Reinventar la propria vida

September 30, 2017 | Autor: Margareth Rago | Categoría: Feminist Theory, Memoir and Autobiography
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Descripción

REINVENTAR LA PROPIA VIDA: prácticas feministas en nuevos modos de
subjetivación








Margareth Rago[1]

Traducción: Mercedes Aizcorbe

En 1902, en un texto intitulado "Cultura Femenina", Georg Simmel,
preocupado con el fenómeno de la modernización y con las nuevas formas de
interacción social desarrolladas en el mundo urbano, se preguntaba por los
efectos resultantes de la entrada maciza de las mujeres en el mundo
público.(1) Veía, por lo menos, dos posibilidades: por un lado, la
continuidad de las prácticas y modos ya existentes, en lo que creía poco.
¿Al participar de todas las áreas profesionales, las mujeres repetirían los
mismos juegos de la política, reproducirían las formas de la sociabilidad
existentes, conservarían la organización social masculina? Tal vez, por
otro lado, sospechaba de un efecto más positivo: las mujeres transformarían
la cultura masculina, objetiva y racional, dejando sus marcas con todo
aquello que les es propio: la dimensión subjetiva, las emociones, la
afectividad, los sentimientos, de modo de complementar y mejorar el orden
masculino del mundo: "porque las mujeres poseen, con su constitución
idéntica, una herramienta de conocimiento recusada a los hombres." (p.76)
Herramienta que anunciaba una capacidad mayor de percibir el mundo exterior
y de sensibilizarse frente a los sufrimientos, al dolor del otro y a las
demandas sociales.
Desde entonces, fueron muchas las transformaciones en la dirección
que Simmel vislumbró. El feminismo irrumpió vigorosamente al final de los
años sesenta, en su segundo momento, y las mujeres ocuparon el mundo
público, asumiendo las profesiones masculinas, cuestionando las prácticas
culturales, la división sexual del trabajo, el modo hegemónico de pensar y
actuar, apuntando para otras posibilidades de existencia.(3) Las marcas
positivas de la presencia femenina en lo público y en lo social, o sea, la
feminización cultural en curso hace por lo menos cuatro décadas, pueden
ser percibidas en múltiples campos de actuación y reflexión.(5) De esas
realizaciones, trata el presente trabajo.
Busco pensar en los efectos producidos por la irrupción de lo femenino
en la cultura, en los últimos cuarenta años, teniendo como foco
privilegiado de observación las experiencias de invención subjetiva y de
inserción política de algunas brasileras, hoy arriba de los 50 años de
edad. Jóvenes estudiantes, algunas universitarias, del final de los años
1960 e inicios de 1970, Norma Telles, Tânia Navarro Swain, Ivone Gebara,
Maria Amélia Teles – "Amelinha", Sueli Carneiro y Gabriela Silva Leite
rompieron, cada cual a su modo, con los padrones tradicionales de conducta
impuestos a las mujeres, con los valores y códigos morales establecidos,
cuestionando el régimen de verdades de la época, a la derecha y a la
izquierda. Abrieron caminos propios, nuevos, discordantes, disonantes,
abiertos con trabajo árduo y con las sofisticadas herramientas de las
luchadoras.
Asumidamente de izquierda, mas en ruptura con lo que se convencionó en
llamar de "izquierda tradicional", desconfortables con la estructura
político-partidaria, tuvieron algún tipo de participación política en la
lucha contra la dictadura militar vigente en el país, entre 1964 y 1985, y
continuaron luchando en el régimen democrático. Algunas fueron exiladas,
encarceladas, o excluídas de algún modo de la vida social y política en
aquellos difíciles años. Feministas, denunciaron y denuncian las innúmeras
formas de la violencia sexual, física o simbólica, que aniquilan las
posibilidades de inscripción diferenciada de las mujeres en el mundo. En la
literatura, en la producción académica, en la religión, en las luchas que
promueven en el "movimiento feminista organizado" y fuera de él, los
espacios en que actúan fueron construidos, a lo largo de esas décadas, con
"máquinas de guerra"(6) y estrategias de combate mobilizadas contra el
poder de los hombres, de los partidos, del Estado, de la iglesia y de la
ciencia. Libertarias, la crítica a las relaciones de poder en la vida
cotidiana y al autoritarismo en los múltiples espacios de sociabilidad gana
fuerza en sus manifestaciones.
Con suas prácticas y modos de pensar feministas, produjeron
importantes rupturas y sucesivos deslocamientos en lo imaginario social,
especialmente en lo que atañe a las cuestiones de la moral, de la
sexualidad y de los modelos de feminilidad y corporeidad que les deberían
haber servido de referencia. Criticaron y desconstruyeron los modos
tradicionales de producción de la subjetividad y propusieron nuevos.
Contribuyeron decisivamente para la construcción de un pensamiento crítico.
Algunas, como Tânia Swain y Norma Telles, optaron por el trabajo
académico, que combinan con la militancia feminista, organizada o informal;
otras, como Gabriela Silva Leite, Ivone Gebara, Maria Amélia Teles y Sueli
Carneiro se dedican a trabajos sociales con la población femenina carente.
Todas se vuelven, por lo tanto, para las cuestiones políticas y sociales;
escriben o escribieron en algún momento de sus vidas, fueron de algún modo
punidas, siendo más o menos afectadas también físicamente. Salieron todas
victoriosas.
Considero la emergencia de esa generación de mujeres como un
"acontecimiento", o sea, como fuerzas que irrumpen y alteran el curso de la
historia, como explicita Foucault, cuando pregunta: "¿A qué acontecimiento
o a qué ley obedecen esas mutaciones que hacen con que de súbito las cosas
no sean más percibidas, descriptas, caracterizadas, clasificadas y sabidas
del mismo modo (...)?".(7) O, en otras palabras, cuando define el
acontecimiento como ruptura, como "entrada en escena de las fuerzas (...)
el salto por el cual ellas pasan de los bastidores para el teatro".(8) En
esa dirección, pregunto por las condiciones de posibilidad de esa
emergencia, con todas sus poderosas implicancias y de su procedencia.
Es posible afirmar que esas mujeres hacen parte de una misma
generación, si tenemos en cuenta la contemporaneidad de influencias,
acontecimientos y rupturas que marcaron sus experiencias. En ese sentido,
la participación en una serie de acontecimientos – en especial, las luchas
de resistencia contra la dictadura militar y, al mismo tiempo, el "mayo del
68" y todas las rupturas culturales de final de los años sesenta e inicios
de los setenta, cuando eran muy jóvenes, que no podían ser disociadas del
impacto de las bruscas transformaciones resultantes de un acelerado proceso
de modernización vivido en el país, desde los años setenta - crea un
"tiempo intersubjetivo", en que se conforma un destino común: "un pasado
recordado, un presente vivido y un futuro anticipado", como sugiere
Reis.(9)
Además de eso, esas mujeres se conocen hace muchos años y, de manera
directa o indirecta, se contaminan e interactúan, ya que practican una
militancia de izquierda, fuera de los cuadros tradicionales de la
militancia político-partidaria y se consideran feministas libertarias, lo
que implica una actitud de insistente crítica a los micro-poderes en la
vida cotidiana. El cuestionamiento del estatuto de la mujer y la fuga de
las identidades marcan sus propias interpretaciones de sí mismas, a
excepción de una cierta identificación con un feminismo libertario de
izquierda, mas en diferentes modalidades.
Esa cuestión suscita algunas ponderaciones. Algunos años atrás, las
feministas tenían en sus horizontes una "comunidad imaginada" de mujeres,
reunidas en torno de un mismo objetivo y de una misma identidad.(10) Hoy,
la discusión suscita otros puntos de vista y tiende a privilegiar las
dispersiones, diferencias y fragmentaciones y no más la unidad. Aún así,
algunos aspectos comunes a esas mujeres pueden ser destacados. Más allá de
las posiciones ideológicas de izquierda y de la opción feminista, la
creatividad y la capacidad de invención marcan intensamente sus modos de
pensar, sus prácticas y realizaciones, haciendo con que se destaquen en su
medio social, político y cultural, al cabo de algunas décadas y se vuelvan
objetos de estudios recientemente.(11)
Aparte de esto, se percibe un nomadismo constante en sus
trayectorias, ya que, viviendo constantes desterritorializaciones
subjetivas, desarrollan un enorme potencial de transformación y de
invención de nuevos espacios personales, subjetivos y colectivos. Vale
notar, aún, la manera como traen el cuerpo y la sexualidad para el centro
de sus producciones, entre prácticas discursivas y no-discursivas, lo que,
de modo general, caracteriza a la segunda onda del movimiento
feminista.(12)
Se puede decir lo mismo sobre las formas de actuación de las mujeres que
privilegio en ese texto: el cuerpo – y agrego, la sexualidad - se vuelven
problemáticas centrales en sus feminismos y en sus reivindicaciones
pragmáticas. La lucha por los derechos reproductivos, contra el asedio
sexual, la violencia doméstica, la violación, por la discriminalización del
aborto, por los derechos de las "trabajadoras del sexo", por el derecho al
propio cuerpo y al control de la propia vida, la búsqueda de construcción
de un lenguaje feminista corporificado y la crítica de las jerarquías de
género presentes en los modos modernos de organización social – son esas
las principales banderas que las feministas levantan hoy, en Brasil y en el
mundo.

- Breves históricos

De las mujeres aquí nombradas, todas son intelectuales y escritoras
con libros publicados. Norma, Tânia e Ivone estuvieron hasta hace
recientemente vinculadas a la universidad como docentes, mientras que
Amelinha, Sueli y Gabriela fundaron sus propias Ongs.
Norma, paulistana nacida en 1942, es, en su lúdica manera de auto-
referirse, "una acuariana, que vino con la cabeza en la luna, me gustan
las artes. Me falta tierra, senso de realidad".(13) Se formó en Historia,
en la Universidad de São Paulo - USP, en 1974 y se doctoró en la Pontíficia
Universidad Católica – PUC/SP, en 1987. En esta institución, fue profesora
del Departamento de Antropología y del Programa de Estudios Post-Graduados
en Ciencias Sociales, por treinta años.


...me separé en 1968 exactamente, yo era muy joven, pues
me casé con menos de 18 años, tuve dos hijos, me quedé
cinco años casada y ahí mi vida comienza. Iba a tener un
curso en la Sorbonne, en Paris, al final de 1968, entonces
yo fui, no terminé el colegio, me casé antes. Estudié en
el "Des Oiseaux" hasta el final de la secundaria, ahí fui
a pasar un periodo en los EEUU, que coincidió con los 50
años de graduación de mi abuelo allá y yo estudié allá.
Cuando volví, hice un año de (Colegio) "Sion" y me acabé
casando y no terminé. En esa época, fui para Paris, para
llegar a la Sorbonne, estaba todo parado por las paseatas.
Edgar Morin era el profesor querido de la juventud
parisiense, él llegaba de motocicleta, con capa de
Sherlock Holmes y todos lo aplaudían mucho. Mi curso era
de francés, mas las personas vivían en la Universidad.
Cuando volví, fui a trabajar por dos, tres años, con un
arquitecto que tenía una galería de arte, fue cuando
compré mucha cosa, después trabajé en un banco, mas yo
siempre quería estudiar, quería estudiar historia desde
niña. Uno de los motivos de romper el casamiento era que
no podía y yo tenia muchas ideas propias. (Idem)


Tânia, nacida en Curitiba, en Paraná, en 1944, se doctoró en Historia
por la Université Paris III, Sorbonne e hizo post-doctorado en la
Universidad de Montréal, donde leccionó en la Université de Québec en
Montréal, (UQAM). Hasta recientemente, fue profesora del Departamento de
Historia de la Universidad de Brasília, inaugurando, aún con muchas
resistencias, la creación del área de "Estudios Feministas", con cursos
para la graduación y post-graduación. Hija de una escritora, se adhirió al
feminismo en el período en que vivía en Paris, donde tuvo contacto con el
movimiento, en los inicios de los años setenta. A partir de ahí, las
cuestiones feministas se volvieron centrales en su vida y no apenas en sus
reflexiones, como también la crítica a las identidades sexuales,
construidas a partir de concepciones escencialistas y biologizantes.
Tânia edita, juntamente con la traductora Marie France Dépêche, la
revista feminista digital Labrys, nombre que se refiere a un hacha con
lámina doble, utilizado como arma o instrumento por las antiguas
poblaciones de las Amazonas, según los registros arqueológicos. Para ella,
se trata sobre todo de un "símbolo mayor de afirmación de lo femenino".(14)
Ya con once números, la revista publica artículos de excelente calidad de
varias feministas de todo el mundo, contribuyendo para ampliar y actualizar
considerablemente la red de los "estudios feministas".
Ivone, paulistana nacida también en 1944, se doctoró en Filosofía en
la PUC-SP y en Ciencias Religiosas por la Universidad Católica de Louvain,
en Bélgica. Teóloga feminista, vive en Camaragibe, municipio de Recife, en
Pernambuco, desde 1973. Leccionó Filosofía y Teología en el Instituto de
Teología de Recife, durante 17 años y, a pedido de Don Hélder Câmara,
trabajó en el Departamento de Pesquisa de Asesoría, que cuidaba de la
formación de agentes de pastoral para el medio popular en aquella
institución. En 1989, el Instituto fue cerrado por las fuerzas
conservadoras y obscurantistas de la Iglesia.
Amelinha, nacida en Contagem, Minas Gerais, en 1944, en el seno de una
familia operaria, hija de un activo militante del PCB, enseguida se vuelve
activista política. En su memoria, la militancia es una constante y la
presencia del padre es siempre muy marcante.


Con 21 años, yo entré en la clandestinidad. Con 15 años,
comencé a militar, allá mismo en Minas. Mas yo digo que
militante siempre fui, no exagero quando digo eso, porque
nosotros vivíamos en un conventillo, en Santos. Yo hasta
me recuerdo, el conventillo era así: una casa con un piso
alto, tenía una escalera de madera y tenía los cuartos,
cada familia vivía en un cuarto. Mi padre hacía las
reuniones con los comunistas allá y nos ponía sentados en
la puerta para vigilar, porque si viniese la policía
nosotros avisábamos y ellos bajaban por el otro lado y
salían del otro lado de la calle.(15)


Sueli nació en el barrio de Lapa, en San Pablo, en 1950 y, como
rarísimas mujeres negras, se formó en Filosofía en la Universidad de San
Pablo - USP, entre 1972-1980; actualmente, hace post-graduación en
Filosofía de la Educación, en esa misma universidad. De la infancia, trae
las fuertes marcas del mundo del trabajo y de una comunidad gregaria.


Yo soy la más vieja de siete hermanos, mi padre era
ferroviario y mi madre era ama de casa y antes de casarse
era costurera, era gerente de un taller de costura, (...)
Mi padre es de origen rural, en la época se decía
campesino nacido en Minas Gerais, en Uberlândia, él sale
de la hacienda donde la familia trabajaba con diecisiete
años y viene para San Pablo, era semi-analfabeto, trabajó
por todo el país hasta que acabó en la ferrovía, en Santos-
Jundiaí, donde se quedó hasta morir. Yo soy la más vieja
de siete hijos, vengo culturalmente de una comunidad
operaria, la ferrovía tiene una cultura muy particular,
proletaria, yo nací en Lapa, después nos mudamos para un
área cerca de Pirituba, donde yo crecí, y a medida que los
hijos iban naciendo nosotros nos íbamos quedando más
pobres, el país iba empeorando. (16)


También paulistana, Gabriela nació en 1951, en San Pablo, de una
familia de clase media y vivió entre los barrios de Vila Mariana y
Jabaquara.


Yo nací en Pró-matre, en La Av. Paulista y viví hasta los
diez años en Vila Mariana, después yo fui para Jabaquara.
Yo soy de una familia de clase económica baja, mas cuando
yo nací era clase media, realmente media. La familia fue
muy rica, el padre de mi padre era rico, eran hacendados,
mas ellos perdieron todo en el juego... eran todos
jugadores. (17)


Aún con el nombre de bautismo, Otília entró en el curso de Ciencias
Sociales, en la USP, en 1969, después de la turbulenta experiencia del
"cursinho" (curso para entrar en la universidad). Sólo después pasaría a
llamarse Gabriela.


Hice el curso a la noche, ahí entré en Filosofía de la
USP. En el año en que yo entré, en 1969, Ciencias Sociales
estaba saliendo de la calle María Antonia y yendo para los
barracones en el campus. Entré dentro de esa cosa
conturbada y era muy bobita. La época del curso fue una
época muy interesante para mí, fue ahí que yo comencé a
"dar trabajo", dice mi madre. Perdí la virginidad a los 18
años. Fue en esa época. (Idem)


- De los bastidores para el teatro

Desde el final de la década de 1970, el movimiento feminista,
constituído en gran parte por militantes, ex-presas políticas y exiliadas
que retornaban al país, decidó salir del "gueto" y ampliar su radio de
actuación. Invadió sindicatos, partidos, varias entidades de la sociedad
civil y, sobre todo, se alió al "movimiento de mujeres", que se articulara
en la periferia de algunas ciudades, desde los años setenta, apoyado por la
Iglesia y por grupos políticos envueltos en la lucha por la
redemocratización.(18)
Aunque se mobilizase un contingente femenino excepcionalmente grande,
el "movimiento de mujeres" no levantaba cuestiones feministas como banderas
de lucha. Reivindicaba la creación de guarderías infantiles, transportes
urbanos y mejores condiciones de vida, sin incluir, sin embargo, en su
agenda, temas como aborto, violación, asedio y violencia doméstica contra
las mujeres. El contacto que se estableció entre los dos movimientos – el
feminista y el "movimiento de mujeres" – fue ciertamente muy importante
para todas. Para las primeras, porque pasaban a alcanzar una red mucho más
amplia de la población femenina; para las mujeres pobres de la periferia,
porque les traían cuestiones que dificílmente serían enunciadas
espontáneamente, como las referentes a la moral sexual, al cuerpo y a la
salud, con que muchas veces sufrían silenciosamente. Fundamental en esa
asociación, el feminismo desarrolló y amplió sus banderas de lucha, dando
destaque a las cuestiones de la violencia contra las mujeres y de los
derechos reproductivos.
En ese contexto, directamente envuelta con la militancia política
desde hacía mucho tiempo, Amelinha crea, en 1981, la "Unión de las Mujeres
de San Pablo", en donde actualmente coordena el Proyecto de "Promotoras
Legales Populares", destinado a capacitar mujeres de la periferia para el
acceso a la justicia. Sueli funda, en 1988, el "Geledés - Instituto de la
Mujer Negra", primera organización negra y feminista independiente en
Brasil, que tiene como objetivo, como ella explica, "desarrollar un trabajo
político y jurídico para la mejora de la situación general del negro en el
país y específicamente de la mujer negra." Gabriela funda el "Movimiento
Nacional de las Trabajadoras del Sexo", en 1987, en Rio de Janeiro y,
después de salir del ISER – Instituto de Estudios de la Religión, crea la
Ong "De la VIDA", juntamente con el periodista Flávio Lenz, en 1992. (19)


- aborto X cualquier cosa...


Feminista socialista, la teóloga Ivone se identifica primeramente como
mujer y no como género humano, como afirma en su autobiografía, intitulada
Aguas de mi Aljibe.(20) Ahí, aclara sus posiciones:


Creo que el encuentro con el feminismo, como crítica de
una historia y de un pensamiento masculino dogmático, me
abrió las puertas para pensar en mi vida de otra manera.
Me atrevo a salir, no sin temor, de la admirable
perfección del dogmatismo filosófico y teológico masculino
en el cual fui formada. Me atrevo a salir de las
definiciones a las que preciso adaptar-me, porque, según
dicen, ellas constituyen el orden del mundo, del mundo
cierto, justo, del mundo deseado por Dios. Oso dudar de lo
que fue proclamado como verdad y libertad."(p.26)


El abandono de las referencias anteriores, de los antiguos modelos de
construcción de la subjetividad y de la actuación también son mencionados
en su texto: "Actualmente me siento en una perspectiva de 'fin de
modelos'", dejando para atrás los códigos de conducta que venían de afuera
y que le eran impuestos por alguna autoridad reconocida. En ese contexto,
gana fuerza el sentimiento de ser extranjera también en la transgresión:


Aprendió tan bién que el pensamiento era una prerrogativa
de los hombres que a veces me sentía extranjera en mi
vocación de mujer filósofa. Mas tal sentimiento nunca
duraba mucho.(...) Me gustaban las persnoas fuera de lo
común, fuera de la norma reconocida por la sociedad
(p.30).

Ivone es vista como contestadora, radical y transgresora sobre todo
dentro de la Iglesia, ya que, hasta la década de 1980, había muy pocas
feministas desestabilizando públicamente el régimen de verdades vigente en
ese universo y, sobre todo, las jerarquías de género. Sin dúda, la lucha a
ser trabada ahí es de las más extraordinarias, porque cuestiona
directamente la figura y la autoridad divinas. El contacto con libros
extranjeros abre, por lo tanto, un amplio espacio para la extruturación de
una fuerte crítica a los modos tradicionales, masculinos y profundamente
autoritarios, porque jerárquicos, de las instituciones religiosas.


Critico lo que hace de la religión un espacio de
dominación y domesticación de las mujeres. Sentí en la
carne la exclusión de la libertad debido a mi condición de
mujer que escogió pensar la vida, pues pensar es, sí,
peligroso en este mundo jerarquizado donde sólo nos piden
que obedezcamos.(p.68)


Además de la actuación en el medio académico y de muchos libros
publicados, Ivone tiene una historia de intensa actividad de militancia
política feminista, inclusive con la publicación de varios libros, como el
reciente ¿ Qué es Teología Feminista?(21) Trabajó, por varios años,
realizando cursos y dando asesorías a los movimientos sociales en el
Noreste. Actualmente, vive y trabaja en Camaragibe, en Recife y realiza
conferencias, seminarios y talleres en el país y en el exterior,
defendiendo las luchas feministas y dando asesoría sobre las cuestiones de
género en el ámbito de la Teología Feminista. Aún así, pesa, en su balance
de vida, la metáfora de ¡"colores pastel de buena parte de mi vida", aún
para ella que tanto le gustan "los colores fuertes, las comidas
condimentadas, las grandes pasiones, las aventuras!" (p.33)
No es así que observo a esa guerrera, que osa levantar la bandera de
la discriminalización del aborto, dentro y fuera de su medio. Lo que tiene
su precio. En 1994, habiendo dado una entrevista a la revista Veja, fue
intimada por el obispo de Recife para retractarse públicamente. Del mismo
modo, la prensa conservadora no perdió la oportunidad de punirla,
publicando notas cotidianas sobre la "monja del aborto". Ivone reacciona:


Todo es tramado para culpar a las mujeres e inocentar a
los hombres de suas propias responsabilidades. Las mujeres
se vuelven responsables por el destino – casi siempre
miserable – de los niños, por su educación, su vida. Lo
masculino juzga, lo femenino es juzgado.( p.151)


Un año después, el proceso es archivado, mas después otro se abre,
lanzando sospechas sobre sus ideas religiosas y argumentando "sus errores".
En ese contexto punitivo, no tarda a ser enviada para estudiar en la
Universidad Católica de Louvain-la-Neuve, en Bélgica.
Es interesante observar que la trayetoria de vida de cada una de esas
mujeres, aunque siguiendo caminos tan singulares, confluye en la medida en
que se deparan con cuestiones sociales y políticas comunes. La dictadura
militar vigente en el país las colocó de lado de los movimientos de
resistencia y, al mismo tiempo, las dificultades en encontrar espacios
adecuados de expresión femenina, o sea, la persistencia de la cultura
patriarcal las forzaron a abrir sus propios territorios, lo que no se hizo
sin muchas presiones misóginas.(22)
Es el caso de Amelinha, que comienza temprano en la militancia
política y, posteriormente, descubre el feminismo. Presa política entre
1970-1973, encuentra a las mujeres comenzando a organizarse al final de
1974 y se sumerge en trabajos políticos con éstas en la periferia de San
Pablo, siguiendo las orientaciones del PC del B, en donde militaba hacía
mucho tiempo. Para el partido, se trataba de constituir el "Movimiento del
Costo de Vida". En ese momento, la principal reivindicación de las mujeres
era la creación de guarderías infantiles, necesidad que era subestimada por
el partido. Dice ella,


Mas el Partido y la Iglesia tiran esa reivindicación y
colocan salarios, reforma agraria y el congelamiento de
los precios de primera necesidad - son las tres banderas
en lugar de las guarderías infantiles, que son
importantes, y nadie está en contra. Mas ahora, ¿ por qué
tiran la guardería? Yo me quede atónita , tanto es que yo
soy una de las personas que articula el movimiento de
calle por guarderías infantiles en el Estado de San Pablo.




Las insatisfacciones con las posiciones autoritarias y masculinas del
partido aumentan; las distancias se acentúan.


Fue mucha polémica, de 1975 a 1987, yo vivo la polémica
dentro del Partido porque yo pensaba que las mujeres
tenían que tener un espacio propio y que las
reivindicacioes de las mujeres eran tan importantes como
las del "pueblo brasilero". En esa discusión de la
guardería, eran mujeres discutiendo todo, a veces,
hacíamos reuniones con 200 mujeres, en la zona sur, en
Figueira Grande, Campo Limpo, Grajaú. Comenzamos en las
iglesias, sociedades de amigos, escuelas, puestos de
salud, salones parroquiales, en todos los lugares.

Se crea la posibilidad de un espacio propio, feminista, dentro de los
movimientos sociales en lucha contra la dictadura militar, mas aparte del
partido político:


La Unión es fundada en 1981. En 1980, San Pablo crea una
red municipal de guarderías, por la primera vez en la
historia. Nosotros teníamos ese grupo de mujeres en esa
discusión de guarderías y pensamos que nosotros teníamos
que tener un grupo para discutir nuestros problemas,
porque en el Movimiento de calle por guarderías estaba la
discusión de implantar, una comisión para el
acompañamiento de la implantación de la guardería, de
establecer los criterios de qué niños van para las
guarderías, de cómo las madres tendrían su relacionamiento
con los niños. Porque cuando venía el padre, venía armado
con revolver, porque venían para pelear, para matar. La
discusión quedó muy dirigida para el niño la guardería y
decíamos: ¿"y nosotras, las mujeres?", entonces hicimos
esos grupos, las mujeres vamos a discutir nuestra
sexualidad, la cuestión del aborto, la cuestión de la
violencia... Ahí hicimos ese grupo de mujeres y fue un
parto, una cosa durísima, porque el Partido quería ser
dueño de la Unión de Mujeres.



La creación de "Geledés" también sucede de la constatación de un
enorme vacío en relación a las necesidades de las mujeres negras, en
Brasil. Si el movimiento feminista ya aglutinaba a muchas mujeres en sus
banderas de lucha, las negras se sentían marginalizadas y olvidadas por
todos lados. Diz Sueli,


"Geledés" fue creado en 1988. En su origen éramos seis,
todas negras. Yo, Maria Lúcia da Silva, Edna Bolam,
Solimar Carneiro, Sonia Maria Pareira do Nascimento, no me
recuerdo de todas. No fue una cosa que nació de la nada,
nace de un proceso, en verdad de un proceso que comenzó a
ser construído alrededor de 1982, cuando nosotras... el
punto importante fue la construcción del Movimiento de
Mujeres Negras en San Pablo, cuando es creado el Consejo
Estatual de la Condición Femenina, en San Pablo. El
movimiento de las mujeres negras era mezclado con lo
general, no había aún un espacio organizado, exclusivo de
mujeres negras. Había mujeres negras actuando en el
movimiento feminista, en el movimiento negro.


Fundar esas Ongs fue una tarea árdua, pués faltaba todo tipo de apoyo,
inclusive de los grupos de izquierda dominados por los hombres, que
defendían las cuestiones económicas y políticas de ámbito más general, como
la cuestión salarial y las reivindicaciones laborales y sindicales,
considerando las demandas feministas secundarias. De hecho, el preconcepto
a las reivindicaciones de las mujeres aún era muy grande, en los inicios
de la década de 1980, pués eran asociadas al universo de mujeres sin
necesidades económicas y "alienadas", en supuesta búsqueda indefinida de la
libertad. En ese momento, aún se ignoraba mucho de la historia de las
luchas feministas, en Brasil y en el mundo. Se desconocía la creciente
presencia y las realizaciones culturales de las combativas mujeres, tanto
de la elite como de los medios operarios, que, desde el final del siglo XIX
e inicios del XX, lucharon para ingresar en la esfera pública.(23) Se
ignoraba también que las mujeres participaban en gran número en los
movimientos sociales de resistencia a la dictadura, fortaleciendo los
diferentes grupos políticos, especialmente los liderados por la Iglesia,
sin por eso colocar públicamente sus propias necesidades.(24) Amelinha
traduce ese pasado:


El Partido contraponía el aborto con constituyente, el
aborto con aumento del salario, para mostrar que nuestra
lucha no tenía importancia. Mas no tiene nada que ver,
ellos contraponen, en vez de juntar. Usted no creería lo
mucho que ellos nos persiguieron y continúan hasta hoy, la
lucha se mantiene. Es una persecución tan fuerte, igual a
la dictadura... marca, toda persecución, todo
autoritarismo marca mucho la vida política de las
personas. (...) Siempre fuimos, yo soy muy estigmatizada,
mi generación tal vez, fuimos muy estigmatizadas en todo
lo que nosotros hicimos, nosotros rompimos con muchos
preconceptos, muchas no aguantaron, se quedaron dentro de
casa, aquellas feministas de los años 1970, que están
dentro de casa y no aguantan oir más nada, ninguna
crítica. Toda esa discusión que está siendo hecha es
necesaria, sin discusión no se consigue elaborar
propuestas, es preciso mudar las mentalidades.


En relación a "Geledés", Sueli explica:


"Geledés" surge de esa necesidad de reconstruir un
espacio autónomo, independiente, que pudiese permitirnos,
tanto dialogar con el Estado, cuanto hacer propuestas al
Estado, como también ejercer la función del control
social, la crítica en relación a los gobiernos y al propio
Estado. Eso fue una de las cuestiones que estaba muy clara
en la creación de "Geledés". Otra era la necesidad de
construir un instrumento político para la lucha de las
mujeres negras, un instrumento político que pudiese dar
voz, voto, visibilidad en la temática de las mujeres
negras - eso en el suceder de una crítica histórica en que
tanto el movimiento feminista, como el movimiento negro,
ambos subalternizaban en sus agendas, la temática
específica de las mujeres negras. Entonces era preciso
crear organizaciones específicas, instrumentos políticos
que rompiesen con el silencio y con la invisibilidad de
las mujeres negras, entonces "Geledés" fue concebido
también como una organización que tenía la pretensión de
realizar esa misión. Lo que nosotras queríamos era
construir una organización de mujeres negras, que
alcanzase autoridad alrededor de ese tema y que pudiese
dialogar en condiciones de igualdad, en primer lugar con
el feminismo, con la lucha anti-racista y con otros
movimientos sociales, con otros actores sociales. Entonces
era esa la pretensión de "Geledés", fue así que surgió y
ahí nosotras estructuramos un programa de acción,
inicialmente montado en tres puntos, derechos humanos,
salud y comunicación.


Los preconceptos que Gabriela tuvo que enfrentar para defender los
derechos de las "trabajadoras del sexo" fueron muy fuertes, sobre todo por
la ausencia de apoyo de los grupos de izquierda, para los cuales la
prostitución debería ser totalmente suprimida. En una relación difícil,
inclusive con las feministas, liderar el movimiento de las prostitutas
reforzó las estigmatizaciones cristalizadas en lo imaginario social.

¨Da Vida¨ comienza en 1992. (...) El comienzo fue muy
difícil, existía un poco de oposición del ISER.(...) Ahí
nosotros no teníamos lugar para llevar la sede de DaVida y
mis amigos de Estácio, donde yo tenía amigos, uno de ellos
tenía un terreno inmenso y nos lo ofreció para que
construyamos algo allá. Ahí fuimos para allá construimos
un barraco de madera, nosotros tenemos fotos. En
Estácio yo conozco mucha gente, pués me quedé muchos años
allá en la zona.


- La biblioteca de Norma

Norma buscaba sus propias referencias de autonomía femenina, desde
pequeña: "Desde la época de mi madre, yo buscaba a las mujeres feministas,
y discutía mucho con ellas, (afirmaba) que había mujeres en la época de
ellas que habían sido libres, mas yo no tenía ejemplos." Sin embargo, si la
mayoría de las mujeres en su medio enseñaban la obediencia y submisión, la
niña podía contar con la presencia de algunas mujeres fuertes en su vida,
como la abuela materna, sus tres hermanas y la bisabuela, "que conocí muy
bién y que siempre nos esperaba para leer un poema." Además de eso, se
enriquecía con las lecturas propiciadas por la inmensa biblioteca del
abuelo. Esa herencia viene asociada con la conquista de la libertad.


Yo tenía una polaridad, porque mi abuelo estudió en los
EUA y él me decía: "la mujer tiene que prepararse más,
porque es más difícil la vida para la mujer en el mundo",
probablemente por causa de su vivencia americana. Y era él
quien tenia una biblioteca y permitía que yo tomase
cualquier libro. Yo creo que eso fue la base y la
negación, esa revuelta brava, porque me decían eso: "una
joven no va alli" y yo pensaba, - ¿por qué no va? - "una
joven no estudia mucho", eso fue una constante en mi vida.
Al mismo tiempo, yo tenía una biblioteca adonde yo podía
tener libertad, donde no me prohibían los libros, que eran
de mi abuelo y él tenía algunas cosas que yo tengo hasta
hoy. Él era ingeniero, mas pienso que, por los Estados
Unidos, él tenía una formación más humanista. Tenía la
colección de los libros de Shakespeare, los libros
sagrados de la humanidad – Zaroastrismo, Ocultismo,
Budismo, Induísmo, yo me quedé curiosísima, y descubrí que
todos eran interesantes. Entonces fue un deslocamiento muy
grande para quien venía de un colegio de monjas
tradicional, muy cerrado.


En la Facultad de Historia, la estudiante había encontrado a la
comunista alemana Rosa Luxemburgo, militante tan fascinante para esa
generação, mas no era exatamente una feminista. Eran "los años más pesados
de la dictadura", como dice ella, donde el foco estaba distante de las
cuestiones feministas. En la década siguiente, traduce las cartas de amor
enviadas por Rosa a su compañero, Leo Jogiches.(25) "Yo me apasioné. Yo no
conocía ese lado de ella, de la feminilidad, ya hay ahí una discusión
feminista." Si Norma no se recuerda exactamente de cuando encontró al
feminismo, nuevamente el recuerdo de la biblioteca familiar gana espacio en
sus memorias:


Al mismo tiempo, yo crecí leyendo a Charlotte Brontë, yo
aún tengo la edición de 1902, de mi abuelo. Yo tenía una
cosa de pasión por esos libros...que, después, yo voy a
preguntar, un día: ¿Existen escritoras brasileras? Y
decían que no, mas yo fui cabeza dura busqué...


Es posible que la referida falta de referencias femeninas marcantes en
su vida explique, en gran parte, su búsqueda incesante por las escritoras
en nuestro pasado, en general, mujeres desconocidas que, no raramente,
precisaban recurrir a la identidad masculina para hacerse oir. Al mismo
tiempo, también responden por ese incansable trabajo de rescate tanto la
indignación contra las sofisticadas formas de exclusión de las mujeres,
como la certidumbre de que la transmisión del pasado no está absolutamente
garantizada. Dice ella,


El proceso de exclusión de las mujeres de las narrativas
historicas determinó tanto la escasez de obras femeninas,
en comparación con las masculinas, como también su falta
de transmisión. Nunca está demás enfatizar como es
importante la transmisión de un legado para la generación
siguiente. Así se trata no sólo de descubrir el pasado,
mas también nuevas formas de relacionarse con él y de
transmitirlo.(26)


Es, por lo tanto, en esa dirección, que Norma trae una gran
contribución para el conocimiento de las mujeres escritoras que, como
sabemos, no constan en los libros tradicionalmente respetados de Historia
de la Literatura. Hasta las décadas de 1980 y 1990, nombres como Carmen
Dolores, Júlia Lopes de Almeida, Maria Benedita Câmara Borman, Lola de
Oliveira, Narcisa Amália, entre muchas otras, continuaban absolutamente
desconocidos y apenas recientemente algunas de esas obras han salido al
público.(27)


Entonces comencé a mirar en diccionarios bibliográficos,
comencé a percibir qué había en historias de la
literatura, en Antonio Cândido, Narcisa Amália, mas las
personas toman el libro y no ven, porque se piensa que no
existen, que no existen escritoras. Hace una o dos
décadas atrás nosotros teníamos certeza que comenzaba con
Cecília Meireles y con Clarice Lispector.


La identificación con las escritoras y con sus personajes y la
interlocución activada con las tramas encontradas se vuelven importantes
fuentes de inspiración para el trabajo personal, emocional e intelectual de
Norma. Como mujer, la subjetividad intercede todo el tiempo.

Cuando yo vi a Gilbert and Goubert, The mad woman in the
attic, mas cuando yo vi a la loca en el ático, yo me
desestabilicé emocionalmente, porque yo me dije que era
yo, somos nosotras, la (mujer) trancada es una
latinoamericana, una brasilera, que después es que ella va
a escribir... ¿la loca era una criolla??? Maria Benedita
Bormann me da la impresión de que ella escribió que si esa
loca hubiese salido del ático, se convertiría en una
escritora, esa es mi lectura de la Lésbia (28).

Preocupada con los mitos de origen, Norma encuentra Lilith, la
primera mujer, transgresora, rebelde, fuerte, en una época en que pocas
habían oído hablar de ella. Eva aún dominaba el imaginario religioso como
la primera mujer, según el relato bíblico, salida de la costilla de Adán,
pasiva, submisa. Y, por lo tanto, tocada por el personaje, la historiadora
feminista traduce el libro del antropólogo italiano Roberto Sicuteri,
Lilith, la Luna Negra (29), que tuvo, en seguida, varias ediciones en
Brasil.

- Otília, Gabriela

Esa identificación también se aproxima a la que une Gabriela a las
prostitutas y mueve su lucha por ellas. La experiencia como prostituta
profesional por muchos años la vuelven una figura absolutamente singular,
pués habla desde adentro de ese universo que era entonces tan distante y
desconocido, al menos por las mujeres. Además de eso, son muy raras las
prostitutas en medios más pobres, que tuvieron formación universitaria y
que se volviesen militantes políticas. Gabriela inclusive optó por mudar de
nombre, lo que seguramente puede ser leído como la afirmación de otra
subjetividad, la definición de un nuevo modo de ser, más independiente,
libre, sensual, osado y transgresor, como se observa en esa mujer.


Yo llamo a Otília Silva Leite como el certificado.
Gabriela es tan antiguo, es parte de mí, mucho más que
Otília. En verdad, es el nombre que yo escogí. Yo lo mudé
cuando entré en el oficio . Eso fue en 70 y poco. Estoy en
un proceso en la justicia para agregar Gabriela. Va a
quedar Otília Gabriela. Yo tengo los dos nombres. Todo el
mundo me llama de Gabriela, menos mi madre.


Es necesario considerar el contexto histórico en el que actua
Gabriela, sin duda, para entender el alcance y el radicalismo de sus
decisiones. Para una generación educada para el casamiento y la maternidad,
en los años cincuenta y sesenta, la ruptura que ella promueve es enorme, a
tal punto de que su madre sea la única persona que no la reconoce como
Gabriela. Además de eso, puede decirse también que Gabriela es feminista,
si considerarmos que su lucha busca los derechos de mujeres pobres, que
hasta entonces vivían en condiciones de absoluto abandono social, a pesar
de los desencuentros con las feministas propriamente dichas. Y es
considerando todos esos aspectos que Gabriela funda, al lado de la
prostituta Doroth y del periodista Flavio Lenz la Ong DaVida, que lucha por
mejores condiciones de trabajo y calidad de vida de las prostitutas. Desde
la década de los ochenta, cuando nace ese movimiento en Brasil ellas pasan
a llamarse de "trabajadoras del sexo", entendiendo su actividad como otro
trabajo cualquiera y exigiendo el reconocimiento profesional del Estado.

- La desconstrucción de Tânia

Crítica radical del pensamiento identitario e inspirada por Foucault,
ya hace algunas décadas que Tânia desafía a las definiciones masculinas de
la identidad femenina, abarcando las interpretaciones falocéntricas que,
desde la iglesia y la medicina hasta los medios, pretenden informar a la
opinión pública o modernizar lo imaginario social misógino. Historiadora,
no ha sido fácil la lucha que traba para transformar un área dominada hasta
recientemente por los temas y objetos masculinos. Es, en esa dirección, que
realiza una relectura de la Historia de Brasil, tradicionalmente vista por
un mirar excluyente y jerárquico. En el artículo que focaliza las
relaciones establecidas entre los colonizadores portugueses, los jesuitas
y los indígenas, ella denuncia:


En el ámbito de la sexualidad es el deseo de los
hombres, es la presencia de los hombres, es la sexualidad
masculina que aparecen como reguladores del orden, como
definidores de la moral, como parámetros de inserción en
el contrato social/sexual que se establece en la
colonização portuguesa. La desigualdad surge aquí con el
establecimiento de la "diferencia" y de una exclusión.
Así, aquello que es tomado como causa de la exclusión de
lo político-social – la diferencia biológica – no es sino
el fruto de una desigualdad forjada en lo político. La
práctica de enseñanza jesuítica en las escuelas para
niños, por ejemplo, de hecho crea una nueva división entre
los sexos, una nueva moral, un nuevo eje de saberes,
destinados exclusivamente al sexo masculino, interlocutor
escogido por los portugueses en su contacto con los
indígenas.(30)


Proponiendo la desconstrucción de la identidad lesbiana, la autora
escribe ¿ Qué es el Lesbianismo?, libro en el cual baraja todas las
posibles respuestas a la cuestión en juego, revelando las trampas que
supuestamente se encuentran ahí .(31) En ese mismo año, presenta el texto
"Identidad Nómade: Heterotopías en mí", en el que propone sus propias
invenciones de la subjetividad, valiéndose de la noción foucaultiana de
"heterotopía".(32) Aquí, ella pregunta:


¿Quiénes somos "nosotros", así, encerrados en cuerpos
sexuados, construídos como naturaleza, pasajeros de
identidades fictícias, construídas en conductas más o
menos ordenadas?¿ Quién soy yo, marcada por lo femenino,
representada como mujer, cuyas práticas no cesan de
apuntar para las fallas, los abismos identitários
contenidos en la propia dinámica del ser? (Idem, p.327)

En 2003, Tânia publica el irónico artículo ¿"Vieja? ¿Yo? Auto-
retrato de una feminista", en el que parte, con humor y originalidad, para
una crítica performática contra las estigmatizaciones modernas, que
encierran el cuerpo, la sexualidad y la identidad de la mujer en la
categoría de la vejez, asociada, por su vez, a la de la menopausia.(33)
"Es aún y siempre el 'dispositivo de la sexualidad' en acción, descripto
por Foucault", denuncia ella. No es preciso recordar que la menopausia fue
definida por el discurso médico como el "ocaso" de la sexualidad femenina,
o sea, como un momento en que su vida sexual se encerraría y en el que, al
contrario de los hombres, ellas dejarían de tener capacidade sexual,
siendo, por lo tanto, desposeída de su principal papel en la sociedad,
como reproductora.
En un estilo jocoso, exponiédose osadamente en el texto y afirmando
una recusación radical de un cuerpo y de una identidad pre-establecidos,
Tânia afirma:


Mis cabellos son largos y blancos, crimen de lesa majestad
para una mujer en Brasil. Me visto como me gusta, para
escándalo de las/de los colegas y para alegría de los
alumnos, que comparten mis preferencias. Nunca torturé mis
piés en esos zapatos puntiagudos y de tacones altos
(¡elegantes!) que nos impiden correr, saltar, tener una
postura correcta. Me siento bién y confortable en mis
running shoes que me transportan entre conferencias y
cursos, de las salas de tesis a las clases habituales.
(Idem, p.263)


Su crítica desconstruye las interpretaciones que hacen de la vejez un
período asociado a la degenerescencia y a la muerte, un momento de
incapacidad y de pérdida de potencia especialmente para las mujeres, de
quienes se exigen padrones estéticos elevados, entre belleza y juventud,
mucho más que a los hombres:


¿Pero qué es al final la vejez? Vemos florecer, aún en las
filas de los feminismos, los "grupos de jóvenes", frente a
las feministas "clásicas", tradicionales, "de edad",
viejas, en fin. ¿ Qué hace ser coherentes a los grupos de
"jóvenes"? ¿Cuáles son sus límites, sus objetivos, sus
lazos? ¿Cómo la edad puede determinar la pertenencia, sino
en un mundo trazado, establecido, definido, donde los
gustos y preferencias se establecen según la publicidad,
la propaganda, avatar último de una globalización
avasalladora en marcha? ¿Y cuales son los detalles sutiles
que colocan a alguien, inexorablemente entre las "viejas"?
¿La tercera edad comienza a los 30 o 31 o 42 o 54? ¿Y la
4ª edad y la 5ª? ¿Cuál es la arruga o la cantidad de
cabellos blancos que determinan este pasaje? (Idem, p.
264)

Retomando Simmel...


No se puede considerar las importantes transformaciones conquistadas
en la vida de las mujeres hoy, en Brasil, sin referirse a las experiencias
de las luchadoras, como las aquí citadas. Por diferentes caminos,
enfrentando tabus y preconceptos arraigados, quebrando los estereotipos
vigentes en su época, abriendo nuevos caminos de actuación política,
profesional y personal, esas guerreras afirmaron nuevos modos de existencia
y nuevos códigos éticos. Figuras singulares, ejemplares, es imposible no
reconocer sus debidos méritos y victorias. Al observar sus realizaciones
políticas, como la creación de las Ongs "Unión de las Mujeres", "Geledés"
y "DaVida"; al considerar la producción teórica feminista hoy existente,
las instigantes reflexiones y fuertes críticas traidas por los estudios
feministas, como los trabajos de Tânia Swain, Norma Telles e Ivone Gebara;
al conocer el intenso trabajo en el universo de la religión realizado por
las teólogas feministas, en lucha por la discriminalización del aborto, por
la relectura de la Bíblia, por nuevas interpretaciones de los textos
sagrados, entre otros temas fundamentales, sólo podemos salir muy
fortalecidas.
En la "Unión de Mujeres", dice Amelinha, "Hoy tenemos una directoría
con 13 mujeres y el principal proyecto nuestro son las Promotoras Legales
Populares, que tienen 3.500 mujeres en todo San Pablo, es un trabajo de
campo." En relación a "Geledés", explica Sueli:

Son 23 personas que trabajan cotidianamente. Hoy,
"Geledés" no trata apenas de la cuestión de las mujeres,
mas el foco es la mujer negra. Nosotras montamos un tipo
de programa que nos permite trabajar la cuestión de la
mujer negra en particular y las cuestiones generales de
interés de la comunidad negra, o sea, de la lucha anti-
racista, en geral. Nosotras compartimos esa doble
identidad, nosotras somos feministas, anti-racistas y
estamos en los dos campos de batalla, operando en las dos
luchas.


Del mismo modo, "DaVida" se afirma como respetado espacio de lucha y
reivindicación de los derechos de las "trabajadoras del sexo", inclusive en
el exterior, con la publicación del diario ¨Beijo da Rua¨ "Beso de la
Calle", dirigido por el periodista Flávio Lenz, y la confección de ropas de
"DASPU", nombre que alude irónicamente a la confección de alta costura
"DASLU". Ya Ivone, no precisa más temer a sus contundentes declaraciones,
que hacen parte de su ejercicio cotidiano de la libertad y de su envidiable
autonomía:


Toda esa vivencia, bastante pesada, me lleva a pensar o
soñar con otra cosa:¿ y si Dios no fuese poderoso, mas
apenas tuviese placer!? Y si el placer fuese la
constitución fundamental de nuestro ser? Y si estuviésemos
en este mundo para gozar la existencia?¿ En el comienzo,
no estábamos todos en el paraíso, según el mito relatado
en el Génesis? ¿El paraíso y la felicidad no serían
constituyentes de nuestro origen? (...) Y no estamos
dotados de la nostalgia del paraíso perdido? (34)





NOTAS


1. George SIMMEL. Filosofía del Amor. São Paulo: Martins Fontes, 1993.
4. Foucault desarrolla el concepto de "estéticas de la existencia", al
estudiar la experiencia de subjectivación de los antiguos griegos, que
crearon otros modos de relación consigo mismo y para con el otro, pautados
por fuertes valores éticos. Michel FOUCAULT. Historia de la Sexualidad II:
El uso de los placeres. Trad. Maria Thereza da Costa Albuquerque Rio de
Janeiro: Graal,1984. Extiendo el concepto para pensar en las creaciones
feministas en la actualidad en "Feminismo y Subjetividad en Tiempos Post-
Modernos". LIMA, C.C.; SCHMIDT, S.P. (Org). Poéticas y políticas
feministas. Florianópolis: Editora Mulheres, 2004, p. 31-42.
6. "Máquina de guerra" es un operador creado por Deleuze, para referirse a
los flujos de intensidad que escapan a las formas de captura y
reterritorialización del Estado. "En cuanto a la máquina de guerra en sí
misma, parece efectivamente irreductible al aparato de Estado, exterior a
su soberanía, anterior a su derecho: ella viene de otra parte (...) Sería
antes como la multiplicidad pura y sin medida,la irrupción de lo efímero y
potencia de la metamorfosis." DELEUZE, G. Mil Platôs. vol.5. Trad. Ana
Lúcia de Oliveira. São Paulo: Editora 34, 1997, p.13.
7. Michel FOUCAULT. Las Palabras y las Cosas. Trad. Salma Tannus Muchail.
São Paulo: Martins Fontes, 1981, p. 231.
8. Michel FOUCAULT. "Nietzsche, la Genealogía y la Historia." Microfísica
del Poder. Trad. Roberto Machado. Rio de Janeiro: Graal, 1979, p. 24.
9. José Carlos REIS. Tiempo, Historia y Evasión. São Paulo, Campinas:
Papirus,1994, p.75.
10. Evelyne LEDOUX-BEAUGRAND– "D'une sororité à un corp(u)s éclaté:
l'imaginaire de la communauté dans la littérature des femmes", Labrys,
estudios feministas/études féministes, ago/dez. 2005. Accesible en:
http://www.unb.br/ih/his/gefem/; ver, aún, Suely Gomes COSTA, "Repensando
PAISMCA", Revista de la Faculdad de Servicio Social de UERJ, n.15, p.109-
122, jul./dez. 1999.
11. Ver, por ex., Joana PEDRO, "Los sentimientos del Feminismo". In:
ERTZOQUE, M. H.; PARENTE, T. G. Historia y Sensibilidad Brasília: Paralelo
15, 2006, p.255-270.
12. Sobre la segunda posición del feminismo en Brasil, ver Anette GOLDBERG.
Feminismo y Autoritarismo: la metamorfosis de una utopía de liberación e
ideología liberalizante. Dissertação de Mestrado, Rio de Janeiro: UFRJ,
1987.
13. Entrevista con Norma Telles realizada por Margareth Rago, en enero de
2005.
14. Tânia Navarro SWAIN. "Editorial" de la revista digital LABRYS, estudios
feministas/ études féministes, jan./ jul. 2005.
15. Entrevista con Maria Amélia Telles realizada por M. Rago, en febrero
de 2006.
16. Entrevista con Suely Carneiro realizada por M. Rago, en enero de 2006.
17. Entrevista con Gabriela Silva Leite realizada por M. Rago, en febrero
de 2006.
18. Sônia ALVAREZ. Engendering Democracy in Brazil. Princeton University
Press, 1990;
19. Sobre la historia de la Ong DaVida, ver Friederike STRACK, Mujer de la
Vida, en alemão, 1996.
20. Ivone GEBARA. Aguas de mi Aljibe. São Paulo: Brasiliense, 2005, p.26
21. Ivone GEBARA. ¿ Qué es Teología Feminista? São Paulo: Brasiliense,
2007.
24. Sônia ALVAREZ – "Politizando las relaciones de gênero, engendrando la
democracia". In: STEPAN, Alfred (Org.) – Democratizando Brasil. Rio de
Janeiro: Paz e Terra, 1988.
25. Rosa LUXEMBURGO. Camarada y Amante. Cartas de Rosa Luxemburgo a Leo
Jogiches. Trad. Norma de Abreu Telles. Rio de Janeiro: Paz y Tierra,1983.
26. Norma TELLES. "Notas para un aula: historia de las mujeres", mimeo,
2007, p.2.
27. Norma TELLES. Encantaciones. Escritoras e imaginación literaria en
Brasil del siglo XIX. São Paulo: Nat Editorial,1998.
28. Lésbia es el título del romance de Maria Benedita Câmara BORMANN
(Délia), publicado en 1890, que Norma Telles introduce y actualiza para
republicación por la Editora Mulheres, en 1998.
29. Roberto SICUTERI. Lilith, la Luna Negra. Trad. Norma Telles e J.
Adolpho S. Gordo. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1985.
30. Tânia N. SWAIN – "Historia: construcción y limites de la memória
social". In: FUNARI, P. P. A; RAGO, M. Subjetividades Antiguas y Modernas.
São Paulo: Annablume, en prelo.
31. Tânia Navarro SWAIN. ¿Qué es el Lesbianismo? São Paulo: Brasiliense,
2000.
32. Tânia Navarro SWAIN. "Identidad Nómade: Heterotopías en mí". In: RAGO,
M.; VEIGA-NETO, A; ORLANDI, L. Imágenes de Foucault y Deleuze, resonancias
nietzschianas. Rio de Janeiro: DPA, 2002, p.325-342. Para la noción de
"heterotopía", ver FOUCAULT, M. "Des espaces autres" (1984), Dits et
Écrits, IV. Paris: Gallimard, 1994, p.752-762.
33. Tânia Navarro SWAIN. ¿"Vieja? ¿Yo? Auto-retrato de una feminista". In:
Rago, M.; Veiga Neto, A . Figuras de Foucault. Belo Horizonte: Autêntica,
2006, p.261-270.
34. Ivone GEBARA, op. cit., p.185.



























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[1] Profesora titular del Programa de Post-Graduación en Historia de la
Universidad Estatual de Campinas- UNICAMP. Coordenadora de la revista
digital feminista LABRYS. Publicó varios libros y artículos.
[email protected]
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