Propuesta para el estudio y publicación de los sellos anfóricos por el método del molde de silicona (2008).

June 9, 2017 | Autor: Juan Moros Díaz | Categoría: Roman History, Greek Epigraphy, Latin Epigraphy, Epigrafia, Roman Archaeology, Anphoras
Share Embed


Descripción

Anexo:

propuesta para el estudio y publicación de los sellos

anfóricos por el método del molde de silicona

Introduccion En los estudios que podamos emprender a partir de los sellos aplicados antes de la cochura sobre las ánforas Dressel 201, se hace imprescindible la presentación de la documentación gráfica de los hallazgos. De la calidad de misma dependerán en gran medida los resultados que podamos obtener. Para comprender la problemática existente sobre los diversos sistemas utilizados en la presentación gráfica de los sellos, es necesario reflexionar previamente sobre algunas peculiaridades de la mecánica de sellado2. Mecánica de sellado La impronta de un sello nos proporciona información básica sobre dos aspectos que, con características propias, se ven afectados por el proceso de generación de los mismos: Lectura: Es necesario establecer la relación de letras, ligaduras, punteados y distintos signos que encontramos en el sello, paso previo a su interpretación y desarrollo. * Este método ha sido desarrollado por José Salvador Barea, Juan Luís Barea, Juan Solís y Juan Moros en el libro: Figlina Scalensia: un centro productor de ánforas Dressel 20 de la Bética, Instrumenta 27, pp. 167-180. Barcelona, 2008. 1 Lo expuesto en este artículo se centra en los sellos impresos sobre Dressel 20 que es nuestro campo de estudio, pero lógicamente puede extrapolarse a cualquier tipo de estampilla que se sitúe sobre superficies más o menos curvas y halladas sobre cualquier tipo de material. El método también puede ser utilizado para epigrafía hallada sobre piezas que por sus dimensiones o situación, no puedan ser fotografiadas en condiciones de laboratorio. 2 Estos aspectos han sido tratados en un volumen que recoge los resultados de un Workshop celebrado en Barcelona en mayo de 2003 sobre epigrafía anfórica griega y latina (Remesal –Ed.- 2004).

167

Comparación de matrices: Dentro de cada “familia de sellos” encontramos variantes (Remesal 1977-78: 102), es decir, improntas que en el interior de un grupo obedecen a matrices diversas y que se distinguen en su diseño por cualquier motivo3. Recordemos que las improntas son el resultado de aplicar una matriz plana, generalmente de barro (fig.1), aunque también posiblemente metálicas4 e incluso de madera5, sobre superficies curvas, generalmente del asa, pero también sobre el cuello, borde, panza o pivote de las ánforas. El prof. Remesal ya puso de manifiesto las dificultades a las que nos enfrentamos tras realizar unas pruebas de impresión con un sello marcador hallado en la Catria6 (fig.1, 2). Los aspectos básicos que influyen en el resultado final de la impronta serían: • El grado de humedad del barro a la hora de aplicar el sello marcador. • La variabilidad de la propia acción mecánica que debe realizar el operario. • La incompatibilidad geométrica, resultado de la aplicación de sellos marcadores planos sobre superficies curvas. • El deterioro que haya podido sufrir el sello marcador en su uso diario. • La aplicación final sobre las ánforas de una capa superficial de barbotina o engobe7 que se acumula en los intersticios y que, en algunos casos, es manipulado sobre las improntas todavía frescas. A los problemas que genera la propia mecánica de sellado y la confección de las ánforas, hemos de añadir el deterioro que haya podido sufrir la pieza por el paso del tiempo. Todos estos aspectos hacen que las improntas queden generalmente mal impresas, deterioradas, en muchos casos incompletas y deformadas. En estas condiciones los sellos ofrecen necesariamente dudas de

Se pueden llegar a plantear estudios sobre innumerables aspectos relativos a las variantes de los sellos. Por ejemplo, se podría precisar la cronología interna de sellos con largos periodos de vigencia, datando las variantes que presenta a partir del material del Testaccio. De poder contar con estos datos estaríamos en condiciones de estudiar la importancia relativa de su producción dentro del taller y su evolución en el tiempo, intentando establecer la vigencia aproximada de cada variante y particularizando cuantas actuaban al tiempo. Pero bajo la hipótesis de que las variantes pudieran diferenciar partidas de ánforas dentro del taller, también nos podrían aportar datos sobre la organización interna de la actividad; intentar establecer una relación entre las personas que fabricaban las ánforas y las variantes de los sellos es un tema que todavía está en fase de estudio (Remesal 1994b: 146, Aguilera 1999, Morretta 1999; 2003). Por otro lado, la comparación de matrices se hace imprescindible al tratar de establecer los lugares de producción de los sellos cuando contamos con las mismas lecturas en varios talleres y nos permitirán valorar si obedecen a una descentralización de la producción o, por el contrario, a un movimiento de envases en el interior del área productora, aspectos sobre los que contamos con poca información. Pero fundamentalmente las variantes de los sellos nos hablan de la mecánica de sellado. Así, la comparación de improntas y el estudio de los sellos marcadores que han llegado hasta nosotros, han llevado al prof. Remesal a establecer sus hipótesis sobre el uso de matrices y contramatrices de barro en este proceso (Remesal 1977-78: 98; 1986: 19). Entendemos que en este punto de la investigación seria imprescindible plantear un trabajo que desarrolle estas ideas, intentando completar un esquema metodológico que nos permita establecer y ordenar las variantes de los sellos. 4 Conocemos una media docena de matrices de bronce que podrían haber servido para el sellado de las Dressel 20, pero en ningún caso se han podido asociar con sellos conocidos, no obstante los perfiles vivos que presentan algunas improntas hacen pensar en matrices realizadas con este tipo de material (Berni 2007: 131, nota 253). 5 Según Remesal, un ejemplar de la Catria con lectura ALFO (Remesal 1977-78: fig. 27, nº38) parecía presentar improntas de las vetas de la madera dejadas por su matriz. 6 Remesal 2004b: 138 ss y lámina II. 7 Se denomina barbotina o engobe a una pasta formada por arcilla del mismo tipo con el que ha sido fabricado el objeto, o de mayor calidad, que se presenta muy liquida por adición de agua. En el primer caso (barbotina), se usa para unir las diversas partes del ánfora en estado crudo. En el segundo (engobe), se usa para rematar la confección de las piezas por aplicación superficial, disminuyendo su porosidad y proporcionándoles su característico color castaño claro. 3

168

Figura 1.- Sellos marcadores de barro utilizados en el sellado de las Dressel 20. 1.- Arva (Bonsor 1931: Lám. XXXV nrs. 168,169, fotografía: Ponsich 1974: Lám.III); 2.-La Catria (Remesal 2004b: 138 ss); 3.- Alcotrista (Museo Histórico Municipal de Écija). lectura y son susceptibles de varias interpretaciones. Por otro lado, cabe la posibilidad de que incluso dos improntas procedentes del mismo sello marcador, presenten un aspecto muy distinto (fig.2) e incluyan variaciones dimensionales evidentes, hasta el punto de que si las colocamos una sobre otra no se solaparan8 (fig.3). Métodos de presentanción utilizados A lo largo del tiempo, y paralelamente a los avances técnicos en la impresión de la documentación, se han utilizado varios métodos para la publicación de los sellos. Al tiempo que los describimos, trataremos de valorar como se ven afectadas la lectura y la comparación de matrices con el uso de cada uno de ellos. El estudio de la anforología moderna arranca a finales del siglo XIX de la mano del sabio alemán H. Dressel. Su trabajo de aquellos años en Roma junto a Bruzza se ve plasmado de forma magistral en varias publicaciones y particularmente en el volumen 2 del CIL XV. Para el tema que nos ocupa, entre las muchas virtudes del trabajo de Dressel destacamos dos logros fundamentales: • Establecer los contenidos básicos de los sellos y organizar el corpus en virtud de estos contenidos9. Sólo cuando las improntas coincidan en un defecto podremos afirmar taxativamente que provienen del mismo sello marcador (Barea & Al.. 2008: nrs. 5j, 5q, y 11a –en este mismo volumen-). Observando estas series podemos llegar a entender las dificultades con las que nos encontramos a la hora de comparar matrices. 9 En los estudios dedicados a los sellos de las Dressel 20 se suele denominar a este tipo de organización “sistema nominal” (Rodríguez Almeida 1974-75: 199, Remesal 1977-78: 100 ss; 1979: 384; 1986: 17; 2000: 379), para diferenciarlo del alfabético (Callender 1965; Beltrán 1970; Amar & Liou 1984; 1989; Mayet 1978; Chic 1985; Jacques 1991…), más propio de una fase de la investigación en que no teníamos tanta información sobre los contenidos de los sellos. Finalmente, el sistema nominal se está imponiendo al presentar los sellos en mejores condiciones para ser estudiados (Ehmig 2003, Étienne & Mayet 2004). A nuestro juicio el nombre adoptado para la organización aportada por Dressel no abarca todas las posibilidades que plantea el sistema y resultarían más apropiados términos como organización por elementos o por los 8

169

Figura 2.- Distinto aspecto que presentan las improntas realizadas con un sello marcador hallado en la Catria. Pruebas de impresión realizadas por el prof. Remesal (Remesal 2004b: lám.II).

Figura 3.- Distinta curvatura que presentan dos improntas de una misma matriz recta por efecto de la incompatibilidad geométrica. (Barea & Al. 2008: nrs.2h 1,4). • Entender la necesidad de subdividir las lecturas por familias de variantes. Así, los sellos se presentaron con un ingenioso esfuerzo tipográfico10 que sigue dando buenos contenidos de los sellos. En realidad no es importante como denominemos el sistema, siempre que tengamos presente su alcance. Los contenidos básicos de los sellos, según nuestra clasificación, serían: tria nomina, topónimos, cognomina (Barea & Al. 2008: cap.2.1). La clave del asunto nos la explica Piero Berni: “dentro del sistema nominal, el eje vertebrador de la organización vendrá determinado por el grado de representatividad que le demos a estos elementos” (Berni 2007: 213, nota 376). Para Dressel, pionero a la hora de establecer los contenidos de los sellos (Dressel 1878), resultaba importante ordenar en series epigraficamente lógicas la gran cantidad de sellos que pudo recuperar junto a Bruzza. Al identificar los nombres de los talleres y de los personajes –particularmente sus tria nomina- en distintas series, estos elementos le proporcionaban una cierta seguridad al agruparlos y adoptó un orden de prioridades: topónimo, tria nomina, cognonmen (CIL XV-2). Con el avance de la investigación, entre los corpora que siguen este sistema y recogen sellos hallados en centros de consumo, se utiliza un orden de prioridades: tria nomina, topónimo, cognomen. Esta organización nos facilita, por ejemplo, el estudio de los grupos familiares y sus zonas de actividad. Pero si estudiamos los sellos de un determinado taller, parece más razonable un orden: tria nomina, cognomen, topónimo (Barea & Al.. 2008, nota 13) o si estudiamos los nombres de los talleres y de las propiedades, darle más valor a estos elementos y volver a utilizar el orden adoptado por Dressel (Barea & Al. -en prensa 1-). Aun a costa de una aparente falta de unidad, creemos que resulta ventajoso ser flexibles en este asunto y extraer del sistema todo su potencial. Así, cada investigador puede establecer el orden que le resulte más conveniente para el aspecto que pretenda estudiar de los sellos, aunque sería necesario explicar estas circunstancias en el capítulo dedicado a la organización del corpus –organización por contenidos / orden de prioridades-. A partir de ahí, iniciativas como la del grupo creado por el prof. Remesal -CEIPAC, Universidad de Barcelona-, nos permitirán consultar los sellos publicados, a través de Internet en una base de datos general, y podremos acceder a ellos mediante múltiples estrategias de búsqueda (Berni & Aguilera 1995; Aguilera & Berni 2001; Remesal 2004). Más información en la web http://ceipac.ub.edu. 10 Sabemos por el prof. Remesal que Dressel realizó calcos de los sellos. Estos aún se conservan en parte. A finales del s.XIX, la publicación de los mismos debía suponer un problema insoslayable.

170

Figura 4.- Comparativa entre las variantes del CIL XV-2 y (Barea & Al. 2008)

Aun sin imágenes de los sellos, el esfuerzo tipográfico incluido en el CILXV-2, nos permite comparar las variantes establecidas por Dressel con los nuevos ejemplares publicados. En el esquema superior tratamos el caso de la familia de sellos de LF(---)C(---) de la Scalensia que en esta obra abarcan los números 2592 a 2594, respecto a las variantes registradas en Barea & Al. 2008: nº5 -en este mismo volumen-. Estos sellos se ordenan en el CIL XV atendiendo a lo que Dressel entendió como topónimo: CVF(iense). De hecho, separa la serie de L.F(---)C(---) en dos grupos por esta circunstancia y los que no presentan los elementos “CV” se recogen bajo el nº2833, estos sí catalogados por la inicial de su nomen. Sea como fuere, lo primero que llama la atención es que en general podemos individualizar las variantes. Sólo en el caso de 2594a, tenemos al menos cinco variantes que podrían corresponder a las indicadas por Dressel. El sello 2592 puede corresponder a una lectura incompleta de nuestra variante nº5a –LFCCVFSCAL- o a una variante aún desconocida en la Scalensia, pues la única que tenemos con el mismo texto que 2592 cuenta con la particularidad de presentar la “A” final invertida (nº5b), aspecto que no es recogido para el ejemplar de Dressel. Cabe destacar asimismo el buen criterio del autor al adscribir a esta familia de sellos el ejemplar incompleto 2593. Como vemos, a pesar de haber transcurrido más de un siglo, el trabajo de Dressel sigue aportando información válida.

171

resultados (fig.4). El método que ha ido imponiéndose desde hace tiempo entre las diversas publicaciones consiste en presentar los dibujos de los sellos. La confección de estos dibujos se ha esquematizado con el paso del tiempo. Se suelen realizan a partir de calcos en papel tomados de la pieza original y

Figura 5.- Distintas representaciones graficas para una misma lectura de un sello exciso.

Los dibujos de Bonsor no presentaban escala gráfica. Los tomados de Callender se incluyen en el original a escala 1:2. Algunos dibujos no están tomados de la pieza original, sino que obedecen a una reelaboración de los incluidos en otras publicaciones. Esta práctica, entendemos que no solo no aporta información adicional sino que puede llegar a desvirtuar la original.

172

se presentan con distintos convenios gráficos (fig.5). Como hemos tratado de establecer en el apartado precedente, los sellos en general aparecen deformados, mal impresos y/o deteriorados, de modo que pueden llegar a plantear evidentes dudas de lectura. En estos casos, el método de los dibujos a partir de calcos cuenta con un alto grado de subjetividad. A nadie se le escapa que para dibujar en estas condiciones es necesario interpretar, sobre todo en sellos defectuosos y faltos de relieve. Pero como nos indica P. Berni, estaremos en mejores condiciones para dibujar un sello si previamente lo entendemos, de modo que el resultado final dependerá en muchos casos de la experiencia y conocimientos sobre el tema específico del investigador, además de su pericia como dibujante. El mismo autor nos hace ver como cuando contamos con los mismos sellos dibujados a partir de la pieza original por distintos y experimentados investigadores, se pueden observar diferencias evidentes tanto a nivel paleográfico como dimensional (fig.6 y 7) (Berni 2007: 152 ss). En estas condiciones, a nuestro juicio resultará muy difícil realizar estudios de comparación de matrices sobre los dibujos, aspecto que cada vez va cobrando mayor interés (cf. nota 2). Pero además, este grado de subjetividad con que cuentan los dibujos entendemos que los hacen difíciles de criticar si no contamos con más información gráfica que esta, pues en casos dudosos, lo que nos muestra el dibujo es la interpretación del investigador, que lógicamente se

Figura 6.- Mismos sellos publicados en Callender 1965 y Carreras & Funari 1998.

Figura 7.- Algunos ejemplos de sellos hallados en Mainz (Alemania) tomados de dos publicaciones distintas.

173

Figura 8.- (1) Fotografía de la pieza original; (2) Dibujo realizado a partir de un calco tomado de la pieza original; (Fedière & Rouquette 1989: nº8) (3) Molde de la misma lectura y variante tomado de una pieza en mejor estado de conservación (Barea & Al. 2008: 2b2).

Creemos que los investigadores, con buen criterio y ante el estado de conservación del sello, prefirieron leer un cognomen PAN(---) en lugar de P.A(---)H(---), entendiendo que por regla general los tria nomina tienden a presentarse delante del nombre del taller -SCAL(ensia)-. Con esta lectura aparece recogido en varias publicaciones posteriores (GARROTE SAYO 1996: nº208 = BLANC & DIJON 1998: nº1240 = CHIC 2001: p.63 = ÉTIENNE & MAYET 2004: nº1135). Sin embargo, resulta ser la única lectura que conocemos en la Scalensia que incluye una estructura de código: topónimo + tria nomina. El dibujo del sello no nos informa del deterioro que presenta la pieza, aspecto que resulta crucial para valorar la fiabilidad de la lectura. No obstante y en este caso, de nuevo con buen criterio, la publicación original incluía la fotografía (fig. 6.8) y el dibujo (fig. 5.8), aspecto que nos ha permitido realizar este análisis.

corresponde con la lectura propuesta (fig.8). Una opción intermedia que hemos visto plasmada en algunas publicaciones consiste en presentar directamente el calco del sello11. A nuestro entender, este método adolece de falta de precisión. El grosor

Figura 9.- Comparativa calco / molde

Las letras en el calco aparecen más distanciadas del borde de la cartela que en el molde, ello hace que resulten visiblemente menos altas. Así, por ejemplo la altura de la “X” en el calco es de 1,2cm. en tanto que en el molde tenemos 1,3cm. En este caso ello supone casi un 8% de diferencia. Este porcentaje estará en función de la factura de la impronta y en particular de la profundidad de la misma. (Material inédito).

del papel, por fino que sea, es un factor a tener en cuenta. Hay parte del relieve que no es recogido12. Podemos pensar que estos asuntos se resolverían publicando la fotografía directa del sello, pero su uso presenta a su vez varias limitaciones, alguna de ellas insoslayable. Bien es cierto que en estos casos tenemos la información tal cual, de modo que parece solucionada la cuestión relativa a su lectura. Pero no resulta técnicamente fácil fotografiar los sellos. La mejor forma de apreciar un relieve es aplicándole una luz rasante, pero si el sello tiene mucho desarrollo horizontal, y dado que suelen situarse sobre superficies curvas, la fotografía contará inevitablemente con zonas sobreexpuestas frente a zonas que reciben poca luz. Si no utilizamos luz directa los resultados pierden bastante calidad. Pero suponiendo que consigamos hacer una fotografía perfecta, además Recientemente, para sellos hallados sobre mortorium centro-itálicos (Pallechi 2002). Tanto es así que los sellos dibujados a partir de calcos deben ser convenientemente retocados por el investigador, comparando el resultado del calco con la pieza original 11

12

174

contamos con la perspectiva. La imagen no se presenta en verdadera magnitud al desarrollarse sobre superficies con distinta curvatura y variar la posición de la cámara. En estas condiciones quedan descartados los análisis de comparación de matrices que podamos hacer sobre ellas, ya que no será posible tomar de las fotografías unas simples medidas del sello (fig.10). No obstante la combinación

Figura 10.- Comparativa fotografía / dibujo

A pesar de que el ejemplo utilizado presenta un sello de tamaño medio (conocemos ejemplos que llegan a doblar esta dimensión), se observa como el principio y el final de la fotografía se produce una reducción en el eje “x” debido a la perspectiva. En la fotografía, el sello mide 5,1cm mientras que en el dibujo tenemos 5,5cm. La fotografía, aunque de evidente calidad, no presenta una iluminación homogénea. (PONSICH 1974 p.99, nº143 fig.27; pl.XXVIII).

de las fotografías junto a los dibujos de los sellos, presenta evidentes ventajas13. Hasta aquí, hemos intentado describir los métodos fundamentales utilizados hasta ahora en la presentación gráfica de los sellos, así como las limitaciones que a nuestro juicio presentan en cada caso. Entendemos que se hace necesario desarrollar un método neutro, objetivo y reproducible, que nos permita presentar la información en las mejores condiciones posibles, que sea fácil de utilizar para cualquier investigador sin importar su pericia manual ni sus conocimientos sobre el tema especifico, que sea rápido y nos permita al tiempo conservar la reproducción del sello para futuros análisis aunque no contemos con la pieza original. Descripición del método El producto utilizado La base del método que proponemos consiste es reproducir el sello sobre un molde elástico. El producto utilizado es un elastómero de silicona de dos componentes (base + catalizador) que reticula a temperatura ambiente por una reacción de policondensación. El material resultante es elástico y estable. Se puede encontrar fácilmente en el mercado y suele denominarse simplemente “silicona para hacer moldes”. Existen muchos tipos con características propias; el utilizado en nuestro caso14 incluye las siguientes ventajas: 1.− Presenta una viscosidad pastosa o untuosa de modo que resulta fácil de manipular y aplicar a la pieza a la vez que le permite llenar zonas intrincadas o de difícil acceso. El aire

Los trabajos de M. Ponsich en el valle del Guadalquivir incluyen, además de los dibujos de los calcos, las fotografías de los sellos (Ponsich 1974, 1979, 1991). Esta combinación de métodos entendemos que es la mejor forma de presentar los hallazgos de entre las utilizadas hasta ahora y resulta una herramienta imprescindible para poder valorar el grado de verosimilitud de algunas lecturas y proponer nuevas interpretaciones sobre los casos dudosos. 14 Rhodorsil RTV 3325P de la marca Rhodia. 13

175

se elimina sin necesidad de someterlo a vacío. 2.− Con el curado a temperatura ambiente presenta una alta exactitud dimensional, con una contracción menor al 0,5%. 3.- Alta definición: copia los mínimos detalles de piezas complejas e intrincadas. 4.− El producto final presenta buena resistencia al desgarro y gran flexibilidad y durabilidad. Proceso Preparación de la pieza Antes de aplicar el producto es necesario sellar los poros de la pieza y estabilizar aquellas zonas que puedan desprenderse durante el proceso. Se pueden utilizar sellantes comerciales o como en nuestro caso, una solución de cola de carpintero en agua que aplicada sobre la superficie, crea una fina capa protectora que seca rápidamente y es soluble al agua (fig. 12). Preparación y aplicación del producto Mezcla de los dos componentes: Agréguense las proporciones indicadas por el fabricante (fig. 11 y 13). Los dos componentes se pueden mezclar a mano o con un mezclador eléctrico o neumático usado a poca velocidad para reducir al mínimo la introducción del aire en la mezcla. Ésta, presenta un tacto pegajoso que puede hacer difícil su manipulación, aspecto que podemos resolver aplicándonos un producto graso sobre las manos. Aplicación del producto: La desgasificación se favorece si extendemos lentamente el producto. En nuestro caso, tomamos una porción equivalente a una esfera de la mezcla de unos 2 cm. de diámetro, y comenzando por un extremo del sello, avanzamos lentamente hasta distribuirla sobre toda la superficie, para luego extenderla (fig. 14, 15 y 16). Es necesario que la capa de producto presente escaso grosor y que este sea lo más homogéneo posible en toda su superficie. Curado: Se produce entre 16 y 24 horas tras efectuarse la mezcla. Depende de la temperatura ambiente, se acelera cuando ésta es más alta. Una vez retirado de la pieza, el molde resulta fácil de almacenar.

176

Figura 11.-

Figura 12.-

Figura 13.-

Figura 14.-

Figura 15.-

Nota: La pieza puede sufrir un cambio de coloración que desaparece con el tiempo.

Fotografía del molde El resultado del molde es un producto flexible. La idea es conseguir una fotografía del desarrollo plano del molde. Para ello, se ha modificado una caja de tamaño conveniente, al sustituir su tapa original por un cristal de cierto grosor fijado por bisagras. La caja contiene una goma-espuma de altura tal que quede prácticamente rasante con la tapa (fig.17). De este modo al introducir el molde, este se aplana con el peso del cristal. El escaso grosor del molde y su homogeneidad harán que el desarrollo plano del mismo no desvirtúe el tamaño de la impronta. En estas condiciones la realización de las fotografías no resulta técnicamente complicada. Para apreciar mejor el relieve aplicamos una luz rasante que, en este caso, iluminará de manera uniforme la superficie del molde. Es necesario enfocar la cámara en modo manual para evitar el cristal. Girando la caja sobre una superficie pivotante 90 grados cada vez, conseguimos hacer fotografías con la luz entrando por sus cuatro vértices –superior derecha, superior izquierda, inferior izquierda, inferior derechasin necesidad de mover el foco de luz. Para que la posición de la cámara resulte óptima, nos valemos de una mesa de reproducción (fig.18). Dependiendo de la pieza, los resultados serán

Figura 16.-

Figura 17.-

Figura 18.-

177

Figura 19.- Fotografías de los moldes con la luz entrando por sus cuatro vértices y una vez corregidas

A nuestro entender, la última letra del sello que interpretamos como una “S”, única parte de la lectura que en este caso puede ofrecer alguna dificultad, se precisa mejor en la imagen superior derecha y fue ésta la seleccionada para representar a este ejemplar (Barea & Al. 2008a: nº5e1). En sellos deteriorados la posición de la luz resultará fundamental para observar mejor ciertos detalles (fig.21). Obsérvese como el molde ha recogido las diversas fisuras que presentaba la pieza original.

Figura 20.- El método aplicado a sellos con relieve negativo (inciso) y en una combinación de sellos distintos aplicados en un mismo asa. (Material inédito).

mejores con unas luces que con otras, de modo que podremos seleccionar la más conveniente en cada caso (fig.19). Tratamiento informático de la fotografía La fotografía resultante presenta el negativo del sello, esto es, lo más parecido a la matriz de la que proviene. Pero estamos acostumbrados a ver los sellos, no sus matrices, de modo que debemos solucionar dos problemas:

178

1.− Es necesario voltear horizontalmente la fotografía para, en general, obtener una lectura directa del sello. 2.− Los sellos de relieve positivo aparecen negativos en el molde y viceversa. Pero la diferencia que al ojo humano presentan una superficie cóncava respecto a una convexa, depende de la luz. Si transformamos las zonas iluminadas en sombras y viceversa, conseguiremos que a nuestra vista el sello se presente tal cual lo vemos en la realidad, es decir, por efecto de la luz directa, en los sellos con relieve positivo, las letras quedan más iluminadas que el fondo. En el tratamiento de imágenes por medios informáticos, estas dos correcciones a realizar sobre la fotografía del molde vienen como acciones básicas en cualquier programa del mercado. En el primer caso se suele denominar “volteo horizontal”15, en el segundo “invertir”16. Además, aprovechando las ventajas del trabajo por lotes que incluyen este tipo de programas, un grupo de acciones17 puede aplicarse a todas las imágenes de una serie, de forma automatizada. Tras este proceso, solo restará seleccionar la imagen más conveniente de cada sello y recortar la parte pregnante de la información.

Ventajas del método El método enunciado entendemos que aporta nuevas soluciones para el estudio y publicación de los sellos anfóricos. A nuestro juicio incluye las siguientes ventajas: 1.- Facilidad de ejecución. Cualquier persona está capacitada para realizar el proceso dado que no requiere ningún tipo de pericia manual. En muchas ocasiones hemos de tomar nuestros datos con poco tiempo y en ambientes no demasiado “cómodos”, lo que dificulta la tarea intelectual. El sistema solventa esta cuestión al resultar un proceso puramente mecánico. El investigador podrá presentar sus hallazgos sin necesidad de poseer una basta información sobre el tema específico. 2.- Rapidez de ejecución. Resulta competitivo -en tiempo de ejecución efectivo hasta obtener la imagen final- respecto a cualquiera de los sistemas que se vienen aplicando hasta ahora. No obstante, con el producto utilizado necesitamos unas 16 horas para obtener el molde, depende de la temperatura ambiente. Este aspecto, en determinadas circunstancias, puede plantear un problema. Entendemos que deben existir productos similares al utilizado en nuestro caso que reduzcan el tiempo de curado. 3.- Las imágenes se presentan en verdadera magnitud y se pueden realizar sobre ellas estudios paleográficos y dimensionales. Ello abre a nuestro entender una nueva vía de estudio al permitirnos una comparación fiable entre los distintos ejemplares de un sello y así poder establecer y ordenar sus variantes (cf. nota 2). 4.- La información es neutra y objetiva. Todos los investigadores, incluido su editor, contarán con la misma información para realizar sus propuestas de lectura y desarrollo sobre los sellos.

Para Adobe Photoshop: menú de imagen/ rotar lienzo/ volteo horizontal Para Adobe Photoshop: menú de imagen/ ajustar/ invertir. 17 Las acciones básicas serian: Pasar a blanco y negro/ volteo horizontal/ invertir/ajustar brillo-contraste/ajustar tamaño a escala 1:1. 15 16

179

5.- El método es reproducible. Podemos realizar varias veces el molde a una pieza para obtener idénticos resultados. 6.- La fotografía del material no presenta dificultad técnica al desarrollarse sobre una superficie plana. Se puede realizar en condiciones de laboratorio, lo que inevitablemente redundará en su calidad. Con ayuda de la fotografía digital, el tratamiento informático que hemos de aplicarle puede automatizarse aprovechando las ventajas que nos proporciona el trabajo por lotes. Al tomar las fotografías con distintas posiciones de la luz, podremos escoger la imagen que mejor capte los perfiles del sello; muy útil para su publicación y, en particular, para establecer sus lecturas en los casos en que se presenten deteriorados o faltos de relieve (fig 21). 7.- Los moldes son duraderos –al menos eso indican los fabricantes del producto- y fáciles de organizar y almacenar. Además, podremos realizar futuros análisis sin tener que acudir a

Figura 21.- El método aplicado a un sello muy deteriorado con desarrollo: C. ANT(oni) (hedera) QVIE(ti) Los diversos detalles de la lectura se aprecian mejor con unas luces que con otras. En este caso seleccionamos la superior derecha para representar a este ejemplar (Barea & Al. 2008: nº3). El dibujo inferior corresponde a una variante muy similar (Lyding Wil. 1983: nº12), donde no se aprecia la ligadura final que se interpreta como una “L”.

180

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.