Memorias en pugna: las conmemoraciones de los acontecimientos del 16 de junio de 1955

September 27, 2017 | Autor: R. Camaño Semprini | Categoría: History, Political History, Memory Studies, Peronism, Peronismo, Antiperonismo
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Descripción

Encuentro Internacional Fecundidad de la memoria. Desafíos del presente a los usos del pasado en América Latina Córdoba, 14, 15 y 16 de noviembre de 2011

Eje Temático 1: Políticas Públicas de Memoria Autora: Camaño, Rebeca Raquel Título: Memorias en pugna: las conmemoraciones de los acontecimientos del 16 de junio de 1955. Palabras Clave: Conmemoraciones – Memorias políticas – Políticas de la Memoria Pertenencia Institucional: CIH-UNRC / CEA-UNC E-mail: [email protected]

Resumen: Los bombardeos a la Plaza de Mayo constituyeron un punto de inflexión en la historia argentina, en tanto marcaron una transformación cualitativa de la violencia política, la cual a partir de entonces dejó de ser sólo verbal, para efectivizarse en acciones concretas. Este hecho se convirtió en terreno fértil para diversas y opuestas interpretaciones: mientras los contemporáneos recalcaron la heroicidad de quienes encabezaron el alzamiento contra un gobierno que se consideraba totalitario y opresor, en la actualidad, se rememora a las víctimas de los bombardeos efectuados contra un gobierno constitucional. De esta manera, si aquellos que protagonizaron el intento golpista o fueron sus contemporáneos desarrollaron una memoria de la política de esos días, es decir, construyeron recuerdos de ese pasado político, durante el conflicto con el campo protagonizado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2008, ésta recurrió a una política de la memoria, entendida como forma de gestionar ese pasado. Estos opuestos significados otorgados a los Bombardeos a la Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955 ponen de manifiesto cómo las fechas conmemorativas constituyen espacios privilegiados para el análisis de continuidades y transformaciones en las prácticas y significados de la memoria, entendiendo que unas y otros son constantemente reelaborados en función del presente.

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Introducción Las memorias intervienen en los conflictos del presente de una manera muy particular: citando al pasado. 1 De él pueden extraer enseñanzas diferentes e incluso opuestas, debido a que, como toda construcción, las memorias son diversas y conflictivas. 2 Una de las consecuencias de esto es que el sentido de las fechas cambia a lo largo del tiempo, convirtiendo a la conmemoración en una instancia de reescritura de la historia y en una puesta en marcha de la memoria colectiva. 3 Los opuestos significados otorgados a los Bombardeos a la Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955 ponen de manifiesto cómo las fechas conmemorativas constituyen espacios privilegiados para el análisis de continuidades y transformaciones en las prácticas y significados de la memoria. Aquellos que protagonizaron el intento golpista o fueron sus contemporáneos desarrollaron una memoria de la política de esos días, es decir, construyeron recuerdos de ese pasado político. Por su parte, durante el conflicto con el campo protagonizado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ésta recurrió a una política de la memoria, entendida como forma de gestionar ese pasado. Para reconstruir estas dos experiencias, fue necesario identificar quién recordó, y de qué modo lo hizo, pero también, y sobre todo, cuándo y para qué, puesto que “toda presentación del pretérito está unida sólidamente, aunque no siempre de manera explícita, a determinados horizontes políticos”. 4 De esta manera, a partir del análisis de las interpretaciones que de los sucesos de junio de 1955 se efectuaron en dos momentos determinados de la historia argentina, el presente trabajo retoma la compleja relación entre Historia y Memoria. Se entiende que, aunque mantienen una estrecha relación, es posible distinguir entre Historia como saber científico de los hechos del pasado (construido a partir de la exhaustividad, el rigor y el control de los testimonios) y la Memoria de esos hechos, cultivada por los contemporáneos y sus descendientes. 5 Si bien tanto una como otra son representaciones del pasado, están gobernadas por regímenes diferentes. En efecto, mientras la primera tiene como objetivo la exactitud y se sostiene sobre una pretensión de veracidad, la segunda pretende ser verosímil y no intenta reconstruir el pasado, sino fundarlo. 6 La memoria colectiva, que constituye tanto el recuerdo que posee una comunidad de su propia historia como las lecciones y aprendizajes que extrae de la misma, es puesta en acción a partir de la conmemoración. En ésta, la memoria selecciona a quién recordar, qué lugar otorgar a los personajes y acontecimientos en un esquema lineal, progresivo, que se dirige hacia la consolidación del modelo político que se pretende legitimar. 7 2

En ocasión de la conmemoración la historia es “reescrita”, en función de las demandas políticas del presente. 8 Los conflictos, luchas y disputas que en él se producen tienen un nuevo escenario de fondo y los protagonistas son otros actores, pero suelen ser planteados como una continuación de los del pasado. De esta manera, al situar los acontecimientos fuera del tiempo, en un presente continuado, la memoria se vuelve ahistórica. 9 Sin embargo, el hecho de que sea necesario reelaborar el pasado para extraer de él comparaciones y juicios relacionados con los acontecimientos del presente en los que podría retornar, hace que incluso el mantener las mismas banderas implique dar nuevos sentidos a ese pasado que se quiere conservar’. 10

Memorias de la política: la “gesta heroica” del 16 de junio Exactamente tres meses después del Bombardeo a Plaza de Mayo, el 16 de septiembre de 1955, el General Eduardo Lonardi lanzaba desde Córdoba la Revolución Libertadora. Después de tres días de combate logró lo que no habían podido los insurrectos de junio: Perón dimitió y marchó al exilio. El gobierno fue asumido, provisionalmente, por el líder del levantamiento. Éste proclamó haber actuado bajo el impulso del amor a la libertad y al honor que un pueblo sojuzgado que no se resignaba a seguir indefinidamente los caprichos de un dictador. 11 En poco menos de dos meses, Lonardi fue depuesto por el Teniente General Pedro E. Aramburu. Durante los sesenta días que duró su gobierno, el escenario político argentino fue un “laboratorio de ensayo”, en el que la competencia entre distintas fórmulas permitió vislumbrar los problemas centrales que afectarían al país durante los próximos dieciocho años. 12 Según las Directivas básicas del gobierno revolucionario el programa del nuevo presidente tenía como objetivo esencial “suprimir todos los vestigios de totalitarismo para restablecer el imperio de la moral, de la justicia, del derecho, de la libertad y de la democracia”. 13 Para lograrlo, se recurrió a medidas que combinaban persuasión con represión: por un lado, se divulgaban supuestos hechos de corrupción y traición a la patria cometidos por el “tirano prófugo” y, por el otro,

se imponían normas y medidas de

exclusión. Entre entras últimas, se intervino por decreto la CGT, se disolvió el Partido Peronista, se inhabilitó a sus integrantes para obtener empleos en la administración pública y se proscribió de la representación gremial a aquellos que hubieren ocupado cargos sindicales desde 1952. 14 En junio de 1956, a pocos días de cumplirse un año del bombardeo sobre Plaza de Mayo, se produjo un alzamiento encabezado por el General Valle, con el objetivo de 3

“restablecer la soberanía popular, esencia de nuestras instituciones democráticas, y arrancar a la Nación del caos y la anarquía a que ha sido llevada por una minoría despótica encaramada y sostenida por el terror y la violencia en el poder”.

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La insurrección,

rápidamente aplastada, fue reprimida con una fuerza inusitada para la época. La proclamación de la ley marcial después de iniciado el levantamiento significó el juicio sumario y el fusilamiento para veintisiete personas (dieciocho militares y nueve civiles). 16 Rouquié explica el rigor de las medidas aplicadas por el contexto en que se produjo el levantamiento: las masas peronistas estaban organizando la resistencia a través de huelgas muy duras, sabotaje de la producción y desobediencia cívica. Sumado a esto, el hecho de que los sublevados, en su mayoría suboficiales, pactaran con algunos sindicalistas representaba para Aramburu una grave subversión de la jerarquía y el orden militar. 17 Si bien la violencia de las medidas punitivas aplicadas dejó una marca en el gobierno, que afectaría su futuro, en el corto plazo significó la desaparición de la amenaza de futuras revueltas peronistas. 18 Este era el clima político al momento de cumplirse el primer aniversario de los bombardeos. El 16 de junio se realizaron múltiples homenajes a los “caídos en la lucha por la libertad” el año anterior. Entre ellos, cabe destacar el organizado por la Asociación de Mayo, conformada en franco apoyo a la autodenominada Revolución Libertadora. El nombre adoptado remite al grupo conformado por la Generación del 37 en oposición a Rosas, por lo que podría incluirse como parte de lo que suele identificarse como línea Mayo – Caseros, es decir, aquella que establece una analogía entre Perón y Rosas, por un lado, y la Libertadora con la batalla de Caseros, por el otro. Como homenaje a las víctimas de la gesta revolucionaria del 16 de junio,

la

Asociación depositó una ofrenda floral ante la Pirámide de Mayo, acto repleto de simbolismo, si se tiene en cuenta que la misma se halla dotada en su parte superior de una estatua de la Libertad. Además, emitió un comunicado alusivo a la fecha, en el que justifica y explica el levantamiento de la siguiente manera: “Tras diez años de oprobio y sumisión, bajo un régimen tiránico que había suprimido derechos y garantías con el mínimo de libertad posible, compatible con la dignidad del hombre, los jóvenes pilotos de los cuerpos aéreos, terrestres y navales, con grupos de tropas de desembarco de la marinería, intentaron en un denodado esfuerzo, derribar al déspota y al régimen creado artificiosamente, con vistas a prolongarlo en el tiempo y en el espacio” 19

Por otra parte, establecía una relación directa entre el levantamiento de junio y la “Revolución Libertadora” de septiembre: “Se ha cumplido un año de aquel heroico episodio en la lucha por las libertades argentinas. La columna vertebral del régimen quedó rota, y el hombre que lo encarnaba, irremediablemente vencido (…) El aventurero descarnado de la política, el falso apóstol

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de las reivindicaciones proletarias, el sujeto sin conciencia quedaba al desnudo ante la opinión pública nacional (…)”

Y otorgaba una especial importancia a esta fecha en tanto que: El 16 de junio de 1955 quedó fijo en el corazón de los argentinos, como la aurora de un nuevo día, que tardaría muy pronto en llegar. El gesto definitivo que debía tumbar al tirano, asomaba en el horizonte preñado de esperanzas. La revolución estaba en los espíritus.” 20

Asimismo, encontraba legítima a la insurrección, en tanto, se entendía, había contado con el consentimiento de la sociedad argentina: “La vieja premisa, de que la libertad se compra con sangre adquiría terrible vigencia en la dura realidad, pero bien sabía el pueblo argentino, escarnecido y humillado, herido en sus más íntimos sentimientos, que no cabía otra alternativa.” 21 Esta justificación de la violencia puede interpretarse no sólo retrospectivamente, sino también en el presente histórico en que fue elaborada. En efecto, llegado a este punto, fueron retomados en el discurso de la Asociación de Mayo los ideales del levantamiento de junio de 1955 para, en obvia alusión al reciente levantamiento del General Valle, exhortar “al pueblo en general y a la juventud de Córdoba, alerta y vigilante, frente al grosero plan, sangrientamente fracasado, de retrotraernos al pasado ignominioso y a oponerse resueltamente, a toda tentativa de revanchismo”.

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Se consideraba que esta insurrección se

debía a que “La tiranía, ha cavado muy hondo en las almas, y, son muchos todavía los que sueñan con el regreso del Mesías de la violencia, del crimen y del robo, con vistas a recobrara el paraíso perdido”. 23 Establecía, finalmente, que esa hora crucial determinaba que la libertad conquistada no podía ni debía perderse, por lo que renovaba su apoyo al gobierno provisional: “Asociación de Mayo, conforme a la declaración de principios que informa su creación, continuará apoyando al gobierno de la Revolución Libertadora y a los hombres que la representan, en todas las circunstancias, hasta el momento en que con la recuperación definitiva de la Nación, social, política y económicamente, el pueblo argentino se reencuentre, en la total conjugación de las voluntades, en la sana y limpia convivencia constitucional que todos anhelamos” 24

Al año siguiente, con el objetivo de profundizar el desmantelamiento del aparato peronista, el gobierno decidió convocar a una Asamblea Constituyente encargada de abolir la Constitución de 1949 y crear un nuevo diseño institucional que posibilitase la erradicación del “virus” peronista antes de entregar el poder a quienes resultaran electos en las prometidas comicios nacionales. 25 Las elecciones para constituyentes a realizarse en julio representarían la primera oportunidad de medir fuerzas entre las recientemente nacidas ramas del partido radical, la UCRI y la UCRP. Mientras la primera optó por captar los votos peronistas, adoptando una postura decididamente contraria a la reforma constitucional por considerar que el gobierno de

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facto no contaba con las facultades legítimas para impulsarla, la segunda concurrió a las elecciones impulsando un programa de veintiún puntos de reformas, que incluían los derechos sociales, la reforma agraria y la enajenabilidad del petróleo argentino. Con estas elecciones como horizonte, el 16 de junio se cumplieron dos años del fallido alzamiento y, para evocar dicho aniversario, Miguel Zavala Ortiz habló esa noche por Radio El Mundo. Cabe recordar que este radical unionista, miembro del bloque de los 44 26 durante la presidencia de Perón, había participado activamente en el conato golpista y, tras la Revolución Libertadora, se convirtió en miembro de la Junta Consultiva del gobierno de facto. En su discurso, Zavala Ortiz recalcó la importancia de la revolución de junio, puesto que si bien “aparecía vencida militarmente, su significación política ponía, quizá por primera vez en tela de juicio, la supuesta estabilidad de la tiranía”. 27 Afirmó que, en tal ocasión “todos quisieron hacer una revolución a favor de algo que trajese la libertad, la justicia y la paz para todo el pueblo”. 28 En referencia a la proclama por él escrita y brevemente transmitida aquel día, dijo: “(…) no obstante la fugacidad de las palabras, la proclama revolucionaria quedó flotando en el ambiente, a punto que después de haber desaparecido las huellas físicas de la destrucción revolucionaria, se mantuvieron frescos, enhiestos y vivos los ideales del 16 de junio.” 29

Asimismo, con el propósito de abogar por la reforma constitucional promovida por el gobierno, recordó que: “Entre los propósitos concretamente advertidos en la proclama del 16 de junio esta el de elegir por sufragio universal, secreto y libre, una convención constituyente que diese a la nación su estatuto político definitivo y las bases de su futuro gobierno” 30

Además, aprovechaba para criticar la postura asumida desde el frondicismo, agregó que “Esa aspiración recogida por la revolución del 16 de setiembre, ha sido lamentablemente cuestionada por algunos sectores políticos” y aseveró que, contrariamente a lo planteado por la oposición, “no es el gobierno el que va a hacer la constitución y quien la va a reformar” 31 , sino que: “Es el pueblo, únicamente el pueblo el que hará si lo quiere así, sin que nadie se prepare a tomarle en sus manos para escribir lo que convenga al gobierno. Esto es muy importante que se diga y se sepa, para que el pueblo se entere quienes se oponen a que el pueblo de su opinión en el aspecto constitucional.” 32

Para ratificar una vez más su respaldo al gobierno, señaló: “La única forma de resolver pacíficamente este pleito es convocar al pueblo para que dé su opinión. Si el pueblo no lo hace por una constituyente podría sobrevenir hasta una guerra civil, para hacer prevalecer cada cual su criterio constitucional” 33

Ambas conmemoraciones implicaron una interpretación del accionar de los vencedores y la inserción del acontecimiento en un proceso histórico de duración más larga, en la que adquieren un carácter redentor o, en este caso, libertador. 34 Ambos fueron, en suma, memorias de la política, en tanto relatos de recuerdos elaborados por los contemporáneos a

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los sucesos que articularon, en cierto momento y con determinados objetivos, pasado, presente y futuro. 35

Políticas de la Memoria: el pasado como pretexto para hablar del presente El 2008 fue un año inaugurado por el conflicto entre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y el campo. Éste se hallaba representado por las cinco grandes corporaciones rurales: Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, CONINAGRO y Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas, nucleadas todas ellas en la Mesa de Enlace. El conflicto estalló a partir de la Resolución 125 emitida el 11 de marzo por el nuevo Ministro de Economía, Martín Lousteau, la cual establecía un incremento sustancial en las retenciones a las exportaciones de soja y girasol y el establecimiento de un sistema móvil para éstas. En respuesta, la Mesa de Enlace decretó una serie de medidas con el fin de interrumpir algunas actividades económicas de sus asociados, el transporte interurbano y las exportaciones agrarias. Durante ciento veintinueve días, fueron efectuados cierres patronales parciales (lock out), bloqueos de rutas y puertos, así como otras medidas de acción directa. Frente a ello el gobierno implementó tanto una política de acercamiento (a través de reformas al sistema cuestionado, medidas que no fueron aceptadas por considerase inadecuadas o insuficientes) como una de confrontación. El predominio de esta última quedó de manifiesto en la imagen demonizada del campo construida por el discurso oficial. Ésta se derivaba, en parte, de asociarlo con los pools de siembra y el monocultivo de la soja, a la cual le fueron atribuidas consecuencias catastróficas sobre el medio ambiente y los suelos, así como sobre la dieta de los argentinos, puesto que afectaría la producción de maíz, trigo, leche y carne 36 . El complemento de esta imagen sumamente negativa del campo estuvo dado por su asociación con los regímenes antidemocráticos, sintetizada en la frase "(…) Pareciera como si hubiesen cambiado los tanques por algunos tractores (…)". 37 Fue en medio de esta contienda que el gobierno conmemoró un nuevo aniversario (el número cincuenta y tres) de los bombardeos a Plaza de Mayo. Para hacerlo, erigió en la Plaza España un monumento a los caídos aquel día. El mismo consta de seis troncos de palma de entre seis y siete metros, coronados con figuras de hombres, mujeres y niños en máscaras de bronce y envueltos por una cinta de acero inoxidable en la que se hallan grabados los nombres de los muertos aquel día. La autora de “Del cielo los vieron llegar”, Nora Patrich, explicó su obra de la siguiente manera:

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“Los postes eran árboles que estaban vivos y ahora son troncos muertos (…) El acero inoxidable de la cinta me remite a los aviones(…) de la misma forma en que los aviones dejaron una impronta en los seres humanos, ahora los nombres de las víctimas quedan en el acero(…)El bronce lo elegí porque es un metal cálido, humano (…)” 38

Este

monumento,

como

otras

apropiaciones

del

espacio,

constituye

una

materialización o una inscripción territorial de la memoria, en las que se inscribe la lucha y la confrontación por el relato que se quiere transmitir. 39 En el acto inaugural de dicho monumento, al que asistieron familiares de las víctimas del bombardeo y protagonistas del episodio, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner formuló, en su discurso, un notorio uso del pasado en función del presente, erigiendo así una política de la memoria. 40 Comenzó haciendo referencia a la importancia del monumento, en tanto recordatorio de “no solamente hombres y mujeres que perdieron la vida en esa trágica jornada, sino fundamentalmente uno de los hitos, una de las claves de la historia contemporánea de los argentinos de los últimos 50 ó 60 años”. 41 A continuación, en un intento de extender la responsabilidad a los sectores civiles que apoyaron la intentona de 1955, y de aludir al papel que le cupo (y le cabe) a la sociedad civil en épocas dictatoriales, aseveró que: “Sería fácil únicamente pensar que fueron militares los que bombardearon la plaza, de hecho lo fueron, obviamente conducían los aviones, pero nunca en la historia reciente de nuestro país los golpes de Estado solamente han tenido protagonistas militares, eso no es cierto, es una reducción (…) Las Fuerzas Armadas Argentinas (…) siempre han sido utilizadas como mascarón de proa en la historia reciente, para interrumpir procesos democráticos.” 42

A continuación, estableció una continuación entre los bombardeos del ’55, la dictadura militar y el pasado inmediato, al decir “En el ’55 fueron jóvenes; en el ’76 fueron jóvenes; en Malvinas fueron jóvenes; y fueron jóvenes también en los días de diciembre del 2001 los que murieron. Siempre son los jóvenes”. 43 En el resto del discurso se refirió fundamentalmente a la importancia de la democracia como sistema político, retomando la experiencia argentina pero en clara referencia a la situación actual del país, es decir, el citado conflicto entre el gobierno y el campo. En este sentido, declaró:“Nos merecemos una democracia donde los que gobiernen sean los que han sido elegidos para estar aquí en la Casa Rosada o en el Parlamento, con las normas de la Constitución”. 44 En otra parte del discurso, consideró que, para esto: “La clave está en presentar las ideas de cada uno, los modelos de país de cada uno ante la ciudadanía, y cuando ésta elige y vota, si ese voto no nos ha sido favorable, a mejorar la propuesta y esperar el próximo turno electoral, esa es la clave”. 45 Y, haciendo aún más explícita la alusión a los ruralistas, recalcó: “Yo no quiero vivir en un país donde me digan qué puedo llevar y por dónde puedo pasar, yo quiero vivir en un país libre en serio, donde pueda transitar por todas las rutas, y que si alguien no me deja haya un juez de la Constitución, un fiscal de la República que me garantice el derecho que tengo como argentina a transitar libremente” 46

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Agregando que, no quería “(…) un país, una democracia corporativo donde se crea que se puede manejar desde la Sociedad Rural, con cacerolas, cortes de ruta y bocinas, así no se gobierna un país”. 47 Finalmente, aprovechó la convocatoria para hacer un anuncio vinculado netamente con el presente, caracterizado por la contienda con el campo: “Yo quiero (…) anunciarles hoy que esta medida de las retenciones móviles que tanto revuelo ha causado a un sector que hace 90 días corta rutas, impide que otros argentinos transiten libremente con su trabajo; quiero darle a esa decisión que tomé con las facultades que me concede la Ley, más contenido democrático y más institucionalidad aún”. 48

Profundizó en esta idea, notificando que: “En el día de la fecha voy a enviar al Parlamento de la Nación (…) un proyecto de ley, porque si no les basta con esta Presidenta, que hace 6 meses obtuvo el 46 por ciento de los votos, y en uso de sus facultades, por la redistribución del ingreso y para que los alimentos de los argentinos puedan seguir teniendo un precio accesible, el pan, la carne, la leche (…) para nuestra gente, voy a enviarlo para que en Parlamento también sea tratada la medida, más allá de su vigencia, porque es una facultad que, de acuerdo al código aduanero, le corresponde al Poder Ejecutivo”. 49

Como cierre, concluyó que, más allá de las diferencias políticas, “lo importante es tener en común ese hilo conductor del respeto a la democracia y a la voluntad popular, y por eso y en nombre de eso quiero agradecerles a ustedes, a la Comisión de Víctimas de los bombardeos del 16 de junio y a todos los argentinos y argentinas que hayan tenido un dolor inferido por la intolerancia de otro argentino.” 50

A modo de conclusión Las transformaciones experimentadas por el sentido dado a los bombardeos de junio de 1955 permiten confirmar la idea de que el pasado puede ser (y es) constantemente reelaborado en función del presente. En efecto, en las conmemoraciones realizadas durante la Revolución Libertadora, las memorias de la política fueron utilizadas para justificar un determinado rumbo y durante el 2008 se implantó una política de la memoria que relegó al hecho conmemorado a un segundo plano, constituyéndose en mera excusa para hacer referencia a un conflicto actual. Por ello, resulta pertinente concluir que, en tanto los poderes políticos recurren al pasado para legitimar un determinado modelo político, las memorias se erigen en un espacio privilegiado para visualizar las posiciones y las apuestas del presente. 51

Referencias Bibliográficas BARSKY, OSVALDO – GELMAN, JORGE (2009). Historia del agro argentino. Desde la Conquista hasta comienzos del siglo XXI. Editorial Sudamericana, Buenos Aires. CUESTA BUSTILLO, JOSEFINA (1993). Historia del Presente. Eudeba, Madrid.

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Fuentes Comisión de Víctimas de los bombardeos del 16 de junio. “Listado final de muertos por el bombardeo. Disponible en: http://www.derhuman.jus.gov.ar/institucional/prensa/2009 La Voz del Interior. Córdoba. 17/06/56-17/06/57.

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Palabras de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, en conmemoración del 53º aniversario del bombardeo a la Plaza de Mayo. Martes 17 de junio de 2008. Disponible en: http:// www.casarosada.gov.ar The Vancouver Sun. “Artist´s monument comes from the heart. A local sculptor is chosen for a memorial to 372 citizens massacred in Buenos Aires in 1955.” Saturday, June 24, 2006. Disponible en: http:// www.vancouversun.com 1

OBERTI, ALEJANDRA Y PITTALUGA, ROBERTO (2006). Memorias en montaje: escrituras de la militancia y pensamientos sobre la historia. El Cielo por Asalto. Buenos Aires. Pág. 24. 2 VEZZETTI, HUGO (2003). Pasado y Presente. Guerra, dictadura y sociedad en Argentina. Buenos Aires, Siglo XXI. Pág. 47. 3 PHILP, MARTA (2006). “Memoria y poder: el rescate de un problema clásico. Una mirada desde la historia política.” En: Cuadernos de Historia, Serie Economía y Sociedad, nº 8, CIFFyH – UNC, Córdoba. Pág. 98. 4 OBERTI, ALEJANDRA Y PITTALUGA, ROBERTO. Op cit. Pág. 29. 5 CUESTA BUSTILLO, JOSEFINA (1993). Historia del Presente. Eudema, Madrid. Pág. 204. 6 Cfr.: PHILP, MARTA. Op cit. Pág. 92 y FRANCO, MARINA Y LEVÍN, FLORENCIA (2007). “El pasado cercano en clave historiográfica”. En: FRANCO, Marina y LEVÍN, Florencia (comps.) Historia reciente: perspectivas y desafíos de un campo en construcción. Paidós, Buenos Aires. Pág. 42. 7 PHILP, MARTA. Op cit. Pág. 100. 8 PHILP, MARTA. Op cit. Pág. 101. 9 VEZZETTI, HUGO. Op cit. Pág. 192. 10 Cfr.: JELIN, ELIZABETH (2002). “Introducción”. En: JELIN, ELIZABETH (comp.) Las conmemoraciones: las disputas en las fechas “in – felices”. Madrid, Siglo XXI. Pág. 2 y VEZZETTI, HUGO. Op cit. Pág. 192. 11 Proclama de Lonardi al encabezar el golpe en: LONARDI, LUIS ERNESTO (1958). “Dios es justo”. Lonardi y la revolución. Ed. Francisco Colombo, Buenos Aires. Págs. 96. 12 TCACH, CÉSAR (2000). “Golpes, proscripciones y partidos políticos”. En: JAMES, Daniel (dir.) Nueva Historia Argentina, Tomo IX, Violencia, proscripción y autoritarismo (1955 – 1976). Editorial Sudamericana, Buenos Aires. Pág. 23. 13 ROUQUIE, ALAIN. (1982) Poder militar y sociedad política en la Argentina. II 1943 – 1973. Emecé Editores, Buenos Aires. Pág. 192. 14 TCACH, CÉSAR. Op cit. Pág. 24. 15 Proclama del Movimiento de Recuperación Nacional. Buenos Aires, 9 de junio de 1956. 16 POTASH, ROBERT. Op cit. Pág. 316. 17 ROUQUIÉ, ALAIN. Op cit. Pág. 137. 18 POTASH, ROBERT. Op cit. Pág. 319. 19 La Voz del Interior. “La gesta del 16 de junio recuerda la Asociación de Mayo”. Domingo 17 de junio de 1957. Pág. 6. 20 Ibídem. 21 Ibídem. 22 Ibídem. 23 Ibídem. 24 Ibídem. 25 Cfr. ROUQUIÉ, ALAIN. Op cit. Pág. 143. y TCACH, CÉSAR. Op cit. Pág. 27. 26 Diputados opositores pertenecientes a la UCR 27 La Voz del Interior. “Evocó Zabala Ortiz la Revolución de Junio”. Lunes 17 de junio de 1957. Pág. 4. 28 Ibídem. 29 Ibídem. 30 Ibídem. 31 Ibídem. 32 Ibídem. 33 Ibídem. 34 JELIN, ELIZABETH. Op cit. Pág 44. 35 RABOTNIKOF, Nora. “Memoria y política a treinta años del golpe”. En: LIDA, CLARA et al (2008) (Comp.) Argentina, 1976. Estudios en torno al golpe de Estado. FCE. México. Pág. 260

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BARSKY, OSVALDO – GELMAN, JORGE (2009). Historia del agro argentino. Desde la Conquista hasta comienzos del siglo XXI. Editorial Sudamericana, Buenos Aires. Pág. 515 y 516. 37 Discurso del Ex – presidente Néstor Kirchner. Cañuelas, Buenos Aires. Clarín, Martes 2 de junio de 2009. 38 The Vancouver Sun. “Artist´s monument comes from the heart. A local sculptor is chosen fo a memorial to 372 citizens massacred in Buenos Aires in 1955.” Saturday, June 24, 2006. Disponible en: http:// www.vancouversun.com [traducción propia] 39 JELIN, ELIZABETH. Op cit. Pág. 54-55. 40 RABOTNIKOF, NORA. Op cit. Pág. 261. 41 Palabras de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, en conmemoración del 53º aniversario del bombardeo a la Plaza de Mayo. Martes 17 de junio de 2008. Disponible en: http:// www.casarosada.gov.ar/index.php?option=com_cpmtemt&task=view&id=34861temid=66 42 Ibídem. 43 Ibídem. 44 Ibídem. 45 Ibídem. 46 Ibídem. 47 Ibídem. 48 Ibídem. 49 Ibídem. 50 Ibídem. 51 VEZZETTI, HUGO. Op cit. Pág. 193.

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