Más radiografías de las categorías gramaticales

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Descripción

Más radiografías de las categorías gramaticales Juan Romeu Resumen: En Romeu (2014a) y (2015) se presenta un modelo en el que las categorías gramaticales se consideran meras etiquetas teóricas que agrupan ítems léxicos que lexicalizan partes similares de la estructura sintáctico-semántica de las lenguas. Como muestra, se utilizan en esos trabajos las preposiciones. En este trabajo, muestro cómo ese modelo no solo se puede aplicar a las preposiciones sino también a otras categorías. De esta manera presento caminos para explicar cuestiones controvertidas en el análisis de las lenguas. Así, muestro que por medio de este modelo es posible abordar y explicar, entre otras cuestiones, las diferencias entre preposiciones y partículas, la verdadera naturaleza del stranding (o varamiento), por qué solo algunas lenguas permiten resultativos, cuál es la diferencia entre adjetivos restrictivos y no restrictivos, qué hay detrás de la aparente naturaleza redundante de la concordancia, etc.

0. Introducción: En Romeu (2015) explico que las categorías gramaticales son etiquetas que agrupan ítems léxicos que lexicalizan o dan contenido fonológico a partes similares de la estructura sintáctico-semántica de las lenguas. De esta manera es posible explicar por qué ítems léxicos pertenecientes a una misma categoría pueden tener comportamientos distintos. Veíamos el caso de la preposición hasta que, frente a otras preposiciones, parece comportarse como un adverbio en determinadas ocasiones, pudiendo combinarse con un pronombre en nominativo (hasta yo lo hice), frente a preposiciones como a que siempre se combinan con pronombres en caso oblicuo (a {mí/*yo). Para hacer esto posible proponía un modelo en el que la estructura sintáctica se compone de nudos, cada uno de los cuales codifica un primitivo semántico indescomponible. Estos primitivos pueden ver su significado alterado o especificado por medio de modificadores: (1)

SX Mod

X X

Los modificadores son elementos con contenido semántico más específico. Una vez construida la estructura, un ítem léxico puede lexicalizar un nudo, un modificador o un nudo y un modificador:

1

(2)

a.

b. SY

item1

Y

SX SZ

ítem2

Mod

X

Z

X c.

. SX

item3

Mod

X… Romeu (2015:2-3)

También es posible que un solo ítem léxico pueda lexicalizar varios nudos, pero no al revés, es decir, un nudo no puedo ser lexicalizado por más de un ítem léxico. Este abanico de posibilidades permite asociar distintos ítems léxicos en torno a un nudo y agruparlos en una categoría determinada. Veíamos, por ejemplo, que los ítems léxicos que lexicalizaban alguna parte de la estructura cercana al nudo Rel (que introduce una relación) se agrupaban en la categoría de las preposiciones, a pesar de no lexicalizar todas exactamente el nudo Rel, como antiguamente podrían haber lexicalizado el nudo P. Nos encontrábamos con una preposición que solo lexicaliza Rel (como de), preposiciones que lexicalizan el nudo Rel junto con un modificador (a y en) e, incluso, el caso de hasta, que solo lexicaliza un modificador de Rel. Este minucioso análisis permite explicar por qué todos estos ítems léxicos están relacionados (porque lexicalizan parte del área de Rel), pero a la vez permite explicar sus disimilitudes sintácticas (pues lexicalizan elementos con propiedades distintas de la estructura sintáctica). En el trabajo que presento aquí desarrollo las ideas que ya adelanté en el handout “A minimal cartography: Some notes and ideas for September” (Romeu 2014b). Veremos cómo esta radiografía de los ítems léxicos hace posible entender algunas de las cuestiones más controvertidas del funcionamiento de las lenguas. Presento sucintamente estas cuestiones, con la idea de desarrollar cada una de ellas en trabajos posteriores. En primer lugar, muestro que lo que diferencia a preposiciones y partículas es que las segundas lexicalizan solo modificadores. Estos modificadores, como tales, pueden ocupar distintas posiciones en la estructura, combinándose, por ejemplo, con Rel, pero también con proc(eso). En este último caso, se pueden lexicalizar antes o después del verbo, lo que haría que se consideraran prefijos verbales o partículas, respectivamente. En segundo lugar, muestro que de la misma manera que preposiciones como a y to en inglés se diferencian por lexicalizar un modificador distinto de Rel (Dis-junto y PuntoEscalar, respectivamente), también los adjetivos, cuya área de lexicalización abarca Rel, se pueden diferenciar por lexicalizar distintos modificadores de Rel. De esta manera explico que el inglés permite tener resultativos porque los adjetivos en esa lengua, igual que to, lexicalizan PuntoEscalar, que permite interpretar los puntos de una escala necesarios para que el proceso tenga lugar. 2

En tercer lugar, la posibilidad de que los modificadores puedan ocupar distintas posiciones me permite equiparar el contraste entre a y en con el contraste entre ser y estar e, incluso, entre el modo indicativo y el subjuntivo y entre distintos tiempos verbales. En cuarto lugar, asumiendo que los modificadores influyen en la selección sintáctica, muestro que debe existir compatibilidad entre modificadores de distintas partes de la estructura y que en esto es en lo que consiste la concordancia. Por último, sugiero una manera de explicar la diferencia entre adjetivos restrictivos y no restrictivos según este modelo y cómo, de ser esto así, se corroboraría que la información conceptual debe estar presente en la estructura sintáctico-semántica antes del proceso de lexicalización. 1. Preposiciones, partículas y prefijos verbales El hecho de que los ítems léxicos puedan lexicalizar o un núcleo o un modificador de ese núcleo permite diferenciar las partículas de las preposiciones. La diferencia es que las partículas son obligatoriamente modificadores. Esto quiere decir que las partículas no lexicalizan Rel, sino que lexicalizan un modificador que se puede combinar con Rel. En lenguas como el inglés es posible encontrar casos como el siguiente: (3) He went in (the room). En español no es posible encontrar un ejemplo igual, pero con en: (4) Entró en *(su cuarto) Esto se debe a que frente a en, in en inglés solo lexicaliza el modificador: (5)

a.

b. SRel

en

Mod

SRel Rel

Mod in

Rel Rel

Rel



De acuerdo con Romeu (2012b), en el caso de (3) in lexicaliza un modificador con un significado parecido a [interioridad]. Como modificador, se puede combinar con distintos elementos de la estructura. En este caso, Romeu (2012b) propone que se combina con proc (el nudo que introduce el proceso) indicando que el proceso se realiza hacia dentro, es decir, el proceso de ir se lleva a cabo en una dirección hacia dentro. La estructura simplificada de (3) sería la siguiente:

3

(6)

Sproc Mod in

proc …

proc go

Que in sea un modificador de proc y no de Rel explica que no haga falta que haya un SD o SEnt(idad) (cf. Romeu 2015) complementando a Rel. La estructura está completa. Para esto asumo que en la estructura existen áreas que deben estar completas. Un área existente es la de (Rel +) Ent en la que Ent tiene que estar presente:1 (7)

(SRel) (Rel)

*(SEnt) (Ent)

Otra área es la del verbo, en la que al menos proc tiene que estar presente, pero su complemento, o proyecciones superiores como la de tiempo, pueden no estarlo: (8)

(ST) (T) *(proc)

*(Sproc) (SRel/SEnt)…

Es decir, de acuerdo con la condición del ancla (anchor condition, cf. Caha 2009) el elemento más bajo de un área tiene que estar presente.2 Estos elementos son, por ejemplo, Ent y proc (también Stat en las construcciones estativas) de sus respectivas áreas. Gracias a este principio, es posible explicar el siguiente contraste, que nos devuelve al caso de He went in: 1

Se podría pensar que Rel también tiene que estar presente, lo que explicaría que se haya dicho que cualquier SN o SEnt debe tener caso. Suponiendo que el caso en las lenguas lexicaliza Rel, quizá lo que ocurre es que en lenguas como el inglés los nombres pueden lexicalizar Rel en caso nominativo, mientras que en lenguas como el español, los nombres solo lexicalizan Ent y el caso nominativo es lexicalizado por un elemento tácito o tal vez por el artículo. Esto explicaría la condición de lengua prodrop del español, frente al inglés, y también la posibilidad en inglés de tener compuestos N-N como banana box. El hecho de que el nombre lexicalice Rel en inglés permite que pueda haber una Figura o un especificador de ese Rel. En español haría falta insertar el elemento más básico no tácito que lexicalizara Rel: de. Para que el nominativo pueda quedar tácito, es necesario que sea legitimado de alguna manera. La flexión verbal podría ser uno de los legitimadores. Pero incluso en casos con flexión verbal, algunos hablantes podrían no sentir que quede legitimado. Esto podría ser lo que ocurre en el dequeísmo o de ejemplos como Me pesa de haberos ofendido, donde se inserta de. 2 No parece ocurrir así cuando res es complemento de proc. Hay verbos que pueden lexicalizar proc y res o solo proc. Dejo esta cuestión para investigación futura.

4

(9)

a. He went in (the room). b. He is in *(the room).

En el primer caso in lexicaliza un modificador de proc, mientras que en el segundo caso in lexicaliza un modificador de Rel.3 En ese segundo caso, the room sería necesario para completar el área de Rel + Ent: (10)

SRel in

Rel Rel

*(SEnt) *(Ent) *(the room)

Pero no sería necesario en el segundo, pues el área de proc está completa aunque no esté SEnt presente: (11)

proc in

proc proc go

(SEnt) (the room)

Así pues, solo cuando in modifica a proc se puede prescindir de SEnt. Este hecho explica automáticamente varias cuestiones controvertidas. En primer lugar, explica los casos de stranding (o varamiento) del inglés: (12)

Which room did he go in?

En estos casos no es que la preposición se haya quedado varada, abandonada por el SD o SEnt, sino que esos dos elementos no forman constituyente en ningún momento. El SEnt which room es un complemento de proc; in es modificador de proc:

3

O quizás lexicaliza el modificador y Rel, como propone Romeu (2012b). Esto significaría que habría dos elementos in en inglés. No sería raro, si observamos que en lenguas como el noruego hay un elemento inne, otro inn y otro i para los casos en los que el inglés solo tiene in. Mientras inne e inn en noruego parecen lexicalizar modificadores, i parece lexicaliza solo Rel. En cualquier caso, el área estaría incompleta.

5

(13)

Sproc in

proc go

SEnt which room

Por tanto, el SEnt puede adelantar su posición a la hora de lexicalizar sin tener por ello que llevar consigo in, que es un modificador que no forma parte de su constituyente en la estructura. Es asimismo posible explicar por qué elementos como in solo tienen sentido direccional si aparecen detrás del verbo. Si se antepone al verbo junto con el SEnt, la interpretación es solo locativa: (14)

In the room he ran. ‘En el cuarto corrió’

Puesto que el modificador ocupa la posición adyacente al nudo en la estructura debe aparecer lexicalizado en una posición adecuadamente cercana. La posición que ocupa in en (14) indica que in es modificador de Rel y no de proc. El sentido direccional solo es posible si in es modificador de proc. Se indicaría que el proceso del verbo es hacia dentro. Si in modifica a Rel lo que se indica es que la relación tiene lugar en el interior del SEnt. Llegados a este punto es necesario aclarar que el hecho de que un modificador tenga que ser lexicalizado en una posición determinada no quiere decir que obligatoriamente tenga que aparecer junto al elemento al que modifica. Como explica Romeu (2014b), en el proceso de lexicalización se produce un fenómeno llamado slipping (o escurrimiento) por el cual cuando un elemento aparece en medio del área de lexicalización de otro el primero puede ser lexicalizado antes o después del segundo, dependiendo de diversos factores, en general, fonológicos. Consideremos la siguiente estructura para went in: (15)

ST T

Sproc

went in

proc proc

En este caso, el modificador que in lexicaliza está dentro del área de lexicalización de went. A la hora de lexicalizar la estructura, las limitaciones físicas obligan a ordenar los elementos. 6

(16)

ST T

Sproc

went in

proc proc in

Algunas veces se puede considerar como bloque de lexicalización o ítem léxico complejo a un conjunto de ítems léxicos. En esos casos, si otro elemento se encuentra dentro de su área, este puede lexicalizarse después de todo el bloque o grupo. Esto explica la posibilidad de encontrar partículas en distintas posiciones (como en John looked the information up/ John looked up the information)4 o los casos de ascenso de clítico que veremos luego. Dejo, en cualquier caso, las condiciones necesarias para que se pueda formar un bloque de este tipo para investigación futura. Por otra parte, en inglés, como hemos visto anteriormente, se opta por situar in detrás de went, pero en otras lenguas, como el checo, el ruso o el latín, este elemento puede aparecer lexicalizado delante y convertirse en un prefijo verbal, como propone Romeu (2012a). En ese mismo trabajo Romeu muestra que el hecho de considerar los prefijos verbales como modificadores, permite explicar los casos en los que hay dos instancias de un mismo elemento, así como los casos en los que el prefijo verbal es distinto de la preposición inferior: (17)

a. One v-bezala v magazin. ella V-corrió en la.tienda-ACC ‘Corrió adentro de la tienda’ Ruso: Spencer y Zaretskaya (1998:28) b. in aedis ac-cederes. casa.ACC a-marchar.SBJV.IPFV.2SG ‘Entraras en casa’ Latín: adaptado de Acedo-Matellán (2010:214)

En estos casos hay un ítem léxico que lexicaliza el modificador de proc y otro que lexicaliza un modificador de (o el propio) Rel. Estos modificadores pueden repetirse, pero no tienen por qué ser iguales; basta con que sean semánticamente compatibles.

4

También podría ser que up en el segundo caso lexicalizara un modificador de proc y en el primero uno de un Rel que formara parte de una cláusula mínima inferior.

7

El hecho de que elementos como las partículas lexicalicen modificadores permite además dar cuenta de por qué pueden aparecer varios de ellos seguidos en ejemplos complejos como el siguiente: (18)

The boat drifted up over in front of the palace. El barco fue a la deriva arriba encima enfrente del palacio

Teniendo en cuenta que estos elementos pueden lexicalizar modificadores de proc, modificadores de Rel o el propio nudo Rel, y que un solo nudo puede tener varios modificadores (siempre y cuando no haya ninguna incoherencia semántica), es posible dar cuenta de ejemplos como el de (18) e, incluso, de ejemplos más complejos. El hecho de que un modificador de proc pueda ser lexicalizado antes o después del verbo equipara los casos de varamiento del inglés con ejemplos del español como sobrevolar, donde un elemento como sobre lexicaliza un modificador, pero aparece pronunciado delante del verbo. También es posible pensar que hay casos en los que el modificador es lexicalizado junto con el verbo, como en entró, donde ya no es fácil determinar la división entre los distintos ítems léxicos que lo formaban: (19)

ST T

Sproc

entró Mod

proc

proc Hemos visto, pues, que el inglés, entre otras lenguas, frente al español, tiene partículas. Esto se debe a que en inglés ítems léxicos como in lexicalizan solo un modificador, frente a elementos en español como en, que lexicalizan el nudo Rel y un modificador.5 La diferencia en la estructura se representa a continuación:

5

Veíamos en Romeu (2015) que en español hasta lexicaliza solo un modificador. Uno esperaría que se pudieran tener ejemplos como Juan hasta corrió con la interpretación de que alguien corrió hasta cierto punto. Pero esta lectura no es posible. La razón es que no basta con que un ítem léxico pueda lexicalizar solo un modificador, también deben cubrirse unos requisitos semánticos. Frente a in, que indica que el proceso se adentra, hasta no especifica nada sobre las propiedades del proceso, simplemente añade información sobre que el punto final es un límite. Frente a hasta, en inglés to no indica límite y, por tanto, se puede combinar con proc, para indicar direccionalidad, pero solo cuando el verbo no expresa direccionalidad de por sí. De ahí el siguiente contraste: (i) Where did he ran/*go to? Dejo estas cuestiones más concretas para investigación futura.

8

(20)

a.

b. SRel

SRel preposición

(Mod)

Rel

Mod partícula

Rel Rel

Rel



Esta diferencia permite explicar fenómenos como el varamiento y otros que explico en trabajos anteriores como la naturaleza de elementos como into (donde la estructura no sería to + in, sino que se considera in como modificador de to).

2. Relación entre preposiciones y adjetivos. Los resultativos Otra diferencia entre el inglés y el español es que, como sugiere Romeu (2014a), en inglés es más productivo el modificador PuntoEscalar que Dis-junto, mientras que en español el modificador más productivo es Dis-junto. Así, to, la preposición básica en construcciones direccionales en inglés, lexicaliza PuntoEscalar, frente a a en español, que lexicaliza Dis-junto. La diferencia radica en que PuntoEscalar indica que un punto pertenece a una escala, frente a Dis-junto que simplemente indica que un punto está separado u opuesto a otro. Entre otras cuestiones, esta diferencia explica el contraste presentado en la tipología de Talmy entre la posibilidad de combinar to con verbos de manera de moverse como bailar, frente a a: (21)

a. Mary danced to the store. (Ramchand 2008:111) b. *Mary bailó a la tienda.

La interpretación de que hay una escala introducida por to le permite combinarse con verbos que por sí mismos no indican desplazamiento. Lo mismo ocurre con partículas como out, frente a elementos como fuera en español: (22)

a. The bottle floated out of the cave b. *La botella flotó fuera de la cueva. (en la interpretación direccional)

Nuevamente, out, frente a fuera, lexicaliza PuntoEscalar, lo que permite interpretar que el proceso de flotar se desarrolle en una dirección hacia fuera. Esta diferencia permite explicar además la posibilidad de tener resultativos en inglés y no en español. Frente al inglés, en español no es posible tener ejemplos en los que un verbo de actividad se combina con un adjetivo para indicar el resultado: (23)

a. He wiped the table clean. (Washio 1997: 5) b. *Frotó la mesa limpia.

9

Romeu (2015) propone que los adjetivos lexicalizan como mínimo Rel y Ent(idad), una idea similar a la de Amritavalli & Jayaseelan (2003) y Mateu (2002), quienes consideran que el adjetivo es la suma de preposición más nombre: (24)

SRel adjetivo

Rel

SEnt Ent

Como los adjetivos lexicalizan Rel puede darse el caso de que lexicalicen también un modificador de Rel. Igual que ocurre con to y out, los adjetivos en inglés lexicalizan PuntoEscalar, pero no así los adjetivos en español: (25)

SRel PuntoEscalar

Rel

clean Rel

SEnt Ent

Los adjetivos como clean en inglés pueden así combinarse con un verbo de actividad como wipe y dar una interpretación resultativa porque lexicalizan PuntoEscalar, que indica que la propiedad de limpio es un punto final después de una escala. La escala que se interpreta permite que el proceso del verbo se pueda desarrollar. En español, adjetivos como limpio no lexicalizan PuntoEscalar y bloquean la posibilidad de que el proceso se desarrolle. En vista de esto, es posible entender que autores como Snyder (1995, 2001), Beck y Snyder (2001) hayan considerado que existe un macroparámetro que permite tener resultativos y partículas direccionales con verbos de manera de moverse como bailar. La explicación es que en lenguas como el inglés resultativos y partículas lexicalizan PuntoEscalar como modificador de Rel, nudo que está presente tanto en la estructura de adjetivos como de partículas.

3. Modificadores en distintas posiciones de la estructura Acabamos de ver que dos elementos distintos, como son adjetivos y partículas, tienen en común una parte de su estructura. En inglés estos elementos además comparten un mismo modificador PuntoEscalar que modifica en ambos casos al mismo elemento: Rel. Pero también se puede dar el caso de que un mismo modificador aparezca combinado con distintos elementos en la estructura, es decir, en distintas posiciones. En Romeu 10

(2014a) se establece que la diferencia entre a y en radica en que, aunque ambos ítems lexicalizan Rel, a lexicaliza además el modificador Dis-junto y en lexicaliza Con-junto: (26)

a.

b. SRel

a

Dis-junto

SRel Rel

en

Con-junto Rel



Rel



Rel

De esta forma la presencia de a indica que la relación establecida no es única, sino que existe al menos otra posible relación con la que esta se opone. En cambio, la presencia de en indica que la relación es única, no se opone a ninguna otra. Basado en este contraste, Romeu (en prensa) propone que esta diferencia se da también en otros niveles de la estructura. En Romeu (en prensa) se analiza el nivel de los estados (Stat) y se propone que la diferencia entre ser y estar en español se debe a que ambos lexicalizan Stat junto con un modificador. Mientras que ser lexicaliza además Conjunto, como en, estar lexicaliza Dis-junto, como a: (27)

a.

b. SStat

ser

Con-junto Stat

SStat Stat

estar …

Dis-junto Rel

Rel …

De esta manera el uso de ser implica que se tiene en cuenta solo un estado. El uso de estar, por el contrario, obligatoriamente opone o relaciona el estado descrito con al menos otro. De ahí que estar se suela interpretar como algo temporal y transitorio. La existencia de otros estados permite interpretar que se puede cambiar de estado, frente a lo que ocurre con ser donde solo se tiene en cuenta un estado y, por tanto, la interpretación es de permanencia. Esto permite además en Romeu (en prensa) explicar por qué es posible que estar se combine con a en casos como Los calcetines están al fondo del cajón, que suponen un problema para los autores que consideran que estar surge cuando una preposición terminal se incorpora al verbo. Si así fuera, no podría combinarse con una preposición terminal. Aquí, en cambio, nada impide que haya dos modificadores Dis-junto en distintas posiciones:

11

(28)

SStat Dis-junto

Stat

estar Stat

SRel Dis-junto

Rel

a …

Rel

Una vez abierta la posibilidad de que modificadores como Con-junto o Dis-junto ocupen distintas posiciones de la estructura, es legítimo plantearse a qué más nudos de la estructura pueden modificar. En Romeu (2014a) ya se plantea la posibilidad de la presencia de estos modificadores combinados con proyecciones más bajas que Rel como Región (la que da los puntos que ocupa una entidad) o la propia Ent: (29)

SEnt Con-junto/ Dis-junto

Ent Ent

Se afirma que la presencia de Dis-junto como modificador de Ent podría explicar la presencia del acusativo en construcciones direccionales del latín o el alemán: (30)

er rannte in den Laden  Interpretación direccional él corrió en(a) la-AC tienda ‘Él corrió a la tienda.’ Den Dikken (2010:112)

La representación que se propone es la siguiente (cf. Romeu 2014a:76) (31)

SRel Rel in

SReg Dis-junto

Reg

den Laden Reg

SEnt

Sin embargo, cabe la posibilidad de que incluso en estos casos el acusativo lexicalice hasta Rel, lexicalizando in un modificador de Rel y no Rel en sí: 12

(32)

SRel Mod in

Rel Dis-junto

den Laden

Rel

Rel

SReg Reg

SEnt…

Otro caso en el que se podría considerar que Dis-junto aparece en posiciones más bajas es el de las construcciones de marcado de objeto como Vi a Juan. Si un complemento puede ir precedido por a a pesar de que ocupa la posición de un SEnt (Vi el árbol), y además puede ser sustituido por un pronombre (Le/lo vi), parecería que ahí a no lexicaliza Rel+Dis-junto, sino un Dis-junto más bajo. No obstante, Bassa Vanrell y Romeu (en prensa) presentan argumentos a favor de considerar que incluso en las construcciones de marcado de objeto a lexicaliza Rel+Dis-junto. También se podría considerar que Dis-junto modifica a nudos más bajos en construcciones del inglés como John and me. El hecho de que me solo pueda aparecer en combinación con otra entidad (como John) puede deberse a que solo en esos casos Dis-junto, el modificador que opone dos elementos, está legitimado, pues las dos entidades que se oponen son identificables: solo en ese caso se interpreta una segunda persona de la que se está separado. También se podría pensar que la presencia de un modificador como Con-junto en el nivel pronominal puede explicar los distintos principios de rección. Solo cuando sea posible identificar dos entidades que coinciden queda legitimada la presencia de Conjunto, que se lexicalizaría con un elemento anafórico como sí: María habla de sí misma. En caso contrario, la presencia de Con-junto no estaría legitimada y Dis-junto sería necesario, lexicalizado por un elemento pronominal, para identificar dos entidades distintas. La diferencia en la estructura, asumiendo por simplicidad que tanto los elementos pronominales como los anafóricos lexicalizan un modificador Ref, que introduce referencialidad, sería la siguiente: (33)

a. elemento anafórico:

b. elemento pronominal:

Ref sí

Con-junto

Ref Ref

la/lo

Ref

Dis-junto Ref Ref



Asimismo, es posible pensar que Dis-junto y Con-junto modifican a nudos más altos. En Romeu (2014a:195-196) se sugiere que si Dis-junto se combina con un nudo temporal (T) se obtendría la interpretación de futuro (en consonancia con lo propuesto 13

en Ritter y Wiltschko 2014). De la misma forma, se podría pensar que si se combina con el nudo que codifica el modo (sea cual sea) se obtiene la interpretación de un mundo posible opuesto al real, lo que tal vez se lexicalizaría con las formas de subjuntivo. Por supuesto, todas estas posibilidades quedan abiertas para futura y más amplia investigación.

4. La concordancia Una vez comprobado que distintos modificadores pueden combinarse con distintas partes de la estructura, es lógico plantearse que un fenómeno en el que parecen repetirse rasgos semejantes, como la concordancia, pueda explicarse de esta manera. La aparente redundancia de la concordancia se puede entender asumiendo que un mismo rasgo puede (y debe) aparecer en distintas posiciones para evitar incoherencias semánticas. En un caso como Los niños juegan, vemos que hay tres instancias de un rasgo plural. Esto quiere decir que hay tres modificadores de plural en distintas partes de la estructura. En principio, asumo que el rasgo de plural es un modificador porque con él no se introduce un nuevo elemento con distinta naturaleza semántica (como ocurre, por ejemplo, al introducir Rel, donde se pasa de tener una entidad a tener una relación). Con el plural se conserva la naturaleza del elemento con el que se combina. Aunque se tengan unas entidades en plural, estas siguen siendo entidades. Esta asunción es posible teniendo en cuenta la idea en Romeu (2014a) de que no solo los núcleos pueden determinar la combinabilidad sintáctica (o las condiciones de selección) de su grupo, sino que también los modificadores pueden condicionar esta combinabilidad. Romeu, por ejemplo, explica que un verbo como ir no se puede combinar con en para indicar dirección porque el modificador Con-junto que lexicaliza en obliga a que solo se pueda interpretar un punto y, para que haya direccionalidad, es imprescindible que se puedan interpretar al menos dos puntos: (34)

Sproc proc

Sres

ir res

SRel

*Con-junto

Rel’

*en Rel

… Romeu (2014a:261)

Por tanto, este es un caso en el que un modificador determina las condiciones de selección del grupo sintáctico al que pertenece. 14

Asumiendo que el rasgo del plural es un modificador, la estructura simplificada de Los niños juegan sería la siguiente. (35)

Sproc SEnt Ref

proc Ent

plural

proc

juegan

los plural

Ref

plural Ent

proc



Ent niños Quizás sea más claro ver la información que aporta el rasgo de plural como modificador de Ent, indicando que hay más de una entidad. En cambio en el caso de Ref sería algo más complicado. La interpretación sería que hay referencias múltiples. Tal vez esta precisión en Ref no sea necesaria, lo que explicaría que haya lenguas en las que el artículo no tiene rasgo de plural. Lo mismo ocurre con los adjetivos, donde el rasgo de plural indicaría que la cualidad debe aplicarse a varias entidades. Veremos luego que hay casos, como las faltas de concordancia en clíticos, en español en otros ámbitos en los que se podría pensar que se prescinde del rasgo de plural a pesar de ser aparentemente tan necesario como en el caso de artículos y adjetivos. En cuanto a la interpretación de plural combinado con proc, Romeu (2014b) propone que el modificador de proc no es verdaderamente plural sino Dispersión (como el que lexicaliza por según Romeu 2014a), puesto que la interpretación que se da no es de muchos procesos, sino de un proceso repartido en muchas entidades. De ahí que sean posibles casos como Los niños trajeron un tronco, en la interpretación de que solo trajeron un tronco en total. En cualquier caso, sea Dispersión o plural es necesario un modificador para que el proceso pueda asociarse a más de una entidad y no haya incompatibilidad semántica con el SEnt plural. En todos estos casos, la concordancia se debe a que la presencia de un rasgo determinado es necesario como modificador de distintos elementos para que no se produzca un choque semántico. Como la concordancia es semántica, uno esperaría que si se legitima el rasgo necesario de otra manera o, en otras palabras, si el significado que aporta el rasgo está presente por otros medios, la concordancia pueda seguir llevándose a cabo. Este es el caso de la concordancia que se da por ejemplo en La mayoría votaron que no. En este caso, el significado conceptual de la mayoría permite que pueda concordar con un verbo en plural, a pesar de no lexicalizar un modificador de plural. 6 Curiosamente, esta concordancia solo es posible con el verbo y no con el artículo (*las mayoría), lo que podría demostrar que la concordancia no es exactamente con plural sino con el rasgo de Dispersión que propone Romeu (2014b). 6

También se podría pensar que mayoría lexicaliza ese rasgo, pero considero más coherente con el modelo asumir que el rasgo no está presente como tal, al menos, en la misma posición que en los niños.

15

También parece más bien una concordancia como la de mayoría la concordancia de persona entre nombres y verbos. Se explicarían de la misma forma casos de aparente erro en la concordancia como Los alumnos estamos contentos con el profesor donde una tercera persona concuerda con un verbo en primera persona. Aunque con el número o la persona se puede vislumbrar un contenido semántico, no se ve tan claro en el caso del género. La concordancia de género podría ser uno de los pocos casos en los que un elemento sintáctico no codifica ningún contenido semántico. Habría que asumir, no obstante, que en algún momento de la evolución del español tuvo que tenerlo, igual que parece tenerlo ahora con las entidades sexuadas. Pero incluso en los casos en los que no hay riesgo de incoherencia semántica, es necesario que los rasgos sean compatibles en las distintas partes de la estructura. Se puede pensar que, aunque el género no codifique en muchos casos un contenido semántico, cuando se combina con adjetivos y artículos, por ejemplo, lo que se indica es que la referencia o la propiedad se debe aplicar a un elemento con ese rasgo, que está presente en la estructura a pesar de no codificar ninguna información semántica. De no ser así, se crearía una nueva incompatibilidad. Hemos visto ahora casos generales de concordancia. Pero es posible encontrar otros casos relacionados con la concordancia o con la necesidad de que determinados elementos estén presentes en distintas posiciones de la estructura para crear coherencia semántica. Uno de esos casos son los clíticos. En Romeu (2014b) ya se adelanta que los clíticos podían estar relacionados con la concordancia. Esta concordancia parece clara en las construcciones reflexivas o pronominales como Yo me peino o Yo me acuerdo de algo entre yo y me. En estos casos me lexicalizaría un modificador que indicaría que el proceso se aplica sobre una primera persona. Dependiendo de la posición de ese modificador, la interpretación es que el proceso se aplica sobre la persona o que está relacionado con ella de alguna manera. Represento de manera abstracta a continuación las dos posibles posiciones: (36)

SX me

X X

SY me

Y Y



Lo mismo ocurre con los clíticos en otras construcciones. En casos como A María la vi o en A los niños les di un regalo, el verbo presenta unos modificadores que ayudan a interpretar cómo se aplica el proceso verbal, de la misma forma que anteriormente veíamos con in, donde se indcaba que el proceso se llevaba a cabo hacia el interior. Lo 16

interesante en estos casos es que, al tratarse nuevamente de una cuestión semántica, uno esperaría que no siempre se produjera de manera estricta la concordancia. Y esto es lo que parece suceder en casos como Le regalaron un peine a los niños donde le y los niños no parecen concordar. Parece que aquí encontramos uno de esos casos en los que se prescinde del rasgo del plural, quizás porque es suficiente con indicar que el proceso verbal se asocia a una determinada persona. Lo mismo se podría decir de los casos que se encuentran en algunas variedades del español en los que el clítico no concuerda con el objeto directo al que se refiere: (37)

Se loi llevó una cajai (Perú) Lipski (2012:13)

Nuevamente es posible asumir que es suficiente con la información de que el proceso del verbo se debe aplicar a una tercera persona. Por otro lado, el hecho de considerar que los artículos lexicalizan modificadores, como hemos visto antes, permite equipararlos a los clíticos, como algún gramático ha querido ver. La distinta forma que adoptan (le y el por ejemplo) podría deberse a que lexicalizan distinto modificador o simplemente a una distinta evolución fonética. Los clíticos además son otro caso en el que se comprueba que es necesario asumir el proceso de slipping o escurrimiento. Al quedar los clíticos en medio del área de lexicalización del verbo, estos deben ser pronunciados antes o después de este. La vacilación que ha habido en la historia del español, donde en determinadas circunstancias antiguamente se podían encontrar clíticos pospuestos a verbos en forma personal como díjole, y la doble posibilidad actual, pudiéndose encontrar clíticos delante de verbos en forma personal, pero pospuestos al imperativo, al infinitivo o al gerundio, pueden explicarse aduciendo que se deben a un proceso meramente fonológico como el escurrimiento, y que, por tanto, su distinta posición no influye en su significado. Se pueden encontrar incluso casos de hablantes que pronuncian el clítico en el interior del verbo como en el caso de irsen. En caso de que el verbo forme un bloque de lexicalización con un auxiliar, por ejemplo, el clítico puede pronunciarse en una posición todavía más desplazada de donde se genera, como en La quiero ver. Son los casos de ascenso de clítico: (38) la SX quiero

SY

la

SZ ….

ver 17

Nuevamente, por encontrarnos ante un desplazamiento fonológico, no debería existir cambio de significado.

5. Adjetivos restrictivos y no restrictivos Una de las cuestiones más controvertidas del español es la diferencia entre adjetivos restrictivos y no restrictivos. Sin entrar en demasiado detalle, aquí quiero proponer que la diferencia estriba en que se comportan como modificadores de distintos nudos en la estructura. Los adjetivos restrictivos especifican una propiedad de una entidad, de tal manera que la distinga de otras entidades iguales, pero con distintas propiedades. Por el contrario, los adjetivos no restrictivos expresan una propiedad inherente de la entidad, sin distinguirla de otras iguales a ella. Esta diferencia se debe a que los dos tipos de adjetivos lexicalizan modificadores que ocupan distintas partes de la estructura. Los adjetivos no restrictivos lexicalizarían un modificador a su vez dentro del modificador de Ent en el que se dan las propiedades conceptuales. De esta manera saca a la luz una de las muchas propiedades inherentes de la entidad. Los adjetivos restrictivos, por su parte, lexicalizan un modificador independiente de Ent. En la siguiente representación cada adjetivo lexicalizaría el modificador marcado en negrita: (39)

a. adjetivo no restrictivo:

b. adjetivo restrictivo:

EntP Mod Mod

Mod

EntP Ent

Mod

Ent

Ent Ent

La diferente posición de ambos tipos de adjetivos en la lexicalización puede deberse a que la posición que ocupa el modificador con las propiedades de Ent (lexicalizado por un adjetivo no restrictivo) ocupa una posición más alta que el modificador que especifica una propiedad de la entidad (lexicalizado por un adjetivo restrictivo), pues, al fin y al cabo, este último altera en mayor medida las propiedades Ent, por lo que no sería extraño que ocupara una posición inferior. Acabaría en cualquier caso estando detrás del nombre por slipping o escurrimiento, pero también por razones fonológicas o estilísticas, se podría anteponer, como a veces sucede. Aunque el tema de los adjetivos obviamente requiere un análisis más profundo, he querido presentarlo aquí porque atañe al crucial problema relativo al lugar que ocupa la información conceptual o enciclopédica. En un modelo como el defendido aquí, en el que los ítems léxicos no contienen ningún significado en sí mismos, obligatoriamente el significado conceptual tiene que estar 18

presente en la estructura antes del proceso de lexicalización, para que se pueda saber qué ítem léxico utilizar en cada caso. Considero que esa información ocupa la posición de modificador de los distintos nudos. Puede modificar así, por ejemplo, a Ent, debiendo utilizarse distintos nombres en la lexicalización; a proc, teniendo que emplearse distintos verbos. Lo mismo ocurría con otros modificadores que ya hemos visto como Con-junto y Dis-junto. En otras palabras, la información conceptual debe estar presente en la estructura antes del proceso de lexicalización y, por tanto, determina qué ítem léxico puede lexicalizar la estructura en cuestión. Una posible prueba de que esto es así es el caso de los adjetivos no restrictivos, los cuales lexicalizan modificadores de esa información conceptual. Otra prueba de esto pueden ser los casos de concordancia semántica que hemos visto antes, como La mayoría piensan: (40) mayoría

SEnt Mod [número alto], etc.

Ent Ent

Si una parte de la información conceptual es visible para otras partes de la estructura y puede provocar la concordancia en plural, es decir, puede tener repercusiones sintácticas, esto significa que esa información debe formar parte de la estructura sintáctica en cuestión.

Conclusiones y últimos apuntes Hemos visto que un modelo como el adelantado en Romeu (2014a, b) y aplicado directamente a las categorías gramaticales en Romeu (2015) puede explicar o al menos abrir caminos de estudio de algunas cuestiones controvertidas de las lenguas. El análisis minucioso que facilita este modelo tiene ventajas como explicar mínimas diferencias entre ítems léxicos aparentemente iguales. Además, la existencia de modificadores en la estructura permite entender por qué un mismo rasgo semántico puede aparecer en distintas posiciones de la estructura, sin tener que recurrir a movimientos sintácticos muchas veces injustificados. Así, además de los casos que hemos visto en este trabajo, es posible entender las distintas posiciones de la negación o del grado, asumiendo que estas nociones se codifican como modificadores en la estructura. Pero además el modelo, por sus características, obliga a asumir que existe un proceso fonológico que adapta la lexicalización de la estructura a las limitaciones físicas. De esta forma es posible explicar el movimiento de distintos ítems, nuevamente sin tener que recurrir a injustificados movimientos en la estructura sintáctico-semántica. Este proceso es el que he llamado escurrimiento (o slipping) y no acarrea ningún cambio de significado, pues es puramente fonológico. 19

Además de los casos explicados en este trabajo se podrían explicar por este proceso fenómenos como el heavy NP-shift donde las características fonológicas de un elemento pueden hacer variar la posición en la que es pronunciado. También es posible explicar casos en los que un elemento puede interrumpir la lexicalización de una estructura y se tiene que recurrir a otras formas de lexicalización, como ocurriría en los casos en los que en inglés debe aparecer el verbo de apoyo do cuando un elemento como la negación interrumpe el área de lexicalización de un verbo conjugado. Además de los casos de ascenso de clítico, se podría explicar también la negación anticipada, por ejemplo. Asimismo, en un sistema en el que no hay movimiento sintáctico, no tiene cabida el fenómeno de las islas. Las islas (o grupos sintácticos desde los que no se puede extraer un elemento) son en verdad grupos sintácticos incompletos o no legitimados semánticamente. Considérese el siguiente ejemplo clásico: (41)

a. Of which car did [they find the (driver, picture)? b. *Of which car did [the (driver, picture) cause a scandal] Chomsky (2008:147)

Un ejemplo como (41b) no sería posible (o, dicho de otro modo, el sujeto se comportaría como una isla) porque en ese caso Ref no estaría legitimado. El hecho de que en español sea más natural un ejemplo como este (¿De qué coche el conductor provocó un escándalo?) demuestra a la vez que los sujetos de por sí no son islas y que el artículo en español y en inglés lexicaliza una estructura distinta. Relacionado con esta cuestión, este sistema, al no tener movimiento sintáctico, debería explicar la anteposición de interrogativos (movimiento qu-) o bien asumiendo un movimiento fonológico o bien asumiendo que el grupo interrogativo se genera en esa posición. En el primer caso habría que asumir que el resto de la oración formaría un bloque de lexicalización fuera del cual quedaría el grupo interrogativo, como se representa de manera simplificada a continuación: (42)

¿Qué le dio Juan a María? qué SX Juan7

X le

X dio

SY qué

Y a María

7

La posición posverbal del sujeto también se podría explicar por medio de slipping.

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En el segundo caso, el grupo interrogativo se generaría directamente en una posición alta (quizás en una posición focal). Su presencia en esa posición permitiría o, más bien, obligaría a que ningún elemento ocupara la posición sobre la que se interroga: (43)

¿Qué le dio Juan a María? SW qué

SX Juan

X le

X dio

SY Ø

Y a María

Esta, como otras cuestiones expuestas en este trabajo, queda pendiente de una investigación más profunda. En general, el objetivo aquí ha sido mostrar cómo un modelo en el que cada nudo sintáctico contiene un rasgo semántico cuyas propiedades pueden ser alteradas por un modificador permite abordar de una manera sencilla y con muy pocos principios una serie de cuestiones que han sido problemáticas hasta ahora en el estudio de las lenguas. Aunque no se ha dado una explicación completa y profunda de estas cuestiones, por lo menos considero que he abierto nuevas vías a través de las cuales las que estas pueden ser acometidas.

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