Primera campaña de sondeos arqueológicos en la cueva de Baltzola (Dima, Bizkaia)

May 20, 2017 | Autor: Lydia Zapata | Categoría: Prehistoric Archaeology, Archaeology of the Basque Country, Magdalenian, Holocene
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Descripción

INFORME: PRIMERA CAMPAÑA DE SONDEOS ARQUEOLÓGICOS EN LA CUEVA DE BALZOLA (DIMA, BIZKAIA)

Directora Científica del Proyecto: Dra. Lydia ZAPATA Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea E-mail: [email protected] Tel.: 945 014243 / 675708263

Bilbao, 26 de diciembre 2006

Informe campaña de sondeos. Balzola 2006. Lydia Zapata Peña

ÍNDICE

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Página

ANTECEDENTES 1. Introducción

3

2. Localización del yacimiento, acceso y titularidad del terreno

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3. Investigación arqueológica previa

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4. Problemática histórica e hipótesis de trabajo

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5. Objetivos y justificación del sondeo

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6. Calendario del proyecto (2006-2007)

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DESARROLLO DE LOS SONDEOS EN 2006 7. Obtención del permiso de actuación arqueológica

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8. Equipo arqueológico e instituciones financiadoras

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9. Sondeos mecánicos

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10. Localización, superficie y profundidad de los sondeos arqueológicos

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11. Técnicas de excavación y registro

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12. Resultados arqueológicos

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13. Dataciones de 14C

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14. Medidas de conservación y protección del yacimiento

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15. Justificación de la subvención recibida de la Diputación Foral de Bizkaia

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16. Valoración de la actuación de 2006

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17. Bibliografía

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18. Registro de materiales

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1. INTRODUCCIÓN El presente documento se adjunta a la solicitud de sondeo arqueológico en la cueva de Balzola (Dima, Bizkaia) por parte de Lydia Zapata Peña, D.N.I. 30.570.124, según lo regulado en el Decreto Foral número 62/1998, de 12 de mayo, que establece la normativa para la ejecución de actividades arqueológicas en el Territorio Histórico de Bizkaia. Se solicita además una subvención de 3.500 euros según el Decreto Foral 56/2006, de 4 de abril, de la Diputación Foral de Bizkaia, que regula la concesión de subvenciones para la promoción de investigaciones arqueológicas que se realicen a lo largo del año 2006 en el Territorio Histórico de Bizkaia. La cueva de Balzola constituye uno de los parajes más emblemáticos de Bizkaia. Se sitúa en el karst de Indusi (Dima, Bizkaia) próxima al Parque Natural de Urkiola y al yacimiento de Axlor. Constituye además, el primer yacimiento vizcaíno que se excava y menciona en las principales síntesis de Prehistoria europeas. Juan Ramón Iturriza y Zabala en la Historia General de Bizkaia y Epítome de las Encartaciones (1793) escribe la reseña más antigua sobre la cueva, con una descripción del lugar y haciendo referencia a hallazgos de esqueletos de animales y personas, lápidas sepulcrales y monedas antiguas. Otros muchos autores realizan así mismo descripciones y recogen diversas creencias sobre la misma, entre otros, Juan Antonio Zamacola en Historia de las Naciones Vascas (1818), el ingeniero de minas belga Carlos Collete en Reconocimiento Geológico del Señorío de Vizcaya (1848), Delmás en la Guía histórica y descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya (1864), Francisco Rodríguez García en su Crónica General de España (1865), o Ramón Adán de Yarza en Memorias de la Comisión del Mapa Geológico de España (1902).

Figura 1. Durante el siglo XIX son frecuentes las visitas y descripciones de la cueva de Balzola en Dima.

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2. LOCALIZACIÓN DEL YACIMIENTO, ACCESO Y TITULARIDAD DEL TERRENO El yacimiento se localiza en el Municipio de Dima (Bizkaia), comarca de Arratia, en el karst de Indusi coordenadas X: 521.000-524.000 Y: 4.774.000-4.776.000 según la Proyección U.T.M., en la hoja cartográfica Igorre 87-I y long. 0º 57’ 40’’, lat. 43º 07’ 20’’, 365 m de altitud de la Hoja nº 87, Elorrio, del Instituto Geográfico y Catastral 1/50.000. Se adjunta en este proyecto la localización a escala 1:1000 (Figura 1) así como foto aérea según la cartografía de la Diputación Foral de Bizkaia (http://www.bizkaia.net) (Foto 1). Los núcleos de población cercanos más importantes son diversos barrios del municipio de Dima: Indusi, Olabarria, Bargondia y Baltzola. La topografía es variada con macizos cercanos: Urrekoaitz (589 m), Garaio (574 m), Bargondiako Atxak (527 m) y Kobagan (454 m). El sistema de Balzola se encuentra a unos 200 m del abrigo de Axlor, actualmente en excavación. La cadena calcárea de Indusi está constituida por materiales cretácicos estructurados según las principales estructuras regionales de la Cuenca Vasco-Cantábrica ONO-ESE, sobre las cuales se depositan los diferentes sedimentos cuaternarios. En el entorno se encuentran macizos de altitud media como Urrekoaitz (589 m), Garaio (574 m), Bargondiako Atxak (527 m) y Kobagan (454 m) donde se abren las bocas de la cavidad. El karst de Indusi es bien conocido gracias a las exploraciones de grupos espeleológicos. También se han realizado diferentes estudios hidroquímicos y de climatología subterránea que han ayudado a definirlo y a conocer el funcionamiento del sistema (Les, 2005). El acceso al yacimiento se puede realizar bien a pie desde la ruta que por Jentilzubi pasa por delante del yacimiento de Axlor, bien por pista y vehículo todo terreno desde el barrio de Baltzola. La titularidad de la cueva es pública. Los accesos tanto al yacimiento de Axlor como al de Balzola se realizan por el terreno de un mismo propietario. El Ayuntamiento de Dima está ultimando el proceso de compra para que esta parcela pase en breve a ser de titularidad municipal (com. pers. Secretario del Ayuntamiento de Dima).

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Figura 2. Localización de la cueva de Balzola. Escala 1:1.000 (Diputación Foral de Bizkaia).

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Foto 1. Localización de la cueva de Balzola. 1:1.000 (Diputación Foral de Bizkaia).

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3. INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA PREVIA La investigación arqueológica en el lugar arranca en 1866 y continúa en el siglo XX. Independientemente de una multitud de hallazgos aislados recogidos en diversas publicaciones que se hallan en lugar desconocido, éstas son las principales intervenciones arqueológicas documentadas en la cueva:

Excavación de R. Jaggor (1866) El alemán R. Jaggor, miembro de la Sociedad Antropológica de Berlín, en 1866 realiza excavaciones en la cavidad y señala que existe un importante yacimiento arqueológico, aspecto que es recogido por las principales síntesis de Prehistoria de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Gabriel de Mortillet por ejemplo clasifica como magdalenienses los materiales de Balzola recogidos por Jaggor en su obra Le Préhistorique: antiquité de l’Homme (1882), París, 642 p.

Excavación de A. de Gálvez-Cañero (1912) Augusto de Gálvez-Cañero es un ingeniero de minas que en 1912 emprende el estudio de la espeleología de la provincia de Bizkaia con el objetivo de “buscar restos de animales del cuaternario y de la primitiva industria del hombre” (Gálvez Cañero, 1913): 184. Señala en esta publicación que emplearon dos obreros para remover los escombros de la cueva, levantando algunas de las piedras grandes caídas del techo y cribando las tierras que están debajo: El suelo está todo trastornado y revuelto y no puede hacerse la investigación por capas y niveles: el buscar el piso que tuviera la cueva en la época cuaternaria sería empresa de muy elevado coste, no pudiéndose hacer otra cosa actualmente que reconocer las paredes, en talud, del Norte de la cueva, cerca del atrio principal de la entrada. Esto es lo que hemos hecho, y aunque los descubrimientos realizados no tengan entera novedad, vienen a comprobar la existencia de una estación prehistórica magdaleniense en la cueva de Balzola, demostrada por Jagor en 1866, pues hemos recogido más de un centenar de sílex tallados que caben en el grupo citado de la clasificación de Mortillet. El insigne

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abate Breuil, que ha visto algunos de los sílex encontrados por mí en Balzola, los clasifica de azilienses. Es de notar que, a pesar de nuestros grandes esfuerzos y del cuidado extraordinario que hemos puesto en la exploración, no hemos hallado absolutamente ningún hueso labrado, muy frecuentes en las estaciones de esta época, tanto de Guipúzcoa como de Santander: acaso una investigación en mayor escala permita descubrirlos pero las condiciones en las que la cueva se halla hacen imposibles los trabajos. En la entrada de la galería más alta encontramos también un trozo de instrumento de piedra pulimentada, indudablemente neolítico, y entre los sílex tallados apareció también un trozo de cerámica demasiado pequeño para poder determinar su época.

Como vemos, los útiles líticos de la intervención de A. de Gálvez-Cañero son clasificados por él como magdalenienses, siguiendo la clasificación de Mortillet, y como azilienses por el abate Breuil que examina directamente los hallazgos. Además Gálvez–Cañero se preocupa por reconocer los restos arqueozoológicos y los lleva al osteólogo francés Edouard Harlé. Se identifican los siguientes: Cervus elaphus, que parece ser el taxón más abundante, Cervus capreolus, Rupicapra europaea, Equus caballus, Bos, Ovis/Capra, Sus, Canis vulpes, Lepus, Faetorius vulgaris, Ursus y moluscos tanto marinos (Patella vulgata) como terrestres (Pomatians hispanicus, Cyclostoma elegans, Helix nemoralis).

Excavación de J.M. Barandiarán (1932) Con posterioridad J.M. de Barandiarán desarrolla una excavación arqueológica en junio de 1932 (Barandiarán, 1932). Durante varios días visitó la cavidad y excavó cerca de la boca principal, señalando: “En la superficie del suelo hay fragmentos de cerámica basta. Los ejemplares que recogí, todos de escasas dimensiones, no muestran vestigios de decoración. Tampoco permiten adivinar la forma de las vasijas a que pertenecieran.

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En la tierra, que excavé hasta la profundidad de 30 cm, aparecieron muchas lascas de pedernal, así como puntas, cuchillos, láminas y puntas de dorso rebajado, raspadores y buriles del mismo material. También salieron dos percutores, uno de arenisca y el otro de caliza, de forma discoidea que muestran señales de haber sido utilizados. Un canto rodado pizarroso, cuya superficie se halla llena de incisiones artificiales, es análogo a otros de la época magdaleniense que, con el nombre de compresores, hemos clasificado en el ajuar de otros yacimientos prehistóricos del país vasco. Aparecieron varios trozos de ocre, dos de los cuales estaban desgastados por el uso. En el yacimiento de Balzola han sido señaladas antes de ahora las industrias neolítica, aziliense y magdaleniense. Aunque los vestigios prehistóricos descubiertos por mí no revelan precisamente la existencia de las tres etapas, parece indudable la presencia del magdaleniense o del aziliense y de otro nivel posterior al epipaleolítico.”

Los materiales de esta intervención, de gran calidad, se hallan en el Museo Arqueológico de Bilbao. Los hemos revisado y efectivamente incluyen un nutrido grupo de raspadores, láminas, buriles, puntas y dorsos además de varios cantos y percutores. Se localizan además restos arqueozoológicos, básicamente molares de herbívoros y unos escasos fragmentos de cerámica.

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Fotos 2-11.- Selección de materiales líticos de la excavación de J.M. de Barandiarán en Balzola depositados en el Museo Arqueológico de Bilbao.

Excavación de E. Berganza (1977) En 1977 unos muchachos informaron al Seminario de Arqueología de la Universidad de Deusto del hallazgo de restos humanos en una cornisa de la cueva de Balzola. E. Berganza, M. Muñoz y J.L. Marcos realizaron una excavación arqueológica circunscrita a esta zona situada junto a la galería elevada en el lateral derecho de la cavidad (Berganza, Muñoz y Marcos, 1979). Los hallazgos corresponden a un enterramiento colectivo de al menos 8 individuos de gran variedad en edades (adultos, juveniles, infantiles, recién nacido y non-nato, según identificación del Dr. Basabe). Junto a los

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restos óseos se recuperaron cuentas de varios tipos y materiales así como diversos elementos líticos y fragmentos cerámicos de probable cronología calcolítica.

4. PROBLEMÁTICA HISTÓRICA E HIPÓTESIS DE TRABAJO Debido a la antigüedad de las intervenciones realizadas en Balzola –con la excepción de la más reciente excavación puntual encaminada a recuperar los restos de varios enterramientos colectivos de E. Berganza et al. (1979)- y lo inconcreto de las publicaciones que a ellas se refieren, resulta difícil avanzar las hipótesis de trabajo y las principales líneas de investigación que pueden guiar nuestro trabajo. De hecho, el principal interés de los sondeos que estamos llevando a cabo es precisamente valorar estas cuestiones –tanto el interés arqueológico como el estado de conservación de la secuencia-. Atendiendo a la información proporcionada por A. de Gálvez-Cañero (1913) y J.M. Barandiarán (1932) éstos parecían ser los contextos que a priori esperábamos encontrar representados en Balzola: 1. Periodo con cerámica, posible Neolítico: J.M. Barandiarán define un primer nivel superficial con cerámica que podría ser de cronología neolítica. Varias publicaciones antiguas mencionan también el hallazgo de hachas pulimentadas en el yacimiento. Este es un periodo todavía muy mal conocido en el norte peninsular a pesar de los esfuerzos que diferentes investigadores venimos haciendo por definirlo. 2. Período Magdaleniense y/o Aziliense: J.M. Barandiarán de nuevo sugiere la presencia de industrias líticas de estas cronologías, algo que encaja con los materiales que hemos podido revisar en el Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco de Bilbao. Pensamos que en ambos casos, el interés de nuestra intervención se centra no en el mayor o menor conocimiento de estos periodos, sino básicamente en la aplicación de técnicas novedosas que pueden aportar información diferente sobre los modos de vida y el paleoambiente del ser humano durante esas épocas.

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5. OBJETIVOS Y JUSTIFICACIÓN DE LOS SONDEOS El objetivo general de los sondeos es valorar el interés arqueológico y el estado de conservación del yacimiento de Balzola.

Gracias a las descripciones de los diferentes investigadores que han excavado en Balzola y a los materiales depositados en el Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco de Bilbao sabemos que el yacimiento presenta niveles de alto interés arqueológico. Sin embargo, también ha sufrido un gran número de intervenciones de diferente tipo que impiden aventurar el actual estado de conservación del sitio. Diversos autores mencionan la remoción recurrente del suelo de la cavidad para extraer abono mientras que las intervenciones arqueológicas de los siglos XIX y XX señalan que emplearon obreros “para remover los escombros de la cueva, levantando piedras y cribando tierras” (A. de Gálvez-Cañero, 1913: 194). El reconocimiento visual de la superficie permite así mismo identificar varias catas y remociones de terreno realizadas recientemente por incontrolados. Este objetivo general del sondeo que planteamos -valorar el interés arqueológico y el estado de conservación del yacimiento de Balzola- se concreta en otros objetivos específicos que se relacionan con diversos ámbitos de interés tanto científico como patrimonial.

1. Conocer la secuencia cronológico-cultural del yacimiento Para los investigadores que participamos en este proyecto el objetivo de nuestro trabajo es fundamentalmente científico. Pensamos que es probable que Balzola sea un yacimiento que aporte datos de gran interés a la investigación en Prehistoria. Sin embargo, la realidad es que desconocemos todo lo referente a la secuencia, conservación y dinámica del yacimiento. La excavación de J.M. de Barandiarán en 1932, a pesar de la riqueza de los materiales que recuperó, se desarrolló en un corto período de tiempo careciendo de los medios y analíticas de que disponemos en la actualidad. El principal interés del sondeo en un primer momento es por lo tanto conocer la secuencia cronológico-cultural de la cueva: qué se conserva y qué antigüedad tiene. Hemos previsto para ello financiar un mínimo de tres dataciones de 14C AMS.

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2. Conocer la secuencia paleoambiental y la Prehistoria humana en el entorno de Axlor y Balzola El interés de conocer el potencial arqueológico de Balzola aumenta por la cercanía al yacimiento de Axlor, actualmente en excavación y estudio. Este abrigo muestra unos interesantísimos contextos arqueológicos para estudiar el Paleolítico medio y la transición al Paleolítico superior con dataciones en los niveles más recientes en torno al 42.000 BP. En la actualidad se está desarrollando un proyecto interdisciplinario que aborda diferentes cuestiones -taxonómicas, de reconstrucción ambiental, de ordenación cronológica y referidas a los comportamientos culturales (González Urquijo, Ibáñez, Ríos et al., 2005; Ríos, 2005; Ríos, González Urquijo y Ibáñez, 2003). La combinación y análisis integrado de ambos yacimientos, estudiados con una metodología y equipo similares, permitiría obtener una larguísima secuencia, con escasos paralelos en el norte peninsular, en un mismo entorno geográfico. Por otro lado, una de las líneas de investigación que la directora de este proyecto desarrolla con la financiación del Ministerio de Educación y Ciencia es el análisis del paleoambiente y la explotación de los recursos en el norte peninsular entre las sociedades cazadoras-recolectoras. Axlor y Balzola nos ofrecen una oportunidad única para utilizar novedosas técnicas de recuperación y análisis de restos bioarqueológicos a lo largo de una secuencia de larga duración, con todo lo que ello supone de aportación metodológica. 3. Dar continuidad a las actividades arqueológicas realizadas en la cavidad y recuperar el legado de D. José Miguel de Barandiarán Balzola es un yacimiento que ha sido excavado de forma intermitente desde la segunda mitad del siglo XIX. La información que tenemos sobre el sitio es parcial, incompleta y se presta a interpretaciones múltiples –los mismos materiales son clasificados por diferentes autores como azilienses o magdalenienses, por ejemplo. El sondeo que proponemos pretende dar continuidad a las actividades arqueológicas desarrolladas en Balzola, valorando e integrando especialmente la intervención de José Miguel de Barandiarán cuyos hallazgos -restos líticos y de fauna- son los únicos que han llegado hasta nosotros, depositados en el Museo Arqueológico,

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Etnográfico e Histórico Vasco de Bilbao. Estos fondos pueden ser inventariados y valorados a la luz de los nuevos datos proporcionados por el sondeo. 4. Consolidar equipos arqueológicos interdisciplinares que trabajen en el territorio Histórico de Bizkaia La realización de estudios en una larga secuencia prehistórica como la que suman Axlor y Balzola supone una cierta puesta al día de la investigación prehistórica en Bizkaia que no cuenta con estudios monográficos recientes sobre yacimientos prehistóricos con secuencias amplias –los ejemplos más cercanos a este modelo serían los de Laminak II y Urratxa III, desarrollados sobre conjuntos arqueológicos reducidos- como los que han sido habituales en la región cantábrica y en el País Vasco desde finales de los años 70. Axlor y Balzola combinan un equipo importante de investigadores especializados en múltiples aspectos del estudio en Prehistoria cuyo trabajo en común

ayudará

sin

duda

a

consolidar

la

investigación

arqueológica

interdisciplinaria en Bizkaia. 5. Proteger el Patrimonio cultural vasco La cueva de Balzola en la actualidad es visitada por muchas personas que la utilizan en actividades de ocio (espeleología, escalada, montañismo). Estas numerosas visitas, con intereses diversos, en muchos casos hacen peligrar la conservación del entorno ambiental, alterando la climatología subterránea, por ejemplo, y del propio yacimiento arqueológico que es erosionado –existen restos arqueológicos en superficie- y presenta a simple vista numerosas catas y remociones de terreno realizadas por furtivos. Estas visitas incontroladas están generando un fuerte impacto en la conservación de la cueva y suponemos que a medio plazo las diversas instituciones implicadas (Ayuntamiento de Dima, Diputación de Bizkaia, Gobierno Vasco, Parque de Urkiola…) deberán tomar alguna medida encaminada a la protección del patrimonio arqueológico, biológico y ambiental del lugar. Conocer la secuencia estratigráfica del yacimiento arqueológico, su potencial investigador y su estado de conservación puede ayudar a las instituciones implicadas a retomar la gestión de la cueva, un bien de titularidad pública, y a valorar las medidas a tomar para su conservación futura.

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6. CALENDARIO DEL PROYECTO (2006-2007) Fases de desarrollo de los sondeos El proyecto en el que se enmarca este informe se basa en la realización de sondeos arqueológicos en la cueva de Balzola durante dos años (1996 y 1997) por los siguientes motivos: 1. Considero que es un tiempo adecuado para conseguir los objetivos de un sondeo: realizar una “excavación de reducidas dimensiones en relación y proporción al todo, con objeto de reconocer la secuencia cultural de un yacimiento arqueológico” (según la Ley 7/1990, de 3 de julio, de Patrimonio Cultural Vasco). 2. Existe financiación externa asegurada durante 2006 y 2007 para desarrollar el trabajo de campo y los análisis de laboratorio básicos encaminados a definir dicha secuencia cultural.

7. OBTENCIÓN DEL PERMISO DE ACTUACIÓN ARQUEOLÓGICA El permiso de actuación arqueológica se solicitó con fecha de 24 de mayo de 2006. La autorización previa a la realización de actividades arqueológicas (s. Ley 7/1990 en BOPV nº 157 de 2 de agosto de 1990) se recibió a primeros de octubre de 2006 (fecha de salida de la Diputación Foral de Bizkaia de 2 de octubre de 2006).

8. EQUIPO ARQUEOLÓGICO E INSTITUCIONES FINANCIADORAS El equipo de excavación de los sondeos en la campaña de 2006 ha estado formado por las siguientes personas: Dirección: L. Zapata Peña Arqueólogas: M. Ruiz Alonso, Z. San Pedro, F. Savanti, I. Gallaga, E. Regalado. El equipo investigador que se encargará del estudio de los diferentes materiales recuperados –formado por un gran número de especialistas- es el que ya definimos en la presentación y solicitud del proyecto a la Diputación Foral de Bizkaia. Durante el trabajo de campo hemos recibido la visita del Dr. P. Castaños que nos ha ayudado a determinar algunos restos de fauna.

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Las instituciones financiadoras son las que ya propusimos en la misma solicitud: Diputación Foral de Bizkaia, Ministerio de Educación y Ciencia, UPV/EHU, Euskoiker, Caja Laboral / Euskadiko Kutxa y Eroski. Además, el Ayuntamiento de Dima ha ofrecido una colaboración importantísima con la infraestructura de campo (disponibilidad de locales para almacenamiento, ayuda en el transporte de materiales, señalización y protección del yacimiento…). La ayuda de 3.500 euros concedida por la Diputación Foral de Bizkaia (BOB 150, 8 de agosto 2006, p. 19.223) para realizar estos sondeos se ha destinado al pago de la topografía de la cueva y al alquiler de un vehículo todo terreno según justificamos en las facturas adjuntas.

9. SONDEOS MECÁNICOS Dadas las dimensiones de la cueva de Balzola, y tras discutirlo con diversos especialistas, decidimos realizar sondeos mecánicos en la cavidad con el fin de valorar mejor la zona/zonas concretas de excavación de los sondeos. En colaboración con los doctores A. Aranburu y E. Iriarte realizamos tres sondeos con un perforador de percusión tipo “Cobra” con un diámetro de entre 4-6 cm. Este tipo de perforador extrae testigos comprimidos –es decir, comprime el sedimento en una superficie menor (c 80%) a la profundidad original- pero tiene la ventaja de que permite acceder a la secuencia estratigráfica de forma rápida y sencilla. En el plano topográfico de la cavidad que se adjunta aparte en un CD se localizan los 3 sondeos mecánicos en los cuadros D39, I55 y T43. Sobre el terreno seleccionamos las zonas que: a) aparentemente tenían relleno sedimentario, b) podrían ser habitables por la existencia de luz natural, y c) no contaban con bloques de piedra grandes en el entorno inmediato. Los resultados de la testificación de los dos primeros sondeos mecánicos responden a depósitos que difícilmente podrían tener interés arqueológico, formados básicamente por caliza en descomposición. Sin embargo, el sondeo localizado en el extremo W del cuadro T43, reflejó una secuencia de al menos 1,80 m formada por diferentes unidades estratigráficas que contenían abundantes fragmentos de hueso y carbón. Por ello decidimos abrir el sondeo arqueológico en este entorno, en concreto en los cuadros S43 y S45.

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El interés principal de los sondeos mecánicos fue por lo tanto que nos ayudaron a desestimar la intervención en dos áreas de posible actuación mientras que se pudo confirmar el interés de sondear la zona en la que hemos trabajado donde, en superficie, ya se observaban restos arqueológicos óseos, líticos y cerámicos.

Fotos 12 y 13.- Realización del sondeo mecánico previo al sondeo arqueológico y testificación del mismo (Realizado por: A. Aranburu, E.Iriarte, L. Zapata).

10. LOCALIZACIÓN, SUPERFICIE Y PROFUNDIDAD DE LOS SONDEOS ARQUEOLÓGICOS La cueva de Balzola cuenta con tres bocas principales. La occidental, llamada de Gibeldar, de grandes dimensiones y, hacia el SSE la boca principal de 75 m de ancho por 25 de alto que a su vez tiene otra boca próxima (Entrada “B” en la planta de Jabier Les, Figura 2, también denominada Erdikoate). Los sondeos se han realizado en las zonas señalas en el plano. Comenzamos en la zona inferior, en los cuadros S43 y S45 con superficies de 1 m2 cada uno y, casi al final de la campaña, excavamos 0,5 m2 junto a la galería superior (la mitad occidental del cuadro AG54). Se alcanzaron las siguientes profundidades: •

Cuadro S43: se ha profundizado 1,65 m, desde la cota 90,20 m del yacimiento hasta la cota 88,55 m (según cotas correspondientes al extremo SE del cuadro y a la topografía que se adjunta en CD aparte).



Cuadro S45: se ha profundizado unos 75 cm, desde la cota 89,90 m del yacimiento hasta la cota 89,15 m.

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Cuadro AG54: Se ha excavado una superficie de medio metro, la mitad este del cuadro, en una profundidad de 60 cm (desde la cota 99,53 m del yacimiento hasta la cota 98,93 m).

Figura 3. Se señala en verde las zonas donde se han localizado los sondeos. En la zona baja frente a la “Entrada B” se localizan los cuadros S43 y S45 y en la zona alta o “Redil” el cuadro AG54.

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11. TÉCNICAS DE EXCAVACIÓN Y REGISTRO Topografía y referencia espacial La empresa Infotop realizó el plano y la topografía de la zona de la cueva con luz natural sobre la que hemos establecido una cuadrícula en metros cuadrados (se adjunta aparte en un CD). Esta es la base espacial que utilizaremos para cualquier trabajo futuro. Además, se han establecido una serie de bases, también señalizadas en el plano adjunto, que permiten replantear en el futuro cualquier punto o cuadro en el yacimiento. La toma de datos espaciales durante los sondeos se ha realizado con estas bases mediante una estación total. Recuperación de los restos El proceso de excavación del sondeo se ha desarrollado con una metodología diseñada para recuperar el máximo de evidencias arqueológicas existentes en el yacimiento. Todos los restos que presentan un mínimo interés arqueológico (líticos, óseos, muestras, etc.) cuentan con referencias que posibilitan su localización espacial y estratigráfica. Para ello se ha utilizado el método habitual de coordenadas cartesianas (Laplace, 1971). Cualquier evidencia inventariada queda inscrita dentro de un cuadro de la cuadrícula general y un plano cero lo localiza verticalmente (v. registro). La excavación del sedimento se ha realizado individualizando las unidades estratigráficas identificadas durante el proceso. Estas unidades estratigráficas se han subdividido y excavardo en unidades sucesivas artificiales con el fin de obtener mejor resolución en la localización vertical de los hallazgos. Gran parte de la tierra extraída del yacimiento se ha procesado mediante flotación con máquina del tipo Siraf: un bidón de unos 100 l con una entrada de agua en su parte central, distribuida en el interior mediante una retícula agujereada, y un rebosador en forma de lengüeta bajo la que se dispone una criba que recoge los restos que flotan. Este modelo resulta el sistema más eficiente en tiempo/rendimientos para recuperar todo tipo de restos arqueológicos de pequeño tamaño así como una parte importante de las evidencias paleoambientales (de Moulins, 1996). Se trata por lo tanto de un excelente sistema de cribado con agua que nos ha permitido obtener dos productos:

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1.

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El residuo o fracción que no flota (> 1 mm): Queda en el interior del bidón, recogido y lavado en una malla de 1 mm de luz. El hecho de que sea una luz pequeña y el uso del agua mejora sensiblemente la recuperación de todo tipo de materiales, incluyendo restos líticos de muy pequeño tamaño o material bioarqueológico como la microfauna.

2.

La fracción que flota (flot): se recoge en una criba exterior de 0.25 mm de luz. Esta fracción debe ser examinada posteriormente mediante microscopía. Además de los macrorrestos vegetales, fundamentalmente carbones, se ha podido recuperar microfauna y moluscos terrestres, la mayoría de muy pequeño tamaño. Una parte del residuo de las flotaciones se ha examinado en el laboratorio de

campo de las escuelas de Dima, durante la excavación. Otra parte se examinará en el primer trimestre de 2007 en el Área de Prehistoria de la UPV/EHU. La separación del material de interés arqueológico se realiza examinando tres fracciones diferentes (> 4 mm / 2-4 mm / 1-2 mm). La menor (1-2 mm) puede contener restos bioarqueológicos de muy pequeño tamaño como la microfauna, y se depositará en el Museo Arqueológio, Etnográfico e Histórico Vasco con el fin de que pueda ser estudiada con posterioridad. A cada muestra de flotación se le ha otorgado un número correlativo. Siglado y Registro En relación al siglado de los materiales, cada elemento recuperado lleva una sigla formada por la referencia del yacimiento y número de registro correlativo que permite su identificación. Las otras variables que permiten localizar el objeto (cuadro, capa, coordenadas) se incluirán en el inventario general del yacimiento. BZ es la sigla utilizada en la última intervención del yacimiento (Berganza, Muñoz y Marcos, 1979) así como en la carta arqueológica (Marcos Muñoz, 1982). Toma de muestras Se han tomado diferentes tipos de muestras en las dos zonas en las que se han realizados sondeos: Muestreo palinológico: la directora de la intervención ha tomado sendas columnas en el corte este de los cuadros S43 y AG54.

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Muestreo sedimentológico: el Dr. E. Iriarte ha tomado una columna de muestras de sedimento en las diferentes unidades estratigráficas observables en el corte sur del cuadro S43 y en el corte este del cuadro AG54. Muestro de micromorfología: la doctoranda A. Polo ha tomado muestras para un estudio geoarqueológico de micromorfología en el corte este del cuadro S43.

12. RESULTADOS ARQUEOLÓGICOS Como ya hemos comentado, los sondeos se han realizado en dos zonas: 12. 1. Zona inferior Decidimos abrir dos cuadros de 1 m2 cada uno, el S43 y S45 separados entre sí 1m en dirección N-S. Cuadro S43: se ha profundizado 1,65 m, desde la cota 90,20 m del yacimiento hasta la cota 88,55 m (según cotas correspondientes al extremo SE del cuadro). A partir de esta profundidad y, con bloques grandes de piedra, la excavación resultaba difícil y decidimos interrumpirla. Unidades estratigráficas: Se distinguen nueve unidades estratigráficas, las tres superiores con abundantes concreciones y clastos grandes y las inferiores con una alternancia de limos y arcillas gris-verde y marrón con bloques aislados de gran tamaño. Estas unidades son las siguientes (empezando desde arriba y señalando la cota superior del nivel en el extremo SE del cuadro; se hace aquí una descripción sedimentológica somera según observaciones in situ del Dr. E. Iriarte en la toma de muestras; el estudio sedimentológico está pendiente de realización): Nivel 1 (z = 90,20 m): Sedimento superficial marrón oscuro con concreciones calcáreas aisladas. Nivel 2 (z = 90,16 m): Capa de concreción o caliza alterada con clastos pequeños. Nivel 3 (z = 89,95 m): Arena media fina limosa disgregable con carbón y clastos grandes. Nivel 4 (z = 89,73 m): Limo arcilloso disgregable gris verde y marrón. Nivel 5 (z = 89,50 m): Arcilla marrón verdosa. Nivel 6 (z = 89,40 m): Limo arcilloso marrón.

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Nivel 7 (z = 89,17 m): Fina capa de arcilla verde de ca. 1 cm de espesor. Nivel 8 (z = 89,16 m): Limo arcilloso marrón. Algún bloque calizo grande. Nivel 9 (z = 88,95 m): Arcilla limosa marrón. Algún bloque calizo grande.

Fotos 14 y 15. Sondeo arqueológico en el cuadro S43.

Cuadro S45: se ha profundizado unos 75 cm, desde la cota 89,90 m del yacimiento hasta la cota 89,15 m. Se decide interrumpir a esa profundidad y concentrar los esfuerzos en el cuadro S43 porque a pesar de la proximidad

física

superficies,

el

de cuadro

ambas S45

presenta una estratigrafía repleta de elementos concrecionados y capas de caliza alterada.

Foto 16. Sondeo arqueológico en el cuadro S45.

Hallazgos de interés arqueológico en los cuadros S43 y S45 en la zona inferior de la cueva: el estudio de los materiales no se ha realizado todavía pero podemos avanzar que se trata en su totalidad de niveles que contienen una gran cantidad de material

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arqueológico. Los hallazgos más abundantes a lo largo de toda la secuencia son la fauna, los restos líticos y los cerámicos así como unos escasos restos humanos sin conexión anatómica. Cabe destacar que la cerámica es muy abundante en estos cuadros S43 y S45 incluso en las cotas inferiores. Se trata de cerámica realizada a mano, en su mayor parte lisa pero con algunos fragmentos que presentan elementos decorativos como cordones con digitaciones y peinados probablemente adscribibles a la Prehistoria reciente (¿Edad del Bronce?) (Fotos 17-24). Los restos arqueozoológicos son muy abundantes. La identificación preliminar de fragmentos de fauna que el Dr. P. Castaños pudo realizar en el laboratorio de campo de la excavación, señalan el predominio absoluto de la fauna doméstica, fundamentalmente vaca. Los elementos líticos son así mismo muy frecuentes. Destaca una posible hacha y diversos útiles retocados (raspadores, láminas, algún dorso).

Fotos 17-20.- Cerámica del cuadro S43. De izquierda a derecha: Nº 22 (Capa 1); Nº 162 (Capa 3); Nº 1417 (Capa 16); Nº 1411 (Capa 16).

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Fotos 21-24. Cerámica del cuadros S43 (21-23) y S45 (24). De izquierda a derecha: Nº 1349 (Capa 13); Nº 1343 (Capa 15); Nº 270 (Capa 5); Nº 639 (Capa 11). 12. 2. Zona superior (Foto 25) Las grandes dimensiones de la cavidad de Balzola dificultan el desarrollo del trabajo de campo en varias áreas a la vez (supone duplicar herramienta y estación total, por ejemplo). Por eso no hemos tenido mucho tiempo para trabajar en esta zona en la que

tenemos

continuar

en

previsto el

2007.

Presento aquí los resultados preliminares de un pequeño sondeo:

Foto 25.- Vista general de la zona “Redil”.

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Cuadro AG54: Se ha excavado una superficie de medio metro, la mitad este del cuadro, en una profundidad de 60 cm (desde la cota 99,53 m del yacimiento hasta la cota 98,93 m). No continuamos porque concluyó la campaña que habíamos planificado y porque la abundancia de restos aconsejaba sondear una superficie superior.

Foto 26. Excavación del cuadro AG54. En la profundidad que hemos podido documentar se reconocen 8 unidades estratigráficas, aparentemente in situ y con alteraciones mínimas, con abundantes materiales arqueológicos: Nivel 1: Nivel superficial de sedimento marrón con estiércol, muy arenoso, grano fino, suelto. Nivel 2: Lentes de sedimento negro con estiércol, suelto. Nivel 3: Sedimento marrón limoso seco de grano muy fino. Nivel 4: Capa de ceniza blanca con carbones grandes de madera. Recuerda a los niveles cenicientos de corral que se describen en algunas cuevas. Nivel 5: Capa de sedimento marrón oscuro parecido al Nivel 3. Nivel 6: Nivel de sedimento arenoso blanquecino, extremadamente suelto y seco con frecuentes clastos calizos de tamaño medio (3-4 cm, los mayores de 12-17 cm). Abundantísimos restos de fauna y restos líticos.

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Nivel 7: Pequeña capa de sedimento marrón textura arenosa y grano fino y pequeños clastos. Nivel 8: Sedimento ocre-amarillo de grano muy fino y muy suelto, seco. En general todos los niveles presentan sedimento de apariencia compacta por su grano fino, un limo seco, pero al excavar son extremadamente sueltos. Se han tomado muestras de sedimento que serán caracterizadas por el Dr. E. Iriarte.

Foto 27. Secuencia estratigráfica del Cuadro AG54 en la zona “Redil”.

Hallazgos de interés arqueológico en el cuadro AG54, en la zona superior del yacimiento: Los hallazgos arqueológicos son muy abundantes en toda la secuencia sondeada. Cabe destacar la práctica ausencia de la cerámica, con la excepción de un fragmento en una capa superficial. Toda la fauna examinada es salvaje con un alto porcentaje de ciervo. También están presentes el corzo y el sarrio. Son frecuentes los cantos rodados con huellas de uso. La industria lítica en sílex es muy abundante, aunque con los datos disponibles no es muy diagnóstica (raspadores, láminas, dorsos).

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13. DATACIONES DE 14C Dada la indefinición cronológica de los niveles excavados en la zona superior de la cueva, Cuadro AG56, y como en la campaña de 2007 esperamos seguir trabajando en esta zona, he decidido datar dos fragmentos de hueso de los dos niveles que a priori parecen de mayor interés arqueológico. Se ha enviado al laboratorio de Beta en EEUU: (1) MUESTRA BZ - AG54 - 1 Nº Registro: 817 AG54. Capa 4. Nivel 6 Coordenadas: x: 44,26: y: 53,63; z: 99,10 Descripción: Fragmento de diáfisis de ciervo Observaciones: Se guarda otro fragmento del mismo hueso (2) MUESTRA BZ - AG54 - 2 Nº Registro: 1172 AG54. Capa 7. Nivel 8 Coordenadas: x: 44,19: y: 53,07; z: 98,937 Descripción: Fragmentos rotos de una escápula de ciervo Observaciones: Se envían únicamente los fragmentos rotos pequeños de la escápula.

14. MEDIDAS DE CONSERVACIÓN Y PROTECCIÓN DEL YACIMIENTO Como es conocido, Balzola es un yacimiento de grandes dimensiones y cuenta con tres bocas de gran tamaño que dificultan su cierre o protección. Por otro lado, es una cueva que recibe un gran número de visitantes que pueden ejercer un fuerte impacto negativo en el sistema kárstico y que potencialmente pueden intervenir furtivamente en las zonas de interés arqueológico. En lo que respecta a esta intervención, hemos tomado las medidas que estaban a nuestro alcance para asegurar la protección del yacimiento: 1. Se ha vallado y señalizado el área de los sondeos mientras estos se realizaban. 2. Se ha trabajado continuamente todos los días -desde que se abrieron los sondeos hasta que se cerraron- con el fin de no dejarlos desprotegidos por ejemplo durante los fines de semana. 3. Se ha procurado trabajar en coordinación con los principales visitantes del yacimiento, espeleólogos y escaladores, para entre todos ejercer tareas de vigilancia sobre el área excavada.

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4. Una vez dada por terminada la primera campaña de sondeos, se han cubierto en su totalidad con geotextil, piedra y sedimento superficial procedente del vaciado. El resultado final es una superficie igual a la que existía antes de la realización de la actividad arqueológica.

Foto 28. Cubrición de los sondeos con geotextil. Posteriormente se rellenaron con bloques grandes de piedra. Todo ello se recubrió con sedimento y estiércol, al igual que el resto del entorno.

Esta estrategia ha resultado positiva. No hemos tenido ningún incidente con la protección de las áreas donde hemos trabajado ni con los materiales que hemos utilizado durante la excavación. El numeroso público visitante del yacimiento ha sido respetuoso con nuestra actividad. Como ya he señalado en el proyecto original, pienso que la conservación y protección de Balzola debe enmarcarse en un plan amplio que contemple su gestión integral. Por nuestra parte, quedamos a disposición del equipo técnico de la Diputación Foral de Bizkaia para tomar las medidas que se consideren pertinentes para proteger de la mejor manera posible el yacimiento arqueológico.

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15. JUSTIFICACIÓN DE LA SUBVENCIÓN RECIBIDA DE LA DIPUTACIÓN FORAL DE BIZKAIA Siguiendo el Decreto Foral 56/2006, de 4 de abril, de la Diputación Foral de Bizkaia, que regula la concesión de subvenciones para la promoción de investigaciones arqueológicas en el Territorio Histórico de Bizkaia, que se realicen a lo largo del año 2006, solicitamos una subvención de 3.500 € para financiar la topografía (alquiler de la estación total durante un mes, establecimiento de señales de referencia y cuadrículas) y el alquiler del vehículo necesario para transportar el sedimento para su tratamiento en el laboratorio. La subvención fue concedida por la Diputación Foral de Bizkaia (BOB 150, 8 de agosto 2006, p. 19.223) y adjunto junto a este informe las facturas correspondientes a los gastos que ésta cubre. 16. VALORACIÓN DE LA ACTUACIÓN DE 2006 Dadas las dimensiones y complejidad del yacimiento de Balzola habíamos propuesto la realización de sondeos durante un plazo de dos años y éste sigue siendo el planteamiento de trabajo. La campaña de este año ha resultado de alto interés para caracterizar el yacimiento (depósitos, secuencia estratigráfica, protección de cara al futuro): 1. Los sondeos mecánicos –que han profundizado hasta casi 2 m- han permitido desestimar el posible interés arqueológico de algunas de las zonas próximas a la entrada principal en el entorno de los cuadros I55 y D39 del plano que adjuntamos en CD aparte. 2.

Se confirma la existencia de depósitos arqueológicos en la zona correspondiente a los cuadros S43 y S45. Aquí se conserva una secuencia estratigráfica de al menos 1,65 m de profundidad de niveles con cerámica que probablemente corresponden a la Prehistoria reciente sin que tampoco por el momento podamos descartar la adscripción de algunos a épocas históricas. A lo largo de este año trabajaremos para la mejor caracterización de estas unidades estratigráficas. Tenemos previstos varios análisis (arqueozoología, cerámica, lítica, sedimentología y arqueobotánica) que probablemente nos ayudarán a concretar mejor su adscripción cronológica. Evidentemente sería interesante contar también con dataciones radiométricas. La realización de estas dependerá de los recursos que podamos conseguir a lo largo del 2007.

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3. Con los objetivos propuestos para estas campañas de sondeos (2006-2007), doy por concluido el sondeo en esta zona de la cavidad, la zona baja junto a las grandes bocas, ya que es técnicamente difícil continuarlo a mucha más profundidad. Por otro lado, gran parte de estos depósitos se encuentran en cotas muy bajas como para que los furtivos y las decenas de personas que acceden a esa zona del yacimiento puedan alterarlos fácilmente. En todo caso, su interés arqueológico es evidente. 4. La zona superior, junto al lateral derecho elevado de la cavidad, denominado en algunas publicaciones “el Redil” en mi opinión presenta mayor vulnerabilidad y un gran interés arqueológico. A la luz de los datos del pequeño sondeo que hemos realizado (pendiente todavía de caracterización cronológico-cultural), se conserva una interesante secuencia no alterada prácticamente en superficie. Pienso que ésta es la zona en la que intervino J.M. de Barandiarán y que las unidades estratigráficas que hemos definido son los niveles que él caracteriza como posible Magdaleniense o Aziliense con un nivel superior posterior al Epipaleolítico. 5. Durante la campaña de sondeos de 2006 hemos tenido muy poco tiempo para caracterizar adecuadamente esta zona por lo que en los próximos meses centraré los esfuerzos del trabajo de laboratorio en los materiales obtenidos en este sondeo cuya excavación deberíamos terminar también a lo largo del 2007. Así mismo, en febrero recibiremos los resultados de dos dataciones de 14C que se han enviado sobre materiales del Nivel 6 y Nivel 8 de esta zona de la cavidad (ambos niveles sin cerámica y con fauna salvaje). Este informe presenta una valoración preliminar de los resultados de la primera campaña de sondeos porque éste es un proyecto a desarrollar en dos años y porque todas las analíticas relacionadas con los materiales están en curso. En todo caso, quedo a disposición de la Diputación Foral de Bizkaia para cualquier aclaración o aportación de documentación relacionada con esta intervención arqueológica.

Lydia Zapata Peña Bilbao, 26 de diciembre de 2006

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REGISTRO DE MATERIALES BALZOLA CAMPAÑA DE 2006

CLAVES DE MATERIALES: C: Cuarcita CE: Cerámica CR: Canto rodado D: Diente H: Hueso LIM: Limonita S: Sílex

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