Neologismos derivados de nombres propios en el español de la Argentina Andrea Bohrn Consejo Nacional de ciencia y técnica (Conicet) Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) Universidad de Buenos Aires (UBA)
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RESUMEN El presente trabajo se propone estudiar los neologismos derivados de nombres propios pertenecientes al español de la Argentina y recogidos en la base de datos OBNEO. Consideraremos, para ello, las unidades derivadas de nombres antropónimos, tales como borocotazo, rodrigazo, alfonsinismo, kirchnerismo, moyanismo, albertista, alfonsinista, nestorista, etcétera. Tradicionalmente, el estudio de los nombres propios se centró en su semántica o en su capacidad referencial, considerándolos expresiones deícticas o designadores rígidos, entre otras propuestas. En este caso, consideraremos la distinción entre epónimos y deonomásticos, tal como se formula en CAMACHO (2010). En los epónimos, es necesario apelar al nombre propio utilizado como base para dar cuenta del significado del educto, al tiempo que involucran la adjunción de un sufijo derivativo. Por el contrario, los deonomásticos no requieren material morfológico adicional y presentan un significado no composicional. En el presente trabajo, se espera analizar la transferencia de las propiedades de las bases a los derivados y la forma en que se relacionan dichos derivados con la entidad referencial, i.e. la presencia o no del significado idiosincrásico.
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Asimismo, se inscribe en el marco de la Morfología Distribuida (HALLE; MARANTZ 1993, EMBICK; NOYER 2001), donde se postula que las palabras surgen de la combinación sintáctica de una raíz léxica con una categoría funcional (Categorization Assumption, EMBICK; NOYER 2007). Por otro lado, consideraremos que es posible establecer ciclos o dominios en los procesos de formación de palabras (MARANTZ EN PRENSA).
1. Introducción En la presente comunicación, analizaremos los neologismos derivados de nombres propios de persona del español de la Argentina. Por un lado, relevaremos los nombres y adjetivos neológicos y comentaremos las propiedades de los sufijos involucrados y sus paráfrasis asociadas. Por otro lado, retomando el trabajo de CAMACHO (2010), estudiaremos la distinción entre eponimia y deonomástica, desde una perspectiva formal, i.e. la Morfología Distribuida (HALLE; MARANTZ 1993, EMBICK; NOYER 2001) que postula que las palabras se forman en la sintaxis, tal como detallaremos en el apartado (3.1.2.). Retomaremos algunas nociones del marco teórico, centrales para nuestro análisis. Finalmente, propondremos la estructura asociada a ambas clases de derivados.
2. Los neologismos derivados de nombres propios La base de datos de OBNEO registra un total de ciento cincuenta y cuatro neologismos formados sobre nombres propios antropónimos, pertenecientes principalmente al ámbito de la política y en menor medida al del deporte y la música. La productividad de estas formas oscila entre aquellas
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que aparecen registradas solo una vez (peroncho, kafkológo, gramsciano) y aquellas que superan las sesenta ocurrencias (kirchnerismo, menemista, macrista). La búsqueda se efectuó a partir del uso de la nota 9Rb neologismo relativo a nombre propio de persona- como filtro. A continuación y en primer lugar, analizaremos los adjetivos y luego, los nombres: presentaremos las unidades y comentaremos las propiedades de los sufijos. 2.1. Adjetivos Se relevaron un total de treinta y tres adjetivos que flexionan en género y número, treinta y uno de los cuales se derivaron mediante el sufijo –ano. Los reproducimos en (1). (1) a. –ano: antirratzingeriano, arltiano, beethoveniano, brechtiano, busheano, calamaresco, cortazariano, depalmiano, discepoleano, einsteniano, faureano, felliniano, flaubertiano, gardeliano, gramsciano, grondoniano, hamletiano, hernandiano, hitchcockiano, kirchneriano, cezanniano, madonniano, maradoniano, mccartneyano, nabokoviano, naroskyano, rooseveltiano, sarmientiano, scalabriniano, schmittiano, wojtyliano. b. –ero: ricotero, callejero
De acuerdo a RAINER (1999), el sufijo -eano o -iano, aplicado a nombres de persona, es un sufijo “por defecto”, que puede adjuntarse a una base nominal en tanto no haya un rival más específico. La productividad de dicho sufijo constituye prueba de su carácter defectivo. Los adjetivos derivados carecen de argumento externo, por lo cual no
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participan en predicaciones al tiempo que tampoco tendrán argumento interno. En principio, no son cuantificables excepto en contextos marcados. El sufijo –ero presente en ricotero proviene de parte del nombre de la banda Patricio Rey y sus redonditos de ricota. Señala Rainer que este afijo hace referencia a la vida económica y es especialmente usado por los jóvenes en la creación de neologismos vinculados con el mundo de la música. Siguiendo la propuesta lexicográfica de ADELSTEIN; KUGUEL; RESNIK (2008), estas unidades están asociadas a dos paráfrasis: de nombre propio y característico del estilo de nombre propio, ilustradas en (2) y (3) respetivamente. (2) De nombre propio a. Con el título 100 por Carlos Gardel, se editará próximamente una caja con cuatro CDs que incluirán lo más relevante de la vasta discografía gardeliana. b. Correas habló de la potencia arltiana y dijo que continuarlo debería ser una política literaria que se planteara superar la ya desgastada fórmula del cross a la mandíbula. c. La relatividad einsteniana nos permite a la vez matarnos, iluminarnos, crear calefacción y medicina, pensar en términos paradójicos. (3) Característico del estilo de nombre propio a. Peligrosa incursión: ¿cómo evita caer en romanticismo barato o, peor aún, en el sentimentalismo naroskyano?, no lo evita. b. Strassera no se hizo vía Twitter, se realizó en el Senado de la Nación, mientras una cohorte de impresentables montoneros kirchnerianos vociferaban contra el Poder Judicial e invitaban a "tomar" el Palacio de Justicia. c. En Argentina latente, el ideal científico se confunde con la herencia de las épicas nacionales, en cuyos pliegues internos conviven los tonos sacrificiales del intelectual scalabriniano y desde luego, la gesta de los saberes técnicos necesarios también para redimir la materia nacional enclaustrada.
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2.2. Nombres El panorama de los derivados nominales, que alcanzan las cincuenta unidades, se presenta más complejo, tal como se observa en (4). (4) a. albertismo, alfonsinismo, antichavismo, antikirchnerismo, antiperonismo, bullrichismo, cafierismo, carozzismo, chavismo, claudiolozanismo , ibarrismo, juecismo, kirchnerismo, kkismo, cobismo, cristinismo, duhaldismo, felipismo, friedmanismo, fujimorismo, lavagnismo, lopezmurphismo, macrismo, menemismo, moyanismo, neoperonismo, penelopismo, pinochetismo, poskirchnerismo, potterismo, reutemismo, saadismo, sciolismo, telermismo b. clegmanía, evomanía, obamanía, kafkólogo c. K, acto K, radical K, anti K d. chavezación, peronización, tinellización e. lilito, margarito, rolinga f. alfonsinato, menemato g. gasolinerazo, peroncho
El sufijo –ismo, cuyos ejemplos se señalan en (4a), se utiliza, según LACUESTA; BUSTOS GISBERT (1999), para formar derivados que expresan opiniones políticas o posicionamientos, como comunismo, bolchevismo, etcétera tanto del área política, como del ámbito de las ciencias, el arte y la religión. Este es el sentido que se evidencia en los neologismos relevados. ADELSTEIN,; KUGUEL; RESNIK (2008) definen estas unidades bajo la parafrasis “movimiento político liderado por…” e indicando a continuación el nombre propio que se utiliza como base para la derivación.
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Los casos de (4b), clegmanía, kafkólogo, se forma por composición culta, de la misma manera que los de (4e) implican una formación temática, a partir del agregado de -a u -o. Por su parte, gasolinerazo y peroncho utilizan recursos de la morfología apreciativa. Los neologimos chavezación, peronización y tinellización presentan las huellas de varios procesos morfológicos aun cuando no todos esos estadios estén relevados o registrados en la base OBNEO. Se observa que constituyen derivados deverbales, aun cuando las formas chavezar o tinellizar no estén ingresadas independientemente. Finalmente, los casos de (4c) utilizan la letra K como adjetivo, en tanto forma abreviada del apellido presidencial Kirchner. Un caso que merece especial atención es el de los derivados en -ista, en tanto da origen a nombres de agente y a adjetivos, ambos usos frecuentemente registrados en la base de OBNEO. LACUESTA; BUSTOS GUISBERT (1999) comentan que los derivados en -ista pueden o bien designar profesiones de todo tipo, convicciones políticas, descripciones de carácter o designaciones de miembros de un grupo. Más de sesenta son los neologismos formados con este afijo, tal como se lista en (5). En (6) ilustramos los contextos adjetivales y en (7), los contextos nominales. (5) adolfista, albertista, alfonsinista, antibielsista, antikirchnerista, antilavagnista, barrionuevista, bilardista, blairista, brownista, bullrichista, calderonista, canterista, cobista, cristinista, delarruista, delasotista, denarvaísta, chavista, duhaldista, evitista, ex duhaldista, felipista, filokirchnerista, fordista, frepasista, frondicista, fujimorista, grosista, guevarista, hiperkirchnerista, kakista, kirchnerista, kkista, lavagnista, lefebvrista, lopezreguista, lulista, macrista, masista, mazista, menemista, merlista, morenista, moyanista, neoKirchnerista, neomenemista, nestorista, neustadista, pattista, pinkista, pinochetista, reutemista, riquelmista, romerista, rosista, rozista, saaísta, sabbatellista,
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saddamista, sciolista, stronista, telermanista, ultrakirchnerista, uribista, yrigoyenista, zelayista. (6) –ista - Adjetivos a. Mientras el sector disidente apuesta a que la búsqueda de los candidatos se haga dentro de la estructura del peronismo, el ala albertista preferiría inclinarse por fuerzas aliadas como la de Aníbal Ibarra. b. Hay que tener en cuenta que estos chicos son hijos del cacerolazo: cargan con toda la furia del fin del menemismo y de la desilusión delarruista. c. En Chile piden la cabeza del embajador pinochetista. (7) –ista – Nombre a. La Presidenta intentó equilibrar el tablero entre pingüinos y albertistas. b. Los alfonsinistas y los sectores aperturistas intentarán proyectar el tema. c. Con la decisión sobrevino una avalancha de alertas sobre las ilegalidades que los uribistas cometen para mantener en el poder a su jefe político.
El sufijo –ista puede tanto adjuntarse a nombres de pila como cristinista, nestorista, albertista, felipista o apellidos como kirchnerista, riquelmista, frondicista. Las paráfrasis asociadas señalan “partidario del” nombre propio o del –ismo derivado previamente del nombre propio, para la lectura nominal. Para la lectura adjetival, se utiliza “relativo al nombre+ismo”. La relación entre los derivados en –ista y los derivados en –ismo se evidencia a partir de la enorme cantidad de pares -ismo/-ista de (8).
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(8) alfonsinismo/ alfonsinista, menemismo/ menemista, ibarrismo/ ibarrista, juecismo/ juecista, moyanismoo/ moyanista, duhaldismo/ duhaldista, kirchnerismo/kirchnerista, macrismo/ macrista, ruetemismo/ reutemista, fujimorismo/fujimorista, lavagnismo/lavagnista, cobismo/ cobista, cristinismo/ cristinista.
Finalmente, cabe mencionar que los nombres y adjetivos formados sobre la base de nombres propios pueden ser el inicio de derivaciones más complejas, en las cuales se adjuntaran o bien otros sufijos, otros prefijos e incluso temas cultos. En (9), incluimos algunos ejemplos. (9) a. anti-k, antibielsista, antichavismo, antikirchnerismo, antikirchnerista, antilavagnista, antiperonismo b. filokirchnerista, neoKirchnerista, neomenemista, neoperonismo
3. Análisis 3.1. Algunas consideraciones teóricas 3.1.1. Eponimia y deonomástica
CAMACHO (2010) distingue dos tipos de procesos que toman como punto de partida los nombres propios: la eponimia y la deonomástica. En el primer caso, el nombre propio sirve de base para un proceso morfológico derivativo al tiempo que hay una herencia del significado de la base al educto. Tal es el caso, por ejemplo, de peronista, donde es necesario apelar al nombre Perón para formular la paráfrasis semántica del derivado. En el caso de la deonomástica, el nombre propio se “transforma” en nombre común y no es necesario recurrir al nombre propio de la base para parafrasear el significado del
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nombre nuevo, es decir, no hay herencia del significado. Un ejemplo característico es quijote, entendido como persona idealista. 3.1.2. Procesos de formación de palabras desde la Morfología Distribuida
Según el modelo de la Morfología Distribuida (HALLE; MARANTZ 1993, EMBICK; NOYER 2001, EMBICK 2010), las palabras se forman a partir de la combinación, en la sintaxis, de una raíz léxica con una categoría funcional. Las raíces establecen una relación estructural con un licenciador n°, a° y v°, es decir, con morfemas funcionales que presentan información de tipo categorial. Esto permite afirmar, por ejemplo, que la raíz léxica de destruir y destrucción es la misma -por lo que compartirían cierta información de tipo léxico- y que la diferencia entre ambas unidades surge por el tipo de categorizador que selecciona la raíz en cada caso (verbal y nominal, respectivamente). MARANTZ (en prensa) distingue dos dominios en la relación entre los categorizadores y las raíces. El primer dominio, el dominio interno, abarca a la raíz léxica y al primer categorizador. Este es el ámbito de las formas morfológicas irregulares y los significados especiales. El segundo dominio, el dominio externo, abarca los posteriores categorizadores que se adjunten en la palabra. Este será el ámbito de las formas y los significados predecibles y regulares.
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3.2. Nuestra propuesta
Sobre la base de lo expuesto en el apartado (2) y (3.1.), podemos señalar que las unidades neológicas tratadas son formas epónimas, es decir, se debe recurrir al nombre propio que constituye la base para la compresión del nombre o el adjetivo neológico. No recogemos, por el contrario, unidades que se formen sobre un nombre propio y no guarden con este ningún vínculo de tipo semántico, es decir, unidades de tipo deonomásticas. Por ende, para desarrollar nuestra propuesta incluiremos algunas unidades no neológicas que nos permitan ejemplificar los contrastes relevantes. Dado nuestros supuestos teóricos, la estructura de los nombres epónimos y los deomásticos debería ser diferente, en tanto, los primeros presentan significados y formas regulares, tales como seguidor de, relativo a, característico de, movimiento político liderado por, etc. Por el contrario, las unidades como quijote, lolita, sándwich presentan un significado idiosincrásico que en muchos casos ya no remite siquiera al recuerdo del nombre propio que lo originó. Esta distinción debe, en consecuencia, tener un reflejo en la estructura. Asumimos que las propiedades referenciales y deícticas se vinculan con la presencia de un sintagma de determinante. En consecuencia, un sintagma nominal en el contexto de un sintagma de determinante tendrá propiedades referenciales y fuera de ese contexto, carecerá de ellas. Proponemos la estructura de (10b) para los nombres epónimos.
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(10) Nombres epónimos a. Nombre propio – Chaves
SD V D´ V D[+ref] Sn V n´ V n[+del, +hum] √chav-
b. Nombre epónimo - chavismo
Sn V n´ V n -ismo
Dominio Externo> significado regular
Sn V n´ V
Dominino Interno> significado idiosincrásico
n[+del, +hum] √chav-
Veamos un poco en detalle la estructura de (10). En (10a), se representa la estructura de un nombre propio, que adquiere propiedades referenciales al entrar en contacto con el
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Sintagma de Determinante. En (10b), representamos un nombre epónimo. La unión del primer categorizador n° chiquito y la raíz da como resultado un nombre. Ese primer categorizador deberá contener los rasgos de [+DELIMITACIÓN] y [+HUMANO]. Esa primera unión conforma el dominio interno, que de acuerdo con MARANTZ (en prensa), es el ámbito de lo irregular y arbitrario. Posteriormente, se adjunta otro categorizador nominal, es decir, se adjunta el –ismo. Este afijo ya pertenece al ámbito de lo regular y sistemático, tal como lo señalan las paráfrasis presentadas en la sección previa. La formación de los nombres deonomásticos es diferente a esta y se corresponde con las estructuras de (11). (11) Nombres deonomásticos a. Nombre propio – Sandwich
SD V D´ V D[+ref] Sn V n´ V n[+del, +hum] √sandwich b. Nombre deonomástico - sandwich
Sn V n´ V n[+del, -hum] √sandwich
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La estructura de (11a) representa la estructura del apellido Sandwich. Es sabido que en el siglo XVIII, al conde de Sandwich se le ocurrió comer carne entre dos panes. En el caso del apellido, la raíz es seleccionada por un categorizador y nuevamente, por las propiedades del Sintagma de Determinante, tiene las propiedades referenciales de los nombres propios. El categorizador nominal contiene los rasgos [+DELIMITADO, +HUMANO]. Por el contrario, el nombre sándwich, que refiere al objeto, tendrá un categorizador nominal también pero los rasgos involucrados serán [+DELIMITADO, -HUMANO]. Este cambio en los rasgos, permitirá la interpretación de objeto. Posteriormente, podrá entrar en contacto con un Sintagma de determinante en la constitución de un sintagma mayor. Si comparamos las estructuras de (10b) y (11b), observamos que mientras chavismo presenta dos categorizadores, sándwich sólo cuenta con uno. Esto implica, de acuerdo a nuestra propuesta, que la distinción teórica entre epónimos y deonomásticos puede fundamentarse en términos estructurales. Mientras que en las unidades epónimas es posible reconocer dos dominios, uno ligado a la raíz e idiosincrásico y otro externo de significado sistemático, en las unidades deonomásticas solo es posible reconocer un dominio arbitrario. Esta distinción, nuevamente, sostiene la diferencia de significado entre ambos conjuntos de palabras.
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4. Conclusiones En el presente trabajo, hemos estudiado un grupo numeroso de neologismos formados sobre la base de nombres propios de persona. Analizamos los procesos de formación de palabras asociados y mencionados las paráfrasis asociadas de manera regular. Distinguimos las formaciones epónimas -aquellas que recuperan el nombre propio de la base- de las deonomásticas, cuyo significado no guarda relación con el nombre propio que las origina. Retomando la propuesta de MARANTZ (en prensa), distinguimos dos ámbitos, determinados por la presencia de los categorizadores, en las unidades deonomásticas, como cobismo, lavagnista, antiperonista, etc. Esta formulación nos permite captar el funcionamiento de los nombres propios en una derivación morfológica. Por el otro lado, propusimos que, en el caso de los nombres deonomásticos, el pasaje de nombre propio a nombre común se produce sobre la base de alternancias en los rasgos asociados a los categorizadores y no por el agregado de otra categoría chiquita. Un estudio sistemático de los neologismos derivados de nombres topónimos completaría el panorama aquí esbozado. En relación con la interacción de las propiedades de las bases y las propiedades de los eductos, podría esbozarse, en principio, que el nuevo categorizador será el responsable de introducir nuevos rasgos como la delimitación siempre y cuando el primer categorizador ligado a la raíz sea [+DELIMITADO]. Queda pendiente el análisis sistemático de estas relaciones para profundizar en el estudio de los nombres epónimos.
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DEMONTE, Violeta (eds.) Gramática descriptiva de la lengua española. III. Madrid: Espasa Calpe, 1999. MARANTZ, A. Phases and Words. En prensa. Disponible en: http://homepages.nyu.edu/~ma988/ MORIMOTO, Y. El aspecto léxico: delimitación. Madrid: Arco/Libros, 1998. RAINER, Franz. La derivación adjetival. En BOSQUE, Ignacio; DEMONTE, V. (eds.). Gramática descriptiva de la lengua española. III. Madrid, Espasa Calpe, 1999.