Resiliencia

RESILIENCIA:
Sobreviviendo La Transición Hacia El Cambio Organizacional




Mag. Humberto Quezada Martínez
Consultor en RRHH y Desarrollo Organizacional
qmconsult@biz



Mucho se habla y escribe acerca de la Gestión del Cambio o Manejo del
Cambio en las organizaciones, sin embargo, generalmente se enfoca el tema
orientado a los directivos, jefes, supervisores y otros responsables de las
diversas áreas de una organización. Lo cierto es que poco se ha hecho por
difundir conocimientos acerca de aquellas competencias que ayudarían a los
trabajadores, como individuos, a superar el proceso de la transición y
llegar a la meta final del cambio, lo cual beneficia tanto a las personas
como a las organizaciones.

Al respecto existen, desde hace décadas, estudios respecto de lo que ha
venido en llamarse en nuestro idioma la resiliencia.

Definiendo la Resiliencia
El vocablo resiliencia tiene su origen en el idioma latín, en el término
"resilio" que significa volver atrás, volver de un salto, rebotar. En
español y francés resiliencia se emplea en el campo de la ingeniería para
describir la capacidad de un material de recobrar su forma original después
de someterse a una presión deformadora. La definición en el idioma inglés
del concepto "resilience" es la tendencia a volver a un estado original o
el tener poder de recuperación.

A continuación, se exponen algunas de las definiciones publicadas en
"Estado de Arte en Resiliencia (1997) por la Organización Panamericana de
la Salud:

Habilidad para surgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y
acceder a una vida significativa y productiva. (ICCB,1994)
Historia de adaptaciones exitosas en el individuo que se ha visto
expuesto a factores biológicos de riesgo o eventos de vida
estresantes; además, implica la expectativa de continuar con una
baja susceptibilidad a futuros estresores (Luthar y Zingler, 1991;
Masten y Garmezy, 1985; Werner y Smith, 1982 en Werner y Smith,
1992).
Enfrentamiento efectivo ante eventos y circunstancias de la vida
severamente estresantes y acumulativos (Lösel, Blieneser y Köferl
en Brambing et al., 1989).
Capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades de
la vida, superarlas o incluso ser transformado por ellas. La
resiliencia es parte del proceso evolutivo y debe ser promovido
desde la niñez (Grotberg, 1995).
La resiliencia distingue dos componentes: la resistencia frente a
la destrucción, esto es, la capacidad de proteger la propia
integridad bajo presión; por otra parte, más allá de la
resistencia, la capacidad para construir un conductismo vital
positivo pese a circunstancias difíciles (Vanistendael, 1994).
Según este autor, el concepto incluye además, la capacidad de una
persona o sistema social de enfrentar adecuadamente las
dificultades, de una forma socialmente aceptable.
La resiliencia se ha caracterizado como un conjunto de procesos
sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida sana,
viviendo en un medio insano. Estos procesos tendrían lugar a través
del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre atributos del
niño y su ambiente familiar, social y cultural. De este modo, la
resiliencia no puede ser pensada como un atributo con que los niños
nacen, ni que los niños adquieren durante su desarrollo, sino que
se trataría de un proceso interactivo (Rutter, 1992) entre éstos y
su medio.
La resiliencia habla de una combinación de factores que permiten a
un niño, a un ser humano, afrontar y superar los problemas y
adversidades de la vida (Suárez, 1995).
Concepto genérico que se refiere a una amplia gama de factores de
riesgo y los resultados de competencia. Puede ser producto de una
conjunción entre los factores ambientales, como el temperamento y
un tipo de habilidad cognitiva que tienen los niños cuando son muy
pequeños (Osborn, 1993).
Milgran y Palti (1993) definen a los niños resilientes como
aquellos que se enfrentan bien [cope well] a pesar de los
estresores ambientales a los que se ven sometidos en los años más
formativos de su vida.

Para efectos del presente artículo adoptaremos la siguiente definición, que
se apega al contexto de las ciencias sociales:

Origen de los Estudios sobre Resiliencia
En 1955 Emmy Werner y Ruth Smith iniciaron un estudio acerca de 698 niños
en riesgo de Hawai, desde su etapa prenatal hasta los 40 años. Dicho
estudio reveló lo siguiente:

Uno de cada tres niños nacía en condiciones de desventaja (pobreza,
padres divorciados, madres solteras, enfermedad mental, problemas
de aprendizaje, alcoholismo, etc.)
Dos de cada tres de éstos niños vulnerables, experimentaba
significativos problemas de conducta en su adultez (arrestos,
embarazos, enfermedades mentales, adicción a las drogas, etc.)
Uno de cada tres lograba ser exitoso en la vida, constituía una
familia estable y contribuía de manera positiva con la sociedad.

Características de la persona resiliente

A partir del estudio Werner y Smith se han explorado las características
que permiten a este tipo de personas más resilientes sobrevivir a las
tensiones de su entorno, como por ejemplo:

Autoconfianza: Desarrolle confianza en sus habilidades para
resolver problemas y confíe en sus instintos.
Visión Personal: Tenga una visión clara de lo que quiere lograr.
Trate de visualizar lo que quiere en vez de preocuparse por lo que
teme.
Flexibilidad: Esté alerta y sea sensible a los cambios en el
entorno. Sea capaz de cambiar sus "armas" para responder a los
cambios que surjan.
Organización: Cree métodos que lo ayuden a lograr orden y
estabilidad. Establezca metas realistas, que, por pequeñas que
sean, le ayuden a progresar.
Solución de Problemas: Vea los problemas y retos como oportunidades
de aprendizaje y desarrollo. Separe los problemas en pequeñas
partes. Colabore con los demás.
Relaciones Interpersonales: Demuestre empatía y entendimiento para
con los demás; acoja sus ideas. Ríase de usted mismo.
Conectado Socialmente: Participe en grupos comunitarios,
organizaciones religiosas, sociales u otros grupos de su localidad.
Descubra intereses comunes. Contribuya al bienestar de los demás.
Proactividad: Céntrese en las acciones que pueda emprender en lugar
de esperar que otros lo hagan. Lidere a los demás con el ejemplo a
través del cambio.

Consejos para desarrollar resiliencia
A continuación brindamos algunos consejos para desarrollar la resiliencia:
Sepa qué es importante para usted – defina su visión y valores
personales.
Redefina sus modelos mentales – cuestione sus suposiciones acerca
de usted y de los demás.
Identifique aquello que puede cambiar o no y céntrese en lo que
pueda cambiar o influir.
Asuma una actitud positiva de "puedo hacerlo".
Cuídese - física y mentalmente.
Ayude a los demás – descubra nuevos lazos de relaciones y
fortalezca los existentes.
Créese una disciplina – que le permita lograr la estabilidad y
orden que necesita.

Ayude a los demás a fortalecer su resiliencia
Asimismo, como parte de un grupo social, incluyendo los relacionados con el
trabajo, es nuestra responsabilidad promover el desarrollo y
fortalecimiento de la resiliencia en los demás, para lo cual se lista
algunos tips:

Promueva un balance Trabajo/Vida Personal.
Apoye la realización de seminarios de desarrollo personal.
Explique "los por que" de los cambios y sus retos.
Celebre las pequeñas victorias.
Mantenga el equipo unido.
De ejemplo de comportamiento y buenas prácticas.

Nuevas tendencias en la resiliencia
Existen ocho nuevos enfoques y descubrimientos a partir del concepto de
resiliencia, que definen lo que esta pasando hoy en área de desarrollo
humano:

1. La resiliencia esta ligada al desarrollo y el crecimiento humano.
2. Promover factores de resiliencia y tener conductas resilientes
requieren diferentes estrategias.
3. El nivel socioeconómico y la resiliencia no están relacionados.
4. La resiliencia es diferente de los factores de riesgo y los factores
de protección.
5. La resiliencia puede ser medida; además es parte de la salud mental y
la calidad de vida.
6. Las diferencias culturales disminuyen cuando los adultos son capaces
de valorar ideas nuevas y efectivas para el desarrollo humano.
7. Prevención y promoción son algunos de los conceptos en relación a la
resiliencia.
8. La resiliencia es un proceso: hay factores de resiliencia,
comportamientos resilientes y resultados resilientes.







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Capacidad de recuperarse o adaptarse, y aún salir fortalecido, de una
situación de adversidad, trauma, tragedia, amenaza, o de tensión
significativa, como problemas familiares o de relaciones personales,
problemas serios de salud o factores estresantes de trabajo o financieros.




Recuerde: el cambio es inevitable, el cómo respondemos ante el es lo que
marcará la diferencia.