QUINTA ESCLUSA. Documentación y restitución 3D

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Descripción

QUINTA ESCLUSA documentación y restitución 3D

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QUINTA ESCLUSA documentación y restitución 3D

CONSULTORÍA ARQUEOLÓGICA ENTIDAD PROMOTORA EMPRESA CONSTRUCTORA

Textos: Jorge Morín de Pablos, Maria Laura Cantallops Perelló, Pablo Guerra García y Fernando Tapias Gómez Fotogrametría e infografía: Francisco José López Fraile Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluido fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento de información sin el previo permiso escrito de los autores. ISBN: 978-84-16450-13-8 Depósito Legal: M-4213-2016

QUINTA ESCLUSA documentación y restitución 3D

Jorge Morín de Pablos Maria Laura Cantallops Perelló Pablo Guerra García Fernando Tapias Gómez Francisco José López Fraile

índice EL CANAL DEL MANZANARES. EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS DE LA CUARTA A LA QUINTA ESCLUSA

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LA CUARTA ESCLUSA: EL SECADERO DE CARTÓN

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EL CANAL ENTRE LA CUARTA Y LA QUINTA ESCLUSA

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LA QUINTA ESCLUSA

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FOTOGRAMETRÍA

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RECONSTRUCCIÓN VIRTUAL

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IMÁGENES DE LA RECONSTRUCCIÓN VIRTUAL

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EL CANAL DEL MANZANARES EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS DE LA CUARTA A LA QUINTA ESCLUSA

El proyecto del Canal del Manzanares forma parte de los numerosos proyectos hidráulicos que se diseñan y ejecutan en la Ilustración española. En la segunda mitad del siglo XVIII los proyectos de obras públicas tienen un planteamiento utópico, debido a la falta de posibilidades de ejecución, sería el caso del proyecto que pretendía unir Madrid con Sevilla a partir de canales de navegación interior, así como el pos-

terior proyecto del canal del Guadarrama, etc. Los proyectos para hacer navegable el río Manzanares se remontan a la época Moderna, ligados a la capitalidad de Madrid con la dinastía de los Austrias. La primera propuesta fue de los hermanos Grunembergh, que presentaron en 1668 un proyecto que no se materializó. A mediados del siglo XVIII se propone hacer navegables los grandes ríos

Fig. 1. Plano con el proyecto de navegabilidad del Manzanares en 1668. 8

del interior, entre ellos el Manzanares, aunque no fue hasta 1777 cuando se conceden los permisos a Pedro Martiniego y Cía. En 1785 se presenta el proyecto más ambicioso de navegación interior de la mano del ingeniero Carlos Lemaur. La propuesta pretende unir Madrid y Sevilla mediante un canal navegable, pero la compañía del canal tan solo realiza obras hasta el embarcadero de Vaciamadrid. Este proyecto fracasó debido a que el caudal de las aguas no era suficiente; los desniveles de las diez esclusas entre el Puente de Toledo y VaciaMadrid no fueron los adecuados y, por último, no se contó con las crecidas periódicas del río Manzanares que anegaron por completo el Canal.

En los últimos años, con motivos de diferentes obras públicas ejecutadas en el entorno del Canal –Soterramiento de la M-30 y L.A.V. Madrid-Valencia- hemos podido platear diferentes excavaciones a lo largo del recorrido del Canal del Manzanares desde su cabecera a la 5ª esclusa. Siendo especialmente relevantes los resultados obtenidos entre la Cuarta y la Quinta esclusa. La Cuarta esclusa es uno de los conjuntos mejor conservados, ya que todavía se encuentra en pie la casa asociada a la esclusa. Ésta, una vez que el canal dejó de utilizarse para la navegación, fue objeto de una reconversión en el s. XIX con la instalación de un complejo industrial dedicado a la elaboración de papel. Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo con motivo de la duplicación de

Fig. 2. Plano topográfico del Real Canal de Manzanares, 1818 –Archivo Ministerio de Fomento-. 9

Fig. 3. Fotograf ía actual del complejo de la Cuarta esclusa del Canal del Manzanares –Fot. Audema-.

la LAV han permitido documentar el secadero de cartón, que estaba asociado a esta industria y que se mantuvo en pie hasta después de la Guerra Civil española. También se ha podido excavar una sección completa del Canal, entre la cuarta y la quinta esclusa, que nos ha permitido conocer las causas del declive y decadencia del mismo, como consecuencia de las crecidas periódicas del río Manzanares. Finalmente, se ha podido excavar en su totalidad el complejo de la Quinta esclusa, reconstruido por completo en los años veinte del siglo XIX. Donde destaca la magnífica conservación de la Quinta esclusa.

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LA CUARTA ESCLUSA: EL SECADERO DE CARTÓN Las esclusas del Canal fueron diseñadas para permitir su navegación y salvar los desniveles existentes. Los restos de la Cuarta esclusa se encuentran actualmente cubiertos, aunque se conserva en pie la casa de la esclusa en un buen estado de conservación. Pascual Madoz en su Diccionario describe las construcciones de la Cuarta esclusa a mediados del siglo XIX, habla de una casa en buen estado y al lado otra de recreo destinada a SS.MM y AA. Paralela a esta casa y enfrente del canal, hay otra construcción de planta baja con una estancia para el guarda y una caballeriza con más de veinte plazas. Asociado a la

Fig. 4. Situación del conjunto de la Cuarta y la Quinta esclusa –planimetría Audema-.

esclusa existen una serie de construcciones, entre las que destaca el Secadero de Cartón. Una vez que el Canal dejo de ser navegable su curso fue aprovechado para otros usos. En la Cuarta esclusa, a mediados del s. XIX, se situó un molino para el papel y el cartón, que

contaba con unas instalaciones auxiliares, como los secaderos. En el año 2010, con motivo de la ampliación de la LAV a la entrada de la Estación de Atocha se procedió a la excavación del Secadero de Cartón. Se

Fig. 5. Cuarta esclusa. Secadero de Cartón –fot. Audema-. 11

Fig. 6a. Canal. Planta –Audema-; Fig. 6b. Canal. Corte geológico –Según F. Tapias-.

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trata de un complejo formado por dos edificios. El principal cuenta con una nave rectangular construida con alzados de ladrillos macizos dispuestos a tizón. La nave contaba con grandes vanos, ventanas que debían abrirse para permitir el oreo del papel y el cartón. Posteriormente, el edificio fue reutilizado, sufriendo una importante reforma durante la Guerra Civil española, ya que formó parte de la segunda línea de defensa de la capital, al mando de Modesto. Finalmente, el espacio fue ocupado después de la contienda ante la carencia de viviendas en la ciudad. El edificio cayó en ruinas en la década de los sesenta del pasado siglo XX

EL CANAL ENTRE LA CUARTA Y LA QUINTA ESCLUSA La intervención arqueológica realizada en el Estanque de Tormentas de los Abroñigales permitió documentar una sección completa del vaso del Canal. El Canal tuvo una anchura máxima de unos 8 metros. Además se ha podido constatar la existencia de dos fases constructivas, la originaría del canal y la reforma que realiza el Duque de Alagón a partir de 1818. La excavación ha documentado los dos márgenes del Canal. La margen derecha, denominada “Camino del Malecón”, contaba con un talud que separaba el Canal del curso del Manzanares. Esta

estructura serviría de dique previo del Canal del Manzanares y funcionó para contención del propio Canal, así como para las crecidas del río. Sobre él se situaría el camino, aprovechado, entre otros usos, para el paso de los animales que arrastraban de las embarcaciones y demás transportes que se realizaban por el Canal. Por otro lado, la intervención arqueológica ha podido constatar que las crecidas del Manzanares anegaron por completo el vaso del Canal, que acabó convertido en un canal de riego.

LA QUINTA ESCLUSA La ampliación de la LAV a su entrada en Atocha ha permitido la excavación íntegra de la Quinta esclusa del Canal del Manzanares. Este complejo está formado por la esclusa, la casa y las tierras de regadío asociadas. La excavación ha documentado la casa, muy parecida a la que se mantiene en pie de la Cuarta esclusa, pero destruida hasta sus cimientos. La parte más interesante es la esclusa propiamente dicha. Se ha documentado la entrada del canal en la esclusa construido mediante un tablestacado de 10 metros de ancho en el entronque con la esclusa. Se ha excavado la totalidad de la esclusa con su aliviadero y el puente sobre la misma. Las compuertas se accionaban mediante pistones mecánicos. Las compuertas permitían la limpieza, el llenado y 13

Fig. 7. Quinta esclusa. Planta complejo –Archivo Ministerio de Fomento. OH/625-.

el vaciado de la esclusa. Finalmente, el puente permitía salvar el canal con caballerías y carros. Las excavaciones arqueológicas de la quinta esclusa permitieron recuperar la totalidad de la estructura hidráulica y de parte del canal navegable. El conjunto de la esclusa se encontraba completamente enterrado por las avenidas del Manzanares, salvo la clave del puente, que seguía en uso hasta el momento de la intervención. Por este motivo se preservaron en buen estado las dos estructuras de la instalación de compuertas, 14

los paramentos del vaso de contención y el aliviadero del llenado del vaso. No obstante, tenemos que señalar que no se pudo excavar hasta el fondo del vaso por los problemas que generaba el nivel freático del río, que no se pudieron solucionar a pesar del empleo de bombas. Por otro lado, en la parte anterior y posterior de la esclusa se ha excavado parte del canal, encastrado mediante empalizadas de grandes puntales de madera se sección cuadrangular y tablones. La información obtenida de la excavación, junto a los datos históricos, así

Fig. 8a. Quinta esclusa. Planta; Fig. 8b. Quinta esclusa 3D.

como el conocimiento que tenemos del funcionamiento de otros complejos como el Canal de Castilla permite conocer bien el funcionamiento del Canal del Manzanares. Así, con la cota del vaso de la esclusa y la excavación del

canal intermedio entre la Cuarta y la Quinta permite afirmar que la base del canal en las compuertas de entrada es la cota mínima del tramo entre la Cuarta y la Quinta esclusas. Calculando la pendiente relativa y las cotas de los 15

Fig. 9. Fotograf ía aérea de la Quinta esclusa.

puentes de las esclusas anterior y posterior se puede deducir la profundidad de los vasos. Al conservarse los puentes se ha podido calcular la cota relativa de las esclusas. Gracias a la excavación de un tramo del canal se averiguó la pendiente, de 0,4513%. Con el grado de inclinación de la pendiente y la longitud, restando la cota de los puentes se han hallado las diferentes cotas de lo vasos de la Cuarta y Quinta esclusas.

Fig. 15. Sistema “mitra” de funcionamiento de las compuertas 16

En cuanto a las compuertas, hay que señalar que no se conserva ninguna de las compuertas del Canal. Por este motivo se ha interpretado su funcionamiento y tipología a través de las estructuras inmuebles conservadas. La arquitectura de la estructura y la documentación

histórica nos indican que las compuertas empleadas fueron de tipo “mitra”, con el ángulo obtuso a contracorriente, lo que permitía que la presión del agua ayudara a cerrarlas. El accionamiento de las dobles puertas se haría por medio de un cabestrante, de cuyo mecanismo se conservan los huecos en los sillares de los anclajes. Por otro lado, el aliviadero serviría para el llenado del vaso y el tránsito del caudal mínimo del canal, como se puede observar en algunas esclusas en funcionamiento hoy en día del Canal de Castilla. El relativo poco calado de la parte inferior del canal no sería problema para el tipo de barcazas de carga utilizadas, del tipo “gabarra”, que serían remolcadas por tiros de caballerías. Finalmente, señalar que la esclusa se restauró y consolidó. La problemática de la conservación de las estructuras que han estado en un medio subacuático nos llevó a tapar de nuevo los restos. Se procedió a realizar un escáner láser de la excavación y una reconstrucción 3D de la misma, cuyos videos se pueden descargar en los enlaces adjuntos.

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LIBROS Morín de Pablos, J. -Ed.- (2013): El Secadero de Cartón. Un complejo industrial en la cuarta esclusa del Real Canal del Manzanares, en MArqAudema. Serie Arqueología Moderna/Contemporánea. Madrid, 2010. https://www.academia.edu/3799610/ El_Secadero_de_carton._Un_complejo_industrial_en_la_Cuarta_Esclusa_ del_Canal_del_Manzanares Morín de Pablos, J. –Eds.- (2014): Real Canal del Manzanares. La Quinta esclusa, en MArqAudema. Serie Arqueología Moderna/Contemporánea. Madrid, 2014. Morín de Pablos, J. –Eds- (2014): Quinta esclusa del Real Canal del Manzanares. Trabajos de conservación: limpieza, consolidación, protección y cubrición. MArqAudema. Serie Restauración. Madrid, 2014.

ARTÍCULOS Morín de Pablos, J.; Cantallops Perelló, M.L., López Recio, M. et alii (2006): “El Madrid utópico. El Real Canal del Manzanares”, en Apuntes de Arqueología, XXII, Junio, 2006, p. 25. https://www.academia.edu/4885831/ El_Madrid_utopico._El_Real_Canal_ del_Manzanares 18

Sánchez Hidalgo, F.; Cantallops Perelló, M.L.; Morín de Pablos, J.; Tapias Gómez, F.; Gómez Camacho, M. y López Recio, M. (2007): El Real Canal del Manzanares. Excavación de un proyecto de obra civil del siglo XVIII, en Primer Simposio Audema. La investigación y difusión arqueopaleontológica en el marco de la iniciativa privada (Madrid-Guadalajara, 24 y 25 de oct. de 2007). Madrid, 2007, pp. 347-362. Morín, J.; Agustí, E.; Cantallops, M.L.; Escolà, M.; Gandullo, J.A.; Guerra, P.; Illán, J.M.; López Fraile, F.J.; López Recio, M.; Roberto de Almeida, R. y Sánchez, F. (2008): Madrid. La gran obra civil del Ayer y del Hoy. Un modelo de recuperación arqueológica de los grandes proyectos urbanísticos de la ciudad, en Arqueología urbana en Cáceres. Investigaciones e intervenciones recientes en la ciudad de Cáceres y su entorno. Cáceres, 2008, pp. 263-276. Illán Illán, J.M.; Pérez San Martín, J.; Roberto de Almeida, R. Navarro Hernández, E.; Velasco Rodríguez, A.; López Fraile, F.J.; Catallops Perelló, M.L. y Morín de Pablos, J. (2009): El Real Canal navegable del Manzanares. Precedentes de las grandes obras de ingeniería en época moderna, en Actas de las Terceras Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid (29 y 30 de nov. y 1 de dic. de 2006). Madrid, 2009, pp. 327-334.

https://www.academia.edu/5317965/ El_Real_Canal_del_Manzanares._Precedentes_de_las_grandes_obras_de_ ingenieria_de_la_epoca_moderna Illán Illán, J.M.; Morín de Pablos, J.; Sánchez Hidalgo, F.; Pérez San Martín, J.; Roberto de Almeida, R.; Navarro Hernández, E.; Velasco Rodríguez, A. y Gorosarri Rodríguez, J. (2009): El Real Canal Navegable del Manzanares: la ingeniería civil durante la Ilustración, en Actas de las Cuartas Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid (21 a 23 de noviembre de 2007). Madrid, 2009, pp. 101-109.

VIDEOS Real Canal del Manzanares. Fotogrametría de la Quinta esclusa (ArqueoAUDEMA). http://www.youtube. com/watch?v=KPFW8WaSWIc Real Canal del Manzanares. Infograf ía de la Quinta esclusa. http://www.youtube.com/watch?v=BZn1TeTwtRw

Morín de Pablos, J.; Cantallops Perelló, M.L.; Escolà Martínez, M. el alli (2013): El Conjunto de la Cuarta esclusa del Real Canal del Manzanares, en Actas de las VII Jornadas de Patrimonio Arqueológico de la Comunidad de Madrid (Madrid, 2010). Madrid, 2013, pp. 471474. https://www.academia.edu/5304173/ El_conjunto_de_la_Cuarta_Esclusa_ del_Real_Canal_del_Manzanares

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FOTOGRAMETRÍA A la hora de establecer un sistema de documentación óptimo para la quinta esclusa de Real Canal del Manzanares, aparte de las planimetrías arqueológicas, se propuso realizar un modelo de tres dimensiones (3D) del conjunto de las estructuras. De esta manera se obtendría una información detallada de todos los paramentos con una ubicación espacial precisa. Para la realización de estas labores existen dos sistemas técnicos distintos con similares resultados: la fotogrametría y el escaneado láser. Ambos permiten reconstruir la realidad mediante nubes densas de puntos con color de foto, generando un modelo 3D que reproduce el objeto analizado de forma fidedigna. Las diferencias entre un sistema y otro consisten en la precisión y el tratamiento de los modelos. Si bien el escáner láser es más rápido y detallado, la fotogrametría permite llegar a precisiones cercanas al primero. Por la propia naturaleza del elemento arquitectónico, sin una estructura excesivamente compleja, se eligió la fotogrametría como método óptimo entre resultado y costes. La fotogrametría nace a mediados del siglo XIX con Aimé Laussedat, la primera persona que fue capaz de obtener mediciones precisas mediante el tratamiento de fotograf ías. En varios países europeos comienza a extenderse 20

como práctica aislada, llegando a España en 1886 con un levantamiento del barranco de Vista Hermosa de Madrid a 1:1.000, obra de Torres Quevedo. La evolución es constante a lo largo del siglo XX, con los avances de los primeros restituidores (principios del s. XX), el cálculo electrónico (mediados del s. XX) y, por último, la llegada de la era digital para la fotogrametría, con gran empuje desde los años 80. Hoy día, se siguen utilizando los métodos tradicionales analógicos y analíticos, con los característicos montajes de pares de fotos con cámaras dobles y grandes restituidores ópticos. Sin embargo, la fotogrametría digital poco a poco a ido desbancando esta manera de trabajar, ya que ofrece muchas ventajas al utilizar herramientas automáticas o semiautomáticas de extracción de datos, evidentemente ganando tiempo, además de precisión y versatilidad. La fotogrametría digital se puede dividir en tres grandes ámbitos de trabajo, como ramas que siguen diferente camino y se diversifican. La clasificación responde a una diferenciación básica según la distancia desde donde se realizan las fotograf ías. Esta es una diferencia de peso, ya que según la distancia surgen matices importantes en cuanto a la geometría y diferentes errores de cálculo matemático a considerar. Las

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soluciones divergen desde diferentes ámbitos, creándose distintas líneas de problemática, teoría y aplicaciones prácticas.



Los tres grupos son los siguientes: •

Fotogrametría terrestre: la fotograf ía tiene con distancias menores a 300 m., por lo que no se tienen en cuenta errores de esfericidad o refracción.



Fotogrametría aérea: obviamente la toma de fotograf ías se realiza desde vehículos aéreos, dependiendo la distancia del espacio a modelas y la calidad de detalle del mismo. Se utiliza básicamente para producir Modelos Digitales de Terreno (M.D.T.) y ortofotograf ías. Fotogrametría satélite: utiliza los mismos principios básicos que la aérea, aprovechando los avances en la resolución de la fotograf ía satélite.

Apoyo topográfico

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Vista general nube de puntos

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Salvo para estudios de grandes áreas de terreno, la Fotogrametría terrestre es la más utilizada en aplicaciones para la Arqueología. Existen numerosos trabajos dedicados al análisis del territorio en relación con las ocupaciones y explotaciones humanas. Para estos casos es muy útil, por ejemplo, el uso de modelos de terreno con base de ortofotograf ía, en los que visualmente se aprecian las barreras y los condicionantes geográficos (p.ej. análisis de captación de materiales). Sin embargo, hay que destacar el valor documental de la fotogrametría terrestre centrada en los niveles y estructuras arqueológicos. Resulta muy útil, a modo de ejemplo, la modelización de una columna estratigráfica o una pintura rupestre, reproduciendo su forma volumétrica. La fotogrametría realizada en la quinta esclusa es de tipo terrestre, utilizando cámaras digitales desde dentro y fuera de la misma. Para el procesado de de las fotograf ías digitales se ha empleado un software de tipo comercial, con capacidad de restituir puntos comunes de las fotograf ías y convertirlos en coordenadas tridimensionales de XYZ. El primer paso necesario para el trabajo es idear un plan de desarrollo de labores para que no falte ningún detalle. La estructura objeto de estudio tiene la peculiaridad de ser estrecha y alargada, además de tener varios planos diferentes debido a ser un canal bajo el terreno. Se adaptó un plan de recogida de datos 24

adaptando las estaciones de cámara a los elementos subterráneos y a los de superficie. Por este motivo, además de las fotograf ías normales con trípode, se hicieron fotos elevadas a gran altura por medio de una “pértiga” (8 m. de altura) y globo aerostático (más de 20 m. de altura). Después hay que seguir el plan propuesto y realizar las fotograf ías. La planificación varía ligeramente al ver los encuadres de la cámara, porque a veces interesa retener más campo visual en detrimento de la angulación. El tiempo de la toma de fotograf ías varía según las condiciones y características del yacimiento. En este caso, la toma de fotograf ías duró alrededor de tres horas. Una vez que se han realizado todas las fotograf ías comienza el trabajo con el PC. Las fotos son descargadas y nombradas de forma que facilite su reconocimiento con respecto a nuestro croquis. El procesado a través del programa de fotogrametría se realiza fotograf ía a fotograf ía con la identificación de los puntos de control visibles y su referenciación. Una vez referenciados un mínimo básico de punterías el programa realiza los cálculos matemáticos necesarios para asignar a cada punto una coordenada precisa. El proceso matemático consiste simplemente en la resolución de problemas trigonométricos. El software resuelve los problemas planteados según las posiciones

de la cámara para cada foto, el error lenticular de la cámara y la focal utilizada. Las fotograf ías, ya sean digitales o analógicas, representan la realidad de forma distorsionada. El denominado error lenticular reside en la inevitable utilización de lentes de cristal en la cámara fotográfica. La fotograf ía contiene un error de tipo circular que aumenta de manera directamente proporcional a la focal. Cuanto menor es la focal más espacio de realidad aparece representado, pero mayor es la distorsión y el error lenticular. Por ejemplo, un objetivo de 20 mm. (denominado “ojo de pez”) conlleva un error mucho mayor que uno de 300 mm. Por otro lado, con anterioridad al proceso, se ha calibrado la focal de la cámara con la que se va ha desarrollar el proyecto fotogramétrico. De esta manera, el programa promedia los errores lenticulares de cada foto y calcula las distancias de todos los puntos referenciados. El resultado es la creación de una nube de puntos con coordenadas absolutas. Se define la X, Y y Z de todos los puntos con una precisión global que no supera los 5 mm. de error respecto a su posición relativa real. El modelo de 3D de la quinta esclusa del Manzanares cuenta con un total de 512 puntos referenciados y una nube densa de varios millones de puntos. Cada uno de estos puntos tiene un color asignado que se corresponde con la visual de la cámara fotográfica. El resultado es un modelo de 3D con textura de foto.

nube de puntos en software meshlab

Aparte de la nube de puntos tendente a “fotograf ía en 3D”, también se pueden extraer mallados complejos a partir de los puntos, consiguiendo un modelo texturizado con fotograf ía. Una gran utilidad que ofrece la fotogrametría es que puede generar superficies entre los puntos y aplicar como “mapa” o “textura” partes de las mismas fotograf ías que sirvieron para el proceso. De esta manera, la utilidad es doble: es posible crear ortofotograf ías y, de forma más compleja, modelos de 3D que reproducen la realidad. 25

El trabajo de fotogrametría se entrega en el presente documento así como en formato digital con dos interactivos y un video. Los dos interactivos se corresponden con un modelo de nube de puntos y un modelo 3D mallado con textura ortofotográfica. El video de alta calidad tiene una duración de 2 minu26

tos y muestra con diferentes vuelos de cámara el modelo fotogramétrico de la esclusa.

Planta a partir del modelo 3D

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alzados a partir del modelo 3D

alzado norte del modelo 3D

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alzado sur del modelo 3D

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RECONSTRUCCIÓN RECONSTRUCCIÓN VIRTUAL VIRTUA La Infograf ía de elementos patrimoniales siempre parte de una hipótesis de trabajo de cómo fueron las estructuras arqueológicas a reconstruir. El punto de partida son los restos arqueológicos excavados y una completa documentación de los mismos. A partir de estos datos se elabora una hipótesis de su cronología, funcionalidad e importancia de carácter histórico patrimonial. Además, como apoyo a los datos arqueológicos se ha recurrido a las fuentes documentales y al paralelo de estructuras hidráulicas de similares características existentes hoy día. Las excavaciones arqueológicas de la quinta esclusa han dado como resultado la recuperación de prácticamente la totalidad de la estructura hidráulica y de parte del canal navegable. El conjunto de la esclusa se encontraba completamente enterrado salvo la clave del puente, que seguía en uso hasta el momento de la intervención. Por este motivo se preservaron en buen estado las dos estructuras de instalación de compuertas, los paramentos del vaso de contención y el aliviadero de llenado del vaso. No obstante, no se pudo excavar hasta el fondo del vaso por los 30

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Excavación canal Cuarta esclusa

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Quinta esclusa

Sexta esclusa

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problemas lógicos de inundación (sin posibilidad de desecar por medio de bombas debido al enorme caudal derivado). Por otro lado, en la parte anterior y posterior de la esclusa se ha excavado parte del canal, encastrado mediante empalizadas de grandes puntales de madera de sección cuadrangular y tablones. Además, una intervención arqueológica anterior en el canal entre la cuarta y la quinta esclusa ofreció datos interesantes para la interpretación de la construcción del mismo. Este tramo de canal, aguas arriba y cercano a la cuarta esclusa, conservaba tres niveles de bancales igualmente estabilizados por medio de maderas. Aparte de los datos arqueológicos los documentos históricos de la época han resultado muy ilustrativos sobre la realidad del canal. Existen documentos que describen las diferentes construcciones y reformas del Real Canal a lo largo de su historia. Un gran número de planos caracterizan las obras de infraestructura. Por otro lado, se conservan varias esclusas del canal en estado de semiruina. En concreto, se puede observar y estudiar gran parte de la novena y décima esclusa. El modelo constructivo se repite de forma básica, con la ausencia de los elementos lígneos y los mecanismos mecánicos para su funcionamiento.

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Otros canales de diferente procedencia y características pueden resultar muy útiles para la comprensión de estas infraestructuras hidráulicas. Por ejemplo, el Canal de Castilla llegó a tener 42 esclusas rectangulares del siglo XIX con dimensiones y tipología muy similar (aparte de otras 36 ovales del siglo XVIII). Muchas de ellas están recuperadas y en funcionamiento. En fechas similares se construye el Canal Imperial de Aragón o el inconcluso Canal del Guadarrama, siguiendo las mismas ideas ilustradas. Otro paralelo podría ser el funcionamiento del Canal del Mediodía francés (siglo XVII), hoy navegable en su totalidad en el paso del Atlántico

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al Mediterráneo. De la misma época que el Real Canal del Manzanares, finales del XVIII - principios del XIX, hay que destacar la construcción del Canal de Erie, que conectaba los Grandes Lagos con la ciudad de Nueva York. Teniendo en cuenta todos los datos arqueológicos y documentales la interpretación de la esclusa y su entorno se puede resumir en la reconstrucción de varios elementos: profundidad del vaso, compuertas y aliviadero, y canal. El vaso de la esclusa no fue excavado en su totalidad. Sin embargo, se puede inferir la cota aproximada del mismo gracias al conocimiento de otros datos obtenidos de otras esclusas y la excavación de un tramo de canal intermedio. La base del canal en las compuertas de entrada es la cota mínima del tramo 4ª a 5ª esclusa. Hallando la pendiente relativa y las cotas de los puentes de las esclusas anterior y posterior se puede deducir la profundidad de los vasos. Al conservarse los puentes se ha podido medir la cota relativa de las esclusas. Gracias a la excavación de un tramo del canal se averiguó la pendiente, de 0,4513‰. Con el grado de inclinación de pendiente y la longitud, restado a la cota de los puentes se han hallado las diferentes cotas de los vasos de la cuarta y quinta esclusa. Los paramentos del vaso y de los puentes se han reconstruido según los datos arqueológicos, con sillares, ladrillos y mampostería. 36

Segunda esclusa del Canal de Castilla en Capillas

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No se conserva ninguna de las compuertas en el Real Canal. Por este motivo se ha interpretado su funcionamiento y tipología. La arquitectura de la estructura y los planos históricos nos indican que las compuertas empleadas fueron de tipo “mitra”, con el ángulo obtuso a contra corriente, lo que permitía que la presión del agua ayudara a cerrarlas. El accionamiento de las dobles puertas se haría por medio de un cabrestante, de cuyo mecanismo se conservan los huecos en los sillares de los anclajes. Las compuertas se han modelado siguiendo las características de los materiales de la época, con plancha de hierro y refuerzo traseros de vigueta, además de una pasarela para que el esclusero accionara los cabrestantes. No obstante, aunque no se han representado las tajaderas en las puertas es muy probable que sí existieran, como en numerosos paralelos.

Detalle puente de la Quinta esclusa del Real Canal del Manzanares

Puente de la Octava esclusa del Real Canal del Manzanares 38

Detalle puente de la décima esclusa del Real Canal del Manzanares

Estado actual de la Novena esclusa del Real Canal del Manzanares 39

Por otro lado, el aliviadero serviría para el llenado del vaso y el tránsito del caudal mínimo del canal, como se puede observar en algunas esclusas en funcionamiento del Canal de Castilla. La reconstrucción infográfica del canal y el entorno se han basado en los datos arqueológicos y ambientales. La entrada del canal no tiene mucho calado, ya que cuanta más profundidad más se ha de excavar hacia la esclusa precedente. Con una altura máxima de 1,60 en cabeza, el canal necesita más de 3 m. de profundidad mediante abancalamiento. La excavación del canal entre esclusas mostraba un triple bancal con estructuras de madera. La primera plataforma era muy robusta con grandes estacas y tablones, mientras que las terrazas superiores se contenían con estructuras lígneas más endebles, ya que el agua no circularía tan arriba. El relativo poco calado de la parte inferior del canal no sería problema para el tipo de barcazas de carga utilizadas. Además de las descripciones de la época, existe documentación gráfica y fotográfica de las denominadas “gabarras”.

Detalle compuertas diferentes Esclusas en funcionamiento

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En cuanto al entorno se ha intentado reproducir la vegetación que debía existir en las inmediaciones de la esclusa y del mismo canal, teniendo en cuenta la proximidad del cauce artificial. Se ha representado vegetación herbácea arbustiva de ribera a ambos lados del

Ubicación de compuertas en cabeza de la esclusa

Sistema mitra de funcionamiento de compuertas

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canal y la esclusa. Igualmente, se ha intentado imitar la vegetación freatófila, tipo junco, en los laterales del cauce. Por último, aparecen dos olmos como árboles característicos. El trabajo infográfico se presenta por medio de imágenes generales y detalladas de los aspectos más destacables de la esclusa. Igualmente, un video de alta calidad muestra el paso de una gabarra por la esclusa hasta el siguiente tramo de canal.

Detalle la empalizada del canal

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Excavación canal entre la Cuarta y la Quinta exclusa

Construcción de un canal 43

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IMÁGENES DE LA RECONSTRUCCIÓN VIRTUAL

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CONSULTORÍA ARQUEOLÓGICA ENTIDAD PROMOTORA EMPRESA CONSTRUCTORA

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