Reordenación y nuevo sistema de almacenamiento de la colección de bronces del MNAR

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ArsRoma: Cuestiones Museográficas Reordenación y nuevo sistema de almacenamiento de la colección de bronces del MNAR Con motivo de la incorporación al MNAR, como consecuencia del convenio recientemente firmado con la Universidad de Granada, de la estudiante en prácticas María Victoria Cristóbal Palomino, desde el Departamento de Conservación, y más particularmente bajo la coordinación del responsable del Servicio de Restauración, el conservador Rafael Sabio, se ha emprendido la labor de reordenación y embalaje de la colección de bronces del Museo. Con anterioridad, los objetos que la componían habían sido ya reordenados y acomodados parcialmente en unas bateas de plástico, así como introducidos en bolsas de plástico transparente, para evitar que mantuviesen un improcedente contacto entre sí, así como en su caso para prevenir la disgregación de los diferentes fragmentos en los que pudiese hallarse dividido un único ejemplar. Igualmente, habían sido introducidos en su totalidad en la base de datos DOMUS y convenientemente fotografiados, así como estudiados en paralelo bajo los auspicios de un proyecto dirigido por la conservadora Trinidad Nogales Basarrate. No obstante, la ordenación de los diferentes tipos aún no podía tenerse por definitiva, y la aglomeración de las piezas en las bateas, unida al cierre con nudos de las bolsas que las custodiaban, pero que impedían que aquellas respirasen convenientemente, aún se manifestaban como aspectos a mejorar. Tales asignaturas pendientes, unidas al acicate que supuso la ordenación y publicación de la otra gran colección de metales del Museo, la de hierros, por el firmante de estas líneas, condujo a éste a proponer a la alumna en prácticas ya mentada la posibilidad de orientar su cometido durante su estancia en el Museo hacia una reordenación y almacenaje más definitivos de la valiosa sección de bronces de la institución. Su reordenación se acomodó en la medida de las posibilidades a la de los hierros, recorriendo grosso modo el ajuar personal, el ajuar doméstico, los arreos de caballo y el armamento, los útiles profesionales, la escultura y la epigrafía, los elementos constructivos y, finalmente, las piezas con funciones polivalentes y los objetos indeterminados

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Respecto al nuevo sistema de almacenaje, se optó por traspasar las piezas a unas bateas más amplias, dentro de las cuales y una vez eran extraídas de sus correspondientes bolsas, se acomodaban en unas camas de plastazote individualmente trabajadas, así como separadas modularmente para permitir extraer o realojar un ejemplar en concreto sin alterar en suma medida la ordenación general de los restantes objetos que le acompañasen. En fin, de este reincidente enfrentamiento con la colección de bronces pudieron desprenderse novedosas visiones o interpretaciones de algunos de los ejemplares que la integraban, entre los que destaremos tres: el hallazgo de un tintero profusamente decorado en oro y plata, que devino en la limpieza de la pieza por la restauradora Josefina Molina, con el consecuente descubrimiento de la mentada decoración, oculta bajo el óxido; el reconocimiento del mango de una espátula de cera, decorada con el busto de Minerva; y la identificación de un singular fragmento de armadura de escamas, único hasta el momento en la ciudad. De dichos objetos iremos realizando una reseña más pormenorizada en la sección que en el boletín MNAR digital lleva por título “Las piezas nos cuentan”. R. S.

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