Presentación Libro - Etnobotánica wichí del bosque xerófito en el Chaco Semiárido salteño / Wichi ethnobotany of the xerophytic forest in the Semiarid Chaco, Salta province, Argentina

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Descripción

María Eugenia Suárez

Etnobotánica wichí del bosque xerófito en el Chaco semiárido salteño

Editorial Autores de Argentina

María Eugenia Suárez Etnobotánica wichí del bosque xerófito en el Chaco semiárido salteño. - 1a ed. Don Torcuato : Autores de Argentina, 2014. 522 p. ; 22x15 cm. ISBN 978-987-711-061-6 1. Antropología.Investigación. CDD 930.107

Editorial Autores de Argentina www.autoresdeargentina.com Mail: [email protected] Diseño de maquetado: Natalia Charquero Silva Diseño de portada: María Eugenia Vigna Dibujo de portada: Mauro Gabriel Fernandez Fau

María Eugenia Suárez Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental PROPLAME-PRHIDEB (CONICET-UBA) Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires. Mail: [email protected]

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723. Impreso en Argentina – Printed in Argentina

Presentación

Si nos portamos bien, está prometido, seremos todos iguales, sin distinción de raza, color, sexo, religión ni opinión. Todos veremos las mismas imágenes y escucharemos los mismos sonidos y vestiremos las mismas ropas y comeremos la misma comida y estaremos solos de la misma soledad dentro de casas iguales en barrios iguales de ciudades iguales donde respiraremos la misma basura y seremos conducidos por los mismos automóviles y programados por las mismas computadoras, en un mundo que será maravilloso para todo lo que no tenga piernas ni patas ni alas ni raíces. (“El paraíso”, Eduardo Galeano)

Esta obra versa sobre los saberes, vínculos, percepciones, sentimientos y representaciones que los indígenas wichís, nativos de la región del Gran Chaco, poseen acerca del bosque que los rodea, así como sobre las plantas y los hongos que lo componen. Se trata de una versión parcialmente corregida de mi tesis doctoral homónima, la cual data de fines de 2010 y fue defendida en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires en marzo de 2011. Vale mencionar que el trabajo se publica sin grandes modificaciones respecto de su versión original, por lo cual el lector encontrará que las referencias bibliográficas, los nombres científicos de plantas y hongos, así como sucesos y observaciones relatados llegan hasta 2010. Algunos datos incluidos en la obra forman parte de publicaciones previas que estaban enfocadas en temáticas puntuales y a las que se remite para informaciones ampliadas sobre los tópicos específicos (Arenas & Suárez 2007; Suárez 2009, 2010, 2011a, 2011b, 2012; Suárez & Arenas 2012; Suárez & Montani 2010). Aquí el lector encontrará a dichos datos integrados y analizados en forma holística junto con el resto de los resultados obtenidos, en su contexto original. Muchos otros, si bien forman parte de sendas publicaciones científicas en preparación, son novedosos. -7-

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En términos generales, el estudio intenta describir las ideas, conocimientos y prácticas de los wichís sobre una porción del cosmos: aquella relacionada a la vegetación del bosque o “monte” chaqueño. A la vez, procura interpretar y traducir dichos saberes y creencias en los términos de la ciencia académica occidental, con el fin de aportar a nuestro entendimiento sobre las peculiares formas de esta cultura de concebir, relacionarse y sentir a la “naturaleza”, así como a un mayor conocimiento sobre la biodiversidad de la región. Este trabajo se desarrolló en una pequeña porción de territorio en el este de la provincia argentina de Salta, en pleno corazón del Chaco Semiárido. Es el fruto del trabajo conjunto con numerosas personas que habitan allí y que se autoadscriben como wichís. Esta parte del mundo, como la región del Gran Chaco entera, es desde hace décadas y décadas, un escenario de creciente devastación ambiental y cultural por parte de la sociedad “dominante” o “envolvente”; pero también, en simultáneo y a consecuencia de ello, el de incansables luchas indígenas por recuperar y proteger su patrimonio cultural y natural. Deforestación, tala selectiva, introducción de ganado, sobrepastoreo, contaminación de los cuerpos de agua con heces animales, extinción de especies, escasez de leña y alimentos, son algunos de los muchos síntomas de la acción del “hombre blanco” en la zona de estudio, donde el pueblo wichí habita desde hace siglos y siglos. Pero en la última década, y en especial en los últimos 5 años, el avance de la frontera agropecuaria en el país hizo que los tan temidos desmontes llegaran a este lugar, que en zonas aledañas datan, lamentablemente, de hace mucho tiempo. Aunque las problemáticas ambientales antes mencionadas revisten suma gravedad, los desmontes literalmente arrasan y devastan el territorio, eliminando por completo la biodiversidad y la historia de cada sitio, en fin, destruyen la identidad de las culturas que viven en y de los bosques, arrasan con la vida entera. Este es el principal motivo que me llevó a publicar esta obra en lo inmediato, en un formato (el de tesis doctoral) que sin duda no es el más ameno para un lector: se pretende mostrar la enorme diversidad biológica que hay en la zona, la abundancia y riqueza de saberes y prácticas culturales asociados a ella, y la importancia de preservar los bosques, su flora y su fauna, y contribuir con ello a quienes luchan en lo cotidiano por que no desaparezcan. La publicación del contenido de la obra en formatos más accesibles -incluyendo ediciones bilingües (wichí-español)-, son proyectos que ya están en marcha y que espero vean la luz en

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un futuro no muy lejano. Éstos contarán desde ya con la información que se desprenda de las investigaciones etnobiológicas que continúo desarrollando, y que sin duda me permitirán ir corrigiendo, ampliando y mejorando la información, posturas y análisis aquí esgrimidos. Pero por lo pronto, ante la urgencia que demanda la situación y por solicitud expresa de los propios wichís y de otros actores (ONGs, algunos funcionarios y organismos gubernamentales, profesionales, académicos) que los acompañan y ayudan diariamente, pongo a su disposición los datos y resultados que fueron obtenidos en el transcurso de todos estos años, con el fin y la esperanza de que puedan resultarles útiles en sus esfuerzos por crear e implementar proyectos tendientes a mejorar la calidad de vida en la zona (proyectos de manejo de recursos y de desarrollo verdaderamente sustentables, de educación bicultural y bilingüe, de conservación biológica, entre otros). Con esta edición intento además aportar a difundir, al menos en parte, la riqueza de la cultura wichí, lo cual fue una de las motivaciones que condujo a muchas personas a participar en mi investigación: desean que el resto de la sociedad argentina conozca la riqueza y vitalidad de su cultura, que comprenda que existen otras formas posibles de concebir y relacionarse con la “naturaleza”, que entienda que la desaparición de los bosques y su biodiversidad (que viene ocurriendo hace siglos y cuyas consecuencias repercuten en todo el país y la región) implica no sólo la falta de recursos para su subsistencia diaria, sino también la desaparición de sitios y elementos que forman parte de su historia como pueblo, de su identidad; en fin, implica la prosecución del eterno genocidio de las culturas indígenas. Sólo así, creen, la sociedad entera podrá entender la legitimidad de sus reclamos y entonces se interesará y los acompañará plenamente en su lucha por la reivindicación de su territorio, de su patrimonio natural y cultural, y de los demás derechos indígenas que desde hace cinco siglos se les niega y que constituyen grandes deudas pendientes de la Nación Argentina. Doy a conocer entonces este primer compendio etnobotánico sobre el bosque, sus plantas y la cultura wichí, con el profundo anhelo de que constituya un aporte que, por más pequeño que resulte, sirva a aquellas personas que, por aquí y allá, se esfuerzan todos los días porque el mundo no acabe siendo un “paraíso” de monotonía, sino uno colmado de diversidad cultural y biológica, un mundo lleno de vida. María Eugenia Suárez Buenos Aires, 28 de diciembre de 2013 -9-

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Referencias citadas Arenas, P. & M. E. Suárez. 2007. Woods employed by Gran Chaco Indians to make fire drills. Candollea 62: 27-40. Suárez, M. E. 2009. El análisis de narrativas en Etnobotánica: el ‘yuchán’ (Ceiba chodatii, Bombacaceae) en el discurso de los wichís del Chaco Semiárido salteño, Argentina. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 44: 405-419. Suárez, M. E. 2010. Fitonimia wichí de especies arbóreas y arbustivas del Chaco Semiárido salteño. En: Messineo, C., G. F. Scarpa, F. Tola (comp.), Léxico, clasificación nominal y categorización etnobiológica en el Gran Chaco, pp. 199224. Instituto de Lingüística, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de La Pampa, Santa Rosa. Suárez, M. E. 2011a. Fitonimia wichí de plantas herbáceas y bejucos. Bonplandia 20: 185-202. Suárez, M. E. 2011b. Léxico etnobotánico y representaciones wichís sobre la vegetación del bosque. Artículo completo publicado en las Actas en línea del X Congreso Argentino de Antropología Social, http://www.xcaas.org.ar/actas. php, GT N° 34 “De ecologías, riesgos y conservaciones: la relación naturaleza-cultura en la antropología del siglo XXI”. Suárez, M. E. 2012. Espíritus vinculados con el bosque y sus plantas en el mundo de los wichís del Chaco Semiárido salteño, Argentina. En: Arenas, P. (ed.), Etnobotánica en zonas áridas y semiáridas del Cono Sur de Sudamérica, pp. 145177. CEFYBO (CONICET-UBA), Buenos Aires. Suárez, M. E. & P. Arenas. 2012. Plantas y hongos tintóreos de los wichís del Gran Chaco. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 47: 275-283. Suárez, M. E. & R. M. Montani. 2010. Vernacular knowledge of Bromeliaceae species among the Wichí people of the Gran Chaco, Argentina. Journal of Ethnobiology 30: 265–288.

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Prefacio

El bosque en la vida de los wichís y el estudio etnobotánico de María Eugenia Suárez Los wichís son en la actualidad una de las etnias más representativas en el Gran Chaco tanto por su dispersión geográfica como por su numerosa población. Viven principalmente en el Chaco argentino, y en reducido número en Bolivia. En las primeras décadas del siglo XX, también estaban asentados en el actual territorio paraguayo, pero luego de la Guerra del Chaco (1932-35) entre Bolivia y Paraguay, los wichís abandonaron dicha región (Schmidt 1937). Los wichís ocupan territorios muy diversos en su extenso hábitat: ámbitos fluviales, montanos, boscosos, praderas, y están también en el piedemonte andino. Se conocen variantes en su idioma y sus costumbres, al punto que en el pasado en el seno de la misma etnia se consideraban extranjeros entre unos y otros. Un mosaico de diferencias y semejanzas en un grupo humano que la antropología considera como uno sólo; ellos también, hoy, se consideran hermanos pese a las diferencias. La extensión territorial y las variaciones intragrupales implican la necesidad de encarar estudios particulares que indaguen segmentos o sectores de este pueblo; María Eugenia Suárez está comprometida con este enfoque. A principios de los años 1980 el conocimiento etnobotánico que se tenía sobre los wichís era prácticamente nulo. Esta situación era, ciertamente, generalizada entre la mayor parte de los nativos de la región. Sin embargo, para los wichís se contaba con una cuantiosa literatura antropológica en la que podía percibirse su notable sapiencia sobre la naturaleza, un hecho común entre los pueblos cazadores-recolectores. Contábamos además con unos breves datos etnobotánicos que nos conducirían a su profundización. Estas referencias las debemos a Alfred Métraux, uno de los padres de la etnografía chaqueña, que apuntó nombres y usos de plantas entre los wichí (Métraux 1946). Fue Métraux el primero de los etnógrafos que se preocupó de dotar de nomenclatura - 11 -

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científica a las plantas que mencionó, lo cual hizo –presumiblemente- sobre la base de colectas de ejemplares de herbario y de consulta a especialistas (Arenas & Cipolletti 1992: 138-140). Con estos datos previos, realizamos nuestras primeras prospecciones etnobotánicas a partir de 1982, primero en Misión La Paz, en la Provincia de Salta, y un año después nuevamente en Salta y Formosa. A partir de entonces, tanto el que suscribe esta nota, así como Aristóbulo Maranta, hicimos varios estudios sobre la etnobotánica y etnobiología de los wichís, aunque no nos dedicamos específicamente a este tema. Sin embargo, a la luz del material de campo recopilado, resultó preocupante que numerosos sectores donde se realizaron las prospecciones iniciales quedaron -y aún quedan- sin ser estudiados a fondo. María Eugenia Suárez se acercó a nuestro grupo de trabajo, con ideas difusas y casi sin conocimientos en la materia, ya que la enseñanza de la etnobotánica no forma parte de los planes de estudio de la carrera de Ciencias Biológicas en la Universidad de Buenos Aires. Pero el entusiasmo y la intuición de lo que se pretende en la vida suele ser lo que encamina hacia las metas que se van diseñando conforme se avanza en un plan propuesto. Este libro es una muestra de cuánto se puede lograr cuando se pone voluntad y energía para concretar los propósitos. Nos pareció muy interesante que Eugenia profundizara las investigaciones con los wichís, que no recibían de nuestra parte la necesaria atención. Se decidió circunscribir el estudio a un grupo de localidades y a una temática acotados, para ir luego ampliando el panorama en posteriores instancias y etapas. Elegimos como centro de operaciones la pequeña ciudad de Morillo, en el Chaco salteño, donde tanto los wichís como la gente del pueblo eran hospitalarios, alegres y abiertos, es decir, un ambiente cálido para iniciarse en una tarea solitaria una joven universitaria de Buenos Aires. Se sumó a la elección, sin duda, el recuerdo de informantes extraordinarios en nuestras campañas de los 80, y una vegetación natural aún muy conservada por aquellos años. Esto fue así, al punto que prácticamente sin necesidad de alejarnos del poblado hallábamos en los matorrales aledaños, plantas que casi no habían sido colectadas, que luego fueron motivo de trabajos de especial interés florístico (Arenas & Giberti 1987a, 1987b; Arenas & Cáceres Moral 2013). Esta naturaleza tan rica, en las tres décadas transcurridas, ha sido completamente devastada y muchas de estas plantas, nos cuenta Eugenia, son hoy inhallables. De manera que la tarea de documentación y de

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rescate, ante una situación de cambios y destrucciones, tiene un valor relevante y constituye un encomiable aporte de la etnobotánica. Con las perspectivas positivas y alentadoras que implicó la llegada de Eugenia Suárez al grupo, inicia su investigación con una beca doctoral del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) en 2005 y concluye exitosamente su tesis en 2011. Al ver concluido el trabajo, un lector ajeno al tema no puede percibir el esfuerzo que constituye un plan de este tipo, sobre todo si la formación académica de quien lo encara son las ciencias biológicas. Quien se compromete con esta disciplina debe aprender a preguntar a las personas, a observarlas, a comprender su idioma y las expresiones no orales de su comportamiento, sus conceptos, sus ideas. Deberá estudiar una literatura completamente nueva y tomar cursos en el campo de las humanidades. Todo esto emprendió Eugenia Suárez, así como junto con su actividad laboral hizo su vida, formó familia, tuvo hijos, viajó reiteradas veces a la zona, en épocas y en condiciones diversas. Las notas preliminares preparadas para presentar un libro suelen comentar y hasta glosar parte del contenido de las obras. Considero preferible que el lector haga su propio descubrimiento y se aventure en este minucioso y completo texto que nos habla del bosque en el mundo wichí. En los resultados, la información se organiza y desarrolla, por un lado, por temas (espíritus vinculados con el bosque, percepciones y sentimientos asociados al bosque, vegetales y hongos en la alimentación, la medicina, la magia, la economía y actividades de subsistencia, actividades lúdicas, entre otros), mientras que otra parte se organiza por las especies vegetales en forma concreta. Esta meticulosa sección brinda la posibilidad de realizar consultas y lecturas en función de los intereses propios del lector. La publicación de un libro constituye un hecho cultural que siempre es motivo de regocijo. La cultura occidental fue afecta desde antiguo por la palabra escrita, y desde la invención de la imprenta este acontecimiento logró un prestigio que se extiende hasta nuestros días, pese a la pérdida del valor del libro impreso en la actualidad. Los wichís, como también otros pueblos nativos del Gran Chaco, celebran que aparezcan libros que exalten sus conocimientos y que les ayude para mejorar sus condiciones de vida, y que demuestre que no son “salvajes” e ignorantes, como todavía hoy muchos sectores de la sociedad los caracteriza. No dudamos que este libro se constituirá en una obra de consulta y de - 13 -

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referencia, para meditar y para emprender nuevos estudios. También nos hará conocer algo más de los wichís, del bosque chaqueño, y de la vida de un pueblo que conforma los cimientos de la Nación y que fuera injustamente desvalorado. Para un autor es un motivo de satisfacción, y de alivio, ver su obra concluida y ponerla a consideración del gran público. Nosotros compartimos con alegría este hecho y deseamos que Eugenia Suárez produzca otras nuevas obras, que sin duda iluminarán el ámbito de estas disciplinas. Tampoco dudamos que este libro será un motivo suscitador para atraer estudiantes y que le permitirá a la autora a afianzarse y proyectarse como docente y académica en los más diversos ambientes de la sociedad. Pastor Arenas Buenos Aires, diciembre de 2013

Referencias citadas Arenas, P. & S. A. Cáceres Moral. 2013. La distribución geográfica e interés etnobotánico de Petalostelma robertii (Apocynaceae) en el Gran Chaco. Bonplandia 22 (2): 181-190. Arenas, P. & M. S. Cipolletti. 1992. El origen mítico de la liana Odontocarya asarifolia y otros vegetales entre las etnias del Chaco. Suplemento Antropológico, Universidad Católica, Asunción 17 (2): 131-165. Arenas, P. & G. C. Giberti. 1987a. Datos etnobotánicos y morfológicos de Marsdenia castillonii Lillo ex Meyer (Asclepiadaceae), planta comestible del Gran Chaco. Candollea 42: 147-158. Arenas, P. & G. C. Giberti. 1987b. The ethnobotany of Odontocarya asarifolia (Menispermaceae) an edible plant from the Chaco. Economic Botany 41: 361369. Métraux, A. 1946. Ethnography of the Chaco. En J. H. Steward (ed.), Handbook of South American Indians. Smithsonian Institution, Washington, Bull. 143, 1: 197-370. Schmidt, M. 1937. Los guisnais. Revista de la Sociedad Científica del Paraguay 4 (2): 1-35.

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Índice de Contenidos

Presentación, por María Eugenia Suárez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7 Prefacio, por Pastor Arenas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15 •

CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29 1.1. Tema de estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29 1.2. Marco teórico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 1.3. Antecedentes y aportes de la tesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 1.4. Hipótesis y objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34 1.5. El contexto ambiental: ubicación y descripción de la zona de estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 1.5.A. Ubicación geográfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35 1.5.B. Clima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .36 1.5.C. Relieve, suelos e hidrografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37 1.5.D. La vegetación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 1.5.D.1. El paisaje, antes y ahora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38 1.5.D.2. Los bosques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 1.5.D.2. a) Bosques según sus especies dominantes . . . .40 1.5.D.2. b) Bosques según su altura y estratos. . . . . . . . . .42 1.5.D.2. c) Bosques asociados a cuerpos de agua. . . . . . . 43 1.5.E. Fauna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44 1.6. El contexto cultural: los wichís del interfluvio Bermejo-Pilcomayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44 1.6.A. Ubicación geográfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44 1.6.B. El idioma wichí o wichi lhamtes, “las palabras de la gente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45 1.6.C. Demografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 1.6.D. Organización socio-política . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .48

1.6.E. Un breve comentario histórico-etnohistórico . . . . . . . .49 1.6.F. Economía y subsistencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 1.6.G. Cosmovisión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52 1.6.G.1. El espacio y el tiempo en el cosmos wichí. . . . . . . . . .52 1.6.G.2. Los “dueños” o “señores” del bosque y sus especies. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53 1.6.H. Religión y chamanismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54 1.6.I. Educación formal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56 •

CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 2.1. Recopilación de datos y materiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57 2.2. Tratamiento y organización de los datos y materiales . . . . . . .61 2.3. Análisis de la información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64



CAPÍTULO 3. RESULTADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69 PRIMERA PARTE: Los otros: habitantes y transeúntes del bosque. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69 3.1.1. Los seres espirituales asociados al bosque . . . . . . . . . . . . . . . 69 3.1.1.A. “Dueños” del monte y de seres del monte . . . . . . . . . . 70 3.1.1.B. Espíritus del plano celeste vinculados con el bosque . 76 3.1.1.C. Otros espíritus relacionados con el bosque . . . . . . . . . .77 3.1.2. Animales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .82 3.1.3. Otros seres humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83 3.1.4. Vegetales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85 SEGUNDA PARTE: El bosque y sus plantas en los distintos ámbitos de la vida de los wichís . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88 3.2.1. Viviendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88 3.2.1.A. Generalidades sobre las viviendas wichís . . . . . . . . . . .88 3.2.1.B. Tipos de viviendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89 3.2.1.C. Mobiliario y otros objetos domésticos . . . . . . . . . . . . .92 3.2.1.D. Plantas hogareñas del bosque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .92

3.2.1.E. Cercos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93 3.2.2. Alimentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 3.2.2.1. Generalidades sobre la alimentación . . . . . . . . . . . . . . . 93 3.2.2.2. Agua y fuego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97 3.2.2.3. Alimentos de origen animal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .97 3.2.2.4. Alimentos de origen vegetal o fúngico . . . . . . . . . . . . . . 97 3.2.2.5. Conservación de alimentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .98 3.2.2.6. Utensilios aplicados en la preparación y consumo de alimentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .100 3.2.3. Medicina, farmacopea, chamanismo y magia . . . . . . . . . . . 106 3.2.3.1. Tipos de dolencias y su tratamiento: farmacopea y chamanismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 3.2.3.2. Dolencias, afecciones o trastornos referidos . . . . . . . .109 3.2.3.3. La muerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118 3.2.3.4. Magia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .118 3.2.4. Economía y actividades de subsistencia . . . . . . . . . . . . . . . . .122 3.2.4.1. Resultados generales sobre las actividades económicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 3.2.4.2. Recolección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123 3.2.4.2.A) Implementos usados en la recolección . . . . . 124 3.2.4.2.B) Recursos recolectados en el bosque . . . . . . . .127 3.2.4.3. Caza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .132 3.2.4.3.A) Generalidades sobre la caza . . . . . . . . . . . . . . .132 3.2.4.3.B) Armas y herramientas aplicadas en la caza . .135 3.2.4.3.C) Trampas y modalidades de caza en el bosque referidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .138 3.2.4.4. Pesca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .140 3.2.4.4.A) Generalidades sobre la pesca . . . . . . . . . . . . . 140 3.2.4.4.B) Implementos para la pesca . . . . . . . . . . . . . . . . 141 3.2.4.5. Horticultura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142 3.2.4.6. Comercio, changas y otros trabajos pagos . . . . . . . . . . 145 3.2.5. Cerámica, arte textil y madera tallada . . . . . . . . . . . . . . . . . .147 3.2.6. Entretenimiento, rituales y ceremonias sociales . . . . . . . . . 149

3.2.7. Cuidado personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152 3.2.7.1. Aseo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .152 3.2.7.2. Vestimenta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152 3.2.7.3. Ornamentos personales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152 3.2.8. Estimulantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153 TERCERA PARTE: Repertorio de Especies y Usos . . . . . . . . . . .154 HONGOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .157 A- Hongos no liquenizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .157 B- Hongos liquenizados o líquenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170 PLANTAS VASCULARES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .177 CUARTA PARTE: Percepciones y sentimientos asociados al bosque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .360 3.4.1. Peligros y miedos en el bosque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .360 3.4.2. El bosque y las relaciones amorosas y sexuales . . . . . . . . . . 363 3.4.3. Cambios ambientales percibidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .363 3.4.4. Ámbitos y agrupaciones vegetales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .366 •

CAPÍTULO 4. DISCUSIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 373 A) Análisis de los usos prácticos de las especies estudiadas . . . . .373 B) Análisis de la fitonimia y otra nomenclatura asociada a la vegetación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .402 C) Otras percepciones y concepciones sobre el bosque y sus plantas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 413



CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427



CAPÍTULO 6. BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .435



ANEXOS Anexo 1. Encuesta guía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 465

Anexo 2. Listado de plantas estudiadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 479 A) Con entrada por nombre científico . . . . . . . . . . . . . . . . 480 B) Con entrada por nombre wichí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .494 C) Con entrada por nombre criollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 502 Anexo 3. Listado de hongos estudiados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .507 A) Con entrada por nombre científico . . . . . . . . . . . . . . . .508 B) Con entrada por nombre wichí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 511 C) Con entrada por nombre criollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 513 Anexo 4. Listado de animales mencionados en la tesis . . . . . . . . . . .515 A) Con entrada por nombre criollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . .516 B) Con entrada por nombre wichí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .519

Índice de Figuras y Tablas

A) FIGURAS Figura 1. Mapa: zona de estudio y distribución actual aproximada del pueblo wichí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37 Figura 2. Viviendas: choza o “rancho bola” y “quincho”. . . . . . . . . . . . .94 Figura 3. Viviendas: ”quincho” y casa de adobe. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95 Figura 4. Trojas y secado de frutos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105 Figura 5. Recolección y acarreo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .129 Figura 6. Curtiembre, cerámica y arte textil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .151 Figura 7. Número de especies según la cantidad de aplicaciones que poseen. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .374 Figura 8. Promedios de uso de las 20 familias más importantes a nivel utilitario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .377 Figura 9. Número de especies de hongos y plantas por categoría de uso. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .382 Figura 10. Número de aplicaciones por categoría de uso para el total de especies vegetales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .382 Figura 11. Número de aplicaciones por categoría de uso para el total de especies fúngicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .383 Figura 12. Cantidad de especies alimenticias recolectadas por los wichís. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .385 Figura 13. Valor promedio de IC por categoría de uso para plantas, hongos y ambas en conjunto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .387 Figura 14. Gráfico con los resultados del test de comparaciones múltiples de Dunn entre los distintos grupos de formas de vida.394 Figura 15. Gráfico con los resultados del test de comparaciones múltiples de Dunn entre los distintos estratos del bosque. . . . . . 396 Figura 16. Número de aplicaciones madereras y no-madereras de especies leñosas y no leñosas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .399

María Eugenia Suárez

B) TABLAS Tabla 1. Tipos de alimentos y formas de preparación y consumo registrados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .103 - 104 Tabla 2. Familias botánicas y fúngicas ordenadas en forma descendente según la cantidad de usos que poseen . . . . . . . . . . . . . . . 375 - 376 Tabla 3. Especies más importantes culturalmente a nivel utilitario según los índices de número total de usos (NU) e importancia cultural (IC). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .377-378 Tabla 4. Agrupación de especies según su forma de vida para cálculos cuantitativos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .392 Tabla 5. Pares de grupos de formas de vida que presentan diferencias significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .393 Tabla 6. Pares de grupos de estratos del bosque que presentan diferencias significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .395

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