Saint Pierre de Firminy El edificio como objet a reaction emouvante
Descripción
Programa de Doctorado: TEORÍA Y PRÁCTICA DEL PROYECTO Departamento:
PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA
Título de Tesis Doctoral: Autor:
SAINT-PIERRE DE FIRMINY-VERT el edificio como objet-à-réaction-émouvante LUIS BURRIEL BIELZA, ARQUITECTO
Director de Tesis: IGNACIO VICENS Y HUALDE, DOCTOR ARQUITECTO Año: 2010
0.- INDICE AGRADECIMIENTOS
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RESUMEN ABSTRACT
5 7
INTRODUCCIÓN
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01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13
17 29 41 55 89 101 123 139 167 177 195 241 271
H + Coquille L’Objet-à-réaction-poétique Une Maison - Un Temple Standart du paysage Del cuadrado al círculo: l’Espace Indicible La espiral como síntesis de los modelos Occidental y Oriental Las mezquitas de Estambul El altar y la puerta La espiral como modelo estructural La espiral en Firminy-Vert La luz, mecanismo de revelación El agua, instrumento de modelado La acústica de la palabra
CONCLUSIÓN Maurice Cocagnac: in memoriam
297 301
ANEXOS 01.- Correlación de las cuatro entregas oficiales EG FIR “ Cahier Noir” - Archivos Fondation Le Corbusier 02.- Correspondencia EG FIR seleccionada 03.- Fotografías de la colección Lucien Hervé 04.- Créditos fotográficos de los capítulos
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BIBLIOGRAFÍA JERARQUIZADA
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AGRADECIMIENTOS A Marta por su infinita paciencia, por su apoyo incondicional y por su comprensión. A Jose Oubrerie por la amistad surgida a lo largo de este viaje, por las oportunidades que me ha brindado y por luchar durante cuarenta años por un sueño. A Josep Quetglas por el apoyo prestado, por ayudarme a acotar el alcance de esta investigación, por sus incisivos apuntes y por la pasión y el rigor con los que desentraña y da a conocer la obra de Le Corbusier. A Romain Chazalon, Christian Garrier, Dominique Claudius-Petit, Yvan Mettaud, y a muchas otras personas que desde Paris, Saint-Etienne y Firminy han estado en conexión con el proyecto hoy construido, cuya compañía ha servido para aligerar este fatigoso trabajo. A la Fondation Le Corbusier, a Michel Richard su director y muy especialmente a Arnaud Dercelles y Léa Demillac por su profesionalidad, por la agilidad y disponibilidad para satisfacer mis intempestivas peticiones y por la cercana relación que a través de todas estas visitas se ha forjado. Al padre Michel Albaric op., archivista de la Biblioteca de Saulchoir, Paris, sede actual de los Archivos de la Provincia Dominica de Francia, por su desinteresada colaboración, por su espíritu investigador y por su generosidad. A la Fundación J. Paul Getty y al Getty Research Institute, por la concesión de la beca que me ha permitido acceder al archivo fotográfico de Lucien Hervé: “2002.R.41: Lucien Herve’s photographs of architecture and artworks by Le Corbusier”, así como a Wim de Wit, Susan M. Allen y Virginia Moklaveskas por la confianza depositada en mi trabajo y por su inestimable colaboración durante la estancia. En definitiva, a mis compañeros de estudio, y a todos los familiares y amigos que en menor o mayor medida han tenido que sufrir las exigencias que se desprenden de la exclusiva dedicación que ha demandado esta Tesis.
Au père Cocagnac, mort le 18 décembre 2006 peu avant de voir sa grande contribution à FirminyVert finalement achevée.....
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RESUMEN La iglesia parroquial de Saint-Pierre de Firminy-Vert constituye uno de aquellos proyectos que desde el primer golpe de vista despiertan y excitan nuestra curiosidad, avivan un profundo sentimiento de emoción, al tiempo que remueven en nuestras entrañas un cierto desconcierto. La aparente sencillez de cada croquis, así como del resultado definitivo fijado en 1963 nos abandona frente a la arrolladora perplejidad que nos invade en una primera aproximación. Su geometría elemental y su claridad espacial esconden y disimulan el sutil proceso de destilación a través del cuál el autor ha obtenido, ha “fabricado” este objeto, fiel reflejo de evocadoras fantasías. Como subraya el propio Le Corbusier en su copia de “L’homme, cet inconnu” del doctor Alexis Carrel: “En fait, la simplicité fonctionelle a toujours un substratum complexe”1. Realizado al final de una prolífica carrera, condensa todas aquellas obsesiones que han ido materializándose poco a poco, estableciendo una formación conceptual lenta pero continua, casi biológica. Posos que flotan en suspensión, que se acumulan lentamente por sedimentación en cada uno de sus proyectos hasta precipitarse en un sólido resultado, tangible, denso e intenso como esta iglesia. Una evolución que nos permite, como en la propia naturaleza, encontrar rastros y trazas de esta nueva especie en aquellas que la han precedido, en aquellas que la han dado forma. Pero que al mismo tiempo también posibilita el camino inverso, es decir, descubrir rastros y trazas de las anteriores en ésta última. Cada proyecto es un pequeño paso que, desplazándose de un lado a otro, avanza inexorablemente hacia un objetivo claro: la machine à émouvoir. Le Corbusier acomete la disciplina de la Arquitectura desplegando sus inquietudes en varios frentes simultáneos. La crítica, por norma general, ha descuidado esta consonancia de intereses comunes, fragmentando y disgregando aspectos aparentemente inconexos que en realidad vibran animados por la misma energía que les da forma: la poesía. Este trabajo quiere rescatar y reubicar todos esas piezas, que iluminadas bajo un mismo fulgor han de ayudar a comprender esta visión integradora. No es una lectura unívoca, lineal. A través de este viaje perfilaremos un extenso mapa de conexiones e interacciones que en última instancia pondrán de manifiesto una discurso proyectual monolítico, sintético e universal. Como vehículo de traslación, queremos utilizar una obra de reconocida proyección pero que al mismo tiempo ha permanecido hasta nuestros días ajena al alcance del rigor científico y analítico que se merece. Su estudio nos permitirá fijar un punto de origen, un punto de apoyo, una atalaya desde la que iniciar una larga marcha que, en último término, nos ha de conducir a la misma posición desde donde comenzamos, cerrando así un ciclo vital.
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“De hecho, la simplicidad funcional siempre tiene un sustrato complejo”, Alexis Carrel, “L’homme, cet inconnu”, Plon, Paris: 1936, FLC J418, pag. 121
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ABSTRACT The parish church of Saint-Pierre of Firminy-Vert constitutes one of those projects that from the very first glance excites our curiosity, intensifies a deep feeling of emotion, while at the same time turns up a certain uneasyness in our heart. The apparent simplicity of each sketch, as well as of the final result determined in 1963, leaves us in front of a sweeping perplexity that unfolds further when we initiate its study. Its elemental geometry, as well as the clarity of its space hides and disguises the subtle process of distillation through which the author has obtained, “has made” this object, faithful reflection of evocative fantasies. As Le Corbusier himself underlines in his copy of “L'homme, cet inconnu” from doctor Alexis Carrel: “En fait, la simplicité fonctionelle a toujours un substratum complexe”2. Carried out at the end of a prolific career, condenses all those obsessions that have little by little crystallized, shaping the same concept in a slow yet, continuous, almost biological process. Dregs floating in suspension, which are slowly accumulated through sedimentation in each project until they turn up to be a solid result, tangible, dense and intense as this church. An evolution that allows us, like in the own nature, to find signs and traces of this new species in those they have preceded it, in those they have shaped it. But at the same time, it also makes possible the reverse process, that is to say, to discover signs and traces of the previous ones in this last one. Each project is a small step which moving from one side to another, advances inexorably towards a clear objective: la machine à émouvoir. Le Corbusier undertakes the discipline of Architecture unfolding his worries in several simultaneous fronts. The critic, as a general rule, has neglected this harmony of common interests, fragmenting and disintegrating apparently unconnected aspects that in fact vibrate animated by the same energy that shapes them: the poetry. This Phd. wants to rescue and to relocate all those pieces, which illuminated under the same ray of light help to understand this integrating vision. It is not an univocal, linear reading. Through this trip we will outline an extensive map of connections and interactions that in last instance will show a monolithic, synthetic and universal speech. As a transfer vehicle, we want to use a work of worldwide renown, but that at the same time, has remained till our present days out of reach from the scientific and analytical rigour it is deserved. Its study will allow us to fix up one origin, an standing point, a watchtower from which we shall be able to initiate one long march that in last term, should lead us to the same position from where we began, closing therefore a vital cycle.
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“In fact, fonctional simplicity always has a complex substrata”, Alexis Carrel, “L’homme, cet inconnu”, Plon, Paris: 1936, FLC J418, pag. 121
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"MA RECHERCHE, TOUT COMME MES SENTIMENTS, EST DIRIGÉE VERS CE QUI EST LA PRINCIPAL VALEUR DE LA VIE:
LA POÉSIE LA POÉSIE EST DANS LE CŒUR DE L’HOMME. ET C’EST POUR CELÀ QU’IL PEUT PÉNÉTRER LES RICHESSES DE LA NATURE"
"J’AI ENVIE DE RESTER DANS MON MÉTIER QUI EST D’ÊTRE UN
POÉTE"
BBC Television (British Broadcasting) émise le 15 Mars 1959 à 20 ½ heures (enregistré dans l’appartement de L-C à Paris le 27 janvier 1959) Confèrence dans le Cercle d’études architecturales, 14 Mars 1952. FLC X1 16 294 011
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"MI IVESTIGACIÓN, TANTO COMO MIS SENTIMIENTOS, ESTÁ DIRIGIDA HACIA AQUELLO QUE ES EL PRINCIPAL VALOR DE LA VIDA:
LA POESÍA LA POESÍA ESTÁ EN EL CORAZÓN DEL HOMBRE. Y ES POR ELLA QUE ÉL PUEDE PENETRAR LAS RIQUEZAS DE LA NATURALEZA"
"DESEO PERMANECER EN MI OFICIO, QUE ES SER UN
POETA"
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0.- INTRODUCCION Entre los proyectos de Le Corbusier destinados al culto católico, encontramos tres iconos que sobresalen por encima de otros y que llegaron a ser suficientemente desarrollados para constituir un “concepción aceptable” de iglesia. La capilla de NotreDame-du-Haut en Ronchamp, el convento de Santa María de La Tourette y la iglesia de Saint-Pierre de Firminy-Vert. Esta última, desarrollada hasta su muerte a partir del año 1960, verá levantados sus cimientos gracias a los denodados esfuerzos de su joven discípulo Jose Oubrerie, cinco años después de la muerte del maestro. Ahogado por la falta de presupuesto, sólo consiguió elevar los tres primeros niveles, quedando el edificio inconcluso, decapitado e inerte. Protegido del vandalismo que tiñó sus muros de béton-brut de pintura e ignorancia, ha permanecido hasta nuestros días como si de un búnker abandonado se tratase. Su escala, su programa, su situación, su concepción simbólica, el año en que se concibió, y la destreza con que estos factores se combinaron, la convierten en una síntesis póstuma de la teoría, no sólo arquitectónica sino también cosmológica de Le Corbusier. A la hora de tomar una decisión sobre el alcance biográfico del presente análisis, ha sido determinante imponer un límite en el espacio y en el tiempo. La complejidad del proceso que abarca el encargo del proyecto hasta la obra construida por Jose Oubrerie, los avatares históricos, familiares, religiosos y sobre todo, locales, impiden a día de hoy recopilar toda la información necesaria para poder arrojar algo de luz sobre el edificio hoy completado. Así me remito a la documentación referenciada hasta 1965, incluyendo aquella aparecida a posteriori en relación única y exclusivamente con el proyecto desarrollado en el 35 Rue de Sèvres. Esa documentación no sólo incluye la redactada o publicada directamente a través del Atelier. También se introduce la que durante ese mismo espacio de tiempo ha contribuido a la formación cultural, técnica, social y plástica de Le Corbusier, y por ende, del proyecto. Autores coetáneos, compañeros de viaje, eventos y documentos se adhieren como parte de las múltiples capas y facetas que construyen su carrera. Si bien su utilización no implica un acuerdo de intereses, su existencia puede servir como desencadenante a la hora de modificar o delimitar el territorio en el que se desarrolla la investigación del arquitecto. Resulta imposible desligar el estudio de un proyecto tan emblemático de toda la obra de este arquitecto. Dada la amplitud de su carrera y la evidente cohesión de la misma, esta investigación no se puede circunscribir exclusivamente a este proyecto, sino a un campo de juego más abierto que permitirá descubrir la Iglesia de Firminy-Vert en otros proyectos de Le Corbusier y de manera recíproca hallar otros proyectos de Le Corbusier en la Iglesia de Firminy-Vert. Por lo tanto, planteamos utilizar la Iglesia como instrumento y base estructural para comprender mejor la arquitectura y la figura de Charles Édouard-Jeanneret, “dit Le Corbusier”. Sin poder llegar a establecer una visión absolutamente sintética de la obra, la describimos a través de aproximaciones parciales, de las huellas que convergen en otros proyectos, de las pistas que somos capaces de rastrear en sus arquitecturas. Paralelismos, tangencias e intersecciones que definen un campo de juego donde conviven las obsesiones de Le Corbusier. Diferentes capítulos aparentemente inconexos que nos empujan de un lado al otro. Esta investigación, más que un tránsito lineal es un deambular, dejándonos llevar por las riquezas con las que nos obsequia la Naturaleza. Son visiones transversales que cruzan el tiempo y el espacio y que sólo la afilada inteligencia de Le Corbusier ha conseguido enhebrar a lo largo de su dilatada carrera, cristalizadas en productos tangibles. Al igual que en su arquitectura, no existe una visión única, un punto de vista soberano y absoluto, sino una acumulación de estratos, de perspectivas. Frente a una aproximación lineal, una aproximación en círculos. Como nos descubre el propio arquitecto: “La recherche de la vérité n'est pas facile. Car il n'y a pas de vérité aux extrêmes. La vérité coule entre deux rives, mince filet d'eau ou masse croulante du fleuve... Et à chaque jour différente”3. 3
“La búsqueda de la verdad no es fácil. Ya que no hay verdad en los extremos. La verdad fluye entre dos orillas, fino hilillo de agua o aplastante masa del río… Y a cada día diferente”, Le Corbusier, “Rien n’est transmissible que la pensée”, Le Corbusier Oeuvre Complète, Vol. 8, Les Dernières Oeuvres 1965-69, Willy Boesiger Editeur, Birkhäuser Publishers, Base-Boston-Berlin, 1999
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El proyecto resume y sintetiza dos aspectos. La Iglesia se ha convertido en catalizador de un proceso de más de cincuenta años de trabajo. Un resultado de su “recherche patiente”, destilación íntima de todas sus preocupaciones. Al tiempo que macera en su interior decisiones ensayadas en otros proyectos (fallidas o no), sigue demostrando la continua relectura de los maestros del pasado, de sus viajes, de sus agendas, de sus apuntes. De sus lecturas, de su pintura, de su escultura, en definitiva de la capacidad de concentrar y proyectar todas sus inquietudes en un objeto absolutamente íntimo y personal, que constituye al mismo tiempo una pequeña radiografía y una gran biografía. El segundo aspecto es la materialización de una obra como unión de la razón y la poesía, de la ingeniería y de la arquitectura, de lo tangible y lo intangible, de las necesidades del cliente y las aspiraciones del arquitecto. En definitiva, de esa absoluta integración de la “machine à habiter” y la “machine à émouvoir”, de esa arquitectura que se percibe desde la razón y desde el corazón4.
La inclusión del Poema de Ángulo Recto y su pintura en general en esta investigación, nos va a servir como aglomerante de todos estos componentes para combinarlos y releerlos, introduciendo la particular cosmogonía que el propio Le Corbusier confecciona durante los últimos años de su vida. La pintura, una disciplina básica en la concepción plástica de la obra del arquitecto: “J’ai, sans aucune prétention, mais dans le sentiment de la responsabilité des actes du peintre, ressenti ou subi la pression des possibilités plastiques et lyriques: les proportions ou nombres, l’activité des couleurs, le symbolique des formes et des lignes, la possibilité toujours latente de hausser le diapason au delà du faits divers”5. Proporción, números, colores y simbología: las herramientas y los instrumentos de los que dispone en el desarrollo de esta actividad, se trasladan y transplantan de unas Artes a las otras con absoluta flexibilidad y pertinencia. 4
Fotografía de la fachada Este, al fondo Le Corbusier y el padre Cocagnac desgranan y discuten los detalles del proceso. Una foto que de manera inconsciente y fortuita, revela esta dicotomía que se va a plantear a lo largo de todo el proceso. La fachada Sur, a fachada Norte; la potencia plástica, la contención formal; el arquitecto, el cliente; los anhelos espaciales, las necesidades litúrgicas; la forma, la función: el corazón y el cerebro. / Fotografía de J. Caps perteneciente al dossier de documentos no publicados del número de L’Art Sacré dedicado a la iglesia. Archivos Dominicos de la Provincia de Francia. 5
“Yo, sin ninguna pretensión, pero en el sentimiento de la responsabilidad de los actos del pintor, he experimentado o sufrido la presión de las posibilidades plásticas y líricas: las proporciones o los números, la actividad de los colores, la simbología de las formas y de las líneas, la posibilidad siempre latente de alzar el diapasón más allá de los hechos diversos”, Le Corbusier, redacción revisada de L’Espace Indicible, FLC B3 7 253
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Organizamos nuestro discurso como un recorrido que sirva de herramienta para visitar sitios inéditos, pero también para re-visitar lugares conocidos en donde describiremos acontecimientos diferentes, porque se analizan bajo una nueva óptica. El mítico Viaje de Oriente, vital para Le Corbusier: "Je suis frappé de considérer mon grand voyage d'orient (spontané) (Gréco [¿ ?] [Budapest et Bucarest]) fil conducteur aux sources (lumière demeure toute ma vie”6 o sus viajes de madurez. Relaciones transversales entre acontecimientos dispares en el tiempo y en la geografía. Documentos inéditos, fotografías, postales, intenciones abandonadas o redescubiertas, retazos de su memoria. Una importante fase de relectura de su biblioteca personal también arroja miradas sobre sus inquietudes intelectuales. En concreto, cabe resaltar el estudio del importante papel de la revista L’Art Sacré como fuente formativa y documental del Atelier. Sorprenderá la gran cantidad de ilustraciones incluidas en el trabajo. Le Corbusier es un poeta eminentemente visual y la calidad de la imagen prima en todos y cada uno de sus discursos, conferencias o publicaciones. Se manejan así dos trayectos paralelos que introducen claves complementarias entre sí. El primero dispone un recorrido que el autor ha hecho suyo, inherentemente “subjetivo”. El segundo establece un recorrido alternativo para la Tesis a través de este elenco de imágenes, liberando así la mente del lector de un razonamiento “fabricado por el autor”. Las conclusiones y reflexiones del que redacta estas líneas pueden contaminar y relativizar un razonamiento paralelo que se despliega desde este material “objetivo”, capaz de desencadenar una re-interpretación personal. Una información, que por su cantidad e importancia debe de servir para abrir una nueva brecha, un nuevo camino. En definitiva, proporcionar una base de apoyo. El título escogido puede resultar un tanto críptico. Introduce un pequeño guiño, un juego de palabras a través de dos definiciones originales del arquitecto. Una manipulación que enfoca la vista en una dirección: el desencadenamiento de la emoción. Le Corbusier define el Partenón como "une machine à émouvoir" en el número 16 de la revista L ‘Esprit Nouveau de mayo de 1922, en su artículo “Architecture, pure création de l’esprit”. Esta definición es vital para el arquitecto. Todas las claves se encuentran diseminadas en este corto ensayo. Un texto capital que define un estado de gracia, un estado de profunda armonía según un eje: “sur lequel l’homme est organisé, en accord parfait avec la nature et, probablement, l’univers, cet axe d’organisation qui doit être le même que celui sur lequel s’alignent tous le phénomènes ou tous les objets de la nature ; cet axe nous conduit à supposer une unité de gestion dans l’univers, à admettre une volonté unique à l’origine."7 Esta emoción encuentra su máxima expresión a través de la particular sintonía entre hombre, arquitectura y naturaleza. Entre los pies de fotos diseminados entre el texto apunta con precisión unas claves aplicables al Partenón pero con la voluntad de ser extrapolables: “d’un certain rapport entre les éléments catégoriques: cylindres, sol poli, murs polis. D’une concordance avec les choses du site. D’un systeme plastique qui étend ses effets sur chaque partie de la composition. D’une unité allant de l’unité de matières jusqu’a l’unité de la modénature."8 Si continuamos nuestra atenta lectura, añadiremos: “L’émotion naît de l’unité d’intention. De la fermeté impassible qui a taillé le marbre avec la volonté d’aller au plus pur, au plus décanté, au plus économique. On a sacrifié, nettoyé, jusqu’au moment où il ne fallait plus rien enlever, ne laisser que ces choses concises et violentes, sonnant clair et tragique comme des trompes d’airain."9 Tallar, erosionar, desgastar, limpiar, impacablemente, diariamente, sin piedad, como el agua del mar. La definición exacta del lento proceso al que somete Le Corbusier a la iglesia hasta pulir, desenmascarar y desentrañar su verdadera esencia. 6
“Me impresiona considerar mi gran Viaje de Oriente (espontáneo) (Greco [] [Budapest y Bucarest]) hilo conductor a las fuentes (luz permanece toda mi vida”, trascripción de un nota de Le Corbusier al margen del libro de Zoe Oldenburg, “Le Bûcher de Montségur”, Gallimard, Paris, 1959. FLC J 87, pag. 35
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“sobre el cuál el hombre se organiza, en acuerdo perfecto con la naturaleza y, probablemente, el universo, este eje de organización que debe ser el mismo que aquél sobre el cuál se alinean todos los fenómenos o todos los objetos de la naturaleza; este eje nos conduce a suponer una unidad de gestión en el universo, a admitir una única voluntad en el origen”, Le Corbusier-Saugnier, artículo "Architecture, pure création de l’esprit", revista "L’Esprit Nouveau. Revue internationale illustrée de l’activité contemporaine", nº16, Mai 1922. 8
“de una determinada relación entre los elementos categóricos: cilindros, suelo pulido, paredes pulidas. De una concordancia con la cosa del lugar. De un sistema plástico que extiende sus efectos sobre cada parte de la composición. De una unidad que va de la unidad de materias hasta la unidad de la modenatura”, Le Corbusier-Saugnier, artículo "Architecture, pure création de l’esprit", op. cit.
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“La emoción nace de la unidad de intención. De la firmeza impasible que ha tallado el mármol con la voluntad de ir a lo más puro, a lo más decantado, a lo más económico. Se ha sacrificado, limpiado, hasta el momento en que no ya era necesario retirar nada, no dejar más que estas cosas sucintas y violentas, sonando claro y trágico como las trompas de bronce”, Le Corbusier-Saugnier, artículo "Architecture, pure création de l’esprit", op. cit.
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La segunda definición del arquitecto que se emplea como factor inicial del juego de palabras que conforma el título, es “Objet à réaction poétique”: objetos sustraídos de la naturaleza que aparecerán en su pintura hacia finales de los años veinte como fuentes de emoción. Con la sabiduría e intuición de un gran artista plástico, este material está "mis en composition pour faire naître le sentiment poétique"10. Una definición que se extiende a la escultura y a la arquitectura, soportes susceptibles de transformarse también en máquinas de conmover. La iglesia responde a esta concepción pero además nos reenvía claramente a otro sujeto de atención, uno de los objetos a reacción poética más queridos por Le Corbusier: la concha. Los dos primeros capítulos lidian con esta cuestión. La Tesis abre con un breve estudio sobre el libro de Paul Valéry titulado "Variétés V" (1944). Éste pertenecía a la biblioteca personal del arquitecto y es en el primer ensayo, "L’homme et la coquille", dónde encontramos un modelo de análisis que nos sirve como desencadenante, enfrentando las claves de Valéry con la arquitectura de Le Corbusier. Como la concha que sostiene el autor en su mano, la iglesia responde a las siete reflexiones expuestas en el capital ensayo. La reflexión inicial ya es toda una declaración aplicable a la carrera del arquitecto en toda su extensión. Éstas, nos explica, “nous proposent, étrangement unies, les idées d’ordre et de fantaisie, d’invention et de nécessité, de loi et d’exception"11. También se basan en la repetición de una ley: el helicoide, muy especialmente ligado a concepción de la iglesia, una ley que arroja millares de especimenes a la vez similares y diferentes. Cada concha es la expresión de esta misma idea, que conseguimos ver reflejada en cada ejemplar con unas características particulares. Como ya hemos adelantado, esta Tesis quiere demostrar que es posible rastrear la iglesia parroquial en otros proyectos del arquitecto y también lo contrario, encontrar todos los demás proyectos de Le Corbusier en la iglesia de Firminy-Vert. Se propone trabajar sobre ésta, no como un objeto aislado, sino como el producto de toda una carrera profesional, el resultado de su investigación paciente. No se trata de un estudio del proyecto al milímetro; queremos utilizarlo como apoyo, como soporte, como una lupa o lente de aumento con la cuál comprender mejor el universo de Le Corbusier. A medida que ampliemos nuestro conocimiento sobre la iglesia, ésta nos ayudará a formarnos una opinión más amplia sobre toda la arquitectura del maestro. Esta arquitectura tiene pues, un fin claro: alcanzar la verdadera armonía del hombre con su comunidad y con su entorno. Una cuestión que se descubre de una manera más intuitiva cuando se trata de una vivienda, pero que se puede diluir en un edificio con un uso alternativo. Sin embargo, existen una serie de marcos que relacionan a ambos sujetos de estudio y que se incluyen en un tercer capítulo. El resultado ya lo hemos rescatado en palabras de Le Corbusier, pero sus enseñanzas nos pasan inadvertidas al padre Cocagnac, quién al final de la vida del arquitecto dirá: “Ainsi, le volume construit prenait-il à ses yeux une valeur permanente de relais entre l’ordre intérieur du coeur de l’homme et l’ordre cosmique dont il est le centre”12. Después de los primeros capítulos introductorios, demostraremos a través de los sucesivos, que Saint-Pierre de Firminy-Vert es un medio que exalta y pone de manifiesto ese eje que permite al ser humano vibrar en armonía con la Naturaleza. Al mismo tiempo, quedará patente que su estructura refleja un definitivo y último paso, capaz de condensar toda la experiencia acumulada por el arquitecto desde los inicios de su formación. Un largo proceso de concepción que evoluciona desde la comprensión y el estudio del objet-àréaction-poétique, al tiempo que se desprende de éste último para dar forma a un nuevo producto. Aunque emula estas mismas cualidades que atraen a Le Corbusier de la naturaleza, la iglesia es un producto de nuestro trabajo, de nuestra mente, de nuestras manos, de nuestra conciencia. Tanto en su concepción en el paisaje, como en su estructura y configuración interna, el projecto revela e integra mecanismos análogos ya utilizados en otros proyectos a lo largo de su carrera. Herramientas precisas aplicables en momentos puntuales, que se repiten en el tiempo y que resaltan o extraen las cualidades de un espacio hecho a la medida del hombre.
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“puestos en composición para hacer nacer el sentimiento poético”, Le Corbusier. Borrador revisado para el artículo “L’Espace Indicible”, FLC B3 7 23
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“nos proponen, extrañadamente unidas, las ideas de orden e imaginación, de invención y necesidad, de ley y de excepción”, Paul Valéry, “Variété V”, Paris, Gallimard, 1944 (FLC J 364). pag. 11
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“Así pues, el volumen construido tomaba a sus ojos un valor permanente de enlace entre el orden interior del corazón del hombre y el orden cósmico del cuál es el centro”, Fr. A.-M. Cocagnac, L’Art Sacré, “Propositions Concrètes pour l’aménagement des églises", nº1-2, Septembre-Octobre 1965, pag. 31
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El 21 de Mayo de 1963, el Obispo Auxiliar de Lyon, Marius Maziers escribe a Le Corbusier una larga misiva. Es la primera ocasión del prelado para expresar al arquitecto su gratitud personal por haber aceptado este trabajo, en medio de la ingente cantidad de solicitudes que le brinda su afamada carrera. Quiere transmitirle el espíritu en el que la Oficina Diocesana ha recibido la misión de encarar las necesidades de los nuevos creyentes de una región en plena expansión. Entre todas las palabras que definen esta nueva tarea, resalta la "pobreza". Pobreza o austeridad, la misma palabra que utiliza el arquitecto entre las reflexiones que recoge su ensayo “Architecture, pure création de l’esprit”. Al mismo tiempo, un término ampliamente recogido en un número clásico de L’Art Sacré: “Au régime de la pauvreté”, nº 11-12, Juillet-Août 1950. De la carta queremos rescatar aquellas partes que más interesan al arquitecto, quién además subraya ciertos pasajes con vivo interés. Al leerlos, nos parece posible atisbar una consonancia entre ambos personajes. Asunción de valores que representan las hipotéticas razones por las que Le Corbusier decidió en su día aceptar este proyecto. Valores similares a aquellos que le indujeron a aceptar el encargo del convento dominico de La Tourette: "Dans ce monde complexe et compliqué, l’église de pierre, signe sensible de la présence du Christ dans un quartier, doit attirer et mettre à l’aise par sa simplicité. Dans un monde souvent écrasant par la dimension de ses entreprises, elle doit apparaître comme le refuge de l’intimité, la Maison où l’homme se sent chez lui. Dans un monde où l’homme cherche la joie à l’extérieur de lui-même dans les choses, l’église de pierre, après son dépouillement, doit attirer son attention sur l’essentiel, être facteur d’intériorite. Ceci est vrai pour tous les milieux, mais l’est encore plus pour tous ceux qui ressentent davantage de par leurs conditions de travail, de logement, cette impression de solitude et d’écrasement. Je suis sûr que votre âme d’artiste comprend ces préoccupations de pasteur et de croyant, qu’il lui sera possible de signifier dans le quartier de FIRMINY-VERT la présence de Dieu, par une oeuvre dont la beauté portera la marche de ce dépouillement et de cette pauvreté."13 Un concepto, el de pobreza, que impregna el desarrollo del proyecto hasta su fase definitiva de 1963. Un concepto que suscita en el arquitecto un particular interés, quién no duda en acudir a su búsqueda a través de las enseñanzas de culturas de ultramar. El 18 de septiembre de 1962, anota la publicación “Spiritualité du japón” que le regala su autor, el padre dominico M. -H. Lelong. En ésta, el religioso trabaja sobre el alcance del vocablo “Seihin”, pobreza. Entre los pasajes que subraya Le Corbusier, hemos querido rescatar éste, que a nuestro juicio tiñe de principio a fin el proceso de decantación del proyecto de la iglesia de Firminy-Vert: “A la recherche de l’amenagement d’une cité terrestre où la vie se développerait dans l’harmonie et la beauté en communion avec la nature, le Japon a découvert que l’ennemi était l’artificiel, l’enflure, le prolixe, le superbe. Il a cherché la perfection dans la mesure, la modération, l’authentique, la sobrieté, la réserve."14
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“En este mundo complejo y complicado, la iglesia de piedra, signo sensible de la presencia del Cristo en un barrio, debe atraer y disponer a la comodidad por su simplicidad. En un mundo a menudo aplastante por la dimensión de sus empresas, debe aparecer como el refugio de la intimidad, la Casa donde el hombre se siente en su propia casa. En un mundo donde el hombre busca la alegría fuera de sí mismo en las cosas, la iglesia de piedra, después de su desnudez, debe atraer su atención sobre lo esencial, ser factor de interioridad. Esto es verdad para todos los medios, pero lo es aún más para todos aquellos que experimentan con antelación por sus condiciones de trabajo, de alojamiento, esta impresión de soledad y aplastamiento. Estoy seguro que su alma de artista comprende estas preocupaciones de pastor y de creyente, y que le será posible significar en el barrio de FIRMINY-VERT la presencia de Dios, por una obra cuya belleza llevará la marcha de esta desnudez y de esta pobreza”, U1 19 156, 29 de Mayo de 1963, Carta nº 13 14
“En busca de la adaptación de una ciudad terrestre donde la vida se desarrollaría en la armonía y la belleza en comunión con la naturaleza, Japón descubrió que el enemigo era lo artificial, el engreimiento, lo prolijo, la soberbia. Buscó la perfección en la medida, la moderación, lo auténtico, la sobriedad, la reserva”, M.-H. Lelong, “Spiritualité du Japon”, Club de Livre Chrétien, Paris, 1961. Biblioteca LC: FLC J 7
SAINT-PIERRE DE FIRMINY-VERT
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el edificio como objet-à-réaction-émouvante
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1.- H + COQUILLE SAINT-PIERRE DE FIRMINY-VERT
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1.- LE COQUILLAGE “Binôme l’homme + Cosmos + hasard Mallarmé individu // Collectivité // 1 / 2 /3 Telle est la Trinité qui anime ma recherche // 2/3/61”15. La base de la Arquitectura de Le Corbusier está en el frágil equilibrio que existe entre dos elementos que sin ser antagónicos, coexisten enfrentados en la actualidad. El Cosmos (la Naturaleza) y el Hombre (el Artificio). El hombre, a su vez, tiene una doble vertiente: el individuo y lo colectivo. Para conseguir una armonía perfecta, el ser humano dispone de la Arquitectura como una prolongación que le permite una conexión sensible y matizada con su entorno, que le sirve como instrumento para relacionarse, que media entre una escala natural y una escala a su propia medida. Frente al mundo natural, todos nacemos desnudos e insuficientemente armados. Es preciso reformular las leyes que construyen nuestro hábitat a través de la inserción en nuestro mundo de un medio que concilie estas dos geometrías: “Rechercher l’échelle humaine, la fonction humaine, c’est définir les besoins humains.[...] Ces besoins son types, c’est-à-dire que tous nous avons les mêmes, nous avons tous besoin de complèter nos capacités naturelles par des éléments de renfort"16. La Arquitectura como instrumento para crear un nuevo lugar desde el que observar, desde el que podamos interactuar con lo que nos rodea, desde donde mirar al Cosmos. El mecanismo más primitivo de protección y adecuación al medio es la concha. El molusco cuenta con una segunda piel que fabrica a medida para desenvolverse en un entorno que le es extraño. Una dura epidermis que le sirve de refugio y amparo. Una prótesis que media entre su pequeño universo y la naturaleza. Esa pieza que Le Corbusier suscribe como la primera aproximación al problema: "Le tonneau de Diogène qui était déjà une fameuse amélioration de nos organes de protection (notre peau et notre cuir chevelu) nous donne la cellule primordiale de la maison."17. Un tonel como el que ilustra en el pequeño dibujo que garabatea en su cuaderno de notas, bajo el que leemos:"L’individu // Le destin / le groupe = ou “l’individu” = l’Homme // Chacun est dans le sac de sa peau ! // (Poéme < +)" 18. El individuo se encuentra en el saco de su piel, una piel frágil. Necesita una nueva envolvente, una nueva piel, una suerte de diafragma que le habilite y le sirva como elemento de conexión entre su “yo” interno y aquello que le rodea. Un elemento de comunión con los demás individuos que respete su esfera íntima pero que al mismo tiempo le permita una interacción con el grupo. El caracol segrega una sustancia propia que al endurecer, le brinda la protección necesaria mediante una carcasa cerrada con un único punto de contacto con el exterior. El hombre dispone de sus manos, que guiadas por su cabeza, tejen esa protección. Le Corbusier conquista el espacio, encuadra un volumen a través del cuál establece una nueva escala a medida del hombre. Esta nueva escala permite al ser humano reunirse en comunión con la Naturaleza. Define una nueva “piel”, dentro de la cuál encontramos nuestro lugar en el cosmos. Utiliza la geometría a través del Modulor como herramienta diseñada a la medida del hombre, definiendo un Universo Antropocéntrico. Este espacio está definido como una envolvente permeable en donde el hombre se encuentra protegido pero vibra al unísono con el espacio que lo rodea.
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“Binomio / el hombre + el cosmos + azar Mallarmé / individuo // colectividad // 1/2/3 Tal es la Trinidad que anima mi búsqueda / 2/3/61”, Le Corbusier Sketchbooks, Vol. 4, 1958-1964, croquis 687. Introducción Maurice Besset. Notas Françoise de Franclieu. Con la colaboración de la Fondation Le Corbusier, Paris. The MIT Press, Cambridge, Massachusets. 1981.
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“Buscar la escala humana, la función humana, es definir las necesidades humanas. […] Esas necesidades son tipo, es decir que todos tenemos las mismas, todos tenemos necesidad de completar nuestras capacidades naturales por elementos de refuerzo.” Non-signé artículo "1925. Expo. Arts. Déco. Besoins-types, meubles-types", revista "L’Esprit Nouveau. Revue internationale illustrée de l’activité contemporaine", nº23, Mai 1924 17
“El barril de Diógenes que ya era una famosa mejora de nuestros órganos de protección (nuestra piel y nuestro cuero cabelludo) nos da la célula primordial de la casa”, Ozenfant/Le Corbusier, artículo "1925. Expo. Arts. Déco. Besoins-types, meubles-types", op. cit.
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“El individuo // el destino // el grupo = o “el individuo” = el Hombre // cada uno está en el saco de su propia piel! // Poema
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