Quevedo y Olivares: una nota cronologica a su epistolario

July 22, 2017 | Autor: Carlos M Gutiérrez | Categoría: Quevedo, Francisco de Quevedo
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Quevedo y Olivares: una nota cronológica a su epistolario Author(s): Carlos M. Gutiérrez Source: Hispanic Review, Vol. 69, No. 4 (Autumn, 2001), pp. 487-499 Published by: University of Pennsylvania Press Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3247160 Accessed: 04-09-2015 12:45 UTC

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QUEVEDO Y OLIVARES:UNA NOTA CRONOLOGICA A SU EPISTOLARIO M. GUTIERREZ CARLOS

University of Cincinnati NO de los temas mas llamativos de la asendereada de Francisco de Quevedo (1580-1645) biografia '"!! f de su relaci6n con Gaspar de Guzman, conde es el ^ _ AJ( y TL Olivares de y valido del rey Felipe IV. Como duque | J en destacado se ha muiltiples ocasiones, su inte; yi* lo que tradicionalmente * desde evolucion6 racci6n T*^ f se viene considerando como colaboraci6n (el romance "Fiesta de toros literal y aleg6rica," la comedia "C6mo ha de ser el Valido," la redacci6n-mancomunada o en solitario-de El Chiton de las tarabillas, ,etc.?) a la mas acendrada y reciproca enemistad (la Execracion, La hora de todos, la aspera, confusa y pertinaz prisi6n del escritor en San Marcos o el regusto airado y constante "mas alla de la muerte" que muestra Quevedo hacia el Conde Duque).1 La prodigalidad de la bibliografia reciente no hace sino respaldar el interes que tal relaci6n ha provocado en los estudios quevedianos. Me refiero, en concreto y entre otras muchas r

1 El 1 de agosto de 1645, recien muerto Olivares pero caliente aun el recuerdo de su prisi6n y un mes antes de su propia muerte, Quevedo le escribe a su amigo, el secretario real Francisco de Oviedo: "Bien memorable dia debe de ser el de la Magdalena, en que acabaron con la vida del conde de Olivares tantas amenazas y venganzas y odios que se prometian eternidad. Sefior don Francisco, isecretos de Dios grandes son! Yo, que estuve muerto el dia de San Marcos, vivi para ver el fin de un hombre que decia habia de ver el mio en cadenas" (Astrana, Epistolario 498-99).

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publicaciones, a sendas ediciones de la rescatada Execracion contra los judios y de El chiton de las tarabillas y a la monumental biografia del escritor que acaba de firmar Pablo Jauralde. Lo que esta en la palestra es, en buena medida, fijar o, en todo caso, adivinar la cronologia y motivaci6n de la ruptura entre Quevedo y Olivares. Los editores de la Execracion (xii) han adelantado dicha ruptura hasta, al menos, julio de 1633, cuando se redacta y fecha tan furibundo memorial en el palacio que el duque de Medinaceli tenia en Villanueva de los Infantes. Manuel Uri (49), por su parte, cree ver en El chiton los primeros indicios de dicha ruptura. Pues bien, en medio de toda esta oscilante interacci6n entre escritor y valido aparecen dos cartas, cruzadas entre ambos y transcritas consecutivamente en el Epistolario quevediano publicado por Astrana, sobre cuya dataci6n hay cierta discrepancia entre editores antiguos y modernos. Mientras Astrana Marin se decantaba por 1630, Jauralde y Uri propugnan 1631. A aclarar tal disensi6n responde la presente nota pero, antes que nada, ahi van las cartas. La primera es de Quevedo: Excelentismo sefor: ayer confirmo el Consejo la concordia que La Torre de Juan Abad y yo hemos hecho, con que se han acabado veinte y dos pleitos que tenia; y yo quedaredescansandoen haciendo las cuentas de lo que me debe la villa. Sere dichoso si, lo que siempre he deseado, que es servir a vuestra merced, se me cumple en algo. Yo empece a escribir aquel libro por mandado de su excelencia; tengo sospechas que no di buena cuenta de lo que se me encarg6, pues ha mas de un aio que vuecelencia lo ataj6. Confieso que ha sido particular favor hacer vuecelencia que me respondael silencio, por excusarme la reprehensi6ny la censura. Y pues vuecelencia (Dios le guarde), por su grandeza ha torado este medio tan suave con mi ignorancia,le suplico sea servido de mandarque lo que escribi se me entregue,para que delante de la persona que me lo diere lo rompa, y me asegure de que nadie lea mis disparates; que certifico a vuecelencia (en cuanto mas puedo), que mi deseo y celo no puede ser mejor, mas la falta de talento y estilo es mengua,y no culpa. Y porque me atrevo a pedir a vuecelencia, y no a porfiarle, de no mandarlo vuecelencia, me dare por respondido y siempre criado y hechura de vuecelencia, prevendremi incapacidada la penitencia de sus afrentas. De Dios a vuecelencia larga vida con buena salud, como yo deseo. Excelentisimosefior, Besa a vuecelencia la mano su criado Don Francisco de QuevedoVillegas. (244)

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A tan logrado y sutil entreverado quevediano de captatio benevolentiae, dolidas indirectas, litotes y perlocuci6n se sigui6 la respuesta del Valido que igualmente copio del Epistolario: Vuesa merced no me conoce bien, pues juzga lo que me dice. Yo dijeraa vuesa merced lo que siento y a todos; y con verdadno puedo yo decir que vuesa merced no escribe bien, ni que hay otro que escriba ni tan bien. Lo de Ingalaterrame embaraz6,por el estado que iba tomando la paz que se ha concluido;y asi es menester mudarlo.Y mi falta de tiempo ha dilatado esta, como otras cosas que importan,aunque 6sta es sobre todas. Vuesa merced no me tenga por desigual, y asegirese que le estimo mucho y pido a vuesa merced que no se canse de darme priesa, porque en todo caso, quiero que trabajeen esto hasta ponerlo en perfecci6n. Dios guarde a vuesa merced. Del Aposento:viemes 20 de diciembre.

(244)

La discrepancia a que me referia radica en casar la unica referencia temporal explicita de las cartas (ese "viernes 20 de diciembre") con otras que, implicitamente, emanan de su contenido (resoluci6n de los pleitos quevedianos, aparici6n del Chiton, paz con Inglaterra en noviembre de 1630). Astrana Marin lo tenia claro, aunque no ofrecia argumentos probatorios explicitos: "No ostentan aio las dos cartas precedentes, aunque por la del Conde Duque deduicese el de 1630" (245). De tal dataci6n han disentido recientemente Pablo Jauralde (FdeQ 604-605) y Manuel Uri (14-16) en sus citados trabajos, proponiendo a su vez 1631 como fecha de ambas. .Con cual hemos de quedarnos? En las paginas que siguen confio en demostrar que no s6lo la carta olivariana sino tambien la de Quevedo fueron escritas en diciembre de 1630. Para ello me amparo en argumentos de naturaleza textual y contextual, ademas de en la consulta del propio calendario. A presentar esos argumentos, los cuales ire exponiendo y cotejando con los que Jauralde y Uri utilizan para proponer 1631, se dedican las siguientes paginas. El primer argumento a favor de la adscripci6n de las referidas cartas a 1630 no puede ser otro que el calendario. Partiendo de un documento de 1631 de "concierto y transacci6n" de los pleitos quevedianos al que inmediatamente me referire en mi argumentaci6n y que Jauralde asimila, en mi opini6n sin pruebas concluyentes, a esa "concordia" a la que se refiere la carta del escritor (Epistolario 244), el biografo quevediano propone (FdeQ

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604) dicho afio para la carta de Quevedo. Siguiendo tal premisa, Jauralde se confunde al proponer tambien 1631 como fecha de la repuesta del Valido basandose en un supuesto refrendo del calendario: "30 de diciembre. Viermes que sera, por tanto, de 1631" (604), cuando en la carta de Olivares, que el propio Jauralde adjunta en la pagina siguiente, se lee "viemes 20 de diciembre" (605; la cursiva es mia). Descontando la errata, y dado que la carta va fechada efectivamente un viernes 20 de diciembre, dicha fecha solo puede corresponder en semejante marco referencial a 1630, como evidencian los calendarios correspondientes a los meses de diciembre de 1630 y 1631 que incluyo a continuaci6n:2 Diciembre de 1630 Lunes Martes Miercoles Jueves 2 9 16 23 30

3 10 17 24 31

4 11 18 25

5 12 19 26

Viernes Sabado Domingo 1 7 8 6 14 15 13 22 21 20 27 29 28

Diciembre de 1631 Lunes Martes Miercoles Jueves 4 1 2 3 9 10 11 8 16 17 15 18 22 23 24 25 31 29 30

Viemes 5 12 19 26

Sabado Domingo 7 6 14 13 21 20 28 27

Como se ve, el dia 20 de diciembre de 1630 fue viernes, mientras que dicho dia cay6 en sabado al afio siguiente. Asi pues, la carta de 2 Para conocer el dia de la semana he consultado un par de calendarios disponi-

bles ad hoc en internet (http://www.calendarhome.com y http://www.timeanddate. corn/calendar), asi como otro sitio, tambien de internet, en el que se explicitan las f6rmulas matematicas a utilizar para saber en qu6 dia de la semana cay6 una fecha de un anio determinado (http:/Awww.mcs.csuhayward.edu/-maleMahlinks/Weekdays.ht). En todos los casos, dichas f6rmulas y resultados tienen en cuenta tanto la temprana adopci6n que la Monarquia Espaiola hizo, junto con Italia y Polonia, del calendario gregoriano en 1582 como el c6mputo de afos bisiestos.

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Olivares hay que fecharla sin duda el 20 de diciembre de 1630, como la siguiente argumentaci6n textual y contextual espero reforzara. Manuel Uri, citando el libro entonces inedito de Jauralde y siguiendo la asimilacion de este entre "concordia" y "concierto y transacci6n," allega en su edici6n del Chiton el que parece ser el argumento mas concluyente de que ambas cartas son de 1631: un documento de concierto y transacci6n de la primavera de 1631 que marca la resoluci6n de unos pleitos quevedianos con los vecinos de La Torre de Juan Abad y al que me referia arriba. Segun Uri (15-16), la carta de Quevedo remite obligatoriamente a diciembre de 1631 por la referencia de Quevedo a la finalizacion de ese aiejo pleito con el concejo y vecinos de La Torre: "ayer confirm6 el Consejo la concordia que La Torre de Juan Abad y yo hemos hecho." Para la dataci6n del fin de dicho pleito Jauralde y Uri se apoyan en el documento del 29 de mayo de 1631 "Concierto y transacci6n entre don Francisco de Quevedo Villegas y el concejo de la villa de la Torre de Juan Abad" que ya fue publicado por Perez Pastor en su Bibliografia madrilena y resefiado por Astrana en el volumen destinado a las "Obras en verso" de su edicion de las Obras completas de Quevedo (990). Sin embargo, y como recordaba el propio Astrana (989) en nota aunque sin aducir pruebas, esa "concordia" se llevo a cabo a finales de 1630, poco despues de que Quevedo entregara a La Torre, requerido por sentencia del Consejo de Castilla, todos los titulos, procesos, sentencias judiciales y documentos relativos al pleito con dicha villa que obraban en poder del escritor y cuya rendicion habia escamoteado durante afos, despues de haberse hecho habilmente con ellos en Toledo (986-989). Segun aventuraba Gonzalez Palencia, Quevedo debi6 de entregar los papeles a tenor de lo que se deduce del documento siguiente: "Pag6 la villa de la Torre de Juan Abad sesenta reales y no mas, a quenta de ochenta y seis, de las piezas que ha presentado don Francisco de Quevedo, que ha rubricado el Consejo. En Madrid, a veinte y cuatro de julio de 1630"(615). La entrega de los papeles hubo por tanto de producirse en alguinmomento entre el 18 de febrero, fecha de la ultima requisitoria, y el 24 de julio de 1630, fecha de la entrega documentada. De todo lo anterior se deduce que, probablemente, nos hallamos ante dos tramites procesales diferenciados en el tiempo: "concordia" (,diciembre de 1630?) y "concierto y transaccion" (marzo o mayo de 1631). En ese supuesto, ,puede Quevedo referirse en su carta a un principio de acuerdo previo en dicho pleito-a la concordia-

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mientras que el documento catalogado (que no transcrito3) por Crosby y Jauralde (Documentos 167) y citado por Uri (Chit6n 15-16) sea la sanci6n oficial de aquella concordia, convertida ahora en "concierto y transacci6n"? A este respecto hay que reseiiar una disensi6n mas en cuanto a fechas. Uri dice, apoyandose en la biografia quevediana entonces inedita de Jauralde, que el documento de concierto y transacci6n lleva fecha del 25 de julio de 1631. Jauralde, sin embargo, da dos fechas adicionales: en la coedici6n de los Documentos con Crosby el 21 de marzo de 1631 (167) y en Francisco de Quevedo el 29 de mayo de 1631 (604), fecha esta ultima que tambien recogian Astrana (Obras completas II 990) y Perez Pastor. Se trate de marzo o mayo de 1631, tal oscilaci6n no afecta esencialmente al prop6sito y argumentaci6n de la presente nota. Un argumento adicional que Jauralde anade como prueba de que las cartas cruzadas entre Quevedo y Olivares son de 1631 reside en que en sendas cartas al duque de Medinaceli del 25 de septiembre de 1630-"Voy acabando mis pleitos; y si Dios quiere, he de estar sin esta plaga antes de dos meses" (Epistolario 238; enfasis mio)-y del 7 de diciembre del mismo afio-"cada dia dicen sale mi despacho y ayer me dio Asperilla parabien, sin saber yo de que" (243)-, Quevedo se refiera a dicho pleito. Sin embargo, dicha sucesi6n de referencias, que en un crescendo temporal anticipa la conclusion de dicho pleito apoya, precisamente, el que las cartas se cruzaran en diciembre de 1630 y no en 1631. Y ello por dos motivos de estricta consecutividad. Primero: si la carta de Olivares es del 20 de dicembre de 1630 y ha contestado (con la inmediatez que parece propia del caso y de su tardanza en la supervisi6n "editorial"previa del libro por el encargado) a una carta de Quevedo que comenzaba "Ayer confirm6 el consejo la concordia... con que se han acabado veintid6s pleitos que tenia" (244), ,por que no puede ser la carta de Quevedo de la segunda semana-9 al 15-de ese mismo mes de diciembre de 1630 y haber sido escrita entre la primera referencia al cercano fin de 3 Seialan los insignes quevedistas en el Prologo que han "prescindido de algunas series documentales ya cabalmente publicadas" (10), entre las que incluyen los pleitos en cuesti6n apelando a los trabajos de Angel Gonzalez Palencia aparecidos anteriormente y, en concreto, al articulo "Los pleitos de Quevedo con la Villa de la Torre de Juan Abad" (Boletin de la Real Academia 14 [1927]: 495-519 y 600-619). En dicho articulo, sin embargo, tampoco se encuentra transcrito, sino descrito muy sumariamente, el documento de "concierto y transacci6n" de marras.

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los pleitos que el escritor hace al duque de Medinaceli, el 7 de diciembre, y la contestaci6n del Conde Duque, el 20 de dicho mes? En ese marco temporal, la carta de Quevedo que nos ocupa y la transacci6n bien pueden indicar tres momentos consecutivos en lo que se refiere a la soluci6n de sus pleitos. En el primero (septiembre a diciembre de 1630), Quevedo habria vislumbrado un atisbo de acuerdo entre la villa y el, lo que le habria dado pie a sentirse esperanzado ante la pronta resoluci6n de los pleitos, como parecen reflejar las referidas cartas al de Medinaceli del 25 de septiembre y del 7 de diciembre de 1630. Un segundo momento (,segunda semana de diciembre de 1630?) reflejaria el principio de acuerdo puiblico y oficial4 ("ayer confirm6 el Consejo la concordia que La Torre de Juan Abad y yo hemos hecho" [244]) tras el que vendrian los susodichos y definitivos "concierto y transacci6n" objeto del protocolo de la primavera del aio siguiente. No olvidemos que, si se trata de una transacci6n, nos hallamos generalmente ante un arreglo de naturaleza econ6mica. Por eso tiene sentido que entre este tercer momento del "concierto y transacci6n" en la primavera de 1631 y el segundo, a mediados de diciembre del ano anterior (cartas cruzadas entre escritor y valido), Quevedo pueda haber estado entretenido "haciendo las cuentas de lo que me debe la villa," como anticipaba golosamente en la carta decembrina a Olivares. Resultaria extraio que el escritor se refiriera a un momento inmediatamente posterior al "concierto y transacci6n" de la primavera de 1631 como sugiere Jauralde (FdeQ 604), ya que lo que parecen dar a entender precisamente dichos "concierto y transacci6n" es que las cuentas ya estaban hechas.5

4 Me queda la duda de si ese "Consejo," que siempre se suele leer como "Consejo de Castilla" no serd mas bien "concejo" y se refiera al refrendo que el pleno de las autoridades municipales de La Torre estarian dando a las gestiones y preacuerdos que con Quevedo habian hecho las personas comisionadas por dicha villa para el seguimiento cortesano del pleito, como era el caso. 5 Ambos terminos remiten tanto por separado como, especialmente, juntos a una operaci6n de naturaleza econ6mica a la que se llega previo acuerdo entre las partes. Por ello esa ruptura de la consecutividad y de la 16gica procesal me parece harto dificil de explicar en el caso de que, como sugieren Jauralde y Uri, "concierto y transacci6n" equivalieran a esa "concordia" confirmada por el Consejo a la que alude Quevedo en su carta a Olivares. /Por que iba a estar Quevedo "haciendo las cuentas de lo que me debe la villa" (Epist. 244) despues de haber pasado ya por los susodichos "concierto y transacci6n?"

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El segundo argumento de "consecutividad" que apoya el que las cartas se escribieran en diciembre de 1630 y no un afio despues es el uso de presente perfecto en la carta de Olivares ("la paz que se ha concluido" [246])-es decir, el tratado de paz con Inglaterra firmado el 15 de noviembre de 1630-, que parece remitir a un pasado inmediatamente cercano, como efectivamente lo seria si ambas cartas fueran, como creo, del mes siguiente a dicha paz. De otra manera el uso de dicho tiempo verbal para recordar un hecho acaecido un aio antes-como ocurriria en el caso de que las cartas fueran de 1631-, resultaria un poco extranio por parte del Conde Duque. Igualmente extraio seria que Olivares se escudara en negociaciones diplomaticas finalizadas trece meses antes para justificar su retraso lo que, por el contrario, si tiene sentido al situar las cartas en diciembre de 1630; esto es, un mes despues de la paz con los ingleses. Curiosamente, existe otra "conexi6n inglesa" en estas cartas ya que Jauralde afirma (FdeQ 605) que las fechas contenidas en aquellas no cuadran con el Chit6n y que las alusiones que contienen (sobre todo a ese libro pergefiado "por mandado de su excelencia" [Epistolario el 244]) se refieren a otro libro quiza centrado-aventura quevedista-en la politica exterior y, en concreto, a las relaciones con Inglaterra. Concuerdo con Jauralde en que las cartas aluden, efectivamente, a otra obra que muy bien pudo ser de politica exterior, materia en la que Quevedo habia querido significarse recientemente. Sin ir mais lejos, el escritor acababa de enviar dos antos antes, en 1628, un memorial de tono deliberativo al Rey: el Lince de Italia y Zahori espanol. Este memorial, centrado en Italia y en las ambiciones que los franceses tenian alli, era tambien una plataforma con la que Quevedo buscaba tanto proponer consejos politicos como glosar, recordar y justificar su amplia experiencia en asuntos italianos y los servicios por 1e prestados a la Corona, mientras sefiala que su actitud "no es ostentarme suficiente para la pretension, sino acreditarme ejercitado para el advertimiento" (Obras Completas I, 788). Es posible, por tanto, que el Valido recogiera el guante del interesado ofrecimiento de Quevedo y viera a este como potencial ariete intelectual en asuntos de politica exterior, aunque el que fuera Inglaterra el motivo concreto del encargo se me hace mas cuesta arriba. Y ello por dos motivos: 1) ,que sentido tendria para Olivares seguir alentando un trabajo del belicoso Quevedo exclusivamente sobre Inglaterra cuando se acababa de firmar una paz con ella? 2)

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Quevedo carecia de experiencia in situ, al contrario que en los casos de Francia y, sobre todo, Italia. Fuera de algunos poemas burlescos o de circunstancias y del cuadro xxxvII de La hora lo ingles no concit6 excesivo interes en el escritor. De cualquier modo, y a fecha de hoy, no sabemos a que libro escrito "por mandado de su excelencia" se esta refiriendo Quevedo en su carta. No se trata, desde luego, de El chiton de las tarabillas, en lo que coinciden Astrana (Epistolario 245) y Jauralde (FdeQ 605). Sefiala este ultimo (599) que El chiton, obra clandestina y an6nima escrita en apoyo de la politica economica olivarista y atribuida a Quevedo,6 fue escrita necesariamente antes del 9 de mayo de 1630, fecha del primer oficio y remisi6n de la obra a la Inquisicion. El biografo del escritor adjunta tambien diversos testimonios de que el opusculo quevediano fue impreso y distribuido a traves de la imprenta de Juan Flamenco por el colaborador del impresor, el frances Antonio Roqueta, personaje que tiene dejes cuasi quijotescos en el fluctuar de su apellido: /Roquete? ,Roqueto? ,Roqueta? (600-601). Por otro lado, Jaime Moll (467) situo la impresion del papel en los torculos de la viuda de Alonso Martin mientras Lope de Vega (283), en carta al duque de Sessa, recogia el rumor coetaneo de que habia sido impreso por Bernardino de Guzman. Sea ello como fuere, nos queda clara una cosa: la obra se imprimio en Madrid y, se hubiera tratado de diciembre de 1630 6 de diciembre de 1631, Quevedo no podia estar refiriendose en su carta al Chiton, que ya habia corrido lo suficiente como para estar denunciado a la Inquisicion en fecha tan temprana como el 5 de mayo de 1630.7 Con respecto a El chiton lo mas sensato es, dice Jauralde (FdeQ 603), pensar que fue un encargo a Quevedo con cuyo Olivares no qued6 contento y paro, pese a lo cual la obra se publico teniendo que salir a la palestra Hurtado de Mendoza para marcar distancias entre el Conde Duque y El chiton y su autor o autores. Este es un extremo que me parece improbable si, como se deduce de las cartas objeto de esta nota, los encargos propagandisticos de Olivares a Quevedo (reparese: textos que no salian motu proprio de

6La obra apareci6, y ello fue patente para la mayoria de sus coetaneos, con un falso pie de imprenta (Huesca: 1630) pero fue editada en Madrid. 7 En la pagina 17 de la edici6n del Chit6n por Uri hay una errata ya que la obra no fue denunciada a la Inquisicion en 1631, como alli se apunta, sino en 1630.

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la pluma de este) pasaban por una supervisi6n minuciosa de aquel. Lo que es mas: ,puede concebirse en esas circustancias que Quevedo hiciera por su cuenta y riesgo o facilitara la impresi6n clandestina de El chiton, como aventura Uri? (17). ,Seria logico que si en el Chiton se le hubiera escapado de las manos a Quevedo, siendo como parece obra directamente encargada por el equipo olivarista (y quien dice equipo olivarista dice indudablemente Olivares), el Conde Duque no hiciera referencia alguna al asunto y le siguiera confiando y encareciendo la redaccion de otra obra propagandistica como se deduce de las cartas, fuera cual fuera su fecha de redacci6n? ,Seria de recibo que Olivares alabara a Quevedo-"no puedo yo decir que vuesa merced no escribe bien, ni que hay otro que escriba ni tan bien" (Epistolario 244)-y que le animara-"quiero que trabaje en esto hasta ponerlo en perfecci6n" (244)-a la prosecucion de otro encargo despues de haber mediado semejante desencuentro respecto al Chiton como sugiere Uri (17-18)? ,Estaria Olivares dandole parabienes8 al escritor de estar molesto con el? Mi respuesta a estos interrogantes es, desde luego, negativa. Concuerdo con Uri (17-18), sin embargo, aunque no con su argumentacion (fundada en fechar las cartas en 1631 y aplicar su contenido al Chiton), en que las desavenencias entre Quevedo y Olivares son mas tempranas (,1630? ,1631? ,1632?) de lo que los testimonios presentes autentifican. Es algo que, estoy convencido, el tiempo y documentos quiza hoy desconocidos certificaran. Un tercer y definitivo argumento adicional para reforzar la dataci6n de las cartas objeto de la presente nota en 1630 se encuentra en

8Me refiero, en concreto, a la referencia contenida en una carta de Quevedo al duque de Medinaceli, de fecha 7 de diciembre de 1630: "cada dia dicen sale mi despacho y ayer me dio Asperilla parabien, sin saber yo de que" (Astrana, Epistolario 243). Asperilla era, como sefiala Jauralde (FdeQ 688), un mote quevediano para designar a Olivares entre amigos de confianza. Asi, en carta a Sancho de Sandoval de 12 de febrero de 1635, el escritor comenta la posibilidad de que Felipe IV se pueda poner al mando de las tropas: "la guerra hace estimar a las personas por su valor, y yendo su majestad, si fuere, habra menos Asperilla y mas Don Felipe, y los ojos de su majestad seran secretarios y hara las consultas sin relaciones" (Epistolario 284). Este parabien a Quevedo refuerza, por otra parte, el que la concordia rubricada por el Consejo y aludida en la carta del escritor se produjera en esas fechas de diciembre de 1630 y, por tanto, sea un momento anterior a la "concordia y transacci6n" de la primavera siguiente.

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Quevedo y Olivares

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una carta posterior de Quevedo al duque de Medinaceli fechada, esta si, el 21 de diciembre de 1630 en la que relata Quevedo: Yo doy gran prisa a este sefior [Olivares]por ir a servir a vuecelencia, y se la doy sin susto de lo que hiciere u dejare de hacer; que estoy cierto que hara lo que me convenga,y no estoy dudoso de lo que suele hacer, ni temeroso de lo que puede, ni desprevenidopara lo que quisiere. Vivame vuecelencia,que lo demastodo es suenioy descarreo. (Epistolario 247) La prisa a la que se refiere el escritor la encontramos precisamente en su carta de marras al Conde Duque, cuando le conmina indirectamente a que, despues de mas de un aio sin respuesta, le de su parecer sobre ese desconocido escrito que Quevedo habia pergefiado "por mandado de vuecelencia." Obviamente, si Quevedo se esta refiriendo a una carta que habia mandado a Olivares y la respuesta de este a dicha carta es del 20 de diciembre de 1630, como queda probado por el calendario, la carta quevediana ha de ser necesariamente anterior a dicha fecha. Tanto el deictico ("este sefior") como, una vez mas, los tiempos verbales son esclarecedores en la carta a Medinaceli. Ese "doy gran prisa" refuerza la cercania, casi coetanea, de ambas cartas quevedianas: la que ha dirigido a Olivares y la que envia a Medinaceli. Asi pues, la carta quevediana al Conde Duque hubo de escribirse, si tenemos en cuenta las fechas a quo (carta a Medinaceli del 7 de diciembre en la que todavia parecen colear los pleitos) y ad quem (respuesta de Olivares al escritor el 20 del mismo mes), entre el 8 y el 19 de diciembre de 1630. La carta a Medinaceli es tambien, paralelamente, un claro indicio de los primeros movimientos de desafecci6n olivarista del autor del Buscon y, a la vez, un decidido brindis al duque, su nuevo mecenas. La redacci6n de la incendiaria Execracion bajo el cobijo ducal en Villanueva de los Infantes no estaba lejos. En lo que concierne a la respuesta de Olivares a ese meterle prisa de Quevedo, el tono de esa carta del valido fechada el viernes 20 de diciembre sugiere igualmente cierta inmediatez, a pesar de la ambiguedad de la frase: "Ymi falta de tiempo ha dilatado esta, como otras cosas que importan, aunque esta es sobre todas." La ambigiiedad radica en que el primer "esta" puede referirse a la propia carta o, desde un punto de vista sintactico mas plausiblemente, al asunto en cuesti6n, a las "cosas que importan", y por ende a la tardanza de mas de un afio en darle a Quevedo el parecer sobre la obra encargada, factores ambos motivadores del escrito quevediano. Me parece muy

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Carlos M. Gutierrez

HR 69 (2001)

significativo el que, si nos atenemos al epistolario conocido, esta sea la uiltima carta que escritor y valido se cruzan en muchos afios. En concreto, hay un lapso de casi 11 anos desde la carta copiada arriba hasta el memorial que Quevedo le dirige desde San Marcos, el 7 de octubre de 1641, solicitando clemencia (Epistolario 429-31). Si a ello afiadimos el hecho de que las cartas que nos ocupan denotan un silencio previo de mas de un anio por parte del Conde Duque (Quevedo habla de que "ha mas de un ano que vuecelencia lo ataj6" y de que le ha respondido el silencio [244], mientras que Olivares refiere los motivos que, al parecer, han dilatado tanto su respuesta [245]), podemos encontrarnos, efectivamente, ante el indicio sugerido de una cierta ruptura entre ambos. Nos quedaria, pues, 1629 como el unico aio verdaderamente "proolivariano" del escritor madrilefio ("Fiesta de toros literal y aleg6rica," "Como ha de ser el Valido," El chiton de las tarabillas, dedicatoria de las obras de fray Luis,9 el libro escrito "por mandado de su excelencia," ,etc?). Sea ello como fuere, sobre lo fundamental no hay duda: entre 1629 y 1630 Olivares requiri6 directa y expresamente la participaci6n propagandistica de Quevedo y esta fue mas numerosa de lo que las pruebas textuales conocidas atestiguan. Cabe concluir que, tras fiar las cartas motivo de este trabajo en diciembre de 1630 como creo haber probado (y el calendario no es ni el argumento mas endeble ni el uinico), se puede aventurar que estas se situan en los goznes de la transici6n quevediana entre Olivares y Medinaceli. Los enigmas, mientras, continuian incolumes por entre las sombras de la trayectoria quevediana: ,en que momento anterior a julio de 1633, fecha de la Execracion, se produjo su desafecci6n efectiva del olivarismo oficial? ,Cual o cuales fueron las causas de giro tan aparentemente copernicano en quien, a finales de 1630, todavia trabajaba "oficialmente" en engrasar y dar fuelle a la maquina propagandistica del valido? OBRAS CITADAS Gonzalez Palencia, Angel. "Los pleitos de Quevedo con la Villa de la Torre de Juan Abad," Boletin de la Real Academia 14 (1927): 495-519 y 600-619. 9

Aunque la edici6n lleva un pie de imprenta de 1631 la dedicatoria a Olivares va firmada el 29 de julio de 1629.

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Quevedo y Olivares

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