso de los biocombustibles producidos se contribuiría a reducir un 5% de la emisión de gases efecto invernadero y, adicionalmente por la biomasa que se generará, se retendrían 3,5 millones de toneladas de bióxido de carbono que representa un 4% respecto de lo que generamos en México. Este proyecto bioenergético contribuye a reducir en un 9% los gases efecto invernadero en México, además de otras ventajas ambientales y económicas, como la conservación del suelo y el aprovechamiento de terrenos ociosos. Para este proyecto bioenergético se requiere una inversión de 3,500 millones de pesos (320 millones de dólares) con un financiamiento neto de 1,200 millones de pesos (120 millones de dólares) en un lapso de 6 años. En el año 2007 se requiere de 210 millones de pesos (20 millones de dólares). Se crearían 35 mil empleos directos en el campo y se beneficiaría además a 30 mil familias propietarias de predios15

Los principales efectos que ocasionará el proyecto de los biocombustibles en el estado de Chiapas son los siguientes: a)

Conversión de tierras agrícolas dedicadas al cultivo de básicos (maíz principalmente)

a la siembra de biocombustibles. En la región de la Frailesca se ha desalentado la siembra de maíz debido a múltiples factores: bajos precios, altos costos de producción y disminución de los rendimientos agrícolas (entre otros). Se ha preparado el terreno para el fomento de los agrocombustibles, existe por parte del gobierno del estado un impulso fuerte a la siembra del cultivo de Piñon mexicano (Jatropha sp). b)

A nivel estatal, existe una propuesta de siembra de arboles frutales y maderables,

por lo que se ha fomentado la siembra de aguacate Hass y del cedro. En el estado de Chiapas, se tiene la meta de aumentar la cobertura vegetal, mediante el fomento de plantaciones comerciales que impactaran conjuntamente con los biocombustibles en la generación de paquetes tecnológicos de alto impacto, generando procesos de erosion y desertificación a largo plazo. c)

Deterioro del capital natural del suelo y agua que se siembren con biocombustibles;

esto, debido a que se implementarán paquetes tecnológicos de alto consumo energético basado en el uso de fertilizantes y agroquímicos.

15

Arellanes, Caballero, Caballero. 2007. Proyecto Bioenergéticos Chiapas. Primera reunión internacional Foro de Bioenergéticos de Chiapas. Gobierno del Estado de Chiapas y Comisión de bioenergéticos. Versión CD. 13 pp.

272

d)

Profundización de la concentración de la riqueza del medio rural en actores

específicos, fundamentalmente en las compañías trasnacionales principales impulsores de la propuesta. e)

Perdida de autosuficiencia alimentaria al interior de las comunidades, ya que se

fomentan los agrocombustibles, arboles frutales y maderables,

y se dejan de sembrar

cultivos básicos, lo que generara una crisis alimentaria de fuertes consecuencias. Este último punto nos lleva a debatir sobre los posibles impactos de la crisis mundial alimentaria en Chiapas. Posibles impactos de la crisis mundial alimentaria en Chiapas A lo largo del texto hemos caracterizado el fenómeno de la globalización agroalimentaria. Como hemos observado en el presente articulo, desde hace 25 años, se vive en Mexico una desestructuración del sector agropecuario, el cual ha generado la profundización de la disputa por el agro mexicano entre las compañías trasnacionales e incipientes procesos de resistencia campesina. Es así, que la problemática social que existe en Chiapas, implica evaluar desde diferentes perspectivas lo posibles impactos que tendrá la actual crisis alimentaria mundial. Primeramente habría que mencionar que el sector agropecuario chiapaneco se encuentra profundamente desestructurado y con un campo polarizado entre un sector altamente capitalizado, cuyo destino es la agroexportación e insertado consecuentemente en los mercados mundiales, y un sector campesino, minifundista, sembrador de básicos cuyo futuro se debate entre la resistencia y la migración.Esto se puede observar con mayor detalle cuando se analiza la regionalización de la producción agropecuaria en Chiapas. Tenemos a la Costa-Istmo, al Soconusco, a la Frailesca y al Centro, como regiones agrícolamente desarrolladas. En cambio, la Selva, los Altos y Norte se encuentran en una situación de alta marginalidad con agricultura de subsistencia que dificulta en extremo la sobrevivencia de los agricultores. Un informe del Servicio Internacional por la Paz (SIPAZ) realizado en el año 2006, señala que el ingreso per cápita que recibe la población indígena de Chiapas representa solo el 32% del ingreso de los no indígenas, que de 304 mil 18 indígenas empleados, 42% no registran ingresos (122,345), otro 42% apenas sobrevive (127,682) por debajo de un salario mínimo mensual y solo 16% gana entre 1 y 5 salarios mínimos mensuales. Esto nos llama la atención sobre la dramática situación por la que atraviesan los productores indígenas. Es así que un primer impacto de la crisis mundial alimentaria será la ampliación de dicha polarización social, ya que al ser ocasionada por un proceso de especulación basado 273

en el mercado de futuros y propiciado por empresas trasnacionales, en el cual las ganancias son el aspecto fundamental, muchos grupos de población se quedaran excluidos del proceso, ya que su poder de compra es limitado y el incremento en los precios de los alimentos es significativo. ¿Que es lo que consumen preferentemente los chiapanecos?, ¿que alimentos son los de uso generalizado?, tenemos la investigación denominada Alimentación y suficiencia energética en indígenas migrantes de los Altos de Chiapas, México desarrollada en el año 2007 por Isabel Reyes Posadas, Austreberta Nazar Beutelspacher, Erin Estrada Lugo, Verónica Mundo Rosas investigadores del Colegio de la Frontera Sur, unidad San Cristóbal de las Casas Chiapas, y del. Centro de Investigación en Nutrición y Salud. Instituto Nacional de Salud Pública ubicado en Cuernavaca, Morelos: “Existe una disponibilidad promedio de 22 ±5 alimentos diferentes en esta población. En promedio, la dieta se define por 6 alimentos diferentes del grupo de cereales, 7 alimentos en el grupo de frutas y verduras, 4 productos de origen animal y 4 productos industrializados. De los 46 alimentos considerados en la frecuencia semanal de alimentos, 16 presentan diferencias estadísticamente

significativas

y

9

más

diferencias

marginalmente

significativas, (valores de p entre 0.06 - 0.15) de acuerdo con el nivel de ingresos. Los grupos de alimentos que presentan las mayores diferencias entre los estratos de ingreso, son las frutas y los productos de origen animal (POA) que están disponibles en las familias con mejores ingresos. Los productos industrializados y el grupo de cereales estuvieron disponibles de manera más homogénea en las familias, independientemente de su nivel de ingresos” En lo concerniente a los alimentos consumidos, las carnes de cualquier tipo son compradas preferentemente por los grupos domésticos pobres de mayores ingresos, y los muy pobres se concentran en las tortillas, el arroz y la sopa de pasta, el pan, el tomate, la cebolla y la verdura de hoja, el huevo, el aceite y el azúcar. Para darnos una idea sobre el impacto que tendrá la crisis alimentaria en Chiapas, analizaremos la gráfica 2 sobre el incremento en el precio de los artículos básicos que consumen los habitantes del medio rural, en el periodo de diciembre del 2006 a diciembre del 2007.

274

Gráfica 2. Incremento del precio de los alimentos en México, diciembre 2006diciembre 2007.

Fuente:Elaboración propia con datos del Periodico La Jornada 2008

En la gráfica 2 podemos observar como algunos productos como la lenteja, el frijol negro han tenido un incremento significativo en el periodo de diciembre del 2006 a diciembre del 2007.

Gráfica 3. Incremento en el precio de productos alimentarios diciembre 2006diciembre 2007.

Si analizamos mas detenidamente la situacion con otros productos agroalimentarios, encontraremos que hay productos como la harina de trigo, la tortila y el arroz que han tenido un incremento significativo a lo largo del año 2007, podemos observar grandes cambios, que afectan fundamentalmente la economía de las familias más pobres. Dicho incremento se ha debido a diversos factores, en los que sobresale el aumento de los combustibles y el alza de los granos básicos. 275

Entonces tenemos que el abandono de una agricultura diversificada, que privilegiaba la producción local, ha tenido un fuerte impacto en las comunidades indígenas porque los ha hecho vulnerables a la carestía de los productos básicos, la cual se ha venido acentuando desde diciembre del 2006 con el incremento en los precios al consumidor.

Conclusiones El proceso actual de crisis alimentaria tiene múltiples aristas, diversas formas de expresión, por un lado la sobreproducción, concentración y acaparamiento de granos por parte de las grandes compañías trasnacionales, genera una crisis capitalista de sobreproducción de mercancías conforme a la teoría marxista de la crisis económica. Otra manifestación que influye fuertemente en la actual configuración de la crisis alimentaria, tiene que ver con el incremento sustancial de los precios del petróleo, lo que ha coadyuvado a la generación de la crisis energética –por el sobre-consumo y el cenit del petróleo– lo que ha proporcionado la oportunidad para tejer poderosas alianzas globales entre las industrias del petróleo, la alimenticia, la ingeniería genética y la automotriz. El cambio climático global aparece como una excelente oportunidad para los negocios, mediante la instrumentación de políticas e instrumentos que comercializan servicios ambientales tales como la captura de carbono, los servicios hidrológicos y la generación de los agrocombustibles. Esto es importante resaltarlo, ya que las políticas “verdes” como los biocombustibles, y los procesos de reforestación con plantas exógenas a la región de siembra, están llevando a un cambio en los patrones de cultivos a nivel mundial, lo que genera cambios en la agricultura mundial, en las cuales se favorece un proceso de concentración económico-productiva entre los grandes actores de la globalización, en el cual sobresalen las empresas trasnacionales. Estas nuevas alianzas entre alimentos y combustibles están decidiendo el futuro del paisaje agrícola mundial. El boom de los biocombustibles consolidará su control sobre nuestros sistemas alimentarios y energéticos, y les permitirá determinar qué, cómo y cuánto se producirá, dando como resultado más pobreza rural, destrucción ambiental y hambre. Los grandes beneficiarios de la revolución de los biocombustibles serán los “grandes” del mercado de los granos, incluyendo a Cargill, ADM y Bunge; compañías de petróleo como BP,

Shell, Chevron, Nestlé Oil, Repsol y Total; compañías automotrices como General

Motors, Volkswagen AG, FMC-Ford France, PSA, Peugeot-Citröen y Renault; y gigantes de la biotecnología como Monsanto, DuPont, y Syngenta. Por lo que se puede concluir, que en la propuesta de los bioenergeticos, y en la actual crisis alimentaria en último término los principales perdedores serán los campesinos del agro chiapaneco.

276

Hemos realizado un breve recorrido sobre la situación del agro chiapaneco, se ha encontrado un proceso de polarización muy fuerte, entre un sector dedicado a la agroexportación y al mercado mundial, y un sector eminentemente campesino. Se ha analizado los posibles impactos que tendrá la crisis global alimentaria en Chiapas, la cual tendrá una fuerte repercusión en el ambiente, ya que se implementaran paquetes tecnológicos que consuman fuertes cantidades de agrotóxicos, y se abrirán nuevas superficies a la agricultura generando la consecuente perdida de cobertura vegetal. La crisis alimentaria también impactara en la situación social de los agricultores pequeños, ya que se verán fuertemente limitados en su acceso a productos básicos de primera necesidad que no son producidos en las parcelas agrícolas, profundizando una relación totalmente desigual con el mercado. Se ha observado en el presente artículo como en el periodo del 2006 al 2008, los alimentos básicos han sufrido un considerable incremento, que indudablemente impactara en los productores más pobres. Los campesinos tendrán que desarrollar nuevas formas de resistencia para tratar de sobrevivir a la crisis global, entre las cuales sobresalen: a) la siembra de básicos garantizando la seguridad alimentaria, b) la generación de movimientos sociales antisistémicos c) un incipiente proceso de capitalización bajo la inserción en mercados de calidad (comercio justo y orgánico) y d) un proceso de migración del medio rural con alcances nacionales e internacionales. Generando que los pequeños agricultores tengan que elegir el camino de la migración como una forma de respuesta al proceso global y el fortalecimiento de los procesos de resistencia campesina, en los cuales se puedan llevar a cabo la construcción de alternativas desde lo local, en el que los actores llevan a cabo acciones que conforman procesos regionales mas específicos, rompiendo el predominio del capital multinacional.

277

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Los alimentos orgánicos una alternativa sustentable de producción para el desarrollo de las regiones marginadas de Chiapas Jorge Luís Ruíz Rojas1 Jose Nahed Toral Bernardo Sánchez Muñoz Blanca Estela Molina Figueroa

Introducción Actualmente la humanidad enfrenta serios problemas relacionados con la pobreza, marginación y exclusión social de importantes sectores de la población, principalmente la que habita en las zonas rurales. También encontramos problemas ambientales como el calentamiento global, la contaminación del agua, la erosión de la tierra y la destrucción creciente de los recursos naturales. En este contexto, en diversas partes del mundo han surgido propuestas de sistemas de producción agrícolas y pecuarios menos agresivos al entorno y que impulsan además, el desarrollo de grupos campesinos marginados. A estos sistemas se les ha denominado agroecológicos sustentables. La Comisión Mundial del Ambiente y Desarrollo (WCED) definió la sustentabilidad como la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras (Cipriano et al., 2006). En este contexto se han propuesto nuevos paradigmas en la actividad agropecuaria y agroindustrial basados en el cuidado, la conservación y la recuperación de un ambiente cada vez más deteriorado. De esta manera, en los últimos años ha surgido un modo de producir llamado Orgánico, Biológico ó Ecológico. De acuerdo al Codex Alimentarius de la FAO, la agricultura orgánica es un sistema de producción holístico que promueve la salud de los agroecosistemas, la biodiversidad, los ciclos de vida y la actividad biológica del suelo. Se consideran orgánicos, aquellos alimentos que en ninguna etapa de su producción o procesamiento se utilizan fertilizantes sintéticos, agroquímicos, organismos genéticamente modificados (transgénicos), hormonas, colorantes, conservadores o saborizantes artificiales (Ruíz, 1999). El término orgánico es referido no al tipo de insumos empleados, sino al concepto de agricultura como proceso, donde todos sus componentes (suelo, agua, materia orgánica, microorganismos, insectos, plantas, animales y humanos) interactúan para formar un todo integrado, coherente, es decir, un sistema biofísico.

1

Jorge Luís Ruíz Rojas y Bernardo Sánchez Muñoz, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Autónoma de Chiapas, [email protected], [email protected], [email protected]; Jose Nahed Toral: El Colegio de la Frontera Sur, Área de Sistemas de Producción Alternativos, [email protected]; Blanca Estela Molina Figueroa, Facultad de Contaduría y Administración, Universidad Autónoma de Chiapas, [email protected]

281

Con base en lo anterior, el objetivo de este trabajo es presentar la situación actual de la producción de alimentos orgánicos, y proponer al modelo de producción orgánica como alternativa sustentable para combatir la pobreza de los campesinos marginados de Chiapas

Los alimentos orgánicos La agricultura orgánica constituye un sistema de producción ligado estrechamente al suelo. Ofrece a la población alimentos frescos, inocuos libres de contaminantes y de alta calidad nutritiva, busca además recuperar sistemas agroecológicos degradados, evita la contaminación de la tierra, el aire, el agua y los alimentos, conserva la flora y fauna necesaria para el equilibrio del ecosistema, fomenta el uso de insumos locales, propicia una alternativa de desarrollo para los pequeños productores, para darles mayor valor agregado a los productos y acceder a nuevos mercados, así como logar una cadena de comercialización que distribuya los recursos económicos con mayor equidad y justicia para los trabajadores del campo.

Objetivos de la agricultura orgánica (IFOAM, 1972) Los objetivos de la agricultura orgánica son básicamente los siguientes: -

Producir alimentos de alta calidad nutritiva y en suficiente cantidad.

-

Proteger y restaurar los procesos de los ecosistemas, que garanticen la fertilidad natural del suelo, la sostenibilidad y permanencia del mismo.

-

Aprovechar racionalmente los recursos locales reduciendo al mínimo la dependencia de insumos externos.

-

Evitar todas las formas de contaminación que puedan resultar de la producción agrícola.

-

Reducir al mínimo el gasto de energía, en cualquiera de sus modalidades.

-

Mantener y fortalecer la biodiversidad natural de la explotación y sus alrededores, protegiendo el hábitat de las plantas y la vida silvestre

-

Promover el uso responsable, la conservación del agua y de todas las formas de vida en ellas contenida.

-

Fomentar la producción y distribución local y regional de alimentos.

-

Crear un balance armónico entre la producción de cultivos y la producción animal.

-

Propiciar las condiciones de bienestar animal que permitan a los animales expresar su comportamiento natural.

-

Utilizar materiales de empaque que sean biodegradables o reciclables

282

-

Proveer a todos los involucrados en el proceso de producción y/o procesamiento un nivel de vida que satisfaga sus necesidades básicas, dentro de un ambiente de trabajo, seguro, saludable, socialmente justo y ecológicamente responsable.

-

Garantizar la independencia y gestión de las unidades productivas, tanto alimenticia como económica.

-

Generar fuentes de trabajo que arraiguen a la población a sus comunidades, fomentando la calidad de vida en el medio rural.

-

Reconocer la importancia de aprender, respetar y proteger el conocimiento indígena y los sistemas tradicionales de producción.

Este sistema se caracteriza por utilizar insumos naturales, control manual y/o biológico de plagas y malezas, prácticas de labranza y conservación de suelos entre otras, manteniendo un alto reciclaje de los materiales empleados sin que estos presenten residualidad toxica tanto en los productos obtenidos, como en el almacén, embalaje envasado y etiquetado. De esta manera las ventajas de la Agricultura Orgánica, en comparación con la convencional, son entre otras: 1) producción de alimentos frescos, nutritivos e inocuos; ofertar productos de alta calidad demandados por los consumidores; 2) acceder a nichos de mercados alternativos que brinden un precio justo a los productos; 3) mejorar los ingresos y el nivel de vida de los trabajadores del campo. Todo ello ayudaría a disminuir la migración de los campesinos a las zonas urbanas y/o hacía los países del norte. Por lo anterior, este sistema constituye una propuesta viable para combatir la pobreza, la marginación y la falta de oportunidades existentes en el sector rural de nuestro país y de nuestro Estado. La orientación de la producción agropecuaria La agricultura convencional En la agricultura convencional actual predominan tecnologías orientadas generados en la décadas de los setentas, que están orientados a obtener los máximos niveles de producción agropecuaria, sustentado en uso masivo de insumos agrícolas de origen inorgánico ó de síntesis química; la especialización y el monocultivo, sembrado en terrenos planos y extensos y la utilización intensiva de maquinaria en todo el proceso productivo han permitido hasta el momento, acceder a mayores niveles de producción por unidad de superficie, con sus costos ambientales colaterales. Al paso de los años se han hecho evidentes los riesgos que implica el uso de fertilizantes y plaguicidas químicos sobre la salud humana, debido a la presencia de

283

moléculas que difícilmente se descomponen con el paso del tiempo y muchas de ellas se acumulan en el suelo, en el agua y en el cuerpo humano; transformándose en compuestos tóxicos altamente peligrosos para la vida (Bejarano, 2004). Quizá lo que más se ha utilizado sean los fertilizantes químicos por sus efectos inmediatos sobre el crecimiento de las plantas y aunque se dice que su uso en si no es la causa de contaminantes, sino su empleo inadecuado, sus efectos adversos se han hecho notorios en varias regiones agrícolas en donde se realiza agricultura intensiva. Los daños físico-químicos en suelo, aire y agua son bastante evidentes y su efecto terminal se manifiesta incluso en la muerte de seres humanos y animales que se intoxican con algunos de estos compuestos por diferentes vías. Los resultados indican que el 25% del suelo agrícola mundial, antes fértil, ahora están degradados física, química y biológicamente por el excesivo transito de maquinaria y sobredosis química. También se ha puesto de manifiesto que existe el riesgo de la pérdida del recurso agua, no solamente en cantidad, sino que lo más grave, es que se pierde por alterar su composición química con compuestos contaminantes (Lamas et al., 2004). El uso frecuente de plaguicidas ha originado daños a la biodiversidad al alcanzar niveles altos de toxicidad, ocasionando la desaparición de especies y ha sido la causa de daño a muchas personas en el mundo, debido a la práctica común de aplicar estos productos a lo largo de los ciclos del cultivo y porque algunos de ellos no se degradan al cabo de un año, sino que se acumulan en el suelo. El agua de las lluvias y de riego se convierten en el conducto de transportación de los plaguicidas residuales hacia los depósitos naturales de agua de tal manera, que el hombre puede intoxicarse, consumiéndola posteriormente o bien alimentándose con productos regados o lavados con esas aguas contaminadas. La agricultura convencional reemplazó las variedades de plantas criollas o nativas por híbridas o variedades obtenidas por la ingeniería lo cual ha ocasionado una pérdida de biodiversidad. Por ejemplo en los Estados Unidos se ha perdido el 95% de las variedades de col que se cultivaban en el siglo pasado, así como el 91% de las de maíz, el 94% de los chícharos, el 86% de las manzanas y el 81% del tomate (Lamas et al., 2004). El reto de la agricultura está en satisfacer la creciente demanda de alimentos para una población que va en aumento; alimentos que deben ser obtenidos en una superficie de tierra cada vez menor por la invasión del crecimiento urbano y degradación de los recursos naturales y además, alimentos que deben ser limpios y confiables para conservar la vida humana. Con la agricultura que predomina en la actualidad, no se pueden garantizar dichas exigencias.

284

Ante la crisis de la agricultura mundial, los investigadores buscan nuevas soluciones y se plantean nuevos modelos alternativos de producción de alimentos, como son los modelos sostenibles, que garanticen la seguridad alimentarías de las poblaciones, que reduzcan la inadecuada nutrición y que participen efectivamente en la restauración de la calidad de los suelos y aguas, de tal forma que se satisfagan las necesidades de las generaciones presentes y futuras, preservando siempre la integridad de los medios de producción en tiempo y espacio. En el siglo XXI tres grandes temas seguramente serán los que ocuparán la atención respecto a alimentos y son: la agricultura orgánica, la inocuidad alimentaria y la biotecnología.

La necesidad de cambiar el modelo agropecuario convencional Si bien la modernización de la agricultura, ha permitido un incremento temporal de la productividad en algunos cultivos, por otro lado también ha favorecido una alta fragilidad en los ecosistemas y un deterioro creciente de los recursos naturales, comprometiendo a largo plazo la viabilidad de las actividades agropecuarias. A través de la utilización irracional de insumos químicos en la agricultura con la finalidad de incrementar la producción de los cultivos, ya sea aplicando fertilizantes o plaguicidas, se ha propiciado la degradación y contaminación por residuos tóxicos del suelo, agua, aire y alimentos, disminución de la biodiversidad genética y ecológica, se ha incrementado la vulnerabilidad de los cultivos a las plagas y enfermedades. El empleo de los plaguicidas sintéticos ha sido motivo de preocupación por sus efectos tanto agudo como crónico sobre la salud de la población principalmente en niños, mujeres embarazadas y lactantes y en los ancianos; manifestados por problemas en el aparato respiratorio, la piel, el sistema nervioso, el sistema inmunológico y el aparato reproductor (Bejarano, 2004). Actualmente en México, la deforestación (más de 600,000 ha/año), el impacto en la degradación de terrenos de ladera, el mal uso de agua de riego, la pérdida de materia orgánica, los monocultivos y el sobrepastoreo, están ocasionando la degradación de los suelos del país, pues se estima que el 80% del territorio nacional está afectado por la erosión en diferentes niveles. En el 2002 se estimó que la superficie de suelos degradados fue de 90 millones de hectáreas, de las cuales casi el 40% se debía a la degradación química (INEGI, 2007). El reto es entonces, buscar una opción tecnológica valida en un marco de desarrollo sostenible, que concilie ocupación, equilibrio ambiental y una perspectiva de ingreso real para los productores.

285

La agricultura sustentable implica componentes ecológicos, técnicos, económicos y sociales que permitan tener una producción de alimentos sin poner en riesgo la conservación de los recursos naturales, la diversidad biológica y cultural para las futuras generaciones. Con base en lo anterior, podemos decir que la agricultura orgánica es una alternativa real para la producción sostenible de alimentos limpios, sanos y nutritivos, que plantea soluciones objetivas al problema de la contaminación y degradación de recursos naturales, ya que no permite el empleo de agroquímicos y se basa en tecnologías agroecológicas. Normas y reglamentos para la producción y certificación orgánica La creciente demanda de productos orgánicos por los consumidores, hace que también el número de productores, procesadores y comercializadores de este tipo de productos aumente; sin embargo, esto ha traído como consecuencia una incertidumbre de parte de los consumidores en el sentido de que si realmente adquieren productos orgánicos. Por ello, a partir de 1991 se hizo obligatoria la certificación por una entidad independiente de los productores. Es así como nacen oficialmente las agencias privadas de inspección y certificación de productos orgánicos, que son reguladas por las autoridades competentes de los principales países o bloques de países consumidores, como la Comunidad Económica Europea, Estado Unidos y Japón. Para dar certidumbre a las autoridades competentes del desempeño de los agentes de certificación, en Europa se hizo obligatorio en 1998 la acreditación de estos organismos a través de una instancia conocida como el International Acreditation Forum (IAF), quién se encarga de vigilar de manera constante el desempeño de los organismos que certifican los productos orgánicos producidos o importados en Europa. Lo anterior se logra mediante el cumplimiento de la guía ISO/IEC-65 con su norma equivalente por parte de las agencias o empresas de certificación. El sistema anterior tiene sus limitantes pues en general es caro y burocrático, por lo cual, principalmente en Europa se tiene establecido como requisito que los países productores que deseen exportar productos orgánicos a este continente deben desarrollar sus leyes, reglamentos y normas en la materia, así como poner a funcionar un control de certificación orgánica de acuerdo con lo que establece la legislación vigente de la Unión Europea (Reyes, 2007).

286

Normas y reglamentos para la producción orgánica Entre los reglamentos y normas que regulan a los productos orgánicos en sus diferentes etapas (producción, transporte, procesamiento, etiquetado, almacenamiento, insumos etc.) están: 1) el grupo de Normas Oficiales, las cuales son obligatorias y 2) las normas privadas, que son voluntarias.

Entre las normas oficiales más importantes a nivel internacional están: 

El reglamento 834/2007 de la Comunidad Económica Europea



El Codex Alimentarius



El reglamento NOP-USDA



El reglamento JAS del Japón



La reglamentación del CAAQ de Québec, Canadá



El SENASA de Argentina



La Ley de productos orgánicos de México (la cual no cuenta aún con su reglamentación respectiva).

Dentro del grupo de normas optativas está la norma de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), como la más importante. A partir de ella se han elaborado diversas normas específicas, como por ejemplo las normas de las Agencias de Certificación. Las principales agencias de certificación privadas, con sus propias normas, que operan en Chiapas están: CERTIMEX, OCIA, BIOAGRICERT, IMO CONTROL, NATURLAND y DEMETER ASSOCIATION. Tendencias internacionales Una de las grandes tendencias en los países desarrollados es hacia el consumo de productos inocuos y que en su producción no haya significado un deterioro ambiental. Lo anterior se manifiesta porque cada vez es mayor el número de consumidores que tienen entre sus preferencias la adquisición de productos orgánicos. Las ventas anuales de productos orgánicos en el 2002 oscilaron alrededor de los 22 mil millones de dólares y cerca de 40 mil millones para el 2007. La demanda mundial por esos productos tiene una tasa anual de crecimiento del 20%. Se espera que el valor total de la producción total en la primera década de este milenio alcance los 100 mil millones de dólares (Lamas et al.,2004; González, 2007).

287

La superficie mundial cultivada orgánicamente también ha crecido significativamente en los últimos años y para el 2009 se estima que son 32.2 millones de hectáreas, siendo Australia, Argentina y Brazil, los principales países con mayor superficie bajo manejo orgánico (Willer and Kilcher, 2009).

Como respuesta a esa demanda, en los países en desarrollo se están gestando procesos de producción orgánicos para exportar productos y aprovechar el poder adquisitivo de los países desarrollados. México no es ajeno a esta tendencia y aunque la agricultura orgánica todavía es un subsector agrícola comparativamente pequeño, con 545 000 has, es el más dinámico a nivel nacional, pues en plena crisis económica a duplicado su superficie en los últimos años (Schwentesius et al., 2007). Por lo anterior, la producción y la comercialización de los productos orgánicos, con todas sus exigencias técnicas de ser libre de tóxicos, conservación del ambiente y de respeto al ser humano como sujeto principal de producción y consumo, viene a representar un nicho de negocio para nuestro país y en particular en el estado de Chiapas, el cual cuenta con zonas de cultivo aún no contaminadas con agroquímicos. Contexto nacional En México existen alrededor de mil Unidades de Producción Orgánica (UPO), de las cuales más del 50% las encontramos en tres Estados; Chiapas, Oaxaca y Michoacán. (Tabla 1).

Tabla 1. Unidades de producción orgánica de las principales entidades federativas en México (2004-2005). Estado

Número de unidades de

%

producción Chiapas

186

23.34

Oaxaca

121

15.18

Michoacán

117

14.68

Veracruz

68

8.53

Jalisco

39

4.89

531

67

Total Adaptado de Gómez et al.,2005

Gómez et al., (2005:38) estimó que estas UPO ocupan una superficie de 300 mil hectáreas y en ellas laboran alrededor de 100 mil personas; Chiapas ocupa el primer lugar nacional en número de UPO y en superficie (Tabla 2).

288

Tabla 2. Superficie agrícola orgánica de las principales entidades federativas en México y su tasa media anual de crecimiento (2000, 2004-2005). Estado

2000 has

2004-2005 %

has

TCMA %

(%)

Chiapas

43 678.31

42.49

86 384.36

29.54

12

Oaxaca

28 038.25

27.27

52 707.85

18.02

11

744.00

0.72

30 008.00

10.26

85

Guerrero

3 667,00

0.47

16 834.00

5.76

29

Tabasco

383.00

0.37

16 628.86

5.76

87

69.34

___

Querétaro

Total

76 510.56

71.32

202 536.07

Adaptado de Gómez et al.,2005

En cuanto al número de productores, en el periodo 2004-2005 se estima que habían 80 664 productores dedicados a la producción orgánica en México, para el 2007 esta cifra se incremento a 126 000 (Gómez et al., 2005; Schwentesius et al., 2007). (Tabla 3). Tabla 3. Número de productores orgánicos y hectáreas por productor de las principales entidades federativas en México. (2004-2005). NUMERO DE ESTADO

PRODUCTORES

Superficie

HECTAREAS/

Número

%

(has)

PRODUCTOR

Chiapas

36 141

44.82

86 384.36

2.39

Oaxaca

20 331

25.23

52 707.85

2.59

Tabasco

6 176

7.66

16 628.86

2.69

Jalisco

3 173

3.93

13 202.34

4.16

Veracruz

3 005

3.73

5 887.32

1.96

68 826

85.37

174 810.73

____

Total

Adaptado de Gómez et al.,2005

Respecto a la importancia social de la participación de productores en la agricultura orgánica por superficie, se estima a nivel nacional que el 58% son productores indígenas, para el caso de Chiapas esta cifra se eleva a más del 70%, predominando los grupos Étnicos, Tzeltal, Tzotzil, Chol y Tojolabal (García, 2002). En cuanto a la superficie de producción pecuaria orgánica por entidad federativa Gómez et al.,(2005:49) estimó más de 15 000 has., siendo los Estados de Veracruz, Tabasco, Tamaulipas, Chiapas y Sonora los más importantes.

289

Para el caso de Chiapas, Ruiz-Rojas (2007) señala que en la entidad se dedican alrededor de 3000 has. a la ganadería bovina orgánica, destacando la región centro (en la producción de leche) y norte (en la producción de carne). En la región norte de Chiapas sobresalen los municipios de Pichucalco y Salto de Agua, en la región centro, el municipio de Tecpatán, en donde se encuentran 125 ranchos que producen al rededor de 12 mil litros diarios de leche. En este municipio existen básicamente cuatro grupos de productores en etapa de transición a certificarse como orgánicos, estos son: (i)Grupo de Productores de Leche de Malpaso, (ii)Productores de Leche la “Pomarosa”. (iii)Productores de Leche de Tecpatán y (iv) Productores de Leche del Grijalva. La mayor parte de ellos se asociaron recientemente para formar la Cooperativa de Productores Orgánicos Mezcalapa, con la finalidad principal de capacitarse y buscar mejores alternativas de comercialización de su producto. Referente a la miel, Gómez et. al.,(2005) estimó en 51, 890 el numero de colmenas orgánicas existentes en México, siendo Chiapas, la entidad federativa más importante, seguida de Quintana Roo y Yucatán, las cuales en su conjunto participan con el 76.65% del total de colmenas (Tabla 4).

Tabla 4. Principales entidades en México con el mayor número de colmenas orgánicas (2004-2005). Participación respecto al Estado

Número de colmenas

total nacional (%)

Chiapas

30 336

58.46

Quintan Roo

5 800

11.18

Yucatán

3 640

7.01

Total

39 776

76.65

Adaptado de Gómez et al.,2005

En cuanto a la producción nacional de miel orgánica, esta se ha estimado en más de dos mil toneladas anuales, siendo Chiapas el que produce el mayor volumen (Tabla 5).

290

Tabla 5. Principales entidades productoras de miel orgánica en México (2004-2005). Participación respecto al total Estado

Toneladas

nacional (%)

Chiapas

954.65

46.00

Quintan Roo

334.00

16.00

Morelos

260.00

13.00

Total

1 548.65

75

Adaptado de Gómez et al., 2005

Referente a las UPO y número de productores de miel orgánica en México, se ha estimado en 24 las UPO y en 2,461 los productores, sobresaliendo en estos rubros Chiapas y Veracruz (Tabla 6).

Tabla 6. Unidades de producción y número de productores de miel orgánica de las tres principales entidades federativas en México (2004-2005). Unidades de Producción Estado

Productores

Participación Número

con respecto al

Participación Número

total (%)

con respecto al total (%)

Chiapas

9

37.5

1 791

72.78

Veracruz

4

16.7

153

6.22

Yucatán

3

12.5

111

4.51

16

66.7

2 055

83.51

Total Adaptado de Gómez et al., 2005

Es importante mencionar que la mayor parte de la miel producida tanto en México como en Chiapas se exporta a granel principalmente a países como Alemania, Italia, Holanda, Bélgica y Estados Unidos.

291

Desarrollo de la agricultura orgánica en Chiapas Contexto estatal Chiapas es el Estado más al sur de la republica mexicana, el cual tiene grandes riquezas naturales y también grandes desequilibrios sociales, algunos la han llamado “la frontera olvidada de México”. Tiene una población superior a cuatro millones de habitantes y una extensión territorial de 75 634 Km 2 . Ocupa el octavo lugar a nivel nacional por su extensión y representa el 3.7% de la superficie total del país. En la entidad existen 21 102 localidades con una gran diversidad cultural, religiosa, educativa, de tradiciones y lingüística, la mayoría de las cuales viven de la agricultura y la ganadería, cuyos bajos ingresos las han mantenido entre las más pobres y marginadas del país. Casi un millón de chiapanecos son indígenas, muchos de los cuales no saben leer ni escribir y ni siquiera hablan el español (Paz, 2006a). El estado está integrado por 118 municipios los cuales se han agrupado en nueve regiones socioeconómicas: Centro, Altos, Fronteriza, Frailesca, Norte, Selva, Sierra, Soconusco e Istmo-Costa (Orozco, 1994; Paz, 2006a). En Chiapas existen 760 mil unidades de producción rural (agrícola, ganadera y forestal) que cubren una extensión aproximada de dos millones de hectáreas, en los que trabajan casi medio millón de productores. El cultivo básico es el maíz, con muy bajos rendimientos (alrededor de 800 kg/ha). En cuanto a la actividad pecuaria, la de mayor relevancia es la cría de ganado bovino de doble propósito, el cual alcanza una población mayor de tres millones de cabezas, que producen 93 mil toneladas de carne y 300 millones de litros de leche al año (Paz, 2006b). Ante la falta de industrialización en el estado, la generación de ingresos sigue basándose en actividades relacionadas con el sector agropecuario y en la explotación de recursos naturales. Cerca del 45% del PIB estatal está concentrado en las actividades relacionadas con el campo, la ganadería ocupa el 33% y la agricultura el 19% del territorio estatal y absorbe el 60% de la población económicamente activa (Paz, 2006b). Lo anterior demuestra la evidente importancia económica y social que tienen las actividades agropecuarias en la entidad; por lo que, el impulso de este sector ayudaría a combatir la pobreza en la que viven muchas familias del campo, lo cual está propiciando una creciente migración a los Estados Unidos y a diferentes entidades del país. Chiapas orgánico Chiapas tiene importantes ventajas como productor de alimentos orgánicos en comparación con otras entidades y países, las cuales no se han aprovechado adecuadamente. Cuenta con condiciones agroecológicas favorables, abundantes riquezas naturales como agua,

292

tierra y biodiversidad; tradición en la producción agropecuaria, potencial humano y una posición geográfica estratégica al ser la puerta de entrada a Centro y Sudamérica. Existen espacios en los que se pueden cultivar un sinnúmero de especies vegetales y animales, además de productos que ya cuentan con un reconocimiento internacional, ya que en Chiapas se han realizado tres Exposiciones Nacionales de Productos Orgánicos, cinco Exposiciones Internacionales de Productos no Tradicionales, tres Foros Regionales de Intercambio de Experiencias en Agricultura Orgánica y dos Ferias Estatales Orgánicas. En el 2005 se identificaron a 224 organizaciones que agrupaban a 56 mil productores dedicados al cultivo orgánico en las diversas regiones de la entidad, a las cuales se dedicaban más de 80 000 hectáreas y producían 20 diferentes productos orgánicos. (Leijen y Escobar, 2005). Actualmente estas cifras ya se han incrementado. Según el Gobierno del Estado (2008), el 30.4% de estas organizaciones se dedica al café y el 87% de la superficie certificada corresponde a este grano, el cual se cultiva principalmente en las Regiones Soconusco y Sierra. En este contexto, a Chiapas se le ha considerado como el principal productor y exportador de café orgánico en el mundo. Otros cultivos orgánicos importantes de exportación en Chiapas son el cacao, el plátano y la miel. (Tabla 7). Tabla 7. Productos orgánicos y organizaciones existentes en Chiapas.

No

Producto

Número de organizaciones Total

%

1

Café

180

80.4

2

Cacao

15

6.7

3

Plátano

2

0.9

4

Miel

2

0.9

5

Mango

2

0.9

6

Lombricomposta

2

0.9

7

Hortalizas

2

0.9

8

Coco

1

0.4

9

Chayote

1

0.4

10

Diversos

17

7.6

224

100.0

productos

TOTAL (Gobierno del Estado de Chiapas. 2008)

293

Aunque en menor proporción, existen otros cultivos orgánicos como: mango, papaya, hortalizas, piña, jamaica, coco, cacahuate, ganadería bovina de carne y leche, etc. En total se estima que son 23 los productos orgánicos (agrícolas y pecuarios) que se cultivan en Chiapas, de los cuales el 90% es para exportación. En la mayoría de los casos estos productos se comercializan con poco o ningún valor agregado. Si hablamos por Regiones Socioeconómicas, la mayoría de las organizaciones, se encuentran en las regiones del Soconusco, Selva y Centro. Estas tres regiones concentran alrededor del 51% del total de las organizaciones productoras de alimentos orgánicos (Gobierno del Estado de Chiapas, 2008).

Reflexiones sobre el impacto de la producción orgánica Como mencionamos, la producción orgánica en Chiapas la realizan principalmente pequeños productores, la mayoría de ellos indígenas, para los cuales esta actividad representa una alternativa real para combatir la pobreza y marginación en la que han vivido por generaciones. Las reflexiones respecto al impacto de la producción orgánica en la entidad coinciden con las propuestas del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD, 2007) y son básicamente las siguientes: La adopción de métodos o sistemas de producción orgánicas tiene consecuencias positivas en la economía de los pequeños productores, quienes actualmente obtienen mayores ingresos netos en comparación con su situación anterior. La sostenibilidad de estos efectos dependerá de varios factores, como la capacidad de aumentar los rendimientos por hectárea y/o por unidad de producción, y también la futura evolución de los precios de los productos orgánicos tanto a nivel nacional como internacional. En el proceso de transición a producción orgánica certificada, la evolución de los costos de producción depende mucho de las características productivas utilizadas anteriormente por los productores. Aquellos que han aplicado sistemas de producción y tecnologías convencionales más cercanas a los sistemas y tecnologías orgánicas, inicialmente experimentan un aumento en los costos de producción debido a que deben introducir mejoras en sus tecnologías agroecológicas. La mayor parte de las tecnologías introducidas se refiere al uso intensivo en la mano de obra (simple y calificada) y en construcciones y equipamiento que son requeridas a fin de cumplir con la normatividad vigente.

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Respecto a los rendimientos, aquellos productores que han utilizado sistemas de producción más cercanos a lo orgánico deben experimentar un aumento en el rendimiento por hectárea cuando pasan a emplear integralmente métodos de producción orgánica. Por el contrario, aquellos que han aplicado insumos químicos, con una alta dependencia externa, obtienen rendimientos menores durante los primeros años de adopción. Sin embargo, todos los alimentos orgánicos certificados deben obtener mayores precios que los convencionales con características similares localizados en la misma región; si esto no ocurre, el desestímulo para los agricultores es enorme, ya que la producción orgánica requiere de más trabajo, sacrificios y búsqueda constante de alternativas productivas. En Chiapas, los pequeños productores tienen una importante aproximación a la agricultura orgánica. Esto podría tener ventajas comparativas ya que de alguna manera y por diversas razones (económicas, culturales etc,) su producción es más o menos “orgánica”, no utilizando insumos químicos o haciéndolo en pequeñas cantidades y asociando frecuentemente sus cultivos a bosques naturales y/o combinándolos con otras especies o cultivos. De esta manera la producción orgánica resulta relativamente más fácil dado que hay que realizar mejoras de forma marginal o complementaria a las tecnologías que ya aplican. Adicionalmente estos pequeños productores no experimentan una mayor incidencia de plagas en sus cultivos cuando pasan a producir en forma orgánica. Por el contrario, los productores de mayor tamaño y más capitalizados, que utilizan tecnologías basadas en insumos químicos y dependencia externa, generalmente enfrentan mayores dificultades al pasar a la producción orgánica, debido a que es necesario aprender tecnologías agroecológicas diferentes y sus cultivos pueden estar inicialmente más afectados por plagas y enfermedades (los agroquímicos debilitan a las plantas). Por último, las tecnologías de producción orgánica exigen inversiones relativamente bajas y son intensivas en el uso de mano de obra, precisamente el factor de producción que más disponen los pequeños agricultores. La agricultura orgánica también tiene efectos positivos en la salud de los pequeños productores y de los asalariados rurales, así como en el medio ambiente. Una buena parte de los productores orgánicos o en transición suelen manifestar su preocupación por los posibles efectos del uso previo y prolongado de agroquímicos sobre su salud y la de su familia. Este ha sido uno de los factores determinantes para adoptar métodos orgánicos de producción. Muchos de ellos han utilizado tecnologías amigables con el medio ambiente aún antes de entrar en el proceso de

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certificación como orgánicos; por ejemplo, no talando árboles, no realizando quemas, protegiendo los bosques naturales y empleando bajos niveles de insumos químicos. Los sistemas orgánicos ayudan a conservar los bosques naturales y a la diversidad biológica, caracterizados por un alto número de especies, árboles, aves, insectos etc. Estos sistemas traen consigo mejoras adicionales utilizadas en la recuperación y conservación de suelos que muchos de los agricultores no han utilizado anteriormente. Lo anterior sugiere que deberían realizarse esfuerzos para que los pequeños productores involucrados recibieran alguna forma de pago por los servicios ambientales implícitos en estos sistemas productivos. No todos los pequeños agricultores tienen las mismas condiciones para adoptar la producción orgánica. Su éxito depende en gran medida de sus propias características, en especial las tecnologías y los sistemas de producción que han aplicado anteriormente y las particularidades del productor y su familia. Como ya lo mencionamos, los agricultores que ya producen utilizando prácticas más o menos orgánicas encuentran más fácil y menos costoso cumplir con los requisitos de certificación, ya que sólo tienen que introducir cambios menores en las tecnologías productivas y su rendimiento por hectárea o por animal no disminuyen como en aquellos que han utilizado intensivamente insumos químicos. Adicionalmente, los pequeños agricultores orgánicos con más disponibilidad de mano de obra familiar enfrentan más fácilmente la mayor demanda del trabajo requerido en la producción orgánica.

Problemática actual Entre los principales problemas respecto a la producción de alimentos orgánicos en Chiapas encontramos los siguientes: 

El 95% de los alimentos orgánicos producidos en la entidad son para exportación o para otros mercados nacionales, el resto se vende como convencional y muy poco se va a los mercados locales o se utiliza para el autoabasto.



La mayoría de los agricultores orgánicos son de bajos recursos (indígenas, ejidatarios y pequeños productores), con escasa escolaridad, poco o nula infraestructura que venden su producto a granel para que otros lo procesen y obtengan mayores ganancias. No llevan registros adecuados del proceso de producción (sistema interno de control) y sólo unas cuantas organizaciones han alcanzado un grado de consolidación importante.



Los productores no reciben una capacitación constante ni planificada y carecen de fuentes de financiamiento que les permita capitalizarse y reinvertir recursos al

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sistema que les ayude a mejorar la calidad de sus técnicas de producción, transporte y procesamiento. 

El sector oficial mexicano no ha implementado los reglamentos legales que normen la actividad orgánica; por lo que pueden aparecer en el mercado productos etiquetados como orgánicos que no reúnan cabalmente los requisitos establecidos.

Conclusiones La producción de alimentos orgánicos en Chiapas es una actividad económica cada vez de mayor trascendencia ya que la realizan principalmente grupos de campesinos indígenas de comunidades pobres. Esta actividad les ayuda a su sobrevivir por que obtienen productos para el autoabasto e ingresos por la venta de algunos excedentes de la producción. A continuación se proponen algunas alternativas que son necesarias para un mejor desarrollo de esta actividad: - Establecer estrategias para el manejo poscosecha y la transformación de materias primas en productos procesados que permitan darle un valor agregado. - Desarrollar paquetes tecnológicos sencillos que permitan incrementar la disponibilidad de estos productos en el mercado regional y nacional. - Difundir las ventajas nutricionales y sociales que tiene el consumo de alimentos orgánicos, lo cual incrementará su demanda y como consecuencia, se estimulará la producción. - Demostrar y convencer a los tomadores de decisión de las instituciones para que instrumenten programas tendientes a mejorar la calidad del proceso de obtención, transformación y distribución de los productos agropecuarios y sus derivados. - Promover el cumplimiento de todos los requisitos para que un número mayor de organizaciones productivas se certifiquen como orgánicos. - Crear redes de valor que integren en las diferentes etapas de la cadena productiva a los pequeños y medianos productores a fin de ser más competitivos y así poder incursionar en mercados alternativos. - Se requiere una política institucional que apoye el desarrollo de la agricultura y la ganadería orgánica en Chiapas, mediante apoyos financieros específicos para el sector orgánico a fin de desarrollar proyectos productivos que lo impulsen. -Establecer programas permanentes de asesoría y capacitación para los pequeños productores a fin de que transiten de la agricultura y la ganadería tradicional actual de subsistencia, a una orgánica que sea competitiva comercialmente.

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- Implementar la reglamentación requerida por la legislación Federal y Estatal de productos orgánicos promulgadas desde el 2006 a fin de mantener la confianza de los consumidores, lo cual favorecerá el crecimiento y consolidación del mercado nacional.

En México, ante un sector rural impactado por condiciones meteorológicas, económicas y sociales y un deterioro creciente de los recursos naturales, es necesario emprender acciones productivas alternas que estén en armonía con el ambiente, como es entre otras, el desarrollo de la agricultura orgánica. Actualmente ya se ofrece una diversidad de productos certificados, mismos que actualmente tienen como destino principal el mercado exterior y a los cuales se les paga un sobreprecio de 20 a 40% en promedio. En el país hay productos orgánicos que tienen un sobreprecio mayor al 100% (Medel, 2007). En Chiapas la producción de alimentos orgánicos juega un papel cada vez más importante en la economía campesina; por lo que, el impulso que se le puede dar a este sector resulta ser de gran pertinencia social; ya que además de ofrecer alimentos nutritivos, inocuos y de calidad, es una alternativa real para mejorar el nivel de vida de las familias del campo, combatir la pobreza, la marginación, la exclusión y la falta de oportunidades que existe en el sector rural, el cual tradicionalmente ha sido marginado. Por otro lado, si la actividad agropecuaria pretende permanecer viable, en expansión y con futuro deberá encaminarse hacia una producción que aproveche el potencial que ofrece la naturaleza, reduzca los impactos ambientales y genere alimentos con el más alto estándar de calidad producidos amigablemente con la naturaleza. Finalmente, es importante mencionar que el desarrollo sustentable es hoy en día una prioridad mundial y la agricultura orgánica desempeña un papel central para alcanzarlo, sobretodo en la producción de alimentos, la conservación de los recursos renovables y la biodiversidad, la prevención de la contaminación del agua, suelos, aire y personas, así como en el combate a la pobreza y la marginación rural; por lo que, los aportes que proporcione este sistema de producción, contribuirá a lograr estos objetivos.

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Alternativas sociales frente a la crisis global Carlos Cortez Ruiz1

Introducción Desde hace décadas, en América Latina se lleva a cabo un debate sobre las vías y formas adecuadas de enfrentar los rezagos históricos y las desigualdades que marcan a nuestras sociedades. La crisis actual en sus múltiples expresiones plantea la necesidad de profundizar el debate y de colaborar en la búsqueda de alternativas, particularmente las dirigidas hacia los sectores sociales y regiones con menores niveles de desarrollo humano. Los impulsores de la globalización neoliberal aprovechan ya la actual crisis para demandar nuevas acciones orientadas a avanzar en la privatización y concentración de los recursos naturales, el poder y el conocimiento, a pesar de que los efectos perniciosos del modelo, han sido ampliamente documentados. Por otra parte, frente a la profundidad y complejidad de la crisis, múltiples actores han asumido posiciones críticas, elaborado propuestas y buscando generar alternativas para enfrentar los procesos de la globalización, por ejemplo en espacios como el Foro Social Mundial. Ahora, frente a la dimensión de la crisis las propuestas surgidas desde los actores sociales cobran un nuevo significado y plantean la necesidad de potenciarlas como base para alternativas más amplias. En este trabajo nos referiremos a diferentes formas de respuesta frente al modelo neoliberal que se han mantenido y desarrollado en México a lo largo de los últimos años, como base para resistir y construir alternativas. Ponemos énfasis en experiencias, gestadas particularmente desde los actores rurales, orientadas no sólo la reproducción de las condiciones de vida, sino en aquellas que evidencian la existencia de una creciente conciencia y capacidad de acción para demandar el cumplimiento de derechos sociales, económicos, políticos y culturales que garanticen una ciudadanía amplia. Consideramos que frente a la dimensión de la crisis, las propuestas surgidas desde los actores sociales cobran un nuevo significado y plantean la necesidad de potenciarlas como base para alternativas más amplias, de ahí la importancia de reflexionar sobre el carácter y significado que tienen estas experiencias. En la mayoría de los casos presentados a lo largo de este trabajo, han existido diferentes relaciones y papeles cumplidos por agentes externos a los propios actores sociales. Los diferentes niveles de gobierno (federal, estatal, inclusive municipal) han tenido un papel en el desarrollo de algunas iniciativas tanto para promoverlas y apoyarlas como para establecer limitaciones de diferentes tipos. Otras instituciones como la Iglesia, particularmente los sectores vinculados 1

Universidad Autónoma Metropolitana; [email protected]

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a las organizaciones y movimientos sociales, han tenido un papel importante en el desarrollo de algunas iniciativas. Asimismo, organismos no gubernamentales, instituciones académicas y diferentes instancias de apoyo han colaborado de diferente forma al desarrollo de algunas de éstas experiencias.

La crisis y sus implicaciones. El nuevo embate para impulsar el modelo neoliberal En las últimas décadas, en el marco de la globalización neoliberal, se han llevado a cabo un conjunto de acciones orientadas a promover la reestructuración agraria y un modelo productivo cada vez mas especializado que privilegia los bienes de exportación a costa de los destinados al mercado interno. En esta perspectiva se ha impulsado una reestructuración basada por una parte en la adecuación del marco legal para posibilitar la privatización y concentración de los recursos naturales (tierras, aguas, bosques) y por la otra en el retiro de la intervención estatal en la producción, la distribución y el consumo agropecuario. Los impulsores de la globalización neoliberal pretenden aprovechar la actual crisis para demandar nuevas acciones orientadas a avanzar en la privatización y para profundizar el modelo de gobernancia internacional que restringe el significado de soberanía, la subordina a un sistema de producción y consumo que opera a nivel mundial y es controlado por un número cada vez mas pequeño de empresas y grupos de poder económico. Es indudable que los cambios impulsado en los últimos lustros, han impactado en múltiples sentidos los procesos sociales, económicos, ecológicos, políticos, y culturales en las regiones rurales, han implicado cambios en la estructura agraria y productiva, en las condiciones en que actúan las unidades productivas afectando las condiciones de vida, de trabajo e ingreso de amplios sectores de la población rural. Asimismo, han modificado los escenarios en que se mueven los principales actores sociales, sus intereses y formas de acción, así como su capacidad de responder a las transformaciones y a la forma en que estas se llevan a cabo. En el terreno político, los cambios señalados han derivado en transformaciones en la forma de la relación del Estado con la Sociedad. Presentados como la expresión de una relación más autónoma para la población rural, en realidad los cambios en la acción estatal se han orientado a mantener os esquemas que benefician a un pequeño sector de empresas, principalmente trasnacionales y a amortiguar los efectos sociales del modelo de acumulación. Así, los cambios en las políticas agropecuarias han sido acompañados de modificaciones en la política social, destacando el abandono de los programas sociales de cobertura universal y la sustitución por políticas selectivas y focalizadas. Un modelo que exige el desmantelamiento de los sistemas de seguridad social, imponiendo una visión 303

restringida sobre los derechos ciudadanos. En estas condiciones, inclusive compromisos como las Metas del Milenio se presentan ahora como difíciles de cumplir. Si desde el punto de vista económico ha imperado la idea de que el mercado debe ser el único mecanismo de regulación de la vida social y de asignación eficiente de los recursos, desde el punto de vista político la perspectiva dominante ha sido la de privilegiar la seguridad del Estado sobre la seguridad del pueblo. Esto se expresa en el uso de recursos públicos para amortiguar los efectos sociales del ajuste, especialmente para mantener el control policíaco y militar sobre la población particularmente de las regiones rurales más pobres del país y especialmente sobre quienes han evidenciado su oposición al modelo neoliberal como demuestran los casos mas recientes de Chiapas, Atenco y Oaxaca. Los efectos perniciosos del modelo, han sido ampliamente documentados (Boege, 2007; Calva, 2007; Cortez, 2007) y nos muestran que los saldos son completamente desfavorables, ya sea que se evalúen considerando los aspectos estrictamente comerciales, como la creciente dependencia de las importaciones de alimentos; que se considere el incremento de la emigración y la perdida de vidas humanas de mexicanos que buscan trabajo en los Estados Unidos; o que se muestre la perdida de recursos fitogenéticos de importancia mundial como resultado de la lógica depredadora del modelo productivo. Frente a la profundidad y complejidad de los efectos señalados, en los últimos lustros se ha dado una creciente demanda de cambios, múltiples actores han asumido posiciones críticas, elaborado propuestas y buscado generar alternativas para enfrentar los procesos de la globalización. Las exigencias se han hecho de múltiples formas y a diversos niveles, desde las que se refieren al ámbito local hasta las que demandan cambios políticos fundamentales en la sociedad mexicana y en el modelo económico. Múltiples actores se han expresado y han asumido posiciones críticas y han elaborado propuestas y alternativas para enfrentar los problemas que se están dando en las regiones rurales. Desde movilizaciones nacionales para exigir la renegociación del TLCAN y la modificación de las políticas hacia el campo dictadas desde los organismos internacionales, hasta la cotidiana resistencia de miles de productores que buscan opciones de muy diferente nivel para mantener una producción que garantice la seguridad alimentaría a nivel familiar, local y regional. Desde acciones llevadas a cabo por comunidades y ejidos para defender la tierra y los recursos naturales frente a los intentos de despojo, hasta los procesos organizativos para comercializar la producción a través de esquemas de mercado justo. Pero las acciones sociales incluyen también las orientadas a garantizar la satisfacción de necesidades como la educación, la salud e inclusive a establecer modelos de seguridad y justicia apoyados en la organización local y regional. Estas acciones se reflejan en cambios en las estrategias de reproducción social a nivel familiar, en la gestación de alternativas

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organizativas para enfrentar las desigualdades sociales, en nuevas formas de gestión de los recursos naturales basadas en formas comunitarias y de tipo cooperativo.

¿Resistencias locales, alternativas globales? ¿Tiene sentido identificar experiencias que desde el ámbito local y regional considerando que constituyen muestras de que es posible generar alternativas en un contexto tan desfavorable como el que hemos mencionado someramente? De ser así, ¿Cómo valorar éstas experiencias sin caer en visiones románticas de que es posible enfrentar la crisis civilizatoria de nuestra sociedad, o de que desde lo local es posible resistir ante un modelo económico concentrador, excluyente y depredador?. Por supuesto que estas experiencias no pueden analizarse aislándolas de las condiciones y relaciones sociales, económicos, culturales y políticas existentes a nivel nacional e internacional; incluyendo el papel que el Estado juega y el carácter de las políticas públicas dirigidas al sector rural; la perspectiva sobre los recursos y sobre sus formas de apropiación; así como las condiciones en que los mercados impactan las relaciones sociales; las condiciones de reproducción social y las formas de ejercicio del poder. Si es difícil referirse a resistencias, es mas todavía pensar en sacar lecciones y en extrapolar sus elementos positivos. Sin embargo, consideramos que en una época caracterizada por el sobre dimensionamiento ideológico del papel del mercado como regulador de la vida social, es importante identificar las formas que desde la sociedad se exploran y se buscan construir nuevas formas de relación con la naturaleza a través de una producción sustentable; de impulsar nuevos esquemas de mercado justo;

de acciones orientadas a impactar

favorablemente las condiciones de vida de la población, experiencias que desde lo local constituyen una resistencia al actual balance del poder. En este trabajo buscamos mostrar que no sólo hay experiencias de resistencia sino que también hay lecciones que pueden aprenderse de ellas. El ejercicio no es fácil pues pretende dar una idea de una resistencia amplia a partir de la presentación de algunas experiencias desarrolladas principalmente desde el ámbito local y regional aunque algunas de ellas tengan efectos a nivel nacional. Lo primero sobre lo que hay que reflexionar es sobre el concepto mismo de resistencia y de su significado en el marco de la globalización. Así para McMichael (citado por Aboites et al, 2007, p.79), las nuevas modalidades de la globalización afectan las formas con las cuales se desarrolla la resistencia en el marco de relaciones sociales transnacionales, que se lleva a cabo al mismo tiempo en el nivel nacional y en el local; indicando la emergencia de una resistencia basada en el localismo y articulada a nivel global. Pero si pensamos en la resistencia no sólo como una forma de insertarse en el presente, sino como una forma de actuar para lograr objetivos futuros, entonces el concepto 305

se amplía y se hace complejo pues hace referencia a la búsqueda de cambio en las relaciones culturales, sociales, productivas, de género, así como al establecimiento de mecanismos sociales que garanticen la sostenibilidad de estos procesos, pero también puede referirse a la búsqueda de eficiencia técnica, productiva o económica. En ese caso nos referimos a la resistencia como a la realización de acciones colectivas que buscan desarrollar capacidades para responder a las necesidades humanas. Las formas y las estrategias de resistencia frente a la globalización neoliberal, incluyen diferentes formas de protesta que surgen en el nivel local y se vinculan con otras formas de resistencia promovidas a través de redes regionales, nacionales r inclusive internacionales. A través de la colaboración de organizaciones sociales y otros actores; se impulsan formas de trabajo cooperativas; que promueven el aprovechamiento sustentable de los ecosistemas. Experiencias que se reflejan en una diversidad de sistemas productivos como aquellos que combinan soluciones tecnológicas tradicionales con otras innovadoras. Si bien destacan las experiencias que buscan establecer modelos productivos y cambiar relaciones comerciales, es importante destacar que estos procesos organizativos aparecen cada vez mas vinculados a la reivindicación de derechos tanto individuales como colectivos. En ningún caso las experiencias son el resultado de procesos armónicos o libres de contradicciones y conflictos. La existencia de grupos de interés que promueven proyectos o estrategias como las descritas, no niega la existencia de otros grupos que se contraponen, que no aceptan las estrategias mencionadas, o que compiten por los recursos institucionales. Sin embargo, lo que queremos señalar aquí es cómo desde estos procesos de cambio locales y frente a su impacto en la vida social, se van configurado resistencias, redes que permiten vislumbrar otras posibilidades de relación con la Naturaleza, el Estado y la Sociedad.

La lucha por la tierra y los recursos La lucha por la tierra y la defensa de los recursos es una de las más complejas y de mayor continuidad. Una lucha que ha marcado la historia de México a lo largo de los siglos y que no sólo expresa la resistencia al modelo de despojo y acumulación sobre el cual se ha construido la sociedad mexicana sino el rechazo a una idea de modernidad en que la promesa de libertad pretende reducirse al derecho a la propiedad individual, cerrando la posibilidad a las formas de propiedad colectivas apoyadas en valores como la solidaridad. Las reformas a las leyes agrarias de la década de los noventa fueron creadas para dar por terminado el reparto agrario y para inducir la privatización de las tierras en manos de ejidos y comunidades. A través de las políticas públicas se ha promovido la apropiación individual de las tierras ejidales, como primer paso para la privatización buscando parcelar y ubicar con exactitud las parcelas y predios urbanos en comunidades indígenas y ejidos. De 306

acuerdo con la información oficial (www.pa.gob.mx), existen en el país 27,460 ejidos y 2,400 comunidades de derecho, que en conjunto suman 29,860 núcleos agrarios con un poco más de cien millones de has., es decir alrededor de la mitad del territorio del país, de los cuales más del 90% se ha incorporado al PROCEDE. La crisis económica y el retiro de los apoyos, del financiamiento y de la inversión pública por parte del gobierno hacia el campo, a su vez, han orillado a muchos ejidatarios y pequeños propietarios, a ceder en arrendamiento su tierra y en menor medida a venderla. Un factor que ha presionado por la venta o renta de parcelas es la migración, a que se ven obligados los habitantes de las regiones rurales ante la falta de opciones de trabajo, pero que también resulta de los cambios en la percepción que los campesinos, particularmente los más jóvenes, tienen sobre las tierras y los recursos.

A pesar de las políticas

mencionadas, la privatización de tierras ejidales y comunales ha sido menos de lo esperado, principalmente en los alrededores de las áreas urbanas. Lo que ha predominado es la renta de tierras que se estima en el 6.4% del total, mientras que el 10.1% de la superficie se otorga mediante préstamo y mediaría (Reyes, 2007, p.3). En los últimos años ha sido creciente el reclamo y las acciones orientadas a revindicar el derecho de las mujeres a la tierra.

En estados como Chiapas diferentes

organizaciones no gubernamentales han apoyado las demandas y esfuerzos que desde sus localidades muchas mujeres hacen para revindicar este derecho frente a visiones culturales e intereses económicos que se los niegan.

Defensa del maíz, desde la producción para el autoconsumo hasta la defensa de la biodiversidad “Con una producción anual promedio de 20 millones de toneladas, México todavía es autosuficiente en maíz blanco. Aunque… las cosechas que han crecido son los cultivos del noroeste, sobre todo de Sinaloa; siembras de riego, intensivas en agroquímicos y de altos rendimientos, que además acaparan los subsidios; en cambio, la producción maicera en tierras de temporal y con menores rendimientos no ha dejado de disminuir. Así, el maíz devino agro negocio empresarial mientras la milpa campesina se estancaba y retrocedía.” (Bartra, 2007). Sin dejar de reconocer ésta tendencia, un importante porcentaje de los campesinos mexicanos han mantenido la siembra maíz nativo en el policultivo que denominan milpa, desarrollado la mayoría de las veces en tierras marginales, donde a través de formas de producción intensivas se conserva y desarrolla la biodiversidad que caracteriza al país. Esto explica porqué México es uno de los centros de origen y

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diversificación de recursos fitogenéticos vivos más importantes del mundo ( 2), El ejemplo mas conocido es el de los maíces nativos que se cultivan unos 2 millones 863 mil 500 hectáreas la mayoría en comunidades indígenas. De ellas, 2 millones 500 mil son de temporal y en su conjunto se estima que 43% son laderas. Uno de los movimientos más amplios y que ha convocado a una diversidad de actores a nivel nacional es el de la defensa del maíz alrededor de la cuál se han realizado diversas iniciativas y acciones. Desde los esfuerzos campesinos a nivel local para mantener la producción de maíz, hasta las campañas promovidas a nivel nacional como la denominada “Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco” incluyendo las movilizaciones como las que se llevaron a cabo en el marco del movimiento “el campo no aguanta mas”. Una característica de muchas de estas experiencias es que desde ellas se valora cada vez más la importancia de rescatar y aprovechar el conocimiento tradicional campesino e indígena, no como una forma de volver al pasado sino como un elemento fundamental para lograr una inserción en el nuevo sistema de relaciones productivas y comerciales. En las condiciones agroclimáticas características del territorio mexicano, donde existen ecosistemas de gran complejidad y suma fragilidad, la experiencia demuestra que las formas de producción diversificada son más eficientes que las de tipo especializada en gran escala para garantizar un aprovechamiento sustentable de la naturaleza. Si bien no hay evaluaciones del impacto de las políticas neoliberales sobre la perdida de recursos, se señalan pérdidas importantes del germoplasma, de los agroecosistemas y de los procesos intelectuales que sostienen la agricultura campesina. Asimismo, actualmente un porcentaje importante de la agricultura campesina hace cada vez mas uso de elementos industriales como fertilizantes, semillas mejoradas, plaguicidas, acelerando el deterioro de esos recursos. La producción campesina está orientada principalmente a la satisfacción de la necesidad de alimentos para el consumo, que se complementa con algunos productos comerciales entre los que destacan el café, la ganadería en pequeña escala realizada como actividad de traspatio o la producción de artesanías. A estas actividades se añaden con un mayor peso cada día las remesas enviadas por los migrantes que cumplen un papel fundamental en la reproducción campesina. La disponibilidad de acceso a recursos y la diversidad de condiciones ambientales en que se lleva a cabo la producción y de acceso a los mercados, resulta en importantes variaciones entre los productores que se reflejan en sus niveles de ingreso, de consumo y de condiciones de vida. El mantenimiento de la (2) los recursos fitogenéticos abarcan, según zonas y agroecosistemas, distintas razas y sus variedades de maíces, frijoles, calabazas, chiles, jitomates, tomates, quelites, quintoniles, huauzontles, epazote, acuyo, chayotes, chipile, verdolagas, amaranto, camotes, girasoles, chía, agaves, nopales, aguacates, algodón, frutas tanto tropicales y de áreas templadas, etcétera, pero, como han insistido diversos estudiosos de estos procesos (Barcenas, 2007. Boege, 2007), con el marco legal vigente – Ley de Bioseguridad y la Ley de Semillas -, cabildeado por las trasnacionales, se promueve la apropiación por éstas de los recursos genéticos y los conocimientos ancestrales además de que se establecen las condiciones para que las semillas nativas estén en riesgo de desaparición. La primera ley remite sus salvaguardas a un reglamento aún no aprobado, y la segunda criminaliza a los productores que intercambien simiente fuera de los procesos de certificación de origen.

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producción campesina se da a pesar de no disponer de apoyos económicos ni técnicos, de estar sometidos a esquemas de comercialización completamente desfavorables. Aun en este escenario, son múltiples las experiencias de organizaciones que a lo largo del país llevan a cabo acciones diversas para mantener la producción de maíz. Boege (2007, p.7) menciona las siguientes experiencias; Grupo de Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero en Tlaxcala, UNITONA en la sierra de Puebla, PNUD Península de Yucatán, Grupo Yaxkaba Yucatán, Proyecto SAS GEA Sansekan Tinemi en Guerrero, Conservación in situ de maíces nativos en el valle de Oaxaca. Frente a las políticas claramente anticampesinas seguidas durante lustros y específicamente frente a las negativas condiciones establecidas por el TLCAN, se han llevado a cabo una diversidad de luchas por la defensa de la producción campesina, exigiendo cambios en las políticas y la renegociación del mencionado tratado que desde 2008 significó la apertura total del sector agropecuario mexicano. Movimientos como “El Campo o aguanta mas” o el mas reciente “sin maíz no hay país” representan el esfuerzo de organizaciones sociales del campo con el apoyo de otros actores sociales que pugnan por la protección del campo mexicano y especialmente de la producción de maíz. Un ejemplo de estos esfuerzos es el Taller “El Régimen de Protección Especial del Maíz en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados”, auspiciado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria, en la Cámara de Diputados en junio de 2006, donde se señalo que; “…nuestro país es el centro de origen del maíz y que todo el territorio nacional es un centro de diversidad dada la distribución actual de razas y variedades criollas de este cultivo; que el proceso dinámico de domesticación continua del maíz se sigue llevando a cabo en el medio rural mexicano que el maíz no es sólo un bien comercial sino una de las bases de la alimentación de los mexicanos y constituye una expresión integral de la relación entre naturaleza y cultura de la cual depende la subsistencia de una gran parte de la población rural de México a través de cuyas actividades se fortalece el tejido social de las comunidades y los pueblos, así como la conservación de la agrodiversidad; que las comunidades rurales e indígenas mexicanas han creado a través de más de 300 generaciones la diversidad del maíz como un patrimonio y un legado para la humanidad y que por ello estas comunidades constituyen el mejor resguardo del acervo genético de las semillas de maíz; que la diversidad genética del maíz nativo ofrece variedades especializadas que han demostrado su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones climáticas, tipos de suelo, resistir a plagas y enfermedades y satisfacer diversas demandas para actividades culinarias, artesanales o industriales; esa diversidad es un factor clave para la seguridad alimentaria de México en el futuro; que las prácticas agrícolas y culturales, así como la forma de reproducción del maíz facilitan su hibridación con variedades de maíz genéticamente modificadas con lo cual se incrementa 309

sustancialmente la incertidumbre en cuanto al impacto que se produciría en la constitución genética y las características del maíz; que no se ha podido segregar a las variedades transgénicas de las no transgénicas demostrando que incluso bajo condiciones estrictas de regulación; que además de los impactos ambientales, económicos, sociales y culturales, la introducción de maíz transgénico en México constituye un serio riesgo de perder la riqueza genética del germoplasma como recurso público, al privatizarlo a través del sistema de patentes controlado por las corporaciones transnacionales que buscan comercializarlos en México; que dado que aún no se tiene datos firmes sobre la presencia de transgenes en las razas criollas en todo el territorio nacional, es imprescindible impedir siembras en campos abiertos bajo cualquier régimen pues será imposible distinguir el posible flujo génico de éstas del flujo que ya pudo haber ocurrido. “ En ese mismo evento en que participaron representantes de organizaciones sociales, académicos y representantes populares, se señaló que; “…el Régimen de Protección Especial de Maíz debe ser concebido como un asunto de seguridad nacional que aplique el enfoque y el principio precautorios, y garantice la conservación in situ y ex situ de germoplasma; además de fomentar, desarrollar y hacer uso de la diversidad del maíz mexicano; que debe construirse con la opinión de las comunidades rurales e indígenas y con la participación de académicos, científicos, consumidores, productores y los diferentes niveles de gobierno; que debe protegerse la diversidad del maíz adoptando medidas derivadas de proyectos de investigación en bioseguridad y recomendaciones, entre otras, como las presentadas en los documentos básicos y en el Informe “Maíz y biodiversidad: los efectos del maíz transgénico en México. Conclusiones y recomendaciones” elaborados para la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte, donde se señala….; que dicho Régimen debe asegurar y destinar recursos para ejercer un monitoreo amplio, independiente y plural sobre el estado de contaminación actual de las variedades de maíz que existen en nuestro territorio y tomar medidas para revertirla; que el Régimen prohíba de manera permanente dentro de nuestro país el desarrollo de productos industriales no comestibles, de vacunas y proteínas experimentales de uso terapéutico que utilizan al maíz como sistema de expresión; además de asegurar que no ingresen a territorio nacional materiales reproductivos o vegetativos viables de estas líneas;

que el Régimen debe

asegurar procesos y mecanismos que hagan llegar a todos los sectores de la sociedad mexicana la información más relevante acerca del maíz transgénico; que el Régimen debe reinstalar la moratoria al cultivo en campo abierto de maíz transgénico hasta que se implemente un Programa Multidisciplinario de Protección de la Diversidad del Maíz Mexicano.

310

Un ejemplo de esfuerzos realizados para defender este producto, es el de Nuestro Maíz, proyecto de una red de organizaciones de pequeños productores de maíz que dispone de una red de molinos y tortillerías a través de las cuáles se distribuye la tortilla elaborada por maíz blanco en varios estados del país. De acuerdo con información de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras (ANEC, 2009), esta organización creada en 1995 agrupa a alrededor de 50,000 productores en 17 estados de la república con una red de almacenamiento, transformación y comercialización de maíz, frijol, arroz, trigo y sorgo. Producción orgánica y mercado justo La producción de café constituye una de las actividades productivas importantes a nivel nacional: por el valor de su producción y el número de productores involucrados constituye la segunda actividad agrícola del país, con 684,840.82 has. dedicadas a la actividad, México es el sexto productor mundial y el primero en producción de café orgánico. De acuerdo con el Plan Rector del Sistema Producto Café, en la actividad participan cerca de medio millón de productores, de los cuales alrededor del 60% trabaja menos de una hectárea, e involucra a otros sectores como transportistas, comercializadores, productores de insumos, etc. por lo que se estima que en conjunto la actividad genera alrededor de 4.5 millones de empleos. Es uno de los principales productos agropecuarios de exportación, además de que es fuente de trabajo e ingresos para un importante sector de la población rural mas pobre. La importancia ecológica de este producto está en el hecho de que permite aprovechar tierras cuyos usos para otros fines son limitados además de que por las características del cultivo puede ayudar a la conservación de los suelos y al mantenimiento de la biodiversidad en áreas sumamente frágiles. Una de las particularidades de la actividad es que involucra la participación significativa de miles de productores indígenas ubicados en las regiones más pobres del país. De los 411 municipios del país donde se produce café, 349 (es decir el 85% del total) son considerados de alta o muy alta marginalidad. Las experiencias de organizaciones que han incorporado las prácticas agroecológicas muestran que esto no es solo un problema técnico ni de conocimiento, sino de poder y de capacidad organizativa para incorporar estas practicas dentro de procesos de desarrollo social. La cafeticultura es desde sus orígenes una actividad vinculada al mercado internacional. Las modificaciones en el marco internacional coincidieron con el retiro del Estado mexicano en la producción cafetalera, que dio como resultado la desaparición del Instituto Mexicano del Café que cumplía funciones de fomento y regulación de la producción cafetalera. En 1993 se creó el Consejo Mexicano del Café A.C., encargado de manejar la política hacia el sector y de ejecutar los programas de apoyo a la cafeticultura. En este marco en el año 2002 se creó el Padrón cafetalero y se estableció el Programa de Fomento Productivo. Tras casi dos décadas de iniciados los cambios internacionales y nacionales el 311

impacto de éstos es sumamente amplio. De acuerdo a los datos oficiales, durante las últimas dos décadas la superficie dedicada a la actividad se redujo en un 10% mientras que la población dedicada al sector se incrementó en un 80%. De acuerdo con el Consejo Nacional de las Organizaciones de Productores de café (22 de noviembre 2005) la caída en los precios del café en los primero años de la presente década, que se reflejó en que la cosecha del ciclo 2004-2005 fue similar a la de tres décadas atrás, afectó severamente las condiciones de vida de los productores. Actualmente el sector se enfrenta a graves problemas, entre los que se pueden mencionar: i) producción en pequeña escala con mínimas posibilidades de capitalización; ii) bajos niveles de productividad y de calidad en referencia a los estándares internacionales; iii) mínima participación de los productores en las fases de beneficio y exportación; iv) cambios continuos en las políticas públicas con mínimos efectos favorables para la mayoría de los productores; v) limitado acceso a servicios básicos e infraestructura en las zonas cafetaleras y población en situación de pobreza y pobreza extrema; vi) ineficacia de los programas de apoyo gubernamentales para revertir las condiciones anteriores. Considerando la importancia de la actividad cafetalera del país, así como la problemática asociada a su desarrollo durante las últimas décadas, el gobierno y diversas organizaciones de productores firmaron en mayo de 2003 en el marco del Acuerdo Nacional para el Campo (ANC), un programa especial para la capitalización y fomento productivo de la cafeticultura mexicana. Ante el deterioro institucional,

la menor participación estatal

señalada por las organizaciones de productores y la poca capacidad de atención a las demandas de los productores, en la mayoría de las regiones cafetaleras del país se llevaron a cabo movilizaciones para exigir el establecimiento de políticas adecuadas a las condiciones de los productores nacionales. En diciembre de 2005, se firmó un acuerdo, en el que SAGARPA se comprometió a modificar la banda de recuperación del Fondo de Estabilización; a ejercer recursos de varios programas, y a revisar y acordar en enero del 2006 la instrumentación de los programas para ese año. Se acordó también que se constituiría una figura jurídica del Comité Nacional del SPC. A lo largo de las últimas décadas han surgido un importante número de organizaciones de pequeños productores campesinos que desarrollan actividades para mejorar su producción y para buscar el acceso a mercados para su producto. Numerosas organizaciones de indígenas y mestizos en diferentes estados del país pero muy destacadamente en Chiapas, Oaxaca y Puebla buscan impactar positivamente el nivel de vida de las comunidades cafetaleras. Con el esfuerzo, experiencias y desarrollo de capacidades, los pequeños productores de café avanzan en la construcción de empresas sociales que buscan ser autosuficientes, democráticas y solidarias. Con el impulso a la producción orgánica de café se pretende asimismo disminuir los efectos negativos sobre el 312

medio ambiente mientras que a través del mercado justo se busca obtener mejores precios por la producción orgánica en el mercado internacional. Un número creciente de organizaciones que trabajan en el área del café orgánico comercializan en el mercado internacional a través del denominado Comercio Justo o Alternativo. Al comercializar bajo estas prácticas se logra una revaloración del producto, y se obtiene un sobreprecio. En muchos casos, el ingreso proveniente de la comercialización de café a través del mercado justo, es uno de los principales recursos económicos para la reproducción de la economía campesina. Agricultura orgánica y mercado justo constituyen una opción para que miles de pequeños productores campesinos tengan una opción de inserción en el mercado en condiciones menos desfavorables. El comercio justo es un movimiento a través del cuál se ha logrado que un número creciente de consumidores de alta capacidad de consumo en los países mas ricos, este dispuesto a pagar un sobreprecio para apoyar la producción sustentable de los pequeños productores campesinos.

Se han creado redes como la

Coordinadora Mexicana de pequeños productores de Comercio Justo y la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de pequeños productores. Sin embargo en los últimos años la iniciativa del mercado justo ha empezado a utilizarse por empresas trasnacionales como un medio para publicitarse y seguir obteniendo elevadas ganancias. Además de la producción de café orgánico, en los últimos años se le ha dado impulso a otros proyectos productivos con ese mismo carácter. Un ejemplo es el de la producción de miel orgánica en estados como Yucatán, Chiapas, Oaxaca que se inició con el apoyo para la instalación de colmenas a campesinos con objeto de que dispongan de ingresos monetarios.

A pesar de los avances logrados, una parte importante de la

comercialización continua siendo a través de intermediarios que pagan precios muy bajos. De ahí que muchas organizaciones formadas por decenas o cientos de productores empiezan a buscar comercializar directamente para obtener un mejor beneficio con la miel. La capacitación para la comercialización, ha sido muy importante para abrir canales que eviten el intermediarismo.

De las ventas directas se avanza a la exportación. Hay un

número creciente de productores que se integran al mercado justo internacional con clientes en Europa, en Estados Unidos de Norte América y en otras partes del mundo. Un ejemplo este proceso es el de Productores Agropecuarios de la selva Lacandona, “La Cañada” en el estado de Chiapas, formada en 1993. Esta organización agrupa alrededor de 800 productores, incluyendo a mujeres socias como productoras ya sea porque son viudas o solas. Su producción es de entre 300 a 350 toneladas anuales de la cual el 80% se envasa y el 20 % se exporta. Las actividades de recolección y trabajo de la producción apícola se basan en el trabajo colectivo y familiar. Consideran que si bien la exportación es

313

una buena opción no permite una buena capitalización si no tiene valor agregado por lo que la opción es exportar miel envasada, con marca propia. Actualmente una parte importante de la producción de miel está certificada como producto orgánico. Las certificaciones a través de CERTIMEX se deben de cumplir para acceder al mercado justo. El reto a que se enfrentan muchos de estos esfuerzos, es el de reconocer el carácter ecológicamente apropiado de los sistemas campesinos, sin dejar de reconocer sus limitaciones e insuficiencias, promoviendo el análisis, la comprensión y el mejoramiento de estos sistemas a través de la incorporación de elementos de la tecnología moderna.

La pugna por los recursos naturales: entre las Áreas Naturales Protegidas y los modelos de aprovechamiento comunitario Entre las preocupaciones y retos a que se enfrentan amplios sectores de la población rural destacan los problemas de la pobreza y del deterioro medioambiental. Entre las expresiones mas agudas de este deterioro destacan; la deforestación, la erosión de suelos, la contaminación de aguas y la perdida de biodiversidad. A medida que se acentúa el deterioro de las condiciones de vida de la población y se cierran otras oportunidades de obtener ingreso, en las regiones campesinas mas pobres, aumenta la presión para la siembra de autoconsumo se acentúan procesos de deforestación, sobre pastoreo y presión sobre los suelos mas frágiles, acentuando serios problemas desde el punto de vista ambiental, social y político. En la perspectiva sobre el problema del deterioro de los recursos naturales sigue predominando una especie de determinismo ambiental en que la pobreza es considerada como el factor fundamental en este deterioro. La ecuación simple es que la pobreza campesina da como resultado el incremento de la presión sobre los recursos naturales (bosques, tierra, agua, biodiversidad) y su consecuente deterioro cuando en realidad la situación es el resultado en gran medida de políticas gubernamentales y de relaciones de exclusión y explotación que han colocado a esta población en situación crítica obligándola a llevar a cabo prácticas que deterioran su ya de por si limitada disponibilidad de recursos. Las diferentes perspectivas entre las instituciones de gobierno y la población rural sobre el manejo y protección de los recursos naturales se expresan a muchos niveles. Las políticas gubernamentales se orientan por una parte a facilitar la apropiación privada de importantes recursos naturales y por la otra a controlar las decisiones de las poblaciones locales sobre sus recursos, particularmente en las regiones de mayor biodiversidad. Frente a estas definiciones, las comunidades y ejidos propietarias de los recursos, evidencian su oposición ya sea por la vía de no participación en los programas gubernamentales o a través de movilizaciones de rechazo, aunque sin dejar de aprovechar los limitados recursos 314

aportados por algunos programas gubernamentales, pero también a través del desarrollo de proyectos a escala local y regional orientados al aprovechamiento sustentable de los recursos. En las últimas décadas del siglo XX, el gobierno mexicano implantó la política de protección al ambiente, mediante el establecimiento de Áreas Naturales Protegidas (ANP), lo que significó la modificación del marco institucional y las reglas de acceso, uso y control de tierras. La mayoría de las ANP’s se establecieron en tierras en posesión o usufructo de comunidades campesinas e indígenas. Como señala Frausto (2005, p. 159) “Esta determinación obedece a dos lógicas principales: la primera es que parte importante de las reservas naturales todavía están ubicadas en zonas remotas “poco alteradas”, dotadas anteriormente a comunidades marginadas por ser tierras de “bajo valor”. La segunda refiere concepciones sobre las áreas naturales que sostienen la necesidad de mantener intacta la naturaleza, sin atender las implicaciones sobre las comunidades campesinas e indígenas. Hay que señalar que algunas de estas concepciones adjudican a los campesinos una parte importante de la responsabilidad del deterioro ambiental.” El establecimiento, instrumentación y operación de las ANP ha dado origen a una diversidad de conflictos, y negociaciones con los habitantes y propietarios de las tierras. En la mayoría de los casos los propietarios, ejidos y comunidades principalmente, no han sido tomados en cuenta ni en la fase de conceptualización ni mucho menos en la operación de las ANP, a pesar de que en la propuesta del modelo se establece que permitiría integrar a la población local en la conservación y el desarrollo sustentable, en realidad se han establecido reglas y condiciones con severas restricciones al acceso, uso y control de los recursos naturales por parte de comunidades y ejidos, aun cuando tengan sus derechos agrarios reconocidos, lo cual ha dado origen a una diversidad de conflictos. En los últimos lustros se ha desarrollado otra perspectiva sobre la problemática del deterioro ambiental, sobre sus causas y posibles soluciones. A lo largo del país diversas organizaciones sociales llevan a cabo iniciativas para garantizar el uso sostenido de sus recursos naturales en el marco de procesos de desarrollo local y regional promoviendo el uso de prácticas agroecológicas. Frente a los procesos de degradación ambiental estas prácticas constituyen un elemento fundamental en la búsqueda de alternativas sociales que permitan un desarrollo con base en un manejo sostenido de los ecosistemas y posibiliten avanzar hacia una sociedad menos polarizada socialmente. En estos cambios ha sido fundamental la toma de participación local apoyada por una diversidad de actores, desde organismos internacionales y de ONGs que apoyan las acciones orientadas a la conservación de los recursos asociándolas al desarrollo, y que parten de reconocer la importancia de la participación social comunitaria en las acciones para frenar el deterioro de los recursos naturales. 315

En respuesta a las políticas conservacionistas, las movilizaciones campesinas han incorporado a sus luchas, ya no sólo la defensa de la tenencia de la tierra, el usufructo de los recursos naturales y el desarrollo de alternativas de “economía ecológica”; ahora exigen la participación en la toma de decisiones para el manejo de las áreas de conservación. Un ejemplo, analizado ampliamente por Frausto (2005), es el de la a región de Calakmul, Campeche es un caso ilustrativo de conflictos derivados del encuentro de diferentes proyectos sobre la región así como de la afectación de poblaciones campesinas debido a la implantación de las políticas e instrumentos de conservación. Los casos de Chimalapas en el estado de Oaxaca y de la Reserva de la Biosfera de Montes Azules en el estado de Chiapas, muestran hasta que grado de conflictividad se ha llegado por los recursos naturales y su aprovechamiento así como la existencia de una multitud de intereses alrededor de los recursos naturales de estas áreas. Sobre esta situación, Toledo (1992, p.77) afirma que las “principales reservas de la biosfera del sur del país (Montes Azules, Sian Kan, Calakmul)..., se encuentran rodeadas de movimientos campesinos que demandan participación efectiva en el manejo de estas áreas de conservación biológica”, así como en la definición de usos, normas y destinos de la tierra. Una de las áreas en que los gobiernos neoliberales has mostrado su interés para impulsar la inversión privada en una producción especializada en gran escala es la actividad forestal. La legislación y la política hacia el sector forestal se han orientado a impulsar un modelo productivo especializado, con un marco mínimamente regulado, en el cual se pone énfasis en lograr dos grandes objetivos para el sector: i) Impulsar la asociación entre empresarios y ejidatarios o comuneros, ii) promover el desarrollo de plantaciones industriales, que se presentan como la principal alternativa para resolver los problemas de la producción forestal y para satisfacer la creciente demanda de celulósicos. En este modelo se relega a los ejidos y comunidades indígenas, poseedores mayoritarios de las regiones forestales del país y se desconoce su experiencia en el uso sostenido de los recursos. Existen múltiples evidencias de que las comunidades indígenas y ejidos han desarrollado modelos de aprovechamiento sustentable de los recursos forestales y a pesar de no disponer de apoyos para el desarrollo de sus proyectos han logrado establecer planes productivos diversificados, manteniendo la biodiversidad.

En el caso

particular de los pueblos indios, sus experiencias no han sido valoradas a pesar de que han aportado importantes experiencias de manejo sustentable en algunas de las regiones mas frágiles desde el punto de vista medioambiental y más importantes en términos de su biodiversidad. En las últimas décadas múltiples comunidades y organizaciones que disponen de recursos forestales han desarrollado esquemas de conservación y manejo sustentable de recursos naturales, algunos como resultado de movilizaciones sociales y de experiencias comunitarias y regionales, pero también otros que han surgido aprovechando 316

programas de gobierno. Como resultado de la lucha por el control de los recursos forestales, se han creado empresas forestales del sector social en Durango, Oaxaca, Michoacán, Veracruz, Quintana Roo, etc., a través de las cuales se ha avanzado en procesos del manejo sostenido de los recursos, con modelos de transformación y comercialización que además de garantizar el manejo sustentable de los recursos, han tenido efectos económicos y sociales favorables para la población. En unos cuantos años muchas comunidades forestales han logrado mejoras en sus condiciones de vida, generando alternativas de trabajo e ingreso para su población y reduciendo los efectos negativos del modelo neoliberal. Los resultados si bien pueden ser considerados modestos, nunca habrían sido posibles si las comunidades no hubieran mantenido el control sobre sus recursos y frenado su explotación por empresas estatales o privadas. Entre los casos mas conocidos de experiencias de aprovechamiento forestal sustentable pueden mencionarse; la Unión de comunidades indígenas de la Sierra Juárez de Oaxaca, San Juan Nuevo en Michoacán o La Unión de Ejidos Productores Forestales de la Zona Maya S.C. Estas como otras experiencias a lo largo del país, son la demostración clara de que es posible desarrollar planes productivos diversificados que ayuden a mantener la biodiversidad a través de una relación diferente con la naturaleza.

A pesar de los

indudables logros obtenidos, estas empresas sociales se enfrentan a la incertidumbre económica derivada de la apertura comercial y de sus limitadas posibilidades para competir en el mercado internacional ya que a pesar de su importancia social y ecológica, no existen esquemas de apoyo técnico, financiero, etc. Una de las experiencias que ha sido promovida institucionalmente y aceptada por diversas organizaciones es la de servicios ambientales. Referidos a productos o servicios que producen un mejoramiento de las condiciones del medio ambiente y que responden a un deseo o a una demanda de ciertos grupos de personas (3). El Pago por Servicios Ambientales (PSA) se refiere al mecanismo financiero mediante el cual los consumidores (beneficiarios) de servicios ambientales compensan a los propietarios de recursos que generan los servicios con un pago en efectivo y/o especies u otra forma por una cantidad y calidad determinada de servicios brindados, en un determinado período de tiempo. Quienes ofrecen los servicios ambientales son los propietarios de recursos naturales renovables o no renovables de una región o microcuenca. En la práctica esta es una condición que ayuda principalmente a los habitantes y

3

No existe una definición única y acabada sobre los servicios ambientales, pero en general se entiende como el beneficio que recibe la comunidad humana (nacional o internacional) por la utilización de diferentes elementos de la naturaleza, los cuales pueden estar comprendidos en ecosistemas silvestres o domésticos, y cuyos efectos en la calidad de vida son tangibles e intangibles. Para otros autores, los servicios ambientales se definen a partir de las funciones, condiciones y procesos naturales que permiten los ecosistemas, así como por los beneficios para el ser humano, como ser: mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (fijación, reducción, secuestro, almacenamiento y absorción de carbono), protección y suministro de agua subterránea, protección del suelo y fijación de nutrientes, control de inundaciones y retención de sedimentos, protección de ecosistemas y formas de vida, además de la belleza escénica natural para fines turísticos y científicos.

317

propietarios de zonas boscosas y áreas productoras de agua, a recibir ciertos beneficios económicos que se derivan de la generación de los servicios ambientales y está orientado a valorizar la protección y el manejo sustentable de los recursos. Para que se implemente un esquema de pago por servicios ambientales es muy importante que las comunidades estén involucradas; que los demandantes sientan la necesidad de mejorar y/o conservar las condiciones ambientales, como disponibilidad de agua, conservación del suelo, y que los oferentes estén dispuestos a llevar a cabo actividades que posibiliten la conservación e inclusive la recuperación de los recursos naturales de la zona. En diferentes regiones del país se ha promovido el establecimiento de los denominados Ordenamientos Territoriales Comunitarios (OTC), promovidos por dos programas gubernamentales: el Proyecto para la Conservación y Manejo Sustentable de Recursos Forestales (PROCYMAF) a través del cuál se pretende fortalecer capacidades técnicas y la consolidación del capital social de las instituciones, y el Proyecto de Conservación

de la Biodiversidad

por Comunidades e Indígenas de los Estados de

Oaxaca, Michoacán y Guerrero (COINBIO) que surgió como iniciativa de comunidades indígenas de la Sierra Juárez de Oaxaca con el objetivo de promover y fortalecer acciones comunitarias por la conservación de la biodiversidad tomando en cuenta los valores culturales y las prácticas de manejo tradicionales. El objetivo de los OTC es lograr “un equilibrio entre el uso de los recursos naturales y las necesidades de los diferentes grupos que integran una comunidad o bien comparten un territorio”. En la perspectiva de estos autores, la OTC es útil para la comunidad porque reúne información valiosa para la toma de decisiones, es una base para proyectos futuros y fomenta la organización, sin embargo mucha de su utilidad depende de la organización interna y de los acuerdos institucionales para diagnosticar los daños ambientales y tratar de buscar alternativas para desarrollar una mejor calidad de vida a partir del cuidado de los recursos naturales. A pesar de los avances logrados reflejados en el OTC, los Estatutos Comunales y el Programa de Manejo Forestal, muchas de estas experiencias se enfrentan a problemas que les impiden fortalecer los procesos de conservación de la riqueza forestal. Destaca la falta de financiamientos, los problemas en la participación de los comuneros, las insuficiencias en los esquemas de pago por servicios ambientales. Otro problema a que se enfrentan los OTC es que si no se integran los distintos servicios ambientales (hídricos, conservación de biodiversidad, belleza escénica, captura de carbono) y si no se incluyen áreas en restauración y no sólo las conservadas. Un tema central es que los beneficios generados por este tipo de proyectos repercutan lo más ampliamente posible en el desarrollo local y regional. En abril de 2003 se reunieron en la Sierra Juárez de Oaxaca varias organizaciones e instituciones que realizaron el Primer Seminario Taller Gestión Territorial del Agua

y 318

Servicios Ambientales (27 y 28 mayo 2004) donde presentaron sus primeras experiencias con el pago por servicios ambientales (PSA). Algunas conclusiones y propuestas derivadas de ésta reunión son las siguientes. 

“Partiendo de… que el esquema inicial promovido por la Comisión nacional Forestal actual promueve (en muchos casos) una actitud de dependencia, que el subsidio no es suficiente para mantener los ecosistemas, porque no fomenta la responsabilidad social por su conservación y que existen experiencias exitosas de manejo sustentable de los recursos naturales que contribuyen a la conservación de la biodiversidad y protección de los recursos de manera más eficiente que las políticas de restricción de uso o aprovechamiento (vedas forestales, parques o reservas).

Los participantes en el Foro sugieren: o

Promover el desarrollo de mercados de servicios ambientales que integren a proveedores y usuarios del servicio agua, con un enfoque de manejo de cuencas y con el apoyo de un instrumento de administración y gestión.

o

No limitarse al pago de SA en áreas forestales bajo protección absoluta, sino integrar áreas en una perspectiva de manejo de cuenca con formas de aprovechamiento sustentable (silvicultura comunitaria, manejo forestal sustentable,

sistemas

agrosilvopastoriles,

agroforestales,

cafeticultura

sustentable, etc. ) o

Promover el desarrollo de programas de trabajo que no implique la destrucción de los recursos ya existentes.

o

Aplicar un método de certificación que dé cuenta de las acciones de buen manejo del territorio (mantenimiento), que considere el tiempo de manejo, la diversidad presente y la que se genere a partir del propio manejo del territorio.

o

Impulsar la formación de un comité de normas de PSA.

El reconocimiento de los esfuerzos campesinos de conservación ligados a proyectos rurales autogestivos, a organizaciones fuertes y a una comprensión y ejercicio de la autonomía territorial a partir de la reconstrucción del reconocimiento y las alianzas intercomunitarias son necesarios para que quienes se beneficien de los servicios ambientales apoyen estos esfuerzos fuera de los mecanismos de mercado. Una de las experiencias que se ha desarrollado en los últimos años en diferentes regiones del país es el ecoturismo a partir de proyectos comunitarios o intercomunitarios. En la búsqueda de alternativas que combinen la defensa de los recursos, su aprovechamiento

319

sustentable y la generación de trabajo e ingreso, Comunidades campesinas, indígenas y ejidos, con el apoyo de instituciones de gobierno o de organizaciones no gubernamentales han promovido diferentes opciones; como el Ecoturismo Sustentable. Destacan aquellos proyectos donde la conservación con la participación de los actores sociales se apoya y valoriza elementos de la cultura local como las fiestas y tradiciones, la gastronomía, los conocimientos sobre el entorno y las prácticas productivas propias. El reto a que se enfrentan estos proyectos eco turísticos es el de apoyarse en elementos de la cultura y valores para generar alternativas de trabajo e ingreso sin convertirlos en una mercancía o sin caer en prácticas folkloristas, manteniendo un delicado equilibrio entre lo que se puede vender y lo que no. Para algunos actores sociales el turismo es considerado como una amenaza a los conocimientos, saberes y a los derechos de las comunidades indígenas, a sus lugares sagrados, a sus estructuras sociales, o inclusive como una vía de entrada a la biopiratería. Esta oposición a los proyectos ecoturísticos se explica en parte porque muchos proyectos no han tenido el impacto esperado en lo que se refiere al mejoramiento de la calidad de vida de la población. Aun en los casos donde los proyectos han obtenido beneficios, estos no han sido suficientes para revertir la situación excluyente que enfrentan las comunidades sonde se llevan a cabo. La Red de Ecologistas considera que la mayoría de las experiencias de turismo social o comunitario se han desarrollado en medio de grandes dificultades financieras, problemas de diseño, falta de normatividad, promoción adecuada y muchas veces en un contexto político hostil y de poca comprensión por parte de empresas particulares que compiten por el mercado. A nivel nacional no existen aún mecanismos de certificación de la sustentabilidad de los proyectos ecoturísticos, mientras en algunos proyectos el ecoturismo es adoptado por los incentivos económicos, en otros casos se consideran por la conservación y el buen manejo de los recursos naturales como una estrategia viable para el manejo sustentable”(Paré: 2003b).

320

Espacios de resistencia: los municipios autónomos como forma de gobierno El movimiento zapatista sintetiza las demandas de movimientos previos a la vez que ha incidido en el desarrollo posterior de los movimientos campesinos e indígenas del país y representa uno de los cuestionamientos más profundos al modelo de desarrollo seguido por el Estado mexicano. El surgimiento de un actor social de nuevo tipo en medio de un proceso caracterizado por la reducción de la capacidad de acción social frente a las políticas globalizadoras ha tenido como respuesta por parte del Estado mexicano dos grandes líneas: una orientada a disminuir las presiones sociales a través de la política social y otra a mantener el control político de las regiones mas conflictivas del país. A través del control policiaco y militar. Sin embargo la dimensión cobrada por el movimiento zapatista y particularmente su articulación con un movimiento indígena más amplio y con diferentes representantes de la sociedad civil nacional e internacional (organizaciones sociales, intelectuales, políticos) ha servido para mantener la demanda de cambios políticos. Como resultado del incumplimiento por parte del gobierno federal de los compromisos firmados en el año 2000 con los zapatistas a través de los denominados “Acuerdos de San Andrés”, éstos

decidieron

mantenerse

en

resistencia,

rechazando

todos

los

programas

gubernamentales y realizando sus propios esfuerzos en materia de salud, educación y producción. Así a lo largo de la década, a través de los denominados municipios autónomos y de las Juntas de Buen Gobierno, han combinado la creación de una alternativa desde el nivel local, mientras que mantienen la demanda de cambios políticos a nivel nacional. El movimiento zapatista dio un impulso al movimiento indígena y puso en el centro la demanda de los derechos de los pueblos indios. Alrededor de este movimiento, diferentes actores sociales han construido una agenda política orientada al logro del reconocimiento de los derechos culturales y políticos para la población indígena, incluyendo nuevas formas de representación y participación. En el nivel local y microrregional, un importante proceso de organización ha tomado impulso a través de la creación de los municipios autónomos, y de las “Juntas de Buen Gobierno” (JBG). Éstas fueron creadas recientemente por los zapatistas para coordinar las actividades en el plano regional. Incluyen varios municipios autónomos y se orientan a crear una mejor coordinación para la colaboración que obtienen de grupos de solidaridad (para la salud, la educación o los proyectos productivos). En cada Consejo la responsabilidad de la coordinación con la representación de todos los municipios autónomos incluidos es rotatoria. Otro movimiento que se ha convertido en paradigmático de la defensa campesina de la tierra es el de los comuneros de San Salvador Atenco, contra la expropiación de sus tierras para destinarlas a la construcción de un aeropuerto para la ciudad de México. A través de una combinación de la movilización con la lucha legal los comuneros frenaron el

321

proyecto, no sin sufrir la represión contra el pueblo y contra sus dirigentes como venganza desde el poder y desde quienes vieron afectados sus “negocios”. Si hasta hace unos años las acciones de los pueblos indios se presentaban como expresiones aisladas y desintegradas, poco a poco se presentan como luchas por el territorio y los recursos, por el respeto de sus formas tradicionales de organización y por la exigencia de una democracia territorial. Cada vez mas sus demandas se inscriben en la lucha por otras formas de relación con el resto de la sociedad nacional y cada vez mas se refieren a una crítica profunda del Estado y de la exigencia de su Reforma. A lo largo de las regiones indias, desde el nivel local hasta la perspectiva regional, han ido integrándose y perfilando proyectos que cuestionan las estructuras económicas, sociales y políticas; se apoyan en la capacidad de resistencia y en la larga historia de sujeción-sublevación que caracteriza a los pueblos indios y muestran su capacidad de resistencia frente a los grupos de poder beneficiarios del sistema de explotación de los recursos naturales y del trabajo. Desde la acción cotidiana por mantener el control de sus territorios y recursos, por reproducir sus culturas, por desarrollar sus propias formas de organización social y participación política, los pueblos indios resisten el embate del poder trasnacional y niegan al mercado como regulador absoluto de la vida social, apoyándose en las formas tradicionales de organización. La resistencia indígena se caracteriza por varios elementos: es una posición activa; que es la expresión de una ciudadanía que participa, donde la gente se ve obligada a asumir diferentes responsabilidades. Esto significa que la resistencia se basa principalmente en las capacidades propias, si bien reciben cierto apoyo y colaboración externas, y actúan como agentes colectivos. Segundo, el movimiento se orienta a lograr diferentes transformaciones desde el plano local pero articulándolas a las demandas mas generales. Sólo queremos señalar aquí como este movimiento se ha convertido en los últimos años en un catalizador para la gestación de una agenda que expresa una perspectiva cambiante sobre los derechos de amplios sectores de la población, una agenda que se refiere cada vez mas a un conjunto de derechos sociales, culturales y políticos, y que sintetiza formas emergentes de ciudadanización. Nos referimos aquí a la ciudadanía como forma de conocimiento y de ejercicio de un conjunto de derechos, y como práctica de cambios en las relaciones de poder. Se reconoce que existen distintas interpretaciones y prácticas de ciudadanía, resultantes de la diversidad cultural,

que se expresan a través del derecho positivo y el consuetudinario. En este

contexto las formas emergentes de ciudadanía se expresan en las relaciones individuocomunidad referidas a los derechos y obligaciones, el territorio, las formas de representatividad y la transparencia, incluyendo la dimensión ética. Reconociendo que la acción social en si misma

no explica ni implica la existencia de procesos de 322

ciudadanización, pero si puede, como en el caso mencionado, ser la base desde la cual es posible gestar procesos de participación de nuevo tipo, orientados a la transformación de las relaciones de poder, abriendo la posibilidad de que sectores antes excluidos participen en la definición de la agenda social y en la construcción de estrategias de desarrollo. Un ejemplo en este sentido es el trabajo de salud desarrollado por las JBG y los municipios autónomos se apoyan en experiencias que se remontan a la década de los setenta en que algunas organizaciones sociales empezaron a promover la formación de promotores comunitarios en salud en diferentes regiones de Chiapas, principalmente en los Altos y la Selva. A lo largo de varios lustros, con la colaboración entre organizaciones sociales y especialistas en salud organizaciones sociales, se han desarrollado propuestas pedagógicas para la formación de agentes a nivel comunitario con objeto de capacitarlos para cubrir la atención básica en salud en sus comunidades incluyendo acciones preventivas. Asociado a la formación en salud, se ha dado un proceso de análisis de la realidad y de toma de conciencia de la situación social, cultural y política de las comunidades que permitan entender la problemática de salud que se enfrenta a nivel local y regional. Actualmente mediante la colaboración de ONG nacionales e internacionales, con el esfuerzo de comunidades y con el apoyo de instituciones académicas, se ha creado una importante infraestructura de dispensarios, clínicas e inclusive un hospital, que permiten una cobertura de atención primaria que supera sin duda el sistema oficial de salud. La resistencia zapatista no es sólo la rebeldía contra el poder sino que es la expresión de la construcción el poder del pueblo desde el propio pueblo y para el pueblo, de ahí la importancia de priorizar las necesidades. De esta forma construyen su autonomía, es decir su capacidad de autogobernarse basados en formas que podrían denominarse de democracia participativa. Y eso le da también un contenido económico a la resistencia, frente a la economía al servicio de las trasnacionales se busca construir alternativas económicas desde y para la comunidad. De esta forma desde la búsqueda de la satisfacción de las necesidades se cuestiona las relaciones de dominación, explotación y hegemonía existentes, dando origen entonces a lo que podemos denominar necesidades radicales para cuya satisfacción se requiere transformar el mundo.

A manera de conclusión La diversidad de temas y problemas a que se orientan las acciones sociales, a algunas de las que se hace referencia en este trabajo así como sus logros y también retrocesos, se explican por la heterogeneidad del campo mexicano y por la diversidad de condiciones naturales y sociales en que se desarrolla la producción y la vida rural en general. La capacidad social para insertarse, de resistir o de buscar alternativas, varía de una región a 323

otra, sin dejar de reconocer que más allá de las variaciones, las relaciones de trabajo y de producción están subordinadas al modelo de acumulación capitalista. En este trabajo nos referiremos de manera muy somera a algunas áreas donde está resistencia y construcción de alternativas se han mantenido y desarrollado a lo largo de los últimos años, dando pie a nuevas formas de organización, a una diversidad de experiencias y propuestas. Experiencias que han servido para que ciertos grupos, comunidades u organizaciones, se enfrenten a los problemas y logren no sólo la reproducción de sus condiciones de vida sino algunos avances en la exigencia de sus derechos sociales, económicos y culturales. El hecho de que estas experiencias se desarrollen en un contexto tan desfavorable las hace todavía más importantes, como muestras de la creatividad social y de la capacidad de resistencia.

En general las acciones se llevan a cabo en diferentes dimensiones; i)

Las que se despliegan en el ámbito técnico-económico, donde se incluyen las referidas a la producción, la economía, la tecnología, etc. Destacan las acciones orientadas a promover y/o enfrentar cambios en las relaciones técnico-productivas; a buscar formas diferentes de aprovechamiento de los recursos naturales, con énfasis en su sostenibilidad; a establecer condiciones de inserción menos desfavorables en los mercados o a acceder a ciertos nichos del mercado justo. Por su orientación las experiencias pueden referirse por una parte a la producción orientada al autoconsumo y la satisfacción de necesidades básicas y por la otra a la producción destinada a los mercados locales, regionales, o para la exportación. Entre estos pueden mencionarse un número creciente de experiencias que se desarrollan en le ámbito de la producción agroecológica, los servicios ambientales, la agroforestería, el ecoturismo, la producción de artesanías.

ii)

Las acciones referidas a la dimensión política, que buscan incidir en el papel de las instituciones, en el carácter de los programas de gobierno o en la modificación del marco jurídico. Las experiencias incluyen desde la búsqueda de nuevas formas de representación, la lucha contra el autoritarismo y en general a transformar las relaciones de poder existentes. En los últimos años, las luchas en el ámbito político han

dado

importancia

creciente

a

los

problemas

de

la

democratización

particularmente a nivel municipal, de los derechos humanos, o de la ampliación de los espacios y las formas de participación de sectores sociales como los pueblos indios. iii)

Las experiencias que se refieren a la dimensión cultural, que incluyen la búsqueda de nuevas formas de pensamiento, de uso del territorio, hasta el surgimiento de instituciones de nuevo tipo o de nuevas formas y espacios de socialización. En este 324

nivel están las estrategias orientadas a proteger y/o promover determinados valores así como a generar instituciones de nuevo tipo. Son acciones que se contraponen a los cambios culturales que se viven en las regiones rurales resultado de factores como la migración, la influencia de los medios masivos de comunicación y que inciden en los valores, las formas de consumo y en términos generales de las condiciones de reproducción social.

La forma en que se articulan las acciones en estas diferentes dimensiones, expresan la constitución de un actor consciente de su capacidad de buscar cambios. Pero la toma de conciencia no es suficiente para avanzar en el logro de las prioridades sociales, se requiere también del desarrollo de importantes capacidades y de la disposición de recursos humanos y materiales. Es ahí donde la colaboración de otros actores ha tenido un papel importante. Estas experiencias se caracterizan por la existencia de actores que han tenido la capacidad definir sus prioridades, de formar recursos humanos con capacidades que ayuden a lograrlas, así como de establecer redes de intercambio, colaboración, formación y aprendizaje colectivo.

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328

Participación popular. Una experiencia de desarrollo en un barrio pobre de la Ciudad de México Mario Ortega Olivares1

Introducción A lo largo del siglo XX, mientras las urbes latinoamericanas se expandían, en su interior se segregaba la pobreza. Si bien la industrialización favoreció la migración, su principal motor fue el despojo de las tierras y el consecuente empobrecimiento campesino. Nuestra incipiente industria no logró absorber a todos los expulsados de las tierras campesinas. El ritmo de migración del campo a la ciudad superó al de la generación de empleos urbanos. Y la miseria creció bajo un patrón diferente al de los países centrales, ya que el proceso que fue conocido como acumulación originaria en Europa ha estado presente de manera constante en las economías latinoamericanas. La ciudad de México inmersa en tal proceso, ha crecido a tal ritmo que disputa el primer lugar como la mayor concentración de pauperismo humano que ha existido desde que apareció nuestra especie. Para los pobres en esta ciudad no hay suficiente espacio, ni agua, ni vivienda, peor aún ni siquiera hay empleo. En el Distrito Federal se presenta una paradoja: aquí la desgracia no es que te exploten; sino que no logres ser explotado a cambio de un salario. A diferencia de los países hegemónicos, padecemos más la exclusión que la explotación. En este artículo se comentará el papel que juegan las estrategias de subsistencia que despliegan las unidades domésticas de las familias pobres en los mecanismos del mercado global. También se discutirán diversas definiciones de lo que es el capital social y sus posibilidades para atemperar los efectos de la pobreza. Además se presenta un caso exitoso de autoconstrucción de vivienda, desplegado en la ciudad de México tras la destrucción causada por los sismos de 1985. Las mujeres que participaron en el proyecto trastocaron temporalmente

el orden

patriarcal del barrio, al involucrarse

en

un

proyecto

de

autoconstrucción. Y al reedificar sus viviendas, sin proponérselo se reconstruyeron a sí mismas.

1

Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Correo electrónico: [email protected]

329

Reestructuración económica y subsistencia En medio de una crisis mundial que disminuyó el crecimiento, generó recesión, inflación e incrementos en las tasas de interés, la economía de mercado se reestructuró a nivel global por medio de programas de ajuste impulsados por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El resultado fue la aparición de muy diversas formas de control sobre el trabajo y sobre los salarios a lo largo de la economía-mundo de acuerdo a la lógica local de acumulación, ya no sólo entre regiones y estados sino al seno de las metrópolis y las empresas. Al firmarse el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, la abundancia de trabajo barato fue aprovechada como nuestra principal ventaja comparativa. Para Víctor Manuel Díaz Romero, el ex-presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales, lo más importante es tener empleo en el país, aun a costa de ingresos mínimos. La salvaje reestructuración nos convirtió en un enorme mercado laboral con bajos salarios. Ello es posible porque en América Latina funciona un Mecanismo Empobrecedor semejante a lo que se denominó acumulación originaria en Europa, que recrea de forma permanente una inmensa masa de pobres no asalariados y garantiza estructuralmente la desvalorización de las retribuciones salariales. Como resultado de dicho mecanismo empobrecedor, el incremento desmedido de la masa de no asalariados y sub-empleados precarios inmersos en la economía informal inhibe con su simple existencia toda pretensión monopólica de los sindicatos sobre el mercado laboral. Los pobres urbanos y las estrategias de subsistencia que despliegan al seno de sus unidades domesticas, tienden a deprimir la tasa salarial. El llamado efecto disciplinador que genera entre los trabajadores sindicalizados el temor a perder sus empleos, por la oferta desmesurada de trabajo barato, limita sus demandas laborales y los obliga a aceptar salarios insuficientes para sobrevivir. Situación que los constriñe a encontrar la manera de complementar su subsistencia, con lo aportado por los demás miembros de su familia, a través de diferentes rutas: asalariarse, insertarse

en la economía informal, o reforzar la red de auto producción domestica de

alimentos, ropa, enseres, vivienda y servicios (Boltvinik 1996). Es una paradoja que todos estos esfuerzos desplegados por los pobres latinoamericanos para sobrevivir, consoliden al mercado depredador que perpetúa su malestar. Ante lo limitado de sus ingresos y para garantizar su reproducción familiar, tanto los trabajadores precarios como los pobres no asalariados han revitalizado una serie de mecanismos para garantizar su subsistencia. Aunque estas ingeniosas estrategias de supervivencia, desplegadas por las unidades domésticas de las familias pobres se consideran 330

periféricas a la producción son mecanismos que disminuyen los gastos en capital variable de la producción en su conjunto. Entre las otras formas de auto-subsistencia conocidas podemos mencionar al autoempleo, el auto-abasto, la auto-atención en salud y la autoconstrucción. Es así que los esfuerzos familiares para estirar el gasto son un firme apoyo a la tasa de beneficio del mercado. Por unidad doméstica subsidiaria entendemos una forma de estructuración de la familia bajo formas de reproducción ampliada y de subordinación personal no contractual. Apropiada para garantizar su reproducción pues diversifica los usos de la mano de obra con la que cuenta. Dicha

reproducción ocurre bajo

condiciones de sub-retribución salarial directa y

reparto selectivo de un salario social indirecto insuficiente, contribuyendo a mantener una alta tasa de ganancia apropiable por el mercado. Como en las ciudades latinoamericanas abunda la mano de obra barata, sus integrantes se ven compelidos a aceptar salarios por debajo de su valor. El salario familiar se completa ampliando y diversificando del uso de su capacidad de trabajo, destinando inmediatamente a la reproducción múltiples actividades familiares, bajo la forma de autoayuda y ayuda mutua. Se ensayan formas de trabajo domiciliario, semi-artesanal, pequeño y muy pequeño comercio, además se integran a los viejos, las mujeres y los niños al trabajo asalariado. Y en labores destinadas inmediatamente a la reproducción familiar, estas son actividades ligadas a la subsistencia que generan valores de uso más no valores de cambio, sin embargo se incorporan al mercado por la vía del intercambio entre desiguales. A pesar de lo cual, son una manera de disminuir el valor de la fuerza de trabajo y tienen un efecto comparable a la baja del valor de los medios de subsistencia de los trabajadores. Las prácticas inmediatas para la subsistencia son desarrolladas principalmente por las mujeres, auxiliadas por niños y ancianos e incluyen el trabajo doméstico que transforma los bienes salarios en bienes consumibles, la auto-atención de la salud familiar y el otorgamiento de otros servicios necesarios a la subsistencia de la unidad. El auto-abasto que proporciona bienes de consumo mediante el cultivo de hortalizas y la crianza de animales, así como la autoconstrucción para edificar y conservar las viviendas. Tales prácticas para la subsistencia y reproducción de la unidad doméstica aunque determinadas por las relaciones de mercado predominantes. No son percibidas por los miembros de la familia como resultantes de una coacción obligada, son concebidas cual si fueran estrategias libremente escogidas de acuerdo a sus preferencias culturales para seguir sobreviviendo. 331

Los estudios acerca de la pobreza

Se carece de un paradigma establecido para explicar cabalmente la dinámica contemporánea de la pobreza, su carácter de pandemia y su irrupción hasta en los países centrales. Teorías sobre el mercado laboral, la exclusión, la desigualdad, la distribución de recursos, la cultura de la pobreza, la modernización y la injusticia social han hecho sus aportes. Algunos autores privilegian la investigación teórica, mientras que otros anteponen la acción contra la pobreza. El nuevo Indicador del Desarrollo Humano propuesto por las Naciones Unidas combina el ingreso nacional en tanto índice económico, con otros dos sociales: el grado de alfabetización en los adultos y la expectativa de vida. Entre los estudios empíricos sobresale el método propuesto por el Programa del Empleo para América Latina del la Organización Internacional del Trabajo para reducir la deuda social con los pobres. Este método se usa para estimar los recursos económicos y financieros necesarios para superar la pobreza, su originalidad consiste en combinar las dimensiones sociales y económicas de los programas de ajuste económicos. De manera semejante el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia UNICEF “propone un modelo de ajuste estructural con rostro humano destinado a proteger a los grupos vulnerables” (Gaudier, 1993, p.65). Una de las experiencias más exitosas de lucha contra la pobreza ha sido la desplegada en la ciudad de México por las organizaciones del Movimiento Urbano Popular durante la reconstrucción posterior a los sismos de 1985, cuando florecieron experiencias populares como las instalación de cocinas colectivas, las formación de cooperativas de consumo y producción, así como el desarrollo de programas para la promoción de la salud y la auto-construcción de viviendas. Que sin proponérselo vinieron a corroborar la hipótesis enunciada por Lewis: En el sentido que las agrupaciones revolucionarias de los pobres tienen éxito en abolir algunas de las características de la cultura de la pobreza, aunque no a la pobreza misma. Al organizar a los pobres y darles poder, liderazgo y sentido de pertenencia a un grupo (Lewis, 1986, p.121).

La antropología de la pobreza La antropología de la pobreza realizó grandes aportes en la comprensión de la miserable existencia de las masas latinoamericanas. Sostiene que en respuesta a una vida de privaciones surge un cierto tipo de personalidad, cuyos rasgos se perpetuarían de generación en 332

generación, persistiendo en ellas aun cuando se diera un cambio objetivo en sus circunstancias económicas y sociales. La sub-cultura de la pobreza supone la creación de un círculo de pobreza del que sería más difícil escapar que de la pobreza misma. Para Oscar Lewis la pobreza no es sólo un estado de privación económica, de desorganización

o de abstinencia. Es también algo afirmativo por ser una estructura, un

mecanismo racional y defensivo sin el cual la pobreza difícilmente se soportaría, un factor dinámico y limitante de su participación en la cultura nacional. Sin embargo, los rasgos específicos asociados por Lewis con la pobreza, son esencialmente negativos. El autor considera que: "la cultura de la pobreza surge en contextos históricos muy diferentes, pero tiende a florecer en sociedades con el siguiente conjunto de condiciones: 1) una economía basada en el uso de efectivo, con trabajo asalariado y producción con fines de lucro; 2) una tasa permanentemente alta de desempleo y subempleo de trabajadores no capacitados; 3) salarios relativamente bajos; 4) ausencia de organización social, política y económica de la población de escasos recursos, sea voluntariamente o por imposición gubernamental; 5) la existencia de un sistema de parentesco bilateral y no unilateral; y 6) un conjunto de valores de la clase dominante, los cuales alientan la acumulación de bienes y propiedades, la posibilidad de ascenso socioeconómico y el ahorro, mismos que explican el bajo nivel socioeconómico como resultado de falta de adecuación o de inferioridad personales" (Lewis, 1986, p.108). Bajo tal contexto surgirían los siguientes

rasgos de la sub-cultura de la pobreza:

ausencia de una participación efectiva y de una integración de los pobres en las principales instituciones de la sociedad, desconfianza, apatía, cinismo.

Falta casi completa de

organización que vaya más allá del nivel de la familia nuclear y extensa, una alta incidencia de abandono de la mujer y los hijos, un fuerte sentimiento de marginalidad, necesidad de ayuda, dependencia y sentido de inferioridad. Falta de control de los impulsos, una fuerte orientación hacia el tiempo presente con relativa incapacidad para diferir las gratificaciones y para planear el futuro, un sentido de resignación y fatalismo, y una alta tolerancia las patologías psicológicas de toda clase. Lewis agrega que los pobres son localistas, provincialistas y generalmente no tiene el conocimiento, la visión o la ideología necesaria para ver las semejanzas entre sus problemas y los de sus contrapartes. Haciendo una lectura parcial de la obra de Lewis, fue 333

manipulada su propuesta para reforzar un discurso que “culpa a la víctima” de su propia pobreza. Sobrevalorando la tendencia de la pobreza a perpetuarse e ignorando la aclaración del autor, en el sentido de que agrupaciones revolucionarias de los pobres tienen: “éxito en abolir algunas de las características básicas de la cultura de la pobreza, aunque no a la pobreza misma... al organizar a los pobres y darles poder, liderazgo y un sentido de pertenencia a un grupo” (Lewis, 1986, p.121). Quizás el más controvertido rasgo del concepto de sub-cultura de la pobreza de Lewis, es este mecanismo de autoperpetuación de la pobreza material. Lewis lo describe en su introducción a su libro intitulado “La Vida”: una vez que la cultura de la pobreza aparece, tiende a perpetuarse por sí misma de generación en generación por su efecto en los niños. Con el tiempo los chicos del barrio de entre seis o siete años, absorben las actitudes básicas y valores de su subcultura. Lo que les impedirá sacar todas las ventajas posibles de las oportunidades que se les puedan presentar durante su vida. Una limitación del autor fue suponer que la

cultura individual predomina sobre las circunstancias concretas en la

determinación de la pobreza. Oscar Lewis considera la cultura de la pobreza como una situación endémica al colonialismo y a las fases originarias del capitalismo, superable mediante la organización y la solidaridad de los pobres en su lucha contra la pobreza. Las relaciones al seno el barrio como Capital Social. Marta Portela e Isabel Neira atribuyen a Hanifan la paternidad del concepto de Capital Social. En 1916, el autor lo concibió como la buena voluntad, el compañerismo, la simpatía y las relaciones sociales entre los individuos y las familias que integran una unidad social. Esos intangibles son importantes en la vida diaria de casi toda la gente. Si una persona entra en contacto con su vecino y ellos con otros vecinos, habrá una acumulación potencial de capital social, que puede satisfacer inmediatamente sus necesidades sociales y que puede tener una potencialidad suficiente para la mejora sustancial de las condiciones de vida de toda la comunidad (Portela y Neira, s.f., p.1). En 1985 Pierre Bourdieu definió al capital social como las redes permanentes y la pertenencia a un grupo que asegura a sus miembros un conjunto de recursos actuales o potenciales (Bourdieu, 1986, pp. 241-258). Según el Banco Mundial el capital social son las instituciones, relaciones y normas que conforman la calidad y la cantidad de las interacciones sociales de una sociedad (Colier, 1998, p.4). La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en su informe intitulado The Well-Being of Nations; the Role of Human and Social Capital considera que el capital social

334

son todas las redes, normas, valores y opiniones compartidas que facilitan la cooperación al seno y entre los grupos (Portela y Neira, s.f., p.2). Portela y Neira identifican cuatro tipos de capitales sociales: a) el social individual conformado por la red de relaciones útiles que posee una persona y que le permiten alcanzar ventajas y beneficios; b) el empresarial integrado por las relaciones que moviliza el emprendedor para obtener ventajas y beneficios; c) el comunitario, es decir la capacidad de los individuos para actuar como un colectivo en busca de metas y beneficios definidos en común; y d) el social público, conformado por el conjunto de redes de relaciones que movilizan las instituciones públicas para realizar sus tareas. El capital social expresa relaciones de confianza y cooperación cívica (Portela y Neira, s.f., p.3). Bernardo Kliksberg en su texto seminal Una economía con rostro humano reconoce que las familias, los grupos y los sujetos son al mismo tiempo capital social y cultural en su esencia. Como “portadores de actitudes de cooperación, valores, tradiciones, visiones de la realidad, que son su identidad misma” (Kliksberg, s.f., p. 7). Al ignorar su potencial, el pensamiento ortodoxo desperdicia las capacidades que el capital social comunitario podría aportar al desarrollo social. Si pudiera revertirse tal tendencia, explorando y reconociendo el valor del capital social, este podría entrar en sinergia con las otras dimensiones de la promoción del desarrollo. Aplicando su enfoque metodológico de “registrar en acción” al capital social (Kliksberg, s.f., p. 7), el autor descubre que la autogestión social de los pobres, es una de las más poderosas expresiones del capital social en América Latina. Desarrollo y mercado. Una palanca esencial para el desempeño económico es el enriquecimiento de las capacidades humanas o el capital humano, pues ambos se refuerzan entre sí. Amartya Sen insiste en que el objetivo del desarrollo no puede ser otro que él de dotar a las personas de las capacidades necesarias para obtener satisfactores. Es prioritario que la vida humana sea de calidad, prolongada y satisfactoria; para ello se requieren, recursos de salud, educación, empleos que ofrezcan los ingresos suficientes para una vida digna e información en el momento de tomar decisiones trascendentes. La vivienda, el vestido, la alimentación y el tiempo libre, permiten a las personas laborar con mayor productividad. Kliksberg considera que el bienestar humano y las ganancias no son antitéticos, pueden sinergizarse dentro de un circulo virtuoso, donde lo social impulse a lo económico y lo económico apoye lo social. Yáñez al analizar los informes sobre el desarrollo humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo demostró que los países que lograron el 335

mejor desempeño en el Índice de Desarrollo Humano, son los mismos que alcanzaron el mayor progreso económico; en contrapartida, los países más pobres registraron el menor desarrollo humano (Yañez, s.f., p.1). Sin duda la acumulación de capital humano es un factor clave para una política de desarrollo. Kliksberg también considera que capital humano es una vía fundamental para elevar la productividad, el progreso tecnológico y la competitividad en el mundo del mercado, por el papel decisivo que el capital humano juega en su desempeño. La educación es esencial en la productividad de las empresas, en el desempeño macroeconómico de una nación, en la vida de las personas y en las familias, con la inversión en educación todos ganan. Portela y Neira resaltan el papel que juega el capital social en la generación del capital humano, pues el capital social o las relaciones que poseen las familias y las comunidades, determina el capital humano con que contarán sus hijos en la siguiente generación. Por ejemplo, la ausencia de adultos en el cuidado de los niños, es una deficiencia estructural del capital social familiar. En el caso de las familias que dependen de una madre soltera, la carencia de capital social se agudiza cuando no hay ni una abuela o vecina que atienda a la prole. También se presenta el caso de familias donde los padres poseen un gran capital humano, del que no se benefician sus hijos; porque tanto la madre como el padre trabajan fuera de casa.

Programas de ajuste en América Latina En las últimas décadas, bajo la insistencia de entidades financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, los gobiernos de América Latina aplicaron severos programas de ajuste al consumo interno, recortaron las prestaciones sociales en salud y educación, a fin de estabilizar la economía. El costo social de tales medidas fue pagado por los más pobres y las capas medias que se depauperaron. Además se privatizaron las empresas estatales, se desregularon los mercados y se flexibilizaron las condiciones laborales. Las consecuencias son evidentes, entre 1985 y 1995 creció la proporción de pobres en términos absolutos y relativos. Según cifras de la Comisión Económica para América Latina el 45.9 por ciento de la población latinoamericana se encuentra bajo la línea de la pobreza. Mohan en su artículo Cultura y Desarrollo Económico advierte que la estructuración del orden mundial alrededor de las empresas trasnacionales y los mercados débilmente regulados, está originado una serie de problemas como: la lenta erosión del Estado del bienestar, las amenazas contra el medio 336

ambiente local y global, la crisis de la seguridad alimentaria, la violación sistemática de los derechos laborales, la violación de los derechos humanos, y la emergencia de

una ética

médica y científica de dos caras. En su artículo para el Banco Mundial, Víctor Pérez-Díaz reconoce que hoy buen parte del mundo no es segura, la violencia, el autoritarismo y la corrupción asolan al tercer mundo. Según Alessina y Peroti los países con un ingreso más desigual son políticamente más inestables (Alessina y Perotti, 1994, p.3). Greider reporta que la expansión mundial de los mercados está a punto de socavar la cohesión social y nos puede conducir a una crisis política y económica. En los países desarrollados el origen de las tensiones se encuentra en la desigualdad en las rentas y salarios. En la América Latina subdesarrollada las amenazas son: las medidas de austeridad presupuestal, el incremento del desempleo, el deterioro del medio ambiente, la profundización de las diferencias saláriales, la pérdida de la seguridad social y la inseguridad económica. Ante esta situación coincido con Morin y Kliksberg, quienes afirman que la excesiva pobreza en América Latina demanda una economía vinculada con la ética. Una economía que crezca y sea competitiva en el mercado, pero que vaya acompañada de políticas públicas que favorezca el desarrollo de los niños, de los jóvenes, del empleo, de la salud y de la educación. Necesitamos con urgencia inversiones sistemáticas en la gente, una economía global con rostro humano (Kliksberg, s.f., p.3), que pague la deuda social contraída por quienes depredan con voracidad nuestros recursos.

Subsistencia y subdesarrollo Los pobres en América Latina por su necesidad de sobrevivir han desplegado proyectos de desarrollo con participación popular. Mostrando que la puesta en acción de su capital social y humano es más eficaz que el asistencialismo paternalista. Joaquín Támara considera que la participación popular es parte sustancial del derecho al desarrollo, pues el ser humano debe ser el principal beneficiario de dicho derecho en tanto titular y destinatario (Támara, s.f.). La participación popular supone integrar a las personas de los grupos desfavorecidos como los pobres, las víctimas del mercado, las mujeres y los indios en la dirección de su propio destino y a partir de su propio esfuerzo. Gabriela Cardarelli y Mónica Rosenfeld sostienen que la gestión asociada de los programas de desarrollo, entre las autoridades y la sociedad civil, favorece el trabajo planificado y la interacción de los colectivos humanos en su gestión y desempeño (Cardarelli y Rosenfeld, s.f., p.1). Por su parte Sonia Fleury considera que los proyectos de desarrollo son un campo propicio para la formación de nuevas formas de autonomía

e 337

inclusión alternativa de los actores sociales emergentes (Fleury, s.f., citada por Vicherat, 2003 p.2). Diego Pando introduce una novedosa interpretación del concepto de selectividad localizada de la ayuda para el desarrollo. Como la pobreza es heterogénea los proyectos de desarrollo deben partir de una orientación diferencial. El autor nos cuestiona: ¿quién mejor que los propios afectados, para identificar las peculiaridades de los problemas que deben resolver? El retiro del Estado de sus responsabilidades sociales en las últimas décadas, ha prohijado la organización social de los pobres en América Latina. Manuel Feo de la Cruz da cuenta de la diversidad de asociaciones vecinales, organizaciones no gubernamentales, uniones sociales voluntarias, grupos ambientalistas y micro-empresarios informales que han respondido a las carencias populares (Feo de la Cruz, s.f., p.4). Asociaciones que a pesar de cubrir espacios de interés público no forman parte ni del Estado, ni del mercado. Antropólogos como June Nash en Chiapas, Gustavo Lins Ribeiro en Brasil, Stacey Pigg en Nepal y Havalkof en el Amazonas del Perú han dado testimonio de cómo emergen dichas asociaciones. Los proyectos de investigación acción participativa en diversas partes del tercer mundo han combinado la autonomía comunitaria y cultural, con la integración de estructuras sociales para mejorar las condiciones de vida de las comunidades (Mantilla, s.f., p.3). Por su parte la escuela crítica sostiene que el mercado recrea de forma permanente una inmensa masa de pobres, para garantizar estructuralmente la desvalorización de las retribuciones salariales y contar con una fuente abundante trabajo barato. Ya que el capital requiere de un sector “externo” a la relación asalariada sobre todo para aliviar los efectos de la sobreacumulación y la caída tendencial de la tasa de ganancia. La acumulación de capital transcurre por dos vías complementarias, interrelacionadas e indisolubles: a) Una fracción de Acumulación productiva donde los trabajadores asalariados generan plusvalía en procesos industriales. Cuya productividad es estimulada por la competencia entre capitales singulares y la acelerada innovación tecnológica. Dado que en este sector los empresarios tienden a intercambiar la fuerza de trabajo por su valor podemos afirmar que existe un Mercado de trabajo. b) Y otra fracción de Acumulación por depredación que se despliega al exterior de la relación productiva entre el capital y el trabajo. Donde las relaciones exo, alter o pre-capitalistas son alteradas o destruidas, para abrir el paso a la inversión del capital sobreacumulado en la primera fracción y al consumo de sus productos. Como los medios de vida y las condiciones de producción son arrebatadas por la violencia y el intercambio desigual a los productores directos y sus familias dejándolos en la pobreza, esta fracción de la acumulación no es directamente 338

productiva sino que es un coto de depredación para el mercado global. Por ello denomino Mercado-Depredador a una relación económica compleja que acumula valor, compuesta por dos fragmentos interactuantes e indisolubles: por un lado la Acumulación Productiva; y por el otro la Acumulación por Despredación -tal como la entiende David Harvey. Sin embargo disiento del autor pues la externalidad de la acumulación por despojo es esencialmente relacional y no necesariamente territorial como afirma tan destacado geógrafo. Como el entender las causas de la depauperización no resuelve los problemas inmediatos de subsistencia entre los pobres, en este artículo se retomara la estrategia de Bernardo Kliksberg orientada a registrar en acción las posibilidades del capital social. Dicho autor ha identificado los rasgos comunes a tres experiencias exitosas de desarrollo social: en una villa miseria del Salvador, en las ferias comerciales de Barquisimeto y en el sobresaliente programa del presupuesto participativo de Porto Alegre (Kliksberg, s.f., p.18). En todos los casos, la estrategia fue movilizar formas de capital social no tradicional. Lanzando a la acción las capacidades latentes de los grupos sociales, para generar soluciones a sus propios problemas. El rasgo compartido por estos experimentos sociales fue la búsqueda colectiva de respuestas y en la ejecución cooperativa de las mismas. En los tres casos se generó un clima de confianza entre los actores, se partió de sus propias culturas y se alentó el bienestar general. “El estímulo a estos factores, y otros semejantes, creó energías comunitarias y organizacionales que pudieron llevar adelante amplios procesos de construcción” (Kliksberg, s.f., p.18). Estas experiencias, no han sido sino formas de un empoderamiento popular, que evoluciona en función de las capacidades de los actores sociales para realizar sus propios deseos y aspiraciones. “La idea del empoderamiento se manifiesta en todos los niveles de la interacción social. La encontramos cuando se da la palabra a quienes carecen de derechos, cuando se permite que los débiles y marginados tengan acceso a los instrumentos y los materiales que requieren para forjar su propio destino” (Alonso de, s.f., p. 21). A continuación presentaremos a los lectores el registro en acción de la experiencia de auto-contrucción de viviendas, realizada por un grupo de damnificados por los sismos de 1985 en un barrio pobre de la ciudad de México.

Un caso ejemplar de ayuda mutua Sin más cobijo que un sueño, luchamos por una vivienda digna. Campamentos Unidos. 339

Ciudad de México, septiembre de 1985. El 19 de septiembre de 1985 la ciudad de México, una de las capitales más pobladas del mundo fue sacudida por dos poderosos sismos que dejaron a 54 mil personas damnificados sin vivienda, los más afectados fueron los vecinos pobres de los barrios del centro histórico. Aunque las cifras precisas de muertos y desaparecidos nunca se llegará a conocer, baste saber que el estadio de béisbol capitalino tuvo que ser habilitado como morgue. La televisión transmitió a escala global las imágenes de los miles de personas de diversos estratos sociales que participaron en el rescate. Cuando todos creíamos que en las urbes contemporáneas imperaba el egoísmo, la masiva e inesperada ayuda mutua renovó la esperanza. Enormes cadenas humanas removieron los escombros de los grandes edificios derrumbados, para rescatar a las víctimas. Pocas veces como en aquellos días el capital social puesto en acción ha dado tantos frutos. Se dará testimonio de la experiencia de reconstrucción protagonizada por los damnificados integrantes de una asociación denominada Campamentos Unidos. Una unión vecinal de la colonia Guerrero del centro histórico de la capital mexicana, antiguo barrio que comparte con el de Tepito los rasgos de la cultura de la pobreza estudiados por Oscar Lewis. Mujeres solas y auto-construcción. Después de los sismos, un grupo de vecinas de la calle de Zarco que se reconocían como mujeres solas derramó lágrimas amargas al desalojar sus deterioradas viviendas. Madres pobres, solteras, viudas, separadas o abandonadas, clamaban ¿qué voy a hacer yo sola? Dichas mujeres junto con un grupo de profesores y estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y del Autogobierno de la Facultad de Arquitectura, decidimos iniciar un programa de auto-construcción congruente con la cultura de intercambio recíproco de bienes y servicios propia del barrio, que incluye información, entrenamiento y ayuda para el empleo, compartir bienes en común, servicios así como apoyo emocional y moral (Adler Lomnitz, 1994, pp.72-77). Sus principales recursos fueron el apoyo mutuo de las vecinas y los saberes de profesores y estudiantes. Mientras las abuelas preparaban los alimentos para bebes y niños en una cocina comunitaria, las mujeres solas pusieron manos a la obra y derribaron los escombros para iniciar la reconstrucción. Entre las burlas de los machos del barrio se trastocó él orden: las mujeres trabajaron como hombres, los niños como sus ayudantes o medias cucharas, los estudiantes fueron profesores de albañilería, las niñas 340

grandes cuidaban como mamás a los más pequeños, los antropólogos preparaban la mezcla y algunas amas de casa administraban las obras. Las mujeres al quedarse sin vivienda resintieron su soledad, pero compelidas por su radical necesidad revertieron la adversidad en base a la ayuda mutua. “Éramos como veinte mujeres y como cuatro hombres, pero hombres que apenas acababan de cumplir diez y siete años y el esposo de una vecina, que tenía como 65 años, no se contaba con fuerza. Después la organización nos ayudó a construir y más las mujeres porque los hombres no nos creían. Se sentaban enfrente con sus cervezas riéndose de nosotras. Los que si ayudaron fueron la bola de mariguanos, drogadictos, viciosos y borrachos de la cuadra, pero cuando vieron de veras la friega se retiraron y nos dejaron a las mujeres solas. Pero fue muy bonito, nuestras viviendas fueron construidas por puras mujeres. No'más contratamos tres albañiles para los muros porque nos estaban saliendo desplomados, pero las señoras preparábamos la mezcla, moviendo ladrillos, cortando fierros y armando los castillos.” Aunque algunos hombres llegaban a laborar en la obra por las tardes, la fuerza de trabajo en el predio de Zarco 78 fue fundamentalmente femenina. Ellas realizaron las tareas más pesadas, señoras delgadas de 52 kilos cargaban los botes llenos de mezcla, “las mujeres en lugar de ver telenovelas cargaban bultos con 50 kilos de cemento.” Como la experiencia fue tan rica algunas de las vecinas llegaron a ser supervisoras en otras obras de la organización. Una de ellas recuerda: “Los sismos nos vinieron a sacar de materialmente de la casa, para que la mujer demostrara que no nada más es un adorno en el hogar, una fábrica de hijos. Tengo hijas grandes que son las que se han hecho cargo de la casa. Empezamos en Zarco 78, ese terreno nos sirvió de escuela, ahí aprendimos lo que es un emparrillado, a armar cadenas, trabes, a hacer estribos, a sacar la medida de los diferentes alambrones para su fabricación. Nos costó nueve meses y eso quiere decir que está bien hecho, fue verdaderamente una autoconstrucción. Luego el arquitecto me metió al frente de dos predios, me las vi duras pero salimos adelante. Todo gracias a los sismos, a unos los desgració, a otros nos benefició, nos enseñó que la mujer puede hacer muchísimo si se lo propone, no nada más estar en la casa.” Podemos evaluar la transformación ocurrida en la vida de estas mujeres, al escuchar sus palabras: “Los sismos estuvieron gruesos, pero para muchas de nosotras fue el nacimiento, ese día empezamos en serio.” Con esa seriedad, se comprometieron con el trabajo de autoconstrucción, alterando su vida y la de sus familias:

341

“Imagínese lo que significó para los hijos tener una mujer albañil en la casa, tener una mama que sabe echar un colado, que tiene el poder de poder construir. Todo ha cambiado mucho, antes no'más platicábamos cosas frívolas; ahora ya hablamos de muchas cosas, ahora tengo muchas actividades. A veces pienso: qué voy a hacer el día que ya no haga nada. Ya me quede acostumbrada, la casa ya no me llama la atención lo que más me gusta es la obra, los trabajos pesados. Primero decía yo no soy un albañil, pero ahora me encanta andar de macuarro. ¡Estoy como pez en el agua! En general los hombres de la organización tuvieron dificultades para digerir los cambios, no entendían que si ahora su señora dirigía toda una vecindad. Y administraba tanto recursos como materiales de construcción en un volumen realmente importante, era imposible que siguiera mansa y sumisa. Los machos cerrados al cambio respondieron con la violencia intrafamiliar. Algunas mujeres llegaban a la obra con los ojos morados, los maridos las golpeaban reclamándoles ser desobligadas en el hogar por participar en la autoconstrucción. Las mujeres no se amedrentaron, con todo y sus golpes continuaban en la obra, viviendo con su trabajo una rebelión quizás inconsciente ante el viejo orden familiar. En algunos casos, cuando el marido no pudo o no deseaba cambiar ocurrió la ruptura de la unión matrimonial. Al respecto una vecina relató: “Al principio mi marido decía que me apoyaba, pero a los ocho meses empezó con los celos. Espero que algún día recapacite y piense que perdió a sus hijos.” En otros casos se consolido

la relación de pareja. También surgieron nuevas

relaciones, mujeres que empezaron solas la autoconstrucción encontraron compañero. Las familias de Campamentos Unidos fueron alteradas por la incorporación de las madres al proceso reconstructivo. Sin embargo el desenlace obedeció tanto a las características individuales de la pareja, como a la coyuntura interna y a la historia particular de cada familia. Las familias resintieron el incremento, la redistribución e incorporación de otros miembros a las labores de autoconstrucción. En algunos casos se delegó el cuidado de los hijos más pequeños sobre las hijas más grandes. En otros se destinó a los hijos con suficiente edad a las obras o se traspasó la responsabilidad de obtener la parte fundamental de los ingresos a otro miembro de la familia extensa. Se incrementaron las labores de las abuelas en el autoabasto y la preparación de alimentos, etcétera. Una vecina nos explicó cómo se recargó el trabajo entre los miembros de su unidad doméstica: “La casa no fue hecha nada más por mí, fue hecha por toda mi familia; porque toda mi familia decidió integrarse de un modo o de otro a la autoconstrucción, para recuperar la vivienda que 342

perdimos. Mi hijo lo mismo iba a demoler que a acarrear material. Mis otras dos hijas las más grandes lo mismo subían tabique, ayudaban a batir mezcla en los colados o hacían amarres. También mi madre estaba en la cocina del campamento”. En las uniones de damnificados del centro histórico de la ciudad de México integradas mayoritariamente por mujeres, los hombres acapararon en un ochenta por ciento las coordinaciones organizativas. El sector femenino por lo general sólo aceptó la dirección a nivel local en sus vecindades. Sin embargo en Campamentos Unidos, algunas mujeres dada su capacidad fueron liberadas del trabajo de construcción y pudieron asumir puestos directivos dentro de la organización. A excepción de la coordinación general y la técnica las mujeres ocuparon casi todos los cargos asumiendo las correspondientes tareas y responsabilidades. Frente a la incredulidad general las mujeres dieron todo de sí por la organización durante la autoconstrucción. Salieron del enclaustramiento en su hogar, adquirieron confianza en sí mismas y en el futuro de los suyos, vencieron rasgos de la llamada cultura de la pobreza como la fatalidad y la desesperanza, se convirtieron en las constructoras de su propio destino. Participaron en la reconstrucción con sus necesidades como damnificadas y aportando sus símbolos, mitos y pasiones. “En la reconstrucción es mucho lo que te matas, más como mujer porque lógico nunca vas a poder desarrollar más fuerzas que un hombre. Sin embargo, lo haces y sales adelante. Porqué tú dices: ¿yo cargar un costal de cemento? Y sin embargo lo hice. La mujer cuando se lo propone, es más ágil que el hombre, si hay hombres que trabajan, mis respetos para ellos, pero son muy escogidos. Hay que buscarlos con lupa, es más lo que se hacen tontos que lo que trabajan. En cambio mire a las mujeres, duro y duro y luego se van a su casa y tienen que hacer su quehacer y la comida y los niños. ¿Cómo es que tienen ánimos? Porque la mujer es más noble y todo lo piensa para su casa. A varias de nosotras nos gustó el trabajo rudo, se acostumbra uno, es muy sano, muy saludable. Muy bonita que fue la experiencia de la autoconstrucción.” Un edificio en ruinas localizado en la calle de Pedro Moreno fue el aula de la autoconstrucción, y la obra de Zarco 78 su laboratorio; ahí se capacitaron tanto los estudiantes para asumir la dirección las obras, como las vecinas en autoconstructoras: “Adquirimos ciertas especialidades, algunos somos especialistas en demolición, sin haber sabido lo que era demoler, podemos ir a hacer una compra grande de material, lo sabemos hacer.”

El financiamiento internacional 343

La organización logró obtener algunos de los financiamientos proporcionados por la solidaridad internacional a los damnificados de la ciudad de México, con el aval del esfuerzo colectivo. Campamentos Unidos fue forjando su perfil en base a dos estrategias: la de ayuda mutua en la auto-construcción; y la de concertación en el trato con las autoridades. Estrategias que junto con la influencia personal de sus dirigentes permiten entender algunas de las posibilidades y limitaciones de la organización y el sentido de su desarrollo en la auto-construcción. La ayuda mutua y el financiamiento internacional permitieron a Campamentos Unidos construir viviendas de 63 metros cuadrados en promedio, 23 metros más grandes que las edificadas por el programa oficial de Renovación Habitacional Popular. Otra rica experiencia de autoayuda fue el papel protagónico desplegado por las mujeres en los trabajos de construcción de sus viviendas, donde las amas de casa pasaron a ser responsables de la supervisión de las obras de construcción, tarea donde no sin contradicciones superaron a los hombres. A lo largo del proceso la autoayuda se enfrentó de manera cotidiana al egoísmo del interés privado, manifestado entre otras formas por la envidia y los chismes entre los vecinos no integrados en la organización. Como el financiamiento internacional fue un bien escaso, la organización se vio obligada a restringir el ingreso de otros damnificados en su seno, por lo que aparecía como elitista ante los demás pobladores del barrio, lo cual limitó la difusión de la experiencia autoconstructiva. Sin embargo, el proceso alcanzó tan buenos resultados, que la constructora privada contratada para evaluar costos, calculó un precio de las construcciones menor al del mercado. Los profesores y estudiantes de arquitectura desplegaron una metodología de diseño cogestionado en las viviendas, con una novedosa estrategia de presentación de proyectos en maquetas que facilitaban la discusión y el rediseño por las vecinas. En el prototipo de vivienda José Revueltas desplegado por la organización, se cristalizaron los planteamientos teóricos de una arquitectura pobre adecuada a la mayoría de la población. Destinada a asalariados de bajos ingresos y desempleados agrupados en organizaciones independientes. Como los usuarios fueron a la vez autores y constructores de las viviendas se cumplió el objetivo de la autogestión. Las viviendas quedaron abiertas a crecimientos futuros. El proyecto fue científico porque superó la contradicción entre una necesidad espacial máxima frente una posibilidad de recursos mínimos. Y al mismo tiempo poético al usar el mínimo de componentes expresivos con una máxima densidad semántica (González Lobo, 1987, p.2).

344

En tanto síntesis concreta de las necesidades e intereses de los damnificados y el desarrollo teórico de una arquitectura comprometida, el prototipo de Vivienda José Revueltas tuvo las siguientes características: a) Todas las viviendas son unifamiliares y están desplantadas en el suelo. b) Tienen dos o tres niveles para garantizar tres alojamientos con la función específica de dormitorio. c) El espacio de usos múltiples: estar-comer-trabajar tiene un mínimo de dieciséis metros cuadrados en todo el ancho del lote. Así como ventilación e iluminación directa a un patio sobre el que se pueden extender en las fiestas o la actividad productiva. d) Tienen acceso a las viviendas a través de la azotehuela para dar privacidad a la vivienda y a ella dan las ventanas del prototipo. e) La cocina está en local anexo al espacio estar-comer-trabajar pero independiente por la forma de cocinar mexicana. La batería del fregadero dispone de vista al patio-azotehuela. f) El patio-azotehuela tiene banca, lugar para tanque de gas, lavadero y posición para tender la ropa. g) Cuenta con un espacio terraza que permite un crecimiento posterior. Burkhard Bondzio del Servicio Civil Internacional con sede en Bonn, registró algunas de las instituciones que financiaron la reconstrucción: Junior League y Obreros Suizos en Pedro Moreno 142. También Obreros Suizos en Pedro Moreno 133, Zarco 67, Nopal 90 y 96. Cruz Roja Suiza apoyó con fondos de la Federación Internacional de Futbol Asociación la autoconstrucción en Zarco 81 y 197, Lerdo 106 y Luna 138. La organización Crisantemo Amarillo se comprometió en Zarco 69 y Casa de los Amigos financió las viviendas para los vecinos de Soto 108.

Una clínica de nuevo tipo Campamentos Unidos no limitó sus perspectivas a la auto-construcción, desde un principio se planteó un proyecto para la reconstrucción integral de la vida que incluía educación, abasto, salud, autoempleo, entre otros. La organización contó desde marzo de 1986 con un pequeño dispensario atendido de manera entusiasta por un médico de la fundación Crisantemo Amarillo. Al irse consolidando se decidió instalar una clínica de nuevo tipo que aplicara la auto-gestión en salud en concordancia con la política de construcción por ayuda mutua. Bajo los siguientes objetivos: a) Revitalizar el concepto de salud-enfermedad. 345

b) Deslindar con precisión la diferencia y especificidad de los conceptos de antropología médica, salud-enfermedad, participación popular, autogestión, y las prácticas de atención a la salud. c) Deslindar el universo de la concepción y del conocimiento diferenciado entre la práctica médica popular y la hegemónica. d) Analizar las perspectivas de participación y autogestión en la defensa y mejoría de las condiciones de salud. e) Aportar elementos de conocimiento sobre la situación social y condiciones de salud del colectivo a través de la investigación para el diseño, organización y seguimiento de una clínica popular de salud donde se contemplaran la atención y promoción a la salud a través de la participación popular (Texeira, s.f., p.4). Entre los meses de febrero y mayo de 1989, cuando en que se inauguró oficialmente la Unidad de Promoción y Atención a la Salud de Campamentos Unidos UPASCU. Sinergizados por el ambiente de la autoconstrucción, los miembros del equipo médico trabajaron febrilmente en la elaboración del proyecto de atención. Se acondicionó una casona para convertirla en clínica, se construyeron anexos y se hicieron modificaciones arquitectónicas. Los médicos prestaron sus propios instrumentos y equipo para dar el servicio. Se tuvieron largas y profundas discusiones sobre la auto-gestión de la salud, la relación médico-paciente y las medicinas alternativas. Se participó en las campañas de vacunación y se realizaron gestiones ante la Secretaría de Salud para el funcionamiento de la clínica. Los miembros del equipo de salud participaban además en el trabajo de autoconstrucción, en las demoliciones y en el colado de lozas para los techos de las viviendas. Miembros de la comunidad interesados en la salud se fueron integrando al equipo de antropólogos y médicos. Con la madera recuperada en la demolición se fabricaron los muebles de la clínica. Se ofrecía el servicio de acupuntura y masoterapia. Los médicos y vecinos del equipo de salud participaban en las reuniones de la organización. Se impartían cursos de microdosis con hierbas medicinales tradicionales, se visitaban las vecindades para realizar consultas colectivas. Se montaban obras de teatro infantil para prevenir la deshidratación infantil por diarreas entre otras muchas actividades.

Conclusión Aunque he encontrado que el incremento exponencial de la masa de pobres en América Latina responde a la necesidad económica de contar con un sector externo a la relación asalariada, a 346

fin de resolver algunos de los problemas de la sobreacumulación global. Y que mientras no se regule de manera consciente la economía, la irracionalidad de la llamada “mano invisible” del mercado seguirá expulsando personas del proceso productivo para aliviar la caída de la tasa de ganancia. Por lo que continuará el crecimiento de la masa de no asalariados y subempleados en las urbes de América Latina e incluso en las de Europa y los Estados Unidos.

Estoy

convencido de que la promoción de proyectos participativos autónomos entre la población pobre latinoamericana, además de empoderarlos y darles una voz para reclamar una economía ética que favorezca el desarrollo de la población depauperada, pueden aliviar en lo inmediato sus impostergables necesidades de subsistencia. Como lo ha señalado Oscar Lewis, los proyectos participativos autónomos tienen éxito en superar algunos de los rasgos culturales de la pobreza como la imposibilidad de aprovechar las oportunidades que se presentan en la vida, pero no la pobreza misma. Sin embargo se eleva mucho la calidad de vida de los pobres cuando al construir una organización popular dejan atrás el fatalismo y vuelven a creer en un futuro construido sobre la base de sus esfuerzos y la movilización social. En el caso de Campamentos Unidos fue entre los niños donde más arraigó la autoconfianza y la esperanza en un mejor mañana, hoy en día son jóvenes comprometidos con las organizaciones sociales del barrio en la lucha contra la pobreza urbana. Aunque hemos resaltado el papel de la mujer en el proceso, la unidad de análisis para analizar el desempeño del proyecto debe ser la unidad domestica. En los barrios pobres de la ciudad de México la subsistencia de los pobres se apoya en el capital social de las relaciones de parentesco. A fin de recuperar sus viviendas, todos los integrantes de las unidades domésticas o familias se esforzaron en apoyar la autoconstrucción. La división de tareas del capital social al seno de la unidad doméstica fue reorganizada para que la madre de familia, las hijas y los hijos mayores pudieran concentrarse en las labores de albañilería. La responsabilidad de conseguir el sustento familiar fue transferida a otro integrante de la familia ampliada. Los niños menores cumplieron funciones de ayudantes en los predios y las niñas cuidaron a los pequeños. La eficacia del capital social de las unidades domésticas fue potenciada al reorganizar colectivamente las tareas de reproducción, a través de cocinas comunitarias donde se comprometieron las abuelas. En los barrios pobres de la ciudad de México los hombres se desentienden de la unidad doméstica y tienen una presencia circunstancial, por eso aunque exista un padre estas unidades se autodefinen como familias de mujeres. El balance de la organización resulta muy favorable, pues según Armando Cisneros 347

se desplegó el programa de reconstrucción más exitoso en la ciudad de México. Por ser uno de los mejores logrados en su arquitectura fue cualitativamente superior a los programas oficiales de reconstrucción. El costo de las viviendas autoconstruidas estuvo por debajo del valor comercial, gracias al aporte de capital social bajo la forma de trabajo de los integrantes de las unidades domésticas familiares. Y al trabajo social impago de los estudiantes y profesores de arquitectura y antropología. En esta experiencia registrada en acción, un grupo de mujeres desposeídas que sólo contaban con el capital social de sus relaciones vecinales se embarcó en un proyecto de reconstrucción sustentado en la ayuda mutua, esa forma de capital cultural que los pobres de la ciudad de México están acostumbrados a desplegar para sobrevivir. El capital humano de las mujeres damnificadas fue revalorado cuando los profesores y alumnos de arquitectura les ofrecieron cursos de albañilería. El trabajo directo en las labores de albañilería enriqueció el capital cultural de estas mujeres. Pues al dirigir un proyecto de tal magnitud y se responsables de las compras de material para la construcción, se revaloraron como mujeres capaces de construir algo más que la comida. Por lo que se puso en cuestión el poder patriarcal al menos temporalmente. El capital humano aportado de manera altruista por los profesores y estudiantes orientó un proyecto de investigación-acción congruente con la cultura de ayuda mutua persistente en el barrio. El audaz proyecto del taller José Revueltas de la Facultad de Arquitectura de la UNAM permitió que las vecinas cogestionaran el diseño de los planos para su vivienda mediante el uso de maquetas rediseñables, elevando así la calidad del capital cultural de las mujeres y su autoconfianza. Las vecinas que se integraron en los comités de salud, los médicos y enfermeras aportaron capital social y humano para construir la clínica alternativa. Los generosos donativos de las organizaciones no gubernamentales internacionales, sin los cuales no hubiera sido posible este proyecto, entraron en sinergia con la riqueza del capital social y humano de vecinas, profesores y estudiantes para levantar las mejores viviendas construidas después de los sismos de septiembre en la Ciudad de México. La autogestión de los recursos financieros por las vecinas y universitarios de Campamentos Unidos permitió obtener racionalizar el empleo de los recursos, pero la constante vigilancia financiera por parte de las agencias internacionales fue fundamental para llevar el proyecto a un buen final.

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Pobreza y migración en el estado de Hidalgo Sócrates López Pérez1 Lydia Raesfeld2 Luis Gil Borja3

Introducción El presente documento aborda una amplia investigación sobre la pobreza y su relación con la migración. Este tema ha sido objeto de estudio y discusión desde hace décadas, se ha analizado desde distintas perspectivas o enfoques, por ello los especialistas han tenido serias divergencias desde su concepción, su definición y los procedimientos empleados para medirla. Actualmente el tema de la pobreza tiene mayor importancia y preocupación para analizarlo y comprenderlo, sobre todo porque las tendencias actuales siguen aumentando, así como las características de su gravedad se agudizan en grandes territorios a lo largo del mundo. México no es la excepción en ésta tendencia. Antecedentes Las tendencias en el desarrollo de la pobreza tienen una relación directa con la composición y características del Estado. Ya que éste se presenta como un agente activo en el diseño y aplicación de políticas públicas encaminadas a reducir los índices de pobreza, marginación y desigualdad, así como en diseñar un modelo compensatorio a los impactos que general el modelo económico de cada país y las influencias de los mercados internacionales. En general, éste modelo impulsado a partir de la década del ochenta, deslinda al Estado de la responsabilidad de intervenir en el diseño políticas de intervención directa sobre las variables económicas, dejando los ajustes a las fuerzas del mercado bajo un esquema de apertura comercial y liberación de la inversión extranjera; con apoyo a las exportaciones a través de la banca nacional y tratados comerciales internacionales. Éste modelo suponía que produciría los niveles de crecimiento y desarrollo, deseados para contrarrestar la pobreza, marginación y desigualdad, cuyas tendencias venían aumentado significativamente. Los primeros estudios para comprender el fenómeno de la pobreza estaba en sustentada en características de distribución de los recursos y de la riqueza dentro de los diversos grupos sociales. Por lo tanto era vista como fallas limitadas del sistema social, estando focalizadas sobre la dinámica de variables sociodemográficas. Más adelante se abandona la 1 2 3

Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, [email protected] Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, [email protected] Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, [email protected]

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idea del ingreso limitado y se amplia hacia sectores de salud, educación, vivienda, retiro y condiciones más amplias que posibiliten a los grupos el acceso a determinadas condiciones de desarrollo y que faciliten su potencial social como una forma de alcanzar cierto nivel de acción sobre los mercados. En cierta forma se señalan como adquisición de cierto nivel de competencias. De esta forma existe una gran diversidad y tradiciones académicas e institucionales para la medición de la pobreza. Los primeros trabajos sobre pobreza y su medición, se remontan a las investigaciones de Charles Booth, en 1892-1897 en un intento de darle una forma matemática y crear un modelo de mapas de pobreza en Londres. Para principios del siglo XX en York, Benjamin S. Rowntree utiliza categorías de investigación centrados en la nutrición. El antecedente más lejano lo encontramos en Gran Bretaña hacia 1688 a través de los trabajos de Gregory King con la estimación del número de pobres con un claro sustento científico y con bases ordenadas para su cuantificación. Otro estudio que establecerá bases importantes para orientación de los estudios fue The State of the Poor de Eden (1797) que contiene una gran cantidad de información documentada a través de más de cien parroquias y ofrece detalles de los presupuestos familiares. Los trabajos de Engels y Mayhew fueron de gran impacto para establecer la diversidad de variables que actúan para definir un perfil de pobreza, en este caso enfocándose en condición del pobre en la Inglaterra urbana; pero fue Charles Booth en Life and Labour (1898-1899), quién a través de un estudio en Londres, en el Callejón del Este encuentra la combinación de diversos elementos que ordenó sistemáticamente y logró medir la magnitud del problema mediante la elaboración de mapas de pobreza de Londres bajo la idea central de condiciones de vida laboral (Life and Labour of the People in London 1886-1903; en Collections of the Archives Division of the Library of the London School of Economics and Political Science). Booth al tomar la calle como su unidad de análisis, dibujó su famoso mapa de pobreza en Londres (actualmente se tiene acceso a doce de ellos), parte de sus resultados mostró que el 35% de la población vivía en pobreza abyecta, una cifra que en su momento se mostró mayor que la cifra oficial. Este estudio fue publicado bajo el título Life and Labour of the People en 1889. Más adelante fue publicado un segundo volumen, titulado Labour and Life of the People, que cubría el resto de Londres y apareció en 1891, y bajo estos trabajos de investigación propuso el establecer una línea de pobreza 4. Posterior a estos dos volúmenes Booth expandió su investigación para mejorar su obra y que publicó como Life and Labour of the People in London en nueve volúmenes entre los años 1892 y 1897. Y finalmente se

4

Booth collections of the Archives Division of the Library of the London School of Economics and Political Science (LSE Archives) and the Senate House Library, http://booth.lse.ac.uk/, consultado 08.03.2009

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conjuntó una tercera edición (extendida a 17 volúmenes) que fue publicada entre 1902 y 1903. Incluso estos estudios sirvieron para hacer las primeras propuestas y modelos en las pensiones para jubilados (Atkinson et al., 1983). El estudio de Rowntree (1901), intentó comparar la situación en York, como un pueblo típico provinciano, como lo propuso Booth en Londres, pero su método hizo una diferencia importante al ocuparse de los ingresos familiares individuales y el desarrollo de un estándar de pobreza basada en estimación nutricional. El desarrollo de los estudios mediante el método de muestreo permitió ir más allá con Bowley (1913) quien estableció elementos estadísticos al utilizar una muestra al azar de una de cada 20 de las casas de la clase trabajadora en Reading. Un gran número de estudios locales se condujeron subsiguientemente, la encuesta de los Five Towns de Bowley en 1915, se reproduce en los primeros años de esa década y una nueva muestra de London Life and Labour publicada en los inicios de los treinta. El trabajo de Rowntree fue elaborado en un estudio de York en 1936 y 1950, en la cual se convirtió en una referencia importante de información acerca del impacto de las acciones sobre las condiciones de vida de la población hacia 1948. Cuyos resultados señalarían una reducción significativa de pobreza en Gran Bretaña, que fue explicada a través de la combinación de empleo pleno y los nuevos beneficios sociales. Sin embargo otros estudios, sobre todo de tipo empírico y con una orientación de modelos de investigación de la Sociología, que fueron publicados en The Poor y The Poorest por parte de Townsend y Abel Smith (1965), mostraron que al usar análisis secundarios de una muestra nacional en 1960 la cantidad de dos millones de personas mostraban bajos niveles de acceso a la red de seguridad social. Este hallazgo se confirmó con las estimaciones oficiales que empezaron a publicarse por el Departament of Health and Social Security en los setenta, y por una investigación del propio Peter Townsen (1979). En otros centros académicos se desarrolló el tema con la definición de una línea de pobreza diseñada por Robert Hunter en 1904 (Poverty), con estudios sobre las condiciones de vida en Chicago y New York diseñando categorías sociológicas sobre comodidad mínima, y en la cual concluye que en Estados Unidos se localizan más de diez millones de pobres y describe a detalle las condiciones de vida de las familias, mujeres, trabajadores y jóvenes. Para el periodo de los 60´s, el tema de pobreza y su medición se hizo sistemático, con excepciones notables tales como el trabajo de Lampman (1959)5. The Other America por Harrington (1962) y The Affluent Society por Galbraith (1958) que mucho hicieron por despertar

5

Ver Modeling the Distribution and Intergenerational Transmission of Wealth. National Bureau Economic of Research. Studies in Income and Wealth Vol. 46. Edited by James D. Smith. Chicago, 1980. Pág. 57.

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la atención del público, los políticos y los académicos. El informe de 1964 del Council of Economic Advisers propuso $3,000 (Dlls. por año para familia de cuatro miembros a precios de 1962 en EEUU) como el nivel de la pobreza, sostenido por la investigación de Orshansky (1965), para establecer más adelante como el nivel de la línea de pobreza oficial, que se ha aplicado desde esa fecha (con modificaciones, tal como la suma de medidas alternativas incluso el valor de las transferencias en especie) (ver Atkinson 1983). Más adelante los trabajos de investigación se van institucionalizando, con la OCDE se logró establecer estudios comparativos y cruce de microdatos de empleo, mercado laboral y población, que con el Luxembourg Income Study (LIS) se logró establecer indicadores entre países sobre inequidad y pobreza. Con ello se internacionalizan y estandarizan los modelos, ya que el juicio sobre la pobreza va a depender de la disponibilidad de la información acerca de la distribución de los niveles de vida dentro de los países; de ahí que el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo han establecido informes anuales y que marcan las medidas y acciones por cada región. La OIT y el Banco Mundial han influido en el creciente interés, como lo promueve el informe Brandt, con el concepto de “necesidades básicas”, o un mínimo de bienes específicos y condiciones ambientales6. Los reportes más actuales e innovadores en cuanto a los indicadores y categorías integradas para la medición de la pobreza ha sido el Banco Mundial a través de los Índices de Desarrollo Humano (IDH) y el Fondo de Población de Naciones Unidas con estudios sobre el comportamiento de pobreza y población a nivel nacional y por grandes regiones económicas y campo-ciudad. Para finales del siglo XX se dan fenómenos interesantes entre la pobreza y el diseño de alternativas para su reducción. Y es a través de las políticas públicas como se encuentran acciones institucionalizadas y la orientación de recursos para su rezago. Así se logra diseñar diversos programas y acciones por medio de la política social, que intenta compensar aquellas desigualdades aleatorias, físicas o sociales resultado de las actividades económicas, políticas y sociales de la sociedad; para el caso de México tendremos estos modelos institucionales, con recursos y establecidos a través de amplios aparatos y organismos gubernamentales. Experiencias amplias como la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (COPLAMAR, 1977) con el gobierno de José López Portillo, el cual propuso la atención de las necesidades básicas d ela población en condiciones de pobreza. Con ello se retoma el modelo de Necesidades Básica Insatisfechas (NBI) que derivó hacia programas que cubrían dichas brechas, SAHOP -COPLAMAR: Enfocada al desarrollo de infraestructura 6

El informe Brandt es elaborado por diversas comisiones independientes que son los resultados de investigación sobre la composición del desarrollo económico en la relación entre hemisferios Norte-Sur y que fue presidida por Willy Brandt canciller alemán hacia 1980.

354

carretera; CONASUPO-COPLAMAR: Sistema de abasto rural y precios de garantía; SEPCOPLAMAR: Desarrollo de infraestructura y equipamiento educativo; IMSS-COPLAMAR: Como parte de la expansión de los servicios de salud (López Pérez, 2009). Otro gran Plan de Acción sobre la pobreza en el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL; 1988-1994) que se da con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari; el Programa de Educación, Salud y Alimentación Progresa (1997-2000) con el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León y Oportunidades (2001-2009 ) del sexenio de Vicente Fox Quesada, que tiene continuidad con Felipe Calderón Hinojosa bajo el mismo modelo pero con un agregado de publicidad y de nombre con el de Para Vivir Mejor. En este caso se dio continuidad al modelo diseñado por Zedillo, ya que construyó un indicador con tres brechas y centrado en familias y enfocado por medio de la localización de diversos tipos de pobreza (Levy, 1992). Estas estimaciones de los índices de pobreza fueron realizadas a nivel municipal, con agregados al proceso de planeación demográfica y del desarrollo económico y social de cada estado; también se hicieron agregados para la mejora de los procesos de planeación, la asignación de los recursos presupuestarios y el fortalecer las políticas públicas a nivel institucional y focalizado. Mapas de pobreza para el estado de Hidalgo Un modelo relativamente nuevo es el de Mapas de Pobreza, los cuales dan posibilidad de incluir una amplia variedad de categorías en una sola matriz y relacionarla con su ubicación geográfica. Ésta es una herramienta propuesta por el Banco Mundial para respaldar la puesta en marcha de las políticas encaminadas a lograr los objetivos sociales y la vigilancia del desarrollo. El mapa de pobreza permite dimensionar espacialmente los niveles de pobreza que registra alguna zona, reflejando el bienestar conjunto de los hogares. Se facilita la definición de prioridades para la asignación de recursos; permitiendo la ejecución de una política de focalización del gasto público en función de los niveles de pobreza de las comunidades. Este modelo fue rediseñado en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo para aplicarlo en los 84 Municipios que lo conforman. Se elaboraron a través de una metodología propia basados en una matriz compuesta en tres grandes dimensiones: variables económicas, variables sociales y variables medioambientales. Esta matriz fue configurada mediante datos de diversas fuentes de información y se estructuró en una base de datos para el software SPSS, en la que fue sistematizada por 36 variables de las cuales se elaboraron modelos estadísticos y relacionaron entre ellas para obtener indicadores y parámetros, los cuales a su vez fueron ordenadas en categorías de diez y que describen las condiciones de la población a nivel 355

municipal7. Con este estudio se logró localizar la composición y características de la pobreza en el estado de Hidalgo, y su ubicación geográfica y zonificación. Finalmente se analizó la composición y dinámica de la migración internacional en los mismos municipios y en el mismo periodo, y ambos resultados fueron contrastados y correlacionados

para

comprender

su

comportamiento

en

conjunto.

En

conjunto

metodológicamente se trataba de presentar el comportamiento de la pobreza, junto a la dinámica de la migración y la inversión pública con programas sociales diseñados para incidir sobre la pobreza. De ahí se trata de resaltar aquellas zonas que han logrado reducir algunos indicadores y puntos de pobreza, y ver en qué medida es marcado por el gasto público o por la inversión privada de las remesas. Lo que implicaría que el rezago de la pobreza tiene una relación directa con las remesas internacionales de la migración, que a la vez los procesos de migración se concentran en aquellas zonas que originalmente tenían altas tasas de marginación. Así, la marginación es resuelta por la población a través de la búsqueda de sus elementos de sobrevivencia con los ingresos de la migración –en este caso es una responsabilidad que le corresponde resolver al Estado- y mediante la inversión en el consumo de bienes básicos, vivienda, educación y salud. Que a su vez coincide con la inversión pública para reducir esos mismos indicadores en las regiones de pobreza.

Resultados en los indicadores en los mapas Composición de sectores económicos Sector primario Los resultados obtenidos en las escalas y categorías elaboradas en la matriz mostró que el sector primario está localizado en municipios rurales donde más del 80% de las personas trabajan en él. En contraparte las zonas urbanas como Pachuca, Mineral de la Reforma, Tulancingo de Bravo y Tizayuca tienen menos del 10% de personas trabajando en el sector. En las tareas del campo aún se ocupan 25 de cada 100 hidalguenses que son nueve más que en el país en su conjunto.

7

La información utilizada se adquirió en base a publicaciones de carácter institucional como el Censo de Población y Vivienda 2000, Anuario Estadístico 2002 del INEGI, Conteo de Población 2005 y diversos Planes de Desarrollo e Informes de Gobierno del Gobierno del Estado, así como en la visita a instituciones como la Secretaría de Salud, Secretaría de Agricultura, Secretaría de Desarrollo Económico, Secretaría de Desarrollo Social, Secretaría de Economía (Delegación Hidalgo), Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, etc.

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SECTOR PRIMARIO

MUY EXTREMADAMENTE BAJA EXTREMADAMENTE BAJA MUY BAJA

MODERADAMENTE BAJA UN POCO BAJA MEDIA

UN POCO ALTA MODERADAMENTE ALTA

MUY ALTA EXTREMADAMENTE ALTA

Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de Mapas de Pobreza. 2003.

Los municipios de mayor concentración del sector agrícola son Cuautepec de Hinojosa, Tulancingo de Bravo, Tezontepec de Aldama, Chapulhuacan, Tlanchinol, Yahualica, Xochiatipan y Huehuetla.

Sector secundario El sector secundario que comprende las actividades industriales, está concentrado hacia el sur del estado. Principalmente en los corredores industriales de la entidad y una cuarta parte de la población es ocupada en el sector.

SECTOR SECUNDARIO

MUY EXTREMADAMENTE BAJA EXTREMADAMENTE BAJA MUY BAJA

MODERADAMENTE BAJA UN POCO BAJA MEDIA

UN POCO ALTA MODERADAMENTE ALTA

MUY ALTA EXTREMADAMENTE ALTA

Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de Mapas de Pobreza. 2003.

Los principales municipios son Pachuca de Soto, Zapotlán de Juarez, Tizayuca, Tulancingo y Atotonilco.

357

El sector terciario El sector de servicios en los últimos diez años ha pasado a un primer plano en el número de empleados que ocupa. Este sector presenta un crecimiento de 10.1 puntos porcentuales de 1990 al año 2000. Sin embargo la terciarización de la economía en Hidalgo ha sido menor que en el país. SECTOR TERCIARIO

MUY EXTREMADAMENTE BAJA EXTREMADAMENTE BAJA MUY BAJA

MODERADAMENTE BAJA UN POCO BAJA MEDIA

UN POCO ALTA MODERADAMENTE ALTA

MUY ALTA EXTREMADAMENTE ALTA

Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de Mapas de Pobreza. 2003.

Observamos cómo los municipios del sur y suroeste de la entidad presentan una actividad terciaria mayor que los municipios del norte del estado.

Empleo La situación del trabajo relativo se muestra en el siguiente mapa: TRABAJO RELATIVO

MUY EXTREMADAMENTE ALTA EXTREMADAMENTE ALTA

MUY ALTA

MODERADAMENTE ALTA

UN POCO ALTO

MEDIA

UN POCO BAJA

MODERADAMENTE BAJA MUY BAJA

EXTREMADAMENTE BAJA

Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de Mapas de Pobreza. 2003.

358

A través de este mapa se infiere que la mayor parte de las familias trabajan. En contraparte las zonas rojas nos indican que existen más dependientes económicos por cada persona que trabaja8.

Población económicamente desocupada / población total La proporción de la población desocupada que comprende de los doce a los sesenta años, es la que se muestra a continuación:

POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE DESOCUPADA / POBLACIÓN TOTAL

MUY EXTREMADAMENTE ALTA EXTREMADAMENTE ALTA

MUY ALTA

MODERADAMENTE ALTA

UN POCO ALTO

MEDIA

UN POCO BAJA

MODERADAMENTE BAJA MUY BAJA

EXTREMADAMENTE BAJA

Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de Mapas de Pobreza. 2003.

Los municipios que presentan mayor concentración de personas desocupadas son: Tlahuiltepa, Tepehuacan, Nicolás Flores, Eloxochitlán, Jaltocán, Xochiatipan, Xochicoatlán y Huehuetla.

Población relativa que tiene derecho a servicio de salud

8

En esta publicación los colores más obscuros son los que representa los datos de extremadamente alta, es decir, son datos que concentran mayor condición de pobreza y los tonos se van aclarando hacia el gris y grises claros, que representan mejores condiciones de vida.

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Observamos que los municipios que comprenden los corredores industriales, presentan una cobertura amplia de personas que cuentan con algún servicio de salud; ya sea en el IMSS o el ISSSTE.

Infraestructura de salud En el estado existen diferentes niveles de unidades: primer nivel, conformado por clínicas; el segundo, que incluyen a los hospitales; y el tercer a los hospitales de especialidades.

Los municipios que presentan una cobertura extremadamente alta son: Calnali, Huejutla, Huichapan, Ixmiquilpan, Pachuca, Tepehuacán de Guerrero, Tlanchinol, Tula de Allende y Zimapan.

360

Categoría de recursos humanos – médicos Observamos que el único municipio que cuenta con una categoría alta es la capital y en una categoría media es el municipio de Tula de Allende. Al igual que en caso de los médicos, las enfermeras se encuentran ubicadas en su mayoría en la capital (Pachuca), esto es, porque aquí se encuentra la mayor infraestructura de salud, la media se localiza en el municipio de Huejutla. Observamos que los municipios que comprenden los corredores industriales, presentan una cobertura amplia de personas que cuentan con algún servicio de salud; ya sea en el IMSS o el ISSSTE. El derecho de contar con atención a la salud, es primordial para acabar con la pobreza de cualquier zona, es uno de los objetivos esenciales del desarrollo; es por ello que los programas de salud deben de ser implantados y diseñados para cada región.

Desnutrición infantil La desnutrición infantil es uno de los indicadores más representativos de pobreza, así también, se convierte en uno de los principales problemas a atacar por parte del estado. La desnutrición es clasificada según su gravedad, sea leve, moderada o grave. Las cifras más altas de desnutrición leve se encuentran en los municipios de San Felipe Orizatlán, Huazalingo, Xochicoatlán, Cardonal, Chilcuahutla, Santiago de Anaya, San Bartola Tutotepec, y Agua Blanca. En el siguiente mapa se muestra la desnutrición moderada infantil, los municipios más afectados son Huazalingo, Xochicoatlán, San Bartolo Tutotepec, Agua Blanca, Jaltocán, Huautla, Tepehuacán de Guerrero, y Chapantongo.

CATEGORÍA DE POBLACIÓN RELATIVA MUNICIPAL CON DESNUTRICIÓN SEVERA

MUY EXTREMADAMENTE ALTA EXTREMADAMENTE ALTA

MUY ALTA

MODERADAMENTE ALTA

UN POCO ALTO

MEDIA

UN POCO BAJA

MODERADAMENTE BAJA MUY BAJA

EXTREMADAMENTE BAJA

Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de Mapas de Pobreza. 2003.

361

En cuanto a desnutrición severa,

son Xochicoatlán, Agua Blanca, Tepehuacan de

Guerrero, Chapantongo, Tenango de Doria, Eloxochitlán, Tlahuiltepa y Atlapexco los municipios que reportan el mayor número de casos. La siguiente gráfica muestra a los municipios más afectados por la desnutrición infantil, sea ésta leve, moderada o severa.

CATEGORÍA DE POBLACIÓN MUNICIPAL CON DESNUTRICIÓN TOTAL

MUY EXTREMADAMENTE ALTA EXTREMADAMENTE ALTA

MUY ALTA

MODERADAMENTE ALTA

UN POCO ALTO

MEDIA

UN POCO BAJA

MODERADAMENTE BAJA MUY BAJA

EXTREMADAMENTE BAJA

Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de Mapas de Pobreza. 2003.

El siguiente mapa muestra la severidad del problema de la desnutrición infantil por número total de niños, independientemente del porcentaje que le representen sobre su población.

CATEGORÍA DE POBLACIÓN CON NIÑOS DESNUTRIDOS

MUY EXTREMADAMENTE ALTA EXTREMADAMENTE ALTA

MUY ALTA

MODERADAMENTE ALTA

UN POCO ALTO

MEDIA

UN POCO BAJA

MODERADAMENTE BAJA MUY BAJA

EXTREMADAMENTE BAJA

Fuente: Elaboración propia. Base de datos diversa para la elaboración de Mapas de Pobreza. 2003.

Resulta interesante saber que Pachuca tenga el mayor número de niños desnutridos.

362

Educación Escolaridad por estudios promedio

Observamos en este mapa, que los municipios con el menor promedio de grado escolar son San Bartolo Tutotepec, Yahualica y la Misión. En contraparte los municipios del sur tienen en promedio un mayor grado escolar.

Migración, remesas e inversión pública en el estado de hidalgo En los últimos quince años el estado de Hidalgo ha pasado en sus tasas de migración de un lugar quince al quinto. La principal forma de migración ha sido hacia Estados Unidos, lo que ha contribuido con una importante entrada de remesas9 debido que han tenido un aumento en términos absolutos durante el periodo 2000-2007, pero la tasa de crecimiento por año ha sido variable, el crecimiento del 2003 con respecto del 2000 fue de 113.7% con 267.5 (Millones de Dlls.) en el 2004 con respecto al 2003 fue de 19.7%, 99.3 Mdd., en el 2005 disminuye y se coloca en 15.1%, 91.1 Mdd. Para el 2006 incrementa al 20.3% con 141 Mdd., y finalmente al 2007 vuelve a disminuir con una tasa de crecimiento del 14.2% con 118.6 Mdd. (ver Gráfica No 17). Por otro lado encontramos que la tasa de crecimiento de la inversión pública 10 del 2003 fue de 85.7% con respecto al 2000 y su aumento absoluto fue de 453.07 Mdd., en el 2004 se registró el 31.5% con 302.92 Mdd., para el 2005 disminuye 0.52%, decreciendo con 6.84 Mdd., 9

La cantidad de remesas se obtuvo de la página del INEGI, www.inegi.gob.mx y el porcentaje es elaboración propia. La inversión pública se obtuvo de los Anuarios Estadísticos del INEGI del 2005-2007; se convirtió a millones de dólares tomando el tipo de cambio de la misma institución. Los rubros de la inversión pública son: Educación, Comunicaciones y transporte, Desarrollo institucional, Salud, Asistencia social y servicios comunitarios, Fomento agrícola, Urbanización, Ecología, Infraestructura de seguridad, Electrificación, Desarrollo industrial, Agua potable, sitios históricos y culturales, Alcantarillado, Vivienda, deporte, Fomento al turismo, Oportunidades productivas, Fomento ganadero, Desarrollo social, Fomento avícola, Fomento al desarrollo urbano y rural, Definición y conducción de la planeación del desarrollo regional. 10

363

en el 2006 aumentó al 12.40% con 159.35 Mdd., y por último el crecimiento del 2007 con respecto al 2006 fue del 4.0% o 57.89 Mdd. (ver Gráfica No. 1).

Como se puede observar en la gráfica anterior la tasa de crecimiento de las remesas no está tan separada como la inversión pública, pese a que las remesas en el periodo 2003-2004 y 2006-2007 tienen una disminución en su tasa de crecimiento y no registran una tasa negativa como la inversión pública en el periodo 2004-2005. Del 2006 al 2007 las remesas aumentaron 118.6 Mdd., y la inversión sólo 57.89 Mdd. El crecimiento total de las remesas fue de 717.5 Mdd., casi alcanzando la inversión pública puesto que fue de 966.39 Mdd. Por lo que la relación de las remesas llegaron a ser el 54.3% de la inversión pública durante el periodo estudiado, es decir las remesas en total fueron 3,819.2 Mdd., y la inversión pública 7,031.8 Mdd11. Haciendo un análisis de los municipios12 como lo indica el cuadro No. 26 encontramos que son 30 los que reciben mayor cantidad de remesas en el periodo 2000-2007. Tomando como referencia al municipio de Pacula, al contar con más hogares que perciben remesas y se partió de su ingreso de remesas para dicho estudio (10 Mdd). En el 2000 las remesas comenzaban a figurar en el estado, sólo 4 municipios tuvieron de 10.8 Mdd., a 28.8 Mdd., Pachuca fue el más bajo e Ixmiquilpan el más alto abarcando en total el 32.8% del rubro (77.1 Mdd) que vendría siendo el 14.5% de la inversión pública del mismo año. En el 2003 Tepeapulco, Tecozautla, Cuautepec de Hinojosa, Huichapan, San Salvador, Actopan, Atotonilco El Grande, Alfajayucan, Tasquillo, 11

Cuando señalamos Inversión Pública se concentra en los reportes de los programas de la política social Oportunidades, Procampo, Alianza para el campo, principalmente y a nivel municipal según reportes oficiales. 12 Debido a que sólo se cuenta con el índice de migración, índice de desarrollo social, índice de marginación del 2000 y 2005 calculado por el CONAPO, se tomara como constantes estas variable para el año 2000 y las variables que cambiaran en los años posteriores son las remesas y la inversión pública.

364

Pachuca de Soto, Zimapán, Tulancingo De Bravo e Ixmiquilpan registraron entre 10.34 Mdd., y 61.76 Mdd., abarcando el 56.4% del total de remesas (283.4 Mdd). Para el 2004 se agregan a los municipios con mayor migración y generación de remesas: Francisco I. Madero, Jacala de Ledezma, El Cardonal, La Misión y Mixquiahuala de Juárez, variando las remesas entre 10.37 Mdd. y 73.97 Mdd., representando estos 18 municipios el 65.5% del total de remesas, asimismo Ixmiquilpan fue el que más contribuyó con 73.97 Mdd., y Francisco I. Madero fue el que tuvo menor cantidad con 10.37 Mdd. En términos de inversión pública del mismo año, se podría decir que el 65.5% de estas remesas (394.2 Mdd) vendrían siendo el 30.5% de la inversión pública (393.8 Mdd.); de estos municipios La Misión no alcanzó ni el 1% de inversión pública siendo el más bajo con el 0.26% (3.4 Mdd.); sin embargo obtuvo el 1.9% de remesas (11.28 Mdd) que sería casi el 1% de la inversión pública y la diferencia entre estas 2 cantidades es de 7.9 Mdd., sólo Ixmiquilpan, Actopan, Tulancingo y Pachuca tuvieron alta inversión publica (los demás oscilaron entre 3.4 y 8.21 Mdd.). Ixmiquilpan obtuvo el 1.4% de inversión (18.24 Mdd.) pero evidentemente obtuvo más de remesas 73.97 Mdd., la diferencia es de 55.73 Mdd., una cifra bastante alta. En tanto, Zimapán siendo uno de los 4 municipios con muy alto grado de migración tuvo 36.94 Mdd. de remesas y de inversión pública sólo 8.09 Mdd. Tasquillo 19.09 Mdd de remesas y de inversión 5.61 Mdd., Pacula en este año aun no figuraba tanto en cuanto a la generación de remesas. Para el 2005 en el sentido de remesas se anexa Apan, Progreso de Obregón y Acatlán; el menor fue Apan con 10.07 Mdd.; de la misma forma Ixmiquilpan obtiene más remesas con 85.16 Mdd., en conjunto los 21 municipios representan el 69.9% (484.40 Mdd.) que comparativamente son el 37.7% de la inversión pública; por lo tanto la tasa de crecimiento de 2004 al 2005 de las remesas es de 23% en términos de inversión pública. En el 2006 las remesas registraron 834 Mdd., en el estado, representado 28 municipios el 79.2% (660.5 Mdd.) del total; en este año se anexaron 7: Santiago de Anaya, Tenango De Doria, Tula De Allende, Pacula, El Arenal, Chilcuautla y Zacualtipan. Siendo Pacula el de mayor hogares con remesas como ya se mencionó; a partir de este año se empieza a notar en cuestión de ingreso de remesas con 10.89 Mdd., el de menor cantidad de remesas fue Santiago de Anaya 10.37 Mdd. y el de mayor fue Ixmiquilpan con 102.49 Mdd., de los 7 municipios Tula es el que mayor inversión pública, pues concentró 22.43 Mdd., y de remesas ingresaron 10.66 Mdd. Zacualtipan fue el que tuvo más remesas 11.57 Mdd., y de inversión pública tuvo 3.39 Mdd., y Pacula ya comienza a percibir un poco más de remesas 10.89 Mdd., y de inversión 2.83 Mdd.

365

En las gráficas del cuadro 27 se percibe el comportamiento de las remesas junto con el de la inversión pública, en las cuales durante los años analizados los 28 municipios han incrementado la cantidad de remesas, sobresalen 9 (Actopan, Alfajayucan, Atotonilco El Grande, Cuautepec de Hinojosa, Ixmiquilpan, Pachuca de Soto, Tasquillo, Tulancingo y Zimapán) con una diferencia que varia entre 16 y 73 Mdd., del año 2000 al 2006; e Ixmiquilpan es el que tuvo más aumento en este rubro. El que menos incremento tuvo fue Chilcuautla con 6.27 Mdd., seguido de Tepeji del Río con 6.98 Mdd. Comparativo de Remesas e Inversión pública de algunos municipios del estado de Hidalgo, 2000,2004, 2005 y 2006

Gráfica 2: Remesas e inversión pública 2000 Elaboración propia con datos del INEGI y CONAPO.

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Gráfica 3: Remesas e inversión pública 2004 Elaboración propia con datos del INEGI y CONAPO.

Gráfica 4: Remesas e inversión pública 2005 Elaboración propia con datos del INEGI y CONAPO.

367

Gráfica 5: Remesas e inversión pública 2006 Elaboración propia con datos del INEGI y CONAPO.

Asimismo del inicio al final del periodo en 10 municipios disminuyó la cantidad de inversión pública: (Acatlán, Actopan, Alfajayucan, Cardonal, Chilcuautla, Cuautepec de Hinojosa, Huichapan, San Salvador, Zacualtipán de Angeles, Zimapán) entre medio y un Mdd.; y el aumento entre los demás municipios tuvo una variación de medio millón

y 12 Mdd.,

evidenciándose el incremento por abajo del de remesas (con excepción de Pachuca). Durante todo el periodo en Ixmiquilpan aumentó su inversión pública; sin embargo, ésta fue menor que las remesas ya que entre la cantidad de inversión y remesas existen 61 Mdd., de diferencia. Para el 2007 las remesas en Hidalgo fueron de 952.6 mdd. y se anexaron a los 28 municipios Chapulhuacán y Tepeji del Río con 10.47 mdd. y 11.09 mdd. Sin duda es impresionante que sólo el 35% de los 84 municipios del estado contribuyen con el 81.4% de remesas es decir 775.7 mdd. lo seria el 50% de la inversión pública (total en el año 2007 fueron 1501.8 mdd.) de este año. Por lo tanto se puede determinar perfectamente con el cuadro 27 que en la mayoría de los municipios existen más remesas que inversión pública. En la siguiente gráfica se hace un análisis de los programas de la inversión pública en 3 años en la que se identifica a 6 rubros con una participación alta y un continuo aumento: Asistencia Social y Servicios Comunitarios, Desarrollo Institucional, Educación, Salud, Transportes y comunicaciones y urbanización) de estos rubros la educación es en la que más se invierte; al inicio registró 66.41 mdd. y al final 570.08 mdd. y en urbanización es el rubro en que se invirtió menos con 38 mdd. en el 2000 y en el 2006 fueron 62.77 mdd. 368

Gráfica 6: inversión pública del estado de Hidalgo, 2000,2004,2005.

Cuadro 1: Datos de la gráfica de inversión pública del estado de Hidalgo (Gráfica 6).

Si se toman en cuenta los 834 mdd. de remesas del 2006; vendría siendo el presupuesto de 5 programas: la educación (570.08 mdd.), Asistencia y servicios comunitarios (142.12 mdd.), Salud (116.50 mdd), constitución de reserva (1.24 mdd) y planeación del desarrollo regional (1.20 mdd.). Como ya se mencionó Ixmiquilpan es el municipio en el que más entran remesas en el 2006 se registraron 102.49 remesas equivalente a la inversión de 5 rubros: constitución de reserva (1.24 mdd) y planeación del desarrollo regional (1.20 mdd.), vivienda (12.74), electrificación (24.14 mdd.) y urbanización (62.77 mdd).

369

Por último de los 30 municipios con mayores remesas 7 municipios registran alta migración y marginación, de estos 5 tienen un índice de desarrollo social medio y 2 bajo, su inversión pública oscila entre los 3 y 13 mdd. Tenango es el único que tiene mayor inversión que remesas y los demás municipios tienen en los 3 rubros un grado variable (muy alto, muy bajo, alto, medio y muy bajo. De igual manera es importante mencionar que Pachuca siendo la capital del estado de Hidalgo ha crecido en cantidad de remesas pese a que registra un índice de migración y marginación muy bajo y un índice de desarrollo social muy alto. Comportamiento del PIB, inversión pública y remesas del estado de Hidalgo.

Gráfica 7: Comportamiento del PIB, inversión pública y remesas en el estado de Hidalgo 2000-2006.

En la gráfica anterior se nota que a nivel estatal las remesas están por debajo de la línea del PIB de Hidalgo y de la inversión pública; en el año 2000 las remesas ocuparon el 10.7% del PIB, para el 2003 el PIB disminuyó el 15% con respecto al año 2000 y las remesas aumentaron su participación referente a éste, con el 26.8%, en el 2005 el PIB creció 5.1% y las remesas abarcaron el 34.3% y para el 2006 ocuparon el 40.6% con respecto al PIB. Si las remesas siguen aumentando y el PIB de Hidalgo continúa con estas tasas de crecimiento pues seguramente la participación de las remesas será más alta. Asimismo se observa en la gráfica que la inversión pública es más grande que las remesas y su porcentaje de participación con 370

respecto al PIB es casi el doble en los 3 primeros años que el de las remesas oscilando entre el 13.4% al 36%; para el 2005 y 2006 hay una diferencia del 29%. Por lo tanto a nivel estatal la inversión pública es mayor que las remesas. Sin embargo, a nivel municipal como ya se mencionó en la mayoría de los municipios que perciben más remesas la inversión pública es menor.

Conclusiones Los resultados más importantes que arrojó la aplicación del modelo de mapas de pobreza fueron para reelaborar o por lo menos para reflexionar una nueva regionalización del estado de Hidalgo. Esta estratificación se realizó a partir de las características económicas, sociales y del medio ambiente de los municipios y con datos agregados, dentro de criterios acotados a una escala de elaboración propia. Los resultados mostraron grandes contrastes con la regionalización actual de las dependencias gubernamentales de planeación, así como con los sectores sociales de atención por lo tanto en los programas, cobertura, acciones y cantidad de recursos de la política social. El modelo logró definir y configurar seis regiones, las cuales fueron clasificadas como pobreza extremadamente alta, que comprende el 11.80 por ciento con respecto del total de la población y a nivel estatal; pobreza alta, con 11.99 por ciento; moderadamente alta, con 11.28 por ciento; moderadamente baja, con 18.89 por ciento; baja, con 16.57 por ciento y extremadamente baja, con 29.48 por ciento.

Otros resultados que se infieren dentro de este modelo de mapas de pobreza son: 1. Los modelos de política social se han diseñado a nivel nacional y toman en cuenta datos agregados. Con estos modelos la asignación de recursos se hace con el supuesto de que personas y zonas son iguales. Los datos obtenidos para el estado de Hidalgo comprueban que existe una gran cantidad de recursos transferidos por diversos programas y proyectos. Sin embargo no se pudo avaluar su destino final, ni se saben con certeza los efectos causados ni el tipo de mejoría económica y social. A pesar de que no encontramos elementos para relacionar el ingreso y la distribución de los recursos públicos, con la medición de la pobreza quedó claro que la cuenta pública aún es diseñada con un modelo dominante de política social, es decir operada a través de una vieja estructura corporativa. 2. Para el caso del estado de Hidalgo para reducir la pobreza, la utilización de estos programas no resultaron significativos, por lo cual deben tomarse en cuenta las características propias de cada región, es decir bajo un modelo de focalización y 371

microregionalización. El modelo mostró flexibilidad ante el territorio tan complejo del estado de Hidalgo, ya que la matriz se adaptó a esta diversidad y mostró las vocaciones regionales y la composición detallada de cada dimensión y categorías. 3. La revisión teórica de la metodología para la medición de la pobreza muestra que es necesario redefinir estrategias de combate a la pobreza en el estado. 4. En el estado de Hidalgo la mayor concentración de población económicamente ocupada se encuentra en el sector terciario, siguiendo en importancia el sector secundario y el menor porcentaje está concentrado en el sector primario. Esta estructura económica ha cambiado en los últimos diez años, pues anteriormente se pensaba que era el sector primario el que agrupaba la mayor carga ocupacional, seguía el sector terciario y el secundario. 5. Sin embargo, la vocación agrícola del estado, principalmente en los municipios del norte del estado, hacen prioritario el apoyo a ésta actividad, la cuál está caracterizada en estos municipios por el autoconsumo, la falta de crédito, tecnología atrasada, baja productividad, poco valor agregado y deficientes canales de comercialización. 6. En los municipios que tienen mayores índices de pobreza ofrecen en general pocos empleos, ya que el sector privado no tiene el mismo dinamismo del sector social, lo cual se traduce en bajos salarios para los trabajadores (por la ley de la oferta y la demanda), menor seguridad social, menor consumo y por lo tanto menor producción. 7. Muchos de los municipios con pobreza extremadamente alta no cuentan con servicios básicos de agua, drenaje y luz eléctrica, la dispersión de las comunidades obstaculizan su acceso. La relación entre la generación del valor de la producción y los montos de inversión pública municipal resultaron

mayores para lo público. Incluso en algunos

casos estos volúmenes representan menos de 10 por ciento de los más productivos, es decir, existe un fuerte déficit público, además de que dicha inversión no tiene impacto en la producción, ni en el mejoramiento en las condiciones de vida de la población. 8. En éstos municipios también se registran alarmantes casos de desnutrición infantil. Zonas que muestran fuertes inversiones públicas durante las últimas tres décadas y para programas alimentarios. 9. En las regiones clasificadas como extremadamente pobres, con pobreza alta o moderadamente pobres, el promedio de años de escolaridad es muy bajo. 10. Estos municipios no registran grandes problemas ambientales, ya que otros con mayor grado de contaminación, que tienen a su vez un ingreso mayor deben de compensarlo, ya que dedican un porcentaje alto al consumo en salud para mejorar su calidad de vida. 372

11. En los municipios con pobreza moderadamente baja, baja y extremadamente baja existe una mayor concentración de infraestructura productiva y servicios básicos, ubicados en centros de atracción, estos municipios se localizan hacia el sur del estado, que corresponde al corredor industrial. Estos municipios establecen relaciones e intercambio de bienes en canales de comercialización más eficientes. Una de las mayores ventajas que tienen estas regiones es su cercanía con el mercado nacional más grande, el estado de México y el D.F. En estos municipios las categorías e indicadores de bienestar muestran un mejor desarrollo en los sectores terciario y secundario e incluso en actividades pecuarias. Algo que no se ha podido demostrar son las cantidades de remesas de los grupos migrantes y la relación que se establece con el mercado laboral en el D.F., lo cual representa igualmente una transferencia significativa, sobre todo en aquellas zonas industriales del norte de la ciudad y la zona metropolitana. 12. En general en estos municipios sus indicadores económicos son aceptables, pero tienen algunas deficiencias en la infraestructura educativa y de salud. Sus indicadores son influidos por la cercanía con las ciudades del sur del estado y por la concentración de servicios, por lo que se convierten en municipios sin empleo pero con consumo. 13. Además estos municipios tienen problemas ambientales, que se registran mayormente en Actopan, Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Emiliano Zapata, Mineral de la Reforma, Pachuca, Tepeapulco, Tizayuca, Tlanalapa, Tula de Allende, Tulancingo de Bravo y Zempoala. 14. Es importante mencionar que la participación política de estos municipios no es muy alta, siendo Pachuca uno de los municipios que registran la menor participación y que es un municipio con el mayor número absoluto de niños desnutridos. 15. Para la relación entre remesas e inversión pública como una relación e indicador de desarrollo a nivel estatal no se tienen elementos que señalen alguna tendencia, pero al desagregar los datos a nivel municipal encontramos una clara tendencia de desplazamiento en los últimos diez años de las remesas frente a la inversión pública. 16. La inversión publica está concentrada en proyectos de Oportunidades, que son los volúmenes mayores y para un consumo bien definido, en tanto las remesas son utilizadas en cinco niveles de importancia: consumo de bienes directos, educación, salud, vivienda e inversión cultural y colectiva comunitaria. 17. Este perfil de inversión de remesas, además de hacerlas diversas, están desplazando la función de la inversión pública. Es decir si se parte de que los objetivos centrales de la Política Social es la inversión en el mejoramiento de las condiciones de vida de la 373

población no se han cubierto en momentos y por población relativa a nivel municipal. En los municipios cuya tendencia es mayor las tasas de migración, las remesas mantienen un incremento y la inversión pública es menor. 18. La tendencia histórica de la reducción de la marginación se está dando con más certeza en los municipios con mayor migración y mayor volumen de remesas. Que a su vez no se corresponde con el incremento en la inversión pública. 19. A un nivel microsocial y con elementos básicamente empíricos, encontramos que el mejoramiento de la calidad de vida, el crecimiento y mejoramiento de la vivienda, el crecimiento en bienes intermedios, aumento del ahorro interno, la apertura de nuevos negocios, el mejoramiento de infraestructura e introducción de servicios públicos es mayor en aquellos municipios con migración internacional y envío de remesas. 20. Al relacionar la reducción de la marginación y cambio en la regionalización de las zonas de pobreza según la migración, envío de remesas e inversión pública, nos señala con claridad que las remesas están actuando sobre la composición del desarrollo local y cuyas funciones de la inversión pública han sido desplazadas por las inversiones de las remesas internacionales. En otras palabras, la responsabilidad de las autoridades y representantes sociales ha sido desplazada por el trabajo y sacrificio de nuestros paisanos migrantes.

374

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A experiência da articulação no semi-árido (ASA) no brasil na luta contra a pobreza e para o desenvolvimento Ghislaine Duque1 María do Socorro de Lima Oliveira 2 Paulo César O. Diniz3

Introdução Este texto inspira-se da experiência da Articulação do Semi-Árido (ASA), rede que envolve mais de 750 entidades – associações comunitárias, sindicatos, paróquias, organizações não-governamentais (ONGs), etc. – na região semi-árida do Brasil. Com uma extensão aproximada de 900.000 km2 (conferir figura 1), o semi-árido tem uma população rural de aproximadamente 10 milhões de habitantes, o que indica uma densidade importante, se compararmos com outras regiões semi-áridas do planeta. Inicialmente, demonstra-se como naquela região, o crescimento econômico quase sempre beneficiou uma minoria, baseando-se na exploração da população trabalhadora. Ainda vigora a dominação política conhecida como “coronelismo”, caracterizada pela troca de “favores” à população pobre por votos que asseguram a perpetuação de certo tipo de oligarquia agrária no poder econômico e/ou político. O “desenvolvimento” da agricultura ainda obedece aos princípios da Revolução Verde, ou seja, monocultura e insumos químicos, altamente prejudiciais ao meio ambiente e à saúde, tanto do trabalhador rural quanto do consumidor.

1

Ghislaine Duque é doutora em sociologia pela Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de Paris, professora da Universidade Federal de Campina Grande (UFCG), Paraíba, Brasil, e pesquisadora do CNPq. [email protected]. 2 Maria do Socorro de Lima Oliveira é mestre em Sociologia e doutoranda pelo Programa de Pós-Graduação em Ciências Sociais da UFCG. [email protected]. 3 Paulo César O. Diniz é doutor em sociologia pela Universidade Federal da Paraíba e professor na Universidade Federal Rural de Pernambuco. [email protected].

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Figura 1 – Delimitação do Semi-Árido brasileiro.

Fonte: BRASIL, 2005

Posteriormente, apresenta-se a experiência da ASA e como, aos poucos, ela busca reverter essa situação. O primeiro passo consistiu em devolver a autonomia aos pequenos camponeses, quebrando o sistema de dependência, através de políticas públicas participativas que valorizam algumas experiências tradicionais dos camponeses e que, ao mesmo tempo, agregam práticas novas baseadas na convivência com o semi-árido e nos princípios agroecológicos. Assim estão se divulgando e implementando diversas formas de armazenamento da água de chuva, para beber e produzir, de sorte que as famílias não precisam mais recorrer aos “favores” dos grandes fazendeiros ou dos políticos para sobreviver nas épocas de seca. Finalizando, pontuam-se como algumas pressões diversas exercidas pela ASA conseguiram o apoio oficial do Estado para o financiamento de projetos de armazenamento de água, dentre outras ações, transformando essa reivindicação num processo educativo, sustentável, duradouro e, principalmente, libertador.

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O desafio da luta pelo desenvolvimento e contra a pobreza no Semi-Árido brasileiro No Semi-Árido brasileiro, uma proporção importante da população vive em condições de pobreza, cujas causas se devem a uma série diversificada de fatores naturais, políticos e sociais. O desafio mais conhecido, mas não necessariamente o mais importante, se refere ao fenômeno das secas. Não se trata de falta de chuva, pois as precipitações atingem médias razoáveis – de até 800 mm./ano nas áreas mais privilegiadas – mas de chuvas irregulares, que podem se concentrar em precipitações violentas, arrancando as terras e provocando erosão, para deixar espaços e/ou longos intervalos de tempo antes de novas chuvas. Essa irregularidade se dá ao longo do período dito chuvoso (de 3 ou 4 meses por ano), e de um ano para o outro. Periodicamente ocorrem “grandes secas”, ou seja, uma sucessão de anos de pluviosidade fraca ou muito fraca, provocando frustrações de safra, esgotamento das reservas alimentares, morte dos animais etc. Além do mais, as perdas de água por evapotranspiração são três ou quatro vezes mais importantes que o volume de água fornecida pela chuva. Há, portanto, uma perda considerável das reservas de água armazenadas a céu aberto e um importante ressecamento da superfície dos solos não cobertos. Por outro lado, a maior parte do Semi-Árido tem um subsolo cristalino, recoberto de uma camada de terra extremamente rasa, onde árvores de maior porte não teriam condição de enfiar suas raízes (a não ser nos fundos aluviais dos baixios). A região oferece portanto uma vegetação de baixo porte, com folhas caducas, muitas vezes reduzidas a espinhos no caso das cactáceas, o que não permite a fertilização dos solos, como poderia acontecer se houvesse uma massa de folhas cobrindo a terra e formando uma cobertura vegetal. A fraca qualidade dos solos ainda é acentuada pelas práticas tradicionais de queima da vegetação nativa, seja para “limpar” e fazer roçado, seja para fazer carvão; tem que assinalar ainda a intensificação das culturas, conseqüência da diminuição do tamanho das parcelas no processo de divisões por herança, como também da pressão exercida pela agricultura dita “modernizada” – por exemplo, os perímetros irrigados – sobre a pequena propriedade. Vale acrescentar que o subsolo cristalino também é responsável pela ocorrência de águas “salobras” no lençol freático. Daí porque os poços artesianos dificilmente fornecem água potável. Nesse contexto de potencial agrícola limitado, a agricultura familiar de subsistência ainda é a atividade que sustenta boa parte da população rural, junto com as rendas provenientes de transferências sociais (estas particularmente importantes em anos de seca). Pois, fora alguns cinturões na proximidade de cidades de maior porte capazes de oferecer empregos, a agricultura ainda é um dos principais meios de vida da população rural do Semi-Árido, e isso apesar das condições pouco favoráveis do meio natural. 378

No entanto, as principais causas da pobreza na região, os maiores obstáculos a seu desenvolvimento não se situam no clima ou em outras características físicas. Elas resultam das circunstâncias sociais e políticas que marcaram a história da região e cujas conseqüências continuam castigando as camadas mais pobres da população. Na realidade, a própria região Nordeste surge como uma região sujeita às estiagens e, por essa razão, “merecedora” de especial atenção do poder público federal. Em grande medida, é um espaço “filho das secas”; produto de toda uma série de imagens e textos, produzidos a respeito deste fenômeno chamado de seca (ALBUQUERQUE Jr., 1999). As circunstâncias históricas da colonização, baseada na apropriação das terras pelo latifúndio utilizando mão de obra escrava, criou uma situação que se caracteriza hoje por três fenômenos: a concentração da terra, a subordinação da mão de obra e uma aliança estreita entre poder econômico e político. Para sobreviver, a população trabalhadora adota estratégias de submissão, que costumam se esconder sob a aparência de troca de favores: o “coronel” ou o político “protege” de diversas formas (dá trabalho, empresta dinheiro, manda levar o doente para o hospital) e em retorno, o subordinado obedece cegamente a suas ordens, em particular votando segundo suas indicações, assegurando assim a permanência do mesmo poder dominante. Pois as relações individuais de dependência vertical impedem a emergência de formas horizontais de ação coletiva. Assim, essa “cultura da subordinação” impede a organização e luta da população pobre para conquistar sua autonomia e seus direitos (Duque & Cirne, 1998). As políticas assistenciais, que não deixam de ser necessárias, se forem emergenciais e provisórias, abrem facilmente espaço para reforçar essa relação de dependência, pois seus gestores entram facilmente nessa mesma lógica, até quando os programas se dizem “participativos” Ou seja, não é raro que prefeitos indiquem os membros dos diversos Conselhos; estes assinam documentos preparados por “especialistas”, obedecendo às orientações do poder local; assim, esses “representantes populares” apenas referendam e legitimam decisões alheias em vez de defender os interesses da população que supostamente representam. De modo geral, institucionalizou-se no semi-árido brasileiro o que alguns autores definem como “indústria da seca” (Diniz, 2002). De modo que enquanto as “classes subalternas” não tiverem acesso à autonomia política, elas não defenderão seus próprios interesses, ou seja: a reforma agrária, políticas de apoio adaptadas à agricultura familiar, condições de financiamento desburocratizadas, etc. Enquanto permanecerem dependentes a título individual, não terão acesso às formas de organização que tornam possível a luta eficiente para uma mudança da situação de subalternidade. 379

Essa difícil libertação supõe pelo menos duas condições: uma verdadeira revolução mental dos indivíduos, e uma organização comunitária forte.

Revertendo a situação de dependência Para reverter essa situação, precisa-se aliar a conquista de políticas de acesso à terra e incentivo à agricultura camponesa, à divulgação de alternativas tecnológicas que permitem ao pequeno produtor rural de obter sua independência econômica e sua autonomia política, ao mesmo tempo que um processo pedagógico que o encaminhe para a organização, de forma a alimentar as forças de pressão indispensáveis para conquistar as políticas públicas mencionadas acima. É o objetivo que a Articulação no Semi-Árido (ASA) pretende atingir. Existindo formal ou informalmente em vários Estados desde o início dos anos 90, ela foi criada oficialmente em 1999 para articular as entidades mais diversas em todo o Semi-Árido brasileiro. Nesse momento, a região semi-árida passava por mais uma “grande seca”, fato que se repetiu por diversas vezes no século XX e colocava-se agora como desafio para o século XXI. Além disso, nesse ano o Brasil acolhia a COP-3 – terceira sessão da Conferência das Partes das Nações Unidas da Convenção de Combate à Desertificação – momento importante para um amplo debate sobre as regiões áridas e semi-áridas do planeta, com interlocutores do mundo inteiro. Assim, constitui-se a ASA como o espaço de articulação política regional da sociedade civil organizada, no Semi-Árido brasileiro, fazendo parte todas as entidades ou organizações da sociedade civil que fizessem adesão à "Declaração do Semi-Árido" e à “Carta de Princípios”.4 Enfim, aproveitando-se desse contexto, a Articulação no Semi-Árido se empenhou na discussão de propostas de desenvolvimento sustentável para a região, lançando um grito aos governos do Brasil, dos estados e dos municípios, bem como a toda a sociedade brasileira: “queremos uma política adequada ao semi-árido!” (ASA-Brasil, 1999). Argumenta-se, naquele momento, que a convivência do homem com a semi-aridez poderia ser assegurada. O que estava faltando eram medidas de política agrária e agrícola, tecnologias apropriadas, gestão democrática e descentralizada dos recursos hídricos e da coisa pública, para corrigir as distorções estruturais seculares responsáveis pela perpetuação da miséria e da pobreza no meio rural. Posteriormente, a ASA começa a criar referências, a partir das experiências camponesas, para propostas de programas governamentais – federal e estaduais – visando promover um processo permanente e “sustentável” de desenvolvimento no meio rural do semi-árido, alcançando uma “efetiva

A “Declaração” foi um dos resultados da COP 3, em 1999, assinada por várias organizações, naquele momento. Já a “Carta” foi construída por conta do primeiro encontro nacional da ASA (ENCONASA), ocorrido em 2000. Disponível em: . Acesso em: 11 Set. 2009. 4

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resistência ao fenômeno das secas, eliminando as ações emergenciais”, erradicando a fome e a miséria e quebrando o monopólio do acesso à terra e à água (Diniz, 2002). Esse processo é fundamental na ação educativa da Articulação no Semi-Árido, pois parte de experiências concretas, acumuladas e vivenciadas pelas populações do semi-árido. Esse processo pode ser denominado de “experimentalismo”, uma vez que é construído por meio da relação e do diálogo sistemático entre técnicos, agricultores e gestores de políticas públicas, conforme pode ser visto abaixo. O acesso à água e a questão da cidadania “Recursos hídricos”: foi o primeiro tema de atuação nacional da Articulação no Semi-Árido. As secas, além da crise na produção, trazem à tona uma série de problemas no que se refere à água. A escassez d’água obriga as famílias a fazer um grande esforço para apanhar água nos açudes, geralmente nas grandes propriedades, ou nas pequenas barragens comunitárias, muitas vezes percorrendo longas distâncias. Nessa tarefa, os membros das famílias – geralmente as mulheres – gastam bastante tempo e esforço físico. Muitos delas são obrigadas a acordar de madrugada (2, 3 ou 4 horas) para ir apanhar água. Desprezadas pelas políticas públicas, as mulheres sofrem na pele os efeitos da escassez de água nas comunidades mais carentes. Obrigadas a carregar baldes de até 20 litros na cabeça, cedo elas começam a sentir as conseqüências de todo esse esforço físico. As mais comuns são as dores nas costas, que algumas levam para o resto da vida. Outro ponto a ressaltar é que a água obtida nem sempre é de boa qualidade. Na maioria dos casos, a água dos açudes, “barreiros” e “cacimbas” serve para matar a sede tanto da família quanto dos animais. Por isso, é comum nos períodos de seca surgirem várias doenças (especialmente em crianças e idosos) por conta da péssima qualidade e/ou contaminação da água disponível. Assim, a ação da Articulação no Semi-Árido, ao longo dos anos, permitiu repensar algumas questões não muito visíveis, mas nem por isso menos importantes em relação à água. De um lado, a difusão das “cisternas de placas” recolhendo a água de chuva que cai nos telhados permitiu a muitas famílias dispor de água de boa qualidade para beber e cozinhar por quase um ano. Esse é o primeiro passo para se pensar em convivência com o semi-árido. As cisternas contribuíram decisivamente para a melhoria da qualidade de vida das famílias, sobretudo mulheres e crianças, que andavam de um a seis quilômetros em busca de água, na maioria das vezes poluída por diferentes agentes (urina e fezes de animais, agrotóxicos, etc.). Além do mais, muitos agricultores conseguiram se capacitar na construção de cisternas, conseguindo uma fonte de renda suplementar. Finalmente, a autonomia em água de beber quebrou a dependência do carro-pipa, grande sustentação do poder dos chefes 381

políticos tradicionais. A partir das reuniões para organização da construção – geralmente realizada em mutirão – e para gestão dos recursos materiais necessários se deu o pontapé inicial para uma organização autônoma das comunidades. É o “início do fim” da cultura da subalternidade. É assim que foi criado o “Programa de Formação e Mobilização Social para Convivência com o Semi-Árido Brasileiro: Um milhão de Cisternas – P1MC”. A partir de 2003, o programa passou a ser financiado pelo governo federal, incorporando-se ao esforço do governo brasileiro no campo da segurança alimentar. O objetivo do P1MC (como é definido sinteticamente o programa) é beneficiar cerca de 5 milhões de pessoas em toda região semi-árida, com água potável para beber e cozinha, através das cisternas de placas. Cada cisterna tem capacidade de armazenar 16 mil litros de água, captada das chuvas, através de calhas instaladas nos telhados das casas das famílias. As cisternas são construídas por pedreiros das próprias localidades, formados e capacitados pelo programa – estes são remunerados pelos seus serviços. Já as famílias também contribuem com alguns serviços (escavação do terreno, aquisição e fornecimento da areia e da água), caracterizando-se como contrapartida da família no processo de construção. De acordo com a ASA (em julho de 2009), já foram construídas quase 300 mil cisternas. Igual número de famílias está capacitado em gerenciamento de recursos hídricos e mobilizado para as ações de convivência com o semi-árido. Além disso, mas de cinco mil pedreiros foram formados para a construção de cisternas.5 A seguir, em 2007, veio o “P1+2: Uma Terra e Duas Águas”. Ou seja, o manejo cuidadoso da terra e a discussão da questão agrária, e um largo leque de pequenas tecnologias baratas para armazenar água para produzir e alimentar os animais. De modo geral, o número "1" significa terra suficiente e cuidadosamente tratada para que nela sejam desenvolvidos processos produtivos visando segurança alimentar e nutricional, e o "2" corresponde a duas formas de utilização da água – água potável para cada família do SemiÁrido e água para a produção agropecuária, de forma que as famílias de agricultores e o contingente por elas influenciado vivam dignamente. A questão da “agroecologia” encontrou aqui um terreno fértil para difusão de técnicas respeitosas da terra e do meio ambiente em geral. Difundida como uma estratégia de transição de agriculturas convencionais e de agriculturas tradicionais para agriculturas mais sustentáveis (Altieri, 1998; Caporal & Costabeber, 2004), a agroecologia passou a ser a base teórico-metodológica das ações de convivência com o semi-árido desenvolvidas pela ASA.

5

Para dados atualizados sobre o programa de construção de cisternas, acessar a página da Articulação no Semi-Árido Brasileiro na internet. Disponível em: . Acesso em: 12 Set. 2009.

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A seguir vão exemplos de algumas experiências de convivência com o semi-árido, tecnologias baratas a favor da autonomia econômica dos produtores. Cisterna rural: A cisterna rural, conforme já citada acima, é um reservatório cilíndrico, construído geralmente com placas de cimento, por pedreiros das comunidades e com a participação das famílias beneficiadas. Construída próximo à casa do(a) agricultor(a) e parcialmente enterrada, a cisterna armazena a água de chuva caindo no telhado e é captada por uma estrutura construída com calhas de zinco e canos de PVC. Sua capacidade é de 16.000 litros. A água dessa cisterna é utilizada para beber e cozinhar. Cisterna adaptada para a “roça” e cisterna calçadão: Trata-se de um reservatório construído com a mesma tecnologia que a cisterna rural, com a diferença que tem uma capacidade de 52 mil litros e fica totalmente enterrada (tendo apenas a coberta acima do terreno). Têm diversas formas de captar a água: canaletes de alvenaria no chão que conduzem a água das enxurradas, ou construção de um calçadão de cimento ou outro material. A água armazenada é destinada ao cultivo de hortaliças e fruteiras, plantas medicinais, criação de pequenos animais, canteiros econômicos. Barragem subterrânea: A barragem subterrânea é construída em áreas de baixio ou em leitos de riachos temporários. É cavada uma valeta (até atingir a parte firme do solo ou a rocha) transversalmente ao baixio na sua parte mais baixa, e a seguir é colocada uma lona que segura a água de chuva escorrendo por baixo da terra. Finalmente a valeta é fechada e o trabalho é finalizado pela construção de um poço amazonas (na parte mais baixa da barragem), para aproveitar a água guardada no solo encharcado e controlar a salinização. A água armazenada em baixo da terra não sofre evaporação e permite todo tipo de cultura durante o ano todo, em particular culturas que necessitam de bastante água. Quando se visita uma barragem subterrânea em época de estiagem, se tem a impressão de uma ilha de verdura no meio de um deserto. O poço amazonas acoplado à barragem serve para dessedentação animal e para consumo de casa. Caldeirão ou tanque de pedra: É uma tecnologia comum em áreas de serra ou onde existem “lajedos” que funcionam como áreas de captação da água da chuva. Os lajedos rasos ou constituídos de fendas largas têm sua capacidade aumentada erguendo-se paredes de alvenaria que servem como barreiras na parte mais baixa e/ou ao redor. Bomba popular (BAP): A bomba, instalada em cima de poços tubulares de até 80 metros de profundidade, funciona com a ajuda de uma grande roda volante que, quando gira, puxa uma quantidade considerável de água com pouco esforço físico. Cada bomba atende às necessidades de aproximadamente 12 famílias. Bancos ou casas de sementes: São espaços (familiares ou comunitários) reservados para guardar as sementes nativas (também conhecidas como crioulas, da paixão, da resistência, entre outros nomes), de forma a garantir o plantio desde a ocorrência das 383

chuvas. As sementes são guardadas em silos de vários tamanhos, garrafas de vidro ou plástico, etc. Elas já foram objeto de seleção pelas famílias agricultoras ao longo das gerações, sendo adaptadas ao clima e ao gosto dos consumidores. Garantem a segurança alimentar das famílias e a preservação das sementes nativas, portanto, da biodiversidade. Agricultura agro-florestal: Trata-se de um plantio consorciado denso, produzindo uma grande diversidade de produtos: frutas, grãos, flores, raízes, lenha, madeira, sementes, etc. São feitas capinas seletivas, que consistem na retirada da vegetação já florada, e podas que ajudam a renovar as plantas, produzir matéria orgânica para melhorar o solo e abrir espaço para culturas anuais como milho, feijão, macaxeira, etc. Essa prática recupera a fertilidade do solo sem utilização de adubos químicos nem de venenos. Quintal produtivo: Espaço produtivo em torno da casa, o quintal é espaço de atuação da mulher que consorcia cultivos de espécies vegetais (alimentos, temperos, plantas medicinais e flores) e animais. Aumenta a segurança alimentar e o acesso ao mercado e preserva a biodiversidade. O quintal produtivo proporciona o aproveitamento das águas usadas (louça, banho, limpeza da casa). Canteiro econômico: O canteiro econômico, é uma área nivelada, cercada de tijolos, com profundidade de uns 40 centímetros, que tem no fundo uma lona; esta evita que a água se infiltre no chão e se perca. Em cima da lona é colocado um cano de PVC no sentido do comprimento com furinhos que vão permitir a difusão econômica da água e, em cada extremidade, um “joelho” com cano vertical para permitir o abastecimento com água. A terra é coberta de material orgânico como restos de lavoura e folhas mortas de forma a evitar a evaporação. Para um canteiro de 6 metros de comprimento, basta colocar um balde de 20 litros de água de dois em dois dias. O canteiro econômico permite produzir o ano todo verduras e hortaliças para consumo de casa e comercialização. Fenação: A fenação consiste em secar, enfardar e guardar as plantas forrageiras. Um grande número de plantas da caatinga (mororó, catingueira, sabiá, jitirana, diversos tipos de capim, etc.) serve para ser transformado em feno e depois usado como alimentação dos animais no período do ano em que há pouca forragem. Ensilagem: É uma técnica barata que consiste em conservar forragens verdes em silos totalmente fechados, como por exemplo num buraco coberto de uma lona. Antes de ser armazenada, a forragem tem que ser triturada numa máquina forrageira e a seguir “pilada” (compactada), camada por camada, para expulsar todo o ar. Quando a silagem é bem feita, não há perda do valor nutritivo das plantas. Extrativismo sustentável de produtos da caatinga: A colheita dos produtos da caatinga – frutas, plantas medicinais, forragem e fibras – permite a fabricação de polpas, sucos e doces (por exemplo umbu, mangaba, cajá), pomadas e chás, conserva de alimento para os animais. 384

O processo pedagógico e a organização O mais importante, no entanto, é o processo pedagógico que acompanha o resgate e a divulgação dessas tecnologias; a elaboração de “diagnóstico participativo” em cada comunidade para descobrir as necessidades mais urgentes, bem como as potencialidades e, em seguida, decidir em conjunto por onde começar e o que fazer; as visitas de intercâmbio aos “agricultores experimentadores” (HOCDÉ, 1999) que valorizam as experiências das famílias e suscitam auto-estima; os encontros de base nas comunidades e nas micro-regiões para discutir os problemas ou as questões de atualidade (como a importância da biodiversidade, a valorização das sementes crioulas, a problemática dos transgênicos). Os encontros da Articulação no Semi-Árido, sejam eles estaduais (no caso das articulações estaduais) e o encontro nacional, também são significativos nesse processo educativo. É nesses encontros que as experiências são apresentadas, socializadas e discutidas, e que as grandes orientações são tomadas. Especificamente sobre o encontro nacional da ASA – o EnconASA –, este é considerado o espaço político mais importante da Articulação, dedicado à discussão e avaliação das políticas públicas voltadas para o Semi-Árido, bem como para o fortalecimento das experiências de convivência com a região. Além disso, o encontro nacional é um momento de intercâmbio de cultura, valores e conhecimentos entre aqueles que buscam, em conjunto, construir um Semi-Árido mais próspero, onde o acesso à água e à terra seja apenas o primeiro passo para uma vida digna na região. Começando no ano 2000, já foram realizados seis encontros nacionais (1º e 2º encontros em Pernambuco; o 3º, no Maranhão; o 4º, na Paraíba; o 5º, no Piauí; e o 6º, no Ceará). Vale ressaltar que a partir do terceiro encontro nacional, a ASA começou a ter sua “Carta Política” – um documento aprovado no final de cada encontro nacional, trazendo suas principais orientações e reivindicações – permitindo com que a Articulação no Semi-Árido expanda suas linhas de ação no Semi-Árido (cf: www.asabrasil.org.br). Nas comunidades em que se realizam as ações de convivência com o semi-árido, buscando a autonomia política e econômica das famílias, um instrumento importante de organização são os Fundos Rotativos Solidários (FRS). Em alguns Estados, como na Paraíba, eles financiam a maioria das iniciativas lançadas pela ASA, constituindo um sistema de gestão coletiva dos recursos que, à medida que estão sendo devolvidos, voltam para a própria comunidade. Esta tem que gerir esses recursos decidindo de sua nova aplicação, escolhendo tanto os beneficiados como o tipo de aplicação. O objetivo inicial dos FRS era de disponibilizar recursos financeiros destinados à construção de cisternas rurais, barragens subterrâneas, ou qualquer outro bem que possibilitasse o convívio ecologicamente sustentável com o Semi-Árido, sem ter que passar 385

pela burocracia ou juros bancários; pois, frente ao banco, o camponês está numa situação de inferioridade, tendo que aceitar “pacotes” geralmente estranhos às suas lógicas e mal adaptados a suas necessidades. Os recursos dos FRS são administrados pela comunidade e lhe são retornados (segundo modalidades definidas localmente) para que todas as famílias sejam beneficiadas. O primeiro FRS da Paraíba foi criado em 1993 na Comunidade de Caiçara, Município de Soledade, no Cariri paraibano. Tratava-se de um fundo rotativo destinado à construção de cisternas rurais. Ele funcionou da seguinte maneira: certa quantia de dinheiro, correspondendo ao material de uma ou duas cisternas, foi emprestado a um grupo de famílias – após entendimento com a comunidade. Esse grupo comprometeu-se solidariamente a devolver o empréstimo, segundo as modalidades e o ritmo decididos em conjunto. A primeira família a ser beneficiada foi sorteada, e o trabalho foi geralmente realizado em conjunto, pelo sistema do mutirão (ajuda mútua). À medida que o volume das devoluções o permitia, as famílias seguintes eram sorteadas e novas cisternas construídas. Quando todas as famílias do grupo obtiveram suas cisternas, as últimas devoluções permitiram a criação de um novo fundo rotativo na comunidade, ou a aquisição de outro bem para o grupo (Oliveira, 2006). Cabe a cada instituição fomentadora dos recursos para o FRS motivar o primeiro grupo de cada comunidade e dar o treinamento para a construção das cisternas, barragens subterrâneas, poços, etc. Além do processo de “mobilização” social cujo objetivo é explicar os princípios norteadores dos FRS e organizar os grupos, é realizado um curso de gerenciamento de recursos hídricos. Após a primeira experiência, a mobilização fica por conta da comunidade. Quanto à construção dos bens, geralmente um membro de outra comunidade que participou do processo de construção outrora, é convidado para ensinar o ofício aos membros da comunidade onde o trabalho está sendo iniciado. As comunidades, ao gerenciarem esses recursos, têm consciência de sua origem externa. Ao optarem por geri-los na forma de fundos rotativos, criam associações de crédito próprias e com regras adaptadas às suas realidades. Dentro da dinâmica comunitária foi inserido um processo onde as regras de gestão dos recursos, os beneficiários e as formas de atendimento das famílias mais empobrecidas são discutidos internamente (Oliveira, 2006). Assim, a formação de Fundos Rotativos abriu as portas para a aprendizagem da gestão coletiva e comunitária de recursos e o exercício da solidariedade. Os grupos se fortaleceram e ganharam auto-confiança. Aprenderam a trocar idéias e descobriram que a união – ação coletiva – permite obter resultados impossíveis de serem alcançados pela ação individual. É o fim do assistencialismo e da dependência que ele gere, e o início das iniciativas auto-geridas. 386

Conclusão: a ASA como ator político A Articulação no Semi-Árido não é filiada a nenhum partido político, embora tenha um projeto político e seja realmente um sujeito político. Contesta a forma como é organizada a intervenção estatal junto aos agricultores do semi-árido (assistencialismo e clientelismo) e começa a definir outro conjunto de práticas sociais consideradas mais adequadas, buscando a reformulação dos programas governamentais de combate à seca e a seus efeitos. É essa racionalidade – que propõe práticas de convivência com o semi-árido – que dá o caráter político e a unidade à “ação coletiva”. A ASA atua, portanto, em três campos: 

Análise crítica da política governamental para o semi-árido, em reuniões, encontros e congressos.



Realização de experiências visando à convivência com o semi-árido. A nível tecnológico, essas experiências vão desde diversos tipos de manejo de recursos hídricos até experiências de agroecologia, passando por formas inovadoras de criação animal. Mas as experiências organizativas não são menos importantes.



Propostas de uma outra política governamental e de desenvolvimento a partir das referências criadas por essas experiências.

Enfim, busca-se criar um ambiente de diálogo onde o Estado seja um ator que discute com os atores locais, possibilitando a participação efetiva destes como sujeitosobjetos a serem beneficiados pelas políticas (agricultores familiares e suas organizações). O objetivo é de ir quebrando os laços tradicionalmente criados, libertando os agricultores da dependência. Nessa relação entre Estado e sociedade civil, destaca-se o caráter de aprendizagem e de “experimentação” que vai estabelecendo um novo comportamento no âmbito da sociedade civil brasileira. Sem entrar no mérito do debate (que não é pouco), ressalte-se aí a maneira como essa sociedade civil passa a conceber seu papel na sociedade brasileira como um todo. É bem verdade que a fronteira entre o papel do Estado e da sociedade civil é bastante ambíguo (e conflituoso, por vezes), mas os atores coletivos articulados politicamente na ASA, ainda que de forma incipiente, construíram uma certa hegemonia em torno de uma proposta de desenvolvimento no semi-árido, tendo como perspectiva norteadora a “convivência” com o semi-árido e a autonomia política e econômica das famílias agricultoras. Concretamente, atualmente para se pensar a “convivência” – e, portanto, o desenvolvimento sustentável – no semi-árido brasileiro, é preciso também (re)pensar as formas de relação entre o Estado e a sociedade civil, ampliando a participação política a partir da afirmação e do reconhecimento de direitos da população, em relação às definições sobre o seu futuro. A ampliação da esfera pública também deverá considerar um conjunto 387

considerável de iniciativas bem sucedidas de promoção do desenvolvimento, que vêm sendo experimentadas por diferentes organizações da sociedade civil nessa região. Portanto, a ASA, por meio de programas visando a convivência com o semi-árido, pode ser considerada um desses atores coletivos que tem dado um grande passo para se pensar a igualdade e a justiça social nesse mundo globalizado, ao mesmo tempo em que tem construído identidades articuladas na perspectiva de um desenvolvimento regional de luta contra a pobreza e pela justiça social.

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Referências bibliográficas Albuquerque Jr., D. M. de, (1999). A Invenção do Nordeste e outras artes. Recife: Fundaj, Ed. Massangana; São Paulo: Ed. Cortez. Altieri, M..(1998). Agroecologia: a dinâmica produtiva da agricultura sustentável. Porto Alegre: Ed. Universidade/UFRGS. ASA-Brasil (Articulação no Semi-Árido Brasileiro), (1999). Declaração do semi-árido: propostas da Articulação no Semi-Árido Brasileiro para a convivência com o semi-árido e combate à desertificação. Recife/PE (26/11/1999). Brasil. Ministério da Integração Nacional, (2005). Nova delimitação do semi-árido. Disponível em:

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Microempresas rurales: una opción para el desarrollo en la región Altos de Chiapas Álvaro Martínez Quezada1 Octavio Ixtacuy López2 Diego Girón Hernández3

Introducción El objetivo de este artículo es analizar las características de funcionamiento de una empresa campesina familiar impulsada por indígenas fruticultores en una zona de la región de Los Altos de Chiapas conocida como El Duraznal, debido a la especialización que han experimentado en los últimos años en la producción del fruto que le da nombre. Las posibilidades de construcción e impulso de empresas por parte de la población campesina son a menudo difíciles de concretar. Cuando hablamos del desarrollo de empresas campesinas, nos referimos a la manera en que una unidad de producción agrícola campesina busca participar en el mercado y mantenerse, mediante la mejora de la calidad de los bienes ofrecidos, obteniendo adecuados niveles de utilidad. La transición que implica el proceso de la producción campesina de autoconsumo hacia la producción

empresarial

fue

analizada

en

este

trabajo

mediante

dimensiones

trasgeneracionales, motivacionales y organizacionales. El caso de estudio fue seleccionado a partir de reconocer las particularidades y dinamismo que mostraba un emprendimento campesino familiar exitoso en un contexto caracterizado por la producción para el conusmo o bien, la limitada inserción en los mercados. El estudio tuvo en cuenta la observación participativa, así como la consulta de archivos y entrevistas directas practicadas a los integrantes de la microempresa familiar durante el segundo trimestre de 2007. Las preguntas que se buscó responder en este trabajo son: ¿Cómo se transita de una unidad de producción campesina, orientada por la subsistencia, hacia la conformación de una empresa con orientación capitalista? ¿Cuáles son las similitudes y diferencias entre una empresa campesina y una rural?

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Doctor en Ciencias Sociales, UAM-X; profesor de la Carrera de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales, UNACH, San Cristóbal de Las Casas, México. [email protected] 2 Doctor en Ecología y Desarrollo Sustentable, Ecosur. Profesor de la Carrera de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales, UNACH, San Cristóbal de Las Casas, México. [email protected] 3 Licenciado en Economía por la UNACH y miembro de la Asociación Maíz Criollo, Chiapas, México. [email protected]

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El enfoque de las microempresas campesinas familiares En la literatura reciente que toma en cuenta el análisis económico y social podemos encontrar dos visiones conceptuales acerca del carácter, objetivos y formas de operación que adquieren las empresas agrícolas. Por un lado, tenemos la que se concreta en el concepto de empresa agrícola rural, que se orienta por una lógica económica de búsqueda de la ganancia, uso de tecnología de vanguardia, división del trabajo eficiente, principios de administración y organización modernos, y de igual manera por la innovación del proceso productivo como estrategia de desarrollo; en el otro lado, tenemos aquella que refiere las unidades de producción de carácter campesino donde la motivación básica es el autoconsumo, su vinculación con el mercado es marginal y enfatiza los objetivos sociales y familiares. Entre estos dos polos existen tipologías de organizaciones productivas rurales diversas que se inclinan hacia uno u otro según sus características. ¿Cuáles son los elementos diferenciadores de una microempresa agrícola campesina, basada en el trabajo familiar, en la cual la racionalidad que mantiene la familia en cuestión, establece los contornos y modalidades de su participación en los procesos de mercado, respecto de una microempresa típica? En un primer momento la microempresa difiere con la unidad tradicional de economía campesina en su orientación subsectorial, comercial y tecnológica; es decir, mientras que la unidad campesina «se caracteriza por la producción primaria, que es llevada al mercado inmediato por canales tradicionales, prescinde de cualquier proceso de transformación y aplica tecnologías tradicionales en el uso de insumos y técnicas culturales». La microempresa, por su parte, «produce para el mercado con sistemas modernos de producción, adiciona a la producción actividades de postcosecha en las áreas de transformación y comercialización y realiza actividades extraprediales de provisión de bienes o prestación de servicios en el ámbito rural» (Parra 2006:2). Otro elemento a tener en cuenta, para diferenciar ambas unidades económicas, es el carácter de la fuerza de trabajo utilizada, pues si bien puede existir el uso del trabajo familiar en la operación de la microempresa, en las unidades de producción campesina la contratación de mano de obra se reduce a la mínima expresión. Esta cercanía entre una y otra se puede reconocer en el planteamiento de Chirinos (2008:6), para quien la familia productora de la microempresa campesina no genera empleo más allá del que le proporciona la familia involucrada. Además, quienes participan en el proceso de construcción de una microempresa representan un vector que produce prioritariamente para el mercado, no obstante que «... cultiva la tierra con los demás miembros de la familia, se 391

endeuda, participa en actividades comerciales y obtiene otros beneficios de labores no estrictamente agrícolas». Así, la participación en el mercado responde a una racionalidad muy ligada a las oportunidades que en un momento determinado éste le brinda. Hernández Mijares (s/f) señala que la microempresa campesina es ante todo un proyecto de vida para llegar al triunfo familiar; por tanto, no puede ser un negocio. «La base del surgimiento y operación de la microempresa se apoya en la ayuda de los miembros de la familia campesina, a través de la cual buscan obtener ingresos o ganancias mediante la venta de productos elaborados o conservados». Para su funcionamiento y operación, debe haber un empresario a la cabeza de la pequeña empresa, un miembro de la familia que garantice dirigir las operaciones, como son organizar el trabajo y cultivar valores diversos. Un tipo específico es la microempresa agrícola transicional, la cual mezcla elementos tanto de carácter empresarial como de las unidades de producción agrícolas de autoconsumo. Su carácter transicional se define por ser una unidad económica que incorpora innovaciones tecnológicas y de gestión, buscando incrementar sus beneficios económicos y mantenerse en el mercado. No obstante, su aspecto característico es el elemento «micro» que refiere al restringido número de trabajadores que emplea, así como a su reducida escala de producción. Según Parra (2006:1), la microempresa agrícola transicional es una «unidad permanente de producción de bienes o servicios que busca la rentabilidad en su operación, en el sentido de obtener un resultado económico por encima de los costos de producción, está dotada de un mínimo de tecnología moderna y organización empresarial y trabaja para el mercado con base en la competitividad que aquéllas le garantizan». El concepto implica diversas determinantes de naturaleza cualitativa, que le permiten establecer una clara diferenciación tanto de la unidad de producción campesina, asi como de las unidades vinculadas a la agricultura comercial capitalista moderna. Bajo estas ideas intentemos ahora expresar algunas características de la microempresa campesina analizada en la zona de El Duraznal.

Microempresas agrícolas campesinas como Unidades Productivas Transicionales Existen tres condiciones que permiten definir la microempresa analizada como Unidad Productiva Transicional (UPT). En primer lugar, la microempresa posee un núcleo básico de trabajadores constituido por los miembros de la familia más un número reducido de trabajadores eventuales remunerados. Sin embargo, la familia campesina es compleja y por lo general está formada por dos o tres familias nucleares, quienes residen en una misma vivienda o en viviendas cercanas. Esto permite que en el proceso productivo participen miembros de dos o tres generaciones. En el caso analizado, el campesino pionero impulsor del proyecto pertenece 392

a la primera generación, es posible reconocer un campesino innovador que pertenece a la segunda, mientras que la tercera generación ─los hijos de este último─ se hallan en un periodo de aprendizaje participando marginalmente en tareas sencillas. La participación de la familia ampliada abre, por ende, una mayor opción de participación de las mujeres. Los trabajadores, por su parte, son contratados eventualmente cuando se intensifica la necesidad de actividades producitvas y prácticas culturales en los huertos. En segundo lugar, las actividades productivas, de mercado y administrativas, empiezan a requerir un tipo de organización económica de carácter empresarial, sin embargo, la estructura de la organización al interior de la empresa aún se puede calificar de simple, pues no existen departamentos por tipo de actividad claramente defindios o grupos de empleados por áreas o subunidades, aunque puedan existir jerarquías de mando en las distintas actividades entre los integrantes de la familia ampliada. Las microempresas campesinas a menudo mantienen esta cualidad, porque ellas emplean típicamente pocos empleados y ofrecen solamente un producto distintivo. Los trabajadores son agrupados en una amplia gama de funciones, debido a que hay insuficientes economías de escala para asignarles papeles especializados (McShane 1995). Las estructuras simples son diseños flexibles, ya que dependen de la supervisión directa del propietario para coordinar las actividades. Además, al considerar los tres elementos que definen una estructura organizacional como son: la amplitud de control establecida por el número de trabajadores bajo el control de un supervisor, el grado de centralización de toma de decisiones definida por el grado en que una persona o grupo concentran la toma de decisiones y el nivel de formalización la que está dada por el grado en que la empresa estandariza la configuración de reglas y procedimientos, nos dice que la microempresa posee un tipo de estructura orgánica, en la que la comunicación fluye en todas direcciones sin ponerle mucha atención a la jerarquía de mandos, además de que las actividades son flexibles, ajustandose a situaciones nuevas y a las necesidades de la microempresa. En el caso estudiado, un bosquejo organizacional empieza a dibujarse, pero factores tales como el bajo nivel de capitalización, el desconocimiento de principios de administración así como el temor al riesgo que implica un posible crédito bancario, no permiten por el momento configurarla como una microempresa agrícola de carácter capitalista. En tercer y último lugar, la motivación productiva principal de todo emprendimiento es la ganancia. Sin embargo, los campesinos en transición a pequeños empresarios agrícolas no tienen un conocimiento preciso de dicho concepto. Generalmente se guían por el razonamiento siguiente: si los ingresos obtenidos por la venta del producto son capaces de cubrir los compromisos monetarios contraídos durante el proceso productivo y además se obtiene un 393

pequeño excedente para cubrir las necesidades básicas de la familia y de producción, se puede afirmar que se obtuvo ganancia. Generalmente entre este tipo de productores se confunden los términos ganancia o pérdida con los de buena o mala cosecha. En el caso estudiado varios elementos dejan ver la tendencia incipiente hacia una motivación empresarial por parte del productor lo que se refleja en la atención que pone al ahorro, al crédito, al riesgo, a la inversión y al mercado. Pero ¿cuáles son las condiciones para que la producción campesina, a través de la construcción de microempresas familiares, pueda efectivamente insertarse de forma exitosa en el mercado en un contexto competitivo? Malagueño (2007) nos habla de las cualidades de las microempresas familiares campesinas y nos dice que «la diferenciación, innovación y calidad de los productos son algunos de los temas que orientan el trabajo de muchas microempresas familiares campesinas…». Señala que una empresa campesina exitosa se caracteriza por «alcanzar una situación económica estable y transformarse en una empresa sustentable, lo cual implica que estos microempresarios han debido pasar por un largo proceso de aprendizaje y de cumplimiento de las normas sanitarias y comerciales». Para incursionar en una perspectiva de éxito, en el actual contexto las empresas familiares campesinas deberían convertirse en productores de especialidades campesinas además de obtener la certificación de la calidad de sus productos. Por las características de la cultura campesina, generalmente centrada en una visión localista e inmediata, la comercialización es la etapa más compleja que tratan de superar, es decir, lograr insertarse en los mercados y exportar. Es quizá en torno a esta necesidad que la microempresa campesina debe ser orientada por parte de alguien de la familia con visión empresarial, esto es, quien posea iniciativa económica, capacidad de toma de decisiones, autonomía, disposición al riesgo, capacidad para motivar, prudencia y perseverancia.

El Duraznal como espacio productivo La zona de El Duraznal se ubica en el sur poniente de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, integrada por diversas localidades, algunas de reciente creación como son Pozo Colorado, Matasano, La Lagunita y El Duraznal. Es un territorio poblado por indígenas tsotsiles, muchos de ellos provenientes de los municipios de Chamula y Zinacantán, que al reconocer la potencialidad agrícola del área, en años recientes varios de ellos compraron terrenos para hacerlos producir. En la actualidad, en esta microrregión se puede reconocer unas 150 familias campesinas que se dedican a la producción de hortalizas, flores y frutales bajo un sistema

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rústico de regadio que utiliza las aguas de los rios amarillo y fogótico despues de la desembocadura del tunel que las integra.4

Mapa 1. Ubicación de la zona El Duraznal, San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

Fuente: Tomado de García A., y A. Martínez, 2007.

Las actividades agrícolas que se desarrollan en este espacio productivo se configuran a partir de tener un clima idóneo que oscila entre el templado y el subtropical, aunado al hecho de que los campesinos, al tener la experiencia de sus lugares de origen, han llevado el conocimiento y producción de flores y frutales —Zinacantán— y de hortalizas —Chamula—, lo que les permite en algunos casos tener más de dos ciclos productivos, así como una producción diversificada. La primera actividad introducida en la microrregión fue la producción de hortalizas a mediados de los años noventa, debido a la facilidad para su adaptación a diferentes climas, la simplicidad para realizar las labores de mantenimiento, y menor inversión tanto en tiempo, espacio y dinero; lo que se tradujo en mayor rentabilidad y menor riesgo en pérdida de cosechas. Posteriormente, a finales de los años noventa, los campesinos provenientes de Zinacantán introdujeron el cultivo de flores al ver las ventajas y recursos disponibles, como el agua, para el desarrollo de esta actividad. Se puede reconocer la producción de flores por una importante cantidad de invernaderos semitecnificados donde se produce una variedad de flor, entre las cuales destacan: astromelia, aster, margarita y cayetano, de gran demanda entre los consumidores.

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En este espacio socioproductivo se desarrollan las actividades de la microempresa campesina que analizamos en este trabajo, cuyos integrantes de hecho jugaron un importante papel en su dinamización, al promover la organización y utilización colectiva de los recursos locales. Esta es, entre otras, la razón por la que hemos buscamos analizar en este trabajo, la experiencia de la familia Díaz.

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Por lo que respecta a la hortaliza, si bien existe diversidad en la producción, su importancia ha disminuido y en la actualidad sólo destacan los cultivos de cilantro, haba y frijol arveja. A principios de 2004, en diversas localidades de la zona sur de San Cristóbal de Las Casas, se dio impulso también a la producción de frutales que se adaptan a climas templados, como el durazno (Gráfico 1), o bien al ambiente subtropical como la granadilla. En el caso del durazno, en la zona se reconoce una extensión de alrededor 108 hectáreas de la variedad Diamante, un tipo de fruto que se distingue por sus cualidades de tamaño, color y sabor, que resultan sumamente atractivos para el mercado (Coplanta 2006).

Fuente: Coplanta, Región II Altos, 2006.

Es importante señalar que este auge productivo de la microrregión El Duraznal, en torno a diversos cultivos comerciales, no hubiera sido posible sin el acompañamiento de diferentes instituciones de gobierno, y sin el apoyo de organizaciones no gubernamentales orientadas a la promoción del desarrollo rural (García y Martínez 2007:129). De este modo, la zona El Duraznal se ha caracterizado por el importante dinamismo que adquieren las actividades agrícolas en un contexto de economía campesina, debido, en parte, al uso sostenido de los recursos disponibles, en el marco de un modelo indígena de producción basado en formas de organización tradicional vigentes y la diversificación de la producción. A la población de la zona la podemos caracterizar como campesinos multifuncionales, esto debido a que en su mayoría se dedican a diversas actividades complementarias o no a la agricultura, esto es, en empleos temporales como son el transporte, el comercio, jornaleros agrícolas o peones en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. Pero también la dinámica productiva de la zona ha dado lugar a que existan campesinos con características de

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microempresarios, lo cual podemos afirmar con base en los niveles de inversión en torno de una producción agrícola básicamente orientada al mercado. La forma de vivir de la mayoría de los campesinos indígenas del lugar se concibe en un tipo de economía basada en lazos de parentesco, vecindades, disponibilidad de recursos y núcleos familiares que facilitan la integración de una modalidad de organización colectiva que les permite acceder y aprovechar el territorio productivamente, a partir de lo cual se genera una producción orientada fundamentalmente a la venta del producto. Esto ha permitido que algunas familias campesinas hayan destacado en términos productivos y se estén organizando y esforzando para participar de una forma más ordenada en los procesos de mercado, mediante el manejo y control adecuado de las actividades productivas que tienden a adoptar formas empresariales en su interior. Es el caso de la desarrollada por la familia Díaz, cuya empresa agropecuaria familiar nos sirve de ejemplo para analizar las posibilidades y contradicciones que enfrenta un emprendimiento que viene buscando trascender las limitaciones que impone la cultura del trabajo campesino y las formas de reproducirse. Funcionamiento de la microempresa campesina En esta exposición nos limitaremos a analizar las características de la principal actividad que desarrolla esta microempresa propiedad de la familia Díaz, la producción de durazno, por ser la que les ha proyectado como exitosa, local y regionalmente. No obstante, la familia Díaz incorpora otras actividades vinculadas con la producción agrícola como es la producción de flores y de hortalizas. Dicho esto, analizaremos las estrategias desarrolladas por la microempresa campesina agropecuaria para acceder y mantenerse en un mercado. Para cumplir este objetivo, consideraremos las siguientes dimensiones: a) organización del trabajo, b) recursos económicos básicos de la microempresa, c) innovación tecnológica y control de calidad, d) inserción en los mercados, e) visión empresarial. Estas dimensiones nos permitirán reconocer la lógica y perspectivas bajo las cuales se viene configurando la microempresa que ya hemos caracterizado como una Unidad Productiva Transicional (UPT).

a) Organización del trabajo El nivel de complejidad que ha alcanzado esta microempresa se observa en la forma en que se realiza el proceso de producción, el control de calidad del producto, el proceso de selección, embalaje, hasta mejorar los mecanismos aplicados para su inserción en el mercado. Si a ello le sumamos los necesarios vínculos y relaciones que debe cultivar y mantener con diferentes 397

instituciones en cuestiones de asesoría e innovación técnica, para acceder a fuentes de financiamiento

o

a

mercados

más

competitivos,

estaríamos

reconociendo

que

su

funcionamiento y operación implican un adecuado nivel de organización para la producción.

Cuadro 1: Organización del trabajo familiar en la microempresa campesina.

Actividad realizada/

1ª Generación

2ª Generación

H

M

H

Trabajo directo

x

x

Supervisión de tareas

x

x

Control de calidad

x

x

Nuevas tecnologías

x

x

M

H

M

x

x

x

x

x

x

x

x

Empacado Mercadeo

3ª Generación

x

Fuente: Trabajo de campo, Mayo 2007.

En términos generales, tal división del trabajo recae entre quienes atienden los aspectos relacionados con el proceso técnico de la producción y los que consideran la contabilidad de la empresa, la participación en los mercados o el establecimiento de relaciones, ya sea para garantizar el mercado o para acceder a recursos financieros. Si se habla en términos gerenciales, podemos decir que la empresa cuenta con un gerente de producción y otro de mercado. No obstante, el resto de la familia también apoya en diversas fases del proceso productivo: corte, selección, empaque y venta de la producción, lo cual demuestra la dimensión familiar de la microempresa. Los vínculos que la microempresa familiar ha debido desarrollar con entidades diversas para gestinar apoyos, asesoría o financiamiento —por el lado gubernamental, consultorías o despachos— han sido fundamentales. El contacto principal es con el Fondo Nacional de Apoyo a las Empresas de Solidaridad, Fonaes, de donde viene la mayor parte del crédito con que cuentan. Pero tienen también vínculos con la Secretaría de Desarrollo Social, Sedesol, y la Secretaría del Campo. De acuerdo con uno de los líderes de la familia, las experiencias con instituciones de gobierno han sido positivas y negativas, debido a que están acostumbrados a manipular e involucrar a los grupos familiares en política, además de que cambian las reglas de operación a cada rato. Sin embargo señala que para el funciomnamiento de la microempresa es necesario mantener vínculos con todos ellos.

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La microempresa, con el apoyo de Fonaes5, ha recibido capacitación administrativa mediante diversos cursos por parte de una consultoría llamada “Compite”, y recientemente ha contratado los servicios de un profesionista, que asesora semanalmente al encargado de la administración. Como dice este representante, para elevar la calidad no basta con ser buenos productores, para que haya éxito se necesita también mejorar la administración.

b) Infraestructura construida Los recursos e infraestructura de que dispone la microempresa son mínimos y han sido adquiridos a través de un esfuerzo prolongado por parte de miembros de la familia en el transcurso de al menos dos generaciones. Estos consisten principalmente en: terrenos agrícolas, vehículos y bodega. La microempresa que analizamos es un proyecto que tiene como antecedente el esfuerzo invertido por parte de los diferentes integrantes de la familia, constituida por doce miembros activos, todos unidos por lazos de parentesco. De este esfuerzo es preciso señalar la actitud visionaria del jefe de familia, líder evangélico chamula, que a principios de la década de los noventa compró un terreno de aproximadamente 22 hectáreas, adquisición que configuró la base para la construcción de una empresa familiar. En el predio hay una huerta de aproximadamente dos mil arboles frutales sembrados desde hace cinco años. La huerta inició la obtención de pequeños niveles de producción después de tres años de plantarse los árboles. Esta situación hizo necesario adquirir unidades de transporte para la atención de diferentes actividades vinculadas con el proceso productivo. En la actualidad, la microempresa posee cuatro vehículos, dos de ellos se utilizan para el transporte de fruta a los mercados locales,6 otro para el traslado de insumos al interior de la huerta y uno más para gestiones y trámites necesarios. La microempresa dispone también de una bodega ubicada en la misma casa, donde se realizan actividades de selección del fruto y resguardo de algunos implementos y herramientas de trabajo. En un principio la familia tuvo capacidad de ahorro, lo que le permitió concretar las bases de un patrimonio familiar en términos de una infraestructura construida, misma que se ha ido consolidando. El funcionamiento posterior de la empresa, sobre todo en proyectos relacionados con el mejoramiento tecnológico, implicó acceder a diversos financiamientos que normalmente la remitía a la banca comercial. Pero el hecho de mantener la perspectiva del ahorro como la

5

Fondo Nacional de Empresas en Solidaridad. Los principales espacios de venta al mayoreo los constituyen los mercados tradicionales como Merposur o el Castillo Tielmans además del centro comercial Chedraui ubicada en San Cristóbal de Las Casas. También desarrollan estrategias de inserción al menudeo en plazas y lugares abiertos. 6

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base, no solamente para el arranque sino también para la operación de la empresa, es una particularidad que marca la diferencia respecto a la lógica de funcionamiento de la economía campesina cuya característica es, por lo general, la insolvencia al final de cada ciclo productivo.

c) Innovación tecnológica y control de calidad Aquí analizaremos las estrategias relacionadas con la calidad del producto principal: el durazno (Prunnus persica). Entre las primeras acciones que impulsó la microempresa, que apuntaba a establecer la diferencia con respecto a la generalidad de los proyectos productivos en la región, fue una innovación en la calidad de la fruta a producir. Se introdujo la variedad Diamante, de origen brasileño, importada a México por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa), lo que implicó desechar la utilización de las variedades criollas de la región. Este durazno es una fruta fina, redonda, de piel y pulpa amarilla, hueso pegado, con sabor entre dulce y agridulce, agradable al paladar y, por tanto, ampliamente demandado por los consumidores. La incorporación del durazno Diamante como estrategia para elevar la calidad de producción implicó para la familia Díaz manejar a detalle la técnica de producción, lo cual impulsó la especialización y capacitación del personal. De este modo, algunos de los integrantes de la familia se han especializado en el injerto de plantas criollas con la nueva variedad, fertilización de árboles jóvenes o en producción, labores de cultivo, uso adecuado de luz y humedad, podas y estímulo de la brotación, tiempos de maduración y cosecha, asi como en el combate de plagas y enfermedades. Otro de los integrantes de la familia está a cargo del cuidado de todos los aspectos que tienen que ver con la calidad de la fruta.

Fuente: Trabajo de Campo. Mayo 2007.

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El principio de control de calidad busca desarrollar en el momento preciso las diversas tareas del proceso técnico productivo. Ello implica disponer de los insumos necesarios, para lo cual se mantiene contacto con los proveedores con el fin de que los proporcionen en la cantidad necesaria. Así, la calidad de la fruta obtenida es garantizada en la fase misma de la producción y cosecha. Este cuidado se complementa con las actividades postcosecha que realizan algunos integrantes de la familia. La clasificación de los frutos en duraznos de primera, segunda y tercera calidad, es realizada previo al proceso de venta, principalmente por mujeres y niños. El durazno de primera calidad tiene un aspecto grande, color amarillo intenso y aroma exquisito, mientras que el de mediana calidad reduce un poco su tamaño, aunque de igual manera posee un color y aroma que definen al de primera calidad. El de tercera calidad corresponde a una fruta menos grande que la anterior, pero difiere en su presentación por algunas imperfecciones en el tamaño y piel del fruto, entre otras. La clasificación del durazno resulta fundamental para acceder a segmentos de mercado específicos. La producción de primera calidad es enviada, principalmente, a tiendas comerciales en cajas de papel reciclable, que le permite un control y conservación de las cualidades de aroma, color y sabor, las que pudieran verse afectadas durante su transportación. La producción de segunda y tercera calidad es comercializada al mayoreo y menudeo en los mercados locales de San Cristóbal de Las Casas o con comerciantes que provienen de otros lugares de la región.

d) Inserción en los mercados Tres aspectos de la producción han sido atendidos por la microempresa para consolidar su presencia en el mercado respectivo. Incrementar paulatinamente su volumen de producción, introducirse a mercados exigentes con el fin de obtener precios altos, todo ello con el correspondiente manejo previo y durante la comercialización. En la actualidad la microempresa de la familia Díaz produce anualmente en una superficie de aproximadamente 22 hectáreas. De acuerdo con los cálculos del encargado de relaciones comerciales, en la huerta se produce en promedio quince toneladas por hectárea, producción que se comercializa principalmente en el mercado local, aunque también con intermediarios de las ciudades de Tuxtla Gutiérrez, Comitán y Ocosingo. Los precios de venta tienen mucho que ver con la calidad y presentación del producto y es algo que varía año con año. El precio máximo del producto de primera calidad por caja de 20 kg es de 300 pesos, el de segunda varía entre 200 y 250, y así va disminuyendo el precio en función del deterioro de la calidad. La microempresa tiene como objetivo producir entre las

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calidades primera y segunda para ser rentable. En 2006 la familia vendió a 12.50 el kg; en 2007 el precio promedio fue de 8.80 y en 2008 a 10.20 en moneda nacional. Para conservar la calidad del producto en la etapa posterior a la cosecha, la administración del huerto ha innovado los utensilios relacionados con esta actividad: cajas de madera, en las que se empacaba el durazno, fueron sustituidas por cajas de plástico reciclable, como ya se dijo.

Fuente: Trabajo de campo. Mayo 2007 y Septiembre 2008.

Los primeros años la microempresa vendió su producción directamente al menudeo, en plazas y lugares específicos de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. Esto implicó, sin embargo, disponer de personal suficiente en la familia que se encargara de esta tarea. En la actualidad solamente se vende al por mayor y otras personas son la que se encargan de vender al menudeo. Conscientes de las limitaciones que tiene el mercado regional, los líderes de la microempresa han previsto la posibilidad de incursionar en mercados más exigentes. Para ello han participado en ferias internacionales donde han expuesto las características y calidad de su producto, de ahí que se esté buscando firmar contratos con algunas empresas frutícolas de Canadá. Incursionar en el mercado externo implica ofertar grandes volúmenes y que el producto sea de calidad. En este sentido, la microempresa impulsa estrategias de asociación con productores del entorno para implementar una empacadora, lo que les permitirá llevar un adecuado control de calidad, mejorar la vida del producto en anaquel y ofertar un mayor volumen. La perspectiva es adquirir una seleccionadora, una cámara fría y rentar un

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termoquín.7 La estrategia es diseñar una marca comercial e incursionar primero en el mercado nacional, antes que pensar en la exportación.

e) Visión empresarial Por último, aunque no menos importante, el estudio de la microempresa pasa por el análisis de la existencia de visión empresarial por parte de los participantes, pero en particular por los líderes de la misma. En la perspectiva de participar en el mercado nacional, en asociación con otras microempresas campesinas productoras de durazno, existe claridad en la necesidad de prepararse y garantizar que la calidad ofertada por todos se mantenga y mejore. Ello implica romper con la normalmente escasa disposición de las empresas para invertir en el mejoramiento de la calidad. Es necesario reconocer que existen opiniones encontradas en cuanto a la necesidad de impulsar estrategias que impliquen disposición al riesgo o la incorporación de criterios empresariales en la gestión. Es el caso de la necesidad de construir infraestructura, como por ejemplo, una bodega moderna que les permita la clasificación y embalaje del fruto, lo cual implica acceder a créditos considerables que no siempre manejan tasas de interés accesibles. La microempresa está en una fase de transición entre empresa familiar campesina y otra que tiende a adoptar rasgos de una empresa que opera bajo criterios capitalistas. Esto se define en parte por el empleo de mano de obra que la microempresa requiere la mayor parte del año para el desarrollo de las labores relacionadas con el cuidado y conservación de las huertas, empleándose de manera regular una cuadrilla de alrededor doce trabajadores para realizar las tareas de poda, injerto, fertilización, control de floración, entre las principales. Lo que implica que al interior de la microempresa no existe solamente una división técnica del trabajo sino una división orgánica; esto muestra su grado de consolidación y la complejidad de los procesos que desarrolla. Otra dimensión de la visión empresarial está dada por la necesidad de llevar un adecuado control de los procesos administrativos, tanto en relación con el registro de gastos, salarios, ventas, niveles de producción, calidades, sistemas de entrega, entre otros aspectos propios de la operación de toda empresa. Sin embargo, al parecer existen barreras culturales que impiden que estos aspectos puedan llevarse de manera organizada a su interior, no obstante, cada vez más la microempresa tiende a adquirir en su funcionamiento y operación rasgos propios de una que compite y logra insertarse y responder las exigencias del mercado.

7

Un “termoquin” es una caja refrigerante ubicada en una unidad de transporte, que permite mantener el producto en buenas condiciones durante el traslado a los lugares de venta.

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Consideraciones finales La microempresa campesina analizada en el presente estudio es un prototipo de unidad de producción rural en transición motivacional, generacional y organizacional. La convivencia de las motivaciones utilitaristas y de supervivencia se observa en la composición de un esquema productivo heterogéneo. El microempresario busca obtener un producto principal, junto a otros generados en escalas menores. Esto le permite minimizar la incertidumbre derivada de la volatilidad de los precios o de pérdida total provocada por potenciales crisis climáticas. Por su parte, la transición generacional se manifiesta con la participación directa en el proceso productivo de miembros de al menos tres generaciones consecutivas. Los miembros de la primera generación garantizan la producción de bienes consumibles por la familia, le sigue la generación que corre riesgos e innova, mientras que la tercera participa en actividades de menor esfuerzo físico —proceso de aprendizaje—. La transición organizacional va de aquella que se caracteriza por una organización simple, en la que la unidad doméstica cumple la función de unidad de producción y de consumo, a otra más compleja donde existen etapas diferenciadas, división del trabajo y una organización especializada para la producción. El carácter transicional de este tipo de empresa campesina constituye un catalizador económico que la permite aprovechar los recursos naturales, humanos y organizacionales locales, otorgándola simultáneamente condiciones para insertarse en el mercado local. Se pueden reconocer avances importantes en la microempresa campesina familiar de estudio, principalmente en los aspectos relacionados con los procesos de innovación tecnológica; estos fueron de hecho los cambios que condicionaron la posibilidad de insertarse con éxito en espacios de mercado. Para ello fue necesario desarrollar diversas estrategias de organización y división de trabajo en la familia, atendiendo aptitudes de trabajo, situación de género y edad, escolaridad, entre otras, para atender todas las actividades del proceso productivo. Las innovaciones, tanto en el plano técnico productivo como en el organizacional, han sido condición necesaria para participar en el mercado pero insuficiente para mantenerse. En el último año ha resultado necesario impulsar acciones tendientes a buscar ofertar mayores volúmenes al mismo tiempo que garantizar el mejoramiento de la calidad de la producción. Esto ha implicado pensar en hacer eficiente la gestión administrativa, lo que conlleva tener claras las cuentas relacionadas con los principales procesos del funcionamiento de la microempresa campesina. No obstante, pese a promover una empresa vinculada con el mercado e impulsar diversas prácticas de corte empresarial en la gestión, los participantes del proyecto familiar 404

siguen manteniendo actitudes propias de una mentalidad campesina. Resulta difícil por ejemplo asumir una disposición al riesgo, sobre todo por parte de quienes tienen mayor edad. Resulta de igual manera difícil tomar la decisión de invertir en capacitación de los recursos humanos disponibles y para mejorar la gestión y administración, lo que lleva a que a menudo se desconozca si en un ciclo productivo la empresa resulta rentable y cuáles son los factores que inciden en ello. Pese a todo, la microempresa campesina frutícola se ha posicionado como un referente a seguir no sólo para las instituciones sino también socialmente. La perspectiva para la microempresa es integrarse con otras familias campesinas productoras de durazno en diversos municipios de la región; y a partir de consolidarse como una empresa rural de mayor alcance, convertirse en un medio para consolidar una propuesta de desarrollo rural que integre a un importante sector de la población indígena de esta región de Chiapas.

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Bibliografía Centro de investigación y desarrollo de plantaciones, Coplanta, (2006), Padrón de productores de Durazno, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Chirinos Orlando José, (2008), La racionalidad productiva de la familia campesina, Universidad de Zulia, Venezuela. García, Antonino y Álvaro Martínez, (2007), «La producción indígena hortícola en la zona sur de San Cristóbal, ¿Viejas y nuevas formas de Desarrollo Rural?», en Desarrollo Rural Regional, hoy, Tomo II, Universidad Autónoma Chapingo, México. Hernández, Pedro Pablo, (s/f), La microempresa campesina (familiar) y la conservación de vegetales por el método de encurtido, Centro Nacional de Estudios e Investigaciones Agrícolas Carlos Quintela, Pinar del Río, Cuba. Malagueño, Felipe, (2007), «Especialidades campesinas: los logros de las microempresas familiares», Diario Financiero, Chile. McShane, Steven, (1995), Canadian Organizational Behaviour, 2nd edition, IRWIN, US. Parra, Ernesto, (2000), El impacto de la empresa rural en la economía latinoamericana, Revista Futuros No. 13, Vol. IV, IICA-FIDA, http://www.revistafuturos.info

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O Conflito Entre Indígenas E Produtores De Arroz Pelo Sentido Da Demarcação Da Reserva Nacional Raposa Serra Do Sol No Estado De Roraima, Brasil: Metabolismo E Co-Evolução Social Sérgio Botton Barcellos1 Sheila Brandão2 Everton Lazzaretti Picolotto 3 Alex Alexandre Mengel4

Introdução Ao longo do processo de desenvolvimento histórico da sociedade ocorrem múltiplas formas de relação entre os seres humanos e o ambiente. Durante a história, e hoje em dia destacadamente, os recursos naturais disponíveis no ambiente transformam-se em objeto de exploração e manutenção do atual modo de produção industrial. Para a busca de entendimento desse processo acredita-se que a partir da problematização teórica acerca da questão socioambiental pode-se obter uma chave de interpretação sociológica relevante e contextualizada em relação ao atual modelo de reprodução e expansão do sistema capitalista. No atual cenário em relação à questão ambiental também interagem as empresas transnacionais e de agricultores ligados ao agronegócio. Em diversos países no mundo estes agentes apropriam-se de grandes faixas territoriais, ou pelo alto poder monetário que detêm, ou especulação e até por grilagem, em terras no qual existem populações tradicionais e assentadas ocupando áreas agricultáveis, ou nativas. Neste processo, vem ocorrendo sistematicamente à expulsão destas comunidades ou fazendo-as adotarem de forma impositiva um modelo de desenvolvimento social e etnoculturalmente não seu, deteriorando a sociobiodiversidade local desses povos. Nesse aspecto o ecologismo popular, ou ecologismo dos pobres, por meio da categoria metabolismo social, pode ser uma forma de análise para os inúmeros conflitos socioambientais na atualidade. Diversas populações “pobres” ou a margem do modelo hegemônico de modernidade, ao defender o acesso a recursos naturais para sua sobrevivência, tem uma função vital nesse contexto e ecossistema. Dessa forma, emerge no ambientalismo ou ecologismo, as organizações e mobilizações indígenas, como um dos

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Mestrando do Curso de Pós-Graduação em Ciências Sociais do Desenvolvimento, Sociedade e Agricultura – CPDA/UFRRJ. E-mail: [email protected] 2 Mestranda do Curso de Pós-Graduação em Ciências Sociais do Desenvolvimento, Sociedade e Agricultura – CPDA/UFRRJ. E-mail: [email protected] 3 Doutorando do Curso de Pós-Graduação em Ciências Sociais do Desenvolvimento, Sociedade e Agricultura – CPDA/UFRRJ. E-mail: [email protected] 4 Mestrando do Curso de Pós-Graduação em Ciências Sociais do Desenvolvimento, Sociedade e Agricultura – CPDA/UFRRJ. E-mail: [email protected]

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movimentos socioambientais da atualidade em boa parte da América Latina, em países como o Brasil, a Bolívia, o Equador, o México, entre outros. O presente artigo pretende abordar as causas e o processo de disputa, conflitos e formas de desenvolvimento concorrentes entre os índios e os agricultores produtores de arroz (arrozeiros) que ocupam uma parte da região conhecida como Raposa Serra do Sol, no estado de Roraima – Brasil. Sendo assim, pretende-se evidenciar algumas características de como vem ocorrendo à dinâmica das relações sociais frente à natureza, na atualidade do sistema capitalista, a partir de um caso de disputa pelo uso de recursos naturais, ocupação territorial e os conflitos por distintos projetos de sociedade e desenvolvimento nesse local. Nessa perspectiva, tomando-se o caso da disputa entre índios e arrozeiros pelo direito de uso de recursos naturais, busca-se discutir segundo a luz de alguns conceitos da ecologia política o desenrolar do conflito de cunho socioambiental.

Raposa Serra do Sol: breve contexto histórico de uma região de conflitos Desde o início do século XX, a área hoje denominada Raposa Serra do Sol, no nordeste de Roraima, foi um cenário onde ocorreram disputas fronteiriças entre o Brasil e a GrãBretanha. A região entre os Rios Cotingo (que corta Raposa–Serra do Sol) e Rupununi (no território da Guiana) constituía o chamado Contestado. Ainda destaca-se nesse cenário, conforme indicam algumas referências históricas, que a ocupação indígena em Raposa Serra do Sol precede em séculos à colonização européia no Brasil (Destro, 2006 e Vieira, 2003). A Raposa Serra do Sol é uma terra indígena de origem Macuxi, tendo uma das maiores reservas indígenas em extensão territorial do país com 1.743.089 hectares e 1000 quilometros de perímetro, localizada no estado de Roraima. A identificação da terra indígena foi feita em 1993 pela Fundação Nacional do Índio (FUNAI), e homologada em 2005 pelo atual governo federal. A área é dividida por planícies, conhecidas na região como lavrado; e cadeias de montanhas, na fronteira do Brasil com a Venezuela e Guiana (CIR - Conselho Indígena de Roraima, 2008). Essa região fazendo parte da Amazônia, também é atingida por disputas tanto fundiárias, como por recursos naturais, por parte de diversos grupos de interesse social e econômico. Nesse espaço social igualmente estão em jogo, oportunidades de exploração da área voltadas para a criação de negócios, expansão do agronegócio e acumulação de capital, em contraposição ao reconhecimento da preservação socioambiental da região. A Amazônia é considerada como uma das regiões de maior importância geopolítica do mundo em função da sua sociobiodiversidade, diversidade étnica, disponibilidade de inúmeros recursos naturais como água, minérios, madeira entre outros tantos. Cabe também

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considerar a determinante influência climática que a região exerce na América Latina e o mundo. O estado de Roraima é um dos estados brasileiros que possui a maior concentração de indígenas em sua área. Em 2005, segundo o Instituto Brasileiro de geografia e Estatística (IBGE), 10% da população era formada por indíos que viviem predominantemente na área rural. Contudo, nesse contexto também existem populações não-indígenas, oriundas de correntes migratórias iniciadas nos anos de 1970, em especial da região nordeste e do Estado do Maranhão, atraídos pela garimpagem de cassiteritas, ouro e diamantes. Após a crise da garimpagem nos anos de 1980 a imigração para esse estado, segundo Destro (2006), voltou com muita força, em especial após a homologação e criação do estado de Roraima5, pois atraiu grandes projetos de cunho desenvolvimentista para a região. Um outro aspecto que foi foco de grande polêmica não somente em Roraima, como em nível nacional, foi o fato de maior parte desse estado ter extensões territoriais de uso indígena e grandes parques nacionais demercados. Lideranças políticas, garimpeiros, multinacionais do ramo do extrativismo natural e agentes do agronegócio alegam que a economia desenvolvida ao longo dos anos, ligada à agropecuária, e às atividades do ramo da mineração e vegetal, por parte dos indígenas, tem como consequência a baixa densidade populacional sendo um entrave para o desenvolvimento capitalista do estado e da região (Destro, 2006). O Ministério da Justiça estima que nessa área vivam 18 mil índios de várias etnias, como Macuxis, Wapixanas, Ingarikós, Taurepangs e Patamonas (Último Segundo, 2008). Estima-se que existam 140 aldeias de população Macuxi, só no Brasil, ocupando áreas de campo e de serras no extremo norte do estado de Roraima (Santilli, 2004). De acordo com avaliações da Fundação Nacional do Índio (FUNAI), a demarcação das terras nas reservas, de maneira contínua, é uma importante garantia à sobrevivência e preservação da cultura destas tribos. Ainda cabe ressaltar, segundo Lauriola (2008), que a manutenção da área contínua, entre rios e os divisores de águas, é o único modelo que preserva a integridade ecológica e as águas dos rios da região, bem como, para todos os usuários a jusante. Ainda Santilli (2004) cita que o território Macuxi em área brasileira está concentrado em três grandes blocos territoriais: a TI (Terra Indígena) Raposa Serra do Sol, a TI São Marcos e oito pequenas áreas que são aldeias isoladas no extremo noroeste do território Macuxi, nos vales dos rios Uraricoera, Amajari e Cauamé. A reserva mais densa populacionalmente e mais extensa é a TI Raposa Serra do Sol. A área tem aproximadamente 1.678.800 ha e é habitada por uma população estimada em 10 mil 5

No artigo 14 nas Disposições Transitórias da Constituição Brasileira consta que o Território Federal de Roraima torna-se estado de Roraima. A lei é promulgada em 1988.

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habitantes organizados em 85 aldeias cuja grande maioria é de origem Pemon (Santilli, 2004). Para a área guianense, a estimativa é de cerca de 50 aldeias no interflúvio Mau (Ireng)-Rupununi. As fronteiras étnicas nessa região são bastante imprecisas em função dos arranjos residenciais entre parentelas formadas por homens de diferentes origens, sobretudo em aldeias nas zonas de intersecção entre as etnias, em que há agrupamentos de extensas famílias mistas entre Macuxi e Ingaricó; ou entre Macuxi e Patamona, Macuxi e os Wapichana, dentre outros (Isa, 2008). Desde a sua criação, em 1998, por meio de portaria do Ministério da Justiça, as demarcações indígenas da Raposa Serra do Sol, que abrangem o território de três municípios de Roraima, foram alvo de contestações judiciais e disputas entre índios, garimpeiros, fazendeiros e poder político regional. Considerando essas peculiaridades em torno dessa região, Blanco (2006) aponta que hoje em dia no estado de Roraima um turbilhão político e cultural marca o local. Isso ocorre devido o conflito envolvendo populações indígenas e diversos grupos de interesse econômico dispostos a controlar politicamente e territorialmente a Raposa Serra do Sol para sua exploração em caráter mercantil. Nem os índios, nem a União, conseguiram efetivar a demarcação de terras na reserva de maneira contínua, devido à disputa travada por diversos grupos de interesse, formado por grandes latifundiários, apoiados por grupos políticos regionais e nacionais, com posturas contrárias ao tipo de demarcação reivindicada pelos índios. Sob esse aspecto, conforme Altvater (2007), cabe ser considerado os atores que interagem e politizam o tema econômico da provisão de bens públicos ou das condições gerais de produção, no caso, a demarcação territorial de uma área pertencente ao Estado Brasileiro em Roraima que é a Raposa Serra do Sol. Sob esse ponto de vista, segundo Altvater (2007), os conflitos sociais não necessariamente são apenas centrados em torno da estrutura, conflitos e interesses de classes em uma sociedade capitalista, mas também pelas relações sociais entre homem e natureza, o meio-ambiente construído, as condições gerais de produção e a provisão de bens públicos. Os índios na sua maioria, mesmo em meio aos conflitos, não vivem isolados, pois, segundo a Fundação Nacional do Índio (FUNAI, 2008), muitos são subjugados de forma política, ideológica e econômica pelas oligarquias municipais que tem tácito interesse na ocupação das terras e recursos ambientais da área indígena. Os conflitos relacionados à disputa e ocupação das oportunidades de acesso e controle aos recursos naturais na região são fatos corriqueiros na região, envolvendo agricultores e membros de comunidades indígenas que ali vivem. Conforme a FUNAI (2008), muitos agricultores, grileiros e garimpeiros tentam justificar a ocupação indevida das reservas indígenas das mais diversas

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formas, desde criminalização dos índios por estereótipos, desqualificação e até por preconceito étnico. Nesse múltiplo contexto social e histórico permeado por conflitos e enfrentamentos, outro ator que interage é o poder Executivo do estado de Roraima, que ao longo dos anos é governado por oligarquias políticas locais. Os grupos políticos que dirigem esse estado são responsáveis por migrações, titulações de terras, criações de vilas, garimpos, construções de estradas e até a criação de forma inconstitucional do município de Uiramutã, que se situa dentro da reserva indígena Raposa Serra do Sol. Mais um fator ainda cabe ser analisado nessa correlação de forças. No ano de 2001 foi criado pelo Ministério da Defesa o sexto Pelotão de Fronteira Especial (PEF) do Exército, alegando risco para a soberania nacional. Acredita-se que a criação desse pelotão visa dificultar a demarcação da área indígena, gerando mais conflitos na região, dessa vez entre membros do exército e as comunidades indígenas. Para compreender melhor esse caso, cabe ainda historicizar e analisar de forma corrente e atual alguns fatos a respeito dos embates em relação à demarcação da Raposa Serra do Sol. Em março de 2007, após diversas e sucessivas ações e disputas judiciais entre agricultores e índios, foi proferida uma decisão judicial para a retirada dos agricultores das terras (131 famílias), mediante recebimento de indenização pelas benfeitorias construídas por parte da União. Desde 1999, as famílias, que teriam ocupado a região na década de 80, têm sido transferidas para assentamentos e no total receberam R$ 11,7 milhões por parte da FUNAI. A permanência destas na reserva após o final do mês de abril de 2008 permitiria ao governo o “uso de força” para a retirada dos agricultores. Essa ação, inclusive foi iniciada pela Operação “Upakaton 3”, da Polícia Federal (PF). Porém, com a concessão de uma liminar impetrada pelo governo do estado de Roraima junto ao Supremo Tribunal Federal (STF) foi paralisada a ação da PF. Outro ator a ser considerado que atua nesse processo é o governo Roraimense e sua representação parlamentar, que sistematicamente se opõem a demarcação, tanto na Assembléia Legislativa estadual, quanto no Congresso Nacional. A maioria dos deputados eleitos em Roraima pressionam o STF e o governo federal para que a demarcação não ocorra de forma contínua, e sim em forma de “ilhas” (não contínua). Essa decisão tornaria possível a liberação do território da reserva - em grande parte contínua - para a ocupação dos não-índios, como colonizadores, garimpeiros, agricultores do agronegócio e demais agentes interessados em explorar os recursos naturais da região. Corroborando nesse sentido, declarações do governador de Roraima, José Anchieta Jr. (do Partido da Social Democracia Brasileira - PSDB), dando suporte a atuação dos arrozeiros, alega que os próprios índios apoiaram a entrada dos agricultores na região e que o governo federal 411

delimitou uma área terrena incompatível com a necessidade dos índios, provocando prejuízos para os fazendeiros (FUNAI, 2008). Em 20 de março de 2009, após um julgamento de quase um ano 6, a decisão final do Supremo Tribunal Federal confirmou a homologação contínua da Terra Indígena Raposa Serra do Sol, determinando a retirada imediata dos não indígenas da região. Após a breve contextualização feita sobre os conflitos e disputas relacionadas à Raposa Serra do Sol e uma caracterização dos grupos que convivem no local, com foco nas comunidades indígenas e agricultores ligados ao agronegócio (arrozeiros), fica claro, que há nesse espaço social um interesse centrado em especial nos abundantes recursos naturais e a existência de projetos e concepções divergentes e até antagônicas de modos de vida e organização social na região.

Raposa Serra do Sol: a relação sociedade e natureza A partir dessa análise, a Raposa Serra do Sol cabe ser considerada como um ecossistema no qual o conjunto de espaços e contextos que a compõem, inclusive às florestas e os rios são sistemas vivos que estão imersos em uma regulação dinâmica, contando inclusive com a interação dos agricultores e dos não-índios. Nesse sentido, os seres humanos socialmente artificializam esses ecossistemas para realizar a produção de meios de sobrevivência e bens de consumo, considerando e respeitando, ou não, os fluxos de energia dos quais a natureza renova-se continuamente. Dessa forma, a sociedade torna possível a produção e a reprodução das condições de existência a partir de sua relação com a natureza, pelo conjunto de ações da sociedade que por meio dos “[...] seres humanos se apropriam, produzem, circulam, transformam, consomem e excretam materiais e/ou energia provenientes do mundo natural [...]” (Toledo apud Casado; Sevilla-Guzmán; Molina, 2000, p. 87). É pertinente considerar a necessidade de buscar a compreensão desse conflito à luz de temáticas como desenvolvimento industrial, civilização moderna, políticas públicas e recursos naturais, mas também sob um prisma socioambiental. Isso significa compreender a unidade entre as relações sociais inerentes a natureza- história- sociedade. Nesse sentido, corroborando com Foster (2005), entende-se que a natureza não pode ser concebida como algo exterior a sociedade, visto que esta relação é um produto histórico intrínseco à tomada de decisões em relação aos rumos e modos de sobrevivência social sob uma perspectiva de um futuro socioambientalmente sustentável. Sob determinado ponto de vista, trabalha-se com a hipótese que uma das categorias que possibilita analisar as relações entre a sociedade e a natureza, e consequentemente a 6

Julgamento iniciado ainda em abril de 2008, quando o governo de Roraima entrou com uma representação no Supremo Tribunal Federal (STF), reivindicando a suspensão da ordem de desocupação iniciada pela Policia Federal.

412

(re)produção social do capitalismo contida nesse contexto, conforme Foster (2005) seria o metabolismo social, em concomitância de alguns conceitos básicos da crítica marxista da economia política. Nesse aspecto também devem ser consideradas questões relativas ao papel crucial das necessidades humanas; o caráter dual do trabalho e da produção de mercadorias; a dinâmica das crises econômicas e sociais; a valorização do capital; sua acumulação e expansão (globalização); a entropia; e a irreversibilidade de determinados processos sociais (Bensaid, 1999). Por conseguinte, o conceito de metabolismo social, relacionado à sociedade, contextualizado em relação a um espaço com uma acirrada disputa por distintos modos de desenvolvimento, como no caso da Raposa Serra do Sol, pode ser apontado como um instrumento teórico útil e atual para a análise e entendimento das relações sociedade e natureza. Todavia cabe destacar, que o uso dessa categoria trata-se de uma possibilidade de interpretação, podendo apresentar possíveis limitações, como não abranger algumas relações micro-sociais e características inerentes ao fato social aqui problematizado. Outro aspecto a ser considerado, conforme Fehlauer e Ayala (2006), sob o ponto de vista crítico e epistemológico é evitar a naturalização de conceitos e abstrações teóricas como

“recursos

naturais”;

“participação”;

“metabolismo

social”;

“seleção”;

“formas

degradantes”; “controle”, não incorrendo na afirmação de um tipo de racionalismo crítico para descrever, por exemplo, sujeitos sociais como os indígenas. Sob essa perspectiva, a percepção sociológica das questões ambientais na ecologia, além da égide hegemônica das ciências naturais, deve buscar considerar a diversidade de relações socioambientais que os ecossistemas produzem. Inicialmente busca-se em Karl Marx o significado e o contexto em que se processou o conceito metabolismo social. Nas obras de Marx adota-se o termo “Stoffwechsel”, no qual traduzido seria “metabolismo”, “interação” ou até “intercâmbio”, conceituando as formas como se davam a relação entre sociedade e natureza, sendo constituída por meio do processo histórico do trabalho humano. Esse conceito é incorporado tanto por Marx quanto Engels, em meio aos estudos minuciosos que ambos realizaram das obras do químico alemão Justus Von Liebig referentes à química dos solos no qual consta o termo “trocas metabólicas” (Nascimento, 2007). Desse modo, o conceito de metabolismo assume um significado mais amplo, segundo Foster (2005) e Bensaid (1999), tanto ecologicamente, quanto socialmente. Com ênfase nos estudos de Von Liebig, Marx teorizou o modelo de desenvolvimento capitalista, conforme a percepção da época em que viveu, analisando inclusive a fissão metabólica no ciclo de matéria e energia necessárias para a manutenção e existência 7 dos 7

Um dos trechos que deixa claro essa afirmação ao longo das obras de Marx estaria presente nos Manuscritos EconômicoFilosóficos, conforme trecho que segue: “Todavia, assim como a natureza proporciona os meios de existência do trabalho, na

413

sistemas naturais e humanos. Segundo Andrioli (2007), enquanto a grande maioria dos pensadores do século XIX estavam demasiadamente atentos com o desenvolvimento técnico e da revolução industrial, Marx foi o único, talvez, a compreender que no capitalismo as forças produtivas poderiam converter-se em forças destrutivas. Em uma sociedade composta por relações de conflito e disputa pode haver opções por formas de metabolismo social diferenciadas e muitas vezes incompatíveis, como alude Kowalski (2002), podendo ser um exemplo disso o caso da Raposa Serra do Sol. Nesse cenário o metabolismo social indígena se processa baseado no entorno natural, na caça, na pesca, no extrativismo vegetal e cultivo agrícola natural. Contudo, o metabolismo desenvolvido pelos arrozeiros introduz indeliberadamente naquele ecossistema agroquímicos e grandes maquinários para o cultivo do solo em sistema de monocultura, bem como, a apropriação de grandes escalas territoriais. Cabe ressaltar que essa forma de metabolismo social vem alterando substancialmente e de modo pouco assimilável a sociobiodiversidade, as características etno-indígenas, a cultura específica e os estilos de manejo dos recursos naturais indígenas historicamente constituídos no local. Nessas circunstâncias explicitam-se algumas características dos índios Macuxi, tribo predominante demograficamente na Raposa Serra do Sol. A tribo está distribuída em duas áreas: ao sul nos campos e ao norte em uma área no qual predominam serras com florestas. A dimensão desse território pode ser estimada em torno de 30 mil a 40 mil km 2 (Santilli, 2004). Quanto à produção de alimentos e meios de sobrevivência as condições ambientais e climáticas, assim como as vertentes de água na Raposa Serra do Sol são para os Macuxi locais prediletos para o cultivo agrícola8 de mandioca e de milho. No caso do sistema de produção9 pecuária, as comunidades Macuxi possuem coletivamente um pequeno rebanho de gado bovino em cada aldeia, tendo na soma o maior rebanho bovino do estado de Roraima. A criação de bovinos, mantida em currais e retiros, bem como, a de aves e suínos empreendida por famílias individuais é hoje considerada indispensável, em vista do progressivo escasseamento de caça (Santilli, 1997). Cabe ressaltar que as características de uma sociedade complexa como a indígena, com atenção aos Macuxi, não acepção de este não poder viver sem objetos aos quais possa aplicar-se, igualmente proporciona os meios de existência em sentido mais restrito, ou sejam os meios de subsistência física para o próprio trabalhador. Assim, quanto mais o trabalhador apropria o mundo externo da natureza sensorial por seu trabalho, tanto mais se despoja de meios de existência, sob dois aspectos: primeiro, o mundo exterior sensorial se torna cada vez menos um objeto pertencente ao trabalho dele ou um meio de existência de seu trabalho; segundo, ele se torna cada vez menos um meio de existência na acepção direta, um meio para a subsistência física do trabalhador.” (Marx, 1844). 8 O trabalho calcado na prática da agricultura é pela prática da coivara, cultivando essencialmente mandioca, milho, cará, batata-doce, banana, melancia, bananas, entre outros gêneros variando a cada aldeia. Na divisão de tarefas a derrubada da mata, a queima da área e o plantio são realizados pelos homens. Cabe às mulheres manter a roça limpa, fazer à colheita e preparar os alimentos. Os homens se ocupam de trazer a caça, pesca e frutos silvestres, empreendendo expedições de exploração econômica além dos limites da aldeia (Santilli, 2004). 9 Corroborando nesse sentido, Altieri (1989), entende que foi a partir dos sistemas indígenas de produção agrícola que se obteve grande parte da matéria-prima para o desenvolvimento de sistemas alternativos de produção na agroecologia.

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pode ser entendida só pelo seu modo de produção agropecuário, mesmo que seja uma das principais atividades de subsistência desses. Essas características também podem ser entendidas pelas formas de ocupação e deslocamento territorial dos índios, pois além da busca por meios de vida, essas tribos realizam trocas e intercâmbios com outros povos e entre si. Por isso é importante considerar que a decisão do Supremo Tribunal Federal pela demarcação da reserva indígena Raposa Serra do Sol de forma contínua constitui-se em fato essencial para a manutenção e sobrevivência étnica, social e cultural das tribos que lá vivem. Aponta-se que os índios da Raposa Serra do Sol tem uma contribuição social muito significativa e importante para a produção econômica local. Conforme Abramovay (2008), os índios detêm o maior rebanho de gado no estado de Roraima com aproximadamente 35 mil cabeças, sobretudo com a produção de 50 toneladas anuais de milho, 10 ton. de arroz, 10 ton. de feijão e outros cultivos tradicionais de gêneros alimentícios abastecem uma parcela significativa das populações urbanas próximas à terra indígena, por exemplo, a cidade de Boa Vista, capital do estado de Roraima. Outro ator que está em destaque no impasse relativo a demarcação da reserva indígena são os produtores de arroz que atuam influentemente na região e no Estado de Roraima, com apoio de oligarquias políticas locais, de alguns setores do exército Brasileiro e determinados grupos indígenas. O arroz começou a ser produzido em larga escala em meados da década de 90 e representa atualmente 40% da produção agrícola do Estado (84,3 mil toneladas). Antes da decisão final do STF de retirar os não-índios da área da Reserva Raposa Serra do Sol, apenas seis arrozeiros ocupavam uma área de 15 mil hectares (cerca de 1% do território do estado), tendo demonstrando forte resistência frente às decisões do Estado Brasileiro pela sua saída da área10. Um fato que chama atenção nesse estado é que a agricultura, conforme ISA (2008), não se trata de uma atividade tão expressiva para a economia roraimense, pois representa apenas 7% do Produto Interno Bruto (PIB) do estado de Roraima (Abramovay, 2008). Entretanto, a monocultura do arroz, do modo extensivo como era cultivada e pelo território que ocupava, configurou-se como um dos grandes entraves contra a homologação da reserva indígena em áreas com extensão contínua, pois esta atividade precisava manter grandes áreas a sua disposição para continuar persistindo. Essa forma de relação da sociedade com a natureza, capitaneada pelo agronegócio ganha forma, na medida em que são desvelados cotidianamente os efeitos nocivos produzidos na 10

Os arrozeiros e seus apoiadores vêm sendo apontados, segundo Lauriola (2004), como promotores de ocupações de prédios públicos, seqüestro de pessoas, ameaça de invasão da sede de organizações indígenas como o CIR (reconhecida pelas lutas históricas para os direitos humanos e ambientais no Estado por isso premiada, nacional e internacionalmente) ou de apoiadores do indígenas, como a Igreja Católica, os caminhões dos arrozeiros bloqueando as rodovias de acesso e/ou saída de Boa Vista, campanhas com adesivos em carros dos boa-vistenses de "Fora FUNAI", "Fora ONGs", "Fora Diocese", "Xô estrangeiros".

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fauna e na flora da Terra Indígena Raposa Serra do Sol. Esses efeitos intensificam-se conforme se amplia o cultivo de arroz na Reserva. Exemplo disso é a afirmação de Nilva Cardoso Baraúna superintendente do Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais Renováveis (IBAMA) em Roraima, em entrevista concedida a Agência Brasil (2008), onde declarou: “Ocorre tipo uma degradação e contaminação em cadeia. O agrotóxico lançado na agricultura, com a chuva é arrastado para os rios e provoca a morte de peixes e pássaros. E com isso chegam também ao humano, que consome água in natura”. Outra característica importante de ser destacada é que a Raposa Serra do Sol apresenta em seu solo grande fertilidade para o cultivo do arroz. Isso justifica em grande parte o interesse dos agricultores em permanecerem instalados na região, devido às condições favoráveis de clima e solo para um cultivo dinâmico, com um intervalo de colheitas realizados de três em três meses. Em conseqüência desse fatores favoráveis a monocultura do arroz, nas últimas décadas veio aumentando gradativamente a pressão humana e a ocupação de áreas para a exploração dos solos (Agência Brasil, 2008). Os arrozeiros que bombeavam e represavam a água do Rio Surumu para produzir arroz irrigado, ocupavam até o seu despejo no início de 2009, uma área de 36 mil hectares de um total de 1,7 milhão de hectares da Raposa Serra do Sol (Último Segundo, 2008). Até esse período, as tentativas de diálogo do IBAMA com o grupo de arrozeiros em relação aos crimes e violações ambientais não avançavam, uma vez que os arrozeiros insistiam em permanecer explorando a área ocupada de forma predatória e altamente lucrativa, pois exploravam áreas de grande fertilidade natural e com água em abundância. Sendo assim, o IBAMA já havia inferido até 2009 um valor de R$ 30,6 milhões de reais em multas por danos ambientais a um dos líderes dos arrozeiros (Agência Brasil, 2008). Diante destes elementos tratados, Mészáros (2002) aponta que o sistema de metabolismo social do capital é poderoso e abrangente, tendo seu núcleo formado pelo tripé capital- trabalho-estado. No caso dos conflitos envolvendo o universo em questão, o tripé de consolidação do agronegócio seria: a renda gerada pela alta produtividade agrícola que a região proporciona; apropriação indevida de território, a monocultura, uso desmedido dos recursos naturais disponíveis devido à forma de cultivo agrícola adotada; por parte do Estado, o mando e desmando político dos órgãos de Estado como nos casos do governo de Roraima, do Exército Brasileiro e do Supremo Tribunal Federal em relação à região. Desse modo torna-se essencial compreender algumas dimensões fundamentais de consolidação do capital e suas relações de poder, para compreender o conjunto dos elementos, que fazem parte desse sistema. Considera-se que o capital ainda possui um imenso potencial de expansão, pois integra territórios e formas de produção, ou seja, submete localidades e povos ao seu modo de produção para convertê-los em formas de 416

geração de valor de troca (Andrioli, 2007). Mas também fica claro que a partir desse metabolismo social de base capitalista, conformado por meio de uma expansão inconseqüente e incontrolável, agrava ainda mais a crise social e ambiental que ocorre no país. Considerando o caso aqui descrito e os conflitos socioambientais atuais, observa-se como o modo de produção capitalista demonstra sistematicamente a sua própria negação depredando sua base de acumulação de capital (recursos naturais). A relação homemnatureza ou sociedade-ambiente que deveria ser produtora de produtos para sobrevivência, sob a égide do capitalismo, converte-se em uma relação social de capital-trabalho (re) produzindo mercadorias em demasiada e larga escala para consumo, culminando em uma frontal contradição do próprio sistema. A natureza humanizada, quer dizer, como natureza produzida, faz parte das condições gerais de produção. A violação de sua integridade por meio da degradação ou destruição das condições naturais de produção e reprodução não é algo externo à economia, mas sim pertence a seu desenvolvimento contraditório. Entretanto, o processo de acumulação capitalista tende a transgredir o limite das condições naturais de reprodução e conseqüentemente a teoria econômica deve considerar em suas análises a importância dos recursos naturais e da natureza nesse processo (Altvater, 2007). Nesse sentido, o acesso aos recursos existentes na natureza passa a fazer parte de interesses e relações mercantis, sendo estratégica a apropriação de territórios prósperos em disponibilidade imediata e reservas de recurso natural. Esse modo de exploração caracteriza-se como um dos princípios da expansão do sistema capitalista, a agregação da natureza e do homem ao processo de produção do capital, no qual a agricultura é uma atividade essencial. Nesse aspecto, segundo Lowy (2005), a agricultura no sistema capitalista configura-se como uma agricultura industrial, solidificando-se por meio do desenvolvimento de plantações em grandes extensões de terras e pelo cultivo de apenas uma cultura agrícola (monoculturas), sendo esta produção geralmente destinada para exportação e depósitos de valoração monetária e comercialização. A renda da terra, nesse caso, por meio da produção que ela pode gerar pela posse de grandes áreas em uma sociedade capitalista não é compreensível sem o capital. Portanto, para Lowy (2005), a dinâmica da agricultura hegemonicamente passa a ficar submissa e voltada para a produção e a valorização capitalista.

A continuidade da

acumulação capitalista pela atividade agrícola, segundo O’Connor (1990), pode continuar prevalecendo, mas conseqüentemente está submetida à exploração e depredação da natureza sob pena de uma crise ecológica em uma escala ainda maior, implicando na inviabilidade do ambiente social e natural, bem como, dos meios necessários para viver.

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A crise ecológica e social vivida no estado de Roraima, envolvendo os índios e os atores do agronegócio, não é configurada apenas pela competição por posse de terras. Mas essencialmente, caracteriza-se por uma disputa de modelos de desenvolvimento tanto locais, quanto em nível de Brasil, e de que forma o país pretende tratar sua história, sua cultura, suas diferentes etnias e a biodiversidade de um bioma como a Amazônia. Os acontecimentos ocorridos nos últimos anos na Raposa Serra do Sol, os conflitos armados, inclusive com destruição de patrimônio público, foram e vem sendo cotidianamente denunciados e expostos para a sociedade pelos movimentos indígenas locais. Salienta-se que esse modo de desenvolvimento e exploração, tacitamente propulsiona a produção da exclusão social e econômica de múltiplas formas, como por exemplo, a apropriação de recursos naturais e seu uso a serviço de uma relação sócioeconômica concentradora de poder e renda, além de ser ambientalmente depredatória. Pressupõe-se que as reservas indígenas demarcadas em áreas de extensão permitem aos índios a manutenção de seus traços etno-culturais, podendo proporcionar, segundo Alimonda (2006), uma maior coesão social e catalisação das relações de intercâmbio, tanto sociais, quanto ambientais, entre as tribos e as comunidades locais, bem como, o estímulo a cooperação e o estreitamento dos laços de solidariedade social. Em um contexto no qual há projetos de vida e desenvolvimento socioambiental divergentes não conciliáveis devido a uma grande distinção de objetivos e princípios socais, pode provocar uma situação favorável para conflitos de caráter socioambiental. Nesse sentido, Viola e Leis (1995) entendem que essas possíveis conflituosidades não deveriam ser analisadas e interpretadas descoladas de uma conjuntura política e do contexto sóciohistórico da atualidade. Pois essa é uma situação que envolve valores e disputas simbólicas e ideológicas, no qual atores sociais ou grupos integram-se ou manipulam esses conflitos de acordo com determinados interesses em jogo. Nesse caso envolvendo o conflito entre os índios, em especial, os Macuxi e os arrozeiros, os interesses em jogo demonstram-se complexos e multideterminados. Pois, nesse contexto, são evidenciadas disputas pelo controle de recursos naturais (minerais, hídricos, solos férteis, florestas, etc.) e outro que questiona os impactos socioambientais gerados pela ação humana, tais como contaminação dos rios e do ar, desmatamento e represamento das águas dos rios. Além disso, deve ser considerado a incompatibilidade de valores, modos de vida e ideologias acerca do uso da natureza por comunidades indígenas e rizicultores (Little, 2001). O movimento indigenista, que assume feições socioambientais, anteriormente denominado, por Diegues (2000), por ecologismo social ou ambientalismo camponês chama a atenção nesse caso, pela reivindicação e comprovada necessidade da circulação das tribos em faixas de terras contínuas, para acessar recursos naturais nos territórios 418

adequados, conforme as condições climáticas disponíveis em cada época. Nesse sentido, acredita-se que está se valorizando características tradicionais indígenas, como o extrativismo sustentável, o manejo dos recursos naturais e sistemas de produção baseados em tecnologias apropriadas, bem como, a preservação ambiental. Sendo assim, os conflitos da Raposa Serra do Sol, por meio das mobilizações indigenista e a movimentação de resistência dos arrozeiros, demonstram um fato social permeado por disputa de interesses, consolidação de posições sociais e opção por distintos projetos de desenvolvimento para a sociedade. Esse campo social de enfrentamentos está imerso por diferentes modos de metabolismo social e a opção dos arrozeiros em isolar os indígenas em “ilhas” territoriais, determina um rumo insustentável para o desenvolvimento socioambiental dos povos e do ambiente natural, já modificado historicamente pela ação antrópica na Raposa Serra do Sol.

Considerações finais O presente artigo abordou algumas características dos conflitos e tensionamentos entre indígenas e arrozeiros ligados ao agronegócio em relação à demarcação de áreas na reserva indígena da Raposa Serra do Sol no estado de Roraima. No transcorrer desse trabalho fez-se necessário lançar mão de um breve resgate histórico do caso, bem como, problematizar de que modo diferentes vivências configuram-se em distintas formas e perspectivas sociais, políticas e econômicas. Com isso, foram evidenciadas algumas causas do conflito na região, que vão além de uma simples disputa pela forma de demarcação do território em si, possibilitando compreender algumas relações e interesses em jogo, tendo como uma das questões centrais a apropriação e exploração de recursos naturais na região. Porém, destacamos que de forma alguma foi buscado encerrar uma total compreensão e exercício teórico acerca da categoria mobilizada nesse trabalho ou a respeito da temática da ecologia política, abordando o caso da Raposa Serra do Sol. A demarcação da área da Terra Indígena Raposa Serra do Sol de forma continua representa uma vitória dos índios que vivem na área e do seu modo de relacionar-se com a natureza. E, mais do que isso, pode ter dado uma amostra de que no regime democrático brasileiro, já não existe espaço político e social tão hegemônico para uma total imposição do poder econômico e político de supostas elites e setores minoritários da população. Inclusive essa decisão representa, sobretudo, a possibilidade de manutenção histórica e de resistência etnocultural indígena, permitindo que estes povos brasileiros tenham futuro, expressando formas culturais e de luta pela manutenção de uma sociobiodiversidade no país. Portanto, a aceitação da necessidade de existência dos povos indígenas com seus hábitos, costumes e seu modo característico de reprodução social instigam a admissão de

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um metabolismo social claramente distinto do preconizado pelo capitalismo, que gera exploração e dominação dos povos associados a esse sistema.

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423

Pesca Artesanal No Alto e Médio Rio São Francisco: Caracterização Socioeconômica e Relações De Gênero Maria Inês Rauter Mancuso1 Ana Paula Glinfskoi Thé2

Introdução No início de 2004 foi realizada pesquisa censitária junto

às

famílias

de

pescadores

artesanais

coloniados3 residentes em localidades do Alto São Francisco4, com as quais seria desenvolvido o projeto Rumo à Co-gestão da Pesca no Vale do Rio São Francisco5: municípios de Três Marias, São Gonçalo do Abaeté (bairros de Beira Rio e Pontal do Abaeté), Pirapora, Ibiaí e Várzea da Palma (distrito de Barra do Guaicuí), todos no Estado de Minas Gerais, na região Sudeste do Brasil. A pesquisa tinha, por objetivos, caracterizar

Figura 1: Mapa da Região de abrangência do Projeto Rumo no Rio São Francisco. Fonte: www.sfrancisco.bio.br (19/02/2006). Adaptado por Ana Paula Glinfskoi Thé.

demográfica, social e economicamente a população pesqueira dessas localidades. O projeto Rumo inicialmente buscava contribuir para o desenvolvimento da co-gestão da pesca em parceria com os pescadores artesanais profissionais do Rio São Francisco no Estado de Minas Gerais, tendo como base a experiência do processo de desenvolvimento institucional e legal dos “acordos de pesca” da região amazônica. Essa experiência seria trazida da Amazônia, pela ONG IARA - Instituto Amazônico de Manejo de Recursos Ambientais – IARA. O projeto Rumo, por sua vez atendia o objetivo de preparar as comunidades para o co-gerenciamento, um dos objetivos básicos, de um projeto maior, intitulado Pesca Continental no Brasil: Modo vida e conservação sustentáveis que fundamentava o Acordo Bilateral Brasil – Canadá (Projeto CIDA A-020911).6 1

Professora no Departamento de Sociologia/ Universidade Federal de São Carlos-UFSCar/ESP/Brasil [email protected]. Professora na Universidade de Montes Claros- UNIMONTES, campus de Pirapora/Estado de Minas Gerais/ Brasil [email protected]. 3 A colônia tem, como funções, organizar e representar os pescadores. Dizer que um pescador é coloniado significa também dizer que ele tem carteira de pesca. Mais recentemente, a colônia perdeu a prerrogativa de conceder carteira de pesca a pescadores prof issionais. Assim, o número de pescadores profissionais possivelmente é maior do que o de coloniados. 4 O rio São Francisco apresenta 2 700 km de extensão e, desde sua nascente no Parque Nacional da Serra da Canastra até sua foz no Oceano Atlântico, entre Alagoas e Sergipe, passa pelos Estados de Minas Gerais, Bahia e Pernambuco. Sua bacia é tradicionalmente dividida em quatro regiões: Alto, Médio, Submédio e Baixo (PLANVASF, 1989). O Alto São Francisco compreende o trecho entre a nascente até Pirapora e Buritizeiro, no Estado de MG, com uma extensão de 630 km, sendo caracterizado por águas rápidas, frias e oxigenadas. 5 O projeto foi financiado pelo IDRC – International Development Research Centre. 6 O Acordo bi-lateral, assinado pelo Brasil em 2003, com término em 2007, foi coordenado, pelo lado brasileiro pela UFSCAr e, pelo lado canadense, pela ONG WFT – World Fisheries Trust Os dois outros objetivos básicos foram: Construindo Modos de vida sustentáveis e 2

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No vale do Alto-Médio São Francisco existem milhares de famílias ribeirinhas que exercem, de forma artesanal, a pesca como sua atividade de trabalho. São populações tradicionais que utilizam equipamentos rudimentares para capturar o pescado e, na maioria das vezes, esses são produzidos pelos próprios pescadores. Suas técnicas de pesca e o conhecimento que possuem acerca do ambiente são compartilhados pelos diversos membros dessas comunidades. Segundo Faria (2002:17), as populações tradicionais são “grupos sociais que vivem a proximidade e dependência em relação aos diversos ambientes naturais” e “possuem, como característica fundamental, um profundo conhecimento do meio natural e uma utilização sustentável do mesmo”. O modelo vigente de manejo dos recursos pesqueiros no Estado de Minas Gerais está centralizado e concentrado pelos órgãos governamentais: o IBAMA7 e o IEF-MG8, para normatização e fiscalização da pesca, e a Polícia Militar Ambiental que, em convênio com o IBAMA e o IEF, é a principal força fiscalizadora dessa atividade na porção mineira do Rio São Francisco. Diversos conflitos relacionados ao manejo e uso dos recursos pesqueiros são citados recorrentemente pelos pescadores artesanais: conflitos entre as comunidades e o Estado, devido à falta de confiança entre ambos; desvalorização e até proibição de práticas tradicionais de pesca e de manejo local, considerados predatórios; conflitos entre as instituições governamentais, principalmente, entre IBAMA e IEF, que muitas vezes elaboram portarias distintas de pesca, dificultando o cumprimento da legislação da pesca pela comunidade e aumentando os conflitos com a fiscalização; conflitos entre diferentes usuários dos recursos pesqueiros e hídricos do São Francisco, como os que existem entre pescadores

artesanais

profissionais,

pescadores

amadores, fazendeiros, indústrias

metalúrgicas. Essa falta de entendimento no manejo dos recursos não garante proteção aos locais de desenvolvimento dos alevinos, as lagoas marginais, berçários dos peixes, as quais têm sido exaustivamente exploradas e destruídas pelos projetos agrícolas; não inibe a degradação do ecossistema pela poluição industrial, colocando em risco espécies de peixes, como o caso da mortalidade do surubim (Pseudoplatysma coruscans) que foi observada com freqüência significativa em 2005. Outro desafio, para o manejo sustentável dos recursos pesqueiros, é a falta de informações sobre os estoques pesqueiros do Rio São Francisco e sobre o esforço de pesca a que esses estão submetidos. Mensurar estoques pesqueiros e esforço de pesca é tarefa difícil não somente pela falta de pesquisas coordenadas cujos registros poderiam ser Garantindo os recursos pesqueiros. O acordo é sustentado financeiramente, pelo lado canadense, pela CIDA – Cooperation International Development Agency. Pelo lado brasileiro, a contrapartida foram horas técnicas de professores e alunos da UFSCar transformadas em trabalho efetivo no projeto com recursos financeiros advindos do IDRC. 7 Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais: autarquia federal vinculada ao Ministério do Meio Ambiente. É o órgão executor responsável pela execução da Política Nacional de Meio Ambiente. 8 Instituto Estadual de Florestas. È autarquia vinculada à Secretaria de Estado do Meio Ambiente e Desenvolvimento Sustentável (Estado de Minas Gerais). Propõe e realiza as políticas florestais, de pesca e de agricultura sustentável.

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feitos pelos próprios pescadores, mas também devido à existência de um número desconhecido, mas possivelmente considerável, de pescadores “clandestinos”. Esses são pescadores que vivem comercialmente da pesca e não se encontram profissionalizados (não cadastrados em colônias), e também aqueles que, sendo ribeirinhos, vivem preferencialmente de alguma outra atividade profissional, pescando periodicamente para melhorar o orçamento e a alimentação da família, ou mesmo como lazer. Em muitos casos, as populações são muito fluidas: os participantes na pesca variam muito, ou alternam as atividades de pesca com outras atividades econômicas, ou mudam para outras regiões de pesca, como no caso do reservatório de Três Marias, aonde muitos pescadores chegam e de onde partem para outros reservatórios, buscando recursos mais disponíveis (Thé, 1999). Esse trânsito de pescadores entre os vários rios é possível pois a legislação federal define os recursos hídricos como open-acess. Os rios brasileiros, por pertencerem à União, pertencem como direito a todos os cidadãos e, por isso, a exclusão de usuários “de fora” (pescadores de outras regiões, por exemplo) por portarias, instruções normativas ou acordos de pesca, se tornam legalmente questionáveis (problema de exclusão). Para quaisquer destes casos, pesquisas recentes indicam que se o acesso a um recurso não é controlado de algum modo, cedo ou mais tarde o recurso irá estar sujeito a uma “tragédia dos comuns” (Berkes et al, 2001). “Tragédia dos Comuns” é um recurso heurístico proposto por Hardin (1968). Para ele, no caso de recursos comuns – assim pode ser classificada a maioria dos recursos naturais - a lógica individualista superaria a coletiva na prática de obtenção dos recursos, o que pode levar à exaustão desses mesmos recursos. Assim, a construção de prática de co-gestão, da qual deveriam participar todos os usuários do rio, mais aqueles que o fiscalizam, buscaria se contrapor a essa “tragédia”. A decisão de escolher os acordos de pesca e a metodologia empregada pelo IARA para iniciar e fortalecer este processo de co-gestão foi principalmente por que os acordos de pesca já são tradicionais nas comunidades ribeirinhas da Amazônia desde os anos 60 e 70. Surgiram lá como forma de minimizar conflitos que existiam entre pescadores nas regiões de ambientes lacustres. Na maioria dos casos, pescadores locais, que vivem ao redor dos lagos, confrontam pescadores “de fora”, que utilizam artes e embarcações com maior poder de pesca. Para defender suas áreas de pesca, que eles consideram de propriedade comunal (de acesso e uso da comunidade), muitas comunidades da várzea começaram a desenvolver e implementar sistemas de manejo comunitários, com a finalidade de reduzir ou controlar a pressão dos recursos (Isaac e Cerdeira, 2004). Ressalta-se a diferença existente, portanto, entre os dois ambientes: a experiência de co-gestão na Amazônia foi desenvolvida em áreas de lagos, sistemas naturalmente mais fechados e mais facilmente delimitados; a área do São Francisco, que receberia a experiência, é um sistema mais aberto. 426

Na região do São Francisco, em Minas Gerais, a atividade pesqueira tem sido realizada há mais de um século, com regras informais para o uso dos recursos pesqueiros. Essas regras se referem à divisão espacial das margens e de regiões de rio e represa em “acampamentos e sítios de pesca” entre os usuários. Há também complexos sistemas de propriedade comum, que limitam o acesso e o uso dos recursos pesqueiros a grupos de pescadores “proprietários”, como os sistemas da “Praia de Januária” e da “Cachoeira de Buritizeiro e Pirapora” (Thé, 2003). No entanto, não existia, até o momento da pesquisa, a legitimação pelos órgãos governamentais de nenhum destes arranjos locais. Também, até meados de 2003, nenhum movimento de estruturação de um modelo de gestão participativa ou compartilhada na região havia sido efetivamente realizado, tanto pelas Colônias e Federação de Pescadores, como pelos órgãos governamentais. Até então, apenas alguns encontros consultivos ocorriam entre lideranças locais e os órgãos competentes ao longo dos anos, na grande maioria, convocados pelo IEF-MG e pelo IBAMA e de caráter totalmente informativo, nos quais havia apenas um locutor - o Estado.

A pesquisa Este trabalho tem, por objetivo, apresentar os resultados da pesquisa censitária 9 e da observação direta realizada ao longo de dois anos de visitas à área e de relacionamento de amizade com os pescadores e de convivência nas oficinas promovidas pelo projeto Rumo, e nas atividades de intervenção realizadas no âmbito do acordo bilateral. As oficinas do Projeto Rumo tiveram início com uma forma de se realizar diagnósticos nomeada de Censo Comunitário, utilizada pela ONG IARA nas comunidades ligadas à pesca na Amazônia. O Censo Comunitário é realizado na forma de uma reunião, na qual uma pessoa dirigente faz uma série de indagações como uma entrevista coletivamente conduzida, enquanto uma ou duas outras vão anotando as respostas. Essa modalidade de censo parte da hipótese de que se está trabalhando em uma comunidade – grupo relativamente homogêneo em que todos se conhecem e partilham um mesmo modo de vida – e onde, acredita-se, um pode falar por todos. Não se consideram também, nessa forma de coletar dados, as diferenças de poder e de posição social que podem estar por trás das falas e dos silêncios ou mesmo que as posições de conflito podem não ser postas publicamente. Na pesquisa censitária domiciliar, ao contrário, a família foi a unidade de pesquisa. Os dados foram coletados mediante a aplicação domiciliar de um questionário constituído por cinco blocos de questões referentes às características dos domicílios; características demográficas da população; escolaridade, saúde, qualificação profissional e desejos de novas aprendizagens; trabalho e renda, primeira ocupação e ocupação do pai e da mãe dos 9

Não está sendo utilizado o termo survey para se referir ao tipo de pesquisa realizado na medida em que, para alguns autores, tal termo se restringe à pesquisa amostral.

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responsáveis; dados sobre a pesca. As perguntas foram respondidas, regra geral, pela mulher responsável pela casa. Em geral, também, as perguntas sobre a pesca (peixes mais freqüentemente pescados, peixes cuja freqüência de pesca está diminuindo, volume de pesca, apetrechos de pesca) eram respondidas pelo homem. Segundo Riley (1963), a observação permite apreender a interação de grupos; o questionamento, por entrevistas ou mediante a aplicação de questionários, permite apreender as atitudes e percepções dos indivíduos. Ainda segundo Riley (1963), a observação participante integra os dois procedimentos. No presente estudo, o censo permitiu mapear as características dos componentes das populações estudadas e suas diferenças, isto é, as características e diferenças individuais; a observação, realizada na convivência dos anos de trabalho, e nas reuniões e oficinas, o padrão de interação. A população de interesse para os projetos, constituída de pescadores artesanais de rio e de suas famílias, é moradora dos municípios de Três Marias, São Gonçalo do Abaeté (bairros de Beira Rio e Pontal do Abaeté), Pirapora, Ibiaí e Várzea da Palma (distrito de Barra do Guaicuí), todos localizados no Alto São Francisco. Três Marias e Beira Rio são próximos, apenas separados pelo rio 10. Pirapora, Barra do Guaicuí e Ibiaí, estão também próximos. Barra do Guaicuí localiza-se na confluência do Rio São Francisco com o Rio das Velhas (segundo os moradores, Guaicuí, na língua dos grupos indígenas nativos da região, significa “das velhas”). De Três Marias e Beira Rio a Pirapora, rio abaixo, dista-se 130 quilômetros aproximadamente. Três Marias surgiu, como núcleo urbano, na década de 50 do século XX, durante a construção de uma barragem, a primeira no Rio São Francisco, realizada no governo do Presidente Juscelino Kubitscheck. A construção da barragem levou, para a região, muitos migrantes ou para trabalhar diretamente na construção ou para prestar serviços de comércio e de lazer. Os trabalhadores da barragem moravam no próprio canteiro de obras; os demais ficavam um pouco mais distantes do rio e lá instalaram seu comércio e serviços. Com o término das obras, muitos trabalhadores permaneceram na região, indo ou morar na vila que havia se constituído ou no bairro Beira Rio, no município de São Gonçalo do Abaeté, do outro lado do rio, mais tipicamente de pescadores e roceiros. O termo roça é usado aqui para se referir ao cultivo de plantas, pelos membros da família proprietária, consideradas rústicas – feijão, milho, abóbora, quiabo, mandioca, entre outras – primordialmente para subsistência e em terreno próprio, geralmente não muito distante da casa, possível de ser atingido a pé, ou mesmo a ela contíguo. A população desse bairro, segundo relatos de antigos moradores, também se privilegiou dos tempos de construção da barragem, vendendo, aos trabalhadores, seu pescado e sua colheita. À beira do Rio São Francisco, na 10

A vida de Beira Rio gravita em torno de Três Marias, onde está sediada a colônia de pescadores na qual estão associados os pescadores de Beira Rio.

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porção em frente ao bairro Beira Rio, no município de Três Marias, há aproximadamente 40 anos se instalou uma empresa metalúrgica de processamento de zinco que, apesar de ter modernizado parte de seu sistema de produção, é vista pela comunidade de pescadores artesanais como uma das principais fontes de poluição ambiental e uma das maiores responsáveis pela mortandade de surubins, peixe nobre do São Francisco. Em Três Marias, em conseqüência da barragem, está instalado um estabelecimento da CEMIG – Centrais Elétricas de Minas Gerais e, em decorrência do grande lago resultado da barragem – “mar doce”, como é chamado localmente, ampliam-se as possibilidades de turismo já possíveis pelas belezas naturais. Sediado em Três Marias está também um centro da CODEVASF – Companhia de Desenvolvimento do Vale do São Francisco. A presença desses empreendimentos e a localização em relação a Brasília e Belo Horizonte, no caminho entre um e outro centro, confere a Três Marias um dinamismo econômico não observado em Pirapora, que é uma área decadente. Esse dinamismo somado à origem da cidade confere à sua população características mais diferenciadas. Pelo Censo de 2000, a população do município era de 23.539 habitantes. O bairro Beira Rio localiza-se à beira do São Francisco, do outro lado do rio quando se sai de Três Marias. A paisagem que se tem, estando no Beira Rio, é desértica na porção ocupada pela empresa metalúrgica que está em frente ao bairro, do outro lado do rio. De lá também vem, quando venta, uma fuligem branca, possivelmente resíduo do processamento do zinco. No bairro estão os mais típicos restaurantes de peixe e algumas pousadas, mas ele continua sendo, porém, um bairro de pescadores e de roceiros. Muitas casas estão relativamente dispersas e não estão dispostas em rua, de tal forma que a expressão “ir à rua” significa, para muitos, ir para a cidade de Três Marias. Essa cidade é o núcleo de referência para os moradores do bairro, uma vez que a cidade de São Gonçalo do Abaeté está muito mais distante e o acesso é feito por estradas não muito bem conservadas. É em Três Marias que os moradores do Beira Rio buscam serviços de saúde, de ensino, comércio etc. Mais recentemente, ruas começaram a ser desenhadas para alinhar as novas construções. Além do centrinho – um conjunto de casas próximas à igreja – há outro conjunto de casas, pouco mais de 10, ainda mais disperso, chamado, pela população, de Filadélfia. Seus moradores são evangélicos e assim chamam seu bairro porque, no Novo Testamento, Filadélfia aparece citada no Apocalipse de São João como uma das sete Igrejas da Ásia. Para a Igreja de Filadélfia, Jesus Cristo ordena a São João que escreva: “Porque guardaste a palavra da minha paciência, também eu te guardarei na hora da tentação”. O bairro conjuga as facilidades que o maior nível de urbanismo de Três Marias possibilita com a solidariedade comunal e religiosa das próprias relações. A colônia de pescadores que congrega os pescadores de Três Marias e Beira Rio localiza-se em Três Marias, com escritório em uma sala alugada na Rodoviária local, 429

distante do rio. Pelas próprias condições, a colônia não se configura como um local que propicia encontros, mas apenas um escritório de prestação de serviços. Os pescadores que moram em Três Marias não vêem o rio de casa, nem mesmo da Colônia, ao contrário dos pescadores de Beira Rio. O rio, para os pescadores de Três Marias, é o local de trabalho, bem separado geograficamente da casa. Para os pescadores de Beira Rio, é a paisagem, é extensão da casa e do quintal. A origem de Pirapora perde-se no tempo, em agrupamentos de garimpeiros, criadores de gado e, principalmente, de pescadores que comercializavam, com tropeiros, o peixe secado em varais. O distrito de Pirapora foi criado em 1861 mas, somente a partir de 1902, a navegação a vapor que havia começado em 1871 iniciou o tráfego regular com a vila. Em 1894, foi construído, no local, um grande depósito para estocagem de algodão em rama e venda de tecidos. A facilidade da navegação mais o comércio aberto propiciaram o desenvolvimento do local tanto que, em 1911, foi criado o município com o nome de São Gonçalo das Tabocas, alterado para Pirapora em 1923. A navegação foi sempre o maior empreendimento presente na vida do município tanto que, com a extinção da navegação de grandes barcos pelo São Francisco, a cidade também entrou em decadência. A cidade preserva o artesanato de carrancas, esculturas de madeira que eram colocadas na proa dos barcos para afastar os maus espíritos. São figuras em madeira, metamorfoseadas entre animais e homens, com grandes dentes vampirescos. Por esse motivo, os artesãos chamam suas carrancas de “vampiros”. Hoje, o maior empreendimento do município é representado pela produção em larga escala de frutas. Pelo Censo de 2000, a população do município era de 50.269 habitantes. A colônia de Pirapora, que congregava, à época da pesquisa, pescadores de Barra do Guaicuí, de Ibiaí11 e da própria Pirapora, fica às margens do rio, separada desse, por uma rua, um pedaço de terra que forma uma praça, com árvores frondosas. À beira do rio, há uma amurada que permite que se veja o rio sentado ou encostado de maneira preguiçosa. À esquerda, dá para se ver a Ponte Marechal Hermes 12, um dos cartões postais de Pirapora. Entre a ponte e a colônia, vêem-se as corredeiras do rio, onde, de pé em pedras, pescadores de Buritizeiro realizam uma das pescas mais tradicionais do São Francisco, apesar de proibida (Thé, 2003). À direita, vê-se o Benjamin Guimarães, barco a vapor – último exemplar movido a lenha no mundo - que viajava pelo São Francisco, no trecho Pirapora - Juazeiro (norte da Bahia), até o início dos anos 80s, quando a navegação no São Francisco entrou em decadência. Restaurado, realiza, desde agosto de 2004, pequenas (de cerca de meia hora) viagens turísticas. Perto da colônia está 11

Em 2004, os pescadores de Ibiaí, que já tinham uma associação de pescadores, fundaram a sua própria colônia. “ Nas primeiras viagens dos trens da Central do Brasil, em 1910, os vagões de carga trouxeram um considerável volume de material para a construção de uma ponte sobre o Rio São Francisco [...] vinculada ao antigo projeto de ligar por ferrovia o Rio de Janeiro a Belém do Pará. [...] Em 1920, a ponte começou a ser construída em frente ao porto [...] acima das corredeiras[...] O material era todo importado. As partes metálicas vieram da Bélgica. O cimento, em tambores, dos Estados Unidos. [...] A inauguração, com o nome de Marechal Hermes, se deu sim bolicamente em 7 de outubro de 1922 [...] tem 694 metros de comprimento em 14 vãos, sendo os 10 centrais de 55 metros e os 4 marginais de 36 metros cada. A sua largura total é de 8 metros, com 2 passeios laterais de 2 metros de largura.” (www.pirapora.mg.gov.br , 2006, maio 11) 12

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a Marinha. O local onde se localiza a Colônia é de uma beleza exuberante, propício aos encontros e a se deixar ficar para olhar o rio. É freqüente a presença de pescadores por lá. Muitas vezes não se vê nem mesmo eles conversando: apenas olham o rio. Observam o rio, sabem do seu comportamento e do comportamento dos peixes. Um deles disse que olha sempre para a torre da igreja de Buritizeiro, cidade que se localiza do outro lado do rio, e do outro lado da ponte. Se a torre está encoberta, ele sabe que vem chuva lá dos lados do Rio Abaeté, rio forte e traiçoeiro. Rapidamente, disse, o São Francisco pode encher, mas também, rapidamente, baixar. É preciso proteger, portanto, os barcos, de tal forma que eles não sucumbam à força das águas na cheia, e não fiquem na areia na baixa do rio. O tempo de observar é, portanto, não apenas o tempo de esperar, de contemplar, mas também o tempo de aprender com o rio, e de proteger os equipamentos do ofício. Barra do Guaicuí, distrito de Várzea da Palma, é um local de pescadores e de agricultores assim como Ibiaí, hoje com 7.247 habitantes. A cidade, sede do município, tem apenas duas ruas asfaltadas, o comércio é pobre, inexistem indústrias. Nem um nem outro possuem algum tipo de artesanato típico. A maior cidade próxima é Pirapora que, por sua vez, dista 5 horas de ônibus de Belo Horizonte. A pesca é, portanto, no contexto local, uma atividade fundamental dada a sua regularidade e o fato de propiciar, aos pescadores coloniados, uma renda segura de um salário mínimo ao mês durante a época do defeso, de novembro a março, quando a pesca é proibida.

Figura 2: Carranca do Rio São Francisco. www.overmundo.com.br, setembro de 2009

Os endereços das famílias de pescadores foram obtidos junto às Colônias de Pescadores localizadas em Três Marias e Pirapora. Foram caracterizados 421 domicílios e famílias e, nessas, 2060 pessoas. O maior número de famílias entrevistadas está em Três Marias (N= 117) e o menor em Ibiaí (N=57). O número de pessoas por domicílio varia de 4,4 em Três Marias a 5,3 em Ibiaí. 431

Quanto à idade, nos grupos de pescadores, a participação de pessoas na faixa etária de até 14 anos (a partir da qual legalmente se pode trabalhar) varia de 23,6% em Três Marias a 38,7% em Ibiaí, demonstrando a maior presença de crianças e adolescentes em Ibiaí e, conseqüentemente, uma maior taxa de dependência. No município como um todo, a participação da população de até 14 anos varia de 30% em Três Marias e Pirapora (municípios mais urbanos) a 39% em Ibiaí (município mais rural). Aceita-se, neste trabalho, a definição de urbano como modo de vida que vem da Sociologia Clássica. Nessa definição, as características básicas do urbano são volume e densidade demográficas e heterogeneidade social, características das quais outras são provenientes: predomínio das relações secundárias (não face-a-face e não afetivas), individualismo, papéis segmentares, propensão à mudança, mobilidade social, pensamento abstrato (Germani, 1969). No contexto municipal, portanto, quando o município é mais urbano, a taxa de dependência entre os pescadores é mais baixa; quando o município é menos urbano, a taxa de dependência é mais alta e equivalente ao geral. A prova crucial dessa observação encontrase na comparação de Barra do Guaicuí, distrito menos urbano, com o município de Várzea do qual faz parte e que integra a cidade de Várzea da Palma (portanto o dado do município, ao incorporar o da cidade de Várzea, expressa padrões mais urbanos): enquanto que, em Barra, a porcentagem de pessoas de até 14 anos, no grupo de famílias de pescadores, é de 37%, no município é de 33%. Três Marias e Pirapora, portanto, possuem uma vantagem, um bônus demográfico, quando comparados às outras localidades, na medida em que apresentam uma mais baixa taxa de dependência. Os dados indicam também que Três Marias e Pirapora introduziram alguma racionalidade e, conseqüentemente, previsão quanto ao número de filhos em relação aos recursos disponíveis. A capacidade de prever o futuro e utilizar essa capacidade para orientar as decisões no presente é indicador de racionalidade. As pessoas, em geral, quando inquiridas quanto à cor, tendiam a responder “moreno” com variações de tonalidade. Muitas expressaram estranheza com relação à pergunta, afirmando claramente que não viam importância na questão apresentada na pergunta. Quando solicitadas a se classificar nas categorias do IBGE – Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística13, em Três Marias, 40,9% se declararam brancas, participação que cai para 26,0% em São Gonçalo, 13,6% em Pirapora, 13,8% em Guaicuí e 22,4% em Ibiaí 14, demonstrando que, quanto mais ao norte e quanto maior a pobreza, maior a participação de pessoas negras (de cor preta e parda). No Estado, a participação de pessoas de cor preta e parda é de 45,3%, segundo o Censo de 2000. Portanto, em todos os municípios a

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As categorias são: branca, preta, parda, amarela, indígena. Em todas as localidades, a presença de pessoas de cor branca é menor do que a que havia no Estado em 2000. Conforme dados do Censo Demográfico realizado pelo IBGE, essa participação era de 53,8%. A presença maior de pessoas de cor branca em Três Marias poderia ser explicada pela origem da cidade associada à construção da barragem? 14

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participação de pessoas de cor preta e parda entre os pescadores é bem superior a observada no Estado. Os informantes resistiam a se classificar nas categorias de cor do IBGE, resistência menor em Três Marias e Beira Rio (São Gonçalo) e maior em Pirapora, Barra do Guaicuí e Ibiaí. Beira Rio é uma presença atípica nesse contexto: bairro de pescadores, é caracteristicamente negro e apresenta uma taxa baixa de não resposta quanto à classificação por cor. Isso talvez porque, ao participar social e culturalmente da vida de Três Marias, tem esse contexto, mais desigual do ponto de vista de cor e de modo de vida mais urbano, como referência, o que se associa a uma maior probabilidade de classificação por cor segundo padrões mais universais. Além disso, do ponto de vista econômico, tem a mesma situação privilegiada que Três Marias na relação com o rio, participando de um contexto que, relativamente às demais localidades estudadas, apresenta maior dinamismo econômico. Isso se expressa nos rendimentos declarados: em Três Marias e em Beira Rio, apenas 35,7% e 32,8%, respectivamente, declararam renda familiar per capita de apenas até meio salário mínimo (inclusive)15, porcentagem que sobe para 62,7%, 65,0% e 70,3%, respectivamente para Pirapora, Barra do Guaicuí e Ibiaí. O IETS – Instituto de Estudos do Trabalho e Sociedade, e com um corte de pouco mais de meio salário per capita como linha de pobreza para o Estado de Minas Gerais, estimou a pobreza no Estado em 22,3% da população16 (www.iets.org.br, 2006). Para o Brasil, essa participação sobe para 32,1%. No contexto do Estado, portanto, os grupos de pescadores apresentam uma alta participação de pessoas pobres, principalmente entre aqueles moradores de Pirapora, Ibiaí e Barra do Guaicuí. No contexto do Brasil, as famílias de pescadores de Três Marias e Beira Rio têm um perfil de distribuição de renda próximo da tendência geral do país, e as demais localidades revelam um perfil mais empobrecido. Lembra-se ainda que as famílias que entraram no Censo deveriam ter pelo menos um componente que fosse pescador coloniado. Pode haver, entre os componentes, pessoas que desempenham outro tipo de ocupação. Em Três Marias, a porcentagem de pessoas nas famílias de pescadores que desempenham outra ocupação é 41,4%. Em Pirapora, a mais urbana das outras localidades, essa porcentagem é de apenas 37,5%. As demais localidades apresentam porcentagem abaixo da de Pirapora, dados que indicam a maior dependência da pesca entre as famílias dessas localidades. Três Marias apresenta, portanto, a maior diversidade ocupacional e também os mais altos rendimentos médios do trabalho (1,6 salários mínimos). Beira Rio acompanha Três Marias, com 1,3 salários

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Utilizou-se aqui o corte de meio salário mínimo para delimitar a pobreza com referência o decreto 3877, de 24 de julho de 2001 que institui o Cadastramento Único para Programas Sociais do Governo Federal, que busca mapear, identificar e caracterizar as famílias de baixa renda. Pelas normas, as famílias com renda per capita de até meio salário mínimo devem ser cadastradas par a se habilitar a algum benefício social. 16 Essa estimativa foi feita com base nos dados da PNAD – Pesquisa Nacional por Amostra Domiciliar, realizada anualmente pelo IBGE - Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística.

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mínimos17, de renda média do trabalho. O mais baixo está em Ibiaí (0,9 salário mínimo), situação que é aí agravada pela maior presença de pessoas com até 14 anos. Apesar de não se negar a pobreza das famílias de pescadores, reafirma-se que, no contexto empobrecido geral, os pescadores possuem uma posição privilegiada.

Mais do que a

pobreza, o que inquieta é a vulnerabilidade da categoria: a morte do rio, temor expresso nas conversas em geral e, desde 2005, doídamente indicado pela mortandade de surubins, é a morte do pescador. Regra geral, o pai do pescador ou foi pescador ou roceiro; a mãe, em geral, dona de casa. O pescador tem baixa escolaridade e outras possibilidades de sobrevivência são limitadas: o seu saber fazer, além da pesca, limita-se à roça e a atividades de construção civil. Seus filhos também possuem horizonte limitado. Portanto, extinta a pesca como possibilidade econômica, nas condições atuais, resta-lhe ir para a periferia pobre das grandes cidades. Variáveis como sexo e renda indicam, no interior do grupo de famílias de pescadores artesanais, uma maior desigualdade social em Três Marias. Isto é, mesmo no grupo identificado por uma ocupação – a pesca – há diferenças entre mulheres e homens, no sentido de como se apropriar das possibilidades econômicas: ou pela maior variedade de possibilidades ocupacionais, mesmo que associadas a baixos rendimentos, ou pela maior produtividade do rio. Maior variedade de possibilidades ocupacionais e maior produtividade do rio do ponto de vista do pescado caracterizam Três Marias e, por extensão, Beira Rio. A desigualdade, porém, é expressiva. As mulheres, mesmo tendo maior escolaridade, declaram menor rendimento: os homens declararam, em média, 1,7 salários mínimos; as mulheres, 1,2. Isso pode indicar que, nas condições dadas, o rendimento da pesca é superior ao rendimento das outras atividades, dado que os homens se dedicam mais à pesca e com carteira e as mulheres mais a outras ocupações e sem carteira. O número maior de hotéis, de clubes, de casas de veraneio na região de Três Marias aumenta a possibilidade de trabalhos associados ao saber doméstico. No total das localidades, o rendimento médio mensal dos homens é de 1,3 salários mínimos e o das mulheres é de 1,0.’ A cor, ao contrário, não está associada, em Três Marias, a diferenças de rendimento. O contrário acontece em Beira Rio e em Barra do Guaicuí, onde pessoas de cor branca têm maior rendimento; em Pirapora, a vantagem é para pessoas de cor negra (preta+ parda). O rendimento médio mensal de pessoas brancas é de 1,3 salários mínimos; o de pessoas negras é de 1,2. Esses dados demonstram que o sexo é fonte de maior desigualdade do que a cor.

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Em Três Marias e em Beira Rio o preço do peixe no mercado é superior ao das outras localidades dada a posição privilegiada na rede de comunicação entre Belo Horizonte e Brasília.

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Excluída a taxa de analfabetismo da população adulta, que incorpora situações do passado em que a mulher era culturalmente excluída da escola, os indicadores atuais de escolaridade indicam uma feminilização da escola: as porcentagens de mulheres na escola superam a de homens, nas idades mais compatíveis com ensino fundamental e médio. Isso novamente indica o rendimento maior trazido pela pesca, à qual os homens se associam mais e para a qual não se exige escolaridade. Homens mais precocemente se integram no mercado de trabalho da pesca, que exige menor escolaridade e se associa à maior. Na verdade, em grande parte das atividades exercidas pelas mulheres, mais associadas às atividades domésticas (empregada doméstica, diarista, caseira, passadora e lavadora de roupa, entre outras, atividades que possuem uma dimensão ligada às relações sociais mais intensa que a atividade da pesca), também não se exige escolaridade, mas se exige um certo traquejo social, possível de ser conquistado na escola. Essas formas de inserção no mercado de trabalho e de diferenças de rendimento encontradas em Três Marias vão se repetir nas outras localidades, com menor intensidade. Das mulheres com 15 anos e mais, a participação de pessoas ativas varia de 33,3% em Pirapora a 53,9% em São Gonçalo. Dessas, porém, a participação das que se dedicam à pesca é, em Pirapora, 21% e, em Três Marias, 39%. Em Guaicuí, essa participação sobe para 51%; em Ibiaí, 56,4%; em Beira Rio, 65,6%. Á medida em que sobe a participação da mulher na pesca, aumenta também a dependência da família da atividade da pesca. Essa dependência pode não ser tão sofrida em Beira Rio, dada a maior produtividade do rio. Em geral, a mulher, quando pesca, o faz de linha e à margem do rio, pescando peixes de baixo valor comercial. Pescar de barco, aventurando-se no rio, o surubim, peixe de profundeza, ou dourado, peixe “brigão” de superfície - peixes cuja pesca leva a relatos orgulhosos de pescadores, freqüentemente associado ao registro fotográfico, e de identificação com o São Francisco - é coisa de homem. Em Ibiaí, Beira Rio e Barra do Guaicuí algumas mulheres afirmam pescar também de barco, apesar de considerar que esse tipo de pesca é pouco compatível com a atividade doméstica, basicamente responsabilidade da mulher. Geralmente a mulher, quando participa das atividades da pesca, limpa e fileta os peixes e faz e conserta redes. Mesmo a importância da filetagem e da limpeza de peixes, segundo relato de um pescador de aproximadamente 50 anos de Barra do Guaicuí, está diminuindo. Nas suas lembranças, diz ele, quando criança e ao voltar da pesca com o pai, via as margens do São Francisco repletas de mulheres que esperavam os peixes para limpá-los e salgá-los. Com a chegada do gelo, a atividade das mulheres perdeu importância. O peixe, tão logo pescado, podia ser preservado no gelo e passado para um atravessador para que o comercializasse. Em Ibiaí, porém, ainda é expressiva a freqüência de mulheres que dizem se dedicar à pesca da mesma forma que os homens. Inclusive, nas reuniões de pescadores,

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é expressiva a participação de mulheres, participação nula em Pirapora e pequena em Três Marias, que reúne também pescadores do Beira Rio. As atividades desempenhadas por homens e mulheres – pesca, roça, construção civil, atividades domésticas – seguem uma herança que vem dos pais, que também foram roceiros, pescadores, donas-de-casa. É com o pai que se aprende a pescar e com a mãe que se aprende a cuidar da casa e costurar. Com os dois, se aprende a cuidar da terra. A primeira atividade econômica exercida pelos responsáveis pela família também se enquadra nessas categorias, com destaque para a roça: é como se os pescadores tivessem migrado da roça para a pesca. Com uma freqüência menor de citações aparece a área de vendas (balconista, principalmente), em especial em Três Marias e Pirapora. Inquiridos sobre o que sabem fazer, homens e mulheres limitam-se a falar de saberes que podem ser classificados nessas mesmas categorias. Inquiridos sobre o que gostariam de aprender, afirmam também possibilidades que podem ser classificadas nas mesmas categorias. Isso pode indicar ou o não conhecimento de possibilidades que vão além dos limites do cotidiano ou um senso profundo de realidade que não lhes permite sonhar e ousar mesmo que na imaginação. Uma e outra possibilidade se contrapõem à liberdade, definida enquanto possibilidade de escolha (Sen, 1993) e, portanto, tendo a informação como pressuposto. Pelos dados apresentados vai se configurando um quadro que caracteriza Três Marias, entre as localidades estudadas, como a mais diferenciada socialmente, com um processo mais acentuado, portanto, de individuação (que se contrapõe à comunidade), seguida de Pirapora. Ibiaí e Barra do Guaicuí estariam no extremo oposto como localidades caracterizadas por relações mais comunitárias. Beira Rio é um caso particular: integra traços de comunidade (contigüidade, vizinhança, relações face-a-face) e de individualismo, nas orientações de ação, por participar do mesmo contexto cultural e social que Três Marias. Enquanto que em Três Marias os endereços de famílias de pescadores estão distribuídos em 17 bairros, e em Pirapora estão distribuídos em 13, em Beira Rio, em Barra do Guaicuí e em Ibiaí a proximidade física de famílias de pescadores, constituindo comunidades de vizinhança, é significativa. Outro indicador que expressa essas tendências é a religião: Ibiaí é predominantemente católica (93% da população estudada); Três Marias se diferencia um pouco mais (74% de católicos, 20% de evangélicos e 5% sem religião). Beira Rio e Guaicuí se destacam com a maior presença de evangélicos: 25% e 27% respectivamente 18. Apesar de uma população predominantemente negra, não apareceram citações de religiões afrobrasileiras. Ressalta-se também que a entrada de religiões evangélicas afasta a possibilidade confessional de religiões afro-brasileiras e também a dimensão quase teatral 18

Nas oficinas e em outras reuniões, como as do censo comunitário, teve-se a impressão de que as localidades são predominantemente evangélicas, dada a maior visibilidade dessa profissão de fé. Parece que os evangélicos têm uma maior disposição para partici para das reuniões e, nelas, de manifestar sua presença. Há sempre uma disposição pela evangelização. Os resultados do censo domiciliar demonstraram, porém, que essa impressão era falsa. Mesmo assim, os dados indicam que é significativa a entrada de religiões evangélicas em áreas que eram tradicionalmente católicas.

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de representação e simbolismo muito própria do catolicismo tradicional (imagens, procissões, rituais expressivos como missa). Essa dimensão teatral do catolicismo o torna mais afim das religiões afro-brasileiras produzindo uma disposição comportamental que contribui para fundamentar algumas expressões de cultura popular. Alguns pescadores relataram que, ao se converter à religião evangélica, deixaram de esculpir, pois a escultura está associada à imagem. Mary Douglas (2005) constrói um esquema teórico, a partir de registros empíricos da Antropologia, para entender os controles ao comportamento na ausência de fronteiras e de moralidade do grupo, isto é, em situações individualistas. Ela opera com duas variáveis: grade e grupo. Grade nomeia o ambiente criado pelos indivíduos em sua interação recíproca. A grade varia de forte – que identifica situações de isolamento que os impedem de transacionar livremente – a fraca – quando o isolamento diminui e os indivíduos têm um âmbito maior para negociar entre si como quiserem, o que não é necessariamente desorganização e falta de regras. Do ponto de vista do grupo no qual os indivíduos estão inseridos, a questão é saber a força com a qual ele pode impor valores sobre os indivíduos. Em grade, portanto, observa-se a intensidade das relações sociais; em grupo, a força dos valores culturais que determinam o comportamento. Em sociedades de grade fraca e grupos fracos, em vez da imposição dos valores sobre os indivíduos, a responsabilidade pessoal destes últimos é cristalizada no triângulo de honra, vergonha e sorte.[...] Em vez de aceitar seu quinhão num determinado esquema de coisas, como faz onde a grade é forte, cada família está envolvida, para sua própria sobrevivência, no esforço por alianças vantajosas – conjugais, defensivas ou financeiras. E assim deve ser; para relações entre indivíduos governados por uma hierarquia fortemente contestada mais do que por valores de grupos, não há imposições redistributivas, nem restrições às despesas ou poupança (Douglas, 2005: 81). É possível associar grupos fortes à comunidade e grupos fracos à sociedade (de indivíduos)19. A concordar com Mary Douglas, e como Três Marias foi caracterizada, entre as localidades, como a com traços menos comunitários, seguida de Pirapora, é possível esperar, da população estudada, um comportamento de resistência a acordos que, se acredita, possam restringir as possibilidades de ação, como, por exemplo, controles de estoque os quais são sempre subordinados a normas coletivamente construídas. Em Três Marias, a resistência provavelmente será maior dado que os rendimentos provenientes da pesca são maiores o que significa, em um ambiente social de restrições e redistribuições, perda maior. Nas demais localidades, é provável uma adesão maior a comportamentos

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Essa abordagem encontra paralelo em Hardin (1964), especificamente na “Tragédia dos Comuns” pela qual se considera que, no caso de recursos comuns, sem a força normativa de grupos, a lógica individualista superaria a coletiva na prática de obtenção dos rec ursos. A lógica individualista predominaria nos grupos fracos. Nesses grupos, possivelmente a escassez de recursos possa intensificar a exploração sem limites dos recursos, no sentido de que “já vai acabar” os recursos são de quem chegar primeiro.

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coletivamente construídos. Efetivamente, foi assim que as diferentes localidades responderam à proposta de trabalhar em direção aos acordos: a adesão do Beira Rio, de Ibiaí e de Barra do Guaicuí foi imediata e contínua. De seus representantes é que partiram propostas de adesão mais explícitas de buscar alternativas de renda, colaborar em atividades de recuperação de lagoas marginais e de mata ciliar, e de participar de pesquisas de estimativas de estoque. O grupo de Três Marias, integrado ao do Beira Rio, manifestouse mais decisivamente apenas quando dos movimentos para discutir a mortandade dos surubins, peixe símbolo da masculinidade da pesca e de maior valor de mercado, evento que poderia imediatamente afetar os rendimentos da pesca. Quanto ao desenvolvimento local, tanto maior o núcleo urbano e tanto mais intensas as relações com centros maiores, possibilitadas pelos meios de transporte, tanto mais dinâmica economicamente a localidade será. Três Marias e Beira Rio, nesse sentido, apresentam situação privilegiada quando comparada à das demais localidades. Quanto ao gênero20, observa-se que nas localidades mais urbanas, do ponto de vista de orientação da ação, e mais dinâmicas economicamente, as distinções de inserção no mercado de trabalho são mais pronunciadas. Quando as oportunidades de inserção no mercado de trabalho se ampliam e se diversificam, mesmo com postos de trabalho associados a baixos rendimentos, mais as mulheres tendem a se ocupar de atividades tidas como femininas. Assim, em Três Marias, é menor o número de mulheres que diz se ocupar da pesca, em especial da captura, e maior o número das que se ocupam em atividades domésticas (serviços) e comerciais. Em Ibiaí, aumenta em muito o número de mulheres que dizem se ocupar da pesca. Pirapora configura um caso à parte. Muito dinâmica quando da navegação do São Francisco, parece que traz dessa época valores relativos ao trabalho da mulher incompatíveis com um momento de baixo dinamismo econômico. Assim, a freqüência de mulheres que se dedicam às atividades da pesca é tão pouco expressiva quanto o é a freqüência de mulheres que se dedicam a atividades domésticas. Essas diferenças na participação de mulheres no mercado de trabalho podem ser parte do processo de diferenciação, o qual: implica

a

separação

das

diversas

modalidades

de

encadeamentos

significativo da ação (artística, religiosa e assim por diante) sobre as quais pode incidir a racionalização [...]. A racionalização é o processo que confere significado à diferenciação de linhas de ação. Há, assim, [...] uma lógica intrínseca que comanda o encadeamento dos significados em cada uma das linhas de ação (Cohn, 1995: 13, 17).

20

Neste trabalho a categoria gênero ficou apenas identificada pelo indicador de sexo, dado que se considera que é, a partir do reconhecimento de uma característica biológica, que a sociedade atribui distintos papéis a distintas características e que esses papéis associam-se a construções de subjetividades.

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A definição das linhas de ação associadas a gênero pode estar submetida a esses mesmos processos de diferenciação e de racionalização. Sob a lógica da sociedade, homens e mulheres não só se diferenciariam como atribuiriam significados que justificam e explicam essas diferenças, além de utilizarem-nas para orientar as escolhas e curso das ações. A diferenciação entre homens e mulheres , portanto, pode ser indicador de racionalização. Durkheim (1983), em uma outra perspectiva teórica afirma esse processo de diferenciação crescente: a mulher (dos) tempos distantes não era de maneira alguma a criatura frágil que se tornou com o progresso da moralidade.[...] Estas semelhanças anatômicas são acompanhadas de semelhanças funcionais. [...] as funções femininas não se distinguem claramente das funções masculinas [...] Um dos atributos hoje distintivos da mulher, a doçura, não parece ter-lhe pertencido primitivamente [...] Ora, é certo que, ao mesmo tempo, o trabalho sexual dividiu-se cada vez mais. Limitado primeiramente apenas às funções sexuais, estendeu-se pouco a pouco a várias outras. Há muito tempo a mulher retirouse da guerra, dos negócios públicos, há muito tempo sua vida concentrou-se totalmente no interior da família. Depois, seu papel não fez senão especializar-se mais. Hoje, nos povos cultivados, a mulher leva uma existência completamente diferente daquela do homem (Durkheim, 1983: 328 - 329).

Mesmo observando, ao tempo em que escreve (final do século XIX), que, de algumas áreas como a arte e as letras, as mulheres se ocupam tanto quanto os homens, indicando um processo de homogeneização, Durkheim acredita que “esse retorno à homogeneidade primitiva poderia ser bem o começo de uma nova diferenciação” (Durkheim, 1983: 331). Para Durkheim, portanto, as distinções de sexo são socialmente construídas, ao ponto de, a partir dessa construção social, se alterar o corpo de um e de outro sexo incluindo o tamanho do cérebro. Essas distinções acompanhariam o processo de divisão do trabalho e de especialização. A partir de Weber (1995), poder-se-ia pensar que essas distinções acompanhariam o processo de racionalização.

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Considerações finais Tais reflexões poderiam ajudar a entender as distinções em Três Marias e Ibiaí, na inserção das mulheres no mercado de trabalho. Possivelmente na inserção em uma rede de relações mais ampliada como a que acontece em Três Marias, localidade mais diferenciada do ponto de vista do trabalho, a mulher tende a escolher, no mercado de identidades de trabalho que a ela se oferece, aquelas mais afins a um modelo desejado de mulher, mais difícil de se ter acesso em uma situação em que as possibilidades abertas à mulher são mais restritas como acontece em Ibiaí. No transcorrer das atividades de desenvolvimento comunitário, essas diferenças foram também percebidas quanto às disposições diferentes de homens e mulheres para participar das atividades propostas. As mulheres pouco se dispuseram a participar das atividades mais associadas ao desenvolvimento de liderança e de capacidade de gestão. Nessas atividades, o interesse era mais explícito entre os homens. Ao contrário, nas atividades em que alguma habilidade referente ao trato do peixe (oficinas de defumação, salgamento, retirada de espinha, por exemplo) era tratada, as mulheres se dispuseram mais frequentemente a participar. Na pesquisa de avaliação, algumas relataram que participaram dessas oficinas muitas vezes contrariando a proibição do marido, dado que elas deveriam viajar e ficar alguns dias fora de casa, quando a oficina era em outra cidade. Ao contrário, justificavam a não participação em oficinas de liderança ou de gestão pela não possibilidade de deixar a casa e a família por algum tempo. Essas poucas observações demonstram a necessidade de se delinear caminhos diferentes para envolver homens e mulheres no esforço do desenvolvimento comunitário.

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Páginas web www.pirapora.mg.gov.br , em maio de 2006 www.iets.org.br, 2006.

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