Nuevas Tecnologías y sector del libro: De la subvención a la inversión. Noviembre 2005. II Encuentro editores Galicia

May 24, 2017 | Autor: Txetxu Barandiarán | Categoría: Tecnologia, Nuevo Paradigma, Sector del libro
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Nuevas Tecnologías y sector del libro: De la subvención a la inversión. Noviembre 2005 José María Barandiarán

Introducción Buenas tardes a todos y todas y gracias, en primer lugar, por haberme invitado a parTICipar en estas II Jornadas de reflexión organizadas por la Asociación Galega de editores bajo el título “O libro e as novas tecnologías”. Hará ahora unos ocho años, y permítanme esta marcha atrás en el tiempo, un servidor empezó a trabajar como director ejecutivo en la CEGAL y uno de los primeros toros que le tocó lidiar en aquellos tiempos fue el tan traído y llevado asunto, última y tristemente habitual por estas tierras gallegas,

de la

gratuidad del libro de texto. En el marco del Palacio de Congresos situado a las afueras de esta ciudad se organizaron unas jornadas por parte de la Federación de Libreiros de Galicia alrededor de aquel tema. Ya, por aquel entonces mantuve unos planteamientos de defensa de la gratuidad que, todo hay que decirlo, no eran nada bien vistos en aquellos tiempos por alguna parte del sector librero y por casi nadie del sector editorial. El tiempo no digo que nos haya dado la razón, en el sentido de que había que afrontar el problema que se nos venía encima, pero al final ha puesto encima de la mesa una patata caliente ante la cual creo que el sector no ha demostrado la suficiente capacidad de prospectiva para ir haciendo un ejercicio progresivo de flexibilización de cintura que permitiese adaptarse al nuevo vestuario que se nos iba presentando y que iba mostrando algunos modelos, planteamientos y formas de trabajo como no adecuados a la realidad.

La intervención de hoy quiero situarla en los mismos parámetros de prospectiva y, sobre todo, intentando mirar hacia dentro del sector porque creo que es donde más puedo aportar. Vaya por delante que uno no es informático, ni sabe inglés. Así cuando veo, mejor dicho leo en lo que puedo, las entradas del blog de Catuxa, que también nos acompaña en estas jornadas, con sus matizaciones sobre los tags y etiquetas y sus párrafos en inglés y cursiva o cuando todos los día al pinchar en mis favoritos veo los comentarios de

Millán y sus reflexiones sobre la

lectura, el texto, los derechos, los vínculos me pregunto qué hago yo aquí. Ustedes han sido unos atrevidos al invitarme. Quizás, el señor “Brétemas” ha sido el más osado al fiarse de unos comentarios y opiniones que ha ido leyendo en el ámbito de la blogosfera. Deberían antes haber consultado, espero que lo hayan hecho, con sus colegas andaluces a los que en las dos veces, coincidiendo con sus últimos Congresos, a los que he sido invitado, he intentado sacarles los colores. Con todo el cariño, por su puesto. Me propongo, por lo tanto, sacar los colores al sector y no con muchas ideas para no caer en la infoxicación, sino con aquellas que con el título que libremente me han dejado elegir y que una vez propuesto ha sido aceptado considero más importantes resaltar.

Así que el esquema-guión que nos servirá de hilo conductor será el siguiente:



Una constatación



Dos ideas- Principios: – De la subvención a la inversión – De la cantidad a la calidad



Tres realidades – El soporte – La cadena de valor – La estructura asociativa

Una constatación. Los paradigmas y preconceptos Partamos, por ejemplo y para situarnos, de la definición que Leonardo Boff da de Paradigma en su obra “La Voz del Arco Iris”. Aquí lo define como el Conjunto de saberes, convicciones, ideas poderosas, visiones, sueños y utopías que estructuran una sociedad determinada1. Podríamos tomarnos la licencia de afirmar que dicha definición la podríamos aplicar al sector del libro y señalar que existen un conjunto de saberes, unidos básicamente a un tipo de soporte, el papel, convicciones e ideas poderosas, el valor de la lectura aparentemente por encima de todos, visiones sueños y utopías, la maldad de la tecnología, vista incluso como enemigo, el valor intrínseco del libro y de nuestro papel, el de todos, clave en el mundo cultural…que estructuran, en este caso, el pensar y el sentir de un sector determinado. Ocurre, además, que el haber creado este acervo ideológico ha llevado mucho tiempo y nos encontramos con algunas realidades que en un breve lapsus temporal

lo ponen en crisis, constatación y situación siempre positiva si se

afronta adecuadamente, y que hace tambalear, aparentemente nuestra razón de ser buscando enemigos y ataques externos. Tres posibles pistas de por qué nos sentimos incómodos. La primera. La constatación de que, en apariencia, estamos viviendo en una situación de cambio rápido que choca con nuestros ritmos vitales. Así

1

Leonardo Boff; La voz del arco iris, Trotta, pag. 168

Santantonios afirma que Los comportamientos evolucionan siempre más lentamente que las tecnologías2. A veces una imagen vale más que mil palabras y podemos verlo reflejado de la siguiente manera.

Y ver que no es la primera vez que esto ocurre La segunda, la constatación de que se está produciendo un cambio de paradigma que, parece dejarnos sin bases; pero curiosamente y esto tiene bastante relación con el momento de crisis señalado anteriormente parece poder apuntar hacia lo sustancial de nuestro trabajo que yo sitúo en el conocimiento y la cultura. Así, y en esta línea, Igor kalzada, investigador del MIK3 afirma que: El cambio de paradigma, de registro, apunta a que si los años 80 fueron los años de la reconversión industrial, con un gran esfuerzo

2

Laurence Santantonios; Tant qu’il y aura des livres; Bartillat, pag. 227-228

3

Cfr. www.mik.es ; El MIK es un centro de Investigación avanzada en gestión y management

de las Cooperativas de Mondragón

presupuestario que aún perdura, y los 90 hicieron emerger, desde del apoyo público, nuevos ámbitos productivos con una apuesta tecnológica inequívoca, así como en telecomunicaciones, la primera década del nuevo siglo va a ser la década del conocimiento y de la cultura, desde las materias primas de la información y la comunicación4 La tercera, que la respuesta del sector parece situarse a la defensiva y ser escasamente proactiva. De manera, quizás excesivamente cruda, pero que refleja la existencia de un debate sin resolver en torno, entre a otros temas, por ejemplo, como el del soporte y la propiedad. David Bravo lo refleja así en su libro “Copia este libro”: El miedo, el insulto y la criminalización han sido siempre la estrategia favorita de la industria ante cualquier avance que pusiera en duda su modelo de negocio. Los nuevos inventos que cambian el estado de las cosas son las representaciones de un demonio que hay

que eliminar

rompiendo a la máquina5. Estas tres líneas marcadas no nos dejan, quizás, en una buena posición de partida, pero no habría nada más estúpido que esconderlas o negarlas por miedo a aceptarlas: -

Lentitud de reacción

-

Conocimiento y cultura unido a TIC, mientras el sector está lejos de las TIC

-

Por ver un cierto “demonio” en las mismas.

Todo ello trae o arrastra como consecuencia, dos principios o dos ideas y formas de actuar que, en mi opinión son necesarias cambiar. 4

Igor Calzada; http://www.euskonews.com/0308zbk/gaia30802es.html

5

David Bravo; Copia este libro; pag. 147

Las ideas imperantes básicamente y a las que me refiero son: -

Como realizamos una labor cultural que tiene un carácter de bien público tenemos derecho a recibir ayudas públicas de manera preferente.

-

La pluralidad es buena y un reflejo de la misma es la variedad de la oferta de títulos que ponemos en el mercado.

En ambos casos, ambas ideas que funcionan como preconceptos nos permiten situar nuestros posibles problemas en manos del otro que bien tomará forma de administración, en relación a las ayudas o de lector-no lector en relación a nuestra teórica diversidad de publicación. De nuevo, ambos planteamientos nos sitúan ante dos ideas o principios que, quizás y en consonancia con un nuevo paradigma debamos cambiar y que los señalo a continuación.

Dos Ideas-Principios De la Subvención a la inversión Llevamos media vida solicitando ayudas públicas y, nos guste o no decirlo, viviendo de ellas en algunos casos. La postura ante los cambios y en relación a la revolución digital ha sido totalmente defensiva y así lo constató ya Enrique Bustamante cuando afirmó que España despierta tarde a la revolución digital, y la respuesta de los agentes y protagonistas del libro español se caracteriza por una presencia mínima que demuestra una estrategia defensiva y a remolque con los cambios necesarios más que por iniciativas que lideran el paso del mundo papel al mundo binario6. Más recientemente, en la Feria de Francfurt que se ha celebrado no hace más de quince días Bernd Zipper, asesor en tecnología, afirmaba que el mundo editorial es "particularmente alérgico a las nuevas tecnologías", se "durmió" en el momento de la llegada de Internet7. Ello, en mi opinión, tiene una parte importante de su origen en las Políticas de subvención. Baste constatar que sectorialmente, de esto hablaremos más adelante con más detalle, no se ha realizado hasta la fecha en casi ninguno de los elementos de la cadena de valor, aquí habría que salvar a los distribuidores influenciados en gran parte por la distribución de publicaciones periódicas, ningún cambio o apuesta tecnológica conjunta que no haya sido abonada prácticamente en su cien por cien con dinero público.

6

Enrique Bustamante (Coord.); Comunicación y cultura en la era digital; Gedisa; pag. 54

7

Cfr. http://www.madridpress.com/home/DetallNews.jsp?id=40005&staTIC=0

Es más: Si no hay subvención no se aborda e, incluso, el proyecto iniciado se paraliza.

La propia dinámica de funcionamiento de las ayudas y subvenciones

que se reciben nos impiden hacer planteamientos claros de i+D sectorial y esto de nuevo tiene su reflejo en lo tardío que ha sido el sector en empezar a diversificar, incluso, sus posibles fuentes de subvención o ayudas para el abordaje de proyectos viviendo casi siempre bajo el manto protector y exclusivo de los Ministerios y Consejerías de Cultura correspondientes en sus distintas acepciones. Si se quiere avanzar debemos cambiar nuestro “chip”, nuestro modelo de trabajo y empezar a pensar en clave de inversión, ante la constatación de la necesidad de que el sector invierta en sí mismo y ello porque: -

Las TIC son un recurso básico e imprescindible. Cornella afirma que: Cuando

un

recurso

se

convierte

en

imprescindible,

o

sea

en

infraestructura, no es que tenerlo sea una ventaja, sino que no tenerlo es una desventaja. En otras palabras, no aprecias cuando lo tienes, pero sufres cuando te falta…Cuando ahora nos fallan las TI, todo se para. Hay que ser pues conscientes de nuestra vulnerabilidad, y pasar a gestionar las TI como una infraestructura esencial. El elemento crítico hoy es invertir en “robustez” de los sistemas...El camino de las TI sigue sendas infraestructurales parecidas a las del ferrocarril y del sistema eléctrico: todas son tecnologías de transporte8. -

El propio soporte papel y la estructura de pymes en el sector se convierten en estos momentos en una aparente desventaja en sí mismo.

8

(Cornella, A.; Papeles de Infonomía 15, 4-5)

Así, en un estudio realizado hace aproximadamente un año y medio por el Ministerio de Cultura se afirma que ante las TIC el sector del libro, compuesto -no hay que olvidarlo- "de pequeñas y medianas empresas, en gran medida atado vocacionalmente al soporte papel y, por lo tanto, con una serie de dificultades para hacer frente a los retos -económicos, culturales, financieros- que aquéllas plantean a las empresas". El soporte, papel y la TIC como reto económico, cultural y financiero suponen, en estos momentos, una barrera. Por lo tanto, cuanto más tardemos en abordarlo peor nos irá. -

El problema ante ello es que ya vamos con retraso porque no es sólo necesario tener tecnología, sino saber usarla. Citando de nuevo a Cornella que, por cierto ha trabajado para más de un grupo editorial, el valor de la tecnología no deriva de su posesión (“valor de cambio”), sino de su aplicación (“valor de uso”)9. Claro que si todavía no la tenemos, ¿cómo vamos a usarla?

Como vemos, el salto y el proceso se nos complica: la tecnología es necesaria no sólo tenerla, sino saber usarla. El sector tecnológico sigue las lógicas de la inversión y el riesgo, no las de la subvención y, ambos elementos, unidos a la rapidez de los cambios y a la propia estructura empresarial compuesta básicamente no por pymes, sino por micropymes nos sitúan en una situación, quizás, poco competitiva como punto de partida.

9

Alfons Cornella; kNewton: buscando un orden en la información, Gestión 2000, pag. 104

De la sobreproducción a la calidad. O mejor: de la cantidad a la calidad Como ya hemos señalado anteriormente y es sencillo tirar de hemeroteca, en el sector se ha mantenido y se mantiene un discurso de la diversidad por la cantidad. Y nos encontramos de nuevo enfrentados a otro cambio de paradigma donde,. en la nueva situación, no prima la cantidad, sino la calidad. Se empiezan, en este sentido y aquí sí, a oír ya voces serias dentro del propio sector que plantean hace tiempo un intento de cambio de escenario. Así, y ante la aparente defensa de la diversidad, Ricardo Nudelman ha afirmado que la proliferación de títulos no es síntoma de diversidad cultural, sino de falta de profesionalización del sector incidiendo con ello en sacar a la luz

la

contradicción

más

importante

al

poner

en

entredicho

la

profesionalización frente a la diversidad que parece ser uno de nuestras razones de ser. En la misma línea y haciendo más incidencia en la vertiente empresarial Cornella señala también que Un país en el que se editen muchos libros, pero cuyos

índices

de

lectura

sean

muy

bajos,

dispondrá

de

una

buena

infraestructura editorial, pero ello no garantiza nada en la era de los contenidos10.

10

Cfr. Alfons Cornella; Infonomia!com. La gestión inteligente de la información en las

organizaciones; Deusto, Barcelona 2002 (2ª ed.)

Y si de la parte empresarial, industrial del sector pasamos ya a la parte cultural para unir esas dos dimensiones en la que tanto nos gusta columpiarnos de industria cultural nos encontramos también con afirmaciones sobre el peligro de exceso de cultura. Sansot, afirma, en este sentido que: A mi parecer existe una enojosa tendencia a un exceso de cultura, lo cual conlleva un rechazo a la cultura, de la misma forma que la sobre información suscita la desinformación o que la amenaza de desaparición de una cultura provoca el “todo cultura”….11. Volvemos, con ello al más no es mejor Volvemos, también con ello, a la necesidad de contextualizar nuestra labor y plantearla en el marco que nos ha tocado vivir donde, también por ejemplo, la ecología juega un papel importante.

No se trata, por lo tanto, como señala

Paco Puche sólo de vender cuantos más libros mejor –o correlativamente de editar cada vez más-, porque de un lado ya sabemos que bastantes libros comprados terminan por no leerse, y de otro lado también muchos libros valen menos que los árboles de donde proceden, y éstos, de una manera alarmante, escasean y resultan vitales para la biosfera.

12

Se trata más bien de situar cada elemento en su lugar y ver, como pretende reflejar de manera sintética el siguiente esquema, que la industria del libro está muy por debajo del espacio social y ecológico, en la medida que lo social supone de relación con el medio, en la cadena de significado y valor.

11

Pierre Sansot; del buen uso de la lentitud; Tusquets, pag. 146-147

12

(Francisco Puche; Un librero en apuros. Memorias de afanes y quebrantos; Genal; pag. 55)

También esta situación y sus consecuencias, incluso para la industria, la podemos resumir en una imagen.

La visión industrial y de producción nos ha llevado al exceso. No a la diversidad con calidad, sino al exceso y ello, tal y como señala Kapuscinski y como podemos ver en la imagen, supone generar dificultad a las personas para la elección y selección. ¿Qué constituye una dificultad para una persona que hoy en día desee saber del mundo, conocerlo y comprenderlo a través de la lectura?

– El exceso. Un océano de libros, revistas, cintas, páginas web, y

todo, todo lleno de teorías, nombres, datos…El exceso.13 Baste señalar, también, en esta línea una de las Conclusiones del Congreso de Editores celebrado el año pasado en Santiago en la que se hablaba, precisamente

en

el

primer

apartado

que

llevaba

como

título

el

de

Responsabilidad social del: “ compromiso y el deber del editor ante la sociedad de contribuir, mediante la edición de libros de calidad, al fomento de la lectura

13

Kapuscinski; en Jorge Herralde; El observatorio Editorial; Adriana Hidalgo; pag. 132

y a la difusión de la cultura”14. Compromiso y deber. Ni más, ni menos. Pero, al mismo tiempo, esta palabra queda vacía al no existir unos parámetros que nos permitan delimitar y definir la calidad. Sólo tres referencias más sobre este tema y este cambio de paradigma que, si se dan cuenta, nos sitúa más cerca del contenido que del soporte: -

Los libros censuran a los libros, sobre todo los malos y mediocres. Los libros malos o mediocres censuran a los buenos. El exceso de oferta crea una desconfianza en la demanda, porque confunde… No estaría de más recordarnos que es inadmisible editar libros que no se han leído. No es ni rentable ni culturalmente sano. Sería óptimo que los aprendices de editor – antes de ser editores, esto es: antes de tener en sus manos ese enorme poder de decisión entre lo que está bien y lo que está maltrabajaran en una librería. Sería muy beneficioso para el sector

15

.

-

Los libros no nos dejan ver la literatura

-

Los libros y los editores seguirán jugando su papel en la medida en que haya calidad y lentitud. Estoy seguro de que el libro no perderá su papel como bien cultural al menos en los próximos 100 años, como mediador entre culturas y, sobre todo, en su función de formación y transmisión de conocimientos reales. Internet y los nuevos medios están adquiriendo un

14

http://www.federacioneditores.org/0_Resources/Documentos/Conclusiones_V_Congreso_Edito res.doc 15

Jordi Nadal y Paco García, Libros o velocidad; Fondo de Cultura Económica, pag. 40

papel básico en la información, pero mucho más por su rapidez que por la calidad de la información. Los nuevos medios nos hacen ir más rápidos pero no siempre nos hacen ir mejor16.

16

Volver Neumann;

http://www.elpais.es/arTICulo.html?d_date=20050703&xref=20050703elpepicul_5&type=Tes &anchor=elpporcul

Tres realidades Hasta el momento nos hemos movido más en el terreno de los principios que, lógicamente son necesarios para un cambio de paradigma y para una buena práctica. Veamos ahora, su posible incidencia sobre tres campos de actuación más específicos: el soporte, la cadena de valor y la estructura asociativa sectorial.

El soporte Es posible que sobre este tema y sobre todo pensando en Impresión bajo demanda Joan Badía plantee algunos temas más concretos. Básicamente me parece interesante mostrar, en este caso, un cuadro de análisis de posible toma de decisión sobre qué hacer cuando tenemos unos contenidos que, deberían estar ya en todos los casos en un formato digitalizado y normalizado. El escenario que yo visualizaría, básicamente, sería el siguiente17:

17

Basado en un caso real trabajado con una empresa editorial

Algunos detalles importantes: -

En esa dialéctica entre soporte y contenido, creo que el punto de mira hay que situarlo en el contenido. El paradigma de la producción se debe mover hacia el del contenido, el sentido o la emoción que luego veremos cómo llega al usuario y si debe llegar a todos del mismo modo. Francisco Ayala nos dice: Yo creo que lo que importa del libro es lo que el libro dice. El soporte puede desaparecer sin que necesariamente se acabe la literatura’ . No es lo mismo hablar de una industria de contenidos que de soportes (libro)

-

El libro es un medio, no el único para la lectura. La lectura y la lectura de calidad y con sentido importan más que el libro. No es lo mismo hablar de una Industria o de un sector de y para la lectura que de una industria o de un sector del libro. ¿Por qué no llamamos lector a quien lee en pantalla?

¿Por

qué

no

contabilizamos

como

páginas

leídas

las

descolgadas de Internet? ¿Por qué no hacemos que el espacio de la lectura sea eso, amplio y abierto, universal y libre, independientemente del soporte sobre el que se asiente?18. Si ya a este cambio añadimos además el de la calidad no les quiero ni contar. -

¿Conocen algunas de las posibilidades que existen ya para la lectura en pantalla como por ejemplo: http://www.papelaweb.com/ejemplos/papelesinfonomia/player1024.htm ?

-

Cambia o posibilita otras formas de presencia en el sector que deberán tenerse en cuenta. Así, por ejemplo es muy interesante ver el posicionamiento de la Editorial MAD y la red de empresas que están alrededor

18

Antonio Basanta; citado por Jordi Nadal

19

Que permite un posicionamiento claro al mismo tiempo en la verticalización (Mad – Publidisa – Interbook)

y en el multisoporte y el contenido al mismo

tiempo (Mad-Publidisa-Todo e-book y Mad-Eduforma), pudiendo así afrontar la posible evolución sectorial con los huevos puestos en más de una cesta. Ahora bien, todo ello, todavía genera algunos problemas de integración o repite problemas ya típicos, tristemente, en el sector, como es el hecho de una información imprecisa o contradictoria como lo podemos

ver al consultar, por

ejemplo, estas dos fuentes sobre la misma obra. En la página de todo ebook nos encontramos con la siguiente información

19

www.mad.es; www.libreriainterbook.com ; www.trillaseduforma.com ; www.plubidisa.es ;

www.todoebook.com ; www.eduformaonline.com

Fijémonos sólo en el ISBN, 8498022126 y en el precio, 4 Euros. Veamos ahora lo que dice el ISBN para el mismo ISBN y el mismo título

Resaltar sólo un par de detalles: -

La normalización de los precios sigue siendo un tema pendiente en el sector, que se va agudizando, lógicamente, en la medida en que la información es necesario que sea más ágil y más precisa. En este caso ¿Dónde está el precio fijo? ¿Cuál es el precio de referencia?

-

El soporte que parecía ser necesario hasta ahora para la existencia del libro desaparece. El ISBN va por delante de la RAE y de los editores. Existe un archivo y es válido como libro, pero sin soporte.

Podemos ver con claridad que, en este caso, no moveríamos ni papel ni metal sino que lo único que moveríamos, dentro de la cadena de valor, sería información. Pasemos, pues con ello a analizar algunos cambios que se deben dar en la cadena de valor.

La cadena de valor Permítanme, aprovechando el último ejemplo puesto anteriormente y que como bien saben podríamos encontrar muchos otros parecidos que parta de una doble afirmación tajante: En el debate sobre si el libro es caro o barato, el sector tiene una responsabilidad importante ya que: -

El precio actual del libro arrastra en gran parte las ineficiencias internas del sector, reflejadas en información no normalizada, movimientos de libros sin sentido, publicaciones innecesarias, en definitiva una muy mala gestión de la información y, en esto, no hay responsables externos.

-

Les diré más, aunque quiero que esto segundo se lo tomen como una provocación: Es difícil defender el precio único, cuando internamente generamos tanto costo y tan poco valor. Hacemos pagar a la gente nuestra ineficiencia y eso no es justo.

El discurso sobre lo difícil que es o no acertar con lo que se publica, el riesgo que eso supone ya no vale. Las lógicas que utilizamos siguen siendo las antiguas: mover libros de un sitio a otro, no informar de lo que vamos a publicar (no sea que lo copie la competencia), no actualizar la información donde tenemos que hacerlo, en fin… un conjunto de despropósitos cubiertos de un discurso de defensa del canal que deja bastante que desear.

Si todo el sector quiere seguir manteniendo el marchamo cultural debería pasar por reconocer algunos elementos básicos que permitan, precisamente el dedicarse con seriedad a esa labor cultural y para ello la tecnología, como ya hemos señalado anteriormente debe convertirse en la infraestructura del sector adaptándose en su uso y función a cada uno de los elementos de la cadena de valor. Así: i. El editor debe utilizarla para poner a disposición de la cadena la información de su catálogo y de las futuras publicaciones perfectamente actualizada en relación a precio y estado de los libros. ii. Los distribuidores deben disponer de una información de la posible existencia o no de ejemplares y los tiempos posibles en los que pueden ser servidos al punto de venta. iii. El punto de venta debe disponer de una buena gestión de consulta y pedidos que sustentándose en los dos elementos anteriores le permita atender de la manera más precisa a las necesidades y demandas de cada uno de los clientes. Ello debe permitirle centrar su trabajo en el servicio y la cercanía que, según la estrategia del negocio puede ser: 1. Física. Geográficamente cercana al cliente. 2. ‘Emotiva’. Vivencialmente cercana, bien por estilo, temática, intereses. 3. Comunicacional. Hacer llegar la información que interese donde el cliente esté.

Toso ello, lógicamente, si seguimos pensando que sea cual sea el canal de comercialización, cada uno debe seguir jugando su papel, aunque los datos de comercio interior abren siempre una duda sobre este tema al ver cuál es el nivel de venta directa que, a través de distintos medios siguen realizando los editores20. 1994 Millones de

1995

1996

1997

1998

2219,9 2164,8 2235,6 2350,6 2362,1

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2431

2528,9

2607

2675

2793

2882

euros Librerías/

32,1

32,2

34,4

38,2

40,2

42,9

44,3

47

50,2

51.5

49.2

8,6

9,3

10,4

11,1

11,6

9,2

8,7

7,5

10,7

9.8

10.2

Quioscos

14,2

15,9

12,7

10,5

10,3

7,6

8,1

6,8

5.5

4.9

5.1

Ventas

45.1

42.6

42.5

40.2

38

40.3

38.9

38.7

34.6

33.8

35.5

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

cadenas librerías Grandes superficies

editores Total

Supone, básicamente, que pongamos en funcionamiento la cadena de valor virtual. Es decir que movamos y generemos, en primer lugar, flujos de información para después y en función de los resultados de la misma movamos soporte. Ahora bien, mientras los procesos de esa cadena de valor no estén normalizados nada de esto será posible. Hace ya tiempo y aquí vuelvo a mi referencia de la subvención a la inversión que se está intentando desde la estructura asociativa y fundamentalmente

20

Elaboración propia sobre los datos de Comercio Interior de 2004

impulsado por los distribuidores el dar pasos hacia procesos de normalización. En estos momentos existe toda una estructura documental que probablemente muchos de ustedes conocerán e incluso algunos utilicen, en la que 4 editores gallegos están dados de alta a fecha 21 de octubre de 2005, que precisamente pretende básicamente facilitar el funcionamiento de la cadena de valor virtual. Paralelamente a la misma y compatible con ella se lleva ya trabajando desde hace más de cuatro años por intentar generar una base de datos de libros vivos con carácter comercial. En el Sinli, y estos datos deberían provocar que nos salieran los colores, a fecha de hoy, están dados de alta 518 libreros que son estos señores de los que a veces decimos con cierta alegría que no se preocupan por su informatización y que están muy atrasados, 124 distribuidoras y, asómbrense, 67 editoriales. Si el generador y origen de información no tiene interés en participar ¿cómo puede funcionar todo este tinglado? Y todo ello por no hablar ya de programas de gestión integrados, donde el proceso es parecido: en la medida que subimos en la cadena cada uno es más de su padre y de su madre; o la posible utilización de Metodologías y Sistemas de Información Empresarial Integrados. Los ganadores en el nuevo mercado de la información serán los que gestionen mejor la cadena de valor virtual, y sepan extraer las ventajas que la gestión de la información ofrece combinada con las últimas tecnologías de información y personalización. Esto aplicado a nuestro sector y con palabras de Santantonios, traducidas de manera artesanal sería equivalente a que: Yo comprendo perfectamente que las librerías no mantengan durante todo el año la presencia

de mi obra inmortal. Lo que es importante es que el libro esté disponible si alguien lo pide21. Tomando de nuevo prestado ideas y esquemas de Alfons Cornella lo podemos ver reflejado, como esquema general, por lo menos en algunas de sus partes en el siguiente gráfico.

Que es un modelo más de posible integración de todas las entradas y salidas que recibe cada empresa del sector y, probablemente, válido también para el sector en su conjunto. 21

Laurence Santantonios; Tant qu’il y aura des livres; Bartillat, pag. 150

La estructura asociativa Abordemos, finalmente, el último punto sobre el que hoy quiero centrar el análisis y partamos también de una afirmación contundente: la estructura asociativa actual responde a un modelo industrial verTICalizado frente al funcionamiento en red y a una estructura geográfica, que no lingüísTICa, frente a una realidad “glocal” que favorece básicamente a los grandes grupos, sea cual sea su campo de influencia y que arrastra, incluido lo económico, un sobrepeso del sector editorial en detrimento de la distribución y la librería. Esquemáticamente la estructura asociativa sectorial actual es la siguiente:

Las características básicas serían que: •

Responde a la era industrial: la división del trabajo



Con criterio de territorialidad: poco globalizado



Con mercados interiores-exteriores: la estructura de Cámaras

En mi opinión, dicho modelo está desfasado. Quizás existen otro tipo de intereses,

fundamentalmente

económicos,

a

nivel

de

subvención,

que

justifiquen su mantenimiento, pero cada vez se encuentra más lejos de la realidad. Creo que todos vamos siendo conscientes de cómo al mismo tiempo han venido coexistiendo otras realidades que definían mercados e intereses específicos, pensemos, por ejemplo en los editores de libro de texto que han venido manteniendo un cierto funcionamiento paralelo

o los gremios de

editores cuyo núcleo de unión es la lengua o movimientos de librerías que tienen una idea aglutinante como podría ser el caso, en estos momentos de Librerías con huella o en años anteriores el Grupo de librerías de Madrid. Una de las características actuales de funcionamiento es a red múltiple y variada y, si aceptamos la importancia del posicionamiento del contenido sobre el soporte, quizás debamos ir dando pasos hacia otra estructura asociativa que: 

En vez de responder a la lógica del oficio responda a la lógica de las empresas, muchas de ellas son ya editoras y libreras, editoras y distribuidoras, distribuidoras y libreras y tienen un interés en temas específicos. No le interesa y entiéndase el libro, sino lo infantil o la medicina o el derecho o la sociología o la poesía y los problemas, en cada uno de los casos no son los mismos ni para editores ni libreros ni distribuidores.



Con un criterio de red mixta. Que sea el contenido lo que cree el polo de atracción.



Con una visión global de mercado. Creo que se es consciente el escaso papel sectorial que, en estos momentos juegan las cámaras y cómo no se ha sido capaz de replantear o su reestructuración o su desaparición. Si incluso en el ámbito más intocable como puede ser el religioso, Karhl Rahner afirmó hace mucho tiempo en relación a la supervivencia de las órdenes religiosas que, al igual que el Espíritu Santo había “soplado” en su momento apara que se crearan, porqué no podía dejar de soplar para que desaparecieran.

Un modelo a futuro debería tener una estructura menor y más movible, con unos servicios comunes para todas las empresas centrados en el aporte de conocimiento sectorial y con un organigrama bastante más reticular en el que los nodos-polos de atracción pasen, básicamente por el núcleo de contenido. Algo más parecido a esto:

Basta con que miremos con detalle y con otra visión los propios datos de comercio interior o con que analicemos movimientos de encuentro complejos todavía

entre

“editores

independientes”

y

determinadas

librerías,

posicionamientos de algunos distribuidores en relación a pequeñas editoriales, redes de complicidades que van surgiendo fuera de los canales establecidos… un conjunto de pequeños detalles que pueden llevar y llevarán con el tiempo hacia otras modalidades asociativas y de relación y, como casi siempre, el cambio y la evolución vendrá desde la periferia.

A modo de conclusión Quizás, una aclaración que debería haber hecho al principio la hago ahora al final. Las Nuevas Tecnologías para el sector del libro son novísimas en la mayoría de los casos. No tanto por lo que supone la tecnología en sí, sino por lo que supone de cambio de paradigma, de forma de ver y de forma de hacer las cosas. Me ha interesado más centrarme en el cambio de paradigma que supone no las Nuevas Tecnologías, sino la Sociedad de la Información el Conocimiento que hablar de algunas recetas que, descontextualizadas sirven de poco. Quiero

terminar

recogiendo

algunas

ideas

después

de

los

“varapalos”

anteriores que yo las visualizo como positivas. 1. Somos un sector de contenidos de valor, no de soporte. Valemos en lo que valen nuestros contenidos y en su adecuada adaptación al mejor soporte para su transmisión. 2. En esa especie de escala progresiva, datos – información – conocimiento y sabiduría, que se suele trazar en la

Gestión del conocimiento nos

debemos situar en los dos últimos peldaños: los contenidos y la sabiduría, dejando para otros los datos y la información. Como decía hace poco Enrique Dans en su blog, refiriéndose al editor, en digital en este caso, su trabajo es consolidar.

3. No hagamos asco a los soportes. En la medida en que sigamos viendo a Internet como el enemigo o sólo como un canal de venta, nos estamos poniendo la venda delante de los ojos. 4. Nada haremos sino normalizamos nuestras relaciones. Apostemos por la cadena de valor virtual. La eficiencia dará consistencia a nuestro sentido. 5. Apostemos por el trabajo en red, ágil y flexible. Piensen en cómo abordar, por ejemplo, el tema del libro de texto aquí desde otra dimensión. 6. Apuesta supone inversión no subvención. Dos pequeños ejemplos de que algo se mueve en esta dirección.

1. Fíjense en la portada de este libro editado este año:

Este es el título completo: Jean Luc Nancy; Sur le commerce des pensées: du livre et de la librairie; Galilée 2005. Industria-comercio del pensamiento. 2. Se empezó hablando de la Sociedad de la Información. Se siguió hablando de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Ahora en algunos ámbitos, por ejemplo en el Plan Vasco de la Cultura, se habla ya de la Sociedad de la Información del Conocimiento y de la Cultura.

Dos citas finales: 1. No hay nada más difícil de planificar, ni más peligroso que gestionar, Ni menos probable de tener éxito que la creación de una nueva manera de hacer las cosas. Ya que el reformador tiene grandes enemigos en todos aquellos que se beneficiarían de lo antiguo y Solamente un tibio apoyo de los que ganarían con lo nuevo. La tibieza proviene en parte del miedo a los adversarios, que tienen las leyes a su favor, y en parte de la incredulidad de la humanidad, que en realidad no cree en nada nuevo hasta que lo haya experimentado.22 2. "Los libros, en cierto sentido, son sólo una consecuencia: es el encuentro, el diálogo de las mentes y las personas lo que traza líneas de trabajo destinadas a durar mucho tiempo..."

23

22

El Príncipe (1513)

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Citado en "Tiempo de editores. Historia de la edición en España 1939-1975", Moret,X;

Destino

Nicolás Maquiavelo

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