Rea: La Madre de Todos los Dioses

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Descripción

Rea: La Madre de Todos los Dioses Un estudio comparativo de la figura mítica griega y sus diversos mitologemas Texto Extraído de La Naturaleza del Mito más allá de La Mitología Griega Vol. I Por

E. J. Ríos

[fig. 80]

—REA: Considerada la Madre de Todos los Dioses y la Reina del Cielo, pues con su

hermano y esposo Cronos concibió seis hijos que luego serían llamados los Dioses Olímpicos, además, en la llamada Edad de Oro, rigió el cielo junto a su esposo, destronando cada uno a sus antecesores, precipitándolos al Tártaro.572 Era hija de Urano y Gea a quienes les solicitó consejo como voces oraculares, debido a que su esposo Cronos, evitando una profecía que dictaminaba el destronamiento de su imperio a cargo de uno de sus hijos, le pedía le entregara a cada uno de ellos conforme iban naciendo, esto es: Hestia, Démeter, Hera, Hades, Poseidón y Zeus. Uno por uno Cronos los devoró sin contemplaciones para así quedar a salvo de la susodicha profecía. Sin embargo, el último quedó a salvo de aquel cruel destino, ya que Rea preparó un ardid aconsejada por sus padres: tomó a su hijo Zeus y lo ocultó en una grieta cavernosa en la isla de Creta, luego presentó a Cronos una piedra envuelta en pañales que este devoró sin más, pues en ningún momento desconfió de Rea ya que le había entregado sus demás hijos sin presentar queja alguna. Zeus se mantuvo oculto en aquella caverna amamantado por una cabra573 y al cuidado de los Curetes, quienes custodiaban al niño-dios danzando en torno suyo para entretenerle y haciendo un ruido estrepitoso con sus escudos y armas cada vez que éste lloraba de modo que su padre no se percatara de su presencia. Cuando Zeus tuvo edad y fuerzas suficientes para enfrentarse a su padre, lo forzó para que regurgitara a sus hermanos y luego lo precipitó al Tártaro con ayuda de los Cíclopes y Hecatónquiros a quienes había liberado previamente. Zeus usurpó el trono de Cronos cumpliéndose así la profecía que lo designaba a él como Rey del Olímpo desde ese momento y para siempre, a condición de que no descuidara otra tentativa de rebelión por parte de otro hijo suyo que tuviese con una de sus consortes divinas.574 572

Ofión y Eurinome q.v. p. 150. según Licofrón al Tártaro. Amaltea, aunque existen diversas versiones sobre esto q.v. p. *[Zeus] 574 Metis y Tethys q.v. p. *[Zeus] [Temis] 573

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En el nombre Rea se ha buscado diversas [fig. 81] 575 etimolgías: algunos autores sostienen que gran parte de los etimologistas de la Antigüedad derivaban el nombre «Ρέα», haciendo metátesis, de la palabra «ἔρα» -Tierra- de este modo podría atribuírsele directamente todas las características y correspondencias que existen entre Rea y Gea, pues, como hemos venido expresándolo: todas las diosas del Panteón griego mantienen gran afinidad con Gea en su esencia de Diosas Madres576 y Rea especialmente como diosa nutricia, protectora de los cereales y de las cosechas en general. También se ha intentado vincular el nombre de Rea con «ῥοιά-ῥοιή» -granado, granada, el fruto del granado- quizás en un intento de asimilarla con la diosa ctónica Perséfone a quien Hades hizo comer las semillas de este fruto para así retenerla en el inframundo, por ende ningún mortal debe tomar alimentos en el reino de los muertos, pues, se sobrentiende como haber consentido la «ξενία», es decir, el contrato existente entre huésped y anfitrión; pero quizás lo único asimilable577 entre estas dos diosas ha de ser el contexto mítico de la Diosa Madre, i.e., la encarnación de los poderes y bondades de la tierra. Un poco más cercano al carácter de Rea es sin embargo el homógrafo «ῥοία» -corriente de un río- o el adjetivo «ῥοιάς-άδος» -que corre, que fluye- pues de hecho la misma tradición578 la ha derivado del verbo «ῥέω» -manar, fluir, brotar- que, como veremos, corresponde a los atributos simbólicos de la diosa, así como a sus orígenes pre-griegos. La iconografía de Rea es bastante sólida en el ámbito greco-romano, tomando en cuenta que la mayoría de sus atributos, de la época clásica griega, pasaron casi intactos a Roma tan sólo con algunas variantes en la representación entre Rea y Cibeles, este último fue el nombre de una diosa frigia que luego los romanos adaptaron.579 De modo tal, Rea aparece casi siempre entronizada con una mirada más bien adusta, lleva sobre su cabeza una corona turgente mayormente en forma de torre o muralla,580 alguna vez cubierta con un manto; en sus manos suele llevar diversos objetos según sea la cultura y la época trazada, comúnmente en una de sus manos sostiene un atabal o tímpano y en la otra una especie de kylix desprovisto de asas, también se le puede ver sosteniendo una

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HOPKINSON, N. "Rhea in Callimachus' Hymn to Zeus". J. H. S. She hid Zeus from Cronus so he would not be eaten. 104. (1984) p.176 576 q.v. p.109-110. Además obsérvese toda la literatura propuesta para este tema en la bibliografía. 577 Sin embargo, en Roma se han conseguido estatuillas de Cibeles sosteniendo en una de sus manos la fruta del granado, quizás como reminiscencia de la arcaica diosa hitita Kubaba, aparecida en Karkemis, la cual sí integraba la granada como uno de sus atributos. Cf. Baring A. & Cashford J. op. cit. pp.450-451 578 PL. Cra. 402b-c; Chrysipp. Stoic. 2.318 579 El nombre con el cual los romanos solían venerar a esta diosa era Magna Mater Deorum Idaea, i.e, La Gran Diosa Madre de los Dioses del Ida, por su puesto, entroncada directamente con el motivo de la Diosa Madre y la «Potnia Theron». 580 Se debe a que fue ella quien fundó las primeras ciudades amuralladas Cf. Ov. Fast. IV, 220.

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cornucopia o incluso una antorcha;581 sin embargo el atributo más constante son los leones que la flanquean en el trono, o bien tiran de un carro que ella subyuga582 o, incluso, en imágenes mucho más arcaicas, la podemos ver montada sobre un felino, ya sea un león o un leopardo; como veremos, este rasgo permanente en la diosa, puede llevarnos a remontarnos a culturas tan alejadas de la griega como la asiática y a simbolismos bien enconados en los misterios religiosos de diversas sectas antiguas, y aún muy antiguas, hundiendo sus raíces en eras prehistóricas. Sin embargo, antes de emprender semejante recorrido, al cual jamás podríamos darle alcance exhaustivo en este escrito, conviene delinear muy bien, en su significado intrínseco, las facetas de la diosa en el contexto de la tradición griega, nos referimos al protagonismo que Rea tiene en los mitos narrados por Hesíodo y demás poetas tradicionales. El episodio que acentúa el poeta de Ascra sobre Rea es el ya conocido mito de la entrega de sus hijos a Cronos y la devoración de aquéllos por éste. Sin embargo, si queremos rastrear el protagonismo de la diosa, sin salirnos del margen de la tradición netamente griega, debemos atisbar aquellos versos esparcidos por la literatura griega que intentan remozar aquellos cantos épicos, ya antiquísimos en el siglo III a.C., de poetas rayanos en lo legendario y mítico. Tal es el caso de Apolonio Rodio quien en su Argonáuticas indilga a Orfeo un canto sobre los comienzos del orden de la creación y de sus soberanos para así apciguar la cólera de Idas y el adivino Idmón quienes se disputaban, debido al ánimo dubitativo de Jasón, antes de la partida en búsqueda del vellocino de oro.583 Los versos son los siguientes: Orfeo sosteniendo la cítara con su mano izquierda ensayaba el canto. Cantaba cómo la tierra, el cielo y el mar, otrora confundidos entre sí en una forma única, a consecuencia de una discordia funesta se disgregaron cada uno por su lado; y cómo fijada para siempre en el éter tienen su demarcación los astros y los caminos de la luna y el sol; y los montes cómo surgieron y cómo nacieron los ríos sonoros con sus propias ninfas y todos los animales. Cantaba cómo al principio Ofión y la Oceánide Eurínome tenían el dominio del nevado Olimpo; y cómo, ante la fuerza de sus brazos, cedieron su dignidad el uno a Crono, la otra a Rea, y se precipitaron a las olas del Océano. Y aquéllos reinaron entonces sobre los Titanes, dioses bienaventurados, mientras Zeus, niño aún, alentando aún espíritu infantil, moraba bajo la gruta Dictea; y los Cíclopes, nacidos de la

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Estos elementos también los comparte con diosas como Démeter y Tyche. Así vemos que Tyche lleva también la corona mural y comparte el ramo de espigas con Démeter, y esta a su vez, también lleva en una de sus manos un Kalathos lleno de cereales; Tyche también está relacionada con Fortuna que porta una cornucopia. A partir de sus atributos veremos, en lo sucesivo, que todas las diosas generadas por Gea o la Gran Diosa Madre, así como las siguientes generaciones de diosas (incluso más allá del ámbito grecoromano), comprenden, dentro de parámetros simbólicos, motivos arquetípicos correspondientes a la fertilidad, la abundancia, la nutrición, la sexualidad, la polaridad, los elementos ctónicos, la relación con lo animal y el mundo salvaje, etc. Cf. NEUMANN E. The Great Mother an analysis of the archetype, 1955. 582 En el caso de Cibeles, es Atis, su amante eunuco, quien conduce el carro tirado por leones. q.v. Fig. 81. 583 El héroe duda un instante sobre el destino que le aguarda, en oyendo la funesta profecía que recaía sobre Idmón; y la reprimenda de Idas a Jasón, que incluía improperios a los dioses, desata una contienda entre estos compañeros. A.R. op. cit. vv. 440-494.

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tierra, no le habían fortalecido aún con el rayo, el trueno y el relámpago; pues éstos confieren a Zeus su gloria.584

No hemos desestimado los versos iniciales del canto de Orfeo ya que contienen datos esenciales sobre el «tiempo» en que se ubica en ese pasaje a la diosa, y como vemos, se trata de los tiempos prístinos donde todo apenas iba a tomar su disposición definitiva, es el momento donde los protogenoi se disocian para conformar cada uno su reino. Ya habíamos dicho que Cronos significaba la raíz de tal división, al menos entre el Cielo y la Tierra (Urano-Gea), pues la emasculación de su padre conlleva directamente a la liberación de Gea del yugo sexual y al entronamiento de Cronos, lo que simbólicamente se traduce en la movilidad terrestre y la instauración del tiempo. Las acciones de Rea, conllevarán recíprocamente a otros efectos míticos y simbólicos. Rea y Cronos destituyen en ese universo embrionario a la oceánide Eurínome y al anguiforme Ofión, ambos «seres» son dioses de naturaleza acúatica, comprenden por tanto toda la riqueza símbolica de las aguas585pero no en su aspecto fluxible sino exactamente en lo contrario: «en la cohesión, en la coagulación»; son pues el substrato profundo de lo inánimado e inmóvil, son la base de aquello que está por emerger del Caos de la creación, representan y rigen el reino de lo informe e indiferenciado. Cuando son precipitados regresan a su origen: el Océano /el Tártaro, ambos lugares son comprendidos como «fuentes de vida» pero también de «muerte»; inmediatamente suceden al trono Cronos y Rea; este hecho consecutivo de absorción del poder de una pareja divina (Ofión-Eurínome) contenida en lo «cohesionado» y «caótico» a otra (Cronos-Rea) de una índole más bien «liberadora» y «cósmica» hace pensar en una especie de «resurgimiento» simbólico de una misma díada divina, es decir, se resume en la dimensión de la «muerte» y la «resurrección» concepciones que hallan un eco posterior desde los rituales de iniciación de los diversos misterios y cultos de la Antigüedad, hasta la que supone la cristiandad en los llamados baños lustrales y el bautismo. La pareja «cósmica» se impone ante la pareja «caótica» y sus atributos, totalmente antagónicos, son la base del mundo que ha de surgir, cada cosa en el orden de su fisicidad toma su lugar y recomponen el universo, que deja su fase embrionaria, para iniciar su desarrollo; las fuerzas en bruto de la naturaleza y de la vida misma comienzan a canalizarse, esto es lo que simbolizan los Titanes, sobre quienes imperan. 584

ἂν δὲ καὶ† Ὀρφεύς, / λαιῇ ἀνασχόμενος κίθαριν, πείραζεν ἀοιδῆς. / Ἤειδεν δ' ὡς γαῖα καὶ οὐρανὸς ἠδὲ θάλασσα, / τὸ πρὶν ἔτ' ἀλλήλοισι μιῇ συναρηρότα μορφῇ, / νείκεος ἐξ ὀλοοῖο διέκριθεν ἀμφὶς ἕκαστα· / ἠδ' ὡς ἔμπεδον αἰὲν ἐν αἰθέρι τέκμαρ ἔχουσιν / ἄστρα, σεληναίης τε καὶ ἠελίοιο κέλευθοι· οὔρεά θ' ὡς ἀνέτειλε, καὶ ὡς ποταμοὶ κελάδοντες / αὐτῇσιν νύμφῃσι καὶ ἑρπετὰ πάντ' ἐγένοντο. ἤειδεν δ' ὡς πρῶτον Ὀφίων Εὐρυνόμη τε / Ὠκεανὶς νιφόεντος ἔχον κράτος Οὐλύμποιο· / ὥς τε βίῃ καὶ χερσὶν ὁ μὲν Κρόνῳ εἴκαθε τιμῆς, / ἡ δὲ Ῥέῃ, ἔπεσον δ' ἐνὶ κύμασιν Ὠκεανοῖο· / οἱ δὲ τέως μακάρεσσι θεοῖς Τιτῆσιν ἄνασσον, / ὄφρα Ζεὺς ἔτι κοῦρος, ἔτι φρεσὶ νήπια εἰδώς, / Δικταῖον ναίεσκεν ὑπὸ σπέος, οἱ δέ μιν οὔπω / γηγενέες Κύκλωπες ἐκαρτύναντο κεραυνῷ, / βροντῇ τε στεροπῇ τε· τὰ γὰρ Διὶ κῦδος ὀπάζει. A.R., I.vv 494-511. 585

Las aguas, masa indiferenciada, representan la infinidad de lo posible, contienen todo lo virtual, lo informal, el germen de los gérmenes, todas las promesas de desarrollo, pero también todas las amenazas de reabsorción. CHEVALIER J., s.v. “Agua” Diccionario de los Símbolos, p. 52.

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Este antagonismo, antes inexistente, se convierte, no obstante, en una simbiosis perfecta que se complementa en provecho de la creación. Si antes ambos principios eran acuosos y homogéneos, ahora son bien distintos: Cronos es netamente solar y Rea es lunar, Cronos es el fuego y Rea el agua, es decir se configuran los principios regentes de lo masculino y lo femenino; conformando ciertamente el matrimonium oppositorum que se halla en todo lo ahora creado según su disposición. Dentro del gran simbolismo del ordenamiento del cosmos, si Cronos es el instaurador del tiempo, Rea es quien hace fluctuar ese tiempo recién instaurado que pretendía, no obstante, remanir en sí mismo, pues el mito nos narra cómo la diosa irrumpe sobre el tiempo, i.e., salva, del apetito voraz y egoísta de Cronos, a su hijo Zeus, quien luego será el instaurador de un nuevo tiempo y de un nuevo orden, asumido no desde la hegemonía absoluta sino más bien desde la equidad y la justicia, donde ya no imperará una monarquía, o al menos se repartirá cuotas de poder a todos los dioses del Olimpo, quienes administraran las cosas celestes y terrenas según el intelecto, la ética-moral, las disquisiciones y sentencias de Zeus. Rea concibe el orden, la ley, la justicia, encarnadas en su hijo Zeus, pero además es la madre de otros dioses, que junto a Zeus, simbolizan los cuatro elementos encontrados entre sí, pero que actúan en conjunto en la formación del «todo»; por ello luego de la victoria del Olimpo sobre los Titanes, el universo se repartió entre los tres grandes señores regidores del cosmos: a Zeus se le otorgo el cielo, a Poseidón el mar y a Hades la tierra y sus riquezas; el fuego, en su naturaleza sublimada, corresponde también a Zeus ya que simboliza el intelecto. Sin embargo, el fuego y los otros elementos están desdoblados en los otros vástagos nacidos de Rea, pero encarnan potencialidades más bien materiales o comunes, así Hestia representa el fuego del hogar, es pues la sociedad humana en construcción familiar; a Démeter le es propia la tierra y sus cultivos, comprende la germinación y la regeneración del alimento necesario para la vida; Hera también denota el principio de la vida, pues es la diosa propiciadora de los partos, es a ella a quien se le consagran los niños desde que están en el vientre de la madre, i.e., desde que el feto se halla sumergido en el líquido amniótico, y he allí su relación simbólica con el agua. Como vemos se trata de un par de tríadas divinas relacionadas y, a su vez, contrapuestas entre sí, son principios universales etéreos y fácticos, masculinos y femeninos, que cumplen funciones ahora diferenciadas en el orden del universo. Por tanto, los hijos de Rea son principios activos de la tierra y es éste precisamente el mayor simbolismo que se le ha adjudicado a la diosa: «es la energía encerrada en la tierra», «la energía que anima la tierra», «la vida desbordante»586 es pues una diosa de carácter ctónico como su madre Gea, que se diferencia de ella –o quizás más valga decir que comprende otro aspecto- en cuanto Rea se haya diferenciada como elemento, propiciadora de los eventos que acaecen en la tierra en el transcurrir del tiempo, mientras que Gea es un protogenos, una masa informe e indiferenciada, aún confundida con el Cielo y el Océano.

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Cf. s.v. “Cibeles”, op cit, CHEVALIER y CIRLOT respectivamente; DIEL, op.cit., p.104.

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Rea engaña a su esposo entregándole una piedra envuelta en pañales en vez de su hijo menor Zeus, esta piedra luego se transformará en un axis mundi o en el ombligo del mundo, incluso dentro de los registros históricos de la Grecia antigua,587 pues se establece, de una vez por todas, la división territorial y las coordenadas de la Tierra en el mundo físico, y todo esto, es un calco exacto de lo que anteriormente sucedió en el reino de la inmaterialidad: Cronos era el hijo menor de Urano, como Zeus lo es de Cronos; Cronos permanece oculto para atacar a su padre, Rea oculta a Zeus para que no fuese devorado por su padre, y en el momento oportuno, Zeus atacará a Cronos; en el mito de la hierogamia de sus padres, Cronos resulta ser el ente divisor de los planos cósmicos, y da pie a la manifestación de la vida y el surgimiento de un nuevo plano: el plano físico; Zeus representa no sólo la división definitiva de los planos cósmicos y físicos, sino también representa el fin de una era y comienzo de otra;588 Cronos se comprendía también como el punto medio, el eje axial de los puntos cardinales y polos del plano cósmico,589 y por tanto el ónfalo representaba exactamente lo mismo en el plano físico, además, en su debido momento, observaremos que la misma Rea, bajo su efigie frigia, comprende buena parte de las propiedades emblemáticas del ónfalo. Como ya lo advertimos, estos hechos que acabamos de dilucidar son quizás los más conocidos e importantes dentro de los relatos míticos de la diosa, inscritos en la tradición griega, en cuanto a su concepción, perfil y carácter mítico en la galería de los dioses pre-olímpicos. Sin embargo, existen algunas otras anécdotas que no quiséramos dejar de mencionar. En el mismo libro de Apolonio Rodio,590 encontramos la narración de un suceso, más bien rayano en lo jocoso, que ya adelanta la actitud socarrona que el mismo Zeus, Poseidón y demás dioses del Olímpo, asumen ante la vida marital que supondría, a juzgar por los celos de sus cónyuges, la monogamia. No obstante, sabemos que gran parte de las estirpes de las divinidades menores y de los héroes, se deben precisamente a las infidelidades de los dioses principales; y éstas se perpetran valiéndose de miles de argucias y estratagemas con tal de lograr el objetivo. La más recurrente es la metamorfosis en animales o en cualquier otro ingenio que se adecúe al caso. En el caso de Cronos, según nos cuenta Apolonio, éste se transfiguró en caballo para huir y evitar, aunque infructuosamente, que Rea le descubriera mientras yacía con Fílira; poco después de esta unión nació el centauro Quirón en la morada de los pelasgos, en el monte Pelión, ya que Fílira, avergonzada, se retiro hacia ese lugar luego del nefasto episodio.

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PAUS. X, 16,3; PI. P. IV, 74; VIII, 59. A este respecto Hesíodo indica que la estirpe creada, luego de la Edad de Oro presidida por Cronos, se llamó Edad de Plata, aunque no menciona directamente a Zeus como su creador, pues, le otorga la creación a los dioses del Olímpo, sí aparece, a partir de allí, como el regidor de esa era y las sucesivas de bronce y hierro, las cuales, a su debido tiempo, extingue. HES., Op., 109-201. 589 q.v. pp.127-128. 590 A. R. II, 1231 este mismo pasaje se puede inferir en VERG, G III.92 588

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Aunque todo este entramado de engaños y perfidias entre los dioses y diosas de la mitología griega pudiesen parecer simples anecdotarios para eniquecer literariamente los relatos míticos y aunque puedan parecernos moralmente incorrectos, comprenden un fin intrínseco mucho más relevante: la conjunción de los elementos significativos y simbólicos que contiene cada figura o hecho mítico. Así tenemos que la conjunción entre Cronos y Rea se presenta en el plano inmaterial encarnando la idea de la movilidad o fluctuación del tiempo; mientras que la unión de Cronos con Fílira presupone más bien la incursión del tiempo en el plano físico, tanto en la tierra (donde tuvo lugar el suceso) como en el mar (Fílira es hija de Océano); por tanto no es de extrañar que el fruto de esta unión haya resultado un ser híbrido de caballo y hombre: el centauro Quirón. Sabemos de sobra la gran relación existente entre el caballo y el mar, es muy común en el panorama mítico y ritual de los antiguos griegos, 591 así como en otras civilizaciones de la Antigüedad.592 591

En cuanto a la relación caballo-mar, río, agua, ésta existe desde los primeros pueblos indoeuropeos quienes asociaban el caballo con los cultos de los manantiales sagrados y curativos; creencias que fueron luego transmitidas por las invasiones de estos pueblos a Grecia, se creía que el caballo era capaz de localizar estos manatiales mágicos y subterráneos (gracias a su relación ctónica) -escarvando la tierra con sus cascos- los hacía brotar hacia la superficie creando fuentes, así Pegaso creó el Hipocrene «la fuente del caballo» en el monte Helicón donde se reunían las Musas para entonar sus cantos y practicar sus danzas. Cf. GRIMAL P. op. cit., s.v. “pegaso” p. 413. En la mitología griega también existen muchas figuras míticas asociadas a los caballos y al mar una de las más sobresalientes es Poseidón, nombrado Hippios, quien en forma de caballo, violó a Deméter también transfigurada en yegua para huir a la nefasta solicitud del dios (lo que recuerda el episodio entre Cronos y Fílira) esta unión también tuvo frutos: la innombrable diosa precursora de los misterios eleusinos, llamada simplemente Despoina «Señora» y un caballo espléndido muy veloz y vigoroso llamado Arión que puso a salvo al héroe Adrastro ante la primera expedición contra Tebas (cf. Paus. VIII. 25. 5.) al igual que Quirón, la díada Despoina-Arión representa la conjunción de la divinidad y la bestialidad, o lo que es lo mismo, las fuerzas antagónicas de lo superior y lo inferior. El caballo también era víctima sacrificial en la Grecia antigua, aunque su practica era inusual, parece haber sido ofrenda, al igual que el toro -víctima mucho más común- para los dioses de los ríos y para Poseidón: «El hernoso río de los remolinos de plata no os defenderá.Ya podéis inmolarle muchos toros y lanzar vivos en sus remolinos caballos de cascos macizos; no por ello os libraréis de una muerte cruel» les grita el encolerizado Aquiles a los asesinos de Patroclo. cf. HOM. Il. XXI, 130s. 592 El panorama mítico y ritual del caballo data, quizás, desde tiempos prehistóricos y casi todas las civilizaciones que conocieron las cualidades de esa magnífica criatura muy pronto le rindieron honores elevándolo a la categoría de “sagrado” internándolo en sus ritos y cultivando la gran variedad de mitos que sobre él se conservan. Sin embargo, podríamos resaltar aquí dos ritos importantes, practicados por los antiguos indoeuropeos: el asvamedha de la antigua India y el October Equus de Roma. El primero consistía en sacrificar un semental al dios Indra, el ritual tenía lugar en la primavera, luego de haber sumergido totalmente el caballo en un estanque se le dejaba libre durante un año, acompañado por otros caballos castrados y jóvenes de todas las castas sociales que debían vigilar que no se apariara ni se sumergiera en agua nuevamente. Pasado ese lapso de tiempo, el rey debía cabalgarlo atado a un carro junto a tres caballos más, luego se ungía y se adornaba por las esposas del rey, a continuación era asfixiado, mientras la esposa principal del rey realizaba un coito ritual con el animal. Una vez muerto, se desmembraba y se destribuían sus partes entre todos los asistentes. El October Equus consistía en una carrera de dos caballos atados a un carro llevada a cabo en El Campo de Marte. El caballo de la derecha del carro vencedor era el caballo a sacrificar, era coronado con una guirnalda hecha de pan y luego era atravesado por una lanza ritual en el altar de Marte. Luego se procedía a cortarle la cabeza y la cola, la cabeza se la disputaban dos poblados: los habitantes de la Via Sacra y los plebeyos del Suburra. Si la conseguían los primeros, era colocada en la residencia real La Regia. Y si lo hacían los segundos, iba a parar al muro Turris Mamilia. La cola era rápidamente llevada a rastra hasta la Regia para impregnar con la sangre el fuego sagrado (consagrado a Vesta) del recinto real. La sangre del caballo sacrificado se conservaba hasta el 21 de abril (fecha de la fundación de Roma en el año 753 a.C.) y las Vírgenes Vestales se encargaban de mezclarla con la sangre de fetos de terneros que luego era distribuida entre los pastores para que rociaran sus rebaños. Para saber más respecto a estos ritos y otros de diversos pueblos

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Pues, en realidad, el caballo es un ser de naturaleza dual en cuanto a sus connotaciones simbólicas,593 por un lado es un ser ctónico que puede surgir de las profundidades de la tierra –como los caballos de Hades- o puede surgir o ser sumergido en las profundidades del mar –como los ictiocentauros- es pues un elemento abisal que denota aquel caos primordial de donde han surgido los protogenoi que luego Crono y Rea se encargaron de ordenar. Pero Quirón es en parte caballo y en parte hombre –un hombre sabio- lo que designa también una completa ambivalencia de fuerzas antagónicas, es pues el encuentro entre lo caótico, que supone su parte inferior de caballo, y lo cósmico, materializado en el logos, la razón de su parte superior de hombre; por tanto, simbólicamente el caballo es al mar, lo que el hombre es a la tierra y psíquicamente es el encuentro entre lo subconsciente y la conciencia plena, entre la intuición y la razón. Existe otro pasaje en la literatura griega en el que Rea toma cierto protagonismo, que no deja de comprender connotaciones símbolicas en relación con los otros actuantes del mito, y principalmente, con quienes se halla íntimamente relacionada, i.e., Deméter y Perséfone. El segundo himno homérico narra el dramático acontecimiento del rapto de Perséfone por Hades y la desesperación y cólera de Deméter por hallar a su hija quien ha decidido extinguir a los mortales, negándoles el grano de cebada y la producción de cultivo alguno en la tierra, además se niega rotundamente regresar a las moradas olímpicas hasta no volver a ver a su hija Perséfone; Zeus cede a la petición de la desesperada Deméter y pide a su hermano que libere a la diosa que ha raptado llevándosela al inframundo, no obstante, ante una estratagema de Hades, Perséfone deberá permanecer a su lado una cuarta parte del año (el invierno) y en las otras tres restantes, entonces sí podrá subir al Olímpo al lado de su madre y los otros inmortales. La mensajera de este edicto es Rea que prestamente baja a la tierra para consolar a Deméter. Veamos: Como mensajera, Zeus tonante, cuya voz se oye desde lejos, les envió a Rea la de hermosa cabellera, para que trajera a Deméter de oscuro peplo junto a las estirpes de los dioses, y prometió que le daría las honras que escogiese entre los dioses inmortales. Accedió asimismo a que la muchacha permaneciera la tercera parte del transcurso del año 'bajo la nebulosa tiniebla, pero las otras dos junto a su madre y los demás inmortales. Así habló y no desobedeció la diosa los mensajes de Zeus. Rápidamente se lanzó desde las cumbres del Olimpo y llegó a Rario, ubre fecunda de la tierra antaño, pero entonces no fecunda en absoluto, sino que permanecía estéril y totalmente yerma. Pues ocultaba la blanca cebada, según los designios de Deméter de hermosos tobillos. Mas luego iba pronto a crecerle una cabellera de alargadas espigas, al ir avanzando la primavera y a cargarse en la llanura los pingües surcos de espigas que quedarían atadas con vencejos. Allí fue donde vino a dar primero desde el límpido éter.

indo-europeos Cf. ALBERRO M. “El rol del sacrificio del caballo en las estructuras míticas y religiosas de los pueblos indo-europeos relacionados con el concepto dumeziliano tripartiro de organización social” Habis, nº 35, 2004, pp. 7-30. 593 Cf. CHEVALIER J., op. cit, s.v. “caballo”, pp. 208-217.

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Con agrado se vieron y se alegraron en su corazón. Y así le habló Rea, la de brillante diadema: ¡Aquí, hija! Te llama Zeus tonante, cuya voz se oye de lejos, para que vayas junto a las estirpes de los dioses. Prometió que te daría las honras que quisieras entre los dioses inmortales. Accedió asimismo a que tu hija permaneciera la tercera parte del transcurso del año bajo la nebulosa tiniebla ", inmortales. plirá y lo confirmó con una señal de su cabeza. Así que ven, hija mía, y obedécele. No sigas constantemente irritada, fuera ya de lugar, contra el Croníón amontonador de nubarrones, sino haz crecer en seguida el fruto que da la vida a los hombres. Así habló. Y no desobedeció la bien coronada Deméter. En seguida hizo surgir el fruto de los labrantíos de glebas fecundas. La ancha tierra se cargó toda de frondas y flores. Y ella se puso en marcha y enseñó a los reyes que dictan sentencias, a Triptólemo, a Diocles, fustigador de corceles, al vigor de Eumolpo, y a Céleo, caudillo de huestes, el ceremonial de los ritos y Les reveló los hermosos misterios [a Triptólemo, a Polixeno y además de ellos, a Diocles,] misterios venerables que no es posible en modo alguno transgredir, ni averiguar, ni divulgar, pues una gran veneración por las diosas contiene la voz. ¡Feliz aquel de entre los hombres que sobre la tierra viven que llegó a contemplarlos! 594

No es de extrañar que sea precisamente Rea la mensajera de Zeus, pues en principio, dentro del contexto exclusivamente mítico, hay que recordar que Rea es la madre de todos los dioses que habitan el Olímpo, por tanto es a ella quien le corresponde, legítimamente, llevar consuelo a Deméter; pero la significación más profunda de este hecho se halla en el sentido evolutivo de la tierra. Ya observamos que a partir de la separación de Gea y Urano, la tierra comienza una carrera evolutiva, pues, empieza a gestarse vida sobre su faz de manera individual, es decir, comienza la conformación de los elementos, la separación de aquel caos primigenio, sin embargo, no hay un control sobre la irrigación de los suelos, ni tampoco se tiene idea de cómo se cultivan, pues si hemos de creer en el mito595, aún las plantas y animales se fecundan por sí mismos.

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ταῖς δὲ μετάγγελον ἧκε βαρύκτυπος εὐρύοπα Ζεὺς / Ῥείην ἠΰκομον ἣν μητέρα κυανόπεπλον ἀξέμεναι μετὰ φῦλα θεῶν, ὑπέδεκτο δὲ τιμὰς / δωσέμεν, ἅς κεν ἕλοιτο μετ' ἀθανάτοισι θεοῖσι· / νεῦσε δέ οἱ κούρην ἔτεος περιτελλομένοιο / τὴν τριτάτην μὲν μοῖραν ὑπὸ ζόφον ἠερόεντα, / τὰς δὲ δύω παρὰ μητρὶ καὶ ἄλλοις ἀθανάτοισιν. / Ὣς ἔφατ'· οὐδ' ἀπίθησε θεὰ Διὸς ἀγγελιάων. / Ἐσσυμένως δ' ἤϊξε κατ' Οὐλύμποιο καρήνων, / εἰς δ' ἄρα Ῥάριον ἷξε, φερέσβιον οὖθαρ ἀρούρης / τὸ πρίν, ἀτὰρ τότε γ' οὔ τι φερέσβιον, ἀλλὰ ἕκηλον / ἑστήκει πανάφυλλον· ἔκευθε δ' ἄρα κρῖ λευκὸν / μήδεσι Δήμητρος καλλισφύρου· αὐτὰρ ἔπειτα / μέλλεν ἄφαρ ταναοῖσι κομήσειν ἀσταχύεσσιν / ἦρος ἀεξομένοιο, πέδῳ δ' ἄρα πίονες ὄγμοι / βρισέμεν ἀσταχύων, τὰ δ' ἐν ἐλλεδανοῖσι δεδέσθαι. / Ἔνθ' ἐπέβη πρώτιστον ἀπ' αἰθέρος ἀτρυγέτοιο· / ἀσπασίως δ' ἴδον ἀλλήλας, κεχάρηντο δὲ θυμῷ. / τὴν δ' ὧδε προσέειπε Ῥέη λιπαροκρήδεμνος· / Δεῦρο τέκος, καλέει σε βαρύκτυπος εὐρύοπα Ζεὺς / ἐλθέμεναι μετὰ φῦλα θεῶν, ὑπέδεκτο δὲ τιμὰς / [δωσέμεν, ἅς κ' ἐθέλῃσθα] μετ' ἀθανάτοισι θεοῖσι. / [Νεῦσε δέ σοι κούρην ἔτεος π] εριτελλομένοιο / [τὴν τριτάτην μὲν μοῖραν ὑπὸ ζόφον ἠ] ερόεντα, / [τὰς δὲ δύω παρὰ σοί τε καὶ ἄλλοισ] ἀθανάτοισιν. / [Ὣς ἄρ' ἔφη τελέ] εσθαι· ἑῷ δ' ἐπένευσε κάρητι. / [ἀλλ' ἴθι τέκνον] ἐμὸν καὶ πείθεο, μηδέ τι λίην / ἀ [ζηχὲς μεν] έαινε κελαινεφέϊ Κρονίωνι· / α[ἶψα δὲ κα]ρπὸν ἄεξε φερέσβιον ἀνθρώποισιν. / Ὣ[ς ἔφατ', οὐ]δ' ἀπίθησεν ἐϋστέφανος Δημήτηρ, / αἶψα δὲ καρπὸν ἀνῆκεν ἀρουράων ἐριβώλων. / πᾶσα δὲ φύλλοισίν τε καὶ ἄνθεσιν εὐρεῖα χθὼν / ἔβρισ'· ἡ δὲ κιοῦσα θεμιστοπόλοις βασιλεῦσι / δ[εῖξε,] Τριπτολέμῳ τε Διοκλεῖ τε πληξίππῳ, / Εὐμόλπου τε βίῃ Κελεῷ θ' ἡγήτορι λαῶν, δρησμοσύνην θ' ἱερῶν καὶ ἐπέφραδεν ὄργια πᾶσι, / Τριπτολέμῳ τε Πολυξείνῳ τ', ἐπὶ τοῖς δὲ Διοκλεῖ, σεμνά, τά τ' οὔ πως ἔστι παρεξ[ίμ]εν [οὔτε πυθέσθαι,] / οὔτ' ἀχέειν· μέγα γάρ τι θεῶν σέβας ἰσχάνει ὐδήν. / ὄλβιος ὃς τάδ' ὄπωπεν ἐπιχθονίων ἀνθρώπων· H. HOM. II h. ad. Cer. 595

El mito de la Edad de Oro presidida por Cronos. q.v. p. 180.

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[fig. 82]

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Rea, la diosa circunscrita al tiempo, representa pues el fluir de la naturaleza, la organización de sus elementos y el reparto equitativo de sus bondades entre los hombres; cuando Rea convence a Deméter (la diosa de la germinación) que cese su cólera y haga reaparecer el grano de cebada, se institucionaliza la agricultura; se le dicta a las cabecillas de las tribus de los hombres, i. e., a los reyes, cómo proceder para obtener de la tierra, de manera controlada, el sustento para la vida. Incluso podría especularse, que no sólo se revela la manera de cultivar los suelos, sino también cómo germinan los granos, los frutos, las plantas, además, como se gestan los animales salvajes y marinos, así como también los hombres, es decir, se revela la clave de la vida misma y quizás sea ésto lo que constituiría, casi de inmediato, los llamados misterios,596 que, por supuesto, han de considerarse totalmente sagrados y accesibles sólo a aquellos capaces de manejar con sensatez y prudencia semejante información, es por ello que, desde los comienzos, se hizo partícipe de ellos sólo a los reyes que divulgarían para el resto de Grecia los beneficios de la agricultura, pero mantendrían en absoluta reserva los secretos que comprendían todos los ritos religiosos que manifestaban y emulaban los orígenes de dichos misterios. Uno de los rasgos constitutivos más acuciantes referente a la naturaleza de la diosa, es su relación con los misterios, entiéndase aquí, que no sólo se hace referencia a los misterios eleusinos, que en todo caso cumple su equivalente Deméter, sino en aquellos incursos en el ritual orgiástico y en la evocación de la vida salvaje; por otro lado, y no menos importante, es su relación con el agua, elemento por antonomasia de la fluidez, que incluso hallamos en la etimología de su nombre,597 aunque esta última relación no se remarca tanto como la primera, sí parece haber comprendido un rasgo muy tomado en cuenta por los antiguos griegos, quienes no dejaban de vincularla con este elemento. Así más adelante en Las Argonáuticas Apolonio Rodio, nos transmite, en boca de la tripulación de la nave Argos, estos rasgos que acabamos de mencionar y nos aproximan acertadamente al origen y a la naturaleza de la diosa. El primer aspecto de la diosa relacionada con las aguas y corrientes fluviales y marítimas se halla en boca de Mopso, un adivino que acompañaba a Jasón en la travesía en busca del Vellocino de Oro, cuando habían desembarcado por segunda vez en la tierra de los doliones, luego de muchos desafortunados combates e incidentes, comenzó una torrencial lluvia que duró doce días con sus noches, provocando grandes tempestades en el mar que les impedía navegar, hasta que un alción revoloteó sobre la cabeza de Jasón lo que le reveló a Mopso, interpretando el vuelo del ave, que debían aplacar a la Diosa del Díndimo, Madre de todos los dioses binaventurados con las 596

Sin embargo, se debe hacer una justa aclaratoria en cuanto a los misterios griegos, sobre todo, los celebrados en Eleusis, ya que éstos comportan una gran complejidad y es muy poco o nada lo que se sabe acerca de su verdadera significación y función. A lo sumo, se han logrado esclarecer algunos aspectos del ritual que se llevaba a cabo, ceñido a la tradición mítica de Deméter y Core, así como, los emplazamientos y posibles contextos históricos en que pudo ubicarse su origen y posterior decadencia. q.v. pp.*** [Deméter] 597 q.v. p. 208

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debidas libaciones y sacrificios para que así cesaran las tormentas y pudiesen emprender nuevamente el viaje tras su ansiada búsqueda. «Esónida, es menester que tú asciendas a ese santuario del escarpado Díndimo para aplacar a la Madre de todos los bienaventurados, la de hermoso trono, y cesarán las impestuosas tempestades. Pues yo acabo de oír tal presagio de un alción marino, que por encima de ti, mientras dormías, ha revoloteado en derredor anunciándolo todo con detalle. Pues de ella dependen los vientos y el mar y la tierra toda debajo y la nevada sede del Olimpo; y a ella, cuando de las montañas asciende al anchuroso cielo, el propio Zeus Crónida le cede su lugar, como también los demás inmortales bienaventurados veneran a la terrible diosa.»598

Este es uno de los pocos fragmentos, en el contexto completamente griego, en que hallamos patente la relación del mar, los ríos y los efluvios con Rea, sin embargo, hay que tomar en cuenta que la diosa era considerada propiciadora de la fertilidad, y por tanto favorable a los nacimientos, por ello es una de las diosas que se halla presente en el difícil parto de Leto599 en el que ninguna isla, sino Delos, quería servirle de cuna al dios Apolo, pues este nacimiento también se veía impedido por la celosa esposa de Zeus; incluso hubo quien nombrara a la diosa con epítetos tales como “Rea quien aligera los dolores del parto”600 pues, su naturaleza como diosa que rige todo lo fluxible (incluyendo la sangre y el líquido amniótico) así como el desarrollo de la vida y su propia función materna primitiva, le da sobrada cabida entre las principales diosas que favorecen los partos. Por otro lado, debemos recordar el alter ego de la diosa, la cual estaba totalmente relacionada con el mar: la oceanide Eurínome, esta diosa era representada con un cuerpo anguiforme de la cintura para abajo, y según una versión del mito, transfigurada en paloma, tuvo un huevo de donde surgió toda la creación;601 lo que recuerda a su vez, el mito órfico de Chronos o del Cronos leontocéfalo, quien también nació de un huevo cósmico y conjunta el símbolo de la serpiente con la creación; pero, como veremos, existe iconografía emparentada con Rea y aves sagradas como el alción o incluso la 598

Αἰσονίδη, χρειώ σε τόδε ῥίον εἰσανιόντα / Δινδύμου ὀκριόεντος ἐύθρονον ἱλάξασθαι / μητέρα συμπάντων μακάρων, λήξουσι δ' ἄελλαι / ζαχρηεῖς· τοίην γὰρ ἐγὼ νέον ὄσσαν ἄκουσα / ἀλκυόνος ἁλίης, ἥ τε κνώσσοντος ὕπερθεν / σεῖο πέριξ τὰ ἕκαστα πιφαυσκομένη πεπότητο. / ἐκ γὰρ τῆς ἄνεμοί τε θάλασσά τε νειόθι τε χθών / πᾶσα πεπείρηται νιφόεν θ' ἕδος Οὐλύμποιο· / καί οἱ, ὅτ' ἐξ ὀρέων μέγαν οὐρανὸν εἰσαναβαίνῃ, / Ζεὺς αὐτὸς Κρονίδης ὑποχάζεται, ὧς δὲ καὶ ὧλλοι / ἀθάνατοι μάκαρες δεινὴν θεὸν ἀμφιέπουσιν. vv. 1.092- 1.103 599

H. HOM. h ad Ap. 89ff OPP. C. 3,7. 601 En el principio Eurínome, la Diosa de Todas las Cosas, surgió desnuda del océano primigenio pero no encontró nada sólido donde apoyar los pies. Entonces separó el océano del firmamento y danzó solitaria sobre las olas. Danzó y de sus movimientos surgió un viento como algo nuevo y aparte con lo que se podía comenzar la creación. Entonces la Gran Madre Creadora se dió vuelta y tomó ese viento, lo frotó contra su cuerpo modelándolo, le dió forma de serpiente y la llamó Ofión; también conocida como Bóreas o Viento Norte. Eurínome continuó bailando, cada vez más agitada y exaltada y la serpiente Ofión deseó unirse a la creadora. Ella lo consintió y ambos se ayuntaron. Luego, Eurínome se transformó en paloma, empolló sobre las aguas y puso el Huevo Universal. Por su mandato, la serpiente Ofión se enroscó siete veces en torno del huevo y lo incubó. Más tarde, el huevo se abrió en dos y de él salieron todas las cosas que existen: el sol, la luna, los planetas, las estrellas y la tierra con sus montañas y ríos, árboles, hierbas y las criaturas vivientes; los hijos de la Creadora. Eurínome y Ofión fijaron su residencia en el monte Olimpo. Cf. GRAVES, R. Los mitos griegos Vol. I, p. 25 600

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paloma, que la ha llevado a confundirse con Afrodita, y no hay que olvidar que para los antiguos griegos el simbolismo o quizás la función de pájaro y pez son muy similares e incluso se confunden, como lo demuestran las arcaicas iconografías de las sirenas que de cintura para abajo tenían forma de ave; además, veremos que Rea también se halla emparentada con otras diosas foráneas de naturaleza marina las cuales mencionaremos más adelante. Por ahora permítasenos seguir citando a Apolonio Rodio, donde nos muestra el rasgo más estentóreo y extendido de la diosa: su concepción mistérica y un esbozo de los posibles rituales que pudieron llevarse a cabo en su honor, así como los lugares de culto y su acusado origen. Veamos: …Había una recia cepa de vid criada en el bosque, un tronco enteramente envejecido. Lo cortaron, para que fuera sagrada imagen de la diosa del monte, y Argos la talló artísticamente. Y la erigieron sobre una altura escarpada a cubierto de las encinas más elevadas, que por encima de todas han arraigado. Al lado construyeron además un altar con un montón de guijarros. Y en derredor, coronados con hojas de encina, se ocupaban del sacrificio, invocando a la muy venerable Madre del Díndimo, la que habita Frigia, y junto con ella a Ticias y Cileno, los únicos que son llamados guías del destino y asistentes de la Madre del Ida entre el número de cuantos son Dáctilos Ideos de Creta, a los que una vez la ninfa Anquíale hizo nacer en la cueva del Dicte, empuñando con ambas manos tierra Eáxide. Mucho le imploraba con súplicas el Esónida que apartara las tempestades, mientras vertía libaciones sobre las víctimas ardientes. Al tiempo los jóvenes, bajo la indicación de Orfeo, saltando daban vueltas en una danza armada y golpeaban los escudos con sus espadas, para que se desvaneciera por el aire el clamor siniestro que las gentes emitían aún gimiendo en su duelo por el rey. Desde entonces siempre los frigios se propician a Rea con disco y tamboril. La diosa prestó atención a las santas ofrendas manifestándose, y aparecieron claras señales. Los árboles producían abundante fruto y en torno a sus pies la tierra espontáneamente hacía germinar flores de la tierna hierba. Las bestias abandonaron guaridas y espesuras, y acudieron halagando con sus colas. La diosa originó aún otro prodigio, puesto que antes nunca manaba agua del Díndimo, pero para ellos entonces brotó sin más, inagotable, de la árida cumbre.602

Aunque buena parte de los datos que se nos proporcionan en este fragmento, atienden a la necesidad literaria del poeta, no deja de ser cierto que a través de él podamos dilucidar muchos aspectos de la naturaleza de la diosa que se consideran verosímiles.

602

ἔσκε δέ τι βριαρὸν στύπος ἀμπέλου ἔντροφον ὕλῃ, / πρόχνυ γεράνδρυον· τὸ μὲν ἔκταμον, ὄφρα πέλοιτο / δαίμονος οὐρείης ἱερὸν βρέτας, ἔξεσε δ' Ἄργος / εὐκόσμως· καὶ δή μιν ἐπ' ὀκριόεντι κολωνῷ ἵδρυσαν, φηγοῖσιν ἐπηρεφὲς ἀκροτάτῃσιν / αἵ ῥά τε πασάων πανυπέρταται ἐρρίζωντο· / βωμὸν δ' αὖ χέραδος παρενήνεον. ἀμφὶ δὲ φύλλοις / στεψάμενοι δρυΐνοισι θυηπολίης ἐμέλοντο, / Μητέρα Δινδυμίην πολυπότνιαν ἀγκαλέοντες, / ἐνναέτιν Φρυγίης, Τιτίην θ' ἅμα Κύλληνόν τε, / οἳ μοῦνοι πλεόνων μοιρηγέται ἠδὲ πάρεδροι / Μητέρος Ἰδαίης κεκλήαται, ὅσσοι ἔασιν / Δάκτυλοι Ἰδαῖοι Κρηταιέες, οὕς ποτε νύμφη / Ἀγχιάλη Δικταῖον ἀνὰ σπέος, ἀμφοτέρῃσιν / δραξαμένη γαίης Οἰαξίδος, ἐβλάστησε. / πολλὰ δὲ τήνγε λιτῇσιν ἀποστρέψαι ἐριώλας / Αἰσονίδης γουνάζετ', ἐπιλλείβων ἱεροῖσιν αἰθομένοις· ἄμυδις δὲ νέοι Ὀρφῆος ἀνωγῇ / σκαίροντες βηταρμὸν ἐνόπλιον εἱλίσσοντο, / καὶ σάκεα ξιφέεσσιν ἐπέκτυπον, ὥς κεν ἰωή / δύσφημος πλάζοιτο δι' ἠέρος ἣν ἔτι λαοί / κηδείῃ βασιλῆος ἀνέστενον. ἔνθεν ἐσαιεί / ῥόμβῳ καὶ τυπάνῳ Ῥείην Φρύγες ἱλάσκονται. / ἡ δέ που εὐαγέεσσιν ἐπὶ φρένα θῆκε θυηλαῖς / ἀνταίη δαίμων, τὰ δ' ἐοικότα σήματ' ἔγεντο· / δένδρεα μὲν καρπὸν χέον ἄσπετον, ἀμφὶ δὲ ποσσίν / αὐτομάτη φύε γαῖα τερείνης ἄνθεα ποίης· / θῆρες δ' εἰλυούς τε κατὰ ξυλόχους τε λιπόντες / οὐρῇσιν σαίνοντες ἐπήλυθον. ἡ δὲ καὶ ἄλλο / θῆκε τέρας, ἐπεὶ οὔτι παροίτερον ὕδατι νᾶεν / Δίνδυμον, ἀλλά σφιν τότ' ἀνέβραχε διψάδος αὔτως / ἐκ κορυφῆς, ἄλληκτον· vv. 1.117-1.149

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Lo primero que sale a relucir es su aspecto dionisíaco, pues hacen surgir una estatua de la diosa a partir de una cepa de vid, atributo característico de Dioniso, es sabido que la relación de Rea con el dios del viñedo, dentro del contexto mitológico, siempre fue muy cercana, de hecho, en algunas versiones del mito de Dioniso, Zeus le indilga a Rea al dios para que lo crie y así alejarlo de los celos de Hera;603 asimismo, cuando el dios conoció el secreto de la vid para extraer su jugo y crear el vino, por un sortilegio de Hera, Dioniso perdió el juicio y comenzó a vagar por todo el norte de Grecia, cruzando el estrecho de los Dardanelos hasta llegar a Asia Menor, y en Frigia, la diosa le curó y le enseñó sus ritos religiosos y luego partió a Tracia para enseñar el cultivo de la vid y, a su vez, enseñar los misterios aprendidos de Rea.604 Así pues, los ritos de Rea son, en sí mismos, no solo los predecesores de toda la parafernalia orgíastica de los ritos dionisíacos, sino también, representan la naturaleza y origen salvaje de la diosa, la cual siempre la veremos vinculada a las fieras y demás animales montunos y a la música efusiva y bulliciosa, como ya lo evoca el mito del ocultamiento de Zeus al cuidado de los Curetes, quienes danzaban en torno al niño-dios haciendo un estruendo con sus espadas y escudos a fin de que Crono no se percatara de su presencia; además veremos que, así como los leones que flanquean el trono de Rea, el atabal, el tímpano o el crótalo son elementos constantes en su iconografía, como nos lo reseña el himno homérico dedicado a la madre de todos los dioses. A LA MADRE DE LOS DIOSES

Cántame, Musa de voz clara, hija del gran Zeus, a la Madre de todos los dioses y de todos los hombres, a la que agrada el estruendo de los crótalos y tamboriles, así como el rumor de las flautas, el griterío de los lobos y de los leones de feroz mirada. Los montes fragorosos y los torrentes cubiertos de vegetación. Así que te saludo a ti también con mi canto, y a una, a las diosas todas.605

Bajo este nombre genérico que intitula al poema hallamos en realidad los vestigios de las arcaicas Diosas Madres y sobre todo a la Potnia Therion que los griegos relacionaban directamente con Artemisa y Gea; sin embargo, desde los estudios de Frazer606 se ha visto en estas deidades arcaicas, que probablemente comenzaron su curso religioso desde el paleolítico, los antecedentes tipológicos de buena parte de las diosas europeas con función generativa y provedoras de la fertilidad. Pero ya, en el transcurrir de las líneas siguientes, veremos un esbozo de las similitudes y características que relacionan a todas estas diosas, halladas en prácticamente todas las culturas, tanto orientales como occidentales, las unas con las otras y especialmente con Rea. 603

NONN. D. I, 20ff, IX, 136ff, IX, 206ff, X. 139ff, XII, 380ff, XIII, 470ff, XXXIV, 214ff, XLV, 96ff. APOLLOD. II, 29, III, 33; E. Ba. 45, 70, 120ff.

604 605

Εἰς Μητέρα Θεῶν / Μητέρα μοι πάντων τε θεῶν πάντων τ' ἀνθρώπων / ὕμνει Μοῦσα λίγεια Διὸς / υγάτηρ μεγάλοιο, / ᾗ κροτάλων τυπάνων τ' ἰαχὴ σύν τε βρόμος αὐλῶν / εὔαδεν, ἠδὲ λύκων κλαγγὴ / αροπῶν τε λεόντων, / οὔρεά τ' ἠχήεντα καὶ ὑλήεντες ἔναυλοι. / Καὶ σὺ μὲν οὕτω χαῖρε θεαί θ' ἅμα / ᾶσαι ἀοιδῇ. H. HOM. XIV h in M.D. 606

FRAZER, J. G. The Golden Bough: A Study in Magic and Religion, 1922.

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En cuanto al himno homérico que tomamos como referencia, para ilustrar los principales atributos de la diosa Rea como son: la compañía de fieras salvajes, el estruendo de los instrumentos musicales que recuerda a los arrebatos orgiásticos atribuidos principalmente a Dioniso (aunque muy probablemente sea la diosa quien los haya inaugurado) muchos se han cuestionado607 si realmente el himno va dirigido a Rea; aunque pueda parecer muy obvio, siempre habrá que recordar que ese título indefinido para una diosa innominada, alude precisamente a todo el sincretismo que se halla en ella, es decir, todas aquellas diosas encargadas de la procreación de la vida. Sin embargo, un himno órfico de nombre homólogo al homérico, nos da muchísimos más detalles con los que podríamos identificar a Rea. Veamos: A LA MADRE DE LOS DIOSES

Variado incienso Honorable madre de los inmortales, que a todos alimentas ven aquí, te lo ruego, diosa soberana, a las súplicas que te dirigimos, señora, unciendo el veloz carro del que tiran los leones, asesinos de toros. Soberana de la ilustre bóveda celeste, renombrada, venerable, que ocupas tu trono en el punto central del universo, porque posees la tierra y ofreces saludables alimentos a los mortales. Por ti fue engendrado el linaje de los mortales; a tu poder se someten siempre los ríos y el mar entero, Hestia se te llama, te denominan otorgadora de felicidad, porque concedes toda clase de bienes a los mortales. Ven, soberana, a la ceremonia, tú, que te alegras con el tambor y todo lo domas, salvadora de Frigia, esposa de Crono, hija de Urano, venerable, nutricia, que disfrutas con los delirios báquicos. Ven, pues, gozosa, complaciente con los actos piadosos. 608

Aquí directamente se le llama a esta diosa “Madre de los Inmortales” y otros epítetos y referencias como: “Soberana de la ilustre bóveda celeste” (…) “que ocupas tu trono en el punto central del universo”, “esposa de Crono, hija de Urano” que develan su identidad, o por lo menos, se asume desde el bagaje mitológico que pudo haber existido precedente a la composición del himno en cuestión,609 por tanto, aunque la diosa sea innominada, se comprende que su carácter, a juzgar por su talante de excelsa dignidad, es de una reina que rige el Olímpo, es decir, Rea. Sin embargo, aunque sí se hace mención de un nombre que luego corresponderá al de otra diosa menor: Hestia, no se debe pensar que se refiera a ésta, pues, simplemente se menciona como un epíteto más tomando en cuenta su función como protectora de los mortales y propulsora de los primeros asentamientos humanos como comunidades familiares. 607 608

, θυμίαμα ποικίλα. Ἀθανάτων θεότιμε θεῶν μῆτερ, τροφὲ πάντων, / τῆιδε μόλοις, κράντειρα θεά, σέο, πότνι', ἐπ' εὐχαῖς, / ταυροφόνων ζεύξασα ταχυδρόμον ἅρμα λεόντων, / σκηπτοῦχε κλεινοῖο πόλου, πολυώνυμε, σεμνή, / ἣ κατέχεις κόσμοιο μέσον θρόνον, οὕνεκεν αὐτὴ / γαῖαν ἔχεις θνητοῖσι τροφὰς παρέχουσα προσηνεῖς. / ἐκ σέο δ' ἀθανάτων τε γένος θνητῶν τ' ἐλοχεύθη, / σοὶ ποταμοὶ κρατέονται ἀεὶ καὶ πᾶσα θάλασσα, / Ἑστία αὐδαχθεῖσα· σὲ δ' ὀλβοδότιν καλέουσι, / παντοίων ἀγαθῶν θνητοῖς ὅτι δῶρα χαρίζηι, / ἔρχεο πρὸς τελετήν, ὦ πότνια, τυμπανοτερπή [...], / πανδαμάτωρ, Φρυγίη'σ(, σώτειρα, Κρόνου συνόμευνε, / Οὐρανόπαι, πρέσβειρα, βιοθρέπτειρα, φίλοιστρε· / ἔρχεο γηθόσυνος, κεχαρημένη εὐσεβίηισιν. ORPH. H XXVII 609

En general, se sitúa la composición de la mayoría de los Himnos órficos en época imperial, incluso existen otras opiniones que los datan en fechas mucho más tardías s. II y IV de N. E. Cf. QUANDT W., Orphei Hymni, Weidmann, Berlín, 1962, p. 44; WEST M. L. The orphic poems, Oxford, 1983, p. 36.

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Luego, contamos con otro himno, ya específicamente dirigido a la diosa, que no deja de tener una fuerte conección con el precedente, sobre todo en cuanto a los rituales “báquicos” en los que los mistos, seguramente, debían amenizar la procesión con cánticos y danzas al son de los instrumentos bulliciosos que se le indilgan a la diosa como parte de su iconografía. Además se ratifica como propiciadora de la generación de los dioses, por medio de la argucia cometida ante Crono, y también del origen del hombre en el mundo ya organizado como espacio habitable. A REA Incienso aromático

Soberana Rea, hija del multiforme Primigenio, que diriges un carro de sagradas ruedas entre asesinos de toros, en medio del ruido del tambor, embargada por el delirio de tu ritual festivo, doncella que te mueves entre el estruendo de los címbalos. Madre del soberano Zeus olímpico que porta la égida; por todos honrada, de singular belleza, afortunada esposa de Crono, que disfrutas en los montes y entre los gritos estremecedores de los mortales, augusta Rea, provocadora del báquico tumulto, de sólido carácter. Mendaz, salvadora y liberadora, origen de la raza. Madre de los dioses y de los humanos mortales, pues de ti derivan la tierra, el espacioso cielo, en las alturas, el mar y las corrientes de aire; amante de la carrera, aeromorfa. Ven, pues, bienaventurada y salvadora diosa con tu bienhechora voluntad, aportándonos la paz juntamente con dichosos bienes, y aleja los pesares y el infortunio a los confines de la tierra.610

En este himno dedicado a la diosa Rea y en el precedente donde también se insinúa la presencia de su figura mítica, así como en los fragmentos de Las Argonáuticas observamos que se recalca el lugar de origen de la misma, señalando, especialmente su procedencia oriental, específicamente Frigía. Apolonio Rodio además nos indica el monte Díndimo como el lugar donde se le rendía culto a la diosa, pues, este lugar, junto al monte Agdistis son ciertamente los más consagrados a la diosa según las tradiciones.611 Sin embargo, sabemos que este origen asiático que acreditan, no solo estos fragmentos, sino buena parte de escritos griegos y romanos, se debe a la confusión que generó la analogía de varias diosas con la Rea cretense y posteriormente griega. La diosa a que se hace alusión frecuentemente es Cibeles, y dentro de un sincretismo ya inextricable e inexorable, cabe la relación con otras diosas orientales e incluso nórdicas, en mayor y menor medida claro está; el nombre de Cibeles ha generado un abanico de posibilidades etimológicas y la ha emparentado a su vez, con otras denominaciones formularias o toponimias y epónimos. La más recurrente es: la diosa del Pesinunte que era adorada en esa región de Anatolia en forma de piedra la cual se decía provenía del cielo, al parecer un meteorito, pero dejemos que sea Herodiano quien nos narre su historia. 610

, θυμίαμα ἀρώματα. / Πότνα Ῥέα, θύγατερ πολυμόρφου Πρωτογόνοιο, /† ἥτ' ἐπὶ ταυροφόρον † ἱερότροχον ἅρμα τιταίνεις, / τυμπανόδουπε, φιλοιστρομανές, χαλκόκροτε κούρη, μῆτερ Ζηνὸς ἄνακτος Ὀλυμπίου, αἰγιόχοιο, / πάντιμ', ἀγλαόμορφε, Κρόνου σύλλεκτρε μάκαιρα, / οὔρεσιν ἣ χαίρεις θνητῶν τ' ὀλολύγμασι φρικτοῖς, / παμβασίλεια Ῥέα, πολεμόκλονε, ὀμβριμόθυμε, / ψευδομένη, σώτειρα, λυτηριάς, ἀρχιγένεθλε, / μήτηρ μέν τε θεῶν ἠδὲ θνητῶν ἀνθρώπων· / ἐκ σοῦ γὰρ καὶ γαῖα καὶ οὐρανὸς εὐρὺς ὕπερθεν / καὶ πόντος πνοιαί τε· φιλόδρομε, ἀερόμορφε· / ἐλθέ, μάκαιρα θεά, σωτήριος εὔφρονι βουλῆι / εἰρήνην κατάγουσα σὺν εὐόλβοις κτεάτεσσι, / λύματα καὶ κῆρας πέμπουσ' ἐπὶ τέρματα γαίης. ORPH. H. XIV 611

Otros son el Monte Ida, el Cibeles, el Berecinto, el Aspodeno, el Sipilo y el Lobrino.

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Dicen que la actual estatua de la diosa es la misma que cayó del cielo, pero nadie sabe ni de qué material está hecha ni qué artista la realizó y aseguran que no es obra de mano humana. La leyenda cuenta que hace tiempo esta estatua bajó del cielo a un lugar de Frigia (este sitio se llama Pesinunte, nombre que proviene, según se dice, de la caída de la estatua desde el cielo) y que allí fue vista por primera vez. Pero otros lo cuentan de otra forma; dicen que allí tuvo lugar una batalla entre, el frigio, y Tántalo, el lidio, por derechos de paso según unos o por el rapto de Ganimedes según otros. Por resultar la lucha muy incierta cayó un buen número de combatientes en cada bando y el desastre dio nombre al lugar. La leyenda dice también que en este lugar Ganimedes fue secuestrado y desapareció del mundo de los vivos al despedazarlo su hermano y su amante tirando cada uno por su lado. Después de la desaparición de su cuerpo, los sufrimientos del joven fueron inmortalizados en el mito del rapto de Zeus. En Pesinunte asimismo los frigios celebraban de antiguo sus ritos orgiásticos en el río Galo que por allí discurre, cuyo nombre llevan los eunucos consagrados a la diosa. Cuando aumentó el poder de Roma, se cuenta que un oráculo anunció a los romanos que su imperio se consolidaría e incluso se acrecentaría si trasladaban a Roma la estatua de la diosa de Pesinunte. Enviaron pues embajadores a Frigia para pedirles la estatua; consiguieron su propósito fácilmente aduciendo su parentesco y pasando revista a la línea sucesoria que iba desde Eneas el frigio hasta ellos. Cuando la nave que transportaba la estatua llegó a la desembocadura del Tíber (que los romanos hacían servir de puerto) una fuerza sobrenatural la hizo encallar. Durante largo tiempo todo el pueblo de Roma estuvo tirando de la nave, pero, por impedirlo el lodo, la nave no se liberó hasta que no se presentó la sacerdotisa de la diosa, que era Vestal; estaba obligada por el voto de castidad, pero pesaba sobre ella una acusación de corrupción. Cuando iba a ser juzgada, suplicó al pueblo que confiara el veredicto a la diosa de Pesinunte; y soltándose el cinturón lo arrojó a la proa del barco con el ruego de que cediera la nave si ella era todavía una casta virgen. La nave amarrada al cinturón siguió fácilmente y los romanos admiraron a la vez el testimonio de la diosa y la inocencia de la virgen. Esta es la historia en torno a la diosa de Pesinunte; tal vez sea una exposición llena de fantasía, pero ofrecerá una información nada despreciable a quienes no estén familiarizados con la historia de los romanos.612

612

Αὐτὸ μὲν τὸ ἄγαλμα διοπετὲς εἶναι λέγουσιν, οὔτε δὲ τὴν ὕλην οὔτε τεχνιτῶν ὅστις ἐποίησεν ἐγνωσμένον οὐδὲ ψαυστὸν χειρὸς ἀνθρωπίνης. Τοῦτο δὲ πάλαι μὲν ἐξ οὐρανοῦ κατενεχθῆναι λόγος ἔς τινα τῆς Φρυγίας χῶρον (Πεσσινοῦς δὲ ὄνομα αὐτῷ, τὴν δὲ προσηγορίαν λαβεῖν τὸν τόπον ἐκ τοῦ πεσόντος ἀγάλματος ἐξ οὐρανοῦ) καὶ πρῶτον ἐκεῖσε ὀφθῆναι. Ὡς δὲ παρ' ἑτέροις εὕρομεν, Ἴλῳ τῷ Φρυγὶ καὶ Ταντάλῳ τῷ Λυδῷ πόλεμον ἐκεῖ γενέσθαι λέγουσιν, οἳ μὲν περὶ ὅρων, οἳ δὲ περὶ τῆς Γανυμήδους ἁρπαγῆς· ἰσορρόπου δὲ ἐπὶ πολὺ τῆς μάχης γενομένης ἑκατέρωθεν πεσεῖν ἱκανούς, καὶ τὴν συμφορὰν ὄνομα δοῦναι τῷ χωρίῳ. Ἔνθα καὶ τὸν Γανυμήδην ἁρπασθέντα ἀφανῆ γενέσθαι λόγος, ἀνθελκόντων αὐτὸν τοῦ ἀδελφοῦ καὶ τοῦ ἐραστοῦ, ἀφανοῦς δὲ γενομένου τοῦ σώματος ἐκθειασθῆναι τὸ πάθος τοῦ μειρακίου ἐς μῦθον καὶ τὴν Διὸς ἁρπαγήν. Ἐν δὲ τῷ προειρημένῳ Πεσσινοῦντι πάλαι μὲν Φρύγες ὠργίαζον ἐπὶ τῷ ποταμῷ Γάλλῳ παραρρέοντι, ἀφ' οὗ τὴν ἐπωνυμίαν φέρουσιν οἱ τῇ θεῷ τομίαι ἱερωμένοι. Ἐπεὶ δὲ Ῥωμαίων ηὔξετο τὰ πράγματα, φασὶν αὐτοῖς χρησθῆναι μενεῖν τε τὴν ἀρχὴν καὶ ἐς μέγα προχωρήσειν, εἰ τὴν Πεσσινουντίαν θεὸν μεταγάγοιεν ὡς αὑτούς. Πέμψαντες δὴ πρέσβεις ἐς Φρύγας τὸ ἄγαλμα ᾔτουν· ἔτυχον δὲ ῥᾳδίως συγγένειαν προβαλλόμενοι καὶ τὴν ἀπ' Αἰνείου τοῦ Φρυγὸς ἐς αὐτοὺς διαδοχὴν καταλέγοντες. Κομισθὲν δὲ ἐπὶ νεὼς τὸ ἄγαλμα καὶ γενόμενον ἐν ταῖς τοῦ Θύμβριδος ἐκβολαῖς (ταύταις γὰρ ἀντὶ λιμένων ἐχρῶντο οἱ Ῥωμαῖοι) ἔστησε θείᾳ δυνάμει τὸ σκάφος. Ἐπὶ πολὺ δὲ πανδημεὶ τῶν Ῥωμαίων τὴν ναῦν ἐφελκόντων, ἀντεχούσης τῆς ἰλύος οὐ πρότερον ἡ ναῦς ἀνέδραμε, πρὶν ἢ τὴν ἱέρειαν ἐνεχθῆναι {τῆς} θεοῦ ἥτις {τῆς Ἐστίας} ἦν τοιαύτης, ὥστ' ἔδει παρθενεύεσθαι, αἰτίαν δὲ διαφθορᾶς εἶχεν. Μέλλουσα δὲ κριθήσεσθαι, ἱκετεύει τὸν δῆμον ἐπιτρέψαι τῇ Πεσσινουντίᾳ θεῷ τὴν κρίσιν· καὶ λυσαμένη τὴν ζώνην ἐπαφῆκε τῇ πρῴρᾳ τῆς νεὼς προσευξαμένη, εἰ παρθένος εἴη καὶ ἁγνή, πεισθῆναι τὸ σκάφος. Ῥᾳδίως δὲ τῆς ζώνης ἐξηρτημένη ἡ ναῦς ἠκολούθησεν· ὁμοῦ δὲ τὸ ἐναργὲς τῆς θεοῦ καὶ τὸ σεμνὸν τῆς παρθένου Ῥωμαῖοι ἐθαύμασαν. Τοσαῦτα μὲν δὴ περὶ τῆς Πεσσινουντίας θεοῦ φιλοτιμότερον ἱστορήσθω, οὐκ ἄχαριν ἕξοντα γῶσιν τοῖς τὰ Ῥωμαίων οὐκ ἀκριβοῦσιν. HDN. I, 11,1- 5.

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El nombre Cibeles en latín «Cybele» y el equivalente griego «Κυϐέλη» parece que podrían provenir de diversos nombres antiguos orientales como el babilónico «Hübel» o «Khubel» que significaría, según Hislop, «la que ata con cuerdas» nombre que el autor hace coincidir con el hebreo «Khubeli Adam»,613 i.e., «cuerdas humanas» que es una parábola para indicar “el amor humano” lo que aprovecha para argumentar la relación que hace de Rea- Cibeles con la diosa Venus, Juno y consecutivamente con Astarté.614 El nombre Hübel está relacionado con el dios preislámico Hubal o Hu-Baal, el cual coincide en atributos dados a la mayoría de Diosas Madres, pues, se consideraba un dios lunar asociado a la fertilidad, a la agricultura y a la primavera. Junto a él, se adoraban tres diosas principales relacionadas entre sí y consideradas hermanas las cuales también comprenden atributos casi idénticos de Cibeles–Rea y demás diosas grecolatinas asociadas al gran mito de las Diosas Madres. Estas diosas eran: Al-Lat, Al-Uzza y Manat o Manah. La primera de ellas, Al-Alat también nombrada Alilat,615 era adorada bajo la forma de una piedra blanca que, según la tradición islámica, se trataba de un aerolito que un arcángel llamado Yibril (Gabriel) entregó a Ibrahim (Abrham) como reliquia, éste, sin embargo, con el paso del tiempo se fue tornando negro debido a los pecados de los hijos de Adam. Al-Alat además tenía como símbolo el león y era representada de pie sobre el lomo de este animal comprendiendo el centro de la trinidad;616 para los palestinos la diosa era considerada solar y por tanto representaba la fuente de la energía vital así como la madre de todas las demás deidades siendo ella la principal de todas, también era considerada una diosa guerrera por ello a menudo era representada ataviada con una lanza, un escudo y un casco además se decía que era la poseedora de la sabiduría del cielo y de la tierra, era la protectora de los nacimientos humanos y de los animales salvajes, así como de las madres y de las mujeres casadas, atributos que también la asimilan a Atenea, sin embargo, era la encargada de proteger y proveer los rebaños y los pastizales, por tanto era vista como una madre nutricia, los nabetanos frecuentemente le sacrificaban parte de sus rebaños en otoño para garantizar su alimentación en las demás estaciones; su santuario se ubicaba en la ciudad de la Meca junto al de sus hermanas y otras antiguas divinidades destruidas con el advenimiento de Mahoma. Al-Uzza, también nombrada El-Ozza, Uzza o Izza, era junto a sus hermanas Al-alat y Manat, una de las deidades más importantes veneradas en la ciudad de la Meca, al parecer se trataba de una diosa guerrera virginal, de modo que cumplía doble función, i.e, como diosa de la guerra y del amor. De lo primero da constancia incluso su nombre, ya que proviene de la raíz árabe «‘ZY» que viene a significar «poder», muchos traducen el nombre de la diosa como «la más poderosa», en hebreo una palabra similar «‫»עוזי‬ «Uzzi» aparece en la Biblia como un nombre propio617 y se traduce como «fuerza, fortaleza»; también Uzi, proveniente de la misma raíz hebrea, es el nombre de un arma béli613

Os. 11:4 Cf. HISLOP A. “La identificación de Rea o Cibeles con Venus”, Las dos Babilonias, app. n.G, p. 456. 615 HDT. III. 8. 616 q.v. fig. 83 617 En la biblia es un sumo sacerdote descendiente de Aaron e hijo de Bukki y el nombre, a efectos bíblicos, se traduce como «el Señor es mi Fortaleza» Cr. 6:5,51; Esd. 7:4 614

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ca militar muy conocida. La tribu del profeta Mahoma, los Coraichitas, eran sus adoradores más fervientes, se hacían llamar “Hijos de Uzza” y cada vez que iban al campo de batalla imploraban su protección, pues la consideraban la diosa de la vigilancia, la confianza y la preparación; por ello, no era de extrañar que los árabes llevasen consigo la piedra que encarnaba a la diosa618 para plantarla en un lugar cercano donde ocurriera el combate con sus enemigos ya que pensaban que su sola presencia les llenaba de coraje y Fuerza para vencerlos. Según los historiadores árabes, existe un registro de esto, la tribu Quaraish (Coraichitas) llevo consigo las piedras de al-Allat y de Uzza a la batalla de Uhud en marzo de 625, esta batalla se libró entre los musulmanes liderados por Mahoma y los habitantes de la Meca que tenían como jefe a un antiguo compañero de Mahoma: Abu Sufyan, entonces en rebelión con él; aunque en los primeros momentos de la batalla los musulmanes ganaron terreno, un error de las filas de los arqueros, comprometió el resultado de la misma en favor del enemigo de Mahoma, resultando él mismo herido. El otro perfil de la diosa: como diosa del amor y de la fertilidad, es el que más se alinea con los atributos de Cibeles, Al Uzza era la más joven entre sus hermanas y era considerada una diosa de formas gráciles y de una hermosura espléndida, tutelaba a la estrella matutina y vespertina, por tanto, uno de sus epítetos comunes era El Lucero de la Mañana, lo que la relaciona con el planeta Venus y, por supuesto, con la diosa romana del mismo nombre y la Afrodita griega, además la diosa Uzza posee una especie de avatar: Al Zuhara,619 una reina persa que fue transformada en estrella por condolencia de Dios, ya que había robado el secreto de ascender al firmamento de unos ángeles que se le presentaron en forma de hombres y nunca supo como regresar a la tierra. Uzza además estaba relacionada con otras diosas del amor como la Isis egipcia y la Tanit cartaginés que por cierto también era representada como una diosa leontocéfala620 antigua consorte de Baal a quien también le hacían sacrificios de sangre; los griegos la relacionaban también con Ourania, otros avatares dignos de mención eran la diosa Ishtar y Astarté; ambos, al igual que Uzza, eran símbolos de la estrella matutina y vespertina, eran consideradas protectoras de los animales salvajes, y ciertamente el planeta Venus se observa en dos períodos del año, en el primer período, aparece como un astro muy brillante observable a simple vista por el este a la salida del sol, y luego, en el segundo período, por el oeste al ocultarse éste, el ciclo natural de apariamiento de muchos animales salvajes, corresponden precisamente a estos períodos. La iconografía de Uzza, por lo general, se trata de una joven muchacha guerrera armada con varias espadas en sus manos o en su cinturón, situada de pie, delante de ella, un lince del desierto la custodia, detrás de ella, varios árboles de acacia le dan sombra; se piensa que esta imagen de la diosa pertenece a su aparición en su santuario Nakhlah, ubicado en el 618

Al Uzza, al igual que su hermana, Al Allat eran personificadas en piedra, si bien al Allat, en principio, se adoraba bajo la forma de aerolito, más tarde se tallaban piedras monumentales en su representación como la de figura leonina que conserva el Museo de Palmira en Siria (ca. 1ᵉ s. a.C. / 1ᵉ s. d.C.) q.v. fig. 85 Las tallas que se han encontrado de la diosa Al Uzza, son auténticas piedras triunfales, que se incrustaban en los campos de batalla, la más representativa es la hallada en el antiguo templo de los leones alados en la ciudad de Petra en Jordania se cree perteneciente al 1ᵉ s. d. C. se encuentra en el Dpto. de Antigüedades, Ammam, Jordania. q.v. fig. 84. 619 q.v. p. ***[Afrodita] 620 vid fig. 86.

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[fig. 83]

[fig. 85]

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[fig. 84]

[fig. 86]

Valle de las Palmeras en la vía que lleva a la Meca, hacia Iraq, se dice que en la Antigüedad había frente al templo tres árboles de acacia consagrados a esta diosa, por ello muchos estudiosos piensan que es muy posible que Al-Uzza haya sido la divinidad tutelar de la Meca hacia el año ocho antes de la Hégira;621 luego de la toma de la Meca por los musulmanes, Mahoma ordena la destrucción del templo a Jalid Al-Walid y a treinta de sus hombres para erradicar por completo todo vestigio de las religiones politeístas y preislámicas, se cuenta que lo primero que hizo el emisario fue cortar los árboles de acacia, seguidamente, apareció ante él una mujer negra de rasgos etíopes, completamente desnuda y con cabello hirsuto, la cual, antes de que le atacara, cortó en dos con su filosa espada.622 La otra diosa perteneciente a esta trinidad llamada “Hijas de Alláh” en la antigüedad preislámica es Manat, era representada como una anciana vestida de luto y llevaba en su oscuro sayo la inscripción de su nombre «Manawayat» o «Menata» que provienen del árabe «al-muna» y «al-manyyah», esto es, «la muerte» y «el destino»; en posición hierática sostiene entre sus manos una copa y sobre su cabeza una luna en fase decreciente, símbolos de su propio significado, pues, la copa, sobre todo en la tradición bíblica, se refiere al destino del hombre: “el hombre recibe de la mano de Dios su destino como una copa, o como contenido en una copa. Puede entonces tratarse de una copa desbordante de bendiciones (Sal 16,5) o de una copa llena del fuego del castigo (Sal 11,6); ésta es la copa de la cólera de Dios (Ap 16,19). Por esta razón el instrumento de Dios para castigar (a un hombre, un pueblo, una ciudad...) puede ser comparado a una copa (Jer 51,7; Zac 12,2).”623 La luna menguante ya por sí misma es símbolo de la vejez, tal como se representa a la diosa, y se víncula al tránsito de las almas hacia un plano superior; así como las demás fases lunares corresponden simbólicamente con las diversas edades del hombre, la última fase de la luna corresponde con la muerte, la desaparición de la luna del firmamento nocturno, a menudo, se ha vinculado con la completa desaparición del alma de todo plano físico y etéreo hacia uno trascendental o de renovación, además, la luna «es el receptáculo de los gérmenes del renacimiento cíclico, la copa que contiene el licor de inmortalidad»624 y quizás este sea el contenido que poseía la copa que sostenía Manat entre sus manos; es sabido que se consagraban los muertos y sus tumbas a la diosa pidiéndole protección para entrar a los reinos del más allá sin problema alguno y protegiera en la tierra el sepulcro de profanadores para que así el alma no se viera perturbada en ningún plano para entrar al umbral donde su alma sería renovada o ascendida, y en el peor de los casos, castigada según el consenso de Manat. La diosa también se le encarnaba, como a sus hermanas, en piedras sagradas, a ella le correspondía cualquier piedra negra, en especial el ónix; sin embargo, se sabe que era objeto de veneración la piedra negra situada al borde del Mar Rojo en Qadid, 621

Se trata del calendario musulman, está basado en los ciclos lunares, un año se expresa en doce meses lunares de 29 o 30 días cada uno. Por tanto, un año hegiriano es más corto que un año gregoriano, por más o menos once días de diferencia. Las tribus paganas, por lo general, hacían coincidir los ciclos lunares con los ciclos de la mestruación femenina que tienen una duración similar. 622 Cf. MUBARKPURI-AL, S. The sealed nectar: Biography of the Noble Prophet, p. 256. 623 CHEVALIER J., op. cit, s.v. “copa, caliz”, p. 339. 624 Ibid. s.v. “luna”, p. 659.

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una región entre Medina y la Meca. Manat era considerada la esposa de Hübal y nodriza de Dushara, la deidad principal entre los Nabetanos, esta divinidad también era adorada en forma de piedra y se dice que era hijo de Kaabou, una diosa del panteón nabateo, asociada a Al-Allat y a Uzza, ya que también era considerada una diosa guerrera y de la fertilidad; el nombre Kaabou posee la misma raíz de /al-k’ab/ «cubo» o «dado» que la relaciona directamente con la Kaaba, la construcción en forma cúbica que se halla en el interior de la Meca la cual posee a un costado de la misma: la llamada Piedra Negra. El santuario y el culto de Manat también fueron destruidos junto a los 360 ídolos que albergaba la Kaaba por el emisario de Mahoma para erradicar todo rastro de estas deidades preislámicas en provecho de establecer el monoteísmo. El Corán menciona estas tres deidades tachándolas de concupiscentes y carentes de toda autoridad concedida por Dios. «Vio, ciertamente, parte de los signos tan grandes de su Señor. Y ¿qué os parecen al-Lat, al-Uzza y la otra, Manat, la tercera? ¿Para vosotros los varones y para Él las hembras? Sería un reparto injusto. No son sino nombres que habéis puesto, vosotros y vuestros padres, a los que Dios no ha conferido ninguna autoridad. No siguen sino conjeturas y la concupiscencia de sus almas, siendo así que ya les ha venido de su Señor la Dirección.» 625

Sin embargo, según algunos historiadores,626 cuando Mahoma hacía su trayecto hacia Medina, se sentó a descansar muy cerca de la Kaaba entonces se le apareció el ángel Gabriel, y comenzó a hacerle revelaciones, pero Satán influyó al profeta para que profiriera estos versos corrompidos627 en conciliación con las deidades politeístas de los Coraichitas:

625

LIII, Suras 20-23. El persa Ṭabarī (839-923) y el árabe al-Wāqidī (745-822) Los episodios donde se recoge dicha historia fueron recopilados y anotados a su vez por el primer biógrafo árabe de Mahoma: Ibn Isḥāq (ca. 704-761) Sīrat Rasul Allah, Vida del apóstol de Dios que fue escrita aproximadamente 120 o 130 años después de la muerte del Profeta. 627 Son conocidos como Los versos satánicos, este nombre se le atribuye a Sir William Muir un orientalista y escoliasta del islam. Muir acuñó esta frase en 1858 para describir estos versos que supuestamente Mahoma pensaba incluir en el Corán, hasta que una nueva revelación, por parte del Arcángel Gabriel, los desmintió y fueron inmediatamente suprimidos. Estos versos han sido muy controversiales a lo largo de la historia, se discute sobre todo la autenticidad de los versos y la influencia de los Quraysch para anexarlos impropiamente en el Corán. La polémica de Los versos satánicos continúa hasta nuestros días, el caso más sonado fue la del escritor Salman Rushdie con su novela de nombre homónimo publicada en 1988 que le ha acarreado la permanente persecución y el ataque físico a él mismo como a sus editores y traductores para otros países, incluso llevó a la muerte a uno de ellos. 626

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«En el nombre de Allat, de Uzza y de Manat la tercera deidad. Son ellas realmente las [al-gharānīq]628 a quienes se debe implorar la protección »629

Supuestamente repitiendo estos mismos versos630 los Coraichitas danzaban siete veces en torno a la Kaaba en dirección contraria de las manecillas del reloj631, mientras giraban se aseguraban de tocar con la mano derecha la Piedra Negra incrustada en el costado sur de la edificación, los hombres iban con la cabeza rapada y desnudos, eran precedidos en el ritual por siete sacerdotisas, una por cada planeta descubierto hasta entonces,632 ellas, también desnudas, circundaban la Kaaba profiriendo las alabanzas a las diosas, estas mujeres, al pasar por la Piedra Negra, la cual está contenida en una especie de receptáculo plateado en forma de vulva633, frotaban su sexo sobre la piedra o la untaban con la sangre menstrual, ya que pensaban que esto haría aumentar su fertilidad.634 En este ritual también se ofrecían a los dioses diversas ofrendas y animales salvajes en sacrificio a los cuales les guindaban guirnaldas en el cuello para luego ser inmolados.

[fig. 87]

[fig. 88]

628

Es muy discutido el significado de esta palabra. Nabih Amin Faris lo ha traducido del Kitab al-Asnam «El Libro de los Ídolos» de Hisham Ibn Al-Kalbi (737– 819) como “las más excelsas mujeres” siendo visto como una metáfora a partir de su sentido literal «gridos de Numidia» 629 ṬABARĪ, Jāmiʿ al-bayān ʿan taʿwīl al-Qurʾān, XVII, pp. 186-90. 630 Aún los musulmanes siguen el ritual de la circumbalación de la Kaaba, pero no se profieren estos versos, en su lugar, se aclama a Dios bajo la fórmula «Allah Akbar» que significa “Dios es el más grande”. 631 El ritual de rodear la Kaaba se conoce con el nombre de Tawaf y el recorrido empieza situado delante de la Piedra Negra hacia el exterior siete veces seguidas. q. v. fig. 87. 632 El Sol, la Luna, Marte, Mercurio, Venus, Jupiter y Saturno 633 vid fig. 88. 634 Cf. JAWAD, A. The Detailed Encyclopedia in the History of Arabs Prior to Islam, Vol. V, p. 223.

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Otra deidad que muy probablemente esté relacionada con la raíz árabe /al-k’ab/ o cualquier

otra designación similar en su significación de alguna otra lengua semítica es la diosa hitita Kubaba,635 pero más allá de una posible conexión etimológica con el significado de “cubo”, al parecer, según algunos estudiosos,636 el nombre Kubaba, así como muchos de los atributos iconográficos de la diosa, sí se hallan relacionados directamente con el nombre y la efigie de Cibeles. Ahora bien, como registro histórico, tenemos el nombre de Kubaba asociado con el nombre de una reina de los sumerios, llamada también Kug-baba o Kubau,637 aparece en la Lista Real Sumeria como reina de la tercera dinastía de Kish (ca. 2500-2300 a.C.) y, en otras versiones, como sucesora del reinado del rey Akshak. Al parecer, con el pasar del tiempo, esta reina fue deificada y se erigieron templos en su honor por toda Mesopotamia; en las áreas hurritas podía identificarse con la diosa Kebat o Hebat, que a su vez se identifica con la Diosa Madre Hannhannah (del hurrita Hannah que significa ‘madre’) este último epíteto también se colige con otras diosas: la presumeria Inanna (llamada por los babilonios Ishtar); la cananita Anat; la persa Anahita, e incluso podríamos mencionar la cartaginés Tanit. De tal forma, es muy probable que la deificación de la reina Kubaba produjera otros nombres derivados del suyo asimilándose incluso con atributos de otras divinidades y Diosas Madres semitas y éstas, a su vez, con otras, creando una especie de cadena, sino genealógica, quizás sí etimológica, así, por ejemplo, Kebat-Hebat devino en Hawat, una diosa serpiente de Siria, considerada igualmente diosa de la fertilidad y de todos los seres vivientes, lo que, curiosamente, también la relaciona con la Eva hebraica. Así, bajo esta misma premisa, se piensa que el nombre de Kubaba, al extenderse su culto por los reinos neohititas en Anatolia, se convirtió en Matar Kubileya 638 y a partir de esta denominación y de su nombre en lidio Kufav-Kuvav, pudo originarse el nombre de Cibeles, ya que los jonios transcribieron este nombre como Κυβήβη639 y mucho después se helenizó en Κυβήλη640 sin embargo estas transcripciones, sobre todo la de 635

Cf. BARING, A. & CASHFORD J., op cit, p. 450. Sin embargo no está claro el significado del nombre, además se ha hallado escrito en diferentes formas: Kupapa, Gubaba, Ku-baba, se colige por otro lado con la diosa hurrita Sauskay las mesopotámicas Hepat o Hebat además sus ideogramas representan diversas figuras e ideas entre ellas destacan el cubo, el rombo, la paloma, la vasija y la puerta. 636 Cf. ALBRIGHT, W.F. “The Anatolian Goddess Kubaba” AOF., vol 5, 1929, 229-31; KURT, B. “Phrygischcs Kulrbild aus Boğazköy” Antike Plastik, vol 2, 1963, 7-21. LAROCHE, E. “Koubaba, deesse anatolienne, et le probleme des origines de Cybel.” En Elements orientaux dans la religion grecque ancienne, 113-28. Travaux du Centre d'Etudes superiors specialise d'histoire des religions, Strasbourg. Paris 1960. MUNN, M. “Kybele as Kubaba in a Lydo-Phrygian Context” ap. “Anatolian interfaces: Hittites, Greeks and their neighbours” International Conference on Cross-Cultural Interaction, sept 17-19, Eds. Collins B. J., Bachvarova M. R. & Rutheford I. C., Emory University, Atlanta 2004, pp. 159-164. 637 Según La crónica de Esagila, v.38. Más adelante en el v. 43 se vuelve a nombrar: «Kubaba dio pan y agua al pescador y ella convida a Esagila a ofrecer los peces» 638 MUNN, M. op. cit. Para un análisis de las inscripciones en frigio antiguo de la palabra Kubileya y Matar Cf . BRIXHE & LEJEUNC, Corpus des inscriptions paleo-phrygiennes, nos.W-04, B-01. Paris 1984. 639 Cf. BRIXHE, C. “Le nom de Cybèle” Die Sprache, vol. 25, 1979, pp. 40-45. 640 Sin embargo, el romano Estrabon anota que la diosa recibía el epíteto de “dindima” debido al nombre del monte Díndimo y asimismo, “Kybele” provenía del “Kybelon” STR. XII.5 1-3.

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«Kybêbe», en muchos casos, fue divulgada como una diosa extranjera proveniente de Asia, tal como lo menciona Heródoto641 cuando habla del incendio de Sardes por parte de jonios y atenienses en 499 a.C. Por tanto, parece irrecusable la procedencia oriental de Cibeles ya sea si nos dejamos guiar por este testimonio del Padre de la Historia, o si simplemente comparamos los atributos y funciones míticas de las diosas con las que se halla relacionada, pero, deberemos hacer la justa advertencia, que esta relación entre diosas orientales y occidentales viene pautada tanto por consideraciones socioculturales como ancestrales; en el último caso, podríamos hallar relaciones tan alejadas en el tiempo y en latitudes que urgaríamos fácilmente en la pre-historia y en la precaria connotación religiosa, ritual y animista que pudieron tener las Venus talladas en piedra y en hueso por nuestros más antiguos ancestros. Dentro de estas categorías de diosas madres prehistóricas que podríamos emparentar con Rea-Cibeles, al menos de modo iconográfico, ya que lamentablemente poco o nada se sabe del mito que pudo haber acompañado a estas figuras, cabe mencionar a la diosa del Neolítico hallada en Çatal Hüyük642 que remonta a unos 8.000 años de antigüedad; se trata de una figurilla en terracota de unos veinte centímetros de altura que representa a una mujer madura entronizada, rodeada por dos felinos (leones o leopardos) y, al parecer, está a punto de dar a luz apoyando sus manos sobre las dos fieras, lo que refuerza la idea de su estado salvaje y primitivo, atributo que comparte con varias diosas de toda Europa y Asia. Estas diosas las vemos casi siempre representadas entre dos animales que las flanquean por ambos lados, ya sea que se hallen entronizadas en un rústico sitial o de pie, por lo general sostienen en sus manos instrumentos, objetos o incluso los mismos animales que las caracterizan los cuales hacen referencia al campo y a la vida agreste. Además de sus muchos parentescos iconográficos, también hallaremos en ellas muchos aspectos y cualidades que las emparentan entre sí, de tal modo, que las diosas que evocan la “naturaleza salvaje”, podríamos englobarlas todas bajo el únivoco epíteto de “Reinas de las Bestias” o “Señora de los Animales” aludiendo al ya extendido mitema de Potnia Theron que comprende sus diversos paradigmas. Sin embargo, es importante aclarar aquí, que aunque nos proponemos dar rápida revista de estas similitudes entre una y otra diosa, tanto en sus aspectos exteriores como interiores, entiéndase el primero a los aspectos meramennte iconográficos de las mismas y lo segundo a aspectos relacionados con sus atributos; cada una de ellas es una deidad singularísima que conforma matices propios de la civilización o cultura en la que se han encunado. 641

HDT. V. 102.1. La escultura fue descubierta por el arquéologo James Mellart en 1961 dentro de un recipiente para almacenar el grano en la zona del asentamiento lo que hace pensar que podría tratarse de una estatuilla dedicada al culto doméstico destinada a la provisión y protección de las cosechas . Se cree que se realizó c.a de 6.000 a. C. q.v. fig. 91. 642

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[fig. 95]

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No obstante, conjuntamente con muchos estudios en la materia,643 acordamos que, en todo caso, los múltiples atributos, propiedades, características, íconos, e incluso algunos ritos y ceremonias adjudicados a cada una de estas deidades, se emparentan de manera tal que podemos acuñarlas en una única deidad raíz llamada La Gran Diosa Madre que, como ya hemos señalado, podría haberse originado en la misma “matriz” de la prehistoria humana. Ahora bien, también queremos dejar en claro que no es a nosotros a quien corresponde juzgar si tales teorías son o no plausibles, si tienen un argumento suficientemente sólido para demostrar que el conglomerado de Diosas Madres de diversos lugares y culturas, puedan haberse originado a partir de una sola Diosa Madre universal o si simplemente se trata de un sincretismo fortificado por el contacto entre las diversas culturas; pero lo que sí nos parece acertado es el cúmulo de arquetipos que podemos hallar en prácticamente casi todas las diosas de Occidente y Oriente relacionadas, de una u otra forma, con este principio de la Diosa Madre, por tanto, podríamos emparentar a casi cualquier diosa, desde su función arquetípica, con Rea. Empero, solo nos limitaremos, como hemos venido reseñando, a indicar aquéllas que debido a sus concordancias iconográficas, aspectos fonológicos, funciones culturales, semejanzas de rito y culto, se asimilen verdaderamente a nuestra diosa protagonista; y aunque haya cabida a especular sobre tales similitudes, no podemos en ningún momento ni en ningún modo aseverar nada al respecto, por tanto, sólo valga la comparación para intentar develar, en lo posible, las connotaciones arquetípicas de Rea y de cualquier otra deidad estudiada en estas páginas. Dentro de los aspectos iconográficos, lo primero que salta a la vista es la simetría en los flancos de las diosas respecto a los animales que le rodean, los cuales, casi siempre son animales salvajes, podríamos nombrar muchísimas referencias de este aspecto, pues se hallan en muchas civilizaciones diosas con estos rasgos; quizás las más representativas y cercanas a las características de Rea sean la persa Anahita644 y el alto relieve conocido con el nombre de La Reina de la Noche o Relieve Burney645 (ca.1800 -1750 a.C.) que podría representar a cualquier diosa del Oriente Próximo, ya que aún no se logra determinar con exactitud a cuál diosa representa y los estudiosos la asimilan a varias tales como: Ishtar, Innana, Lilith, Ereshkigal o incluso a la misma Anahita. En el relieve la diosa aparece de pie sobre los lomos de dos felinos;646 pero la flanquean dos aves rapaces como lechuzas o harpías y la misma diosa está provista de garras, es por esto que muchos la relacionan con diosas ctónicas, como las mencionadas Lilith y Cf. Bibliografía crítica: 2.1. Estudios monográficos de figuras míticas, “Diosas Madres” q.vid. fig. 90. 645 q.vid. fig. 89. 646 Ya los antiguos egipcios representaban una diosa de pie sobre el lomo de un león aunque muy probablemente se trate de una importación de una diosa Babilonia (probablemente Anat o Innana) Como bien apunta Müller: «Quedesh (semítico «La Sagrada, Impresionante») es representada como la diosa desnuda del arte babilónico, de pie sobre un león y sosteniendo flores y una serpiente que a veces degenera en otra flor, haciendo honor a su título de «Señora de los Cielos», usa el sol y la luna sobre la cabeza. Sus dos amores, el joven Tammuz-Adonis y su guerrero rival, aparecen junto a ella, este último como Resheph-Reshpu, el primero como el dios egipcio Mîn, que así se muestra otra vez como similar a Osiris.» MÜLLER F. Mitología egipcia, p.158. 643 644

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Ereshkigal; la diosa además se halla provista de alas tendidas hacia abajo y sus brazos, en la misma alineación de las alas, se yergen hacia arriba recordando a muchas figuras y dioses inframundanos y mistéricos;647 se ha llegado a concluir que la posición de estas alas contrapuestas entre sí están relacionadas directamente con los principios telúricos y celestes, de manera que, según se hallen éstas, asimismo se indica el reino donde presiden las deidades con estas características, así podríamos inferir que estas diosas (la Reina de la Noche y Anahita) presiden ambos reinos a juzgar por las imágenes que aquí presentamos pues Anahita se representa, en este aspecto; inversamente a la diosa relivaria con las alas extendidas hacia arriba y los brazos hacia abajo y en sus manos sujeta firmemente dos cachorros de leones que se aferran a los flancos de la diosa.648 Otras diosas sin embargo, van flanqueadas por otros animales silvestres, ya sea sujetándolos en sus manos o simplemente adosados a los costados; una de las más representativas es la famosa Diosa de las Serpientes649 que sostiene en ambas manos serpientes con los brazos en alto, pero además lleva sobre su cabeza una corona provista de una almohadilla interna donde se posa un cachorro de león. Hay representaciones similares en India como Sarasvati650 y de origen céltico como la diosa Brigid651 y Epona652 que de igual forma están representadas con animales silvestres en los dos costados, entronizadas y con tocados elevados o coronas murales, empero, estas diosas no sólo se asemejan a Rea-Cibeles en aspectos puramente iconográficos, también resaltan sus aspectos simbólicos internos, es decir, las connotaciones mítico-religiosas que cada uno de los pueblos y regiones le adosan a estas diosas; entre éstas, por ejemplo, podríamos señalar que casi todas las mencionadas comparten atributos sexuales exaltados, sin embargo, al parecer, existen dos perspectivas encontradas en esto: Por un lado, se halla la concupiscencia y por el otro lado la virginidad, pero incluso pueden coexistir ambos →

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Ya hemos observado en estas mismas páginas algunas de estas figuras y dioses con estas características, ya sean directas o alusivas, como la de los gemelos Cautopates (v. p.188) También varias representaciones del Chronos mitraico están provistas de cuatro alas como la estatua del Mitreo de Orazio Muti hallada a finales del s. XVI la cual fue destruida por radicales cristianos o el relieve proveniente de Oxyrhynchus en Egipto ca. III milenio a.C con claras connotaciones solares y espaciales, asimismo, se puede hallar otros dioses y divinidades infernales provistos de cuatro alas simbolizando los puntos cardinales o los vientos como el asirio sumerio Pazuzu y otros representantes divinos del Sol como el dios Shamash representado ya como sacerdote o como un ser híbrido de águila y hombre; también se asocia a la figura solar del león. 648 Esta escena de la diosa sosteniendo los cachorros leoninos la encontramos como calco de varias representaciones similres asiro-babilonias donde el protagonista es casi siempre masculino (Gilgamesh, Shamash) Sin embargo, en Grecia fue la imagen por autonomasia de la Potnia Theron (q.v. ff. 96-97) Existen muchas hipótesis relacionadas con la iconografía de diosas o vírgenes guerreras dominando fieras o un entorno agreste que apuntan hacia un antiguo poderío matriarcal (Cf. BACHOFEN J. Das Mutterrecht, Cap. III, pp.16-17 ). No obstante, también hay quien señala que, en el caso de diosas o vírgenes ya se hallen montadas sobre uno o más leones, o cualquier otro felino rodéandola, se trata de un mito astral en los que se conjugan las constelaciones de Virgo y Leo (Cf. MÜLLER, op cit. n.11 p. 158) 649 Se trata de una estatuilla de aproximadamente 30 cm en loza vidriada descubierta, junto a otras de similar representación, por el equipo de Evans en 1903 en el palacio de Cnosos y datadas ca. 1600 a. C. hoy se encuentran en el Museo Arqueológico de Heraclión. qv. fig. 93. 650 qv. p. [Afrodita] fig.? 651 qv. fig.94. 652 qv. fig.92.

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Esta escena de la diosa sosteniendo los cachorros leoninos la encontramos como calco de varias representaciones similres asirobabilonias donde el protagonista es casi siempre masculino (Gilgamesh, Shamash) Sin embargo, en Grecia fue la imagen por autonomasia de la Potnia Theron. Existen muchas hipótesis relacionadas con la iconografía de diosas o vírgenes guerreras dominando fieras o un entorno agreste que apuntan hacia un antiguo poderío matriarcal. No obstante, también hay quien señala que, en el caso de diosas o vírgenes ya se hallen montadas sobre uno o más leones, o cualquier otro felino rodéandola, se trata de un mito astral en los que se conjugan las constelaciones de Virgo y Leo.

Fig. 96 Artemis Potnia Theron. (Señora de las bestias «Potnia Theron» acompañada por figuras) Ánfora de figuras negras atribuida al pintor de Amasis, c.a 600 a.C., Museo de la Antigüedad, Suiza-Basilea. [fig. 96]

Fig. 97 Artemis Potnia Theron (Detalle cara anterior fig. 96) Tex. gr. Ἡ Πότνια Θηρῶν, "Señora de los Animales” es un término utilizado por primera vez en HOM. Il. 21. 470. Se ha utilizado para describir divinidades femeninas asociadas con los animales. La palabra Potnia, que significa la amante o la señora, era una palabra micénica que luego fue heredada por el griego clásico con idéntico significado y está cognado con el vocablo sánscrito पत्नि «Patnī» (señora, esposa, fertilidad) La mención que hace Homero de Potnia Theron fue para referirse a la diosa Artemisa.

[fig. 97]

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aspectos en una misma diosa, ya que, simbólicamente, se refieren a dos procesos naturales de todo lo femenino y por ende de la tierra misma: un período de pureza o abstinencia y un período de fertilidad y procreación; que dentro de las connotaciones telúricas representaría los períodos de sequía y esterilidad (verano-invierno) y los períodos de renovación y abundancia (primavera-otoño). Existen elementos subretipcios relacionados de uno u otro modo con la sexualidad y la procreación en las características fluviales de muchas de estas diosas. Así Anahita y Sarasvati han sido identificadas como deidades de las aguas y se mencionan, respectivamente, en el Avesta y en el Rigveda, como patronas de ríos con nombre homónimos; Rea, sin embargo, ha sido identificada mayoritariamente con diferentes montes: el Ida, el Díndimo, etc.653 aunque, Esquilo menciona que el mar Jónico, entre el sur de Grecia y Sicilia, fue llamado antiguamente el Golfo de Rea654 luego de haberse instaurado sus ritos en esa región. Como ya hemos visto, el paralelismo de las deidades con las aguas, suele representar el principio doble de la vida y la muerte, pero también resaltan atributos plenamente femeninos desde los aspectos puramente sexuales, como las secreciones vaginales al realizar el coito, hasta los que se refieren a la procreación, como la vida intrauterina que se manifiesta en el líquido amniótico, asimismo, los referentes a la irrigación de los campos que supone la prosperidad de la cosecha y la manutención de la vida. Otras divinidades esencialmente acuáticas se emparentan con Rea-Cibeles sobre todo dentro de sus características rituales como la siria Dérceto655 que era el nombre abreviado que le daban los griegos a Atargatis656 nombre a su vez derivado del arameo ‘Atar‘atah y algunas otras variantes como ‘Atar‘atheh, 'Atar'ate, ‘Attar, ‘Attah, ‘Atā, Tar‘atheh, 'Aṭirat, etc. que vinculados con influencias idiomáticas de otras regiones, dieron como resultado otros nombres emparentados con Atargatis y, muy posiblemente, otras deidades que compartían, no sólo su origen etimológico, sino también algunos de sus rasgos y características. Así, por ejemplo, de estas variantes idiomáticas podemos rastrear, en efecto, diosas tales como la fenicia ‘Aštart que helenizada no es otra que la diosa Astarté; la forma‘Attar y ‘Atā a menudo se ha emparentado con Anat;657 en hebreo el Antiguo Testamento menciona una Aštoreth658 nombre cognado con el acadio Ištar y asimismo con muchos otros nombres de divinidades ugaríticas: Asherah, Anat, Attartšem-Baʿal «Atar hermana y consorte de Baal», Athirat, etc.659

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vid. n. 603 A. Pr. 836ff. 655 Al parecer se trata de una palabra compuesta entre el verbo «δέρκομαι» «ver, mirar con fijeza o de modo penetrante» y el sustantivo «κῆτος» «cetáceo, monstruo marino» del mismo radical del verbo sin vocalismo surgió el sustantivo «ἡ δράκων» «serpiente, pez»/«δερκετός» también se reconoce en el vocablo Skr. ‘darśatá «visible». cf. CHATRIENNE, op. cit. pp. 264 y 527. 656 STR. XVI, 785; PLIN. H.N 5. 81. 657 PH. Bybl. 149; ALBRIGHT, W. Yahweh and the Gods of Canaan: A Historical Analysis of Two Contrasting Faiths, pp. 133 y ss. 658 Gen. 14.5; Jos. 12:4. 659 Para conocer más sobre estas asociaciones etimológicas, iconográficas e históricas, establecidas cronológicamente cf. KOSNIK, D. History's Vanquished Goddess Asherah, 2014. 654

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El mito de Atargatis nos lo narra Diodoro Sículo el cual también la denomina Dérceto y la hace madre de la reina siria Semiramis.660 Existe en Siria la ciudad de Ascalón y, no lejos de ella, un lago grande y profundo lleno de peces. Junto a él, hay un santuario de una famosa diosa a quien los sirios denominan Dérceto; tiene cara de mujer, pero todo el cuerpo restante de pez, por estas causas: cuentan en el mito los nativos más doctos que Afrodita, enemistada con la diosa antes citada, le inspiró un terrible amor por un muchachito no mal parecido de entre sus devotos. Y Dérceto, unida al sirio, dio a luz a una hija, pero, avergonzada de sus pecados, hizo desaparecer al muchachito y expuso a la niñita en cierto lugar desierto y rocoso [en el cual acostumbra a anidar gran cantidad de palomas, de las que el bebé obtuvo asombrosamente alimento y salvación]; y ella, tras precipitarse al lago por la vergüenza y la pena, metamorfoseó el aspecto de su cuerpo en pez; y, por tanto, los sirios se abstienen hasta ahora de ese animal y honran a los peces como dioses.661

La conjunción de estos símbolos: paloma y pez, recuerda mucho a la forma antigua de representación de las sirenas y muy probablemente sea debido a este tipo de influencias orientales. Dérceto se nos presenta precisamente con la estampa de una sirena y tiene una hija que al final de su vida metamorfosea en paloma para ascender al cielo. Ciertamente, hay símbolos que se repiten, indiferentemente en una u otra deidad, que se emparente con la idea del amor sensual y la fecundación, pues, «tanto el pájaro como el pez eran en su origen un símbolo fálico pero dotado de poder ascendente (sublimación y espiritualización)»662 por ello no es de extrañar que muchas de estas diosas (Astarté, Anahita, Tanit, Anat, etc) que venimos emparentando con Rea, compartan muchas de las simbologías atribuidas a Afrodita, la diosa que fue engendrada en las aguas directamente del falo mutilado de su padre Urano transformado en espuma, que arribó a

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Se trata de una reina mítica asiria, se le atribuye la construcción de los jardines colgantes de Babilonia, así como la fundanción de muchas otras ciudades y la conquista de Egipto. Se ha identificado con la reina histórica Sammuramat de Asiria, f ue esposa de Shamshi-Adad V y regente de su hijo Adad-nirari III. Su reinado no tiene una cronología fija por parte de los estudiosos, sin embargo, la mayoría, la sitúan entre el s. IX a.C. y VIII a.C. Para Hislop Semiramis estaba emparentada con Venus y Rea la cual se propagó y arraigó en diferentes regiones y países con distinto nombre, además fue la primera diosa a la que se le rindió culto como Diosa Madre Universal. «Hay fundamento para creer que el original de esa madre tan adorada fue Semíramis quien, como es bien sabido, fue adorada por los babilonios y en otras naciones del oriente; y que, bajo el nombre de Rea, fue la gran diosa “Madre.”» (…) «Esta reina babilónica coincide no solamente en su carácter con la Afrodita de Grecia y con la Venus de Roma, sino que fue, de hecho, el original histórico de esa diosa que fue considerada en el mundo antiguo como la misma personificación de todo atractivo en forma femenina, y como la perfección de la belleza en la mujer; porque, según nos asegura la Versión de los Setenta, Afrodita o Venus era idéntica a Astarté entendiéndose que Astarté no es otra que “la mujer que edificó torres o murallas,” es decir, Semíramis.» HISLOP A. op. cit. pp. 40 y 116. 661

κατὰ τὴν Συρίαν τοίνυν ἔστι πόλις Ἀσκάλων, καὶ / ταύτης οὐκ ἄπωθεν λίμνη μεγάλη καὶ βαθεῖα πλή- / ρης ἰχθύων. παρὰ δὲ ταύτην ὑπάρχει τέμενος θεᾶς / ἐπιφανοῦς, ἣν ὀνομάζουσιν οἱ Σύροι Δερκετοῦν· / αὕτη δὲ τὸ μὲν πρόσωπον ἔχει γυναικός, τὸ δ' ἄλλο / σῶμα πᾶν ἰχθύος διά τινας τοιαύτας αἰτίας. μυθο- / λογοῦσιν οἱ λογιώτατοι τῶν ἐγχωρίων τὴν Ἀφρο-/ δίτην προσκόψασαν τῇ προειρημένῃ θεᾷ δεινὸν ἐμ-/ βαλεῖν ἔρωτα νεανίσκου τινὸς τῶν θυόντων οὐκ / ἀειδοῦς· τὴν δὲ Δερκετοῦν μιγεῖσαν τῷ Σύρῳ γεν-/ νῆσαι μὲν θυγατέρα, καταισχυνθεῖσαν δ' ἐπὶ τοῖς / ἡμαρτημένοις τὸν μὲν νεανίσκον ἀφανίσαι, τὸ δὲ παιδίον εἴς τινας ἐρήμους καὶ πετρώδεις τόπους / ἐκθεῖναι· ἑαυτὴν δὲ διὰ τὴν αἰσχύνην καὶ λύπην / ῥίψασαν εἰς τὴν λίμνην μετασχηματισθῆναι τὸν τοῦ / σώματος τύπον εἰς ἰχθῦν· διὸ καὶ τοὺς Σύρους / μέχρι τοῦ νῦν ἀπέχεσθαι τούτου τοῦ ζῴου καὶ τιμᾶν / τοὺς ἰχθῦς ὡς θεούς. D.S. II 4.2. 662

CIRLOT E. op cit., s.v.“pájaro“ , p. 350.

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las costas de Chipre en una concha marina, y a la que se le atribuye precisamente la ascensión al cielo por un carro tirado por palomas. Atargatis, al igual que Rea-Cibeles, comparten un rito iniciático que quizás conmemore la emasculación de Urano, este rito era llevado a cabo por sus devotos los galli, los cuales eran los altos sacerdotes de la diosa que se castraban a sí mismos para continuar la tradición de Atis663 el pastor amante de Cibeles que la diosa hizo enloquecer, debido a que se ofreció en matrimonio a una hija de un rey de Pesino, este rey al parecer era el rey Midas quien también cayó preso de la locura producida por Cibeles y de igual modo se mutiló siendo el primero que dio paso a la tradición de otros seguidores eunucos de la diosa: los Coribantes. El santuario principal de Atargatis estaba en la llamada Ciudad Sagrada «Hyerapolis» en la actual Manbij, al norte de Siria. Luciano nos cuenta por lo menos cuatro mitos sobre su fundación, en los que atribuye su construcción a diversos personajes mitológicos griegos y foráneos, por tanto, estaba dedicado a diferentes diosas. El más arcaico de los mitos fundacionales del santuario se lo atribuye a Deucalión como fundador del templo consagrado a Hera;664 simplificando, el mito dice que luego del diluvio, se abrió milagrosamente una grieta en la tierra por donde se coló toda el agua, encima de ésta, Deucalión erigió el templo de la diosa. 665 Luego apunta otros dos mitos que nos permitiremos transcribir, ya que tratan directamente sobre las diosas que venimos reseñando: Atargatis y Rea. «Otros, en cambio, creen que Semíramis de Babilonia, de la que hay muchas obras en Asia, fue la que mandó hacer esta fundación, y no para Hera, sino para su propia madre, de nombre Derceto. Yo vi una imagen de Derceto en Fenicia, extraña maravilla. La mitad era mujer, pero lo que va de los muslos a las puntas de los pies se extiende como una cola de pez. En cambio, la imagen que hay en la Ciudad Sagrada es toda ella mujer y para ellos las garantías del relato no son totalmente evidentes. Consideran como cosa sagrada a los peces y nunca los tocan; comen toda clase de pájaros, pero sólo a las palomas no las comen, sino que para ellos son sagradas. Y hacen esto a causa de Derceto y Semíramis, la primera porque Derceto tiene forma de pez, y la otra porque al final Semíramis se convirtió en paloma.»666 663

Luciano nos presenta un relato evemerista sobre el posible origen de los galos, donde el iniciador fue un joven amigo del rey de los Asirios llamado Combabo, a quien encomendó acompañar a su mujer Estratonice a un viaje a Hierápolis para construir un templo a Hera, diosa que molestaba a la reina en sueños por no cumplir sus debidos sacramentos, el joven, intuyendo que la reina podía prendarse de él durante la empresa, se mutiló los genitales y se los hizo guardar al tesorero del rey en un frasco sellado, alegando que se trataba de un preciado tesoro que quería recuperar luego de finalizar la expedición, al cabo de un tiempo, tal como lo supuso Combabo, la reina se enamoró de él y, aunque él la menospreció y le confesó lo que había hecho con sus genitales, Estratonice siguió enamorada de él y le acompañaba siempre a todos lados, de manera que muchos de la ciudad les pareció sospechoso y acusaron al joven de adulterio y libertinaje. Una vez llegada la noticia a los oídos del rey, mandó a buscarlo, lo encadenó y lo sentenció a muerte, sin embargo, justo antes de que se cumpliera su sentencia, pidió su “tesoro” y reveló ante el rey y todo su séquito lo que había hecho, viendo esto, el rey le concedió la amnistía y le rodeó de presentes y riquezas, mandó a ejecutar a sus acusadores y Cumbabo pasó a ser considerado y admirado por tal acto de nobleza, incluso tuvo seguidores que, en un acto de solidarización, se auto mutilaban y llevaban la misma vida sarada que él entregada devotamente a la diosa Hera. Cf. LUCIANUS, Syr D. 17-27.

Como se mencionó (vid. p. 207) el nombre Rea «Ρέα» pudo hacer metástasis en «ἔρα» por lo que puede estar vinculado a la Tierra, esto atendiendo a susignificado, sin embargo también cabe la posibilidad de emparentarse con la diosa Hera como deja entrever este y algún otro pasaje de Luciano (vid. n. 663) 665 ibid 13. 664

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ἱροῦ τοιόσδε ἐστίν. ἄλλοι δὲ Σεμίραμιν τὴν / Βαβυλωνίην, τῆς δὴ πολλὰ ἔργα ἐν τῇ Ἀσίῃ / ἐστίν, ταύτην καὶ τόδε τὸ ἕδος εἵσασθαι νομί- / ζουσιν, οὐκ Ἥρῃ δὲ εἵσασθαι ἀλλὰ μητρὶ ἑωυτῆς, / τῆς

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(…) « Hay otra historia sagrada que yo oí a un sabio, a saber, que la diosa es Rea y el templo fue obra de Atis. Atis era lidio de estirpe y fue el primero que instruyó en las ceremonias a Rea-Cibeles; todos los ritos que celebran los frigios, los lidios y los samotracios, los aprendieron de Atis. Pues bien, cuando Rea lo castró, dejó de vivir como un hombre, se transformó en una mujer, vistió indumentaria femenina y recorría toda la tierra celebrando ritos y contando lo que le había sucedido, mientras dirigía a Rea sus cánticos de plegaria. En estas circunstancias llegó a Siria y como las gentes de más allá del Éufrates no lo aceptaban ni a él ni a sus ceremonias, fundó el santuario en este lugar. Y la prueba de ello es que la diosa es muy parecida a Rea, pues la transportan leones, tiene un tambor y lleva una torre en su cabeza, como los lidios representan a Rea. También hablaba de los galos que hay en el templo, diciendo que los galos no rinden culto a Hera, sino a Rea-Cibeles e imitan a Atis.»667

El otro mito que menciona es referente a Dionisio como fundador del templo, el cual también se lo consagra a la diosa Hera a quien, supuestamente, le deja una misiva inscrita en las dos columnas fálicas que inagurarían el santuario.668 Como vemos incluso ya en tiempos de Luciano, los cultos, ritos, santuarios, templos y aun efigies, estaban marcados por un fuerte sincretismo religioso, al punto de relacionar hasta una docena o más diosas con los epítetos y símbolos de Rea-Cibeles; por ello sería válido especular, como hemos venido insinuando, que en realidad, buena parte del Panteón de las diosas griegas, y en cierta medida también los dioses,669 son más bien “avatares” o fases de una misma diosa primigenia. Δερκετὼ οὔνομα. Δερκετοῦς δὲ εἶδος ἐν / Φοινίκῃ ἐθεησάμην, θέημα ξένον· ἡμισέη μὲν / γυνή, τὸ δὲ ὁκόσον ἐκ μηρῶν ἐς ἄκρους πόδας / ἰχθύος οὐρὴ ἀποτείνεται. ἡ δὲ ἐν τῇ ἱρῇ πόλει / πᾶσα γυνή ἐστιν, πίστιες δὲ τοῦ λόγου αὐτοῖσιν / οὐ κάρτα ἐμφανέες. ἰχθύας χρῆμα ἱρὸν νομί-/ζουσιν καὶ οὔκοτε ἰχθύων ψαύουσι· καὶ ὄρνιθας / τοὺς μὲν ἄλλους σιτέονται, περιστερὴν δὲ μούνην / οὐ σιτέονται, ἀλλὰ σφίσιν ἥδε ἱρή. τὰ δὲ γι-/ γνόμενα δοκέει αὐτοῖς ποιέεσθαι Δερκετοῦς καὶ / Σεμιράμιος εἵνεκα, τὸ μὲν ὅτι Δερκετὼ μορφὴν / ἰχθύος ἔχει, τὸ δὲ ὅτι τὸ Σεμιράμιος τέλος ἐς / περιστερὴν ἀπίκετο. ἀλλ' ἐγὼ τὸν μὲν νηὸν ὅτι / Σεμιράμιος ἔργον ἐστὶν τάχα κου δέξομαι· Δερ-/ ετοῦς δὲ τὸ ἱρὸν ἔμμεναι οὐδαμὰ πείθομαι, ἐπεὶ / καὶ παρ' Αἰγυπτίων ἐνίοισιν ἰχθύας οὐ σιτέονται, / καὶ τάδε οὐ Δερκετοῖ χαρίζονται. ibid 14. 667 Ἔστιν δὲ καὶ ἄλλος λόγος ἱρός, τὸν ἐγὼ σοφοῦ / ἀνδρὸς ἤκουσα, ὅτι ἡ μὲν θεὴ Ῥέη ἐστίν, τὸ δὲ / ἱρὸν Ἄττεω ποίημα. Ἄττης δὲ γένος μὲν Λυδὸς / ἦν, πρῶτος δὲ τὰ ὄργια τὰ ἐς Ῥέην ἐδιδάξατο. καὶ / τὰ Φρύγες καὶ Λυδοὶ καὶ Σαμόθρᾳκες ἐπιτε-/ λέουσιν, Ἄττεω πάντα ἔμαθον. ὡς γάρ μιν ἡ / Ῥέη ἔτεμεν, βίου μὲν ἀνδρηίου ἀπεπαύσατο, μορ-/ φὴν δὲ θηλέην ἠμείψατο καὶ ἐσθῆτα γυναικηίην / ἐνεδύσατο καὶ ἐς πᾶσαν γῆν φοιτέων ὄργιά τε / ἐπετέλεεν καὶ τὰ ἔπαθεν ἀπηγέετο καὶ Ῥέην / ἤειδεν. ἐν τοῖσιν καὶ ἐς Συρίην ἀπίκετο. ὡς δὲ / οἱ πέρην Εὐφρήτεω ἄνθρωποι οὔτε αὐτὸν οὔτε / ὄργια ἐδέκοντο, ἐν τῷδε τῷ χώρῳ τὸ ἱρὸν ἐποι- / ήσατο. σημήια δέ· ἡ θεὸς τὰ πολλὰ ἐς Ῥέην / ἐπικνέεται. λέοντες γάρ μιν φέρουσι καὶ τύμ- / πανον ἔχει καὶ ἐπὶ τῇ κεφαλῇ πυργοφορέει, / ὁκοίην Ῥέην Λυδοὶ ποιέουσιν. ἔλεγεν δὲ καὶ / Γάλλων πέρι, οἵ εἰσιν ἐν τῷ ἱρῷ, ὅτι Γάλλοι / Ἥρῃ μὲν οὐδαμά, Ῥέῃ δὲ τέμνονται καὶ Ἄττεα / μιμέονται. Ibid, 15 668

Ibid, 16 En cuanto a los dioses como entidades sincréticas, en su forma masculina, podemos observarlo, por ejemplo, en la figura de Zeus, el cual además de sus diversos títulos y epítetos que les dan diversas connotaciones y significaciones al mismo dios; comprende avatares que se le asemejan, así, dentro de la misma mitología griega, un claro indicio de esto es el hecho de que sus hermanos, con los que forma una trinidad, también sean nominados Zeus: así coexisten el Zeus celeste, el Zeus marítimo (Poseidón) y el Zeus infernal (Hades). En cuanto a la absorbción de simbolismos y funciones de la Diosa Madre o de las diosas que evocan su parentesco por un dios, tiene que ver con dos temas que aún sucitan polémicas en la palestra de las ciencias humanas y en los estudios de la religiones: El cambio del Matriarcado al Patriarcado y del Politeísmo al Monoteísmo. Cf. FREDE M. “The case for pagan monotheism in Greek and Graeco-Roman antiquity” One God: Pagan Monotheism in the Roman Empire, pp. 53-81; GAVILANES S. ¿Sincretismo Religioso o Monoteísmo Patriarcal? Las diosas ausentes, 2009. 669

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Ratificando lo anteriormente expresado, Luciano, al entrar al interior del templo, nos hace una descripción bastante ambigua de las estatuas que se hallan en el recinto sagrado de Artagatis, la cual emparenta directamente con Hera e inderectamente con algunas otras diosas del Panteón griego. En el aposento están entronizados Hera y el que aun siendo Zeus ellos llaman con otro nombre; ambos son de oro y ambos están sentados, pero mientras a Hera la conducen leones, el otro está sentado sobre toros. Desde luego, la imagen de Zeus se parece en todo a Zeus; en la cabeza, en las vestiduras, en el trono y ni aun queriéndolo podrías compararla con otra. En cambio, si contemplas a Hera, te parecerá que tiene muchas semblanzas; en conjunto, a decir verdad, es Hera, pero tiene también algo de Atenea, de Afrodita, de Selene, de Rea, de Ártemis, de Némesis y de las Parcas. En una mano tiene el cetro, en la otra una rueca, y sobre la cabeza lleva rayos solares y una torre, además del cinturón bordado, con el que únicamente adornan a Afrodita.670

La descripción de Hera que hace Luciano coincide totalmente con la iconografía de Cibeles-Rea, sin embargo, sabemos que se trata de Atargatis ya que el reverso de una moneda siria, proveniente de la ciudad sagrada de «Hyerapolis», datada en tiempos de Filipo I (244-249 d.N.E.) nos lo confirma, pues, muestra a esta diosa cabalgando un león, sobre su cabeza una corona mural y en una de sus manos lleva un cetro y otros emblemas con los que se suele representar a Cibeles-Rea, en contraste con su imagen más acusada de mujer pesciforme; además, se la describe junto a su consorte, el cual Luciano confunde con Zeus, y en realidad se trata del dios del trueno Hadad.671 Ciertamente el dios asirio Hadad está emparentado con Zeus, dentro de sus funciones míticas como el dios de la lluvia y el portador del rayo, también con el anatolio Thesub y el egipcio Set. Sin embargo, también podría considerarse cierta relación, dentro de estas mismas funciones míticas con Cronos, pues como Cronos, Hadad también es el hijo del cielo, el dios Anu,672 y era el encargado de la regeneración de los cultivos, asimismo, con Baal, nombre con el que era venerado por los semitas amorreos en el III milenio a.C., además, el animal que le estaba consagrado era el toro, símbolo de la virilidad y la fecundación, contrastada con la fertilidad y procreación de Tanit o Astarté llamada a menudo su esposa.

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ἐν δὲ τῷδε εἵαται τὰ / ἕδεα, ἥ τε Ἥρη καὶ τὸν αὐτοὶ Δία ἐόντα ἑτέρῳ / οὐνόματι κληίζουσιν. ἄμφω δὲ χρύσεοί τέ εἰσιν / καὶ ἄμφω ἕζονται· ἀλλὰ τὴν μὲν Ἥρην λέοντες / φέρουσιν, ὁ δὲ ταύροισιν ἐφέζεται. / Καὶ δῆτα τὸ μὲν τοῦ Διὸς ἄγαλμα ἐς Δία / πάντα ὁρῇ καὶ κεφαλὴν καὶ εἵματα καὶ ἕδρην, / καί μιν οὐδὲ ἐθέλων ἄλλως εἰκάσεις. ἡ δὲ Ἥρη / σκοπέοντί τοι πολυειδέα μορφὴν ἐκφανέει· καὶ / τὰ μὲν ξύμπαντα ἀτρεκέϊ λόγῳ Ἥρη ἐστΐν, ἔχει / δέ τι καὶ Ἀθηναίης καὶ Ἀφροδίτης καὶ Σεληναίης / καὶ Ῥέης καὶ Ἀρτέμιδος καὶ Νεμέσιος καὶ / Μοιρέων. χειρὶ δὲ τῇ μὲν ἑτέρῃ σκῆπτρον ἔχει, / τῇ ἑτέρῃ δὲ ἄτρακτον, καὶ ἐπὶ τῇ κεφαλῇ ἀκτῖνάς / τε φορέει καὶ πύργον καὶ κεστὸν τῷ μούνην τὴν / Οὐρανίην κοσμέουσιν. LUCIANUS, Syr D. 31-32 671

vid. fig. 98. Dios creador de Mesopotamia (Babilónico-Acádico) Consorte de Antu. Derivado de An el antiguo dios sumerio. Anu era considerado una deidad principal en el Akitu celebrado en Babilonia, Uruk y otras ciudades hasta el período helénico y posiblemente aún en 200 a.C. Quizás su permanencia posterior puede ser atribuible a la identificación con el dios griego del cielo y con Urano. Cf. JORDAN M. Dictionary of Gods and Goddsess, pp. 21-22, New York 2004. 672

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«En el aposento están entronizados Hera y el que aun siendo Zeus ellos llaman con otro nombre; ambos son de oro y ambos están sentados, pero mientras a Hera la conducen leones, el otro está sentado sobre toros.» LUCIANUS, Syr D. 31 Esta es parte de la descripción que menciona Luciano en su obra sobre la diosa siria al entrar al templo mayor de la ciudad de Hyerapolis; en realidad se trataba de la diosa Atargatis y su consorte el dios del trueno Haddad. Aquí los vemos representados en un relieve descubierto en Dura-Europos que concuerda mucho con la descripción dada por el escritor.

[fig. 98] Fig. 98 Relieve de Atargatis y Hadad.

Grupo relivario en piedra caliza, encontrado en la ciudad de DuraEuropos se data ca. 100-256 d.N.E. perteneciente al segundo o tercer período romano. Colección de la Universidad de Yale.

[fig.98]

Fig. 99 Atargatis sobre un león. El reverso de una moneda siria, proveniente de la ciudad sagrada de «Hyerapolis», datada en tiempos de Filipo I (244-249 d.N.E.) Nos muestra a la diosa Atargatis cabalgando un león, la diosa lleva sobre su cabeza una corona mural, en una de sus manos lleva un cetro, va con el torso desnudo mirando y guiando al león hacia adelante. Esta representación de la diosa siria coincide ampliamente con algunas efigies de Rea-Cibeles, en contraste con su imagen más acusada de mujer pesciforme.

[fig. 99]

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[fig. 100]

[fig. 101]

Por otro lado, en la tradición mitológica ugarítica, Hadad era el hijo del dios marítimo Dagon673 una deidad también relacionada con Derceto-Atargatis, ya que, aparte de su relación con Hadad donde fungiría como su suegro, Dagón también fue representado con cabeza, brazos y tronco humanos y con cola de pez de la cintura para abajo, lo que indujo a muchos a pensar que se trataba de la contrapartida masculina de Atargatis e incluso hubo quien lo emperentara directamente como su esposo. Ciertamente se ha vinculado a Dagon, no sólo con denominaciones similares, como el caso del Dagan babilónico, sino también con dioses de aspecto similar como Adapa, Oannes, y algunos otros con funciones míticas similares, como Enlil, Kumarbi o El. 673

Dagon [Dagan] Con estos nombres encontramos al menos tres divinidades distintas, que la semejanza de la denominación ha hecho confundir entre sí. Tenemos ante todo un Ben Dagon, que aparece en los textos ugaríticos como aliado de baal contra el dios El; en segundo lugar, el dios babilonio de la agricultura Dagan; y finalmente Dagon o Baal Dagon o Siton, que aparece en las leyendas cosmogónicas fenicias y que es un dios marino, en forma híbrida de hombre y de pez, a menudo confundido e identificado con el caldeo Oannes. Los más antiguos testimonios se remontan al 2700 a.C. en Mesopotamia, pero encontramos huellas también en Capodacia en el 2000 y en Palestina en el 1.500. La etimología del nombre a menudo ha dado lugar a las más controvertidas interpretaciones. Dagon significa trigo, pero a menudo se ha confundido con el hebreo dag, pez. Para un comentarista del siglo XVIII, Selden, Dagon es el equivalente de Atargatis, corrupción de Adirdagan “el magnífico Dagon”. Otra curiosa opinión identifica a Dagón con el griego KETOS, encontrando así de nuevo la equivalencia entre Dagon y Derketo o Atargatis. Según Filón de Biblos, Dagón es hermano de Cronos y marido de Atargatis. Hoy, sin embargo, se tiende a pensar que el nombre deriva de un radical acadio d.g, que significa nublado, lluvioso. (…) la forma sigue siendo la mixta de hombre-pez, y se le atribuye la invención de la agricultura. Las dos etimologías más extendidas (trigo y pez) conviven así juntas. Cf. IZZI, M. op.cit., s.v. “Dagon”, pp. 129-130. Para conocer más sobre este dios Cf. FELIU LL. The God Dagan in Bronze Age Syria, 2003.

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Ahora bien, la vinculación iconográfica de este dios con Rea-Cibeles/ Atargatis, se hace notoria en un grabado del siglo XVI donde se puede apreciar a Rea entronizada y flanqueada por leones y con la mayoría de objetos a ella adjudicados: un tímpano, un sistro, un huso, por lo demás, el cadúceo y el rayo pero lleva puesta en la cabeza, además de la corona mural, una especie de mitra que recuerda mucho a las que usan, aún en nuestros días, los obispos y la alta jerarquía de los dirigentes de la iglesia, asimismo, la túnica y el atuendo imita a la clase sacerdotal.674 Aunque se han suscitado polémicas en torno a esa imagen de Rea-Cibeles, debido a que algunos han pretendido ver en ella el origen del atuendo de los Papas de la iglesia católica, lo cierto es que sí nos hace un guiño, a sabiendas de su parecido con las imágenes de Oannes675 que aparecen en los templos de Ninurta y otros lugares sacros de los caldeos-babilonios con la representación de los llamados apkallu,676 una casta de sacerdotes sabios con forma híbrida entre pez y hombres, creados por el dios Ea o Enki677 para que enseñaran a la humanidad prediluviana las artes, las ciencias y costumbres morales y así prosperara la civilización.

674

vid. fig. 101 vid. fig. 100 676 Apkallu se deriva de Suma Abgal, un término usado en el III milenio a.C. para referirse a un alto funcionario. En las iniciaciones sumerias del período babilónico antiguo Abgal se refiería a un sabio de la corte de Enki. Sobre la base de una tradición que se remonta a esa época, el termino apkal se utilizaba para designar a unas criaturas legendarias dotadas de sabiduría, en número de siete, que existían antes del diluvio universal. En el mito de los “Veintiún cataplasmas” los “siete apkallū de Eridu”, que también eran llamados los “siete apkallū del Apsu”, estaban al servicio de Ea (Enki). A Ea se le llamaba el “sabio entre los dioses” (apkallū Ilī) y este título también fue usado por su hijo Marduk. Supuestamente una variedad de sabias tradiciones de la época antediluviana fueron transmitidas por los apkallū. Aprendemos a partir del “mito etiológico de los siete sabios” que los apkallū eran “de origen humano, a quienes el señor Ea ha dotado de sabiduría". El mito de los apkallū se conserva en el bît-mêseri, un texto ritual, y también por Beroso. Los siete sabios fueron creados en un río abisal (Apsu) y su función era para “asegurar el correcto funcionamiento de los planes del cielo y de la tierra” (muštēširū uşurāt ŝamê u erşeti). Siguiendo el ejemplo de Ea, enseñaron a la humanidad sabiduría, formas sociales y la artesanía. (…) [T.A.] Cf. VAN DER TOOR K., BECKING B. & VAN DER HORST P. Dictionary of Deities and Demons in the Bible, s.v. “Apkallu”, pp. 72-74. 677 Ea, era el dios acadio de los ríos y de la sabiduría junto a su equivalente ugarítico Kushara (kr, Koshar). Ea, también era un nombre común en tiempos pre-argónicos y pertenecía al antiguo panteón semítico de Mesopotamia. Con toda probabilidad fue originalmente un dios de los pozos y manantiales y pronto fue equiparado con Enki, el dios sumerio de la sabiduría y de las artes, cuyo dominio fue el Absu el abismo oceánico de agua dulce, el cual fue adorado en la ciudad de Eridu en Mesopotamia del sur (la moderna Abu Shahrain «El fin de la tierra») donde se combinaban los conocimientos y la sabiduría con los poderes purificadores y restauradores del agua fresca. En la mitología sumeria Enki es uno de los creadores y organizadores del universo y se le adscribe especialmente la creación del hombre. Sin embargo, dentro de la tradición épica acádica, asumió cada vez más el rol del embaucador, aunque su consejo salvaba tanto a dioses como mortales de situaciones aparentemente desesperadas. Así, fue reverenciado por salvar a la raza humana de su total exterminio durante el diluvio, también se consideraba una deidad, ejemplo de erudición y conocimiento por un lado y maestro de conjuros y rituales de purificación por el otro, por tanto, Ea se convirtió en uno de los dioses supremos del panteón mesopotámico. No obstante, durante el primer milenio a.N.E. muchas de sus funciones le fueron transferidas a su hijo Marduk el dios de la ciudad de Babilonia, sin embargo, Ea ha permanecido como la última fuente de sabiduría y clarividencia profunda en la historia mesopotámica. [T.A.] Cf. VAN DER TOOR K., BECKING B. & VAN DER HORST P., op. cit., s.v. “Aya”, p. 126 675

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[fig.102]

Hasta aquí hemos hecho un recorrido, algo limitado y sumario de las diosas (y dioses) que, de una u otra forma, se hallan vinculadas con Cibeles-Rea,678 pero, como ya lo advertimos, sabemos que cada dios o diosa cumple funciones míticas similares pero diversas y posee rasgos distintivos acuñados por cada civilización e incluso regiones donde presiden y se les rinde culto. Atendiendo a este argumento, esperamos que lo dicho, al principio del escrito, sobre la Rea cretense sea suficiente y sólo nos restaría conocer el mito específico de la diosa frigia Cibeles y de la posterior Magna Mater Deorum Idaea de los latinos, por supuesto, lamentablemente también deberemos hacerlo de manera consisa ya que no podemos extendernos más por razones de espacio, aunque, con lo expuesto hasta ahora, nos parece suficiente para comprender los aspectos más acuciantes de esta diosa, que dentro de su sincretismo, ofrece facetas que han tomado una y otra civilización. El mito de Cibeles lo recoge Diodoro Sículo en su Biblioteca Histórica donde narra más bien una especie de leyenda no griega y aparentemente frigia de la diosa e incluso (antes de describir el supuesto relato frigio) la emparenta con Selene en una narración incisa un tanto cismática y evemerista sobre el mito de los Atlantes, quizás, con el afán de hacer énfasis de la antigüedad de Cibeles; lo cierto es que, incluso el mito de Cibeles por él descrito, no deja de tener también estos elementos contrastantes con lo que consideraríamos la versión canónica del mito donde ella es el resultado de la separación de un hermafrodita llamado Agdistis que brotó del semen que Zeus lanzó a la tierra.679 678

La asociación de la diosa Rea cretense con la diosa frigia Cibeles comprende una interacción de gran significado, no sólo en sus aspectos iconográficos y rituales; sino también halló gran repercusión social entre los mismos griegos de su tiempo, quienes observaban en la diosa asiática aspectos tan imbricados con su diosa cretense que resolvieron mitificar estos parecidos, comprendiendo una sola diosa, la cual, de manera itinerante, pudo radicarse en ambas regiones y constituir sus cultos tanto en occidente como en oriente. Un reflejo de esto lo observamos en ciertos relatos míticos o incluso pseudo históricos, como el viaje que realiza la diosa desde Asia menor hasta Roma donde también era identificada con la Mater Idea Deorum y Ops cf. Ov. Fast. IV 245-290. 679 En otras versiones Zeus deseaba copular con Cíbeles, pero la diosa se resistía, y en el forcejeo al intentar forzarla, el semen va a caer sobre una piedra negra de arrecífe llamada Agdo en la que la Gran Madre dormía; al estar tan estrechamente relacionada esta piedra con Gea, Zeus engendró en Gea a Agdistis. Cf. ARNOB. Adv. Nat. IX, 5,4. En cuanto a la asociación de Agdistis con Cíbeles Cf. STR. X. 3,12; XII. 5,3; PAUS. I. 4,5.

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Mito recogido por Pausanias en su Descipción de Grecia, el cual nos resulta conveniente citar antes del más realista y elaborado de Diódoro de Sicilia, de modo que luego podamos apreciar los constrastes entre ambas narraciones. Veamos: «Zeus estando dormido dejó caer semen en la tierra, y con el tiempo la tierra hizo brotar un demon que tenía dos órganos sexuales, unos de hombre y otros de mujer. Le pusieron el nombre de Agdistis. Pero los dioses, encadenando a Agdistis, le cortaron los órganos sexuales masculinos. Nació de ellos un almendro que tenía un fruto en sazón, y dicen que una hija del río Sangario tomó del fruto. Aquel fruto desapareció al punto en el pliegue de su vestido y ellá quedó embarazada. Dio a luz y un macho cabrío cuidó del niño expuesto. Cuando creció, tenía una belleza más que humana. Entonces Agdistis se enamoró de él. Pero, una vez crecido, sus parientes enviaron a Atis a Pesinunte para que se casara con la hija del rey. Se cantaba el himeneo cuando Agdistis se presentó, y Atis volviéndose loco cortó sus genitales, y también se los cortó el que le dio a su hija en matrimonio. Pero Agdistis se arrepintió de lo que había hecho a Atis y consiguió de parte de Zeus que no se pudriese ni se corrompiese ninguna parte del cuerpo de Atis. Ésta es la leyenda más conocida de Atis.»680

Este mito de Agdistis, identificado con la “madre del Díndeme”, que no es más que otro epíteto de Cibeles, abre otra característica de la diosa que hasta el momento no habíamos encontrado sino, quizás, de manera subrepticia y sugerida en una que otra simbología aislada de los elementos relacionados para un fin determinado donde se conjugan los principios femeninos y masculinos,681 así como en su unión con Crono, que en un segundo plano simbólico, se desprende del mismo sentido de la unión de los contrarios, no obstante, comprendidos de una misma raíz, es decir, las relaciones incestuosas entre hermanos y hermanas, que es el caso de Rea, pero también entre padre e hija y, por supuesto, las diversas uniones divinas que resaltan la figura de la madre y su hijo amante. Todas estas relaciones entre los principios femeninos y masculinos, son al cabo hierofanías que desembocan en lo uno y ambiguo, i.e., en la androginía primordial que luego ha de escindirse para crear el origen en principios diferenciados entre sí con cualidades más o menos propias pero nunca desligadas del opuesto. En el mito frigio de Agdistis, muchos observan la cualidad de la “madre amante de su hijo”, debido a que es “concebido” a partir del falo castrado del andrógino Agdistis/Cibeles, sin embargo, no podríamos llamarla una relación incestuosa propiamente dicha ya que Atis nace a partir del contacto con otro principio femenino: Nana o Sangaride una hija del río Sangario, la cual, al parecer, se trata de una ninfa adríade relacionada con el almendro o, según otras 680

Δία ὑπνωμένον ἀφεῖναι σπέρμα / ἐς γῆν, τὴν δὲ ἀνὰ χρόνον ἀνεῖναι δαίμονα διπλᾶ / ἔχοντα αἰδοῖα, τὰ μὲν ἀνδρός, τὰ δὲ αὐτῶν γυναικός· / ὄνομα δὲ Ἄγδιστιν αὐτῷ τίθενται. θεοὶ δὲ Ἄγδιστιν / δείσαντες τὰ αἰδοῖά οἱ τὰ ἀνδρὸς ἀποκόπτουσιν. ὡς / δὲ ἀπ' αὐτῶν ἀναφῦσα ἀμυγδαλῆ εἶχεν ὡραῖον τὸν / καρπόν, θυγατέρα τοῦ Σαγγαρίου ποταμοῦ λαβεῖν φασι / τοῦ καρποῦ· ἐσθεμένης δὲ ἐς τὸν κόλπον καρπὸς μὲν / ἐκεῖνος ἦν αὐτίκα ἀφανής, αὐτὴ δὲ ἐκύει· τεκούσης δὲ / τράγος περιεῖπε τὸν παῖδα ἐκκείμενον. ὡς δὲ αὐξανο-/ μένῳ κάλλους οἱ μετῆν πλέον ἢ κατὰ εἶδος ἀνθρώπου, / ἐνταῦθα τοῦ παιδὸς ἔρως ἔσχεν Ἄγδιστιν. αὐξηθέντα / δὲ Ἄττην ἀποστέλλουσιν ἐς Πεσσινοῦντα οἱ προσήκοντες συνοικήσοντα τοῦ βασιλέως θυγατρί· ὑμέναιος δὲ / ᾔδετο καὶ Ἄγδιστις ἐφίσταται καὶ τὰ αἰδοῖα ἀπέκοψε / μανεὶς ὁ Ἄττης, ἀπέκοψε δὲ καὶ ὁ τὴν θυγατέρα αὐτῷ / διδούς· Ἄγδιστιν δὲ μετάνοια ἔσχεν οἷα Ἄττην ἔδρασε, / καί οἱ παρὰ Διὸς εὕρετο μήτε σήπεσθαί τι Ἄττῃ τοῦ / σώματος μήτε τήκεσθαι. τάδε μὲν ἐς Ἄττην τὰ γνω-/ ριμώτατα· PAUS. VII. 17, 10. 681

Como aquel que hemos dilucidado del arma curva de Crono identificada con connotaciones simbólicas y sexuales de las fuerzas pasivas de Rea. q. vid. pp. 120-122 y n.319.

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versiones, al granado682 fruto que al colocarlo sobre su vestido, va a engendrar a Atis e incluso hay versiones donde Atis surge directamente del árbol de almendras,683 cualidad que compartiría con su madre hamadríade. No obstante, la relación diosa-madre/hijoamante se comprende aquí desde un punto de vista generativo, donde la ninfa que se acerca al árbol nacido de la sangre del miembro viril cercenado de Agdistis, en su cariz de andrógino, no es más que un simple instrumento de dicha generación; el fruto del almendro, es pues, en sí mismo, el “hijo” o el “retoño” de Agdistis y no es de extrañar que sea precisamente el falo,684 que en contacto con la tierra, genere un árbol685 que en sí mismo comprende connotaciones símbólicas ligadas a la vida y al principio doble masculino (tallo)/ femenino (fruto) y luego, este retoño de la bi-unidad divina como le ha llamado Eliade,686 en contacto con el regazo (simbólicamente: matriz-útero) de la adríade, renazca con forma humana y sexo diferenciado en la persona-divina de Atis. Por ello, tampoco es de extrañar, las relaciones que se han hecho de Atis con Dionisos en su aspecto de doble nacimiento687 y la visión de éste como una deidad de vida, muerte y resurrección, asimismo, como un dios de la vegetación.688 Lo que sigue del mito frigio de Cibeles, aunque traza más o menos la línea de la trama de la versión de Díodoro de Sicilia, no deja de marcar fuertes diferencias entre uno y otro, sobre todo respecto al estatus divino de la diosa, es decir, en este mito Cibeles/Agdistis nunca se entiende como una mortal que, al pasar el tiempo y ciertos eventos prodigiosos en su vida, así como el resarcir de sus cuitas o el oráculo favorable y ufano ante la calamidad, se le concede la divinidad. Todo lo contrario, se muestra como una diosa auténtica de principio a fin que persigue sus caprichos, en este caso, el requerimiento de su alter ego Atis como amante; al no obtener lo que demandaba, insufla, por algún tipo de portento, una locura divina a Atis y a su suegro, el rey de Pesinunte, el cual, según ciertas versiones, comenzó una casta sacerdotal que se emasculaba ritualmente en honor a la diosa Cibeles y continuando de este modo, en forma de tradición sagrada, la escisión del andrógino primordial Agdistis. 689

682

Su fruto está vinculado iconográficamente con Cibeles/Rea Cf. TURNER P. Dictionary of Ancient Deities, s.v. Agdistis, p. 24 684 «Símbolo de la perpetuación de la vida, del poder activo y de la fuerza en su propagación cósmica.» Cf. CIRLOT, J. E. op. cit., s.v. “falo”, p. 209 685 «El árbol representa, en el sentido más amplio, la vida del cosmos, su densidad, crecimiento, proliferación, generación y regeneración. Como vida inagotable equivale a la inmortalidad. [...] La psicología ha reducido a expresión sexual este simbolismo de la dualidad. Jung afirma que el árbol posee cierto carácter bisexual simbólico... Esta coniunctio ratifica el valor totalizador del árbol cósmico.» Asimismo ya sea éste de almendro o granada comprende pricipios de ductibilidad y fecundidad así como la organización del cosmos en la unidad, función que desempeña Rea en la cosmogonía q.v. pp. 209-210. «[el almendro] simboliza tradicionalmente la dulzura y la ligereza...» «el significado prevaleciente de la granada, debido a su forma y estructura interna, dominando sobre la impresión del color, es el del adecuado ajuste de lo múltiple y diverso en el seno de la unidad aparente. Por eso, ya en la Biblia aparece como símbolo de la unidad del universo. También simboliza la fecundidad.» Cf. CIRLOT, E. J. op. cit., s.v.“Árbol”, “Almendro” y “Granada”, pp. 89, 78 y 236 respectivamente. 686 Cf. ELIADE, M. Tratado... op cit., Cap. XII, 160 p. 376. 687 q.v. p 22 y n. 58 y 59 688 Cf. FRAZER, G. op.cit. Cap. XXXIV y XXXV 689 q.v. p. 238 y n. 656 683

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En la versión de Díodoro de Sicilia no encontramos este elemento tan importante y central del mito de Rea/Cibeles/Agdistis, tan sólo se hace una pequeña sugerencia a través de un eufemismo: “llevan sacrificios cada año a la diosa” pero no se hace mención de qué tipo de sacrificio se trata, sin embargo, es posible inferirlo ya que incluso en Roma, una vez transmitida la tradición y los ritos de la diosa asiática, se continuó con este ritual de la emasculación, aunque no podríamos saber ni asegurar si se realizaba literalmente o a través de pantomimas más o menos evidentes. No obstante, sí contamos con registros bastante fiables y completos de los festivales en honor a esta diosa en su adaptación romana. Pero esto ya lo abordaremos más adelante, por ahora conviene citar a Díodoro, del cual, aunque se aleja mucho de los elementos míticos del relato frigio, podemos extraer algunos otros elementos interesantes que bien valen la pena estudiar y comparar. Veamos: «Los nativos cuentan en el mito que Meón fue antiguamente rey de Frigia y de Lidia; y, tras casarse con Díndime, engendró una niñita y, como no quería criarla, la expuso en la montaña llamada Cíbelo. Y allí, por alguna Divina Providencia, las panteras y algunas otras fieras extraordinarias en vigor ofrecieron sus ubres a la niñita y la alimentaron; algunas mujeres, que apacentaban en aquel lugar, vieron lo sucedido y recogieron al bebé admiradas por el acontecimiento y la llamaron Cíbele por el lugar. La niña, ya crecida, destacó en belleza y en prudencia y también se volvió admirable en inteligencia: fue la primera que inventó la siringa de muchas cañas y descubrió los tímpanos y los címbalos para los juegos y danzas; además de esto, introdujo las curaciones de los ganados enfermos y de los niños pequeños; y, por tanto, al salvarse los bebés con ensalmos y ser tomados la mayoría en brazos por ella, fue llamada Madre Montañesa por todos, gracias a su diligencia y afectuosidad en ello. Afirman que Marsias, el frigio, admirado por su inteligencia y prudencia, la acompañó y le tuvo amor en el mayor grado; y toman como prueba de su inteligencia el que imitara los sonidos de la siringa de muchas cañas y el trasladase su completa harmonía a la flauta y afirman que es señal de su prudencia el haberse mantenido hasta el fin apartado de los placeres afrodisíacos. Y Cíbele, pues, llegada a la flor de la edad, se enamoró de cierto jovencito nativo del lugar, el llamado Atis y después «Papas»; tras unirse en relaciones con él en secreto y quedar embarazada, fue reconocida en esa época por sus padres. Por lo tanto, fue llevada al palacio real y, primero, su padre la acogió en la idea de que era virgen, pero después, al enterarse de su impureza, eliminó no sólo a las nodrizas, sino también a Atis y arrojó sus cuerpos insepultos, por lo que afirman que Cíbele se volvió loca de amor por el muchachito y de pena por las nodrizas y se lanzó a través del territorio. Fue sola por todas las tierras gimiendo y tocando el tímpano, soltándose los cabellos, y Marsias, apiadado de su sufrimiento, la acompañó voluntariamente y vagó con ella por su anterior afecto. […] Afirman que Apolo, tras ofrecer la cítara y las flautas en la cueva de Dioniso, se enamoró de Cíbele y viajó con ella hasta los hiperbóreos. Cayó en Frigia una enfermedad sobre los hombres y la tierra se volvió improductiva; preguntando los infortunados al dios sobre el remedio de sus males, afirman que les ordenó sepultar el cuerpo de Atis y honrar a Cíbele como diosa. Por lo tanto, los frigios, como hacía tiempo que el cuerpo había desaparecido, construyeron una imagen del muchachito, junto a la que se lamentaban mediante honores apropiados a su sufrimiento y apaciguaban la cólera del que había sido tratado injustamente; lo cual continúan haciendo hasta nuestra época. Y, habiendo erigido altares a Cíbeles desde antiguo, llevan a cabo sacrificios cada año; construyeron después, en Pesinunte de Frigia, un suntuoso templo y enseñaron los honores y sacrificios más excelentes, en los que participó también el rey Midas por su belleza; y, junto a la estatua de la diosa, se colocan panteras y leones por creer que fue alimentada primero por ésos. Sobre la Madre de los dioses, pues, tales cosas se cuentan en el mito entre los frigios y los atlantes que habitan a orillas del océano.»690 690

Παραδέδοται δὲ τῆς θεοῦ ταύτης καὶ κατὰ τὴν / Φρυγίαν γένεσις. οἱ γὰρ ἐγχώριοι μυθολογοῦσι τὸ παλαιὸν γενέσθαι βασιλέα Φρυγίας καὶ Λυδίας Μῄ-/ονα· γήμαντα δὲ Δινδύμην γεννῆσαι μὲν παιδίον

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Lo primero que podemos observar en el fragmento de Díodoro son los topónimos que utiliza, uno como nombre propio de la sugerida esposa de Meón, y otro como el lugar de nacimiento de la “niñita” que luego adquirirá la divinidad. El monte Díndime comprende gran parte del Este y el Oeste de las montañas del Asia Menor, llamado hoy el Monte Murat en las provincias turcas de Uşak y Kütahya, ha sido referente como habitáculo de la diosa Cibeles en varias fuentes 691 y casi siempre lo leemos como antonomasia: “la diosa del Díndime”, puesto que en ese lugar se hallaba un templo, supuestamente construido por los Argonautas para adorar a la diosa, ahora bien, también se hace referencia a Dindimene ya como divinidad instituida en Frigia. Al parecer solamente Díodoro nos presenta este nombre humanizado en la madre de Cibeles, un recurso bastante ingenioso para su exposición evemerista del mito, sin embargo, el Monte Cibelo, así como otros lugares692 que se disputan la cuna de la diosa, incluyendo el Díndime, sí constan como referencias sinecdóquicas.

θῆλυ, τρέφειν δ' αὐτὸ μὴ βουλόμενον εἰς ὄρος ἐκ-/θεῖναι τὸ προσαγορευόμενον Κύβελον. ἐνταῦθα τῷ παιδίῳ κατά τινα θείαν πρόνοιαν τάς τε παρδάλεις /καί τινα τῶν ἄλλων τῶν ἀλκῇ διαφερόντων θηρίων / παρέχεσθαι τὴν θηλὴν καὶ διατρέφειν, γύναια δέ / τινα περὶ τὸν τόπον ποιμαίνοντα κατιδεῖν τὸ γινό-/μενον, καὶ θαυμάσαντα τὴν περιπέτειαν ἀνελέσθαι / τὸ βρέφος, καὶ προσαγορεῦσαι Κυβέλην ἀπὸ τοῦ / τόπου. αὐξομένην δὲ τὴν παῖδα τῷ τε κάλλει καὶ / σωφροσύνῃ διενεγκεῖν, ἔτι δὲ συνέσει γενέσθαι θαυ-/μαστήν· τήν τε γὰρ πολυκάλαμον σύριγγα πρώτην / ἐπινοῆσαι καὶ πρὸς τὰς παιδιὰς καὶ χορείας εὑρεῖν / κύμβαλα καὶ τύμπανα, πρὸς δὲ τούτοις καθαρμοὺς / τῶν νοσούντων κτηνῶν τε καὶ νηπίων παίδων εἰση-/γήσασθαι· διὸ καὶ τῶν βρεφῶν ταῖς ἐπῳδαῖς σωζο-/μένων καὶ τῶν πλείστων ὑπ' αὐτῆς ἐναγκαλιζομέ-/νων, διὰ τὴν εἰς ταῦτα σπουδὴν καὶ φιλοστοργίαν / ὑπὸ πάντων αὐτὴν ὀρείαν μητέρα προσαγορευθῆναι. / συναναστρέφεσθαι δ' αὐτῇ καὶ φιλίαν ἔχειν ἐπὶ / πλέον φασὶ Μαρσύαν τὸν Φρύγα, θαυμαζόμενον / ἐπὶ συνέσει καὶ σωφροσύνῃ· καὶ τῆς μὲν συνέσεως /τεκμήριον λαμβάνουσι τὸ μιμήσασθαι τοὺς φθόγ-/γους τῆς πολυκαλάμου σύριγγος καὶ μετενεγκεῖν ἐπὶ /τοὺς αὐλοὺς τὴν ὅλην ἁρμονίαν, τῆς δὲ σωφροσύ-/νης σημεῖον εἶναί φασι τὸ μέχρι τῆς τελευτῆς ἀπεί-/ρατον γενέσθαι τῶν ἀφροδισίων. τὴν οὖν Κυβέλην / εἰς ἀκμὴν ἡλικίας ἐλθοῦσαν ἀγαπῆσαι τῶν ἐγχωρίων / τινὰ νεανίσκον τὸν προσαγορευόμενον μὲν Ἄττιν, / ὕστερον δ' ἐπικληθέντα Πάπαν· συνελθοῦσαν δ' εἰς / ὁμιλίαν αὐτῷ λάθρᾳ καὶ γενομένην ἔγκυον ἐπιγνω-/σθῆναι κατὰ τοῦτον τὸν καιρὸν ὑπὸ τῶν γονέων. / διόπερ ἀναχθείσης αὐτῆς εἰς τὰ βασίλεια, καὶ τοῦ / πατρὸς τὸ μὲν πρῶτον ὡς παρθένον προσδεξαμένου, / μετὰ δὲ ταῦτα γνόντος τὴν φθοράν, καὶ τάς τε / τροφοὺς καὶ τὸν Ἄττιν ἀνελόντος καὶ τὰ σώματα / ἐκρίψαντος ἄταφα, φασὶ τὴν Κυβέλην διὰ τὴν πρὸς / τὸ μειράκιον φιλοστοργίαν καὶ τὴν ἐπὶ ταῖς τροφοῖς / λύπην ἐμμανῆ γενομένην εἰς τὴν χώραν ἐκπηδῆσαι. / καὶ ταύτην μὲν ὀλολύζουσαν καὶ τυμπανίζουσαν / μόνην ἐπιέναι πᾶσαν χώραν, λελυμένην τὰς τρίχας, / τὸν δὲ Μαρσύαν ἐλεοῦντα τὸ πάθος ἑκουσίως αὐτῇ / συνακολουθεῖν καὶ συμπλανᾶσθαι διὰ τὴν προϋπάρ-χουσαν φιλίαν. [...] τὸν δ' Ἀπόλλω φασὶν εἰς τὸ ἄντρον τοῦ / Διονύσου τήν τε κιθάραν καὶ τοὺς αὐλοὺς ἀναθέντα, / καὶ τῆς Κυβέλης ἐρασθέντα, συμπλανηθῆναι ταύτῃ / μέχρι τῶν Ὑπερβορέων. κατὰ δὲ τὴν Φρυγίαν ἐμ-/πεσούσης νόσου τοῖς ἀνθρώποις καὶ τῆς γῆς ἀκάρ-/που γενομένης, ἐπερωτησάντων τῶν ἀτυχούντων τὸν / θεὸν περὶ τῆς τῶν κακῶν ἀπαλλαγῆς προστάξαι / φασὶν αὐτοῖς θάψαι τὸ Ἄττιδος σῶμα καὶ τιμᾶν τὴν / Κυβέλην ὡς θεόν. διόπερ τοὺς Φρύγας ἠφανισμένου / τοῦ σώματος διὰ τὸν χρόνον εἴδωλον κατασκευάσαι / τοῦ μειρακίου, πρὸς ᾧ θρηνοῦντας ταῖς οἰκείαις / τιμαῖς τοῦ πάθους ἐξιλάσκεσθαι τὴν τοῦ παρανο-/μηθέντος μῆνιν· ὅπερ μέχρι τοῦ καθ' ἡμᾶς βίου / ποιοῦντας αὐτοὺς διατελεῖν. τῆς δὲ Κυβέλης τὸ / παλαιὸν βωμοὺς ἱδρυσαμένους θυσίας ἐπιτελεῖν κατ' /ἔτος· ὕστερον δ' ἐν Πισινοῦντι τῆς Φρυγίας κατα-/σκευάσαι νεὼν πολυτελῆ καὶ τιμὰς καὶ θυσίας / καταδεῖξαι μεγαλοπρεπεστάτας, Μίδου τοῦ βασιλέως / εἰς ταῦτα συμφιλοκαλήσαντος· τῷ δ' ἀγάλματι τῆς / θεοῦ παραστῆσαι παρδάλεις καὶ λέοντας διὰ τὸ δοκεῖν ὑπὸ τούτων πρῶτον τραφῆναι. περὶ μὲν οὖν /μητρὸς θεῶν τοιαῦτα μυθολογεῖται παρά τε τοῖς / Φρυξὶ καὶ τοῖς Ἀτλαντίοις τοῖς παρὰ τὸν ὠκεανὸν /οἰκοῦσιν. D.S. III. 58 691 692

A.R. I, 985; STRAB. XII, 5.3, 8.11; CATUL. 63,91 q.v. n. 604 y 633

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Las descripciones de Cibeles emparentada con animales feroces, címbalos, flautas y demás instrumentos sonoros y ruidosos, asimismo, su relación con Marsias, un sátiro famoso por una disputa con Apolo que resultó en un funesto y cruento castigo para él,693 está acorde con la tradición de los rituales orgiásticos de la diosa. 694 Sin embargo aquí se presentan de manera atenuada, casi sin ningún detalle, todo aparece “sugerido”, es decir, pareciera que Díodoro remitiera al lector al material mítico ya conocido de su época, así, por ejemplo, pareciera indicar que Marsias, en su relación amistosa con Cibeles, inició los primeros votos de castidad que luego seguirían sus adeptos mucho más adelante y de una manera mucho más radical e incluso vagarían, como él, para difundir sus ritos y su culto por toda el Asia menor hasta llegar a Tracia, recorrido que también hiciera Dionisos en circunstancias similares a las de Marsias y de la misma Cibeles,695 lo que por cierto destaca de la versión oficial del mito, ya que aquí es la diosa la que se vuelve loca y se pone a vagar por toda Grecia hasta otras tierras… ¿Asia quizás? En la versión anterior observamos que es Atis quien hace lo propio pero a la inversa, es decir, es él quien anda errante luego de que la diosa, por puro orgullo, le cegara el entendimiento. Estas relaciones, sea como sea, sin embargo, están bien fundamentadas en los mitos asiáticos de la diosa, eso sí, dentro de los límites de lo que podríamos llamar la heurística libre de los mitos y su tergirversación al paso del tiempo y de parte de la boca de cada autor, algo que podríamos considerar normal dentro lo que se refiere al tratamiento del material mítico, pero además, como ya lo hemos tratado, puede darse el caso de añadiduras por parte de los mitógrafos y demás desarrolladores de los mitos, en el caso de Díodoro, en este mito, nos encontramos con la invención del viaje de Cibeles al

693

La narración del desollamiento de Marsias por parte de Apolo, también se halla en este fragmento (III, 59.2-6) Sin embargo, lo hemos suprimido ya que se trata de una historia incisa totalmente distinta y que poco o nada tiene que ver con la de la diosa que tratamos. 694 La orgía o festivales orgíasticos ya eran celebrados en honor a la Meter Theon, incluso se decía que los mismos dioses del Olímpo acogían estos rituales orgiásticos de la “Señora de las bestias” y de Dioniso. Así como lo narraría Ovidio en sus Fastos donde Cibeles, en el Monte Ida de la Troade, invita a los dioses a celebrar dicho festival y también a los sátiros y a las ninfas, allí Priapo quería violar a la diosa Hestia a hurtadillas, cometido que no logró gracias a los rebuznos de un asno que vigilaba y que le fue consagrado en adelante. Cf. Ov. Fast. VI, 319. Píndaro también menciona una reunion de los dioses uranidas con la Meter Theon para celebrar los misterios dionisíacos Cf. PI. Dith. Heracl. Estos festivales frigios de la Meter Theon se introdujeron en Grecia a través de la isla de Samotracia y, por su puesto, también estaban estrechamente relacionados con Dionisos, quien era llamado Sebazios en Frigia y aparecía como un hijo de la diosa Cibeles. Las orgías frigias estaban supervisadas por los sacerdotes de Cibeles llamados gallai «los galos» quienes guiaban a los devotos a través de sinuosos caminos nocturnos en las diversas montañas donde se practicaban los ritos en honor a la diosa, los cuales, involucraban los bailes frenéticos acompañados por el sonar de diferentes instrumentos musicales atribuidos a Cibeles como el tamboril, la sonaja, la siringa, el sistro, etc. En su trayecto, proferían un grito ritual: “evoe saboe” “Atte, Atte”. Los hombres jóvenes armados con escudo y espada realizaban también la danza ritual de los coribantes que consistía en hacer chocar los escudos y las espadas alternativamente mientras se elevaban las corvas de las piernas; estos ritos también implicaban mutilación ritual, que iba desde la flagelación hasta la emasculación realizada por los sacerdotes galos. La orgía frigia también tuvo lugar en Grecia y Roma pero de manera atenuada, para dar cabida a las sensibilidades locales. Las fuentes griegas y romanas que describen estas festividades orgiásticas y sus rituales son numerosas. Cf. H. HOM. H. in M.D. XIV; PI, Dith. Heracl. ; STESICH. fr. 59; TELEST. fr. 810; AR. Av. 737; PL. Euthid. 277; APOLLOD. III, 33; A.R. I, 1076; CALL. Iamb. fr. 193; D.S. V. 49, 1-6; STR. X. 3,7; 3,9; 3,12; 3,13; 3,15; 3,18; 3,21; 3,22; PAUS. VII. 17, 8; ORPH. H. XIV; AEL. V.H. IX, 8; OV. Fast. IV. 181; VERG. A. III. 111; PROP. III. 17; PLIN. H.N. V. 147; V. FL. III, 20; STAT. Theb. X. 170; XII. 224; Ach. I. 828; NONN. D. XIV. 224; Suidas. s.v. Kybele. 695 q.v. p. 220 y n. 597.

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país de los Hiperbórios junto al dios Apolo quien además lo muestra enamorado de ella, este particular está en realidad fuera de foco, por un lado, porque no hay, que sepamos, mención alguna en otras fuentes de amoríos de Apolo con Cibeles y por otro lado porque ambos dioses son en sí elementos contrastantes, sin embargo, es en esto último que radica lo interesante de este casamiento de lo apolíneo con lo dionisiaco; no obstante, hay que considerar que el dios Apolo sí ha coqueteado con estas fuerzas, pero no con lo referente a la embriaguez del vino, sino con el éxtasis de lo ctónico, de allí, que sí se halle emparentado con Pitia696 la Síbila que lo precedía en su oráculo en Delfos, asimismo, con Hécate697 con la que, según Hesíodo, ejendró a la monstruosa Escila. Lo siguiente da muestras de lo materializado que se suponía el mito de Cibeles para Díodoro, pues, la diosa solo es capaz de alcanzar tal grado a través de una suerte de apoteosis que el mismo pueblo le otorga, gracias a la intervención y mandato de un oráculo, que de igual suerte, estima reverenciar a su amado Atis y darle justa sepultura, esto evidentemente se enfoca en la parte del mito sirio en la que Agdistis, arrepentida de haber enloquecido a Atis, pide a Zeus que no se corrompa su cadáver; lo que, en el relato de Díodoro, se manifiesta como la deificación y culto de Atis y Cibele para la posteridad. Ahora bien, no solamente Díodoro habla de este mito de manera verista, incluso Pausanias antepone una leyenda al mito divulgada por Hermesianacte, que quizás debió tener correlato en las mismas fuentes asiáticas y que hacen de Atis un simple mortal deificado por la Madre del Pesinunte. Los de Dime tienen también un templo de Atenea y una imagen muy antigua. Tienen también otro santuario construido para la madre Dindimene y para Atis. Sobre quién era este Atis no fui capaz de desvelar el secreto sobre él, pero Hermesianacte, el autor de elegías, dice que era hijo del frigio Cálao y que nació eunuco de su madre. Cuando creció, se trasladó a Lidia, según dice Hermesianacte, e inició en los misterios de la Madre a los lidios, llegando a ser tan honrado por ella que Zeus por envidia de Atis envió un jabalí contra los cultivos de los lidios. Entonces algunos lidios y el propio Atis fueron muertos por el jabalí. Los gálatas de Pesinunte hacen algo que está de acuerdo con esto, pues no tocan el cerdo.698

Como hemos observado hasta ahora, tanto el tema de la emasculación, el cual surge desde el inicio con Crono y Urano, hasta la prohibición de comer algunos alimentos como la carne de cerdo para los adeptos al culto de Atis y Cibeles tienen su fundamento en los mitos lo que los procuraría como etiológicos, sin embargo, recuérdese que tal categoría de mitos son en sí mismas espurias y lo que concentra su base primordial es su

696 697

APOLLOD. I, 56. Hes. G. Eeas, fr. 262 (ex Schol. A. R. IV. 82)

698

Δυμαίοις δὲ ἔστι μὲν Ἀθηνᾶς ναὸς καὶ ἄγαλμα ἐς / τὰ μάλιστα ἀρχαῖον, ἔστι δὲ καὶ ἄλλο ἱερόν σφισι / Δινδυμήνῃ μητρὶ καὶ Ἄττῃ πεποιημένον. Ἄττης δὲ / ὅστις ἦν, οὐδὲν οἷός τε ἦν ἀπόρρητον ἐς αὐτὸν ἐξευ-/ρεῖν, ἀλλὰ Ἑρμησιάνακτι μὲν τῷ τὰ ἐλεγεῖα γράψαντι / πεποιημένα ἐστὶν ὡς υἱός τε ἦν Καλαοῦ Φρυγὸς καὶ / ὡς οὐ τεκνοποιὸς ὑπὸ τῆς μητρὸς τεχθείη· ἐπεὶ δὲ / ηὔξητο, μετῴκησεν ἐς Λυδίαν τῷ Ἑρμησιάνακτος λόγῳ / καὶ Λυδοῖς ὄργια ἐτέλει Μητρός, ἐς τοσοῦτο ἥκων / παρ' αὐτῇ τιμῆς ὡς Δία αὐτῇ νεμεσήσαντα ὗν ἐπὶ τὰ / ἔργα ἐπιπέμψαι τῶν Λυδῶν. ἐνταῦθα ἄλλοι τε τῶν / Λυδῶν καὶ αὐτὸς Ἄττης ἀπέθανεν ὑπὸ τοῦ ὑός· καί / τι ἑπόμενον τούτοις Γαλατῶν δρῶσιν οἱ Πεσσινοῦντα / ἔχοντες, ὑῶν οὐχ ἁπτόμενοι. PAUS. VII. 17, 9.

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sentido religioso y fundamento del culto que prescribe, el cual siempre buscará incar sus raíces en los ἀρχαι u orígenes que representa. Pasemos ahora a describir cómo era celebrado el culto de Atis y Cibeles en Roma, pero antes conviene conocer cómo fue la llegada de la diosa oriental a Italia y para ello permítasenos transcribir lo que el poeta Ovidio preguntaba al respecto. «También te pido que me enseñes, guía de mi obra, adónde fueron a buscarla, de dónde vino. ¿O estuvo siempre en nuestra ciudad?». «La Madre amó siempre a Díndimo y Cíbele, y a Ida de fuentes encantadoras y la opulencia de Ilio: cuando Eneas se trajo Troya a los campos ítalos, la diosa casi siguió los barcos que llevaban los objetos sagrados, pero había comprendido que los Hados no reclamaban todavía su divinidad para el Lacio, y se quedó en el lugar acostumbrado. Más tarde, cuando Roma había visto ya cinco siglos con recursos poderosos y levantó la cabeza por el mundo conquistado, la sacerdotisa escudriñó las palabras sobre el destino en el poema euboico. Lo que había escudriñado dicen que fue lo siguiente. «La Madre está ausente; buscar a la Madre es lo que te ordeno, romano. Cuando venga, hay que recibirla con manos puras». Los padres se extraviaron en los circunloquios del oscuro oráculo, sin saber qué madre es la que estaba ausente, ni en qué lugar había que buscarla. Consultaron a Pean, que les dijo: «Id a traer a la madre de los dioses; habéis de encontrarla en la cima del Ida». Enviaron a los próceres. Átalo ostentaba entonces el cetro de Frigia. Éste obstaculizó su misión a los hombres de Ausonia. Voy a cantar cosas milagrosas. La tierra tembló con retumbar prolongado, y la diosa habló desde su profundo santuario del modo siguiente: «Yo misma he querido que me busquen; no haya trabas, déjame, que es lo que quiero. Roma es un lugar digno de que cualquier dios vaya a ella». Espantado por el temor a sus palabras, dijo Átalo: «Vete, seguirás siendo nuestra. Roma se remonta a los antepasados troyanos». Al punto, hachas sin cuento talaron los pinares aquellos de que se había servido el piadoso frigio al huir. Se juntaron mil brazos y un bajel cóncavo pintado con colores al incausto albergó a la madre de los celestes. Viajó ella bien salvaguardada por las aguas de su hijo y llegó a las extensas lagunas de la hermana de Frixo y cruzó el absorbente Reteo y las costas de Sigeo y Ténedos, y el viejo señorío de Eetión. Recibiéronlas las Cícladas, después de dejar Lesbos a la espalda, y las aguas que baten los bajíos de Caristo. Cruzó también el mar Icario, donde Ícaro perdió las alas al derretírsele, y dio nombre a la vasta masa de agua. A continuación, dejó a la izquierda a Creta y a la derecha las aguas de Pélope, llegó a Citera, santuario de Venus. Desde allí, pasó por el mar trinacrio —donde Brontes, Estéropes y Acmonides suelen templar el hierro candente— y los mares africanos. Vio por los remos de estribor los reinos de Cerdeña, y arribó a Ausonia. Había tocado Ostia, en donde el Tiberino se divide para entrar en el mar y fluye por un campo más libre.»699 699

Hoc quoque, dux operis, moneas, precor, unde petita / Venerit, an nostra semper in urbe fuit? /Dindymon, et Cybelen, et amoenam fontibus Iden / Semper, et Iliacas Mater amavit opes. / Quum Trojam. aeneas Italos portaret in agros, / Est dea sacriferas paene secuta rates. / Sed nondum fatis Latio sua numina posci / Senserat, assuetis substiteratque locis. / Post, ut Roma potens opibus jam saecula quinque / Vidit, et edomito sustulit orbe caput; / Carminis Euboici fatalia verba sacerdos / Inspicit. Inspectum tale fuisse ferunt: _Mater abest; Matrem jubeo, Romane, requiras. / Quum veniet, casta est accipienda manu_. / Obscurae sortis Patres ambagibus errant, / Quaeve parens absit, quove petenda loco. / Consulitur Paean, Divûmque arcessite Matrem, / Inquit, et Idaeo est invenienda jugo. / Mittuntur proceres. Phrygiae tum sceptra tenebat / Attalus: Ausoniis rem negat ille viris. / Mira canam: longo tremuit cum murmure tellus, / Et sic est adytis diva locuta suis: / _Ipsa peti volui. Ne sit mora: mitte volentem. / Dignus Roma locus, quo deus omnis eat. / Ille soni terrore pavens, Proficiscere, dixit; / Nostra eris: in Phrygios Roma refertur avos./ Protinus innumerae caedunt pineta secures / Illa, quibus fugiens Phryx pius usus erat. / Mille manus coëunt: et picta coloribus ustis / Coelestum Matrem concava puppis habet. / Illa sui per aquas fertur tutissima nati, / Longaque Phrixeae stagna sororis adit, / Rhoeteumque rapax, Sigeaque litora transit, / Et Tenedum, et veteres Eëtionis opes. / Cyclades excipiunt, Lesbo post terga relicta, / Quaque Carysteis frangitur unda vadis. / Transit et Icarium, lapsas ubi perdidit alas / Icarus, et vastae nomina fecit aquae. / Tum laeva Creten, dextra Pelopeïdas undas / Deserit, et Veneri sacra Cythera petit. / Hinc mare Trinacrium, candens ubi tingere ferrum / Brontes, et Steropes, Acmonidesque solent: / aequoraque Afra legit, Sardoaque regna sinistris / Prospicit a remis, Ausoniamque tenet. Ov. Fast. IV 245-290.

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[fig. 102]

Al final de la Segunda Guerra Púnica dirigida por el general Aníbal Barca en su afán de conquistar el norte de Italia, aún mantenía en asedio a los romanos, pues, había logrado introducir y mantener en las ciudades aledañas a la capital un numeroso ejército que hacía presión para que ésta se rindiera, no obstante, es sabido por todos que Aníbal, a pesar de sus muchas batallas ganadas, jamás pudo dominar del todo a Roma. Se estiman distintas razones por las cuales el gran general no pudo llevar a cabo su cometido, razones que aún hoy día son debatidas, algunos estudiosos y especialistas argumentan que se debió a razones armamentistas, otros a razones políticas y porque luego Anibal fue llamado por el senado a liderar otra batalla en su natal Cartago en contra de Escipión quien finalmente lo derrota en la batalla de Zama. No obstante, sea cual sea haya sido la razón de su frustrada conquista romana, en esos tiempos, el vulgo, los plebeyos e incluso algunas personas cultas de los patricios, mantenían un fervor religioso muchas veces rayano en lo supersticioso y no sería del todo descabellado elucubrar que muchas de estas personas pensaran que realmente la retirada de Anibal y la salvación de Roma se debió a la llegada a la ciudad de la diosa Cibeles que luego ellos llamarían Magna Mater Deorum Idaea. Se dice que lo que llegó a Roma alrededor del año 204 a.C. fue una piedra sagrada, un aerolito caido del cielo como nos lo ratifica Herodiano700, quien también nos explica el primer “milagro” realizado por la diosa al desencallar la nave en que era transportada y la historia de su primera sacerdotisa, una vestal incriminada de haber roto sus votos de 700

q.v. n. 605

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castidad. La adoración de una piedra sagrada en Roma, aunque era ésta de origen extranjero, no dio mucho traspié para su asimilación, ya que existían otros betilos adorados por los romanos como los Lapis Manalis dos piedras sagradas que eran destinadas a diferentes cargos, una a servir de tapadera y seperación del mundo de los muertos con los vivos701 y la otra para invocar la lluvia y así hubiese cosechas fructíferas; sin embargo, una piedra quizás más emparentada con la piedra negra del Pesinunte, era la Piedra del Sol o Heliogábalo, nombre acuñado de la divinidad siria ElGabal702 se introdujo en Roma a partir del ascenso al poder del joven emperador Marco Aurelio Antonino en el año 218, quien luego de su muerte, fue llamado con el mismo nombre de la piedra, debido que en su natal ciudad de Emesa presidía como principal sacerdote de aquella divinidad, además, en Roma quiso imponerla en el panteón romano con tan gran afección y entusiasmo que incluso pretendía superponerla a la autoridad mítica de Júpiter; aunque sólo lo consiguió durante el corto período de su vida, ElGabal, consiguió su permanencia personificando al Deus Sol Invictus divinidad que también absorbió a otras dos divinidades importantes como Mitra y el dios Sol que emperadores como Aureliano y todos aquellos anteriores a Constantino y la imposición del Cristianismo junto a la absoluta abolición del Paganismo reinante en el Imperio Romano en esa época habían consagrado como divinidad principal de Roma, e incluso su efigie aparecía acuñada en varias monedas que casi siempre mostraban al emperador de turno luciendo una corona solar y al anverso una cuadriga de caballos atados a un carro que lleva en procesión a la piedra que representaba a la deidad.

701

q.v. p. (?) Hades Este dios sirio originario de la ciudad de Emesa, probablemente fue adorado en sus inicios como una montaña divina muy vinculada al sol. El animal que le era consagrado era el águila, en la ciudad de Emesa, sin embargo, era adorado como una piedra negra en forma de cono u obelisco. Gracias a su vinculación con el sol, pasó a helenizarse como Helio-Gabalos. Cf. JORDAN, M. op. cit, s.v. “Elagabal” p.88. La etimología del nombre de la divinidad, en cuanto a su prefijo El, la mayoría de estudiosos lo asocian con la divinidad cananita con nombre homónimo (vid. p.), en cuanto al nombre Gabal, se escinde la opinión en dos presupuestos: por un lado, Gabal es considerada una palabra de origen semítica que vendría a significar “masivo, enorme, exaltado”. También de la palabra gabal se deriva la palabra árabe para designar “montaña”, i.e., gebal como los nombres de varias regiones montañosas o ciudades situadas en la cima de una montaña, como por ejemplo, la ciudad situada al sur del Mar Muerto llamada Gebalene. También la conocida ciudad de Biblos fue llamada formalmente Gebal indudablemente porque se hallaba situada en lo alto de una montaña. La misma raíz se encuentra en un lugar llamado Gabala, una ciudad situada al norte de Biblos en la costa siria no muy lejos de Laodicea. En la Biblia, en el primer libro de Reyes se halla una referencia a la ciudad de los Gibilitas, la cual ahora es llamada Djoubaīl, al norte de Beirut, cercana a Biblos. Por tanto se puede asumir que el termino gebal, en siriaco y en arameo fue utilizado para indicar lugares altos, así, el dios Gabal podría haber sido el dios de los lugares elevados, o el dios de las alturas, su culto y su simbolismo principal, una piedra negra en forma cónica, se hallaba completamente de acuerdo con aquellas mencionadas en el Antiguo Testamento. Por consiguiente, el dios Elagabal pudo haber sido adorado en las montañas, mucho antes que en Emesa en el Valle de Orontes. Otra etimología propuesta por Lenormant F. en su artículo “Sol Elagabalus” (R.H.R. nº 3, pp.310 y ss.) en el cual identifica al dios Gabal de Emesa con el antiguo dios caldeo del fuego Bil-gi, el cual debe pronunciarse Gibil. De acuerdo con la hipótesis de Leonormant ya era adorado por los pueblos presemíticos, incluyendo los sumerios y los acadios, quienes luego adoptaron la religión Caldeo-Babilónica, y apartir de esta, fue conocido por otros pueblos semitas. Lenormant cita algunas inscripciones en las cuales Gibil significa: “el dios de la piedra negra”; “el dios del fuego cósmico”, o de “la llama del sacrificio” o del “fuego del hogar”. Por tanto, no debe parecernos extraño si este dios, una vez llevado a Siria, haya sido identificado con el sol. Cf. HALSBERGHE, G. H., The Cult of Sol Invictus, pp.62 y 63. 702

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El mismo Herodiano nos narra algunas anécdotas del polémico emperador Heliogábalo a la hora de rendirle culto al Sol Invictus con maneras tan desaforadas y discordantes a la altura de lo que se suponía debía ser el comportamiento de un emperador romano, que el senado y todo el magistrado e incluso los mismos soldados sintieron una gran animadversión hacia el joven Antonino lo que lo condujo a su ulterior asesinato junto a su madre y todo su séquito apenas al cuarto o quinto año de su reinado. Veamos: Después de salir de Siria, Antonino llegó a Nicomedia, donde se dispuso a pasar el invierno ya que así lo exigía la estación. Y al punto cayó en éxtasis y empezó a ejecutar las desenfrenadas danzas rituales del dios de Emesa, a cuyo culto había sido consagrado. Se vestía con los más costosos modelos tejidos en púrpura y oro y se adornaba con collares y brazaletes; en su cabeza llevaba una corona en forma de tiara cubierta de oro y piedras preciosas. (...) Antonino bailaba en torno a los altares al son de todo tipo de instrumentos y con él danzaban mujeres fenicias, rodeando los altares con címbalos y tambores en sus manos. (...) Construyó en las afueras de Roma un enorme y magnífico templo adonde trasladaba al dios cada año a medio verano. Instituyó toda clase de fiestas y construyó circos para las carreras de carros y teatros, pensando que agradaría al pueblo si le ofrecía carreras de carros y todo tipo de espectáculos y fiestas que se prolongaran durante toda la noche. Para conducir al dios desde la ciudad hasta las afueras, lo colocaba en un carro cubierto de oro y de piedras preciosas. Tiraban del carro seis grandes caballos blancos sin mancha, engalanados con mucho oro y testeras decoradas. Ningún mortal iba subido al carro, ni nadie llevaba las riendas, que estaban enganchadas en la estatua del dios como si él mismo estuviera conduciendo. Antonino corría delante del carro marchando hacia atrás con la vista dirigida hacia el dios y sujetaba las riendas de los caballos; recorría todo el camino corriendo de espalda sin dejar de mirar hacia la cara del dios.703

Hemos seleccionado estos pasajes de la narración de Herodiano sobre la especie de ritual que realizaba Antonino para su dios Heliógabalo, ya que podemos constrastarlos con los rituales que realizaban los galos y el mismo Atis como servidor de Cibeles; vemos prontamente que hay muchas coincidencias, o por lo menos reminiscencias del culto de la diosa: Heliógabalo se vestía mujerilmente con adornos, piedras preciosas, maquillajes e incluso era manifiesta su homosexualidad y su vida disoluta en Roma con la que escandalizó a todo el senado y al pueblo, especialmente con su casamiento con una virgen vestal, a sabiendas del crimen que suponía romper con los votos sacramen703

ὁ δὲ Ἀντωνῖνος ἀπάρας τῆς Συρίας ἐλθών τε ἐς τὴν / Νικομήδειαν ἐχείμαζε, τῆς ὥρας τοῦ ἔτους οὕτως ἀπαι-/ τούσης. εὐθέως τε ἐξεβακχεύετο, τήν τε ἱερωσύνην τοῦ / ἐπιχωρίου θεοῦ, ᾗ ἐντέθραπτο, περιεργότερον ἐξωρχεῖτο, / σχήμασί τε ἐσθῆτος πολυτελεστάτοις χρώμενος, διαχρύ-/σοις τε πόρφυρας ὑφάσμασι περιδεραίοις τε καὶ ψελίοις /κοσμούμενος, ἐς εἶδος δὲ τιάρας στεφάνην ἐπικείμενος / χρυσῷ καὶ λίθοις ποικίλην τιμίοις. [...] περί τε τοὺς βωμοὺς ἐχόρευεν ὑπὸ παν-/τοδαποῖς ἤχοις ὀργάνων, γύναιά τε ἐπιχώρια ἐχόρευε /σὺν αὐτῷ, περιθέοντα τοῖς βωμοῖς, κύμβαλα ἢ τύμπαναμετὰ χεῖρας φέροντα· [...] κατεσκεύασε δὲ καὶ ἐν τῷ προαστείῳ νεὼν μέγιστόν τε / καὶ πολυτελέστατον, ἐς ὃν ἑκάστου ἔτους κατῆγε τὸν /θεὸν ἀκμάζοντος θέρους. πανηγύρεις τε παντοδαπὰς / συνεκρότει, ἱπποδρόμους τε κατασκευάσας καὶ θέατρα, / διά τε ἡνιοχείας καὶ πάντων θεαμάτων τε καὶ ἀκροαμά-/των πλείστων εὐωχούμενον τὸν δῆμον καὶ παννυχίζοντα / εὐφραίνειν ᾤετο. τόν τε θεὸν αὐτὸν ἐπιστήσας ἅρματι /χρυσῷ τε καὶ λίθοις τιμιωτάτοις πεποικιλμένῳ κατῆγεν / ἀπὸ τῆς πόλεως ἐπὶ τὸ προάστειον. τὸ δὲ ἅρμα ἦγεν / ἑξάπωλον, ἵππων λευκῶν μεγίστων τε καὶ ἀσπίλων, / χρυσῷ πολλῷ καὶ φαλάροις ποικίλοις κεκοσμημένων, τάς / τε ἡνίας κατεῖχεν οὐδείς, οὐδὲ τοῦ ἅρματος ἄνθρωπος / ἐπέβαινεν, αὐτῷ δὲ περιέκειντο ὡς ἡνιοχοῦντι δὴ τῷ / θεῷ. ὁ δ' Ἀντωνῖνος ἔθεε πρὸ τοῦ ἅρματος ἀναποδίζων / ἐς τοὐπίσω, ἔς τε τὸν θεὸν ἀποβλέπων καὶ τοὺς χαλι-/ νοὺς ἀντέχων τῶν ἵππων· πᾶσάν τε τὴν ὁδὸν ἤνυε τρέ-/ χων ἔμπαλιν ἑαυτοῦ ἀφορῶν τε ἐς τὸ πρόσθεν τοῦ θεοῦ. HDN. V. 5, 3; 5, 9; 6, 6.

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tales de estas doncellas destinadas al cuidado del fuego del templo, lo que paradójicamente también concuerda con la primera sacerdotisa de la diosa; según la narración, también sentía un arrebato extático y danzaba frenéticamente al ritmo de címbalos y tamboriles, su dios era representado en una piedra negra de forma cónica y su acto prosecional era mediante un carro tirado por caballos -en vez de leones- y él iba delante del carro guiando a su dios tal como Atis lo hacía con Cibeles. Por supuesto, todas estas conjeturas no son más que eso, sin embargo, hay que tomar en cuenta que el sincretismo del que hace parte Cibeles con la diosa griega Rea, proviene precisamente de dioses foráneos especialmente los de origen asiático como ya lo hemos venido reseñando; así que no es de extrañar que una deidad como Elagabal se halle emparentado con los demás avatares de Cibeles y comparta varios elementos de su culto, y esto, una vez más nos lo ratifica Herodiano,704cuando nos comenta que el emperador Antonino buscaba como paredro de su dios a la diosa que personificara mejor el talante de Tanit o de la fenicia Astarté o de la siria Atargatis; por tanto casó a El-Gabal con Urania que no es más que la personificación de la griega Afrodita Urania que los romanos identificaban a su vez con Iuno Caelestis y Dea Syria, ambas relacionadas con la Magna Mater con Venus y Afrodita, por ende, con las diosas del amor asiáticas que mencionamos más arriba. Pero retomando los ritos de Cibeles por parte de sus sacerdotes, estos tenían una connotación mucho más hierática, no era un simple modus vivendi errático como el del citado emperador Antonino, sino que se trataba de una verdadera institución religiosa que tenía como fundamento y raíz los mitos de la diosa y de Atis, constituyéndose así aquella algamasa ineludible del mito y el rito y visceversa, donde uno y otro se topan hasta que muchas veces es dificil diferenciarlos. Y claro está, no en pocas ocasiones esta simbiosis entre el mito y el rito dio como resultado un verdadero caldo de cultivo para los poetas y mitógrafos; en el caso de Cibeles y Atis, un poeta romano705 nos dejó una ingeniosa composición que se centra en Atis, el Archigallo de la diosa, que empujado por la locura inducida por ésta, dirigía a sus adeptos al bosque en medio de la noche para rendirle culto, sin embargo, el espíritu de la cordura regresa al alma del infortunado Atis y dándose cuenta que había mutilado su miembro viril y haber llevado a otros a cometer la misma atrocidad, comienza a lamentarse inconsolablemente, hasta que la misma diosa en persona le aguijonea nuevamente a la locura a través de uno de sus leones que ataca al joven Atis y lo deja perdido en el bosque al yugo y mandato de Cibeles. Esta escena literaria sin embargo recuerda a los antiguos festivales dedicados a las deidades que desde antaño estaban implicadas en el éxtasis y los misterios, dioses tales como: Dionisos, Deméter, Hécate y Apolo e incluso algunas divinidades menores como las Musas o entidades de los bosques Driadas, Pan, Fauno, Silenos, Silvano y Pomona a las cuales se les solía dedicar algún árbol en especial y que atendían a sus solicitantes, 704 705

HDN. V. 6,3 Cf. CATUL. LXIII

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como dioses de la cosecha y la irrigación, sus suplicas, por supuesto, casi siempre ligadas con la abundancia de los alimentos y la protección de los campos y de los viñedos. Atis y Cibeles también se les había consagrado árboles sagrados como el pino o la encina, estos árboles eran cortados y muchas veces de sus troncos se hacía una tosca representación del dios o diosa que encarnaban706 el cual era llevado en procesión hasta un bosque o a lo alto de una montaña, sus ramas eran llevadas por sus oficiantes y adeptos denominados dendróforos, quienes luego disponían de estas ramas para recubrir el altar de la deidad construido también con piedras u otros elementos de la naturaleza. Según se cuenta,707 en Roma, los ritos de procesión de Atis y Cibeles, se llevaban a cabo el 22 de marzo justo en el equinoccio de primavera, la imagen de la diosa, representada en un tallo de pino, era trasladada desde el Capitolio hasta su templo en el Palatino, aunque anteriormente ésta era recibida en el templo de la Victoria, pues no fue hasta el año 203 que se ordenó la construcción del templo de la diosa por parte de Marcus Iunus Brutus, siendo ésta la primera deidad extranjera institucionalizada en Roma. El origen de esta procesión, como dijimos, se remonta a la llegada del aerolito o piedra negra traida de Asia Menor para la protección de Roma contra las invasiones que sufría el Imperio por parte de Anibal y demás bárbaros durante la segunda Guerra Púnica; la recepción de la diosa en forma de piedra tuvo lugar el 4 de abril de 204 a.C por Escipión Nasica el primo del gran general Escipión el Africano quien había derrotado a Aníbal Barca durante la Batalla de Zama. La recepción de la diosa, al tratarse de una petición del pueblo romano para que cesaran las calamidades de la guerra, tomó forma de lectisterna, i.e, una procesión donde se le rendían tributos, dones y grandes banquetes, estos estaban al cuidado de sacerdotes o sacerdotisas, donde todo el pueblo podía comer a expensas de la celebración aunque los rituales de carácter sagrado no les estaba permitido del todo. Así quedaron instituidas: las fiestas duraban una semana del 4 al 10 de abril, comenzaba con la procesión de la diosa que era llevada a la ciudad con todo alborozo y estrépito, correspondiendo así con la alegría del pueblo por ser liberados de la guerra que sufrían y con el mismo talante de Cibeles. Entonces los patricios organizaban las mutitationes cenarum que consistían en invitar a todos los ciudadanos a un banquete en honor a la diosa. Al parecer, durante los días de esta festividad, la extravagancia y los placeres de la vida eran llevados hasta el paroxismo, lo que ocasionó que en 161 a.C el Senado emitiera un edicto donde se prescribían límites a la celebración, sobre todo aquellos correspondientes al banquete, donde se pedía a los organizadores de no sobrepasar los gastos para el festín de una cantidad estipulada.708

706

En este caso Atis o la misma diosa Cibeles q.vid. n. 595 Cf. LIV. Lib. XXIX, 14; Lib. XXXVI, 36. VAR. L. VI, 15. 708 GELL. II, 24; XVIII, 2. Cf. OV. Fast. IV, 180 y ss 707

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Sin embargo, con el correr del tiempo, se instituyó un festival derivado de aquellos rituales de la procesión, aunque con un viso mucho más culto y expresivo, pues se trataban de festivales con roles escénicos Ludi Scneci donde se representaban muy probablemente pasajes míticos de la diosa Cibeles y su hijo-amante Atis ya que estos se efectuaban delalante de la efigie de la diosa en el Monte Palatino, pero, más adelante, estas escenografías fueron trasladadas al teatro709 incluso parece ser que las primeras representaciones teatrales romanas tuvieron lugar dentro de los festivales escénicos de la Megalesias, lo que las situarian entre los años 193 o 191 a.C. según Tito Livio710 en 214 a.C estos festivales tenían una duración de cuatro días llamadas Ludi Magni y estaba destinado el tercer día para las representaciones escénicas e incluso obras teatrales completas.711 Se tiene noticia de que cuatro de las obras teatrales de Terencio fueron representadas en las Megalesias y, según opinión de Cicerón, estos festivales «eran mucho más castos, solemnes y religiosos» quizás haciendo alguna comparación con los demás juegos practicados en Roma como las cruentas representaciones que tenían lugar en el Coliseo y en el Circus Maximus, sin embargo, se sabe que, al comienzo del Imperio, el último día del festival también se destinaba a carreras de caballos asistidas en el Circo, no obstante, estos juegos no estaban destinados a todo público, de modo que las personas de bajas condiciones ni los esclavos se les permitía la entrada, mientras que los magistrados tenían un puesto privilegiado en las gradas y se sentaban aparte vestidos totalmente de púrpura, de allí proviene la expresión Purpura Megalensis. Los juegos estaban a cargo de una nueva clase de ediles: los ediles curules, ya que los antiguos curules se negaron a extender los Ludi Magni a cuatro días en vez de tres, éstos fueron sacados de los patricios y por tanto eran superiores a los ediles plebeyos quienes normalmente estaban encargados de las obras públicas, del ornato, limpieza y cuidado de los templos así como de las casas y calles de la ciudad de Roma; pero a partir de estos nuevos nombramientos, quedaron subordinados a los curules a quienes debían acudir para tomar y aprobar decisiones en sus funciones. Las Megalesias y parte de las procesiones eran en realidad festividades donde se le rendía culto a la diosa de manera externa ya que gran parte de los ciudadanos podían participar y el vulgo se regocijaba en los banquetes que se ofrecían. Sin embargo, los ritos llevados por sus sacerdotes eran más esotéricos, como ya comentamos, estos sacerdotes eran llamados galli y al parecer llevaban a cabo ritos de iniciación donde se incluían comidas rituales y bautismos en sangre llamados taurobolios y que recuerdan mucho a las taurotocnías realizadas en los bautismos iniciáticos de la religión mitraica. El fin último de estos ritos iniciáticos era el de poner al iniciado en unión con su dios Atis y plantearse a través de una magia simpática la resurreción del iniciado, luego de sufrir una muerte simbólica y que muchas veces se indicaba fisiológicamente a partir de la emasculación ritual, en la cual el iniciado “moría” como hombre y renacía como sirviente de la diosa. 709

Cic. Har. 63 Liv XXiV,43,7 711 Cf. OV. Fast. IV 377; SPART. Carcall. C, 6. 710

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Estas ideas de los rituales de Atis como un dios de la resurrección y de la regeneración vegetal712 y por tanto de las cosechas, fueron examinadas y defendidas por Frazer quien incluso pensaba que muchos de estos ritos se extendieron desde la Colina Vaticana a otras provincias romanas, lo que ha llevado a conjeturar y a promover extensas tesis en la que se sostiene que estos rituales y baustismos cruentos, son los orígenes de muchos de los ritos baustismales y eucarísticos de la Iglesia Católica. Frazer también nos narra conjeturalmente, a partir de los ritos y festividades frigias, el orden que debió tener el festival romano al cual le asignaba seis días desde el 22 al 27 de marzo comenzando por el corte del pino simbolizando a la deidad y su respectiva procesión, seguida luego por la festividad en sí misma donde se danzaba y se tocaba diversos instrumentos musicales como el címbalo y el tamboril en honor a la diosa y a Atis, luego venía el llamado “día de la sangre” que daba lugar a la enmasculación ritual por parte de los sacerdotes, después se celebrarba el “día de la resurrección divina” seguido por un día de descanso y concluyendo por una última proseción del pino tallado hasta las orillas de un río. Pero permitásenos extraer estos fragmentos de su propia obra, pues, nos parece que hay en ellos detalles muy interesantes que conviene leerlos de primera mano. Veamos: El gran festival primaveral de Cibeles y Atis nos es bien conocido tal como se celebraba en Roma, y como estamos enterados de ser las ceremonias romanas también frigias, podemos suponer que debían diferenciarse muy poco o quizá nada de su original asiático. Creemos que el orden del festival era el siguiente: el día 22 de marzo cortaban un pino del bosque y le traían al santuario de Cibeles, donde lo trataban como a una deidad. El deber de acarrear el árbol sagrado estaba adscrito a una congregación de porteadores de árboles. El tronco del árbol era amortajado con bandas de lana y adornado con guirnaldas de violetas, pues se contaba que las violetas habían brotado de la sangre de Atis, del mismo modo que las rosas y anémonas de la de Adonis; después ataban a la mitad del tronco la figura de un joven, indudablemente el propio Atis. El segundo día de la fiesta, el 23 de marzo, creemos que la principal ceremonia consistía en el sonar de trompetas. El tercer día, 24 de marzo, era conocido como el "día de la sangre"; el Archigallo o gran sacerdote se sangraba los brazos y presentaba su sangre como una ofrenda. No sólo él hacía este sacrificio cruento: excitados por la salvaje y bárbara música del chasquido de los címbalos, el redoble de los tambores, los trompetazos de los cuernos y los agudos sones de las flautas, los clérigos de categoría inferior danzaban alrededor con la cabeza zarandeante y tremolando el pelo, hasta que, en rapto frenético de excitación e insensibilizados al dolor, se cortaban el cuerpo con trozos de loza o se acuchillaban con navajas para salpicar el altar y el árbol sagrados con la sangre que brotaba. Probablemente el espantoso rito formó parte del duelo por Atis y puede haberse ejecutado con objeto de fortalecerle para su resurrección. (...) Además, podemos conjeturar, aunque no esté dicho expresamente, que en el "día de la sangre y con el mismo propósito, los novicios sacrificaban su virilidad. Llegados al pináculo de la excitación religiosa, lanzaban las partes cortadas de ellos mismos contra la imagen de la diosa cruel. Estos rotos instrumentos de fertilidad eran después reverentemente empaquetados y enterrados en el suelo o en las cámaras subterráneas consagradas a Cibeles (...) Mas, cuando llegaba la noche, la tristeza de los adoradores se convertía en gozo; súbitamente brillaba una luz en las tinieblas, la tumba se abría, el dios se levantaba de entre los muertos, y cuando el sacerdote tocaba los labios de los llorosos acongojados con el bálsamo, les musitaba suavemente en los oídos la alegre nueva de salvación. La resurrección del dios era saludada por sus discípulos como una promesa de que ellos también saldrían triunfantes de la corrupción de la tumba. 712

Ya que estaba considerado como un dios de la vegetación debido a su nacimiento a partir de un almendro o un granado. q.v. n.673.

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En la mañana del 25 de marzo, día considerado como equinoccio de primavera, se celebraba la resurrección divina con una desenfrenada explosión de alegría. En Roma, y probablemente en otras partes, la celebración tomaba el aspecto de un carnaval, la fiesta de la alegría hilaría en la que había un desenfreno general y todos podían decir y hacer lo que les pluguiese. La gente iba por las calles disfrazada; ninguna autoridad era tan grande ni sagrada que no la pudiera abrogar el más humilde de los ciudadanos. En el reinado de Commodo, una banda de conspiradores quiso aprovecharse para, vistiéndose con el uniforme de la guardia imperial y mezclándose con el gentío de los parrandistas, poder acercarse en esa guisa al emperador y apuñalarle, pero el complot fracasó. Hasta el austero Alejandro Severo acostumbraba a ceder algún tanto en este día, permitiendo que le cocinaran un faisán. El siguiente día, 26 de marzo, descansaban, después de las variadas excitaciones y fatigas de los precedentes días. Finalmente, el festival romano se cerraba el día 27 de marzo con una procesión al arroyo Almo. La imagen argéntea de la diosa con su cara toscamente tallada en piedra negra, colocada en una. carreta tirada por bueyes y precedida por los nobles caminando a pie desnudo, marchaba despacio entre estrepitosos sones de flautas y tambores para salir por la puerta Capena y bajar a las orillas del Almo, que afluye al Tíber al pie de la muralla de Roma.713

En cuanto a los ritos esotéricos de los galos, Frazer nos comenta de un ritual de iniciación y de un bautismo del novicio que consistía en colocarlo debajo de un fozo cavado en la tierra, tapado por un piso de tablas adonde posteriormente se posaba un toro y se degollaba en honor a la deidad, el iniciado quedaba bañado en la sangre del toro que era, por decirlo de alguna manera: la forma de “revivirlo” simbólicamente a partir de la sangre del sacrificio hecho a Atis; el iniciado pasaba la noche en el foso reflexionando sobre su nueva condición y al amanecer salía de él como un hombre renovado. Este ritual es muy similar o casi idéntico al ritual de iniciación de los cultos mistéricos de Mitra; sin embargo, no es de extrañar su identificación ya que uno de los motivos más extendidos714 es la asociación del mitraismo con el Deus Sol Invictus, que como señalábamos recientemente, siempre conserva algunas familiaridades con la cadena de dioses asiáticos: El, Hadaad, Baal, y sobre todo con El-Gabal, frecuentes paredros de diosas como: Tanit, Anahita, Astarté, Atargatis, Afrrodita, Cibeles... Ahora bien, ¿Hasta qué punto el taurobolio y la tauroctonía se corresponden?715 Es una cuestión que no podemos abarcar aquí, sin embargo, debemos indicar que tanto los misterios mitraicos como los misterios de culto a Cibeles así como los báquicos, embebieron de las mismas fuentes orientales como el Mazdeísmo, el Avesta y el Hinduismo así como de nuchos ritos iranios y sirios.716 Sin embargo, sería erróneo, y cuando no osado, pretender que uno y otro culto son homólogos o contrapartes el uno del otro, pues bien, aquí, como en cualquier otro rito o culto dedicado a una deidad, deben respetarse los linderos contenidos en su idiosincrasia respecto a su religiosidad, creencias, funcionalidad, intereses, finalidad, etc. mucho más allá de la posible alienación o el respaldo sincrético que uno u otro pueda tener.

713

FRAZER G. op. cit. pp. 404-406 Cf. BECK R. The Religion of the Mithras Cult in the Roman Empire, p. 5 715 Respecto a esta interrogante Cf. JAMES E. The Cult of the Mother Goddess, “The Taurobolium”, p.163. 716 Cf.CUMONT F. op. cit. “Les origines du Mytraïsmeˮ 714

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He aquí el rito de iniciación de los galos reconstruido por Frazer: Mas al lado de estos ritos públicos, se incluían otros secretos, ceremonias místicas probablemente encaminadas a poner al devoto y especialmente al novicio en comunicación íntima con su dios. Nuestra información respecto a la naturaleza de estos misterios y la fecha de su celebración es, por desdicha, muy escasa, aunque creemos, incluían una comida sacramental y un bautismo de sangre. En estos sacramentos llegaba el novicio a ser un copartícipe de los misterios, comiendo en un tambor y bebiendo en un címbalo, dos instrumentos de música que figuraban prominentemente en la estruendosa orquesta de Atis. El ayuno que acompañaba al duelo por el dios muerto quizá se proponía preparar el cuerpo del comulgante a la recepción del sacramento bendito, purgándole de todo lo que pudiera profanar por contaminación las "especies" sagradas. En el bautismo, el novicio, con una corona de oro y exornado de cintas, bajaba a un hoyo cuya boca cubrían con un enjaretado de madera, sobre el cual colocaban un toro adornado con guirnaldas de flores y la frente resplandeciente de láminas de oro. Sobre el enjaretado mataban al toro con una lanza sagrada, y su sangre caliente y vaheante caía a chorros por los agujeros, siendo recibida esta lluvia con devoción anhelosa por el adorador, que con el cuerpo y el vestido empapados de sangre salía del hoyo, goteando y enrojecido de pies a cabeza, para recibir el homenaje y, aún más, la adoración de sus compañeros, como el que ha resucitado a la vida eterna y ha lavado todos sus pecados en la sangre del toro. Durante algún tiempo después de su renacimiento, se le mantenía a dieta de leche como a un recién nacido. La regeneración del adorador tenía lugar al mismo tiempo que la regeneración de su dios, a saber, en el equinoccio vernal.717

Ciertamente los ritos de iniciación de los misterios mitraicos con los de Atis mantienen correspondencias inequívocas, sin embargo, como ya lo advertimos, comprenden diferencias bien marcadas en el proceder de sus adeptos y en el sentido o función del rito, asimismo, se comprende el valor intrínseco de la figura mítica y sus connotaciones simbólicas dentro de lo que podríamos llamar su “haber mitológico”, es decir, todas aquellas funciones míticas que el bagaje cultural ha acuñado sobre él; o para decirlo con el lenguaje propio de la heurística y la hermenéutica de los mitos: los mitologemas que se recojen dentro del esquema de un mito específico son unícos, más allá de los posibles mitemas a los que se halle suscrito. Así tenemos que mientras Mitra era un dios guerrero que incitaba a sus adeptos a mantener en su espíritu la honestidad, la pureza y el coraje para la guerra, ya que sus principales devotos eran los centuriones; Atis en cambio, era un pastor, un joven casto que sin embargo no supo mantener su promesa de castidad a una temible diosa, y por castigo, ésta inoculó la locura en él, pasando a castrarse a sí mismo, acción que seguían sus adeptos volviéndose afeminados. Así dos figuras totalmente divergentes en su origen mítico, convergen en cambio en el ritual de la sangre, ya se dé este por las taurotocnías/taurobolios o por el hecho de la enmasculación ritual en el caso del culto a Atis, son en sí mismas, símbolos de la regeneración de la vida que presentan una cierta condición de alteridad con la divinidad, por ello, en el caso del culto a Cibeles-Atis, es comprensible la androginia que experimentaban los galos en el rito y sus cultos de iniciación, como calco del arcaico mito del primigenio hermafroditismo de Agdistis. Pero esta alteridad también estaba presente como un acto de regeneración vegetal, por ello Atis: hijo de un almendro y muerto bajo la rama de un pino, era representado tallado en el tronco de uno de estos árboles y al final de una solemne procesión se quemaba esperando su renacimiento y con ello la prosperidad en las cosechas; los rituales del degüello del toro y el brote de su sangre que ha de empapar a la madre tie717

Ibid.

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rra, también estaban incursos en un ritual de regeneración vegetal, ya que el toro como el buey, son animales agrarios e instrumentos del arado, por tanto, su inmolación forma parte de un sacrificio dirigido a magnificar las cosechas, además, el toro también corresponde a ese principio andrógino, al menos simbólicamente, pues ha sido considerado por diversas civilizaciones como un símbolo718 tanto solar como lunar, por tanto, participa de los principios femeninos y masculinos, sin embargo, el sacrificio del toro expresaba la penetración del espíritu femenino por el masculino y del húmedo por el ígneo de los rayos solares, origen y causa de la fertilidad.719 Los dioses y semidioses, dentro de los mitologemas de hijos-amantes, casi siempre comprenden una díada simbólica donde la madre es la “raíz” o “tierra” productora de la fertilidad y el hijo es el fruto sacrificado que ha de ser consumido (mutilado, descuartizado, devorado, asesinado... crucificado) para regenerarse nuevamente como un “hombre nuevo”, y este hecho se enmarca dentro de una concepción cíclica, que comúnmente se ha enfocado en una directriz espiritual pero que, muy de seguro, tiene su origen en los períodos en que la vida dependía en gran escala de la agricultura y la bonanza de la tierras. Husain recoge un rito de carácter más o menos ecúmene en las culturas y religiones semitas, hindúes e incluso africanas que también luego fueron trasladadas a Grecia y Roma, relacionado directamente con la simbología solar del toro, encarnado por las distintas deidades o héroes, para la prosperidad de las cosechas y el anunciamiento del renacimiento del dios. Muchos dioses mortales incluidos los mesopotámicos Dumuzi y Tammuz y el persa Mitra, comparten la simbología del toro. Los dioses mortales y los toros eran símbolos solares: creían que, al igual que el astro, por la noche morían rojos y sangrantes y al día siguiente renacían. A medida que maduraba hasta la época de la cosecha, comparaban el color dorado del trigo con la luz solar y, con el propósito de poner de relieve las imágenes sacrificatorias de la recolección, cortaban los genitales del toro con una hoz proporcionada por la diosa. A la mañana siguiente el sumo sacerdote anunciaba que había llegado el momento de celebrar el regreso del dios.720

Ahora bien, retomando el culto a Atis, ¿Representaba éste un culto solar? No podríamos asegurarlo con propiedad, sin embargo, sabemos que en las dedicaciones votivas que se le hacían en el s. IV, se hallan muchas donde tomaba el epíteto de metotyrannus, es decir, «el que rige el mes» ya que era concebido como el Sol que entra cada mes en un nuevo signo del zodiaco721; también se ha mencionado con el mismo epíteto de la divinidad solar romana por excelencia, i.e., el Sol Invictus, llamándole entonces Attidi metotyrannus invictus722, asimismo, encontramos en el santuario de Atis del Campo de la Magna Mater en Ostia, hoy en los Museos Vaticanos, una estatua votiva dedicada por un tal Cartilius Epulus que representa a Atis reclinado sobre un busto ‒quizás la representación del río Galo del que se piensa tomaron su nombre los sacerdotes‒ 718

Para conocer sobre las diversas características simbólicas del toro así como sus interpretaciones en gran parte de las civilizaciones antiguas Cf. CHEVALIER, J. op. cit. pp. 1001-1005. 719 CEPOLLARO, A. Il ritual mitraico, Roma 1954. Ap. CIRLOT, J. E., op. cit. p. 448. 720 HUSAIN S. La Diosa. Creación, fertilidad y abundancia Mitos y arquetipos femeninos, p. 81. 721 CUMONT, F. Las religiones orientales y el paganismo romano, p. 59. 722 CIL. VI, 499.

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sosteniendo en sus manos un cayado pastoril y una granada ‒esta última es un símbolo compartido con Cibeles‒ y su cabeza está coronada con unos rayos solares realizados en bronce, aunque también tiene puesto un gorro frigio con una luna creciente; lo quer nos subraya su simbología ambivalente solar/lunar y quizás comprenda ciertos aspectos astrológicos lo que concuerda con Mitra su par y a la vez antítesis mítica. Por otro lado, correspondiendo a su paredro con el que, como hemos visto, siempre se comprende el principio del matrimonium oppositorum, observamos que Rea y muchos otros de sus avatares (Atargatis, Derceto, Afrodita, etc.) son principios acuáticos y por tantro lunares, no sería extraño que la díada Cibeles/Atis correspondan también a principios similares, i.e., celeste/ctóncio-telúrico, ígneo/acuático, solar/lunar. Otro tanto podríamos juzgar de su culto, el cual, como vimos, comprende esas características vivas del mito y hace énfasis en el hermafroditismo primigenio, lo que en los sacerdotes de la diosa Cibeles se traduce en su travestismo ritual. ¿Pero existía un culto a Atis y Cibeles celebrado por sacerdotisas? Al parecer, sí lo hubo, pero digamos que su transmisión no fue tan remarcable como aquel de los Galli, pues no contamos con ningún relato completo que lo argumente lo suficiente, a excepción de la anécdota que nos cuenta sobre el arribo de Cibeles a Italia y el recibimiento de ésta por la primera sacerdotisa de la diosa: una virgen vestal que había sido condenada a muerte por falsas acusaciones sobre su castidad y, para probar su inocencia, rogó a Cibeles que intercediera por ella cuando la nave donde era transportada encalló cercana al puerto del Tiber y, por un prodigio, cuando la sacerdotisa desunció su cinturón y lo amarró a la proa del barco, con tan sólo su fuerza, pudo hacer que este se deslizara fácilmente del lodo que lo retenía.723 Esta joven vestal se ha identificado a menudo con Claudia Quinta,724 hermana de Apio Claudio Pulcro, cónsul en 212 a.C. y nieta de Apio Claudio Ceco,725 el político romano que hizo construir el gran acueducto que abasteció a toda Roma del vital líquido: Aqua Apia y también la famosa Via Apia que amplió las rutas comerciales y la capacidad de reunir rápidamente las tropas así como la comunicación de las demás provincias con la capital. Fue tan célebre el proceder milagroso de Claudia y su reputación de castissima femina que le fue erigido una estatua que se colocó dentro del mismo templo de Cibeles.726 Ciertamente cuando se preguntó a los Oráculos Sibelinos sobre la salvación de Roma a manos del enemigo cartaginés, éste dio su veredicto diciendo que se debía traer a Roma a la Gran Madre de los Dioses, y la estatua de la diosa del Pesinunte (la piedra negra) debía ser recibida por el más virtuoso de los hombres y por la más casta de las mujeres, por tanto se designó a Escipión Nasica, como representante de los hombres virtuosos, y a una mujer llamada Valeria, una matrona que encabezaba un grupo de hieródulas o vestales que luego se designarían como sacerdotisas de la diosa.727

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q.v. n 605. AUR. VICT. Vir. illust. 46 ; Ov. Fast. IV, 293. 725 D.G.R.B.M. 726 TAC. Ann. IV, 44. 727 D.S. XXXIV, 33 724

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Así pues, Nasica sacó de la nave la sagrada efigie y la puso en tierra y luego se la pasó “a las principales matronas” (suponemos que encabezada por Valeria) y, de mano en mano de éstas, llegó la Gran Diosa «Magna Mater» hasta el templo de la diosa Victoria en el Palatino el 12 de abril de 204 a.C. Al parecer, también se importaron, junto con la diosa, un sacerdote y una sacerdotisa frigios, que constituyeron luego a los llamados summus sacerdos o sacerdos phrygius maximus728 en el caso de los hombres y en el caso de las mujeres las denominaban sacerdos maxima Matris deum,729 los primeros, eran aquellos que asumían la personificación de Atis, se cambiaban el nombre por el del dios y el “dia de la sangre” se propinaban heridas en los brazos, además de otras mutilaciones rituales: flagelaciones y enmasculaciones, para así simular o imitar el día de la muerte que el mismo Atis se infligió.730 Las sacerdotisas,731 al igual o muy similarmente a los sacerdotes, tenían un tipo de jerarquía donde presidía la sacerdos maxima la cual iba acompañada de un séquito de otras sacerdotisas de menor escala,732 al parecer estaban destinadas al cuidado de toda la parafernalia necesaria para la realización y manutención de los banquetes así como de las lectisternas, de manera que comprendían una especie de fundación piadosa para el sustento religioso de las festividades; así observamos de los samios en Minoa, ciudad de Amorgos, una inscripción griega conservada en tres fragmentos de una estela de mármol, una ley que fija la repartición de derechos y deberes de las “sacerdotisas de Plakiane”733 para un festival llamado Metroa,734 allí puede leerse estos fragmentos: «la ¼ parte de las ofrendas hechas a la diosa y puestas sobre la mesa corresponde la sacerdotisa»... «la sacerdotisa realiza la iniciación»... El dracma, ofrenda obligatoria de cada iniciado, se pone inmediatamente a interés y su rendimiento se emplea en banquetes rituales... «el resto» a saber, otras ofrendas y la porción correspondiente a las víctimas sacrificadas... «sea de la sacerdotisa según lo acostumbrado»... «La sacerdotisa escogida desempeñe el sacerdocio diez años, si lo acepta».735 Dentro de los deberes de estas sacerdotisas, también se hallaba la mendicidad736 para recolectar dinero y así sustentar los gastos que generaban tanto las festividades como los templos dedicados a la diosa. Sin embargo, existen otros documentos donde se especifica que las sacerdotisas se hallan controladas por un grupo rector llamados Orgeones a quienes deben rendirles cuentas, este grupo social religioso, así como muchos otros Tiasos, Eranos, etc., se encargaba de promover los cultos de las divinidades de origen foráneo sobre todo aquellas que comprendían ritos de carácter orgíastico y 728

CIL. VI, 508. Año 319 d.C. ap. STR. XII, 557. «ἀρχιερεύς» CIL. VI, 2257; CCA. III, 258 (s. I) 730 Cf. FRAZER, op.cit. XXXVI, p. 409 731 Como sustento de buena parte de los datos aquí suministrados, incluyendo las traducciones de los fragmentos, referente a las sacerdotisas de la Magna Mater Cf. GUERRA G., M. El sacerdocio femenino: en las religiones grecoromanas y en el cristianismo de los primeros siglos, pp. 115-121; 173. 732 CIL. VI 2260. 733 Otro de los nombres de Cibeles adoptado en las Islas Cíclicas. 734 De «μήτηρ-μητρός» “la Madre” o bien de «μήτρα-μήτρας» “Matriz, vientre o seno de la madre” 735 SIG. 1047; IG. XII, 7, 237. 736 Entre los sacerdotes o devotos masculinos existía la figura del «μητραγύρτης», i.e., aquellos galos que recorrían las calles de Roma tocando y danzando alegremente al son de los instrumentos musicales identificados con la diosa, vestidos mujerilmente, mientras pasaban con una calderilla recogiendo monedas al público asistente. 729

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que el estado no reconocía plenamente y por tanto no garantizaba el mantenimiento debido de sus cultos. De modo que el propósito principal de muchas de estas organizaciones privadas, como los Orgeones en el caso de la Magna Mater, era proveer a los sacerdotes, a los templos y ritos de los recursos necesarios para sustentarlos, no obstante, estos grupos, por lo general, comprendían una especie de afiliación en donde se debía seguir unos estatutos rígidos y pagar retribuciones mensuales o donar colaboraciones para llevar a cabo estos subsidios; pero en todo caso, también los prestaban a particulares cobrando un porcentaje mayor e incluso piezas o las pieles de las víctimas a inmolar en los santuarios. Los Orgeones estaban muy bien organizados y seguían un esquema muy similar a la constitución estatal en la que se podía hallar diferentes figuras representativas tales como asambleas, magistrados, funcionarios (intendentes «ἐπιμεληται», tesoreros «ταμίας», secretarios «γραμματεύς») pero también sacerdotes y sacerdotisas internas que auspiciaba la asociación.737 Entre los documentos de los Orgeones sobre las sacerdotisas y el culto de la Magna Mater hallamos algunos decretos que nos relata acerca de las actividades económicas de esta asociación, así, encontramos exigencias de parte y parte: sacerdotisas que piden liberarse de algunos gastos suplementarios a cambio de organizar colectas con esmero y dentro de un marco totalmente ceremonioso como ordena la institución.738 Por su parte, los Orgeones, también lanzaban decretos con el fin de contener gastos e incrementar las rentas que provenían de las colectas que debían organizar las sacerdotisas, además de procurar todo lo necesario para los festines y lectisternos.739 Todas estas leyes, estaban prescritas bajo formas muy rigurosas, de hecho, también nos hemos hallado con otro documento que nos explica las amonestaciones o castigos que se les imponían a los miembros y a las sacerdotisas que no cumplían debidamente con los estatutos impuestos, así, por ejemplo, a las sacerdotisas se les aplicaba una multa hasta de cincuenta dracmas por incumplimiento de su deber y eran relevadas de su cargo y sustituidas por una sacerdotisa subalterna llamada Zakoros. Pero, asimismo, también existía la promulgación de honores a aquellas sacerdotisas intachables en sus deberes y funciones, consistían en al menos cuatro tributos: el elogio por parte de todos los miembros de la asociación así como del público; una corona que se elaboraba casi siempre de las ramas y hojas del árbol consagrado a la deidad que resguardaban; la promulgación de los honores que, por lo general, se realizaba también mediante un decreto y consistía en una enmienda o retribución monetaria de la cual se encargaban diferentes magistrados; este decreto era grabado en una estela de mármol y llevaba por encima una copia de la corona que se le asignaba a la sacerdotisa honrada para que así quedara su recuerdo para la posteridad, este pequeño monumento lo costeaba el pueblo y estaba a cargo del magistrado, se exponía en una parte de la empalizada sagrada que asignara la asamblea.740

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Para conocer más sobre los orgeones y demás asociaciones religiosas cf. FOCART P. Des Associations Religieuses chez les Grecs, Paris 1873. 738 IG 2, 624; LSCG 48; CCA 68-95, nº 257-322. 739 IG 2, 1329; SIG 1102, 14-15. 740 Ibid. pp. 33-42.

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Sobre las funciones de las sacerdotisas en las ceremonias, contamos con muy pocos datos, sin embargo, se piensa que, así como hubo funciones bien constituidas, entre los sacerdotes y adeptos, asimismo, existieron éstas para las sacerdotisas, por ejemplo, entre los galos existió la figura del dendróforo, entre las sacerdotisas de Atis y Cibeles, al parecer, existió una figura muy similar: las “cernóforas” «κερνοφόρος» o “las portadoras del cuenco» en ellas se piensa llevaban las frutas y demás ofrendas a la diosa, sin embargo hay un documento que las asimila a los taurobolios741 de modo que también es posible que lo que allí se depositaba fuese los órganos regenerativos del toro, lo que estaría acorde con los ritos de enmasculación que llevaban a cabo los iniciados y el culto a la fertilidad y regeneración que se supone representaba. También se piensa que hubo un ritual equivalente al de los galos que implicaba la mutilación femenina, en la cual la sacerdotisa entraba en un trance y realizaba la oreibasía o “danza en la montaña” que era el elemento por autonomasia de la diosa, en este trance, las sacerdotisas se amputaban un seno,742 también con la finalidad de emular el mito, ya que Ia, la hija del rey de Pesinunte, con quien contraería nupcias el joven Atis, al igual que su padre, fue víctima de la locura divina y, en su frustración, procedió de esta manera y de la sangre derramada nacieron las violetas, por ello, en el ritual de la primavera donde se suele llevar un tronco representando a Atis o a Cibeles, se le cubre del lino que luego debió envolver el seno mutilado de Ia y de las violetas que nacieron, las cuales representan, por ende, la renovación de la naturaleza, se cuenta además que unas sacerdotisas llamadas “marinas” «ϑαλάσσιαι»743 eran las encargadas de lavar cuidadosamente en el río Almo las efigies de los dioses. Entre los romanos existieron algunas otras diosas derivadas de la Magna Mater que representaban la bonanza de la tierra y las cosechas, la más inmediata fue Ops, emparentada con Saturno, también Pomona o Fortuna e incluso personajes pseudo-históricos que traen a la memoria visos del mito de Rea/Cibeles como Rea Silvia, la madre de los gemelos fundadores de Roma: Rómulo y Remo, amamantados por una loba, su imagen más remanida, pero también aparecen a cada costado de su madre, como los leones de Rea que alguna vez fueron humanos: Atalanta e Hipómenes quienes ultrajaron el templo de la diosa recibiendo este castigo. En fin, ya sea de Rea, Derceto, Atargatis, Semiramis, Cibeles, Tanit, Anahita, Alat, Uza, Manat, Atenea, Afrodita, Diana, Hestia, Démeter, Coré, Hécate, etc. e incluso de dioses posteriores hasta de la Virgen María de quien hablemos siempre estará implícita, de una u otra forma, la MADRE DE TODOS LOS DIOSES.

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CIL 508; 8, 23400 ss.; 12, 1567; 13, 510, 522, 525, 1571, 1751. Cf. ARNOB. V, 7; V, 13; CSEL IV, 179-180, 185-189. 743 CIC. 3657, ap. Cícico. 742

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