Congreso del Estado de Quintana Roo Comisión de Educación Foro Consultivo para una Nueva Ley de Educación para Quintana Roo Mesa: De la Calidad, Equidad y Participación Social Chetumal, Quintana Roo 27 de mayo del 2004
Ponencia: Reconocer y reglamentar el Carácter Educativo de los Medios de Comunicación Colectiva TRA Margarita Patricia Rocha y López de Cárdenas1 Dr. Xavier Gamboa Villafranca 2
I) Contenido que se propone quede incluído en la nueva Ley de Educación:
ARTICULO zz.- Las empresas de los sectores social, publico y privado, con concesion ó autorizacion del estado mexicano para desempeñarse en el rubro de la comunicación electronica de masas e internet, y que transmitan sus señales abarcando parcial ó totalmante al estado de Quintana Roo, se consideran por ese solo hecho como institucion complementaria del servicio publico de educación y como integrante del sistema educativo estatal, por lo que estaran sujetas a las disposiciones de la presente ley
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Secretaria del Comité Directivo del Centro de Estudios de Problemas de Coyuntura, Previsión y Prospectiva AC. Privada Alvaro Obregón 436 Esq Andrés Quintana Roo, Col Centro. Chetumal , Q.R. CP 77000 Tel 01(983)8330245
[email protected] y
[email protected] 2 Director del CEPROS AC
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2)¿Por qué la Ley de Educación debe contener este texto? Según el diccionario de la XXII Edición del Diccionario de la Lengua Española3, el término “Educar” tiene varios significados. Destacan las siguientes definiciones: Desarrollar las facultades intelectuales y morales de una persona Dirigir, encaminar, adoctrinar Enseñar usos de urbanidad y cortesía Adiestrar o perfeccionar los sentidos En nuestro Estado, a mediados del año 2004, nuestra población se educa, no sólo en las escuelas. Se educan, también, a través de los medios electrónicos de comunicación colectiva, especialmente la televisión. Y, yo diría, que se educan P R I N C I P A L M E N T E a través de noticiarios, series, novelas, “reality shows” y, en general, de toda la programación de radio y TV. Nuestros niños, jóvenes y adultos, diariamente, pasan al menos igual número de horas frente al televisor, que en el salón de clases. Si “educar” es lo que dije antes, NO HAY LA MENOR DUDA de que los mensajes televisivos “educan”. Abarcan al concepto, EN SU TOTALIDAD. Para empezar, hoy en día es la TV la que más contribuye a desarrollar la intelectualidad y la moralidad de los quintanarooenses. Además, hay algo que, nos guste ó no, sucede. El hecho es que la programación telvisiva tiene un impacto tal, que hoy en día es el factor de mayor peso específico en cuanto a cómo se 3
Editado por la Real Academa Española
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dirige, encamina y adoctrina a la población. La televisión abierta y por cable, y ahora el internet, son verdaderas escuelas, en que se enseñan usos de urbanidad y cortesía a los pobladores de nuestro campo y de nuestras ciudades. Adiestra la televisión -¿alguien lo negaría?- para perfeccionar los sentidos. Toda esta educación la imparten los medios de comunicación de masas, especialmente la televisión. Hay que reconocerlo así. No sólo los jóvenes; toda nuestra población se está educando, FUNDAMENTALMENTE en sus casas, no en planteles escolares. Ello, en sí mísmo, no es algo nocivo; yo diría, incluso que es positivo. El P R O B L E M A estriba en que esta educación vía medios de comunicación se está impartiendo, SUBLIMINALMENTE y sin absolutamente ningún control estatal sobre ella. Esta ausencia, a su vez, determina que la verdadera educación que estamos recibiendo los quintanarooenses, en nuestros hogares y durante la mayor parte de nuestro tiempo de vigilia, se fundamenta en valores que son CONTRARIOS a los deseables y conduce, precisamente a que en nuestros niños y adultos arraiguen estos antivalores. Desde luego, hay excepciones. Pero, en general, a los habitantes del estado la TV nos desarrolla una moralidad que se basa en el valor supremo de acumulación de dinero y riqueza a como dé lugar. Hasta los noticiarios mas profesionales inculcan, encaminan y adoctrinan a la población para que aprehendan –para que “hagan suyos” – valores que son justamente contrarios a los que la Constitución establece que deben estar en la base mísma de la educación. Conducen a la población a hacer suyos fetiches hoy puestos de moda, como el antinacionalismo, la no soberanía 3
nacional, la no convivencia pacífica entre las naciones, la superstición y el fanatismo como motor del pensamiento. La programación televisiva, de manera sublime, nos enseña usos de urbanidad y cortesía DECADENTES; que son los de las mafias de los países del norte del orbe, y los de las oligarquías acorraladas de todo nuestro planeta. Y nos conduce a perfeccionar nuestros sentidos, ciertamente, pero en términos de una sensualidad basada en el lucro, y que se ejerce en función de éste. Los programas extranjeros y mexicanos que nuestra población vé, tanto en televisión abierta como en cable, son auténticas escuelas para la preparación, transporte y uso de drogas y estupefacientes, para el terrorismo, la violencia individual y social, así como para la solución de controversias a través de la eliminación física y asesinato del contrario. Ese es el fundamento de la educación que estamos recibiendo los quintanarooenses a través de los medios electrónicos de comunicación. El medio no es el culpable; en sí mísmo es neutral. Lo que hay que cuidar es el contenido de las transmisiones. Ha llegado el momento de mostrar a México y al mundo que aquí decimos BASTA. Es necesario arreglar las cosas HOY. Reconozamos el carácter educativo de los medios de comunicación de masas, pero estalezcamos legalmente su regulación, encaminándola con la fuerza del derecho a se imparta esta educacion de manera civilzada y conforme a nuestros valores mas caros. Demos una lección de civismo y voluntad ciudadana, desde esta frontera sur de nuestra patria; desde el único estado del país que es vecino terrestre de dos países; desde la principal puerta de entrada a México de pasajeros provenientes de la Unión Europea; desde la última línea de batalla contra el salvajismo incontrolado de los medios de comunicación. Muchas Gracias 4
