NECESIDAD E IMPORTANCIA DEL LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO POSTERIOR A LA DECLARATORIA

NECESIDAD E IMPORTANCIA DEL LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO POSTERIOR A LA DECLARATORIA
Necesidad e importancia de la continuidad del proceso, posterior a la declaratoria, a través de propuestas técnicas contemporáneas y criterios de intervención


En Chile se debe educar para la comprensión de la importancia de nuestra memoria, a nivel cultural, demostrando que la arquitectura anterior puede convivir con la nueva y las ciudades pueden crecer sobre sí mismas, respetando lo existente y rescatando lo que tiene valor, convirtiéndose en un relato vivo y armónico, representativo de su historia y sus procesos.
No tiene sentido que lo construido más tarde no pueda ser utilizado para nada más que para lo que fue proyectado. Por ejemplo, así como la arquitectura neoclásica hoy en día puede ser reutilizada, conservada y convivir con la arquitectura moderna, la arquitectura contemporánea debiera ser pensada para durar, para transformarse, para adaptarse y sustentarse a través del tiempo, respetando su entorno arquitectónico, en lugar de ser pensada para un uso y una época determinada y ser desechada una vez cumplidas estas condiciones.

Por esto es necesario promover tanto la protección del patrimonio como las formas de preservarlo e intervenirlo, permitiendo su continuidad pero con una utilidad y un propósito claros, que incentiven su mantención en el tiempo, buscando evitar el abandono y mala gestión posterior a la declaratoria de protección por falta de presupuesto y voluntades, a través de propuestas técnicas contemporáneas y con criterios de intervención definidos en pos del aprovechamiento y valorización de lo preexistente.

En cuanto al caso de la ex facultad de Química y Farmacia, al parecer ya es tarde para rescatar este edificio, tras ser aprobado el proyecto de un centro cultural para la Orquesta Sinfónica, Ballet y Coro de la Universidad, que supone su demolición. Aquí es cuando podemos ver que siguen existiendo casos donde se pasan a llevar años de historia, sucesivas épocas, qué se conocen y se pueden apreciar gracias a que sigue existiendo. Más grave aún es que este edificio, formando parte de la propia Universidad de Chile, no haya podido ser rescatado, intervenido, rehabilitado, y que sea desde esta misma institución desde donde se plantea el nuevo proyecto radicalmente distinto que arrasa con todo lo anterior. ¿Cómo es posible que desde la propia Universidad de Chile, que en sí misma forma parte del patrimonio de Chile, se pase a llevar la importancia de la valoración de nuestro patrimonio arquitectónico? Es más, esta institución se pierde de una gran oportunidad de demostrar su conciencia y preocupación por estas temáticas, así como ser un buen ejemplo de recuperación e intervención patrimonial.
El edificio de Vicuña Mackenna 20 constituye un caso especial al conformarse por la suma de distintas épocas, que fueron aportando modificaciones y agregando espacios a la construcción original de acuerdo al uso que se le fue dando y los requerimientos que este fue presentando. Su valor arquitectónico patrimonial se atribuye a la fachada de Vicuña Mackenna, debido a su trabajo de estilo neoclásico afrancesado, construida en 1910; su disposición espacial interna en torno al largo pasillo longitudinal; sus salones; el subterráneo y variados elementos estéticos y de ornamentación. Tomando en cuenta estos atributos, lo que se esperaría de la Universidad de Chile es la protección de este edificio a través de los medios legales y al ser necesaria su adaptación para un nuevo uso, la aplicación criterios específicos para su intervención, que pongan en valor los aspectos esenciales de su conformación y funcionamiento y descarte aquellos que no forman parte esencial de esta o de su concepción original.

Actualmente los esfuerzos se concentran en declarar patrimonio la mayor cantidad de inmuebles posibles, para prevenir su destrucción y pérdida, para luego en el largo plazo -generalmente demasiado largo- definir su uso y destino, si es que se logra definir. Se convierte en una carrera contra el avance de las construcciones contemporáneas, que acechan los atractivos terrenos donde se encuentran gran parte de los edificios de valor patrimonial y donde la única forma en que son llevados a cabo (la más simple y fácil también) es destruyendo lo existente. Idealmente no debiera ser necesaria una ley que proteja estos edificios, sino que debería valorarse su existencia y respetarse,

En Chile las prácticas de restauración, rehabilitación e intervención tienen poca fuerza aún, pero de a poco se han ido realizando mejoras en estos ámbitos. La gran dificultad no se encuentra en la declaratoria, sino en el proceso posterior que involucra la preservación, conservación, restauración y mantenimiento en el tiempo del inmueble declarado. Este aspecto es el que requiere avances y mayores facilidades para poder demostrar con el ejemplo que estos inmuebles son realmente de valor y que su protección trae beneficios para la ciudad y sus habitantes, a través de la conservación de la memoria que nos muestra de alguna forma, cómo llegamos a ser quienes somos. Así evitamos que edificios como el de la ex Facultad de Química y Farmacia sean destruidos y reemplazados con tanta facilidad.




Clara Orozco Rencoret