RESUMEN DE LIBRO DE CABECERA: LIBRO- RESILIENCIA INVISIBLE

August 24, 2017 | Autor: Mabe Hidalgo | Categoría: Resiliencia, Educacion Inicial
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Descripción

LIBRO DE CABECERA
Obra trabajada: La resiliencia Invisible

Las autoras de la siguiente obra son: Isabel Martínez Torralba y Ana Vásquez-Bronfman, quienes son expertas en clínica e investigadoras del desarrollo infantil, desarrollarán el tema de resiliencia en la siguiente obra.
Mi interés por leer este libro nació en mi segundo ciclo de la carrera de Educación, ya que para realizar un trabajo de investigación elegí el tema de resiliencia.
Al encontrar este libro y leer algunos fragmentos me interesó mucho, y prometí volver a sacarlo para leerlo completo.
El tema de resiliencia particularmente me interesa mucho ya que viendo tantos casos de niños con problemas afectivos en las escuelas asistidas en diversos cursos de la carrera, me llama la atención cómo es que en el proceso escolar logran superar varios de sus problemas familiares afectivos, y en todo caso sobrellevarlos.
















Isabel Martínez Torralba y Ana Vásquez-Bronfman

La resiliencia invisible
Colección
Psicología/Resiliencia



RESUMEN DEL LIBRO




Prólogo:
Luis Rojas Marcos/ profesor de psiquiatría de la Universidad de Nueva York





En la resiliencia invisible, Isabel Martínez y Ana Vásquez, expertas clínicas e investigadoras en los avatares del desarrollo infantil, describen con un estilo a la vez claro y riguroso las vicisitudes de dos grupos de pequeños que han crecido en situaciones desventajosas en culturas diferentes: niños sordos en Barcelona y niños extranjeros o hijos exiliados en París. […] Esta obra aporta respuestas novedosas y bien informadas a muchas de las preguntas que nos hacemos ante la sorprendente resiliencia o fuerza de los seres humanos para superar los infortunios más penosos. […] demuestran que un ingrediente fundamental de esta aptitud de la labor de apoyo emocional y protección que ejercen los […] (ROJAS, 2006)









CAPÍTULO I: Las vidas de los niños de las minorías. El método de estudio de casos.

En dicho capítulo, las autoras hacen referencia a un trabajo pasado que habían realizado: "Programa París-Barcelona", el cual mediante una perspectiva etnográfica les permitió emprender un estudio comparativo de la cultura de la escuela con referencia a la socialización "invisible" que hay en esta.
Al momento de realizar este trabajo, se dieron cuenta que habían factores que influenciaban en el entorno de los niños y de ellas mismas; a estos los llamaron "hechos culturales invisibles".
El análisis de este trabajo les permitió abrirse a un nuevo panorama de terapias, enfocándose más en los potenciales de un alumno que en las carencias; además, toman en cuenta a Cyrulnik (1999) el cual habla acerca de la resiliencia como un modo de terapia, y especifica que esta es posible gracias a los "tutores de resiliencia" que son las personas del entorno del niño (familia, amigos, profesores, etc) los cuales ayudan a superar algunas dificultades del mismo.

Transferencia y contratransferencia. La influencia del clínico y del investigador sobre su propio trabajo
En dicho sub tema, las investigadoras hacen énfasis en la importancia que tiene la presencia de ellas en su propio trabajo de investigación ya que ellas se van a relacionar con seres igual a ellas, los cuales en el momento de realizar el trabajo se darán cuenta que están siendo observados.
En este proceso existen dos términos calificados por el psicoanálisis en el cual ellas citan a Devereux (1970; 1980). Dicho psicoanalista, habla acerca del proceso de transferencia, el cual se trata de que la persona diga, haga o actúe como el entrevistador lo quiere sin que este se lo haya pedido. Por otro lado, está el fenómeno de contransferencia, el cual hace referencia a como el investigador filtra el trabajo realizado tomando en cuenta su propia sensibilidad.

¿Cómo concebir y definir este trabajo?
Las autoras Martínez y Vásquez mencionan que "[…] se puede concebir este trabajo como una investigación en la que tanto los especialistas como las personas implicadas en ella parecen compartir los mismos objetivos previamente analizados y negociados" (2006). Seguidamente mencionan a varios autores, los cuales tienen distintas opiniones acerca de cómo se concibe el trabajo de un investigador: unos dicen que debe ayudar a los maestros a mejorar y propiciar su deseo de cambio, otros se interrogan si está bien que los investigadores se introduzcan en el aprendizaje de los niños diciéndole a los profesores en qué deben mejorar, y dichas opiniones muchas veces hacen que los investigadores como ellas cambien mucho la manera de redactar el diagnóstico realizado. Sin embargo, se pensó que lo mejor es investigar primero las motivaciones de mejora que tiene la escuela para luego hacer algo al respecto. Finalmente, ya que una es investigadora y la otra clínica, mencionan que es importante que el lector vea el trabajo realizado desde una perspectiva en el que las dos son simples seres humanos.

Contextos institucionales y objetivos de trabajo en el estudio de casos
3.1. En Barcelona, la clínica y su marco institucional
La autora Martínez menciona su trabajo con niños sordos, en el cual hace énfasis en el hecho de que cada vez es más difícil poder hablar de una inclusión de los mismos en escuelas con niños sin esta discapacidad. Dicha investigación hizo que se diera cuenta de la nueva discapacidad que estaban adquiriendo los niños sordos por no ser aceptados en escuelas normales: discapacidad social.
Menciona que la Fundación La Caixa, creó el Centro Psicopedagógico de Educación del Deficiente Sensorial, en la cual estuvo la autora participando activamente durante el proceso del proyecto de integración; el cual consistiría en: proporcionarle a los niños sordos la posibilidad de asistir a una escuela donde haya diversidad, además de instruir a los maestros para que estén capacitados y puedan realizar un buen trabajo con los niños. Lo favorable fue que no solo se enfocaron en los pequeños, sino en todo su entorno, ya sea familia o el portero de la escuela, ya que todos harían ese tejido del cual hablaban en un principio, y así poder tejer la resiliencia y poder superar sus dificultades.

3.2 En París, la investigadora y su marco institucional
"[…] el trabajo que Ana Vásquez ha desarrollado en París (1987, 1992) fue concebido desde un comienzo como una respuesta de apoyo a la comunidad exiliada latinoamericana en la que se refiere a los problemas de niños traumatizados con persecuciones que habían sufrido sus familias […]" (MARTÍNEZ Y VASQUEZ, 2006). En un comienzo, el trabajo que se quería realizar con los niños de distintas culturas que se insertaban en una nueva cultura en el colegio al cual ingresaban no tuvo mucho éxito ya que no existía un plan de trabajo con ellos, ni profesores capacitados, sin embargo posteriormente esta situación fue regularizada.

La Resiliencia
Las investigadoras se motivaron a revisar la literatura, y encontraron el término de "resiliencia" como una palabra que las ayuda a realizar la terapia que ellas aplican. "La palabra proviene del latín resalire, , " (MARTINEZ Y VASQUEZ, 2006). Ellas, revisando a investigadores como Cyrulnik (1989), llegan a la conclusión de que la resiliencia es una capacidad que resuelta de un proceso dinámico, el cual es como un tejido, ya que la resiliencia se logra en la interacción de una persona con otra, y así sucesivamente.
Martínez y Vásquez (2006), inspiradas en Tomkiewicz (2003) dicen que este señala que no se trata de constatar la existencia de problemas en un niño, sino de apostar que este se podrá sobreponer ante estos. La manera de trabajar de estas investigadoras, se inspira en esa perspectiva resiliente, en la cual consideran a la resiliencia como una capacidad del niño, sabiendo que este a lo largo de sus interacciones con su entorno podrá llegar a superar sus problemas, o traumas.

La perspectiva etnográfica en el estudio de casos
5.1 Actuar en el tiempo
Las investigadoras, consideran que el niño es un ser social en proceso de cambio, y es por ello que mencionan que sus investigaciones son tentativas y provisionales dependiendo del tiempo y el contexto en el que se encuentren estos. "Nos parece también evidente que deberíamos darnos el tiempo necesario para evitar las interpretaciones apresuradas y los diagnósticos parciales" (MARTINEZ Y VASQUEZ, 2006)

Las autoras, en un trabajo realizado en el CPEDS (Centre per a l'educació del deficient sensorial) mencionan que el trabajo realizado con los niños les resultaba satisfactorio ya que al finalizar el trabajo, los padres estaban interesados por el progreso de sus hijos y así mismo, ellas realizaban una valoración del trabajo realizado.

5.2 Construir categorías
Martínez y Vásquez (2006) mencionan la importancia de construir categorías en las distintas investigaciones que se hacen con niños, tratando justamente de evitar ser prejuiciosos o de interpretar las situaciones de una manera muy acelerada. "Íbamos construyendo categorías, a medida que progresaba el estudio de los niños, con las que podíamos confirmar o rechazar nuestras hipótesis de diagnóstico" (MARTINEZ Y VASQUEZ (2006). Por otro lado, mencionan que gracias a la realización de categorías en la investigación pudieron constatar las modificaciones que se podrían realizar en las condiciones que favorecían el nacimiento de niños sordos (uno de los casos de investigación). En el caso de la investigación y el trabajo con los niños y adolescentes exiliados, mencionan que es más conveniente la elaboración de categorías flexibles, ya que así se puede tratar de tomar en cuenta la evolución de los individuos afectados, de manera que favorezca al trabajo realizado con los mismos.

5.3 Relativizar la impronta de las culturas
En este subtema, las autoras Martínez y Vásquez (2006) mencionan la importancia que tiene la cultura en el desarrollo tanto de los niños con problemas de sordera como de los exiliados. En el caso de estos últimos, mencionan que tomar en cuenta la cultura de la que vienen es esencial, ya que les permite entender las distancias y contradicciones entre las normas culturales del país de donde vienen y el nuevo contexto en el que estos se van a situar, especialmente el de la escuela.
Martínez y Vásquez (2006) el trabajo de Hall (1984), dan a entender la importancia de la llamada "proxemia" la cual se trata del empleo del espacio del ser humano; esta está marcada por la cultura de cada individuo exiliado, y es por ella que se puede entender ciertas desconfianzas que expresan los inmigrantes en el nuevo contexto en el que se encuentran.

5.4 Incluir la historia en el análisis
La importancia de las historias de cada individuo en el caso que se encuentren es esencial para la realización de investigaciones y análisis de los seres humanos. Martínez y Vásquez (2006) inspiradas en autores como Ludke (1994) y Gaulejac y Roy (1987), se enfocan en la persona como una entidad relacionada con la historia y así mismo ver como esta se ha materializado en la experiencia que se tiene con la familia. Desde este punto de vista, las autoras mencionan que el individuo es el que genera su propia historia, y que así mismo es productor de historias como la reconstrucción de su pasado y la elaboración de sus propias experiencias a partir de esta.
Así mismo, también mencionan la importancia de la inserción de cada cultura en la sociedad en la que se sitúan, y la interacción que esta tiene con otras, la que las culturas sufren influencia de la historia en sí, y de las demás culturas.
5.5 El niño en sus contextos
No solo hay dificultad en el contexto social en el que se encuentran los individuos, también en el ámbito escolar o de socialización en el que se encuentran. "No se estudia un niño de forma aislada, sino en interacción con los demás en situaciones concretas observadas directamente o bien relatadas" (MARTINEZ Y VASQUEZ, 2006)

La mirada de los demás
La inserción de los investigadores en el contexto en el que se encuentran los niños resulta muy importante, debido a que estos pueden modificar el comportamiento del niño, ya que el tiempo en el que se sitúan no es solo por un día, sino varios.
"Sucede entonces que la influencia del clínico o del investigador se vuelve muy importante, por lo que conviene tenerla en cuenta con el objeto de controlar mejor su alcance" (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)
Por otro lado, la inclusión del investigador o el clínico en la situación estudiada, mencionan Martínez y Vásquez (2006) que es necesaria para avanzar en la comprensión del caso, y así mismo es importante para él mismo en tanto persona.

El trabajo en equipo
Finalmente, las autoras mencionan la importancia del trabajo en equipo como investigadoras, y que este es una necesidad por más que sea algo que tome tiempo realizar.

CAPÍTULO II: Andreu, la integración de un niño sordo en Barcelona

Introducción: la concepción social del déficit, una vía para comprender el rol y las angustias del terapeuta
"La representación social de una persona sorda depende de lo que los oyentes perciben de su déficit, y de la comparación –explícita o inconsciente- con personas que sufren de otros déficits […]" (MARTINEZ Y VASQUEZ, 2006). Con lo siguiente, las autoras Martínez y Vásquez (2006) hacen referencia a la invisibilidad que se le da a los sordos, ya que lo que normalmente se dice de ellos es que solo no oyen, o solo no hablan y que se pueden insertar en un conjunto de niños "normales" sin ningún problema.
Sin embargo, en la actualidad sucede que los padres están más concentrados en que el niño aprenda a hablar, creyendo que así ellos podrán oír, sin darse cuenta que haciendo que el niño hable, no lograrán nada.
El trabajo del terapeuta, mencionan las autoras Martínez y Vásquez (2006) hacen referencia del terapeuta como el que está al servicio del niño con el objetivo de que este pueda construir una identidad dentro de la sociedad donde le toca vivir y así mismo pueda estar feliz con su vida, por más que él nunca vaya a entender lo que significa no escuchar, o no hablar.

Andreu cierra los ojos para no
La historia de Andreu, es una historia que empieza de una manera peculiar, ya que las terapeutas mencionan que desde un principio sintieron cierta empatía con el niño por más que este era sordo. Por otro lado, Andreu llegó a terapia con otro niño un mes menor que él, con el que tendría fuertes lazos de amistad y esto constituiría uno de los ejes de su manera de enfrentar la vida y de construirse como persona, mencionan Martínez y Vásquez (2006).
Al preguntarse cómo deben tratar con un niño que es sordo, pensaron en tomarlo en brazos, darle cariño y sonreírle, a lo que Andreu respondía queriendo irse de ellas. Finalmente, él optó por cerrar los ojos, ya que no le hacían caso a sus insistencias.
Las autoras mencionan que el trabajo realizado con Andreu no tuvo un buen desenlace ya que, ellas al querer integrarlo a una escuela, empezaron a enseñarle palabras, sin darse cuenta que habían caído en una gran incoherencia si el niño era sordo. Mencionan Martínez y Vásquez (2006), que lo importante es que los niños sordos se puedan servir de gestos, de mímicas, movimientos, etc., para que asía puedan lograr comunicarse.

El medio de origen y la familia, las ideas que resultan ser lugares comunes y la observación de las dinámicas familiares
Las autoras Martínez y Vásquez (2006), mencionan la importancia de analizar de donde vienen los niños, la historia de su familia y como esta se ha desenvuelto a pesar de sus percances. La familia de Andreu, es una familia de clase obrera, sin embargo en un estudio más fino se debe considerar como lo mencionan las autoras, el periodo sociohistórico en el que se ha desenvuelto la familia.
El hecho de que el padre sea un mecánico, de una u otra forma, ha hecho que Andreu se vea relacionado con todos los elementos que ve del trabajo de su padre. Así es pues, que las terapeutas optaron por crear un método adaptándose a la realidad cotidiana de Andreu, de manera que se le haga más fácil relacionarse con algunas palabras que luego pueda pronunciar.

La sordera, la emisión de la voz y los aparatos auditivos. Fracasos técnicos y revisión de los métodos.
En la lectura se comenta acerca de los aparatos que se usaban en aquella época en la cual Andreu tenía problemas de sordera, los cuales eran muy fastidiosos de llevar. Se relata cómo es que se usaban estos aparatos, y cuál fue la reacción de Andreu y Rafael preferían no usarlos (uno lo tiró al váter, y otro se lo regaló a un amigo cuya madre tenía sordera). A pesar de que Andreu tenía restos auditivos, el hecho de no haber querido utilizar estos aparatos, dificultó su desarrollo auditivo, de manera que tampoco pudo emitir palabras prontamente.
Las autoras mencionan que se cometió una torpeza ya que una vez Andreu confundió la "k" con la "t" y en vez de decir paco, dijo pato; al oír esto ellas se rieron y él se fue molesto. Finalmente optaron por trabajar con un niño sin déficit, para que este sea su interlocutor, y ya que a la edad que ya tenía Andreu (8 años) su oído ya estaba muy atrofiado, hacía que él le pida a su compañero que le repita las palabras, lo que hizo un rasgo de su personalidad el hecho de no tener vergüenza de insistir para poder comprender.

El desafío: enseñar a leer y escribir a los cuatro años.
Retrocediendo un poco, a los cuatro años, Andreu tenía dificultades aún para pronunciar palabras y su voz no era agradable; es por ello que las terapeutas optaron por enseñarles a él y a Rafael conjuntamente la lectura y la escritura, de modo que cuando entraron al primer año de primaria no rechazaran la literatura.

Ir a la escuela con los otros niños
Martínez y Vásquez (2006), mencionan que integrarse a una escuela con niños sin déficit sería un total desafío no solo para Rafael y Andreu, sino para ellas mismas y la maestra.
Así pues, cuentan su experiencia con estos niños, comenzando por la dificultad que había tenido la maestra con ellos en clase, ya que ellos no tienen control del ruido que hacen en el aula, esto hizo que la maestra adopte maneras de hacerles entender que el ruido era demasiado.
Por otro lado, las técnicas que las terapeutas habían utilizado con ellos les funcionaron, por ejemplo el hecho de leer los labios hizo que ellos puedan comunicarse entre ellos en clase sin hacer tanto ruido.
Finalmente, la maestra se tomó enserio su papel y ayudaba a las terapeutas mencionando las dificultades que tenía y las maneras que estaba adoptando para ayudar a la socialización de los niños con los demás.
La escolarización y las dificultades de aprendizaje e integración en la clase: los compañeros.
La misma tutora que tuvieron en primer grado estuvo también de tutora en quinto grado de primaria, de manera que comprometida con la integración de los pequeños en la clase, asumió el programa de lenguaje que se había preparado por las terapeutas. Este programa tenía un seguimiento para con Andreu y Rafael, sin embargo a medida que los chicos iban creciendo, ellos tenían que informarse acerca de muchas cosas más que se vivencian en la adolescencia, sin embargo ellos no podían comunicarse como se comunicaban los jóvenes de sus edades.

Saber quién es uno: construirse una identidad cuando se es sordo.
"La comprensión de lo que uno es y la capacidad de poder expresarlo son elementos esenciales de la socialización y forman parte del crecimiento y de la integración social del niño (Montandon, 1988)" (MARTINEZ Y VÁSQUEZ, 2006). A partir de las investigaciones que han realizado estas investigadoras con ayuda de otros, pudieron comprender que la persona es un ser social que no puede definirse en todas las circunstancias por una misma y única identidad; es por ello que el hecho de definirse para una persona con un déficit es muy importante, ya que a pesar de ser sordo, no deja de ser persona. Las crisis que tanto Andreu y Rafael puedan tener debido a su déficit, indiscutiblemente formarán también parte de su identidad, y sabrán que es parte de ellos cuando sepan cómo afrontarlas.

El rol y la importancia de los
Habiéndose referido ya las autoras en uno de los primeros capítulos al término resiliencia como la capacidad del ser humano de sobreponerse y saber sobrellevar sus crisis o en este caso el déficit, deciden tocar el tema de Andreu y Rafael, ya que ellos como amigos han podido lograr ser tutores de resiliencia, el uno del otro.
Martínez y Vásquez (2006), cuentan de una manera muy emotiva, el proceso que Rafael y Andreu han pasado debido a las terapias, haciendo referencia a que tanto Rafael ha recibido la comprensión de Andreu como viceversa, y es así que para ellas, estos niños han sido el primer ejemplo de resiliencia recíproca. A pesar de que Rafael pertenecía a la clase media de Barcelona y Rafael a una clase "obrera", ellos simpatizaron por ser de la misma edad y por tener el mismo déficit a pesar de su corta edad (3 años), y además de llevar distintas terapias; sin embargo, esta diferencia no hizo que ellos dejan de ser amigos ya que el padre de Rafael "[…] no solo se interesó por aquel niño de la misma edad que el suyo, sino que, al darse cuenta de que ambos niños simpatizaban, hizo todo lo posible para que pudieran seguir juntos".
Por otro lado, a parte de ellos ser tutores de resiliencia de cada uno, se menciona que la maestra de lengua también formó parte de este tejido resiliente debido a su interés por el desarrollo de los niños y su trato personalizado con ellos.

Nuestra implicación emocional y nuestro rol como tutores de resiliencia.
Martínez y Vásquez (2006), mencionan que este fue el primer caso que tuvieron en el proyecto de integración social, el cual era un programa de integración en la escuela común en el cual participaban activamente.
Personalmente, Isabel Martínez menciona su punto de vista personal ya que Andreu le recordaba a su hermano menor que también sufrió del mismo modo, pero no solo como un recuerdo sino como un entender la lucha que ella había tenido que afrontar en otro momento, es por eso que ella se vio implicada emocionalmente y además como una tutora más de resiliencia para este niño.

CAPÍTULO III. Manolo en París, el camino de un niño extranjero.

La especificidad de los exiliados dentro del marco global de la migración.
En el siguiente capítulo, las autoras Martínez y Vásquez (2006), hacen un pequeño resumen sobre lo que son los exiliados y todo lo que los acontece en cuanto a la expulsión y prohibición de retorno a sus países.
Ellas comentan que estas personas exiliadas sufren muchos traumas debido a que viven pensando que algún día retornarán, y psicológicamente se hacen a la idea de volver a su país.
Por otro lado, mencionan que el trabajo realizado con los exiliados se inició como una respuesta a la demanda de las comunidades de exiliados en Francia que pedían ayuda psicológica, especialmente para los niños.
La historia de Manolo
La historia de Manolo está relatada en torno a la política del fin de los años 70. Los padres de Manolo eran de izquierda, participaban activamente del partido político, sin embargo sus papás se separan. Este acontecimiento hace que él se queda con la madre, la cual luego de un tiempo consigue otro compañero con el cual tiene dos hijos más. Manolo se sentía bien al respecto, tuvo un lazo muy fuerte con su padrastro, a diferencia de que el que no tuvo con su padre.
El Gobierno en el año que Manolo tenía 8 años dio golpe de estado, y debido a que la madre y el padrastro participaban del partido político de izquierda llevaron al padrastro preso y la madre por primera vez actuaba muy desconsolada. Este fue el inicio que marcó la crisis que vivió Manolo.
Finalmente, se decidió expulsar al padrastro del país, y así mismo al familiar de la madre que también fue arrestado. Todos fueron llevados a Francia, y el impacto que generó en Manolo en un comienzo no fue muy malo, ya que él lo veía como una oportunidad de conocer a gente de otras nacionalidades.

La integración en la escuela y el rol que adoptó Manolo
En el tema de su escolaridad, los maestros decidieron colocar a Manolo en el cuarto año de primaria a pesar de tener 11 años, ya que estaba atrasado en el idioma Francés, lo cual creyeron que iba a ser una dificultad para poder rendir bien. Sin embargo, "[…] si Manolo no estaba decepcionado, era porque, como muchos otros niños, apreciaba la escuela, sobre todo, como un espacio donde uno puede hacerse amigos" (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)

Comer en el comedor de la escuela: lo que está en juego y sus implicaciones culturales
Martínez y Vásquez (2006), mencionan la importancia de la escuela en la constitución del niño, y la mencionan como un todo; además, los niños no solo interactúan en los espacios de clase o recreo, también en el comedor. Este último lugar tiene mucha carga emocional, debido a que es un espacio de intercambio social además de ser el lugar en donde se come.
En este espacio Manolo tuvo conflictos por querer defender a sus hermanas menores, ya que por problemas de quién come mejor que otro ellas habían tenido una pelea con otra niña, lo cual desencadenó una serie de peleas entre la maestra con la directora, el director y los padres de Manolo.
Finalmente se dieron cuenta que el comedor para los niños extranjeros era un lugar lleno de conflictos debido a las distintas culturas, las maestras eran autoritarias y ellos venían de un país que había sido violentado por gente como ellos. "Cuando les explicamos que en Francia un alumno no tenía derecho a darle empujones a un maestro, Manolo nos dijo que la maestra tampoco tenía derecho a maltratar a un niño" (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)

Nuestro rol: evidenciar el conflicto entre culturas
Siguiendo en la línea del conflicto que se crea en el comedor de la escuela, se evidencia que este es un servicio que los niños están obteniendo por parte de la Municipalidad para que ellos coman ahí y no tengan que volver a sus casas. Sin embargo, Martínez y Vásquez (2006), hacen referencia a que en la escuela el objetivo principal era la limpieza y la "calidad" de lo que se comía, sin tener en cuenta el aspecto cultural de cada niño y sus maneras de comer, etc.

Modelos de hombre-mujer: la marca invisible de la cultura
Por otro lado, normalmente se hace referencia que en Latinoamérica, la mayoría de varones debe tener una conducta agresiva, y es por ello que a pesar de que Manolo decidió disculparse con la directora por haberla empujado al defender a sus hermanas, él seguía creyendo que había hecho bien ya que es el hermano mayor y debe defenderlas. Sin embargo, en la escuela se le etiquetó de niño agresivo, lo cual también está mal ya que no están comprendiendo la cultura de la cual el proviene.
¿Quién tiene el derecho de asumir el rol de padre de un niño?
Seguidamente, se menciona que el padrastro de Manolo no fue convocado a reunión con el director debido a que él no llevaba el mismo apellido, solo sus hermanas. Esto hace alusión a la exclusión que se le hace al padrastro, además, se acusa a Manolo como un chico de "comportamiento agresivo" debido a que no tiene una figura paternal. La escuela, nunca tomó en cuenta la figura que significaba el padrastro para Manolo.

Evolucionar en un cruce de contexto
El interés de un estudio de casos consiste, justamente, en el seguimiento de una persona durante un lapso prolongado de tiempo, porque es a través del estudio de su evolución como se pueden verificar las hipótesis iniciales, las limitaciones y las posibilidades afectivas de los medios en los que la persona ha de evolucionar, la influencia relativa de estos contextos y los a acontecimientos puntuales y, sobre todo, la manera como la persona va a manejar tanto esas limitaciones como sus propias posibilidades (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)

Martínez y Vásquez (2006), mencionan que en el caso de un estudio a un niño, hay una diferencia en el estudio de casos, ya que en este se aporta el margen de lo inesperado, el cual toma en cuenta los recursos que el niño posee como: intereses, deseos, etc.

En el caso de Manolo, los problemas de adaptación disminuyeron en el a escuela, pero como dicen las autoras, eso no significa que haya adoptado las normas en su manera de pensar, simplemente se adaptó para no causar más problemas. Por otro lado, la investigación que se le hacía a él era muy pobre, y solo se enfocaban en sus notas.
Poco tiempo después, su padrastro tuvo que volver a su país de manera clandestina para seguir apoyando como militante del partido político de izquierda, es por ello que Manolo quedó como el hombre de la casa; sin embargo, eso no hizo que el deje de estar feliz.

La ruptura
Cuando por fin Manolo había logrado establecer un equilibrio entre la casa y la escuela, su madre decidió tener una nueva pareja. Esta, se insertó en su familia y a Manolo no le cayó muy bien, ya que aún tenía la presencia de su ex padrastro muy presente.
Manolo empezó a manifestar su molestia de diversas formas, hasta el hecho de vomitar y empezar a enfermarse. Su madre recordó que él se puso de la misma manera cuando fueron expulsados de su país, se sentía extraño con la nueva presencia.
Por otro lado, la escuela vio que el comportamiento de Manolo empezó a ser peor que antes; ellos informaban de manera escrita a los padres acerca del comportamiento de su hijo, sin tomar en cuenta todo lo que conlleva en su contexto cultural recibir una carta de una autoridad, ellos sentían cierta regresión y miedo ante este documento.

Comprender las reacciones de Manolo dentro del marco global de los mecanismos de defensa de los jóvenes exiliados
El hecho de que Manolo se enfermase, mostró que Manolo se sentía desestabilizado, ya que como mencionan Martínez y Vásquez (2006), es una característica de los exiliados el manifestar su desestabilización mediante enfermedades.
Las autoras mencionan que los exiliados tienen mayormente un mecanismo de defensa como el olvido de todo lo que pasó en su país, sin embargo viven sintiéndose culpables por haberse olvidado lo que pasó y además por pensar en todo lo que están viviendo sus compatriotas, mientras ellos están de cierto modo tranquilos en otro país.
La resiliencia
"Enfocado desde el punto de vista de la resiliencia, la vida de Manolo ilustra los altibajos de sus esfuerzos (ya sean o no conscientes) para superar las situaciones críticas en que se ha encontrado, aislado y desvalorizado" (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)
Como relatan las autoras, Manolo sufrió varios altibajos, empezando por la escuela ya que tuvo que repetir el cuarto año de media debido a sus notas. A pesar de haber sentido un cierto rechazo por sus profesores y directores, en casa tuvo un apoyo significativo de sus tíos ya que estos se interesaron en conversar con él para que siga adelante.
[…] es interesante constatar que las personas no son promedios estadísticos, y que los determinantes sociales no constituyen ni una seguridad estadística ni son tampoco inevitables. Siempre es posible renegociar las relaciones, y siempre es posible encontrar distintas maneras para reconstruir los equilibrios" (MARTÍNEZ Y VÁSQUES, 2006)

A pesar de las dificultades que tuvo, otras personas de su entorno le ayudaron a conformar este tejido de resiliencia para salir victorioso al fin del siguiente año.

Tutores de resiliencia
Como se mencionó anteriormente, los tíos brindaron un apoyo a Manolo de tal manera que ellos constituyeron parte de este tejido resiliente, participando como tutores de resiliencia.
Por otro lado, cabe resaltar que la escuela no participó como agente resiliente ya que se olvidó de analizar el contexto cultural del que venía la familia exiliada, para una mejor comunicación con ellos.
"Mejorar la comunicación con las familias exige, además, una reflexión dobre la cultura y las diferencias culturales. […] Para establecer una comunicación real, la escuela no puede ahorrarse este análisis" (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)

CAPÍTULO IV: La importancia de los tutores de resiliencia. Los tutores

Lo que entendemos por
En el siguiente análisis acerca del significado de "tutores de resiliencia invisible" se muestran distintos casos, algunos vistos durante toda la redacción del libro y otros para seguir argumentando la aparición de dichas personas.
Como mencionan Martínez y Vásquez (2006) citando a Cyrulnik (1989), ha resultado a la vez útil y enriquecedora la propuesta de este autor acerca de los tutores de resiliencia, en el esfuerzo de comprensión del proceso mismo de la resiliencia; ya que como hacen referencia las autoras, en dicho proceso han percibido la existencia de tutores invisibles en su proceso de investigación.
Por lo tanto, las autoras hacen una valoración acerca de los tutores de resiliencia y la influencia que tienen ellos en el proceso de desarrollo de los niños.
[…] a las personas (los adultos en general, pero también los niños) que, sin ejercer una influencia en el contexto familiar o escolar, generan en el niño (que tiene una discapacidad sensorial o que es hijo de inmigrantes o exiliados) un entusiasmo, una nueva confianza en sí mismo, una impresión de sentirse aceptado y valorado. (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)

En todas las investigaciones realizadas las autoras Martínez y Vásquez (2006) mencionan que en los distintos casos vistos existieron tutores de resiliencia. Por ejemplo, en el caso de Manolo, su padrastro juega un rol importante ya que aunque luego se va de la casa por temas políticos, le dio el soporte que él nunca tuvo de un padre, y esto se vuelve invisible para la familia y para la escuela por la poca importancia que le daban al señor por no ser el padre biológico.
Seguidamente se menciona el caso de Andreu y Rafael, quienes se conocieron en el colegio para niños con discapacidad. Aunque los dos niños venían de distintas situaciones económicas, se llevaban bien y lograron ser grandes amigos, lo cual fue favorable para ellos. El padre de Rafael en este caso tiene el papel de tutor de resiliencia, ya que sabiendo de la situación económica de Andreu, este le paga la escuela común para que ellos puedan relacionarse con niños sin déficit. A través de los años, Andreu y Rafael se hicieron tutores de resiliencia invisible, el uno del otro; esto se vio con más énfasis en el momento en el que Andreu repite de año y Rafael pasa al grado superior, pasando los dos por un caos existencial ya que se iban a separar.

Así mismo, se mencionan dos casos más de niños que a través de actividades extracurriculares como el deporte lograron establecer un vínculo grande con otras personas, las cuales como tutores invisibles los ayudaron a crecer emocionalmente. Finalmente se menciona el caso de una niña que le gustaba poner sus propias reglas y con la ayuda de un estudiante que le daba clases, logró identificar que la fotografía le gustaba.

"Se puede plantear la hipótesis de que un es una persona que no establece este lazo abiertamente pero que, por una u otra razón, entra en contacto con un niño (o un adolescente) que tiene necesidad de esa relación" (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)

Tutores de resiliencia en el interior de la familia.
Dentro de las familias suceden hechos resilientes pero de distinto modo. En el caso de la familia exiliada, no se ve al hijo como un marginal debido a que está en la misma situación que los demás familiares, sin embargo, cuando se tiene un hijo con un déficit, la mayoría de veces se ve a este como alguien distinto de ellos y no parte de la familia.
Por ejemplo, en el caso de Manolo, al entrar a un colegio de niños menores que él, aunque este sea exiliado, se vuelve un tutor resiliente para ellos debido a su edad.
Martínez y Vásquez (2006), luego de su trabajo de investigación, se dan cuenta de que en las familias de los niños sordos existen otros niños, es decir: los hermanos. Hermanos que no tienen ningún déficit, pero que sin embargo viven una niñez difícil, ya que mayormente son rechazados por darle más importancia al niño con problemas.
Lo que recomiendan las investigadoras es que dichos hermanos también participen de la adecuación del hogar y de ayuda psicológica con los demás miembros de la familia.

La complejidad de las elecciones y de las obligaciones.
No son los hermanos ni las hermanas quienes exigirán a sus padres más intereses y más estímulos, ya que se dan cuenta perfectamente de que, en relación con el hermano que sufre una discapacidad, ellos son privilegiados. […] actúan con mucha lealtad… como sufren crisis… se fugan, a la vez se avergüenzan (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)

Desde esta mira, las autoras mencionan la poca importancia que se les da muchas veces en las familias con dos niños, uno con déficit y el otro no. En estos casos, lo que sucede mayormente es que los hijos sin déficit se comportan de la mejor manera que pueden, son leales y buenas personas, pero interiormente viven una lucha por no sentirse importantes dentro del seno familiar. […] nadie es capaz de explicar por qué, en ciertos casos, el hermano o la hermana se encuentran haciendo el papel de víctima cuando, objetivamente y visto desde el exterior, no lo es.

Enfocar con lucidez un compromiso para toda la vida.
Con ganas de querer investigar más sobre estas situaciones de hermanos que se sienten olvidados por su familia, una joven llamada María aportó con su caso a la investigación.
María tenía un hermano menor que se llamaba Miguel, él nació sordo, sus padres lo sabían, y también sabían que no podría hablar. María por haberlo escuchado balbucear y gritar, solo lo consideraba sordo, hasta que un día jugando, Manolo se dio cuenta que le faltaba algo que los demás niños tenían, algo relacionado con la boca.
Frustrado por su situación, Miguel decide taparle la boca a su hermana con esparadrapos, María muy conmovida comprendió lo que estaba pasando, y desde ese momento empezó su trabajo como tutora de resiliencia, sin que ella lo sepa.
Defendia a su hermano como hermana mayor, le ayudaba a traducir lo que quería decir, así como le explicaba lo que los demás le decían.
Lo que se desprende de esta experiencia es la evolución de María a lo largo de su crecimiento, siempre comprometida moralmente en apoyar a su hermano en todo lo que pudiera sucederle. Sin embargo, al mismo tiempo María buscaba su propio camino y se encuentra entonces enfrentándose a sus padres, que quisieran retenerla en su rol de apoyo y de tutor de Miguel […] (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)

CAPÍTULO V: Dificultades, errores y fracasos…
Cuando se inicia una terapia, o incluso cuando solo se sigue a un niño que tiene dificultades en la escuela, no se puede esperar que ese niño efectúe un recorrido lineal y regular de progreso y adaptación a las normas y exigencias de la institución. Sucede también que el niño efectúa un recorrido en zigzag, con retrocesos, detenciones y reacciones bastante inesperadas en relación con la idea que nos hemos hecho sobre el niño y sus posibilidades. […] Es necesario, por lo tanto, redefinir constantemente los problemas, no tanto desde el punto de vista de lo que esperan los padres ni de las expectativas sociales, sino para asumir a un niño como persona y colaborar en su socialización. (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)

Fernando, o la confrontación de las culturas
El caso de Fernando es muy similar al de Manolo. Se relata que el padre fue secuestrado en su país de origen latinoamericano por los militares, es por ello que la madre de Fernando junto con su otro hijo deciden irse del país, dirigiéndose hacia Francia.
En dicho país, Fernando tuvieron que adaptarse a una nueva escuela, hablando un idioma que no dominaba. Por otro lado, se cuenta que en el proceso de adaptación se evidenció que el maestro de Fernando no lo quería, evidenciado con sus actitudes hacia él, mencionándole que era un tonto que no entendía nada. Se quería que él asista a unos cursos en paralelo, pero la dirección de la escuela no fue capaz de gestionar dicho proceso; por otro lado, la madre estaba más preocupada por su esposo desaparecido.

Nunca se llegó a interesar en la escuela desde el mal contacto que tuvo con su primer profesor, se volvió un pequeño delincuente en el mercado y se sentía orgulloso de ello. Por otro lado, generó un sueño diario, el cual era regresar a su país y vengar todo lo que había pasado con su padre.

Las autoras mencionan que se sienten culpables, ya que al cumplir los 18 años, Fernando hizo posible su sueño y se fue. "Efectivamente, Fernando es ahora un […] Sabemos, por supuesto, que no somos responsables de la alternativa que eligió Fernando, pero también sabemos que no fuimos capaces de influir sobre la escuela para que al niño se le acogiera y se le apoyara desde su llegada hasta que lograra conocer y aprender a actuar en su nueva escuela." (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006)


Julián, o el impredecible alcance de un diagnóstico incompleto.
Julián fue un niño sordo, el cual llegó a integrarse a una escuela normal que había logrado integrar a niños sordos en su institución. Por un lado a la madre se le hizo fácil ingresar a su hijo a la escuela pro medio de recomendaciones, sin embargo no tuvo confianza con las autoras Martínez y Vásquez y es por ello que el trabajo con él se vio truncado.
Finalmente se pudo conversar con el maestro del aula para que la intervención de las autoras fuera al mismo tiempo que las clases, de esta manera harían que los compañeros no lo rechacen por no poder comunicarse con él. Con diversas actividades, lograron que Julián logre convivir con sus compañeros, y además tener más confianza en sí mismo por más que su madre no mostraba esa confianza hacia él.

El avance que logró hacer en la escuela para niños especializados fue muy óptimo, tanto que los compañeros de su escuela se dieron cuenta que él realmente no era sordo.
Las autoras mencionan que cometieron el error de no haber hecho el examen médico para que este les diga que Julián realmente era un niño sordo.
Finalmente, se menciona que se sacó de esta escuela a Julián para ponerla en una normal centrada en "niños con problemas", sin embargo después de dos años cuando Martínez y Vásquez deciden ir a visitarlo, se encuentran con un niño que finalmente había perdido a todos sus tutores de resiliencia; y por lo tanto, todos sus puntos de confianza.

La inclusión sólo puede ser mutua e interactiva
En este último subtitulo, Martínez y Vásquez mencionan los dos últimos casos analizados: Fernando y Julián. Viendo las grandes dificultades obtenidas con los padres y la escuela que no quiso brindar apoyo total, mencionan la importancia de volver en los pasos de cada caso que resulta ser un caso perdido. "No existe solamente el , ni los , pero analizando esos fracasos es posible que aprendamos más sobre la manera de evitarlos".












Desarrollo del capítulo que más me gustó
Capítulo IV: La importancia de los tutores de resiliencia. Los tutores .

El tema de los tutores de resiliencia y su importancia me resulta muy interesante, debido a que como mencioné al inicio de este trabajo el ver a casos de niños con problemas afectivos hizo que nazca en mi un deseo por saber cómo ayudarlos y cómo es que unos logran superar sus problemas.
Cómo mencionan las autoras: "Se puede plantear la hipótesis de que un es una persona que no establece este lazo abiertamente pero que, por una u otra razón, entra en contacto con un niño (o un adolescente) que tiene necesidad de esa relación" (MARTÍNEZ Y VÁSQUEZ, 2006). Así es pues, que un tutor de resiliencia llega a generar esa capacidad de reponerse en la otra persona.

El capítulo que más me gustó por ello fue el capítulo número cuatro llamado: La importancia de los tutores de resiliencia. Los tutores , ya que en todas las investigaciones realizadas las autoras Martínez y Vásquez (2006) mencionan que en los distintos casos vistos existieron tutores de resiliencia. Por ejemplo, en el caso de Manolo, su padrastro juega un rol importante ya que aunque luego se va de la casa por temas políticos, le dio el soporte que él nunca tuvo de un padre, y esto se vuelve invisible para la familia y para la escuela por la poca importancia que le daban al señor por no ser el padre biológico.

Seguidamente se menciona el caso de Andreu y Rafael, quienes se conocieron en el colegio para niños con discapacidad, y aunque los dos niños venían de distintas situaciones económicas, se llevaban bien y lograron ser grandes amigos, lo cual fue favorable para ellos. El padre de Rafael en este caso tiene el papel de tutor de resiliencia, ya que sabiendo de la situación económica de Andreu, este le paga la escuela común para que ellos puedan relacionarse con niños sin déficit. A través de los años, Andreu y Rafael se hicieron tutores de resiliencia invisible, el uno del otro; esto se vio con más énfasis en el momento en el que Andreu repite de año y Rafael pasa al grado superior, pasando los dos por un caos existencial ya que se iban a separar.

Así mismo, se mencionan dos casos más de niños que a través de actividades extracurriculares como el deporte lograron establecer un vínculo grande con otras personas, las cuales como tutores invisibles los ayudaron a crecer emocionalmente. Finalmente se menciona el caso de una niña que le gustaba poner sus propias reglas y con la ayuda de un estudiante que le daba clases, logró identificar que la fotografía le gustaba.

Por otro lado, este tema de resiliencia llegó a calar bastante en mi vida, ya que pude entender un poco más sobre mis experiencias personales investigando sobre este tema llamado resiliencia.

Apreciación personal sobre la obra:

La obra en general es de investigación, realizada por las autoras Martínez y Vásquez. Ellas se basan en historias que han vivido realizando su trabajo de investigación con niños que han pasado por diversos impases, logrando algunos superarlos con ayuda de ellas u otras personas observadas.

Me parece muy interesante que las autoras se preocupen no solo en sus investigaciones que han tenido éxito, sino que siempre reconozcan que ha habido algunas experiencias que han vivido con los niños que no fueron muy fructíferas ni para los niños ni para que ellas mismas lleguen a entender qué es lo que pasaba con cada uno.

La importancia de saber como educadora que uno puede equivocarse me parece principal, ya que trabajamos con seres humanos que se equivocan pero que también pueden reponerse, justamente con el tema de resiliencia.
Que un maestro sepa acerca de este tema me parece fundamental, no solo para saber cómo ayudar a los niños con los que trabajarán, sino para que uno mismo siempre sepa que puede lograr reponerse con ayuda de las personas que los rodean, tanto como identificar las razones por las cuales muchas veces los trabajos realizados con los niños no funcionan como uno quisiera.

En la vida de un maestro existirán personas alrededor que querrán ayudar a que este pueda tener un buen desempeño con los niños y con uno mismo; ellos se les podrá llamar "tutores de resiliencia".

Sin embargo, también existirán los que no querrán que el trabajo de uno prospere. Ya que la capacidad de ser una persona resiliente tiene que ver con el nivel de autoestima que cada individuo tiene, que pienso que como educadores, debemos tener en claro nuestro autoconcepto formado en la autoestima, y además saber que cada uno tiene habilidades distintas y capacidades para poder surgir como buenos profesionales expertos en la pedagogía.

Si un maestro desde el comienzo de su carrera o vida profesional, tiene en cuenta el tema de ser una persona resiliente, podrá lograr más cosas de las que cree, ya que en general la vida se trata de fracasos y éxitos, sin embargo para poder ser exitosos deben saber reponerse.



















LIBRO DE CABECERA: LA RESILIENCIA INVISIBLE

NOMBRE: MARÍA BELEN HIDALGO PAREDES
PROFESORA: ELSA TUEROS WAY
CURSO: TEORÍA DE LA EDUCACIÓN


2014

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