Orientación de las tumbas y astronomía en la necrópolis de época tartésica de la Angorrilla

August 11, 2017 | Autor: César Esteban | Categoría: Archaeoastronomy, Tartessos, Prtotohistoric Iberian Peninsula
Share Embed


Descripción

Álvaro Fernández Flores Araceli Rodríguez Azogue Manuel Casado Ariza Eduardo Prados Pérez (coordinadores)

LA

NECRÓPOLIS

DE ÉPOCA TARTÉSICA DE LA

ANGORRILLA ALCALÁ DEL RÍO, SEVILLA

Álvaro Fernández Flores Araceli Rodríguez Azogue Manuel Casado Ariza Eduardo Prados Pérez (coordinadores)

Sevilla 2014

Serie: Historia y Geografía Núm.: 271

Comité editorial: Antonio Caballos Rufino (Director del Secretariado de Publicaciones) Eduardo Ferrer Albelda (Subdirector) Manuel Espejo y Lerdo de Tejada Juan José Iglesias Rodríguez Juan Jiménez-Castellanos Ballesteros Isabel López Calderón Juan Montero Delgado Lourdes Munduate Jaca Jaime Navarro Casas Mª del Pópulo Pablo-Romero Gil-Delgado Adoración Rueda Rueda Rosario Villegas Sánchez

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escrito del Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla

Este libro se integra en los objetivos y la difusión del Proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía “La construcción y evolución de las entidades étnicas en Andalucía antigua (siglos VII a.C.-II d.C.)” (HUM-3482), a cuya edición ha contribuido económicamente. El Grupo de Investigación “De la Turdetania a la Bética” (HUM152) ha contribuido también a la financiación de esta monografía a través del Proyecto “Sociedad y paisaje: alimentación e identidades culturales en Turdetania-Bética (siglo VIII a.C.-II d.C.)” (HAR2011-25708). Asimismo la Asociación Cultural Instituto de Estudios Ilipenses ha financiado la presente edición.

Motivo de cubierta: Jarro de bronce de la Angorrilla (foto C. López).

© SECRETARIADO DE PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA 2014 Porvenir, 27 - 41013 Sevilla Tlfs.: 954 487 447; 954 487 451; Fax: 954 487 443 Correo electrónico: [email protected] Web: © Álvaro Fernández Flores, Araceli Rodríguez Azogue, Manuel Casado Ariza y Eduardo Prados Pérez (coordinadores) 2014 © Por los textos, los autores 2014 Impreso en papel ecológico Impreso en España-Printed in Spain ISBN: 978-84-472-1557-7 Depósito Legal: SE 1359-2014 Diseño de cubierta: Santi García Maquetación e impresión: Pinelo talleres gráficos, s.l.

Índice Prólogo por Eduardo Ferrer Albelda ......................................................................

11

Parte I ILIPA DURANTE LA PRIMERA EDAD DEL HIERRO La ciudad y el territorio Álvaro Fernández Flores, Araceli Rodríguez Azogue y Eduardo Prados Pérez .................................................................................

17

La Angorrilla en el contexto del bajo Guadalquivir. Estudio geoarqueológico Francisco Borja Barrera y María Ángeles Barral Muñoz ..................

41

Parte II LA NECRÓPOLIS DE LA ANGORRILLA La intervención arqueológica Álvaro Fernández Flores, Eduardo Prados Pérez y Araceli Rodríguez Azogue .........................................................................

59

Catálogo de sepulturas Álvaro Fernández Flores, Eduardo Prados Pérez y Araceli Rodríguez Azogue .........................................................................

85

El cementerio de época tartésica. Aspectos rituales Álvaro Fernández Flores, Eduardo Prados Pérez y Araceli Rodríguez Azogue .........................................................................

251

Orientación de las tumbas y astronomía en la necrópolis de la Angorrilla César Esteban López .....................................................................................

321

Parte III EL REGISTRO FUNERARIO. LOS AJUARES La cerámica Manuel Pellicer Catalán ...........................................................................

331

El armamento Fernando Quesada Sanz, Manuel Casado Ariza y Eduardo Ferrer Albelda .............................................................................

351

Los cuchillos de hoja curva de hierro Eduardo Ferrer Albelda y Manuel Casado Ariza .................................

379

Las fíbulas Eduardo Ferrer Albelda y María Luisa de la Bandera Romero .........

393

Los broches de cinturón Eduardo Ferrer Albelda y María Luisa de la Bandera Romero .........

403

Las joyas y adornos personales María Luisa de la Bandera Romero y Eduardo Ferrer Albelda .........

429

Las pinzas Eduardo Ferrer Albelda y María Luisa de la Bandera Romero .........

477

Los objetos de hueso y marfil Manuel Casado Ariza...................................................................................

481

Los bronces rituales de la tumba 30 Javier Jiménez Ávila.......................................................................................

509

Las ofrendas de animales Ana Pajuelo Pando y Pedro Manuel López Aldana................................

535

Parte IV EL REGISTRO FUNERARIO. INDIVIDUOS Estudio antropológico de la necrópolis de la Angorrilla Inmaculada López Flores ............................................................................

557

Aproximación a la dieta de la población de la Angorrilla. Resultados preliminares de análisis de isótopos estables del carbono y del nitrógeno sobre restos óseos Domingo Carlos Salazar-García ..............................................................

605

Estudio del ADN mitocondrial de los restos humanos hallados en la Angorrilla Sara Palomo Díez, Eva Fernández Domínguez, Cristina Gamba y Eduardo Arroyo Pardo ................................................................................

617

Parte V EL REGISTRO FUNERARIO. VARIA Análisis de fitolitos de restos sedimentarios del jarro de la tumba 30 Marta Portillo Ramírez y Rosa Maria Albert Cristóbal ....................

635

Estudio de los restos textiles de la Angorrilla Carmen Alfaro Giner ...................................................................................

639

Análisis antracológico de las sepulturas de cremación Mª Oliva Rodríguez-Ariza ...........................................................................

645

Orientación de las tumbas y astronomía en la necrópolis de la Angorrilla César Esteban López*

DETERMINACIÓN DE LA ORIENTACIÓN DE LAS TUMBAS Y RESULTADOS

* Instituto de Astrofísica de Canarias. Departamento de Astrofísica, Facultad de Física, Universidad de La Laguna.

Una mirada somera al plano de la zona excavada de la necrópolis de época orientalizante de la Angorrilla (siglos VII a VI a.C., Fernández y Rodríguez, 2007) nos indica que la mayoría de las tumbas se halla dispuesta con sus ejes longitudinales cercanos a la línea este-oeste, un patrón de orientación habitual en las necrópolis del período fenicio arcaico en la península ibérica (siglos VIII y VII a.C., Ramos, 1986: 32). En el presente estudio analizaremos los elementos astronómicos que podrían estar relacionados con esta costumbre en el ritual funerario. La necrópolis que nos ocupa se volvió a cubrir después de su excavación, por lo que no pudimos medir la orientación de la tumbas de forma directa (que hubiera sido lo deseable) sino a partir de un plano detallado de la zona excavada del yacimiento. Sobre dicho plano, y para cada tumba, se trazó una línea recta a lo largo de la dirección definida por su eje de simetría longitudinal y se midió el ángulo que formaba dicha recta con respecto al eje norte-sur indicado en el plano. Comprobamos la fiabilidad de la posición del norte geográfico indicado sobre el mapa con medidas sobre el terreno realizadas con un teodolito. Estas medidas se tomaron el día 24 de abril de 2006 y consistieron en la determinación del acimut (ángulo horizontal respecto al norte geográfico) de la orientación de las aceras norte y sur de una calle que se construyó sobre parte de la necrópolis y cuyo trazado se muestra también en el plano. La comparación entre el acimut de la vía medidos sobre el plano (117°) y con el teodolito (116°) nos proporcionó una diferencia de tan sólo 1°, cantidad que sustrajimos a todas las medidas individuales de los ejes longitudinales de las tumbas obtenidas sobre el plano. Estimamos que la incertidumbre promedio de las orientaciones es del orden de unos 2°, valor que proviene de la precisión estimada en la determinación del eje longitudinal de las tumbas. Las coordenadas geográficas del yacimiento se determinaron con un aparato de posicionamiento global (GPS). La gran mayoría de las tumbas tiene forma aproximadamente rectangular u ovalada, y no dispone de ningún elemento estructural que indique una

321

322

CÉSAR ESTEBAN LÓPEZ

Figura 1. Diagrama de orientaciones (definidas como el acimut del eje longitudinal) de las tumbas de la necrópolis de la Angorrilla. En a) se supone que el este (hacia donde apuntan los pies de los cadáveres) es la dirección relevante en el ritual funerario y en b) se supone que es el oeste (hacia donde apuntan los cráneos) la dirección relevante. Nótese que en ambos casos la distribución se concentra en un cuadrante de los 360° que cubre el horizonte, lo que indica que el patrón de orientación no es aleatorio. En la figura se representan los puntos cardinales así como los puntos extremos por donde se producen los ortos (mitad este de los diagramas) y ocasos (mitad oeste) solares a lo largo del año (SV: solsticio de verano; SI: solsticio de invierno) y ortos y ocasos lunares a lo largo de su ciclo de 18,6 años (LMN: lunasticio mayor norte; LMS: lunasticio mayor sur).

dirección privilegiada, por lo que no sabemos si la dirección relevante era la oriental o la occidental. Sin embargo, la disposición de los cadáveres en las inhumaciones de la necrópolis muestra la cabeza dirigida hacia el oeste y los pies hacia el este, mientras que las tumbas de incineración muestran las cenizas del difunto colocadas en su extremo oeste (Fernández y Rodríguez, 2007). Estos dos hechos sistemáticos indican que las tumbas tenían una misma orientación preferente, aunque no es posible precisar de forma objetiva si era el este o el oeste la dirección importante en el ritual. Por ejemplo, en las inhumaciones cristianas de la antigüedad la dirección relevante era hacia donde miraba el cadáver (la que apuntan los pies), pues se esperaba que el difunto, al levantarse en el momento de la resurrección, dirigiera su mirada al sol naciente, por lo que el cráneo se colocaba en el extremo oeste de la tumba, la misma disposición que se encuentra en la Angorrilla. Sin embargo, M.L. Ramos (1986: 32) indica que la regla general en las inhumaciones de época fenicia arcaica es que la cabeza del difunto se dirija hacia el este y los pies al oeste, al contrario de lo que se observa en el yacimiento que nos ocupa. Algunos de los tipos de tumbas fenicias y púnicas más comunes del Mediterráneo occidental, como

los hipogeos y las tumbas de cámara, disponen de puertas de acceso, por lo que, en estos casos, podríamos suponer que la dirección privilegiada es la de la abertura. Un dato importante en este sentido es que en las sepulturas de las necrópolis de Cartago que disponen de accesos, los pies siempre se colocan cercanos a la puerta (Benichou-Safar, 1982: 13). M.L. Ramos (1986: 32) indica que las tumbas de cámara de la necrópolis de Trayamar se orientan con su acceso situado siempre al este y que, en el único caso en que se ha podido comprobar claramente (la sepultura número 4 de dicho yacimiento), los pies del cadáver se encontraban dirigidos hacia la puerta. Si extrapolamos estos datos a la necrópolis de la Angorrilla, podemos suponer que quizás la dirección relevante fuera el este, aunque en nuestra discusión también consideraremos el caso contrario. En la figura 1 mostramos las dos versiones posibles del diagrama de orientaciones de las 53 tumbas medidas en el yacimiento: en a) suponemos que es el este (hacia adonde apuntan los pies) la dirección relevante en el ritual funerario y en b) representamos el caso contrario, donde el oeste (hacia adonde apuntan los cráneos) es la dirección relevante. Como podemos ver, la distribución de orientaciones se restringe a un cuadrante, lo que indica

ORIENTACIÓN DE LAS TUMBAS Y ASTRONOMÍA EN LA NECRÓPOLIS DE LA ANGORRILLA

Figura 2. Histograma de las orientaciones de las tumbas de la necrópolis de la Angorrilla, donde se indica explícitamente el número de tumbas orientadas a un cierto valor de acimut, agrupados en intervalos de 2° de anchura (el valor estimado de la incertidumbre). En a) se considera el este como la dirección relevante y sólo se representa la mitad oriental del horizonte (acimut desde 0° a 180°); en b) se considera el oeste como la dirección relevante y sólo se muestra la mitad occidental (180° a 360°). EQ significa el punto por donde se produce el orto u ocaso del Sol en los equinoccios (coincidente con el punto cardinal este u oeste en el caso de un horizonte plano); SV y SI indican los puntos del orto u ocaso solar en el solsticio de verano e invierno, respectivamente. LMN y LMS corresponden a los puntos por donde sale o se pone la luna en los lunasticios lunares norte y sur, respectivamente.

que la disposición espacial de las sepulturas no es aleatoria. En la figura 1 también se indica la posición de los ortos y ocasos del Sol en ambos solsticios y en los equinoccios suponiendo un horizonte plano (altura igual a 0°), circunstancia que parece apropiada dada la ausencia de montañas de altura destacable en las cercanías del lugar. La posición de ambos solsticios en los diagramas indica los extremos donde podremos ver salir o ponerse el Sol a lo largo del año, es decir, nunca veremos producirse ortos u ocasos del Astro Rey más al norte del solsticio de verano o más al sur del solsticio de invierno. Para los

solsticios se ha tenido en cuenta la oblicuidad de la eclíptica del año 1000 a.C. (23,8°) que es apenas 0,3° mayor que su valor actual. También se ha incluido la posición de los ortos y ocasos lunares para sus posiciones extremas (algo análogo a los solsticios solares), los denominados lunasticios mayores norte y sur, que se alcanzan cada 18,6 años (también se denominan paradas mayores, ver Aparicio et al., 2000: 35). Para el cálculo de los lunasticios se ha tenido en cuenta el efecto de la paralaje lunar, que depende principalmente de la latitud del lugar (ver definición y la fórmula empleada en Aparicio et al., 2000: 50), así como el valor de la oblicuidad de

323

324

CÉSAR ESTEBAN LÓPEZ

la eclíptica y de la inclinación de la órbita lunar para el 1000 a.C. (datos tomados de Ruggles, 1999: 57). En la figura 2 se muestra básicamente lo mismo que en la figura 1 pero en forma de histograma de orientación, donde se indica explícitamente el número de tumbas orientadas a un cierto valor de acimut, agrupados en intervalos de 2° de anchura (el valor estimado de la incertidumbre). En abscisas, sólo se representa la mitad este del horizonte (de 0° a 180°) en la figura 2a y la mitad oeste (de 180° a 360°) en la figura 2b.

ANÁLISIS DEL PATRÓN DE ORIENTACIONES Considerando la dirección este como la relevante, la figura 2a indica que la mayoría de las orientaciones se concentra en la horquilla de los ortos solares a lo largo del año (así como también a los ortos lunares a lo largo de su período de 18,6 años) excepto para un grupo de aproximadamente 12 tumbas (siete tumbas si consideramos los ortos lunares) que se encuentran orientadas varios grados al norte de estos puntos extremos. Es de destacar que una fracción importante de estas tumbas “discordantes” (cinco de ellas) se encuentra localizada en el sector más meridional de la zona excavada de la necrópolis. La mayoría de las tumbas (36 de 53, un 68%) se encuentra orientada hacia los ortos solares en el período de primavera-verano. Si consideramos ahora la dirección oeste como la relevante, la situación es similar, pero ahora las 12 tumbas “discordantes” (siete si consideremos ocasos lunares) se encuentran situadas varios grados al sur del punto por donde se produce el ocaso solar más meridional, el correspondiente al solsticio de invierno. A diferencia del caso representado en la figura 2a, en este caso, la orientación de las tumbas “discordantes” todavía podría interpretarse astronómicamente como relacionadas con el Sol (o la Luna), pero ya no estrictamente con el momento preciso del ocaso, sino también con los momentos anteriores a éste, cuando el Astro Rey declina en el cielo del atardecer. Si admitimos que la dirección relevante era el oeste, un 91% de las tumbas estaría orientada hacia el Sol declinante o a su ocaso durante las estaciones de otoño e invierno. Según los resultados de las excavaciones arqueológicas en la Angorrilla, no se puede discernir con seguridad si el grupo étnico que se enterraba en la necrópolis era indígena o foráneo colonial (Fernández y Rodríguez, 2007). Los resultados que hemos obtenido sobre el patrón de orientaciones parecen, como veremos a continuación, consistentes con las

prácticas fenicias y púnicas encontradas en la península ibérica y en el Mediterráneo oriental, aunque la falta de datos sobre las sepulturas de las poblaciones autóctonas que habitaron el suroeste peninsular justo antes de la colonización fenicia es un grave problema en este sentido. A partir de los resultados de M. Hoskin (2001) sobre orientaciones megalíticas en el Mediterráneo occidental, sabemos que los corredores de sus sepulcros megalíticos construidos siglos antes de época orientalizante por las poblaciones indígenas de las actuales zonas geográficas de Portugal, Salamanca y Badajoz, muestran una concentración extraordinariamente elevada de orientaciones (un 96,9% en la muestra de 324 sepulturas estudiadas por M. Hoskin) en el intervalo de acimutes entre 60° a 130°, justo el arco del horizonte donde se producen los ortos solares durante el año. Por otro, lado, las tumbas megalíticas situadas en el área del sur de Portugal y Andalucía muestran un patrón algo más extendido hacia la dirección sur, cubriendo mayoritariamente un rango de acimutes entre 60° a 190°, lo que podría incluir posiciones solares tanto al orto como mientras asciende hacia el meridiano. Como vemos, el patrón encontrado en la Angorrilla, sería similar al mostrado por los sepulcros megalíticos de épocas anteriores en la zona, pero sólo en el caso en que la dirección este fuese la relevante en el ritual funerario aunque, claro está, la separación temporal entre ambos ámbitos culturales es tan grande que no podemos extraer ninguna conclusión de esta comparación. Los datos sobre orientaciones de tumbas en necrópolis fenicias o púnicas, tanto en la península ibérica como en el Mediterráneo occidental, son escasos y nunca se han discutido en profundidad por parte de los arqueólogos. En cuanto a yacimientos del período fenicio arcaico, M.L. Ramos (1986: 32) señala que tanto en las necrópolis de Trayamar como en Puente de Noy las tumbas de cámara se orientan con su acceso situado siempre al este. Accesos orientados hacia el oriente también se encuentran en las necrópolis de hipogeos de Villaricos (Belmonte, 1999:186) y de Málaga (González et al., 2007). Según M.L. Ramos (1986: 32-33), el patrón de orientación de las sepulturas correspondientes al período púnico (siglos VI-III a.C.) parece diferente al del período fenicio arcaico, pues ya no tienden a disponerse a lo largo de la línea este-oeste, sugiriendo un cambio en el rito funerario. Sin embargo, estudios arqueoastronómicos recientes de un buen número de necrópolis púnicas en el Mediterráneo occidental indican la existencia de una

ORIENTACIÓN DE LAS TUMBAS Y ASTRONOMÍA EN LA NECRÓPOLIS DE LA ANGORRILLA

Figura 3. Histograma de las orientaciones de las tumbas de la necrópolis tartésica de Cerrillo Blanco de Porcuna (Jaén) donde se ha considerado la dirección este como la relevante y se han agrupado las tumbas en intervalos de 2° de anchura. Los datos se han obtenido a partir del plano publicado por J.F. Torrecillas (1985: 31). El significado de las distintas abreviaturas se explica en el pie de la figura 2. Sólo se representa la mitad oriental del horizonte (acimut desde 0° a 180°). Nótese la similitud entre este diagrama de orientaciones y el mostrado en la figura 2.

cierta sistemática en las orientaciones que, en muchos casos, no es muy diferente a la del período anterior. El diagrama de orientación de 22 tumbas en cista de los siglos VII-V a.C. de la necrópolis de Útica (Túnez) muestra una orientación sistemática hacia el orto solar en otoño-invierno (Belmonte et al., 1998). También se observa una disposición a lo largo de la línea este-oeste en las sepulturas de la necrópolis oriental de la ciudad costera de Tipasa (Argelia) (Baradez, 1969) y en las de Ain Dalia Lekbira, en Marruecos (Alaoni, 2000). Por otra parte, los hipogeos de Menzel Temine (Túnez) muestran una distribución hacia el este con dos picos bien diferenciados hacia el orto solar en el solsticio de invierno y los equinoccios (Belmonte et al., 1998), este patrón es casi idéntico al que muestra la anteriormente comentada necrópolis fenicia de Villaricos. A.C. González et al. (2007) han estudiado las orientaciones de los hipogeos en necrópolis púnicas de Ibiza y Cerdeña. Comparando el diagrama de orientación de la necrópolis de la Angorrilla con los que obtienen dichos autores, encontramos que los de las necrópolis sardas de Tuvixeddu, Monte Sirai y Monte Luna (Senorbi) son similares a los mostrados en nuestra figura 1b (tumbas orientadas hacia el oeste), mientras que la de Tharros y otra de Panormo (Sicilia) estudiada por A.C. González et al. (2007) a partir de planos publicados por Tamburello (1991), resultan similares a la mostrada en la figura 1a (tumbas orientadas hacia el este). De cualquier

manera, no todas las necrópolis púnicas siguen estos patrones de orientación, por ejemplo, algunas necrópolis en Byrsa (Cartago), muestran una orientación hacia al sur-suroeste (Belmonte et al., 1998), mientras que F. Ventura (2000) encuentra que las tumbas de cámara y de fosa fenicias y púnicas de la isla de Malta no muestran una clara orientación solar o lunar pero sí una preferencia por alinearse en la dirección norte-sur. La importancia de la orientación en el ritual funerario púnico también se encuentra reflejada en las inscripciones de una piedra tallada dedicada a Baal Hammon encontrada en la zona de Salambó en Cartago y datada en el siglo III a.C. El texto indica que la parte anterior de la piedra estaba orientada hacia la puesta del Sol, mientras que la parte posterior lo hacía hacia el amanecer (Xella, 1991: 48). Leglay (1961: 276) indica que L. Carton, al excavar la necrópolis neo-púnica de Thuburnica (Sidi-Ali-Bel-Kassen, Túnez), encontró que todas las estelas estaban orientadas hacia el este. El estudio del patrón de orientaciones de otras necrópolis de época orientalizante cercanas a la Angorrilla sería muy interesante para clarificar la situación. A. Fernández y A. Rodríguez (2007) indican la similitud entre las necrópolis de la Angorrilla y la de Cerrillo Blanco, en Porcuna (Jaén), en cuanto al tipo de fosas, la disposición de los cuerpos en las inhumaciones y, en menor medida, por los ajuares. Es interesante comparar el histograma

325

326

CÉSAR ESTEBAN LÓPEZ

de orientación que se construye a partir del plano de la necrópolis de Cerrillo Blanco presentado por J.F. Torrecillas (1985: 31) y que mostramos en la figura 3 (suponiendo que la dirección relevante es la este) con la de la Angorrilla (figura 2a). Aunque sólo tenemos 21 sepulturas en Cerrillo Blanco, el patrón es muy similar, con una concentración clara dentro del intervalo de acimutes definidos por los ortos solares (con un pico centrado justo en la dirección del amanecer de los equinoccios) y algunas pocas tumbas “discordantes” situadas algo al norte del punto del orto solar en el solsticio de verano.

CONCLUSIONES Como vemos, las tumbas de la necrópolis de la Angorrilla muestran una distribución de orientaciones que no es aleatoria, similar a la de otras necrópolis fenicias arcaicas e incluso posteriores de época púnica del Mediterráneo occidental. Desgraciadamente, no sabemos con certeza cuál era la dirección relevante de las tumbas, si el este o el oeste, aunque la disposición sistemática de los pies de los cadáveres hacia el oriente podría indicar que la intencionalidad era que las tumbas miraran en esa dirección.

En este caso, el objetivo simbólico sería el Sol naciente, principalmente durante la época de primavera–verano (también podría relacionarse con el orto lunar, quizás con la salida de la Luna llena en otoño-invierno). Un 23% de las tumbas se encuentran orientadas ligeramente al norte de la posición del orto solar en el solsticio de verano (dicha fracción se reduce a un 13% si consideramos los ortos lunares), por lo que el ajuste de la distribución de orientaciones con los ortos solares (lunares) no es del todo perfecta. En el caso de que la dirección relevante fuese el oeste, hacia dónde apuntan las cabezas de los cadáveres, la hipótesis astronómica se ajusta algo mejor, pues todas las tumbas podrían interpretarse como relacionadas con el Sol (o la Luna) declinante o en su ocaso. En el caso de una orientación solar, la gran mayoría de las tumbas indicarían posiciones en o cercanas a la puesta del Astro Rey durante las estaciones de otoño e invierno. El patrón de orientaciones de las necrópolis de la Angorrilla y el de Cerrillo Blanco de Porcuna, adscritas ambas al mismo horizonte cultural, es similar. Sería de gran interés estudiar la distribución de las orientaciones de las tumbas en otros yacimientos coetáneos para intentar explorar la existencia o no de elementos comunes en el ritual funerario.

BIBLIOGRAFÍA ALAONI, M. K. (2000): A propos de la chronologie de la nécropole rurale d’Aïn Dalia Lekbira (région de Tanger, Maroc). Actas del IV Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos, Vol. III (M. E. Aubet; M. Barthélemy, eds.), Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz. Cádiz: 1185-1195. APARICIO, A.; BELMONTE, J.A.; ESTEBAN, C. (2000): Las bases astronómicas. Arqueoastronomía Hispana (J.A. Belmonte, coord.), Equipo Sirius. Madrid: 19-65. BARADEZ, J. (1969): Nécropole orientale côtière de Tipasa de Maurétanie. Antiquités Africaines, 3  : 83-114. BELMONTE, J. A. (1999): Las leyes del cielo. Temas de Hoy. Madrid. BELMONTE, J. A.; ESTEBAN, C.; JIMÉNEZ GONZÁLEZ, J. J. (1998): Mediterranean archaeoastronomy and archaeotopography: Pre-Roman tombs of Africa Proconsularis. Archaeoastronomy (Supplement of the Journal for de History of Astronomy), 23: 7-24. BENICHOU-SAFAR, H. (1982): Lest tombes puniques de Carthage: topographie, structures, inscriptions

et rites funéraires. Centre Nationale de la Recherche Scientifique. París. FERNÁNDEZ, A; RODRÍGUEZ, A. (2007): Vida y muerte en la Ilipa tartésica. Ilipa Antiqva. De la prehistoria a la época romana (E. Ferrer Albelda; A. Fernández Flores; J. L. Escacena Carrasco; A. Rodríguez Azogue, eds.). Excmo. Ayuntamiento de Alcalá del Río: 103-130. GONZÁLEZ, A. C.; COSTA, L.; ZEDDA, M. P.; BELMONTE, J. A. (2007): The orientation of the Punic tombs of Ibiza and Sardinia. Light and Shadows in Cultural Astronomy (M. P. Zedda; J. A. Belmonte, eds.). Associazione Archeofila Sarda. Isili : 47-57. HOSKIN, M. (2001): Tombs, temples and their orientations. Ocarina Books. Bognor Regis. LEGLAY, M. (1961): Saturne Africain. Monuments. Tome I. Arts et Métiers Graphiques. París. RAMOS, M. L. (1986): Estudio sobre el ritual funerario en las necrópolis fenicias y púnicas de la Península Ibérica. Ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid. Madrid. RUGGLES, C. L. N. (1999): Astronomy in Prehistoric Britain and Ireland. Yale University Press. New Haven y Londres.

ORIENTACIÓN DE LAS TUMBAS Y ASTRONOMÍA EN LA NECRÓPOLIS DE LA ANGORRILLA

TAMBURELLO, I. (1991): Palermo. Herbita. Palermo. TORRECILLAS, J. F. (1985): La necrópolis de época tartésica del Cerrillo Blanco (Porcuna, Jaén). Instituto de Estudios Giennenses (C.S.I.C.). Jaén. VENTURA, F. (2000): Orientations of the Phoenician and Punic shaft tombs of Malta. Oxford VI and

SEAC 99. Astronomy and cultural diversity (C. Esteban; J. A. Belmonte, eds.), Organismo Autónomo de Museos del Cabildo de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife. 59-63. XELLA, P. (1991): Baal-Hammon. Consiglio Nazionale delle Richerche. Roma.

327

LA

NECRÓPOLIS

DE ÉPOCA TARTÉSICA DE LA

ANGORRILLA ALCALÁ DEL RÍO, SEVILLA

En la primera década del siglo XXI se efectuó en Alcalá del Río (Sevilla) una serie de intervenciones arqueológicas en las que se detectaron los restos correspondientes a un poblado y a una necrópolis de época tartésica. La presente obra, aunque se centra en el análisis de los enterramientos, incorpora también la información recuperada en la zona de hábitat, al considerar ambos enclaves como partes integrantes de un mismo asentamiento. El trabajo se inicia con una contextualización de las sepulturas en el marco de la relación poblado-necrópolis, atendiendo al patrón de asentamiento, su relación espacio-temporal y la ubicación del cementerio en su contexto paleogeográfico. A partir de esta exposición se realiza un estudio centrado en la configuración general de la necrópolis y la distribución de las tumbas. El tercer nivel de análisis se ocupa de la investigación específica de cada sepultura y de los distintos elementos depositados en su interior, principalmente de los ajuares. Estos estudios se completan con una serie de análisis sobre antropología física y paleopatología, paleodieta, ADN, antracología, etc., cuyos resultados posibilitan la reconstrucción de los ritos funerarios y un acercamiento a la caracterización de la población enterrada, su hábitat y otros aspectos relativos a sus estrategias de explotación y adaptación al medio. En definitiva, los datos aportados por la excavación de la necrópolis de la Angorrilla, junto con las investigaciones desarrolladas en el poblado coetáneo, contribuyen al conocimiento de las comunidades que ocupaban el Bajo Guadalquivir durante el Hierro I, convirtiendo a este yacimiento en uno de los referentes fundamentales para caracterizar a dichas poblaciones y valorar cómo influyó la colonización oriental en este espacio geográfico.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.